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ANEXOS.....................................................................................................................45
from IMPACTO DE LAS FINANZAS PERSONALES A PARTIR DEL TELETRABAJO Y EL DESARROLLO DEL CAPITAL INTELECTUAL
by Pontificia Universidad Católica del Ecuador sede Santo Domingo PUCE SD
Para realizar una gestión adecuada en el ámbito financiero y personal es indispensable conocer los servicios que prestan las entidades financieras. En este sentido, se coincide con Odyke (2012) cuando considera que, la banca es el conjunto de instituciones que permiten el desarrollo de transacciones y la interacción entre personas, empresas y organizaciones que implican el uso de dinero, y que, a la vez, ofrecen diferentes tipos de servicios que van dirigidos a los consumidores o usuarios, dado que, las entidades se rigen de acuerdo a las leyes y reglamentos estipulados en la Superintendencia de Bancos del Ecuador.
Así mismo, es importante y necesario elaborar el presupuesto, con la finalidad, de utilizar adecuadamente el dinero a través de una planificación previa, ya sea, a corto, mediano y/o largo plazo para que se tomen decisiones adecuadas sobre los gastos e inversiones a realizar. Es por ello, que Muñiz (2009) manifiesta que, el presupuesto es una herramienta de planificación, que de una forma determinada permite integrar y coordinar las áreas y actividades de cada uno de los departamentos responsables de una organización, expresándose en términos monetarios los ingresos y gastos para un determinado período, para cumplir con los objetivos trazados en la estrategia empresarial.
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Bajo la premisa planteada, autores como Jiménez & Espinoza (2006) señalan que, un presupuesto es un plan que detalla como habrán de ser adquiridos y utilizados los recursos de una organización a lo largo de un período de tiempo, mientras las operaciones se encuentran en proceso, facilitándose el control de los costos utilizados, y exigiéndole al administrador la planificación detallada de éste.
Por tal razón, es importante contar con un presupuesto familiar como instrumento que permita la previsión, anticipación de ingresos y gastos que se crean de forma ordenada, de esta manera, es necesario que se genere un balance adecuado para evitar enfrentar problemas en las trayectorias temporales, al utilizarlo como una estrategia que facilite el ahorro y la inversión en la creación de nuevas fuentes de ingreso (Fundación Laboral WWB, 2007).
Por consiguiente, resulta indispensable crear un plan de ahorro e inversión financiero que facilite el acceso al dinero en cualquier momento, por ello, se debe considerar algunos instrumentos formales y accesibles que prestan las entidades bancarias, entre las que sobresalen: cuenta de ahorro, pólizas de acumulación, ahorro programado y fondos de inversión. De acuerdo al estudio realizado por Jaramillo & Daher (2015) se demuestra que, el
ahorro está reservado para quienes tienen ingresos altos, mientras aquellos que se encuentran en una situación de pobreza, se mantienen en una lejana probabilidad.
Por tal razón, los autores mencionados proponen algunos determinantes, entre los que destacan: trabajo estable, sueldo digno, apoyo de las instituciones y fuerza de voluntad. Asimismo, otro de los factores que influyen directamente en la gestión del ahorro es la inflación, cuyo efecto disminuye el poder adquisitivo del dinero.
Por otro lado, la inversión permite lograr expectativas y satisfacer las necesidades en proyectos propios para así obtener retornos adecuados, con el fin, de obtener ganancias. De la misma manera, Gitman & Joehnk (2009) señalan que, la inversión se refiere a cualquier instrumento al que se le asignan fondos con el objetivo de generar ingresos, los mismos que, cuentan con las características siguientes: retribución o rendimiento, alto o bajo riesgo, corto, mediano y/o largo plazo, con lo cual, en el ámbito de la inversión también existe una gran diversificación de opciones que les permita a los inversionistas acceder a mercados pequeños a través de una entidad gestora que pueda asegurar un futuro financiero adecuado.
Con respecto a los efectos del teletrabajo de acuerdo al estudio realizado por Rojas & Valencia (2016) se identifica que, los teletrabajadores desarrollaron una productividad de 2,87% mayor a los de la modalidad presencial, ya que, se evidenciaron factores motivacionales, tales como poder programar las actividades familiares, personales, de igual manera, el autor plantea que, éste tipo de labor para lograr la efectividad debe tener como requisito que los empleados de la empresa posean una formación básica que les permita desarrollar cada una de sus funciones autónomamente, además, se necesita una capacitación actualizada y continua en herramientas ofimáticas, para que sean aprovechadas de manera óptima.
