Psicología
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RESILIENCIA ORGANIZACIONAL: UN FACTOR CLAVE PARA EL 2021 Por Psic. Dayana Bustamante
Psicóloga Aeronáutico – Organizacional – Salud Ocupacional @psicoasesoria
Es probable que para muchos el término resiliencia no sea tan conocido, es un término poco común entre nosotros, pero ha tomado una gran importancia desde la actual emergencia sanitaria que se está presentando a nivel mundial y que ha afectado a la sociedad sin discriminación en todas las áreas de la vida: personal, familiar, laboral, entre otras.
Pero, ¿qué tan importante es? A lo largo de la vida el ser humano puede enfrentar eventos o experiencias estresantes que resultan negativas y que pueden contribuir al desarrollo de psicopatología. Sin embargo, los humanos tenemos la capacidad de adaptarnos a estas experiencias. Las habilidades, que poseen los individuos para salir airosos de problemas que surgen muchas veces en forma insospechada, todo esto con un plus que es el de salir fortalecidos, con una actitud de lucha y aprendizaje es a lo que llamamos Resiliencia desde el punto de vista psicológico. Esto pudiera decirse como un "rebotar" de una experiencia difícil, como si uno fuera una bola o un resorte”; por lo tanto, frente a estas circunstancias es necesario una actitud positiva (aprender a pensar en positivo), y proactiva. “La resiliencia está asociada a unas características como el autoconocimiento, la autoestima, la independencia, la capacidad para relacionarse, la iniciativa, el buen humor y la creatividad, entre otras, y todas ellas forman parte, en mayor o menor intensidad, de las personas que se trasforman con el transcurrir de la vida. Sin embargo, es posible entrenarlas y mejorarlas. Por tanto, se puede afirmar que la resiliencia nace, se hace y se puede aprender”. (Arboix, 2014) Ahora bien, un término aplicable al comportamiento de personas, sus reacciones y su capacidad de enfrentarlas, ¿se puede también aplicar al entorno organizacional?
Una organización es Resiliente cuando sus integrantes poseen los recursos y las condiciones para desempeñar una tarea o actividad, así como su disposición para resolver situaciones. Las organizaciones deben generar estrategias dirigidas a fomentar practicas saludables de adaptabilidad y compromiso de las diferentes áreas de la organización (promovida especialmente desde la alta dirección) así como de disciplina. Las empresas resilientes no pueden predecir todas las situaciones amenazantes, pero si pueden estar preparadas por medio de la planificación, la organización y establecimientos de planes para el momento de tomar decisiones estas mitiguen los efectos de dichas amenazas y fortalezcan su clima organizacional.
Continúa…
