Magazine 2015

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2015

FINI MAGAZINE V EDICIÓN DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE LA IMAGEN / MAYO 2015 / NÚMERO 5

Justicia Social MARCUS BLEASDALE Témoris Grecko / MARY ELLEN MARK y MARTIN BELL Juan Manuel Ramírez / AMBRA POLIDORI Ery Camara STEPHANIE SINCLAIR Germán Griste / ANA SOLER Santiago Espinosa de los Monteros / CARLOS JURADO Alfonso Morales


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MENSAJE DEL RECTOR

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esde hace cinco años la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo ha constituido un foro de artistas visuales que dialogan con un público crítico y conocedor sobre los temas que derivan del arte, la creación y las nuevas propuestas. La obra de los artistas participantes engalana los espacios universitarios en donde se desarrolla el Festival Internacional de la Imagen, FINI, que en esta ocasión estará dedicado al tema de la justicia social y tendrá como país invitado a Dinamarca. Nuestra casa de estudios ha contado, como en los años anteriores, con el apoyo invaluable del Patronato de la UAEH, A.C., que no limitó recursos ni esfuerzos para seguir avanzando en este proyecto académico y artístico. Los jóvenes universitarios que se integran voluntariamente a este festival participan en tareas de diversa índole: la organización, la difusión y como anfitriones en las diferentes actividades. Su trabajo es reconocido y apreciamos en mucho su entrega. Sin duda, su participación engalana los espacios y las acciones del FINI. En esta ocasión se incorpora el género de cartel al Concurso Internacional de la Imagen, que ahora acompaña a la fotografía análoga y digital, a las técnicas alternativas como estampa digital, gráfica digital, collage o fotomontaje, y al video documental.

Apreciamos que el FINI, el encuentro de las imágenes y las ideas, llegó para quedarse, y actualmente se coloca como un referente nacional e internacional con una participación de más de mil trescientos artistas visuales, profesionales y estudiantes, de 36 países y de los 31 estados de la República Mexicana y del Distrito Federal. Este Festival, ya arraigado en la vida cultural de Hidalgo, es un ejemplo de la coordinación y la colaboración entre dependencias y sectores, como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). A un lustro de su creación, el FINI ha alojado en los pasillos de nuestro imponente Centro Cultural Universitario La Garza, un edificio del siglo XVIII, a quienes buscan trascender en el campo de las artes: estudiantes y profesionales en las áreas de la fotografía, cineastas y cinéfilos, conferencistas, académicos, universitarios y un amplio público externo. Las artes y la cultura son manifestaciones de la libertad, reflejan las percepciones, ideas y emociones de los creadores que expresan una dimensión ética y estética. Para la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo el FINI significa una fiesta: es la celebración de la imagen, que nos permite abrir nuevamente las puertas para conocer diferentes visiones del mundo contemporáneo a través de los artistas y compartir con la sociedad el conocimiento y la cultura en general. ¡Bienvenidos a esta su casa!

Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo Maestro Humberto A. Veras Godoy, Rector

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MENSAJE DEL PATRONATO

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l Festival Internacional de la Imagen, FINI, llega a su V Edición en 2015, en esta ocasión con el tema justicia social y Dinamarca como país invitado. A lo largo de cinco años, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, México, y su Patronato se han empeñado para que el festival se constituya en un escenario abierto al tiempo y al espacio donde fluyan las expresiones artísticas y las ideas en torno a los grandes temas que preocupan y ocupan a la humanidad. Artistas y estudiosos del planeta se han involucrado en actividades de diversa naturaleza para darle vida a un festival que cada año amplía su perspectiva e incrementa su convocatoria de concursantes –profesionales y amateurs– y de participantes, que son más que espectadores o simples asistentes a exposiciones, sesiones académicas, talleres, proyecciones y lo que la imaginación creativa proponga. Cuando se planeó el primer FINI se pensó en algo grande, que convocara a gente talentosa de distintas latitudes del país y del planeta para que aportara y compartiera. También se buscó el motivo del festival, el elemento que propiciara disfrute e interés, apreciación y debate. Se impusieron entonces el continente y el contenido, la forma y el fondo, componentes que se han vuelto inseparables, prácticamente concomitantes, para encauzar cada versión del festival: las artes visuales en sus soportes modernos asociadas a asuntos que hilvanan la vida contemporánea. El siglo XXI irrumpió con una vehemencia singular en sus expresiones culturales. La imagen visual, las creaciones plásticas, enriquecidas por la tecnología y la imaginación, nutridas por los grandes contrastes sociales y los abismos culturales, se apropiaron de los escenarios de la comunicación y aun los rebasaron: los espacios tradicionales de la noticia pronto fueron insuficientes para contener los soportes de la imagen y, consecuentemente, del mensaje. La tecnología de vanguardia nos sorprendió con la inmediatez para saber del suceso más distante y nos convenció con la imagen bidimensional, luego coloreada y ya jugando con la tercera dimensión. Esta es la época que vivimos; tal es el ambiente que queremos conocer de mejor manera para entenderlo e incidir en su construcción siempre renovada. Lo anterior explica, aunque sólo sea sucintamente, las razones que orientaron la creación de un festival de la imagen, de alcance internacional, propiciado por nuestra Universidad, una institución pública de enseñanza superior que se preocupa por trascender y ofrecer horizontes culturales más consolidados a su comunidad académica y a la sociedad de esta y de otras latitudes del planeta.

Como consecuencia de una suma de esfuerzos y aportaciones, de instituciones y personas, el FINI 2015 convocó a certámenes de fotografía, técnicas alternativas y video documental, además del concurso de cartel, incorporado en esta ocasión. La respuesta de los participantes ha sido por demás estimulante: 1311 inscripciones, procedentes de 38 países, que presentan al Jurado y al juicio público sus trabajos en torno al tema de la justicia social. El festival será el marco para recibir al fotógrafo Marcus Bleasdale, artista inglés, que ha sido invitado para mostrar su obra. Otros destacados creadores, mexicanos y extranjeros, habrán de evaluar las obras en concurso; a todos ellos los precede un bien ganado prestigio que explica su participación en el Jurado del FINI, además de que intervendrán en otras actividades culturales tales como talleres, exposiciones y una instalación. La artista mexicana Ambra Polidori recibirá un reconocimiento y podremos admirar su talento en una exposición de su material. El desarrollo del tema y sus diversas facetas será abordado por especialistas de casa e invitados. Científicos y estudiosos de las ciencias sociales conjugarán sus reflexiones con las aportaciones de los artistas, en un ambiente de saludable confrontación de ideas y conocimientos. En circunstancias así todos ganamos, pues nuestra calidad de espectadores se beneficiará con la dinámica de los diálogos de gente que al talento suma la sabiduría. En suma, luego de cuatro emisiones, el FINI llega enriquecido por la experiencia y el prestigio; cada vez provoca mayor interés entre concursantes y público, por lo que expande su convocatoria al país y al extranjero. Cumplimos así con la finalidad que se propuso desde un inicio, la de “difundir, promover, reconocer y estimular el trabajo y las obras que, en los diversos géneros, expresiones y aplicaciones de la fotografía, las técnicas alternativas y el video documental realizan estudiantes y profesionales en México y el mundo”. El reconocimiento al esfuerzo y a los resultados del festival nos ha merecido la confianza de patrocinadores, simpatizantes y personas que suman su apoyo a este proyecto de los universitarios hidalguenses. Manifestamos especialmente nuestro agradecimiento a los señores Jorge de la Vega y Roberto López González, integrantes de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, por el respaldo que han brindado al festival. Finalmente, expreso de nueva cuenta la invitación a todos para que participen en el FINI 2015, un espacio y un ambiente propicios para disfrutar el encuentro de las imágenes y las ideas. ¡Sean ustedes bienvenidos! Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, A.C. Licenciado Gerardo Sosa Castelán, Presidente

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Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo Humberto A. Veras Godoy Rector Adolfo Pontigo Loyola Secretario General Jesús Ibarra Zamudio Coordinador de la División de Docencia Jorge A. del Castillo Tovar Coordinador de la División de Extensión de la Cultura Carlos Daniel García Reyes Coordinador de la División de Administración y Finanzas

Roberto Rodríguez Gaona Secretario de Desarrollo Internacional José Luis Antón de la Concha Coordinador de la División de Investigación y Posgrado Miguel Ángel de la Fuente López Coordinador de la División de Vinculación Alfredo Dávalos Moreno Director General de Comunicación Social y Relaciones Públicas

Festival Internacional de la Imagen B B 8 8

Armando Zunzunegui Escamilla Director General Lorena Campbell Coordinadora Artística

Giovanni Troconi Coordinador de Imagen y Diseño

Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, A.C. Hotel

Gerardo Sosa Castelán Presidente

Centro de Convenciones

Francisco Tellería Calvo Vicepresidente

Miguel Román Arce Núñez CEUNI

Francisco Zamudio Isbaile Tesorero

Carlos Tovar Orellán Club Universitario Real del Monte Yedid del Ángel Monroy Hospital Veterinario

Luis Puig Ávila Editorial Universitaria

Alejandra Vega Barrios Directora Corporativa

Luis Enrique Martínez Hernández Polideportivo Carlos Martínez Balmori

José Luis Hernández Urbina Estacionamientos

Rafael Flores Morales Transporte Universitario

Ivonne C. Calderón Rodríguez Servigarza S.A. de C.V.

Esteban Rueda Soriano Centro de Electrónica y Desarrollo de Aplicaciones Inteligentes (CEDAI)

Jorge Flores Molina Club Universitario Real del Monte (Restaurante Socavón)

Prounilac

Liliana Monzalvo Pérez Rojo Pabellón Universitario

Thais Ciciolly Flores Peza Orquesta Sinfónica UAEH, A.C.

María Cristina Sánchez Baños Centro de Negocios Universidad

Alejandra Vega Barrios Centro de Calidad, S.C.

Alejandra Vega Barrios Unicomercializadora S.A. de C.V.

Ma. Margarita Flores Rodríguez Directora de Planeación y Evaluación Lisseth Gil Guerrero Directora Financiera Vianey Melo Zuviri Rancho Universitario C C9 9

Leticia Cortés Gutiérrez Librería Carácter

Magazine FINI Magazine es una publicación del Festival Internacional de la Imagen, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y su Patronato. Giovanni Troconi Edición y Dirección de Arte Juan Manuel Ramírez Jefe de Redacción Germán Griste Cuidado de Edición

Lorena Campbell Edición de Imágenes y Textos Augusto Rodríguez / Arts & Graphics Formación Gerardo Ortega Coordinación de Producción

Las opiniones expresadas por los autores no reflejan, necesariamente, el punto de vista de los editores. No se permite la reproducción total o parcial de los contenidos sin la autorización por escrito por parte de sus editores. Se imprimió en Artes Gráficas Panorama, durante el mes de abril de 2015.

