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EL DEBATE SOBRE LA FUERZA ARMADA

AÑO 8- NÚMERO 79- NOVIEMBRE DE 2010/ PUBLICACIÓN MENSUAL EDITADA POR ALIA2 Y COMUNICAN

A dónde va la

RRREVOLUCIÓN

ILUSTRACIÓN: MARÍA CENTENO

El humor gráfico en los procesos revolucionarios

Los indígenas y la cuestión nacional Las nuevas clases medias dominantes de Latinoamérica

(VER PÁGINAS 34 A 41)


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Radicalizar la conciencia social es función de los partidos István Mészáros arrancó risas de la audiencia cuando hizo una descripción irónica sobre el sistema de partidos políticos en Estados Unidos. “Allí están los demócratas y republicanos. Supuestamente es un sistema bipartidista, pero la verdad es que es unipartidista: hay dos derechas, no hay diferencias,” expresó al referirse a la vigencia histórica de las organizaciones políticas en la transición hacia el socialismo. “¿Qué pasó con los partidos?”, se preguntó el catedrático. “No tenemos respuesta satisfactoria. Los más radicales del siglo XX han desaparecido”, se respondió. El filósofo húngaro y escritor del libro “Más allá del capital”, entre otros textos, ofreció en Caracas la conferencia “La naturaleza dialéctica del cambio y el avance histórico” en la Escuela Venezolana de Planificación . En opinión de Mészáros estas organizaciones políticas representativas no son sustentables en el tránsito hacia un sistema alternativo, ante la crisis del capitalismo, por cuanto “confiscan” los derechos políticos de las mayorías. “Necesitamos la radicalización de la conciencia social”, expresó luego de recordar que, en la época de

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MARCOS SALGADO (COORDINADOR) MARCA REGISTRADA: ALIA2, CA DEPÓSITO LEGAL: PP 200201CS526 ISSN: 1690-0952 QUESTION ES UNA PUBLICACIÓN DE LA AGENCIA LATINOAMERICANA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS-2 (ALIADOS) Y LA ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA PARA LA COMUNICACIÓN SOCIAL (COMUNICAN)/

CIUDAD CCS Vladimir Lenin (Rusia) y León Trotsky, cuyos partidos calificó de “grandes organizaciones radicales”, éstos funcionaban como “empresas educativas y organizativas”. “En la actualidad no es así. Se han convertido en maquinarias electorales para que los ciudadanos depositen su voto y, una vez en el poder, se olviden de ellos. Los parlamentos no se inventaron con fines socialistas, sino para el capital” sentenció. Aseveró que estas organizaciones, concebidas como maquinarias para el voto, no están en capacidad de transformar la sociedad. “Para esto necesitamos el desarrollo de la conciencia social. Necesitamos movimientos de masas para materializar el socialismo.” Libertad e igualdad sustantivas Mészáros abordó dos conceptos políticos muy usados por la derecha: la libertad y la igualdad. “En el capitalismo son formalidades para la producción rentable”, expresó luego de relatar cómo grandes empresas capitalistas dicen abrir sus puertas a “la participación democrática”; sin embargo, sus trabajadores conjugan, “de forma amarga”, el verbo participar: “nosotros participamos, ustedes participan, ellos deciden”. “La toma de decisiones es expropiada por el capital a la clase trabajadora”, explicó y seguidamente consultó: “¿cómo hacer de estos conceptos algo de más sustancia?. Para Mészáros, en el tránsito al

socialismo, lo sustantivo para el ejercicio de la libertad, por parte de las mayorías, radica en transferirles, no sólo la posibilidad de participación, sino la toma de decisiones y la responsabilidad que éstas involucran. El ponente explicó por qué en el capitalismo “la igualdad” como se garantiza en muchas constituciones “burguesas” es un concepto “formal” pero no “real”. “En el mundo, dominado por el capitalismo, el 1 por ciento de los ricos maneja más dinero que el 40 por ciento de los más pobres. Se trata de un modelo que expresa en su realidad diferencias abismales”. Explica el académico que ante este panorama de ausencia de igualdad y libertad, más allá de los partidos políticos, concebidos en el capitalismo para ganar procesos electorales, se requiere “organización social y favorecer el intercambio permanente de ideas, esa es la función de los partidos: la radicalización de la conciencia social”. La alienación “Hay personas en el mundo que viven con menos de un dólar al día. ¿Cómo pueden sentirse satisfechas, cómo no estallan?, se explica por el sistema de dominación ideológico, por la alienación inherente al sistema capitalista”. Mészáros afirmó que estas personas alienadas deben ser incluidas para la construcción del socialismo que, como plantea su tesis, es la alternativa ante la crisis del capitalismo.


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Los indígenas y la cuestión nacional (o de ONG y transnacionales) La cuestión de la demarcación de los territorios indígenas en la Sierra de Perijá que involucra a los Yukpas, Bari y Wayuu, de un lado, y a los hacendados, militares y funcionarios del gobierno, del otro, ha desatado un debate político que recientemente adquirió dimensiones nacionales y, como no puede dejar de ser, con implicaciones internacionales. Los indígenas, como ha sucedido desde hace 518 años, están divididos en la lucha e, insisto, esta división es constitutiva de la cuestión nacional en lo que concierne a los pueblos originarios. A fin de cuentas, desde el primer momento los indígenas o fueron cooptados o considerados caníbales, de acuerdo al ensayista colombiano Carlos Jáuregui quien nos aclara en su bellísimo libro “Canibalia: canibalismo, calibanismo, antropofagia cultural y consumo en América Latina”, premiado por Casa de las Américas de Cuba, (La Habana, Cuba, Fondo Editorial Casa de las Américas, 2005). La revolución bolivariana desatada en 1998 con la candidatura de Hugo Chávez a la presidencia de la República provocó que una Venezuela Profunda emergiera actualizando las luchas del indígena Cacique Guaicaipuro (15301568), del líder negro José Leonardo Chirino (1754-1796) y del criollo Simón Bolívar (1783-1830). La derecha venezolana, hasta hoy no perdona a Chávez por haber despertado estos demonios. No fue un proceso aislado en “nuestra América”, sino que forma parte del protagonismo indígena que comienza a afirmarse de diferentes modos en la guerrilla guatemalteca a finales de los años 1970, en la guerrilla katarista en Bolivia, en la resistencia de los Miskitos en Nicaragua, en las Marchas por la Dignidad y por el Territorio realizadas en Bolivia y en

Ecuador en 1990, en la resignificación de la fecha de 1992 reivindicando “otros 500”, en el Levantamiento Zapatista del 1º de Enero de 1994 contra la nueva cara del globalitarismo (Milton Santos) y su NAFTA, en el destacadísimo papel desempeñado por los indígenas y los campesinos en la expulsión de la primera multinacional que intentaba privatizar el agua en Cochabamba en el año 2000. Sin duda, el momento máximo de esta lucha fue la elección y toma de posesión de Evo Morales Ayma en Bolivia en Enero de 2006. Hay un punto en común entre cada uno de estos casos: el indígena se está expresando como movimiento nacional y, con ello, instando a cada uno de nosotros a repensar la cuestión indígena no sólo como una cuestión específica de una minoría o cualquier otro nombre que se le quiera dar. De cierta forma, nos está convocando a retomar las reflexiones de José Carlos Mariátegui (1894-1930) en cuanto a la centralidad de la cuestión indígena, el carácter de la revolución socialista entre nosotros y la *DOCTOR DEL PROGRAMA DE POSGRADO EN GEOGRAFIA DE cuestión nacional. LA UNIVERSIDAD FEDERAL FLUMINENSE (RÍO DE JANEIRO, Desde siempre, la cuestión indígena BRASIL) Y PREMIO CASA DE LAS AMÉRICAS (2008) DE CUBA POR SU ENSAYO “LA GLOBALIZACIÓN DE LA NATURALEZA Y LA ha sido, sobre todo, una cuestión NATURALEZA DE LA GLOBALIZACIÓN”. PUBLICÓ EN VENEZUELA territorial y por tanto, parte del sistema “TERRITORIALIDADES Y LUCHA POR EL TERRITORIO EN AMÉRICA mundo moderno-colonial y, por esta LATINA” (IVIC, CARACAS, 2009)

CARLOS WALTER PORTO-GONÇALVES*

razón, es el meollo de la cuestión nacional. A fin de cuentas, el momento original del sistema mundo se produjo con la invasión territorial de Abya Yala, para los españoles Indias Occidentales y sólo mucho después América, especialmente por la insistencia de la elite criolla (Porto-Gonçalves, 2009). Pero un día, el territorio gritó por la boca de los criollos que necesitaban decirse de aquí, de América, en contra de los de allá, de Europa; afirmar un régimen político propio, republicano, o contra la monarquía arrogante del conquistador/ colonizador, aunque algunos se enamoraron de esta idea como en México y, sobre todo, en Brasil. José María Caycedo (1830-1889) en su poema Las Dos Américas (1854) dará vida a la premonición de Bolívar, para la época, ya no solamente como una comprensión geopolítica profunda del Libertador, sino materializada en la guerra imperialista de los capitalistas estadounidenses contra los pueblos indígenas y que culmina con la usurpación de territorios a México en 1845-48. No se puede ver la usurpación de los territorios de México sino como parte de la violencia de fondo de la usurpación de los territorios a los indígenas.


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Bolívar sintió en la piel la presión de las oligarquías a sus esfuerzos por reconocer los derechos de los negros, él que tanto se beneficiara del apoyo de los haitianos que intentaban la doble independencia: de las elites de afuera y de las de adentro, sobre todo, en cuanto a la esclavitud. Francia ya había manifestado con su revolución de 1789 que la libertad, igualdad y fraternidad no eran válidas al sur del Trópico de Cáncer. La misma burguesía que era revolucionaria en Paris explotaba el trabajo esclavo en Haití y era contrarevolucionaria en el Caribe. Aníbal Quijano nos llamó la atención al decir que, aquí en América el fin del colonialismo no significó el fin de la colonialidad. Continuamos aspirando a ser del primer mundo. El colonialismo, más que un sistema entre Europa y el resto del mundo, era un sistema interno a los distintos estados que desde entonces se forjaron por todos lados, tanto en Europa como aquí. La primera violencia que emanó con los nuevos estados fue teórica, esto es, llamar estado nacional a las nuevas formas geográficas de organización de las relaciones sociales y de poder. El estado que aquí nace con la independencia también se inspiró en los principios liberales fundados en la propiedad privada y, con ello, negó a los indígenas el derecho tradicional al uso comunal del territorio. Además, no tener propiedad privada era signo del atraso de estos pueblos. Que los liberales piensen así es natural, lo que no es lo mismo para un socialista, aunque

así pensaran los sandinistas con relación a los Miskitos, o los revolucionarios bolivianos de 1952 cuando intentaron hacer la reforma agraria dividiendo los territorios comunales de los ayllus en propiedad privada campesina. Todo indica que la mayor parte de los marxistas ignora la correspondencia de Karl Marx (1818-1883) con Vera Zasulich (1849-1919) y su simpatía para con la híbrida propiedad familiar y comunal de los campesinos rusos – el mir. En fin, la cuestión indígena es al mismo tiempo una cuestión nacional y como tal, una cuestión inmanente al sistema mundo moderno-colonial del que el estado (uni)nacional forma parte. Immanuel Wallerstein nos ha llamado insistentemente la atención hacia el papel que el sistema de estados ha cumplido en la conformación del sistema mundo moderno, al que algunos autores añaden, colonial. La cuestión indígena está por todos lados mundializada en la propia medida que el sistema de estados es parte del sistema mundo. Toda la cuestión pasa a ser el sistema mundo que queremos frente al mundo que allí está. Los zapatistas sugirieron “un mundo donde quepan muchos mundos”. Los neoliberales en todas partes intentan minar las conformaciones territoriales de poder que les obstaculizan sus objetivos. Para ello, atacan por todos los flancos al estado territorial (uni)nacional y echan mano de organizaciones no-gubernamentales a través de sus organismos (nada) multilaterales, como el Banco Mundial.

Al mismo tiempo, la cuestión nacional que se forjó en contra de los pueblos originarios, los cimarrones (cumbes, quilombos) y campesinos –no en balde todas estas formaciones sociales están fuertemente territorializadas- es blandida contra el neoliberalismo ignorando la lucha histórica de los herederos de Guaicaipuro, de Chirinos y el mismo Bolívar. Al mismo tiempo que se abren ventanas con la crisis del imperio estadounidense y la emergencia de China como potencia mundial, algunos grupos/segmentos/clases sociales buscan afirmarse haciendo concesiones para la explotación minera y a los hacendados en territorios indígenas, ignorando las victorias obtenidas por los pueblos originarios en los foros internacionales, como la Convención 169 de la OIT de la cual Venezuela es signataria. Así, sea a través de ONG, o sea a través de concesiones a empresas transnacionales, la cuestión de fondo permanece siendo la misma: la ocupación de los territorios de los pueblos originarios por terceros. Y, lo más grave es que, cuando observamos los documentos que circulan en la internet, sea la Hoja de Ruta o Carta de los Pueblos Indígenas a ser entregada al Presidente Chávez, sean las declaraciones de Carlos Somero porta-voz de la recién creada Asamblea Nacional de los Pueblos Indígenas Cacique Guaicaipuro, publicada en la Agencia Venezolana de Noticias el 5/11/2010, ambos documentos proponen exactamente lo mismo, aunque se acusen recíprocamente de ser manipuladas, sea por ONG o por el gobierno por sus concesiones a las empresas transnacionales. Basta comparar lo que dice el documento Hoja de Ruta con las cuatro mesas de trabajo de la recién convocada Asamblea Nacional de Pueblos Indígenas Cacique Guaicaipuro, que debatieron temas como la demarcación de los territorios indígenas, la administración de justicia, la reforma de la Ley Orgánica de los Pueblos Indígenas y la creación de un organismo político nacional que reconozca la plurinacionalidad. No es necesario un gran esfuerzo analítico para ver que esta agenda de trabajo resultó de la reciente huelga de hambre de José Maria Korta


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AUGUSTO HERNÁNDEZ

Se busca un líder auténtico

y de la movilización que parece haber abierto canales de negociación con el gobierno. Los indígenas, como todos sabemos, están lejos de constituir un todo uniforme, como toda y cualquier sociedad. La propia sociedad venezolana tiene una parcela significativa que es pro-estadounidense, como se puede ver en los medios antipueblo y en el propio color de la piel de la mayor parte de los que se ubican fuera de la revolución bolivariana. En el caso específico del reciente ascenso de los pueblos indígenas, en particular el caso de los Yukpas, llama la atención el silencio de estos mismos medios con relación a la lucha de estos pueblos por la demarcación de sus territorios. Ellos bien saben que la demarcación de los territorios indígenas implica la expulsión de terceros, para el caso hacendados y mineros. De allí su silencio. Ahora bien, si tanto la Hoja de Ruta como las mesas de trabajo de la Asamblea Nacional de los Pueblos Indígenas Cacique Guaicaipuro tienen la misma agenda de trabajo, ¿qué es, en verdad, lo que mantiene a los indígenas divididos y acusándose recíprocamente de manipulados? ¿No son los mediadores? En fin, ¿será que estamos preparados, de verdad verdad, a aceptar que los indígenas deben

gobernarse a sí mismos, aunque en los marcos del sistema de estados que se conformó contra ellos? Los indígenas jamás se propondrán el proyecto de forjar un estado nacional, aunque entre ellos también hayan medrado imperios como el Inca, en el que la hegemonía quechua se impuso a los aymaras y otros pueblos. Igual entre los Aztecas. De allí la importancia de retomar el pensamiento de Tupak Katari (17501781) y Bartolina Sisssa (1750 o 17531782), aymaras, que supieron aliarse a Tupak Amaru (1742-1781), quechua, en la lucha contra los españoles (1780-81), sabiendo que luego tendrían que ajustar cuentas. He allí que nos vemos en este cuadro histórico frente a los mismos desafíos: contra las ONG y contra la concesión a empresas transnacionales de tierras y/o yacimientos mineros en territorios indígenas. Si queremos la verdadera soberanía respetemos los derechos de aquellos que siempre lucharán por liberar sus territorios de los invasores: los pueblos originarios. Parafraseando a Simón Rodríguez (1769-1854): ¡o inventamos un estado plurinacional que supere el colonialismo en sus diversas escalas, o erramos! Que el espíritu de Guaicaipuro, de Chirinos, de Katari, de Rodríguez y de Bolívar, Martí y Mariátegui estén con nosotros.

Debo informar que se trata de un líder revolucionario, bolivariano y socialista, identificado con el PSUV y con las políticas del Presidente Chávez. Se solicita que sea margariteño o cochense de pura cepa o consustanciado con los intríngulis de la política regional. Que preferiblemente viva en un barrio o en una ranchería de pescadores y en lo posible pertenezca a un consejo comunal. No se requiere experiencia previa. No tiene que ser un Maquiavelo para las maniobras politiqueras. Por el contrario, es conveniente que no haya detentado cargos de elección en el gobierno ni se haya burocratizado en esas cátedras de no hacer nada que son algunos despachos oficiales. No necesariamente tiene que ser joven, puede ser una mujer o un hombre con buena experiencia de trabajo. En especial sería conveniente que haya dirigido algún proyecto comunitario cuyos logros estén a la vista y no sean puro cuento, como ocurre con la mayoría de los que recibieron créditos millardarios que se convirtieron en sal y agua (aunque algunos sostienen que fueron cambiados a dólares y reposan en cuentas extranjeras). Debe ser una persona que tenga pinta de humilde o gente decente, sin que necesariamente le deba una vela a cada santo, pues algunos cobran muy caro y con intereses usureros. De ser posible un rostro fresco, no de los que aparecen monopolizando a Chávez las pocas veces que viene a esta tierra. Que no utilice un cargo de poder para obligar a sus empleados y dependientes a votar por él o por ella. Que no haya repartido reales del gobierno a diestra y siniestra en proyectos irrealizables o sin la debida fiscalización. Ese es el mismo sistema que emplearon los adecos durante varios lustros. Queremos un líder o lidereza que sepa hablar, aunque no sea un académico de la lengua. Sobre todo que llame las cosas por sus nombres y le diga ladrón al que robe, sin andarse por las ramas. No queremos un mediador entre los tracaleros y quienes no lo son. Queremos uno que se cuadre con los revolucionarios íntegros y mande a los demás a la mierda, sin prestarse a componendas. Lo queremos nuestro y no importado o puesto a dedo.


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HOMAR GARCÉS

La tarea de redefinir el socialismo revolucionario

Al adoptarse el mismo patrón de consumo generado por el sistema capitalista a nivel mundial, la precarización estructural del trabajo y la destrucción creciente del medio ambiente resultan una cuestión inevitable. Más aún cuando el afán de lucro es el fundamento principal, privilegiándosele por encima de cualquier otra consideración, incluso de la vida de los demás seres humanos; todo lo cual debiera estimular en gobiernos y en ciudadanos la demolición del sistema de dominación social ejercido por el capital, permitiéndose así explorar unos nuevos modos de producción que se afirmen en valores ajenos al capitalismo, socialmente útiles y necesarios. Esto último representa, indudablemente, un escollo aparentemente insalvable para muchos, sin excluir de ello a quienes propugnan un modelo socialista que se diferencie en esencia del capitalista. Según algunos, para lograr tal cosa tan solo se requiere disponer de buena voluntad, de reformas y de transparencia en la orientación, manejo y procedimientos del Estado vigente. En este sentido, se cree que basta otorgarle mayores derechos y beneficios a los sectores populares explotados y excluidos, sin profundizar mucho en las contradicciones que enfrentan al capital y al trabajo asalariado, además de los diversos problemas que se derivan de éstas. Olvidan que e l trabajo asalariado es una nueva forma moderna y legalizada de esclavitud, recordando al respecto lo afirmado por Maximilien Rubel: “el salario es una esclavitud, y todo aumento autoritario del salario no será más que una mejor remuneración de los esclavos”. Otros, sin embargo, hallarán en esto algo más de lo mismo, sin una mayor trascendencia, enmarcado

como está en la propuesta de darle un rostro humano al capitalismo. Para éstos, al igual que para István Mészaros, “esperar una solución feliz a esos problemas a partir de las operaciones de rescate del Estado capitalista sería una gran ilusión”. Por ello, plantearse el socialismo como alternativa revolucionaria frente al capitalismo implica cuestionarlo a profundidad, resaltando la necesidad de eliminar las contradicciones existentes entre el capital y el trabajo asalariado, en un ejercicio de imaginación utopista y de rigor científico que muchos revolucionarios esquivan neciamente, pero que es altamente imprescindible. En consecuencia, hará falta labrar la propuesta de un sistema social alternativo, en el cual el desarrollo de la civilización postcapitalista no signifique la devastación entera de la naturaleza ni la opresión de pueblos ni de individuos por cualquier forma de Estado. Esto supone, entonces, desprenderse de las prácticas y conceptos que le dieron vigencia al capitalismo durante siglos, dándoseles cabida a otros que pudieran servir de punto de partida para la construcción de un nuevo modelo de civilización y de relaciones de reciprocidad entre la humanidad y el medio ambiente que le sirve, al mismo tiempo, de sustento y de hogar. Sin tal cosa, hablar de un socialismo para el siglo XXI carecería de bases posibles o reales, lo cual pudiera enriquecerse con diferentes aportes y experiencias, incluyendo aquellos provenientes de nuestros pueblos ancestrales. Sería una mejor manera de redefinir la utopía del socialismo revolucionario. Aunque suene difícil, tal tarea jamás debiera resultar imposible para los revolucionarios.-

Gramsci: Sobre el llamado mal menor

¿Susto o muerte? ¿Novísimo Laborismo o Cameron? Puede ser peor aún: ¿Berlusconi o Fini? ¿Condoleezza Rice o Sarah Palin? En todo caso: un viejo problema de las épocas históricas regresivas sobre el que Gramsci reflexionó tan lacónica como lúcidamente desde una prisión musoliniana hace más de 70 años. Inter folia fructum; un clásico es precisamente eso, y sirve precisamente para eso: entre sus hojas siguen asomando frutos, y sigue instruyendo siempre. “El concepto de mal menor es uno de los más relativos. Enfrentados a un peligro mayor que el que antes era mayor, hay siempre un mal que es todavía menor aunque sea mayor que el que antes era menor. Todo mal mayor se hace menor en relación con otro que es aún mayor, y así hasta el infinito. No se trata, pues, de otra cosa que de la forma que asume el proceso de adaptación a un movimiento regresivo, cuya evolución está dirigida por una fuerza eficiente, mientras que la fuerza antitética está resuelta a capitular progresivamente, a trechos cortos, y no de golpe, lo que contribuiría, por efecto psicológico condensado, a dar a luz a una fuerza contracorriente activa o, si ésta ya existiese, a reforzarla.” * Quaderno,16 (XXII)


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NÉSTOR FRANCIA

El debate en torno de la Fuerza Armada La actual discusión que se ha disparado como consecuencia de las declaraciones emitidas por el general Henry Rangel Silva, Jefe del Comando Estratégico Operacional de la FANB a Ultimas Noticias es de importancia capital, pues tiene que ver con el carácter de la revolución y con la evolución histórica futura de la confrontación que está planteada. Rangel Silva expresó que “La Fuerza Armada Nacional no tiene lealtades a medias sino completas hacia un pueblo, un proyecto de vida y un comandante en jefe. Nos casamos con este proyecto de país”. Aseveró también que de llegar al poder la oposición “Sería vender el país, eso no lo va a aceptar la gente, la FAN ni el pueblo”. Esto se corresponde con lo dicho por Chávez en “Aló, Presidente”: “Ellos tratarían de echar de la Fuerza Armada a todos los que apoyan a Chávez, y se les alzarían los militares”. A esto han respondido voceros de la oposición dando plena razón a Rangel Silva y a Chávez, al explayarse en amenazas contra los militares patriotas. El diputado electo de la derecha Enrique Mendoza afirmó: “Pronto llegará la oportunidad del rescate de nuestra institución armada y quienes han incurrido en faltas graves serán sancionados, sean activos o en situación de retiro…La Fuerza Armada es una institución y no un brazo político, y justamente esos hombres que llevan uniforme y han permitido el uso de slogans y la partidización de nuestros componentes, serán quienes deberán responderle al pueblo por sus acciones y omisiones”. Por su parte, el latifundista Diego Arria fue aun más explícito en sus amenazas, vertidas en una carta pública dirigida a Rangel Silva. Arria señaló que “Recientemente en una conferencia en VenEconomía destaqué que el régimen al cual usted declara ‘estar casado’ tenía un altísimo costo de salida democrática dados los delitos cometidos que los hacen candidatos naturales a ser juzgados nacional e internacionalmente y que haría lo imposible por no dejar el poder... “General Silva Rangel: en esa oportunidad destaqué su propio caso-el

de estar usted indiciado por el Gobierno de los EEUU por delitos de lavado de dinero- de cooperación en el trafico de drogas y de suministro de armas a los narco terroristas de las FARC… “Que de igual manera lo estaba el General Hugo Carvajal Director General de Inteligencia Militar (DIM) y el Capitán de Navío y ex Ministro Rodríguez Chacín. Ya en septiembre de 2008 había declarado en una entrevista a Roberto Giusti en El Universal que la vinculación de ustedes tres como los funcionarios más importantes de la inteligencia venezolana con el narcotráfico y el terrorismo configuraba una relación directa con el Jefe del Estado con las implicaciones correspondientes… “Sí coincido con usted cuando declara que: ‘Para muchos hay algunos líderes militares que no les son convenientes y dicen que hay que sacarlos del camino’. Ese es sin dudas su caso. No creo que ningún integrante de la Fuerza Armada Nacional pueda sentirse cómodo con un jefe militar de su jerarquía indiciado por delitos de la mayor gravedad internacional, que para intentar salvarse acuda a intentar vincular a toda la FAN… “Me permito recordarle que el juicio contra otro general, Manuel Noriega de Panamá, por tráfico de drogas, empezó en 1987 y dos años después tuvo el destino que conocemos. Ese juicio permitió no solo desnudar a un régimen de comportamiento delincuencial sino también fortalecer la opción por la democracia como es la aspiración nacional-incluyendo por supuesto la de la propia FAN”. La referencia al caso de Noriega es especialmente perturbadora, pues

confirma a plenitud las palabras de Rangel Silva en el sentido de que un gobierno de la oposición sería manejado por “terceros países” (Estados Unidos a la cabeza). La conclusión es clara. Obviamente la revolución está lejos de ser un mero asunto electoral. Las elecciones son un campo de batalla, pero no el único y a la larga no el más importante. La principal fuerza de la revolución reside en millones de personas conscientes de que a pesar de errores, omisiones y dificultades, el camino hacia el socialismo es el único aceptable. Esa fuerza no se va dejar arrebatar sus conquistas ni permitiría, por simples formalismos leguleyos, que sus soldados sean echados al zanjón ni a los leones en el circo del Imperio. El pueblo revolucionario no va aceptar de ningún modo que Venezuela vuelva a depender de los dictados de Estados Unidos ni que se reprivatice lo nacionalizado, ni que vuelva la burguesía a imponer sus intereses. Se trata, ese es el tema, de una batalla estratégica a muerte, donde una de dos corrientes, la socialista o la capitalista, a nivel mundial, deberá ser liquidada. No hay ninguna duda de que si en Venezuela se llega a imponer la oposición, muy pronto habría una insurrección popular de grandes dimensiones y con consecuencias a largo plazo, una insurrección que trataría de ser reprimida, lo que no aceptarían los oficiales ni los soldados patriotas, como tampoco los milicianos: se abriría el camino a la confrontación armada y a una probable intervención extranjera, a lo que Chávez ha llamado “la guerra de los cien años”. De manera que la batalla histórica en Venezuela, que se vincula por supuesto a la batalla mundial, no se va a resolver tan solo en unas elecciones, pues no se trata de un cambio formal ni de fachada. Por eso quienes hablan de paz deben entender que el único camino a la paz es el que preserva el liderazgo de Chávez y la continuidad de la Revolución Bolivariana, a pesar de los pesares. Tanto Rangel Silva como Chávez hablan con la verdad, y palabras como las de Mendoza y Arria no hacen sino confirmarlo.


