Logros de la política petrolera de Chávez
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se dice fácil,¿no?
Junio de 2012/
EL FUTURO DE AMERICA LATINA
SE JUEGA EN
VENEZUELA VENEZUELA
Oposición: Por las buenas o por las malas también Bolivia antes y después de Evo/ Uribe sabía que los paracos lo financiaban/ Chile: cultura de la protesta/ Los 80 de Quino/El efecto mariposa ‘
Cinco tesoros que Capriles arruinaría
Por las buenas, o por /Junio de 2012
ARAM AHARONIAN
V
enezuela: A poco más de 30 días de las elecciones presidenciales, no sólo los venezolanos viven pendientes de la continuidad del proceso bolivariano, sino que de ello depende en buena medida el futuro de integración, complementación y unidad de Latinoamérica y el Caribe. En el último mes ha recrudecido la guerra sicológica estimulada desde los medios cartelizados, en busca de crear crispación en la población y manipularla con fines electorales y también subversivos, habida cuenta de que –según todas las encuestadoras- la brecha entre el candidato a la reelección Hugo Chávez, y el abanderado de la derecha, Henrique Capriles Radonsky, sigue siendo grande. Es cierto: la especulación tiene plazo fijo hasta el 7 de octubre, pero lo cierto es que no es solo Venezuela la que vive en tensión por lo que pueda suceder, porque una eventual derrota del bolivarianismo –de este proceso de inclusión social y equidad en un camino hacia un nuevo concepto de socialismo- significará un retroceso no solo para este país del norte del sur, sino para todos los proyectos a futuro para los pueblos latinoamericanos. El futuro común de la región también está en juego. Lo ocurrido en Amuay, el incendio (con saldo de más de 40 muertos) de tres tanques de una de las refinerías petroleras más grandes del mundo, donde se investigan todas las hipótesis (desde sabotaje hasta negligencia), ha sido asociado a lo de Cumanacoa (desbordamiento del río Manzanares y caída del puente) y las inundaciones (coletazos del huracán Isaac) y, coincidentemente, los medios comerciales han responsabilizado al gobierno. La idea pareciera ser la de crear desasosiego, alterar el clima electoral, convertirlo en clima subversivo a la espera de facilitar una invasión de tropas extranjeras. Crear conmoción nacional y manipularla con fines electorales y por qué no subversivos: esa ha sido la historia de la derecha venezolana, sumando la opinión de “expertos”, políticos y aprendices de políticos, a una desmedida campaña mediática que busca la crispación de la ciudadanía. La dirigencia de la derecha venezolana carece de escrúpulos y suele regocijarse cuando al país le va mal; es antinacional, culturalmente colonizada. El aparataje de guerra sicológica impulsado desde los cartelizados medios comerciales de comunicación –nacionales e internacionales (Grupo Prisa, La Nación de Buenos Aires, CNN, por ejemplo)-, sigue su derrotero, máxime cuando las encuestas han sido demasiado poco favorables al candidato opositor. Su meta: crear un escenario poselectoral que propicie el enfrentamiento en las calles y los cuarteles. O sea, van por las buenas y se preparan para las malas. El ex vicepresidente José Vicente Rangel insiste en al existencia de un plan subversivo para crear descontento en el seno de la fuerza armada, desconocer el resultado electoral alegando fraude y acto seguido movilizar a la calle grupos de choque –con apoyo de paramilitares colombianos- encargados de provocar enfrentamientos violentos y derramamiento de sangre. Seduciendo a la clase media Ciertamente, el modelo político y social de Chávez es su punto fuerte. Durante el Gobierno Bolivariano la inversión
EL “DEMÓCRATA” LEOPOLDO LÓPEZ EN PLENA GUARIMBA (2002) social ha aumentado en forma considerable. Del total de los ingresos públicos percibidos, durante el periodo 1999-2011, la inversión social representa 61%, 25 puntos porcentuales más que durante el periodo 1986-1998, que fue 36,2% de los ingresos percibidos. El techo electoral y la fatiga de 13 años parecieran ser su talón de Aquiles. Algunos sesudos encuestadores señalan que la lucha entre ambos candidatos está centralizada en conquistar un porcentaje de votos de clase media que aún no están definidos. Esta preocupación llegó al chavismo, analizando precisamente los datos de las encuestas y desde allí introdujo cambios en su campaña para acercarse a ella, rescatar lo que esta administración ha hecho por ella y diseñar ofertas para el futuro. Otros (Hinterlaces, GisXXI) sostienen -con razón- que los indecisos no son quienes van a decidir la elección. Pero, ¿qué significa la clase media en el universo electoral? Eleazar Díaz Rangel, director del diario Últimas Noticias, recuerda cifras de Fundacredesa de 1994, que señalaban que apenas el 13,35% de la población la conformaba (7,57% de clases altas, 81% de las populares). Generalmente, la clase media se divide en alta, media y baja (lo que en términos marxistas sería la pequeña burguesía, apretada entre la clase propietaria de los medios de producción y el proletariado). Hoy se estima en cuatro millones de personas, sobre un total de 30 millones de habitantes, aun cuando ese universo debe haber crecido en los últimos años. En la encuesta de IVAD del mes de julio, la razón del voto por Chávez fue: “Me ha beneficiado mucho”, 35.7%; “Su buena gestión/cumple las promesas”, 33.2%; “Me simpatiza el Psuv”, 11.3%; “Me gusta/buena imagen”, 8%; “Sus buenas ideas”, 5.7%; “Tiene experiencia”, 1%; “Somos mayoría”, 1.3%; “Estoy obligado a hacerlo”, 1.4%. En cuanto al voto por Capriles: “Es joven/buenas perspectivas”, 15.4%; “Por un cambio/democracia”, 64.4%; “Su buena gestión de gobierno”, 7.6%; “Me gusta/imagen”, 7.1%; “El gobierno no la hecho bien”, 0.8%; “Es el hombre indicado”, 1%; “Es de oposición”, 0.5%; “Para que mejore el país”, 2.4% Las causas por las que no votaría por Chávez son: “No me gusta/mala imagen”, 15.4%; “No estoy de acuerdo con sus relaciones internacionales”, 0.5%; “Por un cambio”, 46.6%; “Su
las malas también Junio de 2012/
mala gestión de Gobierno”, 21.7%; “Su mal equipo de gobierno”, 0.3%; “Por su enfermedad”, 1.6%; “No combate la inseguridad”, 3.4%; “Ha sembrado mucho odio”, 2.9%. En cuanto a por qué no votarían por Capriles: “Apenas lo conozco”, 12%; “No me gusta/mala imagen”, 35.2%; “Su mala gestión de gobierno”, 16.6%; “Sería un atraso para el país”, 11.5%; “No tiene experiencia”, 10%; “No tiene posibilidades”, 2.2%; “Porque soy chavista”, 3.8%; “No cumple las promesas”, 2.2%; “Las misiones no son bien vistas”, 1%; “Es golpista”, 0.5%. Al margen de su programa de gobierno, Capriles significa un cambio, una alternativa. No es fácil para Chávez encarnar el cambio, lo que significaría aceptar las deficiencias de gestión y la fatiga de trece años de administración, y tampoco es fácil para el electorado aceptar una continuidad sin cambios. Sin duda, es difícil construir una oferta novedosa, de continuidad y cambio, tal como le sugirieras sus asesores (externos) de imagen. Para conquistar los votos de los descontentos o de la clase media, el PSUV tendría que atender la realidad de la falta de solución a problemas macro e infinidad de situaciones que resultan irritantes para la población.. La espada de Damocles No escapa a los analistas la tensa relación –algo relajada en los últimos meses pero con promesa de reactivación apenas los estadounidenses salgan de sus elecciones- con Washington, que ha tenido un marcado retroceso en lo que creía su patio trasero (y así lo trataba). Es más, EEUU tiene reservas de hidrocarburos apenas por once años más y sigue empreñado en buscar (guerras, invasiones mediante) una provisión segura, dada la ausencia real de fuentes energéticas alternativas. Venezuela es uno de los más importantes reservorios de petróleo, junto al de los países del Golfo Arábigo-Pérsico, con la (des)ventaja de que está mucho más cerca geográficamente. Desde hace décadas se habla de la intención de los halcones estadounidenses de fomentar un conflicto colombo-venezolano
para quedarse con las reservas de ambos países. La historia reciente –de la última década- cuenta de un retroceso visible de Estados Unidos en Latinoamérica, donde ve fracasar sus políticas, como la del ALCA, sepultada en 2005 en Mar del Plata. Mucho tiene que ver con esta pérdida de influencia la política exterior venezolana, que en los últimos años generó vínculos en base a la solidaridad y complementariedad con sus hermanos latinoamericanos, para avanzar en la formación de alianzas (Unasur. Celac) que reivindican la autonomía y autodeterminación de cada nación pero también su decisión política de avanzar hacia la integración y el sueño de, al decir de Martí, Nuestramérica. La respuesta estadounidense ha sido la generación y financiamiento de conflictos internos y golpes “institucionales” y mediáticos: algunos frustrados (Venezuela, Bolivia, Ecuador), otros triunfantes. Y ese pareciera ser la estrategia que han planteado a la Mesa de Unidad Democrática, ante la derrota que le presagian todas las encuestas, plan que los cartelizados medios comerciales de comunicación recitan a diario. Ya se publicita a voz en cuello un plan para desconocer los resultados electorales. “No nos van a poder robar la elección en Venezuela sin que nosotros nos enteremos”, dijo en Chile Ricardo Haussman, ex-ministro de planificación del Gobierno de Carlos Andrés Pérez, quien adelantó que la oposición va a dar a conocer sus propios resultados de los comicios del 7 de octubre y difundirlos al mundo antes, incluso, que el gobierno. Si ya tiene los resultados…¿por qué no los anuncia ahora y no tiene que esperar hasta hasta el día de las elecciones? Quizá sea una forma de Haussman, ahora asesor de Capriles, de justificar a priori la probable nueva derrota, sobre la siempre difícil base de argumentar sobre algo que no ha pasado. Pero es una forma de preparar el terreno para el conflicto. Ya no es la figura de Chávez la que buscan denostar sus más férreos opositores nacionales y detractores internacionales (publicitariamente lo llaman “el presidente saliente”), sino lo que el proceso bolivariano representa para Latinoamérica.
/Junio de 2012
Amuay, conspiración, campaña Amuay Estas son simplemente palabras de urgencia frente a una situación que puede en cualquier momento tornarse en una verdadera catástrofe nacional y política, perfectamente condensada en el momento más oportuno a días de las elecciones presidenciales. No vamos a sumar comentarios respecto a lo de Amuay como tal siendo una tragedia que nos deja mudos, unos lloramos otros ríen, y en la medida en que han pasado las horas y días se posicionan los puntos de análisis. Tampoco nos interesa denunciar una vez más a una derecha que sabe lo que está haciendo y les viene como anillo al dedo lo sucedido. El sentido de catástrofe, “todo se derrumbó” como dirá Fernando Rodríguez en la editorial de Tal Cual, es lo que hay decir porque responde a lo que es necesario decir para una estrategia reaccionaria. El problema viene por el otro costado: el corretaje de opiniones y especulaciones que circundan el mundo “revolucionario”, lugar por donde, a nuestro parecer, se cuela la justificación de una catástrofe múltiple anunciada. La tragedia de Amuay ha podido ser una falla última del técnico más básico que le tocó hacer la revisión de seguridad de los tanques, la incompetencia de una gerencia, o una granada de un agente nacional de la CIA o los paramilitares de Uribe. Vaya a saber, ¿quién investiga?, problema pendiente pero donde está uno de los nudos por donde puede reventar una situación mayor en la medida en que quien investiga es el propio corresponsal de la estrategia catastrófica, así no lo sepa el técnico que la hace. Pero no nos quedemos allí, lo que es necesario dejar en claro es que el problema de Amuay, sea cual sea el resultado de una investigación en curso deja en claro una cosa: esto tiene que ver con una situación generalizada en lo que respecta a la situación interna del aparato de Estado y que en estos precisos momentos se decide o “continuar el buen peo”, como dice un amigo reeligiendo a Chávez en la presidencia o hundirnos en lo que sería el horror de la vuelta al coloniaje oficializado y el neoliberalismo programático; es un dilema crucial. PDVSA es una empresa que en tanto tal, independientemente de las reservas petroleras, gasíferas y ahora auríferas colosales que le hemos regalo los venezolanos para que las asuma como suyas, es una empresa quebrada. Y no precisamente porque supuestamente regale petróleo a otros países (¿y por qué no a un pueblo pobre que lo necesite?) o asuma programas sociales como dirá la colonial burguesía ni porque haya botado a 19 mil personas de supuesta gran formación que bien botadas estuvieron. El problema es que es una empresa que sigue trabajando con el mismo personal y lógica de la empresa que sirvió a un intento conspirativo descomunal diseñado desde los EEUU y la cúpula de la empresa en el 2002. PDVSA, mas allá de las políticas nominales de gobierno que la ponen al servicio del colectivo, sigue siendo dirigida desde un centro que va generalizando su caos interno, además de una actitud totalmente explotadora que en estos momentos como en cualquier otro ha generado la rebeldía de casi todos los trabajadores de cooperativas y empresas adscritas (algunas de ellas hechas por los propios gerentes, es decir, sus empresas personales) de más de un millar de trabajadores de PDVSA Occidente, y mucho peor en PDVSA Oriente donde están a punto de botar a más de 400 trabajadores; una gerencia reaccionaria e incompetente que no tiene el más mínimo sentido de lealtad y compromiso ni siquiera con las comunidades aledañas a las cuales debería servir, muchos menos hacia sus trabajadores que son solo eso: fuerza de trabajo desechable. La razón interna de la empresa para llegar a hacer semejantes desmanes no puede ser otra que la lógica de una empresa quebrada y distanciada totalmente de su razón común
por la cual la consideramos “nuestra”: no hay dinero y en efecto no lo hay internamente, además nadie rinde cuenta de lo que hay y el despilfarro como el descaro aburguesado y humillante de una inmensa parte de su gerencia mayor sigue siendo gigantesco. ¿Es Amuay una línea de continuación con esta realidad creada? Naturalmente que sí, independientemente de las razones específicas de la tragedia y las culpas específicas sí las hay. Además, sea cual la razón de este hecho horrible, ¿no hay la probabilidad de que en las semanas que quedan antes de las elecciones dentro de este mundillo tecnocrático se forje una verdadera catástrofe con deliberadas razones electorales? ¡Claro que sí!. Conspiración Sin embargo dentro de los análisis que corrientemente se distribuyen entre medios de información oficial y las líneas de denuncia por las redes de internet, la base de todos ellos parte la denuncia de oportunistas, insensibles, manipuladores, o asesinos y conspiradores a quien de hecho y probadamente lo son y muy particularmente el entorno de campaña que hegemoniza en estos momentos el espacio político de oposición y la candidatura de Capriles. Es decir, el enemigo esta siempre fuera de un nosotros, incluido un aparato de estado y corporativo que por gracia del señor y la propaganda del Ministerio de Comunicaciones, ya es “nuestro aparato de gobierno”. Por tanto si el problema se generó dentro de PDVSA, es de naturaleza absolutamente técnica y natural, un error lamentable, si no se atribuye a la conspiración terrorista de un agente externo que en suma estará ligado al imperio y la oligarquía apuntado a los golpistas de la oposición pero nunca a una realidad interna (cuando mucho será una infiltración venida de fuera). Definitivamente estamos ante una visión de comprensión idéntica a los análisis archicientíficos de las dictaduras burocráticas soviéticas y adyacentes donde los enemigos del mundo feliz y proletario que ellas representaban eran absolutamente externos a las relaciones de mando y poder que ellas mismas impusieron...la historia terminó demostrando que eso era una mentira más de su propia patraña y no fue precisamente un comando de la CIA quien acabó con ese mundo feliz. Insistimos, los sifrinos y fascistas ligados a Capriles pueden estar operativizando, diseñando o soñando cualquier orden de situación catastrófica para los días que vienen y por supuesto hay que mantener toda vigilancia. Pero el peligro catastrófico si hay algo que de verdad tiene el poder de generarlo es la conspiración hacia la revolución popular y autogobernante que esta carroña de redes ¡chavísimas-rojísimas! vienen generando desde que
Junio de 2012/ Roland Denis
empezaron a imponerse y convertir en acto natural y necesario su autarquía después del referendum presidencial del 2004. Ni siquiera actuando en relación directa con agentes de oposición o imperiales estas maravillas necesitan ser el punto de partida de una situación social o estructural catastrófica (explosiones, desastres por supuestas fallas humanas, etc.), sino a partir de la lógica de perseverancia en los lugares de privilegio en que se encuentran mas su odio y terror frente a todo hecho de liberación colectiva. Circunstancia que en cualquier momento las pueden llevar a operar en ese sentido, probablemente inspiradas o ayudadas sin que se den cuenta por verdaderos agentes de infiltración imperialista que ya manejan muy bien los detalles psicológicos de una “conspiración por inducción no consciente” o incluso “inconsciente” (manipulación explosiva de frustraciones y miedos). Pero esto sería lo de menos, por decir, la causal menos importante. El hecho es que existen como status de poder cristalizado y hace rato que vienen conspirando contra la revolución profunda y real, no habiendo manera de sincerar esta situación hasta en muchas de las mentes y movimientos mas nobles y honestos de este proceso. Demasiados siguen actuando bajo los parámetros paranoicos del monstruo venido de los infiernos que quiere comernos. Vemos incluso más allá de PDVSA, en situaciones sociales como es el caso de los trabajadores cementeros (a punto de una huelga nacional gracias al manejo “hiperpatronal” del asunto por parte de la dirección de la Corporación Nacional del Cemento y sus fuentes de negocio), trabajadores de Guayana confrontados con la tríada a quien la CIA les debería besar los pies: gobernación, dirección CVG, gerencias empresariales públicas (ej: Minerven dirigida por un ladrón archiescuálido, hombre del gobernador) donde podría generarse cualquier situación social de alta conflictividad o estructural catastrófica y cuidado con el Guri y la red eléctrica ya maltratada desde hace años. Rebotan por todos lados situaciones laborales donde aplaudimos cualquier rebeldía legítima y revolucionaria de los trabajadores pero su manejo inducido y provocado en estos momentos no tiene ¡nada de inocente! ¿Qué pasa que no se alerta de lo que puede pasar en Lagunillas-Zulia donde está a punto de reventarse el muro de contención del lago que protege la cuidad? Podrían morir miles de personas si esta calamidad se produce y ni siquiera una señal de alarma se adelanta. ¿Los medios públicos han informado de la masacre de la comunidad Yanomami en el alto Orinoco por parte de garimpeiros, alrededor de 80 personas asesinadas?, claro que no ¡¡¡¿es que no se trata de venezolanos tan venezolanos como los que fallecieron en Amuay?!!!. ¿Qué mierda es lo que están escondiendo?...su propia conspiración. Campaña Esta denuncia directa sobre el verdadero agente catastrófico la concluimos por ahora con el asunto en sí de la campaña cuyas características encierra toda la paradoja y peligro en que nos encontramos. Espectáculo que esta vez deberían llamarlo aparece un pueblo que no el candidato sino “la campaña chayota”. Una cosa donde cada candidato apela al miedo y la denuncia del otro. El mismo Chávez creando miedo en la población “porque te van a quitar las misiones sociales si gana el candidato de la burguesía”, se viste él mismo de un conservatismo pasmoso, haciéndole un favor enorme a este sifrino de Capriles poniéndolo como agente de un mal que sin papá Chávez el pueblo quedaría en vilo y llorando el pasado, siendo el burguesito quien esta vez aparece con un aire de “cambio y renovación” atribuyéndole protagonismo al menos al individuo deseoso de “progresar” (que increíble, millones de dólares entregados a empresas brasileñas de asesoramiento
electoral para terminar en este triste esquema completamente conservador y antirevolucionario, por decirlo decentemente. Menos mal, aunque sea como muestra folklórica, que algo de “otra campaña”, de chavismo salvaje e irreverente ha podido apuntalarse y producir su simbología y letreado). En ningún momento aparece un pueblo que hoy y mañana defenderá y profundizará la revolución que reivindica y realmente le interesa y como ha sido de hecho ¿o es que la raíz y significado del 13 de Abril del 2002 no esta claríto? En fin sobre esta doble vertiente de discurso: pueblo expectante y cuerpo vacío, amoroso a quien llenamos de hechos justicieros con misiones sociales...burocracia divina que salvas mi existencia...nuevo “Padre Nuestro”...se esconde la falacia de toda esta autarquía burocrática y conspirativa. Pero esto ya no importa estamos a días de unas elecciones que si no hay nada catastrófico de por medio debe ganarlas Hugo Chávez con bastante holgura. Pero el pueblo en esta campaña como nunca es un plato de muestra, un rincón anexo de imagen mediática, un juego de números entre candidatos, un amante fascinado ante la presencia de grandes ególatras. Manipular con esta situación pero en un sentido conspirativo es la línea de conducta lógica con que ha de actuarse desde dentro. Lo de Amuay y todo lo que en potencia puede presentarse en las próximas semanas tiene allí su vitamina subjetiva. Me explico, el verdadero plato que esta por servirse ya tiene ordenada la sala de contexto: la “campaña chayota” y sentimentalista es el mejor de los escenarios para generar desde fuera y sobretodo de dentro el o los acontecimientos catastróficos necesarios para invertir tendencias. Por lógica matemática de circunstancia política esta posibilidad es entonces un hecho que necesariamente debería darse y no hay mas nada que agregar salvo datos concretos que deben socializarse de inmediato...¡mosca!: defensa, inteligencia y movilización general que este pueblo no es un coranzoncito, somos puño con sueño de amante y en movimiento. ¡Esta revolución es nuestra! ¡La presidencia es nuestra! ¡Chávez se queda carajo!
/Junio de 2012 HOMAR GARCÉS
Para llegar al socialismo revolucionario
Los fundamentos de una nueva estructura económica postcapitalista y de una nueva organización política de la sociedad a través del socialismo revolucionario requieren de una nueva orientación teórica y cultural, lo que debiera redundar -sin duda- en el desarrollo integral de los sectores populares, concibiéndose al mundo de una manera radicalmente distinta. Sería, además, poner en movimiento la adopción de una nueva clase de ciudadanía, activa y no contemplativa, cuyos valores éticos y morales conviertan a cada persona en generadora de los cambios políticos, sociales, económicos, militares y culturales que definirán la transición definitiva hacia el socialismo, haciendo posible la combinación de teoría y acción política, como también la superación de las contradicciones, las inconsistencias y las desviaciones a las cuales estuviere propenso el proceso revolucionario en cualquier momento. Ello exigiría trascender los límites de la democracia restringida, tan del uso en la mayoría de los países, incluidos aquellos donde tienen lugar cambios bajo la advocación del socialismo. Esto contrastará enormemente con lo afirmado por Samuel Huntington en el Informe sobre la gobernabilidad de las democracias para la Comisión Trilateral, publicado en 1975, en el sentido que “la operación efectiva del sistema político democrático usualmente requiere mayor medida de apatía y no participación de parte de algunos individuos y grupos. En el pasado, toda sociedad democrática ha tenido una población marginal, de mayor o menor tamaño, que no ha participado activamente en la política. En sí misma, esta marginalidad de parte de algunos grupos es inherentemente no democrática, pero es también uno de los factores que ha permitido a la democracia funcionar efectivamente”. En la actualidad, la globalización económica neoliberal busca mantener inalterable esta realidad, resistiéndose a las demandas de los sectores populares de una mayor participación política y de una efectiva redistribución de la riqueza, por lo que sus auspiciadores y beneficiarios directos no escatiman ningún método, sutil o violento, para lograrlo. De ahí que, siendo el socialismo la antípoda política, social y económica del sistema capitalista, debe desprenderse de los esquemas que caracterizan a este último, facilitando el escenario para que se pongan en funcionamiento mecanismos de participación y de protagonismo popular, capaces de producir acuerdos -en medio de la diversidad de intereses e ideas de sus integrantes- que reflejen la unidad de acción y de pensamiento respecto al tipo de socialismo revolucionario que se espera construir, sin que prevalezca la tutela del Estado. Esto pasa por incluir también la definición de las formas de propiedad de los medios y de organización de la producción, además de las relaciones que existirían entre el poder político y la democracia socialista, entendiendo ésta como un ejercicio cotidiano y vinculante por parte de los sectores populares que no podrá ser obviado por el estamento gobernante, invocando para ello razones de Estado, como es habitual en los regímenes de la democracia representativa. Es preciso, por tanto, asegurar las condiciones objetivas y subjetivas que permitan una retroalimentación de la revolución socialista, de modo que haya una continuidad y una profundización de la misma que la haga totalmente irreversible, sin el titubeo ni la manipulación demagógica característicos de quienes nada más aspiran a una mera reforma cosmética del orden vigente en su propio beneficio. Para alcanzar dichos objetivos es vital inculcar entre los sectores populares la necesidad de la formación teórica y del debate crítico y propositivo, algo que impone el activismo de una dirigencia política compenetrada con los ideales del socialismo revolucionario que, más que representante, sea vocera de los intereses colectivos; de tal forma que no exista posibilidad alguna de una restauración de la sociedad capitalista que se pretende reemplazar por otra de nuevo tipo, es decir, por una definitivamente socialista.
El nuevo falso positivo
ROBERTO MALAVER
Cinthya Machado Zuloaga se está informando todos los días. Ahora la política le interesa. Quiere saber qué ha pasado y qué esta pasando en todas partes. Así se va formando un juicio y va desarrollando ideas. Saca su lap top y verifica lo que dice. Habla con argumentos. Sabe que improvisar no queda bien porque la descubren muy fácilmente. Busca en Google la frase falsos positivos y lee: “El Escándalo de los falsos positivos es como se conoce a las revelaciones hechas a finales del año 2008 que involucran a miembros del Ejército de Colombia con el asesinato de civiles inocentes para hacerlos pasar como guerrilleros muertos en combate dentro del marco del conflicto armado que vive el país,” A Cinthya le preocupan las declaraciones de Álvaro Uribe con respecto a Venezuela, y su amistad con la derecha venezolana. Con Leopoldo López, quien defendió su política de seguridad. Con Antonio Ledezma, quien lo visitó en Bogotá. Deja por un momento la lap top y mira el cielo. Está pensando Cinthya. Está meditando la mujer más bella del mundo. El mesonero se acerca con la botellita de agua Evian y el café negro, y la ve así, silenciosa, viendo al cielo, y dice: “Es linda, es inteligente, es millonaria, ¿para qué mas?” Ella sonríe y el mesonero se marcha asombrado, como siempre, ante la belleza de Cinthya. Y dice así: “Te leí eso de los Falsos Positivos del Ex presidente Uribe, porque quiero contarte que cada vez que Henriquito declara y mete la pata, mi padre dice que “Tenemos un nuevo falso positivo”. Y después explica: “Estamos presentado como positivo al hombre más falso que hemos encontrado. No conoce el país porque nunca le interesó, y en tres meses de campaña no lo va a conocer. Está en Chivacoa y dice Coquivacoa, va a Ciudad Bolívar y dice Suapara, es decir, Cinthya, tenemos un nuevo falso positivo en el país”. Toma un poco de agua y sigue diciendo: “Mi padre tiene razón. Yo le dije: Será un nuevo falso positivo, pero es nuestro nuevo falso positivo. Parodiando a lo que dicen que dijo un presidente de Estados Unidos de un presidente de Nicaragua. Tú debes saber”. Entonces sonríe y busca la frase en Google y me dice: “Mira, aquí está, lo dijo Franklin D. Roosevelt de Anastasio Somoza. Te repito amigo: Tenemos un nuevo falso positivo montado en un autobús”. Y Cinthya se ríe.
