Question Abril 2016

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AÑO 14- ABRIL DE 2016

Hablan de enmendar la Constitución para renovar todos los poderes

El verso de la necesidad de un diálogo nacional que evite la confrontación

El papel del Estado en la economía

¿PERDIMOS LA ÉTICA SIN SIQUIERA DARNOS CUENTA?

La telenovela Macri cautiva y confunde LO PANAMÁPAPERS: ¿Descrubiendo el agua tibia?

LA NUEVA DERECHA Y EL GOLPE EN BRASIL


Crónicas de la Venezuela

Aram Aharonian

Hablan de enmendar la Constitución para renovar todos los poderes

V

oceros representativos del bolivarianismo y de la oposición, hablan hoy –aun solapadamente- de la posibilidad de realizar una enmienda en la Constitución que incluyera la renovación de todos los poderes. Mientras, el presidente Nicolás Maduro -con amplio apoyo en las calles- pidió al Tribunal Supremo de Justicia declarar inconstitucional la Ley de Amnistía aprobada por la Asamblea Nacional dominada por la oposición. Esto es indicativo de que existen conversaciones formales o informales para un acuerdo que permita salir de la crisis política que vive el país. La premisa fundamental de este acuerdo sería la renovación de todos los poderes públicos: los nacionales, estadales y municipales, o sea, a contarse todo el mundo en las urnas. Ell abogado constitucionalista Hermann Escarrá, quien indicó que el actual Parlamento “está cumpliendo un período de transición” y entregó al presidente Nicolás Maduro el proyecto de una enmienda constitucional para cesar a la actual Asamblea. Por su parte, el opositor presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, que al gobierno lo sostienen el Alto Mando Militar y el Tribunal Supremo de Justicia y reiteró que dentro de la Fuerza Armada hay grupos conspirando.

Ramos Allup, veterano político de Acción Democrática (socialdemócratas alguna vez) confesó que la Mesa de Unidad Democrática (que agrupa a todos los sectores de la oposición) presentó tres salidas –y no solo una- al gobierno porque sus integrantes no se pusieron de acuerdo, aunque al final resultó lo más inteligente y no descartó que puedan ponerse sobre la mesa las dos iniciativas de enmienda constitucional para el Ejecutivo y para el parlamento. “En materia electoral el culillo no es nuestro. En materia electoral el culillo no está de este lado”. Una semanas atrás, los diputados de la MUD y el oficialismo habían aprobado por unanimidad un acuerdo inspirado en el exhorto del papa Francisco a favor del diálogo y la paz en Venezuela, donde se abstienen de pedir la mediación de alguna autoridad y se llama al encuentro y diálogo político. El documento reconoce la importancia de la colaboración y el trabajo mancomunado para resolver los problemas del país y se renueva el compromiso de las partes para dirimir las diferencias con base en la Constitución. En el acuerdo se plantea trabajar de buena fe y por el bien común, para impulsar la cultura del encuentro que propicie las condiciones para un diálogo fecundo que evite nuevos conflictos entre

los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. ¿Diplomacia vaticana?. Amén, El revocatorio Mientras, el gobernador del estado Miranda y ex candidato presidencial opositor, Henrique Capriles Radonsky, aseguró que la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, debe atender la petición de la MUD para que se aplique un Referendo Revocatorio (una de las salidas propuestas por la oposición) a la gestión del presidente Nicolás Maduro. “El Revocatorio tiene como fecha tope el 10 enero de 2017, después no tiene sentido. Hay que cumplir un lapso de 228 días según el reglamento”, explicó Capriles. Capriles denunció presuntas maniobras “para que no empiecen a correr los tiempos. Ya tenemos 2 millones de personas censadas, es decir, futuros convocantes. Al saber cuál es el formato de la planilla en una hora podemos recoger las 200 mil firmas del 1%, pero ellos quieren confundir a la gente para que piensen que estamos perdiendo el tiempo”, dijo Hoy, Venezuela está al borde de una crisis de gobernabilidad. Aun cuando la oposición logre revocar el mandato de Maduro, tiene conciencia de que difícil-


mente pueda gobernar en un clima de paz social. Por su parte, el gobierno tiene que evitar el tiro de gracia que significaría enfrentar un referendo revocatorio. Todo ello enmarcado en una gravísima crisis económica derivada en parte por la baja de los precios internacionales del petróleo, viviendo un desabastecimiento de alimentos y medicinas, en medio de una crisis eléctrica que obligó a declarar no laborables todos los viernes, y una creciente criminalidad. La Ley del olvido Una Ley de amnistía supone el perdón de un delito, la promulgación de una medida como esa implica el “olvido” de los crímenes cometidos por una persona de forma absoluta, de hecho, los delitos quedan eliminados al igual que todo tipo de responsabilidad, y por ello Maduro ha solicitado al Tribunal Supremno de Justicia que la declare inconstitucional. Casos de responsabilidad en asesinatos, estafas, intentos de golpes de Estado y corrupción de parte de activistas políticos vinculados a la oposición podrían ser “olvidados” y promover la impunidad de los crímenes contra el pueblo . El principal objetivo de esta Ley -que contó con el invaluable apoyo de gobiernos, instituciones y sobre todo los medios de comunicación hegemónicoses liberar al dirigente opositor Leopoldo López, responsable intelectual de la muerte de 43 personas durante las guarimbas, (violencia urbana) así como obtener la impunidad para los implicados en actos terroristas que promovieron y participaron en actos contra la estabilidad política de Venezuela. Muchos de los que se beneficiarían con la amnistía huyeron del país para evitar entregarse a la justicia y enfrentar el debido proceso por la comisión en muchos casos de delitos comunes, como

el enriquecimiento ilícito. Para el, constitucionalista Hemann Escarrá, la ley no solo es inconstitucional sino que atenta contra la constitución en la parte final del artículo 29 (delitos de lesa humanidad y afectación graves de los derechos humanos), y explicó que la norma es una aceptación de la comisión de los delitos. “Llama la atención que no te des cuentas que estás aceptando todos los delitos que allí se mencionan”, comentó. Dijo que en el articulado se pide perdón por la insurrección armada, por la rebelión civil, por la rebelión militar, por la falta al honor militar, por haber actuado contra redes eléctricas, por las guarimbas, por las bombas en las embajadas, entre otros crímenes. La transgresión se hizo norma El intelectual Luis Britto García señala que el gobierno realiza ingentes sacrificios para mantener misiones sociales, elevar periódicamente salarios y subsidiar alimentos y productos básicos para las mayorías necesitadas, esfuerzos que no benefician al votante por tres factores contra los cuales el gobierno no actúa con energía suficiente: la proliferación de mafias de intermediarios que acaparan y revenden bienes subsidiados con márgenes de ganancia superiores a los del narcotráfico; el contrabando de extracción, que según Maduro desaparece 40% de cuanto el país produce o importa; y la corrupción que ampara las corruptelas que según Maduro desapareció 60.000 millones de dólares en importaciones fantasmas y empresas de maletín. La falta de acción contundente contra estos flagelos determinó la masiva deserción de votantes (2,3 millones) que entregó el Poder Legislativo a una oposición que solo creció electoralmente 4,22%. La socióloga Maryclén Stelling seña-

la que la corrupción y la transgresión de las normas han penetrado y permeado la sociedad venezolana para convertirse en verdaderos problemas sociales y legales. La transgresión abarca un amplio espectro de comportamientos entre los dos extremos de un continuo: de la transgresión menor hasta comportamientos abiertamente delictivos. En ese contexto se sitúa la corrupción, entendida como “el abuso del poder público para la obtención de un beneficio privado”. El manejo político de la corrupción en tanto fenómeno que “solo aqueja al adversario político”, la ha ido objetivando en forma de personas específicas y eventos aislados, lo que ha terminado por desvincular la corrupción de las formas y estilos propios de la sociedad venezolana. La crisis económica, política y social, en tanto variables mediadoras, impulsa a interpretar las normas y situaciones de una manera particular, en la cual se justifica la transgresión y se le interpreta como algo socialmente aceptable, añade. El uso y abuso mediático con fines de denuncia política, ha desembocado en la “espectacularización” de la corrupción. Desde el reconocimiento de que el venezolano se autodefina como pueblo anárquico, se ha desarrollado una cultura de la transgresión en tanto fenómeno cotidiano inserto en la dinámica social y en la relación de la ciudadanía con el sistema normativo formal e informal. Sin dudas, la crisis económica, política y social ha coadyuvado en el desarrollo de una tolerancia hacia diversos comportamientos transgresores, hasta desembocar en una situación de laxitud ética generalizada. Más allá de la permanente guerra de micrófonos y con el telón de fondo de una crisis agudizada en los últimos tres años por inacción gubernamental y guerra económica , hay quienes buscan una salida consensuada. ¿Que dirá el pueblo?


Chris Gilbert y Cira Pascual Marquina

Regreso al futuro: 13 de abril

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Cuanto más apreciemos la Comuna de París de 1871, menos derecho tenemos a hablar de ella con ligereza, sin examinar sus errores… -Lenin Los hechos del 11 al 13 de abril de 2002 –el golpe de Estado y el rescate de Chávez por el pueblo– son recordados a menudo por la izquierda venezolana, y con razón. Estos sucesos monumentales marcan nuestro presente, descollan en el imaginario colectivo y seguramente lanzarán una larga sombra sobre el futuro de nuestro país. Pero, ¿qué es lo que recordamos? ¿El 13 de abril representa una victoria arrebatada de las garras de la derrota? ¿Fue un verdadero Ayacucho del movimiento popular? Planteamos que el 13 de abril no debe recordarse como una victoria sin más; antes bien, es necesario resaltar también su carácter de oportunidad perdida. Lo que aconteció durante aquellos días fue sin duda heroico y extraordinario, como lo fueron un conjunto de momentos en los que el pueblo se alzó y mostró su potencia, pero desafortunadamente paró en el umbral de una revolución. Si no reconocemos que, en el laberinto de la historia latinoamericana, el 13 de abril representa un momento en el que hubiéramos podido entrar en una escalada revolucionaria, perdemos su significado más profundo. Veamos. De la lectura correcta de un evento histórico, con mente fría y corazón caliente, puede depender el éxito o el fracaso de la revolución socialista. Un buen ejemplo es la mirada dialéctica (es decir, consciente de las contradicciones) con la que tanto Marx como Lenin celebraron el heroismo de la Comuna de París mientras reconocieron que su derrota fue también producto de graves errores internos. ¡Los comuneros no marcharon sobre Versalles! ¡Los comuneros no afianzaron su poder! Estos fueron algunos de los grandes

errores que se pagaron caros. El hecho de que Lenin mantuviese una lectura de la Comuna de París como herida abierta –no solo por la derrota a manos de la reacción, sino también por lo que no hicieron los comuneros– explica, en gran medida, el éxito de los bolcheviques en la Revolución de 1917. Gracias a esta interpretación de la Comuna, entendieron que perder el momento preciso de la revolución sería un crimen imperdonable. También entendieron que dejar de actuar con entrega –luchar contra la barbarie con métodos a veces bárbaros, según la memorable expresión de Lenin– implicaría perder la oportunidad de nuevo... Todo eso porque los bolcheviques comprendieron (y sintieron) la oportunidad perdida que representó la Comuna de París. Lo mismo se puede decir del 13 de abril. ¡Qué valentía la del pueblo y la de Chávez! Nunca dejaremos de reconocerlo. Sin embargo fue un grave error el de no haber avanzado más en aquellos momentos. El 13 de abril abrió una ventana de oportunidad que duraría hasta 2007, un momento en el que el Proceso Bolivariano hubiera podido avanzar y aplastar al enemigo de clase. La derecha había perdido toda credibilidad y quedó sin fuerza –incluso en el plano internacional–, mientras el chavismo emergió como único bloque con autoridad moral. Chávez tuvo las riendas del movimiento popular y se abrieron las puertas del cielo... pero no intentamos entrar. (Durante aquellos años, el movimiento chavista tuvo una hegemonía que pocas veces se alcanza en los procesos de cambio.) Ahora bien, cuando constatamos la oportunidad perdida que representa el 13 de abril no estamos afirmando que la destrucción del poder burgués fuese un hecho consumado, un pájaro en mano. ¡No es así en absoluto! Si bien el imperialismo estaba golpeado, éste mantuvo su capacidad de injerencia, con una presen-

cia fuerte en algunos territorios vecinos. El sentido común burgués también persistía en el seno del pueblo y su dominio representaba un grave obstáculo. Aun admitiendo que las posibilidades de éxito no superasen el cincuenta por ciento, esto no es especialmente riesgoso en un contexto revolucionario. ¡Muchos revolucionarios han dado la vida por menos! El teórico alemán Walter Benjamin argumentó a favor de una “revolución copernicana” en la historiografía. Para los revolucionarios el asunto no es “retratar un evento en su contexto sino retratar nuestro momento en el tiempo pasado en el que emergió”. Así debe ser nuestra tarea frente al 13 de abril. Efectivamente, el “hubiera podido ser” de la revolución socialista en Venezuela nació en aquel momento. Durante los próximos años la tarea revolucionaria no será avanzar hacia un futuro indeterminado y nebuloso, sino volver al momento del 13 abril y reactivarlo. Efectivamente, la tarea es “regresar al futuro” para corregirlo. Es así porque el futuro del socialismo en Venezuela depende de (re)encontrar un 13 de abril en el que, sin crucifijos, sin vacilación y sin perdón, logremos vengar siglos de vidas truncadas que quedan en nuestro pasado. Escribiremos entonces el capítulo final de la narrativa de nuestra independencia y emancipación. La lectura correcta del 13 abril –la lectura que nos indica que hay que golpear cuando el enemigo es débil, que hay que tomar riesgos, que hay que confiar en la fuerza de un pueblo alzado– será nuestra mejor guía. Nuestra tarea, aún más evidente en los días de desidia y desmoralización que vivimos donde no se vislumbra un horizonte revolucionario, es reencontrar la bifurcación de rutas que se dio aquel 13 y tomar –esta vez sí– el camino correcto. *Profesores de Estudios Políticos en la Universidad Bolivariana de Venezuela.


La oposición, sus mandantes y sus tácticas, además de sus candidatos presidenciales

Álvaro Verzi Rangel Existen a lo interno de la oposición venezolana fuertes contradicciones sobre la táctica a utilizar para sacar al presidente Nicolás Maduro del gobierno: la salida violenta, el pedido de renuncia, una asamblea constituyente, el referendo revocatorio y, ahora, una enmienda constitucional que permita que el pueblo relegitime los cinco poderes del Estado venezolano: ejecutivo, legislativo, judicial, moral y electoral. Pareciera que si bien la desestabilización seguirá siendo plato fuerte del menú de la oposición, ligado a las estrategias geopolíticas de Washington, la salida violenta está desvalorizada, a decir del presidente del Legislativo: “No veo a Maduro terminando su periodo presidencial (pero…) aquí no hay testículos ni músculo para dar un golpe militar”, señaló Henry Ramos Allup. Quizá las dudas surgen de la diversidad de interlocutores externos que tienen los dirigentes opositores venezolanos, muchos de ellos integrantes del gobierno estadounidense, pero también otros que quieren tener protagonismo como “mediadores” en la crisis venezolana, como el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, o el exmandatario costarricense Oscar Arias, que no siempre interpretan bien el ritmo que se les marca. Pese a que los plazos se van agotando, algunos partidos y grupos integrantes de la llamada Mesa de Unidad Democrática siguen titubeando: no están seguros de querer proponer un referendo revocatorio para el mes de abril, pues carecen de un programa económico que presentar y que, al menos en los papeles, permita acabar con la crítica situación que atraviesa el país, producto de la propia guerra económica que los opositores orquestan para dificultarle el programa de gobierno. Deshojando la margarita: revocatorio ¿si o no? El referendo revocatorio es bandera de Primero Justicia, el partido mayoritario (en votos) dentro de la MUD, sobre todo del actual gobernador del estado Miranda y dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, quien intenta impulsarlo. Para ello se necesita recoger el 20% de las firmas del electorado. “El Revocatorio tiene como fecha tope el 10 enero de 2017 (cuando se cumplen tres años del gobierno de Maduro), después no tiene sentido. Hay que cumplir un lapso de 228 días según el reglamento”, explicó Capriles, quien denunció presuntas maniobras del Consejo Nacional Electoral “para que no empiecen a correr los tiempos. Ya tenemos 2 millones de personas censadas, es decir, futuros convocantes. Al saber cuál es el formato de la planilla en una hora podemos recoger las 200 mil firmas del 1%, pero ellos quieren confundir a la gente para que piensen que estamos perdiendo el tiempo”. Pero lo cierto es que Voluntad Popular y Acción Democrática

no están convencidos del llamado, pues temen a que de ganar la oposición no tendrá capacidad para sacar al país de la crisis que enfrenta, ya que hasta ahora ha sido incapaz de presentar siquiera una propuesta. “El revocatorio es un tema de prudencia política que los líderes, tanto del gobierno y de la oposición, tienen que ver cuál es la prioridad nacional, qué es lo que el país necesita en este momento. A mí se me ocurre que hay urgencias nacionales económicas, políticas y sociales que los líderes tienen que evaluar y ponderar”, señaló Eduardo Fernández, veterano dirigente democristiano. Sin embargo, en Acción Democrática hay también discrepancias en lanzar o no un proceso revocatorio en abril. Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional, no acaba de definirse, aun cuando sabe que de ganar contarán con el apoyo de EE.UU. lo que considera la única manera de poder enfrentar la crisis que ellos mismos han provocado en sus ansias de sacar a Maduro del poder. Sin definir el camino escogido, Ramos Allup siguió con su guerra de micrófonos e indicó que el Estado está preparando el diferimiento de las elecciones de gobernadores y del referendo revocatorio, “porque ellos saben que si van a cualquier comicio, van a resultar absolutamente perdedores.(…) Creo que el gobierno está cerrando las vías democráticas, para evitar cualquier consulta popular, porque sabe que su derrota será peor que la ocurrida (en las legislativas de) el 6 de diciembre”. Mientras la posibilidad del revocatorio parece ir quedándose sin aire ni tiempo, la estrategia principal de la MUD hoy en día es prepararse para obtener buenos números en la elección de gobernadores a fines de este año. Consideran que una victoria en esos comicios los fortalecería políticamente y así sí estarían en condiciones de lanzar un revocatorio en el 2017. Pero más allá de carecer de un programa político y/o económico, a la variopinta oposición le falta un candidato creíble para suceder a Maduro. Los presidenciables Como era de esperar, Ramos Allup es uno de los principales dirigentes opositores que apoya esta iniciativa de hacerse fuertes en los comicios para gobernadores. Sus vínculos con la embajada estadounidense son históricos, anteriores al gobierno de su jefe político, Carlos Andrés Pérez (1989-1992). Apoya la iniciativa no solo por ser instrucciones de Washington sino porque necesita tiempo –y circunstancias- para ir fortaleciendo su imagen, y mostrándolo como una candidato “independiente” con vistas a las presidenciales. Más allá de las eventuales candidaturas presidenciales de Capriles Radonsky y Ramos Allup, el gobernador (opositor) de Lara, Henry Falcón, con cartas credenciales que lo acreditaban ser otro opositor cercano a la embajada estadounidense en Caracas, viajó a Costa Rica en el mes de marzo.


Su intención, sin dudas, era la de desarrollar una agenda de reuniones que le permitieran generar contactos, financiamiento, confianza en torno a su figura y apoyo político para una futura campaña presidencial. Falcón no es muy conocido internamente en el país y mucho menos en el exterior. De las reuniones que mantuvo en Costa Rica, más allá de las que tuvo con opositores venezolanos radicados en ese país, como Víctor Quinteros, la más importante fue con el ex presidente tico Oscar Arias: lo considera la figura que puede impulsarlo en el ámbito regional e internacional por su condición “independiente” como Premio Nobel, pese a estar asociado a los intereses estadounidenses. Falcón no es de estridencias. Se movió con discreción, tratando de no levantar revuelo respecto a su figura, ni expectativas y especulaciones que aborten sus planes de convertirse en la próxima figura presidencial en Venezuela. Arias señaló que las condiciones actuales podrían llevar a un desbordamiento social no deseado por nadie en Venezuela: “los venezolanos deben apuntar a una salida de concertación pacífica”, dijo. Dentro del guión previsto, Arias reiteró a la prensa de su país su disposición a colaborar con Venezuela, a partir de su experiencia, “para aportar soluciones a los conflictos políticos que someten el área económica y social”, aunque su eventual mediación fue rechazada por el gobierno. El expresidente tico estuvo en Venezuela invitado por la MUD y participó en una sesión especial de la Asamblea Nacional el jueves 18 de febrero, fecha en la que se cumplieron dos años de la detención del opositor Leopoldo López, sentenciado por haber incitado los hechos de violencia que cobraron la vida de 43 personas. Al retornar a Costa Rica, expresó que “lo que le conviene a Venezuela, es que el actual presidente Nicolás Maduro termine su mandato anticipadamente”. ¿No injerencia? ¿Llamado a deponerlo? Más allá de que Henry Falcón continúe presentándose como un líder “unitario” y entregara a Arias un documento que declaró que ya había divulgado en Venezuela (Manifiesto de Yaracuy, impulsado por su partido Avanzada Progresista, un acuerdo para la construcción de un gobierno de unidad nacional), los medios políticos costarricenses plantean que el gobernador larense trabajó con fuerza el mercadeo político a su favor. Tras su visita a Costa Rica, su figura parece haber crecido y muchos en Washington y Madrid preguntaron por sus características y posibilidades. Quizá cayó bien su mensaje demagógico o los “asesores” se mostraron más confiados por las cartas credenciales que lo acompañaron. Lo cierto es que, a diferencia de otros personajes calificados como prepotentes, Falcón causó buena impresión sobre todo por la humildad con que se presentó ante la prensa tica, vendiendo bien la imagen de que con su viaje solo pretendía lograr la asesoría de Oscar Arias, sobre quien se deshizo en elogios. Claro, se abstuvo de recordar que éste estuvo fuertemente implicado en el golpe de estado contra el ex presidente hondureño Mel Zelaya, bajo indicaciones del Departamento de Estado y la CIA, como ha sido ampliamente demostrado y divulgado. Como la margarita, demasiados pétalos para deshojar: golpe duro, golpe blando, desestabilización, pedido de renuncia presidencial, referendo revocatorio, elecciones para gobernadores, asamblea constituyente, enmienda constitucional. Mientras, la oposición sigue careciendo de un proyecto, una propuesta –más allá de la ley de amnistía para delincuentes, narcotraficantes, asesinos, estafadores, responsables de intentos de golpe de estado, corrupción, que el Tribunal Supremo de Justicia declaró inconstitucional- que pueda sacar al país de la crisis. Sus dirigentes están más preocupados en ser candidatos presidenciales.

Luis Britto García

La cruda verdad Venezuela vivía del crudo a 100$ por barril; ahora vive de un barril a 26$, y producirlo cuesta unos 18$. Esto equivale a que tengamos un sueldo de Bs 10.000 y nos lo rebajen a 800. La caída brutal de la demanda petrolera no es culpa nuestra, sino de la sobreventa por las monarquías del Golfo Pérsico, la entrada en el mercado de las reservas de Irán, la disminución del consumo por la crisis económica, el auge de los hidrocarburos de lutita estadounidenses. Los precios volverán a subir, porque el mundo se mueve con petróleo, las empresas de los países desarrollados tienen costos tan altos que quebrarían, los hidrocarburos de lutitas destrozan el ambiente y la sobreoferta parece estar sobreestimada. Esto no ocurrirá hoy ni mañana, sino en un plazo razonable. El Gobierno venezolano realiza ingentes sacrificios para mantener misiones sociales, elevar periódicamente salarios y subsidiar alimentos y productos básicos para las mayorías necesitadas. Estos colosales esfuerzos no benefician al votante por tres factores contra los cuales el Gobierno no actúa con energía suficiente. Primero, la proliferación de mafias de intermediarios que acaparan y revenden bienes subsidiados con márgenes de ganancia superiores a los del narcotráfico. Segundo, el contrabando de extracción, que según el presidente Maduro desaparece 40% de cuanto Venezuela produce o importa. Tercero, la corrupción que ampara las corruptelas anteriores y que según el presidente Maduro desapareció 60.000 millones de dólares en importaciones fantasmas y empresas de maletín. La falta de acción contundente contra estos flagelos determina la masiva deserción de votantes que entregó el Poder Legislativo a una oposición que solo creció electoralmente 4,22%. Durante 16 años, la derecha acumula un prontuario de crímenes horrendos y delitos de lesa humanidad que ahora intenta autoperdonarse para seguirlos cometiendo. Quien así delinque como oposición, si llegara a ser Gobierno erradicará brutalmente el bolivarianismo y anulará todas las conquistas sociales de éste. El bolivarianismo no puede darse el lujo de seguir inactivo mientras lo destruyen.


Maryclen Stelling:

Cuando la transgresión se hace norma

Preservar el sistema Leopoldo,Puchi Es natural y común que un gobierno pierda las elecciones cuando los electores consideran que ha realizado una mala gestión. Siempre ha sido así, sea México, Alemania o Japón. A veces son gobiernos de izquierda los pasan a la oposición, otras veces gobiernos de derecha. En Perú, por ejemplo, el gobierno de Ollanta Humala, que ha aplicado políticas económicas liberales, se encuentra en una situación electoral tan difícil que su candidato ha tenido retirarse de la contienda, ya que no ha encontrado ningún tipo de respaldo. En Venezuela, dada la caída de los precios del petróleo y el malestar generado por las colas y la inflación, es de esperarse que en un próximo proceso electoral, bien sea elección de gobernadores o referendo revocatorio, el Gobierno pierda las votaciones, aunque seguramente conserve un alto caudal electoral. Nada especial o fuera de lo natural. Se trataría de la alternancia dentro del sistema. Sin embargo, en la realidad actual del continente, el proceso político venezolano no es concebido por importantes factores de poder como parte de la dinámica de alternancia Gobiernooposición, sino dentro de un esquema de “transición” y “ruptura” con el sistema económico, social y político en vigor. Es esto lo que le brinda a la situación venezolana, y en cierto modo a la de otros países como Bolivia o Nicaragua, un carácter particular, porque se apunta al desmantelamiento de las bases del sistema y no solo al cambio del presidente de turno o de determinadas políticas públicas. Ahora bien, no todo el sentimiento opositor en Venezuela expresa una visión de “ruptura” y “transición”. Al contrario, pudiera decirse que en el respaldo electoral a la oposición es mayoritaria la tendencia a una alternancia dentro del sistema. Lo que ocurre es que la fuerza de los llamados poderes fácticos es muy grande. Uno de ellos es Washington, que aspira a reintegrar a su dispositivo geopolítico a varios países de la región que se han separado de éste, para lo cual actúa directamente sobre el acontecer político nacional, lo que es contrario a la legalidad internacional. El otro factor que se ubica en un esquema de “ruptura” es el que conforman los grupos radicalizados del empresariado venezolano y de una parte de la élite política que no es partidaria de la preeminencia de los sectores populares sobre las políticas del Estado. Al plantearse la situación en términos de “transición” y no de alternancia dentro del sistema, la confrontación puede alcanzar grados muy elevados, a un punto en que incluso puede salirse de los rieles institucionales. No es lo mismo alternancia que “ruptura” y “transición”.

El 25 de febrero pasado fue activado el 0800 SaludYa, para informar la disponibilidad de medicamentos. El 3 de abril, el presidente Maduro denunció “se nos creó una mafia interna y estaban falsificando récipes y robando las medicinas para bachaquearlas en la calle”. Un claro ejemplo de cómo la corrupción y la transgresión de las normas han penetrado y permeado la sociedad venezolana para convertirse en verdaderos problemas sociales y legales. La transgresión abarca un amplio espectro de comportamientos entre los dos extremos de un continuo: de la transgresión menor hasta comportamientos abiertamente delictivos. En ese continuo se sitúa la corrupción, entendida como “el abuso del poder público para la obtención de un beneficio privado”. El manejo político de la corrupción en tanto fenómeno que “solo aqueja al adversario político”, la ha ido objetivando en forma de personas específicas y eventos aislados. Objetivación que ha terminado por desvincular la corrupción de las formas y estilos propios de la sociedad venezolana. La crisis económica, política y social, en tanto variables mediadoras, impulsa a interpretar las normas y situaciones de una manera particular, en la cual se justifica la transgresión y se le interpreta como algo socialmente aceptable. En Venezuela, la política funge como una importante variable mediadora. Así, la corrupción es inherente al chavismo o a la oposición, dependiendo del bando donde me ubique. Por otra parte, el uso y abuso mediático con fines de denuncia política, ha desembocado en la “espectacularización” de la corrupción. En el país históricamente ha existido una especie de rechazo compartido hacia las normas sociales, suerte de predisposición o licencia colectiva para transgredir la normatividad social. Solemos decir, no sin cierto orgullo, que somos un pueblo anárquico. En ese sentido, se ha desarrollado una cultura de la transgresión en tanto fenómeno cotidiano inserto en la dinámica social y en la relación de la ciudadanía con el sistema normativo formal e informal. La crisis económica, política y social ha coadyuvado en el desarrollo de una tolerancia hacia diversos comportamientos transgresores, hasta desembocar en una situación de laxitud ética que a su vez legitima la propia transgresión, cada vez más normal.


Eleazar Díaz Rangel-Últimas Noticias

Colas y elecciones

“Vengo de Petare, donde uno consigue de todo, de comprar este jabón que me costó 400 bolívares, aunque está regulado en siete”, me contó un arquitecto que trabaja en el Este. Situaciones como esa se repiten con numerosos productos alimenticios y de aseo personal. Por ejemplo, el papel higiénico de 36 a 500, el azúcar de 25 a 700, y así se puede elaborar una larga lista vigente no solo en Petare sino en otros sitios de Caracas y en ciudades del interior. Por supuesto, ninguno de esos precios son reales, ni los regulados están en armonía con los costos de producción, ni los especulativos tienen algo que ver con la realidad. Pero ahí están las interminables colas y los miles de bachaqueros en todo el país. Uno tiene que preguntarse ¿cómo es posible que con todo el poder de los organismos de inteligencia del Estado venezolano, de la diversidad y magnitud de sus cuerpos policiales, de sus mecanismos de seguridad, no ha sido posible golpearlos eficientemente? Para enfrentar esta crítica situación, que no hace sino crecer y multiplicarse, no se puede pretender que es posible hacerlo en corto y mediano plazo, con el aumento de la producción y la cobertura del déficit en el campo. Se trata de procesos mucho más lentos, pero este de la especulación y de los bachaqueros sí que pueden combatirse y erradicarse en tiempos relativamente cortos. En Caracas se está haciendo un esfuerzo en Catia, que hasta ahora no ha tenido resultados, pero es de suponer que la alcaldía perseverará y nos podrá mostrar los frutos de esa campaña, que seguramente se repetirá en algunos estados, porque no hay rincón de Venezuela donde la gente no se vea obligada a hacer cola. En diciembre tenemos las elecciones de gobernadores. No he encontrado a nadie que crea que el Polo Patriótica podrá conservar una razonable cantidad de gobernaciones. Las estimaciones, todas, son bastante negativas, y mientras este problema subsista, no parece lógico suponer votaciones positivas para el llamado oficialismo. Creo que hay tiempo suficiente para acabar con las colas, o al menos disminuirlas a las indispensables. En diciembre del 2015, a pesar de que era pesimista respecto a las elecciones como efecto de las colas y lo hice notar en breves comentarios, cambié de opinión después del éxito de unas votaciones parciales meses antes con activa participación del chavismo y aliados. Y a pesar de que el descontento andaba por dentro y se expresó explosivamente el domingo 6, nadie pensó que sería de esa magnitud. Nadie, ni el entorno del Presidente pudo alertarlo. El vicepresidente Istúriz ha declarado que el segundo semestre será de recuperación de la economía. No es tarea fácil, pero así fue anunciado. Se trata del más importante compromiso del Gobierno si realmente quiere superar aunque sea parcialmente la crisis económica, y en particular la del desabastecimiento. Hasta ahora se han contenido hechos violentos pese a los abusos de funcionarios, de empleados de centros comerciales, de guardias y policías, etc., pero no necesariamente esa aparente tranquilidad puede conservarse indefinidamente si los factores que la provocan subsisten... En cualquier momento podría estallar. -La unanimidad lograda el jueves en la Asamblea Nacional para aprobar el proyecto de acuerdo sobre el mensaje del papa Francisco, es una lección a ambas bancadas: sí son posibles acuerdos sobre asuntos de importancia si se produce el acercamiento y la discusión oportuna de los proyectos.

Maryclén Stelling

Tiempos de ira

La crisis económica y política que se vive actualmente en el país ha generado y a la vez se alimenta del clima de incertidumbre, desesperanza, inseguridad, miedo, impotencia, anomia, rabia. Caldo de cultivo para que la violencia en sus diferentes expresiones se potencie, brote en múltiples variantes y nos confronte con un país que nos negamos a reconocer y aceptar. El caso Tumeremo, sicariatos políticos, linchamientos y el reciente arrollamiento intencional de dos policías en Táchira son algunas de las expresiones de una sociedad que ha dejado de ser “extraña y ajena”. Expertos afirman que el Estado contribuye a un clima social propicio a los linchamientos cuando falla, en tanto autoridad legítima, en establecer su presencia en un área. Igualmente, cuando los agentes del Estado abusan de la autoridad de la cual son depositarios y ponen en duda su legitimidad. El linchamiento, forma de justicia paraestatal, desafía dos principios básicos: el sometimiento de la ciudadanía al sistema jurídico formalmente reconocido y, además, el monopolio legítimo del uso de la fuerza por parte del Estado. Los linchamientos, en tanto acciones ejecutadas por individuos que no cuentan con una autorización o delegación de autoridad institucional formal, han ido cobrando cierta regularidad y ¿normalidad? en el país. Se trata de una acción colectiva, de carácter privado e ilegal, que puede provocar la muerte de la víctima, en respuesta a actos de esta, quien se encuentra en importante inferioridad numérica frente a los linchadores. Estamos ante una forma de justicia por “mano propia” con “derecho a matar”, bajo determinadas circunstancias. “Los agarramos entre todos los que estábamos ahí. ¿Qué más vamos hacer si aquí no hay policía ni nada y los que mandan son los malandros?”. Ante el uso ilegítimo de la violencia para castigar, se percibe el linchamiento imbuido de un carácter moralizante y se lo estigmatiza bajo la noción de “barbarie”. Y así lo reconoce un linchador: “La falta de autoridad nos convirtió en monstruos”. Estudiosos del fenómeno en Latinoamérica señalan que el recurso extremo de venganza o satisfacción de la ira genera sentimientos de solidaridad a través del desagravio y permite reconstruir formas de organización en países donde prevalece la injusticia o en sociedades con grandes brechas socioeconómicas…


Color de hormiga Luis Britto García

En el país cualquiera aparecen los bachacos y se llevan la comida de los abastos, la medicina de las farmacias, .la gasolina de las bombas Quienes se quedan sin gasolina sin medicinas sin comida comentan que éstas reaparecen en mercados negros o en el exterior a diez veces el precio original mientras los bachacos siguen llevándose comida, medicinas, .gasolina Se inician investigaciones profundas para localizar a los bachacos que están por todos lados llevándose para quién sabe dónde productos que nadie .volverá a ver quién sabe cuándo El alto comando superior político de lo politiquísimo se reúne para comunicar a las masas lo negativo de la acción de los bachacos pero en cuanto comienzan las disertaciones los bachacos arrasan con altavoces, .tarimas, afiches, pancartas, votantes La autoridad de la seguridad declara mano dura acción sin contemplaciones pero antes de decir caiga quien caiga ya ha caído al suelo por acción de los bachacos que cargan con cartucheras botas municiones revolveras fucas .patrullas La autoridad superiorísima convoca cadena nacional para informar cuán desagradable es que los bachacos desaparezcan desde papel higiénico hasta el Acta de la Independencia pero no bien ha comenzado lo único que sale en pantalla son bachacos que se .llevan cámaras, decorados, antenas El Estado mayor de la comandancia comandante desarrolla un plan coordinado para comentar a la población los efectos negativos de la plaga de bachacos pero en cuanto inicia la ofensiva ya se llevan los bachacos armas municiones unidades bagajes y pertrechos para venderlos al .enemigo Se reúnen los Poderes Poderosos para ponerse de acuerdo sobre lo nocivo de los bachacos pero en plena deliberación éstos se llevan estandartes, industrias básicas, reliquias de próceres, servicios públicos, curules, banda presidencial, .recursos naturales Arremeten los patriotas que quedan a la voz de “La Planta Insolente del Bachaco ha Profanado el Sagrado Suelo de la Patria”, pero las fronteras son borradas por hordas de bachacos que acarrean para quién sabe dónde .los restos de la Patria En pleno sarao de opositores que celebran la destrucción del país irrumpen bachacos y se llevan cajas fuertes, joyeros, almacenes con productos acaparados, delicados .cuerpos de oligarcas Donde hubo país sólo queda un abismo con bachacos que se devoran unos a otros o se venden a traficantes de personas con destino a revendedores .de órganos

Roberto Hernández Montoya

¿Qué tiene Miami que tanto malandraje huye para allá? No me gustan los juicios globales sobre etnias, países y ciudades porque la hu-

manidad ha acumulado demasiadas tragedias que comienzan por ahí. Una sola es demasiado. Pero es que sobre Miami gravita el clima propicio para ciertas propensiones digamos que morales. Por un clima muy malo se congrega allí lo peorcito y más violento de Cuba, Venezuela y otros lugares. Allí han anidado terrorismo, bombas, corrupción, truhanería, bellaquería, picardía, latrocinio, marrullería, tramposería y malas palabras. Obviamente, toda generalización es peligrosa, sobre todo si no se hace bajo el rigor de la ciencia. No tengo motivos para pensar que en esa ciudad no hay gente benévola, como desde Alaska hasta Tombuctú, pasando por Tangamandapio y Paranguaricutirimícuaro. Ser humanos los recomienda poco, por algo Ambrose Bierce el Amargo diagnosticó en su Diccionario del Diablo: Hombre, s. Animal tan sumergido en la extática contemplación de lo que cree ser, que olvida lo que indudablemente debería ser. Su principal ocupación es el exterminio de otros animales y de su propia especie que, a pesar de eso, se multiplica con tanta rapidez que ha infestado todo el mundo habitable, además del Canadá. Algunos grupos humanos son marcados como íconos de ciertos rasgos: avaros, tontos, envidiosos y otras características, raras veces positivas, nunca verdad. A menudo, un grupo energúmeno hace tanta bulla en un sentido que termina acaparando la imagen general. Así, Miami garantiza para mucha gente impresentable la idea de que nadie le va a reprochar su ignorancia y su indecencia, porque ese es su ícono: ciudad jaranera, iletrada, indecorosa y sin amor. Y se vuelve círculo vicioso porque esa imagen de Miami Vice atrae más impresentables, lo que arma una masa crítica de personas así. Por eso, para cierta muchedumbre, Miami es el sitio para estar, vivir, conspirar, jaranear, derrochar lo mal habido, como en aquel documental Mayami nuestro. Era el reino indisputado de los Tabaratodamedós de la época de la Champaña Admirable del Primer Carlos Andrés Pérez. Mucha gente ignora que existe otro lugar en el mundo, cree que solo hay Miami y que lo demás es periferia despreciable, empezando por Venezuela.


