Necroescritura de los dĂas muy vivos Alma Karla Sandoval
COLECCIÓN VOCES VIVAS ENSAYO
Libro ganador de la Convocatoria de Obra Inédita 2019 en el género de Ensayo. El jurado estuvo integrado por Irene Fenoglio, Beatriz Alcubierre y Roberto Monroy.
Necroescritura de los dĂas muy vivos Alma Karla Sandoval
Esta publicación fue financiada con recursos federales, a través del Programa de Apoyos a la Cultura en su vertiente Apoyo a Instituciones Estatales de Cultura 2019. Este programa es público ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido su uso para fines distintos a los establecidos en el programa. Sandoval, Alma Karla, autor Necroescritura de los días muy vivos / Alma Karla Sandoval. -- Cuernavaca, Morelos : Fondo Editorial del Estado de Morelos, 2019. 96 páginas. – (Colección Voces Vivas: ensayo)
ISBN 978-607-8658-06-0 (Fondo Editorial del Estado de Morelos)
1. Feminismo – Siglo XXI 2. Mujeres – Condiciones Sociales LCC HQ1101
DC 305.42
Colección Voces Vivas
Ensayo
Coordinación editorial: Montserrat Orellana Colmenares Cuidado de la edición: Ángel Cuevas Corrección de estilo: Patricia Romero Diseño y formación: Jade Gutiérrez y Priscila González D.R. © 2019, por el texto: Alma Karla Sandoval D.R. © 2019, por la edición: Secretaría de Turismo y Cultura Fondo Editorial del Estado de Morelos Calle Miguel Hidalgo 239 Colonia Centro 62000 Cuernavaca, Morelos http://turismoycultura.morelos.gob.mx ISBN: 978-607-8658-06-0 Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio, sin el previo y expreso consentimiento por escrito de los editores. Impreso y hecho en México
¿Qué hacer? ¿Abrir al mar la estancia de la muerte? ¿O enterrarse entre piedras que encierran amonitas fantasmas y prueban que fue agua este humano desierto? Ida Vitale
I ¿Exiliarse?
Promesa, advertencia y prefacio
Si tomáramos nueve tragos de mezcal, uno por cada muerta que se registra a diario en México, la cirrosis también acabaría con nosotras. Disculpe, lector, este comienzo mordaz porque en las siguientes páginas diseccionaré lo que denomino necroescritura resiliente —sí, suena a oxímoron e irá mutando— para referirnos a un posible estar de la creación literaria al interior de nuestras distopías y catástrofes. La idea es escribir al menos una página por cada feminicidio del que se informe en las redes sociales durante una semana. Para no correr el riesgo de una homofilia contumaz, de fakes u otros “sospechosismos”, las fuentes provendrán de sitios confiables. Se advierte que este libro se gestó del 29 de abril al 8 de mayo de 2019. Pensemos, como dice Paul B. Preciado, que una letra es el movimiento de una mano dibujando sobre el aire, que es una marca en la arena, un tacto que rasguña o acaricia. Una palabra no es sólo una representación de una cosa, cada una de las partes del alfabeto es un trozo de historia: una cadena interminable de usos y citaciones. Una palabra fue un día práctica, el efecto de una constatación, de un asombro, o el resultado de una lucha, el sello de una victoria, que sólo después se convierte en signo. ¿Quién pierde o quién gana en la necroescritura? ¿En verdad es la única posible cuando trazamos letras luego de pasar una extendida temporada en el averno, es decir, cuando sugerimos el atentado de una página (o cuatro o cinco) por cadáver? Podría ser una enciclopedia infinita hasta que irrumpa un ma11
rasmo sepia. ¿Por qué hacerlo si para eso hay Internet? Para el registro, claro, pero no para la respuesta cualitativa ante esos datos duros. Y porque basta con que algunos escritores digan que eso no se puede, que no se debe hacer, para ir en contra.