Junio de 2012/ ELEAZAR DÁZ RANGEL/ ÚLTIMAS NOTICIAS
El fraude anunciado
La última semana se recordó el referendo revocatorio de 2004. En ocasión de la posibilidad de una falsa denuncia de fraude el 7-0, es oportuno comentar lo ocurrido los días 14 y 15 d agosto, hace 8 años. En la media mañana del día del referendo, una empresa comunicacional realizó una encuesta a boca de urna, preguntaban a quienes habían votado como lo habían hecho, a favor del SI o del NO. Y por la tarde, difundieron la especie de que la mayoría había votado por revocarle el mandato al presidente Chávez, noticia que difundieron algunos medios audiovisuales, y en ciudades como Caracas, corrió como pólvora, y por supuesto, miles de venezolanos creyeron en esa encuesta. ¿Qué había sucedido? Que en realidad, era mayoría la de quienes votaron por la salida del Presidente, pero la encuesta fue debidamente planificada para levantarla en aquellos centros electorales que en elecciones anteriores, ganó siempre la oposición. No tenían duda de cuales serían los resultados. La hicieron desde el centro de Caracas hacia el Este y el sureste. Esa noche, conocidos los resultados reales suministrados por el CNE, que daban una proporción de 60% a favor de Chavez y 40% por revocarle el poder, reiteraban la denuncia del supuesto fraude. Al amanecer del 15 lunes, desde el Hotel Tamanaco, Henrry Ramos Allup y unos pocos políticos de la oposición, denunciaron formalmente que hubo fraude, y el dirigente adeco prometió que “desde mañana comenzaremos a presentar las pruebas”. Como saben todos, nunca pudo presentarlas, ni las mas endebles posibles. Nunca hubo fraude y por supuesto, era imposible que hubiese prueba alguna. Pero experiencias similares pueden repetirse el domingo 7 de octubre. José Vicente Rangel ha sido reiterativo y contundente en alertar sobre ese riesgo. No importa cual pueda ser la ventaja de votos de Chavez sobre Capriles Radonsky, desde la noche de ese domingo comenzarán a promover esa oleada. Esta semana, Diosdado Cabello en entrevista con Ernesto Villegas, le dijo que tenían informaciones según las cuales la oposición se prepara para ofrecer unos supuestos resultados la noche del 7, antes de que lo haga el CNE, y después, denunciarán el fraude. Nada de esto son suposiciones ni especulaciones, y no se si todos en la MUD está comprometidos con esas denuncias. No tendía nada de raro que las mismas estén en combinación con factores políticos y mediáticos del exterior. Nadie en la oposición ha admitido que reconocerán los resultados de las votaciones, por el contrario, guardan silencio y tienen toda una campaña de descrédito del árbitro electoral. Hay que tener presente que el mismo presidente Barak Obama declaró en las respectivas ocasiones, que las elecciones en Nicaragua, que ganó Daniel Ortega y el FSLN con el 62%, eran fraudulentas, y poco después hizo lo mismo con las elección de Vladimir Putin en Rusia, que casualmente triunfó con el 60%. Si lo hizo con esos dos gobierno que no están su lista negra ni candidatos a ser considerados estados canallas, y a pesar de que no tuvieron efecto alguno ni mayor eco en esos países, no sería raro que también Washington, según los informes que reciba de Caracas y la proyección de la denuncia de fraude, emita unas opiniones similares.,
MARYCLEN STELLING
Las encuestas al debate El tema de los sondeos de opinión es una discusión fundamental e ineludible en la coyuntura electoral actual. Es tal la pasión con la que hemos asumido las elecciones presidenciales, que parece que se nos va la vida en la confrontación del 7/0. De allí la importancia vital que han cobrado estos instrumentos de medición y las discusiones que han levantado en cuanto a su verdadero poder e incidencia en los resultados de la contienda. Actualmente se revisa el papel de las encuestas políticas y sus consecuencias para la calidad de la democracia y las políticas de gobierno. Se alerta sobre “el peligro de gobernar para las encuestas o de tomar decisiones (…) basándose en las opiniones no expertas surgidas de los sondeos.” A raíz de las elecciones presidenciales en México, se desató un profundo cuestionamiento de las encuestas, la “metodología, opacidad en su elaboración y tendencias amañadas acorde a sus clientes.” Tal fue la divergencia entre los últimos sondeos y resultados definitivos, que cinco importantes encuestadoras mexicanas reconocieron los errores de sus mediciones, pero rechazaron una mayor regulación oficial. Académicos de ese país se dieron cita para discutir el tema bajo la convocatoria: “Quinto poder: las encuestas y la construcción social del ganador” Surgieron cuestionamientos de carácter metodológico, tales como formulación sesgada de las preguntas o el diseño muestral. En cuanto al financiamiento, se denunció como uso velado de dinero en las elecciones el hecho de que las encuestas favorezcan a determinados candidatos. En relación a la credibilidad, se afirmó que es inadecuado distinguir encuestas de partidos (menos creíbles) y de medios de comunicación (más creíbles), por cuanto ambas pueden ser igualmente partidarias. Se denunció enfáticamente que “Los partidos políticos más grandes son los medios que financian esas encuestas” y que al estar segados, lo estarán por ende las mediciones que solicitan. Desde una perspectiva ética, se cuestionó el uso indebido de encuestas sin rigor metodológico, empleadas para perjudicar contrincantes e infundir triunfalismo. En cuanto a los efectos en el electorado, se alegó que ninguna encuesta ha colocado a alguien en la Presidencia. Y se coincidió en que los resultados de los sondeos inciden en aquellos electores que dan seguimiento a tales mediciones y emiten lo que se denomina el “voto útil”. Se concluyó drásticamente afirmando que “las cifras de las encuestas son lo menos útil de las mismas” y que jamás una encuesta ha colocado a alguien en la Presidencia.
/Junio de 2012
Logros de la Política de Plena Soberanía Petrolera de Chávez
AMENOTHEP ZAMBRANO
Cuando Chávez dice que la nueva PDVSA es del pueblo, es una verdad del tamaño de la faja petrolífera del Orinoco, así como también es verdad que PDVSA ahora le rinde beneficios a los venezolanos a través de las misiones sociales y el petróleo se siembra en cada rincón de la patria de Bolívar. ¡Ahora la renta petrolera es del pueblo! Sin embargo este estado de cosas no siempre fue así, aquí se instauro una tecnocracia petrolera que utilizo el petróleo de todos los venezolanos para una pequeña burguesía que de manera ilegal evadió y eludió durante 50 años sus responsabilidades fiscales y no conforme con esto adoptaron un mecanismo perverso de apertura petrolera para privatizar y desnacionalizar nuestro principal recurso económico. A continuación leamos y aprendamos las 10 razones que distinguen la política soberana de petróleo para los venezolanos de Hugo Chávez Frías vs. El plan de Capriles para entregar nuestro petróleo a las trasnacionales. Diez razones 1- Venezuela Potencia Energética: Venezuela se posiciona como el país con más reservas petroleras del mundo, gracias a la cuantificación y certificación de las mismas. En la cuarta Republica se desdeñaba la importancia de nuestro país como proveedor de energía. 2- Primera Reserva certificada de petróleo del Mundo: Se logra el reconocimiento de que las reservas de la Faja son petróleo, no bitumen. El petróleo pesado y extrapesado que allí se encuentra, se puede convertir en petróleo extraliviano, que es el que se cotiza a los precios más altos. En la Cuarta Republica calificaron al petróleo de la Faja de “Bitumen”, para comercializarlo al precio del carbón. 3- Sube factor de Recobro: Se elevo el factor de recobro en la Faja Petrolífera del Orinoco a 20%, con expectativa de descubrimientos que permitan explotar el resto. En la apertura petrolera la tasa de recobro fue de 7%. Con la poca inversión dañaron los pozos y 93% del petróleo “in situ” se perdía para siempre 4- Mayoría Accionaría del Estado Venezolano en las empresas Mixtas Petroleras: Se estableció el control mayoritario y absoluto del Estado Venezolano sobre las actividades medulares de la industria petrolera. Se estableció el monopolio del Estado Venezolano en la comercialización. Antes en la apertura petrolera, PDVSA tuvo un promedio de participación de no más del 43% en los distintos convenios y asociaciones. 5- Aumento de la Tasa de I.S.L.R: La Asamblea Nacional elevo a 50% el ISLR a las actividades petroleras, y elimino un conjunto de excepciones que usaron las trasnacionales para evadir de manera sistemática el pago de este tributo. Para el momento de la apertura petrolera estaba vigente una tasa de ISLR de 67.7% para las actividades petroleras, pero a estas empresas les dieron una gran rebaja al fijarla en 34%, siendo idéntica a la tasa aplicada a otras actividades económicas mucho menos rentables. 6- Recuperación de la Soberanía Jurisdiccional sobre nuestro petróleo: Se logro el rescate de la soberanía jurisdiccional venezolana para dirimir cualquier diferencia entre PDVSA y las trasnacionales en los tribunales venezolanos, en el marco de las leyes nacionales. En la Cuarta Republica
se estableció la figura entreguista del Arbitraje Internacional a través del CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones) organismo dependiente del Banco Mundial y controlado por las trasnacionales Norteamericanas y Europeas. 7- Aumento de las tasas de Regalías e impuesto de extracción: Se elevaron significativamente los ingresos por regalías e impuesto de extracción. Desde octubre de 2004 por cada 100 dólares de petróleo vendido de la Faja del Orinoco, Venezuela recibía 16.33 dólares por Regalías. En mayo de 2006 se aprobó la reforma de la Ley Orgánica de Hidrocarburos y al impuesto de Extracción de 33.33% se le deduce la Regalía. Desde entonces, por cada 100 dólares de petróleo vendido de la Faja del Orinoco, Venezuela recibe 33.33 dólares por Regalías. Durante la Apertura Petrolera, por cada 100 dólares de petróleo vendido de la Faja del ORINOCO, Venezuela recibía 1 Dólar por Regalías. Es decir, prácticamente se estaban llevando gratis el crudo venezolano. 8- Política de Defensa de los precios petroleros justos: Venezuela se acoplo a una política disciplinada y ajustada a los mandatos de la OPEP, en función de la defensa de los precios y en beneficio del interés nacional. En la cuarta Republica, nuestro país se subordino a los intereses de los EEUU y promovió la inundación del mercado para bajar los precios internacionales 9- Fortalecimiento de la OPEP: Venezuela asume el liderazgo para el fortalecimiento de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, para proponer políticas y acentuar su influencia geopolítica como bloque estratégico. 10- Diversificación de nuestras exportaciones petroleras: Durante los últimos años diversificamos el destino de nuestras exportaciones petroleras, cada vez cobran más importancia los
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países Centroamericanos, Caribeños y Suramericanos a través de PETROCARIBE, ALBA, UNASUR, así mismo somos cada vez mas importantes como suplidores confiables de la segunda economía mundial como lo es China. En la cuarta Republica el destino casi total de nuestras exportaciones era hacia EEUU, generando una relación de dependencia absoluta a las condiciones y descuentos impuestos desde Washington, además de la exposición a riesgos y contagios industriales y comerciales a crisis generadas en la economía norteamericana. Resultados satisfactorios de PDVSA permiten el bienestar del poueblo Gracias a una política petrolera soberana y a un poder legislativo independiente de potencias extranjeras, avanzamos a la Venezuela potencia con justicia social que construye el pueblo junto a Chávez. Las políticas sociales del candidato de la patria descansan sobre las ganancias y el excedente petrolero. La renta petrolera se canaliza hacia el pueblo, no solo a través del presupuesto de la nación, sino de las Misiones Bolivarianas, Las cuales atienden en forma prioritaria a los sectores populares del país –que representan la gran mayoríaen áreas donde existían altos déficit de atención de la política social. Los resultados satisfactorios de PDVSA han potenciado varios años consecutivos de crecimiento continuo de la economía venezolana y de las reservas internacionales, con lo cual ha habido una caída de la tasa de desocupación por la reactivación del aparato productivo. Se han construido importantes obras de infraestructura para el desarrollo nacional y bienestar del pueblo. En lo social, ha mejorado sistemáticamente la atención integral en salud, educación, alimentación y transporte publico. A la fecha el sistema de distribución de alimentos del Gobierno Bolivariano en funcionamiento desde hace menos de 10 años, beneficia a casi 20 millones de personas y supera con creces el
sistema de distribución privado de alimentos que especulo y se aprovecho del pueblo venezolano durante 40 años. Así mismo el sistema publico de salud construido por la Revolución Bolivariana es algo digno de estudio, los últimos datos recogidos por el Censo 2011, arrojan algunos dato impresionantes: el sistema de atención primaria de salud “Barrio Adentro” Duplica la capacidad de atención de todo el sector de la medicina privada construido durante los últimos 50 años, y algo aun mas esclarecedor del sistema de salud que estamos construyendo en el país: de cada 10 personas que asisten a atenderse en los servicios médicos a nivel nacional; 9 son atendidos por el sector publico en su conjunto (Incluye IVSS, Hospitales, Barrio Adentro) y solo 1 es atendido por el sector privado. Imaginemos por un segundo el Caracazo con todo el dolor que puede representar para muchos de los que están leyendo estas líneas, en aquella época no se requería el uso de la fuerza para reprimir al pueblo que estaba reclamando sus derechos, era necesario el inicio de las misiones sociales, pero la clase política adeco-copeyana le dio las espalda al pueblo que lo eligió y prefirió plegarse a las recetas neoliberales que se apropiaron de nuestros activos estratégicos y le negaron al pueblo el accesos a derechos humanos fundamentales como la educación, la salud, la alimentación, la cultura, vejez digna. Siempre Chávez nos ha dicho que la historia no es solo estudiar el pasado, también se basa en el estudio del presente y el futuro; alguien cree que de ganar el 07 de Octubre un candidato adeco-copeyano dominado por las trasnacionales gringas y tutelado políticamente por Washington no acudiría a su vieja forma de gobernar, por supuesto que si, no solo perderíamos nuestro petróleo, sino también la patria. Por eso me apropio de lo que dijo el presidente Chávez hace poco en un acto publico: “Debemos cuidar lo que vamos a seguir logrando. Lo que hemos hecho no es nada con lo que haremos próximamente”.
/Junio de 2012 MARIADELA VILLANUEVA
¡A empoderarse! Uno de los elementos más importantes del momento que está viviendo América Latina es la visibilización y fortalecimiento del Poder Popular étnico, campesino, obrero, femenino, estudiantil, etc. En nuestra Venezuela petrolera y urbana los residentes de los sectores y urbanizaciones populares, obreros o no, tienen un papel fundamental que jugar en la construcción del poder de las bases. En este contexto, en el panorama electoral venezolano, Hugo Chávez garantiza la continuidad y profundización de la lucha por la soberanía e independencia del país, del pago de la deuda social acumulada por políticos y burgueses parásitos y, sobre todo, del apoyo efectivo a la organización y ejercicio del Poder Popular, objetivos todos “terroristas” e imperdonables desde el punto de vista del imperio y sus cipayos. La imposición de presidentes favorables a Estados Unidos en los países de América Latina resulta vital para el mantenimiento de su hegemonía capitalista sobre el resto de las regiones del mundo, no solo por sus implicaciones sobre la acumulación de capital sino porque la pérdida del control de su patio trasero afecta negativamente su imagen y legitimidad, ya bastante cuestionadas. De allí que el gran capital apoye a un candidato como Henrique Capriles Radonski. Cualquier cosa con tal de retomar la dominación de nuestra economía y de nuestro ser colectivo, con tal de expoliarnos y destruir nuestra estima e identidad. Chávez hace todo lo que humanamente puede, nos toca a nosotros fajarnos. Tenemos que ayudarlo a desenmascarar a Capriles, tenemos que trabajar para garantizar su triunfo, tenemos que empoderarnos con miras a seguir avanzando hacia el socialismo. No podemos fallar. No podemos limitarnos a las quejas, a pedir y recibir. No podemos acobardarnos; tenemos poder y tenemos que asumirlo. Somos colectivamente responsables de construir el país que queremos.
Inteligencia mínima
ROBERTO HERNÁNDEZ MONTOYA
¿Cómo se llega a llamar suapara a la sapoara, a suponer que un submarino usa telescopio, que las empanadas llevan «carne adentro», que los europeos no usan desodorante, que las mujeres votarán por chocolate nuevo, a no saber ni forjar un documentico ahí? Hay mentes que pasman. Unas por prodigiosas y otras por su minimalismo. No me pronuncio sobre las que son exiguas por razones de salud, por respeto y porque no estoy profesionalmente facultado para ello. Me refiero a la fábrica de escasez espiritual de la actual burguesía mundial. Hay gente que quiere vivir en un microclima hermético. No tiene nada de malo en sí mismo. Son frecuentes las agrupaciones que se confinan en un espacio delimitado, generalmente congregaciones religiosas de harto rigor. También lo respeto. Requieren de una disciplina rigurosa para que no se filtre ninguna nota inconveniente, según criterios poco transitables. Normalmente se encierran en edificios infranqueables y sus mentes circulan por senderos conceptuales bien ceñidos. No solo la religión; también la ciencia, el arte. El rigor científico excluye más que incluye: deja por fuera la superchería, la fullería, la charlatanería, lo no verificable. Es actitud recomendable porque es así como se desarrollan vacunas y se envían sondas a Marte. También hay rigores estéticos positivos, que logran la Capilla Sixtina o el son entero de Óscar d’León. El aislamiento no siempre embrutece. Pero hay inteligencias enclaustradas que asombran. No solo por lo cortas sino por las condiciones paradójicamente abiertas en que se producen. Me referiré a un caso particular que nos amenaza con una catástrofe social si esta burguesía esterilizada llega por primera vez solita al poder e impone su patiquinado y su sifrinismo. ¿Cómo se puede andar por la vida ignorando voluntariamente casi todo, sin leer un solo libro o admirar una sinfonía? Si acaso caminan, comen, respiran. Se requiere de una disciplina bien áspera. Una mente deliberadamente inculta requiere de mayor austeridad que una cultivada, porque en cualquier momento rozas una información que te ilustra y ya pierdes esa castidad intelectual que tanto te costó cultivar. Un paso en falso y zuas… Ya sabes. O no sabes, digo, si eres virgen de verdad, que hay. Tienes que someterte a un régimen inexorable de centro comercial, bingos y Miami. Y más nada: un rechazo incondicional a todo lo «niche». Llámase niche todo lo que no sea moda gringa. Punto. Niche es la empanada de cazón, pero también un poema de Andrés Eloy o una novela de Gallegos. Niche es incluso, con poco esfuerzo, un libro de Jean-Paul Sartre o de Martin Heidegger, mira tú cuánto puede avanzar la inteligencia minimalista. Es asombrosa. Pero del asombro pasa al abucheo y al hipo cuando simula que no desprecia la sapoara, la empanada de carne, la cultura indígena, la ruana, el sancocho, el barrio, el perro Mucuchíes. Luce tan postizo, tan que no es y es devastador el efecto, al menos entre la gente que ama esos símbolos entrañables, hondos, íntimos. No sé qué sintieron los guayaneses cuando oyeron hablar de la «suapara», pero no creo que los inclinase demasiado a votar por el candidato perdedor.
Junio de 2012/ JUAN CARLOS MONEDERO/CIUDADCCS
Cinco tesoros que Capriles arruinaría
Una de las más claras enseñanzas de la crisis que sufre España ha sido constatar, una vez más, que la derecha, como estrategia política central, elige la mentira. Llevan así, cuando menos, desde la Revolución Francesa, cuando afirmaron que fuera de la monarquía absoluta no había futuro (cuando era, precisamente, todo lo contrario). Las mentiras terminaron en un cesto, acompañadas de las cabezas que las pensaron, pero la minoría de edad de la humanidad hace que los mentirosos sigan reproduciéndose. La lucha contra los privilegiados se gana más cambiando la cultura política que dejando caer la hoja de la guillotina. Y eso necesita tiempo y que los pueblos dejen para otro momento la ingenuidad. Zapatero fue un presidente que, pese a decirse socialista, no se atrevió a confiar en su pueblo. Terminó como un pelele merced al viento de los mercados y al fin de lo que siempre leyó como “suerte política”. La derecha española, poco compasiva, no dejó de empujarle hacia el abismo, aunque con ello hundiera también un poco más al país. Para sacarle del gobierno, apeló a dos ideas fuerza: un sentido común hueco –“vamos a gobernar como Dios manda”– y una vehemente negación de que fueran a tomar ni una sola de las decisiones que, por su ideología y comportamiento histórico, se presuponía que estaban en su agenda oculta. Con esa estrategia banal –“basta que estemos en el poder para que todo se solvente”–, el Partido Popular sacó mayoría absoluta (aunque sólo tres de cada diez votantes los apoyó: su victoria no vino de obtener un gran respaldo, sino porque los votantes socialistas
abandonaron a su partido). Nada más ganar las elecciones, la derecha española empezó a aplicar su programa oculto, desmantelando tres décadas de avances democráticos. Para más INRI, cada vez que eliminaban una conquista, decían a los españoles: “A nosotros tampoco nos gusta lo que estamos haciendo, pero no tenemos otra alternativa”. Los bancos de rescate en rescate y los pueblos, como alguna vez dijo Chávez, de foso en foso. Esa mentira de la derecha española ha reaparecido calcada en la estrategia de Capriles Radonski: “Voy a gobernar como Dios manda”, “voy a respetar los logros sociales”, “no tengo una agenda oculta”, “no creo en el neoliberalismo ni en el gran capital”, “voy a mantener los empleos públicos”, “no voy a solventar ningún problema haciendo que paguen justos por pecadores…”. Pero es imposible no imaginar a Capriles decir, mientras cierra la puerta de un CDI, de un Mercal, de una aldea universitaria, de un conjunto de viviendas populares, de una empresa de propiedad social, mientras vuelve a hacer de Pdvsa un “Estado dentro del Estado” o al tiempo que vuelve a abrir el país a las transnacionales: “No me gusta nada hacer lo que estoy haciendo, pero no tengo más remedio y no hay más alternativa”. Cuando uno compara el deterioro de la Unión Europea, y más en concreto de España, con la situación actual de la Venezuela bolivariana, no cabe la menor duda de que Europa está perdiendo lo que no ha sabido defender, mientras que
/Junio de 2012
Venezuela está ganando lo que ha sabido pelear. La derecha española, esa que es interlocutora de Capriles, prometió que iba a solventar los problemas del país. Lo que nos está dejando son jubilaciones a los 67 años, regreso de una universidad exclusiva para ricos, privatización de la sanidad, precarización y desaparición del empleo público, deterioro de las prestaciones sociales, encarecimiento del transporte, reducción de los salarios, venta del patrimonio público, privatización de la educación… España tenía una situación envidiable. La está perdiendo. Venezuela venía de muchas carencias. Poco a poco, pero con firmeza, las está solventando. Hay cinco tesoros en Venezuela que Capriles arruinaría, igual que la derecha española está arrasando el bienestar colectivo. Aunque nadie escarmienta en cabeza ajena, permítanme que se los recuerde. El primer tesoro tiene que ver con el bienestar económico. Claro que aún queda mucho trecho por recorrer en Venezuela. Con humildad, el Plan Nacional 2013-2019 afirma que se están sentando las bases para la transición al socialismo. No que el socialismo sea ya una realidad, sino que se está construyendo. Una declaración de humildad que demuestra que con los años la Revolución se hace más sabia. Lo relevante, junto a todo lo conseguido, es la tendencia. Y esa va invariablemente hacia arriba. Así lo indica el Índice de Desarrollo Humano que elabora las Naciones Unidas cada año. Desde que llegó Chávez, no ha habido un solo año en el que Venezuela haya descendido puestos. Capriles Radonski, en su primer día de gobierno, suspendería, porque así se lo demandan sus financiadores, el empleo público –uno de los motores centrales de la economía en todo el mundo–. Esas decenas de miles de empleados, junto con sus familias, dejarían de consumir, además de que empujarían los salarios a la baja (otra de las medidas inmediatas de Capriles). La economía sufriría un frenazo en seco. Las empresas, con menos consumidores, cerrarían, el Estado recaudaría menos dinero, se despediría de nuevo a más gente. El odio de Capriles a lo público no solamente dejaría desatendidas las misiones, reduciría médicos, profesores, cuidadores, dependientes, constructores, sino que llevaría a la economía a una presumible recesión, alimentada por la incertidumbre que generaría alguien que limita su programa económico a desmantelar los logros de estos 13 años y a prometer gestionar la economía “como Dios manda” (como si algún dios hubiera escuchado alguna vez a los economistas). La reciente ley del trabajo –de las más avanzadas del mundo–, las bajas tasas de desempleo o el esfuerzo por eliminar la precariedad laboral, se verían sustituidas por un modelo tradicional subalterno donde, como hemos visto en Honduras o en Paraguay, los salarios deben estar al servicio de la tasa de ganancia de las grandes empresas multinacionales. Ese “como Dios manda” suele ser “como manden los Estados Unidos”. A las élites venezolanas les ha gustado “demasiado” viajar a Miami. Con Capriles, Venezuela se convertiría en un país de emigración, como México, Ecuador antes de la llegada de Correa, o ahora España. El segundo tesoro del que no disfrutarían las nuevas generaciones en Venezuela tiene que ver con el poderoso vecino del norte. Como hemos visto con la concesión de asilo a Julian
Assange por parte de Ecuador, los países del norte repiten lo que ocurrió con Haiti en 1791: las libertades sólo sirven de fronteras para afuera. Inglaterra se atreve a amenazar a Ecuador con violar su sede diplomática. Sólo la firmeza que muestra hoy América Latina, gracias al impulso dado por Chávez a la integración, se permite la soberanía en el continente. ¿Alguien cree de verdad que Capriles no habría entregado de inmediato al fundador de WikiLeaks? ¿Alguien cree sinceramente que Capriles no cedería a las presiones de las petroleras norteamericanas? ¿No volvería con Capriles a ser Venezuela una base militar y un protectorado económico para sus negocios en la zona y, de paso, en el mundo? La sumisión económica de Capriles a Estados Unidos llevaría a Venezuela a perder su soberanía y, de paso, debilitaría la integración latinoamericana, obligando al continente a ser, una vez más, una colonia subordinada a la geoestrategia norteamericana. Allá donde hoy la Venezuela bolivariana esgrime ser un país que se respeta internacionalmente, pasaría de nuevo a ser una falsa estrella más de la bandera norteamericana. Hoy Venezuela no es más en el mundo el país de las “misses”, de los ricos del “dame dos” de Pdvsa o de las telenovelas. Incluso la derecha mundial entiende con respeto que Chávez ha tenido el valor de hablar de tú a tú a los Estados Unidos. Algo que ellos nunca se atreven a hacer. El tercer tesoro que perdería Venezuela sería la sanidad, hoy en día disponible para las clases medias y populares. En España el Partido Popular –el que afirmó, prometió y juró que no iba a tocar la sanidad– acaba de sacar de la seguridad social casi 500 medicamentos. Sin contar el cierre de hospitales, el repago al visitar al doctor –se paga en los impuestos y luego se paga otra vez cuando se necesitan los servicios–, listas de espera para operaciones que se alargan dos años, cobro extra por servicios de análisis, reducción de los servicios de urgencia, etc. Uno de los logros estructurales del proceso bolivariano ha sido convencer a los médicos venezolanos de que, poco a poco, se dediquen a asuntos menos lucrativos que la cirugía estética y más comprometidos con el pueblo. La presencia de médicos cubanos en Venezuela ha sido una cura de humildad a una profesión –por supuesto con muchas honrosas excepciones– que abandonó su compromiso con los más humildes y se entendió a sí misma como un negocio. La incorporación de médicos venezolanos a los barrios, a la atención a sectores medios y bajos, es un tesoro que tiene que ver con el aumento de la conciencia. La concepción mercantil de la actividad económica que muestra el programa de Capriles revertiría este aumento del compromiso –hermanado con el juramento de Hipócrates–, regresando a ese país donde un niño pobre se moría por una diarrea y una mujer por un parto mal atendido. Ese tiempo donde los médicos, financiados por multinacionales como Nestlé, decían a las venezolanas que dar el pecho a sus hijos era muy peligroso o abrían lujosas consultas en el Este de Caracas que custodiaban con guardias por si acaso un pobre aparecía ante su puerta pidiendo auxilio. El cuarto tesoro que sacrificaría Capriles tiene que ver con la integración como país de Venezuela. Y tiene mucho que ver con el desarrollo del transporte público. Capriles, como toda la derecha latinoamericana, siempre ha tenido un fuerte apoyo del negocio del transporte privado. Por eso, nunca han mostrado problemas en alimentar tensiones separatistas si con eso veían una oportunidad de hacer dinero. De hecho, buena parte de la baja autoestima nacional que ha sufrido América Latina tiene que ver con el abandono de zonas enteras, aisladas y cerradas al transporte público –especialmente el tren–, y desconectadas del imaginario del país. La razón no era otra que satisfacer los intereses de los dueños de flotillas de autobuses y camiones –y de gobernadores feudales–, aunque con ello rompieran la unidad nacional. Pero el pueblo –y ahí también están las clases medias, incluso esas que sienten más suyo a Batman o a Spiderman que a Bolívar– viaja en
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metro, ve mejorar su calidad de vida cuando funciona una buena red de trenes, disfruta de las buenas estaciones de autobuses, de un precio de los transportes regulado y, en cualquier caso, incluso cuando viaja en coche particular, necesita una red viaria concebida como un servicio y no como una mercancía. El mercado no sirve para integrar un país, sino para fragmentarlo. Si las comunicaciones en Venezuela vuelven a ser un negocio, ¿qué ocurrirá con las zonas menos pobladas de Venezuela, qué ocurrirá con los territorios cuya integración no puede someterse a criterios mercantiles, qué pasará con las zonas donde no sea rentable ni siquiera que llegue la señal telefónica? Es verdad que a la derecha venezolana le sobran estrellas en la bandera. El quinto tesoro que quiero referir tiene que ver con la paz social. Es cierto que Venezuela tiene que hacer más esfuerzos para solventar los problemas de violencia en las zonas pobres. Una policía heredada de la IV República que reclama tiempo para ser reeducada, la presencia paramilitar que penetra desde Colombia, los mercados de droga impulsados desde Estados Unidos y que captan la atención de los jóvenes, un exceso de armas de fuego o la cultura consumista del bienestar inmediato y sin esfuerzo, reclaman más ímpetu desde el gobierno. Pero el programa de Capriles no solamente multiplicaría esos problemas, sino que añadiría otros nuevos que dinamitarían el discurrir social del que ahora disfruta el país. Venezuela ha sido un país en donde lo público no era lo de todos sino lo de nadie. Reinventar el respeto por lo colectivo, por lo público, por las instituciones, no es tarea sencilla. El desprecio que Capriles y su entorno ha demostrado constantemente con las instituciones –basta pensar en su maltrato al CNE– es preocupante. ¿O tenemos que recordar de nuevo a Carmona desmantelando a gritos todo el entramado constitucional venezolano durante el golpe de 2002? Pero ahí no terminan los problemas. La unión cívicomilitar, que Capriles no ha entendido, ha vinculado al ejército con su pueblo. Un ejército que la derecha concibió para perseguir la protesta, hoy es parte activa de la distribución de alimentos, de la obra pública, de la gestión estatal, de la formación universitaria, revirtiendo esa maldición –me temo que heredada de la colonia–
de la intervención del ejército contra los pueblos para solventar los problemas de las burguesías rentistas. El autoritarismo de Capriles le llevaría a recuperar una concepción autoritaria del ejército que chocaría con las nuevas fuerzas armadas. Ya no es solamente que cerraría el paso al ejército a la gestión social –cierre de la Unefa, negativa a que los soldados colaboren en el reparto de alimentos, en la ingeniería civil, en la ayuda ante catástrofes o contra incendios, desmantelamiento de la milicia y de su tarea social– sino que alimentaría la división en el seno del ejército, rompiendo una paz que es garantía de una articulación social que permite dedicar energías a otros asuntos al haber logrado que el ejército deje de ser un problema para pasar a ser, en muchos ámbitos, una solución. La más que segura pérdida de estos tesoros en caso de un avance de Capriles, y de lo que representa, obliga a todos los venezolanos a un voto responsable el 7 de octubre. La seguridad económica, la integración latinoamericana y la soberanía, el respeto internacional a Venezuela, el empleo, la sanidad, la educación, las infraestructuras que integren al país, la unión cívico-militar son tesoros por los que suspiraría buena parte del mundo. Incluida Europa, que tenía buena parte de ellos y ahora los está perdiendo. La gente, dolida por la situación en España, me pregunta cuando estoy en Venezuela: “¿Y por qué la ciudadanía no protesta más para salvar su democracia?”. Y yo contesto: “¿Es que han olvidado ustedes lo que les ha costado tener lo que tienen? ¿Es que han olvidado que entre el Caracazo y la victoria del presidente Chávez en 1998 pasaron más de diez años?”. Y pienso para mis adentros: “Ojalá no lo olviden. Ojalá no olviden que la derecha ha mentido, que la derecha miente y que, mientras no demuestre lo contrario, va a seguir haciéndolo. Ojalá que no olviden los venezolanos y las venezolanas todo el esfuerzo que les ha permitido llegar hasta donde están”. Porque los tesoros que hoy tienen, si se perdieran, necesitarían devorar de nuevo varias generaciones para recuperarse. Los tesoros que se ganan, a diferencia de los tesoros que se encuentran, hay que defenderlos con uñas, dientes y votos. Porque son tesoros ganados, no caídos del cielo.
