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Línea 1. Generación de capacidades para el desarrollo desde la cultura

El concepto de desarrollo humano, sobre la base de los trabajos de Amartya Sen y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), incorporó un cambio en las posiciones clásicas sobre el desarrollo con base en el crecimiento económico que dominó una gran parte del pasado siglo. Esta nueva formulación provocó un cambio en las teorías del desarrollo, abriendo nuevas posibilidades y enfoques desde otras dimensiones, entendiendo el desarrollo como un proceso de generación de capacidades y oportunidades, como una manera de entender la vida humana donde las personas puedan decidir y asumir en autonomía su propio desarrollo.

En este planteamiento se relacionan los funcionamientos —entendidos como estados de existencia y acciones que una persona puede alcanzar a lo largo de su vida— y las capacidades —como opciones y posibilidades de una persona para seleccionar acciones en su vida y alcanzar niveles de bienestar. Las capacidades describen las habilidades de las personas y las comunidades para poder funcionar y decidir entre sus diferentes opciones deseables.

En el marco del desarrollo humano, la generación de capacidades es un elemento fundamental para disponer de autonomía para asumir las propias decisiones, de acuerdo con las formas de vida y las realidades culturales de su contexto. Disponer de capacidades básicas y culturales es una condición esencial para el desarrollo humano sostenible y la posibilidad de mejorar una realidad existente. En este sentido, las acciones dirigidas a la generación de capacidades se consideran un elemento imprescindible para una cooperación centrada en el desarrollo humano, así como la adquisición de autonomía para orientar la vida cultural y administrar el propio sistema cultural. complementarias, como expresa Nussbaum2. Las capacidades básicas para el desarrollo humano posibilitan la existencia en autonomía y bienestar en el ámbito personal, colectivo, organizativo e institucional. Incluyen lo necesario para la supervivencia física y la libre actuación, así como la configuración de entornos colectivos y regulaciones que garanticen las funciones elementales para una vida humana digna. Las capacidades básicas son fundamentales para el desarrollo porque inciden en la formación de capacidades culturales, a la vez que estas pueden aumentar la posibilidad de adquirir las básicas.

La disposición de capacidades permite transformar y movilizar los activos, fortalezas y recursos de las personas, pero también de los grupos sociales, las comunidades y las sociedades que aumentan su potencial de dirigir y decidir en autonomía su desarrollo.

En las consideraciones sobre las relaciones entre cultura y desarrollo no se ha introducido con claridad la visión del desarrollo como generador de capacidades. En este sentido existe una tendencia a pensar que las capacidades culturales son innatas o singulares, o que se pueden generar a partir de la educación en un sentido amplio, aceptando que para ciertas capacidades culturales muy específicas y técnicas es necesaria una educación y formación especializada. Pero para un planteamiento amplio del desarrollo humano en la cultura es fundamental profundizar en un conjunto de capacidades que inciden en la vida cultural o en las capacidades culturales, que repercuten directa o indirectamente en otros sectores sociales que contribuyen al bienestar.

La generación de capacidades en las políticas de desarrollo tiene una incidencia muy amplia y diversa. En primer lugar, beneficia a las personas que pueden disponer de una oportunidad de desenvolver sus potencialidades individuales. De

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1. Taller sobre cómo hacer realidad un proyecto de moda (de la idea a la comunicación), impartido en Senegal en 2017. 2. Curso de animación stop motion y técnicas experimentales de animación, Adís Abeba, Etiopía, 2017.

Definición del desarrollo humano

El desarrollo humano es un proceso en el cual se amplían las oportunidades del ser humano. En principio, estas oportunidades pueden ser infinitas y cambiar con el tiempo. Sin embargo, a todos los niveles del desarrollo, las tres más esenciales son disfrutar de una vida prolongada y saludable, adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida decente. Si no se poseen estas oportunidades esenciales, muchas otras alternativas continuarán siendo inaccesibles.

Pero el desarrollo humano no termina allí. Otras oportunidades, altamente valoradas por muchas personas, van desde la libertad política, económica y social, hasta la posibilidad de ser creativo y productivo, respetarse a sí mismo y disfrutar de la garantía de derechos humanos.

El desarrollo humano tiene dos aspectos. La formación de capacidades humanas, tales como un mejor estado de salud, conocimientos y destrezas, y el uso que la gente hace de las capacidades adquiridas, para el descanso, la producción o las actividades culturales, sociales y políticas. Si el desarrollo humano no consigue equilibrar estos dos aspectos, puede generar una considerable frustración humana.

Según este concepto de desarrollo humano, es obvio que el ingreso es solo una de las oportunidades que la gente desearía tener, aunque ciertamente muy importante. Pero la vida no solo se reduce a eso. Por lo tanto, el desarrollo debe abarcar más que la expansión de la riqueza y los ingresos. Su objetivo central debe ser el ser humano.

