Filosofía y psicología de la mente infantil

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Anábasis, colección de libros de la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana, publica diferentes tipos de trabajos filosóficos en sus dos líneas editoriales. Investigación, la primera línea, alberga estudios originales y novedosos de autores actuales; la segunda, Traducción y Crítica, está compuesta por traducciones y ediciones críticas de obras de la tradición filosófica. Con sus diversos títulos, Anábasis busca contribuir al desarrollo de la filosofía. Otros títulos Filosofía y dolor. Hacia la autocomprensión de lo humano Luis Fernando Cardona Suárez Editor académico

Este libro introduce este tema tan central para una comprensión de la vida humana de una manera rigurosa, pero a la vez amena, presentando reflexivamente el estado de la cuestión de las diversas teorías psicológicas que buscan dar cuenta de él, proponiendo una evaluación de los diversos paradigmas en pugna en la psicología contemporánea y realizando una defensa fundada de lo que los autores denominan una teoría experiencialista de la atención conjunta. Este breve, aunque intenso y profundo, trabajo resulta intelectualmente muy estimulante para quienes queremos seguir pensando en fenómenos centrales para la comprensión de nuestras características psicológicas propiamente humanas y de su desarrollo desde una perspectiva poscartesiana e intersubjetiva de la mente y nos alineamos en la tradición analítica de la filosofía. diana i. pérez

Violencia e institución Mario Roberto Solarte Rodríguez

9 789587 813234

Filosofía y psicología de la mente infantil • Camila Suárez Acevedo, Miguel Ángel Pérez Jiménez

Investigación

Lo que está más cerca, lo más cotidiano, lo que nos atraviesa en todo momento es lo más difícil de ver; lo damos por sentado, nos constituye y desaparece. Esto es precisamente lo que ocurre con la atención conjunta: es un fenómeno psicológico central en nuestras vidas, que nos pone en contacto con los demás y nos permite compartir con ellos el mundo, que nos permite interactuar socialmente, generar proyectos compartidos, potenciar nuestras capacidades humanas y que, sin embargo, hace pocos años comenzó a ser un objeto de estudio para la psicología.

Camila Suárez Acevedo Miguel Ángel Pérez Jiménez

Filosofía y psicología de la mente infantil Un ensayo de ingeniería conceptual en la teoría de la atención conjunta

Investigación

Camila Suárez Acevedo es psicóloga y magistra en Filosofía. Es estudiante del Doctorado en Filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y beneficiaria de la Beca de apoyo para el fortalecimiento de los programas de doctorado de la Vicerrectoría Académica de esta universidad. Sus áreas de trabajo son la psicología del desarrollo y la filosofía del lenguaje aplicada. Actualmente investiga sobre la filosofía de las emociones y los estudios sobre segunda persona e intersubjetividad. Entre sus publicaciones recientes están: “Intención y experiencia: retos para una teoría de la atención conjunta” y “La emergencia emotiva del pensamiento objetivo”. Miguel Ángel Pérez Jiménez es doctor en Filosofía por la Universidad de Granada (España) y profesor asociado del Departamento de Filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Ha sido profesor visitante en la Universidad de Notre Dame (Indiana) y en la Universidad de Granada. Sus áreas de trabajo son la filosofía del lenguaje pura y aplicada, los estudios sobre intersubjetividad y segunda persona, y la filosofía de las emociones. Entre sus publicaciones recientes están “Segunda persona y reconocimiento: entre los afectos y la normatividad” y “De Davidson a la teoría de la emoción, y vuelta”.


FilosofĂ­a y psicologĂ­a de la mente infantil


camila suárez acevedo miguel ángel pérez jiménez

Filosofía y psicología de la mente infantil Un ensayo de ingeniería conceptual en la teoría de la atención conjunta


Investigación

Reservados todos los derechos © Pontificia Universidad Javeriana © Camila Suárez Acevedo Miguel Ángel Pérez Jiménez

Corrección de estilo Sebastián Montero Vallejo Diagramación Marcela Godoy Impresión

Primera edición: abril de 2019 Bogotá, D. C. isbn: 978-958-781-323-4 Número de ejemplares: 300 Impreso y hecho en Colombia Printed and made in Colombia Editorial Pontificia Universidad Javeriana Carrera 7.a, n.º 37-25, oficina 1301 Edificio Lutaima Teléfono: 320 8320 ext. 4752 www.javeriana.edu.co/editorial Bogotá, D. C.

