95
Marzo de 2012/ ENTREVISTA CON BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS
CAMBIA,
¿TODO CAMBIA?
¿NADA CAMBIA?
DOSSIER
¿Hacia el caos mundial?
Nils Castro: LA VIOLENCIA DELICTIVA EN AMÉRICA CENTRAL
Chico Whitaker: ¿NUEVAS PERSPECTIVAS PARA EL FORO SOCIAL?
JAVIER BIARDEAU: ¿QUÉ TRANSICIÓN SOCIALISTA?
EcoALBA,
la integración alternativa
Marzo de 2012
ARAM AHARONIAN
C
ambia, todo cambia. El grave problema para quienes comandan la comunicación del oficialismo venezolano es que el escenario no es el mismo. Hoy todos esperan ansiosos el resultado de la segunda operación del presidente Hugo Chávez, mientras la oposición cuenta con un líder que tiene detrás de él un aparato político y estratégico, y va armando su maquinaria electoral. Las encuestas muestran aún a Chávez con gran diferencia sobre su rival, pero… Volvieron las especulaciones, sobre la enfermedad, sobre el futuro del bolivarianismo en las elecciones presidenciales del 7 de octubre, sobre la sucesión. Una campaña nacional e internacional, donde los medios son otra vez los que preparan el camino y el imaginario colectivo y especulan sobre los “expertos” extranjeros que “lulificarán” la imagen de ambos candidatos. Nuevamente quedó en evidencia que la institucionalidad chavista sigue siendo refractaria a la crítica y sorprendió que la política comunicacional del gobierno se haya centrado en un supuesto fraude (en el número de votantes) en los comicios internos de la oposición. El único que quedó mal parado fue el Consejo Nacional Electoral. Los artífices de la comunicación en el gobierno bolivariano prefieren negar los datos de la realidad que preparar al pueblo para enfrentarlos. Olvidan que las encuestas son parte de la manipulación, en las que los pobres han demostrado tradicionalmente, en Venezuela, que no tienen el hábito de decir lo que piensan. Una elección presidencial no se decide
CAMBIA, en las encuestas ni en los programas de televisión oficial, y mucho menos en las declaraciones de los dirigentes oficialistas. La oposición, que apuesta su triunfo a la salud del Presidente, no se puede dar el lujo de dilapidar un solo voto ya que la fuerza y el carisma de Chávez son un handicap en sus metas. Por eso el 12 de febrero armaron una escenografía de un acto de ribetes plebiscitarios con rasgos apoteóticos de referendo (al decir de Marcos Roitman). Y por ello, ha retomado la iniciativa, marcando una agenda propia y no –como hacía hasta hace poco- limitarse a ser reactivo a los dichos y hechos de Chávez. Cabe recordar que en las elecciones internas podía votar cualquiera de los 17 millones 875 mil ciudadanos inscritos en el registro electoral. En realidad, los votantes fueron menos del 20% del padrón. Atrás quedaron los partidos tradicionales y su mítico poder de convocatoria; en el camino quedó el gobernador de Zulia, Pablo Pérez, con apoyo de socialdemócratas y socialcristianos. Ganador fue la derecha (aunque en Venezuela casi todos rehuyen decir que son de derecha) y el partido mediático. Sumemos también el triunfo de la tan denodada democracia venezolana y de la institucionalidad que significa la labor del Consejo Nacional Electoral y las Fuerzas Armadas, garantes del proceso interno opositor.
Todo cambia. Hay sectores de la oposición que saben que es diferente vencer a un Chávez enfermo, con dificultades y debilidad física para asumir la campaña a plenitud, o derrotar a un Chávez sano, fuerte, gobernando, arengando permanentemente al pueblo, yendo y viniendo a lo largo y ancho de la geografía venezolana. Lo peor que les puede pasar es que un Chávez enfermo o convaleciente los derrote por enésima vez. Por eso, Capriles Radonsky, fue claro al decir que al Presidente le desea “larga vida, porque quiero que vea con sus propios ojos los cambios que vendrán”. La oposición sabe que no puede vencer al Chávez-mito –que ella misma ayudó a crear- y precisa demostrar que, como un hombre normal, es derrotable. Dentro de la especulación sobre las estrategias de campaña, diarios brasileños hablan del publicista Joao Santana, quien asesorara a Lula da Silva y Dilma Rousseff, con la difícil tarea de lograr que Chávez elimine de su vocabulario el lenguaje descalificador y construir una imagen conciliadora, semejante a la del expresidente brasileño. Difícil de creer, sobre todo porque el mandatario siempre le vino bien la polarización y la confrontación. Santana, vinculado al Partido de los Trajadores, manejó las campañas presidenciales del salvadoreño Mauricio Funes y del peruano Ollanta Humala. Lo que sorprende es que el candidato opositor, Capriles Radonsky, en reiteradas oportunidades habló de su admiración por Lala, quizá asesorado por otro publicista brasileño, Renato Pereira, jefe de estrategia de la empresa Prole, en la búsqueda por seducir a los ni-ni, que según los encuestadores puede alcanzar a un 30 por ciento del electorado. La campaña opositora Hay algo que sorprende en esta inusual campaña electoral –ya hacia las presidenciales del 7 de octubre- y es, de parte del sector ganancioso de la oposición, imitación de los códigos chavistas: la simbología, las ideas-fuerza y hasta ciertas consignas. Claro, la copia es simbólica, porque en el fondo –y en el frente- sus ideas son el neoliberalismo, aun sabiendo que está en crisis –por no decir derrotadoen la mayor parte del mundo. Necesita la oposición del voto chavista
¿TODO CAMBIA?
Marzo de 2012/
(aunque lo disfracen de ni-ni) para poder soñar con una victoria. Hablan de poder popular, porque saben que es algo que ha entrado en el imaginario venezolano. Hay que convencer a los chavistas, o al menos convencerlos de que no voten (que es una forma de restarle votos). La estrategia de Capriles Radonsky no pareciera ser ganar votos chavistas, sino tratar de que el bolivarianismo los pierda. Parece que se cambiaron los roles: Capriles Radonsky está decidido a no confrontar y el presidente Chávez ha empezado a hacerlo. Capriles imita al Chávez de 1998, mientras que el mandatario sigue con la misma línea confrontacional que le ha dado tan buenos resultados desde el 2002 hasta ahora. Hábilmente, Capriles habla de paz y dice representar el futuro y hasta es capaz de hablar de la Sexta República para diferenciarse del chavismo y de la Cuarta República de adecos y copeyanos. Y para sorpresa del oficialismo, esta opción hasta defiende la Constitución de 1999, comparte algunos planes sociales del gobierno y trata de ser creíble cuando presenta planes alternativos de gobierno. Obviamente, dentro del trabajo de los estrategas de Capriles Radonsky está el de esconder su antigua militancia en la secta Tradición, Familia y Propiedad (TFP),
negar su actuación durante el golpe de abril de 2011, cuando lideró el grupo que intentó copar la embajada de Cuba, disfrazarlos de progresistas y seguidor de Lula “el conciliador” . La idea parece ser la de transformar la elección de Venezuela en una disputa ideológica de todo el continente, para poner freno a los cambios sociales de la última década. Para ello cuentas con el arsenal de los medios cartelizados venezolanos y latinoamericanos, amén del apoyo incondicional de la prensa hegemónica trasnacional. Hay varios miedos de clase media que van a ser explotados en lo que resta de la campaña, por ejemplo el temor a perder la propiedad. Aun cuando la mayoría no se sea propietaria de nada: funcionó en del referendo de la reforma constitucional (2007), y los estrategas mudistas suponen que puede funcionar aún a estas alturas. Por el otro lado puede ser que juegue otro temor, el miedo de perder todos los beneficios sociales que se han logrado en los últimos años bolivarianos, habida cuenta de que el programa opositor es
netamente privatizador e implica un retiro del Estado de la economía en general. Significa un desmontaje de todo el aparato jurídico que sostiene a la estatal petrolera Pdvsa, lo que traerá aparejado el desabastecimiento y la disparada de todos los precios de los servicios básicos como el, agua, la electricidad, etc, etc Pero también existe un tremor a que la paz social sea amenazada por una arremetida fuerte contra el chavismo. Fin del triunfalismo Lo sucedido con las elecciones internas de las oposición, señala Javier Biadeau, permite desechar las ilusiones triunfalistas, pasar a un análisis riguroso y descarnado de la situación de la correlación de fuerzas electorales y políticas entre el campo bolivariano y el campo opositor. Sin este análisis, añade, no hay mapa para la lucha, para la estrategia y la táctica que apunten a la recuperación y reagrupamiento urgente de las fuerzas del proceso popular constituyente y de
¿NADA CAMBIA?
Marzo de 2012
la revolución bolivariana que se activo en 1998 (no del “chavismo oficial y burocrático” que se enquistó luego del triunfo electoral del año 2006), y cuya promesa aún desdibujada sigue siendo el Gran Polo Patriótico (GPP). Mercedes Chacín señala que desde el chavismo hubo poca preparación, poco estudio ; se creyó, contagiado del mismo síndrome de disociación psicológica que afecta a los opositores, que por una cuestión divina, casi metafísica, los 5 millones y pico de personas que votaron por la oposición en las parlamentarias, se convertirían en un millón. ¿De dónde salió esa convicción? Hoy nadie duda de la seriedad de la enfermedad presidencial y por ello queda desestimada la posibililidad que se trate de un manejo comunicacional para “enervar pasiones y aglutinar la gente alrededor de la misión lástima”. Lo que llama la atención es que para poder tener un acercamiento a lo que realmente está pasando, un venezolano tipo debe escuchar lo que dice la oposición, porque la credibilidad de los voceros oficiales (Diosdado Cabello, Andrés Izarra) quedaron en el piso. Cuidar su salud es la única vía para lograr su recuperación. Y últimamente –coinciden los analistas- a Chávez se lo vio excedido en sus actividades institucionales y partidistas, en su quehacer diario, como si nada hubiese pasado. Desde las filas chavistas se hace un llamado urgente a retomar la discusión sobre lo imprescindible del liderazgo de Hugo Chávez, y el error que esto representa para el socialismo bolivariano, habida cuenta que un proceso socialista no puede depender permanentemente de un hombre, si realmente queremos hablar de un proyecto a media y largo plazo. Lo cierto es que cada vez que el Presidente presenta algún inconveniente
de salud, la revolución tambalea porque siente la posibilidad de quedarse huérfana, y para un proyecto revolucionario eso es un fatal error, señala Reinaldo Iturriza. Para los habituales especuladores políticos, endógenos y exógenos, la reaparición del cáncer plantea dos interrogantes: Quién se quedará con el poder del proyecto chavista –donde la Fuerza Armada aparece como el fiel de la balanza- y quien llenará el vacío estratégico en el pensamiento y praxis política que dejaría la probable incapacitación de Chávez. Chávez, el informador, y el vacío de poder El gobierno se prepara para afrontar cualquier adversidad, lo que incluye un “grupo comando” que responderá ante eventualidades (y tratará de evitar filtraciones sobre la salud presidencial), el que estará a cargo de la ministra de la Secretaría de la Presidencia, Erika Farías. Mientras, el nombramiento del comando (electoral) Batalla de Carabobo evidencia que no dejará que la oposición avance mientras Chávez esté fuera de combate. La responsabilidad recayó en el alcalde caraqueño Jorge Rodríguez que, por su experiencia como presidente del Consejo Nacional Electoral será clave para montar la estructura electoral para el 7 de octubre. ? Mientras sectores de la oposición –quizá tratando de crear riñas internas en el PSUV- insisten ante el Tribunal Supremo de Justicia para que se integre una junta médica que evalúe el estado de salud del Presidente y determine si está en facultades para gobernar, intentando adelantar las elecciones en 90 días, Chávez no delegó el mando, negando cualquier tesis de vacío de poder.
En la línea constitucional de sucesión están el vicepresidente Elías Jaua y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, aunque en el listado de los especuladores figuran Adán Chávez (hermano mayor del mandatario), el aún canciller Nicolás Maduro, el ministro de Energía Rafael Ramírez, el contralmirante retirado Orlando Maniglia y la misma hija del presidente, María Gabriela Chávez. “Desmiento que tenga metástasis o que ya me esté muriendo”, dijo el líder venezolano, al anunciar que debía ser operado nuevamente en la Habana, con los mismos médicos que lo habían operado en julio pasado y luego tratado con quimioterapia, desechando la invitación de Dilma Rousseff y Lula da Silva para ser tratado en el Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo, donde fueron atendidos ambos y el presidente paraguayo Fernando Lugo. El propio Chávez informó que en las próximas semanas no se le volvería a ver con el mismo ritmo, porque además no se sabe si la lesión va a ser cancerígena, lo que considera probable por haber aparecido en el mismo lugar del tumor anterior y en ese caso necesitaría otra vez radioterapia.. Tras informar –en un programa de la televisión oficial- las principales orientaciones y los elementos centrales para la campaña (poner en marcha el segundo Plan Socialista de la Nación, atender el desarrollo de la ALBA, continuar con la organización política del PSUV y el GPP), e hizo un llamado de alerta, frente a una oposición que siempre tiene una agenda oculta, planes conspirativo, sin escrúpulos y que no desperdiciará oportunidad para generar violencia. Dejó a todos movilizados. El escenario no es el mismo de hace apenas tres semanas. En Venezuela, cambia, todo cambia. ¿O nada cambia?
Marzo de 2012/
¿Qué transición socialista? JAVIER BIARDEAU R.
1.- ¿Acaso la izquierda es burra? Comenzando el año 2011, Boaventura de Sousa (1) narraba en entrevista en “La Jornada” cómo le escuchó decir al ex presidente socialdemócrata Fernando H. Cardoso, antiguo promotor del “Enfoque de la Dependencia” y de interpretaciones “heterodoxas” del marxismo, que la “izquierda es burra”. Boaventura de Sousa replicaba que la izquierda era “lenta para aprender, pero que no era burra”. Para Cardoso, la izquierda es burra porque: a) no aprende de la historia, b) el mundo le resulta demasiado complejo y c) no tiene líderes. Sobre Lula, Cardoso decía que era “un obrero metalúrgico, un ignorante, que no haría nada”. Un prejuicio que corresponde al catálogo de representaciones de la doxa de los intelectuales letrados, reconocidos en sus “comunidades académicas e intelectuales” por su proveniencia de los sectores medios urbanos, por su trayectoría de haber formado parte de una cierta “izquierda universitaria” (en sus días de “radicalización discursiva”, lo que en el declinar vital narran como “pecados de juventud” o “sarampión revolucionario”). Ciertamente, un líder cocalero como Evo o un Teniente Coronel del Ejército venezolano como Hugo Chávez, podrían ser calificados como “ignorantes” o “incompetentes”, gente que no ha hecho nada, desde lugares de enunciación similares o privilegiados por los habitus académicos de la “Ciudad Letrada” . Sin embargo, es falso que estos tres dirigentes del proceso llamado como la “marea rosa latinoamericana” (Petras dixit) no sean líderes. Efectivamente, son líderes con profundas raíces populares y subalternas (incluyendo a Correa que sería una suerte de “experto bien formado”, pero también visualizado como un error colateral de los programas de formación ideológico-académica de los “prestigiosos” centros académicos norteamericanos, y por tanto una “oveja descarriada”), pero cabe la pregunta: ¿han aprendido estos liderazgos de la historia? ¿Asumen acaso la complejidad del mundo contemporáneo para imaginar y pensar si es posible transitar “Más allá del Capital” (Mészáros) (2)? 2.- ¿El debate de la transición socialista o si prefieren post-capitalista? Ambas preguntas se relacionan directamente con el debate acerca de la transición socialista: ¿Qué ha aprendido las
“izquierdas” que encarnan líderes como Evo, Correa y como Chávez de la historia de las transiciones socialistas en el siglo XX (pues Lula despejo el asunto diciendo que su camino era de reformas socialdemócratas)? ¿Cómo asumir los retos de la transición socialista, reconociendo la complejidad del mundo de las ideas, de las prácticas y los procesos contemporáneos, bajo una mundialización enmarcada por una profunda mutación civilizatoria, pero además en medio de otra crisis del capitalismo y de las asimetrías entre el Norte y el Sur? Interpretar la “marea rosa latinoamericana” desde los viejos códigos del doctrinarismo marxista-leninista, generaría inmediatamente una contrastación de estos casos con lo que se identifica como la auténtica revolución socialista del continente: la revolución cubana. En el plano teórico, desde estos mapas ideológicos podrían acusar con facilidad de “revisionista” o de “confusionismo ideológico”, para colocar un sólo ejemplo disonante, a contribuciones para el debate del cambio civilizatorio como la “antro-política de la complejidad” propuesta por Edgar Morin (3). Tomo este último ejemplo disonante para colocar frente a frente a un “ideología de la simplicidad” (“marxismo-leninismo ortodoxo”) frente a una “cartografía teórica de la complejidad” (pensar la Tierra-Patria). 3.- Algunas preguntas inquietantes: ¿Podrá la conciencia revolucionaria del siglo XXI beber de otras fuentes que no sean exclusivamente los guiones ideológicos del siglo XIX y XX, a la vez que contrastar sus estereotipos, nociones e ideas con las transformaciones en el terreno de las ciencias de la materia, de la energía, de la vida, de la información, con las ciencias sociales e históricas críticas, con las humanidades y las artes, con la complejidad, la transciplina y una disposición de dejar atras los mitos de la tecnociencia (cientificismo propio de la modernidad)? Esta respuesta no es simple. Algunos dirán que se requiere fundamentalmente de “ideología revolucionaria” para abordar la transición al socialismo, una ideología cuyas categorías y conceptos, no viven ningún desafío ni crisis de fundamentación epistémica, ni quiebres políticos ni de legitimación social; lo cual deriva en que siguen
Marzo de 2012
siendo teorias revolucionarias “vigentes, válidas, correctas y universales”. Pero acaso, ¿no se requerirá, como diría una lectura menos distanciada de Marx, de propuestas teóricas críticas, radicales, renovadas, que fecunden la conciencia revolucionaria socialista sin tanto “calco y copia”, sin tanto seguidísmo y dogmatismo? Obviamente inventar no garantiza no errar, pero no inventar, ni renovar ni crear, para quedarse en repetir guiones ideológicos de revoluciones bloqueadas e interrumpidas si puede llevar anticipadamente al fracaso. Y si algo ha mostrado el hervidero histórico del siglo XX es el fracaso del Socialismo Burocrático para generar una mayor emancipación, mayor justicia, autogobierno y espacios de libertad para los trabajadores y clases populares. El asunto de la transición socialista requiere además de preguntas nada inocentes: ¿Cuál socialismo tenemos en mente como marco, como imaginario o prefiguración de un proceso instituyente de formas y prácticas sociales post-capitalistas? ¿Qué lugar ocupa en este proceso la temática del ejercicio y control del poder, de la democracia, de la institucionalidad política y jurídica, del Estado como “forma de dominación política” y como “poder concentrado”? ¿A dónde fue a parar el guión ideológico de la “Dictadura del Proletariado en medio de tanta contrarevolución burocrática, estatismo autoritario y dictaduras de los aparatos sobre el proletariado? Ciertamente, hay discronías (dinámicas contradictorias, desiguales y combinadas si prefieren) en diversos segmentos intelectuales del campo de las izquierdas mundiales. Algunos suponen que están aún hoy en las barricadas de la Comuna de París a finales del siglo XIX, otros ensimismados en el entusiasmo revolucionario bolchevique de 1917, quizás habrá quienes se imaginan ser parte de los núcleos de avanzada revolucionaria de la Sierra Maestra, otros experimentaran la “larga marcha” o incluso la “revolución cultural” maoísta. Pero hasta allí no llega la lista. Algunos serán fieles partidarios de la vieja socialdemocracia marxista, otros de la liberación nacional tercermundista, otros de la autogestión, del autogobierno y la república de la multitud, algunos menos numerosos serán nostálgicos de la nueva izquierda post-68, del comunismo de consejos, o quizás uno que otro grupúsculo marcado de rancio estalinismo, de sinsibilidad proalbanesa en tiempos de Hoxha, partidario de la “idea juche”, para tampoco obviar al complicado archipiélago de trotskismos, incluso enfrentados entre sí. La lista de cosntelaciones de izquierda podría ser incluso más amplia, incluyendo a neozapatistas, a indigenistas, a decoloniales, a deconstruccionistas de izquierda y vaya usted a saber. ¿Cómo se imaginan y reflexionan cada uno de estos segmentos la “transición socialista”? Esta respuesta tampoco es simple. ¿Existirá acaso en medio de todo este mar de turbulencias ideológicas y teóricas una valorización de toda la tradición del “marxismo crítico occidental, o incluso del pensamiento crítico socialista post-estalinista y posmarxista para reformular lo que
algunos han llamado como “Socialismo del siglo XXI”? ¿Existirá efectivamente la capacidad intelectual y política para analizar la complejidad de las sociedades contemporáneas, y particularmente incluir dentro de la sensibilidad de las teorías críticas radicales, la idea de democracia participativa, sin necesidad dequedarse atados a variantes de la democracia liberal, pero sin caer en una actitud que desechala idea misma de democracia en nombre de la auténtica revolución socialista? ¿Podrá hoy la izquierda más ortodoxa dar cuenta de un horizonte de emancipación más amplio que no se reduce a los partidos revolucionarios de corte leninista, ni a los trabajadores y sus sindicatos clasistas, sino a un vastísimo conjunto de movimientos sociales, donde están mujeres, desempleados, cooperativistas, ecologistas, campesinos, indígenas, gays, entre otros, entre los cuales se lanzan a la idea de crear una conciencia mundial bajo la consigna de que Otro mundo es posible, necesario y urgente? Como díria Morín, ¿puede haber allí unitas multiplex? ¿Acaso dejará de lado una hegemónica concepción doctrinaria en los aparatos de la izquierda ortodoxa a perspectivas del pensamiento crítico y de las ciencias sociales e históricas, comprometidas con las luchas de los pueblos oprimidos? Son cuestiones profundas y candentes. Podríamos decir con Wallerstein (4) que el 2011 fue un buen año para la izquierda en el mundo sin importar lo amplio o estricto que se defina la izquierda mundial. Pero, ¿podrán las izquierdas anti-sistémicas enfrentarse con eficacia y unidad política a la imposición de medidas de austeridad a las poblaciones mientras la derecha intenta proteger los intereses del capital financiero transnacional? ¿Podrá sostenerse el espíritu de revuelta y transformarlo en conciencia colectiva revolucionaria para luchar contra la polarización de la riqueza, contra los gobiernos corruptos, contra la naturaleza esencialmente antidemocrática de estos gobiernos, sea que cuenten o no con un sistema político multipartidista? ¿Hasta que punto se han superado los mantras ideológicos del neoliberalismo acercándo a las mayorías a temas como la inequidad, la injusticia y la descolonización? ¿Acaso hay una agenda de transición socialista en las izquierdas mundiales? Para la izquierda latinoamericana y mundial la cuestión ahora es si puede avanzar y traducir este éxito discursivo inicial contra el neoliberalismo más explícito en una transformación política bajo un horizonte post-capitalista. Cuando muchas inteligencias críticas le dicen “Adiós al socialismo” , en clave de socialismo real, despótico o burocrático ¿cuantas le dicen efectivamente “adiós al Capitalismo”? La respuesta tampoco parece ser simple. 4.- Problemas a superar por la izquierda: De acuerdo a Wallerstein, a escala mundial, las fuerzas de centroderecha siguen representando a la mitad de las poblaciones del mundo, o por lo menos a aquéllos que son activos en lo político de alguna manera. Por lo tanto, para transformar el mundo, la izquierda mundial necesitará un grado de unidad política que todavía no tiene. Lo mismo ocurre para consolidar posiciones en un bloque de poder sudamericano. El archipiélago ideológico y político de las izquierdas devenidas gobiernos, sean partidistas y movimientistas, expresa profundos desacuerdos en torno a los objetivos de largo plazo y las tácticas de corto plazo. La mayor debilidad es que haya pocos avances en cuanto a remontar las divisiones. Sin embargo, Wallerstein propone ciertos modos de reconciliación: distinguir entre las tácticas de corto plazo y la estrategia de más largo plazo. Concuerda con quienes argumentan que obtener el poder del Estado es irrelevante para (y posiblemente hace peligrar la posibilidad de) una transformación de más largo plazo del sistema-mundo en su conjunto. Como estrategia de transformación mundial, se ha probado muchas veces y ha fallado. Esto no significa que esa participación electoral en el corto plazo sea una pérdida de tiempo. Porque una gran parte del 99 por ciento de la población mundial está sufriendo agudamente en el corto plazo. Y es este sufrimiento de corto plazo su principal
Marzo de 2012/ preocupación. Si pensamos en los gobiernos no como agentes potenciales de transformación social sino como estructuras que pueden afectar el sufrimiento de corto plazo mediante sus decisiones en torno a políticas públicas, entonces la izquierda mundial está obligada a hacer lo posible por conseguir decisiones de los gobiernos que minimicen las penurias de la mayoría. Pero esto puede ser calificado de reformismo, si se pierden de vista estrategias de mayor calado espacial y temporal. Trabajar por minimizar las penurias requiere de participación electoral. ¿Y qué pasa con el debate entre quienes proponen el mal menor del participar dentro de sistemas electorales y jurídicos democraticos parlamentarios y quienes proponen respaldar a genuinos partidos de izquierda revolucionaria? Para Wallerstein no hay una respuesta estándar, ni pueda haberla. Ni tampoco la respuesta de 2012 va a ser válida para 2014 o 2016. No se trata de un debate de principios sino una situación táctica que evoluciona en cada país. Pero, ¿habrán aprendido las izquierdas a superar sus desacuerdos para avanzar en estrategias comunes? No es sencillo construir la sensibilidad de los y las “comunes” (proletarios, unios). Se siguen enfatizando aún los particularismos y sectarismos ideológicos. El segundo debate básico que identifica Wallerstein y que consume a la izquierda mundial es la que existe entre el desarrollismo y lo que podría llamarse la prioridad de un “cambio civilizatorio”. En América Latina, hay un fuerte debate entre los gobiernos de izquierda y los movimientos de pueblos indígenas –por ejemplo en Bolivia, Ecuador o Venezuela. En América del Norte y en Europa se expresa en los debates entre los ambientalistas/verdes y los sindicatos que le dan prioridad a retener y expandir el empleo disponible. La opción desarrollista, sea que la pongan en marcha los gobiernos de izquierda o los sindicatos, es aquélla que considera que sin crecimiento económico no hay modo de rectificar los desequilibrios económicos ni desigualdades del mundo actual, sea que hablemos de la polarización al interior de los países o de la polarización entre naciones. Este grupo acusa a sus oponentes (los que hablan, por ejemplo, de decrecimiento), de respaldar, al menos objetiva y posiblemente subjetivamente, los intereses de las fuerzas del ala derecha. Los proponentes de la opción anti-desarrollista dicen que concentrarnos en la prioridad del crecimiento económico está mal por dos razones. Es una política que simplemente continúa los peores rasgos del sistema capitalista. Además, es una política que ocasiona un daño irreparable ecológico y social. Para hacer un arreglo viable entre ambas posturas están en juego las credenciales de izquierda de cada grupo. Cada quien acusa al otro de hacerle el juego a la derecha. Mientras, la derecha observa a una izquierda dividida con bastante satisfacción. Aquí de nuevo, el asunto clave reside en minimizar las debilidades y desacuerdos. Para Wallerstein si no se superan estas y otras divisiones, la izquierda mundial no podrá ganar la batalla en los próximos 20 a 40 años en torno a qué clase de sistema sucesor tendremos conforme el sistema capitalista se colapsa definitivamente. Se cumpliría parcialmente una “predicción marxiana” del Manifiesto poco destacada: “opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes”. Sabemos que la actual crisis mundial fragmenta el planeta en regiones de tal modo que el sistema-mundo se aproxima a una creciente desarticulación que algunos han denominado la geopolítica del caos. Uno de los efectos de esta creciente regionalización del planeta en bloques inestables de poder eses que los procesos políticos, sociales y económicos ya no se manifiestan del mismo modo en todo el mundo y se producen divergencias, en el futuro tal vez bifurcaciones, entre el centro y la periferia, entre el Norte y el Sur.
