Question Octubre 2016

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AÑO 15-OCTUBRE 2016

10 de enero de 2017, la fecha “mágica”

2016, el año del empate Realismo mágico a la colombiana: ¿la paz es un espejismo?

¿DIÁLOGO?

Mercosur a la sombra de la ilegalidad y la intolerancia


El terror y la paz Roberto Hernández Montoya La paz hay que concertarla con el enemigo. Yasser Arafat

Brasil: Nos equivocamos Frei Betto

Continúo sumándome a los que dicen “¡Fuera Temer!” y denunciando, aquí en Europa, donde me encuentro por razones de trabajo, la usurpación del vicepresidente de Dilma como golpe parlamentario. Sin embargo las fuerzas políticas progresistas, que dieron la victoria al PT en cuatro elecciones parlamentarias, deben hacer autocrítica. No cabe la menor duda, excepto para el sector miope de la oposición, que los 13 años del gobierno del PT fueron los mejores de nuestra historia republicana. No para el FMI, que mereció tarjeta roja; no para los grandes corruptores, alcanzados por la autonomía del Ministerio Público y de la Policía Federal; ni para los intereses de los Estados Unidos, afectados por una política exterior independiente; ni para los que defienden el financiamiento de campañas electorales por parte de empresas y bancos; ni para los invasores de tierras indígenas y esclavistas. Los últimos 13 años fueron mejores para 45 millones de brasileños que, beneficiados por los programas sociales, salieron de la miseria; para quien recibe el salario mínimo, revisado anualmente por encima del nivel de la inflación; para quienes tuvieron acceso a la universidad, gracias al sistema de cuotas, al ProUni y al Fies; para el mercado interno, fortalecido por el combate a la inflación; para millones de familias beneficiadas por los programas Luz para Todos y Mi Casa, mi Vida; y para todos los pacientes atendidos por el programa Más Médicos. A pesar de todo nos equivocamos. El golpe fue posible también debido a nuestros errores. En 13 años no promovimos la alfabetización política de la población. No tratamos de organizar las bases populares. No valoramos los medios de comunicación que apoyaban al gobierno ni tuvimos iniciativas eficaces para democratizar los medios. No adoptamos una política económica orientada hacia el mercado interno. En los momentos de dificultad llamamos a los incendiarios para apagar el fuego o sea a los economistas neoliberales, que piensan con la cabeza de los pudientes. No realizamos ninguna reforma estructural, como la agraria, la fiscal y la previsional. Ahora somos víctimas de la omisión en cuanto a la reforma política. ¿En qué baúl avergonzado guardamos a los autores que enseñan a analizar la realidad bajo la óptica liberadora de los oprimidos? ¿Dónde están los núcleos de base, las comunidades populares, el sentido crítico en el arte y en la fe? ¿Por qué abandonamos a las periferias; tratamos a los movimientos sociales como menos importantes; y cerramos las escuelas y los centros de formación de militantes? Fuimos contaminados por la derecha. Aceptamos la adulación de sus empresarios; usufructuamos sus regalías; hicimos del poder un trampolín para el ascenso social. Cambiamos un proyecto del Brasil por un proyecto de poder. Ganar elecciones se volvió más importante que promover cambios a través de la movilización de los movimientos sociales. Engañados, acatamos una concepción burguesa del Estado, como si él no pudiera ser una herramienta en manos de las fuerzas populares y tuviera que ser siempre amparado por la élite. Llegó pues la factura de los errores cometidos. Y en las calles del país la reacción al golpe no tuvo fuerza para evitarlo. Pero dejemos el pesimismo para días mejores. Es la hora de hacer autocrítica en la práctica y de reorganizar la esperanza.

Pido perdón por comenzar con un cuento de terror. En un pueblo vagabundea una mañana una camioneta virginalmente blanca y nueva. Todo el mundo sabe que anuncia la muerte de nadie sabe quién. Se espera que ya estos terrores no pasen más en Colombia con el acuerdo de paz. Porque paz no es solo ausencia de violencia, sino también de terror, que también es violencia. Me pasma la gente de Colombia que narra las atrocidades más horripilantes con la placidez con que cualquiera cuenta que se comió un tequeño. —¡Dale bala! ¡Dale bala! —gritaban los militares colombianos que invadieron el Ecuador, bajo el mando del ministro de la Defensa Juan Manuel Santos, a destruir el campamento del comandante guerrillero Raúl Reyes. Eso narró una estudiante mexicana horrorizada y sobreviviente. Hay cortes carniceros para devaluar a la víctima y causar terror: el corte de corbata, el corte de televisión y otros que no te sé describir. Secuestran a una joven odontóloga. Regresa por la mañana. Sola. Reporta que solo se la llevaron para atender a la madre de uno de sus secuestradores, no importa si de la guerrilla, del ejército o paramilitar, pues el terror es el mismo. ¿Por qué se la llevaron por la fuerza, era menester ese terror? Clara Rojas tuvo un niño en la selva con uno de sus captores. Síndrome de Estocolmo que le dicen. O de Helsinki. El crío sufrió un periplo infernal hasta que al fin se reunió con su madre, ya liberada. Richard Boulton creyó durante dos años que lo tenía secuestrado la guerrilla. A su liberación el paramilitarismo se confesó responsable del plagio. Un magistral elenco de comediantes se hizo pasar por miembros de la guerrilla durante dos años. Dime si no merecen un Oscar Especial. Si alguien entiende la lógica imperial le ruego me la explique. ¿Por qué Washington consiente que el gobierno colombiano acuerde la paz? Está calladito. ¿Por qué la concierta con Cuba? ¿Por qué se ensaña con Venezuela? Yo no entendiendo. Lo que sí entiendo es que ya se cometió un descuartizamiento de sello paramilitar colombiano en Venezuela y que hay una dirigencia venezolana que promueve en su propio país una guerra civil al estilo colombiano. ¿Habrá por fin diálogo y acuerdo de paz dentro de 52 años, como en Colombia?


Marcos Salgado

Venezuela, último trimestre A

rranca octubre en la Venezuela del empate político. La oposición no puede ocultar su fracaso a la hora de imponer el revocatorio contra Nicolás Maduro este mismo 2016 y el gobierno sufre lo propio al no poder frenar la debacle económica. El principio físico del equilibrio mecánico parece aplicarse a Venezuela: las fuerzas encontradas suman cero. Así, las semanas pasan y el empate parece ser peor escenario para la oposición que la para el gobierno. La ofensiva opositora de mitad de año, que sumada a la persistencia de la crisis económica parecían poner cerca del jaque mate al gobierno de Nicolás Maduro, se diluye irremediablemente. Los efectos de la enorme concentración opositora del 1S en Caracas no duraron ni una semana. La Mesa de la Unidad Democrática no pudo ocultar algo que -más acá del relato épico que de sus dirigentes pinta en el mundo la prensa cartelizada- a lo interno se sabe: no dirigen ni pueden sostener la protesta callejera. Tampoco está claro que puedan cumplir con la próxima etapa hacia el referéndum revocatorio: juntar 3.893.129 avales, el 20 por ciento del registro electoral para que en, entonces sí, el Consejo Nacional Electoral convoque al revocatorio que, ya se sabe, no será en 2016. Conviene anotar la diferencia. Si el referéndum se realiza más allá del 10 de enero de 2017 y si Maduro resultara revocado (el Sí debe alcanzar 7.505.338 votos, el número que recibió Maduro en 2013) el vicepresidente asumiría el gobierno para completar el mandato, hasta el 10 de enero de 2019. En Venezuela el vicepresidente es nombrado por el presidente. Así, el presidente Maduro tiene la potestad de mantener al vice actual, el veterano dirigente Aristóbulo Istúriz, o cambiarlo en cualquier momento. Si el referéndum se realiza en 2017, muchas miradas estarán puestas en la vicepresidencia. Una suerte de sucesión anticipada donde el chavismo deberá mostrar si logra balancear las cargas sin volcar en el intento. Pero antes hay otros escenarios posibles. El Tribunal Supremo de Justicia tiene desde hace meses una denuncia de la dirigencia del PSUV por irregularidades en la recolección del los 190 mil avales iniciales para que la MUD se constituyera en reclamante del revocatorio. Una eventual decisión del TSJ podría tumbar todo el proceso.

La economía, pendiente Y si la oposición ya se mostró impotente a la hora de presionar para el revocatorio en 2016, el gobierno tampoco muestra músculo para desanudar el desabastecimiento y la inflación, los dos males ya endémicos de este momento de la Revolución Bolivariana.

El círculo perverso de los productos a precios regulados que terminan en los circuitos ilegales a precios viles no se rompe, por lo contrario, ya está consolidado en el día a día. Millones de personas son las hormiguitas de este mecanismo que tiene beneficiados muy concretos: mafias criminales, empresarios privados y funcionarios corruptos. El control militar de las operaciones contra la “guerra económica” no logra por ahora resultados contundentes y la fórmula de cara a las navidades parece ser inundar el mercado de los productos tradicionales para la época. Un esfuerzo

económico que -como todos los hechos ahora- también puede quedar en manos de las mafias. Mientras tanto, se presume que la recuperación paulatina de los precios del crudo tras el acuerdo de los países OPEP traerá alivio a las exiguas arcas de PDVSA y algo más de capacidad de acción al gobierno de Nicolás Maduro. Así llega Venezuela al trimestre de las gaitas, la tradicional música navideña, a las semanas de las hallacas y el pernil. Se escurre así un 2016 que se prometía decisivo, y que por el contrario -al menos hasta aquí- resultó ser el año del empate.


10 de enero de 2017, la fecha “mágica”

Aram Aharonian El punto de quiebre para Venezuela tiene fecha: 10 de enero de 2017 cuando el presidente Nicolás Maduro cumpla cuatro años de gobierno. Hasta entonces, seguirá la guerra de micrófonos, la económica. Mientras, se especula sobre varios escenarios que definirían el rumbo del país y se define el destino del referendo revocatorio del mandato presidencial que promueve la oposición contra Maduro. Si la consulta se realiza antes del 10 de enero y el mandatario es revocado, habría elecciones anticipadas. Pero el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció que, cumplidos los requisitos, sería después de esa fecha, con lo cual, de ser revocado, Maduro sería sustituido por su vicepresidente, postergando el objetivo de la oposición de cambiar el gobierno hasta los comicios presidenciales de 2018. Hoy el vicepresidente es Aristóbulo Istúriz, pero el cargo es de nombramiento directo del mandatario y puede sustituirlo cuando desee. El bolivarianismo, que hoy arropa a Maduro y la permanencia en el poder, entraría en disputa por la selección del vicepresidente. La oposición, que exige que el plebiscito se realice este año, deberá recolectar, del 26 al 28 de octubre, cuatro millones de firmas (20% del registro de votantes) necesarias para que se convoque la consulta. Pero todo indica que no dan los tiempos, pues tras la recolección de firmas tomará un mes revisarlas y otros tres organizar la consulta. “Lo peor que le puede pasar a la oposición es que el plebiscito se haga este año: está totalmente dividida, sin liderazgo ni ideas, y los únicos planes que tienen es la desestabilización y desprestigio del gobierno y del país, pero no un plan de gobierno”, me señalaba un preocupado alto dirigente de la variopinta coalición opositora. El estratega político Juan José Rendón, asesor de la oposición (y también de Álvaro Uribe) pidió la creación de una nueva alianza opositora que no solo incluya partidos políticos, sino que tenga un margen de inclusión de dirigencia mucho más amplio: agrupe estudiantes, sindicatos, exiliados, chavistas descontentos, miembros de confesiones religiosas, gremios, entre otros. Réndon aseguró que la recientes decisiones del CNE decre-

taron “la muerte de la MUD y sostuvo que la alianza opositora “secuestró las voluntades de espacios, de intereses de la ciudadanía”, pues solo “convoca para marchar”.

Encuestas, realidad virtual Según la consultora Venebarómetro, siete de cada diez venezolanos quiere un cambio de gobierno y 76,4% reprueba la gestión de Maduro. Otra encuesta revela que 85% de los venezolanos quiere diálogo y la mayoría se inclinaría a que sea para resolver problemas económicos, mientras que un 87% respalda la mediación del papa Francisco y apenas un 10% se opone. La veracidad de las encuestas siempre queda en entredicho, sobre todo por lo que muestra la realidad. Si la recolección es contundente “será difícil que el oficialismo no convoque el referendo, pero lo hará para 2017 y hay que ver cuál es la respuesta opositora. Se elevaría la tensión”, dijo Luis Vicente León, presidente de la consultora Datanálisis y “guionista” de la oposición, quien también advirtió que es posible que el fracaso en la colecta de firmas desinfle la presión, genere frustración y fractura en la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD), que sigue adoleciendo de la falta de un liderazgo único. Pero todo dependerá de la evolución de la crisis económica. Por ahora, Masuro apeló a un nuevo cambio de varios ministros del gabinete, consciente de que Un mayor deterioro podría alimentar el enojo popular y elevar la presión por el revocatorio. Aunque el gobierno apuesta a revertir su impopularidad reduciendo la severa escasez de alimentos para llegar a 2018, los analistas ven “más conflictividad” si no hay referendo.

Diálogo no, dos monólogos Y,a pesar de los constantes llamados a la paz, el diálogo, la convivencia, la concertación, se fortalece la polarización interna y los esfuerzos por eliminar al otro, se incrementa la confrontación de poderes, se acrecientan los intentos por deslegitimar la institucionalidad y erosionar la credibilidad. Ahora, el papa Francisco entra en el juego y la pregunta obligada es ¿ocurrirá un milagro? El discurso político cumple una función polémica que tiene como destinatarios tanto a partidarios como adversarios polí-


ticos. Ambas partes apuntan constantemente a la democracia, libertad, justicia y, en la construcción del destinatario, aluden al demócrata y al pacifista, curiosamente en un contexto bélico. Para el sector oficial el destinatario continúa siendo el pueblo revolucionario. Intentando arrebatárselo al chavismo, la oposición ha incorporado recientemente en su discurso al pueblo débil y sufrido, producto de la crisis, señala la socióloga Maryclén Stelling Esto, inevitablemente se vincula a la política externa, en la medida en que los conflictos domésticos –democracia, derechos humanos, desabastecimiento, guerra económica y comunicacional- desbordan las fronteras nacionales y cobran otras dimensiones hasta devenir en una suerte de peligro regional e internacional, y así lo publicita permanentemente el terrorismo de la presa hegemónica internacional.

Agresiones e injerencia a granel Al no contar con consenso en foros regionales, la última agresión contra Venezuela –y la injerencia sistemática en problemas internos- llegó conjuntamente de los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, México y Perú. O sea, los países de la Alianza del Pacífico, menos Colombia, más Brasil y Argentina. Poco antes, ya se había pronunciado EEUU contra una resolución interna del Consejo Nacional Electoral. Eleazar Díaz Rangel, director del diario de mayor venta del país,Últimas Noticias, observa una diferenciación entre lo que fue la constante agresión contra Cuba y la que ocurre ahora con Venezuela. La revolución cubana influyó mucho en la izquierda de los países latinoamericanos y estimuló la formación de guerrillas en varios países, Venezuela, Brasil, Argentina, Perú, Ecuador, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, y potenció las de Colombia, pero la mayoría sin opciones de alcanzar el poder. Destaca que la influencia del proceso venezolano trascendió los límites guerrilleros, y contribuyó a que llegaran al gobierno sectores progresistas en Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador y El Salvador, que crecieran las fuerzas de izquierda en otros países, ayudó a consolidar las revoluciones en Cuba y Nicaragua, acercó a los países del Caricom. Por eso –y por su enorme reservorio de hidrocarburos y la riqueza de sus recursos naturales- seguirán las agresiones..

Pareciera que ha pasado la época de las intervenciones militares directas instauradas como norma desde el siglo XIX, y realizadas por Estados Unidos en México, Nicaragua, Cuba, Haití, Honduras, Panamá, República Dominicana y Granada. Hoy promueve la intervención indirecta por medio de conspiraciones ejecutadas fundamentalmente por factores internos que son apoyados con recursos, logística, información, y respaldo internacional mediático y político. El analista Néstor Francia, señala que en el caso de Venezuela, hay que sumar un hecho de trascendental importancia: las grandes fortalezas del movimiento popular venezolano. La resistencia a una invasión sería monumental, armada, organizada, prolongada. Pero, además,: Venezuela es un proveedor de petróleo seguro y más barato, por ahora, y en el sentido estratégico también. Algunos señalan que la paz en Colombia será el inicio del comienzo de la guerra en Venezuela, porque los actores violentos colombianos cruzarán la frontera (unos hablan de los guerrilleros, los más temen a los paramilitares).. De cierta forma, Venezuela es un polvorín, señala el analista cubano-venezolano (antichavista) Faustó Masó. ¿Vendrá la paz en Colombia y la guerra en Venezuela? Masó recuerda que contra la violencia en Venezuela conspira el amor a la paz tradicional de los venezolanos, la facilidad con que buscaron en el pasado salidas políticas a las guerrillas y supieron darles cabida a los grupos radicales en los proyectos electorales. “Quizá necesitamos moderar el lenguaje político, abandonar el hábito de pintar todo en blanco y negro, aceptar que hay muchos matices y que es posible un camino medio entre el chavismo y el antichavismo”, concluye. Y la vida sigue. Comenzando octubre hubo un hecho en Venezuela, excepcional en América Latina: se iniciaron las clases en 30 mil escuelas, de ellas 200 nuevas, se vendieron a bajo precio 1,5 millones de kits de uniformes escolares, se repartieron nueve millones de cuadernos, 20 millones de textos y 300 mil canaimita (laptops)s, para llegar a los cinco millones entregados desde el gobierno de Hugo Chávez, en un año de pocas divisas y de dificultades financieras del gobierno. Si no hay referendo, la oposición tendría que esperar a las elecciones de fines de 2018 y que Maduro concluya su período en enero de 2019. La fecha “mágica” es la del 10 de enero próximo y quedan poco más de tres meses.


José Vicente Rangel:

La oposición es indigna y negadora de la noción de patria y soberanía Uno puede entender por qué gobiernos de países donde se ha impuesto una derecha recalcitrante, opuesta a los cambios sociales y violadora sistemática de los derechos humanos en la región, como es el caso de los que rigen actualmente los destinos de Brasil y Paraguay; o como el de Argentina, que encarna las políticas más ultraliberales y fondo monetaristas, se pongan de acuerdo para impedir que Venezuela asuma la presidencia pro tempore de Mercosur. Hacen lo que tienen que hacer: marchar en sentido opuesto a la historia para garantizar la sobrevivencia de anacrónicos privilegios sociales y económicos. Lo cual es absolutamente comprensible y confirma que esa derecha hace lo que sea, asesinar, explotar, violar la constitución, desconocer la voluntad popular expresada en comicios, para acceder y controlar el poder. Pero lo que no se entiende es que en este caso concreto, cuando se trata de defender un derecho que le corresponde a Venezuela, al conjunto de la sociedad y no sólo al estado, haya sectores que se plieguen a los agresores. Que defiendan el atraco a mano armada de que ha sido víctima Venezuela cuando los gobiernos de Brasil, Paraguay, Argentina, y el ambiguo de Uruguay, despojan a Venezuela de un derecho indiscutible, que le asiste plenamente, como es presidir Mercosur de acuerdo a la normativa vigente. La oposición venezolana, cegada por el odio, ha optado por renunciar a lo más elemental el contenido de lo que es patria, soberanía, defensa del interés nacional, por la sola circunstancia de adversar al gobierno y, muy particularmente, al presidente Nicolás Maduro. No tiene escrúpulos en alinearse con aquellos factores que en el ámbito internacional utilizan todos los recursos que poseen para vulnerar los derechos de los venezolanos. Ha adoptado esa oposición la política de aliarse a las peores causas que operan en la actualidad contra el estado y gobierno venezolanos, sin importarle para nada los peligros que corre el país. El propósito es cercar a Venezuela, provocar el caos interno y repetir en este caso la experiencia dramática vivida por naciones como Irak, Libia y otras. Por eso es más grave la actitud de la oposición, a la que no le importa hacer causa común con cualquier iniciativa siniestra, proveniente de centros de poder transnacionales. Nunca en la historia venezolana existió algo parecido: una oposición tan descaradamente cipaya, tan antinacional, tan subordinada a intereses foráneos, como la actual. Que incluso llega a repudiar y sancionar la actitud digna de uno de sus dirigentes que discrepa de la decisión de negar el derecho que asiste al país de presidir Mercosur y la pretensión de expulsarlo del organismo regional. En fin, vergüenza y bochorno es lo que provoca semejante actuación, indigna y negadora de la noción de patria y soberanía nacional

Realismo mágico a la colombiana:

Aram Aharonian El sueño de la paz se convirtió en pesadilla. Tan sólo el 36,37% de los colombianos salieron a votar en el plebiscito para ratificar los acuerdos de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tras 52 años de conflicto: 51.21% votaron por el no, 49.78% en favor del sí. La escueta cifra de votantes permitió superar el umbral del 13% establecido como requisito para la legalidad de la consulta: el 63% de los colombianos se abstuvo de votar. Tras conocerse el resultado, el presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, mejor conocido como Timochenko, ratificaron por separado su voluntad de alcanzar la paz luego que el histórico acuerdo que firmaron hace casi una semana, para acabar con una guerra de más de 50 años, fue rechazado en el plebiscito celebrado ayer con en una jornada en la que el abstencionismo alcanzó 63 por ciento. No slo ganó el No, sino el abstencionismo, como si el problema no fuera de todos los colombianos. ¿Hubo exceso de confianza? ¿Ganó la ola de desinformación? ¿Qué tanta influencia tuvo la religión? ¿Le cobraron a Santos sus falencias en otros sectores? , se pregunta el matutino El Espectador, que sostiene que muchos le recomendaron a Santos descartar un plebiscito para refrendar los acuerdos, precisamente, porque la decisión soberana de conseguir la paz con las Farc estaba tomada cuando los colombianos votaron por la reelección. Desde el gobierno también se mantuvo la postura de que una renegociación era una vía prácticamente imposible. César Gaviria, expresidente y jefe de la campa-

ña por el Sí, señaló que sobre eso no había certeza y que, en caso de que fuese posible, ocurriría en otro gobierno. “Es falso que los acuerdos de paz se puedan renegociar: si estos no se aprueban en el plebiscito, es duro decirlo, pero volvería la guerra”, señaló. Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador del Gobierno, arguyó factores jurídicos e históricos y resaltó que, de no aprobarse el acuerdo, el tiempo que trascurriría para otra mesa de negociación sería de unos diez años. “El cese al fuego sigue vigente… No me rendiré y seguiré buscando la paz hasta el último día de mi mandato, porque ese es el camino para dejarle un mejor país a nuestros hijos”, dijo Santos, quien había admitido no tener un plan B para el caso de una derrota en el plebiscito. Ya los negociadores de ambas partes volvieron a La Habana para hallar ese plan B. Timochenko añadió que lamentan profundamente que el poder destructivo de los que siembran odio y rencor haya influido en la opinión de la población colombiana. En esta situación, la Corte Constitucional estableció que el acuerdo debe renegociarse y el presidente podrá intentar un nuevo acercamiento. Para los analistas, una de las pocas salidas posibles es convocar a una asamblea constituyente con participación de todos los sectores sociales, como pidieron desde un principio las FARC y el mismo uribismo. Todo parece indicar que en este momento la responsabilidad política se ha trasladado hacia el No, y sus cabezas tienen la obligación de explicar cuál será la alternativa dentro del marco de las instituciones, en momentos en que los liderazgos para


¿La paz es un espejismo?

la negociación quedaron muy debilitados tanto por parte del gobierno como de las Farc. “Una renegociación en los términos del uribismo sería inaceptable para las Farc, salvo que la oferta fuera el llamado a una asamblea constituyente. Asimismo, el Centro Democrático (promotor del No) carece de capacidad institucional para negociar un acuerdo, no tiene investidura estatal para hacerlo. Fueron convocados unos 34.9 millones de electores para aprobar o rechazar el acuerdo suscrito en Cartagena de Indias el pasado 26 de septiembre, para terminar una confrontación que ha dejado unos 220 mil muertos, 6.9 millones de desplazados y 45 mil desaparecidos. Quizá en la escasa participación influyeron las lluvias en varias regiones del país, pero sobre todo reflejó la gran apatía a pesar de tratarse de uno de los hechos históricos más importantes del último siglo en Colombia. El negocio de la guerra Colombia quedó dividida en sus regiones entre las dos opciones de voto. En las zonas costeras y limítrofes ganó mayoritariamente el sí –en pueblos donde el rigor de la guerra se ha sentido sin tregua, como Bojayá, Cauca, Nariño o San Vicente del Caguán-, mientras que el interior, en donde se concentra el mayor censo electoral, votó mayoritariamente por el no. Sólo Barranquilla, Cali y Bogotá dieron un apoyo mayoritario a la aprobación de los acuerdos, mientras que Bucaramanga, Medellín, Cúcuta y Pereira rechazaron abrumadoramente los acuerdos. La ultraderecha colombiana, bajo el liderazgo del expresidente Álvaro Uribe y la activa participación del clero ultramontano y las iglesias evangélicas, señaló que los acuerdos eran demasiado generosos con las FARC porque no contemplaban cárcel ni sanciones frente a los graves delitos cometidos. Muchos empresarios tuvieron temor a que el país terminara siendo go-

bernado por un ex guerrillero. La paz es ilusionante, los textos de La Habana decepcionantes, dijo Uribe, para quien el acuerdo otorgaba impunidad a los rebeldes y encamina al país hacia el castrochavismo de Cuba y Venezuela. Junto a Uribe y el No se alinearon el poder económico tradicional: ganaderos, terratenientes y narcotraficante para oponerse con todas sus fuerzas al acuerdo. Durante décadas la guerra ha sido suj mejor negocio. En las redes sociales y en los medios hegemónicos se movieron miles de mentiras sobre los acuerdos de paz que no pudieron ser explicadas o desmentidas por los partidarios del Sí. Terror mediático con mensajes falsos, pero de eficacia demostrada, en un país donde está instalado desde hace décadas el imaginario colectivo del enemigo interno. El viejo régimen de tradición, familia y propiedad se ha expresado con toda su fuerza: a ellos no le llegó el mensaje del papa Francisco El No impulsó el miedo diciendo que el país caía en manos de la guerrilla, que en el acuerdo se implementaban los abortos y se instaló la idea de que con estos se llegaba a un estado de impunidad. Es más, el recién nombrado Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, emprendió una campaña pública de debate sobre algunos puntos de los acuerdos, infundiendo temor por el tribunal de la verdad y socavando la veracidad de la voluntad de paz de la guerrilla. Uno de los argumentos de los opositores es que las Farc no pedirían perdón y aunque demostraron lo contrario, esperaron solo hasta el último minuto. Recién en medio del evento de la firma del acuerdo final, Timoleón Jiménez, máximo jefe de las Farc, ofreció excusas a las víctimas del conflicto. Asimismo, la guerrilla aseguró que declararán hasta el último peso de su economía y que estos recursos servirán para reparar a sus víctimas. Otro de los argumentos de la campaña del No era que no pondrían un

peso de su fortuna. El senador Armando Benedetti denunció la “campaña mentirosa” del Centro Democrático, que viralizó mensajes falsos sobre supuestos acuerdos que no están en el papel y que llenaron de miedo y odio a los colombianos, para que los Acuerdos no se hicieran realidad de forma inmediata, “pues amenazan sus lugares de poder, sus tierras, sus empresas familiares, y su futuro político, pues muchos de ellos, incluida una amplia lista de empresarios, tendría que dar cuentas de su participación en el conflicto y promoción y financiamiento de grupos ilegales y narcotráfico”. La ex senadora Piedad Córdoba señaló que “el triunfo del no en el plebiscito del domingo revela que hay un sector de la ciudadanía con miedo y desconfianza”, y se pronunció por una asamblea constituyente. Jorge Restrepo, director del centro de análisis Cerca señaló que “ganó el odio, ganó el odio a las FARC. Quedamos sumidos en una profunda crisis política y con unas consecuencias económicas muy negativas, agregó. Rodrigo Lara, director de Cambio Radical, parte de la coalición de gobierno, calificó la derrota de una verdadera debacle. Es una oportunidad perdida para que el país finalmente se aleje de su trágica guerra, dijo Amnistía Internacional. El ganador de esta jornada fue Uribe: obligó a los negociadores a pensar en la posibilidad de reformular sus acuerdos y se abrió un espacio en las discusiones de La Habana, a pesar de que Santos había rechazado su intensión de diálogo. El significado de la paz sigue en disputa, en un país con una asentada cultura de convivir con la guerra. Vendrán días de barajar y dar de nuevo, de reflexión y elaboración del plan B, del que Santos se desentendió. Los acuerdos siguen vigentes, habrá que renegociarlos, aunque su credibilidad está debilitada por el resultado plebiscitario. Todo muy triste, porque la paz en Colombia es la paz en América latina.


Agresión a Venezuela Eleazar Díaz Rangel

La sistemática campaña desde el exterior contra Venezuela apenas es comparable a la que hubo contra la revolución cubana, exceptuada la parte que le correspondió a Washington, que fue insaciable, sin tregua, hasta llegar a promover invasiones e imponer un bloqueo inhumano contra todo un pueblo, y que a pesar de los acercamientos habidos, todavía persiste, pese a las repetidas condenas en la Asamblea General de la ONU, unánimes si no fuese por los votos contrarios de EEUU y de Israel. Pero no fue así en América Latina, hubo votos en contra como el de México, y varias abstenciones cuando la expulsaron de la OEA. Con el tiempo, gradualmente, hubo expresiones solidarias, y se creó el Sela, con Cuba, y ¡sin Estados Unidos! No ha sido así con Venezuela. La última agresión vino conjuntamente de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, México y Perú, como pueden observar están los países de la “alianza del Pacífico, menos Colombia, más Brasil y Argentina, que hasta hace poco eran otra cosa. Ahora se preocupan hasta por decisiones autónomas, que aquí pueden contrariarse, como ha sido la resolución del CNE sobre la recolecta de firmas pidiendo el revocatorio. Antes, ya se había

pronunciado EEUU, que les dio la señal de luz verde. Por supuesto, no son estas las únicas expresiones de esos países, lo que ocurre es que ahora son los respectivos gobiernos que, por supuesto, merecieron el repudio de nuestra Cancillería. Cabría preguntarse por qué se establece esa diferenciación que yo observo. En mi opinión, además de las reservas del petróleo, que no pueden compararse con la producción de azúcar, existe otra razón mucho más importante, y es que la revolución cubana influyó mucho en la izquierda de los países latinoamericanos y estimuló la formación de guerrillas en varios países, Ve-

Cambios en la región Días atrás,, el presidente ecuatoriano Rafael Correa y el vicepresidente Aristóbulo Istúriz coincidieron en comentar los mas recientes cambios en América Latina. Son demasiado importantes y de efectos mayores, impensables hace dos o tres años. En efecto, en América Latina se desarrollaba un proceso de avances, con gobiernos progresistas, independientes de la política de Washington, compenetrados con las necesidades de sus respectivos pueblos. Estos avances habían ocurrido en Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Uruguay y Venezuela, y tenía expresiones en otros países donde las izquierdas crecieron, y entre los angloparlantes del Caribe. En tales condiciones, impulsado por el presidente Chávez, simultáneamente se marchaba hacia la unidad de la región, y en tal sentido se logró la creación de Unasur, mucho más difícil la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), la Alba, Petrocaribe, se vigorizaba Mercosur, y era evidente que tales cambios se reflejaban en el deterioro de la OEA, donde EEUU perdió varias votaciones y, en ocasiones, quedó aislado. Como es lógico, nada de esto agradaba en Washington; por el contrario, veía cómo perdía su patio trasero y la OEA dejaba de ser su ministerio de colonias, como se le llamó en una época. Desesperados debieron moverse, contactos con gobernantes amigos, estrategias de recuperación de influencias perdidas, propiciaron la creación de la Alianza del Pacífico, y se movían para estimular cambios de gobiernos, especialmente como el de Venezuela, considerado el epicentro de ese proceso. Si lograba golpearlo, se afectaría a todos los demás, incluso a Cuba, que andaba por camino propio hace décadas. Y debió tener sus manos metidas en la reaparición de la Operación Cóndor. Es entonces, hace apenas un año, cuando comienza lo que podríamos llamar el descenso de ese proceso. Comenzó en Argentina, donde se pierden las presidenciales por una mínima diferencia, pero suficiente para un cambio brusco, de tal naturaleza que en seguidas viajó el presidente Obama y en Buenos Aires dijo que Macri debía ser el líder continental. ¿Cómo les parece? Pero faltaba el desarrollo del golpe en el Congreso contra la presidenta Dilma Rousseff. EEUU tenía experiencia en Paraguay cuando sacaron al presidente Fernando Lugo y antes en Honduras, contra el presidente Zelaya. Ya no había necesidad de ocupaciones territoriales, como en el siglo XIX, ni los golpes militares del siglo XX. Ahora utilizaban parlamentos, que podían ignorar los 54 millones de votos

nezuela, Brasil, Argentina, Perú, Ecuador, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, y potenció las de Colombia, pero la mayoría sin opciones de alcanzar el poder. En cambio, la influencia del proceso revolucionario venezolano trascendió los límites guerrilleros, y contribuyó a que llegaran al gobierno sectores progresistas en Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador y El Salvador, que crecieran las fuerzas de izquierda en otros países, ayudó a consolidar las revoluciones en Cuba y Nicaragua, acercó a los países del Caricom, y las relaciones internacionales llegaron a Rusia, China e Irán. Que no es poca cosa.

que obtuvo Dilma. Poco les importaba desconocer la voluntad popular expresada en elecciones. Fracasaron en sus intentos de propiciar salidas violentas en Venezuela, Bolivia y Ecuador. Después de Argentina y Brasil, tocó el turno a Mercosur. Allí desconocieron una norma elemental para separar a Venezuela de la presidencia pro témpore con los votos de los otros cuatro países miembros: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Y entre tanto, la OEA se recuperaba y ahora desde su Secretaría General amenaza con aplicar a Venezuela su carta democrática. No tendría nada de raro que consiga los votos de los países que necesita. Como es fácil observar, se trata de cambios trascendentes. Es un nuevo panorama el que presenta América Latina, muy distinto, radicalmente distinto, al que tenía hace un año. ¿Y que piensan Correa y Aristóbulo? El primero parece creer que los hechos se impondrán, que será imposible negar u ocultar los avances, sobre todo en el campo social, alcanzados, se trata de un retroceso. En cambio, Aristóbulo cree que ha ocurrido una ofensiva del imperialismo norteamericano, pero que tendrá la respuesta de los movimientos sociales de la región. No sé, pero cualquiera de los caminos que empiecen a andarse por la recuperación será complejo y difícil, y seguramente, largo, ¿cuánto ha costado abrir las grandes alamedas en Chile?


Mercosur a la sombra de la ilegalidad y la intolerancia

José Félix Rivas Alvarado Todo es ilegal. Lasreuniones realizadas por miembros del Mercosur, sin la presencia de Venezuela; la imposición de la categoría “Estados Fundadores” ahora matizada con el eufemismo “Estados Parte signatarios del Tratado de Asunción”; el mecanismo colegiado para el funcionamiento del Mercosur; la calificación de “vacancia” de la Presidencia Pro Témpore (PPT); las decisiones que incluyen un ultimátum a Venezuela, al imponerle un plazo (1º de diciembre) para que adecúe la normativa, basada en la amenaza de despojarla desucondición de Estado Parte; la repartición de las negociaciones del Relacionamiento Externo (Unión Europea, Alianza del Pacífico, entre otros). Todo es ilegal, porque en el marco jurídicoe institucionalque rige el bloque no encontramos ni un solo argumento que sustente esta emboscada. Esta situación,que viene ocurriendo en el Mercosurdesde el mes de junio,es uno de los actos más graves en la historia de la integración regional, si se toma en cuenta que se ha recurrido a una estrategia de exclusión claramente ideológica-política, expresada en acciones ilegalese ilegítimas, desconociendo los principios y paradigmas que fundamentan el modelo integracionista, paraimplantar el autoritarismo, la intolerancia y la discriminación. Ilegalidad e intolerancia son dos términos que tristemente pueden etiquetar la componenda, y que sustentan un cuadro de acciones cuya ilicitud ha sido reiteradamente señalada por la CancillerDelcy Rodríguez. Las fuerzas progresistas de la región vienen pronunciándose al respecto. No es tiempo de dudas, porque esto forma parte de una agenda que apunta mortalmente al corazón de la democracia y la integración en toda Nuestra América. La posición de Venezuela, en la situación que atraviesa actualmente el Mercosur, no puede ser otra que la defensa de la legalidad y la institucionalidad del bloque.Venezuela actúa basada en principios y no en intereses comerciales, ni cede a la amenaza del aislamiento que viene siendo comandada desde el Norte. La dignidad no se nego-

cia. Especialmente, porque no sólo se están violando los derechos deVenezuela como Estado Parte, sino que este modus operandiarremete contra la integración regional violando los derechos de cada uno de los pueblos del Mercosur. Veamos algunas de las acciones de este antijurídico proceder y, aún más, sus consecuencias. El consenso como principio fue profanado El martes 13 de septiembre, casi al filo de la medianoche, se difundió unaDeclaración Conjunta en la cuallos llamados “Estados Fundadores o Signatarios”, reafirmaron la negación dellegítimo derechode Venezuela a ejercer la PPT, al mismo tiempo que se notificaba una sentencia, en ausencia del acusado, donde se le imponía un plazo que, de no cumplirlo, llevaría a despojarle a Venezuela de su condición de Estado Parte, y por ende su derecho a veto. Primero: Esta Declaración ilícita, principalmentecarece de validez porque es resultado de un hecho grave, que esla violación de la norma del consenso. En elMercosur, la toma de decisiones se realiza mediante la participación yelconsenso de “todos”sus Estados Partes, tal como lo establecen los artículos 16 del Tratado de Asunción y el 37 del Protocolo de OuroPreto. Esta norma es vital porque permite que se avance en los acuerdos respetando la diversidad de opiniones.Se incumplió la norma del consenso, además de desconocer la PPT venezolana,al suscribir una Declaracióndonde se consumó el acto transgresor sin la presencia ni el consentimientode Venezuela. El Consenso sólo se cumple con la anuencia de los cinco Estados Parte, no podemos hablar de consenso respecto a una decisión adoptada por cuatro Estados, y menos aún contresvotos afirmativos.La entronización de esta ilicitud llegó a niveles caricaturescos, cuando uno de los cuatroparticipantes en la encerrona celebrada por los fundadores,Uruguay,¡se abstuvo! El Consenso, es una vacuna contra las asimetrías, porque evita que el más fuerte

del barrio se imponga sobre los pequeños, no por la razón sino por la fuerza. El consenso es el cemento de este bloque de integración. Al romperse el consenso se quiebra al Mercosur y, por ende, a la integración regional. A esa hora de la noche del martes 13, y hasta este momento, Venezuela es Estado Partedel Mercosur, y por tanto tiene plenos derechos como los demás Estados Parte, tanto a adoptar las decisiones en conjunto, como a ejercer la PPT del bloque. Segundo: Al mismo tiempo, al crear un antijurídico “mecanismo colegiado” para la conducción del Mercosur, se trasgreden las normas que rigen la coordinación de los trabajos y reuniones a través de la PPT de Venezuela. Al respecto, son contundentes los artículos 12 del Tratado de Asunción y 5 del Protocolo de OuroPreto,al establecer que la PPT se ejercerá semestralmente por orden alfabético, la cual corresponde actualmente a Venezuela, y que por endetodas las reuniones del Mercosur, y demás iniciativas de orden normativo e institucional, deben ser convocadas y coordinadas por ésta. Tercero:La pretendida condición de “Estados Parte signatarios del Tratado de Asunción”no existe, por tanto mal podría legitimar decisiones adoptadas en violación a la norma del consenso. El marco legal del Mercosur, no distingue categoríasde derechos entre aquellos Estados que firmaron el Tratado de Asunción y los que se adhirieronposteriormente a éste, todos somos Estados Partes. En el Mercosur, no existe de jure, la discriminación entre Estado Parte de Primera y/o de Segunda, tal como trata de legitimarse ideológicamente en el texto de la Declaración. Cuarto: La Declaración, de hecho, notifica que hubo una repartición del mundo. Es decir, el Relacionamiento Externo del Mercosur fue trozado como un pastel, y se procedió a convocar reuniones con la Unión Europea, con la Alianza del Pacífico y con otros bloques de integración y Estados, ignorando a la PPT venezolana, a quien le correspondesu coordinación. Esta conducta al margen, pareciera que le da la razón a la tesis que afirma que, detrás de esta flexibilización de facto,subyace convertir al Mercosur en una plataforma de aterrizaje de los Tratados de Libre Comercio. El ALCA fue derrotada en 2005, momento cuando el MERCOSUR y Venezuela ejercieron un protagonismo decisivo en esa épica.Hoy, la corriente restauradora de la ideología del libre comercio avanza en nuestra región con la rapidez que exige la estrategia de reacomodo de los grandes bloques que agrupan los centros del sistema capitalista mundial. En este contexto, la Declaración Conjunta dictada recientemente, como corolario de una cadena de ilicitudes, pasará a la historia de la integración regional como unos de los atentados más letales contra los principios de la integración y de la democracia. * Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante Mercosur y Aladi


Encantos de Caracas

Roberto Hernández Montoya

Cumbres y abismos

“Los presidentes andamos de cumbre en cumbre y los pueblos de abismo en abismo”. Hugo Chávez

Luis Britto García|

1 Gracias a motorizados matapeatones y bachaqueros matavotos Caracas deviene lo que los colombianos llamarían una ciudad tenaz. Donde posa la mirada la víctima o sea el ciudadano encuentra vehículos con excesiva velocidad y burócratas con exceso de incompetencia. Entre tantos acosos no queda tiempo para mirar al cielo que cruza una garza, sí, una garza luminosa que con su fulgor avergüenza los edificios desvencijados y los rostros irrecuperables. Quién sería el ocioso que secuestró unas garzas llaneras del estero de Camaguán para confinarlas en el Parque del Este sin saber que volarían al pestilente Guaire para descontaminarlo visualmente con su gracia volátil. Hay que vislumbrar la garza que acecha en la sonrisa de una muchacha o en el buhonero que vende ají esparcido en el suelo. A lo mejor echaremos alas y volaremos sintiendo que todo es liviano como el aire, como la luz, como el vuelo mismo. 2 Se fue la infancia cuando en diciembre el tío José nos llevaba a pasear por las calles de las piñatas cerca de la plaza El Venezolano. Allí estaban los trencitos de cuerda olorosos a metal y aceite y los fusiles con aroma de latón que disparaban mortíferos corchos. Allí estaban las hermosas piñatas, que sólo servían para ser destruidas a palos, como los bellos recuerdos. Se fue la inocencia pero las tiendas de las piñatas siguen en su sitio vendiendo papelillo, bambalinas, serpentinas, silbatos, todo lo que sólo sirve para disiparse, como los instantes, todas las cosas insensatas sin las cuales la vida no tiene sentido. 3 Dictaduras y socialdemocracias aridecieron la ciudad con un baño de concreto armado hasta buscaracas2ahogar la idea misma del alivio. Motores y bocinas decretan la sentencia de muerte de la cordura. En algún balcón en una lata oxidada una pequeña planta y hasta quizá una flor desafían el agobio. Se ven tan desamparadas y sin embargo resisten todas las tiranías de la mugre. De repente, como quien mira garzas vegetales, vemos una bandada de plantitas que aletean como mariposas con la brisa en los balcones, en las cornisas, en las ventanas de cristales astillados. Todas aspiran a migrar al Ávila, a los orígenes, a posarse en las franjas áridas de los cortafuegos. La tierra amorosa de tiestos y macetas impide que despeguen, que finalmente abandonen la ciudad feroz sus últimos ángeles de la guarda. 4 Hidrocapital, que es del Estado, me tiene tres semanas sin agua porque no reconoce el dinero que tengo depositado para pagar al usuario NIC 1150176 en una cuenta del Banco de Venezuela, que también es del Estado. Le pago en efectivo a Hidrocapital un año de servicio adelantado y hoy viernes me cortan otra vez em servicio y me me dejan una factura por el servicio que ya les pagué y que no han prestado. Hidrocapital, que desconoce al Estado, ahora también desconoce a Hidrocapital. Sería de descubrir al irresponsable antes de que deje a Miraflores sin votos, perdón, sin agua.

Las cumbres son parajes extraños. Cuentan con una alta jerarquía política, simbólica y económica, pero en ellas se suele dilapidar el tiempo de un modo egregio. Se habla de temas trascendentes del modo más intrascendente. Casi nadie dice cosas importantes, por lo que casi nadie se equivoca. Raras veces alguien dice “huele a azufre”, por ejemplo. Muchas veces los discursos se quejan y se quejan y aquello se convierte en un coro plañidero. A la Venezuela de estos tiempos le impacientan esas cumbres, porque raras veces se ha resuelto algo en ellas. Son lugares ideales para el fariseísmo, el lugar común, las ideas recibidas. Cuando me ha tocado estar en algún foro internacional he observado que cada vez que pido la palabra la gente para la oreja, no porque yo sea un gran orador, sino porque soy venezolano y eso hace que a mi palabra se le atribuya eficacia de antemano, aunque no la tenga. La gente recuerda la revolución bolivariana, y eso hace la diferencia. Hugo Chávez cambió las cumbres porque las volvió borrascosas. La gente dejaba de bostezar al oírlo porque sabía que lo que venía era candanga, para usar una de sus palabras favoritas. Podríamos, para seguir con el léxico popular, hablar de cabilla, entre otros términos que significan contundencia. Es que la gente en revolución no habla paja, incluyendo a quienes se oponen a la revolución. Cualquier cosa que digamos adquiere peso, consistencia, densidad. Sea lo que sea. Basta decirlo en el contexto revolucionario para que se vuelva importante, así sea para oponerse a la revolución. Hasta el sandío lema “Chávez vete ya” se volvió trascendente. En la Cumbre de Países No Alineados ocurrió así. Las propuestas del presidente Maduro fueron un rayo en la tensa calma de este mundo revuelto. Se percibió en su voz el trabajo, la construcción, la eficiencia, reflejada en la impecable organización del evento. No, no es que el Gobierno siempre es eficiente; aún le falta, pero es que la oposición no siembra ni una matica. Todo en ella es destrucción, muerte y mamarrachada. En cambio, el Gobierno se la pasa construyendo, bien o mal, pero construyendo. Así son las revoluciones.


A sabiendas que el problema es el paramilitarismo, la oposición dice temer que la guerrilla colombiana migre a Venezuela La oposición venezolana manifestó su respaldo a la firma de los acuerdos de paz entre el Gobierno de ese país y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al tiempo que alertó sobre la posibilidad de que la guerrilla colombiana migre a Venezuela. Siguiendo el libreto escrito fuera de fronteras y obviamente difundido por la agencia española EFE, el secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba afirmó que “Hacemos un llamado a reflexionar sobre las consecuencias que traerá la firma de este acuerdo. Celebramos que se haya desmantelado un conflicto más, pero, esperamos que no sea trasladado a Venezuela”. Durante su programa radial, el opositor aseguró que pocos miembros de las FARC lograrán reinsertarse plenamente en la sociedad tras el fin del conflicto armado y el resto, que estimó en unos 10.000 excombatientes, “no podrán seguir delinquiendo en Colombia” por lo que podrían trasladarse hacia Venezuela. “¿Para dónde se van a ir? Lo más probable es que se vengan para acá, donde han tenido un Gobierno alcahueta que les ha permitido entrar y salir cuando quieren, y además ser dueños de varias zonas”, expresó. Torrealba consideró que estas personas “solo han matado, robado, secuestrado y traficado drogas (…) con una eficiencia importante” por lo que instó al Gobierno de Nicolás Maduro a fortalecer la seguridad en la amplia frontera que comparte Venezuela con Colombia, unos 2.219 kilómetros. Torrealba no se pregunta qué pasará con el paramilitarismo, quizá porque espera que se fortalezca y apoye sus planes. “Un Gobierno serio y responsable debería estar activando todos los mecanismos de seguridad para proteger a la nación. En lugar de eso, lo que tenemos es a la seguridad del Estado persiguiendo a la dirigencia política”, agregó. El opositor afirmó además que actualmente hay poblaciones fronterizas en Venezuela “bajo el control de las autoridades de la guerrilla” y que este grupo armado ha llevado a cabo “operaciones delictivas” en zonas del centro del país y en Caracas. Nada habla de los grupos de paramilitares que asolan la frontera (y dentro de Venezuela) con secuestros, muertes , extorsión y tráfico de estupefacientes.

Paso a paso se reactiva la relación entre Venezuela y Colombia Últimas Noticias Un ataque paramilitar a efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en la frontera colombo-venezolana, fue el punto de quiebre. La zona limítrofe, una de las más movidas del mundo, estaba ya señalada por ser escenario para el contrabando de extracción, primero de gasolina, y luego de productos de la cesta básica y hasta de la moneda oficial venezolana hacia Colombia. El mismo día del atentado, 19 de agosto de 2015, el presidente Nicolás Maduro ordenó el cierre de la frontera por 72 horas, y luego declaró un estado de excepción en los municipios fronterizos del Táchira, que se extendió a regiones limítrofes del Zulia y Apure. Los decretos y sus extensiones vencieron en diciembre, solo continúa en vigencia el cierre de frontera. Estos antecedentes marcaron la reunión que sostuvieron hace un año en Quito los presidentes de ambas naciones, Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos, con la mediación de sus homólogos de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Ecuador, Rafael Correa. Del encuentro se desprendió una agenda orientada a la normalización de la frontera. Además, el compromiso de trabajar en la “coexistencia de los modelos políticos, económicos y sociales” de cada país. ÚN consultó al respecto al ex embajador de Venezuela en Colombia, Pável Rondón, quien refirió que luego del encuentro ambos mandatarios se han visto en dos ocasiones. En la última conversación, en Puerto Ordaz (Bol), los jefes de Estado anunciaron decisiones importantes para normalizar el paso fronterizo “de manera gradual y controlada”. Rondón señaló que se han dado pasos importantes para regularizar la frontera. Destacó que “ha habido un nuevo ambiente en las relaciones binacionales y se redujeron los discursos xenófobos de ambas partes”. En el camino para la normalización de la zona en lo concreto, esta semana se efectuó una rueda binacional de negocios en San Cristóbal y el viernes el gobernador del Táchira, José Vielma Mora, ratificó el reinicio del paso de carga comercial por el punto limítrofe. “Seguridad garantizada para transporte de carga internacional”, escribió el mandatario regional en su cuenta en Twitter. El ex embajador Rondón agregó otros elementos positivos: la reactivación de un programa de colocación de bombas de gasolina en el lado colombiano y la adopción de un documento de identificación para los habitantes de la frontera, a fin de definir la “ciudadanía fronteriza”. Datos previos. En 2004, el presidente Álvaro Uribe acusó a su par venezolano Hugo Chávez de prestar ayuda y ocultar a guerrilleros. En diciembre es capturado el jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Rodrigo Granda, por un comando colombiano que ingresó sin permiso a nuestro territorio. Entonces Chávez y Uribe retiran a sus respectivos embajadores. El año siguiente, en 2005, Chávez anuncia la ruptura de relaciones comerciales con Colombia. Alega la violación de nuestra soberanía y acuerdos internacionales. En 2008 es abatido el líder guerrillero Raúl Reyes. Venezuela retira su personal diplomático de la embajada en Colombia. Chávez moviliza tanques militares y 10 batallones a la frontera venezolano-colombiana. Las relaciones, a pesar de la gravedad del asunto, se reactivan en junio. En 2009, Uribe pacta con EEUU la instalación de siete bases militares. Chávez congela las relaciones comerciales; en 2010 el nuevo presidente de Colombia, Santos, normaliza relaciones con Chávez, y se reúnen en Santa Marta.