Más prolegómenos
El camerunés Achille Mbembe fue de los primeros en hablar de la administración de la muerte a partir de un Estado alternativo. En Sobre el gobierno privado indirecto hace alusión a un modo inédito de vida social que caracteriza hoy a los países africanos, ya que las funciones supuestamente públicas y la “soberanía” se ejercen por operadores privados con fines de lucro. Por su parte, en Necropolítica expone ese término aún más desalentador, la pata de cabra del capitalismo del siglo XXI: Necropolítica […] descrita como una nueva forma de dominación, sumisión y tributo ampliando el término “biopoder” de Foucault. Distanciándose de las consideraciones tradicionales sobre la soberanía, en este ensayo, se discute la hipótesis “de que la expresión última de la soberanía reside ampliamente en el poder y la capacidad de decidir quién puede vivir y quién puede morir”. La política de la muerte que se practica desde las armas cuyo objetivo es la destrucción máxima de personas y la creación de “mundos de muerte”, en donde las personas se ven confinadas a vivir una existencia de zombis o muer-
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tos vivientes. En este caso, la soberanía es la capacidad para determinar quién tiene importancia y quién no, quién merece vivir y quién no, quiénes son fácilmente sustituibles por otros. Dos geografías destacables donde la necropolítica hunde sus cimientos son tanto la plantación, en la época esclavista, como la Colonia, pero no sólo en ella. Mbembe señala Kosovo o Palestina también. Zonificaciones que ya había anticipado Fanon.1 Mundos de muerte. Zombis. Parece Games of Trones. El Señor de la Noche. La Bruja. El Caballero Trans. El Enano. Las Princesas. Los Dragones. El Rey Bastardo. Los Gigantes. ¡Lotería!, pero la de Miguel Ángel Asturias en El Señor Presidente, donde se narra la historia de un dictador y del pueblo que entre matanzas y demás tiroteos azarosos sabía que su devenir era un juego de cartas, cada una con un estereotipo. Los mundos de muerte no sólo abundan en las series gringas cuya propaganda nos adormece desde el entretenimiento imperial y la resignación. Se trata de una violencia como única gramática visual. Luego el negro. Un silencio también zonificado.
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En “Literáfricas, simplemente literatura”. Consultado el 29 de abril de
2019. https://literafrica.wordpress.com/2016/12/13/la-necropolitica/.
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¿Se está leyendo?
Hay escrituras muertas de origen porque las hordas de zombis no las consumen. Provienen de la literatura del Círculo de Praga, “ese círculo con el que no han podido ni podrán”, profetizó Vila-Matas en El Mal de Montano, pero se equivocó. Esa novela posee un acta de defunción y fue Milán Kundera quien acertó, pues enterramos un novelar que obedecía a los llamados del pensamiento, del juego, del sueño o del tiempo recobrado, salvado en sus instantes como en un poema. Una novela pura y total. Libros que demandaban aislamiento. Pausas. Llanto clandestino. Risas quijotescas o ensueños eróticos/bovarianos. Una novela nuestra, pan de cada día, como cuando el televisor y este otro Apocalipis Now no nos alcanzaba. Una novela sin fórmulas para vender diez mil ejemplares en menos de tres meses y garantizar la sobrevivencia de las editoriales que maquilan humo. Desecho ideológico. Carroña. Primero fue lo sólido desvaneciéndose en el aire. Luego el arte en estado gaseoso. Después la modernidad líquida. Estados de la materia que se transforman, pero de cualquier modo se los traga el suelo cuarteado de esta sequía intelectual. La gota del cuento “Nos han dado la tierra” de Juan Rulfo. Una gota de sudor de los revolucionarios cuya recompensa es una broma macabra: terrenos yertos dizque para sembrar. Llano sin destino. Muerte del espíritu y la crítica. Necroescritura que, si se atreve a recobrar lo perdido, debe alzarse entre la pila de los muertos, los descabezados, las acanaladas, los balaceados, las violadas, los hechos cachitos o 14
las que venden vueltas carne al pastor al salir de un antro. Tal vez la carne de muchacha es más económica, por prohibida y abundante, que la de los perros o caballos. El best-seller es otra AK 47, un cuerno de chivo. Dispara en contra de las preferencias. Acaba con todo lo que implica pensar. Que la lectura no sea lo que Barthes soñaba: una cocreación de los sentidos y las neuronas, una oportunidad de reflexión mirando la ventana en trance. Mejor lo contrario, contenidos que devoren como carne asustada y hormonalmente deliciosa, obscena. Dulce sabor del morbo. Sexo. Autoayuda. Final de saga. Héroes y heroínas predecibles, pero entrañables por bobalicones. Un espejo de los ñus. Reflejo de las Blancanieves envejecidas. Ficción de pacotilla para las buenas ventas. Así es. Pero en la tierra baldía de las librerías que fueron, ahí donde hoy venden ropa o la gentrificación lame los bigotes con cruasanes remojados en capuchinos de Starbucks, sobreviven los raros de Rubén Darío, los outsiders como Wilde con chaleco rojo y una langosta paseando por Hyde Park.