Para las fuerzas de la izquierda antisistémica esta desarticulación global hace imposible el diseño de una sola y única estrategia planetaria, incluso hace inútiles los intentos de establecer tácticas universales bajo el manto de una “V Internacional”. Aunque existen inspiraciones comunes y objetivos generales compartidos, las notables diferencias entre los sujetos anti-sistémicos, atentan contra las generalizaciones que terminan en dogmatismos abstractos. Ya no es posible confrontar el capitalismo con una única y prístina referencia al pensamiento único revolucionario. Aprender de la historia de viejos fracasos deberá dejar claro que el capitalismo no se va a derrumbar ni va a colapsar, sino que podrá ser derrotado sólo por la articulación política unitaria de fuerzas antisistémicas, sean éstas movimientos de base horizontales y comunitarios, partidos más o menos jerárquicos e incluso gobiernos con voluntad anticapitalista. El movimiento revolucionario fracasa si se impone un paradigma bajo la fatalidad, el mecanicismo y el determinismo de suponer que el capitalismo caerá bajo el peso de sus propias leyes internas, sobre todo de carácter económico. El capital llegó al mundo envuelto en sangre y lodo, como decía Marx, la resolución de sus contradicciones pasa por la política, las ideas, los valores y la cultura. El poder cultural, mediático, ideológico y político interactuan y retroactuan sobre las esferas económicas. El capitalismo no caerá si no hay alternativas, opciones históricas y fuerzas postcapitalistas que las encarnen. Otra enseñanza de la historia es que la transición a una sociedad nueva no será breve o se producirá en unas pocas décadas, tampoco sera por decreto ni caerá del cielo. Esto inquieta a algunos espíritus presos de la desesperación y la temeridad. Este reconocimiento requiere de una estrategia unitaria de transformación que logre manejar los desacuerdos internos de una manera novedosa, pues las precipitaciones podrían fortalecer incluso a los dispositivos de control y regulación del propio sistema-mundo. Si bien los ocho gobiernos sudamericanos que podemos calificar de izquierdas han mejorado la vida de las personas y disminuido sus sufrimientos, no han avanzado significativamente en la construcción de sociedades nuevas, y en muchos casos han encallado en formas de capitalismo de Estado, de neodesarrollismo o de socialismo “populista”. Se trata de constatar hechos y límites estructurales que indican que por ese camino no se puede obtener más de lo logrado. Sin embargo, como ha planteado Zibechi (5), en América Latina existen gérmenes de las relaciones sociales que pueden sustituir al capitalismo: millones de personas viven y trabajan en comunidades indígenas en rebeldía, en asentamientos de campesinos sin tierra, en fábricas recuperadas por sus obreros,
Marzo de 2012
en periferias urbanas auto-organizadas, y participan en miles de emprendimientos que nacieron en la resistencia al neoliberalismo y se han convertido en espacios alternativos al modo de producción capitalista dominante. Han logrado al menos vencer al neoliberalismo e identificar como enemigo principal al gran capital nacional y transnacional. Pero esto no es suficiente para construir un sistema económico de signo predominantemente socialista. Tampoco será convincente suponer que sólo con sistemas políticos de partido único es posible transitar al socialismo. Al menos, un sistema semejante podría reconocer la existencia de tendencias y corrientes revolucionarias diversas en su seno, o llegar a reconocer al viejo Trotsky y su pluripartidismo soviético. Pero la inercia estalinista invalida tal posibilidad. La izquierda revolucionaria ortodoxa no concibe otra forma de unitas que liquidar al multiplex. Disciplina, lealtad y control en clave de micropolítica paranoica. 5.- La unidad que falta construir: Sabemos que la unidad de la izquierda es una condición necesaria, pero aún así no es suficiente pués la batalla por un mundo nuevo será mucho más larga que la duración de los gobiernos progresistas latinoamericanos y, sobre todo, más allá de partidos-maquinarias, dirimiéndose en espacios manchados de sangre y barro. Por tanto, conviene detenerse a caracterizar los desacuerdos entre izquierda política e izquierda social que hacen difícil avanzar. En general, los debates apuntan al papel de la izquierda política, o sea los partidos que se proclaman de izquierda. Por ejemplo, hay que superar viejas divisiones históricas, supuestamente alimentadas por diferencias ideológicas, para ir más allá de la situación actual. La unidad entre las tres grandes corrientes, socialistas, comunistas y anarquistas o radicales, sería un paso imprescindible para que este sector esté en condiciones de jugar un papel decisivo en la superación de la crisis actual. Obviamente, sólo la socialdemocracia reformista, funge como ala política de izquierda de la derecha global, lo cual requiere clarificar la diferencia entre reformas revolucionarias y reformas funcionales a la consolidación del poder de los sectores capitalistas dominantes. Sólo a las últimas se les puede calificar de reformistas. La experiencia histórica dice que si los partidos de izquierda no se unen si no existe un poderoso movimiento desde abajo que les imponga una agenda común. De allí la importancia de los movimientos sociales de base. Si reconocemos que existe diversidad de intereses es para construir estrategias de cambio que estén enraizadas en la realidad y no en declaraciones o ideologías. Las estrategias para cambiar el mundo deben partir, a mi modo de ver, de la creación de espacios para que los diferentes abajos, o izquierdas sociales, se conozcan, encuentren formas de comunicarse y de hacer, y establezcan lazos de confianza. Puede parecer poco, pero el primer paso es comprender que ambos sectores, o trayectorias, nos necesitamos, ya que el enemigo concentra más poder que nunca. Así mismo, hay que plantear abiertamente el debate sobre la democratización del Estado (como forma de dominación y de separación entre gobernantes y
gobernados) en el proceso de transición socialista. El colapso del socialismo burocrático fue en sí mismo la pérdida de confianza en la eficacia del “Estado socialista” para ordenar y regular la vida humana de manera digna. Para Marx y para Engels era claro que no podía reproducirse una veneración supersticiosa del Estado, llegando incluso a plantear sustituir el término Estado por la palabra Comunidad. Pero en la transición socialista quedaba completamente claro la necesidad de una suerte de “semi-estado”, como lo llamó Lenin en su clásico texto “El Estado y la Revolución”. Podríamos aceptar que se trataba de una figura más avanzada de Estado social, siempre y cuando se enfatizara la dimensión radicalmente democrática del mismo. Es decir, habría que distinguir un Estado social sin democratización de un Estado social con democratización radical del poder, lo cual implica separar el corporativismo del socialismo democrático y participativo. De esta manera podríamos abordar el conflicto que se expresa entre el estado post-revolucionario y el sujeto subalterno revolucionario. Si el Estado es un campo dinámico y complejo de relaciones de fuerzas, la lucha para el sujeto revolucionario subalterno se da dentro y fuera del Estado . Por tanto hay que salir de un nuevo desacuerdo y dilema entre una posición neoconservadora que coloca el énfasis en el Estado revolucionario como agente exclusivo del proceso de transformación, y posición anti-estatista cercana al neoanarquismo que inhibe cualquier estrategia de transformación del Estado vía democratización de las relaciones de poder. Es preciso distinguir entre una democratización del espacio-Estado como espacio de poder (no como espacio neutro de tecnopolítica o jerárquico de mando), lo cual implica construir relaciones mucho más horizontales entre representantes políticos y funcionarios públicos con el sujeto pueblo-subalterno, reconociendo los desacuerdos en el seno del pueblo; y por otra parte, el Estado corporativo o populista , caracterizado por relaciones verticales entre los primeros y el pueblo, negando la existencia de diversidad y desacuerdos en el seno del pueblo en nombre de una unidad política decretada, figuras de mando cesaristas o benapartistas, asumida de manera tutelada y disciplinaria. Como diría Gramsci, mantener la separación entre gobernantes y gobernados como un “hecho natural” es asumir una postura conservadora, aun si se habla en clave de izquierda y de Estado Revolucionario. Por tanto, el horizonte socialista del Estado por venir consiste en problematizar permanentemente cómo se naturalizan las relaciones de hegemonía y subalternidad en un campo de relaciones sociales (6). Subvertir esta falsa naturaleza es precisamente el acontecimiento revolucionario. ¿Podrá la izquierda superar es sus esquemas ideológicos aquellas representaciones que reproducen la lógica de la dominación? La respuesta, tampoco es simple. Notas: (1) Boaventura de Sousa Santos. La Jornada. Mexico. http:// www.jornada.unam.mx/2011/1/16/politica/009e1pol (2) Angel Rama. La ciudad letrada. Ediciones del Norte. 1984 (3) Meszaros, István : Más allá del capital, Vadell Hermanos Editores, C. A., ValenciaCaracas, 2001. (4) Academia de Ciencias de la URSS: Manual de marxismoleninismo. Grijalbo. Mexico. 1960 (5) Edgar Morin: Tierra Patria. Cairos. 1993 (6) Inmanuel Wallerstein. La Jornada. Mexico. http:// www.jornada.unam.mx/2012/01/07/mundo/020a1mun (7) Enzo del Bufalo: “Vivir en multiplicidad común”. En Diario Tal Cual. 29-10-2011. P. 11 (8) Raul Zibechi: La Jornada. Mexico. http://www.jornada.unam.mx/ 2012/01/13/politica/027a2pol (9) Nicos Poulantzas. Estado Poder y Socialismo. Edit. Siglo XXI. 1986 (10) John Beverly: “El Subalterno y el Estado”. En: Políticas de la teoría. Ensayos sobre subalternidad y hegemonía. CELARG. Colección Nuestra América. Caracas. 2011.
Marzo de 2012/
NICMER N. EVANS
¿Qué es el chavismo? E
n el marco del 4F, el Presidente Chávez y el General Clíver Alcalá han afirmado y ratificado al “Chavismo”, el primero como un sentimiento y el segundo como una condición. Analicemos brevemente esto. El “Chavismo” nace como una expresión que vincula una inclinación o preferencia política hacia el liderazgo de Hugo Chávez Frías, y a través de él se expresa una forma particular de concebir la política y lo político. El “Chavismo” por tanto aún no es una ideología estructurada sobre principios, concepción paradigmática y teoría sobre la naturaleza del hombre, el Estado, las relaciones económicas o sobre la realidad cultural, aunque claramente tiende a un desarrollo narrativo sobre estos planos del pensamiento. Ideológicamente el “chavismo” ha pasado del “Árbol de las 3 Raíces” a “La Tercera Vía”, el “Socialismo del Siglo XXI” y en la actualidad se circunscribe en el “Socialismo Bolivariano”, pero en ningún momento ha dejado de ser “chavista” ya que se direcciona permanentemente por la conducción del Presidente Chávez. Es entonces el “Chavismo” un sentimiento, una profunda identificación con un estilo y forma de liderazgo, y aunque en principio se alimenta del personalismo, trasciende a una forma de concebir la política que va más allá de este liderazgo y tiende a poseer cuerpo y doctrina propia. El “Chavismo” es marxista y cristiano, y sin ser contradictorio, se alimenta del sincretismo latinoamericano, la concepción socialista de Abreu D Lima, y de la Teología de la Liberación; es moderno y postmoderno; posee en su caracterización el pensamiento de Bolívar que va desde el pensamiento del socialismo utópico hasta el pensamiento liberal rousseauniano más radical; rescata al pensamiento de Mariategui y Ludovico Silva, pero al final termina siendo profundamente socialdemócrata en una línea más cercana a la de Kaustky y bastante distante de la Berstein. Toda esta caracterización lo hace único, no puede ser totalmente etiquetado el “Chavismo” en otras corrientes de pensamiento y por tanto requiere de su propia definición, así nace el “Chavismo” que ya existe en el imaginario colectivo desde mucho antes que fuese nombrada por los más recalcitrantes intelectuales de la derecha venezolana para tratar de comprenderlo y descalificarlo. Siendo así, no tengo duda que el “chavismo” es praxis política en plena construcción. El “chavismo” no describe ni un pensamiento único ni un personalismo mesiánico, nace de la necesidad de generar un paradigma venezolano de la realidad, pero aún no está acabado, y de hecho, apenas nace en el plano de la construcción social. Sin embargo, el “Chavismo” corre el riesgo de lo novedoso; que se coleen “Zorros y Camaleones” para adular y seducir, para endiosar y malbaratar una obra colectiva. La Fuerza Armada puede, tiene y debe tener un sentimiento “Chavista” porque la Fuerza Armada es expresión del pueblo venezolano, y es el sentimiento lo que se expresa cuando se afirma que la Fuerza Armada es chavista, pero igual nunca debe perder su institucionalidad. En todo caso, es relevante que se haya puesto en el tapete la necesidad de discutir el “chavismo”, ya no sólo como un sentimiento, sino como un conjunto de ideas que deben ser muy bien definidas, en un proceso constructivo de carácter colectivo.
¿Cómo orientar el ejercicio del poder revolucionario? HOMAR GARCÉS P
ara muchos en el planeta, la revolución socialista representa un cambio radical de las relaciones de poder vigentes. No obstante, pocos son quienes asumen con convicción que tal revolución, al transformar las relaciones de poder, tendría que hacer lo propio respecto a la transformación radical de la sociedad en general. Generalmente, esto último se percibe como algo utópico, muy difícil de lograrse, dando por descontado que el pueblo no se hallará jamás preparado para ello, por lo que será preciso acometer algunas reformas bien intencionadas para satisfacer parcialmente las demandas y aspiraciones populares, lo cual implica reforzar las viejas estructuras del Estado que debiera abolirse para instaurar en su lugar otro con características completamente diferentes, tanto en lo que concierne a la soberanía como a la participación protagónica del pueblo. Así, el ejercicio del poder revolucionario tendría que orientarse en todo momento al desmontaje del Estado burgués vigente, facilitando las condiciones objetivas para que el poder popular se convierta en el motor fundamental de los diferentes cambios políticos, sociales, culturales y económicos que deben implantarse, de manera que éste reafirme su condición política y revolucionaria con atributos constituyentes, confrontando la lógica y estructuras que sustentan dicho Estado. Esto exige que no exista ausencia de autonomía y de rebeldía por parte de los diferentes colectivos revolucionarios, articulados entre sí, pero cada uno luchando por consolidar la revolución socialista según su ámbito y perspectivas de lucha. En tal sentido, la revolución socialista debiera constituirse desde diversos centros de dirección colectiva, sin la verticalidad que muchas veces se impone creyendo que, de esta forma, se hace más eficiente la lucha revolucionaria, ignorando el papel esencial que deben cumplir en todo momento las asambleas populares a la hora de las decisiones y de la planificación. Esto no puede verse como simple concesión sino que debe marcar la evolución de todo proceso revolucionario si se aspira a su profundización y continuidad, una vía insoslayable para lograr la erradicación definitiva de los valores y de la ideología capitalistas-representativos imperantes. Sin embargo, hay que señalar que sin una apropiada formación teórica revolucionaria -en constante verificación frente a la realidad circundante- esta aspiración resultará nula, a pesar de ponerse en vigencia leyes de todo tipo que estén determinadas por un alto contenido reivindicativo que hagan pensar que ello es el socialismo revolucionario. Esta última tarea revolucionaria es algo permanente respecto al ejercicio del poder revolucionario. Además, exige mucha crítica y autocrítica de parte de los revolucionarios, de modo que se imposibilite cualquier especie de dogmatismo que termine por inmovilizar toda iniciativa revolucionaria, alejando la posibilidad de derrocar la realidad creada según los intereses del capitalismo.
Marzo de 2012
FRANKLIN GONZÁLEZ
¿POR QUE SE DIO EL 4 DE FEBRERO DE 1992? “El mal estuvo, no en que saltarse el aceite, sino en la obnubilación que ocasionó en muchos la perspectiva de una brillante mejora en las posibilidades individuales de vida. Esta circunstancia hizo que se pensara sólo en el interés personal de los hombres que caminaban a millonarios y que se olvidasen del interés del pueblo” Mario Briceño Iragorry. Mensaje sin destino
E
n este año 2012 se cumplen veinte años de los sucesos del 4 de febrero de 1992, sobre los cuales, a pesar de haberse escrito folios y folios en relación a sus razones, sus protagonistas y consecuencias, aún falta mucho por escudriñar. Sobre los protagonistas se han dicho las más disímiles opiniones. Se les llamó unos “soñadores” sin propuestas, aventureros sin derroteros que mostrar o unos quijotes del trópico. También se les acusó de buscar el magnicidio del presidente Carlos Andrés Pérez. David Morales Bello, Senador de Acción Democrática, llegó a proclamar: “muerte a los golpistas”. Incluso hay quienes lo vincularon con una estrategia del gobierno de Estados Unidos. Lo cierto de todo es que cuando se dio el 4 de febrero pocos mortales salieron a defender al gobierno de turno y sí miles de voces, todas descontentas y cansadas de tanto engaño, lo hicieron por los líderes de este histórico acontecimiento. Sobre las consecuencias, sólo diríamos que después de los últimos estertores del puntofijismo que significaron los gobiernos de Ramón J Velásquez y Rafael Caldera, llegó lo que era inevitable: el triunfo electoral, en 1998, de Hugo Chávez Frías, el más emblemático y popular de los protagonistas del 4 de febrero. Nuestras reflexiones dirigirán la atención no hacia los protagonistas o las consecuencias de estos sucesos, sino hacia las razones que explican estos eventos en el ámbito nacional. El Contexto Internacional Siempre desde el punto de vista metodológico es recomendable analizar los sucesos nacionales en el marco del contexto internacional. ¿Qué pasaba en el mundo cuando se produjo del 4 de febrero de 1992? La “guerra fría” había llegado a su final con la desaparición de la Unión Soviética y el derrumbe del Muro de Berlín. Las “reglas de juegos” prevaleciente desde 1945 se desvanecían en un período que se abría marcado por la aporía en el escenario mundial. Como reacción a la invasión de iraquí a Kuwait el 2 de agosto de 1990, el gobierno
de George Bush logró construir una amplia coalición internacional que agrupó a más de 500.000 soldados que desalojó al ejército iraquí del emirato y comenzó a hablar mucho de “una fuerza colectiva de la comunidad mundial expresada por las Naciones Unidas. Un movimiento histórico hacia un nuevo orden mundial... una nueva cooperación entre las naciones” (Bush, G, documento enviado a la O.N.U. el 1º de octubre de 1991). Los estados nacionales exhibían a sus dirigentes servilmente arrodillados ante el ímpetu de los mercados globalizados y arrepintiéndose públicamente de sus pecados de juventud. Un “campo socialista” borrado del escenario internacional, con la socialdemocracia convertida al neoliberalismo, con un capitalismo que avanzaba incesantemente en su proyecto de reducir la sociedad a un archipiélago de individuos egoístas y se difundía la tesis del pensamiento único y del “fin de la historia” de Francis Fukuyama con la democracia liberal. Se desató el conservadurismo más duro y cruel y se puso en marcha el Consenso de Washington con su recetario de disciplina fiscal, reforma impositiva, liberalización comercial, privatización, desregulación, prioridades del gasto público ¿Cómo sostener una actitud crítica ante un orden social que parecía arrasar con todos sus adversarios? ¿Cómo levantar un imaginario político emancipador ante tal situación? ¿Cómo se les podía ocurrir al grupo de los COMACATE realizar una acción de esas características y propósitos ante esa mostrenca realidad del mundo
donde, además predominaba el miedo a una alternativa que se reflejaba en el “comunismo” soviético? ¿Cuál era la lógica que los indujo a tal hazaña cuando la aristotélica indicaba lo contrario? El contexto internacional era ciertamente desfavorable, pero ¿qué pasaba internamente en Venezuela? El Contexto Nacional Después de los sucesos del 27 y 28 de febrero de 1989, la situación nacional ya no será igual. A partir de ese momento imperará lo que podríamos llamar una “tensa calma” y nuestro país transcurre en un estado de rumores permanentes con una voz ruidosa que corre entre su pueblo anunciándose a lo largo y ancho del país que algo habría de pasar. Es así que en 1992 se produce el 4 de febrero, con la figura descollante y desconocida del Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, que se catapulta como consecuencia de este hecho y se posiciona como referente de ese pueblo que se encontraba en la búsqueda de un derrotero y un líder. Vinculando derrotero y líder, Chávez dirá a posteriori con total acierto lo siguiente: ”Considero que los hombres podemos ubicarnos, en un momento determinado, en puestos protagónicos que aceleran, retardan, le dan un pequeño toque personal y un toque distintivo al proceso. Pero creo que la historia es producto del ser colectivo de los pueblos” (Muñoz, Agustín, (1998), Habla el Comandante, Ediciones de la Cátedra “Pío Tamayo”, de la Universidad Central de Venezuela, 28).
Marzo de 2012/
Había pueblo, surgía un hombre y existían las condiciones objetivas en la mejor terminología leninista. ¿Cuáles eran esas condiciones desde el punto de vista socioeconómico? Lo que había significado un período— 1959-1974— de cierta estabilidad desde el punto de vista de la política económica, una vez derrotada el movimiento insurreccional de la década de los sesenta, se trastocará de forma inmediata. Desde ese momento, 1974, se entró al desquiciamiento total y los males estructurales de la economía se expresarán con mayor fuerza. En los gobiernos de Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Campíns y Jaime Lusinchi, el déficit fiscal y la deuda externa aumentaran significativa e injustificadamente. Los recursos se emplearon en subsidiar a toda la economía y en la inversión de proyectos que en su mayoría resultaron improductivos. La práctica en forma permanente de subsidios indiscriminados, de importaciones sin mayores orientaciones y el proteccionismo estatal hacia el sector privado, parasitario e improductivo, fue uno de los principales causantes del atrofiamiento en el desarrollo de los sectores agrícolas e industriales, impulsando por esa vía el desarrollo estructural del fenómeno inflacionario. Se incrementaron exorbitantemente las importaciones y con ello apareció el desequilibrio del sector externo. En 1977 y 1978 la cuenta corriente cerró con déficit. Para cubrirlo se acudió al expediente del endeudamiento externo, principalmente a corto plazo, con la banca internacional, comprometiendo con ello el futuro del país y de su gente. De allí, de ese nuevo fracaso, se pasó entonces a una política económica
sustentada en el fundamentalismo del mercado. El “Gran Viraje” de 1989, bajo el patrocinio y monitoreo del Fondo Monetario Internacional (FMI), introduce cambios en el aparato productivo al no sólo liberarlo sino también al abrirlo totalmente al resto del mundo; también se modifican las regulaciones de los mercados de trabajo y de los sistemas de seguridad social, todo lo cual se convertirán en factores que incidirán para que se produzca en Venezuela una verdadera expresión (¿o implosión?) de lo social, que ya venía en proceso de gestación desde mediados de los ochenta. Esas medidas económicas puestas en marcha lejos de revertir la tendencia negativa que se venía operando en los principales indicadores sociales, los amplían y profundizan. El tipo de cambio único y flexible adoptado no fue más que una devaluación del bolívar y significó un incremento de los costos de producción, que se trasladaron a los precios finales. La liberación de las tasas de interés golpeó sensiblemente a los que menos tenían y, en particular, a la clase media. Una parte importante de ésta se vio afectada en el incremento de los pagos mensuales y anuales por la adquisición de viviendas. El ingreso real se redujo inmediatamente por el impacto inflacionario y con ello no se pudo ampliar el ahorro de los venezolanos. El aumento de sueldos y salarios decretados apenas sirvió para compensar las pérdidas del ingreso real que ocurrieron entre 1987 y 1988, cuando los precios se incrementaron en 28,1% y 35,5% respectivamente. El “Gran Viraje” trajo una gran concentración de la riqueza. Para 1989 el trabajo recibió 38,3% y el capital 61,7%,
cuando en 1969 fue de 51,5% para el trabajo y 48,5% para el capital. (González, Franklin, (1996), El Éxito de la Política Económica de 1989-1993. ¿Una realidad, un espejismo o una paradoja?, Editorial Tropycos/UCV, Caracas, 252) Los efectos de esa política neoliberal se hicieron sentir mucho más sobre los hombros de las mayorías nacionales debido a la ineficiencia y a la falta de funcionalidad de los servicios públicos como luz, transporte, seguridad, agua, teléfono, cloacas, así como también en los programas de educación, salud y recreación, todo lo cual afectó profundamente el nivel y la calidad de vida de los venezolanos. ¿Qué pasaba desde el punto de vista político? Si nos atenemos a las características del sistema político implantado el 31/10/ 1958, con la firma del Pacto de Punto Fijo, puede observarse que las causas del declive fueron emergiendo con creciente fuerza desde la década del ochenta y aún antes. En primer lugar, el sistema de redistribución de recursos y prebendas característico del modelo — que permitía la conciliación social—, se deterioró de manera acelerada con el decaimiento de la renta petrolera a principios de los ochenta, y particularmente con la devaluación del bolívar, el 18 de febrero de 1983, en el gobierno de Luis Herrera Campíns. En segundo lugar, la condición de que debía existir un número relativamente reducido de actores y cierto grado de homogeneidad entre ellos, perdió vigencia debido al surgimiento de otras fuerzas sociales y gremiales, que no entraban dentro de los pactos o acuerdos originales de las élites, y que protagonizaron importantes acciones durante la década de los ochenta, sobre todos en las universidades públicas. En tercer lugar, el tipo de relaciones entre los actores del sistema político (partidos, Fuerzas Armadas, sindicatos y gremios empresariales) que eran fundamentalmente de cooperación y consenso, empezó a perder terreno debido a la dificultad de mantener un equilibrio adecuado entre las demandas de cada uno de ellos y los recursos disponibles en una economía en situación de estancamiento, dando paso a situaciones de conflicto social y político. De una relación de no suma cero, en donde todos ganaban o se beneficiaban, se transitaba a otra, de suma cero, donde ya la ganancia de uno o unos significaba la pérdida para otro u otros. En cuarto lugar, la existencia de grandes y sólidas organizaciones que representaban un alto nivel de agregación de intereses y de representación de demandas (especialmente AD y COPEI), igualmente entra en crisis debido a la creciente pérdida de respaldo y apoyo de
Marzo de 2012
Cutis de cordero R H M OBERTO
S
estas organizaciones, y de sus gobiernos respectivos, a partir de 1973, lo cual es evidenciado por los resultados de las encuestas realizadas para ese entonces, en la cual además las principales instituciones del Estado venezolano, léase Gobierno Nacional Congreso Nacional y Poder Judicial, aparecían con un nivel de rechazo superior al 50%. Una conclusión necesaria En ese contexto se produce entonces el despertar de un pueblo que, a diferencia del pesimismo hacia la importancia de las mayorías en los procesos sociales y de cambios manifestados por el sociólogo francés Gustave Le Bon en La psicología de las muchedumbres, con la tesis de que en éstas últimas se encontraba el origen de los males modernos o por el filósofo alemán Oswald Spengler en Decadencia de Occidente, diciendo que “la masa no reconoce el pasado ni tiene futuro”, en el caso de Venezuela representó, por el contrario, el origen del bien y reconoció el pasado pero sobre todo y quizás lo más importante, estuvo dispuesto a labrarse su futuro. Por eso, ya en las elecciones presidenciales de 1988, como elemento emblemático del descontento popular de ese pueblo, en un país cuya constitución nacional, la de 1961, exigía el voto como un deber y la participación electoral superaba el 90%, se produce una inflexión y la abstención rebasará el 18%, con lo cual 2 millones de venezolanos alzaron su voz de protesta. Sin embargo, la élite dirigente, obnubilada por las ansias de poder, se negaba a admitir esta realidad y seguía repitiendo que Venezuela constituía en América Latina una especie de “tacita de plata”, que se expresaba en términos económicos en moneda fuerte, baja inflación; en términos políticos, un Estado centralizado, partidos nacionales fuertemente organizados que monopolizaban la acción política y controlaban los movimientos sociales,
una clase política y unos militares también subordinados; y en términos sociales, una gran movilidad (social y geográfica), educación masiva, y una gradual homogeneización de la vida nacional, cultural y organizacional. Lo cierto era que todo estaba montado sobre un espejismo, una moral de pigmeos, una fantasía y el pueblo tenía sus límites de aguante, tal y como lo describió a su manera, Rafael Caldera, uno de los constructores del puntofijismo: “Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y por la democracia cuando piensa que la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer y de impedir el alza exorbitante en los costos de subsistencia; cuando no ha sido capaz de poner un coto definitivo al morbo terrible de la corrupción, que a los ojos de todo el mundo está consumiendo todos los días la institucionalidad. Esta situación no se puede ocultar (…). Hay un entorno, hay un mar de fondo, hay una situación grave en el país y si esa situación no se enfrenta, el destino nos reserva muchas y muy graves preocupaciones”. (Discurso el 4 de febrero en el Congreso Nacional) (Subrayado nuestro) Allí, en la incapacidad de esa élite para encontrar respuestas efectivas a ese “mar de fondo”, a esa grave crisis por ella misma generada, su creciente ceguera ante el agravamiento de la exclusión de las grandes mayorías, su ensimismamiento en una realidad cada vez más reducida a sus entornos privados y privilegiados, con una corrupción galopante y creciente, la ineficiencia e ineficacia de los servicios públicos, la entrega del país al Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, a las transnacionales y a los intereses foráneos, en particular de Estados Unidos y pensando “sólo en el interés personal de los hombres que caminaban a millonarios y que se olvidasen del interés del pueblo”, pensamos nosotros, debe buscarse el origen del 4 de febrero.