Así mismo, para Ordoñez, Flores & Chávez (2017), el espacio donde se desarrollan las actividades laborales influyen en los casos de estudios, concluyéndose que, los teletrabajadores que cuentan con una habitación de estudio para realizar las actividades laborales tienen menos interferencias de la familia hacia el trabajo o del trabajo hacia la familia, o bien, trabajan menos días a la semana, que quienes trabajan en sus dormitorios u otros espacios del hogar. Otro factor que destaca, es la presencia de miembros del hogar durante las actividades laborales, ya que, incrementa las interferencias a partir de un aumento de los días de trabajo durante la semana (en un promedio de 4,6 días). Es así que, Silva & Li (2020), le dan una gran importancia al uso
de las TICs y a la optimización del tiempo, a partir de la autonomía que posee el trabajador para autorregularse en el teletrabajo.
Al respecto, la Organización Internacional del Trabajo (2020), en el documento el teletrabajo durante la pandemia COVID-19 y después de ella, proporciona lineamientos claros para afrontar la nueva normalidad, poniéndose como un elemento importante, una nueva forma de comunicación entre los empleadores y el trabajador y, entre éstos últimos. Así mismo, se enfatiza en la utilidad de los straming, debido a que, las reuniones en equipo requieren de esta forma de conexión, pero no únicamente por razones laborales, ya que, al estar en casa se requieren otros tipos de socialización. Es por esto, que se puede lograr el teletrabajo incorporándose pausas activas, entre otras actividades que contribuyen a un mejor desenvolviendo del talento humano.
Otro de los aspectos a considerar es la seguridad y salud en el trabajo, no relacionada con el manejo de máquinas o herramientas que conlleven a accidentes laborales físicos, químicos u de otro tipo, sino más bien, enfocados en la salud mental y emocional de sus trabajadores remotos. Por ello, se recomienda la atención de su entorno familiar, ya que, se comparte un mismo espacio físico para realizar diferentes tipos de labores durante la cuarentena o en la pandemia. Así mismo, se hace hincapié en que las actividades remotas propendan a un equilibrio entre el trabajo y la vida privada, repensándose en los límites laborales para que el trabajador tenga el debido tiempo de estar desconectado y atienda su situaciones personales y familiares.
En tal sentido, la Organización Mundial de la Salud según el Ministerio de Trabajo de España (2017), defiende como valor indispensable a las personas desde el ámbito personal y profesional asociado a las organizaciones, con lo cual, no puede existir instituciones saludables competitivas y eficientes sino dispone de un trabajo que sea fuente de salud y bienestar para sus integrantes a partir del aporte de sus competencias. Señalándose que, la salud es el estado completo de bienestar físico, mental y no únicamente la ausencia de enfermedades desde el punto de vista institucional, tratándose de mantener o recuperar la salud no individual sino del conglomerado de personas que forman parten de la empresa.
Con lo cual, de acuerdo a los lineamientos establecidos por el Ministerio de Trabajo según acuerdo Interministerial Nro. 001, de 12 de marzo de 2020, dispone la adopción de acciones y medidas preventivas frente a la pandemia, con el fin, de garantizar el derecho a la
salud de los habitantes. Así mismo, el artículo 4, determina que: “Los servidores públicos que pertenezcan a los grupos de atención prioritaria, conforme lo previsto en el artículo 35 de la Constitución de la República del Ecuador, los servidores públicos que tengan la calidad de sustitutos de personas con discapacidad y los servidores públicos que no deben asistir al lugar de trabajo de conformidad con la “Guía y plan general para el retorno progresivo a las actividades laborales MTT6-003 de 2020”, aprobada por el Comité de Operaciones de Emergencia Nacional (COE), el 28 de abril de 2020, mantendrán o se acogerán a la modalidad de teletrabajo emergente en sus domicilios, adaptando sus actividades laborales a esta modalidad” (Ministerio de Trabajo de Ecuador 2020).