/Junio de 2012
Theotonio Dos Santos habla de Venezuela
“Son muchas las emociones”
Nuestras oligarquías están acostumbradas a desvalorizar el rol de la emoción en la actividad política. Les gusta descalificar a los líderes con apoyo popular. Fidel habla demasiado. Hugo Chávez apela a la jocosidad, al baile, etc. Correa es más moderado pero también es muy emocional. Lula juega con su pasado popular y se vuelve burlesco. Evo Morales usa trajes indígenas que desentonan en las recepciones formales. Mujica, además de usar zapatos empolvados, se hace pasar por hacendado pobre. Cristina Kirchner trata de imitar los vestidos “exagerados” de Evita Perón. Cuanto más liderazgo muestren se les descubrirá este aire popular y romántico que, según ellos, pertenece al mundo de la demagogia y no al de los “jefes de Estado”. Los jefes de Estado usan trajes sobrios, hablan moderadamente y no cumplen sus compromisos electorales, pues no son demagogos que hacen lo que el pueblo exige. A las oligarquías les duele así el mundo democrático, las victorias electorales de los “demagogos” y sus diálogos con las fuerzas populares organizadas, aún después de electos. No lo confiesan, pero les duele incluso el juego democrático norteamericano, pero frente a esto se quedan tranquilos, porque sus líderes no pretenden cumplir sus promesas electorales. Por esto me siento obligado a establecer un marco romántico y emocional para describir mi último viaje a Venezuela. No puedo dejar de consignar el sentimiento de victoria popular y el placer de contar con su líder otra vez. ¿Por qué no apelar entonces a la música de Roberto Carlos?: ¿“Son tantas las emociones”? Me emociono al ver, desde mi cuarto del Hotel Alba, el antiguo Hilton, en una de las zonas más residénciales de Caracas, la construcción casi terminada de un edificio de varios pisos, con departamentos de 70 a 90 metros cuadrados destinados a las víctimas de las últimas lluvias que destruyeron barrios populares de Caracas. Me informan de que el gobierno venezolano alojó a los damnificados en algunos de los mejores hoteles de Caracas, en los ministerios y hasta en el Palacio de Miraflores. ¿Y qué veo frente al edificio, ocultado en parte por la piscina del hotel? Una gran y bien plantada huerta, que refleja otro programa del gobierno. Me dan a conocer también que en los principales barrios de Caracas se construyen programas masivos de viviendas populares que alojarán en los próximos años a toda la población de Venezuela. Y lo creo, porque quien se encarga de este programa es mi amigo Farruco Sesto que lanzó y viabilizó un programa cultural de vanguardia cuando era ministro de la cultura. Me acuerdo entonces de los barrios populares que visité, en los cuales la organización comunitaria actúa con fervor definiendo nuevas líneas de acción, escuchando las conferencias de los congresos anuales de filosofía que se realizan desde hace varios
años en estas comunidades, visitando sus bibliotecas donde también están mis libros, cuidando de las clínicas médicas en las que los médicos cubanos no solo atienden a la gente con cariño y esmero sino que forman a personal médico y paramédico “especializado” en clínica general, capaz de cumplir las funciones asignadas a las más de 5.000 clínicas que se crearon en el país en los últimos 10 años. Confieso que me emociono con el entusiasmo de estos comuneros urbanos que me explican cada una de sus actividades, cada una de las victorias de la revolución. Ellos me hacen recordar a mis acompañantes al museo de la alfabetización en Cuba, que iban a los archivos del mismo a buscar sus fichas de alfabetizadores de cuando eran aún niños o adolescentes. Recuerdo que Fidel Castro dispuso, en los albores de la revolución, que cada cubano debía alfabetizar a dos cubanos para que todos participen de la alfabetización de sus conciudadanos. Y hoy estos millares de alfabetizadores liquidan esta plaga de nuestros pueblos en todos los rincones: en Venezuela, declarada por la UNESCO “territorio libre del analfabetismo”, en Bolivia que recién también alcanzó esta meta, en Ecuador, en Nicaragua, en El Salvador, o en todos los países miembros del ALBA, que entiende por integración la solución de este tipo de problemas. Pero, como intelectual, no puedo ocultar mi emoción cuando voy a realizar mi primera conferencia de este viaje en la Universidad Bolivariana que ya cuenta con más de 150.000 estudiantes que, mezclados con sus profesores, abordan cuestiones ultra pertinentes sobre la particularidad del proceso de transición socialista en Venezuela. Me emociona también saber que Venezuela cuenta hoy en día con una población universitaria de más de un millón y medio de estudiantes. Me conmueve saber que ya existen instituciones universitarias en todas las ciudades del país. Me entusiasma también discutir los problemas graves que tiene esta aventura intelectual de la cual participa todo un pueblo. Qué placer discutir en la televisión en un programa nocturno, con una periodista tan bien informada y tan inteligente como Vanesa Davies, que dirige el programa “Contragolpe”. Que bueno ver que en vez de impedir que me exprese, como lo hacen en las tierras donde hay “prensa libre”, me pidan más análisis, más información, más polémica y discusión. Y todo esto en vivo… Qué bueno que ya puedo hacer esto en una decena de televisoras en América Latina… Pero el día siguiente me reservaba aún más emociones. Debía hablar sobre mi libro “Imperialismo y Dependencia” recientemente editado por la prestigiosa editorial Ayacucho, en el Auditorio del Banco Central en Maracaibo. Y encuentro en el auditorio, además de profesores universitarios, economistas y profesionales, una basta población de dirigentes comunales y de extracción popular. Que gusto estar en un Banco Central abierto a las comunidades, realmente “independiente” de los banqueros y otros especuladores con dinero ajeno que mandan y desmandan en nuestros bancos centrales, disfrazados de una burla llamada “mercado”, cuya opinión aún determina las políticas financieras y monetarias de nuestros países. Es con mucho gusto que participo en la inauguración de la Feria del Libro de Maracaibo cuando puedo mirar la investigación que muestra a Venezuela en el tercer lugar de América Latina en frecuencia de lectura, con un porcentaje mayor al 50% de la población de lectores contumaces de libros. Me da gusto saber también que todos mis libros editados en Venezuela ya están agotados y que nuevas ediciones están en marcha. Que fantástico participar en la tarde del mitin de lanzamiento, en el estado de Zulia, de la candidatura de Hugo Chávez a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. Con 40 grados centígrados de calor veo una masa de unos 300 mil ciudadanos que estaban a la espera del candidato desde las 10h00
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y que aguantaron hasta el fin de la tarde, apretujados en un espacio mínimo, con sus hijos y parientes, algunos desmayándose para desesperación de los responsables de la seguridad, que tenían que llevarlos a las clínicas dispuestas cerca de la concentración. Pero lo más emocionante era sentir la alegría y el calor humano que emanaba de esta gente y que llegaba al delirio en la medida en que Chávez llegaba en un camión que recorrió el gigantesco espacio ocupado por esta masa. En el camión de Chávez venía, junto con él, un joven grupo de rock que había compuesto una nueva canción para su campaña. No satisfecho de abrazar a los millares de ciudadanos que lograron agarrarlo y besarlo en el camino entre el carro y el palco, Chávez tuvo fuerza para tocar la guitarra y acompañar el grupo de rock. No puedo dejar de recordar los artículos de periodistas brasileños que (uno de ellos es inclusive miembro de la Academia de Letras de Brasil, para escándalo de los verdaderos escritores del país) afirmaban que Hugo Chávez estaba próximo a morir y no podría enfrentar una elección. Podían hacer estas “revelaciones” porque ellos tenían informaciones de médicos brasileños “democráticos” que no ocultan informaciones como los pobres y censurados periodistas venezolanos, impedidos (¿por quien?) de informar correctamente a su población. Estos mismos periodistas “democráticos” habían matado varias veces a Fidel Castro durante su enfermedad y no dijeron nada cuando se restableció, hace varios años ya, ni informan de cómo él discutía, durante 9 horas, con intelectuales miembros de la Red en Defensa de la Humanidad , hace ya algunos meses. Cuanta mentira, cuanta “copucha” orientada que se distribuye impunemente en esta “prensa libre”… ¿Pero qué decir del discurso de Chávez? Una pieza de profundo análisis histórico discutido con esta masa acostumbra a ser despreciada por nuestros políticos, quienes en general no sabrían cómo ni se preocuparían en explicar tan profundamente las razones de su candidatura en una ciudad que el Libertador Simón Bolívar escogiera para ser vecina de la capital de la Gran Colombia, que le habría tocado gobernar si no fuera asesinado, según la tesis de Chávez, expuesta en detalle a esta población que ya aguantaba más de 10 horas de sol a 40 grados de temperatura y que continuaba firme escuchándolo y comentando con gritos y aplausos sus planteamientos. Razón y emoción se encuentran en este desborde de cariño por el líder que superó la enfermedad, que conmovió a su pueblo feliz de verlo hablar durante 2 horas bajo el sol, sin ninguna manifestación de debilidad. Verlo discutir en detalle los planes de cambio del estado de Zulia, que se encuentra gobernado por la oposición. Verlo afirmar que el camino socialista para Venezuela
solamente es posible si el pueblo es capaz de garantizarlo. Emociones y más emociones cuando lo escucho y lo veo dirigirse a mí tantas veces, en homenaje a mi condición de intelectual brasileño (que tanto discutió con los venezolanos sobre nuestro destino común) y por amor al Brasil que lo hace referirse a Lula y a Dilma con extremo cariño, para gozo del pueblo allí presente y en todo el país a través de la televisión. Líder y pueblo se complementan en sus gustos musicales y en sus estudios (pues Chávez lleva algún libro a cada una de sus manifestaciones públicas para compartir con su pueblo sus últimas lecturas, sus preocupaciones, sus críticas y autocríticas, sus concepciones políticas). Jamás la derecha podrá tener un líder así. Lo único que les cabe es intentar desmoralizarlo, lo que los aparta aún más de las grandes mayorías que piensan y sienten exactamente lo contrario. Cabe referirme a más emociones de este viaje. Al placer de hablar a los directores de varios Ministerios en el Instituto de Altos Estudios de Defensa Nacional, a los rectores de las Universidades Bolivarianas, a los colaboradores del Centro Rómulo Gallegos, y particularmente en la sede nacional del Banco Central, con la presencia de varios de sus directores y dirigentes pero también de líderes populares que tienen las puertas del banco abiertas a su participación. Banco Central que se interesa por “la actualidad de la teoría de la dependencia”, ignorada por la mayor parte de los bancos centrales. Casi todo esto lo viví en la compañía de Monica Bruckmann, cuya obra de investigación sobre “la geopolítica de los recursos naturales” despierta un interés extremo del Banco Central de Venezuela y de los intelectuales, profesionales y políticos así como en los liderazgos populares no solo de Venezuela sino que en toda la región. “Son tantas las emociones”. Tan poderosas no solo cuando constatamos el avance de la curiosidad intelectual de este pueblo sino también cuando sentimos este amor entre el pueblo y sus líderes. Pero tan tristes cuando pensamos cuán lejos estamos de alcanzar este ambiente de participación racional y romántica de un pueblo con sus líderes. Lula quebró en parte estas rigideces impuestas por nuestras clases dominantes. Dilma está conquistando nuestro pueblo con su dedicación y amor sincero por él. En toda la región sentimos este clima de participación activa del pueblo en nuestro ambiente político. Sin embargo, falta un poco más de confianza en este pueblo que seguramente recompensará con su cariño y dedicación a los que quieran jugar junto con él la suerte de nuestra gran nación latinoamericana. Presidente de la Cátedra y Red sobre Economía Mundial y Desarrollo Sostenible de la UNESCO y la ONU. Profesor emérito de la Universidad Federal Fluminense (UFF) de Río de Janeiro.
/Junio de 2012
¿Cuál es la tarea? JUAN BARRETO Desmontar el viejo Estado. Y con ello, la voluntad política del Poder Popular no se negocia ni se transfiere. Debemos reflexionar desde una ética política de la voluntad y dar respuestas a preguntas tales como: ¿Qué hemos construido? ¿Hacia dónde va el movimiento de lo múltiple que ha desatado su fuerza de la propia potencia de cada quién? Es necesario entonces un plan de trabajo que nos permita concretar, en la medida en que abrimos el debate profundo en las comunidades sobre el socialismo del siglo XXI, para que eso a su vez se convierta en un motor político que potencie la fuerza constituyente, de toda expresión de organización del pueblo y, así, decir que hemos impulsado la articulación social y comunal para que, ahora, esa sociedad organizada y articulada demande un nuevo Estado. De eso se trata. Estamos en un espacio protagónico para hacerlo, la revolución bolivariana. Y estoy seguro que ello requiere más voluntad humana que otra cosa. Yo creo que debemos ser proactivos en el sentido del proceso de construcción del socialismo. Ya tenemos unas coordenadas trazadas por el camarada Chávez (el plan de gobierno) y sobre esa base tenemos que ponernos de acuerdo, poner la acción por delante, trabajando con la gente. Es decir, que nos comprometamos en la posibilidad de tensar los límites y ajustar lo que estamos haciendo para saltar esos límites, para no recaer de modo burocrático sobre lo que hemos hecho. O, en otro sentido, para no contentarnos con ver como espectadores pasivos, lo que el Presidente va exponiendo, sino para acompañarlo. Hay que discutir, hay que trabajar, hay que formarse. No debemos perder la iniciativa política y mucho menos la calle. Así como en REDES volvemos sobre el trabajo de base y materializamos con los colectivos y organizaciones sociales un plan de trabajo ético-político que abarque lo más próximo en función de concretar una estrategia revolucionaria que tenga al socialismo como horizonte, actuar de manera que seamos capaces de acabar con la vieja institucionalidad y avanzar en la construcción del Estado comunal.
Comunismo La idea de comunismo vive instalada como virus o dispositivo de resistencia en el interior de la lógica del capital. De allí su vigencia. Por eso corre el riesgo de contaminación inmediata cada vez que se despliega. Abarca un debate que recorre la fibra espesa de la contradicción de base de la sociedad del capital: explotación versus emancipación; y en este sentido, despliega una paleta de matices que van desde el agrio dogmatismo milenarista de redentores cruzados, que actúan investidos por el espíritu de la historia ya nombre del proletariado, hasta tímidos y blandos socialdemócratas, que se exaltan atemorizados ante la sola posibilidad de materialización de algo que huela a comunismo. De manera que ni la idea, y mucho menos la práctica del comunismo, puede quedar reducida a la experiencia del periodo soviético ruso. La lucha por el derecho al voto, los derechos civiles, la igualdad política de la mujer, los sindicatos, la jornada laboral de ocho horas, la lucha por la paz y cientos de otras banderas democráticas son el resultado de la idea de comunismo. Es ta relación entre democracia y comunismo entabla un diálogo con su posibilidad hoy y ahora. Dice el filósofo franco-marroquí Alain Badiou que “el devenir verdad de una idea es, su puesta en escena. La experiencia de lo real es la práctica, pero no se reduce a ella. La práctica es tan solo un protocolo de entrada a nuevas formas de existencia de una idea, hasta adoptar dimensión política y legitimidad en sus procedimientos de verdad”. Entonces, la idea de comunismo proyecta el poder del Estado a la Comuna, liquidando en este trance a la propia forma Estado burgués. Esto es lo que se conoce como “el momento de la transición”. Por supuesto que no se trata de una operación simple que puede llevarse a cabo de un momento a otro, por capricho o pura voluntad. Su materialización puede llevar muchos años. Precisamente por eso, cada política debe tener el sello de clases de la extinción del viejo Estado y el for talecimiento de la forma Comuna, como nueva figura histórica de la potencia de una también nueva subjetividad.
Junio de 2012/
Ni siquiera un diploma ELÍAS ELJURI Está de moda realizar críticas al Gobierno. Las mismas son bienvenidas, cuando son fundamentadas. Pero hay académicos, investigadores y opinadores de oficio que realizan afirmaciones sin argumentos válidos. Algunos han posicionado la cantidad de 4 millones. Se ha afirmado que mueren de hambre 4 millones de personas. Un indicador que pudiera acercarse a la medición del hambre es el de la pobrezaextrema. En tal sentido, para el año 1998 había 4,5 millones de pobres, que se redujeron en 57,7% para el segundo semestre de 2011. Otros niegan la realidad señalando que apenas 2,5% de la población es atendida por Barrio Adentro. Ningún indicador de estudios realizados por instituciones del Estado arroja esos resultados. Más bien, de acuerdo con resultados del Censo 2011 la población atendida por el sistema público de salud alcanza a más de 85% de la población y a Barrio Adentro asiste 20,5%. Al comparar la inversión social y los ingresos fiscales del sector público, que incluyen los ingresos de origen petrolero, se observa que durante el Gobierno Bolivariano se ha invertido en lo social 62% de los ingresos. En cambio, durante los últimos 13 años anteriores a 1999, se invirtió 36% de los ingresos del sector público. Considerando al menos estos indicadores, los gobiernos regidos por los intereses del capital no tuvieron logros relevantes para el bienestar del pueblo pobre y de sectores medios, como los tiene el Gobierno Bolivariano.
ORÁNGEL RIVAS
Inclusión Durante el Gobierno Bolivariano se ha instrumentado una estrategia orientada a garantizar que la población más excluida tenga acceso a la educación como un bien social, que se inicia con la Misión Robinson I para la población joven y adulta considerada analfabeta. La escolaridad comprende teóricamente las edades de entre 0 y 16 años, en la que de 0 a 5 años corresponde a la educación inicial, de 6 a 11 años educación primaria, y de 12 a 16 años a educación media. Para el periodo escolar 2010-2011 se ha incrementado la cobertura escolar de la población de entre 0 y 16 años en 2.059.907 personas con respecto al periodo escolar 1998-1999. Para el año 1998, la tasa de población escolarizada alcanzaba 58%, la cual aumenta a 73,4% para el periodo 2010-2011, lo que significa un incremento de 15,4 puntos porcentuales y una disminución de la población no escolarizada, de entre 0 y 16 años, en aproximadamente un millón de personas. El mejoramiento del acceso efectivo entre el periodo escolar 1998-1999 y 2010-2011 ocurre en todos los grupos de edades considerados. En la población entre 0 y 5 años aumenta de 24,5% a 42%. En la edad entre 6-11 años pasa de 89,6% a 97%, y la de 12-16 años aumenta de 54,1% a 84,6%. En conclusión la cobertura del sistema educativo, sin considerar la educación universitaria, ha aumentado de forma relevante al registrar una tasa de crecimiento de 41,6% entre 1998 y 2010, disminuyendo en 29,2% la exclusión escolar con respecto al último año de la IV República.
/Junio de 2012 BASEM TAJELDINE
El miedo de Uribe El compañero fiel del expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez es su propio miedo. Ludwig Börne (17861837), escritor alemán, dijo en una ocasión que “el hombre más peligroso es aquel que tiene miedo”. Las implicaciones de Uribe Vélez con el narcotráfico, el paramilitarismo y las masacres de campesinos colombianos disfrazadas de “falsos positivos” ya no pueden seguir siendo ocultadas por mucho tiempo. Cada día se estrecha el cerco tendido por la justicia colombiana contra Álvaro Uribe. Un número importante de políticos “uribistas” y algunos familiares del expresidente colombiano implicados en la “parapolítica” y el narcotráfico hoy se encuentran tras las rejas en Colombia. Mario Uribe, mano derecha del expresidente Uribe, se encuentra en prisión por nexos con el paramilitarismo. Recientemente una cuñada y una sobrina de Uribe Vélez fueron detenidas en Colombia con fines de extradición hacía Estados Unidos, como presuntas responsables de tráfico de cocaína y lavado de activos en sociedad con alias ‘‘El Chapo Guzmán’’, jefe del cartel de Sinaloa, de México. También ambos hijos de Uribe, Tomás y Jerónimo, están siendo investigados por nexos con el paramilitarismo. Álvaro Uribe Vélez teme porque se encuentra acorralado por la justicia colombiana, y arremete contra el presidente Hugo Chávez para intentar despistar la atención de la opinión pública colombiana. Pronto el pueblo colombiano se preguntará ¿cómo un pupilo del capo Pablo Escobar pudo engañar a muchos y llegar a ser Presidente de Colombia?
La oposición es una institución ISAÍAS RODRÍGUEZ
¡Perdón, tengo que atender una llamada por la otra línea! Todo se nos torna veloz. La palabra “velocidad” es tal vez la más importante de este siglo. Pero… hay otra palabra de este tiempo la “dispersión”. Nos dispersamos en muchas direcciones por culpa de la velocidad Entramos en contacto con muchos en momentos cada vez más cortos La velocidad ha hecho que algunos califiquen de indecisos a quienes se dan pausas para la reflexión. Quienes se preguntan qué papel juega Álvaro Uribe Vélez en una disputa que solo tiene que ver con Hugo Chávez y con Henrique Capriles se les descalifica con expresiones despectivas. Se les dice lentos. Complicados. Quisquillosos. Los “sabelotodo” los llaman “aburridos”. Es desequilibrado confundir la velocidad con la ponderación. Con el buen juicio Con la cordura. Con la prudencia. A razón de qué le van a meter a uno en la cabeza un televisor, un mercenario, una maldición contra Rubén Limardo. O contra la Vinotinto. O contra Pastor Maldonado. O contra la incorporación de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur). A veces creo que el problema no es la inmadurez del país. Ni de nuestra democracia. Sino de nuestros actores políticos. Y especialmente de nuestra oposición. Señores, la oposición es una institución de la democracia. No es una lotería. Ni un bingo. Ni una ruleta. Ni una casa de apuestas. Señores, no es un casino. Es una institución, como un tribunal. El tribunal puede no funcionar, pero la oposición tiene que funcionar para que el tribunal funcione. Así de sencillo Celebro que haya indecisos y gente no comprometida. Celebro que haya independientes. Un país necesita de esa gente tanto como de los otros para el debate. La discusión y la polémica son necesarias siempre, y la política no es solo de quienes están vestidos de rojo o de amarillo. Este es el gran error de nuestra oposición en Venezuela. No se puede cuestionar ón de un hospital por que lo hizo Chávez. Ni tampoco tratar de acabar con los demás partidos desde otro partido, como pretende hacerlo Primero Justicia. O será que, como dice la canción, se vistieron de amarillo “pa’ que no los conocieran…”
Junio de 2012/
: ELESPECTADOR.COM
Uribe sí sabía que el paramilitarismo apoyó su campaña, afirma Mancuso Ante el Tribunal Superior de Bogotá, el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso aseguró que el entonces candidato presidencial Álvaro Uribe Vélez sí conocía el apoyo presentado por las Autodefensas a su campaña en el año 2002 en el departamento de Norte de Santander. En su intervención vía teleconferencia desde los Estados Unidos el excomandante paramilitar aseguró ante las preguntas de la Fiscalía General que “si tenía conocimiento, es imposible negar que no tuviera conocimiento cuando tenga las condiciones les voy a contar cómo y cuándo se presentaron todos estos hechos”, precisó Salvatore Mancuso quien reiteró el llamado para que las autoridades colombianas le entreguen la seguridad y protección a su familia para contar más detalles. Igualmente aseguró que no fueron pocas las reuniones que se hicieron entre los comandantes paramilitares con el fin de “cuadrar” el apoyo que le iban a brindar a la candidatura presidencial de Uribe Vélez, “algo que también él sabía”. En su intervención Mancuso sostuvo que es “bastante diciente que el presidente (Uribe) les hubiera dicho a todos los congresistas que están siendo investigados por el proceso de parapolítica por vinculación con las AUC que representaran intereses políticos en las diferentes regiones”. En este caso señaló que habla por sí solo el hecho de que en una intervención “muy conocida” el primer mandatario les pidió a los congresistas que antes de ser investigados por sus nexos con paramilitares votarán por él. El excomandante paramilitar, quien se encuentra recluido en un cárcel de Estados Unidos, aseguró que en 2002 vieron a Uribe Vélez “como un aliado”, indicando que él luchaba contra la guerrilla de las Farc. “Vimos en él un enemigo fuerte en contra de las guerrillas. Vimos un aliado, teníamos que luchar por esas
comunidades, siempre pensamos en entregar las armas que decíamos nos había entregado el Estado”, precisó Mancuso quien señaló que cuando le brindaron el apoyo a la candidatura de Uribe Vélez no penaron en el tema de la extradición. Indicó que su único deseo era cesar la violencia en esa región del país, “y que fuéramos un ejemplo para las guerrillas al demostrar que se podía iniciar un dialogo serio y dejar las armas”, precisó ante las preguntas del representante de la Procuraduría, a quien también le manifestaron que entrgaron unos documentos con la cara de Uribe Vélez y su fórmula vicepresidencial con el fin de indicarles a los pobladores por quién tenían que votar. El día de las elecciones Por su parte, el excomandante paramilitar Jorge Iván Laverde aseguró que los paramilitares “invirtieron” unos 200 millones de pesos para la entrega de camisetas y material alusivo a la campaña de presidencial Uribe Vélez en los principales municipios y veredas del departamento de Norte de Santander.
“Íbamos a esos municipios a hablar con los concejales que eran afines al partido de Uribe Habían otros que no estaban de acuerdo, por lo que les pedimos que nos ayudarán en diferentes reuniones que sostuvimos con ellos”, precisó ‘El Iguano’ quien señaló que los paramilitares tuvieron una fuerte influencia en los comicios electorales en Norte de Santander. Igualmente aseguró que el día de las elecciones ya se les había comentado a los paramilitares por quién tenían que votar, hecho por el cual en los comicios “confiaron en la buena fe” de los pobladores por lo que no les hicieron un registro para conocer su voto. ‘El Iguano’ fue reiterativo en señalar que todos los paramilitares usaron buses y camiones para llevar a los campesinos y pobladores de dichas regiones para llevarlos a los puntos de votación, no sin antes manifestarles la necesidad de votar por Uribe Vélez. Ninguno de los paramiltiares procesados manifestó desconocer la influencia del grupo armado ilegal en la campaña de reelección de Álvaro Uribe Vélez en el año 2006, puesto que ya se habían desmovilizado.