ERNÁNDEZ
ONTOYA
iempre me ha intrigado el fariseísmo. Será porque no lo entiendo y también será por eso no soy religioso, porque me lo tomaría en serio y por tanto no resistiría convivir con tanta chupadera de hostias patrañera y farolera. Respeto la creencia verdadera, pero el fariseísmo me desconcierta y me lo arruina todo, porque no siempre sé discernir y es tal vez un problema mal planteado. Pero divago, aunque no mucho. ¿Qué pasa en la cabeza de quienes saben lo que Capriles hizo durante el Golpe y las guarimbas, lo ven ahora como un corderillo y le creen? ¿O será que están en la farsa? Fueron hechos públicos y notorios, transmitidos con petulancia, ruido y furia por todos los medios privados en aquel aciago 12 de abril de 2002, durante la guarimba y el Paro Flexibilizado. Mírenme, soy un fierabrás, observen cuán descarado soy, contemplen cómo me hundo en esta malandrería de asaltar una embajada, guarimbear y apresar un ministro en violación de todo lo que aprendí cuando estudié derecho. Y ahora aparece de lo más samaritano en una playa fingiendo que protege el bienestar de la gente bañista, amaestrado hasta para apropiarse la labor del gobierno. Asombroso. Ortega, me refiero a Gasset, decía que el intelectual se abisma ante la cachaza de cierta gente de la política para mentir. Recíprocamente, el político embustero se asombra ante el intelectual honesto que dice su verdad hasta cuando no le conviene. Concluía Ortega: «El político es un hombre ocupado mientras el intelectual es un hombre preocupado». Ahora incluimos a la mujer en todo eso, como se debe. Porque hay conciencia colectiva de lo que es Capriles: niño rico de papá a quien su familia compró en Copei una curul del viejo Congreso y a quien ríen todas las malcriadeces. Está a la vista su semblante inteligente, ¿verdad, intelectual opositor? Hemos visto su capacidad para la violencia. ¿Perteneció a la secta fascista Tradición, Familia y Propiedad? No sé, aunque luce verisímil. Experimenta: Dilo y verás cómo te creen. De otro, de Joselo, de Juan Arango, de Teodoro Obregón, no te lo creerán. La enfermedad del Presidente lo ha mostrado en toda su estatura moral en comparación con la de los corredores de rumores y demás heraldos negros que nos manda la muerte (http://j.mp/ wfD7y4).
Marzo de 2012/
¿Aplastarán la esperanza?
HOMAR GARCÉS
L
El Polo Patriótico como escenario de la participación popular A
nte una nueva coyuntura electoral en Venezuela, los revolucionarios y los chavistas progresistas tienen ante sí el reto de mancomunar esfuerzos tendentes a mejorar sustancialmente la gestión de gobierno, sea nacional, regional o municipal, en función de los intereses de los sectores populares y, especialmente, de los diferentes objetivos que consolidarían el proceso revolucionario bolivariano, definiendo un proyecto de país soberano en oposición al de sumisión transnacional personificado por los grupos políticoempresariales tradicionales. Para lograrlo es sumamente importante adoptar parámetros nuevos que permitan definir una verdadera conducta revolucionaria y socialista, puesto que ya no es suficiente la hegemonía partidista o de gobierno mientras el poder popular sigue subordinado a una tutela completamente contrapuesta a lo que representaría el socialismo revolucionario. Por ello, una de las primeras metas a conseguir frente a tal coyuntura electoral es que el poder popular se organice apropiadamente, en articulación con los distintos poderes públicos, pero sin que ninguno de ellos quiera someterlo a sus propios intereses. De ahí que la conformación de, por ejemplo, el Gran Polo Patriótico, deba verse como el escenario unitario donde no solamente tengan cabida todas las corrientes ideológicas o de opinión que respaldan al proceso revolucionario bolivariano y al Presidente Hugo Chávez, eludiendo que el mismo se convierta nada más en la confluencia de unas siglas que utilizan algunas individualidades para proyectarse políticamente, buscando convertirse así en candidatos potenciales a cargos de elección popular (regionales o municipales) sin tener vínculo alguno con los bases populares. En este mismo escenario, vale decir que los movimientos sociales revolucionarios y progresistas debieran marcar la pauta a seguir en la nueva fase de transición que le tocará vivir al proceso revolucionario bolivariano, tal como lo está entendiendo el Presidente Chávez al implementar las más recientes misiones sociales, atacando problemas estructurales de la sociedad venezolana referidos a viviendas dignas y a la atención oficial de las personas de mayor vulnerabilidad económico-social. Además de lo anterior, la activación del Gran Polo Patriótico debe facilitar la consolidación y la aplicación de las leyes del poder popular, de manera que el viejo Estado burgués-liberal existente ceda su espacio y funciones a un Estado de características socialistas, dándole preminencia al ejercicio cotidiano de la democracia participativa. Para alcanzar dicho propósito es preciso que los administradores del gobierno estén compenetrados realmente con los postulados del socialismo revolucionario, no simplemente de boca, sino de corazón, mostrándose cada día dispuestos a eliminar el burocratismo y todo aquello que conspira contra el fortalecimiento definitivo del proceso revolucionario bolivariano, en vez de afianzarlas en detrimento de la participación popular contemplada en la Constitución venezolana.-
JUAN BARRETO
os occidentales vivimos bajo el influjo del mito de Pandora. Hija de Hefesto y Atenea, la bella Pandora heredó todas las cualidades de los dioses: gracia, persuasión, habilidad manual. Pero Afrodita, celosa, le transmitió el pérfido engaño y Hermes, la facilidad de la palabra seductora. Zeus envió a la tierra a Pandora, y con el propósito de castigar a los hombres, le entregó una vasija cerrada con órdenes de no abrirla. Epimeteo, hermano del luego malogrado Prometeo, sucumbió a la seducción de Pandora y la desposó. La muchacha le ofreció a su marido la caja, para tener la excusa de abrirla y saciar su curiosidad. Le quitó la tapa y al momento, todos los horrendos males allí encerrados se esparcieron por el mundo. Sólo quedo la esperanza, apoyada al borde del envase vacío. Sólo ella no echó a volar. La esperanza se detuvo al borde y desde allí se mostró a los hombres. Su no estar presente, su animar la espera, la hace ser madre del deseo. Esa es su paradoja. Su ausencia es su presencia. Su no estar hace de sí misma un lugar que concita el acontecimiento, que prefigura el porvenir. El mito no aclara qué cosa es la esperanza, pero induce a tenerla y experimentarla, a sentirla, a vivirla. Es decir, la esperanza no es un sueño o un ahnelo. Es una narrativa, es un conjunto de prácticas, un ir haciendo. Por eso es siempre revolucionaria. En ella no hay finitud, desde allí los héroes construían su inmortalidad. La esperanza no es ocultamiento y opacidad, al contrario es línea de visibilidad que se muestra al borde como un horizonte de posibilidades, pues es en sí misma la línea de sutura entre lo real y lo imaginario, de allí su espesor y dimensión inagotable. Ambos elementos constituyen también “el sentido” de lo real que opera como contexto histórico social de la esperanza como proyecto materialista. De lo contrario no sería esperanza, sería promesa y como tal, dimensión metafísica del discurso, falso performativo, siempre inconcluso, e inacabado. Suerte de asignatura pendiente jamás cursada. Cornelius Castoriadis nos dice, que los ingredientes de la esperanza son dos términos griegos: Legein y Teukhein. El primero significa distinguir, elegir, reunir y contar; y el segundo, adaptar, fabricar, construir, hacer. Del primero se deriva leyenda y logos. Del segundo techné o técnica, modo de hacer. Uno asume el representar, la forma, el decir, la expresión. El otro, la operación el funcionamiento. Mientras la esperanza es del orden de la decisión, la promesa lo es de la sumisión. Por eso la promesa, al igual que Afrodita tiene envidia y quiere acabar con la esperanza. Allí donde la esperanza crea, la promesa inmoviliza. La promesa puede fundar una esperanza falsa, pues no depende de nosotros sino de quien promete. Ya andan por allí los que quieren robarnos la esperanza. Aquellos que prometen cambiarlo todo de la noche a la mañana diciéndonos que la promesa (una caja de Pandora Renovada) que nos traen es mejor que aferrarnos a nuestra esperanza. “no seas cobarde, suéltala, mira lo que te traigo”, nos dicen desde la voz seductora de Pandora, para que caigamos redondito cual Epimeteo. Su objetivo: que abramos la caja para arrancar de raíz toda esperanza. Instaurar el caótico fin de todo lo que huela a socialismo, comuna y movimiento social. Basta con hojear el borrador de programa presentado por la MUD para que el asco y el espanto se asomen de la caja. Ya eligieron el rostro de Medusa que tiene en sus manos la caja maldita, la cruzada anticomunista ha comenzado. La cacería vendrá si le permitimos abrir ese paquete.
Marzo de 2012
Vida
RIGOBERTO LANZ
El país que falta
“El espacio político de la sociedad de multiplicidades está formado por instituciones que reconocen a la divergencia como principio de organización social…”. Enzo del Búfalo, Adiós al socialismo, P.521
H
e insistido en varias ocasiones sobre la existencia de una Venezuela sumergida que no es perceptible a través del discurso electoral. No se trata de una parcela física ubicada en alguna geografía misteriosa. Se trata sí de una realidad transversal, que está en todos lados, invisibilizada por la predominancia de los poderes en escena. Pero además tenemos desde hace rato una dicotomía exacerbada por la hostilidad de los discursos, por una beligerancia política que no se corresponde con la naturaleza de los cambios reales que están en agenda. Estamos pagando una factura de caviar cuando en verdad comemos diablito. ¿Cuál es el negocio? Las palabras no son neutras, por ellas se pagan altos precios cuando se aumenta el volumen sin respaldo efectivo en la realidad. La operación—maquiavélica—debería ser exactamente al revés: hacer cambios radicales y matizarlos con lenguajes amigables…haciendo siempre “como si” no pasara nada. Hay una parte importante del país que está permanentemente señalada con discursos de exclusión (de lado y lado). El resultado psicológico (y luego político) es la sensación de campos de batalla donde todo vale, donde se juega a matar o morir, y por tanto, donde se definen los bandos amigos-enemigos. Este clima pre-político está hace rato instalado en las facciones más activas del juego político-electoral. Pero hay otro país: por debajo, por encima, en un costado. País que responde a otras lógicas, que espera respuestas del Estado, que no está en el juego electoral, que no se ha enfermado de histeria colectiva, que espera su momento. Bien lejos de esa imagen falaz y bobalicona de “rescatar la democracia” como si aquí alguna vez ha habido alguna democracia verdadera. O de esta otra imagen tan socorrida de la “reconciliación” como si alguna vez este país hubiese vivido en armonía y agarraditos de las manos. Venimos del infierno de una Venezuela atravesada por toda clase de aberraciones sociales. Por allí no es la cosa. De lo que se trata es de instaurar un sentido de la gobernanza que coloque a la sociedad toda en el centro de las políticas públicas, con los conflictos y contradicciones que están en la base de este modelo de sociedad, sin inventar falsas hermandades donde sólo hay intereses fundamentales contrapuestos. Pero justamente por ello es esencial que una visión de Estado coloque las reglas de juego que marcan el límite de lo que es aceptable, así la acción de gobierno supera el sectarismo de partido, la visión restringida de una lucha de todos contra todos y la exclusión a priori de todo aquello que no es “lo mío”. En una compleja transición como esta, en la que se dilapidan demasiadas energías en trifulcas mediáticas que dejan rastro, es indispensable resituar las prioridades y el manejo de antagonismos en clave de juego democrático, comprometiendo al adversario en cada conflicto, colocando siempre el horizonte-país por encima de la pragmática de los intereses parciales, separando netamente la lógica de partido de la lógica de Estado (esta confusión es letal), abriendo el juego cada vez que la violencia ciega intenta cerrarlo. No estoy planteando una agenda utópica para un país extraterrestre. Lo que estoy argumentando está ya en la tradición democrática de muchos países, no estamos inventando el agua tibia. Lo curioso es que este ABC de la política parece un sueño dado el primitivismo de las prácticas y discursos realmente existentes. Cambios inmediatos deben producirse. El desgaste de los discursos, la acumulación de extravíos, la pérdida de oportunidades por las que nadie responde, la elementalidad de las opciones que aparecen en escena, el diferimiento de grandes decisiones que marcarán lo que será Venezuela en los próximos 30 años, en fin, los enormes vacíos de visiones trascendentes en los operadores que ocupan la escena pública, suscitan una sensación de urgencia que ya no se puede colmar con las expectativas de 1999.
ROBERTO MALAVER
¡Q
ué peo tenemos nosotros con la muerte! Cada vez que nos enteramos que un chavista está enfermo, salimos a escribir pendejadas por twitter y a desear que se muera y que lo entierren hondo. Nosotros no podemos continuar con esa vaina porque eso demuestra que no queremos a nadie, ni siquiera al país. Así que dejemos esa pendejada, todos somos humanos y eso es suficiente. Los chavistas en eso nos están dando medio palo. Ellos no están deseando que nadie de nosotros, la gente decente de la oposición, se muera. Allí está, por ejemplo, se murió hace poco el Ministro de Relaciones Interiores de Carlos Andrés Pérez, Alejandro Izaguirre, y los chavistas no dijeron ni pío, y ahora se murió Hilarión Cardozo, y los chavistas nada, ni un carajo. Ah, pero nosotros, no joda, pasamos todos los días por la funeraria preguntando si se murió un chavista para tirar cohetes. Es tiempo de que Embajada Radonski, nuestro candidato, a pesar de todo lo malo y mediocre que es, tiene que salir y decir que esos compañeros de la oposición que están drenando su odio por allí en las redes sociales, se dejen de esa pendejada y se pongan a trabajar por el país y por la candidatura, porque les digo una vaina, para defender la candidatura de Embajada Radonski hay que echarle bolas, porque allí no hay nada donde apoyarse, puro fascismo y más nada. Pero es nuestro candidato, aunque nos duela a muchos. Esta semana habló el dictador y dijo que tenía que operarse nuevamente porque le descubrieron una lección de dos centímetros donde le hicieron las dos operaciones anteriores, y ¿qué hicimos nosotros? Pusimos una fiesta del carajo, como que nosotros nunca nos vamos a morir, sino que nos vamos a quedar para semilla. Qué pendejada tan grande. Hasta los que se dicen cristianos se ponen a escribir bolserías en el twitter, y así llevamos todas las de perder. Nada nos cuesta ser decentes y desearle vida, mucha vida, a toda la gente, porque, de paso, por eso queremos gobernar este país, para que la gente tenga vida, mucha vida, y nada de muerte... pero coño, nosotros tenemos el odio a flor de piel, basta con un run-run que nos diga que anoche el dictador durmió mal, para que nosotros digamos: “Ya está listo, de mañana no pasa” Así que dejémonos de vainas y vamos a comportarnos como la gente, eso que estamos haciendo es típico de animales y así no llegamos a donde queremos llegar, al poder, aunque con Embajada Radonski la cosa se nos pone dura, muy dura. - Ódiame por piedad, yo te lo pido.- Me canta Margot.
MIGUEL ANGEL NÚÑEZ
Marzo de 2012/
Democracia agroalimentaria
¡ya!
L
uminarias de las finanzas internacionales presagian, que de darse un eventual cierre del Estrecho de Ormuz por un ataque militar de los israelitas a los iraníes; ello impediría por dicho espacio que circulase más del 40% de la producción mundial del crudo. Pudiendo llegar a costar el barril de petróleo en mas de $ 150,oo. Cuidado si alcanza las astronómica cifra de los $ 200,oo. Un escenario de tal magnitud traería las posibles consecuencias-secuelas en la producción agroalimentaria mundial: carestía y aumento en los fletes de transporte de alimentos; de los fertilizantes agrícolas y demás agrotóxicos y nuevas aplicaciones de restricciones a las exportación de alimentos. Se generaría un desabastecimiento en los mercados mundiales, incrementándose especulativamente los precios de los alimentos por la carestía de los mismos, generándose más hambruna y desnutrición. Al escenario anterior, obligatoria-mente debemos incluirle los extraordinarios fenómenos climatológicos, no sólo por las recurrentes e inusuales sequías e inundaciones en los suelos tradicionales de los graneros del mundo. También el aumento en los niveles de los océanos; el estrés hídrico de las plantas y los retardos e incertidumbres en los procesos de floración y maduración de los frutos, acontecidos por las fluctuaciones en los cambios de temperaturas y los efectos de los gases invernaderos. Con ello se acentúa más la carestía de los productos básicos para la alimentación (trigo, maíz, arroz, sorgo y mijo). De estos, los tres primeros mencionados, se comprueban su disminución en los rendimientos como consecuencia de los cambios climáticos. Este potencial desabastecimiento de alimentos toca otra amenaza: la depredadora tecnología de la producción de biocombustibles, que provienen de las cuantiosas cantidades de maíz y caña de azúcar, destinados a alimentar vehículos, en vez de seres humanos. Legitimando, el desvío de inversiones especulativas a los mercados de materias primas que ahora llaman “commodities”. Se cambia el valor biológico-nutricional del alimento por el valor financiero. Recordemos que desde el 2007 se vienen dando progresivos aumentos en los precios de los alimentos sin detenerse y quien sabe hasta cuando duren dichas alzas. Independientemente de que un país tenga divisas para adquirir o importar alimentos, la escasez de ellos, será uno de los principales problemas de la hambruna mundial. Se prevee puedan afectarse algunas zonas del planeta, como: las Antillas, México, América Central, Colombia, Venezuela, Egipto, India,China, Bangladesh y Sureste Asiático; con especial virulencia el África Subsahariana y pudiendo pasar la población atrapada en la inanición de los 1000 millones actuales a los 2000 millones estimados por los analistas(Gorraiz-Lopez,2012). Las razones geo-políticas-estrátegicas señaladas anteriormente, se le unen los continuos estragos, que sigue causando la agricultura tóxica, ahora inspirada en la nueva biorevolución verde fundadas en tecnologías depredadoras tales como: bio-combustibles; transgénica y nanotecnología entre otras. Las cuales, no nos dejan de envenenar los suelos; los recursos de agua y eliminar la agro-biodiversidad. Provocando mas erosión, desertificación y severos problemas de salud pública y los tantos refugiados climáticos. Venezuela no puede escaparse de la complejidad de los escenarios valorados. Sin embargo, el gobierno revolucionario, tímidamente ha dado muestras de voluntad política para avanzar hacia una producción agroecológicamente sustentable, en especial para los pequeños y medianos productores. Un conglomerado de leyes y resoluciones tienen a su disposición; programas de formación en todos los niveles que deben aplicarse y con propuestas concretas; algunos créditos agroecológicos han
tenidos sus logros y deben continuar; más de 100 laboratorios de producción de biológicos cubren unas 700000 hectáreas. En fin, hay una base de despliegue para una producción de alimentos sustentables que puede ser potenciada por los 600000 campesinos que se calcula todavía existen en el interior del país. Productores que tienen una racionalidad productiva totalmente distinta al agro-empresarial y bastantes de ellos, no desean seguir embarcándose en esa miope lógica productivista y a decir verdad; los que saben y entienden de agricultura son los propios campesinos, quienes también siempre han estado preocupados por el cuido de la tierra. Cifras indican que producen más del 70% de todo lo que la humanidad produce. En su mayoría agricultura familiar. Nuestros pequeños y medianos productores venezolanos, necesitan ordenarse, superar las distorsiones tecnológicasproductivistas y re-encontrarse con sus propios procesos productivos. Ello podría lograrse si se dan y encuentran, las eficientes instancias de coordinación y articulación en todo el andamiaje que implica la producción sustentable de alimentos. Esta debiese ser una de las primeras prioridades que el nuevo Órgano Superior de Agricultura(OSA) ha de asumir. Hacer todo el esfuerzo posible por apoyar y cooperar en organizar a los pequeños y medianos productores del país. Como dice el Rector de OSA el Presidente Chavéz “debemos sacarle el mejor provecho posible a cada pedazo de tierra y espacio posible”. Pero, como deber revolucionario, debemos también decir, que ese aprovechamiento de los suelos, necesariamente tiene que tomar en cuenta, los alcances, límites y la capacidad biológica de los agroecosistemas. Debemos saber economizar la agro-energía, incorporando energías alternas y reciclar toda la materia orgánica que también sea posible. El OSA además de expresar y demostrar su voluntad política, se apoya en solventes recursos financieros y en el andamiaje de leyes que en el proceso revolucionario han venido emergiendo para impulsar una producción agrícola sustentable en el país. En especial el art. 305 de nuestra Constitución, el cual reta e invita a la sociedad venezolana avanzar hacia una democracia agroalimentaria donde los productores y consumidores tomemos conciencia de la situación real de nuestro planeta y los deberes que debemos asumir: alimentándonos de forma diferente: sana, moderada y sin desperdicios para ser seres más útiles y solidarios.
Marzo de 2012
CAROLA CHÁVEZ
Chávez somos todos B
ueno, nadie dijo que sería fácil, y menos aún cuando el año pasado supimos de la enfermedad que enfrentaba mi Presi, que enfrentábamos todos, porque justamente de eso se trata: Lo que afecta a Chávez nos afecta a su pueblo y viceversa. Y es aquí cuando me veo obligada a recurrir al inevitable cliché: “Chávez somos todos”. Si, suena poco imaginativo, es verdad, pero es que no encuentro una forma más redondita y precisa para decir lo que quiero decir. Chavez somos todos y no se trata de una simple frase, se trata de asumirlo, interiorizarlo, y actuar en consecuencia, de multiplicarnos en millones de Chávez. Se trata de aliviar a mi Presi de buena parte de la carga que él, con tanta alegría asumió, y que nosotros alegremente dejamos que asumiera. Se trata de ponernos los pantalones largos, de dar el salto, de asumir nuestra militancia con madurez. Se trata de ayudarlo a encontrar el tiempo que necesita para recuperar su salud. No más ese “yo quiero ver a Chávez”, cada vez corra un rumor carroñero. No más “Chávez lo resuelve todo”. No más el Chávez portaviones… ¡aviones a volar! Nos enfrentamos a una campaña electoral justo ahora cuando mi Presi necesita, por primera vez en tantos años, descanso y tranquilidad. Mi Presi necesita su tiempo. No creo que sea necesario que Chávez se tenga que subir a un camión y recorrer pueblo por pueblo a ofrecernos algo que ya hemos logrado con él. Tampoco tiene que convencernos de que con él caminamos hacia el país justo, libre y soberano que queremos. No necesitamos promesas de quien sueña nuestros sueños y nos ayuda a alcanzarlos. -Y perdonen lo cursi pero el amor me pone dulzona-. Decía que no necesitamos una campaña reposando en un solo hombre, sobre todo cuando ese hombre necesita que la campaña repose en otros hombros, digamos por ejemplo, en los míos, los tuyos, los hombros de todos los chavistas, millones de nosotros haciendo campaña en nuestras calles, oficinas, mercados, panaderías, plazas, universidades... Una campaña inmensa, intensa, efectiva, original, creativa, desconcertante para quienes aún creen que un candidato se vende como se vende un jabón, para quienes nos siguen creyendo idiotas amnésicos, capaces de votar por el (a)saltador de muros de embajadas, ese que para comer prefiere ofrecernos alfombras y cables que pollos de Mercal. Los chavistas sabemos bien lo que queremos, nos sobran argumentos para defender nuestras ideas, tenemos grandes logros, tenemos sueños, y un Presidente que nos enseñó a alcanzarlos. Ese es nuestro candidato, que recupera su salud tranquilo, porque “donde haya que ponerse grandes, grandes nos pondremos” y así Chávez
seremos todos... todos y en campaña. Viviendo y, por supuesto, venciendo.
