Antijesuitismo y filojesuitismo

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ANTIJESUITISMO Y FILO JESUITISMO DOS IDENTIDADES ANTE LA RESTAURACIÓN


INTRODUCCIÓN

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DE LOS COLEGIOS A LAS UNIVERSIDADES. LOS JESUITAS EN EL ÁMBITO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR

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INTRODUCCIÓN

ANTIJESUITISMO Y FILOJESUITISMO DOS IDENTIDADES ANTE LA RESTAURACIÓN

Susana Monreal Sabina Pavone Guillermo Zermeño Coordinadores

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA PUEBLA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO

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DE LOS COLEGIOS A LAS UNIVERSIDADES. LOS JESUITAS EN EL ÁMBITO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO [LC] BX 3713.5 A68.2014

[Dewey] 255.53 A68.2014

Antijesuitismo y filojesuitismo : dos identidades ante la restauración / Susana Monreal, Sabina Pavone, Guillermo Zermeño, coordinadores. México, D. F. : Universidad Iberoamericana Ciudad de México; Universidad Iberoamericana Puebla; Pontificia Universidad Javeriana, 2014.– 219 p. : il. ; 23 cm.– ISBN 978-607-417-279-9 1. Jesuitas – América Latina – Historia. 2. Jesuitas – España – Historia. 3. Jesuitas – América Latina – Historia – Siglo XVIII. 4. Jesuitas – América Latina – Historia – Siglo XIX. 5. Jesuitas – España – Historia – Siglo XVIII. I. Monreal, Susana. II. Pavone, Sabina. III. Zermeño P., Guillermo. IV. Morales Orozco, José, S.J. V. Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Departamento de Historia.

Diseño de la portada: Ana Elena Pérez y Miguel García D.R. © 2014

Susana Monreal Cataldi, Sabina Pavone, Guillermo Zermeño Padilla (comps.)

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Universidad Iberoamericana, A. C. Prol. Paseo de la Reforma 880 Col. Lomas de Santa Fe 01219 México, D. F. www.ibero.mx/publicaciones

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Pontificia Universidad Javeriana Editorial Pontificia Universidad Javeriana Carrera 7 nº 37-25, oficina 1301 Bogotá, D.C. www.javeriana.edu.co/editorial

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Universidad Iberoamericana Puebla Boulevard del Niño Poblano 2901 Colonia Reserva Territorial Atlixcáyotl 72810 San Andrés Cholula, Puebla libros@iberopuebla.mx

Primera edición: 2014 ISBN: 978-607-417-279-9 Todos los derechos reservados. Cualquier reproducción hecha sin consentimiento de los editores se considerará ilícita. El infractor se hará acreedor a las sanciones establecidas en las leyes en la materia. Si desea reproducir contenido de la presente obra escriba a: publica@ibero.mx, en el asunto anote el ISBN que corresponda y deje el contenido en blanco. Impreso y hecho en Colombia

Impreso por Javegraf en Bogotá, Colombia. Se terminó de imprimir el 10 de diciembre del 2014. El tiraje fue de cien ejemplares.

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INTRODUCCIÓN

ÍNDICE

Presentación José Morales Orozco S. J. 9

La colección editorial Perla Chinchilla Pawling 11

Agradecimientos 15

Abreviaciones empleadas 17

Introducción Susana Monreal, Sabina Pavone Guillermo Zermeño 19

Capítulo I Sabina Pavone El antijesuitismo, la antigua y la nueva Compañía de Jesús. Nuevas perspectivas de investigación 27

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Capítulo II Fabrizio Melai El reino de los jesuitas: la crisis de la provincia de Paraguay (1750-1773) 51

Capítulo III Niccolò Guasti La pieza clave del antijesuitismo español del siglo XVIII: el “Dictamen fiscal de expulsión de los jesuitas” de Pedro Rodríguez de Campomanes 77

Capítulo IV Guillermo Zermeño Retorno, Extinción e Independencia: imágenes jesuíticas y antijesuitismo en México: 1814-1841 107

Capítulo V Jorge Enrique Salcedo Martínez S. J. La recepción de la leyenda antijesuita y projesuita en la Nueva Granada: 1842-1850 139

Capítulo VI Roberto Di Stefano El antijesuitismo porteño del siglo XIX 167

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INTRODUCCIÓN

Capítulo VII Susana Monreal “Catolicismo y jesuitismo son una misma cosa”: campañas antijesuíticas en Montevideo: 1893-1913 193

Colaboradores del libro 217

Fuentes de las ilustraciones 219

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PRESENTACIÓN José Morales Orozco S. J.

