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Línea 3. Impactos en el desarrollo económico de la cultura

Línea 3. Impactos al desarrollo económico de la cultura

La imortancia de la dimensión económica en el desarrollo sostenible es reconocida paralelamente a las otras dimensiones. La relación entre cultura y economía tiene una larga consideración en diferentes culturas y civilizaciones a lo largo de la historia por la interdependencia en sus formas y por los insumos económicos de ciertas prácticas culturales.

La incorporación de la cultura en las políticas públicas y el crecimiento del sector cultural caracterizó la segunda mitad del siglo XX y avanzó en estudios económicos sobre la cultura y su creciente ampliación a esferas productivas e industriales. En este sentido, es importante considerar la cultura en toda su amplitud en las políticas de desarrollo, por su valor intangible que repercute en la vida social y la convivencia con ciertas prácticas culturales con incidencia en la economía y, por consecuencia, como un valor a considerar por su aportación real a la dimensión económica.

Los aportes de la cultura al crecimiento económico, su contribución al PIB y a la renta nacional se sustentan en metodologías de análisis detallados que evidencian un aporte significativo al desarrollo, el crecimiento y el progreso.

Las posibilidades y oportunidades de la creatividad y la expresividad de los países menos avanzados en el desarrollo sostenible que aportan las nuevas dinámicas culturales, tanto a nivel interno como por el potencial en su presencia internacional en el marco del respeto a la diversidad cultural, mantienen una gran capacidad de adaptarse a dinámicas locales y de promover el acceso al empleo de sectores sociales de proximidad y con características desfavorables.

Valerse de la cultura para reducir la pobreza e impulsar el desarrollo económico incluyente

La cultura, como capital de conocimientos y como recurso, provee a las necesidades de los individuos y comunidades y reduce la pobreza. Las capacidades de la cultura como fuente de empleo y de ingresos se deberían fortalecer, con la mira puesta especialmente en las mujeres y niñas, las minorías y los jóvenes. Se debería aprovechar todo el potencial de las industrias creativas y de la diversidad cultural para la innovación y la creatividad, sobre todo impulsando las pequeñas y medianas empresas y promoviendo el comercio y las inversiones basados en materiales y recursos renovables, sostenibles desde el punto de vista ambiental, localmente disponibles y accesibles a todos los grupos de la sociedad, así como respetando los derechos de la propiedad intelectual. El desarrollo económico incluyente también se debería alcanzar mediante actividades centradas en la protección sostenible del patrimonio, su salvaguardia y su promoción. Se debería poner especial atención en el apoyo a las industrias de turismo y del ocio responsables, sensibilizadas a la cultura y sostenibles, que contribuyan al desarrollo socioeconómico de las comunidades que las acogen, promuevan los intercambios entre culturas y generen recursos para la salvaguardia del patrimonio material e inmaterial.

UNESCO (2013). Declaración de Hangzhou: Situar la cultura en el centro de las políticas de desarrollo sostenible. Hangzhou, 17 de mayo de 2013.

1. Taller Metodologías para la innovación en instituciones culturales, impartido por Óscar Pozuelos en el Vivero de Economía Creativa (VEC), CCE Guatemala, 2016.

2. Logotipo del proyecto Yo no fui, Argentina. Yo no fui, tienda y taller, es un modelo de empresa social que promueve la reinserción de personas marginadas por reclusión y brinda un espacio de contención a través del arte mediante talleres de expresión, capacitación y producción.

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3. Cartel de la Noche de las Librerías, Uruguay, 2018. Esta iniciativa, coordinada desde el CCE de Montevideo, ha contribuido a visibilizar las librerías uruguayas como patrimonio e identidad del país, a reforzar la industria del libro, así como a promover la colaboración público-privada del ámbito de la literatura como industria creativa. 4. Cartel del Mercado Cultural del Caribe (MCC), Colombia, 2021. El MCC es una iniciativa de la Corporación Cultural Cabildo, que surgió en el Centro de Formación de la Cooperación Española en el año 2005. El Mercado crea lazos de cooperación entre industrias culturales a través de actividades como ruedas de negocios, presentaciones promocionales y sesiones formativas.