Militarismo y civilismo:
del 4F de 1992 al 6D de 1998 C EB ARMEN
ALBÁS
E
n el calendario de Venezuela, febrero es un mes prolijo en fechas históricas. Del siglo XIX conmemoramos el 12 de Febrero- batalla de La Victoria posteriormente Día de la Juventud-.Del Siglo XX despuntan el 27 de febrero de 1989- el Caracazo- y el 4 F de 1992- el Por Ahora- Que de una u otra forma conmovieron y estremecieron el país, memoria del dolor y de la esperanza que con el tiempo han pasado a formar parte del imaginario colectivo. * No es objetivo de este artículo dilucidar si el 4F es una fecha para enaltecer o repudiar, que durante estas semanas ha merecido valoraciones y opiniones hacia uno u otro extremo, y traducidas en numerosos artículos y reportajes de medios impresos. Nuestra disertación se enrumba por otro sendero que permite significar y traducir la fecha en cuestión con las circunstancias políticas electorales del momento- las Primarias-, y que se extenderán hasta el 7de Octubre del 2012 con las Presidenciales. El país vuelve a optar por la razón cívica sobre la razón militar, sectores de la ciudadanía tanto a favor del gobierno como de la oposición vuelven a elegir la vía electoral e imponer el poder por medio de los números y no por el de la violencia. Como bien lo advirtió Hannah Arendt, el poder no viene de la violencia, sino que esta existe en proporción inversa al poder, reivindicando la independencia del poder político respecto a relaciones de fuerza física y militar; giro y vuelco histórico que el teniente coronel Hugo Chávez realizó al transformar el Por Ahorasuspendido en el tiempo- por la vía civilista de de la elección y de la votación electoral. Y en buena hora, porque si la política fuera un medio para administrar el poder que viene de la violencia, los militares deberían ser los mejores gobernantes cada vez que han asaltado y usurpado el poder en América Latina, algo que ellos mismos se han encargado de demostrar que no es cierto. En la historia moderna latinoamericana muchas democracias han involucionado en dictadura, pero que una dictadura evolucione hacia la democracia es mucho más difícil, si no imposible. Así, para los que se empecinan en una transición cívico-militar para el país, solo disfrazan el querer ejercer el poder político por la violencia, desconociendo que el gobierno cívico-militar del 45 llevó al golpe militar del 48 y este a la dictadura del 52. Demostración histórica que cuando los militares se apropian del poder es para enajenarlo y perpetuarse en el mismo.
El poder no viene de las armas, es solo mediante el uso del poder político acumulado en el quehacer de la praxis, voceado en las calles, en su distribución y adquisición entre las comunidades, llámense organizaciones de base, consejos comunales o poder popular, es que podremos minimizar la violencia y derrotar el espectro de la salida militar. El poder corresponde con la capacidad humana no solo de actuar y hacer algo, sino de actuar junto con otro y actuar de acuerdo a ellos. El poder no está dado de antemano, sino que se conquista parcial y momentáneamente mediante procesos de confrontación de votos y de voluntades. Pues, cuando se lucha en marcos democráticos-republicanos nunca termina de estar definitivamente en posesión de nadie. Sin poder no hay política, sin política no hay poder. Si el poder es sacado del juego como parece ser el deseo y la intención hasta ahora no logrado de algunos sectores radicales de la oposición; o por los que al calificarse como mayoría le niegan a un amplio sector de la población la realidad de ser mayoría, termina la política y con ello el propio poder, para ser reemplazado, tarde o temprano, por la pura violencia o simplemente por ese terror que deja al descubierto en todas sus dimensiones la ilimitada crueldad del ser humano cuando no hay más límites que la contengan. * De las dos fechas, el 4 de F ha sido objeto-sujeto de múltiples obras escritas por periodistas, historiadores, politólogos, sociólogos entre otros; pero también ha sido canto en corríos, en coplas y en joropos, hasta pasar a ser parte del folklore nacional. . A diferencia del 27 de F, que de ser objeto-sujeto de análisis y rememorado los primeros 4 años de su trágico acontecer, con el tiempo se le depositó y ocultó en el baúl de los recuerdos y de los olvidos.
Marzo de 2012/
FERNANDO ARELLANO ORTIZ/OBSERVATORIO GEOPOLÍTICO LATINOAMERICANO
Entrevsita con
Boaventura de Sousa Santos
“Para los partidos de izquierda la gente no organizada es una masa de maniobra, por lo tanto piensan por ella y por eso van con consignas, con eslóganes para comandarla” S
i bien el sistema imperante en el mundo no tiene respuestas a los requerimientos sociales, como consecuencia de la crueldad del neoliberalismo, las luchas y las protestas de movimientos como los Indignados y los Ocupa, llaman al “optimismo trágico”, afirma el científico social portugués Boaventura de Sousa Santos, quien explica que en medio de las múltiples dificultades están surgiendo alternativas sustentadas en lo que denomina sicología de las emergencias y en los nuevos procesos de producción y de valoración de conocimientos válidos, científicos y no científicos que recoge en su teoría de la Epistemología del Sur. Los presupuestos de la Epistemología del Sur son la ecología de los saberes y la traducción intercultural que proyectan un pensamiento alternativo basándose en experiencias prácticas, en luchas sociales y en trabajos de campo en diversos rincones del mundo. La ecología de los saberes lo explica De Sousa Santos tanto en sus textos como en sus conferencias es “el diálogo horizontal entre conocimientos diversos, incluyendo el científico, pero también el campesino, el artístico, el indígena, el popular y otros tantos que son descartados por la cuadrícula académica tradicional”. En tanto que la traducción intercultural es el procedimiento que posibilita crear entendimiento recíproco entre las diversas experiencias del mundo. De esta manera, señala, se pueden asimilar otras concepciones de vida productiva distintas a las del capitalismo reproducidas por la ciencia económica convencional, como por ejemplo el “swadeshi”, estrategia formulada por el mahatma Gandhi que
plantea la autosuficiencia económica y el autogobierno; o el “sumak kawsay”, el concepto indígena del buen vivir incorporado en las constituciones de Ecuador y Bolivia y que significa reconocer y aprender de las sabidurías de los pueblos originarios que en América Latina han estado ligadas a la naturaleza y su buen aprovechamiento. Estas experiencias productivas se asientan en la sustentabilidad, solidaridad y reciprocidad. Al mismo tiempo, este sociólogo andariego e intelectual militante como se define, considera que buena parte del mundo, sobre todo Occidente, está entrando en un proceso postinstitucional por cuanto la política olvidó a los ciudadanos y ello se evidencia en su activa presencia en las calles y plazas que “aún no han sido colonizadas por las transnacionales”. Plantea por ello la refundación del Estado, pero también de los partidos políticos, sobre todo de los de izquierda, para cambiar no solamente el modelo económico criminal que está acabando con el planeta, sino para organizar de una manera más humana la vida, elevando los niveles de participación democrática y respondiendo de manera satisfactoria los requerimientos y necesidades sociales. Es que, agrega, “los conceptos jurídicos y sociológicos tradicionales o eurocéntricos son ahora muy débiles para enfrenta la realidad social actual”. Caso patético es la consecuencia funesta generada por el neoliberalismo y su afán de ganancia desaforada al haber superado el ámbito jurídico hasta el punto que hoy no es claro definir lo legal de lo ilegal. “Según los criterios de poder se determina la ilegalidad o legalidad”, sostiene.
Marzo de 2012 me acogieron y con quienes trabajé y escribí cosas que después musicalizaron. La revuelta y la rabia de la juventud se expresa en la cultura hip hop de los suburbios de las ciudades y el PT no sabe quiénes son ellos, no conocen que es hip hop, no saben qué es la cultura urbana de nuestros tiempos, entonces hay aquí una distancia entre los partidos políticos y sobre todo de izquierda, con los jóvenes. El segundo elemento que me parece muy importante es que nosotros en la política de izquierda y en la teoría crítica siempre nos preocupó la sociedad civil organizada, nos centramos mucho en la relación partidos-movimientos porque la izquierda eurocéntrica nace como un movimiento que luego se transforma en partido. Después los partidos se desconectaron, asumieron que tenían el monopolio de la representación de los intereses de clase o de grupos sociales y no atendieron los intereses de los movimientos, pero todo ha cambiado en los últimos treinta años sobre todo cuando los nuevos movimientos sociales que defienden los derechos humanos y ciudadanos, de las mujeres, los indígenas, de los campesinos, el derecho a la vivienda, etc., empezaron a tener una presencia muy fuerte frente a los viejos, como el movimiento obrero y los sindicatos. Pero además, los movimientos terminaron compitiendo con los partidos, y ese es el camino que hemos recorrido hasta ahora. El Foro Social Mundial de alguna manera es un síntoma de que los partidos ya no tenían el monopolio de la representación, y al contrario, se daba una gran prioridad a los movimientos sociales y así hemos pasado la década pasada. El fracaso de la socialdemocracia En la Facultad de Derecho de la bogotana Universidad de Los Andes, el catedrático portugués dictó la conferencia “Para una teoría jurídica de los indignados”. De Sousa Santos, doctor en Sociología del Derecho de la Universidad de Yale y catedrático de la Universidad de Coímbra, es además director del Centro de Estudios Sociales de esta institución, así como profesor distinguido de la Universidad de Wisconsin-Madison y de diversos establecimientos académicos del mundo. Es uno de los científicos sociales e investigadores más importantes en el área de la sociología jurídica y cumple un papel de activista desde el Foro Social Mundial. Sus múltiples libros, ensayos y artículos periodísticos son referentes del pensamiento alternativo por cuanto analiza con visión aguda y hasta autocrítica temas como la globalización, la sociología del derecho y del Estado, los movimientos sociales, la epistemología y la geopolítica. Irrupción de los indignados, punto de partida del cambio social - No obstante que como bien usted ha señalado los movimientos espontáneos de los Indignados y de los Ocupa no tienen una articulación política, ¿en ellos se estaría gestando un sujeto político que presione los cambios socioeconómicos que requiere el mundo? - Yo estoy seguro que sí, considero que esto es un comienzo, un punto de partida, y por eso varios de los análisis que miran a los Indignados como algo que ya está consolidado están equivocados, porque por el contrario, me parece que este es un síntoma de las cosas malas que están ocurriendo en nuestras democracias y es un inicio de algo que no sabemos cómo va a continuar. Estos movimientos que son de jóvenes no tienen vinculación con los partidos políticos porque muchos de los partidos progresistas perdieron a la juventud, no de ahora sino de mucho tiempo atrás. Ahora mismo vengo de Brasil y una de las discusiones que tuve con los dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) fue cómo renovar el partido con la participación de los jóvenes. También tuve un encuentro de hip hop, con los jóvenes de las periferias que
- Y por eso la irrupción tan fuerte de los Ocupa y los Indignados… - Los movimientos de los Indignados y de los Ocupa lo que representan es algo nuevo, en el sentido de que nosotros en la teoría crítica y en la política de izquierda nos olvidamos mucho tiempo de que la gran mayoría de las personas no es militante de ningún partido ni se moviliza en movimientos sociales, consideramos que esta gente no es un actor político porque no se organiza para eso. Estos jóvenes han mostrado que hay momentos de definición y entonces surgen y se movilizan por cosas y causas que les merecen respeto, saliendo a la calle, arriesgando empleo, amigos y comodidades. En la izquierda no habíamos conocido cómo es esta dinámica y por esos estamos desarmados. La izquierda está totalmente desarmada porque estos movimientos, en su gran mayoría, están en contra de la política institucional y en rechazo a los partidos sin hacer distinción entre los de izquierda y derecha. Y esto es muy peligroso sobre todo para la izquierda, porque cuando no se hace la distinción sale favorecida la derecha que es la que domina nuestras sociedades, la política, la economía, los medios de comunicación, etc. Y esta crítica de no reconocer la distinción viene realmente de muchos errores institucionales de la izquierda en las últimas dos décadas, específicamente de la socialdemócrata que en Europa y en otros países adoptó lo que en Inglaterra se llamó la Tercera Vía impulsada por el Partido Laborista inglés que luego se propagó por otros continentes y que no fue otra cosa que aceptar el dogma del neoliberalismo. Con esto la izquierda socialdemócrata intentó que el neoliberalismo tuviera una fase humana mediante la aplicación de algunas políticas sociales, pero sustentada en el mercado y en la economía más que en el Estado. - Un modus vivendi dentro del capitalismo que permitiera minimizar los costos sociales, como lo ha denominado usted en uno de sus libros... -Exactamente. Lo que pasó es que esta izquierda socialdemócrata que pensaba que había una alternativa dentro del marco neoliberal fracasó. Porque de hecho como lo hemos visto claramente en Europa, no hay alternativa alguna dentro del neoliberalismo, y la izquierda que aceptó las recetas y las
Marzo de 2012/ condicionalidades del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y de las agencias que comandan este modelo financiero, terminó desarmada y lo hemos visto en Portugal, en España, en Grecia, con la caída de los partidos socialistas y en Inglaterra con el Partido Laborista del exprimer ministro Gordon Brown. O sea, hubo un colapso de la izquierda socialdemócrata en Europa que nos hace pensar. En contraste, los partidos progresistas que están gobernando algunos países latinoamericanos como Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Uruguay y Venezuela no han aceptada las recetas neoliberales y están haciendo lo que podríamos denominar capitalismo de Estado. O sea, un control mucho más grande por parte del Estado de los recursos económicos. Enfoque económico de los gobiernos progresistas -Ud. lo ha definido como una socialdemocracia de nuevo tipo… - Sí, porque se pensaba que podían seguir con el estilo de la socialdemocracia europea que fue un proceso de compatibilizar democracia con capitalismo a través de grandes redistribuciones de riqueza universales, lo que se denominó derechos económicos y sociales, o Estado de bienestar, que se desarrolló en Europa más que en otro continente. Los países latinoamericanos sabían que quizá no sería posible impulsar este tipo de derechos sociales y económicos universales y por eso fueron por otro tipo de políticas sociales que se han concretado en la política de los bonos que no son muy distantes de lo que proponía el Banco Mundial, pero que están dirigidos y enfocados a sectores vulnerables de la población que en los diversos países se distribuyen con diferentes nombres. En Brasil: bolsa familia; en Bolivia; Juancito Pinto; en Argentina: asignación universal por hijo, etc. Son políticas selectivas que no se presentan como derecho social. Pueden ser eliminados si no hay condiciones pero sobre todo no cambian el modelo económico, no hacen una regulación del capitalismo y no permiten, por ejemplo, que las personas vulnerables salgan por sí mismas de la pobreza, ni cuentan con una política, excepto Brasil, para desarrollar formas de economía solidaria ni cooperativa que puedan organizar a esta gente de manera que tenga capacidad de generar ingresos, hacer microempresas y de esta manera deje de necesitar los bonos. Este, entonces, es el modelo de socialdemocracia latinoamericana que hasta ahora ha dado resultado porque coincidió con un periodo de valorización de las materias primas de este continente debido al gran avance de China, lo cual ha permitido que países que tenían déficits comerciales ahora tengan superávit como son los casos de Brasil y Argentina. - La socialdemocracia europea al poner en marcha políticas neoliberales traicionó su identidad ideológica y como dice el sociólogo argentino Atilio Borón, es mejor el original que la copia, por eso es dable que hayan retornado los gobiernos de derecha en el viejo continente que saben ejecutar de manera más drástica y sin ningún pudor el recetario del libre mercado, ¿no le parece? - Sí, sí, esa es nuestra lectura desde hace algún tiempo, nosotros criticamos este desvío de la socialdemocracia hace más de veinte años cuando todo esto empezó. - ¿Y la Tercera Vía formulada por el sociólogo inglés Anthony Giddens es una concepción de derecha? - Sí claro, la Tercera Vía fue iniciada en Australia, y Giddens como asesor de Tony Blair después la teorizó para desarrollarla en Inglaterra, aunque fue aplicada en otros países por partidos laboristas y socialdemócratas. Propugna porque hay que aceptar todos los criterios de competencia que el mercado determina para las agencias públicas. Plantea, por ejemplo, un mercado interno para los servicios de salud y educación, fomentado la competencia so pretexto de reducir los costos de esos servicios, abriendo el espacio para que el sector público no se distinga del sector privado. Su objetivo es la ganancia mediante el sistema contributivo de las
personas y por eso se inventaron las tasas moderadoras y los copagos que los ciudadanos deben hacer para poder acceder a una cirugía o a una consulta médica. De esa manera, legitimó la entrada del capital privado en los servicios públicos, sobre todo en la salud, en la seguridad social, en la educación y en el sistema de pensiones. Esto a mi juicio fue lo que destruyó toda la socialdemocracia en Europa y es por eso que yo pienso que tiene que refundarse. Vamos a ver lo que va a pasar con el candidato presidencial socialista François Hollande en Francia. Pueda ser que la gente que está descontenta con la políticas de austeridad de Sarkozy le dé la victoria a Hollande, pero éste no tiene ningún programa alternativo que vaya más allá de las condicionalidades del Fondo Monetario Internacional y de la ortodoxia de los capitales financieros no regulados. El neoliberalismo que produjo la crisis está intentando “resolverla” - Si bien es evidente que el sistema capitalismo está en una grave crisis, sin embargo el hecho del retorno de gobiernos de derecha en los países europeos y la ortodoxia económica aplicada en Estados Unidos y en no pocos países de América Latina demuestran que hay un robustecimiento del neoliberalismo que sigue favoreciendo a los capitales financieros y a las trasnacionales. ¿No le ve así? - Yo pienso que la crisis del capitalismo es de otro tipo. En términos de corto plazo no hay ninguna señal de crisis, al contrario, podríamos decir, lo que es sorprendente, que el neoliberalismo que produjo la crisis, la está intentando “resolver” entre comillas. Son los mismos banqueros culpables de esta crisis económica los que buscan resolverla. Miremos el caso del portugués Antonio Borges, director del Fondo Monetario Internacional para Europa y vicepresidente de la Goldman Sachs, fue el que organizó la trampa que esta banca de inversión le tendió a Grecia. Este mismo señor está ahora dictando las recetas del Fondo a Europa. Imagínese la promiscuidad entre el capital financiero y la democracia europea que a mi juicio está en suspenso porque el primer ministro griego Lucas Papademos; Mario Monti en Italia; Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, al igual que el propio Borges, vienen de Goldman Sachs. No solo representan al capital
Marzo de 2012
financiero sino son de la misma firma, lo cual es algo trágico y pienso que la socialdemocracia ha contribuido por su omisión a un colapso de la Unión Europea que lo veo muy próximo si no hay realmente un acto de desobediencia que tiene que ser muy fuerte para lograr su relanzamiento. - ¿Y eso ha dado paso a lo que usted llama “democradura” en Europa? - Sí, es eso lo que tenemos. Unas constituciones muy progresistas pero sus prácticas muy reaccionarias y oligárquicas. Constituciones como la portuguesa y la española garantizan todos los derechos pero todos los días esos derechos son eliminados, suspendidos y la Corte Constitucional no interviene, o sea hay una suspensión de democracia que la podemos llamar “democradura” o “dictablanda”. Estos procesos no tienen futuro para la democracia europea y los partidos políticos tiene que ver muy bien lo que está pasando para no caer en los mismos errores. El neoliberalismo ha llevado a que la legalidad vaya a la par con la ilegalidad - Esta crisis del capitalismo ha dado lugar a lo que usted hacía referencia en su conferencia en la Universidad de los Andes de Bogotá a una confusión de la categorías de ilegalidad, legalidad y los sin ley en buena medida por el fenómeno de la acumulación por desposesión. ¿Cómo explicar esta situación generada por la voracidad capitalista? - Lo que hay es muy complejo porque la democracia en el siglo XX engañó al imaginario popular. Al inicio la democracia liberal no era muy democrática como sabemos porque en su origen solamente los propietarios podían votar, entonces la gran mayoría de la población no sabía que era la democracia. La democracia ganó credibilidad y captó el imaginario popular, como ahora vemos a los Indignados que piden democracia verdadera y real, debido en buena medida a que se institucionalizaron los conflictos sociales, se aceptó que hay divergencias en la sociedad entre capital y trabajo por ejemplo, y que las mismas se deben solucionar de manera pacífica cuya resolución se traduce en la ley y por eso se creó una legalidad, pues antes las clases populares solo conocían la legalidad represiva, no conocían ningún derecho. Se creó entonces un derecho facilitador, protector de los
derechos sociales, económicos, auxilio al desempleo, y empezaron a ver que la legalidad era algo más amplio y beneficiosa para las clases populares, eso ha sido el gran engaño de la democracia representativa y liberal porque en las constituciones tanto de Europa y de América Latina se consagra una serie de luchas sociales como derechos, por ejemplo los derechos indígenas que antes eran desconocidos inclusive por la misma izquierda que los consideraba invisibles, lo cual cambió en los últimos veinte años precisamente debido al neoliberalismo, a la represión a los movimientos sociales y la criminalización de la protesta. Lo que ocurrió es que las transnacionales aprendieron la lección según la cual es posible presionar a los gobiernos, influenciar los congresos legislativos para producir leyes a su favor, y por eso ellas mismas produjeron una legislación que es tan legal como la otra, la que protege a las clases populares, pero ahora es una legalidad que les permite hacer cosas que antes no podían hacer. Y por eso se puede decir que lo hacen legalmente, no lo es totalmente legal porque si se observa muchas de esas leyes que se crearon para concesiones de minería y recursos naturales y todo lo referente al extractivismo, tienen una serie de condiciones que se olvidan después, como por ejemplo la protección ambiental, o las violaciones masivas a las consultas indígenas dispuestas en el Convenio 169 de la OIT. Es decir, la legalidad va a la par con la ilegalidad, esto es un gran engaño y lo vamos a ver próximamente en Río+20 en junio de 2011 con toda esta discusión sobre el capitalismo verde, la economía verde, de desarrollo sostenible que es el gran concepto de los últimos treinta años. Todo lo que vamos a observar en esta cumbre de Río no es más que el resultado de un secuestro del derecho por las transnacionales y por eso hablan del capitalismo verde. Para mí el capitalismo solo es verde en los billetes de dólar, no es verde en ningún otro sentido. De esta manera, la legalidad es poco apropiada, pero también porque aumenta la desigualdad social, se inventan amenazas de lucha social en que la seguridad en términos de seguridad militar y policial tiene una fuerza tan grande que se crean formas de estados de emergencia no declarados en muchos países, no es el caso de Colombia, porque este país ha tenido un pasado muy fuerte de estados de sitio o estados de excepción. Cuando estaba aquí realizando mis estudios los estados de excepción eran normales por eso es que Colombia no tuvo dictaduras como otros países de América Latina, eso lo analizábamos en ese entonces, pero ahora hay formas que van más allá de la legalidad, por ejemplo cuando los Estados Unidos matan a dos ciudadanos norteamericanos en Yemen a través de los drones, esto es legalidad, o ilegalidad, esto ya no tiene normas. Porque la ilegalidad exige una norma, digámoslo así, y esto es una cosa completamente nueva. Extranjerización de las tierras, nuevo colonialismo - ¿Como el caso del centro de concentración de Guantánamo? ntánamo es lo mismo, es una ausencia total de criterios de legalidad, es más que ilegal, es sin ley. Para entender esto hay que regresar a los siglos XVI y XVII cuando en este continente americano se produjo el exterminio de los indígenas que no era es propiamente ilegal, era sin ley. O sea, como existía la idea de que los indígenas no eran humanos, entonces los conquistadores no aplicaban los criterios de legalidad o de ilegalidad, eran cosas, esclavos. Hoy en el mundo hay rasgos en los que ya no podemos hablar de intervención política social porque a veces son tan crueles y agresivos en contra de ciertas poblaciones que por ser consideradas inferiores no se les aplican los criterios de legalidad, y por eso se presenta la arbitrariedad. Se pueden ver casos por ejemplo en África en este momento donde se viene dando con mucho énfasis la acumulación por despojo, también se da en India
Marzo de 2012/
y en América Latina con la minería y el extractivismo. En el caso africano se presenta con mucha fuerza a través del acaparamiento y compra de tierras por parte de países como Brasil, China, Corea del Sur que están buscando tener una reserva de tierra fuera de sus respectivos Estados, este es un nuevo colonialismo que no hemos teorizado. La concesión es legal pero luego qué pasa con los campesinos desplazados de sus tierras y de un día a otro se convierten en ocupantes o invasores. ¿Esto es legalidad? Es una acumulación primitiva violenta que actúa de una manera en que no hay ninguna forma de rescate políticamente. Esto no es ilegalidad, es algo más grave, es sin ley, que ocurre dentro de Estados de derecho y de democracias, y este es otro gran reto para las izquierdas, sobre todo de raíz socialdemócrata, que creen en la institucionalidad. - En medio de este oscuro panorama de la crisis civilizatoria originada por el capitalismo, usted que se confiesa un optimista trágico ha formulado una teoría jurídica de emancipación social así como un nuevo concepto de ciudadanía y de derechos humanos que paulatinamente no solo obtienen apoyo popular sino que se van abriendo paso. ¿Ese no es un motivo para ser moderadamente optimistas? - Sí, lo que ocurre es que el pesimismo es siempre conservador, porque yo puedo ser pesimista si tengo mi salario, tengo mi casa, mi habitación, yo puedo ser nihilista, hasta cínico, porque mi cotidianidad está garantizada. Pero qué pasa con la gente que tiene comida hoy para su familia pero no sabe si tiene para mañana; qué pasa con la gente que está viva hoy pero puede ser víctima de una violencia en la que no esté directamente involucrada; la mayor parte de la población del mundo está en condiciones en las que su supervivencia no está mínimamente garantizada; esta gente no puede ser pesimista. Esta gente tiene que salir a la calle a luchar, a encontrar formas de garantizar su sobrevivencia y la de su familia, no puede paralizarse, son activistas. El problema es que no son activistas políticos en nuestro sentido, son activistas de la vida. Entonces, lo que necesitamos es transformar ese activismo de la vida en activismo político, por eso trabajo mucho con los movimientos sociales y con gente que está en situaciones difíciles y gracias a mi actividad académica y a mi trayectoria los conozco bien por cuanto he compartido con ellos múltiples luchas. Por ello
puedo decir que me anima el hecho de que estos sectores sociales no pueden ser pasivos, ellos tienen que tener esperanza. Tenemos que construir día a día la posibilidad de una nueva sociedad, y eso es lo que me da la idea de este optimismo trágico; es decir, la idea de que hay una alternativa pero también muchas dificultades. La tragedia es esa, que hay muchas dificultades que no podemos minimizarlas pero tenemos que saber que no todo está perdido, como decía la gran cantante argentina Mercedes Sosa. Cuando la gente piensa que estamos en el fin de la política, que no hay activismo, y que el neoliberalismo lo ha dominado todo, vienen los Indignados, vienen los Ocupa, la primavera árabe que derrumba a los dictadores, entonces hay siempre en la sociedad las emergencias, lo que llamo la sociología de las emergencias. El nuevo proyecto de investigación que estoy iniciando ahora busca analizar las emergencias para darlas a conocer, porque el problema es que muchas de las luchas maravillosas no son conocidas, de gente que resolvió el problema del agua, de la propiedad, de la ciudadanía, en comunidades de India, de Sudáfrica, y de otros países. La gente en el mundo sigue con esperanza buscando soluciones porque no tiene alternativa, vive una situación demasiado cruel y vergonzosa, por eso no puede cruzar los brazos. Un intelectual militante como me considero, no un teórico de vanguardia porque no lo soy ni quiero serlo, pero sí de retaguardia en el sentido de apoyar a estos movimientos, tiene que teorizar la esperanza en condiciones difíciles, por supuesto, generando un respeto por la gente. Nosotros tenemos una cultura en los partidos de izquierda según la cual la masa de la gente que no está organizada es una masa de maniobra, por lo tanto pensamos por ella y por eso vamos con consignas, con eslóganes para comandarla. No, eso no es así, hoy la gente que se moviliza es porque tiene razones que son suyas, hoy está más preparada. Eso se puede ver en países muy controversiales como Venezuela, donde la gente ha adquirido una cultura política muy interesante, que puede estar con Chávez o contra Chávez, pero está mucho más consciente de las condiciones, de lo que debería ser y lo que es, es mucho más exigente, no puede ser manipulada por ideas abstractas que no le dice nada sobre su cotidianidad. Ese es el respeto por la gente que la izquierda tiene que tener en el inmediato futuro. Bogotá, febrero de 2012.