Suponiendo que lo que se expone a continuación sea cierto y, ahora, público y notorio, es conveniente tener claro que ningún traidor trabaja solo. Quedan muchas preguntas pen diengtes:¿Fue traidor por obra y gracia del Espíritu Santo, y así “de repente”; o fue inducido por alguien como parte de un plan?¿Quiénes metieron la pata y quiénes fueron sus cómplices? ¿Quiénes fueron sucesivamente sus jefes locales y dónde están ahora haciendo qué?¿Quiénes le dieron permisos y lo ubicaron tempranamente en puestos claves? Suponiendo que esta hipótesis sea cierta.

L

a abogada, escritora e investigadora Eva Golinger ha cuestionado repetidamente las circunstancias sospechosas que rodean la muerte del expresidente de Venezuela, Hugo Chávez. “La enfermedad cancerosa de la que Chávez sufrió fue inusualmente agresiva y sospechosa, y cada día se convierte más en una evidencia de que es posible que Chávez fue asesinado”, escribe Golinger en su blog para RT. “Todo lo que Washington estaba tratando de lograr durante el gobierno de Hugo Chávez hoy en día se está realizado en su ausencia”, añade, refiriéndose a los posibles autores de la muerte del líder bolivariano. La periodista también presta atención a una de las personas más cercanas a Chávez, el asistente personal, Leamsy Villafaña Salazar, y sus posibles vínculos con la muerte del exmandatario, que se

hacen más y más evidente con “solo saber que uno de sus edecanes más cercanos durante años, quien estuvo a solas con él y quien le llevaba su comida, su café, su agua, hoy es un testigo protegido en Estados Unidos”. “Las acciones ocultas de Leamsy Salazar y su íntima colaboración con las agencias de inteligencia de Washington pronto se darán a conocer”, afirma la investigadora. Salazar en el primer anillo de seguridad del presidente Chávez, en un acto de campaña en Petare. Salazar en el primer anillo de seguridad del presidente Chávez, en un acto de campaña en Petare, en julio de 2012 Mientras tanto, en su artículo para la Fundación de la Cultura Estratégica el periodista y escritor Nil Nikandrov se ha adentrado en el tema de la relación entre la inteligencia estadounidense y exguardia de alto rango venezolano y su rol en la muerte de Chávez. Datos escasos sobre la vida y el servicio del exguardia El periodista señala que su nombre fue rara vez mencionado en los medios de comunicación, mientras que el expresidente estaba vivo. Debido a la naturaleza de su trabajo Leamsy Villafaña Salazar evitaba la publicidad, no le gustaba ser fotografiado y siempre trataba de permanecer en las sombras. Chávez lo consideraba un agente confiable, incorruptible y un oficial bolivariano profesionalmente entrenado.

Por extraño que parezca, se sabe muy poco acerca de la figura de Salazar, y los datos disponibles en su mayoría provienen de las fuentes estadounidenses. De acuerdo con ellas, el exmilitar nació en 1974 en la capital venezolana. Después de la secundaria ingresó en la academia naval, de donde se graduó en 1998. En 1999, Salazar fue elegido para ser un guardia de honor presidencial, luego Salazar se convirtió en un asistente personal de Chávez. Después del intento del golpe de Estado del 2002, Salazar fue inesperadamente mandado a una base naval en la provincia de Punto Fijo (Estado Falcón), pero en 2006 Chávez ordenó su regreso a sus antiguas funciones en el equipo de seguridad. Tras la muerte de Chávez, Salazar proporcionaba seguridad al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. No obstante, el debate sobre las causas de la muerte del exmandatario y sobre los personajes que podrían estar involucrados en el caso hizo a Cabello dudar de su persona y pedir al Ministro de Defensa transferirlo a otro puesto. La fuga a EE.UU. En algún momento durante este período Salazar se casó con su segunda esposa, Anabel Linares Leal, graduada de la academia militar del país. Durante un tiempo Anabel trabajó con las cuentas financieras de las Fuerzas Armadas de Venezuela en el Banco Bicentenario, que sugiere que ella tenía acceso a

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¿Chávez asesinado por su asistente personal?

¿Estados Unidos trata de cubrir sus huellas en el caso? información secreta sobre las compras de armas en el extranjero. Los recién casados ​​solicitaron a las autoridades venezolan a s el permiso para viajar a la Repúbl i ca Dominicana para su luna de miel. N o obstante, desde la capital dominicana, Santo Domingo, la pareja de improviso se dirigió a España de donde un avión e special que pertenece a la Administración estadounidense para el Control d e Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) llevó a Salazar y su familia a EE.UU. Narrando la historia de Salazar, los medios internacionales, por su parte, aseguran que mientras Chávez estaba vivo, él fue un fiel “comprometido bolivariano”, pero después de su muerte Salazar había decidido romper con el “régimen”, por lo que había llevado a cabo negociaciones secretas con la DEA durante 13 meses, no solo para organizar su fuga, sino también para obtener ciertas promesas con respecto a su propia seguridad, así como la de su esposa e hijos. Cabe señalar que ninguna fuente menciona la participación de la CIA en el caso, solo la de la DEA. La razón de ello, de acuerdo con Nikandrov, es muy clara: la CIA es una agencia de espionaje, y cualquier indicador de posibles lazos secretos de muchos años con esta “oficina de sicarios” podía poner en peligro la vida de Salazar, sabiendo que el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) investigaría la posibilidad de su participación en el asesinato de Chávez. Colaboración con la inteligencia de EE.UU. Ahora la pareja vive en EE.UU. bajo protección federal, y da testimonios en una amplia gama de temas, principalmente en la supuesta “participación” de varias figuras del gobierno bolivariano en el tráfico de drogas, incluidos los líderes militares. El periodista señala que mucho antes de que Salazar realizara su fuga de Venezuela, las agencias de inteligencia estadounidenses habían comenzado a plantar información falsa

‘rectitud impecable’ de Salazar. Incluso su madre ha admitido que el trabajo en la guardia presidencial pesaba sobre él, pero su hijo no tenía ninguna prisa en distanciarse de Chávez, porque el principal empleador de Salazar era otra persona que insistió estrictamente en seguir ejerciendo sus funciones. Intentos de EE.UU. para cubrir las huellas

en los medios de comunicación acerca de la existencia de un denominado Cártel de los Soles, que supuestamente era dirigido por Diosdado Cabello y un grupo de generales venezolanos. El político, por su parte, fue comprometido como medida preventiva, ya que las agencias de inteligencia estadounidenses lo vieron como el más probable sucesor de Chávez. Así, inmediatamente después de su fuga, Salazar fue reclutado en esta campaña de difamación contra Cabello. Mientras tanto, los medios de comunicación proestadounidenses hacen todo lo posible para pasar por alto las preguntas que inevitablemente surgen acerca de la participación de Salazar en los preparativos para el asesinato de Chávez, afirmando que no puede haber ninguna duda de que fue un fiel servidor de la República Bolivariana e idolatraba a Chávez hasta que se enteró de los supuestos vínculos de los altos cargos del país con el tráfico de drogas. Sin embargo, la investigación realizada por el SEBIN plantea dudas acerca de la

El experto señala que el ‘zumbido’ de los informes en los medios proestadounidenses sobre “tráfico de drogas” de los líderes de Venezuela se hace cada vez más fuerte. De acuerdo con Nikandrov, el plan ideado por la inteligencia de EE.UU. es claramente evidente: distraer a la opinión pública mundial del hecho de que Salazar es el candidato más probable para haber matado a Chávez. Mientras tanto, las agencias oficiales (y no oficiales) en Venezuela están recolectando evidencia de las actividades criminales de Salazar, sus encuentros clandestinos con representantes de la CIA y la DEA, y la posibilidad de que él dio la información a los estadounidenses sobre los itinerarios de viajes del presidente, así como el material biológico que pertenecía a Chávez. Los estadounidenses, por su parte, están haciendo todo lo posible para impedir este trabajo, asegura Nikandrov. Así, por ejemplo, la oficina de la CIA en Madrid (España) ha fabricado un escándalo que rodea al personal de la Oficina del Agregado de Defensa de Venezuela, acusándolo de espionaje a miembros de la oposición. Pero, por supuesto, de acuerdo con el periodista, su problema real es muy distinto: la amenaza de revelaciones escabrosas sobre el asesinato de Chávez. Mientras tanto, las autoridades venezolanas han decidido ofrecer una recompensa económica para cualquier información específica acerca de las personas que pudieron coordinar y ejecutar el asesinato del exlíder bolivariano.

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Carlos Carcione Los síntomas son claros. Se ha roto el entramado legal, simbólico y cultural que era referencia para la sociedad. Se ha traspasado el límite en el que los conflictos funcionan como válvula de seguridad y se convierten en impredecibles. Los discursos de las cúpulas han perdido sentido, se vuelven incomprensibles, fastidian como el zumbido de las moscas. Las palabras han perdidosu antiguo significado. El gobierno del presidente Maduro dilapidó la línea de conexión con la gente. La oposición tampoco conecta con sus bases. Y esto sucede porque en la calle se busca, casi siempre sin éxito, lo indispensable para sobrevivir, mientras que ambas cúpulas hablan de temas que solo a ellos les interesan. Un paquete de harina, un kilo de arroz, un litro de aceite, un medicamento para una enfermedad crónica, se han vuelto una moneda de cambio preciosa. Entretanto se entrega el 12% del territorio nacional para explotar oro a corporaciones genocidasdel ambiente, la biodiversidad, el agua, el futuro, la vida… Y a esto se lo llama economía productiva. Anomia1 En un informe sobre el movimiento de personas en la temporada de Semana Santa al Vicepresidente Ejecutivo se le escapa ,entre los números del turismo interno, una cifra que pinta de cuerpo entero la situación, en menos de una línea dice: “también se han producido 21 saqueos”.[ii] Se han comenzado a volver cotidianos los asesinatos de líderes sociales[iii] y cuadros políticos y la amenaza de Guarimbas paramilitares o parapoliciales también provoca muertos. En Táchira un diputado suplente del GPP, también en Táchira, dos PNB son asesinados en medio de acciones violentas y en Caracas a manera de operativo comando, asesinan a un reconocido líder de la sufrida comunidad haitiana. Los escasos espacios de debate que sobreviven son amenazados por las fuerzas de seguridad o inteligencia como sucedió con el allanamiento del local de Castillete, donde se realizaban tareas de formación política. Ya no se trata solo de la seguridad individual,cercada por una delincuencia que crece exponencialmente,la quiebra en el respeto a las normas alcanza a las instituciones encargadas de prevenir o, mejor dicho, al conjunto de las instituciones. Obreros que han sido la niña de los ojos del Comandante Chávez son perseguidos, amenazados, amedrentados y despedidos por reclamar deudas salariales o falta de cumplimiento de su contrato colectivo, así pasa hoy en la estatal SIDOR[iv]. La tentación estatal por una salida totalitaria se huele en el aire. Estamos parados sobre el punto de quiebre. Para los sociólogos y los psicólogos sociales, una vez instalada la anomía ya no se vuelve a la situación anterior. El fenómeno requiere para su solución de la construcción de una nueva normalidad. Pero las actuales cúpulas no pueden realizar esa tarea. Su discurso está agotado, han perdido la capacidad de iniciativa que las vincule con la población, no tienen interlocutores, hablan frente a un espejo.No entusiasman ni despiertan esperanzas. Su pretensión de provocar temor también fracasa, se está perdiendo el miedo, superado por la angustia que causa la incertidumbre con la que se enfrenta la vida cotidiana. Por la indignación que pro-

Anomía

voca la falta de respeto proveniente de las instituciones políticas, militares y socialeshacia ese pueblo. Por la pretensión que tienen esas cúpulas de mantener una polarización falsa. Así las cosas, la búsqueda de un nuevo marco de referencia social necesita de medidas ejemplares que ataquen las causas profundas de esta anomia: el desfalco de los recursos del país pero también el desfalco de la confianza depositada por el pueblo en unos líderes que la malversaron. Sera necesaria la construcción de un nuevo marco simbólico, recuperando lo mejor delProceso. Será necesaria la reconstrucción de una cultura de la solidaridad entre los iguales. Y esto es posible.Sí se logra construir una nueva referencia política que,superando el cinismo y la soberbia de las actuales cúpulas, desate la voluntad de lucha hoy anestesiada y ayude a recuperar las claves democráticas, plurales y participativasque hicieron posible el primer experimento libertario en el siglo XXI. Notas: [i] La anomia es un estado que surge cuando las reglas sociales se han degradado o directamente se han eliminado y ya no son respetadas por los integrantes de una comunidad. [ii](VIDEO) Aristóbulo Istúriz dio el balance de semana santa y dijo que hubo 21 saqueos. http://www.aporrea.org/actualidad/n288036.html [iii](VIDEOS) Encapuchados asesinan en su casa de Valles del Tuy al activista haitiano-venezolano Fritz Saint Louis http://www.aporrea.org/ddhh/n287971.html [iv] SIDOR: un mes de lucha. La empresa no da soluciones, sino amenazas y despidoshttp://www.aporrea.org/contraloria/n288073.html


Carlos Carcione

¿Qué hay en el otro extremo de los “Panamá Papers”?

El impacto mundial de los Panamá “Papers” todavía está en sus inicios y en menos de una semana de hacerse público ya se ha cargado al Primer Ministro de Islandia. Asimismo aparecen involucrados más de 100 “líderes” mundiales, desde el Rey de Arabia Saudita hasta el presidente recientemente electo de Argentina, Mauricio Macri y el ruso, Putin, en un extendido mecanismo de blanqueo de capitales ilegales e ilegítimos. Una parte de la trama de un capitalismo mundial mafioso y corrupto, de una burguesía delincuencial, ha quedado al desnudo. Sin embargo, desde el punto de vista mediático, el hecho está siendo abordado desde dos matrices de opinión insuficientes e interesadas: la primera, la más potente, por ser desarrollada por el cartel de medios que la impulsan, y que es la que proponen implícitamente los propios investigadores organizados por el periódico alemán…... hace centro en la responsabilidad individual o familiar de los implicados. La segunda, auspiciada, desde los medios que, de una u otra manera, responden a algunos de estos personajes, se centra en una visión conspirativa, tratando de demostrar que detrás de la noticia habría una operación de grandes grupos de inversión y del gobierno de Estados Unidos. Las dos versiones tienen algo de verdad. Pero ese algo, no alcanza a explicar lo esencial de este asunto. La pregunta que no se contesta es ¿Cuál es el origen de los fondos que estaban siendo blanqueados por los grupos mafiosos? El caso Venezuela Según las informaciones que hasta hoy se conocen, la palabra Venezuela, se menciona 240 mil veces, en el total de los 11 millones de documentos filtrados. Hasta ahora se ha mencionado el involucramiento de personajes secundarios en la vida política del país. Es posible que a medida que los operadores[i] de esta investigación lo consideren necesario para su interés político vayan apareciendo nuevos nombres con más peso político o empresarial. Mientras tanto el flagelo que devela la investigación: el enriquecimiento mafioso y criminal de personajes de la política, los negocios, la cultura y otras áreas, encuentra en nuestro país nombre propio: Desfalco a la nación por medio de la apropiación mafiosa de los ingresos petroleros. En una serie de trabajados de investigación, para los que preparó un equipo especial, Marea Socialista y otros colectivos han demostrado que el nivel del desfalco operado por distintas vías ilegales o legales pero ilegitimas, alcanza la espeluznante cifra de MM$ 475.000[ii]. Lo que equivale a poder cubrir una década de importaciones con el barril de petróleo a 0 (cero) dólar. Al mismo tiempo en esas investigaciones, que todavía son parciales, se ha construido una lista de actores privados y públicos, que requieren ser revisados. Desde las más de 11.000 empresas que recibieron dólares sin control para la importación. Hasta los bancos locales que han sido los operadores exclusivos y discrecionales del manejo de los dólares en los que se mide la renta petrolera del país. Y los altos funcionarios del gobierno encargados de la distribución de esa renta. Estas investigaciones que han tenido una gran repercusión en el país, instalando incluso el término desfalco en el lenguaje común de la población, han sido desechadas por las instituciones locales encargadas de investigar los hechos. Aunque dan por verdades estas investigaciones, ni el Ejecutivo, la Fiscalía, Ni el Poder Ciudadano, ni la Contraloría General de la República, instancias estas manejadas desde el oficialismo, ni la Asamblea Nacional hoy opositora de derecha, se han tomado la molestia de recibir a los investigadores aunque se les ha hecho entrega formal de pedidos de investigación y el equipo que la realizó se ha puesto a la orden desde el año 2014, para demostrarlas.

Auditoria Pública y Ciudadana. Detrás del impacto noticioso hay algo más importante: la vida de las personas. Y las consecuencias del desfalco mundial, hoy desnudado en parte por los Panamá Papers, están la necesidad de descubrir, sancionar y castigar estas prácticas mafiosas que pagan los pueblos con su calidad de vida. No nos servirá de mucho saber en que invirtieron lo robado a sus pueblos esos falsos líderes que debieron esconder en “paraísos” de la oscuridad esos recursos. Si no descubrimos el otro extremo del enriquecimiento de escándalo de estos personajes, los Panamá Papers servirán como un record güines más, y todo seguirá más o menos como hoy. Con el pueblo pagando la cuenta de la fiesta del capital financiero mundial, a lo sumo con nuevos actores comandando el escenario. La participación en la Plataforma por la Auditoría Pública y Ciudadana en Venezuela es la forma de involucrarnos en esta tarea. Son los ciudadanos estafados, desfalcados, humillados los que deben asumir su propia defensa. El objetivo es recuperar lo que nos robaron. Para devolverlo de donde fue robado: Educación, Alimentos, Salud, independencia y soberanía nacional. En el otro extremos de los Panamá Papers esta nuestra miseria actual. Una parte fundamental de los responsables todavía están en las sombras, es nuestra tarea sacarlos a la luz para que paguen su crimen. Notas

[i] En Venezuela se adjudica ser parte de la investigación un equipo respaldado por RunRunes el sitio Web de Nelson Boccaranda. http://runrun. es/rr-es-plus/255651/para-ver-la-economia-sumergida-de-venezuela-hayque-bucear-en-panama.html [ii] Ver Carlos Carcione, Marea Socialista ¿Cuál es la verdadera Guerra Económica? http://www.aporrea.org/contraloria/n283116.html Para saber la verdad Auditoría Pública y Ciudadana


Aram Aharonian

Papeles de Panamá

¿Descubriendo el agua tibia? El conjunto de revelaciones conocido como #panamapapers, una filtración de 11,5 millones de registros de la firma consultora Mossack-Fonseca, con sede en Panamá y sucursales en distintos países del mundo, muestran cómo la compañía ha ayudado a poderosos clientes a lavar dinero, eludir sanciones y evadir impuestos. La divulgación de los documentos puso en evidencia las vastas irregularidades de esa empresa, pero también en el imaginario colectivo la forma en que políticos, grandes empresarios, personalidades públicas y delincuentes del mundo entero esconden sus riquezas y lavan sus capitales, para escamotearlos a la acción de la justicia, eludir al fisco, disimular conflictos de intereses o encubrir patrimonios impresentables. Nuevamente estamos ante otro escándalo de empresas, políticos y millonarios usando los vacíos legales del sistema financiero actual para esconder sus fortunas, deslocalizar sus ganancias y evadir el pago de impuestos donde generan sus riquezas. Primero fueron los LuxLeaks, luego llegaron los SwissLeaks (caso HSBC), y ahora en menos de dos años tenemos un tercer caso que revela cómo se está usando el sistema financiero mundial para erosionar la economía de todos los países, a través del no pago de impuestos. Se está hablando de más de 200 mil empresas, personajes y millonarios involucrados de solo un estudio en Panamá que vende sus servicios para ofrecer secretismo a sus clientes y opacidad de su accionar fiscal. ¿Qué más esconderán los cientos, miles de estudios jurídicos que operan en territorios como Panamá, Islas Caimán, Delaware (Estados Unidos), las Islas Vírgenes Británicas, Suiza, Luxemburgo, conocidos por ser paraísos fiscales, donde la banca global juega el rol de facilitador de esta inmensa cantidad de recursos que salen de nuestros países? Durante 40 años se ha desarrollado un mercado offeshore – por fuera del ámbito de origen de los activos- que promueve y desarrolla servicios orientados a disminuir la carga tributaria y trasladar los capitales de las grandes empresas y personas con alto patrimonio a jurisdicciones de baja o nula tributación y/o con secreto fiscal y financiero. Si bien el fenómeno es global, los países en desarrollo son los más perjudicados con estas prácticas, que disminuyen en gran medida la inversión interna, esencial para su desarrollo, repercuten negativamente en sus recaudaciones impositivas,

indispensable para brindar servicios estatales y reducen sus reservas en moneda extranjera. En 2012 se registraron 991,2 mil millones de dólares como flujos ilícitos que fugaron de economías en desarrollo: en América latina significaron más de 150 mil millones de dólares, 3% del PIB de la región. Los más grandes y conocidas firmas contables, los más destacados estudios jurídicos y los principales bancos trasnacionales son participantes claves, los facilitadores, del negocio offshore que es posible gracias a la existencia de guaridas fiscales Tanto Estados Unidos como el Reino Unido, supuestos impulsores de la transparencia tributaria y financiera global, mantienen guaridas fiscales dentro de sus propias fronteras y sostienen redes de alcance global que comprenden numerosos territorios offshore bajo su influencia, que desvían recursos del resto del mundo hacia los centro financieros más importantes, Nueva York y Londres. La pérdida por flujos financieros ilícitos en América latina se incrementaron en 100% en la última década Los papeles de Panamá La investigación periodística realizada por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung y por un equipo de más de 370 informadores de 78 países afiliados al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) – más de 100 organizaciones de noticias entre las que se destacan The Guardian (Reino Unido), Le Monde (Francia), Canal 13 (Argentina), la revista Proceso (México), etc- permite ver cómo las grandes entidades bancarias operaron entre 1977 y 2015 como intermediarios entre Mossack-Fonseca (gestora de sociedades offshore que opera en Panamá) y sus clientes y, en algunas ocasiones, participaron en complicadas operaciones de triangulación de fondos a través de diversos paraísos fiscales situados en distintos continentes. En los pocos documentos publicados hasta ahora sorprende que no aparezcan, casualmente, corporaciones estadounidenses o alemanas, o del Reino Unido, aunque se deja en claro que la empresa panameña “blanqueó” más de 200 mil empresas fantasmas en los paraísos fiscales. En cambio, se le dio especial importancia a los vínculos entre Mossack Fonseca y el gobierno ruso, con Vladimir Putin a la cabeza. La operación ya cobró su primera víctima: el primer ministro islandés, Sigmundur David Gunnlaugsson, renunció a su cargo.


Cuenta esta leyenda que el diario alemán recibió de parte de un anónimo un cúmulo 11.5 millones de documentos, en formato de mails y adjuntos. Los primeros resultados de la investigación dan cuenta de una miríada de individuos próximos a políticos destacados –parientes, amigos cercanos, socios o subordinados directos– que han movido fortunas a través de la red establecida por la empresa con sede en Panamá, aunque sus ingresos declarados no guarden ninguna correspondencia con los astronómicos montos de tales operaciones. Si el objetivo era dar a conocer el modo en que las corporaciones y los ricos del mundo evaden sus obligaciones para hacerse más ricos, es curioso que hayan brindado la información a grandes corporaciones mediáticas demasiado propensas a filtrar la información y muchas integrantes de corporaciones que, sin duda, participan de estas operaciones. Pareciera que el objetivo es invisibilizar información para evitar daños reales en el funcionamiento del sistema corrupto. Quizá sea otra muestra de cinismo de que se han dotado los poderosos de todo el mundo. Casuales casualidades Es difícil creer en casualidades. Casualmente, uno de los coordinadores de la investigación es el Center for Public Integrity, financiado por Fundación Ford, Carneghie Endowment, Open Society (de Soros) y la Fundación Rockefeller. Lo más rancio de la red global de poder que integran corporaciones, empresas, gobiernos, fundaciones, organizaciones no gubernamentales y, claro, medios de comunicación. Gunnlaugsson renunció. Mauricio Macri, quien tenía abiertos ocho procesos antes de asumir la presidencia argentina, no. En su caso los documentos lo involucran dentro de la administración de Fleg Trading Ltd a una empresa que se habría constituido en 1998 y se disolvió en el año 2009, junto a su padre y hermano. Ese negocio no figura en las declaraciones patrimoniales que Macri presentó cuando era Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en 2007 y 2008. Macri tampoco habría detallado el origen ni la ubicación de alrededor de 158 mil dólares en activos en el extranjero en el año previo a la disolución de Fleg Trading. Luego de la difusión de los documentos, el portavoz de Macri, Iván Pavlovsky, afirmó en un comunicado que no se había declarado nada relacionado a Fleg Trading Ltd como un activo financiero porque no había participación accionaria de Macri en la misma. La insólita respuesta oficial aseguró que “dicha sociedad (…) estuvo vinculada al grupo empresario familiar y de allí que el señor Macri fuera designado ocasionalmente como director”. Lo que llama la atención –y no debiera considerarse casualidad- es que en el consorcio de “investigación” están el canal 13 (del Grupo Clarín) y el diario La Nación. ¿Se tratará de un llamado de atención del poder fáctico al mandatario? La mayor parte de las operaciones realizadas por medio de esa red no son estrictamente ilegales; sin embargo, que empresas e individuos oculten de esa forma la existencia y el origen de grandes riquezas resulta indicativo de actitudes muy poco éticas y por demás furtivas que no tendrían razón de ser si tales montos no estuvieran asociados de alguna forma a un amplio espectro de figuras delictivas que van de la defraudación fiscal al secuestro y el atraco, pasando por el desvío de fondos públicos y quiebras fraudulentas, señaló el diario mexicano La Jornada. ¿Entonces? ¿No nos estarán vendiendo el descubrimiento del agua tibia?

Juan Guahán

Origen y efectos La aparición de estos “papeles” es una típica “operación de inteligencia”. La gran duda es quién -o quienes- está o están detrás de esa operación que mancha a 4 Jefes de Estado (Argentina, Arabia Saudita, Islandia y Ucrania); 8 ex Jefes (Georgia, Irak, Jordán, 2 de Qatar, Sudán, Abu Dhabi y Ucrania) y otros 62 líderes mundiales de distintas ideologías y compromisos estratégicos. Obviamente la historia de un “justiciero anónimo” que llama a un diario alemán para irle pasando ¡11,5 millones de archivos! resulta poco creíble. La “puesta en escena” es impactante: 370 periodistas, de 78 países involucrados en la investigación, entre ellos 2 periodistas de La Nación y Clarín de nuestro medio. Todos ellos acordaron que el 3 de abril harían los anuncios en forma simultánea. Más allá de este impactante relato de alcance mundial, hay una historia que está rondando y que echa algo de luz sobre el origen y destino de esta operación, producida a partir de los archivos del estudio de abogados MossackFonseca. Jürgen Mossack, uno de los fundadores del estudio nació en Alemania en 1948 y en la década de los 60 llegó a Panamá con su familia. Su padre, según el propio Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) que agrupa a los periodistas que intervinieron en este tema, fue miembro de la Waffen-SS (las conocidas SS, fuerza de choque del partido Nazi de Alemania). El padre de Jürgen, según las mismas investigaciones, ofreció sus servicios a la CIA para espiar a los comunistas cubanos. El joven Jürgen, ya abogado, se asoció con Ramón Fonseca Mora y puso en marcha el estudio que lleva sus apellidos. Datos de las operaciones allí realizadas hoy conmueven a gran parte del mundo financiero, político, deportivo y artístico. Mossack-Fonseca hoy cuenta con 500 empleados y tiene 40 oficinas desparramadas por el mundo. Una de las más importantes está en el Estado de Nevada (Estados Unidos). Nevada se está convirtiendo en el nuevo paraíso fiscal mundial. Algunos datos inquietantes completan este panorama. Los Rothschild, principales banqueros del mundo, se han instalado en Reno (Nevada) para ampliar sus negocios. Junto con ellos las más voluminosas fortunas del mundo migran hacia ese nuevo “Paraíso”. Allí no llega el largo brazo de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y sus acuerdos para intercambiar información sobre cuentas financieras. ¿Porqué? Porque Estados Unidos, al igual que Panamá, no firmó el acuerdo al que ya adhirieron unos 100 países. Allí sigue rigiendo la confidencialidad que otros países no pueden garantizar y –a partir de ahora- Panamá tampoco. Da la impresión de esta gigantesca maniobra tiene por objetivo acabar o minimizar el rol de la competencia. Los aportantes al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICLI), la entidad que -según el cuento que nos contaron- fue llamada por el diario alemán para hacer la investigación, son fundaciones norteamericanas. Una de las principales es del conocido George Soros. Por eso no debe llamar la atención que ninguna figura del poder establecido de Estados Unidos, figure en las listas que se están difundiendo. Ahora además de asegurar que el grueso del dinero “negro” que circula por el mundo tenga una buena protección en los propios Estados Unidos, esta maniobra nos trasmite la sensación que los ricos también tienen que rendir cuentas. Muchos ingenuos, que ahora descubren cómo se enriquecen y protegen algunos, seguirán pensando que este “descubrimiento” demuestra que hay un “capitalismo serio” que es capaz de regenerarse. También están los que piensan que no hay que olvidarse que por encima de los “ricos” están los que mandan. Todo parece indicar que los “Papeles de Panamá” forman parte de una operación de inteligencia de “ésos”. Los que forman parte de “los que mandan”.


Los prostíbulos del capitalismo Emir Sader

Cada vez que se revelan datos sobre los llamados paraísos fiscales, , cunde el pánico en amplios medios económicos que se valen de ese expediente. Canalizan sus riquezas para esos territorios que arriendan sus soberanías para esconder negocios oscuros. Los llamados paraísos fiscales son verdaderos prostíbulos del capitalismo. En esos territorios se practica todo tipo de actividades económicas que serían ilegales en otros países, captando y limpiando sumas millonarias de recursos, como los provenientes del comercio de armas, del narcotráfico y de otras actividades ilegales de otros países. Sirven asimismo para hacer circular capitales sin pagar los impuestos que deberían pagar en sus países de origen. Los paraísos fiscales, que sumarían entre 60 y 90 en el mundo, son micro-territorios o Estados con legislaciones fiscales flojas o incluso inexistentes. Una de sus características comunes es la práctica de recibir capitales de manera ilimitada y anónima. Son países que comercializan sus soberanías ofreciendo un régimen legislativo y fiscal favorable, cualquiera que sea su origen. Su funcionamiento es simple: varios bancos reciben dinero del mundo entero y de cualquier persona teniendo costos bancarios bajos, comparados con el promedio de otros bancos en otros lugares. Los paraísos fiscales tienen un rol central en el universo de las finanzas sucias, esto es de los capitales originados en actividades ilícitas y criminales. Mafias y políticos corruptos son clientes asiduos de esos territorios. Según el FMI, el blanqueamiento de dinero representa entre el 2 y 5% del PIB mundial y la mitad de los flujos de capitales internacionales; circulan o residen en esos Estados, entre 600 mil millones y 1 trillón y 500 mil millones de dólares sucios. El número de paraísos fiscales se incrementó con la desreglamentación financiera promovida por el neoliberalismo. Las innovaciones tecnológicas y la constante invención de nuevos productos financieros que escapan a cualquier reglamentación han acelerado esos fenómenos. Tráfico de armamentos, empresas de mercenarios, tráfico de drogas, prostitución internacional, corrupción, asaltos, secuestros, contrabando, evasión de impuestos, etc., son las fuentes que alimentan a esos Estados y a los mecanismos de blanqueamiento de dinero. Un ministro de economía de Suiza – uno de los más grandes y conocidos paraísos fiscales – ha declarado, en una visita a Paris, defendiendo al secreto bancario, clave para que esos fenómenos puedan existir: “Para nosotros, esto refleja una concepción filosófica de la relación entre el Estado y el individuo”. Y agregó que las cuentas secretas representan el 11% del valor agregado bruto generado en Suiza. En un país como Liechtenstein, la tasa máxima de impuesto a la renta es del 18% y sobre la fortuna inferior al 0,1%. Ese país se especializa en abrigar sociedades holdings y las trasferencias financieras o depósitos bancarios. Una sociedad sin secreto bancario, donde todos supieran lo que cada uno gana, podría ser considerada como un paraíso. Pero sucede lo contrario, porque se trata de paraísos para capitales ilegales, originados en actividades ilícitas. Esos paraísos existen, son conocidos, casi nadie tiene el coraje de defenderlos, pero ellos sobreviven y se expanden, porque son como los prostíbulos: ilegales, camuflados, pero indispensables para la supervivencia de instituciones fallidas, que tienen en esos espacios los complementos indispensables para su existencia.

Elías Jaua

El desafío socialdemócrata Aquel 8 de diciembre de 2012, además de pedirnos que apoyáramos su decisión que nuestro camarada Nicolás Maduro asumiera las riendas de la revolución, Chávez nos señaló el camino de cómo seguir avanzado: “Y en cualquier circunstancias, nosotros debemos garantizar la marcha de la Revolución Bolivariana, la marcha victoriosa de esta revolución, construyendo la democracia nueva que aquí esta ordenada (Constitución Nacional) por el pueblo en constituyente, construyendo la vía venezolana al socialismo, con amplia participación, en amplias libertades”. Para nosotros los chavistas, esto es un verdadero desafío, si entendemos la palabra como reto, Chávez nos retó a seguir construyendo una sociedad con igualdad social y con libertad humana. A esta orientación estratégica de Chávez se le intenta “desafiar”, entendida ahora la palabra como contraposición, desde el pensamiento socialdemócrata, apelando a los clásicos argumentos de los reformistas frente a las dificultades, crítica al supuesto dogmatismo, llamados genéricos a la unidad nacional e intentos de usurpar el protagonismo popular por figuras salvadoras. En las últimas semanas hemos visto a algunos compañeros, contraponiendo argumentos al pensamiento socialista de Chávez. Bien bueno, que se abra el debate, desde las ideas, y en ese sentido le planteo a los compatriotas desafiantes: ¿cómo desde el chavismo podemos unirnos a la agenda de desnacionalización, privatización, tercerización laboral, reversión de derechos populares y exclusión cultural que las élites económicas y su vocería política y mediática nos plantean como condición para sumarse al esfuerzo de superación de las dificultades económicas que atravesamos como pueblo? Para nosotros el reto es lograr una economía próspera con la participación de todos los sectores productivos, pero no a costa de la soberanía nacional, ni de devolver a las catacumbas, de donde los sacó Chávez, a los indígenas, a los trabajadores, a los campesinos, a los pescadores, a los jóvenes del barrio, a las mujeres, a los comuneros, entre tantos otros sujetos. Es mezquino no reconocer que el presidente Maduro, ha hecho un esfuerzo honesto en esa dirección. Que nadie se asuste, ni se azore frente a los auténticos desafíos de una revolución, recordemos el cantar de Florentino: “El trueno y el desafío. Me gusta escuchar el rayo aunque me deje aturdío. Me gusta correr chubasco si el viento lleva tronío”.


