Del humor quevedesco a l a i r o n í a c e r va n t i n a Alfredo Bryce Echenique
No quiero empezar esta conferencia sin antes lanzar al viento unos cuantos globos de ensayo, de diverso volumen y contenido, con la esperanza, eso sí, de que todo lo que vendrá después irá aclarando la intención y el significado de cada uno de estos lanzamientos. Y ahí va el primero, que me pertenece, pero no porque quiera ser burro por delante, sino por todo lo contrario, ya que en esta conferencia evitaré casi totalmente referirme a los «materiales» de los que está hecho el humor que ha caracterizado mis libros. Allá va, pues, aquel primer globo: «Detesto la carcajada sonora y total: aquella que hace tanto ruido y nos hace abrir tan grande la boca que hasta se nos cierran los ojos, dejándonos ciegos y sordos, incapacitados por lo tanto para la más mínima observación y reflexión». El segundo globo pertenece a Eduardo Galeano, a su Memoria del fuego, y se refiere a Buster Keaton y Chaplin: «Ellos saben 25