Question - Abril 2017

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ABRIL DE 2017

AÑO 15

EL NUEVO JUEGO DEL PODER

ATAQUE INTERNACIONAL, OEA, TSJ, OPOSICIÓN SIN CREDIBILIDAD Triunfo progresista en Ecuador:

LENIN LLEGA AL PODER A FUERZA DE VOTOS

¿DE QUÉ DEMOCRACIA HABLAMOS?


El nuevo juego de poder

Aram Aharonian

E

l gobierno de Nicolás Maduro subestimó las consecuencias que tendrían las decisiones judiciales 155 y 156 emitidas por la Sala Constitucional, que disuelven formalmente las competencias y la autonomía parlamentaria de la Asamblea Nacional, tanto en el plano internacional como en las mismas fuerzas del chavismo. No midió el impacto que las fricciones generadas por la disolución de la Asamblea Nacional generaba dentro mismo del oficialismo, donde la Fiscal General, Luisa Ortega, opinó abiertamente sobre las implicaciones que derivaban de las decisiones del TSJ, obviamente con el aval de otros dirigentes chavistas. El gobierno escogió el Consejo de Defensa de la Nación para dirimir la controversia interna, y retractarse parcialmente. Asimismo, el gobierno de Nicolás Maduro evaluó mal la declaración conjunta de 20 países en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), suponiendo un triunfo el hecho de que no se activara la Carta Democrática, y la reacción internacional parece haber tomado al gobierno por sorpresa. Y así, el Consejo Permanente de la OEA aprobó el martes 3 de abril una resolución en la que expresa su profunda preocupación por la grave alteración inconstitucional del orden democrático en Venezuela, y calificó las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia de incompatibles con la práctica democrática, y una violación del orden constitucional. Venezuela y Bolivia calificaron de ilegítima la reunión y como “un golpe de Esta-

do” la forma de la resolución, orquestada por México y la canciller argentina Susana Malcorra a pedido de EE.UU. Tampoco pareciera haber hecho un análisis certero sobre la política exterior de Washington desde la llegada de Donald Trump a la presidencia, donde figuras de extrema derecha como Marco Rubio –quien hasta denuncia vinculaciones del gobierno venezolano con el terrorismo y el narcotráfico- han tomado (junto al Pentágono) la batuta en la agenda sobre América Latina, desplazando al Departamento de Estado. Rubio amenazó a Haití y República Dominicana con aplicarles “recortes masivos” a las ayudas por no respaldar la intervención contra Venezuela. El catedrático chileno-español Marcos Roitmann señala que mientras se urdía el plan para dar la puntilla al orden constitucional en Venezuela, se hacían públicas las conversaciones de enero de 2016 entre el almirante Kurt Tidd, comandante en jefe del Comando Sur, y el actual secretario general de la OEA, Luis Almagro, para coordinar la acción de los organismos regionales contra el poder legítimo del gobierno de Caracas. Servicios de inteligencia, ONG, corporaciones privadas de comunicación, prensa radio, televisión y redes sociales debían entrar en sincronía y asestar el golpe definitivo. La meta era inaugurar un Estado paralelo, encabezado por el Parlamento, en manos de la oposición, tensionando el Poder Judicial, desacreditando sus resoluciones, obligando al gobierno a tomar medidas de excepción y, de esa manera, justificar la intervención para salvaguardar, curiosamente, el orden constitucional, agrega.

Para el analista opositor Michael Penfold, no se trata de un asunto semántico que pueda aclararse simplemente con distinguir entre impasse (como dijo Maduro) y ruptura: pues detrás de todo estos trágicos eventos comienza a reflejarse un importante cambio en el juego de poder, restringido por las fuerzas internacionales y por las mismas fisuras internas del chavismo, más que por la propia capacidad de movilización de la oposición. “El presidente Maduro ahora tiene que enfrentar una realidad sumamente compleja y a un grupo chavista que probablemente sea mucho más poderoso que la misma oposición (cuyos partidos lamentablemente muestran un gran músculo electoral, pero hasta ahora han revelado muy poco tino político)”, señala, al alertar sobre el profundo problema de credibilidad de la derecha venezolana. El Partido Comunista, por su parte, evaluó que las sentencias y aclaratorias del TSJ, y lo sucedido en torno a ellas, tiene que ver “con la agudización de la lucha por el control y el poder en Venezuela”; con la agudización de las contradicciones en el seno del bloque del Gobierno y el de la oposición.

Desinflando el globo del golpe La gran prensa hegemónica nacional y sobre todo internacional insitió cartelizadamente en que hubo un golpe de Estado o un autogolpe, en una nueva ofensiva contra la Revolución Bolivariana. Causa gracia que autoridades de los gobiernos neoliberales de la región se preocupen por la población venezolana, que según los informes de la ONU sigue tendiendo mejores indicadores sociales que casi to-


dos los países de la región. La actual coyuntura política requiere jugar estratégicamente tanto en el tablero nacional como en el internacional. Amerita plantarse en la lógica de las decisiones políticas y actuar a partir de la evaluación de las condiciones reales. Comunicacionalmente demanda un discurso argumentativo con pretensiones de validez y provisto de una “racionalidad” estratégica. Urge la construcción política de significados que doten de sentido las decisiones, más la dinámica confrontacional impone una estrategia discursiva desgastada y reiterativa, señala la socióloga Maryclén Stelling. El tan publicitado “golpe” sirvió también para tapar las miserias de estos gobiernos: la crisis institucional, social y humanitaria que vive Paraguay, el sistemático asesinato de líderes sociales en Colombia (156 en los últimos 14 meses), la matazón en Honduras, las fosas comunes y los asesinatos masivos y continuos en México (más de 30 mil desde marzo), la corrupción galopante y la crisis social del Brasil golpista… Hablan de democracia quienes avalaron desde la OEA los golpes de Estado e invasiones estadounidenses desde 1948 y por eso se hace indispensable “matar” al chavismo, locomotora en la última década de los impulsos integradores en la región (Unasur, ALBA, Petrocaribe, Celac). Nuevamente se ha usado la presión internacional como estrategia central de la ofensiva con el único fin de terminar con el chavismo, convencidos que no se puede confiar en lo que internamente pueda hacer la tan publicitada oposición. No lo han logrado con el sabotaje económico, aunque sí han descalabrado al país. Es

oportuno, para la derecha, apelar a la comunidad internacional en momentos en que la correlación de fuerzas le favorece y cuando el gobierno de Maduro sigue perdiendo aliados. Y el asedio externo es cada vez más fuerte, y no solo desde el Mercosur o de la OEA, sino también desde organismos de Naciones Unidas. Por eso, más d 30 dirigentes de la oposición salieron del país para recorrer el mundo en busca de su única salida: la intervención externa.

Elecciónes ¿cuándo? La evolución de la situación política de Venezuela tendrá un momento decisivo en las –aún sin definición- elecciones presidenciales de 2018, para las cuales ni oficialistas ni opositores tienen candidato definido y mucho menos un proyecto de país para debatir. Y el problema de la falta de candidatos condiciona planes y tiempos. Mientras los expresidentes Martín Torrijo (Panamá), Leonel Fernández (República Dominicana) y José Luis Rodríguez Zapatero (España) ratificaron su compromiso de continuar como mediadores en el proceso de diálogo “fructífero”convocado por el gobierno venezolano, la sola mención de la palabra diálogo desata la furia en la oposición. “La decisión es disparar a mansalva contra la posibilidad de que el diálogo frustre la aventura”, señala el exvicepresidente José Vicente Rangel. En todos estos años de desestabilización por parte de la oposición, los sectores de la derecha no han logrado consensuar sobre un candidato. La llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD),

tras dilapidar en solo un año la mayor parte de un capital político enorme (cayó de 80 % de apoyo en diciembre del 2015, apenas ganadas las elecciones parlamentarias hasta menos del 15% en marzo de 2017), ahora se dispone a reestructurarse ella misma y en las mejores escuelas de administración del mundo deben estar pendientes. La arremetida internacional no logró que la oposición lograra concretar su prometido levantamiento popular contra el gobierno, y apenas insinuó alguna que otra acción callejera aislada y una escuálida concentración, bien cubierta por medios nacionals y extranjeros, claro. Como dice Gerardo Szalkowicz, a la desestabilización le sigue faltando pueblo. El descontento y el hastío por esta difícil cotidianeidad no parecen dar consenso para una salida violenta o una intervención externa. Por ahora. Henrique Capriles Radonsky es el eter.Pareciera que tampoco Washington tiene definido qué candidato le conviene para la transición con la que sueña, y allí aparece recurrentemente el nombre de Lorenzo Mendoza, el dueño de la mayor empresa del país -Polar-, que repite desde hace años que él no quiere ser presidente, pero…

Cuadro político, cuadro económico El analista Leopoldo Puchi señala que, de avanzarse en el proceso de diálogo, es probable que se produzca una alternancia y que el candidato de la oposición se convierta en Jefe de Estado. De no concretarse estas negociaciones, será difícil que la alternancia tenga lugar, porque


supondría, para quienes están hoy en el Gobierno, consecuencias equivalentes al derrocamiento por la vía de un de golpe militar: destierro del sistema, exclusión de las instituciones y hasta un posible aniquilamiento. Más allá de las elucubraciones políticas, los resultados electorales de 2018 estarán determinados esencialmente por los efectos del cuadro económico sobre las condiciones de vida de la gente, máxime cuando el respaldo electoral al sector gubernamental se ha venido deteriorando de manera persistente por el descontento que han generado la escasez y el aumento de los precios de los bienes y servicios, lo que impide que sean cubiertas las necesidades básicas de la población, en particular las de alimentación. Las dificultades económicas por las que atraviesa el país tienen que ver con el descenso de los precios del petróleo y con acciones de la denominada guerra económica en la que se inscriben acciones de boicot en el sistema financiero internacional y prácticas comerciales ilícitas como la especulación y el contrabando, junto a los sistemáticos y continuos errores en la conducción de las líneas macroeconómicas, que incluyen elementos fiscales y monetarios y, de manera fundamental, las políticas cambiarias. En la actualidad solo hay 5 partidos legales: tres son muy pequeños y quedaron en pie debido a prácticas poco honestas de sus patrocinantes. Los otros dos son el PSUV y la Mud que está en manos de 5 personas que presentaron la tarjeta ante el Consejo Nacional Electoral, que ha llamado a la reafiliación, que no solo caerá sobre la oposición sino también en el Gran Polo Patriótico, donde el Partido Comunista y Redes están a punto de convertirse en víctimas de la medida

La traición La falta unidad y las acusaciones de traición están a la orden día. El que tiró la

primera pirdra fue el presidente Nicolás Maduro que denunció que “tendencias reformistas de derecha, algunas encabezadas por traidores abiertos, y tienen asesores de marketing y mucho dinero detrás… (…) ¡Alerta, bolivariano, que a Nicolás Maduro le quieren meter una puñalada por la espalda traidores de nuevo cuño para asumir un proyecto reformista para entregar la Revolución bolivariana al capitalismo internacional!” En vez de ubicar las causas y condiciones que permiten comprender y explicar la actual “crisis de gobernabilidad popular” se construye fundamentalmente una narrativa de “ataques y traiciones” como contradicción principal, hecho que elude las responsabilidades propias y los factores de debilidad interna del movimiento bolivariano, popular y revolucionario, en un cuadro complejo que no deja de reconocer que estamos en una situación de “guerra política”, con aristas de sabotaje económico y presiones internacionales inocultables, señala el sociólogo Javier Biardeau.. Desde tiempo atrás se sabe que el monolítico cuerpo político estructurado por Hugo Chávez había dejado de ser todo eso. Los corrillos políticos hablan de una fuerte puja interna por el poder, pero también por el financiamiento. Los cambios permanentes de gabinete –reincorporando a miembros de la familia Chávez- parecen conducir a Maduro a rodearse con sólidos aliados, mientras Diosdado Cabello, Aristóbulo Istúriz, Elías Jaua, Alcalá Cordones, transitan por otras veredas. ¿Qué ocurre cuando el arma que antes se utilizó para limpiar la maleza al régimen anterior empieza a talar las raíces del movimiento popular?, se preguntan Chris Gilbert y Cira Pascual desde la Escuela de Cuadros. En el momento en el que el auge popular de una revolución entra en declive, abundan los fantasmas que ésta evocó, ahora peleando no por los ideales revolucionarios sino por el poder en sí.

“Evidentemente no podemos ver con indiferencia este estrepitoso ocaso de los ídolos bajo la suposición de que, con la caída de las máscaras, se desataría un nuevo impulso revolucionario”, añaden. Y el tema de la corrupción galopante, la ineficiencia y la ineficacia, que denunciara el propio Chávez, siguen galopando. (Auto) candidatos hay demasiados en el oficialismo. Una nueva candidatura de Maduro llevará al fracaso al PSUV: el 58% de los ciudadanos considera que su salida del poder es la solución a todos los problemas que atraviesa el país, según una encuesta de Hinterlaces. Hay quienes quieren apoyar a una mujer, la esposa del presidente y exparlamentaria, Cilia Flores (a quien sindican como cabeza de las decisiones de la Sala Constitucional), aunque ahora le saliera competencia de la Fiscal General Ortega Peña; otros al alcalde caraqueño Jorge Rodríguez o el vicepresidente Tarek El Aissami. Distanciados de Maduro están “presidenciables” como Diosdado Cabello, Istúriz, Jaua, pero ninguno aparece con fuerza suficiente. Más alejados, dentro de lo que podría calificarse como chavismo no madurista (fuera del PSUV) están ex ministros de Chávez (Jorge Giordani, Héctor Navarro , Ana Elisa Osorio, Gustavo Márquez) junto a Marea Socialista. El debate está instalado en el chavismo, quizá no en la cúpula del gobierno ni en los consejos de sus asesores externos. “La falta de discusión se debe a que se ha ido reduciendo en los hechos la trama de la democracia revolucionaria. Esta situación es una oportunidad para el debate, para preguntarnos qué estamos construyendo, si nos acercamos a la idea de democracia que imaginamos o si por el contrario retrocedemos a concepciones que nos habíamos planteado superar”, señala la organización popular Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora. Mientras, las Fuerzas Armadas se han mantenido silentes.


OEA: ¿De qué democracia hablamos?

Javier Tolcachier Los hipócritas de siempre levantan su voz moralista contra el gobierno de la Revolución Bolivariana en Venezuela. Lo acusan de romper las reglas de la democracia. De obviar la autonomía de poderes y de otras atrocidades que el sentido común va absorbiendo a fuerza de pantalla y titulares delincuenciales. Ya no dirán que en un acto valiente, siguiendo las inquietudes de la Fiscal General del Ministerio Público Luisa Ortega Díaz, el Tribunal Superior de Justicia rectificó, con nuevas sentencias, aquéllas que le otorgaban temporalmente la potestad de legislar ante una Asamblea Nacional en estado irregular y la que quitaba la protección de fueros a los integrantes de dicha Asamblea. No lo dirán porque tan sólo interesa lo que sirva para demonizar… e intervenir. Tampoco explican estos prestidigitadores de la verdad, que las sentencias cuestionadas se fundamentan – así lo indica la sentencia 155 – en que “El llamamiento realizado por los diputados de la MUD en la Asamblea Nacional a que organismos internacionales y otros países intervengan en los asuntos internos y apliquen sanciones en contra de nuestro país constituyen actos de Traición a la Patria, delitos tipificados en el Código Penal Venezolano y así lo reconoció la Sala en su decisión.” ¿Qué Estado permitiría que uno de sus poderes acuda a estados extranjeros para que tomen medidas en su contra? ¿O que dirigentes se reúnan con mandatarios y secretarios para solicitar el derrocamiento anticonstitucional de su presidente? La oposición ha indicado que las sentencias ahora rectificadas tenían como motivo real que el Tribunal legitime contratos que según la Constitución deben pasar por el Congreso. Según información de Reuters del 31 de Marzo, la petrolera rusa Rosneft facilitaría préstamos necesarios para hacer frente a pagos de

la deuda externa, a cambio de crudo. Y estas transacciones “de interés nacional” deben ser aprobadas por el Congreso, en situación completa de bloqueo hacia medidas de gobierno vitales para el funcionamiento económico. ¿Con qué derecho se critica a un estado soberano que intenta cumplir con obligaciones contraídas? Si no lo hiciera, se lo criticaría por faltar a su palabra. Peor aún, ¿con qué derecho se acusa a un estado que depende en buena medida de sus ingresos petrolíferos de querer garantizar el flujo de recursos necesario para su economía? ¿Sería moral sucumbir a la extorsión de una oposición empeñada desde el mismo día de la elección de Nicolás Maduro en hacer caer su gobierno? ¿Es eso el fundamento de la democracia? La pregunta por el derecho no tiene respuesta. Pero sí la tiene si se pregunta por el interés de los que acusan. No están movidos por el bienestar de una población “en crisis” como suelen argumentar, sino por el deseo de estrangular la economía venezolana creando un cerco financiero. Los motiva cortar la conexión de recíproco interés con “los rusos”, avivando motivos extraídos del libreto de la guerra fría. Los mueve el deseo de recuperar el estado puntofijista que perdieron. Los impulsa el anhelo imperialista, cuya fascinación macabra por el supuesto “destino manifiesto” de los EEUU hace pisotear los derechos y los destinos de los demás. Esta irracionalidad manifiesta, lejos de ampararse en legalidad y designio democrático alguno, conecta – en versión puritana – con la maldición divina de hacer del pueblo de Israel una colectividad “elegida”, condenándolo en perspectiva histórica a una diferenciación perenne. No por nada el país mediooriental es su principal aliado y su comunidad, una de las más influyentes en las finanzas y la política de los EEUU. Pero, ¿por qué motivo calificamos a

los gobiernos cuestionadores de la Revolución Bolivariana como hipócritas? ¿De qué democracia hablan? 20 países han convocado una reunión urgente en la OEA sobre “la situación en Venezuela”. Más o menos los mismos que aprobaron un insolente escarnio público al país caribeño en la sesión del 28 de Marzo, pero no lograron los números (2/3 o 24 naciones) para sancionarlo. La reunión se realizó el lunes 3 transgrediendo todas las formas. En una abierta muestra de golpismo institucional se suplantó al representante de Bolivia Diego Parry, legítimo presidente del consejo a partir de Abril, quien había desconvocado la reunión por inconsulta, por la representante de Honduras. A su vez, la canciller argentina se arrogó la representatividad de los demás estados del Mercosur, no presentes y propuso que la OEA acompañe (tutele) el proceso de “restauración del orden democrático en Venezuela. Nada raro en el contexto de esta organización creada y manejada desde el Departamento de Estado de EEUU. Pero ya que con tal ardor se proclama y exige democracia, observemos lo que sucede en alguno de esos países que frenéticamente reclaman respeto por ella. En Honduras, el presidente Juan Orlando Hernández anunció que buscará un nuevo mandato en las elecciones de 2018. Sin embargo, la Constitución de Honduras en sus artículos 42 y 239 reprueban e impiden que quien haya sido primer mandatario ocupe de nuevo el cargo. Incluso prevé la cesación inmediata del cargo de quien “quebrante esta disposición o proponga su reforma, así como aquellos que lo apoyen directa o indirectamente”, quedando todos ellos inhabilitados por diez años para el ejercicio de toda función pública. Es casi de mal gusto recordar que el parlamento hondureño destituyó a Zelaya en Junio 2009 por promover una


cuarta urna de consulta popular sobre la posibilidad de cambios constitucionales, lo cual la oposición interpretó como ambición de reelección. Hablando de reelecciones, enmiendas constitucionales y componendas parlamentarias, en el Paraguay – otro de los promotores de sanciones contra Venezuela en OEA y Mercosur - también está prohibida la reelección. Sin embargo una mayoría de 25 senadores aprobaron un proyecto de enmienda constitucional para posibilitarla. Según el periódico La Nación de Paraguay, la sesión durante la cual se aprobó la iniciativa se llevó a cabo en una oficina para obviar la oposición del presidente del Senado en el recinto del Congreso. El mismo grupo modificó el martes pasado el reglamento interno de la Cámara para permitir que cualquier proyecto de ley se analizara rápidamente. Hablar de componenda y de corrupción parlamentaria es retratar la situación de Brasil. Prueba breve de ello es la reciente condena a quince años de prisión a Eduardo Cunha, ex presidente de la Cámara de Diputados y agente número uno del juicio político a la presidenta electa Dilma Rousseff. Los delitos cometidos incluyen el soborno, el lavado de dinero y la evasión fiscal. Para una imagen completa, el diario chileno El Siglo informaba en nota del 26/5/2016 que de 513 diputados que votaron por sacar a Dilma, 303 están procesados o condenados y que un 55% de los miembros del Senado están investigados por delitos financieros y comunes. Y la referencia a un medio chileno no es fortuita. Resonantes han sido en ese país los casos de financiamiento directo de parlamentarios, soborno de funcionarios, emisión de comprobantes fiscales falsos y otras delicatesen a cambio de políticas favorables a los grandes consorcios financieros, industriales y mineros como Caval, Penta Corpesca. Una lista detallada de las finezas de los principalísimos de la política chilena puede encontrarse en el artículo “La pequeña lista del Chile Corrupto, desde la Dictadura hasta nuestros días” en el sitio de Radio del Mar. Otro gran crítico de la situación de la democracia y los derechos humanos en Venezuela es México. Con respecto a estos últimos, es imposible comentar nada que no sea de público conocimiento respecto a las diarias violaciones de los Derechos Humanos en ese país. En términos de corrupción política, bastaría con hacer referencia a la potestad de gobierno del partido PRI durante 70 años y las dictaduras feudales instaladas en casi todos los Estados componentes. A simple título de actualización, relata la agencia Bloomberg, que una pieza esencial en la victoria electoral de Enrique Peña Nieto fue el hacker colombiano Andrés Sepúlveda, quien robó estrategias de campaña, manipuló redes sociales e instaló spyware en sedes de campaña de la oposición. Y qué decir de la construcción de imagen que hicieron los monopolios mediáticos Televisa y Azteca para posibilitar ese triunfo. En Guyana, otro de los países promotores de la “reunión especial”, en 2015, el entonces presidente Donald Ramotar disolvió el parlamento para evitar una mo-

Luis Alfonso de Alba (México) y la canciller argentina Susana Malcorra, articuladores de la decisión ción de desaprobación de su gobierno. mocracia desde su propia historia, hasta En la Argentina de Macri, el nuevo hace muy poco tiempo pisoteada por un adalid del republicanismo, se gobierna modelo de estado foráneo. mediante decretos ignorando leyes viPero la mejor pregunta que podemos gentes, como la de servicios de comu- hacernos es sobre el tipo de democranicación audiovisual o la obligación de cia que queremos. Preguntarlo puede convocar a paritaria nacional docente. ayudar a superar el estado de confusión La justicia es maniobrada para perse- mediatizada en el que obscenas mentiguir (o proscribir) candidatos peligro- ras prevalecen por sobre todo apego a sos como la ex presidenta Fernández de la verdad. Más todavía, todo ello puede Kirchner. Un expediente similar al que colaborar a un necesario debate sobre en Brasil se utiliza para evitar que Lula una forma de institucionalidad política pueda ser candidato en 2018. En la pro- que desde sus conflictivos inicios, entre vincia de Jujuy se ha encarcelado a Mila- el siglo XVII (Inglaterra) y XVIII (Frangro Sala y otros militantes sociales para cia, EEUU), siempre fue combatida con impedir la oposición popular. distintos argumentos por el poder, moEn Colombia, este sábado el Centro nárquico-eclesial-aristocrático primero, Democrático, partido del ex presidente latifundista-oligárquico después, finalÁlvaro Uribe, realizó en 20 ciudades una mente corporativo-financiero en la acmarcha contra la corrupción del gobier- tualidad. no. Fue una marcha pacífica, porque naDemocracia imperfecta y en proceso die pudo tirar la primera piedra. histórico, que tardó un largo tiempo en ¿Y qué hay del gran país del Norte, de- abolir la esclavitud e incluir a las mujeres fensor a sangre y fuego del orden demo- como sujetos activos de la comunidad. crático, aunque los países bombardeados Democracia que durante largo tiempo queden en ruinas y absoluto caos? En estuvo confinada a los reducidos ámbiese país, el tráfico de influencias es legal. tos de los hombres de negocios y apenas El lobby de las grandes corporaciones en el siglo pasado logró conquistar uno sobre los parlamentarios es la práctica de sus requerimientos mínimos, el voto ordinaria que garantiza que todo quede universal. Democracia que desde entonencarrilado de acuerdo a las apetencias ces balbuceó entrecortada por regímeempresariales. De modo similar, el di- nes militares y por el aplastamiento de nero invertido en uno u otro candidato la compra de votos, de la persecución popresidencial en las sucesivas rondas que lítica, de las prometedoras mentiras de debe atravesar es el que define cuál de campaña y las subsiguientes traiciones los postulantes es el más indicado para al mandato. Democracia que hoy está defender los intereses de los aportantes. acorralada por el poder de la propagan¿Democracia? Sólo en los cuentos de ha- da que sofoca todo intento de genuino das de Walt Disney y las producciones intercambio de ideas. Democracia que cinematográficas de Hollywood. hoy sufre la manipulación de las signiEl modelo bolivariano, junto con el ficaciones y el desgaste que consultores modelo boliviano de democracia, por el mercenarios generan mediante campacontrario, han incorporado un elemento ñas sucias, provocando en las poblaciomuy interesante, esencial para la demo- nes el efecto de hastío y desidia política. cracia. Este elemento es la participación Seguramente que intereses ajenos al popular. En el caso venezolano, se ha bienestar de las mayorías, lejos de coopecomenzado a construir un poder comu- rar, no hace sino dificultar la profundinal, que delibera y decide sobre una gran zación democrática. La enorme concencantidad de temas ligados a la mejora tración de poder económico y mediático de la calidad de vida de los ciudadanos en manos corporativas es lo primero que involucrados. En el caso boliviano, esta habría que discutir si se quiere hablar participación adquiere ribetes cultura- honestamente de democracia. ¿Se habiles, posibilitando que las comunidades litará también una sesión en la OEA para ganen autonomía y puedan ejercer de- hablar de eso?


Si el Gobierno mejora el abastecimiento... Leopoldo Puchi

La burguesía venezolana

no aprende Mario Sanoja Obediente

El acaparamiento, la especulación y la usura son los pecados capitales que caracterizan el surgimiento del sistema capitalista venezolano, potenciados a partir del auge de la explotación del petróleo en la década de los años 30 del siglo pasado. A partir de 1940, el gobierno progresista del presidente Medina Angarita aprobó la Ley Petrolera del 50/50 que obligaba a las transnacionales petroleras a repartir por mitad con el gobierno nacional las ganancias de la explotación y venta del petróleo. Aprobó una Ley de Tierras que promovía la reforma agraria, rechazada por los empresarios y latifundistas. El gobierno medinista legalizó el Partido Comunista Venezolano y estableció las relaciones diplomáticas con la Unión Soviética, decisiones que enfurecieron tanto al gobierno estadounidense como a las mafias de comerciantes, empresarios y latifundistas que lo apoyaban. Desde 1940 estos utilizaban la táctica de acaparar y esconder los productos de primera necesidad con el objetivo de hacer presión sobre el pueblo venezolano para acosarlo por la vía del hambre y hacer que se rebelara contra el gobierno medinista. El gobierno decidió en 1944, año de la creación de Fedecámaras, acometer las primera acciones para enfrentar el acaparamiento y la especulación que se habían convertido en el arma económica de la burguesía, enquistada en aquélla, para chantajear su gestión. Así surgió la Comisión Nacional de Abastecimiento con competencia para regular y controlar el transporte, los alquileres y el comercio interior, con atribuciones para fijar precios, al mayor y al detal en los artículos de primera necesidad. En 1947 luego del golpe de 1945, la Junta Revolucionaria de Gobierno, presidida por Rómulo Betancourt, aprobó una Ley Contra el Acaparamiento y la Especulación promovidos por la burguesía, Ley que contemplaba delitos económicos y sanciones penales contra los acaparadores y especuladores. Los desplantes populistas del primer gobierno de Carlos Andrés Pérez reactivaron el golpismo económico de la burguesía comercial por lo cual se aprobó en 1974 la Ley Antimonopolio y de Protección al Consumidor, que no tuvo mucho éxito. Jaime Lusinchi creó la Comisión Nacional de Costos, Precios y Salarios, para controlar el valor de los productos de consumo básico sin que ello tampoco tuviese éxito para frenar la voracidad de la burguesía comercial venezolana. En 1992, el gobierno de Carlos Andrés Pérez II, decretó la Ley de Protección al Consumidor de la cual surgió el Instituto para la Defensa y Educación del Consumidor. El presidente Rafael Caldera, mediante una Ley Habilitante, decretó el control de cambio para enfrentar la crisis económica y social. Como consecuencia se desató una inflación anual de 104% , se devaluó la moneda y se deterioró gravemente la calidad de vida de las y los venezolanos. Este proceso progresivo de degradación, económica y social fue clave en 1998, para la elección de Hugo Rafael Chávez Frías como presidente de Venezuela. Finalmente, la burguesía venezolana, aliada con la CTV, la Iglesia Católica y sectores militares, formada para favorecer la escasez, el acaparamiento y la inflación, decidió combatir las leyes progresistas revolucionarias con el golpe de Estado del 11 de abril de 2002. En 2017 para derrotar el golpismo burgués los CLAP deben integrarse al proyecto de sociedad comunal.