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uando la Compañía de Jesús fue restaurada, cuarenta y un años después de su supresión en 1773, se encontró con un mundo desconocido que había adquirido una configuración distinta de la que tenía cuando los jesuitas partieron al exilio. Las pulsiones democráticas, nacionalistas y antirreligiosas habían logrado alumbrar una nueva forma de articulación social: el Estado nación; un nuevo soberano: el pueblo, y un nuevo dios: la razón. Podemos imaginar la dificultad que la adaptación a ese orden social inédito implicó para aquellos sobrevivientes de una orden religiosa que había aprendido a hacer del mundo entero su patria y a moverse y trabajar en él, con las únicas fronteras que la Gloria de Dios y el servicio de la Iglesia, ambos crepusculares en el nuevo horizonte de la modernidad, les impusieran. Los tiempos gloriosos de la Compañía de Jesús habían quedado atrás, y ese puñado de viejos, llamados a restaurar la Compañía de Jesús, debieron aprender a navegar en estos mares inexplorados, provistos solo con su voluntad y esa preciosa herramienta de su espiritualidad: el discernimiento. Todo condicionado por las situaciones concretas que iban encontrando a su paso. En América Latina, donde los jesuitas habían jugado un papel determinante en la formación de las elites que impulsaron el surgimiento de las nuevas naciones, el retorno –o los retornos, mejor dicho, por lo variado y discontinuo en que se dieron–, fue particularmente lento ya que ocurrió a lo largo del tiempo que requirió, más allá de las independencias, la formación de las comunidades nacionales. Por otro lado, el interés entre los especialistas del siglo XIX por el estudio de este complejo proceso ocupó un lugar muy por debajo de temas referentes a los rompimientos con las coronas y la gestación de las naciones. Solo recientemente, los estudios sobre la Compañía de Jesús han cobrado cada vez más relevancia, si bien estos se han enfocado más al periodo anterior a la supresión. Por ello, son encomiables estos volúmenes que, con ocasión del segundo centenario de la restauración de 9


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la Orden, publica la Universidad Iberoamericana. En sus páginas, se concentra la labor de un importante grupo de expertos, que da cuenta de las rupturas y continuidades que implicó la adaptación de los jesuitas a esta modernidad que hoy se escabulle y cambia. Considero que la manera más ignaciana de celebrar estos doscientos años del restablecimiento es contemplarlo, reflexionar sobre él y sacar provecho de cara al momento que tenemos delante de nosotros. Ése es precisamente el propósito de esta colección.

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INTRODUCCIÓN

LA COLECCIÓN EDITORIAL

1814-2014, construcción de una identidad. La Compañía de Jesús ante su restauración Perla Chinchilla Pawling

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on esta colección, la Universidad Iberoamericana Ciudad de México participa en la conmemoración bicentenaria de la restauración de la orden ignaciana en 1814. El propio padre general de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás S. J., invitó a sus hermanos jesuitas a aprovechar esta ocasión para emprender un proceso de reflexión. En sus propias palabras: “Estoy convencido de que su conmemoración puede ser para nosotros de gran ayuda si queremos adentrarnos con mayor profundidad en la renovación continua de la Compañía que cada generación lleva a cabo”. El padre Nicolás ha relacionado la misión de la Compañía con su historia; de ahí que considere la importancia de profundizar en la “comprensión de este periodo impulsando el estudio y la investigación sobre el mismo”. En atención a sus palabras, la Ibero participará en esa tarea desde el ámbito académico para ayudar al esclarecimiento del complejo proceso de construcción de la identidad de la Compañía de Jesús. El lapso que media entre la supresión y la restauración de la Orden es una coyuntura especial en dos sentidos: el primero, para analizar los cambios y las continuidades de la propia Compañía a partir de esta fractura; el segundo, para observarla inserta en el tránsito entre el Antiguo Régimen y el mundo moderno. Con este ánimo, se ha invitado a los compañeros miembros de las universidades del sistema jesuita de América Latina (la Ausjal) a colaborar en el proyecto. Resultado de ello es la generosa participación de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, con la que se coedita toda la colección, así como la Universidad Iberoamericana Puebla, México.