El verso de la necesidad de un diálogo nacional que evite la confrontación Néstor Francia

Nos referiremos a una corriente mediática presente en nuestro país, cuyos principales representantes son Oscar Schemel, José Vicente Rangel, Vladimir Villegas y Leopoldo Puchi. Esta corriente viene promoviendo -apelando a diversos argumentos- la necesidad de un diálogo nacional que evite una confrontación entre los principales polos de referencia política. Según Schemel, director de Hinterlaces, “la frustración en un mes ha sido grande, la gente esperaba que la oposición llegara con propuestas, hoy la población se siente frustrada… se incrementó la molestia, la desesperanza… la gente esta observando es que el triunfo de la oposición ha generado más enfrentamiento”. Schemel asegura también que el presidente Maduro “esta atrapado en un enredo cognitivo cuando los venezolanos lo que reclaman es eficiencia”, y que “los dos bandos hoy están desconectados y van rumbo a una confrontación que ocasionará una profunda crisis política y la gran victima como siempre ocurre es la población”. En estas aseveraciones hay unas cuantas verdades ¿a qué negarlo? Ahora bien, si los dos bandos estuvieran desconectados de la realidad, como afirma Schemel ¿Acaso él sí está conectado? Veamos. El principal planteamiento de Schemel, sin duda compartido por Rangel, Villegas y Puchi es que en Venezuela hay un tercer sector de la población, que el denomina “el nuevo sujeto histórico”, que se perfila como equidistante de los dos polos enfrentados entre sí, la derecha y la Revolución. Este tercer sector sería mayoritario (lo cual parecen confirmarlo todos los estudios serios) y se distancia de cualquier radicalismo, mientras favorece el diálogo y el entendimiento para resolver los problemas del país. Esto lleva a que Schemel plantee que “esperemos realmente que la crisis política no sea lo que domine el próximo trimestre sino que sean los acuerdos y los consensos” Hasta aquí, todo lo que plantea esta corriente mediática luce coherente y pertinente. Pero todavía hay que deshilvanar el ovillo. Las primeras respuestas a las dudas sobre la posibilidad real de un diálogo con resultados (en Venezuela y América Latina toda) las da el propio José Vicente Rangel: “El dilema seria entonces mayor confrontación o dialogo. El dialogo apareció fugazmente, pero desapareció también, ya no se habla casi de dialogo, es muy grave porque implica la derrota de una de las fórmulas para crear condiciones de estabilidad y la primera baja en eso son las instituciones que están crujiendo… La posibilidad de dialogar se esfuma y se radicalizan las posiciones”. También Schemel parece percibir una realidad que niega el acierto de la mencionada corriente mediática “tercerista”: “pareciera que las estrategias de ambos bandos por primera vez coinciden. Pareciera que el gobierno nacional también está

avivando la confrontación en medio de una fantasiosa épica revolucionaria y la oposición esta tomando su estrategia inicial, ambas estrategias parecen coincidir… y el país expectante lo que esta reclamando son acuerdos, negociaciones… La gran oportunidad la tiene el presidente Maduro, anunciar un gobierno que se sostenga a partir de consensos con otros factores de la sociedad venezolana, debe abandonar ese discurso revolucionario y aterrizar con narrativas que generen mayor esperanza, que restablezcan la esperanza y un porvenir mejor”. Con un dejo de angustia, Schemel pone toda esperanza de “solución” en un “diálogo nacional”, al tiempo que reconoce que no es ese el camino que están tomando “ambos bandos”. De hecho, la “solución” idílica es planteada abiertamente por Schemel: “Convocar a un gobierno de unión nacional con todos los factores… el país no es el mismo de hace 17 años, ya se superó una etapa de luchas, batallas y victorias, ahora la revolución esta viviendo una nueva etapa donde el desempeño económico es fundamental, es la palanca clave para avanzar en el proceso revolucionario, los venezolanos están pidiendo gestión, no banderas”. No dudamos de la buena fe de quienes proponen un diálogo nacional como “salida” al gran conflicto político que está presente en el escenario. Pero creemos que están equivocados de plano. Ningún diálogo entre estos factores en pugna, si acaso se realizara, va a dar resultados: es una confrontación histórica continental, en la que se enfrentan visiones estratégicas antagónicas. Uno de los “bandos” apuesta a la independencia, a un mundo nuevo donde se acabe la hegemonía de Estados Unidos y también hacia una concepción socialista de la sociedad, hacia un cambio radical de valore, y de cultura política y social. El otro bando favorece la alineación, abierta o disfrazada, con los intereses del imperialismo y la preservación del capitalismo y de su cultura decadente. Son visiones antagónicas, excluyentes, la materialización de una supone la liquidación de la otra. En el fondo, la “solución” que proponen Schemel, Rangel, Villegas y Puchi es conservadora, es un camino para “baipasear” las profundas contradicciones y llegar a soluciones de compromiso, que posterguen las definiciones y apunten a mantener un utópico equilibrio de fuerzas que no es sostenible y que no prosperará. Mientras la derecha continental se empeña en una contraofensiva feroz que no conoce límites y que no tiene otro fin que restaurar globalmente el neoliberalismo y convertir a toda América en un aliado confiable de Estados Unidos, las fuerzas revolucionarias dejan claro que no se rendirán y que lo que viene es más lucha en nuevas condiciones. Ante una pregunta del dirigente del PSUV Ernesto Villegas, en su nuevo programa televisivo, referida a si se podía ima-

ginar al chavismo en la oposición con un gobierno de derecha, el Presidente Maduro respondió: “Creo que ese tiempo no ha llegado… Si llegara, forzado por circunstancias de la guerra económica, nosotros nos iríamos a un proceso revolucionario más radical, más profundo. Yo lo he dicho. La derecha no tiene capacidad para llevar a este país bajo ninguna circunstancia, porque no tiene proyecto, no tiene liderazgo. Si ellos lograran un cambio de gobierno por la vía de esta guerra económica, del boicot internacional, de toda la guerra psicológica, tendrían que agarrarse duro porque el chavismo popular, revolucionario, tomaría sus aminos originarios”. Es significativo que el 23 de enero pasado, en la juramentación del Comité Promotor del Congreso de la Patria, tanto Maduro como Aristóbulo Istúriz hayan planteado la necesidad, ante las nuevas circunstancias, de reevaluar las formas de lucha de la Revolución, y que este concepto esté colocado de forma destacada en el temario de ese evento. También lo es, en el actual contexto del escenario continental, lo que ha dicho recientemente el presidente del gobernante Partido de los Trabajadores de Brasil, Rui Falcao, sobre las manifestaciones de apoyo a Lula y Dilma: “Las manifestaciones mostraron lo siguiente: queremos la paz, pero no tememos la guerra”. Esto recuerda a Chávez: “Esta es una revolución pacífica, pero no desarmada” No hay ninguna duda, el provenir inmediato es de lucha, no de conciliación.


Un nuevo paradigma Carlos Enrique Dallmeier Quiso la providencia que, como consecuencia de la baja en los precios del petróleo, tuviésemos la dicha de ver como el sueño de pensadores, políticos e intelectuales de diferentes generaciones de venezolanos comience a plantearse como una posibilidad real: la imperiosa necesidad de dejar atrás la Venezuela rentista para comenzar a construir la Venezuela Productiva. Un paquete neoliberal Pero quiero aclarar que esta esperanza no viene dada porque considere que las “medidas económicas” anunciadas por el gobierno marchen en esa dirección. Al contrario, para mi ese paquete no es más que un vulgar proyecto para cambiar un modelo de economía rentista basada en el petróleo y que se agotó, por una economía mitad rentista minera y mitad de república bananera, en un modelo similar al que instaurado en la actualidad la República de Chile. ven maduro y perez abadVeamos los números. Sus exportaciones se componen de: a) 40% de minerales básicamente el cobre, b) 24 % en productos agrícolas que en vez de ser bananas son, en lo fundamental, manzanas uvas y productos del mar, que para el caso es lo mismo. c) 26% en Servicios principalmente financieros y d) solo un 10% de manufacturas y habría que verlas. El grado de colonización y dependencia de los imperialismos es tan grande en Chile que la mayor parte de sus importaciones, constituida en su mayoría por productos manufacturados, 80% viene de Estados Unidos, de Europa y Asia, en tanto que de Mercosur solo un 10%.. Se mantiene en Chile en pleno siglo XXI el propio intercambio de espejitos por oro. Ese sistema es el que quieren solidificar estos neoliberales “rojitos” en Venezuela. Este plan de “producción” neoliberal lo que busca realmente es condenarnos a continuar siendo en el concierto mundial los recogiditos de siempre, y vendría a constituir la cristalización de los anhelos más fervientes de los más furibundos defensores del neoliberalismo, Pero eso del neoliberalismo lo explicaremos en otro artículo. – La contradicción fundamental Pero más allá de eso, lo significativo de los planteamientos de productividad impulsados desde el gobierno, es que, por vez primera, se coloque sobre la mesa la realidad imperativa de que el modelo rentista petrolero se agotó, que necesitamos ir hacia un modelo productivo. Y lo más destacado es que ésta idea se está internalizando en la conciencia de nuestro pueblo, lo que explica el lento pero sostenido avance de la aceptación de las políticas gubernamentales en estos últimos tres meses, que se corresponde con el viejo anhelo de nuestro pueblo de vivir del trabajo, y el que tenga duda de ello que vea como a las 7 de la mañana las autopistas, el metro y los transportes colectivos están atiborrados de trabajadores y estudiantes que van a sus sitios de trabajo y de estudio, echando por tierra esas consejas que el imperio

difunde de que los habitantes de nuestro país lo que esperan es vivir parasitariamente del petróleo. Este debate ha permitido también que haya quedado al desnudo, y sin cortinas de humo que la tape, la contradicción fundamental de nuestra sociedad que no es otra sino la lucha entre los factores económicos y políticos que han vivido desde hace 56 años, que viven y que defienden el rentismo petrolero en contraparte a los que compartimos el sueño de Chávez de llegar a tener un país potencia, que no dependa exclusivamente del petróleo y con un verdadero desarrollo económico basado en la industrialización y en la soberanía alimentaria. Esta contradicción se originó al poco tiempo de iniciarse la explotación petrolera en nuestro país. ven Petrolero 5 Si repasamos nuestra historia veremos que las generaciones políticas que sucedieron a en el poder a la dictadura de Gómez, actuaron en contraposición a la visión rentista del dictador, y representadas por López Contreras, Medina Angarita y Pérez Jiménez, comenzaron a transitar el camino en pos de nuestro desarrollo económico, tanto con la creación de organismos e instituciones necesarias para tal fin como el Ministerio de Fomento, el Banco Central de Venezuela, etc., como con obras de infraestructura de envergadura como la Siderúrgica del Orinoco, La Petroquímica, los desarrollos agrícolas de Turén y del Guárico, el IVIC y su reactor nuclear, una importante red hotelera del Estado, una impresionante red autopistas y carreteras a los largo y ancho del país, necesaria para articular la economía nacional como un todo, etc. Por supuesto que esta política de desarrollo económico autónomo entraba en franca contradicción con la estrategia que se había impuesto el gobierno norteamericano a finales de la Segunda Guerra Mundial de construir un “nuevo imperialismo” que desechase la tradicional figura de las colonias y que basase su dominio en la combinación del poder militar y de la dominación económica mediante sus grandes corporaciones transnacionales, por lo que el Departamento de Estado ordenó a sus agentes infiltrados en el partido AD propiciar el derrocamiento, primero de Medina Angarita y posteriormente de Pérez Jiménez (aprovechando los deseos de vivir en democracia) para abortar definitivamente esos planes de soberanía económica e instaurar el sistema rentista petrolero. Es decir, la verdadera contradicción política de nuestro país no es entre esos falsos escenarios de escuálidos vs patriotas, ni entre izquierdas ni derechas, ni entre socialismo y capitalismo, que lo que han servido realmente es para ocultar la contradicción fundamental que no es otra sino la que existe entre los que queremos que nuestro país sea una nación potencia y quienes luchan por mantener viva esa economía rentista, parasitaria del petróleo y dependiente del imperialismo norteamericano. Así de simple. Por eso es que cada vez que oigo personajes como Borges o Ramos Allup lo que siento es asco, no por las personas en sí, sino por lo que representan, lo peor de este país, el rentismo, la especulación, el clientelismo y la subsecuente corrupción. Y tristeza cuando veo a intelectuales, profesionales, rectores y ex rectores de universidades nacionales y dirigentes que hasta


hace poco quebraban lanzas por nuestro desarrollo soberano, citando a libros como “Las venas abiertas de Latinoamérica” compartir con entusiasmo el chiquero ideológico de los agentes del Departamento de Estado. Además, para aclarar el tema con los propulsores del socialismo en nuestro país, la industrialización es la única vía para alcanzar un sistema socialista estable y duradero, no como este socialismo aéreo, que algunos pretenden instaurar, sin bases sólidas, que puede desaparecer con solo perder unas elecciones – Los rojo-rojitos defensores del rentismo minero Pero hay que evitar caer en el maniqueísmo de presentar de un lado al oficialismo como impulsores del desarrollo y del otro al rentismo identificados con la oposición.ven mineria1 Al contrario, buena parte de los “ideólogos” de este gobierno han sostenido (y aplicado desde el año 2013) que la vía para construir el socialismo en nuestro país pasa por potenciar la economía rentista petrolera con un precio elevado del crudo que le permita al Estado disponer de los recursos para obtener los productos necesarios (fundamentalmente importados) que satisfagan las principales necesidades del pueblo (vivienda, educación, alimentación, etc.) y a la par de ello, de ir enhebrando un nuevo tejido social que de origen y solidifique el socialismo, plasmado en “comunas” y otras estructuras, y que ahora, ante la caída de los precios del crudo, buscan nuevas fuentes de materias primas que permitan, con su venta, mantener ese sistema. Así vimos, tristemente, como el ministro de Planificación, en vez de estar en su escritorio planificando nuestra industrialización, andaba por China ofreciendo en venta nuestras minas de oro y como el Presidente del Banco Central, para mí principal responsable de la debacle en las divisas, en vez de afrontar esa crisis, sostiene en los medios que la entrega en concesiones a transnacionales del arco minero de Guayana será la solución para atender los requerimientos de la población. Ninguno de ellos habla de los proyectos de Chávez de la industrialización aguas abajo, ni del plan ferrocarrilero nacional, ni del eje Orinoco-Apure, etc. Pretenden matar el pensamiento del Comandante. – Renace el puntofijismo populista Por cierto, ese sistema clientelar no es nuevo, es el renacer de la política puntofijista del populismo que se estableció a

partir de 1959. Según sus defensores dentro del proceso, un sistema desarrollado bajo esa óptica populista parecería a todas luces como inamovible, gracias a que contaría con el apoyo mayoritario de una población que se vería representada y beneficiada. Este modelo que se comenzó a instaurar rápidamente a raíz de la muerte de Chávez y que hacía ver que la tarea de gobernar era más fácil que pelar mandarinas, creó una sensación de seguridad a ciertos dirigentes del proceso que entendieron que el papel del Estado se limitaba simplemente a administrar y distribuir dentro de la población los abundantes recursos petroleros, que no hacía falta desarrollar nuevas áreas productivas, por lo que realmente no se necesitaban molestosos planificadores ni políticos e intelectuales que defendiesen procesos de desarrollo. Así defenestraron a calificadas figuras chavistas como Giordani, Navarro, Osorio, etc., etc. y comenzaron a inundar los diferentes estratos y empresas del Estados con desconocidos arribistas y oportunistas que vieron la oportunidad de “ponerse en algo” al integrarse a un sistema que aparecía blindado y para lo cual solo necesitaban “jurar fidelidad” al proceso, pero más que nada a los dirigentes que los apadrinaban a cambio de apoyarlos con su mano levantada a cuanto congreso o evento del Partido asistieran. Esa verdadera invasión de bárbaros es lo que explica los altísimos niveles de corrupción e ineficiencia que hoy vemos en el gobierno. Bástese leer muchas de las noticias que aparecen en Aporrea y otros medios para constatar esta triste realidad y de allí se forma sea camada de corruptos que se han enriquecido y, que tal como expliqué en el artículo anterior, buscan que caiga el proceso para blanquear sus riquezas. Tristemente vemos como se está convirtiendo el PSUV de un Partido revolucionario a uno clientelista. Por supuesto que la inmensa mayoría de los dirigentes del proceso son personas honestas y patriotas que resienten tal estado de cosas. – ¿Hacernos el harakiri para construir el socialismo? El otro argumento utilizado por los rentistas dentro del proceso es que, obteniendo las riquezas de los minerales, también se evitaría la necesidad de industrializar el país y la consecuente aparición de una poderosa burguesía industrial que le disputase el poder. Me recuerda al chiste alemán del marido que al enterarse


que su mujer lo engañaba en el sofá, decidió ponerle punto final al asunto y botó el sofá. No nos industrializamos para que no existan industriales. Cuando, precisamente, ese es el reto, y su solución pasa por resolver acertadamente el asunto de la propiedad de los medios de producción. Hay que recordar que en la definición marxista en el socialismo todavía existen las clases sociales, es decir, todavía existe propiedad privada de los medios de producción. La experiencia ha enseñado que ha fracasado el modelo de tener empresas propiedad del Estado y administradas por burócratas nombrados por el Partido, sin ninguna contraloría, pero también ha fracasado el que permite que existan gigantescos emporios empresariales en manos de pocas personas, que en base al poder que les otorga el dinero, se convierten en una nueva realeza hereditaria, sin control, que no piensa en el país como nación, sino como objeto para enriquecerse. La productividad es una cuestión mental Pero para que un plan de verdadero desarrollo económico tenga éxito es fundamental que los venezolanos cambiemos nuestra actitud mental. El daño causado por 57 años de economía rentista y parasitaria ha sido muy grande en nuestra sociedad y sus patrones de conducta se explicitan en casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Por ejemplo he visto vender en los mercados productos alimenticios importados sin cobro de IVA, como la leche evaporada, en cambio el IVA si se cobra a productos alimenticios manufacturados en el país. Esa situación no se puede permitir si queremos avanzar hacia un desarrollo industrial. Si bien esa excepción del IVA a determinados productos venía dada por el interés gubernamental de no recargar los precios al consumidor de los alimentos que se importaban aprovechando la abundancia de recursos petroleros, ahora resulta contraproducente ante un panorama es diferente. Para mí, por ejemplo, se deben instaurar políticas de estímulo, cobrando el IVA a todos los productos importados en tanto que los producidos y manufacturados localmente se les debería cobrar un IVA minúsculo.ven sidor Y así en todas las esferas del acontecer económico. Por ejemplo, se deben colocar impuestos importantes a la mayoría de actividades no dirigidas a la producción. No es posible que casi toda la construcción del sector privado esté dirigida a viviendas para los sectores ricos, que viene dado por las exorbitantes ganancias que se obtienen. Hay que deprimir esa tendencia fijando impuestos altísimos a esos apartamentos de lujo a fin de forzar el re direccionamiento del capital hacia áreas productivas. O en el caso de la mano de obra, se deben establecer políticas para acabar o minimizar aquellas actividades no productivas como el bachaqueo, los cuidadores de carros, etc., y establecer estímulos sólidos para incorporar a esa mano de obra al sector productivo, estableciendo, por ejemplo, prioridades en la construcción de la Misión Vivienda para ellos, etc. Lo anterior son algunos ejemplos de los muchísimos aspectos que se deben tratar. En fin, el país necesita planificadores en todos los organismos, instituciones y empresas, tanto del Estado como privadas que apunten en esa dirección. En otras palabras, necesitamos miles de Giordanis.

Latinoamérica, vital para un proceso de industrialización El genio de Chávez impulsó la integración regional para ampliar un mercado para nuestras industrias, planteamiento que defendieron otros líderes regionales como Lula, Kirchner, Evo, etc. Y en ese camino se ha avanzado bastante. Lamentablemente todo ese esfuerzo está a punto de naufragar. En efecto, la (y perdóneme el lector la expresión) enorme cagada que han puesto los imbéciles del equipo económico de este gobierno ha repercutido negativamente en todo el continente, ocasionando derrotas muy importantes para los sectores nacionalistas. Gracias a los medios de comunicación, todo el continente latinoamericano es testigos de la escasez de bienes básicos, de la mega inflación, del despelote de dólar, etc. Y lo que constituyó con Chávez una esperanza para todo el continente, hoy con este equipo económico es una decepción.kirchner, evo, lula, chavez Ellos no solamente son responsables de la paulatina pérdida del poder por parte del proceso en nuestro país, sino de que se aborte por segunda vez en la historia, el sueño de integración de nuestro Libertador Simón Bolívar. No imagino castigo suficiente para tal herejía. – El precio del petróleoPor último, hay que puntualizar que esta baja en los precios del crudo no es algo coyuntural ni pasajero, ya que es consecuencia, en lo fundamental, de dos factores determinantes. Por una parte, el “descubrimiento” de Estados Unidos y de los reinados del Golfo Pérsico de la eficiencia de utilizar el aumento de la producción petrolera para bajar los precios como arma efectiva en contra de sus enemigos estratégicos, en el caso norteamericano de Rusia y Venezuela y en el de las monarquías árabes en contra de sus verdaderos enemigos como Irán y los países gobernados por líderes no fanáticos religiosos, algunos laicos y que son producto del derrocamiento de monarquías absolutistas similares como los casos de Irak, Siria, Irán, etc. En efecto entre Rusia, Venezuela e Irán se producen alrededor de 16 millones de barriles diarios, lo que con una baja del precio unitario del barril de 100 $ a 40 $ significa más de 350.000 millones de dólares anuales que dejan de percibir dichos países y que no podrán ser utilizados para aumentar su poder económico y militar y amenazar, eventualmente, a los imperialismos dominantes. Y dado que en ambos casos estas son confrontaciones estratégicas esa política no variará a mediano plazo. Por la otra, el reciente invento de utilizar el tracking como método de explotación ha facilitado el acceso a importantes yacimientos de petróleo que permanecían inaccesibles, lo que en el caso de Estados Unidos ha permitido aumentar su producción diaria de unos 6 millones a más de 10 millones de barriles, forzando con esta sobre oferta a la baja en el precio. Esta utilización del tracking no se limita a Estados Unidos, varios países, como en el caso de Argentina, están explorando su territorio y han encontrado importantes yacimientos que ahora si pueden ser explotados, por lo que hay que esperar que la producción global de crudo se mantenga alta. Claro que hay otros factores a considerar, pero en mi opinión, los anteriores son los determinantes a tomar en cuenta a mediano plazo.


Roberto Malaver

La tía Julia y los papeles de Panamá Está triste la princesa Cinthya Machado Zuloaga. Mario Vargas Llosa aparece entre las personas que nombran en los papeles de Panamá. Está que deja de leer su última novela Cinco esquinas porque “se vino abajo de un solo golpe”. Y, así, con mucho llanto y una sola pena, Cinthya Machado Zuloaga dice: “Lo peor es que ahora algunos españoles están llamando a la señora Isabel Presley, la mujer del corrupto, es que son de una calidad tan baja. Me duele mucho este caso de Vargas Llosa en el paraíso fiscal de Panamá, de Varguitas evadiendo impuestos, después de que nos ha educado tanto, que nos ha civilizado tanto, después de que lo trajimos a Venezuela para que ustedes, los marginales, supieran que la gente decente, que un nobel, nos está apoyando. Ahora, con qué cara miro de frente a mi gente, yo, que tengo su novela La tía Julia y el escribidor, firmada y dedicada por él, en su último viaje a Caracas. Es que me va a dar una cosa”. El mesonero la ve conversando y no la interrumpe, coloca la botellita de agua Evian y el café negro y se marcha sorprendido porque la señorita Cinthya está muy triste. Y sigue Cinthya: “Lo peor es que dice que fue un asesor que lo metió en eso. Y además, estaba allí con Patricia Llosa, su prima y esposa, y después de que ganó el Premio Nobel, al otro día pidió que lo sacaran de allí. Es de un estilo tan chocante esa cosa que ni el comunicado de su editorial lo salva. A pesar de que el diario El País hace todo lo posible por lavarle la imagen, se nota que no pueden hacerlo porque además está también la hermana del Rey y tienen que darle igual trato”. Llora Cinthya. Saca su pañuelo Prada de su cartera Prada y se limpia las lágrimas Parada. Y dice: “Y justo después de que cumplió 80 años, cuando se dio el lujo de ver allí a todos aquellos ex presidentes, desde el González, que estuvo aquí y le trajo un premio al Petkoff del que ya nadie se acuerda. Y ayer vi sus novelas: La guerra del fin del mundo, Los Cachorros, Conversación en la Catedral, La casa verde, Pantaleón y las visitadoras, sobre todos ellos lloré desconsoladamente”. Después, ya levantando la cara más linda del mundo, dice: “Que no venga nadie a hablarme de la tía y los papeles de Panamá, porque no respondo”.

Carola Chávez

Rebelión solitaria en el supermercado En el supermercado, donde un cartel antibachaqueros te recibe advirtiendo que no venden productos regulados, me consigo con unas larguísimas colas, no en la puerta, sino en las cajas. Hileras de clientes con sus carritos que se extienden hasta dentro de los pasillos. La causa: de las veintiséis cajas, solo funcionan seis: una preferencial, dos lentísimas “cajas rápidas” y tres para el resto de los clientes, que nunca tenemos la razón. Recorro los pasillos abriéndome espacio entre las colas. La gente se arrima como acostumbrada a arrimarse, y alguno masculla “¡Qué desgracia de país!”, porque esa cola también es culpemaduro. En la nevera, ricotta a novecientos bolos que la semana pasada costaba seiscientos. Miro la fecha y todos están vencidos, las tapas abombadas lo corroboran, pero ahí están, junto a un suero que también ha caducado. Desisto de los lácteos, me niego a pagar sobreprecio para intoxicar a mi familia. El altoparlante anuncia a los estimados clientes que a partir de mañana, como parte de una campaña ambientalista, nos cobrarán también las bolsas plásticas. Ni un resuello, parece que nadie escucha. No hay un solo precio en los anaqueles, adivina adivinador parece ser el juego. ¿Para qué poner los precios a la vista tal como dice la ley, si los cambiamos cada semana? Imagínate los costos que eso significaría para el dueño. “Nadie trabaja a pérdida”, dicen las víctimas defensoras de sus victimarios. Aun en contra de mi instinto que me grita: “¡vete, Carola, vete!”, persisto en el intento de hacer mi compra mientras las colas bajan. No bajan nunca. Los clientes domesticados esperan y esperan mientras chatean por whatsapp. Ni una queja. Comento en voz alta el abuso de tener tantas cajas cerradas. “Es culpa de la Ley del Trabajo”, -contesta alguien sin dejar de mirar su teléfono. Voy con el gerente, le reclamo que hay leyes y que las están violando todas. Me contesta tranquilazo que no pueden evitarlo. Si ustedes no pueden evitar violar las leyes, yo tampoco lo podré evitar y me llevaré mi compra sin pagar -lo desafío. Atrévase y va presa -responde. Dejo el carrito en sus narices y me voy pensando: si ese supermercado no fuera propiedad de un millonario sino del Estado, estos dóciles clientes estarían enguarimbados. Pero ahí los dejé, mansitos haciendo cola.


Exigirle la renuncia a Maduro por el Cantv Satelital

Luigino Bracci Llevo horas leyendo mensajes de muchas personas en redes sociales, molestos por la eliminación de casi todos los canales internacionales en el servicio de Cantv Satelital. Según he leído, han eliminado canales deportivos, de películas y similares, y los han sustituido por canales menos conocidos, o por canales religiosos. Quiero informar que yo no tengo nada que ver con Cantv ni hablo a nombre de ellos, pero puedo inferir que: 1) El severo problema de la escasez de divisas producto de la caída de los precios del petróleo, de la guerra económica que vivimos y de la corrupción o incompetencia de algunos funcionarios del Estado, seguramente está forzando a las empresas públicas a establecer prioridades. Todos sabemos que los derechos de transmisión de canales internacionales como TNT, Universal, Natgeo, Discovery, canales deportivos y similares deben cancelarse en dólares, divisas que en este momento están muy limitadas y son necesarias para importar comida y medicinas. Lo que ocurre en el país no es poca cosa. El precio del petróleo cayó de 120 dólares el barril, a 20 dólares. Es parecido a que alguien tenga un sueldo mensual de Bs. 20.000, y de pronto se lo recorten a Bs. 3.500. Y no tengas nadie que te defienda; tienes que calártelo y ya. ¿No es lógico pensar que hay que tomar medidas urgentes para poder sobrevivir? Entre ellas el recortar gastos que no son imprescindibles para vivir. Yo sé que muchos no van a estar de acuerdo, pero la verdad es que la medida de recortar los canales internacionales en Cantv Satelital es comprensible y entendible en el marco de la drástica caída de más de 80 por ciento de nuestros ingresos como país, y de la guerra económica que enfrentamos. 2) La Cantv estatal es una gran empresa de telecomunicaciones, pero tiene un defecto: nunca ha tenido una buena política comunicacional. Son pésimos en eso. Un recorte en el servicio como éste debía anunciarse con antelación, debe pedirse excusas a los usuarios y usuarias, debe explicarse con claridad las razones, ofrecer compensaciones y alternativas. El personal que da atención al usuario debe ser preparado adecuadamente para enfrentar a tanta gente que llamará reclamando. Si nadie da la cara, causaremos que los dedos culpabilizadores apunten al líder visible: a Nicolás Maduro. Lamentablemente, parece que la norma en Cantv es “vamos a hacerlo calladitos, vamos a quitarles todos los canales internacionales sin decir nada, tal vez nadie se dará cuenta de ello. Y al que no le guste, ¡que se cambie! Total, las cableras priva-

das cuestan 4 veces más* “.Esa no es la forma de tratar a los usuarios y usuarias de una empresa pública.Se supone que estamos intentando construir una alternativa al capitalismo, pero no podemos ser mejores que los capitalistas si tratamos a la gente tan mal como lo hacen ellos. Recordemos que Venezuela es un país electoral. Si la gente siente descontento, si nadie le da la cara ni le da explicaciones, dejarán de votar por nosotros. Chávez siempre fue sincero. Siempre asumió sus responsabilidades. Más de una vez se disculpó cuando los objetivos no pudieron cumplirse. Imitémoslo en eso. 3) La forma como se hicieron las cosas obliga a que Conatel intervenga y sancione a Cantv en defensa de sus usuarios, y de no hacerlo, Conatel también quedará mal parada. Lamentable que tengamos un conflicto entre instituciones, en un momento en el que debiésemos trabajar juntos. 4) Esto es algo que discutíamos en torno al tema del Arco del Orinoco: criticamos a Maduro con mucha fiereza por autorizar la explotación de oro, coltán, bauxita y otros minerales en regiones protegidas estado Bolívar (y ojo: NO estoy de acuerdo con esta explotación), pero tampoco le estamos dando muchas alternativas. Fíjense: en medio de esta severa situación que vivimos, esperamos que Maduro mantenga todos los servicios públicos, las misiones, las pensiones, el sueldo de 3 millones de empleados públicos, médicos gratis, educación gratis, universidades gratis, seguros gratis, Canaimitas gratis, cine gratis, conciertos gratis, Metro barato, electricidad barata, comida barata y subsidios a granel. Y sí, es cierto: estos son logros de la Revolución que deben mantenerse. Pero también le exigimos que siga dándo dólares para importar la Coca Cola, la Pepsi, las hamburguesitas de McDonald’s, los Doritos, los helados 4D, la televisión por cable y demás cosas que en este momento son un lujo. No queremos ceder nada. Si Maduro decidiera dejar de dar dólares para importar el refresco Coca Cola, tal parece que cientos de miles de personas que presumen de ser camaradas revolucionarios y chavistas se enojarían enormemente, a pesar de que no es algo imprescindible para la vida, y que fácilmente puede ser sustituido por un jugo natural o por el delicioso papelón con limón. ¿Somos congruentes? Esta foto no es en Venezuela, pero sí es un hecho de que, en casi todos los abastos y supermercados, los estantes de los refrescos nunca han dejado de estar vacíos.


Las penas son de nosotros Roberto Malaver

Algo parecido está ocurriendo con Cantv Satelital: el gobierno de Maduro, al parecer, está dejando de darle dólares a TNT, Universal, Disney y Discovery y no podrá mantenerlos en la parrilla de programación de Cantv Satelital. Eso molesta, por supuesto. Pero, ¿no podemos sentarnos a pensar que hay razones de peso para haber tomado una decisión tan difícil e impopular? Al hacerle a Maduro exigencias tan incongruentes con nuestra realidad actual, nosotros en la práctica le estamos pidiendo la renuncia. No de la misma manera que lo hacen la Tintori o Ramos Allup. Pero le estamos exigiendo a Maduro lo imposible: que saque dólares de donde no los hay, para pagar cosas que no son indispensables. El país perdió de golpe el 80% de sus ingresos en divisas, pero no queremos ceder nada, ni cambiar nuestro estilo de vida, ni ofrecer alternativas entendiendo el peligro de que se pierda todo lo que hemos logrado. Parecemos un niño de 5 años, el hijito del señor del que hablamos al principio a modo de comparación, cuyo sueldo fue rebajado de golpe de Bs. 20.000 a Bs. 3.500. Lloramos porque nuestro papá ya no nos va a traer más una costosa golosina que siempre nos compraba. Nosotros, preocupados por la golosina, pero él pensando en nuestros alimentos y medicinas de primera necesidad. Ojalá yo pudiera acercarme a Maduro y decirle: “coño pana, deja el Arco del Orinoco tranquilo. Deja ese oro en el subsuelo como una herencia para las siguientes generaciones, que ya ellos encontrarán la forma de explotar eso de manera ecológica. Yo sé que el país necesita divisas, y te propongo que dejes de dar dólares para la televisión por cable, los Doritos, la Coca Cola y otros productos y servicios que no son imprescindibles. Yo estoy dispuesto a dejar de consumir todo eso, siempre que esos dólares lo uses para lo necesario e imprescindible. ¡Pero no toques el Arco del Orinoco, compa!”. El problema es que tengo la impresión de que menos del 5 por ciento de la población estaría de acuerdo conmigo. La gran mayoría dirá “bah, ¡que importa! Ese Arco del Orinoco queda en el quinto carrizo. ¡Que perforen esa mierda! Mientras la Gold Reserve nos dé dólares para seguir viendo mi TV por cable, comerme mis Doritos y beber mi Coca Cola, ¡no me importa más nada!”. Es imposible hacer una revolución en un país tan inmenso y diverso como Venezuela, si primero no la hacemos dentro de nosotros mismos. Y no quiero dármelas de ultrarrevolucionario pues tengo un millón de defectos, pero si no cambiamos todos, no nos sentemos a culpar a Maduro de algo de lo que todos tenemos algo de responsabilidad. ____________ * La cablera privada Inter cobra Bs. 698 mensual por un plan normal con 60 canales, sin canales premium, mientras que Cantv Satelital cobra Bs. 198 mensual

Levanta su cara, que es tan bonita, su cara, y vuelve a decir: “La pena que nos está haciendo pasar es tan grande que ya mis padres no atienden el teléfono, porque la última vez lo llamó un amigo de Francia y le dijo: ‘Dígales a sus diputados que no sean cínicos. Llaman un día para discutir como punto único el mensaje del papa Francisco y después se lanzan a aprobar esa cosa que llaman ley de amnistía que los expone al desprecio universal’. Y hasta allí aguantó mi padre y colgó”. El mesonero, antes de colocar la botellita de agua Evian y el café negro sobre la mesa, da una vuelta alrededor de Cinthya y le dice: “Déjeme darle una vuelta al mundo de la mujer más bella del mundo, y valga bastante la redundancia, si acaso hay redundancia”. Después de que ve a Cinthya sonreír, sale despacito, viéndola con la admiración de siempre. Y Cinthya levanta la mano derecha y, parodiando a los diputados de oposición, dice: “Déjame decirte con la señal de costumbre que ese acto de cinismo de nuestra gente, si lo podemos llamar así, ha sido lo más bajo a lo que hemos llegado. Hemos aprobado una ley sin discutir con nadie, pero dijimos que la discutimos porque confiamos que nuestra gente es estúpida y nos va a creer siempre a nosotros. Nunca le dieron la palabra al Comité de Víctimas, esas personas que también tienen alma, corazón y vida, y que perdieron en la guarimbas a sus familiares, a ellos no los escuchamos, sino que aprobamos esa ley del desprecio. Y hablamos de autoritarismo y de dictadura y lo que hacemos nosotros no sabemos cómo calificarlo, porque nos debe dar mucha vergüenza”. Toma un poco de agua y su cara es la máxima expresión de la belleza universal. Se mueve inquieta en la mesa y ve que la gente pasa por los pasillos del centro comercial San Ignacio como que estuvieran en París, en Roma. “Allí van sin problemas”, dice. Busca en su minicomputadora unas declaraciones y después desiste: “Mejor no te muestro lo que dicen esos cínicos, porque se me cae la cara de vergüenza. Es cierto lo que dice mi padre: ‘Las penas son de nosotros, que los financiamos’”.

Incorregibles de pie Carola Chávez

Argentina, la de los amigotes entrañables, los compañeros incorregibles, irreductibles. Veinte años no es nada, cuarenta tampoco, la memoria sigue viva, la dignidad intacta. A esa Argentina querida llegó Obama, justo a tiempo para el Día de la Memoria, con su reiterado discursito que invita a la amnesia. Lo recibe un presidente con ojitos de ratón que lo mira desde abajo porque está de rodillas. Le habla en inglés a su jefe y en spanglish a los medios, para que quede claro dónde está el corazón que no tiene. Argento-mayameros ondeaban su severo complejo de inferioridad con banderas de barras y estrellas atadas al cuello a modo de capa de Superman, esperando ver pasar al único negro que les parece cool. En la plaza, un incorregible vestido de celeste y blanco le grita a La Bestia: ¡Esta plaza es del general! Felicitó Obama a su mascota porque en tan solo 100 días había hecho muy felices a los inversionistas gringos, “Estoy impresionado” -dijo. Los ojitos de roedor brillaban, quizá hasta con una lagrimita, porque no es cualquier cosa el reconocimiento que le hacía Darth Vader. No es cualquier cosa haber entregado a un país con tanta celeridad y tan poco disimulo como lo ha hecho Mauricio. Eso hay que reconocerlo. Michelle Obama, creyendo que estaba en la villa de Speedy González y no en la tierra de Evita, soltó un discurso envasado sobre el empoderamiento de la mujer: “Necesitamos que se contraten más mujeres en las empresas y que desbanquen el mito de que la ciencia y las matemáticas son solo para hombres, necesitamos que sean líderes en la Casa Rosada y el Congreso”. Las palabras de la Primera Dama arrancaron lágrimas a la Segunda Dama, Juliana Awada, que lo que necesita es mano de obra esclava. Mientras políticos y faranduleros, a modo de mira mirita cara de papita, agradecían por Twitter el honor de haber sido invitados a cenar con Obama, la abuela Estela Carlotto rechazó acercarse al premio Nobel del genocidio. La dignidad incomoda. Más que incomodar, jode, porque nadie puede arrastrase sin parecer un gusano mientras haya quienes insistan en permanecer de pie. Hoy, mientras escribo, mis compañeros argentinos, militantes de la dignidad, colman la calles recordándole al mundo que no pudieron con ellos, que no van a poder y que sepan todos que ¡vamos a volver!