Javegraf Pontificia Universidad Javeriana | Vigilada Mineducación. Reconocimiento como Universidad: Decreto 1297 del 30 de mayo de 1964. Reconocimiento de personería jurídica: Resolución 73 del 12 de diciembre de 1933 del Ministerio de Gobierno.

Pontificia Universidad Javeriana. Biblioteca Alfonso Borrero Cabal, S. J. Catalogación en la publicación Suárez Acevedo, Guiovana Camila, autora Filosofía y psicología de la mente infantil : un ensayo de ingeniería conceptual en la teoría de la atención conjunta / Camila Suárez Acevedo, Miguel Ángel Pérez Jiménez ; prólogo de Diana I. Pérez. -Primera edición. – Bogotá : Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2019. (Anábasis colección) 144 páginas : ilustraciones ; 22 cm Incluye referencias bibliográficas (páginas 131-141). ISBN : 978-958-781-323-4 1. Psicología infantil 2. Atención conjunta 3. Filosofía de la mente en niños 4. Desarrollo infantil 5. Lenguaje de los niños 6. Cognición en niños I. Pérez Jiménez, Miguel Ángel, autor II. Pérez, Diana I., prologuista II. Pontificia Universidad Javeriana. Facultad de Filosofía CDD 136.7 edición 15 inp. 19/02/2019

Prohibida la reproducción total o parcial de este material sin autorización por escrito de la Pontificia Universidad Javeriana.


Contenido

Prólogo

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Diana I. Pérez Introducción

La atención conjunta: qué es y por qué importa

las manifestaciones de la atención conjunta en el comportamiento infantil los aportes de la atención conjunta al desarrollo de los niños y las niñas el desarrollo de la atención conjunta en los primeros años de los bebés Tres maner as de explicar el surgimiento de la atención conjunta

la teoría modular la teoría intencional la teoría experiencial La natur aleza de la atención conjunta: ¿intenciones o experiencias?

los compromisos teóricos de una explicación de la atención conjunta la convergencia de las teorías modular e intencional comparativa de los enfoques intencionalista y experiencialista

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43 43 48 55

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Análisis del uso de los conceptos de intención y experiencia en la psicología infantil

análisis del uso del concepto de intención análisis del uso del concepto de experiencia consideraciones finales

91 93 103 108

Conclusión: intersubjetividad y afectividad en la primer a infancia

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Apéndice: la insuficiencia de la causalidad par a la explicación psicológica

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Referencias

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Siglas

Conicet Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas dsm Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) edd Eye-direction detector (detector de la dirección de los ojos) id Intentionality detector (detector de intencionalidad) Sadaf Sociedad Argentina de Análisis Filosófico sam Shared attention mechanism (mecanismo de atención compartida) tom Theory of mind (teoría de la mente) tomm Theory of mind module (módulo de teoría de la mente)


Obra de tal modo que uses a la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre al mismo tiempo como fin y nunca simplemente como medio. kant, FundamentaciĂłn para una metafĂ­sica de las costumbres, A66-67


Prólogo

Lo que está más cerca, lo más cotidiano, lo que nos atraviesa en todo momento es lo más difícil de ver; lo damos por sentado, nos constituye y desaparece. Esto es precisamente lo que ocurre con la atención conjunta: es un fenómeno psicológico central en nuestras vidas, que nos pone en contacto con los demás y nos permite compartir con ellos el mundo, que nos permite interactuar socialmente, generar proyectos compartidos, potenciar nuestras capacidades humanas y que, sin embargo, hace pocos años comenzó a ser objeto de estudio para la psicología. El presente libro introduce este tema tan central para una comprensión de la vida humana de una manera rigurosa, pero a la vez amena, presentando reflexivamente el estado de la cuestión de las diversas teorías psicológicas que buscan dar cuenta de él, proponiendo una evaluación de los diversos paradigmas en pugna en la psicología contemporánea, para focalizar este fenómeno psicológico y realizar una defensa fundada de lo que los autores denominan una teoría experiencialista de la atención conjunta. La teoría experiencialista que defienden Camila Suárez Acevedo y Miguel Ángel Pérez Jiménez en el libro pone en el foco de la atención teórica las interacciones humanas —las relaciones intersubjetivas— por sobre las visiones individualistas o subjetivistas; las conductas abiertas y trasparentes para los demás en lugar de los estados mentales ocultos y de difícil acceso inferencial; el involucramiento afectivo por sobre el cálculo cognitivo; la contemplación y la experiencia compartida por sobre el uso instrumental de nuestros recursos cognitivos 11