Horizonte en disputa Elías Jaua Milano Una pregunta comienza a recorrer el mundo: ¿Qué tiene el pueblo venezolano, que los poderes del mundo no pueden con él? Tal vez la respuesta sea que llevamos en nuestra conciencia el patrimonio histórico de ser herederos y herederas de los libertadores y libertadoras de toda Suramérica, y que de ese legado hemos sacado, en nuestro tiempo, la resolución de volver a ser libres y nunca más colonia de nadie. Este septiembre de 2016, en medio de las grandes dificultades que nos toca enfrentar, nos pusimos de pie en las calles ganando todas las contiendas a favor de la paz; y cosechamos, hasta ahora, 6 medallas y 21 diplomas olímpicos en los Juegos Paralímpicos, nuestra mejor actuación en este evento deportivo mundial. Igualmente, la fuerza organizativa de nuestro pueblo ha avanzado en la construcción de soluciones a los grandes desafíos económicos que tenemos por delante, y comienzan a verse los resultados en el inicio de las cosechas de hortalizas, maíz, arroz y próximamente de café. Contra vientos y mareas imperiales, se está desarrollando exitosamente la Cumbre de países del Movimiento de los No Alineados (MNOAL), en nuestra Isla de Margarita, y Venezuela ya preside el bloque de 120 países, el más grande e influyente en el seno de la Organización de Naciones Unidas (ONU), coincidiendo además con nuestra membrecía en el Consejo de Seguridad y de Derechos Humanos de la misma instancia internacional. Este posicionamiento nacional en el contexto mundial, gracias a la correcta política internacional diseñada y desarrollada por nuestro Comandante Chávez, nos permite derrotar los intentos de aislamiento promovido por la contrarrevolución nacional y foránea, fortalecer nuestra Independencia política y seguir ampliado la cooperación internacional en materia agrícola, industrial, de medicamentos y de tecnología en general, que contribuya al esfuerzo principal que nos ocupa hoy día, acelerar el desarrollo del modelo económico productivo socialista, para poder recuperar y ampliar la producción de bienes y servicios que satisfagan plenamente las necesidades de nuestro pueblo. Esta buena brisa de septiembre, tiene el mérito de haberse abierto paso en medio de los nubarrones que la contra patria, expresada en la dirección de la MUD, ha puesto en el horizonte de la Patria. Afortunadamente, como dicen nuestros Diablos Danzantes, el bien sigue venciendo al mal, y los resultados para los partidos de la burguesía no pueden ser peor, desmoralización de sus bases, profunda e irreversible división entre sus dirigentes, incapacidad para desarrollar ninguna política que no sea la de la amenaza permanente de violencia y de la promoción de la intervención extranjera. Allá ellos. Nosotros y nosotras, que sentimos profundamente el orgullo de ser venezolanos y venezolanas, seguiremos haciendo un sublime aliento para recuperar la estabilidad política y económica a favor de nuestro pueblo, y exclamando por siempre desde lo más profundo del alma ¡Viva Venezuela!

Anticumbre en la panadería Carola Chávez

“La cumbre ha sido un fracaso. No vinieron sino 5 países” –decía un experto en asuntos de toda índole, de esos que uno encuentra tomando café en cualquier barra de panadería. “Pero yo vi la reunión de cancilleres y ahí había un gentío” –le contestó un señor mientras revolvía su café. Entonces el experto se despepitó: “Esos son cancilleres y, además, yo me refiero a ¡pa-í-ses! Países de verdad, no esa merienda de negros que nos montaron aquí. ¡Dígame esa vaina! Contando como cuentan los pendejos, claro que hay 120 países, pero no son más que ese puño de paisitos africanos que vienen a ver qué les tiran, unos árabes, cuando esa gente está tan mal vista por la comunidad internacional, unos chinos de Corea del Norte y de otros países que uno ni sabe si existen de verdad y, claro, los chulos de las islas caribeñas… Todos ellos juntos no le dan ni por las patas al estado más pobre de los Yunaite Estei”. “Si ellos mismos admiten, con sus caras tan lavadas, que son el tercer mundo, como si esa vaina fuera de pinga, y vienen a Margarita a llorar sus complejos: que si los Estados Unidos son malos, que si Europa también, que si nos explotan, que si nos invaden, que si el bloqueo, que si esto, que si lo otros… típico discurso resentido que siempre culpa a otros de sus fracasos”. “Eso sí, lloran pero se quedan en hoteles de lujo que después de la cumbre quedarán ranchificados y sin estrellas. Si un amigo que trabaja en un hotel que me dijo que esas gentuzas hasta “degollan” chivos en las habitaciones”. “Y la isla militarizada -¡lo que nos faltaba!- un esbirro en cada esquina y que velando por la seguridad. ¡Reprimiendo la libertad es lo que es! Se hacen cumbres en todo el mundo y no llenan las calles de soldados. Y no me vengan con el cuento de que en Davos hasta francotiradores ponen, porque no se puede comparar manzanas con cambures, porque si algo le pasa a Obama se arma el peo, en cambio, a quién le importa lo que le pase aquí al presidente de Cuchucustán, que uno no sabe ni quién es”. “No son más que un club de acomplejados con el rancho en la cabeza. No entienden que si estuvieran alineados, si dejaran de preocupar a la comunidad internacional con sus pendejadas, nadie se metería con ellos y, un día, hasta los invitarían a Davos; pero la ignorancia es una cosa seria”.


Ah, twitter cobarde Maryclen Stelling

Recientes experiencias con la red me impulsan a reflexionar sobre tales vivencias. Es indudable que Twitter ha devenido en una de las redes más influyentes en cuanto a incidir y configurar la opinión pública de forma inmediata e instantánea. Convertido en una plataforma de considerable influencia social y política, deviene en promesa de participación, aun cuando no necesariamente en activismo, ni en instrumento crítico que permita una reflexión compleja. Twitter fomenta la configuración de una red social a partir de un tema específico y en torno a quién retuitea a quién. Dada tal interactividad múltiple, se genera una sensación de proximidad física, suerte de otro espacio público sin territorio. Espacio poroso que permite moverse y deslizarse, invadir la intimidad del otro y, además, ser otro; contemplar, disfrutar, invadir y evaluar las vidas ajenas. Se configuran nuevos escenarios y espacios públicos con características especiales, que permiten y promueven la construcción de identidades sociales. Resulta en el lugar de un “transformismo identitario” que juega entre el anonimato y las máscaras, derivando en un carnaval posmoderno. Son tres las características comunes del “sujeto de la red”. El anonimato, tras nombres que no se sabe si son verdaderos o con seudónimos que consienten la incógnita y liberar “el yo interno”. La interpretación enriquecida que deviene precisamente del anonimato. Y, en tanto consecuencia de las dos anteriores, “la cultura de la peste”, del desencuentro, de la agresividad que puede derivar en “clubes de pelea”. El momento político que se vive actualmente en el país promueve -en aquellos y aquellas que no concuerdan con nuestras posiciones, análisis y opiniones públicas- agresivos ataques y la descalificación personal en base a la falsedad, la mentira, el absurdo y la calumnia. A ello se añade la difusión de rumores, creencias, miedos y hasta teorías conspirativas. Un juego de intimidación que pretende la estigmatización y la deliberada construcción de una identidad desacreditada.

Carola Chávez:

La gota que no cae Nos contaron que la cosa funciona así: Los ricos son maravillosos porque montan negocios y nos dan trabajo. Si el negocio va bien, si nos esforzamos para levantar la empresa, el dueño va a ser más rico y va a montar otros negocios que generarán nuevas fuentes de empleo y mientras más nos esforcemos los dueños tendrán tantos negocios que habrá más y mejores empleos para todos y viviremos felices para siempre. ¡Cónfiro, qué bueno, más y mejores empleos! –Dijeron los incautos y se dispusieron a trabajar, pero, una mañana cualquiera, llegó un tipo muy encorbatado, de mirada gélida y sonrisa sádica. Era un consultor, un empleado de otra empresa que, a cambio de una jugosa suma de dinero, le muestra a los empresarios cómo siempre se puede gastar menos y ganar mucho, mucho más. Recorte aquí, recorte allá, póngale menos arroz a ese kilo de arroz, déjelo en la misma bolsa de siempre y, solo si lo obliga la ley, ponga en letras pequeñitas que son 900 gramos, cobre un poco más porque ahora la bolsa tendrá letras doradas y voilà! Para los empleados, menos café y más productividad -¡Ay, esa palabrita!- ¿para qué tres tontos cuando un solo, trabajando el tripe y ganando lo mismo, puede hacer el trabajo? Reducción de personal y aunque en eso que llaman “la gran familia empresa Tal” nadie era muy amigo de nadie, el paso de consultor acaba puestos de trabajo como si el tipejo anduviese matando bichos en la jungla más despiadada, y no hay quien reclame porque nadie quiere ser el botado, no puede haber compasión cuando se están rifando cortadas de pescuezo. El goteo, aquella prosperidad prometida, se evapora ante los ojos de los nuevos desempleados. Pobrecitos, tener que salir ahora a buscar trabajo cuando hay un sádico consultor en cada empresa cortando pescuezos. ¿Si más bien están botando gente, quién va a querer contratar a un botado? ¡Ah! pero tenemos una solución más sádica que las de los consultores: el trabajo temporal, que algunos maledicentes llaman precario, que no es precario ni nada, sino que es menos costoso para el gentil empresario. Si quieres trabajar, renuncia a esos tontos derechos laborales, pide menos y da más. Ya sabes que el trabajo dignifica, entonces, por qué limitar la dignificación a ocho horas diarias cuando puedes dignificarte por doce, pero no me vengan con esas pendejadas del pago de horas extras, y ni hablar de salario mínimo, mira que le doy el trabajo a otro depescuezado. ¡Mira la fila qué larga! Todos quieren tu puesto, porque es tuyo, ¿no? Y llega el consultor otro día, y los trabajadores, temblorosos, lo ven pasar a la oficina del director. ¿Qué más nos puede pasar? Mudamos operaciones a Bangladesh porque esa gente sí trabaja, hasta 18 horas sin ni siquiera pararse al baño, y todo por sueldos de risa. El dueño se frota las manos. ¡Cerramos! Bueno, no del todo, nos quedamos con algunos gerentes que estén dispuestos a seguir el trote de la austeridad que los tiempos imponen. Los gerentes, satisfechos de conservar sus empleos, miran al resto de los trabajadores con grimita mientras firman despidos convencidos de que son justificados porque “ningún empresario trabaja a pérdida” y además, eso le pasa a esa gente por no haber ido, como ellos, a la universidad. La educación libera. Termina otro día y regresa el gerente a casa con el pescuezo intacto. Eso cree. Sobre la mesa de la cocina le esperan las facturas de cuatro tarjetas de crédito, la hipoteca, la renovación del seguro de las dos camionetas, ¿qué realero, se volvieron locos?, el regalo para la boda de Fulanito, las vacaciones de en Disney World, la ropa de marca, la clase de yoga de Ana, las de Tenis de Miguel, la cuota del club, el colegio, la universidad, la vida entera la debe, y la va pagando con su trabajo a los mismos dueños que lo contratan, como los esclavos en las bodegas de las haciendas. Sin pensar en esas tonterías, el gerente va a la nevera y se sirve un vaso de leche. ¡Ana, esta leche está aguada! Ahora viene así, mi vida -contesta ella-. Es que por la empresa láctea también pasó un consultor. Mientras tanto, en algún paraíso fiscal reposan las gotas que nunca nos caen.

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Un alerta sobre el lenguaje escatológico desacreditador Maryclén Stelling| Actualmente en Venezuela se está agudizando la confrontación entre Gobierno y oposición desde diversas dimensiones. Agotados varios frentes, una de las aristas que ha ido tomando cuerpo es el “torneo de legitimidad y credibilidad” en torno fundamentalmente a la figura del presidente Nicolás Maduro y su gestión. Cuando un presidente gana unas elecciones, hay un discurso ganador que, además de los votos y el triunfo, lo dotó de legitimidad y credibilidad. El equipo de gobierno constantemente tiene que trabajar para reforzar la credibilidad y, por supuesto, la oposición comienza a trabajar para deslegitimar y horadar la credibilidad de la gestión del gobierno, del Presidente y del discurso ganador. En este momento, en el país la pugna por la legitimidad y credibilidad se ha exacerbado, como una manifestación más de la confrontación. La oposición desarrolla una estrategia dirigida a desacreditar, minar la credibilidad y deslegitimar al mandatario y su equipo. El Gobierno cae en esa “trampa” y es obligado a atender dos frentes: el primero, la defensa del discurso “ganador” en unas elecciones presidenciales, reforzar la confianza y renovar la legitimidad; y, en paralelo, desplegar una estrategia del mismo tenor dirigida a socavar la credibilidad y legitimidad de la oposición. Los recientes sucesos ocurridos en Villa Rosa, estado Nueva Esparta, constituyen un claro ejemplo de la estrategia oposicionista. Una vez que comienzan a circular desde las redes de oposición los primeros videos con sus respectivas narrativas, vía twitter se concluye que lo ocurrido es una demostración fehaciente de la pérdida de la legitimidad del Presidente y del miedo al gobierno. ven-maduro-en-villa-rosa La oposición ejecuta una estrategia muy fuerte dirigida a deslegitima al Presidente y su gestión, a la pérdida de la confianza y de la cualidad de “ser creíble”. De esa manera van empujando al gobierno hacia la coacción o el uso dela fuerza. Creemos que está planteado y ello persigue como una última meta la procura de la violencia . Probablemente se trate de una campaña, de una estrategia que viene de afuera, pero que, además, tiene una expresión en medios internacionales y en gobiernos de otros países. Venezuela es una presa codiciada en este momento por poderosos intereses internacionales. Aquí tenemos todo lo que es el arco minero, el petróleo… Somos una presa apetecible en un contexto regional en el que le acaban de dar un golpe parlamentario a Dilma Roussef, Mauricio Macri llegó a la presidencia en Argentina… de manera

que hay un caldo de cultivo regional que aumentan las ganas de la oposición interna y también las apetencias externas. Reforzar la legitimidad y credibilidad Es necesario reforzar la legitimidad y credibilidad del gobierno, demostrar que la gestión es positiva, que ya están llegando productos a los anaqueles, que se está confrontando y desmontando a la guerra económica. Se debe visibilizar, posicionar el discurso de paz y la diplomacia de paz que tiene en este momento el gobierno, porque deja al descubierto una oposición que en realidad no está buscando la paz, sino la violencia. Estamos en un momento difícil, critico, en el que se horada de la credibilidad y legitimidad y, además, se llama a marchar, a llenar las calles, a la Toma de Caracas. El límite entre una marcha pacífica y democrática y en paz, está igualmente fracturado, porque la cantidad de gente que se ha convocado a marchar ha perdido la credibilidad, no perciben al gobierno como legítimo, tampoco como legítimo al presidente. Vivimos un momento peligroso, estamos en situación de alerta. La opción es el diálogo Es necesarísimo poner en marcha la opción del diálogo, que en verdad lleguemos al diálogo, que conversemos. Será difícil. Han habido conversaciones, reuniones, se designaron los mediadores de ambos bandos políticos, pero percibo diferencias discursivas. El discurso del Gobierno, está dirigido a un diálogo por la paz, por la no violencia, es una propuesta más amplia. El que demanda la oposición es un diálogo sobre el referéndum revocatorio. Tenemos entonces dos grupos que aparentemente se están reuniendo, pero dos grupos donde se perciben dos dimensiones diferentes. En Colombia el problema era mucho más grave porque se instauró una violencia física estructural. Las ventajas del momento venezolano es que hemos en-

contrado diversos frentes y espacios para confrontarnos y, hasta el momento, no hemos elegido la violencia física como vía de eliminación del otro. La violencia en el lenguaje es una válvula de escape que podría incidir en alejar las posibilidades de violencia física. En este momento habría que alertar sobre ese lenguaje escatológico, de violencia, desacreditador del otro, que demuestra una suerte de sordera y de distancia del liderazgo político, tanto de uno como de otro bando. Las encuestas señalan que hay un 80% que desea diálogo, y este 80% es la víctima final de todo lo que está pasando aquí, porque ese 80% lo único que quiere es vivir en paz. Observamos una desconexión del lenguaje empleado por los políticos con la realidad: hay un pueblo que está pidiendo diálogo y, en contraste, unos líderes políticos que tienen una mirada a corto plazo, una mirada muy cerrada. Empoderamiento popular La posibilidad del golpe siempre está, pero parece lejana, primero porque existe ese compromiso del pueblo con procesos democráticos, luego porque este aprendizaje que ha hecho el pueblo desde que llegó Hugo Chávez al poder, es un aprendizaje de participación a través de diversos canales. Ha habido un empoderamiento del pueblo bien importante y además se han descubiertos otros canales y vías de participación. Sin duda hay factores radicales en este momento que estén jugando a un golpe de estado, dado el fracaso de la oposición. Cualquier posibilidad de golpe no está cancelada definitivamente, pero sería bastante dificultoso en esta Venezuela. Las posibilidades de un golpe están canceladas en este momento a pesar de que hay intereses internacionales jugando a ello y se han topado con una oposición que fracasa en eso, además de un pueblo que no está ganado para la idea de un golpe. Perspectiva comunicacional


Desde la perspectiva comunicacional, en este momento está jugando un papel muy importante la internacional mediática, además por supuesto de los medios nacionales. Se construyen sobre la realidad venezolana narrativas y relatos transmediáticos que involucran tanto a medios nacionales como internacionales además de las redes sociales. Desde allí se consolida un poder transmedático que impone su versión de los hechos. Prefiero hablar de narrativa mediática, por cuanto lo que se está construyendo en relación a las realidades de Venezuela y otros países son relatos y narrativas que se elaboran en los medios nacionales e internacionales y las redes sociales. En cuanto a lo sucedido en Villa Rosa, la tardía respuesta oficial llegó con posterioridad a los videos grabados prácticamente en el momento de los hechos, después de las narrativas construidas en las redes y replicadas sin confirmaciónen páginas web. La respuesta oficial llegó una vez que la gente había aceptado la narrativa construida en redes y creía ver en los videos aquello que los relatos afirmaban. El poder oficial está inerme frente a ese tipo de política comunicacional, hay una suerte de parálisis… El país tiene problemas urgentes y los medios públicos deberían, de alguna manera, reseñar también ese país, por supuesto desde una perspectiva oficial, de medios públicos, pero ese país tiene que ser reseñado. Si no “la siembra del pesimismo” será exitosísima. La siembra del pesimismo El pesimismo es la negación de cualquier futuro y se ha plantado el pesimismo. Tal situación incide en el clima socioemocional del país y tiene relación con la fuga importante de gente joven que se está yendo del país. Tiene que haber una estrategia comunicacional de siembra del optimismo, del futuro, de siembra de la Venezuela que es y de la que podría ser. Eso no está sucediendo, porque siguen enganchados en desmontar la otra versión, ahí hay un elemento de enganche en la versión del otro y con la destrucción del adversario. La oposición se está preparando para la posibilidad de que no haya revocatorio este año. La llamada a la Toma de Caracas del primero e setiembre y otras convocatorias se está preparando activamente para acudir a los espacios públicos. Esas marchas no son gratuitas, tienen una finalidad. La oposición está en estado de desesperación, ha colocado todos sus huevos en una sola canasta, el revocatorio. Y por los vientos que soplan, el revocatorio no puede ser este año. Han cometido varios errores: si el revocatorio no se da, ahí hay un fracaso. Y el mismo hecho de haber colocado el revocatorio como un fin en sí mismo de la estrategia de la oposición, los está desarticulando internamente. Hoy tengo un optimismo permeado por una preocupación ante el momento político que estamos viviendo, en el que los dos bandos políticos están entrampados en una lucha que yo llamaría intestina, de destrucción de las cúpulas y que, de alguna manera ha ido olvidando a los ciudadanos comunes. Pareciera que se están abriendo puertas en este momento, pero estoy altamente preocupada por lo que se está convirtiendo la confrontación política ante el próximo escenario electoral. (Texto sobre un diálogo de Stelling con José Vicente Rangel en la televisipon venezolana)

El efímero “pacto salvador”

Jorge Giordani|

El gobierno venezolano a finales del año 2016 parece estar muy preocupado por cerrar una fase desafortunada del proceso político venezolano, al buscar salir airoso de un fracaso que difícilmente puede ocultar, su gestión de la economía nacional. Miles de subterfugios pudieran argumentarse a lo que ha sido la debacle del país en términos del desabastecimiento, del control de la inflación, de la política cambiaria y monetaria, de la recesión profunda del aparato productivo, como si no supiéramos que vivimos en un país que depende de la renta petrolera, que ha sido ya calificada como una economía colapsada. El esfuerzo descomunal realizado durante el gobierno del Comandante Chávez desde febrero de 1999 hasta finales del 2012, permitió la distribución de esa renta con el objeto de pagar una deuda social acumulada posiblemente desde la finalización del proceso independentista. Y ese fue uno de los propósitos alcanzados en menos de tres lustros de gobierno, muy diferente a lo que se ha observado en el período posterior hasta los momentos. Quién duda de encontrarnos en una crisis que no solamente golpea a los trabajadores del mundo, para lo cual bastaría observar lo que ocurre en USA o en la propia Europa en la actualidad, con la tasa de desempleo y la aplicación de políticas que mucho se parecen a lo ocurrido en las últimas décadas del siglo pasado. O al observar lo que se intenta en los mayores países de América Latina como México, Brasil y Argentina donde gobiernos conservadores quieren llevar a su mínima expresión las conquistas sociales alcanzadas. Pero no es acaso eso lo que significa el sistema capitalista, en su voracidad por producir valor de cambio, dejando de lado las necesidades primarias de los seres humanos. Eso no es nada nuevo para venir a plantearnos hasta la saciedad la llamada ¨guerra económica¨ en Venezuela. Nada nuevo bajo el sol, dado que se trata de la realidad de la empresa capitalista en persecución de la máxima ganancia individual con su avidez por la plusvalía, complementado a nivel global con la supuesta racionalidad de un mercado mundial, bajo la égida de una voraz concentración de capitales y el dominio del sector financiero internacional. Lo cierto es el desmejoramiento de las condiciones de quienes dependen de su ingreso producto del trabajo, de vender su fuerza de trabajo como otra mercancía más, a costa de un proceso de acumulación insaciable que solamente encuentra sus

límites en esa acumulación de riqueza. En nuestro caso particular de Venezuela, el de la acumulación rentista como la de esos lobos de mar, insaciables por recibirla sin contraprestación alguna. Hasta cuando entonces evocar la suerte de aumento de precios de los hidrocarburos en vez de elaborar otro modelo productivo alterno, al llamado rentista petrolero. Ante esa dificultad históricamente reconocida de modificar el modelo productivo, el gobierno actual se hunde en sus propias contradicciones e insuficiencias tratando de salvar su destino a través de un pacto silencioso y mordaz con la derecha y la socialdemocracia interna, entregando el país a las transnacionales en lo que ha sido calificado como una entrega ¨vergonzosa¨ en el Arco Minero Orinoco. Por otro lado, las negociaciones con la derecha internacional al tratar de salvar su responsabilidad ante la historia tal de finalizar el periodo gubernamental cueste lo que cueste, en una farsa que ya se sabe cómo va a terminar, saliéndose de la suerte, con la estampida que vendrá luego y las consecuencias que continuará pagando el pueblo venezolano, dado que lo que han logrado como gobierno es profundizar la crisis de hegemonía que se agrava con el pasar del tiempo. Otras salidas diferentes al pacto oscuro que se está aplicando en la actualidad, deben venir con la profundización del proceso de cambio social, más de una vez sugerido por diferentes sectores de la sociedad . Para ello es necesario hablarle claro al país, el asumir la crisis con toda su intensidad, acompañar al pueblo en sus problemas y sus necesidades profundizando el modelo alternativo, dándole mayor poder a las bases, modificar la conducta cupular y de cogollos que nunca tuvieron autoritas y que perdieron definitivamente su legitimidad con la derrota electoral de diciembre de 2015. No vamos a salir del laberinto en que nos encontramos con la búsqueda de ¨pactos salvadores¨ que solo alimentan la soberbia de una cúpula incrustada en el aparato del Estado, no, lo que debe ponerse en práctica, que es más democracia de base, ir a las profundidades del gentilicio popular, a soluciones que vayan a la raíz de los problemas y dejar de lado la cansona retórica y la propaganda tediosa de un gobierno que perdió su rumbo al ensimismarse en su propia audición, y en pactar con quienes en el fondo lo que defienden son sus intereses pecuniarios y el status quo de un rentismo que colapsó como medio de distribución del ingreso y la riqueza nacional. Hemos dicho y argumentado la necesidad de ¨Declarar una emergencia económica revolucionaria¨, para lo cual se requiere y lo repetimos una vez más, en un contexto global, la necesidad de resistir, consolidando lo avanzado, refundiendo el Estado, la República, el gobierno, el pueblo y la Fuerza Armada Bolivariana, junto a las organizaciones políticas y sociales revolucionarias, bajo un liderazgo político colectivo, que vaya en la dirección de la construcción de un nuevo bloque hegemónico, en la ya casi olvidada por el gobierno actual, el de una sociedad basada en la lógica del metabolismo del trabajo, simplemente el de una sociedad socialista.


Mi país, víctima de una grave agresión

Pasqualina Curcio| Allende denunció ante el mundo que el pueblo chileno estaba siendo sometido a fuertes presiones económicas por parte de quienes, con intenciones políticas, para hacerse del poder y del cobre, y sobre todo para evitar que un modelo alternativo al capitalismo mostrara sus éxitos, sometieron a todo un pueblo privándolo de alimentos y medicamentos. Denunció el descenso del precio internacional del cobre, principal bien de exportación, la interrupción del financiamiento externo, el bloqueo financiero, la distorsión de los mecanismos internos de distribución y abastecimiento de productos esenciales. …Mi país es víctima de una grave agresión. Habíamos previsto dificultades y resistencia externas para llevar a cabo nuestro proceso de cambios. El imperialismo y su crueldad tienen un largo y ominoso historial en América Latina, somos víctimas de una nueva manifestación del imperialismo. Más sutil, más artera, y terriblemente eficaz, para impedir el ejercicio de nuestros derechos de Estado soberano.0 Estamos conscientes de que cuando denunciamos el bloqueo financiero-económico con que se nos agrede, tal situación aparece difícil de ser comprendida con facilidad por la opinión pública internacional, y aun por algunos de nuestros compatriotas. Porque no se trata de una agresión abierta, que haya sido declarada sin embozo ante la faz del mundo. Por el contrario, es un ataque siempre oblicuo, subterráneo, sinuoso, pero no por eso menos lesivo. Nos encontramos frente a fuerzas que operan en la penumbra, sin bandera, con armas poderosas, apostadas en los más variados lugares de influencia. Sobre nosotros no pesa ninguna prohibición de comerciar. Nadie ha declarado que se propone un enfrentamiento con nuestra nación. Parecería que no tenemos más enemigos que los propios y naturales adversarios políticos internos. No es así. Somos víctimas de acciones casi imperceptibles, disfrazadas generalmente con frases

y declaraciones que ensalzan el respeto a la soberanía y a la dignidad de nuestro país. Pero nosotros conocemos en carne propia la enorme distancia que hay entre dichas declaraciones y las acciones específicas que debemos soportar. Esta asfixia financiera de proyecciones brutales, se ha traducido en una severa limitación de nuestras posibilidades de abastecimiento de equipos, de repuestos, de insumos, de productos alimenticios, de medicamentos. Todos estamos sufriendo las consecuencias de estas medidas, las que se proyectan en la vida diaria de cada ciudadano, y naturalmente, también, en la vida política interna. (Salvador Allende, Asamblea General de las Naciones Unidas, Nueva York, 04 de diciembre de 1972.) Al mismo tiempo, el pueblo y la clase trabajadora chilena que apoyaban la Unidad Popular, denunciaron el acaparamiento programado y el mercado negro de bienes esenciales. Los chilenos se vieron en la necesidad de hacer largas colas para adquirir los bienes de primera necesidad (leche, aceite, azúcar, té, café, papel de baño, pan, entre otros)[1]. Los objetivos de quienes buscaban desestabilizar políticamente a Chile eran desarticular la distribución de alimentos, agotar los inventarios y sabotear las siembras. Acompañaban las acciones con campañas mediáticas en las que responsabilizaban al Gobierno. El argumento era que este controlaba el 100% de la importación y distribución de alimentos, atribuían la escasez a las expropiaciones y a políticas erradas. Allende denunció lo que calificó de insolencia imperialista, responsabilizó a las grandes corporaciones transnacionales, las cuales en una etapa superior al capitalismo, no dependen de ningún Estado, ni responden a ningún parlamento, cuentan, por su condición de grandes monopolios, con el poder de someter a todo un pueblo. Implícitamente, denunció el preludio del golpe de Estado. Pocos le creyeron. No faltaron quienes

internamente, siendo dueños de grandes capitales y por tanto, sin banderas, fueron cómplices. Tampoco faltaron quienes conscientes de lo que ocurría, aunque sin capital y sin noción de Patria, pero dirigentes políticos, callaron ante la atrocidad a la que fue sometido el pueblo chileno. Meses más tarde, un 11 de septiembre de 1973, inicia una de las más cruentas dictaduras militares del continente americano, dejando un saldo de más de 40.000 víctimas entre asesinados, desaparecidos y torturados. Treinta años después fueron desclasificados los documentos relacionados con el golpe de Estado en Chile, en los que se develó que el presidente Nixon ordenó a la CIA hacer “chillar” la economía chilena para evitar que Allende asumiera el poder[2]. Lo que Allende adjetivó de ataque oblicuo, subterráneo y sinuoso en 1972, ahora se lee en la página de los Archivos de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos de Norteamérica como “embargo comercial encubierto” y en los documentos que Henry Kissinger dirige al presidente Richard Nixon, definen este tipo de acciones como “guerra económica”[3]. Hoy, mi país, Venezuela, es víctima de una grave agresión. Agresión que no es reciente, data de 1999 cuando asume el poder el presidente Chávez. Varias han sido las estrategias que sectores internos de oposición, estando al servicio de los grandes capitales transnacionales, han desarrollado para derrocar el Gobierno de Chávez: desde un golpe de Estado en abril de 2002, pasando por llamados a paros generales; sabotaje de la principal industria del país, Petróleos de Venezuela; y paro nacional convocado por las cúpulas de empresarios y trabajadores a finales de 2002. Todas estas acciones fracasaron, sin embargo, ocasionaron grandes pérdidas económicas y sobre todo sociales al pueblo venezolano. Los intentos han persistido. A partir de 2006, y con mayor intensidad desde me-


diados de 2012, momento en el que Hugo Chávez anunció su condición de salud, cambiaron la estrategia. Usando las palabras de Allende, desde ese momento, los ataques han sido oblicuos, subterráneos, sinuosos, pero no por eso menos lesivos. Han estado operando en las penumbras, sin banderas y con armas poderosas. Por lo menos dos han sido los mecanismos que, a lo interno, han empleado para atacar al pueblo venezolano, para desestabilizar la economía, generar angustia, malestar y desesperanza en la población, y para ocasionar un caos social y/o influir en la intención de voto durante las contiendas electorales. El desabastecimiento programado de bienes esenciales (medicamentos, alimentos y productos de higiene) y el incremento de los precios de la economía a través de la manipulación del tipo de cambio en el mercado paralelo e ilegal, han sido los dos instrumentos de guerra no convencional, que a lo interno de la economía, han afectado de manera masiva y efectiva a todos los venezolanos. Son armas que indiscriminadamente entraron en cada uno de los hogares venezolanos, afectando en mayor proporción a aquellos de menores recursos [4]. Para adquirir leche, café, azúcar, aceite, harina de maíz, pan, arroz, granos, pastas alimenticias, papel de baño, pañales para bebés, toallas sanitarias, detergente, dentífrico, entre otros, la mayoría de los venezolanos nos vemos obligados a hacer largas colas, otros los adquieren en el mercado ilegal a elevados precios. Situación no muy distinta a la de los chilenos los tres primeros años de la década de los 70´. La causa de la escasez en Venezuela no está asociada a la disminución de la producción y de importación de estos rubros. De hecho, las propias empresas han comunicado haber aumentado sus niveles de producción y su capacidad instalada los últimos 4 años. Una de las principales empresas responsables de la producción y de la importación de los alimentos que han estado escaseando desde 2012, la cual abastece más del 50% del mercado de estos rubros, manifestó que no han disminuido sus niveles de producción, por el contrario ha comunicado que los han aumentado[5]. Otra de las grandes empresas responsables de la producción y distribución de productos de higiene personal y del hogar, comunicó públicamente a mediados de 2015 que aumentó 56% su capacidad de producción los últimos años [6]. Las grandes empresas productoras y distribuidoras de alimentos, medicamentos y productos de higiene, las cuales conforman poderosos oligopolios, nacionales y transnacionales, han mantenido sus niveles de producción durante los últimos 4 años, muestra de ello es que en los mercados ilegales se dispone de estos bienes para la venta. Estas empresas controlan la distribución de todos los rubros que producen. El mecanismo que ha sido implementado con el propósito de generar la sensación de escasez en los establecimientos expendedores y de esta manera originar largas colas y descontento en la población, se ha basado en la alteración de la distribución, impidiendo que los productos lleguen de manera regular, oportuna, y suficiente a los anaqueles, por otra parte, se han establecido mecanismos que desvían los bienes al mercado ilegal.

Una situación similar se presentó durante el año 2007 en Venezuela, en el marco del proceso electoral mediante el cual los venezolanos acudimos a las urnas para decidir, en favor o en contra, de la Reforma de la Constitución presentada por el presidente Hugo Chávez. Ese año escasearon la leche, el café, el aceite, el arroz, el papel higiénico, y algunos medicamentos [7]. En ese momento, los niveles de escasez pasaron de 10% en diciembre de 2006 a 25% en enero de 2008, es decir, aumentó 168% en un año. La gráfica siguiente muestra el comportamiento del nivel de escasez en Venezuela desde 2006 hasta 2015. Se observan los altos niveles en 2007, las alzas durante los procesos electorales y el persistente incremento de la escasez desde mediados de 2012 hasta 2015.1

momento en el que los niveles de escasez alcanzaron, en promedio, 16%. De igual manera, la producción desde el año 2012 hasta 2015, se ubica muy por encima del año 2003 [8]. Resultados similares se obtienen al comparar los niveles de escasez con los de importaciones de bienes. El siguiente gráfico muestra que en 2007 aumentó la importación alrededor de 40% al compararla con 2006, ubicándose en niveles muy superiores a los del año 2003 cuando fue paralizada la principal industria generadora de divisas del país. En 2007, las importaciones aumentaron 360% con respecto a 2003, momento en el que se registraban similares niveles de escasez ocasionados por el paro general y sabotaje petrolero.2

Los niveles de escasez no se corresponden con disminuciones abruptas de los niveles de producción de la economía, por el contrario, en la siguiente gráfica se muestra que durante el año 2007 el producto interno bruto no disminuyó, más bien aumentó 9% ubicándose en niveles muy superiores a los del año 2003, cuando efectivamente se paralizaron las empresas como consecuencia del sabotaje petrolero y el paro general,

A partir de 2012, cuando se intensifican las agresiones contra el pueblo venezolano mediante la distorsión de los mecanismos de distribución de bienes esenciales generando una escasez superior al 30%, los niveles de importación se ubicaron por encima del año 2007, y por supuesto del año 2003. En el 2014[9] se importó 244% más que en 2003. El desabastecimiento y las largas co-


resulta tanto más doloroso tener que denunciar que mi país, Venezuela, es víctima de una grave agresión, y es especialmente doloroso por los que todavía no lo creen; por los que se han hecho cómplices; y peor aún, por los que, con el objetivo de hacerse del poder político, siendo conscientes de la atrocidad contra el pueblo, simplemente callan. Notas

las en Venezuela no son consecuencia del cierre de las empresas privadas productoras y distribuidoras de alimentos, medicamentos y productos de higiene, ni de la política de control de precios que haya impedido a estas empresas mantener sus niveles de producción, ni de la falta de divisas otorgadas a la empresa privada para la importación. Son el resultado de graves agresiones por parte de las grandes corporaciones transnacionales contra el pueblo, que por la vía de privarlo de los alimentos, medicamentos y bienes esenciales, buscan socavar el apoyo al Gobierno Nacional y generar un caos y conflicto social. Las agresiones en 2007 no lograron derrocar el Gobierno de Hugo Chávez, sin embargo, tuvieron un impacto importante en los resultados electorales del Referendo Constitucional. De las 14 contiendas en las que participó Chávez desde 1998 hasta 2012, esta fue la única en la que no obtuvo una victoria. El bloque opositor venció con 50,71% de los votos, la brecha entre ambos bandos fue 1,42 a favor de la oposición. Acompañada de estas acciones encontramos otro mecanismo que a lo interno, y también de manera subterránea y sinuosa, ha buscado distorsionar la economía, afectar al pueblo venezolano y debilitar el apoyo popular al Gobierno Nacional. Se trata de la manipulación mediática del tipo de cambio paralelo e ilegal, el cual tiene un efecto importante sobre los niveles de precio y por tanto sobre la pérdida del poder adquisitivo de los hogares. En momentos de conflictividad política, y especialmente, previo a procesos electorales, desde el año 2006, han estado posicionando un valor irreal del bolívar que ha servido de marcador en los precios internos de la economía, esto ha derivado en altos niveles de inflación inducida y pérdida del poder adquisitivo[10]. La asfixia económica ha sido brutal desde 2012, ha implicado un incremento del desabastecimiento, programado y malintencionado de alimentos, medicamentos y productos de higiene, de más del 130% pasando de 13% en 2012 a más del 35% en 2015, y una manipulación mediática del tipo de cambio paralelo e ilegal que supera el 5000%, incrementando el valor del bolívar de 11,35 en 2012 a 550,81 en 2015 y sus consecuentes efectos sobre la inflación y la pérdida del poder adquisitivo del venezolano. A pesar de la intensidad de las agresiones, quienes de manera encubierta han accionado estas armas masivas contra el pueblo venezolano han fracasado en sus

intentos de derrocar el Gobierno legítimo, tampoco han logrado generar un caos social. El pueblo venezolano ha mostrado ser pacífico, democrático y sobre todo muy noble. No obstante, las agresiones han influido en los resultados electorales. En la medida en que estas acciones se hacen más intensas, privan cada vez más de alimentos, medicamentos y productos de higiene al pueblo venezolano, lo someten a colas más largas, y afectan por la vía de la manipulación del tipo de cambio paralelo e ilegal, su poder adquisitivo, los efectos sobre los resultados de los comicios son mayores. El siguiente gráfico así lo muestra[11]. Salvador Allende, en su discurso ante la Organización de Naciones Unidas el 04 de diciembre de 1972, también dijo: El portavoz del Grupo Africano declaró, que su Grupo se solidarizaba plenamente con Chile porque no se trataba de una cuestión que afectara solo a una nación, sino que potencialmente a todo el mundo en desarrollo. Esas palabras tienen un gran valor, porque significan el reconocimiento de todo un continente, de que a través del caso chileno está planteada una nueva etapa de la batalla entre el imperialismo y los países débiles del Tercer Mundo. Por todo esto, hoy 11 de septiembre, a 43 años del asesinato de Allende, del golpe de Estado en Chile, y del inicio de la más sangrienta dictadura militar de la región,

[1] Se recomienda el documental La Batalla de Chile. La lucha de un pueblo sin armas [2] Las instrucciones fueron dadas en una reunión a la cual asistieron el presidente Richard Nixon, Henry Kissinger, y el director de la CIA, Richard Helms, quien registró de manera manuscrita las órdenes recibidas. Se recomienda, además, leer los documentos desclasificados relacionados con el golpe militar en Chile el 11 de septiembre de 1973 [3] Department of State, Memorandum for Henry Kissinger on Chile, December 4, 1970, pp: 38-39. [4] Para más detalles acerca de los mecanismos mediante los cuales, con intenciones políticas, se ha afectado a todo un pueblo, se sugiere la lectura de: Curcio, P. (2015) Desabastecimiento e Inflación en Venezuela; Curcio, P. (2016). La Mano Visible del Mercado (I). Guerra Económica en Venezuela (2012-2016). Manipulación del tipo de cambio e inflación inducida; Curcio, P. (2016). La Mano Visible del Mercado (II). ¿Control de precios o boicot en el suministro? ; Curcio, P (2016). La Mano Visible del Mercado (III). ¿Falta de divisas o embargo comercial encubierto? [5]“Director de Alimentos Polar: Hemos aumentado nuestra producción” (mayo 2016) [6] “P&G Celebra 65 años de compromiso y operaciones en Venezuela” (julio 2015) [7] “Venezuela se queda sin café con leche” (2007); “Escasez de medicinas” (2007); “Venezuela teme la falta de papel higiénico antes de los comicios” (2007) [8] Estadísticamente se obtuvo una correlación directa entre ambas variables, es decir, un aumento de la escasez se corresponde con aumentos de los niveles de producción. Esto es contrario a lo esperado. Se supone que la escasez se presenta cuando disminuye la oferta. [9] No disponemos de los datos para el año 2015. [10] Los detalles del mecanismo mediante el cual han distorsionado el mecanismo de precios internos de la economía a través de la manipulación del tipo de cambio paralelo e ilegal, puede ser consultado en: Curcio, P. (2016). La Mano Visible del Mercado (I). Guerra Económica en Venezuela (2012-2016). Manipulación del tipo de cambio e inflación inducida. Curcio, P (2016): “Los ciclos políticos del dólar paralelo en Venezuela” [11] Estadísticamente hay una relación inversa casi perfecta entre los niveles de escasez y las brechas electorales, y entre el tipo de cambio paralelo e ilegal y la brecha electoral. En la medida en que la escasez programada y el tipo de cambio manipulado aumentan, la brecha electoral (que resulta de restar el porcentaje obtenido por el chavismo menos el del bloque opositor) disminuye.


Roberto Malaver

Sinónimos de la MUD Dice Cinthya Machado Zuloaga que cuando el secretario ejecutivo de la MUD terminó de leer el comunicado el lunes 26 en el Parque Miranda, su padre se puso de pie y dijo: “se le acabaron los sinónimos a la MUD”. Termina de contarlo y se ríe. Busca en su cartera Prada el último celular que le enviaron desde Nueva York y encuentra el texto del comunicado y afirma: “y mi padre tiene razón. Escucha esta maravilla de texto. Te leo parte del comunicado: ‘Esta es la hora del pueblo soberano, de ciudadanos movilizados, esta es la hora de los ofendidos, de los humillados, de los engañados y de los aguerridos…’ Allí fue cuando mi padre, muerto de la risa, gritó: ‘regálenle un reloj a ese hombre, porque se le pasó la hora y se le acabaron los sinónimos’”. El mesonero llega diciendo: “esta es la última botellita de agua Evian, señorita, ahora sí es verdad que no quedan más, a menos que el señor Freddy Bernal las incluya en las bolsas de los Clap, y de ser así, yo le traigo la que me toque a mí”. Coloca también el café negro y Cinthya se ríe tanto que el mesonero se queda viéndola hasta que termina y le dice: “yo nunca había visto una risa más bella que la de usted”. Y se marcha. Y dice Cinthya: “mi padre dice que sería interesante saber quién escribe esos comunicados de la MUD, porque esa persona tiene que ser un héroe. Tiene que inventar cosas para que esa oposición sienta que tiene unos líderes pensantes, donde no hay nadie capaz. Y es cierto. Ese comunicado parece escrito por una persona que no sabía qué decir, hasta que alguien le dijo: coloca allí una marcha el 12 de octubre, para que la gente crea que todavía tenemos fuerza”. Y, mientras en el Centro San Ignacio la gente pasa y sonríe, Cinthya sigue buscando frases en el comunicado de la MUD. Y dice: “da mucha pena. No hay argumentos. Cuando lo mejor hubiese sido que alguno de ellos dijera que todo lo del referéndum se derrumbó por culpa de nosotros que no lo pedimos a tiempo, pero nadie es capaz de decirlo. Y ahora dicen que van a recoger 20% de las firmas a nivel nacional”. Cinthya termina diciendo: “Lo de vencer los obstáculos es otro error, pero menos mal que es ortográfico”.

La derecha y los alquimistas de la “revolución” Homar Garcés

En coincidencia con Marcelo Colussi, escritor y politólogo de origen argentino, habría que admitir que «la derecha política se ha ido apropiando paulatinamente de lo que años atrás era el discurso de la izquierda. Eso es gatopardismo: cambiar algo para que no cambie nada. Hoy, sin ningún temor, los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional pueden denunciar la situación económica del mundo y hablar de lucha contra la pobreza. Eso puede parecer loable; pero ¡cuidado! Luchar contra la pobreza no es lo mismo que luchar contra la injusticia, contra las verdaderas causas que producen la pobreza». Mediante este mimetismo, la derecha explota a su favor el hecho innegable que todos los pueblos de Nuestra América (y de una vasta porción del planeta) han sido -en uno u otro sentido- permeados y adoctrinados secularmente por la creencia generalizada que el capitalismo y, con él, todo lo que conforma el orden social vigente, jamás podría modificarse, por muchos esfuerzos que se hagan para conseguirlo. Esto ha inducido la aparición de quienes se granjearían la denominación de “alquimistas de la revolución” (entendiendo ésta como algo que parece revolución, pero que no lo es, siendo más bien simple reformismo), distorsionando dicho concepto en función de una práctica totalmente ajena a lo que el mismo conlleva y debe entenderse, sobre todo, cuando éste se acompaña con un discurso de carácter socialista. Además de lo anteriormente expuesto, podríamos agregar lo concluido por Marcos Roitman, sociólogo y ensayista chileno-español, en un análisis titulado “El triunfo cultural del neoliberalismo” respecto a que “el éxito cultural del neoliberalismo consiste en desvirtuar los proyectos sociales democráticos, emancipadores y de izquierda en una opción dependiente del mercado, los medios de disuasión y desinformación social y la telefonía móvil. Un mundo despolitizado y desideologizado es la mejor garantía para el gobierno de la derecha, que hace posible que proyectos considerados transformadores puedan declamar, como un dogma de fe, no ser ni de derecha ni de izquierda. Todo un éxito del neoliberalismo cultural”. Ello se puede percibir en la posición adoptada por muchas personas que piensan sólo en sí mismas, sin importarles la suerte corrida por los demás, lo que las hace estar predispuestas a aceptar cualquier régimen en tanto él no afecte sus intereses particulares y se les permita aprovecharse de la ocasión, así esto contribuya a agudizar las tensiones sociales, las desigualdades y la inestabilidad económica en un sentido general. Esto explica el por qué este tipo de personas son renuentes a reconocer lo que es y podría significar el pasado histórico en el impulso de las diversas transformaciones que se requieren en el presente, aduciendo (cuando cree que es necesario) que éste es algo obsoleto, sin nada práctico que aportar al mundo moderno donde lo meritorio es alcanzar el éxito individual, social, política y económicamente, así se carezca de una moral mínima que lo realce. Para quienes promueven la imposición del neoliberalismo económico y el imperialismo corporativo a escala planetaria, este sería el estado ideal de la sociedad que aspiran regir indefinidamente y sin contratiempos de ninguna especie, esperando que sus integrantes -a pesar de las diversas destrezas y altos grados académicos que exhiban- actúen de una manera equivalente a la de unos zombis, absortos únicamente en su autocomplacencia e incapaces de ejercitar su libre albedrío frente a las realidades recreadas y manipuladas a su antojo por los sectores dominantes, a través de sus cadenas informativas y la gran industria ideológica a su entero servicio. Por eso, al plantearse la puesta en marcha de un necesario proyecto revolucionario en estos y otros países del mundo, inevitablemente se tendrá que lidiar sostenidamente con esta ideología inculcada a través de largos años por las clases dominantes, lo que exigirá de sus conductores emprender una revolución cultural que reivindique la idiosincrasia y la memoria histórica de sus pueblos. No podría ser de otra manera, asumiendo que la revolución tiene como objetivo fundamental lograr la transformación estructural del actual modelo civilizatorio. No otra cosa podría acometerse en momentos que el discurso aparentemente incoloro y desprovisto de contenidos clasistas revolucionarios, tanto de los grupos de la derecha como de los “alquimistas de la revolución”, está enfilado a desarmar, básicamente, a los sectores populares, ilusionándolos con soluciones cortoplacistas en relación a la serie de problemas que confrontan a diario, sobre todo si éstos -como ocurre actualmente- son de género económico.--


El extraño caso de neonatos en cajas El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), confirmó a través de un comunicado, la colocación de neonatos en cajas de cartón en el Hospital Dr. Guzmán Lander de Barcelona, estado Anzoátegui, hecho que ocurrió el martes 20 de septiembre y que fue difundido a través de fotografías en redes sociales. El general Carlos Rotondaro, Presidente del IVSS, en un comunicado reproducido en su cuenta en Twitter, señaló que “el comportamiento de la Doctora responsable de la ubicación de los bebes en cajas de cartón, fue un acto inconsulto y sin auto-

rización de la Dirección del Hospital”. Según Rotondaro, en casos de no haber capacidad suficiente de incubadoras o cunas, algunos de los neonatos han debido ser trasladados a “alojamiento conjunto” con sus progenitoras. El IVSS se comprometió a colaborar con las autoridades para las investigaciones pertinentes de dicha irregularidad. “El Instituto procederá de la forma administrativa correspondiente en este tipo de faltas y prestará la colaboración en caso de que otras instituciones tengan que realizar las investigaciones pertinentes,” dijo.

Del Metro y el caos

Cristina González Q. Las estaciones están llenas de gente, los vagones llenos de morrales enormes con hombres pegados a ellos, los pisos llenos de mosaicos de hule desgastados, las papeleras repletas de desperdicios, los torniquetes hasta los topes de gente entrando y saliendo… ¡un desastre pues! Emulamos aquel texto fantástico de La rebelión de las masas, de Ortega y Gasset, escrito en los años 30 del siglo pasado, porque nos llegó al alma y al hemisferio izquierdo de nuestro cerebro neo cortex cuando lo leímos por primera vez y no nos cansamos de vivirlo cada día en Caracas. El Metro, medio de transporte público que en todas partes del mundo suele ser caótico, también es el menos tóxico para el medio ambiente y el que mantiene una tarifa solidaria para atravesar la ciudad de Este a Oeste lo más rápido pero no lo más cómodo posible. Cada día que lo recorro pienso que hasta que el honorable presidente de ese servicio público no contrate a un arquitecto, urbanista o especialista en circulación de personas para que se instale de 20 o 30 días en las estaciones más complejas, que a mi juicio son

Chacaíto, Capitolio y Petare, contemplando el comportamiento de la gente mientras entra y sale de, no se logrará nada… Los usuarios de este transporte somos arbitrarios, es cierto, también lo es que nos recomiendan, quienes hablan por los altoparlantes en un estilo rápido y confuso, usar nuestra derecha para transitar por los pasillos y cuando lo hacemos nos topamos con una agresiva avalancha que circula atropelladamente de los vagones a las salidas y tú, pobre, vienes justo en la vía contraria. Y te enfrentas, de repente, con aquel maremágnum de zombies que, para adelantar, usan “tu” derecha sin compasión y te dejan mínimo con el hombro dislocado. Es cierto que el tiempo es oro, pero ¿y el bienestar? Hagan pasillos con cordones: por la derecha se sube, por la izquierda se baja. Revisen los sistemas de comunicación internos para que suenen mejor que los de los aeropuertos. Mantengan y distribuyan bien las escaleras mecánicas. Pongan especial esmero en la limpieza de las estaciones. Liberen las entradas y salidas de buhoneros y expongan en sus sedes y vagones todas las bellezas que el país ofrece a los turistas. Impidan la entrada a vendedores de chupetas y “recaudadores” profesionales. Hagan lo que deben ¡pero háganlo ya!