Marzo de 2012
En Guatemala, sigue estancada la Ley de Lugares Sagrados E scondida en un cráter volcánico y cubierta por la bruma, Chicabal es una laguna rodeada de bosques ubicada en el municipio de San Martín Sacatepéquez, en el departamento altiplánico de Quetzaltenango, a 206 km de Ciudad de Guatemala. En el 2009, la Asociación de Agricultores Ecológicos (ASAECO) adquirió el terreno donde está ubicada la laguna y empezó una operación de rescate para prohibir el ingreso de vehículos al lugar donde se encuentran numerosos altares usados por chamanes mayas, pero también donde otros agricultores han desarrollado prácticas agrícolas no sostenibles que han provocado una grave deforestación. Actualmente, los turistas sólo pueden visitar Chicabal en la temporada en que su presencia no perturbe las ceremonias religiosas de las comunidades indígenas locales. Los guías espirituales, o Ajq’ijab, creen que como descendientes directos de los antiguos mayas deben tener acceso irrestricto a todos los lugares de importancia espiritual (existen unos 2,000 de acuerdo con cifras oficiales), así como el derecho de administrarlos y protegerlos, tal como ha hecho ASAECO con la laguna de Chicabal. Esos lugares sagrados incluyen conocidas ruinas como la antigua ciudad de Tikal, y otras ubicadas en bosques, barrancos, montañas, lagos y lagunas en todo el país. En respuesta a estas preocupaciones, en el 2001 el Ministerio de Cultura y Deporte (MICUDE) y la Secretaría de la Paz (SEPAZ) iniciaron una serie de conversaciones con líderes indígenas para discutir el tema del acceso a los lugares sagrados. El MICUDE acordó crear una unidad especial para la protección de los lugares sagrados y presentar un proyecto de ley sobre el tema elaborado de acuerdo con los Acuerdos de Paz de 1996 y el Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Fue enviado al Congreso en el 2008, el mismo año que el ex presidente Álvaro Colom (2008-2012) inició su mandato. Representantes indígenas Max Araujo, experto en legislación cultural, dijo que el proyecto de ley establece que todos los lugares arqueológicos mayas en el territorio guatemalteco ya no serían administrados por el MICUDE sino que estarían a cargo de un Consejo Nacional de Lugares Sagrados en el que participarían representantes indígenas así como expertos
LOUISA REYNOLDS/ NOTICIAS ALIADAS
ser expropiadas y entregadas al Consejo, y se debe compensar adecuadamente a los propietarios. Aunque el ex presidente Colom fue ordenado como chamán maya y su discurso oficial aludía con frecuencia al multiculturalismo, ninguno de los proyectos de ley que abordaban los derechos de los pueblos indígenas, incluyendo uno sobre desarrollo rural o el de los lugares sagrados, fueron priorizados. Conversaciones sin rumbo
en conservación. Sin embargo, lugares como Tikal, Quiriguá y El Mirador han sido declarados patrimonio nacional o Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y deben ser administrados conjuntamente por el Consejo y MICUDE, que deben adherirse a las directrices internacionales sobre conservación de esos monumentos. El proyecto de ley precisa que está prohibido extraer objetos sagrados de un lugar sin consentimiento del Consejo, y que quienes destruyan lugares sagrados serán demandados judicialmente y dependiendo de la gravedad del daño serán castigados con multas o cárcel. El Consejo puede actuar legalmente como procurador en tales casos. Además, todas las investigaciones científicas deben ser conducidas bajo supervisión del MICUDE y el Consejo. Otra cláusula establece que los proyectos mineros y petroleros deben evitar causar daños a esos lugares y reforestar cualquier área que haya sufrido daños como resultados de esos proyectos, pero no les prohíbe operar cerca de los lugares sagrados. En el Congreso el proyecto de ley ya ha sido aprobado por la Comisión de Pueblos Indígenas y la Comisión Específica para la Paz y el Desminado. Sin embargo, cuatro años después de haber sido presentado, el proyecto permanece estancado debido a que los accesos a lugares espirituales ubicados en propiedades privadas constituyen un tema espinoso, explica Araujo, ya que esas tierras deben
Para reducir las tensiones entre el gobierno y organizaciones indígenas y campesinas sobre una serie de temas que incluían desalojos de tierras, el perjudicial impacto de la minería a cielo abierto y las represas hidroeléctricas, y por el hecho de que los mencionados proyectos de ley continuaban estancados, en febrero del 2010 el gobierno estableció el Sistema Nacional de Diálogo Permanente que incluía a una serie de organizaciones de la sociedad civil. Durante las conversaciones, el sector privado se opuso repetidamente a la Ley de Lugares Sagrados. “La iniciativa contiene amenazas y violaciones flagrantes al derecho de la propiedad privada”, manifestó la Cámara de la Industria. Por otro lado, líderes indígenas han insistido que no aprobar la ley constituiría una violación de los Acuerdos de Paz de 1996 y el Convenio 169 de la OIT y sería claramente discriminatorio, ya que se negaría el acceso a los mayas a espacios para ceremonias espirituales. En el 2011 se acercaban las elecciones generales, no se había llegado a ningún consenso y quedó claro que el objetivo de esas conversaciones era prolongar la cuestión indefinidamente. Actualmente, el proyecto de ley sobre sitios sagrados sigue acumulando polvo en los archivos legislativos, y el Congreso se encuentra dividido equitativamente entre el oficialista Partido Patriota, de derecha, y una frágil coalición de partidos de oposición, y hasta ahora ninguno de sus integrantes ha expresado algún interés para ponerlo en agenda. Con un nuevo presidente en funciones, el general retirado Otto Pérez Molina, quien niega que haya habido un genocidio contra la población indígena, las organizaciones indígenas creen que este importante instrumento legal ha sufrido un serio retroceso y que ahora deberán enfrentar una dura lucha para asegurar su aprobacións. —.
Marzo de 2012/
¿Nuevas perspectivas en el proceso del Foro Social?
CHICO WHITAKER*
E
l “futuro del Foro Social Mundial” -no tanto de sus eventos sino más sobre el proceso nacido de ellos - es un tema recurrente en los Foros Sociales Mundiales. En todas sus ediciones a partir de 2004, hay al menos un taller en el cual es debatido. Parece ser más complicado a medida en que pasa el tiempo. Los organizadores se cansan, el número de participantes en los eventos mundiales y en las reuniones de su Consejo Internacional disminuye, baja el interés de las grandes organizaciones y movimientos. Sin embargo, el FSM sigue vivo. Eventos regionales pueden haberse vaciado, como los de los Foros Sociales Europeo y de las Américas, pero en otros lugares el proceso se fortalece, como en Estados Unidos, y se expande, como en el Magreb, en el cual todo el mundo árabe está siendo involucrado. En la reunión del Consejo Internacional en Dakar también vimos como los Foros Sociales Temáticos se han multiplicado. Y una de las más recientes expresiones de esta vitalidad es la gran manifestación que el Foro Social Catalán promueve en Barcelona en enero de este año, en las mismas fechas del Foro Económico Mundial de Davos y en contra de este. Este evento marca una vez más el desacuerdo de nuestro proceso a los dictámenes de ese Foro, reforzando la dinámica inaugurada en enero de 2001: el Foro Social Mundial surgió por primera vez para mostrar que existe una alternativa a la dominación de la lógica del mercado, discutido por “los dueños del mundo” en Davos. También es significativa, en esta perspectiva, la dimensión que ganó el Foro Social Temático de Porto Alegre en enero de 2012 en preparación para Río + 20. A pesar de ser un Foro Local del Gran Porto Alegre, atrajo a más de 600 actividades auto-gestionadas con participantes de todo el mundo. Y en el momento en que escribo este texto, aún no es posible saber cuántas personas se reúnen allí, pero seguramente será un número similar a lo que los Foros Sociales Mundiales atraen. Nuestros eventos también nos han permitido avanzar mucho, al crear condiciones para superar muchas de las distancias que nos dividen y nos debilitan. Fueron superados muchos prejuicios en la relación entre los movimientos y entre las organizaciones. Muchas nuevas redes fueron creadas en distintos ámbitos y situaciones. Varias de estas redes tienen una dimensión planetaria. Se comenzó
a construir en varios sectores la unión crucial, pero difícil, entre los que están luchando por las mismas causas. Otros objetivos del FSM también se están realizando, aunque todavía lejos de ser plenamente alcanzados. Es el caso de la expansión de su mensaje de esperanza a todos los rincones del planeta : “otro mundo es posible”. Lo mismo se aplica a la construcción de una nueva cultura política, fundada en el aprendizaje mutuo, en la reflexión colectiva, en el respeto a la diversidad, en la horizontalidad de las redes, en la cual se estimula la cooperación y no la competencia entre sus participantes, con decisiones adoptadas por consenso y no por votos que alejan o excluyen a las minorías. De hecho, este objetivo ambicioso de re-educación de nosotros mismos es un proceso muy largo. Requiere el abandono de prácticas moldeadas durante más de cien años de acción política vertical, dentro de una izquierda que aboga por el cambio pero acepta el autoritarismo, la violencia, el principio de los fines justificando los medios, la instrumentalización de los demás en beneficio de sus propias metas. Es por esto que hay foros en el proceso del FSM que todavía tienen “coordinadores” - cuando no son “presidentes” ..., o que actúan como entidades permanentes, obviamente con sus “dueños” y no como un proceso de creación de espacios abiertos, como “bienes comunes” que no pueden ser privatizados. Y ni hablar de las centralizaciones del poder organizativo
que todavía ocurren... No obstante, el esfuerzo para esos cambios está siendo estimulado por novedades como la llamada “primavera árabe”, los “indignados” en España y el “Ocupar Wall Street” en los Estados Unidos, entre otras movilizaciones que están surgiendo en el mundo. Son nuevos tipos de acción, pero en realidad muy cercanas a las intuiciones de los promotores del Foro Social Mundial, por la apertura, la organización horizontal y el respeto a la diversidad, inexistencia de liderazgos, aprendizaje mutuo. Asimismo, por la constatación básica de los límites de los partidos como forma única de participación política y de la distancia que hoy separa a los diferentes tipos de líderes - de gobiernos, sindicatos y partidos - de la base de la sociedad. De esta forma, lo que comenzó a ocurrir en las “plazas” del mundo esta “re-inspirando” las experiencias del proceso del FSM en el ámbito local. Sin embargo, está muy claro que la lucha por la superación del neoliberalismo - primer objetivo del FSM - está muy lejos de ser victoriosa, aunque se multipliquen análisis mostrando las dificultades actuales - que los más optimistas consideran terminales - de este gato de siete vidas que es el capitalismo. Y que inclusive habiendo perdido los frenos e invadido todo el mundo después de la caída del muro de Berlín, de manera perturbadora para todos nosotros su lógica ha conquistado hasta China este gran reducto “socialista” con más de
Marzo de 2012
saludos efusivos en los primeros días son típicos de nuestras reuniones, en la alegría del encuentro con compañeros/as de lucha. Salimos de los encuentros con nuestras convicciones reforzadas - después de haber aprendido muchas cosas nuevas - y animados a continuar - hacemos nuevas alianzas y nuevos proyectos. Por otra parte, comprobamos que somos muchos.
mil millones de personas, que dentro del “mercado” mundial, hoy en día asegura la continuidad del sistema capitalista, a pesar de que se puede cambiar la potencia hegemónica dentro de éste. Dentro de ese marco, no es necesario hablar de los riesgos que la humanidad corre cada vez más del punto de vista ecológico: las oligarquías del poder dominante no quieren de ninguna manera detener la poderosa máquina de producción industrial productivista que - más allá del complejo militar-industrial - transforma derechos en capacidad de compra, exacerba el consumismo y el desperdicio que lo acompaña y tiende a hacer la vida imposible en el planeta Tierra. Por lo tanto, es crucial discutir y volver a discutir continuamente el curso de proceso del FSM y la realización efectiva de sus diversos fines. Por lo menos es bueno que dentro de su Consejo Internacional haya gente interesada en esto, como podemos deducir al ver la receptividad dada a la propuesta de una reunión informal de los miembros de este Consejo que estarían en Porto Alegre, como participantes del Foro Social Temático en enero de 2012. Sin duda nos estamos acercando a una nueva etapa en el proceso del FSM. ¿Cómo continuar? Por cierto que no se trata de modificar la Carta de Principios del FSM, que fue lo que ha permitido los avances
logrados en el proceso. Sus preceptos están siendo adoptados por las nuevas movilizaciones que se plantean en el mundo, que son otro tipo de “espacio abierto”. La Carta también sintoniza con estos nuevos “espacios” cuando dice que en los foros sociales no hay lugar para la “lucha por el poder” o las “declaraciones finales” que pretenden sistematizar, de arriba hacia abajo, posiciones que serían de todos los participantes. Lo mismo ocurre con otras directrices adoptadas en la práctica del proceso, como la de abrir nuestros espacios, de preferencia a actividades auto organizadas, propuestas por los propios participantes, o como la que ha llevado a nuestros organizadores a llamarse a sí mismos “facilitadores” para evitar confusiones con funciones de dirección. Empero, en mi opinión esta nueva etapa tendrá que estar marcada por un cambio radical en la forma de organizar nuestros eventos y de comunicarse con el mundo. Un primer cambio radical es en la meta de cada encuentro. Estamos encantados de participar en ellos, como lo demuestra su carácter festivo y la alegría que reina en ellos, construida por la confianza y la voluntad de ayuda mutua. Sin embargo, son reuniones con nosotros mismos. Se reúnen personas que comparten el mismo deseo de cambiar el mundo, como un gran objetivo final, a pesar de las diferencias en nuestras acciones e incluso en nuestras interpretaciones sobre qué hacer. Los
Pero, ¿qué pensarían los que están fuera de las cercas de nuestros “espacios abiertos”? A veces, nos vemos obligados a separarnos efectivamente del mundo por cercas vigiladas y controladas, por razones de seguridad ... Estamos convencidos del acierto de nuestras verdades. Pero, ¿qué piensan de estas verdades los que no participan de nuestros foros o de nuestras luchas? Una cosa es cierta: teniendo en cuenta sus opciones, en las elecciones de nuestras pobres democracias representativas, parece que creen en otras verdades... ¿Cómo las mayorías - manipuladas, insatisfechas o enfadadas, ven nuestras propuestas? ¿Tienen ellas conocimiento de lo que tuvimos el privilegio de conocer sobre los mecanismos que gobiernan el mundo, sobre los medios utilizados por los poderosos para explotar a los seres humanos y a la Madre Tierra, sobre las causas de las guerras que matan a millones, sobre las especulaciones millonarias con el dinero y con la comida? Etc, etc, etc .. En un artículo que acabo de enviar a personas próximas al Foro Social de EE.UU. sobre el movimiento “Ocupa Wall Street”, que ha lanzado la imagen de “somos el 99%, ustedes son el 1%”, escribí lo siguiente: En primer lugar, no somos un 99% frente al 1%. Los que ya tienen el coraje de hablar son muchos, pero quizás más o menos 1%, frente al 1% que controla y explota el resto del mundo. Vamos a comparar las cifras: cuando en febrero de 2003 15 millones de personas se levantaron en todo el mundo contra la guerra y la invasión de Irak (nuestra mayor manifestación, “la más grande de la historia humana”, de acuerdo al Libro Guinness de los Récords ... lo que nos dio la sensación de ser muy fuertes), éramos 0,25% de la población mundial. El mayor FSM reunió 150.000 personas: 0, 0025% de la población mundial o al 0,1% de la población brasileña (y no había solo brasileños en Porto Alegre en 2005 y en Belem en 2009 ...). ¿Cuál es la proporción entre los participantes del USSF y la población de los EE.UU.? Y ¿qué pasa con la suma de las personas en todos los movimientos “occupy” en todos los EE.UU.? Sería bueno si pudiéramos tener mejores cifras mejores...
Marzo de 2012/
En segundo lugar, y éste es nuestro problema: de hecho, estamos (en el proceso del FSM y las luchas Occupy) hablando sólo entre nosotros. Es decir, estamos hablando entre personas ya convencidas de nuestros propios mensajes. Este razonamiento me lleva a decir que tenemos que cambiar nuestra estrategia. Tenemos que dirigirnos al 98% (si los que controlan el mundo son de verdad un 1% y nosotros somos 1%). Digo esto pensando no sólo en nuestros foros sociales (naturalmente el de EE.UU. y en otros lugares), sino también en los movimientos “occupy” e “indignados”. Si no lo hacemos, estos 98% van a seguir eligiendo a personas no tan buenas como nuestros representantes y continuarán aceptando lo que ellos deciden sobre nuestras vidas. O, como ovejas supuestamente felices continuarán contribuyendo como consumidores insaciables para hacer girar más y más rápido la máquina de producción industrial ( construida en todos los medios y lugares posibles y usando todos los tipos de energía y cada vez menos mano de obra...) para aumentar el dinero que aparecerá en las computadoras de Wall Street. Sabemos que una buena parte de este 98% sólo está tratando de sobrevivir o incluso no tiene la fuerza física para protestar; otra buena parte está feliz con el progreso tecnológico cada vez más rápido de sus bienes y elementos de confort y de sus “gadgets”( aparatos) , y una parte (¿cuántos?) están insatisfechos o preocupados por cuestiones como la
justicia social o el medio ambiente, o con las perspectivas de lo que está sucediendo en el mundo. Nuestro mayor desafío es cómo nosotros nos dirigimos por lo menos hacia esta última parte. ¿Cómo? En ese mismo texto, a continuación intenté responder a la difícil pregunta de “cómo”: Debemos seguir organizando reuniones hermosas y exaltantes, donde de una manera democrática y autoorganizada, decimos lo que estamos haciendo, nos enteramos de lo que hacen los demás, decidimos acerca de las protestas, acciones de desobediencia civil, manifestaciones. Esto es bueno y necesario para articularnos y construir la unión que nos dará la fuerza que necesitamos. Sin embargo, lo que debemos hacer también, tan urgentemente como sea posible, es que la parte de insatisfechos y preocupados del 98% tome conciencia de los mecanismos económicos y políticos y de conductas que explican su descontento y preocupación. Además, tenemos que conducirlos a tener confianza en su (y nuestra) capacidad de cambiar el mundo No podemos hacerlo a través de los grandes medios de comunicación, siempre cerrados hacia nosotros o listos para distorsionar lo que decimos. Tenemos que “hablar” con las personas a quienes queremos transmitir la información de la cual disponemos y que nos ha convencido de que “otro mundo no sólo es posible
sino necesario y urgente”. Organizar reuniones u otro tipo de acciones con estos objetivos, exige mucha creatividad. Sin embargo, ahora tenemos la ayuda del buen viento que viene de los movimientos “occupy”. Por lo tanto, si llegamos a ser realmente 1%, teniendo en cuenta las cifras de hoy, con la mitad de las personas adultos, seremos 35 millones de personas en las calles, y si fuésemos el 10%, 350 millones de trabajadores, consumidores, electores, ciudadanos ... ¿Podríamos entonces cambiar el mundo? En otro artículo, en el que he “soñado” sobre lo que los “indignados” de España podían hacer, escribí: Vi a los “indignados” de muchos lugares levantar los campamentos. No para renunciar a lo que estaban haciendo, sino para cambiar su estrategia. Constataron que se estaban quedando aislados del resto de la sociedad , la cual tenía algunas dificultades en comprenderlos. Los medios de comunicación de masa, al servicio del poder dominante, difundían por todas partes dudas acerca de lo que intentaban hacer, presentándolos como incapaces de dar respuestas a los problemas que planteaban, como si fueran jóvenes utópicos sin compromiso con la realidad. Era fácil entonces comenzar a acusarlos de ser desempleados e inconsecuentes. Y de ser perturbadores y drogadictos. Las personas fuera de los campamentos empezaban a ver los acampados como seres extraños y no deseados en el corazón de sus ciudades.
Marzo de 2012
Incluso había quienes empujaban la gente “sin techo” a los campamentos. Con todo esto, la sociedad comenzaba a aceptar que la represión buscase expulsarlos, incluso con violencia (...). Muchos de los que habían llegado a las plazas estaban empezando a cansarse porque surgían nuevas dificultades, como el frío y la lluvia. Las conferencias y debates que tenían lugar podían ser interesantes, así como los descubrimientos que hacían, tales como el aprendizaje de la auto-gestión, la solidaridad que crecía. Sin embargo, veían que era difícil mantenerse por mucho tiempo acampados, si es que no era la represión la que los empujaba fuera de la plazas. Desde la plaza central a la guerrilla cívica. Entonces decidieron comenzar una nueva etapa de su lucha a la que llamaron “guerrilla cívica”. Empezaron a citar una asamblea general cada quince días, en fines de semana, en diferentes lugares de la ciudad. (...) Estas asambleas generales duraban toda una mañana o una tarde entera. En primer lugar era la oportunidad de re-encontrarse de una manera festiva. No obstante, la razón principal era para intercambiar ideas e información sobre las plazas en las cuales, en el fin de semana siguiente, todos iban a desarrollar, al mismo tiempo, pero de una manera descentralizada, las actividades que hasta entonces habían tenido lugar en el campamento. El fin de semana siguiente, cada indignado/a elegía la plaza en la que él/ ella quería ir. De este modo, expandían su presencia en toda la ciudad, en tantas plazas como fuera posible, lo que dificultaba la acción de la represión. En estas plazas ocurría algo parecido a los foros sociales locales: conferencias, talleres, debates, representaciones teatrales, música, bailes, proyección de películas, cada actividad preparada por los “indignados” que la proponían y llevaban al sitio el equipo necesario para realizarla. En muchos lugares habían personas que prepararon guarderías para cuidar de los niños y mantenerlos ocupados con actividades educativas. Para preparar estas actividades, hacían contactos previos con los intelectuales y activistas que mejor podrían explicar un buen número de cosas, así como movimientos, asociaciones y organizaciones no gubernamentales para que explicaran lo que hacían y las nuevas ideas que estaban proponiendo y experimentando como forma de organizar la economía, la política, la democracia.
También invitaban a personas que podrían dar testimonio de sus vidas y luchas, así como a autores de películas, obras de teatro y canciones para llegar a presentarlos y discutirlos en la plaza. Muchos iban entonces, durante la semana, para el barrio donde desarrollarían actividades y visitaban a sus residentes. En estas visitas buscaban explicar por qué venían a la plaza, por qué se llamaban a sí mismos “indignados”, qué utilidad tendría para los vecinos lo que sucedería en la plaza. Conversaban con ellos acerca de todo lo que pensaban que no iba bien en su barrio, en el país, en el mundo, en sus propias vidas. Mostrando que las cosas podrían cambiar, trataban de despertar en ellos la luz de la esperanza de que “otro mundo es posible, e incluso necesario y urgente”. Y los invitaban a participar a las actividades en la plaza, para conocer y reflexionar sobre las soluciones existentes para los problemas que vivían .(...) Esta era la mayor diferencia con los foros sociales locales del FSM: las actividades se dirigían principalmente a los vecinos del barrio y no sólo a los compañeros y compañeras de lucha. Universidad Abierta En mi sueño he visto la multiplicación de estas reuniones de barrio, en toda la ciudad, con una gran variedad de temas y cuestiones planteadas. Había conferencias y talleres sobre el funcionamiento perverso de una economía globalizada y sobre el uso de robots hoy en día para decidir dónde invertir en las bolsas de valores, destruyendo las economías nacionales de manera irresponsable. Había obras de teatro denunciando cómo la especulación inmobiliaria hace que sea imposible resolver el problema de la vivienda para todos. Había debates sobre cómo el sistema capitalista trata de resolver sus crisis haciendo siempre pagarla a
los más pobres y cómo, en la lógica de este sistema, todo - incluso la vida, el cuerpo, las enfermedades de las personas - se transforma en medio de ganar dinero. Había debates acerca de la necesidad de elegir siempre el mejor candidato en las elecciones y sobre cómo lograr junto a otros, determinar quién sería el mejor. Y sobre la necesidad, una vez elegido el candidato, de continuar el seguimiento de su actividad e incluso ayudarlo, en lugar de abandonarlo en medio de lobos para ser comido por los lobos o convertirse también en un lobo. Películas didácticas se mostraban para ilustrar cómo el consumismo y la exacerbación de hacer girar cada vez más rápido la máquina industrial de la producción de cosas cada vez menos duraderas, haciendo aumentar los residuos, consumiendo más y más recursos naturales, que requieren cada vez más energía y contaminan cada vez más el planeta. Y cómo consumidores conscientes y organizados pueden detener esta máquina infernal. Había discusiones acerca de por qué debemos respetar la naturaleza y vivir en armonía con la Madre Tierra y con los demás seres humanos. Había explicaciones sobre los bienes comunes y por qué no pueden ser privatizados. Se demostraba que es posible contar con monedas alternativas para el intercambio, liberándonos de la esclavitud en la que el dinero y la búsqueda de dinero nos empujan. Había manifestaciones de los medios alternativos de locomoción, y la presentación de la enorme cantidad de recursos públicos que son invertidos en grandes obras para facilitar el tránsito de automóviles, en detrimento del transporte colectivo, mientras que más y más coches son vendidos para uso en las ciudades. Documentales mostraban las luchas que se han producido contra la injusticia y la desigualdad, y sobre las condiciones de vida en los países pobres, mientras los inversores especulan con los precios de los alimentos y en los países ricos grandes cantidades de alimentos se desechan, o sobre las razones por las cuales los países pobres son cada vez más pobres, acerca de las tragedias que sufren los inmigrantes, sobre los peligros que pasan al tratar de llegar a los países ricos y el número de muertes entre aquellos que tratan de hacerlo. Se explicaba cómo era posible reaccionar ante lo absurdo del sistema económico dominante, respondiendo con la desobediencia civil u otros tipos de resistencia. Y por qué los reactores nucleares para generar energía son la forma más peligrosa de calentar el agua y producir el vapor para hacer girar las turbinas. O qué tipo de riesgo estamos legando a las generaciones futuras con los
Marzo de 2012/
residuos atómicos. Se discutía cómo y por qué la corrupción es cada vez mayor, en la cima de las estructuras de poder y riqueza, así como la voracidad y la ambición de los poderosos. Y se contaba cuales luchas se están llevando a cabo en la ciudad, que necesitaban solidaridad, y cuáles son los objetivos de los movimientos sociales existentes en el país y en el mundo. Se presentaba las alternativas existentes para que la riqueza de un país ya no se mida por el PIB, así como las trampas en las que los países entran, cuando se fijan como objetivo nacional el crecimiento económico puro, y lo que puede ser efectivamente considerado como riqueza. Estos y muchos otros temas de interés local, nacional o mundial eran llevados y tratados en estas reuniones. Todo esto ocurría con la gente caminando, como ocurre en los Foros Sociales, entre carteles, exposiciones y proyecciones con fotos, dibujos, textos y testimonios sobre lo que necesitamos saber para que seamos sujetos de nuestro destino. Al mismo tiempo, grupos más pequeños se reunían para combinar la puesta en marcha de iniciativas y movilizaciones en el barrio y en la ciudad, y reflexionar sobre las formas de acción que podrían mejorar rápidamente los problemas cotidianos de la gente. Era tanta la cantidad y la riqueza de la información transmitida que la noticia de estas reuniones comenzaba a extenderse y los vecinos de diferentes barrios comenzaban a participar en reuniones en otros barrios, y pedir a los “indignados” para organizar reuniones de este tipo en sus propios barrios. Y comenzaron a dar la bienvenida a quienes llegaban a sus barrios, ofreciéndoles algo de comer, ropa de abrigo y espacio para satisfacer las necesidades de higiene, o la apertura de sus garajes para actividades más pequeñas. Poco a poco también las asociaciones, los movimientos locales y nacionales y las organizaciones no gubernamentales comenzaban a buscar los “indignados”, pidiendo una oportunidad para presentar a más personas lo que estaban haciendo y las innovaciones que estaban tratando de introducir en la vida de la ciudad para mejorar la vida de las personas. En poco tiempo he visto convertirse cada 15 días, casi todas las plazas de las ciudades, en universidades abiertas, donde todos los que querían podían venir a aprender y enseñar, y tratar de entender lo que estaba sucediendo en el mundo y en sus ciudades, y re-descubrir el sentido de sus vidas. Era como una fuerte ola que cubría cada rincón, en un ambiente de gran alegría. Y vi el comienzo de un acercamiento entre los “militantes” y
de mostrar. La mayoría de los que tienen la oportunidad de vernos desde las ventanas de sus casas a lo largo de nuestra ruta, no siempre saben - y mucho menos comprenden - lo que realmente queremos. O si lo saben, no saben por qué lo queremos. Muchos prefieren cerrar sus ventanas, ya que llegamos a ser muy ruidosos ... Y poco o nada cambian en su conciencia, incluso aquellos que no cierran sus ventanas ... Una última provocación
los habitantes, por encima de prejuicios e instituciones desvirtuadas, haciendo desaparecer la separación entre actividad política y vida cotidiana. Lo que he visto suceder en estas plazas era evidentemente un sueño. Pero el cambio realmente radical en nuestros métodos, que la continuidad, la expansión y el enraizar del proceso del Foro Social Mundial está exigiendo, tal vez nos está pidiendo que soñemos. El desafío de la comunicación Otros cambios resultarán de esta nueva forma de ver nuestros encuentros en todos los niveles. Por ejemplo, con respecto a la comunicación, tenemos que dejar de angustiarnos con la dificultad de romper el bloqueo de los grandes medios de comunicación de masa, así como no podemos satisfacernos con medios de comunicación alternativos. Si pasamos a querer “hablar” con el resto de la sociedad, tenemos que empezar a usar de manera mucho más sistemática las herramientas que existen hoy día para la intercomunicación horizontal libre. También tenemos que empezar a usar más intensamente y más ampliamente otros medios como el cine, la radio, el teatro, la música, pinturas, publicaciones. Tenemos que pensar de manera diferente, incluso respecto a las marchas con las que tradicionalmente comienzan nuestros foros. Estas tienen, en general, el carácter de demostración de nuestra fuerza, de las posiciones que tenemos, de los cambios que queremos. Es casi una auto-afirmación de nosotros mismos, para marcar nuestras posiciones. Empujan incluso a una pequeña competición entre nosotros sobre la originalidad de cada uno y la fuerza que somos capaces
Si me permiten, me gustaría hacer una provocación más - ya que este texto puede ser considerado como una simple provocación... En el debate sobre el futuro del FSM, ¿cómo asegurar la continuidad de los Foros Mundiales, en relación con el trabajo de sus “facilitadores” o por lo menos “animadores”? Este papel recayó durante un cierto tiempo en los brasileños que iniciaron el proceso. Al salir de Brasil, el Foro Social Mundial comenzó a ser “organizado” por “facilitadores” de los países donde se llevó a cabo. Pero siempre hubo una presencia de “brasileños” en algún tipo de apoyo, que muchos entendieron como un deseo de mantener un supuesto poder, pero que era el resultado de las solicitudes de los facilitadores locales. En su primera fase el FSM fue el resultado de un tándem entre Brasil y Francia, que empezó a desvanecerse con el tiempo. Por otro lado, los “brasileños” están cosechando los frutos de las articulaciones nacidas en el proceso del FSM y ocupándose más intensamente de ellas, lo que les dificulta la continuidad de una tarea de animación que debe extenderse ahora en tierras bien distantes de sus fronteras y se justificaría que se les diera un descanso ... ¿No sería el momento para crear un tándem nuevo, con nuevas energías, por ejemplo entre el Magreb y Canadá? El primero se encuentra en una zona de expansión del proceso del FSM y al lado de las diferentes versiones de “indignados”, y el segundo en un país donde se realizaron foros sociales con éxito y que está al lado del país de los “occupy” y de un foro social nacional con una gran base social. Enero 2012 *Francisco”Chico”Whitaker Ferreira, 1931, es un activista católico brasileño, cofundador del Foro Social Mundial (FSM). Ha dedicado gran parte de su vida a la lucha por la defensa de la democracia y contra la corrupción. En 2006, fue galardonado con el Premio “Right Livelihood” , conocido como el Nobel Alternativo.