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Contenido

6 País Invitado: Dinamarca

8 Marcus Bleasdale Imágenes del horror al regocijo TÉMORIS GRECKO

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Mary Ellen Mark y Martin Bell Streetwise

Jurado del Concurso Internacional de la Imagen

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16 JUAN MANUEL RAMÍREZ

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Ambra Polidori

II Encuentro Internacional de Muralismo

ERY CAMARA

SAÚL VILLALPANDO

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La inagotable fuerza del diseño

Técnicas Alternativas. Estéticas de la complejidad en el arte múltiple del siglo xxi

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De la emulsión al píxel: brevísima crónica de una paradoja

Stephanie Sinclair El compromiso del reportaje gráfico

LUIS TOVAR

GERMÁN GRISTE

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Ana Soler. La subversión del vacío

Carlos Jurado. El hombre del arcoíris

SANTIAGO ESPINOSA DE LOS MONTEROS

ALFONSO MORALES

9 C 9 C

JOSÉ ANTONIO CASTRO MUÑIZ


PAÍS INVITADO: DINAMARCA

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l Festival Internacional de la Imagen 2015 tiene el honor de contar con la presencia de Dinamarca como País Invitado en esta V Edición, cuyo eje temático es la justicia social. De esta manera, uno de los países europeos que más logros ha alcanzado en la consolidación de la igualdad en sus diferentes formas, en el combate a la pobreza y en la efectiva justicia económica, política y educativa de sus ciudadanos, contribuye a enriquecer las actividades del festival y nos ofrece la oportunidad de conocer uno de los países nórdicos más emblemáticos a través de sus manifestaciones culturales. Dinamarca, según el reporte 2014 del Social Europe Journal, se encuentra en el tercer lugar de 28 países, según el índice de Justicia Social, con una calificación de 7.06 (únicamente Suecia y Finlandia le preceden). El reporte titulado Justicia Social en la Unión Europea. Una Comparación, toma en cuenta seis variables a partir de las cuales se mide la justicia social: 1) Prevención de la pobreza, 2) Educación, 3) Mercado laboral, 4) Cohesión social y no discriminación, 5) Sanidad, 6) Justicia intergeneracional. Todos estos factores, en conjunto, contribuyen a la construcción de un estado de bienestar colectivo y explica, a su vez, que los índices económicos como el Producto Interno Bruto y el Ingreso Per Cápita sean insuficientes para una correcta medición de la justicia social en cualquier país. Por su parte, Copenhague, la capital y ciudad más grande del país, ha sido nombrada como la urbe con mejor calidad de vida en tres ocasiones, las últimas en 2013 y 2014, entre las 25 ciudades más habitables del mundo, según la Encuesta de Calidad de Vida que realiza Monocle. Así, la capital de Dinamarca ha obtenido esta distinción gracias a una combinación equilibrada entre la cultura, la tolerancia, el transporte

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público ágil, los espacios verdes, la conectividad global y la arquitectura inteligente, además de considerar a la felicidad como un elemento indispensable en la realización humana colectiva. Para lograr este resultado, las métricas de la encuesta observan y miden los índices de delincuencia, salud, educación financiada por el estado y el ambiente de negocios, combinado con una “evaluación de habitabilidad”. Esto toma en cuenta factores como la cantidad de espacios verdes, el compromiso con la cultura, las horas de sol (elementos geográficos y climáticos), los puntos de recarga de coches eléctricos como parte de la campaña de fomento de uso de energías y combustibles alternativos, el uso masivo de la bicicleta como medio de transporte, la facilidad para iniciar un nuevo negocio, así como la evidencia de que la ciudad valora a las tiendas independientes más que a las franquicias. Para muchos estudiosos contemporáneos, académicos, estadistas y políticos, Dinamarca se caracteriza por ser un país donde se considera a la empatía, la solidaridad, la confianza entre las personas, la tolerancia, la libertad, la igualdad y la justicia como los valores más importantes entre la sociedad. Consolidar la justicia social en las sociedades contemporáneas significa, en consecuencia, asumir un compromiso colectivo, participativo y plural que no debe soslayarse para superar los obstáculos y retos del mundo globalizado. Finalmente, agradecemos a la embajada de Dinamarca en México la oportunidad de conocer la cultura de los daneses gracias a los eventos programados en el festival, tales como música, danza y gastronomía, entre otros, a lo largo de las actividades calendarizadas. Para mayor información consulta el Programa en www. uaeh.edu.mx/fini/.


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Marcus Bleasdale

ImĂĄgenes del horror al regocijo Por TĂŠmoris Grecko* 8


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Imágenes de la serie “Descenso a los infiernos”


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Imágenes de la serie “La violación de una nación”


Regresar a seguir documentando el horror fue un compromiso personal de Marcus, pues la “tragedia humana continuada del Congo son 1450 tragedias al dĂ­aâ€?

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ricas del mundo se llenan de diamantes y de joyería de oro, y miles de millones utilizamos teléfonos celulares. Aunque el trabajo de Marcus Bleasdale es muy bien conocido y apreciado, la primera ocasión en que lo sentí cerca de mí fue en enero de 2010, en la ciudad de Goma, en el este del Congo. Les pregunté a dos médicos africanos cómo ir a una población al sur, Bukavu, a conocer a un auténtico héroe de la humanidad, el doctor Denis Mukwege, el cirujano del Hospital Panzi que atiende algunos de los casos de violación más terroríficos imaginables, cometidos sistemáticamente en las guerras de la región. Mi objetivo, expliqué, era resaltar el impacto de la violencia en las mujeres. “Quiere hacer lo que Bleasdale”, comentaron ellos como si yo no estuviera presente. No entendían por qué un periodista querría ir por donde otro ya pasó. En realidad, la tragedia de la República Democrática del Congo está insuficientemente documentada: para empezar, porque el mundo no quiere saber de qué manera tan directa e inapelable están relacionados su bienestar y el sufrimiento de los congoleses; y también, porque hay como dos millones de asuntos más fáciles de cubrir, más atractivos para el público y más propicios para vender reportajes. Viajar al Congo, transportarse y vivir en un sitio con infraestructuras inservibles desde hace 60 años, arriesgarse a morir por efecto de las manos de los hombres o de las picaduras de los insectos, y salir después a encontrar que la mayoría de los editores sólo quieren comprar

De la serie “Descenso a los infiernos”

uando Joseph Conrad describió al Congo como “el corazón de las tinieblas”, hacía al mismo tiempo instantánea y profecía: sus personajes se mueven al finalizar el siglo XIX en el escenario del llamado –con todo sarcasmo– Estado Libre del Congo, un triste eufemismo para enmascarar el colonialismo más brutal ejercido contra África, el del rey Leopoldo II de Bélgica, quien reservó esa enorme porción del centro del continente para explotarla en beneficio personal, sin contemplaciones con la naturaleza, el dolor o la vida. “El horror, el horror”, resume Kurtz, el traficante de marfil, al fallecer víctima de la fiebre de la jungla. Esas palabras son también las que Francis Ford Coppola puso en labios de Marlon Brando en Apocalipsis Ahora, su filme de 1979, inspirado en la obra de Conrad. Y siguen siendo, bien entrado el siglo XXI, las que sacuden el espíritu de quienes se aventuran en el país más grande del África Subsahariana, con un territorio 350 mil kilómetros cuadrados mayor que el de México. Horror y dolor. Violencia y demencia. Bellezas y riquezas de la tierra que los congoleses han tenido la mala suerte de habitar. Las que otros, los más fuertes, quieren y están dispuestos ya no sólo a arrebatarles, sino a someterlos para ahorrarse esfuerzos. Los pobladores sufren un despojo sin fin, y además son esclavizados para ejecutarlo. Lo sufren más los niños y las mujeres. Y gracias a ello, los comercios de las naciones

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cionales que les compran el oro y los diamantes, así como el coltán que se usa en numerosos aparatos electrónicos. El trabajo de Marcus y otros periodistas han impulsado a algunos gobiernos y compañías a realizar esfuerzos para dejar de financiar el horror en África Central. El sufrimiento de los niños y de las mujeres también ha sido un tema central para Marcus, pues él cree que con su trabajo puede tener influencia en los planificadores de políticas públicas internacionales. Además, ha fotografiado problemas sociales en otros países de África y del globo, desde Chad hasta Estados Unidos. En años recientes, registró el violento conflicto en República Centroafricana, acompañando al director de emergencias de Human Rights Watch, Peter Bouckaert. Pese a todo el dolor que transmiten sus imágenes, sin embargo, Bleasdale busca transmitirnos otro mensaje, uno que olvidan quienes ven en los africanos sólo a víctimas perpetuas y sin esperanza: “El Congo tiene un secreto que es difícil de compartir si no lo has obtenido de primera mano”, escribió en el prólogo a su segundo libro. “Mira con cuidado y lo encontrarás en estas páginas: un regocijo de espíritu y amor por la vida que, incluso en los tiempos más duros, deja al mimado occidental conmovido hasta la humildad, más allá de las palabras”. * (México, 1970) Periodista mexicano egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana, realizó estudios de posgrado en Ciencia Política en España y México. Autor de reconocidos libros y premiados reportajes, su trabajo se publica en revistas de varios países como “Esquire”, “Proceso”, “La Nación” y “El Confidencial”, entre otros.

De la serie “Descenso a los infiernos”

temas simples, inocuos y banales, es una experiencia que muchos preferirían evitarse. Marcus no. Visitó por primera vez el país en 1998, cuando ya había empezado la serie de guerras civiles en la que murieron al menos cinco millones de personas, más que en cualquier otro conflicto desde la Segunda Guerra Mundial. El horror. El horror que hubiera doblegado a otros, que los hubiera convencido de que el costo emocional, además de las penurias físicas, es demasiado grande. Que hay que escapar de él y olvidar a quienes no pueden hacerlo. Regresar a seguir documentando el horror fue un compromiso personal de Marcus, pues, como escribió, la “tragedia humana continuada del Congo son 1450 tragedias al día. Incontables (tragedias) más si se incluye a los huérfanos, a los que están de luto, a las viudas, a las olas de vidas truncadas que se desprenden de una sola muerte”. Haciendo eco de Conrad y de García Márquez, el primero de los libros de Marcus, del 2002, se llamó Cien años de tinieblas. El segundo, que fue premiado, fue La violación de una nación, del 2009. Su trabajo con la organización de derechos humanos Human Rights Watch produjo el informe La maldición del oro, en el 2005. Éstas y otras obras tuvieron un enorme impacto, pues contribuyeron a formar conciencia de que la explotación de la mano de obra esclava que emplean las milicias en las minas congolesas, con toda la sangre que se derrama cada día, persiste gracias a las multina-

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Tiny con su disfraz de Halloween. Siguiente pĂĄgina: Rat y Mike con un arma. FotografĂ­as de Mary Ellen Mark


Mary Ellen Mark Martin Bell Por Juan Manuel RamĂ­rez*

STREETWISE 17


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S

Streetwise retrata, a través de estos jóvenes, una realidad que ponía de cabeza el American Way of Life

treetwise es uno de los más celebrados documentales de todo el mundo. Esta es su historia: todo empezó con un artículo que apareció en el mes de julio de 1983 en la revista estadounidense Life, firmado por la activista y periodista Cheryl McCall, titulado como Streets of The Lost (“Las calles de los perdidos”). El artículo es una sensible y dura descripción de una juventud urbana, desterrada de su hogar paterno, que busca refugio en edificios abandonados y en los callejones de la ciudad, que se junta en pandillas para encontrar algo de “seguridad”, porta armas para defenderse y se expone a las más duras situaciones de la ciudad de Seattle. McCall describe cómo esta “vida” es una situación que afecta, fuera de los límites de esta ciudad, a más de un millón de jóvenes a lo largo de los Estados Unidos, quienes viven una extrema vulnerabilidad y enfrentan cotidianamente violencia, prostitución, drogadicción, abuso, rechazo, discriminación y delincuencia. El trabajo de McCall implicó conocer y visitar a los “contactos” del bajo mundo de Seattle, entre vagabundos, delincuentes, traficantes de droga y proxenetas para poder acceder a los más invisibles de “la ciudad más habitable de América”, como se le promocionaba a mediados de los ochenta. El texto fue acompañado de las fotografías de Mary Ellen Mark, quien quedó tan impresionada de una realidad que ponía de cabeza el American Way of Life y negaba la promesa de un “mundo de oportunidades” al alcance del esfuerzo, el estudio y el trabajo, que convenció a su esposo, el cineasta Martin Bell, a em-

prender un proyecto documental cuyos protagonistas serían un grupo de ocho jóvenes. Streetwise retrata la vida de estos desesperados muchachos, lanzados demasiado jóvenes a un mundo de adultos donde sobreviven como pueden (los que no encuentran la muerte a la vuelta de la esquina), y quienes pagan un alto costo emocional y psicológico por la fractura familiar y social de finales del siglo pasado. Esta obra única de la filmografía mundial se convirtió, por su honestidad y valentía, en una pieza poética que muestra la adversidad, la lucha por la supervivencia, la esperanza, la posibilidad del amor y la dignidad humana. En 1985, Streetwise recibió el Premio Especial del Jurado en el Sundance Film Festival, donde también estuvo nominado al Gran Premio del Jurado, dando un merecido reconocimiento al trabajo colectivo de Bell, Mark y McCall. Además, recibió el Premio de la National Society of Film Critics Awards y fue nominado al Premio de la Academia en 1985, aunque no se llevó la estatuilla del Óscar. Una de las protagonistas del documental, Tiny, la pequeña adolescente que tiene que prostituirse, acompañó a Mary Ellen Mark y a Martin Bell a la ceremonia de premiación. Es importante destacar que los realizadores han puesto en marcha una campaña de recaudación de fondos para continuar con el proyecto inicial, visitando de nuevo a Tiny, y descubrir qué ha sido de su vida treinta años después. Dentro de las actividades del Festival Internacional de la Imagen, Mary Ellen Mark y Martin Bell presentarán esta cinta que no debe perderse.