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (1990). Informe sobre Desarrollo Humano 1990. Concepto y medición del desarrollo humano. Nueva York: Oxford University Press.

la misma forma, permite el acceso a capacidades a nivel comunitario, como colectivo de un entorno determinado, así como de grupos sociales como infancia, juventud, mujeres o grupos de especial atención. Otro nivel de intervención va dirigido a las organizaciones sociales y culturales que disponen de las oportunidades de consolidar y aumentar sus capacidades para participar e intervenir en la vida cultural como factor con incidencia al desarrollo, con especial atención a la capacitación de emprendedores y empresas culturales.

Las capacidades institucionales adquieren una gran importancia en los procesos de desarrollo por su responsabilidad pública y defensa del interés general. Disponer de una organización de la administración pública, en sus diferentes niveles, capacitada en el campo de la cultura, representa un factor imprescindible para aprovechar todas las posibilidades de la cultura en su aporte al desarrollo sostenible. de la vida cultural, pero también valorar su impacto en el desarrollo que potencia el sector, que puede aumentar las posibilidades de empleo, subsistencia o generación de renta por medio de la actividad cultural.

Las capacidades culturales inciden directamente en el ejercicio de los derechos culturales de acuerdo con los DESC (derechos económicos, sociales y culturales), incluidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. El derecho a participar en la vida cultural, además de un entorno que los garantice, requiere de capacidades individuales, colectivas e institucionales en un marco democrático y de respeto a la libertad cultural de acuerdo con valores compartidos. La comunidad internacional, por medio de convenciones, declaraciones, agendas compartidas y acuerdos de derecho internacional, promueve un marco de convivencia global en el ámbito cultural con principios y fines para una gobernanza en la cultura para la cohesión y la paz. El fomento de capacidades culturales, según estos valores compartidos, es indispensable para un desarrollo humano sostenible y para la configuración de una ciudadanía cultural global.

Reforzar las propias estructuras de capacitación para crear un efecto multiplicador es una línea de intervención de la cooperación, que fomenta la autonomía y el empoderamiento de los propios actores y países socios para asumir los destinos de su propio desarrollo. En este sentido, la generación de capacidades es una prioridad de la Cooperación Española y de su estrategia sectorial, que cuenta con una larga trayectoria.

Esta línea de intervención de la Cooperación Española se implementa desde el año 2005 y posteriormente se estructura en el Programa ACERCA de Capacitación para el Desarrollo en el Sector Cultural, que aglutina un amplio conjunto de actuaciones en formatos adaptados a diferentes realidades. Los Centros de Formación de la Cooperación Española3, situados en diferentes países latinoamericanos, organizan diversos programas de capacitación en el sector cultural.

3. Fondo para el Fortalecimiento de Capacidades para la Gestión Cultural (FFC), Nicaragua. El Centro Cultural de España en Nicaragua ofrece un programa continuado de formación en gestión cultural junto con COSUDE (Agencia Suiza para el desarrollo) e HIVOS (Instituto Humanista de Cooperación al Desarrollo-Holanda).

Tipologías de las intervenciones en esta línea de la Cooperación Española

1. Identificación de necesidades de capacitación de acuerdo con la realidad de cada contexto.

Cooperación en los procesos de identificación y definición de las necesidades culturales a diferentes niveles, a partir de mecanismos de participación que permitan formular propuestas adecuadas a cada realidad con el máximo respeto a su idiosincrasia.

2. Actividades formativas en general para la configuración de capital humano en el sistema cultural de los socios en cooperación.

Cooperación en la organización de propuestas formativas para el sector cultural a escala, para agentes locales, regionales o nacionales de los países socios. Cooperación para ofertas formativas a nivel supranacional, regional o continental para procesos de capacitación compartidos y de fomento de la cooperación e intercambios Sur-Sur.

3. Reforzamiento de las estructuras e instituciones capaces de incidir en los procesos de generación de capacidades, o su creación cuando no existan.

Cooperación de apoyo a estructuras locales o nacionales con posibilidad de asumir funciones de formación y especialización para personal del sector cultural de acuerdo con sus propias dinámicas.

4. Transferencia y gestión del conocimiento para decidir en autonomía la propia vida cultural.

Cooperación para aumentar la transferencia de conocimiento y práctica en el sector cultural con los agentes culturales del propio país. Capacitación de expertos, especialistas y formación de formadores para la asunción de responsabilidades en los procesos de capacitación local y nacional. Procesos de cooperación en la investigación y reflexión sobre problemas comunes.

