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Figura 15. Instrucciones para la respiración diafragmática
Figura 15
Instrucciones para la respiración diafragmática
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Paso 1
Siéntese cómodamente en una silla, cuidando de apoyar la espalda en el respaldo. También se puede realizar de pie o acostado. 64
Paso 2
Coloque una mano sobre el pecho y la otra en el abdomen. La primera no deberá moverse, mientras que la mano en el abdomen se moverá al inhalar y exhalar.
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Paso 3
Inhalar por la nariz y llevar el aire a la parte inferior de los pulmones, permitiendo que el abdomen se levante o infle conforme entre el aire. Es importante mantener la respiración unos cuantos segundos
Paso 4
Exhalar por la boca lentamente, de tal forma que se contraiga o desinfle el abdomen.
Paso 5
Descanse unos segundos y repita los pasos.
Nota: Elaboración propia. Fotografía: Diana Lucero Muñoz Arellano.
Es indispensable que el terapeuta y el paciente en conjunto ajusten los segundos de cada paso para evitar malestar, esto se puede acompañar de aplicaciones que complementen el entrenamiento en la técnica de relajación, se utilizará Breathe® (para dispositivos Android) y BreatheSync® (para dispositivos iOS). Además de utilizar otra para medir la frecuencia cardiaca como Ritmo cardíaco-Monitor® (para sistema operativo Android) y Heart Rate Free® (para sistema operativo iOS). Su utilización podrá mejorar y retroalimentar el entrenamiento y la práctica del paciente.
7.7.3. Autoinstrucciones La técnica de autoinstrucciones tiene como objetivo modificar las creencias y cogniciones desadaptativas, así como implementar o desarrollar nuevas habilidades en el individuo. Para el entrenamiento, el terapeuta debe identificar aquellos pensamientos desadaptativos y modelar el comportamiento deseado a través de las autoinstrucciones (APA, 2020). La técnica sugiere que el cambio del comportamiento se puede guiar a través de autoverbalizaciones del paciente; estas verbalizaciones o diálogos internos deberán adecuarse para cada momento o situación estresante (Meichenbaum, 2002).
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El entrenamiento en autoinstrucciones es una técnica empleada para sustituir autoverbalizaciones internas (pensamientos) negativas por otras positivas que el sujeto utiliza antes, durante y después de una situación evaluada como estresante (Meichenbaum, 1977). Es común que la utilización de la técnica esté acompañada de otras técnicas como visualizaciones, paro al pensamiento, ejercicios de respiración, entre otras, con el fin de facilitar su comprensión (Del Arco, Tornero, & García, 2014). De acuerdo con Meichenbaum (2002), la técnica está diseñada para la resolución de problemas, ya que durante el entrenamiento se incorporan estrategias cognitivas que pueden emplearse ante diversas respuestas de estrés, debido a que proporciona autoafirmaciones para el afrontamiento, pues como consecuencia de experimentar estrés se presentan pensamientos automáticos negativos, por lo que se buscará modificar estos por otros más funcionales acorde al momento; durante la preparación pueden implementarse verbalizaciones como “puedo hacer esto”, durante la situación pueden implementarse verbalizaciones como “lo estoy haciendo bien”, para el afrontamiento de la activación emocional se pueden implementar verbalizaciones como “voy a relajarme” y para reforzar se pueden implementar verbalizaciones como “no lo hice tan mal”. Para Caballo (1998), se trata de una técnica que permite la modificación del comportamiento mediante el uso de instrucciones u órdenes que el paciente se da a sí mismo. La adecuada implementación de la técnica demanda la identificación de las verbalizaciones del paciente, las imágenes y los sentimientos habituales durante cada fase de la experiencia estresante; posteriormente, terapeuta y paciente en conjunto identificarán cómo estas autoverbalizaciones afectan a la respuesta de estrés y dificultan el afrontamiento, para después elaborar alternativas de frases autodirigidas en miras de producir respuestas más adaptativas para afrontar, recordando que estas alternativas se ajustarán a las necesidades del paciente (Meichenbaum, 2002). Ruiz, Díaz y Villalobos (2012) señalan que para aplicar la técnica se debe considerar: (a) la definición de la tarea, (b) la aproximación al problema, (c) la focalización de la atención, (d) el autorrefuerzo, (e) las autoverbalizaciones para afrontar los errores, (f) la autoevaluación, y (g) el autorrefuerzo. Esta herramienta es útil para el manejo del estrés complementada con técnicas de relajación, pues el paciente adquiere una estrategia para afrontar de manera más adaptativa (Casado & Laguna-Bonilla, 2017). En la tabla 13 se describen las cinco fases a seguir para la implementación de las autoinstrucciones.