El diálogo venezolano y el espejo colombiano José Vicente Rangel| 1) ¿Por qué convertir en un trauma algo de sentido común, que responde a un clamor nacional, como es el diálogo? ¿A qué viene esta pregunta? La formulo porque es inquietante -por no decir frustrante- que ante algo que debería unir a los venezolanos, divide; que en vez de sembrar esperanza, genera desilusión; que en lugar de estimular el optimismo se convierte en palanca para impulsar el pesimismo. Resulta inexplicable que gente con muchas horas de vuelo en la política; que conoce de sobra lo que representa el diálogo como recurso para encarar la violencia y crear condiciones para superar graves crisis institucionales y humanas, reaccione a la hora de concretar un proyecto con amplísimo apoyo nacional e internacional, sacándole el cuerpo al compromiso, invente excusas para eludirlo y descalifique a personalidades con suficiente crédito y probada imparcialidad por el solo hecho de auspiciarlo. La mejor manera de descol-paz-sitacar lo que sucede con el diálogo es mirarnos en el espejo colombiano. La larga guerra que padeció Colombia fue el resultado del manejo que la clase dirigente le dio a la política en el pasado, a la injusticia social y a la cruenta lucha partidista, que creó el caldo de cultivo que explica que el vecino país haya vivido durante 60 años de su historia sumergido en el ambiente tóxico de la guerra, con miles de muertos, crímenes horrendos, masacres, infinitas formas de degradar la condición humana y millones de desplazados. Ahora se firma el acuerdo de paz que el mundo saluda con euforia, donde, por cierto, la contribución venezolana fue fundamental. 2) Ante esta circunstancia la pregunta es obvia: ¿acaso los venezolanos tenemos que aguardar a que la guerra se enseñoree en el país y que nos matemos para tomar conciencia de que con el diálogo los colombianos pudieron concluir un conflicto inacabable? ¿Acaso hay que matarse primero para luego dialogar? En Venezuela tenemos la oportunidad de ahorrarnos los horrores de décadas de conflicto bélico mediante la aplicación de la fórmula que hoy permite a Colombia salir del túnel de la violencia. El diálogo, por decirlo de alguna manera, hizo posible el milagro de la paz. Lo cual hay que exaltar para tomar conciencia de su pertinencia. Diálogo que urge más por la dinámica que a diario toma la polarización y la injerencia de múltiples factores internacionales en la política venezolana. Lo que también explica el rechazo al diálogo, abierto y soterrado, por un sector del país. Ya que éste impediría la materialización de los planes de agresión existentes. Venezuela no puede perder la oportunidad excepcional que tiene de superar la conflictividad que, está comprobado, suele desembocar en guerras que afectan a todos por igual. Laberinto -La amenaza (o chantaje) que decidió poner en práctica la MUD para presionar la realización del revocatorio, revierte negativamente contra la oposición. Lejos de amedrentar al chavismo, lo radicaliza y hace que se emplee a fondo en la política de calle. Lo demuestra lo sucedido el pasado 16 con la convocatoria a marchar -y a un macrocacerolazo que estremecería al país, como prometieron los dirigentes. El resultado no podía ser más deplorable: una esmirriada asistencia y unas lánguidas cacerolas. Cómo sería la

cosa que El Nacional, vocero de la MUD, reseñó en primera página el evento de esta manera: “Eran pocos e hicieron bulla, pero no pudieron avanzar hacia la sede de la Cantv”. En cambio, el chavismo desbordó las calles del país. ¿No habrá alguien sensato en la MUD que proponga cambiar la táctica del chantaje y funcionar democráticamente?… -Un grupo de intelectuales y políticos “venezolanos” le entregó un documento, pidiendo sanciones contra Venezuela, al canciller brasileño José Serra. Una vergüenza por el contenido del texto y por el destinatario, uno de los personajes más corruptos de Brasil… -Injerencismo: Los venezolanos nunca vimos algo parecido a lo que ahora sucede. Me refiero a la injerencia extranjera. Prácticamente la política de la oposición se hace fuera del territorio nacional. Se elabora con insumos que suministra la oposición. Sus representantes viajan a diario a destinos donde elaboran los planes desestabilizadores. Esta circunstancia hace que contra Venezuela se realice una campaña sistemática de agravios, descalificaciones y falseamiento de la realidad que no tiene precedentes… -Un caso que ilustra la situación, que menciono con el respeto que merece la persona involucrada por ser mujer, es el que protagonizó Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, cuando se presentó ante la sede de la Corte Penal Internacional -acompañada por sus abogados- para acusar al presidente Nicolás Maduro de delitos de lesa humanidad. El episodio fue recogido ampliamente por medios internacionales y locales, y fue dado como un hecho cierto que no requería constatación -como suele ocurrir con todo cuanto se relaciona con Venezuela… -No obstante, con posterioridad, la Fiscalía de la Corte Penal Internacional “negó que la esposa del opositor Leopoldo López haya extendido una denuncia contra el presidente de Venezuela”. El texto de la Fiscalía aclarando señala que, “al contrario de la publicado, la oficina puede confirmar que no ha recibido ningún documento de la señora Tintori, o de abogados venezolanos, durante su visita a La Haya a principios de septiembre”… Por supuesto, la aclaratoria no tuvo la misma difusión que la noticia inicial. La mentira fue develada, pero quedó el efecto mediático flotando, que es lo que realmente buscaban los promotores… -Otras injerencias: Las declaraciones diarias de presidentes como el argentino Macri, que no sabe qué hacer con la acusación que se le hace por blanqueo de dinero y no haber declarado sus dólares depositados en paraísos fiscales, o Temer, el mafioso golpista que manda en Brasil, o el entramado del poder paraguayo implicado en todo tipo de delitos… En fin, Venezuela es víctima de la canalla mediática que difunde todo cuanto produce la escoria internacional. La ofensiva es brutal, y la monitorea el Gobierno de EEUU y países sumisos de Europa y la región latinoamericana… -La MUD está que arde por dentro. Se acrecientan las divergencias por temas como las marchas, revocatorio, diálogo, política exterior. Cada asunto tiene un liderazgo… Siempre es así: los procesos de división en los partidos políticos y alianzas son negados a ultranza. Hasta que se producen. En esta materia la experiencia de AD es emblemática. ¿Escapa la MUD a esa fatalidad? Parece que no. Por la dinámica que está adquiriendo la divergencia interna. Por el lenguaje descalificador contra los que difieren que ya comienza a darse.


Edgardo Lander:

Sencillamente, la gente está harta

Prodavinci| En la casa de Edgardo Lander hay trazos de su estadía en México y varios países de África. Su cara es conocida en los movimientos sociales de América Latina y otros continentes. Su pensamiento es de izquierda, acendrado en la academia y en un estudio continuo. Recientemente, escribió un “paper” para la Fundación Rosa Luxemburgo que retrata, con severidad de investigador, el momento actual que vive Venezuela. Esta entrevista propone abordar ése y otros temas. Uno de ellos es el referéndum revocatorio. Pero antes, y esto es absolutamente necesario, Edgardo Lander habla sobre la profunda crisis de la sociedad venezolana, sobre la cual está montada la crisis política coyuntural que tiene en vilo al país. Los problemas son dilemáticos y de un calado estremecedor. El conflicto llegó para quedarse y el gran desafío que tiene la sociedad venezolana pasa por resolverlo mediante las vías que ofrece la democracia. El costo para la izquierda y para el movimiento popular venezolano, simplemente, es terrible. -Podríamos empezar por una pregunta obvia. ¿Cuál es la evaluación política que hace de este momento? -Bueno, una obviedad decir que estamos en una profunda crisis en este momento. Yo creo que es importante, no sólo para pensar la situación actual, las del año que viene, las posibles salidas, si hay transición o no, esas cosas, que sería útil reconocer que la crisis política está montada sobre una crisis mucho más profunda, que es la crisis de un patrón de acumulación, de un patrón de organización del conjunto de la sociedad, cuyo soporte es la renta petrolera. No se puede abordar el debate y las posibles salidas a la crisis política, si hay o no referendo, si se logra o no en 2016, digamos, las opciones que hay en el debate político, si uno simultáneamente no está pensando hacia dónde va esta sociedad. ¿Qué significado tendría que hubiese un cambio de

gobierno si las condiciones básicas de la organización de la sociedad no están siendo cuestionadas y la lógica va a seguir siendo la misma? ¿Se va a tener la pretensión de que como ya no es posible sostener la economía sobre la base de la renta petrolera, entonces, vamos a optar por la renta minera? ¿Vamos a traer grandes inversiones en el Arco Minero y vamos a seguir, como sociedad, en esa misma lógica de un asalto permanente de la naturaleza, de la devastación del ecosistema y todo eso para que el Estado tenga suficientes recursos para poder mantener su legitimidad sobre la base de políticas clientelares? Mientras estas cosas no se cuestionen, creo que hablar de la crisis política es atenerse a la ceguera, a la falta de dirección de hacia dónde debería ir esta sociedad. Sí, la obviedad no es tal. Podríamos preguntarnos: ¿qué es lo que viene aquí? ¿Una restauración? ¿Eso es todo? ¿A eso se reduce la elipsis del chavismo? A estas alturas, no quisiera ser peyorativo con lo que había antes en Venezuela, porque creo que en el tema del debate, de la democracia e incluso de la organización social, era superior a lo que hay actualmente. Pero si tengo que decir que lo que había no era suficiente. ¿Cuál es su visión? Para pensar en lo que había, hay que ubicarse en los tiempos, del 58 en adelante. Una cosa fueron los primeros 20 años, donde hubo, efectivamente, políticas públicas, que permitieron el acceso de la gente a la educación, a la salud, hubo una movilidad social importante. Hubo cambios en la sociedad. Pero a partir de mediados de la década del 70, empezó un proceso de declive muy marcado. Durante el segundo mandato de Pérez hubo una aplicación tardía del ajuste neoliberal —con respecto a América Latina— que llevó a un deterioro de las condiciones de vida de la población, a un incremento de la pobreza medido estadísticamente y se fue produciendo un divorcio creciente entre los partidos de origen popular (Acción Democrática, principalmente), que tenía estructuras organizativas, una casa en cada pueblo, a procesos

en los cuales los partidos se fueron convirtiendo en maquinarias electorales, corruptas también, de manera que había una ruptura entre el mundo popular venezolano, que ya estaba desencantado y la actividad política. El Caracazo es la expresión de que efectivamente había un inmenso malestar ahí. Pero sin dirección, sin salida. No creo que sea deseable regresar a esa cosa. Pero por otra parte está el imaginario de que somos ricos y el Estado proveerá. Es algo que está profundamente instalado en esta sociedad, entre otras cosas, porque son 100 años de explotación petrolera. -¿No cree que sería absolutamente novedoso, no sé si revolucionario, que el libro de Fernando Coronil El Estado Mágico se reedite masivamente en Venezuela? Lo pregunto porque allí están todas las claves de la relación que hay entre el rentismo petrolero y el sistema político venezolano. Ese fenómeno está allí expuesto como una fractura abierta de la sociedad venezolana, que deja ver el hueso. Y, sin embargo, no pasa nada. -Inclusive la naturalidad con que se incorpora al discurso político una cosa que todo el mundo dice “tenemos que salir del rentismo”. Es una especie de cliché obligatorio, pero que no tiene consecuencias. De ahí no se deriva nada, ninguna propuesta concreta. Y para ejemplo, un botón: en el programa de gobierno, tanto de la oposición como del chavismo (elecciones de 2012 y en las que se realizaron en 2013, debido a la muerte de Chávez), no había nada, nada, nada, en común, excepto una sola cosa. Ofrecían llevar la producción de petróleo de 3 millones de barriles a 6 millones de barriles para el año 2019, en esa lógica de que somos un país rico y que el Estado va a tener mucho dinero. La verdad es que eso no está cuestionado. Hay razones sólidas para advertir que en este momento no estamos ante una caída coyuntural del precio del petróleo, sino que estamos en un punto cualitativamente diferente con relación al tema del petróleo. Y esto por dos razones. En primer lugar, si hace algunos años se


hablaba del “peak oil” (Una influyente teoría acerca del agotamiento a largo plazo del petróleo, en la que resalta el hecho de que el factor limitador de la extracción de petróleo es la energía requerida y no su costo económico), pues resulta que eso ya no es cierto. Las transformaciones tecnológicas permiten explotar hidrocarburos en el fondo del Ártico; en el presal, en Brasil; en las arenas bituminosas, en Canadá, el fraking, no sólo en Estados Unidos, sino en otros países, hace que hoy exista una sobreabundancia de hidrocarburos y eso no va a cambiar. Hay un segundo factor estructural muy importante. Los peligros que encierra el cambio climático hacen que sea absolutamente indispensable, por un problema de sobrevivencia de la humanidad en el planeta, que la mayor parte de los hidrocarburos ya detectados, explorados y cuantificados permanezcan bajo tierra. Eso nos coloca en otra situación. Por más petróleo que haya en Venezuela, la mayor parte de ese petróleo no va a poder ser extraída. -Cambió la realidad, cambió el mundo, hay una nueva matriz energética en los países ricos, pero nosotros no hemos cambiado absolutamente nada. Entonces, ¿nosotros nos vamos a quedar como el petróleo, bajo la tierra? -Estamos en un momento de crisis de patrón civilizatorio completo. No es sólo el patrón energético. La sobreutilización de la capacidad de carga del planeta, en su conjunto, en términos de agua, bosques, pesca, de todo, ya está sobrepasando la capacidad de reposición que tiene el planeta Tierra. Entonces, la posibilidad de construcción de una sociedad más igualitaria, más equitativa e, inclusive, la capacidad de sobrevivencia, pasa por un reconocimiento de esa realidad y un redireccionamiento de qué es lo que aspiramos como vida digna. Tiene que ser en otras condiciones. Pretender que los patrones de consumo de los países del norte tienen que ser los patrones imitables del sur, que es la lógica con la cual se está trabajando todo el tiempo, digamos aspirar a vivir como en Estados Unidos o Europa o el aceleradísimo proceso de expansión del consumo chino, es una cosa que no lleva sino a la destrucción. Reconocer eso es extremadamente complejo, porque forma parte de la lógica del capitalismo, de la lógica de crecimiento sin fin, de la lógica de 500 años de modernidad y de la lógica de sistemas políticos, cuya legitimidad está basada sobre el crecimiento continuo del PIB y de la capacidad clientelar del Estado. Son demasiadas fuerzas de inercia que apuntan en esa dirección. Pero esa dirección apunta al suicidio colectivo. Si eso no se incorpora a lo que tenemos que pensar en América Latina y en Venezuela, estamos, simplemente, ignorando la realidad. Pero volvamos al tema de la democracia y la elipsis del chavismo. Ciertamente, hubo un retroceso que se inicia a mediados de los años 70, eso es cuantificable, medible, y políticamente contrastable, porque eso fue lo que nos llevó a Chávez, ¿no? Pero vamos a lo siguiente: en los inicios de la democracia, la mayor preocupación, el objetivo principal, era la estabilidad y Chávez puso en escena el tema de la participación, el tema de la soberanía popular. Pero lo que estamos añorando ahora es un poco de estabilidad. No sé si Edgardo Lander sueña,

de día o de noche, con vivir en un país cuya estabilidad le permita enfrentarse a una vida cotidiana, menos inquietante, menos azarosa. Obviamente, la vida cotidiana de los venezolanos hoy es extraordinariamente difícil. Vivimos en una sensación de inseguridad permanente. No sólo de inseguridad física, que es algo que está presente en los venezolanos día a día, no sabes si cuando alguien sale va regresar a su casa, esa frase, “por favor, llámeme cuando llegues”, es una cosa que está ahí, instalada, y eso es terrible, esa cosa de la supresión del espacio público como un lugar de encuentro, la reducción del horario de la vida, cómo a partir de una hora, simplemente no sales, eso, obviamente, es un empobrecimiento de la vida y si a eso se le agrega esta dimensión, absolutamente compleja, que tiene que ver con la escasez y la inflación, eso hace que la vida cotidiana sea insoportable. Tener una sensación de “normalidad” es una aspiración que recorre a la sociedad venezolana. Sí, estamos encerrados en una crisis más profunda, que tiene que ver con el petróleo, con la viabilidad económica de Venezuela, con los grandes dilemas sociales. Pero también estamos sumergidos en una crisis que tiene que ver con un conflicto de poderes, con el ReferendoRevocatorio. Hay una lucha descarnada por el poder, pero no hay una compaginación de procesos, de propuestas. A no ser la curiosa coincidencia alrededor de los 6 millones de barriles de petróleo. Pero nada de esto se puede enfrentar sin un mínimo de estabilidad política. Es muy difícil lograr la estabilidad política en esta transición de una sociedad supuestamente rica a reconocer los niveles realmente existentes de producción. (Un dato, cortesía del economista Asdrúbal Baptista. Sin la renta petrolera, el tamaño de la economía venezolana es similar a la de Chile, pero nosotros tenemos una población de 30 millones de habitantes y ellos de 10 millones). Venezuela, de lejos, no produce suficientes productos para alimentarse, el componente importado es absolutamente elevado para producir cualquier cosa, eso hace extraordinariamente compleja la situación. Y si a eso le agregas el imaginario que atravesaba los proyectos de la IV República pero también la Constitución Bolivariana, que no es otra cosa que el Estado del bienestar europeo, que ya ni

siquiera es así en Europa, es decir, una sociedad donde todo el mundo tenía acceso a la educación, a la salud, a la seguridad social y a niveles de consumo elevados, en Venezuela, ese imaginario, se alimentó con el petróleo. Darse cuenta de que no estamos en una crisis económica coyuntural, porque coyunturalmente bajaron los precios del petróleo, sino porque la sociedad está montada sobre una ficción, de que el precio del barril iba a subir indefinidamente, por encima de 100 dólares, y que esa era la característica estructural de la sociedad venezolana o advertir que las importaciones no petroleras pasaron de 80.000 millones de dólares a 15.000 millones de dólares, significa que la sociedad está cambiando, está cambiando profundamente. Eso genera, inevitablemente, condiciones de inestabilidad, que no tiene posibilidad, ni institucional ni política de resolverse, porque si se convocase a elecciones y llega un gobierno de la MUD, las condiciones estructurales de la sociedad son las mismas. El conflicto llegó para quedarse. En Venezuela hay una serie de ajustes pendientes. Hay sectores, vinculados a los servicios que presta el Estado —electricidad, telefonía, transporte—, cuyo costo nada tiene que ver ni con la producción real de esta economía, ni con la paridad cambiaria del llamado dólar Dicom, hacia donde se han movido muchas de las importaciones. ¡Ah! Esos ajustes, inevitablemente, tienen que pasar. El problema es cómo pasan. Si pasan negociados democráticamente, si pasan de alguna forma equitativos, en que haya la posibilidad de que a cada quien le toque su parte, en una forma de capacidad política, de procesamiento democrático. ¿O va a hacer una política a rajatablas? Porque si es el caso, obviamente esa política no conduce a la estabilidad, sino a una protesta permanente. Hay sociedades que han resuelto esos conflictos, unas mejor que otras, claro. El problema es que si no pudimos aprovechar 100 años de explotación petrolera, pues uno se queda pensando. Ese es el reto que tenemos como sociedad. Pero es un reto que pasa, repito lo que dije al principio, por reconocer la situación en la cual estamos. Yo creo que eso, todavía, no forma parte del debate. Porque estas situaciones de inestabilidad no conducen necesariamente a procesos de violencia, pero sí a reacomo-


dos que son muy difíciles, porque los venezolanos tenemos grandes expectativas de cuáles son nuestros derechos y a que cosas aspiramos que sean redimensionadas. Porque esas aspiraciones, ese imaginario que tenemos no es sostenible. -¿Esto tiene que ver fundamentalmente, digamos, con el rentismo petrolero? -Tiene que ver con eso. Pero la salida que pretende darle el gobierno a esto es, como se está agotando la posibilidad de seguir con esta lógica del rentismo petrolero, vamos a pasar entonces a un gran megaproyecto que es el Arco Minero, vamos a traer masivas inyecciones de capital, y eso entonces nos va a permitir vivir… del rentismo minero, sin cuestionar la lógica del Estado proveedor, la lógica de la legitimidad montada sobre la capacidad del Estado de responder a las expectativas de la población, sin reconocer la situación en la cual estamos. Creo que estamos en una coyuntura extremadamente crítica, en el sentido de que si no entendemos, como sociedad, qué nos pasó con el petróleo, qué le pasó al Lago de Maracaibo con el petróleo, estamos dejando que se tomen decisiones en nuestro nombre que van a afectar cómo va a ser Venezuela en el próximo siglo. No sé si el Referendo Revocatorio se está planteando como una vía para solucionar los problemas de la sociedad venezolana, que son además dilemáticos, de una enorme complejidad. Pero la sensación es que el proyecto chavista fracasó en la gestión gubernamental y uno, como elector, teóricamente, tiene la posibilidad de darle la oportunidad a otras fuerzas políticas a las cuales no se les puede endosar la responsabilidad de lo que aquí ha ocurrido en los últimos 18 años. -¿Cómo ve el Referendo Revocatorio en esa perspectiva? -Yo entiendo perfectamente que en la sociedad venezolana hay hoy un rechazo extraordinariamente elevado a la gestión de gobierno, las encuestas más recientes apuntan al 80%. Y es obvio que hay, en una proporción importante de la sociedad, un sentido de que esto fracasó. ¿Cómo se interpreta esto? Hay interpretaciones de que el fracaso es del gobierno de Maduro, salvando la herencia de Chávez. Digamos, hay diferentes formas de verlo, pero hoy no queda la menor duda de que el gobierno actual está siendo rechazado por la mayoría de la población. Es un gobierno que es ineficiente, es un gobierno que es corrupto, que, además, es crecientemente autoritario. Entonces, la aspiración de la gente es salir de esto. Y no necesariamente porque desde una opción le estén hablando de los problemas reales. Sencillamente, la gente está harta. Hay una noción, casi mágica, “vamos a salir de esto y después veremos”. Pero obviamente, la sociedad llegó al límite en que la continuidad de este gobierno es intolerable. -El problema es si se va a apelar a los mecanismos establecidos constitucionalmente. O si eso, sencillamente, está cancelado -Lo que está contemplado en la Constitución es que si un sector importante de la población considera que hay razones para someter a evaluación al Presidente, se hace todo el procedimiento para el Referendo Revocatorio, el 20% de las firmas, etc, etc, y la sociedad tienen la posibilidad de evaluar la gestión. El hecho de que se haga el Referendo Revocatorio no quiere decir que se

revoca el mandato. Se hace una evaluación y cuando se hace una consulta puede ser a favor o en contra. Eso no está predeterminado. En el juego democrático, la gente tiene derecho a decidir. Obviamente, este gobierno ha tomado la decisión de bloquear el Referendo Revocatorio. v¿Por qué sabe que lo va a perder? -El Referendo Revocatorio no es una cosa fácil. Primero hay que pasar por recoger casi cuatro millones de firmas (el 20% del padrón electoral) y en el momento en que se haga, como tal, no es sólo ganar, sino que tiene que tiene que sacar más de 7,5 millones de votos. Ese es un reto que no es fácil. Ahora, si el gobierno está tan sistemáticamente oponiéndose y bloqueando la posibilidad es porque tiene las encuestas en mano y sabe que si se lleva a cabo el Referendo Revocatorio, lo va a perder, porque otra reacción hubiese sido la reacción de Chávez en el referendo anterior. Vamos pa’lante con el referendo y empezar a reaccionar políticamente. Porque una de las cosas que yo creo que caracteriza al gobierno actual, crecientemente, es que ha sustituido la acción política por la acción de poder estatal. Es decir, en lugar de tener capacidad de organización de políticas públicas, de legitimación, de actuar y de confrontarse en el terreno propiamente político, lo que hace es ejercer el poder autoritario del Estado. Y eso es lo que está haciendo. -¿Está hablando claramente de la represión? -Sí, sí. Estoy hablando de represión y eso es no hacer política. Eso es sustituir la política por “yo tengo el poder y por tanto yo decido”. -Se murió el que ganaba elecciones, se murió el que hacía política. ¿Qué hacemos? ¿Qué hace el chavismo? ¿Qué nos queda? -Algunas de las cosas que ha declarado el gobierno como respuesta a la exigencia del Referendo Revocatorio son realmente de unos niveles delirantes. Por ejemplo, Elías Jaua afirmó que “el revocatorio es para revocar a gobiernos oligárquicos, no gobiernos populares”. Entonces, el gobierno decide qué es un gobierno popular y qué es un gobierno oligárquico y, como este es un gobierno popular, no hay Referendo. Son argumentos absolutamente halados por

los cabellos. Un desconocimiento absoluto de la noción básica de que se supone que el pueblo es soberano y que tiene derecho a decidir. Es simplemente, tirarle una patada a la mesa y decir: “Bueno, nosotros nos quedamos aquí a como dé lugar”. -Eso suele pasar cuando se apela a un silogismo. -(Ríe). Efectivamente. Lo que contempla la Constitución es que la gente tiene ese derecho y el gobierno anda, sistemáticamente, bloqueando ese derecho. Algo similar está ocurriendo con las elecciones de gobernadores, que no es una cosa que se hace o no se hace, según le parezca o no al CNE. Los plazos de gestión de los gobernadores están establecidos taxativamente en la Constitución. Cuando se termina el período tiene que haber elecciones que permita la sustitución. El no realizar la elección de gobernadores es nuevamente entrar en un estado de facto, en una situación en la cual el funcionamiento fundamental de la estructura democrática del Estado -que no es otra que la que ejerce la representación electa por la población- está siendo desconocida.ven revocatorio marcha -Habías dicho que de no realizarse el Referendo Revocatorio era entrar en un estado de facto. Lo planteas, igualmente, si eso ocurre con las elecciones de gobernadores. ¿El gobierno se va a jugar esa carta? -De hecho se la está jugando, porque se supone que las elecciones de gobernadores tendrían que realizarse, a más tardar, en diciembre. Y no hay la menor señal de que se esté organizando ese proceso. -¿Cuál podría ser la lectura que haga la comunidad internacional? ¿Venezuela va a seguir siendo un interlocutor válido en organismos internacionales? ¿Qué va a pasar en ese ámbito? -El gobierno venezolano está inmerso en un proceso de aislamiento internacional creciente. Al crear mecanismos de integración como Unasur, la Celac, Petro Caribe, el gobierno venezolano ha enfrentado una oposición muy fuerte de Estados Unidos. No ha sido una oposición discursiva solamente. Obviamente, apoyaron el golpe de Estado en abril de 2002. El decreto de Obama califica a Venezuela como una amenaza severa a la seguridad estadounidense. En la región ha habido un viraje fuerte a


Roberto Malaver |

De muerte lenta

la derecha, en el caso de Argentina, legítimo, en el caso de Brasil con visos golpistas. Venezuela, prácticamente, está siendo expulsada del Mercosur. No ha cumplido con una serie de regulaciones en cuatro años y, de aquí a diciembre, obviamente, no las va a cumplir. Prácticamente va a quedar fuera de ese mecanismo de integración. Entonces hay un aislamiento creciente. La investigación del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, y la protesta creciente, porque el gobierno no autoriza la presencia de sus funcionarios para saber lo qué está pasando. El gobierno, con su improvisación y la prepotencia con la cual está ejerciendo el poder, está perdiendo el reconocimiento y desconociendo las implicaciones de lo que está haciendo. Esas implicaciones no son sólo nacionales, sino también internacionales. Ese aislamiento creciente tiene costos y, por lo tanto, no es prolongable en el tiempo. -Una incógnita es el papel que podría jugar el factor militar. -Lo militar siempre tiene un aspecto de caja negra. Uno no termina de saber lo que pasa en la Fuerza Armada. Pero por las cosas que llegan, por diferentes vías, creo que está claro que hay un descontento creciente. Por una parte, el mundo militar está viviendo las mismas cosas que vive el resto de la población (inseguridad, inflación, escasez), esa información de coroneles que en su tiempo libre trabajan como taxistas. Los militares son parte de la vida nacional y enfrentan las mismas dificultades. Esa idea de que había un sólido respaldo militar al gobierno, ya no corresponde a la realidad. Hasta qué punto eso se expresa en divisiones orgánicas claras, de quienes están a favor o en contra, en términos de una posible ruptura del hilo constitucional o de un golpe es una cosa más difícil de saber, entre otras cosas, porque el funcionamiento político al interior de las Fuerzas Armadas, siempre es conspirativo. Hasta que no ocurra un hecho, no se sabe quiénes están involucrados y quienes no lo están. Pero si es bastante claro, creo yo, que no pueda darse la noción de un autogolpe, por parte de Maduro, con apoyo militar. Esa me parece una hipótesis descartable, porque si Maduro se lo propusiese, eso llevaría, por

lo menos, a una división profunda de las Fuerzas Armadas. -Desde el punto del movimiento popular que aspira a una sociedad más justa, más igualitaria, más democrática, de quienes creen en la necesidad y posibilidad de otro mundo, la prolongación de este gobierno, es la prolongación de un largo proceso de desgaste. El mundo popular que se politizó, que se organizó en estos años no tiene por que cargar con el peso de un gobierno no sólo ineficiente, sino extraordinariamente corrupto. Prolongar la presidencia de Maduro es contribuir a liquidar las ilusiones de otro mundo posible, es contribuir a instalar en el pueblo venezolano la idea de que nada puede cambiar. De que, como ha afirmado, por tanto tiempo el neoliberalismo, lo público necesariamente es ineficiente y corrupto. El gobierno de Maduro pareciera haber dejado atrás toda pretensión de democracia y estar más interesado en preservas sus posiciones de poder y sus privilegios económicos, sin importarle el costo que ello tenga para el movimiento popular. -¿Qué cree usted que va a pasar si no hay Referendo Revocatorio? -Creo que pasamos a una situación de profundización de la crisis. Pasamos, efectivamente, a que el gobierno actúa como un gobierno de facto, entre otras cosas, porque está dejando de lado un derecho fundamental de la Constitución, que es el derecho de la gente a decidir, en las condiciones contempladas en la propia Constitución. El aislamiento internacional sería creciente. Creo que los sectores de la derecha más radical, que han estado más o menos contenidos por los sectores más o menos socialdemócratas de la MUD, dejarían de operar porque ya no habría argumentos. La posibilidad de pasar a situaciones de violencia de diversa índole, creo que se acelerarían. Y esto llevaría a una situación tremendamente peligrosa, porque esta sociedad, entre otras cosas, tiene una cantidad de armas, extendida entre la población, extremadamente vasta. Yo no veo en el horizonte una guerra civil, pero el hecho de que eso sea una posibilidad de la cual se habla, me parece una cosa absolutamente aterradora.

La tarde, en el Centro San Ignacio, es un espectáculo gratuito. Las mujeres más bellas del mundo están por todas partes, solo que, entre ellas, una se destaca. Cinthya Machado Zuloaga, cuando llega al cafetín se paralizan hombres y mujeres para ver aquel cuerpo del primer mundo y se quedan con la boca abierta. Solo el mesonero es capaz de romper el silencio: “señorita, despierte a ese montón de gente que se quedó hipnotizada cuando la vieron”. Ella sonríe y toma asiento. El mesonero vuelve con la botellita de agua Evian y el café negro y se retira en adoración mayor. Y dice Cinthya: “A Timoteo Zambrano le está pasando lo que no le pasó nunca con unos juguetes que desaparecieron en la alcaldía de Antonio Ledezma hace mucho tiempo. Ahora, cuando andaba de lo más bajo perfil, lo agarraron fuera de base y le aplicaron una guarimba democrática, porque todos en la MUD están de acuerdo en relevarlo del cargo de secretario internacional, y lo peor es que allí estaba nuestro querido Ramón Guillermo Aveledo, a quien le han quitado todos los cargos, empezando por el de secretario ejecutivo, aunque te confieso amigo, que la persona que se deja sustituir por ese secretario ejecutivo de la MUD, mejor es que se vaya para La Arestinga y se quede allá por mucho tiempo”. Toma un poco de agua y busca en su cartera Prada el último celular que le enviaron de Estados Unidos y me dice: “Mientras castigan a Timoteo por defender a Venezuela en Mercosur, aplauden a Luis Florido por amenazar a Diosdado Cabello, aunque después de decirle que lo mataría, recuerda que no lo hace porque él es un demócrata, qué te parece, qué manera de hablar tiene ese demócrata”.

Después me muestra el video del diputado Luis Florido donde afirma lo que ella acaba de decir. Y vuelve: “lo mejor, dice mi padre, es que ya no se habla tanto de Ramos Allup, porque ahora entre Zambrano y Florido se están llevando los titulares, y también está Juan Carlos Caldera, el del sobre aquel, el que está defendiendo el referéndum en el CNE. Es que estamos democratizando las vocerías”. Y termina diciendo: “Lo que está pasando en la oposición con las amenazas a Zambrano y las amenazas de Florido, es como decíamos en la UCV, de muerte lenta”.


La respuesta de Luis Salas:

Lander, Esopo y el betancourismo nostálgico Luis Salas Rodríguez| Poco se recuerda que cuando Arturo Uslar Pietri escribió su célebre editorial “La siembra petrolera en 1936”, utilizó para ilustrar su punto una fábula de Esopo: la de la hormiga y la chicharra. La fábula va más o menos así: la hormiga, que trabaja duro y ahorra víveres para los tiempos difíciles, advierte a su amiga la chicharra que haga lo mismo antes de que llegue el invierno. Y sin embargo, esta, indolente, se dedica únicamente a bailar y a cantar como si los buenos tiempos fueran a durar para siempre. Después llega el invierno y pone a cada quien en su sitio. La hormiga ahorrativa sobrevive, mientras que la irresponsable chicharra sucumbe. El punto que quería ilustrar Pietri era el carácter destructor y despilfarrador de la economía venezolana. Y con su texto inauguró una de las tradiciones intelectuales más arraigadas de la vida política e intelectual nacional: la crítica al rentismo. Luego de ese artículo y tras la prematura muerte de Alberto Adriani, Pietri se convertiría en el referente ideológico del gobierno de Medina Angarita, el único de todo el siglo XX que se propuso realmente sembrar el petróleo y superar el modelo de acumulación postizo-parasitario (así lo llamaron los medinistas, lo que hoy otros llaman el “capitalismo rentístico”), no para sustituirlo por un modelo socialista ni nada parecido, sino por un capitalismo normal, de base reproductiva industrialista, tal y como queda claro en la jerga oficialista de la época. No obstante, Medina será derrocado por una coalición formada por adecos, Fedecámaras y militares de la derecha, en octubre de 1945. Es por esta razón que cuando se revisan los textos de aquellos años, suscritos por esa burguesía industrialista enemiga del rentismo, salta a la vista que esta limitaba su crítica del parasitismo al otro sector de la burguesía, es decir, aquella centrada en el comercio y los servicios, en el sector terciario especulativo. Sin embargo, con el paso del tiempo y tras la derrota políticomilitar de la primera por la segunda, la crítica del rentismo se fue haciendo más ambigua, siendo que del seno de la burguesía que se había acomodado gracias a este empezó a surgir una crítica del rentismo de nuevo tipo, donde ya el blanco de acusación no era la burguesía parasitaria reunida en torno a Fedecámaras, sino el pueblo “de a pie”, los pobres y flojos, compradas sus conciencias por gobiernos populistas y asistencialistas. La historia de esta transformación de la crítica al rentismo es bastante singular. De un lado, fue impulsada por sectores intelectuales ganados ya desde los ‘70 al discurso neoliberal-tecnocrático y que tenían como objetivo apoderarse directamente de la conducción del Estado, fin para el cual la crítica del rentismo –como una versión venezolana del populismo latinoamerica-

no– les resultaba funcional. Pero también contó con los servicios de cierta intelectualidad “progresista”, incluso alguna surgida del seno mismo de AD, tal y como fue el caso de Luis Lander padre, que como intelectual estrella del betancourismo (si bien para los años ‘70 ya había formalmente roto con AD para ser parte del MEP) enfiló sus dardos contra CAP y todo lo que representó su “Venezuela Saudita”. Luis Lander es el padre de Edgardo y Luis Lander. Y en razón de lo mismo, suegro de Margarita López Maya. Entre otras cosas, coordinó la escritura de un libro llamado CAP 5 años: un juicio crítico, del cual formaron parte sus hijos, su nuera y el también adeco Carlos Blanco (entre otros). Es un libro brillante, realmente sin desperdicio. Del cual lo único que se puede criticar es que fue escrito más con el ánimo revanchista de la vendetta interna adeca que para desnudar la obscena presidencia de CAP y sus secuaces. Para entender este asunto, hay que tener presente que tras llegarle el otoño político a Betancourt, se le planteó inven-romulobetancourtevitablemente el dilema de la sucesión. No obstante, terminó ocurriendo que su favorito más que darle continuidad a su “obra” acabó por disputarle el liderazgo. Este fue CAP, su esbirro de confianza durante los años de la guerra sucia contra la guerrilla, quien no solo tuvo el atrevimiento de disputarle el control del partido, sino que además se puso a la cabeza de una camada emergente de “empresarios” y funcionarios en extremo ambiciosos y corruptos, dados a la tarea de abrirse paso a toda costa para ocupar la cúpula del poder económico nacional hasta entonces controlada por el mismo grupo de familias que desde el siglo XIX y tras el betancourismo se hicieron fuertes. Fueron los famosos Doce Apóstoles comandados por CAP y Pedro Tinoco, del cual formaron parte, entre otros, Carmelo Lauría, Gustavo Cisneros, Gumersindo Rodríguez (el papá del actual Francisco Rodríguez del Bank of American y economista estrella de la derecha criolla) y el mini-CAP, Diego Arria. Así las cosas, la primera presidencia de CAP ahondará tanto como la segunda y por razones similares la división de AD. La

historia de la ruptura entre Betancourt y CAP la contaron Pedro Duno y Domingo Alberto Rangel en un gran pequeño libro titulado La pipa rota, por lo que no ahondaremos en los detalles de ese tema acá. Lo que nos interesa destacar en cualquier caso es que fiel a su estilo, Betancourt no se fue sin dar pelea. Y entre las formas que encontró de darla, estuvo la de convertirse en crítico implacable del gobierno de su exdelfín. La crítica la hizo él mismo, aunque básicamente a lo interno, para guardar las apariencias, mientras que a lo externo delegó ese trabajo en Luis Piñerúa Ordaz, candidato adeco a las elecciones del 78, que en buena medida hizo campaña contra CAP –del que había sido ministro– más que contra sus contrincantes directos. A esta labor se sumó Lander padre, no necesariamente mandado por Betancourt como por el ánimo de rescatar el pasado “glorioso” del otrora “partido del pueblo”, condenando la “desviación” del dinámico caudillo de Rubio. De tal suerte, los hijos de Luis Lander y su nuera, comenzaron a formar una tendencia dentro del betancourismo tardío, bastante singular. Valiéndose de sus credenciales académicas se dieron a la tarea de limpiar el pasado adeco –el de los tiempos de Betancourt– cayéndole con todo al adequismo post-CAP. La estrategia fue similar a la desarrollada por el ala “ilustrada” proveniente del “empresariado” criollo (tipo Marcel Granier). Habiendo identificado problemas concretos reales (corrupción, exclusión social, violencia, etc.) adoptaron ante los mismos un tono crítico bastante convincente, solo para meter tras la validación por esto dada una carga de pensamiento retrógrado que –en el menos malo de los casos, desmoviliza–, y en el peor –y más común– acaba por convertir a quienes se ven atraídos por el mismo en conservadores indie. Esto es: una especie que parece a primera vista ser crítica de las corrientes dominantes, independientes y alternativas, pero que tan solo es una forma díscola de presentación de las mismas. Para decirlo de modo simple: su obra es el equivalente académico de Por estas calles, que capturando y reflejando momentos de verdad, se concibió como una vía para


Amenazas : Roberto Malaver

vender el neoliberalismo por otros medios, para popularizarlo y hasta darle un toque izquierdoso. El libro de López Maya sobre el derrocamiento de Gallegos es un buen ejemplo de esta tendencia crítica de los “excesos” del puntofijismo, pero admiradora y devota del mismo: un texto escrito con el único fin concreto de “demostrar” que era falso que la embajada norteamericana estuvo tras los golpes del 45 y el 48, culpando exclusivamente a los militares perezjimenistas (según Maya, además, Betancourt tampoco fue un golpista en 1945, solo un demócrata que iba pasando por ahí y respondió al llamado de la Patria). Y aunque no se cuenta en este grupo, habría que agregar en la lista a El Estado Mágico, escrito por el sobrino de Sofía Imber, Fernando Coronil Imber, con el fin de abonar en el mito de que el problema del rentismo es el “Estado populista” y no la burguesía o el capitalismo. Por eso esta obra gusta a los IESA boys y a los neoliberales en términos amplios, tanto como a la izquierda universitaria: calza perfectamente con la tesis del Estado mínimo y las privatizaciones… pero por “izquierda” y apelando al desencanto. Todo esto viene a cuento por la sorpresa que ha causado en algunos y algunas, las declaraciones ofrecidas por Edgardo Lander en una entrevista para Prodavinci en la cual más allá de despacharse contra el chavismo –lo que no tendría nada de raro– hace una defensa muy poco disimulada del puntofijismo, aunque de manera especial de su “época dorada”: la de los gobiernos de Betancourt y Leoni. A mi modo de ver, esta sorpresa solo se justifica si se desconoce esta historia, lo que en un país con tan mala y selectiva memoria como el nuestro es lo más corriente. O sea, la historia –para decirlo en los mismos términos de Esopo, usados por Pietri– de cómo en tiempos cuando las chicharras ya consolidadas en el poder tras el betancourismo se vieron amenazadas por una oleada de chicharras más violentas y ambiciosas –si bien provenientes del mismo tronco familiar–, aquellas reacomodaron el mito fundacional de la crítica al rentismo apareciendo ya no como las villanas sino como héroes e inclusive como sus víctimas atormentadas. Por lo demás, y este es un problema distinto pero estrechamente re-

lacionado, dicho reacomodo fue la manera que encontró cierta intelectualidad de ser adeca sin parecerlo, incluso pareciendo antiadeca. Estrategia que hoy día, y este es el punto, es revivida por quienes han optado por compartir criterios y tribunas con la MUD sin parecerlo, y aun, pareciendo enemigos de la MUD. A este respecto Lander lo que hace es abonar a la idea adeca claramente vociferada por Ramos Allup de nostalgia por la Cuarta, solo que como Ramos Allup pertenece al AD de la decadencia post CAP de la cual Lander no se siente parte, e inclusive odia en lo personal, se diferencia de este en el hecho de que enfoca su nostalgia a los primeros tiempos del AD “progresista”. Sin embargo, y aunque desde luego existen muchas y notorias diferencias entre Ramos Allup y Lander, lo más paradójico de este asunto es que así como CAP fue el resultado de Betancourt, la decadencia cuartorrepublicana representada por el actual jefe de la MUD fue consecuencia directa del “paraíso perdido” en el cual crecieron los Lander como vástagos privilegiados. Nada de esto lo decimos con el ánimo de sumarnos a ese mal hábito tan extendido en los círculos intelectuales criollos de dar palo a las personas más que debatir sus ideas, lo que por lo demás es el síntoma más notorio de la pobreza de intelecto que en realidad caracteriza a dichos círculos. Particularmente pienso, por ejemplo, que el tema del Arco Minero merece un tratamiento mucho más serio del que se ha dado, al tiempo que es obvio que lo de la “minería ecológica” exige una explicación más convincente, por decir lo menos. Y así una serie de temas. Ahora bien, algo que aprendimos los estudiantes de la Escuela de Sociología de la UCV de los años 90, que crecimos leyendo (entre otros) a Lander (si bien nunca vi clases con él), es que los discursos hay que contextualizarlos, hacer evidentes los intereses y estrategias no discursivas latentes, de las que casi nunca son conscientes los receptores de dichos discursos, y en no pocos casos tampoco lo son algunos emisores. Eso es en gran medida lo que intentamos hacer aquí, todo con el mejor ánimo de contribuir a la honestidad y transparencia intelectual, una de las cosas que más escasean en estos tiempos de escasez.

¡Si me han de matar mañana que me maten de una vez! Ahora sí es verdad que la pusimos de oro cochano extraído del arco minero. Primero amenazamos al compañero Timoteo –Juguete- Zambrano, porque defendió a Venezuela en Mercosur, después el compañero Luis –Canchunchú- Florido amenazó a Diosdado –Dueño de todo- Cabello con hacerle de todo si llega al poder, pero lo va a perdonar porque él es un demócrata. Ahora, con la decisión del CNE, salieron los compañeros Ramón –Crece pronto –Muchacho y amenazó también, porque nos están llevando a un callejón sin salida y eso trae violencia, y después salió el secretario ejecutivo de la coordinadora democrática, vulgar Mud, y dijo que hay la posibilidad de que el CNE se manche las manos de sangre, recordando así al compañero Luis - Con qué se come eso- Miquilena, es decir, que ahora sí es verdad que el decreto de Obama tiene vigencia, porque la Mud es una amenaza inusual y extraordinaria y vete tú a saber. Estamos mostrando al país y al mundo la verdadera cara. No debemos olvidar que nosotros, ante el éxito de la cumbre de los margariteños, esa de los no alineados ni balanceados, propusimos una cumbre que llamamos la cumbre del pueblo, y no fue nadie a esa vaina, ni siquiera Embajada Radonski, que ahora anda diciendo que el pueblo es él, es decir, estamos pelando bola de la buena, porque la gente se nos está cansando. La vaina que le hicimos a Timoteo –Juguete-Zambrano no tiene nombre ni apellido, porque es evidente que quedamos como unos mismos bolsas, porque apoyamos el Decreto de Obama contra Venezuela, apoyamos la Carta de Almagro, o sea OEA, contra Venezuela y ahora estamos contra Venezuela en Mercosur, coño, no me echen más cartas. Dime tú si alguien es capaz de seguirnos con esta pendejada en que andamos nosotros, que no sabemos en qué palo ahorcarnos. Y después del peo de Timoteo viene Luis – Canchunchú- Florido, que seguramente nadie sabe quién carajo es él, ni en qué lugar fue elegido, y aparece y da esas declaraciones amenazando y diciendo unas vainas bien dictatoriales, pero menos mal que a última hora recordó que era un demócrata como Pinochet. Y expulsamos a Timoteo y aplaudimos a Florido, y así no empujen, que yo me caigo solito en esos bajos fondos, amigos. Ahora, con esta decisión del CNE de recoger el 20% en cada estado vamos rumbo a otro fracaso, además, ya sabemos que el referéndum no será este año por culpa de nosotros, que nos odiamos tanto. El papá de Margot anda arrechísimo. Cuando escuchó lo del CNE se paró y dio tres vueltas al apartamento en tiempo record. Después tomó la puerta del cuarto y le mandó ese coñazo tan duro que, el secretario ejecutivo de la coordinadora democrática, vulgar Mud, que estaba hablando en la televisión, preguntó: ¿Qué vaina fue esa? ¿Nos están invadiendo ya? No me amenaces.- Me canta Margot


Hacia el gobierno interino Aportes para una caracterización de la coyuntura Santiago Arconada 1.- Pesa sobre el panorama político del país una coincidencia entre los intereses inmediatos del Gobierno de Maduro/ Cabello/Padrino y los intereses inmediatos de la oposición agrupada en la MUD. Ambos contendientes necesitan tiempo. No lo admiten, pero no lo desconocen. La oposición agrupada en la MUD proclama con vehemencia que exige el Referendo Revocatorio para el 2016 con la aparentemente clara intencionalidad de que, en el caso de ganarse, conduzca a que opere el mecanismo constitucional que obliga a unas Elecciones Presidenciales en treinta días. Pero sin el problema de la candidatura resuelto, el trauma de la selección del candidato presidencial entre las aspiraciones proclamadas de Henry Ramos Allup, Leopoldo López, Henrique Capriles Radonsky, Henry Falcón y Antonio Ledezma, por un mecanismo que no puede sino ser unas atropelladas elecciones primarias, confrontaría a la MUD con su debilidad estructural: La de ser un conjunto muy heterogéneo de ideas voluntades y apetencias, estructurado en la negación de algo y no en la afirmación de algo. Sea un candidato, un programa de Gobierno o una idea de país. Buscando un candidato, la MUD podría dividirse. Por otro lado, sólo por unas muy pueriles y frívolas pretensiones de ser Presidente de la República, aunque sea por nueve días, se podría querer recibir la responsabilidad de ser el Gobierno, el Poder Ejecutivo, en una condición política, social y económica como la actual. Máxime cuando el Gobierno de Maduro/Cabello/Padrino se muestra tan dispuesto a ejecutar el paquete neo-liberal que exige el imperio del capital, y del que forma parte el hecho, ante el colapso de los precios petroleros, de reducir a 15.000 millones de dólares las importaciones no petroleras (alimentos, medicinas, bienes de capital y etc.) durante el año 2016. Tomando en cuenta que en el año 2015, recordado por el desabastecimiento, la escasez y la inflación, las importaciones no petroleras alcanzaron los 36.000 millones de dólares, haber optado por reducirlas a menos de la mitad para tener con qué

pagar una deuda no auditada, es decretar un año de hambre y abandono de la salud que podría avergonzar a Mauricio Macri. Teniendo agentes tan eficientes en la tarea de entregar al país al capital transnacional, como es el caso del Decreto del Arco Minero del Orinoco, y aplicar las restricciones económicas más drásticas al pueblo de Venezuela para tener con qué pagar una deuda no auditada, asumir ser el que no tiene más remedio que hacerlo y, por lo tanto, cargar así con la culpa, es de una estupidez sin límites. Por eso creo que una cosa es la que se dice, otra la que se desea y otra la que se hace. 2.- Del lado del Gobierno de Maduro/ Cabello/Padrino la cosa es menos alambicada. Se necesita pasar el Referendo Revocatorio al 2017 para, en el caso de perder, no perder todo el poder de un solo golpe. Lo que, según parece, podría ser terrorífico. No significa esto que el eventual Gobierno Interino que quedara tras el Revocatorio, en el caso de que el Presidente Maduro fuese revocado, y el que sería encabezado por quien para el momento fuese el Vicepresidente o la Vicepresidenta en funciones, tenga libre albedrío, que no lo tendría, pero pudiera tener una mínima capacidad para evitar la total desnudez frente al tribunal de la Historia. Y eso, dadas las circunstancias, es mucha palabra. 3.- Lo que no está en dudas, después del anuncio oficial del CNE, es que la recogida de huellas para el 20% activador del Referendo Revocatorio se ubica los próximos 26, 27 y 28 de octubre, o sea en 30 días, y que lo más probable es que al menos el 20% de las voluntades requeridas por la Constitución se recojan, y el dispositivo para el Referendo Revocatorio se active. Antes de avanzar en el análisis, es necesario hacer algunas consideraciones sobre este punto y sobre las repercusiones que ha tenido. La primera reflexión es referida al discurso-línea del Coordinador Nacional de la MUD, Chúo Torrealba: ¡Hagamos de la recogida de las huellas el Referendo Revocatorio! El Sr. Torrealba ejecuta el derecho a batear la "patilla" que le pichó la Dirección