/Junio de 2012 MARCELO COLUSSI (
Del peronismo al chavismo Dar a conocer estas reflexiones puede traerme más problemas que otra cosa. Más aún en un contexto pre-electoral como el que ahora vive Venezuela. De todos modos las considero imprescindibles. En definitiva, debatir críticamente con altura y honestidad buscando alternativas y soluciones a lo que se entrevé como problema es lo mejor que podemos hacer quienes aportamos desde este siempre mal definido e incómodo papel de la “intelectualidad”. Siendo quizá ampuloso, podría decir que la pretensión aquí presente no es sino la de Martín Fierro: “Y si canto de este modo / por encontrarlo oportuno / no es para mal de ninguno / sino para bien de todos”. Uno La derecha podrá encontrar esto como “muy pro Chávez, muy de izquierda”. Alguien de izquierda lo podrá ver quizá como “reaccionario, haciéndole el juego al imperialismo”. Y un consumado chavista (en Venezuela) o peronista (en Argentina) lo podrá juzgar como “antipopular”. Pero, insisto: esto no pretende ser más que una visión crítica de un fenómeno que, además de despertar esperanzas en todo el campo popular, al mismo tiempo también puede ser peligroso para quienes aún conservan ideales de transformación social. Una vez más, pecando de ampulosos y tomando el título de un trabajo del Ricardo Galíndez, de la organización venezolana Corriente Socialista Revolucionaria - El Topo Obrero, la idea es que “Alguien tiene que decírselo al presidente Chávez”. Pero, ¿qué tiene que decirle? Que la historia pasa facturas. Expresado de otro modo: hacer la invitación a ver el proceso venezolano en el espejo del peronismo argentino, salvando las distancias del caso, por supuesto, pero conservando las notas definitorias. Cuenta la historia que alguna vez venía por un camino el vehículo de Lenin, cuando de pronto llega a una bifurcación. El chofer, entonces, le pregunta al camarada presidente para dónde seguir; la respuesta fue inequívoca: “ponga la luz de giro a la izquierda y doble a la izquierda, camarada”. Instantes después llega a la misma bifurcación Ronald Reagan; preguntado por su chofer qué camino tomar, la respuesta fue igualmente contundente: “ponga la luz de giro a la derecha y, por supuesto, doble a la derecha”. Llegado a ese punto Juan Domingo Perón, ante la pregunta del chofer la salida fue “ponga la luz de giro a la izquierda y doble a la derecha”. El chavismo está haciendo eso mismo. Dos El peronismo representó una enorme transformación político-social en la Argentina de mediados del siglo XX. Sin lugar a dudas cambió la fisonomía del país, llevándolo de nación
agroexportadora a potencia industrial regional, desarrollando una enorme clase obrera urbana con políticas de beneficio social inobjetables. De hecho, para la visión conservadora de la oligarquía argentina y para Washington, que para ese entonces ya manejaba los hilos de toda Latinoamérica, el peronismo resultaba una piedra en el zapato. Por eso terminaron cortando de cuajo la experiencia con un cruento golpe de Estado que intentó descabezar al movimiento popular y sindical. El exilio de Juan Domingo Perón por décadas no hizo más que engrandecer su figura de líder indiscutido y referente para las grandes masas argentinas, que siguieron siendo “peronistas”, y lo continúan siendo al día de hoy, más de medio siglo después de terminado el proyecto popular de los 40/50, momento de mayor participación de los sectores populares en la apropiación de la riqueza nacional. Hoy, siendo peronistas también, participan cada vez menos del producto nacional; en otros términos: están cada vez más pobres. Sin ningún lugar a dudas ese movimiento (“Justicialista” en términos oficiales, pero “peronista” en los hechos, asumiendo así que la figura clave en todo ello era la presencia omnímoda del general Perón) dejó huellas indelebles en la historia argentina. Con el peronismo creció la organización popular, la participación sindical, los beneficios a las grandes masas de trabajadores. Pero había límites: el peronismo no fue una propuesta de transformación social de raíz. No tocó nunca -no pretendió hacerlo, por supuestola estructura económica de base: no había un proyecto de expropiación de los medios de producción, control obrero de la producción, reforma agraria, construcción de una sociedad socialista. El ideario peronista bien puede resumirse en el ejemplo del vehículo ante la bifurcación: un discurso medianamente popular (o populista), elementos de antiimperialismo, pero jamás una crítica real de la estructura económica de base con propuestas de cambio revolucionario. Utilizando un lenguaje actual podría llamársele una socialdemocracia. Salido de escena Juan Domingo Perón, sus “herederos” entraron en una disputa interminable. ¿Quién es el verdadero heredero de ese legado peronista? “El pueblo”, como un tanto ampulosamente dijo el mismo Perón en alguna oportunidad, no. Eso no pasa de un discurso efectista, mediático. La capitalización política del enorme potencial que creó el movimiento peronista en varias décadas de dominio de la escena argentina dio lugar a controversias, duras luchas internas -muchas veces dirimidas a balazos- y ninguna participación de las grandes mayorías, a no ser con la emisión de un voto cada cuatro años en el famélico esquema de las democracias representativas. Hay peronismo de izquierda, incluso de vía armada, como fue la organización Montoneros en los años 70 del pasado siglo. También son peronistas grupos abiertamente fascistas, neonazis, profundamente anti-judíos y con un lenguaje anticomunista visceral. Son peronistas las burocracias
Junio de 2012/ sindicales de corte mafioso, ligadas a negocios cuestionables, así como también un empresariado nacional modernizante. En nombre del peronismo un personaje como Carlos Menem (“¡Síganme. No los voy a defraudar!” decía en su campaña) introdujo las reformas neoliberales más profundas de la historia Argentina, ahondando de manera monstruosa la destrucción del Estado nacional y llevando al paroxismo el capitalismo salvaje iniciado por la dictadura militar instaurada en 1976. ¿Qué dejó el peronismo entonces? Las últimas administraciones de los esposos Kirchner han sido peronistas, y sin la virulencia explícita de las medidas neoliberales de años atrás, continúan con un proceso de polarización social empobreciendo más a los pobres, enriqueciendo más a los ricos y aceptando sin críticas el papel de monoproductor sojero que los grandes poderes mundiales asignaron al país para los próximos años en su inserción en un mundo global, más allá de mantener un discurso con tinte social. De hecho, la actual presidente peronista Cristina Fernández habla explícitamente de un “capitalismo serio” (¿cuál será el contrario?), mientras el descenso de vida de las grandes mayorías continúa sin parar. En definitiva, el peronismo fue un muy intenso proceso político-social que abrió expectativas de cambio, pero que por sus límites ideológicos no pudo pasar de ser un huracán que, considerado históricamente, no cambió nada en la estructura de base. Sin dudas que la historia reciente de Argentina no puede entenderse por fuera del peronismo, pero eso en sí mismo no dice mucho en relación a los ideales de transformación. El capitalismo salvaje está ahí, más allá del discurso reformista que pueda alentar. Tres Terminada la experiencia de socialismo soviético y derrumbado el muro de Berlín, para la década de los 90 del pasado siglo se produjo un enorme retroceso en el campo popular a nivel global. Se perdieron conquistas sociales conseguidas con esfuerzo en décadas de lucha, el capital avanzó triunfante sobre los trabajadores, las condiciones de vida de las grandes masas del planeta empeoraron y la globalización financiera fue abriendo un nuevo escenario donde parecía que ya no quedaba lugar para la esperanza de transformación, de un mundo no-capitalista. El descenso en las luchas populares fue enorme. En medio de ese mar de desconcierto y desesperanza apareció un movimiento renovador: la Revolución Bolivariana de Venezuela. En realidad surgió más como sorpresa para propios y extraños, como rebelión palaciega proviniendo de la casa de gobierno, desde arriba hacia el pueblo, que como genuino proceso popular desde abajo. Pero ello no impidió que rápidamente fuera tomando aceptación masiva, y cuando la derecha -local e internacional- intentó sacarla de en medio, fue justamente la espontánea y masiva movilización de las masas populares la que la defendió a capa y espada. En pocos años el proceso abierto por el presidente Hugo Chávez fue consolidándose como una nueva opción de izquierda. Con un programa de gobierno amplio, difuso, contradictorio en cierta forma, apoyándose en el Che Guevara así como en la Biblia, se comenzó a hablar de socialismo del siglo XXI como una forma de superar los errores del socialismo real, burocrático y autoritario conocido hasta la fecha. Las esperanzas estaban de regreso. El campo popular y la mayor parte de la izquierda del mundo saludaron este movimiento como una buena noticia. Sin dudas, igual que el peronismo en su momento, las mejoras sociales se dejaron sentir rápidamente. Sin plantearse como un proyecto de transformación revolucionaria -el socialismo del siglo XXI sabe lo que no quiere ser, pero no tiene un programa concreto que lo defina- fueron apareciendo beneficios para la población que llevaron el proceso bolivariano a una aceptación muy grande, con alrededor de un 60% de la
población venezolana siguiéndolo con pasión. Esos beneficios eran, en realidad, el resultado de una más justa repartición de la histórica renta petrolera del país. Todo el proceso comenzó a girar en torno a la figura cada vez más omnipresente de Chávez. 14 años después de iniciada la Revolución Bolivariana, el proceso en curso abre muchos interrogantes. En realidad no hay un ideario socialista genuino, ni del siglo XXI ni de ningún tipo. Es cierto que se han dado importantes mejoras en las condiciones de vida de la gran masa de venezolanos, pero siempre desde una óptica socialdemocrática y reformista. La propiedad privada de los grandes grupos de poder, nacionales y multinacionales, no se ha tocado, ni nada indica que se vaya a tocar. No ha habido proceso de reforma agraria. El capital financiero hace sus negocios tranquilamente, y luego de unos años de relativa bonanza para las mayorías populares, las condiciones generales de vida no siguen mejorando porque la acumulación capitalista las frena. En forma creciente la participación de los sectores más desposeídos en la renta nacional baja, en tanto los sectores económicamente más poderosos, en cuenta el sector financiero, se tornan más beneficiados. La producción nacional no se ha diversificado, siendo excesivamente grande la dependencia de las importaciones (70% de los alimentos, por ejemplo). Se llegó a hablar, incluso, de “socialismo petrolero”. Sabiendo que los procesos de transformación del Estado en una revolución socialista nunca son fáciles (el siglo XX dio varios y ricos ejemplos), en Venezuela, después de 14 años, no hay una clara ideología socialista que vaya barriendo con los vicios y prácticas culturales del capitalismo. Por el contrario, la corrupción y el autoritarismo siguen estando a la orden del día. En muy buena medida el Estado petrolero sigue siendo un botín para sectores que, amparados en un discurso chavista vacío, no se dedican sino a hacer negocio. Todo el proceso depende exclusivamente de la figura del comandante, lo cual es una debilidad tremenda. No hay opciones de recambio; no se ha construido un verdadero y genuino poder popular de base. Si faltara Chávez todo indica -aunque nadie lo reconozca en voz alta- que el proceso muy probablemente se vendría abajo (¿castillo de naipes?). Distinto a lo que sucedió en Cuba, donde salió de escena la figura carismática de Fidel Castro y pese a ello la revolución socialista siguió incólume, en el actual proceso venezolano todo indica que ello no sería así. Quizá en las próximas elecciones vuelva a triunfar Chávez con todo su aparato electoral; pero eso debe abrir importantes cuestionamientos. Siempre “se está yendo hacia el socialismo”, pero parece que nunca se llega. ¿Cuánto faltará? ¿Se llegará alguna vez? Los marcos de la democracia representativa son una camisa de fuerza
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para transformaciones profundas en la estructura de poder. Más allá que la derecha presente la Revolución Bolivariana como un “demonio comunista”, la realidad indica que, igual que el peronismo en sus mejores momentos, no se va más allá de un planteamiento reformista. Cuatro Si bien los momentos históricos del peronismo y del chavismo son distintos, hay muchos factores comunes que pueden permitir vincularlos. En ambos casos todo el proceso político-social-cultural en juego se vertebra en torno a la figura exclusiva del conductor. Sin caer en la simplificada y maniquea visión de la derecha que ve en ellos “autócratas peligrosos”, lo cierto es que esa estructura denota, básicamente, una debilidad estructural. Un proceso político de transformación profunda no puede asentarse sólo en las espaldas de un líder. Eso no es revolución popular. Un líder puede ser importante, imprescindible incluso; en muchos casos la posibilidad de un proceso masivo asienta en la presencia de un conductor que puede llevar la dirección correcta. Ese es un proceso que hay que entender, inclusive, en clave de Psicología Social. Pero la edificación política de una nueva sociedad derrumbando viejos esquemas muestra sus límites cuando todo depende de una única cabeza. Eso es lo más contrario a la idea de revolución socialista. Un genuino pensamiento revolucionario no puede aceptar la idolatría de un mito, el culto a la personalidad. Y, aunque no lo vayan a aceptar nunca sus seguidores, eso es lo que ha sucedido tanto en Argentina como en Venezuela. Es más: en la Venezuela actual con una elección presidencial a la vuelta de la esquina, podría parecer inadecuado decir esto justo en este momento. Pero ¿y la autocrítica? ¿Debemos seguir dejando las cosas importantes en nombre de las urgencias? La izquierda argentina no estuvo con el peronismo en el momento de su explosión popular en la década del 40-50 del siglo pasado. Por eso mismo fue considerada -al menos desde las filas peronistas- como “antipopular, reaccionaria, gorila”. Esto no quita, por supuesto, el análisis crítico del papel que jugó esa izquierda, que no fue el de promover el avance popular precisamente; en Argentina la izquierda no apoyó nunca al peronismo. Algo distinto sucede en la Venezuela actual: la izquierda, en términos generales, apoyó el surgimiento del movimiento bolivariano y se ha sumado al proceso. Pero, al igual que lo sucedido en la historia del peronismo, al surgir voces críticas al chavismo provenientes de genuinos planteamientos de izquierda, se corre el riesgo de ser consideradas -desde el chavismo, claro está- como reaccionarias y haciendo el juego a la derecha. Y ahí radica un problema mayúsculo. La fuerza pasional de estos movimientos es tan grande que divide las aguas irremediablemente en “seguidores” y “enemigos”. La construcción de alternativas a los modelos sociales vigentes es algo infinitamente más compleja que “amor” u “odio” por el líder. Pero en esas dicotomías sin salida cayeron ambos movimientos: “o están conmigo o están con el imperio”, llegó a decir Chávez. Eso puede ser tan cuestionable (¿peligroso?) como aquel “¡Viva el cáncer!” pintado con odio visceral en alguna pared de Buenos Aires cuando la enfermedad mortal de Eva Duarte. Sin dudas la movilización masiva de tantas voluntades es algo que inquieta a la derecha, a las posiciones conservadoras, a todo aquel que teme a los pueblos en movimiento. Por eso ambos procesos despertaron inmediatamente grandes temores en las clases dirigentes. Si bien ninguno de ambos -más allá de declaraciones más pirotécnicas que reales: “socialismo nacional” pudo llegar a decir el peronismo, “socialismo del siglo XXI” el chavismo- se planteó como verdadero proceso de transformación radical del modelo social vigente, los dos
fueron vistos como potenciales enemigos de clase para los sectores dominantes. Lo curioso es que en los dos se dieron procesos ambiguos, confusos, “perversos” si se lo quiere ver de otro modo (luz de giro para un lado doblando en realidad hacia el otro): con discursos que llaman a la movilización popular, permitieron al mismo tiempo la continuidad del sistema capitalista, y más aún, el surgimiento de empresariados afines: burguesía nacional industrial en Argentina, empresas bolivarianas en Venezuela. Pero más allá de retruécanos y crípticos juegos de palabra, el capitalismo es capitalismo, no importa de qué siglo, y es siempre capitalismo, no importa si “serio” o poco serio. La explotación del trabajo de los verdaderos productores de riqueza, los trabajadores, siguió inalterable. Buenos, regulares o malos programas de asistencia social pueden ser útiles en algún momento, pero no cambian la situación de base. Y si bien para posiciones conservadoras ver las plazas llena de “cabecitas negras” o “tierrúos” felices y contentos por ser tenidos en cuenta puede producir escozor, lo que cuenta en términos políticos finalmente es el lugar real de esas masas en la estructura socioeconómica. Una cosa es la plaza llena de gente vitoreando al líder (que es lo que pasó en ambos movimientos); otra es el control obrero y campesino de la producción, las asambleas de base, las milicias populares armadas. Cinco Ambos procesos, en su momento, significaron grandes posibilidades para iniciar procesos profundos de cambio social. El peronismo, sin dudas, transformó la historia de Argentina. Pero al día de hoy, muchas décadas después de esa explosión popular que barrió la sociedad argentina a mediados del siglo XX, su influencia como fermento transformador es absolutamente inexistente. Se podría preguntar si se perdió una gran oportunidad histórica para cambiar el país y caminar hacia una sociedad más justa. La respuesta no es fácil; en realidad, el movimiento justicialista daba para todo: para desarrollar un empresariado nacional con aspiraciones de potencia regional (Argentina, por décadas, jugó el papel de potencia en Latinoamérica, con una considerable producción industrial), para cobijar grupos pro nazis visceralmente anticomunistas, para alzar planteos de tinte socializante y antiimperialista, para desplegar negocios mafiosos a la sombra de la estructura estatal. Qué habrá tenido en su cabeza Juan Domingo Perón es difícil de decir. Y el solo hecho de plantearlo así ya marca un límite insalvable: ¿acaso todo el proceso político-social en Argentina
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dependía de lo que pensaba el líder? Los procesos políticos de cambio tienen que incluir a las mayorías como actor efectivo, no sólo para llenar plazas. Confiar ciegamente en un líder no es, precisamente, el fomento de la mejor ética posible. La Argentina, años después de haberse visto dividida tajantemente entre peronistas y antiperonistas, retrocedió en términos socioeconómicos. De ser la primera economía regional con una producción que representaba el 50% del producto interno bruto de Latinoamérica para la década de los 60 del pasado siglo, hoy es la cuarta economía, viviendo un proceso de pauperización que no para, habiendo perdido la gran mayoría de los logros sociales obtenidos en años de lucha. Y lo más dramático: mucho de ese retroceso se hizo también en el marco de administraciones peronistas. Decir que “eso no era peronismo” es, también, un juego de palabras. ¿Qué fue (o es) el peronismo entonces? El paso a la revolución socialista, al poder popular, a la sustantiva mejora de las condiciones de vida de la población, parece que no. ¿Un partido más que entra en el juego de la democracia representativa? Quizá eso, y no más. Hoy, en el contexto actual de descenso de las luchas populares, de pavorosa presencia neoliberal y achicamiento de los Estados nacionales, podría llegar a decirse que es… “¿lo menos malo?”. Difícil precisar qué es lo “menos malo”, pero si así fuera (cosa que no aseguramos, por supuesto, y que nos llevaría por otros derroteros igualmente complejos, o quizá más complejos aún), eso no hace más que marcar el retroceso fenomenal que ha tenido el campo popular. ¿Apoyar lo menos malo? Triste, patético, bochornoso. ¿Ese podría ser acaso el programa de acción de un auténtico planteamiento socialista de transformación social? Por supuesto que no. ¿Qué es -y qué podrá terminar siendo- el chavismo? ¿También lo “menos malo” dentro del panorama político de Venezuela? Una vez más: ¡terrible, patético! ¿Cultura de la resignación entonces?
Definitivamente las ideas de cambio social por vía revolucionaria, con el pueblo en la calle movilizado -caso Rusia, China, Cuba o Nicaragua en sus respectivos momentos- hoy parecieran haber salido de escena. A nadie se le ocurre plantearlas. Es más: parecen rémoras de un pasado remoto, lejano, ido para no volver. En todo caso, las izquierdas -en muy buena medida al menos- están dedicadas hoy a las prácticas electorales. Sin quitarles a esa instancia su relativa importancia como un posible frente más de lucha, todo indica que la vía electoral dentro de los estrechos marcos de las democracias formales no lleva muy lejos. Experiencias al respecto sobran. ¿Pretenderá la Revolución Bolivariana cambiar las estructuras de base de esa manera? Si la apuesta es sí, parece que las cosas no van muy viento en popa, pues se pueden ganar elecciones, pero dentro de esos marcos hay límites insalvables para construir alternativas novedosas. “Es una locura hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados”, nos enseñó Einstein. Por cierto: no se equivocaba. En el momento político actual, a muy pocos meses de las elecciones, levantar críticas en relación al proceso venezolano podría entenderse como peligroso, no pertinente. Más aún, no faltará quien diga que eso es “antirrevolucionario, hacerle el juego a la derecha y al imperialismo”. ¡Una traición a la causa! en definitiva. Sería, según cierto criterio al menos, “darle servida a la derecha una posible derrota”. Sin embargo, valen aquí más que nunca las palabras de una genuina revolucionaria como Rosa Luxemburgo cuando decía que una revolución es como una locomotora cuesta arriba: mientras el motor siga funcionando, aunque sea con esfuerzo, avanza. Pero en el momento en que el motor se detiene, irremediablemente comienza a descender. Y la única posibilidad real de seguir construyendo alternativas en un proceso revolucionario es siendo autocrítico, avanzando hacia adelante. El “¡Ordene mi comandante!” no puede servir para esto.
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Es probable que el chavismo (que no es lo mismo que la revolución socialista) vuelva a triunfar en octubre. Todo indica que, de hacerlo, se seguirá manteniendo el histórico 60% de adeptos contra el 40% de antichavistas. Saludamos ese posible triunfo, y eso sin dudas mantiene la posibilidad de seguir haciendo avanzar la locomotora. Pero viendo que ese avance es demasiado lento, que no llega nunca, que llega muy mediatizado, con tremendos problemas -no sólo por los ataques reales de una derecha conservadora y profundamente antipopular-, que a 14 años de iniciado el proceso hacia el socialismo no se pasa de declamaciones, en tanto el gran capital sigue haciendo felizmente sus negocios, se hace necesaria una genuina visión autocrítica. ¿Todo depende sólo del ataque del imperialismo? La Revolución Bolivariana aún puede ser una esperanza para el campo popular, para los venezolanos por supuesto, y para todos los que se quieran/puedan mirar ahí un ejemplo a seguir. Por eso mismo, para rescatar ese espíritu revolucionario que por allí aún puede andar, es necesario no dejar de mirarse en el espejo del peronismo argentino. ¿Para dónde va la revolución en Venezuela: para el poder popular o para las maletas cargadas de dólares pasadas de contrabando? ¿Para dónde camina el proceso: hacia la profundización de ideales socialistas -que no tienen calificativo de siglo: XIX, XX o XXI, no importa- o hacia un “capitalismo serio”? (empresas bolivarianas, boliburguesía). ¿Es realmente esperanzador aceptar la postura de “lo menos malo”? Pensar que los líderes (Perón o Chávez) son los super héroes infalibles y los atrasos en la construcción del paraíso se deben a sus entornos obstaculizantes, corruptos y malignos es, cuanto menos, ingenuo. Si es cierto que la historia debe servir para aprender de ella y no repetir errores, sería muy pertinente mirarse en el espejo del peronismo argentino: mirar la movilización popular que rescató a Juan Domingo Perón en aquel heroico octubre de 1945, similar al ferviente abril de 2002 en Caracas y la movilización que evitó el golpe de Estado, pero no en los políticos “profesionales” que hicieron una acto de fe aquello de “de la casa al trabajo y del trabajo a su casa”. Si el peronismo tuvo algo de revolucionario, fue por el llamado a la movilización de los “descamisados”,
por los “cabecitas negras” tomándose las plazas, así como en Venezuela el chavismo significa que el país “ahora es de todos”, por lo que las fuerzas conservadoras tiemblan, porque con eso huelen revolución. Pero cuidado: el peronismo pudo terminar avalando el “capitalismo serio”. ¿En eso terminarán las “empresas bolivarianas”? No dejemos nunca de tener presente el relato con el que empezó este escrito: ¿para dónde ponemos la luz de giro y para dónde giramos realmente?.
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POR ZOHA ARSHAD / IPS
Desigualdad de género aumenta a la par de la población El mundo tiene actualmente unos 7.000 millones de habitantes, y para 2050 serán 9.000 millones. Este aumento también multiplicará las desigualdades que operan contra las mujeres. En su libro “State of the World 2012: Moving Toward Sustainable Prosperity” (La situación del mundo 2012: Avanzando hacia una prosperidad sostenible), el presidente del Worldwatch Institute, Robert Engelman, plantea nueve estrategias que, sostiene, frenarán de modo efectivo la expansión demográfica. Las políticas de Engelman exigen una enorme reestructura de programas políticos y sociales, especialmente dirigidos a las mujeres. El acceso universal a métodos anticonceptivos, educación secundaria para todas las mujeres, erradicación de la tendencia de género que limita las oportunidades económicas y el crecimiento de las mujeres, así como impuestos más altos, son algunas de las estrategias de Engelman para cortar de raíz el auge de la natalidad. “Hay un vínculo definitivo entre el aumento de la población, los niveles de pobreza y la desigualdad de las mujeres. Si todas ellas pudieran ejercer su derecho a elegir y solo tuvieran hijos cuando quisieran, el ritmo de crecimiento demográfico se estabilizaría”, afirmó. “Actualmente hay entre 75 millones y 80 millones de nacimientos cada año”, añadió Engelman. Según este experto, al apartar a las mujeres de la educación y de la esfera pública, el mundo no solo tendrá una población creciente en sus manos, sino también una que no tendrá los recursos necesarios para alimentar, vestir y educar a las futuras generaciones. El aumento astronómico que se pronostica es inquietante por más de un motivo. El Banco Mundial indica que 1.290 millones de personas viven con menos de 1,25 dólares al día, una de cada siete pasa hambre a diario y 60 por ciento de las que viven en la indigencia en el mundo son mujeres. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estima que 22.000 niños y niñas mueren cada día por causas vinculadas a la pobreza. Aunque el Banco Mundial ha reportado avances desde los años 80, todavía puede no ser suficiente para contrarrestar el aumento de la población y los problemas que conllevará. Martin Ravallion, director del equipo de investigaciones del Banco Mundial, lo planteó de este modo: “El mundo en desarrollo en su totalidad ha logrado avances considerables en el combate a la pobreza extrema, pero muchos de los que cruzaron la línea aún siguen en realidad en la misma situación”. “Esta concentración justo por encima de la línea de la pobreza extrema indica la vulnerabilidad que enfrentan muchísimos pobres en el mundo”, apuntó. “Y con el actual ritmo de avance, alrededor de 1.000 millones de personas todavía vivirán en la pobreza extrema en 2015”, dijo Ravallion. Las ideas de Engelman sobre los métodos anticonceptivos y la educación universal pueden verse como nada sencillas de lograr, pero sin ellas, sostiene, simplemente no será posible un cambio. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Banco Mundial han enfatizado durante décadas la importancia de la educación, especialmente en materia de planificación familiar y de formación sexual para las mujeres. Sin embargo, también hay que tomar en cuenta aspectos
culturales y religiosos, según él. Derribar estructuras no es algo que pueda hacerse de modo instantáneo. Más de 75 por ciento de los pobres del mundo practican la agricultura de subsistencia. Cuantas más manos tengan para labrar las tierras, mejor. En países como India, Pakistán y Bangladesh, tener hijos varones es motivo de orgullo y honor. En algunos casos, no es fácil acceder a métodos anticonceptivos en las áreas rurales. Engelman se apresura a destacar que la desigualdad que padecen las mujeres no se restringe a los países en desarrollo. Las inequidades económicas y sociales existen en todas partes, incluido Estados Unidos, donde ellas todavía ganan 82,2 por ciento de lo que ganan los hombres. Según el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, los ingresos semanales promedio de las mujeres fueron de 697 dólares, en comparación con 848 dólares para los hombres en el primer trimestre de 2012. “Iguales derechos en la esfera pública y privada les conferirán a las mujeres el derecho de hacer sus propias elecciones. El acceso a anticonceptivos y la educación sin duda enlentecerán el crecimiento demográfico, y causarán una reducción en los niveles de pobreza”, dijo Engelman. En ocasión del Día Mundial de la Población, celebrado el miércoles 11 de este mes, la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, divulgó un comunicado en el que enfatizó la importancia de los derechos reproductivos para las mujeres. “Demasiado a menudo, en demasiados lugares, estos derechos son negados. Millones de mujeres y jóvenes en los países en desarrollo no tienen acceso a la información para planear su familia. Esto no solo es una violación de su derecho a decidir el número, el momento y el espaciamiento entre sus hijos; también es una cuestión de equidad, dado que las mujeres de todas partes deberían tener la misma capacidad para determinar esta parte fundamental de sus vidas”, señaló. “Los programas de planificación familiar voluntaria representan más que apenas una inversión en salud y derechos humanos”, reza el comunicado. “La planificación familiar es una de las más exitosas intervenciones en materia de desarrollo, y una de las inversiones más fuertes y redituables que hay disponibles. Reduce la pobreza y permite que los gobiernos inviertan en infraestructura, educación y atención a la salud”, agrega.
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Estrella Gutiérrez/IPS
“Banmujer las suma a los beneficios del desarrollo” “Nuestra razón de ser es la incorporación de las mujeres al desarrollo y, más aún, a sus beneficios”, explicó a IPS la economista Nora Castañeda, quien está al frente del Banmujer, de Venezuela, desde su creación en 2001. Castañeda, que se define socialista y feminista, ha dedicado su vida a la defensa de los derechos de las mujeres. Y en esa tarea continúa desde el Banco de Desarrollo de la Mujer (Banmujer), al que califica de “banco diferente” entre las instituciones de microcrédito en el mundo. En su extenso currículo destaca el de fundadora del Centro de Estudios de la Mujer de la pública Universidad Central de Venezuela y coordinadora de las organizaciones no gubernamentales locales ante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en 1995 en Beijing. El Banmujer, único de su tipo en el mundo por su carácter de público, destinado a la mujer y con sus servicios totalmente gratuitos, ha otorgado 150.000 créditos de pequeña escala por un total de 10,7 millones de dólares. Este es un extracto de la entrevista. - ¿Qué caracteriza a Banmujer como institución de microcrédito? - Hay varios tipos de entidades microfinancieras, pero Banmujer es diferente a todas, porque nuestra razón de ser no son las ganancias financieras. Es eso y algo más importante: la incorporación de las mujeres al desarrollo y, más aún, a los beneficios del desarrollo. Y eso no se logra solo con microcréditos. - ¿Cómo surgió la idea? -El camino para Beijing y la conferencia fueron el punto de partida. Allí las organizaciones de mujeres concluimos que, si algo estaba en entredicho, eran los derechos económicos de las mujeres y que sin ellos no había derechos humanos. Si la base económica de la sociedad no cambia para las mujeres, en especial las más pobres entre ellas, no hay empoderamiento y las leyes de paridad quedan en papel. - ¿El microcrédito entonces es un medio? --Efectivamente. El banco no es una entidad solo para dar microcréditos. Si así lo hiciéramos, solo estaríamos reproduciendo la triple jornada de trabajo de las mujeres (el hogar, la actividad laboral y la comunidad), aunque solo uno remunerado, y mal remunerado.
Incorporar a las mujeres a los beneficios de la economía pasa no solo por el microcrédito sino por elevar nuestra calidad de vida, mediante el desarrollo de la solidaridad familiar, el trabajo, la honestidad y el compartir. Comenzamos a trabajar por ahí, con un aprendizaje muy colectivo, muy de nuestra América, muy Sur-Sur. Tuvimos que ir aprendiendo y desaprendiendo al mismo tiempo. Hay valores que son antivalores y había que pensar diferente, a riesgo de ser vistas como atrasadas, acomplejadas o marginadas. -¿Un ejemplo de lo que debieron desaprender? - Tuvimos que desaprender lo que es un banco, pues nos habían dicho que es una institución financiera cuyo objetivo es obtener rentabilidad. Debatimos mucho el modelo y decidimos que debíamos priorizar y centrarnos en las más pobres y atender la feminización de la pobreza. -¿Qué modelo generó ese proceso? -El modelo solidario, basado en la cooperación y la ayuda mutua. El modelo de que quien gerencia y administra es servidor y servidora pública de otros. No fue fácil, tuvimos fallas, no siempre se comprende afuera los planteamientos, no siempre funcionamos como pensamos. Es un camino nuevo y hay ensayos y errores en la práctica. Y está la variable tiempo, tan importante, son procesos lentos y cuesta adaptarse y comprenderlo.