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La Compañía de Jesús fue suprimida y restaurada, tal como si en una obra teatral se hubiera bajado la cortina en una escena y ese telón se levantara en otra obra distinta. Los años que transcurrieron entre una y otra acción fueron justamente los del nacionalismo, de la posrevolución francesa y de la lucha entre la autoridad del Estado laico frente a la Iglesia. Si bien a la fecha ya ha sido bien estudiada la continuidad posrevolucionaria en general, y la quimera de un cambio social absoluto posterior tanto a la Revolución francesa en particular como a las independencias nacionales en general, es un hecho, de todos modos, que entre 1789 y 1815 se hicieron palpables muchas transformaciones que desde los dos siglos anteriores anunciaban la emergencia del mundo moderno. Este fue justamente el lapso en el que se puso en vilo su reproducción. ¿Cómo enfrentaron su propia identidad los jesuitas de la restauración? ¿Consideraron que había una Antigua Compañía y otra Nueva, o bien que era la misma sin rupturas? ¿Su identidad ministerial pudo sostenerse en el Occidente nacionalista decimonónico? ¿Utilizaron sus mismas “formas discursivas” o tuvieron que generar nuevas? ¿La identidad de la orden fue afectada por el “antijesuitismo” o el “filojesuitismo” posterior a la restauración? Para tratar estos y otros aspectos se publican los seis volúmenes que componen la colección. Para ello se pidió, a importantes especialistas en los diversos asuntos, que aportaran artículos de síntesis y propusieran problemas de investigación sobre este punto de inflexión de la Compañía, acerca del cual apenas en la actualidad se inician estudios de conjunto e incluso particulares. Todos los autores son conscientes de que tan solo se toca la superficie de un fenómeno complejo y poco estudiado; pero contar con una agenda de investigación ya es un avance significativo para el futuro. Los títulos de los volúmenes son los siguientes: x x x x

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De los colegios a las universidades. Los jesuitas en el ámbito de la educación superior. La restauración de la Compañía de Jesús en la América hispanolusitana: una antología de las fuentes documentales. Antijesuitismo y filojesuitismo. Dos identidades ante la restauración. Las misiones antes y después de la restauración de la Compañía de Jesús. Continuidades y cambios.


LA COLECCIÓN EDITORIAL

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La Compañía de Jesús en América Latina después de la restauración: los símbolos restaurados. Del Ars historica a la Monumenta historica: la historia restaurada.

Como puede apreciarse, en estos seis volúmenes se pretende mostrar, desde seis ingresos temáticos, el abigarrado proceso de la construcción de la identidad de la organización ignaciana en una perspectiva de larga duración, teniendo como eje la restauración legal de la Orden el 7 de agosto de 1814. ¿Por qué trabajar desde la identidad? En otro lugar expuse lo siguiente: Tanto en términos individuales como sociales, las identidades sirven para organizar las expectativas, o sea, son una guía para llevar a cabo la acción, ya que aquéllas se refieren a algo que se percibe como reconocible y estable. Dichas expectativas se construyen a partir de la selección de una serie limitada de posibilidades desde las que se recorta el mundo y se reduce su infinita complejidad.

Precisamente, de lo que se trata es de develar cuáles fueron las posibilidades sobre las que la Compañía de Jesús “organizó sus expectativas” en el pasado, para que desde ahí pueda pensarse en el futuro. Si bien la historia del proceso de recomposición de la Compañía de Jesús, una vez restaurada en el siglo XIX, está por hacerse, ya se ha iniciado el trabajo. Esperamos que estas aportaciones beneficien a los interesados en la historiografía de la Orden, sirvan para iluminar una parte de la historia americana de los últimos dos siglos y al mismo tiempo contribuyan con “los hijos” de san Ignacio en la “renovación […] que cada generación lleva a cabo”.

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INTRODUCCIÓN

AGRADECIMIENTOS Perla Chinchilla Pawling

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l presente libro jamás hubiera visto la luz sin el apoyo, el esfuerzo y la dedicación de diversas personas e instituciones. Agradecemos a: La dirección del Departamento de Historia de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, por todo el apoyo en el trabajo administrativo. Las universidades que coeditan este volumen. Los coordinadores y a los autores del libro por su invaluable y desinteresada colaboración en este trabajo académico. Vicente Vértiz Robleda, Alexandra de Losada Ortega, Jesús Navarro Hernández y Larisa Medina Brener, por su trabajo en la coordinación del proyecto.