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para manipular las conductas ajenas. Así, este libro se inscribe dentro de una línea de investigación filosófica propiamente desarrollada en el ámbito hispanoamericano: la perspectiva de segunda persona. Esta idea fue presentada por primera vez casi simultáneamente en España por Antoni Gomila (2001, 2002), y en Argentina por Carolina Scotto (2002), proponiendo una novedosa concepción de las interacciones humanas a partir de amplias evidencias empíricas tanto de la psicología como de la etología, además de aportes significativos de lo más novedoso de la filosofía del siglo xx. Y si bien ideas emparentadas se han desarrollado también en otros contextos académicos y geográficos, sin duda es en nuestro ámbito y en nuestra lengua donde esta perspectiva ha encontrado un suelo para crecer. Tanto el tema elegido como la perspectiva teórica adoptada en esta obra son novedosos. La atención conjunta es un fenómeno que fue solo recientemente tratado por los estudios psicológicos, y resulta central para comprender nuestras interacciones propiamente humanas, ya que no se ha registrado en las observaciones de las interacciones entre individuos de otras especies animales. Y es un fenómeno muy temprano en el desarrollo ontogenético: hacia el final del primer año de vida, todos los bebés humanos son capaces de involucrarse con otros seres humanos de esta manera. Así, el fenómeno de la atención conjunta resulta fundamental para dar cuenta de características cognitivas y afectivas centrales de nuestra especie, y al mismo tiempo es básico para poder dar cuenta del desarrollo de estas habilidades. Y como bien señalan los autores en su defensa de una explicación experiencialista, este es un fenómeno psicológico en el que afectos y procesos cognitivos están entretejidos, exhibiéndose de esta manera la estrecha relación que existe entre ellos a lo largo de todo el desarrollo psicológico: los procesos cognitivos no pueden comprenderse desatendiendo los involucramientos y reacciones emocionales entre los seres humanos. Desde la perspectiva metodológica, el libro también ofrece novedades dignas de ser destacadas. En efecto, contiene una revisión muy actualizada de las fuentes psicológicas que estudian el fenómeno de la atención conjunta, en particular de los estudios en el área de la psicología del desarrollo. Pero los autores no se contentan con la revisión del material científico, sino que lo abordan con una


Prólogo

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mirada filosófica, conceptual, en línea con la tradición analítica de la filosofía. Esto es muy novedoso, dado que, si bien hay una larga historia de interacción entre la filosofía analítica y las ciencias cognitivas clásicas, el interlocutor de referencia para los científicos poscognitivos suele ser la tradición fenomenológica. Sin embargo, como demuestra esta obra, la tradición analítica y las herramientas de exploración conceptual, de análisis de los conceptos y del uso del lenguaje, son centrales para el desarrollo de cualquier empresa científica, muy especialmente de la psicología —esta extraña disciplina que se encuentra a mitad de camino entre las ciencias duras y las humanas—. Y este emprendimiento es aún más meritorio, dado que los puentes para el diálogo entre los filósofos poscognitivos y la psicología del desarrollo no están tan finamente construidos como los que la psicología cognitiva (clásica) del desarrollo ha podido establecer con filósofos de la mente y de la psicología clásicos. Finalmente, otro aporte central es destacable: los autores no solo revelan las dificultades conceptuales existentes en ciertos desarrollos empíricos acerca del fenómeno de la atención conjunta, sino que presentan y ensayan una propuesta de ingeniería conceptual, es decir, de reforma conceptual, para tener disponibles herramientas más finas y apropiadas para seleccionar fenómenos del mundo a ser estudiados y así desarrollar fructíferas líneas de investigación empírica. En suma, este breve, aunque intenso y profundo, trabajo resulta intelectualmente muy estimulante para quienes nos alineamos en la tradición analítica de la filosofía y queremos seguir pensando en fenómenos centrales para la comprensión de nuestras características psicológicas propiamente humanas y de su desarrollo desde una perspectiva poscartesiana e intersubjetiva de la mente. diana i. pérez Universidad de Buenos Aires Instituto de Investigaciones Filosóficas (Sadaf/Conicet)