5. Acompañamiento en la definición de metodologías y sistemas de aprendizaje de capacidades.

Cooperación entre centros de formación y especialización cultural para el intercambio de metodologías y sistemas de aprendizaje con los países socios. Fomento de la movilidad de formadores, alumnos y gestores como herramienta de intercambio, conocimiento mutuo y fomento de la colaboración institucional. Elaboración de materiales didácticos, publicaciones, manuales, etc.

6. Adaptación de capacidades a los nuevos contextos en unas sociedades globalizadas e interdependientes.

Cooperación en la identificación compartida de las nuevas capacidades básicas y culturales necesarias para asumir los cambios de la sociedad de la información. Reforzar los procesos de generación de capacidades de los países socios ante los retos de la digitalización y nuevas formas de trabajo, producción y difusión de la cultura para evitar la brecha digital al lado de otras desigualdades.

7. Aplicación de la generación de capacidades en los diferentes ámbitos de la cultura que por su diversidad presenta características especiales: patrimonio material e inmaterial, música, teatro, danza, cine y audiovisual, etc.

8. Oferta de espacios de encuentro y capacitación en los servicios de la

Cooperación Española en el exterior: Centros de Formación, Centros Culturales, Oficinas

Técnicas de Cooperación. Colaboración con otras instituciones locales para la organización de actividades de capacitación.

4. Cartel del taller Prácticas colaborativas en la gestión cultural. Experiencias y metodologías, Centro Cultural de España en Lima, Perú, 2019.

5. Taller de Edición y gestión de revistas de arte experimental, impartido por Pepe Murciego y Diego Ortiz, editores de la revista La Más Bella, en el CCE de Santiago de Chile, 2008. Durante la celebración del taller, los creadores de La Más Bella transmitieron sus experiencias en la edición independiente de revistas de arte. Fruto de esta formación se realizó la edición especial La Más Bella Chanchonda.

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6. En el marco del Programa ACERCA y con la colaboración de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), se llevó a cabo en 2016 en Guinea Conakry, Mali y Níger, el taller de formación especializada en técnicas de ilustración Don Quijote en el río Níger.

Algunos ejemplos significativos de proyectos y actuaciones en esta línea de intervención:

• Formación en gestión cultural.

Senegal (Aumento de las competencias profesionales de los agentes culturales en Senegal); Guatemala (Exposiciones temporales: organización, gestión y coordinación / Taller de gestión cultural barrial en Quetzaltenango); Ecuador (Taller de gestión cultural y desarrollo: experiencias de gestión cultural local); Perú (Prácticas colaborativas en la gestión cultural. Experiencias y metodologías); Nicaragua (Fondo para el Fortalecimiento de Capacidades para la Gestión Cultural (FFC)).

• Formación de formadores en gestión cultural.

México, Argentina, Guatemala y Bolivia (Seminarios de formación de formadores de la gestión cultural de Iberformat, Red Iberoamericana de Centros de Formación en Gestión Cultural).

• Formación técnica y especializada en el sector cultural.

República Dominicana (Curando Caribe. Programa de formación de curadores); Cabo Verde (Formación en luz y sonido); Mauritania (Curso de formación para la mejora de capacidades de los técnicos de sonido en el marco del Festival de Jazz de Nouakchott); Argelia (Dotación y puesta en marcha de la Escuela de Formación Audiovisual del Sahara); Níger (Formación en producción audiovisual de spots y videoclips dirigida a jóvenes realizadores / Taller de formación teatral en danza tradicional fague en Niamey); Senegal (Taller sobre cómo hacer realidad un proyecto de moda (de la idea a la comunicación)) / Teatro y cultura de paz); Mali (Curso de diseño gráfico y autoedición / Formación de danza contemporánea); Guinea, Mali y Níger (Taller de ilustración Don Quijote en el río Níger); Colombia (Laboratorio de creación escénica: artes vivas y patrimonio arquitectónico).

• Encuentros, campus, seminarios y congresos de reflexión sobre cultura y desarrollo.

Varios países de Iberoamérica (Campus Euroamericano de Cooperación Cultural); Mozambique (Campus Euroafricano de Cooperación Cultural); Guatemala (Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación (CTS+!)); Costa Rica (Congreso Centroamericano de Estudios Culturales); España (Congreso Internacional de Política de la Información y la Cultura, Unión Latina de Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura (ULEPICC)); Ecuador (Primer Congreso Internacional del Sistema Nacional de Archivos del Ecuador); República Dominicana (Congreso Nacional de Gestores Culturales).

• Adaptación digital en el sector cultural.

Mali, Níger, Senegal y Mozambique (Taller regional de fotografía digital); Senegal (Curso de formación sobre las TIC al servicio de los profesionales del sector musical en Senegal); Etiopía, Guinea Ecuatorial, Senegal (Curso de animación stop motion y técnicas experimentales de animación); Programa ACERCA Digital de Capacitación del Sector Cultural, oferta de formación online en 22 países.

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