Marzo de 2012
RAÚL ZIBECHI
La tierra, el agua y la resistencia
L o que está sucediendo en América Latina en relación con los bienes comunes (agua, tierra, biodiversidad) es algo más que una sucesión de conflictos locales. Por momentos la intensidad de los enfrentamientos da la impresión de que marchamos hacia una conflagración general, que por ahora tiene expresiones locales y regionales, pero que se repiten en casi todos los países. La Gran marcha nacional del agua, que comenzó el primero de febrero en Cajamarca, es la respuesta de los movimientos populares a la represión y al estado de excepción en tres provincias por parte del gobierno de Ollanta Humala, ante la huelga de 11 días en Cajamarca contra el proyecto minero Conga. La caravana llegará este viernes a Lima para frenar el uso de productos contaminantes como el mercurio y declarar el agua como derecho humano. Conga es un proyecto de la Minera Yanacocha, la primera en extracción de oro en América del Sur, que prevé invertir casi 5 mil millones de dólares y drenar cuatro lagunas, dos para extraer oro y otras dos para almacenar desechos. Las actividades en Conga están paralizadas desde la huelga de noviembre. Lo más importante es que el movimiento ha conseguido trascender lo local para convertirse en la confluencia de las más importantes organizaciones sociales para una gran acción de carácter nacional. En el norte de Argentina se reactivó la resistencia a la minería. En enero se produjeron masivas movilizaciones impulsadas por las asambleas ciudadanas, en La Rioja, Catamarca y Tucumán, contra los proyectos mineros Famatina y Bajo La Alumbrera. En La Rioja la movilización popular forzó al jefe comunal de la capital provincial a pronunciarse contra la megaminería, aunque está alineado con el gobierno nacional. En Catamarca el bloqueo a los camiones que se dirigen a Bajo La Alumbrera llevó a la empresa a licenciar al personal y detener la explotación por la falta de insumos y provisiones en la mina. Hace más de tres semanas que los militantes de la Asamblea de Ciudadanos en Defensa de la Vida y el Agua bloquean el tránsito de camiones que pertenecen a la empresa minera y que circulan por Tinogasta, Belén y Santa María. Uno de los conflictos menos visibles pero con gran potencial desestabilizador es el que se está registrando en Paraguay entre campesinos y colonos de origen brasileño, conocidos popularmente como brasiguayos. Se estima que hay 8 millones de hectáreas, 20 por ciento de la superficie del país, adjudicadas ilegalmente, sobre todo bajo la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989). Una parte importante fueron entregadas a colonos provenientes de Brasil, en hasta un dólar la hectárea en la zona fronteriza. Ahora son grandes productores de soya que sacan su producción por Brasil sin pagar siquiera impuestos. Tranquilo Favero, el rey de la soya, posee 45 mil hectáreas de tierras de alta calidad en las que cosecha hasta 130 mil toneladas cada año, que le rinden unos 50 millones de dólares, en la zona de Ñacunday, Alto Paraná. Esta es la región más caliente del conflicto actual, en la que
se enfrentan sin tierra y terratenientes, pero en la que están también involucrados los gobiernos de Fernando Lugo y Dilma Rousseff. Si la producción de soya, con su secuela de contaminación y expulsión de campesinos, es grave, la cuestión fronteriza también lo es. De los 400 mil brasileños que viven en Paraguay, unos 250 mil ocupan la faja fronteriza con Brasil. En 2007 el gobierno paraguayo aprobó la Ley de Frontera por la cual los extranjeros no pueden tener tierras a menos de 50 kilómetros de la frontera, como forma de afirmar la soberanía nacional. Brasil tiene una legislación similar aunque más estricta. En 2011 se conformó la Coordinadora Nacional de Lucha por la Recuperación de Tierras Malhabidas –en la que participan más de 20 organizaciones campesinas, sociales y partidos de izquierda–, que realizó su primera marcha el 25 de octubre pasado. Los dirigentes sostienen que la recuperación de esas tierras podrían favorecer a 400 mil campesinos. La cuestión de la tierra es uno de los temas más delicados en Paraguay, por la larga historia de corrupción, abusos y represión que forzaron el despojo de los campesinos. Lugo llegó al gobierno en gran medida por su estrecha relación con la lucha por la reforma agraria cuando era obispo. Bajo su gobierno no se avanzó en la reforma agraria, pero en los últimos meses los campesinos agrupados en la Liga Nacional de Carperos (porque acampan en carpas) están ocupando tierras de brasiguayos. La liga nació dos años atrás ante la inacción del movimiento campesino en la lucha por la tierra, pero la coordinadora en un reciente comunicado estima que sus acciones forman parte de una “estrategia desestabilizadora” contra el gobierno de Lugo y que en su interior está “primando la influencia de provocadores que objetivamente perjudican la histórica lucha por la tierra y la reforma agraria”. En el complejo panorama de los movimientos paraguayos, no conviene simplificar. La lucha de los “carperos” es legítima pero todo indica que junto a una nueva camada de dirigentes populares se puede percibir la influencia de políticos tradicionales de la derecha, ya sea colorados o liberales, éstos aliados de Lugo, y oportunistas que nunca faltan. Sin embargo, también es cierto que los movimientos históricos, que integran la coordinadora, priorizan las negociaciones en vez de la presión desde abajo por la reforma agraria, y se muestran muy preocupados por la sucesión presidencial en las elecciones de 2013. La lucha por los bienes comunes está en el primer lugar de la agenda en toda la región. Es posible, como señala un dirigente sindical de Chilecito, que las multinacionales mineras estén sufriendo una “una derrota catastrófica” en el norte de Argentina. Grupos pequeños como las asambleas ciudadanas, en lugares remotos de la cordillera, han logrado frenar gigantescas empresas que gozaron de todo el apoyo estatal. Es mucho. Es el producto del tesón, que en algún momento rinde frutos.
DOSSIER E
Marzo de 2012/
GERMÁN GORRAIZ LOPEZ
¿Hacia el caos mundial?
l fenómeno de la globalización económica ha conseguido que todos los elementos racionales de la economía estén interrelacionados entre sí debido a la consolidación de los oligopolios, la convergencia tecnológica y los acuerdos tácitos corporativos, por lo que la irrupción de la crisis económica en la aldea global ha provocado la aparición de nuevos retos para gobiernos e instituciones sumidas en el desconcierto y en la incredulidad, bocetos de un caos que terminará de dibujarse en el horizonte del 2020 con la aparición de un Nuevo Orden Mundial. EEUU comenzó la década bajo el signo de la “Obamamanía”, fenómeno sociológico que logrará que una persona sin experiencia ni ideario político conocido se convierta en icono de masas, insufle vientos de cambios y devuelva la ilusión y la esperanza a una sociedad americana hundida en la recesión, con lacerantes desigualdades sociales y una significativa erosión de su imagen en el mundo tras los sangrantes episodios de vulneración de los Derechos Humanos en Irak y Guantánamo. Su principal reto será la agudización de la crisis económica, con una severa contracción del consumo interno ( uno de los tradicionales motores de la economía de EEUU ya que representa más de la mitad del PIB del país) llegando las tasas de paro a niveles desconocidos desde la II Guerra Mundial y debiendo esperar al 2.013 para lograr crecimientos del PIB positivos y dar por finiquitada la crisis económica, no siendo descartables la reedición de los disturbios raciales del verano del 1.963 y la gestación de una trama endógena que podría terminar por reeditar el Magnicidio de Kennedy (Obama 1.963). Caso de consumarse el magnicidio, Joe Biden se vería obligado a asumir la Presidencia del País y a hacer cristalizar las iniciativas inconclusas de su predecesor en un posterior mandato presidencial, especialmente la Ley de Inmigración, Seguro de salud para los Ancianos y Pobres, Viviendas de bajo costo y Plan de Renovación urbana (condenando de paso al ostracismo político a un Partido Republicano inmerso en luchas intestinas y lastrado por la nefasta gestión de sus antecesores) y el objetivo de su programa “Guerra contra la Pobreza” será construir una gran nación donde la igualdad de oportunidades y una alta calidad de vida sean el patrimonio de todos, aunque su mandato quedará presumiblemente marcado por la Guerra de Afganistán Posteriormente podríamos asistir a la pérdida progresiva del liderazgo mundial de EEUU al conjugarse el disparatado consumo energético con el estrangulamiento de la producción mundial de crudo y la ruptura del sistema de paridad de las divisas internacionales y la libre fluctuación de los mismos con la lógica devaluación del dólar y subsiguientes dificultades para financiar su desorbitante deuda exterior y el severo estancamiento económico posterior irá acompañado de la agudización de la fractura social, provocando frecuentes estallidos de violencia racial lo que aunado con sucesivos desastres naturales y catástrofes medio-ambientales coadyuvarán a la anunciada pérdida del papel hegemónico de EEUU tras el revés militar de la Guerra de Afganistán, regresando a escenarios ya olvidados de política exterior aislacionista y proteccionismo económico en el horizonte del 2018. Instauración del culto a la personalidad y del dogmatismo oficialista propios de la época stalinista en Rusia Silenciando las voces y medios de comunicación disidentes mediante el miedo escénico, la asfixia económica, la incoación de arbitrarios expedientes por delitos fiscales y las vías expeditivas,
Putin habría conseguido la desaparición de la oposición propia de los países democráticas y la instauración del oficialismo. Dicha doctrina política conjuga las ideas expansionistas del nacionalismo ruso, las bendiciones de la todopoderosa Iglesia Ortodoxa, los impagables servicios del FSB (sucesor del KGB), la exuberante liquidez monetaria conseguida por las empresas energéticas (GAZPROM), y parte del ideario jruschoviano simbolizado en un poder personalista autocrático al reunir en su persona la Jefatura del Estado y la Presidencia del Partido, (objetivo que tras sucesivas depuraciones consiguió en 1958 al concentrar en su persona la dirección del Estado y del partido),. Previamente, se produjo la defenestración por Putin de la primitiva clase dominante proveniente de la época de Yeltsin (oligarcas), corrupta camarilla mafiosa equivalente a un miniestado dentro del Estado Ruso (el 36% de las grandes fortunas concentran en sus manos el equivalente al 25% del PIB) y su sustitución por sujetos de probada lealtad a su persona, sin veleidades políticas y con el único afán del lucro rápido aunado con la reducción del poder de los Gobernadores Regionales. Sin embargo, las reformas para aligerar la Burocracia y sus fracasos en materia económica (los malos resultados agrícolas obligarían a la importación masiva de cereales lo que originaría una desbocada inflación que rondaría los dos dígitos), podrían hacerlo impopular en el partido y en la Administración y podrían debilitar el otrora poder omnímodo de Putin y permitir que se fraguara una conspiración alentada por oligarcas defenestrados por Putin y obligados a exiliarse en el extranjero para apartarlo del poder, siendo acusado de los mismos cargos con los que decapitó a la camarilla oligarca: abuso de poder, corrupción y delitos fiscales, siendo sustituido por Mendeiev. Caso de ser finiquitado políticamente, asistiríamos a la reaparición de la Troika para evitar la acumulación de un poder autocrático y al regreso de la Doctrina Brézhnev (también llamada doctrina de la soberanía limitada), doctrina que instauró que Rusia tiene derecho a intervenir (incluso militarmente) en asuntos internos de los países de su área de influencia .
Marzo de 2012
los países desgajados de la extinta URSS . Por último, en Turquía podría reeditarse el Golpe de Estado de 1.960 que acabaría con el mandato democrático del AKP (partido de tendencia islamista conservadora pero a la usanza de los partidos democristianos europeos) debido a la alta inflación, galopante tasa de paro y una deuda desbocada y ante esta situación y sin el paraguas protector de la UE (al rechazar su Adhesión como Miembro de pleno de derecho en la UE), es previsible que el ejército protagonice el enésimo golpe de estado que acabaría con el mandato del Primer Ministro Erdogan, surgiendo posteriormente un sistema político fracturado que producirá una serie de coaliciones de gobierno inestables en el parlamento turco. Establecimiento de una paz inestable en el conflictivo Oriente Próximo Conjugando hábilmente la ayuda a minorías étnicas rusas oprimidas, el chantaje energético, la amenaza nuclear disuasoria, la intervención militar quirúrgica, la desestabilización de gobiernos vecinos “non gratos” y el ahogamiento de la oposición política interna intentará situar bajo su órbita a la mayoría de los países desgajados de la extinta URSS y gestar la Nueva Gran Rusia en el horizonte del 2020, fruto del atavismo de Pedro el Grande. Pérdida del protagonismo internacional de la UE Europa atraviesa un período muy convulso pues la crisis financiera está poniendo todavía más difícil el proceso de construcción europea (imprescindible para que pueda competir como potencia mundial) y el colapso económico que se está haciendo visible en Grecia, Irlanda, Italia, España, Hungría, Chipre y Portugal previsiblemente acabará generando tendencias proteccionistas muy serias . Todo ello se podría agravar, a partir del 2012, caso de lograr Sarkozy ser reelegido Presidente de Francia pues podríamos asistir al inicio de la desmembración de la actual Unión Europea y su sustitución por una constelación de países satélites dentro de la órbita de la alianza franco-alemana ( la llamada Europa de los Seis) que estará dirigida por líderes de fuerte carisma y personalidad que derivarán en la práctica en poderes presidencialistas con claros tintes autocráticos. Dicho período vendrá marcado por Ratificación de la Política de Buena Vecindad con la Unión Europea, mediante la firma de acuerdos preferenciales con Francia y Alemania para asegurarse el suministro de gas y petróleo rusos e incrementar los intercambios comerciales, debido a la dependencia energética europea (21% de las importaciones de petróleo y 40% de gas proceden de Rusia) y a que el 40% del comercio exterior ruso se realiza con la UE, frente a un exiguo 5% con EEUU, Además, ello podría conllevar un notable distanciamiento en política exterior con EEUU, pues tras la constitución en Israel de un Gobierno poco proclive a las tesis palestinas no sería descartable que a medio plazo la UE se viera obligada a revisar los acuerdos económicos preferenciales con el Estado de Israel, siendo previsible asimismo una tardía reafirmación de la soberanía francesa que se plasmaría en la salida de las tropas francesas de Afganistán antes de las Presidenciales del 2012 y en la posterior salida de las estructuras militares de la NATO. ( emulando a De Gaulle) y un acercamiento a Rusia. El resto de países no integrados en dicha órbita (Países de la Europa Emergente) se verán obligados a devaluar sus monedas, a sufrir masivas migraciones interiores y a retornar a economías autárquicas, debiendo proceder a la reapertura de abandonadas minas de carbón y obsoletas centrales nucleares para evitar depender energéticamente de una Rusia que conjugando hábilmente el chantaje energético irá fagocitando a la mayoría de
Tanto Israel como la ANP le pedirán a Obama que lidere el proceso de negociación que ambas partes iniciaron en 2.007 con el objetivo de establecer las bases para la creación del futuro Estado Palestino( previo reconocimiento del Estado de Israel por parte palestina) y que podría concluir con la firma de un Tratado de Paz entre el nuevo Gobierno de Coalición israelí y el nuevo Presidente de la Autoridad Palestina (que sería el representante del nuevo Gobierno de Coalición que surgirá tras la inevitable aproximación de Hamás y Al Fatah) en el 2012. Dicho Acuerdo contaría con las bendiciones políticas de Egipto, Rusia, Siria e Irán y como colaboradores económicos necesarios en la reconstrucción de Gaza ( estimada en 3.500 millones de $) a la UE, EEUU, Japón, Arabia Saudí , China y Emiratos Árabes y sería global y vinculante para todos los países del área geopolítica de Oriente Próximo, logrando la instauración de un nuevo “status quo” en la zona tras la solución del contencioso nuclear con Irán y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. Dicha operación contará con la inicial oposición del influyente lobby judío y su posterior aceptación al recibir Israel como contrapartida las bendiciones de EEUU a la culminación del Muro de Cisjordania (que incluiría aproximadamente el 10% del territorio de Cisjordania, incluida Jerusalén Este) y el incremento de la ayuda económica (cifrada durante la Administración Busch en unos 3.000 millones de dólares de ayuda, monto que representa casi el 2% del PIB de Israel), pero la paz será inestable y su duración dependerá de las negociaciones de Israel con Siria para la devolución de los Altos del Golán y de la futura actitud de Hezbolá y Hamás. El contencioso nuclear iraní: Irán ha adquirido una dimensión de potencia regional gracias a la política errática de Estados Unidos en Iraq, (fruto de la miopía política de la Administración Bush obsesionada con el Eje del Mal ) al elimirar a sus rivales ideológicos, los radicales talibanes suníes y a Sadam Husein con el subisiguiente vacío de poder en la zona. Irán ha reafirmado su derecho inalienable a la nuclearización y su presidente Mahmoud Ajmadinejad ha estirado la cuerda hasta el límite en la seguridad que Estados Unidos no atacará y limitará cualquier acción individual de Israel (proyecto descartado de bombardear la central de Natanz con jets comerciales), pues un bloqueo del estrecho de Ormuz por el que pasa un tercio del tráfico energético mundial podría agravar la recesión económica mundial y debilitar profundamente todo el sistema político internacional. Su primera planta de energía nuclear, ( Bushehr) ,construida y alimentada de combustible por Rusia sería el paradigma de su creciente influencia regional y de su rechazo a las sanciones internacionales diseñadas para evitar que desarrolle una bomba atómica y la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA), con sede en Viena, aseguró tener pruebas de que se está construyendo una nueva central nuclear secreta bajo tierra en Irán, según el director general del organismo, Yukiya Amano, mientras
Marzo de 2012/
que en Natanz (centro), 5.000 centrifugadoras ya han permitido acumular más de 1,3 toneladas de uranio débilmente enriquecido (UFE), una cantidad suficiente para alimentar en combustible a eventuales centrales nucleares, en la hipótesis de un paso a la producción de la primera bomba atómica iraní.. Ampliación de las sanciones a Irán La nueva estrategia de la Administración Obama para Oriente Medio buscaría profundizar las líneas de la negociación “multilateral” , (incluida la apertura de una línea directa con el régimen de Teherán, y la conformación de un frente aliado árabe, para aislar a los halcones “militaristas”, tanto de Teherán como de Tel Aviv) y estaría además apoyada en el embargo petrolífero impuesto por EEUU y la UE a Irán con el objetivo de lograr la asfixia económica del régimen iraní (con el posible renacimiento de la llamada “Marea Verde” )y complementada con las medidas del Pentágono para contentar a los halcones del lobby judío . Así, no sería descartable un ataque preventivo a Irán antes de culminar el 2012 en el supuesto de no llegarse antes a un arreglo diplomático , pues para los servicios secretos israelíes Teherán ya estaría en el “umbral” de la bomba y para la CIA y la AIEA el régimen iraní ocultaría aspectos avanzados de su plan para construir una ojiva nuclear en menos de un año . En el supuesto de que Israel o los Estados Unidos recurran a la acción militar contra la República Islámica sobre su disputado programa nuclear, Irán podría tratar de impedir el tráfico a través del estratégico Estrecho de Ormuz , factor geopolítico extremadamente inquietante pues según estimaciones de la AIE (Agencia Internacional de la Energía), 13,4 millones de barriles por día (bpd) de crudo pasarían a través del estrecho canal en buques petroleros,lo que representa casi el 35 por ciento del suministro de crudo que se comercializa mundialmente , lo que acarreará serios problemas de aprovisionamiento a España ( el 14% de sus importaciones de crudo son iraníes), Grecia, Italia, Japón y especialmente a China El hipotético cierre del Estrecho de Ormuz originaría presumiblemente una psicosis de desabastecimiento y el incremento espectacular del precio del crudo hasta niveles del 2008 ( rondando los 150 $) que tendría su reflejo en un salvaje encarecimiento de los fletes de transporte y de los fertilizantes agrícolas lo que aunado con la inevitable depreciación del euro frente al dólar debido a los problemas de Deuda soberana de los países fleco de la Eurozona (Periféricos y emergentes) agudizará el riesgo evidente de estanflación para el 2012 en la mayoría de países de la OCDE. En el supuesto de lograrse finalmente un acuerdo diplomático entre las partes en litigio, Irán permitiría a la IAEA un exhaustivo control del stock de uranio enriquecido de Irán, tras lograr éste que se reconozca su lugar en el concierto regional recuperando el papel de “gendarme del Golfo “ que los estadounidenses confiaron al Sha de Persia e incrementando posteriormente la cooperación con EEUU relativa a la seguridad en Iraq y Afganistán . Pénultimo golpe de Estado en Pakistán A pesar de los intermitentes períodos democráticos, Pakistán posee una larga historia de dictaduras militares, siendo el general Musharraf el penúltimo representante (1999-2008). de esta endémica casta militar paquistaní siempre supeditada a los dictados de la Administración USA, siendo sustituido en las Elecciones Presidenciales del 2008 por Zardari, viudo de Benazir Nhuto. Sin embargo, las acusaciones de corrupción, chantaje e inducción al asesinato por lo que cumplió condena, le invalida para la campaña de la Administración USA de recuperación de la
credibilidad democrática en países como Paquistán y Afganistán, lo que unido a las acusaciones de tibieza en la lucha contra Al Qaeda para lograr desbaratar “las redes terroristas en Pakistán y para degradar cualquier habilidad que tengan para planear y lanzar ataques terroristas internacionales” y el escaso entusiasmo de Zardari por “fortalecer las capacidades de contrainsurgencia de Islamabad”, hacen predecir un incierto futuro para él. Asimismo, según Reuters , representantes estadounidenses han mantenido reuniones preliminares con miembros de la red terrorista Haqqani, (responsable de varios atentados contra tropas norteamericanas en Afganistán y que dispondría de más de 10.000 combatientes bajo su mando) , en el marco del proceso de paz para que los movimientos insurgentes entreguen las armas y se reincorporen a la sociedad civil afgana aceptando su Constitución y ha advertido al Gobierno paquistaní que Estados Unidos “podría tomar represalias si Islamabad no ataca los refugios de los insurgentes que operan desde su territorio”. Por ello, no sería descartable un golpe de mano contra Zardari auspiciado por la CIA y su posterior sustitución por un Gobierno interino presidido por Sharif, (que sería proclive a las tesis del Pentágono que baraja la opción de una sensible escalada de la intervención militar de EEUU en Afganistán para el verano del 2012), pues los talibanes han sido expulsados de algunas zonas de su bastión del sur, pero la insurgencia se ha intensificado a lo largo de la frontera oriental con Pakistán y según el periódico británico The Independent (citando fuentes del ejército paquistaní), la creciente concentración de tropas de EE.UU. en el sector oriental de la frontera afgana significaría una acción “coordinada e inminente”. Por último , es previsible un serio incremento de la tensión en Cachemira en la próxima década, pues la extensión conflicto militar en Afganistán por parte de EEUU tendrá repercusiones en la vecina Cachemira, con lo que la tensión entre India y Paquistán podría incrementarse y dar lugar a un nuevo enfrentamiento armado en Cachemira ( con el riesgo añadido de la posible utilización de misiles con carga nuclear). La gradual retirada de las tropas de EEUU de Irak que culminó en el 2011 significará el inicio de un posterior y complejo proceso de reparto de las áreas de influencia entre Turquía, Arabia Saudí e Irán (que en la práctica supondrá la división de Irak en tres zonas impermeables entre sí )y que derivará finalmente en la aparición de un radical movimiento panislamista que utilizará el arma del petróleo para estrangular las economías occidentales. La decisión del Pentágono de incrementar sustancialmente el número de soldados en Afganistán augura la escalada de las acciones bélicas a partir del 2012, pues según señala el último informe del Consejo Internacional de Seguridad y Desarrollo (ICOS), la insurgencia talibán habría conseguido una presencia permanente en el 72% del territorio de Afganistán,( lo que representa un aumento del 18% con respecto a noviembre de
Marzo de 2012
2007) y se acercarían a la capital Kabul, habiendo establecido los talibanes una especie de gobierno «de facto» en algunas ciudades y pueblos afganos La CIA contaría con informes que confirmarían el inicio de la ayuda militar rusa (asesores militares, logística e información de los satélites- espías) a las milicias talibanes de Afganistán en su lucha contra las fuerzas de la NATO allí desplegadas, con el objetivo de alargar el conflicto y aliado con la falta de liquidez monetaria de los aliados europeos lograr su gradual retirada de Afganistán antes del 2012 dejando en soledad a EEUU, retirada iniciada por Francia en el 2011 y que culminará en le 2012 arrastrando por mimetismo al resto de países aliados . Asimismo, el presidente de Afganistán Hamid Karzai sería acusado por EEUU de tibieza en la lucha contra los talibanes, existiendo informes de la CIA que podrían involucrarle en la gestación de un Gobierno de Coalición afgano entre los pastunes y talibanes y que exigirían la salida de las tropas de EEUU, por lo que no sería descartable la creación de un ambiente propicio al golpe de Estado y el posterior derrocamiento y asesinato de Karzai. Para evitar una peligrosa “vietnamización del conflicto”, Obama habría ordenado al Pentágono la retirada progresiva de tropas de Afganistán , retirando 10.000 soldados para finales de 2011 y otros 23.000 más al final del próximo verano boreal, pero aún tras la retirada permanecerán en el país unos 70.000 soldados estadounidenses y las tropas serían retiradas de forma constante posteriormente, decisión que difícilmente será compartida por su vicepresidente Biden ni por el Pentágono. El declive del dragón chino China siempre ha adolecido de un desarrollo económico suicida y poco respetuoso con el medio ambiente, con crecimientos desmesurados de macrourbes y megacomplejos industriales y la consiguiente reducción de superficie dedicada al cultivo agrícola. Sin duda, los casos de Linfen y Tianying, ubicadas en el centro del país, llaman la atención por el grado extremo de polución, pero, salvo las regiones de Tíbet y Xinjiang, todo el territorio de China es perjudicial para la salud. Así, según un estudio realizado por científicos chinos, el 40% de los mamíferos y el 76% de la flora están en peligro de extinción y la Academia China de Ciencias Sociales asegura que ha desaparecido ya la mitad de los pantanos que existían en el país y según un informe del Banco Mundial, China cuenta con 16 de las 20 ciudades con más polución del globo e incluso un estudio del Gobierno chino reconoce que en dos de cada cinco urbes la calidad del aire oscila entre “contaminada” y “peligrosa”. En la actualidad, el carbón cubre el 70% de las necesidades energéticas de un país que consume hoy casi cinco veces más recursos que en 1980 y continúa creciendo a un ritmo del 9% y si continúa la tendencia actual, y a pesar de los titánicos esfuerzos por introducir las renovables, la combustión actual de carbón se duplicará en 15 años . Según la Agencia Internacional de la Energía, China sería ya el principal emisor de CO2 del planeta, con un volumen superior a los 6.000 millones de toneladas métricas por año, lo que obligará a China a costosísimas inversiones para reducir sus niveles de contaminación, mejorar los parámetros de calidad y medidas filosanitarias adicionales tras una virulenta campaña de los medios occidentales para defender la etiqueta ECO como medida de proteccionismo encubierto. Reorientar el modelo de crecimiento hacia la demanda interna: China ya tiene una potente clase media que supera los 230 millones de personas, pero la tasa de ahorro de los chinos es muy alta ( 42%), y para lograr que consuman más el gobierno tiene que buscar la forma de que se reduzca ese ahorro. Los expertos occidentales proponen el desarrollo de una red de protección social (salud, educación y pensiones), que hiciera que los ciudadanos no se preocupasen tanto por ahorrar como medida de
