Question - Setiembre 2017

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SEPTIEMBRE 2017

aunque usted no lo crea, 16 años

Pese al hostigamiento constante y los cañonazos virtuales, la guerra sigue en clima de paz , mientras la oposición sueña con la solución trumpista y/o un magnicidio

ESTAR PREPARADOS PARA

LOS PELIGROS QUE SE AVECINAN Exportación del Las propuestas en la Constituyente

Plan Colombia

La derecha tomó por asalto la democracia en Estados Unidos


La amenaza militar Los oficiales de inteligencia observan que para hacer realidad la amenaza militar, Trump podría adoptar la misma estrategia que se aplicó en Libia y Siria: infiltración de fuerzas especiales y de mercenarios que echan leña al fuego de las tensiones internas provocando enfrentamientos armados; acusaciones de que el gobierno está masacrando a su propio pueblo y una «intervención humanitaria» que lleve a la creación de una coalición armada liderada por Estados Unidos o bien por Colombia, que se convertiría en el gendarme regional del imperio. No son solo especulaciones: Colombia está asociada a la OTAN por un acuerdo de 2013. Según la OTAN, «personal militar colombiano participó en numerosos cursos en la Academia de Oberammergau (Alemania) y en el Nato Defense College de Roma, participando también en numerosas conferencias militares de alto nivel». En la división internacional de la agresión imperial, Venezuela está en área del Comando Sur, uno de los seis mandos combatientes de EEUU, junto a otros 30 países y 16 territorios de América Latina y el Caribe. Este Comando dispone de fuerzas terrestres, navales y aéreas, además de tropas pertenecientes al Cuerpo de Marines, a las fuerzas especiales y de tres unidades específicas (joint task forcé): la Bravo, acantonada en la base aérea de Soto Cano (Honduras), la de Guantanamo, acantonada en (Cuba) donde funciona su célebra campo de concentración “antiterrorista”, y la Sur, acantonada en Key West (Florida), que supuestamente coordina las «operaciones antidrogas» en toda la región. En los últimos meses el Comando Sur se reactivó con distintas operaciones, entre la que destaca la efectuada del 31 de julio al 12 de agosto en la Joint Base Lewis-McChord (en Washington) «el mayor y más realista ejercicio de movilidad aérea», con la participación de 3000 hombres y de 25 socios internacionales, en particular de las fuerzas aéreas de Colombia y Brasil, que se ejercitaron en la realización de misiones diurnas y nocturnas con fuerzas de EEUU, Francia y Reino Unido. El «escenario realista» es el de una gran operación aérea para el transporte rápido de tropas y armamento a la zona de intervención. ¿Un ensayo de intervención militar en Venezuela? Cabe recordar que el 6 de abril último, ante el Senado, el almirante Kurt Tidd, jefe del Comando Sur, declaraba que «la creciente crisis humanitaria en Venezuela podría hacer necesaria una respuesta regional». Polémicas Uno. El fiscal general de la República, Tarek William Saab, informó que el Ministerio Público (MP) inició la investigación en torno al presunto desfalco a la nación por al menos 200 millones de dólares a través de contratos con sobreprecio del

230% por parte de empresas que prestan servicio a Petróleos de Venezuela (PDVSA) en la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO), entre 2010-2016, del cual fue acusada la fugada ex Fiscal General Luisa Dos. Pero también la polémica surgió tras la incautación 200 millones en los nuevos billetes de bolívar encontrados en un automóvil que conducía la exprimera dama de la opositora Voluntad Popular Lilian Tintori, quien dijo que “Este dinero es para pagar los gastos de mi abuelita que tiene 100 años y está hospitalizada desde hace días. Ella no tiene seguro”. Según se ha informado las cajas con dinero decomisadas a Tintori se las dio el Banco Occidental de Descuento (BOD), un banco surgido en los años 1950 en Maracaibo, y que desde los 90, es controlado por Víctor Vargas, suegro de Luis Alfonso Borbón de España, primo de Felipe y bisnieto de Francisco Franco. En 2013 se fusionó con Corp-Banca, siendo, desde entonces, el cuarto banco privado más grande del país, y según la revista Forbes, la cuarta empresa más rentable en Venezuela. Su esposo, Leopoldo López, es uno de los principales dirigentes de la oposición venezolana. Está encarcelado desde 2014 (condenado a 14 años) por su responsabilidad en la violencia desatada en las protestas contra el gobierno ese mismo año, que dejó un saldo de 43 muertos. Hoy cumple arresto domiciliario, mientras Lilian viaja y se saca selfies con presidentes, legisladores y dirigentes políticos de la derecha latinoamericana y mundial, pero en especial estadounidense. La polémica llegó a las redes sociales: “El caso de los 200 millones es la gota que derramó el vaso de la anarquía impuesta por los diferentes sectores de la economía privada cartelizada, ¿Cómo es posible que en medio de la crisis con el efectivo, una sola persona pueda portar esa cantidad de dinero, habiendo restricciones por persona? ¿Cómo es posible que mientras acá no se tiene disponibilidad de efectivo, en Cúcuta nuestra moneda circula libremente, en todas sus denominaciones y en cantidades suficientes?”, preguntó un internauta al portal 15yÚltimo. Falta averiguar quien fue el funcionario del Banco Central que suministró ese dinero al banco. Tres. Mientras, el ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, señaló que el espacio radioeléctrico venezolano “no puede ser utilizado para avalar, impulsar, clamar, justificar una invasión extranjera, ni para justificar y celebrar sanciones (del gobierno estadounidense) que constituyen actos de hostilidad contra la República”. A su juicio, sería “insólito” que venezolanos apuesten porque la nación sea invadida o sea objeto de agresiones de otro país. En cuanto al caso del cese de transmisión de las emisoras Mágica 99.1 FM y la 92.9 FM desde el hace un par de semanas, expuso que sus directivos solicitaron la renovación pero las mismas pueden ser renovadas o no, opciones en manos del Estado. Injerencia permanente, difíciles relaciones Al inicio de septiembre, Venezuela advirtió a los gobiernos de Alemania, España, Italia y Reino Unido que escalará las acciones diplomáticas si persisten en entrometerse en sus asuntos internos. El ahora canciller Jorge Arreaza reprochó que los embajadores de Alemania, España e Italia hubieran acompañado a Tintori el sábado 1 al aeropuerto, "cuando pretendió huir del país siendo sujeto de un proceso judicial". Tintori tenía previsto acompañar a Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, a una gira por Europa para reunirse y sacarse fotos con el presidente de Francia Emmanuel Macron; el jefe del gobierno español Mariano Rajoy; la canciller germana Angela Merkel, y la primera ministra de Reino Unido, Theresa May. El canciller rechazó en particular una declaración de Rajoy que tildó de "grosera e irrespetuosa", y un comunicado del británico reclamando que Caracas no dejara salir a Tintori. Asimismo, acusó al canciller de Chile, Heraldo Muñoz, de estar "torpedeando" un posible diálogo en Venezuela, luego de que su homólogo afirmara en Twitter que "se hace difícil creer en una salida negociada" a la grave crisis política: ese "tipo de expresiones son absolutamente impertinentes y ofensivas hacia la democracia venezolana y sus instituciones", dijo. Corolario: Tras fracasar por todas las vías de derrocar al gobierno bolivariano, la oposición retoma fuerza en el apoyo -al menos publicitario- de gobernantes europeos y en la esperanza de que al fin llegue la intervención militar por la que tanto han breg ado.


La guerra sigue en clima de paz, mientras la oposición sueña con la solución trumpista

Álvaro Verzi Rangel

Hasta hace apenas un mes, Venezuela estaba al borde de una guerra civil, al menos eso lo proclamaban a diestra y siniestra los medios hegemónicos con sus realidades virtules imponiendo imaginarios colectivos, pero, de repente, pareciera que la voluntad de paz apagó cuatro meses de violencia el mismo día que se votaron los constituyentes. ¿Realismo mágico o realidad real? Lo que sigue en pleno desarrollo en Venezuela es una guerra económica, financiera y comercial que busca calentar el clima interno, desestabilizar el país con la invalorable complicidad del terrorismo mediático, para crear las condiciones para un colapso que sirva como excusa para una intervención militar “humanitaria”. En Venezuela, la crisis se vive en varias dimensiones. Por ejemplo, la puja política corre separada de la económica. En este último plano siguen las críticas porque, aquietado el clima social, el gobierno no resuelven el tema central (inflación, desabastecimiento) mientras sigue apostando a los privados "patriotas" (especie en extinción), en lugar de poner en marcha soluciones colectivas. Hay economistas radicales que sostienen que, tal como pasó en el 2014, el gobierno está saliendo de esta oleada de violencia, entregando todo lo económico al sector privado, intermediario de las trasnacionales. Todas las tácticas de la guerra de cuarta generación, incluida la de espectro completo (dimensión social y geográfica) se han empleado simultánea y continuamente contra Venezuela, desde 2001 y en especial desde abril último: guerra cultural y de ideas, guerra económica, amenaza de guerra tradicional o militar. Empresas, gobiernos, instituciones financieras, bancarias, políticas, diplomáticas, militares y mediáticas internacionales, participaron –y participan- de esta guerra, con la complicidad de la oposición política y un poder fáctico que aún coexiste en Venezuela, señala Aram Aharonian en Nodal.am. Sin duda sigue existiendo una Venezuela real y otra Venezuela virtual, la creada a través del terrorismo mediático en el imaginario colectivo latinoamericano y mundial. La Venezuela real está en la “radio-bemba” (en el comentario diario de la calle, en la reuniones de colectivos), pero pocas veces la encontrará en los medios controlados por el Estado. Recordaba Eleazar Díaz Rangel, director del diario Últimas Noticias, que en febrero de 1958, recién derrocada la dictadura de Pérez Jimenez, el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa hizo un análisis de la caída del gobierno de Rómulo Gallegos (en noviembre de 1948), donde destacó el sectarismo en el gobierno como una de las causas fundamentales, pues a la hora de la crisis terminal, quedaron solos. ¿A qué viene recordar ese episodio?: Lo más reciente, la designación de las presidencias de las comisiones permanentes de la Asamblea Nacional Constituyente. Ipso facto, solidarizándose con el comentario del veterano

periodista, el constituyente Earle Herrera puso a disposición de la Constituyente su cargo como presidente de la Comisión de Diversidad. A veces, hay cosas difíciles de comprender, si no se toma en cuenta la presencia de "asesores" europeos. Por ejemplo, el presidente Maduro denunció que las sanciones económicas de Trump no son contra el gobierno sino contra del pueblo venezolano, que más bien frenan la importación de alimentos y medicinas las que tanto necesita el pueblo. Sin embargo acaba de donar cinco millones de dólares a los damnificados del huracán Harvey, en Texas. . La economía La Comisión de Economía de la Constituyente (y sus 13 subcomisiones) tiene la tarea de replantear el desarrollo de los motores de la economía, como parte de la transición entre el modelo rentista petrolero y un modelo productivo que morigere la dependencia de productos foráneos, que incluyen reformas en cuanto banca y finanzas, servicios públicos, construcción, sistema cambiario, inflación, minería y petróleo, industrias básicas y revisión de los ajustes de precios. La Comisión presidencial que fijó las pautas de la ANC, llegó a la conclusión de que en el país debe haber una economía productiva, diversificada, mixta, integrada e integradora, un modelo no petrolero. Mientras, un grupo de economistas pidió al gobierno ponerse a la altura de una situación que ya no es, difícil, compleja o de emergencia, sino de guerra multidimensional que se hace cada vez más explícita. Y reclamó asumir la guerra declarada por los poderes económicos y políticos mundiales, y no limitar el accionar práctico a la instrumentalización de medidas convencionales y cediendo ante los chantajes. “Se impone la necesidad de tomar medidas especiales que resguarden la soberanía pero también protejan a la ciudadanía y al pueblo”, sostienen. La ausencia de información actualizada y precisa sobre las cuentas e indicadores nacionales, dificulta la presentación de propuestas para el gobierno y para la Asamblea Nacional Constituyente. Pero, de cualquier forma, se hace imprescindible reforzar el control cambiario, suspender la asignación de divisas a empresas privadas y particulares, y destinarlas disponibles a importaciones directas del Estado de bienes esenciales desde países decididos a cooperar con la recuperación venezolano. Ante las “sanciones” de Trump pareciera urgir reorientar el petróleo que actualmente se expide a Estados Unidos hacia otros mercados (como el euroasiático), con la posibilidad de incluir el trueque por bienes esenciales y, sobre todo, atreverse a iniciar un proceso de renegociación y reestructuración de la deuda externa, con países e inversores aliados, poniendo énfasis en las negociaciones realizadas en los últimos años.


cañonazos virtuales, Venezuela sigue de pie

Aram Aharonian fue en lo interno, donde la oposición terminó más dividida, desorientada, sin discursos coherente y quedó a la intemperie la esencia terrorista de la convocatoria de algunos de sus principales dirigentes. La oposición no logró digerir la derrota en esta batalla, que ellos pensaban definitiva y la única reacción posible fue la amenaza de una intervención militar extranjera. Todos sabemos que el gobierno estadounidense no cejará en sus intentos de destruir al chavismo, que ha sido la locomotora de la integración regional, y que para ello tiene no solo a cipayos dirigentes locales sino también a una serie de marionetas y comisarios de la derecha internacional, además del innegable poder de los medios masivos de comunicación hegemónicos y de las redes (anti)sociales.

Para tratar de entender lo que pasa en Estados Unidos William S. Lind, teórico de la Guerra de Cuarta Generación, dijo en 2009 que: "Estados Unidos es un Estado de partido único. El partido único es el partido del establishment, que es también el partido de la guerra permanente para la paz permanente”. Entre la puja de los “liberales” de la CIA y los ultraconservadores del Pentágono, Donald Trump, accionista de la armamentista Raytheon, optó por el segundo, por la reindustrialización militar a gran escala y a un estilo de intervención extranjera más abierto. Eso significó descartar las operaciones secretas de desestabilización encubierta del aparato de inteligencia (CIA), que creaban, financiaban, adiestraban y armaban a “rebeldes” (como en los últimos seis años en Siria), usando una docena de países en esos proyectos. Tampoco las formaciones mercenarias, como el paramilitarismo colombiano, son del gusto de Trump, aunque sí de los israelíes Trump, un hombre de negocios acostumbrado a subir la apuesta y urgido a hacerlo por la explosión de sucesivos escándalos internos, amplía los escenarios militares de su antecesor: la ocupación de Afganistán seguirá por decimoséptimo años consecutivo.. El financiamiento,entre Wall Street y la industria armamenista, se basa en el control de la producción y procesamiento de la amapola para transformarla en heroína La cacareada opción militar estadounidense tiene pasos previos de ablandamiento (sanciones comerciales y financieras) y la ruptura por dentro del estado-nación, basados en el decreto Obama que le da un “marco legal” a las operaciones clandestinas de 14 agencias estadounidenses,

entre ellas la CIA, DIA, NSA. Pero la cruda opción militar vociferada por Trump, despertó anticuerpos hasta en aquellos presidentes previamente alineados (Reunión de Lima) para agredir a Venezuela. La tesis del International Crisis Group, sostenía que de fracasar la OEA se debería armar una comisión de países dispuestos a derrocar el gobierno constitucional venezolano, lo que aceleró la tesis de crisis humanitaria y las provocaciones de bandera falsa en la frontera suroccidental con Colombia. Pero en Lima, los presidentes se vieron en el este espejo y supieron que una vez que se estableciera el precedente de la opción militar y abierta la criminalización de la dirigencia política, será más fácil para Washington ejecutar el mismo expediente en cualquier otra parte, incluyendo a sus países. La opción militar interna, de escaso voltaje hasta ahora, se mantiene, con ataques de un helicóptero contra la sede del Tribunal Supremo de Justicia o el ataque al fuerte Paramacay. Hay algo que ha sorprendido a los analistas y es que cada anuncio de de Trump sobre Siria, Norcorea, China o Afganistán, lo desdice o atempera el secretario de Estado, Rex Tillerson, el vicepresidente Mike Pence (realizó una gira por Latinoamérica para apaciguar a los "socios"), o el secretario de defensa James Mattis, Hasta ahora no sucedió en el caso de Venezuela, aunque viene a la mente el uso de la “estrategia del loco” de la que tanto gustaba Henry Kissinger, ahora también asesor de Trump... Lo cierto es que la falta de unidad y/o cohesión en el discurso produce disonancias que impiden reflejar un curso de acciones claro, y por lo tanto es difícil anticiparlas. Por ejemplo un día declaran que no habrá cambio de régimen en Siria y al día siguiente lanzan 59 misiles. Pero esta falta de cohesión es comprensible porque la agenda contra Venezuela es manejada primordialmente por la rama legislativa y los grupos mafiosos de presión, de las corporaciones energéticas y armamentistas, donde Marco Rubio y Bob Menéndez aparecen como principales coristas, csi siempre rodeados en las fotos por dirigentes opositores venezolanos, y alguna rubia. Dentro del libreto agresivo, el general H.R. McMaster -arquitecto de desastres en Irak devenido en consejero de seguridad- y Gary Cohn (presidente Goldman Sachs), consejero económico, ambos de la Administración Trump, escribieron un artículo en The Wall Street Journal donde sentenciaban definitivamente que EEUU no se relacionará con el mundo como un socio amistoso, sino como un súperpoder capaz de imponer sus condiciones a la "amistad" con los otros países o de lo contrario enfrentarlos.


Pese al hostigamiento constante y los caño

T

odas las tácticas de la guerra de cuarta generación, incluida la de espectro completo (dimensión social y geográfica) se han empleado simultánea y continuamente contra Venezuela, en especial desde abril último: guerra cultural y de ideas, guerra económica, amenaza de guerra tradicional o militar. Empresas, gobiernos, instituciones financieras, bancarias, políticas, diplomáticas, militares y mediáticas internacionales, participaron –y participan- de esta guerra, con la complicidad de la oposición política y un poder fáctico que aún subsiste en Venezuela. Hoy, desde el gobierno bolivariano se señala que se ha logrado dominar las poderosas herramientas del adversario en el terreno digital (en especial las redes sociales) y salir victorioso en un conflicto que movilizó millones de dólares, tecnologías de última generación y una élite de expertos en lucha electrónica, realidad virtual y publicidad de la “democracia”. Lo que importa no es la realidad, lo que suceda, sino lo que millones de personas –a través de medios masivos o redes sociales- confudan la realidad virtual (muchas veces pura mentira) con la realidad-real. Diversas experiencias a lo largo y ancho del mundo (sorpresivo éxito del Brexit en Gran Bretaña, la campaña de mercadeo digital de Trump –Proyecto Álamobasado en el Big Data y la inteligencia artificial que logró romper el núcleo duro de los votantes de Hillary Clinton), dan la pauta que estamos pasando de la llamada guerra de Cuarta Generación a la de Quinta Generación, donde los algoritmos serán los protagonistas. Los científicos sociales señalan que la naturalización de la violencia convirtió a la víctima –el gobierno de Venezuela- en el criminal. Por las redes sociales la violencia extrema (sin castigo) compartió los rasgos de flexibilidad, exhibicionismo del entrentamiento hollywoodense, lo que explica el ataque a bases militares, incendiar seres humanos vivos, lanzar cócteles molotov contra la policía, hospitales, guarderías u ómnibus llenos de gente, marcar las casas de chavistas, llamar públicamente a la intervención extranjera y al uso de armas nucleares. No hubo ningún tipo de censura de las redes, atentas a otras tonterías de los usuarios, quizá en la creencia de que se trataba de deportes “extremos”, tan de moda ellos. Creo que hoy los venezolanos están haciendo hoy un silencioso viaje de regreso a la realidad. En Venezuela –y desde España, Colombia, Panamá o Estados Unidos- centenares de páginas web, grupos públicos y privados en Facebook, y millones de mensajes en Twitter, Instagram y WhatsApp divulgaron propaganda negra y llamados a la desobediencia civil. Y no solo eso: difundieron impunemente manuales para

fabricar cócteles molotov, napalm y morteros, o explicaron cómo construir escudos y chalecos blindados y adquirir máscaras antigás. Y así, niños y adolescentes, quizá creyéndos participantes de un juego cibernético a gran escala ocuparon las primeras filas de fuego y –lamentablemente- asumieron el papel de verdugos de “chavistas” (sean éstos negritos, indios, discapacitados o sospechosos de pensar diferente). Pero también, a través de las redes sociales, centenares de peticiones de apoyo financiero o “crowdfunding” lograron fondos para sostener las manifestaciones violentas y proveer de armas a los manifestantes alentados por la oposición. La cibervida invadió la realidad venezolana y miles de personas “vivió” una realidad virtual a través de la redes sociales, en especial los llamados millenials (nacidos en este milenio), adoptando todas las características del racismo, la autopercepción de supremacía, la xenofobia, el desprecio a la opinión diferente y el terror. En cualquier lugar del mundo esto –incluida la forma extrema de guerra sicológica - se llama terrorismo. Tampoco es de extrañar que varios ex presidentes latinoamericanos no tuvieran ningún reparo para reunirse en Caracas con estos terroristas y legitimarlos con selfies y mensajes de aliento en Twitter, al mejor estilo de Donald Trump con los supremacistas blancos de Charlottesvill. Dueños de medios privados financiaron las principales campañas en Internet y las empresas tecnológicas que las hicieron posible, en alianza con multimillonarios –y corruptosemigrados y fundaciones en Estados Unidos, y cartelizaron la campaña interna contra el gobierno, ayudando a programar la opinión pública mundial en contra del chavismo en su conjunto como fuerza política, contratando “data brokers” para acceder a potentes bases de datos y manejo de robots para generar campañas virales Del lado del gobierno, la lucha se encaró también a través de redes sociales, donde los principales dirigentes tienen cuentas en varias plataformas, con una intención de interlocución con la ciudadanía a través de programas radiales y televisivos, prestos a desmentir noticias falsas o alertar de un ataque. Pacientemente, el gobierno generó mensajes de paz y de diálogo para la construcción del futuro, con la intención de generar narrativas para cada sector de la población. Hasta que llegó la perversa realidad, y el tema de la paz y del diálogo le permitió al oficialismo pasar a la ofensiva con mensajes que apuntaban a transversalizar toda la sociedad, mientras el liderazgo opositor estuvo a la defensiva frente a la Constituyente, que logró movilizar a ocho millones de ciudadanos hasta las urnas. A pesar del apoyo internacional,


se nutre del dinero, las drogas, la cultura hollywoodense latinoamericanizada, la miseria que devora a jóvenes y los hace mercenarios en filas de estructuras armadas contrarrevolucionarios. Ponen su vida al servicio de quienes luego buscarán quedarse con las riquezas del país. Porque ese es el debate de cada época: quiénes se quedan con las riquezas que produce la sociedad, y quiénes las pierden. En el caso de Venezuela la disputa es a todo o nada y es hoy. Y mientras el enemigo armado ha vuelto a ingresar al terreno del silencio a nivel nacional -no así en zona de frontera donde se reportan enfrentamientos con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana-, el enemigo principal, es decir los Estados Unidos, ha emergido con nitidez y ha tomado la palabra pública. Amenazas militares, sanciones económicas para llevar al país al default, despliegue diplomático continental, todas las armas están sobre la mesa. Aunque, como analiza Fernando Travieso, existe otro enemigo detrás del enemigo principal, que opera en el anonimato y el crimen mundial de la riqueza a costa de la pobreza: las compañías petroleras, manejadas a su vez por grandes familias reunidas en el fondo de inversión Vanguard. ¿Qué plan tienen para recuperar el control de la riqueza? El esquema podría ser el siguiente: conducir al país a la caída económica a través del default producto de las sanciones, una situación que agravaría la ya difícil situación de la población, un cuadro que sería acompañado por el intento de desencadenar saqueos que buscarían ser convertidos en asaltos insurreccionales con métodos terroristas a través de los grupos paramilitares que podrían iniciar con un intento de control del Táchira. Un plan de ese tipo podría tener una resolución por los votos -para la cual la derecha no tiene certeza de resultado electoral- o convertirse en un enfrentamiento de duración indeterminada con el objetivo de caotizar el país. El plan contiene varios tiempos: el del desgaste, el ataque y el de la siguiente reconfiguración de la sociedad. ¿Cuál sería el rol del brazo paramilitar

en caso de recuperar el poder político la derecha? Tienen limitaciones. Una de ellas es que la violencia desplegada entre abril y julio dejó a una dirigencia opositora con poca legitimidad. Otra es que el chavismo se mueve en el tablero internacional, en particular en sus alianzas con Rusia y China. *** El análisis así planteado solo contempla al enemigo como exterioridad. La situación en la cual estamos inmersos, no solamente por lo evidente de lo que fue, por ejemplo, el caso de la Fiscal General, indica que esa división, ese fuera del chavismo, no es tal. En particular al estudiar la situación económica, el equilibrio de fuerzas que -en la disputa por la apropiación de la riquezano favorece a las clases populares que ven cómo, dentro del cuadro de reducción de los márgenes económicos, son centralmente sus condiciones de vida las que desmejoran semana tras semana, mes tras mes.

Ese cuadro económico favorece el avance del enemigo, le permite ganar posiciones en lo internacional y en lo nacional. ¿Por qué no se han tomado decisiones en ese terreno como se lo hecho en lo político? ¿Cuáles son los intereses en juego en las importaciones con las mismas empresas que no traen resultados, en la falta de apertura al público de números, datos, acreedores, en la dificultad para cerrar la frontera aun cuando está formalmente cerrada? Ese nudo critico condensa el punto de unión entre los enemigos externos de la revolución y sus aliados internos. Alianzas que pueden ser únicamente económicas, pero que inevitablemente impactan sobre lo político. Estamos en tiempo de iniciativa política del chavismo. En simultáneo el enemigo reorganiza sus filas, organiza su brazo paramilitar en la frontera, trabaja en el desgaste económico de la población, baraja todas las cartas posibles. ¿Cuánto durará esta situación? Es momento de avanzar. ¿Sino cuándo?


Gestores del

miedo Carola Chávez

Hace apenas un mes Venezuela estaba al borde de una guerra civil, al menos eso querían los operadores del odio, eso necesitaban sus amos, los señores de la guerra, los que bautizan la destrucción de los países con nombres de coloridas primaveras. En Venezuela, las primaveras prefabricadas no florecen. Marchita la primavera quedan los culpables del reguero de odio en un campo estéril. Heridos todos exigimos justicia. La primavera no cuajó porque los venezolanos no odiamos como quieren que odiemos, muy a pesar de lo que se lea en las redes sociales, los venezolanos no odiamos, no sabemos hacerlo. No queremos. Por mi calle pasaron unos irresponsables vestidos de políticos amarillos, convocando a los vecinos opositores para que se enfrentaran cuerpo a cuerpo con los vecinos chavistas. Hicieron una reunión, les dieron indicaciones: trancar todas las calles, impedir el paso de los chavistas cuando vayan a votar,” ¿y si quieren pasar qué hacemos?” -preguntó una vecina. “Lo impiden a toda costa” -respondió el irresponsable, dejando abierto un peligrosísimo ventanal de variables. Cinco vecinas hicieron un simulacro de tranca unos días antes de las elecciones que debían impedir. Bastó y sobró para que supieran que ellas no querían evitar “a toda costa” que sus vecinos pasaran. Cuando llegó a su barricada el primer vecino chavista, cuando lo tuvieron que mirar a los ojos y decirle que no podía pasar porque “no es no”, el peso de los años de sana y cordial convivencia se impuso y las vecinas bajaron la mirada y abrieron el paso, eso sí, dejando un canal de la calle bloqueado para sobarse un poquito su “voluntad libertaria” magullada. Así como vinieron a mi calle, los operadores del odio fueron a otras calles, en cada municipio, en todo el país, disfrazando el enfrentamiento entre vecinos, el germen más fértil de una guerra civil, de “Comités de Defensa de la Democracia”, unos aberrantes grupos de choque vecinales que debían impedir, en nombre de la democracia, que saliéramos a votar. La voluntad de paz de los venezolanos apagó cuatro meses de violencia el mismo día que salimos a votar. Hace un mes ganó la paz, y para que siga ganando, la justicia tiene que tocar la puerta de los operadores del odio, esos serviles gestores de una guerra que sus amos nos quieren imponer.

ANÁLISIS DE LA FRONTERA CON COLOMBIA ¿DÓNDE ESTÁ EL ENEMIGO?

Marco Teruggi

Un país se mueve debajo del país. Lo hemos visto emerger durante tres meses, luego hundirse como piedra en el agua oscura. No se fue. Está, se mueve, reorganiza, acumula fuerzas para un nuevo momento. La hipótesis es la siguiente: está concentrado en Táchira y el eje fronterizo, zona de retaguardia que es a su vez el punto desde el cual lanzaron y -seguramentelanzarán las nuevas ofensivas a medida que el escenario se desarrolle. Esperarán las condiciones, o, como enseña la política, buscarán crear las condiciones. Varios indicios llevan a esa conclusión. En primer lugar, un hecho temporal. Mientras en Caracas la ofensiva callejera disminuía abruptamente a partir del 25 de julio, en simultáneo se incrementaba en Táchira, punto donde concentraron su fuerza antes desplegada en varios puntos del país. Esos días fueron de ataque frontal, pueblos enteros sometidos a un asedio encabezado por cuatro actores: paramilitares, delincuentes, miembros de la derecha -centralmente Voluntad Popular- y base social opositora. Todos articulados con tareas diferentes y un plan común, el de imposibilitar la realización de las elecciones constituyentes, llevar al estado a un nivel mayor de violencia, de imposibilidad de gobierno, orden público, libertad democrática. Pensaron que ese era el territorio que podía quebrarse y allí se concentraron. En segundo lugar, el desarrollo que se gestado en años. Se han instalado fuerzas paramilitares a lo largo de los municipios fronterizos con Colombia -muestra de eso fue el campamento desarticulado en marzo de este año- y en puntos nodales de la economía del estado Táchira, como son, además del contrabando de gasolina, alimentos, medicinas, y billetes, los mercados principales de verduras y hortalizas. Esto último pudo evidenciarse cuando grupos armados impidieron que salieran los camiones con comida durante el conflicto. El diseño de control territorial responde a un plan económico, de guerra, y de reorganización de la vida social en esas

zonas a partir del poder de las armas. En tercer lugar, una frontera de miles de kilómetros. Del otro lado se encuentran bases norteamericanas, las Fuerzas Militares de Colombia, y las bases paramilitares. Existe una conexión entre todos: detrás de las armas y municiones de los paramilitares está no solamente el contrabando, sino también el plan norteamericano que incluye financiamiento y diseño. Tal vez la intervención anunciada por Donald Trump ya comenzó a través de esas fuerzas irregulares que operan tras las sombras, sin uniformes, ni brazaletes, ni palabra pública. ¿Se trata del embrión de ejército irregular que necesitan? En caso de desarrollarse sería al parecer en esa zona, donde cuentan con dinero, niveles de arraigo territorial, abastecimiento en armamento y hombres desde Colombia. ¿Cuántos miles de paramilitares existen en Colombia? ¿Qué capacidad armada tienen? En los meses del conflicto mostraron armas largas, de guerra. En cuarto lugar, las características del estado Táchira. Por las razones mencionadas, podría ser el lugar donde se ensaye un esquema de “territorio liberado”, es decir bajo control político de la contrarrevolución a través del brazo paramilitar. No de manera silenciosa, sino con identidad pública, como intento de quiebre de la unidad territorial del Estado. ¿Están en condiciones materiales de realizar una acción sostenida de esa envergadura? Durante estos tres meses no parecieron disponer de esa fuerza. ¿Está en desarrollo en estos momentos, en particular a partir del fracaso de la línea insurreccional y la posible derrota electoral de octubre? ¿La tienen, pero no la mostraron? *** Se trata de un intento de ejército conformado por tropas de pobres colombo/ venezolanos al servicio de los intereses de los Estados Unidos, las empresas trasnacionales, burguesías y oligarquías nacionales. Una fuerza paramilitar que


¿Magnicidio? José Vicente Rangel

En materia de precios y abastecimiento 9.- Constituir una Comando Integrado de defensa de los derechos socioeconómicos de la población, que sume a la SUNDEE, la Superintendencia Anti-Monopolio, al Ministerio Público, a la Defensoría del Pueblo, al SENIAT, SUDEBAN, la FANB y demás órganos y entes competentes. 10.- No reconocer o aceptar la fijación de precios utilizando como referencia el marcador del tipo de cambio del mercado paralelo para la determinación de costos. 11.- Decretar el monopsonio estatal obligatorio en los bienes esenciales, a fin de dotar al Estado de poder de negociación del precio de los mismos con los monopolistas que controlan su importación, producción, distribución y comercialización. 12.- Fortalecer los mecanismos de distribución directa o programada de alimentos y otros bienes esenciales. 13.- Iniciar, tomando como base las empresas públicas, de la economía comunal y las pequeñas y medianas, un proceso de sustitución de importaciones privilegiando bienes e insumos esenciales para la población. En el caso de Colombia 14.- Cerrar la frontera con Colombia indefinidamente. 15.- Denunciar a Colombia ante la OMC por la aplicación de prácticas desleales de comercio internacional, legitimación de capitales y financiamiento al terrorismo a través de casas de bolsa de frontera. 16.- Denunciarla ante UNASUR por violación a la territorialidad de un país miembro, específicamente por favorecer e incentivar el contrabando de extracción y los ataques a la moneda nacional. En cuanto a la defensa nacional 17.- Firma inmediata de un Tratado Militar de Asistencia Recíproca con potencias aliadas, autorizado por la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente. ---

Poderosos factores que operan, tanto al interior del país como en el exterior, se han trazado como meta sacar a Nicolás Maduro de Miraflores como sea. Reaccionaron con insólita agresividad cuando fue electo hace más de cuatro años por el pueblo venezolano, y durante el tiempo que ha ejercido la presidencia no han descansado un solo día en ese empeño. Se puede afirmar -sin riesgo de equivocación- que es el mandatario de nuestra historia más acosado y ofendido, y el blanco obsesivo del ataque a Venezuela. · 2Pero lo cierto es que hasta ahora sus enemigos han fallado en las acciones emprendidas. Maduro ha logrado con astucia, coraje, y un acertado manejo de la información de inteligencia, abortar numerosos intentos: golpes blandos y duros, guarimbas, maniobras para socavar la lealtad de los militares, ataques al sistema financiero, guerra económica, planes desestabilizadores urdidos en laboratorios especializados de los organismos de seguridad de EEUU. Se ha plantado con decisión frente a las amenazas, abiertas o encubiertas, y lo ha hecho sin concesiones, sin alterar lo sustancial de su política y sin buscar refugio en acuerdos indignos con los adversarios. Hasta ahora todos los planes para defenestrar a Maduro han fracasado. Siempre los enemigos fijaron plazos para su caída: un día, una semana, un mes, un año, sin que las sombrías predicciones se cumplieran. Pero como no se dio lo ofrecido, crece la desesperación entre sus oponentes. ¿Qué opción queda? Para opositores sin escrúpulos, capaces de apelar a cualquier recurso para plasmar sus objetivos, como lo demostraron con la violencia de la etapa guarimbera, cuando atacaron centros de salud, liceos, maternales, estaciones del Metro; al igual que terribles expresiones de salvajismo como colocar cuerdas de acero en vías públicas para degollar motorizados o prender fuego a seres humanos (29 en total, de los cuales fallecieron nueve y el resto afectado con graves lesiones), tan solo queda intentar el magnicidio. En determinados momentos lo intentaron sin éxito y la denuncia fue banalizada por el complejo mediático que controlan. · Ahora la situación tiene otras características. El imperio y la derecha del país están conscientes -sobre todo después del 30-J- que Maduro se ha fortalecido, que la oposición se ha debilitado, y que las prácticas desestabilizadoras empleadas son ineficaces. La orientación que los aventureros pretenden imprimirle ahora al desenlace simplificaría la acción y el método. Va directo al objetivo, que no es otro que la eliminación física de Maduro. Corren rumores. Se sabe de la evaluación que los conjurados hacen tomando en cuenta el tiempo electoral que se inicia y que remata con los comicios regionales de octubre. Además, hay datos que no han trascendido suficientemente, de los que solo existe una fugaz referencia, entre otros, lo sucedido en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (Unes), con motivo del acto académico del lunes 21 de este mes, cuando la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) descubrió, en una dependencia cerrada, un conjunto de armas, granadas, pistolas y hay detenidos La ceremonia la presidiría Maduro, y, por razones obvias, se suspendió su asistencia. Conclusión: De que vuelan, vuelan, dice el refrán. Sobre todo cuando la MUD, en documento oficial, le declaró la guerra al gobierno nacional al apoyar las medidas contra Venezuela del presidente Trump y atacar a Maduro Y por si fuera poco, alguien muy conectado a la conspiración en el país, el inefable ex presidente mexicano Vicente Fox, declaró -empleando un lenguaje mafioso, propio de los capos de la droga- que “Maduro saldrá de la presidencia con las patas p’adelante en una caja de madera”.


Ante una declaración de guerra: Propuestas en defensa de la República y los derechos socioeconómicos de la población

Los economistas Luis Gavazut Bianco, José Gregorio Piña, Luis Salas Rodríguez, Juan Carlos Valdez, Juan Romero y Tony Boza pesentaron " ¿Qué hacer? Propuesta de medidas inmediatas en defensa de la República y los derechos socioeconómicos de la población venezolana", que señala: La coyuntura que actualmente vivimos exige ponerse a la altura. Ya no estamos atravesando una situación difícil, compleja o de emergencia: enfrentamos una situación de guerra. Una guerra multidimensional que no es nueva, bien es cierto, pero que ha escalado a un nuevo nivel y se hace cada vez más explícita. En tal sentido, todos aquellos que han negado la existencia de una guerra económica se ven ahora obligados a revisar sus análisis y rendirse ante la evidencia. Pero también se ven obligados a ello quienes, aceptando discursivamente su existencia, limitan el accionar práctico a la instrumentalización de medidas convencionales. Tiempos de guerra exigen medidas de guerra. Y la práctica demuestra que ceder ante los chantajes de los poderes económicos, nunca ha sido una garantía de estabilidad y resguardo de la democracia: las experiencias disímiles, pero paralelas, de Grecia con Syriza, la Libia de Gadafi y el Brasil de Dilma, sirven como evidencia. Los casos de Venezuela en 2002-2003 con el golpe de Estado y el bloqueo petrolerocomercial, el de la Siria de Bashard Al Assad, y de nuevo la de nuestro país entre abril y julio de este 2017, demuestran, por el contrario, que solo la movilización activa y el no claudicar la iniciativa son las únicas garantías de victoria. No está de más tener presente, como el propio presidente Maduro correctamente lo señaló, que las sanciones tomadas por el gobierno norteamericano no van dirigidas contra el gobierno nacional, sino contra el país y la población toda, independientemente de la filiación política de las personas. En consecuencia, se impone la necesidad de tomar medidas

especiales que resguarden la soberanía pero también protejan a la ciudadanía y al pueblo. Repetimos: no estamos ante una crisis económica, estamos ante una declaratoria de guerra por parte de los poderes económicos y políticos mundiales, guerra económica, financiera y comercial que busca “calentar el clima interno” de manera de crear las condiciones para un colapso del país, lo que en última instancia sería usado como excusa para una intervención militar. Pero al mismo tiempo debemos estar conscientes de que lo que ahora se presenta como una agresión, también puede ser considerado una oportunidad. De tal manera, así como los eventos de 2002-2003 permitieron alcanzar la soberanía en el manejo del recurso petrolero y sellar la alianza cívico-militar, la actual coyuntura puede convertirse en la ocasión propicia para alcanzar la soberanía monetaria y del comercio exterior. Sin embargo, nada de esto se alcanzará, como hemos dicho, con medidas convencionales ni cediendo a los chantajes. Es complejo en la actual coyuntura definir medidas concretas a recomendar al Ejecutivo y la ANC en materia económica. Y lo es por varias razones, pero primero y principal por la ausencia de información actualizada y precisa sobre las cuentas e indicadores nacionales. Por otra parte, sabemos que no hay recetas mágicas. No obstante, basados en nuestra experiencia y análisis, que son públicos y conocidos, en el mejor ánimo de contribuir a la defensa nacional, planteamos la necesidad de avanzar en la siguiente dirección: En materia cambiaria y comercio exterior 1.- Reforzar el control cambiario, suspender la asignación de divisas a empresas privadas y particulares, y destinarlas disponibles a importaciones directas del Estado de bienes esenciales desde países aliados.

2.- En el caso de excepciones que deban hacerse al punto anterior, luego de su debida y pública justificación, hacerlo por la vía financiera, no por la cambiaria. Es decir, en lugar de venderles las divisas a las transnacionales, prestárselas a interés y con garantías reales suficientes de recuperación del préstamo en divisas. 3.- En cualquier caso de asignación de divisas, tanto a empresas privadas como públicas y organismos del Estado, verificar exhaustivamente a priori y a posteriori el uso dado a las mismas. 4.- Supeditar la asignación de divisas a un baremo de precios internacionales de referencia a fin de impedir la sobrefacturación de importaciones y la evasión tributaria por precios de transferencia, así como el traslado subsecuente de precios inflados a las estructuras de costos de producción, distribución y comercialización. 5.- Transparentar la administración de divisas para evitar la corrupción y facilitar la contraloría social, mediante la publicación detallada de todas las asignaciones efectuadas por CENCOEX, cruzada a su vez con la data aduanal de importaciones registrada por el SENIAT en el SIDUNEA. 6.- Crear un ente operativo, con capacidad sancionatoria, tal vez mejorando la concepción del previsto y aún no implementado Ente de Interoperabilidad, controlado directamente por Miraflores, que vincule obligatoriamente en tiempo real todas las bases de datos de órganos y entes del Estado, procese toda la información mediante el uso de las tecnologías de información y comunicación y rinda informes de inteligencia sobre dichos análisis. 7.- Orientar el petróleo que actualmente se le vende a Estados Unidos de América hacia nuestros aliados euroasiáticos, lo que podría incluir la modalidad de trueque por bienes esenciales. 8.- Iniciar un proceso de renegociación y reestructuración de la deuda externa, con países e inversores aliados.


DE BLOQUEO A BLOQUEO: 1902-2017

Luis Britto García La Historia, decía James Joyce, es una pesadilla de la que intento despertarme. En diciembre de 1902 quince acorazados de flotas coligadas de Inglaterra, Alemania e Italia tienden contra Venezuela un bloqueo que degenera en destrucción de naves inermes, bombardeo de poblaciones, desembarco de tropas, saqueo. El 26 de julio de 2017 el presidente Maduro declara a Rusia Today: “Me parece una locura absoluta que los extremistas de la derecha estadounidense estén hablando de un bloqueo contra Venezuela”. La pesadilla no acaba. Un bloqueo comienza desde adentro. Políticos amorales firman tratados y contratos de interés público con cláusulas inconstitucionales que someten a Venezuela a tribunales, cortes o juntas arbitrales extranjeras. En 1902 las potencias imperiales intentan decidir con sus tribunales y sus cañoneras desacuerdos sobre supuestas deudas venezolanas. En 1999 alguien incluye en la Constitución de la República Bolivariana cláusula apátrida según la cual las controversias sobre contratos de interés público de la Nación serían resueltas por tribunales extranjeros cuando fuere procedente por “la naturaleza de los mismos”. En 2004 la sentencia más infame de la Historia de Venezuela miente que nuestro país se ha acogido al sistema de “soberanía limitada”. Declarar que la soberanía de un país es limitada es legitimar que los demás se le impongan. Con semejantes diputados y jueces, quién necesita acorazados. Un bloqueo opera con la diplomacia. Las organizaciones internacionales son creadas para facilitar relaciones entre los pueblos; los imperios las utilizan para impedirlas. Por la plata baila el perro, y por la dieta el diplomático. En 1902 sólo existía la indigna Unión Panamericana, que no

movió un dedo en defensa de Venezuela, mientras el canciller argentino formulaba la célebre doctrina Drago, la cual sostiene que no se pueden cobrar deudas a los Estados por la fuerza. En 2017 Estados Unidos promueve frenética e infructuosa actividad en la OEA y en la ONU para aislar a nuestro país, financia centenares de Organizaciones No Gubernamentales para que actúen como agentes de influencia y levanten falsos expedientes de violación de Derechos Humanos en contra nuestra, busca desesperadamente una sentencia de cortes internacionales que sancione nuestra aniquilación. Un bloqueo empieza por dejar a la víctima indefensa. En 1899 los banqueros se niegan a facilitar a Venezuela los créditos que requería para comprar armas con qué defenderse. En 2006 Estados Unidos prohíbe vender a nuestro país cualquier armamento que incorpore tecnología estadounidense. Un bloqueo se legitima con campañas de difamación mediática contra las víctimas. El de 1902 esgrime como pretexto la más atroz ofensiva de insultos y falsedades contra Venezuela y su Presidente. En 2017 sufrimos interminable diluvio de calumnias de los cinco monopolios mundiales de la información y de casi todos los medios locales. Un bloqueo se apoya en facciones internas que operan contra su propio país. En 1901 banqueros acreedores de la Deuda Pública y caudillos regionales se agavillan contra la Patria en la mal llamada Revolución Libertadora. En 2017 sectores de la oposición claman por la intervención extranjera. Un bloqueo se apoya en la complicidad de países que deberían ser fraternos y se convierten en fratricidas. En 1901 el Presidente neogranadino José Manuel Marroquín ordena que nos invadan cinco mil colombianos al mando del venezolano

(?) Rangel Garbiras, inmediatamente puestos en fuga por Celestino Castro. En 2017 Venezuela es amenazada por un cinturón de bases de Estados Unidos y de la OTAN consentidas por países vecinos; es sistemáticamente desangrada por contrabando de extracción, infiltrada por facciones paramilitares que progresan de hampones a actores políticos. Un bloqueo estrangula con torniquete económico. En 1902 las grandes casas de banca extranjera congelan los créditos de Venezuela y provocan una baja de las cotizaciones del café. En 2017 las potencias inundan el mercado de petróleo para quebrar a los miembros disidentes de la OPEP, las calificadoras de riesgo exacerban el riesgo país para hacer incosteable el crédito público; las aerolíneas retiran sus vuelos alegando supuestas insubsistencias de subsidios estatales que las enriquecían, Trump prohíbe a la banca estadounidense invertir en acciones de compañías públicas venezolanas. Un bloqueo es intervención militar. Secuestrar a un ciudadano es delito; secuestrar a un país, crimen de lesa humanidad. En 1902 el pretendido bloqueo se convierte en destrucción de unidades navales, bombardeo, desembarco armado y pillaje. En 2017 Trump revela la naturaleza de sus medidas al afirmar que “Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo, posiblemente, una opción militar si es necesario". Un bloqueo intenta fracturar la unidad nacional y con frecuencia la consolida de manera indestructible. En 1902 la Planta Insolente del Extranjero nos amalgamó en bloque invulnerable que resistió a las mayores potencias militares de la época, según se narra en película de Román Chalbaud para la cual escribí el guión. En 2017 la Historia nos sacude con la misma pesadilla: despertemos definitivamente.


Bolívar y la oposición

Alta traición

Roberto Hernández Montoya

Eleazar Díaz Rangel Uno no sabe hasta dónde llegan los compromisos de la oposición, en especial de sus dirigentes, con el gobierno de Washington. Tan de lejos son esos nexos, y tan variados son los alto funcionarios con quienes han hablado, concertado acuerdas y recibido adelantos, que no es nada fácil saberlo. Uno no sabe si cuando discutieron el proyecto de acuerdo para apoyar las sanciones, hubo unanimidad o si algunos expresaron sus reservas. En todo caso, deben ser muy comprometedoras esas relaciones porque ni siquiera pensaron un momento en la historia venezolana, en las posiciones y opiniones de Simón Bolívar respecto a ese país. Seguramente han creido que esa ya famosa frase, "Los Estados Unidos parecen destinados por a providencia para plagar de miseria a la América" fue algo que se le salió escribiendo una carta, que no reflejaba su opinión respecto a ese país. Lo cual revela ignorancia de la historia y del pensamiento Bolivariano. Sucede que en 1818, cuando ya se consolidaba en Guayana la lucha contra el imperio español, llego un emisario de Estados Unidos a reclamar la entrega de dos goletas matriculadas en ese país y que habían capturado las fuerzas patriotas; vino este señor Bautista Irvine argumentando su neutralidad, cuando en realidad pretendieron entregar armas a los realistas; se produjo un cruce de correspondencia sobre la cuestión. En una ocasión Bolívar escribe "Hablo de la conducta de los Estados Unidos con respecto a los independientes, del Sur, y de las rigurosas leyes promulgadas con el objeto de impedir toda especie de auxilios que pudiéramos procurarnos allí", y el 7 de octubre de ese año 18, en carta a Irvine, ante la insistencia del enviado, le respondió que "...no permitiré que se ultraje ni desprecie al Gobierno y los derecho de Venezuela. Defendiéndolos contra la España ha desaparecido una gran parte de nuestra población y el resto que queda ansia por merecer igual suerte", En un artículo considero que esa fue la primera divergencia de Venezuela con EEUU. Despues hubo tantas hasta 1908, cuando estaban rotas las relaciones y fue Gomez, una vez derrocado Cipriano Castro, quien las restableció. Desde ese año fueron armónicas, pasando por todos los gobiernos de la IV, desde Lopez Contreras y Medina Angarita, hasta que Chávez accede al poder. Es conocido, pero sospecho que no lo sepan en la MUD, que Bolívar nunca quiso que se invitará a EEUU al Congreso que habia convocado para reunirse en Panamá. En una carta a Santander, el 30-5-25, le escribe que "los americanos del Norte, por ser solo extranjeros... por lo mismo jamás sería de opinión de que los consideremos para nuestros arreglos...", y sin embargo Santander los invito, y el Congreso finalmente fue un fracaso. Increíble que casi 200 años después, un grupo de venezolanos, evidentemente antibolivarianos, pide su intervención , apoya las sanciones económicas impuestas y algunos de ellos, propician una una invasión militar. No solo están contra la historia, negando el pensamiento de Bolivar, que no sorprenden que lo ignoren, sino que se han puesto del otro lado, junto al 15% que según las encuestas apoya una intervención armada. Lo que es una negación del sentido patriótico de los venezolanos. Deduzco que tampoco examinaron los efectos que esa posición tendrá en la conducta electoral el próximo mes.¿Cómo se informan sobre Venezuela los presidentes de aquellos países que no están involucrados en nuestros asuntos, como los de Europa? Se supone que con las “noticias” que les envían las agencias internacionales a los medios de esos países, y así fue como el presidente Enmanuel Macron se pronuncio a favor del diálogo en Venezuela. ¿Y como se explica que meses después cambiara de opinión y calificara al gobierno de Maduro como una dictadura, lo quemerecio la inmediata respuesta venezolana? Se supone que manejaron las mismas fuentes, y seguramente las opiniones que debió enviar a su cancillería su embajador en Venezuela. ¿De manera que Romain Nadal piensa o cree que en Venezuela hay una dictadura?