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BASEM TAJELDINE

Lo cotidiano afecta más a la revolución Un buen camarada me solicitó publicar nuevamente el artículo que días atrás había anunciado bajo el titulo: “el día a día que pareciera no importar”. Para ello, y de forma genial, Holger Jórgensen, me convida a sustituir el titulo original por otro que llame la atención de mis lectores y del propio presidente Chávez para provocar las reflexiones pertinentes y profundas que sólo de forma muy sintética recojo en este escrito. Y es obvio que así suceda. Pues las reflexiones tienen que ser amplia y desarrolladas dentro y fuera del partido, por todos los revolucionarios. Claro es el dicho que expresa que “nadie dispone de todas las verdades”. Tomo las excelentes recomendaciones del camarada Holger y comparto nuevamente mi escrito. El camarada Holger Jórgensen me propone iniciar nuevamente mi escrito aludiendo directamente al Comandante Chávez, y me entrega algunas ideas para remontarme al escrito original sin que modifique un ápice de lo anterior. Holger sugiere que inicie el artículo de esta forma: “Comandante Chávez, cuantas veces hemos oído decir de usted que el diablo aparece en los detalles, en las cosas menudas. ¿Será esta la razón por la que no hemos logrado remontar la cuesta y obtener mejores resultados en las elecciones? Si, los detalles… Esos pequeños y para muchos insignificantes detalles son los que el ciudadano común, sin importar su nivel educativo o “social”, a cada momento, a cada minuto tropieza en su camino… los ínfimos granitos de arenas que juntos van acumulándose hasta formar la enorme duna que se interpone entre el deseo de un verdadero y justo país, y los deseos de los que van a pulsar el boton de VOTAR… en ocasiones esa misma montaña nos hace desistir de votar”. Y aquí va el artículo original. En el día a día la revolución está perdiendo la batalla. Si, es en el día a día; en lo cotidiano; en las calles por donde transita el pueblo; en los abastos y las panaderías donde el pueblo adquiere sus alimentos y compra su pan;

en el comercio donde se provee de los insumos para satisfacer sus necesidades existenciales; en el lugar donde vive (en los barrios y las urbanizaciones); en las instituciones del Estado; dentro de sus hogares cuando enciende la TV. Es en el día a día donde la revolución pierde la batalla. Y es allí donde la habilidad destructiva de la canalla burguesía insiste e incide en la población, explotando, a través de sus medios de desinformación, las pequeñeces y los errores que se comenten dentro de la revolución. La grandeza de nuestras banderas, las grandes obras y los planteamientos justos de la revolución son ocultados por la canalla y nosotros contribuimos para ello. Si, es en el día a día, cuando el pueblo despierta y sale a las calles para enfrentarse al mundo y hacer su vida; cuando se encuentra con los mimos huecos en las calles y Av. que han estado desde siempre allí. Cuando la basura sigue acumulándose al mismo ritmo en que la burguesía acumula más capital. Cuando el pueblo va al comercio en busca de alimentos y consigue que la especulación y la inflación provocada por el ladrón burgués, nuevamente, hizo mella de su ya precaria economía. Por la falta de seguridad. Cuando el pueblo se dirige a las instituciones del Estado y es victima del burocratismo despiadado que le impone el Estado burgués. Cuando

enciende la TV. y se intoxica de tanta desinformación, de consumismo y de programas basuras, etc. Por todos estos males que parecieran insignificantes frente a las grandes obras que adelanta la Revolución Bolivariana, insistimos, es en el día a día donde se está perdiendo la batalla, y esto pareciera no importar. El pueblo no logra entender que los ineptos y saboteadores burócratas, que el corrupto funcionario publico y que el comerciante especulador, la inflación, los programas basura de la TV., etc., nada tienen que ver con la revolución y sus dignas banderas. Más, sin embargo, es con lo que se ve obligado a enfrentarse todos los días. El pueblo brega con estos problemas del día a día, mientras que la revolución padece de impavidez. Las grandes obras, las alianzas estratégicas y la macroeconomía, los Mercales, los Abastos Bicentenarios, etc. no inciden ni influyen tanto como los hechos cotidianos del día a día. El liderazgo del Comandante Chávez se ve comprometido también en el día a día. El día a día pesa más para el pueblo que cualquier otra cosa. Allí hemos perdido la batalla y la seguiremos perdiendo a menos que la revolución se vuelque hacia adentro; a menos que la justicia lleve a prisión a los corruptos estén donde estén; a menos que los ministros aprendan a delegar


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Polarizar o despolarizar JOSÉ VICENTE RANGEL

responsabilidades y no continúen capitalizando cargos burocráticos y permitiendo que sus “amigos” realicen lo mismo; a menos que la dirección del partido PSUV se libere de la dirección del Estado; a menos que los escuálidos y oportunistas sean expulsados de todos los cargos públicos estratégicos que ocupan, y en su lugar sean colocados verdaderos cuadros revolucionarios; a menos que acabemos con el Estado burgués y se empodere al pueblo a través de las Comunas y Consejos Comunales, pero también a los trabajadores dentro de las empresas recuperadas por el Estado; a menos que se declare la guerra a muerte contra el especulador; se decrete control de precios y nuevos aumentos salariales; a menos que se detenga radicalmente a la inflación y el ladrón especulador atrapado infraganti sea llevado a la cárcel. ¿Dónde está metida INDEPABIS? ¿Por qué la Justicia venezolana no hace su trabajo? ¿Por qué CONATEL no hace su trabajo y se permite la defensa pública del ladrón especulador? ¿Por qué la Justicia y el Estado venezolano no actúan contra la impunidad? Si nuestra inédita Revolución Bolivariana, que se ve obligada a medirse en las urnas electorales de forma periódica, no se avoca a resolver los problemas que padece el pueblo en su día a día, no exageramos al decir que para las venideras elecciones presidenciales del 2012, dentro de 2 años (un espacio de tiempo que será aprovechado por el imperialismo norteamericano y las burguesías de Venezuela, Colombia y España para desestabilizar al país) el gobierno revolucionario podría correr la misma suerte que la revolución nicaragüense de los ochenta.

¿Es éste el dilema? ¿Polarizar para avanzar? ¿Despolarizar para retroceder? Hay que buscar respuesta a estas interrogantes. Y proceder en consecuencia. A la mejor conveniencia de los venezolanos y del movimiento bolivariano. La polarización es un fenómeno prácticamente normal en sociedades democráticas. No hay en el mundo país que no esté escindido. Lo están los Estados Unidos, hoy con más evidencias que antes, con motivo del ascenso a la presidencia de Barack Obama; y España, al igual que casi todas las naciones europeas. Y qué no decir de Latinoamérica. Con el fallecimiento de Néstor Kirchner afloró la situación que emocionalmente crispa a los argentinos. Una anécdota siniestra: el día que murió el expresidente, en medio de la conmoción que se produjo, se realizaba el censo nacional. Refieren los funcionarios que visitaron las casas donde habitan los sectores pudientes que observaron con sorpresa el ambiente de felicidad que imperaba, que en algunos casos llegó al extremo de que fueran invitados a brindar con champaña. Si uno vuelve la mirada hacia Brasil hallará el fenómeno, así como en México y en otros países centroamericanos. No hay en la región país que escape a ese signo, unos más que otros, pero en todos se plantea. Por tanto, la polarización no tiene porqué alarmarnos si se asume como expresión de las agudas tensiones que generan los cambios sociales y en sociedades que se han abierto al debate democrático. ¿Pero qué es lo que alarma? Los extremos que afectan la convivencia civilizada. La negación a ultranza. El manejo irracional de las diferencias. Algo que los venezolanos hemos vivido con particular intensidad. O sea: la polarización como antesala de la guerra civil. Como proceso acumulador de odios. De quiebre de cualquier relación, incluyendo la más elemental, la de tipo humano. En Venezuela estuvimos en 2002 a un paso de la ruptura de los diques y el consiguiente desbordamiento de la violencia. La temeridad de la derecha, de los sectores desplazados del poder y el estímulo del gobierno norteamericano, colocó al país borde del abismo. Si el golpe de Carmona, la cúpula de Fedecámaras, Iglesia católica y mandos traidores de la Fuerza Armada, hubiese durado unos días más con el control del gobierno, la represión que se desató -frenada por el rápido retorno de Chávez a Miraflores- habría tenido las características de la de Chile o Indonesia. La contención oportuna, en aquel momento decisivo, salvó al país de la tragedia que la polarización salvaje, estimulada por una oposición irresponsable, impulsó. La complejidad del fenómeno determina que el control sea imposible cuando desarrolla a fondo su dinámica. A los que juegan con él cabe preguntarles acerca del propósito que los inspira. Me refiero a quienes lo estimulan tácita o abiertamente. ¿Con qué finalidad? ¿Profundizar un proceso de cambios o frustrarlo? ¿Qué priva, el inmediatismo, la subjetividad? ¿La pretensión de hacer política sin evaluar las condiciones objetivas y transitar la senda de la aventura? La dialéctica de extremar las posturas permitiendo que la relación acción-reacción se imponga sobre la racionalidad suele deparar sorpresas. Una de ellas es la derrota. También juega la provocación que, históricamente, es fuente de reveses de aquellos procesos que se dejaron tentar por el enemigo. La pregunta que obviamente hay que hacerse, es a quién conviene hoy agudizar la polarización. Quién o quiénes derivan los beneficios y si a estas alturas del proceso bolivariano la polarización favorece o no, lo que no significa renunciar a la radicalidad. Dilucidar el tema a la luz, por ejemplo, del resultado de las elecciones del pasado 26 de septiembre, tiene suma importancia para los desarrollos actuales y futuros de la política nacional. Lo demás me parece algo así como estar en la línea y no ver el tren.


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Alan Woods:

A dónde va la Revolución Bolivariana Esta es una contribución al debate sobre la propiedad y las tareas de la revolución Las elecciones de septiembre han planteado algunas cuestiones importantes para la Revolución Bolivariana. La oposición ha organizado una campaña ruidosa en los medios de comunicación para presentarse como “ganadora”, a pesar de que perdió. ¿Cuál es el propósito de esta campaña? Una minoría no puede convertirse en una mayoría, por muy alto que grite, pero semejante campaña puede ser ventajosa para los contrarrevolucionarios dentro y fuera de Venezuela. En el mundo exterior, el objetivo es intensificar la campaña de desinformación sobre la situación en Venezuela, que está siendo sistemáticamente organizada por los imperialistas y sus medios de comunicación a sueldo. Dentro de Venezuela, la oposición quiere usar el resultado de las elecciones para influir en la opinión pública, presionando para el “pluralismo” y para “una legislación más tolerante”. Incluso, han exigido insolentemente la “liberación” de dos presos, Biagio Pilieri y José “Mazuco” Sánchez, que fueron elegidos a la Asamblea Nacional mientras que están en la cárcel por corrupción y asesinato. Como predijimos, la elección ha servido para envalentonar a los contrarrevolucionarios. Sumado a esto tenemos el evento en Ecuador con el intento de golpe de Estado contra Rafael Correa, que es una advertencia directa al gobierno de Chávez. El autor de estas líneas ha apoyado de forma consistente la Revolución Bolivariana y la ha defendido de sus enemigos. Mi lealtad personal a la Revolución no puede ponerse en duda, pero siempre he hablado con franqueza de forma honesta y he hecho críticas que considero justas. Si estas críticas han molestado a algunas personas, lo siento mucho, pero no voy a dejar de defender mi punto de vista, para evitar ofender a unos pocos. El destino de la Revolución es demasiado importante como para que sea decidido por consideraciones diplomáticas. La Revolución Bolivariana tiene

muchos amigos así como muchos enemigos. La gran mayoría de sus amigos son trabajadores, campesinos, jóvenes revolucionarios comunes e intelectuales progresistas. Son amigos leales y honestos. Pero también hay algunos falsos amigos: personas que inicialmente no mostraron interés en la Revolución Bolivariana, aunque más tarde se subieron al carro. Aplauden cortésmente cuando Chávez hace un discurso, pero en realidad no muestran el menor interés en la lucha por el socialismo. Los aduladores no son amigos de verdad, sino mercenarios hipócritas que te abandonarán en el momento de necesidad. ¿Cuántos aduladores han pasado por Miraflores en los últimos once años, sólo para terminar en el campo de la contrarrevolución? Un verdadero amigo no es alguien que siempre te alaba y está de acuerdo con todo lo que uno dice. Un verdadero amigo es alguien que no tiene miedo de mirarte fijamente a los ojos y decir: “Amigo mío, creo que están cometiendo un error”. Los resultados de las elecciones recientes revelaron tanto los puntos fuertes como los débiles de la Revolución Bolivariana. Pusieron de manifiesto la lealtad y determinación de los trabajadores y campesinos para defender la revolución y derrotar a la contrarrevolución. Esta determinación de las masas ha sido la fuerza motriz de la Revolución desde el principio. Ha salvado la Revolución en cada coyuntura crítica. La salvó de nuevo

en las elecciones del 26 de septiembre. Pero, ¿cuánto tiempo puede mantenerse esta lealtad a menos que la Revolución se lleve a cabo de una forma decidida? ¿Qué conclusiones podemos sacar? El 2 de octubre, tras las recientes elecciones a la Asamblea Nacional de Venezuela, el presidente Chávez hizo un discurso en el Teatro Teresa Carreño en una reunión con los recién elegidos miembros del PSUV de la Asamblea Nacional. El discurso completo se encuentra en internet en dieciséis partes: http://www.aporrea.org/actualidad/ n166785.html El discurso tiene muchos puntos correctos. El Presidente hizo hincapié en el éxito del PSUV, que impidió la victoria de la oposición contrarrevolucionaria. “Hemos derrotado a la contrarrevolución, sin ninguna duda”, dijo. No hay duda de que el resultado electoral representó una victoria en el sentido de que la Revolución consiguió bloquear a la contrarrevolución, que estaba tratando de ganar la mayoría de la Asamblea Nacional. Después de once años, esto demuestra que la Revolución todavía tiene importantes reservas de apoyo entre las masas. Pero es igualmente innegable que la oposición ha avanzado y se encuentra en una posición más fuerte de lo que era antes. Durante su discurso, Chávez dijo que había que investigar las causas de la pérdida de un millón de votos


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(desde 2009) y admitió que podría ser un reflejo de los problemas locales o regionales. A menos que reconozcamos estos problemas y tomemos medidas para corregirlos, las consecuencias para la Revolución serán muy graves. Por tanto, es necesario hacer una valoración equilibrada de las elecciones que realmente tome en cuenta el estado de ánimo de las diferentes clases de la sociedad. ¿Qué conclusiones podemos extraer de los resultados de las elecciones? La respuesta a esta pregunta depende del punto de vista de cada uno. En última instancia, dependerá de los intereses de la clase que cada uno defiende. Los contrarrevolucionarios que defienden los intereses de la oligarquía, que tratan de disimular con una retórica “democrática” falsa, dirán que demuestra que la revolución se encuentra en retirada y que la oposición está ahora en posición de ganar una mayoría en las elecciones presidenciales de 2012. Los reformistas, que representan la influencia de las ideas burguesas en el movimiento bolivariano, argumentarán de la siguiente manera: las elecciones demuestran que no tenemos el apoyo suficiente para seguir adelante con las políticas revolucionarias y las expropiaciones que alienarán a las clases medias. Por lo tanto, debemos disminuir el ritmo del cambio, dar un paso atrás y llegar a un compromiso con la burguesía y la oposición en el “interés nacional”. Los marxistas, que representan

la tendencia revolucionaria más consistente, dicen que las elecciones mostraron un creciente descontento y la impaciencia de las masas con la lentitud de la Revolución. La burguesía, que aún controla los puntos clave en la economía venezolana, está saboteando la producción, negándose a invertir y cerrando fábricas. Los contrarrevolucionarios se están aprovechando del sabotaje económico para atacar y socavar la Revolución. Con el fin de defender la Revolución, es necesario tomar medidas serias contra los terratenientes y capitalistas, para poner fin a su poder de una vez por todas. Es fácil ver que las dos primeras tendencias están fundamentalmente de acuerdo. La única diferencia entre ellos es que los abiertamente contrarrevolucionarios no esconden su odio a la Revolución y su voluntad de destruirla por todos los medios a su disposición, ya sean parlamentarios o extra parlamentarios, legales o ilegales, pacíficos o violentos. Los reformistas defienden el orden burgués existente, pero ocultan este hecho bajo una apariencia hipócrita de “moderación”, de la necesidad de “no ir demasiado rápido”, de “no alienar a la clase media”, de no ser “demasiado extremos”, y así sucesivamente. Algunos, como el Vice-presidente Elías Jaua, defienden “un Gran Bloque Patriótico” ¿Qué significa esto? Las fuerzas que apoyan la revolución son muy claras: los trabajadores, los campesinos, los pobres de las ciudades, la juventud revolucionaria y

los intelectuales progresistas, es decir, todas las fuerzas vivas de la sociedad venezolana. Estos ya representan un “bloque popular”. ¿Qué otras fuerzas quieres incluir? Este lenguaje ambiguo se concibe como una pantalla para incluir la llamada burguesía progresista nacional. Pero tal cosa no existe y nunca ha existido. Esta es una trampa para la Revolución. El siguiente paso será decir: No podemos ir demasiado rápido. ¡Hay que tener en cuenta la opinión de nuestros “aliados” burgueses! No hay que alienar a la clase media, etc., etc. Como veremos, esto es muy peligroso porque debilitará la revolución y la desviará de su objetivo real, que es una transformación a fondo en beneficio de los obreros y campesinos. ¡Ninguna conciliación con la burguesía! En su discurso, el Presidente mostró que era consciente de este peligro. Hizo hincapié en que no habrá reconciliación con la oposición contrarrevolucionaria y que no hay ninguna perspectiva de compromiso con la burguesía. Respondiendo a los reformistas que abogan por una “tercera vía” entre el capitalismo y el socialismo, Chávez dijo: “No hay espacio en esta Revolución para una tercera vía”. Y advirtió: “No hay conciliación con la burguesía y la contrarrevolución”. Esta será bienvenido por todo revolucionario verdadero. Pero en otras partes de su discurso, el Presidente critica a lo que él se refiere como puntos de vista “extremistas” expresados por algunas personas (sin identificar): “También hay opiniones, algunos que dicen: ‘no logramos la meta’ o ‘nos derrotaron’. ‘¿Por qué la revolución no ha avanzado?’ ‘Porque tenemos que expropiar toda la banca y todas las empresas y no sé cuantas otras cosas’. Extremos. Extremos. Yo creo que aquí nadie, honestamente, debería dejarse llevar por sus apreciaciones particulares, por sus visiones personales. Esta mañana en mi escrito ‘Las Líneas de Chávez’ he intentado acercarme lo más posible a la verdad, sin dejarme llevar ni por un extremo ni por el otro extremo”. Es evidente que la Revolución debe tratar de evitar los extremos.


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Debe esforzarse en adoptar una línea correcta que le permita derrotar a sus enemigos y avanzar a la consecución de sus objetivos fundamentales. La impaciencia es un error y proceder demasiado rápido, demasiado pronto, puede ser tan peligroso como hacer lo contrario. Pero, ¿en qué consiste este extremismo? Según el Presidente, es una tendencia que aboga por la expropiación de todo, incluso de las pequeñas empresas, una política ultra izquierdista que alienaría a la clase media, y el Presidente agregó: “No hay cuatro o cinco millones de oligarcas”. Esto es obviamente cierto. Mucha gente de clase media y los pequeños propietarios han sido realmente envenenados y engañados por la oposición. Es necesario ganarles a la revolución. La pregunta es: ¿cómo se logra esto? La cuestión de la clase media y la forma de ganarla es obviamente una cuestión clave. Nunca ha sido la intención de los marxistas de expropiar la propiedad de las clases medias. Esto ya se ha explicado en El Manifiesto Comunista, donde Marx y Engels hablan de la propiedad privada así: “Se nos reprocha que queremos destruir la propiedad personal bien adquirida, fruto del trabajo y del esfuerzo humano, esa propiedad que es para el hombre la base de toda libertad, el acicate de todas las actividades y la garantía de toda independencia”. “¡La propiedad bien adquirida, fruto del trabajo y del esfuerzo humano! ¿Os referís acaso a la propiedad del humilde artesano, del pequeño labriego, precedente histórico de la propiedad burguesa? No, ésa no necesitamos destruirla; el desarrollo de la industria lo ha hecho ya y lo está haciendo a todas horas”. “¿U os referís a la moderna propiedad privada de la burguesía?” “Decidnos: ¿es que el trabajo asalariado, el trabajo de proletario, le rinde propiedad? No, ni mucho menos. Lo que rinde es capital, esa forma de propiedad que se nutre de la explotación del trabajo asalariado, que sólo puede crecer y multiplicarse a condición de engendrar nuevo trabajo asalariado para hacerlo también objeto de su explotación. La propiedad, en la forma presente, no admite salida a este antagonismo del capital y el trabajo

asalariado. Detengámonos un momento a contemplar los dos términos de este antagonismo”. “Ser capitalista es ocupar un puesto, no simplemente personal, sino social, en el proceso de la producción. El capital es un producto colectivo y no puede ponerse en marcha más que por la cooperación de muchos individuos, y aún cabría decir que, en rigor, esta cooperación abarca la actividad común de todos los individuos de la sociedad. El capital no es, pues, un patrimonio personal, sino un poder social”. “Los que, por tanto, aspiramos a convertir el capital en propiedad colectiva, común a todos los miembros de la sociedad, no aspiramos a convertir en colectiva una riqueza personal. A lo único que aspiramos es a transformar el carácter social de la propiedad, a despojarla de su carácter de clase”. Estas palabras de Marx y Engels transmiten adecuadamente la posición de los marxistas en lo que respecta a la propiedad privada. Cómo ganar a la clase media Un argumento a menudo utilizado por los reformistas es que es necesario ganar a la clase media y, por lo tanto, no hay que ir demasiado lejos al atacar el capitalismo. La primera mitad de esta afirmación es correcta, pero contradice directamente la segunda mitad. Es posible y necesario ganar a una gran parte de la clase media, pero nunca lo lograremos si aceptamos la política de los reformistas, que sólo puede alienar a la masa de la pequeña burguesía y empujarla a los brazos de la

contrarrevolución. En su discurso, el Presidente ha dicho: “Dentro de esta realidad venezolana bipolar, es importante señalar que aunque aceptemos y actuemos dentro de esta realidad, nosotros no vamos a convertirnos en el polo sectario. Me dijo alguien que hace tiempo que no tenemos una política hacia la clase media. Parece que le regalamos la clase media al enemigo. Y allí una reflexión que tenemos que hacer. ¡La clase media no es enemiga de la revolución! “No, ni los pequeños propietarios. Vean ustedes Cuba. Es importante analizar lo que está pasando en Cuba. Sobre todo ante algunas posiciones de algunos compañeros o algunos analistas revolucionarios que serían muy felices si yo mañana firmara un decreto por ejemplo expropiando toda las pequeñas empresas y pequeñas industrias. ¡¡Sería una locura!!” Proponer la expropiación de todas las pequeñas empresas y la pequeña industria sin duda sería una locura, y cualquier persona que abogara semejante cosa merecería ser llevada a la clínica psiquiátrica más cercana. Pero los marxistas nunca han defendido una cosa así. Lo que defendemos es la expropiación de la propiedad de la oligarquía: los grandes bancos, monopolios y latifundios. Tampoco consideramos que la clase media en su conjunto sea una masa reaccionaria, a rechazar como enemiga de la revolución. Por el contrario, consideramos que es esencial desarrollar políticas que sean capaces de ganarse a sectores importantes de la clase media y romper


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el dominio de la oligarquía sobre ellos. Pero para hacer esto, debemos tener una comprensión correcta de la posición de la clase media (la pequeña burguesía) en la sociedad capitalista. Las clases explotadoras son una pequeña minoría de la sociedad. Ellos no podrían gobernar sin la ayuda de un gran número de sub explotadores y sub-sub explotadores. Utilizando su poder económico y su control de los medios de comunicación, han movilizado a la masa de la clase media venezolana para oponerse a la revolución. Bajo la falsa bandera de la “democracia” han organizado motines callejeros y enfrentamientos. Sus tropas de choque son los hijos de los ricos –los “sifrinos”–, parásitos ricos, fanáticamente opuestos a las masas. La pequeña burguesía enfurecida está molesta por las concesiones hechas a los pobres, que ven como una amenaza a sus propios privilegios. Ellos hacen mucho ruido cuando se requiere, pero en realidad son sólo polvo humano, fácilmente esparcidos al viento cuando se enfrentan con el movimiento de las masas. Sin embargo, la pequeña burguesía no es una clase homogénea. Dentro de la clase media hay contradicciones que se pueden expresar en escisiones en la oposición. Las capas altas de la clase media se componen de elementos privilegiados –abogados prósperos, profesores universitarios, gerentes de bancos y los políticos– que están cercanos a la oligarquía y son sus solícitos servidores. Las capas bajas –los pequeños comerciantes, pequeños campesinos, empleados de banco,

etc.– están más cerca de la clase obrera y pueden ser ganados. Sin embargo, la manera de ganar a los rangos inferiores de la pequeña burguesía no es haciendo concesiones a sus líderes (en realidad sus explotadores políticos), sino tomando la ofensiva contra los grandes banqueros y capitalistas, para mostrar una actitud de absoluta firmeza y decisión. Una sección de la oposición se compone de gente que ha sido engañada por los contrarrevolucionarios. Esta puede ser ganada para la revolución. Sin embargo, la manera de ganarles es llevando a cabo medidas para expropiar a los grandes capitalistas y adoptando medidas a favor de de los pequeños comerciantes y pequeños empresarios. Deben estar convencidos de que la revolución es invencible y que sus intereses están defendidos mejor uniendo sus fuerzas con las de clase obrera contra los grandes bancos y monopolios. La llamada democracia burguesa es un fraude gigantesco, detrás del cual se esconde la DICTADURA DEL GRAN CAPITAL. Esta dictadura oprime no sólo a los trabajadores, sino también a la clase media. Lo que se necesita no es el fraude de la democracia burguesa formal –en la que el poder real está en manos de los grandes bancos y monopolios–, sino una verdadera democracia, una democracia de los trabajadores, basada en la propiedad colectiva de la tierra, los bancos y la industria. Debe quedar claro que estas medidas de nacionalización se dirigen sólo a los grandes capitalistas, banqueros y terratenientes. No tenemos ninguna intención de nacionalizar pequeños

negocios, granjas o tiendas. Estos no juegan ningún papel independiente en la economía, ya que son totalmente dependientes de los grandes bancos, supermercados, etc. Nosotros haremos un llamamiento a los pequeños comerciantes, etc., para apoyar el programa de nacionalización, que es de su interés. La nacionalización de los bancos permitirá al gobierno conceder crédito fácil y barato a las pequeñas empresas. La nacionalización de las grandes empresas de fertilizantes le permitirá vender los fertilizantes baratos a los campesinos. Y al eliminar a los intermediarios y nacionalizar los grandes supermercados y las empresas de distribución y transporte, podremos proporcionar a los campesinos un mercado garantizado y un precio justo por sus productos, al tiempo que reduciremos los precios al consumidor. La nacionalización de las palancas fundamentales de la economía no es un acto de agresión o de venganza, sino, por el contrario, un medio necesario de defensa de la revolución. Las medidas adoptadas por un gobierno revolucionario no se dirigen a la propiedad de los trabajadores y los campesinos o los pequeños propietarios que representan las nueve décimas partes de la población, sino sólo en contra de la décima parte de la población que tiene la mayor parte de la propiedad en esta sociedad. Cuba En su discurso, el Presidente hizo una serie de referencias a Cuba. En un momento dice: “Allí en Cuba están haciendo una profunda auto-crítica y tomando decisiones valientes. Y por supuesto que es absolutamente falso lo que ha circulado el imperialismo por allí, que Fidel estaría descontento, que hay diferencias entre Raúl y Fidel. ¡No! Que los conozco y sé cómo se complementan”. Refiriéndose a las recientes reformas anunciadas por Raúl Castro, dice: “El gobierno cubano autorizó… ¡y eso no es ningún retroceso! Es como dijo Raúl: ‘La actualización del socialismo’. Acaban de aprobar, creo que 150 ‘trabajo por cuenta propia’. En Cuba todos estos años las heladerías, las barberías, las peluquerías, el


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carpintero, todo esto fue del Estado. Ahora ellos están abriendo un compás, están actualizando su modelo. No hay ningún modelo estático. Mire y todavía, nosotros mismos somos culpables. Hacemos discursos que no apuntan a la realidad. ¿Alguien puede pensar que la Revolución Bolivariana va a nacionalizar las carnicerías, las pulperías, todos los comercios por Caracas donde la gente compra zapatos y ropa?” “A veces nosotros mismos estamos contribuyendo a que gente de allí inocentemente crea que esto es verdad. Y en eso se basa la campaña del enemigo: ‘Que vamos para el comunismo. Que vamos a quitarles todo’”. Valdría la pena hablar de lo que está sucediendo en Cuba, sobre todo porque es un tema muy discutido ampliamente en Venezuela. Sin embargo, este no es el lugar para tratar esto en detalle. Pero en primer lugar, mucha gente en Cuba está muy preocupada por el impacto de estas medidas y el peligro de la contrarrevolución capitalista. En segundo lugar, Venezuela todavía no ha llevado a cabo la expropiación de los grandes bancos y monopolios que se logró en Cuba hace décadas, y que fue la base sobre la que la Revolución pudo romper con el capitalismo y obtener logros importantes. Es muy cierto que una economía planificada no necesita nacionalizar todo, hasta la última peluquería. Esto fue siempre una caricatura estalinista. En Cuba, la nacionalización de todas las empresas pequeñas y medianas se llevó a cabo como parte de la “Ofensiva Revolucionaria” en 1968, cuando 58.000 pequeñas empresas, principalmente en las ciudades, fueron expropiadas. Los vendedores de helados, peluquerías, tiendas de reparación de calzado, etc., todos fueron nacionalizados. Este fue un paso completamente innecesario, que sólo dio lugar a la creación de una capa adicional de burocracia para supervisar y administrar estas unidades productivas muy pequeñas. En la transición hacia el socialismo, es inevitable que los elementos del capitalismo sigan coexistiendo con los elementos de una economía socialista planificada. Eso incluye un cierto número de pequeñas empresas, comercios y pequeñas

parcelas campesinas, etc. En sí mismo, eso no debería plantear ninguna amenaza para el socialismo, siempre y cuando los puntos clave de la economía permanezcan en manos del Estado, y el Estado y la industria estén en manos de la clase obrera. Con esa condición, y sólo con esa condición, un pequeño sector privado puede y debe ser permitido, siempre y cuando el Estado mantenga un firme control sobre las palancas fundamentales de la economía. Sin embargo, hay una gran diferencia entre la economía cubana y la economía venezolana. En Cuba, la Revolución nacionalizó los bancos y otros sectores clave de la economía casi desde el principio. Pero en Venezuela, después de once años en el poder, el gobierno bolivariano no ha dado el paso decisivo. Muchas consecuencias negativas fluyen de esto. No hay ningún argumento a favor de la expropiación de las pequeñas empresas en Venezuela, Cuba o en cualquier otro lugar. Pero, igualmente, no hay argumento en contra de la expropiación de los bancos y grandes monopolios. Esta política –la política del socialismo– no es ni extremista ni utópica, sino la única manera realista de defender la Revolución contra el sabotaje sistemático de los banqueros y capitalistas, que están decididos a derrocarla por cualquier medio a su disposición. La naturaleza de la economía venezolana En los últimos once años la