Nacional del PSUV y, al parecer, espera que la bola se vaya del estadio. Al poner todo el empeño y toda la política en que el Referendo Revocatorio fuese en el 2017, el PSUV dejaba sin atender el hecho fundamental referido a que el pueblo quisiera o no quisiera Referendo, el cual debería haber sido su problema esencial. Para una fuerza teóricamente motora del cumplimiento de la Constitución Bolivariana, como debería de serlo el PSUV, los subterfugios de los reglamentos no deberían impedir entender qué significaba el hecho de que un segmento de la población invocara el ejercicio de ese derecho constitucional. Podrían encontrarse con muchos chavistas indignados por "…la corrupción que permea y daña los mejores esfuerzos de nuestra revolución…", como lo dijo Elías Jaua el 6 de marzo de 2016 en Aporrea http://www. aporrea.org/actualidad/a224091.html. Y podría haberse desatado un interesante proceso interno. Al creer que la totalidad del asunto estaba en pasar la que se reconocía como inevitable derrota para el 2017, de modo de no perder todo el poder de un solo golpe, la Dirección del PSUV ignoró que la recogida de huellas podía ser no del 20% del REP, sino del 40 o 45% del REP, en un show de 72 horas continuas, en vivo y en directo, al planeta Tierra. Si, a pesar de las restricciones impuestas por el reducido número de mesas y la distribución de los centros de votación, al término del tercer día se hubieran recogido más huellas que los votos con los que fue electo Presidente Nicolás Maduro Moros, estaríamos en presencia de un hecho político que sobrepasaría al hecho jurídico. De pasar eso, da igual que el Referendo Revocatorio sea en noviembre de 2016 que en febrero de 2017. Después de un hecho político como el arriba supuesto, hasta Nicolás Maduro Moros estaría de acuerdo en que la palabra Presidente le podría quedar grande. Si pasa solamente que se recoge una cantidad sólidamente superior a la exigida para activar al Referendo Revocatorio, y el último día se pueda ver todavía gente en las colas en el momento de cerrar el proceso, de acuerdo al horario impuesto por el CNE, se


pagará el costo político de haber aparecido como el que niega o dificulta el ejercicio de los derechos constitucionales de un pueblo y es derrotado por éste. Sin gastar media puya, ¿qué tiene garantizados la MUD mientras dure el proceso de recolección de huellas llevado a cabo por el CNE durante los días 26, 27 y 28 de octubre? Los ojos del mundo. Dificulto que en las direcciones de los medios de comunicación social en radio, prensa y TV de todo el planeta haya un hecho más noticioso, durante esos días, que la recogida de huellas para el Referendo Revocatorio en Venezuela. Y, en el caso de que no les impidan la acreditación, aquella sopa de letras instalada en el Meliá: Representaciones de la ONU,, CELAC, OEA, UNASUR, ALBA, UE, el Parlatino, el Parlamento Europeo, el Centro Carter, tan elogiado por el Presidente Chávez y todos los observatorios electorales del planeta. Todo el mundo estará pendiente de Venezuela. ¿Quiénes ganan con esa situación? ¿Será el gobierno o será la oposición? El PSUV paga el costo político de aparecer como quien quiere menoscabar los derechos constitucionales del pueblo. Eso suscita mucha curiosidad. Poner en evidencia a quienes no quieren que la gente vote con el estridentemente silencioso argumento de que, cualquier elección que se haga, lo único que haría sería profundizar los resultados del 6 de diciembre de 2015. Y para evitar todo asomo de elecciones, se muestra dispuesto a violar los mandatos constitucionales con explicaciones como las que da ese vocero del oficialismo y "paradigma de la honestidad" que es el diputado Pedro Carreño. Por creer que sus opiniones son esenciales para una consideración que quiero hacer en este material, tomo nota de la recapitulación que el portal digital del diario Últimas Noticias correspondiente al jueves 22 de septiembre de 2016, hace de las declaraciones dadas por el diputado Pedro Carreño al comunicador social Vladimir Villegas en su programa "Vladimir a la Una" transmitido por Globovisión el miércoles 21 de septiembre, las cuales tituló de la siguiente manera: "Pedro Carreño estima que no habrá elecciones regionales" (http:// www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/ politica/pedro-carreno-estima-no-habraelecciones-regionales/) "Estamos viviendo una emergencia económica" "Las elecciones de gobernadores no son prioridad para el Gobierno" "Las elecciones no son un derecho fundamental, el derecho humano fundamental es la alimentación, las medicinas, es la salud." "¿Vamos nosotros a satisfacer las ansias personales de un grupo a costa del sacrificio de un pueblo?". Aquí está abiertamente expuesta la voluntad de que se violen los lapsos electorales que prevé la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en palabras dichas por un miembro de la Dirección Nacional del PSUV, al que habría que preguntar, de entrada, si habla a título personal o en el nombre de la instancia a la que pertenece. La segunda reflexión se refiere a la opinión expresada por el Vicepresidente del PSUV, diputado Diosdado Cabello, en el programa "Con el mazo dando" transmitido por VTV el miércoles 7 de septiembre, y

divulgada en el programa "Primera Página" transmitido por Globovisión el lunes 12 de septiembre del presente año. La anécdota que cuenta cómo llegué a ver y escuchar la opinión del diputado Cabello merece la pena. Temprano en la mañana del lunes 12 de septiembre anunciaron que la primera entrevistada de ese día, en el programa "Primera Página", sería María Corina Machado. Como ella había estado el día anterior en el programa "Diálogo con…" del Vicepresidente de Televen, Carlos Croes, tanta presencia mediática me alertó. Al parecer, Machado andaba en alguna campaña y ella es, a mi juicio, la representante dentro de la MUD de la posición que auspicia la Guerra Civil como salida estructural a la crisis nacional. En los primeros momentos de la entrevista realizada por el comunicador social Gabriel López, éste le propuso a la entrevistada ver y escuchar una posición del diputado Diosdado Cabello sobre el Referendo Revocatorio para que, posteriormente, hiciera sus apreciaciones. Lo que vi y escuché, tomado del programa "Con el mazo dando" correspondiente al 7 de septiembre, desbordó mi capacidad de asombro. El vicepresidente del PSUV, ataviado con una chaqueta verde olivo de estética maoísta que destacaba su poder militar, hizo suya una propuesta de salida a la "amenaza" del Referendo Revocatorio que yo había escuchado tiempo antes sin que nadie la firmase. Empezó por descartarlo para el 2016 y, respecto del que pudiera realizarse en el 2017, dijo que él le tenía una vuelta. En ese Referendo Revocatorio, realizado en el 2017, el ejercicio del Presidente Maduro era "negado", esa fue la palabra que utilizó, por lo que él o la Vicepresidente o Vicepresidenta en funciones pasaba a Presidente o Presidenta. Acto seguido, este Presidente o Presidenta, a la semana de su ejercicio nombraba de Vicepresidente Ejecutivo a Nicolás Maduro Moros y, a la siguiente semana, este Presidente o Presidenta renunciaba, con el expreso fin de dejar a Nicolás Maduro Moros en la Presidencia de la República de la que había sido revocado por la voluntad de la mayoría del pueblo venezolano. "¿Van a hacer otro Referendo?" se preguntaba triunfal, orgulloso de su genialidad política, el diputado Cabello. Reconozco que tal manifestación de fascismo silvestre, espontáneo, ese que sale de lo más profundo del alma, me

impresionó bastante. Ese desparpajo para decir lo que realmente se piensa de la Democracia y del respeto a la voluntad del pueblo me dejó impactado. Sobre todo por el aplauso reverencial que le brindaron los muchos oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana presentes en el programa, que de esta manera expresaron cohonestar los conceptos emitidos por su inocultable líder, Diosdado Cabello. Y su voluntad de representar, al interior del oficialismo, a los directamente interesados en una Guerra Civil. Los homólogos rojorojitos de María Corina Machado. Me pasó entonces que habiéndome dispuesto y preparado para escuchar las maldades que, según mi opinión, diría Machado, me topé con esa "declaración de principios" del diputado Cabello, Vicepresidente del PSUV. Dos preguntas de entrada. ¿La astuta estratagema planteada por el diputado Cabello es compartida por el resto de la Dirección Nacional del PSUV? ¿Por qué una declaración tan supremamente brutal como ésa, formulada el pasado miércoles 7 de septiembre en el programa "Con el mazo dando" transmitido por VTV, la vine a conocer, gracias a la acuciosidad profesional de Gabriel López, el lunes 12 de septiembre, y aún hoy, veinte de septiembre, cuando escribo este texto, los medios de comunicación social de diversa índole le han dado tan escasa relevancia? Es una declaración demasiado importante por dos razones. Primero porque el Vicepresidente del PSUV dice lo que realmente piensa sobre los valores democráticos que deben regir la vida nacional y, segundo, porque en el presunto Referendo Revocatorio a realizarse en el 2017, no le da el más mínimo chance al Presidente Nicolás Maduro. No parece ignorar las encuestas el diputado Cabello. Como creo que esa artimaña planteada por el diputado Diosdado Cabello expresa inmejorablemente la debacle moral de la Dirección del PSUV, la retomo en punto aparte, junto con los "respetuosos" conceptos sobre los lapsos constitucionales expresados por el diputado Pedro Carreño. 4.- Sostengo que esa vocación por la trampa, diáfanamente expresada por las posiciones electorales de los diputados Cabello y Carreño, no es el chavismo. Por lo menos no es todo el chavismo. Sostengo que el verdadero chavismo sería el que no quiera, al que no le sirva ganar por trampa. Que siempre querrá ganar o perder por lo que el pueblo, al que se debe, diga. Y que se siente poseedor de todo el tiempo


del mundo para recuperar su sentido de horizonte de liberación del pueblo de Venezuela. Ganar con trampa le puede servir a un grupo de pillos que estén obstaculizando la realización de la justicia, que no impidiéndola, para poner los millones de dólares desfalcados a la nación venezolana, y a su pueblo, lo más lejos posible de nuestra capacidad de seguimiento. Pero ganar con trampa no le sirve al pueblo que impulsó, impulsa e impulsará el Proceso Bolivariano de cambios. El pueblo bolivariano que siguió a Chávez como su líder no gana nada ganando con trampa. Y, más bien, lo pierde todo. Sostengo que la pretensión de burlar la voluntad popular, expresada en la propuesta del diputado Cabello, y el propósito de escamotear los derechos electorales que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela consagra a todos los venezolanos y venezolanas, expresada en la posición del diputado Carreño, debe atribuirse exclusivamente a quienes las proponen y a quienes los apoyan y no a todo el pueblo bolivariano, que recuerda al Presidente Chávez, en el año 2004, cuando aceptó y asumió el Referendo Revocatorio en su contra, no porque creyese que se habían recogido las firmas necesarias, sino porque se podía construir una imagen errónea del Gobierno Bolivariano, como incapaz de salir airoso del escrutinio del pueblo a mitad de período, cuando el Gobierno por él presidido reposaba en la voluntad soberana del pueblo. Y se movía con comodidad, con soltura, en el seno de una Constitución que reconocía como la casa de todos. ¿Qué gobernabilidad se podía tener si se daba la impresión de no contar con la voluntad mayoritaria del pueblo? Chávez no nos enseñó la trampa, la viveza, el car’etablismo necesario para decir que no se tienen recursos económicos para las elecciones regionales cuando todavía se están recogiendo los fastos de la muy dispendiosa y nada austera, cumbre del MNOAL en Margarita. Chávez no practicó el cinismo necesario para decir: "..las elecciones de gobernadores no son prioridad para el Gobierno.." como si las obligaciones, repito, las obligaciones constitucionales del CNE, las que tiene que cumplir independientemente de las que sean las prioridades del Gobierno, como poder independiente que debería ser, pudieran estar sometidas a éste, al Gobierno y sus prioridades. Pedro Carreño habló como si cargara a las cuatro rectoras del CNE en el bolsillo chiquito del pantalón y eso es muy triste, pero eso no es el chavismo, ni es el legado de Chávez, es la predilección personal del diputado Carreño por la trampa y el abuso. ¿El silencio del resto de la Dirección Nacional del PSUV ante estas declaraciones y conceptos del diputado Carreño significa que las comparten? Yo todavía quiero creer que las cuatro rectoras del CNE no están en el bolsillo chiquito del pantalón de Pedro Carreño. 5.- El CNE está en mora con el pueblo de la República Bolivariana de Venezuela. El cronograma de las Elecciones Regionales del año 2016 tendría que ser del dominio público y no lo es. El CNE no puede hablar de legalidad porque está ilegal. Cuando se legalice, y se legalizará en el momento en que publique el cronograma de las

Elecciones Regionales, habrá restituido los derechos electorales que la Constitución le garantiza al pueblo de Venezuela por ahora confiscados por el diputado Pedro Carreño. 6.- Para quienes militamos en el Proceso Bolivariano de cambios que lideró el Presidente Chávez y, precisamente, porque continuamos en esa militancia no podemos ni admitir el camino de regreso al sometimiento imperial que promueve la MUD, ni el desfalco más grande de nuestra historia que pretende ocultar la Dirección Nacional del PSUV, tener una posición política en este momento no sólo es difícil porque en las fauces de la polarización, acordada por mutua conveniencia entre el Gobierno de Maduro/Cabello/Padrino y la MUD, todo lo otro desaparece, un importante segmento de la población venezolana se invisibiliza, sino, además, porque hay que atreverse a decir qué es lo que se debería hacer para salir del foso, más que económico, espiritual, en el que nos encontramos. Nada configura la realidad nacional de un modo más explícito, de un modo más directo, de un modo más intenso, que el robo estructural del que las venezolanas y los venezolanos hemos sido objeto a lo largo del último lustro ya largo. Baste que nos hagamos la pregunta de cómo sería nuestra vida, nuestra existencia cotidiana si en vez de no tenerlos, como para el presente momento no los tenemos, sí tuviéramos en fondo los aproximadamente 475.000 millones de dólares que, tan sólo por la ruta CADIVI-CENCOEX-divisas para importaciones, se nos fueron de las cuentas nacionales con el visto bueno del Ministerio del Poder Popular para las Finanzas y del Banco Central de Venezuela, organismos responsables de adjudicar y hacer efectivos los dólares para importaciones preferenciales. Organismos que hoy coartan el derecho constitucional de los ciudadanos y las ciudadanas a saber a quiénes, a cuáles empresas, poseídas por cuáles dueños, se les entregó una cifra en dólares americanos que representa más de una década de importaciones no petroleras (alimentos, medicamentos, maquinarias y repuestos, bienes de capital y etc.) de un país como Venezuela.

No tenemos cómo imaginarnos tanto dinero y, sin embargo, eso puede que no sea todo. Que de la investigación sobre FONDEN, Fondo Chino y PDVSA puedan salir más desagradables sorpresas. Esa fue la tarea política que en su momento asumió la Plataforma Ciudadana por una Auditoría Pública. Hoy me planteo intentar una caracterización más adecuada de ese robo, porque creo que nada es más importante que salir a recuperar lo que malamente se llevaron. Creo que en la realización adecuada de esa tarea nos jugamos nuestras vidas, las de nuestros hijos, hijas, nietos, nietas y demás descendencia. Creo que de no asumir esta tarea estaríamos consolidando en la juventud venezolana la convicción de que Venezuela no es el país que podría albergar su futuro. De ese tamaño es el faltante en las cuentas nacionales. Desfalcaron tanto que llegaron a desfalcar la esperanza, y ahora sobrevivimos entre bachacos para los que sólo somos hueso y pellejo para comérselo a mordiscos en el más insufrible capitalismo neo-liberal, en su estado más salvaje: ¡Tanto tienes, tanto vales! ¡Quítate del medio, mira que te tumbo! Pueda que lo fuera desde mucho tiempo antes, pero desde el 14 de febrero de 2013 (todavía en vida del Presidente Chávez, a diecinueve días de su partida) la Dirección Nacional del PSUV es oficial, abierta y descaradamente cómplice de la más monstruosa y voraz piñata de los recursos financieros de todos los venezolanos y las venezolanas. Es a partir de ese día que no pueden alegar ignorancia, pues el entonces ministro del poder popular para la Planificación, Jorge Giordani, responsable directo del esquema de cambio preferencial, y a quien el Presidente Maduro no recibía en cuenta, les dice oficialmente quiénes, cómo, dónde, cuándo y por qué se están llevando los dólares del país. De acuerdo al testimonio del entonces miembro de la Dirección Nacional del PSUV, el ex ministro Héctor Navarro, presente en esa reunión, la respuesta a Giordani, por parte de la Dirección nacional del PSUV, fue el silencio más absoluto. Desde ese día, la complicidad con la estructura corrupta que controla la asignación de dólares preferenciales para


importaciones es un hecho oficial que atañe a la Dirección Nacional del PSUV en su conjunto. En julio de ese año 2013, Edmée Betancourt, recién nombrada Presidenta del Banco Central de Venezuela, dice lo que dice sobre los casi 25.000 millones de dólares, que sólo durante ese ejercicio anual, se habrían llevado "empresas de maletín". A pesar de ser estrepitosamente despedida por haber dicho lo que dijo, a Edmée Betancourt nadie la llamó mentirosa. Nadie, en el Gobierno dijo que salía de su cargo por mentirosa y, se conoció que estaba botada por lo que había dicho, y no porque lo que hubiese dicho fuese mentira. Se consolida en el Gobierno la actitud de acuerdo a la cual lo malo no es que las cosas pasen, sino que se sepan. Después, el 18 de junio de 2014, el ex ministro Jorge Giordani publica en la red su famosa carta "Testimonio y responsabilidad ante la historia" (https:// www.aporrea.org/ideologia/a190011.html). En esta oportunidad el Presidente Maduro, el entonces Presidente de la Asamblea Nacional, diputado Diosdado Cabello y el alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez asumen la tarea de enfrentar al ex ministro Giordani. Le dicen rencoroso, amargado, trasnochado y otras descalificaciones más, pero mentiroso no le dicen. Se va afianzando, con testimonios de autorizadísimos colaboradores del Presidente Chávez como Edmée Betancourt, Jorge Giordani, Héctor Navarro, el conocimiento de que, desde el gobierno, opera una estructura abiertamente corrupta que le ha puesto la mano a la entrega de dólares preferenciales para importaciones. Existe cierto consenso en que la cuenta que se ha podido sacar, a pesar de la ilegal e inconstitucional restricción informativa aplicada tanto por el Ministerio del Poder Popular para las Finanzas, como por el Banco Central de Venezuela, se aproxima o ronda la suma de 475.000 millones de dólares sólo en divisas para importaciones. Sostengo que, sin recuperar esos recursos, Venezuela no es viable. Sostengo que derrotar la actual conducta del Gobierno de Maduro/Cabello/Padrino en el sentido de impedir que fluya la información que nos permita, como pueblo organizado, la investigación del destino y la ubicación final de esos millones de dólares, es la tarea prioritaria del momento.

Gonzalo Gómez, de Aporrea:

Maduro merece ser revocado

Alexis Correia-El Estímulo| Es psicólogo y cuenta que, durante más de 30 años se dedicó a la atención de niños con necesidades especiales. Gonzalo Gómez, dirigente de Marea Socialista y uno de los máximos responsables del portal Aporrea, es un izquierdista de vieja guardia, de esos que sostienen, probablemente con ingenuidad, que lo que hay que aplicar en Venezuela es un “mejor socialismo” y que fenómenos como el bachaqueo responden a una crisis moral, no a las leyes puras y duras del mercado. Se defiende con el argumento, ciertamente irrefutable por los climatólogos, de que el planeta no aguantará 200 años más de capitalismo. Gonzalo Gómez usa la palabra “casta” para referirse tanto al chavismo desviado en el poder como a la dirigencia de la MUD. Afecto a respuestas muy largas y razonadas, más que a pastillas de 140 caracteres, pide a sus entrevistadores que no se le saquen frases con pinzas para construir titulares llamativos, aunque la tentación es demasiado grande con su posición acerca del referéndum revocatorio. —¿La mayoría de los lectores de Aporrea son opositores que fantasean con una implosión del chavismo y sus contradicciones? —Eso lo que refleja es que ellos también tienen contradicciones internas. Y afortunadamente. Lo peor que hay es el monolitismo y el pensamiento único. Además eso es bueno para Aporrea. Me parece muy bien que haya gente que tenga otras ubicaciones y que lea Aporrea. Es un resultado de lo que la gente hace con Aporrea. No pedimos ningún carnet o prueba diagnóstica para saber si una persona tiene una concepción de derecha o no la tiene. Surgimos como expresión de un movimiento popular para defender al gobierno de Chávez frente al golpe de Estado de 2002: la Asamblea Popular Revolucionaria. Esa misma noche del 11-A comenzamos a trabajar en lo que iba a ser una página para una resistencia comunicacional y mediática a la dictadura de Carmona. Después nos planteamos

ponerla al servicio de las transformaciones que había que hacer en Venezuela para que no volviera a suceder lo ocurrido. —¿El chavismo de a pie lee Aporrea? —Algunos compañeros da la asamblea nos decían: Internet no sube cerro. Se demostró que Internet no solo sube cerros, sino que también los baja. Me ha tocado ver fotocopiadoras en Caricuao sacando un folleto lleno de artículos de Aporrea para discutirlos en las comunidades. O apareciendo en las carteleras en las empresas. Hay algún sector del chavismo que siente la crítica como una agresión y que es muy reactivo frente a Aporrea. Me sorprende, porque he compartido con él hace algunos años, cuando yo estaba en el equipo político regional del PSUV, pero Jesús Faría (ministro de Comercio Exterior e Inversiones Extranjeras) dijo que ya no leía Aporrea. Muy malo para un ministro no leer Aporrea, porque es expresión de la diversidad de enfoques, de la variedad de criterios que hay dentro del chavismo. Ahí se puede enterar de las críticas, las observaciones, las propuestas. Si no lee, o no manda a leer Aporrea, está fallando como ministro. Le hago la recomendación. Además, no es verdad que no la leyera hace cuatro años, porque él tenía artículos publicados hasta hace dos años, aproximadamente. Que se acuerde. Ahí escribe mucha gente. No es una página para reproducir la propaganda gubernamental. Se debe a los movimientos populares. No somos clientelares. No somos cooptados. Tenemos pensamiento libre y autónomo. Ahí se escriben cosas hasta en contra de Aporrea. Y de Marea Socialista peor. Algunos de los fundadores de Aporrea somos de Marea, pero hay gente con otras visiones. Aporrea es una cosa, Marea es otra. Claro, Marea tiene un espacio, es obvio. Es una de las expresiones del chavismo crítico. —¿Por qué ni el chavismo crítico ni los opositores críticos de la MUD terminan de expresarse electoralmente?ven-gonzalogomez-16a


—Son procesos históricos que tienen su tiempo. Aunque a nosotros nos parezca que la gente en 1992 encontró a su líder en Chávez, eso tardó su tiempo en configurarse y concretarse. No es fundamentalmente un problema de liderazgo, aunque el tema del liderazgo es muy importante en nuestro país, y con la experiencia de Chávez lo sigue siendo. Es una ventaja contar con liderazgos, pero también puede ser el problema, si no se desarrolla abajo un conjunto de cuadros, de dirigentes comprometidos con la organización y formación del pueblo. Esta nueva situación requiere unos tiempos de maduración que a lo mejor no coinciden con los tiempos de resolución práctica de las situaciones. Por ejemplo, que venga un proceso electoral, no esté consolidada una alternativa distinta y caigamos otra vez en ese ping pong entre un polo y el otro. El voto puede ser utilitario, prestado, momentáneo, para conseguir un efecto. Eso ha pasado aquí y la oposición no lo entendió. Creyó que el chavismo estaba liquidado. Y ojo, cuando hablo de chavismo no hablo de gobierno ni de dirigencia del PSUV, estoy hablando del chavismo como fenómeno social y político, como orientación vinculada con claves de soberanía, participación popular, distribución del ingreso, beneficios sociales y otras cosas positivas y también negativas. Hay una masa social flotante que está muy confundida y que está terminando de ubicarse. Ya no podemos hablar del polo de la revolución y el de la contrarrevolución. O el polo de la izquierda y el de la derecha. Si lo vemos desde el punto de vista social, hay un solo polo. El del capitalismo, constituido hoy por la burocracia y por los sectores capitalistas tradicionales. Y el polo del pueblo, aunque no se identifique a sí mismo. La supuesta izquierda de hoy está aplicando las políticas de la derecha de siempre. Y hay sectores de la derecha que a veces desbordan al gobierno por la izquierda, porque el gobierno se ha vuelto tan conservador que a veces desde la supuesta derecha proponen cosas que pueden ser hasta más progresivas. —Un columnista de Aporrea, Oscar

Heck, planteaba hace días la posibilidad de un golpe de Estado militar, chavista y revolucionario, ante el hecho casi inevitable de que la MUD ganará las próximas elecciones. ¿Qué pasa en la izquierda cuando la democracia se convierte en un problema? —Los logros revolucionarios no se perderían porque haya elecciones. Si las elecciones voltean la situación, es porque ya los logros revolucionarios se vinieron perdiendo antes. O sea que el problema no son las elecciones. Lo que tenías es que tener una política para no perder las elecciones. Pero si tienes una política que descarga el peso de la crisis sobre el pueblo, donde dices que es guerra económica, pero no tomas en cuenta que hay corrupción y no corriges… cosechas los resultados. Nadie puede venir a decir que él va a decidir. “Como el pueblo se va a equivocar decidimos los militares, o los altos funcionarios”. Lo principal es ubicarse primero en la Constitución. Las elecciones son un derecho del pueblo. Y también una obligación, porque la Constitución establece que debe haberlas, y tiene lapsos y períodos. La propia oposición se olvida de eso. ¿Tú has visto a la oposición pataleando por las elecciones de gobernadores y de alcaldes? ¿Ah, y por qué será? Es una pregunta que uno se puede hacer. Nosotros estamos de acuerdo con que se hagan todas las elecciones que haya que hacer, de acuerdo como lo establece la Constitución. Y estamos de acuerdo con que se respete el derecho a un referéndum revocatorio. —La pregunta del momento. Olvídese por un momento de todo lo que representa para usted la MUD. ¿Ir o no ir en condiciones desventajosas a la recolección del 20%?ven referendo1 —Maduro merece ser revocado. Por las políticas que viene desarrollando y por lo que está haciendo con el proceso revolucionario. Él y el conjunto del sistema alrededor de él. Esa burocratización, esa corrupción bolivariana y esa desviación. Merece ser revocado por el propio pueblo chavista. El gran problema es que no se ha configurado todavía la nueva referencia de

recuperación y relanzamiento del proceso revolucionario, rescatando las claves originales, pero superando y enmendando errores y vicios. En la práctica, de hacerse el referendo, y de ser revocado Maduro, y luego ir a un proceso de elecciones —suponiendo que fuera este año, que se dice que eso ya no puede ser— hay muchas probabilidades de que gane la oposición. Y sabemos que eso sería igual o peor, aún cuando pudiera provocar alguna sacudida. Nosotros hemos dicho que hay que respetar el derecho al revocatorio, como parte de la Constitución que impulsó el proceso y el chavismo. Si el resultado no es el mejor, no le echemos la culpa al revocatorio, ni a la Constitución, ni a la democracia. Tenemos que buscar esa culpa en otra parte. Pero por eso no nos hemos lanzado ni a la recolección de firmas, ni podemos decir hoy en día que firmaríamos para revocar a Nicolás Maduro. Pero eso no está sellado. Depende de qué pase con el pueblo. Hay mucha incertidumbre. Evaluaremos y tomaremos posiciones. Nosotros no queremos revocar a Nicolás Maduro para que venga la oposición. Quisiéramos revocar a Maduro para recuperar el proceso revolucionario con sus principales valores, las grandes virtudes que tuvo. Hay que construir la nueva fuerza social capaz de hacer eso, y a eso estamos llamando. Ahí entran sectores que incluso que se le voltearon a Chávez en el camino. Recuerda que aquí buena parte de los sectores de clase media profesional apoyaban al proceso. No nos vamos a poner tajantes con esas líneas divisorias artificiales. Si es el seno del pueblo, de la gente, si no es en el seno de las cúpulas, creemos que hay mucho espacio. Por cierto, estamos a favor del multidiálogo. Diverso, plural, amplio. No de que la MUD y el PSUV decidan todo. —El libre mercado obviamente no arregla todo, pero en Venezuela los controles ha causado un desastre. ¿No cree que ha habido cierto desprecio hacia las leyes de la economía en la izquierda? —En primer lugar, desde la izquierda es desde donde se le ha dado más importancia a la economía, empecemos por los estudios de Marx sobre el capital. Ahora, ha habido distintas visiones desde lo que se ha entendido como izquierda. Por ejemplo, no es lo mismo el control estatal burocrático, sin participación del pueblo, que el ejercicio de una moderación sobre variables económicas para que no sea todo fruto de las llamadas fuerzas del mercado, que en realidad está sujeto a los grandes poderes económicos. No es lo mismo el ejercicio de un control donde hay participación de la población, de los sectores sociales, de los movimientos, de los niveles científicos, profesionales, culturales, que concurren en tratar de estructurar una forma de conducir el país. Eso no es lo mismo a que una cúpula burocrática tome las decisiones por su cuenta y que se las imponga al resto. Ese no es el modelo que estamos promoviendo. El control de cambio fue indudablemente necesario durante un período de tiempo para enfrentar la fuga de capitales. Llegó un momento en que ese control de cambio fue fisurado y no sirvió el mecanismo. ¿Es el control de cambios el que genera la corrupción o es la corrupción la que genera las fallas en el control de cambios? No nos acostumbremos a que desde el gobierno digan: “Nosotros no mostramos las esta-


dísticas porque es un asunto de seguridad de Estado”. El problema está en cómo hacemos para que no cedamos ese espacio como ciudadanos. Porque al final nos terminan involucrando en un sistema pervertido y mafioso, que tiene sus altos niveles pero también gente abajo en el bachaqueo. —Diga un momento de la historia en el que haya funcionado el socialismo como sistema económico. —Cuando haces esa pregunta generalmente es para decirle a uno: “Lo que funciona es el capitalismo y el socialismo nunca ha funcionado”. No, el capitalismo parece que tampoco funciona. O funciona para algunos. En algunos países, pareciera que hay cierto bienestar y logros. Generalmente tienen dominio trasnacional, semicolonial o directamente colonial sobre otras naciones. Gozan de un excedente que utilizan para mantener bien a su propia población, pero a costa del resto del mundo. O a costa de la depredación de la naturaleza y de la aniquilación del planeta. Si todos sabemos cómo está el problema climático, entonces sabemos que este modelo no da para mucho más. Nos está llevando a la autodestrucción. El hecho de que estés viviendo cómodamente por un tiempo no significa que no vas al despeñadero. Después, los pueblos luchan. Para mejorar sus condiciones de vida, para quitarse de encima la opresión, para tener mayor posibilidad de desenvolverse. Esas luchas dan lugar, en momentos históricos, a procesos revolucionarios. —O sea, el socialismo es más un devenir que un ser.socialismo mst —Pudiera ser. Porque los procesos pueden llegar o no llegar a donde tienen que ir. Reivindico todos los procesos revolucionarios principales que ha habido en la historia de la humanidad. Como hecho histórico. Y que han llevado a derribar gobiernos opresores, conseguir mejoras sociales, tener algunos avances importantísimos, al menos relativos, en algunos períodos de esos procesos revolucionarios. Pero tenemos un problema: han terminado o burocratizándose, usurpando una casta social el poder al pueblo. O han terminado siendo infiltrados e inoculados por el capitalismo y el capitalismo brota de nuevo, surge y se replantea. Nosotros no reivindicamos lo que identificamos como estalinismo. Una cosa es reivindicar la revolución rusa y otra reivindicar la existencia de castas burocráticas con regímenes de partido único, con políticas autoritarias, represivas. No me vengan a decir que una empresa estatizada, manejada por un puñado de burócratas, donde liquidan incluso al control obrero, tiene algo que ver con la transición al socialismo. No, es una degeneración, otra expresión del capitalismo. Está por hacer. Lo que sabemos es que tenemos que cambiar el sistema capitalista. —¿Cuántas visitas tiene Aporrea? —Tiene su flujo y reflujo durante el año. Depende también del calor de la situación política. Un día bajo puede ser de 50.000 visitas. Uno alto, en más de 150.000, con algunos picos especiales en que hemos llegado a 400.000 visitas en un solo día. Una barbaridad, hasta se nos ha caído la página. Acumulamos entre 1,5 y 2,5 millones de visitas mensuales. Es la octava novena o décima página entre los medios digitales venezo-

lanos. Ahora, tienes que tomar en cuenta una cosa. No tenemos detrás televisoras, periódicos, empresas, industrias, bancos, cadenas radiales, aun cuando tengamos conexión con los medios comunitarios alternativos. Estamos hablando de gente que funciona desde sus casas y de sus centros de trabajo. Hay gente que pregunta: ¿dónde está el edificio de Aporrea? No funcionamos con infraestructuras. Podemos funcionar donde sea. Y nuestro esquema es también ese: cuando sea, donde sea, como sea y como quieras. Ahí estamos, compitiendo contra dos cercos mediáticos. Un cerco privado, ligado a los intereses capitalistas. Pero no quiero ser absoluto: siempre hay intermedios, matices, gente que se sale de la línea. No los tengo clasificados a todos. Pero gran parte de los medios de Venezuela son privados, vinculados con empresas y con intereses económicos y políticos. Y tenemos un cerco corporativo estatal, e incluso uno paraestatal, porque hay gente del proceso revolucionario, entre comillas, que en vez de construir el sistema de comunicaciones del poder popular, de las comunas, de los movimientos, de los trabajadores, de los campesinos, se ha dedicado a construir hegemonía comunicacional privada. A participar, meterse o estar conectado con la compra de periódicos, emisoras, para tener supuestamente medios de comunicación del proceso o que no sean de la oposición. Y resulta que es un proyecto particular, privado, de poder burocrático. Eso no es comunicación del poder popular, del pueblo. No es lo que nosotros buscamos. Antes decíamos: Aporrea rompiendo el cerco mediático. Hoy lo ponemos en plural. Si es crítico, cuestionador, con denuncia, planteando que las cosas deben ser de otra manera, no hay cabida en los medios del Estado. Eso es contrario al proyecto revolucionario. Eso no ocurría con Chávez. Un diagnóstico para Venezuela “Hay descontento, malestar, algo de desesperanza y de desmoralización. La situación económica está golpeando mucho a las familias, les está restando tiempo para sus asuntos particulares y de organización popular”.

Vigencia del eslogan de “No Volverán” “Ya han vuelto. Pero han vuelto desde adentro del mismo gobierno. Con gente que procede de la oposición política, o de los grupos económicos, o de nuevos sectores capitalistas que se han alimentado con el gobierno. La corrupción es contrarrevolucionaria. Aunque se manche el concepto de socialismo y después la gente diga: ‘¡Ah, bueno, eso es el socialismo! ¡Estatismo, destrucción de las empresas, corrupción, ineficiencia!’. No. Eso es lo que se ha creado como fruto de la congelación del proyecto revolucionario. Lo que tenemos hoy es el fracaso del capitalismo en una de sus expresiones”. La Asamblea Nacional “No ves a la oposición haciendo campaña contra el Arco Minero. Emitieron una postura de rechazo, pero no han movido un dedo. No los ves peleando por mejorar las condiciones económicas de la gente. No ves una acción concreta, por ejemplo, para que se haga una auditoría pública y ciudadana de los capitales fugados. No hablo de los opositores, ciudadanos normales y corrientes, estoy hablando de las cúpulas. El gobierno actual aplica el paquete de la MUD y ellos recogen el fruto”. Los CLAP “Es un pequeñísimo consuelo, sobre todo si se empieza a utilizarlo como un mecanismo de domesticación y condicionamiento clientelar. No puede ser que si estás caliente con las políticas del gobierno, o seas opositor y caceroleaste, entonces cuidado porque no te vamos a dar lo del CLAP. Y eso yo lo he visto. ¡Y así no es!”. La idealización de Chávez “Estamos hablando de una inspiración, de una orientación, no de un Dios. A lo mejor su hiperliderazgo era más fuerte que él mismo, porque se convirtió en una devoción que surgió en el pueblo. Hicimos críticas a Chávez, y Chávez se molestó, pero algunos se molestaron más que Chávez. Porque Chávez respetó los espacios de crítica. Roncaba, protestaba, decía: ‘¿Ustedes critican? Yo también, y hablo duro’. Pero podías seguir hablando”.


Colombia: La necesidad de construir una comunicación para la paz Aram Aharonian Los colombianos han sobrevivido los últimos 52 años soportando guerras, torturas, asesinatos, desapariciones, masacres… Millones de colombianos fueron desplazados de sus tierras, sus querencias, miles y miles fueron muertos, otros muchos tuvieron que exiliarse. Y en este marco, la prensa hegemónica, concentrada como en casi todos nuestros países, cartelizada como en pocos, imponía el clima de guerra, de represión, que solo beneficiaba a los dueños de las tierras y de los negocios, fueran éstos legales o no, no importaba. La prensa hegemónica está encabezada por varios grupos empresarios, que tiene a sus medios como cabezas de playa de sus intereses económicos y políticos: Organización Luís Carlos Sarmiento Angulo (El Tiempo, City TV entre otros), Organización Ardila Lulle (RCN, NTN24), el Grupo Santo Domingo (Caracol TV, El Espectador, Cromos, radio Blu) , la Organización Radial Olímpica, Felipe López Caballero (Revistas Semana y Dinero) y el grupo español Prisa, propietaria de la poderosa Radio Caracol. Ellos escribieron el relato de la larga anoche de la guerra, de acuerdo a sus intereses y a los de sus patrocinadores y crearon el imaginario para la instalación de nueve bases estadounidenses en el país. No cabe ninguna duda que hace falta democratizar la comunicación y la información, que es importantísimo desconcentrar la propiedad de los medios. Pero, lamentablemente, esto no está dentro de las prioridades del proceso de paz, Muchos trabajadores de la prensa (además de sindicalistas, defensores de los derechos humanos, campesinos) fueron asesinados y otros debieron salir del país para preservar sus vidas y las de sus familiares. Claro: en Colombia, había una violencia cotidiana, institucionalizada, reproducida en los medios, que llegaba a sectores como el de mujeres, trabajadores, indígenas, negros, pobres, árabes, izquierdistas, campesinos, sindicalistas. Y en una guerra, la primera víctima es la verdad. ¿Verdad? En una nación sumida desde hace más de cinco décadas en un conflicto social y político de expresión no solo violenta sino también armada, la peor parte de esa política de satanización de los medios recayó en el eslabón más débil de la

cadena: los medios no comerciales, alternativos o independientes, populares, étnicos y/o comunitarios. Y la mejor parte la llevó por varias décadas una alta burguesía que, en su afán por el lucro, siempre se opuso a una política de paz que mermara sus ganancias. Quizás por temor a los cambios democráticos y sobre todo a ser afectados en sus intereses económicos y de influencia en la opinión pública, es que los dueños de los medios han definido por décadas una línea adversa a las negociaciones de paz y hostil a toda iniciativa y propuesta de la guerrilla. ¿Cómo hablar de una comunicación para la paz en un país donde hasta no hace mucho tiempo el gobierno negaba la existencia de un conflicto, donde los periodistas y los medios se abstenían de hablar de los falsos positivos y de las masacres de campesinos e indígenas? ¿Cómo hablar de paz en un país que aloja bases extranjeras? ¿Cómo se hace para cambiar el chip? ¿Será que los grandes medios se volvieron democráticos? ¿O será que la guerra ya no es negocio y que ahora para los negocios hace falta la paz? Un acuerdo no garantiza la paz, es solo un marco para construirla. Y el otro marco debería ser la justicia. Justicia también para establecer los mecanismos que muchas empresas utilizaron para apoyar y financiar a grupos paramilitares, cuyas acciones causaron miles de muertos, torturados y desaparecidos en todo el país, violencia de la cual finalmente ellos se lucraron para ampliar sus propiedades y riquezas. Un periodismo en deuda Un periodismo para la paz debiera preguntarse sobre los culpables corporativos del asesinato de tres mil sindicalistas, entre los que se encuentran transnacionales del banano (La Chiquita Brands), del carbón (La Drumond), de las bebidas y alimentos (Coca-Cola y Nestle), dar a conocer los nombres de los empresarios que se han beneficiado con el despojo de millones de hectáreas de tierras –y la expulsión de millones de campesinos y la muerte de otros miles– entre los que se encuentran las empresas del azúcar, de la palma aceitera, del banano, los ganaderos, y los bancos y grupos financieros. Un periodismo para la paz debiera inves-

tigar y denunciar a las empresas mineras, y sus socios locales, que han destruido ecosistemas y han expulsado de sus territorios a indígenas, afrodescendientes y campesinos a lo largo y ancho del país, empresas entre las que se encuentran la Pacific Rubiales o la Anglo Gold Ashanti. La gran prensa –también de empresarios de bien, que auspició en forma directa la guerra– ha difundido la falacia de que el responsable exclusivo del conflicto interno ha sido la guerrilla y que tanto el Estado como las clases dominantes son unas mansas palomas, que habrían actuado en defensa propia. Ahora, cuando se habla de una “justicia transicional” que incluya entre los responsables del conflicto armado a empresarios, éstos y sus voceros han dicho que eso es inaudito, aun cuando hasta los manipulados juicios de Justicia y Paz con los paramilitares hayan generado 12 mil procesos de investigación que comprometen a empresas colombianas y extranjeras, como financiadoras del paramilitarismo y sus múltiples crímenes, genocidio y masacres. Este proceso hacia la pacificación fue impulsado, y esto no hay que olvidarlo, por el reclamo del pueblo en las calles, los senderos, las veredas de todo el país. Trabajadores, estudiantes, universitarios, campesinos, desocupados, víctimas, perseguidos, académicos, profesionales que, codo a codo, demostraron que juntos son mucho más que dos Pero el de una comunicación para la paz no es solo un problema semántico. Es un problema cultural. Es el reconocimiento del otro y antes que eso, es el conocimiento del otro, no la negación, la invisibilización, la criminalización, el ocultamiento de la otredad. Es el reconocimiento de la diversidad étnica, cultural y sexual, es el “descubrimiento” del pluralismo y el debate de las ideas. La manera en que los medios de comunicación presenten la información que tienen es también un desafío importante para el logro de la paz, en la medida en que son ellos quienes tienen la posibilidad de influir de manera positiva o negativa en la opinión pública, lo cual, sin duda, es fundamental para que los procesos de construcción de paz se visibilicen o se mantengan


inadvertidos. Los medios y la desestabilización Pero, ¿dónde estamos parados? Hoy, todas las luces de alarma permanecen encendidas en el norte y en el sur del sur ante la ofensiva restauradores del viejo orden neoliberal. Las fuerzas más reaccionarias del mundo han intensificado sus campañas para desestabilizar nuevamente a varios gobiernos latinoamericanos, en una experiencia que bien puede ser aplicada en cualquier país latinoamericano cuyos recursos naturales sean apetecidos por las potencias centrales. La creciente y orgánica participación de los medios de comunicación cartelizados –nacionales y extranjeros– en la preparación y el desarrollo de las guerras y planes desestabilizadores demuestra que estos se han convertido en verdaderas unidades militares. Si hace 40 años necesitaban de fuerzas armadas para imponer su proyecto, hoy el escenario de guerra es simbólico y hoy no hacen faltas bayonetas ni tanques: les basta con el control de los medios hegemónicos para imponer modelos políticos, económicos y sociales. La guerra se traslada al espacio simbólico, a la batalla ideológica, a la guerra cultural y, por ende, las armas para esa nueva confrontación son diferentes. Ya no son metralletas, sino micrófonos, computadoras, teléfonos, cámaras de video… La guerra por imponer imaginarios colectivos se da a través de medios cibernéticos, audiovisuales y gráficos. Y para esas batallas hay que saber cómo usar esas armas, apropiarse de las nuevas tecnologías, saber cuál es la masa crítica a la que queremos dirigirnos, aprender a diseñar y producir contenidos de calidad para poder pelear en ella: no copiar formatos, agendas, discursos ni estéticas de los medios hegemónicos. Pero… ¿en mano de quien están los grandes medios de comunicación en Colombia? Hoy somos víctimas de lo que se da en llamar la guerra de cuarta generación y que los sufrimos en nuestros países como terrorismo mediático, donde la cartelización de los medios imponen imaginarios colectivos, verdades virtuales muy distantes de las verdades reales, pero que influyen en la conducta de los pueblos. Los ejemplos son muchos: Venezuela desde 2002 hasta hoy, Ecuador, Bolivia, los golpes “blandos” en Paraguay y Honduras, la desestabilización financiera en Argentina en 2015 y el golpe judicial-parlamentario-mediático de hoy en Brasil En medio de esta pelea por masificar nuestros mensaje, para romper el bloqueo informativo y comunicacional, nos damos cuenta que la caja de herramientas con que contábamos ya no nos sirve. No logramos masificar nuestro mensaje, porque carecemos de medios masivos y/o porque no hemos sabido crear redes que masifiquen mensajes. Seguimos siendo reactivos y no proactivos, porque no sabemos informar sino denunciar, porque seguimos copiando modelos exógenos, seguimos comprando espejitos sin lograr sacudirnos el coloniaje cultural. ¿Para qué queremos nuevos medios, nuevas frecuencias si no contamos y sumamos nuevos contenidos que tengan que ver con nuestras idiosincrasias, nuestras

luchas, nuestros anhelos, nuestra memoria? ¿Cuándo vamos a construir nuestra propia agenda y dejar de de ser reactivos a la agenda del enemigo? ¿Cómo vamos a romper esta ilógica lógica comunicativa desde organizaciones verticales? La horizontalidad ayuda a construir unidad, en procesos de organización, con movilización. La vieja caja de herramientas ya no nos sirve. La academia poco nos ha ayudado en los últimos 40 años, y ni siquiera ha sumado teoría a la praxis elaboradas por nuestros pueblos, nuestros movimientos. Hay un nuevo concepto, el del mediactivismo, que rompe con la concepción y la práctica de la comunicación política de la izquierda tradicional: el lenguaje, la capacidad expresiva de los movimientos, no es ya sólo un tubo por donde lanzar mensajes críticos o revolucionarios, quizá contrahegemónicos, sino un espacio político que hay que construir. Hay que superar la idea clásica de órgano o medio de expresión y por ello es importante el uso de tecnologías abiertas, plataformas colectivas o cooperativas, para avanzar en el concepto de espacio público comunicacional. La comunicación no es un instrumento de la acción política, sino la acción política misma. Hoy, la producción de imaginario es un sector decisivo del proceso general de trabajo. La tarea del activismo mediático no es resistirse a la transformación que se está produciendo en la esfera de la información y en la mente colectiva, ni oponer una naturaleza humana verdadera y anclada en el pasado a la deshumanización del proceso capitalista, sino activar y reactivar constantemente las capacidades cognitivas, emocionales, creativas, que la transformación antropológica en curso tiende a desactivar, paralizándolas y sometiéndolas a la competencia económica. La contrainformación, entendida como información independiente, sigue siendo indispensable para saber cosas que el sistema mediático dominante trata de ocultar e invisibilizar. Pero eso no basta, porque así nunca lograremos contrarrestar la capacidad de creación de conformismo de las grandes corporaciones mediáticas mundiales. No se trata de descubrir y denun-

ciar permanentemente la explotación y la violencia. Debemos construir la forma de escapar de esta especie de solución final. En la formación del imaginario colectivo no se trata sólo del volumen de información, de la potencia cuantitativa del mensaje que el poder sea capaz de enviar hacia la mente colectiva. Hay más: existe la sensibilidad, la angustia, el inconsciente y por eso los mensajes del establishment van dirigidos a las percepciones y no al raciocinio de las personas. La construcción es desde abajo El problema más importante es el de inventar nuevos formatos, nuevos lenguajes de recombinación de lo visual. ¿No será necesario transformar las formas de militancia que hemos heredado del siglo XX, formando comunicadores capaces de crear espacios de comunicación feliz? El militante lleva dentro de sí la batalla, la lucha, el sacrificio de la propia vida en nombre de una tarea histórica superior. Un acuerdo de paz no genera automáticamente la paz: es apenas el marco jurídico para construirla, respetando la diversidad, la pluralidad, recuperando la memoria histórica: un pueblo que no sabe de dónde viene difícilmente pueda saber hacia dónde ir, difícilmente pueda construir su futuro. Durante siglos, los planes colonizadores nos dividieron para dominarnos. Recitamos que América latina y el Caribe es una región de paz y se mantendrá así si sabemos respetar a cada uno de los miembros de nuestra colectividad nuestraamericana. De nada sirve construir la paz hacia adentro, si recitamos agresión y desestabilización hacia los vecinos. Tenemos doctorados en lloriqueo y denunciología, y creemos que eso es resistencia. Llevamos más de 520 años de resistencias y no hemos comprendido que vivimos un cambio de época, en el que debemos comenzar a construir: una nueva comunicación, base elemental en la lucha por una sociedad más democrática, participativa. Pero, claro, es más fácil denunciar y llorar. La construcción se hace desde abajo, ladrillo a ladrillo, hombro con hombro, colectivamente. Lo único que se construye desde arriba… es un pozo…


Debate:

El naufragio del Banco del Sur Néstor Restivo-Página12| Entre los temas que quedaron en el tintero de los gobiernos progresistas de Sudamérica está el Banco del Sur (BS), cuya acta fundacional se firmó en Buenos Aires en 2007 y su convenio constitutivo, dos años después en la isla venezolana Margarita. Entró en vigencia en 2012 y en 2013 se hizo la primera Reunión del Consejo de Ministros, pero no prosperó. Buscaba fondear obras de infraestructura, ciencia y técnica, sociales, educativas, culturales, de desarrollo de cadenas de valor regionales y otras, con el espíritu integracionista y soberanista que había entonces en los países miembros: Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Y preveía sumar luego al resto de la Unasur. Mucho se dijo de la responsabilidad brasileña en el virtual entierro del BS (los Congresos de Brasil y Paraguay son los únicos que aún no lo ratificaron), pero, asumido eso, se había llegado a una instancia en la cual el resto de los países debía avanzar, y no se pudo, no se supo o no se quiso hacer. En el actual contexto de reflujo y restauración neoliberal, con el indisimulable aliento del Norte que por todas las vías busca demoler al Mercosur, la Unasur y la CELAC –ahí están José Serra como canciller del gobierno golpista brasileño o una OEA recargada con el sospechoso Luis Almagro al frente–, sólo empujan Bolivia y sobre todo Ecuador, que hace unos días organizó un encuentro para retomar el BS. Viajó inclusive el ex ministro argentino Axel Kicillof. Pero el Banco está paralizado, y hay una historia detrás. Tensiones Corrido Brasil, por una estrategia propia que se mencionará más adelante, no de las reuniones formales pero sí de las negociaciones que trataban de avanzar, el canal Caracas-Buenos Aires enfrentó muchos escollos, pese al empuje que daban Quito, La Paz y Montevideo. Sin Brasil, Argentina y Venezuela pasaban a ser las mayores economías del bloque, pero hacia 2014 y 2015 ya atravesaban problemas, sus reservas habían enflaquecido y el ciclo de alza del chavismo y el kirchnerismo estaba detenido.kirchner, evo, lula, chavez Hubo “empecinamiento venezolano”, dijo una fuente argentina partícipe de las negociaciones, para tener no sólo la sede en Caracas, algo aprobado, sino también la presidencia del BS, que Hugo Chávez había prometido a Eudomar Tovar, del Banco Central en su país y hombre fuerte también en el ALBA. La mayoría de los socios rechazaba eso y promovió o aceptó sin oposición la candidatura argentina a la presidencia, que Cristina Fernández de Kirchner hizo recaer en el economista Arnaldo Bocco, ex director del BICE y del Banco Central. En varias capitales del Cono Sur participaron de febriles tratativas los dos funcionarios mencionados más el uruguayo Pedro Bonomo, que en su país presidía la Corporación para el Desarrollo; los ministros ecuatorianos Andrés Arauz y Pedro Páez Pérez (este último con ideas más radicales), y representantes de los otros socios. El equipo argentino en Economía y Cancillería, así

como el resto de los funcionarios sudamericanos, empujaron las negociaciones. Pero caído Brasil, debieron conformarse con una constitución de mínima para empezar a parir el BS. No sucedió, pese a lo magro del esfuerzo financiero requerido. Capital Si en un primer momento, teniendo a Brasil adentro, el capital total debía ascender a 20.000 millones de dólares y el suscripto, a 7200 millones (Brasil, Argentina y Venezuela pondrían 2000 millones cada uno, Ecuador y Uruguay sendos 400, y Bolivia y Paraguay 200 por país), cuando se quiso evitar el naufragio se planteó un capital mínimo para siquiera ponerse a funcionar. Sólo alcanzaría a 4 millones para Argentina y Venezuela, 400 mil dólares para Uruguay y Ecuador y 100 mil para Bolivia. Ni eso fue suficiente. ven ali rodriguezEn 2015 hubo, en junio, un primer ensayo de directorio en Quito, con mesa y sesión como si ya estuviera funcionando el BS. Y en octubre, la Segunda Reunión de Ministros en Buenos Aires, que en Cancillería coordinó el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales Carlos Bianco. Pero sólo La Paz y Quito tenían listo ese capital básico, apenas para comenzar a operar. Por esos días vino a la capital argentina otro chavista de peso, Alí Rodríguez, y le confió a amigos porteños que “ya Venezuela no está para el BS. Con Chávez, Kirchner y Lula sí, pero ahora no es viable”. Ex funcionarios argentinos coinciden que la situación financiera no era la misma que en 2007. Pero discrepan entre si sólo fueron razones materiales o si también faltó decisión política. En ambas reuniones se tironeó hasta por los sueldos de los directores y del staff técnico, por la sede, por la presidencia que Venezuela pretendía a la vez (se fijaron entonces dos subsedes además de Caracas: La Paz y Buenos Aires) y por la cuenta específica que cada Banco Central debía transferir al BS. Uruguay, por ejemplo, fue enfático en que no giraría ese dinero a Caracas por “falta de transparencia”. En lo técnico, hasta se embarró la negociación pues se fijó que 90 por ciento del aporte debía ser en dólares y 10 por ciento en moneda nacional, pero Ecuador… no tiene moneda nacional. Se superó eso estableciendo 100 por ciento en la divisa verde, pero hasta en ese punto hubo arduas tratativas y el tiempo se consumía. Brasil El banco iba a tener tres tipos de acciones y también emitiría bonos. Hasta se fijó que cuando todo avanzara y se constituyera el capital real para empezar a otorgar créditos (proporcionales y repartidos en obras por todo el Cono Sur) los demás socios de Unasur pondrían: Chile, Colombia y Perú 970 millones de dólares cada uno y Guyana y Surinam, sendos 45 millones. Desde Unasur un entusiasta secretario general, el colombiano Ernesto Samper, así como Correa y Evo hacían lo propio. Pero diciembre de 2015 encontró todo peor, Argentina con nuevo gobierno y cambio de


régimen y Venezuela hundida en una crisis de proporciones. ¿Cómo jugó Brasil? Como se dijo, en lo político la ausencia de su compromiso fue otra clave, para algunos la mayor más allá de las desavenencias de los demás socios. Para otros podía haberse avanzado igual. Brasil privilegiaba otros fondeos: crear el Banco del BRICS con Rusia, India, China y Sudáfrica; reimpulsar el Fonplata, una institución ya constituida desde los ‘60 y ‘70 (“en una reunión del BS lo plantearon, pero era para distraer o bombardear el proyecto del Sur”, dijo una fuente) o, sobre todo, no perder el rol que cumple su propio Banco Nacional de Desarrollo.br bndes El BNDES es una institución fortísima en Brasil y un motor del expansivo regionalismo de las empresas privadas de ese país, que reciben créditos blandos para invertir en el exterior, pero con los dólares impedidos de salir de Brasil. “Brasil vino a todas las reuniones formales del BS. Pero en los hechos no quería avanzar y no participó de las negociaciones en las cuales intentamos acelerar con el resto de los socios. Además estaba el tema de que firmas financiadas por el BNDES habían sido expulsadas de Ecuador (la constructora Odebrecht) y Bolivia (la empresa OAS). Y si bien Néstor (Kirchner) convenció a Lula de amigarse luego con Correa y Evo, había tirantes y Brasil privilegió su propio banco y no quería un competidor como el BS”, afirmó otro negociador. El BNDES hizo ganar a Odebrecht, OAS y otras firmas muchas obras en el Cono Sur, incluido en Argentina. Empresas brasileñas participan de licitaciones y se asocian a otra local. Así Brasil, vía BNDES, fondeó proyectos y bienes y servicios, por ejemplo la venta de aviones Embraer a Aerolíneas Argentinas o actividades de Camargo Correa. Pero como sólo está habilitado a prestar a empresas brasileñas sin que los dólares salgan de su país, hacen su negocio y perjudican financieramente al otro: no ingresan reservas al país donde se hace la obra (como ocurre en general con una inversión extranjera, que va al Banco Central, engorda las reservas y se emiten pesos) y para peor al país receptor luego le queda deuda externa. Sin contar que muchas de esas inversiones vienen atadas a condiciones de recursos humanos brasileños. Por eso Itamaraty siempre vio al BS como un rival, y no lo avaló. La gestión de Dilma Rouseff, en su primer gobierno, con un

equipo económico más neoliberal que el de Lula, agravó las cosas. Lo máximo que lograron negociadores argentinos en Brasilia, de entre los más afines al integracionismo del Sur, fue un “avancen en la institucionalización del BS y vamos viendo como nos sumamos”. Pero no hicieron mucho. Soberanía unasur banderasEl BS hubiera sido un motor más para los déficits de infraestructura y otros que tiene la región. Y con un perfil soberanista más marcado. En el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la presencia de EE.UU. traba siempre un mayor y mejor compromiso. Se aprovechó más la Corporación Andina de Fomento, que por cierto, cuando el BS asomó en el horizonte, cambió convenientemente su nombre al actual CAF-Banco de Desarrollo de América Latina… Pero no son estructuras excluyentes. Se pudo haber avanzado más, como en tantas otras cosas, durante los años que siguieron a la década neoliberal de los años ‘90. Y no se logró más allá de que, de haberse constituido del BS, hoy estaría tan vapuleado por quienes quieren volver a los tratados de “libre comercio” tipo ALCA o a las políticas antidesarrollo y antisocial, como lo están el Mercosur y las demás construcciones de mayor autonomía en Sudamérica. Integración -En 2007, en Buenos Aires, se firmó el acta fundacional del Banco del Sur. -El proyecto de integración financiera no pudo avanzar pese a la presencia de gobiernos progresistas en la región. -Hubo responsabilidad brasileña en la parálisis del Banco del Sur. Los Congresos de Brasil y Paraguay son los únicos que aún no lo ratificaron. -A la vez, el resto de los países debía avanzar pero no se pudo, no se supo o no se quiso hacer. -El Banco del Sur hubiera sido un motor más para los déficit de infraestructura y otros que tiene la región. -Se pdo haber avanzado más durante los años que siguieron a la década neoliberal de los años 90. Y no se logró.