¿Por qué Macri no soporta Telesur? Aram Aharonian A nadie debiera sorprender los pasos que, en materia de comunicación e información, esté dando el nuevo gobierno argentino, atentando contra la democratización y contra la pluralidad de opiniones, favoreciendo groseramente a grandes grupos mediáticos . En esta Argentina donde se gobierna a través de decretos inconstitucionales, se intenta imponer la verdad única, la imagen única. Para ello es necesario acallar las voces e imágenes –los contenidos, las señales- que contradigan esos mensajes únicos, con relatos digitados y transmitidos casi al unísono desde las metrópolis del capital. No hay anuncio oficial -¿apenas un globito de ensayo?- pero los medios comerciales repiten que Argentina se retirará como socio de La Nueva Televisora del Sur y que, a la vez, se elimina el canal (Telesur) de la Televisión Digital Abierta, por lo que tampoco sería de inclusión obligatoria en las grillas de todos los cableoperadores. “Esta determinación va en línea con lo que nos hemos propuesto para los medios públicos, en términos de pluralismo y austeridad”, trató de explicar el ministro de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, al decretar el fin del pluralismo. Se olvidó, incluso, de explicar en qué consiste la austeridad: en realidad, ¿qué gastos asumía Argentina? Que el gobierno de Macri se haya empecinado en perseguir a Telesur, es una medalla en la pantalla de la televisora, ya que marca su importancia, y la impotencia macrista de no poder imponer impunemente imaginarios colectivos, cuando está abierta la ventanita de la verdad. La verdad es que ni siquiera son originales. Antes de que saliera al aire, Connie Mack, un impresentable representante republicano de Florida, logró imponer en el parlamento una decisión en la que se declaraba a Telesur (que aún ni siquiera había difundido su señal de prueba) “una amenaza para Estados Unidos (ya que) trata de minar el equilibrio de poderes en el hemisferio occidental». Debemos asumir que el tema de los medios de comunicación tiene que ver con el futuro de nuestras democracias. Hoy en día, en nuestra América, la monopolización mediática intenta suplantar a la dictadura militar. Son los grandes grupos económicos que usan a los medios y deciden quién tiene o no la palabra, quién es el protagonista y quién es el antagonista. Ya no hacen falta tanques y bayonetas como 40 años atrás: basta con el control de los medios de comunicación, que se han convertido en escenario principal del conflicto social y principales actores políticos, invisibilizando primero a los partidos y ahora a los movimientos sociales fundados en la participación popular. Hace 40 años cerraron medios, desaparecieron, torturaron y asesinaron periodistas y editores y hoy también pre-

tenden dictarnos qué leer, oír o escuchar Los grandes conglomerados económicos –que a su vez tienen como ariete a los medios de comunicación comercialesson el verdadero poder fáctico en nuestros países (y quizá en el mundo). (Cualquier duda, pregunte a Lula o Dilma Roussef, quienes en 13 años de gobierno no lograron llevar adelante una ley que controlara los oligopolios mediáticos en al país). Hoy, la redundancia, la exageración, la agresividad sin ideas, la caza del chivo expiatorio como regla del criticismo y los intereses comerciales y/o políticosreligiosos de los medios hegemónicos, sin mayores (ni menores) principios, tratan de enturbiar el panorama impidiendo establecer jerarquías de problemas y reglas para su debate y resolución. Nos ha costado asumir que el discurso comercial –bombardeado no solo a través de información, sino también de publicidad y entretenimiento (series,videojuegos), con un mismo envase y relato, disfrazado de realidad o de hechos naturales– es también un discurso ideológico, agresivo, limitante de nuestra libertad de ciudadano. Y, para peor, Argentina (claro, en su anterior gobierno) había logrado la sanción de una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, consensuada por todo el país (menos los grupos mono y oligopólicos) que serviría de marco legal para la democratización de la comunicación. La ley no hacía la democratización: la permitía. A un gobierno derechista no le sirve la información equilibrada, con múltiples fuentes, diversa, plural, donde los protagonistas no sean solo príncipes y gobernantes, sino también campesinos, amas de casa, trabajadores, estudiantes… y desocupados, indios, blancos, negros, multados, zambos… que muestren la realidad de nuestra Argentina y nuestra América latina en construcción.

Pero la derecha –incluso la argentinasabe que no se trata solo del control de la información sino del control de la industria del contenido, que incluye la información, la publicidad, la cultura de masas o entretenimiento, los videojuegos. A lo ancho y largo del mundo los contenidos y los fines de la comunicación son puestos cada vez más en función del capital, para que los medios se conviertan en los nuevos misioneros del capitalismo corporativo, en el ejército de formación del imaginario popular y del avasallamiento de la conciencia social. Los medios comerciales tratan de evitar debates: ellos presentan los problemas, deciden los protagonistas y antagonistas, fallan sobre el culpable, lo ejecutan moralmente. Intentan estimular el rechazo del conjunto de opciones políticas o, más banalmente, otorgar a la crítica un tono inconsistente que establece cierta complicidad con la desmemoria, los humores cambiantes o la frivolidad de algún sector de los lectores o de la audiencia. La derecha quiere que los medios sirvan para denunciar escándalos pero no para que presten una atención equivalente a los nuevos problemas de diseño o reestructuración del Estado, la crisis de la educación o la salud, la agobiante exclusión social. La mayoría de los operadores de los medios comerciales parece imaginar un eterno festival de rencillas domésticas y negociados ubicables en la portada de un periódico o en los titulares de un noticiero, y lo que es aún peor, parecen empeñados en hacerle creer a la sociedad que el poder y el futuro tienen solo esa cara. El gobierno de Mauricio Macri, dice el Nobel Pérez Esquivel, “no se ha caracterizado por la defensa de los derechos humanos”. Y hoy ataca a Telesur, como mañana, seguramente, atacará Mercosur, Unasur, Celac, como se lo exigen sus patrocinadores (ellos leerán sponsors).


Telesur, de la utopía a la realidad Telesur fue uno de los proyectos más importantes en la última década en América Latina y el Caribe: constituye la primera tentativa seria de liberación audiovisual y de descolonización mediática, quizá no solo en América latina. Surgió como un proyecto estratégico orientado a contrarrestar el mensaje hegemónico del Norte mediante la creación de un canal multiestatal latinoamericano. La idea era cristalizar aquel sueño acariciado durante años por periodistas y trabajadores de la cultura de la región, de ofrecer la imagen y la voz de América Latina a todo el mundo, y, a la vez, ver el mundo desde una perspectiva propia. Por primera vez se gestaba un espacio público multiestatal en televisión para difundir una realidad latinoamericana que era, en buena medida, invisibilizada, ocultada, ninguneada o minimizada por los grandes medios de comunicación de los países desarrollados e incluso por los medios comerciales de la región. Como señal alternativa (al mensaje hegemónico) nuevos actores se fueron sumando a la pantalla, y aquellos que durante muchos años no habían tenido voz ni imagen comenzaron a informar y ser informados. Una de las ideas fundadoras es que Telesur pudiera tender puentes entre los pueblos del continente. Como decía un documento del canal: Vernos es conocernos, conocernos es respetarnos, respetarnos es aprender a querernos, y querernos es el primer paso para integrarnos. Si la integración es el propósito, Telesur es el medio. Telesur no trataba de hacer una CNN latinoamericana o de izquierda sino de revolucionar la televisión, con rigor periodístico, veracidad, calidad y entretenimiento, información y formación de ciudadanía. Y, junto al proyecto de la televisora, transitaba otro que considero más importante: la Factoría Latinoamericana de Contenidos, que garantizara contenidos nuevos, -que partieran de la premisa de vernos con nuestros propios ojos- para Telesur y todas las televisoras que fueran surgiendo. Telesur demostró que sí se podía hacer una televisora de alcance masivo, que mostrara nuestra idiosincracia, nuestras realidades, nuestras luchas, nuestros anhelos. Que nos mostrara tal cual somos, en toda la inmensidad de la diversidad étnica y cultural, en toda la pluralidad de la región. Lamentablemente el alcance de Telesur estuvo limitado por ser un canal satelital y haber optado por ser una señal eminentemente informativa. Quien más debió adaptarse a estos mensajes alternativos (a los hegemónicos), fue CNN en español, que después de 10 años de ocultamiento e invisibilización de negros, indios y movimientos sociales, debió comenzar en 2005 a cambiar su agenda, porque dejaba de ser el transmisor del mensaje único (cubrió la ceremonia indígena de asunción presidencial de Evo Morales, no pudo ignorar los golpes de estado en Honduras ni Paraguay, etc, etc) .

Macri puede irse En el otro tema: el gobierno argentino puede (está en su derecho de) salirse de cualquier convenio, atendiendo a las cláusulas de éste. Quizá deba pagar deudas, antes de lograrlo. La que no podrá pagar jamás es la que dejaría (permítame el condicional ya que no hay decisión formal alguna) con la ciudadanía argentina, conculcándole otro derecho: a la información. Siempre habrá una forma de ver Telesur, sobre todo si Macri y compañía no lo quieren. Hace once años, cuando pusimos en marcha Telesur, eran por demás escasas las posibilidades de que el pensamiento crítico, las ideas progresistas, las luchas de nuestras pueblos, nuestra memoria

histórica, nuestra idiosincrasia, nuestra gente, tuviera espacios en los medios. Quizá gracias a estos medios y al colonialismo cultural, nuestros pueblos tenían su autoestima por el suelo. La utopía permitió avanzar hacia una realidad consolidada. Y desde el comienzo, la derecha erró su percepción. Telesur no es un canal, no es una señal. Telesur es la lucha por la dignidad, la equidad y la justicia social, por la democracia participativa, por la conversión del habitante en sujeto político. Telesur somos todos, y así se lo está demostrando toda la región a estos gobernantes argentinos. *Creador y fundador de Telesur. Primer director de la emisora (2005-2008).


Argentina sale de Telesur para avanzar en la censura

Marcos Salgado Todos chocamos contra nuestros archivos. Hay que reconocerlo. Todos cambiamos, la vida, las causas y los azares nos hacen, con el paso del tiempo, pensar distinto. Así, no vamos a pedirle al ministro de Medios de Argentina, Hernán Lombardi, que piense igual que hace un cuarto de siglo atrás, cuando viajó al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Pyongyang, Corea del Norte. Pero el asunto se complica cuando no se resiste el archivo del año pasado, o de hace cuatro meses. El 2 de diciembre de 2015, a una semana de la toma de posesión de Mauricio Macri, Lombardi le dijo a Victor Hugo Morales, en Telesur, que el gobierno entrante iba a “garantizar la libertad de expresión”. Pero ahora, el ministro ratificó que Argentina saldrá del canal con sede en Caracas y corresponsalías en toda América Latina y buena parte del globo. Una movida lógica, era difícil creer que un gobierno de restauración neoliberal como el que encabeza Macri aceptara participar de un canal creado hace poco más de diez años precisamente para aportar una visión distinta, alternativa, no hegemónica, sobre los acontecimientos de América Latina y el mundo, bajo la iniciativa política y económica de Hugo Chávez y el acompañamiento atento de Fidel Castro, nada más y nada menos. “Nuestro país no tenía ninguna injerencia en los contenidos de la señal ni en su gerenciamiento. Esta determinación va en línea con lo que nos hemos propuesto para los medios públicos en términos de pluralismo y austeridad”, dijo el ministro Lombardi a medios locales sobre la decisión de iniciar los trámites para salir de Telesur, donde participan -además de Venezuela- Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Uruguay. Sería muy interesante conocer si el nuevo gobierno argentino pidió formalmente tener “injerencia” en los contenidos de Telesur (¿o hubiese sido mejor hablar de “participación”?). Nos imagina-

mos que no. Lo que sí está claro es que tal posibilidad no interesaba en la Casa Rosada. Es que la salida de Argentina de Telesur tiene otro objetivo: que la señal deje ser considerada en la legislación argentina como un canal del Estado, y así quede liberada la posibilidad de que la señal de Telesur salga de los sistemas de cable y de la Televisión Digital Abierta (TDA). Es decir, que las argentinas y los argentinos no puedan sintonizar Telesur en sus televisores. De hecho a principios de marzo Cablevisión -la principal cablera del país, propiedad del Grupo Clarín, retiró arbitrariamente la señal de Telesur de su abono básico (el más extendido), lo cual iba en contra de la legislación vigente (que ahora cambiará cuando se concrete la salida de Argentina de Telesur). Pluralismo El ministro Lombardi parece justificar la salida del Estado argentino de Telesur en base a que el canal no es “plural”. La remanida “pluralidad” siempre se traviste al rescate de aquellos que quieren imponer una visión única. La pluralidad suele ser el velo para ocultar la línea editorial del medio. ¿Cuál es el mecanismo? Simple: se abre el micrófono o la pantalla en forma limitada y acotada a aquel que expresa un punto de vista opuesto a la línea editorial del medio y así se justifica que hay “pluralismo”. Con este y otros artilugios conceptuales los medios hegemónicos se presentan como portadores de “la verdad” (a veces hasta se animan a hablar de “objetividad”) e intentan dibujarse en el imaginario colectivo como auténticos cruzados por la “libertad de expresión”, que en rigor no es más que su propia libertad de empresa para actuar en función de sus propios intereses políticos. Ejemplos sobran. Telesur tiene linea editorial, y la expresa. Es un canal creado para aportar a la construcción de una América Latina independiente de poderes centrales. Su norte es el sur. A lo largo de una década

en las que sin duda hubo tropiezos y dificultades, debates y diferencias, logró expresar este norte al sur en varias coberturas centrales, como la destrucción de Libia a manos de la OTAN y el golpe de Estado contra Zelaya en Honduras, por nombrar dos en las que logró romper el cerco mediático de los medios tradicionales, modelos de “pluralismo”. ¿Cómo puede un gobierno entonces garantizar la “libertad de expresión”? Favoreciendo la multiplicidad de medios. En el caso de la Argentina, garantizando que Telesur conviva en la grilla de programación con CNN o Todo Noticias, por ejemplo. Y garantizando la existencia de medios comunitarios, locales y regionales. Difícil creer que esto vaya a ocurrir, si la ley de medios, instrumento legal que sentaba las bases para esa pluralidad, ya fue duramente cuestionada y cercenada por la administración Macri. Pero la restauración neoliberal también busca volver atrás con lo andado -poco o mucho, según se vea- en materia de pluralidad de voces. Recuerdo una publicidad repetida hasta el hartazgo por los medios hegemónicos en la Argentina en los tiempos del amplio debate sobre la ley de medios. Comenzaba con una pantalla que mostraba decenas de logos de diferentes canales de televisión que iban desapareciendo hasta que solo quedaban unas pocas señales del Estado, entre ellas, Telesur. Esta pieza se combinaba con otra, más recordada por lo apocalíptica, que anunciaba en tono fúnebre que la señal de noticias del Grupo Clarín, TN, estaba próxima a desaparecer. 2016. TN sigue al aire, mientras el Estado argentino da pasos para “desaparecer” de la TV local a Telesur. Ojalá desmientan a este cronista desconfiado, y el ministro Lombardi declare que quieren a Telesur en las pantallas argentinas y que no lo retirarán de la televisión digital. Digo, por aquello del pluralismo. *Co-editor de Question Digital, integró el equipo fundador de Telesur y es corresponsal de Hispantv en Caracas.


El papel del Estado en la economía: variaciones actuales sobre un viejo tema Luis Salas Rodríguez

Lo ocurrido en Argentina en los primeros 100 del gobierno de Macri pone en evidencia muchas cosas. Para concentrarnos en solo dos: que las recetas neoliberales de lucha “contra” la inflación funcionan como una extrapolación al mundo de la economía del viejo método clínico del desangrado. Y segundo: que todo lo que dicen los neoliberales sobre la no intervención del Estado, más que falso, es profundamente cínico e interesado. Con respecto a lo primero, recuérdese que el método del desangrado tan popular hasta la invención de la medicina moderna, consistía en hacer cortes a los pacientes para que sangraran y en consecuencia “curaran” del mal que los aquejaba, partiendo del principio de eliminar los excesos o déficits de sangre, flema, bilis amarilla o bilis negra, los célebres Cuatro Humores de la medicina desde Galeno e Hipócrates. El razonamiento de fondo era que el equilibrio de los cuatro indicaba el estado de salud de la persona, por lo que en el desequilibrio de alguno se podía encontrar el origen de cualquier enfermedad. Restaurar dicho equilibrio era por tanto el fin de la medicina. Alimentar al paciente era una forma de hacerlo, bañarlo con agua fría o colocarle compresas calientes. Sin embargo, en la Europa medieval y hasta bien entrado el XIX el desangrado fue ganando espacio, convencidos de que era la mejor manera de combatir fiebres, infecciones o cualquier otro mal incluyendo tumores y espíritus malignos. En teoría. Porque en la práctica lo que terminaba ocurriendo era que el paciente a menudo empeoraba y casi siempre moría. O quedaba en tal estado de debilidad que cualquier infección menor lo terminaba matando. Extremando las cosas, podría decirse que la efectividad del

desangrado se basaba en que acababa con la enfermedad, pero acabando con el paciente. En política económica, el equivalente al desangrado en cuanto “santo remedio” antiinflacionario es llevar el nivel de precios tan alto, que la gran mayoría no pueda adquirir los bienes y servicios que necesita y por tanto estos se estabilicen. Es el exceso tratado por la vía del exceso. La receta es bastante conocida: primero se devalúa la moneda y eliminan las regulaciones cambiarias, despiden gente, liberan precios, eliminan subsidios y cualquier otra cosa que haga falta. Todo esto trae como consecuencia que un sector mayoritario de la sociedad vea caer su capacidad de compra, tanto más en cuanto que más abajo en la escalera social se encuentre. Así las cosas, el “éxito” del tratamiento consiste en empobrecer a la gente hasta el punto que no compre o lo haga lo menos posible, lo que para las cuentas del gran capital (no el pequeño ni el mediano) se compensa por la vía del consumo suntuario y los altos márgenes de utilidad por unidad que los sectores minoritarios más pudientes no tienen problemas de costear. Es por este motivo que, tal y como ocurrió cuando los Chicago boys de Pinochet aplicaron su trístemente célebre Ladrillazo, los precios en Argentina lejos de disminuir aumentan tras el Ladrillazo de los Chicago boys and girls de Macri. En el último año de Allende, la inflación especulativa llegó al 500%, lo que fue esgrimido como señal del “fracaso de su modelo”. Pero de hecho, en el primer año de la dictadura llegó al 746,2%. Y durante toda la misma, siempre sería superior a los dos digitos siendo el promedio anual de 87,7% y 21% al cierre. Ciertamente, cualquiera diría que pasar de 746% en el primer año a 21% en el último es una reduc-

ción exitosa. Pero dejando a un lado que para los cánones neoliberales un 20% de inflación sigue siendo señal de un “modelo fracasado”, lo cierto es que tal reducción se alcanzó luego de la brutal precarización del poder adquisitivo de la población. El subconsumo de la mayoría en condiciones de dictadura con muertos y desaparecidos fue la clave del “milagro” chileno.capitalismo no funciona... Este último efecto de subconsumo, sin embargo, obligó a la larga a los neoliberales y a los grupos económicos a replantearse las cosas, preocupados más que nada por la rentabilidad de las empresas. Pero la vía escogida fue la de devolver el poder adquisitivo de la población no mejorando su salario o abaratando los precios, sino promoviendo el endeudamiento familiar e individual. Era de nuevo el desangrado, pero a un nivel superlativo. De tal suerte, al final de la dictadura chilena, pero especialmente durante los años de La Concertación, se conformó la trampa crediticia de la que se encuentra prisionera la población chilena hasta la actualidad: precios relativamente bajos y estables con respecto a su pares regionales, pero inaccesibles para la gran mayoría dada la precariedad salarial y laboral, que solo puede acceder a los bienes y servicios (incluyendo la salud y la educación) endeudándose. La crisis de la sociedad chilena al menos desde 2008, cuando estalló la burbuja crediticia mundial, es que dicho modelo es cada vez más insostenible, dado que la acumulación de deuda por parte de las familias supera con creces su ingreso mensual. Ingreso buena parte del cual lo utiliza para pagar las deudas adquiridas, lo que las lleva a adquirir nuevas deudas para costearse el diario y así sucesivamente. Muy probablemente sea esa “la salida” que se impulse en Argentina de


mano de los buitres para bajar la conflictividad que ya se vive, sin dejar nunca de lado -claro está- la vía represiva que tampoco ha demorado en mostrarse. Lo que nos lleva al tema del Estado. Y es que ¿se puede seguir sostiendo, luego de lo visto en los primeros 100 días de gobierno de Macri, que los neoliberales toman en serio lo de la no intervención del Estado? Está visto que no. No solo no se lo toman, sino que se toman muy en serio lo contrario. Al respecto, no sería exagerado decir que el gobierno neoliberal de Macri es tan o más interventor en lo económico (y en todas las demás areas) que lo que fueron los gobiernos progresistas de Néstor, Cristina, el del Comadante Chávez o lo que actualmente son los de Maduro, Evo o Correa. Pero lo es al mismo estilo como lo son los gobiernos chilenos o como es el colombiano: no a favor de las grandes mayorías nacionales, en el ánimo de limitar los abusos de los grandes sobre los chicos, superar las desigualdades, distribuir mejor la riqueza o democratizar el aparato productivo. Es exactamente al revés: intervienen para garantizar que nada de lo anterior ocurra. Actúan en perjuicio de las mayorías nacionales y a favor de las minorías pudientes, intervienen para garantizar que los más grandes abusen mejor de los más chicos, para ahondar las desigualdades y procurar una mayor concentración de la riqueza. Es como un chavismo o un “régimen K” pero en un mundo bizarro: la política de precios no es que se abandona, se le cambia el sentido protegiendo al especulador. Tampoco es que se vuelven neutrales las políticas monetarias y fiscales: se reorientan para favorecer a la banca y los capitales buitres. El “cepo” cambiario nunca se levantó, solo se cambió el régimen: aunque formalmente hablando ahora cualquiera puede comprar los dólares que desee, el ajuste cambiario sumado a la depreciación salarial hace que, en lo real, cada vez más sea una minoría privilegiada la que puede hacerlo. Así las cosas, sirva la ocasión para recordar que no existe un contexto, ni un país ni un tiempo histórico, en que el Estado no intervenga en la economía. El Estado siempre interviene en la economía, tanto por comisión como por omisión. En tal razón, si el Estado se sustrae de intervenir sobre una injusticia o desigualdad, de hecho, no lo está haciendo: simplemente está dejando que la injusticia se cometa y que la asimetría se reproduzca. Es una acción por omisión. El mejor ejemplo de ello es lo que pasa actualmente en Europa o los Estados Unidos. En ambos lugares, la pobreza y el desempleo son mucho mayores que hace cinco años. En Estados Unidos, hasta la revista News Week se refiere a clase media norteamericana como “especie en extinción”. Ahora, toda esa gente que es más pobre ¿lo es porque perdió el espíritu emprendedor? ¿O lo que ocurre es que el Estado al no mediar entre la gente común y la banca, la gente común y las corporaciones, simplemente permite que las segundas abusen de las primeras? Un trabajo del último Premio Nobel de economía –Angus Deaton, economista escocés nacionalizado norteamericano y profesor de la Universidad de

Princeton- publicado a finales del año pasado bajo el título de Rising morbidity and mortality in midlife among white non-Hispanic Americans in the 21st century, ayuda a aclarar dudas al respecto[1]. Lo que el trabajo refleja es que la desigualdad entre el 1% más rico, los cada vez menos cuantitativamente hablando todavía integrados y el 99 % restante de la población excluida o en vías de serlo, no ahonda en lo salarial o en el nivel de ingreso, sino que se manifiesta con especial fuerza en las expectativas de vida. O dicho en términos sombríamente simples: lo que Deaton detecta es una tendencia entre la población blanca adulta a ir muriendo más rápido en la medida en que sus ingresos van disminuyendo, su empleo se precariza y aumenta la incertidumbre económica. Debe tomarse en cuenta que estamos hablando no de negros o latinos, sino del arquetipo etario de la población históricamente incluida: el hombre blanco de mediana edad, profesional anglosajón, ahora ahogado por las deudas para mantener el consumo, las escuelas de sus hijos, la salud, vivienda, etc., que debe optar entre empleos cada vez más escasos y peor pagados o el desempleo puro y simple. Para Deaton, ello ha supuesto una incidencia cada vez mayor a las separaciones familiares, al no establecimiento de lazos conyugales, así como una elevación en los índices de drogadicción, alcoholismo y suicidios. Es decir, no es que están

viviendo menos: es que se están matando más. Cualquiera diría que tratándose de un economista del mainstream, prototipo de lo que la gran prensa considera un “experto”, Deaton acusara a la inexistencia de mercados eficientes dada la perversa intervención del Estado. Sin embargo, es justo lo contrario: todo esto viene ocurriendo, afirma, por la falta de capacidad –y más aún de voluntad- del Estado para intervenir, regular y ofrecer los servicios necesarios que requiere la sociedad. Lo que nos plantea un tema crucial en esta coyuntura regional que estamos viviendo: y es que si bien ciertamente el esfuerzo personal es una clave necesaria para el desarrollo económico y social, no es suficiente si no se acompaña de políticas de carácter colectivo que creen condiciones favorables, o peor aún, si se enfrenta a otras que crean escenarios hostiles, lo que degenera en el fracaso o en una lucha despiadada y egoísta. Es un hecho empíricamente comprobado, manifestado por la alta movilidad social ascendente operada durante los gobiernos de corte progresista, pero que sin embargo debe vérselas en momentos de vacas flacas con la oposición de los propios sectores medios movilizados (y no solo trabajadores, sino comerciantes, pequeños y medianos empresarios), convencidos ex post de la ideología del self made man y que el papel del Estado es cuidar el orden público pues todo lo demás fomenta la flojera y la sirvengüenzura. De tal suerte, y en virtud de lo dicho, el Estado interventor neoliberal del cual Macri es exponente (en 100 días no solo ha intervenido activamente en lo económico, sino que ya tiene presos políticos, ha cerrado medios de comunicación, reprimido protestas, etc.), no solo debe considerarse señal de lo que amenaza por reinstaurarse del peor modo, sino que en perspectiva debería servirnos desde la acera contraria para considerar un tema mucho más urgente. Y es que desde el punto de vista histórico, así como no existe un contexto en que no se intervenga desde el Estado en tal o cual dirección, lo que la experiencia demuestra es que


en épocas de vacas flacas y coyunturas críticas es cuando más lo hacen. En este sentido, la situación compleja que vive el gobierno de Dilma ¿no es en buena medida resultado directo de la aplicación por voluntad propia del mismo programa restrictivo que la derecha demandaba, pero con el adicional de implicar el desgaste tremendo de un gobierno de clara raigambre popular? Dos años de ajuste ortodoxo y señales positivas a “los mercados” no han traído recuperación económica de ningún tipo (más bien todo lo contrario). Ni hecho retroceder las ambiciones golpistas de la derecha (más bien todo lo contrario). Lo único que han provocado es un reflujo popular que solo la torpeza de la derecha al arrestar ilegalmente a Lula parece haber detenido (al menos por ahora). La enseñanza histórica de los gobiernos de Chávez, Kirchner y el propio Lula a comienzos de esta década, es que no se debe dejar en manos del “mercado” lo que son obligaciones de los Estados y los gobiernos.ar macri manoinvisible Sobre todo porque “el mercado” no es un ser etéreo ni anónimo, ni el espacio de encuentro de los millones de agentes pequeños en situación de competencia perfecta que nos dicen los libros. El mercado capitalista realmente existente son las grandes multinacionales oligopólicas, los fondos buitres, los especuladores, paraísos fiscales y pare usted de contar, a las cuales los trabajadores, los consumidores pero tampoco los pequeños y medianos empresarios, tienen capacidad de enfrentar solos. Guste o no, es la activa intervención del Estado acompañada de una aún más activa movilización ciudadana y popular en defensa de sus derechos, la receta que se ha demostrado exitosa como forma de garantizar una mayor democratización social y económica. O es esta receta o es la otra receta.

Desde luego, siempre se podrá decir que este tipo de intervención que genera arbitrariedades, corregibles por lo demás en el marco de las democracias ¿Pero no es la arbitrariedad de los poderes privados –como la que vemos en Venezuela en materia de precios o Ecuador como reacción a las reformas impositivas- mucho peor y excesiva? ¿No lo es la toma de los poderes públicos por el poder privado, como la que opera en Argentina, amenaza en Brasil y reina en Chile mucho más dañina social y económicamente hablando y difícil de reparar, si es que puede repararse? La posibilidad de un futuro para todos y todas, en buena medida depende de la resolución colectiva de este dilema.

El único candidato presidencial del chavismo que va al Cuartel de la Montaña sin sentir vergüenza Toby Valderrama Aparecen candidatos a candidatos presidenciales del Chavismo. Algunos se asoman tímidos, otros envían mensajeros, no faltan los que niegan las ansiedades o proclaman, con la hipocresía que les sale por los poros, que no es el momento de hablar de eso. No es casual el surgimiento de estos vapores electorales. Veamos. La democracia burguesa aplasta el camino al Socialismo, lo envía a los baúles del recuerdo, a ser un archivo muerto. Ahora regresa de las ollas del infierno el carnaval electoral con todos sus adornos, la intriga de quién será el candidato es indispensable, luego vendrán la guerra de mentirita, los debates, los cambios de imágenes, los símbolos, las rivalidades deportivas, superficiales, las gorras y los pitos. Se olvidarán los asuntos de fondo, la gente votará por un slogan y un single, será la hora de los publicistas, vendrán gringos y brasileños (y algún francés oportunista) a ofrecer la pócima milagrosa para ganar elecciones, la política será sustituida por la farándula, lo trivial, el circo. Este carnaval electoral cumple una función principal: sirve de válvula de escape a las penurias de la sociedad, protege al sistema capitalista, crea la ilusión de que el candidato arreglará todo, ya no se cuestiona al sistema, el malo es el presidente de turno, al salir de ese escollo todo será felicidad. En situación normal los candidatos son operadores del sistema capitalista, así las elecciones cumplen perfectamente su papel. A veces, sólo a veces, se cuela un candidato antisistema, y si éste tiene chance, si es un peligro, todas las fuerzas se conjuran contra él; si gana, si gobierna y no traiciona, corre el alto riesgo de ser asesinado. En el caso nuestro el regreso del dios Momo, del carnaval electoral, será la consagración de la entrega del legado de Chávez, esta operación de opio electoral será coherente con la claudicación que ya se dio en lo económico, en lo espiritual. El candidato del chavismo, el que puede ir al Cuartel de la Montaña sin sentir vergüenza, sin una alta carga de hipocresía, el que puede sentir la mirada del Comandante transmitiéndole vigor, aprobación y no censura, ese candidato debe tener algunas características. 1.- No es necesariamente un candidato electoral, puede tener otras opciones impuestas por las circunstancias. 2.- Es socialista verdadero, más allá de la retórica oportunista. 3.- Presenta un programa basado en el Plan de la Patria, no inventa atajos hacia el capitalismo. 4.- Plantea la unidad de los revolucionarios en oposición a la unidad de los capitalistas. 5.- Plantea superar a la democracia burguesa, sustituirla por la verdadera democracia revolucionaria. 6.- Plantea el internacionalismo, la solidaridad con los desposeídos, con los pobres de la tierra. Entiende, tal como lo entendieron Bolívar y Chávez, que la Revolución tiene que ser un hecho universal. 7.- Plantea el rescate del espíritu y la práctica antiimperialista de Chávez y de los próceres. Los anteriores son algunos los puntos que debe calzar el candidato que quiera representar al Chavismo, será el único candidato que puede ir al Cuartel de la Montaña sin ser un fraude. El que se presente impulsando el capitalismo, propugne las alianzas con la burguesía, le haga concesiones al imperio, restablezca el pacto de punto fijo… ese podrá ir al Cuartel, todo es posible, pero irá asustado de que la voz de Chávez retumbe en el recinto y le diga, como en el pasado: ¡¿dónde está el Socialismo?!


Alfredo Serrano Mancilla-Le Monde diplomatique

Venezuela frente a la emergencia económica

Sobran los argumentos para afirmar que Venezuela está frente a una emergencia económica. El Presidente Nicolás Maduro aprobó, justamente, un Decreto de Emergencia Económica el pasado 14 de Enero del 2016. Decretó aquello que era evidente, aunque necesario por responsabilidad política: sólo cuando se reconoce una situación adversa, se pueden encontrar las respuestas efectivas para superarla. El contexto económico en Venezuela es cada vez más preocupante, tanto a nivel externo como interno. Ante tales circunstancias adversas, el Ejecutivo ha puesto en marcha una Agenda Económica Bolivariana con el objetivo de salir adelante. La condición externa de la emergencia económica La caída de los precios del petróleo marca de modo considerable una restricción muy inquietante para las arcas públicas del país. Lo mismo le ocurre a todos aquellos Estados que dependen de este recurso. El precio del petróleo ha sufrido una de sus mayores caídas, prolongadas, desde hace décadas. En junio del 2014, el precio por barril alcanzó los 115 dólares. Sin embargo, desde ese momento se viene produciendo un derrumbe continuado en su precio. En el año 2015 acabó por debajo de 40 dólares; a inicios de este año, continuó a la baja alcanzando su mínimo de los últimos 11 años. El precio no termina de recuperarse. La disputa geopolítica y geoeconómica es de alto voltaje. No todo es cuestión de exceso de oferta (aunque también) ni de contracción de la demanda. Hay otro factor clave: el interés especulativo de los grandes capitales mundiales que, a partir de los mercados de valores futuros, imponen los precios en el presente[1]. No será fácil estimar qué sucederá con este fenómeno en el corto plazo. Es todo demasiado imprevisible. Indudablemente, a día de hoy esto supone una importante restricción para las economías petroleras. La caída de las divisas disponibles para la política económica venezolana es un hecho irrefutable. Aquello que muchos analistas denominaron “viento de cola a favor” (por los altos precios de las materias primas), hoy se torna como viento en contra. El mismo Presidente Maduro presentó datos alarmantes en este sentido: en enero 2016 sólo entraron al país unos 77 millones de dólares. Un valor que habla por sí solo si lo comparamos con lo que ocurrió en ese mismo mes en los años anteriores[2]. El pasado año, la economía venezolana ya se vio afectada por este shock negativo de precios del petróleo. Si en los últimos años, la economía venezolana funcionaba habitualmente con alrededor de 40.000 millones de dólares (luego del pago de la deuda externa), el año 2015 lo hizo con poco más de 5.000 millones de dólares. La diferencia es abismal, y explica mucho de lo que ha acontecido económicamente en el país latinoamericano. La economía venezolana es altamente elástica a las divisas disponibles por exportación de petróleo. Es así y ha sido así por décadas. Pero el frente externo no asfixia únicamente por esta vía. El estrangulamiento financiero internacional contra Venezuela es constante. A pesar de que el país pagó alrededor de 14.000 millones de dólares el año pasado en concepto de deuda externa, el

riesgo país jamás se vio mejorado. Todo lo contrario. La prima de riesgo impuesta por las agencias estadounidense de calificación a finales del año 2015 fue de 2.883. Por ejemplo, la de Colombia fue, para esa misma fecha, de 317. Resulta muy sorprendente este tratamiento desigual para dos países que tienen alta dependencia exportadora petrolera. A Venezuela lo discriminan negativamente, penalizándolo; encarecen su deuda y le impiden el acceso al crédito financiero, salvo que obedezca al mandato neoliberal. La tercera característica del frente externo económico adverso deriva directamente de la situación económica mundial. Luego de casi una década, se vuelve a admitir que la economía mundial no está saneada. El desplome generalizado en las cotizaciones de las entidades financieras de Europa ha sido una muestra más de que la economía capitalista global no progresa adecuadamente. En menos de un año, las bolsas mundiales han visto reducida su capitalización en un valor equivalente al PIB de la eurozona. El mismísimo G20 prefiere ahora culpar a los mercados. El propio Ministro de Finanzas alemán Schäuble afirmó que “hay cierto punto de exageración en los mercados”. Lo que antes era una respuesta de los mercados frente a aquello que no les gustaba (véase China, Grecia, España), hoy en día se torna una exagerada advertencia de los mercados por el futuro de la economía mundial. Esto complica aún más lo que sucede en la economía mundial, altamente dependiente de las finanzas desde la época neoliberal. La economía real no sale de su encrucijada; el comercio mundial sigue a la baja. No se atisba ninguna posibilidad de estabilidad en el crecimiento real de la economía. El capital se ha mal acostumbrado de tal modo a la buena vida que se le han quitado las ganas de invertir para producir. Se impone la hipótesis de Larry Summers (ex Secretario del Tesoro de los Estados Unidos) del estancamiento secular: se ha llegado a un punto de la economía mundial capitalista, en el que el potencial de crecimiento es demasiado bajo, y sólo se podría salir adelante mediante burbujas especulativas. El componente interno de la emergencia económica El frente externo es hostil y precisa ser analizado, asumido e internalizado a la hora de diseñar la política económica más adecuada en Venezuela para este tiempo político que se avecina. Pero no todas las dificultades económicas proceden de lo que sucede afuera. También hay que mirar casa adentro, conocer e identificar los desequilibrios estructurales actuales de la economía venezolana, y también sus respectivos desajustes coyunturales. La Revolución Bolivariana ha logrado mucho en muy poco tiempo; ha sido capaz de reapropiarse de la renta petrolera; ha conseguido consolidar un Estado de las Misiones garante de los derechos sociales sin pedir permiso al capital; ha recuperado la soberanía. Todo se ha realizado a gran velocidad, sin descarrilar. Aunque ahora sí aparecen contradicciones propias de cualquier proceso de cambio. El Vicepresidente boliviano García Linera las denomina “tensiones creativas de la revolución”, y pueden ser: a) fundamentales, generadas entre el modelo económico humanis-