Revolución Bolivariana ha avanzado en muchos aspectos. Pero, ¿tenemos derecho a decir que ha alcanzado sus objetivos fundamentales? No, no podemos, y este hecho fue confirmado por el Presidente en su discurso en el Congreso Extraordinario del PSUV. Un artículo del periódico financiero burgués Reporte Diario de la Economía (5 de febrero de 2010) reveló que la banca privada ha obtenido 2.615 millones de dólares americanos de beneficios en 2009. El 83% de esta cantidad provino del cobro de comisiones. El Universal, 19 de julio 2010, declaró: “Un reporte de la agencia de noticias Associated Press resalta que un grupo de economistas consultados indicaron que el equilibrio entre los sectores público y privado es casi idéntico a cuando Chávez asumió el cargo; en parte porque el sector privado creció más rápidamente que el público entre 2003 y 2006, cuando la economía estaba en auge”. “También señalan que las empresas estatales constituyen todavía una proporción relativamente modesta de la economía”. “El año pasado, el sector privado representaba 70% del Producto Interno Bruto (PIB), incluyendo 11% en impuestos sobre productos, de acuerdo con estimaciones del Banco Central de Venezuela. El sector público fue de 30%, un porcentaje ligeramente menor que cuando Chávez fue elegido en el año 2008”. (http://www.eluniversal.com/ 2010/07/19/eco_art_sector-privadoaun-c_1976614.shtml) Esto no es una cuestión de


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es una de las principales amenazas a la revolución. Produce desmoralización, escepticismo, cinismo y en general mina la moral revolucionaria del pueblo. Si se combina con una situación en la que las necesidades básicas no se consiguen, en que el poder adquisitivo de los salarios disminuye y todo el mundo es consciente de la corrupción y el robo que está teniendo lugar en los niveles altos del Estado, entonces se convierte en un verdadero peligro contrarrevolucionario de primer orden. La agricultura

peluquerías o pequeñas empresas en general, sino de las piezas clave de la economía venezolana. Esto significa que once años más tarde, la oligarquía venezolana sigue ejerciendo un dominio absoluto sobre los puntos clave de la economía venezolana. Mientras esta situación se permita que continúe, no existe ninguna posibilidad de economía planificada, ni, por lo tanto, de socialismo en Venezuela. Ciertas cosas fluyen de esto. Según un informe de la ONU, “Venezuela es el cuarto país más desigual [en América Latina], puesto que el 10% más rico recauda el 36,8% del dinero y el 30% más rico controla el 65,1% de los recursos, mientras que los más pobres apenas se ven obligados a sobrevivir con el 0,9%”. (http://periodicolaregion.blogs pot.com/2010/03/fuerte-concentracionde-la-riqueza-en.html) Si queremos comprender las razones por las que la gente que apoya la Revolución se abstiene en las elecciones (y esto es una cuestión vital para el futuro de la Revolución), tenemos que empezar por aquí. Cuando un trabajador Bolivariano ve que su salario no es suficiente para llegar al fin de mes y que los precios están subiendo, al tiempo que los ricos se hacen más ricos, comienza a perder confianza en la Revolución. Esta

es la cuestión fundamental que debe abordarse. La superioridad de una economía planificada y nacionalizada quedó demostrada por el éxito colosal de la URSS en el pasado. Estos éxitos fueron minados por las distorsiones burocráticas que fluían del estalinismo y la corrupción, la estafa y la mala gestión que son la consecuencia inevitable de un régimen burocrático. Durante un largo período de tiempo estas cosas anularon los logros de la economía planificada y la socavaron. Eso es lo que llevó al colapso de la URSS, y no ningún defecto inherente de la planificación central. Fue la existencia parasitaria de la burocracia, en sí una consecuencia del aislamiento de la revolución en un país atrasado, lo que finalmente condujo a la restauración del capitalismo con el catastrófico colapso social que la acompañó. La planificación burocrática de la economía llevó al despilfarro, mala gestión y corrupción. Finalmente, la burocracia decidió convertirse a sí misma en la dueña de los medios de producción. La falta de una verdadera democracia obrera, en la que los trabajadores participen directamente en la gestión del Estado y la economía,

El fallo más grave se da en el sector agrícola, que está directamente relacionado con el suministro de necesidades básicas: comida y ropa. Aunque Venezuela tiene un gran potencial agrícola, su desarrollo estuvo distorsionado por una oligarquía parasitaria que derivó su riqueza del sector petrolero, mientras que el sector agrícola se redujo, dejando al país dependiente de las exportaciones de petróleo y de las importaciones de alimentos. La misma oligarquía reaccionaria que estuvo detrás del cierre patronal de 2002 está usando ahora la escasez/ sabotaje de alimentos para socavar la Revolución. La inflación del 30% en los últimos años ha sido resultado, en parte, del aumento de precios de los alimentos en los mercados mundiales. El gobierno ha dado algunos pasos importantes en la expropiación de algunos bancos y tierras ociosas, financiando cooperativas de productores y granjas estatales, y creando una red de distribuidores y de mercados de alimentos de propiedad estatal. Estos son pasos en la dirección correcta, pero no son suficientes para garantizar el control de la cadena de suministro de alimentos de Venezuela. Lorenzo Mendoza, alto ejecutivo de Empresas Polar, la empresa más grade de alimentos y bebidas en Venezuela, todavía preside un imperio compuesto por 40 empresas con alrededor de 17.000 empleados que producen una larga lista de productos alimenticios tales como pasta, arroz, aceite de maíz, helado, vino, agua mineral, refrescos, dulces y aperitivos de todo tipo. Este gran monopolio genera un 4 por ciento del PIB de Venezuela (excluyendo petróleo) y como productor de cerveza


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se coloca en la decimocuarta posición de todo el mundo. La fortuna personal de Mendoza se estima en 4.500 millones de dólares. ¿Cómo es posible resolver los problemas del sector de la alimentación, mientras la distribución de los alimentos siga estando en manos de gente como Mendoza y otros grandes capitalistas que están estrechamente vinculados a grandes monopolios extranjeros de alimentación y bebidas? La expropiación de estas grandes empresas no va dirigida en absoluto contra la clase media, que es robada y explotada por estos grandes monopolios tanto como los trabajadores. La nacionalización de Agroisleña, una compañía de suministros agrícolas que abastece al 70% de los productores de Venezuela, fue otro paso adelante. Esto permitió al Presidente Chávez anunciar una reducción inmediata en los precios de los productos de la empresa nacionalizada (ahora llamada Agropatria) de un 49,3% para 12 diferentes fertilizantes, un 43% para 260 productos agroquímicos, y un promedio de 41,7% del precio de las semillas de caraotas negras, maíz y arroz. Estas reducciones de precios para los productores “debe traducirse en buenos precios para el consumidor. Estamos erradicando el problema de la especulación y el robo capitalista”, dijo Chávez. Señaló que estos precios no suponen un subsidio estatal, sino que están ligeramente por encima del costo de producción. El presidente aseguró suministros a todos los productores que hagan contratos con Agropatria, y dijo que todos los créditos ya existentes estarían garantizados, ahora a una tasa de interés del 8%. Aprobó 565 millones de bolívares fuertes [132 millones dólares estadounidenses] para este propósito, que será administrado por la empresa estatal Banco Agrícola, el Fondo de Desarrollo Agrario Socialista (FONDAS), y Fondo Bicentenario. Como resultado del aumento en el financiamiento al sector agrícola del gobierno de Chávez, la producción de alimentos ha aumentado de menos de 500.000 millones de bolívares fuertes en 1998 a 20.000 millones de bolívares en 2009. Sin embargo, la demanda de alimentos ha aumentado aún más. Chávez ha insistido en la

necesidad de que Venezuela reduzca su dependencia de las compañías multinacionales de alimentos y reduzca su vulnerabilidad a la crisis alimentaria mundial. Este objetivo sólo puede lograrse mediante la realización de una revolución agraria: expropiando a los grandes terratenientes y sustituyendo gradualmente la agricultura capitalista por productores de alimentos de propiedad estatal y los monopolios privados de alimentos por una red estatal de distribuidores de alimentos, y estableciendo mercados locales de alimentos que puedan vender a precios regulados que algunas veces están hasta un 40% por debajo de los precios de mercado. “No podemos entregar [la comida] a la usura del modelo capitalista; ahora tenemos que seguir construyendo el sistema socialista de distribución y comercialización”, dijo Chávez recientemente. “Debemos acelerar el ritmo, porque el futuro de Venezuela depende de ello. Debemos convertir a Venezuela en una potencia agroindustrial”. Con el fin de acelerar la reforma agraria, Chávez anunció la nacionalización de 200.000 hectáreas (495.000 acres) de tierras que eran propiedad de la Compañía Inglesa, filial venezolana del Grupo Vestey, y la nacionalización de la empresa de servicios agrícolas Agroisleña. El ministro de Agricultura y Tierras, Juan

Carlos Loyo, confirmó sus planes de nacionalizar 250.000 hectáreas (618.000 acres) de tierras agrícolas en octubre y el doble de esa cantidad en noviembre. “Que se enteren los latifundistas que el oligopolio del que tanto disfrutaron ha terminado. Ahora es el momento de acelerar la revolución agraria”, dijo Chávez. Los líderes de la oposición contrarrevolucionaria, naturalmente, han reaccionado histéricamente a las recientes nacionalizaciones. Dicen que estas medidas amenazan con desacelerar el crecimiento de la economía, que ya ha estado en recesión durante seis trimestres. “El gobierno parece haber asumido la estrategia de acorralar al sector productivo”, dijo Noel Álvarez, presidente de Fedecámaras, la cámara empresarial privada más grande de la nación. “Este es un tremendo golpe contra la agricultura... la producción disminuirá”. Pero es difícil ver cómo la agricultura o la industria privadas pueden estar peor en manos del Estado de lo que estaban en manos de los terratenientes y capitalistas. Todo el mundo sabe que los empresarios venezolanos no están respondiendo a los repetidos llamamientos a invertir en Venezuela. Han organizado una huelga de capital que está privando a la economía de inversión y esta es la razón principal por la que a Venezuela le está resultando difícil salir de la recesión.


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El hecho es que, sin el sector estatal, la economía se enfrenta al colapso total. El “derecho a la propiedad privada” Todo el mundo sabe cuál es el papel que jugó Fedecámaras en el golpe de abril de 2002, cuando Carmona, el jefe de Fedecámaras, se autoproclamó Presidente. Los adinerados siempre se han opuesto a la Revolución Bolivariana, siempre han anhelado la dictadura. Y en realidad, siempre han ejercido una dictadura sobre Venezuela, independientemente de quién estuviera en Miraflores: la dictadura del Capital. Álvarez dijo que Fedecámaras van a presentar un caso ante la Corte Suprema de Justicia acusando al gobierno de violar el derecho a la propiedad privada. Pero, ¿puede el “derecho a la propiedad privada” de un puñado de oligarcas súper ricos ser más importante que el derecho de millones de venezolanos de a pie a tener un trabajo, y a poder alimentar a sus familias? Lo que hace falta es poner fin a esta dictadura del capital antes de que ésta ponga fin a la Revolución. Los ricos protestarán que se trata de un ataque contra “el derecho a la propiedad privada”. Pero esto es una mentira. Para nosotros, el derecho a la propiedad privada del 98 por ciento de los venezolanos es intocable. Pero la propiedad de la oligarquía –ese puñado de parásitos que han saqueado la riqueza de Venezuela durante generaciones y desangró el país– que algo totalmente diferente.

Tomemos otro ejemplo del sagrado “derecho a la propiedad privada”: Gustavo A. Cisneros Rendiles, el magnate de los medios de comunicación venezolanos. Él es uno de los hombres más ricos del mundo según la revista Forbes, que estimó su fortuna en 10.700 millones de dólares estadounidenses en 2010. Y esta riqueza obscena viene acompañada de un poder tremendo. El New York Times describe a Cisneros como “una de las figuras más poderosas de América Latina” y dice que él y su esposa, Patricia Phelps de Cisneros, tienen fama de ser “una pareja latinoamericana poderosa en los negocios y en el escenario social global”. La riqueza de Cisneros viene de sus participaciones en los medios de comunicación, entretenimiento, telecomunicaciones y compañías de productos de consumo. La Organización Cisneros es una de las empresas privadas de medios de comunicación y de entretenimiento más grandes en idioma español. Gustavo Cisneros es uno de los hombres más ricos de América Latina. Es también el magnate más poderoso de los medios de comunicación del continente. También es un rival furibundo de Chávez y la Revolución Bolivariana. Jugó un papel activo en el golpe de Estado de 2002, y ha descrito a los chavistas como “chusma” y “monos”. El “patriota” Cisneros no sólo es un ciudadano de Venezuela: él es

igualmente un ciudadano de España (a petición personal del Rey Juan Carlos), un americano en Nueva York, un cubano en Miami, y un dominicano en la República Dominicana, que es su base principal. Aquí vemos que el Capital no tiene patria, excepto fines de lucro. Como Venezuelanalysis señala: “Como una de las figuras siniestras que proporciona al capitalismo estadounidense respaldo fuera de los Estados Unidos, él es un llamativo ejemplo de por qué no hay una burguesía nacional en Venezuela. Cisneros está totalmente vinculado al imperio, y por ello ha sido recompensado con creces”. (http://venezuelanalysis.com/analysis/ 1778) Este multimillonario ha extendido su imperio por toda América Latina para incluir Chilevisión de Chile y Caracol TV de Colombia, con una importante participación en DirecTV Latin America, cuyo satélite emite basura a veinte países de América Latina. Hasta la compra de Univision, que es la cadena principal de televisión en español de los Estados Unidos, Cisneros era uno de los mayores accionistas de la compañía. También es dueño de Venevision International, que produce y distribuye productos de entretenimiento y medios de comunicación en todo el mundo, y Venevisión, el principal canal comercial de televisión en Venezuela. Desde 1980, el Grupo ha sido dueño del concurso Miss Venezuela y desde 2001 también el equipo de béisbol Leonés del Caracas. También es dueño AOL Latin America, Galavisión y Play Boy América Latina. Este control monopolista de los medios de comunicación es conocido en Occidente como “libertad de prensa”, es decir, la libertad de un puñado de oligarcas ricos a decirle a la gente qué pensar y por quién votar. Se trata de una amenaza directa a la Revolución y a la democracia misma. La expropiación de la propiedad de la familia Cisneros es, por lo tanto, una medida esencial para defender la Revolución y salvaguardar los derechos democráticos de la inmensa mayoría de la gente. Hemos visto cómo todo este poder en manos de una minoría privilegiada se puede utilizar para anular la decisión democrática de la mayoría en abril de 2002. Cisneros y su banda jugaron un papel crucial en el golpe de Estado de


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ese año. Todo el mundo sabe cómo los medios de comunicación fueron utilizados cínicamente como un punto aglutinador para el golpe. En la noche del 11 de abril, después de que a Chávez le sacaran a punta de pistola del Palacio de Miraflores, los golpistas principales se reunieron en la suite de Cisneros en Venevisión. Carmona ya había anunciado el cierre del Congreso y de la Corte Suprema así como la supresión de la Constitución, cuando Cisneros fue a Miraflores a proponer que la estrategia de comunicaciones del nuevo gobierno debería dejarse en sus manos y la de sus amigos en los medios de comunicación, una oferta que Carmona aceptó con gratitud. Cisneros dio órdenes de que sus canales no emitieran ninguna noticia de la derrota del golpe de Estado, o mostraran fotos de las manifestaciones masivas exigiendo el regreso del Presidente. En cambio, las pantallas de televisión de Cisneros estaban llenas de viejas películas y dibujos animados. Después de que Chávez regresó al poder, Cisneros y otros partidarios de la oposición organizaron el sabotaje petrolero y, cuando esto falló, el referendo revocatorio en agosto de 2004. Todos estos fueron intentos de derrocar al gobierno democráticamente elegido por medios extraparlamentarios. Y lo que hicieron antes tratarán de hacerlo de nuevo tan pronto como se den las condiciones. Si el golpe de Estado del 2002 hubiera tenido éxito, habría llevado a la rápida destrucción de la democracia venezolana, y Cisneros fue uno de los principales arquitectos del asalto a la democracia. “Llegará el día”, declaró Chávez en mayo de 2004, al inicio de la campaña del referéndum, “cuando tengamos un equipo audaz de jueces que actuarán en consonancia con la Constitución y encarcelarán a estos jefes mafiosos como Gustavo Cisneros”. Pero después de todo este tiempo, los golpistas siguen en libertad, y esto representa una grave amenaza para el futuro de la Revolución y la democracia. ¿No ha llegado ya el tiempo para actuar? Los bancos Los grandes bancos aún tienen un

dominio absoluto sobre la economía venezolana y están extrayendo enormes beneficios de ellos. En el noveno mes de este año, no menos de un 91,2% de las ganancias de los bancos se concentraron entre los 10 primeros bancos en Venezuela. Citamos de cosumid.org: “Desde 1999 hasta la fecha, el negocio bancario ha generado unos beneficios que ha sobrepasado las expectativas de muchos de los dueños de los bancos e igualmente el crecimiento de las ganancias ha superado el alza de la inflación. Las utilidades acumuladas de los bancos comerciales y universales desde 1999 hasta septiembre del año en curso, supera los 28.300 millones de bolívares fuertes (una cifra que excede los 28,3 billones de bolívares viejos). Sin embargo, hemos de precisar que 20 bancos medianos y pequeños (todos menos los 10 top de la banca venezolana en el rubro en medición) no las han tenido todas consigo a lo largo de este año. Sus ganancias acumuladas al mes de septiembre han disminuido 54,2% con relación al mismo lapso del año pasado. Inclusive 3 de los 10 primeros bancos también han visto disminuir sus ganancias. También la banca ha sentido, este año, el impacto de la caída del PIB”. Es cierto que el gobierno ha tomado algunas medidas. El Banco de Venezuela, que pertenecía al grupo español Santander, fue adquirido recientemente por el gobierno venezolano. Representa el 14,5% de

los beneficios. Con esta adquisición, el Estado se ha fortalecido en el sistema bancario venezolano. Fue un paso importante, pero una gran parte aún permanece en manos privadas. Esto no es una cuestión de pequeños propietarios, sino de una palanca clave de la economía. Veamos quiénes son estos bancos (http://www.consumid.org/ detalle/7952/quien-es-quien-en-labanca-venezolana). Tomemos el Provincial. Su accionista mayoritario es el grupo español BBVA. Ha manifestado su intención de continuar operando en Venezuela, donde representa el 22,8% del total de ganancias acumuladas al mes de septiembre de la banca comercial y universal. Después está el Mercantil, uno de los bancos más enraizados del país y cuyos accionistas más tradicionales son una parte importante de la oligarquía, con familias como los Vollmer y los Marturet. Asimismo, el grupo Capriles también tiene una importante participación accionaria en la institución. Concentran el 10,7% de los beneficios de la banca comercial y universal al mes de septiembre. Luego está Banesco, una institución que se creó como producto de varias fusiones y hoy es uno de los principales bancos del país. Juan Carlos Escotet, el presidente del banco, es también su mayor accionista. Su participación de mercado en las ganancias es del 9,8%. Banesco es uno de los primeros


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bancos de capital nacional venezolano. Surgió en 1977 con el nombre de Banco Agroindustrial Venezolano, nombre que mantuvo hasta 1987, cuando cambió a Banco Financiero. En 1992, después de haber cambiado nuevamente su nombre a Bancentro, el banco fue adquirido por la casa de bolsa Banesco propiedad del actual Presidente de la Junta, Juan Carlos Escotet. El banco pasó a denominarse Banesco Organización Financiera. En 1997 se transformó en un banco universal. Luego está el Banco Occidental de Descuento (BOD). Su principal accionista es Víctor Vargas. Sus beneficios acumulados al mes de septiembre equivalen al 9,6% de los beneficios totales de la banca. Exterior es uno de los bancos más poderosos del país. Su principal accionista es el grupo financiero español IF. Tiene 6,1% de las ganancias de la banca venezolana. Venezolano de Crédito tiene beneficios por valor de 4,9% del sistema, mientras que Bancoex, banco del Estado, representa el 4,7%. Corp Banca es una institución adquirida por Víctor Vargas que se fusionó con la DBO. Representa el 4,1% de las utilidades y con la fusión se convierte en el tercer banco más grande en términos de ganancias, tomando como base las cifras de septiembre. Por último, está Citibank, que forma parte de Citibank, de EEUU. Sus ganancias son equivalentes al 3,9% del total.

En tanto en cuanto el capital privado controle la parte del león de los bancos, todas las decisiones principales relativas a las inversiones productivas, los créditos a los pequeños agricultores y otros negocios estarán en manos de los enemigos de la Revolución. Por otra parte, será imposible introducir un verdadero plan de producción socialista para resolver el problema del desempleo y lograr una distribución racional de los bienes y servicios y movilizar todo el potencial productivo de Venezuela. La primera medida que se requeriría para crear una economía socialista planificada sería la nacionalización de los bancos, fusionándolos todos en un banco estatal único. Esta no es una medida dirigida contra las clases medias, sino exclusivamente contra la oligarquía. De hecho, beneficiaría a la clase media y los pequeños productores a los que se garantizaría acceso fácil a créditos baratos. Si esto se explica correctamente, lejos de alienar a la clase media, se les atraería al lado de la Revolución. El “realismo” de los reformistas El Presidente ha dicho que el proceso revolucionario sería “más profundo cada día”. Eso es precisamente lo que se requiere. Pero tememos que esta propuesta encontrará resistencia de los burócratas y reformistas a cada paso. En el periódico El Universal se informó que Víctor Álvarez,

economista y ex Ministro de Minas del gobierno de Chávez, había dicho que el objetivo no es realmente “que el Estado debiera tener el peso más grande en la economía.” ¿Cuál es el objetivo, pues? ¿Es el de seguir permitiendo que la oligarquía domine la economía? Y si ese es realmente el caso, ¿qué queda de la consigna Patria, Socialismo o Muerte? En una reciente entrevista en Contragolpe (http://www.vtv.gov.ve/ videos-emisiones-anteriores/46775), Elías Jaua (el vicepresidente), declaró que el reconocimiento de la propiedad privada es un principio básico del Movimiento Bolivariano y que las expropiaciones fueron “sólo para los monopolios y la oligarquía”. Muy bien, estamos de acuerdo. Pero inmediatamente él vuelve confuso todo el tema introduciendo la cuestión de empresas familiares pequeñas y medianas, etc. Esto ha sido arrastrado por los pelos para justificar no llevar a cabo la expropiación de los grandes bancos y monopolios. Se trata de una propuesta de ABC que las empresas pequeñas y medianas no tienen ningún papel independiente en la economía. Todas las decisiones principales son tomadas por las juntas directivas de los grandes bancos y monopolios. Por esa razón, no es en absoluto necesario nacionalizar las empresas pequeñas, pero es muy necesario nacionalizar los grandes bancos y monopolios. ¡Pero en el mismo programa el camarada Jaua negó cualquier intención de nacionalizar Polar! ¿Alguien piensa que Polar es una “pequeña o mediana empresa”? ¡Si esto no es un monopolio, entonces no sé lo que es un monopolio! De esta entrevista se concluiría que el compañero Jaua no tiene ninguna intención de nacionalizar nada. En su lugar, habla en términos vagos sobre la “democratización” del aparato productivo, ¡a saber lo que esto quiere decir! “Estamos en un estado de constante diálogo con el sector privado”, el compañero nos informa. Sí, este “diálogo” ha estado teniendo lugar durante mucho tiempo y ya hemos visto los resultados del mismo. El Presidente pide a los empresarios una reunión y les insta a invertir. ¿El resultado? Disminuye la inversión privada. La burguesía no invierte sino que envía


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su dinero al extranjero. Se trata de una huelga de capital. Todo el mundo lo sabe. Pero los reformistas entierran sus cabezas en la arena y hablan de la necesidad de “diálogo” y un “bloque patriótico”, y los burgueses se ríen todo el camino hasta el banco. ¡Lo que es realmente extraordinario es que los reformistas se consideran realistas! He señalado más de una vez que éste es el “realismo” de un hombre que trata de persuadir a un tigre a comer lechuga en vez de carne. El resultado de este “diálogo” es que las tendencias carnívoras del tigre no se modificarán, y los “realistas” vegetarianos llegarán a un final muy malo. El gran desafío ¿A qué ritmo debería de avanzar la Revolución? No hay libro revolucionario de recetas que pueda dar una respuesta a esta pregunta. Chávez dice que actuará “con el máximo de audacia con que sea posible acelerar la expansión del socialismo y continuar eliminando el capitalismo”. Pero está claro que el tiempo no está de nuestro lado. Mientras que las palancas claves de la economía sigan en manos de los banqueros, terratenientes y capitalistas, éstos usarán su poder económico para sabotear la Revolución. Por lo tanto, debe haber un sentido de urgencia. El gran desafío será en 2012, cuando las elecciones presidenciales coinciden con las elecciones para gobernadores y alcaldes. “Tenemos un desafío gigantesco”, declaró el Presidente. “Tenemos que ver dónde hemos cometido errores y dónde hay que hacer correcciones”. Habló del “tercer ciclo de la Revolución, de 2009 a 2020 y lanzó la consigna: “Revisar, reactivar y relanzar”. Chávez advirtió a la contrarrevolución que su avance en estas elecciones “les costaría muy caro”. Estas palabras fueron una respuesta adecuada a los reformistas que argumentan que la revolución ha ido demasiado lejos y es necesario disminuir la velocidad y hacer concesiones a la oposición. Esta línea de argumento es desastrosa para la revolución. Por cada paso que retroceda, la oposición exigirá diez más. Al final, uno de los lados tiene que ganar y el otro perder. No hay una “tercera vía”.

En su discurso, el Presidente dijo que tenían hasta el 4 de enero para impulsar las nuevas leyes a través de la Asamblea Nacional. Y agregó que estas leyes serían “mucho más revolucionarias que las que han sido aprobadas hasta ahora”. Inmediatamente después Chávez anunció la expropiación de Agroisleña, la gran compañía terrateniente, parte de la multinacional del Grupo Vestey. Este decreto fue firmado por Chávez sólo un par de días después del discurso, lo que demuestra la forma en que está resistiendo las presiones de la burguesía y los reformistas. Además, se ha producido la nacionalización de la empresa química Venoco y de la empresa de fertilizantes Fertinitro, ambas implicadas en la especulación de precios. Asdrúbal Chávez, el vicepresidente de PDVSA, dijo que los precios de los productos distribuidos por Venoco regularmente se vendían hasta un 50% más caros, en comparación con los de PDVSA, cuando estaban elaborados con la misma materia prima. Las medidas de nacionalización están dirigidas a garantizar acceso a los alimentos, disminuyendo la dependencia de las importaciones de alimentos, y la reducción de los precios: “Ahora, la gente será capaz de recibir los suministros realizados por Venoco a precios justos y razonables y, al mismo tiempo, ayudará a promover la industria “, dijo el vicepresidente de PDVSA. Eso es correcto, pero el mismo argumento puede platearse para la toma de los otros bancos y los grandes monopolios que

aún están en manos privadas. Estas nuevas expropiaciones son pasos en la dirección correcta. Fueron recibidas con gran entusiasmo por parte de los trabajadores y campesinos. Este hecho demuestra que esta es la manera de infundir nueva vida a la Revolución y debilitar a sus enemigos. Más importante aún, es la única manera de poner fin al sabotaje y la anarquía, y comenzar a planificar la economía venezolana y movilizar su pleno potencial productivo atendiendo a los intereses de la mayoría de los trabajadores, y no a una minoría de parásitos ricos. La expropiación de los monopolios es una parte del programa del PSUV. Pero las palabras deben traducirse en hechos. No tengo ninguna duda de que algunas personas en Miraflores estarán diciéndole al Presidente que todo esto es “extremismo” y “locura” causados por gente desleal, que sólo quieren causar problemas. Tales argumentos traen a mi mente la imagen siguiente. Imaginemos que un niño pequeño a bordo del Titanic ve un gigantesco iceberg surgiendo de la oscuridad del mar y comienza a alertar a gritos. Inmediatamente es reprendido por un coro de desaprobación: ¿qué estás gritando? ¡Cállate, estás molestando a los pasajeros! Háganse la siguiente pregunta: ¿quién está siendo desleal: el chico que está tratando de advertir al capitán de un peligro inminente y hacerle cambiar de rumbo para así salvar el barco y a todos a bordo, o los que prefieren cerrar los ojos, ignorar el peligro y permitir que el barco se hunda?