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Mary Ellen Mark ha alcanzado notoriedad mundial a través de sus numerosos libros, exposiciones y ensayos fotográficos, y actualmente se le reconoce como una de las fotógrafas más respetadas e influyentes

El trabajo de Mary Ellen Mark ha alcanzado notoriedad mundial a través de sus numerosos libros, exposiciones y ensayos fotográficos, y actualmente se le reconoce como una de las fotógrafas más respetadas e influyentes. Sus imágenes aparecen en muchas de las revistas internacionales con mayor prestigio tales como The New Yorker, New York Times Magazine, London Sunday Time, Observer, Washington Post Magazine, Paris Match, Independent, George, Rolling Stone, Aperture, Fortune, Vogue, Esquire, Interview, Popular Photography, National Geographic, Arts News, American Photo, Camera, Sports Illustrated, Vanity Fair, Harpeers Bazar, Life, Leica Magazine, entre muchas otras. Ha participado en innumerables exposiciones colectivas e individuales en museos y galerías de diversas ciudades del mundo, mientras que su obra pertenece a importantes colecciones públicas y privadas. Ha recibido múltiples premios, entre los que destacan el Premio Cornell Capa por el International Center of Photography, el Infinity Award for Journalism, una Beca de la Fundación Hasselblad y el Premio Walter Annenberg por su libro y exposición America. Entre la obra de Mary Ellen Mark destaca su trabajo sobre una familia estadounidense, los Damm, quienes, sin hogar, se ven forzados a vivir en su auto. En este ensayo fotográfico, que se publicó en su libro Exposure, Mark refleja una de las realidades más crudas de los Estados Unidos: la pobreza en el país más poderoso del mundo. Además, ha publicado los títulos Photo Poch, American Odissey, Portraits y A Cry For Help, entre otros, donde reúne sus trabajos más importantes. Además, ha merecido la Beca Guggenheim, el Premio Matrix a mujeres destacadas en el campo de la

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fotografía y el cine, y el Premio Erich Salomon por Méritos en el campo de la fotografía periodística. Martin Bell es director, productor, editor y fotógrafo de cine británico-estadounidense y cuenta con una amplia carrera fílmica en diversos géneros. Destaca su doble colaboración con el actor Jeff Bridges, primero en la cinta American Heart, acompañado de Edward Furlong, la cual ganó el The Independent Spirit Award en 1992; y Hidden in America, de 1996, junto con Bruce Davidson y Shelton Dane, la cual fue nominada a un Globo de Oro por la Mejor Película para Televisión de aquel año. Bell es, además, autor de los documentales Prom, una serie de entrevistas a estudiantes en su noche de graduación; Twins, una reveladora mirada al extraño mundo de los gemelos; y Circus of Dreams, donde cuenta la historia detrás de los circos de la India y sus personajes, nominado a un Emmy al Mejor Programa Cultural, 1993, entre otros. Por último, quisiera cerrar este texto con una reflexión sobre las palabras de Rat, uno de los más entrañables personajes de Streetwise, y preguntarnos cuántos jóvenes, actualmente, piensan y viven lo mismo: “Me encanta volar. Es, simplemente, que estás a solas, con paz y tranquilidad. Nada existe a tu alrededor. El cielo es azul claro. No hay nadie que te moleste, nadie que te diga a dónde ir o qué hacer. Lo único malo de volar es tener que volver a bajar a este mundo de mierda”. Streetwise es, indudablemente, un logro cinematográfico extraordinario y una conmovedora, profunda mirada a un mundo que nos pasa desapercibido y no debemos acostumbrarnos a ignorar. * (México, 1973) Escritor, traductor y ensayista egresado de la Facultad de Filosofía y Letras (UNAM).


La familia Damm en su auto. Fotografía de Mary Ellen Mark

Campamento gitano, Barcelona. Fotografía de Mary Ellen Mark

Federico Fellini en el set de la película “Satiricón”, Roma Fotografía de Mary Ellen Mark

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Jurado del Concurso Internacional de la Imagen El Concurso Internacional de la Imagen tiene el propósito de difundir, promover, reconocer y estimular el trabajo y las obras que, en los diversos géneros, expresiones y aplicaciones de la fotografía, las técnicas alternativas y el video documental realizan estudiantes y profesionales en México y el mundo. En esta V Edición del FINI se agrega, por primera vez, un nuevo género al concurso: el Cartel, dando espacio a uno de los protagonistas más distinguidos del diseño gráfico. El concurso es organizado por el Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, A.C., en concordancia con los fines de la Universidad y su compromiso en favor de la divulgación de la cultura, el pensamiento y las artes.

Martin Bell JURADO VIDEO DOCUMENTAL

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(Inglaterra, 1938) Director, productor, editor y fotógrafo de cine británico-estadounidense. Realizó, junto con su esposa Mary Ellen Mark, el reconocido documental Streetwise, que le valió una nominación a un Premio de la Academia en 1985, una referencia indispensable para los estudiosos y estudiantes de cine. Recientemente, han puesto en marcha una campaña de recaudación de fondos para continuar el proyecto, visitando de nuevo a Tiny, la protagonista del documental. Además de su prolífica trayectoria como documentalista, Bell ha producido videos musicales y se ha desempeñado como cinefotógrafo de películas para la televisión. Su filme American Heart, con Jeff Bridges y Edward Furlong, mereció en 1992 el premio The Independent Spirit Award; Hidden in America, con Jeff Bridges y Bruce Davidson fue nominada a un Globo de Oro en 1996.

José Antonio Castro Muñiz JURADO TÉCNICAS ALTERNATIVAS

(España, 1957) Artista e investigador español, conocido en el medio como Kako Castro, es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y doctor en Bellas Artes por la Universidad de Vigo. Actualmente realiza estudios en la Universidad de Berkeley, California, donde imparte docencia como Lecturer Professor in Printmaking en el Kala Arts Institute. Es miembro fundador del grupo de investigación dx5 Digital & Graphic Art Research. Desarrolla su actividad creadora y trabajos de investigación en el ámbito de las artes plásticas (fotografía, grabado y multimedia) en Amberes, Edimburgo, Nueva York, Berkeley, Pontevedra, Kyoto. Su obra está presente en la escena artística contemporánea española con exposiciones tanto individuales como colectivas y sus obras figuran en las colecciones de importantes instituciones y museos.


Oweena Fogarty JURADO FOTOGRAFÍA

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(Estados Unidos, 1952) Artista e investigadora transdisciplinaria que ha incursionado en fotografía, video, performance, instalación y arte electrónico. Realizó estudios universitarios en ciencias políticas, literatura hispánica y arte. A mediados de la década de los setenta asistió a una serie de talleres de fotografía en España a cargo de Joan Fontcuberta, Jorge Rueda y Tana Kaleya, entre otros. Ha explorado la fotografía en sus aspectos teóricos y técnicos en Sistema de Zonas, Friends of Photography, con Brett Weston; y fue asistente en impresión de platino con el fotógrafo mexicano Manuel Álvarez Bravo. Actualmente dirige el proyecto Espacio de Investigación y Creación Intermedia, en la UAM-Azcapotzalco, y desarrolla proyectos transdisciplinarios. Actualmente reside en México.

Mary Ellen Mark JURADO FOTOGRAFÍA

(Estados Unidos, 1940) Fotógrafa y documentalista celebrada mundialmente por sus numerosos libros, exposiciones y ensayos fotográficos. Sus imágenes aparecen en muchas de las revistas internacionales de mayor prestigio, como The New Yorker, New York Times Magazine, London Sunday Time, Observer, Washington Post Magazine, Paris Match, Independent, Rolling Stone, Fortune, Vogue, Esquire, Interview, Popular Photography, National Geographic, Arts News, American Photo, Leica Magazine, entre otras. Ha recibido el Premio Cornell Capa por el Centro Internacional de Fotografía, el Infinity Award For Journalism, una Beca de la Fundación Hasselblad y el Premio Walter Annenberg por su libro y exposición titulada America. Junto con Martin Bell, su esposo, ha producido los documentales Streetwise, Twins, Prom, Circus of Dreams, entre otros.

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Gabriel Martínez Meave JURADO CARTEL

(México, 1972) Diseñador gráfico y tipográfico, es también ilustrador y calígrafo. Trabaja en su estudio Kimera y su casa tipográfica digital KTF. Ha diseñado tipografías para Telcel, El Economista, Jumex, Palacio de Hierro, Gobierno Federal. Sus tipografías originales Arcana y Orgánica son distribuidas por Adobe Systems. Entre sus clientes están Corona, P&G, Fondo de Cultura Económica, entre otras marcas, agencias, editoriales y firmas de diseño. Ha ilustrado diversos libros para Conaculta y Siruela. Es maestro de la Universidad Anáhuac Norte, entre otras universidades, e imparte talleres y conferencias en México y en el extranjero. Ha recibido cinco premios del Type Directors Club de Nueva York y tres de ATypl.


Germán Montalvo JURADO CARTEL

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(México, 1956) Uno de los más reconocidos diseñadores gráficos contemporáneos. Es un admirador de William Morris, símbolo del movimiento Arts and Crafts y precursor de la Bauhaus. Su trabajo multidisciplinario transcurre entre el cartel, el diseño editorial, la cerámica, el diseño de joyería, la fotografía y la edición. Trabajó en la Imprenta Madero, junto al maestro Vicente Rojo, una experiencia creativa que lo marcaría en su desarrollo profesional. Miembro de la Alianza Gráfica Internacional, es un reconocido expositor a nivel internacional, particularmente en Japón. Es un entusiasta de la promoción y rescate de proyectos culturales, además de un reconocido profesional del diseño.

Stephanie Sinclair JURADO VIDEO DOCUMENTAL

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(Estados Unidos, 1973) Fotógrafa y documentalista reconocida internacionalmente por adentrarse en los temas de género y derechos humanos más delicados alrededor del mundo. A pesar de mostrar acontecimientos dramáticos de la guerra, su trabajo más destacado confronta la brutalidad cotidiana que sufren algunas mujeres. Su proyecto Too Young to Wed comenzó al encontrarse con jóvenes afganas que se habían prendido fuego por haber sido obligadas a contraer matrimonio cuando eran niñas, el cual ha recibido tres premios World Press Photo, la Bienal de Whitney (2010) en Nueva York, y el Premio Pulitzer (2000), entre otros. Sus fotografías se publican regularmente en revistas de gran prestigio, como National Geographic y The New York Times Magazine.

Ana Soler Baena JURADO TÉCNICAS ALTERNATIVAS

(España, 1972) Artista multidisciplinaria y doctora en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla. Su actividad se desarrolla en varios centros internacionales, tales como Kyoto City University of Art, Tokyo National University of Fine Arts, National Chiayi University (Taiwán), Toronto York University, la École de Arts Decoratifs, de Estrasburgo, el museo Kupferstichkabinett (Basilea), El College of Art de la Heriot-Watt, Universidad de Edimburgo, Scuola Internacionale di Gráfica d’Arte (Florencia) y el Istituto Nazionale per la Gráfica d’Arte de Roma. Participa activamente en importantes encuentros y espacios artísticos y ha recibido el Premio Nacional de Grabado de la Calcografía Nacional, Mención de Honor en la Bienal de Liège, el Premio Andaluz de Arte Seriado y el Premio Internacional Fundación Antonio Pérez de Cuenca, entre otros.


Andrea Stavenhagen JURADO VIDEO DOCUMENTAL

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(México, 1965) Licenciada en Historia por la UNAM, inició su trayectoria profesional en el ámbito cinematográfico en la Dirección de Producción de Cortometraje del Instituto Mexicano de Cinematografía. Fue titular de la Subdirección de Investigación y Divulgación del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC). Se integró al equipo de trabajo del Festival Internacional de Cine en Guadalajara en 2005. Adicionalmente, co-dirige el “Taller Morelia Lab para Jóvenes Productores de Latinoamérica”, uno de las iniciativas más importantes de la región para profesionalización y capacitación de productores. Ha sido miembro de comités de selección y jurado en diversas muestras y festivales de cine. Actualmente es Delegada para Latinoamérica del Festival de Cine de San Sebastián (España) y colaboradora de los festivales de Morelia y Sarajevo.