Si el Gobierno mejora el abastecimiento y detiene el incremento de precios recuperará su base electoral y competirá con éxito en las presidenciales de 2018 La evolución de la situación política del país tendrá un momento decisivo en las presidenciales de 2018. De avanzarse en el proceso de diálogo, es probable que se produzca una alternancia y que el candidato de la oposición se convierta en Jefe de Estado. De no concretarse estas negociaciones, será difícil que la alternancia tenga lugar, porque supondría, para quienes están hoy en el Gobierno, consecuencias equivalentes al derrocamiento por la vía de un de golpe militar: destierro del sistema, exclusión de las instituciones y hasta un posible aniquilamiento. Ahora bien, aparte de las consideraciones políticas, los resultados electorales de 2018 estarán determinados esencialmente por los efectos del cuadro económico sobre las condiciones de vida de la gente. Como se sabe, el respaldo electoral al sector gubernamental se ha venido deteriorando de manera persistente por el descontento que han generado la escasez y el aumento de los precios de los bienes y servicios, lo que impide que sean cubiertas las necesidades básicas de la población, en particular las de alimentación. Las dificultades económicas por las que atraviesa el país tienen que ver con el descenso de los precios del petróleo y con acciones de la denominada guerra económica en la que se inscriben acciones de boicot en el sistema financiero internacional y prácticas comerciales ilícitas como la especulación y el contrabando. Pero también hay que señalar, como un aspecto de mucha importancia, los errores en la conducción de las líneas macroeconómicas, que incluyen elementos fiscales y monetarios y, de manera fundamental, las políticas cambiarias. El control de cambio de las divisas, extendido más allá de un período prudencial para evitar las fugas, ha generado un gran desorden en la formación de precios, ha limitado el crecimiento de la producción nacional, afecta la inversión petrolera y es el pasto de un incontrolable enriquecimiento ilícito. De no variarse la política cambiaria, ya sabemos quiénes tendrá las de ganar en 2018. Por supuesto, no hay una medida mágica de estabilización, como se sugiere muchas veces al proponerse la liberación brusca del mercado del dólar. En realidad se requiere de una política integral que contemple un manejo adecuado de la emisión de moneda y, sobre todo, de decisiones fiscales en las que se amplíe la recaudación de impuestos y se ajuste el gasto público sin afectar la distribución social del ingreso. Solo en la medida en que el gobierno nacional logre articular este conjunto de decisiones, que a su vez permitirán incrementar la producción, mejorar el abastecimiento y detener el incesante incremento de precios, el sector gubernamental logrará recuperar su base electoral y competir con posibilidades de éxito en los comicios presidenciales de 2018. De no alcanzar ese objetivo, perdería las elecciones y habría una alternancia en el Ejecutivo, la que tendría que organizarse en el marco de una negociación que garantice la cohabitación futura y mecanismos de convivencia. -


Cinco reflexiones sobre el golpe (desinformativo)

Gerardo Szalkowicz-Nodal En estos días Venezuela volvió al centro de la escena mundial. Se dice que hubo un golpe. Sí, un descomunal golpe desinformativo. La gran prensa cartelizada, de la mano del establishment político internacional, se articuló en un coro uniforme para desatar una nueva ofensiva contra el cuco del siglo XXI: la Revolución Bolivariana. La matriz del “golpe de Estado” o el “auto-golpe” se instaló sin fisuras, con total impunidad. Lo mismo que la ridícula y repetida afirmación de que “Maduro disolvió el Congreso”. La militancia reaccionaria 2.0 hizo su parte en las cada vez más influyentes redes sociales y hasta personalidades de izquierda compraron el pescado podrido. Más allá de lo acertada o desafortunada jugada del Tribunal Supremo de suplir facultades de la Asamblea Nacional por estar en desacato desde hace más de un año, medida revertida en la noche del viernes, el nuevo culebrón (anti)venezolano deja algunas lecciones para repensar el complejo escenario que se viene. 1) La presión internacional nuevamente como estrategia central. La derecha venezolana y sus amos del poder trasnacional han venido desplegando múltiples estrategias en estos 18 años para tumbar al proceso bolivariano. No lo han logrado ni por las buenas ni por malas. En los últimos cuatro años le acertaron con el plan del sabotaje económico, provocando un descalabro vía inflación inducida y desabastecimiento

que –sumado a la poca eficacia del gobierno y al desplome de los precios del petróleo- viene golpeando con fuerza a la base social chavista. Otro recurso al que siempre apeló la oposición fue la búsqueda de auxilio en la “comunidad internacional”. El episodio reciente demuestra que este factor será cada vez más determinante: la correlación de fuerzas ya no es la misma, la derecha regional recuperó la hegemonía y al gobierno de Maduro le quedan pocos aliados. Se evidencia en la suspensión del país del Mercosur, en la coalición intervencionista que avanza en la OEA, con Luis Almagro como director de orquesta, y en el desfile de voces anti-bolivarianas que retumbó por estos días. El mapa continental cambió. Y el asedio externo se vuelve más eficaz. Maduro deberá tomar nota de esto, como lo hizo la dirigencia opositora. A falta de cohesión interna y con escaso respaldo popular, una veintena de sus líderes ha salido del país en los últimos días a mendigar una intervención extranjera que pueda suplir lo que no consiguen por fuerza propia. 2) La encrucijada del choque de poderes. La distorsión informativa y la campaña de demonización obligan a seguir aclarando: la decisión del máximo tribunal –insistimos, al margen de su pertinencia políticaera legal, temporal y ajustada a derecho. No hubo quiebre del hilo constitucional ni disolución del Parlamento. Y se dio porque el Poder Legislativo, de mayoría opositora, se encuentra en situación jurídica de desacato desde el 5 de enero de 2016, luego de

juramentar a tres diputados del estado Amazonas impugnados por la Justica por irregularidades en su elección. Como la oposición no dio marcha atrás (con esas bancas lograba la mayoría absoluta), todas las acciones legislativas perdieron validez. Acciones que estuvieron más dirigidas a desestabilizar que a legislar, como el intento de destituir a Maduro declarando su supuesto “abandono de cargo” (¿alguna queja internacional por ese intento golpista?) o la aprobación de un acuerdo pidiendo la intervención de la OEA y la aplicación de su Carta Democrática. El Tribunal Supremo buscaba con esas sentencias desenredar las trabas institucionales impuestas por la parálisis legislativa, sobre todo en lo que tiene que ver con autorizaciones para la firma de convenios e inversiones extranjeras. Evidentemente la presión internacional y el rechazo de la fiscal general Luisa Ortega Díaz llevaron a desandar la iniciativa. Muchos opinólogos y sesudos analistas dejaron en evidencia su total desconocimiento de las particularidades del andamiaje institucional venezolano, reformulado desde el proceso constituyente y la Carta Magna de 1999. Así y todo, esta controversia entre poderes va derivando en un complejo atolladero institucional que el gobierno deberá encauzar con otras fórmulas. 3) Un apoyo local muy escuálido. La arremetida mediática y diplomática internacional no tuvo su correlato en el siempre anhelado y nunca concretado levantamiento


Moreno: AN en desacato no puede remover magistrados

popular contra el gobierno. Mientras se multiplicaban los titulares y las editoriales apocalípticas, la oposición venezolana apenas lograba generar alguna que otra acción callejera aislada y una flaca concentración, siempre en las zonas urbanas de clase media-alta, sin poder capitalizar, al menos hasta ahora, el viento a favor de la presión internacional. Como pasó otras veces: a la desestabilización le sigue faltando pueblo. Esto no implica que el clima social sea el mejor ni que se hayan resuelto los problemas derivados de la “guerra económica”. Pero el descontento y el hastío por esta difícil cotidianeidad no parecen dar consenso para una salida violenta o una intervención externa. 4) La hipocresía en la actual geometría regional. La OEA realizó una sesión extraordinaria la semana pasada para discutir la situación en Venezuela y lo volverá a hacer en estos días. Lo mismo hicieron el sábado los cancilleres del Mercosur (incluido el “progresista” uruguayo). Los gobiernos neoliberales de la región dicen estar muy preocupados por la población venezolana, que según los informes de la ONU sigue tendiendo mejores indicadores sociales que casi todos los países de la región. Pero nada se dice ni se hace, por ejemplo, a propósito de la crisis institucional que vive Paraguay, con un Congreso incendiado literalmente y un dirigente asesinado por la represión policial tras una maniobra legislativa para imponer la reelección presidencial. Ninguna declaración ni reunión de urgencia frente al sistemático asesinato de líderes sociales en Colombia (156 en los últimos 14 meses según la Defensoría del Pueblo). Ni una palabra sobre Honduras, que tiene la mayor tasa mundial de homicidios. Ningún gesto de indignación por México y su récord de fosas comunes y desaparecidos, que desde marzo suman más de 30 mil según cifras oficiales. El mismo silencio histórico de la OEA y los consorcios mediáticos para avalar cada golpe de Estado en América Latina, incluido el que le dieron a Chávez en 2002 cuando sí se disolvieron todos los poderes. Y el mismo libreto con el que expulsaron a Cuba del organismo en 1962. Dan cátedra sobre democracia y derechos humanos quienes ayer nomás bendecían el golpe

parlamentario en Brasil, y más atrás en el tiempo aplaudían y se beneficiaban con las dictaduras latinoamericanas. Ahora vuelven a imponer sus `dictablandas´, pero para eso precisan barrer con los proyectos que elijen un camino de soberanía, y a Venezuela como su principal exponente. 5) El debate de fondo: qué democracia se fortalece. Las discusiones sobre este choque de poderes públicos en Venezuela quedaron circunscriptas al aparato estatal formal, al Estado burgués que la transición hacia el socialismo bolivariano supuestamente debería ir superando mientras construye la nueva institucionalidad. Un nuevo Estado que se va prefigurando en las Comunas y sus lógicas de auto-gobierno pero también en iniciativas como el Parlamento Comunal, creado en diciembre de 2015 y menospreciado por el gobierno en este conflicto. Por ahí pasan también los debates internos del chavismo. Dice en un comunicado reciente la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora (CRBZ), principal organización popular venezolana: “¿Cómo concebimos el modelo de democracia que queremos construir? Sabemos que es más que representativa, debe ser fundamentalmente participativa y protagónica. Esto es clave: sin eso se pierde uno de los pilares fundamentales del proceso de transformación en curso. Hoy se discute acerca de la democracia representativa, su curso, la relación entre los poderes, las elecciones por-venir. Pero no se discute sobre la otra, la central, la que nos permitiría construir ese otro país que pensamos”. Siempre bancando el proceso chavista desde una mirada crítica, la CRBZ concluye: “La falta de discusión se debe a que se ha ido reduciendo en los hechos la trama de la democracia revolucionaria. Esta situación es entonces una oportunidad para el debate, para preguntarnos qué estamos construyendo, si nos acercamos a la idea de democracia que imaginamos o si por el contrario retrocedemos a concepciones que nos habíamos planteado superar”. Más que el acecho imperial o el estado de fragilidad de un gobierno, por ahí va el peligro mayor que enfrenta hoy la revolución bolivariana: la posibilidad de quedar paralizada por sus propias contradicciones.

El presidente del Tribunal Supremo de Justicia, magistrado Maikel Moreno, advirtió que en los actuales momentos “carece de legalidad y legitimidad cualquier intento, de la Asamblea Nacional en desacato, de remover a magistrados”. Explicó que el procedimiento para ello está contenido en la Carta Magna y se inicia con la intervención del Poder Ciudadano, es decir, la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, el defensor Tareck William Saab y el contralor Manuel Galindo. “No existe posibilidad alguna que en el marco del orden constitucional se le permita al Parlamento tomarse atribuciones que corresponden exclusivamente al Poder Ciudadano”, indicó el magistrado aludiendo al eventual juicio anunciado por la Asamblea Nacional contra los siete magistrados de la Sala Constitucional. Moreno aclaró que el artículo 265 de la Carta Magna que faculta al Poder Ciudadano para calificar las faltas graves de los miembros del TSJ. “Esa norma es legible, concisa y no da lugar a interpretaciones”, destacó Moreno. Son tres los requisitos que establece la Carta Magna para calificar la falta grave y remover a un magistrado, informó el presidente del TSJ. “El primero de ellos, es que exista un voto favorable con mayoría calificada de las dos terceras partes de los integrantes del Parlamento. Por obvias razones carecen de este quorum lo que impide que cuenten con el primero de los requisitos”, precisó el magistrado. “En segundo lugar, deben cumplir con el debido proceso y el derecho a la defensa, lo que igualmente es inexistente en este procedimiento írrito de la AN, porque de ninguna manera han presentado solicitud alguna al Poder Ciudadano, muy especialmente al Consejo Moral Republicano para que aperture y de inicio a una investigación que permita calificar como grave, la falta de un Magistrado”, indicó. Y como tercer requisito, Moreno refirió el informe que debe ser presentado ante la AN por los tres integrantes del Poder Ciudadano. “Solo queda del Parlamento someterse a la Constitución para que sus actos sean válidos, poniendo fin al desacato y rigiéndose estrictamente a lo que señala la Carta Magna”, recalcó Moreno quien alertó que la AN se encuentra hoy “en la peligrosa circunstancia de pasar del desacato, a derogar de facto la Constitución y es deber del Tribunal Supremo conforme lo establece el artículo 334 de nuestra carta magna, asegurar la integridad de la Carta Magna”.


La controversia ¿resuelta?

Costo político Maryclen Stelling|

Las recientes sesiones de la OEA sobre la situación venezolana y el debate en torno al informe elaborado por su secretario general, Luis Almagro, ha potenciado la crisis política y ha radicalizado al Gobierno, oposición y actores internacionales aliados de uno u otro grupo político. Ello ocurre en un contexto de reconfiguración de fuerzas políticas en la región. La debilitación y crisis de los gobiernos progresistas y el avance o restauración neoliberal con sus efectos en el proyecto regional de integración. La actual coyuntura política requiere jugar estratégicamente tanto en el tablero nacional como en el internacional. Amerita plantarse en la lógica de las decisiones políticas y actuar a partir de la evaluación de las condiciones reales. Comunicacionalmente demanda un discurso argumentativo con pretensiones de validez y provisto de una “racionalidad” estratégica. Urge la construcción política de significados que doten de sentido las decisiones, más la dinámica confrontacional impone una estrategia discursiva desgastada y reiterativa. Toda acción política tiene una intencionalidad, se sustenta en unos principios y enfrenta el reto de evaluar la situación, los medios y las consecuencias previsibles. Supone elegir consciente y deliberadamente entre alternativas de acción y conocimiento de las consecuencias que conlleva la ruta seleccionada. Sin embargo, la propia crisis, las presiones internas y externas imponen el cortoplacismo, la inmediatez y una limitada evaluación. Proceso decisional que ocurre en medio de una tensa y complejísima realidad, bajo la emergencia de urgencias coyunturales que se desprenden fundamentalmente de la amenaza de aplicación de la Carta Democrática. Las acciones se debaten entre la racionalidad instrumental y la invocación de valores-justicia, libertad- democracia, conjuntamente con decisiones que parecen contradecir lo invocado. Se potencia el conflicto entre órganos del Poder Público Nacional, con la entrada al terreno de la Fiscalía General de la Nación señalando “ruptura del orden constitucional”. En respuesta el Presidente convoca el Consejo de Defensa de la Nación para resolver impase entre Poderes. Ante tal escenario incierto y de alto riesgo, se descuida la evaluación del costo político y las consecuencias de decisiones y medidas.

Justicia constitucional Beltrán Haddad|

La decisión de la Sala Constitucional del TSJ es la expresión de lo que es el constitucionalismo en los nuevos tiempos. Algunos se preguntan: ¿Y qué legitimidad tienen los jueces o magistrados para invadir decisiones de un legislador? Por ahí alguien se rasgó las vestiduras y calificó el fallo de “dictadura judicial”. Por supuesto, apartó a un lado el golpe de abril de 2011, la juramentación de Carmona y aquel discurso que suspendió de sus cargos a diputados y diputadas de la Asamblea Nacional y a magistrados y magistradas del Tribunal Supremo de Justicia, al Fiscal General, al Contralor y al Defensor que ya estaba preso. Hoy los tiempos son otros, aunque los actores de la acera de enfrente sean los mismos. La teoría constitucional dejó a muchos atrás y asoma, sin lugar a hesitaciones, la primacía de la Constitución y un mecanismo de control jurisdiccional de la constitucionalidad de los actos de cualquier poder o de las leyes. Es lo que se conoce como “garantía jurisdiccional de la Constitución”. Este último ingrediente es el que los hace pensar en dictadura judicial para no advertir que hay derechos básicos que se hacen indisponibles para los legisladores en un Estado constitucional de Derecho, distinto al Estado legislativo. Ahí está la explicación de la justicia constitucional frente a una actuación antinacional que nos causa indignación. Eso explica que ante una Asamblea Nacional en desacato y, por consecuencia, en situación de omisión legislativa, la Sala Constitucional declara de mero Derecho la nulidad de un acto írrito llamado “Acuerdo sobre la Reactivación del Proceso de Aplicación de la Carta Interamericana de la OEA, como mecanismo de resolución pacífica de conflictos para restituir el orden constitucional en Venezuela”. ¿Quién se va a creer esa farsa de la aplicación de la Carta de la OEA para resolver la pugna política entre oposición y Gobierno? Los únicos que han perpetrado rupturas del orden constitucional son sectores opositores con sus conspiraciones, de acuerdo con otro país, contra nuestras instituciones; son los mismos del golpe de abril de 2011, del paro petrolero, de las guarimbas y sus muertos, de la guerra de acaparamiento y especulación de alimentos para caotizar el país y llevarlo, junto a la perversa inflación, al “golpe suave”. Ahora piden intervención. ¿Son o no son traidores a la patria? Consulten, por favor, al doctor Código Penal.


“Era inevitable la reacción exterior”

¿Golpe? Más bien se trata de evitarlo Marcos Roitman Rosenmann-La Jornada

Eleazar Díaz Rangel, UN| La Cancillería no había terminado de explicar nuestra victoria en la OEA, nada fácil, pues hasta medios locales se la atribuyeron a Almagro, ni de valorar la dignidad de los votos de República Dominicana, El Salvador y Haití, pese a las descaradas presiones y amenazas de EEUU, cuando la Sala Constitucional del TSJ sentenció que en la práctica, las funciones del Poder Legislativo pasan a ser materia suya o de quien asigne, pero que la Fiscal General, que acumulaba lo que consideró “violaciones constitucionales”, denunció como “ruptura del orden constitucional”. Era inevitable la reacción exterior, particularmente en los países latinoamericanos, como en efecto ha sucedido. La ofensiva desde EEUU y de la derecha continental, con el cerco mediático de las poderosas agencias noticiosas y no menos influyentes medios, puede mostrarse más activa en los próximos días y desbordará los límites de la OEA. Mientras, en una nueva experiencia de la falta de apoyo popular, la calle no ha atendido el llamado de la oposición para “que el pueblo nos acompañe” en la denuncia de lo que ha considerado un golpe de Estado, como si no supieran lo que es un golpe. El presidente Maduro tuvo una ponderada intervención el viernes por la noche, y convocó al Consejo de Defensa Nacional, en cuya reunión acordó exhortar al Tribunal Supremo de Justicia a revisar las sentencias 155 y 156 de la Sala Constitucional que justificó “mientras persista la situación de desacato y de invalidez de las de las actuaciones de la Asamblea Nacional”, y que originaron esta controversia. Aunque esa exhortación no la hizo directamente a la Sala Constitucional, que de acuerdo a la Constitución (art 336) es a la que corresponde “Resolver las colisiones que existan entre diversas disposiciones legales y declarar cuál debe prevalecer” (numeral 8) y “Dirimir las controversias constitucionales que se susciten entre cualesquiera de los órganos del Poder Público” (numeral 9). Finalmente fue esa Sala la que ayer anunció formalmente la supresión de las partes de su controversial sentencia que, además de la reacción opositora, y de algunos países, llevó a la fiscal Luisa Ortega Díaz a dar su no menos controversial denuncia de ruptura del orden constitucional. Aunque no está claro para mí si esa Sala podía revisar su propia sentencia, el caso es que ayer la Sala en pleno informó al país la supresión de aquellas decisiones que generaron las mencionadas reacciones, lo que, en el fondo, significa que la Fiscalía tenía razón.

Mientras se urde el plan para dar la puntilla al orden constitucional en Venezuela, se hacen públicas las conversaciones mantenidas entre el almirante Kurt Tidd, a la sazón comandante en jefe del U.S. Southern Command, con sede en Miami, y el actual secretario general de la OEA, en enero de 2016, Luis Almagro. El objetivo es coordinar la acción de los organismos regionales con un fin: dinamitar el poder legítimo del gobierno encabezado por Nicolás Maduro. Servicios de inteligencia, organizaciones no gubernamentales, corporaciones privadas de comunicación, prensa radio, televisión y redes sociales deben entrar en sincronía y asestar el golpe definitivo. ¿Cuál? Inaugurar un Estado paralelo, encabezado por el Parlamento, en manos de la oposición. La labor inmediata: sentar las bases para hacerlo viable. La estrategia: tensionar el Poder Judicial, desacreditar sus resoluciones, obligar al gobierno a tomar medidas de excepción y, de esa manera, justificar la intervención para salvaguardar, curiosamente, el orden constitucional. El centro de maniobras es la embajada de Estados Unidos en Caracas. Allí se han reunido, infinidad de veces, los partidos de la MUD. Sus salones son un hervidero de reuniones. Militantes, empresarios y banqueros acuden a recibir instrucciones. Agentes con destino en América Latina viajan expresamente a vigilar su desarrollo. El contacto es Tenny Smith, militar de alto grado, perteneciente a la agencia de inteligencia para la Defensa, y Rita Buck Rico, adscrita a la sección de asuntos políticos de los servicios exteriores. El tiempo corre, se busca dar un golpe de efecto a escala global. Durante 2016 y los meses transcurridos de 2017 se acelera la campaña internacional de las esposas y dirigentes del MUD pidiendo la libertad de Leopoldo López y otros, condenados por sedición y ser los responsables políticos del asesinato de 43 venezolanos durante las acciones conocidas como La salida. Los viajes financiados por demócratacristianos, liberales y conservadores, entre otros, dan visibilidad a sus pretensiones. Las delegaciones han sido recibidas por alcaldes, parlamentarios e instituciones en Europa y América Latina. España se convierte en la sede exterior para las maniobras inaugurando una emisora de radio y televisión, financiada con donaciones generosas de PSOE, PP, Ciudadanos, PNV, Convergencia de Cataluña y otros. Ex presidentes de gobierno se suman a la trama. José María Aznar, Felipe González, César Gaviria, Uribe, Ricardo Lagos. Es la excusa para que tomen la palabra gobernantes en activo, como el peruano Pedro Pablo Kuczynski. Iniciada la cruzada, le siguen Michel Temer, en Brasil; Mauricio Macri, en Argentina, y Enrique Peña Nieto, en México. Así se crea una atmósfera putrefacta, reforzada después del triunfo de Donald Trump. El liderazgo de todas esas maniobras será cedido cortésmente al gobierno de Peña Nieto. Mientras tanto se prepara una campaña interna, cuyo eje es el Parlamento, hoy en manos de la oposición, que solicita la intervención extranjera, negándose a cumplir su función legislativa, que es: promulgar y desarrollar leyes. La maniobra tiene como finalidad transformar la Asamblea Nacional en Poder Ejecutivo. Luis Almagro, a la sazón secretario general de la OEA, es el elegido para dar credibilidad al plan y transformar dicha acción en objetivo democrático. La fecha acordada: la celebración en marzo de 2017 de la reunión de la OEA. En ella se pediría aplicar la Carta Democrática, suspendiendo a Venezuela como país miembro, recordando un acto similar al acontecido con Cuba en 1962. Almagro, fiel corre, ve y dile del gobierno de Estados Unidos, desplegó toda su fuerza, junto con el representante de México, Luis Alfonso de Alba Góngora, a quien se atribuye el liderazgo del llamado grupo de los 15 países injerencistas. El objetivo: la firma de un documento que incluyera las tres demandas planteadas por la MUD, en complicidad con la OEA y el Comando Sur, para hacer caer el gobierno de Nicolás Maduro, fijar calendario electoral, liberar a los presos políticos y respetar las decisiones de la Asamblea Nacional. La solicitud de condena, desaprobación y aplicación de sanciones, entre ellos bloqueo, aplicación de la Carta Democrática y suspensión, bajo el pretexto de evitar una crisis humanitaria, fracasó estrepitosamente. Las presiones de Estados Unidos y Almagro no dieron resultado. La declaración final supuso en realidad un reconocimiento al diálogo emprendido por el gobierno legítimo de Nicolás Maduro. Este traspié acelera el tiempo de la sedición. Ahora se pasa directamente a desconocer el orden constitucional, negándose, la Asamblea Nacional, en manos de la oposición, a cumplir con las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia y, de paso, bloquear las decisiones que competen al Poder Ejecutivo. Ese es el fondo de la controversia. No hay golpe de Estado, hay desacato de la Asamblea Nacional, en manos de la MUD. Autoinhabilitada para cumplir su función legislativa, el Poder Ejecutivo se ve obligado a tomar sus funciones, mecanismo democrático establecido en la Constitución Bolivariana. El resto es teatro mediático, escenificación y llamado a la desestabilización democrática por los diputados que han traicionado a su país pidiendo la intervención extranjera.


OEA: La declaración de los 14 Mas que advertencia, el informe parece una amenaza

El informe de A Pasqualina Curcio Curcio|

Quienes parecen amenazar fueron los 14 cancilleres que pidieron al gobierno venezolano “Un calendario electoral, la liberación de los presos, políticos y y que se reconozca la legitimidad de las decisiones de la AN”. Entre esos países no está ninguno angloparlante del Caricon, ni Surinam, ni Nicaragua y El Salvador, entre los centroamericanos, y de Suramérica faltan Bolivia, Ecuador y Venezuela, por supuesto, todos los cuales forman una mayoría de mas de 20. Es importante observar que gobiernos que parecían entender la situación que vive el país, pero particularmente las razones del gobierno venezolano en cuanto a las cuestiones expuestas, como podrían ser los de Colombia, Uruguay y México, asumen esas posiciones por dos motivos: primero, por presiones desde EEUU, y luego por la influencia que, en el caso de Bogotá, ejercen fuerzas opositoras venezolanas. En relación a sus peticiones, son todas consignas de sectores de la oposición pero que formuladas desde el exterior podrían considerarse injerencia en nuestros asuntos internos. Veámoslas: el calendario electoral lo anunció, oportunamente el CNE y sigue vigente hasta las elecciones de alcaldes y de gobernadores, auque faltan precisiones; sobre la libertad de los políticos presos, es materia que se examinaba en la mesa de diálogo y se habían producido unos avances, y en cuanto a la legitimidad de las decisiones de la AN, es materia juzgada en el Tribunal Supremo de Justicia, que seguramente podrán cambiarse si la propia AN toma algunas decisiones previas; pienso que es cuestión que ambas partes pueden discutir y resolver. Entretanto, esa declaración refleja que los sectores que en Washington mantienen relaciones con la oposición venezolana, seguirán impulsando medidas y acciones para desestabilizar el gobierno, y desde la OEA en busca de la mayoría que logre, por lo pronto, aplicar la “carta democrática”, que por ironías del destino fue elaborada y propuesta por

Venezuela para frenar cualquier impulso antidemocrático en la región. No cesarán en estos propósitos, y el alto gobierno estará consciente. Lo veremos mañana, cuando la Canciller les hable claro en la OEA. La palabra presidencial A veces me da la impresión de que el presidente Maduro no siempre tuviese idea exacta de los efectos de sus palabras, ni asesores o altos funcionarios cercanos que se le adviertan. ¿Cuantas veces nos ha hablado sobre amenazas de golpes y de conspiraciones?. Y finalmente todo parece disolverse en la nada. Incluso llegó a crear un Comando anti-golpe, revelador del peligro que existe. El pasado martes “señaló que han activado para esta semana nuevas acciones antigolpes “porque las amenazas van mas allá de las declaraciones”. ¿Sabremos algo mas de esas amenazas? ¿Tendremos en los próximos días informaciones que revelen un seguimiento, algunos hallazgos, nombres y planes? Pero cuando habló en la Universidad Bolivariana de los Trabajadores dijo otras cosas que han generado las mayores expectativas y especulaciones. Entonces llamó a estar “alerta con la traición y con los traidores”, denunció que querían “meterle una puñalada por la espalda”, y explicó que “como no han podido (con él) preparan nuevas jugadas con traidores, no los subestimemos con sus tesis reformitas…” ¿Se podrá imaginar el Presidente la cantidad y jerarquía de nombres que se han barajado entre la gente en busca de esos traidores? -El próximo jueves se cumplen dos meses del anuncio del presidente Maduro, según el cual la nueva directiva de Pdvsa, designada el 29 de enero, la “saneará de la corrupción”.Buena fecha para que le informen al país cuantos corruptos han descubierto .

“En la elaboración de la estrategia de los Estados Unidos, se supone que debemos mantener nuestro papel preestablecido de liderazgo imparcial en la OEA. Esto significa limitar la visibilidad de los EEUU en la OEA, jugar nuestro rol detrás de las escenas en la medida en que sea posible. Alentar a los latinoamericanos para que tomen la iniciativa pero, si es necesario, hacerles sugerencias, tomando nuestras propias iniciativas en función de todos los problemas de importancia para nosotros”. (Informe elaborado por el Grupo de trabajo inter-agencial sobre Chile y remitido al Secretario de Estado Henry Kissinger. 4 de diciembre de 1970). El 4 de diciembre de 1970, Henry Kissinger, entonces Secretario de Estado y Director del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), recibió un memorando confidencial de parte del denominado Grupo inter-agencial de Chile. Grupo que fue conformado por instrucciones del Presidente Richard Nixon para elaborar las propuestas de sanciones y presiones en contra del Gobierno de Allende, es decir, para elaborar las propuestas de acciones para derrocar al Presidente de Chile. El memorando contenía un informe de 56 páginas, el cual, de manera detallada presentaba las opciones que podían ser tomadas por el gobierno de los EEUU ante la situación en Chile. Entre los nueve puntos que formaban parte del informe, uno estaba directamente relacionado con la participación de la OEA en los planes para derrocar a Salvador Allende, específicamente el punto 2. Los puntos presentados en el informe fueron: “1) Implicaciones de seguridad de la participación de Chile en el Consejo de Administración de Defensa Interamericano; 2) estudio de opciones de las estrategias de EEUU relacionadas con la futura participación de Chile en la Organización de Estados Americanos; 3) implicaciones legales del comercio de Chile con países comunistas; 4) planes de consultas del Congreso sobre la política hacia Chile, enero 1971; 5) informe de status sobre las actuaciones para desalentar las relaciones con Cuba; 6) informe del status sobre la posición de Estados Unidos acerca de los préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo [institución financiera del Sistema Interamericano] a Chile; 7) informe del status sobre las restricciones de los préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo a Chile; 8) informe del status sobre la discusión con el Banco de Exportaciones-Importaciones para la suspensión de nuevos créditos y garantías [a Chile]; 9) proyectos científicos de Estados Unidos en Chile”. (Traducción de la autora. Subrayado nuestro.[1]) A su vez, el punto 2 de este informe, incluía 5 escenarios con sus ventajas y desventajas: “1) Continuación o exclusión de Chile de la OEA, 2) posibles sanciones de la OEA contra Chile, 3) posible iniciativa de Chile para finalizar la exclusión de Cuba de la OEA, 4) tácticas de Chile en la OEA 5) posibles faci-


e Almagro contra el pueblo venezolano lación de la información. Aclaramos que no desconocemos la difícil situación que actualmente atravesamos los venezolanos, sin embargo, resulta exagerado, por decir lo menos, calificarla de crisis humanitaria.

lidades militares soviéticas en Chile”. [2] Entre las estrategias relacionadas con la participación de la OEA en los planes para derrocar a Allende figuran: “1) Mantener la consulta [hacia los países latinoamericanos] de manera silenciosa; 2) Abstenerse de acciones las cuales tiendan a unificar a los otros países latinoamericanos con el gobierno de Allende; 3) Utilizar a la OEA para oponerse a las violaciones de Chile a la Carta y resoluciones de la OEA; 4) considerar la exclusión de Chile de procedimientos clasificados del IADB y de las conferencias y ceremonias militares hemisféricas”. [3] La OEA ha tenido un rol activo y protagónico en los planes de los EEUU en el derrocamiento de gobiernos democráticos en el Continente. En el caso de Chile, siempre participó en las acciones contra el pueblo chileno. Por lo menos así consta en los documentos desclasificados sobre las acciones encubiertas de los EEUU contra el gobierno democrático de Salvador Allende. Documentos que no solo los venezolanos, sino todos los latinoamericanos deberíamos conocer por lo reveladores de las prácticas imperiales contra nuestros pueblos. No nos sorprende la participación de la OEA como agencia de los EEUU en los planes de intervención hacia los países del Continente. Sin embargo, si nos sorprende la manera grotesca mediante la cual se ha intentado activar la Carta Democrática en Venezuela. En primer lugar por el hecho de que ha sido el propio Secretario General de esta Organización quien haya hecho la solicitud, cuando lo que es de esperarse, es que quien funja de Secretario reciba las solicitudes y actúe como coordinador imparcial de los eventuales debates. En segundo lugar, por las características de los informes presentados por dicho Secretario, el Sr. Luis Almagro. Tanto el informe de mayo de 2016 como el reciente del 14 de marzo de 2017 carecen de toda rigurosidad. En este sentido, abundan afirmaciones imprecisas, con adjetivos indefinidos, basadas exclusivamente en opiniones, juicios y valoraciones de los factores políticos y empresariales que hacen oposición al Gobierno Nacional. En los casos en los que se muestran cifras, éstas son tomadas, solo de estimaciones no oficiales, que son el resultado de ejercicios que sin rigurosidad metodológica tratan de mostrar las condiciones sociales y económicas en