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La Corriente Marxista Internacional seguirá defendiendo la revolución venezolana contra el imperialismo y la oligarquía contrarrevolucionaria. Apoyará con entusiasmo cada paso en la dirección de la expropiación de la oligarquía, cada golpe asestado contra la contrarrevolución. Pero va a criticar cada paso atrás. Continuará luchando contra la burocracia corrupta y la Quinta Columna reformista y llamando a la acción cada vez con más energía para llevar a cabo la revolución hasta el final. A la burguesía y sus defensores reformistas que tratan de asustar a la gente con la idea de que el socialismo pone en peligro el “derecho a la propiedad privada”, nosotros respondemos con las palabras de El Manifiesto Comunista: “Os aterráis de que queramos abolir la propiedad privada, ¡cómo si ya en el seno de vuestra sociedad actual, la propiedad privada no estuviese abolida para nueve décimas partes de la población, como si no existiese precisamente a costa de no existir para esas nueve décimas partes! ¿Qué es, pues, lo que en rigor nos reprocháis? Querer destruir un régimen de propiedad que tiene por necesaria condición el despojo de la inmensa mayoría de la sociedad”. “Nos reprocháis, para decirlo de una vez, querer abolir vuestra propiedad. Pues sí, a eso es a lo que aspiramos”. “(…) El comunismo no priva a nadie del poder de apropiarse productos sociales; lo único que no admite es el poder de usurpar por medio de esta apropiación el trabajo ajeno”.

Cambios en Cuba: Autonomía relativa a empresas públicas El gobierno perderá el control vertical sobre las empresas públicas, las cuales tendrán autonomía relativa y responderán por sus resultados, como parte de “nuevas formas de gestión y de dirección de la economía nacional”, según el documento de base para el sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC). El nuevo modelo económico también abrirá una rendija al mercado inmobiliario, al “aplicar fórmulas flexibles para la permuta, compra, venta y arriendo de viviendas”; permitirá la asociación de varias cooperativas para formar conglomerados superiores y creará “zonas especiales de desarrollo” reservadas a la exportación y la alta tecnología. El documento prevé que “en las nuevas formas de gestión no estatales no se permitirá la concentración de la propiedad en personas jurídicas o naturales”, pero se abstiene de entrar en precisiones. El Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social, que anunció en la víspera el presidente Raúl Castro, empezó a circular el martes con 291 puntos de un programa que discutirán los militantes y la población en general, antes del cónclave de abril de 2011. El plan confirma la política reformista que Castro ha explicado desde hace tres años y ha empezado a ejecutar, con decisiones como la reducción de personal en el gobierno y en las empresas estatales, la apertura de espacios al autoempleo, la microempresa, las cooperativas y el arriendo de inmuebles; el estímulo a la inversión extranjera, el aumento de impuestos y la eliminación de subsidios, entre otras. Más allá de las reformas de los 90 Al tocar el empleo estatal y los subsidios, e intentar romper así el círculo vicioso de bajos salarios-baja productividad, la nueva línea va más adelante que el ciclo de reformas de los años 90 del siglo pasado, cuando se mantuvo el nivel de gasto público y la política de pleno empleo, en medio de la crisis que siguió al derrumbe soviético. La separación entre el gobierno y las empresas va en sentido contrario a la política que prevaleció en los 90 –reforzamiento del control oficial sobre la planta productiva– y rompe una tradición de la era de influencia soviética, según la cual la economía real debía subordinarse a los ministerios, que ejercían a la vez la normatividad, la planeación, la ejecución y el control. En la nueva fórmula surgirá un sector empresarial que seguirá en manos del Estado, pero dispondrá de facultades, reglamento y mecanismos de supervisión propios. Las empresas públicas decidirán con independencia la integración de sus directivas, su personal y sus inversiones y podrán mover sus precios y tarifas, dentro de una política general. No financiarán su producción con recursos del presupuesto nacional y pagarán salarios según los resultados de cada trabajador. Con sus utilidades después de impuestos y demás compromisos, podrán crear fondos de desarrollo, inversiones y premios a los empleados, pero desaparecerán las que reporten pérdidas frecuentes. El control de gestión se basará en criterios económicos y financieros. Al parecer ha quedado rebasado el “perfeccionamiento empresarial”, que no aparece mencionado en el proyecto. Esa política, de origen militar, luego expandida a la economía civil, era considerada hasta ahora la vanguardia de la eficiencia, al basarse en estímulos a la productividad, pero siempre bajo el control gubernamental. El documento señala que “el sistema de planificación socialista continuará siendo la vía principal” para dirigir la economía, pero tendrá que adaptarse a la coexistencia entre empresas estatales autónomas, cooperativas y los privados, mediante “nuevos métodos de elaboración del plan y del control del Estado sobre la economía”.


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HEINZ DIETERICH

Hugo Chávez en el camino de Obama 1. Pregunta para Obama y Chávez La aplastante derrota electoral de Obama se explica por tres razones. La primera es el plan de contraofensiva republicana conceptualizada en enero del 2009, once días antes de que tomara posesión el demócrata. Basado en un minucioso análisis de las debilidades del futuro gobierno y el abundante financiamiento de las grandes corporaciones, ese proyecto contribuyó con alrededor de un 40% a la debacle de Obama. La segunda razón radica en los errores estratégicos y la ceguera de la Casa Blanca ante la evolución objetiva de la correlación de fuerzas, dos factores que aportaron otro 40% a la derrota. La tercera razón, resultante del movimiento social populista-mediático de la Tea Party, no controlado directamente por ninguno de los dos partidos, contribuyó con un 15 a 20% a la derrota. La gran interrogante durante el último año electoral de Obama ha sido, porque el Presidente seguía su alegre viaje en el Titanic hacia el hundimiento, sin darse cuenta y sin cambiar el rumbo de su política, cuando todavía estaba a tiempo de hacerlo. Y esta es la misma pregunta que hay que hacerse en Venezuela. 2. El Titanic venezolano Tres acontecimientos de las últimas semanas en Venezuela han manifestado que el modelo de gobierno de Hugo Chávez ha entrado a una fase de desarrollo caótico que puede terminar, en palabras del ex ministro Eduardo Samán, en “una derrota aplastante” de la Revolución: el fracaso electoral del 26 de septiembre (26 S); la apología presidencial de este fracaso ante los diputados electos, el 2 de octubre, y el llamado del portal bolivariano, www.aporrea.org, de constituir una corriente radical y “de izquierda del partido”, encabezada por el sindicalista Stalin Pérez Borges (UNETE) y el ex ministro Eduardo Samán. 3. La derrota electoral

La bizantina discusión acerca de quién ganó las elecciones para la Asamblea Nacional, no es más que una cortina de humo. La pregunta real es: ¿Las elecciones revelaron una tendencia evolutiva que permite prever el desenlace de las elecciones presidenciales del 2012, o no? La respuesta es sí y fue dada un año y seis meses antes del 26 S por el diputado nacional bolivariano Luis Tascón, anatematizado por el Presidente por pedir racionalidad, transparencia y colectividad en la conducción del proceso bolivariano. En un riguroso análisis científico, el ingeniero Tascón había revisado la historia electoral del gobierno de Hugo Chávez y detectado que existía una lenta, pero creciente acumulación de nuevos votos a favor de la oposición a través de los últimos años; particularmente en las zonas urbanas y más pobladas del país. “Se nota de forma preocupante una tendencia al crecimiento de la opción contrarrevolucionaria y hoy, diez años después, la diferencia entre esta opción y la revolucionaria (6.68%) es menor que en el año de 1998 (7.43%)”,

escribió Tascón, en marzo del 2009. Tal tendencia evolutiva se manifestó dramáticamente en el parámetro más importante de las elecciones del 26 S: el número de votos populares, que quedó casi equilibrado entre el gobierno y la oposición. Después del 26 S, un sólido estudio de Edgardo Lander confirmó las inferencias tempranas de Tascón para el presente. La conclusión para el sufragio del 2012 es clara: Hugo Chávez posiblemente perderá las elecciones presidenciales, si no logra invertir la tendencia electoral detectada estadísticamente por Tascón en marzo del 2009 y confirmada en el 2010. Al igual que a Obama, le quedan dos años. Y para lograrlo, tiene igual que Obama un solo medio: cambiar el modelo de gobierno. 4. Apología y Capitulación El 2 de octubre, Hugo Chávez se reunió en el teatro Teresa Carreño con los nuevos diputados oficialistas para la Asamblea Nacional, a fin de hacer


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discursivamente pretende lo contrario. 6. Lo real, lo posible y lo deseable en un proyecto de Izquierda

una “Reflexión Socialista Necesaria” sobre lo que había acontecido en las elecciones parlamentarias del 26 S. Era la gran oportunidad de abrir el debate sobre el revés sufrido, pero el Presidente no la aprovechó. En lugar de llevar a cabo un análisis crítico ejecutó una apología del modelo gubernamental, que inició con las siguientes palabras: “Le voy a hablar a la contrarrevolución: No se equivoquen, celebren su cuarto de hora de borrachera. Lo que ellos llaman su triunfo, está bien, ¡sigan ganando así!” Y siguieron el triunfalismo habitual, la autocrítica retórica y la ausencia total de un proyecto de transformación concreto que pudiera cambiar la peligrosa tendencia detectada por Tascón y confirmada por Lander. No se vio voluntad real de debate ni rectificación. Es evidente que el Presidente está sumergido en las contradicciones y agotamientos de su modelo: el económico es insostenible; el discurso desgastado y su insumo personal, que es fundamental para el proceso, pierde impacto. El horizonte estratégico de la “V Internacional Socialista” ha desaparecido sin ton ni son; ni Cuba, ni China lo apoyaron; la quimera de las Comunas y del dinero comunal ha colapsado; la radicalización de la Revolución fue de facto abandonada antes de las elecciones, cuando la burguesía pidió la cabeza de Eduardo

Samán y el Presidente se la dio, sin explicación alguna al pueblo; hoy día se trata de ocultar esa capitulación estratégica con discursos rimbombantes (“repolarizar”, “no hay lugar para un centro”) y estatizaciones puntuales que no cambian nada en lo estructural. 5. Rebelión de los aporreadores El intento del portal bolivariano, www.aporrea.org, de constituir una corriente radical y “de izquierda” dentro del PSUV, se topa con un obstáculo de poder y otro de estrategia. Históricamente, todo intento de lograr una mayor transparencia, racionalidad y participación en la conducción del gobierno, hecha desde la izquierda o el centro (Tascón, Baduel, Falcón, Samán), ha sido anatematizado por el Presidente. La convocatoria de Aporrea desafía ese historial. Habrá que ver si este intento correrá con mejor suerte que los anteriores. El gran problema, sin embargo, es estratégico y clasista. Hugo Chávez tiene razón cuando reconoce en los hechos que el gobierno no tiene la fuerza para enfrentar radicalmente a la burguesía. Una expropiación generalizada de la burguesía, con la mitad de la población y el imperialismo en contra, no puede triunfar. (Por eso sacrificó a Samán.) Llevaría a una guerra civil que no se puede ganar. Lo demagógico es que

El objetivo primordial del naciente sujeto de Izquierda del PSUV es pragmático: construir un modelo económico-político que consolida a la economía, un modelo de gestión estatal eficiente y un discurso que evita el triunfo político de la oposición en el 2012. Para lograr ese objetivo tiene que partir de la realidad, de lo posible y de lo políticamente deseable. Lo real en Venezuela, como en China y, cada vez más, en Cuba, son sus economías mixtas, es decir, sectores estatales en coexistencia con economías de mercado y con diferente grado de influencia del Estado. El intento de liquidar uno u otro estaría condenado al fracaso. Lo posible -el arte de la políticaen Venezuela consiste en rescatar su economía de los insostenibles desequilibrios estructurales y falacias del modelo actual y construir la base social para el triunfo del 2012. Lo deseable consiste en la introducción gradual del modo de producción del Socialismo del Siglo XXI, mediante sus tres instituciones centrales, la planeación democrática, la economía del valor y el intercambio de equivalencias. Estos son los contornos de un proyecto de izquierda factible en Venezuela. En cambio, la estatización generalizada sería Socialismo del Siglo XX, un intento absurdo -tanto de parte de la izquierda tradicional, como de Chávez- cuando el último país de este modelo, Cuba, lo abandona por disfuncional. No menos absurdo son las fantasías autonomistas de dinero comunal y Comunas que constituyen utopías pequeñoburguesas reaccionarias sin función positiva en la coyuntura actual. Deseamos a la heterogénea izquierda convocada por Aporrea que logre constituirse en sujeto, recordando siempre un axioma fundamental de la ética: “Toda propuesta de transformación social, para ser ética, tiene que ser viable.”


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Estabilización, crecimiento y desigualdad

JAMES PETRAS

Las nuevas clases medias dominantes de Latinoamérica Las presentes relaciones de América Latina con los Estados Unidos a la vez que su actual configuración política y económica se pueden entender mejor en el contexto de los cambios a gran escala de los últimos veinte años y de la relativa estabilidad de los 5 últimos. Vamos a proceder destacando esquemáticamente las características más importantes que han llevado al desarrollo y a la crisis de los regímenes y las políticas neoliberales, y al surgimiento de los diversos regímenes “post neoliberales” del momento actual. Analizaremos la naturaleza y la actuación de los “regímenes post neoliberales” para ver sus puntos fuertes y sus debilidades en el contexto de las condiciones del mercado mundial, al mismo tiempo que las contradicciones políticas y sociales que están surgiendo y sus alternativas. El poder imperial estadounidense y el ascenso y caida de los regímenes neoliberales El poder imperial y la influencia de los Estados Unidos alcanzaron su esplendor entre 1976 y 1999. Tanto regímenes militares como civiles respaldaron las políticas regionales e internacionales de los Estados Unidos durante ese periodo y adoptaron doctrinas de “libre mercado”. Los dirigentes neoliberales desnacionalizaron y privatizaron todos los sectores económicos estratégicos, desregularon los sistemas bancario y financiero y se sometieron a los dictados del FMI y del Banco Mundial. Casi un billón de dólares 1 en beneficios, incluyendo los intereses y los pagos principales, provenientes de rentas y de fondos ilegales se transfirieron a los bancos y las corporaciones estadounidenses y europeas. A finales de la década de los 90 el descontento popular se desbordó generalizándose las protestas callejeras y las huelgas promovidas

por los sindicatos del sector público y, sobre todo, las movilizaciones en zonas rurales. Con la llegada de la crisis económica y el crash financiero del año 2000 se produjeron grandes convulsiones por todo el continente. Crisis y levantamientos sociales 2000-2005 Entre el 2000 y el 2005 se sucedieron levantamientos populares de gran magnitud, que desbancaron a casi una docena de presidentes neoliberales, y varios procesos electorales que llevaron al poder a líderes supuestamente de centro-izquierda. En Argentina entre 2001 y 2002 tres presidentes fueron derrocados por los movimientos populares, mientras los bancos cerraban, los ahorros de la clase media fueron congelados, el desempleo aumento con una rapidez vertiginosa de hasta casi el 30 % y los niveles de pobreza traspasaron el 40 %, algo inaudito en un país archiconocido por su trigo y su carne de vacuno. En Ecuador los levantamientos populares de 2000 y 2005 supusieron el fin de los corruptos presidentes neoliberales y la elección del presidente Correa de la centro izquierdista Alianza PAIS. En Bolivia las revueltas de los jornaleros y los campesinos indios derrocaron a dos presidentes, estrechos aliados de Washington (2003, 2005), y llevaron a la elección de un parlamentario de centro izquierda, campesino cocalero y líder indígena, Evo Morales, en 2005.

En Venezuela el presidente Chavez fue derrocado por un brevísimo periodo por una junta empresarial y militar respaldada por los Estados Unidos y restaurado en su puesto en 48 horas por la movilización popular y de parte del ejército en Abril de 2002. En otros contextos, presidentes supuestamente de centro-izquierda fueron elegidos en Uruguay en 2005 y 2010, en Paraguay en 2008, en Chile en 2005 y en Brasil en 2002 y 2006. Habiendo perdido a sus dóciles clientes como consecuencia de crisis profundas y con su principio ideológico propulsor (el neo-liberalismo de libre mercado) totalmente desacreditado y rechazado de forma masiva, el dominio de EE.UU. se deterioró severamente, pero no se extinguió del todo. En México, el PAN, con respaldo estadounidense, bloqueó cualquier posibilidad de transición hacia un modelo postneoliberal en 2000, y más tarde robó las elecciones de 2006, perpetuando y profundizando la desintegración de México que vive una situación de guerra entre bandas de narcotraficantes aliados con diversas facciones del estado. Las crisis, las revueltas y el ascenso de los regímenes postneoliberales fueron en esencia un pacto histórico entre las fracasadas y desacreditadas élites neoliberales de los años 90 y los movimientos sociales radicales en ascenso de los primeros años del nuevo milenio. El imperialismo estadounidense, involucrado en dos guerras en Oriente Medio y el sur de


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Asia, atrapado en una guerra global contra militantes islamistas dirigida por cargos políticos sionistas situados en altas instancias en el gobierno de Washington, fue incapaz de intervenir y cambiar la tendencia favorable al “centro-izquierda”. La política de Washington en la década entre 2000 y 2010 ha sido fundamentalmente “mirar atrás” a la “era de oro del saqueo”, los 90, y ha siso totalmente incapaz de hacer frente a los decisivos cambios de poder dentro de América Latina, los cambios del mercado mundial y el ocaso de la anteriormente hegemónica ideología neoliberal. El ascenso del postneoliberalismo Los regímenes postneoliberales, en la medida en que comparten elementos comunes, tienen las siguientes características: Son producto de movimientos populares que rechazan la ideología neoliberal y a sus élites. Su ascenso al poder es el resultado de crisis económicas y sociales profundas que afectaron a sectores de la élites empresariales, a la clase media y trabajadora, a los jornaleros sin tierra, a los campesinos y pequeños propietarios, y a las despojadas comunidades indígenas. Los regímenes postneoliberales han impulsado políticas económicas de estímulo estatal pero sin la expropiación de los bancos ni de las compañías nacionales o foráneas, y sin procesos de renacionalización de las firmas privadas, salvo en el caso de empresas en bancarrota. El postneoliberalismo (PNL) ha mantenido las desigualdades de clase del neoliberalismo pero introduciendo programas contra la pobreza, subsidios de desempleo, ayudas para las pequeñas y medianas empresas, e inversiones generadoras de empleo. Se ha obligado a las corporaciones multinacionales a pagar más impuestos en concepto de regalías, se han subido los impuestos a la exportación de productos agro-industriales pero no se ha hecho ningún esfuerzo en redistribuir la tierra y los ingresos. Empresas mixtas y sociedades comanditarias entre empresas públicas y privadas han sido la norma, poniéndose el acento en establecer alianzas

con multinacionales extranjeras, especialmente en el sector de la minería y la energía. Las instituciones políticas han desplazado a los movimientos populares y los regímenes postneoliberales y se las han apañado para promocionar con éxito procesos de concertación a tres bandas entre el estado, las empresas y los movimientos populares en lo que puede darse por llamar “política corporativista” basada en “pactos sociales” con autoridad para regular los salarios pero no los beneficios. Estos regímenes han implementado estrategias desarrollistas basadas en la expansión y la diversificación de las exportaciones, en el establecimiento de severas políticas fiscales de cariz monetarista y en el incremento de los ingresos. En resumen, los regímenes postneoliberales, las nuevas regulaciones, el estado de bienestar, y las medidas de gestión de la crisis se han diseñado en primer lugar para desradicalizar a los movimientos populares, para impulsar la recuperación económica y para apuntalar la estabilidad social y política. La retórica antineoliberal ha tenido como objetivo “normalizar” el crecimiento capitalista y crear un equilibrio sociopolítico entre los trabajadores/campesinos insurgentes, que formaron su base original, y los inversores nacionales y extranjeros que han sido los motores de su crecimiento.

Comportamiento de los regímenes postneoliberales: Estabilidad y crecimiento En los últimos cinco años de regímenes neoliberales, no han habido ni revoluciones ni golpes de estado, con la excepción de la toma del poder, con respaldo estadounidense, por parte de los militares en Honduras. 2 Los movimientos sociales se han apaciguado. Como consecuencia de la subida de los salarios, el crecimiento del empleo y el crecimiento económico, ha disminuido el grado de movilización social. El ejército se ha visto recompensado, dejados atrás los castigos por los crímenes contra los derechos humanos del pasado, mimado e incorporado al nuevo modelo “desarrollista” de crecimiento y se ha mostrado poco interesado por volver al antiguo modelo neoliberal liderado por los Estados Unidos. Entre 2004 y 2008 los regímenes postneoliberales han disfrutado de un grado excepcional de crecimiento, de precios muy altos, de la incorporación de capitales a gran escala, de la expansión de nuevos mercados en Asia y de niveles razonables de inversión tanto pública como privada. El resultado ha sido una balanza comercial y fiscal relativamente equilibrada, altos niveles de reservas de divisas y la posibilidad de acceso a los mercados de capital (excepto en el caso de Argentina). Los regímenes postneoliberales han


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diversificado sus mercados externos pero no sus productos de exportación, aumentando su dependencia energética y de productos agrícolas y minerales, pero beneficiándose de precios altos. Al contrario de lo que la experiencia histórica podría invitar a pensar, la crisis económica mundial de 2008-2010 no ha golpeado tan duramente a América Latina como a los Estados Unidos, en parte debido a los controles impuestos después de la crisis neoliberal de 20002001 y por sus lazos económicos con Asia, lo cual es decir China, y se ha continuado creciendo un 9% en 2009 y un 11% en 2010. La cuestión principal es si este crecimiento sostenido, y la estabilidad relativa que trae consigo, es producto de las políticas internas y de lo ajustes estructurales o es el resultado de las condiciones favorables del mercado mundial – con precios altos y fuerte aumento de la demanda. Los “regímenes postneoliberales” varían en su composición política, en sus orígenes sociales y en el grado y el tipo de intervención estatal que promueven. Lo que tienen en común es : (1) su rechazo al capital desregulado, particularmente a las inversiones especulativas; (2) el rechazo a tratados de libre comercio no recíprocos del tipo del ALCA; (3) el aumento de impuestos a los industrias exportadoras agro-minerales; (4) una fuerte tendencia corporativista, es decir, la incorporación de los líderes de los movimientos y de las organizaciones populares al aparato del estado; (5) el apoyo a la formación de organizaciones regionales que excluyen a Estados Unidos como UNASUR; (6) y la tendencia a diversificar sus estrategias comerciales y de inversión. Sobre todo los regímenes postneoliberales han abrazado una ideología y una práctica “desarrollista” que persigue la maximización de las inversiones y el crecimiento económico en detrimento de cualquier tipo de política redistributiva o de cambios fundamentales en el sistema de propiedad. Dicho de otra manera, el cambio del libre mercado neoliberal por el desarrollismo postneoliberal está basado en su mayor parte en alianzas con las élites, tanto nacionales como extranjeras, del sector agro-mineral y manufacturero en vez de con grupos bancarios y financieros. Los nuevos regímenes desarrollistas nacieron de la mano, principalmente, de

políticos populistas y socialdemócratas que obtuvieron el respaldo popular como consecuencia de su rechazo a una variante del capitalismo (el “neoliberalismo”) pero no al capitalismo per se. La ambigüedad ideológica del “antineoliberalismo” permitió a los líderes desarrollistas presentarse como parte de la insurgencia popular e identificarse con las revueltas del periodo 2000-2005 sin comprometerse con ningún programa anticapitalista o con medidas específicas como una reforma agraria integral o la renacionalización de los sectores económicos estratégicos privatizados por las anteriores élites neoliberales. La excepción es la Venezuela del presidente Chávez que comenzó una reforma agraria y renacionalizó el petróleo y varios sectores económicos estratégicos más. El reto clave para los regímenes desarrollistas ha sido dar el giro desde una posición social y política radical de apoyo a los movimientos que los alzaron al poder hasta la consecución de una sólida base electoral que apoyara unas políticas que esencialmente favorecen a los grandes inversores nacionales y extranjeros, aunque realicen inversiones a largo plazo. Ideología, mercados, cooptación Los regímenes postneoliberales desconcertaron a sus seguidores con una variedad de fórmulas políticas,

relacionadas con las particularidades de su origen social y con las características distintivas de sus organizaciones. Por ejemplo, Evo Morales, ha hecho públicos alardes de su “identidad indígena” aunque por otro lado haya perseguido con ardor acuerdos y firmas de lucrativos contratos de explotación con importantes corporaciones multinacionales del sector minero y energético de la India, Europa, Brasil, Estados Unidos, Canadá y China que totalizan una suma de hasta un centenar de compañías. La estrategia desarrollista de Morales, desde el principio, garantizó seguridad a las cien mayores corporaciones empresariales agrícolas, dueñas de más del 80% de las tierras más fértiles, mientras que invirtieran e incrementaran la producción y las exportaciones. El principal propagandista de Morales, el vice-presidente García Linera, ha proporcionado la cobertura ideológica al mover el foco de atención de los movimientos populares desde una lucha por la transformación socioeconómica a la realización de una “revolución cultural y política”. García Linera proporcionó la retórica sobre la importancia de la “identidad étnica”, en detrimento de la política de clase, que ha servido de elemento de distracción sobre la colaboración del régimen con la oligarquía empresarial, nacional y foranea, del sector minero-extractivo. La “revolución” fue esencialmente la toma del poder por parte del estrato inferior de la clase media mestiza en ascenso, constituido por tecnócratas y dirigentes de los movimientos sociales cooptados, que han promovido la inversión privada y el control social. Para consumo del “turismo” de izquierdas internacional, (Estados Unidos, Canadá y Latinoamérica) Morales y García Linera han organizado una conferencia internacional sobre la ”Madre Tierra” ( Pachamama). A su vuelta han difundido un luminoso relato sobre el liderazgo de Morales en su lucha contra el “calentamiento de la tierra”, en la ignorancia más completa de las intenciones del régimen de atraer enormes inversiones de capital del sector minero-extractivo y de la estrategia desarrollista en el sector de la agro-industria basada en la dependencia de productos químicos. En el caso de Brasil, Lula jugó la


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que se pueda mantener en el tiempo o es una mera “situación coyuntural”. El futuro del capitalismo desarrollista en América Latina

carta de sus orígenes sociales, la del hijo de una familia inmigrante pobre del nordeste de Brasil, la de su época de activista sindical, la de su afinidad a las causas populares y la de su condición de líder del Partido de los Trabajadores. Sus propagandistas minimizaron el hecho de que no había pisado una factoría en los 20 años anteriores a su elección. Lo más relevante del régimen de Lula no es su pasado sino sus vínculos actuales con grandes empresas capitalistas del sector de la agro-industria y la extracción mineral, su apoyo a las inversiones que tengan como objetivo prioritario el crecimiento y sus severas políticas monetaristas para satisfacer a la élite financiera internacional. Sus “políticas contra la pobreza” han consistido en las típicas medidas clientelares del gusto de los sectores conservadores: donación de alimentos para los pobres, pero no redistribución de la tierra; subsidios de mera subsistencia para los pobres, pero no creación de empleo industrial. El gasto social anual del régimen de Lula en sanidad, educación y medidas contra la pobreza es inferior a los 100.000 millones de dolares que se pagan como interés a los bancos extranjeros. Los decretos de Lula sobre la disminución de empleados públicos y los recortes de las pensiones públicas han garantizado un superavit presupuestario y han atraido masivamente a las inversiones de capital foráneo. La independencia en política exterior de Lula ha venido

como consecuencia de su ideología “desarrollista” y no de ningún tipo de sentimiento “anti-imperialista”. Para Lula el crecimiento económico requería desembarazarse de los restrictivos tratados comerciales con Estados Unidos y firmar nuevos acuerdos comerciales y de inversión con China, India, Irán, Venezuela, Angola etc. Argentina, Uruguay, Chile, Ecuador y Paraguay han reforzado sus estrategias económicas de fomento de la exportación de productos agrícolas y minerales y han abierto la puerta a los inversores extranjeros, especialmente en los “sectores productivos”. Su enemigo no es el capitalismo, es el “capital especulativo”. El problema social es cómo aplicar impuestos sobre los beneficios para sufragar los programas de reducción de la pobreza que son la base del mantenimiento de su apoyo electoral. La clave de la estabilidad social ha estado en cooptar a los dirigentes sindicales y campesinos y en pacificar a sus seguidores con aumentos salariales mínimos y graduales a cambio de su apoyo a la firma de contratos multimillonarios de inversión con las corporaciones multinacionales. Los regímenes PNL han utilizado la ideología antineoliberal y se han beneficiado de las condiciones favorables del mercado mundial. Esto ha llevado a un relativa estabilidad política y al crecimiento económico de los últimos cinco años. La cuestión es si esto es una situación