Franti ek torm JURADO CARTEL

(República Checa, 1966) Tipógrafo aclamado internacionalmente, proviene de la escuela del maestro Jan Solpera, el mítico tipógrafo galardonado en todo el mundo. Es además un creador multidisciplinario, pues también es muy reconocido cómo músico, diseñador y académico. torm estudió en la famosa Academia de Arte, Diseño y Arquitectura de Praga, de la cual fue director de la Escuela de Diseño de 2003 a 2008. En 1993 Frantiek creó Storm Type Foundary, una de las casas tipográficas más reconocidas a nivel mundial. Ha creado más de 60 tipografías contemporáneas; además realizó el importante rescate de tipografías checas antiguas para convertirlas en fuentes postscript utilizables hoy en día. Su peculiar estilo revolucionó el diseño en todo el mundo.

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Pedro Tzontémoc JURADO FOTOGRAFÍA

(México, 1964) Fotógrafo y editor, inició sus estudios de fotografía en 1981, considerando de mayor importancia los realizados a manera de pláticas con la maestra Kati Horna. En 1986 fundó Fotoforo, una asociación internacional de fotografía. Ha participado en más de cuarenta exposiciones colectivas en México y el extranjero y siete exposiciones individuales. Es autor de tres libros y su trabajo se publica revistas como Geomundo, París / México Mira, El Correo de la UNESCO, México Desconocido, Voices of Mexico, entre otras. Recibió en 1987 la Medalla Roque Dalton, otorgada por las actividades realizadas en El Salvador después de los sismos de 1986. Ha realizado viajes a Honduras, El Salvador, Guatemala, Cuba, Polonia, España, Francia, Egipto, Jordania, Israel y Palestina.


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FotografĂ­a: Ambra Polidori


Ambra Polidori Por Ery Camara*

En Punto y aparte, exposición personal de la artista Ambra Polidori que con motivo del reconocimiento a su trayectoria artística se presenta en los espacios de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, dentro del Festival Internacional de la Imagen (FINI) 2015, la artista reflexiona poética y críticamente sobre los acuciantes problemas de la sociedad contemporánea. Fotografías, videos, instalaciones y esculturas centran su atención en la corrupción, la impunidad, el narcotráfico y la manipulación política; la explotación infantil; el asesinato de mujeres y niñas; la guerra y las desigualdades sociales. Es decir, las fracturas de la modernidad y las implicaciones ideológicas. La imposibilidad de distinguir ilusión de realidad, la escasa fiabilidad de nuestros instrumentos de percepción (conciencia y memoria) y el modo en que la intimidación juega un papel importantísimo para lograr la manipulación por parte de quien ostenta el poder. Certezas que amenazan con destruir todo lo que tenemos, sabemos y somos.

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P

unto y aparte es el título de una de las obras de Ambra Polidori. ¿Qué hay aparte del punto? Hacia allá nos lleva la exposición del mismo título de la artista. La exploración inteligente de la vasta red simbólica que constituye el lenguaje artístico abre itinerarios cuyas fronteras desaparecen cuando se hace sentir la necesidad de un auténtico diálogo. En su lugar, el pensamiento creativo y la sensibilidad se hacen presentes y promueven transformaciones en la naturaleza como en lo más profundo de los seres humanos. Las inquietantes realidades que mudan en la obra de Ambra Polidori, nos obligan a una nueva toma de conciencia acerca de las sutilezas y los obstáculos situados, por imperceptibles que sean, entre la confrontación de la violencia y la paz, la vida y la muerte, la memoria y el olvido, la indiferencia y el compromiso. Su insistencia en la reformulación de actitudes, conceptos y parámetros para adentrarnos, mediante el arte, en esta cruda realidad que incumbe a todos, desenmascara las turbias veladuras que opacan la fluidez de la elocuencia de los sucesos. La configuración del espacio que ella explora como medio de expresión, representa una simbolización de nuestras relaciones con signos, objetos, hechos y mitos que pueden llegar a colmar nuestras ausencias o nos sirven de pautas de valoración. Nuestras aproximaciones a sus significados dependen de qué tan conscientes estamos del contexto en el que tienen vigencia y con qué creatividad facilitamos su discernimiento y su mayor expresividad a través del arte. A nadie conviene ser el heredero o el testigo pasivo de una memoria impuesta, por eso, transitando por esta exposición, cabe preguntarse: ¿desde cuáles referencias o enfoques interpretamos los mapas, las ideas recibidas, las guías, las estructuras institucionales y las noticias que nos informan acerca de los sucesos locales o de los fenómenos globales? Importa mucho saber desde dónde y quién emite los contenidos y cuáles son los intereses que motivan a notificar los hechos. Con el monopolio de la información en una sociedad de consumo como la nuestra, la sofisticación mercadotécnica desecha lo que la artista recupera y trastoca para alumbrar las huellas catastróficas que despiertan perplejas paradojas ante los ideales, las utopías y las contradicciones. En sus obras, las yuxtaposiciones y los contrastes son grietas o márgenes cuyo sustrato estimula confrontaciones que evidencian la vulnerabilidad, la brutalidad, la fragilidad de la supuesta racionalidad que nos distingue o la atrocidad de tantos

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padecimientos. El peligro que representa la parálisis de la sucesión vertiginosa de hechos y acontecimientos o la fosilización que no pasa inadvertida por negar el porvenir y los sueños, aparece frecuentemente en este recorrido. No sería atrevido de mi parte comparar la belleza de sus imágenes con el despertar de una conciencia o el destello de una satisfacción. Ambra revela, con sus intervenciones estratégicas, los secretos que ocultan el exceso y el abuso que, de manera abrumadora, acaparan hasta el tope el escenario bélico, el soporte de muchas represiones y las fronteras del deterioro. Ella teje afinidades ubicadas de manera sutil en las asociaciones de imágenes, aforismos, fragmentos, signos y otros recursos que reconfiguran hechos reales en reclamos originales. De esta manera, se nos manifiesta el derecho de cuestionar las actitudes frente a tragedias que empañan lo que nos ha prometido el modelo de progreso y así poder reconsiderar, a partir de estas intervenciones e interacciones, la resistencia y la vulnerabilidad del testimonio que nos procura intuiciones e indagaciones cautivantes en esta secuencia que nos propone la exposición. El impulso de las libertades artísticas siempre ha subvertido muchas formas de percepción, lo cual ha permitido mutaciones de relaciones y espacios prefigurados antaño por ideas heredadas, expropiaciones arbitrarias, medidas hoy caducas o por sabias reflexiones no fácilmente neutralizables que inducen las revisiones ineludibles. A su vez, la tecnología ha permitido a los medios masivos la posibilidad de explorar las imágenes valiéndose a menudo de los recursos artísticos más vanguardistas. El sentido opuesto también ocurre en las técnicas que han adoptado los artistas para contrarrestar la anestesia del aburrimiento o del mal gusto. ¿Hasta dónde llegaremos con la mediatización y la estetización de los hechos o la espectacularización del drama humano en su forma más violenta que presencian millones de seres indiferentes gracias al maquillaje? La disolución de fronteras entre la ficción y la realidad hace que la saturación obstruya la percepción sensible de lo que revelan estas imágenes. Entrampado entre la intimidación y la glorificación, el modelo moldea la cultura sólo a favor del consumo. ¿Y quién dicta este modelo? Una ínfima minoría que se reparte el botín de las masacres perpetradas, mientras la mayoría acumula tristeza y frustraciones dolorosas.


“X”, de la serie “Érase una vez…”

Ambra revela, con sus intervenciones estratégicas, los secretos que ocultan el exceso y el abuso que, de manera abrumadora, acaparan hasta el tope el escenario bélico, el soporte de muchas represiones y las fronteras del deterioro

“Punto y aparte”. Video VHS pasado a DVD con sonido y color

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“De-capital II”

Espero que al final nadie pueda justificar las limpiezas étnicas, los genocidios, la guerra, la pobreza creciente de la mayoría de la población planetaria y el poder de la violencia que niega paz y bienestar social a todos

“Yugoslavia musulmana en la mira”, de la serie “¿Quién protege la historia de la Historia?”

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¿Cómo reciclar las noticias para rescatar de la saturación lo que asociado con una máxima o sin más, y a partir de una recontextualización, desate una interacción con quien las restaure conceptualmente? Las delimitaciones provocadas por las manipulaciones especulativas, trivializan o simplemente disfrazan la crudeza de situaciones agobiantes. Provocar y combatir la incertidumbre en estas circunstancias, es sacudir violentamente con crudeza inigualable una realidad mediatizada, notificada en las pantallas o en las primeras planas. Esta operación permite cruzar obstáculos y permanecer íntegro y comprometido en la experiencia que vivimos. Nos motiva a superar sentimentalismos para ubicarnos en el terreno de muchos cuestionamientos que acompañan nuestro encuentro con la obra de Ambra Polidori. Perder la oportunidad de restaurar el orden, la paz y el bienestar social, aniquila crecientemente nuestra capacidad de detenernos ante la singularidad que no se generaliza ni se agota como un hecho consumado. Al someter la reproducción del sonido o de la imagen a lecturas que trascienden lo circunstancial de sus detalles, arranca en el espacio de la exposición un proceso creativo contagioso que invita a reubicar lo percibido en un registro consciente que plantea otras medidas ante lo terriblemente presente. Punto y aparte no es una sentencia radical, ni es lo absoluto, es la evidencia de hondas discrepancias ante el modo de transcurrir de los hechos que archivan las agencias noticiosas. Los reacondicionamientos que elabora Ambra tienen el privilegio de exhibirse en un espacio y, posteriormente, en un catálogo; esta situación trae a discusión esta red o encrucijada de versiones que discuten los procesos o los territorios de legitimación del arte y las polémicas en torno al lugar específico que ocupa, no importa de qué lado de la frontera impuesta. Son temas que incursionan en el discurso del arte contemporáneo con la conquista de una atención más concentrada en lo que artísticamente se desprende de su insoslayable realidad. Sacuden los prejuicios que pretenden inhibir la libre circulación de las ideas. Entre la percepción y la interpretación se articulan traslapes que se recorren en este intercambio atento a un constante cuestionamiento que atraviesa las salas irrumpiendo por las obras. ¿Quién une el sentido de tantas coyunturas? ¿Son suficientes las grietas resanadas, las cicatrices resarcidas o las huellas recogidas? ¿Cómo se repara el accidente? ¿Acaso restituye este intento lo perdido? Asomarnos al abismo que desentrañan los abortos de todo tipo y los aciertos que los resaltan, libera de la enajenación avasallante. Descendiendo al grado cero, nos encontramos al filo de un peligro desbordante que acecha la vida en la tie-

rra. La insatisfacción no da la espalda, al contrario, se evidencia. Su presencia no muestra ni color ni forma, las convierte en el clamor de los reclamos silenciosos pero no quietos, sabe distanciarse de las noticias para volverse un espacio de transmutación, un proceso que cataliza reinterpretaciones centrífugas. Concurren en ella aspiraciones que se diseñan en circunstancias contrastadas por las sugerencias propias más que por las atmósferas de estos escenarios. Pero cuando la inestabilidad y la intolerancia nos cambian el patrón de vida, nuestra realidad adquiere una nueva geometría cuyos linderos, improvisados o espontáneos, rompen esquemas e innovan estrategias que sacuden los usos y las costumbres superados. Perseguidos, refugiados, emigrantes, estudiantes asesinados, son cicatrices que difícilmente la cirugía globalizadora o la red cibernética pueden restañarle a la humanidad. La urgencia de soluciones menos drásticas en cambio nos evitaría tanto suplicio. ¿Cuántos reclamos de los que aquí oscilan en el halo de estas miradas víctimas siempre amenazadas por la explotación podrían haberse evitado sin derramar tanta sangre? Lo árido y estéril de rastros y ríos surcados por ser abatidos por la impunidad de tantas dictaduras blandas o rígidas, enmarca seres vivos, con ensueños cuyo pulso apenas late en la duda. Las víctimas amputadas, desplazadas o humilladas en sus migraciones forzadas generan mapas ignorados por la voracidad de ciertos globalizadores. Familias, despojos, huérfanos con vidas truncas a quienes ninguna respuesta resucitará los hijos, los padres o los hermanos inquietan nuestra tranquilidad y confianza. ¿Por qué todo esto? La reverberación de los círculos concéntricos no es el blanco que no hemos atinado, sino la mirada inocente de los niños a quienes no hemos podido contestar acerca del carácter beligerante de nuestra civilización. Al fomentar una cultura de resistencia frente a las tentaciones perversas o la ceguera virtual a la que nos acostumbramos peligrosamente, la exposición se desenmarca al igual que las obras y su autora, para establecer correspondencias en el exilio de estas vivencias. La energía traslúcida que anima su recorrido arroja propuestas irresistibles al intelecto y a la sensibilidad. Espero que al final nadie pueda justificar las limpiezas étnicas, los genocidios, la guerra, la pobreza creciente de la mayoría de la población planetaria y el poder de la violencia que niega paz y bienestar social a todos. * (Senegal, 1953) Es crítico de arte, museólogo, curador y docente. Actualmente es Coordinador de Exposiciones y Registro de Obra del Antiguo Colegio de San Ildefonso. Ha participado como ponente en diversos coloquios, seminarios y foros nacionales e internacionales y fue Presidente del Jurado de la 49° Bienal de Venecia, en el año 2001. Radica en la Ciudad de México desde 1975.