Venezuela. En cuanto a las referencias, todas, sin excepción, son de medios de comunicación manifiestamente contrarios al gobierno nacional, poniendo en evidencia el sesgo de los documentos y la intención tendenciosa que subyace. Mucho menos se mencionan en el informe las iniciativas de políticas adelantadas por el Gobierno para superar la emergencia económica y social que actualmente vive el pueblo venezolano. A la ligera se parte de falsas premisas de las cuales se infiere y se sacan conclusiones. Los informes no ofrecen pruebas que demuestren la veracidad de las afirmaciones. Informes con estas características deben ser de gran preocupación por parte de los Estados miembros de la OEA. La sola discusión de estos documentos en el seno de esta organización, podría sentar un grave precedente en cuanto a las intenciones de intervención por parte del Imperialismo norteamericano en los países soberanos del Continente. A continuación resaltamos las contradicciones que caracterizan el Informe del Sr Luis Almagro y develamos la manipu-

Uno Se parte de la afirmación que Venezuela atraviesa una crisis humanitaria, lo cual justificaría la necesidad de ayuda e intervención internacional. Las crisis humanitarias son consecuencias de catástrofes naturales, guerras o desastres que a su vez impiden el buen desarrollo de la actividad económica. Al respecto, sería importante conocer cómo sustenta Almagro la afirmación de que existe una crisis humanitaria en un país cuya actividad económica sigue mostrando niveles de producción superiores a los registrados los últimos 30 años. A pesar de la caída del producto interno bruto desde el 2013 hasta la fecha, consecuencia de la disminución del precio del petróleo y de las agresiones económicas contra el pueblo venezolano, dichos niveles se ubican, en términos reales y per cápita, por encima de los históricos desde 1980. El PIB promedio desde 2013 hasta 2016 (considerando incluso una caída importante del PIB en 2016) se ubica 9% por encima del promedio desde 1980 hasta 2012 y 6% superior al compararlo con el promedio entre 1999 y 2012. Dos Con qué argumento podría explicar que existe una crisis humanitaria en un país que tiene niveles de desempleo de 7,6% para el primer semestre de 2016, según cifras oficiales. Con un porcentaje de informalidad del 37%. Tres Cómo entender una crisis humanitaria en alimentación con niveles de consumo de alimentos superiores a los mínimos


establecidos por la FAO. Según cifras oficiales, si bien se ha registrado una disminución del consumo de alimentos desde el año 2012, también consecuencia de las agresiones económicas contra el pueblo venezolano, caracterizadas por la privación de alimentos por parte de las grandes corporaciones transnacionales, estos niveles se ubican por encima de las 2.720 kilocalorías diarias. Cuatro ¿Cómo entender una crisis humanitaria en salud, cuando los niveles de mortalidad por desnutrición siguen siendo, a pesar de las agresiones contra el pueblo, los más bajos históricamente? Cinco ¿Manipula información el Sr. Almagro cuando plantea que Venezuela tiene la tasa de mortalidad infantil más alta a nivel mundial? ¿Desconoce el Sr. Almagro que la tasa promedio de mortalidad de niños menores de 5 años en América Latina para el año 2015 era 19,7 por mil nacidos vivos registrados y Venezuela se ubicaba por debajo de dicho promedio? Seis En cuanto al desabastecimiento de alimentos, se preguntarán los Estados miembros de la OEA al leer el informe ¿por qué escasean solo algunos alimentos, como por ejemplo, la leche en polvo, carne de res, margarina, azúcar, aceite de maíz, queso blanco duro, queso amarillo, arvejas, lentejas, caraotas, arroz, harina de trigo, avena, pan, pastas alimenticias, harina de maíz, café, mayonesa, compotas? ¿Se preguntarán además por qué durante estos últimos 4 años no han faltado las guayabas, los plátanos, la lechosa, la cebolla, los tomates, la lechuga, el pollo, los huevos, el pescado, la yuca, es decir, no han escaseado las verduras, hortalizas, carnes, frutas? Siete ¿Se percatarán los Estados miembros que los bienes que están escaseando cumplen con características muy particulares cuya responsabilidad de producción, importación y distribución recae en las grandes corporaciones transnacionales de los alimentos, las cuales constituyen monopolios y concentran el 80% de los mercados, y que además se trata de bienes fáciles de guardar, o acaparar, por un período largo, y cuya desviación a mercados ilegales y paralelos es menos costosa debido a que no requieren de cadena de frío? Ocho Estará preparado el Sr. Almagro para responder a los Estados miembros, ¿por qué en el marco de esta supuesta situación de “crisis económica generalizada” los pequeños productores del campo, con poca capacidad financiera han logrado abastecer de hortalizas, frutas y verduras al pueblo venezolano, mientras que estas grandes corporaciones de los alimentos no han podido colocar los productos de manera regular y suficiente en los anaqueles a pesar de su músculo financiero? Nueve ¿Cómo explicaría el hecho de que los bienes que están escaseando, tanto alimentos como productos de higienes personal no se encuentran en los anaqueles pero si pueden ser comprados, aunque a precios mu-

cho mayores en los mercados informales? ¿Quién los produjo o quién los importó? ¿Cómo explicará entonces la gran contradicción de empresas que anuncian públicamente la ampliación de su capacidad productiva o la no disminución de sus niveles de producción con la ausencia de los productos en los anaqueles? Diez ¿Qué responderá cuando los países miembros le pregunten qué está ocurriendo con los mecanismos de distribución en Venezuela que dificultan que los alimentos, los cuales están siendo producidos por las empresas, no están llegando de manera regular, oportuna y suficiente como ocurría antes de 2013? ¿Quiénes son los responsables de la distribución, las empresas privadas constituidas en pocos pero grandes oligopolios o el Estado? Once ¿Está al tanto el Sr. Almagro que en vísperas de los procesos electorales se acentúa la escasez de estos bienes a pesar de haber sido producidos? Y por el contrario, inmediatamente después de los procesos electorales, estos productos, aunque también

con dificultades, pueden ser consumidos por los venezolanos? ¿Se habrá paseado por la hipótesis de que exista alguna intencionalidad política en la privación de estos bienes tan sensibles para la población para, de esta manera, incidir sobre sus preferencias electorales? Doce ¿Se esconde información acerca de la creación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción para garantizar la distribución de estos bienes, o de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, para supervisar los anaqueles de distribución, como iniciativas del Gobierno Nacional para solucionar el problema de la alteración programada de los mecanismos de distribución de estos bienes? Trece En cuanto a la supuesta crisis humanitaria en salud. ¿Oculta información el Sr Almagro al no incluir en el informe que los responsables de abastecer de medicamentos a los venezolanos son en un 80% las 10 más grandes empresas farmacéuticas transnacionales, las cuales han recibido de parte del Gobierno Nacional, y a tipo de cambio preferencial, suficientes divisas


para garantizar la importación y venta a precios subsidiados de estos medicamentos? ¿Manipula información al no mencionar que estas empresas recibieron en 2014, 2400 millones de dólares, lo que representa 309% más de divisas al compararlas con el año 2004, momento en el que no se registró escasez de medicamentos? ¿Conocerá que a pesar de habérsele asignado mayor cantidad divisas a la industria farmacéutica, éstas importaron, sin justificación, menos medicamentos? Catorce ¿Sabrá el Sr. Almagro que en los informes anuales de los últimos 4 años, las principales empresas farmacéuticas que históricamente se han encargado del suministro de estos productos no reportan pérdidas operativas en Venezuela, incluso en algunos casos registran incrementos de ventas? ¿Será que estamos ante la presencia de un embargo comercial encubierto de parte de estas grandes transnacionales? Quince ¿Oculta información el Sr Almagro al afirmar que en Venezuela no se publican los datos de pobreza desde el año 2014 justificando de esa manera el uso de información no oficial, la cual, por lo demás se basa en ejercicios de estimaciones que carecen de rigurosidad metodológica y de representatividad de las muestras? Limitaciones manifestadas por los propios autores de tales estudios al afirmar que “hicieron una estimación propia de la canasta alimentaria optando por “consultar a estimadores del país” y bajo la lógica del consenso, terminaron asumiendo una «inflación promedio estimada». Deiciseis ¿Conocerá que aunque la pobreza medida por niveles de ingreso ha registrado un aumento los últimos años, consecuencia de la inflación inducida, ésta ha podido ser relativamente contenida mediante las políticas de protección del empleo y del salario real a través de ajustes de sueldos, control de precios y subsidios de los bienes esenciales, así como el fortalecimiento de los programas sociales? Diecisiete ¿Descontextualiza la información de la reducción de la producción de petróleo en Venezuela, al no mencionar que la política de los países OPEP y no OPEP ha sido la reducción de las cuotas de producción para estabilizar los precios internacionales? ¿Oculta información o desconoce que a pesar de las agresiones económicas durante los últimos años, y a pesar de la caída de los precios del petróleo, el PIB público ha registrado crecimientos interanuales? Dieciocho Sabrá que la inflación en Venezuela, al igual que en la mayoría de los países de América Latina, está determinada por el valor de la moneda, y sabrá que el tipo de cambio sirve de referencia para marcar los precios internos debido a la alta dependencia de las importaciones, las cuales son realizadas por las grandes corporaciones monopólicas con poder de fijar precios? Sabrá además que en Venezuela, desde el 2012, ha sido manipulado, a través de portales web, el valor de la moneda induciendo de esta manera la inflación. ¿Cómo explica entonces que en estos portales aumente y disminuya desproporcionadamente el tipo de cambio en el mercado ilegal sin guardar ninguna correspondencia con variables económicas? ¿Estará consciente el Sr. Almagro que el informe por él presentado solicitando la activación de la Carta Democrática, constituye una agresión más contra nuestro pueblo.


Hoy el problema no es la OEA, es Luis Almagro Sergio Rodríguez Gelfenstein Para nadie es un secreto la historia criminal que exhibe la Organización de Estados Americanos (OEA) en su prontuario, con ello dio continuidad al accionar que gestó Estados Unidos a partir de la idea panamericana que tuvo en la Doctrina Monroe su Alma Mater y que ocasionó la inmediata, certera y preclara denuncia del Libertador Simón Bolívar, tan solo un año después de su proclamación en 1823. No voy a aburrir al lector con la larga lista de intervenciones militares e invasiones de Estados Unidos en sus más de 200 años de vida, siempre apoyado por los gobiernos oligárquicos de la región, que usurparon la Independencia a favor de sus mezquinos intereses. El fin de la segunda guerra mundial devino en la creación de un sistema multilateral que debía prevenir una nueva hecatombe planetaria. Los triunfadores en la conflagración diseñaron un orden internacional acorde a sus intereses. Todos aceptaron que Estados Unidos era el amo del hemisferio occidental y no hubo cortapisas para que la Organización de Naciones Unidas (ONU), tuviera un referente regional que iba a ser diseñado por la potencia del norte y los gobiernos del sur, subordinados a sus intereses. Así surgió el instrumento militar de dominación: el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en 1947, y su contraparte (la OEA en 1948) que permitiría darle legitimidad política a los desmanes y tropelías que se habrían de ejecutar bajo el amparo del anterior. Ahora, se trataba de tener gobiernos serviles que lo sostuvieran y secretarios generales abyectos que se prestaran a poner la cara cuando a Estados Unidos se le ocurría un nuevo atropello. Todo marchó bien hasta el triunfo de

la Revolución Cubana en 1959, que puso en entredicho todo el entramado panamericano, cuestionando sus propias bases de sustentación. El apoyo de Estados Unidos a Gran Bretaña durante la Guerra de las Malvinas en 1982, terminó de echar por la borda cualquier atisbo de credibilidad que todavía podía tener este engendro imperial. El paradigma que se decía defender era la democracia, pero, ¿qué democracia? La Carta de la OEA lo dice claramente en su artículo 2, enciso b, “Promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de no intervención”. Lo anteriormente expuesto es prueba fehaciente que la OEA tiene lo que hoy se llamaría “una falla de origen”. La suposición es que el principio de representación constituye el elemento central de lo que Guy Hermet llama “democracia instituida o sustancial”, para diferenciarla de la “democracia utópica o democracia perfecta”. Esta “pequeña” diferencia es la que permite que en nombre de ella se cometan todo tipo de desmanes, irregularidades e incluso actuaciones al margen de la ley, toda vez que dichos “representantes” asumiéndose como únicos portadores del ideal democrático hayan usurpado sólo para sí, la legitimidad política. Eso es lo que defiende la OEA, sin embargo, las cosas en la región han ido cambiando, hoy este engendro washingtoniano ha clamado por el regreso de Cuba, a la que expulsó de manera ignominiosa, y tampoco, -por ahora- ha podido aplicar la “Carta Democrática” a Venezuela, lo cual pone en evidencia que las actuaciones del secretario general, cuyas funciones están claramente delimitadas en los artículos 112 y 113 de la mencionada Carta, están fuera de la responsabilidad que éste tiene y al margen de la decisión de los Estados parte. En otras palabras, el

secretario general está actuando de manera ilegal, por lo que si la OEA fuera una organización seria, lo debería destituir. El eminente jurista español Antonio Remiro Brotóns, Catedrático de derecho Internacional de la Universidad autónoma de Madrid establece que a diferencia de los Estados, que son los sujetos de derecho primarios y plenos en virtud de su soberanía, las organizaciones interestatales son secundarios o derivados porque deben su existencia a la voluntad de los Estados, lo cual se manifiesta en su documento fundacional, además de lo cual, las organizaciones solo tienen los poderes que los Estados le hayan atribuido en las reglas que le son propias. En este sentido, es más que evidente que no existe ni en la Carta, ni en las reglas de funcionamiento de la OEA, la potestad de un secretario general de llamar a realizar elecciones en un país. Por otro lado, los esfuerzos de la OEA por revitalizar la democracia, bastante traída a menos en las últimas décadas del siglo pasado, tuvieron en la Asamblea General realizada en Santiago de Chile en 1991 un intento de inflexión. Cuando fenecían las dictaduras que ensombrecieron el horizonte de la región, durante dos décadas, bajo el silencio cómplice de esta organización, la OEA aprobó en la capital chilena el “Compromiso de Santiago con la Democracia Representativa y la Modernización del Sistema Interamericano”, haciendo patente sus insuficiencias en esta materia…apenas 43 años después de su fundación. En este contexto se aprobó posteriormente la Resolución 1080 sobre la Promoción de la Democracia Representativa“. Así mismo en diciembre de 1992 en Washington la XVI Asamblea suscribió el Protocolo de Washington para la Reforma de la OEA. Vale decir, sin embargo, que desde la sanción de esta resolución se generaron mu-


chas resistencias, sobre todo a su artículo 9 referido a la democracia. Esta fue la razón por la que en la Tercera Cumbre de las Américas, celebrada en Quebec, Canadá, Venezuela, ya bajo la presidencia del Comandante Hugo Chávez y estando el presente en el evento de la ciudad canadiense, presentara reservas al documento final que pretendía completar ese artículo 9, toda vez que había una redacción imprecisa de la clausula referida a la democracia, elaborada ex profeso de esa manera para dejar abierta la interpretación de la misma. En la Declaración de Quebec, Venezuela argumentó su reserva a los párrafos 1 y 6 “por cuanto a juicio de nuestro gobierno la democracia debe ser entendida en su sentido más amplio y no únicamente en su carácter representativo. Entendemos que el ejercicio democrático abarca además la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones y en la gestión de gobierno, con miras a la construcción diaria de un proceso dirigido al desarrollo integral de la sociedad”. En su extraordinaria visión de futuro, el Comandante Chávez sentaba un precedente y actuaba en consonancia con la nueva Constitución Política del país aprobada tan solo 16 meses antes. En estos planteamientos y en el debate de cuál democracia se defiende, reside el trasfondo de la actuación reciente del secretario general Luis Almagro, él como militante -durante la mayor parte de su vida- del Partido Nacional de Uruguay que se define ideológicamente como nacionalista y panamericanista, es un seguidor de este paradigma que expone lealtad hacia Estados Unidos y oposición a la integración latinoamericana y caribeña. Es conocido el carácter oportunista de su partido y de él mismo que lo llevaría a ingresar al Frente Amplio de la mano de José (Pepe) Mujica para satisfacer su ambición personal de ser Canciller de su país. Tras instalarse en la OEA, -más por el prestigio de Pepe que lo aupó, que por méritos personales – retomó su personalidad rastrera y su verdadero pensamiento político de subordinación imperial. Para una persona de estas condiciones, aprovechar las indefiniciones programáticas de la OEA y las vaguedades de su concepto de democracia a fin de permitirse violentar el mencionado artículo 2 que establece como propósito el respeto al principio de no intervención, es algo absolutamente normal, no alejado de sus rocambolesca vida personal. Hay que decir que en el momento actual, a pesar de todo, los países de la región se han negado a aplicar la clausula democrática y suspender a Venezuela de la membrecía de esa organización. No obstante, Almagro ha desatado con ímpetu su lealtad al norte anglosajón, dándole la espalda a América Latina y el Caribe pretendiendo de tal manera, transformarse en un adalid de esa democracia putrefacta que defiende la OEA. Supone que la expulsión de Venezuela contribuirá a su exterminio a través de la creación de condiciones para una intervención militar en el país. Hoy, a pesar de su carácter estructuralmente intervencionista –y aunque parezca increíble que sea yo quien lo diga- el problema no es la OEA, es lmagro… después veremos.

Otra vez la OEA Eleazar Díaz Rangel-UN | “Con la OEA o sin la OEA ganaremos la pelea”, fue una consigna de la izquierda en América Latina que se voceó mucho en los años sesenta; nació en Cuba después que en Montevideo, en 1962, la expulsaron de ese organismo, a petición del gobierno de Rómulo Betancourt que la acusó de interferir en los asuntos internos de Venezuela; otra resolución de 1964 estableció la ruptura de relaciones, aprobada con los votos en contra de México, Chile, Bolivia y Uruguay. La decisión de expulsión se tomó en la Conferencia de Costa Rica, y causó la renuncia del ministro de Relaciones Exteriores, Ignacio Luis Arcaya, a quien desde entonces se le llamó el “Canciller de la Dignidad”. También por petición de Venezuela fue expulsada la República Dominicana, cuyo dictador, “Chapita” Trujillo, estuvo involucrado en el atentado contra Betancourt en Los Próceres, el 24 de junio de 1960. Salvo un desacuerdo en 1975 con el Acta de Comercio favorable a EEUU, la OEA nunca tuvo una posición que confrontara con la política de EEUU, razón por la cual se le llamó “ministerio de colonias” de Washington, y su patio trasero. Eran los años de dependencia de todos los países latinoamericanos, incluidos los más grandes como Brasil, Argentina y México, respecto los mandatos de Washington. Por lo menos unos 100 golpes de estado hubo en la región desde su fundación en 1948 sin que la OEA levantara su voz de protesta; esa política la inauguró en 1954 cuando en Caracas, en una de sus Conferencias Interamericanas, dirigida por Foster Dulles, y celebrada en el Aula Magna, denunciaron a Guatemala como un régimen comunista y poco después fue derrocado el gobierno legítimo del presidente Jacobo Arbenz, fue el primer golpe auspiciado por la OEA. Tampoco lo hizo después de las invasiones de marines estadounidenses a países como República Dominicana o Panamá, y, apoyó la agresión a Cuba en 1961. ¿Cuándo se producen cambios significativos en sus decisiones? Se hizo necesario que un hombre como Hugo Chávez llegara al poder, y con él y estimulados por su palabra y por su acción, se produjeran otros cambios en Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Uruguay, se consolidara en Nicaragua, y que igualmente avanzaran los procesos de integración y unidad continental, que en buena parte él promovió. Es la época de la creación de Unasur, Petrocaribe, Alba, Celac, que estaba destinada a ser el reemplazo de la OEA, de Caricom y otros organismos regionales y subregionales, todos formados con la oposición abierta o no, de EEUU, incluida la novísima Asociación de Estados del Caribe. Y como era lógico suponer, tales cambios regionales, la pérdida de influencia de Washington, empezaron a expresarse en la OEA. Ya no seguía siendo la misma. Por primera vez Estados Unidos comenzaba a perder votaciones. Se hizo acción la palabra de Fidel Castro: “Estados Unidos es ya una gran comunidad; los pueblos de América Latina y del Caribe tienen por delante la tarea histórica de formarla suya como condición inexcusable de libertad, desarrollo y supervivencia. Y eso no podrá lograrse jamás en indigna mescolanza con Estados Unidos” (28-sep-1974). Desafortunadamente los avances duraron poco. La derecha continental unió esfuerzos y sus enormes recursos, con los grandes medios y las agencias informativas transnacionales a su servicio. Hubo importantes retrocesos políticos, con las derrotas en Brasil y Argentina que están teniendo expresión en la OEA. Lo que ha significado un retroceso a los peores años de sumisión. Sin embargo, nunca como ahora su Secretaría General había tenido una conducta más abyecta, ruin, despreciable, rastrera, entreguista e infame.


Unión Europea-Mercosur:

¿Qué se está negociando?

Jorge Marchini* Entre el 20 y el 24 de marzo se desarrolló en Buenos Aires un nueva ronda oficial de negociaciones del Mercosur con la Unión Europea (UE) “Se trata de un acuerdo de libre comercio, pero incluye diálogo político y cooperación en varias áreas, para ir hacia una asociación estratégica y regional” ha afirmado el embajador Daniel Raimondi, subsecretario de Integración Económica Americana y Mercosur de la Cancillería, uno de los encargados de las negociaciones. Por lo pronto, aun existiendo muchas incógnitas y peligrosas tensiones , el gobierno Argentina en tándem con el de Brasil apuestan a dar muestras ortodoxas de su propósito de avanzar rápidamente hacia una mayor apertura externa del Mercosur con el visto bueno de Paraguay y el probable de Uruguay (Venezuela no forma parte de las negociaciones) . Para el gobierno argentino brindar un impulso raudo a las negociaciones con la Unión Europea forma parte central de su estrategia externa, como expresó y reiteró en varios oportunidades el Presidente Macri días atrás en su visita a España. Es necesario reconocer que la negociación Mercosur-UE tiene una enorme importancia estratégica. Se trata de vínculos de sociedades y economías con enormes potencialidades de cooperación y complementación. No hay duda que mejorar y ampliar las relaciones entre las dos regiones debe ser un objetivo prioritario . La trascendencia de las negociaciones en marcha requeriría por lo pronto que éstas fueran conocidas en forma amplia y puestas en debate público, pero no es así. . Resulta muy paradójico (¿ o cínico?) que en forma recurrente se reitera “el compromiso absoluto con la transpa-

rencia” y, quienes como “comprensible” pero que este tema tan trascendente se lleve en forma tan reservada. “Las negociaciones tienen muchos aspectos técnicos a resolver, pero todo se resuelve en la medida que haya voluntad política”, opinó Raimondi. De todas formas, el propósito de resolver una negociación por “voluntad política “ supone siempre peligro de aceptar una negociación como hecho consumado, para luego recién ser puesta a consideración pública y parlamentaria ex-post. Aun si se denominara un acuerdo con Europa con eufemismos tales como “de cooperación económica”,u otra figura elegante al estar la denominación de “tratado de libre comercio “ ya muy cuestionada en el mundo , sus condiciones y exigencias serían similares y conllevaría mayores desequilibrios . Ello lo han puesto en evidencia numerosas evaluaciones serias y documentadas de los acuerdos concretados por la UE con otros países latinoamericanos (Centroamérica, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú),

¿Abrirse a cambio de qué? En forma engañosa suele afirmarse que las negociaciones Mercosur- UE_ en marcha son sobre todo de tipo comercial. No es así, la mayor parte de los temas en discusión son de carácter estructural y comprometen el conjunto de la economía en ámbitos críticos tales como servicios, patentes, propiedad intelectual, compras públicas, inversiones y competencia. La eventual provisión de ”igualdad en el tratamiento nacional”. a los países de la UE , aun si se incluyeran algunas salvaguardas de excepción marginales , impediría defender y priorizar la diversificación de matrices productivas que hoy resulta imprescindible encarar ante los cambios de economía mundial. Se repetiría, la grave crisis que sufre hoy la misma Europa como consecuencia del ahondamiento de las asimetrías entre los países del norte respecto a los de sur y del este. Es necesario destacar que los aspectos comerciales son sólo uno de los capítulos, y tal vez no el más importante,


de las negociaciones en marcha. Aun sin contar con información detallada imprescindible, pero sí el antecedente de acuerdos similares negociados por la UE recientemente, es posible anticipar sí que un acuerdo tendría como punto de partida una masiva eliminación reciproca inmediata de aranceles al comercio exterior, En todo caso, es previsible que la UE seguirá sosteniendo las subvenciones y las protección de su sector agrícola, condición que intentan imponer en la negociación y que justifican por la existencia las presiones internas proteccionistas en sus propios países. Sus negociadores seguirán sosteniendo que los temas agrícolas deben ser tratados en OMC, aunque todos saben que la Ronda Doha está paralizada desde hace años. Podrán hacer promesas ambiguas para “salvar la cara” a los gobiernos del Mercosur dispuestos a firmar como sea, pero no brindando concesiones significativas para una mayor apertura de sus mercados a los productos agropecuarios competitivos mercosureños. Se privaría así a los países del Mercosur el poder alcanzar el que sería el beneficio comercial esperado más importante a cambio de una apertura inédita masiva de los mercados locales a una competencia abierta de una economía más desarrollada; sobre todo evidente para la mayor parte de los productos industriales y servicios . ¿Dónde están los análisis costo-beneficio? De forma de poder decidir qué tipo de entendimiento con Europa resulta imprescindible no dejarse llevar por enunciaciones superficiales y se convoque inmediatamente al análisis serio tanto general, como regionales y sectoriales, que incluya la evaluación de los efectos estructurales de corto y largo plazo y posibles alternativas realistas a un acuerdo liberalizador descompensado. . En lo inmediato, es preciso contraponer ultimatismos ( por ejemplo, afirmar que se debe negociar ahora o nunca), posibles maniobras ( eventuales amenazas de proponer negociaciones “multiparte” en forma independiente, tal como lo hizo con la Comunidad Andina, para romper la unidad de Mercosur ) o la lisa y llana distorsión de la realidad cuando se hace referencia a la segura expectativa de la llegada de enormes inversiones productivas que generarían muchísimas fuentes de trabajo (¿lluvia de euros?) Existen antecedentes internacionales de opciones más equilibradas para la negociación con la Unión Europea y otros países y regiones más industrializados para superar asimetrías que debieran ser tenidos en cuenta. No debe dejarse una negociación crucial con la Unión Europa solo en manos de un grupo pequeño de “especialistas” y la presión de grupos de interés o medios de comunicación superficiales o sectorizados por posiciones ideológicas o intereses económicos particulares, como se ha repetido a lo largo de años. Profesor de Economía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Vice Presidente de la Fundaciòn para la Integración Latinoamericana (FILA), Investigador del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).

Las negociaciones tienen el tinte de los TLC, según diputados europeos

Miembros del Parlamento Europeo han expresado su preocupación por la prisa de la Unión Europea ( UE) por concluir el acuerdo de libre comercio UE-MERCOSUR, y entienden que la ronda de negociaciones que está llevando adelante en Buenos Aires esta semana pueden estar planteando el mismo camino negativo que otras negociaciones tales como el Acuerdo Transpacífico (TPP) y el Acuerdo Transatlántico (TTIP). Helmut Scholz, el legislador coordinador del Grupo Parlamentario de los diputados de izquierda y verdes nórdicos GUE / NG en la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, comentó: “El Presidente de la Comisión, JeanClaude Juncker, y funcionarios de Argentina y Brasil han expresado su ambición de concluir las negociaciones este año. Pongo en alerta ante tal precipitación. Hay mucho en juego para los ciudadanos de la Unión Europea y los Estados miembros del MERCOSUR en ese acuerdo. El apuro no debe prevalecer sobre el contenido “. A lo largo de recientes negociaciones de acuerdos de libre comercio como el Tratado Transpacífico (TPP) , los ciudadanos de Europa y el resto del mundo han expresado su rechazo al enfoque de la Comisión que implica incluir al comercio la suma de liberalización de todos los sectores económicos , incluyendo compras públicas, servicios, servicios financieros y propiedad intelectual. “Los sectores industriales sudamericanos y los agricultores europeos tienen razón al expresar su preocupación por la feroz competencia que puede esperarse de concretarse este nuevo acuerdo. Lo que interesa a los mayores productores de ambas regiones no es del interés de la mayoría de los pequeños productores económicos y del bienestar de las sociedades “, continúa Scholz. “Un estudio de impacto de un acuerdo de libre comercio entre la UE y el MERCOSUR que elaboró la Comisión Europea ha puesto de relieve el estrés masivo para el medio ambiente que podría esperarse de una mayor expansión industrial agricultura industrial en regiones sensibles de Brasil y Argentina. El estudio insta a que se incluyan sólidas medidas de acompañamiento sólidas en un acuerdo para abordar sus eventuales consecuencias para los pobres y, en particular, para las mujeres pobres, para quienes los mercados de abastecimiento local del cual dependen con su trabajo y producción, podrían ser amenazado por competidores de gran escala” con sus producciones de los que dependen para vender sus productos están amenazados Por los competidores a gran escala” “El enfoque actual de la Comisión Europea en las negociaciones contradice compromisos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas (ONU) firmados por los Estados miembros tanto del MERCOSUR como de la Unión Europea. El mandato del Parlamento Europeo para negociaciones que aún no se han hecho públicas es obsoleto. En cambio, se necesita un nuevo mandato para asegurar que cualquier acuerdo comercial entre ambas regiones sirva principalmente a la consecución de los objetivos establecidos en la ONU y establecer el comercio justo como el principal pilar de las relaciones comerciales entre la UE y el MERCOSUR”. Scholz propone “un enfoque justo del comercio bilateral que permita a ambos socios desarrollar sus industrias, diversificar sus economías, mantener los empleos existentes y crear otros nuevos, apoyar la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria y apoyar a las pequeñas y medianas explotaciones, en lugar de favorecer los grandes agronegocios, plaguicidas y organismos genéticamente modificados (OGM). La eurodiputada española, Lola Sánchez Caldentey, añadió “Al participar en la negociación de un acuerdo de libre comercio entre la UE y el MERCOSUR, la Unión Europea está profundizando su enfoque del comercio en el que sólo cuenta el lucro privado . Una vez más se demuestra que el principio de coherencia de las políticas para el desarrollo es sólo un eslogan. La única coherencia que la Comisión está buscando con esta negociación es la coherencia entre sus propios intereses y los intereses de las empresas transnacionales “. Helmut Scholz y Lola Sánchez Caldentey son miembros del Grupo de la Izquierda Unitaria Europea / Izquierda Verde Nórdica (GUE / NGL) en el Parlamento Europeo.


Roberto Malaver |

Del Miss Universo al Oscar “Lo mismo pasó en el Miss Universo en 2015”. Así, de entrada, con toda su belleza por delante, Cinthya Machado Zuloaga comienza la conversación en el lugar de siempre, en el cafetín del Centro Comercial San Ignacio. Y saca su minilapto y se prepara para dar todos sus argumentos de lo que –según ella– pasó en la ceremonia del Oscar este año. “El capitalismo está mostrando su costura. Se nota que ya sus viejas instituciones están perdiendo vigencia y necesitan crear un escándalo para que no las olvidemos. Lo que acaba de pasar en el Oscar este año pasó en el Miss universo en 2015, cuando el presentador, Steve Harvey, dijo que Ariadna Gutiérrez, Miss Colombia, era la ganadora, y le pusieron la corona, cuatro minutos después, el hombre dijo que fue un error, que la ganadora había sido Pia Wuatzbacht, Miss Filipinas, y se formó allí la de Dios es Cristo. Todavía por allí hay memes en Internet de Pablo Escobar Gaviria, desde el otro mundo, amenazando a Steve Harvey” El mesonero se había detenido a escuchar a Cinthya. Ahora, aprovechó este momento y dijo: “Bella e inteligente, qué gran mujer es usted, señorita”. Coloca las dos tazas de café y vuelve a decir: “La botellita de agua Evian pasó al recuerdo, señorita, nada que aparece en mi Clap”. Cinthya sonríe y el mesonero se marcha feliz con esa sonrisa, Y vuelve Cinthya con su teoría: “Y ahora, copiándose del escándalo del Miss Universo de 2015, los dueños de la industria cultural en Estados Unidos, nos quieren decir que también se cometió un error en la entrega del Oscar, cuando en realidad todo fue premeditado, una cuestión de mercadeo, de poner a la gente a hablar de ese espectáculo que ya está perdiendo fuerza e imagen, y que necesitaba de ese escándalo para prolongar un poco más su vida. No hubo ningún error, fue una planificación publicitaria, eso fue todo. Ahora, como en el Mis Universo, cuando le dieron el Oscar a la película La La Land, dijeron que no, que había un error, que el Oscar era para Moonlight. Es que se copian ellos mismos y se copian mal”. Toma un poco de café y termina diciendo. “Hay que darle la razón a Trump, aunque darle la razón a Trump es peligrosísimo, pero es verdad lo que dice, ya el Oscar es un espectáculo decadente”.