-¿Cómo llegan ellas al banco? -Decidimos que era el banco quien tenía que ir a las mujeres. Creamos equipos, pequeños, en cada estado, de mujeres locales, con una responsable. Establecimos, además, alianzas estratégicas con las comunidades organizadas, con otras instancias del Estado, con organizaciones de mujeres y las iglesias. Vamos a las comunidades, ofrecemos apoyo, pedimos un plancito de trabajo y, primero que nada, formación. Todas deben asistir al menos a tres talleres, porque pueden recibir dinero y no tener éxito en su proyecto por razones derivadas de su condición de pobreza. La pobreza no se combate a fuerza de dinero. Para superarla hay que apoyarse en organizaciones basadas en la solidaridad, que puede ser la propia familia. Puede haber hombres, siempre que la coordinadora sea mujer y ellos sean minoría. Pasa que aún así ellos imponen y ellas aceptan, porque es lo dominante. - ¿Qué pretenden con la formación? -Buscamos convertir a las mujeres en economistas populares, que ellas se hagan preguntas como las de la academia: qué producir, cómo, dónde, cuándo y para quién, con la guía de un diálogo de saberes, que todas tenemos aunque sin sistematizar. También sustituimos el análisis de mercado por un diagnóstico comunitario participativo, sobre las necesidades de su barrio o su comunidad, o hacemos un
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análisis de costos, que las incorpore como trabajadoras y fije un plusvalor adecuado. El objetivo es que el pueblo sea economista, pues es una cosa muy seria para dejarla solo a los economistas. , hay un seguimiento, un apoyo técnico y todo es gratuito. Eso también nos hace diferentes. -¿A cuántas personas ha beneficiado el Banmujer? - De forma directa a unas 150.000 personas, 10 por ciento de las cuales son hombres. Detrás de ellas hay una unidad familiar de cinco personas de promedio. -¿Cómo funciona el otorgamiento del crédito? -Hemos manejado unos 467 millones de bolívares (unos 10,7 millones de dólares al cambio oficial actual) en 11 años. El apoyo que se les da tiene frutos permanentes. Hemos asignado 150.000 créditos. Pero ha favorecido de manera indirecta a otro gran número de mujeres, que crean un modelo de actuación en su entorno. Los talleres tienen esa intención. Nuestra misión es que aprendamos y nos reconozcamos como un valor positivo que merece ser emulado. El microcrédito es un instrumento y lo que transversaliza todo es un cambio de valores. Le planteamos al presidente (Hugo Chávez): el microcrédito es una excusa para llegar a las mujeres y con ellas, y a partir de ellas y para ellas, organizarnos como pueblo. Y él me dijo: de acuerdo, pero le das el crédito (risas). En el camino decidimos priorizar la agricultura, incluida la urbana y periurbana, para atender a dos fenómenos combinados: feminización del campo y de la pobreza. -¿Cómo son las condiciones del crédito y del pago? -Los créditos son a 48 meses y 6.000 bolívares (1.400 dólares) por persona para grupos de máximo nueve. La tasa de interés es de cero a seis por ciento. No hay ganancias, es sin fines de lucro, pero sin fines de pérdida tampoco. Somos un banco subsidiado por el Estado, algo único en el caso de las mujeres, para cumplir con los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, entre ellos eliminar la pobreza y empoderar a las mujeres. Hacemos las máximas economías posibles, para que nuestros balances nunca den pérdidas. Así las mujeres cada vez reciben más. Las que pagan van a obtener un ‘recrédito’, por eso todas están pendientes de pagar. Logramos una cobranza permanente. A veces en lugar de pagar todo, pagan una parte, pero después se ponen al día.
ROBERTO HERNÁNDEZ MONTOYA
El infierno si existe ¿Qué tienen en común Afganistán, Colombia, Irak, Libia, México, Paquistán y Siria? Lo sabes si ves los noticieros, es decir, un estado permanente y total de brutalidad. Es decir, el toque satánico del Imperio, que por doquiera que pasa deja un reguero, un zurriburri, una zaragata, la barbarie, pues, en nombre de la civilización. Como esos países no saben gobernarse solos hay que devastarles todo lo que hace país a un país. En Bagdad destruyeron la Biblioteca que contenía las bases de tu cultura. Por ejemplo. Para no hablar de su infraestructura y hasta del asesinato sistemático de sus profesionales, médicos, ingenieros, científicos. Otro elemento: la intervención, militar o no, directa o no. En este momento, por ejemplo, no sabemos qué pasa en Libia. Apenas se atisba algo. Vago. De lejos. De Siria conocemos, si acaso y mal, las mentiras que obsesivamente nos machacan los medios, que decretaron la intervención occidental. Vídeos atroces. Algo parecido ocurrió con otros imperios. El Español desbarató a Cusco en pocas horas, por ejemplo. Arruinó las sociedades indígenas que tocó o siquiera rozó. Hay gente idiota, o idiotizada, da lo mismo, que solo se da cuenta de esto cuando ya es demasiado tarde y solo queda la resistencia prolongada, trágica, mortífera, tóxica, funesta, agotadora. Toma años. Siglos. A América tomó 300 años de resistencia y una Guerra devastadora de Independencia recuperar su soberanía y eso a medias porque superamos el colonialismo español, pero luego nos cogió el anglosajón y el francés nos peló apenas de justesse. Todavía estamos en eso y hay que ver lo que cuesta que alguna gente lo entienda. El Che decía que la revolución debe andar uno o dos pasos delante del caos. Si lo que pasa en esos países no es caos, entonces no entiendo lo que es caos, con sus correspondientes miembros humanos regados por las calles, la escabechina de las estructuras sociales, tortura, fosas comunes, falsos positivos, motosierras, Colombia; ahorcados colgando de puentes, bombas en discotecas, atentados a peces gordos, México. Una oposición criminal, pícara, imbécil, depredadora que amenaza con el caos, como el del Golpe y el Paro Flexibilizado de 2002, Venezuela. Tú sabes cómo evitar que el 7O esa gente nos imponga su caos.
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Bolivia antes y después de Evo
ÁNGEL GUERRA CABRERA E n Bolivia una exigua minoría opulenta oprimía y negaba sus derechos humanos básicos a aymaras, quechuas, guaraníes y otros pueblos originarios que forman la mayor parte de la población. Mucho menos les reconocía sus derechos colectivos a la identidad cultural, la autonomía y el territorio. 90 por ciento de la población rural vivía en la pobreza y el país disputaba a Haití y Honduras el peor desempeño en la región por su índice de desarrollo humano. Las empresas públicas creadas por la revolución de 1952 fueron privatizadas a precio de remate en cumplimiento de las directivas del Consenso de Washington mediante disposiciones anticonstitucionales y escandalosos negocios armados entre la oligarquía y las trasnacionales. Valga este ejemplo para ilustrar el saqueo: sólo el presidente neoliberal Gonzalo Sánchez de Lozada(1993-97; 2002-03) hizo una fortuna superior a los 250 millones de dólares a expensas de las privatizaciones, del desempleo ocasionado por estas a decenas de miles de trabajadores, de la entrega de los recursos naturales y la soberanía nacional y la sangrienta represión contra los movimientos que rechazaban estas políticas. Sánchez de Lozada y su sucesor fueron derrocados por rebeliones de los pueblos indios e interculturales, que en 2005 lograron alzar a la presidencia a uno de los suyos, el aymara Evo Morales, con un alud de votos. Entonces se inició la profunda transformación social que vive hoy Bolivia. ¿Quién podía imaginar entonces los extraordinarios logros conseguidos en los siete años transcurridos hasta la actualidad? Los pueblos de Bolivia, ya con el timón del gobierno en sus manos, iniciaron el rescate de la independencia, la soberanía y el desarrollo de una política exterior independiente, de unidad e integración latinocaribeña y de solidaridad con los pueblos de la región y con todos los que bregan por un mundo mejor. Desafiando los ataques de la oligarquía y del imperialismo Evo luchó a brazo partido por convertir en realidad las demandas de los movimientos indígenas y populares. Convocó a la Asamblea Constituyente, reclamo muy sentido de los pueblos originarios que permitió proclamar la nueva Constitución y el nacimiento del Estado Plurinacional de Bolivia, enterrar la República
oligárquica y con aquella arma jurídica acometer el rescate de los recursos naturales, las empresas privatizadas y redoblar la larga lucha por la descolonización y la trasformación de las conciencias en lo que ha sido calificado acertadamente por el líder boliviano como la Revolución Democrática y Cultural. En siete años Bolivia erradicó el analfabetismo, su economía ha crecido a un promedio de 4.7 por ciento anual, casi sextuplicó sus reservas internacionales de divisas, duplicó el PIB por habitante y dejó de ser aquel Estado mendicante, calificado de fallido, que dependía de la ayuda internacional hasta para pagar a sus empleados públicos, conquistas de las que no pueden presumir muchos países en medio de la megacrisis económica internacional. Extendió considerablemente los servicios de salud a millones que no los recibían y abrió miles de escuelas. Es un prestigioso miembro de la Alba y Unasur y seguramente pronto ingresará al Mercosur, un paso que añadirá fortaleza geopolítica a la aportada por Venezuela a ese bloque de formidable proyección internacional pues Bolivia, sin contar sus recursos energéticos, mineros y de biodiversidad, goza de una ubicación geográfica crucial en el área. No es fortuito que el gobierno de Bush hiciera todo lo posible por impedir la llegada de Evo a la presidencia ni que Washington, también con Obama, haya mantenido una persistente política subversiva para derrocarlo al extremo de que el estado mayor de la contrarrevolución radique en la representación diplomática yanqui en La Paz. Estados Unidos ha ido modificando sus tácticas subversivas en la medida que le fracasan una tras otra. Últimamente ha recurrido a estimular y hacer ruido mediático con demandas de sectores populares, entre ellos el tema del Tipnis, cuyos dirigentes defienden intereses particulares y ahora se oponen al referendo que decidirá sobre la carretera propuesta por el gobierno ya que saben que la abrumadora mayoría de la población del territorio indígena en cuestión la apoyará. Bolivia brilla con el liderazgo de Evo antes los pueblos indios y no indios como un faro de dignidad y construcción nacional en armonía con la naturaleza, tema en el cual es líder mundial.
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JORGE HEINE*
CELAC y los gigantes asiáticos
No hay grandes crisis ni cuestiones conflictivas entre la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) y los dos gigantes asiáticos. Sin embargo, estos diálogos constituyen todo un hito. Con ellos, el nuevo regionalismo latinoamericano toma por las astas el desafío de la globalización y formaliza lazos con los polos de crecimiento de la economía mundial. En un mundo aun afectado por los “coletazos” de la crisis financiera, el dinamismo de Asia y de América Latina son la excepción. Los crecientes flujos comerciales y de inversión entre ambas regiones evidencian el vigor de las relaciones Sur-Sur. Entre 1997 y 2007, el comercio chino con la región se decuplicó, llegando a los 102.000 millones de dólares. Entre el 2000 y 2009, el comercio de India con la región se multiplicó por ocho, llegando a los 20.000 millones de dólares. Como indica un estudio reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el comercio entre Asia y América Latina creció a un 20,5 % anual desde 2000 a 2011. El comercio entre ambas regiones llegó a 442.000 millones de dólares en 2011. El comercio con Asia representa hoy un 21% del comercio exterior de la región. El comercio con Estados Unidos un 34%. A este ritmo, el mercado asiático pronto superará al de los EE UU. Ello ya es así para las economías más dinámicas, como Brasil y Chile, que comercian más con China que con el país del Tío Sam. Mas allá del comercio, estos diálogos abren una nueva etapa, más política y estratégica. Reflejan la diversificación de las relaciones internacionales de la región, otrora confinadas a América del Norte y Europa Occidental. Parte del progreso en la región en la última década se debe al comercio con China e India. El crecimiento de un 5% anual de 2003 a 2008, el más alto en cuatro décadas, fue alimentado por la insaciable demanda por materias primas provenientes del Asia. Los ingresos de moneda dura provenientes de este boom le han permitido a países como Argentina, Brasil, Chile, Perú y Colombia pagar sus deudas, aumentar sus reservas de moneda dura y enfrentar con éxito la crisis financiera. China ha acaparado la atención. En el 2011 el comercio entre China y América Latina llegó a los 234.000 millones de dólares. Al lado de ello, el comercio con India, de 25.000 millones de dólares en 2011, parece algo menor. Sin embargo,
no hay que engañarse. Aunque con atraso en relación a China, el comercio con India también está creciendo a pasos agigantados. Se espera que llegue a los 70.000 millones de dólares en 2015. Según varias proyecciones, el crecimiento de India superará al de China para 2020, y la población india será mayor que la china para 2030. India pasará a ser el país más poblado del mundo. Esto no ha pasado inadvertido. El número de embajadas latinoamericanas y caribeñas en Nueva Delhi ha aumentado de 12 en 2003 a 18 hoy. El número de visitas presidenciales a India, que apenas llegó a 10 entre 1947 y 2000, fue de una docena entre 2000 y 2011. En los últimos veinte años ha surgido una Nueva India, potencia informática y telemática, espacial y nuclear, que está cambiando la división internacional del trabajo y que ha aplanado al mundo. Aquellos que la ignoran, lo hacen a su propio riesgo. El gran desafío de las relaciones entre la región y China e India es avanzar hacia un tipo de intercambio económico distinto al actual. Hoy por hoy, los países de la región venden petróleo, cobre, aceite de soja, hierro y otros recursos naturales, y compran automóviles, maquinaria e insumos industriales y todo tipo de artículos de consumo. En otras palabras, un clásico patrón de comercio Primer Mundo-Tercer Mundo, en que América Latina, con niveles de ingreso y de desarrollo socioeconómico superiores a los de China e India, hace de Tercer Mundo. Esto es insostenible en el mediano y largo plazo. Algunos han señalado que la demanda china e india por materias primas estaría impulsando la desindustrialización de la región. Como todo boom, el de las commodities va a llegar a su fin. ¿Qué va a ocurrir entonces? Las empresas latinoamericanas, particularmente las multilatinas, deben focalizarse en las especificidades de los mercados de los gigantes asiáticos y producir para ellos. La clase media india llega a los 300 millones de consumidores. Es clave también incorporarse a las cadenas de producción industrial en el Asia, que es lo que han hecho con gran éxito los países de ASEAN. Asia es “la nueva Europa”. Estos diálogos del CELAC con India y con China abren una nueva etapa en las relaciones entre América Latina y Asia. *Abogado, diplomático y exministro de Estado de Chile, fue embajador en India de 2003 a 2007, y es catedrático de Gobernanza Global en la Escuela Balsillie de Asuntos Internacionales en Waterloo, Ontario.
/Junio de 2012
Israel exporta su guerra a América Latina
JOSÉ STEINSLEGER
En la ofensiva sionista contra los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y el Mercosur (a más de su presencia abierta o solapada en la Alianza del Pacífico –Colombia, Chile, Perú, México y los de América Central–, sobresalen varios hechos interconectados, a saber: 2005. Brasil (mayo): Cumbre árabe-sudamericana, convocada por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva. En Brasilia, los líderes sudamericanos y árabes piden reformas a la carta de la ONU, critican a los países ricos y a Israel, y dan su apoyo a los derechos de Palestina. 2006. Venezuela/Bolivia (enero): tras la llamada “segunda guerra del Líbano”, ambos países rompen relaciones con Israel. Por su lado, Costa Rica y El Salvador (firmes aliados del Estado sionista) mudan sus embajadas de Jerusalén a Tel Aviv, donde están ubicadas todas las representaciones latinoamericanas. 2007. Chile (marzo): visita de la funcionaria Dorit Shavit, jefa de la División para América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores, para coordinar con el gobierno de Michelle Bachelet (en el marco de la oposición de Israel al retorno de los refugiados) la radicación de un centenar de palestinos de Irak en el país cordillerano. 2008. Colombia (agosto): undécimo Encuentro de Dirigentes y Comunidades Judías Latinoamericanas y del Caribe en Cartagena, donde se divulga el infundio de que la organización libanesa Hezbolá “usa indígenas para penetrar en América Latina”. Simultáneamente, en Caracas, el presidente Hugo Chávez atiende a una delegación del Congreso Judío Mundial (AJC, por sus siglas en inglés), encabezada por Ronald S. Lauder. Buenos Aires (diciembre): la delegación del AJC es recibida por el presidente Néstor Kirchner, lleva el propósito de cerrar las investigaciones del caso AMIA (1994), y celebrar en lo oscurito un acuerdo similar al caso Lockerbie (1988). Kirchner se niega. 2009. Venezuela (enero): a raíz del genocidio en Gaza, el gobierno de la revolución bolivariana rompe por segunda vez
sus relaciones diplomáticas y comerciales con Tel Aviv. Chávez califica a Israel de “Estado que practica el genocidio y persigue inhumanamente a los palestinos”. Días después (30 de enero), la sinagoga de Maripérez, en Caracas, es saqueada por desconocidos. En tanto, el gobernador Henrique Capriles Radonsky contrata fuerzas de seguridad israelíes para entrenar a la policía del estado de Miranda. Y en Miami, el vicedirector del AJC, Juan Dircie, ataca a Chávez en un acto de judíos venezolanos que exclaman: “queremos quedarnos a vivir en Venezuela”. De visita en Argentina, Dircie declara que el presidente Hugo Chávez manifiesta “antisemitismo a ultranza” y que en Venezuela se espera “un atentado como el ocurrido en Buenos Aires (1994), y hasta que el gobierno lo propicie directamente”. Tegucigalpa (mayo): en la cumbre de presidentes de la OEA de San Pedro Sula, el “observador” israelí Dani Ayalon (viceministro de Relaciones Exteriores) niega su autoría en el informe que circula entre las delegaciones. El documento afirma que Venezuela y Bolivia venden uranio para el programa nuclear de Irán. En los días siguientes, varios ministros del gabinete de Benjamín Netanyahu, son recibidos por los gobiernos de Panamá, Costa Rica y Honduras. A finales de septiembre, tras el golpe que derrocó al presidente Manuel Zelaya, trasciende que la embajada de Israel en la capital hondureña fue el escenario de un intenso movimiento diplomático con representantes de la oposición. Por su parte, Andrés Pavón, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras, denuncia que el presidente fantoche, Roberto Micheletti, contrató especialistas privados israelitas para asesorar a las fuerzas armadas en técnicas de represión y en la actitud que deben asumir contra los manifestantes. Brasil/Argentina/Perú/Colombia (julio y noviembre): sendas visitas del ministro de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, y el presidente de Israel, Shimon Peres. En Colombia, Peres asegura: “Chávez pronto desaparecerá”. 2010. Nicaragua/Ecuador (junio): el gobierno sandinista condena el ataque del Ejército israelí a la “flotilla de paz” que llevaba ayuda humanitaria a la población de Gaza y rompe relaciones con el estado sionista. Por igual motivo, el presidente Rafael Correa llama a consultas a su embajador en Tel Aviv. En agosto, dos senadores del lobby anticubano (Bob Menéndez, de Nueva Jersey, y Marco Rubio, de Florida) envían sendas cartas a los gobiernos de Colombia, Panamá y Costa Rica, pidiéndoles que se opongan en la ONU al reconocimiento de un Estado palestino. En diciembre, los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) reconocen a Palestina como un Estado libre e independiente. 2011. Buenos Aires (noviembre): primer encuentro mundial de organizaciones sionistas convocado fuera de Israel. Asisten el viceprimer ministro Dan Medidor, Keren Kayemet Leisrael (Fondo Nacional Judío) y 250 delegados de Estados Unidos, Europa, Israel, Australia y Argentina (ver mi artículo de la semana pasada, “De sionistas y judíos”, La Jornada, 8/8/12). Imjerencia y gobiernos populares La creciente injerencia de Israel en América Latina sintoniza con el fortalecimiento de los gobiernos populares en el sur del continente, el rotundo no al Acuerdo de Libre Comercio para las
Junio de 2012/ YAIR KLAIN,
INSTRUCTOR ISRAELÍ DE LOS PARAMILITARES COLOMBIANOS
Américas (cumbre de presidentes de Mar del Plata, Argentina, 2005), y la consolidación de Brasil como potencia soberana y mundial. Brasil es una potencia “mundial y soberana”, en tanto otras no lo son. Israel, por ejemplo, es una potencia. Sin embargo, y más allá de su política interior, depende, opera y funciona al compás de la agenda belicista de Estados Unidos. ¿Es posible que no siempre haya sido así? Puede ser. Pero una golondrina no hace verano. Washington y Tel Aviv coinciden en atacar al Diablo que, como es sabido, vive entre Venezuela y Teherán, y en las sucursales que el infierno abrió en Bolivia, Ecuador y Nicaragua. “¡Tengan cuidado con Irán!”, dicen los sionistas a los países que osan fortalecer sus relaciones diplomáticas y comerciales con el país asiático. Y el Comando Sur del ejército estadunidense, feliz de contar con un argumento más para instalar sus bases militares. Cuando en la cumbre árabe-sudamericana de Brasilia (mayo 2005), el presidente de Argelia, Abedelaziz Buteflika, defendió el derecho de los palestinos de tener a Jerusalén por capital y que Israel se retire de los territorios ocupados, la embajadora sionista Tzipora Rimon y el Centro Simon Wiesenthal denunciaron que en su declaración se había omitido la condena explícita al “terrorismo suicida”. Teniéndoles sin cuidado que Celso Amorim (canciller de Lula) había condenado todas las formas de terrorismo. Un año después, el telefonista Andrés Oppenheimer entrevistó a Sergio Widder, director para América Latina del Centro Simon Wiesenthal, quien se declaró “sorprendido” por la “alianza entre grupos radicales de izquierda y grupos islámicos radicales en el gobierno de Néstor Kirchner” (sic). “Su causa común –añadió– ya no es la demanda de la creación de un Estado palestino, sino la adopción de la agenda iraní, que exige la aniquilación de Israel.” La cizaña de Oppenheimer aportó lo suyo: “Una de las cosas que más me sorprendió en recientes visitas que hice a Argentina y a otras naciones latinoamericanas es el creciente sentimiento antisraelí (sic), y la tácita tolerancia con el terrorismo de la milicia de Hezbolá en varias partes de la región” (sic, Reforma, 14/8/06). El falaz y maniqueo discurso sionista cuenta con poderosos ideólogos y exégetas. En Estados Unidos figuran el Comité de Asuntos Públicos (Aipac, por sus siglas en inglés), creado por republicanos y demócratas a finales del decenio de 1950; el tenebroso Comité del Peligro Presente (CPD, por sus siglas en inglés, nacido en 1950 y reactivado en 1976 “para combatir al
terrorismo y las ideologías que lo promueven”) y el Washington Institute for Near East Policy (Winep). Tales entidades nutren y pautan las directrices de un par de institutos que en Israel dirige el “experto” Ely Karmon: el Internacional para la Lucha contra el Terrorismo (ICT), y el Político y Estratégico del Centro Interdisciplinario (IDC). Y de ambos surge la llamada “diplomacia pública”, que a modo de soft power rige la propaganda del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel: la hasbará. La hasbará es un término hebreo que quiere decir “explicación” o “esclarecimiento”. Que en contante y sonante no es más que propaganda y contrapropaganda. Un ejemplo de hasbará podemos apreciarlo en los pueriles conjuros que el remitente SER acostumbra a insertar al pie de artículos como el que usted lee ahora en la página web de La Jornada. Y, faltaba más, en los del colega y amigo Alfredo Jalife-Rahme. Durante una gira por varios países, Karmon declaró a una revista colombiana: “Hezbolá (NR, partido político libanés) usa indígenas para penetrar en América Latina”. Y a continuación acusó a las instituciones islámicas chiítas de América Latina, cuyo propósito sería el de “fortalecer la influencia de Irán en suelo americano” (Cambio, Bogotá, 29/4/09). El proverbial terrorismo mediático de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) amplificó las declaraciones de Karmon. No obstante, la sólida y acreditada revista Veintitrés de Buenos Aires (dirigida por la periodista pro israelí Romina Manguel) sostuvo exactamente lo contrario: que las instituciones sionistas serían las que reclutan indígenas para la causa israelí (Veintitrés Internacional, Buenos Aires, mayo 2009). Dato que no parece descabellado al revisar un artículo exhumado por Husain Ali Molina (Boletín Islam y Al-Andalus, núm. 89, agosto 2009). El texto, firmado por Grez Myre y publicado por la agencia de noticias Associated Press (9/7/02), da cuenta de la política de reclutamiento empleada por el gobierno israelí entre los indígenas de América Latina. Escribe Myre: “Atraídos desde todos los rincones del globo, nuevos conversos al judaísmo están ayudando en la ocupación ilegal. Se trata de peruanos que fueron formalmente convertidos al judaísmo por rabinos israelitas en noviembre pasado, para ser cualificados para la residencia bajo las leyes del Estado judío…”. O sea, carne de cañón para asesinar palestinos.
/Junio de 2012
ANDRÉS MORA RAMÍREZ / AUNA-COSTA RICA
La integración estratégica de nuestra América Los cambios que hoy tienen lugar en el Mercosur, y los temas de debate que allí se han instalado en los últimos meses, confirman que hay una transformación en curso: el paso del paradigma economicista dominante en los años noventa del pasado siglo, al nuevo paradigma de la integración independiente y multidimensional de nuestra América. El ingreso de Venezuela al Mercosur, formalizado el pasado 31 de julio en la Cumbre de Brasilia, es más que la simple apertura de una plaza para el comercio en América del Sur: constituye una acción estratégica de la mayor importancia, enmarcada en las grandes líneas de la política exterior suramericana –en sus expresiones progresistas y nacionalpopulares- y en lo que el exrepresentante de este organismo, Samuel Pinheiro Guimaraes, definió hace unos días como “la disputa por [la] influencia económica y política en América del Sur y de su futuro como región soberana y desarrollada”, frente al proyecto de libre comercio panamericanista de los Estados Unidos. Desde el Congreso Internacional de Washington de 1889, esta pretensión de los Estados Unidos de imponer y afirmar su hegemonía a través del comercio ha sido uno de los ejes fundamentales de las relaciones interamericanas. “Nunca hubo en América Latina, desde la independencia, un asunto que exigiese más conocimiento, que obligase a más vigilancia, que demandase un examen más claro y minucioso, que la invitación cursada por los Estados Unidos, poderosos, desbordantes de productos invendibles y determinados a extender su dominación en América”, escribió José Martí, en una de sus crónicas para el periódico argentino La Nación, relatando su experiencia de aquel cónclave . El sentido de vigilancia al que apelaba Martí, con toda seguridad, estuvo presente en las discusiones y deliberaciones que llevaron a la decisión de incorporar a Venezuela como miembro pleno del Mercosur, adoptada por los gobiernos de Brasil Argentina y Uruguay en la Cumbre de Mendoza a finales de junio. Una decisión que tomó por sorpresa al gobierno de los Estados Unidos, que confiaba ciegamente en la derecha paraguaya –antes y después de golpe- para bloquear la solicitud venezolana; sin embargo, no previeron la audacia de la respuesta del bloque ante los movimientos imperiales en Paraguay, e indirectamente, para configurar un nuevo equilibrio de fuerzas frente a la Alianza del Pacífico, de corte neoliberal y conformada por gobiernos “aliados” de Washington (México, Colombia, Perú y Chile). Ahora, el Mercosur se perfila como una región económica, energética y políticamente estratégica, cuyas economías aportan el 83,2% del PIB regional. En la Cumbre de Brasilia, la presidenta anfitriona, Dilma Roussef, explicó durante la Cumbre que con la inclusión de Venezuela, el “bloque comercial sudamericano se convierte en la quinta economía del mundo detrás de los países más ricos como Estados Unidos, China, Alemania y Japón”, al tiempo que este espacio de integración adquiere dimensiones inéditas. “De ahora en adelante nos extenderemos de la Patagonia al Caribe. Ahora hay un espacio todavía mayor para el crecimiento del comercio, las inversiones y la integración de cadenas productivas entre nuestros países”, explicó la mandataria (La Jornada, 01/08/2012). El sociólogo brasileño Emir Sader, por su parte, en entrevista para TeleSur, aseguró que la novedad del ingreso de
Venezuela al bloque es que abre la posibilidad de romper con “ese círculo vicioso de competencia privada entre empresas brasileñas y argentinas, y hacer que la integración sea mucho más amplia, en términos educativos, informativos, tecnológicos, deportivos, culturales, que no existen hasta ahora. Puede ser un nuevo momento de refundación del Mercosur, que lo ponga a la altura del proceso de integración regional que ya ha dado importantes pasos adelante”. Visto en esa perspectiva mayor, por encima de consideraciones exclusivamente económicas –que siempre son importantes-, los cambios que hoy tienen lugar en el Mercosur, y los temas de debate que allí se han instalado en los últimos meses, confirman que hay una transformación en curso: el paso del paradigma economicista dominante en los años noventa del pasado siglo, al nuevo paradigma de lo que, con acierto, el politólogo cubano Luis Suárez define como la integración independiente y multidimensional de nuestra América. Un momento fundacional de este giro fue la Cumbre de Mar del Plata en 2005, que, por un lado, significó la derrota de la iniciativa panamericana del Área de Libre Comercio de las Américas y el hegemonismo del presidente estadounidense G.W. Bush; y por el otro, permitió la convergencia de Argentina, Brasil y Venezuela, expresada en los proyectos kirchnerista, petista y bolivariano, en un aspecto clave: la comprensión de la importancia de la unidad, la complementariedad, la cooperación y, de manera especial, la creatividad en los procesos de integración. Algo que queda claro al repasar la línea cronólogica y política de creación del ALBA en 2004, Petrocaribe en el 2005, el Banco del Sur en 2007, la UNASUR en 2008, el Consejo de Defensa Suramericano en 2009, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en 2011 (organismo del que no participan Estados Unidos ni Canadá); y ahora, la ampliación del Mercosur hasta Venezuela y el Caribe. En 1993, cuando se vivía el climax ideológico y cultural del neoliberalismo, Fidel Castro pronunció un discurso en el cuarto encuentro del Foro de Sao Paulo en La Habana, en el que advirtió: “Cuando hablamos de la integración económica y política de América Latina, hablamos, sobre todo, de una cuestión de conciencia, de una conciencia que hay que formar, de un pensamiento que hay que crear. Si no se crea un pensamiento, si no se crea una conciencia, nada será posible” . En el siglo XXI, esa conciencia y ese pensamiento han echado raíces en una generación de líderes latinoamericanos. Sin duda, se están dado pasos hacia el horizonte de lo posible.