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Por SaĂşl Villalpando*

SEGUNDO ENCUENTRO INTERNACIONAL DE MURALISMO 36

El maestro Marcelo Carpita, de Argentina, en el avance de su obra mural


Este encuentro abordará tanto creativa como críticamente la rica y profunda tradición del muralismo en México, el cual no es ajeno a la denuncia social

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l Segundo Encuentro Internacional de Muralismo es el resultado de un esfuerzo plural por sumar distintas expresiones estéticas en un evento concebido, esencialmente, como espacio de creación y reflexión, el cual es organizado por el Instituto de Artes (UAEH), el Festival Internacional de la Imagen 2015 y el Movimiento Muralista Mexicano. Se trata de un encuentro colectivo donde se dan cita artistas de 13 países alrededor de un objetivo común: analizar el papel del arte en los espacios públicos y el lugar del muralismo en el mundo contemporáneo. Además de contar con conferencias, mesas de discusión y debates a cargo de reconocidos especialistas, críticos de arte y muralistas, durante el evento se realizarán distintas obras en los muros de los edificios de la Ciudad del Conocimiento como parte de un proyecto colectivo para elaborar una construcción plástico-arquitectónica, sin restricción de técnica alguna, por lo cual también se da espacio a expresiones como el grafiti y el grabado. En este sentido, el encuentro abre la posibilidad de discutir y analizar el valor trasgresor del grafiti, las aportaciones técnicas de los aerosoles, la duración de las obras y el impacto social que se produce a través de las intervenciones en espacios públicos y privados;

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además de la capacidad de expresión que ofrece la plástica para transmitir ideas, valores y conocimientos. Jesús Rodríguez Arévalo, docente del Instituto de Artes, parte del equipo organizador y uno de los promotores más entusiastas de este encuentro, es delegado del Movimiento Internacional de Muralismo Italo Grassi y del Movimiento Muralista Mexicano. También desarrolla el Programa de Intercambios Académicos de Muralistas, el cual promueve la participación artística de pintores muralistas extranjeros en nuestro país. Para Arévalo, este encuentro trata de “discutir, promover y crear lazos de amistad entre estudiantes y profesionales de diferentes partes del mundo. De crear una red internacional alrededor del muralismo.” Acorde con el FINI 2015, este encuentro abordará el tema: “La Justicia: Utopías y Realidades de la Humanidad”. En este contexto, se dará espacio a una revisión crítica de las tendencias muralistas emergentes en diversos países, así como a las tradiciones en México y el mundo del muralismo y la denuncia de la injusticia. Participan un total de 49 artistas de México, Argentina, España, El Salvador, Nicaragua, Italia, Bolivia, Ecuador, Puerto Rico, India, Chile, Colombia, Venezuela y Mozambique.


Página anterior: Diversos aspectos del Primer Encuentro Internacional de Muralismo. Arriba: Participantes del Primer Encuentro Internacional de Muralismo

Para el doctor, escritor e investigador del arte Alberto Híjar, quien ofreció una conferencia en la primera edición de este encuentro, “el muralismo tiene un arraigo entre los usos y costumbres sociales. La intervención de los espacios públicos es parte de una urgencia actual, producto de una sociedad global capitalista; es decir, que surge de las manifestaciones en su contra, en Europa, África y Asia, para recuperar el espacio público y significarlo con la memoria de las luchas populares. Mientras el Estado propicia la comercialización de los espacios colectivos, el muralismo los rescata con una gráfica urgente, dando valor a la significación popular”. A su vez, Marcelo Carpita, artista argentino invitado en 2014, expresó que “no se puede pensar que el arte en sí mismo modifica una realidad social; más bien, si existe coherencia, los muralistas logran interpretar ese entorno social y esa coyuntura política. Así se forma el muralismo de resistencia, se crea una nueva fuerza a partir de la protesta social contra el modelo económico y en respuesta a las diversas crisis económicas y sociales que ha sufrido la gente”. En su primera edición, el Encuentro Internacional de Muralistas congregó a 36 artistas provenientes de Puerto Rico, Paraguay, Argentina, República Dominicana,

Bolivia, Canadá, Nicaragua, Venezuela, Brasil, España, El Salvador, Francia y México. Polo Castellanos, también miembro del Movimiento Muralista Mexicano e invitado en la primera edición del encuentro, afirmó que los murales “no son artículos decorativos o la cereza del pastel arquitectónico, sino parte del desarrollo de nuestros pueblos y del país. Es la primera ocasión que una Institución de Educación Superior abre sus puertas a una disciplina que nació precisamente en México. Hay cinco generaciones de muralistas trabajando, pese a que se dice que el muralismo está muerto. Aquí estamos demostrando que es falso y qué mejor que una universidad tenga esta sensibilidad”. Finalmente, el Encuentro Internacional de Muralismo es un espacio abierto donde el público podrá dialogar con los pintores muralistas sobre la técnica, los temas y las obras, cuyo resultado podrá ser apreciado por el público asistente en los muros de la Ciudad del Conocimiento. (México, 1977) Escritor y ensayista egresado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (UNAM), se dedica actualmente a la investigación de los movimientos pictóricos del siglo XX en México y cursa una especialización en teoría del arte en Colombia.

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La Inagotable Fuerza del Diseño

E

l Festival Internacional de la Imagen (FINI)

a la imagen inserta en un abanico de posibilidades

se encuentra en un proceso de evolución, tal

más amplio y extenso. Finalmente, se incluye al

como la imagen se transforma y desarrolla

cartel como categoría autónoma en el Concurso In-

con el tiempo en las más diversas manifestaciones

ternacional de la Imagen.

estéticas. En este contexto, el diseño gráfico, esa

El diseño gráfico es, sin duda, uno de los impul-

fuente inagotable de fuerza visual y comunicación,

sores y protagonistas del desarrollo de una cultura

se incorpora con más fuerza a este encuentro mul-

de la imagen a lo largo de las últimas décadas. En-

tidisciplinario con el propósito de sumar diferentes

tendido como la conjunción de tipografía, imagen y

expresiones en un espacio en favor de la creación y

elementos ornamentales, el diseño se encuentra en

la reflexión.

una de las intersecciones estéticas más interesan-

En este contexto, el FINI ha incluido en su progra-

tes: entre el arte y la industria, la creatividad y el co-

ma a uno de los protagonistas más destacados del

mercio, la manufactura y el consumo; es artístico y,

diseño, el Cartel, pues no sólo era necesario abrir

a la vez, utilitario. Todo ello abre posibilidades teó-

el festival a un género que, en sí mismo, cuenta con

ricas y prácticas que tienen en el FINI la oportuni-

reconocidos exponentes en todo el mundo, sino que

dad de ser problematizadas y profundizadas por sus

complementa a la imagen como un todo: a la imagen

creadores, estudiosos y profesionales de la imagen.

fija (fotografía), a la imagen en movimiento (video

Como parte de este compromiso, es un honor para

documental), y a la imagen como resultado del uso

el Festival Internacional de la Imagen 2015 contar

de técnicas alternativas de experimentación gráfi-

con la presencia de tres distinguidos protagonistas

ca. Así, el FINI expande sus horizontes y considera

contemporáneos del diseño.

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František Štorm

Š

torm realiza desde 1993 el diseño de Vetus Via Publishers, una célebre casa editorial donde ha consolidado su trabajo como tipógrafo y diseñador. Su paso por el mundo contracultural de los años noventa del siglo pasado lo ubica como parte del equipo editorial de la revista Lázenský Host, donde por casi 15 años realizó la ilustración y el diseño. Destaca su colaboración para Plus Publishers, donde fue responsable de diseño e ilustración de los cinco volúmenes de las obras reunidas del escritor estadounidense H. P. Lovecraft. En el año 1993 creo Storm Type Foundry y ha creado más de sesenta tipografías que le han merecido numerosos reconocimientos. En 2001 ganó el Premio del Centro de Diseño de la República Checa, por TypoKatalog, impreso un año antes; en 2008 su Ensayo sobre tipografía, una publicación elogiada en todo el mundo, fue nominado al Premio Magnesia Litera. Para Štorm: “El diseño en la actual era digital es reconocido como algo serio. La creación de fuentes no se puede separar del diseño gráfico, pues los responsables de las fuentes suelen ser buenos artistas e ilustradores. La letra, al igual que el dibujo, tiene alma”. František Štorm es miembro del Jurado del Concurso Internacional de la Imagen 2015, en el género de Cartel, e impartirá el taller “Tipografía” dentro de las actividades del FINI.

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Germán Montalvo

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ste reconocido diseñador gráfico mexicano inició su experiencia profesional junto a Mariana Yampolsky en la edición de los libros de Texto Gratuito (a cargo de la SEP) en los años setenta del siglo pasado. Posteriormente se trasladó a Italia a cursar sus estudios en la ciudad de Milán. Montalvo ha obtenido en dos ocasiones el Premio Coral por Diseño de Cartel en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana, Cuba. En 1995, se le distinguió con el Premio México de Diseño y un año después recibió el Premio al Mérito Profesional otorgado por el Consejo Mexicano de Diseñadores Quorum, en el Palacio de Bellas Artes. En el próximo mes de junio de 2015 se celebrará una exposición de su trabajo en diseño de carteles en el Royal Lazienki Museum, en Polonia. Ha sido jurado en las bienales de Cartel de Finlandia, Chicago, México y, próximamente, en Bolivia. Su trabajo multidisciplinario transcurre entre el cartel, el diseño editorial, la cerámica, el diseño de joyería, la fotografía y la edición. Germán Montalvo es miembro del Jurado del Concurso Internacional de la Imagen 2015, en el género de Cartel, e impartirá el taller “Cartel” dentro de las actividades del FINI.

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Gabriel Martínez Meave

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iseñador gráfico, tipográfico, ilustrador y calígrafo, Gabriel Martínez Meave (México, 1972) es considerado uno de los cien diseñadores emergentes más destacados a nivel mundial.
Es el creador de las fuentes Arcana y Orgánica, las cuales son distribuidas por la firma de software Adobe Systems, y es el fundador del Estudio Kimera, donde labora actualmente. Ha diseñado tipografías para Telcel, El Economista, Jumex, El Palacio de Hierro y el Gobierno Federal, entre otras, y dirige la casa tipográfica digital KTF, además de ser un prestigiado académico del diseño. Entre sus clientes se encuentran empresas, agencias, casas editoriales y firmas de diseño, tales como Corona, P&G, Fondo de Cultura Económica, Conaculta, Siruela, entre otras. Ha recibido en cinco ocasiones el Premio del Type Directors Club, de Nueva York, y tres por parte de la Asociación Tipográfica Internacional. Sus tipografías han sido seleccionadas para la Bienal Tipos Latinos en los años 2006, 2008, 2010 y 2012. Gabriel Martínez Meave es miembro del Jurado del Concurso Internacional de la Imagen 2015, en el género de Cartel.