Los últimos cinco años, los regímenes desarrollistas han sido capaces de travestir su colaboración con el gran capital con ataques retóricos al neoliberalismo y han obtenido una clientela electoral sobre la base del establecimiento de programas contra la pobreza a corto plazo. Están apareciendo señales significativas de que el “progresismo” está empezando a perder su atractivo entre amplios sectores de la clase trabajadora, del campesinado y de la población india ante la evidencia de la ausencia de cambios estructurales sustantivos. En Bolivia las prolongadas huelgas en el sector público y en la industria en contra del raquítico incremento de los salarios del 5% decidido arbitrariamente por el régimen de Morales son un claro indicador de que la mística del “presidente indígena” que dicta el destino de los excedentes presupuestarios y firma lucrativos contratos con corporaciones empresariales extranjeras del sector de la extracción minera está empezando a agotarse. En Paraguay más de 15.000 campesinos se manifestaron en las calles de Asunción contra el presidente Lugo en protesta por la parálisis y la impotencia del presidente respecto a la reforma agraria y por su uso de la policía y de la represión militar para expulsar a los campesinos sin tierra de los grandes latifundios. En Brasil los trabajadores del sector público que se han movilizado para conseguir una subida salarial superior al 5% dictado por Lula, sobre todo a la luz de los 280.000 millones de dolares en reservas y los más de 100.000 millones de dolares del pago de los intereses de la deuda, están viendo sus salarios reducidos. Tanto Lula como Lugo y Morales han lanzado virulentos ataques verbales contra las organizaciones independientes que demandan una más justa distribución de los beneficios. Lugo ha militarizado el campo en busca de ...”diez movimientos guerrilleros”. Evo


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Morales y García Linera han acusado a los trabajadores en huelga de las fábricas de ser “agentes de la embajada de Estados Unidos” y a los profesores que se manifiestan de ser “instrumentos del troskismo”. Correa ha acusado al movimiento indígena de “delincuentes” por oponerse a la privatización de facto del acceso al agua. Dicho de otra manera, las primeras grietas y contradicciones en el modelo desarrollista han provocado un ataque virulento por parte de los regímenes PNL. Es lícito sospechar que la violenta respuesta del régimen ante demandas económicas reformistas es producto del miedo a que la lucha de los movimientos de clase independientes se convierta en un futuro cercano en un ataque político directo al modelo desarrollista. Aunque el modelo desarrollista parece sólido y las condiciones del mercado mundial son actualmente favorables, estos regímenes dependen de un frágil balance de poder. Los regímenes PNL necesitan de una gran cantidad de insumos de capital que requieren de tasas de beneficio altas lo cual depende a su vez de la capacidad de controlar los costos laborales, de obtener superavits presupuestarios y de establecer rigurosas políticas monetarias. Los sindicatos y la clase obrera, en la medida en que presenten una agenda de reivindicaciones que exija mayor gasto social y una mayor participación en los beneficios a través de huelgas y de la acción directa, pueden debilitar el marco de colaboración de clase que da estabilidad al régimen. Un recrudecimiento de la represión podría conducir a una mayor alienación y al desencanto entre los sectores de la clase obrera y de los movimientos indígenas y campesinos, llevando a divisiones y a la expulsión del poder de los dirigentes sindicales previamente cooptados, y al resurgimiento de movimientos independientes de indígenas y campesinos. El problema fundamental en algunos países es la fragmentación de los movimientos. Por ejemplo, en Mexico, se celebraron marchas que reunieron a un millón de personas, con López Obrador al frente, que protestaban contra el fraude electoral, precedidas años atrás por masivas manifestaciones de más de 250.000 personas convocadas por los zapatistas

que exigían leyes favorables a los indios, continuadas por movilizaciones de decenas de millares de profesores y sectores afines en Oaxaca demandando el cese de un gobernador corrupto, y más recientemente un cuarto de millón de trabajadores convocados por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) salieron a la calle para protestar por el despido de 43.000 compañeros. Por separado cada movimiento ha sido finalmente derrotado. Unidos podrían haber paralizado el país y ganado. Una de las consecuencias desafortunadas de la reciente debilidad de los movimientos sociales radicales y del rechazo a sus propuestas a favor de cambios estructurales es el crecimiento de poderosas narco-bandas basadas en el reclutamiento de jóvenes tanto del campo como de la ciudad. Ante la carencia de tierras producto de la acumulación de los agro-negocios, la libre importación de productos alimenticios que ha arruinado a los pequeños agricultores y la emigración del campo a la ciudad sin empleo industrial, las bandas de narcotraficantes ofrecen una salida de la pobreza por la vía de la “acción armada directa”, respaldada por funcionarios corruptos y con la cooperación de los bancos que lavan sus fondos. En México, en América Central y en los estados andinos, la lucha armada de las bandas de narcotraficantes, compuestas en su mayor parte por jóvenes, por una participación en los beneficios del mercado de la cocaina ha reemplazado a la lucha de clase por la tierra y por el empleo.

Alternativas al Postneoliberalismo (PLN) El primer paso en la construcción de una alternativa requiere una comprensión y una ruptura con el régimen PNL. Debe abandonarse esa vacua terminología sobre regímenes “progresistas” o de “centro-izquierda” y es esencial el identificarlos como regímenes capitalistas desarrollistas, constitutivamente dependientes de élites dirigentes de los sectores agroindustriales y minero-extractivos integrados en el mercado mundial. En segundo lugar, para construir una alternativa a los regímenes PNL no se debe tomar como punto de partida el periodo 2000-2005, una época de movimientos populares radicales y de revueltas de clase. Ni tampoco los años 90 en el que los regímenes “neoliberales” sin oposición permitieron el saqueo al por mayor y sin restricciones por parte de los grandes bancos y las corporaciones multinacionales. En la actualidad los enfrentamientos nacionales y de clase tienen lugar en el contexto de un régimen desarrollista de clase media, que utiliza el estado para promover el crecimiento económico y usa a los movimientos sociales y a los sindicatos como mecanismos para controlar y limitar las demandas populares dentro del marco fijado por las alianzas entre el estado y el capital. La clave de la fase actual está en recrear movimientos sociales independientes y sindicatos de clase autónomos que puedan enfrentarse


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con éxito a las políticas de contención salarial impuestas por el régimen desarrollista para atraer inversores extranjeros y prestamos. Los dirigentes de la izquierda deben tener presente que los regímenes desarrollistas son ricos en divisas , tienen superavit presupuestarios y que sus estrategias de desarrollo están produciendo un crecimiento razonable . Dicho de otro modo, la izquierda debe ser consciente de que el capitalismo latinoamericano, globalmente hablando, no está en crisis , y que el régimen y los dueños del capital deben pagar en forma de sustanciales subidas salariales y con un aumento del gasto social . Los recursos financieros disponibles, los ingresos económicos del estado y los beneficios públicos y privados de los sectores agro-industriales, de los sectores minero-extractivos, del sector bancario y de las élites comerciales y manufactureras pueden permitir el aumento de los salarios y de las prestaciones sociales entre un 10% y un 20% anual. Los trabajadores y los campesinos ven cada vez más claro que no son ellos los beneficiarios de los éxitos económicos, del crecimiento y de la estabilidad celebrados por los dirigentes de los regímenes desarrollistas. La izquierda debe animar, organizar y capitalizar las crecientes expectativas de las masas por conseguir un nivel de vida más elevado en vista de la subida record de los precios. Demasiado a menudo, la izquierda ha sucumbido recientemente ante la puesta en escena de la

autodenominada “nueva izquierda” y su retórica “antineoliberal” aunque la presencia de capital multinacional (CMN) no haya dejado de aumentar. La nueva alianza “estado-CMN” está excluyendo a la clase trabajadora de los beneficios y los ingresos públicos que, por el contrario, se están distribuyendo entre una nueva clase media profesional en ascenso y la tecnocracia, por un lado, y entre los inversores extranjeros, por el otro. La clase media emergente ha usado su pasado izquierdista y sus conexiones sociales con los movimientos populares para tomar el poder; Está consolidando dicho poder por medio del control del estado y financiando a los dirigentes de los movimientos populares. Para legitimarse, los regímenes de la nueva clase media están organizando encuentros y conferencias izquierdistas, ecologistas e indigenistas. Esta nueva clase media dirigente se está enriqueciendo con un aumento de su participación en los ingresos provenientes del capital agro-industrial y minero-extractivo por medio de sociedades comanditarias, aumento de impuestos y participación en los beneficios. El estado desarrollista está concentrando la “nueva riqueza” en los estrechos límites de la parte media y alta de la burocracia estatal que se ha convertido de hecho en la nueva burguesía. La esencia burguesa de este régimen se encuentra en la profunda y creciente desigualdad en lo que se refiere a la estructura de propiedad y la cuantía

de los salarios, en las transferencias unilaterales de los ingresos del estado a los acreedores bancarios y en las subvenciones y los créditos a las empresas exportadoras agro-minerales, mientras que las ayudas sociales a los pobres siguen siendo minúsculas y el nivel de los salarios mínimos son realmente mezquinos. La lucha hoy en día es contra los explotadores capitalistas y no contra los “especuladores”; es contra los desarrollistas postneoliberales que controlan el estado para beneficio propio y no contra los promotores inmobiliarios neoliberales pro-libre mercado ni contra los estafadores financieros. La debilidad estratégica de los dirigentes de la nueva clase media del estado desarrollista está en que no son propietarios – su poder deriva del control político del estado y de los movimientos populares. Eso significa que la lucha económica por salarios más altos y más gasto social se convierte de manera inmediata en una amenaza política a la legitimidad de los nuevos dirigentes. Como consecuencia de ello cualquier exigencia de los campesinos o de la clase trabajadora provoca un ataque desproporcionado, llegándose incluso a la difamación de luchas populares por la obtenención de beneficios económicos con extravagantes acusaciones como la de ser “contrarrevolucionarios”. Dado el apoyo oportunista de los “turistas” de izquierdas de Norte América y Europa a estos regímenes desarrollistas (aunque repriman huelgas y denuncien las luchas de los trabajadores, de los campesinos y de los indios en pos de mejoras económicas), la izquierda consecuente debe adoptar una postura de apoyo solidario a las luchas económicas de los nacientes sindicatos autónomos y de los movimientos étnicos de base social. El resurgimiento de los movimientos populares revolucionarios comienza por rechazar la complicidad con los gobernantes de la nueva clase media que está liderando esta nueva fase de expansión capitalista basada en la alianza entre el estado y el sector privado. Notas del traductor (Carlos Valladares) 1 En el texto original dice trillón, lo que en países de habla castellana se denomina billón es decir 1.000.000.000.000. 2 El texto fue escrito antes del intento de golpe de estado en Ecuador.


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Follari: “El neopopulismo implica redistribución, atención a los de abajo” Roberto Follari, docente e investigador. profesor titular de la cátedra Epistemología de las Ciencias Sociales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la Universidad de Cuyo, Mendoza, ha publicado su libro “La alternativa neopopulista” habla sobre llas características de los gobiernos neopopulistas, los medios concentrados y la articulación existente entre marxismo y neopopulismo. En esta entrevista, también habló sobre el intento de golpe de Estado en Ecuador, “las formas” del republicanismo liberal y el interesante proceso de integración latinoamericana. -¿A qué se le llama un “gobierno neopopulista”? -La denominación “populismo” ha tenido un uso muy despectivo. Los neopopulismos son simplemente los populismos nuevos. Los primeros populismos fueron los que surgieron en los años 40 y 50 como los de Velasco Ibarra en Ecuador, Perón en Argentina, Getulio Vargas en Brasil, Paz Estenssoro en Bolivia y Lázaro Cárdenas en México. Y los segundos, los actuales, corresponden a gobiernos con una serie de características entre las cuales está un liderazgo fuerte y a menudo unipersonal. Los casos de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina son los más claros. -¿Cuáles serían las continuidades y cuáles las diferencias que se puede encontrar entre aquellos populismos y estos neopopulismos? .La idea que se tuvo en su momento tenía que ver con las condiciones económicas especiales de la época. La posibilidad de que una incipiente burguesía nacional se podía unir a los sectores populares contra las grandes oligarquías. Esto se dio en una primera etapa, en un proceso de industrialización temprana de América Latina y, a partir de allí, se creía que cambiadas esas circunstancias el populismo no aparecería más. Muchos creíamos eso. Esto

respondía a la idea, desde el marxismo, de que la superestructura política responde a la estructura económica. Pero es evidente que esta relación mantiene un margen de autonomía, de modo tal que bajo condiciones nuevas reaparecieron muchas características en común: el antiliberalismo, el nacionalismo, la representación de lo plebeyo, la reunión cara a cara con el líder en las plazas o en la calle; de modo que se repiten muchos fenómenos del primer populismo. La diferencia es que los neopopulismos son más radicalizados ideológicamente, más claramente de izquierda. El primero era popular pero conservador, como el caso de Velasco Ibarra en Ecuador; o muy discutibles porque eran populares pero muy conservadores en lo moral, como el peronismo en la Argentina. -¿De qué manera se articula una teoría social como el marxismo con una teoría política como el neopopulismo? -Muchos pueden creer que tienen que elegir entre ser marxistas y ser populistas. En los hechos, muchos marxistas apoyan a Chávez, a Correa, incluso a Cristina Fernández de Kirchner. De modo que, en realidad, el marxismo es una teoría social, de la sociedad en su conjunto; mientras que el neopopulismo es una teoría de lo político. Si bien hay cierto desarrollo marxista de la teoría política, primero de Lenin y luego de Gramsci; sin duda que

puede haber otras teorías políticas y el neopopulismo es una forma de gobierno concreto que puede ser articulado desde lo político con una postura teórica marxista.En ese sentido se explica que en Ecuador o Bolivia se hable del “Socialismo del siglo XXI”. -¿Por qué afirmas que la democracia neopopulista es más democrática que la democracia liberal? -En nuestros países, la democracia liberal es la forma política del neoliberalismo salvaje y del capitalismo más concentrado, de modo que le sirve de tapadera ideológica. Digamos que así llaman democracia al gobierno de los ricos, de las multinacionales, al gobierno de los poderes fácticos, que ha llevado a desastres a los sistemas políticos y de esas catástrofes han surgido los gobiernos neopopulistas. Todos estos gobiernos han surgido de la crisis total del sistema político: como fue el “Caracazo” en Venezuela, como fue “el 2001” en Argentina, la “Guerra del Agua” en Bolivia, la caída de Mahuad con la rebelión indígena en Ecuador. En realidad, el liberalismo ha fracasado porque ha sido la cara política de la esclavitud institucional hacia el sistema económico, las multinacionales y la concentración económica. En cambio el neopopulismo implica redistribución, atención a los de abajo, protagonismo de los que están excluidos del sistema económico


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multinacionales y la concentración económica. En cambio el neopopulismo implica redistribución, atención a los de abajo, protagonismo de los que están excluidos del sistema económico capitalista puro.Sin dudas que incluye a muchos más sectores de los que incluye la llamada “democracia republicana”. -En los países con gobiernos neopopulistas, ¿cuál es el rol que están jugando los medios masivos de comunicación concentrados? -Son la oposición en estado puro. Ocupan un lugar que no les corresponde para lo cual nadie los eligió. Están fuera de la vigilancia social porque no tienen un mandato, por lo tanto no son “periódicos” y, por ende, están fuera de la vigilancia pública dado que aparecen como privados. En realidad, operan como base de la oposición política de una manera muy burda, muy abierta, muy grosera, en todos los países por igual: en Venezuela, en Ecuador, en Bolivia y en Argentina. Creo que se hace imprescindible que haya “leyes de medios” severas en todos estos países, que obliguen a que si alguien monopoliza la palabra pública tenga que dejar de hacerlo porque hay un derecho social a la comunicación, a la información plural y veraz; cosas que son totalmente transgredidas y completamente incumplidas por los medios opositores a estos regímenes neopopulistas. -¿De qué manera los medios concentrados toman la idea de republicanismo como lo consensual acusando al neopopulismo de crispado? -Si yo te dijera nombres de periodistas argentinos que operan de esta manera, son legiones. El sentido común ilustrado se asocia al republicanismo, además, el rechazo a lo plebeyo, el rechazo a los de abajo, se muestra en todo lo que tiene implícitamente de eurocéntrico y racista. Por lo cual se vuelve enormemente crispado. Es una reacción violenta por la aparición en la vida pública de sectores sociales que, para buena parte de las clases medias y altas, debiera desaparecer, no existir. Los liberales se llenan la boca con palabras como consenso, equilibrio, diálogo, y llaman conflictivos a los gobiernos neopopulistas. Los gobiernos neopopulistas activan la política y por

tanto asumen el conflicto; en cambio los gobiernos liberales ocultan el conflicto porque sirven a los de arriba y entonces no cambian nada. Un ejemplo muy claro: se habla en Argentina de las patotas reales o supuestas de Moyano y todas las clases medias y altas se mezan los cabellos. Ahora, el radicalismo con La Alianza dejó 35 muertos en una sola tarde en Argentina. No hay un solo procesado, menos un preso por eso. Estamos esperando que los republicanos lleven a juicio a los responsables del asesinato público más grande que ha habido en la Argentina después de la dictadura. Esos son los republicanos, los defensores de los derechos, los moderados, los consensuales. -¿Cómo viviste el intento de golpe de Estado que se hizo en Ecuador? Bueno, con mucha angustia. Es cierto que no tuvo la forma clásica de un golpe de Estado. Se sigue discutiendo allá si fue un golpe de Estado o una rebelión policial, pero obviamente fue un intento de golpe porque, además de tener al presidente en un centro policial y no dejarlo salir -lo que implica un secuestro-, hubo dos aeropuertos tomados. Yo escuché por CNN a una diputada opositora diciendo “vamos ahora a tirar abajo a Correa”. Fue un intento heterodoxo ya que hoy los golpes militares dados por las fuerzas armadas están desprestigiados (a excepción de lo de Honduras que tuvo éxito y este otro intento que no les ha salido). Es similar a lo que quisieron hacer contra Chávez hace 8 años. La reacción popular fue importante, la reacción internacional fue severísima y de una inmediatez extraordinaria. En ocho horas estaban en Buenos Aires los presidentes y hubo una declaración

pública. La UNASUR ya ha dicho que no solamente no va a mantener relaciones diplomáticas, sino tampoco comerciales ni de aeronavegación con países en donde haya algún tipo de desestabilización institucional. Esto fue una novedad y ha sido un avance. Hasta la OEA, un poco lenta de reflejos, también condenó el golpe. Así que la acción internacional fue muy importante y de haber ganado los golpistas habrían tenido tal grado de aislamiento y de rechazo internacional que difícilmente se hubieran podido mantener. -Explicanos por qué deberíamos defender a estas democracias neopopulistas -Son las únicas a nivel mundial hoy que ponen un límite considerable a la rapiña neoliberal del capitalismo periférico. En ninguna otra parte del mundo hay países que pongan límites al capitalismo salvaje. Esto está implicando mejoras para los sectores sociales más pobres, mayor presupuesto para educación, mayor presupuesto para salud, una política internacional de unidad latinoamericana altamente saludable, de toma de distancia con EEUU sin entrar en antagonismo con él (hay matices, como pueden encontrarse entre Chávez y el Kirchnerismo). Como conjunto, una América Latina integral. Creo que se trata o de mantener a cerca de la mitad de la población fuera de todo, desciudadanizada por completo o, en cambio, a través de estos regímenes, darles un cierto grado de participación. Aunque las democracias neopopulistas no tienen nada de perfectas porque hay sectores que están en condiciones socioeconómicas pésimas, sí son políticas efectivas que les devuelven a estos sectores parte de su protagonismo y de su dignidad.


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FRIDA MODAK

Más mujeres gobiernan en el mundo subdesarrollado Dilma Rousseff será a partir del 1 de enero del próximo año la primera presidenta brasileña y se sumará a las dos mandatarias en ejercicio en la región, las presidentas Cristina Fernández, de Argentina, y Laura Chinchilla de Costa Rica. Junto a ellas se encuentra Kamla Persad-Bissessar, Primera Ministra de Trinidad y Tobago. La lista de mujeres latinoamericanas y caribeñas que han gobernado a sus países es interesante, como veremos más adelante. En el mundo desarrollado, del que incluso fuimos colonia en algún tiempo, la situación es distinta. Angela Merkel es la canciller de la República Federal Alemana, su cargo equivale al de primer ministro en países con sistema parlamentario, y es la única mujer que hoy gobierna en uno de los países que integran la Unión Europea. Esta contrastante situación se da también en relación a los “desarrollados” y a los tercermundistas. La primera mujer en el mundo que se convirtió en Primera Ministra, fue Sirimavo Bandaramaike, de Sri Lanka, antes conocida como Ceilán, que tenía una civilización avanzada y que en 1505 fue conquistada por los portugueses, a los que luego desplazaron los holandeses, los que a su vez fueron desalojados por los ingleses. En 1948 conquistaron la independencia, en el marco del Commonwealth y Bandaranaike desarrolló una política anticolonialista que la llevó a reunirse con Nehru, de India, Mohamed Alí de Pakistán, U NUde Birmania y Sastroamidjojo de Indonesia, en la cumbre de Bandung de 1955, precursora del Movimiento de Países No Alineados. Bandaranaike fue tres veces primera ministra, el último período de 1994 a 2000 y murió el día de las elecciones, después de ir a votar. *PERIODISTA CHILENA, FUE SECRETARIA PRESIDENTE SALVADOR ALLENDE.

DE

PRENSA

DEL

En ese último período y debido a los cambios en la constitución, su hija era la presidenta del país y a ella estuvo subordinada. En América Latina la primera presidenta fue la argentina Isabel Martínez, la viuda de Perón, que duró poco más de un año en el cargo. Lidia Gueiler, de Bolivia, fue la segunda mujer presidenta en esta región y es la única que ha tenido ese país. Fue designada por el parlamento en un período en que los golpes de Estado se sucedían y ejerció el cargo de noviembre de 1979 a julio de 1980, cuando fue derrocada. Curiosamente, las primeras ministras y presidentas son numerosas en países africanos y asiáticos, son menos en América Latina y el Caribe y en Europa pertenecen mayoritariamente a los países alejados del centro de poder del que son parte los de la Unión Europea.

ANGELA MERKEL

SIRIMAVO BANDARAMAIKE,

La participación femenina Más allá de las disquisiciones sobre si las sociedades primitivas fueron matriarcales o patriarcales, lo que sí es claro es que las mujeres fueron conquistando derechos con mucho trabajo y que aún cuando

MICHELLE BACHELET


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ahora se entiende que están en iguales condiciones que los hombres, persisten algunas diferencias, las que sin embargo no han impedido que las mujeres accedan al poder. Y al margen de los debates sobre feminismo y machismo, es interesante constatar cómo el ejercicio del poder ha ido cambiando en la misma medida en que avanza el desarrollo económico y cultural El proceso tiene ya varias décadas y en los distintos ámbitos geográficos han surgido mujeres que han jugado un rol destacado, al igual que las que en su momento participaron en las luchas de independencia de sus países. Así como Sirimavo Bandaranaike lideró el proceso independentista de su país, en esos mismos tiempos surgieron otras mujeres como Indira Ghandi en la India y Golda Meir en Israel. Las tres encabezan la lista de las primeras ministras en los años 60 y 70.Las sigue la británica Margaret Thatcher en 1979 y después de ella una interesante lista que muestra una diversidad geográfica. De los años 80 a la fecha, hay o han habido primeras ministras en Pakistán, Bangladesh, Nueva Zelanda, Mozambique, Ucrania, San Tomé y Príncipe, Corea del Sur, Noruega, Portugal, Dominica, Antillas Holandesas, Senegal y Turquía. Pero de la Europa del poder, sólo han ejercido ese cargo después de Margaret Thatcher la francesa Edith Cresson por 323 días y Angela Merkel, que con el titulo de Canciller de Alemania, lo ejerce desde 2005 a la fecha. A ellas hay que agregar las que han ejercido y ejercen la presidencia en Filipinas, Nicaragua, Irlanda Suiza, Panamá, Letonia, Islandia, Malta, Finlandia, Indonesia, Liberia, Ecuador, Chile, Argentina, Costa Rica y Brasil. Donde nunca una mujer ha llegado a la presidencia o a la vicepresidencia es en Estados Unidos. De hecho, antes de que apareciera la Palin sólo una vez hubo una candidata a vicepresidenta.

Cristina y Dilma En este cuadro, la atención política lati noamericana se enfoca ahora a Cristina Fernández, presidenta de Argentina y Dilma Rousseff, presidenta electa de Brasil. Las dos tienen un rasgo en común, lucharon contra las dictaduras que se implantaron en sus países en los años sesenta y setenta. Cristina Fernández, estudiante universitaria en ese momento, conoció en ese tiempo a otro estudiante, Néstor Kirchner, con el que años después se casó junto al cual fue encarcelada en su accionar contra los regímenes militares y al que mediante el voto popular sucedió en la presidencia de la república y quien murió hace algunos días. Dilma Rousseff participó en la lucha armada contra el régimen militar que se instauró en Brasil en 1965.Integró la Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares. Fue detenida en 1970, estuvo tres años en prisión y fue torturada, la llamaban la Juana de Arco de la guerrilla. Casada con un guerrillero, se incorporó después al Partido de los Trabajadores que encabezaba Lula, el actual presidente. Ambas mujeres tienen trayectoria y méritos propios y suficientes para ejercer como presidentas de sus países, sin embargo, los sectores políticamente opuestos intentan descalificarlas usando los mismos argumentos. A Cristina Fernández pretenden desconocerle sus capacidades insinuando que llegó al cargo por méritos de su esposo. A Dilma, que recibió abierta y claramente el respaldo del presidente Lula le atribuyen su triunfo a la intervención del mandatario, pese a que como ministra de Energía y luego como Jefa del Gabinete presidencial dejó en claro sus méritos. En definitiva, pese a todo, hay quienes se niegan a aceptar el lugar alcanzado por las mujeres.