ta de cambio y el modelo capitalista neoliberal que nunca se retira (aunque le indiques la salida); b) secundarias, contradicciones emanadas en el seno del propio pueblo, como las llamaba el presidente chino Mao Tse Tung. El pueblo venezolano, en los últimos años, luego de haber naturalizado las mejoras sociales y mejoras en el consumo, realiza nuevas demandas. Además, también, hay otras tensiones derivadas de los desequilibrios internos económicos: 1) rentismo importador, especulativo-ocioso, como respuesta para satisfacer la creciente demanda interna, 2) insuficiencia productiva, 3) sistema de distribución ineficaz en manos del capitalismo especulativo. A esto hay que sumar la guerra económica contra el pueblo venezolano que vienen llevando a cabo ciertos intereses privados que quieren derrocar, como sea, al Presidente constitucionalmente electo desde el año 2013. La economía política debe estar siempre presente en cualquier análisis económico. Dejarla afuera es desconocer cómo funciona la economía. Es elemental identificar a los responsables de esta guerra económica y conocer cuál es su forma de actuar. El metabolismo del capital vuelve a tener un gran protagonismo en la actual economía venezolana. Las razones son muchas. Se impuso el rentismo importador del siglo XXI. La economía real quedó sometida y avasallada por la economía ociosa. En este fenómeno todos tienen responsabilidad: unos más que otros. El sector privado jamás quiso dedicarse a impulsar un nuevo desarrollo productivo. Optó por la importación, demandando divisas. Esto impuso una dinámica económica improductiva, altamente dependiente de las importaciones y, además, con un fuerte componente especulativo en precios. Ciertamente éste es uno de los aspectos más críticos de la economía venezolana. La acumulación anualizada del índice nacional de precios al consumidor para el 2015 fue del 180,9%. Pero este dato no puede ser entendido como el simple resultado de una ecuación matemática. Más bien, se debe explicar en base a una compleja álgebra política-económica, en la que inciden las variables macroeconómicas convencionales, pero también influyen quienes, aprovechando su poder de mercado, se quedan con la mayor tasa de ganancia por cada eslabón de la cadena de valor. El debate de la inflación tiene múltiples aristas y todas han de ser tenidas en cuenta. La escasez de divisas es un factor clave; otro es la elevada capacidad de consumo del pueblo venezolano; e, innegablemente, la economía política es también responsable de la conformación de los precios. La cotización ilegal del dólar, conocida en Venezuela como Dólar Today -que evoluciona de forma exponencial sin criterio económico aparente- también ha sido determinante para la fijación abusiva de los precios. La inflación vino acompañada de contracción económica (estanflación). El Banco Central de Venezuela afirmó que la economía se contrajo en un 5,7% el año pasado, una caída superior a la del 2014, de 3,9%. El sector público experimentó un incremento del 1,1%, mientras que el sector privado descendió en 8,4%. Esto explica la alta dependencia del privado en relación a la divisa; con divisas crecen, porque importan; pero sin ellas, caen en picada. Este componente denota una economía con debilidad de crecimiento cuando hay limites en divisas. El otro asunto delicado es el desabastecimiento en algunos bienes específicos. Esto se explica, en gran medida, por la alta dependencia de las divisas. Pero también tienen mucho que ver los comportamientos especulativos de sectores privados oligopólicos y las fallas en los canales de distribución. Todo ello vino acompañado de colas en los establecimientos. En muchas ocasiones, éstas fueron planificadas en una fase inicial con la intención de desestabilizar la economía y de generar una mayor sensación de “falta y escasez”, incentivando las compras nerviosas. No es un tema sencillo de solventar porque se ha impuesto una suerte de desorden entrópico que requiere de tiempo y políticas económicas acertadas desplegadas en forma integral. No es cuestión únicamente de precios, como pretenden argüir algunos sectores. Recalcular los precios en base a una estructura real de costes podría ayudar, pero seguramente no es la varita mágica que resolverá el desabastecimiento en algunos bienes. Este asunto controversial es poliédrico: tiene muchas caras y, por tanto, no hay una única variable determinante. Sin embargo, no todo son debilidades; hay que considerar también las fortalezas en materia laboral que la economía venezolana tiene. El desempleo es inelástico respecto al crecimiento y entrada de divisas. Esto es un importante sostén del modelo económico bolivariano. El desempleo está en torno al 6% y no se ha visto afectado a pesar de la emergencia económica, interna y externa. La política laboral del año pasado, a pesar de las dificultades, también priorizó los incrementos salariales; el salario mínimo creció por encima del 130% (considerando el aumento del ticket alimen-

tación). Por otro lado, la inversión social tampoco se ha visto perturbada por el escenario económico adverso. Los indicadores de desigualdad y pobreza no se vieron impactados negativamente. Las políticas públicas han venido desempeñándose a buen ritmo a pesar de las dificultades. La recaudación tributaria creció, permitiendo así sostener al Estado de las Misiones garantista de los derechos sociales. No obstante, es cierto que el IVA es una de las principales fuentes recaudatorias debido al efecto aumento de precios. Esto es un tema a resolver para evitar que la inflación (que afecta a todos negativamente) sea lo que permita obtener más recursos al Estado en tiempos de emergencia. Agenda Económica Bolivariana frente a la emergencia Frente al escenario económico adverso, la cuestión es preguntarse qué se puede hacer para salir de este laberinto. La economía venezolana está al borde de un punto de bifurcación. Toma un camino u otro. La oposición en la Asamblea tiene su senda, la neoliberal, con medidas regresivas de la distribución de la riqueza. El proyecto de ley denominado Activación y Fortalecimiento de la Producción Nacional, presentado el 18 de Febrero, demuestra claramente cuáles son los intereses económicos de la oposición venezolana. No busca encontrar respuesta frente a la emergencia, sino más bien consolidar un “paquetazo” neoliberal tradicional sustentado en: 1) excesiva preocupación a favor de las transnacionales (con reconocimiento de deuda), 2) política de asignación de divisas sin considerar la escasez de las mismas, 3) ningún interés por fomentar la producción, 4) creación de una Comisión Especial para poner un marcha una restauración privatizadora de muchas empresas públicas de sectores estratégicos, 5) delegar la política de precios en manos de los oligopolios privados, 6) exenciones tributarias sin criterios productivos a favor de grandes capitales. La derecha venezolana aún continua atrapada por el pretérito sin saber qué decir cada vez que debe presentar una propuesta de futuro. En cambio, el Presidente Maduro anunció una Agenda Económica Bolivariana (AEB) de corte no neoliberal que busca afrontar la emergencia económica sobre la base de un nuevo orden económico, con el objetivo de sostener el espíritu social y humanista de la revolución. Definitivamente, la AEB evita caer en la tentación neoliberal como salida a esta situación económica tan complicada. El objetivo de esta AEB es mirar hacia adelante, a partir de una hoja de ruta que priorice la resolución de los problemas urgentes para avanzar en las transformaciones estructurales pendientes. La AEB combina dos dimensiones: lo coyuntural y lo estructural, esto es, responder a las emergencias del ahora, del ya, pero pensando en el mañana. Se delinea así cuál es la senda económica por donde transitar, evitando atajos que lleven al abismo como sucedió en el pasado neoliberal. La nueva carta de navegación para superar la tormenta no es por afuera de la Revolución Bolivariana; las soluciones nunca pasarán por renunciar al Estado de las Misiones ni a la soberanía. Esto es innegociable. No se le pide sacrificios al pueblo, sino más bien lo contrario: protegerlo, y contribuir para forjar las condiciones de modo que se active una vigorosa economía productiva. La AEB no renuncia al carác-


ter humanista y democratizador de la economía defendida por el chavismo, pero sí añade la importancia de generar riqueza, de crecer distribuyendo. La AEB ha comenzado a rodar. Se ha abierto una nueva etapa para la Gran Política Económica. En estos dos meses han proliferados las decisiones en diferentes ámbitos de la economía. 1) Se han activado nuevos motores productivos (Agroalimentario, Hidrocarburo, Minería, Telecomunicaciones, Informática, Construcción, Industria, Industria Militar, Turismo, Forestal, Economía Comunal y Social, Farmacéutico), con un nuevo mapa de actores que ayuden a la democratización del aparato productivo. El nuevo modelo productivo en desarrollo pretende crear riqueza con el afán de superar el rentismo importador y el rentismo exportador petrolero. La economía productiva se presenta como el centro de gravedad del nuevo orden económico para atender a la demanda interna. Se ha activado un Plan 50 para producir aquellos bienes y servicios que forman parte de lo cotidianamente necesario para el pueblo venezolano. La instalación del Consejo Nacional de Economía Productiva, además, contó con una amplia participación del sector privado interesado en formar parte de este nuevo espacio. 2) Nueva política asignación de divisas como parte de la política cambiaria: la AEB contempla un nuevo plan de asignación de divisas, una acupuntura de las divisas con la pretensión de lograr una economía más productiva, generando así círculos virtuosos de creación de riquezas. Cada divisa se asignará en función del efecto multiplicador económico. El nuevo plan de asignación de divisas no seguirá las directrices del rentismo importador improductivo. Se aprobó un nuevo método, los Certificados de Producción, que asignan las divisas para importar insumos necesarios en función de una determinada cuota obligatoria de producción. 3) Se ha puesto en marcha una nueva política de captación de divisas que rompa con la dependencia exportadora petrolera. En el sector minero, se firmó un decreto para cuantificar y certificar las reservas contenidas en tres áreas del Arco Minero del Orinoco; más de 150 empresas de 35 países extranjeros firmaron contratos para explorar la franja, siempre bajo condiciones de mayoría accionaria a favor del Estado. Esta tarea no traerá resultados inmediatos, pero ya ha comenzado a dar sus primeros frutos gracias a los acuerdos de certificación de reservas de oro -que, además, han permitido solucionar un conflicto existente en el CIADI con Gold Reserve-. Esto permitirá una entrada neta de divisas de unos 3.000 millones de dólares, dejando el resto para inversiones en industrialización. La política de captación de divisas también ha priorizado el fomento de las exportaciones, otorgándoles mejores incentivos en retención de divisas y en materia tributaria. 4) El sistema cambiario también ha transitando hacia un modelo dual: a) el DIPRO (divisa protegida), 10 Bolívares por dólar, protegiendo a sectores prioritarios para el pueblo venezolano (alimentos, salud, insumos básicos para la producción de estos sectores, cultura, deporte, pago de los pensionados y jubilados, investigaciones científicas y otros casos de especial urgencia); b) el DICOM como divisa complementaria de flotación, administrada para el resto de la economía. Este nuevo esquema cambiario prioriza la protección del pueblo en sectores clave, y procura ser atractivo para el arribo de capital extranjero en divisas. 5) La llamada a la Revolución Tributaria se convierte en una herramienta clave para recaudar adentro todo lo que se necesita para sostener la política de inversión social ante esta emergencia económica. El objetivo es, progresivamente, cambiar la matriz impositiva para avanzar en clave de soberanía tributaria, bajo principios de justicia social. En este ímpetu, un aspecto notorio ha sido el anuncio del nuevo Plan de Tolerancia Cero Contra la Evasión, el Fraude y la Elusión Fiscal. Se trata de mejorar la recau-

dación, especialmente para aquellos grandes capitales improductivos que no están pagando los impuestos que les corresponden. Por esto, se ha puesto en marcha un sistema de facturación electrónica que permite mejorar de forma inmediata la recaudación. Cada bolívar es necesario frente a esta emergencia económica para garantizar los derechos sociales y, también, para impulsar el nuevo orden económico productivo. En materia de elusión, también se tomaron medidas adecuadas para evitar la práctica elusiva a la que recurren los grandes patrimonios, descontándose de su utilidad fiscal el efecto inflacionario. Por último, es preciso resaltar una decisión tributaria que no deja lugar a dudas de qué parte se está en este proceso político: se ha exonerado del pago de impuesto de la renta a más de dos millones de familias de bajos recursos. Esto demuestra claramente cuál es la diferencia entre el “paquetazo” neoliberal y otra forma de afrontar esta emergencia económica. 6) Se ha cambiado, luego de mas de dos décadas, el esquema actual de subsidios para la gasolina. Venezuela es el país con la gasolina más barata del mundo. Y, con el nuevo sistema, se pretende utilizar de forma más justa y eficiente los recursos disponibles. La gasolina seguirá siendo barata, pero los recursos extras que comienzan a obtenerse por esta nueva política son destinados a las misiones sociales, y también a mejorar los sistemas de transporte. Además, los nuevos precios de la gasolina generan más incentivos para consumir aquel octanaje que requiere menos divisas para la importación de derivados necesarios para su producción. Estas son algunas de las más destacadas decisiones económicas tomadas en estos últimos meses. Pero no son las únicas. Se ha puesto en marcha una nueva forma de utilizar las compras públicas para aprovechar este músculo económico tan relevante en el país. Es la hora de transformar el universo social en un espacio económico productivo. Y no sólo eso. Se ha creado una Corporación Nacional Productiva como nuevo sistema articulador de todas las empresas de gestión estatal o en manos de trabajadores. También se ha puesto a funcionar un plan de agricultura urbana; se ha creado el Banco de insumos para la pequeña y mediana industria; se ha iniciado una política de alimentación de abastecimiento seguro para reorganizar este sector. Y, lo más reciente, la activación de la tarjeta de las misiones socialistas a favor de las familias venezolanas en núcleos de pobreza extrema. De esta forma, el esquema de subsidio cambia: se concentra en la persona. En definitiva, se observa como Venezuela tiene su propia receta frente a la emergencia económica. No usa ningún copy-paste del modelo neoliberal. La AEB comienza a consolidarse. Seguramente, restan muchos flancos todavía por afrontar: reordenamiento del sistema financiero para la nueva etapa, redefinición del poder comunal en el desafío económico, sistema de distribución más eficiente, avanzar en la desdolarización de las relaciones comerciales, reactivación de mecanismos económicos de integración regional. Son tantos los desafíos como se quiera. Esto es precisamente la gran fortaleza de la AEB, es decir, se tiene una carta de navegación para procurar superar la actual tormenta, adentro y afuera. Esto demuestra que no sólo se rechaza la salida neoliberal, sino que se ha comenzado a ejecutar una agenda económica para este momento histórico. Así se pone de manifiesto que sí hay alternativa frente al mandato neoliberal. Notas

[1] El Congreso de Estados Unidos reconoce que el 30% del precio del petróleo se debe a la especulación de los fondos de inversión y grandes bancos; la consultora Goldman Sachs lo establece en 40%. [2] En el 2010, la entrada de dólares por venta petrolera para enero fue de 1.790 millones de dólares; en enero de 2011, 2.463 millones, en 2014, 3.000 millones; y en 2015, 815 millones.


Aram Aharonian, a 40 años del golpe cívico-militar en Argentina

Un proceso de “reorganización” ya no es tarea de militares

H

ace 40 años para imponer un modelo político, económico y social, el poder fáctico apelaba a las Fuerza Armadas, para que con tanques, bayonetas, torturas y desapariciones, pusiera en marcha un “proceso de reorganización” neoliberal, cónsono con las demandas e intereses de los grandes grupos económicos nacionales y trasnacionales. El golpe de estado cívico-militar de 1976 fue el último pero no el único en el siglo 20. Desde 1930 los argentinos habían sufrido sucesivas interrupciones del orden democrático. La supresión de los gobiernos elegidos por el pueblo, la represión de los conflictos que surgían entre distintos sectores sociales y la apelación a la violencia habían sido frecuentes desde esa fecha. Sin embargo, la dictadura cívico-militar que se inició en 1976 tuvo características inéditas, de terrorismo de Estado. Los militares no actuaron solos ni por su cuenta. La decisión de tomar el gobierno contaba con la adhesión de diversos grupos de la sociedad (sectores con gran poder económico, grupos conservadores, medios de comunicación) que entendían que una dictadura era necesaria para organizar el país. Y contaron con el visto bueno del gobierno estadounidense, alentado por “el orden” impuesto a terror y sangre, muertos, torturados, miles de presos y desaparecidos en Brasil, Chile y Uruguay en años anteriores.arg desaparecidos El secretario de Estado Henry Kissinger dio luz verde a la ola de represión de la junta golpista en 1976, que significó – entre otras calamidades- más de 30 mil desaparecidos, según documentos secretos estadounidenses desclasificados anteriormente, y ahora, con la visita del presidente Barack Obama, justo en el 40 aniversario de ese golpe, su gobierno promete que revelará más sobre la historia secreta de la relación entre Washington y Buenos Aires. En Argentina, a la vez que se desarrollaban acciones de control, disciplina y violencia nunca vistas sobre la sociedad, se tomaban decisiones económicas que privilegiaban el ingreso de bienes y mercancías desde el exterior por sobre la producción nacional. Así miles de trabajadores perdieron su trabajo debido a que la industria nacional no podía producir productos a un precio similar o menor a los importados. Este proceso fue acompañado por una campaña publicitaria que intentaba convencer a la población de que la industria

argentina era mala, de baja calidad y asociaba a lo venido de afuera con lo bueno, lo interesante, lo deseado. Los sucesivos miembros de la Junta Militar y diversas empresas asociadas tomaron grandes empréstitos del exterior: la deuda externa trepó de 8 mil a 43 mil millones de dólares. Por decisión de los dictadura cívico-militar, se convirtió en deuda pública, es decir en deuda que debieron pagar todos los argentinos. Las medidas financieras y administrativas marcaron un período de desinversión en salud, educación y viviendar 2001a - copiaa con efectos muy importantes en el empeoramiento de las condiciones de vida de la gente. Costó muchos años a los argentinos sanar las heridas dejadas por la cruenta dictadura: garantizar la vida, la salud, la educación, la vivienda, la nutrición de las grandes mayorías, convertir en ciudadanos a millones de pauperizados pobladores excluidos de la sociedad de época de la dictadura y la posdictadura neoliberal. Hoy no hacen falta tanques ni bayonetas para imponer un modelo político, económico y social. Basta con tener el control de los medios de comunicación social para servir a los intereses del poder fáctico, de las grandes empresas (algunas) nacionales y trasnacionales. Miles y miles de despidos, cierre de fábricas, endeudamiento externo, empresarios dirigen la cosa pública, hay dura represión para el “ordenamiento social”: ya no son militares sino policías miltarizados, mientras el ejército de medios concentrados y cartelizados crean imaginarios colectivos. La respuesta no se halla en las instituciones (ejecutivas, legislativas y aún menos en las judiciales): pareciera estar, nuevamente, en las calles.ar no a la dictadura La nueva arma mortal no esparce isótopos radiactivos: se llama medios de comunicación de masas que, en manos de una cuantas corporaciones, manipulan a su antojo en función de sus intereses corporativos, en alianza con las más reaccionarias fuerzas políticas. Hoy el escenario de guerra es simbólico y el terror mediático –y la imposición de imaginarios colectivos- se ha convertido en el disparador de planes de desestabilización de los gobiernos populares y restauración del viejo orden neoliberal. ¿Habrá iniciado Argentina un nuevo “proceso de reorganización nacional”, 40 años más tarde?


Un golpe, muchos caminos

Somos una amenaza

Carola Chávez

La hoja de ruta, la prioridad de los diputados que llegaron a serlo cabalgando sobre las colas, y que hoy, sobre el tema, no saben, no responden. La hoja de ruta para sacar a Maduro en seis meses, que ya son tres y restando, y el tiempo apremia y la Unidad en pedacitos no se termina de poner de acuerdo. Cada uno tiene un método, cada quién una aspiración personalísima y aquel saco de gatos por dentro y, para afuera, una sonrisa tiesa, más que sonrisa, mueca. Los que mismos que decían “Hay un camino”, hoy dicen que no uno sino que más mejor. Y una rueda de prensa que ya viene, que ya viene y solo la prensa pendiente. Entonces llegó el martes, ni te cases ni te embarques, y Chúo, se embarcó con sus anuncios, no en una plaza pública rodeado de gente, de pueblo, no; sino en un hotel del este del Este, como debe ser, como siempre ha sido con la oposición antichavista: a puerta cerrada, con derecho de admisión, lejos de los intereses del pueblo, de la gente que no abarrotaba las puertas de lujoso hotel para demostrar su apoyo o al menos para ver de qué se trataba aquello. Entonces habló Chúo, y como siempre era mejor que no hablara. No-aclares-que-oscurecesmente, explicó que la ruta eran muchas, que tenían un variado menú para complacer a todos los gustos: tienen la renuncia, el autosuicidio, pues. Tienen la guarimba sin capuchas. Cosa que no entendieron los gochos que, ese mismo día, salieron encapuchados a quemar las calles, mientras la MUD, muda, los observaba con la Ley de Amnistía e Impunidad bajo la manga. Podéis guarimbear en paz. Tienen el referéndum y viene facilito porque harán una ley con tiempos acelerados, con firmas planas y todo. La Ley “Permítanos firmar por usted”. Tienen también la novedosa y retroactiva enmienda constitucional para recortar el período presidencial a la medida justa para que Maduro se vaya ya y sin pataleo. Y para que nada se quede por fuera, nos ofrecen además la Constituyente, una oportunidad única para regresar a la Constitución del 61, un borrón una cuenta vieja por una República no bolivariana y libre de chavismo, amén. Porque para la MUD, en este país hay escasez de todo menos de caminos para salir del chavismo. Aunque, claro, para que esos caminos lleven a Roma, necesitan apoyo popular, y eso es algo que no han sabido acaparar.

Julio Escalona

Por un plato de lentejas Gustavo Márquez

Abrumado por la crisis fiscal, en lugar de encarar un plan de estabilización económica con enfoque endógeno para preservar el patrimonio social de la revolución, quitándole a los corruptos el “oxígeno cambiario” y lo que se robaron, el Gobierno abrió la “caja de Pandora” de la megaminería depredadora en el sur del país. Para salir del atolladero busca “dinero fresco” a cambio de “asociarse” con el capital transnacional para explotar un territorio virgen -históricamente violado por la minería ilegal que controlan organizaciones criminales con la ausencia del Estado- a través de concesiones a “150 empresas transnacionales de 35 países”, en el llamado “Arco Minero del Orinoco”, en una superficie de 111.000 km². Esta minería a gran escala dañará irreversiblemente los frágiles ecosistemas megabiodiversos protegidos (Abrae), patrimonio natural intergeneracional que encierra los grandes recursos hídricos y la principal fuente de electricidad del país (70%). Allí habitan los indios panare, piaroas, yekwanas, yanomami, pemones, mapoyo, kariña, entre otros, amenazados en su integridad sociocultural por lo que parece ser una réplica de la “conquistas del Sur” del presidente Caldera. Que nada tiene que ver con el ecosocialismo ni con el “Buen Vivir” ni con más independencia, y sí mucho con la profundización y ampliación del modelo rentístico extractivista propio del capitalismo dependiente, y con el fortalecimiento de la condición de país periférico, proveedor de materiales estratégicos como oro, diamante, coltán, cobre, bauxita, hierro, caolín y dolomita, además del petróleo. La megaminería liquidará las reservas estratégicas vitales de la República a cambio de un “plato de lentejas”. El gran ganador será “Míster Danger” y los intereses geoestratégicos del imperio. Contradice el discurso antiimperialista y ecosocialista chavista. Este dislate ocurre cuando los venezolanos requerimos más unidad y firmeza para encarar la arremetida imperialista disparada con la ratificación de la infame Orden Obama -para variar avalada por la cúpula de la MUD- que califica a Venezuela como “una amenaza inusual y extraordinaria”. Lo prudente sería congelar los compromisos contraídos y hacer una consulta nacional que desemboque en un referéndum consultivo.

Somos una amenaza porque somos una esperanza, pues el liderazgo del Presidente Chávez derrotó el Alca y al monroísmo imponiendo el bolivarianismo, generando un proceso de integración soberana que sublevó al patio trasero, renovó la cooperación Sur-Sur y nacieron la Alba, Unasur, Petrocaribe, Celac, el Asa, la Aspa, aíslando a EEUU, incluso en la OEA. En la VI Cumbre de las Américas, EEUU se quedó aislado, sólo con Canadá y esto se repitió en la VII Cumbre. El Presidente Chávez fundó el Banco del Alba y el Banco del Sur en pos de la soberanía financiera, monetaria y fiscal. En la medida la transnacionalización derrumba fronteras nacionales, a los mercados y las economías locales y regionales. utilizando las políticas neoliberales y el endeudamiento para ponerle la soba al cuello a las naciones, no hay nada que les incomode más, que un Estado soberano. Desde el triunfo del Presidente Chávez se impuso una estrategia de desestabilización permanente que culmina con la orden ejecutiva de Obama, la penetración de hordas paramilitares que generan inseguridad, caos urbano, secuestros, microtráfico de drogas, descuartizamientos de personas, el dólar today, la hiperespeculación, el contrabando, nuestros errores, la burocratización, la corrupción... y con la derrota del 6D, preparan el jaque mate. El Estado que más viola los derechos humanos, en nombre de ellos pretende derrocar al gobierno bolivariano. Consuetudinariamente matan un negro, la pobreza y la esclavitud crecen, tienen un sistema electoral de 2° grado, las cárceles están privatizadas y son centros de trabajo esclavo para las empresas transnacionales. En la medida que la tecnología avanza, un Estado policial nos vigila permanentemente. “Mientras los salarios reales de la clase trabajadora norteamericana apenas han aumentado desde los años setenta, los salarios de 1% con más ingresos han subido 165%, según datos citados por el Nobel Paul Krugman”. En Francia, Reino Unido, España o Italia la riqueza neta del sector privado equivale a entre cinco y seis años de renta nacional. La concentración de riqueza es tan grande que se va formando una sociedad patrimonial y las herencias van siendo una principal fuente de enriquecimiento, perpetuando desigualdad y exclusión. ¿Qué democracia es esa? Su economía se está derrumbando y se les avecina una crisis financiera más grave que la de 2008. Apoderarse de las riquezas de las naciones, destruir los Estados soberanos, el genocidio y el ecocidio son las soluciones. Mientras, la derecha interna, ora por una intervención que nos llevaría a la situación de Iraq, Libia, Siria... Estados fallidos,


Corrupción, ineficiencia y falta de claridad ideológica tienen en jaque a la Revolución

¿Perdimos la ética sin darnos cuenta?

Oscar Javier Forero La Revolución Bolivariana es el significado de muchos años de luchas, de batallas perdidas, de torturas, asesinatos y desapariciones, de injusticias y de principalmente la descomposición de un sistema bipartidista, digo principalmente porque es la exclusión, el populismo, la desidia, el abandono y la corrupción descarada de un sector minoritario de la sociedad por sobre la gran mayoría empobrecida y relegada, la dinamita que derrumbó la denominada y otrora todopoderosa IV república, haciendo posible la llegada al poder de un movimiento nacionalista, plagado de nuevos y experimentados liderazgos alejados en su gran mayoría de los partidos tradicionales Acción Democrática y COPEI. De no ser por este sistemático proceso de descomposición social, difícilmente habría llegado al poder una opción alterna a estos dos partidos. Para tener una idea de los niveles de exclusión, corrupción y desidia de los últimos años de la IV república basta con revisar que tan sólo el 1,07% de la población, es decir cuatro mil familias vivían en la opulencia, el 7,09% cerca de quince mil familias vivían en relativo confort, la clase media apenas superaba el 13% de los venezolanos, el 37,6% lo representaban familias obreras que a duras penas ganaban el sueldo mínimo y el 40,34% de los venezolanos se encontraban marginados en situación de pobreza crítica (Diario El Globo 26/02/1993); Este repugnante modelo de distribución unipolarizada de la riqueza venezolana, donde banqueros, empresarios y demás ladrones de cuello blanco veían como sus ingresos crecían con la misma velocidad que se empobrecían las clases menos pudientes, a la sombra de un Estado manejado por factores corrompidos, incapaces y defensores del capital que se encontraban inmersos en la burbuja del confort, ignorando la realidad latente de las calles y de los campos venezolanos, fue, como ya se dijo, el detonante que trajo a la izquierda venezolana al poder, algo inimaginable unos años atrás, cuando los partidos opuestos a la cúpula adeco copeyana no superaban el 10% del total de votación en el mejor de los casos. Una vez en el poder, la Revolución Bolivariana lleva a cabo una serie de políticas sociales que buscaron como primera medida garantizar la inclusión de los sectores excluidos; recurrentemente el Comandante Chávez hablaba de visibilizar al invisibilizado, es así como comienzan a florecer experiencias

exitosas a lo largo y ancho del territorio venezolano: Las personas con diversidad funcional dejaron de ser “inválidos”, los otrora iletrados dejaron de ser “analfabetas”, los pobres dejaron de ser “indocumentados”, las mujeres dejaron de ser “amas de casa” para irse a estudiar y a organizar sus comunidades, y los estudiantes de bajos recursos dejaron de tener como única opción el “INCE”, nació la UBV y la UNEFA, creció la UNELLEZ y la Simón Rodríguez y las demás universidades queriendo o no ampliaron su matrícula universitaria. En general, el proceso de inclusión de los primeros diez años de Revolución fue un hecho pocas veces visto en el mundo. Sin embargo, y a pesar de ser éste el principal logro de la Revolución, también ha sido, por la falta de coherencia ideológica, su principal enemigo. Pensar y hacer pensar que se había logrado o se estaba viviendo en Socialismo por mejorar las condiciones económicas y sociales del grueso de la población creó en el imaginario del venezolano la falsa imagen de que el sistema socialista consistía en que cada familia tuviera dos y tres neveras, cinco televisores de ultima tecnología, dos lavadoras, calentadores, aires acondicionados, carros, becas, viajes subsidiados al exterior, tablets, tarjetas de crédito, teléfonos casi regalados y otros muchos beneficios alcanzados “sólo en socialismo”, convirtiendo la compleja tarea de construir la sociedad socialista en una simple y vacía frase con una praxis política keynesiana, rentista y subsidiaria que exacerbó, en la cotidianidad familiar y colectiva, los más profundos antivalores capitalistas. Era necesario, (urgente para este momento histórico), aclarar que el socialismo no se hace creando un estado pasivo de falso confort, mientras los medios de producción continúan en manos de grupos oligárquicos, o en el mejor de los casos, en manos de un Estado burocrático, altamente corrompido y que lo acepte o no, juega a favor de los factores hegemónicos de poder, generando en muchos casos niveles de explotación y alienación laboral superiores a los de la empresa privada. Era necesario aclarar que el socialismo no entra por los bolsillos sino por la conciencia del ser humano, era por ende, indispensable aclarar que el “buen vivir” o el “vivir viviendo”, no era una tarjeta de crédito, sino un estadio de desarrollo y paz tanto a lo interno del ser humano como con la Pachamama. Este importante e ignorado detalle, comprendido por el Comandante Chávez en los últimos momentos de su vida cuando se identificó como marxista (después que años atrás lo había


rechazado de plano), anunciado en un apocalíptico mensaje llamando a efectuar un “golpe de timón”, nos está pasando factura en estos momentos cuando la crisis no termina de llegar a su punto de quiebre, haciéndose cada día que pasa más dramática, compleja y nociva en el común de la sociedad venezolana. Si bien este proceso de crisis dentro de la Revolución Bolivariana como movimiento político y dentro de la propia sociedad, presentaba síntomas ya alarmantes desde los primeros años de la V república, (recordemos el termino gramsciano usualmente mencionado por Chávez de la lucha entre lo viejo que no acaba de morir y lo nuevo que no acaba de nacer), es con la muerte del propio Presidente que estalla. La corrupción pública y privada, el amiguismo, el nepotismo, la usura, el acaparamiento, el desfalco a la nación, la ineptitud, el contrabando, la delincuencia, la desidia, el abandono, la mediocridad y el darwinismo social son fenómenos propios y coexistentes dentro de la sociedad capitalista, éstos se encontraban en la gran mayoría de los casos contenidos por la estrecha conexión existente entre el líder de la Revolución y el grueso de los venezolanos, no en vano Gino Gonzales en una de sus más reconocidas canciones interpreta, refiriéndose a la simbiosis PuebloChávez “Aquí en este proceso nosotros somos la leña, también somos la candela, el agua y el condimento, pero no estaría completo si faltara el Comandante, porque es el alma, el cuerpo y aliño más importante”. Aún con el Comandante en vida pero convaleciente, se dieron evidentes muestras de improvisación, mentira y fuga de información; una vez fallecido desde la conducción de la Revolución se comenzó por calculadamente endiosarlo, mitificarlo e incluso dogmatizarlo para así justificar la nueva etapa “post Chávez”, con “demonios desatados” enriqueciéndose a nombre del socialismo y de Chávez, entregados a las complacientes propuestas de grupos empresariales tradicionales y de reciente data, para en un abrir y cerrar de ojos desbaratar la mayoría de los logros y avances de la Revolución, conduciéndonos a la enorme crisis política, económica, social y cultural que estamos viviendo, la cual podríamos resumirla como una grave crisis de ética, que resultó de no terminar de matar al sistema que estaba sucumbiendo y de, por falta de claridad ideológica, no permitir que naciera la semilla que estaba germinando. Ante semejante error que difícilmente la historia y los pueblos de América Latina nos perdonarán, pues estamos desechando una oportunidad que, como se dijo al inicio de este artículo, ocasionó miles de muertos, desaparecidos, torturados y excluidos a lo largo de las distintas luchas de los pueblos por conquistar el poder y por demostrar que otro mundo mejor, alejado de la podredumbre del sistema capitalista, es posible,

cabe la siguiente pregunta que si bien derivará indiscutiblemente en otras interrogantes, es la base para tratar de entender lo que actualmente nos ocurre como movimiento político y como sociedad ¿En qué momento perdimos la ética sin darnos cuenta?. Si la Revolución Bolivariana como movimiento que germinó de las luchas populares, del calor del pueblo y de la verdad histórica de que la razón está del lado de quienes creemos en un mundo de iguales; si los revolucionarios estamos plenamente convencidos de nuestro papel ante la historia; si sabemos que la principal lucha es la ideológica; si creemos e incluso promovemos la batalla de ideas; si el corroído sistema capitalista con su variante neoliberal es un sistema absolutamente indefendible tanto en lo ideológico como en lo cuantitativo; si entendemos y comprendemos que “la única lucha que se pierde es la que se abandona”, ¿cómo explicar entonces en qué momento pasamos de la acción a la reacción sin siquiera darnos cuenta?, ¿En qué momento dejamos de mostrar nuestros aciertos para estar pendientes de los desaciertos de la derecha?, ¿Por qué permitimos que nuestro discurso se base en argumentar que nosotros somos malos pero que la derecha es peor?, ¿Por qué darle tan mal tratamiento a noticias como la recién ocurrida en Tumeremo?, ¿Por qué esperar que sea la derecha quien ponga la agenda mediática sobre la mesa para luego replicar?. Si los procesos revolucionarios deben permanentemente evaluarse; si éstos deben estar colmados de objetividad y raciocinio; si ser revolucionario es ser, como permanentemente lo decía el propio Chávez, Radical, yendo y analizando la raíz del problema; si la crítica y autocritica son procesos esenciales; si sabíamos que no todos los que dicen ser “Hijos” de Chávez lo son; si “decir la verdad es un acto revolucionario”, ¿Cómo explicar que por arrogancia satanizamos a quienes no le decían “amen” a todas las desviaciones que desde los distintos niveles de gobierno se hacían?, ¿Por qué atacar y vilipendiar al crítico revolucionario pero recibir con los brazos abiertos al “salta talanquera” de derecha?. Si Chávez murió amado por su pueblo, con colas interminables de gente; si su voz y su ejemplo recorrieron el mundo entero; si entre tantas acusaciones falsas que le hicieron (dictador, loco, santero, violador de derechos humanos, financiador de terrorismo, entre otras) jamás pudieron acusarlo de corrupto; si Chávez es y representa las luchas de Miranda, Bolívar, José Tomas Boves, Ezequiel Zamora y Alí Primera; si Chávez es y representa las luchas de los descalzos, los negros, los indios, los pata en el suelo, los “ninguneados”, ¿Por qué permitimos que ser chavista dejará de ser, ante el común de la gente, símbolo de humildad, para convertirse en un abrir y cerrar de ojos en símbolo de amiguismo, corrupción, nepotismo y charlatanería?, ¿Por qué dejamos que eso pasara si seguro estoy que la gran mayoría de los revolucionarios somos honestos de corazón y militantes por convicción?. Si gracias a Chávez nació la unión pueblo-fuerza armada; si los de a pie dejamos de verlos como un cuerpo represivo al servicio de las elites que gobernaban Venezuela; si con el despertar del pueblo despertó buena parte de los mandos medios y bajos de la FANB; si interminables veces trabajaron de la mano y como una sola fuerza comunidades enteras con Soldados, Tenientes, Coroneles y hasta Generales; si los cuarteles están plagados de jóvenes de barrio honestos y trabajadores, ¿En qué momento la Fuerza Armada Nacional Bolivariana perdió el reconocimiento que tenia ante el pueblo?. Si afirmamos que le eficacia y la eficiencia no pueden estar reñidas con la Revolución; si sabemos que en el socialismo no entra la mediocridad; si estamos obligados a no fallar para no darle herramientas a la contrarevolución; si Chávez dio su vida por no frenar el avance de este proceso histórico; si Ernesto Guevara nos advirtió que “El socialismo es la ciencia del ejemplo”, ¿Porqué premiamos la ineptitud?, ¿Por qué no hemos sido capaces de deslastrarnos de personajes que le hacen un daño inmenso e irreparable a la Revolución?, ¿Por qué no hemos sido capaces de colocar tras las rejas a los bandidos que desde este lado de la acera se han hecho multimillonarios a costa del sacrificio y la necesidad de un pueblo?. Si promovimos la democracia participativa y protagónica; si defendimos la Constitución cuando estuvo en peligro aquel nefasto 11, 12 y 13 de abril; si llegamos al poder producto de la exclusión que generó la IV república; si decimos pretender construir el socialismo; si argumentamos que el capitalismo es excluyente, ¿Cómo es que pretendemos refundar la patria con los vicios de la IV república?, ¿Cómo procuramos construir socialismo con exclusión?, ¿Cómo pretendemos incrementar los 5,8 millones de votos de las últimas elecciones cuando


Chavismo en rebelión

Julio Escalona

exigimos que los subsidios, alimentos, beneficios y becas que distribuye el Gobierno venezolano sean sólo para un pequeño puñado de personas?, ¿Cómo decimos defender la democracia participativa y protagónica si cohibimos a los ciudadanos y ciudadanas no afectas a la Revolución al momento de integrar una comuna o un consejo comunal?, ¿Por qué si permitimos que un burócrata pintado de rojo presida una institución, una gerencia o peor aun un ministerio?. Si esta Revolución nació en las calles de los sectores populares; si esta Revolución nació en las zonas rurales junto al campesino; si la conexión Chávez-pueblo era elemental mantenerla; si el grueso de la masa revolucionaria se encontraba en los barrios, las aldeas y los caseríos; si las calles son del pueblo y no de la burguesía, ¿Por qué perdimos la calle?, ¿En qué momento perdimos la conexión con el pueblo sin siquiera darnos cuenta?, ¿Por qué la dirigencia del Ministerio de Alimentación y de la SUNDDE se encerraron en una oficina a dictar decretos totalmente alejados de la realidad sobre alimentos de primera necesidad?, ¿Por qué no hemos sido capaces de explicar eso que llaman “guerra económica”?, ¿Por qué si es una guerra le continúan dando dólares preferenciales a los grupos oligárquicos para que hagan fiesta con el bolsillo y la necesidad del pueblo?, ¿Por qué en vez de anunciar beneficios para los grupos de poder no nos la jugamos con el pueblo?. Si Chávez no enseñó que la patria era de todos; si de igual forma aprendimos que PDVSA nos pertenecía; si supimos que teníamos debajo de nuestro suelo miles de millones de barriles de petróleo; si supimos que contamos con trillones de pies cúbicos de gas; si Chávez nos dijo que tenemos enormes reservas de tantalio, de coltan y de oro; si nos dijeron que los militares regresarían a sus cuarteles, ¿Por qué permitimos que se forme una empresa militar para la extracción de petróleo y demás minerales?, ¿En qué nivel de letargo nos encontramos para permitir que la transnacional Gold Reserve venga a saquear nuestras riquezas minerales dejando daños irreversibles a nuestro ecosistema?. Si el socialismo se hace en las calles; si los problemas hay que vivirlos y padecerlos frente al pueblo; si en tiempos de crisis el pueblo espera respuestas mediatas e inmediatas que le aporten soluciones efectivas ante las penurias que se viven; si la mejor forma de decir es hacer, ¿Por qué encerrarnos en una burbuja llamada twitter?, ¿Por qué el PSUV le da tanta importancia a “etiquetas”, mega twiteos y demás?, ¿Por qué nuestra dirigencia de forma errada ve como un “logro de la Revolución” que seamos “tendencia” nacional, mundial o interplanetaria?, ¿Acaso eso le importa a la gran mayoría de los venezolanos que diariamente hacen colas para adquirir alimentos y medicinas?, ¿No sería mejor hacer la gestión de gobierno desde la calle?, ¿No sería mejor conectarse con la realidad del pueblo que esperar que el pueblo se conecte con la “realidad” del partido?. Por último, consciente de que faltan cientos de preguntas más por realizar, es necesario que retomemos la senda del triunfo, la crisis ética que vivimos en este momento nos lleva como revolucionarios a saberla interpretar para, a partir de ella, generar estrategias que conduzcan a realizar acciones y argumentos cónsonos con las exigencias del pueblo, el Comandante Chávez como excelente estratega sacó a relucir sus mejores decisiones en los momentos más difíciles. Es tarea del grueso de los revolucionarios, esos que sin titubear creemos en el socialismo, esos que apoyamos esta causa por convicción y no por condición, esos que no le decimos “amen” a todo lo que desde el alto gobierno se hace, asumir posturas revolucionarias, radicales y alejadas de los vicios de antes y de ahora que en definitiva son los mismos. Economista social e investigador.

