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400 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE LA JAVERIANA: LA NOTICIA CULTURAL DE 1623 EN LA NUEVA GRANADA

En la conmemoración de los cuatro siglos de fundación de la Universidad Javeriana, se destacan los acontecimientos que precedieron este hecho que la constituye como una de las universidades de mayor trayectoria y calidad educativa en Colombia.

Al repasar en obras de referencia lo sucedido alrededor de 1623, en este territorio que hoy es Colombia, encontramos el registro de algunos hechos que fueron noticia en su momento y que, como es natural, dependiendo del autor, se consideraron dignos de ser recordados. Estos datos que podemos ojear a modo de titulares de prensa, nos permiten apreciar lo que pasaba por estos lares hace 400 años, así como identificar protagonistas e instituciones destacadas.

“Fue tal la importancia de este colegio que, años después, se erigió en Universidad y durante ciento cincuenta años funcionó la ilustre Universidad Javeriana”.

En Las mil y una fechas de Colombia (Pedro María Mejia V., 1996), por ejemplo, se registra lo siguiente: 30 de enero de 1602, autorización que dio el rey de España, Felipe III, para el establecimiento de los jesuitas en el Nuevo Reino de Granada; 1º de enero de 1605, inicio de clases en el centro de estudios que esa orden religiosa abrió en Santafé; 16 de octubre de ese mismo año, fundación del Colegio Seminario de San Bartolomé, confiado a los padres de la Compañía de Jesús por el Arzobispo Bartolomé Loboguerrero; 3 de junio de 1610, llegada a Cartagena del joven jesuita español Pedro Claver; y 19 de marzo de 1616, su ordenación sacerdotal en esa ciudad.

Entre otras fechas de esos años, que se encuentran en ese libro, están las que hacen referencia a la llegada a Santafé de Juan de Borja, “el primer presidente de capa y espada” del Nuevo Reino de Granada; al establecimiento del Tribunal de la Inquisición de Cartagena; y a la fundación de Bucaramanga.

Por su parte, en la obra Colombia día a día - Una cronología de 15.000 años (Enrique Santos Molano, 2009) se registra en febrero de 1604 la llegada de los jesuitas a la capital del Nuevo Reino, quienes “inician una etapa de excelencia educativa, con el establecimiento de los colegios de San Carlos y Mayor de San Bartolomé (1605) cuya influencia será profunda en los siguientes siglos”; en 1635 el primer hospital, que será conocido como el Hospital San Juan de Dios; y en 1639, 4 de agosto, la primera universidad fundada en Santafé por los padres dominicos, la Universidad de Santo Tomás.

Ahora bien, en el tomo 11 Cronología e Índices de la Gran Enciclopedia de Colombia, (Alexandra Guáqueta Girvin,

1993), figura en 1623, como acontecimiento relevante para la cultura en nuestro país, “la fundación de la Academia Javeriana en Santafé, el 13 de junio”, efeméride que cuatro siglos después conmemoramos de manera especial. También en esta obra, en 1599 figura la entrada que registra la llegada de Loboguerrero a esta capital, acompañado por “los jesuitas Alonso de Medrano y Francisco de Figueroa, que promoverán en España la primera fundación jesuita en el Nuevo Reino”.

Nace la Javeriana

Vale la pena citar también ese clásico texto Historia de Colombia para la Enseñanza Secundaria (Henao y Arrubla, 1910), hoy más bien desconocido, en el que sus autores anotan en los capítulos relacionados con el Régimen Colonial: “los jesuitas vinieron por primera vez en 1590, pero sus deseos de establecer colegio para difundir las ciencias no pudieron por entonces cumplirse”; esta iniciativa vino a realizarse, como se registró en líneas anteriores, en 1604. En su colegio, enseñaban “artes, gramática y teología; a dicho colegio asistían los estudiantes de la Compañía -Claver fue uno de ellos- los alumnos del Colegio Seminario -fundado por Loboguerreroy los laicos que lo quisiesen”. El relato continúa así: “Fue tal la importancia de este colegio que, años después, se erigió en Universidad y durante ciento cincuenta años funcionó la ilustre Universidad Javeriana”.

¿Cómo fue ese proceso? Pues en tres pasos: un Breve pontificio, de Gregorio XV, que en 1621 autorizaba grados universitarios en algunos colegios de los jesuitas; una Cédula Real, de Felipe IV, que en 1622 ordenó a sus súbditos el cumplimiento de lo mandado por el Papa; y el reconocimiento de estos documentos por el arzobispo y la Audiencia de Santafé, lo que tuvo lugar el 13 de junio de 1623. Entonces, como puede leerse en La Compañía de Jesús en

Colombia (Juan Manuel Pacheco, S.J., 1959), “se otorgaron los grados de bachiller en artes y teología a los que habían ya terminado estos estudios en el colegio”. Por supuesto, en los trámites relacionados con esta fundación, cuyo origen se remonta a 1591, no faltaron dificultades, especialmente asociadas con las diferencias que surgieron con los dominicos, quienes habían iniciado clases en su convento de Nuestra Señora del Rosario en 1571 y nueve años después habían obtenido la autorización del papa para fundar la universidad en ese centro. Sin embargo, por diversas razones, el Colegio de Santo Tomás solo vino a constituirse como tal en 1608, y “obtuvo el pase para graduar en 1624, al que dos años después dieron cumplimiento la Audiencia y el arzobispo; entonces empezaron a graduarse los discípulos de los dominicos”. La Universidad de Santo Tomás sería inaugurada solemnemente el 3 de agosto de 1639, según aparece registrado en las obras de referencia citadas.

Por último, es oportuno mencionar que para 1623 ya se había empezado a formar lo que hoy se denomina la Manzana Jesuítica de Bogotá, que tendría como epicentro la Iglesia de San Ignacio. En 1610 se colocó la primera piedra de esta construcción que se levantaría justamente en el costado occidental de La Casa de la Aulas, célebre edificación que alberga actualmente el Museo Colonial, donde cobró vida en plenitud la Academia y Universidad de San Francisco Javier, nombre con el que se honró al insigne misionero jesuita canonizado el año anterior

* Asesor del secretario general

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