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RAÚL ZIBECHI

Pan para hoy, incertidumbre ncertidumbre mañana La explotación y exportación de recursos primarios o bienes comunes, está permitiendo a los gobiernos de la región atravesar la crisis global sin grandes cataclismos internos, a lo que pueden sumar extensas políticas sociales. Queda en el tintero un amplio debate sobre el modelo extractivo y sus consecuencias a mediano plazo. El gobierno de Evo Morales consiguió acumular, por vez primera en la historia de Bolivia, reservas internacionales que superan los 9.000 millones de dólares que el próximo año superarán los 10.000 millones. En los últimos 15 años Bolivia casi duplicó el ingreso per cápita pasando de 896 dólares anuales a 1.683 dólares en 2009, aunque esas cifras no contemplan la inflación. Ambos incrementos se deben al impacto de los ingresos que percibe el país por sus exportaciones. Hace doce años, en 1998, las exportaciones mineras e hidrocarburíferas suponían el 47 por ciento de las exportaciones de Bolivia. Hoy representan el 80 por ciento, según un reciente informe difundido por el CEDLA (Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario). Una tendencia no muy diferente a la que se registra en la mayor parte de los países de la región, donde la reprimarización de la producción y las exportaciones viene siendo la norma. Los altos precios de las commodities alientan esta tendencia que, sin embargo, augura problemas para el futuro inmediato. Neoliberalismo y neocolonialismo Por extractivismo entendemos la apropiación de los bienes comunes, de modo directo o indirecto, para convertirlos en mercancías. Se trata de una fase diferente del modelo neoliberal luego de la primera etapa anclada en las privatizaciones, la apertura comercial y financiera y la desregulación laboral. Forma parte del proceso de financierización de las economías, PERIODISTA URUGUAYO, ES DOCENTE E INVESTIGADOR EN LA MULTIVERSIDAD FRANCISCANA DE AMÉRICA LATINA, Y ASESOR DE VARIOS COLECTIVOS SOCIALES.

toda vez que podemos considerar el extractivismo como un proceso más especulativo que productivo: las inversiones son mínimas y el retorno del capital es tan veloz como sucede en el sistema financiero. En la producción de soja, y en otros rubros de la agricultura, se alquilan las tierras y las máquinas, de modo que la inversión fija es muy baja en el conjunto del capital movilizado. Pero el retorno se produce en apenas una cosecha, al cabo de la cual el pool de siembra puede emigrar a cualquier otro lugar porque precisamente- no se ha fijado en ningún espacio físico. Algo similar sucede con la minería, con la peculiaridad de que las ganancias son fabulosas. Es un modelo excluyente porque no necesita personas. Más aún, las personas son un obstáculo. Mientras el modelo basado en la producción industrial durante la sustitución de importaciones necesitaba trabajadores calificados y gran cantidad de obreros y empleados en la producción y la distribución, y necesitaba a los consumidores de esas mercancías, con el modelo extractivo sucede todo lo contrario: la mecanización hace irrelevante el trabajo humano (la minería tiene un sistema muy similar al de las plataformas petrolíferas con alta rotación de trabajadores especializados que viven muy lejos del lugar de

trabajo). Y no hay consumidores, ya que los productos primarios son exportados a países lejanos para alimentar ganado o para ser procesados. Es un modo de producir mercancías que destruye la naturaleza. “El proceso de privatización y concesiones de lotes petroleros, gasíferos, mineros y forestales, se ha ido profundizando con los últimos tres gobiernos: Fujimori, Toledo y Alan García. Fujimori dejó el 15 por ciento de la Amazonía lotizada y concesionada; Toledo avanzó puntos más y García ha llegado a privatizar el 72 por ciento del territorio amazónico en lotes concesionados y entregados al gran capital transnacional, muchos de los cuales se superponen a las reservas territoriales de pueblos en aislamiento voluntario”, dijo el dirigente indígena peruano Alberto Pizango al cumplirse el primer aniversario de la masacre de Bagua, el pasado 5 de junio. Pobreza y control territorial La extracción empobrece a los países productores y enriquece a las multinacionales. Paga impuestos apenas simbólicos y en ocasiones nada, ya que estos emprendimientos suelen implantarse en limbos jurídicos como las zonas francas y aprovechan todas


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las ventajas que les ofrecen los países propietarios de esas riquezas. Forma parte de lo que el geógrafo David Harvey ha definido como “acumulación por desposesión” o, si se prefiere, por robo o apropiación. Aún cuando pueda cuestionarse el desarrollismo, el exctractivismo no se inscribe ni siquiera en esa genealogía, ya que se salta el proceso industrializador en los países donde se instala. El reciente informe del Banco Mundial, “Los recursos naturales en América Latina y el Caribe. ¿Más allá de bonanzas y crisis?”, afirma que los países de la región “llegaron a ser de los más prósperos del mundo gracias a la producción de metales precios, azúcar, caucho, granos, café, cobre y petróleo”. Suena extraño que la expoliación colonial sea leída de ese modo por una institución que pretende orientar las políticas nacionales. Más aún, asegura que “las exportaciones de bienes primarios siempre han activado las economías de la región, llenando las arcas de los gobiernos”, y que América Latina “puede derivar beneficios significativos por ser la mina y el granero” de las economías centrales. Casi un insulto. Omite, por ejemplo, la creciente militarización de áreas enteras para despejar población molesta para este tipo de acumulación, que tiene en la guerra colombiana su mayor expresión. Los territorios de la guerra son exactamente aquellos donde las multinacionales han puesto sus ojos para apropiarse de los bienes comunes como lo muestran varios estudios. En paralelo, el agronegocio se apropia de millones de hectáreas desplazando a la población campesina productora de alimentos, con lo que la seguridad alimentaria de las naciones de debilita. En consecuencia, este modelo genera pobreza y exclusión. El economista argentino Claudio Katz recordó un estudio de CEPAL que afirma que en la Argentina el decil más rico tiene un ingreso per cápita mayor que ese mismo sector en los países anglosajones, en tanto la población con menores ingresos es veinte veces más pobre que los estratos más bajos de los países desarrollados.

Debate urgente Esta etapa del modelo neoliberal está siendo conducida en buena medida por gobiernos progresistas y de izquierda. Desde el lado de quienes defienden los monocultivos, la minería y la explotación de los hidrocarburos pueden aportarse argumentos valiosos para establecer un debate realista sobre los problemas y ventajas del modelo extractivo. Estos emprendimientos aseguran un flujo de caja a los estados para poder cumplir con sus obligaciones, entre las que destacan el pago mensual de salarios y beneficios sociales para los más pobres. Más aún, se podría argumentar que cierto nivel de extractivismo es un “mal necesario” para amasar los excedentes que permitan dar un salto industrialista. El informe del CEDLA sobre Bolivia señala por lo menos tres debilidades inherentes a este modelo: la volatilidad de los ingresos fiscales por la inestabilidad de los precios internacionales de las commodities; la fragilidad en la ejecución del gasto ya que “la eventual caída de estos ingresos afecta a la ejecución de proyectos estratégicos”; y finalmente que “la creciente explotación de recursos no renovables requiere de fuertes inversiones lo que conduce a

que los gobiernos opten por contratan deuda externa a fin de sostener esas inversiones”. Un problema adicional es que aún no existen actores sociales y políticos poderosos como para presionar para ir más allá del extractivismo. Durante la fase de las privatizaciones existían sujetos que pudieron resistirlas, en particular los sindicatos estatales. Ahora no existen esos sujetos, deben ser construidos en una situación muy compleja: predomina un discurso estatal “progresista” que justifica el extractivismo, pero la mayor parte de la población no puede “ver” el modelo cuyos emprendimientos están en áreas rurales lejanas a las grandes ciudades. Como mínimo, sería deseable que se instalara un debate público sobre el tema que no se reduzca al porcentaje de impuestos que deben pagar las empresas. Algo se ha avanzado sobre el tema, sobre todo en el costado ambiental. Pero la madeja está lejos de desovillarse: el nudo de la cuestión es cómo transitar de la extracción hacia la producción, no sólo sumando algo de valor agregado (el mal menor) sino estableciendo pautas para un crecimiento autónomo de los precios internacionales, tan caprichosos en sus explosivos aumentos como depredadores en las debacles.


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El Sucre y el tiempo de la emancipación real El Tratado Constitutivo del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos ( SUCRE ), fue aprobado en un tratado que lo establece como unidad de cuenta común para realizar transacciones comerciales. F ue firmado por los Presidentes del Estado Plurinacional de Bolivia, de la República de Cuba, de la República del Ecuador, de la República de Nicaragua y de la República Bolivariana de Venezuela en Octubre de 2009, y entró en vigencia el día 27 de enero de 2010, al ser ratificado por Cuba y Venezuela. En el mes de Julio de 2010 fue ratificado por Bolivia y Ecuador, y se espera la ratificación por parte de Nicaragua. El Manifiesto de la Cumbre del Bicentenario, celebrada en Caracas, el 19 de abril de 2010, instruye al Consejo Económico del ALBA presentar un Gran Mapa de Soberanía e Independencia Económica que incluya un Plan para Acelerar la Implementación del SUCRE y ampliar el desarrollo de las Empresas Gran Nacionales y el Banco del ALBA, en una escala que impacte la vida económica de los países del ALBA. Fue en Cochabamba, el 17 de octubre de 2009 cuando fue aprobada la creación oficial del SUCRE que comenzó a operar en enero de 2010 y la primera transacción se realizó entre Cuba y Venezuela en febrero de este año. La segunda transacción utilizando el SUCRE se realizó entre Venezuela y Ecuador en julio de 2010. Y el 8 de octubre de 2010, se realizó la primera transacción en Sucres entre Bolivia y Venezuela, cuando una empresa de nuestro país, exportó 5 mil toneladas métricas de aceite crudo de soya hacia Venezuela por un valor de 4,2 millones de Sucres equivalentes a $us. 5,3 Millones de dólares. *ECONOMISTA BOLIVIANO

El SUCRE es una unidad de cuenta y de valor y no una moneda de curso legal . Por lo menos no por ahora. Su principal objetivo es el de reemplazar de manera gradual al dólar en el comercio intrarregional entre los países del ALBA. Con el inicio de las operaciones del SUCRE, la Alianza Bolivariana comienza a redefinir la arquitectura financiera regional al proponerse un Sistema de Pago Internacional al margen del Dólar. De todos los intentos de integración que se dieron en América Latina, éste es el primero que busca la construcción de un espacio regional que tenga su propia unidad de cuenta para sus relaciones comerciales. La forma como funciona este nuevo sistema de moneda virtual permite hacer pagos por operaciones comerciales en el marco del ALBA y su horizonte es convertirse en una moneda física que evite los problemas planteados por las fluctuaciones del dólar. Estas primeras experiencias con el SUCRE muestran que se requieren esfuerzos adicionales para su implementación gradual y en el futuro abarcar la totalidad de los pagos por el intercambio de bienes y servicios entre los Estados miembros del sistema. Una de las ventajas del SUCRE como medio para direccionar el intercambio es el de orientar

RAMIRO LIZONDO DÍAZ

determinados objetivos nacionales y regionales; por ejemplo, privilegiar intercambios que vayan a potenciar la soberanía y seguridad alimentaria de los países que lo conforman. Pero todos los bienes y servicios producidos pueden ser intercambiados. A pesar del poco tiempo de vida, se ha avanzado bastante. La institucionalidad básica del SUCRE consta del Consejo Monetario Regional, la Cámara Central de Compensación y el Fondo de Reserva y Convergencia Comercial cuya reglamentación está en proceso de aprobación. Sin embargo, aún requiere el fortalecimiento de su institucionalidad, la implementación y puesta a prueba de su p lataforma tecnológica cuyos sistemas comparte con el Banco del Alba. La implementación del SUCRE no deja de tener su complejidad . Su incorporación gradual como unidad de cuenta en las relaciones comerciales requiere de acciones concretas por parte de los organismos rectores en materia de comercio, finanzas y control de cambio en cada país miembro. Entre estas acciones están las de definir las listas de bienes y servicios a tramitar por el SUCRE. Estas listas deben ser revisadas y actualizadas en base a criterios comerciales y de reciprocidad entre


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importaciones y exportaciones entre los países. Al ser el SUCRE un Sistema de Pagos, su utilidad no se asienta solamente en lograr objetivos comerciales, sino en canalizar flujos de pago. Pasa del simple concepto de administración del comercio de bienes y servicios al manejo de valores. Por eso , es importante conciliar las listas de bienes y servicios entre países con los montos subyacentes a su comercio, sobre la base del comercio histórico entre los mismos para lograr el doble objetivo de administrar el espacio comercial e impulsar su utilización. La redefinición de listas de bienes y servicios que pueden ser intercambiados, corresponderá a la negociación bilateral entre los Estados parte del SUCRE. En todo caso, se debe ampliar la posibilidad de que las listas no sean únicas y aplicables a todas las contrapartes comerciales de cada país miembro, sino que se puedan manejar listas específicas para cada relación bilateral, ampliándose el universo de bienes, servicios y valores a intercambiarse. Esto promoverá el uso del SUCRE y la configuración de un mercado regional preferencial articulado por este Sistema como llave de entrada a futuros beneficios en la zona ALBA. Con el SUCRE se crea una nueva alternativa para la canalización de los pagos por el intercambio comercial recíproco entre los países miembros del ALBA, con características totalmente nuevas y sustancialmente diferentes a las existentes en los mecanismos de pagos tradicionales. Las normativas comerciales, tributarias y financieras relacionadas con los pagos internacionales que en algunos casos son incompatibles con la operación de este nuevo Sistema de intercambio comercial debido a medidas como el control de salida de divisas o los regímenes arancelarios o para arancelarios por ejemplo. Hay que adecuar de forma progresiva la normativa comercial en cada país para superar el uso de los mecanismos convencionales en los pagos internacionales tanto como adecuar las regulaciones de control de uso de divisas, de tipos de cambio existentes o la asignación de liquidez

en moneda extranjera para expandir el uso del SUCRE. Nunca se dijo que sería fácil, pero lo importante es que ya está funcionando. Actualmente, el comercio existente entre los Estados miembros se desarrolla de forma directa entre sus empresas privadas, estatales y mixtas, en algunos casos definidos por convenios de cooperación bilateral. Un desafío importante es abrir este Sistema a las pequeñas y medianas empresas, las cuales dispondrán de un mecanismo de pago alternativo más eficiente y barato. Como parte de la nueva arquitectura financiera está la participación de los Bancos Centrales de los países miembros como las entidades que realizarán los pagos a través de entidades financieras como BOAs (Banco Operativo Autorizado), que corresponderá a la entidad financiera con la que el importador-exportador trabaja en su país de origen. Esto significa que se debe lograr una vinculación activa con los bancos comerciales autorizados en la promoción y utilización del SUCRE. Definir políticas comerciales en el marco del SUCRE, requiere de información fiable para realizar proyecciones de comercio y precisar los recursos financieros necesarios

para ello. Por eso, otra acción importante es la de llevar a cabo un estudio sobre las regulaciones comerciales y monetarias vigentes en cada Estado miembro del SUCRE que permita conocer la situación comercial interregional mediante un sistema de información y análisis de datos sobre intercambio comercial y de servicios dentro de la Zona ALBA. Otras acciones importantes son las de i mpulsar en el corto plazo la utilización del SUCRE por parte de las entidades y empresas de los países miembros del sistema, ampliándose a la Zona de Complementación Económica Regional a través de la participación de las empresas gran nacionales y empresas binacionales creadas en el marco del ALBATCP. Tanto el Banco del Alba como el SUCRE, son mecanismos e instituciones creadas en el marco del ALBA-TCP, por lo que es necesario que éstas deban incluir la posibilidad de transacciones comerciales en Sucres y estar reflejada en las Actas Constitutivas y normativas de las Empresas Gran Nacionales y Empresas Binacionales que se están creando en diferentes ámbitos. En la VIII Reunión del Directorio Ejecutivo del Consejo Monetario Regional del SUCRE llevada a cabo en la ciudad de La Paz, se habló


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CHELA VARGAS

incluso de fomentar y apresurar la creación de empresas gran nacionales estratégicas como las de la industria forestal, de comunicaciones y de transporte aéreo. No solo para introducir mecanismos de regulación de los mercados en algunos casos con presencia de agentes monopólicos, sino para ampliar la cobertura y mejorar la calidad de los bienes y servicios que se ofertan a los ciudadanos. Esto requiere una mayor coordinación entre el Consejo Monetario Regional del SUCRE y el Banco del ALBA en función de los acuerdos de las Cumbres Presidenciales y el espíritu de este nuevo modelo de integración e intercambio. Al alcanzar la p lena operatividad del Fondo de Reservas y Convergencia Comercial, se deben promover proyectos que eliminen desequilibrios en el marco del espíritu del SUCRE y de las relaciones de colaboración, complementariedad y reciprocidad del sistema. Ampliar el alcance y la cobertura del SUCRE en el mediano plazo hasta lograr un mayor peso relativo como sistema de pagos en el comercio regional es un desafío que se puede lograr en el corto plazo. A la fecha existen al menos 17 proyectos que quieren usar este mecanismo y están iniciando sus trámites en la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Regional y los Bancos Centrales de sus respectivos países. En todo caso, estamos observando la implementación instrumental de una decisión política asumida por los presidentes del ALBA. Su puesta en marcha implica mucho esfuerzo, concertación, compatibilización política y normativa; sin embargo, es el primer intento real de emancipación económica y financiera en América Latina.

Dueños de la vida Está puesta en escena la historia de David y Goliat. Agroisleña, gigante oligopolio prohibido por la constitución bolivariana, distribuidor de insumos para el sector agropecuario, modelo tecnológico agrícola con alto uso de insecticidas, agiotista, especulador sujeto al uso de agroquímicos, sanguinario del ambiente, de la salud y la soberanía alimentaría de los venezolanos, ha sido expropiado. He aquí el enfrentamiento de dos concepciones ideológicas: la razón técnica de las grandes corporaciones capitalistas que dominan el mundo, con su objetivo de máxima ganancia, y la razón humanista, consagrada en la constitución y nuestro proyecto bolivariano, donde lo esencial es el logro del máximo bienestar del pueblo. Tecnocracia capitalista vs. Humanismo socialista. “La técnica es un proyecto histórico-social; en él se proyecta lo que una sociedad y los intereses en ella dominantes tienen el propósito de hacer con los hombres y con las cosas (….) Hoy la dominación se perpetúa y amplia no solo por medio de la tecnología, sino como tecnología, y esta proporciona también la gran legitimación de un poder político” (Marcuse, 64). La evidencia de la magnitud de esta dominación nos obliga a construir una estrategia que conduzca a la existencia de un modelo alternativo de agricultura para la vida. A una praxis agroecológica permanente donde confluyan conocimientos científicos, saberes, experiencias ancestrales y textos de teoría revolucionaria que fortalezcan la conciencia y la organización de los trabajadores. El desarrollo de esa unidad entre la teoría y la lucha diaria nos permitirá reemplazar del imaginario lo que reserva el enemigo al terrateniente que explota al campesino y usurpa la tierra. Ellos son cómplices del capital corporativo que desarrolla sus monstruosas artimañas tecnológicas para adueñarse de la tierra, las semillas, el agua, nuestra cultura y nuestra vida. La imagen del enemigo se amplía, nuestro espacio de lucha también. Se hace nacional, universal. Es fundamental entonces fortalecer la organización campesina para la resistencia que eleve la reivindicación individual por la tierra y el bienestar de la familia hasta la lucha política del movimiento popular en defensa de la soberanía en la construcción del socialismo. Una gran fuerza social, consciente, revolucionaria, comprometida, engendrada en la base campesina, detendrá la pretensión oligárquica de apoderarse de la vida.


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GUSTAVO DUCH GUILLOT*

La maldición de la aparente abundancia Frente al modelo actual de agroindustria que esquilma los recursos naturales, el autor propone un modelo sostenible: la agroecología. Las actividades extractivas propias de nuestro modelo capitalista tienen dos elementos comunes. Primero, al ser nuestro planeta finito, el elemento que estemos extrayendo se agotará, más temprano o más tarde. Creo que es obvio que todas y todos coincidimos en que es necesario revisar dicho modelo para minimizar la dependencia de petróleo, uranio o carbón, por ejemplo, porque además de su agotamiento generan graves impactos ambientales. La segunda deriva de su finitud. Por ser filones que se consumen, la economía que se genera (casi siempre) a partir de la extracción de un recurso natural es la de los cazadores de oro: el primero en llegar se apropia, para aprovecharlo lo antes posible, sin ninguna vigilancia ni regulación, y normalmente cuando se comienza a aplicar la precaución el recurso ya no dará más de sí, así que se buscará otro lugar. Este fenómeno, que no genera ningún beneficio a las poblaciones locales pero sí muchos problemas, es descrito como “la maldición de la abundancia” Según Alberto Acosta: “Pueblos que a pesar de estar en territorios con grandes riquezas terminan postrados en el subdesarrollo, la pobreza y la indigencia”. Con razón, Jürgen Schuldt, uno de los mayores estudiosos de la materia, se pregunta: “Si será que somos pobres porque somos ricos en recursos naturales”. En los últimos años, el modelo extractivista ha saltado a la agricultura y la pesca. Hemos sustituido la milenaria capacidad de sustentabilidad de la buena agricultura, el mágico regalo de la tierra y el sol para producir y reproducir alimentos de forma natural, por el ‘producir hasta agotar’. Se acaparan las mejores tierras o mares en manos de grandes empresas que extraen beneficios a base de técnicas de arrastre en los fondos marinos, o de envenenamiento y muerte de los sueños ¨*COORDINADOR DE LA REVISTA ‘SOBERANÍA ALIMENTARIA, BIODIVERSIDAD Y CULTURAS’.

fértiles. Cuando sus tierras no dan más de sí, deslocalizan la producción a terceros países. Cuando los mares están exhaustos invaden los mares ajenos. La tierra que se agota Así es la agricultura y la pesca moderna. Una fórmula donde muchos recursos ‘renovables’, como por ejemplo los bancos de peces, el forestal o la fertilidad del suelo, han pasado a ser no renovables; el recurso se pierde o agota porque la tasa de extracción es mucho más alta que la tasa ecológica de renovación del recurso. Esta modernidad ha demostrado, subida en el consumismo como motor económico y del crecimiento, que no sabe gestionar los recursos finitos, y que, ahora, los recursos infinitos los atropella hasta agotarlos. El decrecimiento, como enfoque político, debe llevar a revisar nuestras conductas consumistas y nuestras

políticas de crecimiento en base a elementos finitos. Y también, como se ha podido ver, para apoyar los replanteamientos que desde muchos movimientos campesinos se hacen sobre la llamada “agricultura moderna”. Una agricultura con fecha de caducidad, como los yogures, que tiene una réplica muy sencilla (y ésa es una de sus virtudes): la agroecología, capaz de alimentarnos a todas y todos, capaz de generar trabajo para muchas personas y bien remunerado, y –claro– conservador de los recursos disponibles para muchas generaciones posteriores. En el tiempo que usted ha dedicado a leer este artículo 12 hectáreas de tierra fértil han desaparecido y no podrán ser recuperadas, porque hemos hecho de la cultura del agro –de la agricultura– una incultura, que ofrece los mismos resultados de cualquier otra producción extractivista.


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MARCELO COLUSSI

Tecnología, una deidad moderna En la actualidad la palabra “tecnología” ha pasado a ser mágica. Tal es su endiosamiento que hasta incluso ha mutado su carga semántica; ya no es el conjunto de prácticas que posibilitan la realización de un producto (su origen, en realidad, a eso está ligado: del griego clásico techné, tarea, realización, el “hacer” en sentido amplio). Por el contrario, pasó a ser sin más sinónimo de saber. Incluso no se habla tanto de ciencia sino de “tecnología”. El avance arrollador, lo escuchamos decir a diario, la explosión de creatividad, el tren del progreso (del que nunca se mencionan sus estaciones) tiene por protagonista principal, cada vez más, a la diosa “tecnología”. Por cuestiones histórico-sociales determinadas el mundo moderno –el capitalismo, el mundo de la industria que se basa en los saberes científicotécnicos– la ha entronizado, pudiendo decirse, sin exagerar, que vivimos una cultura de veneración de la tecnología. Desarrollo técnico es sinónimo de progreso en el conocimiento. Casi como respuesta condicionada a un estímulo, decir tecnología evoca confort, mejora en la calidad de vida, lo que, a su vez, se une indisolublemente a la idea de consumo. Para “estar bien” hay que consumir los productos que la santa tecnología nos ofrece a manos llenas. Vivimos un mundo donde la “tecnología” promete resolver todo. Es más: el afán positivista de avance triunfal de la ciencia del siglo XIX se ha trocado en endiosamiento de la tecnología, sin más. El avance triunfal, hoy día es de la tecnología. Pero ciencia no es lo mismo que tecnología. En un sentido estricto, cada época histórica, cada organización social, tiene su correspondiente tecnología; o dicho en otros términos, cada pueblo desarrolla una determinada capacidad para asegurar su subsistencia. En definitiva, eso es la tecnología: la forma en que se organiza el trabajo. Sin lugar a dudas el mundo moderno, aquel que se desprende de la revolución industrial surgida en la Europa de estos últimos siglos y que en la actualidad se ha impuesto

–muchas veces en forma brutal– como modelo universal, ha producido un salto cuantitativo y cualitativo sin precedentes en la historia humana. En el último siglo la capacidad de producción, la tecnología, ha avanzado tanto como seguramente la especie humana no lo había hecho en toda su historia, de ya dos millones y medio de años. Como consecuencia de esta fabulosa aceleración, el instrumental técnico que posibilitó ese salto pasó a ser –con un efecto de fascinación indudable– la vedette de todo el proceso. Así es que se desarrolló una mística de la máquina, del instrumento, de la herramienta. Hoy por hoy, la máquina que sirve al ser humano, pasó a ser a veces más importante que el humano mismo, más importante y apreciada que aquello para lo que nos ayuda. “¿Y qué tiene eso de importante, de bueno o de malo?”, podríamos preguntar. No es una simple pregunta, inocente o ingenua. Su respuesta nos confronta con el proyecto mismo que define el curso de las cosas, el horizonte sobre el que se construye el mundo, las relaciones interhumanas, las relaciones de poder. Hoy, la tecnología, como un ente casi con vida propia, ha ido abandonando su valor instrumental para terminar siendo eje central del proyecto global en curso. Se habla, se vivencia, se venera la tecnología como si fuera una entidad en sí misma, autónoma y omnipotente. Estamos, de hecho, ante una nueva deidad.

Esto tiene su historia, su lógica. El mundo de la producción industrial, el mundo de la ganancia económica como meta última que va de la mano de ese modelo productivo, el horizonte de la mercadería en tanto deidad suprema, no necesita del ser humano. Todo deviene cosa. Importa el aparato físico en sí mismo, e importa por lo que vale, por lo que significa como símbolo de poder. El azadón, el arado de madera o el reloj de arena claramente eran instrumentos que significaron pasos importantísimos en la historia universal, en tanto mejoraron –cada uno a su modo– las condiciones de vida. Eran cosas que favorecían la calidad de vida. Y si esta calidad no satisfacía, ahí estaban los dioses esperando, para ayudar a mejor sobrevivir dando respuesta a las preguntas que no tienen respuesta. Hoy las deidades son de plástico, de acero, de fibra óptica, de cuarzo líquido. Las cosas materiales han pasado a tener un valor central, no solo instrumental. Hay ya un sexo cibernético que prescinde del otro de carne y hueso; una máquina puede ser más importante que un humano. ¿Hacia eso vamos? Comienza a ser más importante la realidad virtual que la otra, la material. Sería más que absurdo –desubicado, demencial incluso– oponerse a la tecnología en nombre de un principismo inconducente, de una “vuelta a lo natural”, o de una renuncia al confort moderno. Destruir las máquinas, como sucedió en más de alguna ocasión por


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parte de algunos grupos anarquistas en los albores de la revolución industrial, no lleva a ningún lado. En todo caso, se debe mantener una actitud crítica ante el desarrollo de ese mundo basado en nuevas tecnologías, cada vez más sofisticadas. Pero está claro que el “enemigo” propiamente dicho no son los medios con que se produce, sino la forma que la producción adquiere. Ahí está el nudo: lo determinante no son sino las formas del poder. Los instrumentos son eso: instrumentos, medios, artefactos que ayudan. La tecnología, en tanto el arsenal de medios técnicos de que dispone una sociedad en un momento dado, no es sino eso: el conjunto de los instrumentos con que asegurar la mejor calidad de vida posible. Obviamente entonces: ¡bienvenido sea su desarrollo! Lo que debe cuestionarse, y no en nombre de una moralina hipócrita sino desde una actitud crítica positiva que tiende al enriquecimiento humano, es este aprisionamiento de que somos víctimas por la cultura de la fascinación ante las máquinas. Si la tecnología no sirve para un genuino desarrollo humano integral, ¿para qué está entonces? ¿Por qué termina siendo más importante tener cosas –y cambiarlas cada vez más rápidamente– que su aprovechamiento? No podemos estar fatalmente condenados a valorar la vida en función de las cosas que, en todo caso, nos

deben servir para ayudarnos a vivir. El hacha de piedra, la rueda, el automóvil o el teléfono celular son simplemente instrumentos que nos facilitan la vida; olvidarlo implica generar un mito, reduciendo la vida a una frenética carrera por su posesión, para no saber qué hacer una vez se los ha obtenido. “El ser humano ha llegado a ser, por así decirlo, un dios con prótesis; bastante magnífico cuando se coloca todos sus aparatos, pero éstos no crecen de su cuerpo, y a veces le procuran muchos sinsabores”, decía con razón Sigmund Freud. Si lo olvidamos, no hay real desarrollo del ser humano. En vez de venerar imágenes, tótems o espíritus, glorificamos pedazos de plástico o cromo-vanadio. ¿O será ese nuestro destino? Evidentemente es muy pobre ese camino. Las herramientas –cualquiera sea, desde la primer piedra pulida del Homo Habilis hasta la actual super computadora más potente– tienen que servirnos para mejorar nuestras vidas, no para esclavizarnos más. Si nos esclavizan, está claro que ello sucede porque el proyecto en que se inscriben es el esclavizante. Una vez más entonces: el “enemigo” no es la tecnología, sino el sistema que permite llegar a pensar que un robot es más importante que una persona de carne y hueso, o que el lucro económico puede permitir destruir la naturaleza.

Trabajadores fijan prioridades para reelección de Chávez

Dirigentes de la Unión de Trabajadores de Venezuela aseguraron que la lucha contra la burocracia y la profundización de los cambios en las relaciones de producción constituyen prioridades para garantizar la reelección de Hugo Chávez. “Ni burócratas, ni capital, socialismo y más revolución, esos son los principios clave para la victoria de Chávez en las presidenciales de 2012”, aseguró a Prensa Latina el directivo de Unete Juan García. Para García, el triunfo pasa por hacer efectiva la convocatoria del líder socialista a aplicar en todos los sectores la política de las tres R (Revisión, Rectificación y Reimpulso). Eso es muy importante, sobre todo porque la derecha no deja de conspirar para tratar de desviarnos del camino, promoviendo la corrupción y otras prácticas oscuras, apuntó en esta capital durante una marcha de trabajadores partidarios del proceso de cambios encabezado por Chávez. De acuerdo con el activista sindical, la movilización hasta la Asamblea Nacional y la Vicepresidencia de la República constituye una muestra de respaldo a la transición en curso hacia el socialismo. También persigue promover la Ley del Trabajo y otras encaminadas a consolidar el poder popular, dijo. En diciembre de 2012, más de 18 millones de venezolanos estarán convocados a las urnas para elegir al presidente. Hasta el momento, solo la candidatura de Chávez ha sido confirmada para esos comicios.