Hay una importante corriente popular en rebelión que expresa la lucha de clases que se desarrolla en Venezuela y el mundo contra el capital cuya hegemonía depende de la violencia y la seducción para destruir pueblos y Estados soberanos impidiendo que sean fuerza política capaz de marchar hacia un renacimiento espiritual fundado en la solidaridad, que derrote el individualismo, desbocada carrera por el éxito material, por la acumulación de capital destruyendo la humanidad y el planeta. Pero la seducción es también violencia como bien lo saben el pueblo cubano y su .dirección revolucionaria El Congreso de la Patria es una posibilidad para encausar la rebelión del chavismo. Así convoca el presidente Maduro dicho congreso: “impulsar un gran proceso de reorganización y organización de todas las fuerzas populares, de todas las fuerzas de la Patria... para impulsar las asambleas patrióticas constituyentes en cada comunidad, en cada fábrica, asambleas patrióticas constituyentes de la base... es el proceso popular constituyente original que vuelve... de reencuentro entre los revolucionarios, de reencuentro con hombres y mujeres más allá del campo revolucionario... que se han apartado del proyecto revolucionario por culpa de los errores de la burocracia, de la corrupción y de las nuevas élites que han surgido en algunos espacios de nuestra Venezuela. Un gran proceso popular constituyente de reconstitución de fuerzas, para eso es el congreso de la Patria”... Es la rebelión del poder constituyente originario. Para salvar este proceso debe transformar al poder constituido, incluso, derrocar “las nuevas élites”. Las colas que nos están derrocando son una síntesis de burocratismo, .corrupción y traición. Es otra cara del capital Ha habido una despolitización de importantes sectores del“ pueblo y lo más grave ha habido una despolitización y una desideologización de importantes líderes de la Revolución ”.Bolivariana a nivel nacional, regional, local El Congreso de la Patria debe ser convocado en atención al“ ejercicio del poder obedencial... ¿de dónde surge la idea de este Congreso de la Patria? De ese levantamiento de masas que hubo el 7, el 8, el 9, el 10 y el 11 de diciembre... Es una pugna tremenda para hacerse poder popular... romper esos mecanismos que han burocratizado y anquilosado la práctica, ”.el discurso y el accionar político de nuestra revolución


En qué creemos Luis Britto García Somos aquello en lo que creemos. Creemos en una compleja amalgama de mitos aborígenes, africanos y europeos en apretado sincretismo. 1 El centenar de etnias que antes de la Conquista poblaba lo que ahora es Venezuela profesaba muy diversas religiones, cada una con su mito creacional y su panteón de divinidades propias. Todas eran politeístas, animistas, tendientes a explicar fenómenos naturales como los cambios del clima o la enfermedad mediante causas sobrenaturales. Todas compendiaban sus creencias en la narrativa del mito, la cual comprendía a su vez la cosmogonía, la historia, la ética, la ciencia, el derecho y la estética de cada comunidad. A partir de la Conquista, el aparato ideológico de la Iglesia Católica inició una catequesis que desterró formalmente las creencias de los indígenas reducidos, las cuales persistieron mimetizadas bajo personajes o ritos de la religión oficial. Igualmente, la Iglesia prohibió las religiones de los esclavos africanos, y éstas debieron persistir con el disfraz de prácticas cristianas o sincretizadas. 2 Según el Censo de 2011, confiesa ser cristiana el 88,3% del total de la población; el 71% del total de ésta se define específicamente como católica, y el 17% protestante. Son mormones el 0,3%; afiliados a credos no cristianos el 3,95%, a la santería el 1%, al Islam el 0,4%, al judaísmo el 0,05%. Se declaran no afiliados a ningún credo el 9%; agnósticos o indiferentes el 6%; ateos el 2%, y rehúsa contestar el 1% (Aguirre, 2012). 3 Estas cifras revelan el éxito de la catequesis ejercida por la Iglesia Católica, con una declarada mayoría de creyentes. El porcentaje de protestantes proviene de diversas migraciones antillanas, trinitarias y guyanesas, y de un agresivo proselitismo de dichas sectas en las últimas décadas. También el 1% de la santería se explica esencialmente por la inmigración antillana. El 0,4% de afiliados al Islam parecería no concordar con la estimación de más de millón y medio de inmigrantes provenientes de los países árabes, pero la mayoría de éstos eran católicos u ortodoxos, y muchos se han convertido. Llama la atención el 17% que suman los no afiliados a ninguna fe con los agnósticos y ateos, categorías sumamente próximas y que se podrían totalizar en el rubro de incredulidad. 4

Este predominio de la cristiandad y de la catolicidad presenta importantes matices. Según la encuesta Gustos y Deseos de la Población venezolana, publicada por GIS XXI en 2011, de entre quienes profesan algún tipo de religiosidad “el 99,7% cree en Dios, el 97,2% en Jesucristo, el 74,7% en la Virgen María, el 94,2% en la Biblia, el 89,4% en el Cielo, el 54,0% en el infierno y un 63,4% en la resurrección de los muertos”. Es remarcable la acentuada incredulidad en dogmas cristianos tan esenciales como la Madre de Dios, el infierno, la resurrección y la vida perdurable. Advierte el GIS XXI que la clase media es la más escéptica. 5 Estas dudas no son de nueva data. En encuesta de Roberto Zapata G. y Conciencia 21 realizada hacia 1995, un 50% de los interrogados estuvieron de acuerdo con la propuesta “después de la vida no hay nada; 40% en desacuerdo y 10% no tuvo posición o no contestó. Por tanto un 60% de la muestra, en la cual debería estar comprendido alrededor de un 80% de creyentes en una u otra religión, no confía en promesas de vida eterna o de recompensa ultraterrena. Específicamente, no creen que haya algo después de la muerte el 53% de los católicos practicantes y el 49% de los no practicantes;

el 44% de los que profesan otra religión y el 54% de los no creyentes. Asimismo, 20% de los encuestados está de acuerdo con la propuesta “La vida no tiene sentido”. De tratarse de una elección, la hubieran ganado los incrédulos. La nuestra es una religión distante y dubitativa (Zapata, 1996: 110-112). 6 Por otra parte, según la encuesta citada, contrasta la creencia en la religión con la escasa credibilidad en las autoridades eclesiásticas que la practican: un 54,1% de los encuestados no cree en los sacerdotes y un importante 47,1% no cree en el Papa. En otros sitios señalamos que el venezolano no es propenso a respetar jerarquías ni rangos distintos de los de la competencia demostrada. (Encuesta Gustos y Deseos de la Población venezolana. Estudio sobre la Sociología del Gusto. Introducción al estudio en Venezuela sobre estructura social del gusto y valores elaborado por GIS XXI. Febrero, 2011). 6 Estos resultados confirman los de un vasto estudio sobre diversos aspectos de la población venezolana realizado a


principios de los años sesenta del pasado siglo por el Centro de Estudios para el Desarrollo (CENDES). Dicho estudio incluyó un cuestionario para obtener información sobre los elogios que más preferían diversos grupos de venezolanos (Cendes: Estudio de Conflicto y consenso). En dicho estudio, que comentaremos más adelante en forma extensa, llama la atención la escasa preferencia por la calificación de “persona muy religiosa”. Apenas la prefieren los curas párrocos (50,8), los habitantes de ranchos (26,0) y los campesinos tradicionales (25,9). Le atribuyen una cierta relevancia, sin preferirla como grupo, las muestras de obreros agrícolas (18,9), de obreros y empleados de la pequeña industria de Occidente (18,7) y de campesinos en asentamientos (15,7). Son los representantes de los sectores más tradicionales del país. Nuevamente resalta el énfasis en un rasgo tradicional en personas integradas geográficamente al medio urbano pero marginalizadas en él (los habitantes de ranchos, con su preferencia del 26,0%). A medida que recorremos las respuestas a dicha encuesta de los sectores integrados a la Venezuela urbana e industrial, vemos que la preferencia por el valor de “religiosidad” se disipa. Quienes más lo rechazan son los líderes estudiantiles (25,4%) seguidos por los ejecutivos individuales de Oriente (21,1%), los profesores universitarios (19,6%), los altos empleados públicos (17,2%), los ejecutivos petroleros (16,1%) y los ejecutivos individuales del centro (14,5%). No somos un pueblo fundamentalista. 7 En todo caso, la mayoría de la población es cristiana y católica, y ello implica la adhesión a la tabla de valores del Antiguo y del Nuevo Testamento en la versión del Concilio de Trento. Es una religión patriarcal, dogmática, fundada en la cólera divina pero también en el generoso perdón. Se podría especular hasta qué punto esta adhesión comprende también el conjunto de actitudes hacia la riqueza y la propiedad que atribuye a los católicos Max Weber. 8 Nuestra religión es sincrética. Investigaciones de Fundacredesa demostraron que los dos cultos populares más extendidos son el de María Lionza, una deidad indígena en cuyo panteón son acogidas figuras africanas y cristianas, y el de José Gregorio Hernández, un médico beatificado que parecería compendiar la fe del pueblo en la ciencia y en la humanización de ésta por la fe. Ambas son figuras autóctonas, inconfundiblemente venezolanas, aunque el prestigio del Doctor de los Milagros ha trascendido las fronteras. Las principales fiestas religiosas, como la de San Juan, la de San Pedro y la de San Benito, son en el fondo homenajes a deidades africanas disfrazadas de santos católicos. Uno de los cultos marianos que cuenta con más devotos, el de la Virgen de Coromoto, representa a la homenajeada con rasgos indígenas. El pueblo

rinde culto y pide favores a infinidad de figuras cuyo status religioso es poco claro, tales como el Ánima Sola y el Ánima de Taguapire. Entra en la lógica que un pueblo mestizo abrigue creencias sincréticas. 9 En este sentido, la Encuesta sobre Consumo Cultural e Imaginarios realizada por GIS XXI y el Ministerio del Poder Popicono2ular para la Cultura reveló que un 75% de los interrogados opinaba que el pueblo venezolano incurría en diversas prácticas sincréticas. En efecto, notables porcentajes de los encuestados opinaron que los venezolanos practicaban las siguientes conductas: Pedirle a José Gregorio Hernández 91% Festejar el día de un santo (santa bárbara, san juan, etc.) 87,60% Ponerle un azabache a un niño (a) 84,90% Comulgar cuando va a Misa 81,20% Pedirle algo a sus familiares difuntos 80,74% Leerse las cartas 70%. Adviértase que el 91% opina que el pueblo venezolano le pide a José Gregorio Hernández, quien sólo ostenta la categoría de venerable, mientras que sólo 87,60% le atribuían festejar el día de santos ya canonizados, como santa Bárbara o san Juan, cuyo culto por otra parte está sincretizado con deidades africanas. Llama también la atención que el porcentaje de quienes creen que los venezolanos le ponen un azabache a un niño, 84,90%, supera el del 81,20% de quienes creen que comulgan cuando van a misa. Y es significativo el 70% que opina que se acude a la lectura de las cartas, práctica supersticiosa no consagrada por ninguna religión oficial. Como pueblo de mentalidad abierta, el venezolano acoge simultáneamente creencias o prácticas excluyentes y hasta contradictorias, lo cual sugiere

lejanía del fanatismo o cercanía con la duda. 10 Este acentuado sincretismo evidencia por sí solo un elevado grado de tolerancia entre cultos distintos y ausencia de fe. Transcurridas las cruentas etapas de aculturación religiosa de los aborígenes por conquistadores y eclesiásticos, no se han presentado en Venezuela episodios notables de choque entre religiones o de intolerancia marcada. Ni uno solo del centenar de levantamientos armados de nuestra vida republicana esgrimió una fundamentación o una excusa religiosa. A principios del siglo XX, una prolongada sequía facilitó la errancia de un llamado “Profeta de los Llanos”, seguido de numerosos creyentes, episodio que Rómulo Gallegos noveliza en Cantaclaro. El primer aguacero disolvió el movimiento. Nuestra religión es terrenal, sociable y festiva; somos creyentes pero poco practicantes. El venezolano cumple con los sacramentos en la medida en que acompañan festejos sociales y participa en las fiestas patronales, pero la asistencia regular a los templos católicos deja que desear, y es practicada sobre todo por mujeres y adultos mayores. Hay muy escaso relevo generacional de sacerdotes venezolanos. El relevo del clero venía en forma preponderante de curas españoles o de otras nacionalidades. El 17% de agnósticos, indiferentes o ateos declarados; el 54,1% de quienes no creen en los sacerdotes; el 50% de quienes no creen que haya nada después de la muerte revelan un notable porcentaje de compatriotas alejados de la religión. Por los significativos progresos en la educación laica, por influencia del punto de vista científico o por cualquier otra razón, un notable contingente de venezolanos abriga serias dudas sobre cualquier tipo de creencias sobrenaturales. No nos matamos ni destruimos por nuestros credos: es lo mejor que puede decirse de cualquier religión.


El rostro poliédrico del desplome petrolero

José Fortique

Corren los primeros meses del 2016 y el temor de los países dependientes de la renta petrolera se confirma:no repunta el precio del barril. Los marcadores petroleros se encuentran en caída libre conuna economía mundial enmedio de latibieza. La cesta OPEP habajado de formaexponencialdesde julio de 2015 (60 dólares) hasta enero de 2016 (27 dólares). Las causas no reposan exclusivamente en el sector petrolero. La caídadeotros sectores energéticos como el carbónratifica una tendencia a la baja. Sin embargo, la situación no es nueva, el gas natural, juntos a otroscommoditiesse hundieronincluso en los añosdel boom petrolero. El mercado petrolero se ha visto afectado por el sobreabastecimiento. En el pasado,las tácticas de la OPEP apuntaban a la reducción de la oferta como estímulo. Esta respuesta parece no entrar ahoraen la agenda detodos los productores de la organización. Las monarquías del Golfo Pérsico han preferido seguir bombeando sin pausas, a pesar de la caída prolongada de los precios. Son preguntas obvias:¿tiene efectos positivos para algún país la situación actual? o ¿seguirán bajando los preciosa nuevos mínimos históricos?Deforma recurrente, la volatilidad de los precios se asociaba a circunstancias de carácter geopolítico o ambiental. Una rápida vista por el mapa de conflictos, muestra pocos cambios en las tensiones de Ucrania y la persistencia del conflictosirio; con una débil tregua firmada bajo los auspicios de las potencias. Los brujos del FMI han pronosticado un petróleo bajo para el año 2016. El contexto está signado por la caída de las materias primas, la ralentización de la economía China y el fortalecimiento del dólar. Los números de la CEPAL no distan de esas estimaciones,proyectando un crecimiento precario en la economía mundial. La contracción de Brasil tendría un efecto importante en varia escalas. Por otro lado, el sector energético en América Latinasufriría una caída similar a la de 2015, apuntando al 24% en pérdidas.Las estimaciones sobre Venezuela son profundamente negativas. El marcador Merey, que identifica la producción venezolana en la cesta OPEP, es el más afectado con los descensos de los precios, en comparación con otros productores de la organización. El argumento optimista del director de estudios del FMI,basado enel efecto positivo de la baja de los precios del petróleo, no convence a todos.El supuesto incentivo a la demanda enlas economíascentrales luce distante. Por el contrario, desdeotros lados del análisis, la situación no es vista como una crisis pasajera. Incluso, la hipótesis del fortalecimientode las economías centrales entra en jaque por la lógica del capitalismo financiero. Por ejemplo, en la óptica de economistas como Alejandro Nadal (1), las conexiones entre las inversiones petroleras y el sector financiero pueden terminar arrastrando al colapso a un significativo número de bancos o fondos de inversión. Otros autores como Paul Krugman (2) advierten sobre el efecto de despalancamiento que puede tener la caída del crudo. Arabia Saudita, negadaa discutir la opción derecortes de pro-

ducción en el seno de la OPEP, está librandosu propia guerra de precios, con una postura inamoviblepero un camino nada fácil. Las condiciones no lucen favorables a mediano plazo y se han visto forzados a tomar medidas frente a la disminución de los ingresos petroleros. Mientras el aumento de combustibles, agua y electricidadson partes de las maniobras de ajuste por parte de la monarquía saudita. El incremento del déficit está sustentado en unas cuantiosas reservas de 602,031.82 mmd (3), que pretendenseguir alimentado los subsidios,soportar el desequilibrio en la cuenta corriente yalargar las costosas campañas que libra en su área de influencia, como la guerra en Yemen. La postura de Irán ante la complejidad petrolera no sorprende.Luegode una larga negociación sobre su programa nuclear, la cancelación de las sanciones económicases una victoria importante.Estas medidas unilaterales desde países occidentaleslimitaronsu capacidad de extracción.En el cuadro 02 se observala caída consecutiva en la producción entre los años 2012 – 2013: Producción Petrolera de Irán 2011 – 2014 Año Millones de b/d

2011 2012 2013 2014

4373 3742 3525 3614 mbd

Fuente: Elaboración propia en base a BP StatisticalReview of World Energy, Junio 2015.

De cara a una leve recuperación desde el año 2014, se espera un salto vigoroso post-sanciones para recuperar losporcentajes perdidos. Hasta ahora, nada indica que desde Teherán se esté dispuesto a ceder en la recuperación de cuotas en el mercado, a pesar de los bajos precios. Del mismo modo, el potencial de Irán también se extiende al sector gasífero detentando el 18.2% de las reservas probadas a escala mundial, por eso se prevé el desarrollo de proyectos ambiciosos y, al mismo tiempo,actualizasus refinerías;abrela participaciónpara lainversión internacionalen grandes camposgasíferos como South Pars. El desplome petrolerova asociado al performance mediático donde secruzan las declaraciones de los ministros de energía yla dirección de la OPEP. Mientras Rusia, Irán y Arabia Sauditaasoman la posibilidad de seguir inundando el mercado, países como Venezuela han activado la petro-diplomacia para gestionar estrategias que detengan el hundimiento. Por esta razón, Caracas solicitamoderar la llave del grifo, para intentarestabilizar los precios; las idas y vuelta del gobierno de Maduro a los países del Golfo e Iránson parte de esta avanzada. El gobierno venezolano enfrenta una crisis política interna, acompañada de números rojos en la balanza de ingreso. Sin embargo, el agotamiento del modelo rentístico no es novedoso, pero la estrategia de sus socios del Golfo lo coloca frente a un shock coyuntural.


La caída del crudo también arrastró economías dependientes en África. Las exportaciones de países como Nigeria (Gas + Crudo) o Angola (Crudo) están basadas en el extractivismo. Asimismo, buena parte de los productores tradicionales no cuentan con el colchón de reservas de países como Emiratos Árabes Unidos o Kuwait. Por tanto, la frase más común en estos meses es la “reestructuración” de las empresas estatales o privadas para afrontar la crisis. El caso de Nigeria ilustra los impactos en países con bajos ahorros, donde la renegociación de sus deudas soberanas y la solicitud de fondos de emergencia para enfrentar al déficit, se han convertido en una preocupación. Precisamente, la búsqueda de inyección apunta hacia China, el Banco Africano de Desarrollo o el Fondo Monetario internacional. De modo que, el FMI es uno de los grandes ganadores en la debacle, aprovechando el debilitamiento del sector para negociar sus paquetes de ayuda con la receta neoliberal como pócima mágica. ¿Qué pasó con el esquisto?, el boom del fracking logró revertir la caída de la producción en los Estados Unidos. Así quela aperturaa sectores no convencionales, bajo técnicas de explotación con alto impacto ambiental, creó una burbuja que hoy peligra frente al petróleo barato. El cuadro 02 muestra la evolución de la producción de los Estados Unidos en estas fechas: Producción petrolera de los Estados Unidos 2011-2014 Año Millones de b/d

2011

7861

2012 2013 2014

8904 10069 11644

Fuente: Elaboración propia en base a BP StatisticalReview of WorldEnergy, Junio 2015.

La profecía de laEnergyInformationAdministration(EIA), que auguraba la autosuficiencia de los Estados Unidos para el 2021, dependede la evolución del esquisto. Por consiguiente, cambiar el mapa energético mundial ysituarse como un exportador, lucía sólido mientras los precios superaban los tres dígitos. La reciente guerra de precios ha dejado clara la posición de algunos jugadores tradicionales, que han preferido el harakiri, a entregar más cuotas a los sectores no convencionales. El viejo pacto de seguridad/energía entre Arabia Saudita y los Estados Unidos se ha resentido con el agotamiento hegemónico, ¿es una guerra basada en las leyes del mercado? La estrategia saudita sigue su curso. Después de meses del alud, las deudashan debilitado la salud de los proyectos de esquisto en el mundo;verbigracia:el caso de Vaca Muerta en Argentina. Con ese clima enrarecido, YPF ha reconocido la afectación de sus inversiones a corto plazo. Sin embargo, se estima que no todas las compañías vinculadas al esquisto paren el bombeo porlos compromisos crediticios. La pregunta es ¿lograrán sobrevivir a una prolongada caída de los precios? De momento, las iniciativas como el congelamiento de la producción dejan en claro que miembros OPEP y no OPEP pueden cooperar para tratar de reducir los inventarios, no se traduce en un recorte de la producción sino en una terapia sobre la epidermis de los precios. Las operaciones del Dáesh en Irak o la fragmentación de Libia son de momento un freno al aumento de la extracciónal máximo de las capacidades. Si biencirculan en algunos análisis latesis de la “conspiración” en el mercado petrolero, no se puede obviar la dinámica del capitalismo como sostiene Wallerstein (4). “El sistema seencuentra muy lejos del equilibrio y las fluctuaciones son enormes. De ahíque resulte imposible hacer predicciones de corto plazo, lo cual tiende acongelar el consumo, esto se conoce como crisis estructural.”. Sería absurdo asumir que la postura de Arabia Saudita o Irán esper se la responsable del retroceso de los precios del crudo. La reacción de la monarquía contra sus rivales es una clásica pugna entre competidores de un mercado que funciona con imperfecciones, y que está colocando a prueba los grupos monopólicos conel ingreso de los nuevos actores. Las palabras del ministro saudita Ali al-Naimi sobre prepararse para el petróleo barato, sintetizan una propensióna invertir en la baja de los costosde extracción. En este caso, no estarían sólo quedando rezagados los productores no convencionales, sino que incluiría a los pequeños y medianos productores con poca capacidad de inversión. Está por verse el optimismo de la EIAde los Estados Unidos, quienpronostica en su Short-TermEnergy OutlooK (5) una recuperación para 2017 de los precios.Elpromedio estimado por este organismo,merodearía cercano a los 60 US $ con una caída

relativa de la producción interna en ese país. A pesar de las amenazas de los productores no convencionales de bombear más,la hipotética recuperación de los precios por encima de los 40 US$ depende del consumo mundial que sigue siendo moderado como se proyecta en la siguiente gráfica:

Fuente: OPEC Monthly Oil Market Report – January 2016 ¿El petróleo es sólo renta o un arma geopolítica? En términos de Asdrúbal Baptista (6) es un medio de producción no producido. Se debe señalar que el debate sobre su condición de mercancía es profundo, en vista de la teoría económicaexpuesta por Marx,dondelos recursos pre-existente entran en la dinámica del intercambio con otras mercancías posterior a su extracción. En países como Venezuela, la dependencia petrolera determina más del 90% de sus ingresos en divisas, las fluctuaciones en los precios se han convertido en una variable fatigosade un modelo fracasado; identificado como capitalismo rentístico. Es imposible no encontrar en el análisis contemporáneo de las relaciones internacionales o la geopolítica, a los recursos energéticos como una constante. Indubitablemente,su importancia se liga a la escasez,a la confrontación entre Estados por su aseguramiento y a la participación de actores transnacionales. La seguridad energéticaincluye al petróleo como una de las fuentesesenciales en el sistema capitalista. Precisamente por esta razón, la caída de sus precios puede leerse también como un síntoma de agonía en una economía que se sustentó en la sobreproducción como la han tenido los países emergentes,donde el exceso de suministro no afectaba, mientras podían digerir aún las altas dosis. Evitando el ejercicio de la profecía en medio de la tempestad, lo único que se difumina en este escenario es la tesis del rebote a corto plazo y la vuelta al petróleo de tres dígitos. Aparte de que sólo basta mirar los precios históricos del petróleo para confirmar la inestabilidad permanente de la economía capitalista, asociada a losestremecimientos geopolíticos centrados en la producción. Sin embargo, está lejos de superarse la dependencia mundial de los recursos energéticos de origen fósil, como demuestra laBP StatisticalReview of WorldEnergy[7], los sectores dominantesde la matriz son el carbón, el gas natural y el petróleo. Posiblementeestas crisis reacomoden los patrones de consumo, pero en la actualidad el predominio está en el sector petrolero. Notas [1] Véase Petróleo, mercados financieros y recesión globalhttp:// www.jornada.unam.mx/2016/02/03/opinion/022a1eco [2] Véase Desventaja global del desplome del precio del petróleo http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/la-desventaja-global-del-desplome-del-precio-del-petroleo.html [3]Véase International Monetary Found https://www.imf.org/external/np/sta/ir/IRProcessWeb/data/sau/eng/cursau.htm#I [4] Immanuel Wallerstein, Estados Unidos: La crisis sistémica y las nuevas condiciones de legitimación, Madrid, Siglo XXI, 2010, pp. 37. [5]Véase Short-Term Energy Outlook http://www.eia.gov/forecasts/steo/pdf/steo_full.pdf [6] Asdrúbal Baptista, Teoría Económica del Capitalismo Rentístico, Caracas, BCV, 1997, pp.21. [7]Véase BP Statistical Review of World Energy June 2015 http:// www.bp.com/content/dam/bp/pdf/energy-economics/statisticalreview-2015/bp-statistical-review-of-world-energy-2015-full-report. pdf


Las nuevas fronteras de las commodities en Venezuela Emiliano Terán Mantovani| La significativa reorganización geoeconómica del territorio venezolano que se está impulsando actualmente alrededor del extractivismo no es cualquier cosa. Si hay algo que ha unido a todos los grandes proyectos político-partidistas en disputa en el país –Plan de la Patria, Programa de la MUD, “Petróleo en La Mejor Venezuela” de Leopoldo López– es su horizonte hacia un extractivismo repotenciado (y en numerosos sentidos salvaje). Solo que ahora en este contexto de capitalismo del desastre y de crisis histórica, se han creado las condiciones para evitar cualquier resistencia por parte de políticas nacionalistas: ahora la pelota parece estar del lado del capital transnacional. Así pues, el capital reorganiza coaliciones con las élites políticas nacionales, redefine las funciones históricas de Venezuela en la división internacional del trabajo y la naturaleza, y acelera la expansión tanto en extensión como en intensidad, a las nuevas fronteras de las commodities, a la apropiación las últimas zonas “vírgenes” del país, para abrir paso a un nuevo proceso de acumulación originaria. Esto no es cualquier cosa porque no se trata sólo de la conformación de un nuevo pacto político, o la asunción de nuevas estructuras de poder, sino de cómo se va a moldear el territorio nacional, como se va a desarrollar el capitalismo-en-la-naturaleza (J. Moore), orientado a las funciones del mercado mundial, tal y como ocurrió en las primeras décadas de la Venezuela petrolera. Estamos ante una oleada sin precedentes de mercantilización de la naturaleza en el país. Factores históricos y coyunturales de las nuevas fronteras de las commodities en Venezuela Estamos asistiendo a un cambio histórico y prolongado de la territorialización del capitalismo rentístico venezolano, de su ordenamiento geo-económico, mediante el cual se busca solventar la crisis del modelo y de gobernabilidad, y que apunta a las nuevas fronteras de las commodities. Los factores más determinantes de este proceso son: nEl declive de los crudos convencionales: el significativo agotamiento de las reservas de crudos convencionales del país, principalmente las de la cuenca de Maracaibo, y el declive de la producción de estos crudos desde los años 70 (más de 60% desde entonces), obligan a las élites del Petro-estado a ubicar nuevos enclaves extractivos, y por tanto construir nuevos ordenes territoriales y formas de apropiación de la naturaleza. n La crisis histórica del modelo de acumulación: entre la década de los años 20 y 60 del siglo pasado, existía un amplio margen geográfico para la expansión de un desarrollo capita-

lista “equilibrado” en el país. La rentabilidad del modo de ocupación territorial (de las ciudades, de los enclaves extractivos) comenzó a estancarse desde los años 70 y a partir de los años 80 hemos vivido profundos desequilibrios económicos vinculados a este proceso espacial[1]. Desde la lógica del capital, para resolver el agotamiento del modelo (crisis) y procurar sostener el creciente metabolismo social venezolano, nuevos procesos de acumulación originaria deben ser abiertos en nuevas fronteras geográficas “vírgenes” (ajuste espacial, D. Harvey) donde, como la dicho el Ministro de Planificación Ricardo Menéndez, “no hay resistencias”. n La reestructuración de la economía mundial: la tormenta económica global, expresada en la volatilidad del mercado mundial, modificación en los patrones globales de acumulación, con perfil de estancamiento secular, afecta especialmente a las economías más vulnerables, como la venezolana. Ante sus altos niveles de dependencia y fragilidad, el gobierno venezolano solo se sostiene de su base material (su naturaleza, su territorio) para tratar de aguantar los embates de estos procesos. El capital lo presiona para abrir las fronteras (en todos los sentidos). n Cambios en el patrón energético global: si asistimos a importantes transformaciones en el patrón energético global tal y como lo conocemos, el cual ha sido determinado por largo tiempo por los hidrocarburos; y si el petróleo ha sido el commodity por excelencia de este patrón en crisis, países exportadores de crudo como Venezuela, sufrirían notables impactos en sus economías domésticas y una erosión de su importancia geopolítica, como lo ha reconocido Michael Klare[2]. Esto repercute en el perfil del extractivismo nacional, tomando en cuenta los severos riesgos de apostar todas las fichas al proyecto de los crudos extra-pesados de la Faja Petrolífera del Orinoco. Las disputas geopolíticas por los llamados “recursos naturales”: determinantes en las diferentes formas de penetración territorial y de acceso, gobernanza, apropiación y negociación de los llamados “recursos naturales” de la nación. Las nuevas fronteras de las commodities en Venezuela Podemos pensar en un mapa en tres tiempos. Uno primero de carácter histórico (1922-2004) en el cual se estructuró la territorialización del capitalismo rentístico venezolano bajo la lógica centro-periferia, sobre la base de la hegemonía de enclaves petroleros (extracción) en las cuencas occidental (principalmente Zulia y Falcón) y oriental (principalmente Anzoátegui y Monagas), y de cinturones urbanos (distribución/consumo) principalmente en la zona norte costera. Así pues, al norte del Orinoco vive el 95% de la población y, para el capital el sur del