La Era del Perrito Carola Chávez ¡A ver, a ver, a mover la colita! –canta Pedro Pablo Kuczynski, en su reciente gira por los Estados Unidos. PPK -así bautizado por el marketing político para hacer más potable su complicadísimo apellido-,, afirmó, en la Universidad de Princeton, durante su ponencia, “A New Age for Latin America” -Una Nueva Era para América Latina-, que los Estados Unidos ve a América Latina “como un perro simpático que está durmiendo en la alfombrita y no que genera ningún problema”. Claro, con la preocupante excepción de Venezuela, que se niega a ser perrito simpático y eso daña la imagen de la región. Dicho esto, PPK, no pudo reprimir su perruno deseo de ir a olerle el culo a un miembro de la directiva de la universidad que ese mismo día lo condecoró con una reluciente medallita, de esas que dicen que ese perrito no es peligroso porque está vacunado contra la rebelión -perdón- contra la rabia. Un “perro simpático durmiendo en la alfombrita”, chiquitica la alfombrita, confinado a ese pedacito aunque sea dueño de una casa enorme. Allí, mansito, más que mansito, dormido. Mejor dormido, sí, porque allá en el Norte ya saben que despiertos somos un dolor de cabeza, porque nos da por reclamar lo que es nuestro por soberano derecho. Simpático el perrito domesticado. Esa es la nueva era de América Latina que proponen, Kuczynski de la oligarquía continental. La nueva era que enfrentamos los movimientos nacionales y populares de todo el continente, es la era del cinismo, donde las incoherencias las maquillan los medios y las marramuncias también. En esta era vemos a Macri despedir a cientos de miles de empleados públicos, “porque no hay dinero, ya saben, el desastre financiero que dejaron los K, sin contar con lo que se robaron…”, pero crean nuevos cargos con sueldos millonarios para los amiguis del club. O lo vemos eliminado planes de medicinas gratis para los abuelos, porque no hay dinero y bla, bla, bla… a la vez que le perdona a su papá una deuda de 4 mil millones de dólares que tenía con el Estado. Vemos en vivo y directo repartición del país entre un clan de amigotes y transnacionales, la aniquilación de los planes sociales que en campaña -igualito que Capriles aquí- juró que no iba a eliminar sino que los iba a mejorar. Y vemos al equipo de corruptos que tomó el poder el Brasil endosándole sus delitos a Dilma, dando lecciones de honestidad y democracia. Los vemos retrocediendo a los nefastos años noventa, a tiempos que creímos superados y si seguimos creyendo vainas nos convertiremos en creyón. Y vemos al presidente de apellido impronunciable de Perú promoviendo sin pudor alguno la idea de una America Latina sumisa, echada en una alfombrita con un simpático lacito de mierda en la cabeza. Vemos todo esto y no hay escándalo, por el contrario, hay que alegrarse porque a Kuczynski lo condecoraron los gringos y a Macri lo recibió el Borbón. Vemos a todos estos cínicos atacar al gobierno de Venezuela por negarse hacer lo que ellos perpetran contra sus países, y vemos quienes son sus aliados aquí, en Venezuela, y no hay que ser un genio para deducir que dos más dos son las cuatro patas de la Era del Perrito que nos quieren imponer. Después les decimos cachorros del imperio y se ofenden.


Luis Britto García

Carta antidemocrática de la OEA

Uno Una y otra vez se ve Venezuela en la obligación de defender la soberanía que sus propios gobiernos inadvertidamente entregan. Desde hace décadas llevo adelante una campaña para que denunciemos todos los tratados que violan nuestra inmunidad de jurisdicción, y declaran incompetentes a nuestros tribunales para resolver nuestras controversias de orden público, sometiéndonos al veredicto de tribunales, cortes, árbitros u organismos extranjeros. Pero siguen pendiendo sobre la República los Infames Tratados contra la Doble Tributación, en virtud de los cuales las transnacionales no pagan impuestos en Venezuela. Nos retiramos por fin del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias sobre Inversiones (CIADI) pero quedan pendientes unos treinta litigios con relación a los cuales nuestro país soporta ruinosas condenas. Finalmente denunciamos la Carta Interamericana de los Derechos Humanos, pero la OEA sigue redactando libelos condenatorios contra nuestro país, y tratando de aplicarnos su injerencista Carta Democrática. Dos El nefasto 11 de septiembre de 2011, cuando Estados Unidos sufre sospechoso atentado que le servirá de excusa para invadir países que nada tuvieron que ver con él, se suscribe en Washington la Carta Democrática de la OEA. Estados Unidos no la suscribe: la Carta no es para controlarlo a él, sino a sus víctimas. Su finalidad se aclara justamente ocho meses después, el 11 de abril de 2002, cuando el embajador estadounidense James Shapiro aparece en las primeras planas afirmando que Venezuela estaría fuera de la Carta Democrática, pretendiendo así legitimar el golpe de Estado que reventaría horas después. Tres Perdimos la oportunidad de retirarnos de ese instrumento intervencionista cuando teníamos la mayoría parlamentaria; ahora debemos atenernos a las consecuencias. El Ministerio de Colonias de Estados Unidos, la OEA, trata una vez más de usar la Carta Democrática para acabar con la democracia. Cuatro Al respecto, según el artículo 19 de la citada Carta Democrática, “la ruptura del orden democrático o una alteración del orden constitucional que afecte gravemente el orden democrático en un Estado Miembro constituye, mientras persista, un obstáculo insuperable para la participación de su gobierno en las sesiones de la Asamblea General, de la Reunión de Consulta, de los Consejos de la Organización y de las conferencias especializadas, de las comisiones, grupos de trabajo y demás órganos de la Organización”. Cinco Pero, ¿cómo se declara este supuesto “obstáculo insuperable”? Según el artículo 21 ejusdem, “Cuando la Asamblea General, convocada a un período extraordinario de sesiones, constate que se ha producido la ruptura del orden democrático en un Estado Miembro y que las gestiones diplomáticas han sido infructuosas, conforme a la Carta de la OEA tomará la decisión de suspender a dicho Estado Miembro del ejercicio de su derecho de participación en la OEA con el voto afirmativo de los dos tercios de los Estados Miembros. La suspensión entrará en vigor de inmediato”. Nótese que se requieren “ruptura del orden democrático” o “alteración del orden constitucional” que lo afecte gravemente, más votos de los dos tercios de los Estados Miembros. Ninguno de dichos supuestos se cumple. Para invocar la Carta necesitarían reunir las dos terceras partes de los votos, 23 de 34, cosa improbable. Y en el supuesto negado de que se aplicare, ello sólo puede acarrear “la decisión de suspender a dicho Estado Miembro del ejercicio de su derecho de participación en la OEA”, lo cual, más que castigo es un premio. ¡Sólo cuando dejemos de estar sometidos a sentencias de jueces, juntas, cortes, tribunales, árbitros o ministerios de colonias y otros entes extranjeros recuperaremos la plenitud de nuestra soberanía!

Entre la guerra de Almagro y del pan Maryclen Stelling |

En ese contexto, discursos políticos y relatos transmediáticos abandonan la “razón” en pro de ficciones que, en lugar de ordenarnos el mundo y ayudarnos a sobrevivir, nos imponen la verdad de “la sinrazón”. Vivimos entonces una ilógica sucesión de situaciones sin sentido aparente, que, cual trama del absurdo, es habitualmente circular y parece conducirnos a ninguna parte. En tanto, actores secundarios y obligados de la política del escenario nos sometemos al imperio de la incongruencia entre lo que se dice y lo que se hace, lo que se inicia y no se termina, lo que se promete y no se cumple. Sometidos a la discrepancia entre ideas y acción, nos convertimos en víctimas de la provisionalidad y la transicionalidad que nos desborda y, a menudo, contradice palabras, promesas y juramentos. En calidad de personajes, al igual que sucede en el teatro del absurdo, nos encontramos subordinados a una ilógica cadena de situaciones aparentemente sin sentido, instalada en un lugar extraño y fuera del dominio de la experiencia racional. En el teatro del absurdo de la política venezolana, descolla la validación de los partidos políticos con sus efectos tanto sobre la MUD como en el Gran Polo Patriótico. Aliados del Gobierno impugnan el proceso de validación alegando que las condiciones del CNE son imposibles de cumplir, “crean obstáculos para los partidos revolucionarios” y terminará ilegalizándolos. Se impugna el proceso de validación y se debilita la coalición patriótica. En el marco de una estrategia contra la especulación y por la protección de los derechos socioeconómicos, con un despliegue de 10.000 inspectores, se inicia la guerra del pan, dirigida a “neutralizar mafias panaderas (…), garantizar que la canilla y el pan sobado todo el día en panaderías”. En un informe que el Gobierno venezolano califica de ilícito e ilegítimo, Luis Almagro -atrapado en el absurdo de su guerra- exhorta formalmente al Consejo Permanente de la OEA a suspender a Venezuela. Sorpresivamente, analistas y diplomáticos afirman que, cual ficción, el exhorto no prosperará y no convocará suficiente apoyo. r fuera de control” y se relaciona con un sentimiento de incertidumbre.con un sentimiento de incertidumbre. La burguesía venezolana no aprende


Gallup: cuidado con sus encuestas Néstor García Iturbe

to en el 2012 a 67 por ciento en el 2015. Según el informe de la encuestadora estadounidense, gran parEn varias oportunidades he escrito en relación con las famosas te del creciente descontento de la población está vinculado con el encuestas que realizan una serie de empresas estadounidenses, acelerado deterioro de la calidad de vida. cuyo nombre implica para muchos un sinónimo de prestigio y por Oposición venezolana dice que diálogo con gobierno debe priorilo tanto de credibilidad sobre los resultados que exponen. La mayoría de estas se realizan para crear opinión favorable o zar el referendo “Las vidas de los venezolanos han sido puesta de cabeza, pocos desfavorable según convenga al que ha pagado la encuesta. También he hablado de la “muestra”, confeccionada para reali- confían en la capacidad del gobierno para enfrentar las dificultazar la encuesta, que por lo regular se conforma de manera tal, que des”, resaltó el informe de Gallup. Los venezolanos “siguen enfrentando grandes dificultades para las personas entrevistadas respondan acorde con los deseos del entrevistador, que además ha confeccionado un “cuestionario” encontrar alimentos y cuidado médico accesible con los ingresos donde la forma de preguntar o de exponer las situaciones, permite que reciben. […] En la medida que el caos político avanza, mucho obtener la respuesta deseada del entrevistado. Todo esto puede temen por su seguridad e incluso consideran vivir en otro país”, calificarse como una manipulación de la opinión pública. En todo añadió. esto las empresas entrevistadoras son expertas. Régimen de Maduro muestra su músculo militar en medio de inRecientemente la empresa Gallup, considerada como muy “seria” en el momento de realizar una encuesta, planteó que Donald tentos de diálogo Aunque el informe no dio cifras, Gallup resaltó la escasa creTrump había disminuido su porciento de aceptación popular y que ahora contaba solamente con el 37% de aprobación. Muchos dibilidad de Maduro y en especial los argumentos que esgrimió la se apresuraron a dar esta “noticia”. Periodistas de la prensa plana, semana pasada para justificar la declaración de un estado de emerprensa digital, comentaristas de la televisión y personas, que cada gencia en el país. “Maduro declaró el estado de emergencia la semana pasada para vez que oyen algo negativo sobre Trump, comienzan a enviarlo a todo aquel que aparece en su lista de correos, sin analizar quién enfrentar las agresiones externas y extranjeras contra Venezuela. daba la noticia, como la daba y cuál era su fundamento. El uso de la Pero muchos ven el estado de emergencia como un ardid para preservar el poder en medio del caos de los problemas económicos de Teoría del Rumor que tantas veces ha capturado incautos. Según Gallup, esta encuesta se realizó por teléfono, tomando la nación y la falta de acceso del pueblo a bienes y servicios básicos, en consideración el criterio de 1,500 personas mayores. No expli- como los alimentos y el cuidado médico”, señaló. Por otro lado, la encuesta también reveló la percepción de los vecan cuál fue la pregunta que realizaron, ni como seleccionaron los números de teléfono a los que llamaron y si estos eran todos de un nezolanos de que la corrupción ha aumentado desde que Maduro asumió el poder. Esa percepción trepó en 14 puntos porcentuales, número determinado de estados o de todos los estados. Realmente una muestra de 1,500 personas en un país que entre pasando desde 63 por ciento en el 2012 a 77 por ciento en el 2015. ciudadanos e inmigrantes ilegales tiene casi 300 millones de habiOtro despacho periodístico fundamentado en las encuestas de tantes no es una muestra muy representativa. Si los estados a los que llamaron por teléfono son aquellos donde residen latinos y a Gallup: Encuesta Gallup 2016: 61% de venezolanos están “en dificultades” la hora de seleccionar los teléfonos buscaron en las páginas de los en la vida y solo 18% piensa que mejorará (+infografía) García, Hernández y Pérez, no me sorprende el resultado. Jean Freddy Gutierrez 22 de septiembre del 2016 Estuve buscando algunas encuestas realizadas por la “pundonoEn 2010, la reconocida encuesta mundial de emociones de Garosa empresa”, con cuyos resultados también estoy en desacuerdo. Veamos algunos artículos fundamentados en los resultados de las llup encontró que Venezuela estaba en el quinto lugar de percepción de felicidad, lo que fue reseñado por varios medios oficiales. encuestas de Gallup: Entonces era el líder latinoamericano de sensación de estar “prosEncuesta Gallup confirma desplome de confianza en gestión de perando” con un 64% de encuestados revelando sentirse así. En apenas un quinquenio esto casi se ha invertido, con solo 29% sinMaduro Confianza en las autoridades cayó desde 57 por ciento a 20 por tiéndose como entonces y 61% creyendo que está “en dificultades”. El resto, 10% se encontraría “sufriendo”. ciento durante el mandato de Maduro (A Trump le dieron el 37) Venezolanos no creen en razones de Maduro para decretar el estado de emergencia Muchos venezolanos consideran irse del país Antonio María Delgado Venezuela mayo 20, 2016 4:01 PM Una encuesta de la firma Gallup divulgada esta semana muestra que la popularidad del chavismo cayó precipitadamente desde el momento que el fallecido presidente Hugo Chávez se enfermó y su heredero Nicolás Maduro comenzó a tomar las riendas del poder, pasando desde niveles holgados de popularidad de 57 por ciento al cierre del 2012 para caer a 20 por ciento al terminar el 2015. Declaración de general chavista sacude cimientos del régimen de Maduro Los niveles de desaprobación del liderazgo del país también dieron un gran salto durante el período pasando desde 34 por cien-


Por el perro Roberto Hernández Montoya

La infidelidad a Chávez JM. Rodríguez

No tengo la menor duda que el gobierno y el partido decidieron, en algún conciliábulo secreto, desconocer el mandato de Chávez sobre las comunas. Seguramente se habrán presentado razones, esgrimido inconveniencias, pasajeras o genéticas, y también la necesidad del disimulo, pues, la motivación no luciría bien en una claridad meridiana sin sombras que oculten ausencias. En situaciones como estas es natural que busquemos las razones por la que un revolucionario se pueda oponer a una acción revolucionaria: ¿será precaución, olfato, astucia o provechoso pragmatismo? O a lo mejor se está repitiendo aquella postura de algunos intelectuales que conformaron, luego del fracaso de la lucha armada, la ya lejana “vanguardia” revolucionaria. Ellos, que se veían como la revolución, menospreciaron a Chávez y su brigada. Ahora, muerto él, estos que dirigen el gobierno y el partido son los que se asumen como vanguardia revolucionaria indiscutible. Es casi inevitable que al sentirse “los adelantados” sólo se vean ellos mismos, pero, es suicida negarse a entender que la única vía para construir una economía socialista va por el lado del pueblo tomando el control de la producción y su distribución Es lo más cercano a la estupidez suponer que eso lo suple los CLAP. Se los aseguro, no irán más allá de atender la emergencia económica. Los socorristas no construyen, rescatan. Es bueno que los revolucionarios preocupados por el curso de este proceso lean el libro de Azcurra y Guerrero, Venezuela, Revolución o Derrota. Allí se deja claro cual es el papel del Estado en el modelo productivo: el control y regulación de la economía capitalista, y la promoción de los nichos y espacios de economía que perfilen el nuevo sistema socialista bolivariano en construcción… Vuelvo a preguntar, y no es impertinencia, por qué diablos iba a ser más inequívoca la orden de Chávez: Elijan a Maduro… que su grito Comuna o nada… lanzado el 20 de octubre del 2012. Ese día, sabiendo su muerte inminente, miró a los ojos al ahora presidente y le dijo: Te encomiendo esto como te encomendaría mi vida: las comunas…

TODA LA INFORMACIÓN SOBRE LA INTEGRACIÓN REGIONAL

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¡Por el perro! fue una interjección que Sócrates usaba. Los eruditos no saben qué significa, mucho menos yo. Si sabes algo, avisa. Pero cuando Perro Pablo Kuczynski se admite can, la exclamación se termina entendiendo. Hasta yo. Tenemos tropiezos con los perros. Los declaramos nuestros mejores amigos, leales, inteligentes y valientes. Los metemos en casa, jugamos con ellos, nos cuidan, nos ayudan, nos acompañan, nos aman, ignoran nuestros defectos, como Blondi, la pastora alemana de Hitler, quien la hizo envenenar para probar el cianuro con que él se suicidó. Ya ves la clase de amor que le profesaba Adolfo, que hasta se la llevó a su Führerbunker. Dormía en la habitación del Führer, en una alfombrita. Pero, por otra parte hablamos de vida de perros; tratamos como un perro a quien malandreamos. Usamos las palabras perro y perra como insulto. En el MAS hubo unos perros. Sí, vale, un partiducho que hubo aquí. Me dijeron que ya no existe, pero haz memoria. Hubo un buen cantaor flamenco llamado El Perro de Paterna, porque comenzó su carrera en un bar llamado El Perro, en Paterna, España. Van al cielo, donde hay un Can Mayor y un Can Menor. Siendo animal sólito, ha colonizado el lenguaje. Morir como un perro. O vivir como tal, aunque hay unos que dan envidia. Perro que come manteca mete su lengua en tapara. Perro huevero ni que le quemen el morro. Hay quien mata la perra cuando gana la Asamblea Nacional pero la pierde por pánfila. No sé cuál es esa pobre perra que matan. ¿Será Blondi? Hay perros rabiosos, como cierto general estadounidense, que tiene ese expresivo mote, no sé por qué, pero por si acaso si llego a cruzármelo en una calle -cosa bien improbable- cambiaré de acera. Esos generales gringos devastan países enteros, imagina lo que harían con un pobre sudaca impróvido. Hay historias entrañables como la Dama y el Vagabundo. O Pulgoso, de risa contagiosa, que ya me estoy desternillando de solo recordarla. Hay asimismo Huckleberry Hound, parodia del magistral Huckleberry Finn, de Mark Twain. Tribilín es un perro, amigo de un pato y de un ratón que es amo de otro perro, Pluto, en una ciudad de patos. Después hablan de surrealismo. Pues bien, ¡por el perro!, Perro Pablo mató la perra. ---


El reposicionamento reciente de Brasil y la integración regional Marcio Pochmann La asunción del gobierno de Michel Temer ha significado el abandono desde el año 2016 de una amplia coalición de clases sociales, a favor de la opción clasista de los adinerados y la puesta en marcha de reformas institucionales que desarman el patrón de políticas públicas que confomaron la transición desde la dictadura militar. El ataque a la Constitución Federal de 1988 reposiciona a Brasil interna y externamente en relación a tres aspectos principales: Por un lado, la realineación con el viejo centro de la dinámica global es la que ha conducido a la pérdida de soberanía nacional. Desde la puesta en marcha del Mercosur, sin embargo, ya desde la segunda mitad de la década de 1980, cuando Brasil y Argentina pusieron fin a la polarización presente entre ambos países durante mucho tiempo, la relación entre Brasil y los Estados Unidos comenzó a verificar cambios significativos. Aunque estos no se produjeron en forma permanente , incluyendo retrocesos en los gobiernos neoliberales de Collor de Mello y Fernando Henrique Cardoso, los cambios más sustanciales se llevaron a cabo en los años 2000, con reafirmación de la soberanía nacional . La política exterior llevada adelante por los gobiernos liderados por el Partido de los Trabajadores volvió a colocar a Brasil en una base menos pasiva y subordinada al viejo centro dinámico del capitalismo global. De allí, la centralidad de las relaciones Sur-Sur, la promoción de Unasur, las articulaciones de los BRICS con otros países de América del Sur, la política de contenido nacional y de apoyo a la internacionalización de las grandes empresas brasileñas, el nuevo sistema de defensa fuera de la esfera de Estados Unidos fueros decisivos, entre otros, para enfrentar la segunda ola de la globalización capitalista. Este redireccionamiento no contó -como era de esperar- con el apoyo de Estados Unidos. En cierta forma, y debiendo ello considerarse con las necesarias diferencias, Brasil volvió a conectarse con las experiencias de crisis en el centro de la dinámica del capitalismo mundial, tales como las que se produjeron en los años 1880 (Inglaterra) y 1930 (Estados Unidos), para andar su propio camino. Las fuerzas internas del golpismo de Estado desde 2016 no parecen encontrarse solas. Por el contrario, y sin oposición de Estados Unidos, las reformas del gobierno Temer se alinean en forma pasi-

va y subordinada a las fuerzas externas presentes en la actual ola de globalización capitalista. De allí, la rápida desarticulación de la orgullosa y activa política exterior anterior . El reacercamiento a los Estados Unidos conduce al abandono del Mercosur y. las articulaciones sudamericanas con los BRICS , así como a la defensa mercantilista de los acuerdos de libre comercio promoviendo una pauta reprimarizadora de las exportaciones y de pérdida de relevancia o secundarización de las manufacturas. Con la misma tónica , fueron abandonadas las políticas tanto de defensa nacional como la de promoción de la internacionalización de las grandes empresas brasileñas con el apoyo de BNDES (Banco Nacional de Desarrollo). Acompaña en cierto sentido , el movimiento impulsado por la “Operación Lava a Jato” que ha llevado a la destrucción de empresas brasileñas internacionalizadas, entre otros sectores, en la construcción, el petróleo y el gas, la construcción naval. Además de la privatización impulsada de lo que queda del parque industrial nacional, se ha incorporado también la liberalización de la venta de las tierras a extranjeros. De tal forma, también actividades económicas exitosas como las de los agronegocios en tierras tropicales han pasado a ser expuestas al capital monopolista de grandes corporaciones transnacionales. En el camino de las cadenas de valor globales, el gobierno Temer derrocha toda posibilidad de defensa de los intereses y de la soberanía nacional, a excepción de aquellos pasibles de incorporarse a la segunda ola de la globalización capitalista. En este sentido, la entrega que está en curso de los recursos naturales y la promoción de la exportación de productos primarios parece un retorno a la época colonial, impulsando a convertir los activos públicos en sustento de un largo ciclo de las ganancias de la financiarización de la riqueza. Por otro lado, la estructuración de una nueva hegemonía política interna permitió el retorno a las reformas neoliberales y el aplastamiento de la nación federal. Esta mayoría que se había organizado en torno a la superación del largo ciclo de hiperinflación brasileña (1978 - 1994) y se mantuvo durante el Plan Real y sus condicionantes, no se mostró suficiente, sin embargo, para garantizar la plena aplicación del recetario neoliberal

en Brasil. Como se sabe, desde la década de 1980 el peaje cobrado por el centro dinámico global para el ingreso subordinada a la segunda fase de la globalización capitalista fue establecido por el Consenso de Washington (1989) como recomendación internacional a ser aplicado por las políticas económicas y sociales nacionales El resultado de eso fue la internacionalización del parque productivo nacional, así como la privatización del sector público y la desindustrialización. El deterioro económico y social fue percibido por la población por la ausencia de crecimiento de la producción, con el alto desempleo y la exclusión social, a pesar de la estabilidad monetaria logrado. Los equívocos en la conducción de la política económica y social neoliberal tornaron el acceso a los flujos financieros dependientes de las altas tasas de interés internas, lo que derivó en la constante apreciación del tipo de cambio y el estímulo, en consecuencia, de las importaciones y al debilitamiento de las exportaciones con mayor valor agregado. En estas condiciones, las reformas neoliberales perdieron apoyatura, con el debilitamiento de la mayoría política construida en Brasil para sustentarla. Al contrario de lo sucedido en Brasil aceptando pasivamente el programa liberal en la década de 1990, otras naciones han utilizado hasta la ola de globalización - que no significó la uniformización del mundo -para hacer valer soberanamente todos sus intereses nacionales. Un ejemplo de esto ocurrió en Asia, especialmente en China, cuya defensa de la política nacional le permitió llevar adelante reformas liberalizadoras que le hicieron posible avanzar en la industrialización y modernización de su economía y la sociedad En cierto modo, la experiencia de los gobiernos dirigidos por el Partido de los Trabajadores en la década de 2000 buscaron , aun sin negar la existencia de la segunda ola de la globalización capitalista, una conducción propia de las políticas económicas y sociales nacionales. La unión de una base social heterogénea formada principalmente por los estratos de la sociedad perdedores del neoliberalismo fue suficiente para establecer políticas sociales inclusivas y económicas de crecimiento. Mientras el país pudo sacar provecho de los vientos favorables de la globalización, la mayoría política se negó al regre-


so del programa neoliberal. De tal forma, los gobiernos encabezados por el PT pudieron lograr cuatro victorias electorales sucesivas, a pesar de una oposición neoliberal minoritaria y fragmentariamente articulada en torno a alianzas políticas internas y externas. Desde la gran crisis se inició en 2008, la globalización capitalista ha mostrado cambios significativos en relación al comportamiento que se había observado desde la década de 1980. Por una parte, a pesar del bajo dinamismo económico de todos los países, el comercio exterior pasó a expandirse a una tasa menor que el PBI mundial (estimándose para 2016 un crecimiento del 1,7% del comercio mundial en comparación con un 3,1% de crecimiento del PBI) y una disminución de la significación de la internacionalización de las finanzas (cayó del 20,6% del PIB mundial en 2007 a 2,6% en 2015), mientras que la presencia de importados en la producción importada de diversos países se redujo (del 71% al 65% en China y del 44% a 38% en Estados Unidos entre 2007 y 2015) Por otro lado, se ha verificado el apoyo creciente en muchos países, especialmente los del centro dinámico global, para el regreso de las políticas proteccionistas y la expansión de los gastos militares. La desarticulación de la Unión Europea, tal como lo demuestra tanto la victoria del Brexit inglés como el ascenso de las fuerzas nacionalistas, se ha sumado el triunfo electoral de Trump en los Estados Unidos con un programa económico y militar distinto al llevado adelante hasta entonces por republicanos (Reagan, Bush padre e hijo) y demócratas (Clinton y Obama). En este contexto, aunque tal vez tardíamente, el gobierno Temer consiguió convertirse rápidamente en una expresión de una mayoría que no se opone claramente -por ahora - al retorno del recetario neoliberal. Con el colapso de la barrera que se había establecido al neoliberalismo desde 2003 al neoliberalismo, las reformas pasaron a llevarse adelante rápidamente , volviéndose a la agenda que no había podido completarse en la década del 90 en los gobiernos de Collor de Mello y Fernando H. Cardoso. . Un ejemplo de ello también ha sido el aplastamiento del federalismo por el traslado de deudas de estados y municipios, conllevando a la subordinación de las entidades territoriales a la lógica de la privatización y la destrucción de las

instituciones que pueden brindar cierta autonomía y mecanismos para apoyar el desarrollo regional y local. En la década de 1990, por ejemplo, la adopción del programa neoliberal de ajuste de los estados y municipios llevó a la privatización de los bienes públicos en todas las regiones como la captura por parte del gobierno central de 277 millones de reales del presupuesto de las entidades federales y la deuda pública aumentó de R $ 111 mil millones a 476 mil millones de reales entre 1997 y 2016. Resulta claro que del dinamismo económico que se observó durante el ciclo político de la denominada Nueva República estuvo basado en el proceso de industrialización nacional. Por ejemplo, en el período 1985-2015, la economía nacional creció sólo un 2,9% en promedio anual, mientras que en el período de la industrialización que se produjo entre los años 1930 y 1970, el producto interno bruto registró un crecimiento promedio anual de 6, 5% En tanto, la participación de Brasil en el producto mundial que alcanzó el 4% en 1985, disminuyó al 2,9% en 2015. Incluso con un menor dinamismo económico, la carga tributaria bruta del Estado brasileño aumentó en el mismo período del 24,1% al 32,7%, lo que representa un incremento acumulado del 35,7% o del 1% como promedio anual. La carga tributaria tuvo un mayor crecimiento para los segmentos de la población de ingreso intermedio , tales como la clase media asalariada y los trabajadores organizados. Mientras que la presión fiscal aumentó en un 69% para aquellos con ingresos mensuales de entre 1 y 2 salarios mínimos y el 63% para los de 2 a 5 veces mínimo, los segmentos con ingresos mensuales de 15 a 20 veces el salario mínimo y más de 30 veces de éste observaron entre los años 1970 y 2000 un incremento del 40,3% y 44%, respectivamente. Además de la mayor presión fiscal para sectores sociales bajos y medios de la población, la distribución de los fondos recaudados por el Estado durante el ciclo político de la Nueva República fueron dirigidos principalmente hacia dos sectores . Por un lado, el más alto de la pirámide distributiva que se benefició por las ganancias en el mercado financiero por el aumento de los gastos de la deuda pública, pasando de un equivalente al 1,8% del PBI por año al final de la dictadura militar a un 8% del PBI anual entre

los años 1990 y 2000. Por otra parte, la base de la pirámide social fue beneficiada por las políticas universales de acceso a la educación básica , la salud pública y otros programas de transferencia de ingresos. Entre 1985 y 2014, por ejemplo, el gasto social en el país aumentó del 13,5% al 22,5% del PIB, como resultado del proceso de inclusión social, siendo en particular de mayor significación para los sectores más vulnerables de la población en los años 2000. Los trabajadores organizados y la clase media asalariada terminaron siendo menos beneficiados con esta división general del gasto público total durante el ciclo de la Nueva República . Por otra parte, estos mismos sectores sociales fueron los más penalizados por el avance de la desindustrialización que destruye relativamente más los puestos de trabajo en el sector de fabricación de mayor calificación y rendimiento. Ante la creciente dificultad para elevar la presión fiscal en un marco de bajo dinamismo económico, sobre todo a partir de la recesión que comenzó en 2015, la presión sobre el gasto público aumentó considerablemente, con excepción de los sectores más ricos. En función de ello, la opción clasista de Temer fue la de reducir el gasto público destinado a la base de la pirámide social, lo que le permitió tener a disposición una proporción asegurada de recursos públicos para atender los gastos financieros Las reformas neoliberales impulsadas actualmente tratan de proporcionar las condiciones de una dinámica para la acumulación de capital para los próximos 20 años, sostenida en gran medida, por transferencias del Estado brasileño hacia gastos financieros . Esto ha sido posible incluso en un marco de bajo dinamismo económico a través del recorte del gasto público no financiero, especialmente los costos de personal y los sociales, y también la inversión pública, y la expansión de los ingresos procedentes de la privatizaciones y concesiones del Estado. Además, se ha abandonado el proyecto integrador de la sociedad, y ha re emergido la perspectiva de una sociedad para un tercio de la población. Político brasileño, economista de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul(1984) y doctorado en Ciencia Económica por la Universidade Estadual de Campinas(1993). Actualmente es Professor Libre Docente de la Universidade Estadual de Campinas y director del Centro de Estudos Sindicais e de Economia do Trabalho (Cesit).