Junio de 2012/ FERNANDO GLENZA
A 10 años de una experiencia cooperativa diferente en Chaco, Argentina: “Juntos, pero no amontonados” Faro de referencia para jóvenes y militantes sociales en la recuperación de la cultura campesina, la Cooperativa Integral de Trabajo y Formación Poriajhú cumplió una década de vida. Una experiencia que vale la pena ser conocida, fruto de la labor iniciada 22 años atrás por la Unión de Campesinos Poriajhú, movimiento integrado por decenas de familias del centro de la provincia de Chaco, Argentina. Integrante de la Vía Campesina y de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC), la Unión de Campesinos Poriajhú se reconoce como continuadora de las luchas emprendidas por los trabajadores rurales de la firma La Forestal –fuertemente reprimidos durante la década de 1920- y de los pequeños productores organizados en las Ligas Agrarias, cruelmente perseguidos durante la década de 1970 por la dictadura cívico-militar argentina. El nombre de Poriajhú –en lengua originaria guaraní-, hace referencia a la pobreza, pero no a la pobreza de espíritu, sino a una pobreza material. Pobreza que en la vida de muchos campesinos chaqueños se ve magnificada por el avance de los monocultivos de soja, en detrimento de genuinas producciones alimentarias y de la tradicional actividad algodonera. La Cooperativa Integral de Trabajo y Formación Poriajhú se encuentra ubicada en Colonia Pampa Napenay, localidad de Presidencia Roque Sáenz Peña, distante 1200 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, en el noreste del país. Nació fruto de la labor iniciada hace 22 años por la Unión de Campesinos Poriajhú, integrada por decenas de familias del centro de la provincia de Chaco. Uno de los objetivos de la Cooperativa es la producción de sus propios alimentos, de la mano de la recuperación de la cultura del trabajo por sobre el asistencialismo gubernamental. En una extensión de nueve hectáreas, se crían chivos, vacas lecheras y gallinas, además de la siembra de hortalizas y especies forrajeras. Estas actividades –a las que en los últimos años se le sumó una carpintería- aseguran el autoabastecimiento de las familias que integran la Cooperativa y el excedente de sus productos se comercializa con vecinos de la cercana localidad de Presidencia Roque Sáenz Peña. Otro de sus objetivos –y quizás sea el más importante- es la formación: por las instalaciones de la Cooperativa transitan vecinos, campesinos, docentes, estudiantes, militantes políticos, integrantes de organizaciones sociales y referentes gremiales que participan de talleres, jornadas, capacitaciones y encuentros. Actividades que proponen compartir el trabajo en el campo junto al diálogo y la discusión de temáticas de fuerte impronta política,
como Soberanía Alimentaria, Reforma Agraria, Cooperativismo y Organización Política. “El camino es la organización, sabemos que nada se puede conseguir sin lucha”, señala Raúl “Toto” Galván, referente de la Cooperativa y secretario general de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) de Presidencia Roque Sáenz Peña. “Nosotros siempre decíamos que queríamos estar juntos, pero no amontonados. Por lo que consideramos juntar nuestra fuerza de trabajo, porque veníamos de una situación cada vez peor, donde avanzaba la política de los agronegocios, la concentración de la tierra y los campesinos éramos cada vez más pobres. Entonces tuvimos que optar por irnos a la ciudad o empezar a ver de qué manera podíamos cooperatizar nuestra actividad”, agregó. En un marco de festejo por los 10 años de la Cooperativa, la Unión de Campesinos Poriajhú junto a la CTA organizaron el 20 de julio una jornada de debate sobre el Modelo Agropecuario lanzando la consigna de “participar de los primeros pasos de los debates hacia una nueva Constitución emancipadora y un Estado al servicio del pueblo”. Participaron dirigentes agrarios, políticos, campesinos y trabajadores que integran la CTA de la provincia de Chaco, así como jóvenes militantes de distintas vertientes políticas, incluida La Cámpora y otras organizaciones afines con el proyecto político de la presidente Cristina Fernández. En la jornada de debate, Galván afirmó: “nosotros, que somos parte de la CTA, trabajamos siempre por las reivindicaciones más sentidas del sector campesino, teniendo en cuenta que nuestra provincia tiene una cantidad importante de campesinos pobres, que enfrentan la concentración de la tierra propia del modelo productivo que se instaló en Argentina en la década de 1990, en todo este proceso de lucha nos fuimos fortaleciendo y hoy asumimos nuevos desafíos, que tienen que ver con la unidad del campo popular para construir una verdadera alternativa”. Posteriormente, el día 21, la Unión de Campesinos Poriajhú realizó su tradicional Encuentro de Organizaciones Campesinas y del Campo Popular, del que participaron organizaciones de la provincia de Chaco, productores agroecológicos de la provincia de Buenos Aires e integrantes de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Universidad Nacional de La Plata. En este encuentro se propuso convocar a un plenario general de la Coordinadora de Organizaciones Campesinas, Indígenas y de Trabajadores Rurales de Argentina (COCITRA), organización de segundo nivel que integra a la Unión de Campesinos Poriajhú, al Consejo Asesor Indígena (CAI) y a otras organizaciones en la CLOC y Vía Campesina, con vista a realizarse en el Parque Pereyra Iraola, provincia de Buenos Aires, en febrero de 2013.
/Junio de 2012
CHILE
ÁLVARO CUADRA
Cultura de la protesta: Protesta de la cultura
1. Las manifestaciones como puesta-en-escena Las recientes manifestaciones estudiantiles en Chile exhiben una serie de rasgos del mayor interés, tanto político como cultural. Las nuevas generaciones han encontrado nuevos modos de protestar en un país que hasta hace poco parecía adormecido por la seducción de los medios y la publicidad en el seno de una “sociedad de consumidores”. De algún modo, ha nacido en nuestro país una inédita cultura de la protesta que es, al mismo tiempo, una protesta desde la cultura. Lo primero que se advierte en las últimas manifestaciones es su marcado acento estético. La muchedumbre se sabe protagonista de una puesta-enescena que espera el horario estelar de los noticieros para una puesta-encuadro. Este carácter performativo y visual de las protestas es algo nuevo, pues, más allá de los lienzos y pancartas de marcado tono ideológico, la manifestación es animada por diversas “acciones de arte” que van desde cuerpos desnudos a escenificaciones cuasi circenses de arte callejero. Las protestas son espacios de auto expresión. Las nuevas armas contestarias incluyen maquetas de los carros policiales, como imagen especular y degradada de la represión, rostros pintados e improvisados cánticos. Más parecido a un “carnaval”, en el sentido de Bajtín, que a la clásica protesta en las calles. Las manifestaciones estudiantiles se han vuelto fotogénicas y telegénicas. Los estudiantes se saben en los medios de comunicación, hay, por decirlo así, una “consciencia mediática” arraigada en ellos. Notemos que la muchedumbre no comparece ya ante un hipotético mañana histórico sino ante las cámaras nacionales y extranjeras. Así, el éxito de la convocatoria no solo se mide por la asistencia al acto sino por el “tiempo al aire” de los diversos episodios que la constituyen en los noticieros televisivos nocturnos de ese mismo día: La acción política y la visualidad son, ahora, inseparables. La narrativa mediática es la que garantiza la puesta-en-cuadro de las diversas secuencias de una manifestación, es ella la que construye y refiere la poética de la protesta. La construcción mediática recoge todos los rasgos formales y los
convierte en referencias locales y globales. No olvidemos que existe, además, toda una construcción visual alternativa en la red que compite con los medios. Los vídeos en “Youtube” son subidos por los mismos estudiantes que se registran a sí mismos, multiplicando su presencia en el espacio y en el tiempo. La figura emblemática de las manifestaciones estudiantiles en nuestro país ha sido, qué duda cabe, Camila Vallejos. Es interesante destacar que el liderazgo es marcado por una líder femenina. Es cierto, no es la primera, no es la única. De hecho, como se sabe, la misma ex presidente Michelle Bachelet cuenta hasta el presente con una elevada adhesión ciudadana. Sin embargo, la lucidez y el glamour de Camila Vallejos constituyen un factor que ha fortalecido la fuerza del movimiento de estudiantes. En una “sociedad de consumidores”, la protesta estudiantil posee la fuerza de la seducción. 2. El baile de máscaras La estetización de las manifestaciones estudiantiles no significa, de buenas a primeras, una despolitización de las protestas. Si observamos con atención, las protestas estudiantiles están mostrando la conjunción de dos aspectos que aparecían disociados: Convicción y Seducción. De este modo, un movimiento social y juvenil se apropia del espacio público-mediático conjugando sus demandas con la lógica del espectáculo. Los jóvenes estudiantes resultan ser, paradojalmente, los verdaderos maestros de una “clase política” carente de convicciones e incapaz de seducir a la
ciudadanía. Las manifestaciones han dejado de ser un espacio cultural y político compacto y uniforme. Por el contrario, se trata de actos masivos abigarrados y multicolores en que diversos actores políticos y culturales se expresan. En toda manifestación encontramos un flujo de lo diverso, se trata de un movimiento en distintas direcciones que gira en torno a una demanda central: Educación pública gratuita y de calidad. La lista es larga: Estudiantes secundarios, estudiantes universitarios, padres y apoderados. Profesores secundarios, profesores universitarios. Artistas, intelectuales, representaciones de minorías étnicas y sexuales, grupos de teatro, grupos ecologistas, ciudadanos indignados y muchos otros. La marcha de lo diverso es carnavalesca y transversal. Lejos de constatar una despolitización de las protestas estudiantiles, estamos asistiendo a una nueva modalidad de la expresión política ciudadana. Lo carnavalesco incluye en sus márgenes, la escenificación de la violencia. La estética Hard Core se nos presente como la irrupción de las fuerzas policiales, sea bajo la forma de amenaza presente, provocación intencionada o, lisa y llanamente, brutal represión. La violencia puesta-en-escena en las urbes ha sido estigmatizada desde la Comuna de París durante el siglo XIX hasta el presente. Términos tales como “terrorismo”, “encapuchados”, “violentistas” o “lumpen” dan buena cuenta de ello. La violencia en las manifestaciones se ejerce desde el anonimato: Hay fuerzas policiales, funcionarios anónimos que se enfrentan con medios técnicos a estudiantes
Junio de 2012/ anónimos. Como en un baile de máscaras se habla de “infiltrados”. Contra lo que pudiera pensarse, el ejercicio de la violencia no fortalece la dosis de politicidad de una manifestación sino, más bien, proporciona un elemento de tensión dramática a la narrativa mediática que justifica, inevitablemente, la “restitución del orden”. 3. Asinus asinum fricat La imagen de un oficial de Carabineros junto a algún ministro de estado o al mismo presidente reafirma el orden constituido frente a los “actos de violencia”: “Asinus asinum fricat”, solo un asno frota a otro asno, afirmaban los antiguos. El gobierno de turno celebra a sus fuerzas represivas en nombre de la ley, la moral y la paz social. Los medios de comunicación, desde luego, clausuran su relato con un “Happy Ending” en que las demandas estudiantiles son opacadas por el “vandalismo” o, en el mejor de los casos, minimizadas por promesas y placebos para que todo siga igual. No obstante, las manifestaciones persisten obstinadas y cada cierto tiempo regresan inevitables. Hay varias razones que pueden, en principio, explicar este fenómeno. Por de pronto, el hecho notable de que el movimiento estudiantil se ha mantenido a una cierta distancia de los partidos políticos tradicionales. Esto indica que este movimiento social no se inscribe en la “racionalidad partitocrática” inherente al Chile republicano e ilustrado anterior al golpe de estado de 1973 y recreado como mero “pastiche” desde 1990. Pareciera que junto a las manifestaciones estudiantiles irrumpe una racionalidad de nuevo cuño que estaría más próxima a demandas filosóficomorales que a ideologías estrictas: “El pueblo unido avanza sin partido”. Las demandas estudiantiles exceden con mucho lo “políticamente correcto”. Al igual que los surrealistas, pareciera que a los estudiantes no les basta el imperativo marxista de “Transformar el mundo”. Se trata más bien de una urgencia moral y vital, menos Marx y más Rimbaud: “Cambiar la vida”. En este sentido, las manifestaciones estudiantiles ponen de manifiesto no solo una enorme “brecha generacional” sino, además, una “brecha cultural y política”. Las manifestaciones estudiantiles están poniendo de manifiesto un hastío profundo de las nuevas generaciones respecto a lo que es y ha sido este país. Las protestas de los estudiantes no admiten una lectura política tradicional. Nuestra “caja de herramientas” resulta obsoleta ante este tipo de fenómenos. Apenas podemos barruntar algunos aspectos que están orientando este proceso acelerado de cambios. Sabemos que estamos ante síntomas locales de una “mutación antropológica” de gran escala asociada a una “Cultura Global” o “Cultura
Internacional Popular”. Las demandas de las nuevas generaciones a escala mundial entran en constelación con aquella “contra-cultura” del siglo XX, ya no como “Psicodelia” sino como aquello que se ha dado en llamar “Ciberdelia”. 4. Las Redes y el fantasma de Salvador Allende Desde un punto de vista más amplio, se hace indispensable considerar dos ejes centrales que están situando a los actores políticos y culturales en este tiempo: Las comunicaciones y el consumo. En la era de la “cibercultura”, el movimiento estudiantil se desarrolla y se gestiona en el espacio virtual como una expansión del espacio público. Las “redes sociales” son habitadas por estos “cibernautas” que conversan, discuten y coordinan sus propias acciones. Ya no estamos ante modelos de comunicación centralizados, verticales y masivos al estilo “Broadcast” sino a modelos horizontales, no jerarquizados y personalizados, el estilo “Podcast”. Esta impronta comunicacional constituye una suerte de matriz que se proyecta en las relaciones sociales y sus modos de organización. Los estudiantes adscritos a estructuras partidarias estrictas y burocráticas son una minoría, su actuar IRL (in real life) sigue siendo “Podcast”: el asambleismo, la autonomía y la acción parecen seducir a los jóvenes de hoy. Si las nuevas tecnologías y las redes sociales amplían la noción de espacio público, es el consumo el que sitúa a los sujetos en un nuevo imaginario histórico y social. La “sociedad de consumidores”, en tanto diseño socio cultural, crea las condiciones de posibilidad para formas inéditas de socialización, permitiendo la emergencia de un nuevo “carácter social”. Es en esta dimensión donde se ha acuñado el concepto de “narcisismo sociogenético”, para explicar cómo las relaciones de seducción redefinen el individualismo
en las sociedades democráticas del siglo XXI. Cualquier consideración sobre los movimientos sociales contemporáneos no puede dejar de lado esta cuestión, pues, en rigor, estamos asistiendo –precisamente– a la confrontación de una cultura secularizada y una “polis” anquilosada. Las instituciones sociales, y muy especialmente la educación, aparecen extemporáneas y vetustas ante una cultura “mediatizada”. Las burocracias educacionales, secundarias y universitarias, están muy distantes del mundo rutilante que destellan las pantallas y los escaparates. Una clase magistral no puede competir con un grupo de Rock. En este nuevo mundo, empero, la historia sigue presente. Las manifestaciones estudiantiles no solo se apropian del espacio mediático sino que ocupan un espacio urbano lleno de historia, los monumentos y la arquitectura prescriben, todavía, los desplazamientos y el espacio de circulación. Sin embargo, el tiempo histórico también se hace presente como un “ahora” que se conecta con un “otrora”, otro ahora, un presente diferido que vuelve. Entre medio de los estudiantes que se desplazan aparece la imagen, un doble, del presidente Salvador Allende que alienta a los jóvenes y repite incansable su discurso. Esta “simulación” es significativa, pues instala en el imaginario actual una figura que más de tres décadas de silencio han querido desterrar. No se trata de una vindicación circunscrita a lo político e ideológico, más bien se enarbola su estatura moral frente a la miseria del presente. Las manifestaciones estudiantiles en nuestro país representan mucho más que una demanda sectorial, pareciera más bien que se trata, casi literalmente, de un lento despertar después de una larga noche de pesadillas y olvidos. Investigador y docente de la Escuela Latinoamericana de Postgrados, ELAP, Universidad ARCIS.
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Movimientos sociales van a elecciones municipales
ERNESTO CARMONA
Partido Igualdad: Nueva tienda política en Chile En Chile nació el Partido Igualdad, una nueva tienda política levantada por organizaciones sociales. No es otro desprendimiento de la Concertación ni del Partido Socialista (PS), sino una creatura de organizaciones sociales, cuyo alumbramiento y existencia son absolutamente ignorados por los medios de información. Sólo un extenso aviso pagado por el Servicio Electoral (Servel) en grandes diarios le dio visibilidad a este partido al dar a conocer el domingo sus objeciones “técnicas” a cientos de candidatos de todos los pactos, incluido un 17% de los 181 aspirantes que logró inscribir de Igualdad para la próxima contienda municipal del 28 de octubre. El nombre del nuevo partido también emergió breves instantes en los medios el 2 de agosto, cuando en el sorteo oficial de listas su secretario general –Iván Carrasco– sacó la última letra que quedaba en la bolsa negra del Servel, después que hicieran lo mismo los dirigentes más conocidos de los partidos tradicionales. La ignorancia y desinterés por cuanto ocurre en el país real hizo preguntarse a “expertos” analistas locales “¿de dónde salió ese partido?”, porque el último signo que quedaba en el saco era la codiciada letra “A” (A-Pacto Igualdad para Chile), que ahora estará en el primer lugar del voto entre los candidatos a alcaldes y concejales que se medirán en octubre. Los resultados y la incógnita de la tasa de abstención de esta próxima contienda angustian a la clase política ante el creciente desprestigio de los partidos representados en el parlamento y del sistema político en general. Además, existe incertidumbre ante el enigma del estado de ánimo eleccionario de unos 6 millones de votantes renuentes incorporados al sistema por la ley. La norma chilena establece “pactos”, o alianzas, que en la mercadotecnia electoral disfrazan u ocultan la verdadera identidad política de los candidatos, al punto que muchas veces el elector sólo conoce el rostro del aspirante en abundantes y costosas gigantografías, pero raras veces el candidato informa a qué partido pertenece y menos su ideología. Los postulantes suelen proclamar “¡Vota por mí: soy el cambio!” cuando en rigor quieren decir “¡Vota por mi para que todo sigua igual”! Ésta será la primera elección con “inscripción automática” –que omite
el trámite previo de inscribirse a los ciudadanos mayores de 18– y voto voluntario, es decir, sin multa por no acudir a sufragar, como hasta ahora. La nueva ley fue motorizada por la esperanza de los políticos profesionales de seducir a más de la mitad de la población en edad de votar que no se interesa por el juego electoral, sea por no estar inscrita o porque simplemente no sufraga. Iván Carrasco Mora, candidato a alcalde en Santiago El sociólogo Iván Carrasco Mora (42), secretario general de Igualdad, es el candidato a alcalde por Santiago. Absolutamente novato en las lides electorales, pero fogueado entre las organizaciones sociales, principalmente de pobladores y estudiantes de casi todas las regiones del país, dijo que su postulación principalmente busca visibilidad para el nuevo partido. Hijo de los periodistas José Carrasco Tapia –asesinado por la dictadura de Pinochet en 1986– y Olivia Mora Campos, ex presa política, el candidato considera su postulación como una oportunidad para dar a conocer a la opinión pública los postulados de su hasta ahora desconocido partido. Sin embargo, los “igualitarios” están seguros que elegirán como concejala por Santiago a Rosario Carvajal (41), licenciada en historia, dirigenta del movimiento social capitalino Patrimonio y Barrio Yungay, de antigua trayectoria en la lucha por preservar la identidad de los barrios del casco céntrico antiguo. La lucha por la supervivencia de sus habitantes y por mejorar la calidad de
vida urbana, la condujo a enfrentar con las uñas la constante arremetida “modernizadora” de la voraz industria inmobiliaria, generalmente coludida con los municipios y capaz de incendiar propiedades protegidas como patrimonio para después “salvar” a sus propietarios comprándolas baratas para levantar grandes edificios. Rosario Carvajal, que se auto define como independiente, describió a Igualdad como una “plataforma, un instrumento creado por las organizaciones sociales, integrada por sus dirigentes para marcar diferencias con la clase política”, desde comunistas a pinochetistas confesos, como la Unión Demócrata Independiente (UDI), o semi-encubiertos, como Renovación Nacional (RN), las dos tiendas que actualmente gobiernan Chile. “No estamos en ningún pacto, ni con la derecha ni la Concertación, ni con los pactos del PC, y estamos presentando 181 candidatos en 43 comunas de 6 regiones, entre ellos a 25 como aspirantes a alcalde”, precisó Carrasco. Entre estos candidatos, hay 6 que postulan en Rancagua (6ª Región, Libertador) con el Partido Humanista y otros 4 de Concepción (8ª Región, Bío Bío) como “independientes”, porque allí aún no han inscrito el partido Tributo a Bilbao y Arcos El nombre del partido evoca el lema fallido de la Revolución Francesa (Igualdad, Libertad, Fraternidad) pero también a la Sociedad de la Igualdad, establecida en 1850 por intelectuales y escritores progresistas como Francisco
Junio de 2012/ Bilbao, Santiago Arcos y otros, bajo la llamada “república conservadora”, que según los historiadores más críticos data de 1831 con Diego Portales. Al parecer, en más de 170 años la desigualdad continúa campeando en Chile, salvo los interregnos de uno que otro gobierno de signo popular permitido por las clases dominantes, incluido Salvador Allende, a quien dejaron gobernar 3 años con férrea oposición –legal e ilegal– para terminar derrocándolo con el golpe de 1973; la República Socialista de 1932 – tolerada apenas una semana–, y el gobierno de Frente Popular de Pedro Aguirre Cerda (1938-1941), que alcanzó a crear las bases materiales de un nuevo “proyecto país”, democrático y desarrollista, pero su líder falleció por enfermedad antes de concluir su mandato. Las empresas públicas que fundo Aguirre (energía, acero, salitre, etc.) fueron privatizadas por Pinochet, incluso en beneficio de uno de sus yernos. El nombre Igualdad lo decidió una asamblea social hace dos años y medio, tras debatir muchas opciones, porque la ley chilena no permite insinuar “lucha de clases” ni siquiera en el nombre de los partidos: está terminantemente prohibido por el legado jurídico de Pinochet, redactado entre cuatro paredes por sus asesores civiles de la clase política. Los dirigentes sociales conocen el nombre de la avenida Bilbao, muy transitada en Santiago, pero probablemente sabían poco sobre su rebelde figura histórica, y de Arcos, temas jamás enseñados en la escuela. Los restos de Bilbao, excomulgado por la Iglesia y perseguido por los gobiernos republicanos, recién fueron repatriados desde Argentina en 1998. El nuevo partido está inscrito en las regiones de Arica-Parinacota (15ª región), Tarapacá (1ª), Antofagasta (2ª), Coquimbo (4ª), Valparaíso (5ª) y Metropolitana (13ª). No alcanzaron a inscribirse en Concepción (8ª) y aún recogen firmas en Libertador (6ª) y Los Ríos-Valdivia (14ª). “Esperamos llegar al 2013 con 10 de las 15 regiones legalizadas y 36 mil afiliados para tener derecho a candidato presidencial: la ley pide 8 regiones legalizadas y 36 mil afiliados”, aclaró Carrasco. Objeciones El organismo regulador electoral dio a conocer el domingo su objeción a 30 postulaciones del Partido Igualdad, y a centenares de candidatos de otras tiendas, y pactos políticos, por diferentes cuestionamientos, la mayoría apelables en el plazo de 5 días. Pero entre las objeciones a Igualdad, la más dura y compleja afecta al líder máximo del partido, su presidente, el concejal de Peñalolén (Santiago) y dirigente social Lautaro Guanca, ex comunista, quien lideró una derrota de la industria inmobiliaria en el plebiscito
local 2011 al ganar el No a un nuevo plano regulador de la comuna, episodio político tergiversado o ignorado por los medios . Guanca perdió todos sus derechos políticos al comenzar un enjuiciamiento tardío por “agresión a Carabineros” que sus partidarios califican de “montaje orquestado por abogados de la Municipalidad, la policía uniformada y la Fiscalía”. Los grandes derrotados en el referéndum fueron el alcalde en funciones y aspirante a candidato presidencial Claudio Orrego, de la Democracia Cristiana (DC), también los concejales de todos los partidos que integran el ayuntamiento, la Cámara de Comercio local y las corporaciones inmobiliarias. Este fue el primer plebiscito ganado en el país por organizaciones sociales. Trancaron un nuevo plano regulador impulsado por el alcalde Orrego y los concejales, desde el PC a la UDI, confeccionado a la medida de los intereses de la Cámara de Comercio local y los designios inmobiliarios. Primero, Orrego envió la petición de referéndum, firmada por más de 6.000 ciudadanos, a la Contraloría General de la República, para ganar tiempo y con la esperanza que objetaran las rúbricas, explicó Carrasco. Pero cuando era evidente que esa estrategia no daría resultado, el mismo alcalde se apresuró a convocar “otro plebiscito”, que perdió 53-47 entre 70.000 votantes. El Mercurio y medios como radio Cooperativa (DC), explicaron después que “ganó la campaña del terror que impedirá construir viviendas sociales”. La derrota de Orrego fue impulsada por la Comunidad Ecológica y organizaciones sociales de la comuna. El líder de esta batalla cívica fue el concejal Lautaro Guanca, presidente del partido Igualdad. El plebiscito se realizó en diciembre 2011, con funcionarios municipales haciendo horas extras en campaña puerta a puerta para conseguir votos aprobatorios,
con la Cámara de Comercio detrás de la propaganda por más edificios de lujo en detrimento de los pobres de la comuna. Pero mientras la Contraloría revisaba las firmas, el alcalde y los concejales intentaron aprobar silenciosamente el nuevo plano regulador entre cuatro paredes. No pudieron porque una manifestación en septiembre 2011 derivó en trifulca en el ayuntamiento, intervino Carabineros y Guanca fue golpeado y herido en la cabeza. Casi al año de esta manifestación apareció la demanda judicial “por agresión a Carabineros”, justo a tiempo para que a Guanca le suspendieran sus derechos políticos, a tres meses de las elecciones municipales y cuando las encuestas aseguraban que sería el futuro alcalde de Peñalolén. Esta pequeña historia de esa comuna refleja el creciente estado de ánimo de la población contra los abusos del gran capital y sus aliados políticos de doble discurso a lo largo de todo el país. La ley electoral establece que los derechos cívicos se “suspenden” en cuanto se inicia un juicio y se restablecen, o pierden definitivamente, cuando hay condena. “Lautaro Guanca mide 1,65 mt y cada Carabinero con indumentaria anti-motines alcanza los 2 metros”, dijo Carrasco. “Es imposible que pueda agredir a un Carabinero: ésta es una maniobra para sacarlo del juego electoral”. Carrasco explicó que en Chile cuesta mucho dinero construir un partido político, por la legislación que protege de la competencia a una clase política que se reparte el botín del poder en cuotas partidarias. Los gastos en notario para certificar firmas al momento de colectarlas pueden ascender hasta más de 2 dólares por persona, más de 70.000 dólares para afiliar a 36.000 adherentes, más dos años de intenso trabajo a través de las 15 regiones en que divide el país la geografía política vigente, también heredada de la dictadura, lo mismo que la Constitución e igual que las leyes políticas.