Hay una mística de la infamia y la abyección. Hay seres que no se contentan con echar una que otra vaina, sino que se revuelcan en la ruina de su aldea o de la humanidad entera incluso. No son peores porque no hay más abajo. Atribuyen a Einstein la idea de que si matas a alguien eres criminal, si matas a mucha gente alcanzas el heroísmo, pero si matas a todo el mundo eres Dios. El espectáculo del envilecimiento puede ser deslumbrante. De otro modo no se explican personajes como el mariscal Philippe Pétain y M. Pierre Laval. Este fue primero héroe socialista, pero pronto saltó la talanquera y terminó siendo primer ministro de su Francia durante la ocupación nazi. Solo fue superado por el mariscal Pétain, que comenzó siendo héroe de la patria en la Primera Guerra Mundial para terminar siendo su presidente bajo la ocupación nazi, promoviendo y proclamando con orgullo la colaboración con la planta insolente del extranjero que profanaba el sagrado suelo de su patria. Abrieron nuevos horizontes al arte de la traición, con ensañamiento destructivo y, sobre todo, autodestructivo. Charles de Gaulle hizo una magistral descripción de Laval: «Acostumbrado a abordar las cosas desde abajo, para Laval lo importante es, pase lo que pase, mantenerse en el poder. Pensaba que cierto grado de astucia domina siempre la coyuntura, que no hay tortilla que no pueda voltearse ni hombres que no sean manejables. Había percibido en el cataclismo el infortunio de su país, pero también la vocación de tomar las riendas y de aplicar a una vasta escala la capacidad que tenía de arreglárselas con lo que fuere. Pensaba que siempre era posible sacar partido de lo peor, hasta la servidumbre y asociarse incluso con el invasor, de obtener beneficio de la más atroz represión. Para cumplir su política renunció al honor del país, a la independencia del Estado, al orgullo nacional. Laval se la jugó y perdió, pero tuvo el coraje de responder por las consecuencias» (Mémoires de guerre, tomo II). Esa nobleza final lo condujo al paredón. La elasticidad infinita de la moral de Laval no lo salvó del naufragio y no gozó ni de la dulzura del cianuro, que estaba piche. No quería morir por balas francesas. En Venezuela no se mata legalmente a quien mata porque se impondría el asesinato como principio. No mataríamos ni a nuestro Laval.


Para dialogar se necesita más de uno

José Vicente Rangel

El país -prácticamente sin excepciones- coincide en la necesidad de dialogar. Las encuestas lo confirman, y no hay reunión social donde el tema no sea abordado con carácter perentorio. Luego de la victoria electoral del pasado 30 de julio de la propuesta presidencial sobre la Asamblea Nacional Constituyente, ese sentimiento adquirió mayor solidez. El respaldo de más de ocho millones de ciudadanos reveló su hondo calado popular y la pertinencia que tiene como única opción válida ante la crisis. 2No es por nada, pero lo cierto es que en torno al tema del diálogo Nicolás Maduro ha tenido una posición invariable. Desde que arribó a la Presidencia de la República, hace ya más de cuatro años, no ha vacilado en exaltar las bondades de esta opción, y, lo que es más importante, en insistir en ella, tercamente, exponiéndose al rechazo, a la burla, a la descalificación, por potenciales interlocutores. Frente a la arremetida del candidato que derrotó en limpios comicios, reaccionó con serenidad e invocó la necesidad de dirimir diferencias civilizadamente. Tuvo, además, el gesto que no le fue reconocido por la oposición de invitarla a Miraflores y permitirle en “cadena nacional” dirigirse al país. En cada uno de los episodios puntuales en los que tendió la mano a los rivales, la respuesta siempre estuvo encuadrada en la violencia. 3Por si fuera poco, recurrió a la mediación internacional. Solicitó ayuda de ex presidentes, de organismos regionales e, inclusive, del Vaticano. Pero cada una de las iniciativas que promovió fue despreciada o demonizada, atribuyéndole un trasfondo de maniobra para sembrar la división en el campo opositor. No ha habido en Venezuela otro gobernante con tanta paciencia para aguantar el desaire y perseverar en lo que propone. En vez de desmayar y renunciar al objetivo de crear un escenario de diálogo, insiste incluso en los momentos de más tensión y cuando la violencia se desborda en la calle. 4 El drama para Maduro ha sido el de alguien que tiene que predicar en el desierto de un liderazgo político y empresarial carcomido por el odio y el oportunismo. Alguien que no ha contado con una oposición moderna, actualizada, sino, por el contrario, revanchista. A la que no le importa el país. Que no lo consulta, sino que asume políticas divorciadas del sentimiento nacional. La mejor demostración ha sido la sorpresa de ese liderazgo con motivo del resultado que arrojaron las urnas electorales el 30-J. 5En la entrevista que le hice en mi programa de televisión del domingo 20, ratificó su posición respecto al diálogo. Manifestó una vez más su disposición para asumirlo plenamente. Puso todas las cartas sobre la mesa y emplazó a la dirección opositora a sumarse al sentimiento nacional en contra de la violencia y a favor de la paz. Advirtió acerca de los riesgos que corre el país si no hay voluntad para desechar el sectarismo y las visiones violentas. Exaltó el papel de la Asamblea Nacional Constituyente como escenario privilegiado para el entendimiento de los diversos sectores de la sociedad, sin exclusiones. No creerle a Maduro lo que dice y promete es parte de la subestimación que cultivan sus adversarios. Que, por lo demás, siempre ha sido la trampa mortal en la cual han caído y la que precede a sus estrepitosas derrotas. ¿No llegó el momento para ellos de rectificar? ¿De convertirse en la oposición racional que reclama, no solo Maduro, sino la mayoría

de los venezolanos y las venezolanas? No hay otra vía. La que algunos conciben, la violenta, ya fue transitada con efectos deplorables para los patrocinantes. Diuálogo de catacumbas Me comentan personas bien informadas que avanza una especie de “diálogo en las catacumbas” para garantizar la normalidad del proceso electoral regional. No obstante, nada trasciende porque la parte opositora considera que cualquier filtración puede afectar el esfuerzo que se viene realizando. Los dirigentes del sector le temen a las respuestas de los ultras de la calle que, incluso, han amenazado con emplear la violencia física contra ellos… Las relaciones con el Gobierno colombiano están en un disparadero. Santos es partidario de la ruptura porque de esta manera recompone su relación con Uribe (piensa él). Santos está muy debilitado y teme por su futuro, cuando salga del cargo. Cuenta solo con el apoyo del Gobierno de EEUU, con el que cultiva una estrecha relación. Uribe, por su lado, afirma entre sus íntimos que no le perdona a Santos la traición, luego que lo hizo su ministro de Defensa y que le legó la Presidencia… Delitos de odio Delitos de odio. El pronunciamiento de la Asamblea Nacional Constituyente sobre la actitud de personas desquiciadas a las que se les inoculó un desprecio irracional hacia sus semejantes, es más que pertinente en las actuales circunstancias. Los delitos promovidos por una política de odio, que ocurrieron en los días de la infamia que vivió el país durante más de tres meses, no pueden quedar sin castigo. Quienes instigaron al ultraje, la violencia física, el asesinato de seres humanos -muchos de ellos incinerados en la calle- por el color de la piel, por la simple sospecha de que las víctimas eran chavistas, o ejercían algún cargo en la administración pública, tenían algún parecido físico con dirigentes del mundo oficial o vestían uniforme militar, sentaron un precedente oprobioso en Venezuela. Antes nunca se vieron acciones tan sórdidas, reveladoras de la degradación humana a que fueron conducidas personas influidas por una prédica de exterminio cuyos antecedentes habría que buscarlos en la Alemania nazi… La siniestra práctica se extendió al exterior. Los venezolanos que por una u otra razón están afuera -por cierto, una minoría por razones políticas- asumen igual comportamiento. Están a la caza de chavistas, o supuestos chavistas -mujeres, hombres, ancianos, niños-, para descargar su odio y perseguir, cobardemente, a compatriotas. Hay numerosos casos que constituyen una vergüenza. El último que conozco es el de Jorge Rodríguez y sus hijos, en México, acosados por un miserable que los insultó en plena calle y lo tildaba de asesino. Una prueba más del pestilente mensaje de odio con el que adoctrinan a sus seguidores dirigentes de una oposición sin ética ni proyecto político serio. Agredir a Jorge Rodríguez es agredir la dignidad humana…


Eleazar D{íaz Rangel

Los peligros que se avecinan: las amenazas de intervención

Nunca como el jueves, en una reunión con el Alto Mando Militar ampliado. un presidente venezolano había hablado sobre las amenazas que se levantan contra el pais, con datos concretos de tales riesgos, de los mecanismos de defensa, particularmente antiaéreas, que fueron completadas con las intervenciones del ministro Padrino Lopez y del almirante Remigio Ceballos, jefe del Comando estratégico de la FANB, todo en víspera de los más completos y complejos ejercicios civico-militares, que terminan de desarrollarse hoy en todo el país. Todo ello revelador de la necesidad de que el país y en particular su fuerza armada, esten preparados para cualquier eventualdad de esa naturaleza. Como lo aclara el presidente Maduro, no se trata de alarmar, sino de la necesidad de crear conciencia de la situación que vive el país. El presidente Trump fue muy claro en la amenaza de una agresión militar a Venezuela, y no es que la descartara, sino que ha pretendido hacerla junto a contingentes de tropas de varios países latinoamericanos, pero con excepciones, como como las de seguramente Colombia, hubo una reacción contraria en la mayoria, repulsa que se ha extendido a otros países del mundo. No obstante ello, el viernes desde la Cada Blanca precisaron que esa opción no esta descartada pese al desacuerdo en la región. Entre tanto, el Vice Mike Pence ha completado esas amenazas, cuando afirmó que usaran todas sus fuerzas económicas y diplomáticas para "rescatar la democracia" en Venezuela. El diario The Wall Street Journal anunció que EEUU no comprará bonos venezolanos, y que se estudian otras medidas, las cuales fueron anunciadas formalmente el viernes. Ademas, En Washington confían en que lograran que se produzca una ruptura de relaciones de varios países latinoamericanos, y no lo ocultan, quieren "ahogar a Venezuela".

Esa política de la Casa Blanca contra Venezuela no es ninguna novedad, aunque se ha reforzado y hecho extremadamente peligrosa con Trump. Apenas observaron la esencia del gobierno de Chávez, su política independiente y soberana, y la influencia que estaba ejerciendo en la region, se dispararon sus alarmas. La más sonora fue el decreto del presidentente Obama de 2015. Pero antes hubo un Plan Balboa. ¿Lo Recuerdan? Aunque España, su organizador junto con la OTAN, pretendió mostrarlo como un "ejercicio didáctico", inocente, analizado en Venezuela por nuestros oficiales de inteligencia, quedó claro que se trataba de un proyecto para ocupar parte de Venezuela, a partir de bases militares en Colombia, país blanco, lPanamá, país rojo, y en el Norte, azul. El plan contenía información confidencial sobre nuestras posiciones militares, seguramente recogidas por los servicios de inteligencia de Estado Unidos. No olvidemos que en pleno corazón del Fuerte Tiuna estuvo por años la Misión Militar de EEUU, hasta que llegó Chávez y mando a parar. Por ejemplo, en la sección "Prioridad de Objetivos y Estado de los mismos" del plan, aparecía una lista de 80,

con precisiones sobre la ubicación de cada una de ellos: hangares de Barquisimeto 10 O3 N de latitud y 69 30. W de longitud; aviones en La Chinita 10 35N de latitud y 71 44W de longitud, Y así, otros 80 objetivos, donde aparecen las señales de seIs radares, de los aeropuertos, tropas, aviones, etc. El,plan está tan bIen elaborado, con abundante información, incluida el número y topo de aviones "enemigos" y que incluye una proyecto de resolución del Consejo de Seguridad donde se lee: que " autoriza al país Azul y aliados a realizar acciones al amparo del Capitulo VIII de la Carta de las Naciones Unidas y, en el caso de que...no hayan abandonado las bases y acuertelamientos ocupados y entregado el armamento, al empleo de la fuerza para restituir la situación inicial". Muchos de los datos contenidos en ese plan siguen vigentes, y aún cuando ha habido cambios y avances importantes en esas instalaciones, y reforzada la defensa antiaérea, sigue siendo un punto de partida de la política agresiva contra Venezuela. Hace más de diez años (marzo 2007) en una entrevista con Barbara Walters, de la .cadena ABCNews, el presidente Hugo Chavez le dijo que así como Estados Unidos bloqueó la compra de repuestos de los aviones F16, que por contrato debía suministrarle, "Hay la posibilidad de que Estados Unidos, el gobierno de Estados Unidos, así como invadió a Irak, así como amenaza a Iran, venga por Venezuela, esa es una posibilidad que nosotros no podemos desechar sobre todo con este Presidente, que no tiene el juicio ni la razón política, es capaz de cualquier cosa".. Si esa era su opinión con Busch, pueden imaginarse cuál sería con Trump! Confiamos en que tanto la excepcional reunión del presidente Maduro con el generalato y el almirantazgo, como los ejercicios Soberanía 2017, hayan contribuido al país a es raro alerta ante los peligros que se avecinan.


una jugada retórica y publicitaria, porque en realidad la presencia de marines en las bases militares sigue tan campante, así como la pol´pitica punitiva que impulsa Estados Unidos, y con la que concuerda Santos. Ejército y experiencia de exportación Según los analistas colombianos, la intención no es sólo la de mantener el Plan Colombia, sino exportarlo a Centroamérica, y pinzarla con la extensión del Plan Mérida desde México, para garantizar el control del tránsito de la droga desde Sudamérica a Estados Unidos. En 2015, John Kelly, entonces Jefe del Comando Sur y hoy Jefe de Gabinete de Trump, decía que “hace años todos creían que rescatar a Colombia de la violencia era imposible, tal como muchos creen ahora con respecto al caso del Triángulo Norte (Honduras, Guatemala, El Salvador), pero la misión imposible fue posible”. Hoy Kelly planea que esos “esfuerzos” de inteligencia e información se apliquen para militarizar el Triángulo Norte y trasladar la inestabilidad a la triple frontera en el Cono Sur (Argentina, Brasil, Paraguay), centrando operaciones en Paraguay, donde ya existe una fuerte presencia de asistencia militar y policial colombiana. Cabe recordar que el 30 de abril de 2009, siendo ministro de la Defensa de Uribe, hizo este resumen de su poderío militar durante una conferencia: “Pasamos de 313 mil hombres a cuatrocientos treinta mil en el año 2008, un incremento de 40%. Se han comprado, entre otros equipos, 44 helicópteros, 52 aviones y 502 automotores de todo tipo para darle movilidad, efectividad de reacción y capacidad de reacción a nuestra fuerza pública”. “También compramos 161 unidades navales y fluviales como lanchas patrulleras y botes de apoyo fluvial y de combate, e iniciamos la repotenciación de cuatro fragatas y 3 submarinos…”, añadió

entonces, , recuerda el director del diario venezolano Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel. En esos años, por vía del Plan Colombia, ese país se convirtió en el quinto en el mundo en recibir mayor ayuda militar de Estados Unidos, solo superado por Israel, Egipto, Corea del Sur e Irak. Simultáneamente, facilitó seis de sus bases militares para que fueran asiento de unidades de EEUU, y les cedió la base de Palanquero, la más próxima a Venezuela, que tiene capacidad para llegar hasta el sur de América del Sur Tampoco hay que olvidar su afiliación a la Otan, lo que supone un impacto para la seguridad y defensa integral de Venezuela y la región. Santos señaló entonces que “Colombia tiene derecho a pensar en grande”, y que él buscaría ya no solo ser los mejores de la región, sino del mundo entero, (…) nuestro Ejército estará en la mejor posición para poder distinguirse también a nivel internacional…”. Logrados los acuerdos de paz, el Ejército colombiano quedó liberado de su enfrentamiento con las guerrillas. No ha sido nada casual que senadores en Washington le ofrecieron al presidente Santos su cooperación para conseguir ayuda militar para enfrentar la amenaza venezolana, y, sin ninguna duda, en la larga entrevista con el presidente de EEUU, el mismo Trump anunció que había conversado para “ayudar a Venezuela”. El acuerdo Colombia-OTAN de 2013 tenía como uno de sus objetivos estratégicos que el país sudamericano se constituyera en un aliado para combatir “la delincuencia trasnacional y otras amenazas” a la seguridad hemisférica. Esto es, un territorio para el control geoestratégico de un continente que durante la última década había puesto en cuestión la capacidad hegemónica de los EEUU. De ahí, el amplio rechazo que generó el acuerdo en los gobiernos boliviano, venezolano, ecuatoriano y

brasileño, que señalaron que este acuerdo ponía en cuestión la integración regional y los acuerdos establecidos en el marco de la CELAC y Unasur a través de los cuales se reconoció a América Latina y el Caribe como zona de paz. Así, la condición de “aliado extra-OTAN” fue catalogada como una amenaza a los equilibrios geopolíticos alcanzados en la región, para tensar la cuerda de las relaciones colombo-venezolanas; amenazar a sus vecinos y precipitar el aumento del gasto militar en la región; debilitar a la Unasur y la CELAC; alinearse con Gran Bretaña en el diferendo con la Argentina por las Malvinas, dado que esa es la postura oficial de la OTAN. Recientemente, el director de la CIA, Mike Pompeo aseguró que Venezuela se encuentra influenciada por Hezbollah e Irán, dos de los actores geopolíticos que Washington ubica dentro del “Eje del Mal,” y que por ello “puede convertirse en un riesgo para los EEUU”. Pompeo habló también sobre el uso de Colombia como principal punto de avanzada, junto a México, en una política coordinada contra Venezuela, que va desde lo militar hasta lo económico y diplomático. Esta maniobra de “inteligencia” busca fortalecer el relato de que Venezuela es un país promotor del “terrorismo islámico”, por más que Irán y Hezbollah, junto a Rusia y Siria, sean los principales responsables de su inminente derrota en Medio Oriente, en los últimos años. Esta es la “narración clara” recomendada por el Consejo del Atlántico (un think tank de los varios aliados a Washington) al gobierno estadounidense, que permitiría escalar las agresiones contra el país, debido a que EEUU ve en Venezuela una “amenaza inusual y extraordinaria” a sus intereses, basado en el Decreto Obama de 2015, base jurídica e institucional de todo su accionar injerencista y con el que establece un estado de emergencia con relación a Venezuela.


EL GENDARME SUDAMERICANO

La exportación del Plan Colombia al Triángulo Norte y la Triple Frontera Álvaro Verzi Rangel (*) / CLAE El llamado Plan Colombia, supuestamente de combate a las drogas, fue diseñado y dirigido por Estados Unidos, pero financiado por los impuestos colombianos: EEUU invirtió 10 mil millones de dólares, y Colombia 120 mil millones de dólares, y hoy amenaza con ser exportado para dirigir operaciones especiales en otras zonas de la región, con bandera sudamericana. Los planes de la “inteligencia” estadounidense es que las Fuerzas Armadas colombianas suplanten a las de EEUU en el entrenamiento de Fuerzas de Operaciones Especiales, tanto para operar en México (en el marco de la Iniciativa Mérida), como en Paraguay, Honduras, El Salvador, Barhein, Yemen y en Afganistán y la Triple Frontera del Acuífero Guaraní. Quizá, también, para ir creando una fuerza multinacional latinoamericana lista para intervenir en países que lleven adelante políticas soberanas, enfrentadas a las de Washington y el club de gobernantes neoliberales piloteados desde la Organización de Estados Americanos (OEA). Sería la unificación de Plan Colombia, la Iniciativa Mérida y la Iniciativa para la Seguridad Regional de Centroamérica, ya mostrado en los documentos del Comando Sur de EEUU “Plan 2018”, y el “Operation Freedom II”. No hay quiebres entre las administraciones de Obama y Trump: por encima de ellos, el poder fáctico lo comparten el Pentágono y el complejo industrial militar, que pueden garantiza r a las corporaciones trasnacionales el acceso a los recursos de la región. ¿Qué es realmente? El Plan Colombia le ha permitido a Estados Unidos arraigar su intervencionismo político, económico y

militar en América Latina. Es un acuerdo bilateral que fue suscrito entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos en 1999 durante las administraciones del presidente colombiano Andrés Pastrana y el estadounidense Bill Clinton con tres objetivos específicos declarados: generar una revitalización social y económica, terminar el conflicto armado en Colombia y crear una estrategia antinarcóticos, aunque destaca su contenido geopolítico. Pero realmente resultó ser una pantalla para cubrir la implantación de fuerzas armadas estadounidenses en Colombia. Las operaciones militares fueron dirigidas desde Washington por el general Barry McCaffery, ex comandante en jefe de las fuerzas militares estadounidenses en América del Sur, y nombrado jefe de la lucha antidroga por Bill Clinton en enero de 1996. Éste implementó el uso de paramilitares contra la guerrilla de las FARC-EP. El Plan Colombia se supone que es un plan de acciones concretas entre el gobierno de Estados Unidos y de Colombia para erradicar el problema de la droga, sin embargo, destaca su alto contenido geopolítico. La prioridad que se le otorgó a la modernización del Ejército colombiano con el pretexto del combate a la drogas muestra su inconsistencia con el aumento de efectivos civiles y militares estadounidenses (además de siete bases militares) en territorio colombiano quienes participaron cada vez más en el combate a la insurgencia. Con presencia de tropas propias EEUU lograba proteger la extracción de petróleo, carbón, oro y minerales estratégicos, garantizándose la adquisición de materias primas a bajo costo y asegurando, además la inversión de capitales extranjeros, las siete bases militares y el cambio de correlación de fuerzas con unos diálogos de paz que pusieran fin al conflicto armado. La inútil guerra contra las drogas

seguirá siendo la excusa “legal” para que EEUU, el principal consumidor, garantice su presencia en su alianza con las derechas latinoamericanas. Nada ha cambiado en este aspecto, apenas los improperios de Trump, a los que uno también se acostumbra. Cabe recordar que en este año fueron asesinados en Colombia decenas de líderes sociales, continuó el desplazamiento forzado, el despojo de tierras y la existencia de grupos armados paramilitares, gracias, en parte, a la asistencia militar de Estados Unidos que en 2017 llega a los 203,9 millones de dólares. Buena parte de ese presupuesto va a EEUU, abastecedor de las armas y el “servicio de entrenamiento”. El Estado colombiano destinó el 13.1% del presupuesto nacional (unos 10 mil millones de dólares) a gestos en defensa este año y sólo 9% a salud y protección social (unos 7.200 millones de dólares). En 2017, la Agencia de Control Internacional de Narcóticos y Aplicación de la LeyINCLE (por sus siglas en inglés) destinó 143 millones de dólares en asistencia para la seguridad dentro del Plan, a sumarse a los 135 millones del año anterior. El Plan antidrogas militar y represivo, sigue vigente. El presupuesto 2018 -administración Trump- plantea fondos de apoyo económico y fondo de desarrollo; control internacional de narcóticos; no proliferación, antiterrorismo, desminados; educación y formación militar internacional, minimizando los compromisos de reformas sociales de los Acuerdos de Paz., A la par, sectores políticos de ambos países presionan para inhabilitar el acuerdo de sustitución manual de cultivos de uso ilícito acordado con Barack Obama, con el argumento de que ha habido aumento de las áreas cultivadas. La sustitución del Plan Colombia por el de Paz Colombia, anunciado por Santos y Obama, fue apenas


ANC y unidad nacional Luis Britto García | Más que un país, Venezuela parece una colección contradictoria de estados y municipios. En virtud de un proceso neoliberal de descentralización dirigido por la Comisión Presidencial de Reforma del Estado, entre 1994 y 1998, Rafael Caldera triplicó el número de municipios, aumentó en un millón de personas la administración de estos y permitió un proporcional aumento de la corrupción y la incoordinación entre ellos. Dos Así, entre infinidad de otras atribuciones, toca competencia a los municipios en lo relativo a: “Ordenación territorial y urbanística; patrimonio histórico; vivienda de interés social; turismo local; parques y jardines, plazas, balnearios y otros sitios de recreación; arquitectura civil, nomenclatura y ornato público. Servicio de agua potable, electricidad y gas doméstico, alcantarillado, canalización y disposición de aguas servidas; cementerios y servicios funerarios. Protección del ambiente. Vialidad urbana; circulación y ordenación del tránsito de vehículos y personas en las vías municipales; servicios de transporte público urbano de pasajeros y pasajeras. Espectáculos públicos y publicidad comercial. Servicio de agua potable, electricidad y gas doméstico, alcantarillado, canalización y disposición de aguas servidas; cementerios y servicios funerarios. Justicia de paz, prevención y protección vecinal y servicios de policía municipal, conforme a la legislación nacional aplicable”. ¿Cómo coordinan 335 municipios sus propios regímenes de prestación de estos servicios entre sí y con los del poder nacional?Resultado de imagen para mapa de municipios de venezuela Tres Preocupación constante de Hugo Chávez Frías fue la unidad nacional. Así, en su discurso ante la inauguración de la Asamblea Constituyente de 1999, expresó que era indispensable: “Un nuevo concepto de Federación que se aleje de los extremos de la anarquía y del centralismo y que recupere y ponga en orden los valores de la llamada descentralización que degeneró muchas veces en anarquía, anarquización de la República, para que no haya ningún gobernador, no puede haberlo; ningún alcalde, no puede haberlo, que piense o llegue a pensar alguna otra vez en esta tierra que él es un cacique o un presidente de una republiquita que se llama un municipio o que se llama un estado. No. Es lo mismo que decía Bolívar desde aquí, desde 1813, le decía al gobernador de Barinas en una carta memorable hecha al fragor de la batallas, cuando apenas lo estaban proclamando Libertador, le decía al gobernador de Barinas eso que ya he referido. No, ese federalismo de la Primera República que fue nefasto, no podemos repetirlo; un federalismo con un nuevo concepto de unidad nacional, un federalismo que se guíe por un principio básico de la ciencia política como es el principio de la cosoberanía o la soberanía subsidiaria a la soberanía nacional”. Cuatro Para comenzar, es indispensable fijar categóricamente límite a la acción de endeudamiento de los estados y municipios, que tanto y tan desorganizadamente ha incrementado nuestra deuda pública. Para ello, es preciso incorporar en el artículo 312 de la Constitución vigente una norma que disponga: “Los estados y municipios no podrán contraer deuda pública, aparte de los contratos de gestión continuada y ordinaria que abarquen varios ejercicios fiscales”. No basta con ello, pero es un buen comienzo.

Los riesgos de la Constituyente Maryclen Stelling La Asamblea Nacional Constituyente nace con un importante apoyo electoral y altísimas expectativas de la ciudadanía. De no dar respuesta efectiva en el corto y mediano plazo, las esperanzas se convertirán en riesgos que, indudablemente, afectarán su credibilidad y legitimidad, y conducirán a resultados adversos a su intención original. El triunfo no debe interpretarse como la batalla final, debe valorarse como un reto histórico, un compromiso con el país y la obligación de ser representativa, democrática y pluralista, aun cuando la oposición no haya participado oficialmente en el proceso electoral. Debe evitar la repetición y reiteración del discurso político-electoral. No debe perderse en una retórica discursiva, en la ironía, en la descalificación y destrucción del otro. No debe solazarse en el uso de la retórica en tanto discurso persuasivo, en detrimento del contenido y la argumentación. Pese a que es importante atraer el respaldo por medio de la empatía y la emocionalidad, la atención debe centrase en argumentos lógicos que den respuesta a los objetivos que se plantea. Debe ser una instancia incluyente, que desarrolle estrategias para la incorporación de todas las voces y “dar espacio a nuevas formas de democracia protagónica, participativa y directa”. Debe evitar convertirse en brazo del Ejecutivo, legislar para el país y no en pro o en contra de un determinado sector político. No debe interpretarse como una trinchera para derrotar al enemigo político debilitado y, además, conducido al terreno electoral. Debe cumplir con el mandato de “ganar la paz y reafirmar los valores de la justicia a través de un diálogo nacional”. Está obligada a tratar con urgencia el tema económico y, en un plazo breve, dar respuesta a la crisis que se profundiza aceleradamente. ¿Podrá evitar tales tentaciones? ¿Será capaz de sortear tantos obstáculos? ¿Cederá a la tentación de convertirse en una suerte de tribunal constituyente? ¿Se convertirá en la Constituyente de todos los venezolanos y venezolanas?


Trump impone nuevas sanciones económicas y financieras Nora Korn| El viernes 25 de agosto el presidente de EE.UU. Donald Trump firmó una orden ejecutiva con sanciones contra Venezuela -en especial contra la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa)en respuesta a la elección popular de la Asamblea Nacional Constituyente, con la que Washington no estaba de acuerdo. En esta nueva orden, Trump prohíbe a los bancos estadounidenses realizar transacciones nuevas con el gobierno o con PDVSA, así como las transacciones en bonos emitidos por el gobierno de Venezuela y su petrolera estatal. “El presidente (de EE.UU.) Donald Trump, ha firmado un decreto que impone nuevas y firmes sanciones financieras a la dictadura de Venezuela”, informó la Casa Blanca a través de un comunicado. La nota recalca que las medidas punitivas han sido “cuidadosamente calibradas” para elevar la presión financiera sobre el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro. Las sanciones afectan al país y no solo a funcionarios o exfuncionarios venezolanos. Según detalla el texto, la orden ejecutiva prohíbe “transar nueva deuda emitida por el Gobierno de Venezuela y su empresa petrolera estatal (PDVSA). También prohíbe las transacciones en ciertos bonos existentes propiedad del sector público venezolano, así como los pagos de dividendos al Gobierno de Venezuela”. Sin embargo, la Casa Blanca indica que la orden permite que su Departamento del Tesoro otorgue licencias para otras transacciones comerciales y humanitarias, incluidos financiamiento para el tráfico mercantil, exportaciones e importaciones de petróleo y transacciones que involucran solamente a CITGO Petroleum Corporation, filial de la petrolera venezolana en EE.UU. “Para mitigar el daño a los pueblos estadounidense y venezolano, el Departamento del Tesoro emitirá licencias generales que permitan transacciones

que de otra manera estarían prohibidas por el decreto”, apostilla la nota. En las últimas semanas, la Administración de Trump había advertido de la posibilidad de nuevas sanciones a Venezuela, en reacción a la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC). A finales del pasado mes de julio, el Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció nuevas sanciones a Venezuela, en concreto a 13 altos cargos del Gobierno, a militares y a la petrolera estatal PDVSA. Tras estas sanciones, un grupo de congresistas estadounidenses publicó una carta rechazando la nueva advertencia de sanciones. Comienza de esta forma: “Nos dirigimos a usted en esta oportunidad para expresar nuestra profunda preocupación por la escalada de la crisis política, económica y social que vive Venezuela e instamos a que se trabaje junto con nuestros socios regionales para ayudar a evitar una guerra civil. Nuestra encarecida recomendación es que se apoyen las negociaciones mediadas por respetados actores internacionales, tales como el Papa Francisco, quien goza de una amplia credibilidad entre sectores del gobierno, la oposición y la sociedad civil de Venezuela. Además, le alentamos a que se abstenga de aplicar sanciones económicas unilaterales, medida que podría profundizar la crisis económica y política del país y socavar cualquier disposición al diálogo y a las negociaciones”. En una encuesta de Datanálisis, una consultora que trabaja con la oposición, los venezolanos rechazaron las sanciones por un margen abrumador de 63% contra apenas 26% a favor. Incluso entre los partidarios de la oposición, una mayoría se opuso a las sanciones. El gobierno de Trump supone que las nuevas sanciones obligarán al gobierno venezolano a anular la celebración de las elecciones constituyente. El pretexto es que la nueva Asamblea Constituyente llevaría

a cabo un golpe de estado, al abolir la Asamblea Nacional (mayoritariamente opositora), lo que no sucedió. Es más, el gobierno anunció para octubre elecciones regionales (gobernadores y alcaldes), para las cuales distintos grupos de la oposición de deerecha presentó candidatos en todos los estados. No cabe duda de que este tipo de sanciones intentan sumergir a la economía de Venezuela. El New York Times informa de predicciones tales como “una situación moratoria de sus bonos, un colapso de la inversión interna y la producción petrolera… malestar social, flujo de refugiados a través de sus fronteras y el fin del apoyo económico de Venezuela para Cuba y Haití lo que podría generar flujos de migración hacia Estados Unidos”. Con estas sanciones, seguramente los precios de la gasolina en EE.UU. también subirían. La gran mayoría del pueblo venezolano, que voto por los constituyentes pese a la escasez de alimentos y medicinas devenidas de la guerra económica y financiera encabezada por Washington, no quiere sanciones, ciertos líderes de la oposición sí las desean, ante el fracaso de todas sus intentonas legales y terroristas para deponer al gobierno constitucional. Sus aliados en EE.UU., como los legisladores Marco Rubio y Bob Menéndez, presionaron a Trump para que aplicara las sanciones, en busca de una nueva escalada de violencia, el aumento del sufrimiento de la población o incluso la guerra civil. Asimismo, el presidente Nicolás Maduro se ha comprometido con llevar a cabo las elecciones presidenciales, fijadas constitucionalmente para el año que viene, y ha iniciado una serie de diálogos con dirigentes de la oposición quienes, entre otras cosas, participarán en las elecciones regionales, donde pueden alzarse con la victoria en muchos estados. En su carta, los miembros del Congreso sostuvieron que se trata del “camino más viable hacia una solución pacífica”.


(tipificada como interna y externa) para el cierre de 2016 es de 137.287 millones US$, la cual sumada a la deuda financiera de Pdvsa asciende aproximadamente a unos181.038 millones de US$[2]. A esto hay que añadirle unos tres datos. Primero, la división porcentual de esta deuda sería, nominalmente, 69.4% interna (acreedores residentes) y 30.6% externa (acreedores no residentes). Sin embargo, desde hace ya varios años se ha denunciado que la deuda pública interna es perfectamente ‘extranjerizable’ debido a que, bajo la modalidad de la “doble denominación”, los tenedores de bonos venezolanos, que los compran en bolívares, pueden exigir su reembolso en moneda extranjera[3]. Se trata de una dolarización de facto de la deuda interna en bolívares. Un segundo dato habla de las proporciones de la deuda, existiendo estimaciones que señalan desde un 20% hasta un 80% del PIB. El tercer dato es muy significativo, pues tiene que ver con el alto costo de la deuda pública venezolana, determinada fundamentalmente por la calificación de los títulos de valor o bonos de deuda de la República, considerados entre los más riesgosos de todo el mundo. Estas valuaciones de agencias como Standard and Poor’s o Moody’s Investors Service indudablemente tienen un fuerte cariz geopolítico en la medida en la que representan ataques contra la economía venezolana, lo que genera terribles presiones financieras que hacen que deba destinarse cada vez más recursos del presupuesto ordinario sólo para el mantenimiento de la deuda. De acuerdo con la Oficina Nacional de Crédito Público, la República tiene pautado cancelar por concepto de servicio de la deuda 20.677,50 millones US$ para este año, 18.883,60 millones US$ para 2018 y 18.415,30 millones US$ en 2019, lo que totaliza casi 58.000 millones US$ en 3 años. Independientemente de los debates sobre la capacidad de pago de Venezuela, o las controversias sobre cuáles son las cifras más fidedignas, el problema no es sólo la deuda, sino todo lo que ella conlleva en términos de sumisión internacional y re-estructuración económica en el país. De ahí que David Harvey haya caracterizado la “trampa de la deuda” como el fino arte de la redistribución deliberada de la riqueza desde los países pobres hacia los ricos. Lo que llamó en su momento el Nuevo Imperialismo.

Los caminos de la re-estructuración económica y la acumulación por desposesión La deuda puede ser considerada como un ‘remedio’ posterior al daño, pero en realidad es también cabeza de playa para iniciar e impulsar un proceso de reestructuración económica. A raíz de los efectos de la crisis global en el país (desde 2009), pero fundamentalmente a partir del período de caotización de la economía nacional (2013-actualidad), en Venezuela se ha venido avanzando en una serie de reformas económicas que, más que ser sólo una serie de políticas dispersas e inconexas, han venido configurando un nuevo marco de negocios. El actual presidente de PDVSA, Eulogio del Pino, ha llamado a este marco de negocios el “régimen especial de inversiones”, tomando como referencia el esquema de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO) para ser aplicado en el resto de las alianzas y acuerdos económicos por negociar y establecer. Este régimen especial ha sido fundamentalmente elaborado como solución a los problemas internos de liquidez y como arreglo favorable a los inversores foráneos, a través de una serie de políticas de flexibilización económica y de ampliación de las fronteras de la extracción. A modo ilustrativo, plantearemos algunos ejemplos de estas políticas descritas: l Préstamos emitidos por corporaciones trasnacionales (básicamente chinas o rusas), que son accionistas en empresas mixtas en la FPO, dirigidos a su contraparte venezolana, a cambio de la importación de mercancías y servicios provenientes de los países sedes de estas compañías foráneas. l Aparecen figuras de participación mayoritariamente privada, en casos particulares contemplados para actividades petroquímicas, como lo explicita la reforma de la Ley Orgánica para el Desarrollo de las Actividades Petroquimicas (Decreto N° 2.171, 30/12/2015). l Garantía a los préstamos foráneos recibidos por la República, a través del pago directo con petróleo, como ocurre con las líneas de crédito otorgadas por China a Venezuela. l El 10 de octubre de 2014 el Gobierno venezolano acuerda una reestructuración de su deuda con China -el “Cuarto Protocolo de Enmienda” sobre el fondo de financiamiento conjunto chinovenezolano- el cual aliviana la carga

en términos del número de barriles de petróleo enviados al día o de los plazos de pago. Prácticamente un mes después de negociar esta re-estructuración (13/11/2014), el gobierno decreta la creación de las Zonas Económicas Especiales, que implican una liberalización radical de territorios para un ‘desarrollo’ acelerado de los mismos. Las ZEE son un formato tomado del modelo chino, a partir de las reformas liberalizadoras de Deng Xiaoping en ese país. El capital principalmente involucrado en los territorios declarados como ZEE -como la FPO o el Arco Minero del Orinocoes el chino. l Tasas de cambio preferencial para las petroleras en las empresas mixtas en la FPO, de manera tal de bajar notablemente sus costos de producción y hacer que sus proyectos sean más atractivos. l Invitación a las empresas no sólo a participar en los emprendimientos como accionistas, sino ahora también como financistas de los mismos, cubriendo en realidad la parte que antes ponía Pdvsa (lo que de facto les otorga un mucho mayor grado de influencia política y económica sobre la explotación). l Estímulos a la inversión en proyectos extractivos a partir de la propuesta de pagar directamente con el commodity explotado, una parte del financiamiento adquirido por la parte venezolana, como fuese propuesto por el Presidente de Pdvsa Eulogio Del Pino para levantar la ‘producción’ de Carbozulia, ofreciendo el carbón de ‘alta calidad’ como retribución. l Construcción de respaldos cuantificados de pago a partir de la certificación de reservas de ‘recursos naturales’, como la planteada a partir del Proyecto Magna Reserva Minera, el cual tiene un alcance nacional. l Liquidación de bonos de Pdvsa o bonos soberanos con descuentos que pueden alcanzar hasta el 70% de su valor, con el fin de obtener divisas rápidamente, como ocurrió con la venta de estos títulos de la petrolera nacional que hiciera el Banco Central de Venezuela a Goldman Sachs en mayo de 2017, otorgando un 69% de descuento en los mismos. Si estamos en efecto, ante una Nueva Política Económica de escala nacional, la misma representa en realidad un proceso de re-estructuración económica por goteo. De esta forma, mientras por un lado se habla de los riesgos de un impago de la deuda por parte de Venezuela, por el otro se evidencian tendencias a garantizar el cumplimiento de las obligaciones de la República por parte del Gobierno nacional, canalizando y formalizando mecanismos de hipotecamiento, usufructo y apropiación de nuestros bienes comunes, territorios y fuerzas de trabajo en favor de las coaliciones foráneas/domésticas del capital. La nueva agenda económica para los próximos años está siendo delineada también a partir de peticiones puntuales y expectativas del capital foráneo (chino, ruso, estadounidense, canadiense, etc.), que ejerce poder directa o indirectamente sobre Venezuela en buena medida a partir de la deuda pública (externa y extranjerizada). Estamos ante un nuevo escenario histórico de acumulación por desposesión en el país. La Asamblea Nacional Constituyente y el dilema histórico del chavismo popular Este es el marco político-económico


Constituyente, nueva política económica y chavismo popular

Emiliano Teran Mantovani| La llamada ‘opinión pública’ pone gran parte de su atención en los eventos electorales y la consecución de cargos oficiales, en las declaraciones de los principales líderes de los partidos políticos, en las disputas de las matrices mediáticas dominantes nacional o internacionalmente, o en el accionar polarizado de los representantes de las instituciones estatales. Por esto no es de extrañar las continuas omisiones y debilidades que tenemos sobre el conocimiento de las dimensiones de la extraordinaria crisis económica que vive el país; la inconsciencia que existe en relación a las re-estructuraciones económicas que, por goteo, se vienen desarrollando al menos desde 2014; y como consecuencia de ello, el muy débil nivel de interpelación popular a los gobernantes en cuanto al programa económico y las medidas reivindicativas que se puedan orientar a un modelo que responda a los más desfavorecidos.Los ruidos y el estremecimiento producido por la intensa disputa política que vivimos no nos dejan escuchar el rumor del prolongado sismo económico que está removiendo las placas tectónicas del viejo capitalismo rentístico petrolero, y que representa el fundamento material de esta crisis. Por eso, esta forma de política sorda no es más que una política en el desierto. En el desenlace de dicha crisis no bastará saber quién gobernará, sino también cómo lo hará y sobre todo bajo qué marco de negocios. O para decirlo más coloquialmente, ¿cómo se repartirá la torta?, y ¿a quiénes se les cargarán los costos de la crisis? Más allá de la retórica polarizada, el cuchicheo heroico y las voluntades de poder, el curso de la definición histórica en la que nos encontramos, está también determinada por la racionalidad del capital, por el mantenimiento o incremento de la tasa media de ganancia; por la

búsqueda de facilidades para el acceso a los llamados ‘recursos naturales’ del país; por la imperiosa necesidad de aumento de la captación de las rentas y excedentes económicos por parte de las élites económicas y estatales; por las demandas de mayor seguridad jurídica para los emprendimientos económicos; o por las garantías de viabilidad de los negocios a corto, mediano y largo plazo. Aunque se le dé poco espacio y menor consideración, estas dinámicas y racionalidades están atravesando el proceso conflictivo que vivimos en la actualidad, y los tiempos que vendrán. ¿Dónde queda la población en este cuento? ¿Dónde quedan nuestros territorios, nuestros ecosistemas? El ‘salvavidas’ de la deuda pública Seguramente amerita más de un par de líneas detallar los rasgos de la larga crisis del capitalismo rentístico venezolano (1983-2017), que nos ha traído a este punto de bifurcación histórica del modelo. Pero no está entre los objetivos del artículo. Por los momentos, bastará mencionar que estamos ante la confluencia de factores exógenos con factores internos; de componentes históricos con variables coyunturales; de elementos sociales, culturales, políticos, geopolíticos y ecológicos que entran en crisis de la mano del ámbito económico. La volatilidad y los hundimientos cíclicos del factor dinamizador de la economía venezolana -la renta petrolera, determinada en muy buena medida por los precios internacionales del crudo-, convergen con los propios límites internos del modelo de acumulación, como lo han sido los topes e incapacidades estructurales para “sembrar el petróleo”; las consecuencias históricas de lo que hemos llamado los tres impactos del Efecto Venezuela (el 1ero en la década del 20, el 2do a partir

el boom petrolero de 1973 y el tercero a raíz del boom de las commodities desde 2004, promovido por el “efecto China”), con el progresivo socavamiento de las expresiones productivas y las tendencias a la intensificación de la primarización de la economía; o el declive geológico/económico de las fuentes de crudo convencional, más rentables que los petróleos extrapesados de la Faja Petrolífera del Orinoco. Todos estos factores se fusionan con el recrudecimiento del conflicto político y social que se vive actualmente en el país -y que empeora extraordinariamente todos los males del modelo rentista petrolero-, la crisis económica global (2008+), el aumento de las tensiones y violencia geopolítica, las transformaciones que se están produciendo en el patrón energético mundial, la metástasis de la corrupción en Venezuela y el colapso de las instituciones formales. Pero aquí está el detalle sobre el cual queremos hacer hincapié: ante la insuficiencia y vacíos que va dejando el gran factor exógeno dinamizador de la economía nacional, como ocurre por el nuevo hundimiento de los precios del petróleo desde 2014, se multiplica el ‘salvavidas’ de la deuda pública, lo cual está acompañado de la caída sostenida de las Reservas Internacionales (25,9% en 2015 y 32,8% en 2016), llevándolas a su monto más bajo en 21 años (10.004 millones US$, primer semestre de 2017). Según el Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2017 de la Cepal, la deuda externa bruta de Venezuela alcanzaba los 132 mil millones US$ en 2016[1]. En un informe de mayo de 2017 de la exministra para la Economía Popular, Oly Millán, y Paulino Nuñez, pertenecientes a la Plataforma por la Auditoria Publica y Ciudadana -la cual cuenta además con el apoyo internacional del CADTM (Comité para la Abolición de las Deudas Ilegitimas)-, se expone que la deuda pública total


bruto (PIB), porque tenemos cuatro años consecutivos con una disminución del precio del petróleo, apuntó. Sin embargo, el nivel actual del PIB, incluso en términos per cápita medido en bolívares, la moneda local, y aplicado el efecto inflacionario, es superior en 9 por ciento al del promedio de los 30 años previos, aseguró. Los datos disponibles más recientes para la medición del PIB corresponden a 2015, apunta. Por otro lado, añadió, la tasa de desocupación es de 6.6 por ciento de la población activa, nivel relativamente bueno comparado con los de años pasados. -En Venezuela hay empleo. Pero con estas variables, la de producción y empleo, que miden si una economía está bien o no, no se puede decir que estamos en la peor crisis económica, reconociendo que ha habido una disminución. Aquí es donde entra en escena la inflación, el deterioro del poder de compra de los salarios, que es uno de los datos más controvertidos sobre la economía venezolana. Las cifras oficiales más recientes son de 2015; para 2017, el Fondo Monetario Internacional pronosticó una tasa de 750 por ciento. En cuanto a los precios, la inflación, hay un elemento importante, y es parte de lo que hemos analizado, mencionó al hablar sobre uno de sus temas de estudio, la llamada guerra económica. Los precios desde 2013 en Venezuela se han incrementado de manera importante y repentina, expuso. Y en esa dinámica, añadió, juegan un papel definitivo la especulación, el acaparamiento y el juego con la manipulación del tipo de cambio, indicador que, en un país altamente dependiente de importaciones, termina por determinar los precios al consumidor final. La inflación que ahora registra el país no corresponde con una caída abrupta en la producción –que no ha ocurrido– que disminuya la oferta de productos y, por tanto, eleve los precios que están dispuestos a pagar los consumidores. La inflación en Venezuela es explicada por una manipulación del tipo de cambio de la economía en mercados ilegales que operan desde páginas electrónicas albergadas fuera del país, aseguró. Venezuela tiene un alto nivel de importaciones, que son realizadas por

grandes compañías trasnacionales que tienen el poder de fijar precios, anotó. Esas compañías reciben dólares del Estado, generados de la actividad petrolera, a un tipo de cambio preferencial de 10 bolívares por dólar. Pero estos agentes económicos que reciben dólares a 10 bolívares, cuando compran el producto fuera y lo llevan al mercado local, no usan el tipo de cambio al que recibieron la moneda, sino el del mercado ilegal, que llega a ser de 16 mil bolívares por dólar, expuso. La gran pregunta es de dónde sale ese valor de 16 mil bolívares por dólar. Lo que hemos observado es que, de agosto de 2012 a la fecha, ese valor del mercado ilegal ha sido arbitrariamente manipulado, se publica diariamente en páginas web

alojadas fuera del país. Es un valor que no corresponde en lo absoluto con las condiciones económicas: el valor de una moneda está muy relacionado con dos variables fundamentales: la cantidad de liquidez monetaria y la cantidad de reservas. Para que haya habido ese aumento a 16 mil bolívares tuvieron que haber caído las reservas de manera importante y aumentado la demanda de liquidez monetaria de manera importante. Curzio puso un ejemplo práctico: un productor de plátano no tendría que ser afectado, en apariencia, por la manipulación cambiaria que se hace desde el exterior, dado que sus productos son locales. Pero si requiere una refacción, que es importada, la situación cambia. El vendedor de la refacción recibe del Estado (único proveedor de divisas) dólares a un tipo de cambio de 10 bolívares por dólar. -Compra la pieza, por decir, en 10 dólares. Y al venderla al productor de plátano no lo hace en 100 bolívares, que sería el equivalente al tipo de cambio que recibió la moneda, sino utiliza el tipo de cambio del mercado ilegal, de 16 mil bolívares por dólar. El productor de plátano, entonces, debe trasladar ese precio de la especulación monetaria al consumidor final. Lo que explica el valor del tipo de cambio y su efecto en el precio de alimentos y medicinas no son variables económicas, sino políticas, y tienen un patrón de comportamiento muy relacionado con eventos políticos, aseguró. Los cambios más abruptos, añadió, se dieron el año pasado, cuando hubo una iniciativa de la oposición para pedir la renuncia del presidente Nicolás Maduro –el tipo de cambio se disparó y, en correlación, subió el precio de alimentos y medicinas– y este año, en el contexto de la convocatoria a elección de la Asamblea Nacional Constituyente. El objetivo no es un tema económico, sino político, de afectar la economía, de afectar al pueblo venezolano utilizando la economía. Esa manipulación del tipo de cambio ilegal es una de las principales armas de la guerra económica contra el pueblo venezolano, porque la variación del tipo de cambio ilegal repercute de inmediato en los precios. El objetivo de esa manipulación no es distorsionar el mercado cambiario, sino los precios, porque eso afecta a 97 por ciento de la población que vive de un salario. La coyuntura abrió la oportunidad para buscar un cambio estructural en la economía venezolana, hasta ahora dependiente de la renta petrolera. Se debe reconocer que en productos estratégicos, como alimentos y medicinas, no se puede depender de 10 o 20 empresas trasnacionales, que hay que diversificar la producción interna y el origen de las importaciones. Esto, de alguna manera, se ha venido haciendo. UnodelospuntosquediscutelaAsamblea Nacional Constituyente es la superación del modelo rentista petrolero, no sólo en depender o no del petróleo, recurso que Venezuela va a tener por mucho tiempo, sino superar el modelo en la medida en que los recursos que provienen de la venta de crudo o de cualquiero otro recurso natural se incorporen al proceso productivo a través del Estado y no dependiendo de esas grandes corporaciones que han captado la renta petrolera. *Publicado en la Jornada, México


Un puñado de trasnacionales puso en jaque la economía de Venezuela en el que surge y se instala formalmente la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). A nuestro juicio, el proceso político que se abre –más allá de las cuestiones jurídicas y normativas que conlleva– es un campo en disputa, un acontecimiento generador de nuevos escenarios, muchos de ellos inciertos. Así lo ha asumido parte del movimiento popular, por las razones que fuesen. Sin embargo, no es posible ni sensato obviar o ignorar el potencial reordenamiento autoritario de la sociedad (‘pacificación’) ni la formalización de esta Nueva Política Económica que se viene ensamblando desde hace ya algunos años en Venezuela, lo cual sería uno de los probables resultados del accionar de la ANC. De esta forma, si tomamos en cuenta la actual correlación de fuerzas y el desarrollo de esta re-estructuración económica por goteo, los marcos de esta “Refundación de la Nación” –como la ha llamado el Presidente Nicolás Maduro– serían también hechura del capital transnacional y gobiernos foráneos, con miras además a la configuración de un modelo de gobernabilidad que garantice la viabilidad de los cambios económicos en curso. El objetivo sería derribar los obstáculos más claros al capital o cercenar formas de contraloría política y la división de poderes, hacer prevalecer sobre todo los intereses de ‘Seguridad Nacional’ y la razón de Estado, y generar marcos para la securitización y pacificación de la sociedad. El anuncio de la extensión del funcionamiento de la ‘plenipotenciaria’ ANC por dos años, revela que el proceso podría seguir siendo dosificado (descartando en primera instancia las terapias de shock), extendido pero sectorizado, híbrido y mixto, en el cual se continuaría avanzando en políticas de desregulación y flexibilización, financiarización, corporativización e incluso con algunos mecanismos subyacentes hacia la privatización (como ocurre cuando en las empresas mixtas el 100% del capital accionario lo ponen los inversionistas extranjeros), las cuales podrían venir acompañadas por la formalización y/o mantenimiento de ciertas políticas de distribución social de las rentas, de reivindicación de leyes favorables a la sexo-género diversidad, decretos de

parques nacionales, de inclusión cultural o diversas propuestas jurídicas cosméticas que, en el fondo no afecten en nada el curso de la re-estructuración económica y la acumulación por desposesión. A esta forma híbrida de acumulación de capital es a la que hemos llamado ‘neoliberalismo mutante’. Evidentemente todo este proceso navegará también en las aguas turbulentas de los vaivenes del conflicto político interno –siendo que las condiciones materiales que lo producen siguen estando ahí–, de la crisis económica mundial y de las muy agresivas amenazas del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica. Pero a nuestro juicio, de concretarse este esquema de negocios-gobernabilidad, se terminarían de minar los pilares fundamentales que dieron sentido al proceso político que hemos llamado “Revolución Bolivariana”: nacionalismo energético, democracia popular radical, economía anti-neoliberal en favor de los más desfavorecidos y soberanía nacional. Ante esta situación, parece que el principal actor que podría confrontar y detener estas tendencias tan regresivas es el propio chavismo popular, toda esta subjetividad política de base que se fue constituyendo a sí misma no sólo a partir de las luchas históricas del movimiento popular venezolano, sino también de un conjunto de experiencias de calle, de gestión social territorial, de deliberación, de reflexión ideológica, de fogueo en el ‘campo de batalla’, y que ha sido dotada de sentido precisamente por estos pilares fundamentales que hemos mencionado, los cuales van desvirtuándose cada vez más. Así que, emergen preguntas vitales, dilemas e interrogantes que se van haciendo cada vez más intensos e ineludibles: ¿cuál es y será el rol de este chavismo popular, contrahegemónico, ante esta bifurcación histórica en la que nos encontramos? ¿Cuál será su peso y su voluntad durante el proceso político inaugurado por la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente? ¿Cuál será su apuesta ante la potencial aprobación de una nueva carta magna? ¿Qué implicaciones tendría su rechazo o su aprobación? No son preguntas que caen en saco roto, sobre todo ante lo que podría ser la última carta del Gobierno nacional.