precaución ante imprevistos y asimismo una reforma del sector agrario que permitiría elevar las rentas de las zonas rurales, las menos beneficiadas por el desarrollo económico. Asimismo, establecer políticas de incrementos salariales ayudaría a alimentar y sostener ese boom de consumo, (que actualmente supone el 28 % del PIB de la nación frente al 70% de EEUU ), pero para ello sería preciso que la renta per cápita de los chinos se incrementara notablemente ( 3.300 dólares anuales en la actualidad ) y reducir el abismo que existe entre las zonas costeras y las interiores.. Posible guerra comercial EEUU-China : EEUU lleva muchos años presionando a China para que deje flotar su moneda, (yuan o renminbi), ya que consideran que la mantienen artificialmente depreciada, a pesar de que el yuan se apreció un 21% en los tres años que transcurrieron desde que en 2005 Pekín puso fin a la dependencia única del yuan con el dólar y pasó a ligarlo a una cesta de divisas, que incluye el euro y en 2008 impuso el anclaje con el billete verde para hacer frente a la crisis económica mundial, ( 6,8 unidades) . China sería propietaria de 1,2 billones de dólares en bonos del Tesoro Público de EEU,e invierte en dólares para limitar la subida de su propia moneda, (pues un incremento acelerado de la misma haría a la industria china menos competitiva) lo que le convierte en el mayor acreedor de EEUU y le hace totalmente dolardependiente, por lo que ambas economías se retroalimentan al conjugar la exuberante liquidez china ( las reservas de divisas de China alcanzaron los 2 billones 400 mil millones de dólares a fines de 2009 , representando más del 30 por ciento de la totalidad del mundo) con la desorbitante Deuda Externa de EEUU (rozando los 13 Billones de dólares). A pesar de las múltiples presiones, las autoridades bancarias chinas han dejado bien claro que seguirán manteniendo un control estricto sobre la evolución de su moneda., pues si la divisa china se fortalece en exceso asistiríamos a una severa constricción de sus exportaciones y al consiguiente descenso de su Superávit , agravado por el aumento de los costes laborales y el previsible riesgo de deslocalización hacia India o Vietnam, cuyos salarios mensuales rondan los 60 euros. Sin embargo, en el supuesto de que China consiga mantener su anclaje al dólar,( lo que permitiría seguir engrasando su máquina exportadora y que sus reservas mantengan su valor), la respuesta inevitable por parte de
Marzo de 2012/
EEUU sería desencadenar una guerra comercial, cuyos primeros escarceos tácticos serían la imposición por China de aranceles de entre 50,3 y 53,4% por los productos de pollo provenientes de Estados Unidos y la aprobación por la Cámara de Representantes de Estados Unidos de un proyecto de ley que busca ejercer presión sobre China para que aprecie el valor de su moneda mediante la imposición de aranceles por el Gobierno de EEUU. Así, la Implantación por EEUU y la UE de medidas proteccionistas (Fomento del Consumo de Productos nacionales), en forma de ayudas para evitar la deslocalización de empresas ; subvenciones a la industria agroalimentaria para la Instauración de la etiqueta BIO a todos sus productos manufacturados; Elevación de los Parámetros de calidad exigidos a los productos manufacturados del exterior y la imposición de medidas fitosanitarias adicionales a los productos de países emergentes ( tras una virulenta campaña de los medios occidentales para defender las etiquetas ECO y BIO como medida de proteccionismo encubierto), obligará a China a costosísimas inversiones para reducir sus niveles de contaminación y mejorar los parámetros de calidad, dibujándose un escenario a cinco años en el que se pasaría de las guerras comerciales al proteccionismo económico, con la subsiguiente contracción del comercio mundial y posterior finiquito a la globalización económica y a la Doctrina geopolítica del G-2 . Nueva estrategia de EEUU en América Latina El Gobierno norteamericano había felicitado a Cristina por el resultado electoral a través del portavoz para los asuntos de América Latina de EEUU, William Ostick quien transmitió la voluntad de la administración de Obama de “trabajar productivamente” con el gobierno argentino tras los últimos desencuentros entre ambas administraciones y cuyo prolegoméno será el encuentro privado que mantendrán en Cannes Fernández de Kirchner y Obama en el marco del G-20. Según el diario La Nación, el gobierno argentino aceptaría la reanudación de ejercicios militares conjuntos con EE.UU y otros países en territorio argentino coordinados por EEUU,( lo que de facto significaría la ruptura de la nueva doctrina militar diseñada para la región por los gobiernos que suscribieron la UNASUR) , con lo que cobraría fuerza la hipótesis de que el objetivo de dicha entrevista sería reconducir los pasos del Gobierno argentino
para su ingreso en el Acuerdo del Pacífico, siguiendo la teoría kentiana del garrote y la zanahoria, expuesta por Sherman Kent en su libro “Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Norteamericana”publicado en 1949 , Dicho Acuerdo del Pacífico recientemente promovido por Estados Unidos y secundado por México , Colombia, Chile y Perú tiene como objetivos a medio plazo aglutinar el Arco del Pacífico para integrar además a Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá e incorporar por último al Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) y su importancia fue destacada por el analista y economista Jorge González Izquierdo, quien dijo a la AFP que este bloque en lo político “es un contrapeso al grupo que quiere formar el presidente Hugo Chávez de Venezuela”, en alusión a la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y Las Granadinas y Antigua y Barbuda. Campaña desestabilizadora contra Chávez Se trataría de un refinado proyecto de ingeniería geopolítica cuyo finalidad última sería dinamitar el proyecto integracionista representado por la UNASUR e intensificar la política de aislamiento de los gobiernos progresista-populista de la región, (en especial del Gobierno populista-progresista de Chávez). Así, EEUU podría estrechar lazos comerciales y militares con el presidente dominicano, Leonel Fernández Reyna ante el peligro de contagio mimético de los ideales revolucionarios chavistas al depender el país dominicano de la venezolana Petrocaribe para su abastecimiento energético. Consciente de ello, Chavez ha advertido a EEUU “que nadie se atreva a venir aquí para aplicar la fórmula líbia o lo pagará muy caro”, para lo que ha pedido un crédito de 4.000 millones de dólares para “fortalecer y equipar la rama técnico-militar del país y destinado a proyectos petrolíferos, de gas e industriales” , compra que según fuentes oficiales rusas asciende a casi 11.000 millones de dólares, convirtiendo así a Venezuela en el mayor importador de armas de Moscú en América Latina. En el 2012 se celebrarán elecciones presidenciales en Venezuela , por lo que (descartada la intervención militar exterior) , asistiremos a una sistemática e intensa campaña desestabilizadora
Marzo de 2012
que incluirá el desabastecimiento selectivos de artículos de primera necesidad , la amplificación en los medios de la creciente inseguridad ciudadana y de la fragilidad de la salud de Chávez . Ello aunado con la inestimable ayuda logística de Colombia (convertida en el portaaviones continental de EEUU) podrían llegar a desestabilizar el régimen de Chávez no siendo descartable la gestación de una trama endógena que intentara un golpe de mano contra el mandatario venezolano teniendo como brazo ejecutor a unidades de élite de la Armada venezolana ( UOPE) . ¿Inicio de conversaciones para el cese del bloqueo de EEUU contra Cuba? Las medidas cosméticas tomadas por la Administración Obama ( relajación de las comunicaciones y el aumento del envío de remesas a la isla así como el posible inicio de una ronda de conversaciones sobre temas de inmigración), dejan intacto al bloqueo y no cambian sustancialmente la política de Washington pero reflejan el consenso de amplios sectores del pueblo norteamericano a favor de un cambio de política hacia la Isla auspiciado por la decisión del régimen cubano de terminar con el paternalismo estatal y permitir la libre iniciativa y el trabajo por cuenta propia. Tras estos preliminares, subyacerían las conversaciones secretas entre el cubano-judío y Profesor de la Universidad de Denver,Arturo López -Levy y las autoridad cubanas para negociar el trueque de Gross por los Cinco, lo cual representaría eliminar un significativo escollo en el largo camino para restablecer la normalidad en las relaciones entre EEUU y Cuba (Arturo López -Levy acaba de terminar una beca de postgrado de verano del Instituto Carter en Atlanta, Georgia y ´tendría acceso directo a Raúl Castro al estar su primo ( hijo de un general de las FAR) casado con una hija del mandatario cubano ). Sin embargo, la renovación automática por parte de EEUU por un año más del embargo comercial a la isla podría suponer para Cuba pérdidas estimadas en cerca de 50.000 millones de $ y abocar al régimen de Raúl Castro a la asfixia económica y a la firma de un nuevo tratado de colaboración militar con Rusiaque incluiría la instalación de una base de Radares en la abandonada base militar de Lourdes para escuchar cómodamente los susurros de Washington y la instalación de bases dotadas con misiles Iskander y con aviones estratégicos con armas nucleares ( los temibles TU-160 conocidos en Occidente como BlackJak), reeditando la Crisis de los Misiles (octubre, 1.962). El rol emergente de Brasil: Rusia y Brasil forman parte de los llamados países BRIC (se emplea la sigla BRIC para referirse conjuntamente a Brasil, Rusia, India y China), y aunque se descarta que dichos países forman una alianza política como la UE o la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), dichos países tienen el potencial de formar un bloque económico con un estatus mayor que del actual G-8 (se estima que en el horizonte del 2050 tendrán más del 40% de la población mundial
y un PIB combinado de 34.951 Billones de $) . El objetivo ruso sería duplicar la facturación de los intercambios comerciales ruso-brasileños (10.000 millones de $ al año), tras lo que subyacería la firme decisión de Putin de neutralizar la influencia de EEUU en el cono sur americano y evitar la posible asunción por Brasil del papel de “gendarme de los neoliberales” en Sudamérica. Recordemos que Brasil juega un rol fundamental en el nuevo tablero geopolítico diseñado por EEUU para América Latina , pues le considera como un potencial aliado en la escena global al que podría apoyar para su ingreso en el Consejo de Seguridad de la ONU como miembro permanente con el consiguiente aumento del peso específico de Brasil en la Geopolítica Mundial . Caso de no ser sensible el Gobierno de Dilma Rousseff a las tesis de EEUU, no sería descartable el retorno a la política del Big Stick o “Gran Garrote”, (cuya autoría cabe atribuir al presidente de Estados Unidos Theodoro Roosevelt ), sistema que desde principios del siglo XX ha regido la política hegemónica de Estados Unidos sobre América Latina, siguiendo la Doctrina Monroe , “América para los Americanos”. De todo ello, se deduce que estaríamos en vísperas de la irrupción en el escenario geopolítico de América Latina de una nueva ola desestabilizadora(cuyos primeros bocetos ya están perfilados y que terminará de dibujarse en esta década) y que tendrán a Honduras, Paraguay, Nicaragua, Guatemala, Ecuador, Brasil, Granada y Panamá como paradigmas de los llamados “golpes virtuales o postmodernos “que protagonizará EEUU en esta década en el nuevo escenario panamericano que surgirá tras el retorno al proteccionismo económico y consiguiente finiquito a la economía global. Por último, en África, asistiremos a la Aparición de un movimiento panislamista que abarcará todos los países árabes de la fachada mediterránea y que utilizará el arma del petróleo y gas natural para estrangular las economías occidentales y financiar el acoso terrorista al infiel, logrando de paso la anexión de obsoletas plazas coloniales (Ceuta y Melilla) . La inevitable contracción de la demanda de materias primas debido a la severa crisis económica global conllevará el estrangulamiento de sus exportaciones y la depreciación generalizada de sus monedas, lo que unido al avance inexorable de los desiertos e inusuales desastres naturales originará éxodos masivos de población, alternándose repetidas hambrunas con virulentas epidemias que asolarán buena parte del África negra. Mientras tanto, aprovechándose de los endémicos conflictos tribales y rutinarios golpes de Estado, continuará la actual política de esquilmación de los recursos naturales del subcontinente subsahariano por parte de EEUU, UE, Rusia y China ( especialmente uranio, platino , cobalto, manganeso, oro y diamantes además del mediático coltán , especie de piedra filosofal para el desarrollo de las tecnologías del futuro como la telefonía móvil, ordenadores, videojuegos, armas inteligentes, implantes médicos, industria aeroespacial y levitación magnética).
La violencia delictiva en
Marzo de 2012/
Centroamérica
NILS CASTRO H.
D
ecir que Centroamérica es un canal de tránsito de drogas que fluyen hacia el norte, y de armas y dineros que bajan al sur es una verdad a medias, que esconde otra parte del asunto. Lo mismo ocurre al afirmar que el aumento de la persecución al delito en México y Colombia motivó que los narcotraficantes mudaran sus operaciones a Centroamérica. Esas verdades incompletas sirven de excusa a algunos funcionarios que no cumplieron oportunamente sus tareas. Este no es un ensayo académico, sino apenas un conjunto de observaciones suscitadas por la lectura de despachos noticiosos y periódicos centroamericanos, entre finales del 2011 e inicios del 2012. Aunque los países centroamericanos, salvo una reciente excepción, no son productores de drogas ilícitas sino territorios de tránsito, esto no es prueba de inocencia y tiene diversas implicaciones. Una, ser partes de una cadena cuyos motores están fuera del área; otra, darles zonas y medios de trasiego (de recepción, custodia, reembarque, reclutamiento de personal, castigo de desleales, facilidades para operaciones marinas, aéreas y terrestres, lavado y movimiento de ganancias, etc.). Eso conlleva tanto actividades de agentes foráneos y colaboradores nativos, como de corrupción y complicidad de funcionarios locales. La ilegalidad de esas actividades, junto con las rivalidades entre las bandas e individuos que las llevan a cabo, dinamiza una violencia criminal que llega más allá de los personajes directamente implicados. Eso incrementa la delincuencia organizada y la violencia criminal en Centroamérica, pero no las explica en su totalidad; porque esos problemas ya ocurrían antes del auge del tráfico de drogas, que ahora los involucra y agiganta. En otras palabras, resolver la cuestión implica combatir al narcotráfico pero incluye más que esta necesidad inmediata. Por otra parte, el asunto no radica apenas en las pandillas. En el pasado V Encuentro Internacional sobre la Sociedad y sus Retos frente a la Corrupción, el representante regional de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD) para México, Centroamérica y el Caribe, Antonio Mazzitelli, destacó que el crimen organizado transnacional está diversificado, alcanza proporciones macroeconómicas y sus mercados, rutas de tráfico y dinámicas no tienen fronteras. Agregó que su incidencia invade a múltiples instancias y sectores: comerciales, financieros, políticos, sociales, culturales, entre otros, señalando que el crimen organizado y la corrupción generan flujos de dinero de unos 2,1 billones de dólares por año. Al respecto, Mazzitelli observó que en 12 meses el sistema financiero internacional puede lavar sumas equivalentes al 2,7% del Producto Interno Bruto mundial. El Estudio Global sobre el Homicidio 2011 –de la misma ONUDD– atribuye al narcotráfico el aumento de la violencia en Centroamérica. Destaca por ejemplo que en 2010 en Honduras se registraron 6 mil 200 asesinatos en un población de 7,7 millones de habitantes, y en El Salvador hubo 4 mil asesinatos entre 6,1 millones de habitantes. Es decir, en Honduras la tasa llega a 82,1 homicidios por cada 100 mil habitantes, y en El Salvador a 66. A escala mundial, siguen Costa de Marfil, Jamaica, la vecina Belice (con 41), Venezuela y enseguida Guatemala (con 41,4). Por consiguiente, el “Triángulo del Norte” centroamericano es una de las zonas más mortales del mundo. En contraste, los países centroamericanos menos inseguros son Costa Rica (con 11,3 y tendencia en aumento) Nicaragua (con 13,2 y tendencia a la baja). Su vecina Panamá está bastante peor, con 21,6 y subiendo. La OMS considera “epidemia”
a cualquier tasa superior a 10. Las implicaciones de tales cifras se agravan con los altos índices de impunidad que las acompañan. Según Ramón Custodio, Comisionado Nacional de Derechos Humanos de Honduras, “muy pocos de esos asesinatos son castigados”. Esa situación contrasta con que en los últimos 15 años la tasa de homicidios disminuyó en Asia, Europa y América del Norte. Como dato de referencia, la tasa de Estados Unidos es de 5. El estudio de la ONUDD atribuye el aumento de la violencia en Centroamérica y el Caribe a las crecientes disparidades de los ingresos y a la disponibilidad de armas de fuego. Una explicación que no es falsa pero dista de ser suficiente. No está de más recordar que, según la CEPAL, Honduras, El Salvador y Guatemala –en este orden, que es el mismo de sus respectivas tasas de homicidio– aparecen entre los países latinoamericanos con peores índices de pobreza, a lo que deben añadirse los de desigualdad. El triángulo fatídico: un ejemplo básico Decir que Centroamérica es un canal de tránsito de drogas que fluyen hacia el norte, y de armas y dineros que bajan al sur es una verdad a medias, que esconde otra parte del asunto. Lo mismo ocurre al afirmar que el aumento de la persecución al delito en México y Colombia motivó que los narcotraficantes mudaran sus operaciones a Centroamérica. Esas verdades incompletas sirven de excusa a algunos funcionarios que no cumplieron oportunamente sus tareas. Panamá y Costa Rica están más contiguas a Colombia. Pero, aunque en estos países situación sociopolítica ha venido deteriorándose, eso obedece a causas internas. En ambos, la criminalidad vinculada al narcotráfico ha crecido pero está lejos de alcanzar los dramáticos extremos del triángulo del norte. A su vez Nicaragua está en medio del istmo centroamericano pero tiene menores tasas de violencia. La mayor gravedad del problema se concentra en Honduras, el Salvador y Guatemala donde, sin embargo, el asunto difiere de una a otra nación. En otras palabras, ese género de explicaciones ayuda a resignar al público (aunque no a tranquilizarlo), sin aportar mucho a la solución del asunto. En Honduras, con la peor tasa mundial de homicidios,
Marzo de 2012
es claro que la situación social --especialmente la pobreza y la ignorancia masivas, el empleo precario y la desigualdad- está en la base del problema, sin que ello signifique que es su causa inmediata. Una subcultura de machismo y violencia, alimentada por muchos decenios de exclusión, despojo, represión y resentimientos, contribuye a traducirlos en violencia y criminalidad. Las conductas violentas de los correspondientes lastimados sociales son anteriores a la proliferación de armas de fuego y el narcotráfico, que luego han potenciado esas formas de actuación social y personal. Y un factor que después contribuye a incrementar este efecto es la utilización de dichos individuos y grupos, contratados como matones y sicarios por miembros de las élites del poder, para propósitos de imposición, despojo o represión. Ese vínculo con la élite le otorga a esos individuos y grupos cierto estatus y mayor impunidad. No es lo mismo ser un criminal de mala muerte que hacerlo al servicio de ciertos potentados; en la subcultura de los marginales, esto dispensa una peculiar “legitimación”. El extremo se da al emplear asimismo a agentes de órganos del Estado para cumplir funciones similares, lo que desvanece la diferencia entre las entidades represivas públicas y privadas. Esa degeneración ya estaba muy extendida en Honduras cuando dos cosas la aceleraron: la penetración del narcotráfico como un actor adicional, y la crisis institucional precipitada por el golpe de Estado del 2009. Uno de sus efectos ha sido la incapacitación del Estado para controlar varios estratos sociales y áreas territoriales, e incluso a algunas de sus propias instituciones. Eso amenaza la sostenibilidad del país y hace imperativo introducir correctivos. Sin embargo, la capacidad de emprenderlos está en entredicho por la degeneración de los instrumentos necesarios para llevarlo a cabo, como la policía, el ejército y el sistema judicial, así como el sistema político tradicional, como lo dejan ver las dificultades del gobierno hondureño para cumplir su papel, aun bajo la presión de organizaciones, personalidades y medios de prensa, que pagan un altísimo costo por sostenerla. Lo que ha convertido a Honduras en un inquietante problema regional. El triángulo fatídico: diferencias Es sobre ese piso de precariedades, exclusiones y resentimientos sociales, de élites codiciosas y degradación institucional –con sus respectivas derivaciones culturales y morales– que el narcotráfico y otras modalidades de delincuencia internacional hallan dónde insertarse. En consecuencia, para
desarraigarlos no bastará chapear la mata, sino remover sus raíces, lo que no pocas veces incluye depurar instituciones públicas y allegados a la élite, así como satisfacer urgencias sociales y reincorporar sectores marginados al quehacer económico formal. Los tres países del triángulo del Norte son la parte más integrada de la región centroamericana. Sin embargo, al observar la violencia criminal en Honduras se ve que el fenómeno ocurre de otras formas en Guatemala y en El Salvador. Aunque el sustrato de élites oligárquicas e indignados sociales tenga semejanzas, sus manifestaciones difieren. En el Salvador y Guatemala hubo cruentos procesos insurreccionales que culminaron en unos acuerdos de paz que buscaban sanear y reformar la institucionalidad gubernamental. En el primer caso buena parte de ese propósito se cumplió; en el segundo ello quedó lejos de conseguirse, agregando un saldo de decepción. Por su parte, Honduras no pasó por allí, sino que fue plaza de armas de la contra nicaragüense. En consecuencia, allí la opción de arreglárselas a tiros proliferó sin las aspiraciones ni la disciplina de las organizaciones revolucionarias. En adición, Guatemala y Honduras tienen territorios mayores y complicados, más poblados –en el primero con una composición étnica muy compleja–, así como costas en ambos océanos, mientras que El Salvador, “el pulgarcito de América”, carece de ribera en el Caribe. Esto no es poca cosa cuando en la mayor parte de Centroamérica hay más atraso, aislamiento y descuido estatal en la vertiente atlántica y el subdesarrollo capitalista se concentra en las zonas ribereñas al Pacífico, salvo en Honduras donde la costa caribeña se divide entre la intrincada y abandonada Misquitia y el polo mercantil de San Pedro Sula. Como tampoco es poca cosa cuando el cártel mexicano de los Zetas trabaja las rutas costeras e isleñas del Caribe, mientras que su rival de Sinaloa predomina en las del Pacífico. Esas circunstancias definen roles: las costas y haciendas de la Misquitia son el asiento más activo del contrabando marítimo y aéreo de la cocaína que transita de Sudamérica hacia Estados Unidos a través de Belice, Guatemala y México. Mientras, en Guatemala ese papel lo cumplen la boscosas zonas de Alta Verapaz y el Petén, contiguas a Belice y México. A la vez en Guatemala últimamente ha empezado a detectarse otra actividad: la producción de drogas sintéticas, que algunos relacionan con el cártel de Sinaloa. En cambio, en virtud de su ubicación geográfica, en El Salvador el narcotráfico es menos significativo, con lo cual la violencia criminal es cuantiosa por otros motivos. Lo que hace ver que el pandillerismo y dicha violencia también pueden darse –en
Marzo de 2012/
cada uno de esos tres países– incluso donde hay menor presencia del narcotráfico. Las “maras”, sí o no Los corresponsales de prensa suelen atribuir la feroz tasa de homicidios de los países del triángulo del Norte a las pandillas juveniles o “maras” (por su inicial calificativo de marabuntas). Este es uno modo esquemático de abordar el tema, que igualmente encubre la ineficiencia de los funcionarios que no se ocuparon a tiempo del problema. El origen y propagación de estas pandillas es anterior al arribo del narcotráfico. El fenómeno surgió en El Salvador, con la repatriación de miles de jóvenes expulsados de California –donde hace mucho hay numerosos trabajadores salvadoreños–, que llevaron a su país los hábitos organizativos de las gangas de Los Ángeles. El fenómeno pronto se extendió a Guatemala y Honduras, pero suele omitirse que no arraigó en Nicaragua ni Costa Rica. Las maras no son apenas pandillas de maleantes. Son cofradías que acogen y dan identidad y formas de vida y de expresión a numerosos jóvenes que carecen de otros espacios, incentivos y oportunidades donde encajar. Agrupaciones con sus propios liderazgos, lealtades, subcultura y formas de diferenciarse –como la abundancia de tatuajes–, celosas guardianas de los territorios que se toman, por cuyo control rivalizan también con violencia. Son comunidades cuya explicación antropológica falta estudiar. Sus actividades delictivas más comunes son la extorsión, los robos y asaltos, y en menor escala el sicariato, esto es, las lesiones o asesinatos por encargo. Le cobran “protección” a los tenderos, le exigen cuotas a los transportistas y, desde el arribo del narcotráfico, venden drogas al por menor. A su vez, son blanco de abusos policiales y medios para eludirlos o enfrentarlos. Por el otro lado, los narcotraficantes tienen sus propias estructuras, bandas y matones, que igualmente actúan sin el concurso de las maras. En Honduras y Guatemala, donde la incidencia del narcotráfico es alta, las maras son un campo donde cooptar mulas, custodios y sicarios. Pero en El Salvador, aunque esa incidencia es