Introducción*

El desarrollo de las niñas y los niños debe permitirles ser personas que adelanten sus proyectos personales a plenitud. Esto quiere decir que debe permitirles crecer individualmente, que sus relaciones interpersonales sean provechosas y agradables, y que logren una comprensión adecuada del mundo que les rodea. De ahí que tanto los padres como los educadores, lo mismo que los teóricos, concuerden en que el desarrollo infantil comporta al menos tres ejes: el crecimiento personal, el cultivo de las relaciones interpersonales y el avance en la comprensión del entorno. Muchas personas consideran que el desarrollo infantil involucra el desarrollo separado de estos tres aspectos. Así, por ejemplo, algunos teóricos sostienen que el desarrollo de las niñas y los niños pequeños pasa por la formación y el perfeccionamiento de una capacidad para comprender el mundo, la cognición física o causal (causal cognition); y de otra capacidad distinta para comprender a los demás, la cognición social (social cognition). Sobre el desarrollo de la comprensión que las niñas y los niños tienen de sí mismos, se supone que se irá dando a * Este trabajo es resultado del proyecto de investigación “Triangulación y atención conjunta: una propuesta experiencial y expresivista” (id proy 6111) de la Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Las ideas que lo conforman empezaron a desarrollarse en los seminarios sobre Donald Davidson y la racionalidad impartidos por Miguel Ángel Pérez en 2013, y en el trabajo de grado de maestría de Camila Suárez. Agradecemos a Ana María González, Paula Hernández y Andrés Pinilla por sus aportes en el desarrollo del proyecto, y a la profesora Diana Inés Pérez y los profesores Jorge Mario Jaramillo y José Andrés Forero por sus recomendaciones para el mejoramiento del texto.

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medida que las otras dos se desarrollen, especialmente por ejercicios de autoconcientización, o simplemente se da por entendida. Las investigaciones psicológicas han contribuido a la difusión de esta idea, gracias, entre otras cosas, a que los más destacados psicólogos del desarrollo respaldaron la tesis de que las niñas y los niños pequeños tienen formas específicas de comprender el mundo cuando se trata de seres vivos y cuando se trata de seres inanimados. A decir verdad, la idea misma es plausible dado que desde un punto de vista preteórico parece deseable que el trato con las personas y el trato con los objetos no ocurra de la misma manera, como dice el epígrafe. ¡No esperamos que los niños traten a las cosas como si fueran personas, ni a las personas como si fueran cosas! Además del respaldo teórico, la idea de que nuestra comprensión del mundo y la comprensión que tenemos de los otros corren por caminos separados también recibe apoyo de muchas de nuestras creencias de sentido común. Por ejemplo, intuitivamente podría pensarse que, dado que habría al menos dos tipos diferenciados de cognición —la causal y la social—, es posible que esos dos tipos de capacidades se desarrollen por separado en el tiempo. Así, en una narrativa posible, el desarrollo social empezaría a ocurrir más temprano, dado el estrechísimo vínculo de los bebés con sus primeras figuras de crianza,1 y el desarrollo causal ocurriría más tardíamente, cuando ya la bebé tuviese mejores habilidades motrices, que le permitieran manipular los objetos con facilidad. Esta narrativa podría completarse con dos ideas más: el eje del desarrollo social serían las capacidades afectivas de las niñas y los niños, y el del desarrollo causal serían sus capacidades propiamente cognitivas. El resultado de esta narrativa sería que no todas las personas desarrollarían por igual los dos tipos de cognición. Habría personas más hábiles cognitivamente para entender el mundo físico y los objetos, y personas con mejores habilidades socioafectivas. No obstante, desde el último cuarto del siglo pasado, gracias a los trabajos de Jerome Bruner sobre las actividades realizadas conjuntamente por bebés y sus padres, empezó a tomar fuerza la idea de que hay Hablaremos a lo largo del libro indistintamente de ‘figura de crianza’, ‘persona que cuida’ o ‘cuidador’, para lo que en inglés se llama caregiver, término de disputada traducción al español. 1