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TÉCNICAS ALTERNATIVAS

Estéticas de la Complejidad en el Arte Múltiple del Siglo XXI Fragmentación y Ultrafotografía en el Libro-Arte Digital Por José Antonio Castro Muñiz*

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a idea que acompaña a la palabra Arte se ha ido expandiendo, desvirtuando, mutando y adaptando a los usos y maneras de nuestro devenir como seres humanos. Sin duda hemos entrado en la era tal vez más compleja de cuantas hemos vivido. Es tal vez por eso que el desgaste del término es acorde con su mayor diseminación, que poco a poco se va estratificando en capas como una cebolla que hay que pelar y pelar hasta llegar al centro, al núcleo de la idea –por cierto, no sin unas lágrimas–. Pero una vez allí, no habremos llegado tampoco a ningún sitio en concreto ya que en su naturaleza mutante, el Arte se habrá transformado para entonces en una miríada de opciones de nuevo. En nuestra opinión, esta hiperforma variable y su capacidad de extensión y deformación que dotan de una transfiguración camaleónica a la estructura del Arte actual, le permite adoptar múltiples conceptos y apariencias externas. Cuando intentamos explorar desde la piel hacia adentro, el grado de profundidad depende de las características de nuestro zoom y de la focalización de nuestro punto de vista, ya que ello determinará el campo que deseamos abarcar. Sin duda sería poco preciso intentar abarcarlo todo. Pero también tenemos que tener en cuenta que nosotros mismos estamos inmersos en dicho escenario, con las intersubjetividades que ello conlleva. Por lo tanto, esa red que pretendemos conocer se sitúa también en los términos de interacción que hace emerger no una teoría o un modelo de red, sino una cartografía, viva de nuestros recorridos con instrucciones precisas del camino desarrollado. Los mapas conceptuales de la modernidad se han quedado obsoletos ya que en el estado actual no resultan útiles y poco a poco estamos siendo impulsados hacia un tránsito, un cambio de paradigmas que implican una transformación global del modo de construir el conocimiento. Por lo tanto también de las formas de validarlo, de producirlo y de participar con nuestras vivencias en él. El Libro-Arte Digital no es ajeno a estos cataclismos y avatares. Cambios paradigmáticos que hacen de él un instrumento de conocimiento de posibilidades inmensas que nos lleven a nuevos entornos. Necesitamos nuevos modos de cartografiar. Encontrar otros instrumentos que nos permitan trazar los caminos sobre estos territorios difusos y fluidos en los que se mueve el Arte complejo del siglo XXI. Un enfoque dinámico reticular que nos haga entender la imposibilidad de abarcar con una sola mirada todo el panorama que se nos presenta. 45


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l cambio fundamental entre la fotografía analógica y la digital no reside solamente en su piel – como afirma José Ramón Alcalá, en la imagen que aparece en una pantalla retina de leds cada vez más pequeños y verosímiles–, sino en el proceso matemático que la hace posible.1 Es decir, que la identidad mimética que relacionaba las pinturas rupestres con la imagen fotográfica se ha desviado hacia un entorno tecnológico diferente. La máquina que genera la representación no actúa de manera indexada, sino creando un mapa con instrucciones precisas. Las posibilidades de los lenguajes de computación hacen que el fotógrafo digital establezca una relación con dichos dispositivos haciendo un uso no prostético, sino de ensamblajes cognitivos múltiples entre el hombre y la máquina que dan lugar a resultados no prefigurados en la conceptualización inicial del proceso. La fotografía que ya se vislumbrara en el Arte del Renacimiento con los perspectógrafos y las proyecciones luminosas en la resolución de los problemas del escorzo y la perspectiva, evolucionó posteriormente con los estudios ópticos de Newton, Wolaston y Hershel hacia las ventanas lúcidas y la “camera escura”. Tras el descubrimiento del calotipo por Fox Talbot, que mejoró el invento de Niépce, Daguerre y Lartigue, adquirió su forma física en el soporte del papel –que hoy llamamos positivo– que permitía congelar una escena iluminada y convertirla en un objeto visible que perduraba en el tiempo. Se perfeccionó con los progresos de las leyes de la óptica enunciados por Oskar Barnak y Shneider mejorando para dar lugar a un sistema completo de captación de la luz en el que los conocimientos tecnológicos de la física, la mecánica y la química se coadyuvaron en la obtención de una imagen especular con una precisión que provocó la crisis de la representación que ya conocemos. El paso del proceso químico fotográfico a los medios digitales ha creado y está creando, aunque en un tiempo récord, la misma sensación. En el momento actual las sociedades telemáticas no necesitan solamente representaciones del mundo que les rodea, sino un nuevo nivel de creatividad desconocido en el pasado, cuando lo importante era copiar la naturaleza en forma de imágenes. Las representaciones anteriores estaban basadas en una episteme adaptada a la necesidad de captación fiable. En el momento presente el representacionalismo, que admitía mundos aislados y excluyentes, se encuentra en crisis debido a que entonces no podíamos anticipar lo que ocurriría y nos encontramos en estadios en los que es difícil explicar la infinidad de disyuntivas en las que nos hallamos continuamente, especialmente en el Arte Gráfico cuya complejidad es paradigmática de los cambios que se han producido. Entre otras cosas porque somos incapaces de prever lo que vendrá de forma tan acelerada. La expansión y

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la velocificación dan poco margen a la reflexión, por resumirlo de forma breve. Abordando el tema del Espacio y la Luz –por ejemplo– la óptica clásica fracasa en explicar por qué no vemos que no vemos, para ello es necesario dar cuenta de la reflexividad del proceso perceptivo. Es preciso comprender que la percepción no es un proceso mecánico ut-óptico, no somos una película inerte, en la que se imprimen imágenes ni tampoco poseemos espejos que la reflejen. La percepción es una actividad formativa, productiva, poiética, no un proceso pasivo. Ni siquiera los espejos o las imprentas son totalmente “inertes formativamente”, pues si lo fueran no podrían reflejar ni copiar. El propio Matisse admitía que el lapicero y el ojo son unas herramientas excelentes de pensar. Las imágenes actuales, por el contrario, son interactivas y completivas, entre lo real captado y las posibilidades expandidas de nuevos lenguajes contextualizados puestos en común y ampliados en lo que hemos llamado el campo expandido del Arte. Platón fue el primero que trató sobre conceptos estéticos como centro de muchas de sus reflexiones, sobre todo en temas relativos al arte y la belleza. En el Protágoras habló del arte como la capacidad de hacer cosas por medio de la inteligencia, a través de un aprendizaje. Para Platón, el arte (τέχνη, téchnê) tiene un sentido general, es la capacidad creadora del ser humano. Entendida en el arte como “destreza” o “habilidad”, tanto en el terreno material como en el intelectual. En el Sofista distinguió entre habilidades “adquisitivas” y “productivas”, dividiendo a su vez estas últimas en productivas de objetos o de imágenes (εἴδωλα, eídôla). Introdujo el concepto de mímesis (μίμησις), ya que para él las imágenes son imitaciones de objetos reales, aunque sin desempeñar la misma función que sus originales. Estas imitaciones pueden ser “genuinas” (εἰκών, eikón), si guardan las mismas propiedades que su modelo; o “aparentes” (ϕάνταὓμα, phántasma), si sólo se parecen al original. Sin embargo, Platón mismo consideraba esta diferencia difícil de dilucidar, ya que toda imitación debe por fuerza diferir de su original en alguna cosa, ya que si fuese idéntica nos encontraríamos con un objeto igual al representado. Para Platón, todas las creaciones artísticas son “conjeturas” (εἰκασία, eikasía), ya que su carácter imitativo las aleja de la realidad de las formas y les confiere incluso un sentido peyorativo, ya que son “apariencias engañosas”, pues los artistas no representan las cosas como son, sino como parecen. Así, califica a los artistas de “pseudoartífices”, ya que su habilidad no es auténtica. Poco podía anticipar Platón que el arte de las imágenes técnicas actuales ya no se rige por el patrón de la imitación (Mímesis) de lo que se ve. Sus metonimias, hipérboles, sinécdoques, paráfrasis, metáforas y todo tipo de poéticas se encuentran hoy añadiendo contexto 1

José R. Alcalá Mellado, La piel de la imagen, Sendemá, 2012, p. 14.


y ampliando su ontología hacia la verbalización y la polisemia en un lenguaje complejizado, pero también despojado de su carácter aurático. Benjamin identifica el aura con la singularidad, con la experiencia de lo irrepetible. La reproducción técnica destruye dicha “originalidad” y ya no es posible calibrar el valor de un objeto en cuanto a su valor exhibitivo. La pérdida de la originalidad por la existencia de múltiples reproducciones provoca que el arte se vuelva un objeto cuyo valor no puede ser dimensionado en referencia a su funcionamiento dentro de la tradición. Platón no pudo llegar a ver que texto e imágenes se unirían para formar las nuevas poéticas del arte, las figuras literarias afectando a las imágenes. El Arte del Tercer Milenio está plagado de ellas y al servicio de su comunicación masiva. “En la época de la reproducción técnica de la obra de arte lo que se atrofia es el aura de ésta. El proceso es sintomático; su significación se señala por encima del ámbito artístico. Conforme a una formulación general: la técnica reproductiva desvincula lo reproducido del ámbito de la tradición”. Benjamin relaciona la pérdida del aura en un nivel estético con una tendencia social general. Así, la incapaci-

dad de percibir la singularidad encuentra su homólogo en la importancia de las abstracciones, de aquello que razona a partir de lo general: “Quitarle su envoltura a cada objeto, triturar su aura, es la signatura de una percepción cuyo sentido para lo igual en el mundo ha crecido tanto que incluso, por medio de la reproducción, le gana terreno a lo irrepetible. Se denota así en el ámbito plástico lo que en el ámbito de la teoría advertimos como un aumento de la importancia de la estadística” (W. Benjamin). ¿Qué se hace entonces frente a la pérdida del aura? Frente a la reproductibilidad el arte y la eliminación de su fundamento cultural, esta reacciona de dos formas: a) con la teoría del art pour l’art o la teología del arte que trata de restituir la organicidad perdida sólo dentro del arte (arte utopista cuya utopía es el arte mismo); y b) la teoría del arte puro (teología negativa). Tratando de negar la conexión del arte con otra cosa que no sea él mismo. Es decir, no hay inteligibilidad posible de algo más allá del mismo arte. * (España, 1957) Artista e investigador del arte, actualmente es profesor en la Universidad de Berkeley, donde también cursa estudios especializados. Es miembro fundador del grupo de investigación dx5 Digital & Graphic Art Research.

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De la emulsi贸n al p铆xel: brev铆sima cr贸nica de una paradoja

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Por Luis Tovar*

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n el mismo espíritu de la célebre metáfora acerca del origen –“¿qué fue primero, el huevo o la gallina?”–, cabe preguntarse si la digitalización de la imagen cinematográfica es anterior o posterior a la necesidad real de abandonar el soporte físico conocido como “película” y que, precisamente, dio al producto cultural el nombre con el que sigue identificándosele –película, filme, cinta–, ya se trate de ficción, documental, cortometraje, largometraje o cualquiera de sus combinaciones. Más específicamente, cabe preguntarse sobre la causa última de la mudanza, todavía reciente, del rollo de película fotosensible a la captura digital de la imagen. La respuesta es fácil: fue el afán de reducir costos, y no el de incrementar la calidad, el que orilló a los cineastas a optar por la segunda, y la prueba está en que los propios realizadores cinematográficos –se habla aquí de los primeros que dejaron a un lado las Panaflex, Arriflex y demás cámaras de 35 y 16 milímetros– aceptaron que si bien ese cambio les permitía llevar a término una producción, el precio a pagar no era en lo económico sino en términos visuales: comparada con la calidad de la imagen cinematográfica, la digital de los primeros ejercicios cinematográficos dejaba mucho que desear e, inevitablemente, la sensación del espectador era la de estar ante una obra menor, cuando no deficiente y, en ciertos casos, la de haber presenciado algo que no podía ser llamado cine sino, de manera general y más bien vaga, “video”. Sin embargo, desde aquellos tiempos –insístase, más bien recientes, pues no han pasado desde entonces sino unos diez años cuando mucho– al presente, las cosas han cambiado. En primera instancia, el cine que se realiza con película fotosensible está muy próximo a convertirse sólo en un recuerdo, y eso nada más para las generaciones de espectadores con la edad suficiente para guardar en su memoria la textura, luminosidad, profundidad visual y definición específicas de los formatos 35, 16 e incluso los 8 y súper 8 milímetros. Muy pronto, el espectador promedio no tendrá más referente de calidad visual, cinematográficamente hablando, que el emanado de la producción digital, misma que, desde luego, está en permanente y acelerado perfeccionamiento en