Roberto González Amador| No es un problema del aparato productivo o del precio del crudo. La situación económicaque vive Venezuela abrió la oportunidad, que se discute actualmente en la Asamblea Nacional Constituyente, de modificar un modelo rentista petrolero por uno diversificado, afirma la experta Pasqualina Curcio. La economía de Venezuela fue puesta en jaque por la gran dependencia que tiene de un puñado de trasnacionales para la importación de medicinas y alimentos. Lo que está ocurriendo ahorita no es tanto un problema del aparato productivo o de la caída del precio del petróleo como tal. Eso afecta, pero lo que tiene en jaque a la economía venezolana ahorita, en un contexto de agresiones como el que se da, es la gran dependencia de las grandes trasnacionales, manifestó Pasqualina Curcio, académica de la Universidad Simón Bolívar de ese país. En el contexto de una visita a México para sostener encuentros con representantes de organizaciones civiles, académicos e intelectuales, planteó que la situación económica que pasa su país abrió la oportunidad, que se discute actualmente en la Asamblea Nacional Constituyente, de modificar lo que llama “un modelo rentista petrolero –la exportación de crudo aporta 95 por ciento de ingresos de divisas del país– por uno diversificado, tanto en los bienes que produce como en el origen y destino de las mercancías que intercambia con el exterior. Curcio define su trabajo académico de años recientes como una tarea en la que busca entender lo que pasa en su país desde el punto de vista económico. Pero, agrega, en el entendido de que esa perspectiva guarda mucha relación con lo político y lo social. He identificado algunos aspectos que no pueden ser entendidos sólo desde el punto de vista económico, sino como parte de agresiones al pueblo venezolano, expresó. -Se dice en los medios de comunicación que estamos en la peor crisis económica, respondió cuando se le comentó que la información que prevalece sobre la situación de su país es la que habla de una catástrofe. Desde 2013, efectivamente, ha habido una caída del producto interno


hordas chavistas vs. los luchadores de la libertad de D. Trump− deja entrever que el “propósito social” de los medios es inculcar y defender el orden del día económico, social y político de los grupos privilegiados. Para ello, la fórmula es sencilla: los dueños de la sociedad utilizan a una “clase especializada” − conformada por “hombres responsables” y “expertos” que tienen acceso a la información y a la comprensión, en particular, académicos, intelectuales y periodistas− para que regule las formas de organización del rebaño desconcertado; para manufacturar el consentimiento y mantener a la chusma a raya. Todo el sistema de ideas políticas del imperialismo tiende a argumentar su derecho a la dominación, a la supeditación del Estado a los monopolios en todas las esferas de la vida; a la manipulación de las masas y la desinformación de la “opinión pública. Según Lippmann, la labor del público es limitada. El público no razona, no investiga, no convence, no negocia o establece. Por ese motivo, “hay que poner al público en su lugar”. La multitud aturdida, que da golpes con los pies y ruge, “tiene su función: ser el espectador interesado de la acción”. No el participante. Medios domesticados: la mentira del silencio Resultado de imagen para pensamiento unicoPara Chomsky, la tarea de los medios privados que responden a los intereses de sus propietarios, consiste en crear un público pasivo y obediente, no un participante en la toma de decisiones. Se trata de crear una comunidad atomizada y aislada, de forma que no pueda organizarse y ejercer sus potencialidades para convertirse en una fuerza poderosa e independiente que pueda hacer saltar por los aires todo el tinglado de la concentración del poder. ¿Ejemplo? Los 8.089.320 votantes que a despecho de las amenazas imperiales

y la ofensiva terrorista paramilitar decidieron empoderar a los/as nuevos constituyentes. Sólo que para que el mecanismo funcione, es necesaria, también, la domesticación de los medios; su adoctrinamiento. Es decir, generar una mentalidad de manada. Hacer que los periodistas y columnistas huyan de todo imperativo ético y caigan en las redes de la propaganda o el doble pensar. Es decir, que se crean su propio cuento y lo justifiquen por autocomplacencia, pragmatismo puro, individualismo exacerbado o regodeo nihilista. Y que, disciplinados, escudados en la “razón de Estado” o el “deber patriótico”, asuman –por intereses de clase o por conservar su estabilidad laboral− la ideología del patrioterismo reaccionario. En definitiva, el miedo a manifestar el desacuerdo termina trastocando la prudencia en asimilación, sumisión y cobardía. Moraleja: no se vale discrepar con el consenso. Solo se debe pensar en una sola dirección, la presentada por el sistema de dominación capitalista. Y si para garantizar el consentimiento es necesario aplicar las herramientas de la guerra psicológica para el control de las masas (como azuzar el miedo, fomentar la sumisión y generar un pánico y terror paralizantes), los comisarios del gran hermano entran en operación bajo el paraguas de lo políticamente correcto, amparados por todo un sistema de dádivas y premios que brindan un poco de confort y poder acomodaticio. La no noticia y el Consenso de Lima Ya encarrerado, el pensamiento reaccionario se refuerza bajo un discurso de desprecio y odio clasista, xenófobo y racista. Siete jóvenes han sido quemados por parecer “chavistas” por los “demócratas” que defienden los 12 presidentes latinoamericanos del “Consenso de Lima”. En consecuencia, aduladores de los poderes fácticos que actúan en las zonas

de penumbra, los social-conformistas de los grandes medios –con el periódico El País de Madrid como buque insignia de la prensa en español− practican a diario el lenguaje operacional del orden sistémico, reproduciendo la lógica de la dominación de manera expansiva. Así, casi cada día durante los últimos cuatro meses, en Ciudad de México, Madrid, Bogotá o Buenos Aires, el pensamiento reaccionario apuntala la contrarrevolución en Venezuela. Y ello es así porque el poder real ha creado un ejército de hombres y mujeres dedicados a mantener y reproducir la ideología dominante y desarticular el pensamiento crítico; dedicados a frenar el cambio social y democrático de los de abajo mediante “la mentira del silencio” (Sader). Es decir, negando la existencia de lo que no se quiere que se conozca, por ejemplo, en la coyuntura, la formidable victoria del chavismo bravío y los nuevos constituyentes antisistémicos (anticapitalistas y antimperialistas). O, como señala Ángeles Díez, sustituyendo la información principal por la “no noticia”: un atentado de los violentos de la MUD se atribuyó mágicamente a la “represión” de Maduro (aderezado con titulares que reforzaban una matriz de opinión con eje en el autogolpe de Estado, la violencia, el caos y la emergencia humanitaria), para difuminar la verdadera noticia: que el 30/J ocho millones respaldaron la Constituyente. El poder reclama una única racionalidad, un solo orden, una sola intransigencia verdadera. Es por eso, también, que a la manera de divisiones y/o francotiradores de un ejército vasallo en el frente externo −y dado que toda intervención militar es precedida por una campaña de intoxicación mediática con eje en la guerra psicológica−, los paraperiodistas tienen la misión de vigilar, hostigar y presionar a quienes, como Atilio Borón y Luis Hernández, se apartan del consenso de la elite reaccionaria. Resultado de imagen para


LOS COMISARIOS DEL

Carlos Fazio| Hoy, cuando la canalla mediática está desatada en el mundo occidental, no está de más recordar que como otros términos del discurso político, la palabra “democracia” tiene un significado técnico orwelliano cuando se usa en exaltaciones retóricas o en el “periodismo” habitual, para referirse a los esfuerzos de Estados Unidos y de sus aliados para imponer la democracia liberal representativa a Estados considerados “forajidos” como la Venezuela actual. En ese contexto, se ha convertido en un lugar común que cuando más democracia y libertades se dice reconocer y defender, más se reprime la facultad de pensar; sobre todo, la actividad de pensar a contracorriente. Con la novedad de que en la persecución del pensamiento crítico ya no hay fronteras. Pero sucede, además, que en el nuevo panóptico planetario y en el marco de la guerra de espectro completo en curso, quienes cuestionan el orden hegemónico o no se ajustan al marco del dogma establecido por los amos del universo, pueden convertirse en un objetivo político-militar. Pensar entraña riesgos y trae consecuencias. Ello ocurre en las ciencias sociales y las humanidades, pero también en el periodismo. En la actual coyuntura, bien lo saben, entre otros, Atilio Borón (Página 12, Rebelión. org,) y Luis Hernández (coordinador de Opinión de La Jornada), quienes por practicar el ejercicio crítico de pensar con cabeza propia, son objeto de mofa, presiones y campañas de estigmatización y criminalización por un puñado de diletantes vigilantes del pensamiento único neoliberal que responden a un mismo y nauseabundo guión de Washington.Resultado de imagen para pensamiento unico “Nicolás Maduro dictador” emite la

voz del amo desde las usinas del poder mundial, y el eco es amplificado urbi et orbi por una cohorte de amanuenses subvencionados y tarifados. El esquema es simple: para el periodismo mercenario, el “Maduro dictador” sustituye hoy a “las armas de destrucción masivas” de Sadam Hussein, en 2003. El saldo de la mentira del Pentágono como arma de guerra costó más de un millón de muertos; pero eran iraquíes. El modelo “comunicacional” está bien engrasado. Permite debates, críticas y discrepancias, en tanto se permanezca fielmente dentro del sistema de presupuestos y principios que constituyen el consenso de la elite. Es un sistema tan poderoso que puede ser interiorizado en su mayor parte, sin tener conciencia de ello. En general, quien tiene ideas equivocadas o intenta romper el molde es apartado o ignorado; pero en ocasiones puede ser satanizado por los llamados intelectuales públicos, los pensadores políticamente correctos, la gente que escribe editoriales y cosas así, y es colocado frente al paredón de la “prensa libre”. Recuerda Marcos Roitman que los ideólogos del actual sistema de dominación han reinterpretado los saberes y el conocimiento bajo una única racionalidad: la del capital. El capital niega su carácter totalitario. En su dimensión política, el capitalismo socializa la violencia y deslastra la historia que le resulta incómoda. Bajo los criterios de la “colonialidad del saber”, es capaz de eliminar al nazismo y al fascismo − también al franquismo, al somocismo, al duvalierismo y el pinochetismo− como fenómenos inherentes a su racionalidad. W. Lippmann y la ingeniería del consenso Hace más de un cuarto de siglo, en

Los guardianes de la libertad (Grijalbo Mondadori, 1990), Noam Chomsky y Edward S. Herman develaron el uso operacional de los mecanismos de todo un modelo de propaganda al servicio del “interés nacional” (de EU) y la dominación imperial. Nos enseñaron a examinar la estructura de los medios (la riqueza del propietario) y cómo se relacionan con otros sistemas de poder y de autoridad. Por ejemplo, el gobierno (que les da publicidad, fuente principal de ingresos), las corporaciones empresariales, las universidades. Asimismo, diseccionaron a los medios de elite (The New York Times, The Washington Post, CBS y otros) que marcan “la agenda” de los gestores políticos, empresariales y doctrinarios (profesores universitarios), pero también la de otros periodistas, analistas y “expertos” de los medios de difusión masiva que se ocupan de organizar el modo en que la gente debe pensar y ver las cosas.Resultado de imagen para pensamiento unico Demostraron, en síntesis, cómo mediante la violencia psicológica o simbólica e indignantes campañas de intoxicación lingüística (des) informativas y supresiones (“las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca”, nos alerta a su vez Emir Sader); manipulaciones, normas dobleestándares y duplicidades; sesgos sistemáticos, matizaciones, énfasis y tonos, y de la selección del contexto, las premisas y el orden del día general, se lleva a cabo el control elitista de la sociedad mediante lo que Walter Lippmann denominó “la ingeniería del consenso”. Ese modelo de propaganda −por lo general dicotómico o maniqueo: verbigracia “Maduro dictador vs. la oposición democrática de la MUD”; las


Precisamente la siembra del petróleo se desarrolló apoyada en la transferencia de renta petrolera hacia las empresas, particularmente hacia las grandes empresas. Que hoy se han convertido en empresas transnacionales. De hecho, la transferencia de renta ni siquiera se hace a empresas nacionales, sino al capital internacional. A través de ese proceso el capital internacional se ha ido apropiando de la renta petrolera. De hecho, la siembra del petróleo se ha realizado en la banca internacional, lo que ha dado origen a las cuentas milmillonarias, que según la revista Forbes, empresarios venezolanos poseen en la banca internacional. Esta cita de un trabajo de Pasqualina Curcio nos ilustra sobre la apropiación de la renta petrolera por parte del capital privado. Veamos: “Las empresas privadas en Venezuela, especialmente los grandes monopolios nacionales y transnacionales, incluyendo la banca, han contado con suficientes incentivos a lo largo de la historia, especialmente después de 1999. Han recibido el 61% de las divisas provenientes del ingreso petrolero a tasa preferencial, a la par que se han apropiado de más de un tercio de tales ingresos, y a pesar de los casi 700.000 millones de dólares que desde 1970 han recibido, éstas han disminuido 63% la inversión. Por si fuera poco se han beneficiado de una baja presión tributaria pagando menos del 3% del PIB en impuestos, y en el caso de las corporaciones transnacionales, ni siquiera pagan impuestos en nuestro territorio.” (Curcio, 2017). Sin revisar la política petrolera fundada en la siembra del petróleo y en la transferencia de renta hacia el gran capital, es muy difícil elaborar una política económica realmente soberana. Creo que la historia demuestra que la siembra petrolera ha vulnerado seriamente la soberanía nacional. Propongo, que en lo inmediato, se suspenda la transferencia de renta petrolera hacia el gran capital y la transferencia de renta sea sustituida por líneas de crédito, con las debidas garantías de que ese crédito será pagado y la nación no siga siendo asaltada por unos empresarios que nunca han sido capitanes

de empresa. ¿Será filibusteros el nombre que les cuadre? Propongo también que esta ANC designe una comisión que estudie la transferencia de renta petrolera y se haga seguimiento a los flujos de renta petrolera que se han transferido al capital, el uso que se le ha dado, determinar cómo masas importantes de renta han sido desviadas hacia la banca internacional y la especulación financiera, estafando a la nación venezolana. Sólo el Presidente Chávez realizó una transferencia de renta petrolera orientada hacia el bienestar de la población y le dio un uso geopolítico, que fundó la Geopolítica de la Liberación, al dar impulso al AlbaTCP (Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América), la Unasur, la Celac, Petrocaribe, el Asa (América del Sur África), el Aspa (América del Sur Países Árabes); la alianza con Rusia y China y en general una geopolítica para enfrentar la geopolítica para la dominación de los pueblos por parte de los grandes imperios. Estrategia que ha sido continuada por el presidente Nicolás Maduro. También fundó una política social que logró convertir a Venezuela en el país menos desigual de la región latinocaribeña, la que definitivamente esta ANC debe darle un giro hacia la retribución solidaria y la unión de todo el pueblo, venezolano. La naturaleza de la guerra que se libra en Venezuela Como sabemos se libra una guerra de cuarta generación, una guerra no convencional, una guerra de baja intensidad, que se caracteriza por un uso limitado de las armas de fuego. La guerra mediática, las operaciones de guerra psicológica, el convertir al cerebro y alma humanas como un campo de batalla, el uso intenso y decisivo de la guerra económica, son sus herramientas principales. Otra característica es la combinación de las formas de lucha, pacíficas y violentas, legales e ilegales; pero sobre todo una sibilina forma apoyada un una significativa utilización de la guerra mediática empleando los medios convencionales (radio y TV) y muy especialmente las redes digitales, que comúnmente son llamadas redes sociales, para culpar al gobierno de todas las tropelías que realizan. Esta ha

sido una de sus armas más poderosas. La convocatoria a la ANC y su exitosa realización con un protagonismo heroico del pueblo venezolano, el chavista y también el no chavista, derrotó, por ahora, una de las formas de esta guerra: la violencia callejera, claramente criminal y fascista. Esta derrota los obligó a cambiar su táctica, pero no su estrategia de guerra criminal, pues esta no es impulsada por la dirección opositora que permanece en Venezuela, sino por la dirección imperial. Derrotada la violencia callejera, decidieron intensificar una forma de guerra más agresiva y generalizada: la guerra económica a través de una delictiva especulación que ha elevado los precios a niveles desconocidos por el pueblo venezolano: quizás la agresión más criminal que recuerde el pueblo, tanto o más que la violencia callejera. Esta fue principalmente en la calle, visible, inocultable, por eso fue más fácil derrotarla. Pero la especulación con los precios o inflación inducida, ha penetrado profundamente en los hogares venezolanos, donde derrotarla es más difícil. Es una seguidilla de puñetazos al estómago, a la conciencia y al alma que se realiza cada segundo, que ha generado hambre, desesperación y angustia en las familias y una sensación de desamparo. La urgencia en derrotar esta variante de la guerra, la guerra económica es fundamental y no puede confundirnos. La derrota de la violencia callejera no debe crear la apariencia de ha sido conquistada la paz. Por el contrario, ahora es cuando la guerra se ha agudizado y se prepara para tomar la escena política tratando de arrinconarnos ante una problemática que ha sido difícil de derrotar, sobre todo porque ha contado con poderosos aliados internos, la quinta columna que he mencionado otras veces. Creer que la paz se ha logrado nos desarmaría aún más. Derrotamos una de las formas de lucha de la guerra permanente que el imperio ha lanzado contra Venezuela. Ese es un gran mérito, en primer lugar, del presidente Maduro y especialmente, del pueblo que se batió heroicamente en calles, ríos, montañas, barrios, campos, urbanizaciones, contra la violencia imperial y la ganó en una epopeya que todavía no se ha terminado de contar. Capítulo que es necesario contar para lograr un cierre de esta primera victoria y poder iniciar la segunda, en la que la economía toma la forma principal de esta guerra que no por casualidad se llama guerra económica. No haber realizado esta batalla, simultáneamente, con la batalla política que emprendimos desde el 4 de agosto, enjuiciando a la fiscal, es algo que puede ser enmendado. Sobre todo si no se afirma que la paz se ha logrado. No, derrotamos a la dirección opositora en la violencia callejera a través de un poderoso medio político: la convocatoria de la ANC por parte del presidente Maduro y su heroica ejecución el 30 de julio por parte del pueblo venezolano. Pero la guerra ha continuado con más fuerza profundizando la manera como se inició hace un buen tiempo: la guerra económica. No es un simple efecto mediático. Es el sufrimiento multiplicado de los hogares venezolanos que comenzaron a sentirse solos. Estamos a tiempo.


pensamiento unicoA la biopolítica del cuerpo se suma hoy la psicopolítica de la mente (Roitman). Y así, los saberes políticamente correctos forman parte del modelo de dominación y marcan el ritmo de la pulsión del poder: quienes levanten la voz y se aparten de la manada serán denigrados, hostigados y/o castigados. En sentido contrario, y en el marco de la guerra no convencional y asimétrica que libran el Pentágono y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) contra el gobierno constitucional y legítimo de Nicolás Maduro y el pueblo de Venezuela, una agenda con la atención constante hacia las víctimas de la represión de la “dictadura” venezolana, ayuda a convencer al público de la maldad del enemigo y prepara el terreno para justificar la subversión de la MUD y una eventual intervención “humanitaria” del Pentágono.

GEOPOLÍTICA Y ECONOMÍA

Auschwitz, el trabajo sucio y los neomaccarthistas El genocidio de Hitler y la Alemania nazi fue un acto consentido por el pueblo alemán; los hornos crematorios funcionaron a plena luz del día. Con distintas modalidades, el horror de Auschwitz y Treblinka se replica hoy en Afganistán, Irak, Libia, Siria, Colombia y en el México de las fosas comunes. Las víctimas mortales de las guerras coloniales del Pentágono y la OTAN en Afganistán, Pakistán e Irak ascienden a cuatro millones. En general, la “buena prensa” de Occidente ha apoyado o justificado todas esas atrocidades. Es fácil predecir qué ocurriría en caso de estallar una intervención “humanitaria” o una guerra civil auspiciada por Estados Unidos en Venezuela. El uso de la mentira con fines políticos es de vieja data. En 1950, el informe de la Comisión Tydings sobre el senador Joseph McCarthy y el maccarthismo, señaló: “Hemos visto utilizar aquí por primera vez en nuestra historia la técnica de ‘la gran mentira’. Hemos visto cómo, mediante la insistencia y la mezcla de falsedades (simples habladurías, tergiversaciones, murmuraciones y mentiras deliberadas), es posible engañar a un gran número de gente”. Los periodistas, editores y directores de la gran prensa estadunidense, que con frecuencia sabían que McCarthy estaba mintiendo, escribían y divulgaron lo que él decía y dejaban que el lector, que no tenía ningún medio de averiguarlo, intentara deducir la verdad. Un día, el senador republicano John Bricker, le dijo a McCarthy: “Joe, usted es realmente un hijo de puta. Pero a veces es conveniente tener hijos de puta a nuestro alrededor para que se encarguen de los trabajos sucios”. El propósito del maccarthismo fue revertir el pacto social keynesiano (el Estado benefactor) que redistribuía parte de las ganancias del capital hacia abajo. Ronald Reagan profundizó el proyecto conocido hoy como neoliberalismo, con epicentro en la liquidación de los bienes y la esfera pública y la mercantilización y privatización radical de todo. El macartismo hizo escuela y lo practican ahora muchos periodistas en el caso Venezuela (¡estúpidos, es el petróleo!), pero las madres no tienen la culpa…

Julio Escalona| La Acaída de los precios del petróleo y el dólartoday (negro), que han afectado seriamente a la sociedad venezolana, son medidas de carácter geopolítico. Por supuesto, tienen un componente económico y algunos de sus propósitos son económicos. Que el 92% por ciento de las transacciones en el mercado de divisas se realice a 10 bolívares por dólar y luego los bienes importados se vendan al precio establecido por el dólartoday, es casi un problema judicial y policial, pues se trata de un acto ilegal cometido por empresarios al servicio de la política imperial. Que las importaciones que realiza el Estado venezolano se distribuyan desde los barcos a canales privados desde donde se organiza el “bachaqueo” corporativo, el contrabando, el acaparamiento y otros crímenes contra el pueblo venezolano, es también un hecho judicial-policial, por supuesto con graves consecuencias económicas. Obviamente, algunas de las soluciones son en el campo de la economía, pero no se debe creer, como lo plantean los neoliberales, que esto se resuelva con medidas macroeconómicas, sin atacar los problemas que las originan, probablemente vinculados a redes de corrupción que involucran a funcionarios gubernamentales y a empresarios. (En la reunión de del 23-08 de la ANC sobre economía, , el Coordinador de la comisión, informó que el tipo de cambio de 10Bs/$ ya no existe. Yo lo tomé de una información ratificada en un informe del BCV. Espero que esta situación se aclare. Es posible que ese tipo de cambio ya no exista, pero existió y mientras así fue la realidad que yo refiero fue cierta). En general, la raíz de los principales problemas económicos que nos agobian tienen una raíz geopolítica, tienen que ver con la siguiente circunstancia: en el entramado geopolítico mundial, en los conflictos de EEUU como Estado con Rusia, China y otras naciones, EEUU se ha planteado recuperar a la región latinocaribeña como su patio trasero y el principal obstáculo que tiene para lograr ese fin se llama Venezuela.

Luego, la economía estadounidense vive una crisis severa y la guerra y la economía de guerra, son para la cúpula militarfinanciera que gobierna a EEUU, la solución para salir de ella y tratar de destruir a los que consideran sus enemigos. El valor geopolítico de Venezuela tiene que ver, entre otros aspectos, con sus grandes reservas de petróleo y otros bienes con inmenso valor estratégico como el oro, coltan, diamantes, agua, etc. En consecuencia, no se trata de desestimar la economía y las soluciones económicas, se trata de tomar seriamente en cuenta el proceso (no simplemente el contexto) dentro del cual los hechos económicos están ocurriendo pues ello facilita tomar distancia de las soluciones neoliberales. El hilo conductor para buscar la solución a los problemas económicos Desde hace un siglo, el petróleo, la geopolítica y la economía del petróleo constituyen ese hilo conductor. Cuando en 1934 el dictador J. V. Gómez cancela la concesión a la Petrolia del Táchira y Vicente Lecuna, banquero, apoyado por la mencionada dictadura, le gana el debate a Alberto Adriani, economista y agricultor, sobre el tema de la sobrevaluación del dólar, que favorecía las importaciones, afectaba las exportaciones y condenaba a la agricultura y la industria y por tanto, el desarrollo de una economía no dependiente del petróleo y dominada por las transnacionales petroleras. Es decir, por el petróleo y la cultura que este va determinando. En consecuencia, la política petrolera va decidiendo el rumbo de la sociedad venezolana. Entonces, al detenernos a pensar sobre cómo elaborar la política para salir de la crisis que vivimos hoy, tenemos necesariamente que pensar en el petróleo y la política petrolera. En este breve artículo no voy a desarrollar los temas sobre el petróleo y la política petrolera. Sólo quiero destacar lo que se convirtió en pilar fundamental de la política petrolera y la economía venezolana: la siembra del petróleo, propuesta por Arturo Uslar Pietri, basada en la transferencia de renta petrolera a la oligarquía venezolana.


reiteró la exigencia a Nicolás Maduro de un “cronograma electoral, respeto a las libertades, que libere presos políticos y que respete la independencia de poderes”. Pence, en tanto, sostuvo que Venezuela “está poco a poco yendo hacia la dictadura” y dijo que el presidente Trump “quiere trabajar con sus aliados de la región para una solución pacífica a la crisis que enfrenta” ese país. “Lo que estamos viendo en Venezuela es la tragedia de la tiranía”, sostuvo sin ningún rubor. La guerra por delegación

constituyentista Diosdado Cabello con un supuesto plan para asesinar al senador Marco Rubio. Estos ejemplos expresan no sólo el tratamiento simbólico y narrativo contra Venezuela como un Estado terrorista, narcotraficante y forajido, sino las acciones de fuerza financiera y militar anunciadas que estarían legitimadas, casi que por consecuencia lógica. Esta es la “narración clara” recomendada por el Consejo del Atlántico al gobierno estadounidense, que permitiría escalar las agresiones contra el país, debido a que EEUU ve en Venezuela una “amenaza inusual y extraordinaria” a sus intereses, basado en el Decreto Obama de 2015, base jurídica e institucional de todo su accionar injerencista y con el que establece un estado de emergencia con relación a Venezuela. ¿Casuales casualidades? Difícil creer que fue una casualidad que 13 cancilleres con posiciones antivenezolanas se reunieron en Lima para declarar que “Venezuela no cumple con los requisitos ni obligaciones de los miembros del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas”, a la misma hora que un preinforme del Alto Comisionado de la ONU -muy sesgado contra Venezuelase difundía profusamente por los diarios latinoamericanos. La campaña de terror mediático se acentuó para exigir al suspensión de la elección de constituyentes, mientras las presiones y el chantaje estadounidense sumaba “voluntades” a sus posiciones, como lo hicieron para expulsar a Libia del Consejo.. Ese mismo día se reunieron en Caracas los países del Alba para denunciar las “amenazas imperiales”. Fue luego de esta reunión que Trump anunció su opción militar, acompañada por una nueva campaña de terror mediático en busca del rompimiento de relaciones diplomáticas con Venezuela por varios países latinoamericanos, encabezados por México y Colombia, mientras se acentuaba el bloqueo bancario y financiero, parte de la guerra económica.. , Vicepresidente que aprieta El vice presidente de los Estados Unidos, Mike Pence, tras reunirse con el mandatario colombiano Juan Manuel

Santos, anunció como arenga de guerra, que EEUU usará todo el poder económico, político y diplomático, pero descartó una intervención miliar. Sopesó que hasta Santos se oponía a una salida militar, al menos con tropas estadounidenses, aunque quizá no descartan agresiones desde las fronteras, con identidades sudamericanas, al menos hasta que puedan organizar un brazo armado en parte del territorio venezolano. La reacción generalizada en la región, no era esperada en Washington. El vicepresidente va con la línea de mayores sanciones económicas a Venezuela, entre ellas a la industria petrolera. Pence dijo que su país (¿o su gobierno?) no escatimarán en seguir usando todos los recursos asimétricos posibles hasta que el chavismo salga del poder. Lo mismo que había dicho el jefe de la CIA, Mike Pompeo, sobre el uso de Colombia como principal punto de avanzada, junto a México, en una política coordinada contra Venezuela, que va desde lo militar hasta lo económico y diplomático. Santos puso cara de circunstancias, como siempre. “Estados Unidos está con usted”, le dijo el vicepresidente a Mauricio Macri a su llegada a Buenos Aires y señaló que el gobierno de Donald Trump se siente “muy alentado” por la cambios que puso en marcha. Macri afirmó que compartieron la “preocupación” por la situación en Venezuela. Macri afirmó que ambos países comparten “la preocupación por lo que están sufriendo los venezolanos”, y

Si bien pareciera que la época de intervenciones directas ha pasado de moda, la verdadera “opción militar” de Trump, pareciera ser la guerra por delegación (proxy war), una vez que se logre una mayor tenaza contra la economía de Venezuela, que justifique la radicalización de estas acciones. Para los analistas del Consejo del Atlántico, Colombia sería nodal en esa guerra por delegación, base logística para operaciones armadas de desgaste, sabotaje y guerra sucia, encabezadas por grupos mercenarizados, más profesionales que los paramilitares. Este Consejo, financiado por más de 25 países aliados de EEUU, impulsa establecer una “narración creíble” que culpabilice a Maduro por las acciones económicas y políticas en contra de Venezuela por parte de EEUU. (Ver documento adjunto) Este think-tank tiene como directoras honorarias a Madeleine Albright y Condolozza Rice, ambas cancilleres de Bill Clinton y George W. Bush respectivamente, y responsables directas de invasiones como las de Kosovo (1999) e Irak (2003). La estrategia la difundió The Washington Post: “En Venezuela, la economía podría hacer lo que la oposición no pudo”. El silencio cómplice asimismo forma parte de esa “narrativa creíble”, junto a las maniobras que adelanta los norteamericanos contra Venezuela, para que el plan de intervención tome al fin su cauce definitivo. En contraposición, este 14 de agosto en horas de la mañana, el ministro del Poder Popular para la Defensa, Vladimir Padrino López, leyó un comunicado desde Fuerte Tiuna en el que condena una posible intervención militar de EEUU en Venezuela. Debido a que ha agotado las vías y los métodos indirectos de desestabilización, golpe suave, y de


Aram Aharonian |

EEUU despliega un menú de opciones, como la guerra por delegación, para terminar con el chavismo Las amenazas de Donald Trump, las “sanciones” del gobierno estadounidense, los bloqueos bancarios y financieros, los intentos de aislamiento diplomático, dejan en claro la incapacidad de la derecha venezolana de voltear el tablero y su total dependencia de la voluntad de Washington. Mientras participa en mesas de diálogo con el gobierno, con un escueto comunicado, la desmembrada Mesa de la Unidad Democrática, intentó responsabilizar al presidente Nicolás Maduro por la amenaza de intervención militar de Donald Trump, cuando sus principales dirigentes fueron protagonistas de las súplicas a gobernantes y funcionarios estadounidenses para que invadieran el país, ante los sucesivos fracasos de todas sus estrategias legales, violentas y terroristas. Para no ir más atrás –porque el relato se volvería interminable-, en este 2017 importantes dirigentes del antichavismo, Julio Borges, Luis Florido y la devaluada exprimera dama de Voluntad Popular Lilian Tintori, se han fotografiado con importantes funcionarios estadounidenses, dejando prueba gráfica de sus intentos. Suponían que el gobierno venezolanos e iba a amedrentar viéndolos conchupados con la dirigencia de la primera potencia mundial. Lo mismo había intentado, años atrás, María Corina Machado, quien tuvo la valentía –hay que reconocérselo- de fotografiarse con Geoge Bush, y difundir urbi et orbi la foto. Conscientes de que una imagen vale más que mil palabras (las que difícilmente puedan juntar), tampoco tuvieron

empacho en fotografiarse con Luis Almagro, el gerente de Estados Unidos en la Organización de Estados Americanos, ante quien exigían la aplicación de la Carta Democrática. Y en Washington y Miami, donde viajan regularmente, para lograr el bloqueo financiero del país (de su país) por parte de los grandes bancos internacionales. Julio Borges aparecía fotografiado y sonriente junto a H.R. McMaster, asesor de seguridad nacional de Trump, quizá exigiéndole lo que mejor sabe hacer, intervenir y masacrar poblaciones inocentes e indefensas en nombre de la libertad y la democracia., como lo hizo en la segunda fase de la ocupación de Irak, dándole argumento al surgimiento del Estado islámico. Y MacMaster estaba con Trump en la reunión donde anunció la opción militar y amenazó con invadir a Venezuela. Ya no se trataba de pedir financiamiento para los capacitadores en manejo de redes sociales de los jóvenes de Primero Justicia, ni de los toldos y equipos para guarimbas y terrorismo. Mientras Lilian Tintori y Luis Florido posaban junto a los congresistas Marco Rubio Y Bob Menéndez, operadores de toda y cualquier medida contra el gobierno constitucional venezolano y financistas de la ola terrorista. El terrorismo islámico La maniobra propagandística busca fortalecer el relato de que Venezuela es un país promotor del “terrorismo islámico”, por más que Irán y Hezbollah, junto a Rusia

y Siria, sean los principales responsables de su inminente derrota en Medio Oriente en los últimos años. El intento de afianzar un relato demonizador se circunscribe también a otros argumentos contra el país, como el tendencioso e inconsistente reportaje de CNN sobre la conexión entre Tareck El Aissami, vicepresidente ejecutivo de Venezuela, y la entrega de pasaportes venezolanos a “terroristas” de Hezbollah en el Líbano. El senador Marco Rubio tomó esta pieza de propaganda y la presentó ante el senado para justificar sanciones contra funcionarios venezolanos. Dentro de la misma estrategia, el director de la CIA, Mike Pompeo aseguró que Venezuela se encuentra influenciada por Hezbollah e Irán, dos de los actores geopolíticos que Washington ubica dentro del “Eje del Mal,” y que por ello “puede convertirse en un riesgo para los EEUU”. Esta maniobra de “inteligencia” busca fortalecer el relato de que Venezuela es un país promotor del “terrorismo islámico”, por más que Irán y Hezbollah, junto a Rusia y Siria, sean los principales responsables de su inminente derrota en Medio Oriente, en los últimos años. Cabe recordar las sanciones que impuso el Departamento del Tesoro al vicepresidente venezolano Tareck El Aissami, en fabrero de este año, señalado de ser un jefe narcotraficante, claro que sin mostrar pruebas ni evidencias que clarificaran tal acusación. También trataron de asociar a la figura del hijo del Presidente, Nicolás Maduro Guerra, con el Cártel de Los Zetas en México, y al


Las oportunidades urgentes del chavismo Marco Teruggi | Como si de un día para otro las trincheras del este de Caracas se hubieran borrado. Como la niebla, algo que ocupaba hasta la saturación y ya no existe. Tan nítido como una derrota, tan veloz como el declive que comenzó el 25 de julio y se hizo incuestionable pasado el día 30. Se deshizo el escenario de guerra callejera que ocupaba las imágenes, los titulares, las declaraciones, las redes. El pasado inmediato parece lejano, los cuerpos en llamas, los ataques nocturnos cerca del Palacio de Miraflores, el casete repetido de la autopista Francisco Fajardo con gases, escuderos y shows, todo parece recuerdo con olor a ceniza. ¿Es pasado el pasado? Una pregunta para contestar sería: ¿dónde están los grupos de choque que se perfeccionaron durante tres meses, las estructuras paramilitares que asediaron pueblos durante días, las bandas que actuaron mercenariamente? Resulta difícil pensar que hayan regresado a sus casas. La normalidad entonces. El orden dentro del desorden de una época histórica marcada por un proceso de golpes al estómago para quitar el aire y crosses para noquear. La posibilidad de pensar de manera menos aturdida que la impuesta por un tiempo insurreccional. Una vez la neblina desaparecida, el enemigo en reacomodo con signos de crisis y mano visible norteamericana, llega la mirada hacia uno mismo, es decir nosotros, la revolución. De eso se trata, ¿no? Una zona de análisis compleja, marcada por la necesidad de repensarla, teorizarla, revisar y abrir posibles preguntas: ¿Cuál es la estrategia chavista? ¿Hacia dónde queremos ir? *** Salimos de la esquina con la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). El presidente acertó y condujo. La batalla política, la dimensión de lo que encerraba la confrontación, sus posibles resoluciones, dio la épica del 30 de julio. Como si los demás problemas hubieran quedado relegados ante la posibilidad de que el país ingresara en una posible confrontación civil, una lógica de gobierno paralelo e imposibilidad de volver a encontrar un punto de resolución democrática al conflicto. Ahí está una de las razones de la masividad del voto. Ahora la ANC sesiona, las elecciones a gobernadores se acercan

‒el tiempo volverá a acelerarse‒, la épica se disipa en los cotidianos, y dos dimensiones emergen en su debate y/o crisis: la política y la económica. La política Existen contradicciones y no podría ser de otra manera. La pregunta podría ser cómo se procesan. Una de sus manifestaciones es que el proceso revolucionario, desde lugares de dirección, crea instancias y sujetos con los cuales luego tiene dificultades para relacionarse. Un caso paradigmático es el del movimiento comunero, un sujeto ‒subrayado como estratégico por Hugo Chávez‒ ante el cual la dirección y las instituciones mantuvieron y mantienen de manera mayoritaria una relación centrada en el intento de desconocimiento y/o control. La dinámica podría sintetizarse de la siguiente manera: quienes abren puertas luego tienden a cerrarlas, y quienes fueron convocados intentan abrirlas. Eso mismo parece manifestarse en el caso de la ANC, con las particularidades del espacio y lo incipiente de la instancia instalada. La Constituyente contiene una riqueza, tanto en su representatividad de la sociedad venezolana como en su carácter popular. Se trata de comunero/as, campesino/as, trabajadore/as, estudiantes, indígenas, personas con discapacidad, pensionado/ as, empresario/as y representaciones territoriales. ¿Qué tiene por decir ante el país ese mundo allí reunido? La política que se abrió con la convocatoria no partidista parece volver a encerrarse en el mismo lenguaje, los mismos cuerpos, los mismos nombres. No es un secreto que existe una necesidad de renovación al interior del proceso ‒esto, como las contradicciones, es inevitable‒. Parte de esa posible renovación se encuentra sentada en la ANC y en la dinámica que muchos allí plantean: salir a los territorios, ir al encuentro de los comunes, abrir el juego, las críticas, propuestas, la construcción de las soluciones. Eso permitiría evitar que la ANC se transforme en un nuevo poder público que sesione entre cuatro paredes. Porque de lo que se trata es de crear un movimiento histórico de participación protagónica donde el pueblo sea parte de los debates, las creaciones constitucionales, las fórmulas posibles de resolución de los problemas, los horizontes de sociedad hacia los cuales se quiere ir. Debe ser, como fue planteado, un proceso


insurrección por delegación, EEUU ha decidido quitarse “la careta para ir por vía directa a la agresión militar contra Venezuela”, dijo Padrino López. Nuevas opciones desetabilizadoras No hay una sola estrategia para lograr el fin de terminar con el chavismo, sino hoy Estados Unidos ha puesto varias sobre el tapete, tras el golpe sufrido el 30 de julio que echó por tierra la acumulación insurreccional que venía sumando la derecha durante tres meses. La derecha perdió iniciativa, narrativa, desapareció de la calle. De un día para el otro los “épicos” dirigentes de la derecha pasaron a ser cobardes y traidores para los sectores más radicales, mientras los grupos de choque (que habían sido bien pertrechados con financiamiento extranjero) súbitamente desaparecieron de las calles. Y el verso de la correlación de fuerzas -supuestamente mayoritaria de la oposición- cayó por su propio peso hasta en los medios de comunicación internacionales. No confundirse: eso nada tiene que ver con el resultado de las elecciones regionales de octubre, donde la derecha –que se apuró a inscribir sus candidatos pese a desconocer al gobierno- puede conservar varias gobernaciones, sumar algunas otras…o fracasar en el intento. Y ante este nuevo escenario, barajaron y repartieron las nuevas opciones desestabilizadoras, las económicas y financieras, las diplomáticas, mientras se organiza un brazo armado y se insiste en acciones paramilitares sobre todo sobre cuerpos de seguridad, comercio y transporte de alimentos y combustible. Por las redes sociales circulan videos de supuestos grupos armados de encapuchados con armas largas (al viejo estilo paramilitar colombiano) y se trata de crear mitos de la llamada resistencia, como el piloto que bombardeó el Tribunal Supremo de Justicia desde un helicóptero robado, o el excapitán (hoy preso) que dice haber comandado el asalto al fuerte Paramacay.. Fracasados en sus intentos de impedir primero, la elección de la Constituyente y luego su instalación, desesperados como parecen estar, se muestran decididos a emplear la acción militar, encabezados por Washington. El gobierno está atento ante cualquier agresión.”Las cosas no están para juego. Es la soberanía e independencia lo que están en riesgo”, señala Eleazar Díaz Rangel, director del diario Últimas Noticias.

Huracán de precios desconstituyente

15 y último En una nota publicada el 29 de junio llamada “Una tormenta de precios perfecta”, se planteaba cómo, de cara a las elecciones para la Constituyente, el gobierno enfrentaba una tormenta de precios desconstituyente perfecta. El dilema en aquel entonces estaba en saber si la violencia que se viene ejerciendo contra los asalariados y asalariadas, a la hora de pagar las cosas que necesitan, era lo suficientemente fuerte como para hacer fracasar dicho proceso, en la medida en que, absteniéndose o votando nulo, la mayoría nacional expresara su malestar castigando electoralmente al gobierno. Hoy, a unas tres semanas de aquella elección, resulta obvio que esto no ocurrió. Y que más bien las mayorías nacionales se movilizaron para castigar a los violentos, exigiendo que sea por la vía democrática que se diriman los conflictos. En tal virtud, podría decirse que la demanda de paz se sobrepuso sobre el malestar económico. Sin embargo, también son verdad otras dos cosas. Por un lado, que además de la paz político-social, el principal ofrecimiento de la convocatoria constituyente fue la paz económica, entendiendo por tal la lucha contra la especulación y demás males que actualmente hacen que cualquier simple acto de compra-venta se convierta en una odisea. Y por el otro, que más allá de las voluntades, y por más que sea cierto que se “sobrevivió” al trance electoral, dicha tormenta desconstituyente de precios no ha hecho más que agravarse hasta convertirse en un verdadero huracán. A propósito de lo primero, en días pasados circuló un artículo del constituyentista Elías Jaua, en el cual, palabras más o menos, llama a bajarle dos a las expectativas de solución inmediata, dado que la Asamblea Nacional Constituyente “no tiene una varita mágica para superar todas estas variables que atentan hoy contra nuestra economía”, a lo que agrega que “la superación de los problemas económicos será el resultado del esfuerzo productivo y honesto de la empresa privada, de los trabajadores y trabajadoras, de las nacientes formas de propiedad social y comunal, de la empresa pública y de la rectoría y acción transparente del Estado sobre los factores económicos”. El rollo con esta afirmación es que resulta complicado esgrimirla ahora, es decir, luego de que las mayorías nacionales asumieron tales expectativas no por gusto, sino porque, como ya dijimos ‒pero además es público, notorio y comunicacional‒ fue justo el ofrecimiento de los convocantes a la ANC. Así que si esta va a ser la nueva línea, lo recomendable sería que se le piense mejor, pues, para decirlo en buen cristiano, muchos y muchas de los que salieron a votar el pasado 30 de julio, y se espera lo hagan en octubre próximo, pueden sentir que fueron víctimas de una oferta engañosa. A esto hay que agrega que, como también decíamos, los precios lejos de bajar o detener su crecimiento no han hecho más que dispararse desde el 30 de julio, de forma tal que ya no hay salario que resista el expolio especulador. Sin ánimo de presionar a nadie, reseñamos algunos ejemplos: el cartón de huevo se ubica entre 25 y 30 mil bolívares, el queso más o menos igual, el kilo de carne pasa los 30, la harina de maíz está en 18 mil. En el caso del café es virtualmente imposible conseguir la presentación de kilo, que ya ronda los 40 mil bolívares, el medio kilo se consigue en aproximadamente 18 mil, dependiendo de la marca, de hecho, un café de panadería cuesta 3 mil. Todos estos precios son entre 100 y 50% más altos que los de esos mismos productos pero antes de las elecciones a la ANC. La jugada maestra de la ANC fue quitarle la iniciativa a la oposición terrorista, de manera que no solo se le derrotó sino que se le quitó la pelota. Pero esto supone que la iniciativa pasa al lado del chavismo y que este tiene ahora la jugada. Estamos claros todos y todas que la ANC no tiene la varita mágica. Pero también que si la ANC opta por tomársela DES-PA-CITO, mientras los precios siguen avanzando a ritmos huracanados, el péndulo electoral puede oscilar al mismo lado que lo hizo el del 6 de diciembre de 2015.