2.3. Análisis del teletrabajo vs capital intelectual
Una alternativa acorde a las nuevas tecnologías de la información y de conectividad está dada por el teletrabajo. Esta modalidad cada día “tiene más penetración en las organizaciones por los enormes beneficios que aporta tanto a la organización como a los empleados” (Moreno, 2014, p. 179). Esto permite, una mayor competitividad en la empresa, dada la cualificación del talento humano y la flexibilidad, generándose diversos beneficios que se presentan. De esta manera, las grandes empresas han adoptado por el teletrabajo, también a nivel mundial, diversas pequeñas y medianas empresas lo están aplicando con resultados positivos, ya que, según Cumbajin (2008) es preciso ahorrar, costos y tiempo, lográndose una satisfacción individual, laboral y familiar.
Al respecto, no sólo a nivel privado se ha implementado esta modalidad laboral, sino que también, en el ámbito de las empresas e instituciones públicas, dado que, permite geográficamente laborar desde cualquier parte del mundo, dándose la posibilidad de que especialistas de alto nivel puedan aportar en las diferentes organizaciones a través del cumplimiento de metas medibles de manera más significativa, bajo la presión de horarios fijos.
A su vez, los empresarios destacan las habilidades del teletrabajador, pues se orientan hacia la gestión del tiempo, la gestión de recursos, el desarrollo del pensamiento crítico, y las habilidades operativas (referentes a las ofimáticas) para garantizar su desempeño, permitiéndose que, la empresa sea competitiva en el sector (Guzmán & Abreo, 2017).
Dentro de las investigaciones sobre el teletrabajo se identifican algunos aspectos importantes, tales como, permitir una mayor autonomía en el manejo de los horarios, con lo
cual, los trabajadores que tienen un mayor conocimiento y manejo de TICs se desempeñan de mejor manera, de igual forma, se genera un balance positivo en la relación familia-trabajo aunque se pueden presentar riesgos en la superposición de los límites del trabajo con la vida personal, y la inserción laboral de personas con discapacidad. De este modo, dentro de las limitaciones está la afectación a la relación trabajo-sociedad, salud ocupacional, bienestar emocional, aislamiento y sedentarismo, dado que, las jornadas en esta modalidad se realizan en mayor tiempo al horario habitual, afectándose las condiciones ergonómicas y de calidad de las TICs (Lampert & Poblete, 2018).
Así mismo, para Ardila (2015) los teletrabajadores resaltan como características destacadas de esta modalidad, el poder compartir más tiempo con la familia, el mejoramiento de su calidad de vida, el ahorro en tiempo y dinero en desplazamientos y el auxilio mensual a que tienen derecho por pertenecer al teletrabajo. Esto se diferencia de los trabajadores convencionales, porque gastan aproximadamente tres horas diarias en desplazamiento a sus lugares de trabajo.
Es así que, la aplicabilidad de la modalidad del teletrabajo tiene relación con las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), ya que, es la herramienta fundamental para que la actividad laboral sea más competitiva y productiva, por ello, quienes acceden a la actividad laboral son aquellos profesionales que manejan esas herramientas.
Al mismo tiempo, en las empresas, es considerado el capital intelectual como el conjunto de activos intangibles o activos de conocimiento de acuerdo a De Castro, Navas & Delgado (2010). Dado que, hay que tomar en cuenta que no es aislado, sino que, tiene una conexión con otros activos de la empresa (Alama, 2008). Es por ello, que los estudios que se han realizado sobre la gestión del mismo en diversos casos se han quedado desde un enfoque teórico (Ibarra, Vela & Ríos 2020).
A criterio del autor Bernárdez (2008) se define el capital intelectual al conjunto del conocimiento científico, tecnológico, artístico y comercial, a través del cual, se crea riqueza social a partir del aporte de los individuos y del conocimiento que se genera en beneficios de la comunidad y las organizaciones, fomentándose el progreso y el desarrollo de la inversión con la generación de valor agregado a la actividad que se realiza. En este sentido, se potencia el beneficio del negocio dada la capacidad de adaptarse que tiene el ser humano ante los cambios que generan ventaja competitiva por medio de la innovación y la tecnología.