Oportunidades para la puesta en práctica de la cultura en el desarrollo local

Existe una dualidad en los enfoques políticos que deben desarrollarse para la cultura. Por una parte, la importancia de trabajar en armonía con la cultura y valores locales se reconoce ampliamente, lo que lleva a un conjunto de experimentación “transversal” local para incluir la cultura en enfoques integrados para la inclusión social y el crecimiento económico. Las principales transformaciones a favor de un desarrollo sostenible local en los próximos decenios radicarán en la interrelación e integración de todos los ámbitos cívicos, enlazando cuestiones de patrimonio, vivienda, planificación del espacio físico, inclusión, movilidad, cultura, naturaleza, resiliencia y gobernanza, para garantizar una participación comunitaria completa y activa. Desde esta perspectiva, la incorporación de aspectos culturales a través de historias y conocimientos en consonancia con las identidades locales y las aspiraciones de las comunidades, será la clave para asegurar que el paradigma de la sostenibilidad tenga un verdadero significado para las personas.

Por otra parte, la cultura también debe considerarse como un ámbito en sí. Proteger el patrimonio cultural (material e inmaterial), promover la creatividad y reconocer la diversidad cultural requiere políticas adecuadas, basadas en conocimientos específicos. Deben apreciarse y fomentarse las características distintivas de las expresiones y actividades culturales y la diversidad de perspectivas. La pluralidad de culturas y patrimonio cultural debe conservarse y salvaguardarse mediante políticas culturales más informadas, inteligentes y sensibles con la cultura. Esto requiere una inversión específica en la creación de capacidades, las infraestructuras, el diseño de políticas, la aplicación y evaluación y el hecho de compartir conocimientos. Todos los actores urbanos deben estar mejor equipados para ser eficaces defensores de la cultura como una dimensión del desarrollo urbano. Las políticas culturales deben también estar sustentadas y apoyadas por marcos de gobernanza adecuados, basados en la participación activa. Resulta crucial que los gobiernos locales proporcionen entornos que animen activamente el debate y la toma de decisiones pública y democrática, donde los ciudadanos puedan ejercer sus derechos, ampliar sus habilidades, liderar el presente y decidir sobre el futuro

UNESCO (2017). Cultura, futuro urbano. Informe mundial sobre la cultura para el desarrollo urbano sostenible. París: UNESCO. Se deben considerar por tanto las dinámicas del sector cultural como un campo para fomentar empresas e industrias culturales capaces de crear empleo directo e indirecto con incidencia en los niveles de laboralización de las actividades y prácticas culturales.

En este sentido, el apoyo a emprendimientos empresariales en el sector cultural permite el impacto en dinámicas locales y en la incorporación de diversos sectores de la población (artesanos, mujeres, jóvenes, etc.).

De la misma forma, la ayuda a disponer de un sector privado de la cultura con empresas e industrias que actúan en lo local y en lo global es imprescindible para una lectura contemporánea de las potencialidades del sector en la dimensión económica del desarrollo sostenible. Ejemplos como las empresas cinematográficas, audiovisuales, de producción musical, edición, diseño, moda, turismo cultural, etc., se han convertido en posibilidades de acción de los países socios a considerar en la cooperación internacional, por su alto valor de movilización de recursos humanos e impacto en las dinámicas locales.

La evidencia del valor del aporte al desarrollo del sector cultural a nivel global ha generado nuevas desigualdades en los países menos preparados. En este aspecto destacan las dinámicas entre ciudad y mundo rural y entre regiones cuando se alteran los contextos debido a la movilidad generada por la pobreza, la violencia o los conflictos. Por esta razón la cooperación internacional ha de incidir en la compensación de los ámbitos del sector cultural más desfavorecidos, intentando crear sinergias para el aprovechamiento local de las potencialidades culturales y sus repercusiones procedentes de otros sectores (turismo, hábitat, urbanismo, educación, medioambiente, etc.).

Tipologías de las intervenciones en esta línea de la Cooperación Española

1. Identificación y diagnóstico del sector cultural desde la perspectiva económica en los países socios y regiones en cooperación para valorar sus activos y potencialidades.