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ALFREDO JALIFE-RAHME

El oro: salvavidas para un mundo

monetarista sin control Estados Unidos (EU) intensificó la temible guerra de las divisas –a lo que Bajo la Lupa se adelantó dos meses– mediante su segunda “facilitación cuantitativa” (eufemismo de la vulgar impresión masiva de dólares) diseñada por el israelí-estadunidense Ben Shalom Bernanke: otro brujo aprendiz de la teología del monetarismo centralbanquista friedmanita (con su caricatura itamita en México), quien prosigue la demolición de las finanzas mundiales para beneficiar exclusivamente a los banqueros de Wall Street, en detrimento de los propios ciudadanos estadunidenses y del resto de la humanidad . En medio del repudio generalizado a Shalom Bernanke (nada extrañamente con la enternecedora excepción de México, miembro del G-20, que prefirió criticar a China; lo que exhibe el grado de esclavitud al que ha llegado Calderón con EU), hasta Paul Volcker (AP, 5.11.09), último mohicano sensato de las finanzas y anterior gobernador de la hoy vilipendiada Reserva Federal, reconoce la futilidad de las medidas nihilistas de Shalom Bernanke. La dictadura global del monetarismo centralbanquista –cuya quintaesencia la representa el sionismo financiero mundial–, iniciada por el israelíestadunidense Alan Greenspan en la Reserva Federal 24 años atrás mediante el espejismo de la masa monetaria con el avieso fin inconfeso de controlar al mundo, hace mucho que perdió el control de la desregulada globalización financierista. Las elites financieras globales también se han fracturado en la cúpula y nada menos que el luterano alemánestadunidense Robert Bruce Zoellick, presidente del Banco Mundial –pese a ser un fanático del mercantilismo libre-cambista neoliberal–, en su ya célebre escrito en The Financial Times (7.11.10), de manera insólita y desesperada propuso recurrir al salvavidas del oro, con el fin de anclar los movimientos desquiciantes de

las divisas, en vísperas de la cumbre disfuncional del G-20 en Seúl. Muy bien diagnosticaba el geoestratega Zbigniew Brzezinski que las elites de EU están fragmentadas cuando las voces relativamente sensatas del sistema (desde Volcker hasta Zoellick) reclaman políticas menos desreguladas frente a la vorágine permanente de la dictadura del monetarismo centralbanquista ejecutada por la dupla GreenspanBernanke y especulada bajo la “la teoría cuantitativa (sic) del dinero” formulada desde la Universidad de Chicago por su supremo teólogo, Milton Friedman (con un Premio Nobel de Economía a cuestas; ¡para lo que sirven!): tres miembros prominentes del sionismo financiero global. A escala personal, amén que siempre defendí públicamente desde hace mucho al oro y a la plata –al unísono del petróleo, el trigo y el uranio como componentes de una “canasta” de materias primas para un nuevo patrón múltiple– como anclas monetarias para un nuevo Bretton Woods, hace alrededor de seis años abordé en corto a Robert Mundell (otro “Nobel” de “economía”; padre del euro; teórico del alucinante “ofertismo fiscal” y de la “zona óptima de las divisas”) durante un

congreso internacional para preguntarle su opinión sobre el retorno del oro, lo cual desechó despectivamente. Tal es la principal sicopatía que padece cierto tipo de “economistas”, pese a poseer mentes brillantes, quienes se vuelven adictos inveterados a sus propias teorías hoy abortadas por el “principio de la realidad” (la madre de la salud mental). Hoy, ¿dónde quedó la reputación de la pletórica fauna de economistas neoliberales con todo y sus hilarantes Premios Nobel? Hechos: El antídoto a la hiperinflación de Shalom Bernanke es el oro híbrido de Bruce Zoellick, quien considera que el mundo necesita un nuevo régimen para sustituir el “Bretton Woods II” de flotación de las divisas, por cierto, impuesto unilateralmente por Nixon en 1971 al desacoplar al dólar del metal amarillo con el fin de financiar su guerra en Vietnam. Paradojas de la vida: la “reliquia barbárica”, como John Maynard Keynes degradó al oro, puede ayudar a recomponer la economía global. Según Bruce Zoellick, reconvertido milagrosamente, “aunque los libros de texto vean al oro como viejo dinero,


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GUSTAVO DUCH GUILLOT los mercados (¡súper-sic!) usan hoy al oro como una alternativa de activo monetario”. Pues serán los libros del fundamentalismo monetarista teológico de la Universidad de Chicago (y su caricatura itamita) porque existen otros libros de texto, aún en EU, ya no se diga en otras universidades del mundo, que nunca cesaron de promover al oro como ancla. ¿Cuál era, entonces, el propósito para que los bancos centrales (con la excepción delirante del “México neoliberal” que todo lo ha hecho pésimo y al revés), además del FMI, dispusieran de cuantiosas reservas de oro? Bruce Zoellick da a entender entre líneas la adopción de una hibridación del oro –”un patrón global modificado (sic)”– con lo que queda de divisas fuertes (si todavía se atreven a llamarles así): el dólar, el euro, el yen nipón, la libra esterlina y el renminbi/yuan chino (ya con su libre convertilidad). Se trata de una mezcla del oro con los “derechos especiales de giro (SDR, por sus siglas en inglés)” del FMI que usa las cuatro primeras divisas citadas, sumadas ahora al renminbi/yuan. La libra esterlina no tiene nada que hacer en la nueva hibridación, lo cual provocará, amén del repudio, un (in)tenso debate de los otros integrantes del BRIC, así como de otras divisas poderosas de la anglósfera, como los dólares de Canadá y Australia, ya no se diga el won de Sudcorea. Bruce Zoellick aboga por “un programa (sic) de recuperación y crecimiento con un plan (sic) para construir un sistema monetario cooperativo (sic)” que “considere usar al oro como punto de referencia internacional de las expectativas del

mercado sobre inflación, deflación y el futuro de los valores de las divisas”. Admite que “tomará tiempo. Pero se necesita empezar”. Ante todo, Bruce Zoellick necesita vencer las poderosas reticencias de los teólogos del monetarismo centralbanquista, como Fred Bergsten, director del influyente Peterson Institute for International Economics, con sede en Washington, quien desechó la idea de usar al oro como “menor (sic) y realmente irrelevante (sic)”. Bergsten se pronunció por “un sistema con múltiples reservas, además del dólar”. El nudo gordiano de la grave crisis financiera, creada por los “banksters” (banqueros gangsteriles) de Wall Street, radica en que no existe un basurero global ni oro suficiente para reciclar los dólares-chatarra estadunidenses que han inundado y desquiciado la vida de los humanos, además de haber subsidiado sus guerras permanentes. Conclusión: Será el sereno, pero el oro rompió la barrera sicológica de mil 400 dólares la onza (la plata está a punto de penetrar la de los 30 dólares la onza y el petróleo la de los 90, el barril). Se cumple exquisitamente nuestra hipótesis multidimensional de la primavera de 2004 –cuando se supo que EU y Gran Bretaña, las dos principales potencias monetaristas centralbanquistas globales, ya no podían controlar el petróleo de Irak y, por tanto, el billete verde (a estos niveles la libra esterlina y el “nuevo shekel” israelí ni pintan) se quedaba sin un protector tangible: la cotización del dólar es inversamente proporcional al petróleo, oro y plata. Ce qu’il fallait démontrer.

El McMundo La naturaleza es como quiso ser, por mucho que deseemos transformarla. En el mar y en los ríos casi todos los peces no quieren ser vegetarianos. Les gusta comerse los unos a los otros, los chicos a los muy chicos, y los grandes a los menos grandes. Un atún es un gran comilón de peces: cada diez días tiene que pescar, cocinar, ingerir y digerir el mismo volumen de víctimas que su propio peso corporal. Entonces un atún –sólo uno- en un año y a este ritmo se zampa 15.000 peces para salir adelante. Una sardina, que se haya librado de la boca del atún, hace lo mismo pero es menos sibarita. Ella con cien veces menos de micropeces (zooplancton) al año, tiene bastante. Si los atunes, salmones, rodaballos, bacalaos o meros el ser humano los quiere domesticar, ensardinar y cebar, para después ser base de nuestra alimentación, será con pescado que tendrá que hacerlo. O convencerles -y en eso estamos- de que cambien sus costumbres y sobrevivan a base de pienso de soja transgénica, que tenemos mucha, es barata y para el ser humano no es el mejor alimento. A las vacas, al contrario, les chifla lo verde. Corretear por los pastos mugiendo y mordisquear hierba fresca es lo suyo. Pero la mayoría ahora pasan sus días en establos mecanizados, sin ver el sol y comiendo tediosos piensos. Cómo lo de abaratar es la clave del sistema productivista, ya se intentó cambiarles la dieta, y durante un tiempo las hicimos carnívoras y caníbales. Los piensos incorporaban harinas animales hechas con los desperdicios de las matanzas hasta advertir que en algunas vacas esté menú les sentaba fatal: una locura. El ser humano en su omnivoridad puede escoger: verdura, fruta, carne o pescado, o un poco de todo, que seguro es lo más saludable. Pero en el McMundo que vivimos la misma industria alimentaria [y los intereses del capital ahí depositados] que fantasea con vacas carnívoras y peces vegetarianos, ha modificado y uniformizado a dos únicas formulaciones la alimentación humana. Los grandes depredadores, tipo atún, que nos alimentamos con un exceso de proteínas y grasas animales –y así damos de comer a dichas industrias- y las personas del medio rural despojadas de sus recursos. Sin peces que pescar


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RESUJMEN LATINOAMERICANO

Entrevista con los comandantes Camilo Reyes y Antonio Meza de las FAR-EPT del Perú

“Nuestro internacionalismo tiene su base, su fundamento, en el Socialismo” Reivindicando el marxismoleninismo, la lucha contra el imperialismo yanqui y la vía de lucha armada, otra vez se ha instalado en Perú una experiencia vinculada al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, que dirigiera hasta su caída en combate, durante la ocupación de la Embajada de Japón en Lima, el Comandante Cerpa Cartolini. Se trata de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Ejército Popular Tupacamarista (FAREPT), quienes desde hace un tiempo vienen operando clandestinamente en ese país. “Resumen Latinoamericano” logró una entrevista con el Comandante Camilo Reyes, del Secretariado del Estado Mayor, Comandancia General de la organización guerrillera, y con el Comandante Antonio Meza, Responsable Internacional del FAREPT. Ambos contestaron un extenso cuestionario que busca acercar información sobre esta experiencia insurgente. -¿Que son las FAR – EPT y cuándo y porqué surgen? ¿son herederos de las experiencias del MRTA o un desprendimiento del mismo? -Las Fuerzas Armadas Revoluionarias–Ejercito Popular Tupacamarista (FAR–EPT), son la reserva revolucionaria del pueblo, su ejército en construcción que busca constituirse en el instrumento del cambio y la transformación estructural, formado en las canteras ideológicas del Marxismo – Leninismo, aspiramos al Socialismo como ideal de sociedad al que pretendemos llegar, desarrollando la estrategia de Guerra Revolucionaria del Pueblo (GRP). Por las características actuales del capitalismo en su proyección imperial, bajo mecanismos neo coloniales, nuestro pueblo, Latinoamérica se ha constituido en un escenario proveedor de materias primas, mano de obra barata, lo que la convierte en un territorio de disputa inter- imperial cuyas transnacionales depredan, explotan y saquean nuestras

riquezas. La penetración del capital, su dominación neo colonial se expresa en niveles alarmantes de pobreza, sub– desarrollo y atraso; decimos entonces que bajo este sistema inhumano, depredador, la vida no será posible, que es necesario retomar el camino de la utopía, el deseo permanente de los pobres y desposeídos de llegar del reino de la necesidad al reino de la felicidad. Somos un Partido de Combate de nuevo tipo, devenido por cuestiones de necesidad histórica en FAR – EPT, como expresión dialéctica de las luchas de nuestro pueblo somos la resultante cualitativa que se cuaja, acera en el cernidor de la historia, constituyéndonos en parte de esa vigorosa corriente de Resistencia revolucionaria que combate, con terquedad revolucionaria avanza en el seno del pueblo, se organiza desde las montañas y se abraza con los revolucionarios Latinoamericanos en pos de la justicia social en el Continente. Porque el enemigo de clase, siempre ha respondido con balas, persecución, cárcel, porque ellos, bajo la óptica de su “pensamiento único” no dejarán el poder, ni mucho menos abrirán espacios de participación y decisión al pueblo, como se ve hoy cuando el Congreso peruano, aprueba leyes propio de un Estado de Terror; cuando comprobamos que no hay derecho para el vencido, salvo humillaciones, entendemos que el único lenguaje que entenderá la

derecha reaccionaria vende patria en el Perú, es el lenguaje de las armas revolucionarias, entonces, nuevamente igual que ayer, la confrontación con los poderosos, tendrá en la crítica de las armas la palabra final, el uso de la violencia revolucionaria será el antítesis a la violencia reaccionaria, criminal, asesina que desarrolla este injusto sistema de opresión y explotación. Insurgimos, que sería una expresión concreta ya que encierra una realidad concreta, en un contexto donde el enemigo de clase pretende introducir en el pueblo, en sus organizaciones, la lógica de su “democracia”, de “su modelo perverso de enajenación”, de “individualismo” pretende, lo reiteramos, mantener dentro de su estrategia de manipulación una atmosfera adversa, de perversión hacia toda alternativa popular, revolucionaria y transformadora; entonces, cuando echamos la mirada hacia atrás, encontramos que la realidad de las grandes mayorías nacionales no a cambiado, que existe una brecha cada vez mayor entre ricos y pobres; la derrota de las alternativas revolucionarias que insurgieron en la década de los 80 no significo el mejoramiento de la calidad de vida, no significo la defensa de nuestros recursos naturales y la biodiversidad, sino por el contrario, el Estado necesitó derrotarlas


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para poder profundizar el sistema capitalista en su versión neoliberal de mercado que nos ofrece la miseria y la paz de los cementerios como futuro. Entonces bajo una mirada crítica de la realidad peruana y Latinoamericana, de la historia misma de nuestros pueblos, de sus esperanzas, ideales y sueños, de sus luchas por un mañana y futuro mejor, encontramos que éstas han sido y vienen siendo contestadas con cárcel exilio, represión y muerte, las balas constituyen el lenguaje permanente de las clases dominantes, de los poderosos, ante los justos reclamos e históricas reivindicaciones. Venimos de la experiencia revolucionaria de lucha políticomilitar desarrollada por el MRTA, comprometido con nuestro tiempo, nos sabemos continuadores de la heroica lucha y resistencia de nuestro pueblo. Nuestro Vilcabamba es, será el Perú porque en ella, en todo el territorio con el apoyo, participación de las grandes mayorías nacionales empobrecidas, libraremos la Segunda y definitiva independencia. Entonces, solo entonces, la Patria Grande será el paraíso. -¿Cuál es su ideario político y sus definiciones estratégicas? -Asumimos el marxismo –leninismo como guía para la acción, desde nuestros orígenes, desde nuestra tradición de lucha nos nutrimos de la historia de lucha y resistencia de nuestro pueblo, del ideario libertario de Túpac Amaru II, que muestra los caminos para el rescate de nuestra identidad, muestra su sentido histórico de libertad, justicia social, se convierte entonces en nuestra orientación estratégica, para la liberación del Perú y Latinoamérica. El Tupacamarismo se alimenta, fortalece, crece, con todas las formas de lucha y resistencia que se viene implementando en calles, montes, ciudades de nuestra América, se eleva como voz contestataria de Nuevo Orden Social en las movilizaciones anti capitalistas y anti imperialistas. Nuestro planteamiento político pone a la orden del día el ideario tupacamarista que fue capaz de adelantarse a la Revolución Francesa al decretar la libertad de los esclavos y negros, firme al proponer la construcción de un nuevo tipo de sociedad, diferente a la colonial, incluyente y libertaria, llena de

contenido nacional cuando caminó en la búsqueda de nuestra identidad nacional y continental. Decimos que en nuestros anhelos de libertad, justicia social, democracia, defensa de nuestros recursos naturales, en nuestra lucha por la construcción del hombre nuevo, está presente Tupac Amaru II, como Revolucionario de América, donde hay mucho que andar y aprender. Dado que la neo colonialidad es una de las características de la dominación capitalista consideramos que nuestra estrategia revolucionaria es; político – militar de Guerra Revolucionaria del Pueblo. -¿Donde desarrollan su accionar? -Nuestro accionar político–militar, se desarrolla principalmente en el Perú. Considerando que el Perú y Latinoamérica constituye un territorio de confrontación en la lucha por la liberación, nuestro accionar en su norte político tiene una orientación continental y está presente en cada barrio, escuela, universidad y organización social de nuestra patria. Consideraciones de carácter estratégico obligan a construir en el campo, la Fuerza Militar donde venimos haciendo pedagogía revolucionaria. -¿Cómo se ubican frente a la actual escena política del Perú? ¿Solo trabajan en el frente armado o también tienen actividad en el movimiento popular (obrero, campesino, estudiantil, etc)?

-Frente a la actual escena política del Perú, nos constituimos en una verdadera alternativa de transformación, de cambio radical, nos oponemos a toda acción antinacional y anti patriótica de la burguesía y oligarquía peruana. Elegimos el camino más duro, doloroso por que deseamos acabar con la guerra, la miseria y explotación, acabar con todo vestigio de prostitución política porque ella, se ha convertido en el arma ideal y necesaria de los explotadores. Estamos avocados a lograr que nuestros pueblos no sigan siendo más colonia de ninguna potencia extranjera, nuestros pueblos decidan por el camino de la libertad y la forja de su propio destino. Construir con todos, a partir de todos, un Gran frente de Unidad que promueva el derecho a la vida, el respeto irrestricto de nuestra soberanía, la defensa del medio ambiente, que luche por y se proponga alcanzar una sociedad donde reine la felicidad y el objetivo sea el hombre. Una organización revolucionaria como la nuestra no puede caminar, ni propugnar, la unilateralización de su línea política, las FAR - EPT se construye de manera equilibrada con el Movimiento Popular, y los métodos de construcción del poder popular se encuentra en nuestra línea de masas. Trabajamos la construcción integral de los campos de la revolución,


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teniendo en el movimiento popular nuestra fuente de vida y desarrollo es preciso recordar la precisa apreciación del Comandante “Marcial” quién muriera asesinado en El Salvador cuando decía que: “Nuestras montañas son las masas”. -¿Qué opinan de la estrategia electoral en el Perú? ¿Hay condiciones para la misma? -Evidentemente las elecciones bajo un sistema como el capitalista no deja de ser un mecanismo de obnubilación, una poderosa arma de maniobra que los estrategas de la democracia burguesa la perfeccionan de manera ininterrumpida para prolongar su dominación, la vieja democracia griega la utilizó para dar legalidad al gobierno “de los iguales” o sea legalizar la elección anti popular de poderosas familias convertidas en elite por voluntad de las armas y el cretinismo estatal, hoy en día este mecanismo sistematizada en su momento por los pensadores de la primera revolución burguesa, constituye el arma indiscutible e infalible de una burguesía parasitaria para nombrar a sus representantes, entonces el mecanismo electoral es válida para quienes detentan el poder, extienden su dominación, para generar un recambio de sus fichas en el tablero político y mentir al pueblo. Para los camaradas con quienes compartimos ayer sueños, esperanzas, que vienen adoptando una supuesta estrategia centrada en el parlamentarismo, el electoralismo como línea política para la acumulación de fuerzas ajena al objetivo estratégico de toma del poder y construcción del Socialismo, alejada de toda propuesta de cambio estructural, señalamos que los convierte en furgón de cola de la burguesía, en impulsores de una estrategia de desarme. Podemos decir, que con la propuesta de “Víctor Polay, Presidente” lanzada como globo de ensayo por un “circulo literario” en el año 2005, se mostró que en las entrañas de la Dirección Histórica había convivido, alimentado de un falso revolucionarismo, una línea revisionista dentro del MRTA, madre de una camarilla que lanzó al Comandante “Evaristo” a la muerte, fueron ellos quienes convirtieron una grandiosa acción política – militar como fue la

Toma de la Embajada japonesa en una acción de consigna guerrera que llevó al MRTA a un punto de no retorno. Hoy en día, con la adopción cerrada del electoralismo “hija de la desesperación” se echa a caminar la anti historia, para pedir clemencia al “vencedor”, caminar con ellos, aceptando que la “guerra” ha concluido, que “la democracia” esta que conocemos es la mejor, pasando así a formar parte del cipayaje, en síntesis, la dignidad humillada convertida en carne de cañón viene combatiendo la propuesta revolucionaria ¡A cambio… migajas! Condiciones no existe, existe un individual-voluntarismo para resolver lo existencial, lo cortito y esto es utilizado por el enemigo de clase, como una innovada forma de rendición. ¡Hay de los vencidos! ¡Como duele tu muerte camarada Cerpa! En los últimos años se han dado levantamientos campesinos importantes (como es el ejemplo de Bagua) y han sido reprimidos violentamente. ¿Qué se plantean como organización frente a futuras contingencias de este tipo? Evidentemente, esto es ya recurrente en una sociedad clasista como la nuestra, toda forma de reclamo, de voz movilizadora y reivindicativa que venga del pueblo ha obtenido represión y muerte como respuesta, en casi 200 años de vida republicana, de “independencia” como gusta llamar a quienes nunca lucharon e hicieron nada por este pueblo, las expresiones “orden”, “desarrollo”, “bienestar social”, “libertad” y “democracia” tuvo

en los cañones la afirmación del orden y mantenimiento del statu quo. Para el Estado Peruano que siempre impregno su historia de paginas de discriminación a los pueblos indígenas borrando con el codo lo que declara y aprueba en organizaciones, foros internacionales, el reclamo de los indígenas aglutinados en la AIDESEP (Asociación Interetnica de Desarrollo de la Amazonia Peruana), representó una expresión que no podía ser atendida ni escuchada ya que ella ponía en riesgo la “eficiencia servil” de Alan García ante sus amos de las transnacionales ya que rompía los planes de privatizar la Amazonía, el negociado “redondo” del control del oxigeno se postergaba. La revolución es una tarea de todos, porque en ella se decide nuestro futuro como pueblo, como sociedad, para responder este tipo de situaciones en el futuro, las FAR – EPT están plenamente convencidas que una respuesta organizada valen mas que mil resoluciones de solidaridad, mas que el “apoyo” de las armas guerrilleras, nuestra mejor trinchera, nuestra garantía de triunfo es el pueblo organizado, armado, movilizado, el combatiente silencioso, el destacamento de reserva, con ellos y solo con ellos avanzaremos; integrar con educación, con línea política a los campos de lucha revolucionaria a todos los sectores golpeados, explotados, agredidos por el imperialismo y sus testaferros nacionales y locales, es nuestra tarea, aprender de ellos es nuestra consigna. Nuestra política no pretende actuar sobre la base de las contingencias, si no que nos planteamos incorporar a los pueblos indígenas al proyecto revolucionario mediante la conformación de naciones con capacidad de decisión política, defensa de tierra y territorio, recursos naturales, como parte de una tarea postergada, inconclusa en la formación de la nación; que parte del reconocimiento de su soberanía. Es necesario recordar entonces, que a partir de la globalización imperialista, a la postración secular de estos pueblos se agrega de manera sistemática el etnocidio que va a expresarse en un proceso de transculturización forzada con el consiguiente avasallamiento de su cultura, perdida de identidad, usos,


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costumbres y derechos colectivos al ser sometidos a un modelo político - económico ajeno a su realidad. Esta barrera, nos proponemos remontar porque como marxistas comprendemos que la cuestión nacional esta vinculada a la perspectiva revolucionaria, valorándola desde el ángulo de la cohesión de pueblos que buscan su liberación la que a grandes rasgos comprende: el derecho a la autodeterminación, liquidación de las clases explotadoras y creación de las bases políticas, sociales, económicas, ideológicas y teóricas del desarrollo socialista de las naciones; abolición de las desigualdades económicas y el acercamiento en todas las ordenes hasta llegar a la unión completa. -Con motivo del intento de golpe en Ecuador, el presidente Alan García condenó el mismo y participó activamente de las reuniones de UNASUR. ¿Cómo se interpretan estos gestos de política exterior en el actual desarrollo de su política interna? -En cuanto al intento de golpe en Ecuador, fue un mal calculo para los estrategas del Comando Sur y el Departamento de Estado Norteamericano el intentar derrocar al Presidente Correa, pero expertos como son no podían equivocarse dos veces en el mismo tema, en golpe de mano violento dictaron el libreto “democrático” a sus voceros donde Alan García y el Presidente Santos de Colombia constituyen la base de la avanzada contrarrevolucionaria. Evidentemente Ecuador no es Honduras, ni Correa es Zelaya, vitoreador de los golpes y el gorilismo García tuvo que callar, lo que en Honduras aplaudió, tenía que mostrar un perfil de “defensor del voto ciudadano” mordiendo su rabia por la profundización de los procesos que el llama “trasnochado” o de “injerencia chavista”; la “diplomacia” es su doble moral y cinismo, esto no afecta la política exterior peruana, como parte fundamental de una Política de Estado ultra reaccionaria, impuesta desde el mismísimo Departamento de Estado, la nueva estrategia de posicionamiento regional yanqui, implica el penetrar en los bloques regionales para desde allí desarmar los planes integracionistas y de alternativa popular, generar una

correlación de fuerzas favorables a la desestructuración del Proyecto de la Patria Grande, su presencia en la UNASUR es lo que en la piel, la lepra. Ser miembro de la UNASUR, obliga ciertas cuestiones de índole regional, aunque ellas no vayan de la mano del “Aprismo” y de Alan García, actuar por obligación no es igual a actuar por voluntad y convicción, y como vemos esto no afecta su política interna. -¿Qué opinan del Partido Nacionalista del Perú y de su líder Ollanta Humala? -Desde nuestros primeros pasos en la construcción de las FAR – EPT, en el 2006, dimos una posición clara sobre Ollanta Humala como candidato presidencial a quién calificamos de “espadón” al servicio de los poderosos, no fue un hecho fortuito, ni de tragedia histórica, su paso por la Base Contrasubversiva de Madre Mía, su papel en la represión, el asesinato y la tortura no diferenciaba enemigos. En ese sentido, aseguramos que la constitución del Partido Nacionalista Peruano no era mas que la respuesta de un nacionalismo burgués a la derrota de las organizaciones revolucionarias y el vacío de propuestas políticas fruto de la desarticulación de los “partidos tradicionales” por el fujimontesinismo, falto de una plataforma propia el “seudonacionalismo trasnochado” cogió algunos elementos de la tesis ideológica del MRTA para su prédica electoral, lo nacional, patriótico y continental fue parte de esa propuesta. Ollanta Humala

fruto de la desestructuración orgánica del campo popular, supo capitalizar un liderazgo que no se merecía, aprovecho el descontento de las masas en los dirigentes y partidos tradicionales sea de derecha y/o izquierda. Evidentemente la votación electoral del 2006, que catapulto a Ollanta Humala como figura anti neoliberal, fracturó las sempiternas formulas y reuniones de unidad de la “vieja izquierda tradicional”; vista como una expresión de sectores que buscaban una candidatura diferente a la de Alan García, fue posicionado como candidato – caudillo. Desde entonces hasta hoy, se viene mostrando una peligrosa tendencia anti popular, su condena a los fallos de la CIDH contra el Estado Peruano favorable a ex guerrilleros por violación a los derechos humanos, no solo muestra su esencia reaccionaria sino que se ultra derechiza y se pone a diestra del Vicepresidente Giampietri. La vieja izquierda coloquial persiste en su afán de perennizarlo, y esto, sin desarrollar un análisis concreto de la realidad nacional y del proyecto Ollantista, pretenden crear, la gran unidad de las izquierdas alrededor de la figura de Ollanta Humala, sin saber que el planteamiento de gobierno de OH, no es nacionalista ni de izquierda sino mas bien de reformismo pequeño burgués, sin ninguna propuesta de cambio radical para las masas proletarias, en cuestiones concretas, es improvisación, necedad con el futuro, la improvisación y ceguera son madres de la derrota.