Dialéctica de la transición Geraldina Colotti| Desde Italia a Francia, desde España a América Latina se multiplican los análisis de los “críticos-críticos” sobre la situación en Venezuela. Se advierte sobretodo en Italia, la afanosa búsqueda del “aurea mediocritas” por parte de una cierta izquierda pequeño-burgués: la admisión de aquella esplendida via intermedia, que permite, desde una posición mediana, notar la paja en ojos ajenos por no ver la viga en los propios. Contra el socialismo bolivariano, cada uno agita los propios fantasmas poniendo en circulación, a menudo sin nombrarlos, dudas y nudos irresueltos de las grandes revoluciones. Pero mientras tanto, también si “Maduro no es Chávez”, que repiten como un mantra los cantores del “la esplendida via intermedia”, los enemigos que el debe afrontar son los mismos que ha debido combatir Chavez. Maduro, si es por ésto, no es tampoco Allende pero – como ha hecho notar el analista argentino Carlos Aznarezlas fuerzas que quieren derrocarlo son las mismas, mutatis mutandis, que han destruído la “primavera allendista” en el Chile de 1973. Por lo tanto, también al “socialismo del siglo XXI”, que se define humanista, cristiano, libertario y gramsciano, le toca medirse con los escollos de aquel siglo XX, diseminados sobre una ruta que parece similar por muchos versos. De intento en intento, de hecho, parece que el “laboratorio” bolivariano es relegado a los dilemas del siglo pasado. Los chavistas como los bolscheviques en el tiempo de Lenin y Trotsky? La “profecía” sobre la involución

del socialismo soviético, expresada por Rosa Luxemburgo en el famoso ensayo La Revolución Rusa, se aplicaría a Maduro y al “ruptura” de la Asamblea Constituyente? Con sus últimas decisiones el socialismo bolivariano habría cerrado las puertas a la “democracia ilimitada” y a la mejor herencia de las libertades burguesas? Y, si esto es verdad, qué camino a tomado la trayectoria de transición, que hasta ahora , nunca había evitado el apelo directo y universal al veredicto de las masas? Desde el 1998, en Venezuela, lo que ocurrió esta claro. Un proyecto de nacionalismo democrático venció las elecciones y progresivamente se convierte en la tentativa de transformación socialista que sinembargo respeta el cuadro de las libertades burguesas y de aquella “democracia ilimitada” de la que habla Rosa Luxemburgo en su famoso ensayo. Por azares y experimentaciones, también forzando el andamiaje del Estado burgués donde depotenciar los mecanismos desde el interior en nombre de la “democracia participativa y protagónica”, Chavez siempre ha recurrido a las urnas para legitimar sus decisiones, justamente confiándole al voto con sufragio universal directo y secreto: el ejercicio ilimitado de la democracia, exactamente. Y ahora? Luego de casi 18 años de gobierno y un record de elecciones efectuadas -hasta ahora 22, dos de las cuales perdidas- el chavismo fue impulsado a ir más allá del marco luxemburguiano del concreto histórico de la lucha de clases. Declara querer superar el Estado burgués instaurando un estado de las comunas que, sin duda, presenta alguna analogía con el

de los Soviet. En el contexto de crisis económica, y en el multiplicarse de las agresiones a nivel interno e internacional, el momento se vuelve el del Golpe de Timón: el giro anunciado por Chavez en el programa estratégico elaborado poco antes de morir, el 5 de marzo del 2013. Maduro lo interpreta como un contrataque. La legitimación de la actual presidencia de la república, y la del socialismo bolivariano, fueron confiadas a la Asamblea Nacional Constituyente, entendida como expresión del “poder originario”, aquel popular: es decir en las manos del “demos”, la parte políticamente activa del pueblo, electa y representada en la ANC. Es sin duda un salto de calidad. Una ruptura, o, si desean, una profundización de la dialéctica de la transición. Pero no una ruptura con el camino del chavismo. De hecho, la ANC restablecerá sus deliberaciones al veredicto popular a través de un referendum, en el que cada uno votará por sufragio electoral directo, universal y secreto. Este es el cuadro. Pero los fetichistas de los procedimientos hablan de una “ruptura constitucional”. Por qué Chavez ha sometido a referendum la Constitución de 1999 y Maduro no ha recurrido a las urnas antes de convocar la ANC?. El Chavismo responde que el voto no era necesario: a diferencia del ’99, una Constitución existe ya, y en su interior estan los artículos para convocar a una ANC, cuyo intento sinembargo no es el de cancelar la precedente Carta Magna, sino de impulsarla hacia el Estado Comunal. Esta posición parecería confirmada por


constituyente, un poder originario. Entre las palabras y las realidades existen distancias. También la posibilidad de acortarlas. La económica La posibilidad de una ANC que no hable la lengua de la gente de a pie se agudiza por la situación económica. Si en lo político hemos retomado la iniciativa ‒el debate sobre la ANC es de avanzada en el ejercicio democrático, en particular en este cuadro latinoamericano‒ y es todavía el conflicto en su dimensión política lo que le da superioridad al chavismo, en lo económico la situación contra las cuerdas no ha cambiado. Fue evidente cómo luego del 30 de julio el ataque sobre la moneda se disparó con furia, y cómo la mayoría de la población vivió y vive la impunidad de la especulación, los precios disparados, la pérdida de poder adquisitivo, el desmejoro de las condiciones de vida. La explicación política de las razones de la situación económica puede crear un mecanismo de resistencia prolongado en la población. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo decir que existe una guerra económica, hará que se aguante? ¿Hasta qué punto la revolución no se desarma en silencio a medida que el retroceso material no se frena? Medidas entonces. Es el pedido popular evidente. En lo inmediato para frenar el alza de precios de todos los productos y servicios ‒salvo aquellos en manos del Estado, como el metro, por ejemplo‒ la fuga de billetes, la dificultad para conseguir medicinas. Se necesita autoridad en los hechos, castigo para la especulación y corrupción. Esto último es clave: la corrupción, privada y pública, agudiza la situación de dificultad, ubica una dimensión del problema al interior de las filas del chavismo. Se vio con la mafia de la Fiscalía General. ¿Allí empieza y termina todo? Existe también un nivel de lo estratégico en lo económico. Allí se juega una parte central del modelo de sociedad en construcción. Parece existir un consenso acerca de que se deben contemplar tres formas de propiedad: privada, estatal, social/comunal. Las señales actuales indican una concentración de esfuerzos por parte de la dirección en apostar a lo primero, trabajar para la emergencia de un empresariado nacional ‒¿hasta qué punto puede desarrollarse una burguesía nacional en las economías latinoamericanas actuales?‒ y mantener acuerdos con las grandes empresas importadoras, señaladas a su vez, en su mayoría, como responsables del desabastecimiento y alza de precios. No resulta claro en cambio cuál es la apuesta al desarrollo de la economía en manos del Estado ‒habría que definir en qué áreas y realizar balances sobre lo intentado en estos años‒ y de la economía social/comunal. ¿Se trata de una decisión debida al cuadro de crisis, es decir que más adelante habrá una voluntad nacional/comunal, o es que la estrategia es el sector privado con una subordinación de las dos otras propiedades? Este cuadro ‒incompleto‒ está inmerso en una dificultad por los precios del petróleo, y enfrentado a un ataque económico declarado y dirigido por Estados Unidos. El objetivo es aislar, asfixiar, crear un bloqueo para agudizar las dificultades materiales, el desgaste en la población y su distanciamiento con el gobierno. En ese contexto debatimos. Con una pistola que apunta de frente. *** La neblina despejada permite abrir debates, repensar las prácticas, estrategias, horizontes. ¿Hasta cuándo durará? ¿Cuándo volverán la derecha y Estados Unidos a desencadenar una nueva insurrección? Tal vez ese razonamiento esté equivocado: la insurrección es hoy, y no es callejera sino económica. La lógica indica que responder a esa escalada con las mismas fórmulas que se han intentado en los últimos años dará resultados similares. Se hace urgente cambiar las fórmulas, al menos que los resultados parezcan buenos, o no tan malos en vistas del escenario que se enfrenta. ¿Buenos en los números macro, en la vida de la gente de a pie? Las expectativas populares están puestas en la ANC. ¿Dónde más depositarlas, si no? Para eso fue votada, para respuestas concretas inmediatas y estratégicas. La derecha, en su año y medio al frente de la Asamblea Nacional no las construyó, solo enfocó su táctica en la agudización de la confrontación política en la escalada golpista. No supieron administrar su victoria, no aparecen como alternativa para solucionar las necesidades. Es parte de su crisis. ¿Cómo administrará el chavismo su victoria del 30 de julio? Hasta el momento el enfoque estuvo en la justicia, el conflicto político, la instalación de la arquitectura institucional para la ANC. Llegó la hora de la economía, de rever los equilibrios. Y eso es una decisión política.

Julio Escalona

La banca pública, ¿también? El pueblo, particularmente el pensionado, se queja de que ante la banca pública hace tres o cuatro colas semanales para cobrar la pensión y que se les paga con billetes de baja denominación que luego nadie acepta. ¿Guerra económica? La especulación-inflación se derivaría de la emisión de dinero inorgánico y de excesivos controles, tanto de los precios como del tipo de cambio. Sobre la escasez se dice que el Gobierno, que monopoliza las divisas, no entrega las suficientes para que las empresas puedan importar las materias primas necesarias. Investigaciones de José G. Piña y Pasqualina Curcio demuestran lo contrario con cifras contundentes que no han sido desmentidas. En nombre del capital mundial, los bancos y el comercio importador aún dominan la economía y la cultura de Venezuela. Ha habido cambios en la relación de fuerzas, en la geopolítica, y hay un pueblo soberano, pero siguen dominando el ingreso petrolero y su influencia en las políticas públicas. ¿Por qué si 92% de las transacciones en el mercado de divisas se hace a Bs 10/$, los productos importados se venden al precio que impone el Dólar-Today? ¿Esto es un delito? ¿Por qué desde los barcos donde llegan importaciones, ellas son transferidas a canales privados de distribución, base del “bachaqueo” corporativo? “Las empresas privadas en Venezuela, especialmente los grandes monopolios nacionales y transnacionales, incluyendo la banca, han contado con suficientes incentivos a lo largo de la historia, especialmente después de 1999. Han recibido 61% de las divisas provenientes del ingreso petrolero a tasa preferencial, a la par que se han apropiado de más de un tercio de tales ingresos y, a pesar de los casi 700 mil millones de dólares que desde 1970 han recibido, estas han disminuido 63% la inversión. Por si fuera poco, se han beneficiado de una baja presión tributaria pagando menos de 3% del PIB en impuestos y, en el caso de las corporaciones transnacionales, ni siquiera pagan impuestos en nuestro territorio” (Curcio, 2017 ). Pero el capital se queja de que no recibe “incentivos” para la inversión. El problema es que los que recibe mediante transferencia de renta petrolera van incentivando la especulación y la escasez y terminan en la banca internacional. ¿La “siembra” del petróleo ha sido un fraude?


la primera meta alcanzada, son fenómenos desconocidos por las revoluciones”. No sirven actos de fe. Sin embargo sería absurdo pretender “la perfección” de un experimento como el bolivariano, que se ha puesto en marcha luego del colapso del socialismo y el desplegarse del neoliberalismo a nivel mundial. En la búsqueda de la “esplendida via intermedia”, en cambio, surgen supuestos guardianes del chavismo, dispuestos a alinearse con la oligarquía con tal de erigirse a custodios de los preceptos de una democracia procedural, que justamente aquellas oligarquías hoy sus amigos han pisoteado y continúan a pisotear. Chavismo crítico, chavismo moderado, chavismo en todas las salsas tanto mediáticas cuanto carentes de conexiones reales. En realidad, en una sociedad politizada y entonces polarizada como aquella venezolana, tertium non datur. Si se hubiese dado, se vería, en las plazas o en los proyectos. En cambio, se ven sólo algunos saltos de talanquera, aparentemente inexplicables porque son provenientes de diputados como German Ferrer, ex guerrillero “foquista” en pasado poco familiarizado a las sutilezas de la mediación política y hoy cantor de la democracia formal burguesa. Según la magistratura estaría a la cabeza de una gran red de corrupción que se ha anidado en las salas del Ministerio Público dirigido por la fiscal General Luisa Ortega, chavista de primera hora con quien está casado. Ferrer niega la veracidad de las acusaciones y denuncia “el neofascismo” de la Asamblea Nacional Constituyente. El jacobinismo de Maduro habría entregado a la basura la primera fase de la verdadera democracia chavista. Por lo tanto, la revolución pondría en escena la vieja tragedia, devorando a sus hijos aunque cuando se define humanista, cristiana y libertaria? Son palabras duras. Al menos por el momento, y, por así decir, a este punto de las contradicciones. Pero no es justo hacer como si nada. Luego de que hemos “usado” a Rosa Luxemburgo contra los estimadores hiper-democráticos, continuamos nuestro saqueo, encarando a los problemas junto a la grande revolucionaria polaco-alemana. A pesar de la notoriedad crítica del “jacobinismo” bolschevique, Luxemburgo era una gran estudiosa de las revoluciones burguesas, y reflexionaba en este modo, sobre la Revolución Francesa. Para Kautsky – recuerda – habrían existido

dos períodos: “la revolución “buena” de la primera fase girondina, y la “mala” a partir del control de los Jacobinos. Naturalmente es necesario la superficialidad de las concepciones liberales de la historia para no darse cuenta que sin la toma del poder de los “desenfrenados” jacobinos hasta las primeras tímidas medias conquistas de la fase girondina habrían sido rapidamente sepultadas por los escombros de la revolución, y que la alternativa real a la dictadura jacobina, como la ponía en el año 1793 el férreo curso del desarrollo histórico, no era una democracia “moderada”, sino…. la restauracion de los Borbones!” En realidad -prosigue-, “la esplendida via intermedia” no es una solución que pueda sostener un período revolucionario, cuya ley de naturaleza exige una rápida decisión: o la locomotora es impulsada a todo vapor por la colina hacia la cima, o por la fuerza de gravedad rodará nuevamente abajo y sin escapatoria arrastrará al abismo a quienes, que con sus débiles fuerzas querían mantenerla a mitad del camino”. Se explica así “como en cada revolución sepan adueñarse de la dirección y del poder sólo aquellos partidos que tienen el coraje de dar la palabra de órden avanzada y de extraer todas las consecuencias. Así se explica el deplorable rol de los mencheviques rusos, de los Dan, de los Cereteli, etc, que, luego de haber inicialmente gozado de enorme prestigio entre las masas, luego de haber oscilado por tanto tiempo entre una posición y la otra, y haber luchado con las uñas y con

los dientes para rechazar la toma del poder y el asumir de responsabilidad, fueron ingloriosamente cancelados de la escena”. Lacitaciónhasidolarga.Perovalíalapena. Como los Dan, Los Cereteli, los llamados chavistas críticos resultan cancelados de la escena real, pero amplificados por aquella virtual, que en la época de la “post-verdad” acude a magnificar la impotencia a uso y consumo de los “ni-ni” europeos. Sin el metro histórico, sin el coraje de encarar la dura y compleja realidad de la lucha de clase al día siguiente del colapso del campo socialista, estamos en el mundo al revés descrito por Galeano. Los guarimberos que queman chavistas y afro-venezolanos sobre el modelo del Ku Klux Klan son presentados como “combatientes por la libertad”. Y a propinar lecciones sobre derechos humanos son Trump y sus aliados, mientras personajes desacreditados, apoyados por grandes conglomerados mediáticos, hablan de “otra” Venezuela, ecologista, pacífica, democrática, y, sobretodo, inesistente. El ecologismo, el deseo de paz, el ejercicio completo y garantizado de todos los derechos individuales son sin duda elementos importantes e irrenunciables de toda estrategia de auténtica liberación que se quiera proponer, en el siglo XXI, como alternativa al mundo horrendo del capitalismo. Pero no serán los críticos-críticos a imponerlos en la arena de las contraposiciones duras e insuperables. La Asamblea Nacional Constituyente establecida en Caracas ha puesto al proprio órden del día un nuevo modelo de desarrollo basado sobre el eco-socialismo y sobre la participación más amplia a la vida política de las masas históricamente conculcadas por el imperialismo y por las oligarquías. Pero se necesita poco para entender que una auténtica reconversión del escenario productivo venezolano implica en realidad otras expropiaciones, otras rupturas con los dictados (hasta ahora muy respetados en las primera fase del chavismo) de la propiedad privada y de sus recaidas legales e institucionales. Y entonces? Por lo tanto, “o inventamos o erramos”, decía con óptima brevedad Chavez. O se inventa o se sucumbe. Y “si Venezuela colapsa, la humanidad colapsa”, han sintetizado recientemente Noam Chomsky y John Pilger. Son palabras exageradas?


los resultados de la jornada del 30 de julio, cuando más de 8 millones de votos han dado la confianza al “poder popular constituyente”. En todo caso un conflicto institucional existe. Abierto por la destituída Procuradora General Luisa Ortega, acusada de corrupción y hoy prófuga de la justicia junto al marido German Ferrer. Se hace referencia a reglas y códigos, pero es evidente que se trata de otra cosa: de interéses de clases, de alineamientos sociales, y de posicionamientos sobre el campo de la política internacional. Probemos a recapitular. El punto de partida del enfrentamiento se ha determinado en diciembre del 2015, cuando las derechas han resultado mayoritarias en la Asamblea Nacional, el Parlamento Unicameral venezolano. La República Bolivariana es una democracia participativa de carácter presidencial, se basa en cinco poderes, mantenidos en equilibrio por el Tribunal Supremo de Jusiticia (TSJ). Las derechas, que no han reconocido nunca las instituciones bolivarianas, inmediatamente han pensado poder usar al parlamento como medio para regresar a la democracia representativa vigente en los años de la IV República y a las recetas neoliberales. De allí la constante insubordinación a las decisiones del TSJ y los tentativos de golpe institucional: comenzando por la ratificación de los tres diputados electos en modo fraudulento, pero que habrían consentido a las derechas tener una mayoría absoluta. Y hasta el pedido de sanciones y de intervención externa para resolver por la fuerza de las armas una presunta crisis humanitaria y la “ruptura del hilo constitucional”. Cuatro años de violencias y ataques para sacar a Maduro, contra el que se ha intendado organizar hasta un referendum revocatorio como aquel contra Chavez en el 2004, y perdido. Un plan que ha alterado el calendario electoral, haciendo necesario posponer las elecciones regionales, previstas para el año pasado. Hasta este punto, sin embargo, las batallas entre los dos alineamientos han quedado en el ámbito de la democracia formal, pero sobre el tenso hilo de la lucha de clases y de sus enseñanzas. Y lo que ha surgido, finalmente, es un viejo problema: si la aprobación, y conquista de las mayorías, imponen la obligación de verificaciones electorales continuas y preventivas, o si más bien una táctica revolucionaria móvil y no vinculada en principio a los formalismos burgueses, sea la actitud más productiva para la creación, la conquista (o la reconquista) del apoyo de las masas. Luxemburgo, hace cien años, avisaba sobre el peligro del burocratismo, del arbitrio y del terror. Pero subrayaba también que sólo un partido capaz de “procurarse partidarios en la tempestad” habría sabido y podido unir a si a las masas, trayendo de su vidas y de su cultura toda la energía y la creatividad necesarias para marchar más allá de los confines de la sociedad capitalista. Pero en lo que respecta, a Venezuela, estamos todavía distantes de estos dramáticos extremos. La táctica del PSUV parece contar sobre la “democracia participativa”. Y el eje fundamental de esta configuración radica en una especie de desconstrucción-superación del andamiaje

del Estado burgués, conducida dentro de reglas ciertas pero no inmóviles. Navegando a vista, si se quiere. Pero buscando una ruta que dé una oportunidad, o “un segundo tiempo” a la partida histórica y más que nunca necesaria al comunismo. “El guardia está cansado, apaguen las luces”, dijo el marinero anárquico por órden de Lenin en la Rusia revolucionaria el 18 de diciembre de 1917. Y así se cerró la sesión de la primera Constituyente Rusa electa a sufragio universal y en la que los bolscheviques no tenían la mayoría. Y sin importar lo que digan los medios occientales, la Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela hace valer la autoridad del “poder originario”, pero sin anularlasfuncionesdelosotrosorganismos constitucionales. Y el parlamento no ha sido disuelto. Los diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) continúan a reunirse en las aulas del palacio legislativo, el mismo en el que se desarrollan las sesiones de la ANC. La Presidenta de la Asamblea Constituyente, Delcy Rodriguez lo ha precisado renovando la invitación al parlamento – a pesar de haber sido declarado en su tiempo “en desacato” por el TSJ – a participar en los trabajos de la ANC y a respetar las decisiones. Las derechas han desertado la invitación, sacudidas por nuevas disputas internas entre quien quiere continuar a apostar por la via violenta y quien pretende maniobrar en varios niveles, el primero de los cuales sigue siendo el electoral. La mayoría de los partidos de oposición, aunque si en varias ocasiones ha declarado la desconfianza en la autoridad electoral, el CNE, ha inscrito a sus propios candidatos para las elecciones de los gobernadores, anticipadas a octubre. Pero entendámonos: el perfil oblicuo de los diputados de la oposición no es ni siquiera lejanamente paragonable a los de los mencheviques o de los socialistas revolucionarios rusos, que gloriosamente habían combatido al zarismo y que fueron mandados a casa por el marinero Zelezniakov en la Rusia revolucionaria. La lucha de clases, sin embargo, siempre repropone las mismas puertas estrechas, por las que los revolucionarios consecuentes obligatoriamente deben pasar. Regresemos a Rosa Luxemburgo. Luego de haber criticado las decisiones de

Lenin y de Trotsky en la “Revolución Rusa” -un texto de octubre de 1918 que, de todas maneras, en la época aceptó de no publicar – en diciembre del mismo año, frente a la caída de los eventos en el escenario alemán, Luxemburgo escogerá el Gobierno de los Consejos en directa y total contraposición a la democracia “perfecta” de la Asamblea Nacional electa a sufragio universal. Y entonces? Y entonces el uso interesado de los viejos dilemas y de las viejas nobles discusiones sobre las relaciones entre democracia y socialismo, sólo pusieron en evidencia que, desde el encierro puertas adentro de la academia, o desde los escritorios de los periodistas, lo que siempre se omite es justamente la indicación de la inefectividad de las socialdemocracias y de su sumisión intrínseca al universo cultural y político de la sociedad burguesa. Rosa Luxemburgo criticaba a los bolscheviques, se abstenía de publicar las propias reflexiones por “amor a la causa”, y terminaba por asumir las mismas posiciones de los revolucionarios rusos frente a las tempestad que finalmente estalló en casa propia. Pero, sobretodo, golpeaba sobre el punto de la solidaridad internacional, insistía sobre la necesidad del apoyo a la revolución soviética, sin el cual “los sacrificios extremos del proletariado en un sólo país terminan inevitablemente por perderse en un mar de contradicciones y de equivocaciones”. Y de hecho. Qué punto de apoyo ha ofrecido la “crítica-crítica” de sello europeo para trasladar las relaciones de fuerza a favor de los sectores populares? A 100 años de la revolución de Octubre, se organizan convenios capaces de suprimir el principal dato histórico: aquel del riesgo y de la toma del poder del partido guiado por Lenin y por los bolscheviques. Y muy pocas lecciones útiles se han querido extraer de la parábola de Tsipras en Grecia. “La revolución Rusa -escribe Luxemburgo- sobre este punto no ha hecho sino confirmar la enseñanza fundamental de cada gran revolución, cuya ley vital es: o avanzar con mucha rapidez y decisión, derribando con mano firme todos los obstáculos y poniéndose siempre ulteriores metas, o muy pronto ser devueltos detrás de las muy pocas y debilitadas posiciones de partida, y ser aplastados por las contrarevoluciones. Detenerse, marcar el paso, resignarse con


Lo que le faltaba: Almagro acusa a Venezuela de financiar al terrorismo islámico

Durante una visita a Israel el aún secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, renovó sus ataques a Venezuela y acusó a su gobierno de financiar al terrorismo islámico, además de afirmar que hay presencia del ISIS, Hezbolá y otros grupos en América Latina. Sin embargo y fiel a su costumbre, no dio elementos que confirmen esas afirmaciones. Almagro dijo en una conferencia realizada en Jerusalem que la mayor parte de la financiación de estos grupos procede de Venezuela. Posteriormente, en una entrevista concedida al Semanario Hebreo, el excanciller uruguayo, siguiendo el libreto de la ultraderecha estadounidense amplió la acusación afirmando que “hay que tener en cuenta que hay vínculos de esos sectores islámicos que están en Venezuela con operaciones del narcotráfico y que eso definitivamente ha otorgado oportunidades de financiamiento para las actividades de esos grupos”, aunque Estados Unidas haya reconocido que fue quien “inventó” el Estado Islámico, que financiaran Qatar y Arabia Saudita. “Tenemos presencia islámica en el continente, tenemos retorno de combatientes del ISIS al continente, eso también implica una capacidad para influir en otras personas, y tenemos presencia de Hezbolá en el continente”, afirmó ante complacidos funcionarios israelíes. Lo triste, señala la prensa uruguaya, es que alguien interprete que esas afirmaciones son consensuadas por los miembros de la OEA. Asimismo, acusó a Irán de tener “cuentas pendientes con los principales atentados terroristas que ha habido en Sudamérica por su negativa a colaborar con la Justicia argentina por el caso de la AMIA y de la embajada de Israel”. Durante su visita a Israel Almagro se entrevistó con el primer ministro Benjamín Netanyahu.

Las propuestas en la ANC Eleazar Díaz Rangel|

El proceso de formación de la Asamblea Nacional Constituyente, iniciado el 1° de mayo, estuvo precedido de una intensa campaña internacional, con su epicentro en Washington y apoyo de los gobiernos de varios países, así como de diversas instituciones, unidas en la demanda de suspenderlas, coincidentes con las posiciones de la oposición. Una vez electa con la abrumadora votación de más de ocho millones, que debió entenderse como una derrota de quienes se oponían a su elección, optaron por anunciar que la desconocían. Como es fácil deducirlo, Estados Unidos sigue estando a la cabeza de esa conjura anticonstituyente que logró sumar al Vaticano; se enfrentaban a Miraflores, el Psuv y sus aliados, e incluso a votantes opositores que buscaban paz, tranquilidad. En condiciones tan polémicas no es justo intentar un balance cuando no se ha cumplido ni un mes de su elección, apenas a dos semanas de su instalación y cuando es impensable imaginarse cuál será el rol que jugará en las actuales circunstancias políticas, con tantas interrogantes. Sobre todo por las grandes expectativas en la gente, que confía, por ejemplo, que al menos los problemas de escasez y de precios especulativos serán enfrentados con decisión por la ANC. ¿Por qué entonces este comentario? A propósito de un hecho singular ocurrido hace poco. Sucedió que varios constituyentes, anónimos algunos de ellos, se acercaron a Earle Herrera para pedirle que propusiera el adelanto de las elecciones de gobernadores, y escuchados sus razonamientos, Earle tomó la palabra y formuló la propuesta que sorprendió a muchos, incluso a la directiva de la Asamblea. Hubo entusiastas intervenciones de apoyo. Aunque parecía tener consenso, se optó por diferir la materia, “para una próxima reunión”, a fin de reflexionar. Y fue convocada una sesión ordinaria con otras materias. Por primera vez había surgido una proposición de los constituyentes. Todas las anteriores, y las pendientes, llegaron del Ejecutivo y de la directiva. Sorprendió cuando en la sesión siguiente apareció la materia en el orden del día. ¿Cuál puede ser la lectura de lo ocurrido? ¿Se puede pensar que en el futuro habrá otros asuntos que emergerán de, vamos a llamarla bases constituyentes, sin consulta previa a los niveles superiores? ¿O que cada vez que esto ocurra habrá diferimientos para la reflexión? Sería muy negativo para la propia imagen de la Asamblea que se desdibuje su autonomía, que deje de ser el poder constituyente y se le perciba como un instrumento político manejado por el Ejecutivo, donde se repitan tantos discursos y no parece discutirse nada. Así quiere la oposición que sea percibida. La ANC tiene demasiado poder para que devenga en un mecanismo incapaz de tomar decisiones como las del adelanto de las elecciones sin consulta previa. Por supuesto que es un poder al servicio del proceso revolucionario, se trata de 545 diputados electos como representantes de todos los municipios, y de los más diversos sectores sociales, es decir, que son una genuina representación del país electos por ocho millones de votantes, lo que le dan una gran autoridad, que no debe desperdiciarse. Ojo. Respecto a la ANC y los medios, los que pude ver ayer del exterior informaron como si se tratara una venganza contra el esposo de la ex fiscal, sin ninguna referencia a las graves denuncias de la Fiscalía contra él. No nos debe sorprender. Lo que si nos sorprende es que la ANC solo permita la entrada a algunas de su sesiones a los medios oficiales, y a los privados los manden a la plaza Bolívar.


Roberto Malaver |

Tan solo se odia lo querido “El odio se está imponiendo en el mundo. Aquellos tiempos de hippies diciendo y cantando paz y amor, ya pasaron, ahora es guerra y odio. Las demostraciones que hemos venido viendo en Venezuela son alarmantes. Antes, en Semana Santa, quemaban Judas de trapo y papel, con caras de políticos de la oposición y del gobierno, pero ahora los queman de carne y hueso, sin ser Semana Santa y sin acordarse de Judas”. Tiene una revista abierta sobre la mesa donde hay fotos de inmigrantes que están siendo apaleados por la policía. Me muestra las fotos y sigue diciendo: “El sábado pasado, el escritor colombiano Santiago Gamboa se quejaba en un artículo en El Espectador, de cómo están tratando a los venezolanos en Colombia. Le molestaba mucho ese trato, sobre todo porque él también fue inmigrante en Francia y en Italia, y sabe lo qué es eso”. La princesa Cinthya Machado Zuloaga está triste y preocupada. Sabe lo que le pasa. Conoce la realidad porque le ha dado la vuelta al mundo en más de 80 días. El mesonero se acerca. Mira de frente a Cinthya y le dice: “Usted es tan bella, que estoy seguro de que nadie la odia”. Cinthya le agradece con una mirada y él deja las dos tazas de café sobre la mesa y se marcha. Y dice Cinthya: “Recuerdo aquellas películas de vaqueros, donde siempre ganaban los buenos, ahora eso ya no existe. También solo en canciones se escuchan cosas como esa de ‘ódiame por piedad yo te lo pido’. Eso parece una locura, pero así son los poetas, justifican el odio para luego decir ‘que tan solo se odia lo querido’. Solo en películas y en poesías suceden cosas buenas, pero en la realidad te pasan las peores. Y hemos visto muchas de esas cosas aquí. En supermercados, aeropuertos, plazas y calles”. Toma un poco de café y pienso que tiene mucha razón el mesonero: nadie en su pleno juicio sería capaz de odiar a la mujer más bella del mundo. Toma la revista y la guarda en su cartera Prada, y dice: “Ahora, en muchos países, están sancionando a los que manifiestan su odio en las redes sociales. Y aquí, se está discutiendo una ley. Y dicen que la van a discutir en la calle, con la gente. Ojalá no comiencen a insultarse y terminen matándose en esa discusión”.

Luis Britto García |

La hora de la verdad

Lo único peor que no tener poder es tener poder y no usarlo. Por el voto de más de ocho millones de compatriotas tenemos una Asamblea Nacional Constituyente con 545 miembros, al parecer en su casi totalidad progresistas. La oposición dice haberse abstenido: es su derecho, pero ello no le confiere potestad para decidir como si hubiera participado. Tendrá nuevas oportunidades: las que ella no le hubiera dado al adversario político de haber triunfado. Dos Espero que los elegidos tengan plena conciencia de la oportunidad única que se les presenta. En 2005, la mayoría de los opositores se negaron a presentar candidaturas para la Asamblea Nacional, y los pocos que se candidatearon no reunieron suficientes sufragios para ser elegidos. El resultado fue un Poder Legislativo rojo rojito, vale decir, exclusivamente con representantes de organizaciones progresistas. T an inaudito como fue el poder que la abstención opositora confirió al bolivarianismo, fue la falta de uso que este le dio. Durante el quinquenio que dispusieron de unanimidad casi absoluta han podido sentar las bases del socialismo venezolano, ya asumido como proyecto de gobierno por Hugo Chávez Frías y reconocido en los estatutos del Psuv. Ninguno de los otros grandes problemas nacionales fue abordado tampoco, y menos resuelto. Pareciera que los debates se centraron en comadreos decorativos y cuestiones de estilo. Ante la inercia legislativa, Chávez debió continuar la práctica de normar mediante decretos leyes. Nadie sabe lo que es una Asamblea Legislativa hasta que la pierde. Tres No hay por tanto obstáculos, pero tampoco excusas, para que la Constituyente no adopte las siguientes normas: 1) Declaración del carácter socialista de la República Bolivariana de Venezuela, con los respectivos poderes para acrecentar y defender la propiedad social de los medios de producción. 2) Consagrar que los venezolanos somos un pueblo único e indivisible sobre un territorio indivisible y único, representados por una sola autoridad, sin que se puedan alegar privilegios fundados en razones nobiliarias, étnicas o culturales. 3) Consagrar la lealtad única, exclusiva y excluyente de los nacionales hacia Venezuela. 4) Reducir la extrema federalización, que hace a la República vulnerable a intentos caotizantes o secesionistas. 5) Reformar los poderes en función de su eficacia, coordinación y posibilidad de solución expedita de diferencias entre ellos. 6) Restaurar la plenitud de la soberanía eliminando toda posibilidad de que las controversias sobre materias de interés público sean decididas por tribunales o de acuerdo con leyes extranjeras, y de que los impuestos causados en nuestro territorio se cancelen a otros Estados. 7) Sancionar normas que permitan la defensa del pueblo, la nación y del Estado en situación de guerra económica, guerra de cuarta generación y agresión imperial. 8) Proscribir todo intento de excluir porciones del territorio nacional del cumplimiento de normas ecológicas, sociales y laborales de alcance nacional. 9) Reconocer y reglar las nuevas formas de organización democrática, tales como comunas, misiones, fondos zamoranos, empresas recuperadas y otras que se desarrollaren. Vacilar es perderse


funcionarios gubernamentales, porque hay un sufrimiento que no siempre es acompañado por los funcionarios públicos”. “Creo que esto obliga a quienes sean funcionarios públicos a comprender que, o se renuncia a esos privilegios y se hace uno más como pueblo, o es mejor que renuncie“. Indicó que “estos tiempos exigen una gran entrega, una gran convicción y una gran posición ante la vida. O nos acompañamos todos y somos solidarios de verdad, o nos destruimos”. “Hay escasez, pero no todos vivimos en escasez, y el pueblo se da cuenta”, explicó Escalona. “El pueblo se da cuenta de que hay gente que tiene, que le sobra. Y otra que no”. Son cosas que, en su opinión, el chavismo tiene que discutir muy en serio. La ministra Reyes respondió que “si alguien tiene privilegios, es porque ya no es pueblo. Se distanció”. Hay una tendencia a “masajear el ego” de una persona cuando asume un rol, de hacerla sentir superior a los demás. Esa cultura y esos códigos, en su opinión, deben ser transformados. Resaltó Escalona que, en los ejercicios del fin de semana, se vio a generales que antes no participaban con la gente, trabajando en los ejercicios junto con ellos. “Eso es un gran logro de este proceso”. Tomar en cuenta al pueblo opositor Señaló la existencia de un pueblo “que no es chavista, pero que es pueblo, y que espera también de nosotros. Lo primero que tenemos que hacer es tomarlo en cuenta, saber que existe, que está ahí y que también está sufriendo”. Es un pueblo que padece “muchas confusiones, sometido al estado de shock”: el mismo al que fue sometido el pueblo de Chile en 1973, que generó duda, desconfianza, miedo y terror. “En ese estado la gente puede hacer cualquier cosa, y eso es lo que ellos están apostando”. La ministra respondió citando al maestro Simón Rodríguez sobre el entreayudarnos, y recordó que “no solo te entreayudas con el que te gusta y te quiere. Tienes que tratar de captar a ese otro que no habla igual que tú”. En opinión de Escalona, no se trata solamente de captar gente, sino de comprender al pueblo, incluyendo a aquel que se opone al chavismo. “Nosotros no sabemos cómo dirigirnos al pueblo opositor”, resaltó. Recordo que “queremos hacer una revolución. La otra gente (la oposición) a lo mejor también, pero su revolución es más sencilla: tener algunas cosas que no tienen, descifrar muchos códigos que nosotros utilizamos. El estilo chavista es bueno para el chavismo, pero para otra gente se ha hecho crítico. Si no comprendemos eso, que hay gente que esperamos que también le hablemos a ellos; en su código, en su lenguaje, en lo que ellos aspiran”. Y esperan que reconozcamos que nos hemos equivocado en aquellas cosas donde nos hemos equivocado.

Reconocer las fallas y retrocesos Recordó que hoy día, producto de las circunstancias que vive el país, la calidad de la educación y la salud pública han disminuido notablemente. “No son los mismos que los de hace unos años”. Por ello, criticó que hablemos a la población diciéndoles: “en este país, donde hay educación gratuita, salud gratuita”, porque “estamos hablando como lo hacíamos hace unos años atrás. Eso hoy no es así. Tenemos serios problemas. La gente está descontenta, en parte, porque hay una realidad que también ha cambiado. La derecha, en su proceso de caotización, ha destruido muchas cosas y no hemos sabido cómo recomponerlas en términos de esas aspiraciones, que no son las mismas nuestras”. “Muchas cosas que decimos no concuerdan con la vida cotidiana. Y nos cuesta comprender que la vida cotidiana se ha deteriorado”. Explicó que no es sólo el tema de la escasez, que es un arma peligrosa. “Si supiéramos compartir la escasez, la gente comprendería mejor. Porque hay funcionarios públicos que dan mensajes que mucha gente diga: ‘¿Y ellos dicen que son revolucionarios? ¿Y ellos dicen que comprenden nuestros problemas?’ Hay contradicciones”. En ese sentido, resaltó el ejemplo del Presidente Maduro, cuyo mensaje es el más claro. “No se ha separado de su origen, e independientemente de que tiene que tomar medidas de seguridad, él anda con la gente“. Dar el ejemplo Instó a los funcionarios a dar el ejemplo. “El Libertador Bolívar se ganó a los llaneros cuando se montó en un caballo al pelo (sin silla), y pudo andar en ese caballo al pelo. Y cuando se tiró al río y lo pasó al río. El llanero no perdona que tú lo vayas a mandar, pero no hagas lo que él hace. Cuando la gente del pueblo ve esa disposición y esa conducta, te perdona otras cosas y te ayuda. Cuando ve que tú tienes la voluntad pero no tienes la fuerza de subir, va y te ayuda”. Pero el pueblo “también se da cuenta cuando eres tramposo”, dice Escalona, “porque muchas veces la gente (los funcionarios) se hacen que no puede, para no hacer. O se hace el que no sabe. Pero la gente se da cuenta de que sí sabe, o sí podría saber”. Resaltó que el pasado 30 de julio, en las elecciones para la Asamblea Constituyente, fue posible encontrarse con los opositores gracias a los errores de la propia dirigencia opositora. “Hay un límite al que la gente no va”. Escalona concluyó diciendo que “hablar de la paz es algo muy serio. Si hablas de la paz, tienes que suponer que no hay hambre, que no hay sufrimiento y que la gente va llegando a la felicidad. Con hambre y sufrimiento no es fácil oír la palabra paz, y ese es un secreto que hay que conocer hoy día”. La ministra invitó a Escalona a desplegarse por todo el país a través de los gabinetes culturales, junto a los otros Constituyentes del mundo cultural, para escuchar al pueblo que votó por ellos.


La último obsesión de Donald Trump Alì Rodríguez Araque

El ultra millonario Donald Trump, convertido en presidente de la más poderosa fuerza de destrucción que ha conocido la humanidad en toda su historia, ha decretado medidas adicionales contra Venezuela. Ha dicho que “…con el propósito de tomar medidas adicionales a la emergencia nacional declarada mediante la Orden Ejecutiva No. 13692, del 8 de marzo de 2015…”, aplica nuevas sanciones económicas y financieras contra la República Bolivariana de Venezuela. Ya el Decreto Ley de Obama, había establecido un rosario de sanciones, ahora ratificadas y ampliadas. ¿Cuál ha sido el desencadenante? El desencadenante ha sido el acto soberano que, conforme a la Constitución Bolivariana de Venezuela para elegir una Asamblea Nacional Constituyente, hiciera el Presidente Nicolás Maduro. Acto que el señor Trump, ahora pretendido dictador planetario, había prohibido bajo amenaza de castigar la desobediencia. La “desobediencia” de Maduro, ha traído nuevos castigos a nuestro pueblo. Estas nuevas acciones imperiales, cuestión aparte de que representan una muy grosera violación de toda norma legal internacional, nos lleva a pensar en aquella imagen que describía Mao Tsetung: “Un gigante que levanta una inmensa roca para para dejarla caer sobre sus propios pies”. Su propósito es aplastar la voluntad de resistencia anti-imperialista de nuestro pueblo e imponer su propia voluntad imperial. Ignora la larga lucha librada por nuestros pueblos contra otro muy poderosos imperio durante el siglo diecinueve. Ignora la propia experiencia de su mismo pueblo librada contra el imperio inglés. Y también se olvidó de Vietnam. Ignorancia y amnesia son muy malas compañeras pues los errores, cuando se repiten, multiplican los efectos de los que ya se cometieron en el pasado. Las invasiones tienen siempre como motivación introductoria, un enjambre de mentiras que casi resultan infantiles. Pero no son de extrañar pues forman parte de una especie de ritual de auto convicción cada vez que van a realizar un crimen. Así ocurrió con la destrucción de una nación próspera como Irak que, según ellos, había acumulado “armas de destrucción masiva”. De mismo modo ocurrió con Libia que disfrutaba del más alto índice de vida en África. En este caso, hicieron un montaje simulando una masacre en la Plaza Verde de Trípoli, para proceder a destruir Libia y matar a su presidente. Así ocurrió con el conocido “Incidente del Golfo de Tonkín” con el cual quisieron justificar la invasión de lo que entonces se conocía como Vietna del Norte. Contra Venezuela Trump ha desplegado una panoplia de medidas financieras y económicas queriendo matarla por asfixia. Pero el mundo ha cambiado. Esto también lo ignora el Gran Dictador Planetario. Venezuela ha diversificado, tanto su mercado petrolero como sus fuentes de abastecimiento. Estados Unidos sigue siendo un mercado muy importante. Por supuesto que las medidas provocarán algunas dificultades. Pero no tantas ni tan agudas como las que enfrentó Cuba durante el Periodo Especial. La lúcida conducción de Fidel y la voluntad del pueblo cubano, fueron la clave para vencer. La Venezuela Bolivariana y Chavista, seguirá guiándose por la consigna de su héroe José Félix Ribas antes de la Batalla de La Victoria el 12 de febrero de 1814: “No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer”. Y, una vez más ¡Venezuela vencerá!

Julio Escalona: Acompañar a la gente en sus problemas y tomar en cuenta al pueblo opositor

AlbaCiudad| El constituyente, intelectual, escritor y excomandante guerrillero Julio Escalona fue el invitado especial de la ministra del Poder Popular para la Cultura, Alejandrina Reyes, en su programa “Soy lo que somos”. Resaltó que Venezuela está siendo sometida a la doctrina del shock planteada por el economista liberal Milton Friedman en sus libros, que ya se aplicó a la Chile de Allende. Eacalona instó a los funcionarios públicos a acompañar al pueblo en su sufrimiento y problemas: deben dar el ejemplo y renunciar a privilegios para evitar causar contradicciones. “Nosotros no sabemos cómo dirigirnos al pueblo opositor”, resaltó. Instó a escucharlos, hablarle en sus códigos e involucrarse en sus problemas. Para el constituyente, la jornada del fin de semana -los ejercicios “Soberanía Bolivariana 2017”- fue una señal para el pueblo mismo que participó, para los pueblos de Amṕerica Latina y para las fuerzas que quieren liquidar este proceso revolucionario. “La verdadera guerras que hay ahora busca tratar de separar al pueblo de ese proceso que se vive en Venezuela. Es un proceso imperfecto, con errores y fallas, pero que ha despertado una esperanza no sólo en Venezuela sino para todo el continente”. Recordó que una de las líneas del Comandante Hugo Chávez era la geopolítica. “Toda la geopolítica que conocemos anterior a Chávez, era la geopolítica de la dominación”, a diferencia de la planteada por Chávez, que definió como la geopolítica de la liberación y que es el título de uno de sus libros. Escalona señaló que Milton Friedman, “autor y padre de la geopolítica contemporánea neoliberal hecha para dominar a los pueblos”, fue el autor de la Teoría del Shock que se aplicó a Chile durante la presidencia de Salvador Allende, buscando doblegar a los pueblos que apoyaban a la izquierda revolucionaria. Su intención era colocar al pueblo en un caos general y en un estado de shock que lo haga vulnerable y capaz de aceptar cualquier cosa. “Lo políticamente imposible se hace políticamente inevitable”, decía Friedman según Escalona. “La grandeza del pueblo venezolano es que ha sido sometido a un caos en la vida cotidiana, y no ha sido posible destruirlo, ni siquiera con eso“, resaltó. Funcionarios públicos deben acompañar al pueblo y renunciar a privilegios Sin embargo, no escondió que “hay muchos problemas” y que “la gente está sufriendo de verdad. Creo que eso hay que entenderlo, y le toca entender sobre todo al gobierno y a los


Carola Chávez |

Resetea y ya En abril te mandaron a marchar oootra vez, y te dijeron, oootra vez, que ahora sí, que Maduro ya estaba listo, como estuvo listo el año pasado cuando iba a salir en seis meses. ¿Te acuerdas? O como estuvo listo en enero, cuando la AN, con Julio Borges, declaró el abandono de cargo, o sea, que desde enero no tenemos presidente, según tus líderes, que ahora te llamaron a marchar para salir del presidente que no tenemos. Y tú marchaste, una vez, dos veces, tres… Cerraron tus calles y aplaudiste que tu urbanización se llenara de violentos encapuchados. ¡Libertad, libertad! Te comprometiste con la lucha militando frenéticamente por WhatsApp. Militaste en familia, jurando no llevar a tus niños al cole “hasta que tuvieran un país libre”. Comprometiste el ingreso familiar en esta lucha, tres meses sin poder llegar a la oficina es un gran aporte a la causa. Tanto, que el régimen, arrinconado, convocó a elecciones, y tú, sabiéndolo perdido, tuiteaste #CalleSíVotosNO. ¿Te acuerdas? Pero el régimen resistía, y llegaron esas elecciones que según tus líderes nunca iban a llegar, y salieron ocho millones de personas que, según tus líderes, no salieron, porque el CNE es tramposo, porque cuando comprabas en Farmatodo y ponías tu dedo en el captahuellas, esa vaina se convertía en voto. “No compres nada el 30”, decía la cadena de WhatsApp que, como llegó, reenviaste. ¿Te acuerdas? Y se instaló la Constituyente que tus diputados no iban a dejar entrar al Palacio Legislativo y no te quitaron a tus hijos -todavía, dirás tú, porque esto apenas empieza- y no prohibieron el voto sino que -¡peor!- avanza el calendario electoral, tal como se había establecido y tus líderes, los que dijeron que estaban en 350, en rebelión civil, salieron corriendo a inscribir sus candidaturas en ese CNE que siempre hace trampa, salvo cuando gana la oposición. Y tú te quedas frío, hasta que tus líderes te explican que se inscriben para ocupar todos los espacios y salir de la dictadura con votos; que “una cosa es inscribirse y

Violencia y reconciliación Maryclen Stelling|

Cuando todavía no nos reconocemos en todas las formas de violencia recientemente sufridas e infligidas; cuando aún no nos reponemos del miedo y de la sorpresa; cuando todavía no salimos del asombro ante el odio, deseos de venganza, el mandato de matar y las expresiones de alegría ante la muerte… intentamos retomar la cotidianidad. ¿Se trató de un episodio anómalo, fuera del orden cultural y social? ¿Fue algo excepcional en la historia reciente? ¿Se repetirá? ¿Podremos olvidar y perdonar? ¿Seremos capaces de reconciliarnos con ese reciente pasado? Y ¿Cómo afrontaremos el futuro? Las dudas desbordan nuestra racionalidad. Cuando “el enemigo” fue un vecino, un amigo, un familiar, ¿cómo retomar la relación con aquellos que nos cercaron, aislaron y agredieron? Es imperante reconstruir la convivencia; rehacer las relaciones sociales, encontrar y administrar formas de reparación social en la procura de disminuir el dolor y el resentimiento. Ya en el camino de la recuperación se nos plantean otras interrogantes: ¿cuáles son las estrategias sociales y psicológicas necesarias para afrontar esta tarea? ¿Tendremos los recursos psicológicos, sociales, culturales y políticos para la recuperación individual, familiar y pública? Antes que nada es imperante la “normalización” de las relaciones sociales deshumanizantes instauradas durante la violencia opositora. Específicamente se trata de “rehumanizar” tanto al adversario-enemigo como a uno mismo. Expertos en el tema entienden el proceso de deshumanización como el empobrecimiento de cuatro capacidades del ser humano: pensar lúcidamente, comunicarse con veracidad, sensibilidad frente al sufrimiento ajeno y la esperanza. Otro elemento por superar es el miedo crónico, en tanto estado permanente en la vida cotidiana, que se ha instalado en determinados territorios geográficos. Es necesario trabajar la sensación de vulnerabilidad, el estado exacerbado de alerta, el sentimiento de impotencia o pérdida de control sobre la propia vida y la alteración del sentido de realidad, producto de la imposibilidad de validar objetivamente las propias experiencias y conocimientos. Y, a pesar de tantas dudas, interrogantes y escollos, la ciudadanía comienza a transitar democráticamente procesos de reconstrucción y, ¿por qué no?, de reconciliación. --


Earle Herrera

Roberto Hernández Montoya |

Heil Trump!

No llores por mí, Colombia |

“No puede haber guerra de razas porque no hay razas”. José Martí “Heil Trump!” oí gritar en un video a los supremacistas blancos en Charlottesville, el sábado pasado. Los guionistas de South Park no se burlarán más de Donald Trump porque dicen que ya es su propia caricatura. Lo malo es que no solo dan risa, sino también muerte. Trump y demás extremistas son monos con botón nuclear. La oposición venezolana practica ese humor. Involuntario (por respeto me niego a creer que Ismael García no se da cuenta de su fastuoso ridículo). Su falta de autoestima no puede dar para someterse a tanto bochorno solo por menearle la colita a Trump, digo yo. La sumisión debiera tener un límite, cosas mías. Por eso tienen cada día menos simpatía. María Corina prometió meditar sobre eso. Esperamos resultados. Hay dos vertientes del racismo: el que estipula que las razas “inferiores” deben darse su puesto subalterno y el que las lincha. Como el asesino que arrolló a varias personas –su madre cuenta que la golpeaba– o quienes pegaron candela en Venezuela a casi 30 personas por el tono de su piel o porque según el código penal guarimbero “parecían chavistas”. ¿Qué dirá el Santo Padre que vive en Roma? Dice que hay que suspender la Constituyente. Tanto nadar para venir a ahogarse en la orilla. Lo sospeché desde un principio: amago de izquierda y ejecución de derecha. Es aburrido. Pero no es al jesuita a quien quiero cargar las tintas. Es al Ku Klux Klan y a sus afines en Venezuela. Tal como venía conjeturando, la simbología medieval de los escudos guarimberos no es casual. Tiene el mismo útero monstruoso: el fundamentalismo de la ultraderecha mundial. En Charlottesville también usan escudos con cruces inquietantes. Míralas. Allá añaden banderas nazis y vi a un tipo con una esvástica tatuada en el pecho. Dan escalofrío. Allá y aquí, sobre todo cuando el Führer nos amenaza con una “opción militar”, o sea, devastar el país para liberarlo, mira a Libia. Trump es como la oposición venezolana: no pega una, porque ahora está enfrentado a su país, que no le importa, pero también al lobby sionista, que sí le importa. Estamos enfrentando una guerra bufa que no da risa.

Roberto Malaver |

Estalla guerra de precios Martina Salazar encendió el radio Telefunken que, en homenaje a su abuelo Epifanio, había hecho funcionar para recordarlo siempre, y allí escuchó la voz de un locutor que decía: – Estalla guerra de precios en todos los mercados, supermercados, bodegas, quioscos, buhoneros y bachaqueros del país. Hasta hoy se cuentan por millones los consumidores que diariamente se tambalean ante los disparos de los comerciantes. Nuestro reportero Martín Moncada Marcano está en uno de esos supermercados, y es mejor que lo escuchemos sufrir a él. Adelante MMM” Y desde el comercio, el reportero comenzó a informar: – Buenas días, Venezuela, tenemos nuevos precios en este supermercado, pero vamos a comprobarlo en directo. Señor, ¿cuánto cuesta el cartón de huevos? -Veinte mil -¿El kilo de tomate? -Doce mil -¿El kilo de queso duro? -Veinte mil Martina Pérez, tambaleándose ante los precios disparados por los comerciantes, se acercó hasta el Telefunken y lo apagó. Después, caminó lentamente hasta el sofá Epifanio XV – lo llamaba así en homenaje a su abuelo-, se sentó, se llevó las manos a la cabeza y dijo: -Dios mío. Esta guerra de precios me va a matar. En ese momento repicó el teléfono fijo que le había dejado como recuerdo su abuelo Epifanio. Martina estiró el brazo y tomó el auricular: -Aló. -¿Qué tal, Martina?, es Jacinta. ¿Cómo estás? -Sobreviviendo, Jacinta. Y esperando a los cascos azules de la ONU para ver si paran esta guerra de precios. -¿Volvió a subir el huevo? -¿Todo Jacinta. Huevo, carne, aceite, queso, tomate, cebolla, ají, berenjena y etcétera. -Y ¿a cómo está el etcétera? Las dos sobrevivientes de la guerra de precios en Venezuela continuaron conversando durante un buen rato del estallido diario de los precios. Después hablaron de sus familiares y amigos. Al final, tras ver que habían llenado por completo la rutina del saludo de los venezolanos, Martina dijo: -Cuando salgas de tu casa, vete por la acera, Jacinta. -¿Por qué Martina? -Por si acaso, no te vaya a agarrar por sorpresa un precio perdido y te mate del susto.