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Pepe Mujica: Los tratados deben servir para que vivan mejor los pueblos y no para que bajen los costos las transnacionales José Pepe Mujica|

Mi saludo fervoroso, esperanzado, con una gota de interrogante, a todos los señores legisladores, particularmente, a quienes nos representan en la Mesa (de parlamentarios de América Latina y Europa, Eurolat) y muy particularmente a los de mi patria, América Latina. Nuestra época es compleja, señores legisladores. Nunca el hombre tuvo tantos recursos, tantos medios como para poder barrer las necesidades básicas no resueltas. Nunca tuvo el hombre tanta tecnología, tanta ciencia. Nunca el hombre pudo despilfarrar dos millones de dólares por minuto en presupuestos militares; nunca tuvo tantos desafíos, porque hoy, el hombre puede crear ríos nuevos, puede poner mares al Sahara; tiene fuerza suficiente. Sin embargo, no puede consigo mismo. Ha desatado una civilización que no domina. Ha sustituido los dioses de las viejas religiones por el dios mercado. Cosa curiosa: nunca ha tenido tanto adelanto tecnológico y, sin embargo, se suicidan más personas en el mundo que las víctimas de las guerras más los homicidios.guerras Algo anda bastante mal en el seno de nuestra civilización. Tiene tanto miedo el hombre, que por eso nos hemos tornado pacifistas. Somos una especie de leones vegetarianos, porque hay varios arsenales atómicos como durmiendo, como esperando, que tienen la potencialidad de barrer las vidas de la tierra, y seguimos jugando con la guerra. No nos queremos dar cuenta de que podemos ser el animal capaz de eliminar a su propia especie y a las demás. Entonces, no luchamos solo por la paz en Colombia: imploramos por la paz en todos lados, porque una chispa inopinada puede abrir las puertas a un salvajismo de dimensiones siderales. En ese plano está la economía y el reparto. El capital está superando largamente a la tasa de crecimiento de la economía del mundo. Por lo tanto, la concentración de la riqueza se multiplica y, a pesar de que la economía crece, más lo hace su concentración, y uno se encuentra con países formidables, como Estados Unidos, donde sus obreros metalúrgicos están ganando lo mismo ‑en términos promedio‑ que lo que ganaban sus abuelos.

Ha habido, hay y habrá tratados de libre comercio. En parte, lo festejo, pero ¡cuidado! los tratados tienen que servir a los pueblos para que vivan mejor y no para que solo bajen los costos un puñado de empresas transnacionales sin que los pueblos participen de lo que significa el desarrollo económico. Ese es el desafío. Yo sé que la historia nos identifica con Europa. Mi apellido es Mujica Cordano Giorello: para más datos, vasco e italiano, y así le sucede al grueso de los habitantes de mi país. No se puede renegar del idioma ni de la cultura a la que uno pertenece: esa es la historia. Desde ese punto de vista, el sueño de identificación económica con Europa parece el más sensato y el más lógico, pero hay que decir la verdad sin ambages: esto lleva muchos años Hoy, la geopolítica de la economía nos vuelca hacia otro lado. Por lejos, el principal comprador que existe en América Latina es China, y uno tiene que pensar qué pasa con la agricultura francesa y qué pasa con la agricultura polaca en cualquier proyecto de integración con América Latina. Si yo fuera un agricultor francés, me opondría. Es decir: hay ondas palpitaciones sociales que se oponen y hay que tener la valentía de reconocerlo; hay que lidiar con todo eso. A su vez, el drama de Europa es que si no es con nosotros ¿con quién será? Porque el mundo está a los tumbos, tendiendo a organizarse de manera supranacional. Así como las clases sociales tienen edades, los trabajadores del futuro no son los trabajadores de mi niñez; serán calificados y con túnica. Las generaciones que están viniendo tendrán que ver el gigantesco avance de las máquinas inteligentes sustituyendo el trabajo humano, y la humanidad tendrá que luchar por acortar la jornada de trabajo o los días de trabajo. Inevitablemente, habrá convulsiones, porque los robots multiplicarán la productividad, pero no consumen, y eso es un problema que la humanidad del futuro tiene por delante, que no podrá evitar. Mientras haya sociedad humana, habrá conflictos. Si fuéramos dioses, no necesitaríamos de la política. La razón esencial y estratégica de la política es reconocer la existencia del conflicto y tratar de amortiguarlo, porque el hombre es una criatura egoísta, como cualquier otro animal: lucha

por su vida y la de sus seres queridos, pero es gregario. No puede vivir en soledad y, por ello, precisa sociedad. Para que exista sociedad, tiene que existir política que amortigüe las contradicciones que tienen las sociedades. En el horizonte inmediato, el peor problema es el reparto de la riqueza. Se le puede poner mil lenguajes, pero riqueza sobra en este mundo, aunque está pésimamente repartida. Ese es un problema estratégico que está amenazando a la democracia, porque la disyuntiva de nuestra época está pautada por esta contradicción. El mundo camina hacia una plutocracia, que va a dejar al Estado nacional y a la república democrática como reliquias, plutocraciaporque el verdadero poder va a estar en una riqueza concentrada en un puñado de transnacionales o corremos el riesgo de ver autoritarismos nacionalistas defensivos, como conoció la década del treinta. Cualquiera de los dos peligros son una acechanza contra la democracia y no hay otra respuesta que agrandar y profundizar la democracia. Pero, para que la democracia sea una realidad de derecho, tiene que ser una realidad económica. Por eso, a los más jóvenes que están aquí, les agradezco. Les va a sobrar trabajo. Y recuerden: finalmente, la política no es una profesión. El que crea que la política es una profesión, más vale que se dedique a otra cosa. Al que le guste mucho la plata, que se meta en el comercio, en la industria, en la multiplicación de la riqueza ‑hay que aplaudirlo‑ y que pague impuestos. El que se dedique a la política tiene que saber que tiene el deber de vivir como la inmensa mayoría de su pueblo ‑no como vive la minoría privilegiada‑ y dedicar su vida a los bienes públicos. Y luchen para que las herramientas políticas no se confundan y puedan sacar de sus entrañas a los que se confunden, a los que entran a la política para hacer plata. ¡No! Tener el honor de representar es un tipo de compensación que merecería otra consideración. La política es el honor de servir a la sociedad y al destino. Sin política, en el sentido más profundo, jamás habrá libertad duradera. *Discurso de José Pepe Mujica en la Apertura de la 9a Sesión Plenaria de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana – (Eurolat), Montevideo, 20 de setiembre de 2016


Monsanto-Bayer

Silvia Ribeiro

y el control digital de la agricultura

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El miércoles 14 de septiembre Monsanto aceptó finalmente la tercera oferta de Bayer para comprarla, lo que convertirá a Bayer en la mayor empresa global de agrotóxicos y semillas, además de ser una de las mayores farmacéuticas. Pero siendo de gran magnitud y con impactos de amplio alcance, es apenas una de varias fusiones recientes entre trasnacionales de agronegocios. Hay también movimientos entre las empresas de fertilizantes, de maquinarias y las que poseen bancos de datos que influyen en el proceso agrícola, en una batalla por quién controlará no sólo los mercados, sino también las nuevas tecnologías y el control digital y satelital de la agricultura. Varios factores influyen en la aceleración de los procesos de fusión que comenzó en 2014. Uno de ellos es que los cultivos transgénicos se están topando con muchos problemas, lo cual acicatea a las gigantes de transgénicos a buscar posiciones más firmes frente a lo que parece ser una fuente de vulnerabilidad creciente. Es significativo que un diario conservador como The Wall Street Journal reconozca que el mercado ha sido afectado por las dudas de los agricultores de Estados Unidos sobre los cultivos transgénicos, ya que después de 20 años en el mercado muestran numerosas desventajas: supermalezas resistentes a los agrotóxicos, rendimientos que no equiparan el alto costo de las semillas transgénicas, ni el costo de aplicar más cantidad y más fuertes agrotóxicos para matar malezas y plagas resistentes, ni el aumento de trabajo para controlar las hierbas. El desplome de los precios de las commodities agrícolas aceleró el malestar, llevando a que agricultores que sembraban transgénicos vuelvan a buscar semillas no transgénicas, más baratas y con igual o mejor rendimiento. (The Wall Street Journal, 14/9/16, http://tinyurl.com/gtemcmo) Monsanto Si se permite la fusión con Monsanto, Bayer pasará a controlar cerca de un tercio del comercio global de agrotóxicos y de semillas comerciales. La operación sigue a las de Syngenta-ChemChina y DuPont-Dow, en un vertiginoso proceso de fusiones y adquisiciones en la industria semillera-agroquímica. Monsanto, Syngenta, DuPont, Dow, Bayer, Basf juntas controlan 100 por ciento del mercado de semillas transgénicas, que ahora quedaría en manos

de solamente tres empresas. Estas fusiones están bajo escrutinio de varias agencias anti-monopolios, por constituir bloques que tendrán enorme poder en mercados claves y seguramente producirán aumento de precios de los insumos agrícolas. Además forzarán más leyes y regulaciones a su favor, contra la soberanía alimentaria y las semillas campesinas. Sólo el hecho de que tres empresas controlen todas las semillas transgénicas debería ser un argumento suficiente para cualquier país para rechazar estos cultivos, por la inaceptable dependencia que significan. Pero el contexto de las operaciones en la cadena agroalimentaria es más complejo, e incluye también a los próximos eslabones de la cadena, tal como detalla el Grupo ETC en su análisis de la fusión Monsanto-Bayer (www.etcgroup.org,http://tinyurl.com/ze6zs2l). Si bien la consolidación del sector semillas y agrotóxicos lleva décadas y está tocando techo, estos dos sectores tienen ventas mucho menores que las empresas de fertilizantes y de maquinarias, grupos que desde hace algunos años comenzaron a incursionar en el mercado de los primeros, estableciendo alianzas estratégicas. Adicionalmente, esas industrias también están en proceso de consolidación. Poco antes del acuerdo Monsanto-Bayer, dos de las mayores empresas de fertilizantes, Agrium y Potash Corp, decidieron fusionarse, transformándose en la mayor empresa de fertilizantes a nivel global. Lo cual, según analistas de la industria, presionó a Bayer a aumentar la oferta por Monsanto. monsantoParalelamente el sector maquinaria rural –que no se trata sólo de tractores y cosechadoras, sino también drones, robots y sistemas GPS que les permiten colección de datos de campo por satélite– ha venido desarrollando alianzas con todas las gigantes de transgénicos, que incluyen acceso a bancos de datos agrícolas, de suelo, clima, enfermedades, etcétera. En 2015, John Deere, con la mayor empresa de maquinaria a nivel global, acordó con Monsanto comprarle la subsidiaria Precision Planting LLD de datos agrícolas, pero fue demandado ante el Departamento de Justicia, que suspendió la compra, porque John Deere pasaría a dominar el mercado de los sistemas de cultivo de precisión y podría elevar los precios y ralentizar la innovación, a expensas de los agricultores estadunidenses que dependen de esos sistemas, ya que Precision Planting LLD y Deere pasarían a controlar 85 por ciento del mercado de cultivos de precisión. (Departamento de Justicia de Estados Unidos, 31/8/16, http://tinyurl.com/j9x6am9). Como ese acuerdo no se concretó, la subsidiaria sigue como propiedad de Monsanto y por tanto en el paquete de la nueva fusión, lo cual podría darle un nuevo lugar a Bayer en el tema de control digital y mover todas las piezas del juego. Cada vez más, el manejo de datos sobre suelo, clima, agua, genómica de cultivos, hierbas e insectos relacionados, será lo que decida quien controla todos los primeros pasos de la cadena agroalimentaria industrial. En este esquema los agricultores son una mera herramienta en la carrera de las empresas por producir ganancias –no alimentos–, lo que condiciona gravemente la soberanía de los países, y no sólo la alimentaria.


Apagón Pedagógico Global: Reformas educativas en clave de resistencias Luis Bonilla-Molina Una vorágine de mutaciones culturales presiona a los sistemas escolares en el siglo XXI, impulsando su transformación de manera acelerada; lo que permanece invariable, en la inmensa mayoría de lugares del mundo, es el sistema económico, político, social y cultural de explotación del hombre por el hombre. El cambio educativo suele venir en presentaciones de reformas y en algunos casos de revoluciones. A veces las reformas son lo más revolucionario posible en un momento histórico dado; en otros casos las reformas sólo intentan impedir revoluciones y contradicen la propia esencia etimológica de ‘acción para volver a formar’ reproduciendo las mismas políticas y prácticas que enuncian cambiar. Muchas reformas son en realidad contrarreformas que procuran eliminar o minimizar el impacto en la acumulación de capital, de importantes conquistas sociales. Dialécticamente hablando, todos estamos de acuerdo en cambiar constantemente, sólo que algunos abiertamente aspiramos que la transformación sea el camino para construir otro mundo posible de solidaridad y justicia social en el cual el ser humano deje de ser considerado un simple consumidor de mercancías. Respecto al cambio educativo actual Unesco (2015) plantea: Vivimos tiempos turbulentos. El mundo está rejuveneciendo y aumentan las aspiraciones a los derechos humanos y la dignidad. Las sociedades están más conectadas que nunca, pero persisten la intolerancia y los conflictos. Han aparecido nuevos centros de poder, pero las desigualdades se han agravado y el planeta está bajo presión. Las posibilidades de un desarrollo sostenible e inclusivo son muy amplias, pero las dificultades son arduas y complejas. El mundo está cambiando: la educación debe cambiar también. (p.3) En el presente, es creciente el interés del capitalismo globalizado por generar una centralización de las reformas educativas a escala mundial que le permita introducir de la manera más homogénea y rápida los cambios educativos que demanda el modelo de producción del siglo XXI. En contraposición, ciudadanos y magisterio entienden cada vez de manera más nítida,

la urgencia de construir una agenda internacional alternativa en defensa de la educación pública.apagon-educativo Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por los países miembros de la ONU en septiembre de 2015, expresan la tensión actual entre aspiraciones ciudadanas e intereses del gran capital. Los ODS o nueva versión de las llamadas metas del milenio (1), incorporan en esta oportunidad un objetivo específico dedicado a la educación, el cuatro, que contiene diez metas (2) las cuales exigen ser leídas, valoradas y trabajadas con una clara visión política. Hasta hace tan solo un par de décadas, el proceso de reformas había construido una imagen-pinza pública de cambios “generados” desde el nivel nacional, los cuales en la medida que fueran progresistas contarían con el respaldo de los organismos internacionales especializados en la agenda educativa. Hoy, se construye una imagen pública para las transformaciones educativas diametralmente opuesta. Las reformas educativas aparecen ahora como resultantes de un consenso mínimo internacional que guiará los procesos de cambio de los sistemas escolares nacionales. No es una novedad que el centro capitalista le imponga a la periferia la ruta de las adaptaciones que requiere el modelo de producción y sus sistemas de engranaje, en este caso el educativo. La variante en el presente viene dada por el hecho de legitimar ante el público en general, los mecanismos de determinación de la agenda de cambios desde el propio centro de gobernanza global. Ministerios de Educación Nacionales -o sus equivalentes- aparecen ahora interpelados a cambiar; ya sea conforme a las orientaciones que dictan los organismos económicos internacionales o, en la dirección convergente que acordaron sus gobiernos a través de los ODS, cuyo monitoreo, supervisión y evaluación –en el último de los casos- está a cargo del sistema de Naciones Unidas. Al ser los sistemas escolares parte sustantiva de los mecanismos de gobernabilidad de los Estados Nacionales, ello impone dinámicas de alianzas y acuerdos entre perspectivas e intereses comunes a escala planetaria por parte de quienes gobiernan;

lo cual debería hallar un correlato entre quienes resistimos. El curso que tomen los cambios educativos en cada lugar dependerá, en gran medida, de la correlación de fuerzas que caracterice al mundo político en un momento histórico dado y de las tensiones existentes entre las clases en esa sociedad. Pero, ¿cuál es el lugar de enunciación de las reformas educativas? Ante todo es importante destacar el papel de la ex URSS en el triunfo del paradigma de la educación para todos y todas. En 1917 los bolcheviques toman el poder en la Rusia Zarista e inician la revolución socialista en uno de los países más atrasados, económicamente hablando, sin acueductos, electricidad y con muy pocas escuelas. En solo décadas logran concretar una política pública que hasta ese momento parecía ser una utopía a nivel mundial: hacer llegar la educación a todo el territorio de Rusia y la Unión Soviética, es decir lograr la masificación educativa en un país. La educación para todos y todas dejó de ser una aspiración de ilustrados, maestros(as), sectores progresistas y políticos radicales en el mundo, para convertirse en un paradigma emergente de la gestión pública. aAl culminar la Segunda Guerra Mundial creció la esperanza de los pueblos del mundo respecto a las posibilidades de la educación para evitar otra confrontación a gran escala y como camino para mejorar sus sociedades. No es osado señalar que la educación de masas es una conquista del socialismo, independientemente de la degeneración burocrática y liquidacionista de la experiencia soviética desde el periodo post leninista. Por ello, el surgimiento del paradigma mundial de la educación de masas debemos ubicarlo en el marco de las tensiones propias de la crisis capitalista que llevó a las dos guerras mundiales del siglo XX y la insurgencia de la revolución rusa. En ese contexto, al finalizar la Segunda Guerra Mundial los sectores capitalistas más conservadores se vieron forzados a aceptar, no sólo la creación de la UNESCO, sino el impulso de la masificación de la educación a escala planetaria. Con la creación de la ONU se estructuran un conjunto de organismos especiali-


zados en las distintas áreas de gobierno e interés político, los cuales fueron delineados a partir de los acuerdos de la conferencia monetaria y financiera de las Naciones Unidas (1944). En el caso de la educación se asume que la tarea central le corresponde a UNESCO, quien puede establecer alianzas en determinados casos con otras agencias dependientes del sistema de Naciones Unidas e incluso más allá. Sin embargo, con el desembarco del neoliberalismo educativo en la década de los ochenta del siglo XX, organismos económicos globales como el Banco Mundial (BM) la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otros, decidieron fortalecer sus oficinas de educación y asumir un mayor protagonismo en las propuestas, diseños y orientación de las reformas educativas globales. De esa etapa hasta el presente han evolucionado adquiriendo un protagonismo central que amenaza, incluso, la continuidad de convergencia de la agenda educativa en UNESCO. Es necesario señalar que UNESCO sigue siendo -por carencia de otro espacio mundial similar o parecido- el lugar privilegiado para expresar las tensiones entre lo económico, lo político, lo pedagógico y lo social; por ello, mantiene su carácter progresivo respecto a las instancias económicas señaladas. El creciente protagonismo en la agenda educativa de los organismos económicos globales amenaza con sustraerle a UNESCO su papel de líder en el sector, dejándole sólo protagonismo en cultura y comunicación. Hoy en casi todos los sistemas educativos del mundo se habla de calidad de la educación como preocupación central de las reformas y el mecanismo hegemónico que se está utilizando para determinar su curso es el modelo del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o PISA (por sus siglas en inglés). PISA es diseñada y puesta en marcha por la OCDE, convirtiéndose su propuesta en el paradigma de la medición y estandarización educativa a nivel global. La direccionalidad es-

tratégica de la política educativa suele ser decidida por el centro de poder del sistema mundo derivado del acuerdo de Bretton Woods (1944) (3). La bitácora de las reformas educativas se inicia en las reuniones del G7 (o G8); su memorándum activa al Fondo Monetario Internacional (FMI) quien delinea la ruta de solución a los “problemas” y transformaciones que requieren los sistemas educativos nacionales para satisfacer las demandas del modelo de producción. Estas recetas generan demandas concretas para los sistemas escolares, vistos como lugares donde se forma la mano de obra especializada y/o calificada que requiere el capital en la coyuntura. El Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre otros, estructuran y coordinan las políticas económicas y sociales, así como escenarios presupuestarios financieros por regiones y países, para los sistemas educativos a partir de los acuerdos del G7 (ó G8) y el FMI. Luego, estas decisiones y orientaciones son legitimadas ante el público en general, mediante documentos, discursos, libros, declaraciones, noticias, estudios, que circulan de manera profusa en la organización y desarrollo de Conferencias internacionales, regionales, especiales, sectoriales organizadas según la magnitud de la transformación requerida, en la telaraña de instituciones pertenecientes a: 1) el sistema de Naciones Unidas (Unesco, FAO, Unicef, Pnuma, entre otras); 2) muchas organizaciones no gubernamentales internacionales y nacionales; 3) las cada día más influyentes fundaciones filantrópicas pertenecientes a grandes magnates industriales y financieros. Los debates, acuerdos y resoluciones que acompañan esta operación son difundidos de manera profusa en formatos de noticias, estudios especializados, artículos de opinión, programas especiales de TV y radio, colecciones bibliográficas, videos, hasta en canciones y películas por parte de

la industria cultural. El propósito es construir hegemonía cultural que propicie la cimentación de consenso social, respecto a la inminente necesidad de emprender cambios en una determinada dirección y sector, en este caso el educativo. Esta dinámica permea los debates nacionales y construye “viabilidad política” para emprender los cambios: La narrativa de presentación en cada país, solía ser la propia de un clamor de la ciudadanía local, ocultando –en la mayoría de los casos- su lugar de enunciación real, la teleología del cambio propuesto y la dependencia nacional respecto a centros de poder económico mundial. Estas iniciativas que antes se imponían bajo el formato inicial de “Comisiones Nacionales de Currículo” y “Comisiones de Estado para la Reforma Educativa”; hoy suelen presentarse como “Comisiones por la Calidad Educativa” y, la narrativa que las alimenta es la de la estandarización de los aprendizajes. Las reformas y contrarreformas educativas se convirtieron en los mecanismos que expresaban las tensiones entre educación para élites y educación para todos y todas. Desde la perspectiva de los intereses del gran capital se procuró hipotecar las reformas educativas a los requerimientos del modo de producción; desde las resistencias al modelo capitalista, las reformas fueron consideradas oportunidades para avanzar en el concepto de educación pública, gratuita, popular y de la calidad incluyente. Al analizar los procesos de reformas educativas generadas desde el surgimiento del Sistema de Naciones Unidas podemos identificar tres grandes ciclos, un número similar de operaciones de control de destino y cinco modas. El primer ciclo fue el de la masificación de la educación. Éste aparece vinculado a la reestructuración del mundo capitalista post segunda guerra mundial; el cual demandaba mano de obra más especializada, burocracia gubernamental capaz de absorber y comunicar los nuevos códigos de gobernanza mundial y, la generación de una inmigración masiva de sectores de la po-


blación del campo a la ciudad en los países de la periferia capitalista que posibilitara la industrialización de la agricultura. El segundo ciclo, es el de las reformas educativas neoliberales que se inicia en los ochenta con la crisis de las deudas externas, la revolución de las Tecnologías de la Comunicación y de la Información y, la reestructuración económica global. El propósito de este ciclo es la promoción de la privatización y la mercantilización educativa como mecanismos para liberar al sector público de la “carga” presupuestaria que implicaba la educación pública. El tercer ciclo, se inicia a finales de los noventa e inicios del siglo XXI; siendo éste el ciclo el de la estandarización de la evaluación de docentes y estudiantes, la expansión acelerada de la mercantilización, la virtualización de la educación y del Apagón Pedagógico Global (APG). En este ciclo se concreta el abandono de la agenda de la educación superior o universitaria por buena parte de los organismos educativos internacionales, dejando a merced del mercado y los rankings universitarios el destino del sector. Unesco, por ejemplo, una vez culminada la primera Conferencia Mundial de Educación Superior (CMES, 1998) paradójicamente cierra su dirección de educación superior. Por otra parte, en las últimas décadas se distinguen tres grandes operaciones de control de destino caracterizadas por: (a) la creciente centralización internacional de la agenda de reformas de los sistemas escolares nacionales, (b) la homogenización de las narrativas ciudadanas y gubernamentales respecto a la educación y, (c) la determinación del uso de los recursos del PIB y el presupuesto público en educación a través de la imposición de las llamadas “tendencias” del cambio. En el primero de los casos se logra construir una lógica mediante la cual las Conferencias Mundiales, Regionales y/ o Sectoriales constituyen el espacio privilegiado para consensuar las rutas marco de las reformas educativas nacionales. En ese sentido se oculta el papel de la economía en la orientación estratégica de las reformas, dotando a algunos organismos internacionales del sector educación con una especie de aureola de “neutralidad” que les faculta para elaborar documentos base, permeados por la agenda económica en educación, los cuales son presentados con el lenguaje propio de los educadores y el sector educa-

tivo. En el segundo, se logra construir un sentido común de lo educativo que tiene como rango distintivo “despolitizar” el debate en el sector. La despolitización procura ocultar la dependencia de los sistemas educativos respecto a las agendas de dominación política global. Si éstas se ocultan resulta más limitadas las posibilidades de que emerjan propuestas alternativas al modelo hegemónico de dominación, de neo colonización cultural y –como lo alerta Henry Giroux- de conformación de zombis políticos como sustitutos de la ciudadanía crítica. Un indicador claro de ello, son las dinámicas mediante las cuales los sistemas escolares fueron abandonando -progresiva y aceleradamente- las finalidades, tareas y estrategias vinculadas al pleno desarrollo de la personalidad que les caracterizó a sus inicios.ch-educacion-gratuita En el tercero, se logra consensuar la determinación de un monto mínimo del PIB (6%) y del presupuesto público (20%) para el sector de educación. Detengámonos brevemente en este último aspecto. Esta conquista de carácter progresivo, que sintetizaba una aspiración histórica del magisterio y sus organizaciones sindicales para garantizar el funcionamiento de robustos sistemas escolares nacionales y la ampliación de la cobertura de la educación pública, comenzó a ser vista como una importante porción del presupuesto público por parte de las grandes transnacionales del sector y para los empresarios locales. Cada vez más economistas, administradores, especialistas en informática, comienzan a ocupar los cargos de Ministros de Educación o sus equivalentes; en muchos casos ya ni los viceministros del sector son educadores, ni tienen experiencias mínimas de aula en los sistemas escolares. El Foro Mundial de Educación realizado en Incheon, Corea (2015) -donde se consensuaron las metas y el Marco de Acción 2030 para el sector- contó con la casi nula presencia de docentes en comparación con el protagonismo de los directores de los organismos económicos globales, los representantes de la filantropía empresarial y grandes transnacionales del sector educativo (4). En este sentido, el logro más importante de este Foro que fue consensuar un monto mínimo del PIB y del presupuesto para alcanzar metas en EPT 2030, resultó ser un escenario privilegiado para allanarle el camino a las grandes transnacionales del

sector tecnológico y de la medición estandarizada, quienes entienden el 6% PIB y el 20% del presupuesto público educativo, como un mercado global a disputar. Hoy buena parte de este monto –del PIB y el presupuesto público en educación- está siendo invertido en la compra de chatarra tecnológica de rápida obsolescencia, el cual va a parar a las finanzas de las grandes trasnacionales informáticas. Otra porción es destinada a la aplicación de las pruebas estandarizadas (PISA y Ranking universitario, como ejemplos) cuyos resultados vienen prediseñados con orientaciones para las políticas públicas educativas. Crecientes montos del presupuesto educativo se destinan en compras de materiales bibliográficos a los grandes consorcios editoriales, así como a las corporaciones de alimentos que invaden el mercado de las llamadas políticas compensatorias y los programa sociales que se viabilizan a través de la educación. Finalmente, otra porción importante del PIB y el Presupuesto Público del sector se utiliza en infraestructura y actualización de las condiciones de planta física para albergar plataformas tecnológicas. Todo en nombre del necesario cambio educativo. Paradójicamente, en momentos en los cuales se logra acordar un piso mínimo de inversión en educación, se genera una desinversión en salarios y condiciones de trabajo de los docentes y, en requerimientos que emanen de la determinación de necesidades, prioridades y aspiraciones desde las propias escuelas. Analizados los ciclos y las operaciones de control a distancia, veamos ahora el último de los elementos: las modas educativas. Ellas se convierten en elemento discursivo central sobre el cuál gravitan las reformas educativas en cada uno de los ciclos y operaciones de control. Las modas educativas que fragmentan la pedagogía El fragmento es la herramienta ontológica y epistemológica predilecta del capitalismo para imponer su dominio. Por su parte el análisis de la realidad como totalidad y la dialéctica entre lo global y lo local, emergen como antítesis de ese proceso epistémico de dominación. Por caminos distintos a los de otros campos profesionales, la pedagogía se auto constituyó en la ciencia o la convergencia de ciencias que estudian al ser humano en su proceso de aprendizaje no limitándose a lo cognitivo, sino relacionando la organización escolar con la realidad histórica, política, económica y social concreta. Esta comprensión de la relación entre el todo y las partes, dota a la pedagogía de perspectivas políticas no siempre compatibles con el sistema. Por ello, se inicia un proceso inducido desde esferas económicas, tanto en el magisterio como en las políticas públicas, de ruptura con la posibilidad de interpretación holística de la realidad. Las modas y “novedades discursivas acompañan y hacen “creíbles” para el público en general, las contrarreformas educativas que debilitan los avances progresistas precedentes. Desde los años cincuenta del siglo XX las reformas dejan de hablar de las pedagogías, sustituyéndolas en distintos momentos por alguno de sus componentes como epicentro de la actividad de cambio


educativo. Se habla de la importancia de trabajar un determinado fragmento de la pedagogía y se desacredita el potencial del conjunto de ellos actuando en la cotidianidad educativa. No desconozco con ello que detrás de cualquier enfoque pedagógico subyace una ontología y una epistemología política que condiciona su teleología. Lo que pretendo subrayar es el desarrollo de contrarreformas educativas que se fundamentan en modas educativas para romper cualquier posibilidad de interpretación de la realidad como totalidad. Primero fue la moda de las didácticas (´50s), seguida de la moda de la formación de directores, supervisores y planificadores (´60s), posteriormente las modas del gerencialismo y la evaluación cualitativa (´70s). En la década de los ochenta del siglo pasado desembarca la moda educativa de más larga duración, la del currículo, la cual se instaló en los sistemas escolares durando casi treinta años, además con concepciones curriculares separatistas de las políticas y prácticas pedagógicas. En cada una de estas modas se nos dijo que el fragmento era el epicentro de la actividad pedagógica y el elemento más importante para las reformas educativas. El común identificador de las modas educativas lo constituye, la concepción nomotética del ser humano, la invisibilización de la tríada contexto-docente-estudiante en interacción, y especialmente, la ruptura con la interpretación de la relación entre lo general y lo particular, del todo con las partes, de lo escolar con el contexto, es decir de la totalidad con lo cotidiano del hecho educativo. Esta dinámica logró permear la estructura y el diseño organizacional de muchos Ministerios de Educación, los cuales cuentan, con direcciones de planificación, currículo, evaluación, supervisión, entre otros, pero no cuentan con una instancia organizacional que las integre; peor aún aparecen separadas administrativamente en vice ministerios distintos que no se articulan entre sí. El objetivo de romper con la mirada integral e integradora del hecho educativo fue realizado mediante la imposición de modas a partir de fragmentos de la pedagogía.educacion-caric La moda más reciente es la de la evaluación de los sistemas educativos (dos primeras décadas del siglo XXI) con dos aristas centrales: la del rendimiento de los aprendizajes; limitándolo a cuatro áreas (lectura y escritura, matemáticas, tecnología y nociones de ciencia) y, de los docentes (uso del tiempo escolar, rendimiento estudiantil, mecanización de la carrera docente). En el caso de la educación superior se impone el modelo de los rankings. Se pretende ahora decir que lo importante son los resultados de estas evaluaciones y clasificaciones. A tal punto han logrado construir hegemonía para sus propósitos que buena parte de las reformas y/o contrarreformas educativas que vienen generándose gravitan y son determinadas por los resultados de las pruebas PISA/OCDE y los rankings universitarios surgidos del tejido de sistemas estadísticos internacionales promovidos por el Banco Mundial y la OCDE. Paralelo a las modas educativas, y con el propósito de destruir cualquier resistencia a la regresión educativa en marcha, se ha generado una renovada ofensiva contra el magisterio y la idea de planteles escolares. Estos mecanismos buscan socavar y

destruir el espacio de la educación pública. Veamos las expresiones de cada una de ellas. La docencia una profesión e n riesgo de desaparición La dominación y las resistencias son procesos objetivos y subjetivos, que se expresan en la realidad social, en este caso educativa. Los docentes somos actores/ autores fundamentales en la construcción de ciudadanía no domesticada, interpretación científica del mundo, el aprender a aprender y el desarrollo del pensamiento crítico. Si se indaga con meridiana precisión, encontraremos que detrás de cada proyecto emancipatorio colectivo ha sido notoria la presencia de docentes, quienes coadyuvaron a abrir -desde las ideas y el ejemplo de sus posiciones- el camino. Por ello, el capitalismo desprecia tanto a los docentes. El capitalismo ha querido arrebatar hasta la identidad a quiénes ejercen la docencia. Los apologistas del capitalismo han señalando, en distintos momentos y regiones –incluso desde paradigmas aparentemente progresistas- que, por ejemplo, no es correcto llamarse maestro o profesor. Esta línea discursiva se complementa con la que señala que “cualquiera puede dar clase y no se requiere mayor formación profesional que aquella propia de la transferencia de conocimientos” –como si la docencia y la pedagogía fueran simples tecnologías de enseñanza de contenidos- o que “la docencia es una seudo profesión de paso, es decir, para ejercerla mientras se alcanza el dominio de otra profesión de larga duración”.

Lo que está ocurriendo en muchos países donde se presentan las contrarreformas neoliberales de nueva generación (siglo XXI), no es otra cosa que un gigantesco ensayo del gran capital para aplicar la más feroz involución educativa en el plano de la educación pública con un capítulo especial en la eliminación de la profesión que lo ha caracterizado: la docencia. Si logran imponerlo en algunos países procurarán generalizarlos como nuevo modelo para América Latina y el Mundo. Estas contrarreformas en marcha en distintas latitudes del planeta, son para el capitalismo en educación del presente, lo que en los noventa fue la Chile de Pinochet. El centro de las reformas neoliberales de nueva generación apuntan a la destrucción de la profesión docente atacando: a) El prestigio, la tradición y el reconocimiento social de los centros de formación profesional, especialmente aquellas caracterizadas por su perfil crítico como las normales y muchos institutos pedagógicos; b) la estabilidad laboral, que en las décadas precedentes había logrado un estatus singular en buena parte de las legislaciones nacionales; el Caballo de Troya que utilizan para ello son las evaluaciones docentes, la imposición de nuevos modelos de sistemas de ingreso y ascenso, el horizonte difuso de los sistemas de jubilaciones y pensiones docentes, muchos de ellos generados en la frontera de lo extra jurídico. Paralelo a ello, en muchos lugares se está procediendo a la creación de un “ejército de reserva docente” que trabajaría por periodos cortos de 1 a 6 años, para lo cual son preparados mediante modelos Fast Track de enseñanza de técnicas básicas de trans-


ferencia de conocimiento. Finalmente, mediante el impulso de modelos de virtualización educativa. Si no son necesarios docentes, no existe razón en las políticas públicas para financiar o poner en marcha normales o universidades pedagógicas. Para su progresiva sustitución se diseñan programas de formación docente inicial y de formación permanente de los docentes en servicio, paralelos o independientes a los que se realizan en las normales o universidades pedagógicas en la Región. Los administradores de los sistemas educativos nacionales comienzan a aplicar el modelo norteamericano de formación docente fast track, cuyo rasgo más distintivo es la sustitución de lo pedagógico por tecnología de la enseñanza administrados por ahora en la mayoría de los casos, por y desde los Ministerios de Educación Nacional o sus equivalentes, pero que seguramente serán privatizados en el corto plazo; (c) a las organizaciones sindicales autónomas del magisterio. Para ello coaptan, condicionan o desprestigian a las direcciones sindicales más patronales, persiguen a las más combativas y colocan nuevos mecanismos y obstáculos para limitar la sindicalización y las posibilidades de procesar cotizaciones sindicales. Sindicatos débiles o sumisos no serán herramientas eficaces del magisterio para resistir; (d) el concepto de lo público, abriendo paso a la idea de mercado educativo. La profundización de las iniciativas de mercantilización y privatización educativa son crecientes, en las cuales el docente es un simple asalariado condenado a trabajar un fragmento de la mercancía educativa, objetivada en títulos. El propósito de cada una de estas iniciativas no es otro que poder mostrar que se pueden administrar y llevar adelante sistemas educativos sin maestros(as), sin profesoras(as) y sin la profesión docente. Pero la ofensiva de las contrarreformas de nueva generación no se detiene allí. El nuevo espacio de desmantelamiento de la educación pública es el plantel y el aula como lugares de encuentro y construcción del imaginario colectivo de los sistemas escolares masificados. Plantel educativo o pantalla virtual: la tecnología acecha a la escuela Si la prospectiva planificadora de los sistemas educativos, desde la lógica capitalista, ya no requiere normales ni universidades pedagógicas porque la docencia deja de ser una profesión, el capítulo siguiente de la contrarreforma neoliberal será la destrucción del plantel escolar como espacio educativo socialmente construido para la enseñanza-aprendizaje durante los siglos XIX y XX. La virtualización juega un papel especial en esta tarea. Un dato ilustra esta tendencia, durante el año 2014 desde el Banco interamericano de Desarrollo (BID) se promovió el modelo de enseñanza de “pirámide invertida” que en esencia y síntesis planteaba que dada la proliferación de computadores caseros y portátiles, los teléfonos celulares inteligentes y las tabletas electrónicas, así como la expansión de la internet y el wifi, estaba llegando el momento de desarrollar un modelo de aprendizaje “casero” basado en videos masivos y uniformes de enseñanza, en el cual la escuela se convierta fundamentalmente en un espa-

cio de evaluación. Evidentemente, ello se alimenta de la tendencia a sustituir inversión en infraestructura escolar por servicios tecnológicos -hardware y software- para mantener la expansión económica de la industria de las tecnologías de la comunicación y la información a escala global. La disputa por las partes del PIB y el presupuesto público en educación es cada vez más feroz y como en los demás campos confronta al capital nacional con el trasnacional. Todos los procesos descritos anteriormente nos han permitido señalar, desde hace ya varios años, el riesgo cierto, que en el marco de las transformaciones del capitalismo mundial del siglo XXI se genere un Apagón Pedagógico Global (APG). En la carta que el 9 de julio de 2015 doscientos treinta y seis educadores e investigadores educativos de todo el mundo le entregáramos a la señora Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, así lo alertamos. Esta tendencia a generar un APG se expresa en: (a) la fragmentación de la pedagogía, en el impulso de modas temporales de algunos de sus componentes (didácticas, planeación, gerencialismo, evaluación, currículo, sistemas de evaluación escolar) que terminan generando una despedagogización de la educación y especialmente de la escolaridad; (b) una desvaloración institucional y social de la profesión docente que conlleva a impulsar la idea que cualquier titulado puede ejercer la docencia, rompiéndose la noción de profesionalidad en el sector y de carrera docente e, incluso cuestionando la existencia de normales y universidades que forman docentes; (c) un creciente discurso de desvaloración de la escuela, del centro educativo, con alternativas que golpean la noción de educación pública, como lo son la virtualización, la educación en casa o el concepto de espacios de aprendizajes como sustitutos permanentes de plantel y aula; (d) la evaluación de aprendizajes en dos áreas cognitivas (pensamiento lógico matemático / lectura y escritura), una informativa (conocimiento sobre ciencias) y una instrumental (uso de tecnología) creando la noción que el resto de los aprendizajes son de segundo orden. Todo aquello que apunte al desarrollo integral del ser, individual y social, y la construcción de ciudadanía pasa a ser accesorio y prescindible. La estandarización de los criterios y valores de estas cuatro áreas de aprendizajes se presentan como equivalentes a la calidad educativa como aspiración ciudadana colectiva. No es osado ni delirante plantear que de

continuar esta tendencia al APG capitalista en educación, en las próximas décadas podría desaparecer la escuela y la escolaridad como las hemos conocido en los últimos siglos. El sustituto de los sistemas educativos pareciera ser una especie de apartheid educacional que llevaría la exclusión educativa a un nivel inimaginable en el presente, conduciendo a la humanidad a una barbarie civilizacional sin precedentes. El giro economicista de las contrarreformas educativas que se está imponiendo de manera abierta y sin medias tintas, obliga a abrir un debate mundial respecto a su impacto en el corto y mediano plazo. No es tiempo de lecturas románticas o aparentemente “despolitizadas”. Ni las reformas educativas ni los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son neutros y los resultados de su implementación dependerán en buena medida de la orientación política que alcance la sociedad mundial en el corto y mediano plazo.. Lo que está en juego, es el futuro de la educación pública de masas en el mundo. Es tiempo de revisar, analizar y proyectar el papel de las resistencias en la actual coyuntura de las reformas y contrarreformas educativas a escala global. Las reformas educativas que no se piensan, diseñan y aplican democráticamente con los y las docentes, terminan en dominación y conflictos para las sociedades. Quizá sea tiempo de soñar con una organización de los educadores a nivel mundial que no esté atrapada por las lógicas de los partidos del status quo mundial ni por las trasnacionales económicas; es tiempo de pensarnos desde el protagonismo central de los docentes de aula. Las resistencias son la única garantía de una educación pública para todos y todas como camino para construir juntos otro mundo posible. Notas [1] Su análisis específico escapa a los propósitos y límites de extensión de este trabajo por lo que lo desarrollaré en otro artículo. [2] Ver las metas en http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education/ [3] La Conferencia de Bretton Woods deliberó en Julio de 1944 sentando las bases del sistema monetario, financiero y de gobernabilidad que rige al capitalismo mundial desde ese momento. [4] Esto generó una firme carta de rechazo de centenares de educación en el mundo, la cual me correspondió consignar el 9 de julio de 2015 ante la Directora General de la UNESCO y actual candidata a la Secretaria General de la ONU Dra. Irina Bokova. Pueden leer y firmar la carta en la siguiente dirección electrónica https://www.change.org/p/ maestros(as)-as-profesoras-es-investigadores-asen-educacion-estudiantes-familias-organizacionesdel-magisterio-centros-de-investigacion-educativaorganizaciones-y-movimientos-soci-si-compartesel-contenido-por-favor-expresa-tu-adhesion


Se complica el camino de Malcorra hacia la ONU

Carlos A. Villalba| Diez meses después de haber sido designada al frente de la diplomacia argentina, las mieles del prestigio y el éxito que rodeaban a Susana Malcorra, comenzaban a virar hacia sabores amargos y el papelón en el que se vio envuelta a raíz de la sobreactuación, la impericia y la falta de respeto por los valores de las relaciones exteriores por parte del presidente Mauricio Macri, nada menos que frente a Gran Bretaña, parece haber dejado sin oxígeno sus intentos por ocupar la Secretaría General de Naciones Unidas, a partir del primer día de 2017. La decisión de Mauricio Macri de designar a Susana Malcorra al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (MRECIC) había sorprendido a todos, propios, extraños y, en particular, a “La Casa”, eufemismo antipolítico con que los diplomáticos egresados del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN), denominan a la Cancillería argentina. El jefe del PRO le dio la espalda al grupo de diplomáticos radicales que hicieron cola para sentarse en el sillón que usaron Rafael Bielsa, Jorge Taiana y Héctor Timerman entre el 25 de mayo de 2003 y el 9 de diciembre de 2015. En pocos meses las cosas cambiaron rápidamente para la conductora de la diplomacia local, tanto en el frente interno, como en la propia ONU donde, a las acusaciones en su contra por encubrimiento de violaciones de niños en África cometidas por “fuerzas de paz” francesas, se le deben sumar las cuatro derrotas seguidas en los sondeos entre los miembros del Consejo de Seguridad. Cayó al séptimo lugar en la ronda de comienzos de septiembre, cinco votos por debajo del portugués Antonio Guterres y, lo que le preocupa aún más, con siete países que “desalientan” su postulación, a pesar de haber recibido el apoyo del presidente chino, Xi Jinping, en la Cumbre del G-20… o tal vez a raíz de eso, en un mundo en el que el juego de las grandes potencias forma parte de una suerte de guerra fría por otros medios.

Un amigo presidencial, que supo usar boina blanca, había deslizado el nombre de quien fuera Jefa de Gabinete del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, entre los papeles del por entonces presidente electo. Jugaba a dos puntas: le arrimó respaldo político a las expectativas de encabezar la ONU a Malcorra y le sumó al ingeniero boquense una de las fichas por entonces menos cuestionadas del nuevo gabinete, por el perfil supuestamente “técnico” de la beneficiada, contra los currículos gerenciales de la mayoría de sus colegas que los ponen cada día al borde del incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos, las incompatibilidades de sus funciones o la venta de sus acciones en empresas extranjeras relacionadas con sectores de la economía nacional que deberían regular. El recién te paso por Nueva York durante la Asamblea General de la ONU y gestos como el agradecimiento de Barack Obama por la aceptación argentina de refugiados sirios -una decisión tomada en realidad hace más de dos años por Cristina Fernández de Kirchner-, parecían el escenario exacto para que la campaña de la canciller argentina retomara impulso frente a las próximas votaciones del Consejo de Seguridad. Sin embargo, todo terminó en el fracaso estrepitoso causado por la desmentida rotunda del Foreign Office británico a la afirmación de Macri acerca de que la primera ministra Theresa May estaba dispuesta a “comenzar a conversar” sobre la soberanía de las islas del Atlántico Sur, durante un encuentro de pasillo al que se encargó de sepultar calificándolo de “breve” e “informal”. Fotocopia Vaticanaar La ingeniera electrónica rosarina, no residente en el país, que comenzó a trabajar en la estadounidense IMB en 1979 y a partir de 1994 se pasó a Telecom donde escaló hasta convertirse en su CEO, necesitaba sumar a su foja el apoyo político. El ex capo de SOCMA y actual multiaccionista de empresas offshore sumaba una perla a un vestido chorreado

de empresarios y carente de políticos, salvo los mendicantes que se le sumaron desde la UCR. Ese fue el acuerdo informal con Macri, quien daba sustento político a su candidatura, mientras ella cubriría con una estola de “mujer conocida” los primeros pasos internacionales de su gestión, en base al trato que tuvo como funcionaria con líderes mundiales, incluido el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. El diseño fantaseado en plena borrachera del éxito electoral que instaló a las corporaciones transnacionales en la Casa Rosada, coronaría con la frutilla de una representante “propia” al comando de las Naciones Unidas que, para el equipo amarillo del PRO, constituiría un equivalente laico al obispo argentino y peronista que se sienta en el sillón de San Pedro. Con una candidez impropia del cargo que ocupa y escasa fineza diplomática, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se atrevió a decir que "los argentinos ya tenemos a Bergoglio en el Vaticano, a Messi en el Barca y sólo falta Malcorra en Naciones Unidas". En los despachos de la Casa Rosada relacionados con los “asuntos estratégicos” critican -en sordina pero con dureza- a la canciller; consideran que las acciones que adopta la todavía jefa de la diplomacia, incluido el “acuerdo” con Gran Bretaña, luego desagiado en “anuncio”, buscan fortalecer su postulación a la conducción de la ONU por encima de los intereses del conjunto del gobierno. Las fuentes, a pesar de trabajar para el presidente Macri, opinan que al no ser un especialista en los manejos de política exterior, el mandatario “deja hacer” a la ingeniera devenida en funcionaria internacional. En el propio Palacio San Martín, pasada la luna de miel con el cuadro de “alto rango del sistema multilateral”, arrecian las críticas. Otra vez su aspiración a reemplazar a Ban Ki-moon ocupa el centro de la escena, con una percepción de que todo el trabajo de los diplomáticos baila al compás de la “ambición personal” de Malcorra, quien diseñó dos giras mundiales, con más de 15 destinos extranjeros y casi un mes afuera


de la Argentina que, a entender de los que saben fueron diagramadas “a la medida exacta del traje de candidata”, y costeadas con fondos del erario público. De alguna manera ella reconoció la situación a través del cable interno del MRECIC que se vio obligada a circular a sus “Estimados colegas” el 26 de mayo a las 15.21, en el que les manifestó que “Nada de lo que haga en estos meses de ´campaña` me apartará de los principios que me llevaron a aceptar este desafío” y les adelantó que “en las próximas semanas me espera un agenda muy activa”. Malvilands, Falkvinas Las aguas se inquietaron más aún a partir de los anuncios de Malcorra y el ministro británico de Asuntos Exteriores, Alan Duncan, en el marco del Foro de Inversión y Negocios porteño, al que el macrismo y su prensa denomina “Mini Davos”, en contraste orgulloso con el Foro Económico Mundial que se realiza en esa ciudad suiza, con la presencia de los principales líderes empresariales, líderes políticos internacionales, premios nobeles e intelectuales de renombre. Los diez puntos del comunicado fueron aceptados por la canciller sin el concurso de los asesores de Balcarce 50, que “llegaron tarde” con su intento de corrección. La comunicación busca de manera obvia instalar al gobierno argentino mucho más cerca del británico de lo que estuvieron las anteriores gestiones, incluso de lo que quieren los políticos del PRO, quienes saben de la sensibilidad nacional frente a la problemática de la recuperación efectiva de la soberanía que los argentinos tienen sobre las Islas Malvinas y los demás archipiélagos usurpados por Londres. Incluso, reinstala el memorándum de 1989, recordado por la política de “paraguas”, anunciado por Carlos Menem que, en su dificultoso inglés, planteó esconder la soberanía bajo una “umbrella”; contradice las resoluciones de la ONU que instan a Londres a abrir negociaciones sobre el tema, y despertaron sospechas entre la dirigencia opositora sobre una “jugada” de Malcorra para tratar de evitar el veto del Reino Unido a su candidatura a la ONU.