Orinoco es una “zona de bajo coste” y objeto de conquista. El segundo tiempo de este mapa (2004-2013) representa el nuevo proyecto de la reconfiguración histórica de esta territorialización. El «Plan de la Patria» que propusiera el presidente Hugo Chávez lo sistematiza, y podríamos decir que, aunque puede variar en sus formas, es una muestra representativa del programa económico de todas las coaliciones políticas en disputa en el país. Esto es debido a que sus proyectos-país están basados unánimemente en el extractivismo y en sus “ventajas comparativas” (sus recursos naturales). El capital foráneo (chino, estadounidense, etc.) contribuye a darle forma a este mapa, basado en sus necesidades de recursos estratégicos. En este segundo momento se constituye una transición territorial, que apunta claramente al movimiento de frontera –con especial énfasis en el viaje al sur– y delinea las nuevas rutas del extractivismo. Desde este punto de vista, es un mapa policéntrico y diverso. El tercer tiempo de este mapa (2013-¿??) representa una cartografía en construcción y supone la ejecución concreta de la transición territorial, pero a diferencia del anterior, planteado en tiempos de abundancia por el boom de las commodities, este se produce en el contexto de crisis y debilitamiento de la capacidad de negociación del Petro-estado y parece apuntar a un formato de acumulación salvaje. La nueva apropiación de frontera desborda el mapa histórico, se expande a áreas de reservas naturales, extracciones offshore, parques nacionales. Todo aquello que pueda ser determinado en un inventario nacional certificado de recursos estratégicos del país –ej., el llamado «Proyecto Magna Reserva Minero»–: cuánto tienes, cuánto vales. Un nuevo núcleo extractivo principal se va concretando en la cuenca del Orinoco, dándole una importancia mayor a la minería. Montados de nuevo en el tren al sur –recordemos desde los viajes de Sir Walter Raleigh hasta la tragedia del Caño Manamo– voceros principales del gobierno nacional anuncian con orgullo la apertura a unas 150 empresas internacionales de 35 países para la explotación del Arco Minero de Guayana (u Orinoco), con una extensión de 111.000 kms2 que sumados a la Faja del Orinoco ampliada (64.000 kms2) totalizan un “polo de desarrollo de 175 mil km2, una extensión equivalente a todo el territorio de Uruguay. Presionados por la emergencia económica nacional y el apetito del capital transnacional, el Gobierno nacional pisa el acelerador hacia la apropiación de las fronteras –tan rápido como 1 año y medio para certificar las reservas de oro, diamante, coltán y hierro en el Arco Minero Orinoco, y tan pronto como un mes para que se instalen los capitales canadiense, estadounidense y alemán para iniciar la extracción en dicho Arco. Anuncios oficiales sobre la construcción de una “nueva eco-

nomía” de una “diversificación”, de romper con la tradición de ser un país monoproductor y de una industrialización de los recursos naturales, no dan cuenta de que en realidad se apunta a una diversificación del extractivismo, una expansión del rentismo (ahora mixto) y al procesamiento de los commodities que de ninguna manera está conectado a un horizonte de soberanía alimentaria, cuidado del territorio y la vida, y de aminorar la dependencia en tiempos de crisis global. La apropiación oficial del discurso sobre el ecosocialismo deforma este concepto, lo ahueca y lo convierte en puro cinismo El mapa de las fronteras de las commodities Los principales enclaves de las nuevas apropiaciones de frontera son: n Arco Minero del Orinoco: ubicado a lo largo del norte de los estados Bolívar y Amazonas, fue dividido en cuatro bloques diferenciados por su potencial y definidos por color: azul es coltán, amarillo es oro, marrón es hierro y color perla es diamantes. Al no haberse realizado una certificación de reservas algunos datos son estimaciones oficiales. El “potencial” de la Zona Oriental es el oro, con reservas probadas de 4 mil 300 toneladas y con “proyecciones” que podrían colocarse en el futuro por encima de las 7 mil toneladas –para pasar a ser la segunda reserva de oro del planeta–[6]. Según la transnacional canadiense Gold Reserve Inc. cuando se construya el proyecto Brisas-Cristinas (combinado), se prevé que sea la mayor mina de oro en América del Sur y una de las más grandes del mundo. nEn la Zona Occidental destacan los diamantes (resaltando la zona de Guaniamo, edo. Bolívar), donde existirían, según el viceministro de Minas, Richard Lozada, alrededor de 3.000 millones de quilates de diamantes en la zona, aunque el Ministro para Petróleo y Minería Eulogio del Pino habló de un potencial de reservas de hasta 11.800 millones de quilates, para llegar a ser la 6ta reserva más grande del mundo[9]. Sobre el coltán (destacando la zona de Parguaza, edo. Bolívar), hay pocas precisiones acerca de sus reservas potenciales, pero en 2010, en una evaluación muy preliminar, el presidente Chávez las calculó (a los precios de aquel entonces) en 100.000 millones de dólares. También se han declarado estimaciones de reservas de hierro de más de 14.000 millones de toneladas (concentradas hacia las zonas de Ciudad Piar y Cerro Bolívar), 200 millones de toneladas de bauxita y unas potenciales 108 millones de libras de cobre al año. n Faja Petrolífera del Orinoco: según PDVSA, la cuota de extracción en la FPO dio un salto histórico en los últimos años para llegar a 1.228.300 de barriles diarios en 2014 –563.000 MBD en 2006, PDVSA y asociaciones con terceros– fundamentalmente en los bloques Junín y Carabobo, y para 2014 la extrac-


ción de crudos pesados y extrapesados representó el 58,8% del total de petróleo extraído en Venezuela. Los bajos precios internacionales del crudo dificultan mucho la expansión planteada para la Faja en los planes nacionales. El 1 de septiembre de 2015, el presidente Maduro anunciaba un préstamo otorgado por China de 5 mil millones US$ con el fin específico de elevar la producción petrolera de manera progresiva en los próximos meses, lo que da cuenta de la sed de inversiones para cumplir esta meta de incremento extractivo. n Gas off-shore. Proyectos Rafael Urdaneta y Mariscal Sucre: avanza el Proyecto Rafael Urdaneta (29 bloques desde el Golfo de Venezuela hasta el noreste de Falcón) con el desarrollo del bloque Perla-Cardón IV (costa afuera de la Península de Paraguaná), que según Repsol, es el mayor campo de gas offshore de Latinoamérica. Actualmente se producen 500 millones cm3 de gas (logrado en sólo 6 meses) con el objetivo de alcanzar los 1.200 millones cm3. Por otro lado, el Ministro Del Pino ha planteado que el proyecto Mariscal Sucre (norte de la Península de Paria, edo. Sucre) es “prioritario” y de pronto arranque, y puede dar 1.200 millones cm3 adicionales. El objetivo, a parte del mercado interno, sería exportar gas por primera vez en la historia]. n Carbozulia: con miras a recuperar y expandir como nunca antes las cuotas de extracción de carbón en el Zulia (de donde se encuentra alrededor del 80% de las reservas totales del país), el gobierno nacional busca financiamiento por la vía de asociaciones –unos 800 millones US$ en unos 3 o 4 años para recuperar los niveles de inversión– y relanzar Carbozulia (proyectos al noroccidente de este estado). Venezuela tiene reservas estimadas entre 9 y 10 mil millones de toneladas de carbón. Como referencia, cabe mencionar que los planes 2006-2012 planteaban alcanzar una meta de extracción de 24 millones de toneladas anuales. Esto supondría la apertura de nuevas minas (como Socuy, Maché y Cachirí) y la expansión geográfica del extractivismo de carbón. n Lomas de Níquel: el Viceministro Lozada planteó que actualmente se está buscando el relanzamiento de este proyecto de minería de níquel a cielo abierto (en el yacimiento más importante del país, ubicado en los municipios Santos Michelena de Aragua y Guaicaipuro de Miranda), y que está en desarrollo un proceso de inversión de alrededor de 1.000 millones US$ en el cual participan más de 28 empresas[18]. Cuando la transnacional británica Anglo American explotaba la mina (hasta 2012) se planteaba alcanzar una producción anual entre 16.000 y 18.000 tons3 de níquel y entre 60.000 – 67.000 Tons3/año de ferroníquel durante 30 años –con la capacidad de cubrir casi el 1% de la producción mundial. nLa Faja Pesquera Acuícola de Venezuela: están por definirse una serie de estímulos, incentivos y facilidades para empresas públicas y privadas con el objetivo de expandir la actividad pesquera –con énfasis en la actividad atunera– en una zona físicamente relacionada con el eje norte costero, y la fachada atlántica y caribeña, lo que no impide que dicha ampliación extractiva se impulse en otros sectores, incluyendo el océano pacífico[20]. Se plantea como meta cubrir la demanda interna, pero también la exportación de pescado para generar divisas. Modalidades del extractivismo en las nuevas f ronteras de las commodities Las nuevas fronteras de las commodities no solo suponen un avance cuantitativo de la mercantilización y apropiación de la naturaleza y la vida (más hectáreas ocupadas, más cuotas extractivas, más sectores de la actividad extractiva). En estos tiempos en los que se hace cada vez más borrosa la distinción entre “progresismo” y neoliberalismo en América latina, es importante evaluar también qué modalidades y operaciones le dan forma a estos proyectos y formas de gestión y gobernanza de los “recursos naturales” y los territorios. Mencionaremos 4 modalidades: Pagar con commodities: apropiación directa del “recurso” Este formato ya se ha venido desarrollando desde hace unos años con los préstamos por petróleo que ha venido adquiriendo el gobierno venezolano con China. El “modelo exitoso de la Faja del Orinoco” (E. Del Pino) parece que se aplicará en los demás convenios extractivos. Por ejemplo, en enero de este año el Ministro Del Pino ofrecía estímulos a inversores para levantar la extracción de carbón de Carbozulia, proponiendo pagar con carbón de alta calidad parte del financiamiento adquirido con éstos.

Fajas y Zonas Estratégicas de Desarrollo Nacional: extractivismo como desterritorialización salvaje En noviembre de 2014 se hizo oficial la “Ley de Regionalización Integral” (LRI), que plantea las figuras de las “Zonas Estratégicas de Desarrollo Nacional” (ZEDN) y las “Zonas económicas especiales” (ZEE) –tomadas del modelo chino–, las cuales representan una liberalización integral de regiones geográficas del país, para derribar obstáculos al capital (IED). En ellas se plantean políticas tales como: estímulos fiscales y aduanales, incentivos económicos a las empresas para el desarrollo de las zonas; liberación de restricciones arancelarias, suspensión de impuestos a empresas; definición de una autoridad (coordinador) de la ZEDN; definición de un régimen especial y extraordinario de contrataciones, acorde a los objetivos de la ZEDN que se cree; posibilidad de una administración especial de los ingresos generados en las zonas; autorizaciones para la movilización de mercancías y facilidades de despacho, simplificación de trámites y obtención de permisos de forma sencilla; y orientación de las ZEE a la exportación y comercio internacional (aunque no únicamente) El reordenamiento geográfico de este formato extractivista propone una territorialización que no se centra únicamente en el enclave extractivo, planteando en cambio todo un eje integral desarrollista, una nueva forma del capitalismo-en-lanaturaleza: las fajas (faja minera, faja petrolífera, faja pesquera). Junto a Paraguaná, el eje Morón-Puerto Cabello, y en el eje Ureña-San Antonio, estos enclaves de las nuevas fronteras de las commodities han sido decretados oficialmente como ZEDN, para potenciar la acumulación originaria que allí se proyecta. Aunque la LRI no hace referencia específica a ningún parámetro ambiental, preocupa que esta liberalización territorial sea un cheque en blanco para la devastación de la naturaleza, y haga prácticamente imposible detener estos procesos destructivos de la vida, si acaso pudiendo apenas remediarlos posteriormente. La naturaleza como reserva monetaria: hipotecar la vida La expansión del extractivismo de oro en Venezuela tiene relación no sólo con el negocio en sí, sino también con las posibilidades de reforzar directamente las reservas internacionales del país. Adicionalmente, tras una reforma de la Ley del Banco Central realizada por el presidente Maduro en diciembre de 2014, el diamante y demás piedras o metales preciosos forman parte de las reservas internacionales. Así que, incluso lo que no se ha extraído entra a la valoración del casino del mercado mundial –de ahí el afán por la certificación de las reservas mineras–. La Vida ecológica pasa a ser reserva monetaria, forma de cumplimiento de pago de deuda, y garantía de la hipoteca. Con esta neoliberalización de la naturaleza, esta entra de lleno en los términos del ajuste y la reestructuración económica. De ahí que la relación de la minera canadiense Gold Reserve Inc. con el gobierno nacional pasara, de ser expropiada en 2009, seguido de un arbitraje del CIADI por este caso que falló contra Venezuela por 760 millones US$ en 2014, a firmar en febrero de este año (2016) un acuerdo con dicho gobierno para operar en la mayor mina de oro del país –el CEO de Gold Reserve ha dicho también que aspira contar


con la conformación de una ZEE[23]–, al tiempo que Venezuela se comprometió a pagar el monto del arbitraje en 60 días. Hemos pasado del extractivismo por desarrollismo al extractivismo por endeudamiento. En esencia, la trampa de la deuda se cobra con taladros, excavadoras y cianuro. Gobernanza sobre los “recursos naturales”: la amenaza de una oligarquía autoritaria Una expansión territorial de este tipo supone necesariamente un tipo gobernanza sobre los llamados “recursos naturales” y el territorio que se amolde a ella. Una coalición corporativa aparece como la garante del “desarrollo” y la seguridad nacional. Conviene pues preguntarse, cuál será el papel tanto del sector militar, como el de las compañías transnacionales en estos procesos. Respecto al primero, además de evaluar su rol histórico en la composición del Petro-estado venezolano y su papel en el devenir de la Revolución Bolivariana, el decreto del 10/02/2016 de la creación de la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (CAMIMPEG – Gaceta Oficial N° 40.845) parece indicar las formas de este nuevo rol: no solo apunta a una completa “securitización” de los recursos naturales del país –ya se contemplan despliegues de las Fuerzas Armadas y labores de inteligencia logística en las ZEDN[–, sino también a una gestión directa del sector militar en el proceso extractivo, siendo que la Camimpeg estará facultada para realizar una larguísima lista de operaciones que lo abarca prácticamente todo (art. 3): “todo lo relativo a las actividades lícitas de Servicios Petroleros, de Gas y Explotación Minera en general, sin que esto implique limitación alguna”[25]. La sociedad mercantil tendrá una duración de al menos 50 años y otorga atribuciones directas al Ministro de la Defensa. Esto se combina con un mucho mayor nivel de incidencia territorial por parte de las compañías transnacionales por medio de las flexibilizaciones y liberalizaciones de las ZEDN y los acuerdos económicos realizados con el gobierno nacional, en el marco de un Decreto de Emergencia Económica (Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.214) y la declaración de estado de excepción en varios municipios de estados fronterizos desde fines del año pasado. En comparación con la forma de la alianza política en los primeros años de la Revolución Bolivariana (Petro-Estado y base popular organizada), donde se plantearon Comunas, NUDES o demarcación de tierras indígenas, la crisis y la nueva correlación de fuerzas podrían apuntar a una modalidad de autoridad y gobernanza oligárquica sobre el territorio y los recursos naturales.

Consecuencias Los cambios en curso, en el marco de la reproducción del extractivismo, un modelo de acumulación capitalista que genera profundas desigualdades sociales, devastación ambiental y dependencia sistémica, tendrían consecuencias que podrían ser muy significativas. Mencionaremos algunas de ellas: a) Renta extractiva, déficit ecológico y pobreza estructural: uno de los argumentos principales es que esta colonización salvaje de las nuevas fronteras se hace para obtener más divisas, “impactar positivamente en el PIB” y garantizar la continuidad de las políticas sociales. Lo que en realidad terminará ocurriendo es la liquidación masiva de riqueza de la vida natural, de los medios de reproducción de la vida social, para transformarlos en dinero el cual serviría para el consumo de productos importados en las ciudades o para pagar la deuda externa. Hay por tanto una riqueza que emerge (renta extractiva) sobre la destrucción de otra (vida natural). Un ejemplo de esto está en la altísima huella de agua y materiales que supone la minería de oro a cielo abierto (que será aplicada en el proyecto Brisas-Las Cristinas). Si partimos de la estimación del Ministro Del Pino, de las 7.000 toneladas de las reservas potenciales de oro en el Arco Minero se obtendrían unos 200.000 millones US$[26] (esto dependería de los flujos y condiciones del mercado mundial y de las pautas de los convenios). Pero al mismo tiempo, obtener esta suma de dinero supondría, por ejemplo, una pérdida abismal de riqueza de agua (la que sería utilizada específicamente para el proyecto) de entre 3,1 a 7,4 billones de litros de agua –basado en estimaciones en diversas investigaciones de minería de oro a cielo abierto en Colombia[27]–. Desde un criterio de sostenibilidad, el cotejo MMM US$/billones lts de agua es absurdo en semejantes cantidades, sencillamente porque la gente no puede ni comer ni beber dinero. Además, la transformación de la naturaleza en dinero hace que dicha riqueza circule bajo las lógicas del capital mundial (flujos financieros), favoreciendo a las clases propietarias y los países del Norte Global. Las consecuencias de esto son un aumento del déficit ecológico y el potenciamiento de las bases estructurales de la pobreza. b) Patrón primarizado, dependencia y crecimiento del metabolismo social: aunque se esté anunciando que ahora sí vamos a salir del modelo rentista, este reordenamiento del territorio supone un fortalecimiento del patrón primarizado, produciéndose un conflicto entre usos del suelo, a favor del extractivismo. Como ejemplo, podríamos preguntarnos ¿qué va a pasar con la agricultura en estados como Guárico, Anzoátegui y Mo-


nagas, donde se va desarrollando la Faja del Orinoco?; ¿qué va a pasar con la pesca en Sucre si se sigue impulsando megaproyectos gasíferos y de infraestructuras en sus costas? Adicionalmente, la expansión de los impactos ambientales va mermando la disponibilidad de bienes comunes naturales para la vida, al tiempo que podría crecer el metabolismo social producto de la modernización y urbanización de nuevas zonas. Por ejemplo, la gravísima crisis eléctrica en Venezuela –el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, ha advertido de un colapso eléctrico en abril, si no se toman medidas urgentes[28]– es también producto del enorme sesgo urbano nacional (casi 90% de la población) y la incapacidad doméstica para sostener el crecimiento del metabolismo social del país. Un mayor déficit ecológico acentúa la insostenibilidad económica del capitalismo rentístico venezolano. c) Una devastación ambiental de grandes proporciones: la vida en Venezuela es posible gracias a sus fuentes de agua, al papel que cumplen sus sistemas ecológicos no urbanos, inclusive posibilitando la existencia de las grandes ciudades del país, que dependen de la importación de naturaleza para sobrevivir. La enorme devastación ambiental que conlleva la expansión de estos megaproyectos extractivos tendría un impacto en la vida integral del país. Recordemos, por ejemplo, que la zona FPO/Arco Minero se desarrollaría en el medio de la cuenca hidrográfica más importante del país. Son conocidos los crecientes problemas de contaminación y acceso al agua de la región norte de Venezuela –la más poblada del país–, que se ven agravados por fenómenos de intensas sequías (2010, o la actual). A su vez, podríamos asistir a una mayor depredación de zonas de reserva como la Reserva Forestal del Imataca, Parques Nacionales como Canaima o el Aguaro-Guariquito, o el Delta del Orinoco. Antes que una reivindicación paisajista, se trata de un llamado a la preservación de las posibilidades de vida armoniosa en el país. d) Extraordinaria amenaza para la subsistencia de los pueblos indígenas del país: los pueblos indígenas se encuentran ubicados, fundamentalmente, en las nuevas fronteras de las commodities. Los varios yukpa asesinados en los últimos años, la contaminación por mercurio de la mayor parte de los pueblos Yekwana y Sanema en la cuenca del río Caura, o los desplazamientos por contaminación y las infecciones de VIH en el pueblo Warao, son ejemplos de efectos directos o indirectos que las actividades extractivas dejan en sus territorios, y que se verían extraordinariamente potenciados por esta expansión extractivista, que se realiza sin ninguna consulta previa a estos. Una alerta debe propagarse para evitar que este proceso colonizador arrase con lo que queda de nuestros pobladores originarios. Alternativas al tren del extractivismo Existen alternativas a esta nueva oleada de acumulación

por desposesión, que estarían vinculadas, por ejemplo, al impulso de la agricultura en diversas escalas; la recuperación de pozos petroleros convencionales no explotados, en vez de insistir en la FPO y la megaminería depredadora (moratorias), lo que serviría para financiar una recuperación y la transición hacia otro modelo, como lo ha propuesto el analista petrolero Carlos Mendoza Pottellá; usos diferentes de estas reservas naturales, como el turismo sustentable; o bien una nueva arquitectura de distribución de las rentas que tenga un sentido de justicia social (abolir impuestos a los más necesitados y pechar, por ejemplo, a la banca nacional) de transición ecológica (estímulos a actividades productivas comunitarias sostenibles y desincentivos a actividades que generen devastaciones ambientales), y de estrategia geopolítica (¿existe deuda odiosa en Venezuela?). Pero no se puede dejar de reconocer que la correlación de fuerzas ha cambiado negativamente respecto a años atrás y el estado de corrupción que reina en las élites políticas, gobernantes, partidos políticos y grandes sectores económicos del país es enorme, lo que achica notablemente el margen de maniobra para una política de izquierda. Esto supone que una alternativa ante esta ola de mercantilización de la naturaleza y depredación de la vida debe ser construida necesariamente desde abajo. Diversos conflictos eco-territoriales están en desarrollo en el país, generalmente vinculados a pueblos indígenas, que defienden sus territorios y sus modos de vida ante el avance desarrollista. Pero la población de las ciudades suele estar bastante desvinculada de estos conflictos, o apática ante los procesos de degradación ambiental en otros territorios lejanos al lugar donde habita. La paradoja para un país tan urbanizado como Venezuela es que, para detener el tren del extractivismo, o al menos frenar lo más posible su desenfreno, es necesario el crecimiento de un movimiento de justicia ambiental en las ciudades. ¿Podría la crisis del capitalismo rentístico, el aumento de las dificultades para acceder al agua en las ciudades, la creciente insostenibilidad de las mismas, abrir una etapa para una mayor “ambientalización” del movimiento popular? Creemos que sí. Esto en ningún sentido es una tarea fácil. La histórica “cultura del petróleo” (Rodolfo Quintero) que en buena medida ha configurado nuestros imaginarios, cuerpos y prácticas, se ha proyectado como un ideal urbano, anti-agrícola y colonial con la naturaleza. Si hay algo que podría ser culturalmente revolucionario en Venezuela es promover la agricultura urbana y la ambientalización de las luchas populares. No porque esto vaya a resolver todos los problemas del país, sino que puede constituir la base orgánica de una transformación profunda y necesaria, que tenga como una de sus premisas la defensa de los medios de reproducción de la vida. *Sociólogo e investigador venezolano


La visita de Obama a Argentina

Maximiliano Pedranzini

Donde hubo fuego... Dicen los que saben del amor que los romances cortos son los mejores, los más intensos, los más apasionados, los que dejan una huella profunda, por lo menos en uno de los amantes. Este romance lo vivieron el presidente argentino Mauricio Macri y su homólogo norteamericano Barack Obama en su visita a la Argentina el último 23 de marzo. Un romance que, sin embargo, lo revivieron ambos países después de 25 años, tras la visita del ex presidente George Bush (padre) en diciembre de 1990, en pleno apogeo del neoliberalismo a escala planetaria, que dio nacimiento a las llamadas “relaciones carnales”.Una definición sin duda muy pasional. Fue como el reencuentro entre dos viejos amantes que después de un largo tiempo se vuelven a ver para reiniciar lo que alguna vez quedó pendiente, suspendido por las vicisitudes de la historia. El reencuentro tan deseado por fin se pudo concretar y no sólo eso, sino que pudo consumarse en dos días, auspiciado y alentado desde la tribuna por el establishment local y extranjero como una familia que los quiere volver a unir. La luna de miel perfecta para sellar lo que ahora ellos llaman “relaciones maduras”. Cuando se tienen unos cuantos años encima, las relaciones pasan a otro nivel dejando atrás la pasión carnal adolescente que caracterizó el temprano idilio para llevarlo a un plano de mayor seriedad y madurez. Con este eufemismo nos están diciendo: “ahora los vamos a someter, pero está vez de una manera más prudente”. El romance sigue siendo el mismo que comenzó con la caída del Muro de Berlín y la desintegración del bloque soviético, ese amor a primera vista al capitalismo de mercado sigue siendo el mismo que endulzó los años 90 y que reaparece en este siglo XXI renovado, rejuvenecido por un gobierno que blindó su gabinete de CEO´s de corporaciones multinacionales y gerentes del capital financiero internacional en sintonía con aquel misticismo que hizo despertar este amor. Lo que ha cambiado es la perspectiva de dominación. Se pasó en dos décadas de los Bush a Obama y la historia parece volver a foja cero. Uno recuerda, allá en el tiempo, el momento de separación, la ruptura de esta relación que hacía caminar en horizontes opuestos a los dos países. EE.UU. no logró “desposar” bajo el signo del ALCA a la Argentina y recibió un rotundo rechazo. Es cuestión de rememorar las palabras dichas y los rostros en aquella jornada del 5 de noviembre de 2005 en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata. Parecía ser definitivo el fin de este vínculo que duró hasta ese día 15 años. Fue la niña bonita de los romances americanos donde uno se entregó en cuerpo y alma al otro, concediéndole fidelidad y sumisión absoluta. Esta separación duraría una década y ahora han resuelto volver a estar juntos para intentarlo una vez más, con la idea de revivir viejo momentos, que ya sabemos a dónde nos conducirán y cuáles serán sus consecuencias. Si hubieran heridas que lastimaron el corazón del amante

estadounidense, esas heridas poco a poco se están cicatrizando con una reconciliación que traerá nuevas condiciones en la relación y cláusulas en una posible unión conyugal,cuyo contrato ya tiene nombre: “Acuerdo Transpacífico” (TPP). Y no será con un contrato prenupcial, sino todo lo contrario, una de las partes cederá buena parte de sus bienes a la otra a perpetuidad. Nos imaginamos por la experiencia histórica de nuestra región como será ese reparto y a quien. Lo que nosotros llamaríamos un pacto neocolonial. En este contrato prenupcial o pacto neocolonial, como prefieran llamarlo, se avanzó en estos dos días de acaramelada luna de miel que fue desde una cena de agasajo en la capital argentina hasta un romántico paseo por el lago Nahuel Huapi en la ciudad patagónica de Bariloche. El contrato marca algunas cuestiones centrales para la Argentina como un tratado de libre comercio, la venta de armas, el entrenamiento de las fuerzas armadas como sucedió en el siglo pasado con la Escuela de las Américas, intervención en la lucha contra el narcotráfico y el supuesto terrorismo de la Triple Frontera, reforzar la OEA comandada por EE.UU. y desalentar al UNASUR y la CELAC. Esté será el matiz de la política exterior argentina que se ancla en este pacto neocolonial. Tal como dice el dicho “donde hubo fuego...” algo queda; y quedaron esos viejos resabios de políticas antipopulares y entreguistas acompañadas de una mentalidad colonizada que reproduce este discurso dominante que reflotan con más crudeza e intensidad contra el pueblo. Este romance no sólo es con EE.UU. con todo lo que eso significa, sino con el fin de la historia, con el fin de la política, y de las ideologías. Esta idea reaccionaria esbozada por Francis Fukuyama en 1992 -pleno auge de las relaciones carnales- resurge remozada en este tiempo. Una cuestión que prima en el lenguaje del gobierno macrista e intenta afianzarse en todos los aspectos de la vida pública. Todo esto le ha producido -y le sigue produciendo- intensos orgasmos. Una excitación que afecta también a la presa hegemónica que no vaciló en expresar su admiración y devoción por Obama y que planean extenderla como resultado natural del triunfo simbólico sobre el kirchnerismo y los procesos populares en el continente. Pero como también versan los que saben del amorque no es recomendable volver con un ex, porque estas segundas oportunidades a la larga terminan fracasando estrepitosamente y las heridas que al parecer cicatrizaron, volverán a abrirse y la forma que tomaran esas heridas reabiertas serán la de las crisis económicas y sociales, algo que el pueblo argentino conoce muy bien. Será un quiebre fuerte, un divorcio costoso, pero necesario para reconstruir la esperanza de una alternativa nacional, popular y antiimperialista. *Ensayista. Miembro del Centro de Estudios Históricos, Políticos y Sociales “Felipe Varela”, de Argentina.


Las mujeres de América Latina: más educadas, peor pagadas

L

as brechas salariales de género persisten como obstáculo para la autonomía económica de las mujeres y la superación de la pobreza y la desigualdad en la región, alertó este martes la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) a propósito de la celebración del Día Internacional de la Mujer. A pesar de que la brecha salarial entre mujeres y hombres se redujo 12,1 puntos porcentuales entre 1990 y 2014, las mujeres reciben en promedio solo 83,9 unidades monetarias por cada 100 unidades monetarias percibidas por los hombres, de acuerdo con datos divulgados hoy por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL. Si se comparan las remuneraciones reci-

bidas por ambos sexos según años de estudio, se observa que ellas pueden ganar hasta 25,6 por ciento menos que sus pares masculinos en similares condiciones, subrayó el organismo regional. A partir de la información recopilada en las encuestas de hogares, la CEPAL analizó el salario medio de mujeres y hombres asalariados urbanos de 20 a 49 años que trabajan 35 horas y más por semana en 18 países de la región (promedio ponderado). Los comparó según años de escolaridad y observó su evolución entre 1990 y 2014, constatando la persistencia de importantes diferencias dependiendo del nivel educacional de las personas empleadas. En el grupo de mujeres con menor nivel educativo (0 a 5 años de instrucción)

se observó la mayor disminución de la brecha (19,7 puntos porcentuales): las mujeres pasaron de recibir 58,2 por ciento del sueldo de los hombres a 77,9 por ciento. Esto se debe, según la CEPAL, a dos factores: a la regulación y formalización del trabajo doméstico remunerado, ya que los países han establecido montos salariales mínimos por hora y tiempos máximos de las jornadas de trabajo; y al aumento de los salarios mínimos que rigen para toda la población y su utilización en algunos países para nivelar hacia arriba los ingresos de las personas ocupadas sin calificación. La brecha salarial más alta se presenta en la población de mayor nivel educativo (13 años y más de instrucción). Si bien esta disminuyó 9,3 puntos porcentuales entre 1990 y 2014, los hombres de este grupo todavía ganan 25,6 por ciento más que las mujeres. De acuerdo con la CEPAL, la incorporación de mujeres a áreas como ciencia y tecnología, a industrias como la de las telecomunicaciones y a empresas de gran tamaño, puede estar contribuyendo positivamente, aunque todavía sin generar plena igualdad. Esto significa que la inversión en educación y capacitación profesional de las mujeres no las acerca de forma lineal a los ingresos de los hombres con la misma formación, resaltó la CEPAL. En los niveles intermedios de educación no se modificaron sustancialmente los valores. Las mujeres con 6 a 9 años de instrucción pasaron de ganar 70 por ciento del salario de los hombres en 1990 a 75,3 por ciento en 2014 (una reducción de 5,3 de la brecha) y aquellas con 10 a 12 años de instrucción escalaron de 67,6 por ciento a 74,5 por ciento (una caída de 6,9 por ciento en la brecha salarial). “Recibir el mismo salario que los hombres en igualdad de condiciones es un derecho de las mujeres. Es un requisito ineludible para que ellas logren su autonomía económica y para avanzar en la igualdad de género”, afirmó la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, en el contexto del Día Internacional de la Mujer, cuyo tema de este año es “Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de género”. “Nada sobre nosotras sin nosotras”, enfatizó Bárcena. Para la eliminación de la brecha salarial, la CEPAL plantea promover espacios para la negociación colectiva y la participación activa de las trabajadoras en los procesos donde se discuten estos temas; mejorar los salarios mínimos, ya que estos fomentan la igualdad especialmente en los sectores con peores remuneraciones; implementar políticas que permitan mayor corresponsabilidad en labores de cuidado de personas dependientes (por ejemplo, licencias por paternidad); y asegurar iguales oportunidades de capacitación, ascensos, horas extras y otros compromisos laborales que mejoran la masa salarial.


Inclusión laboral de la mujer ganó 15 puntos en 25 años América Latina ha logrado “significativos progresos” en la inclusión de la mujer en el mercado laboral en 25 años, pero la cifra de violencia de género sigue siendo “escalofriante”: casi una de cada tres mujeres reconoce haberla sufrido, indicó el Banco Interamericano de Desarrollo. “La región ha hecho muchos progresos en temas de igualdad de género. Lo más visible es un aumento significativo en la participación de la mujer en los mercados laborales, que ha pasado del 40 % a comienzos de 1990 al actual 55 %”, señaló Andrew Morrison, jefe de la Unidad de Género y Diversidad del organismo con motivo de celebrarse el Día Internacional de la Mujer. No obstante, Morrison advirtió que “parece que la tasa de participación de la mujer se está desacelerando, y los progresos en los últimos años son modestos”. La brecha en los salarios, agregó el directivo del Banco Interamericano del Desarrollo (BID), es actualmente “de alrededor de un 20 % en la región entre hombres y mujeres”. En lo que respecta a las diferencias entre países, Morrison aseguró que existen “paradojas”, y citó como ejemplo a Perú y México, dos países de ingresos medios y con alto porcentaje de población indígena. Pese a esas similitudes, la tasa de participación de la mujer en el mercado laboral en Perú es 20 veces más alta que en México, explicó el experto. Sobre las política públicas necesarias, el funcionario del BID apostó “por un lado, por favorecer la entrada de las mujeres en el mercado, algo que tiene que ver con la distribución de la carga de las tareas domésticas”. Necesitamos políticas que permitan compatibilizar el rol doméstico y las oportunidades laborales”, y al mismo tiempo, “potenciar el acceso de las mujeres a puestos de trabajo de mayor calidad”. Recordó que el propio BID se ha marcado como meta elevar el número de mujeres en puestos técnicos de alto nivel dentro de la institución, hasta el 40 %. Morrison también se refirió en su entrevista con Efe a lo que calificó como una de las cifras más “escalofriantes” de la región. “Casi una de cada tres mujeres en la región ha sufrido violencia en algún momento de su vida”, remarcó. En Bolivia el 52 % y en Perú el 38 % de las mujeres reconocen haber experimentado violencia física, psicológica o sexual en algún momento de su vida, dijo Morrison de acuerdo con datos recientes de la Organización Panamericana de Salud. “En general los países andinos tienen las tasas más altas, mientras que los del Caribe tienden a tener menos prevalencia de estos casos que el resto de la región”, subrayó. Como factores, comentó la diferencia

de edad en la pareja, el abuso del alcohol y el estrés económico. Morrison no quiso dejar de lado que existen otros “desequilibrios” que no siempre son bien analizados, como el mayor número de mujeres que completan estudios universitarios. “En el caso del Caribe es un problema desde el punto de vista masculino. En Jamaica, por ejemplo, el 90 por ciento de los estudiantes universitarios que inician estudios son mujeres”, afirmó en la entrevista en la sede del BID en Washington. “Los temas de género no son solo de mujeres, también de hombres, y el Caribe es un claro ejemplo”, concluyó.


Chile: La degeneración de los noventa Alvaro Ramis La coyuntura política veraniega ha estado marcada por la tormentosa renuncia del administrador de La Moneda Cristián Riquelme. Las funciones de este poco conocido cargo son de bastante relevancia: “Apoyar de manera operativa a la presidenta de la República y sus asesores, brindándoles todo el apoyo logístico necesario para su gestión”. Se trata de un rol administrativo y de bajo perfil, pero que posee alta responsabilidad por el volumen de recursos que maneja. No sólo se trata de la administración del inmueble del palacio presidencial, sino ante todo gestionar contratos, subvenciones presidenciales, controlar riesgos y prever la auditoría interna de todas las actividades presidenciales. Con la renuncia de Riquelme se produjo una tensión adicional, dado que ocupó altas funciones en el equipo de recaudación financiera de la campaña de la actual mandataria. Los cuestionamientos a Riquelme se centraron en el uso abusivo de contratos de asignación directa y por conflictos de interés, al revelarse negocios con empresas relacionadas a su patrimonio. Todas estas situaciones no son diferentes a las que han cercado a otros funcionarios públicos, tanto de este como de gobiernos anteriores. Lo que hace distinto a Riquelme es que su nombre se suma al de una serie de otros cuadros políticos a los que se les ha señalado como parte de los G90 del PPD. Este grupo generacional se habría nucleado en torno al liderazgo del ex ministro del Interior Rodrigo Peñailillo, y por esa vía habría conseguido tejer una red de designaciones y nichos de poder a escala nacional, unida a empresas y sociedades comerciales vinculadas a sus nombres. En definitiva, una intrincada organización político-financiera orientada a su usufructo directo. ¿Existe una generación de los ´90 La prensa ha denominado a esta camarilla con el nombre de G90, y parece que al grupo le agrada ese nombre. En cierta forma la idea misma de ser la representación política generacional otorga un aura de respetabilidad y legitimidad a quienes se apropien del título. Si estos son los representantes generacionales es coherente que ocupen los cargos a los que han accedido y que, en definitiva, se arroguen la representatividad de un universo que estaría contenido en sus personas. Como reflexiona Zygmunt Bauman:

“Igual que los conceptos de ‘nación’ o de ‘clase’, el término ‘generación’ es performativo -expresiones que crean una entidad con sólo nombrarla-, una llamada o un grito de guerra para llamar a filas a una comunidad imaginada o más precisamente convocada”(1). Por eso apelar a la “generación” da credenciales para ser los que “deben ser”, para apropiarse de una representación imaginaria que da derecho a apropiarse de lo que a esta generación le corresponde. Tomar su parte en la torta de los derechos intergeneracionales. Como por edad la G90 debería ser la mía, me intriga si es posible hablar de una “generación de los noventa”. Según la definición más usual, de Mannheim, “puede decirse que los jóvenes que experimentan los mismos problemas históricos concretos forman parte de la misma generación”(2). Pero, ¿los “noventeros” chilenos experimentamos los mismos problemas históricos? ¿O nos situamos desde perspectivas existenciales totalmente distintas? Retomando una reflexión del mexicano Manuel Gómez Morín, una generación “es un grupo de hombres que están unidos por una íntima vinculación quizá imperceptible para ellos: la exigencia interior de hacer algo, y el impulso irreprimible por cumplir una misión que a menudo se desconoce […] y no importa que falten la unidad de época o de estilo o de ideología”, basta con compartir “ciertas maneras profundas de entender y valorizar la vida y de plantear sus problemas”(3). No me cabe duda que los jóvenes de los sesenta y los setenta “experimentaron los mismos problemas históricos concretos”, aunque les dieran respuestas totalmente disímiles. Y también está claro que los de la G80 compartían “una exigencia interior de hacer algo”. A todos los ochenteros les interesaba terminar con la dictadura. Incluso le interesaba a los de derecha. Les unía el deseo de salir de una situación insoportable, imposible de prolongar en el tiempo. Cada grupo deseaba un final distinto para la dictadura, pero a su forma, deseaba su fin. Para algunos era una salida hacia el socialismo, para otros era simplemente la normalización de un estado de cosas que les beneficiaba, pero que sabían insostenible. Al final se impuso una salida acomodaticia, que se parece bastante a la imaginada por los ochenteros de derecha. En cambio, a mí me parece que a los jóvenes de los noventa no nos unía nada en particular. No existía esa “vinculación quizá imperceptible” de la que habla Gómez Morín. No siento que se fraguó una identi-

dad generacional, ya que nunca coincidió entre nosotros el “tiempo individual” y el “tiempo social”. Lo dominante en ese periodo era justamente esa separación. Ser noventero era ante todo hacer primar la identidad individual por sobre la identidad colectiva. Ser como los demás, “estar en algo” con otros, era anacrónico. Eran tiempos de pensar en uno mismo, ante todo y por sobre todo. No es extraño que la representación política de esta generación sea tan pobre, ya que no existen en ese periodo recursos y significados social e históricamente compartidos. Las historias de vida se fragmentan y los relatos biográficos remiten a referencias personales, muy particularizadas. Y de acuerdo a los valores dominantes de esa época no es extraño que hayan triunfado los Peñailillo, los Riquelme, los Harold Correa. Es el triunfo de los más buscavidas entre muchos buscavidas, los más individualistas entre una legión de individualistas, los más desvergonzados entre una multitud de desvergonzados. Mi recuerdo vital de ese tiempo me remite a lo inaceptable que me parecía que Pinochet siguiera en su sitio, dominándolo todo. Pero para una multitud de coetáneos que el ex dictador siguiera como comandante en jefe del ejército, tutelando al sistema político, les daba lo mismo. No lo defendían, pero tampoco estaban dispuestos a moverse un centímetro para cambiarlo. Era parte del paisaje al que se estaban acostumbrando. Para algunos noventeros nostálgicos de los ochenta, la política era sinónimo de militancia en un colectivo, afianzado en posiciones ideológicas firmes, cualquiera que ellas sean. Pero para los que captaron el espíritu de la época la política era otra cosa: se trataba ahora de una actividad individual, basada en armar una carrera a la sombra de un padrino poderoso, que se encargaría de decir lo que hay que pensar y lo que hay que hacer en el momento preciso. Que la universidad fuera tan cara, para una pequeña minoría era un problema político estructural, ligado a derechos colectivos. Para otros muchos, era sólo un problema económico-financiero, que se arreglaba con un crédito más generoso, con un subsidio o con una beca individual. Por eso Peñailillo y compañía quebraron el Congreso de la Confech en 1998. Para ellos el peligro era politizar una demanda que ellos creían reducible a una medida técnica, como la que propuso su padrino político Sergio Bitar en 2001, con el llamado


Rubén Andino Maldonado

Transfondo social del nacotráfico en Chile

Crédito con Aval del Estado (CAE). Contra la idea de las “generaciones” Por este contexto no existe conciencia generacional entre los noventeros, y no podría haberla. Desde la literatura Camilo Brodsky, tal vez el mejor poeta de esos años, es quién más violentamente rechaza la idea misma de generación, cuando dice: “Eso de las generaciones, en términos literarios, no me convence, no lo compro mucho; los esfuerzos taxonómicos por clasificar y meter en paquetitos cómodos y manipulables la literatura no son parte de mi horizonte de lectura, no me interesa esa mirada neurótica del asunto. A los textos prefiero aproximarme por lo que son en cuanto tales, situándolos, claro, pero más en relación con su contexto social, cultural, político, que en función de manadas o tropas de coetáneos”(4). Políticamente pasa lo mismo. La G90 de Peñailillo y compañía no es una generación. Tal vez el único modo de entender el fenómeno es recurriendo a Gramsci, cuando reflexiona sobre las relaciones genealógicas en las que se cuece el poder familiar, y que encubren más que evidencian. En los Cuadernos de la Cárcel , reflexiona sobre este asunto y dice: “De hecho los mayores ‘dirigen’ la vida, pero pretenden no hacerlo, dejando la dirección a los jóvenes; también en estas cosas es importante la ‘ficción’”(5). En las “familias políticas” chilenas, en todas ellas, se da lo mismo: “los mayores ‘dirigen’ la vida, pero pretenden no hacerlo, dejando la dirección a los jóvenes”, simulando el juego de irse para luego regresar por la vía de sus ahijados. Pero nunca se van del todo, porque se trata de una gran ficción que se cae en el momento en que un Lagos, un Escalona, un Piñera o un Insulza se cansa de tanto mal espectáculo y desea volver a tomar las riendas del negocio en sus propias manos. La genealogía del poder La idea de generación en tiempos de hiper-individualismo es imposible porque no todos los “coetáneos” nos podemos considerar “contemporáneos” porque no todos vivimos el mismo presente. No existe entre nosotros lo que Ortega y Gasset llamaba una “sensibilidad vital” compartida, de la cual pueda desprenderse la “misión histórica”(6) de una generación.