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términos precisamente de texturas, luminosidad, profundidad y definición. Lo que no debe perderse de vista es la curiosa paradoja que este fenómeno ha prohijado: el desarrollo de los formatos digitales tiene como principal cometido parecerse, acercarse tanto como le sea posible al cine-cine, para decirlo con el concepto empleado por numerosos directores y cinefotógrafos. ¿Mera nostalgia o requerimiento de calidad? Desde el punto de vista tecnológico, el hecho de que los avances en la calidad visual del píxel busquen producir la sensación ocular de que no está hecho de pixeles aquello que se mira, significa tanto como avanzar para retroceder. No sería, por cierto, la primera vez, ni acaso la más notable, que la tecnología se viera obligada a recular: ahí está el bien conocido asunto de la música, cuya calidad sonora no ha hecho sino sufrir mermas por culpa de los formatos digitales, a resultas de lo cual cada vez más profesionales del audio, músicos y aun casas productoras están regresando al formato inmediatamente previo al digital. Por lo que hace a la realización cinematográfica documental, no hay demasiada discusión: hace muchísimo que los documentalistas pueden ser lo que son y hacer lo que hacen, gracias precisamente a la existencia de la grabación en video, y si bien jamás han sido claramente definidas las fronteras entre una película hecha en video –y para el caso, cualquier género de realización– y eso otro que se conoce nada más como “video”, la posible diferencia estriba no en el soporte físico sino en el lenguaje visual. En otras palabras, quien conoce los elementos cinematográficos de composición de cuadro, los de iluminación, los dinámicos de objeto y sujeto, así como los de posproducción –edición, corrección de color, etcétera–, tendrá resultados muy cercanos ya sea que emplee una cámara análoga o una digital, y las inevitables diferencias, para entonces poco más apenas que marginales, muy pronto serán no subsanadas sino, simplemente, soslayadas por la razón arriba mencionada: el referente visual será la imagen digital misma y, debe añadirse, no sólo la ofrecida por el cine sino por esa ineludible (mal)educadora iconográfica llamada televisión, cuyo lenguaje visual, por cierto, obedece a necesidades y requerimientos por completo diferentes, si bien consta que cuando ha querido elevar al menos un poco la calidad de lo que ofrece, también recurre a la aproximación máxima de la que es capaz… al lenguaje cinematográfico. * (México, 1967) Egresado de Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del FONCA y actualmente se desempeña como jefe de redacción del suplemento cultural “La Jornada Semanal”, donde también publica su columna “Cinexcusas”.

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Por Germรกn Griste*

El compromiso del reportaje grรกfico

Stephanie Sinclair


De la serie “Afghan Brides”

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Imágenes de las series “Too Young to Wed”, “Afghan Brides” y “Child Brides”

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ace 12 años, en 2003, Stephanie Sinclair se encontraba en Afganistán en medio de tensiones bélicas, latentes y presentes, de un conflicto que se extendía por la región. En aquellos momentos, un fenómeno extraño e inquietante se empezó a hacer común entre los pacientes de las clínicas y hospitales de la ciudad de Herat, que llamó la atención de la fotógrafa estadounidense. Se trataba de mujeres que se prendían fuego a sí mismas y eran atendidas por el personal de urgencia que, según los testimonios recogidos, se fue incrementando con el paso del tiempo. En estas imágenes desgarradoras, donde se exponía el cuerpo destrozado y estaba a flor de piel el dolor y sufrimiento humano, se hizo evidente una poderosa ausencia: una explicación. ¿Cuáles eran los motivos de esta conducta entre un grupo mayoritariamente formado por jóvenes mujeres, casadas, con una familia, esposo e hijos? ¿Cuáles eran los motivos para realizar un acto de auto violencia tan brutal? ¿Suicidio, inmolación? Durante dos años buscó las respuestas en una investigación gráfica y documental de estos eventos y comenzó a encontrar algunas pistas. La exposición Self-Immolation in Afghanistan: A Cry for Help (“Autoinmolación en Afganistán, un grito de ayuda”), fue el resultado. Para Stephanie Sinclair, una mujer profesionista perteneciente a la cultura occidental, los motivos que exponían las mujeres inmoladas eran incomprensibles e insuficientes (aún lo son): “rompí la televisión de mi marido”, “el té no estaba lo suficientemente caliente”, “salí de casa”. Sin embargo, algunas similitudes y experiencias compartidas fueron emergiendo, ya que muchas de estas mujeres fueron obligadas a casarse siendo niñas, cuando tenían entre 9 y 13 años de edad; todavía iban a la escuela (las que podían asistir) y jugaban con muñecas. De esta forma surgieron los trabajos sobre la inmolación de mujeres en Medio Oriente y Child Brides, las niñas-esposas obligadas a contraer matrimonio. Más adelante, luego de 8 años de investigación, Sinclair concibió el proyecto Too Young to Wed (“Muy jóvenes para casarse”), un documental que es resultado de una investigación que la llevaría a recorrer las regiones del mundo donde esta práctica es común, África, Medio Oriente, Asia, América del Sur. Actual-

mente, en más de 50 países existe la práctica del matrimonio infantil. “Es un fenómeno violento extremadamente complejo. No es una sola cultura, ni una sola tradición, ni una sola religión la que puede explicar, por sí misma, esta costumbre cuyas consecuencias son más que terribles y, en ocasiones, mortales”, explica Sinclair. Son varias las razones por las que una familia está dispuesta a casar a su hija, tan pequeña, con un hombre mayor. Stephanie Sinclair encontró que, entre las explicaciones más recurrentes, se encontraba el poder acceder a recursos monetarios para poder alimentar a los otros hijos, crear alianzas entre familias y pagar deudas. En muchos casos, se acude a la figura de la tradición de la comunidad para justificar estos matrimonios. Además, casi todas estas comunidades tienen un rasgo más en común: la pobreza. “Las familias no se dan cuenta que al arrancar a las niñas de la escuela están rompiendo el ciclo de la educación y reproduciendo, más fuerte y profundamente de lo que se cree, el ciclo de la pobreza”, afirma Sinclair. Las cifras son alarmantes, pues en los próximos diez años cien millones de niñas serán desposadas antes de los 15 años. Actualmente, Too Young to Wed es una organización sin fines de lucro que recibe el apoyo de la Naciones Unidas y otros organismos de defensa de los derechos humanos para acabar, de una vez por todas, con el matrimonio infantil alrededor del mundo, un esfuerzo colectivo para construir una comunidad global dedicada a brindar apoyo a través de proyectos de generación de ingresos, clases de alfabetización y grupos de terapia para mujeres que son víctimas de abuso. Los reconocimientos que ha recibido por este proyecto incluyen tres premios World Press Photo, así como exposiciones de prestigio en la Organización de Naciones Unidas en 2012 y 2014; en la Bienal de Whitney de Nueva York, en 2010; así como el prestigiado Premio Pulitzer en el año 2000, entre otros. El trabajo de Stephanie Sinclair expone las arraigadas convenciones sociales que padecen las personas más vulnerables entre la sociedad, es decir, las mujeres e infantes que, sin opciones, ni voz, ni derechos, padecen las consecuencias del abuso y la injusticia.

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A su vez, Sinclair ha expuesto de forma valiente, honesta y contundente una realidad que debe cesar. Una niña, sólo una, es demasiado. Malalai, nombre que significa “hermosa” en árabe, fue apuñalada por su marido al descubrir que su esposa quería visitar la casa de su madre sin su permiso. “Aquí los hombres son reyes”, fue lo único que dijo mientras la atendían en el hospital. Asia, una púber de catorce años, tiene ya dos hijos; cuando comenzó la labor de parto de su primer vástago, no sabía qué estaba sucediendo. A través de los testimonios e investigación de la fotógrafa estadounidense, somos testigos de las dificultades que encuentran las voces locales al interior de las comunidades que se pronuncian en contra del matrimonio infantil, que también existe entre los niños varones aunque en menor grado, para acabar con una violencia doméstica, infantil, psicológica, física y sexual que se disfraza de tradición. El compromiso de Stephanie Sinclair por documentar este abuso la llevó, a su vez, a realizar un ensayo visual sobre la ablación de niñas, es decir, de la mutilación de los órganos sexuales femeninos (particularmente el clítoris, en ocasiones los labios mayores de la vagina) para que, cuando crezcan, no sientan placer al tener relaciones sexuales. Otro de los temas que ha explorado es la poligamia en los Estados Unidos, un ejercicio sobre la vida doméstica de las mujeres que forman vínculos emocionales y familiares enmarcados en una práctica tabú más extendida de lo que se cree y se quiere aceptar. Stephanie Sinclair (1973) encarna el compromiso ético y moral del reportaje, de la exploración visual y el ensayo fotográfico involucrándose en los temas más sensibles de la violencia contra las niñas y mujeres en el mundo. Egresada de la Universidad de Florida, ingresó al diario Chicago Tribune, donde fue asignada para cubrir la guerra en Irak. Su trabajo la hizo residir en Líbano y Beirut, y por seis años se estableció en Medio Oriente como periodista independiente. Su trabajo es publicado en regularmente National Geographic y The New York Times. Sinclair forma parte de la plataforma VII, una agencia creada por siete foto reporteros en el año 2001, de la cual es fundadora. La agencia se distingue por el compromiso ético de mostrar las injustas condiciones de vida de gran parte de la población mundial. Sinclair ha recibido el Premio Internacional de Cuidado para el Reportaje Humanitario, el Olivier Rebbot Award, del Overseas Press Club, y en dos ocasiones el Visa d’Ors en el festival Visa Pour L´Image.

* (México, 1983) Egresado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (UNAM), actualmente cursa un posgrado en Historia en la Universidad de Madrid. Se especializa en la fotografía mexicana del siglo XX.

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De la serie “Child Brides”



La subversión del vacío

Ana Soler

Por Santiago Espinosa de los Monteros*

México bajo la lluvia D2, 1984

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acer un recorrido por la trayectoria de Ana Soler (Sevilla, España, 1972), es toparse con una gran diversidad expresiva y formal que ponen ante nuestra mirada a una creadora visual que ha sabido transitar por muy diversas formas expresivas pero, sobre todo, ha logrado estructurar un lenguaje que al paso de los años ha creado un cuerpo de producción que la identifican y le dan voz propia. Su reciente serie Tiempo expandido es una importante conjunción de experiencias previas ganadas a partir de sus dinámicas expresivas, siempre fieles, de una u otra manera, a las recurrentes preocupaciones respecto del tema del espacio y su ocupación. En sus impresiones digitales de esta serie, las líneas que toman cuerpo literalmente escapan del soporte ahora voluminizadas. Ver los papeles con las imágenes dentro de los gabinetes con la clara referencia al mobiliario de los grandes museos que exhibían en ellos documentos y objetos pequeños, nos remiten de inmediato a la idea de que ese tiempo expandido no sólo es aquel que nace con el guiño de dar cuerpo a las líneas ahora trazadas con elásticos, sino el que retrotrae las antiguas maneras del dibujo arquitectónico de otros siglos. Ese es el tiempo encerrado en cada una de las puntas fijadas de las líneas, de los elásticos/líneas, de los elásticos/elásticos como si arrancasen el tiempo a cada uno de los espacios virtuales llevándolo a donde ya no podremos verle más. Las continuaciones de las aristas, muros, ventanales y arcadas, acentúan aquí el espacio creado como aquel en el que confluyen los puntos de fuga, pero a la vez del que parten hacia el infinito los precisos trazos de una arquitectura que comienza a tomar forma a partir de la huida del dibujo que la conforma. Esta utilización y abordaje de los espacios vacíos, proviene también de reflexiones como las que emprende en la serie Causa efecto, especialmente en la instalación que llevó a cabo con 2000 pelotas de tenis suspendidas que marcan la trayectoria de un objeto en movimiento. Imposible olvidar las exhaustivas pruebas fotográficas que se hicieron hace poco menos de un siglo y que desentrañaban, con base en filmaciones de alta velocidad, la intimidad del movimiento. Así, veíamos en ellas multireproducidas en la misma placa a una sola persona, una misma pelota, una misma gota de agua que aparecían ante nuestros ojos como si fuesen cientos. Cuando Ana Soler realiza esta instalación, otorga cuerpo y volumen a ese sueño de antaño que pretendía desentrañar los secretos de un desplazamiento o una trayectoria. Sin duda, una de las claves del trabajo de esta creadora visual es la utilización y apropiación del espacio de trabajo lanzando un reto a la ley de la gravedad, generando tensiones y distensiones que inciden en el contenedor de sus piezas (un museo, una galería, un edificio público o los espacios abiertos).