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ORLANDO CAPUTO Y GRACIELA GALARCE
Chile en la Encrucijada Histórica: CODELCO y la Anglo American Sur
Primera Parte. Disputada de las Condes de 100 millones de dólares en los 80s pasó a valer 22.000 millones de dólares en la actualidad. ENAMI durante la Dictadura vendió Disputada de las Condes en menos de 100 millones de dólares a EXXON., que explotó por 25 años Disputada de las Condes, sin pagar nunca impuestos al Estado de Chile. En la década de los 90s, EXXON vendió Disputada de las Condes a Anglo American Sur en 1.300 millones de dólares, incluyendo un crédito del Estado de Chile por las pérdidas acumuladas. Crédito que se descuenta de los impuestos cuando la empresa tiene utilidades. En realidad, EXXON recibió 1.300 millones de dólares. Pero, el costo para Anglo American fue de sólo 700 millones de dólares, ya que podía recuperar 600 millones de dólares de impuestos en los siguientes años. Ahora, Anglo American valoriza Disputada de las Condes en 22.000 millones de dólares. La inversión neta realizada es pequeña. Casi la totalidad del valor de los 22.000 millones de dólares corresponde al valor del yacimiento. El yacimiento de Disputada de las Condes como todos los yacimientos mineros según la Constitución chilena son “de dominio exclusivo, absoluto, inalienable e imprescriptible del Estado de Chile”
CODELCO y el actual gobierno, en el juicio con Anglo American y en la negociación a puertas cerradas, al reconocer que Disputada de las Condes -Anglo American Sur-, tiene un valor de 22.000 millones de dólares que determina el valor proporcional del 49% o del 25%, etc., está reconociendo que Anglo American Sur es propietaria del yacimiento y / o de las pertenencias mineras de Disputada de las Condes. ¡¡Esto es anticonstitucional!!. ¡Esto no puede ser!. ¡Es increíble! La Nacionalización del Cobre que significó décadas de lucha; que fue aprobada por el Congreso Nacional en Pleno el 11 de julio de 1971; que ha costado tantas vidas de chilenos antes y después de la Nacionalización del Cobre, -los asesinatos selectivos en El Salvador, en Chuquicamata y en el sector minero en general, por parte de La Caravana de la Muerte. Ahora un par de ejecutivos de CODELCO, que hasta hace poco trabajaban para las empresas privadas están negociando en forma secreta con Anglo American. CODELCO quedaría endeudada y podría negociar y entregar participación en el extraordinariamente rico yacimiento de Minera Andina, que colinda con el yacimiento de Minera Disputada de las Condes. Es muy posible que esta oscura negociación sea un paso más para privatizar CODELCO
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Segunda Parte. ¿Cuál es el valor del total de los yacimientos de cobre que explotan las empresas privadas, particularmente extranjeras? 1. Chile tiene las mayores reservas mundiales de cobre y la mayoría está en manos de las grandes mineras mundiales privadas, particularmente extranjeras 2. Codelco declaró recientemente que tiene 132,4 millones de TM de cobre fino. Es decir el 10% de las Reservas Mundiales. Chile tiene el 35% de las reservas mundiales (463 millones de TM de cobre fino). Por lo que las reservas de las mineras privadas, particularmente extranjeras, son aproximadamente 330,6 Millones de TM. Estas reservas a 2,2 dólares la libra da un valor en torno a US$ 1.600.000.000.000. 3. Si el Gobierno y Codelco y la mayoría de los políticos reconocen que las empresas privadas, particularmente extranjeras, son propietarias de los yacimientos, como en la actual negociación con Anglo American, se estaría reconociendo y sentando precedentes que los US$ 1.600.000.000.000 son de las empresas privadas, especialmente extranjeras, Y NO DEL ESTADO DE CHILE!!, según lo establece nuestra Constitución. 4. Chile se encuentra en una “Encrucijada Histórica”, con pérdidas que podrían ser mayores a la “Desnacionalización del Salitre” después de la Guerra del Pacífico y la explotación extranjera por más de 50 años, y pérdidas mayores o similares a la pérdida de parte de la Patagonia. 5. Esta cifra, 1.600.000.000.000 de dólares equivale a 31 años de trabajo de cada uno de los 5.351.000 trabajadores asalariados,(según la última encuesta del INE de marzo-mayo 2012). (Salario de US$ 800 mensuales o $400.000 mensuales por 12 meses en el año y por 31 años) 6. Esta cifra, si se repartiera a 4.000.000 de familias chilenas, que representan 16.000.000 de chilenos, equivalen a que los 4.000.000 de familias podrían mantenerse durante 33 años con
US$ 1.000 mensuales. 7. Esta cifra equivale también a 11 veces los Fondos de Pensiones acumulados desde el año 1980 a junio de 2012, (Superintendencia de Fondos de Pensiones). Es decir, equivale a 11 veces el total de los Fondos de Pensiones de los trabajadores chilenos acumulados en 32 años. 8. Esta cifra equivale también a 16.000.000 (dieciséis millones) de casas o departamentos con un valor de US$100.000 cada uno, o 50.000.000 de pesos chilenos. Equivale a 20 años de la suma del PIB, de 2010, de Bolivia, Paraguay y Uruguay. (Anuario Estadístico 2011 de la CEPAL) 9. Costanera Center con sus 4 Torres y construcciones aledañas, tiene un costo total de US$ 1.200.000. El valor de las reservas mineras chilenas en manos de las empresas privadas, particularmente extranjeras, equivale a 1.300 Proyectos Costanera Center. 10. También equivalen a la construcción de 2.000 puentes como el proyectado para el Canal de Chacao, el gobierno lo aprobará siempre que el costo sea menos a 800.000.000 de dólares. 11. Esta cifra equivale también a cerca de 29 veces (o años) el total del Presupuesto del Gobierno Central para 2012, y a 147 veces (o años) el Presupuesto de Educación. Por eso Chile, ahora está en una Encrucijada Histórica. O se respeta la Constitución chilena que señala categóricamente que: “El Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable, e imprescriptible de todas las minas”, Ó, prevalece la ‘Concesión Plena’ aprobada en Dictadura y elaborada por José Piñera, “Legislación tramitada y aprobada en secreto”, según señaló Radomiro Tomic al afirmar también que “Quien controla el cobre controla Chile” Hay un “Silencio Cómplice” en la sociedad chilena en general, y en particular, de todos los sectores políticos, que ocultan esta “Encrucijada Histórica”, que marcará el futuro de ésta y de futuras generaciones.
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¿Por qué trabajamos tanto si es el siglo XXI? Si hay algo en lo que prácticamente coincidían antaño todos los futurólogos, es que en el siglo XXI habría muchísimo menos trabajo. ¿Qué habrían pensado, de haber sabido que en 2012 la jornada laboral de 9 a 5 se ha convertido en algo más parecido a de 7 de la mañana a 7 de la tarde? Seguramente habrían echado un vistazo en torno suyo y habrían visto cómo la tecnología tomaba el control en muchas profesiones en las que anteriormente se necesitaba una ingente mano de obra, habrían contemplado el aumento de la automatización y la producción en masa, y se habrían preguntado, ¿por qué pasan doce horas al día en tareas de poca filfa? Se trata de una cuestión a la que no responden adecuadamente la derecha o la izquierda oficial. A los conservadores siempre les ha gustado pontificar acerca de la virtud moral del trabajo duro y buena parte de la izquierda, concentrada en los terribles efectos del desempleo masivo, ofrece comprensiblemente “más empleos” como solución principal a la crisis. Anteriores generaciones habrían encontrado esto perdidamente decepcionante. En casi todos los casos, los utopistas, socialistas y demás futurólogos creían que el trabajo acabaría por quedar casi abolido sobre todo por una razón: podríamos dejar que lo hicieran las máquinas. El pensador socialista Paul Lafargue escribió en su breve tratado mordazmente titulado El derecho a la pereza (1883): “Nuestras máquinas, con aliento de fuego, con brazos de incombustible acero, con maravillosa fecundidad inagotable, ejecutan con docilidad por sí mismas su sagrada labor. Y no obstante, el genio de los grandes filósofos del capitalismo sigue estando dominado por los prejuicios del sistema salarial, la peor de las esclavitudes. No comprenden todavía que la máquina es la salvadora de la humanidad, el dios que redimirá al hombre de alquilarse para trabajar, la divinidad que le otorgará ocio y libertad”. Oscar Wilde estuvo evidentemente de acuerdo: en su ensayo de 1891, El alma del hombre bajo el socialismo, desdeña “el disparate de lo que hoy se escribe y dice acerca de la dignidad del trabajo manual”, e insiste en que “el hombre está hecho para algo mejor que repartir mugre. Todo el trabajo de esa laya debería realizarlo una máquina”. Deja bien claro lo que quiere decir:
“La maquinaria debe trabajar para nosotros en las minas de carbón, y ocuparse de todos los servicios sanitarios, y ser fogonero de los vapores, y limpiar las calles y llevar mensajes los días de lluvia y realizar todo lo que sea tedioso o penoso”. Tanto Lafargue como Wilde se hubieran sentido horrorizados de haberse dado cuenta que, sólo veinte años después, el trabajo manual mismo se convertiría en ideología de los partidos laboristas y comunistas, que se dedicaron a glorificarlo en lugar de a abolirlo. En esto también, sin embargo, la idea consistía en que finalmente quedaría substituido. Tras la Revolución Rusa, uno de los grandes defensores del culto al trabajo fue Aleksei Gastev, un antiguo metalúrgico y dirigente sindical que se convirtió en poeta, publicando antologías de títulos como Poesía de la planta de producción. Se convirtió en el entusiasta principal del taylorismo, la técnica norteamericana de gestión habitualmente criticada por la izquierda por reducir al trabajador a una simple pieza de la máquina, dirigiendo el Instituto Central del Trabajo, con patrocinio del Estado. Cuando le preguntó por ello el izquierdista alemán Ernst Toller, Gastev contestó: “Tenemos la esperanza de que gracias a nuestros descubrimientos lleguemos a un estadio en el que un trabajador que antes trabajaba ocho horas en determinado empleo sólo tenga que trabajar dos o tres”. En algún momento de la cadena esto quedó olvidado en beneficio de los supermusculosos estajanovistas que ejecutaban proezas sobrehumanas de extracción de carbón. Los teóricos industriales norteamericanos, por raro que parezca, parecían compartir la visión socialista. Buckminster Fuller, el diseñador, ingeniero y polifacético sabio norteamericano, declaró que la “ecuación industrial”, es decir, el hecho de que la tecnología faculta a la humanidad para hacer “más con menos”, pronto eliminaría la noción misma de trabajo por completo. En 1963 escribió: “[D]entro de un siglo, la palabra ‘trabajador’ no tendrá ningún significado actual. Será algo que haya que mirar en un diccionario de principios del siglo XX”. Si eso ha resultado cierto de los últimos diez años, lo ha sido sólo en el sentido de “hoy en día somos todos de clase media” del Nuevo Laborismo, no en el sentido de eliminar de veras el trabajo de poca monta, o la división entre trabajadores y propietarios.
Los sondeos llevan mostrando desde hace mucho que la mayoría de los trabajadores piensan que sus empleos son irrelevantes, y echando un vistazo a las disputadas vacantes de la oficina de empleo media - personal de oficinas de atención telefónica al cliente, archivista y, sobre todo, las diversas tareas de la industria de servicios- es difícil no estar de acuerdo. Sin embargo, la visión utópica de la eliminación del trabajo industrial ha pasado de muy diversos modos a mejor vida. En la última década, las acerías de Sheffield producían más acero que nunca con una mínima fracción de su antigua mano de obra; y los puertos de contenedores de Avonmouth, Tilbury, Teesport y Southampton se deshicieron de la mayoría de los estibadores, pero no del tonelaje. El resultado no fue que los estibadores o trabajadores siderúrgicos se vieran libres, tal como dijera una vez Marx, para “cazar por la mañana, pescar por la tarde y dedicarse a la crítica después de cenar”. Por el contrario, se vieron sometidos al oprobio, la pobreza, y la incesante preocupación de buscar otro empleo que, caso de conseguirse, podía ser inseguro, mal pagado, no sindicalizado, en el sector servicios. En la presente era del trabajo eventual, esta es prácticamente la norma, de modo que la idea del empleo seguro, cualificado y el orgullo en el trabajo no parecen tan horribles. No obstante, el movimiento obrero se consagró en otro tiempo a la abolición última de todo trabajo de poca entidad, tedioso, agotador. Disponemos de las máquinas para convertirlo hoy en realidad, pero carecemos de la voluntad. Crítico de arquitectura y urbanismo
Avanza la militarización subordinada de Panamá Por décimo año consecutivo EEUU ha torcido y hecho añicos la Constitución Política de Panamá y todas sus leyes. Por un lado, insiste en realizar maniobras militares en torno al Canal de Panamá con supuestos “aliados” panameños y de otros 15 países latinoamericanos. Por el otro, asume abiertamente el control territorial del país. En sus “juegos militares”, incluso, delega a terceros países responsabilidades soberanas panameñas. En la Constitución Política panameña se establece en forma explícita que el país no tiene un ejército. Igualmente, señala que la soberanía es inalienable e intransferible. Desde el 6 de agosto hasta mañana (viernes, 17 de agosto), Panamá ha sido virtualmente ocupada por tropas norteamericanas con el supuesto de que el Canal está en peligro. Según un comunicado de los mandos militares de ese país del norte, “el Ejército Sur de EEUU y las fuerzas armadas y de seguridad de 17 naciones participarán del ejercicio anual Panamax, que cuenta con el patrocinio del Comando Sur”. El comunicado plantea objetivos contradictorios y sin mayor sentido: “Este ejercicio multinacional reúne a las fuerzas navales, aéreas y terrestres en una operación conjunta y combinada para defender el Canal de Panamá de ataques perpetrados por violentas organizaciones extremistas de carácter ficticio, así como también responder ante los brotes pandémicos y catástrofes naturales en diversas regiones”. Entre los grupos ficticios “extremistas”, los militares norteamericanos han mezclado en una sola bolsa a campesinos e indígenas panameños, a fuerzas insurgentes de Colombia y a traficantes de drogas ilícitas que operan en los círculos financieros y políticos de EEUU. A pesar del debilitamiento de las relaciones económicas y políticas de EEUU con los países de Sur América, los lazos militares siguen siendo muy fuertes. Washington no sólo pretende mantener una presencia militar física en la región, también quiere conservar su posición como principal proveedor de armamentos. En el operativo Panamax dirigido por EEUU, tropas colombianas asumieron la dirección del componente terrestre del ejercicio por segundo año consecutivo. El Comando Sur de EEUU también informó que “las fuerzas militares brasileñas dirigen el componente marítimo por primera vez”. Es decir, el territorio nacional y las costas panameñas quedaron bajo la responsabilidad soberana de terceros países. “El comandante de componente marítimo de la Fuerza Multinacional para Panamax 2012 es el contralmirante Wilson Pereira de Lima Filho de Brasil , informaron los militares norteamericanos. En uno de sus comunicados, los militares norteamericanos se refieren abiertamente al derecho que tiene EEUU de intervenir en forma unilateral en Panamá “cuando se considere necesario por el gobierno de Panamá y otras naciones de la región”. El operativo llamado “Panamax, afirman los militares norteamericanos, proporciona oportunidades para que las naciones participantes, junto con el Ejército del Sur, se unan para contrarrestar las amenazas de las organizaciones delictivas transnacionales”. El ejercicio incluye “las Fuerzas Marinas del Sur, de Operaciones Especiales del Comando Sur y el Comando de las Fuerzas Navales del Sur con los buques y un contingente de artefactos explosivos, buceo móvil, la logística y el personal de seguridad de las fuerzas”. Todas bajo el mando del general Simeon G. Trombitas, comandante del Ejército Sur de EEUU. La sede el Ejército Sur estuvo por más de 50 años, durante la segunda mitad
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MARCO A. GANDÁSEGUI, H
del siglo XX, en Clayton, donde actualmente se encuentra la Ciudad de Saber, en las afueras de la ciudad de Panamá. Según un despacho de una agencia de noticias española en Panamá, el subcomisionado del Servicio Aéreo Nacional Aeronaval, Jorge Yanis, aseguró que el ejercicio castrense tendrá un carácter virtual. “Va a ser realizado en EEUU, donde vamos a establecer ejercicios de mesa virtuales con miras al adiestramiento de nuestro personal en prevención de una amenaza que atente contra el libre tránsito en el Canal de Panamá”. Por su lado, el Comando Sur señaló que el principal objetivo del ejercicio es proveer una variedad de respuestas a las solicitudes del gobierno panameño para “proteger y garantizar el flujo seguro del tráfico a través del Canal de Panamá, garantizar su neutralidad y respetar la soberanía nacional”. En 1989 EEUU invadió militarmente a Panamá alegando objetivos similares. Esta experiencia trágica costó miles de vidas humanas y EEUU la justificó, al igual que ahora, señalando que actuaba en defensa de la democracia, la neutralidad y la soberanía nacional de Panamá. En esta ocasión, sin embargo, EEUU señala que “los desafíos regionales requieren soluciones regionales. Panamax 2012 está diseñado para responder como una fuerza unificada a una amplia variedad de misiones en el aire, la tierra, el mar, espaciales y la cibernética”, según el Comando Sur. EEUU compara el ejercicio Panamax a su invasión de Haití después del devastador terremoto de 2010. EEUU delegó su responsabilidad militar en ese país del Caribe a los militares de Brasil y Chile. Todavía hay millones de haitianos que viven en condiciones infrahumanas debido a la política de EEUU y sus aliados militares latinoamericanos. Totalmente fuera de contexto, EEUU dice que Panamax es una “ayuda en operaciones humanitarias y respuestas a desastres, como se manifestó después del terremoto de Haití”.
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“Curiosity” y el derrumbe del predominio Occidental Ninguna civilización puede sobrevivir sin movilidad…”, nos dice Braudel en su monumental obra (gran parte de la cual escribió durante los años de confinamiento en un campo nazi de concentración). Por ello resulta un tanto curioso que el nombre del artefacto norteamericano enviado recientemente a Marte hay sido bautizado con el nombre “curiosidad”. Llama la atención además, el hecho de que se repare muy poco en el trasfondo real detrás de éste tipo de gestos. Como bien lo define el citado autor e historiador, es la necesidad (y no la “curiosidad”), la que a lo largo de la historia ha decidido la constante movilidad que muestran las civilizaciones (e imperios). Pero en esto del artefacto aterrizando y desplazándose en Marte existe también otro aspecto curioso. Resulta que dicho proyecto, cuyo costo según algunos analistas asciende a los US $ 2,500 millones de dólares (1), se esté desarrollando en estos precisos momentos, en los cuales la economía líder del bloque hegemónico Occidental (la norteamericana), se encuentra al borde de la quiebra (2). Una quiebra que al menos en lo moral ya está consumada. Lo confirman analistas de la talla de Joseph Stiglitz, quien en su reciente artículo “El precio de la desigualdad”, escribió: “En EEUU el dinero es más importante que la democracia” (3). Ello me da pie para otro aspecto importante que deseo resaltar. Si algún dinero es importante en EEUU es el dinero del complejo militar-industrial. En tal sentido, “Curiosity” no es un proyecto con propósitos estrictamente civiles, ni humanitarios, altruistas ni culturales. Es una rama, una parte del enjambre de ambiciosos proyectos de expansionismo norteamericano, el cual no sólo nos obliga a hablar ahora en términos de “La nueva división o reparto imperial del espacio interestelar”, sino además, obliga a los ciudadanos de ese país-imperio, a aceptar las prioridades de su gobierno. Deben aceptar ahora que hay cosas más importantes que la estrepitosa caída de las clases medias en los estratos de pobreza, y de la caída de los estratos pobres en la precariedad. “Curiosity” representa un alarde de adelanto y maravilla tecnológica, pero desde la perspectiva de otro gran historiador (ésta vez se trata de Eric Hobsbwam), en una de sus portentosas obras nos dice lo siguiente: (…) “la guerra, o la preparación para la guerra, ha sido el factor fundamental para acelerar el progreso técnico” (“Historia del Siglo XX”: E. Hobsbwam, Editorial Crítica, Barcelona, 1995, p. 55). Si algún dinero es importante en EEUU es el dinero de (y para) la guerra. Es el creciente y desbocado militarismo lo que en estos momentos encarna la prioridad número de esta nación-imperio y de sus aliados dentro del bloque hegemónico occidental. Histerismo militarista o militarismo histérico Y es que hasta el más despistado puede apreciar con suma facilidad como los principales dirigentes del imperio norteamericano (o quizá meros voceros de quienes desde la oscuridad detentan el poder real), vienen mostrando en los últimos meses un afiebrado histerismo militarista. Gente como el presidente Obama, la Secretaria de Estado
SERGIO BARRIOS ESCALANTE
Hillary Clinton, el Secretario de Defensa y Jefe del Pentágono Leon Panetta, entre otros, exudan odio, ansias de guerra y cada día lo evidencian con mayor descaro, sin ambages. Su mantra es “destrucción”. En el caso de Obama, poco a poco ha ido “sacando las uñas”. Durante las primeras fases de la mal llamada “Primavera Árabe” (en realidad una sucesión de rebeliones alimentadas con fuerte injerencia externa mercenaria), el mandatario se mantuvo a prudente distancia y con la boca cerrada. Pero en los últimos meses, en particular, frente al caso de Siria e Irán, se ha desatado sin pudor, y entre otras medidas injerencistas, ha aprobado la intromisión directa de la CIA en el conflicto Sirio en favor de los golpistas y mercenarios antigubernamentales (4). En cuanto a la señora Hillary Clinton, desde hace casi un par de años se ha ido transformando en una especie de vocera apocalíptica (en éste caso, de los llamados “jinetes de la guerra”), amenazando sistemáticamente a los dirigentes de Túnez, quienes finalmente fueron derrocados; a los líderes libios, que también corrieron igual suerte, y ahora, con su acostumbrado y extraordinario fervor guerrerista, amenaza de nuevo en el caso sirio (5). En cuanto al señor Panetta, en recientes declaraciones dadas a la cadena televisiva CNN, en el contexto de su reciente gira por el Oriente Medio a inicios de agosto, ha dicho con voz tronante: “Mi recomendación a Assad es que se vaya al infierno” (6). Lenguaje de guerra total y abierta. Ningún tratamiento diplomático y completo desconocimiento del orden jurídico internacional. Es el lenguaje nuevo de la “globafascistización” (7). Los últimos días de la humanidad Estos son “los últimos días de la humanidad”, escribió en Viena el escritor satírico Karl Kraus (8), cuando se iniciaba la I Guerra Mundial en 1914. Ahora sabemos que no era el fin, pero en aquel entonces lo parecía. Según las fuentes consultadas por Hobsbawm, la primera conflagración mundial significó el sacrificio de 10 millones de vidas. La II Guerra Mundial representó otros 54 millones de vidas (9). ¿Cuántas vidas arrebatarán la III conflagración mundial? ¿Repetiremos con Kraus aquellas palabras suyas?
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Ya estamos en la Tercera Guerra Mundial Preguntarnos acerca del número total de vidas que serán arrebatas durante la 3ª. Gran Conflagración no es hablar en tiempo futuro. De hecho, tal y como lo han manifestado numerosos analistas con plena solvencia moral e intelectual (Daniel Estulin, Fidel Castro, Michel Chossudovsky entre los más destacados), ésta ya se ha iniciado, por tanto, hablar de la III Guerra Mundial es hablar del presente. Otra cosa muy aparte es que mucha gente, por causa de las Olimpiadas, de Hollywood o de lo que sea, aún no se ha percatado del infierno en el que apenas estamos entrando. Sin embargo, para aquellos que no reconocen el estallido de una guerra hasta que no empiezan a ver el fuego y el humo, también para ellos ya existen suficientes evidencias. Nagham Salman, por ejemplo, quien es jefa de proyectos europeos de investigación y analista política especialista en asuntos de Medio Oriente, proporciona suficientes elementos de juicio para inferir que en definitiva, en estos momentos se están enfrentado en las calles de las principales ciudades sirias, las fuerzas de choque (particularmente mercenarios), de EEUU, El Reino Unido, Israel y Turquía, por un lado, y las fuerzas de Irán, Rusia y China en el otro bando (10). Pero tal vez tengan algo de razón quienes aún no ven nada de qué preocuparse. La apertura oficial, el estallido abierto de ésta nueva gran guerra global (la tercera y quizá la última que tenga que soportar la humanidad), muy probablemente se produzca dentro de pocas semanas, a fines del próximo mes de octubre. Así lo ha dicho Jacob Aeilbrunn, analista de la revista The National Interest, quien opina que es muy probable que Obama ordene el tan ansiado y esperado (por los sionistas) ataque a Irán, en la fecha arriba indicada. Ese sería entonces el anuncio oficial de la apertura del Armagedón (11). ¿Es acaso una simple “casualidad” el levantamiento de la prohibición de uso de armas ofensivas al Ejército Alemán que estuvo en vigencia desde durante más de 60 años? Dado todo lo anterior, resulta pertinente preguntarnos si al igual que el estallido de la I Guerra Mundial contribuyó decisivamente al empujón final para el colapso de la Gran Rusia Zarista, ¿contribuirá de igual manera la III Guerra Mundial al
colapso definitivo del Imperio Norteamericano y de la hegemonía de Occidente? ¿Es acaso que oiremos de nuevo las palabras de Karl Kraus? ¿Será esta vez el fin definitivo de la presente civilización humana? ¿Es “curiosity” la aceptación tácita de que de ahora en adelante el único futuro posible para la humanidad se encuentra en Marte? Notas: (1) Ver por ejemplo el artículo: “Marte, EEUU da un gran paso”, del analista Miguel González (Prensa Libre; Guatemala, 12/08/2012, pp. 26-27). (2) “EEUU: Los mayores bancos al borde del colapso”; ideario7.com (12/08/2012) y/o: “EEUU: algo grave está por suceder” (Cuba Debate: 13/08/2012). (3) “EEUU tiene el nivel de desigualdad más alto de cualquiera de los países avanzados…”, dice en su artículo “El precio de la desigualdad”: Joseph Stiglitz (Economia.elpais.com: 17/06/2012). El encabezado de éste texto es también el título de uno de sus más recientes libros. (4) “Informe: Obama autoriza apoyo secreto de Estados Unidos a rebeldes sirios” (Democracy Now.org: 02/08/2012). (5) Un reciente cable de la AFP del 13 de agosto del corriente año, literalmente dice: (…) “la secretaria estadounidense de Estado Hillary Clinton se comprometió a “acelerar la caída del régimen del presidente Bachar al Assad”. (6) Entrevista de CNN al jefe del Pentágono (lunes 30 de julio 2012). (7)Término acuñado por el autor de este artículo (más detalles en: “Globafascistización: un concepto nuevo para un problema viejo”: http://alainet.org/active/24868&lang=es (8) Hobsbawm, Op. Cit., p. 30). (9) Hobsbawm, Op. Cit., p. 50. (10) “Será el conflicto Sirio la tumba del mundo unipolar?”: N. Salman; RT, 01/08/2012. (11) “Arabia Saudita derribará aviones israelíes con rumbo a Irán”: RT. 09/08/2012.
Científico Social e Investigador. Editor de la Revista Raf-Tulum. Activista por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia en la Asociación ADINA.