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INTRODUCCIÓN

ABREVIACIONES EMPLEADAS

AC AGN AHCJ AHPBA AHPMSJ/FGD APL ARSI ASV MHSI

Archivo del Conde de Campomanes Archivo General de la Nación Archivo Histórico de la Compañía de Jesús Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, Archivo del Ministerio de Gobierno Archivo Histórico de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús/Fondo Gerardo Decorme Asociación de Propaganda Liberal Archivum Romanum Societatis Iesu Archivio di Stato Vaticano Monumenta Historica Societatis Iesu

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INTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓN Susana Monreal, Sabina Pavone Guillermo Zermeño

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esde su origen, la Compañía de Jesús está enclavada en los intersticios de lo global y lo local, en la medida en que su vocación universalista –sinónimo de catolicismo– está vinculada a la voluntad del papa, cabeza de una cristiandad pensada en términos universalistas. Al mismo tiempo, no obstante, es innegable su sujeción o deuda con los poderes locales, dinásticos y/o nacionales. En torno de la tensión entre los dictados de Roma y el Vaticano, y los dictados y la autorización de los poderes locales o nacionales, se encontrarán en buena medida las posibles razones de la germinación del sentimiento favorable o contrario a los jesuitas a lo largo del tiempo. Los ensayos recogidos en el presente volumen se concentran en la observación de algunos de los efectos de dicho antagonismo, plasmado en diversas formas discursivas e iconográficas, rumores y documentos. Se trata de estudios que no pretenden agotar el fenómeno del antijesuitimo, sino señalar algunas entradas significativas para su comprensión y desarrollo desde el siglo XVIII y después de la restauración de 1814, en lo que se refiere a Hispanoamérica. A la luz de la crisis y disolución de la monarquía católica hispanoamericana de los Borbones y ante la emergencia de los nacientes estados nacionales, el nuevo reconocimiento de los jesuitas, tras su expulsión de 1767, dependería de factores múltiples. Entrarán en juego, entonces, las solicitudes y la benevolencia de las nuevas autoridades y personajes políticos, tanto civiles como eclesiásticos, y, ante todo, las nuevas relaciones entre la Iglesia y los estados amparados en nuevos acuerdos y concordatos. La presentación de los capítulos se ha definido de acuerdo con un ordenamiento cronológico y regional. En tal sentido, el primer grupo de ensayos propone marcos conceptuales e históricos para el estudio de los diversos antijesuitismos y de sus posibles fundamentos. En primer lugar, el estudio de Sabina Pavone sitúa historiográficamente el tema general 19


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del volumen poniendo de relieve la naturaleza polisémica y la ambigüedad de la categoría de “antijesuitismo”, y ofrece una exposición de larga duración del antijesuitismo en Italia. A continuación Fabrizio Melai analiza el proceso de crisis de la provincia del Paraguay, entre 1750 y la supresión de la Compañía, en tanto reflejo de la propia crisis interna de la Compañía de Jesús y como escenario propicio para la manifestación del clásico antijesuitismo del siglo XVIII en la región, particularmente a través de la figura-símbolo de Domingo Muriel, provincial del Paraguay transferido a Italia después de la expulsión. Por su parte, Niccolò Guasti realiza una descomposición analítica del dictamen fiscal de expulsión de los jesuitas de Campomanes, a fin de reconstruir el panorama de las fuentes utilizadas en la elaboración del documento, de decisiva influencia en el antijesuitismo ibérico e iberoamericano del siglo XIX. A continuación, se ubica el segundo grupo de ensayos que consisten en estudios de caso referidos a tres regiones del mundo hispanoamericano: Nueva España o México, Nueva Granada o Colombia y el Río de la Plata (actuales Argentina y Uruguay). El orden del capitulado acompaña a la cronología propuesta en los diversos capítulos. Guillermo Zermeño se concentra en el estudio de las imágenes jesuíticas y del antijesuitismo en México entre 1814 y 1841. Jorge Enrique Salcedo analiza la recepción de la leyenda antijesuita y projesuita en Nueva Granada entre 1842-1850. Por su parte, el estudio de Roberto Di Stefano se abre con la repatriación de los jesuitas en 1836, con el favor del gobierno de Rosas, y desemboca en la crisis y la violencia anticlerical de 1875. Finalmente, el ensayo de Susana Monreal se concentra en las campañas antijesuíticas de Montevideo entre 1893 y 1913. Las formas y las motivaciones del antijesuitismo del siglo XIX fueron a un tiempo diversas y cercanas en Hispanoamérica y asimismo en el ámbito global. En el ensayo de Zermeño se entrecruza la restauración jesuítica en territorio todavía novohispano con el surgimiento de México como nación soberana. Esta transición o paso podría explicar, embrionariamente, algunas de las razones para la reaparición del antiguo antijesuitismo en las nuevas condiciones sociopolíticas del siglo XIX. Algunos de sus signos se ponen en evidencia al tratarse el caso de Nueva Granada y el de la región del Río de la Plata, enmarcados por las luchas políticas entre liberales y conservadores. Sin embargo, se puede advertir también que los grados de violencia y beligerancia antijesuítica fueron mucho mayores en Buenos Aires y Montevideo que, por ejemplo, en Bogotá y la ciudad de 20