5. Iglesia de Santa Ana de Velasco, Santa Cruz, Bolivia. La Cooperación Española desarrolló en 2007 un proyecto para promover el desarrollo del turismo en el cantón Santa Ana de Velasco, misión jesuítica fundada en 1755.

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2. Apoyar los procesos de creación de pequeñas y medianas empresas relacionadas con los servicios culturales por medio de espacios o viveros para los emprendimientos y ayudas a su estructuración y estudios de viabilidad.

3. Alentar los procesos de profesionalización de actividades culturales propias, desde la participación comunitaria a la estructuración en grupos y compañías culturales. 4. Respaldar a artistas, intérpretes y creadores independientes en sus proyectos para su consolidación y promoción en los mercados culturales locales e internacionales.

5. Proteger las formas y prácticas culturales ancestrales, tradiciones y saberes locales para su posible transformación en dinámicas de desarrollo económico local.

6. Fomentar los servicios culturales en el sector del turismo por medio del acceso a dichos servicios y la provisión de contenidos de calidad con respeto a las idiosincrasias culturales.

7. Favorecer la consolidación de marcos legales y normativos adecuados al crecimiento del sector cultural respetando sus particularidades.

8. Estimular la presencia del sector cultural de los países socios en las redes culturales globales y su incorporación a dinámicas del comercio internacional.

9. Promocionar la colaboración de procesos de cooperación y coproducción a nivel públicoprivado.

10. Secundar procesos de respeto a los derechos de autor y a la propiedad intelectual.

Algunos ejemplos significativos de proyectos y actuaciones en esta línea de intervención:

• Identificación y diagnóstico sobre la dimensión de desarrollo del sector cultural.

Apoyo a los estudios de economía y cultura del Convenio Andrés Bello; Cuentas Satélite de Cultura para Latinoamérica; Indicadores UNESCO de Cultura para el Desarrollo; Estudios sobre economía creativa para el desarrollo sostenible; Encuentros sobre cultura y economía colaborativa.

• Apoyar procesos de creación de pequeñas y medianas empresas relacionadas con los servicios culturales.

Costa Rica (Ciclo de capacitaciones para emprendimientos culturales); Guatemala (Incuba-Guatemala / Vivero de Economía Creativa (VEC)); El Salvador (Proyecto ESCU (Emprendimientos sociales y culturales)); Argentina (Yo no fui, tienda y taller); Costa de Marfil, Níger y Mali (Interculturalidad y fomento de las industrias creativas: música, radio y audiovisual).

• Fomentar procesos de profesionalización de actividades culturales propias.

Brasil (Projeto Veredas); Colombia (Mercado Cultural del Caribe (MCC)); Uruguay (Noche de las Librerías). • Ayudas a creadores para su consolidación y presencia en mercados nacionales e internacionales.

México (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA)); Guatemala (Guatemala Jazz Festival); Haití (residencias de artistas).

• Protección de tradiciones y saberes locales para su posible transformación en dinámicas de desarrollo económico local.

Argelia (Artesanía, cerámica y alfarería); Colombia (Recuperación de las tradiciones musicales de San Basilio de Palenque); Guinea Ecuatorial (Curso de creación de mobiliario creativo recuperando técnicas tradicionales).

• Fomento de servicios culturales en las propuestas de turismo.

Bolivia (Desarrollo turístico del cantón Santa Ana de Velasco); Cabo Verde (Desenvolvimento do Turismo Rural e Ecológico a través de Arte em Porto Madeira).

• Estímulo de la presencia del sector cultural de los países socios en las redes culturales globales y su incorporación a dinámicas del comercio internacional.

Argentina (Generación de plataformas de promoción y difusión de la oferta exportable de bienes y servicios culturales y de diseño de la ciudad de Buenos Aires); España (Arte InVisible (ARCO 09)).

• Apoyar procesos de respeto a los derechos de autor y a la propiedad intelectual.

Guatemala (Foro sobre Derechos de Autor y Derechos Conexos para Jueces de Iberoamérica); Nicaragua (Taller Emprende gestión musical: políticas, leyes, derechos de autor, organización y reglamentos tributarios).

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