El pronunciamiento Roberto Malaver Después de dar un golpe de estado, el general Ismael Tenías Hernia separó una pequeña república del estado de Mudarria Central y creó la república de Ismaelia Oriental. Más tarde, con su gente, organizó su toma de posesión como el primer presidente. Invitó a todos los medios de comunicación nacionales e internacionales, y ante el pueblo y sus invitados dijo: “Querido pueblo de Ismaelia Oriental, antes de dar mi discurso, quiero decirles a ustedes y a los medios de comunicación que nos acompañan que estamos muy preocupados por lo que está pasando en Venezuela. Allí se viene gestando una dictadura y no podemos permitir que el pueblo venezolano sufra esa tragedia. Debemos ser solidarios con esa gente y evitar que esa dictadura siga su rumbo… El general Ismael Tenías se detuvo porque los periodistas de los medios nacionales e internacionales, ante ese pronunciamiento, no lo dejaron terminar y comenzaron las preguntas: “¿con quién se piensa aliar para salir de la dictadura venezolana?”, “es un buen comienzo, general”, “esa preocupación por Venezuela lo pone al lado de Pedro Pablo Kuczynski, del Perú; de Mariano Rajoy, en España; de Temer, en Brasil; de Macri, en Argentina; es decir, usted no está solo”. El general, ante aquel bombardeo humanitario que se le vino encima, aprovechó y dijo. “Pueblo de Ismaelia, vamos a dejar para después todos los proyectos que tengo para desarrollar la república de Ismaelia, porque como ustedes puede ver, la preocupación por Venezuela está primero. Eso sí, ojala que Mudarria Central no comience a perjudicarnos reclamando el territorio que democráticamente hemos logrado arrancarles. Hasta pronto, mi Ismaelia”. Después, el general se fue al salón Pedro Carmona Estanga, llevaba ese nombre en homenaje a un amigo que había dado un golpe en un país de América Latina. Allí, el general y su gente se sentaron para ver la televisión, y allí estaba un periodista diciendo: “Lo más importante del discurso del general Ismael Tenías en su toma de posesión fue el pronunciamiento que hizo contra la dictadura de Venezuela”. Y después hubo un corte y apareció el general diciendo lo que había dicho. En ese momento repicaron todos los teléfonos del salón y el general escuchó a un mandatario que decía: “Bienvenido al club, compañero Ismael”. Todavía el general no sabe quién fue.

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Política para paladares exigentes Carola Chávez Los programas de radio opositores son una fuente inagotable de disparates. Lo cómico es que hablan en serio, muy en serio, con sus voces impostadas, pronunciando cada palabra con infatuada cadencia, arrastrando las eses, exagerando la labidentalidad de la V hasta provocar un zumbido que deja claro que esa es la V de vaca y no la de (cha)burro. Estos programas son para gente decente y pensante, gente educada, viajada, gente de mundo, con roce social, que no se conforma con una simple arepa o con una insípida canilla, como dijo una atribulada analista en uno de los programas más sintonizados por los demócratas de este país. Ella, fúrica con Maduro, le explicaba al país que su paladar “exige” cosas distintas al pan canilla, como los cachitos, por ejemplo. Y el aclamado periodista conductor del programa, también de exigente paladar y barriga que lo confirma, entre desgarrado y desafiante, acompañó a su invitada en su hambre de ese jamonoso sabor que la dictadura les niega, porque “claro, en un país libre uno puede darse esos gustos. Acá tienes que comer lo que digan Maduro y Tareck”. Y cambias de emisora y el drama país sigue, esta vez en la voz de una mujer, de esas que pronuncian cada sílaba con la boca apretada en un círculo pequeñito, porque así, creen ella y Lila Morillo, las palabras suenan más glamorosas. Un programa para mujeres -con un ataque crónico de nervios. Media hora llena de sabios consejos de invitados “expertos en el tema mujer”. “Hoy hablaremos de la autoestima de la mujer venezolana, tan golpeada con esta crisis a la que nos arrastró el madurismo una vez que el maquillaje está a precios que pocas mujeres podemos pagar…”. Y seguimos por el dial y para caer en una discusión interesantísima entre dos expertos que, si bien están de acuerdo en que Venezuela debe que ser gobernada por un gerente, no están claros si ese gerente debería ser Lorenzo Mendoza o El Conde del Guácharo, el primero más europeo, lo que es deseable, y el otro quizá demasiado “tropical”… ¡Clic! Todo el dial lleno de sabiduría. Así, cuando Julio Borges declara, sin que se le despeinen las cejas, que “las medidas que obligan a las panaderías a vender pan todo el día es un atropello al pueblo” (sic), la gente decente y pensante lo aplaude, mientras los chaburros no entendemos nada.


De la bondad que no contamos Carola Chávez A Oscar le dieron un tiro, justo después de que Eugenia me había regalado un pan que ella misma había hecho. Casi no tuve tiempo de agradecer a Eugenia su gesto solidario porque un malvado vino a robarnos y Oscar se llevó la bala por querer salvarnos. Un disparo y la maldad desapareció por la esquina, y la calle entera se llenó de vecinos que me sostuvieron el alma mientras veía a Oscar doblar la otra esquina, rumbo al ambulatorio, gracias a Eugenia, Meteoro con adrenalina que voló con mi amor herido, a pesar del dolor de los golpes que le dio el malvado. En el ambulatorio, una pareja de doctores jovencitos se subía a una ambulancia, rumbo al hospital, con Oscar mal herido, “¡no te duermas, Oscar! Ya llegamos”. El camillero abriéndose paso por el pasillo con la vida de Oscar en las manos. La sala de emergencia recibió a Oscar, que seguía contando chistes porque no sabía que la cosa era tan grave. Allí, el equipo médico de guardia, los ojos lindos de la anestesióloga que Oscar memorizó antes de quedarse dormido. Lindberg, el enfermero que tomaba mis manos heladas y me predecía que todo iba a estar bien. Allí viví el milagro de encontrar ternura en un lugar tan improbable, donde no hay tiempo sino para pelear con la muerte. Una reacción en cadena, un gentío que, aún sin conocerse, aunque quizá nunca se vayan a conocer; dedicados a corregir con su bondad la maldad de un solo malvado. ¡Ganamos! Casi un año después, Oscar y yo, a menudo nos encontramos recordando con alegría los días más difíciles de nuestra vida. La alegría de la encargada de llevar la comida a los pacientes que le entregaba la sopita a Oscar diciéndole: “Aquí te traigo tu pabellón”. La taxista que no me cobró. El enfermero que nos quitó el miedo y puso a Oscar a caminar. Las enfermeras, periquitos alegres en bandada, sanadoras del alma. El asombro de los ojos aguados de la anestesióloga al encontrase con Oscar vivito y coleando. La lección de amor que nos dejó Mari, la señora que cuidaba a su vecino, a un viejito huérfano de familia, en la cama de al lado. El abrazo apretado del muchacho de la Guardia del Pueblo con quién compartía te frío, angustias y esperanzas… Millones de historias que dicen lo que realmente somos y que nos negamos, por contar, eso sí, las historias de unos pocos malvados.

¿Acaso Venezuela es una colonia?

José Vicente Rangel

La campaña contra Venezuela no tiene precedentes. Hay un cerco a nivel de gobiernos, dirigentes políticos, parlamentos, ONG y un ataque mediático persistente, calumnioso, como nunca se había visto. Claro que hubo campañas similares contra países con gobiernos democráticos que pusieron el acento en lo social y eran severamente cuestionados por Estados Unidos y las oligarquías locales. También contra experiencias de otros pueblos caracterizadas por la defensa de la soberanía y de los recursos naturales. En ambos casos, el acoso concluyó con invasiones militares, intervenciones directas o indirectas, baños de sangre, destrucción de infraestructuras, y la desolación de la que las víctimas no se han podido reponer. Pero lo que está pasando con Venezuela no tiene parangón. Se trata de una ofensiva coherente, salvaje, montada sobre la descalificación absoluta del país, del ser venezolano, en la que participan poderosas fuerzas en el exterior y una oposición interna cipaya, dispuesta a incurrir en las más abyectas actitudes contra su propia patria. Es un movimiento depredador que se alimenta de la basura que producen los laboratorios del imperio. Que apela a los más insólitos recursos para imponerse, con total desprecio de valores éticos y morales. Lo planificado por aquellos que dirigen la campaña no solo busca derrocar el gobierno legítimo, constitucional y democrático de Nicolás Maduro, sino desmantelar el país, desmontar el Estado y las instituciones, acabar con la soberanía nacional y entrarles con voracidad a los grandes recursos naturales que posee Venezuela. Cada día se estrecha más el cerco, que trasciende la simple amenaza para materializarse en medidas concretas, como la manipulación contra la moneda y la aplicación de todo tipo de acciones en el campo financiero. El alud de infamias, las insólitas falsedades promovidas por los medios acerca de todo cuanto ocurre en el país; la deformación deliberada de cualquier decisión del Gobierno venezolano en defensa de la Constitución; así como la campaña destinada a presentar a Venezuela como un país donde cunde el hambre, la miseria y la desolación, imagen que es proyectada en el exterior con pasmosa desvergüenza, revela la existencia y ejecución de un plan que fatalmente tiene que culminar con una agresión armada, que seguramente está en preparación. No es una casualidad el pronunciamiento, al unísono, de gobernantes como Obama, y ahora Trump; de mandatarios como los de Brasil, Argentina y Perú; España, Unión Europea; del Departamento de Estado, la CIA y jefes militares norteamericanos, al igual que el combo de medios de comunicación en el mundo entero. Todos piensan que están dadas las condiciones para rematar la ofensiva porque entre los factores que desinforman está la oposición interna que opera como quinta columna. La desfachatez llega al extremo, por ejemplo, cuando el gobernador del estado de Florida, Rick Scout, se atreve a emplazar al Gobierno venezolano “a que proceda de inmediato a poner en libertad a Leopoldo López”. ¿Qué se cree gente como esta? ¿Acaso Venezuela es una colonia o un protectorado que recibe órdenes? Los venezolanos tenemos dignidad y nadie va a dictarnos normas de comportamiento. Pero al mismo tiempo, hay que estar conscientes de que la amenaza existe. Que no es un invento, ni nada que se le parezca. Ya que de alguien como el que arribó a la Casa Blanca se puede esperar cualquier cosa. Lo mismo de tanto mandatario títere de la región. Así como de los medios de comunicación, y de la oposición que tenemos, capaz de incurrir en cualquier felonía. Es tiempo de firmeza, de unidad, de voluntad política para no flaquear, y de tener conciencia de lo que somos: un pueblo libre, soberano, con un extenso historial de defensa de la patria.


Fuga de cerebros corruptos Roberto Malaver

Devastar para dominar Roberto Hernández Montoya

Las clases dominantes son dominantes porque son despiadadas. En todas partes cumplen las leyes solo cuando les conviene. En España absuelven infantas y maridos de infantas. Por ejemplo. Para los grandes no hay leyes, porque son la ley. Las leyes son para los débiles. Alguien pobre se roba un celular en España y puede pagar prisión preventiva de quién sabe cuánto tiempo. No sé, no conozco las leyes españolas, pero ya voy viendo cuáles son las que verdaderamente se cumplen. La infanta solo pasa por el linchamiento mediático, que no deja de ser estresante, pobrecita. Al menos eso es lo que están diciendo los zalameros medios españoles de la derecha, que son todos. Qué pobrecita la familia real por lo que ha pasado. Eso parte el alma. A Soraya la sacrificaron, como a Lady Di. Letizia debiera cuidarse más. Digo yo. No sé, por ahora me parece que está cumpliendo aceptablemente su papel de Cenicienta vuelta princesa, y como plebeya hasta luce como lo más distinguido de la familia real, mira tú. Marx sentó las claves en Das Kapital, cuyo sesquicentenario deberíamos celebrar leyendo y/o releyendo. La gente haragana le ha dado fama de difícil. No. Largo sí es. Pero más allá del capital (voto a Istvan Mézáros) hay un sinfín de obras que hablan dello, incluyendo libros del propio Marx y Engels. Balzac, Zola, F. Scott Fitzgerald. De Balzac, Engels declaró que una sola de sus novelas delataba más el capitalismo que mil tratados de economía política. Te recomiendo Papá Goriot. Es un error común suponer que superar el capitalismo es que seamos iguales. No, ¡vivan las diferencias! Lo que saca la piedra es que a un patiquín sus padres le compren una curul, una alcaldía, una gobernación, una candidatura presidencial, para no hacer nada, bueno, sí, dar golpes, conspirar, robar, llamar a descargar arrecheras en cuya descarga se cargan a 11 personas, incluyendo dos chamos. Y no pagar por eso. Ah, ni siquiera tiene el atenuante de la simpatía, la inteligencia y la cultura. Sí, dan ganas de descargar arrechera. El capitalismo no solo crea las injusticias, sino que las acentúa, como con esta guerra económica, que pagamos con Maduro. Y devasta --

Cuando se fuga un corrupto se está fugando un cerebro, un gran cerebro” -Dice Cinthya Machado Zuloaga, quien llegó con su belleza de siempre y con todo sus argumentaciones políticas. “Te puedo poner dos ejemplos: Nelson Mezerhane y Guillermo Zuloaga. Esos dos hombres son talentosos, porque para ser banquero y empresario hay que tener talento, y esa gente lo tiene. Lo que pasa es que no supimos aprovechar sus conocimientos, y tuvieron que fugarse porque los acusamos de corruptos. En cambio hay algunos cerebros que se han fugado que no tienen talento para ser corruptos”. Hoy Cinthya llegó manejando otras categorías. Y el mesonero aprovecha su silencio y llega con las dos tazas de café y las coloca en la mesa y dice: “Señorita, usted es una acaparadora de belleza, se quedó con toda”. Ella sonríe y el hombre está a punto de recordar su Clap y su botellita de agua Evian, pero se olvida, porque Cinthya se pone de pie y lo abraza y después se sienta y él sigue allí como una estatua. Y Cinthya sigue explicando: “Te puse como ejemplo a dos civiles, pero para equilibrar te voy a nombrar a dos militares: El general García Plaza, el del “Dakaso”. Otro cerebro que se dio a la fuga. Y está también el ex gobernador de Aragua, Rafael Isea. Allí están dos cerebros que se fugaron del país porque también fueron acusados de corruptos. Mi padre dice que estamos perdiendo a la gente más valiosa, claro, por el dinero que se llevan”. El mesonero, que seguía allí como una estatua después del abrazo de Cinthya, se despierta y dice: “Me abrazó la mujer más linda del mundo y no quiero despertarme”. Y se marcha lentamente de espaldas a la barra para seguir viendo a Cinthya de frente y adorarla a medida que se aleja. Cinthya busca una libreta para ver sus anotaciones personales y vuelve con su teoría: “Mi padre dice que menos mal que todavía tenemos un gran abastecimiento de corruptos, que en ese mercado es muy difícil que haya desabastecimiento. Lo que pasa es que debemos descubrir a los talentosos y ponerlos a trabajar a nuestro favor, es decir, en desarrollar económicamente el país, porque solo los corruptos nos salvarán, eso sí, si ponen también un poco del capital que se han robado”.

Crispación Roberto Hernández Montoya

La Segunda Guerra Mundial fue la última que ganaron los Estados Unidos y eso porque fue en patota. Desde entonces la principal potencia militar del planeta y de la historia no ha pegado una, salvo con países como Granada, Panamá. Y golpes de Estado a traición. A Libia le ganaron, OK, pero también en patota y de lejito, a punta de 20.000 bombardeos “humanitarios”. También en cayapa con Al Qaeda, Francia, Reino Unido, Israel, Arabia Saudita y reyezuelos surtidos. Y la ingenua inhibición de China y Rusia. Hacen la guerra para perderla. El mundo está bien, el loco soy yo, cual cantaba Charlie Palmieri —se consigue en YouTube. Porque no es guerra sino negocio. El diablo existe y es humano. Sartre lo dijo: “El infierno son los otros” (A puerta cerrada). Es lo que un presidente gringo, conservador y republicano, el general Dwight Eisenhower llamó en 1961 el complejo industrial militar (también en YouTube). Si ganaran las guerras ya no podrían seguir vendiendo armas de destrucción masiva. Y para venderlas hay que usarlas y para usarlas y reponerlas hay que exterminar un gentío. El diablo suelto. Las guerras se volvieron más que nunca vaquitas de hacer real, lo que los empresarios gringos llaman cash cows. Son poetas, mejores que los juglares infernales que compadecía León Felipe: Dante, Blake, Rimbaud. El poema se llama Auschwitz y también está en YouTube. Voy a tener que cobrar comisión a ese ente inquietante porque es omnisciente. También me inquieta la sencillez excesiva, como este negocete bélico. ¿No es sospechoso que la potencia militar más devastadora del universo y del tiempo pierda hasta las guerras más pendejas? Si tienes una explicación mejor o siquiera distinta te la agradezco. Me encanta perder discusiones porque me sacan de mis errores y eso se agradece. A la guerra, que ya es un mal en sí misma, se añade la crispación en que mantienen a la humanidad, que la tienen a cola alta, ya lo decía. Mira como está Londres. A esta guerra económica sin bombardeos –por ahora– añaden esta histeria en que nos tienen desde que llegó la revolución bolivariana y aun desde antes, porque la IV República no fue una casa de reposo. La cosa es mantener el planeta en estado de pataleta perpetua, que también da ganancias. Pingües.


“No es la benevolencia…” o por qué debemos apoyar la toma de panaderías

15 y Ultimo

La toma de la panadería Maison Bakery por parte de vecinos organizados hartos del maltrato físico (porque poner a la gente a hacer colas es una forma de maltrato físico) y psicológico (porque negarle a la gente el acceso a sus bienes de consumo es una forma de maltrato psicológico y moral), pero también de las condiciones de insalubridad con que venía operando el establecimiento, es un hecho importante al menos por dos razones. La primera porque constituye una respuesta colectiva y solidaria por parte de los vecinos y la comunidad organizada frente al abuso de los comerciantes, abuso el cual, y hay que decirlo, se produce en buena medida gracias a la apatía e incluso colaboración de algunas autoridades llamadas a ponerle fin a prácticas que, más allá del maltrato en sí, son violatorias al derecho constitucional y humano a tener libre acceso a bienes de calidad sin condicionamientos de ningún tipo. Es decir, no se trata de una respuesta de orden individualista. Las respuestas de orden individualista y egoísta son dos: la del que tiene dinero y quiere que le suban el precio del pan lo más posible para que todos aquellos que no tienen ya no puedan comprarlo y, por tanto, él o ella, tener acceso sin competencia al mismo; o la del que ve en los problemas de acceso al pan una oportunidad de negocios y jugando con la necesidad de los demás, se aprovecha para revender. El bachaquerismo no es más que la versión más reciente y decadente de este proceder muy bien arraigado en el ADN de los comerciantes venezolanos que, como bien dijo un intelectual de derecha alguna vez, más que como pequeña burguesía, en realidad piensan, actúan y viven como buhoneros con ínfulas. La segunda razón es que si bien es verdad que tales tomas no solucionarán el problema de fondo, sí crean las condiciones para avanzar sobre ello. A este respecto, se ha dado toda una discusión sobre si iniciativas de este tipo o los llamados “boicots” son o no productivas (para salir del atolladero actual). Esta es una discusión típica de la forma FEDECAMARAS de ver el mundo, pero que también se ha apoderado de sectores progresistas y de izquierda que ante la pobreza intelectual que los caracteriza, no han encontrado mejor cosa que recostarse y apropiarse de los lugares comunes de los buhoneros con ínfulas de ideas. Pues según este razonamiento entonces los sindicatos, por ejemplo, tampoco tendrían razón de ser, pues ni ayudan a superar estructuralmente la relación capital-trabajo ni ne-

cesariamente hacen más productiva a las sociedades desde el punto de vista material. Sin embargo, ese ni es ni tiene que ser el punto de los sindicatos: el punto de los sindicatos y demás formas organizativas de los trabajadores es la defensa de sus derechos, y en última instancia, la de ejercer frente al abuso de los patrones una fuerza colectiva que la contrarreste o le ponga fin. No han ayudado a superar el capitalismo, pero gracias a ellos ya no existen jornadas laborales de 20 horas, el trabajo infantil está prohibido, hay vacaciones colectivas pagas, etc. Entonces, los asalariados y asalariadas, así como estamos organizados en la esfera del trabajo para defender y salvaguardar nuestros derechos, podemos y debemos a hacer lo mismo en la esfera del consumo, adonde concurrimos a intercambiar nuestro salario por bienes y servicios que obligatoriamente deben ser de calidad, ofrecidos de forma igualmente digna y que no pueden estar sujetos a los condicionamientos de quienes nos ven, a la hora de comprarles, con el mismo desprecio que a la hora de querer mal contratarnos y mal pagarnos. Así como las vacaciones pagas y el salario mínimo no nacieron por la benevolencia de los patronos, los derechos de los consumidores no se impondrán por la benevolencia de los comerciantes: se deben conquistar. Adam Smith decía que el capitalismo es capitalismo porque “no es la benevolencia ni el bien común lo que lo rige sino el egoismo, porque el panadero no vende pan para saciar el hambre del otro, sino porque ve en el hambre del otro una oportunidad de saciar su propia hambre de querer ganar más”. Por eso, el comerciante actúa como actúa y el bachaquereo, que no hace más que imitar un poco más burdamente al comerciante formal, también. Pero esos son ellos. Nosotros y nosotras, asalariados de todas las índoles, trabajadores de 15 y último por definición, podemos y debemos pensar en el bien común, hasta por razones egoístas. Pues incluso si usted es alguien que en el fondo no le interesan los demás, debería saber que en la suerte de los demás se juega también la suya. Los ciudadanos y ciudadanas de este país no necesitamos panaderos, necesitamos pan. En cambio, los panaderos no necesitan pan, necesitan de nosotros pues viven de nuestro dinero. Ese es el orden real de la ecuación. Y si alguien debe imponer las reglas de comercialización somos nosotros y nosotras, no ellos, y si no lo entienden o no les gusta pues haremos el pan nosotros mismos y fin de la historia.


De la Maison Bakery al pan a 200 La Superintendencia Nacional de la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (SUNDEE) junto al pueblo organizado tomaron temporalmente (90 días) las panaderías “Masion’s Bakery” (en la esquina de Cuartel Viejo, de la avenida Baralt) e “Inversiones Rol 2025” (ubicada frente al liceo Fermín Toro), por irregularidades en la producción y la venta de pan. La reacción de los grupos de poder no se ha hecho esperar. Los medios tradicionales afirman que “los vecinos protestan por la expropiación de la panadería”, aunque ni de vaina reseñaron cuando manifestaban en contra de los abusos cotidianos de sus dueños. También dicen que uno de los “expropiadores”, José Enrique Solórzano, integrante de la Casa de Movimientos Culturales La Minka y vocero de los productores libres de pan, fue el mismo que tumbó el “Monumento a Cristóbal Colón en el Golfo Triste”, hace casi 13 años, el 12 de octubre de 2004. Pero, como les da alguito de pena defender a un colonizador, entonces lo acusan de dañar la obra de un escultor v-e-n-e-z-o-l-a-n-o, Rafael de la Cova, en un triste apele a un falso nacionalismo. De esta manera, se desvía asertivamente la opinión pública. Pero, ¿qué pasaba realmente en la Masion Bakery? Especulación, largas colas, venta condicionada, dulces con pelos de gato, chiripas paseandito, café hecho con agua estancada en una olla con sarro, harina acaparada, trabajadores explotados, productos vencidos (en uso y en venta). Del resto, dejemos que sea el propio “derribador de estatuas” quien arroje al suelo los mitos. “Si el capital privado anda ladrando, denunciándonos, es porque por fin estamos avanzando. Es la primera vez que se hace una ocupación temporal de una panadería privada por parte del pueblo organizado y lo hacemos porque estamos convencidos de algo: no podemos caer de rodillas. Ellos tienen una guerra y creen que nos pueden vencer porque siempre han subestimado el conocimiento

del pueblo, pero hoy acá hay panaderos, charcuteros, gente de la comunidad que maneja el oficio y ha mostrado voluntad y trabajo solidario para que acá nada se pare”, comenta José Enrique Solórzano a 15 y Último. ¿Y nada se ha parado? ¿Nos lo juras?: “Absolutamente nada. Estamos produciendo para nuestro pueblo, para nuestra comunidad, en conjunto con los CLAP. Esta mañana (20 de marzo) sacamos más de 3.200 panes que fueron distribuidos a 5 CLAPS de la parroquia en la lógica del punto y círculo. En la tarde esperamos sacar 3.600 panes más. Eso hasta superar los 7 mil por día. Vamos a romper la lógica comercial del pan como lucro, como mercancía, como forma de dominación, para usarlo como herramienta de lucha del pueblo organizado”, nos dice. Pero, si todo es tan color rosa, ¿por qué han sido rechazados por los vecinos?: “Eso no ha sido así. Los vecinos están satisfechos porque eran ellos quienes denunciaban las irregularidades que acá pasaban, acá están con nosotros, guerreando juntos ante la arremetida mediática, el show que están montando”, agrega. La “arremetida” también señala que se despidieron a los antiguos trabajadores del local, ¿qué hay de cierto en eso?: “Mira, han querido decir que ‘tomamos la panadería por tomarla’, pero eso no es así. Acá llegó un proceso de intervención porque llovían las irregularidades, incluyendo la insalubridad total: gusanos en las cafeteras, ratas en los depósitos, escombros, acaparamiento de harina, sobreprecio, usaban el 90% de la harina para pastelería y solo el 10% para salado, además le estaban pagando una miseria a los trabajadores”, expresa José, mientras agrega, “acá se respetó el derecho laboral de todos. Los que quisieron seguir trabajando con nosotros acá están, acá hay 5 trabajadores que eran de la Maison Bakery y decidieron unirse al nuevo equipo. También hay otros que no quisieron, pero el Estado defendió sus derechos laborales y ha asumido el cálculo de su pago, su liquidación, y además desde el Gobierno del Distrito Capital se abordará su estatus laboral”. Entonces, ¿en cuánto nos vendes una canilla?: “Ahora el pan está saliendo al precio y al peso que es, porque antes la canilla tenía 140 gramos en vez de 180, ahora tiene 180 gramos y cuesta solo 200 bolívares, y mira que el SUNDDE contempla que es 250 Bs., pero nosotros sacamos nuestras cuentas y con 200 cubrimos el costo y hay ganancia suficiente para el sostenimiento y mantenimiento de esta panadería, así que a 200, mi amor”. ¿Y más nada?: “Sí, un llamado. Un llamado al autogobierno comunal, nosotros queremos moralizar al pueblo, para que asumamos la tarea; no nos dejemos arrodillar ni atropellar. Con voluntad y fuerza se pueden lograr las cosas. Así que a montar panaderías, a seguir trabajando, a hacer de los problemas, herramientas, para fortalecer las dinámicas productivas, sean panaderías, textil, alimentos, granjas, pero tenemos que tomar el poder económico, Chávez nos dejó libertad e independencia política, ahora debemos concretar la económica. Esta es la misma lucha de ustedes: económica, mediática, la de todos los que queremos la construcción de un modelo distinto”. Y a este punto final si le quedan bastantes puntos suspensivos, porque la lucha del pueblo pica y se extiende…


El que hable es adeco

Jessica Dos Santos-15yultimo Cualquiera que me conoce sabe que yo históricamente he militado en las filas del “hagamos una vaca…” y del “vamos a darle que algo sale…”, aunque eso me haya hecho vivir de coñazo en coñazo. Yo he creído, con total seguridad, que se puede hacer mucho con pocos recursos, por eso, considero que donde come uno, comen dos, tres, cuatro, y jamás le he negado un plato de comida a nadie. He trabajado con las uñas en medios nacientes o casi moribundos con resultados dignos de las más altas tecnologías, he dado clases en infraestructuras que se caían a pedazos solo porque los chamos habían derribado mil obstáculos para estar ahí, he viajado en autobús sin saber dónde me alojaría y aún así nunca me ha tocado dormir en la calle. A estas alturas, yo sé que las ganas, el amor, las convicciones, son más fuertes que todo y más importantes que nada, pero también he tenido que aceptar, en contra de mí misma, que no bastan, que se necesita más. En mi empeño por no depender ni de privados ni de la burocracia estatal, he salido a la calle a pedir real por un pana enfermo, he organizado los bazares más ordinarios del mundo para poder costearnos un periodiquito comunal, la pintada de alguna calle, para darme cuenta, con esa mezcla de tristeza y tranquilidad del que lo intenta, pero no lo logra, que no, que no alcanzamos la suma necesaria, que nos ganó el tiempo, que los objetivos quedaron a medias. Pero sigo confiando en mí y en los otros, en los que creo que tenemos la razón. Probablemente por eso yo me haya enamorado tan perdidamente de la idea de un Estado comunal, del poder en las manos del pueblo creador (que para crear también destruye porque entiende que a veces es necesario demoler todo lo existente y no limitarse a tener dos sistemas que coexisten como esposos sin amor) y he puesto en eso todas mis energías. Yo soy de las primeras que sale a pelear cuando alguien dice que fue un error darle tal o cual cosa a la gente porque la gente “no es eficaz, no tiene el conocimiento (“formación”, le dicen), las herramientas, la consciencia o la honestidad necesaria para manejarlas”. En dado caso, el error es no garantizar la asertiva transferencia de contenido, los materiales requeridos, y a ver, si de honradez vamos a hablar, ¿son moralmente correctos quienes han tenido el poder durante todos estos años? Dígame la verdad, ¿usted juzga su “eficiencia” o su honradez? Porque acá a muchos no les importa si el empresariado o el gobierno roban “con tal de que las cosas funcionen bien”, ¿o no?De hecho, los años más apasionantes de mi vida se movieron entre la lucha por la tie-

rra (cuando yo aún pensaba que las vacas eran solo blancas con manchas negras), el proceso de alfabetización nacional (cuando yo creía que mi madre era la única que no había culminado la primaria, que no podía ayudarme con la tarea) y la llamada comunicación popular (cuando yo andaba ahí, en una fría academia, creyendo, cual pendeja, que García Arocha debía darme un título para que el derecho a comunicar, comunicarme, comunicarnos, fuese posible). Esa época fue una especie de despertar. Recuerdo que alguna vez, mientras contemplaba un amanecer en Manicomio, Catia, un borrachito me dijo: “Coño… mami… ¿sabes qué es arrecho?, que después que uno abre los ojos es imposible volverlos a cerrar”. Yo no sé a qué se refería aquel hombre, pero desde ese instante su frase pasó a ser la única respuesta posible cuando alguien me increpa por qué creo en lo que creo, por qué trabajo en lo que trabajo, por qué hago lo que hago. En ese mismo transitar también descubrí que a quien posee el poder en sus manos (desde las grandes corporaciones hasta el alcalde o concejal de su pueblo, al que usted le dio su voto) no le conviene repartírselo a un gentío, así como a muchos (desde los médicos hasta los mecánicos) no les conviene la democratización del conocimiento que podría dejarlos sin las herramientas con las cuales viven estafando a diestra y siniestra a todo el mundo. Por eso algunas veces me molesta sobremanera la ligereza y la profunda manipulación con la que algunos voceros y militantes hablan del “poder y la organización popular” en la que no creen, con la que no colaboran. En mi calle estamos organizados, pero ni con 500 bazares ni con 40 cartas hemos podido reparar los huecos que ya se comieron los carros y están a punto de zamparse las casas y los edificios. En mi calle estamos empoderados, pero ni con 80 recolectadas ni con 40 tocadas de puerta hemos logrado que los postes vuelvan a tener luz. Y sí, uno va y echa escombros y pinta un círculo amarillo para que nadie caiga en el agujero, y uno va y pone un bombillito en la entrada con un cableado que baila entre la magia y el riesgo, pero ¿realmente se trataba solo de esto? Ni hablar de aquellos que nos piden “alzar la voz, protestar, denunciar las irregularidades”, pero salen, cual corcho soplado, a calificar de llorón, habla paja, traidor, salta talanquera, etc., a quien se atreva a abrir la jeta. Lo sabré yo, que alguna vez me puse a soñar con un consejo obrero de los trabajadores y terminé siendo tildada de adeca. Por eso, en estos tiempos, como dice la canción: “Si la luz te deja ciego: ¡sospecha del que te alumbra!”, y vayamos, a abrazar a los compañeros que saben de sombras y penumbras.