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México. Se percibe entonces que el peso específico de las sociedades masónicas en la configuración del campo antijesuítico sería mayor en la región rioplatense en comparación con el septentrión hispanoamericano. Y es posible que, con base en los ensayos de Monreal y Di Stefano, el papel de la inmigración masiva, especialmente italiana, en el Río de la Plata, haya jugado un papel preponderante en la generación del sentimiento antijesuítico. En tal sentido, el ordenamiento cronológico y regional del libro se cierra retornando al punto de partida: el encuentro con los sucesos de la península italiana que desembocarían en la unidad italiana, la pérdida concomitante de los estados pontificios y la creación del actual estado vaticano. Esta sucesión de hechos se relaciona con la fundación de la Compañía de Jesús en la Roma papal de 1540 y con su restauración romana de 1814 y concluye con otra Roma y otra Italia unificada, propias de la segunda mitad del siglo XIX. Este espacio –romano/italiano– intervendrá como un factor decisivo para explicar los orígenes del antijesuitismo de nuevo cuño, acorde con el surgimiento de los estados nacionales del siglo XIX. Por otra parte, los lectores de este volumen podrán dar seguimiento a algunas reacciones favorables y contrarias que rodearon a la restauración o al regreso de los jesuitas. Como se deja ver en el ensayo de Sabina Pavone, el antijesuitismo y el filojesuitismo acompañaron a la Compañía de Jesús desde su origen en el siglo XVI, alcanzando mayor relevancia durante los siglos XVII y XVIII. Así, uno de los valores de este volumen radica en el estudio amplio de los modos que adquirieron las huellas y reminiscencias antijesuíticas del pasado y de las nuevas manifestaciones que siguieron a la restauración de la Compañía. Sin dejar de lado que propiamente el término “jesuita” no fue acuñado por los mismos “jesuitas” sino por sus enemigos, situados en el bando de la reforma protestante, pero que muy pronto adquirió un sesgo positivo.1 Así, el retorno de los jesuitas –debido en primera instancia a la bula papal de 1814– se dio como parte de un proceso global cuyos efectos y manifestaciones tuvieron no obstante valoraciones y significados diferenciados en las antiguas regiones de la monarquía borbónica. Sus di 1

Al respecto véase Teófanes EGIDO (coord.), Los jesuitas en España y en el mundo hispánico, Madrid, Fundación Carolina/Centro de Estudios Hispánicos e Iberoamericanos/Marcial Pons, 2004, pp. 27-30.

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ferencias tienen que ver, en buena medida, con el peso específico que tenían los jesuitas en cada una de las regiones del territorio imperial. En segundo lugar, la restauración de los jesuitas pasó por el filtro de la potestad civil, representada en ese momento por el regreso de Fernando VII al trono español. Sin embargo, dicho retorno tuvo lugar en un momento de inquietud generalizada, en tierras hispanoamericanas, debido a la insurgencia política y social, originada por la crisis de 1808. Secuestrado el monarca español por las fuerzas invasoras francesas, se llevó a cabo, en el conjunto del sistema imperial, la organización de juntas regionales. En ausencia del rey, se aplicó la muy antigua teoría de la retroversión de la soberanía –difundida por la escuela jesuítica de Salamanca– en la Península y en las colonias. Este movimiento juntista se desarrollaría, en primera instancia, en formas pacífica en muchas regiones, no así en el virreinato de la Nueva España. Frente a la inquietud política generalizada, la Santa Sede personificada en Pío VII sólo intervendría a partir de 1823, cuando las independencias prácticamente se habían generalizado. Al morir Pío VII, el 20 de agosto de 1823, le sucedería León XII, el 28 de agosto. Un momento en el que casi en todas las regiones hispanoamericanas la administración eclesiástica estaba dividida entre “obispos patriotas” más en sintonía con los nuevos gobernantes, y obispos más afines a las directrices del papado, sobre todo en relación con la insistencia de este de respetar el Patronato español. Así, muchos nuevos gobiernos recién independizados, como el mexicano, carecieron del tiempo necesario para sellar nuevos arreglos con la Santa Sede. Sin embargo, como lo destaca el historiador jesuita Daniel Olmedo, lo que realmente vino a complicar todavía más la situación fue la difusión de la encíclica Etsi Quam Diu de León XII, del 24 de septiembre de 1824, dirigida al episcopado americano. Publicada en la Gazeta de Madrid del 1 de febrero de 1825, la encíclica pedía la paz, ya que sin tranquilidad no podía florecer la religión, al tiempo que extendía su condena a las “sectas heréticas”. Este documento tácitamente implicaba el reconocimiento de las independencias y al mismo tiempo el del monarca depuesto Fernando VII. Los jesuitas, desde su restauración aliados casi naturales del papa, quedaban en ese sentido “entre la espada y la pared”.2 2