Las críticas surgieron, siempre bajo reserva de anonimato, dentro del propio macrismo, teniendo en cuenta que las áreas oficiales no diplomáticas involucradas en un tema de estas características, como Asuntos Estratégicos, Legal y Técnica o Energía y Minería, no fueron consultadas por Cancillería para la elaboración del paper leído de apuro en el Centro Cultural Kirchner, más allá de que la lógica de relacionamiento internacional de las autoridades nacionales pasa, precisamente, por “facilitar” cualquier tipo de desembarco transnacional sobre los bienes naturales comunes del país, a los que consideran meros “recursos naturales” transables. El párrafo referido al t;fortalecimiento de la relación bilateral y la búsqueda de soluciones de los problemas globales dentro de los marcos multilaterales que correspondan", se relaciona con las precisiones de Malcorra al diario británico The Guardian un mes atrás, en plena campaña por su candidatura cuando, además de adelantar la intención de ampliar los vuelos desde y hacia las Islas, expresó su anuencia a generar “un joint ventures argentino-británico de exploración de petróleo alrededor de las islas Malvinas”. En realidad, ese tipo de alianza estratégica es utilizada por empresas, e incluso por estructuras gubernamentales, para ampliar espacios para sus negocios y ampliar mercados, no siempre de manera equitativa sino en beneficio del protagonista de más peso. En el caso malvinero, la supuesta ”articulación de empresas”, le abriría a Gran Bretaña la posibilidad de la explotación hidrocarburífera alrededor de Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y de los espacios marítimos argentinos circundantes. El tema amplía las grietas en las relaciones del oficialismo con la oposición, además de constituir uno de los ejes capaces de nuclear rechazos contra el Ejecutivo nacional, por encima de las diferencias de distinto tipo que el oficialismo riega con paciencia, con los ojos puestos en las elecciones del año próximo. Hasta el senador radical Julio Cleto Cobos, titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de la cámara Alta, apoyó el reclamo iniciado por

el senador chubutense del FpV-PJ, Juan Mario Pais, respaldado de sus colegas Juan Manuel Abal Medina, Marcelo Fuentes y Ruperto Godoy, para que Malcorra comparezca ante la misma para aclarar las intenciones del “acuerdo”, los radicales se sumaron a la exigencia y hasta la Mesa Nacional de la CC-ARI de Elisa Carrió expresó su preocupación por el acuerdo. ar-macri-doscaras Todo lo contrario a lo que deseaba Macri en su primera participación ante la Asamblea General de la ONU, a la que llegó atajándose con un "hay que bajar las ansiedades" y asegurando que “no hay ningún acuerdo”. La normativa vigente en la materia, en especial la ley 26.659, de la que es autor Fernando Pino Solanas, prohíbe desarrollar actividades hidrocarburíferas sin autorización nacional en la Plataforma Continental Argentina y expresa cuáles son las condiciones para la exploración y explotación. A juicio de los críticos de la iniciativa de la canciller el Gobierno no podría avanzar en estas conversaciones, ya que acciones de esas características implicarían “un reconocimiento de facto de derechos británicos sobre el territorio argentino”. El presidente de Parlasur y ex canciller argentino, Jorge Taiana, consideró que, con esas condiciones el actual gobierno aceptó la decisión británica de “desmontar las medidas legales que ha venido aplicando nuestro país para resguardar sus derechos y sus recursos naturales no renovables por tratarse, además, de acciones expresamente prohibidas por las Naciones Unidas” y constituiría el primer paso del Reino Unido para avanzar sobre “una agenda que aspira a superar los logros que obtuvo la Argentina en años recientes”. Tampoco se privó de calificar de “papelón” el minué de afirmaciones, desmentidos e insistencias presidenciales entre Macri y Malcorra, a partir del “breve intercambio con Theresa May”, tras el cual el presidente argentino “ha salido a decir que eso es conversar sobre soberanía”. Yes, Mr Obama ninos-cuadroCon las visitas de Barack Obama a Buenos Aires en marzo, y la de su secretario de Estado, John Kerry, en el mes de agosto, la administración Macri buscó mostrar una supuesta “reinserción en el mundo” del país, contra lo que considera el “aislamiento” kirchnerista, que dio prioridad a relaciones independientes con Latinoamérica y el Caribe, los BRIC´s, Rusia, China y organizaciones regionales como UNASUR, CELAC y un Mercosur con Venezuela como miembro de pleno derecho. A pedido de Francia y Estados Unidos, Argentina se comprometió a recibir 3000 refugiados provenientes de Siria, en lo que pareciera constituir otro de los puntos de la “campaña Malcorra”, que hasta logró incluir en el acuerdo anunciado en el CCK que Londres elogie la decisión de establecer ese “programa” en el marco de la "Crisis de los Refugiados". Nadie da cuenta de la forma en que se calculó esa cantidad de refugiados, un número que, para un tema con connotaciones políticas, migratorias, económicas, de seguridad y, en particular, de inteligencia, es elevado. Otra vez la sobreactuación del equipo Malcorra, genera rispideces en otras áreas del Ejecutivo, e incluso de la Cancillería.


paz” de la ONU, documentadas por Unicef. La denuncia fue formulada por el director de las Operaciones de Campo del organismo, Anders Kompass, veterano luchador sueco de los derechos humanos, que debió renunciar al cargo tras filtrar el caso a las autoridades del Gobierno de François Hollande y ser acusado de no cumplir con los “protocolos” de la institución. Dominó

Dibujos de niños refugiados sirios De apuro, sobre todo ante la llegada de Kerry, distintos despachos del Ministerio de Relaciones Exteriores desempolvaron propuestas y planes de trabajo de la gestión anterior relacionados con potenciales refugiados sirios y con los desplazados sirios en Líbano. Finalmente, la canciller logró que el tema fuese uno de los puntos principales de la rueda de prensa brindada junto al secretario de Estado de EEUU, una foto que le garantiza instalación en los principales medios de prensa del mundo, que siguen con preocupación el desplazamiento de millones de personas desde las zonas de crisis. Los principales funcionarios migratorios argentinos, manifestaron su preocupación por la selección de los refugiados y por la forma en que se hace “inteligencia” sobre ellos, una tarea para la que el país carece de la preparación y los recursos suficientes, como quedó demostrado con los errores, anuncios y desmentidas a que se vio obligada la cúpula del Ministerio de Seguridad, que primero creyó detener a un “terrorista” libanés, que en realidad era libio y no era “terrorista”, y pocos días después se vio obligada a otra desmentida tras alertar sobre la presencia del Estado Islámico en el país, que en realidad no era real. ninos-cuadro1 Fuentes que participaron de alguna de las reuniones vinculadas con el “Programa Siria” -en realidad establecido desde el 14 de octubre de 2014 por el gobierno de Cristina Kirchner-, apuntan que los informes de las autoridades de Migración contabilizan 1500 sirios llegados al país desde aquel momento; la idea de la conducción política de la diplomacia es “descontar” esa cifra de los 3000 comprometidos ante Obama y Kerry. Por otra parte, los responsables de las autorizaciones migratorias, tienen datos sobre decenas de esos refugiados que en los últimos meses salieron y regresaron al país más de una vez, lo que genera su preocupación, ya que quieren evitar “comerse” cualquier acción delictiva cometida por alguno de ellos. Presidente guionado Un gobierno gestual como el de Mauricio Macri y Jaime Rolando Durán Barba, se apoya una y otra vez en su propio relato, sin buscar anclajes reales que lo sustenten. Pura tecnología comunicacional, sobre un proceso de toma de decisiones definido por los intereses de los grupos más concentrados de la economía sentados de modo directo en el gabinete argentino. El plano internacional es un territorio más complicado que el de las visitas programadas a determinadas casas de familia,

que hasta lo llevan a “pedir el baño a una vecina”, siempre mencionando el nombre de la elegida o el designado por el libreto de su equipo. No alcanzan los espejitos de colores que, en realidad, son la prenda que el capital transnacional y Estados Unidos como potencia regional pretende entregar a cambio de que el país cumpla sus condiciones, económicas y geopolíticas. En ese exacto resquicio se intersecan Susana Malcorra y Mauricio Macri. Sus posibilidades dependen de un juego que la rosarina tiene cubierto por el lado de Washington pero que no controla en el espacio de los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad: Gran Bretaña, China, Rusia y Francia, cualquiera de los cuales, con su solo veto, la saca de carrera y deja al mandatario sin premio y sin focos internacionales. Muchos de los anuncios internacionales de la Cancillería parecen responder a un plan de granjear simpatías hacia su jefa o, al menos, de evitar enojos que conduzcan al veto de los “cinco grandes” de la ONU. La situación se complica más para la dama, si se tiene en cuenta que en sus oficinas reposan los pedidos de exhorto girados por el juez Sebastián Casanello, quien investiga las irregularidades financieras del mandatario argentino destapada por los Panamá Papers, convertidos en “Macri Papers” a partir de la existencia de cuentas y compañías offshore, supuestamente en vigencia durante el ejercicio de sus funciones públicas y no declaradas.panamapapers-macri El cajoneo o la desidia en la tramitación de esos trámites constituiría un nuevo mal precedente en una foja de servicios ya cuestionada en el seno del organismo multilateral, en particular a partir de las acusaciones en su contra por supuesto encubrimiento de violaciones de niños en África, cometidos por tropas francesas de los “cuerpos de

A esta altura, la suerte de Malcorra es incierta. Lo único seguro es que el primer aniversario de Macri en la Rosada encontrará al Palacio San Martín en nuevas manos…, por ascenso o por eyección. El tema, que no le quita el sueño al Presidente, tendrá sin embargo sus consecuencias; este como cualquier gobierno, puede sufrir un remezón fuerte ante la salida de uno de los miembros del gabinete nacional. Más allá de las ganas de algún ministro de sentarse en el sillón que supieron ocupar Domingo Cavallo en 1989 o Torcuato Di Tella y sus “Historias de Winnie The Pooh” para los kelpers, la baja de la canciller puede empujar una verdadera “corrida” en el equipo de gobierno. También puede ser el espacio necesario para convertir una baja forzada en la limpieza de las fichas averiadas del Ejecutivo. Patricia Bullrich tiene todos los boletos para zarpar pronto del Ministerio de Seguridad, una función a la que fue convocada sin anteceddominoentes que la avalasen, como quedó demostrado una y otra vez desde su asunción misma, a través de errores, furcios y de un afán de exhibición impropio de la prudencia y las certezas que exige un tema como el que tiene a cargo. Juan José Aranguren, Ministro de Energía y Minería, solo se sostiene en función del empecinamiento de Macri, tras el desastre que generaron sus decisiones tarifarias que pusieron al país al borde del desastre y arrimaron las protesta contra el Gobierno hasta los barrios que diez meses atrás lo habían votado. El incumplimiento del Código de Ética en la Función Pública y la incompatibilidad entre su pertenencia a Shell hasta hace poco más de un año y por ser propietario de millones de pesos en acciones de la compañía a la que debe regular, lo ponen también en la línea de partida al cumplirse el primer aniversario de la instalación del gobierno de las orporaciones en la Casa Rosada. *Sociólogo y periodista argentino.Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico


100 años de agresiones de los Estados Unidos

Cuminó en Margarita la XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal), agrupación creada en plena Guerra Fría contra el orden establecido por las superpotencias, para defender la neutralidad, la independencia y la autodeterminación de los países, muchos de ellos surgidos luego de cruentos procesos de descolonización. A mediados de los 90 desapareció el bloque soviético y se creyó que la vigencia del Mnoal había desaparecido con él. Sin embargo, fue lo contrario, la potencia que quedaba siguió actuando. Mutaron las formas, pero el fondo es el mismo: violentar soberanías y neocolonizar. Las incursiones militares e injerencismo de estos “amos del mundo” en los últimos 100 años son la prueba. 1916 Marines de EEUU desembarcan en República Dominicana. Toman el control e imponen un gobierno militar bajo el mando del contraalmirante Harry Shepard Knapp. Ocho años duró la ocupación. 1917 Tropas estadounidenses acantonadas en la Base Naval de Guantánamo invaden Cuba para favorecer la reelección del conservador Mario García Menocal y sofocar la sublevación del ex presidente José Miguel Gómez. 1918 Al final de la Primera Guerra Mundial, temerosos del bolchevismo, EEUU junto a los aliados intervienen en la Guerra Civil rusa al lado de las fuerzas del Movimiento Blanco antibolchevique que antes habían perdido la revolución de octubre de 1917. Panamá La intervención militar de EEUU derivó en un decreto del presidente Ciro Urriola que anuló las legislativas de ese año, cuyos resultados no favorecían su mandato. 1919 Marines ocupan puertos hondureños con el argumento de “mantener el orden público y crear una zona neutral” durante la sublevación para derrocar al conservador Rafael López Gutiérrez, defensor de los intereses norteamericanos. 1920 Tropas estadounidenses desembarcan en Guatemala para “proteger la vida de los ciudadanos estadounidenses” durante la insurrección popular que derroca la tiranía de Manuel Estrada Cabrera. 1921 Washington interviene en un diferendo limítrofe entre Costa Rica y Panamá, animado por las bananeras United Fruit Company y American Banana Company. EEUU impone más tarde a Panamá el fallo White, obligando al país centroamericano a ceder parte de su territorio a la vecina Costa Rica. 1922-1941 EEUU incrementa sus tropas en China. Unos 5 mil hombres permanecen en el país, así como 44 buques navales custodian costas y ríos.

1924 Desembarcan tropas estadounidenses en Honduras y ocupan Tegucigalpa en medio de un conflicto entre las compañías bananeras United Fruit Company y la Coyumel Fruit por la concesión de tierras. 1925 En Panamá, 600 marines desembarcan para reprimir la “huelga de los inquilinos”. 1926 Marines desembarcan en Nicaragua ante la incapacidad del presidente Adolfo Díaz para resistir las “agresiones de los agentes del bolchevismo (que ponen en peligro) los intereses de Estados Unidos”. Durante siete años los invasores intentan repeler, con la ayuda de la Guardia Nacional, a los nacionalistas liderados por Augusto César Sandino. 1927 EEUU realiza el primer bombardeo aéreo en América Latina al atacar la aldea El Ocotal, Nicaragua, donde mueren 300 personas. Esta es la respuesta del capitán G.D. Hatfield a la negativa de Augusto César Sandino de deponer las armas. 1929 Marines asentados en Haití bombardean Cayes, con el objeto de sofocar las protestas por la cancelación del proceso electoral previsto para ese año, realizada por Joseph Borno, presidente impuesto por EEUU en 1922. Al día siguiente, vuelven a disparar contra campesinos, dejando un saldo de 21 muertos y 51 heridos. 1932 El desbordamiento popular debido a la cancelación de las elecciones, en las que participa el Partido Comunista Salvadoreño (PCS) provocó un desbordamiento popular para exigir el derrocamiento de la dictadura. La insurrección es brutalmente reprimida por la Guardia Nacional y organizaciones paramilitares con apoyo de EEUU. Farabundo Martí es fusilado. 1946 Estalló en Irán la primera confrontación de la posguerra entre Estados Unidos y la Urss. EEUU ocupaba el sur del país y la Urss el norte (donde estableció las repúblicas de Azerbaiyán y Kurdistán). Para Truman, presidente de EEUU, Irán tenía tanta importancia estratégica que amenazó soltar una bomba nuclear si las fuerzas soviéticas no se retiraban. No era una amenaza vacía: en 1945 soltó dos bombas atómicas en Japón). Poco después las fuerzas soviéticas se retiraron de Irán. 1947 Luego de la Segunda Guerra Mundial, militares de EEUU e Inglaterra apoyan la monarquía en Grecia y enfrentan el movimiento insurreccional encabezado por la resistencia que había luchado contra el fascismo. 1948 a 1954 Se produce la rebelión de Hukbalahap, organizada por soldados del llamado Ejército Antijaponés, contra el Gobierno filipino. Esta rebelión comenzó durante la ocupación japonesa de Filipinas La CIA intervino a favor de Japón y el Gobierno filipino.


Panamá 1989 1950: Corea Se desata la guerra entre las dos Coreas, el Norte, apoyado por China y la Urss, y el Sur por EEUU. El conflicto llegó al término de amenaza nuclear. Puerto Rico Una rebelión popular por la independencia, conocida como el Grito de Jayuya, fue aplastada por EEUU. El pueblo de Jayuya es atacado por aire y tierra con centenares de víctimas. 1954 Se produce la operación encubierta de la CIA en Guatemala para derrocar al presidente Jacobo Arbenz por oponerse a los intereses de la United Fruit Company y emprender una reforma agraria. 1955 Comienza la guerra de Vietnam. El Sur con el apoyo de EEUU se enfrenta al Norte, respaldado por China y la Urss. Se calcula que murieron 5 millones de personas. 1956 La nacionalización del Canal de Suez, vía para el tránsito del petróleo del Medio Oriente, promovida por Nasser, provocó una invasión militar apoyada por EEUU. 1958 La VI Flota desembarcó en las costas del Líbano para hacerle frente a un movimiento nacionalista que comulgaba con las ideas promovidas desde la unidad Egipto-Siria (1956) en Oriente Medio por el presidente Gamal Abdel Nasser. Esa visión caló en el Líbano, considerado bastión de los intereses occidentales en la región. 1961 Exiliados cubanos anticastristas realizan una operación militar apoyados por EEUU para invadir Cuba por Bahía de Cochinos. 1962 En plena Guerra de Vietnam, EEUU desplegó uno de los bombardeos más brutales de la historia sobre Laos y Camboya. Más de 260 millones de bombas de racimo fueron descargadas (media tonelada por habitante). 1963 EEUU ocupa la República Dominicana luego de provocar el derrocamiento del presidente Juan Bosch. En 1965, el coronel Francisco Caamaño lidera una insurrección para reponer el orden constitucional violado en 1963, y Washington lo enfrenta con más de 40 mil marines. 1964 Fuerzas del Comando Sur arremeten contra una protesta popular por el izamiento de la bandera de ese país en el Canal de Panamá. El monumento Los Mártires de Colón incluye los nombres de 22 personas asesinadas. Brasil El presidente brasileño João Goulart es derrocado por iniciativa de EEUU. Goulart había emprendido una reforma agraria y medidas que exigían a las transnacionales invertir sus ganancias en Brasil. Los militares golpistas iniciaron una cruenta dictadura que se extendió por 21 años. 1965 Una operación militar de la CIA provoca el derrocamiento del presidente indonesio Sukarno. Más de 500 mil personas fueron asesinadas. 1966 EEUU envía armas, asesores y boinas verdes a Guatemala para implementar una campaña “contrainsurgente”. 1970

Invasión a Irak Tropas de EEUU acudieron a Omán, al sur del Golfo Pérsico, para reprimir una insurrección de ideología comunista contra Qabus ibn Sa’id Al Sa’id, quien es el actual sultán omaní después de derrocar a su padre, ese mismo año. 1973 El 11 de septiembre un golpe de Estado promovido por el gobierno de Nixon depuso al presidente Salvador Allende en Chile. 1975 Angola enfrenta una guerra por la liberación de Namibia, con el apoyo de Cuba, contra Suráfrica y Zaire respaldados por EEUU e Israel. 1979 La acción del Frente Sandinista produce el derrocamiento del dictador Anastasio Somoza, apoyado por EEUU. La CIA organiza una oposición armada llamada Contras que hundió al país en una guerra civil, acabó con el gobierno sandinista y empoderó a Violeta Chamorro. 1980 Washington concretó su injerencia en el conflicto interno de El Salvador, en torno al cual se enfrentaba a la dictadura de Rafael Saldívar, pro estadounidense, con las fuerzas populares representadas en el Fmln. 1981 EEUU derribó dos naves de la Fuerza Aérea de Libia en las costas del país, que a su vez venía reclamado soberanía sobre aguas del Golfo de Sidra. Washington repitió este tipo de violaciones del espacio aéreo de Libia en 1986 y 1989 con total impunidad. 1982 Israel invade el Líbano con el apoyo de EEUU para sofocar la reagrupación de factores políticos que habían comenzado a establecer alianzas con la izquierda y la resistencia palestina. 1983 Después del golpe militar de 1979 en Granada, el movimiento New Jewel llegó al poder. En octubre de 1983, bajo el pretexto de proteger a estudiantes estadounidenses, Ronald Reagan ordenó la operación Furia Urgente de invasión del país. 1989 George Bush ordena la operación Causa Justa para mantener el control sobre el Canal de Panamá. 1991 EEUU y sus aliados lanzan las operaciones Escudo del Desierto y Tormenta del Desierto contra Irak, para proteger sus intereses petroleros en Kuwait luego de la invasión. 1991 Intervención de la OTAN en Irak con la sanción de la ONU. La razón invocada fue el ataque de Irak contra Kuwait. En julio de 1990 Saddam Hussein acusó a Kuwait de llevar a cabo una guerra económica contra Irak por la infravaloración de precios en el mercado mundial, así como de la producción ilegal de petróleo en el lado iraquí del campo Rumaila, que se encuentra en la frontera. A Irak se impusieron sanciones, fue convocado el Consejo de Seguridad de la ONU y se formó una coalición internacional liderada por Estados Unidos. Se llevó a cabo la Operación Escudo del Desierto para concentrar las fuerzas de la coalición en la región. En enero de 1991 EE.UU. y sus aliados lanzaron la Operación Tormenta del Desierto para liberar Kuwait. 1992 Intervención de EE.UU. y una serie de países con la sanción de la ONU en Somalia, A principios de los años 90 Somalia fue


escenario de una caótica guerra civil y de una catástrofe humanitaria. En diciembre de 1992, como parte de la Operación Restaurar la Esperanza, fueron enviadas al país fuerzas de paz de la ONU. La operación comenzó con el desembarco de las unidades del Cuerpo de Marines de Estados Unidos en la capital Mogadiscio. En 1993 se inició la nueva Operación Continuación de la Esperanza. Como parte de esta operación, EE.UU. trató sin éxito de atrapar a Mohamed Farrah Aidid, uno de los líderes de los grupos armados que aspiraba a tomar poder en el país. 1995 Como parte de la guerra de Bosnia, Estados Unidos y sus aliados de la Otan intervienen en el conflicto y provocan la disolución de Yugoslavia. 1998 La US Air Force bombardeó “por sorpresa” instalaciones en Afganistán y Sudán. El presidente Clinton dijo que era “para bien de los norteamericanos y otros pueblos amantes de la paz”.En 1998 en Tanzania y Kenia fueron cometidos actos de terrorismo contra las embajadas de EE.UU. En respuesta, EE.UU. lanzó la Operación Alcance Infinito. Se llevó a cabo un ataque con misiles de crucero contra los campos de entrenamiento de milicianos de Al Qaeda en Afganistán. También se lanzaron misiles contra una fábrica farmacéutica en Sudán que, según las autoridades estadounidenses, se había utilizado para producir armas químicas. 1999 EEUU y la Otan desarrollan la operación Fuerza Aliada en Kosovo, con la excusa de una “intervención humanitaria” por crímenes de lesa humanidad.La razón para la intervención de la OTAN liderada por Estados Unidos contra Yugoslavia fue la guerra de Kosovo, que empezó en 1996. Bajo el pretexto de las denuncias de limpieza étnica y crímenes de lesa humanidad, así como el incumplimiento de los requisitos sobre la “retirada de las tropas serbias de la región serbia autónoma de Kosovo y Metohija ” en marzo 1999 comenzó la Operación Fuerza Aliada. Como en el golpe contra las fuerzas serbias en 1995, la operación se presentó como una “intervención humanitaria“. La capital de Yugoslavia, Belgrado, y otras ciudades del país fueron atacadas con cohetes y con bombas. 2001 – hasta hoy Afganistán. Intervención de la OTAN y sin la sanción de la ONU.Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el presidente George W. Bush exigió que el movimiento Talibán extraditara a Osama bin Laden. Los talibanes se negaron a hacerlo, al igual que en 1998, tras los ataques terroristas en Tanzania y Kenia, y las autoridades estadounidenses pusieron en marcha la Operación Justicia Infinita que pronto pasó

a llamarse Libertad Duradera. En octubre de 2001 comenzaron los ataques con cohetes y bombardeos de los talibanes. Las sanciones de la ONU sobre la introducción de las tropas -Fuerza de Asistencia para la Seguridad Internacional- fueron impuestas después del inicio de la operación. Las fuerzas terrestres estadounidenses se encuentran en el proceso de retirada de Afganistán. ,2003 Irak. Intervención de EE.UU. y algunos aliados sin autorización de la ONU.Las autoridades de EE.UU. aportaron pruebas falsas para tratar de convencer al mundo que Irak desarrollaba armas de destrucción masiva. La votación sobre el proyecto de resolución propuesto por EE.UU. no se produjo después de que los representantes de Rusia, China y Francia anunciaran que vetarían cualquier resolución que contuviera un ultimátum con posibilidad de uso de la fuerza contra Irak. En marzo de 2003 se puso en marcha la Operación Libertad Iraquí. A principios de mayo, el presidente George W. Bush. anunció la finalización de la fase activa de la hostilidades. En 2011 se retiraron los últimos soldados estadounidenses. 2002 – hasta hoy Pakistán, Yemen, Somalia, Ataques con aviones no tripulados sin autorización de la ONU. El uso de drones se ha convertido en una parte integral de la estrategia de guerra de EE.UU. contra grupos terroristas. Desde 2002 varias modificaciones de aviones no tripulados atacaron los territorios de Yemen, Pakistán y Somalia. La intensidad de los ataques desde 2008, año en que el presidente Barack Obama llegó al poder, se ha duplicado en comparación con la etapa inicial de la utilización de aviones no tripulados. Funcionarios de la ONU han criticado reiteradamente las acciones de EE.UU. afirmando que Washington sigue haciendo caso omiso de los riesgos que estos ataques suponen para la población civil. 2011 Intervención de la OTAN en Libia, con la sanción de la ONU. En febrero de 2011 en Libia estalló el conflicto armado entre las fuerzas del gobierno liderado por Muammar Gaddafi y grupos de la oposición. Esgrimiendo el uso de aviones para la represión de las protestas pacíficas, algo que no fue probado, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución para imponer sanciones contra el gobierno oficial de Libia. En virtud de la nueva resolución, aprobada en marzo, en los cielos de Libia se estableció una zona de exclusión aérea. Los países de la OTAN lanzaron bombardeos contra las fuerzas e instalaciones gubernamentales en el país. Oficialmente la guerra terminó con la muerte de Gaddafi a manos de una turba enfurecida en octubre de 2011.


Raúl Zibechi

El proyecto educativo de la nueva derecha

Ha nacido una nueva derecha adecuada a los tiempos extractivos y de expoliopiratería contra los pueblos; una derecha posterior al Estado del bienestar, que ya no aspira al desarrollo, sino a consolidar las desigualdades, la segregación de la mitad pobre, mestiza, india y negra de nuestro continente. Una derecha implacable formada en el rechazo a lo popular, a la soberanía nacional, a las leyes y las constituciones. En el terreno educativo, esa nueva derecha busca desembarazarse de los anteriores compromisos, entre ellos la laicidad y la libertad de cátedra, para adecuar el sistema educativo al periodo de guerra y confrontación que atravesamos. El objetivo es retomar el control del conjunto del sistema educativo, desde los ministerios hasta el aula, consolidando una educación antiemancipatoria, en la que el control de la población es el objetivo casi excluyente. Hace 12 años nació en Brasil la organización no gubernamental Escuela Sin Partido, muy activa en las redes sociales y los grandes medios, articulada con diputados y concejales de los más diversos partidos para hacer aprobar sus propuestas. En su página web (escolasempartido.org/) se puede acceder al programa de seis puntos titulado Deberes de los profesores, en el que se destaca que el profesor no promoverá en el aula sus propias ideas, ni perjudicará a los alumnos que profesen ideas diferentes, ni hará propaganda políticopartidaria se limitará a exponer de forma neutra el programa, y otorga a los padres la elección de la educación moral que quieren para sus hijos. Algunos principios de Escuela Sin Partido parecen compartibles. Sin embargo, conllevan objetivos que nos hacen retroceder más de un siglo. Por un lado, disocia entre el acto de educar y el de instruir. Para ellos la educación es responsabilidad de la familia y la iglesia, mientras los profesores deben limitarse a instruir, o sea a trasmitir conocimiento como si éste fuera neutro, ahistórico, descontextualizado. La segunda es lo que consideran como

adoctrinamiento en el aula. Hablar sobre feminismo, homofobia o derechos reproductivos, por ejemplo, sería tanto como imponer una ideología de género en las escuelas. Todo lo que sea desviarse de la asignatura se considera adoctrinamiento, situación que en los proyectos de ley que ha presentado Escuela Sin Partido en varios municipios y en parlamentos de los estados sería tipificada como crimen de acoso ideológico y abuso de autoridad, punibles con cárcel y penas agravadas. En el apartado capturando al adoctrinador, en su web, aparece una larga lista de situaciones comunes en las aulas, como difamar personalidades históricas, políticas o religiosas, entre muchas otras. El docente debería mencionar a Hitler, Pinochet o Mussolini sin más, como a cualquier otra personalidad, sin establecer diferencias, dejando a los padres la exclusividad de opinar. Lo mismo respecto a los genocidios, los feminicidios y así, porque está rigurosamente prohibido mentar valores. Consideran que los debates sobre diversidad sexual, contemplados en las currículas de muchos países, serían en este caso inconstitucionales. Una de las prácticas más graves promovidas por Escuela Sin Partido es el espionaje de la práctica docente para luego denunciarla. Bajo el epígrafe Planifique su denuncia, pide a los alumnos y a sus padres que anoten cuidadosamente o filmen los momentos en los cuales el docente estaría adoctrinando a los alumnos. Promueven actitudes que llevan a los jóvenes a convertirse en policías de los docentes. Uno de los objetivos centrales de la nueva derecha en el terreno educativo es la descalificación de los docentes que serían culpables de todos los males de la educación, desde el fracaso escolar hasta la baja calidad de la enseñanza. De ese modo consiguen desviar la atención de los problemas estructurales en la educación, focalizando sólo las consecuencias y ocultando sus causas. El profesor siempre es sospechoso de izquierdismo. En paralelo, consideran que los alumnos no tienen capacidad para

formar sus propias convicciones y que deben estar sujetos a la autoridad paterna, eclesial o docente. Como era de esperar, los profesores han reaccionado con campañas de denuncia del proyecto, que ya fue aprobado en el estado de Alagoas, Brasil, y será abordado en otros. Pero no debemos olvidar que lo que se proponen en esta coyuntura, no sólo en Brasil, es frenar en seco al creciente movimiento estudiantil, en particular a los estudiantes de secundaria, que son los menos susceptibles de ser cooptados por las instituciones estatales y de la izquierda electoral. En efecto, la crisis política brasileña está modelada por las movilizaciones de junio de 2013; una crisis que está lejos de haberse cerrado con la destitución ilegítima de la presidenta Dilma Rousseff. Incluso Chile, el régimen neoliberal modélico por su estabilidad, atraviesa una crisis de legitimidad a consecuencia del potente movimiento estudiantil, que desde 2011 abrió brechas por las que están pasando diversos actores sociales. Uno de los más importantes empresarios, Andrónico Luksic, reconoce que el país se está cayendo y destaca el papel del movimiento por la educación en esta crisis (goo.gl/qpXIsA). En otros países sucede algo similar. En Paraguay los estudiantes se mostraron como un actor potente en pleno gobierno reaccionario de Horacio Cartes. Nuevas camadas de jóvenes rebeldes están presentes en casi todos los países. Ni qué hablar de México, después del parteaguas que fue Ayotzinapa. Buena parte de los objetivos que se propone Escuela Sin Partido en Brasil parecen utopías de orden que cuentan con escasos apoyos. Sin embargo, no se los debe subestimar. Cuando las crisis políticas se profundizan, aparecen potentes bifurcaciones; la derecha se quita el velo para mostrarse como lo que es: el partido del orden, dispuesto a pasar por encima de todo. Son las izquierdas las que deben decidir si optan por las instituciones o por acompañar las resistencias.


Elecciones haitianas: Los desafíos de un país en crisis existencial

Jude Celestin

Luís Veríssimo| Haití intentará realizar en este 9 de octubre una elección presidencial, que contará con la participación de 27 candidatos, siendo que apenas cuatro tienen chances reales de victoria.Desde el 9 de agosto de 2015, cuando se inició ese proceso electoral con las elecciones legislativas, e país pasa por una crisis institucional, con mucho fraude electoral, principalmente por los partidos que apoyaron al ex presidente Martelly. En este período, la población salió a las calles en masivas protestas en demanda de democracia. Recordando que, en las elecciones del 9 de agosto y 25 de octubre de 2015, comparecieron a votar cerca de 10% de las personas habilitadas a votar. En enero de este año, el gobierno reculó y canceló el 2° turno que estaba previsto para el mismo mes entre el candidato oficialista Jovenel Moise (PHTK, Tèt Kale Party) y el opositor Jude Celestin (LAPEH, Ligue Alternative pour le Progres et L’Emancipation Haitienne), ante la gran presión popular. El 7 de febrero terminó el mandato del presidente Martelly, y el país quedó más de 20 días sin gobierno hasta que el Congreso eligió por 120 días al presidente del senado, Jocerleme Privert.haiti1 Privert, que era oposición, asumió prometiendo reformar el CEP (Consejo Electoral Provisorio) y continuar con el proceso electoral. Ante la presión popular, convocó una nueva comisión para analizar lo ocurrido en las elecciones pasadas y esa comisión pidió una nueva elección presidencial. Así, el CEP canceló la elección presidencial del 25 de octubre de 2015 y llamó a nuevas elecciones para el 9 de octubre de 2016 con los mismos 54 candidatos que estaban inscriptos. Durante ese proceso, muchos candidatos tejieron alianzas con otros, y solamente 27 se presentan a la disputa. Apenas 4 tienen chances reales de disputa: Jovenel Moise (PHTK), Jude Celestin (LAPEH), Moise Jean Charles (Pitit Dessalines) y Maryse Narcisse (Fanmi Lavalas). El voto en Haití no es obligatorio. Conozca sus perfiles: Jovenel Moise: empresario, era desconocido de la población hasta el año pasado, cuando el ex-presidente Martelly sorprendió a todos lanzándolo como su candidato. Dueño de grandes tierras que producen bananas orgánicas para la exportación, principalmente hacia el mercado de Alemania, terminó en primer lugar con cerca de 35% de los votos en la elección de octubre del año pasado. Ahora algunas encuestas lo colocan entre el 35% y 40% de las intencio-

Moise Jean Charles nes de voto. Jude Celestin: en 2010, había llegado al 2° turno de las elecciones y fue retirado del 2° turno para colocar a Martelly, a pedido de Estados Unidos. Casi nunca sobre lo ocurrido en 2010, y es un gran misterio porqué se manifiesta sobre lo que pasó. Ahora, es el gran favorito para ser futuro presidente del país, con el apoyo del ex-presidente Préval y de la mayoría de los ex-candidatos a presidente que desistieron. En las elecciones de octubre del año pasado, había quedado en el segundo lugar con 26% de votos. Moise Jean Charles: ex-senador, y de izquierda, formado en Cuba, ya estuvo en la Escuela Nacional Florestan Fernandes (ENFF) (1) y también recibió a la Brigada Brigada Dessalines en su casa. Durante su mandato de senador, se destacó y ganó popularidad con sus discursos con la Minustah (Misión de las Naciones Unidas para la estabilización de Haití) y con la fuerte oposición hecha al gobierno de Martelly Pero, durante todo ese proceso electoral, no hico críticas a la Minustah, aunque sí lo hizo sobre las injerencias de Estados Unidos en Haití: Es el candidato del pueblo y tiene chances de victoria si el pueblo resuelve ir a votar, pues muchos que dicen que lo votarían a él, no confían en el sistema electoral y, probablemente no irán a votar. Maryse Narcisse: En médica y candidata apoyada por el ex-presidente Aristide. Si el ex-presidente resuelve entrar fuerte en la campaña, ella tiene grandes chances de victoria, pero, hasta ahora Aristide fue a pocos actos de su candidata. Para tener una idea, en su primera aparición al lado

Marise Narcisse de Maryse desde que recomenzó este proceso electoral, más de 60 mil personas lo acompañaron en una marcha en Pétionville, ciudad de la burguesía haitiana que está situada en la región metropolitana de Puerto Príncipe. Los movimientos sociales continúan denunciando el proceso electoral y quieren la cancelación del todo el proceso electoral, no solamente de las elecciones para presidente, sino también de diputados, senadores y alcaldes. Ellos critican la no participación de las mujeres en el parlamento, ya que todos los diputados y senadores son hombres y más de 80% de ellos empresarios; y también están haciendo muchas críticas al financiamiento del proceso electoral, en que buena parte de los US$ 55 millones de dólares viene de Estados Unidos y de los bancos privados. Y también la imposición de la comunidad internacional, que quiere que acontezcan las elecciones presidenciales haitianas a toda costa, incluso fraudulentas. Unos de la órganos es la Organización de Estados Americanos (OEA) que nominó al uruguayo Juan Raúl Ferreira quien ya declaró que estas elecciones deben hacerse de cualquier manera. Hay que recordar que la OEA envió 15 misiones de observación electoral a Haití desde 1950, buena parte de ellas sin participación popular. Los movimientos sociales también quieren la reformulación totalhaiti minustahdel CEP y una nueva ley electoral, que tenga el financiamiento público de las campañas y del proceso electoral, y que permita la participación de las mujeres y campesinos en todos y en el proceso electoral.


Brasil: Un bandolero llamado Eduardo Cunha

Eric Nepomuceno | Entre fines de julio y principios de agosto Eduardo Cunha despachó emisarios para sondear la Fiscalía General de la Unión. Quería saber si había buena disposición para establecer un acuerdo de “delación premiada”, que le aseguraría penas blandas, en caso de una condena que parecía y parece inevitable, a cambio de informaciones. Cunha lo desmintió con vehemencia durante todo el proceso que culminó con su expulsión de la Cámara de Diputados, la suspensión definitiva de su mandato (y los correspondientes fueros privilegiados) y su inhabilitación política por ocho años. Ahora, los procesos a que respondía en el Supremo Tribunal Federal pasan a primera instancia. Uno de ellos ya fue enviado al provinciano juez de primera instancia Sergio Moro, firme admirador no confesado de los tribunales de la Santa Inquisición: más que buscar justicia a la hora de juzgar, tiene la obsesión de condenar. Fulminado por sus pares, abandonado por sus huestes, Cunha vuelve al llano intentando aparentar la calma de un lago nórdico en invierno. Sabe que perdió casi todo su poder en la Cámara de Diputados. Sabe que es un cadáver político. Sabe que se transformó en símbolo máximo de podredumbre en un sistema político podrido. Sabe que es la imagen lapidada de un corrupto vulgar, de un bandolero desarmado. Pero también sabe que lo que sabe puede ser letal para un número incalculable de políticos de todos los calibres, a empezar por su veterano aliado y cómplice Michel Temer. Eximio maestro del chantaje, Cunha deja claro que se sintió abandonado por traidores voraces. Quedan, en ese enredo, al menos dos preguntas básicas. La primera: ¿qué hará ahora, cuando tanto él como su esposa, Claudia Cruz, están bajo la amenaza concreta de prisión?

No hay mucho espacio para negociación con los fiscales ávidos de aplausos de una opinión pública entorpecida por los mismos medios hegemónicos de comunicación que hasta hace pocos meses ignoraban olímpicamente los desmandes colosales del bandolero-mor de la República. Y menos para intentar alguna complacencia de la Corte Suprema.br-fora-cunha Precavido, desde hace al menos dos meses trata de seducir a los fiscales y a la Policía Federal con la perspectiva de delatar. El eventual beneplácito de la Justicia dependerá de lo que Cunha esté dispuesto a ofrecer. Una primera muestra surgió ayer, cuando en una entrevista del diario conservador O Estado de S. Paulo (uno de los adalides del golpe institucional que destituyó a la presidenta electa Dilma Rousseff y colocó en su lugar a un Michel Temer que sigue buscando desesperadamente una legitimidad cada vez más inviable) Cunha lanzó algunos contundentes disparos de alerta. El blanco ha sido uno de los hombres fuertes de Temer, Wellington Moreira Franco, encargado del muy jugoso tema de las privatizaciones. La reacción de Moreira Franco fue intentar desclasificar a su acusador. Bueno, Cunha es, efectivamente, un desclasificado ético y moral. Pero en ese terreno, Moreira Franco es un imponente competidor: su integridad tiene la consistencia de un consomé aguado. Cunha salpicó, de paso, a otro monumento de polución ética y moral, el mismo Michel Temer. ¿Amenaza velada? No: mejor considerarlo una especie de advertencia. La otra pregunta básica: ¿cómo ha sido posible que semejante creatura, cuya trayectoria fue sólidamente pavimentada de robos, coimas, chantajes, haya reunido tanto poder, a punto de haber sido el gatillo disparador de un golpe institucional victorioso?

La respuesta es dura, pero no hay salida: eso ocurrió gracias al ambiente degradado de la política brasileña, al silencio cómplice de los medios de comunicación, a la bovina pasividad de las cortes superiores de Justicia, a la inercia de un sistema judicial tan perezoso como contaminado. A la despolitización de un electorado que se deja conducir como rebaño de terneros distraídos. Y, duro pero innegable, a la admisión, por parte del PT, de aliarse a un partido como el PMDB, plagado de traidores como Cunha, Temer y todo el resto de la pandilla. Por décadas Cunha supo buscar financiación para campañas electorales ajenas, armando una red de deudores que luego transformaba en cómplices de sus negocios sin escrúpulo. Con un Congreso en que existen nada menos que 28 partidos políticos, impera en Brasil un engendro llamado “presidencialismo de coalición”. O sea, ningún presidente logra gobernar sin aliarse para intentar una mayoría parlamentaria. Ese escenario propicio a todo tipo de chantaje y de negociaciones espurias sirve de pasto generoso para el apetito desorbitado de bandoleros como Eduardo Cunha. Y sirvió para que Dilma, el PT y Lula fuesen traicionados de manera vil. Cunha fue, quizá, el más hábil e inteligente de toda una enorme pandilla que ahora se reúne alrededor de Michel Temer. Cuando sus servicios dejaron de ser necesarios, fue defenestrado por sus pares con la frialdad de los chacales. Sabe que perdió casi todo su poder, pero que mantiene algo de su otrora olímpica influencia, en especial sobre partidos pequeños e inexpresivos que, reunidos, suman una bancada de casi 20 por ciento de la Cámara de Diputados. Vengativo e implacable, advirtió que no caería solo: caería disparando. Bueno, ya cayó. Ahora vendrán los disparos.


David Harvey: El neoliberalismo es un proyecto político

Bjarke Skærlund Risager| ¿De qué hablamos exactamente cuando hablamos de neoliberalismo? Y, ¿cómo ha cambiado desde su génesis a finales del siglo XX? Hace diez años, David Harvey publicó Breve historia del neoliberalismo, que es ahora uno de los libros más citados sobre el tema. En los años que han transcurrido desde entonces, hemos visto crisis económicas y financieras, pero también nuevas olas de resistencia que, en su crítica a la sociedad contemporánea, han tomado como blanco el «neoliberalismo». Cornel West se refiere al Movimiento Black Lives Matter como «una impugnación al poder neoliberal»; el difunto Hugo Chávez, llamó al neoliberalismo «camino al infierno»; y los líderes sindicales usan cada vez más el término para describir el entorno más amplio en el que tienen lugar las luchas en los centros de trabajo. La prensa oficial ha tomado también el término, aunque sólo sea para sostener que el neoliberalismo, en realidad, no existe. -Pero, ¿de qué hablamos exactamente cuando hablamos de neoliberalismo? ¿Es un blanco útil para los socialistas? Y, ¿cómo ha cambiado desde su génesis a finales del siglo XX? -Neoliberalismo es hoy un término ampliamente usado. Sin embargo, a veces no queda claro a qué se refiere la gente cuando lo usa. En su uso más sistemático puede referirse a una teoría, un conjunto de ideas, una estrategia política o un período histórico. ¿Podrías empezar explicando cómo entiendes el neoliberalismo? Siempre he tratado el neoliberalismo como un proyecto político llevado a cabo por la clase capitalista corporativa que se sentía profundamente amenazada tanto política como económicamente hacia finales de la década de 1960 y en los 70. Querían implantar desesperadamente un proyecto político que pusiera freno al poder del trabajo. En muchos respectos, se trataba de un

proyecto contrarrevolucionario. Cortaría de raíz lo que, en aquel momento, eran movimientos revolucionarios en gran parte del mundo en desarrollo —Mozambique, Angola, China, etc. — pero también una creciente marea de influencias comunistas en países como Italia, Francia y, en menor medida, la amenaza de que ello renaciera en España. Incluso en los EEUU, los sindicatos habían creado un Congreso Democrático que era bastante radical en sus propósitos. A principios de los 70, junto con otros movimientos sociales, forzaron una serie de reformas y de iniciativas reformistas de carácter anti-corporativo: la Agencia de Protección Ambiental, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional, protecciones a los consumidores y todo un conjunto de cosas que daban al trabajo mayor poder incluso del que habían tenido antes. Así que la situación era, en efecto, una amenaza global al poder de la clase capitalista corporativa y, por tanto, la cuestión era «¿qué hacer?». La clase dominante no era omnisciente, pero reconocía que había un número de frentes en los que tenía que dar la batalla: el frente ideológico, el frente político y, por encima de todo, tenía que poner freno al poder del trabajo por todos los medios a su alcance. De aquí emergió un proyecto político que yo llamaría neoliberalismo. -¿Puedes hablar un poco de los frentes ideológico y político y de los ataques al trabajo? -En el frente ideológico se siguió el consejo de un tipo llamado Lewis Powell, que escribió un memorándum en el que decía que las cosas habían llegado demasiado lejos, que el capital necesitaba un proyecto colectivo. El memorándum ayudó a movilizar la Cámara del Comercio y la Business Roundtable. Las ideas eran también importantes para el frente ideológico. En aquel momento, se consideraba que era imposible organizar las universidades porque el mo-

vimiento estudiantil era demasiado fuerte y el personal docente e investigador tenía una mentalidad demasiado democrática, así que establecieron todos estos think tanks, como el Instituto Manhattan, la Fundación Heritage, la Fundación Ohlin. Estos think tanks difundieron las ideas de Friedrich Hayek y Milton Friedman y las de la economía de oferta. La idea era que estos think tanks hicieran investigaciones serias, y algunos de ellos las hicieron; por ejemplo, el National Bureau of Economic Research era una institución privada que hizo una investigación extremadamente buena y exhaustiva. Esta investigación sería luego publicada de forma independiente, tendría influencia en la prensa y poco a poco rodearía y se infiltraría en las universidades. Este proceso requirió un largo período de tiempo. Creo que ahora hemos llegado a un punto en que ya no se necesita algo como la Fundación Heritage. Las universidades han sido prácticamente tomadas por los proyectos neoliberales que las rodeaban. Con respecto al trabajo, el desafío era hacer que el trabajo doméstico fuera competitivo con el trabajo global. Una forma era abrirse a la inmigración. En los 60, por ejemplo, los alemanes importaban trabajo turco; los franceses, trabajo magrebí; los británicos, trabajo colonial. Pero esto provocó una gran insatisfacción y malestar. En vez de ello, escogieron otro camino: llevar el capital allí donde hubiera mano de obra barata. Pero para que la globalización funcionara había que reducir tarifas y hacer más poderoso al capital financiero, porque el capital financiero es la forma más móvil del capital. Así que, el capital financiero y cosas como los tipos de cambio flexibles fueron decisivos para ponerle freno al trabajo. Al mismo tiempo, los proyectos ideológicos para privatizar y desregular, crearon desempleo. Así que, desempleo en casa y deslocalizaciones llevándose los trabajos al extranjero y un tercer elemento: el cambio


tecnológico, desindustrialización por medio de la automatización y robotización. Esta era la estrategia para aplastar al trabajo. Fue un asalto ideológico pero también un asalto económico. Esto es el neoliberalismo para mí: era un proyecto político y creo que la burguesía o la clase capitalista corporativa lo puso en marcha poco a poco. No creo que empezara a partir de las lecturas de Hayek ni nada de eso, creo que intuitivamente dijeron: «Tenemos que aplastar al trabajo, ¿cómo lo hacemos?». Y descubrieron que había por ahí una teoría legimitimadora que podría apoyarlo. -Desde la publicación de Breve historia del neoliberalismo en 2005, ha corrido mucha tinta sobre el concepto. Parece que hay dos campos principales: académicos que están más interesados en la historia intelectual del neoliberalismo y gente cuya preocupación reside en el neoliberalismo realmente existente.¿Dónde te encuadras tu? -En las ciencias sociales, hay una tendencia, a la que me suelo resistir, a buscar una teoría de una sola bala de algo. Así, hay toda una serie de personas que dicen que, bueno, el neoliberalismo es una ideología y escriben así una teoría idealista sobre él. Una versión de esto es el argumento de Foucault sobre la gubernamentalidad, que ve tendencias neoliberalizantes ya presentes en el siglo XVIII. Pero si tratas el neoliberalismo simplemente como una idea o un conjunto limitados de prácticas de gubernamentalidad, encontrarás muchos precursores. Lo que falta aquí es la manera en que la clase capitalista orquestó sus esfuerzos durante la década de los 70 y principios de los 80. Creo que sería justo decir que en ese momento —al menos en el mundo angloparlante— la clase capitalista corporativa estuvo bastante unificada. Estaban de acuerdo en muchas cosas, como la necesidad de una fuerza política que realmente los representara. De modo que consigues capturar al Partido Republicano y socavar, en cierto grado, el Partido Demócrata. Desde la década de 1970, la Corte Suprema ha tomado un conjunto de decisiones que han permitido a la clase capitalista corporativa comprar elecciones más fácilmente de lo que podían hacerlo en el pasa-

do. Por ejemplo, puedes ver reformas de financiación de campañas que contemplan las contribuciones a las campañas como una forma de libertad de expresión. Hay una inveterada tradición en los Estados Unidos en la que la clase capitalista corporativa compra las elecciones, pero ahora ha sido legalizada, en vez de funcionar bajo cuerda como práctica corrupta. En general, creo que este período estuvo definido por un amplio movimiento que atravesaba muchos frentes, ideológicos y políticos. Y la única manera en la que puedes explicar este amplio movimiento es reconocer el relativamente alto grado de solidaridad entre la clase capitalista corporativa. El capital reorganizó su poder en un intento desesperado de recuperar su riqueza económica y su influencia, que habían sido seriamente erosionadas desde finales de los años 60 y en los 70. -Ha habido numerosas crisis desde 2007. ¿Cómo nos ayuda a entenderlas la historia y el concepto de neoliberalismo? -Hubo muy pocas crisis entre 1945 y 1973; se vivieron algunos momentos serios pero no grandes crisis. El viraje hacia las políticas neoliberales tuvo lugar en medio de una crisis en la década de los 70 y desde entonces todo el sistema ha sido una sucesión de crisis. Y, por supuesto, el transcurso de las crisis crea las condiciones para futuras crisis.gb david harvey1 En 1982-85 hubo una crisis de deuda en México, Brasil, Ecuador y básicamente en todos los países en desarrollo, incluyendo Polonia. En 1987-88, hubo una gran crisis en las instituciones de ahorro y préstamo en los EEUU. Hubo una gran crisis en Suecia en 1990 y todos los bancos tuvieron que ser nacionalizados. Luego tenemos, por supuesto, Indonesia y el Sudeste Asiático en 1997-98, la crisis pasa luego a Rusia, luego a Brasil y luego golpea a Argentina en 2001-2. Y hubo problemas en EE UU en 2001, que se superaron sacando dinero del mercado de valores y colocándolo en el mercado inmobiliario. En 2007-8, el mercado inmobiliario de EE UU implosionó y aquí tienes una crisis. Puedes mirar el mapa del mundo y ver cómo se van moviendo las tendencias de la crisis. Pensar sobre el neoliberalismo ayuda a entender estas tendencias.