Al respecto, Edvinsson & Malone (2003) manifiestan que, la esencia de la llamada economía del conocimiento, son flujos de inversión para el capital humano y la tecnología informática, donde el capital intelectual representa el valor intangible de la organización que se materializa en beneficios de las organizaciones. Es así que, tanto a nivel de organizaciones públicas como privadas es importante aprovechar adecuadamente éste capital, dado que, al darle valor al capital como un cúmulo de conocimiento se valoriza las instituciones de carácter educativo. De esta manera, se potencia el concepto de capital inmaterial, coincidiéndose así, con García, Simo & Sallan (2006) cuando afirman que, “los modelos más significativos consideran el capital intangible o intelectual como la suma de activos intangibles sin tener en cuenta la posibilidad de pasivos intangibles que supongan obligaciones adquiridas por la utilización de dichos activos” (Sección de conclusiones, párrafo 6).
En tal sentido, el tomar en cuenta este elemento dentro de la organización, hace que, se presenten ventajas competitivas, así lo denota, el estudio realizado por Romero, Pascual & García (2012) sobre la gestión del capital intelectual en la pequeña y mediana empresa latinoamericana, donde uno de los factores intangibles que Díaz, Ramos & Dorado (2015) destacan es la innovación, al explicar que, constituye un “resultado de la interacción entre las variables generadas por los valores, la cultura organizacional, el liderazgo y la visión de la empresa” (p. 1).
Lo anterior, permite analizar los factores intangibles por parte de la empresa, estimándose los beneficios que conlleva a este tipo de inversión, dado que, el capital intelectual genera una mayor gestión de la inversión, al contar con un estado financiero que identifiqué estos valores que le facilita a la organización estimar beneficios futuros (Seguí, 2007).
2.4. Predicción científica
En tal sentido, una vez que se aborda la temática a través de los diversos conceptos se elabora la conjetura relacionada al tema de investigación, el mismo que, a partir de la pandemia COVID-19 y con la implementación del teletrabajo, el talento humano del Instituto Superior Tecnológico Tsa`chila, ha experimentado cambios de orden económico en sus finanzas, y al poseer un escaso conocimiento sobre el manejo de finanzas personales, incide en el rendimiento laboral y en la motivación de los mismos, con lo cual, es necesario profundizar en futuras investigaciones sobre otras variables e indicadores que se relacionan al tema que se investiga y que puedan ser medidos desde el punto de vista cuantificable con relación a la
productividad y al aporte del capital intelectual en correspondencia a las finanzas personales que perciben.
3. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN EN PROCESO
3.1. Enfoque, tipo de investigación y diseño.
La metodología de investigación, es la parte del estudio que permite darle rigor científico, a partir del empleo de herramientas, técnicas, e instrumentos adecuadas al contexto, con la finalidad, de buscar datos e información para proponer soluciones al problema planteado. Es por ello, que se coincide con Niño (2010) cuando la entiende, como: “un conjunto sistemático de estrategias, procedimientos, técnicas, pasos y tareas que se siguen para recolectar los datos y abordar su análisis, con miras a la solución de un problema” (p. 79).
Con lo señalado anteriormente, la investigación que se plantea, parte de dos enfoques: el cualitativo y cuantitativo, el primero es un proceso, inductivo, interpretativo, iterativo y recurrente, que utiliza la recolección de datos sin medición numérica, mientras que, el segundo es secuencial, deductivo, probatorio, analiza la realidad objetiva, se base en la medición numérica y el análisis estadístico, para establecer patrones de comportamiento y probar teorías. (Hernández, Fernández & Baptista, 2010).
De acuerdo al tipo, la investigación es no experimental, debido a que se observará el fenómeno tal como se da en su contexto, analizando la situación ya existente, sin manipulación de las variables implicadas en el estudio. (Hernández, Fernández & Baptista, 2010).
Dado lo expuesto, el diseño de investigación es descriptivo, por cuanto permite especificar las características, propiedades y perfiles de grupos, comunidades, personas, objetos y cualquier fenómeno que sea sujeto de análisis y, que a la vez, facilite la recolección de información de forma independiente o conjunta con las variables implicadas en el tema de investigación, ya que, indaga la incidencia de las modalidades o niveles de una o más variables presentes en una investigación (Hernández, Fernández & Baptista 2014).
En correspondencia con lo planteado, se puede realizar un análisis y una evaluación integral entre las variables que son objeto de estudio, con la finalidad, de lograr resultados concretos que conduzcan al mejoramiento del aprovechamiento del rendimiento del capital intelectual mientras realiza la función del teletrabajo, definiéndose así, la manera correcta de otorgar las finanzas de los individuos en correspondencia a sus aportes reales.