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Ganar o ganar: la apuesta del autoritarismo ordinario

Irene León-Alainet ¿A qué feminista, consecuente con sus referentes, se le ocurriría hacer campaña y votar por un supernumerario del Opus Dei, corriente religiosa ultraconservadora, que plantea un proyecto político levantado sobre la ‘santidad social’, con una agresiva agenda contra los derechos de las mujeres, los derechos reproductivos y la diversidad sexual? ¿Qué indígena o afrodescendiente militante se exhibiría, con unidad de propósitos, en la tarima de aquel que hace ostensible su racismo, clasicismo y xenofobia? ¿A qué izquierdista se le pasaría por la cabeza reivindicar el retorno de la oligarquía al poder y la instauración del neoliberalismo duro, con el pretexto de poner en evidencia que el capitalismo aún persiste? ¿A qué demócrata se le podría llamar tal cuando hace coro a los llamados de la extrema derecha a desconocer la institucionalidad democrática y erigir instancias privadas que la suplanten? Pues estos y otros prototipos existen en Ecuador y son parte del entorno que respalda la candidatura de Guillermo Lasso (CREO), reconocido banquero y miembro del Opus Dei, que con una propuesta de cambio reaccionario pretende desplazar al proceso de cambio antineoliberal que germina en el país en el último decenio. Con una millonaria campaña sucia, la candidatura de la extrema derecha que pugna por la presidencia del país (abril 2 de 2017) no sólo ha buscado edificar una versión idílica del pasado, resucitando incluso a actores del conservadurismo que ya se creían en vías de extinción, sino que ha logrado posicionar al odio como catalizador de la articulación política, aglutinando en su entorno a todo ‘odiador’ dispuesto a compartir su plataforma para demoler, mayormente con falacias, la proyección de la Revolución Ciudadana. La propuesta de un cambio regresivo se levanta sobre una perspectiva vertical y clasista del poder, con un enfoque de progreso individualista, contrario a cualquier aproximación al bien común. Apela a la reprivatización de la educación, la

salud, los cuidados, la energía, los recursos naturales, y hasta de los parques nacionales, como también propone la regresión hacia una total liberalización económica y la eliminación de cualquier medida de control al capital financiero nacional o transnacional. En fin, nada sorprende en la agenda de la derecha, todos estos elementos son constitutivos de su plan programático neoliberal y capitalista. Pero, sí sorprende que actores que se auto identifican con la izquierda y los movimientos muestren una militancia activa en ese frente. Es más, esa adherencia no sólo sorprende sino que interpela a cuestionar: ¿qué izquierda, qué feminismo, qué ‘movimientos’ son esos que levantan al unísono con la derecha una condición para las elecciones presidenciales: ganar o ganar, aun si el resultado en las urnas diga lo contrario? ¿Qué movimientos son esos, que contribuyen a restaurar un imaginario cimentado en prejuicios de clase y sobre el racismo estructural que son constitutivos de la democracia de las élites? ¿Qué socialistas son esos que quieren romper con las políticas sociales redistributivas y públicas, para volver a la desigualdad privada, a la caridad para pobres, a la impunidad corporativa y financiera? ¿Qué demócratas son esos que, en equipo con la derecha, quieren confiscar el concepto de democracia, apropiarse de las realidades de su construcción y hasta del patrimonio emblemático de sus símbolos? ¿A qué ética política podrán apelar esos dirigentes que puño en alto con la extrema derecha llaman a calentar las calles, hasta que sea proclamada a fuerza la victoria de un cambio reaccionario y que para lograrlo evocan incluso la eventualidad de llamar a los militares a tomar el poder? Ganar o ganar, aún si la voluntad popular dice lo contrario, y para hacerlo la derecha y sus adeptos han llamado al combate, hasta que se reconozca por la fuerza y la violencia una victoria del cambio regresivo, sin lo cual hasta están dispuestos hasta a incendiar Quito… Luego de un decenio de cambio constructivo y paz ¿permitirá el pueblo tal regresión histórica?


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Lenin llegó al poder por la fuerza de los votos Eloy Osvaldo Proaño| La ajustada victoria obtenida por Alianza País y su candidato Lenin Moreno en la segunda vuelta electoral en Ecuador evitó el salto al vacío, al estilo argentino, un retroceso a las peores épocas del país. Pero lo que no pudo evitar, a pesar de la transparencia de los resultados, es la misma respuesta de las derechas derrotadas, reclamando un fraude electoral, incluso desde antes del acto comicial. El libreto es el mismo que en Venezuela por ejemplo. Si no ganan –por falta de votos- denuncian fraude, tratan de enlodar los procesos, de desestabilizar el país, con el apoyo del gran aparato del terror mediático de la prensa hegemónica nacional e internacional, que trata permanentemente de imponer los imaginarios colectivos denostadores de la figura del dos veces presidente Rafael Correa y del ventajismo y fraude del oficialismo. ¡Fraude, fraude!, era el grito de los partidarios de Lasso, de la coalición CREO-Suma , frente al Consejo Nacional Electoral la noche del domingo, mientras del otro lado, a unas cuatro cuadras, cientos de personas que apoyan a Moreno bailaban y cantaban: ¡Sufre, Lasso, sufre!, ¡Llora, banquero, llora! El guión oficialista se basó en los avances logrados en la vida social durante diez años bajo el liderazgo de Correa; y en la figura del banquero Guillermo Lasso, corresponsable de la megacrisis económica y financiera de 1999 ( el llamado feriado bancario, que los jóvenes no conocieron, aunque la siguen padeciendo). Dos millones de ecuatorianos que emigraron entonces para esquivar el desastre y hoy votan desde el extranjero y miran los resultados por televisión. Lasso era un candidato de derecha, muy emblemático: miembro del Opus Dei, fue superministro en el gobierno

del desastre financiero de Jamil Mahuad, un banquero experto en quiebras que pagó el Estado, adalid de la dolarización. Pero significaba también el retorno al pasado y no una apuesta al futuro, como podría haber sido un candidato más joven, sin tanto prontuario. Pese a eso logró casi 49% de los votos, y por ello hay que tener en cuenta la gran polarización, que ya se había visto en la primera vuelta, en la que la derecha no logró presentar un candidato único. Mostró en la campaña todo el repertorio neoliberal: mayores márgenes de autonomía de las fuerzas del mercado, reducción del gasto público, privatización de la salud y la educación, baja de impuestos para los grandes capitales, en lo que llamó el fin del “populismo económico”. Prometió crear un millón de nuevos empleos en cuatro años, sin decir cómo, y también amenazó con cerrar la sede de Unasur en la mitad del mundo, entregar a Julián Assange a los británicos y abdicar de la Unasur, del Alba, de la Celac, para reforzar la OEA. El pueblo le dijo no: la derecha no cruzó el Ecuador. Una victoria de Lasso hubiera reforzado la derecha regional y modificado el mapa sociopolítico sudamericano, fortaleciendo las polpiticas de los gobiernos de Argentina (surgido por los votos) y Brasil (salido de un golpe parlamentario-judicial-policial), cabzas del actual retroceso político. Lo del “fin del ciclo progresista” sigue siendo una consigna de escribas y opinadores (de derecha, de izquierda y ni tanto), sin incidencia en la voluntad de los pueblos. En primera vuelta, Alianza PAIS ya había logrado la mayoría absoluta de los diputados a la Asamblea Nacional, lo que limita las posibilidades de desestabilización institucional por parte de la derecha. Además, la mayoría de la ciudadanía aprobó la propuesta del gobierno de prohibir que los altos funcionarios y gobernantes tener sus dineros invertidos en paraísos fiscales.

Puede entenderse que existan muy justificadas críticas al correísmo desde la izquierda y el progresismo por sus virajes, autoritarismo, pedantería, incoherencias, entre otras cosas, pero de ninguna manera la contienda era entre “dos derechas” como manifestaron algunos dirigentes e ideológos progresistas y sociales, algunos de ellos desprendidos de PAIS, con apetencias personales pero sin respaldo popular.. En la primera vuelta el candidato “progresista” Paco Moncayo alcanzó apenas el 6,71% de los votos, en una votación que mostró una polarización muy grande. Para la izquierda, históricamente, siempre ha estado presente el dilema de qué posición tomar ante procesos políticos que surgieron con apoyo y hasta cierto protagonismo popular, y van deteriorándose, desmoralizando y virando en forma regresiva ante un cambio de escenario. Parte de la llamada izquierda optó por votar al enemigo, otro llamó a ser prescindentes, pero no desde una posición pública clara, indicando razones y condiciones. La historia dirá si Moreno marcha también a plantear ajustes muy regresivos en su gestión, como adelantaran. Sin duda, con el gobierno de PAIS la izquierda y los movimientos sociales podrán encontrarse en mejores condiciones políticas no solo para enfrentar la ofensiva que se viene, sino también para superar el círculo vicioso de recurrentes frustraciones. Correa, después de 10 años de gobierno, lo entregará l 24 de mayo próximo a Moreno (un Lenin que llega al poder por los votos), de 64 años, quien fuera su vicepresidente en la primera gestión, y que prometió: “vamos a seguir construyendo el camino, se ha hecho mucho, pero nos toca la tarea que falta por hacer”. La victoria fue ajustada, pero eso no cuenta de aquí en más. Una de las tareas más importantes de Moreno será reconstruir el entramado con los movimientos sociales. *Analista e investigador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)


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El Feriado Bancario y la memoria del pueblo

Maximiliano Pedranzini* Comenzaré citando a una eminencia del pensamiento y la poética que Occidente ha dado en el último siglo XX para pensar un poco esta cosa llamada memoria y su correlato inherente con el presente y de esta manera introducirnos al tema en cuestión. El escritor lituano Tomas Venclova en su célebre “poema sobre la memoria”, dice en estas líneas lo siguiente: “Esto queda: el círculo que talló un cuchillo, una marca en el vidrio, polvo en las estanterías, tanta libertad, tantos versos y tanta falsedad, como escasez de auténtico destino. Dos voces también quedan. Acariciaron el tibio e inquietante volumen de esta urbe. Una sola gota de memoria les fue dada. Tuya es. Y no pertenece a nadie.”(Tomas Venclova, Diálogo de invierno, 1ª ed.,Northwestern University Press, Evanston, 1999). Estas palabras, con el siempre dulce y refrescante sabor de la reflexión, nos invitan a pensar y repensar desde la memoria la crisis económica que atravesara Ecuador el 8 de marzo de 1999, comúnmente nombrada“Feriado Bancario”, que significó la quiebra de 33 entidades privadas -de las cuales 28 fueron cerradas en 2010- y el rescate financiero por parte del Estado ecuatoriano para amortiguar los efectos de esta crisis, teniendo un costo altísimo para el pueblo que se traduciría en un brutal ajuste, comparable con el “Efecto Tequila” mexicano de 1994 o el “Argentinazo” de 2001. Esto independientemente de los resultados de la segunda vuelta del último 2 de abril, ya que la memoria como devenir de nuestra historia tiene por objeto inducirnos a una profunda reflexión, como si nos indujeran a un sueño, pero con la conciencia despierta:más despierta que nunca. Si la memoria es un periplo, hay que reforzar ese viaje, pase lo que pase, sin sumergirnos del todo en las siempre importantes coyunturas. Ahora, ¿Cómo pensar la memoria después de haber leído esto? ¿Cómo recalcarla en la práctica ciudadana? ¿Cómo retransmitirla a las generaciones que no han tran-

sitado por este proceso ni conocen a fondo las vicisitudes y los protagonistas de este hecho significativo para la nación ecuatoriana? Veamos. Ecuador ha dejado atrás las crisis de 1999 y 2000. La llamada “década ganada” sostenida por la Revolución Ciudadana conducida por el presidente Rafael Correa, se encargó de reparar los desaguisados de una economía devastada por la crisis, de un país política e institucionalmente inestable y esencialmente por el desguace que dejaron como herencia los principales bancos nacionales, entre ellos el Banco Guayaquil presidido por el banquero Guillermo Lasso quien, además, era gobernador de la provincia del Guayas (1998-1999) en el momento que ocurre el crack financiero, y el 17 de agosto de ese mismo año asume como flamante “Superministro de Economía y Energía”. Una responsabilidad más que comprobada. Esta crisis que duraría algunos años, ha desaparecido de la vida concreta de los ecuatorianos desde que Correa asumió el gobierno en 2007. El país ha crecido económicamente, ha reestructurado su deuda y se ha consolidado institucionalmente. En suma, ha recuperado en estos diez años una estabilidad que antes de 2007 no tenía. Ha retomado el control de un Estado asaltado y saqueado por el neoliberalismo. Problemas como pobreza y marginación fueron reducidos considerablemente y cuyos indicadores son más bajos que en otros países de la región. A partir de ese año la recuperación económica de Ecuador se hace efectiva, convirtiéndose en una política de Estado que proyecta la reconstrucción del país y la defensa de la soberanía nacional. Un hecho tan contundente que termina siendo reconocido por la misma oposición. Correa ha legitimado su lugar como mandatario ganando las elecciones en tres oportunidades de manera consecutiva (2007-2009-2013-2017), en todas superando el 50 por ciento de los votos. La oposición desde entonces siempre se ha ubicado varios escalones debajo de su figura fragmen-

tándose en su intento por escalar, lo que es un mérito por parte del correísmo. Los escalones se han acortado en este último tiempo, mas no la fragmentación. Empero, el que alcanzó lo más alto de esta escalinata ha sido el ahora líder de la Alianza CREO-SUMA que, a fuerza del despilfarro millonario, financió su carrera hacia la presidencia en estos últimos años, no sin antes hacer una parada “obligada” por la embajada de Estados Unidos para ser ungido como el representante de Washington en el país. Hace rato que viene teniendo acercamientos con Estados Unidos. Desde su época como funcionario público a fines de los 90, incluso mucho antes. Siempre con el mismo objetivo: atacar al Gobierno y recolonizar el Estado. Para ello hace falta un plan de desestabilización. Ahora estas relaciones se renuevan con un plan neoliberal que busca emprender el vuelo desplegando las alas de un nuevo Cóndor, creado a la medida de los poderes mediático y financiero, y cuyo receptor privilegiado es la oligarquía ecuatoriana. La oposición política al correísmo, aunque dividida, ha acortado distancias y se propone como alternativa apelando a la desmemoria de la ciudadanía, intentando borrar todo vestigio del papel central del Lasso en la crisis de 1999. Sin embargo, la oposición mediática, a diferencia de su homóloga política, es mucho más fuerte y decidida a hacer caer a la Revolución Ciudadana, colocándose como el principal escollo que tiene este proceso. El Estado neoliberal de los años 90, cuyo corolario político fue con los gobiernos de Jamil Mahuad (1998-2000) y Gustavo Noboa (2000-2003), puso de rodillas a la economía ecuatoriana. Estos son algunos puntos para aclarar mejor este concepto:1) borró de un plumazo la soberanía monetaria como consecuencia de esta crisis poniendo fin al Sucre como moneda nacional y abriendo paso a la dolarización de la economía -que todavía persiste en la realidad palpable del país-; 2) acrecentó de manera astronómica la deuda externa; 3) congeló los depósitos


dejando a los sectores medios y populares sin acceso a sus ahorros teniendo efectos sociales desastrososy colocandoal Banco Guayaquil de Lasso como uno de los principales beneficiarios de esta maniobra por medio del denominado canje de Certificados de Depósitos Reprogramables (CDR),lo que generó una bicicleta especulativa; 4) provocó un éxodo migratorio a gran escala que duraría unos cinco años, sin precedentes en la historia de Ecuador, forzado por las condiciones adversas y la falta de contención que produjo la crisis que llevó a los ecuatorianos a rumbos tales como España, Italia y EE.UU. causando la desintegración de familias enteras y diezmando a la sociedad ecuatoriana. No cabe duda de que a esto se refiere Correa cuando habla de “la larga noche neoliberal”. Un Estado apoyado por los sectores de derecha, las capas más pudientes y la clase media urbana. (luego afectada por el cimbronazo económico). No obstante, el país se propuso salir de la oscuridad de esa “larga noche” que lo había asolado y lo ha logrado en estos diez años, dando pasos agigantados en lo que respecta a la estructura económica y social, el fortalecimiento del Estado y su intervención en el mercado. No así en su régimen monetario, todavía dominando por el dólar estadounidense. Ecuador se sumió en una profunda recesión y con ella el pueblo, y luego de una dura década de recuperación, los responsables, verdugos de ese pasado catastrófico, regresan con todo cinismo representando

el cambio. El Gobierno de Correa se encargó de enmendar todo el daño ocasionado por los neoliberales, por empresarios y banqueros como Lasso que destruyeron literalmente el país y entregaron el patrimonio nacional. La soberanía fue un objeto que las corporaciones financieras apostaron, le pusieron precio, teniendo como único perdedor al pueblo ecuatoriano. Esta historia intenta repetirse, pero está vez como farsa. Muchos de nosotros daríamos lo que fuese por tener a un político como Correa que defienda la soberanía de su país del modo que lo ha hecho. La Revolución Ciudadana, mientras tanto, continúa aguantando las arremetidas de la derecha, sobre todo la derecha mediática que ataca sin rodeos y con un alto nivel de agresividad. Los principales núcleos de este ataque masivo son, además de los medios de comunicación, los bancos y entidades financieras de las que Lasso originalmente proviene y que generaron el Feriado Bancario. Sabemos bien lo que encarnan, lo terrible que son, más aún si asaltan el Estado por la vía electoral, como ocurrió en Argentina con Mauricio Macri en 2015. Condicionar y sojuzgar a los gobiernos es su tarea y una de las que mejor saben hacer. El panorama, como la misma memoria, se tiñe de todas estas experiencias. Las fuerzas de la derecha que representan los intereses de las corporaciones financieras y comunicacionales embisten sin reparo contra el proyecto progresista de Correa, contra Alianza PAÍS y contra la Revolu-

ción Ciudadana. El camino largo es el del sufragio, a través delproceso democrático. El corto ya lo conocemos, y no hay que descartar la posibilidad de que lo utilicen si las cosas no salen como las tienen planeadas. El desenlace de este derrotero lo comenzaremos a vislumbrar luego de que asuma el nuevo gobierno y a partir del efecto que éste tenga en la política nacional. Por el momento, la coyuntura se mantendrá en esta sintonía. La Revolución Ciudadana como un tren sigue su marcha construyendo la historia ecuatoriana sobre nuevos cimientos, más sólidos y renovados, afianzando su curso por el verdadero cambio y su proyección hacia el futuro sin mermar la voluntad política que es el combustible que moviliza esta locomotora. Por eso la memoria. El lugar donde habita el mayor sentido de pertenencia de un ser humano y que es el punto de enlace de las etapas de nuestra vida y los tiempos de la historia: “Y así la hora, separada de nosotros, condenada, cae revoloteando como un chal sobre las escaleras, en cuartos y pasillos, y en el hueco que aún se extiende entre el tiempo que pasó y el tiempo que vendrá” (T. Venclova, ob. cit.,). La siempre venturosa dignidad hace que la mayoría del pueblo ecuatoriano apele a su memoria y contemple ese “hueco que aún se extiende entre el tiempo que pasó y el tiempo que vendrá”, como versa el poeta lituano. Una razón más que suficiente para confiar en la sabiduría de nuestros pueblos.

*Ensayista. Miembro del Centro de Estudios Históricos, Políticos y Sociales Felipe Varela, Argentina.

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Drogas y narcotráfico: Matan abajo, enriquecen arriba Las drogas y el narcotráfico, como sistema comercial, son una lacra que produce daños de todo tipo en sectores juveniles, particularmente los más humildes. Pero también enriquece a los distintos escalones de sus organización comercial- delictiva. Pero el sumun y la “frutilla” del negocio la hacen los grandes bancos. Las drogas, mejor dicho el narcotráfico –su manifestación comercial- está entre nosotros. Engrupidos por las autoridades de turno y haciendo alarde de esa cierta omnipotencia cultural que tenemos los argentinos pensamos que “somos Gardel”, nos auto convencíamos que aquí la droga no produciría males mayores. Creímos que eso podía pasar en otras sociedades pero no aquí. Cuando su presencia se hizo inocultable apelamos al latiguillo: “Somos un país de paso”. Cómo el fenómeno siguió creciendo cada uno le fue echando la culpa al otro. Así vinieron aquellas frases: “No se la combate, como corresponde, en los países productores”; “es promovida por inmigrantes extranjeros provenientes de otros países de la región”; “los villeros son responsables de su expansión”. Esas consignas explicativas y exculpatorias, de gran parte de la sociedad, sirvieron de fundamento a lo que vino como respuesta: “El combate (o guerra) al narcotráfico”. Ahora sí la cosa cambiaría, pensaron las buenas conciencias. Pero no, aquello siguió creciendo y su maldita influencia asoma por los cuatro costados. Todo ello se inscribía en el marco de una situación social que -desde hace años- se viene descomponiendo al amparo del crecimiento de la pobreza y la desigualdad social. Desde esta misma columna, en reiteradas oportunidades, recordamos que –dentro de la situación mencionada- ese crecimiento estaba vinculado a intereses muy poderosos y que su arraigo local tenía que ver con beneficios recibidos por sucesivos sistemas de poder político y más permanentes expresiones de estructuras policiales y judiciales. Eso era fácilmente perceptible para quienes quisieran verlo, pero en los últimos días hubo algunos hechos que lo muestran en toda su crudeza. Las autoridades municipales de Itatí (Corrientes) junto a personal de las fuerzas de seguridad (Policía Provincial, Federal y Gendarmería) han sido detenidos como parte de un mega operativo en relación a actividades de narcotráfico. Ahí está la realidad mostrada en su vergonzosa desnudez. Pero eso, al igual que los innumerables casos delictivos protagonizados por pequeños consumidores y los enfrentamientos entre bandas o los asesinatos –como “ajustes de cuenta”protagonizados por los “soldaditos”, es solamente una parte de esa realidad. Pero hay otra, que merecerá algunos comentarios

sobre los que se benefician, en cifras multimillonarias, con este “negocio”. “Abajo”, en el pueblo llano, matan Da la impresión que no es una mera presunción la asociación entre el avance del narcotráfico y una estrategia gestada en los centros del poder mundial del mundo occidental. Esa estrategia tiene por objetivo no solo se adormecer las rebeldías juveniles de quienes podrían cuestionar al sistema, también actúa como una parte del lento pero incontenible genocidio de sucesivas generaciones de jóvenes. En México, país que ha sido un “adelantado” en lo que hace a los avances de este flagelo, después de 11 años de haber declarado la “guerra a las drogas” los asesinatos –vinculados a este tema – suman unos 150 mil, habiendo otros 30 mil desaparecidos. Las principales víctimas de esa violencia son los jóvenes “ni-ni”, es decir aquellos que no trabajan, ni estudian. La experiencia de ese país indica que allí está el principal sector de reclutamiento de los “soldaditos” (niños armados para tareas de seguridad), los “bagayeros” (a cargo de tareas de transporte) y los “chajá” (avisadores de la proximidad de novedades que pueden perjudicar esa actividad). Esos mismos niños/jóvenes son la “carne de cañón” de todo tipo de enfrentamientos armados. En la realidad mejicana, el promedio de vida útil de un “soldadito” es estimada en 3 años. Esa matriz de despliegue del narcotráfico se está desarrollando en nuestro país. En varios sitios: barriadas del Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario y otros grandes centros urbanos, el sistema organizado por los narcotraficantes va ocupando lugares que el Estado deja vacantes. Sin oportunidades laborales, sin justicia, ni seguridad, en muchos casos la organización construida en torno a este negocio ofrece condiciones que algunos aceptan como una forma de sobrevivencia. No son pocas, ni aisladas las situaciones donde el conjunto del núcleo familiar es reclutado para diversas colaboraciones logísticas. Es muy difícil separar este fenómeno de la creciente inseguridad y de su contrapartida, la multiplicación de los sistemas represivos. Unos y otros parecen complementarse en una siniestra asociación que tiene de rehén a la mayor parte de la sociedad. Por momentos da la impresión que la mentada “Guerra contra las drogas” se ha convertido en una de las principales formas de represión para controlar a la sociedad, cobrándose innumerables vidas en ese camino. Bajo estas condiciones, las diferentes manifestaciones del


Estado (ejecutivo, legislativo y judicial) parecen estar más cerca de la complicidad que de un combate efectivo y constante. Ya vimos de qué modo parte de la sociedad va cediendo a las tentaciones que ofrece este negocio. Gran parte del pueblo, sobre todo los jóvenes son quienes más lo padecen. Entre las pocas voces que se alzan denunciando, con cierta autoridad, esta situación se ha oído la de algunos miembros de la Iglesia y unos pocos medios de prensa. En el propio Itatí el cura del pueblo, Gustavo Omar Cadenini, tuvo que dejar sus tareas, al frente de la Basílica, para poner a resguardo su vida. Por iguales razones, recientemente, el padre Eduardo Farrel fue alejado de sus funciones en Moreno (Provincia de Buenos Aires), ya antes había ocurrido lo mismo con el mediático Padre Pepe, respecto de una villa de Barracas (Caital Federal). En el mismo sentido se debe inscribir el llamado “suicidio” del Padre Juan Viroche en Florida, Tucumán y las reiteradas denuncias de la monja Marta Pelloni, que ha celebrado la detención de Natividad “Roger” Terán, Intendente de Itatí y la separación de un Secretario del Juez Federal Carlos Soto Ávila, pero insiste en que la droga sigue fuertemente arraigada en la provincia de Corrientes. “Arriba”, enriquecen sobre todo los bancos Cuando se habla del enriquecimiento que deriva de los negocios del narcotráfico es imprescindible diferenciar al menos dos niveles. Uno, es el de los distribuidores y sus protectores, que van desde aquellos que trafican en los barrios hasta los grandes “capo mafia” y la red de complicidad estatal. Todos ellos son prescindibles e intercambiables cuando el sistema lo necesita, más allá del gigantesco y ostentoso poder que llegan a tener. Cualquier integrante de este sector, por presiones sociales, políticas o luchas internas puede caer en desgracia, aunque haya alcanzado un gran poder personal. Los casos del colombiano Pablo Escobar Gaviria, el mejicano Joaquín “El Chapo” Guzmán y la detención o separación en sus funciones de variados

funcionarios estatales son un claro ejemplo de ello. En otro nivel de favorecidos están los grandes bancos. Ellos son los beneficiarios y sostenedores del sistema. Éstos no caen, a lo sumo pagan algunas multas y sigue el juego. Esto es así porque no es ridículo pensar que la plata de la droga es uno de los sostenes del actual modelo económico imperante. Resultado de imagen para wachoviaSegún información del Departamento de Justicia norteamericano, un solo banco, el Wachovia Bank –actualmente en manos de Wells Fargo), lavó 378.300 millones de dólares entre el 1 de mayo de 2004 y el 31 de mayo de 2007. Este suceso no es un hecho aislado, por el contrario las denuncias abarcan a entidades como American Express, Western Union, Citygroup, Bank of America. El mecanismo aplicado es recurrente: Se pagan multas y continúan lavando dinero procedente de la droga. Otro de los casos más emblemáticos es el del HSBC, el tercer banco del mundo, creado en Hong Kong y con sede actual en Londres. Sus autoridades reconocieron -en el 2012- haber estado involucradas, en los años previos, en negocios de lavado. Pagaron una multa, no hubo detenidos y siguieron funcionando. La máxima autoridad de ese banco en el período 2003/2010, durante el cual se cometieron tales delitos, fue Stephen Green. Esa misma persona, un clérigo inglés, ungido por la corona británica con el título de nobleza de barón, escribió libros sobre ética y fue Ministro de Comercio de Inglaterra entre el 2011 y 2013. Para tener una dimensión de estos negocios recordemos que solo la cocaína colombiana reporta unos 300 mil millones de dólares al año. Algunos estudiosos del tema estiman que menos de 8 mil millones quedan en Colombia. El resto va a parar a la banca internacional. Por eso no llaman la atención las palabras de Viktor Ivanov, Director del Servicio Federal Antinarcóticos de Rusia (2008/2016), pronunciadas en Washington en 2011: “El dinero del narcotráfico (…) constituye un segmento vital e indispensable de todo el sistema monetario”. Por lo visto tenía razón mi abuela cuando decía: “No hay que cuidarse de los malos, sino de lo que parecen buenos”.