Uno de los grandes movimientos de neoliberalización fue expulsar a todos los keynesianos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional en 1982: una limpieza total de los asesores económicos de ideas keynesianas. Fueron reemplazados por teóricos neoclásicos de economía de oferta y lo primero que hicieron fue decidir que, en adelante, el FMI debería seguir una política de ajuste estructural cuando se produjera una crisis en cualquier lugar. En 1982, efectivamente, hubo una crisis de deuda en México. El FMI dijo: «Os salvaremos». En realidad lo que estaban haciendo era salvar las bancas de inversión de Nueva York e implementar políticas de austeridad. La población de México sufrió un pérdida de alrededor del 25% de su nivel de vida en los cuatros años posteriores a 1982 como resultado de la política de ajuste estructural del FMI. Desde entonces, México ha tenido en torno a cuatro ajustes estructurales. Muchos otros países han tenido más de uno. Esto se ha convertido en la práctica estándar. ¿Qué le están haciendo ahora a Grecia? Es casi una copia de lo que le hicieron a México en 1982, sólo que de forma más inteligente. Es también lo que ocurrió en los EE UU en 2007-8. Rescataron a los bancos e hicieron a la gente pagar por medio de políticas de austeridad. -¿Hay algo en las recientes crisis y en las formas en que las clases dominantes las han gestionado que te haya hecho repensar tu teoría del neoliberalismo? -Bueno, no creo que la solidaridad entre la clase capitalista sea hoy lo que fue. Geopolíticamente, los EE UU no están en una posición para dar las órdenes a nivel global como lo estuvieron en los años 70. Creo que estamos viendo una regionalización de las estructuras del poder global en el sistema estatal: hegemonías regionales como Alemania en Europa, Brasil en Latinoamérica, China en Asia Oriental. Obviamente, los Estados Unidos todavía mantienen una posición global, pero los tiempos han cambiado. Obama puede ir al G20 y decir: «Debemos hacer esto» y Angela Merkel puede decir: «No voy a hacer eso». Esto no habría ocurrido en los 70. De manera que la situación geopolítica se ha regionalizado, hay más autonomía. Creo que es en parte resultado del fin de la Guerra Fría. Países como Alemania ya no pueden seguir confiando en los Estados Unidos para que les proteja. Además, lo que se ha llamado la «nueva clase capitalista» de Bill Gates, Amazon y Silicon Valley tiene una política diferente respecto al petróleo y energía tradicionales. El resultado es que tienden a seguir su propio camino, de modo que hay mucha rivalidad sectorial entre, digamos, energía y finanzas, y energía y el grupo de Silicon Valley, etc. Hay divisiones serias que son evidentes en cosas como el cambio climático, por ejemplo. La otra cosa que creo que es crucial es que el empuje neoliberal de los años 70, no tuvo lugar sin una fuerte resistencia. Hubo una resistencia masiva por parte del trabajo, de los partidos comunistas en Europa, etc. Pero diría que hacia el final de los 80 la batalla estaba perdida. En la medida en


huelga de Verizon, por ejemplo. Pero en muchas partes del mundo, las luchas en torno a la calidad de la vida diaria son las dominantes. Mira a las grandes luchas de los últimos diez o quince años: cosas como la del parque Gezi en Estambul, no eran una lucha de obreros, era descontento con la política de la vida cotidiana y la falta de democracia en los procesos de toma de decisiones; en las revueltas de las ciudades brasileñas en 2013 era, de nuevo, descontento con la política de la vida cotidiana: transporte, posibilidades y frente al gasto de todo ese dinero en grandes estadios, cuando no gastas nada en construir escuelas, hospitales y viviendas asequibles. Las revueltas que vemos en Londres, París y Estocolmo no son sobre el proceso de trabajo, son sobre la política de la vida cotidiana. Esta política es bastante distinta de la política que existe en el ámbito de la producción. En la producción, está el capital contra el trabajo. Las luchas en torno a la calidad de la vida urbana son menos claras en términos de su configuración de clase. La política de clase nítida, que normalmente se basa en la compresión de la producción, se vuelve teóricamente borrosa a medida que se hace más realista. Es una cuestión de clase, pero no una cuestión de clase en un sentido clásico. que la resistencia ha desaparecido, el trabajo no tiene el poder que una vez tuvo, la solidaridad entre la clase dominante no es necesaria para que ésta siga trabajando. No tiene que unirse y hacer algo frente a la lucha desde abajo porque ya no hay ninguna amenaza. La clase dominante lo ha hecho tan extremadamente bien que realmente no tienen que cambiar nada.mundo crisis Pero mientras que a la clase capitalista le ha ido muy bien, al capitalismo le ha ido bastante mal. Las tasas de ganancia se han recuperado, pero las tasas de reinversión son espantosamente bajas, de modo que hay mucho dinero que no vuelve a circular en la producción, sino que, en vez de ello, fluye hacia el acaparamiento de tierras y la adquisición de bienes. –Hablemos más de la resistencia. En tu trabajo, apuntas a la aparente paradoja de que a la ofensiva neoliberal le correspondió un declive de la lucha de clases —al menos en el Norte Global— en favor de los «nuevos movimientos sociales» en favor de la libertad individual. ¿Podrías desarrollar cómo piensas que el neoliberalismo da lugar a ciertas formas de resistencia? -He aquí una proposición sobre la que reflexionar. ¿Y si cada modo de producción dominante, con su configuración política particular, creara un modo de oposición como un reflejo de sí mismo? Durante la era de la organización fordista del proceso de producción, esa imagen era un gran movimiento sindical centralizado y partidos políticos con centralismo democrático. La reorganización del proceso de producción y el viraje a la acumulación flexible durante los tiempos neoliberales, han producido una izquierda que es también, su reflejo: conectada por redes, descentralizada, no jerárquica. Creo que es muy interesante. Y hasta cierto punto, ese reflejo confirma

aquello que trata de combatir. Creo que al final el movimiento sindical sustentaba, en realidad, al fordismo. Pienso que gran parte de la izquierda ahora mismo, siendo muy autónoma y anárquica, está reforzando en realidad el desenlace del neoliberalismo. A mucha gente de la izquierda no le gusta oír esto.

-¿Crees que hablamos demasiado de neoliberalismo y demasiado poco de capitalismo? ¿Cuándo es apropiado usar uno u otro término y qué riesgos implica mezclarlos? -Muchos liberales dicen que el neoliberalismo ha ido demasiado lejos en términos de desigualdad de ingresos, que toda esta privatización ha ido demasiado lejos, que hay bienes comunes de los que tenemos que hacernos cargo, como el medio ambiente. Hay también una variedad de formas de hablar de capitalismo, como la economía colaborativa, que resulta estar capitalizada y es explotadora en un alto grado. Está la noción de capitalismo ético, que simplemente parece tener que ver con ser razonablemente honesto en vez de robar. Así, pues, en la mentalidad de cierta gente, existe la posibilidad de algún tipo de reforma del orden neoliberal hacia alguna otra forma de capitalismo. Creo que es posible hacer un capitalismo mejor del que existe en la actualidad. Pero no mucho mejor. Los problemas fundamentales son, en realidad, tan profundos ahora mismo, que no hay forma de llegar a ningún sitio sin un movimiento anti-capitalista muy fuerte. Así que, querría plantear las cosas en términos anticapitalistas, en vez de plantearlas en términos anti-neoliberales. Y, al escuchar a gente hablar del antineoliberalismo, creo que el peligro es que no hay ninguna conciencia de que el capitalismo es en sí mismo un problema, independientemente de su forma. La mayor parte del anti-neoliberalismo fracasa en afrontar los problemas macro del crecimiento exponencial y acumulativo sin fin: problemas ecológicos, políticos y económicos. De modo que, hablaría de anticapitalismo antes que de anti-neoliberalismo.

-Y, por supuesto, surge la pregunta: ¿hay una manera de organizarse que no sea un reflejo [de lo que se combate]? ¿Podemos romper el espejo y encontrar otra cosa, que no esté jugando en el terreno del neoliberalismo? -La resistencia al neoliberalismo puede darse de distintas formas. En mi trabajo enfatizo que el espacio en el que se realiza el valor es también un punto de tensión. El valor es producido en el proceso de trabajo y esto es un aspecto muy importante de la lucha de clases. Pero el valor se realiza en el mercado, por medio del intercambio, y en esto hay mucha política. Hay mucha resistencia a la acumulación de capital que no sólo tiene lugar en el ámbito de la producción, sino también en el consumo y realización del valor. Piensa en una fábrica de automóviles: las grandes fábricas solían emplear a cerca de 25 000 personas; ahora emplean a 5 000 porque la tecnología ha reducido la necesidad de trabajadores. Así que, el trabajo está siendo desplazado, cada vez más, de la esfera de la producción y está siendo empujado, cada vez más, hacia la vida urbana. El principal centro del descontento en el seno de la dinámica capitalista está desplazándose cada vez más hacia la realización del valor, hacia la política de la vida cotidiana en la ciudad. Obviamente, los trabajadores importan y hay muchas cuestiones entre los trabajadores que son cruciales. Si estamos en Shenzhen, en China, las luchas sobre *Becario de doctorado del Departamento de Fiel proceso de trabajo son dominantes. Y losofía e Historia de las Ideas de la Universidad de en los Estados Unidos hemos apoyado la Aarhu


Cartografía de la lucha de clases en América Latina y el Caribe: posneoliberalismo vs. capitalismo offshore Katu Arconada| Desde noviembre de 2015 han ocurrido sucesos excepcionales que cambian el panorama geopolítico y la cartografía de la lucha de clases en nuestra América. Con este trabajo pretendemos abordarlos, haciendo previamente un repaso de las etapas del ciclo posneoliberal que abrió una nueva etapa en nuestra región, al tiempo que intentamos un análisis sobre los acontecimientos de los últimos meses, que nos sitúan en un punto de inflexión y marcan enormes desafíos para los pueblos. Nos referimos centralmente al avance político de las fuerzas de derecha, avances expresados en el plano electoral y judicial que han logrado desalojar a dos gobiernos progresistas y estratégicos dado su peso político y económico como Argentina y Brasil, y que han ganado elecciones en Bolivia y Venezuela, modificando la correlación de fuerzas subjetivas y objetivas en la región. Nuestra América se encuentra entonces en un punto de bifurcación, una guerra de posiciones entre las fuerzas sociales y políticas que protagonizan y conducen (o condujeron) el ciclo progresista posneoliberal, y aquellas que apuestan desesperadamente por la restauración neoliberal en forma de capitalismo offshore, un capitalismo que muestra la agudización de algunas tendencias que podrían indicar una modificación del ciclo capitalista dentro de su fase ya iniciada de descomposición[1]. El momento político nos deja una derecha que ha acumulado fuerza en el plano electoral y solo necesita ganar las elecciones (y a veces como en Brasil, ni siquiera eso), mientras que la izquierda necesita ganar, pero sobre todo estar en la calle y reactualizar el proyecto político anti-neoliberal. No es momento de lamentar los reveses políticos sufridos por la izquierda, sino de reflexionar sobre las nuevas formas de contrarrestar la ofensiva del capitalismo offshore contra los pueblos de América Latina y el Caribe, de retomar la ofensiva que nos lleve a otro momento de acumulación política y social, que abra otra etapa del ciclo progresista. Pero también es necesario ejercer la crítica y a la autocrítica para rectificar a tiempo en el caso del núcleo duro del cambio de época progresista (Venezuela, Bolivia y Ecuador) y para construir algo diferente en aquellos países en los que los pueblos hemos pasado a la oposición y resistencia. Para pensar el momento actual es necesario comprender las diversas etapas que ha mostrado el ciclo progresista que convirtió a América Latina y el Caribe en la única región del mundo donde se comenzó a construir una alternativa al sistema capitalista o al menos a sus patrones de acumulación más agresivos desarrollados por medio de las políticas neoliberales. Fase previa, o acumulación originaria del ciclo progresista (1989-1998): Las resistencias al neoliberalismo. Caía el muro de Berlín, se desintegraba el proyecto histórico de la izquierda comunista mientras las fracciones más concentradas del capital arrasaban con las conquistas históricas de las y los trabajadores y los pueblos. Sin embargo, al tiempo que nos decían que había llegado el fin de la historia y de la lucha de clases, en el Sur del mundo comenzaba a germinar una resistencia al neoliberalismo todavía embrionaria durante el Caracazo (1989) y ya más organizada en el levantamiento zapatista (1994), así como otros procesos de resistencia contras las consecuencias de las políticas neoliberales primero y de lucha contra esas mismas políticas después.

1ª fase del ciclo progresista (1998-2003): La irrupción heroica del posneoliberalismo nacional-popular. La potencia plebeya de resistencia al neoliberalismo se transforma en proyectos políticos que apuestan no ya por la resistencia, sino por la toma del poder, o al menos de los gobiernos como primer paso. Ello se da por dentro de las formas constitucionales o institucionales vigentes, como parte de una estrategia que se teje dentro de un período contrarrevolucionario abierto luego de la derrota de las fuerzas revolucionarias plasmadas con las dictaduras cívico-militares de mediados de los 70. La destrucción social del neoliberalismo y la crisis provocada por la pérdida de hegemonía de las élites políticas y económicas, dejan un vacío político que es aprovechado por los proyectos nacional-populares para llegar a los gobiernos. El Comandante Chávez en Venezuela (1998), Lula en Brasil (2002) y Néstor Kirchner en Argentina (2003) abren el camino para el cambio de época en América Latina y el Caribe. Al final de esta primera fase se refuerza la disposición de lucha desde abajo y desde arribay la construcción heroica del posneoliberalismo con la derrota infligida por el pueblo de Venezuela al golpe de estado contrarrevolucionario de abril de 2002. 2ª fase del ciclo progresista (2004-2006): Pico de acumulación política A Chávez, Lula y Kirchner se les suman Evo Morales en Bolivia (2005) y Rafael Correa (2006), al mismo tiempo que se derrotaba el proyecto imperial conocido como ALCA en noviembre de 2005, poco después de que los gobiernos revolucionarios de Cuba y Venezuela, con Chávez y Fidel como arquitectos de la integración, impulsaran en diciembre de 2004 el ALBA, y nacieran, también en ese periodo de 2 años, valiosos instrumentos al servicio de la liberación de los pueblos como teleSUR o la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad. Se producen algunos “golpes de timón” claves que muestran el cambio de rumbo en los escenarios políticos nacionales, como las nacionalizaciones de los hidrocarburos en Bolivia, asambleas constituyentes en Bolivia o Ecuador, o el pedido de perdón por parte del estado argentino por los crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura cívico-militar. Al auge del antiimperialismo en la región, se suma la afirmación del carácter socialista de la Revolución Bolivariana. En este horizonte del Socialismo del Siglo XXI se alinean la Revolución Democrática y Cultural de Bolivia y la Revolución Ciudadana del Ecuador con el socialismo comunitario y el “buen vivir” como horizontes de época. 3ª fase del ciclo progresista (2007-2012): La estabilización del proyecto posneoliberal Al núcleo duro de gobiernos progresistas se suma Centroamérica con la llegada de los sandinistas al gobierno nacional en Nicaragua (2007, aunque Daniel Ortega gana las elecciones en noviembre de 2006) y del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional en El Salvador (2009). También constituyen un avance en la correlación de fuerzas políticas favorable a los pueblos la llegada al gobierno de Fernando Lugo en Paraguay (2008) y el viraje hacia posiciones progresistas del gobierno de Mel Zelaya en Honduras.


En esta fase son derrotados gracias a la movilización popular los intentos de golpe de estado en el núcleo duro bolivariano, Bolivia (2008) y Ecuador (2010), aunque no logran ser frenados los golpes a los gobiernos populares en Honduras en 2009 (cuando se incorpora al ALBA) y Paraguay en 2012, inaugurando la nueva estrategia de “golpes blandos” de la derecha, perpetrados desde las propias instituciones del estado liberal. Estas piedras en el camino de la construcción progresista y revolucionaria de Nuestra América tienes su contracara en las nuevas constituciones aprobadas en referéndum que consolidan la refundación de los Estados posneoliberales en Bolivia y Ecuador (con el antecedente de Venezuela en 1999). Se logra cristalizar en los nuevos textos constitucionales el cambio en las correlaciones de fuerzas sociales y políticas a favor de los pueblos. Al mismo tiempo, América Latina y el Caribe entran de lleno en la transición al mundo multipolar, con una presencia cada vez mayor en la región de Rusia y sobre todo China, además del nacimiento, en junio de 2009, de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China, a los que después se sumaría en abril de 2011 Sudáfrica), que contrarrestan la hegemonía yanqui en su tradicional patio trasero y generan condiciones para un desarrollo económico endógeno con mayores grados de soberanía. 4ª fase del ciclo progresista (2013-2016): reflujo y crisis La muerte del Comandante Chávez (marzo 2013) abre de manera simbólica una etapa de reflujo, de crisis en el bloque nacionalpopular que se traduce en un pico de desacumulación política y social que culmina con tres derrotas electorales para la izquierda y los proyectos nacional populares o el progresismo (de distinto signo, pero derrotas al fin y al cabo) en Argentina (octubre de 2015, el único gobierno de izquierda y/o nacional-popular perdido en las urnas desde 1998), Venezuela (diciembre de 2015) y Bolivia (febrero 2016), además de un golpe político-institucional-mediático contra el gobierno brasileño de Dilma Rousseff (mayo de 2016). Esta fase deja un debate no saldado para la izquierda y es el del Estado. Decía René Zavaleta Mercado (1983), sociólogo marxista boliviano, que la historia de las masas es una historia que se hace contra el Estado. Pues el Estado históricamente expresa las relaciones de dominación y aunque aparenta estar por encima de los intereses de las distintas clases y arbitrarlos produce los instrumentos institucionales necesarios para la reproducción de la clase dominante. Por ello también afirma Jorge Viaña (2006) que la historia de las masas es siempre una historia que se hace contra el Estado, y por lo tanto todo Estado niega a las masas en última instancia, aunque pretenda expresarlas. Probablemente esto es más claro en los procesos del segundo anillo progresista, y nos ayuda a entender parcialmente lo sucedido en Argentina o Brasil. Sin embargo, en el caso de los procesos que se han planteado cuestionar el poder de la clase dominante y al sistema mismo, el Estado se constituye como “Estado de transición”, casi como un “Leviatán a contramano”, tal como lo denomina Miguel Mazzeo (2014), pues expresa nuevas correlaciones de fuerza que permean las instituciones, modifican las reglas de juego y se proponen apuntalar la construcción de poder popular.

En la dialéctica contradictoria de las transiciones, la lógica de la inercia estatal obstaculiza, al tiempo que potencia las experiencias populares autogestionarias. Es un Estado que se reforma a sí mismo, por ejemplo, mediante las reformas constitucionales del núcleo duro bolivariano, lo que no sucedió en ninguno de los países del segundo anillo progresista, en los cuales ese viejo monstruo y sus lógicas de arbitrio bajo envolturas sumamente democráticas favorecieron la reconstitución de la iniciativa cultural, económica, institucional, comunicacional de las fuerzas restauradoras del orden neoliberal. Al tiempo que las fuerzas políticas que condujeron los gobiernos populares de este segundo anillo priorizaron la lucha desde arriba desvalorizando la auto organización popular, salvo en los momentos de agudización del enfrentamiento en que intentan apelar a la movilización de las masas. En cambio, en el primer anillo se apela constantemente a la lucha desde abajo como reaseguro del proceso revolucionario y como senda de construcción del socialismo. 5ª fase del ciclo progresista (2016- ): Guerra de posiciones entre el Posneoliberalismo y el Capitalismo Offshore Si bien hemos entrado en una fase de crisis del ciclo progresista, no se puede hablar de su fin. En primer y evidente lugar porque es destacar que, si bien la clase dominante ha logrado desalojar del gobierno y del aparato del Estado a algunos gobiernos populares mediante elecciones (Argentina) o mediante maniobras leguleyas y judiciales (Brasil), no han caído los gobiernos populares del núcleo duro del cambio de época progresista: Bolivia, Ecuador, y Venezuela. Aunque hayan perdido dos procesos electorales parciales y, sobre todo en Venezuela, se hayan agudizado las contradicciones, el enfrentamiento y la polarización social, no se ha detenido la construcción revolucionaria expresada fundamentalmente en las comunas[2], con el apoyo del Estado Revolucionario. Los tres proyectos que se plantearon ir más allá de las relaciones capitalistas en el largo plazo son los que están en pie, lo que indica que la batalla estratégica de nuestro tiempo es la defensa de esos procesos. La fase en la que entra el ciclo progresista se caracteriza entonces por una guerra de posiciones en la que la izquierda debe hacer un buen diagnóstico y balance del breve ciclo de derrotas electorales, de lo sucedido en Brasil, y en general del reflujo en la capacidad de resistencia y movilización política de las fuerzas de izquierda en el continente. Pero, ¿cuáles son las características de esta nueva etapa del ciclo progresista? ¿Qué características se delinean en el Capitalismo Offshore del siglo XXI? Nueva derecha: Esta nueva derecha es una derecha sin proyecto. Hasta el momento ninguno de los gobernantes de derecha ha conseguido materializar un proyecto político anti-posneoliberal que haya cuajado. Ni Uribe en Colombia, ni Piñera en Chile, ni Peña Nieto en México. No hay proyecto, pero si hay construcción del discurso aprovechándose de las debilidades y errores cometidos por los gobiernos de izquierda. Macri como gerente de la Argentina es la gran prueba de fuego para la derecha offshore. Esta


derecha avanza hasta donde puede con el objetivo de maximizar la explotación del trabajo y la concentración de riqueza, y retrocede en la medida en que se mella su legitimidad y potencia electoral. ¿Por qué es nueva? Es nueva porque tiene un discurso -también testeado por encuestas y consultoras- más modernizador hacia afuera: aunque, en el caso de Argentina, defienda a genocidas y torturadores de las dictaduras cívico-militares[3], tienen un discurso sobre los derechos humanos. Aunque en su fuero interno sean conservadores y retrógrados (como se muestra en diversas declaraciones) aceptan -o al menos no cuestionan por ahora- derechos civiles como por ejemplo la ley de matrimonio igualitario y otras. No se presentan tan abiertamente como en el pasado con la cruz y la espada en la mano, sino que apelan como instrumento disciplinador a la despolitización de las masas. De ahí los globitos de colores utilizados en las campañas electorales en vez de banderas y consignas. Nueva estructura de clases sociales: Los gobiernos progresistas redistribuyeron la riqueza sin politización social (afirmación que se cumple en menor medida en el núcleo duro bolivariano, pero que también explica parte de los problemas que viven estos procesos). Las clases medias de origen popular no encontraron otra alternativa al elevar sus niveles de renta y consumo que el american way of life, o cultura del shopping. El ciclo progresista no logró derrotar la hegemonía del capitalismo en el plano cultural, y una vez que las clases populares alcanzan niveles de consumo que hasta hace poco pertenecían a otras clases sociales, acaban interiorizando las preferencias políticas de estas otras clases sociales. La clase vuelve por tanto al centro de la disputa política en esta nueva fase del ciclo progresista, pero sin que la alternativa posneoliberal se haya transformado en una alternativa anticapitalista o socialista. Nuevas vías de restauración hegemónica del capital o de la fuerza social-política de la oligarquíafinanciera: Los golpes en Honduras, Paraguay y Brasil demuestran, como afirman Flax y Romano (2016), que “el diseño institucional de nuestros sistemas políticos formalmente democráticos y representativos sigue siendo permeable a la capacidad de dominio de las minorías privilegiadas: ya no parece ni necesario ni adecuado usar la fuerza para quitarle el poder del Estado a gobiernos que resultan incómodos”. Tampoco fue necesario usar la violencia organizada o la insurrección armada del pueblo para quitarle los gobiernos a los neoliberales de los 90 y principios de los 2000. Las fuerzas social-políticas que lograron expresar los procesos de resistencias y luchas del ciclo de la rebelión de los 90 llegaron a los gobiernos por medio de los votos. Es decir que en esos momentos de crisis orgánicas o de hegemonía, la oligarquía financiera pierde el comando de los aparatos estatales y el régimen democrático burgués permite el ascenso de gobiernos populares, así como ahora por esa vía llegan los gobiernos restauradores o de derecha. Nuestras revoluciones o reformas pacíficas, y por ello graduales e inconclusas, pueden verse atrapadas en la trampa de las elecciones democráticas y la libre expresión. Es el dilema de construir el socialismo dentro de las formas de un capitalismo democrático[4] y en un solo país. A los golpes tradicionales se le suman los llamados golpes suaves, con la intervención imperialista de ONGs que buscan impulsar “primaveras latinoamericanas”, canalizando fondos de USAID, NED o el Departamento de Estado, en muchos casos (como el boliviano) de la mano de fundaciones de derecha como la Konrad Adenauer alemana. Profundización del parasitismo financiero: Como muestra Jorge Beinstein, se refuerza la tendencia a la financiarización, tendencia que se venía expresando desde inicio del milenio, que muestra un estancamiento inestable entre 2009 y 2013, y aunque luego de 2014 se desinfla, en diciembre de 2015 casi triplicaba los derivados globales de 1998[5].Se puede confirmar por tanto como están intrínsecamente ligados la profundización de la financiarización de la economía, con la decadencia y descomposición del sistema en su conjunto. Por otro lado, Beinstein agrega que “la financiarización integral de la economía hace que su contracción comprima, reduzca el espacio de desarrollo de la economía real” (Beinstein, 2016: p. 3). Esto afecta sin duda aquellos espacios a los cuales las experiencias posneoliberales destinaban parte de su producción para obtener divisas con las cuales financiar, a su vez, el desarrollo endógeno. Nuevo terrorismo mediático: La Guerra de IV Generación conducida por el imperialismo tiene un papel crucial en esta nueva fase del ciclo progresista. En

muchos casos los medios de comunicación masivos en manos privadas complementan a los partidos políticos de derecha, sustituyéndolos directamente cuando estos están muy desacreditados, viniendo a cumplir su mismo rol de ariete contra los gobiernos de izquierda, construyendo matrices de opinión que rotan sobre la corrupción, narcotráfico, inseguridad ciudadana o incapacidad política como elementos centrales. Así el estado mayor conjunto de la oligarquía financiera está constituido por los agentes del imperialismo y las corporaciones empresarias y mediáticas. La lucha de clases tiene una expresión fundamental en el espacio público mediático, especialmente las redes sociales, que se convierten en un campo de batalla como hemos podido observar durante las campañas electorales en Argentina, Venezuela y Bolivia, así como legitimando el golpe mafioso de Temer y el conjunto de la derecha en Brasil. Ya lo dejó escrito Gene Sharp, uno de los ideólogos del golpe suave: “La naturaleza de la guerra en el siglo XXI ha cambiado (…) Nosotros combatimos con armas psicológicas, sociales, económicas y políticas[6]”. Es por ello que es imposible entender esta nueva fase del ciclo progresista sin analizar el rol de los grandes medios de comunicación como arma psicológica del Capitalismo Offshore. El lobo se viste con piel de cordero. Nueva intelectualidad: De forma complementaria a los medios de comunicación, la derecha ha ido construyendo una lumpenburguesía intelectual necesaria para construir su relato, para fragmentar al pueblo y convertirlo en individuos “ciudadanos” consumidores, difuminando la lucha de clases y amortiguando las medidas de shock de la nueva derecha. Son las y los herederos del posmodernismo y el new age que suavizaron o disfrazaron el efímero triunfo ideológico del capital luego de la caída del campo socialista con el relato sobre el fin de los grandes relatos totalizadores, valga la redundancia. Actualmente logran captar partes de la juventud con nuevas formas de rebeldía light que no apuntan a cuestionar las contradicciones ni injusticias estructurales del sistema. Nuevas formas de destrucción capitalista: Los sujetos de la restauración neoliberal no operan u operaron sólo en los países con gobiernos progresistas. Donde la izquierda es oposición se producen horrores inimaginables, la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en México, la desaparición selectiva de militantes y referentes populares en Colombia, o el asesinato de la dirigente indígena hondureña Berta Cáceres son algunos entre los muchos ejemplos de las cuotas de destrucción humana, social y de bienes comunes a las que el capitalismo puede llegar con tal de mantener o elevar la tasa de ganancia. Si bien ello constituye una lucha histórica del capital -para contrarrestar la tendencia inevitable a la baja de la tasa de ganancia- el horror que producen encuentra nuevos laberintos.


Nuevas formas de desintegración y de imperialismo: 10 años después de la derrota del Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), la Alianza del Pacífico (AP) asoma como un peligro que buscar desgastar y erosionar los instrumentos de la integración latinoamericana, peligro aun mayor que el ALCA si cabe en la medida en que la AP incursiona también en el ámbito de la integración política y no solo la económica del libre comercio. La AP es una herramienta de desintegración complementaria al Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP), que esté ya sí con la presencia de los Estados Unidos, además de contar con un inicio con Chile como doble pivote entre la AP y el TPP, busca frenar la creciente influencia geopolítica de China. Nueva geopolítica continental: Sin embargo, hay motivos para la esperanza, el mundo multipolar ya está aquí y Nuestra América juega un papel central en él. El declive de la hegemonía estadounidense, junto con el rol cada vez más ambicioso de China Rusia en el tablero geopolítico genera condiciones más favorables para la lucha por la independencia y la soberanía. América Latina se convierte en un referente en cuanto a zona de paz con el avance del fin del conflicto armado en Colombia. La Paz con justicia social y participación política de la insurgencia no es un hecho, pero si un horizonte visible que nos anima a seguir caminando. La rectificación de Estados Unidos restableciendo las relaciones con Cuba, que deberían llevar a una normalización de las mismas una vez que se levante el bloqueo contra la Isla, o la entrada de Bolivia como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, son elementos que permiten visualizar un nuevo tablero geopolítico en el que librar esta guerra de posiciones contra el Capitalismo Offshore. En este sentido la batalla estratégica pasa por defender las posiciones de avanzada conquistadas: los gobiernos revolucionarios. ¿Qué hacer? Debemos hacernos la misma pregunta que se hacía Lenin en 1902, acerca de cuál es la estrategia que debe guiar a las izquierdas latinoamericanas y caribeñas en este momento histórico, en esta coyuntura política que nos ha tocado vivir. Pero para ello, como nos muestra Álvaro García Linera (2016), nos es más útil el Lenin que ya había hecho la revolución y gobernado, el Lenin que en 1921 hacía autocrítica y escribía: “Cometimos el error de querer emprender el paso inmediato a la producción y distribución comunistas. Es inevitable pasar de la táctica del asalto directo a la del asedio, gradualidad, rodear”. Lo cierto es que entramos en un nuevo periodo de luchas defensivas, y si entendemos la historia, como nos enseñó Marx, por oleadas, las revoluciones también tienen momentos ascendentes y descendentes. En ese sentido es necesario volver a acumular política y socialmente para una segunda oleada que necesariamente tiene que nacer desde el núcleo duro bolivariano, Bolivia, Venezuela, Cuba, Ecuador, acompañados por Nicaragua y El Salvador. Por ello, decimos una vez más que la estrategia fundamental de las luchas de los pueblos en este punto de inflexión en el que nos encontramos pasa por defender esas experiencias diversas mediante las que se desarrolla la revolución en dicho núcleo duro. Debemos tratar de crear un escudo protector para que puedan seguir creciendo las experiencias de construcción de poder popular

que constituyen la revolución silenciosa y menos conocida de las bases revolucionarias, al tiempo que el entendimiento de que solo manteniendo los gobiernos revolucionarios pueden continuar esas construcciones, aun con todos los sacrificios que los procesos revolucionarios implican. Volviendo a Lenin, el revolucionario ruso afirmaba que la base para la construcción del socialismo era “soviets + electricidad”. En ese sentido, el programa político que debemos construir en esta nueva etapa del ciclo progresista pasa por una fórmula similar. Nuestros soviets son el poder popular, la formación política, la creación de nuevos liderazgos y de una ética revolucionaria incorruptible. Y nuestra electricidad es la eficiencia y técnica en resolver caminos productivos alternativos a los que nos marcan los capitalismos parasitarios y dependientes que apunten a resolver necesidades inmediatas de nuestros pueblos, y en construir nuevas formas y medios de comunicación si queremos romper la hegemonía del capitalismo en el ámbito cultural. Por último, retomar la senda revolucionaria de la crítica y la autocrítica constructiva, genuina y desde adentro, nos dará la fuerza para retomar la iniciativa popular, rectificando a tiempo en el núcleo duro nuestroamericano, y repensando los modos de organización y luchas populares en aquellos territorios en los que hemos pasado a la resistencia y defensiva de nuestras históricas conquistas. Notas [1]Hemos explicado en el capítulo 2 las características que adquiere el capitalismo en las últimas décadas, características que muestran el inicio de una fase de descomposición del sistema de acumulación de capital, tendencia de largo plazo que no impide su desarrollo deforme. Se debe tomar en cuenta que descomposición no es sinónimo de desaparición, sino que remite a la dificultad de reproducción en las relaciones que son propias, proceso que puede durar todavía siglos. [2]En la actualidad (julio 2016) existen 1.567 Comunas que agrupan a 46.118 Consejos Comunales según el contador de comunas que publica el Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales. Se puede visitar en http://consulta.mpcomunas.gob.ve/index.php. Estos números fueron obtenidos en la entrada a la página del 5 de julio de 2016, pero son modificados permanentemente a medida que crece la cantidad de comunas y consejos comunales. [3]Los vínculos con las dictaduras cívico-militares son directos en algunos casos, como los lazos económicos de la familia empresarial de Macri que se enriqueció como contratista del estado junto a los grupos económicos que formaron parte de la llamada “patria financiera”. Además, es visible la participación de militantes defensores de los genocidas en los actos de la nueva derecha en Argentina y entre los diputados que votaron a favor el impeachment en Brasil. [4]Utilizamos el concepto de “capitalismo democrático” pues como explicaba Atilio Borón la expresión “democracia capitalista” es una expresión equívoca porque supone que en dicha forma estatal lo esencial es el componente democrático mientras que el carácter capitalista es apenas una tonalidad que modifica de modo accesorio al funcionamiento de la democracia. Las democracias en el capitalismo contemporáneo son ‘capitalismos democráticos’, en donde lo esencial es el carácter capitalista de una formación social y su expresión política, y lo accesorio, prescindible, descartable es la democracia. Lo primero, el capitalismo, recordaba von Hayek, es una necesidad; la democracia, en cambio, es una conveniencia, siempre y cuando no altere el funcionamiento de aquel. (Borón, 2000: 161-164). [5]“En diciembre de 1998 los derivados globales llegaban a unos 80 billones de dólares equivalentes a 2,5 veces el Producto Bruto Global de ese año, en diciembre de 2003 alcanzaban los 200 billones de dólares (5,3 veces el PBG) y a mediados de 2008, en plena euforia financiera, saltaron a 680 billones (11 veces el PBG), la recesión de 2009 los hizo caer: para mediados de ese año habían bajado a 590 billones (9,5 veces el PBG). Se había acabado la euforia especulativa y a partir de allí las cifras nominales se estancaron o subieron muy poco reduciendo su importancia respecto del Producto Bruto Global: en diciembre de 2013 rondaban los 710 billones (9,3 veces el PBG) y luego se produjo el gran desinfle: 610 billones en diciembre de 2014 (7,9 veces el PBG) para caer en diciembre de 2015 a 490 billones (6,2 veces el PBG)”.


Profundizar las reformas en Cuba: hacia dónde y cómo Entrevista a Carlos Alzugaray Profesor, investigador y ex-diplomático cubano. Publicado por Cuba Posible.

“¿Cómo se puede construir el nuevo modelo socio-económico que está contenido en los “Lineamientos” y que se ha intentado conceptualizar en los textos del VII Congreso del PCC? ¿Cuál es el balance que debe haber entre el sector estatal y el sector privado? ¿Qué cambios políticos y jurídicos son necesarios para adaptar el sistema institucional a un modelo socioeconómico “actualizado” y a la transición generacional del liderazgo? ¿Debemos limitarnos a una reforma de la Constitución o debemos crear una nueva Constitución? ¿Qué cambios deben introducirse en el sistema electoral y en el funcionamiento de la Asamblea Nacional? ¿La normalización de relaciones con Estados Unidos es posible, deseable y conviene a nuestros intereses? ¿Se puede ser antiimperialista y apoyar la normalización?”. Son estas algunas de las interrogantes a las que el profesor, investigador y ex-diplomático cubano Carlos Alzugaray intenta responder en esta entrevista con Cuba Posible. Aunque nuestra intención era indagar sobre el panorama de los espacios públicos de deliberación y el estado del debate en el país, el profesor Alzugaray nos ha regalado un magnífico y profundo análisis (multidimensional) de la actual coyuntura cubana. Esta entrevista constituye, sin lugar a dudas, una muestra de compromiso de su autor a favor de los procesos de reforma que vive el país y, a su vez, un documento político con una poderosa visión estratégica. -¿En qué medida la política cubana actual identifica la necesidad del debate sistemático y público de nuestros problemas? ¿Escucha propuestas para solucionarlos? -No hay duda de que en Cuba los espacios públicos de diálogo, debate y deliberación se han incrementado en los últimos 10 años, para beneficio de la verdadera democracia que todos los ciudadanos estamos obligados a ejercitar, fortalecer y defender. Ello se debe a un mayor activismo procedente de sectores en la sociedad civil y a una perceptible mayor anuencia de las autoridades partidistas y gubernamentales que se ocupan de estos temas. Hay, incluso, esfuerzos oficiales por promover, entre las más amplias capas de la ciudadanía, la deliberación sobre los principales problemas del país. Se viene recuperando así una práctica que estuvo muy presente en los primeros años después del triunfo de la Revolución y que se perdió cuando se abrazó, de manera dogmática, el modelo de “trabajo político ideológico”

del “socialismo realmente existente” en la Unión Soviética y Europa Oriental. A lo largo de esos años, se enfatizó en la “unanimidad” como una expresión de unidad, que realmente no lo es, y hasta se enalteció la idea de la “incondicionalidad” como una virtud cívica, cuando tampoco lo es. Estas prácticas forman parte de la “vieja mentalidad” que estamos obligados a desterrar. Importantes rezagos de estos vicios del pasado todavía nos aquejan. Por ello, estamos aún lejos de alcanzar los niveles que serían deseables y que se corresponderían tanto con el grado de desarrollo social y cultural de la ciudadanía, como con las necesidades del momento, que se hacen cada vez más claras debido a la encrucijada de cambios que enfrenta la Nación. Vale recordar que, en la actual coyuntura política cubana, se producen simultáneamente tres procesos transformativos claves: (1) la creación, por primera vez, de un modelo económico-social que fomente la prosperidad y la sustentabilidad al tiempo que mantenga la equidad que ha sido uno de los logros distintivos de la Revolución; (2) la transferencia generacional del poder debido a la ineluctable eclipse de la generación histórica que condujo al país desde 1959, con importantes éxitos pero también con insuficiencias y errores; y (3) el desafiante proceso de normalización de las relaciones con Estados Unidos, sobre el cual se perciben visiones contradictorias, algunas todavía inmovilizadas en un pasado que se viene superando. Todos estos procesos requieren de una participación activa de la ciudadanía en las necesarias deliberaciones sobre cuál es el país que queremos y cómo alcanzarlo. Entre los obstáculos más importantes que aún prevalecen y se deben superar, identifico tres. El primero tiene que ver con una característica de nuestra vida política que no surgió con la Revolución, que data de períodos anteriores, y es lo que yo calificaría, quizás de manera muy dura, como la falta de una cultura cívica de diálogo y deliberación y de tolerancia hacia opiniones disidentes y discrepantes. Una democracia que se respete no puede prescindir de esta cultura cívica respetuosa y abierta. El tipo de cultura intolerante con otras opiniones que se ha aupado históricamente se asocia con la idea de que no hay otra forma de debatir que la de oponerse frontalmente a nuestros adversarios. En Cuba, la moderación y la capacidad para la avenencia, han sido interpretados, por lo general, como signos de debilidad y hasta de una actitud antinacional. Ello tiene que ver

con nuestra reconocida tendencia hiperbólica. Tendemos a elevar a la categoría de virtud absoluta algunas actitudes heroicas en el combate contra nuestros enemigos o adversarios. La Protesta de Baraguá, por ejemplo, es un modelo de comportamiento justamente alabado, pero olvidamos que correspondió a una situación específica, como también olvidamos que las circunstancias posteriores obligaron al propio Antonio Maceo a tomarse una tregua que duró varios años. Sin embargo, por ejemplo, no tendemos a colocar en el mismo pedestal los esfuerzos unitarios de Martí previos a la guerra del 95, que requirieron tolerancia y aceptación de opiniones divergentes. La moderación y el respeto por la opinión ajena en el debate público, o en cualquier otro debate, no es algo que nos venga dado. Propendemos a hablar de “combate”, “batalla” o “enfrentamiento” y no de diálogo, conversación o deliberación. Es algo contra lo que tenemos que bregar. Es común descalificar a las personas con las cuales discrepamos. Se apela muy a menudo al método de “culpa por asociación”. Se es propenso a considerar que detrás de cualquier posicionamiento que no compartimos hay una oscura y perniciosa conspiración “del enemigo”. También se apela a la táctica de “difama que algo queda”. Se hacen acusaciones sin fundamentos o se crean “hombres de paja” para así facilitar su descalificación. Es raro que aceptemos darles a nuestros adversarios políticos el beneficio de la duda. Caemos comúnmente en la dialéctica “amigo vs enemigo” o de “virtud vs traición”. Esto se vio, por ejemplo, en el debate alrededor de la participación de los ciudadanos que fueron a Panamá el año pasado en representación la llamada “sociedad civil revolucionaria”. Esa “delegación” dio la imagen, consciente o inconscientemente, de que lo que nos caracteriza es la obcecación y la intolerancia, so pretexto de la llamada “intransigencia revolucionaria” o, como alguien lo llamó, “nipinguismo”. Esta actitud conduce el necesario debate por los caminos de la polarización política, que, como hemos visto en otros casos como los de Estados Unidos, Brasil o Venezuela, lleva a las sociedades a callejones sin salida. Tengo la sensación de que se avanza hacia esa cultura de tolerancia y aceptación de la diversidad pero, de vez en cuando, asoman manifestaciones negativas y contraproducentes, incluso desde autoridades políticas, hacia proyectos que tienen como propósito fundamental que afloren


las distintas opiniones que prevalecen entre nuestra ciudadanía. La revista Temas, el proyecto Cuba Posible, y los sitios web de OnCuba y La Joven Cuba, por ejemplo, prestan un indiscutible servicio a la Nación al dar la oportunidad de que se conozca la diversidad y riqueza de pensamiento que existe hoy en Cuba. Sin embargo, a veces se oyen críticas veladas (y no tan veladas), en las cuales se les acusa injustamente de todo tipo de “debilidades político-ideológicas”, o, incluso, de ser portadores de un proyecto contrario a los intereses de la Nación. Un segundo problema es que falta una clara definición del gobierno y del Partido en cuánto al fomento de los espacios públicos de diálogo, deliberación y debate. Hay que comenzar por reconocer que existe un principio fundamental de la política que es la “libertad de expresión y opinión”. Ella debe ser no sólo respetada, sino promovida y protegida por todos pero, sobre todo, por la clase política. Por otra parte, espacios públicos financiados con el presupuesto estatal, que genera la propia ciudadanía con su trabajo, deben estar abiertos a todas las opiniones. Esta falta de una política específica es paradójica, porque el propio presidente Raúl Castro y otros dirigentes partidistas y gubernamentales han demandado más democracia y han proclamado que las mejores soluciones emergen del más amplio y profundo debate de las más variadas opiniones. Adicionalmente, han afirmado que no debe haber secretos para la ciudadanía. Los espacios públicos de diálogo, deliberación y debate deberían ser coherentes con estas ideas y admitir, y hasta promover, opiniones que critiquen a la “opinión oficial”, a lo “políticamente correcto” o a sus sucedáneas; y que enfrenten a la clase política y a la burocracia con sus errores y deficiencias. Que no estamos acostumbrados a esta práctica y que no es común a nivel de los liderazgos políticos, lo muestra el escaso debate que se produce en las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Quizás el ejemplo más penoso en este sentido, hace unos años, fue la aprobación unánime, sin ninguna deliberación, de la Ley de Seguridad Social; texto alrededor del cual el propio gobierno había promovido una deliberación nacional en la cual surgieron numerosas opiniones y criterios que no se vieron reflejados en el máximo órgano legislativo. Finalmente, y en tercer lugar, todo debate político debe estar sustentado no sólo en el contraste y competencia de ideas, sino también en datos de la realidad social y política que sean verificables y transparentes. En cualquier sistema político esto se materializa en la realización de encuestas regulares de opinión pública y en su conocimiento general. En Cuba se hacen pocas encuestas e, incluso, existe la costumbre de mantener en secreto las que se hacen hasta por los centros e instituciones que son públicos, pero que se comportan como propiedad privada. Recuerdo haberle preguntado a una funcionaria del Instituto de Investigaciones de la Opinión del Pueblo (no estoy siquiera seguro de que esa sea su designación oficial), por qué no se hacían públicas sus encuestas y la respuesta fue que ellos sólo se la entregaban a sus clientes, que era el Comité Central del PCC. Resumiendo, en política es necesaria la transparencia y ello implica conocer

todas las opiniones y criterios, por controversiales que parezcan. Las sociedades tienen que conocerse a sí mismas y para ello es imprescindible fomentar el debate, respetando las opiniones diversas. Tenemos que darnos cuenta de que cualquier idea expresada por un cubano es válida y hay que escucharla y respetarla. Por otra parte, tenemos que acostumbrarnos a enfrentar los errores cometidos con valentía y honestidad. Por añadidura, es siempre útil examinar un tema desde distintos ángulos y perspectivas. La discrepancia y la disidencia son positivas y forman parte de cualquier diálogo, debate o deliberación cívicos. -¿Cuáles son los temas que más se debaten? ¿Cómo evalúa la calidad de esos debates, su diversidad o representatividad? -Si se hicieran encuestas de opinión regularmente y se hicieran públicas las que ya se hacen, sería relativamente fácil contestar esta pregunta y debatir las distintas interpretaciones. Una persona, por sí sola, no puede hacerlo. Así que intentaré dar mis criterios, si bien los mismos están sujetos a otras miradas y perspectivas. A juzgar por lo que se publica en distintos medios, se podría afirmar, con poco margen de error, que los debates actuales al interior de nuestra sociedad giran alrededor de tres ejes fundamentales y que se relacionan con las grandes transformaciones que viene experimentando el país. Las formularé a manera de preguntas: 1. ¿Cuáles son las vías y los métodos a través de los cuales podemos construir ese nuevo modelo socio-económico que está contenido en los “Lineamientos” y que se ha intentado conceptualizar y definir en los textos que el VII Congreso del PCC acordó someter a un amplio debate nacional? ¿Cuál es el balance que debe haber entre el sector estatal y el sector privado, entre el Estado y el mercado? ¿Cómo se realiza la unificación monetaria y de tasas de cambio sin que el costo social sea un peso excesivo para los sectores más vulnerables de nuestra sociedad? ¿Cómo logramos que el sector estatal sea eficiente y que el privado sea justo? ¿Cómo enfrentamos el problema de las crecientes desigualdades, sobre todo el origen espurio de algunas fortunas que ya comienza a aparecer? 2.-¿Qué cambios políticos y jurídicos son necesarios para adaptar el sistema insti-

tucional a estas nuevas circunstancias: un modelo socio-económico “actualizado” y transición generacional del liderazgo? ¿Debemos limitarnos a una reforma de la Constitución o debemos crear una nueva Constitución? ¿Cómo se resuelve el tema de la creciente desigualdad que todos percibimos? ¿Qué cambios deben introducirse en el sistema electoral y en el funcionamiento de la Asamblea Nacional, ahora que se instalará en el Capitolio, para que sea más eficiente, representativa y deliberativa? 3. ¿La normalización de relaciones con Estados Unidos es posible, deseable y conviene a nuestros intereses? Otros aspectos de este problema: ¿se puede ser antiimperialista y apoyar la normalización? ¿Ha cambiado realmente la política de Estados Unidos hacia Cuba? Si la respuesta a esta última pregunta es afirmativa, ¿qué ha cambiado y qué no ha cambiado? ¿Cómo podemos aprovechar la normalización en beneficio de las transformaciones socioeconómicas en curso? ¿Cómo enfrentar los desafíos políticos que ello representa? ¿Hay de verdad una “guerra cultural”? Detrás de todos estos temas se encuentra un mismo telón de fondo: el cambio de mentalidad. O, para ponerlo también en forma de pregunta: ¿Qué hay que hacer para materializar “los cambios estructurales y de conceptos” que demandó el presidente Raúl Castro en el 2007? Que este sigue siendo un problema clave lo reiteró el propio mandatario en su Informe Central al VII Congreso del PCC cuando dijo: “El obstáculo fundamental que hemos enfrentado, tal y como previmos, es el lastre de una mentalidad obsoleta, que conforma una actitud de inercia o de ausencia de confianza en el futuro. No han faltado, como era lógico esperar, sentimientos de nostalgia hacia otros momentos menos complejos del proceso revolucionario, cuando existían la Unión Soviética y el campo socialista. En el otro extremo han estado presentes aspiraciones enmascaradas de restauración del capitalismo como solución a nuestros problemas.” Esta vieja mentalidad que tenemos que superar, influye en muchos de los debates actuales alrededor de los tres ejes mencionados más arriba. Hay que reconocer que es sumamente importante y útil la iniciativa de promover un diálogo nacional sobre los dos documentos clave aprobados


en todo el mundo; y una sociedad más justa en la cual el acceso universal a la educación y la salud son principios inalterables. Pero, reconozcámoslo, en muchas partes del mundo, particularmente en el primer Estado que se proclamó socialista, la Unión Soviética, la estatalización de la producción y los servicios resultaron en un rotundo fracaso. Sólo han sido exitosas aquellas sociedades socialistas que incorporaron a su quehacer económico ciertas dosis de sectores no estatales y de relaciones monetariomercantiles, como China y Vietnam

inicialmente en el VII Congreso del PCC: Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista; y Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030: Propuesta de Visión de la Nación, Ejes y Sectores Estratégicos. Esta es una proposición democrática en lo esencial y se corresponde con los fundamentos de lo que la teoría política al uso clasifica, siguiendo a Jürgen Habermas, como un modelo deliberativo de sistema político. A mi criterio, la transformación política de la sociedad cubana pasa por dos procesos vinculados entre sí: el rediseño de la institucionalidad para que sea más democrática y legítima, y por fomentar un clima político en el país en que se privilegie la deliberación por sobre los debates encrespados y descalificatorios. En cuanto al modelo socio-económico que estamos creando, en vez de aferrarnos a la vieja y estéril dicotomía entre socialismo y capitalismo, la deliberación debe centrarse en las políticas que promuevan un adecuado balance entre las tres aspiraciones comunes para una mayoría de los cubanos: prosperidad, sustentabilidad y equidad. El socialismo y el capitalismo no son fines en sí mismos, sino medios para alcanzar otros objetivos. En la literatura política de los 60 se hablaba de “vía socialista” y “vía capitalista” de desarrollo. En realidad lo que buscamos, que es una sociedad justa, tiene que ver, ante todo, con la adopción de un modelo que garantice la liberación de las fuerzas productivas de la sociedad cubana con el fin de crear un sistema económico que sea eficiente. Sólo con eficiencia podremos evitar la pérdida de nuestra independencia y que se erosionen las conquistas sociales de la Revolución. Hoy por hoy, percibo que lo que interesa a la mayoría de los cubanos es vivir con prosperidad, pero una prosperidad que sea distribuida equitativamente y no ponga en peligro la sostenibilidad de los logros alcanzados por nuestra sociedad. Cuba tiene una experiencia acumulada ya en materia de conducción económica. Esa experiencia incluye más fracasos que éxitos. De la etapa capitalista sabemos que el modelo que primó antes de 1959, esencialmente capitalista dependiente, no produjo la Nación a la que aspirábamos, sobre todo por su inequidad, subdesarrollo, corrupción y sometimiento a Estados Unidos. De la etapa socialista sabemos que este modelo produjo niveles de equidad nunca

vistos en Cuba y nos permitió tener unas relaciones internacionales diversas en la que la Nación no sólo ha ejercido su verdadera soberanía y autodeterminación, sino que ha logrado insertarse en el sistema global como un actor significativo, creador de normas de cooperación y promotor de soluciones de conflictos. Sin embargo, en materia de producción y servicios por la vía socialista, los éxitos no han sido lo característico, si exceptuamos lo relacionado con la educación y la salud. Incluso en temas sociales de vital importancia, como la vivienda y el transporte, los métodos socialistas no han tenido todo el resultado deseable. A mi criterio, esto ha sido así porque en reiterados momentos de nuestra historia económica desde 1959, primó la improvisación y el voluntarismo, olvidándose que las relaciones monetariomercantiles no se pueden abolir y siguen existiendo aún en un modelo esencialmente socialista de desarrollo. Se ha tenido que pagar caro la inexperiencia y la necesidad de actuar ante crisis provocadas desde el exterior (el bloqueo norteamericano y el fin de la URSS). Sin embargo, en las etapas en que disfrutamos de mayor bienestar económico, básicamente desde mediados de los 70 hasta mediados de los 80, ello se debió a que tuvimos un modelo de dirección que asimiló algunas leyes monetario-mercantiles fundamentales, además de que recibimos un gigantesco subsidio de la Unión Soviética y a que nos beneficiamos de altos precios de nuestro principal producto de exportación: el azúcar. El debate entre el Estado y el mercado no es privativo de Cuba. Es el desafío que enfrenta cualquier sociedad. ¿Cuánto mercado debe consentirse para fomentar el desarrollo de las fuerzas productivas; cuánto Estado debe haber para promover la equidad? Y ese debate, como afirmé más arriba, trasciende la dicotomía de socialismo versus capitalismo. Tengo la sensación de que a veces nos perdemos cuando nos escudamos detrás de esos dos términos que esconden más de lo que enseñan. Preguntémosle a 10 cubanos qué es el socialismo y cuáles son las características definitorias y nos encontraremos seguramente con 10 respuestas distintas. En Cuba, la vía socialista está asociada con dos beneficios importantes: una nación independiente con una política exterior activa que nos ha hecho ser respetados

-Hoy por hoy, casi todas las naciones exitosas en su desarrollo con equidad social combinan instrumentos típicamente socialistas con otros característicamente capitalistas. ¿Cuánto de socialismo hay en países como Noruega, Nueva Zelandia o Singapur? ¿Cuánto de capitalismo hay en China y Vietnam? -Para decirlo como me lo dijo un colega hace años: “el Estado no está capacitado para la producción de croquetas”. Para muchas ramas de la economía hay excelentes emprendedores, que saben combinar su eficiente capacidad de gestión de negocios con una responsabilidad social que ponen a disposición de la comunidad. Hoy en Cuba muchos economistas insisten en que la empresa estatal socialista aporta el 80 por ciento del Producto Interno Bruto, pero también es una realidad que al menos un 28 por ciento de la fuerza laboral del país se enmarca ya dentro del creciente sector no estatal, donde por lo general se perciben mejores salarios. En muchos casos este sector ofrece productos y servicios más eficientemente y con mejor calidad. En este sentido, hay mucha sabiduría en la máxima de Confucio, reiterada por Deng Xiaoping al referirse a un principio que rigió las exitosas reformas chinas: “Qué importa el color del gato, lo que importa es si caza ratones”. En cuanto al debate o deliberación sobre temas estrictamente políticos, aunque todavía es algo incipiente, el mismo se plantea inevitablemente por dos razones. La primera es que no puede haber transformaciones económicas sin una correspondiente mutación política. Esta conclusión no es exclusiva de la concepción marxista de la sociedad. Si se habla de descentralización de la administración, ello significa que hay que repensar la Constitución del país, base de su sistema político. La existente promueve una centralización excesiva del modelo de toma de decisiones. La consolidación de un sector privado, integrado incluso por pequeñas y medianas empresas, uno de los sustentos clave del nuevo modelo socio-económico, obliga a considerar la conveniencia de que esos nuevos actores económicos tengan vías para defender sus intereses legítimos dentro del sistema político. La segunda tiene que ver con el hecho incontrovertible de que el liderazgo político que surja de la transición que nos ha propuesto el presidente Raúl Castro no podrá gobernar al país cómo lo han hecho hasta ahora el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, y el propio Primer Mandatario. La autoridad política que se deriva de su legado revolucionario no es transferible. A los nuevos dirigentes se les exigirá por sus resultados en el plano económico y por su capacidad de crear consensos a través de instituciones que tengan la legitimidad del apoyo ciudadano mayoritario.