El presidente colombiano, con lagrimal tinta de cocodrilo, escribió un artículo en El País de España, titulado “Lloramos por ti, Venezuela”. ¿Lloras? En el texto, describe un paraíso que sería Colombia (sin paracos, sin drogas, sin periodistas asesinados) y reduce a la patria de Bolívar y Chávez a poco menos que el infierno. La comparación es vieja. Ya en el Congreso de 1941, cuando se discutía precisamente el Tratado de Límites con el vecino país, el poeta Andrés Eloy Blanco hablaba de la leyenda negra que se nos atribuyó, según la cual Colombia era una universidad y Venezuela un cuartel. Viejos símiles cachacos. Santos escribe en un periódico antivenezolano, El País de España, dirigido a un público sometido las 24 horas del día a un bombardeo mediático antivenezolano. El aplauso está garantizado, lo que hace innecesarios los sofismas del autor para cambiar las realidades internas de Venezuela y Colombia con magistral maniqueísmo. Las medias mentiras, omisiones y medias verdades harían las delicias de los analistas del discurso. En una parte de su pieza, Santos escribe que “en Venezuela hay escasez crónica de divisas, medicinas y alimentos”. Evita precisar que el precio del petróleo cayó de 120 a 20 dólares el barril, sin meter el cerco financiero que Donald Trump (nada dice de su amenaza militar) promete cerrar más. También se salta que los alimentos y medicinas subsidiados por el gobierno venezolano y que escasean aquí, abundan y se venden libremente en las calles de su país, particularmente en Cúcuta. Santos, con santo cinismo, sigue escupiendo para arriba. El presidente colombiano se quita la careta cuando dice que seguirá presionando por el retorno de la “democracia” en Venezuela. Esa “presión”, ya sabemos, la financia Estados Unidos, cuyo vicepresidente acaba de ir personalmente a Bogotá a leerle a Santos la cartilla. El artículo de marras no es un llanto por la patria del Libertador, sino una amenaza en la que involucra a otros “países de la región y de la comunidad internacional”. Así hay que leerlo, pues viene de un gobierno que endosó la soberanía de su país y permite siete bases militares del imperio en su territorio. No por Venezuela, las mujeres y hombres libres de América debemos llorar por Colombia.


hechos de violencia, en todo caso creando las condiciones objetivas para su ocurrencia, se declaró en desobediencia, y acarició la idea de conformar un gobierno paralelo que a lo sumo habría terminado en el ridículo, algo como un gobierno en el exilio pero adentro. Al final, esta estrategia sólo produjo 120 muertes inútiles, miles de heridos, centenares de presos, y una Constituyente que por espuria que sea, “legitimó” electoralmente el desplazamiento del régimen autoritario con prácticas dictatoriales pero de origen democrático que hasta ahora había sido, hacia algo que al menos se parece mucho a una neo-dictadura burocrática del siglo XXI. Es el tránsito histórico del chavismo al madurismo, de lo que fuera un fenómeno contradictorio, autoritario, con práctica dictatoriales, estatista, centralista y populista, pero indiscutiblemente popular y de origen democrático, a su degeneración burocrática y neo-dictatorial. Todo facilitado cuando no casi propiciado por la MUD. 6. Rechazar, justo antes de que Maduro tomara la iniciativa de convocar a Constituyente (es decir, a finales de abril), la propuesta del Papa y del expresidente Martín Torrijos de un acuerdo que se proponía firmar en el Vaticano, en presencia del Sumo Pontífice, y que, según se sabe, incluía: elecciones regionales en octubre y municipales en diciembre, restitución de la AN a cambio del compromiso de aprobar los compromisos financieros internacionales del gobierno, ayuda humanitaria, libertad de presos políticos y… eso sí, reconocimiento por parte de la oposición de que Maduro concluiría su período presidencial en diciembre de 2018. Aunque AD, UNT y AP aprobaron esta senda, al final se dijo que no (en particular por el rechazo de VP, MCM y especialmente HCapriles Radonsky quien escribió su famoso tweet contra el Papa y así arrastró a PJ a esta política), imagino que bajo la creencia de que el 350 y la calle conseguirían su derrocamiento: pero Maduro respondió de inmediato convocando a la ANC, pasaron tres meses de violencia inútil, se intentó legitimar esta estrategia absurda con un “consulta popular” convocada por

la MUD y manipulada por el extremismo, y al final la oposición está en peor situación que hace año y medio. 7. Ni siquiera discutir con seriedad la posibilidad de participar en las elecciones a la Constituyente. Lo que se impuso fue la tesis de que hacerlo significaría “legitimar la dictadura” (la consabida frase) como si los candidatos no pudieron haber mantenido a viva voz durante la campaña su denuncia acerca de su origen inconstitucional. “Con el pañuelo en la nariz”, fue la frase que acuñó hace ya casi un siglo Rómulo Betancourt. Es cierto que el sistema electoral propuesto tal vez hacía cuesta arriba ganar esa elección, aunque a veces me pregunto: Si es verdad que el 80 % rechaza al gobierno, ¿no se pudo haberlo sorprendido con una victoria democrática pasando por encima de las bases comiciales (como la oposición chilena a Pinochet cuando el plebiscito o la nuestra en el 52 frente al de Pérez Jiménez)? ¿No habrían los demócratas en vasta alianza que incluyera al chavismo disidente, a otros sectores despolarizados y a la MUD, ganado los constituyentes estudiantiles, empresariales, de los pensionados? ¿No habrían triunfado en la mayoría de los municipios? Vamos a suponer que la oposición no hubiese ganado la mayoría de los constituyente debido a la triquiñuela de las bases, en el peor de los casos nos habríamos contado, habría quedado claro que la oposición era votada por el 80 % y el gobierno por el 20 % de los venezolanos. Con ese respaldo, los constituyentes de la oposición aunque fueran minoría pero elegidos por la mayoría del pueblo, se pudieron haber retirado en señal de protesta denunciando un evidente timo electoral y a la “mayoría” de la ANC como espuria y fraudulenta. 8. Por último, no mantener su maquinaria electoral como contrapeso y control del sistema electoral durante la elección de la ANC madurista. No contenta con todos los errores anteriores, y bajo el lema extremista de la desobediencia al régimen, de no “legitimar” la Constituyente, y otras sandeces, la MUD tomó una decisión costosísima a la postre: no participar con

sus testigos y técnicos en todo el proceso electoral constituyente. Esa presencia al menos, habría asegurado conocer de veras la realidad del resultado electoral y no estaríamos en esta vaga nebulosa en la que Torino Capital y Datanálisis dicen que votaron 3.500.000 (que es una votación muy significativa, dicho sea de paso), Smartmatic dice que 6.000.000, y el CNE y el gobierno aseguran que 8.000.000. Esta estupidez nos ha retrotraído a etapas hace rato superadas por la oposición: otra vez se oyen necias prédicas abstencionistas y la moderación debe hacer el mismo trabajo que en 2006 y 2007, de convencimiento de que si se está allí, con testigos y en todo el proceso de auditorías y control, los resultados son los que son. Recuerdo que Teodoro Petkoff me dijo recientemente que a la oposición siempre le pasa que cuando está victoriosa, le entra un no sé qué, una fiebre, la peste extremista que llamo yo, se va de bruces y comete tales errores, que dilapida la fuerza acumulada, y debe volver a empezar. Como el Sísifo aquél. Ojalá los demócratas saquemos las lecciones de rigor de este desbarrancadero de desaciertos, que evoca mucho, guardando las distancias que son muchas, al del 2002/2005. Venezuela necesita una nueva referencia que a partir de los errores de la MUD pueda construir un nuevo modo de hacer oposición. Una nueva oposición: plenamente identificada con la ruta democrática, que crea en el diálogo y la negociación y que esté dispuesta a explorarlos a todo evento, que crea en una estrategia de acumulación progresiva de poder (electoral, político, social e institucional), que vea a la calle como un instrumento para presionar en la búsqueda de acuerdos y no como un escenario para el cambio político violento, que defienda sin ambages el derecho de los venezolanos a resolver soberanamente nuestros problemas sin injerencia ni mucho menos intervención extranjera. Que no vea a la unidad como un fin en sí mismo sino como un instrumento que debe ser útil para el cambio, sin temor a los deslindes necesarios. Esa oposición es posible; entonces, trabajemos por ella.


Los errores de la MUD

Enrique Ochoa Antich El acierto se basa en la autocrítica de los errores. Escribió Bolívar: “El arte de vencer se aprende en las derrotas”. La MUD, esa parte de la oposición en la que conviven pragmáticamente moderados y extremistas, más alianza electoral que dirección política, ha cometido graves errores de estrategia luego de que en diciembre 2015 obtuviera la resonante victoria de conquistar las 2/3 partes de la AN con algo más de 7.000.000 de votos frente a los algo más de 5.000.000 del PSUV. Sometida a una tensión permanente entre sus dos almas, como si fuese una versión política criolla de El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, oscilando entre la ruta democrática y La Salida (dos visiones estratégicas contradictorias), cada una estorbando y trabando a la otra, de entonces a esta parte la MUD -y, claro, el gobierno, pero lo que nos interesa destacar aquí es la parte de responsabilidad que le corresponde a la oposición, en particular a la MUD- la ha conducido hasta esta situación pastosa con sabor a derrota que vive hoy. Intentemos reseñarlos aunque sea a beneficio de inventario: 1. No convocar al diálogo y la negociación desde la AN conquistada. En vez de asumir de partida, con aquella necedad de los seis meses, que su único propósito era desplazar a Maduro del poder, debió aprovechar su posición de fuerza para impulsar un escenario de diálogo y negociación con el gobierno. No lo hizo porque al final de cuentas no cree en eso, o cree sólo si sobre la mesa de conversaciones se pone casi como precondición, la rendición incondicional del adversario. Característica casi estructural de la MUD y en general de esa oposición que ella representa hoy, es que cada vez que se ve victoriosa, se va de bruces, se desliza hacia posturas maximalistas, pidiéndolo todo sin contar con la fuerza suficiente, y nunca propiciando el diálogo, la negociación y los acuerdos desde esa posición de victoria lo que sólo hace cuando se halla sumida en la derrota, constreñida y no a voluntad

propia. Ha sido una ley de su conducta durante 18 años. 2. Sin negar que podía haberse planteado el referendo revocatorio como ejercicio de un derecho constitucional, es evidente que el segundo error consistió en olvidarse de las elecciones regionales poniendo todos los huevos en la misma cesta, la del rr. Podían haberse hecho las dos cosas. Alguna vez llegué a proponer públicamente que se fuera al diálogo y la negociación con una sola exigencia: fecha inamovible y condiciones claras para las regionales. Todo lo demás pudo ponerse a un lado. Estoy seguro de que en presencia del Vaticano y de los expresidentes, esa exigencia se habría satisfecho. Observando con claridad que era más viable que el rr y que de realizarse habrían comportado una rutilante victoria para la oposición y una importante acumulación de fuerza institucional (hoy se tendrían 17 gobernaciones que serían barricadas democráticas contra el proyecto dictatorial), la MUD no debió concentrarse sólo en el más sensible de los objetivos, que para el gobierno era el desplazamiento de Maduro del poder. Para la MUD en cambio, iguales pero al revés, ésa era la única tarea de la política democrática, mostrando así la pobreza de su visión estratégica. 3. Noaceptarenjuliode2016lanegociación sugerida por J. L. Rodríguez Zapatero (entendemos que con la aquiescencia del gobierno) de que la MUD renunciara al rr a cambio de un paquete que, según se nos ha dicho, incluía elecciones regionales en diciembre 2016 y municipales en diciembre 2017, un 50/50 en las Salas Constitucional y Electoral del TSJ, un 3-2 en el CNE, la normalización de las relaciones Ejecutivo/ AN, la libertad de los presos políticos con L. López en su casa, y la ayuda humanitaria que el país pedía a gritos. La MUD dijo que no. Eran los tiempos en que oíamos a Maduro decir que “el rr es un derecho pero no una obligación” y a los voceros de la MUD llenarse la boca argumentando que “los derechos constitucionales no se negocian”. Tal vez si con un poco de más sensatez hubiésemos calibrado mejor la verdadera correlación de fuerzas existente,

y que aún con el 80 % del favor popular en contra, el 20 % del gobierno era más poderoso y tenía menos escrúpulos que la MUD, habríamos anticipado lo que luego ocurrió: que con un manotón dictatorial, el gobierno le arrancara a la MUD el rr. Y ante esa posibilidad, habríamos escogido la negociación sugerida por JLRZ. 4. Levantarse de la mesa de diálogo y negociaciones a la que acudimos finalmente luego de la derrota del rr abortado (siempre acudimos al diálogo cuando estamos derrotados y débiles; luego del golpe de Carmona, luego del fracaso del paro 2002/2003, y ahora) y no cumplir el primer acuerdo, aquél con el que se iniciaba todo: desincorporar a los diputados en plenaria de la AN y no, como se intentó, por secretaría (tanto es así, que la nueva legislatura pretendió hacerlo pero con una nueva directiva en “desacato”, lo que le dio al gobierno el pretexto para no levantar el atropello judicial). Si se hubiese cumplido el acuerdo, todo lo demás habría tenido lugar sin contratiempos: restitución de la AN, elección de un nuevo CNE con una correlación 3-2, convocatoria de elecciones regionales y en Amazonas en diciembre del año pasado, y etc. 5. Escoger finalmente la vía del 350. Oscilando entre la ruta democrática, que implicaba diálogo, negociación y acuerdos con el gobierno y una vía privilegiadamente electoral, y La Salida, que invitaba a una calle no sólo sin sino contra el diálogo (de lo que fue protuberante muestra que la nueva legislatura iniciara primero desincorporando a los diputados de Amazonas en un supuesto gesto propiciador del diálogo y paso seguido declarando la necedad ésa del abandono del cargo del presidente Maduro que era poco menos que una declaración de guerra), la MUD al final se entregó en los brazos del extremismo más funesto: tal vez delirando con un pronunciamiento militar contra el gobierno y/o con una intervención militar extranjera (únicos apoyos que en términos de poder harían de la MUD un factor más fuerte que el gobierno), la MUD se arrojó a la calle, rechazando retóricamente pero tácitamente alcahueteando numerosos


y fue quien apostó a la salida por la fuerza, trabajó en la conformación/ financiamiento/entrenamiento de grupos de choque, y se vinculó de manera directa con sectores paramilitares. El tercer grupo es el que se ha autodenominado “resistencia” y se ha multiplicado en varios nombres según las zonas del país. El discurso es el del rechazo a la traición de los dirigentes que aceptaron ir a las elecciones, la necesidad de escalar en la confrontación callejera, y la reivindicación de las acciones de violencia -como los ataques el día de las elecciones-. Sus espacios comunicacionales son centralmente las redes sociales y Miami. Difícil saber si se trata de un proceso de relativa espontaneidad, o la “resistencia" fue fue creada para desplegar acciones planificadas, por ejemplo, por el segundo sector, bajo otra identidad. ¿Cuánto son, quiénes dirigen? Según algunas propias declaraciones maiameras, son grupos dispersos que no tienen centro de mando. Desde ese análisis se puede entender por ejemplo la acción del domingo en Fuerte Paramacay. No se trata, como los ataques a cuarteles durante los meses de mayo/junio/julio, de medidas en el marco de una escalada que busca acorralar, de ofensiva. Pareciera más bien un intento de mantener medidas de alto impacto -con fuerte repercusión internacionaljunto con la preparación de los grupos más radicales. La autoría del hecho debería buscarse en el tercer sector -que parece vinculado, por debajo de la mesa, al segundo, y a dirigentes de la derecha como el senador norteamericano Marco Rubio-. Seguramente intenten más acciones como esta, o mayores. Hay síntomas de desesperación, y eso puede traer violencia y apuestas más radicales. A este cuadro deben agregarse las dos principales líneas de fuerza de la derecha: la económica y el frente internacional. En el primer caso se ha visto como luego del 30 de julio se produjo un ataque frontal contra la moneda al aumentar vertiginosamente el dólar paralelo. El objetivo es disparar los precios, desgastar a la población, distanciarla de esa manera del gobierno, agravar el cuadro de dificultad material, intentar asfixiar los cotidianos de las clases populares. En cuanto a lo internacional, la escalada sigue dirigida desde los Estados Unidos, con apoyo central desde Colombia y los gobiernos subordinados de la región. El resultado es que la derecha ha vuelto a depender de dos estrategias que expresan su incapacidad. Una es golpear a la población para llevarla al desespero e intentar traducir esa situación en votos. La otra es pedir la intervención norteamericana, disfrazada de la forma que sea necesaria. Esa realidad es muestra de debilidad y no de fuerza. La elección del 30 de julio fue una victoria táctica del chavismo. Esa nueva situación dentro del equilibrio inestable trajo efectos dentro de una derecha que volvió a equivocarse furiosamente en su análisis del campo de batalla. Esa ventaja chavista debe ser traducida en acciones urgentes. La principal, además de la justicia, es la económica, y, se sabe, la economía es concentración de política. Ahí parece estar el desafío central de la revolución.

Contra el odio, la verdad Carola Chávez

Uno sabía que eran mayameros, que se consideraban de paso en el país que los vio nacer, que su sueño coronado era lograr un Green Card. Sabía del peregrinaje pre parto hacia el norte soñado, porque pares allá, esperas 18 años -que ahora son 21- y del fruto de tu vientre florecerán tarjetas de residencia para los previsivos papá y mamá. Sabíamos que expatriaban de Venezuela cada centavo que en Venezuela ganaban. Sabíamos de la pena ajena con la que viven porque este país es tan niche, tan tercermundista, tan sin Starbucks y ellos son tan cool. Sabía eso y más, porque vengo de ahí, porque mamé de esa teta idiotizante, pero aún así, pensé que, por muy idiotizados, por muy mayameros, por muy pitiyankis que fueran, ante la amenaza de una intervención militar gringa, y sabiendo lo que deja tras su paso, al menos, su instinto de supervivencia prevalecería. Pues no. Además de entregados, son suicidas y no lo saben. Cuando Trump habló de una opción militar para Venezuela, un profesor universitario en Benghazi, perdón, Valencia, celebraba con anticipación y sin puntería la posibilidad de que Maduro terminara como Gadafi, sin pensar claro que si ese horror se instalara en nuestra tierra, él, con su título universitario como papel tualé, terminaría, en el mejor de los casos, atrapado en un campamento de refugiados, o flotando en el Caribe, sobre miles de cadáveres, tratando de no terminar convertido en uno de ellos. "Pero no, vale, no seas bruta, ¡chaburra tenías que ser! No es como Libia, idiota, es como Panamá, una maravilla: llegaron los gringos, sacaron a Noriega, mataron un poco de negros que no servían para nada y ahí está Panamá, con sus centros comerciales chísimos, con esos edificios gigantes y carísimos, súper cool, o sea, no como esta mierda que tenemos aquí. Panamá es arrechísimo, chama, ¿no ves que todo el mundo quiere vivir allá?". Por Twitter, que es otro mundo y suele ser oscuro, los millenials suplican una intervención militar creyendo que juegan Call of Duty. Leí a uno, estudiante universitario, por cierto, cosa que me hace dudar cada vez más de la academia, ofreciéndose para barrer la cubierta del portaaviones que destruiría a Caracas, "cero peo" -decía-, convencido de que cuando el humo se dispersara, El Cafetal iba a seguir ahí intacto -sí Luis- pero, mejor, con un Starbucks chísimo en cada esquina. Cero peo, cero dignidad. Cero dignidad en su dirigencia, cuando demoran varios días en emitir un comunicado tibio, temeroso, baboso, que no termina rechazando una agresión militar contra nuestro país. Cero sorpresas, porque ya sabemos todos para quién trabaja la oposición. "Give me money, give me money!", decía, en sus cables, Brownfield que decía Ramos Allup. Eso es lo que está a la vista, si es que "la vista" son las redes sociales, donde el pudor se diluye a través de una pantalla que sirve de escudo, en la seguridad que brinda la lejanía del cara a cara. En la calle es otra cosa: allí no he tenido la desdicha de escuchar a alguien decir que sueña con limpiarle el piso a los marines. En la calle no he oído a mis vecinos decir que sería chévere que los gringos bombardearan Caracas, pero sólo sus zonas niches, you know, y Miraflores, of course. En la calle, dicen las encuestas, la mayoría de los venezolanos defendemos la soberanía y la paz. En la calle es otra cosa, pero aún yo me pregunto, sabiendo lo mayameros que son, sabiendo lo antichavistas que son, cuántos aplaudirían calladitos una masacre en Venezuela como la que ocurrió en El Chorrillo. Una cosa queda clara: la oposición siempre miró hacia otro lado cuando sus locos se desatan, cuando "descargaron la arrechera", cuando pusieron las guayas, cuando quemaron negros vivos… Miran a un lado, invisibilizan, niegan hechos grotescos que tenían que haber rechazado enérgicamente, públicamente, definitivamente, para no terminar siendo cómplices de la atrocidad. Para no servir de escalón complaciente a las expresiones criminales de odio que se superan en horror, cada vez que nos imponen uno de esos brotes periódicos de violencia opositora. Son esos silencios los que me hacen preguntar, insisto, cuántos aplaudirían calladitos una opción militar gringa con un montón de daños colaterales, jurando que el horror no los alcanzaría. Porque el odio y la violencia, que ese odio engendra, se ha normalizado en un constante borrón y cuenta nueva sin consecuencias, con una impunidad pasmosa que lo termina haciendo socialmente aceptable, y ya basta, porque la próxima escena puede ser una flota de aviones descargando bombas sobre Caracas mientras una pendejas cacerolean una bienvenida desde sus apartamentos de El Cafetal. Es que si seguimos dejando pasar al odio, terminaremos siendo culpables por omisión. ¡Bienvenida la Comisión de la Verdad!


Mapa de la derrota de la derecha

Marco Teruggi| A esta hora la derecha debía estar, según sus cálculos, en una posición de fuerza totalmente diferente. O sentada en el Palacio de Miraflores, o en el despliegue de un gobierno paralelo combinado con movilizaciones de masas y acciones violentas, incluidas militares. Se había planteado la apuesta a todo o nada/ahora o nunca, y hoy se encuentra en una disputa interna para ver cómo seguir, y no terminar peor que al iniciar la escalada de los cien días. Pasó lo que les suele pasar: se equivocaron en sus análisis. Sobrestimaron la fuerza propia, subestimaron al chavismo, leyeron de manera errada el estado de ánimo de las masas, calcularon mal las coordenadas del campo de batalla. Y en las batallas las responsabilidades son colectivas pero diferenciadas: el peso mayor recae sobre los generales -así lo enseña, entre otros, el libro La extraña derrota, de Marc Bloch-. Porque hubo una derrota, táctica en el marco de un equilibrio inestable prolongado, pero derrota al fin, y eso trae cambios, facturas, desbandadas y cambios de posiciones. ¿Por qué evaluaron de manera equivocada las condiciones para la toma del poder de manera violenta? Se combinan varios elementos. En primer lugar, la posición de clase de la dirigencia. La dirección del movimiento estuvo y está en manos de hombres y mujeres de la burguesía, la oligarquía, cuadros en su mayoría de clase media-alta, formados en esa política e imaginario. Sería falso decir que no han desarrollado estructuras en algunas zonas populares, pero no parecen de dirección, y son minoritarias. A ese elemento se suma otro, agravante para sus cálculos: una parte de su dirección, tanto venezolana como norteamericana, se encuentra en el extranjero, en particular en EUU. Esas lecturas, marcadas por

una distancia de clase y de país, se ensancharon por el efecto boomerang de una sus fuerzas: las redes sociales. Asumieron que la dinámica expresada en las redes era representativa del estado de ánimo de las mayorías. Pensaron que la capacidad desplegada -con millones de dólares- en twitter, facebook, instagram, youtube, era la que realmente existía, que la radicalidad allí expresada era la radicalidad popular real. De esa manera creyeron que el gobierno estaba a un empujón de caer, que su respaldo popular era minoritario y contralascuerdas, que las masas descontentas acompañarían su llamado a la calle para sacar al “régimen”, y que su propia fuerza tenía capacidad de desplegarse hasta alcanzar la masividad policlasista y nacional necesaria. Esa combinación de elementos iba a tener a su vez incidencia sobre factores políticos e institucionales del chavismo, que, al ver el ascenso irrefrenable de las masas en su pedido de elecciones generales, se iban a cambiar de bando. Solo sucedió con la Fiscal General y algunos dirigentes intermedios puntuales -y no fue por las masas sino por cálculo y compra política-. Lo más importante en ese plan era la Fuerza Armada Nacional Bolivariana: no se quebró. Esos cálculos condujeron a sostener la hipótesis de la salida violenta durante más de cien días. Con puntos clave como el anuncio de que sería elegido el próximo presidente en elecciones primarias. Lo había proclamado Ramos Allup, el primero en decir luego que participará en las elecciones regionales. Entre un anuncio y el otro pasaron quince días, y en el medio una fecha clave: la victoria electoral del 30 de julio, con más de 8 millones de votos en contra de la violencia opositora y en respaldo a una solución democrática en manos del chavismo. La derecha desconoció públicamente los resultados, pero su impacto fue innegable, abrió un

reacomodo de posiciones y cambio de táctica en desarrollo. Las conclusiones fueron la inversión de sus premisas: el chavismo no estaba nocau y dio una lección histórica, los sectores populares miraron en su mayoría desde lejos a la dirigencia opositora y rechazaron la violencia, la fuerza propia -compuesta por su base social ampliada, los grupos de choques, y sectores paramilitares- no alcanzó a quebrar el cuadro de empate. Tomar el poder por la fuerza es insostenible con esas coordenadas. Cayeron entonces uno tras otro en el anuncio esperado: la participación en las elecciones bajo el ordenamiento del mismo poder electoral que acusan de ilegal, ilegítimo y fraudulento. Freddy Guevara, de Voluntad Popular, ya anunció que el “camino es electoral”. Algunos todavía no se han pronunciado, producto de desacuerdos, incapacidad para una disputa electoral -como María Corina Machado-, tensión con una base social defraudada a la cual le prometieron un poder inminente para anunciarle cien días después una vía electoral, y crisis interna. Estos meses de escalada reconfiguraron el mapa interno de la derecha, que parece compuesta por tres sectores, que, aunque sostienen posiciones diferentes -por pragmatismo o convicción-, no parecen tener fronteras tan claras. El primero está conformado por los partidos de derecha más históricos, como Acción Democrática presidido por Ramos Allup, que, aunque acompañó la escalada de violencia, su apuesta reside y residió en la estrategia del desgaste del gobierno -en particular por el efecto de los ataques económicos- para acumular en votos el descontento popular, y apostar a victorias electorales. El segundo está dirigido, por ejemplo, por Voluntad Popular y Primero Justicia -cuyos dirigentes están inhabilitados para presentarse como candidatos-


hablamos sobre esas cosas, pero una operación militar es, ciertamente, algo con lo que podríamos proceder. Por su parte, el alto mando militar de Estados Unidos se limitó a declarar que el Pentágono no ha recibido órdenes, según su vocero, Eric Pahon, quien refirió toda pregunta sobre el asunto a la Casa Blanca. La amenaza del presidente Donald Trump de una opción militar en Venezuela parece contradecir el consejo de su principal asesor de seguridad nacional. El general H. McMaster dijo la semana pasada que no quería dar al presidente Nicolás Maduro ninguna munición para culpar a los “yankees” por la “tragedia” que ha sacudido la nación sudamericana. Aseguró que era importante para los Estados Unidos y sus vecinos hablar con una sola voz en defensa de la “democracia” de Venezuela, y rechazó una intervención militar. La reacción venezolana El ministro venezolano para la Defensa, Vladimir Padrino López, calificó como “un acto de locura” y “de supremo extremismo” la amenaza del presidente de Estados Unidos de una posible intervención militar en el país suramericano, y señaló que “hay una élite extremista que gobierna los Estados Unidos”. El ministro para la Comunicación e Información en Venezuela, Ernesto Villegas, enfatizó en Twitter: “La de Trump es la mas grave e insolente amenaza jamás proferida contra la Patria de Bolívar El Gobierno de Venezuela ha denunciado reiteradamente los intentos de desestabilización e injerencia que ha recibido a lo largo de los últimos años por parte del gobierno y los sectores económicos más fuertes de EEUU. Asimismo, ha denunciado que de llevarse a cabo todas estas amenazas, Venezuela no sería el único país afectado, pues traerían consecuencias inminentes que perjudicarían a los pueblos y gobiernos de toda la región. Quien fuera canciller de Venezuela, y ahora presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Delcy Rodríguez, calificó esta amenaza como una acción “cobarde”. El dirigente opositor Henry Ramos Allup señaló en un tuit que “régimen ha permitido la toma castrocomunista de nuestro país, entregó la frontera occidental de nuestro país a la guerrilla FASRC-ERLN y regaló Esequivo”. El dos veces frustrado candidato presidencial opositor Henrique Capriles Radonski apenas tuiteó: “Portavoz Pentágono. Insinuaciones del gobierno de Venezuela de que EEUU está planeando una invasipón no tienen fundamentos”. La escalada de violencia Es conocida la voluntad estadounidense de recuperar una posición de fuerza en esta región del sur americano y en ese camino, derrocar al gobierno venezolano es el objetivo más inmediato. Más allá de terminar con la influencia que ha tenido la Revolución Bolivariana en los últimos tres lustros en toda la región, no se puede olvidar los sucesivos intentos del gobierno estadounidense y de los trasnacionales de apoderarse de las reservas venezolanas de hidrocarburos. Quedan patentes, en el debate interno estadounidense, los intereses particulares que tienen que ver con el rol de Venezuela como un aprovisionador de petróleo al mercado de los Estados Unidos.

Acabar con el gobierno de Nicolás Maduro simbolizaría la consolidación de los cambios que se están observando en la región, con nuevos gobiernos en Brasil, Argentina y la actual crisis del novel presidente ecuatoriano. La diferencia con todos estos casos, es que la injerencia en Venezuela adquiere características de una guerra civil que no se vio en los casos anteriores. Afecta las relaciones de toda la región y –desgraciadamente- prepara las condiciones de una intervención armada, lo que ha puesto en guardia a otras potencias como Rusia e Irán. El conflicto venezolano ya no solo superó los límites de las fronteras de ese país transformándose en una cuestión regional. Lo que está ocurriendo en el seno del Mercosur y la OEA es una prueba de ello. También se corre el riesgo, de continuarse en el tiempo la injerencia norteamericana, de transformarse en un punto de fricción entre las principales potencias mundiales. La escalada en la retórica viene después de que Washington impuso sanciones al presidente Nicolás Maduro y a 13 de sus aliados el mes pasado, en respuesta a la celebración de elecciones para la Asamblea Constituyente de ese país. El martes pasado cancilleres de 17 países del hemisferio – incluyendo México, Argentina, Brasil, Colombia y Panamá– sostuvieron una reunión de emergencia en Lima, Perú, donde 12 de ellos denunciaron lo que el canciller peruano, Ricardo Luna llamó una dictadura en Venezuela, haciendo eco -¡oh casualidad!- de la postura de Trump. De hecho, el vicepresidente Mike Pence tiene programada una gira para visitar cuatro de esos países –Colombia, Argentina, Chile y Panamá– esta semana que comienza, donde, se supone, el tema de Venezuela estará en la agenda. Discrepancias De acuerdo con analistas estadounidenses, el nuevo jefe del gabinete, John Kelly, quien no estuvo el viernes en el club de golf de Trump, ha sido clave en formular la respuesta a Venezuela. Kelly fue el jefe del Comando Sur en Miami, aunque otros creen que fue quien frenó la imposicipon de mayores “sanciones”, junto con la presión de empresarios estadounidenses con negocios en ese país. Congresistas (cuatro senadores republicanos de estados con refinerías) y otros empresarios alertaron a Trump que suspender la importación de petróleo venezolano llevará a un incremento del precio de la gasolina en Estados Unidos (se calcula que unas 500 empresas estadounidenses tienen intereses en el país, sobre todo en el sector petrolero). Hasta la fecha el gobierno de Trump no ha impuesto sanciones a la industria petrolera venezolana, que entrega unos 740 mil barriles de petróleo a Estados Unidos cada día. De hecho, cuando Kelly fue nombrado jefe de gabinete, el senador Marco Rubio –quien ha sido uno de los políticos más influyentes sobre la política hacia Venezuela y Cuba del nuevo presidente– comentó que Trump contará ahora con alguien “quien yo creo entiende Venezuela tan bien o mejor que cualquier otro en el gobierno”. Rubio es operador, propulsor y financista de los grupos más violentos de la oposición venezolana. *Sociólogo venezolano. Codirector del Obzervatorio en Comuinicación y Democracia, investigador asociado del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)


No cayó bien la bravuconada de Trump, ni en EEUU ni en Latinoamérica

Álvaro Verzi Rangel-CLAE El presidente estadounidense Donald Trump amenazó con una intervención militar contra Venezuela en una respuesta que sorprendió a muchos, incluyendo en Washington aparentemente, al propio Pentágono, que dijo no haber recibido ninguna orden al respecto, y a varios países latinoamericanos que rechazaron la amenaza con el recuerdo de la invasión a Panamá en 1989 en sus retinas. Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo una posible opción militar si es necesario, dijo a periodistas el magnate neoyorquino en su lujoso club de golf en Bedminister, Nueva Jersey, luego de reunirse con su secretario de Estado (y alto ejecutivo de la trasnacional petrolera Exxon Mobil) Rex Tillerson, la embajadora de EE UU ante la ONU, Nikki Haley, y su consejero de Seguridad Nacional, el general H. R. McMaster. Con las declaraciones inesperadas de Trump en torno a Venezuela de este viernes, algunos analistas estadounidenses insisten en que el mandatario acaba de entorpecer el surgimiento de una posible nueva alianza interamericana con Washington sobre Venezuela. Colombia, Perú, Bolivia, Chile y México rechazaron la amenaza de Donald Trump de usar la fuerza para solucionar la crisis venezolana. . Los países latinoamericanos no ven con buenos ojos la posibilidad de una intervención militar estadounidense como ocurrió con la invasión a Panamá en 1989. Christopher Sabatini, especialista en relaciones interamericanas en la Universidad de Columbia, declaró al Miami Herald que diplomáticos estadounidenses, después de semanas de construir cuidadosamente el terreno para una repuesta internacional colectiva (a Venezuela), de repente encuentran sus esfuerzos minados por una aseveración exagerada y anacrónica. Nos hace ver imperialistas y de viejos tiempos. Esto no es como Estados Unidos se ha comportado en décadas. El primero en reaccionar fue el gobierno chileno, que mostró su rechazo a las declaraciones de Trump. El canciller Heraldo Muñoz, manifestó que “reiterando todos los términos de la Declaración de Lima sobre Venezuela, el gobierno de Chile rechaza amenaza de una intervención militar en Venezuela”. La senadora socialista Isabel Allende dijo nque “la salida para una crisis como la de Venezuela no deberia jamás ser una intervención militar norteamericana. Trump solo sabe de amenazas”. El presidente de Bolivia, Evo Morales, salió de nuevo a defender la soberanía de Venezuela y afirmpo que “Trump revela descaradamente su plan de intervención militar contra Venezuela”, dijo el jefe de Estado boliviano a través de su cuenta en Twitter. Morales aseguró que “ahora sabe el mundo, quienes estaban contra Maduro solo buscaban la intervención

militar del imperio”. México expresó “su rechazo al uso o amenaza de uso de la fuerza en las relaciones internacionales, y afirmó que la crisis en Venezuela no puede resolverse mediante acciones militares, internas o externas”, asentó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado. “Rechazamos medidas militares y el uso de la fuerza en el sistema internacional. Todas las medidas deben darse sobre el respeto de la soberanía de Venezuela a través de soluciones pacíficas”, acatando los principios y propósitos de la Carta de Naciones Unidas, precisó la cancillería colombiana. Asimismo, “El Perú rechaza cualquier amenaza o el uso de la fuerza no autorizado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, señaló la cancillería peruana en un comunicado. El canciller de Guatemala Carlos Morales afirmó que “la vía armada no es una opción para solucionar diferencias”, y Brasil no apoyará intervención militar de Trump a Venezuela, señaló el canciller del gobierno golpista Aloysio Nunez en entrevista a O Estado de Sao Paulo. El Mercado Común del Sur (Mercosur) emitió un comunicado en el que dice que “considera” el diálogo y la diplomacia como “únicos instrumentos aceptables para la “promoción de la democracia”.Aunque el documento firmado por quienes decidieran expulsar a Venezuela del grupo regional, dice “repudiar la violencia y cualquier opción que implique el uso de fuerza”, en ningún momento expresa una postura de rechazo a la intervención militar que anunció Trump. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, uno de los principales operadores de la desestabilizaicón del gobierno venezolano, escribió un mensaje en sus redes sociales para referirse a los “instrumentos” de marco jurídico que han de aplicarse en Venezuela para “defender la democracia”, pero sin hacer ninguna mención a las palabras dichas en la noche de este viernes por el presidente de los Estados Unidos. El vaquero Donald Trump El jefe de la misión diplomática estadounidense en Venezuela, Lee McClenny, Conocedor de que no está tan lejos como Corea del Norte, Trump dijo que Venezuela “es nuestro vecino y Estados Unidos está por todas partes. Tenemos tropas por todo el mundo, en lugares que están muy lejos. Venezuela no está muy lejos, y la gente está sufriendo y se están muriendo”. En su rol de comandante en jefe comentó: Tenemos muchas opciones para Venezuela y, por cierto, no voy a descartar una opción castrense. Interrogado respecto de si fuerzas estadunidenses encabezarían una operación en Venezuela, respondió: No


y el macrismo

Resultado de imagen para patricia bullrich y waldo wolffEn esta confluencia de fuerzas entre sionismo, imperialismo yanqui y oposición venezolana, aparece también la figura del actual candidato a senador por la provincia de Buenos Aires por el PRO, Esteban Bullrich, exministro de Macri y sobrino de la Ministra del Interior Patricia Bullrich, quien junto al diputado Waldo Wolff ha viajado a Israel en varias oportunidades para asesorarse y comprar suministros con los servicios de inteligencia israelíes. Un nefasto personaje, Carlos Javier Regazzoni, funcionario de Esteban Bullrich y siempre bajo las órdenes de Mauricio Macri, cuestionado por desfalcos al Estado nacional, detenta hoy la presidencia de la Fundación Estela Sur, cuya principal actividad es apoyar a la oposición venezolana y vilipendiar al gobierno bolivariano. En los primeros días del presente mes de agosto, la Fundación Estela Sur, organizó una conferencia denominada “Reflexiones sobre la crisis venezolana: Escenario post 30J”, cuyo disertante, el joven Carlos Moreno, de una agrupación derechista llamada “Una voz por Venezuela”, manifestó que la limitación para conformar un gobierno paralelo es no contar con fuerzas armadas, por lo cual instaba a la comunidad internacional a intervenir en el territorio con armas, considerando legítimo que internacionalmente se utilice la violencia para derrocar al Presidente Maduro. En pocas palabras, llamaba a la intervención extranjera contra Venezuela. Otra operadora del macrismo contra el gobierno venezolano es la diputada Cornelia Schmidt-Lierman, vocera de la pro estadounidense Alianza Parlamentaria Democrática de América (APDA) y presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales del Parlamento argentino. A estos cargos políticos también se le suma otro de índole distinta: estar relacionada con los “Panamá Papers”, investigación que lleva a cabo el juez Hernán Papa y que la involucra, en principio, indirectamente. Tras recibir y escuchar en su oportunidad a las opositoras venezolanas Mitzy de Ledezma y Lilian Tintori, la legisladora argentina, ejerciendo una ignorancia supina y una irresponsabilidad manifiesta, señaló: “Maduro está decidido a hacer desaparecer a una parte de la población que no está de acuerdo con su régimen. Es un genocidio contra la juventud que no se le arrodilla. Vamos a pedir que La Haya acelere sus investigaciones”. Cornelia sigue la cadena de mando: Pentágono, Macri y su persona. Entre los amigos argentinos de la oposición fascista venezolana también se destaca el diputado por la UCR, aliado del macrismo, Álvaro De Lamadrid (en la foto, paseando por Caracas) , quien se define a sí mismo como “una persona apasionada, divertida y auténtica”. Este personaje fue invitado por María Corina Machado en mayo pasado a participar en las guarimbas.Resultado de imagen para Álvaro De Lamadrid venezuela En el caso de De Lamadrid se advierte claramente el discurso dictado desde los think tanks norteamericanos: pretender asociar a los Kirchner y al chavismo con el narcotráfico. El burdo argumento de esta “persona divertida y auténtica” se resume a tratar de imponer la figura de “asociación ilícita” entre los presidentes progresistas latinoamericanos, haciendo todo tipo de malabarismos y otras raras contorsiones a fin de justificar sus disparatados puntos de vista. Es tan grotesco su guión que ni merece ser analizado. A estos nombres podemos sumar varios más, toda gente de derecha y responsables del desastre que está provocando el gobierno de Mauricio Macri en Argentina, el cual es considerado por propios medios estadounidenses como uno de los más corruptos de América. Imperialismo yanqui, por lo tanto CIA, USAID, NED y otras lindezas; sionismo y Mossad, más serviles representantes de la derecha cipaya argentina confluyen en el apoyo a la contrarrevolución venezolana. Al mal llamado Movimiento de Unidad Democrática (MUD)le cabe perfectamente aquel refrán que dice “dime con quién andas y te diré quién eres”.

Roberto Hernández M.ontoya

¡A defendernos! ¿Por qué a Cuba y a Suiza no las invaden y sí a Afganistán, Irak, Libia y Siria? ¿Porque son musulmanes? Es una duda que tengo. Hay otros países petroleros musulmanes, pero ya están invadidos. La doctrina militar suiza se basa en que es un país montañoso, todo el mundo está armado y entrenado, lo que hace que cualquier invasión sea como mucho una victoria pírrica. Y Suiza es un paraíso fiscal para el capital internacional y más le conviene mantenerla en su opulenta miseria. Fue país paupérrimo y de mercenarios hasta el siglo XIX. Su gran paladín es Guillermo Tell, el héroe de la precisión relojera. Un país raro. Invadir a Cuba también puede ser costoso. Mejor no, ha dicho el Imperio. Es costoso también invadir a los países musulmanes dichos, pero también puede ser altamente rendidor porque son petroleros y Afganistán produce cada día más heroína. Son guerras perdidas o empantanadas, pero ¿quién dijo que las guerras se hacen ahora para ganarlas? Es más rentable encenagadas para seguir vendiendo armas. Y si se prolongan indefinidamente se convierten en vaquitas lecheras. Para el capitalismo actual devastar países es rentable. Traficar con refugiados es negocio retorcido, pero no importa porque también es rentable y de repente ya una multinacional lo está explotando. Incluso la resaca terrorista conviene porque sirve para cohesionar ideológicamente. A raíz de los atentados en Cataluña nadie habló de los crímenes que el imperio español comete y acomete a diario en los países musulmanes. Según la ideología imperante los terroristas musulmanes son unos caprichosos pervertidos que envidian la estabilidad y la prosperidad europeas. Chávez previó que aquí hay mucha montaña, mucho pueblo y muchos cojones. Y ovarios. Chávez está cada día más claro. Lo que se explica porque cada día lo entendemos mejor. Su holograma está distribuido en toda Venezuela y por eso salimos a votar arriesgando la vida el 30J. Trump es demasiado bestia para verlo, por eso las élites gobernantes lo tienen cada día más apartado, y tal vez los estrategas militares que lo rodean sí se percaten de la rebelión revolucionaria de ese día, de que sus batequebrados van a perder las 23 gobernaciones y de lo que está pasando hoy en el ejercicio cívico-militar. Sí somos suizos.


El imperio, obligado a dar un paso atrás

La derecha venezolana

Eleazar Díaz Rangel| El imperio se vio obligado a dar un paso atrás. Después de las descaradas e insolentes declaraciones del presidente Trump con sus amenazas de intervención militar, tuvo el Vicepresidente Mike Pence, mientras estaba en Colombia, (seguramente revisando como iba la producción e exportación de drogas), que salir a rectificar, aunque igualmente con una grosera injerencia, está vez por la “vía pacífica”: acciones diplomáticas y cerco económico para aislar a Venezuela. ¿Que los hizo cambiar de opinión y de su política contra Venezuela? La reacción habida, primero en nuestro país, donde no solo hubo una inmediata y severa respuesta de Miraflores, de la Asamblea Nacional Constituyente, y naturalmente, de la Fuerza Armada, sino del pueblo movilizado, (“estamos todos los días en la calle para defender esta patria”. Se les escucho repetir) como volvió a demostrarlo Pero otra reacción no prevista, totalmente inesperada, que sorprendió a los asesoras de Washington, fue la de algunos gobiernos latinoamericanos, que han estado a su lado y generalmente muy dependientes de sus intereses y políticas, como los de Colombia, México y Perú, que la Casa Blanca pensaban podían acompañarlos en una invasión a Venezuela expresaron su desacuerdo. Por eso, sorprende tanto el silencio de la oposición, que no ha dicho.una sola palabra, ,sino de condena, al menos de desacuerdo. ¿Y así pretenden ganar las elecciones de gobernadores? El rechazo a la política injerencista de Washington en Venezuela ha encontrado desacuerdos hasta en buena parte de los estadounidenses, entre estos, la opinión del más brillante e influyente de los intelectuales de ese país, como Noam Chomsky. Es de confiar que también ahora será derrotada la política injerencista de Washington.

Fernando Bossi| El 22 de noviembre de hace dos años, Mauricio Macri se consagraba presidente al ganarle en segunda vuelta al candidato oficialista Daniel Sciolli. En el bunker del neoliberal partido Propuesta Republicana (PRO), el júbilo se desbordaba, sus simpatizantes estaban eufóricos. Entre ellos, dos venezolanos, Lilian Tintori y Carlos Vecchio, festejaban como si se hubieran ganado la lotería. Una, es la esposa del dirigenteLeopoldo López, el otro, el excoordinador nacional de la fascista organización Voluntad Popular, quien hasta el momento sigueprófugo de la justicia. Para la derecha venezolana el triunfo de Macri representó un estímulo importante en pos de sus proyectos contrarrevolucionarios. Todavía más cuando poco menos de un mes después, se alzó con la mayoría de diputados a la Asamblea Nacional, derrotando al chavismo en casi todo el país. Promediando el 2016 otro neoliberal, Pedro Pablo Kuczynski ganaba en Perú la presidencia y apenas dos meses después se daba la infame destitución de Dilma Rousseff en Brasil, instalando al usurpador Michel Temer en la primera magistratura. Estos acontecimientos abrían la posibilidad para la derecha venezolana de instalar centros de conspiraciónen cualquiera de estos países amigos del gobierno estadounidense, además de su cuartel general instalado en Miami. Para las clases dominantes venezolanas, Macri y sus “Chicago boys” son, sin lugar a dudas, sus preferidos. Desde el primer momento que Macri asumió el gobierno se pronunció categóricamente contra la Venezuela bolivariana. Nada novedoso presentó en su discurso antivenezolano, siguió al pie de la letra lo dictado por el Pentágono y se posicionó como uno de los presidentes más serviles a los designios imperialistas, compitiendo así con Peña Nieto, Temer, Kuczynski y Santos. La oposición venezolana se enamoró de él y él de la oposición venezolana. De allí en más, el empresario-presidente argentino ha colaborado abiertamente con la contrarrevolución venezolana y ha seleccionado a operadores dentro de sus filas para facilitar la campaña internacional contra el Presidente Maduro y su gobierno. Entre esos operadores se destaca principalmente al diputado macrista Waldo Wolff.Resultado de imagen para waldo wolff Según informe del sociólogo Jorge Elbaum, este diputado del PRO aparece vinculado al empresario venezolano Eduardo José Esquivel Ortega, propietario de Massparking, una empresa con sede en Panamá involucrada en los llamados “Panamá Papers”. Wolff figura allí, nada más ni nada menos que como tesorero. A su vez la empresa maneja un emprendimiento denominado “Simulador Indoor Golf Center”, en el tercer subsuelo del Hotel Panamericano de la capital panameña,donde, según diferentes fuentes, asisten los más conspicuos representantes y operadores de la oposición derechista venezolana. Waldo Wolff fue vicepresidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y como tal, vocero de los intereses sionistas en Argentina, de allí su relación estrecha con el gobierno de Israel y con el lobby sionista estadounidense American Israel Public Affairs Committee (AIPAC), uno de los grupos de poder más influyente en el país imperialista.Dos de los más notorios miembros, Paul Singer y Sheldon Adelson, milmillonarios estadounidenses, fueron integrantes de los “fondos buitres”, que pretendieron llevar al default al gobierno de los Kirchner en Argentina y que terminaron cobrando, gracias a Mauricio Macri,impresionantes sumas con intereses usurarios en perjuicio del país. Estos vínculos de Wolff lo hicieron participar, el 6 de marzo de 2016, en el vigésimo primer encuentro de parlamentarios judíos de América Latina y el Caribe que se desarrolló en Miami organizado por la Fundación Alianza por Israel (IAF). En ese encuentro, como representante por Venezuela, participó Julio Borges, con el fin de testimoniar sobre la “dictadura bolivariana” y solicitar apoyos de todo tipo.


Hablemos de dignidad Carola Chávez.-

Maradona no pierde su fidelidad de clase Angel Cappa|

El sistema suele desclasar a los jugadores de fútbol que alcanzan un nivel de fama capaz de confundir a cualquiera, y generarles –a través del dinero– un sentimiento de poder (ficticio, por supuesto) capaz de perturbar el razonamiento más sensato. Sin embargo no han podido, en ese sentido, con Maradona. Diego mantuvo siempre y aún mantiene una fidelidad inalterable a su clase social. Sabe quienes son los suyos y quienes sus enemigos. Alguien pensará, seguramente, en sus contradicciones, que las tiene como todos nosotros, pero a pesar de lo que fuere, apoyó siempre y lo sigue haciendo a los procesos políticos populares que pretenden una sociedad más justa. Ahora, en el momento más difícil para el pueblo venezolano, atacado sin contemplaciones por la oligarquía local y los intereses económicos multinacionales, Diego volvió a expresar públicamente su apoyo al gobierno bolivariano de Maduro. Según Julian Assange, de Wikileaks, preso en el Reino Unido desde agosto del 2012, el propio Mike Pompeo, director de la CIA, reconoció que esa central de inteligencia, como ha hecho decenas de veces en latinoamérica y el resto del mundo, actúa coordinadamente con México y Colombia para derrocar al gobierno de Venezuela. Tampoco era un secreto la intervención de EE.UU. liderando a la oposición con métodos violentos, ya que el mismo Donald Trump ha dicho que están estudiando la forma de derrocar al gobierno venezolano para defender sus intereses. Precisamente John McCain, senador republicano, declaró hace ya tres años, que “hay que estar preparados con una fuerza militar para entrar y otorgar la paz en Venezuela y sobre todo garantizar y proteger el flujo petrolero hacia EE.UU., cuidando esos recursos estratégicos y velando por nuestros intereses globales”. Lo hizo en una entrevista para la NBC. Por si quedaban dudas de la ideología de los opositores y el sentido y propósito de la oposición, Lilian Tintori, la compañera sentimental de Leopoldo López, cuando le comentaron que en algunas manifestaciones opositoras se vitoreaba a Francisco Franco, admitió que “los opositores venezolanos es normal que vitoreen a Francisco Franco. Si viviera nos apoyaría, como Rajoy”. Y por si fuera poco, Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas, dijo que “Augusto Pinochet era un demócrata al servicio de su pueblo”. Venezuela inició hace 15 años con Hugo Chávez, un proceso soberano de liberación y de construcción de una sociedad socialista (el socialismo del siglo XXI como lo denominó Chávez). Lo hizo mediante elecciones que fueron calificadas de modélicas por los observadores internacionales. Más de 20 en todo ese tiempo, donde el chavismo perdió sólo 2 y reconoció esas derrotas, cosa que nunca hicieron los opositores. Ahora Maduro convocó a una Asamblea Constituyente, según lo faculta el artículo 348 de la Constitución y fue apoyada por más de 8 millones de personas que votaron a pesar del clima de extrema violencia que creó la oposición. Entre otras cosas, un día antes de las elecciones asesinaron a tiros en su casa, a un candidato de esa Asamblea. No obstante, la campaña implacable de desinformación a nivel internacional en un alarde de deshonestidad periodística que puede calificarse como terrorismo mediático, hace que muchas personas sin posibilidad de enterarse de lo que pasa si no es por los medios de mayor difusión, tengan una visión deformada de la realidad venezolana. Venezuela tiene una de las reservas de petróleo más importantes del mundo, y además su proceso soberano de liberación, de continuar con éxito, sería un mal ejemplo para el resto de los países latinoamericanos y un agravio para los deseos de dominación de EE.UU.. Es ahí donde hay que buscar los motivos de semejante agresión imperialista. Diego Maradona, una vez más, al prestar su apoyo al gobierno bolivariano de Venezuela, le dice a las élites dominantes que no han podido con él, que sigue siendo fiel a la clase social de donde salió, y que está a favor de una Latinoamérica soberana y auténticamente democrática. Un gesto que es de agradecer.