Millones de excluidos en el

Una de cada tres personas en el mundo continúa viviendo por debajo de los umbrales mínimos de desarrollo, por lo que a pesar de los avances conseguidos en los últimos años todavía hay millones de excluidos por la comunidad internacional, advirtió el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su informe anual, divulgado el 21 de marzo último. De acuerdo con los autores del informe Desarrollo humano para todas las personas, para poder garantizar un desarrollo humano sostenible para todos es imprescindible centrar los esfuerzos en aquellas comunidades que a lo largo de los años han sido especialmente excluidas. Más de mil millones de personas salieron de la extrema pobreza, indicó el PNUD al relacionar los datos de 1990 con los de 2015, aunque la población global aumentó de 5 mil 300 millones a 7 mil 300 millones en el mismo periodo. Precisó que las personas que viven en extrema pobreza lo hacen con menos de 1.9 dólares diarios. Las tasas de mortalidad en niños menores de cinco años se redujeron más de la mitad entre 1990 y 2015, de 91 muertes por cada mil nacidos vivos a 43, siendo África subsahariana donde más mejoró la situación, dijo el PNUD. Más de 2 mil 600 millones de personas tenían acceso a agua potable de mejor calidad en 2015 que en 1990, lo que redujo el riesgo de contraer enfermedades como el cólera. Sin embargo, el informe refiere que una de cada tres personas sigue viviendo con índices bajos de desarrollo humano en 2016 y uno de cada nueve sufre hambruna. Más de 300 millones de personas –entre ellas un tercio de la población infantil mundial– viven en situación de pobreza relativa. Al contrario de la absoluta, la medida de pobreza relativa se define como la condición de estar por debajo de un umbral relativo de pobreza. Implica la falta de ciertos bienes y recursos que el resto de la sociedad da por sentados. Discriminación sistemática El problema no sólo radica en que hay millones de personas que aún sufren carencias extremas, sino que

las desventajas afectan de manera desproporcionada a ciertos grupos. Prestamos demasiada atención a los promedios a nivel nacional, que a menudo ocultan enormes desigualdades en las condiciones de vida de las personas, declaró Selim Jahan, autor principal del informe. Para avanzar, tenemos que examinar más de cerca no sólo lo que se ha logrado, sino también quién ha quedado excluido y por qué, apuntó. Las mujeres, los habitantes de las zonas rurales, las comunidades indígenas, las minorías étnicas, las personas con discapacidad, los refugiados y la comunidad LGTB son los principales grupos excluidos de manera sistemática por obstáculos que no son simplemente económicos, sino también políticos, sociales y culturales. En general, las mujeres son más pobres, ganan menos y tienen menos oportunidades que los hombres. En al menos un centenar de países están legalmente excluidas de ciertos empleos

por su género y en al menos 18 países necesitan la autorización de su marido, hermano o padre para trabajar. En muchas regiones, prácticas como la mutilación genital femenina y el matrimonio forzoso continúan a la orden del día. Los pueblos indígenas representan sólo 5 por ciento de la población mundial, pero más de 15 por ciento de las personas que viven en situación de pobreza. Los derechos de la comunidad LGTB son violados continuamente en al menos 70 países, donde los actos homosexuales entre hombres son considerados un delito. Los refugiados, que ascienden a 65 millones en todo el mundo, también se enfrentan a numerosos desafíos, dado que muchos están desempleados, no tienen ingresos y no tienen acceso a los servicios sanitarios y sociales. Es posible erradicar la pobreza y lograr un desarrollo sostenible, pacífico y justo para todos si se eliminan aquellas normas sociales y leyes discriminatorias arraigadas y persistentes, subrayó Clark. Pese a las diferencias de progreso, el desarrollo humano universal es alcanzable, aseveró Jahan. En las últimas décadas hemos sido testigos de logros en materia de desarrollo humano que antes se consideraban imposibles de alcanzar, concluyó. El informe del PNUD incluye el índice de desarrollo humano (IDH), que mide la esperanza de vida al nacer, los niveles de educación y de ingresos. Noruega lidera la lista de 51 países con mejores índices de desarrollo humano. Entre los países en lo más alto de la lista están Australia, Suiza, Alemania, Dinamarca, Singapur, Holanda, Irlanda, Islandia, Canadá y Estados Unidos. La República Centroafricana se encuentra en lo más bajo de la lista de desarrollo humano de 188 países. El IDH se calcula desde 1990 y ha sido una herramienta útil, puesto que es una medida más amplia que el PIB per cápita, dado que la vida humana no es sólo ingresos, explicó.


mundo: uno de cada tres

Latinoamérica: progreso lento y desigual

La organización internacional destaca los “extraordinarios avances” logrados en los últimos 25 años por los países latinoamericanos y del Caribe, pero subraya que éstos “ocultan un progreso lento y desigual en el caso de ciertos grupos”. En conjunto, los Estados de la región tienen un Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 0,751 -sobre un máximo de 1- y se sitúan por delante de otras áreas como Asia Oriental y el Pacífico, las naciones árabes, el sur de Asia o el África Subsahariana. El IDH de Latinoamérica y el Caribe avanzó en el último año ligeramente con respecto al año anterior y se mantiene no demasiado lejos del de Europa y Asia Central, 0,756. Dentro del continente, sin embargo, hay diferencias muy importantes entre países, según la lista por naciones que elabora el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que encabezan Noruega, Australia y Suiza. Chile, en el puesto 38, y Argentina, en el 45, son los únicos países latinoamericanos con un desarrollo humano muy alto, según el PNUD, que sitúa a la mayoría de los países de la región en el si-

guiente escalón, el de desarrollo humano alto. Ahí aparecen Uruguay (en el puesto 54), Panamá (60), Costa Rica (66), Cuba (68), Venezuela (71), México (77), Brasil (79), Perú (87), Ecuador (89), Colombia (95) o la República Dominicana (99). Por detrás, como países de desarrollo humano medio aparecen Paraguay (110), El Salvador (117), Bolivia (118), Nicaragua (124), Guatemala (125) y Honduras (130). El país peor parado de la región, y el único que considerado de desarrollo humano bajo, es Haití, que se sitúa en el puesto 163 rodeado principalmente de naciones del África subsahariana y de países en conflicto como Afganistán o Yemen. Pese a sus diferencias, los países latinoamericanos comparten de manera generalizada el problema de la desigualdad y en casi todos los casos pierden puestos en la lista del IDH ajustada por desigualdad. Así, por ejemplo, Chile retrocede en esa clasificación 12 puestos, Argentina 6, Uruguay 7, Panamá 19, Venezuela 11, México 12 o Brasil 11. En conjunto, el IDH de Latinoamérica

y el Caribe se reduce casi un 25 % al ajustarse por desigualdad, según la el PNUD. El informe elaborado este año por el PNUD hace especial hincapié, precisamente, en la necesidad de garantizar que el desarrollo beneficie a toda la población y que no haya grupos que queden excluidos. Por ejemplo, señala a las comunidades indígenas como una de esas partes de la sociedad cuyas condiciones de vida a menudo están muy por detrás. Los pueblos indígenas, con más de 400 grupos en Latinoamérica, representan alrededor del 5 por ciento de la población mundial, pero el 15 por ciento de aquellos que viven en la pobreza y suelen tener niveles de educación inferiores. Como ejemplo, el PNUD destaca que en países como México, Guatemala o Bolivia, los niños indígenas pasan de media más de tres años menos que el resto. Mientras tanto, el informe destaca asimismo que la seguridad sigue siendo “un problema acuciante” en América Latina y el Caribe, con tasas de homicidios y de encarcelamiento muy altas en comparación con otras regiones. del mundo


Colombia: La coca nostra

Alfredo Molano Bravo

La cuestión de la coca se está complicando. El hectareaje aceptado por Colombia, que es de 96.000 hectáreas, no coincide con las cuentas gringas, que hablan de 157.000. La diferencia es grande y tiene, claro está, profundos significados. No se trata de que se usen métodos distintos de cálculo, sino de lo que se busca al adoptar uno u otro. Ha sido valiente el Gobierno en no plegarse a las cifras de la DEA y en pararse en sus números propios. Sabe qué le corre pierna arriba al bajar la cabeza ante Brownfield para que se regrese a la guerra contra la droga. Sabemos qué significa esa infame declaratoria. Los cultivos de coca han aumentado. También los de marihuana, y los de amapola han regresado. Se dice que el acuerdo de paz y los programas de sustitución a él ligados han impulsado a los cultivadores a sembrar más para obtener más beneficios. Lo que no se dice es que precisamente esa respuesta anticipada está buscando “negociar” los cultivos, y en el fondo una decisión para terminarlos. Negociarlos, inclusive chan con chan, por plata dura y pura, para que el Gobierno, digamos, la queme. Podría también

negociarla mano a mano por proyectos sociales. O fumigar con glifosato, o con cualquier veneno. El resultado sería el mismo mientras los precios de la coca en Nueva York se sostuvieran altos. La gente sembraría en otra parte, como lo ha hecho y volvería a hacerlo. Hay que anotar de paso que, como todos sabemos, del negocio de la droga los últimos en beneficiarse son los cultivadores. Los que ponen la canal al negocio o se benefician sin untarse son muchos. La droga ha contribuido de manera importante en la ampliación del mercado interno. Se ve por las calles. La coca ha sido un motorcito importante del desarrollo nacional. Y de la guerra, claro está, que es otro motorcito. La coca ha sido una tragedia, es cierto, pero una tragedia con grandes dividendos para muchos: banqueros, industriales, agroindustriales, comerciantes, oficiales, jueces, curas, operadores gringos. Y ha contribuido a abrir de par en par las fauces de la corrupción administrativa. Toda la plata gastada en la guerra se convierte, paradójicamente, en ganancias directas o indirectas para miles de colombianos. Y en muerte y dolor para otros.

Comprar la coca o la marimba para quemarla levantaría el griterío de la extrema derecha. ¡¿Cómo gastar nuestros impuestos en premiar a los criminales?! Fumigar con venenos es hacer de la coca un negocio itinerante de selva en selva, arrasándolas. Quedan los programas de erradicación y sustitución. El primer gran obstáculo, como ya se ha visto en el pasado y se está viendo con la construcción de los campamentos y de otros acuerdos menores, es la morosidad del Estado para cumplir sus obligaciones y acuerdos. or eso sería tan grave que los excombatientes de las Farc se comprometieran en la erradicación, que seguramente cumplirían, mientras el Gobierno podría dejarlos colgados de la brocha con la sustitución. Es decir, equivaldría a enfrentar a los cultivadores con los exguerrilleros. Peligroso porque esos cultivadores han sido una de sus bases sociales. Salir del laberinto en que nos tiene el puritanismo anglosajón no es fácil; es esa ética, para llamarla de alguna forma, la que nos tiene condenados a dar vueltas sobre la misma noria. Es ese puritanismo, la prohibición, el gran motor de nuestra tragedia.

TODOS LOS ANÁLISIS Y LA INVESTIGACIÓN DE FONDO EN


Francisco, cuatro años después Juan José Tamayo | Los tiempos históricos en la Iglesia católica se hacen casi eternos. La tendencia es a dar respuestas del pasado a preguntas del presente. Los cambios tienen un corto recorrido. Así sucedió con el Concilio Vaticano II (1962-1965), convocado por Juan XXIII para reformar la Iglesia, que estaba anclada en el Medioevo. Aquella primavera eclesial apenas duró un lustro y fue seguida por un largo periodo invernal. Francisco parece haber roto el estancamiento del tiempo eclesiástico y puede hablarse de cambio de paradigma. Las prioridades del papa argentino distan mucho de las de sus predecesores. Juan Pablo II y Benedicto XVI, primero al frente de la todopoderosa Congregación para la Doctrina de la Fe y después como papa, priorizaron la doctrina, la moral y la disciplina eclesiástica. La doctrina fue formulada dogmáticamente en el Catecismo de la Iglesia católica con la consiguiente condena de las teólogas y los teólogos que se desviaban de la ortodoxia. Fue una de las épocas con más sanciones teológicas del siglo XX. La disciplina se fijó en el “nuevo” Código de Derecho Canónico con sanciones y penas para los transgresores del rígido orden eclesiástico, no así contra los pederastas, que en muchos casos siguieron ejerciendo sus funciones pastorales con total impunidad. La moral impuesta no se rigió por la ética radical del seguimiento de Jesús, sino que se redujo a “moralina” represiva de la sexualidad, negadora de las diferentes identidades sexuales que no se atuvieran a la concepción binaria y con condenas del divorcio, aborto,

homosexualidad, métodos anticonceptivos, relaciones prematrimoniales, fecundación in vitro, etc. Las prioridades de Francisco son la economía, ecología y reforma de la Iglesia. A la economía le ha dedicado la exhortación apostólica La alegría del Evangelio, a mi juicio la más severa condena del actual modelo social y económico, que califica de injusto en su raíz, al tiempo que considera la inequidad origen de los males sociales y generadora de la violencia. La alegría del Evangelio se encuentra en plena sintonía con los movimientos populares mundiales, con quienes se ha reunido entre tres ocasiones identificándose con sus reivindicaciones de Tierra, Trabajo y Techo. El horizonte ético de Francisco es la opción por los pobres, la solidaridad, que entiende como decisión de devolver a los pobres lo que se les ha robado. La ética lleva a compartir, ya que “no compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos”. El papa propone como alternativa “una vuelta de la economía y las finanzas a una ética en favor del ser humano”. Francisco es el primer papa que ha dedicado una encíclica a la ecología donde critica el “antropocentrismo despótico” y las distintas formas de poder destructivo de la tecnología, defiende una visión holística del cosmos del que los seres humanos formamos parte, cree necesario compaginar el cuidado de la tierra y el de los seres humanos, sobre todo de los más vulnerables, coloca a la par la justicia económica y la justicia ecológica. La tercera prioridad de Francisco es

la reforma de la Iglesia. Lo hizo con su propuesta de una Iglesia pobre y de los pobres y con su estilo de vida austera y su denuncia de las patologías de la Curia, del cuerpo episcopal y del clero cuando se desvían del testimonio evangélico. Pero es en la reforma interna de la iglesia católica donde se producen menos avances. Las resistencias provienen de la Curia, de un sector importante del episcopado, que se resiste a seguir la senda marcada por Francisco, y de los movimientos cristianos neoconservadores. Francisco creo que no acertó con la creación de una Comisión de cardenales para asesorarle en la reforma eclesial. En ella todos son varones, miembros de la alta clerecía, “príncipes de la Iglesia”. No hay laicos ni teólogas ni teólogos, ni representantes de comunidades cristianas de base, ni miembros de congregaciones religiosas. Más allá de algunas declaraciones en favor de la igualdad entre hombres y mujeres y de algunos intentos por incorporar a las mujeres a puestos subalternos, creo que en la Iglesia católica sigue manteniéndose el patriarcado en estado puro. Un patriarcado que se traduce en la exclusión de las mujeres del ministerio eclesial, del acceso directo a lo sagrado, de las funciones directivas, de la elaboración de la doctrina teológica y moral, y en la negación de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. La Iglesia católica sigue configurada hoy como una patriarquía. Mientras no se conforme y funcione como una comunidad igualitaria de hombres y mujeres, todo intento de reforma terminará en un rotundo fracaso. *Profesor Universidad Carlos III


Bernie Sanders: “Perder la esperanza no es una opción”

Frente al autoritarismo de Trump, el senador Bernie Sanders propugna en esta entrevista que los demócratas vuelvan a sus raíces más progresistas y abandonen a una élite progresista aislada de los votantes. Ed Pilkington | Cuando Donald Trump pronunció hace diez días su discurso ante el Congreso ateniéndose por primera vez con esmero al teleprompter, los medios de comunicación lo alabaron por el tono estadista y presidencial. Una persona sentada en primera fila y a solo unos metros de Trump no pensaba lo mismo. Con cada frase, Bernie Sanders, de 75 años, se horrorizaba un poco más. Hasta que Trump empezó a hablar sobre el medio ambiente y el senador independiente por Vermont casi estalló en una carcajada. Ese mismo día el presidente había firmado un decreto que echaba por tierra los controles federales para prevenir la contaminación de ríos y canales. Y ahora prometía a los legisladores de EEUU promover “un agua y una atmósfera libres de contaminación”. “¡Fue de una hipocresía inaudita!”, dice Sanders, todavía sin poder contenerse. “¡Habla de proteger el agua y la atmósfera el mismo día en que firma una orden que aumentará la contaminación del agua y de la atmósfera!”. La oficina de Sanders en el Congreso luce intacta, como si hubiera pasado sin dejar rastro el estratosférico ascenso que en 2016 lo llevó desde un relativo anonimato hasta convertirlo en un serio aspirante a la Casa Blanca. En las paredes hay colgadas pintorescas fotografías de su Estado. “Primavera en Vermont”, dice una con vacas en un monte. Además hay una estantería llena de libros con títulos del estilo Sanders, como “Never Give In” (Nunca rendirse) o “The Induced Ignorance

of Power” (La ignorancia inducida del poder). Vestido con ropa informal, Sanders entra rápidamente en su oficina. Tiene el pelo blanco despeinado y la apariencia de alguien que ha sido interrumpido mientras estudiaba muy concentrado. En cuanto empezamos a hablar, se vuelve fascinante. Queda claro en un instante por qué tanta gente sintió la llama (“feel the Bern”, un juego de palabras con el nombre del senador y la frase “feel the burn” o sentir la llama): Sanders puede sentir la intensidad de esa llama en su interior. “Estos son tiempos muy alarmantes para la gente de EEUU y para el mundo entero. Tenemos un presidente que miente patológicamente. Trump miente todo el tiempo”. Sanders cree que las mentiras de Trump no son casuales: “Miente con el objetivo de socavar los cimientos de la democracia estadounidense”. Tomemos como ejemplo sus “feroces ataques contra los medios, cuando dice que casi todo lo que publican los principales medios de comunicación es mentira”. O cómo denigró a uno de los altos cargos judiciales nombrados por George W. Bush, llamándolo “supuesto juez”, y sus falsas afirmaciones de que cerca de cinco millones de personas votaron de manera ilegal en las elecciones. Según Sanders, este tipo de declaraciones, que él llama “delirantes”, apuntan a que lleguemos a una sola conclusión: “Que la única persona en EEUU que representa a los estadounidenses y que dice la verdad, la única persona que hace las cosas bien es el presidente de EEUU. Eso es algo sin precedentes en la historia de este país”. Cuando le pregunto cuál podría ser la estrategia final de Trump, Sanders se adentra en el terreno de la distopía. “Lo que él quiere es terminar siendo líder de una nación que ha dado pasos agigantados hacia el autoritarismo; una nación en la que el presidente de EEUU tiene poderes extraordinarios, muchos más de los que otorga la Constitución”. A estas alturas de la entrevista,

Sanders ya ha cogido su ritmo y dirige la conversación haciendo grandes ademanes con los brazos, golpeando las palabras con ese gruñido característico de Brooklyn mezclado con Vermont. Es imposible no sentirse cautivado por un hombre que parece tan auténtico. Sanders ocupa un lugar prominente en el actual mapa político. En 2016 ganó 23 elecciones primarias y caucus (Hillary Clinton ganó 34) y recibió 13 millones de votos. Teniendo en cuenta las probabilidades en su contra– el poder de Clinton entre el establishment, el sesgo de los “superdelegados” que al darle el 15% de los votos al establishment del Partido Demócrata volcaron las primarias hacia ella, y los cínicos esfuerzos de la maquinaria del partido, a través de la Convención Nacional Demócrata, para debilitar su campaña y poner en duda sus habilidades como líder y sus creencias religiosas (como se supo por supuestamente filtrados por hackers rusos y difundidos por WikiLeaks)– lo conseguido no fue un pequeño logro. Si Sanders hubiera ganado la candidatura, ¿habría derrotado a Trump? No he terminado la pregunta y ya puedo sentir el rechazo que provoca. El desagrado que expresa el lenguaje corporal de Sanders es tan aplastante que parece haber sido insultado: se le arruga la cara, se encoge de hombros y tiene el aspecto de alguien que está siendo pinchado con agujas. “No creo que esa especulación merezca la pena”, dice. “La respuesta es: ¿quién sabe? Tal vez sí, tal vez no”. Cambiamos de tema rápidamente. Le pregunto si en la noche electoral anticipaba el resultado o si se quedó estupefacto como tantos otros cuando Trump empezó a ganar con holgura en estados del cinturón industrial como Michigan y Wisconsin (donde, por cierto, Sanders había derrotado a Clinton en las primarias y en los caucus). “No lo esperaba, pero no me sorprendió. Cuando me fui a dormir la noche anterior,


pensé que Clinton podía ganar con un margen de dos o tres a uno en su favor, pero no pensaba ‘es imposible que gane Trump’. Nunca pensé eso”. La optimista respuesta de Sanders está arraigada en su análisis crítico del capitalismo moderno que ha dejado a EEUU, junto con Reino Unido y otras importantes democracias, a merced del ataque de la derecha. Es así como relaciona a Trump con el Brexit y, a su vez, con el miedo que vive el continente europeo en vísperas de las elecciones de Francia y Alemania. Según Sanders, todo ese miedo es una manifestación muy común de los estragos de la globalización. “Una de las razones que explican el Brexit, la victoria de Trump y el resurgimiento de los candidatos ultranacionalistas de derecha en toda Europa es el hecho de que la economía mundial ha sido muy buena para las grandes multinacionales. En más de un aspecto, eso fue algo positivo para la gente con estudios. Pero hay millones de personas en este país y en todo el mundo que han sido olvidadas”. Le hablo a Sanders de la epifanía que experimenté en septiembre cuando vi a Trump decir frente a un grupo de multimillonarios en un salón del hotel Waldorf Astoria de Manhattan que él lograría que todos los obreros siderúrgicos recuperen sus empleos. ¿Obreros siderúrgicos? ¿Cómo diantres es posible que el Partido Demócrata, el partido de los trabajadores, haya cedido tanto terreno político para que un multimillonario (un “falso multimillonario”, me corrige Sanders con firmeza) se pueda poner de pie frente a otros multimillonarios en el hotel Waldorf y simular que es el gran defensor de los obreros siderúrgicos? “Esa es una excelente pregunta”, dice el senador. La incomodidad se esfuma. “A lo largo de los últimos 30 o 40 años, el Partido Demócrata ha pasado de ser un partido de la clase trabajadora (trabajadores blancos, negros e inmigrantes) a ser un partido marcadamente controlado por una élite progresista que se ha distanciado enormemente de las necesidades de las familias de clase trabajadora de este país”. Sanders continúa lamentándose sobre lo que él ve como una dicotomía innecesaria entre la identidad política elegida por esas élites progresistas y las raíces obreras tradicionales del movimiento, como la que representan los obreros siderúrgicos. Está tan indignado con esa falsa división que es lo que define la definición sobre sus ideas: “Solo por esa razón me considero un progresista y no un liberal” (en este caso, “liberal” en el sentido utilizado en EEUU, sinónimo de progresista del Partido Demócrata) Le pido que desarrolle la idea. Me explica que la tendencia de la izquierda progresista a concentrarse en intereses transversales, los de género, los de raza o los de estatus (por los inmigrantes), ha hecho que deje de ver las necesidades de una clase media cada vez más pequeña y con grandes niveles de desigualdad en los ingresos. No tenía que haber sido así, dice. “La verdad es que podemos y debemos hacer ambas cosas. No es una o la otra: son las dos”. Le pregunto si ve un patrón similar en la trayectoria del Partido Laborista británico y la cara se le empieza a arrugar de nuevo. Aparentemente, la política del Reino Unido también está en la lista de temas

de discusión indeseables. “No quiero decir que sé más de lo que sé”, dice Sanders. Pero enseguida añade: “Pero obviamente estoy algo informado”. Hay un lazo que une a Sanders con el Reino Unido y es su hermano mayor, Larry: vive en Oxford y en octubre se presentó (sin éxito) como el candidato del Partido Verde para el escaño de Witney, vacante tras la salida del ex primer ministro David Cameron. Sanders dice que su hermano es una gran influencia en su vida, aunque últimamente no hayan estado muy en contacto. “Hablamos de vez en cuando”. Los asuntos familiares representan otro de los temas que le incomodan. Sanders también es reacio a hablar sobre Jeremy Corbyn. “No estoy al día con el tema”, dice para esquivar una pregunta acerca del duro momento que está pasando el líder del Partido Laborista. Pero con gusto hace una broma implícita sobre Tony Blair y el Nuevo Laborismo, en la que sugiere que cayó en el mismo pozo en el que se encuentra el actual Partido Demócrata de EEUU. “Corbyn estableció que hay una enorme brecha entre los líderes del laborismo y las bases del partido. Lo dejó bien claro. Los dirigentes del partido tienen que darse cuenta en qué lugar están la clase trabajadora y los jóvenes del Reino Unido”. La charla empieza a tomar un giro un poco deprimente. Gran parte de la izquierda moderna se ha separado de la clase trabajadora; el vacío reinante ha dado lugar a su vez a escenas como la del Waldorf, donde los obreros siderúrgicos piden por su salvación a los (falsos) multimillonarios. En la refriega resultante ascienden Trump, el Brexit y la extrema derecha, lanzando al abismo a las democracias más importantes del mundo. Afortunadamente, no es el fin del relato. Sanders es una persona con demasiada determinación y compromiso con su propia forma de ver la vida como para dejarnos perdidos en una niebla distópica. Y con razón: Sanders sigue siendo una fuerza importante a la que tener en cuenta.

Nadie debería cometer el error de pensar que está acabado, aunque estos días no forme parte del debate público como solía hacerlo cuando estaba en el pico máximo de su batalla con Clinton. Técnicamente todavía es independiente, pero Sanders está haciendo presión para reformar las normas internas del Partido Demócrata: dar más poder a los votantes y quitárselo a los dirigentes para, según dice, reducir la brecha entre la élite progresista y la clase trabajadora. El senador también sigue usando la fuerza de su activismo de base para empujar al partido hacia una postura económica más radical, basada en regular Wall Street y en hacer que los más ricos paguen impuestos. Dice haber tenido algo de éxito: “El programa del Partido Demócrata no llega tan lejos como me gustaría pero trabajé en él con Clinton y es, de lejos, el más progresista en la historia de la política estadounidense”. En el Senado, Sanders también participa activamente en el proceso de confirmación del Gobierno de Trump. En particular, promete poner en aprietos a Neil Gorsuch, el candidato del presidente para el Tribunal Supremo de EEUU, por su postura sobre el aborto y sobre el fallo de financiación de campañas electorales conocido como “Citizen United”, que desató una gran corriente de dinero de las empresas privadas en el proceso electoral. Gorsuch nunca ha emitido un fallo sobre el aborto pero sí ha dicho que “quitar la vida a un ser humano de manera intencional siempre está mal”. Sobre la financiación de las campañas electorales, el juez dio a entender que abriría el proceso político para permitir la llegada de aún más capital privado. Le pregunto a Sanders por qué no piensa ir más lejos en lo relativo a Gorsuch. ¿Por qué no seguir el ejemplo de los republicanos y decir simplemente que no? Después de todo, ellos ni siquiera consideraron al candidato de Obama para el Tribunal Supremo, Merrick Garland. Así fue como robaron, de hecho, un puesto que correspondía a los demócratas. “Hay que


América latina en tiempos de Trump Katu Arconada|

buscar las razones para decir que no. Uno no dice: ‘Voy a votar que no incluso antes de saber quién es el candidato’”, responde Sanders. –Pero eso es lo que hicieron los republicanos… –Creo que es más efectivo dar un motivo racional. Pero el verdadero trabajo de Sanders y de la resistencia empieza cuando se apagan las luces de su oficina en el Senado, cuando deja atrás las peleas de Washington y lleva su estilo de populismo progresista al corazón de EEUU. Lo que hace pasa mayormente inadvertido. No lo hace a escondidas pero sí discretamente, sin hacer mucho ruido. Pero lo está haciendo y el objetivo es evidente: reconstruir el movimiento progresista desde abajo. Tiene reminiscencias del Tea Party, el perturbador grupo de base de la derecha que en sólo dos años desestabilizó la presidencia de Obama y sentó las bases para todo lo que estamos viendo hoy. ¿De eso se trata? ¿Eso es lo que hace Sanders mientras viaja por todo el país, asiste a mítines, habla a las legiones de sus todavía fervientes y jóvenes seguidores y los alienta a resistir? ¿Está sentando las bases de un Tea Party progresista, como han pedido tantas personas influyentes y como pide la guía de resistencia Indivisible escrita por tres exasesores del Congreso? Como era de esperar, Sanders no está de acuerdo con esa idea. Pero mucho de lo que está haciendo, amplificado por la red que surgió de su campaña presidencial, Our Revolution (Nuestra Revolución), sigue pasos similares: empieza a nivel local y luego lleva el debate a una postura más radical. Ganar una elección primaria por vez. “Mi trabajo es aumentar considerablemente la cantidad de gente que participa en el proceso político. Hemos tenido bastante éxito en ese sentido, logramos que cada vez más personas se presenten como candidatos. Me estoy centrando en eso”. Este es el momento en el que un rayo de luz atraviesa la oscuridad: Sanders está convencido de que la resistencia ya está funcionando. En un vídeo de 14 minutos publicado en Facebook Live inmediatamente después del discurso de Trump ante el Congreso, Sanders llegó incluso a decir que los republicanos

estaban a la defensiva. ¿A la defensiva? ¿En serio? Parece una afirmación audaz, dada la oleada diaria de decretos presidenciales y la hoguera de regulaciones que procede de la Casa Blanca. Sanders lo demuestra con Trump y el tan promocionado plan de los republicanos para desechar el Obamacare (la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible): “Bueno, sucedió algo gracioso. Millones de personas se involucraron activamente y dijeron: ‘Disculpe, si quiere mejorar la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, hagámoslo, pero no va a derogarla sin más y mandar a 20 millones de personas a la calle sin ninguna cobertura médica. Ahora los republicanos han quedado en una situación difícil, están avergonzados, y eso me dice que, en ese aspecto, están a la defensiva”. Sanders pone otro ejemplo aún más evidente. Durante las últimas semanas, los líderes republicanos que organizan reuniones en sus circunscripciones por todo el país han sido abordados por manifestantes enfurecidos, con pancartas en oposición a la derogación del Obamacare. En algunos casos ha tenido que intervenir la policía. Tras los airados encuentros, los líderes conservadores exigieron más seguridad para esas reuniones. Para Sanders, el significado es claro: “Cuando los republicanos literalmente tienen miedo de asistir a reuniones públicas, algunos argumentan: ‘¡Ay, Dios mío, tenemos miedo por cuestiones de seguridad!’, siento que es porque saben que los estadounidenses están preparados para luchar”. Esa es la característica clásica de Bernie Sanders: levantarse y luchar. Y eso nos lleva de nuevo al dilema original: cómo responder a la amenaza autoritaria de Trump. ¿Qué consejo daría Sanders a los jóvenes veinteañeros que tienen miedo y sienten que su país está contra ellos? ¿Qué deberían hacer? “Esto es lo que deberían hacer”, dice Sanders, encendiendo su llama interior. “Reflexionar profundamente acerca de la historia de este país, entender sin ninguna duda que estos son tiempos muy difíciles y aterradores. Pero también entender que en tiempos de crisis lo que ha pasado una y otra vez es que la gente se ha levantado y ha luchado. Perder la esperanza no es una opción”.

Un fantasma recorre América Latina: el fantasma del populismo de derecha. Fantasma de un cadáver, el de la globalización neoliberal, que vio agotado su ciclo en América Latina tras la oleada de gobiernos progresistas en el sur y, paradójicamente, la victoria de Trump en el norte del continente. La muerte del ALCA gracias al impulso de Chávez, Lula, Kirchner y Fidel, así como el suicidio inducido por Trump al TPP, cierran un ciclo de globalización capitalista. Globalización financiera, pero no de mercados y mucho menos de personas.Todo ello enmarcado en la mayor crisis conocida del capitalismo. Un capitalismo en fase de descomposición (1) debido a que la dialéctica entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción ha entrado en contradicción, y el capitalismo ya no puede garantizar la reproducción de la vida de una parte importante de la población planetaria en condiciones socialmente “normales”. La expansión del capital financiarizado se hace destruyendo más relaciones productivas que las que construye. A su vez, debe tenerse en cuenta que la descomposición puede adquirir diferentes ritmos y grados en las diversas regiones, incluso puede no haber comenzado en algunas, pero sí es ya un rasgo global del sistema. Pero Trump es solo una expresión neofascista (fascismo social en palabras de Boaventura de Sousa Santo) (2) que recoge el descontento popular ante una crisis económica que se siente en los bolsillos de la clase trabajadora, la misma clase que de manera mayoritaria le dará el voto a la ultraderecha de Le Pen en las elecciones francesas de abril. Mientras tanto, la izquierda europea ni está ni se le espera, y mientras hace no tantos años se escandalizaba porque la ultraderecha en Europa llegase al 10%, ahora se alegra de que quede segunda fuerza y no gane (todavía) la presidencia de un país. En América Latina hasta el momento asistimos a una cierta recomposición de la derecha neoliberal (que ni es tan nueva ni tan liberal), de las viejas élites políticas y económicas, que pretenden disputar el control del Estado frente a la voluntad transformadora expresada en los gobiernos progresistas. Esta disputa se traduce en las batallas electorales, convertidos en referéndums sobre la década de transformaciones políticas, económicas y sociales. Referéndums librados también en un escenario mediático donde se construyen matrices de opinión contra los gobiernos de izquierda, matrices en torno al narcotráfico, la corrupción, o los Derechos Humanos.