Introducción

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un momento del desarrollo infantil en el que la cognición causal y la cognición social entran en un ejercicio colaborativo. Inicialmente, trató de caracterizarse esta capacidad a partir de los esquemas de actividad compartida, pero gradualmente el foco se posó en la capacidad de los bebés para compartir su atención con los otros. Estrictamente hablando, se detectó que, desde los nueve meses en adelante, los bebés desarrollan una capacidad sui generis para relacionarse, al mismo tiempo, no por separado, con los otros y con su entorno; una capacidad irreductible a la cognición causal, o a la cognición social o a una suma de ambas, aunque involucre a las dos: la capacidad para atención conjunta. El tema de este libro es el desarrollo infantil centrado en esa capacidad sui generis que es la atención conjunta. Nuestro interés es estimular los estudios en la materia, dada la escasa bibliografía que al respecto hay en lengua castellana, y promover la discusión crítica sobre ella. Para cumplir este doble propósito hemos asumido un enfoque abiertamente interdisciplinar, a saber: la exposición de los hallazgos psicológicos mejor consolidados a la fecha y su discusión crítica desde un punto de vista filosófico. La interdisciplinariedad en este campo de estudio no es novedosa. En la teoría de la atención conjunta destaca significativamente el aporte que ha hecho la filosofía fenomenológica a la psicología en los últimos diez años (Seeman, 2011). El campo disciplinar de la fenomenología cognitiva, por su parte, contrasta decisivamente con sus precedentes por la manera en que articula la descripción fenomenológica con los aportes de la neurociencia. Nuestro libro, no obstante, asume un enfoque interdisciplinar diferente del recién mencionado. Como es usual en la psicología filosófica, nos apartamos de la idea de que una consideración meramente teórica de los asuntos pueda ser provechosa. En este sentido, asumimos constructivamente la investigación de la psicología empírica. Sin embargo, procurando evitar unilateralismos cientificistas, y en línea con tendencias recientes de la investigación en psicología (Racine, 2015), aprovechamos el potencial analítico de la filosofía para hacerle un trabajo de auditoría al uso de los conceptos psicológicos empleados por las teorías de la atención conjunta (Rescher, 2016). Concebimos este análisis filosófico como un aliado que, consciente de la permanente posibilidad de mejorar las explicaciones teóricas,


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invita a (y orienta en) la tarea de una reingeniería para la tecnología conceptual con que explicamos los fenómenos mentales (Cappelen, 2018). Así, nuestro trabajo constituye un esfuerzo por motivar y orientar la conjugación productiva de la fuerza de la investigación psicológica empírica con el análisis filosófico de los conceptos, de cara a lograr una comprensión científicamente sólida y conceptualmente plausible de la atención conjunta. Persiguiendo este interés, hemos organizado el libro en cuatro capítulos. Los dos iniciales son de carácter más bien psicológico y tienen un enfoque expositivo. En el primero describimos la capacidad de atención conjunta a partir de sus aspectos operacionales, funcionales y ontogenéticos. En el segundo, recogemos las principales teorías que intentan dar una explicación del fenómeno: la modular, la intencional y la experiencial.2 Los dos últimos capítulos y el apéndice tienen un carácter más bien filosófico, son más reflexivos y críticos. En el tercero, proponemos dos criterios para evaluar la plausibilidad de las explicaciones psicológicas vigentes sobre la atención conjunta, a saber: los logros funcionales que las teorías le reconocen y la complejidad psicológica que les atribuyen a los bebés. En el cuarto, utilizamos estos criterios para problematizar las propuestas teóricas modular, intencional y experiencial, siguiendo métodos filosóficos de auditoría e ingeniería conceptual. Dedicamos el apéndice a explorar ventajas y límites de una teoría causal de la atención conjunta, que, aunque no parece haber sido defendida en la bibliografía a la fecha, es lógicamente posible y tal vez tentadora para algunos investigadores de corte naturalista. Como se ve, nuestro libro tiene una dimensión informativa y una dimensión crítica. Es un libro de filosofía de la psicología, especialmente interesado en la psicología del desarrollo. No obstante, no se trata de un manual. Como se verá, la conclusión de nuestro estudio es que una explicación experiencialista enactiva de la capacidad de los bebés para atender juntamente con otros a hechos relevantes del entorno tiene ventajas importantes sobre una explicación intencionalista. 2 Nos acogemos al vocabulario usual en psicología de la atención conjunta. Los enfoques fenomenológicos enactivos en este campo encajan cómodamente, si bien no en todos los aspectos, en lo que llamamos teoría experiencial.