Ejemplos que no documentarán nuestro optimismo
No perdamos de vista el prefijo necro. Tenía que provenir de Atenas, de esa mentira occidental que nos han vendido como sinónimo de civilización o progreso. O no. Walter Benjamin aseguraba que todo documento de cultura es de barbarie. Sí, no se pueden disociar esos sustantivos. Sí, las dos caras del peso: águila o cruz. Sí, la ambigüedad psicopática de toda época.
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¿Existe un tiempo que no haya sido de penuria para la humanidad? Necropsia: autopsia (estudio de un cadáver). Ya no se dan abasto en varias entidades de México. Tienen que contratar tráilers con inmensos congeladores donde guardar, de cien en cien, los cuerpos sin identificar antes de vaciarlos en fosas ilegales o quemarlos en los montes de Juan Rulfo. Necrológica: anuncio comentado de una muerte. Ya aburre. La gente no quiere saber de eso porque su coach, su gurú, su lectora de cartas, su psicólogo, le recomienda enfocarse en los positivo. Pero ¿cómo olvidar el video que se hizo viral de una mujer en shock luego de ver pasar presuntamente un camión que transportaba cuerpos de niños muertos encima de tarimas “como si se trataran de bultos de harina”?2, ¿fake?, ¿ficción en amarillo para desprestigiar nuestra república? Al otro día la señora apareció descuartizada. Debut en las redes. Y adiós. Necrolatría: adoración de los muertos. Ya se sabe. Crecemos comiendo naranjas chichonas sobre las tumbas de nuestra familia finada y pan con azúcar rosa que emula la sangre. Así son de simbólicos los primeros días de cada noviembre. No se conoce, todavía, una forma de exorcizar dichos significantes. Necrofagia: canibalismo. De la carne cobriza del guerrero puma, el niño o la doncella en la pirámide, a la hostia consagrada. 2
Se puede ver en https://www.youtube.com/watch?v=93WKkwGJ1Xk.
Consultado el 29 de abril de 2019.
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¿Desde cuándo somos vampiros o zombis? ¿En realidad son nuevas esas entidades mítico-antropófagas? Héctor de Mauleón presenta, en su columna del 9 de octubre de 2018 en el periódico El Universal, una angustiosa síntesis de los hechos en torno a la figura de Juan Carlos “N”, “el Monstruo de Ecatepec” o “el Caníbal del Estado de México”, como fue llamado, y quien procedía con ayuda de Patricia “N”, su compañera sentimental. En ese texto se cuenta que la pareja asesinó a más de diez mujeres, las destazó en su domicilio, separó y fileteó algunas partes de su anatomía y las comió aderezándolas con salsa de chile morita, la cual compraban a la doña que vende tlacoyos en la cuadra. Los demás restos los aventaban a un lote baldío, mismos que ocultaban y trasladaban en una carriola con la que “paseaban” por el barrio. El modus operandi era atraerlas con la oferta de venta de ropa de paca que Raquel decía tener en su hogar. Ahí todo ocurría. Al ser capturados, gracias a denuncias de vecinos y los familiares de una de las finadas, el Caníbal no manifestó arrepentimiento. El video que grabaron mientras le tomaban su declaración se hizo viral y en él se escucha cómo asegura que si lo sueltan lo vuelve a hacer. Esta afirmación sorprendió a la opinión pública durante algunos días. Mauleón añade en su artículo: “Juan Carlos “N” podría convertirse en el mayor asesino serial que se recuerde en México. Sin culpas, sin remordimientos, entregó detalles, fechas, características, horarios, del asesinato de diez mujeres jóvenes que le gustaban. En la entrevista con el ministerio público refirió que lo hacía para vengarse de su madre y de una pareja que lo traicionó. 17