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VeĂ­amos en la misma placa a una sola persona, una misma pelota, una misma gota de agua que aparecĂ­an ante nuestros ojos como si fuesen cientos 61


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Todo esto sería impensable sin el ingrediente lúdico y en ocasiones hasta humorístico que subyace en su trabajo. Piezas como Pensamientos, que ha cumplido más de 15 años desde que su autora le dio vida, consiste en un grupo de formas circulares hechas con poliuretano evocando la estética de las tiras cómicas cuando los personajes piensan algo. En esta ocasión está sólo el enunciado de un pensamiento pero sin el personaje y, por supuesto, sin aquello en lo que está pensando. Ausentes personaje e idea, queda sólo la enunciación de que, justamente, ahí debe existir, tarde o temprano, algo en qué pensar. Otro ejemplo de especial relevancia en la trayectoria de Ana Soler para acercarnos a su trabajo más reciente es su instalación Atrapado en tu mundo, que consiste en 30 kilómetros de cable, realizada entre 1999 y 2000. La construcción aérea y las maneras de habitar un vacío hacen de esta obra no transitable, una de las claves ineludibles para la lectura de lo que años después produciría. Al centro de un complejo entramado de líneas se vislumbra un cuerpo, encerrado entre ellas pero evidente, atrapado pero a la vista, asible en tanto que al tocar cualquiera de las cuerdas se le tocaría a él, pues está intrínsicamente construido por cada una de ellas, aunque inalcanzable: esas cuerdas que le dan forma y presencia nos impiden acceder a él. La instalación Unique perspective se une nuevamente a las obsesiones más arraigadas de Ana Soler. Cientos, miles de elásticos escapan de la fachada de un edificio para confluir, a diferentes alturas, en un asta o poste que servirá de eje para que el resto de las líneas confluyan ahí. La ocupación espacial vuelve a situarse en el centro de las acciones de esta productora visual que va poniendo, de ciudad en ciudad y de espacio en espacio, un comentario que se alimenta de las frases de muchos otros creadores, pero que tienen los acentos de su propia voz. El reto del espacio es total y Soler conoce bien sus alcances. En una primera mirada parecería que subyace aquí una suerte de horror al vacío, pero en el fondo es mucho más complejo que eso. Se trata de atribuir a las formas una extensión por los rumbos en los que originalmente no estaba pensado que circularan. Así, un cuerpo desaparece de un colchón de hule espuma y toma forma sobre el piso convirtiéndose en gemelo del otro que ha dejado un vacío; un puente ha sido vestido con cuerdas rojas impidiendo el paso sobre él, pero haciendo evidente su presencia; líneas blancas sobrepuestas en una imagen borran lo que va quedando debajo de ellas; rostros que toman forma a partir de pequeños agujeros hechos sobre el papel: el vacío ha sido subvertido. * (México, 1956) Es egresado de la Universidad Iberoamericana. Cuenta con una reconocida trayectoria como escritor, ensayista y articulista, además de ser un celebrado curador y museógrafo en México, Europa, Estados Unidos y América del Sur.

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Imรกgenes tomadas con las cรกmaras estenopeicas de cartรณn hechas a mano por Carlos Jurado. Estas cรกmaras se pueden apreciar en las pรกginas 67, 68 y 69

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Carlos Jurado El hombre del arcoĂ­ris Por Alfonso Morales*

Semejante al personaje que aparece en su mural titulado El hombre arcoĂ­ris, Jurado ha tenido en sus manos la gama iridiscente que viaja, cifrada, en los rayos de la luz blanca; la misma que Adojuhr vio bajar del cielo

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Desde la convicci贸n de que no hay gran arte que no participe de la seriedad del juego, la obra de Carlos Jurado se nos ofrece como trasmutaci贸n visual de sus experiencias, visiones y enso帽aciones

Autorretrato con c谩mara

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a creatividad plástica, iconográfica y fotográfica de Carlos Jurado Delmar no admite demarcaciones tajantes ni etiquetas simplificadoras. Nacido en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el año de 1927, a lo largo de su trayectoria artística, que a la fecha abarca ya más de seis décadas, no ha dejado de ser a la vez cultor, renovador y tránsfuga de una amplia variedad de oficios, prácticas y géneros relacionados con la fabricación de imágenes. En correspondencia a un itinerario biográfico marcado por las mudanzas y el vagabundeo –vía no menos exigente que el estudio de los doctos libros que le permitió conocer la vida circense y la vastedad de los océanos–, los modos expresivos de Jurado han sido igualmente inquietos: del gran formato de la pintura mural a la pequeña impresión de una fotografía estenopeica; de la pieza única fruto de los coloridos trazos de los pinceles a la copia múltiple hecha posible por el offset o la serigrafía; de las figuraciones de escenas fantásticas a los relatos literarios que nos recuerdan cuánto de fábula tiene nuestra memoria histórica. Desde la convicción de que no hay gran arte que no participe de la seriedad del juego, la obra de Carlos Jurado se nos ofrece como trasmutación visual de sus experiencias, visiones y ensoñaciones personales, y asimismo como prueba de que la imagen, en tanto tierra prometida, no tiene límite alguno en cuanto a los caminos que le dan acceso, a condición de que no se les reduzca a la espuria condición de atajos rutinarios. En su etapa formativa como pintor, en la primera mitad de los años cuarenta del siglo pasado, Carlos Jurado estudió en la escuela La Esmeralda, donde fue alumno de María Izquierdo. En la siguiente década, al tiempo que recorría el país trabajando para el Instituto Nacional Indigenista, se integró como miembro foráneo al Taller de la Gráfica Popular. La primera exposición de su obra pictórica data de 1957,

pero ese sólo fue el principio de una carrera en que luego portaría, sucesiva y simultáneamente, las casacas de pintor, diseñador gráfico, promotor cultural, fundador de escuelas, maestro de artes visuales, alquimista, mago, fotógrafo y antifotógrafo. En esta última vertiente se dio a conocer en 1973 con la exposición Antifotografía con cámaras de cartón sin lente, que se presentó en la sede del Instituto Francés de América Latina de la ciudad de México. Tiempo atrás, al ayudar a su hija Zinzuni a resolver una tarea escolar, había descubierto las posibilidades artísticas de esa clase de rudimentarios aparatos que no contaban con otro artilugio óptico que un pequeño orificio –el estenopo–, las cuales eran capaces de producir imágenes tocadas por la bruma de los sueños. En 1974 se publicó su libro El arte de la aprehensión de las imágenes y el unicornio, reconocido con justicia como uno de nuestros clásicos en la bibliografía fotográfica mexicana. Mixtura de ficción literaria, indagación histórica y manual práctico para la construcción de cámaras estenopeicas, en las páginas de esa breve y sustanciosa publicación se propuso una versión alternativa y descolonizadora de la invención de la fotografía. Ni a Niépce ni Daguerre ni a Talbot se podía acreditar tal prodigio técnico, que varios siglos antes había sido obsesión de magos y alquimistas como el árabe Adojuhr. Este sabio oriental, cuyo nombre lo delataba como alter ego de Jurado, trasmitía el siguiente secreto en cuanto a la aprehensión de las imágenes, cuya validez será incontestable en tanto la fotografía siga siendo tributaria de las potencias de la imaginación y no únicamente de la sofisticación de los aparatos: “Se toma un cuerno de unicornio, se aguza finamente por la punta y con él se practica un pequeño

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Gomas bicromatadas. Edici贸n de cinco carpetas, 2014

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orificio sobre cualquier superficie refulgente. Por este orificio podrán hacerse pasar, comprimiendo su esencia, toda clase de personas, objetos y lugares, mismos que deberán ser guardados cuidadosamente en una caja de cartón donde permanecerán por la eternidad, para ser sacados cuando alguien los necesite”. Con la presentación de sus antifotografías y la publicación de la fábula de Adojuhr y el unicornio, Jurado se acreditó como gran impulsor de la fotografía estenopeica en nuestro país. En los siguientes años se ocupó de indagar en la química de los procesos antiguos, reactualizando las técnicas de la goma bicromatada y los adicromos. Convertido en el vanguardista que buscaba novedad en las viejas soluciones, con esos y otros experimentos quiso devolver la fotografía a la alquimia de sus orígenes en una época en que la mayoría de quienes disparaban una cámara se habían convertido en autómatas de una aplicación simplificada y normalizada, sometida a los dictados de las empresas trasnacionales que fabricaban y vendían los dispositivos y materiales que dominaban, como ahora, la producción de las imágenes fotográficas. Carlos Jurado perteneció a una generación de artistas mexicanos que recibió el influjo todavía dominante de un programa político-cultural que tenía como eje principal las reivindicaciones nacionalistas, pero que asimismo no podía ser indiferente a las corrientes internacionales que hicieron de la obra plástica un espacio de exploraciones formales, conceptuales y técnicas. De su horizonte histórico fue también parte el aliento liberador derivado del triunfo, a principios de 1959, del movimiento guerrillero que se propuso hacer de Cuba “el primer país libre de América”, retando desde el territorio de una pequeña isla los poderes aparentemente omnímodos del imperio estadounidense. De su compromiso personal con la Revolución Cubana y con otras causas sociales en el continente dieron constancia, en los años sesenta, su directo involucramiento con acciones educativas y culturales en la isla caribeña, y el activismo que más tarde desarrolló en Guatemala, a causa del cual fue recluido como preso político.

Ni el aprecio por las tradiciones locales ni la filiación política se han hecho presentes de manera obvia o estentórea en la obra de Carlos Jurado. Aquí mismo, en la ciudad de Pachuca, en 1984, con motivo del Primer Coloquio Nacional de Fotografía, hizo pública su definición de “imagen comprometida”: “El compromiso de una imagen deriva de la acertada utilización de las diversas reglas que el hombre ha determinado de acuerdo con su cultura y su biología para darle validez a sus creaciones. […] “Una imagen capaz de producir emociones es, independientemente del tema, una imagen comprometida, pues además de provocar sentimientos –lo cual es un riesgo–, pone en evidencia valores esenciales”. Sin ceder a la atracción de los ismos de moda, siempre apartado de los corrillos de la farándula intelectual, Jurado encontró en su entorno inmediato los motivos para renovar su mirada: la intimidad hogareña que comparte con su esposa Chichai; la casa-museo que habitan en la colonia Condesa de la capital mexicana; la quietud silenciosa de los objetos que les acompañan; el tiempo que se manifiesta en la caducidad de los frutos o en la solidez de la piedra. De manera semejante al personaje que aparece en su mural titulado El hombre arcoíris, Jurado ha tenido en sus manos la gama iridiscente que viaja, cifrada, en los rayos de la luz blanca; la misma que Adojuhr vio bajar del cielo, descomponerse en todos sus colores al ser desviada por una triangular roca cristalina y luego bañar la tersa pelambre de los leones blancos de Baltur. Por todo lo anterior y por otros muchos motivos más que ahora no podemos apuntar por falta de espacio, celebremos que Carlos Jurado, artista prolífico y generoso, siga siendo el más discreto de nuestros maestros multidisciplinarios y que, a pesar de su renuencia a los reflectores públicos, haya aceptado recibir el premio que le otorga, con todo merecimiento, el Festival Internacional de la Imagen 2015. * (México, 1958) Historiador, investigador, curador y director de la prestigiada revista-libro “Luna Córnea”, editada por el Centro de la Imagen (Conaculta); cuenta con una reconocida trayectoria como museógrafo.

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3 1. “El barco japonés”, técnica mixta, 1974 2. “Autorretrato”, técnica mixta, 1979 3. Página del libro inédito “Los leones de Baltur”, 1973 4. Portada de la primera edición del libro “El arte de la aprehensión de las imágenes y el unicornio”, 1974 5. “Chichai”, óleo sobre tela, 1966 4

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