Introducción

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Nuestra idea es que la capacidad para atender conjuntamente es el resultado de un proceso interactivo de compartir experiencias afectivas con otras personas, proceso que involucra concordancia y desacuerdo afectivo, y cuyo resultado es que ganamos la comprensión de que los otros y nosotros mismos somos perspectivas valorativas sobre el mundo, y de que los hechos que nos rodean son interesantes para nosotros porque los revestimos de valor. En este sentido, le reconocemos a la atención conjunta un valor funcional rico —que nos ayuda a comprendernos a nosotros mismos, a los otros y a los hechos del mundo— y le exigimos un recurso psicológico débil —la capacidad para tener y compartir experiencias afectivas—. Nuestra investigación marcha a contracorriente de ciertas tendencias actuales en la psicología del desarrollo y en la teoría de la cognición social. La corriente principal en este campo de investigación es el intencionalismo, y bebe fundamentalmente de los importantes hallazgos que la primatología ha hecho desde el último cuarto del siglo pasado. La mayor parte de esos estudios concluye que la capacidad psicológica fundamental de los primates es la de tener intenciones, es decir, la de guiar su conducta por deseos, la de alcanzar metas utilizando distintos tipos de recursos. Tales estudios han permitido establecer que, en efecto, las capacidades para tener intenciones son compartidas por los primates superiores y por los bebés, pero que la atención conjunta es algo que ya no logran los primates, pero sí los infantes.3 Por ese motivo, ha cobrado fuerza la idea de que la capacidad para fijarse metas y utilizar medios de los bebés ya está formada antes de que se desarrolle la capacidad de atención conjunta. Este resultado es la mayor motivación para favorecer un enfoque intencionalista sobre la ontogénesis de la atención conjunta. Ante este hecho, nos preguntamos abiertamente: ¿qué tan plausible es atribuirles intenciones bien formadas a niños de menos de tres años, como hace la teoría intencional? Esta pregunta no se puede responder

3 Las investigaciones en el área concluyen que los primates logran entender algo de la intencionalidad, pero no sus aspectos “más mentales”, razón por la que no logran atención conjunta (Tomasello, Carpenter, Call, Behne y Moll, 2005; Tomasello, 2007; Carpenter y Call, 2013). Fletcher y Carruthers (2013) llegan a una conclusión opuesta.