La sociedad cubana ha cambiado y seguirá cambiando. Ante todo es una sociedad más culta y más empoderada por el propio proceso revolucionario. La ciudadanía exigirá que se materialice el propósito anunciado por el propio Raúl Castro de perfeccionar nuestra democracia. Una economía mixta, como propone la Conceptualización, diversificará aún más la sociedad cubana. No hay que temerle a la palabra reforma. Lo que hay en Cuba es una reforma económica, y a esa reforma económica corresponde una reforma política por las razones apuntadas. La tercera línea principal de los diálogos, debates y deliberaciones en la Cuba de hoy es la que se refiere al proceso de normalización de relaciones con Estados Unidos. El propio concepto de “normalización” ha sido y es puesto en duda por muchos académicos, periodistas y ciudadanos, tanto antes como después de los históricos acuerdos del 17 de diciembre del 2014. Vengo escribiendo sobre el tema desde 1999. Antes del 17D estaba convencido de que ese proceso era posible y beneficioso para Cuba. Hoy pienso no sólo eso, sino que ya estamos en pleno proceso de normalización y que el mismo se ha convertido en irreversible, al menos en el mediano plazo (4-5 años). Mi cauteloso optimismo parte de dos recomendaciones que nos vienen de José Martí (y que no son usualmente citadas). Ambas escritas en el periódico Patria en 1894, a menos de un año de caer en combate. La primera data del 23 de marzo, procede de un artículo titulado “La Verdad sobre los Estados Unidos.” La reproduzco aquí: “Es preciso que se sepa en nuestra América la verdad sobre los Estados Unidos. Ni se debe exagerar sus faltas de propósito, por el prurito de negarles toda virtud, ni se ha de esconder sus faltas, o pregonarlas como virtudes.”[1] La segunda la escribió unos meses después, el 15 de diciembre, en el artículo “Honduras y los Extranjeros” y en ella se dice: “En América hay dos pueblos, y no más que dos, de alma muy diversa por los orígenes, antecedentes y costumbres, y sólo semejantes en la identidad fundamental humana. De un lado está nuestra América, y todos sus pueblos son de igual naturaleza, y de una cuna parecida e igual, e igual mezcla imperante; de la otra parte está la América que no es nuestra, cuya enemistad no es cuerdo ni viable fomentar, y de la cual con el decoro firme y la sagaz independencia no es imposible, y es útil ser amigo”. [2] En buenas cuentas, normalización no significa la eliminación absoluta de desavenencias y hasta de contradicciones entre dos países. Cualquier especialista en relaciones internacionales admitiría que éstas últimas se conforman por la coexistencia de elementos de cooperación con elementos de conflicto. Entre Cuba y Estados Unidos siempre existirán áreas de conflicto, incluso de agudas discrepancias, determinadas ante todo por la asimetría. Pero también necesidades perentorias de cooperación, fomentadas por nuestra vecindad. Tucídides, el historiador de Atenas en la Grecia Antigua, en su estudio sobre la guerra del Peloponeso, afirmó algo que se considera el centro de la “teoría política realista”: las grandes potencias hacen lo que quieren, las pequeñas naciones sufren lo

que tienen que sufrir. Adicionalmente, el vínculo entre nuestro país y la gran potencia del Norte ha estado marcado por lo que he definido alguna vez como el “síndrome de la fruta madura”, haciendo referencia a la lamentablemente célebre “doctrina” elaborada por John Quincy Adams, el padre de la diplomacia norteamericana y de la Doctrina Monroe, en 1823. Ello obligará a los cubanos a estar siempre alertas a esa voluntad hegemónica que tiene, asimismo, un fuerte asidero en la doctrina del excepcionalismo norteamericano, parte intrínseca del imaginario imperial de Washington, e incluso también de amplias capas de la ciudadanía. Es común y lógico que los cubanos nos sintamos como la hierba se siente cuando está cerca de un elefante, según un viejo proverbio de la sabiduría oral swahili africana: poco importa si el elefante hace el amor, la guerra o simplemente juega; siempre aplastará a la hierba. Sin embargo, como señala Martí, hay que conocer “la verdad sobre Estados Unidos” y esta es que ese país, que es nuestro vecino más cercano después de Haití, no es un todo monolítico inamovible, no es, para decirlo en términos de la teoría de las relaciones internacionales, un “actor racional único”. Es una nación diversa, con tradiciones muy conflictivas y que está en constante proceso de transformación. Incluso su clase dominante está plagada de contradicciones de todo tipo, como lo demuestra el presente proceso electoral. Ello ha permitido que, contrario a algunas opiniones que prevalecieron en Cuba antes del 2008, la ciudadanía eligiera presidente a un ciudadano de origen afronorteamericano: Barack Obama. Un ejemplo de cuán difícil es liberarse de la vieja mentalidad en este tema lo fue el debate suscitado por la visita del Presidente norteamericano a Cuba y su discurso en el Gran Teatro de la Habana Alicia Alonso. Una inmensa mayoría de los comentaristas reaccionaron sorprendidos y “rápidos y furiosos” ante lo que percibieron como el mensaje central de Obama en el sentido de que los cubanos nos debemos de olvidar de nuestra historia, particularmente la de nuestras relaciones con Estados Unidos. Cualquier examen medianamente objetivo e imparcial de los principales pronunciamientos del Primer Mandatario en general, y sobre Cuba en particular, se en-

contrará con dos hechos incuestionables: Obama nunca ha dicho que se debe olvidar la historia. Lo que sí ha recomendado es que no hay que dejarse esclavizar, atrapar o dominar por la historia; y ha utilizado este último precepto, difícilmente rechazable, en contextos muy disímiles, tanto dentro como fuera de Estados Unidos. Pudiera decirse que es cómo una obsesión suya. Léase su memoria muy personal, Dreams of my father, y se podrá comprobar lo que argumento. Es la lógica posición de un político transformador que ha tratado de trascender la grave crisis que existe en Estados Unidos y la polarización de su sistema político. Siguiendo a Martí, no estoy proponiendo “esconder” las faltas de Obama en su visita a Cuba. Es obvio que la misma estuvo montada sobre una cuidadosa estrategia de diplomacia pública destinada a mejorar la maltrecha imagen de su gobierno entre nosotros y a escala mundial. Lo ha hecho en La Habana como lo había hecho ya en El Cairo, y como lo hizo más recientemente en Hanoi. Es la política del “poder blando” o “poder de atracción”, que es el principio rector de su política exterior. Su objetivo es mantener la hegemonía norteamericana, pero prefiere hacerlo por la vía del debate de ideas y no por la vía del uso irrestricto de la potencia militar estadounidense. Pero sí estoy invitando a mis colegas a que sean más equilibrados y profundos en sus criterios. Y ya que hablamos de historia, creo que cualquier análisis de los pasos que ha dado con Cuba (desde una perspectiva histórica imparcial y objetiva), debe comenzar por admitir que cambió radicalmente la política hacia Cuba. Me baso en los siguientes elementos: 1. No sólo reconoció que el bloqueo es una política equivocada, sino que comenzó a abrirle huecos y conminó a que el Congreso lo levantara. 2. Contra todo pronóstico, liberó a Gerardo, Tony y Ramón. 3. Retiró a Cuba de la lista de estados promotores del terrorismo del Departamento de Estado. 4. Revertió un elemento esencial de la política estadounidense: no reconocer la legitimidad del Gobierno Revolucionario, ni negociar con el mismo nada que pudiera beneficiarlo. 5. Inició un intercambio diplomático con La Habana basado en el respeto mutuo.


Ese intercambio, según ha reconocido la parte cubana, se ha caracterizado por ser constructivo, profesional y positivo. Esta es una diferencia del día a la noche con respecto al pasado. 6. Con su visita a La Habana dio un paso decisivo para hacer irreversibles los cambios introducidos. Si fuéramos a criticar la posición de Obama en su manejo del concepto de que no se debe permitir que la historia nos atrape, a mi criterio habría que apuntar dos cosas. Primero, le recordaría, como ha señalado el propio George Santayana, uno de los filósofos más respetados en Estados Unidos y profesor de la misma Universidad de Harvard en la que el Presidente recibió su título de Doctor en Derecho, que los que no aprenden de las lecciones de la historia, se verán condenados a repetir sus errores. La historia de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos está plagada de errores cometidos por Washington, aunque también los cubanos hemos incurrido en algunos. Segundo, le diría al propio Presidente que él mismo está atrapado por hechos históricos de los cuales no ha podido desembarazarse. En el caso de Cuba, esos son, al menos, dos: Guantánamo y el bloqueo. En mi criterio, lo que deberíamos estar discutiendo es cómo adaptarnos a esa nueva realidad y cómo aprovecharla en interés de los objetivos centrales de las transformaciones que se producen en Cuba. No hay duda que una relación cada vez más normal con Estados Unidos nos dará importantes beneficios económicos a los cuáles no es juicioso renunciar. En el plano cultural más amplio (que incluiría los intercambios artísticos, científicos, educacionales, literarios, académicos, deportivos, etc.), es mucho lo que podremos obtener. No comparto la apreciación de que lo que caracteriza esos vínculos es una “guerra cultural” específica contra Cuba, como algunos enfatizan. Desde que las sociedades cubana y norteamericana comenzaron a interactuar en los siglos XVIII y XIX, hay influencias mutuas que nos han enriquecido. El béisbol, nuestro pasatiempo nacional, es un ejemplo. Reconozco que existen desafíos importantes en un mundo crecientemente globalizado en el que las industrias de la información y del entretenimiento están dominadas por grandes monopolios, pero la respuesta no puede ser cerrarse. Necesitamos reafirmar nuestros valores por

la vía de la interacción y la apertura. Al mismo tiempo, debe fomentarse el pensamiento crítico, lo cual es sólo lograble en un clima de apertura y tolerancia. Para ello es imprescindible abandonar toda actitud de “aldeano vanidoso”. Hay productos culturales nacionales que son francamente retardatarios; mientras que en todo el mundo, y particularmente en Estados Unidos, los hay de la más alta calidad, caracterizados por valores que son universales y beneficiosos para la formación de nuevas generaciones. El desafío es político y tiene que ver con fomentar lo que nos caracteriza como nación, sin cerrarnos al mundo cultural norteamericano en el cuál hay valores dignos de asimilar. Así se ha hecho siempre. -¿Cuáles son los principales foros donde se discuten los problemas actuales del país? ¿Qué características tienen, qué cualidades y qué limitaciones? -Hoy por hoy, son diversos los foros en los cuales se discuten los problemas del país. Hay básicamente cuatro ejes: el eje foros oficiales/foros alternativos; foros tradicionales/foros TIC, por llamarlos de alguna manera; foros escritos/orales; foros de producción doméstica/externa. En todos ellos hay debates interesantes. En los foros políticos oficiales, lo común es que la dirigencia política y la burocracia estatal, si bien aceptan teóricamente la necesidad del debate, en la práctica reaccionan negativamente ante la discrepancia y la disidencia. Ello conduce a una visión excluyente de los espacios públicos. A ello contribuye también una tendencia en la burocracia estatal a blindarse dentro del secretismo y a no aceptar un concepto básico y simple: el Estado debe servir al pueblo y responder ante la ciudadanía. Por tanto, su accionar debe ser transparente. El liderazgo político y el funcionariado estatal tienden a comportarse como si estuvieran por encima de la sociedad. No existe en español una palabra que corresponda a la inglesa de “accountability”, pero se debe promover la práctica de que todo funcionario y dirigente político es un servidor público que tiene que responder de su actuación y no puede ocultarse en el secretismo ni siquiera en cuanto a su vida privada. Este es un elemento clave en la campaña por eliminar la creciente corrupción. Los foros alternativos como Temas,

Cuba Posible, OnCuba, La Joven Cuba y otros, tienden a promover un debate abierto y respetuoso. También reproducen trabajos con propuestas concretas de políticas alternativas. Pero ello se produce no sin cierta crítica a veces abierta, a veces velada, de los medios oficiales y en la clase política. Esta es una práctica nociva. Por otra parte, hay foros abiertamente opositores al gobierno. Algunos se producen en Cuba, otros en el exterior. Inversamente a lo que sucede en los foros oficiales, éstos tienden a ser hipercríticos hacia el PCC y el gobierno y acrítico con respecto a ellos mismos. En ellos prima el ataque exagerado y áspero a la gestión gubernamental y al PCC. Parecen regirse por la idea de que la única forma de hablar con el oficialismo cubano es la de desafiarlo radical y frontalmente. En estos foros es raro ver propuestas constructivas. A pesar de las deficiencias y vicios apuntados más arriba, prospera una esfera pública “oficial”, aunque no siempre se caracteriza por un debate centrado o balanceado. Y hay crecientes espacios de esfera pública alternativa diversa donde se producen numerosos debates. Todo ello, insisto, es insuficiente. A mi criterio, la clave es acostumbrarnos a la mentalidad de que sirve mejor a los intereses de la Nación convertir los debates en diálogos y deliberaciones productivas, con vista a la búsqueda común de soluciones razonables y tolerables para todos los sectores de nuestra sociedad. Debe enaltecerse el concepto de ciudadanía, con derechos y deberes. Y, finalmente, alejarse de la perniciosa práctica de muchos dirigentes políticos y de la burocracia estatal de referirse al pueblo y a los ciudadanos como “población”. En buena cuenta “población” es un dato estadístico frío, pasivo. -¿Cree que esos foros son aprovechados por la política y por la sociedad? ¿Qué propondría para hacerlos más útiles? -Resulta difícil contestar la primera de estas preguntas. A veces parecería que sí, en la mayoría de los casos parecería que no. Un problema del cual adolece el sistema político cubano es la falta de transparencia de sus procedimientos y debates internos. Es lícito suponer que tanto entre los miembros del Buró Político y del Comité Central del Partido, como entre los del Consejo de Estado, del Consejo de Ministros y de la Asamblea Nacional, hay distintas opiniones y criterios. De hecho, Raúl Castro se ha referido a la vieja mentalidad, como apuntamos más arriba, pero no sabemos mucho más que eso. ¿Dónde están los estudios científicos que avalaron esa apreciación? ¿Cuántos dirigentes y burócratas tienen esa vieja mentalidad? ¿Se han hecho encuestas? Si se han hecho, ¿qué revelan? Por otra parte, se ha vuelto a poner de moda entre los dirigentes políticos lo que alguna vez un avezado intelectual cubano llamó la política de “La Tuya”. A veces se ve a un dirigente político o gubernamental referirse hiperbólicamente a “enemigos”, “vende patrias” u otros, sin que esté claro a quiénes se refiere. ¿Es esta la manera de debatir y dialogar? El análisis político forma parte de la vida de cualquier sociedad. En Cuba ese análisis generalmente se hace a la sombra y sin conocer cómo piensan los dirigentes y los funcionarios estatales que se cuidan de no decir nada políticamente


“Disidentes” construyen una Cuba virtual Arthur González

incorrecto. Por ejemplo, de los más recientes cambios en el Consejo de Ministros (Interior, Cultura, Economía y Educación Superior), sólo el último obedece a la lógica explicada por el Presidente y a la política aprobada en el Congreso. El nuevo titular del Ministerio de Educación Superior (MES) es claramente más joven que su predecesor, era el Viceministro Primero, y tiene una reconocida trayectoria como dirigente, incluyendo el haber sido Rector de la que muchos consideran la mejor Universidad del país: la Central Marta Abreu, de Villa Clara. Los otros tres casos no pueden ser explicados de igual manera, lo cual no impide que los ciudadanos hablen y discutan. La existencia de diálogos, conversaciones, deliberaciones y debates sobre temas de interés público ciudadano es inevitable. Resulta mejor que se hagan abiertamente y con total transparencia y no en la oscuridad de conversaciones privadas, lo cual se presta para rumores y creencias que minan la legitimidad de los procesos políticos. A riesgo de parecer petulante y autosuficiente, creo que el Partido y el Gobierno deben acometer un amplio programa de reformas que promuevan más que el debate, el diálogo y la deliberación. No oculto que me guío por la idea de que nuestra democracia tiene falencias y limitantes que hay que superar. Si la democracia representativa es insuficiente, también lo es la participativa. Por ello propuse desde el 2009 el paso de nuestro sistema político a un modelo deliberativo. Remito a los lectores a mi ensayo “Cuba cincuenta años después: continuidad y cambio político”, aparecido en el Número 60 (octubre-diciembre) de 2009 de la revista Temas. En función del argumento con el cuál terminé aquél ensayo, verbigracia, “la creación y fomento de espacios públicos necesarios al diálogo, el debate y la deliberación” propongo las ideas que enumero a continuación. Son ocho en total y las he agrupado de la siguiente forma: las dos primeras son normativas; las siguientes cuatro abarcan pasos prácticos que pueden ser puestos en vigor en un período relativamente rápido; las dos finales son de más largo aliento y tienen por objetivo fomentar el estudio de la ciencia política y su fortalecimiento en Cuba, cuestión ésta que considero imprescindible para superar las dificultades actuales: 1. Debido a que la propia Constitución vigente establece el papel dirigente del Partido, urge que las instancias correspondientes del mismo adopten un documento público en el cuál se recojan los principales

planteos del Raúl Castro y los demás dirigentes acerca de la comunicación, la información y los debates en el espacio público. Ahí debe quedar refrendado el apoyo oficial del Partido para fomentar una cultura del debate que permita profundizar la más amplia democracia que sólo puede ejercerse cuándo haya una información más profunda y mayor libertad de expresión. 2. Se impone la adopción por la Asamblea Nacional de una Ley de Medios de Comunicación que garantice tres aspectos básicos: la autonomía de los medios, su función informativa y la necesidad de que los mismos garanticen el acceso de todos los ciudadanos a los necesarios debates públicos. 3. Fomentar la realización y publicación de encuestas de opinión por todas las instituciones que lo tengan como objeto social. En particular crear una encuestadora nacional pública que responda a los intereses de información de la ciudadanía. 4. Acelerar el proceso de acceso a Internet como un bien público común en la misma categoría que los parques, las playas, las bibliotecas públicas, el correo postal, la televisión y la telefonía. Los ciudadanos debemos tener acceso a un costo razonable y desde cualquier lugar, incluyendo las viviendas. 5. Fomentar la creación de medios de comunicación en los cuales los trabajadores de la prensa tengan capacidad de informar y opinar. 6. Crear un canal de televisión dedicado exclusivamente a la información y al comentario rico y diverso, como existe en casi todos los países del mundo. 7. Adoptar las medidas organizativas y de otro tipo que permitan a las universidades establecer la carrera de ciencias políticas. En Cuba existe la paradoja que existen el Doctorado y la Maestría en la materia pero no se estudia como disciplina de pregrado. 8. Fomentar la creación de una asociación profesional de politólogos y sociólogos a fin de que los que tengan esa profesión puedan contar con una organización que defienda sus intereses profesionales, como ya se hace con economistas, juristas, periodistas, historiadores y filósofos. Notas: [1] José Martí, En los Estados Unidos: Periodismo de 1881 a 1892, edición crítica compilada por Roberto Fernández Retamar y Pedro Pablo Rodríguez, 1ª edición Madrid, ALLCA XX, 2003, pág. 1753. (Colección Archivos: 1ª ed.; 43). [2] José Martí, Obras Completas, Volumen 8, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, pág. 35. (El subrayado es del autor)

En una carrera contra el tiempo, los “disidentes” cubanos fabricados por la CIA y financiados con parte de los 20 millones que anualmente aprueba el presidente Barack Obama para las acciones subversivas contra Cuba, dan gritos de alarma sobre una inventada represión contra ellos, con el fin de conformar una situación virtual. Cada vez son más los visitantes que llegan al país y constatan las mentiras que publican los medios de prensa al servicio de EEUU, incluidos estudiantes, académicos, religiosos, intelectuales y artistas de renombre internacional, que regresan a su país comentando la realidad cubana, la plena libertad con la que se movieron por los barrios más populosos, observando con asombro la seguridad existente. Eso mismo les sucede a los diplomáticos extranjeros incluidos los estadounidenses al llegar a Cuba. Ninguno de los casi tres millones de viajeros que Cuba recibe anualmente observan esas acciones represivas; ven a una decena de mujeres rozagantes de salud, bien vestidas, y con exceso de peso que demuestra que ninguna pasa hambre, ni presentan signos de violencia. La misma imagen exhiben los hombres que declaran ser “reprimidos”. Sin excepción, todos están musculosos y correctamente calzados y vestidos, con teléfonos móviles de última generación recibidos desde Estados Unidos, y sin huellas de represión. Mujeres y hombres gozan de libertad de movimiento, de reunión para conspirar abiertamente contra el Estado, ofrecen conferencias de prensa y calumnian a diestra y siniestra al Gobierno revolucionario, e incluso poseen sitios en Internet o revistas digitales, desde donde acusan e inventan situaciones extremas, sin que ninguno sea reprimido por hacerlo. Ante el nuevo acuerdo de la Unión Europea y Cuba, donde se elimina la llamada Posición Común, aplicada desde 1996 a propuestas del español José María Aznar por indicciones de la mafia anticubana de Miami, los “opositores” intentan impedir su firma porque los dejaría en una situación muy difícil con peligro de no recibir más financiamiento externo y perder las continuas invitaciones para sus viajes turísticos por Europa. Ese es el motivo de sus campañas de prensa, divulgadas por los sitios digitales anticubanos con dinero de EEUU, donde los principales actores de la contrarrevolución hacen declaraciones que causan risa, especialmente para los que visitan la Isla, los diplomáticos acreditados, los representantes de diferentes religiones, e incluso para las más de cien agencias de prensa extranjera radicadas que nunca presencian tales “acciones represivas”. Para reforzar las matrices de opinión, los sitios contrarios a la Revolución divulgan cintillos dramáticos: “vienen tiempos aún más difíciles para la oposición, se vaticina más violencia”. Si realmente existiera esa inventada represión todo el pueblo la conocería, e incluso muchos se sumarían para combatirla.


José Luis Merino (FMLN):

“Tardamos 20 años para poder enfrentarnos a los grupos poderosos que controlaban todo” José Luis Merino, uno de los tres principales dirigentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador, concedió una entrevista a Telesur y habló de cómo El Salvador compartió con Colombia la experiencia de la negociación y, por supuesto, la firma de los Acuerdos de Paz. Basado en la experiencia de la pacificación en El Salvador habló de los desafíos que enfrentarán los colombianos. “Conversamos con casi todo el liderazgo de los hermanos (colombianos)”, dijo Merino desde el Salvador, y “se generó esa dinámica por este proceso de paz, que daba lecciones, por supuesto, de cómo estructurar, de cómo desescalar la guerra, de cómo desescalar las fuerzas militares”, dijo. Firmada la paz en Colombia, Merino reconoce que hay muchos caminos que recorrer y mucho tiempo de espera hasta que se concreten los proyectos de las fuerzas guerrilleras por transformar un país. En el caso de El Salvador, el dirigentes efemelenista reconoce que pasaron 20 años “de aprendizaje” hasta que, en 2009, el FMLN logró su primer gobierno con Mauricio Funes y ahora transcurre su segunda presidencia con Salvador Sánchez Cerén. -¿Cuál ha sido la relación, si es que la ha habido, entre el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional y las FARC? -Primero que nada, en los años 80, fuimos compañeros en todos los escenarios esos en el mundo en el que se hablaba de la solidaridad con nuestros pueblos, que peleaban, que luchaban, que combatían, verdad, y en ese escenario tuvimos siempre con ellos una relación fraterna donde nos encontráramos: en México, en Francia, en España, en Noruega, en Suecia. En todos los rincones del Planeta donde los pueblos expresaban su solidaridad por nuestras causas, donde se luchaba y se combatía con las armas en la mano, normalmente, nos encontrábamos con ellos. Cantábamos juntos en los mitines, en las concentraciones y vivíamos esa batalla. Así se fue construyendo un nivel de hermandad y de amistad. Conforme pasó el tiempo, y en el caso nuestro llegaron los Acuerdos de Paz, llegó la paz, y los hermanos allá siguieron combatiendo, algunos de los compañeros

que lucharon con nosotros regresaron a su tierra y nuestro escenario cambió, pero seguimos siendo hermanos y luchadores por la misma causa. Y así, nosotros, nos fuimos sintiendo comprometidos con ese proceso que se fue expresando, que nosotros comenzamos a transmitirles a ellos, nuestras experiencias, en aquellas experiencias que ellos fueron haciendo de construir su proceso que ha terminado este día (ayer). Entonces, ellos tuvieron siempre un enorme interés por conocer cómo se construyó, qué caminos se siguieron, para llegar a aquel momento de los Acuerdos de Paz. Yo diría que, quizás, ha sido en este escenario nuestro mayor acercamiento y fuimos, y conversamos con el compañero, con el comandante Marulanda, conversamos con el compañero Raúl Reyes, conversamos con casi todo el liderazgo de los hermanos, y se generó esa dinámica en la cual ellos se fueron interesando por este proceso de paz, que daba lecciones, por supuesto, de cómo estructurar, de cómo desescalar la guerra, de cómo desescalar las fuerzas militares, que nos fueron permitiendo, en ambos lados, tener la confianza de que efectivamene avanzábamos hacia un proceso de paz en el que se ponía en el centro los intereses del país, de todo el pueblo salvadoreño. Y no fue extraño que el primer encuentro mundial por la paz en Colombia se desarrolló en El Salvador y nosotros estuvimos presentes, y fue el fruto de esas primeras conversaciones con nuestros compañeros. Y fuimos y acompañamos el segundo encuentro que fue en México, y el tercer encuentro que fue en Nicaragua. De ahí nació el proceso del Caguán, por supuesto que lo celebramos y pasamos a expectativas. Visitamos varias veces a los compañeros en ese escenario donde ellos estaban discutiendo su proceso, desgraciadamente eso terminó por distintas causas, verdad, y después, en este nuevo escenario de este nuevo proceso también los acompañamos; tanto en conversaciones privadas como en conversaciones ya juntas las dos partes, los compañeros de las FARC y la parte del gobierno colombiano. Participamos contándoles nuestras experiencias, en términos generales, del proceso de desmovilización de las fuerzas guerrilleras y, por

supuesto, también en temas puntuales que allá en el proceso se estaban discutiendo y eran temas complicados y complejos en la mesa de discusión. Así que este día, nos sentimos tan identificados con los compañeros, tan felices, tan contentos como todos los colombianos y nosotros valoramos altamente lo que significa para nuestros pueblos, lo que significa para América Latina, cerrar esa última herida sangrante que quedaba en nuestros países. Sin ninguna duda, América Latina hoy va a tener más energía, un mejor ambiente, para dedicarse a enfrentar los grandes y graves problemas sociales, económicos, que viven nuestros pueblos. Por eso, con alegría, con entusiasmo, hemos visto esas imágenes que ustedes han estado transmitiendo, que Telesur ha estado transmitiendo, y nos emociona, nos alegra mucho que ese proceso haya llegado a su final con esa firma y con esos actos tan lindos que hemos presenciado en la televisión. -Después de la firma de los Acuerdos de Paz en El Salvador pasaron 20 años y cuatro presidentes de derecha con una dolarización de la economía de por medio, ¿ahora se expone Colombia a algo parecido? -Nosotros decíamos: “callaron las armas, callaron los cañones, pero la lucha continúa”. Yo escuché hoy una frase del comandante “Timochenko” que decía que ‘la firma de los Acuerdos de Paz no significa que el socialismo y el capitalismo se van a deshacer en abrazos o besos, la lucha continúa, la batalla continúa. Y sin ninguna duda el pueblo colombiano que tiene una enorme experiencia en organización, en lucha, en movilización y que hoy va a tener más espacios porque va haber más respeto a los derechos de los ciudadanos va a fortalecer su lucha para demandar y exigir el respeto a sus derechos y su libertad. El escenario cambia, el escenario es distinto, pero en el centro está la necesidad de seguir defendiendo los intereses genuinos de todos los colombianos. Aquí, efectivamente tardamos 20 años, 20 años que fueron de acumulación, que fueron de trabajo, de organización, de aprendizaje de cómo desarrollar nuestras capacidades para enfrentarnos a esos gru-


pos poderosos que controlaban todo. Nosotros queremos decir, con confianza, que nuestros hermanos colombianos, el pueblo colombiano, va encontrar los caminos necesarios para defender sus intereses, y ojalá ellos no tengan que esperar los 20 años que a nosotros nos tocó que conducir la lucha desde la calle para alcanzar el gobierno y poder, con más energía, con más fuerza, dedicarnos a defender, a concretar, a construir los sueños de nuestra gente. Aún así, estando en el gobierno, seguimos enfrentando dificultades, seguimos enfrentando amenazas y hoy por supuesto enfrentamos esa enorme amenaza que hay en toda América Latina de quienes se han propuesto intentar detener el avance y la lucha de nuestros pueblos, que no van a ser derrotados, lo de Brasil no lo van a volver a repetir en otro lado y hemos aprendido de ustedes, de los hermanos venezolanos, que se fajan, se plantan y luchan todos los días y no han permitido que los malos vuelvan a recuperar los privilegios que antes tenían. Aquí, nosotros, lo estamos haciendo, y sin duda los compañeros colombianos van aprendiendo de estas lecciones; van, también, a encontrar la energía, la fuerza, las ideas de como defender su sueños. -La Sala Constitucional de El Salvador lanzó un paquete de decisiones que obstruyen la gobernanza económica del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional y anulan parcialmente la amnistía asociada a los Acuerdos de Paz del año 92. Teóricamente, la jerarquía del Frente Farabundo Martí podría incluso ir a prisión, ¿hasta qué punto peligran esos Acuerdos de Paz y el proceso de transformación revolucionaria en El Salvador? -Yo creo que los que concibieron, en este momento, la decisión de anular ese decreto de amnistía; en aquel momento, en los años 90, fueron los que lo propusieron. Pero el escenario cambió, nosotros ganamos las elecciones y llegamos al gobierno. Hoy lo desmontan, el decreto de amnistía, con la conciencia de que efectivamente a pesar de que nosotros nos opusimos en el momento que eso se aprobó, en el camino sirvió para tranquilizar, para llevar un mensaje de tranquilidad a todos los sectores que habían participado en la guerra, particularmente, desde los sectores de derecha y, especialmente, de las fuerzas armadas. Que dicho sea de paso, nosotros lo hemos dicho, lo hemos manifestado, son de los sectores que tuvieron que pagar los costos de la guerra, los costos de su participación en la guerra, como ejecutores. Nunca vimos que se sancionara a ninguno de los autores intelectuales de aquellas cosas que se hicieron durante la guerra. Pues hoy, cuando estos señores aprueban dejar sin efecto la amnistía, lo hacen con la intención de generar un enfrentamiento entre las fuerzas armadas y este gobierno, porque le toca, por supuesto, a este gobierno ejecutar, poner en práctica las decisiones que se toman en la parte judicial. Así es que, efectivamente ellos pretenden, ese es uno de los ejes, con los cuales en el caso de El Salvador se quiere aplicar el concepto del golpe suave. -¿Cómo fue la reconciliación entre militares y guerrilleros en El Salvador y cómo cree usted que será entre los militares y guerrilleros de Colombia?

-Yo creo que, efectivamente, al principio hubo mucha desconfianza desde nuestra parte y por supuesto de la parte de ellos. Hubieron, en ese año que duró el proceso de nuestro desarme hubo muchas amenazas de asaltar los campamentos, de bombardear los campamentos, de rodear los campamentos, movimientos de fuerzas que nunca se determinó de donde eran; pero, fuimos caminando, fuimos construyendo un escenario que nos permitió, a ellos y a nosotros, a los militares y a los guerrilleros, construir ese escenario de confirmar, de defender, los Acuerdos de Paz, y ellos sintieron la tranquilidad en sus hogares, en su familia, de no sentirse más amenazados. Quiero destacar, en este país, en este proceso, no hubo una sola violación del cese de fuego, no volvió a ver ni un solo enfrentamiento ni siquiera un amago o una cosa pequeña. Hubo asesinatos de dirigentes nuestros, pero tuvimos la capacidad de identificar que no se trataba de decisiones de un órgano del Estado sino de acciones de grupos desesperados que intentaban bloquear el acuerdo. Hoy, nosotros, podemos decir hemos construido una relación sana y fuerte con las fuerzas armadas. Por supuesto, en esto incide todo lo que ha pasado en América Latina, lo que ha pasado en Venezuela, las relaciones entre el comandante Chávez, su pueblo y sus fuerzas armadas; por supuesto que aquí se conoce esa experiencia y hay una relación, yo diría de respeto, de acompañamiento, y de ayuda para intentar que cada una de las instancias, de los instrumentos, cumpla su papel y aquí las fuerzas armadas han sido, hasta hoy, defensoras y acompañantes del proceso de paz.el salvador afiche romero Y estos siete años que el FMLN ha ganado el gobierno, en el primer y en este segundo gobierno, hemos contado con la cooperación, con la participación, con la presencia de sectores de las fuerzas armadas defendiendo esto. Yo creo que, sin ninguna duda, cuando en el centro están los intereses de la nación, de la patria, los pueblos somos capaces de construir y fortalecer esas relaciones. -Respóndame con un sí o con un no la siguiente pregunta: ¿El fin de la guerra

en El Salvador permitió que los sucesivos gobiernos redireccionaran los recursos invertidos en la guerra para la inversión social? ¿sí o no? -Es sí, pero tiene no también, porque la verdad que hubo una inversión internacional muy fuerte, muy grande, y hace falta complementarla con otras ideas, entonces, es sí pero no. -¿Cómo se explica que estando el Frente Farabundo Martí en el gobierno el expresidente Mauricio Funes, aliado de ustedes, haya tenido que solicitar asilo político a Nicaragua? -Continúa habiendo lucha de clases, continua desarrollándose el enfrentamiento en el cual ellos pretenden, las viejas fuerzas, los viejos grupos oligárquicos, quieren golpear ese sueño que se está construyendo en este país. -¿Cree usted que ante la firma de la paz en Colombia, Estados Unidos cerrará o mantendrá abiertas sus bases militares en ese país? -La lógica fuera, y que yo creo que los compañeros colombianos, el pueblo colombiano, y América Latina, la lógica fuera que las cerraran para que les permitiera a los colombianos construir sus herramientas, construir su proceso y su camino a seguir. Y yo quiero decir dos palabras, realmente en nuestro caso, los norteamericanos acompañaron aquel proceso de negociación y de lo que conocemos, también en este momento, en Colombia hay intereses norteamericanos que acompañan la negociación; por supuesto, habrán y hay personajes que se han estado pronunciando, atacando al presidente Obama por estar facilitando las negociaciones en Colombia y que sin ninguna duda van a seguir intentando entorpecer este proceso. -Un mensaje suyo para América Latina, a Colombia, a Venezuela, a los latinoamericanos… -Bueno hermanos, vamos a celebrar juntos la paz en Colombia. Vamos a continuar luchando por eso, los revolucionarios, los luchadores, los soñadores, por la libertad. Estamos condenados a luchar toda la vida y estamos dispuestos a hacerlo y vamos a seguirlo haciendo…


México: Geopolítica, energía, agua y territorio

John Saxe-Fernández

Mientras la cúpula política de México en el poder desde 1982 todo lo articula en términos del mercado y procede bajo el ajuste estructural del FMI-Banco Mundial-BID a la privatización/extranjerización del sector energético (petróleo, gas, electricidad), en Estados Unidos la historia es diferente. Como informa Nafeez Ahmed (ICH 8/8/15) el Pentágono (DoD) se prepara a favor del uno por ciento, para un siglo de emergencias climáticas y guerras por el petróleo, en tanto en México la lumpenburgesía realiza un harakiri energético rechazado por más de 70 por ciento de la población para acceder a la “lista dorada Forbes” de los milmillonarios. Dos documentos del Ejército plantean estos asuntos partiendo de hechos: una prevista desestabilización mundial por el calentamiento global antropogénico y por el desabasto alimentario y de recursos naturales estratégicos no-renovables y renovables (petróleo, gas, minerales, agua, territorios), parte de la dinámica en curso. Esos textos muestran de manera fehaciente lo que revela la historia de Estados Unidos en México y el mundo: que su clase gobernante, como la del Imperio Británico, adora al libremercado y la librecompetencia, como narrativa pública, pero al menor obstáculo para acceder al botín anhelado, recurre al ejercicio de los instrumentos estatales, en especial los militares. Para el alemán Otto von Bismarck, el librecomercio es la doctrina favorita de la potencia dominante, temerosa de que otros sigan su ejemplo. Lázaro Cárdenas estaba empapado de esas argucias, no así sus sucesores neoliberales, históricamente desmemoriados y rapaces, por decirlo con generosidad. En el prefacio del informe del Ejército al Departamento de Defensa “Energy Security & Sustainability (ES2) Strategy (Seguridad Energética y (ES2) Estrategia Sustentable), de fácil acceso en Internet (www. army.mil/e2/c/downloads/394128.pdf) el subsecretario Brad Carson y el sub-jefe del staff Daniel Allyn califican la nueva estrategia de la seguridad energética como un punto de quiebre. Ello porque incluye el papel central de la energía, el agua y los recursos territoriales, como fundamento para realizar misiones específicas que, además, demandan una amplia colaboración de las comunidades avecindadas a las cerca de entre 800 y mil bases que Estados Unidos ha desplegado en el orbe. El nuevo diseño siempre opera en función de los intereses del big oil por su compromiso explícito de preservar los intereses y negocios del capitalismo de Estados Unidos y de sus socios como objetivo central. Así se consigna en el texto. Es una estrategia de La Guerra Global de Clase, como bien la retrata Jeff Faux (UACM, 2008), en que, dice el Pentágono, se enfrentará a aumentos poblacionales concentrados en grandes urbes de Estados Unidos y del mundo, repletos de jóvenes adultos desempleados y eso sí, su estrategia es para dar energía y recursos a la permanencia de su economía que observa enorme consumo per cápita de recursos naturales. En esta tesitura Estados Unidos se inclina a desacctivar estados nacionales con jurisdicción sobre los recursos territoriales. Prefiere estados fallidos con regiones de sacrificio que ya se presentan como regiones de desarrollo. Esta visión militarizada se corresponde con la creciente financiarización y militarización de la la economía y la política de Estados Unidos en un contexto de colapso climático, que el aparato político de esa potencia no puede enfrentar por la hipertrofiada influencia del big oil. Este es un giro novedoso que se agrega al deterioro del liderato moral e intelectual que le abate desde la irrupción de la crisis de acumulación detectada a mediados de la década de 1960 y de los desastres humanitarios de Vietnam a Irak, Afganistán, Libia, Siria, etcétera. Si bien el foco de atención del Pentágono es mundial, la base de operación es el Estados Unidos continental con Canadá y México en una América del Norte como parte del TLCAN y del perímetro de seguridad del homeland a cargo del Comando Norte, acompañado del Department of Homeland Security, instaurados ambos al calor de los ataques del 11/S. Para el resto de las Américas está el Comando Sur existiendo comandos y operaciones en Asia Sudoriental y el Pacífico, Europa, África del Norte, Oriente Medio, Asia del Sur, África subsahariana y Océano Índico, ex Unión Soviética, Estados Unidos y territorios. Los documentos del Ejército plantean como grandes fuerzas de mutabilidad a la rápida promoción de tecnologías, las modificaciones en los centros de actividad económica internacional y el calentamiento climático, esto último priorizado junto a otros problemas, como los disturbios socio-políticos y militares. Para el Ejército de Estados Unidos la resiliencia es asunto de clase: es “la capacidad de anticipar, prepararse, aguantar y adaptarse a disturbios causados por fuerzas naturales o humanas y recuperarse rápido de ellos. Esta es la base de un supuesto incuestionable: que el capitalismo global dominado por Estados Unidos debe ser protegido.

En marzo se activará el proceso del Brexit La primera ministra británica, Theresa May, anunció que activará el proceso formal para la separación de la Unión Europea (UE) a fines de marzo de 2017, el primer indicio de un calendario para un divorcio que redefinirá los vínculos de Reino Unido con su mayor socio comercial. La sorprendente votación de Reino Unido para salir de la UE en junio llevó a May al poder. Desde entonces, la ex ministra del Interior y líder del Partido Conservador ha estado bajo presión para que entregue más detalles de su plan para la salida, más allá de su manida frase “Brexit significa Brexit”. En una medida para mitigar temores entre los conservadores del oficialismo de que pueda aplazar la salida de la Unión Europea, May dijo en la conferencia anual de su partido en Birmingham, en el centro de Inglaterra, que está determinada a continuar con el proceso y lograr el acuerdo adecuado. Tras invocar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa de la UE, Reino Unido tendrá un período de dos años para conseguir uno de los acuerdos más complejos en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Invocaremos el Artículo 50 del Tratado de Lisboa a más tardar a fines de marzo del próximo año, declaró May ante los vítores de cientos de miembros del Partido Conservador presentes en la conferencia. El Parlamento puso la decisión de salir o permanecer dentro de la UE en manos del pueblo. Y el pueblo dio su respuesta con una claridad enfática, agregó. El ministro de Comercio británico, Liam Fox -uno de los tres principales defensores del Brexit en el gabinete de May-, dijo en la conferencia que lo que queremos es la mejor salida para Reino Unido, no la más rápida. Sus comentarios fueron bien recibidos por la UE. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, afirmó que su declaración había llevado una claridad bienvenida a la situación. Pero tras bambalinas existía frustración por la escasez de detalles. “Es incomprensible que los políticos que hicieron campaña por el Brexit durante meses no tengan idea de qué quieren, no tienen plan alguno”, comentó un alto funcionario alemán. La decisión de Reino Unido de abandonar la UE, adoptada en un referendo el 23 de junio, provocó estragos en los mercados financieros y los inversores intentaron medir su impacto tanto en la quinta economía más grande del mundo como en el bloque. Los aliados del país temen que su salida de la Unión Europea marque un punto de inflexión en los asuntos internacionales que debilite a Occidente frente a China y Rusia, mine los esfuerzos hacia la integración europea y dañe al libre comercio global.


El estado de vigilancia en los “países libres” Noam Chomsky

E

n los últimos tiempos, hemos aprendido mucho sobre la naturaleza del poder del Estado y las fuerzas que impulsan sus políticas, además de aprender sobre un asunto estrechamente vinculado: el sutil y diferenciado concepto de la transparencia. La fuente de la instrucción, por supuesto, es el conjunto de documentos referidos al sistema de vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), dados a conocer por el valeroso luchador por la libertad, el señor Edward J. Snowden, resumidos y analizados de gran forma por su colaborador Glenn Greenwald en su nuevo libro No Place to Hide (Sin lugar donde esconderse). Los documentos revelan un notable proyecto destinado a exponer a la vigilancia del Estado información vital acerca de toda persona que tenga la mala suerte de caer en las garras del gigante, que viene a ser, en principio, toda persona vinculada con la moderna sociedad digital. Nada tan ambicioso fue jamás imaginado por los profetas distópicos que describieron escalofriantes sociedades totalitarias que nos esperaban. No es un detalle menor el hecho que el proyecto sea ejecutado en uno de los países más libres del planeta y en radical violación de la Carta de Derechos de la Constitución de Estados Unidos, que protege a los ciudadanos de persecuciones y capturas sin motivo y garantiza la privacidad de sus individuos, de sus hogares, sus documentos y pertenencias. Por mucho que los abogados del gobierno lo intenten, no hay forma de reconciliar estos principios con el asalto a la población que revelan los documentos de Snowden. También vale la pena recordar que la defensa de los derechos fundamentales a la privacidad contribuyó a provocar la revolución de independencia de esta nación. En el siglo XVIII el tirano era el gobierno británico, que se arrogaba el derecho de inmiscuirse en el hogar y en la vida de los colonos de estas tierras. Hoy, es el propio gobierno de los propios ciudadanos estadounidenses el que se arroga este derecho. Todavía hoy Gran Bretaña mantiene la misma postura que provocó la rebelión de los colonos, aunque a una escala menor, pues el centro del poder se ha desplazado en los asuntos internacionales. Según The Guardian y a partir de documentos suministrados por Snowden, el gobierno británico ha solicitado a la NSA analizar y retener todos los números de faxes y teléfonos celulares, mensajes de correo electrónico y direcciones IP de ciudadanos británicos que capture su red, Sin duda los ciudadanos británicos (como otros clientes internacionales) deben estar encantados de saber que la NSA recibe o intercepta de manera rutinaria routers, servidores y otros dispositivos computacionales exportados desde Estados Unidos para poder implantar instrumentos de espionaje en sus máquinas, tal como lo informa Greenwald en su libro. Al tiempo que el gigante satisface su curiosidad, cada cosa que cualquiera de nosotros escribe en un teclado de computadora podría estar siendo enviado en este mismo momento a las cada vez más enormes bases de datos del presidente Obama en Utah. Por otra parte y valiéndose de otros recursos, el constitucionalista de la Casa Blanca parece decidido a demoler los fundamentos de nuestras libertades civiles, haciendo que el principio básico de presunción de inocencia, que se remonta a la Carta Magna de hace 800 años, ha sido echado al olvido desde hace mucho tiempo. Pero esa no es la única violación a los principios éticos y legales básicos. Recientemente, el New York Times informó sobre la angustia de un juez federal que tenía que decidir si permitía o no que alimentaran por la fuerza a un prisionero español en huelga

de hambre, el que protestaba de esa forma contra su encarcelamiento. No se expresó angustia alguna sobre el hecho de que ese hombre lleva 12 años preso en Guantánamo sin haber sido juzgado jamás, otra de las muchas víctimas del líder del mundo libre, quien reivindica el derecho de mantener prisioneros sin cargos y someterlos a torturas. Estas revelaciones nos inducen a indagar más a fondo en la política del Estado y en los factores que lo impulsan. La versión habitual que recibimos es que el objetivo primario de dichas políticas es la seguridad y la defensa contra nuestros enemigos. Esa doctrina nos obliga a formularnos algunas preguntas: ¿la seguridad de quién y la defensa contra qué enemigos? Las respuestas ya han sido remarcadas, de forma dramática, por las revelaciones de Snowden. Las actuales políticas están pensadas para proteger la autoridad estatal y los poderes nacionales concentrados en unos pocos grupos, defendiéndolos contra un enemigo muy temido: su propia población, que, claro, puede convertirse en un gran peligro si no se controla debidamente. Desde hace tiempo se sabe que poseer información sobre un enemigo es esencial para controlarlo. Obama tiene una serie de distinguidos predecesores en esta práctica, aunque sus propias contribuciones han llegado a niveles sin precedentes, como hoy sabemos gracias al trabajo de Snowden, Greenwald y algunos otros. Para defenderse del enemigo interno, el poder del Estado y el poder concentrado de los grandes negocios privados, esas dos entidades deben mantenerse ocultas. Por el contrario, el enemigo debe estar completamente expuesto a la vigilancia de la autoridad del Estado. Este principio fue lúcidamente explicado años atrás por el intelectual y especialista en políticas, el profesor Samuel P. Huntington, quien nos enseñó que el poder se mantiene fuerte cuando permanece en la sombra; expuesto a la luz, comienza a evaporarse. El mismo Huntington lo ilustró de una forma explícita. Según él, “es posible que tengamos que vender [intervención directa o alguna otra forma de acción militar] de tal forma que se cree la impresión errónea de que estamos combatiendo a la Unión Soviética. Eso es lo que Estados Unidos ha venido haciendo desde la doctrina Truman, ya desde el principio de la Guerra Fría”. La percepción de Huntington acerca del poder y de la política de Estado era a la vez precisa y visionaria. Cuando escribió esas palabras, en 1981, el gobierno de Ronald Reagan emprendía su guerra contra el terror, que pronto se convirtió en una guerra terrorista, asesina y brutal, primero en América Central, la que se extendió luego mucho más allá del sur de África, Asia y Medio Oriente. Desde ese día en adelante, para exportar la violencia y la subversión al extranjero, o aplicar la represión y la violación de garantías individuales dentro de su propio país, el poder del Estado ha buscado crear la impresión errónea de que lo que estamos en realidad combatiendo es el terrorismo, aunque hay otras opciones: capos de la droga, ulemas locos empeñados en tener armas nucleares y otros ogros que, se nos dice una y otra vez, quieren atacarnos y destruirnos. A lo largo de todo el proceso, el principio básico es el mismo. El poder no se debe exponer a la luz del día. Edward Snowden se ha convertido en el criminal más buscado por no entender esta máxima inviolable. En pocas palabras, debe haber completa transparencia para la población pero ninguna para los poderes que deben defenderse de ese terrible enemigo interno.


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