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Aporte del humor gráfico en los procesos revolucionarios

ANÍBAL ORTIZPOZO

.“Revolución Revolución, cuántas contrarrevoluciones se cometen en tu nombre.” Nicanor Parra El Humor Gráfico, la Caricatura y el Dibujo Político, históricamente, aparte de ser un recurso natural venezolano, se enfrentaron a las dictaduras y gobiernos corruptos de la llamada “Cuarta República”, se solidarizaron con Cuba, Vietnam, Nicaragua, El Salvador y especialmente se luchó contra la dictadura chilena de Pinochet. En Venezuela se ha sido y se es tan rico en petróleo, como en dibujantes, escritores, revistas, publicaciones, exposiciones y hasta se tuvo una Cátedra de Humor en la UCV. Era realmente difícil encontrar un dibujante apoyando a Gómez, Pérez Jiménez, Caldera o Carlos Andrés Pérez. Siempre vienen a mi memoria los poemas y textos humorísticos de Aquiles Nazoa, quien sumándose a las redenominaciones de los términos y frases populares, como él sabía que el queso o guiso, está en el centro de la corrupción, escribe este Flash: Un doctor en un congreso/ ha salido con la historia/ de que comer mucho queso/ reblandece la memoria. Así pues, sin más misterios/queda por fin explicado/ por qué en nuestros ministerios/hay tanto desmemoriado. Hoy se habla de polarización, de crispamiento en el análisis político venezolano, aspectos al que el humor gráfico, no ha escapado. La toma de posiciones o si se quiere humorísticamente los “saltos y brinquitos de talanqueras”, nos permite a simple vista observar tres o más grupos de dibujantes: los que atacan visceralmente al gobierno, los que lo apoyan incondicionalmente, los que apoyan el proceso, pero son críticos , los llamados “Nini”, quienes aparentemente no están ni con uno ,ni con el otro, sino, todo lo contrario y otros que ejercen en oficio de “diente roto”, no hablan, no opinan, ni dibujan, pero… se acomodan. Cada uno de ellos ejercen

FRANKSIS, MONUMENTOS BICENTENARIO

su oficio de humorista gráfico desde sus trincheras ideológicas, con distintas tintas de colores, los rojo rojitos, los fresitas, los verdes, los blancos, los guanábanas, los azules, los amarillos y los papagayos de todos los colores para no “pelar” a la hora de enfrentar el salto de talanquera. Venezuela, está demostrado, es un país con plena libertad de expresión, todos podemos formular preguntas, naturalmente algunas son incómodas para los burócratas enquistados en el Estado. La oposición no ha podido demostrar lo contrario, ni con el apoyo millonario del exterior, para los medios impresos y digitales donde periodistas y dibujantes opositores, gracias al llamado “palangrismo” ejercen una crítica despiadada, ofensiva e irrespetuosa contra el Gobierno, su Presidente, Ministros y Presidentes de los poderes autónomos. Crítica opositora que se considera legítima, cuando representa un pensamiento político opositor diferente, un proyecto alternativo, que beneficie al país, pero que se deslegitima,

cuando llama al magnicidio, juega a la desestabilización y busca alianzas con potencias extranjeras abiertamente enemigas de Venezuela, como EEUU. La crítica constructiva de los intelectuales pensantes que apoyan al proceso revolucionario venezolano, vive los altibajos propios del difícil paso de la transición al socialismo, algunos de ellos aún están sentidos por el síndrome “Ávila – Humboldt” producido en el Seminario “Intelectuales, Democracia y Socialismo: Callejones sin Salida y Caminos de Apertura” organizado por el Centro Internacional Miranda, intelectuales que ya no sólo no ejercen la crítica abierta, ni siquiera se atreven a preguntar, después del tratamiento que voceros gubernamentales les dieron, cuando tuvieron la osadía de preguntar sobre los beneficios o no del “hiperliderazgo” del Presidente Chávez. Ante sus reflexiones y aportes críticos constructivos, no hubo argumentos, sólo la tradicional descalificación pública. Posteriormente y como una anécdota clarificadora, se desempolvó


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GUTIERREZ ALOIS, SATIRA BICENTENARIO

y difundió profusamente el discurso de Fidel a los Intelectuales cubanos de los años sesenta, excelente pieza oratoria, pero descontextualizada y fuera de tiempo, resaltando a modo de síntesis: “Todo, a los que están con la revolución y nada, a quienes no lo están” En nombre del los Colectivos de Humor Gráfico y Dibujo Político y en el mío propio, como creador me atreveré a preguntar: ¿Por qué en un país como Venezuela tan rico en petróleo como en humor, en esta última década, no ha habido Salones, ni Bienales Internacionales de Humor Gráfico como los hay todos los años en Cuba, España y otros países? ¿Cuál es el miedo, los prejuicios, que el MPPPC, y los academicistas del arte tienen frente a esta rama de las Artes Visuales venezolanas? ¿Cuántos libros de Humor Gráfico se han editado? Una reciente experiencia aleccionadora, de la que seguimos sin encontrar respuestas, de las razones por las cuales se suspendió indefinidamente la Primera Bienal de Humor Grafico “Convivencia” Social. Política. Ambiental. Cultura Creativa.

Territorial. Étnica. Sexual. Religiosa. Comunicacional, que se realizaría este año en el Museo de Bellas Artes. Supuestamente, contaba con espacios y recursos de la llamada “Explosión Bicentenaria”, Curaduría de la Crítica de Arte, Dra. Carmen Hernández, Bases elaboradas por los propios dibujantes, con un soporte ideológico socialista, jurados internacionales ya comprometidos. Nos repreguntamos ¿Por qué este proyecto, entró en el hostil túnel de una burocracia estatal humillante, donde nunca dicen que no se realizará. Se cita a reuniones, que progresivamente se van suspendiendo, hasta que los proponentes se cansen y se olviden del proyecto. En general, para nada ayuda la actitud de los funcionarios de esa “burocracia sin compromiso”, con sus respuestas evasivas, sin argumentos, desconocimiento del tema o sus silencios cómplices. Por ello bienvenidas las Escuelas de Formación Socialista Marxista para los militantes del PSUV y en especial la reciente propuesta autocrítica del Presidente, que no puede ser más oportuna, la Escuela de Altos Estudios

Políticos para los “excelentísimos” diputados electos recientemente a la Asamblea Nacional, donde sin duda se necesitará estar bien preparado, para enfrentar en lo ideológico político, a la oposición que ha vuelto. Aunque, el MPPPC, literalmente ha desconocido el Humor Gráfico y el Dibujo Político, en Venezuela , muchos de sus “cultores”, sin poseer recursos, ni medios impresos donde publicar, evaden temporalmente la exclusión publicando en Internet, con ello nos están alertando, que la existencia de esta rama de la Artes Visuales es innegable e indetenible. Que por ahora, la sostiene la ética e imaginación política de sus dibujantes, quienes la consideran un arma poderosa de comunicación ideológica política, a través de imágenes críticas que valen más de mil palabras. Que hacen pensar. Los justos cambios sociales revolucionarios en Venezuela y Suramérica, serán culturales o no lo serán; la crítica, ya no como una “convidada de piedra” los propulsará y profundizará permanentemente hacia su consolidación.


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El nuevo libro de Isabel Rauber aborda las búsquedas de una nueva civilización

Dos pasos adelante, uno atrás Dos pasos adelante, uno atrás está prologado por István Mészáros, cuyas reflexiones se exponen a continuación: “Trataron de negar, hasta el último minuto incluso, la más remota posibilidad de una crisis estructural fundamental del orden de reproducción establecido por el capital. Se esperaba que todos creyéramos que “el mercado siempre se encarga de todo”. Se suponía que los problemas cíclicos periódicos sólo iban a “mejorar la eficiencia del mercado” para beneficio de todos, y así asegurar la dominación del sistema capitalista para siempre. Sin embargo, a pesar de todos los consuelos preconcebidos, el mercado falló en aquello de “ocuparse de todo”. Al contrario, una masiva crisis financiera global explotó, empujando al Estado capitalista a intervenir en la economía del mundo –contradiciendo directamente los tradicionales principios propagandísticos del idealizado “mercado libre” del “sistema privado de empresas”- con la astronómica cifra de trillones de dólares inyectados a bancos catastróficamente defectuosos y a otras enormes empresas en bancarrota, incluyendo las gigantescas compañías de autos americanas. Algunas “personificaciones ideológicas del capital”, como los editores de la revista semanal mas influyente en ese campo, The economist, gritaron alto en la portada de su publicación: “Salven el sistema”. Y, para estar seguros, las autoridades estatales en cada uno de los principales países capitalistas hicieron todo lo que estaba en su poder para salvar, tanto como pudieran, al sistema. Y, como era de esperar, hemos sido testigos una vez más de la cínica “nacionalización” de la quiebra capitalista. Pero incluso, tras la multi-trillonaria inyección de dólares de las operaciones de rescate estatales a la economía mundial capitalista generadoras de endeudamientos crónicos en todos lados, a ser pagados de alguna manera en el futuro- los problemas se resisten a ser resueltos. De hecho empeoran aún

más porque las graves determinaciones estructurales subyacentes y las contradicciones de la crisis global son evitadas como las plagas. Las acciones de recuperación están permitidas estrictamente con el propósito de manipular los síntomas, pero se les prohíbe ocuparse de las causas de su empeoramiento. Al mismo tiempo incontables millones de trabajadores son expulsados del “mercado laboral” para reconstituir mediante las miopes e irracionales prácticas de los llamados “ajustes de plantilla” la inhumana “racionalidad” de la cancerosa expansión del capital a cualquier costo. Esto debe ser perseguido según el orden socioeconómico establecido incluso si eso significa automáticamente ignorar la verdad elemental que las grandes masas de trabajadores que son despedidos para una producción rentable, se necesitan también para un consumo rentable. De esta manera la producción de despilfarro y destructividad toma ahora una triple dirección: 1. En el mundo de la producción industrial capitalista y de las finanzas especulativas-aventureras, así como 2. en la intensificación del dominio militar, con su inaudita devastación de los recursos materiales y humanos, incluyendo la desvergonzada imposición

ISTVÁN MÉSZÁROS

de nuevas guerras imperialistas en nombre de la “democracia” y la “libertad”, y 3. literalmente, la base natural vital de nuestra propia existencia, es directamente atacada por la devastadora invasión del capital en el mundo natural en el cual los seres humanos deben sobrevivir o perecer. De acuerdo con esto, dadas las condiciones de nuestra crisis global cada vez más profunda, no es exagerado afirmar que la supervivencia misma de la humanidad se está volviendo el principal dilema de nuestros tiempos. La pregunta es entonces: ¿Qué se puede hacer al respecto y cómo? Obviamente, en contraste con la perpetuación del capital firmemente enraizado y los intereses jerárquicos creados cumplidos, sólo una aproximación radicalmente socialista puede prometer algunas respuestas viables e históricamente sustentables a tan urgentes preguntas. Esto significa una aproximación basada en un apasionado compromiso con los objetivos humanos de un futuro mejor y basada al mismo tiempo también en una evaluación crítica del pasado. En otras palabras, los principios orientadores de una crítica no comprometida con el orden social reproductivo del capital debe ser combinada con las potencialidades creativas de la auto-crítica atendiendo no solo a las razones emanadas de los fracasos del pasado sino también a las tentaciones desviacionistas de la cotidianidad. Como Isabel Rauber lo define y aclara en este texto, la perspectiva histórica del orden social al que debemos apuntar radica en la constitución conciente de una sociedad horizontal, creada sobre una base totalmente equitativa. El orden social capitalista es jerárquico en todo sentido, y como tal, es incorregible. Esto es por causa del modo en que operan las funciones de reproducción del metabolismo social del capital, que debido a sus más recónditas determinaciones sólo puede funcionar sobre la base del divorcio


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total de las funciones de control de producción y distribución de los individuos trabajadores cuyo papel se reduce a ejecutar las órdenes que les llegan desde arriba. Consecuentemente, la abogada “ruptura y superación del dominio del capital” un requerimiento clave explicitado en el subtítulo de este libro es factible sólo restituyendo a los individuos sociales el control total sobre su actividad vital, superando la inhumana alienación y la irracionalidad fetichista que caracteriza el orden existente. Así, la gran tarea organizativa y creativa de la transformación radical que necesitamos es concebible sólo si es procurada “desde abajo”, a través de la participación más activa de las grandes masas del pueblo. Una sociedad horizontal puede por lo tanto calificar para sus principales y definitorias características solamente si realmente tiene éxito en organizar y realizar su decisión vital haciendo procesos consistentemente, desde abajo, elaborando al mismo tiempo las formas y modalidades de coordinación a través de las cuales semejante principio orientador antijerárquico puede abrazar los procesos vitales no sólo de relativamente pequeñas comunidades sino del todo social. El título Dos pasos adelante, uno atrás denota que Isabel Rauber no se hace ilusiones, ni nada por el estilo, sobre una rápida solución a estos problemas, como fue erróneamente sugerido en proyecciones vanguardistas sectarias y mecanicistas en el pasado. Ella deja muy claro a lo largo de su libro que tenemos que enfrentar un cambio civilizatorio fundamental, requiriendo una larga transición desde el orden existente hacia uno que puede ser constituido en el presente y el futuro por la gran mayoría del pueblo. A este respecto, el punto de partida necesario es la indefinida y positivamente sustentable relación entre los seres humanos y la naturaleza. En este vital sentido: “La vida, más que la razón, nos convoca a abrir paso a las nuevas concepciones acerca del progreso, el bienestar social e individual, y a re-pensar estos temas en función de la armonía/ equilibrio ser humano-naturaleza, asumiendo que la sobrevivencia humana es inseparable de la naturaleza.

Es la vida –y no la economía , la que ocupa en esta concepción la órbita central articuladora de un nuevo modo de construcción y organización del metabolismo social, económico, político, cultural, conjugadamente con la practica universal de una nueva ética de convivencia humana en su reencuentro con la naturaleza.” Esta es la base natural y social sobre la cual debe ser lograda la transición radical al nuevo orden social, sin importar cuán difícil pueda ser el proceso de reestructurar el marco de trabajo estructural jerárquico establecido por el capital. Pues un proceso transformador cualitativo de esta magnitud requiere de una dedicación conciente del pueblo a esta histórica tarea. Así es como Isabel Rauber lo plantea: “La transición nace en las entrañas mismas del capitalismo, pero no espontáneamente (de un modo “natural”) ni por acumulación de reformas parciales; requiere de un articulado e integral proceso consciente. …la lucha contra la lógica del capital necesita ir articulada a la construcción de la lógica horizontal liberadora, revolucionaria, parte del proceso de construcción de la (nueva) sociedad horizontal. Requiere de la voluntad y la participación organizada y crecientemente consciente de todos los actores sociales y políticos cuya actividad cuestionadora forja el proceso mismo.” Al mismo tiempo Rauber insiste también, y correctamente, que este

proceso de reestructurar nuestro modo de reproducción social jerárquico e inamovible debe empezar ahora mismo, en vez de “esperar el momento y las circunstancias favorables”. Igualmente, ella subraya repetidamente en el libro que es absolutamente necesario emprender una revalorización crítica de las experiencias socialistas del siglo XX en pos de una solución positiva a los problemas a enfrentar en el futuro. Esta reevaluación debe incluir la simultánea constitución de una práctica política más viable y la reorientación de los actores militantes de nuestro tiempo: “Una nueva concepción de la política y la acción política demanda también de un nuevo tipo de militante, con una lógica que modifique de raíz lo que hasta ahora se suponía era su “razón de ser” y actuar. … Se trata de una militancia consecuente con las propuestas que levanta, impuesta de que los desafíos socio-transformadores no son tarea de élites mesiánicas, sino que reclaman la participación protagónica plena de las mayorías concientes.” Y, para resaltar la relevancia del proceso transformador tal como se revela en diferentes partes de América Latina, ella cita las palabras de Joao Pedro Stédile, uno de los líderes profundamente comprometidos del Movimiento Sin Tierra de Brasil (MST), un movimiento innovador y en todo sentido verdaderamente basado en las masas: “Necesitamos colocar nuestras energías para ir hacia donde el pueblo vive y trabaja, y organizarlo. (...) Sin organizar al pueblo no se va a ningún lugar, y muchas veces [parte de la militancia] se ilusiona con eternas reuniones de cúpula o meros discursos explicativos acerca de la coyuntura.” Los cambios que se prevé surjan y se consoliden en el curso de este desarrollo, están indudablemente llamados a ser fundamentales. Pero precisamente por esa razón, tales cambios pueden ser logrados con éxito solamente si el nuevo orden reproductivo social en su proceso de construcción por las grandes masas del pueblo es –y se mantiene- positivamente horizontal tanto en sus partes constituyentes como en su cohesión general. Y eso es factible solamente si la transición cualitativa reestructuradora requerida


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tiene lugar desde abajo, constituyendo concientemente “desde los seres humanos concretos” el actor colectivo de la transformación revolucionaria sobre una base totalmente equitativa, y también si retiene una igualdad sustantiva como principio seminal regulativo del nuevo modo de reproducción metabólica social habitual. De esta manera la dimensión política vital del proceso transformador está estrechamente integrada con la dimensión social y cultural de la vida cotidiana de la gente. Para citar algunos de los pasajes del libro de Isabel Rauber: “Esta transición tiene entre sus tareas centrales la construcción de poder político cultural popular desde abajo, simultáneamente herramienta y camino para la construcción del actor colectivo, la fuerza social revolucionaria del cambio y su organización política, impulsado por la participación democrática de los pueblos, y cohesionado inicialmente mediante definiciones programáticas estratégicas que orienten y contribuyan a hacer confluir y enlazar los procesos de lucha y transformación que nacen en los ámbitos comunitarios locales con los que tienen lugar en otras dimensiones y ámbitos. …Por tanto, toda revolución social desde abajo (radical) tiene como centro y punto de partida a los seres humanos concretos que integran una sociedad concreta en un momento histórico determinado; de ahí que sea imprescindible enfocar el proceso socio-transformador en su integralidad y profundidad multidimensional e intercultural. Esta complejidad del proceso es parte sustantiva, característica de las revoluciones desde abajo , creadas y protagonizadas por los pueblos. Tales son las revoluciones sociales del siglo XXI.” Entretanto, los cantos de sirena para “salvar el sistema”, proclamados a los cuatro vientos por las personificaciones ideológicas del capital, van a sonar más alto, mientras las contradicciones del orden establecido reafirman su carácter destructivo con creciente intensidad. El reto histórico de transformación radical está por lo tanto haciéndose más urgente cada día. El libro de Isabel Rauber Dos pasos adelante, uno atrás, en manos del lector, es una contribución muy importante a encontrarse con él.”

Pueblo (novela de Pérez Pirela) Invenciones e ideas: Hace tiempo trabajo en el tema de las relaciones entre las ramas de la cultura de una misma época, y de las conexiones entre las obras de sus creadores. Para ello es clave el análisis del caso de los polígrafos, a fin de determinar si quienes cursan varios géneros aplican en ellos estrategias estilísticas similares.Luis Britto García Por la elección del tema, por la elegancia del estilo, por la sensorialidad y la recurrencia de sonoridades, nada hay más parecido a los poemas de Rubén Darío que sus ensayos y relatos. La narrativa y las obras históricas de Enrique Bernardo Núñez son concisas, aforísticas, fulminantes, plenas de una denuncia contenida por la aparente impasibilidad del autor. Las novelas de Rómulo Gallegos pretenden probar sus tesis positivistas de La Alborada. Se comprenderá así el redoblado interés que para mí reviste la novela Pueblo, de Miguel Ángel Pérez Pirela. El autor es académico y perspicaz analista político, fascinado por los sistemas implacables de Nicolás Maquiavelo y de Tomás Hobbes, y autor de ensayos de impecable construcción racional sobre temas tan actuales como El Estado posible o tan alarmantes como El Paraestado. Una aplicación simplista de la hipótesis sobre la unidad esencial entre las estrategias aplicadas a géneros diferentes haría esperar de él quizá una novela de tesis sociopolítica que funcionara, al modo de las narrativas de Voltaire, como elegante demostración de una posición teórica. Amor y poder En lugar de ello, Miguel Ángel Pérez Pirela nos entrega una novela de amor. Hacia el último * NARRADOR,

ENSAYISTA, DRAMATURGO, DIBUJANTE, EXPLORADOR SUBMARINO, AUTOR VENEZOLANO DE MÁS DE 60 TÍTULOS.

tercio del siglo pasado, Juan Liscano sentenció, con razón para su época, que la literatura venezolana había sido preponderantemente testimonial y realista, y casi nunca onírica o fantástica. Tampoco, añadiríamos, ha sido erótica ni amorosa. Fuera de la fulgurante Peonía, de Manuel Vicente Romerogarcía, que de una vez pone en pie nuestra vacilante narrativa decimonónica y la echa a andar por sendero propio, las tramas sentimentales sirven invariablemente para ilustración de tesis positivistas, como en Gallegos, o como tenue tejido a ser desgarrado por las amarguras de la lucha armada, como ocurre en las narrativas de Argenis Rodríguez. Apenas una poco divulgada novela de Alfredo Armas Alfonzo, Este resto de llanto que me queda, hurga a plenitud en la herida que ningún aquejado quiere ver curada. A pesar de su título sociopolítico, Pueblo es una historia sentimental. Miles de trabajosos intercambios de abusos y dislates ocurren entre sus habitantes. El principal es la omnipresente pasión contrariada, que crea un ambiente tan obsesivo como el del calor. Su opaca frustración redime todo. Dentro de este sentimiento que es como un clima, toda


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LUIS BRITTO GARCÍA* impersonal tercera persona del narrador, para saltar repentinamente a la primera persona de algún personaje, continuar con el pensamiento de éste y luego con la respuesta de otra voz. Este ejercicio no genera indescifrabilidad sino frescura coloquial. Por momentos las oraciones se hacen largas y densas, quizá para sugerir el envolvente calor, pero siempre cuentan cosas apasionantes. A veces son chismes sobre la gente de Pueblo. A veces tejen paradojas metafísicas, como cuando Gobernador envía a sus matones a poner etiquetas con su precio a todos los seres de Pueblo, y así se sabe que 3000 moscas valen cuanto un grillo y 800 grillos valen cuanto un sapo y tres sapos valen cuanto una rata y 200 ratas valen cuanto una iguana y 10 iguanas cuanto un conejo y cinco conejos cuanto un gato, hasta que tienen precio todos los hombres y las mujeres y aun lo inapreciable.

trivialidad tiene su sitio y todo fracaso su redención. Personajes y funciones En su lacerante película Dogville, Lars von Triers sustituye los decorados de un villorrio por un plano pintado en el suelo donde dice: Calle, Abasto, Telégrafo, Taller. Una silueta canina trazada en la vía luce el rótulo Perro. Miguel Ángel bautiza a sus personajes según las funciones que cumplen en el relato: Gobernador, Secretario, Esaaquellalaausente, Fantasma, Maríadelosángeles, Prisionero, Marinero. Para completar el sistema, la misma aldea no tiene otro apelativo que Pueblo. Pero se trata de un esquema de los personajes y no de personajes esquemáticos. Si bien el nombre es un destino, los nombrados justamente se debaten dentro de él y contra él y por momentos lo exceden. Gobernador, por ejemplo, recipiente propicio para acumular todos los lugares comunes sobre la autoridad despótica, ignorante o inflexible, es un ser que recibe su investidura jerárquica como sin pensar en ella, obsesionado por el más poético de los sinos que puede afligir a un alma antipoética: el amor no correspondido. Una frase magistral lo presenta de entrada: “Era una simple prolongación de ella, un enamorado”. Como en los retablos medievales de Patinir o del Bosco, en Pueblo cada ser tiene un lugar predestinado dentro de la composición, pero la ejecución crea una perpetua disyuntiva entre resignación y maravilla, cotidianidad y milagro, predestinación y albedrío. Sitio y fecha ¿Dónde y cuándo ocurre Pueblo? Su ambiente vagamente caribeño con bahía marina sugiere la costa venezolana y quizá la del Zulia, pero Pueblo podría estar en ninguna parte o en todas. Algunas menciones lo invisten de contemporaneidad, pero Pueblo podría ocurrir en cualquier momento o siempre.La inmovilidad esencial de los roles sugiere una atemporalidad que con

Acercar esa línea del horizonte

un pequeño esfuerzo podría convertirse en eternidad. Forma y fondo Una obra se logra en la medida en que armoniza forma y fondo. A este enfrentamiento entre predestinación y libertad corresponde la tensión entre un estilo descriptivo riguroso y nítido que sin embargo entrecortadamente admite las técnicas del monólogo interior. No nos extrañe entonces que por momentos una oración empiece con la

Estas sorpresas narrativas están contadas con frases no menos sorpresivas. Se afirma de repente que “las mujeres son como los gatos, ven cosas que nadie ve”. El personaje poderoso afirma: “Secretario, imagínate el aburrimiento de un mundo sólo de ricos”. Se explica que “Gobernador nunca pensó de forma concreta en el final, por eso era Gobernador”. Se describe con hiriente nitidez la obsesión amorosa anotando: “Sus ojos, los de él, poseían la cadencia de los pasos de ella”. O también se registra que “Él era un minúsculo monumento en la apoteósica plaza del cuerpo de esa mujer”. Se verifica que “Los verbos en pasado son los progenitores de la melancolía”. En algún lugar se establece que “Hay que acercar esa línea del horizonte porque, carajo, está muy lejos de Pueblo”. Acercar el horizonte, hacer próxima la distancia, es el imposible que todo amor y toda narrativa se propone. Son frases que bien valen por su vistosidad, como el traje de novia que la prostituta Rosita anhela, no para casarse, sino para lucirlo los domingos.


/Noviembre de 2010

Quiero ser saharaui “Soy ciudadano americano” dice el protagonista de la película mostrando su pasaporte a la policía... Y todo el mundo se para. Aunque esto está extraído de cualquier película en la que algún americano se ha metido en un “fregao” es buena muestra de lo que le pasó al periodista Jhon Thorne en El Aaiún anteayer. Lo que pasa es que como tenia las manos ocupadas no pudo mostrar su pasaporte y recibió palos por parte de la policía marroquí hasta que pudo identificarse como americano. La agresión paró en el acto... Ah, pensábamos que era un periodista español (que a esos sí les podemos pegar.. y fuerte) que se había metido donde no le habían llamado. Si el periodista hubiera gritado “¡Soy Español!” la paliza se hubiera multiplicado por diez ya que el militar marroquí sabe perfectamente que no solo no habrá investigación si no que, además, el gobierno español lo va a condecorar tal y como hizo con el ministro marroquí responsable de la toma de “Perejil” Ser español en Marruecos es ser un mierda, un ciudadano de tercera, un paria al que se puede apalear. Pero y todo esto ¿por qué pasa? Pues pasa porque nuestro gobierno, el del PSOE, se somete a los dictados de marruecos como un perro sumiso e indefenso ante el amo que le da palos porque le apetece. Y si el gobierno es sumiso pues lo pagamos los ciudadanos. ¿Demasiados intereses económicos? Pues que quieren que les diga señores y señoras. A mi me da que eso no es el fondo sino la escusa. La etapa de Rodriguez Zapatero como presidente del gobierno la recordaremos todos, los españoles por unos motivos que no se van a mencionar aquí y los saharauis por haber sido la peor etapa de su historia, en la que más han sufrido, en la que más palos

se han llevado por parte de España y de Marruecos desde hace 35 años. Desde que Rodriguez Zapatero está a la cabeza del gobierno los intereses generales de España están por encima del respeto y la defensa de los derechos humanos y por encima de la legalidad internacional. Esto es lo que se extrae de las declaraciones de los diferentes “Barones del PSOE” y de las actuaciones del partido en algunas de las comunidades autónomas. No son palabras nuestras, las han dicho diferentes lideres del PSOE. El presidente de Castilla-La Mancha y coordinador del Consejo Territorial del PSOE, José María Barreda, ha dicho que el gobierno está asumiendo “su responsabilidad” para con Marruecos, “un país muy importante para España y para Europa”. Además, señaló, ahora no se trata de afirmarse “en el patriotismo atacando a los vecinos” porque eso es “demasiado fácil”. “Y no creo que sea lo que convenga a los intereses generales de España ni ahora ni nunca”. Para él, Marruecos está por encima del bien y del mal. Puede hacer lo que le venga en gana que ya se inventará una escusa para no culparle de nada. Elena Salgado, dijo que el gobierno está actuando correctamente en el

conflicto que se ha desatado en las últimas horas en la zona, una vez que ha comprobado que los ciudadanos españoles que se encontraban en el campamento de protesta situado en las afueras de El Aaiún se encuentran “bien”. “A pesar de ser culpa suya por estar donde no tienen que estar”. Esto último no lo ha dicho la ministra (aunque seguro que lo pensaba), lo decimos nosotros haciendo extensivas las palabras del que fuera ministro de exteriores en relación al ataque sufrido por activistas canarios por parte de la policía marroquí. Pero esto no lo puede saber la ministra porque hoy los propios activistas españoles informan que nadie del gobierno ha contactado con ellos, por lo que están abandonados a las manos de los represores marroquís. EL Partido socialista de Galicia ha bloqueado una declaración institucional en la que se instaba al gobierno a: asumir su responsabilidad como potencia colonizadora en su actual estatus jurídico en el conflicto, a velar para que se respeten los derechos humanos, sociales, económicos y políticos en el territorio del Sáhara Occidental y a hacer cumplir los acuerdos de colaboración entre la UE y Marruecos. Xaquín Fernández Leiceica, aseguró que el PSdeG está de acuerdo con estas premisas. “Pero entre el PP y el Bloque se empeñan en introducir exigencias excesivas al Gobierno de España” refiriéndose al cuarto punto. Demasiadas exigencias. Y la Srta. Trini, digna sucesora del Morotinos, ha tenido la desfachatez de NO CONDENAR el asesinato de un menor saharaui a manos de la policía marroquí. Además, para más inri, la Srta. Trini sabía de primera mano que el asalto al campamento se iba a producir porque así se lo dijo el ministro de exteriores Taieb Fassi-Fihri en su visita del pasado miércoles. ¿Y qué hizo la ministra? probablemente decirle que tranquilo, que no pasaba nada. Esto no lo ha dicho la ministra, lo supongo yo porque todavía no ha condenado los hechos. Quiero ser saharaui, sí, para vivir con dignidad, jodido y ensangrentado, sí, pero con dignidad. Porque mi gobierno me ha privado de ella.


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