Por otro lado, “en 2017 fue detenido un chofer de microbús que hacía la ruta Chapultepec-Valle Dorado. El microbús era conocido como El Coqueto por una calcomanía en el parabrisas. El chofer se llamaba César Armando Librado Legorreta. Había abusado a bordo de la unidad de ocho jóvenes, a siete de las cuales asesinó y tiró en el rumbo de Tlanepantla. Uno de sus rasgos más macabros es que solía quedarse con las pertenencias de sus víctimas —aretes, pulseras, collares—, para dárselas a su esposa. El Coqueto actuó entre junio de 2010 y enero de 2012. Pero el pozo no tiene fondo y cada nuevo horror supera al anterior. Algo muy serio se rompió, algo muy serio nos pasó”.3 Necrofilia: atracción por la muerte. La llamaría hipnosis. No se trata sólo del que penetra un cadáver o de la que se masturba pensando en estertores. Esa atracción es la energía nuclear en la necropolítica. Se trata de una pulsión más poderosa que la de Dionisio quien, de cara a estas bacanales, resulta ingenuo y hasta miedoso. Hasta fifí. Un diosecito. Nada que ver con Coatlicue, señora madre de los cuatrocientos surianos, dioses de las estrellas del sur, así como de Coyolxauhqui, que regía a sus hermanos. La primera vivía en el cerro de Coatepec, haciendo penitencia. Ella tenía a su cargo barrer. Un día cayó del cielo un hermoso plumaje, el cual
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Columna del periodista en El Universal, “El asesino serial de Ecatepec”,
publicada el 9 de octubre de 2018. https://www.eluniversal.com.mx/columna/hector-de-mauleon/nacion/el-asesino-serial-de-ecatepec. Consultado el 2 de mayo de 2019.
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recogió y colocó en su seno. Cuando terminó sus quehaceres, buscó la pluma que había guardado, pero no la encontró. En ese momento quedó embarazada del dios Huitzilopochtli. Esto ofendió a sus otros cuatrocientos hijos que, instigados por su hermana Coyolxauhqui, mataron a la progenitora. No contaban con que Huitzilopochtli nacería completamente armado. Acabó con la familia, con sus hermanas, las estrellas. Fue él quien cortó la cabeza de Coyolxauhqui, la cual quedó en la cima del cerro, mientras el cuerpo desmembrado rodó hacia la falda del monte. Esos serían los primeros feminicidios de la mitología azteca. Lazos de leche y sangre convertidos en veneno. Una hija que acaba con su madre. Un hermano que se deshace de la hermana. Sólo así es posible entender esa espantosa realidad que el reportero Alejandro Almazán narra en “Los Acapulco Kids”,4 un escalofriante relato que descubre las formas de operar de las redes pederastas que, cansadas del asedio y el escrutinio en Cancún,5 se mudaron a Guerrero. La investigación también analiza el perfil de los ancianos extranjeros que compran niños a sus propias madres indígenas, quienes venden artesanías cerca de Caleta y otras playas. Prostitución, muerte de ilusiones, de dignidad en adolescentes de catorce años o niños de ocho, quienes, por ropa o por un celular, lo arriesgan todo.
En Plumas Libres, acá se lee, https://plumaslibres.com.mx/2016/04/20/
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los-acapulco-kids. Consultado el 2 de mayo de 2019. Gracias, hay que decirlo, a Lydia Cacho y su libro, Los demonios del edén.
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En la industria de la trata participan personajes impensables. Tocan nuestro territorio y lo intoxican. Son los monsantos de nuestro suelo. Bien exponen los ecólogos que una tierra está muerta cuando han acabado con los organismos que la oxigenan y ayudan a regenerarse. Hace rato que eso sucede. Esta nación era el patio de atrás. Luego una letrina. Ahora, un sinfín de fosas. No obstante, algunos pueden creer que existe porvenir en la más antigua y brutal de las formas de poder: la necropolítica, el gobierno de una población a través de la aplicación de las técnicas de muerte sobre una parte o la totalidad de los individuos en aras de una supuesta identidad nacional.