Nos dicen que los chavistas nos arrodillamos por una caja del Clap, que somos chavistas solo por eso, como hace años lo éramos por “una carterita y un bollo de pan”. Así nos ve el antichavismo, siempre desde la superficialidad con pelusas de su ombligo. Lo dicen indignadísimos, con el mentón apuntando a las nubes, y minutos más tarde, reciben un mensaje por WhatsApp avisando que viene la caja Clap, y corren por los pasillos del edificio a anotarse, “porque hay que aprovechar todo lo que da el Gobierno”. Hablemos de dignidad. La misma dignidad de Julio Borges mendigando por el mundo sanciones contra Venezuela, con la venia y el “bien hecho, plátano hecho” de sus caceroleros. “Bien hecho” hasta que el Gobierno de Panamá aprovecha la súplica cejuda y, de un plumazo, ¡zuas! exige visas selladas a los mismos venezolanos que hasta hace poco eran bienvenidos, no tanto ellos, sino el montón de dólares cadiveros que se llevaban para allá. Esa millonada que sembraron en Panamá, para que allá florecieran grandes edificios, lucrativos negocios, inmensos beneficios trasvasados que regaban prosperidad allá a costa de la sequía de su propia patria. ¡Pero qué vamos a hablarles de patria a los que nos saben de dignidad! La patria para ellos es una burlita necrofílica, una pena ajena, error geográfico, mala suerte, algo que sueñan con dejar atrás, lejos, lejos, tan lejos como Weston o el Doral… Allá donde los que se han ido piden, salivantes, una invasión militar gringa que borre a Venezuela del mapa “y ya que estamos en eso, Mr. Pence, ¿podría considerar un estatus migratorio especial para nosotros, los venemayameros, que lo queremos tanto?”. A la indignidad no se le conceden ni migajas y ni hablar de un beneficio migratorio. Supongo que Pence sabe que el que traiciona una vez, traiciona siempre; por eso, en vez de darles “papeles” a los traidores, los usa como papel tualé. Y ellos felices, agradecen por sus redes sociales que Pence se haya tomado el tiempo de ir a Miami a ver cómo se arrastran. Y los que no se han ido, furiosos porque el Gobierno sacó del aire a dos canales de tele colombianos que se dedican a despotricar contra Venezuela. Un caso único en el mundo: gente que alienta y disfruta que cualquiera, de cualquier otro país, se meta con el suyo. Hablemos de dignidad…


La revolución del poder popular soberano Homar Garcés

Aunque se crea arcaico, innecesario y/o irrelevante, si no se promueve efectivamente una revolución en la conciencia de los sectores populares (habituados a aceptar la subordinación impuesta por los sectores dominantes como algo natural e irremediable), no habrá entonces ninguna revolución en el plano político, como tampoco en los planos social y económico, que pueda profundizar y, en consecuencia, ampliar la clásica definición y práctica de la democracia. Así de simple. Esta revolución tendrá que abarcar, necesariamente, lo cultural y lo espiritual, de modo que se cuestione y se desplace la ideología de los sectores dominantes, cuyos conceptos y prejuicios, de uno u otro modo, terminan por truncar las luchas y las aspiraciones emancipatorias de los pueblos, haciéndolos dependientes de algo totalmente ajeno a sí mismos. Sobre todo, si quienes los dirigen logran convencerles de ser la encarnación de sus largamente postergadas aspiraciones. Esta revolución tiene, por consiguiente, una trascendencia motivadora y de suma importancia para que se consolide cualquier transformación estructural propuesta. Pero también es vital que se propicie una actitud revolucionaria consecuente que abarque, forzosamente, el combate y la denuncia de las tendencias negativas que puedan distorsionar, en algún momento, el avance y la organización democrática de los sectores populares. Es fundamental incentivar, al mismo tiempo, el establecimiento de un tejido productivo autónomo de los sectores populares. La actual coyuntura económica, sin ser del todo caótica (como algunos desearían y otros perciben), le da cabida a todas las propuestas y las advertencias hechas por diferentes movimientos sociales y políticos revolucionarios, de forma que éstas puedan servir de instrumento orientador para la lucha. Todo lo anterior, en conjunto, implica asumir un serio cuestionamiento a todo el modelo civilizatorio implantado en nuestro territorio desde hace siglos, en especial, la vigencia del Estado burgués liberal y las relaciones de poder que dimanan del mismo, contradictorias con la esencia vital de la democracia. Bajo el entendimiento de que todo lo relacionado con la administración pública resulta indefectiblemente ineficiente y corrupto, muchas personas tienden a dejar esta cuestión en manos de quienes, precisamente, critican (solapada o abiertamente), obviando su corresponsabilidad en el manejo de los asuntos de Estado, los que, aún sin quererlo, afectan su vida cotidiana. Ello ha facilitado desde siempre que los destinos nacionales sean controlados y decididos por gente incapaz, cuyo mayor interés está centrado en usufructuar el poder y en obtener, sin mucho esfuerzo de su parte, una fortuna exorbitante. Esta realidad, sin embargo, podrá cambiar radicalmente si se comienzan a generar condiciones y espacios donde se manifieste el poder popular soberano en su dimensión creadora, constituyente e instituyente. Para los escépticos y los condicionados por el orden establecido ello representa una absurda quimera. Muy contrario a lo que piensan quienes están convencidos de la necesidad de transformar radicalmente -no de reformar- el orden vigente. Para extender y hacer entender una propuesta que contemple este objetivo estratégico hará falta emplear todas las opciones legales e ilegales que se presenten para concretarla, teniendo especial cuidado en que sea asumida, dinamizada y enriquecida, en todo momento, por el poder popular soberano, abarcando todos los planos de la cotidianidad social. En la situación específica actual de Venezuela se impone lograr el rescate y el reimpulso de la propuesta de transformación derivada del ideario bolivariano, robinsoniano y zamorano, con acciones y un discurso extraído de la larga historia de lucha de los sectores populares. Es decir, se requiere que las distintas organizaciones que conformen el poder popular soberano tendrán que desprenderse del tutelaje de quienes, en su nombre, solo han contribuido con el reforzamiento de las viejas estructuras del Estado burgués representativo, impidiéndoles así la participación y el protagonismo que les corresponde ejercer. Bajo esta consideración, el momento histórico en el cual se halla el país exige que se abandonen los esquemas políticos representativos del puntofijismo y, en su lugar, se acompañen las iniciativas autogestionarias del poder popular, de manera que éste ejerza su soberanía en un ciento por ciento.

CoMUDicado Roberto Malaver

Se nos vino el mundo abajo! Ahora sí es verdad que quedamos como unos verdaderos sinvergüenzas, vende patria, apátridas, pitiyanquis, Made in Usa, y déjalo hasta ahí que ya me salió un chichón. Coño, antes sacamos un comunicado sin caerle encima al compañero Trump, aquello fue cuando habló de la opción militar, y nosotros, para que nadie dijera que no somos patriotas, sacamos un comunicado donde hablábamos del Imperialismo cubano, y eso sí, sin nombrar al compañero Trump ni a Estados Unidos por ninguna parte, no vaya a ser que ese catirrucio se arreche con nosotros. Y este comunicado de ahora, que mire por donde se mire, se nos cae la cara de vergüenza, pero es que ya no podemos caer tan bajo, ni más allá del más allá Somos tan jala jala con el compañero Trump, que en el título del comunicado hablamos del gobierno de Estados Unidos, y después decimos que las sanciones son contra el gobierno de Maduro, porque ni vaina colocamos allí que son contra el gobierno de Venezuela, porque Venezuela somos todos, y Maduro son ellos, nada más, es decir, los chavistas. En esa vaina somos muy buenos, es decir, en la búsqueda de eufemismos para no ofender al my friend Trump. La culpa de todo este peo es de Maduro, y eso es lo que estamos diciendo nosotros que nos queremos tanto. Pero uno debe tener un límite, una vaina que diga, no pise la grama, o se prohíbe la entrada de perros, o hasta aquí llegó mi amor, pero nosotros no conocemos límites a la hora de caerle encima a Maduro, a Venezuela no, Venezuela es para quererla. Pero de todos nosotros, el más sinvergüenza es Julio –MatemáticoBorges, coño, ese se fue cuesta abajo en la rodada, y lo peor es que no ha tropezado con nada que lo detenga, porque el hombre sigue por allí, en zumba, rumbo al infinito y más allá. Otro que estaba loquito de alegría era Luis- Washington- Florido, el candidato a gobernador por Lara que tiene a Falcón arrechísimo. Uno no sabe dónde esconderse ni qué coño decir para justificar esta canallada. Ni los doscientos millones en efectivo que le llevaba la Tintori al padre de Embajada Radonski, que siempre pide efectivo, han hecho olvidar este coMUDicado, como me dijo un chavista jodiéndome por allí, porque allí si son buenos esos carajos, jodiendo, pero gobernando los buenos somos nosotros, lo que pasa es que no nos dejan. El papá de Margot estaba viendo la computadora y se paró y dijo: “200 millones en efectivo, y a mí me dieron veinte mil hoy en el banco, ¿qué vaina es esta? Que la MUD saque un comunicado criticando esta vaina ya” Y se fue al cuarto y le metió ese coñazo a la puerta tan duro, que un vecino gritó: “Te sale opción militar, desgraciado”. El catre yo no lo vendo.- Me canta Margot


la caja de herramientas con las que estamos trabajando está fuera de uso y necesitamos estar al tanto de las nuevas tecnologías, del ‘Big Data’, de las nuevas formas de llegar a los imaginarios colectivos mucha veces ya no logrados por la mano del hombre sino por algoritmos metidos en la inteligencia artificial. – ¿Cuál es la insistencia de la derecha regional con Venezuela? – Porque no es un modelo fracasado, se ha mantenido, ha sido la locomotora de la integración regional y atacar a Venezuela simboliza desmembrar la integración de la última década para imponer los intereses de las grandes corporaciones trasnacionales. Detener el modelo venezolano sería un gran hándicap para imponer los modelos de expoliación que han impuesto en Brasil por vía del golpe de Estado, en Argentina por una ajustada elección y en otros países de la región. Para los poderes fácticos, Venezuela sigue siendo el mal ejemplo que hay que extirpar para demostrar que nunca más habrá una revolución que llene de emoción, que ponga a los ciudadanos en el centro de la política. – Recientemente un periodista dijo “Si Venezuela cae, cae la humanidad” ¿Le parece exagerada esa apreciación? – Es una frase preciosa, yo la pondría en mi escritorio… La humanidad va a caer, no sólo si cae Venezuela, sino por una serie de circunstancias. Lo que pasa es que sería un antes y después de Venezuela. Hay que crear una conciencia latinoamericana de que si cae Venezuela, atrás caerán los demás, uno detrás del otro. Nos jugamos el futuro de la región y eso nos llevaría a ser, nuevamente, el patio trasero de EE.UU. Venezuela es un pueblo que sigue resistiendo y que demuestra que todo lo aprendido con Hugo Chávez sigue vigente en ese pueblo bravío. – Últimamente hemos vistos discrepancias entre gobiernos de izquierda de la región ¿A qué se deben esos roces? – Hay algo que se llama pragmatismo, algo que se llama chantaje y algo que en el sur decimos ‘apriete’. Existen gobiernos que están siendo presionados duramente por EE.UU. para lograr votos, y a pesar de ello no han logrado las sanciones que pretendieron contra Venezuela. EE.UU. sigue persiguiendo la participación de gobiernos de la región en una fuerza militar, supuestamente de paz, para intervenir en Venezuela. Hasta ahora, no les ha ido muy bien. Eso no quiere decir que renuncien a sus objetivos. Realizando esas presiones lograron actuaciones como las de Uruguay que, con un gobierno que se asume de izquierda, se puso contra Venezuela y a contramano de las decisiones de su partido político. No obstante ha ido bajando la virulencia de los ataques a Venezuela después de la elección Constituyente, y se observa un clima más tranquilo dentro país, lo que ha dejado sin argumentos a intelectuales de izquierda que hablan de cosas sin saber realmente qué es lo que pasa.

Sobre el Estado y el poder, a propósito del libro de Aharonian Néstor Francia|

En una muy buena entrevista que le hiciera Ernesto J. Navarro para RT en español al conocido periodista e investigador Aram Aharonian, sobre las argumentaciones que este expone en su libro “El progresismo en su laberinto”, recientemente publicado en Argentina, podemos leer muy interesantes opiniones, que atañen a la situación y al destino de la Revolución Latinoamericana. Según Aharonian, el objetivo era “la construcción de nuevas sociedades, pero no se logró avanzar en eso… la anterior fue una década desesperada en muchos países latinoamericanos, porque en lugar de las nuevas sociedades, nos quedamos solo en una redistribución del bienestar”. Esto es claro para nosotros desde hace mucho tiempo. No solo es el hecho de que sobre todo nos hemos quedado en esa redistribución del bienestar, sino que al colocar simbólicamente tal logro como fin último de la revolución, y al actuar a menudo solo en función de ello, hemos generado el fenómeno del clientelismo y limitado la concientización político-ideológica de amplias capas del pueblo. A veces la excesiva ponderación de los beneficios materiales, sin acompañarla de contenidos profundos de carácter estratégico, ha dado como resultado que muchos hombres y mujeres que nos granjean su apoyo, nos den la espalda apenas asoma en el horizonte una época de vacas flacas. Aharonian opina, al referirse a los gobiernos que se asumen de izquierda en Latinoamérica, que estos “no han sabido vender esperanza” y que cuando hacen promesas, en un marco electoral, se quedan en exponer “lo que les dimos en estos cinco, diez o quince años, y no hay mensajes de esperanza para construir un futuro mejor, sobre todo para las nuevas generaciones”. Nosotros opinamos que esto tiene que ver con el hecho de que hay tendencias conservadoras, en el seno de la izquierda, que son muy fuertes e influyentes en el aparato del poder político, y que no se trata solo del carácter del mensaje, sino sobre todo del ritmo que se da en los avances hacia la construcción de estructuras realmente revolucionarias al nivel del Estado. A esto último se refiere también Aharonian cuando afirma que “lo más grave es un dilema sobre si nuestros países transitan hacia el fortalecimiento del sistema republicano, o si deben ayudar a que se derrumbe”. Para él, tal sistema republicano (que también podríamos llamar “democracia” representativa, régimen burgués o Estado burgués) “oculta un poder fáctico que está mucho más allá del gobierno formal… la izquierda llega al gobierno y generalmente no consigue el poder”. El problema, en nuestra opinión, es que algunos, en el campo revolucionario, son tímidos (o interesados por conveniencia) a la hora de considerar la posibilidad de verdaderos cambios revolucionarios, radicales, en la estructura del Estado burgués que contribuyan a su transformación en Estado comunal, popular, y al objetivo estratégico de la extinción del viejo Estado, meta que fue fijada expresamente por Chávez. Finalmente estas posiciones conservadoras terminan reforzando y prolongando el dominio del Estado burgués, acaso el más pesado fardo que arrastra la Revolución. ¿Cuál era el planeamiento estratégico original de Chávez con relación al carácter del Estado y sobre el tema del poder? Citemos, relativamente en extenso: “Determinar quién ejerce el poder y como lo ejerce es el principal problema político en toda sociedad…la relación entre la masa y los órganos del poder constituye la clave para la instauración y conservación, sin degeneraciones ni engaños, de un régimen donde el pueblo en todo momento sea la fuerza dirigente. En los niveles primarios, el barrio, el municipio, la ciudad, los órganos del poder serán creados por la propia masa. La masa solo podrá crear órganos de poder de abajo a arriba, con facultad soberana, cuando una crisis, que la sacuda y al mismo tiempo pulverice las estructuras hoy existentes, haga ineludible la insurgencia de civiles y militares concertados para la salvción de la patria. Este camino juntara a campesinos, obreros, estudiantes, medianos y pequeños empresarios, intelectuales, la masa de la nación, para ejercer ella, sin intermediarios y bajo su vigilancia, las potestades soberanas del Estado. Tendremos un Estado Popular, sometido hasta en sus órganos más altos a la fiscalización de la masa… tendríamos una democracia directa en la que la masa escrutará al poder para hacer efectivo su control sobre él y asegurar el curso fidedigno al interés popular de toda la política nacional” (Proyecto de Declaración Programática MBR-200, publicado por MINCI, 2007).


Aram Aharonian: En la izquierda hacemos una comunicación de plaza sitiada”

Ernesto J. Navarro | Cuando vi el título del libro que recientemente publicó Aram Aharorian: “El progresismo en su laberinto“, recordé de inmediato que durante una entrevista al periodista Oscar Yánez (fallecido en 2013) éste señaló (palabras más, palabras menos) que en Venezuela todo el mundo tenía rabo de paja y que Chávez andaba con un fósforo en la mano. Y es que Aram Aharonian no teme meter el dedo en la llaga, como tampoco teme a los debates. De allí que el título de su libro sea una provocación al debate más que un análisis definitivo. Conocedor como es de la realidad latinoamericana, el periodista que lo mismo da clases que escribe artículos y libros y entrevistas, esta vez hace de entrevistado. Sobre su libro y sobre las cosas que allí escribió, le preguntamos… – ¿Qué hizo que los gobiernos de izquierda se encuentren en un laberinto? – Creo que si hubiera que hacer alguna frase, similar a aquellas de ‘la década ganada’ o ‘la década perdida’, diría que fue una década desperdiciada, en muchos países latinoamericanos, porque en lugar de construir nuevas sociedades, nos quedamos en una redistribución del bienestar para sectores que habían sido pospuestos en las políticas sociales de los gobiernos de derecha. El gran problema que se ha suscitado es que nuestros gobiernos progresistas tampoco han sabido vender esperanza. Generalmente, cuando hace una promesa electoral se quedan en exponer ‘lo que les dimos en estos cinco, diez o quince años’, y no hay mensajes de esperanza para

construir un futuro mejor, sobre todo para esas nuevas generaciones que esperan que les diga cómo hacer para transitar el camino que les queda. Nos encontramos una derecha latinoamericana que realiza una ofensiva muy diferente a la de los años 90, donde el pensamiento crítico es un gran obstáculo para su avance. El problema más grave que se presenta es un dilema sobre si nuestros países deberían transitar hacia el fortalecimiento republicano o ayudar a que se derrumbe. – ¿Ese pensamiento crítico sigue presente en los medios que se asumen de izquierda? – Parece que cuando hablamos de pensamiento crítico, se entiende que debemos hacer una comunicación de ‘plaza sitiada’. Es decir, nos atacan y entonces nosotros debemos atacar y defendernos. Comunicacionalmente somos muy reactivos y poco proactivos, nos cuesta mucho decir qué es lo que hacemos y además, cualquier crítica que se nos hace a los procesos progresistas, generalmente es tomado como si viniera del enemigo. Hemos perdido la capacidad de asumir un pensamiento crítico y creo que eso es necesario para poder crecer, para corregir errores, para seguir adelante. Muchas veces nos quedamos con consignas y con aquellos que simplemente aplauden a los gobernantes de turno, sin siquiera pensar o ver que más allá de un gobierno está el futuro del continente. – ¿Por qué la izquierda latinoamericana llega al gobierno y no al poder? – Justamente el problema es el sistema republicano, donde hay un poder fáctico mucho más allá del gobierno formal. Es un poder fáctico compuesto

por la banca, la financiarización, las corporaciones trasnacionales, los medios de comunicación, las burguesías nacionales, que no están dispuestas a perder el control que han tenido sobre nuestras repúblicas los últimos 200 años. Sin cambios estructurales, sin cambios de fondo, sin cambios que vayan más allá de una matriz productiva, sin cambios en la estructura real del poder judicial (en muchos países un poder muy corrupto y que solo beneficia a los grandes capitales); será muy difícil poder desarrollar gobiernos y mantenerse en el gobierno. En el caso venezolano, un gobierno progresista logró el apoyo de las fuerzas armadas, en los otros países los militares o se mantuvieron muy distantes o intervinieron cuando hizo falta a favor de los poderosos. – Usted señala a una derecha diferente a la de los años 90 ¿Cree que esa derecha podrá barrer culturalmente lo que hizo la izquierda en el gobierno? – En América Latina el problema no es una derrota electoral sino las derrotas culturales. Yo creo que con el aparato comunicacional y mediático, con el bombardeo y el terrorismo mediático permanente pueden ir creando imaginarios colectivos muy distantes de la realidad real, como lo están creando en caso de Venezuela. En ese espacio nosotros estamos atrapados cuando nos quedamos hablando únicamente con los convencidos y no tratar de llegar a aquellos que no están convencidos de nuestras causas. Si antes las batallas eran con misiles o con ametralladoras hoy es simbólica, ideológica y cultural, de ideas y para eso se necesita otro tipo de armas y muchas veces,


COLOMBIA

De las armas a las urnas Después de cinco días de reunión y deliberaciones se cerró el Congreso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP), para dar paso al nuevo partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC). Los días de congreso, en el Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada, situado en el centro de Bogotá, a menos de tres kilómetros en línea recta del Palacio de Nariño, residencia oficial del presidente y sede del gobierno de Colombia, han reflejado la intensidad de distintas culturas políticas que confluyen en el partido. Principalmente dos: la de los guerrilleros de los diferentes bloques (mediante los que la guerrilla ejercía el control territorial de parte del país) y la de los militantes del Partido Comunista Clandestino Colombiano (PC3), expresión política de las FARC en áreas urbanas. Después del trabajo en comisiones, el último día de debate fue inaugurado por Ernesto Samper, ex presidente de Colombia. El también ex secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas dio la bienvenida a la política a la ya ex guerrilla con un discurso en el que apostó por un socialismo del buen vivir (con menciones a Bolivia y Ecuador), en el que se dé un valor agregado a los recursos naturales, se impulse la economía campesina y el reparto de la tierra y se tengan relaciones bajo un horizonte sur-sur. La jornada final del congreso tuvo varios momentos de discusión. Uno de los puntos centrales fue la orientación ideológico-política del partido que iba a nacer. La definición final, aprobada en votación, fue la de una organización que recoge los principios y elaboraciones teóricas de las derivadas del pensamiento crítico y libertario, así como de las experiencias que a partir de ellas se han elaborado tanto a escala mundial como de América Latina, especialmente las formuladas por los fundadores de las FARC-EP Manuel Marulanda y Jacobo Arenas. Todo ello con una orientación clara, destinada a superar el orden social capitalista vigente. Otro momento de votación importante fue para definir el nuevo nombre y logotipo del partido. En este caso, aunque se barajaba la alternativa de Nueva Colombia, se decidió por mayoría mantener el acrónimo FARC, siglas históricas, en una decisión que intenta mantener la cohesión interna de la hasta ahora organización político-militar, aunque probablemente tenga un costo negativo en la percepción urbana. Junto al nombre, un nuevo logo que simboliza una rosa moderna con una estrella roja en su interior, ya criticado en redes sociales por su semejanza con la tradicional rosa de la socialdemocracia. Pero el momento culminante del congreso tuvo lugar cuando los mil 100 delegados votaron por la dirección del nuevo partido político. Antes ellos, la decisión de escoger a las 111 personas que deben integrar la dirección, una urna y dos tarjetones; uno rojo, con 111 nombres propuestos por el Estado Mayor Central de las FARC, y otro verde, con más de 50 nombres que se habían ido proponiendo durante los días del congreso. El resultado, más allá de la cantidad de votos a cada candidato, consolidó la dirección de 111 propuesta por el Estado Mayor Central, con los principales cuadros políticos del secretariado de las FARCEP en los primeros lugares: Iván Márquez, Timoleón Jiménez, Pablo Catatumbo, Joaquín Gómez, Pastor Alape o Ricardo Téllez, entre otros.

El propio momento de la votación fue histórico para buena parte de los participantes en el congreso, quienes, como afirmaban con emoción, en sus décadas de vida y militancia en las FARC, era la primera vez en su historia que depositaban un voto en una urna. A partir de ahora serán muchas las veces que lo tengan que hacer en un partido que tiene asegurados por los Acuerdos de La Habana cinco senadores y cinco diputados en la Cámara de Representantes para la legislatura 2018-2022. Una vez clausurado el congreso fundacional del nuevo partido, con la elección de su dirección y presentado la organización naciente en un acto político-cultural en la plaza Bolívar de Bogotá –nada es casualidad–, donde la intervención principal estuvo a cargo del antes comandante en jefe Timochenko, hoy Timoleón Jiménez, las FARC enfrentan una serie de desafíos que tienen que encarar en esta nueva etapa de lucha política y electoral. El principal es consolidarse como referente político no sólo en determinadas zonas rurales del país, sino, sobre todo, en lo urbano, donde trabajan cientos de organizaciones sociales y políticas en diversos ámbitos, el de los derechos humanos, civiles o políticos; género e identidad sexual; economías alternativas, y un sinfín de luchas territoriales. Para ello cuentan con cierta aceptación en determinados sectores de la sociedad colombiana, que una encuesta de Gallup Colombia, divulgada durante los días del congreso, coloca en 12 por ciento, dos puntos por encima del 10 de aceptación que tienen los partidos tradicionales entre la sociedad colombiana, mientras la imagen negativa en 84 por ciento es algo menor que 87 puntos porcentuales de los partidos. Ese descrédito de los partidos políticos tradicionales es una oportunidad, pero también entraña muchos riesgos, el de la normalización política y la institucionalización, que las FARC van a tener que enfrentar en el futuro cercano, incluidos los incumplimientos del gobierno en varios puntos de los Acuerdos de La Habana y el paso de miles de guerrilleros a la vida civil, muchos de ellos sin haber podido disfrutar de su juventud debido a la guerra. Y es que, como nos comentaba la ex guerrillera Isabela, a cargo de la zona veredal Antonio Nariño, durante una visita a ese territorio de paz situado en Icononzo, Valle de Tolima, construir la paz es muchas veces más difícil que hacer la guerra.


Argentina: Hay un grito que estremece

…y Santiago no aparece Juan Guahán,

Salvo que uno sea un racista insensible, todos sabemos que los indígenas están excluidos de la sociedad y transitan sus vidas en medio de la mayor miseria y abandono por parte de las instituciones estatales y la indiferencia de gran parte de la sociedad. Tal vez ese desprecio al mundo indígena también nos haga olvidar que estos dos siglos de República no pueden negar la existencia de una vida anterior en estas tierras. Hubo nativos que las poblaron durante varios miles de años antes de la llegada de los conquistadores. En una entrevista que le hizo el derechista Jorge Lanata al líder mapuche Facundo Jones Huala, para su dominguero programa “Periodismo para todos” (PPT), éste último le recordó que la existencia de sus comunidades es anterior al actual Estado Argentino. El sentimiento de superioridad de los blancos brotaba de las apreciaciones de Lanata. Ante el legítimo reclamo indígena sobre sus tierras, el mencionado conductor, en una interesada “ignorancia”, llegó a decirle que “la tierra es privada… desde siempre”. De ese modo se niega la realidad histórica de los cambios (buenos y malos) que la humanidad recorre. Ni la propiedad privada es “desde siempre”, ni tampoco es “para siempre”. Los cambios son parte de la vida de nuestras

sociedades. Estas cuestiones se están instalando en el debate actual dado lo ocurrido con Santiago Maldonado, un artesano que estaba llevando su solidaridad a los mapuches patagónicos. En esas circunstancias desapareció. Según los propios mapuches fue llevado por la Gendarmería. Esta institución lo niega y nada se sabe, oficialmente. El gobierno parece aturdido. Tenía en marcha una metodología que le daba resultado. ¿Qué hacía? Aprovechando lo que llaman “la grieta, respondía a las demandas populares atribuyendo a sus adversarios políticos –fundamentalmente el cristinismo- la responsabilidad por sucesos que son producto de su propia responsabilidad. Hay varios ejemplos de esta modalidad. Ante la prolongada huelga docente de la provincia de Buenos Aires difundió que la misma era responsabilidad del gremio y apuntando a la “grieta” política le respondió poniendo al frente de sus listas electorales –en esa provincia- a Esteban Bullrich, el Ministro de Educación que tuvo un rol más que significativo en ese conflicto. En otro caso, ante la masiva movilización producida por la CGT la semana pasada, respondió fulmíneamente echando a dos funcionario proclives a la negociación con los capitoste sindicales. En este caso, cuando se produjo la desaparición de Santiago en medio de la represión a un conflicto

Brutal represión de la Policía de Buenos Aires a periodistas populares que cubrían la marcha por la aparición de Santiago

con los mapuches, también estaba pretendiendo dar una dura respuesta a los sectores indígenas, mientras resolvía la situación, en acuerdo con el gobierno chileno, sobre el pedido de extradición de Jones Huala. Lo cierto es que el tema “se le fue de las manos”. Por encima de “la grieta” que les servía como contención para bloquear la masificación de los reclamos por su accionar, ahora apareció un reclamo que parece difícil de absorber o ignorar. Una mayoría de la sociedad que se bancaba sus reacciones anteriores, en este caso no parece estar dispuesta a dejar pasar este hecho. La razón es muy sencilla. Esta desaparición fue incorporada al imaginario colectivo como un pésimo recuerdo del genocidio que vivió Argentina. La sociedad –por suerte- tiene memoria y no está dispuesta a dejar pasar este hecho y permitir que el mismo pueda ser “naturalizado”. El gobierno tendrá que dar respuestas más concretas, si no quiere pagar en las urnas –dentro de menos de 50 días- este hecho aberrante. La masiva movilización del viernes y la circunstancia de haberse instalado la reivindicación, ¿Dónde está Santiago?, hasta en los masivos espacios futboleros indica la profundidad y extensión del reclamo. Por eso, el gobierno muestra confusión y no acierta a dar una respuesta, que lo saque del pantano en el que se está metiendo.


El pueblo sabe Elías Jaua Milano

la firma de Acuerdo de Paz, permanecen en Colombia el millar de marines estadounidenses que realizan tareas de asistencia militar, como el entrenamiento de 4,569 los miembros de las fuerzas de seguridad colombiana en 2015, cifra que se debe adicionar a los 75 mil soldados entrenados desde el comienzo del Plan Colombia y hasta finales del gobierno de Uribe (2010). Economía en fase terminal La política económica de los últimos gobiernos colombianos fue injusta y para colmo ineficaz. La actividad industrial retrocedió del 25 al 12% del PIB entre 1970 y 2016, debido a la apertura comercial por la vía de los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos y la Unión Europea, que recreó una economía reprimarizada y dependiente de la importación: 8 de cada 10 dólares gastados para importación se destinan a la compra de bienes manufactureros; 8 de cada 10 dólares exportados son materias primas (principalmente combustibles y minería). La economía se sustentó en un importante ritmo de endeudamiento externo, que pasó en los últimos cuatro años de 78 a 119 mil millones de dólares (21 a 42% del PIB): según el presupuesto, 15 de cada 100 pesos se destinan a pagar deuda. La banca ganó peso en los últimos años y sus activos alcanzaron a representar el 48% del PIB en la actualidad (menos de la mitad, 23% en 1990), y el 80% de los recursos del sistema financiero se encuentran en manos de cinco bancos. Asimismo, se verifica una caída de la productividad, en parte por su baja inversión en Investigación y Desarrollo, cuatro veces por debajo del promedio de la región. La participación de la agricultura en el PIB también se redujo: de 8,1 a 6% entre el 2002 y 2016. El 1% más rico de Colombia concentra el 20,5% de los ingresos totales del país. Uno de cada tres niños vive en condiciones de pobreza muldimensional; la mitad de los niños hasta los dos años padecen hacinamiento crítico; el 80% de los niños entre 3-5 años no puede acceder a la educación inicial gratuita. Apenas el 30% por ciento de los jóvenes alcanza a anotarse en la educación superior y gran parte la terminan abandonando. El desempleo juvenil asciende al 17,6%. Hay más de 1 millón de jóvenes sin trabajo y otros 5 millones inactivos. El salario promedio de las mujeres se ubica 28% por debajo de los hombres. El 25% por ciento de las mujeres jóvenes está desocupada. El salario mínimo de los trabajadores es el tercero más bajo de la región. El 55% de ellos gana menos del salario mínimo y la mitad de los trabajadores están en la informalidad laboral. La desocupación asciende al 12% de la población activa. Asimismo, menos del 40% de la población de adultos mayores recibe una pensión; en las zonas rurales únicamente el 10% de la población está cubierta. La subida del Impuesto al Valor Agregado al 19% contrajo el consumo y el poder adquisitivo a la gente. La demanda sigue a la baja, el precio de la gasolina es abusivo en un país petrolero, el déficit de vivienda es de3,5 millones (24,7%, ), el PIB de la construcción fue negativo (valor interanual del -8,4% a abril de 2017).

*Economista y docente universitario colombiano, investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

La inmensa mayoría del pueblo venezolano ha desarrollado una gran capacidad de paciencia, conciencia, organización y lucha. En medio de grandes dificultades, preserva su alegre y bondadosa espiritualidad, hace de tripas corazón para aguantar las consecuencias de este prolongado conflicto político y económico. Sin embargo, no podemos negar que algunos sectores de la población se han llenado de desesperanza, frustración e incluso odio. Ambas conductas hay que comprenderlas en su justa dimensión, para no errar en las decisiones que como dirigentes tenemos que tomar. Como lo decía nuestro Libertador Simón Bolívar, confiemos en el pueblo que nos ha dado muestras irrefragables de buen tino, la última de ellas el pasado 30 de julio con la elección de los y las constituyentes. Una dirigencia política debe tener la sabiduría de poner oído en tierra y escuchar, recordando los temblores recientes, las vibraciones telúricas del poder popular. Hay que romper dogmatismos y con los falsos supuestos de "¿qué dirá el pueblo si hacemos esto?", "¿Cómo le explicamos al pueblo tal cosa?". Tras estas frases se escudan, quienes no tienen argumentos para justificar sus propias convicciones o intereses, que de manera vanguardista intentan imponerle a toda la sociedad. Hay que confiar en la sabiduría popular. Yo percibo en la calle, puedo estar equivocado en mi percepción, que la mayoría del pueblo está convencido de que Venezuela necesita un proceso de reconciliación, sin renunciar a la dignidad y a lo bueno que hemos construido, y que hemos logrado en estos años de Revolución Bolivariana y Socialista. El pueblo venezolano es un pueblo práctico, que por fin logró vivir bien en la primera década de la revolución y que en estos últimos 4 años ha puesto su cuota de sacrificio para defender la Independencia, y su decisión soberana de andar el camino revolucionario por el que nos condujo nuestro Comandante Chávez. ¿Pero hasta cuándo? me pregunta la gente. El pueblo venezolano no tiene cultura de inmolación y Chávez siempre asumió esa sabiduría popular, la asumió el 4 de febrero de 1992, la asumió el 13 de abril de 2002, lo asumió en diciembre de 2007, cuando perdimos el referéndum de la reforma constitucional, entre muchas otras veces. Nuestro pueblo sabe que no hay porque inmolarse, siempre que haya garantía del mañana. El pueblo no quiere acciones para hoy, que no garanticen un nuevo amanecer revolucionario. El pueblo sabe que la cárcel no es garantía de paz duradera, el pueblo sabe que hay controles que no se pueden controlar, valga esta contradictoria expresión, no son garantía de abastecimiento y precios justos permanentes; el pueblo sabe que solo fortaleciendo a un sector privado y corruptor, no habrá garantía de recuperación económica con igualdad social en nuestra Patria y nos van a volver a fuñir. Me excuso por estas reflexiones sueltas, tal vez atropelladas, que recojo del andar, ver, escuchar y conversar con la gente que está librando en la calle, el duro combate de la vida cotidiana. Confiemos en el pueblo y venceremos, convenciendo y con honor. El pueblo sabe que necesitamos de un "Por ahora", porque el pueblo sabe que siempre amanecerá de nuevo.


Colombia:

El último año de (todos los) Santos Camilo Rengifo Marín-CLAE|

EN 2018 finaliza el segundo y último periodo de Juan Manuel Santos como presidente de Colombia, largos años en los que se dedicó a buscar la “prosperidad”, que para él significa el rescate de los sectores financieros, entrega de recursos y territorios nacionales a trasnacionales, destrucción y abuso de la naturaleza, y aumento de los privilegios de clase de la oligarquía. Para ello debió garantizar la desmovilización y el desarme de la guerrilla de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), solución política mediante el celebrado Acuerdo de Paz de La Habana de 2016, que se ha caracterizado por el incumplimiento por parte del gobierno de lo acordado, haciendo caso a las presiones del poder fáctico y del expresidente Álvaro Uribe, portavoz de los intereses de los grupos paramilitares. Hoy, la pacificación del país, puede ser la mayor promesa incumplida de Santos, quien vendió la idea de que paz significa el desarme de las guerrillas, y mientras permite el accionar de bandas paramilitares y excesos de la fuerza pública, se niega a la participación de la ciudadanía, del pueblo, de la sociedad, en su construcción. Decía el uruguayo Aram Aharonian que la construcción siempre se hace desde abajo, porque lo único que se construye desde arriba es un pozo. La ultraderecha colombiana, el poder económico tradicional (ganaderos, terratenientes y narcotraficante) se opuso con todas sus fuerzas al acuerdo. Durante décadas la guerra ha sido su mejor negocio. Y se sumó la activa participación del clero ultramontano y las iglesias evangélicas, para quienes los acuerdos eran demasiado generosos con las FARC porque no contemplaban cárcel ni sanciones frente a los graves delitos cometidos. Muchos empresarios temieron que el país terminara gobernado por un ex guerrillero. La historia reciente de Colombia muestra que en medio de un proceso de paz ocurrió la matanza de dos mil militantes de la Unión Patriótica, organización legal afín a las FARC, y recuerda el asesinato de la mayoría de los comandantes del M-19 durante el proceso de desarme e ingreso a la política legal. De muy buen manejo de los medios y el imaginario colectivo, sus promesas de paz, equidad y educación para el pueblo colombiano sólo se pueden encontrar hoy en sus ruedas de prensa, las cifras amañadas y en los proyectos, profusamente promocionados, pero que en realidad no se cumplieron ni en una tercera parte. Santos, uno de los acérrimos protagonistas del actual bullyng internacional contra Venezuela, recibió financiamiento ilegal de la empresa brasilera Odebrecht, para su última campaña presidencial de 2014, como soborno a cambio de la obtención de

contratos. Esta acusación fue formulada por la Fiscalía General de la Nación. Todo sigue igual… o peor Nada ha cambiado en cuanto a la Colombia real: continúa la pobreza y la alta desigualdad económica y social, el desempleo, el indigno sistema de salud, la educación privatizada, el paramilitarismo y el terrorismo de Estado, mientras la conflictividad social es permanente. Y a ésta se la sigue tratando virulentamente. Los últimos dos presidentes colombianos han decidido mostrar una Colombia virtual, posmoderna, alejada totalmente de la real. Uribe afirmaba que el conflicto no existía mientras reprimía campesinos e indígenas y ocultaba el aumento de la pobreza y la desigualdad detrás de la construcción de viviendas e infraestructura, que benefician a constructoras, banqueros y tomadores de deuda. Con su política de la seguridad democrática, Uribe se consagró como el mayor manipulador de los miedos y para preservar su legado ungió a Santos como su heredero. Habló insistentemente del temor por la impunidad que conllevaba el proceso de paz, pero nunca dijo una sílaba de la negociación que en su mandato llevó a cabo con los grupos paramilitares, estrechamente ligados al negocio de la droga y que cometieron incontables masacres y asesinatos de políticos, periodistas y líderes sindicales, entre otros; crímenes -casi todos- que siguen impunes. Dentro de este cuadro de situación no se debe olvidar que tras


Lo que está en juego en Ecuador es el respeto a la voluntad popular y la lealtad al proyecto político Nadia Luna-Nodal| En Ecuador, el partido oficialista Alianza PAIS derrotó el pasado 2 de abril a una coalición de partidos de derecha liderada por Guillermo Lasso. El actual presidente Lenín Moreno y el vicepresidente Jorge Glas fueron apoyados en campaña por el exmandatario Rafael Correa, líder histórico del movimiento. Sin embargo, en los primeros meses del nuevo gobierno Moreno ha marcado diferencias con algunas políticas de su predecesor, que el propio Correa y otros miembros del partido han criticado duramente. A su vez, decidió despojar a su vice de funciones que le había asignado por una presunta vinculación con casos de corrupción, agravando la crisis dentro del oficialismo. Para comprender mejor la situación política que está atravesando Ecuador, Nodal habló con Gabriela Rivadeneira, asambleísta nacional y secretaria ejecutiva del Movimiento Alianza PAIS. En 2013, con 29 años, Rivadeneira fue la primera mujer y la persona más joven en ejercer la presidencia de la Asamblea Nacional, cargo en el que se desempeñó hasta mayo de 2017. -¿Por qué el presidente Lenín Moreno tomó la resolución de quitarle funciones al vicepresidente Jorge Glas? ¿Hubo algún intento de diálogo entre ellos antes de llegar a esa medida extrema? -Esa decisión se dio en el marco de la profunda controversia que existe al interior de nuestro espacio político. Tenemos diferencias que no sólo son de forma, sino también de fondo.Todas las instancias del Movimiento Alianza PAIS hemos estado en una constante búsqueda del diálogo y de alcanzar consensos internos desde que LenínMoreno asumió el gobierno. Sin embargo, tuvimos un momento de mucha tensión, cuando el vicepresidente se pronunció públicamente contra algunas decisiones de Lenín Moreno, recogiendo la preocupación de amplios sectores del movimiento, de la militancia y de nuestros simpatizantes. Ante esas declaraciones, el presidente Morenodecidió retirarle algunas funciones que le había asignado.Hay que aclarar que sigue siendo el vicepresidente constitucional de la República y que no está cesado en sus funciones como tal, solamente se le retiraron tareas que le habían sido delegadas por el Presidente.Imagen relacionada -El vicepresidente Glas denuncia persecución política en su contra. ¿Qué sectores de la oposición están involucrados en el conflicto y cuáles son sus intereses? -Hay un formato de la derecha que se repite en toda la región: la judicialización de la política que busca el desprestigio de los líderes populares y de los procesos que encabezan. Aquí lo vivimos con especial crudeza durante la campaña electoral. Sabemos que el objetivo de este ataque apunta en último término a nuestro líder histórico, Rafael Correa. En esa campaña sistemática de desprestigio están involucrados prácticamente todos los sectores de oposición, principalmente los articulados alrededor de los grupos de poder tradicionales, que son los que la Revolución Ciudadana desplazó del poder esta última década. Su objetivo es no dejar piedra sobre piedra de este proceso político. Quieren recuperar el control de los sectores estratégicos, petróleo, gas, minería, agua, electricidad, espectro radioeléctrico, medios públicos. Quieren aminorar la soberanía del Estado y su papel rector en la economía. Quieren resquebrajar y acabar con los mecanismos de integración latinoamericana. Son la revancha de las élites y vienen con una agresividad enorme a recuperar el terreno que perdieron estos años.

El 2 de abril, en Ecuador les pusimos un freno con la victoria de Alianza PAIS y su binomio presidencial, además de la victoria que obtuvimos en la consulta sobre paraísos fiscales (que inhibe a todo funcionario público o candidato con cuentas offshore a una dignidad de elección popular). Estos triunfos recientes de la Revolución Ciudadana significaron una gran esperanza para todo el campo progresista latinoamericano, un punto de quiebre en lo que habíamos caracterizado como restauración conservadora. Pero vemos con preocupación, dolor y desconcierto de qué manera gestos, anuncios y designacionesdel nuevo gobierno parecen gestados al interior de la derecha que derrotamos en las urnas. -Desde Alianza País se han declarado en sesión permanente para resolver la crisis interna del Movimiento. ¿Cuáles son las primeras medidas que están evaluando para intentar restablecer la relación política del binomio presidencial? -Hemos hecho grandes esfuerzos por reconstruir la unidad interna, pero siempre con coherencia y lealtad a la Revolución Ciudadana. La primera medida que tomamos fue convocar a una reunión extraordinaria de la Dirección Nacional. En esa reunión, la decisión más importante al respecto fue la designación del vicepresidente segundo de Alianza PAIS, nuestro compañero Ricardo Patiño, y de mi persona en calidad de secretaria ejecutiva del movimiento, para integrar una comisión con el fin de buscar mecanismos de acercamiento entre ambos integrantes de nuestro binomio.Por otra parte, la bancada de Alianza PAIS en la Asamblea Nacional se pronunció de manera unánime exhortando al diálogo interno para superar esta coyuntura. Sin embargo, las perspectivas de unidad en la máxima dirigencia son sombrías, porque es muy difícil reconstruir una unidad que viene siendo atacada de manera casi diaria con anuncios y mensajes que reproducen punto por punto el discurso de la oposición más recalcitrante. Unos mensajes y anuncios que parecen dirigidos a contentar al “anticorreísmo” más visceral. Soy más optimista con la unidad que vamos a construir desde las bases del movimiento, una unidad con coherencia, identidad e historia, que jamás le dará la espalda a los principios fundantes de la Revolución Ciudadana ni va a renunciar a sus batallas emblemáticas. -El expresidente Rafael Correa viene criticando las medidas que está tomando el actual presidente y en un video reciente utiliza términos duros como “deslealtad” y “traición”. ¿En estos dos meses de Gobierno ha cambiado mucho la dirección de las políticas con respecto a las que venía implementando Correa durante su presidencia? -Como decía, hay anuncios, gestos y designaciones que han provocado desconcierto en la militancia de Alianza PAIS, así como también en el campo progresista y de izquierda en la región. Acuerdos bajo la mesa con lo más rancio de la derecha, con la entrega al bucaramato del sector eléctrico, la designación al frente de un medio público de un personaje emblemático de la prensa corporativa privada, un “diálogo político” con la oposición que parece más bien una manera bonita de nombrar a las viejas componendas del pasado y, de paso, una manera de cuestionar la confrontación política con la partidocracia neoliberal que caracterizó a la Revolución Ciudadana. Y muchos otros anuncios e insinuaciones que emanan de la comunicación gubernamental que no sólo expresan matices o distancias con respecto al proyecto original, sino que están en abierta contradicción con él.


Rafael Cuevas Molina

Guatemala: el presidente, ante el abismo, da un paso al frente El señor don Jimmy Morales, presidente aún de Guatemala, está metido en un berenjenal. Cualquiera diría que, ante los pasos de animal grande que se le aproximan, ha resuelto subirse a la cornisa del Palacio Presidencial y está dispuesto a suicidarse políticamente. El actual presidente de Guatemala, Jimmy Morales, llegó al poder después de una grave crisis de corrupción en el aparato gubernamental. El anterior presidente, el general Otto Pérez Molina, y su vicepresidenta Roxana Baldetti, tuvieron que renunciar por su implicación como cabecillas de una red mafiosa conocida como La Línea, que se cebó en las aduanas para amasar una fortuna. El juicio en el que se les juzga aún está en curso, plagado de zancadillas, triquiñuelas y engaños propios de los abogados tramposos que se ocupan de defender a este tipo de delincuentes y a militares violadores de los derechos humanos en el país. Ante esa situación, que conmocionó al país provocando las más amplias movilizaciones urbanas de su historia reciente, surgió la candidatura del señor Morales, que tomó como lema de su campaña la consigna “Ni corrupto ni ladrón”. El señor Morales es de profesión comediante. Un comediante mediocre que se ocupó durante años de hacer chistes racistas, homofóbicos y vulgares de baja estofa en la televisión. Es una profesión que lo dio a conocer entre un amplio espectro de la población, y le creo simpatías entre un público poco informado, culturalmente depauperado y económicamente marginado. Dadas las condiciones de Guatemala, esto es equivalente a decir que le hizo popular entre la mayoría de la población guatemalteca. Una vez en el poder, sin embargo, don Jimmy Morales empezó a mostrar el colmillo. El partido que lo llevó al poder se desenmascaró, y se evidenció como un aparato político dirigido por militares cuestionados por su papel en la sucia guerra interna que sufrió el país hasta 1996, y por gente cuestionada éticamente por los negocios sucios e ilícitos en los que participó y participa. Encima de eso, el hijo de don Jimmy y su hermano se vieron pronto involucrados en una estafa, mediante la cual fingieron venderle comida al Estado guatemalteco sin efectivamente brindar el servicio. Para terminar de amolarla, el señor presidente dio declaraciones a una cadena televisiva norteamericana en la que justificó el actuar de sus parientes.

Pasado un tiempo, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), organismo creado ad hoc por la ONU para combatir la corrupción y fortalecer el aparato judicial guatemalteco, y el Ministerio Público, iniciaron investigaciones sobre el financiamiento de varios partidos políticos, incluyendo el que llevó al poder al señor Jimmy Morales. Esas investigaciones parecen estar llegando a buen puerto, aunque el buen puerto al que están arribando no es un buen puerto para don Jimmy. Dado el puesto que ocupaba en el momento en que se podrían haber cometido ciertos desmanes financieros, él debería cargar con las culpas. Es decir, que no hay que ser muy fantasioso para pensar que el actual señor presidente de Guatemala podría correr la misma suerte que su predecesor y terminar consignado ante los tribunales de justicia. Seguramente juzgando esta situación con su corta lógica de comediante, el señor Morales decidió arremeter contra quienes, cumpliendo con el mandato por el cual están en Guatemala, están llevando a cabo estas investigaciones. Así, sin decir agua va, pidió una cita con el Secretario General de la ONU y el viernes por la tarde le pidió que se llevara de Guatemala a quien dirige la CICIG, el Dr. Iván Velásquez. Antes de la cita la noticia corrió como

rumor por el país. Las voces de protesta no se hicieron esperar, incluyendo la de la Fiscal General de la república, la Sra. Thelma Aldana, quien anunció que si el señor Velásquez es conminado a marcharse, ella renunciará. Pero nada echó para atrás a don Jimmy el comediante quien, por cierto, no dio la cara durante toda la semana, poniendo a decir y desdecir en su lugar a otros, incluyendo a su Canciller, el cual en la televisión dijo que si eso era cierto, el renunciaría. Es decir, amigos y amigas, que el señor don Jimmy Morales, presidente aún de Guatemala, está metido en un berenjenal. Cualquiera diría que, ante los pasos de animal grande que se le aproximan, ha resuelto subirse a la cornisa del Palacio Presidencial y está dispuesto a suicidarse políticamente. Porque no otra cosa está haciendo. Dada la experiencia con el presidente anterior, los ánimos de la ciudadanía guatemalteca, las manifestaciones que desde el exterior le llegan oponiéndose a lo que está haciendo, es evidente que se está metiendo en un callejón sin salida. En esas estamos. El señor que llegó a la presidencia con el cartelito de ni corrupto ni ladrón colgado al cuello, se defiende tontamente como gato panza arriba y está lanzando mandobles que le pueden costar muy caros.