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ANÍBAL ORTIZPOZO
QUINO atesoró 80 primaveras Suma ochenta primaveras aún apegado al olor de la tinta y a las texturas del papel, es un hijo ilustre de Guaymallén. Nos estamos refiriendo a nuestro más grande y reconocido humorista gráfico sureño, Joaquín Salvador Lavado Tejón, es posible que muchas personas no lo reconozcan por su nombre de pila. Se trata nada menos que de Quino ¡El padre de Mafalda!, nacido en Guaymallén, Mendoza, Argentina el 17 de julio de 1932. Quién no ha coleccionado a Mafalda, leído y releído sus innumerables libros, creación única de su mente lúcida, verdaderos regalos a nuestra inteligencia y pensamiento crítico. Humorgráficonecesario, nuestro Blog, brinda por sus 80 años con el mejor de los vinos tintos mendocinos, que nos gustan tanto como los chilenos ¡Salud! Las contradicciones que nos habitan en ocasiones pueden ser parteras de pensamientos subversivos, revolucionarios, Quino como ser humano, no escapa a ello. Caminante de verdades, que en no pocas ocasiones le han generado problemas, por sus controversiales declaraciones, como la reciente entrevista que concedió a CNN en Español, cuando entre otras cosas, expresó: Sobre la política señala que, “hoy no se sabe dónde está la izquierda, yo creo que izquierda ya casi no queda”, y de los líderes actuales comenta que “entre Hugo Chávez y Barack Obama me quedo con Barack Obama, con algunas ideas de Chávez” “Chávez tiene algunas reivindicaciones latinoamericanas que son muy válidas”, apostilla Quino. -¿Y las redes sociales? ¿Le interesarían a Mafalda? Parece que no mucho. “Soy analfabeto de toda esta tecnología, de internet... yo tengo un telefonito para hablar por teléfono, pero después no sé sacar fotos ni mandar mensajes, ni recibir mensajes, ni leerlos…”, confiesa Quino, que dice seguir “apegado al olor de la tinta y al tacto del papel” frente a la modernidad de las tabletas. El creador de Mafalda reconoce que a él sí le gusta la sopa, pero no le gustó nada, en cambio, que se usara la imagen de su icónico personaje para atacar la ley SOPA, aprovechando el odio visceral de la niña a este plato. “Con SOPA, eso me dio mucha rabia. Cuando hay partidos políticos, de cualquier país que sean, que la usan para algo o candidatos a ser alcaldes de una ciudad que imprimen volantes usando mis dibujos me da mucha rabia”, dice. “Estoy por defender los derechos de autor, no estoy con eso de dejar la libertad absoluta de que cualquiera pueda utilizar lo que se le da la gana sin pagar derechos de autor”.1 Los creadores Latinoamericanos del Humor Gráfico, presentes en el imaginario colectivo de nuestros pueblos, y en la memoria de nuestras luchas de resistencia, contra los poderes de distintos signos a los cuales nos ha tocado enfrentar con obras gráficas y sátiras literarias, (recopiladas en extensas bibliografías y pinacotecas), hablan de esa lucha ideológica tanto contra el poder del sistema capitalista, como contra los gobiernos del llamado socialismo real y ni hablar de los aportes hechos a las luchas de independencia contra el colonialismo, racismo, dictaduras militares y fanatismos religiosos. Por esos principios y posturas críticas sostenidas a través del humor gráfico, se han clausurado, cerrado periódicos y revistas, quemado libros, perseguidos y encarcelados a dibujantes y escritores. Si se quiere conocer el lado profundamente humano de Quino, existe una extensa conversa/entrevista realizada por su
amigo de toda la vida Miguel Rep de Página 12, publicada en su suplemento Radar de la misma revista, en el articulo A Quno podemos hacerlo , escrito por el periodista Martín Pérez, (2) de la cual resaltamos un pequeño segmento: Problemas de tenor Cuando dibujaba regularmente sus chistes, -escribe Martín Pérez- Quino podía llegar a cargar con una idea durante años. La guardaba sabiendo que servía, pero que no le había encontrado final. Muchas de esas ideas, asegura Quino, quedaron sin terminar. - ¿No tiene la fantasía de dibujarlas alguna vez? - ¿Ahora? Es que, como estoy viendo tan mal, pensar en eso me jode mucho. No veo bien lo que dibujo. Antes para dibujar un ojo, que es un puntito de mierda, borraba diez mil veces. Qué cosa eso de los ojos, en el dibujo es nada más que un puntito, pero uno se da cuenta cuándo funciona y cuándo no... - ¿Cómo es ahora dibujar? ¿Qué se ve? -Se ve como el culo, así se ve. No veo los límites del papel, tengo que poner en la mesa de dibujo un paño oscuro y pongo el papel arriba, porque si no no puedo ver los límites. -¿Dibuja de memoria? -Escribir de memoria puedo, pero dibujar no. -¿Así que existe la posibilidad de que nunca más pueda dibujar? -No lo sé. Cada tanto me pongo a dibujar, no quiero dejar de hacerlo. Pero le rajo al tema. Soy como un tenor que tiene problemas en las cuerdas vocales. Se pone a cantar y escucha que le está saliendo como el culo. -¿Y la cabeza sigue imaginando chistes? -No, me he autocensurado. - ¿Ya no tiene ese cuaderno al lado de la cama, para
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anotar las ideas que se le ocurren cuando sueña? -Las ideas que soñé siempre fueron muy malas, nunca me sirvieron para nada. El cuaderno era para anotar esas ideas que uno se pone a pensar antes de irse a dormir, como le sucede a todo el mundo. Ya no las anoto. Ahora me las quedo para mí. Censura y autocensura Nosotros los creadores gráficos, por experiencia propia, sí sabemos, mejor dicho sentimos, de lo que habla Quino, sobre los derechos de autor y otras “gríngolas” más, como la censura, autocensura y la exclusión por nuestro pensamiento crítico. La censura y la autocensura se aprenden y practican cuando los dibujantes que trabajan en corporaciones y empresas privadas transnacionales de la publicidad, someten su creatividad y opiniones políticas personales a los dictámenes de los dueños del jugoso negocio editorial. En la mayoría de las ocasiones, se autocensuran para conservar sus empleos. Todos los dibujantes tenemos en nuestro archivo, gavetas llenas de dibujos originales censurados tachados recortados.3 En todas partes se cuecen habas. Es de conocimiento público cómo la revista estadounidense Times solicitó imágenes a prestigiosos artistas dibujantes y su diplomática forma de censura, fue pagar por no publicarlos.4 Hoy los humoristas gráficos, sin recursos, ni medios impresos donde publicar, evaden temporalmente la
exclusión divulgando sus “monos” en Internet, con ello nos están alertando, que la existencia de esta actividad de la Artes Visuales es innegable e indetenible. Que por ahora, la sostiene la ética e imaginación política de sus dibujantes, quienes la consideran un arma poderosa de comunicación ideológica política, a través de imágenes que valen más de mil palabras. Aquellas que hacen pensar. La propuesta del humor gráfico contemporáneo en Suramérica, es esencialmente aportar a los procesos de cambios revolucionarios que vivimos, romper los silencios cómplices y la autocensura, fortalecer la solidaridad, crear y difundir masivamente imágenes, para que ellas abran ventanas a la imaginación política y al desarrollo del pensamiento crítico, desmontando las mentiras y matrices de opinión sesgadas del poder económico mediático mundial.(5) Para seguir leyendo
1.CNN en Español, ENTREVISTA Publicada en La PATILLA, 06 julio2012. 2. Martín Pérez. A QUINO PODEMOS HACERLO, “Revista Página 12” Suplemento RADAR, Argentina, 2012. 3. Aníbal Ortizpozo .HUMOR GRAFICO EN LA VENEZUELA BOLIVARIANA, 11 julio 2008. 4. Aníbal Ortizpozo. SINRAZONES DE LA CENSURA. CUANDO UN DIBUJO NO ES APTO PARA SER PUBLICADO. Blog Humor Gráfico Necesario, 17 mayo 2009. 5. Aníbal Ortizpozo. CONVIDADA DE PIEDRA LA CRITICA, Aporrea.org, 30 octubre 2010
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Manuel Castells
FRANCISCO GUAITA, DE LA RT-TV
Crisis y alternativas Manuel Castells parece más dispuesto que nunca a derivar, de sus teorias, salidas políticas. Al lanzar la primera edición, en castellano, de “Redes de indignación y esperanza”, su nuevo libro. El autor de obras como la trilogia “La era de la información”, que ayudaron a descifrar tendencias de largo plazo de la sociedad y de la democracia contemporaneas, está convencido de que es necesario intervenir rápido, antes que ellas se pierdan. Observador atento y colaborador activo de los “indignados” españoles, este sociólogo de proyección internacional acostumbra vaticinar que el cambio de mentalidades, desead por el movimiento, requiere tiempo. Pero, será posible esperar? Castells también ha observado que la vieja democracia se cerró sobre si mesma, debido a dos factores principales. Una pequeña oligarquía, ligada a las finanzas, se enriquece gracias al Estado. Son los aplicadores en títulos públicos, cuyos rendimientos billonarios ya no están directamente ligados a la producción: dependen de gobernantes dispuestos a mantener tasas de intereses elevadas; a librar los bancos de control; a reprimir presupuestos estatales volcados a otras clases sociales – como la manutención de los servicios públicos, jubilaciones y programas redistributivos. Y esta oligarquia, que tiene amplios recursos para patrocinar campañas electorales, abastecer la mídia tradicional y producir intensa acción de “lobby”, asociase, en la mayor parte de los países, a una clase de “políticos profesionales” que tiende al autismo. Preocupados en conservar su poder, rechazan las múltiples oportunidades de democracia que las nuevas tecnologías ofrecen. Recurren con frecuencia a la violencia policial. Amenazan permanentemente a la propia libertad en internet. Es en la red, como se sabe, que Castells ve, hace mucho, la esperanza. Aquí, los ciudadanos están multiplicando las formas de producir colectivamente, cambiar sin hacerse dependientes de dinero, establecer redes de información recíproca. Esta inmensa red de nuevas relaciones democráticas y participativas no se extendió a las instituciones porque tal transposición no interesa ni a la oligarquía financiera, ni a los políticos profesionales. Castells no se arriesga a prever el desastre de esta confrontación latente. Sabe que hay riesgos: si el sistema se mantiene hermético, los movimientos “se radicalizarán inevitablemente” – y eso tal vez incluya violencia, lo que puede hacer el juego a las clases dominantes. Contra este y otros riesgos, Castells apuesta en el propio movimiento – y en una nueva ola de protestas posible. Gracias a la indignación, dice él, las sociedades comienzan a superar el miedo que las mantenían inertes. Ahora, para que no genere apenas rabia, esta indignación necesita convertirse en esperanzas y en alternativas. Es este desafío lo que el profesor catalán – expulsado de España por el franquismo y de Francia por ser considerado articulador de los movimientos de 1968 – parece estar dispuesto a encarar. A continuación, ofrecemos la edición de la entrevista que él concedió, el 17 de julio, a la red de TV internacional Rusia RT. (Antonio Martins.) -Usted acostumbra decir que el poder no está en la Casa Blanca, ni en los mercados financieros, pero sí en nuestro propio cerebro. Por qué este es un secreto de las élites? -Bien, es porque si ellos nos confesaran eso, perderían el
poder. El poder real no es el poder de la policia o del ejército: estos son utilizados en último caso, cuando las cosas están muy mal para el interés de los poderosos. Lo más importante, si usted quiere tener poder sobre mí, es conseguir que yo piense de una forma que favorezca lo que usted quiere, o que me resigne. Ahí está el poder! Por tanto, lo esencial es el poder que está en la mente, e la mente se organiza en función de redes de comunicación, redes neurológicas en nuestro cerebro, que están en contacto con las redes de comunicación en nuestro entorno. Quien controla la comunicación controla el cerebro y de esa forma controla el poder. -Movimientos como el Ocupa intenta apoderarse de las plazas e de las calles para decir que eso no funciona, quieren que el poder venga de las personas. Esa es una demanda que, para muchos, no tendrá ningún resultado en la política o en la economía. Qué cree usted sobre eso? -Depende de lo que usted entiende como resultado. Si usted quiere decir que de eso sale un partido poíítico, que gane las elecciones en los próximos dos años, no es posible tener saberlo, tener certeza. Todos esos movimientos cogen los frutos a largo plazo. El lema más difundido de los indignados y de las indignadas, es “vamos despacio, porque vamos lejos”. Vamos lejos para dónde? Si se produce un cambio en la mente de los ciudadanos, después de algún tiempo el se convertirá en cambio social. Los datos muestran que, en España, aproximadamente 70% de los ciudadanos concuerdan con las críticas de los indignados. La mayoría de los ciudadanos también piensa que no pudiera cambiar las cosas a corto plazo. Las dos cosas son compartibles? Las personas piensan que el movimiento tiene razón, pero no tiene las herramientas. -Si es una gran mayoría ¿por qué no hay transformaciones? -No, porque no tienen en quién votar. El propio movimiento no quiso crear un partido, para no reproducir la vieja política. Existe un abismo tan grande, entre lo que sus integrantes piensan y el sistema político real, que no hay una expresión política capaz de representarlos. Por ejemplo, si el Partido Socialista hubiese sido
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capaz de pensar que un movimiento así pudiera revitalizarlo, hubiera un camino. Pero, los socialistas se envolvieron totalmente con la especulación financiera. Ellos aceptaron el Banco de España y fueron totalmente incapaces de avizorar el sistema financiero, porque eso no les interesaba. Hay una gran lista de motivos por los cuales los indignados desaprueban a los socialistas y los socialistas nunca hicieron nada para cambiar. Las élites políticas de todos los países optaron por este rumbo. Piensan que no hay problemas, siguen con sus negocios, la única cosa que cuenta son los votos cada cuatro años, con una ley electoral que los grandes partidos hicieron para que sólo ellos mismos pudiesen ganar. En los Estados Unidos, si usted no es demócrata o republicano, no tiene ningún chance. Además, si usted no tiene mucho dinero, no puede ganar, simplemente. No se consigue votos, si no se compra la campaña con dinero. Las críticas, en todo el mundo, sugieren que este tipo de democracia no es suficiente. En consecuencia, sobre esas reglas del juego, gastar toda la energía para hacer la política formal, es una operación sin sentido. Reproduce los viejos esquemas de los grupos de isquierda trotskistas, marxista-leninistas, de todos los tipos, que siempre estuvieron en las instituciones pero, que nunca llegaron a nada. O que intentaron la revolución armada – lo que ninguno quiere, porque es un movimiento claramente no-violento. Entonces, tiene que hacer otra cosa, y van por ese largo camino de la transformación de las conciencias, para que en algún momento los ciudadanos puedan tomar otras decisiones, e de ahí pudieran surgir nuevas fuerzas políticas. -Con otro cambio en el juego? No es necesario cambiar las reglas?... - Uno de los grupos del movimento español – porque no es el movimiento, pero sí una galaxia -- pidió que yo hiciera una propuesta de reforma de la ley electoral. Yo la hice, con un amigo especialista en ese tema. E una propuesta de voto proporcional, de limitar el poder de los grandes partidos, hacer que, en el parlamento, las personas que no votan estén presentes – inclusive visualmente, no como representantes, pero con vizualización. Si 30% de los ciudadanos no votan, esos 30% deben estar marcados, y las mayorías se deben constituir sobre el conjunto de ciudadanos, no solo sobre los que votaram. -Hay una serie de cosas que se pudiera obtener, pero hay, en las instituciones políticas y en los partidos, una enorme resistencia a ser realmente democráticos. Entre otras cosas, porque es un modo de vida, son profesionales de la política. En todos los países, la profesión que está abajo, en la lista de reputaciones, es la política. En Italia, incluyeron en un sondeo también a prostitutas y mafiosos, y ellos quedaron en una posición mejor que los políticos. Las personas alegaban: “por lo menos, estos dicen lo que hacen”. -Existe una crisis de confianza en todo el mundo en relación a la clase política. Si eso continua, en algún momento se irán rompiendo las relaciones en la sociedad, y eso sería muy grave. En España, hay una situación relativamente calma y pacífica. Y suerte que, con 22% de desempleo y 48% entre los jóvenes, no haya muchos problemas en las calles. Este movimiento canaliza los debates y protestas, ofrece una esperanza, principalmente a los jóvenes, de que pueden comenzar a organizarse y vamos a ver lo que ocurre. Pero, si la situación continua así, ese movimiento necesariamente se va a radicalizar. -¿Por qué las instituciones se separaran tanto de las personas? ¿Por qué el abismo se fue expandiendo? - Primero, porque las élites financieras detienen el poder económico y montaron um sistema en el cual, en vez de prestar para producir, lo que hacen es vender dinero para crear dinero artificial e montar una pirámide en todo lo que es fictício, a nivel
global. Aumentaron artificialmente los precios de los inmuebles, de las acciones, y concedieron préstamos a las personas, inclusive sin que éstas lo quisieran. Tenían miedo y no entendían, porque el negocio era vender dinero, y préstamos, en cualquier condición. De forma totalmente irresponsable, desde el punto de vista de la economía, pero muy interesante para ellos, porque todos los grandes ejecutivos que ahora están dejando los bancos salen con indennizaciones millonarias. Para ellos, todo funcionó muy bien. ¿-Cuándo la justicia va a ganar, en estas reglas del juego que usted propone reconstruir? -Cuando los ciudadanos tengan la capacidad de hacerlo. Si las personas pueden votar. Pero, primero, pueden hacerlo apenas cada cuatro años. Segundo, sobre reglas muy desiguale. Por eso, es muy complicado cambiar a través del voto La mayor parte de los políticos es gente más o menos honesta: no es verdad que sean todos corruptos. Pero, cuál el objetivo central de un político? Conservar el puesto. Ese es el aspecto más importante, porque, para la mayoría, es profesión. Si no hicieran eso, tendrían que trabajar como todo el mundo. Si mantienen poder, tendrán mejores cargos, hasta porque la mayoría no tienen nivel profesional muy alto. -Entonces, la clase política se reproduce. Para entrar en un partido, usted tiene que comenzar a entrar a un de los grupos internos. Es todo un mundo cerrado en si mismo, y ese mundo no tiene aire. La novedad es que, con la internet, abriéronse ventanas. Porque los políticos y banqueros, juntos, controlan los medios de comunicación. No controlan los periodistas, que por suerte son de la línea de resistencia, pero orientan a los propietarios de los mesios de comunicación y, por tanto, sus líneas editoriales. En consecuencia, tenemos el control de los medios, de las finanzas (y, por tanto, de la economía), el control del estado a través de una clase política que se reproduce. Fuera de eso, solo estaba la internet.Y fue justamente desde la internet que se construyeron redes de debates, redes de organización, redes de acción. Pero, para actuar sobre la sociedad, las personas tienen que salir, tienen que ir a las calles. Y cuando la internet, como espacio libre de comunicación, se combinó con la ocupación de los espacios públicos, transformados en ágoras, el juego comenzó a cambiar. Pero, el movimiento todavía no se traduce en grandes cambios en la política, porque el sistema está cerrado. -¿Cuán distante está el ciudadano de la realidad retratada en los medios de comunicación? -Depende del aspecto. En España, los medios de comunicación repitieron millares de veces, durante dos años, las afirmaciones del presidente sobre el Banco Central, dijeron que los bancos nacionales eran los más seguros del mundo. Ningún medio contestó eso. O son bobos, no tiene capacidad de análisis, o cada
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vez que alguien serio intentaba hablar de eso, tenía un problema con la línea editorial. El resultado es que los bancos españoles ja deben 250 billones de euros al Banco Central Europeo, y ahora dicen que van a coger más decenas de billones. La deuda, por tanto, es impagable, los bancos españoles esán arruinados. Significaría decir a los ciudadanos que su dinero está en peligro, y no se sabe qué hacer. Hay el peligro de que el euro al mínimo se desvalorice, o hasta igualmente se acabe. El gobierno no puede aconsejar a los ciudadanos a que se deshagan de la moneda, mas debe tener disponible la información sobre lo que está sucediendo, y los medios de comunicación también deben hacer eso. La internet abrió la ventana, los medios de comunicación tradicionales todavía tienen muchos lectores en la red. Los ciudadanos se pueden comunicar, pero no son figuras de referencia, comparables a las que aparecen en la mídia. Como podemos aprender a auto-informar? Manuel Castells: Usted tiene razón. Pero, comienzan a surgir salidas. Primero, las personas montan su propio periódico o medio de comunicación online. No leemos El País o El Mundo o La Vangaurdia interamente. Leemos un artículo aquí y otro allá, comparamos con otras fuentes de la prensa extranjera, oímos lo que nuestros amigos nos dicen. Hacemos un mosaico de informaciones, no somos prisioneros de un solo medio. -Pero, usted acostumbra decir que el lector, el ciudadano, busca reforzar lo que piensa, y no se informa por otras vías. - Usted tiene razón. Lo que sabemos es que las personas buscan principalmente el refuerzo para sus opiniones, mas eso porque tienen poquísimas posibilidades de ser ciudadanas, de ser activas, se niegan a ser simples consumidoras pasivas. Pero, no están acostumbradas a abrir sus propias ventanas. Si su opción está entre los medios de comunicação que ya existen, la actitud probable es: ”voy a ver o ler aquello de yo gusto más”. -Otra lógica se abre cuando la personas entran en un sentido más crítico, desconfian de los medios. Ahí comienza otra actitud, que es la wiki-información: yo informo a mis amigos, mis amigos me informan, vamos discutiendo, y así se organiza un gran debate en la internet, del cual salen cosas. En función de ese espíritu crítico en la red, se examina lo que los diferentes medios están diciendo. Y ese espíritu crítico reconstruye todos los mecanismos de información, que pasan a seguir un nuevo flujo -- de muchos para muchos – al revés de todos reciben un mensaje con muy pocos emisores. -Usted dice que vivimos en la sociedad de la información, pero estamos desinformados, con una educación muy pobre y, además de eso, tenemos miedo -- una herramienta fundamental en todo ese mecanismo. Como funciona el miedo, para que las reglas del juego no muden y para que las mismas personas sigan dirigiendo las estructuras de poder? - En primer lugar, la educación es pobre pero, comparando
históricamente, estamos mejor formados que antes. Si hay una variable que se repite, en todos los nuevos movimientos del mundo, es el hecho de fueron constituídos por gente bien formada. eso no quiere decir que ganan más dinero. El activista típico es el profesional recién-graduado, o de unos 30 años, con un trabajo muy precario o desempleado. Esas personas pueden pasar a tener una actitud más crítica, apostando a un cambio de mentalidad. Por ejemplo, los direchos de la mujer. Hace cuarenta años, ningún partido mayoritario hablaba sobre de ellos como tema principal. Hoy, si no hablan de eso, tienen un problema. Hace treinta años la idea de desarrollo sustentable, de que es necesario defender un modelo ecológico, de que es preciso integrar la naturaleza a la cultura y no al consumo, todo eso era cosa de gente radical, ningún partido serio colocaba eso en su programa. Hoy, necesitan pintarse de verde, por lo menos un poco, porque si no lo hacen, son rechazados. Muchas ideas no son de un partido o de un líder, son formas de concebir nuestra vida en sociedad. Esos grandes cambios en la mentalidad demoran. Precisan de tiempo, de debates, de ir más allá de los líderes. -Dentro de esos derechos, ahora entra el tema de la internet libre. Se está convirtiendo en un punto esencial, cómo fue el desarrollo sustentable, los derechos de la mujer. -Usted tiene mucha razón. En ese momento, defender la libertad en la internet es la base para defender la libertad, en todos los sentidos. Como los poderes establecidos cada vez más desconfian de la internet, se odian. Si pudiesen acabar con ella, lo harían. Pero, no es tan fácil. Existen tantas amenazas a la libertad en la internet que los jóvens están creando una serie de partidos y de movimientos. Van creando muchos problemas a los que intentan restringir la libertad. Poco a poco, el viejo sistema se está consolidando en partidos de derecha y de izquierda que se ponen contra lo esencial, que resisten las nuevas formas de representación democrática. De ahí, dos cosas que pueden suceder: o ellos realmente se abren y aceptan redefinir el juego democrático, o no se abren y esa es una perspectiva muy pesimista. No creo en las revoluciones violentas, pero creo en situaciones de tensión, que se van multiplicando, y en una situación de catástrofe económica y de no-representatividad política, con las personas conscientes y críticas y un sistema cada vez más presionado, que se comienza a defender. -¿Usted tiene esperanza? -Siempre -- porque solo los movimientos dan, tienen esperanza. Mi nuevo libro, que será publicado en breve, se llama Redes de indignación y esperanza: son los dos sentimientos que existen en el movimiento. La indignación uei fundamental para superar el miedo, porque el miedo es la emoción que todas las sociedades se imponen para no cambiar nada. Las personas tienen miedo de que, si hicieran algo que no está dentro de las normas del sistema, en lo mínimo pierden o empleo. Cómo se supera el miedo? Las propias experiencias neuro-científicas muestran que es con la indignación. Cuando se siente muy indignado, a usted no le importa lo que puede suceder. Eso ya se dio. Si no se transforma en un sentimiento positivo, si la indignación es pura rabia, eso lleva a un enfrentamiento. Cuál es el sentimiento positivo? La esperanza. la esperanza de que algo se va mudar. Cómo se construye la esperança? Cuando las personas se juntan. Por eso, el lema en España es: “juntos, podemos”. Y la idea de que yo no puedo, y que usted no puede, pero muchos juntos, sí, podemos. La vitalidad de ese movimiento no es que apenas está en función de la internet, la vitalidad es necesaria para poder seguir haciendo algo aparentemente imposible, que es reconstruir la democracia a partir de los ciudadanos.
Junio de 2012/
TULIO MONSALVE
El Árbol de lima Comencemos por establecer algo, el titulo de la película es, El Limonero. No el que tiene, seguro, “idea”, de algún vendedor de películas que en mala hora así la bautizó. Su director Eran Riklis (1954) es hoy uno de los cineastas israelí más destacados y reconocidos mundialmente. Ha producido varias películas, su primer largometraje. On a Clear Day You Can See Damascus (En un día claro se puede ver Damasco); luego: Zohar; Vulcan junction y La novia Siria. En este caso, el director israelí, ha decidido retratar el intrincado y complejo conflicto palestino-israelí, utilizando como metáfora un campo de limoneros. Escenario de una, muy gruesa, contingencia bélica de repercusiones mundiales. El film es relato construido con sobriedad. Que él logra con una puesta en escena muy real, sin acentos ni sobrecargos visuales, ni artificios. Aunque montado con esquema didáctico que sobra. La viuda Salma (la notable Hiam Abbas) sobrevive gracias al limonar que heredó de su padre. Hasta que llega su día de mala suerte y el ministro de Defensa de Israel se convierte en su vecino. Cosas de la ficción y el azar, el funcionario Ministro de Defensa del gobierno israelí, decide vivir en la peligrosísima frontera entre su país y Cisjordania. Uno se pregunta y ¿no había otro lugar donde construir? Palmario, cual espacio de cuantos controla Israel, no toca directa o indirectamente y es nudo de enfrentamiento con sus vecinos y eternos pobladores del país, los palestinos. Nos recuerda lo que escribió el poeta Yabra Ibrahim Yabra (1926-1994) “País que es un tendedera / para los paños de sangre vertida / cada minuto”. El punto de no retorno de la trama, se produce cuando el Mossad, -servicio secreto-, se mete en líos con su vecina, la viuda Salma, porque decide que ese conjunto de árboles puede ser el escondite perfecto para cualquier terrorista que desee atentar contra la vida del Ministro. Así, el poder omnímodo, que nadie, ni mismo Ministro, puede objetar, dictamina que los árboles: tienen que volar de ahí. Desaparecer. Pero Salma, que no quiere saber nada del asunto, contrata a un abogado palestino para encarar una batalla legal que no permita el atropello. Quijotada o burla que el director presenta como la hazaña que puede reivindicar por la vía jurídica los horrores que diariamente se cometen contra los pobladores palestinos. La película se puede entender como un palco de lujo para observar las diversas realidades de personas, que están rodeadas de un conflicto demasiado grande y cuyos intereses son monumentales; allí, no hay día
que este teatro de operaciones militares no nos sorprenda con nuevos y brutales eventos de repercusiones universales. La trama resalta el papel que a la mujer se le asigna en las dos culturas. En la sociedad oprimida, se traduce en la sumisión a la que se quiere obligar a Salma, para que renuncia a sus derechos y se niegue a la posibilidad de una apertura a sus afectos. En el mundo de los opresores, se obliga a la esposa del ministro, a que reniegue contra lo que expresó sobre el tema de la decisión militar de arrasarle el sembrado de limones a su vecina. El director Eran Riklis juega aquí al equívoco. Por un lado, trata de condenar al Estado y sus monstruos represivos, policías, militares, agentes de seguridad, pero exime a los ciudadanos como si estos no fueran responsables y actores del modo de comportarse el Estado opresor contra Palestina.. Quiere aparecer muy aséptico y políticamente correcto. Nos muestra unos personajes, bien dirigidos y mejor actuados, y, pretende, terciar, manipular las emociones del espectador, con el recurso, adonde el lagrimeo del Salma (la excelsa actriz, Hiam Abbas) logre su cometido. Idea ratificada por lo que Riklis declaró: “El limonero, no es una película política, es la historia de unas personas atrapadas en un enfrentamiento político. El ministro de Defensa, su esposa, Salma, el abogado, todos están atrapados en sus situaciones personales y públicas, en su modo de pensar. No es política porque no intenta imponer un punto de vista”. Asunto para ser revisado. Aunque de muy buena factura fílmica, diría, impecable como realización, El Limonero, es un buen simulacro de denuncia. Es película hecha para tranquilizar conciencias. La película, que nos divierte, pero que no se atreve a nada. Denuncia el absurdo de la guerra, aunque no destaca que esta, no es tal guerra, debido a la asimetría de fuerzas en el conflicto palestino-israelí. Con lo único que se compromete,
aunque lo hace con una sutileza que desconcierta, es cuando muestra un universo donde las mujeres, especialmente, están conectadas por una intuición y humanidad común, sublime y antropológicamente fundamentada. Tanto, que son capaces de superar la retórica y demoníaca fantasía oficial contra el enemigo y lograr fugaces acercamientos. Trátese de un film que intenta hablar de la debacle de un inhumano modo de opresión. Utiliza el símil del triunfo, en base a la destrucción hasta de los arboles; que de puro monte que son, ya aterran a la seguridad del Estado, bien a podido aludir a algún texto de poeta Mahmoud Darwish. Quién nos dijo, no sobre este Limonero, sino sobre una cultura que quieren borrar: “Los que hijo, aquí soñaron, aquí estuvieron/ y trazaron los planes del mañana/. Más, ¿dónde están los sueños / y el mañana? / Y, ¿dónde, dónde ellos? / Cuando al final de la película Salma, mira los despojos del Limonar, parece gritar: “Sólo quiero morir en mi tierra, / que me entierren en ella, / fundirme desvanecerme en su fertilidad / para resucitar siendo hierba en mi tierra, /resucitar siendo flor / que deshoje un niño crecido / en mi país/. Fadwa Tuqan, Poeta (1917-2003). En secuencia final, la siembra de limones, cercenados, pareciera que con su triste imagen y pobre destino, estar llorando por quien los amamanto con escasa agua, en un espacio que la viuda Salma, como cuidadora, ronda trágicamente dándose un pésame por lo que queda de la desastrosa sanción de un Tribunal Suprema de Injusticia. Moloch que fulminó, no con el popular fosforo blanco de algún avión de los halcones de la milicia, sino con una Decisión que arde mas que el fuego. Todo eso nos lo muestra el cineasta en esta obra de buen cine No los enrostra, en sencillas y profundas metáfora de limpia fotografía.
/Junio de 2012
El efecto mariposa
de la oposición HOMAR GARCÉS
Homar Garcés (especial para ARGENPRESS.info) Los grupos de derecha que se oponen al proceso revolucionario bolivariano dentro y fuera de Venezuela se hallan actualmente activando una campaña de rumores y matrices de opinión que siembren temores, dudas y zozobra entre los venezolanos a través de sus diferentes canales mediáticos, de tal manera que ella pueda precipitar resultados distintos a los proyectados hasta ahora en la mayoría de las encuestas que dan como seguro ganador al Presidente Hugo Chávez. Esta es una situación que -al margen de lo que se crea o no respecto a quién o quiénes estarían detrás de su planificación y ejecutoria- de no saberla enfrentar el gobierno nacional y las fuerzas políticas que le respaldan, podría desencadenar el efecto deseado por las fuerzas opositoras, avivando sus expectativas y estimulando la abstención de algún porcentaje de votantes chavistas al momento de efectuarse la elección presidencial. Esto se aprecia -sobre todo- en el ataque pertinaz de la dirigencia contrarrevolucionaria a propósito del fatal incendio ocurrido en la planta de refinación de PDVSA, ubicado en Amuay, atribuyéndole toda la culpa a Chávez y a su equipo de gobierno, a pesar de conocer que ello pudo ocurrir igualmente en cualquier refinería del mundo y conocer, además, la prontitud con que actuaron las autoridades respecto a la atención a las familias de las víctimas, tanto militares como civiles, y al incendio en sí. Por ello, no obstante adoptarla oposición una apariencia demócrata, humanista e incluyente para posicionarse
electoralmente frente a los sectores populares que siempre despreciaron sin disimulo alguno, tildándolos repetidas veces de hordas salvajes, la misma está afanada en provocar un clima de violencia política, ingobernabilidad y miedo que le permita generar el marco adecuado para desconocer los resultados electorales del 7 de octubre, algo que poco se han cuidado de disimular sus dirigentes, en la confianza que serán secundados en sus propósitos fascistas por el imperialismo yanqui, refrescando el guión aplicado en otros países bajo la excusa de defender la democracia. Así, esta campaña de rumores y matrices de opinión tendría un efecto mariposa, con una finalidad predeterminada, por lo que, en esta dirección, se requeriría una contraofensiva mediática de parte del chavismo que desnude los propósitos antidemocráticos, privatizadores y desnacionalizadotes que encubren los grupos opositores con su oferta demagógica de “progreso”, desmantelándose, al mismo tiempo, su estrategia de manipulación informativa. Esto es algo que el pueblo venezolano no puede ignorar ni pasar por alto, haciendo caso de los cantos de sirena de la oposición derechista, puesto que sus intereses no son los mismos de los sectores populares, tal como lo quiere hacer creer en la presente campaña electoral, eludiendo su identificación con el modelo capitalista neoliberal. Por dicho motivo, quienes defienden la posibilidad nunca descartable de organizar una verdadera revolución socialista en la patria bolivariana tendrían que articular esfuerzos alrededor de un mismo proyecto político revolucionario, con una ética socialista bien definida, sin sectarismos partidistas ni ambiciones personalistas que son contrarios al logro de este importante objetivo.