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por investigación psicológica de campo. No es una duda que se resuelva aduciendo más información empírica. Antes bien, se trata de una pregunta típicamente filosófica que busca hacernos reflexionar sobre cómo usamos nuestros conceptos mentalistas a la hora de hacer psicología evolutiva. Particularmente, nos importa llamar la atención sobre la manera en que se usa el concepto de intención en la explicación psicológica del comportamiento infantil. Esta inquietud, que apunta a la clarificación conceptual más que a la investigación de campo, es la que nos motiva a tender un halo de sospecha sobre la explicación intencionalista en cuanto a los recursos psicológicos que presupone en los bebés: la capacidad para reconocer intenciones en sí mismos y en los otros. Un segundo motivo que nos invita a preguntarnos críticamente por la plausibilidad del intencionalismo es la manera en que entiende la función general propia de la cognición social. Puesto que los teóricos de este enfoque sostienen que la capacidad psicológica fundamental de la atención conjunta es la de reconocer fines y medios, de ello resulta que la comprensión de los otros es siempre instrumental, y esto en dos sentidos. Por un lado, los otros son fines de nuestras acciones, o medios para lograr nuestros propósitos; por otro, son agentes que guían su actividad adecuando medios para conseguir fines. Dicho en pocas palabras, el intencionalismo queda comprometido con la idea de que comprender a los otros es, llanamente, saber usarlos, y que comprenderlos es saber cómo usan ellos a los otros. Esta es la idea que está en la base de postular la capacidad de la teoría de la mente (tom, por su sigla en inglés) como concepto central de la cognición social. La teoría de la mente es el recurso psicológico básico de la cognición social instrumentalmente entendida, pues mediante ella las personas averiguan qué desean los otros, y así pueden explicar y predecir su conducta. La perspectiva experiencialista enactiva que favorecemos al final de nuestro estudio sigue un camino distinto. Por un lado, presupone en los bebés una capacidad psicológicamente liviana, la de tener y compartir experiencias, y no una psicológicamente pesada, como la de tener y reconocer intenciones. Por otro, el logro funcional definitivo que el enfoque experiencialista enactivo le reconoce al ejercicio de esta capacidad es permitir comprender a los otros como sujetos perspectivos capaces de experiencia valorativa sobre el mundo y sobre


Introducción

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los otros. Si el intencionalismo propone que los otros son siempre un insumo, un instrumento, un medio para nuestros fines, el experiencialismo defiende que los otros son seres con valor propio, son siempre fines en sí mismos. Las demás personas nos importan por lo que son, no por lo que podemos hacer con ellas. Un último eje de contraste de las dos perspectivas en debate es que el intencionalismo considera que nuestra capacidad psicológica de atender conjuntamente se fundamenta en capacidades más básicas que hemos heredado biológicamente. En este sentido, el desarrollo de la atención conjunta es un proceso de maduración aislado del entorno. Se trata de un enfoque subjetivista del desarrollo psicológico. Así, por ejemplo, en el enfoque modularista. En el caso del intencionalismo, genéricamente entendido, hay también un tipo de subjetivismo, pues considera que, para poder reconocer a los otros como seres intencionales, los bebés deben reconocerse primero a sí mismos como seres que tienen propósitos y que acomodan medios para conseguir esos propósitos. Solo después de haberse reconocido a sí mismos, pasan a comprender a los otros, tesis característica del simulacionismo. La intersubjetividad es, entonces, un fenómeno secundario, siendo la subjetividad el fenómeno primario. El enfoque experiencialista, en cambio, considera que el sentido que los bebés tienen de lo que son ellos mismos es un resultado de interacciones afectivas primarias con otros. La subjetividad es el resultado de la disonancia afectiva que se produce en un fenómeno intersubjetivo primario que es el de compartir experiencias. En este sentido, si el intencionalismo es un enfoque subjetivista, el experiencialismo es un enfoque intersubjetivista. Abreviando lo dicho, dadas las limitaciones conceptuales y psicológicas que tiene el intencionalismo, y que no tiene el experiencialismo, en las conclusiones de nuestro trabajo defendemos que la capacidad de atención conjunta es de naturaleza intersubjetiva y afectiva; que prioriza la interacción interpersonal, basada en el intercambio de afecto, sobre el desarrollo subjetivo aislado; y que considera que entender a los otros es reconocer su valor intrínseco, y no su valor como moneda de cambio. Por este motivo, defendemos que la atención conjunta es el resultado de la interacción intersubjetiva afectiva en la infancia.


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Sin embargo, aunque nuestro trabajo favorece una posición experiencialista enactiva, no somos dogmáticos al respecto. Antes bien, en el cuarto capítulo señalamos importantes objeciones filosóficas que pueden planteársele a la teoría experiencialista de la atención conjunta, especialmente por su precaria y ambivalente concepción de la experiencia afectiva. No pretendemos con ello sembrar un escepticismo en la teorización psicológica sobre la mente infantil. Por el contrario, nos importa señalar los problemas psicológicos y filosóficos que, a nuestro juicio, son más delicados en la teoría de la atención conjunta, con el fin de vislumbrar los desafíos que enfrenta actualmente este campo de investigación. Queremos mostrar rutas nítidas que valdría la pena tomar para desarrollar la investigación en este campo. Algunas de ellas se proponen de cara a darle mayor solidez filosófica y conceptual al enfoque intencionalista y algunas a fortalecer el experiencialista enactivo. En este sentido, nuestro trabajo tiene un cierre prospectivo: termina señalando caminos, unos más quebrados y otros más expeditos, para una nueva investigación en la filosofía y la psicología de la mente infantil.