Un país en venta: Brazil for sale Eric Nepomuceno

Con aprobación de 5 por ciento de la opinión pública, Michel Temer, que ocupa la presidencia de Brasil gracias a un golpe institucional consumado hace año y medio, decidió atender de manera radical a la demanda insistente de su único respaldo efectivo, los dueños del dinero: privatizar todo lo que se considere privatizable. Es decir, el patrimonio del país. Por estos días anunció un programa de privatizaciones sin antecedentes, siquiera en los tiempos de neoliberalismo de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), que al menos podía argumentar ser un presidente legítimo, electo dos veces por sufragio universal. Temer carece de cualquier vestigio de legitimidad. Basta con ver cómo el país está absolutamente aislado en el escenario global para comprobarlo. Pese a todo aislamiento –rechazado internamente por 95 por ciento de los brasileños, ignorado externamente– su gobierno impone un neoliberalismo fundamentalista. Resultado: las medidas anunciadas provocaron euforia en el mercado financiero y profundo rechazo en la misma opinión pública que lo desprecia. Serán privatizados puertos, aeropuer-tos, autopistas, terminales marítimas, loterías y hasta la mismísima Casa de la Moneda, creada en 1694, tiempos coloniales, responsable por la emisión de dinero, estampillas postales y pasaportes. De los 14 aeropuertos que serán privatizados se destaca el de Congonhas, en plena región urbana de San Pablo. Tiene el segundo mayor tráfico aéreo del país y deja beneficios de mil 700 millones de dólares anuales a las arcas federales. También se anunció, por estos días, que nuevas áreas del presal, los yacimientos de petróleo en aguas ultraprofundas, serán llevadas a subasta. Empresas de todo el mundo podrán participar y, a diferencia de lo que determinaba la legislación anterior, sin estar obligatoriamente asociadas a la estatal Petrobras. Las inversiones de miles de millones de dólares necesarias para que se llegara a la tecnología más desarrollada del mundo en operaciones en aguas ultraprofundas fueron realizadas por el Estado brasileño. El éxito de todo ese trabajo será ahora disfrutado por empresas multinacionales. De todo lo que se reveló, dos medidas fueron especialmente impactantes. Una ha sido la decisión de privatizar la Eletrobras, que controla 47 plantas generadoras hidroeléctricas, 144 termoeléctricas y 69 eólicas, responsables por 47 mil megavatios (MW), es decir, 32 por ciento de toda la energía generada en Brasil. Se trata de una de las mayores generadoras del planeta, y controla 47 por ciento del sistema de distribución en el país. En total, el gobierno espera recaudar alrededor de 45 mil millones de reales, unos 15 mil millones de dólares. De ese monto, unos 20 mil millones de reales (6 mil 800 millones de dólares) vendrán de la venta de Eletrobras. Como muestra del absurdo de la iniciativa de Temer, especialistas recuerdan que en los últimos 10 años las inversiones de recursos públicos en la estatal han sumaron casi 20 veces más.

La otra medida considerada un escándalo sin parámetro ha sido la puesta en venta de un área de selva amazónica cuya dimensión supera a la superficie de Dinamarca. Se anula una ley de hace más de 30 años que determinaba tratarse de una reserva ambiental, para que se permita la apertura de minas de oro y otros metales. El gobierno dice que ya existen cuatro empresas extranjeras interesadas en adquirir esas tierras, que serán desmatadas. Vale repetir: un área equivalente a Dinamarca. Son tierras vecinas a reservas indígenas. La explotación de minas de oro y otros metales significará, inevitablemente, la contaminación de los ríos de la región. Ambientalistas de todo el mundo protestaron con violencia, pero en vano: Temer hace lo que quiere el mercado, y si vender el país es parte de las órdenes que recibe, pues cumple y ya. Las privatizaciones tendrán de ser aprobadas por el Congreso. La extinción de la reserva ambiental, no: es suficiente el decretoley bajado por Temer. Ya surgieron brotes de resistencia en el Congreso, principalmente con relación a la privatización de Eletrobras. No se trata, sin embargo, de conciencia cívica: es que muchos diputados y senadores tienen ahijados instalados en puestos de decisión en las empresas que integran la compañía. En la actual legislatura, la de peor nivel –en todos los sentidos: ético, moral, político– desde la retomada de la democracia, conciencia cívica es algo tan difícil de encontrar como una heladería en el Sahara. Todo, en el Congreso, tiene un precio, y Michel Temer y su bando son expertos negociadores. Supieron neutralizar una contundente denuncia del fiscal general que pedía la apertura de investigación contra el presidente, por crimen de corrupción. El pedido estaba amparado por un océano de pruebas e indicios sólidos. Temer supo comprar los votos necesarios para que fuese rehusado. Se sabe que al menos dos denuncias más están en camino. Dando muestras de estar convencido de su inmunidad, Michel Temer emite señales de cariño a los verdaderos dueños del poder. Lo hace vendiendo el país. Y lo más asombroso es que nadie parece capaz de impedir esa tragedia.


En Ecuador ganó la Revolución Ciudadana, ¿pero gobierna la derecha? Patas Azules

Algo extraño está pasando en el Ecuador. El 3 de abril ganó el candidato de la Revolución Ciudadana: Lenin Moreno, candidato en binomio con el vicepresidente, Jorge Glas. Lenin Moreno, fue vicepresidente de Correa del 2007 al 2013 y Jorge Glas del 2013 al 2017. Moreno y Glas toman posesión del cargo, de acuerdo con el protocolo institucional, el 24 de mayo, pero en estos tres primeros meses, el Presidente tiene un comportamiento más afín con Macri y Temer (respectivamente, el presidente electo en alternativa a la posición peronistakirchnerista en Argentina y el presidente-interino resultado del golpe suave en Brasil) que con su propio vice. Moreno, además de destituir Jorge Glas de sus funciones como vicepresidente, al igual que sus homólogos argentino y brasileño, trabaja incesantemente para destruir la imagen de su predecesor, acusa su gobierno (a veces más directamente, a veces menos) de totalitarismo, corrupción, malversación de recursos públicos, e, ineficiencia. Correa, por su parte, después de haber impulsado a la campaña presidencial para el binomio Moreno-Glas y haber gestionado la transición hasta mayo, ha sido consecuente con sus declaraciones de hace cuatro años, al momento de aceptar la candidatura para el segundo mandato: se ha trasladado a Bélgica donde desea dedicarse a la investigación (si posible retirarse de la política activa), disfrutar de la familia y tal vez volver a ser profesor. Detenerse para pensar, descansar y posiblemente teorizar un poco o volver a la academia, es una necesidad común de muchos de los altos funcionarios del gobierno de la Revolución Ciudadana: fueron diez años frenéticos, con agotantes compromisos de trabajo, sin horarios, tiempo libre, vacaciones, fines de semanas, donde la consigna era "extraordinariamente bien y extraordinariamente rápido". Si este ha sido un comportamiento generalizado para la mayoría de los ministros, viceministros, subsecretarios, asesores, directores, funcionarios simples, etc., tanto que durante la Revolución Ciudadana trabajar por el gobierno no quería decir tener un trabajo tranquilo para el Estado, más bien quería decir sentir sobre sí la responsabilidad de una proyecto histórico para el país, y, Correa siempre ha sido el ejemplo y la inspiración: el primero en entrar en Carondelet, el último en salir y con un maletín de trabajo para despachar en casa. Cuando no era ocupado en los numerosos viajes de trabajo a lo largo del país y del mundo. En su pequeño ático en Bruselas, que utiliza como oficina, Correa, sin embargo, no tiene paz. Hoy, no usa camisas con bordados de estilo indígena, este también una importante ocasión de promoción de las diferentes culturas y tradiciones propias de ese pequeño país, -sería fuera de lugar! Sería como continuar a llevar el uniforme de Presidente!- usa camisas de cuadros a la moda, pantalones vaqueros y cazadora. Pero el espíritu no cambia, está presente en las redes sociales para refutar los ataques contra su gobierno, y su persona, decide realizar enlaces ciudadanos a través de Facebook para explicar su posición, y, contra-informar respecto de las declaraciones e intenciones de política económica (aparentemente de impronta neoliberal) de Lenin Moreno. También fundó un centro de estudios políticos, que serviría para hacer teoría, para formar cuadros dirigentes, tal vez, pero probablemente servirá para defender su verdad.

Hoy en el gobierno parece haber dos posiciones: la primera, aquella de Lenin Moreno, completamente encaminado hacia el descrédito de Rafael Correa y su administración, la segunda aquella de Gabriela Rivadeneira y Ricardo Patiño actual Presidente y el Vicepresidente de Alianza País (Patiño también es Consejero de Gobierno) que tratan de mediar y fungir como enlace entre los dos líderes históricos. Patiño parece también ocupado en intentar moldear las declaraciones de Moreno, sobre todo cuando el ataque al Gobierno anterior o a Correa se hace demasiado fuerte (ya muchas veces en menos de tres meses) o la mentira asume proporciones intolerables, como en el caso de la deuda pública y de las inminentes políticas de austeridad. Moreno anuncia públicamente que en septiembre llegarán las medidas de austeridad, culpando a la mala gestión del gobierno anterior: demasiada inversión, exceso de gastos en infraestructura, demasiado gasto social, en fin, demasiado despilfarro (como si la inversión para la calidad de vida de las personas sea despilfarro) ... y, por ende, demasiadas deudas a pagar. Por lo tanto, será la Revolución Ciudadana a reintroducir políticas de austeridad y –según se deduce de las palabras de Moreno- será toda culpa de Correa! Así le toca al economista Ricardo Patiño ir a la televisión, encima a Tele Amazonas! –una de los mayores opositores del gobierno de la Revolución Ciudadana, de Correa (y del mismo Patiño)- para explicar los números presentados por Moreno: se estaba sumando "peras" con "manzanas" llegando a niveles de deuda pública que no existen, Ecuador es uno de los países menos endeudado de América Latina, y, sobre todo se iba a desprestigiar una de las más apreciadas políticas del gobierno de Correa, y, de la misma gestión de Patiño: el manejo y la renegociación de la deuda pública. Estudiada y admirada en todo el mundo. Este llamado a la unidad podría ser tan sabio como estúpido. Por un lado podría ser la manera para evitar que el Presidente elegido por Alianza País esté totalmente alineado con la derecha, de esta forma tal vez se va a defender algunos de los logros de la Revolución Ciudadana desde el interior, como pensaban hacer algunas socialdemocracias europeos, o, tal vez podría cambiar el destino del propio gobierno y evitar la deriva neoliberal. Pero, la verdad es que si no logra cambiar el destino del país, en los próximos meses, se transformaría en una ruleta rusa, y como pasó a las socialdemocracias occidentales, en el tiempo de cuatro años podría perderse todo, hasta el último vagido de socialismo. En un momento como este, tener los partidarios de Revolución Ciudadana divididos entre los que, al igual que Correa, se manifiestan abiertamente en contra de la gestión de Moreno, y los que están dentro del gobierno, tratando de defender el proceso desde el interior (pero los que están fuera de los edificios no lo saben, no están seguros!) podría exacerbar todavía más las diferencias dentro de un movimiento político, que en diez años, no ha sido capaz –traiciones a parte- de crear una clase dirigente capaz de tomar el relevo de Correa y su equipo. Y si la unidad no se alcanza cuando estás, evidentemente, a la oposición, podrían pasar décadas antes de que regrese un leader como Correa capaz de tenerlos todos unidos de vuelta.


La OEA demostró ser el espacio no adecuado para tratar los temas de Venezuela María Fernanda Espinosa Canciller del Ecuador

Pedro Brieger-Nodal| El 24 de mayo 2017 asumió como presidente del Ecuador Lenin Moreno, continuador del proyecto de “Revolución Ciudadana” liderado por Rafael Correa. La ministra de relaciones exteriores María Fernanda Espinosa cuenta con una vasta trayectoria en cargos ministeriales y diplomáticos como ministra de defensa, canciller en 2007 y representante de su país ante Naciones Unidas. Espinosa es también reconocida como escritora y poeta. En diálogo con Nodal aborda la integración regional y las diferentes posturas respecto de la situación en Venezuela. -¿Cómo está UNASUR hoy en día? -UNASUR está caminando, funciona y opera. Los consejos y todo el acervo que hemos concluido en estos años de UNASUR son de interés de todos los países y debemos fortalecer y avanzar las agendas que nos hemos impuesto y los compromisos adquiridos a nivel de jefes de Estado, de nuestros cancilleres, pero sobre todo en beneficio del gran pueblo suramericano, en temas de integración energética, de infraestructura, en calidad de la educación superior, en movilidad humana, migración, de combate al crimen organizado o la trata de personas. Tenemos una agenda realmente prolífica en UNASUR, como el Consejo de Defensa Suramericano y la cooperación en materia de defensa. La idea es fortalecer ese espacio de integración bajo la presidencia argentina. -¿Cuál es la situación del Consejo de Defensa de UNASUR? -Los avances son muchos en materia de formación militar y en materia de recuperación en industrias de la defensa,

de una visión y de un análisis geopolítico de nuestra región. Hay que reconocer que ha habido un proceso, no de estancamiento, pero si quizá de que las cosas de UNASUR vayan más lentas. Creo que tenemos que empujar con decisión política para concretar la elección del Secretario General de UNASUR y poder avanzar en ese camino. -¿Por qué tanta dificultad para elegir un Secretario General de UNASUR? -En espacios de integración regional nunca es fácil. Es complicado desde cuando se elige el secretario general en la OEA hasta cuando elegimos secretario general en la Comunidad Andina (CAN), en el Mercosur y en UNASUR. Se requiere un acuerdo entre todos los Estados miembros y, por lo tanto, hay que trabajar con decisión política, destrabar algunos temas y esperamos que eso se concrete lo antes posible. -Se realizaron dos reuniones casi en simultáneo para tratar el tema Venezuela. Una en Lima, con varios países latinoamericanos y Canadá. Y otra en Caracas, de la que participó Ecuador. ¿Por qué decidieron participar de la reunión de Caracas y no de Lima? -El tema Venezuela es un tema de preocupación, no solamente para nuestra región, sino para el mundo entero. El enfoque de Ecuador es que los temas de Venezuela, en primera instancia, deben ser abordados y resueltos por los venezolanos. Nuestra Constitución manda claramente a respetar la soberanía y la autodeterminación de los Estados, rechazar cualquier forma de injerencia, de estar en pleno desacuerdo con cualquier sanción unilateral a cualquier país; y esa es la línea que ha sostenido el Ecuador. Asimismo, de manera mucho más positiva,

pues, el Ecuador ha alentado, estimulado y ha acompañado toda iniciativa tendiente a lograr el diálogo, la paz y la armonía interna en Venezuela. No creemos en ninguna de corte sancionatorio, en ninguna medida prescriptiva. Creemos en toda forma de diálogo, de acompañamiento en una situación que, reconocemos, es complicada. -¿Cuál podría ser el ámbito regional para tratar la crisis política que se vive en Venezuela? -La OEA ha demostrado ser el espacio no adecuadoparatratarlostemasdeVenezuela por un manejo muy poco acertado de la Secretaría General de la OEA. Por lo tanto, creemos que espacios como la CELAC y UNASUR son los llamados a atender esos temas. En el caso de UNASUR ya hay un equipo de tres expresidentes haciendo un trabajo silencioso y de gran compromiso con Leonel Fernandez de República Dominicana, José Luis Rodríguez Zapatero de España y Martín Torrijos de Panamá. Ellos han hecho todo un trabajo de operación por pedido de UNASUR y creo que esos diálogos, junto a la participación del CARICOM avanzarán en lo que todos queremos, que es un proceso de diálogo y un proceso de vuelta a la calma y a la paz en Venezuela. -¿Cómo se puede hacer, en un momento de tanta polarización para encontrar un punto en común? ¿Cuál podría ser entre países que plantean soluciones tan disímiles? -Debemos encontrar un terreno intermedio, un terreno neutral. UNASUR o la CELAC podrían ser espacios interesantes. Lo importante es tratar el tema de Venezuela en los espacios que corresponda pero no afectar el resto de la agenda de integración regional de América Latina y el Caribe. Nosotros tenemos


La restauración neoliberal tropieza en América Latina

Emir Sader

Xi Jinping: China está embarcada con éxito en el camino del socialismo El presidente de China, Xi Jinping, afirmó el domingo 3 de setiembre que su país está encaminado, de manera exitosa, con un socialismo que cuenta con sus propias características y herramientas. Bajo el liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh) el pueblo de esa nación asiática "se ha embarcado con éxito en el camino del socialismo con características chinas distintivas" en cerca de 40 años de reforma y apertura, manifestó. Así se expresó en su discurso de apertura del Foro Empresarial de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) en la ciudad suroriental de Xiamen. El Foro Empresarial de los BRICS es un importante evento relacionado con la cumbre que sirve como plataforma para que los líderes empresariales debatan sobre asuntos de interés común, construyan consensos y planteen sugerencias políticas. Los países BRICS —acotó Xi— han estado comprometidos con el multilateralismo, la equidad y la justicia en los últimos años. Sin embargo, exhortó a sus pares de los BRICS para trabajar en pro de que haya una "segunda década dorada" de cooperación. "Seguimos teniendo plena confianza y es el momento de desplegar las velas y embarcarnos en un nuevo viaje, una segunda década dorada para la cooperación de los BRICS", dijo. "El momento para hacerse a la mar es cuando sube la marea", añadió Xi, quien se reunirá con los demás líderes del grupo emergente desde este domingo y hasta el martes, en el marco de su novena cumbre.

Parecía todo redondo: los gobiernos “populistas” serian un breve paréntesis breve en el continente, a contramano de las corrientes globales. En la derecha y en la ultra izquierda, el análisis estaba listo: “fin de ciclo” de los gobiernos antineoliberales. Problemas graves en Venezuela, derrota electoral en Argentina, revés en Bolivia, golpe en Brasil, entre otros, prenunciaban que la derecha volvería. La anunciada restauración neoliberal ganaba cuerpo en Argentina con el flamante gobierno de Mauricio Macri y en Brasil con el de Michel Temer. La derecha se preparaba para conmemorar victorias en Ecuador, en Chile, en México, en Colombia, a lo mejor incluso en Bolivia, entre otros países del continente. EEUU proclamaba que su período de más grande aislamiento en América Latina terminaba. Los que se incomodaban con los gobiernos que más conquistas habían logrado en el continente, pero que no correspondían a sus equivocadas previsiones, volvían a aparecer, después de haber estado ausentes, sin discurso alguno. Fueron los más contundentes en prever el “fin de ciclo” de gobiernos que desmienten todo lo que ellos han dicho. Alivianados, podrían volver a sus viejas y siempre desmentidas tesis académicas. Pero las cosas no han evolucionado como preveían los conservadores. Ni los gobiernos de Macri y de Temer logran cumplir con lo que prometían, ni tampoco en otros países el panorama corresponde a lo que la derecha esperaba. Los modelos de restauración neoliberal, puestos en práctica en Argentina y en Brasil, ni han retomado el crecimiento económico, ni tampoco han superado la crisis. La recesión se perpetúa y se profundiza en esos países, el desempleo llega a niveles records, la situación social se degrada, los apoyos de esos gobiernos caen, al punto de que el gobierno de Temer tiene menos del 5% de apoyo. Se confirma que retomar el viejo proyecto, ya aplicado en los 80 y los 90 del siglo pasado en varios países de la región, no tiene ninguna capacidad de dar solución a los problemas de esos países. Al contrario, disminuir las inversiones estatales, los recursos para las políticas sociales, cortar los derechos de los trabajadores, solo ha ahondado la crisis. La restauración neoliberal desemboca en un fracaso. Por otra parte, la crisis venezolana, frente al agotamiento de los métodos de acción de la oposición y de las amenazas desastrosas de Trump, así como frente a la

elección de una Asamblea Constituyente, generaron una situación de crisis para la oposición. Sus manifestaciones han bajado de tono, el desconcierto cunde en sus filas. En países como México, Colombia, Chile, a su vez, la izquierda tiene perspectivas reales de victoria en próximas elecciones presidenciales.López Obrador aparece como favorito en las encuestas, al tiempo en que los partidos tradicionales de la derecha, el PRI y el PAN, tiene hasta dificultades de unificarse mínimamente a su interior y lanzar candidatos competitivos. En Colombia, Gustavo Petro, ex-alcalde de Bogotá, disputa en las encuestas el liderazgo con el candidato más connotado de la derecha, Vargas Peñaloza, mientras el partido de Uribe busca un nombre, en medio de la parálisis del respaldo del expresidente, que por primera vez tiene un nivel de rechazo más alto que el de apoyo. En Chile, cuando la derecha ya se preparaba para conmemorar el retorno de Sebastián Pinera, frente a la incapacidad del gobierno de Bachelet de siquiera tener un candidato propio, el Frente Amplio desarrolla una importante campaña con la candidatura de Beatriz Sánchez, una gran líder del sector de la educación en el país, y se ubica en segundo lugar en las encuestas. En Ecuador, aun con un resultado apretado, el problema no viene del retorno de la derecha, sino de disensiones dentro del gobierno de Lenin Moreno y de Alianza País. Conflictos que no dejan de preocupar, aún más por el tono que asumen los reproches mutuos. . En Bolivia, desecha completamente la farsa de las acusaciones personales contra Evo Morales, un completo montaje de la oposición, el MÁS se prepara para encarar la forma de poder volver a presentar la candidatura de Evo, apoyado en el respaldo masivo que tiene su gobierno. Ha pasado el auge de la contraofensiva de la derecha, que pierde aliento y no presenta ninguna propuesta novedosa, que pudiera configurar realmente un fin de ciclo, superado por nuevo período histórico. Son intentos de volver al viejo modelo neoliberal que, ni en América Latina, ni en ningún otro lado, presenta capacidad de superar la crisis generalizada a la que ese mismo modelo ha arrojado a la gran mayoría de las economías de Europa, EEUU y América Latina. Es de las mismas fuerzas que han protagonizado el extraordinario proceso de lucha en contra del neoliberalismo, que pueden surgir nuevas perspectivas para retomar y dar continuidad, en las nuevas condiciones históricas, a ese proceso.


Entre Lava Jato y el fujimorismo

generación de 240,000 puestos de trabajo, diversos economistas han señalado que esa cifra es insuficiente, ya que para generar 300,000 empleos formales y de calidad el crecimiento económico debe ser de al menos 4%. El economista Pedro Francke precisó al diario La República, que “si no hay un impulso a sectores intensivos en generación de empleo como el turismo, la agricultura y la industria, no se lograrán estos resultados. Solo en el primer año, el frenazo de la inversión pública detuvo a la industria y se dejó de emplear a mucha gente. La meta está bien, pero las políticas están mal”. Pero lo que sí llamó la atención fueron los silencios, olvidos y vacíos de Kuczynski. Los pueblos indígenas, el medio ambiente, trabajo digno, derecho a la salud, una educación de calidad y los conflictos sociales, no fueron mencionados. Ni revolución ni social Al asumir la presidencia el 28 de julio del 2016, Kuczynski, que había ganado las elecciones por un estrecho margen, manifestó querer “una revolución social para mi país. Anhelo que en cinco años el Perú sea un país moderno, más justo, más equitativo y más solidario”. “¿Qué significa ser un país moderno? Significa que las desigualdades entre los más pobres y lo más ricos deben resolverse levantando el ingreso de los más pobres”, dijo. Un año después, esa revolución social sigue sin plasmarse. Aunque Kuczynski ha tenido que enfrentar un Congreso hostil, con una aplastante mayoría fujimorista de 73 congresistas de 130, cuyo único objetivo

era vengarse de quien le había arrebatado la presidencia a su lideresa natural, Keiko Fujimori, la realidad es que el “equipo de lujo”, como llamó a su gabinete, no ha mostrado su eficiencia. La mayoría de sus ministros son tecnócratas, provenientes del sector privado, algunas con experiencia previa en el Estado, pero con una enorme incapacidad política. El objetivo de Kuczynski y de Zavala, es preservar la marcha de la economía neoliberal, pero nunca entendieron el afán del fujimorismo de obstaculizar la marcha del gobierno si comparten la defensa del modelo económico aplicado desde los 90 por Alberto Fujimori (1990-2000) y continuado por los gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016). La mayoría fujimorista en el Congreso, representada en Fuerza Popular, censuró a dos ministros —Jaime Saavedra Chanduví, de Educación, que venía del gobierno de Humala, y Alfredo Thorne, de Economía y Finanzas— y obligó a renunciar a la cartera de Transportes y Comunicaciones al vicepresidente Martín Vizcarra. Con el fin de evitar que el fujimorismo continuara obstaculizando la marcha del gobierno, Kuczynski y Zavala le cedieron espacio al entregarle importantes cargos públicos, incluyendo dos integrantes en el directorio del Banco Central de Reserva (BCRP), la Contraloría y organismos supervisores, entre otros. Además, la mayoría opositora retiró en varios decretos legislativos cualquier mención al enfoque de género, orientación sexual, identidad de género, derechos humanos e interculturalidad.

El escándalo Lava Jato ha causado enormes estragos en el panorama político. Los tres últimos presidentes desde el 2001 se encuentran investigados por este caso. Toledo, quien vive en EEUU, se encuentra con pedido de extradición acusado de haber recibido un millonario soborno de la constructora brasileña Odebrecht durante su mandato; Humala y su esposa Nadine Heredia están cumpliendo prisión preventiva mientras son investigados por haber recibido dinero del gobierno de Venezuela para su campaña electoral del 2006, y de Odebrecht para la del 2011. Alan García, que reside en España, se está librando por el momento de tener orden de detención, gracias al control que el Partido Aprista tiene del Poder Judicial y el Ministerio Público. Lo que explicaría la persecución hacia Toledo y Humala es la situación de fragilidad en la que se encuentran. Toledo ya no tiene un partido que lo respalde y a Humala, que hace sólo un año era presidente, no hay quien lo defienda. La Fiscalía, ante la presión mediática y en su afán de exhibir un éxito, decidió ir tras los dos con menos posibilidades de defenderse. Kuczynski tampoco se ha librado de ser investigado en el caso Lava Jato por su participación en el gobierno de Toledo como primer ministro y ministro de Economía, en relación a la Carretera Interocéanica impulsada por Brasil, para conectar el Pacífico con el Atlántico y construida por Odebrecht. Al final, esta vía sólo ha servido para que crezca la minería ilegal en la región de Madre de Dios, fronteriza con el estado brasileño de Acre y el departamento boliviano de Pando, destruyendo extensas áreas de bosque amazónico. Los próximos cuatro años de gobierno de Kuczynski estarán signados por la pugna con el fujimorismo. Uno de los puntos más polémicos es un posible indulto a Alberto Fujimori, quien se encuentra cumpliendo desde el 2007 una condena de 25 años de cárcel por corrupción y violaciones a los derechos humanos. Poco antes de 28 de julio, corrieron fuertes rumores que Kuczynski otorgaría el indulto humanitario a Fujimori. Keiko Fujimori asegura que lucha por la libertad de su padre porque es inocente de los delitos por los cuales fue condenado, pero no está de acuerdo con esa gracia presidencial porque significaría aceptar la culpabilidad y tener fuera de la cárcel a Alberto Fujimori, quien retornaría al escenario político y al control del partido. *Publicado por Noticias Aliadas


Kuczynski y su gobierno tecnocrático cumplen su primer año con un débil manejo político muchos temas de agenda: la movilidad humana y migración, el combate a la desigualdad y a la pobreza -que es una de las grandes máximas de nuestra región- la interconexión en materia de infraestructura, la optimización de nuestra educación superior, la cooperación Sur-Sur, entre nosotros, en diferentes ámbitos. La agenda latinoamericana es tremendamente ambiciosa y lamentablemente en todo espacio está el tema de Venezuela donde hay posiciones diferentes. Nosotros creemos que hay que dejar a Venezuela en un espacio donde podamos llegar a una convergencia y a un acuerdo en su beneficio. Por otro lado, avanzar y profundizar los temas de integración latinoamericana y caribeña que son tan importantes y, como digo, poner como prioridad el tema del combate a la pobreza y a la desigualdad. -¿Cómo reacciona Ecuador frente a las declaraciones del presidente de EEUU que no descarta una intervención militar en Venezuela? -Ahí se ve el espíritu latinoamericano. Ha habido una respuesta contundente de rechazo a cualquier tipo de intervención militar en Venezuela. Han reaccionado Ecuador, El Salvador, Perú, Argentina, Brasil. Todos los países latinoamericanos unidos rechazando cualquier tipo de intervención militar en Venezuela. -El expresidente Rafael Correa, alguna vez planteó que la CELAC reemplazaría a la OEA porque no están Estados Unidos y Canadá y en la OEA no está participando Cuba. ¿Qué ha quedado de esa idea? -La CELAC es un espacio realmente muy prometedor donde hemos avanzado muchísimo, básicamente con los diálogos regionales y con el espacio de diálogo tan fundamental como CELAC-UE, como CELAC-China, como CELAC-Rusia, como CELAC-Brics. Es decir, es un espacio de interlocución política y de acuerdos sobre temas de interés para nuestra región latinoamericana y caribeña. Yo creo que CELAC tiene mucho que ofrecer para nuestros pueblos y hay que continuar con su fortalecimiento. Tenemos que tener una agenda clara. A pesar de la diversidad de modelos políticos y económicos, yo estoy segura que hay temas de total acuerdo y convergencia. -¿Cómo se hace con el tema de la

diversidad en la región teniendo en cuenta que ha habido un cambio y que hoy hay gobiernos conservadores, de derecha, en Brasil y Argentina? ¿Cómo se hace para trabajar juntos habiendo visiones ideológicas tan diferentes? -Es claro que hay ciertos temas que nos unen y hay que encontrar esos denominadores comunes para poder avanzar. Por ejemplo en infraestructura regional, de interconexión energética, en el asunto del cambio climático y de las vulnerabilidades de nuestros países; de la preparación y la resiliencia en casos de desastres naturales, la cooperación en materia de industria de la defensa o en materia económica y comercial. Tenemos una historia común, un idioma común en la mayoría, exceptuando la región caribeña anglófona y lusófona. Venimos de una matriz común y compartida. Yo creo firmemente que hay más cosas que nos unen que las que nos separan. -¿Cuál sería un eje central para plantear desde la positiva teniendo en cuenta la diversidad de opiniones -o de visiones ideológicas- para contribuir a la integración regional? -Yo destacaría el combate a la pobreza y la desigualdad. Creo que es una misión común de todos los países latinoamericanos y caribeños, reconociendo que, lamentablemente, a pesar del crecimiento, a pesar de la bonanza, e incluso a pesar de ciertos países, seguimos siendo la región más desigual del mundo. Esa es una misión compartida. Nos une el fomento a la producción, ser una región más competitiva y una inserción más inteligente en la economía mundial o la interconexión en nuestras infraestructuras. Hay que entender esa posición privilegiada que tiene América Latina de ser una región bioceánica hacia el Atlántico, hacia el Pacífico y hacia el Mar Caribe y utilizar de manera inteligente y cuidadosa nuestros recursos naturales. Somos una potencia mundial, somos la segunda reserva más importante de agua dulce del planeta, nuestra cuenca amazónica, nuestros recursos genéticos, nuestra matriz patrimonial y cultural son tremendamente poderosos. Hay tanto que podemos hacer a pesar de nuestras diferencias en materia ideológica o de modelos políticos y económicos porque hay muchos más temas que nos unen.

Cecilia Remón| El presidente Pedro Pablo Kuczynski cumplió el 28 de julio su primer año de gobierno con muy poco que mostrar. La corrupción, una economía en recesión, conflictos sociales y un Congreso hostil le han pasado la factura. Su popularidad cayó de 61% cuando asumió la presidencia, a 32% actualmente. “Nuestro primer año de gobierno enfrentó, lamentablemente, varios contratiempos imprevistos como Lava Jato y el Niño Costero. Quizá subestimé el esfuerzo titánico que requería restablecer el crecimiento económico en un contexto como este. Me disculpo si fue así. No me imaginé que se juntarían, en pocos meses, dos acontecimientos tan graves fuera de nuestro control inmediato”, dijo Kuczynski en su mensaje a la nación. “El escándalo de Lava Jato en Brasil generó nefastas consecuencias en nuestro país. Para combatir esa ola de corrupción, hemos tenido que poner fin a importantes contratos que generaban miles de puestos de trabajo. La cadena de pagos de varios contratistas se interrumpió. Pero era más importante demostrar que aquí, en el Perú, tomamos acciones inmediatas y enérgicas contra la corrupción. Acciones que han sido reconocidas en otras partes del mundo y vistas como un ejemplo en la región latinoamericana. Al mismo tiempo, llegó el llamado Niño Costero, el cual nos causó tremendos daños, particularmente en la Costa Norte, y también en la Sierra”. Aunque el primer ministro Fernando Zavala, ha asegurado que Lava Jato —que involucra a constructoras brasileñas como Odebrecht y OAS que desde el 2001 pagaron millonarios sobornos a altos funcionarios para la aprobación de megaproyectos en el Perú— habría costado una reducción de dos puntos del producto bruto interno, ni este caso ni el Niño Costero —el calentamiento anormal de las aguas del Pacífico peruano que se produjo entre enero y abril, provocando intensas lluvias, inundaciones, desbordes y deslizamientos que devastó la mitad del país—, explican la crítica situación económica ni la parálisis gubernamental. Según proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el crecimiento del producto interno bruto este año será de 2.5%. Aunque el Ministerio de Trabajo ha señalado que la meta de este año es la


reaccionando a las mismas injusticias históricas, con la aparición incluso de nuevos frentes y nuevos sujetos: las reivindicaciones étnicas, de género, de identidad sexual, las luchas por territorios ancestrales de los pueblos originarios, el movimiento ecologista, los empobrecidos del sistema de toda laya (el “pobretariado”, como lo llamara Frei Betto). Hoy día, según estimaciones fidedignas, aproximadamente el 60% de la población económicamente activa del mundo labora en condiciones de informalidad, en la calle, por su cuenta (que no es lo mismo que “microempresario”, para utilizar ese engañoso eufemismo actualmente a la moda), sin protecciones, sin sindicalización, sin seguro de salud, sin aporte jubilatorio, peor de lo que se estaba décadas atrás, ganando menos y dedicando más tiempo y/o esfuerzo a su jornada laboral. Muy probablemente, la mayoría de quienes lean este texto trabajan en esas condiciones. La idea de sindicato luchador por los derechos de los trabajadores salió de escena. Hoy día, sindicato es casi sinónimo de mafia, de corrupción, de desprotección de los trabajadores. Pero las luchas siguen, sin dudas. Justamente ahí está el punto que queremos remarcar: el golpe sufrido en el campo popular ha sido grandísimo, y no solo por las montañas de cadáveres y ríos de sangre con que se le frenó, sino con la monumental lucha ideológica que se ha impuesto estos años, que sirve como freno con más fuerza aún que las masacres, las torturas, las desapariciones forzadas. En esto de la lucha ideológica, hay que reconocerlo -reconocerlo para, laboriosamente, estudiar el fenómeno y buscar las alternativas del caso- la derecha ha tomado la delantera. La hegemonía ideológico-cultural, en este momento, está de su lado, completamente. En términos globales se ha entronizado un discurso derrotista, casi de resignación, adaptacionista: “¡sálvese quien pueda!”. Una forma de entender el mundo donde pareciera que la idea de cambio se ha ido esfumando. Claro que eso no se dio por arte de magia: hay un poderosísimo y muy bien articulado trabajo detrás, donde se complementa la represión sangrienta, la precarización laboral (tener trabajo es casi un lujo, y hay que cuidarlo como tesoro) y los aparatos ideológico-culturales funcionando a pleno. Los dueños del capital saben lo que hacen, y sus tanques de pensamiento, todo su monumental aparato ideológicopropagandístico -realizado con las más refinadas técnicas de control social- tienen claro el cometido: mantener el sistema a cualquier costo. Sin dudas, lo saben hacer muy bien. Los resultados están a la vista: una pequeñísima, casi insignificante minoría tiene el control del mundo. Las grandes mayorías estamos desorientadas, adormecidas. ¿Por qué no reaccionamos? Porque el trabajo de amansamiento está muy bien realizado. ¿Cómo podría explicarse que una posición de derecha, reaccionaria, conservadora, mezquina e indolente ante el sufrimiento de la humanidad, se imponga sobre propuestas progresistas? ¿Cómo es posible, contrariando todo principio de solidaridad y de racionalidad social, que ganen en las urnas propuestas antipopulares como Berlusconi en Italia, o Donald Trump en Estados Unidos? ¿Por qué crecen los grupos neonazis? ¿Por qué los argentinos votan por Macri, o los guatemaltecos por Jimmy Morales? “Nueve de cada diez estrellas son de derecha”, se mofaba Pedro Almodóvar; pero la burla encierra verdad. ¿Por qué las propuestas de derecha conservadora se imponen? ¿Qué ha pasado que buena parte de la humanidad puede pensar que Nicolás Maduro es un dictador y que los venezolanos huyen hambrientos de su país? ¿Cómo ha sido posible que enormes cantidades de ciudadanos latinoamericanos, en vez de buscar su liberación político-social, terminen en iglesias neo-evangélicas fundamentalistas? ¿Por qué interesa más el último gol de Messi que la situación de precariedad económica? Si, como dijera Salvador Allende, la vocación revolucionaria de los jóvenes es una cuestión “casi biológica”, ¿por qué hoy las juventudes piensan más en la droga que en el cambio social? ¿Qué mecanismo obró para que el discurso revolucionario de décadas atrás de muchos honestos luchadores sociales -con armas en la mano en muchas ocasiones- se tornara un aguado cliché “posibilista”, haciendo el coro de la avanzada neoliberal, siendo cooptados por el sistema con algún cargo menor incluso? Todo esto se responde con una sola fórmula: ¡lucha ideológica! Más allá de la provocadora bravuconada de Francis Fukuyama que acompañó el derrumbe del campo socialista con su triunfal “fin de las ideologías”, la ideología es el corazón de la lucha de clases actualmente. La llamada guerra de cuarta generación -la estrategia del control de mentes y corazones a escala planetaria, hecha desde unos pocos centros de poder global- está en su cenit. Hoy día la lucha ideológica es de primerísima importancia.

EEUU presentó el muro "ideal" para con México El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos presentó al que consideran como el muro "ideal" para ser levantado en la frontera con México, que prevé una valla física y otra separación más de 10 metros de alto. El ente gubernamental ya eligió a cuatro empresas para que presenten sus prototipos, que tendrán 30 días para entregar sus propuestas, informó el responsable en funciones de la oficina de Protección Fronteriza, Roland Vitiello. Luego que las empresas presenten sus propuestas, el Departamento de Seguridad Nacional tomará por lo menos 60 días para hacer pruebas físicas a los prototipos, que deberán integrar la estética con las nuevas tecnologías. Caddelll Construction (Alabama), Fisher Sand & Gravel (Arizona), Sterling Construction (Texas) y Yates & Sons Construction (Misisipi) son las cuatro compañías elegidas para desarrollar los prototipos que reforzarán el muro en San Diego (California). “Si las pruebas no nos convencen podemos ir siempre por otro lado”, indicó Vitiello. Los fondos para este proyecto están incluidos en el presupuesto anual de este año, que asciende a 20 millones de dólares.

Estrellas de EEUU contra fin de DACA

Ddsde Cher a Kim Kardashian, numerosas estrellas de Estados Unidos se apresuraron a criticar la decisión del Gobierno de poner fin al DACA, un programa aprobado por Barack Obama que protegía de la deportación a jóvenes indocumentados a los que sus padres llevaron a Estados Unidos cuando eran niños. El futuro de cerca de 800 mil dreamers, como se conoce a estos jóvenes, queda ahora en manos del Congreso, después de que el presidente estadunidense, Donald Trump, instara al legislativo a aprobar una solución antes de seis meses. Es entonces cuando finaliza la prórroga que ha dado su Administración para que empiecen a expirar los permisos temporales de estancia y de trabajo que concedía DACA (Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) y que se renovaban cada dos años. La cantante Cher (Believe) hizo un llamado en Twitter a acogerlos. “Quienes puedan deben acoger a un dreamer!", tuiteó la artista de 71 años. "Yo estoy dispuesta a hacerlo y otros de mi sector harán lo mismo". El rapero Diddy (Bad Boy for Life) tuiteó una imagen en la que se leía. "Mantengan a los niños, deporten a los racistas". Además, añadió: "Señor presidente, usted necesita a Jesús" y dijo rezar para que dios hablara una vez más con el mandatario.


La derecha crece. ¿El esclavo piensa con la cabeza del amo? Marcelo Colussi Si a alguien que no conoce los intrincados vericuetos de lo humano (pongamos, como ejemplo, un ser extraterrestre), se le intentaran explicar muchas de las conductas que tenemos quienes hollamos este planeta, nos veríamos en serias dificultades. Entre otras, solo para graficarlo: ¿cómo es posible que una pequeña minoría en el poder pueda manejar a una tan amplia masa de congéneres? Porque la historia nos muestra que ésta es una estructura dominante desde hace unos cuantos milenios, al menos desde que aparece la idea de propiedad privada. Un muy reducido grupo, a veces una sola persona, dirige el destino de mayorías infinitamente más numerosas: el monarca (emperador, faraón, rey, zar, sultán, Inca, sacerdote supremo o como quiera llamársele), el mandarín, el señor feudal, el patrón de finca, el estanciero, el empresario capitalista, el banquero -¿podría agregarse el burócrata de la Nomenklatura?- toman las decisiones y se aprovechan del trabajo de grandes mayorías… ¡y nadie de esas mayorías levanta la cabeza! Aunque -¡esa es la buena noticia!- de tanto en tanto se producen cataclismos sociales y la sociedad cambia: se cortan las cabezas de los amos y se instaura un nuevo modelo social. Esa es la historia de las sociedades: la perenne lucha de clases. Cuando Marx y Engels lo formularon hace 150 años, derrumbaron todas las especulaciones metafísicas al respecto del funcionamiento de una sociedad. Hoy día, esa verdad sigue siendo incontrastable. Pero hay un elemento nuevo, no tan evidente un siglo y medio atrás: la lucha ideológico-cultural alcanzó ribetes insospechados, apelando a las técnicas más refinadas y eficientes. El sistema socio-económico -para el caso: el capitalismo- se mantiene a sangre y fuego. Las luchas de clases siguen tan presentes ahora como antaño (¿de dónde surgió la tamaña estupidez que la historia y esas luchas habían terminado?). Continúan absolutamente al rojo vivo, y ahí está la represión continuada de la que el campo popular sigue siendo objeto. La preconizada “resolución pacífica de conflictos” no puede pasar de ser una fórmula “políticamente correcta”. La roca viva de la propiedad privada de los medios de producción se mantiene inamovible. Lo curioso a destacar en este breve escrito es cómo la derecha, las fuerzas conservadoras, aquellas que detentan la propiedad privada de esos medios, y por tanto el poder a nivel social, han profundizado -y de momento ganado- la lucha ideológicocultural. Que la ideología mantiene al sistema y es la otra pata -junto a la represión violenta, junto a las armas- en que se apoya el edificio social, no es nuevo. Que “la ideología dominante es la ideología de la clase dominante” ya es sabido. Expresado de otro modo: que el esclavo piensa con la cabeza del amo. Lo llamativo es el grado de profundidad y eficiencia que ese manejo ideológico ha alcanzado. Algunos años atrás, no muchos, parecía -o, al menos, muchos queríamos creerlo así- que el triunfo de la revolución socialista era inexorable. El mundo vivía un clima de ebullición social, política y cultural que permitía pensar en grandes transformaciones. Entre las décadas del 60 y del 70 del siglo pasado, más allá de diferencias en sus proyectos a largo plazo, en sus aspiraciones

e incluso en sus metodologías de acción, un a mplio arco de protestas ante lo conocido y de ideas innovadoras y contestatarias barría en buena medida la sociedad global: radicalización de las luchas sindicales, profundización de las luchas anticoloniales y del movimiento tercermundista, estudiantes radicalizados por distintos lugares con el Mayo Francés de 1968 como bandera, aparición y profundización de propuestas revolucionarias de vía armada, movimiento hippie anticonsumismo y antibélico, incluso dentro de la iglesia católica una Teología de la Liberación consustanciada con las causas de los oprimidos. Es decir, reivindicaciones de distinta índole y calibre (por los derechos de las mujeres, por la liberación sexual, por las minorías históricamente postergadas, por la defensa del medioambiente, etc.) que permitían entrever un panorama de profundas transformaciones a la vista. Para los años 80 del siglo pasado, al menos un 25% de la población mundial vivía en sistemas que, salvando las diferencias históricas y culturales existentes entre sí, podían ser catalogados como socialistas. La esperanza en un nuevo mundo, en un despertar de mayor justicia, no era quimérico: se estaba comenzando a realizar. Hoy, cuatro décadas después, el mundo presenta un panorama radicalmente distinto: la utopía de una sociedad más justa es denigrada por los poderes dominantes y presentada como rémora de un pasado que ya no podrá volver jamás. “El Socialismo solo funciona en dos lugares: en el Cielo, donde no lo necesitan, y en el Infierno donde ya lo tienen”, es la expresión triunfante de ese capitalismo que, en estos momentos, pareciera sentirse intocable. Lo que se pensaba como un triunfo inminente algunos años atrás, parece que deberá seguir esperando por ahora. En medio de ese retroceso fabuloso de las luchas populares, propuestas de redistribución -con mucho de asistencialismo, capitalistas en definitiva, como lo que se vive hace unos años en Venezuelapueden ser vistas como una avanzada. Eso, pareciera, es lo máximo a que se puede aspirar en este momento como opción socialista. El sistema capitalista no está moribundo. Para decirlo con una frase más que pertinente en este contexto: “los muertos que vos matáis gozan de buena salud”, anónimo equivocadamente atribuido a José Zorrilla. Las represiones brutales que siguieron a aquellos años de crecimiento de las propuestas contestatarias, los miles y miles de muertos, desaparecidos y torturados que se sucedieron en cataratas durante las últimas décadas del siglo XX en los países del Sur con la declaración de la emblemática Margaret Tatcher “no hay alternativas” como telón de fondo cuando se imponían los planes de capitalismo salvaje eufemísticamente conocido como neoliberalismo, el miedo que todo ello dejó impregnado, son los elementos que configuran nuestro actual estado de cosas, que sin ninguna duda es de desmovilización, de parálisis, de desorganización en términos de lucha de clases. Lo cual no quiere decir que la historia está terminada. La historia continúa, y la reacción ante el estado de injusticia de base (que por cierto no ha cambiado) sigue presente. Ahí están nuevas protestas y movilizaciones sociales recorriendo el mundo, quizá no con idénticos referentes a los que se levantaban décadas atrás, pero siempre en pie de lucha


encontrar para prometerles una nueva imagen, así como acceso al poder político y económico de Washington. Donald Trump fue uno de los clientes del negocio establecido por Manafort y Stone (junto con Charles Black, quien lanzó la carrera política de Jesse Helms) –los contrató para destruir la competencia potencial en su negocio de casinos en Atlantic City, sobre todo los intereses indígenas. La estrategia diseñada por el despacho fue para criminalizar la imagen de las tribus. Pero Manafort no aguantó a su ex cliente y abandonó la campaña por la presidencia, lo que, por otro lado, se aceleró cuando surgieron crecientes sospechas sobre los negocios de Manafort con intereses ligados a los rusos. Pero el elenco alrededor era parte de la cúpula conservadora tradicional, ya que, de hecho, Trump no tiene una historia como ultraderechista –sus contrincantes republicanos en la campaña lo acusaban de ser un liberal disfrazado de conservador. Sin embargo, estaba dispuesto a usar a ese sector para sus fines electorales. Entendió, o por lo menos así lo hicieron sus estrategas, como Steve Bannon, que se encontraban en una coyuntura donde su talento populista –de presentarse como algo real en el reality show de la política electoral estadounidense– captó una creciente ola de repudio contra la cúpula política de este país, que se ha generado durante más de 30 años de políticas neoliberales. Noam Chomsky explica que Trump es resultado de un giro a la derecha de los dos partidos políticos hegemónicos “durante el periodo neoliberal (…) desde Reagan (…) el cual ha sido un periodo de estancamiento y declive para gran parte de la población en muchas maneras –salarios, beneficios, seguridad–, mientras se ha concentrado enorme riqueza en una fracción pequeña de la población, en gran medida instituciones financieras (…) Tiene mayor concentración de riqueza, concentración de poder político y legislación para incrementar la concentración de riqueza y poder”, dijo en entrevista con Amy Goodman, de Democracy Now. Señaló que comentaristas conservadores han caracterizado a Trump como parte de una “insurgencia radical que ha abandonado la política parlamentaria –algo que ni siquiera esconden– y en los hechos el Partido Republicano de hoy califica como candidato a la organización más peligrosa en la historia humana”. A la vez, la estrategia electoral derechista de los años recientes ha contribuido a nutrir el racismo, la xenofobia, el temor, así como cultivar el clima antimigrante y atacar incluso a la ciencia con una ofensiva religiosa y política a todos los niveles. La estrategia se implementó desde la escala local hasta la nacional, ayudado por medios masivos, sobre todo el talk radio derechista y de manera notable el poderoso aparato mediático de Rupert Murdoch (Fox News, Wall Street Journal, New York Post, etcétera). La cosecha de estas políticas se ha expresado en crímenes de odio, atentados terroristas de derecha, así como el surgimiento de todo tipo de políticos extremistas y movimientos manipulados, como el Tea Party. La cúpula política y económica del país ha logrado en gran medida controlar estas expresiones, hasta ahora. Robert Kagan, reconocido analista en Brookings Institution, acusó que Trump es creación del Partido Republicano, su monstruo, su Frankenstein, revivió por el partido, alimentado por el partido y ahora suficientemente fuerte como para destruir a su creador. El año pasado, durante la etapa inicial de las campañas

electorales, Kagan, en un artículo en el Washington Post, describió el fenómeno de Trump: al desatar resentimiento, ira y frustración nutridas por el Partido Republicano a través de la ola de opinión antimigrante y antiminorías, para elevar a un tirano al poder sobre los hombros del pueblo. Agrega: “Este fenómeno ha surgido en otros países democráticos o cuasi-democráticos a lo largo del siglo pasado, y generalmente se ha llamado ‘fascismo’”. Concluye: “así es como llega el fascismo a América, no con botas y saludos a brazo alzado (…) sino con un charlatán de televisión, un multimillonario falso, un ególatra de texto que se ‘se enchufa’ a los resentimientos e inseguridades populares, y con un partido político nacional –por ambición y lealtad partidaria ciega, o simplemente por temor– que se forma detrás de él”. Tal vez lo más notable es que gente del establishment, como Kaplan y toda una gama que va desde conservadores a progresistas han usado la palabra f para describirlo. El ex gobernador republicano de Massachusetts William Weld denunció que el plan de deportación masiva de inmigrantes es equivalente a la Kristallnacht de Alemania en 1938 (operación de los nazis para romper las vidrieras de los negocios de judíos y vejar a sus propietarios para infundir terror). El actor George Clooney declaró que Trump es un fascista xenófobo y familiares de judíos víctimas de Hitler han expresado su horror al comparar este fenómeno en Estados Unidos con lo que sufrieron en Europa. Los amos de la derecha Las diferentes vertientes de la derecha electoral –poniendo de lado la ultraderecha militante–, tanto el populismo nacionalista, cuya figura más poderosa por ahora es el estratega político de Trump, Steve Bannon, quien fue despedido el pasado viernes como parte de la intensa disputa interna entre las diversas corrientes derechistas en la Casa Blanca, así como una vertiente libertaria más tradicional que se expresa en el llamado movimiento Tea Party, tienen algo en común: detrás de estos movimientos, hay siempre multimillonarios. Pero el epicentro de la derecha radical estadunidense contemporánea no se llama Trump, sino Koch. Los multimillonarios hermanos David y Charles Koch, dueños de Koch Industries, grupo dedicado al sector energético y uno de los conglomerados que más contaminan en el país, encabezan la red más formidable de agrupaciones electorales, tanques pensantes (think tanks), programas universitarios y medios que este país jamás ha visto. Pero no apoyaron a Trump. Son la fuerza oscura, aunque no oculta, detrás de lo que se llama la revolución conservadora, en donde conservadores libertarios –neoliberales puros– han logrado tomar control del Congreso federal y la mayoría de las gubernaturas en los pasados 30 años. Son quienes nutrieron y financiaron, y finalmente controlan, lo que se presenta como un movimiento de masas, el llamado Tea Party, que ha logrado consolidar un giro político desde la escala local a la cúpula política nacional. Personajes como el senador y ex precandidato presidencial Ted Cruz y el presidente de la cámara baja, Paul Ryan, fueron llevados al poder por este movimiento, entre cientos más. El Tea Party, por cierto, fue un triunfo personal de los Koch, al lograr que su agenda política privada se convirtiera y canalizara en un movimiento popular de base. Vale subrayar que el vicepresidente, Mike Pence, debe su carrera política en gran medida a los Koch, y algunos consideran que en parte está en la Casa Blanca como concesión necesaria del equipo de Trump al poder de estos multimillonarios. Si uno entra al Museo Metropolitano de Nueva York, tiene que pasar por la plaza David Koch (donó 10 millones de dólares); si desea asistir al teatro en Lincoln Center, una de las salas lleva su nombre (100 millones fue lo que donó). Si va a ver los famosos dinosaurios en el Museo Americano de Historia Natural en Nueva York, esa sala también lleva su nombre (a cambio de 20 millones de dólares). Pero detrás de esa imagen de patrones de la cultura, están los hermanos Koch que han logrado comprar una buena parte de la democracia estadunidense (junto con otros multimillonarios de este país). Los multimillonarios Koch desarrollaron su sofisticada estrategia durante las décadas recientes y la empezaron a implementar a principios de los años 80 –justo a la par del surgimiento de Ronald Reagan. Han acumulado una fortuna personal de 14 mil millones cada uno (en 2009) convirtiéndose en el sexto y séptimo hombres más ricos del mundo (en su fortuna combinada sólo los dejan atrás Bill Gates y Warren Buffett