Una página por muerta
La de hoy, 30 de abril: La Universidad Nacional Autónoma de México informa que la alumna del CCH Oriente, Aideé N, de 18 años fue reportada con una herida en el costado derecho, cuando concluía una de sus clases en el edificio P de ese plantel. La alumna, del sexto semestre, fue atendida de inmediato por los servicios médicos del plantel y trasladada a bordo de una ambulancia al Hospital del
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de Zaragoza. La estudiante lamentablemente falleció. La dirección del plantel determinó suspender las actividades académicas de esta tarde para facilitar la labor de los
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servicios periciales. Hasta el momento se desconocen los detalles de cómo ocurrieron los hechos.6 ¿Nos suena light? Probablemente. Acostumbrados a las linduras de Las Poquianchis, al “pozole” de los narcos, a los montones de manitas, a los ahorcados en los puentes, esto es una novela rosa con todo y que algunas versiones señalen que Aydeé tenía dos heridas causadas por proyectiles de bajo calibre.7 El asunto se complicó cuando las investigaciones apuntaron que la posible arma con la que asesinaron a la joven era una “pluma bala”, es decir, una recámara de pistola común, ya que se deben desenroscar ambas partes para introducir un proyectil y luego volver a unirlas. Hay una pieza que hace la función de un martillo, y al cargar y soltar éste golpea la bala y detona la pólvora para el disparo.8 La venta de este tipo de artefactos es ilegal si no se cuenta con el permiso correspondiente, aun Boletín que publicó la UNAM en su sitio oficial: http://www.dgcs.unam.
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mx/boletin/bdboletin/2019_293.html?fbclid=IwAR3cZWzw3LM5zRE_XSj3hSzKclV9OmZ5ZbqiIGTWN3qFSNFiVsP_udX8FCM. Consultado el 30 de abril de 2019. Nota de El Universal, https://www.eluniversal.com.mx/metropoli/cdmx/
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investigan-muerte-de-estudiante-dentro-de-cch-oriente-de-la-unam. Consultado el 1 de mayo de 2019. 8
Emisión de Radio Fórmula https://www.radioformula.com.mx/noti-
cias/mexico/20190430/bala-pluma-que-es-pistola-alumna-cch-oriente-armas-tipo-calibre-22-de-bolsillo/?fbclid=IwAR0gYHR1A8Rb0CHEupQTTCNRyRqEj2tni_vsKDUB5x7ENSRYQaEv7yk0uVI. Consultado el 1 de mayo de 2019.
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cuando hablemos de una especie de revólver calibre .22, el cual está permitido portar y poseer de acuerdo con la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, siempre que se manifieste su posesión a la Secretaría de la Defensa Nacional. Empero, en Mercado Libre cualquier persona puede adquirirlo por mil o mil quinientos pesos. Vaya metáfora de la necroescritura que aquí se expone. Si la pluma es más poderosa que la espada no es porque lacere el cuerpo, porque le arranca su latido, sino porque desaparece la inmoralidad de la conciencia. No obstante, cuando la pluma es como la espada y no escribe el alfabeto, sino que se convierte en un dispositivo de muerte gracias al disfraz de ingenuo bolígrafo para acceder a los espacios de supuesta construcción o divulgación del saber, es cuando el necroescritor redacta su mensaje. Así asesina, con pólvora mediando su deseo. Entonces escribe sin escribir para matar o, mejor dicho, mata para escribir, porque según Rosario Castellanos en las necrocracias: “Lo demás no ha estado vivo nunca”. Ya no sabemos lo que significa vivir. Sobreviviendo, pagando deudas, trabajando para subsistir mínimamente y dejándonos explotar porque deseamos el consumo, porque nos han domesticado hasta la libido enfermándonos a consecuencia de estos bucles existenciales. Entonces nos endeudamos otra vez para pagar doctores. Y morimos en la miseria que heredamos. Si bien nos va.
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