Filosofía y psicología de la mente infantil Un ensayo de ingeniería conceptual en la teoría de la atención conjunta se terminó de imprimir en javegraf durante el mes de abril de 2019


Anábasis, colección de libros de la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana, publica diferentes tipos de trabajos filosóficos en sus dos líneas editoriales. Investigación, la primera línea, alberga estudios originales y novedosos de autores actuales; la segunda, Traducción y Crítica, está compuesta por traducciones y ediciones críticas de obras de la tradición filosófica. Con sus diversos títulos, Anábasis busca contribuir al desarrollo de la filosofía. Otros títulos Filosofía y dolor. Hacia la autocomprensión de lo humano Luis Fernando Cardona Suárez Editor académico

Este libro introduce este tema tan central para una comprensión de la vida humana de una manera rigurosa, pero a la vez amena, presentando reflexivamente el estado de la cuestión de las diversas teorías psicológicas que buscan dar cuenta de él, proponiendo una evaluación de los diversos paradigmas en pugna en la psicología contemporánea y realizando una defensa fundada de lo que los autores denominan una teoría experiencialista de la atención conjunta. Este breve, aunque intenso y profundo, trabajo resulta intelectualmente muy estimulante para quienes queremos seguir pensando en fenómenos centrales para la comprensión de nuestras características psicológicas propiamente humanas y de su desarrollo desde una perspectiva poscartesiana e intersubjetiva de la mente y nos alineamos en la tradición analítica de la filosofía. diana i. pérez

Violencia e institución Mario Roberto Solarte Rodríguez

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Filosofía y psicología de la mente infantil • Camila Suárez Acevedo, Miguel Ángel Pérez Jiménez

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Lo que está más cerca, lo más cotidiano, lo que nos atraviesa en todo momento es lo más difícil de ver; lo damos por sentado, nos constituye y desaparece. Esto es precisamente lo que ocurre con la atención conjunta: es un fenómeno psicológico central en nuestras vidas, que nos pone en contacto con los demás y nos permite compartir con ellos el mundo, que nos permite interactuar socialmente, generar proyectos compartidos, potenciar nuestras capacidades humanas y que, sin embargo, hace pocos años comenzó a ser un objeto de estudio para la psicología.

Camila Suárez Acevedo Miguel Ángel Pérez Jiménez

Filosofía y psicología de la mente infantil Un ensayo de ingeniería conceptual en la teoría de la atención conjunta

Investigación

Camila Suárez Acevedo es psicóloga y magistra en Filosofía. Es estudiante del Doctorado en Filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y beneficiaria de la Beca de apoyo para el fortalecimiento de los programas de doctorado de la Vicerrectoría Académica de esta universidad. Sus áreas de trabajo son la psicología del desarrollo y la filosofía del lenguaje aplicada. Actualmente investiga sobre la filosofía de las emociones y los estudios sobre segunda persona e intersubjetividad. Entre sus publicaciones recientes están: “Intención y experiencia: retos para una teoría de la atención conjunta” y “La emergencia emotiva del pensamiento objetivo”. Miguel Ángel Pérez Jiménez es doctor en Filosofía por la Universidad de Granada (España) y profesor asociado del Departamento de Filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Ha sido profesor visitante en la Universidad de Notre Dame (Indiana) y en la Universidad de Granada. Sus áreas de trabajo son la filosofía del lenguaje pura y aplicada, los estudios sobre intersubjetividad y segunda persona, y la filosofía de las emociones. Entre sus publicaciones recientes están “Segunda persona y reconocimiento: entre los afectos y la normatividad” y “De Davidson a la teoría de la emoción, y vuelta”.


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