Daniel OLMEDO S. J., Manual de historia de la Iglesia, t. 1950, pp. 266-268.

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III,

México, Buena Prensa,


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Suele catalogarse el siglo XVIII como la centuria que luchó contra Dios a favor del triunfo de la razón. Ese “triunfo” representaba la batalla contra la superstición y la fábula, el triunfo de las luces. En todo caso, durante la segunda mitad del XVIII, la Iglesia católica tendría varios frentes abiertos: el jansenismo y el galicanismo, el protestantismo, la filosofía no dogmática, el deísmo y el ateísmo. Además, como colofón de la supresión de la orden jesuítica en Portugal, Francia y España, se produciría el estallido de la Revolución francesa, meandro de la recomposición y de la reconfiguración histórica del cristianismo y la cristiandad. De esta manera, la restauración de los jesuitas estaría marcada por una ambigüedad radical: expulsados por los Borbones, serían llamados por la misma dinastía debido a los embates del liberalismo. Hablamos de ambigüedad porque, en el contexto de la aparición del republicanismo y del federalismo de las nuevas repúblicas, en oposición a los regímenes de la monarquía constitucional, la situación de la Iglesia católica comenzó a modificarse y a ceder terreno frente al poder de las nuevas naciones soberanas republicanas. Este hecho puso en el centro la cuestión de las relaciones entre la Iglesia y el Estado, sobre todo el tema del patronato regio. Se vislumbra entonces la importancia del galicanismo, como poder del Estado y control de la Iglesia desde el poder civil o seglar, o como custodia de un mayor poder por parte de la Iglesia, como en el caso de México y la Nueva España, o en algunas regiones andinas, en contraste con la situación rioplatense. En los hechos, el mayor o menor poder del Estado se daría en función directa del mayor o menor poder de Roma. Así, frente a la cuestión romana como tercer factor en disputa, los jesuitas se encontrarían ante dilemas nuevos, distintos de los del pasado. Los jesuitas, llamados por el cuarto voto a mantenerse a toda prueba fieles a Roma, se encontrarían sujetos a vivir entre dos aguas. Estas complejas circunstancias tendrían como consecuencia múltiples dificultades para obtener un pleno o mayor reconocimiento por parte de las jóvenes repúblicas, por lo menos hasta pasado el punto álgido de las reformas liberales de mediados del siglo XIX. Se trataba de un momento en el que los jesuitas habían comenzado a asumir una nueva presencia en Roma. En manos de la Compañía se hallaban dos órganos centrales en la formación de una nueva cristiandad católica: el revista La Civiltà Cattolica, como órgano de prensa y propaganda, y el Colegio Pío Latinoamericano, como seminario formador de un nuevo clero afín

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a las directrices papales, desde un Vaticano asediado por los liberales y por las llamadas sociedades secretas o masónicas. Ante este nuevo escenario, son imaginables y comprensibles las reacciones en doble sentido: a favor y en contra de la Compañía de Jesús. Por un lado, se erguiría el sector representante de una nueva cristiandad y de una renovada evangelización, que veía en los jesuitas la posibilidad de proseguir la obra misional civilizatoria en territorios salvajes, rurales y urbanos. Por otro lado, se definiría el primer antijesuitismo, originado incluso dentro de la misma Iglesia, entre católicos afines al liberalismo y al regalismo, masones incluso, que percibían a los jesuitas como una amenaza oscurantista para el necesario progreso civilizatorio. Más adelante, se manifestaría una nueva modalidad de antijesuitismo, rayana en el anticlericalismo, coincidente en su radicalismo –impensable en otros lugares– con las luchas que se libraban en esos años en Italia, Francia y España en contra de la Iglesia católica y por el fortalecimiento de las nuevas repúblicas.

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