menor, ellas mantienen activa presencia. Es decir, son dos cosas distintas que existen por sí mismas y que eventualmente se pueden asociar, sin que perseguir una baste para eliminar a la otra. Según las tasas de homicidios reportadas por la ONUDD, al comparar los casos de estos tres países se evidencia que la criminalidad puede ser alta donde el narcotráfico tiene una presencia menor, como en El Salvador. Ello obedece a que en cada país la violencia es más común donde los niveles crónicos de pobreza, abuso, desigualdad y conflictividad social son más fuertes. Y donde esos males son menos agudos, dicha tasa es más baja, como en Costa Rica. Además, cuando los servicios de policía y el sistema judicial son más expeditos, la tasa es más baja, como en Nicaragua. Un alto representante del nuevo gobierno guatemalteco afirmó que se combatirá la criminalidad acabando con las maras. Pero ellas solo son la parte más visible del asunto. Esa tesis igualmente menudea en el discurso político hondureño y en la derecha salvadoreña. Ciertamente, cuando el problema se comienza a atender después de haberlo dejado degenerar hasta los actuales extremos, se requiere determinado rigor para frenarlo. Sin embargo, a corto, mediano y largo plazos la situación solo podrá revertirse erradicando la corrupción institucional, así como las causas y efectos de la injusticia y la crispación sociales. No obstante, reducir el asunto a “acabar con las maras” es simplista y omite la parte del reto que en Guatemala y Honduras ha sido más difícil de conseguir: la de erradicar las estructuras y bandas del narcotráfico, introducidas y dinamizadas por factores externos -los de la producción y el consumo– que no tienen origen en la región pero que agravan el tema al involucrar a personajes y pandillas locales. Por sus articulaciones externas, la eliminación de los gestores de esta actividad está fuera del alcance de los programas sociales, y en cada caso requiere la necesaria inteligencia y acción policial, así como de eficaz cooperación intrarregional e internacional. Confianza pública y criminalidad Julieta Castelanos, fundadora del Observatorio de la Violencia
Marzo de 2012
y hoy rectora de la Universidad Nacional de Honduras, denuncia que en su país el Estado se encuentra “en estado de calamidad”, pues ya no puede controlar todo el territorio ni a sus propias instituciones. La corrupción policial, junto al descrédito de las autoridades judiciales, lo inhabilita para cumplir su misión básica de dar seguridad a los ciudadanos. Como alguna vez el jurista puertorriqueño Fernando Martín indicó, refiriéndose a Haití, esto marca la diferencia entre una nación o un mero territorio poblado. La vigencia del respectivo sistema político y la confiabilidad que el pueblo aún le reconoce tiene mucho que ver con la calidad del orden público. El sistema político hondureño ya se encontraba desfasado cuando –para evitar todo cambio– se perpetró el golpe de Estado de 2009, que acabó de degradar la situación. La curva que describe este atraso y colapso es paralela al crecimiento de la delincuencia y la criminalidad. La situación en Guatemala pareciera evolucionar en sentido similar, como lo demuestra la frecuente incidencia de los linchamientos con que los aldeanos se toman la justicia por sus manos, puesto que no hay agencias del Estado o ya no queda motivo para confiar en las autoridades judiciales. A contravía, en Nicaragua la violencia delictiva se ha mitigado. Y a su vez, donde el sistema político tradicional, otrora exitoso, da signos de agotamiento, el problema tiende a crecer, como lo sugiere Costa Rica. Sin embargo, no cabe sacar conclusiones precipitadas: ese ingrediente pesa pero no es el único. Así lo prueba El Salvador, donde el sistema político y la eficiencia institucional mejoraron al implementarse los Acuerdos de Paz y donde últimamente se robusteció la eficacia institucional, sin que esto haya bastado para revertir dicha violencia. Eso reitera que también hay de por medio un importante factor cultural, en el que la confianza en el sistema político y sus instituciones es una pieza capital pero dista de ser suficiente. La violencia propia del carácter del régimen social –de explotación, despojo, desigualdad, marginación, empleo precario, desatención, ignorancia y atraso, de arrogancia de los poderosos y humillación de los desposeídos– surte efectos de acumulación histórica donde la percepción de que no se pertenece a la sociedad que “sí cuenta”,
y la correspondiente crispación social, contribuyen a alimentar y reproducir una subcultura de la cual esa violencia forma parte. No hay por qué extrañarse: quienes se perciben excluidos de la sociedad debidamente reconocida tienden asimismo a considerarse excluidos de sus normas y valores. Ese aspecto de dicha subcultura no solo se manifiesta en la creciente brutalidad del asalto o del ajuste de cuentas pandillero, sino también en la de la violencia doméstica, el femicidio, el abuso contra menores o ancianos, la reyerta callejera, el linchamiento aldeano y otros excesos, que igualmente inciden en la tasa de homicidios. La elevada proporción de asesinatos que se cometen por estrangulación, arma blanca u objetos contundentes así lo demuestra. En 2011, en Honduras fueron muertas cerca de 300 mujeres, mayormente en manos de sus parejas, no del crimen organizado. En Guatemala, según cálculo oficial el 60 por ciento de los asesinatos son perpetrados por las maras y los narcotraficantes, lo que significa que un cuantioso 40 por ciento –sobre un total de 6 mil homicidios al año– es cometido por ciudadanos corrientes. Eso la “mano dura” no lo puede corregir. Antes bien requiere un poderoso trabajo educativo. Por supuesto que es indispensable tener muy buena policía, mejores jueces y eficiente reeducación, así como también es perentorio recuperar los territorios conquistados por las bandas –incluso por medios militarizados, como en Rio de Janeiro–, tanto para desarticularlas y asegurar tranquilidad a sus habitantes, como para deparar mejores oportunidades a los jóvenes. Como es obvio, se requiere una cobertura de vigilancia, disuasión y prevención. Pero la violencia del Estado, por si sola, no remedia la violencia social –ni la cultura de la violencia– sino que a la postre la llega a exacerbar. Ninguna batalla cultural se gana rápidamente, ni mucho menos con meras prédicas, sean laicas o místicas. Solo podrán vencerla las prácticas incluyentes de un régimen no apenas legítimo por su elección, sino legitimado por el sostenido éxito de sus capacidades para acabar con la injusticia y la exclusión y, especialmente, para reincorporar a toda la gente --a todos los grupos sociales– al río principal de las esperanzas fructíferas.
Marzo de 2012/
China vs Occidente: Imperialismo lingüístico, conceptos y civilización THORSTEN PATTBERG
S
i eres ciudadano estadounidense o europeo, es probable que nunca hayas oído hablar de shengren, minzhu y wenming. Si algún día los promueves, incluso te podrían acusar de traición cultural. Son conceptos chinos. A menudo se traducen convenientemente como “filósofos”, “democracia” y “civilización”. De hecho, no son nada de eso. Son algo diferente. Algo de lo que Occidente carece. Pero eso es irritante para la mayoría de los occidentales, por lo tanto, en el pasado, los conceptos extranjeros se eliminaron rápidamente de los libros y los archivos y, cuando era posible, de la historia del mundo, que es un mundo dominado por Occidente. Como señaló una vez el filósofo Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Oriente no contribuye a la formación de la historia del pensamiento. Pero demos un pequeño paso atrás. ¿Recuerdan lo que nos enseñaron en escuela sobre las humanidades? ¡No son ciencia!” Si las humanidades fueran ciencia, los vocabularios de los idiomas del mundo se sumarían, no se superpondrían. ¿Te sorprende? Calculo que hay más de 35.000 palabras o frases chinas que no pueden traducirse adecuadamente al inglés. Palabras como yin y yang, kung fu y fengshui. A esto hay que sumar otros 35.000 términos sáncritos, sobre todo de India y del budismo. Palabras como Buda, bodhisattva y gurú. En una reciente conferencia en la Universidad Pekín, el renombrado lingüista Gu Zhengkun explicó que wenming describe un alto nivel de ética y gentileza de un pueblo, mientras la palabra inglesa “civilización” deriva de la maestría de la gente de una ciudad sobre materiales y tecnología. La traducción correcta al chino de civilización debería ser chengshijishu-zhuyi. Wenming es mejor, pero intraducible. También ha existido algunos miles de años, mientras la noción europea de “civilización” es una “invención” de fines del Siglo XVIII. Turistas e imperialistas no llegan a aprender. Llaman a las cosas como las llaman en casa. Después se dan cuenta de que los nombres no son correctos. En muchos países, la adopción de la terminología china es un tabú. Incluso los más nobles pensadores, como el Premio Nobel Hermann Hesse, advirtieron a los alemanes de que “no debemos convertirnos en chinos […] de otra manera nos adherimos a un fetiche”. Luego viene “democracia”, un concepto de origen griego. La “civilización” helénica, por supuesto, fracasó hace mucho tiempo. Se acabó, mientras el wenming de China sigue existiendo, ininterrumpidamente, desde hace 5.000 años. “Democracia” tuvo originalmente poco que ver con dejar que el populacho vote, menos todavía con que el populacho gobierne el país; al contrario, significaba que diversos grupos de intereses poderosos luchaban por los recursos, cada uno movilizando a sus partidarios entre los habitantes influyentes de las ciudades. Mientras en China todavía vemos un orden social basado en valores familiares, en Occidente tenemos un orden social basado en los intereses de grupos. En tu familia no aplicas leyes estrictas o haces contratos, sino que induces un código moral. Cuando estás entre extraños que luchan contra otros intereses de grupos, simplemente no puedes confiar en ellos como en tu propia familia, por lo tanto necesitas leyes. Hasta el Siglo XX, los europeos creían que China no era una “civilización” propiamente, porque no tenía policía, mientras China acusaba a Europa de carecer de “wenming” porque carecía de piedad filial, tolerancia, gentileza humana, etc. Finalmente, shengren es la personalidad ideal y el máximo miembro en esa tradición de valores chinos basados en la familia, un sabio que tiene los estándares morales más elevados, llamado de, quien aplica los principios de ren, li, yi, zhi y xin (y 10 más), y
conecta a toda la gente como si fuera, hablando metafóricamente, su familia. La palabra moderna china para filósofo, zhexuejia, no se encuentra en ninguno de los clásicos chinos. De hecho, zhexuejia llegó a China a través de Japón, donde se pronuncia tetsugakusha, después que Nishi Amane acuñó por primera vez la palabra en 1874. Sin embargo, al público occidental se le dice constantemente, a través de nuestra erudición altamente subvencionada sobre China, que Confucio es un “filósofo” y que el pensamiento confuciano es “filosofía”. Como dijo una vez el filósofo y teórico crítico esloveno Slavoj Zizek: “la verdadera victoria (la verdadera ‘negación de la negación’) ocurre cuando el enemigo habla tu lenguaje”, Occidente sería irracional si adoptara conceptos asiáticos. Sería como no llegarle a los talones a China. Además, el Reino del Medio es tristemente célebre por haber asimilado todas las culturas invasoras en el pasado. ¿Por qué ponerse en la fila? “Los bárbaros” siempre tuvieron armas y tecnología superiores, pero, como señaló Gu Hongming en 1920, carecían de verdadera inteligencia humana. ¿Cómo es posible? Bueno, es algo como sabiduría de Star Trek: Si la humanidad prehistórica se desarrolló de las bestias, las sociedades humanas más avanzadas deberían ser las menos físicamente agresivas, ¿verdad? En 1697, el filósofo alemán Gottfried Leibniz argumentó de manera famosa que los chinos estaban mucho más avanzados en las humanidades que “nosotros”. Nunca lo especificamos, pero pienso que todo se reveló cuando instó a todos los alemanes a que no utilizaran palabras extranjeras, sino su propio lenguaje (el alemán es un lenguaje compuesto, de modo que es una fuente infinita), para construir y ampliar el mundo de habla alemana. Y es lo que hicieron. Y así los alemanes llegaron a la cima. Como era de esperar, los alemanes, descendientes del Sacro Imperio Romano Germánico, llamaron a Confucio “Santo”. Ahora bien, es conveniente. ¿Pero es erudición correcta? Dado que los lenguajes europeos tienen sus propias historias y tradiciones, no pueden representar suficientemente los conceptos chinos. La solución, pienso, sería no traducir en absoluto los conceptos extranjeros más importantes, sino adoptarlos. Por lo tanto la próxima vez en las relaciones internacionales podríamos discutir cómo mejorar minzhu en Europa, y cómo contribuir a la transición de EE.UU. hacia un wenming decente. Tal vez, después de todo. Occidente simplemente carezca de shengren. Thorsten Pattberg es un experto alemán en el Instituto de Literatura Mundial de la Universidad Pekín y autor de The EastWest Dichotomy (2009) y Shengren (2011). Su correo electrónico es: pattberg@pku.edu.cn. Versiones de este artículo aparecieron en Japan Times el 17 de noviembre, y en China Daily el 25 de noviembre de 2011.
Marzo de 2012
ALAI
Entrevista con Diego Borja
EcoALBA, la integración alternativa y la tercera economía latinoamericana L
a integración regional dio un nuevo paso en la reciente Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América –ALBA-, realizada a inicios de febrero, cuando se conformó el Espacio Económico del ALBA (Ecoalba) cuya coordinación quedó a cargo del economista ecuatoriano Diego Borja. Enlace de Medios para la Democratización de la Comunicación entabló un diálogo con Borja, quien destacó que los ochos países miembros del ALBA tienen en conjunto un producto interno bruto (PBI) de 650 millones de dólares y agrupan a 80 millones de personas, con lo cual se perfila como la tercera economía más importante de América Latina. El coordinador del Ecoalba precisó también que, a diferencia de otros tratados económicos, este proceso de integración no nace con un fundamento estrictamente mercantil. No es una integración basada únicamente en el comercio sino que está vinculada con voluntades sociales, políticas, comunicacionales y de una visión compartida de futuro entre los países miembros. Una de las primeras decisiones de Ecoalba ha sido fortalecer el Banco del ALBA que estaba funcionando como un fondo que apoyaba a ciertos proyectos. En adelante, el banco será capitalizado con el 1% de la reservas de los países miembros y funcionará como un banco de desarrollo que fomente la producción, el empleo, que contribuya a financiar proyectos binacionales o multinacionales de los países miembros, especialmente en el área de la seguridad alimentaria, la salud, la energía, los conocimientos y el transporte. En este marco también se ha puesto énfasis en la necesidad de la integración física y logística, a través de los sistemas de puertos, de líneas aéreas y ferroviarios, al servicio de la integración del continente. Ello es particularmente importante para el ALBA, debido a la distancia geográfica entre los países miembros. “Sin integración física, probablemente esta voluntad muy grande que existe entre nuestros presidentes puede morir”, advierte el economista ecuatoriano. En este sentido, uno de los elementos prioritarios será la integración aérea, para “que tengamos la posibilidad de usar las líneas nacionales entre nuestros países”, señaló. Asimismo, se acordó la elaboración de un mapa de las mercancías para conocer con exactitud qué venden y compran los diferentes países, con el objetivo de buscar reorientar el comercio exterior de estos países hacia un mercado regional que opere con lógicas diferentes al de una economía capitalista. Otro aspecto importante ha sido la decisión de fortalecer el Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE) como moneda virtual que permite evitar recurrir al dólar en las transacciones regionales, de tal forma que los venezolanos lo hagan en bolívares, los cubanos en pesos, es decir que cada país utilice su moneda nacional. En este punto Borja hizo hincapié en que se tendrá que luchar con el peso de los hábitos y de grandes intereses que impiden que se generalice el uso del SUCRE. Por ejemplo, se tendrán que solucionar problemas concretos de carácter administrativo, de carácter legal, de carácter operativo, porque a veces los bancos no tienen los sistemas informáticos para poder usar el SUCRE. Otras veces también es un problema de comprensión de los funcionarios o de intereses económicos de gente que gana al comercializar en dólares. Pero definiendo dónde están los problemas, se podrá acudir a los niveles
políticos para remover las dificultades que impiden que se generalice este sistema de intercambio comercial, afirmó. Sin embargo, a pesar de las dificultades, el economista destacó, como ejemplo, que las transacciones entre Ecuador y Venezuela, utilizando el SUCRE pasaron de un monto equivalente a 7 millones dólares en el 2010 a 290 millones de dólares en el 2011. Además, otros países como Brasil y Argentina están viendo que el sistema ayuda a fortalecer sus propias monedas porque brinda un margen de maniobra mayor al hecho de tener que utilizar dólares, que elevan los costos de transacción. Oportunidad Toda esta plataforma plantea una alternativa a los mecanismos tradicionales de gestión económica en los que operan los oligopolios, los poderes políticos transnacionales e incluso los poderes militares. Por ejemplo, dijo, el poder del dólar está centrado en el poder militar de los Estados Unidos. Si no, cómo se explica que en la vida real en plena crisis del dólar, todavía siga siendo la moneda de uso común. Para comprender el tema, según Borja, “tenemos que remitirnos a otros
Marzo de 2012/
elementos que no están necesariamente en las características de la moneda, sino en la geopolítica y la fuerza militar”. Por otra parte, se apunta a no depender de inversiones extranjeras depredadoras que tengan como único objetivo generar una utilidad sin importar como lo hacen. Es decir, aquellas inversiones a las que no les importa depredar recursos naturales o la institucionalidad, sin pagar impuestos, corrompiendo a los funcionarios, etc. “Inversiones que vengan a depredar, a generar problemas con nuestras comunidades campesinas en las áreas del agronegocio, no pueden ser bienvenidas”, recalcó. Por estas razones, Borja considera necesario contar con mecanismos viables en la financiación del desarrollo propio. Es decir, hay que asegurar que “nuestros objetivos nacionales y populares –y allí entra el campo de la economía popular- estén debidamente resguardados de poderes que son muchísimo más grandes.” Sin embargo, hay inversiones que sí son complementarias a la inversión nacional, como por ejemplo, en el caso de Ecuador, con la inversión China en la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que está encausada en el plan nacional de desarrollo, explica Borja. Posibilidades de Latinoamérica Diego Borja enfatiza en que no se puede seguir avanzando si se sigue viendo solo a Europa, a Estados Unidos o a la firma de los TLC como supuestos motores para el desarrollo. Mientras el Norte está en crisis, por primera vez en muchos años América del Sur tiene excedente de dinero, capacidad de inversión, gobiernos volcados al servicio a sus pueblos. Entonces, pregunta, “¿por qué no nos volcamos más al Sur?”. Borja considera que actualmente, América del Sur necesita construir un sistema de ferrocarriles. Esto generaría una inmensa inversión, movilizaría trabajo y conocimientos
y resolvería problemas. Asimismo, se podría organizar un sistema de seguridad agro-alimentaria desde Caracas hasta la Patagonia, generando trabajo y producción con los campesinos, con recursos propios. En tal sentido, la actual crisis capitalista puede ser una oportunidad para la región, pero viendo hacia dentro y no solo hacia fuera. Sin embargo, Borja advierte que no se debe cantar victoria, porque hay instituciones que han quedado de la vieja arquitectura financiera que parecieran estar resucitando. Vuelven a revivir viejas ideas con nuevos empaques. Es una disputa simbólica, una lucha de las ideas en la que “no se puede ceder terreno… en términos de profundizar una transformación”, enfatiza. Por ejemplo, Borja considera inconcebible que el FMI esté dictando cátedra en Europa. Tampoco se explica cómo Brasil y otros países aprobaron la capitalización del BID; ni se entienden planteamientos del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), que hace poco propuso invertir las reservas regionales en papeles del tesoro de Estados Unidos, en vez de invertir en las economías de la región. Estas viejas estructuras “no se van a morir de muerte natural –opina-. Hay que generar las nuevas alternativas (Banco del Sur, Fondo del Sur, SUCRE), y demostrarles, frente a lo que ya está caduco, hoy existe esto; y así lo nuevo, con voluntad y con eficiencia, creo que va a remplazar a lo viejo”. *El ALBA está integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Dominica y Antigua y Barbudas. Además están en camino de adhesión Haití, Santa Lucía y Surinam. *Enlace de Medios para la Democratización de la Comunicación es conformado por 26 medios y redes de comunicación de distintas partes de América Latina, entre ellos questiondigital. Su página: www.enlacemedios.info
Marzo de 2012
Universidad e inserción social
FREI BETTO
¿P
or qué decimos universidad y no pluridiversidad? Se trata de una institución que aglutina diversas disciplinas. Multicultural, en ella cohabita la diversidad de saberes. El título de universidad simboliza la sinergia que debiera existir entre los diversos campos del saber. Pero hoy, lamentablemente, la característica de nuestras universidades es la falta de sinergia. Carecen de un proyecto pedagógico estratégico. No se preguntan sobre qué categoría de profesionales quieren formar, con qué objetivos, de acuerdo con qué parámetros éticos. Y cuando no se hace tal indagación es el sistema neoliberal, centrado en el paradigma del mercado, quien impone la respuesta. No hay neutralidad. Si el limbo ha sido abolido recientemente de la doctrina católica, en el campo de los saberes él nunca tuvo un lugar. Un cristiano cree los dogmas de su iglesia. Pero es por lo menos ingenuo, si no ridículo, como señala el filósofo Hilton Japiassu, que un maestro o investigador académico crea en el publicitado dogma de la inmaculada concepción de la neutralidad científica. ¿En qué medida nuestras instituciones de enseñanza superior son verdaderamente universidades, o sea se rigen por una dirección, un enfoque dialógico, un proyecto pedagógico estratégico? ¿O se limitan a formar profesionales cualificados desprovistos de espíritu crítico, volcados a propagar el sistema de apropiación privada de riquezas en detrimento de los derechos colectivos e indiferentes ante la exclusión social? La universidad, como toda escuela, es un laboratorio político, aunque muchos lo ignoren. Y la política, como la religión, tiene un aspecto opresor y un aspecto liberador. Como diría Fernando Sabino, son navajas de dos filos. Uno de los factores de desalienación de la universidad reside en la extensión universitaria, que es el puente entre la universidad y la sociedad, la escuela y la comunidad. Las universidades nacieron a la sombra de los monasterios. Éstos antiguamente eran erigidos distantes de las ciudades, lo que inspiró la idea de ‘campus’, centro escolar que no se mezcla con las inquietudes diarias, donde
alumnos y profesores, monjes del saber, vivían enclaustrados en una especie de cielo epistemológico. Como señalaba Marx, desde allí contemplaban la realidad, tranquilos, arrullados por las musas, encerrados en el confortable recinto de una erudición especializada que poco o nada influía en la vida social. Esa crítica a la universidad data del siglo 19, cuando se inició la extensión universitaria. En 1867 la universidad de Cambridge, Inglaterra, promovió un ciclo de conferencias abierto al público. Por primera vez la academia abría sus puertas a quien no estaba matriculado, lo que dio origen a la creación de universidades populares. Antonio Gramsci estudió en una universidad popular en Italia. Esa experiencia le hizo despertar al concepto de universidad como aparato hegemónico que se relaciona con la sociedad de modo legitimador o cuestionador. Para él una institución crítica debería producir, a través de los mecanismos de extensión universitaria, conocimientos accesibles al pueblo. En América Latina, antes de Gramsci ya se dio el pionerismo de la reforma de la universidad de Córdoba, en 1918. La clase media se movilizó para que las universidades, controladas por los hijos de los latifundistas y por el clero, se abrieran a otros segmentos sociales. Y se originó una fuerte protesta contra la enajenación olímpica de la universidad, su senil inmovilidad, su desprecio hacia las creencias de la comunidad que la rodea.
La propuesta de abrir la universidad a la sociedad alcanzó su madurez, en América Latina, en el 1° Congreso de Universidades Latinoamericanas, reunido en la universidad de San Carlos, de Guatemala, en 1949. En el documento final se decía: “La universidad es una institución al servicio directo de la comunidad, cuya existencia se justifica en tanto desempeña una acción continua de carácter social, educativo y cultural, aliándose a todas las fuerzas vivas de la nación para analizar sus problemas, ayudar a solucionarlos y orientar adecuadamente a las fuerzas colectivas. La universidad no puede permanecer ajena a la vida cívica de los pueblos, pues tiene la misión fundamental de formar generaciones creadoras, plenas de energía y de fe, consciente de sus altos destinos y de su indeclinable papel histórico al servicio de la democracia, de la libertad y de la dignidad de los hombres”. Sesentaidós años después de esta alerta de la San Carlos, en este mundo hegemonizado por transnacionales de los medios más interesadas en formar consumistas que ciudadanos, nuestras universidades todavía no priorizan el cultivo de los valores propias de nuestras culturas ni participan activamente en el esfuerzo de resistencia y sobrevivencia de nuestra identidad cultural. Lo cual debiera traducirse en mayor empeño por erradicar la miseria, el analfabetismo, la degradación ambiental, la superación de prejuicios y discriminaciones de orden racial, social y religioso.