} El escenario ecuatoriano En este escenario regional se enmarca la campaña por la segunda vuelta de las elecciones presidenciales ecuatorianas del próximo 2 de abril. A pesar de la crisis económica, que coloca la gestión de la economía como algo prioritario para las clases medias, es necesario valorar el 39’4% alcanzado por Lenín Moreno, candidato de Alianza País, tras más de 10 años de revolución ciudadana. Esto solo se puede explicar si entendemos la ampliación de derechos producida en Ecuador durante la década ganada, crecimiento de los servicios públicos, mejora sustancial de las infraestructuras del país, y aumento de la capacidad de consumo de la mayor parte de la población ecuatoriana. Para enfrentar eso, a la derecha offshore ecuatoriana no le ha quedado otro remedio que hacer promesas irreales, como la de dejar el petróleo del Yasuní bajo tierra. Lasso, uno de los responsables del “feriado bancario” que provocó la migración de dos millones de ecuatorianos en 1999, es el fiel exponente de la nueva-vieja derecha regional. Pero el caso ecuatoriano nos sirve para extraer lecciones de cómo enfrentar a una derecha que donde va unida gana (Macri en Argentina), mientras que donde va dividida pierde (Lasso y Viteri). El voto a la derecha en Ecuador es también un voto anti oficialista, como se puede ver en la Amazonía, pero sobre todo resulta incomprensible la postura de la izquierda alternativa (que no radical, porque sobre todo es socialdemócrata, de hecho no hay más que ver el perfil de Paco Moncayo) que encara la segunda vuelta con el slogan: “Ni un voto al correismo”. Y aunque se termine ganando la se-

gunda vuelta, lo sucedido en Ecuador, primer gobierno del ALBA en riesgo (del núcleo duro, pues no podemos olvidarnos de Honduras), debería hacernos pensar en cuales son los límites, pero también las posibilidades de nuestros procesos. Límites y horizontes de nuestros procesos Todos los grandes liderazgos de nuestros procesos, el Comandante Chávez, Evo Morales o Rafael Correa, fueron outsiders en su momento, alejados de los partidos tradicionales. Líderes e instrumentos políticos que representaban el cambio. Ahora, la disputa es entre continuidad o ruptura, aunque sea por la derecha, que solo ha conseguido vencer en las urnas con la imagen de Macri como renovación (algo que no pudieron hacer ni en Venezuela ni en Bolivia). Esa disputa tiene el Estado como campo de batalla. Estado que significa disputa, pero también es garantía de derechos. A más Estado, menos mercado. Y esa disputa va a enfrentar dos años decisivos, con elecciones en Honduras este mismo año, donde Libre y Xiomara Zelaya llegan con muchas posibilidades, y un 2018 con elecciones en Colombia, México, Brasil y Argentina. Por un momento supongamos que los tres gigantes latinoamericanos volvieran o se incorporaran a la senda de la integración con López Obrador, Lula y Cristina a la cabeza de nuevos gobiernos progresistas, para esperar a un Evo Morales reelecto en Bolivia en 2019. Para ello, la batalla de la seducción, de la disputa de la expectativa de las clases medias y juventud, va a jugar un rol decisivo en los próximos procesos electorales, y ahí, como dice el compañero

Fernández Heredia (3), la radicalización de los procesos deberá ser la tendencia imprescindible para su propia sobrevivencia. Otro hermano cubano, Abel Priet (4), nos deja otra de las claves fundamental para las batallas que se avecinan, ganar la batalla de la conciencia y de las ideas, siendo críticos y propositivos. Y si en la nueva oleada ascendente que se avecina del ciclo progresista conseguimos, una vez asegurada la victoria en Ecuador, reimpulsar la integración latinoamericana, profundizando el ALBA, consolidando la CELAC, y aperturando hacia los BRICS, habremos dado un paso adelante para consolidar el nuevo mundo multipolar desde el único escenario del mundo donde se ha logrado construir una alternativa posneoliberal, porque el populismo de derecha no impugna la enfermedad (el capitalismo) si no sus síntomas (corrupción, exclusión…), y ahí es donde los proyectos de las mayorías sociales, con sus liderazgos, tienen la oportunidad de seducir a las sociedades en transformación con proyectos de justicia social y emancipación. Notas: 1 Para profundizar el concepto de “capitalismo en fase de descomposición” ver el libro de reciente publicación: “Desde abajo, desde arriba. Escenarios y horizontes del cambio de época en América Latina” de Katu Arkonada y Paula Klachko. Caminos, La Habana, 2016. 2 Boaventura de Sousa Santos. Reinventar la democracia, reinventar el Estado. Abya Yala, Quito, 2004. 3 Claves del anticapitalismo y el antimperialismo hoy. Las visiones de Fidel en los nuevos escenarios de lucha http://rebelion.org/noticia. php?id=223471 4 Conversación con el ex Ministro de Cultura de Cuba Abel Prieto: “Lo principal hoy es detener el desánimo” http://www.granma.cu/mundo/2017-03-09/lo-principal-hoy-es-detener-el-desanimo-09-03-2017-18-03-42


¿Está loco o rematadamente cuerdo? José Steinsleger En uno de los pabellones más sórdidos del hospital, un joven estudiante fuera de sí murmura contra la vileza humana, el desamor, la crueldad de los fuertes, los demonios que tuercen la verdad. Cuando la angustia lo supera, vocifera y se golpea la cabeza contra la pared. Entonces el guardia, que hasta ese momento dormitaba, lo somete con bastonazos y chorros de agua fría. El director del hospital es un hombre de familia, culto, sensible, digamos que normal. Podría (tiene poder) tomar medidas para acabar con la impiedad y corrupción que impera en la institución. Pero no quiere. ¿Qué puedo hacer yo –se lamenta– frente a la podredumbre que infecta al sistema? El director siente que cualquier esfuerzo será inútil, y no vaya a ser que, si algo emprendiera, sus colegas lo tomen por loco. Rodeado de mediocres, el director descubre que el joven internado es un buen interlocutor y trata de llevarle sosiego. “Un espíritu verdaderamente filosófico – le dice– no depende de las cosas exteriores. Se puede ser feliz en cualquier sitio.” El joven lo trata de pusilánime y cobarde: ¿qué sabes tú del sufrimiento? Y sin que ambos se den cuenta, las pláticas empiezan a ser oídas por otro médico, que ambiciona la dirección del hospital. Hasta que un día, el director advierte que nadie acude a su llamado para abrir el grueso y oxidado candado del pabellón. Por primera vez en su vida, el juicioso y sensato señor enfurece y se rebela, desatando un escándalo. Es inútil. El otro médico le ha tendido una trampa. Una vez más, el sistema ha triunfado. (El articulista presenta sentidas disculpas por haber cometido la locura de resumir, en cuatro párrafos, el sugerente y aleccionador relato La sala número seis, de Anton Chéjov, que en su momento conmovió a un joven llamado Lenin.) Ahora bien. En la última entrega de su valiosa columna American Curios, David Brooks nos puso al tanto de un diagnóstico sobre la salud mental del presidente Donald Trump, elaborado por varios expertos estadunidenses. Trump, aseguran, “…representa una amenaza para el país y el mundo” (Manicomio, La Jornada, 27/2/17). Carezco de credenciales para debatir el asunto. No obstante, nunca supe bien qué quiere decir la expresión salud mental. Sólo puedo remitirme a lecturas poco alentadoras acerca de la situación del sicoanálisis y la siquiatría en Estados Unidos. Disciplinas totalmente cautivas por la medicalización de la salud (de cualquier tipo de salud) en aquel país, y las copiosas estupideces que cultivan las alegres escuelas del myself. Prefiero, mejor, apuntar que en 1909, cuando Sigmund Freud y Carl Jung llegaron a Nueva York, el padre del sicoanálisis quedó extasiado con los rascacielos y, volviéndose a Jung, dijo: ¡Si supieran qué dinamita les traemos! (Mircea Eliade, Fragmentos de un diario, 25 de agosto de 1952).

En septiembre de 2001, luego del ataque a las Torres Gemelas, un sicoanalista que trabajaba en una clínica siquiátrica de Tlalpan me contó que un par de pacientes allí internados se dijeron con ojos desorbitados frente al televisor: ¡estos sí que están locos! Perdón… ¿alguien supo, finalmente, quiénes fueron los autores del megatentado que trastornó de raíz todos los escenarios de la política mundial? El gobierno impidió que el Congreso investigara la tragedia y, a partir de entonces… nada en firme. Simultáneamente, un libro del periodista Ron Kessler (quien tuvo el privilegio de trabajar en la Casa Negra), volvía a venderse como pan caliente. En Inside White House (1996), Kessler aseguró que “…el número de los dependientes de la presidencia que son atendidos por siquiatras y sicólogos supera ampliamente el porcentaje del promedio nacional (…) Si la gente supiera lo que sucede detrás de las rejas de Pennsylvania Avenue, enloquecería”. Eran los tiempos en que el cuerdo presidente W. Bush decía: “Yo sé en qué creo. Continuaré articulando lo que creo y lo que creo es… yo creo que lo que creo es lo correcto”. Y tampoco deseo recordar a Nixon, Reagan, papá Bush, Clinton,

Obama, quienes junto con los grandes medios de su país llevaron al mundo la concordia, la paz mundial y el derecho a la libertad de expresión. ¿Qué si Trump representa “…una amenaza para el país y el mundo”? Desde este lado del muro, sabemos que todos los gobiernos de Washington han sido rematadamente cuerdos. Y sin recurrir a un tedioso inventario de verdades verdaderas, me remito también a lo dicho por otro filósofo loco: “…los presidentes de Estados Unidos son la emanación del poder mundial tal como es, y dirigen a su país de la misma manera en que ejercen su hegemonía sobre el resto del planeta” (Jean Baudrillard). Releamos el cuento de Chéjov, en el que quizás podamos despejar la niebla de algunos malos entendidos: a) el primer personaje está supuestamente loco; b) el segundo doblega al loco con violencia; c) el tercero es cuerdo, pero expía sus culpas con el loco, y d) el cuarto se apoderó del sistema, para decidir a qué locos hay que encerrar ahora. Adenda: todas las analogías son válidas.


Trump según NYT: Un fracaso que demuestra el triunfo de la incompetencia Nicholas Kristof-NYT| Uno de los pocos puntos fuertes del presidente Trump ha sido su habilidad para proyectar una imagen de competencia. Desde su elección, el índice bursátil Dow Jones se disparó 2200 puntos, en parte debido a que los inversores creían que Trump podía aplicar una reforma impositiva y aumentar el gasto en infraestructura. ¿Y adivinen qué? El gobierno de Trump va manifestando a cada paso una pasmosa incompetencia, y eso es lo que se desprende del fracaso del proyecto de ley de salud de los republicanos en el Congreso. El gobierno no da pie con bola: tras siete años de execrar públicamente hasta el cansancio el Obamacare, su propuesta de derogación-reemplazo fracasó después de 18 días. A veces la política premia a los fanfarrones, y Trump es un farolero de clase mundial. Prometió que su plan de salud sería “increíble”, “hermoso”, “fantástico”, “más barato y mucho mejor”, con “seguro de salud para todos”. Pero es pésimo a la hora de cumplir, porque la simple verdad es que Trump es un político eficaz, pero un gobernante absolutamente incompetente. Suele decirse que los políticos hacen campaña con poesía y gobiernan en prosa. Trump hizo campaña con fanfarronadas y ahora gobierna con fanfarrias. Más allá de la opinión de cada uno sobre los méritos de Trump, esta falta de competencia despierta serias inquietudes sobre el rumbo de Estados Unidos. Si el gobierno no puede derogar el Obamacare ni manejarse en buenos términos con aliados como México y Australia, ¿cómo haría para lograr algo tan complicado como una reforma tributaria? El fracaso y la debilidad también se alimentan a sí mismos, y con el precedente de la debacle de la ley de salud ahora a Trump le será más difícil la aprobación de otros temas en el Congreso. Cuando la gente empieza a darse cuenta de que el emperador está desnudo, la espiral descendente se acelera. Uno de los problemas de fondo es la tendencia de Trump a elegir funcionarios que son incomprensiblemente malos, éticamente cuestionables o ambas cosas a la vez. Mike Flynn quizá sea el mejor ejemplo. Pero también está Sebastian Gorka, asesor en antiterrorismo del presidente. De origen húngaro, en 2007 Gorka fundó un partido de ultraderecha en Hungría, y la revista The Forward ha publicado artículos denunciando que Gorka tiene vínculos con la derecha antisemita húngara y que es un miembro confeso de un grupo filonazi de Hungría llamado Vitezi Rend. Los miembros de la organización usan una “v” minúscula como inicial intermedia, y The Forward recuerda que Gorka se presenta como Sebastian L.v. Gorka. El historial de Gorka podría haber

sido un problema cuando inmigró a Estados Unidos, ya que el manual del Departamento de Estado consigna que a los miembros de Vitezi Rend “se los presume inadmisibles”. Karl Pfeifer, un periodista austríaco especializado en asuntos húngaros, me aseguró que es incuestionable que Gorka trabajó con los racistas y antisemitas de Hungría. Ni Gorka ni la Casa Blanca aceptaron mis requerimientos al respecto. Pero Gorka le dijo al sitio web The Tablet que nunca había sido miembro del Vitezi Rend y que usaba la “v” en honor a su padre. Gorka tiene férreos defensores que dicen que jamás ha evidenciado ni una pizca de racismo o antisemitismo. Como tuiteó la estratega republicana Ana Navarro: “Donald Trump atrae a las personas más turbias, oscuras y tenebrosas que lo rodean”. Para ser justos, Trump también ha nombrado a mucha gente capaz: Jim Mattis, Elaine Chao, H. R. McMaster, Dina Powell, Gary Cohn, Steven Mnuchin y otros más. Y el candidato de Trump para la Suprema Corte, Neil Gorsuch, es un abogado de primera línea. Pero en su conjunto los nombramientos de Trump evidencian un total desprecio por la capacidad y la experiencia. No puedo asegurar que sea “el peor gabinete de la historia norteamericana”, como escribió un columnista de The Washington Post, pero está en carrera. Los últimos dos secretarios de energía fueron científicos reconocidos, uno de ellos premio Nobel, mientras que Trump eligió a Rick Perry, que una vez no pudo recordar el nombre correcto de la cartera a su cargo. Como embajador en Israel, Trump designó al abogado de quiebras David Friedman. Eligió a otros de sus abogados,

Jason Greenblatt, para negociar la paz en Medio Oriente. Y nombró como su asistente a Omarosa Manigault, famosa por su participación junto a Trump en el reality The Apprentice y por haber inflado su currículum más de una vez. El director de operaciones del Salón Oval es Keith Schiller, un ex guardaespaldas de Trump, más conocido por haber aporreado a un manifestante. Y como chaperón en el Departamento de Trabajo el equipo de Trump nombró a un ex voluntario de campaña que, según el sitio web ProPublica, se recibió de la secundaria en 2015. Así que hay que ver la derrota de la ley de salud republicana desde una óptica más amplia: el proyecto fracasó no sólo porque era pésimo -una rebaja de impuestos a los ricos que se financiaba dejando sin cobertura de salud a los más necesitados-, sino que también falló al convertirse en el mejor ejemplo de la incompetencia del gobierno de Trump. Los demócratas pueden respirar aliviados, ya que la ineptitud podría impedir que Trump lleve a término algunas de sus peores iniciativas. El problema es que no poder construir no le impide destruir: mucho me temo que ahora su “plan” de salud sea matar el Obamacare de a poco, dejando de aplicar la ley que exige contratar un seguro de salud, para luego aducir que el fracaso del Obamacare era inevitable. De todos los políticos norteamericanos que he conocido a lo largo de décadas, Trump tal vez sea el menos interesado en el gobierno y las políticas públicas. Es alguien que simplemente está absorbido por sí mismo. Y lo que ahora vemos con mayor claridad es que ha creado un equipo de gobierno a su imagen y semejanza: banal, narcisista y peligroso.


En Chile lo llaman democracia pero… ¿lo es?

Álvaro Ramis En las últimas décadas se constata un enorme incremento de los regímenes formalmente democráticos, representativos y multipartidistas en todo el mundo. Se han generalizado las elecciones como mecanismo legitimador inapelable para acreditar el acceso al poder. Actualmente sólo existen seis monarquías absolutas (Arabia Saudita, Brunei, Catar, Omán, Ciudad del Vaticano y Suazilandia) y siete países con sistemas unipartidistas, de los cuales dos tienen una fundamentación nacionalista (Eritrea y la República Arabe Saharaui Democrática) y cinco se inscriben en la tradición comunista (China, Cuba, Corea del Norte, Laos y Vietnam). La gran novedad ha sido la desaparición de las dictaduras militares, que fueron un sistema de gobierno ampliamente extendido durante todo el siglo XX. En la actualidad sólo se puede calificar bajo ese modelo al gobierno de Tailandia, que accedió al poder por un golpe de Estado en mayo de 2014. La experiencia del putsch, encabezado por militares, es un hecho episódico, representando cortos períodos de interregno, motivados por graves conflictos entre poderes del Estado, los que desembocan rápidamente en un nuevo llamado a elecciones, tal como ocurrió luego del sangriento golpe de Estado de 2013 en Egipto, donde el general golpista a los pocos meses pasó por las urnas, “democratizando” su legitimidad. Pero si descartamos de la lista de 192 Estados miembros de la ONU a los catorce países ya señalados, tampoco es posible afirmar que los 178 restantes sean “democráticos”. Existe una enorme dificultad para definir los límites de la democracia. La mera existencia de elecciones multipartidistas, formalmente apegadas a estándares de integridad electoral, no es un indicador suficiente. John Keane habla de los “nuevos despotismos”, (1) como Rusia, Singapur o Turquía, países donde hay elecciones multipartidistas y los gobiernos tienen el apoyo de la mayoría, aunque es evidente que no hay democracia.

Esto abre preguntas: ¿la legitimidad de un régimen democrático depende exclusivamente de su apego a los requerimientos especificados en la legislación electoral de cada país? Si no es así, ¿cómo delimitar un criterio internacional, que más allá de los factores técnicos de un proceso electoral pueda evaluar la naturaleza de los regímenes políticos dentro del contexto de los procesos de democratización, que siempre son cambiantes? Basta advertir que los intentos de definir la democracia mediante instrumentos normativos en el derecho internacional, como la “carta democrática” de la OEA, han sido acusados reiteradamente de enmascarar políticas intervencionistas para alterar los asuntos internos de otros Estados, con la intención de torcer su voluntad y obtener la subordinación a algún agente o potencia externa. La aparente democratización del mundo enfrenta cuestionamientos globales, partiendo por Estados Unidos, donde el millonario Donald Trump, que obtuvo 2,8 millones de votos menos que su rival, y blandiendo la mentira como principal arma política, ha accedido al poder del país más poderoso del mundo. Igualmente la Encuesta Social Europea (2016) analizando los “significados y evaluaciones de la democracia” en 24 países, concluye: “ En Europa, la democracia es vista por muchos como un valor universal y considerada como el mejor sistema posible para organizar las preferencias de los iudadanos. Al mismo tiempo, sin embargo, hay grandes preocupaciones por la aparente insatisfacción pública con la forma en que la democracia funciona realmente en la mayoría de los países europeos. Las democracias europeas se enfrentan a graves desafíos que podrían socavar la confianza de los ciudadanos en su capacidad para resolver problemas importantes. Uno de esos grandes desafíos es la globalización y la consecuente erosión del poder de los Parlamentos nacionales en favor de las organizaciones supranacionales como la Unión Europea y las corporaciones globales.

Otra es la fuerte crisis económica que ha golpeado a las democracias europeas en los últimos años”. (2) En nuestro contexto, el informe Latinobarómetro 2016, que analiza toda Latinoamérica y que se tituló llamativamente “El declive de la democracia”, advierte una crisis generalizada ya que los sistemas políticos no logran responder a las aspiraciones sociales: “Las demandas ciudadanas son claramente de inclusión, de igualdad de trato, acceso y desmantelamiento de las desigualdades. Esos son los bienes políticos que le faltan a las democracias para salir del estancamiento en que se encuentran (…) Sin guerras, América Latina acusa violencia, corrupción y la desigualdad como los fenómenos más potentes que retienen a la democracia”. (3) El triunfo de la “psefocracia” La sospecha que se ha extendido entre la gente es que la proliferación de elecciones ha sido una excelente oportunidad para torcer el anhelo democrático de los pueblos. La súbita desaparición de las dictaduras militares no ha supuesto una verdadera democratización de las viejas elites golpistas. A más elecciones, parece haber cada vez menos democracia. Ashis Nandy, uno de los intelectuales más respetados de la India, afirma que la democracia actual se ha convertido en una “psefocracia”, un sistema “totalmente dominado por victorias y derrotas electorales, ya que en el momento en que entras a la oficina, comienzas a pensar en las próximas elecciones”. (4) Y para ganar una elección todo vale, porque la democracia es sólo un procedimiento legal que se puede manipular. Mientras se gane legalmente, todo lo demás es superfluo. En la antigua Atenas se votaba con un sistema de piedras, una piedra blanca era sí, una negra, no. Piedra en griego se dice psefos. De allí que en una “psefocracia” existan votos. Pero la existencia de estas “piedras” no significa nada. La democracia no es depositar una piedra o un papel en un lugar.


Es ejercer soberanía popular, y esto es lo que se ha perdido. Sin explicar todo esto, nada de lo que pasa en Chile se entiende. La crisis de la democracia actual se ha tratado de explicar como una crisis de confianza de los representados en sus representantes. Conotros representantes, menos corruptos, tal vez podrían mejorar las cosas. Pero ese argumento oculta el fondo del problema: aunque se elija a la persona más capaz y virtuosa, es muy poco lo que puede hacer si no se sale de los límites de esta “psefocracia”. ¿Una nueva mayoría 2.0 sin el PC? En la DC están buscando una manera de legitimar un regreso a la vieja Concertación de Partidos por la Democracia, lo que supone la expulsión del Partido Comunista de la coalición. Para eso han instalado la tesis de acordar una Nueva Mayoría 2.0, basada en el principio de la “adhesión a la democracia” de los partidos que la compongan. Criterio pensado para excluir deliberadamente al Partido Comunista. El burdo show del viaje de Mariana Aylwin a Cuba tuvo esa intención, y seguramente van a seguir explotando esa idea. El problema de esta tesis es que es anacrónica, un remedo nostálgico del macarthismo, la “ley maldita” y la guerra fría. En un contexto de degradación de la democracia a simple “psefocracia”, es de una temeraria arrogancia salir a dar cátedra de demócratas a costa de un país como Cuba, que puede dar cuenta de una defensa férrea del principio de soberanía popular, con cincuenta años de resistencia a toda prueba. Cuba no es una democracia multipartidista, pero tampoco es una “psefocracia”. En tiempos de tanta incerteza conceptual lo que debería primar es el respeto y la autocrítica. Lo que ealmente le molesta a los conservadores de la Nueva Mayoría no es Cuba. Lo que les incomoda es que el PC está presente en la cocina de sus acuerdos legislativos e impide, por

su propia presencia, resolver materias que en la vieja Concertación se despachaban sin observaciones. Hoy día eso no lo pueden hacer y les pesa. Profusión de precandidaturas Simultáneamente nos llenamos de candidatos. El número de precandidatos presidenciales ha explotado. Un conteo rápido arroja el siguiente cuadro: En la derecha compiten oficialmente los dos Kast, José Antonio y Felipe, Manuel José Ossandón y Sebastián Piñera. Pero si este último tuviera que deponer su candidatura, debido a la acumulación de acusaciones de corrupción, entrarían a disputar su espacio Andrés Allamand, Francisco Chahuán y Alberto Espina. En la Nueva Mayoría se han instalado Carolina Goic como precandidata de la DC, Ricardo Lagos del PPD, Alejandro Guillier del PR, IC y MAS. El PS se encuentra muy complicado ya que no logra definir su candidato. Oficialmente se han presentado José Miguel Insulza y Fernando Atria, pero luego de haber convocado a una consulta interna para dirimir el punto, la comisión política resolvió citar al comité central para el 1º de abril, el cual resolvería si ese mecanismo se mantiene o desecha. Lo que muestra que no hay acuerdo ni siquiera en el procedimiento para salir del descuerdo. Toma fuerza la estrategia de las elites conservadoras, que ahora postulan que se presenten todas las candidaturas de la Nueva Mayoría en primera vuelta, sin primarias, con la esperanza de cobrar muy caro su apoyo en una segunda vuelta y condicionar a su favor las negociaciones. Por lo cual, Alejandro Guillier, que marca primero en las encuestas, ha declarado: “Si no hay primarias, no voy a primera vuelta, porque se acabaría la Nueva Mayoría”. El trasfondo es el traslado del apoyo del “partido del orden”, los conservadores concertacionistas, que esperan que Ricardo Lagos baje su candidatura a más tardar en abril, para concentrar su

apoyo en Carolina Goic. Y de paso, forzar la exclusión del PC. Pero esta profusión de candidaturas se complicará más debido a la crisis de los partidos, que no parece que puedan llegar a cumplir con el obligatorio refichaje de su militancia. Si los partidos no se logran refichar no se podrían realizar las primarias legales, y los candidatos tendrían que buscar firmas por sí mismos para avalar su inscripción. Además, si los partidos no poseen ni siquiera lacapacidad de avalar candidatos, su rol queda reducido al de clubes de debate o grupos de presión, acrecentando la dinámica de desprestigio que les persigue. En el naciente Frente Amplio ya ha oficializado su precandidatura Alberto Mayol, con el apoyo de Nueva Democracia, movimiento que ha surgido al calor de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y la Fundación CREA. En Revolución Democrática han sondeado la disposición de la economista Claudia Sanhueza y de Sebastián Depolo (presidente de RD). Desde la Izquierda Autónoma se nombra al sociólogo Carlos Ruiz. Más genéricamente existen referencias al rector de la Universidad de Valparaíso, Aldo Valle, a la periodista Beatriz Sánchez y a Luis Mesina (coordinador del Movimiento deTrabajadores No+AFP). El sindicalista Cristián Cuevas (Nueva Democracia) que “sonó” mucho en los últimos meses, ha clarificado su intención de centrarse en una campaña de diputado por Lota y Coronel. Y fuera del Frente Amplio el Partido País proclamó como su candidato presidencial al senador Alejandro Navarro. Un cuadro que también muestra lo complejo de llegar a acuerdos en el ontexto de nuestra “psefocracia”. Notas (1) Keane, J. “Los nuevos despotismos: imaginando el fin de la democracia”. Recerca 19; 2016, p. 137-154. (2) European Social Survey 2016, p. 3 (3) Latinobarómetro 2016 http://www. latinobarometro.org/latNewsShow.jsp (4) Nandy, A. (2008) entrevista en Outlook India.


Me caí del mundo y no sé por donde se entra

Al cumplirse dos años de la muerte de Eduardo Galeano, amigo y colaborador de Question, lo recordamos con este texto “para mayores de 30”: Hace más de 5.000 años, un grupo humano se asentó en la desembocadura de los ríos Tigris y Éufrates en la mesopotamia asiática. Rodeados de desiertos y montañas, los ríos significaron la vida. Los sumerios se encontraron con numerosos grupos que ya ocupaban sus márgenes, por lo que debieron trasladarse hacia las zonas más bajas, anegadas y pantanosas. Con diques y canalizaciones pudieron cultivar, construir ciudades y desarrollar lo que se considera una de las más importantes civilizaciones del mundo occidental. Allí se conoció la escritura alrededor del año 3.000 antes de Cristo. Los europeos afirman que la Historia nace con la escritura. Lo anterior es Prehistoria, de tal modo que la Historia nace con Sumer. La escritura sirvió en su origen para fines de administración. Sin embargo, las palabras tomaron otro vuelo. De la Mesopotamia asiática es el documento legislativo más antiguo que se conoce, el Código de Hammurabi del año 1692 aC. Se trata de un conjunto de 282 leyes escritas en roca, que definen el rol de los poderes políticos, así como los derechos y obligaciones de los habitantes. El documento señala con claridad que su finalidad es “destruir o disciplinar la maldad y evitar que los fuertes o poderosos opriman a los más débiles”. Con la escritura se transmitieron mitos -como explicaciones sencillas destinadas al pueblo- sobre temas de historia o cuestiones teológicas, políticas o filosóficas. Los seres humanos pudieron expresarse en poemas y novelas, en los que generalmente se encuentra una búsqueda de respuesta a interrogantes de índole profunda. Se dice que detrás de todo mito se encierra una situación real, que permite acceder a una reflexión, a un consejo o enseñanza. Muchas historias narradas por la poética sumeria aparecen en otros espacios y en otras culturas del mundo antiguo, en Oriente, Occidente y hasta en América. El relato bíblico de la creación del hombre, el diluvio universal y la construcción del arca de Noé, se asemeja a las historias mesopotámicas. Historias que tienen sus paralelos

en Grecia y Roma, y que podemos hallar también en las narraciones mayas. En síntesis, los sumerios eran humanos, con esa misma humanidad de otros pueblos de otros espacios y de otros tiempos. Los sumerios fueron dominados luego, hasta desaparecer. A lo largo de los años se produjo en Mesopotamia un proceso en el que los más violentos y fuertes impusieron su dominio político militar, pero absorbieron a su vez la cultura de los vencidos, desde la palabra escrita. Los romanos dominaron a los griegos integrándolos a su cultura; pero griegos fueron los maestros de sus niños, futura clase gobernante. Los grandes imperios ocuparon territorios y se preocuparon por apropiarse de los restos arqueológicos y la cultura de los pueblos conquistados. Así, Napoleón Bonaparte trasladó a París gran cantidad de restos y tesoros egipcios. Con este hecho de saqueo nació la egiptología. Los ingleses “inventaron” un resto humano prehistórico, tratando de demostrar que -si el “primer hombre” había pisado suelo inglés- su cultura debía ser necesariamente más evolucionada. Pero este sentido y modo de actuar fueron deshechados en el proceso de la conquista de América. Los europeos destruyeron aquí las obras fundamentales de las culturas sometidas, a la vez que intentaron enterrar para siempre las fuentes del conocimiento, de la historia, las lenguas nativas y sus ideas. Los españoles encontraron a su llegada un mundo maravilloso en el que sobresalían culturas extraordinarias, algunas de las cuales habían logrado desarrollar sistemas políticos sumamente complejos. Las ciudades mayas, aztecas o incas, contenían edificios y obras de ingeniería que no existían en absoluto en la Europa de aquella época. Los americanos poseían -desde mucho tiempo antes- conocimientos sobre astronomía, como el del período de revolución terrestre alrededor del sol, que fueron divulgados en Europa sólo des-

pués de Copérnico. Fray Diego de Landa, Obispo de Yucatán desde 1572 hasta 1579, redactó una “Relación de las cosas de Yucatán”. En uno de sus pasajes expresó: “Estas gentes [los mayas] empleaban signos o ciertas leyes con los que inscribían en sus libros la historia antigua y sus doctrinas. Gracias a estas letras, así como a dibujos y figuras, comprendían la historia, la hacían comprender a los demás y podían enseñarla. Encontramos gran número de esos libros, y como no contenían más que supersticiones y mentiras diabólicas, los quemamos todos, pese al gran disgusto y desesperación de estas gentes”. ¿Qué sintieron aquellos seres humanos que, junto con su libertad, perdían sus valores fundamentales? El disgusto y la desesperación se apoderó de los mayas sobrevivientes. Salvo casos excepcionales, un silencio cómplice acompañó semejante destrucción, en vidas y cultura. Muchos europeos habrán pensado que no importaba demasiado ese atrasado y distinto mundo americano. El mismo silencio cómplice nos avergüenza por estos días. En 2003, George Bush, presidente de Estados Unidos de Norteamérica, ordenó el ataque a Irak. Mientras las fuerzas militares se desplazaron con alta precisión para asegurar los pozos petroleros, saquearon y destruyeron -sin sonrojarse- el Museo de Bagdad (y otros museos, como el de Hammurabi) en el que reposaban las piezas de escritura más antiguas, herencia cultural de la humanidad. Fueron robados o destruidos más de 150.000 objetos, como joyas sumerias de 4.000 años o tablillas de barro con las primeras señales de escritura, datadas en 5.000 años. La destrucción de las tablillas con la proto escritura o las leyes escritas que “protegen a los débiles” no fue un error. A los modernos conquistadores ya no se les caen “las palabras luminosas… el idioma”. La impunidad de los hechos violentos se sostiene en el silencio.


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