La derecha tomó por asalto la democracia en Estados Unidos David Brooks-La Jornada Charlottesville es sólo la expresión más reciente de algunas corrientes de la ultraderecha que han existido en Estados Unidos a lo largo de su historia. Vale recordar que el Ku Klux Klan (KKK) fue fundado en 1866, y que en los años 20 del siglo pasado convocaba a decenas de miles a actos, incluso una manifestación masiva en la capital. O que en la década de los 30, decenas de miles participaban en actos pro nazis en ciudades como Nueva York. Pero nunca antes –por lo menos en generaciones– un presidente ha justificado pública y explícitamente el mensaje de odio racista y antisemita de agrupaciones extremistas, algunas con antecedentes de actos de terror. Esvásticas, consignas nazis, antorchas y símbolos supremacistas blancos se exhibieron en marchas por una ciudad estadunidense, con el presidente Donald Trump afirmando que entre ellos había algunas finas personas con demandas legítimas. Durante los días recientes, las expresiones del presidente detonaron una respuesta de reprobación casi universal, colocando a Trump tal vez en su peor crisis política desde que ingresó a la Casa Blanca. Pero también reveló algunas de las diversas corrientes de lo que se llama la derecha en este país. Aunque las expresiones más extremas son las más dramáticas, otras menos visibles son mucho más poderosas, y todas estas de alguna manera están ligadas al fenómeno Trump. Con el triunfo de Donald Trump, la derecha tomó por asalto la democracia de Estados Unidos. Con ello, Estados Unidos es ahora el país más peligroso del mundo, afirma Noam Chomsky. Aunque no hay precedente de que un populista con tintes neofascistas haya ocupado la Casa Blanca, junto con un elenco de asesores y secretarios que provienen de algunos de los sectores más extremos de la cúpula política. El triunfo tomó por sorpresa al mundo –pocos lo habían pronosticado, pero el surgimiento de un populista de derecha no vino de la nada, sino de movimientos y multimillonarios derechistas con larga trayectoria dentro de este país que se autoproclama faro de la democracia. Al conseguir la presidencia, la derecha populista nacionalista ha logrado su mayor triunfo en la historia de este país. Pero la derecha nacionalista, tradicional, y la corriente ultraconservadora del Tea Party, entre otras, no son lo mismo sino sólo una expresión del mosaico derechista en el país que se considera el último superpoder, donde conviven multimillonarios, analistas, políticos, comentaristas, académicos derechistas, un amplio sector de la clase obrera blanca abandonada y agrupaciones extremistas armadas. Algunos comparten raíces históricas con el fascismo de la primera parte del siglo XX, otros son expresiones muy recientes, no necesariamente aliados, aunque en ocasiones colaboran. Eso se ha manifestado desde los primeros días del nuevo

gobierno, donde a pesar de que el Partido Republicano, bajo mando conservador, controla el Ejecutivo y el Legislativo (y, con la incorporación del Neil Gorsuch a la Suprema Corte, ahora toma control del Judicial), no hay consenso sobre políticas y más bien se han manifestado intensos conflictos tanto dentro la Casa Blanca (entre los llamados nacionalistas contra los globalistas), y entre el Ejecutivo y la dirigencia legislativa. El bufón fascista Trump, cuyo padre racista de origen alemán se dedicó a los bienes raíces en Nueva York (denunciado por un inquilino, el famoso cantautor Woody Guthrie, inspirador de Bob Dylan, Bruce Springsteen y Billy Bragg, entre tantos otros), quien vivió un tiempo en uno de sus varios edificios) le heredó la fortuna a su hijo Donald, a partir de la cual construyó un imperio de edificios, casinos, hoteles y campos de golf que hoy día llevan su apellido de manera ostentosa. Desde joven, Trump fue en parte capacitado por algunas de las figuras clave en una de las eras más represivas de este país, el macartismo. Roy Cohn, el famoso abogado golpeador al servicio del senador Joseph McCarthy (también representaba a una de las familias de la mafia en Estados Unidos), fue contratado por los Trump para defenderlos ante una demanda del gobierno federal por prácticas de discriminación racial en sus propiedades para vivienda (perdieron), Cohn se volvió cuate de Donald Trump y eventualmente fue quien lo presentó con quien a la postre se convirtió en su jefe de campaña por unos meses, Paul Manafort. Destacado cabildero y estratega de algunas de las figuras mundiales más cuestionadas en tiempos recientes. La lista de los clientes del despacho de Manafort incluye al dictador filipino Ferdinand Marcos; el líder contrarrevolucionario y mercenario Jonás Savimbi, de Angola; el dictador Mobutu Sese Seko, del Congo, junto con sus pares en Nigeria, Kenia, Somalia, Perú y República Dominicana. Sus afanes lograron, por ejemplo, que el Congreso de Estados Unidos enviara millones de dólares en fondos encubiertos para la lucha contra el gobierno de Angola y sus aliados cubanos. Sus socios de negocios incluyen oligarcas, reconocidos traficantes de influencias y también de armas, agentes de servicios de inteligencia de varios países (incluyendo Pakistán), además de gente ligada al crimen organizado en varias partes del mundo. Se especializaba en limpiar en Estados Unidos la imagen de dictadores, presentándolos como aliados heroicos de Washington contra las fuerzas del mal en el mundo, o esa gran frase luchadores por la libertad (freedom fighters). Su ex socio Roger Stone –quien continúa siendo hoy día asesor externo y defensor de Trump– comentó abiertamente que el negocio que dirigieron juntos fue enlistar a la mayoría de los dictadores del mundo que podíamos


Steve Bannon

más rico de la historia, quienes obviamente saben cómo usar su dinero para promover sus intereses políticos conservadores. Los militantes extremistas La ultraderecha militante, conformada por agrupaciones neonazis, KKK y las llamadas milicias, entre otros, festejaron como propio el triunfo de Trump. Su apoyo a la campaña fue explícito, y poco después de su victoria, un prominente grupo neonazi realizó una reunión en Washington donde sin rubor y frente a testigos celebraron con el brazo derecho extendido: el saludo nazi. Hace una semana realizaron el acto denominado Unir la derecha en Charlottesville, la mayor concentración de estos grupos realizada en años recientes. Aunque Trump rehusó condenar a estos grupos durante su campaña, fue cauteloso en abrazarlos abiertamente. Esta misma tensión se atestiguó en su respuesta a Charlottesville, que ha desatado una crítica casi universal, incluyendo de la cúpula politica y empresarial de este país. Al ocupar la Casa Blanca, ha empezado a desilusionar a algunos militantes derechistas, quienes ya se suman a un creciente coro de ultraderechistas que expresan su desencanto por algunas concesiones de Trump. Otros no están contentos de que en su equipo de asesores y secretarios de gabinete haya gente en la que no confían, el más destacado –sobre todo para los antisemitas– es su yerno y poderoso asesor clave, Jared Kushner. El despido de Bannon nutrirá esto aún más. La derecha extrema suele ser más visible para la gente por sus actos terroristas en Estados Unidos, desde la bomba que destruyó el edificio federal en Oklahoma City, en 1995, matando a 168 personas, así como las acciones de Timothy McVeigh y otros que eran integrantes de las llamadas milicias ciudadanas antigobierno que participaron en la toma armada de una instalación federal en Oregon, en enero de este año, donde los militantes declararon la guerra contra el gobierno federal y su disposición a ser mártires en la causa de defender la Constitución y sus derechos individuales. Todos los años hay múltiples incidentes, sobre todo de la ultraderecha cristiana contra mujeres, en torno al asunto del aborto, además de ataques contra minorías por grupos supremacistas blancos. Los militantes ultraderechistas de este país han matado a más gente en Estados Unidos que todos los ataques terroristas atribuidos a musulmanes, según un informe del centro de investigación New America. Desde 2002 hasta finales de 2016, islamistas han lanzado nueve ataques que dejaron 45 muertos, mientras que los militantes derechistas han atacado 18 veces dejando 48 muertos. En Charlottesville cobraron una vida más. Sus objetivos han sido minorías, incluyendo mexicanos, proveedores de servicios de salud de la mujer (sobre todo en el caso del aborto), además de funcionarios públicos. Dicen que lo hacen para rescatar a Estados Unidos.Resultado de imagen para Charlottesville racistas Agencias de seguridad pública en Estados Unidos consideran a los extremistas violentos antigobierno y no a musulmanes caricaturizados, como la amenaza más severa de violencia política que se enfrenta en este país, reportó un centro de investigaciones citado por Newsweek recientemente. Se han descubierto complots para matar a musulmanes (incluyendo un plan para decapitar a uno y subir a Internet el video), misiones de inteligencia para preparar ataques contra objetivos, y frecuentemente robar arsenales de armas, incluyendo bombas.

Mitt Romney y Paul Ryan

No todos congenian entre sí, y hay diversas corrientes, entre ellos supremacistas/neonazis (entre los más conocidos está el KKK), grupos antimigrantes radicales, fundamentalistas cristianos y otros que están motivados por la idea de que el gobierno federal es el enemigo que viola sus derechos y libertades individuales). Hoy día existen 892 grupos de odio operando en Estados Unidos, reporta el Southern Poverty Law Center (SPLC), organización independiente que, entre otras cosas, se especializa en la supervisión y vigilancia de grupos de odio. Entre estos, SPLC informó en enero que el número de milicias en Estados Unidos se había incrementado por poco más de un tercio en 2015, de 202 en 2014 a 276 [para ver el informe y mapa: https://www.splcenter.org/hate-map], pero había sólo 42 en 2008. Eso es un incremento mayúsculo respecto de los datos de 2014, pero también hay un incremento superior a 40 por ciento de grupos de odio antimusulmanes. En la categoría más amplia de grupos antigobierno patriotas (no todos son de odio), el número es de 998. SPLC señala que desde 2000 ha habido un incremento exponencial de grupos de odio, nutrido en parte por la inmigración latina y también por proyecciones demostrando que para mediados de siglo los blancos ya no serán mayoría en el país. Algunos están convencidos de complots gubernamentales contra ellos, como la toma por asalto de tropas federales a veces apoyadas por fuerzas internacionales coordinadas por la Organización de las Naciones Unidas, otros se preparaban para una invasión militar… de Texas, por parte del gobierno de Barack Obama. Hubo un incremento dramático en número y actividad de estas agrupaciones con la elección del primer presidente afroestadunidense en la historia, nutrido por narrativas de políticos y comentaristas de derecha en el sentido de que Obama no era estadunidense, sino un musulmán encubierto y, peor, un socialista. En ese contexto, se detectó un incremento de complots para cometer actos violentos dentro de Estados Unidos. Algunas de estas agrupaciones apoyaron, o por lo menos utilizaron, la candidatura de Trump, incluyendo expresiones explícitas de apoyo de varios dirigentes del KKK, como el ex diputado federal David Duke y otros. La luz verde tácita, a veces abierta, a la violencia contra detractores de Trump, sobre todo manifestantes, además, los ataques verbales del candidato republicano contra comunidades musulmanas o de inmigrantes y minorías, ha generado mayor tensión, pero también más laxitud hacia la intolerancia de estas agrupaciones. Las razones de su existencia son complejas, algunas están integradas por granjeros que han perdido todo, otras por blancos de clase trabajadora que también han visto un deterioro en su calidad de vida, mientras otros son parte de corrientes ultraderechistas cristianas con larga historia en este país. Pero el fenómeno del surgimiento de Trump, combinado con la cuidadosa creación de una red derechista integrada a todos los niveles en el país, dirigida durante las décadas recientes por un reducido grupo de multimillonarios y, por otro lado, la existencia de fuerzas paramilitares ultraderechistas en Estados Unidos –aunque no están coordinadas ni necesariamente tienen relación entre sí– en conjunto representan tal vez la mayor amenaza a la democracia en la historia de este país.


como los hombres más ricos de Estados Unidos), y la han usado para combatir toda regulación empresarial, laboral y ambiental, debilitar, si no destruir, a sindicatos, entre otras cosas, al impulsar leyes y colocar a políticos en todos los niveles de poder en este país. Los Koch encabezan una red, según un cálculo, de alrededor de 700 ricos que influyen en el proceso político estadunidense. Sin embargo, por primera vez decidieron mantenerse al margen de la elección presidencial y no ocultaron su desprecio por Trump. Pero invirtieron decenas de millones de dólares para asegurar que los republicanos, sus republicanos, mantuvieran el control en ambas cámaras del Congreso, así como ampliar el control de sus aliados en los gobiernos estatales. Un vocero de la red Koch comentó: queremos maximizar el número de senadores orientados a la libertad. Se había divulgado que el presupuesto original de la red encabezada por los Koch para este ciclo electoral era de 889 millones de dólares, pero al parecer fue más modesto, ya que se rehusaron a aportar a la contienda presidencial. La red anunció que tenía la intención de invertir más de 42 millones en ese afán. Gran parte de estas maniobras durante el juego políticoelectoral fueron canalizadas por conducto de Americanos por la Prosperidad (AFP, por sus siglas en inglés), que actúa en varios frentes, pero sobre todo en movilizar bases, y el Fondo de Acción de Socios de la Libertad, la principal entidad de acción electoral de los Koch. A la vez, abiertamente informan que tienen una infraestructura de base permanente manejada por mil 200 activistas pagados en 38 estados de la unión, según reportó The Hill. AFP dice tener en sus filas más de 2.8 millones de individuos movilizados en su red nacional. Una de sus nuevas entidades es la Academia de Liderazgo de Bases (Grassroots Leaders- hip Academy) que se dedica a capacitar militantes para las batallas político-electorales de AFP y desarrollar organizadores comunitarios para luchar por la libertad y contra las políticas progresistas y las narrativas falsas de la izquierda, según su sitio en Internet. Esta academia realizó o programó más de 116 sesiones de capacitación en 26 estados desde septiembre de 2015. Otro proyecto reciente de los Koch es la llamada Iniciativa Libre, dedicada a promover los principios y valores de la libertad económica para empoderar a la comunidad latina estadunidense, para que pueda gozar y contribuir a una América más prospera. El sitio de Internet es bilingüe y sus lemas son gobierno limitadooportunidades ilimitadas y capta tu sueño. La fortuna de los Koch proviene de su imperio industrial centrado en hidrocarburos y papel, entre otros rubros. Koch Industries es la segunda firma privada (o sea, no está en las bolsas de valores) más grande del país, una de las empresas que provoca la mayor contaminación en esta nación –no por nada son uno de los principales promotores de los esfuerzos para negar el cambio climático. El origen de la fortuna se debe al padre, Fred, quien recibió 500 mil dólares de Stalin por sus servicios en la construcción de 15 refinerías y un par de años después su empresa ayudó a Adolfo Hitler a construir la tercera refinería más grande de los nazis – produjo combustible para la fuerza aérea alemana durante la guerra, revela una extensa investigación de Jane Mayer, periodista de The New Yorker, en su libro Dark money, la historia de los multimillonarios detrás del surgimiento de la derecha radical. El padre admiraba abiertamente a Alemania, Italia y Japón justo antes de la guerra y contrató a una nana alemana nazi para ayudar en la formación de sus hijos. Más aún, fue uno de los primeros miembros de la organización ultraderechista John Birch Society –tan extrema que consideraba al presidente Dwight Eisenhower como un agente comunista. Los hijos no sólo fueron educados con esta visión, sino influenciados por el trabajo de Friedrich von Hayek, ideólogo del capitalismo puro y sin restricciones, algo que sigue presente en las corrientes promovidas por los Koch hoy día, y por pensadores anarquistas de derecha, o libertarios. Mayer subraya que la meta de Charles Koch, quien tiene el perfil más ideológico de los hermanos, es financiar una revolución libertaria en Estados Unidos, en la cual impuestos y regulaciones sobre empresas como Koch Industries serían casi nulos, o sea, fundamentalmente cambiar la dirección del país. Los Koch y sus aliados percibían a Reagan y gran parte de la cúpula del Partido Republicano como demasiado liberales. En 1978, Charles Koch afirmó: nuestro movimiento tiene que destruir el paradigma estatista que prevalece. Para lograrlo, señala Mayer, construyeron una operación política –una red plenamente integrada– para tomar el control de la política de Estados Unidos, incluyendo centros de investigación (el más conocido e influyente es el Cato Institute en Washington) entre toda una gama de proyectos para promover su filosofía

radical (Charles dixit). Sólo su maquinaria política ya es quizá la más poderosa y amenaza con subordinar al propio Partido Republicano, escribe Mayer. En un artículo, Mayer cita a Charles Lewis, director del Centro para la Integridad Pública, dedicado a investigar el papel del dinero en la política, quien comentó que los Koch están en otro nivel. No hay nadie más que haya gastado tanto dinero. La sola dimensión de eso es lo que los distingue. Tienen un patrón de violación de leyes, manipulación política y ofuscación (…) nunca he visto algo igual. Son el Standard Oil de nuestros tiempos. En su libro, Mayer subraya que los Koch no están solos, sino forman parte de un grupo de familias sumamente ricas y ultraconservadoras que han invertido fondos durante décadas, casi siempre sin dejar huella pública, para alterar la dirección de la política en Estados Unidos. Más allá de los hermanos Koch, está una variedad de otros multimillonarios conservadores y derechistas, que no necesariamente se llevan bien entre sí. Ppor ejemplo, detrás de Bannon y buena parte de la corriente populista nacionalista de Trump, está el inversionista de fondos de cobertura (hedge fund) el multimillonario Robert Mercer y su hija Rebekah, quienes fueron clave en promover y colocar a Bannon primero como el ejecutivo de la campaña de Trump en su etapa final, después como el poderoso asesor estratégico del presidente en la Casa Blanca, y ahora, con su salida de la corte, de nuevo continuarán patrocinando sus esfuerzos ahora desde fuera de la Casa Blanca. Aunque comparten una visión libertaria derechista, no son aliados de los Koch. Los Mercer, financieros de una amplia gama de organizaciones e iniciativas –incluyendo los proyectos mediáticos de Bannon, como Breitbart News, a donde el ahora ex estratega ha regresado como director. También apoyaron el trabajo de un ex operativo demócrata, quien durante décadas ha promovido la idea de candidatos insurgentes contra el establishment de Washington. No sólo eso, sino que fueron sus sondeos los que mostraron que las condiciones políticas en el país eran favorables para que una figura externa, como Trump, ocupara la Casa Blanca. De hecho, algunos dicen que Robert Mercer odia no sólo a los demócratas, sino también al Partido Republicano, desde una perspectiva de la derecha libertaria que apoya, según críticos, algunos grupos supremacistas blancos y antisemitas. Algunos ex socios de Mercer argumentan que sin él, Trump no hubiera llegado a la presidencia. (Por cierto, Bannon es parte de fuerzas católicas derechistas con poder y dinero, que conforman una creciente oposición derechista al papa Francisco, pero esa es otra historia.) También está la familia DeVos, a la que pertenece la actual secretaria de Educación, Betsy DeVos, que ha financiado con millones de dólares organizaciones de investigación y una amplia gama de agrupaciones que promueven agendas políticas ultraconservadoras, entre ellas la privatización de la educación pública.Resultado de imagen para betsy devos Entre los de mayor poder público, está Rupert Murdoch y su familia, dueños de Fox News, el Wall Street Journal y otras entidades mediáticas con un impacto masivo en el debate público y político del país. Y sigue la lista, con nombres como el magnate de casinos Sheldon Adelson y algunos integrantes del propio gabinete, el


Germán Gorraiz Lopez

El Magnicidio de Kennedy tuvo como daño colateral el nacimiento de un sistema político tutelado por el “Poder en la sombra”, quedando desde entonces como rehenes todos lo sucesivos Presidentes electos de EEUU, según la confesión realizada por el primer Ministro israelí Ariel Sharon al entonces Ministro del Exteriores Shimon Peres en octubre del 2001: “Nosotros, el pueblo judío, controlamos Estados Unidos y los estadounidenses los saben”, teniendo como fuente la radio israelí “Kol Israel”, sirviéndose de lobbys de presión entre los que descollaría la American Israel Public Affairs Committee (AIPAC). Así, la AIPAC sería el más influyente grupo de presión proísraelí en EEUU pues cuenta con más de 100.000 miembros (150 de ellos dedicados exclusivamente a presionar al Congreso, a la Casa Blanca y todos los organismos administrativos en la toma de decisiones políticas que puedan afectar a los intereses del Estado de Israel) y aunque siempre se ha creído que la AIPAC sería un “gobierno virtual” que teledirigiría la política exterior de EEUU en función de los intereses israelíes, la realidad sería que el lobby pro-israelí tiene verdadero peso en los ámbitos del poder porque EE.UU. e Israel casi siempre han compartido idénticos intereses geopolíticos desde la fundación del Estado de Israel en 1.948. Así, EE.UU. contaría con Israel para mantener a los Estados árabes de Oriente Próximo bajo la amenaza constante de ataque, (asegurándose de paso que se mantengan serviles ante Washington) e Israel no podría seguir existiendo en su forma actual sin el fuerte apoyo político y material que recibe de EE.UU. ( unos 3.800 millones de dólares anuales en ayuda militar). Sin embargo, el Gobierno de Netanyahu aspira a resucitar el endemismo del Gran Israel (Eretz Israel), ente que intentaría aunar los conceptos antitéticos del atavismo del Gran Israel (Eretz Israel), que bebería de las fuentes de Génesis 15:18, que señala que “ hace 4.000 años, el título de propiedad de toda la tierra existente entre el Río Nilo de Egipto y el Río Eúfrates fue legado al patriarca hebreo Abraham y trasferida posteriormente a sus descendientes”. Dicha doctrina tendría como principal adalid a Isaac Shamir al defender que “Judea y Samaria (términos bíblicos de la actual Cisjordania) son parte integral de la tierra de Israel. No han sido capturadas ni van a ser devueltas a nadie” y sería la fuente de la que beberían los postulados actuales del partido Likud liderado por Netanyahu quien aspira a convertir a Jerusalén en la “capital indivisible del nuevo Israel”, tras la invasión de su parte oriental tras la Guerra de los Seis Días (1.967) , extremo que habría sido tratado por el yerno de Trump y encargado de solucionar el contencioso palestino-israelí, Jared Kushn ( judío ortodoxo cuyos abuelos sobrevivieron al Holocausto) en la reciente reunión que mantuvo en Israel con Netanyahu. George Soros y la trama anti-Trump Hasta Eisenhower, la CIA fue únicamente la organización de inteligencia central para el gobierno de los Estados Unidos y estuvo detrás de múltiples tareas de entrenamiento de insurgentes y desestabilización de gobiernos contrarios a las políticas del Pentágono, pero los lobbys militar y financiero (ambos fagocitados por el looby judío) no pudieron resistir a la tentación de crear un gobierno de facto que manipulara los entresijos del poder, derivando en la aparición de un nuevo ente (el complejo militar-industrial, en palabras de Eisenhower), refractaria a la opinión pública y al control del Congreso y

¿Es George Soros un agente antisionista?

Senado de los Estados Unidos). En la actualidad, la Compañía se habría transmutado en el llamado Departamento de Seguridad Nacional ( Homeland Security) y de la hidra-CIA habrían nacido 17 nuevas cabezas en forma de agencias de inteligencia que integrarían la Comunidad de Inteligencia de EEUU ( la Cuarta Rama del Gobierno según Tom Engelhardt) , agentes patógenos de naturaleza totalitaria y devenidos en Estado paralelo, verdadero poder en la sombra fagocitado por el “Club de las Islas” de George Soros y que se habría conjurado contra un Trump partidario de una Geopolítica Primus Inter Pares entre EE.UU. y Rusia (G2). Dicha trama anti-Trump habría sido diseñada tras la reciente reunión celebrada en Washington en la que participaron cerca de 200 patrocinadores de la campaña electoral de Hillary Clinton encuadrados en la llamada Alianza Democracia (DA), megaorganización fundada por George Soros en el 2.005 y constaría de una primera fase para torpedear el traspaso de poderes Obama-Trump mediante una “revolución patriótica o multicolor” en EEUU. Así, según el portal Zero Hegde, las espontáneas manifestaciones populares anti-Trump habría sido inspiradas por el portal digital MoveOn.org, patrocinado por el ínclito Soros bajo el lema “Levántate y lucha por los ideales estadounidenses” y cuya segunda fase será truncar la carrera política de Trump por métodos legales (Impeachment) o por métodos expeditivos (léase Magnicidio), tras lo que el VicePresidente Mike Pence asumiría la Presidencia y retornaría a la senda de las seudodemocracias tuteladas por el verdadero Poder en la sombra de EEUU (Cuarta Rama del Gobierno). ¿Es Soros un agente antisionista? Tras la iniciativa del Club de las Islas encabezada por George Soros contra Donald Trump, Netanyahu habría salido en su ayuda y habría declarado a Soros “enemigo de Israel” como respuesta a la supuesta hostilidad de Soros (judío húngaro nacionalizado estadounidense).hacia el Estado judío. Así, el Ministerio de Exteriores judío emitió un comunicado en el que acusaba a George Soros de “socavar ininterrumpidamente a los Gobierno democráticamente elegidos de Israel al fundar organizaciones que difaman al Estado judío y buscan negar su derecho a defenderse” tras la campaña contra Soros desarrollada por el Primer Ministro húngaro Viktor Oran en la que exigía al magnate judío “no entrometerse en los asuntos internos de Hungría”. Soros había condenado al Gobierno húngaro por su rechazo a acoger a los refugiados musulmanes al percatarse Oran de la estrategia de Soros de intentar “balcanizar Europa”, pero la campaña fue utilizada por grupos de ultraderecha húngaros para realizar propaganda antisemita y neonazi, lo que habría encendido las alarmas en Israel y habría llevado al embajador israelí en Hungría, Yossi Amrani a afirmar que “la campaña contra Soros siembra odio y temor”. Posteriormente, el AIPAC habría tomado las riendas de la campaña contra Soros al organizar una campaña petitoria para exigir al Presidente Trump que “reconozca como terrorista doméstico al multimillonario George Soros y todas sus organizaciones amén de confiscar todos sus activos en EEUU”, campaña que llevaría ya recogidas cerca de 70.000 firmas y que espera alcanzar con facilidad las 100.000 firmas necesarias para ser tomada en consideración por la Casa Blanca, con lo que nos encontramos en el inicio de un duelo Soros-Trump en el que tan sólo uno de ellos puede sobrevivir.


Militares y Goldman Sachs expulsan a Ateve Bannon Alfredo Jalife-Rahme WSWS (https://goo.gl/hNM6dm) arguye que con el despido del fascista Steve Bannon –anterior oficial de Marina, ex banquero y principal estratega político de Trump–, los militares afirman su control en la Casa Blan Su defenestración se gestó tres días después de la conferencia de prensa de Trump quien “defendió a los manifestantes nazis y supremacistas blancos” en Charlottesville, lo cual provocó una crisis política sin precedentes en Washington, lo que daña severamente la credibilidad de EU en la arena internacional y crea las condiciones para explosiones sociales domésticas. Hasta James Murdoch, director de 21st Century Fox e hijo de Rupert (aliado de Trump), reprochó la ambivalencia del polémico presidente quien dos días más tarde criticó a sus presuntos aliados. Más allá de la rebelión en la granja de un sector del Partido Republicano, el índice Dow Jones declinó 274 puntos con el amago de la renuncia del israelí-estadunidense Gary Cohn, anterior presidente de Goldman Sachs y hoy jefe económico de la Casa Blanca. Con el despido de Steve Bannon, los tratantes del piso de remates de la bolsa de Nueva York, que repuntó, explotaron de júbilo. La decisión de su defenestración provino del flamante general retirado John Kelly, de los Marines quien defendió a su colega el general H. R. McMaster –consejero de seguridad nacional– y de quien el feroz portal Infowars alega que es controlado por el megaespeculador George Soros quien planea la captura de la Casa Blanca, citando a una fuente del espionaje israelí (https://goo.gl/1ycnPG).¿Será? No es ningún secreto el choque de Soros con el gobierno de Netanyahu y su aliado Sheldon Adelson, dueño de casinos y periódicos. La gota que derramó el vaso de la expulsión de Bannon –quien había presentado su renuncia 10 días antes, congelada por su pupilo ideológico Trump– fue su cruda entrevista a The American Prospect (https://goo.gl/DKjuhA) donde planteó purgar (sic) a sus oponentes en las secretarías de Estado y de Defensa, atacó a Cohn por oponerse a la guerra comercial contra China y, lo peor de todo, a mi juicio, expuso la vacuidad de las amenazas bélicas contra Norcorea, donde no existe una solución militar ya que en la primera media hora habrían 10 millones de muertos (¡súper sic!) en Seúl. Lo más relevante: Steve Bannon colocó a China como el principal enemigo de EU y que, en caso de no ser detenida en los

próximos cinco años, marcaría un punto de inflexión que impulsaría a Pekín como el nuevo hegemón. Los negocios en China de Goldman Sachs, de la banca Rothschild y Soros – no se diga de Jared Kushner y su esposa Ivanka– chocaron conspicuamente con el estratega Bannon quien fue el artífice del triunfo de Trump en el Colegio Electoral al movilizar a las huestes de desempleados supremacistas blancos y los WASP (blancos, protestantes anglosajones) en la olvidada área rural de EU: desde el cinturón bíblico hasta el cinturón industrial. Ni tardo ni perezoso Steve Bannon –a quien el Vaticano ya le había declarado la guerra “teo-política (https://goo. gl/1DswuC)”– regresó de inmediato a su plataforma Breitbart News, portavoz del nacionalismo blanco económico y declaró en forma bombástica que se encuentra en guerra contra los opositores de Trump en el Congreso, los multimedia y las trasnacionales. Fue notorio que no haya mencionado a los militares que lo decapitaron (https://goo.gl/HUcnDS). El emasculado Trump se encuentra arrinconado y más aislado que nunca con el solo apoyo interno de su familia, su hija Ivanka y su yerno Kushner quien controla a su correligionario Stephen Miller, caústico amanuense de Trump y connotado islamófobo muy dado a una retórica estrambótica, como la que profirió el presidente sobre la carnicería (sic) estadunidenseperpetrada por los lobos de Wall Street. Arrinconado en la Casa Blanca, el hoy emasculado Trump, a quien ya había detectado como “deslactosado (https://goo. gl/1V4qXd)”, tendrá como aliado a Bannon desde su púlpito nacionalista blanco en Breitbart, a quien felicitó: “Steve Bannon será una nueva voz dura (sic) e inteligente, quizá mucho mejor que antes. Los fake news necesitan competencia (https://goo. gl/vx6mLG)”. Jonathan Swan, del portal AXIOS, asevera que Bannon, apoyado por la familia del multimillonario Bob Mercer, se prepara para la guerra (¡súper sic!) con su “maquinaria homicida de Breitbart”: una guerra termonuclear (¡súper sic!) contra los globalistas quienes han destruido a EU. La guerra será contra el general H. R. McMaster, Dina Powell –vice-consejera de seguridad nacional que proviene de Goldman Sachs–, Gary Cohn y la pareja Jared e Ivanka. A mi juicio, el desenlace de esta guerra civil, que no se atreve a pronunciar su nombre, dependerá de la movilización de las huestes nacionalistas/populistas/

supremacistas blancos. El júbilo por la expulsión de Steve Bannon es indescriptible: desde Hollywood hasta Huffington Post,presuntamente controlado por Soros, y que llegó hasta titular en forma racista “Adiós Goy (https:// goo.gl/1GH4rF)”. El término Goy (¡súper sic!) es despectivamente racista para quienes no son judíos y son vistos como “no humanos (https://goo.gl/rpBLtA)”. Washington es un volcán en plena erupción y el rotativo israelí Haaretzrevela que los generales de EU encabezan una revuelta sin precedentes contra Trump, debido a que si cada soldado negro abandona, como consecuencia de los comentarios del presidente sobre Charlottesville, “el ejército colapsaría (https://goo.gl/Vft2Ls)”. Pepe Escobar resalta la estratagema de Steve Bannon que consiste en seducir a la desempleada clase trabajadora que solía ser fiel al Partido Demócrata: más hablan de política de identidad los demócratas, y más los tengo atrapados. Deseo que hablen diario sobre el racismo. Si la izquierda (sic) se concentra en la raza y la identidad, y nosotros vamos con el nacionalismo económico, podemos aplastar (sic) a los demócratas, según el explosivo Bannon (https://goo.gl/fcfvZv). Antes habría que ver qué sucede en las próximas elecciones intermedias de 2018. Steve Bannon sentenció en una entrevista a Weekly Standard que la “presidencia de Trump por la que luchamos y ganamos, se acabó Bannon va a la guerra de guerrillas y externó que todavía tenemos un inmenso (¡súper sic!) movimiento para rescatar algo de lo que queda de la presidencia. Consideró que Trump será mucho más convencional (sic)al tener dificultades de avanzar los temas del nacionalismo económico y la inmigración (Nota: en la que incluyó la construcción del muro). Steve Bannon vaticinó que los republicanos, quienes han sido reticentes en su apoyo, moderarán (¡super sic!) a Trump. Mejor dicho: ¡los militares y Goldman Sachs! NYT juzga que la salida de Bannon fue una victoria para Cohn y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin (Nota: ambos de Goldman Sachs), y pregunta qué quedará de la agenda de Trump en comercio, cambio climático, China, inmigración y Afganistán. ¿Trump leerá más que nunca el portal Breitbart e intentará aplicar el nacionalismo económico mezclado de supremacismo blanco.. Una cosa es segura: Steve Bannon afuera será mucho más peligroso que adentro de la Casa Blanca.


edad, ¿qué nos dice acerca del tipo de redes de seguridad que tejemos, dado el escabroso futuro que ya aseguramos? Dado que hay miles de desplazados, podríamos incluso discutir los innegables vínculos entre la alteración climática y la migración –desde el Sahel a México– y aprovechar la oportunidad para debatir la necesidad de una política de migración que comience con la premisa de que Estados Unidos tiene una buena parte de la responsabilidad de las principales fuerzas que sacan a millones de sus hogares. Pero no vivimos en un mundo que permite ese tipo de debate serio y mesurado. Vivimos en un mundo en el cual los poderes gobernantes se han mostrado demasiado dispuestos a explotar el desvío de atención de una crisis de gran escala; y muchos están dispuestos a usar las emergencias de vida o muerte para imponer sus políticas más regresivas, políticas que nos llevan más por el camino correctamente descrito como una forma de apartheid climático. Lo vimos después del huracán Katrina, cuando los republicanos no perdieron el tiempo y promovieron un sistema de educación completamente privatizado, debilitaron la legislación laboral y fiscal, incrementaron las perforaciones petroleras y de gas y la industria de la refinación, y abrieron las puertas a compañías mercenarias como Blackwater. Mike Pence fue un artífice clave de ese proyecto inmensamente cínico y no deberíamos esperar menos después de Harvey, ahora que él y Trump están al mando. Ya vimos a Trump usar como tapadera al huracán Harvey para lograr el muy controversial indulto de Joe Arpaio y una mayor militarización de las fuerzas policiales estadunidenses. Se trata de movimientos especialmente ominosos, en el contexto de que los puestos de control migratorios siguen operando aún con las carreteras inundadas (un serio desincentivo para que los migrantes evacuen), así como en el contexto de los funcionarios municipales hablando acerca de aplicar las penas máximas a los saqueadores (vale la pena recordar que después de Katrina, varios residentes afroestadunidenses fueron baleados por la policía en medio de este tipo de retórica). En pocas palabras, la derecha no desperdiciará el tiempo para explotar a Harvey y ningún otro desastre como ese para diseminar ruinosas y falsas soluciones, como la policía militarizada, más infraestructura petrolera y de gas y sistemas privatizados. Lo cual significa que la gente informada y a la que le importa tiene el imperativo moral de nombrar las

verdaderas raíces de esta crisis –conectar los puntos entre la contaminación climática, el racismo sistémico, los reducidos fondos de los servicios sociales y los excesivos fondos para la policía. También necesitamos aprovechar el momento para proponer soluciones intersectoriales, que dramáticamente reduzcan las emisiones mientras batallamos contra toda forma de desigualdad e injusticia (algo que hemos intentado plantear en The Leap (https://theleap.org/), y que grupos como la Alianza por la Justicia Climática (www.ourpowercampaign.org/cja) han impulsado durante mucho tiempo). Y tiene que ocurrir ahora mismo –justo cuando los enormes costos humanos y económicos de la inacción están en plena luz pública. Si fracasamos, si dudamos debido a una errónea idea de lo que es apropiado durante una crisis, dejamos la puerta abierta a que despiadados actores exploten este desastre para obtener predecibles y perversos fines. También es una dura verdad que la ventana para tener estos debates es cada vez más estrecha. No tendremos ningún tipo de debate de política pública después de que pase esta emergencia; los medios regresarán a cubrir obsesivamente los tuits de Trump y otras intrigas palaciegas. Así que, si bien parecería ser indecente estar hablando acerca de las causas primordiales mientras la gente aún está atrapada en sus hogares, este es, siendo realistas, el único momento en que tenemos la atención de los medios como para tratar el tema del cambio climático. Vale la pena recordar que la decisión de Trump de retirarse del acuerdo climático de París –acción que va a repercutir a escala global durante décadas– recibió más o menos dos días de cobertura decente. Luego regresaron a hablar de Rusia las 24 horas.

Hace poco más de un año Fort McMurray, pueblo en el corazón del auge de petróleo de arenas bituminosas en Alberta, casi quedó reducido a cenizas. Durante un tiempo el mundo estuvo pasmado por las imágenes de los vehículos que iban en fila, sobre una carretera, con las llamas acercándose por ambos lados. En aquel momento nos dijeron que era insensible y sólo se buscaban chivos expiatorios si se hablaba acerca de cómo el cambio climático exacerbaba fuegos incontrolables como este. Era todavía más tabú hacer cualquier conexión entre nuestro mundo, cada vez más caliente, y la industria que da energía a Fort McMurray y que daba empleo a la mayoría de los desalojados, que produce una forma de petróleo particularmente alta en carbono. El momento no era el adecuado; era el de mostrar compasión, brindar apoyo y no hacer preguntas difíciles. Pero, claro, ya para cuando era apropiado plantear esos asuntos los reflectores de los medios hace mucho que se habían ido. Y hoy, mientras Alberta intenta conseguir al menos tres nuevos oleoductos para cubrir sus planes de incrementar la producción a partir de bituminosas, ese terrible incendio y las lecciones que podría haber aportado casi no se mencionan. En ello hay una lección para Houston. La ventana para proveer un contexto significativo y sacar conclusiones importantes es reducida. No podemos arriesgarnos a echarla a perder. Hablar con honestidad acerca de qué fomenta esta época de desastres seriales –incluso mientras ocurren– no falta al respeto a la gente que está en el sitio en cuestión. De hecho, es la única manera de en verdad rendir tributo a sus pérdidas, y nuestra última esperanza para prevenir un futuro con incontables más víctimas.


Harvey no salió de la nada Naomi Klein

Ahora es el momento de hablar sobre el cambio climático y todas las demás injusticias sistémicas –desde realizar detenciones e interrogatorios basados en el perfil racial hasta la austeridad económica– que transforman desastres como Harvey en catástrofes humanas. Busquen la cobertura mediática sobre el huracán Harvey y las inundaciones en Houston, y oirán acerca de cómo este tipo de lluvia no tiene precedente. Escucharán acerca de cómo nadie lo vio venir, así que nadie se podía preparar adecuadamente. De lo que oirán muy poco es acerca de por qué estos eventos climáticos sin precedentes, históricos, ocurren con tanta regularidad, que decir histórico ya se volvió un cliché meteorológico. En otras palabras, no escucharás hablar mucho, si es que algo, sobre el cambio climático. Esto, nos dicen, es porque se busca no politizar una tragedia humana que todavía está en desarrollo, lo cual es comprensible, pero aquí está el detalle: cada vez que hacemos como que un suceso meteorológico nos llega de la nada, como alguna acción de Dios que nadie

pudo predecir, los reporteros toman una decisión extremadamente política. Es la determinación de no herir sentimientos y evitar la controversia, a costa de la verdad, por más difícil que sea. Porque la verdad es que estos eventos fueron predichos desde hace mucho tiempo por los científicos climáticos. Los cada vez más cálidos océanos crean tormentas más poderosas. Los cada vez más altos niveles de los océanos implican que esas tormentas entran a sitios que antes no alcanzaban. Las temperaturas cada vez más calientes ocasionan precipitaciones pluviales cada vez más extremosas: largos periodos de sequía interrumpidos por masivas tormentas de nieve o lluvia, en vez de los estables y predecibles patrones con que la mayoría de nosotros crecimos. Los récords que se rompen año con año –ya sea de sequía, de tormentas, fuegos incontrolados o simplemente calor– ocurren porque el planeta está notablemente más caliente, más que nunca desde que comenzaron a llevarse registros. Cubrir sucesos como Harvey mientras se ignoran esos hechos, no ofrecer una

plataforma para que los científicos climáticos puedan explicarlo con sencillez, mientras no se menciona la decisión del presidente Donald Trump de retirarse de los acuerdos climáticos de París, implica fracasar en el más básico deber del periodismo: ofrecer hechos importantes y contexto relevante. Deja al público con la falsa impresión de que estos desastres no tienen un origen, lo cual también implica que no se pudo haber hecho algo para prevenirlos (y que no se puede hacer algo para evitar que en el futuro sea peor). También vale la pena señalar que la cobertura mediática de Harvey ha estado altamente politizada desde mucho antes de que la tormenta tocara tierra. Ha habido eternas conversaciones acerca de si Trump tomaba suficientemente en serio la tormenta, largas especulaciones acerca de si este huracán será su “momento Katrina” y se han ganado puntos políticos (con justificada razón) con el hecho de que muchos republicanos votaron contra el apoyo a Sandy pero ahora sí atienden a Texas. Eso se llama hacer política de un desastre –es el tipo de política partisana que está en la zona de confort de los medios convencionales, una política que, de forma oportunista, no toma en cuenta el hecho de que anteponer los intereses de las empresas de combustibles fósiles a la necesidad de un decisivo control de la contaminación es un asunto profundamente bipartisano. En un mundo ideal, todos deberíamos de poder poner en pausa lo político hasta que la emergencia haya pasado. Luego, cuando todo mundo estuviera a salvo, tendríamos un largo, meditativo e informado debate público acerca de las implicaciones para las políticas de la crisis que acabábamos de presenciar. ¿Qué debería implicar para el tipo de infraestructura que construimos? ¿Qué debería implicar para el tipo de energía de la que dependemos? (Una pregunta con tremendas consecuencias para la industria dominante en la región, a la que le está pegando más duro el huracán: la petrolera y la del gas). La hipervulnerabilidad a la tormenta de los enfermos, los pobres y los de la tercera


Si Venezuela cae, la humanidad cae

Luis Hernández Navarro John Pilger es un reconocidoreportero y documentalista australiano, que, entre otros muchos reconocimientos, recibió en dos ocasiones el premio Periodista del Año inglés y, en otras dos más, el UN Media Peace Prize. Entrevistado recientemente por Telesur dijo: el mundo decente debe apoyar a Venezuela, ahora sometida a una propaganda virulenta que es la guerra a través de los medios de comunicación. Si Venezuela cae, la humanidad cae. La alerta del periodista australiano dista de ser desproporcionada. Lo que hoy está en juego en Venezuela es similar a la disyuntiva que la humanidad vivió durante la Guerra Civil española, o a la que América Latina sufrió como resultado del golpe de Estado en Chile en contra del presidente Salvador Allende. En el primer caso, el triunfo del franquismo abrió el paso a la expansión del nazismo y el fascismo en Europa. En el segundo, la dictadura militar de Augusto Pinochet fue el punto de inflexión para el establecimiento de variados gorilatos y la expansión salvaje del neoliberalismo en Latinoamérica. Si la oposición venezolana aliada con Estados Unidos triunfa en su intento de derrocar al gobierno democráticamente electo de Nicolás Maduro, se abrirá la puerta a una nueva oleada brutalmente reaccionaria en el mundo. La afinidad de importantes sectores de la oposición venezolana con el franquismo y el pinochetismo es pública, por más que sus diseñadores de imagen traten de ocultarla. El dos veces derrotado candidato a la presidencia por parte de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), Henrique Capriles, declaró en julio de 2013, que Pinochet fue un demócrata al servicio del pueblo chileno. Y Lilian Tintori, la esposa de Leopoldo López arropada por la derecha internacional, justificó que los opositores venezolanos vitorearan a Franco, es normal: si él viviera nos apoyaría como Rajoy. Quienes apoyan a esa parte de la oposición venezolana (la hegemónica) respaldan, sin ambigüedad, tanto a fuerzas

abiertamente fascistas como a los intereses de Estados Unidos en la región. Sin ir más lejos, apenas el pasado 11 de agosto Donald Trump amenazó con invadir militarmente esa nación. Tenemos muchas opciones para Venezuela. Y a propósito, no voy a descartar la opción militar. Tenemos muchas opciones para Venezuela. Este es nuestro vecino. Ustedes saben, estamos por todo el mundo y tenemos tropas por todo el mundo en lugares que están muy, muy lejos. Venezuela no está muy lejos y su gente está sufriendo, y están muriendo. Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo una opción militar si fuese necesario, dijo. Y la MUD, en lugar de confrontar la explícita amenaza intervencionista de Estados Unidos, sin mencionar a Donald Trump, optó por denunciar que Venezuela tiene años intervenida militar y políticamente por Cuba, no sólo afectando nuestra soberanía e independencia, sino también constituyendo una de las principales causas de la violencia. No podía ser de otra manera. Su verdadera apuesta es a una intervención bélica extranjera. Según Pilger, la amenaza de una invasión militar a Venezuela por Donald Trump es típica de las amenazas estadunidenses al mundo en los pasados 70 años. Y ni siquiera es nueva. “Estados Unidos – añadió– ya ha invadido Venezuela con grupos subversivos como la NED, que respaldan a una denominada ‘oposición’, que busca derrocar por la fuerza a un gobierno electo: un alto crimen bajo el derecho internacional”. Entrevistado también por Telesur sobre las bravuconadas del presidente estadunidense, el lingüista Noam Chomsky calificó las declaraciones de Trump como chocantes y peligrosas. Y añadió que: La mejor esperanza es que algunos de los generales a su alrededor, que presumiblemente entienden las consecuencias, logren controlarlo. Los amagos de Trump fueron precedidos de las confesiones de Mike Pompeo, jefe de la CIA. El pasado 20 de junio, en el Foro de Seguridad de Aspen, el titular de

la agencia afirmó: “cada vez que tienes un país tan grande, y con la capacidad económica de un país como Venezuela, Estados Unidos tiene profundos intereses en garantizar que el país esté tan estable y democrático como sea posible. Así que estamos trabajando duro para hacer eso (…) estamos muy optimistas de que puede haber una transición en Venezuela (…) acabo de estar en Ciudad de México y en Bogotá, la semana antepasada, hablando sobre este tema precisamente, intentando ayudarles a entender las cosas que podrían hacer para poder lograr un mejor resultado para su rincón del mundo y nuestro rincón del mundo. Como lo ha recordado recientemente el filósofo Slavoj Zizek, la guerra económica que padece Venezuela y que antecede a recientes amenazas de invasión militar, fue diseñada e implementada en Washington. Así lo reconoció en una entrevista con Fox News Lawrence Eagleburger, quien fuera secretario de Estado de George W. Bush. “Si en algún momento la economía comienza a ir mal –dijo el ex funcionario–, la popularidad de Chávez comenzaría a decrecer. Estas son las armas que tenemos contra él, y que deberíamos estar usando. Es decir, las herramientas económicas para hacer que la economía venezolana empeore, de manera que la influencia del chavismo en el país y la región se vaya a pique (…) Todo lo que podamos hacer para que la economía venezolana se encuentre en una situación difícil está bien hecho; pero hay que hacerlo de manera tal que no entremos en una confrontación directa contra Venezuela, si podemos evitarlo”. Por más que sus aliados intelectuales pretendan presentar a la oposición venezolana como los modernos luchadores por la libertad (como lo hicieron con la contra nicaragüense o con los talibanes que combatían en Afganistán a la Unión Soviética), esa oposición, que admira a Francisco Franco y a Augusto Pinochet, representa, lisa y llanamente, los intereses de Estados Unidos en Venezuela. Tiene razón John Pilger. Si Venezuela cae, la humanidad cae.


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