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Tabla 2. Factores de riesgo de la ERC

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1.2. Factores de riesgo

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El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS, 2019) menciona una serie de factores en torno a la ERC, por ejemplo, factores asociados al inicio del daño renal, factores que empeoran y aceleran el deterioro del riñón y factores relacionados con el estadio final, los cuales se muestran en la tabla 2.

Tabla 2

Factores de riesgo de la ERC

Factores que incrementan la probabilidad de daño renal

Factores que inician directamente el daño renal Factores de progresión de la ERC Factores de estadio final

• Edad avanzada • Antecedentes heredofamiliares de ERC • Masa renal disminuida • Bajo peso al nacer • Hipertensión arterial • Diabetes • Obesidad • Enfermedades autoinmunes • Infecciones sistémicas • Infecciones urinarias • Litiasis renal • Obstrucción de las vías urinarias bajas • Fármacos nefrotóxicos, principalmente AINE • Hipertensión arterial • Diabetes • Proteinuria persistente • Hipertensión arterial mal controlada • Diabetes mal controlada • Tabaquismo • Dislipidemia • Anemia • Enfermedad cardiovascular asociada • Obesidad • Dosis baja de diálisis • Acceso vascular temporal para diálisis • Anemia • Hipoalbuminemia • Derivación tardía a nefrología

Nota: Adaptado de Guía práctica Clínica de Prevención, Diagnóstico y Tratamiento de la Enfermedad Renal Crónica por Instituto Mexicano del Seguro Social, 2019, p. 38.

1.3. Sintomatología

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS, 2018), la ERC temprana a menudo no presenta signos ni síntomas; incluso una persona puede perder hasta el 90% de su función renal sin haber mostrado algún signo; sin embargo, las pruebas de orina y sangre permiten detectar la presencia de proteínas y los niveles de creatinina elevados, indicadores que favorecen la temprana detección de esta enfermedad. Por otro lado, en la ERC avanzada, mejor conocida como Enfermedad Renal Crónica en fase Terminal (ERCT), se presentan algunos signos y síntomas; por ejemplo, dolor abdominal, fatiga, diarrea, fiebre, ictericia, mareos, edema, dificultad para concentrarse, disminución de apetito y orina espumosa.

2. Epidemiología 2.1. En el mundo

En el 2017 se estimó que 697.5 millones de casos de ERC se registraron a nivel global, generando un impacto de salud mundial, dado que figura dentro de las primeras causas de

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muerte, ocasionando diferentes consecuencias negativas para la sociedad, en su mayoría a nivel socioeconómico derivado de los tratamientos (Bikbov et al., 2020). Si bien las cifras de la incidencia de la ERC no son exactas, en los últimos años se ha observado un aumento en el número de casos que son detectados, así como en el número de fallecimientos derivados de la enfermedad. Con relación a la mortalidad a nivel mundial, en el 2015 se estimó que 1.2 millones de personas fallecieron a causa de la enfermedad, y de acuerdo con los datos ha ido en aumento el porcentaje de fallecimientos desde el 2005. Existen muchas limitaciones acerca de los datos epidemiológicos sobre la enfermedad, no obstante, es notable tanto el aumento de nuevos casos como de las cifras de morbimortalidad (Luyckx, Tonelli, & Stanifer, 2018). Por su parte, Foreman et al. (2018) prevén que para el 2040 a nivel mundial el número de casos de la ERC aumenten, colocándola como la quinta causa de muerte. Se ha estimado un aumento acelerado de incidencia, prevalencia y mortalidad. De acuerdo con estas estimaciones se insiste en cubrir la necesidad de formular políticas públicas y grupos de salud pública con el compromiso de frenar el crecimiento de la incidencia (Jager et al., 2019).

2.2. En México

El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP, 2020) reportó en el 2017 una prevalencia de la ERC del 12.2% y 51.4 muertes por cada 100 mil habitantes en México. Además, indica que la ERC ha tenido un gran impacto en las finanzas públicas y en la economía de las familias; “en 2014, el gasto en salud anual promedio por persona para esta patología se estimó en 8,966 dólares estadounidenses (USD) en la Secretaría de Salud, y de 9,091 USD en el Instituto Mexicano del Seguro Social” (párr. 3). De igual manera, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2016) registró 13 167 decesos por esta enfermedad, siendo la décima causa de muerte. En México, como en muchos países, no existe un registro exacto de los pacientes con ERC que permita conocer la forma precisa de la epidemiología nacional, y así cubrir en medida de lo posible las necesidades de salud de esta población (Tamayo y Orozco & Lastiri-Quirós, 2016).

3. La enfermedad renal crónica como un problema de comportamiento 3.1. Historia natural de la enfermedad

El estudio de las enfermedades infectocontagiosas permitió a Leavell y Clark (1958) desarrollar un modelo de estudio denominado Historia Natural de la Enfermedad (HNE), donde puede ubicarse el progreso y las intervenciones necesarias o convenientes para modificar la historia natural del padecimiento. Su propuesta se divide en dos periodos: prepatogénico y patogénico, como se puede observar en la figura 1. Estas etapas están divididas horizontalmente por la aparición de síntomas. En el primero, se incluye la tríada ecológica concebida como la relación entre el individuo, la enfermedad y el medio ambiente, mientras que, en el

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