Detrás de la teoría de las generaciones se suele esconder un pensamiento conservador y el interés de mantener las jerarquías ya establecidas. En el caso de Chile es algo que tiene relación con el acceso al poder. En 1990 una “generación política” se autoproclamó como restauradora de la democracia y utilizó este recurso para desplazar a la generación previa y para bloquear el paso a las generaciones siguientes, hasta ahora. Eso explica que veamos los mismos rostros en los puestos claves, y que los nuevos en general dependan de un viejo rostro que les ha colocado en ese puesto. Más fecunda que la idea de “generación” es la noción de “genealogía”. Se trata, siguiendo a Michel Foucault, de mostrar cómo se construye el poder en el tiempo, por medio de una identidad conformada de forma plural y a veces contradictoria. La G90 de Peñailillo sólo se entiende analizando una genealogía de poder. Este grupo no se comprende por sí mismo, sino en tanto se analiza su subordinación con Lagos, Bitar, Insulza y todos los que les criaron, vistieron, cebaron y luego se los comieron cuando lo necesitaron. Esta genealogía es la que explica su funcionalidad y su disfuncionalidad, su rápido auge y su súbita caída. Mientras la verdadera política la siga haciendo el pequeño clan de septuagenarios y octogenarios que llegaron a La Moneda y al Congreso en 1990, no cabe pensar en que cambiarán las prácticas que se denunciaron en Riquelme, Peñailillo y sus aliados. Porque el fondo del problema no radica en ellos, sino en la genealogía de poder que los hizo posibles. Notas

(1) Bauman, Z. (2007): “Between Us, the Generations”, en Larrosa, J. (editor): On Generations. On coexistence between generations . Barcelona, Fundación Viure i Conviure, p. 370. (2) Mannheim, K. (1928): “El problema de las generaciones”. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 62 (1993). (3) Calderón Góngora, G. (2015): “Manuel Gómez Morín: entre generar y conservar”, en http://horizontal.mx/ (4) Cabezón, J.(2012): “Entrevista con Camilo Brodsky”, en http://www.revistaintemperie.cl/ (5) Gramsci, A. (1949): “La questione dei giovani”. En Quaderni del Carcere. Torino: Einaudi [1975]. (6) Ortega y Gasset, J (1923): “La idea de las generaciones” en El tema de nuestro tiempo, Obras completas. Madrid, Revista de Occidente (1966). Publicado en “Punto Final”, edición Nº 846, 4 de marzo 2016.

¿ Cómo operan las redes de narcotráfico en las poblaciones? “Cuando se debilitan los sentidos comunitarios y no hay caminos para lograr los cambios sociales, se fortalece el narcotráfico. Este se nutre de las capacidades asociativas de los pobladores y constituye un modo ilícito de hacerse parte del modelo neoliberal. Si las personas no logran ingresar de manera lícita al modelo individualista de acceso a autos, casas u otros bienes materiales, lo hacen a través del camino delictual, que no discrimina. Todos pueden participar y ganar dinero. Unos procesan, otros almacenan o distribuyen. El narcotráfico es una forma alienada de organización social de los pobres, funcional al mercado, que se desarrolla en la sociedad en la medida en que se debilitan las organizaciones sociales y las instituciones”. ¿En el contexto actual, cuál es la deuda de los partidos con la sociedad? “Si bien los partidos están presentes en los movimientos sociales, su influencia es débil. Están en las cúpulas sindicales, pero no en la vida cotidiana de los sindicatos. En el caso de los estudiantes, se mueven en la elite estudiantil y cuando el movimiento deja de tener presencia en la calle, las organizaciones políticas estudiantiles terminan replegadas sobre sí mismas. Los partidos de Izquierda están operando con un vacío teórico y político, porque no tienen respuestas para los problemas. También les cuesta abrirse hacia la sociedad e iniciar su propia democratización. No saben actuar sobre la base de la fuerza del propio movimiento. Sus planteamientos se concentran en incidir sobre el Estado, cuando lo que deben definir son propuestas para movilizar a la sociedad y hacer más fuertes a los movimientos ciudadanos. Muchos partidos se autoasignan el papel de protagonistas de la historia e incurren en una concepción elitista de la política. Se basan en la convicción que solo el partido es el que define lo que se hace o se dice, omitiendo el consenso que surge desde la asamblea, la sociedad o la calle”.


El ocaso de los ídolos: Ascensión y caída de la izquierda personalista en Latinoamérica

James Petras A lo largo de los últimos tres años, algunos dirigentes latinoamericanos que presidían economías del bienestar basadas en el “libre comercio” heterodoxo y la exportación de materias primas han perdido elecciones presidenciales, legislativas y municipales, referendos o se enfrentan a una destitución. Han caído mediante las urnas y no por causa de invasiones de EE.UU. o golpes de Estado. Estos mismos dirigentes de izquierdas, que consiguieron vencer golpes de Estado y resistieron descaradas intervenciones políticas de Estados Unidos a través de la USAID (Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional), la NED (Fundación Nacional para la Democracia), la DEA (Agencia para el Control de Drogas) y otras organizaciones gubernamentales, fueron desplazados por las urnas. ¿Por qué motivos los presidentes de izquierda han dejado de recibir el apoyo electoral mayoritario después de casi una década? ¿Por qué en esta ocasión los candidatos apoyados y financiados por EE.UU. han conseguido vencer, tras haber sido derrotados en múltiples elecciones anteriores? ¿Cómo se explica la derrota de la vía violenta de acceso al poder de la derecha y su subsiguiente victoria mediante procesos electorales? La lucha de clases y la movilización popular, preludio de los triunfos electorales de la izquierda Los triunfos electorales de la izquierda vinieron precedidos por una crisis profunda de las economías desreguladas y de “libre mercado”, que vino acompañada de una fuerte lucha de clases impulsada desde abajo. Esta lucha de clases polarizó y radicalizó a una buena parte de las clases trabajadora y media. En Argentina, el colapso total del sistema industrial y financiero produjo un levantamiento popular y la rápida destitución de tres presidentes. En Bolivia, dos sublevaciones populares derrocaron a sendos presidentes favorables al “libre mercado” que contaban con el respaldo de Estados Unidos. En Ecuador, un “movimiento ciudadano” popular expulsó al presidente respaldado por EE.UU. En Brasil, Paraguay y Venezuela, los pujantes movimientos

campesinos y urbanos, opuestos a sus presidentes de “libre mercado” consiguieron mediante la acción directa y las papeletas elegir a presidentes de izquierda. Cuatro factores interrelacionados explican esta toma del poder por parte de la izquierda. En primer lugar, la espectacular caída socioeconómica y la crisis subsiguiente, que implicó un aumento de la pobreza, el estancamiento económico y una fuerte represión por parte de los regímenes derechistas, precipitó un giro a gran escala hacia la izquierda. En segundo lugar, la potente lucha de clases producida en respuesta a dicha crisis politizó a los trabajadores, radicalizó a las clases medias que perdieron poder adquisitivo y erosionó la influencia de las clases dominantes y el impacto de los medios de comunicación ligados a ellas. En tercer lugar, los presidentes de izquierda prometieron importantes cambios estructurales a largo plazo y consiguieron implantar con éxito programas sociales de impacto inmediato (empleo, beneficios sociales, protección de los depósitos bancarios, aumentos salariales e inversiones públicas a gran escala). Por último, aunque no menos importante, los presidentes de izquierda ocuparon sus cargos al inicio de un ciclo de aumento de precios de las materias primas (o durante el mismo), que proporcionó superávits multimillonarios en los ingresos procedentes de las exportaciones y los impuestos, con los que pudieron financiar los nuevos programas de inclusión social. Políticas electorales clientelares, desmovilización social y acuerdos con las multinacionales extractivas Durante sus primeros años en el cargo, los gobiernos de izquierda mantuvieron a raya a las clases dominantes: derrotaron fallidos golpes de Estado, expulsaron a embajadores y organismos estadounidenses que intervenían en sus respectivos países y vencieron a los clientes locales de EE.UU. Trabajaron en el ámbito legal para consolidar su poder político convocando asambleas constituyentes que aprobaran constituciones progresistas. Atrajeron a nuevos electores que consolidaran sus bases de poder: indígenas y clases medias y populares. Los cambios constitucionales reorganizaron nuevas alian-


zas sociales, especialmente con el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, pero no llegaron a crear las bases para un cambio en las relaciones de propiedad. Los gobiernos de izquierda reforzaron su dependencia de las exportaciones agro-minerales, diseñando una estrategia de crecimiento basada en la asociación económica con empresas multinacionales y con los propietarios de las plantaciones dedicadas a la agroindustria. El aumento de los precios de las materias primas en el mercado internacional supuso un aumento de los ingresos del Estado que sirvió para incrementar el gasto público en infraestructuras y una expansión del empleo del sector público. Estos gobiernos construyeron sistemas clientelares a gran escala y una maquinaria electoral basada en el clientelismo, que “movilizaba” a las masas con ocasión de las elecciones y cuando se celebraba algún evento internacional. Los analistas y periodistas internacionales de izquierda estaban impresionados por la feroz retórica antiimperialista de los gobiernos de izquierda y sus políticas anti-neoliberales. Los comentaristas locales y extranjeros repetían como un loro la retórica sobre las nuevas formas del socialismo, el “socialismo” del siglo XXI en Ecuador y Venezuela y el socialismo andino en Bolivia. En la práctica, estos gobiernos firmaron contratos a gran escala y a largo plazo con gigantes internacionales como Repsol, Monsanto, Jindel y docenas de otras multinacionales apoyadas por el imperio. Las grandes compañías de agro-exportación recibieron créditos, préstamos y ayuda técnica, mientras que los productores locales y los campesinos solo recibían “títulos de propiedad” sobre pequeñas extensiones de tierra. No se acometió ninguna reforma agraria a gran escala. Los campesinos sin tierra que participaron en ocupaciones de fincas fueron expulsados por la fuerza. El aumento de las inversiones públicas en créditos y asistencia técnica se canalizó casi exclusivamente hacia las grandes empresas agrícolas de soja, ganado, algodón y otras materias para la exportación, lo que incrementó las desigualdades de clase en el área rural y disminuyó la seguridad alimentaria. Durante esos años, los militantes se convirtieron en funcionarios, que desarrollaron vínculos con los grupos empresariales e iniciaron sus propios procesos de “movilidad social”. El modelo basado en la exportación de minerales y productos agrícolas sirvió para aumentar los ingresos y reducir la pobreza, pero también acentuó las desigualdades entre el funcionariado y los campesinos y trabajadores urbanos. La nueva clase media recién enriquecida y en ascenso ya no acudía en masa a escuchar la “retórica igualitaria”. Ahora buscaba seguridad, consumo facilitado por los créditos y miraba hacia las élites ricas en busca de modelos para su nuevo estilo de vida, en lugar de expresar su solidaridad con quienes habían quedado por debajo. De la retirada a la derrota: Acomodación pragmática como fórmula para la restauración neoliberal

La mayor parte de la gente empezó a no tomar en serio la retórica antiimperialista de sus dirigentes, que contrastaba con el aumento de la inversión de capital extranjero y de los contratos firmados con multinacionales. Aceptaban los “gestos” simbólicos y las inauguraciones de proyectos locales ante grandes muchedumbres, pero estos cada vez eran más incapaces de compensar el aumento del poder centralizado y de la corrupción local. A lo largo de estos años, los cuadros políticos de los partidos de izquierda en el poder reunieron votos mediante favores clientelares, financiados mediante sobornos aportados por los contratistas y transferencias ilícitas de fondos públicos. Las reelecciones alimentaron la complacencia, la arrogancia y el sentimiento de impunidad. Las gratificaciones obtenidas mediante el cargo eran asumidas como algo natural por parte de los dirigentes de los partidos, pero fueron percibidas como privilegios inmerecidos por muchos votantes obreros y campesinos. El proceso de des-radicalización que se produjo dentro de los cuadros superiores y medios de los regímenes de izquierda hizo que las clases más bajas tuvieran que echar mano de soluciones individualistas, familiares y locales para lidiar con sus problemas cotidianos. Con la caída de precios de las materias primas, la coalición amplia de trabajadores, campesinos, clases medias y grupos profesionales se hizo añicos. Muchos consideraron que las malas prácticas de los regímenes de izquierda habían traicionado las promesas de cambio. Así fue como los sectores populares asumieron las críticas moralizantes orquestadas por la derecha. La derecha radical retrógrada explotó el descontento con los responsables y restó importancia o disimuló sus planes para revertir y socavar los aumentos en el empleo y los salarios, las pensiones y las asignaciones familiares conseguidas a lo largo del decenio. Conclusión Los gobiernos de izquierda fomentaron el crecimiento del capitalismo extractivo y convirtieron a sus bases en receptoras pasivas de las reformas promovidas desde el poder. Las diferencias de poder entre los dirigentes y sus seguidores fueron toleradas mientras se mantuvo el flujo gradual de recompensas. A medida que las clases ascendían en la escala social, mudaron su ideología izquierdista nacida de la crisis y empezaron a considerar a la élite política como los nuevos “modernizadores”. Los regímenes de izquierda fomentaron una “cultura de la dependencia” en la que competían por votos en base al crecimiento, los mercados y el clientelismo. Los funcionarios de izquierda, imposibilitados de ascender mediante la participación en los sectores agro-minerales “cerrados”, controlados por las multinacionales, recurrieron a la corrupción del Estado, extrayendo “comisiones” como intermediarios para las multinacionales, o simplemente fugándose con fondos públicos asignados para proyectos locales sanitarios, educativos o de infraestructuras. Como resultado de todo ello, las promesas electorales no fueron cumplidas. Los dirigentes ignoraron las prácticas corruptas, ofendiendo profundamente al electorado popular, indignado ante el espectáculo ofrecido por los políticos corruptos de izquierda que aplaudían la retórica radical al tiempo que saqueaban el dinero público con impunidad. La lealtad al partido limitaba cualquier supervisión de los políticos y funcionarios locales por parte de las esferas políticas nacionales. El desencanto hacia los funcionarios locales se extendió hasta la cumbre de los partidos. Los líderes populares, elegidos en repetidas ocasiones, empezaron a verse implicados, o al menos cómplices, en la aceptación de sobornos. El final del decenio y el final del auge de las materias primas señalaron el ocaso de los ídolos. La izquierda perdió elecciones por toda la región. Epílogo En Argentina, cayó el régimen Kirchner-Fernández (2015). En Brasil, el régimen de Lula-Roussef está imputado y se enfrenta a la destitución (2014-2016). En Venezuela, el régimen Chávez-Maduro perdió las elecciones legislativas (2015). Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo


Réquiem por la globalización Germán Gorraiz López El fenómeno de la globalización económica ha conseguido que todos los elementos racionales de la economía estén interrelacionados entre sí debido a la consolidación de los oligopolios, la convergencia tecnológica y los acuerdos tácitos corporativos, por lo que la irrupción de la crisis económica en la aldea global ha provocado la aparición de nuevos retos para gobiernos e instituciones sumidas en el desconcierto y en la incredulidad, retornando lenta pero inexorablemente a escenarios económicos desconocidos desde la II Guerra Mundial. Así, la sustitución de la doctrina económica de Equilibrio presupuestario de los Estados por la del déficit endémico, (práctica que por mimetismo, adoptarán las economías domésticas y las empresas y organismos públicos y privados), ha contribuido a la desaparición de la cultura del ahorro, endeudamiento crónico y excesiva dependencia de la Financiación Exterior. Asimismo, la política suicida en la concesión de créditos e hipotecas de alto riesgo de las principales entidades bancarias mundiales que inmersos en la vorágine expansiva de la economía mundial del último decenio y en aras de optimizar su cuenta de resultados, habrían actuado obviando las más elementales normas de prudencia crediticia, convirtiéndose en meros brokers especulativos y descuidando las dotaciones a los Fondos de Provisión e Insolvencia. Ello, unido a la falta de supervisión por parte de las autoridades monetarias de los índices de solvencia de las entidades bancarias, originó la crisis de las subprime de EE.UU., seguida de un goteo incesante de insolvencias bancarias, una severa contracción de los préstamos bancarios y una alarmante falta de liquidez monetaria y de confianza en las instituciones financieras. A ello se sumaría la instauración del consumismo compulsivo en los países desarrollados, favorecido por el bombardeo incesante de la publicidad, el uso irracional de las tarjetas de plástico, la concesión de créditos instantáneos con sangrantes intereses y la invasión de una marea de productos manufacturados de calidad dudosa y precios sin competencia, provenientes de los países emergentes, pues la obsesión paranoica de las multinacionales apátridas o corporaciones transnacionales, por maximizar los beneficios, (debido al apetito insaciable de sus accionistas, al exigir incrementos constantes en los dividendos), les habría inducido a endeudarse peligrosamente en aras del gigantismo, mediante OPAS hostiles e intensificando la política de deslocalización de empresas a países emergentes, en aras de reducir los costes de producción, (dado el enorme diferencial en salarios y la ausencia de derechos laborales de los trabajadores). Sin embargo, la entrada en escenarios de recesión de países como Noruega, Canadá, Brasil, Rusia y Finlandia debido al desplome de las commodities y ciertos indicadores macroeconómicos recientes de países como China o EEUU han alertado del riesgo de que el estancamiento económico se adueñe de la economía mundial en el 2016 lo que aunado con la reciente subida de tipos de interés del dólar, hará que los inversionistas se distancien de los activos de renta variable y que los bajistas se alcen con el timón de la nave bursátil mundial, derivando en una psicosis vendedora que terminará por desencadenar el estallido de la actual burbuja bursátil. Dicha burbuja sería hija de la euforia de Wall Street (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras las políticas monetarias de los grandes bancos centrales mundiales que han inundado los mercados con centenares de miles de millones de dólares y euros con la esperanza de relanzar la economía, más aún cuando las colocaciones sin riesgo ( deuda de EEUU o de Alemania), no retribuyen nada a los inversionistas lo que aunado con un posible repunte del precio del crudo debido a factores geopolíticos desestabilizadores (Ucrania, Libia, Siria e Irak), podría producir un nuevo crash bursátil pues el nivel suelo de las Bolsas mundiales, (nivel en el que confluyen beneficios y multiplicadores mínimos), se movería en la horquilla de los 12.000-13.000 en Mercados Bursátiles como el Dow Jones, a años

luz de los estratosféricos techos actuales, rememorando valores de octubre del 2008. Dicho estallido provocará la consiguiente inanición financiera de las empresas y subsiguiente devaluación de sus monedas para incrementar sus exportaciones y tendrá como efectos benéficos el obligar a las compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su crédito ante el mercado (como ocurrió en la crisis bursátil del 2000-2002) y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todavía deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras e incrementos de la tasa de paro hasta niveles desconocidos desde la época de la II Guerra mundial aunado con incrementos espectaculares del déficit Público y de la Deuda Externa. El retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría entre EEUU-Rusia tras la crisis de Ucrania y la mutua imposición de sanciones entre UE-Japón-EEUU por un lado y Rusia por el otro, marcarían el inicio del ocaso de la economía global y del libre comercio, máxime al haberse demostrado inoperante la Ronda Doha (organismo que tenía como objetivo principal de liberalizar el comercio mundial por medio de una gran negociación entre los 153 países miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y haber fracasado en todos sus intentos desde su creación en el 2011. Así, no sería descartable la implementación por las economías del Primer Mundo de medidas proteccionistas frente a los países emergentes (Fomento del Consumo de Productos nacionales) en forma de ayudas para evitar la deslocalización de empresas, subvenciones a la industria agroalimentaria para la Instauración de la etiqueta BIO a todos sus productos manufacturados, Elevación de los parámetros de calidad exigidos a los productos manufacturados del exterior y la imposición de medidas fitosanitarias adicionales a los productos de países emergentes, lo que obligará a China, México, Brasil e India a realizar costosísimas inversiones para reducir sus niveles de contaminación y mejorar los parámetros de calidad, dibujándose un escenario a cinco años en el que se pasaría de las guerras comerciales al proteccionismo económico, con la subsiguiente contracción del comercio mundial, posterior finiquito a la globalización económica y ulterior regreso a los compartimentos estancos en la economía mundial. Finalmente, el cambio de patrones de consumo de los países emergentes aunado con inusuales sequías e inundaciones y la aplicación de restricciones a la exportación de los principales productores mundiales para asegurar su autoabastecimiento, conseguirá desabastecer los mercados mundiales de productos agrícolas básicos para la alimentación (trigo, maíz, mijo, sorgo y arroz), elevar sus precios hasta niveles estratosféricos y provocar una nueva crisis alimentaria mundial que irá “in crescendo” hasta alcanzar su cenit en el horizonte del 2.020 y afectará especialmente a las Antillas, América Central, México, Colombia, Venezuela, Egipto, Corea de Norte, India, China, Bangladesh y Sudeste Asiático, ensañándose con especial virulencia con el África Subsahariana y pudiendo pasar la población atrapada en la hambruna de los 1.000 millones actuales a los 2.000 millones estimados por los analistas.


Colombia: Racontos de paz

Sabrina Flax

Entre febrero y agosto de 2012 se llevaron a cabo las negociaciones para establecer una Mesa de Conversaciones de cara a los acuerdos de paz entre el Estado Nacional Colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. La mesa quedó constituida, teniendo como país sede a Cuba, siendo además país garante del proceso junto con Noruega. Mientras que Chile y la República Bolivariana de Venezuela actúan como países facilitadores. La agenda que se ha venido trabajando desde el 19 de Noviembre de 2012, fecha en la que se instaló formalmente la mesa de diálogo, está conformada por los siguientes puntos: 1) Política de desarrollo agrario integral; 2) Participación política; 3) Fin del conflicto; 4) Solución al problema de las drogas ilícitas; 5) Víctimas; 6) Implementación, verificación y refrendación.[1] Luego de tres años y medio, las partes han logrado consensos parciales en torno a los puntos 1, 2, 4 y 5, no obstante si bien se han obtenido avances en torno al desescalamiento del conflicto armado, el punto 3 y 6 son ejes aún en discusión en torno a los cuales no se logra un acuerdo que lleve a la firma formal como símbolo y compromiso del cese definitivo del conflicto[2]. No sólo existen opiniones encontradas alrededor de las formas en que las FARC renuncien a la vida armada, sino que además en los últimas semanas se hizo evidente la existencia de discrepancias –incluso dentro del Estado Nacional- de cómo se debe implementar la paz y cómo debe ser el proceso por el cual el pueblo colombiano refrende lo acordado en La Habana. Respecto al fin del conflicto, el pasado 23 de septiembre, las partes acordaron que a los seis meses, es decir el 23 de marzo de 2016, sería la fecha clave en la que se firmaría el acuerdo final, habiendo acordado el desarme[3] de las FARC para los 60 días posteriores a la firma. Tanto el presidente Juan Manuel Santos como su contraparte, Timochenko, aseguran que, si bien ambos están dispuestos a seguir avanzando hacia el cese del conflicto armado interno, no ven posible firmar el acuerdo el próximo 23 de marzo. Al respecto cabe señalar que el máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Rodrigo Londoño Echeverry, alias Timochenko, no habla en términos de “desmovilización” sino de “movilización política”, al mismo tiempo que sostuvo, en una entrevista realizada por la agencia de noticias EFE, que el Estado colombiano también debería comprometerse a no asesinar a los ciudadanos por causas políticas o socia-

les. El líder de las FARC hizo alusión a que la finalización del tratado de paz les permitirá adentrarse en una nueva forma de hacer política y que “(…) La actividad militar respaldaba una acción política. Pero (con la paz) será un escenario distinto”[4], dato no menor teniendo en cuenta que también indicó la necesidad de que todas las fuerzas de la izquierda colombiana se unan en una única plataforma de cara a la vida democrática del país. Se trata de un desafío para la guerrilla que deberá atravesar un nuevo camino en la construcción de legitimidad y de poder popular. Hay un tema central que obstaculiza el alto al fuego definitivo. Se trata de la forma de refrendación por parte del pueblo colombiano respecto a lo pactado, uno de los puntos de la Mesa de Negociación consistente en la Implementación, verificación y refrendación de lo acordado. El presidente Santos impulsó un plebiscito para que el pueblo colombiano vote por sí o por no a lo pactado. Este proyecto de ley, que fue aprobado en diciembre del año pasado por el Congreso, se encuentra hoy en día bajo fuertes críticas no sólo por parte de las FARC sino también por el Fiscal General de la Nación, el Procurador Nacional y el Contralor de la Nación. Así mismo Álvaro Uribe, ex presidente, también se ha opuesto a dicho plebiscito durante el año pasado. El Fiscal Eduardo Montealegre solicitó formalmente a la Corte que frene dicho proyecto de ley, apoyado por el Contralor Edgardo Maya Villazón. Su argumento central gira en torno a que el plebiscito de Santos iría en contra de la Constitución ya que, según el magistrado, la paz es un derecho constitucional y le compete al presidente de la nación garantizarla, por tanto, este derecho constitucional no podría depender de la voluntad del pueblo. En este sentido, el acuerdo final no debería depender de un resultado electoral; además el fiscal planteó que el plebiscito mismo debido a su carácter vinculante iría en contra de la Constitución. De este modo de seguir adelante con dicho proyecto de ley se estaría alterando la Carta Magna de facto, ya que modifica las competencias de las distintas ramas del poder público frente al derecho a la paz. El Fiscal insistió en que es el presidente el que tiene plenas facultades para llevar a término el proceso de paz, sin depender de la refrendación.[5] Asimismo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia tampoco acuerdan en las formas en que debe llevarse a cabo la refrendación. En una carta que emitieron en febrero de este año explicaron que “aunque este instrumento (el ple-


biscito) está consagrado en la Constitución Nacional, su impertinencia, en este caso, es evidente a la luz del Artículo 103 de la Carta que señala: “Son mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato. (…)”. Seguidamente la Ley Estatutaria 134/1994 indica que el Plebiscito es el pronunciamiento del pueblo mediante el cual se apoya o rechaza una “decisión del ejecutivo”. (…) La Paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento que en este caso ha sido posible gracias a este proceso bilateral de conversaciones entre las FARCEP y el Estado colombiano, no por una decisión individual o dadivosa de una persona.”[6] En la misma carta se desprende la intención de llevar adelante una Asamblea Constituyente para refrendar el acuerdo, posibilidad que ya ha sido rechazada por el mandatario presidencial. Por su parte, Santos, en una entrevista publicada por el diario español El País[7] el 13 de marzo, sostuvo su postura frente al plebiscito. Esta posición está acompañada por los resultados más recientes que arrojó la encuesta Colombia Opina 2016[8], realizada por Ipsos Napoleón Franco y contratada por la Gran Alianza de Medios (RCN Radio, RCN Tv, la F.m. y la revista Semana)[9] en la cual se indica que el 83 % de los encuestados, consideran que la forma más adecuada para refrendar el acuerdo es a través de las urnas. No obstante muchos ciudadanos se muestran pesimistas[10] frente a un real cese del conflicto. Al respecto, el presidente ha manifestado en la citada entrevista que “Liderar un país en guerra es relativamente fácil. Uno muestra los trofeos, la gente aplaude y se mantiene popular. Hoy es más difícil porque hay que cambiar los sentimientos de la gente, las percepciones, enseñar que en lugar de clamar venganza hay que aprender a perdonar. Y en que en lugar de odiar se pueden reconciliar”, asegura, aunque admite que ese giro no es sencillo. “Uno no cambia el sentimiento de la gente de un día para otro. Hay que hacer una gran pedagogía. Esto va a ser un esfuerzo de muchos años”. Dadas así las cosas el 23 de marzo queda descartado como fecha posible. Será un gran desafío tanto para el ejecutivo como para las FARC avanzar en un acuerdo bilateral en torno a qué herramienta es la más adecuada para que el pueblo colombiano refrende lo acordado. Luego de 65 años de conflicto, fechar un diálogo que le ponga fin ha sido improcedente. Probablemente la urgencia del presidente tenga que ver con los tiempos electorales y de encuestas que demuestran que su popularidad no sube del 30%. No obstante ambas partes son optimistas respecto a la continuidad del acuerdo. Por último queda pendiente para el gobierno colombiano poder avanzar en una negociación similar con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Dicha guerrilla que comenzó su actividad en la década del ´60, al igual que las FARC, no se ha mostrado proclive a acercarse hacia un diálogo de paz, más allá de los intentos hace dos años atrás por parte de Santos de explorar posibilidades de diálogo. Las acciones del ELN minan de alguna manera la credibilidad del acuerdo de paz entre gobierno y FARC. Esta deuda pendiente reafirma para muchos ciudadanos la desconfianza respecto al logro de un acuerdo definitivo con la organización de Timochenko, y en caso de lograrse, la paz sería aún una paz incompleta. Notas [1] https://www.mesadeconversaciones.com.co/sites/default/files/AcuerdoGeneralTerminacionConflicto.pdf [2] Cabe destacar que existen 48 salvedades de los puntos ya acordados, que aún deben discutirse en la Mesa. [3] Se señala al respecto que existe un debate sobre la mesa. Mientras que el gobierno colombiano plantea un “desarme” de las FARC, éstas hablan de la “dejación” de las armas. Lejos de implicar una discusión semántica, esta diferencia está vinculada a las formas en que los grupos armados deben dejar sus armas. En tanto que la primera alude a una participación central del Estado, es decir los grupos armados entregan sus armas al Estado, en la segunda el Estado tiene una pequeña intervención y el grupo armado deja las armas de diversa formas elegidas por ellos. Para más información: http://www.academia.edu/12530010/ Entrega_o_dejaci%C3%B3n_de_armas_aportes_para_desenredar_el_debate [4] http://www.efe.com/efe/america/politica/timochenko-asegura-que-elcien-por-de-las-filas-farc-apoya-lapaz/20000035-2866584 [5] http://www.elcolombiano.com/colombia/paz-y-derechos-humanos/ plebiscito-no-puede-ser-vinculante-para-aprobacion-del-acuerdo-final–fiscal-BA3736838 [6] http://radiomacondo.fm/2016/02/09/farc-dirige-una-carta-abierta-algobierno-sobre-el-plebiscito/ [7]http://internacional.elpais.com/internacional/2016/03/12/colombia/1457804192_438113.html [8]http://www.rcnradio.com/nacional/mayoria-colombianos-iria-votarplebiscito-aunque-crece-pesimismo-dialogos-paz/

L

a reparación efectiva de las víctimas del inveterado conflicto interno colombiano constituye aspecto fundamental de las negociaciones de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la insurgencia de las Farc. Pero tal responsabilidad, a la luz del derecho internacional y de los acuerdos a que se han llegado en la mesa de negociación de La Habana, no solo debe recaer en los principales actores generadores de violencia en Colombia: el Estado, la guerrilla y las bandas paramilitares, sino que necesariamente tiene que ampliarse a terceros que son cómplices y articuladores de delitos de lesa humanidad, como varias empresas transnacionales que se han aprovechado de la confrontación armada y del histórico debilitamiento institucional de este país andino para consolidar sus negocios corporativos vía fractura social y territorial. El capital transnacional, como en buena parte del mundo y particularmente en América Latina, ha jugado papel funesto y criminal en el proceso de la expansión del capitalismo, y por supuesto Colombia ha sido un botín a lo largo de su intrincada historia para sus protervos y codiciosos propósitos con la complicidad directa de la elitista clase dirigente. Baste recordar la masacre de las bananeras en el recóndito municipio de Ciénaga, en el departamento del Magdalena, en el norte del país, a finales de la década de los años 20 del siglo pasado, por parte del Ejército colombiano que estaba al servicio de la United Fruit Company (hoy Chiquita Brands) para complacer sus intereses económicos. La historia en Colombia se ha repetido como tragedia, pues al despuntar el siglo XXI, su clase dirigente como en la época de la matanza en la región bananera del Magdalena, ha continuado poniendo a órdenes del capital transnacional el aparato estatal y los recursos naturales del país con consecuencias humanitarias y medioambientales funestas en las comunidades y territorios, hasta el punto que se puede afirmar que varias empresas multinacionales han sido actores del conflicto interno, por lo general, apoyando bandas paramilitares que les han posibilitado ampliar su dominio económico y territorial, en lo que el geógrafo inglés David Harvey, ha denominado “acumulación por desposesión” (http://bit.ly/1TPbNiF). Empresas minero energéticas como instigadoras de violencia y aprovechadoradoras del conflicto Caso paradigmático de cómo el capital transnacional se ha beneficiado en forma directa del conflicto interno colombiano es el de algunas empresas minero-energéticas, acusadas por la comisión de supuestos delitos de lesa humanidad. El muy documentado informe El lado oscuro del carbón (http://bit.ly/1N5J2F8) elaborado y editado por PAX Holanda en septiembre de 2014, denuncia la estremecedora ola de violencia desatada en el departamento del Cesar, en el noreste del país, por grupos paramilitares que actuaban con el aparente apoyo y complicidad de las trasnacionales mineras Drummond y Prodeco. Con base en cifras oficiales, dicha investigación que puede calificarse como el informe del horror, realizado por solicitud explícita de las víctimas, hace un cálculo conservador durante el periodo comprendido entre 1996 y 2002 y establece que en esta


Fernando Arellano Ortiz

La responsabilidad de terceros de las trasnacionales como actoras del conflicto armado región carbonífera colombiana los paramilitares con la supuesta colaboración financiera y logística de las citadas empresas transnacionales cometieron no menos de 2.600 asesinatos selectivos, ejecutaron masacres en las que murieron unas 500 personas, e hicieron desaparecer a más de 240 habitantes de la zona, generando más de 59 mil desplazamientos forzados, con lo cual, además, se produjo un fenómeno de apropiación ilegal de tierras. El informe de PAX es además un relato de lo que constituye la acumulación por desposesión que al decir de Harvey, Colombia es el país paradigmático de este fenómeno de saqueo y latrocinio. Se trata, como bien lo ha reseñado el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, de la “apropiación, casi siempre ilegal y violenta, y siempre con recurso a mecanismos extraeconómicos (políticos, coercitivos), de la tierra, de los recursos naturales y de la fuerza de trabajo necesarios para sostener la reproducción ampliada. Esos mecanismos han incluido históricamente el despojo colonial, la esclavitud, la coerción política, la violencia paramilitar, la ocupación extranjera para controlar los recursos naturales y las poblaciones”. (1) El accionar de estas transnacionales se enmarca además dentro de lo que la socióloga argentina Maristella Svampa ha denominado el “Consenso de los Commodities” (http://bit.ly/1paNYo4) para explicar la segunda fase del modelo neoliberal en América Latina y que en Colombia durante el gobierno de Juan Manuel Santos se ha dado en llamar “la locomotora minera”. Esta es una segunda etapa, explica Svampa, porque la primera, el Consenso de Washington, estaba consagrada sobre todo a la privatización de los servicios públicos y de los recursos naturales, y ahora se apunta a la ola de desposesión. Esta fase de profundización del modelo neoliberal en Colombia ha venido a agravar el conflicto interno por la ola de desplazamiento humano, desposesión de tierras, explotación laboral, asesinatos selectivos y, en general, violación de derechos humanos. En este contexto las transnacionales que explotan recursos minero-energéticos en el país han generado toda una tendencia cuyos alcances “es la prevalencia de los intereses corporativos sobre los públicos, en cuanto a la evolución del territorio, de la economía y de las sociedades locales, explica el geógrafo brasileño Milton Santos (1947-2001). “Dentro de ese cuadro -agrega- la política de las empresas -esto es, su policy- aspira y consigue, mediante un governance, tornarse política; en verdad una política ciega, pues deja la construcción del destino de un área entregada a los intereses privados de una empresa que no tiene compromisos con la sociedad local”. (2) Posibilidsd de que terceros actores del conflicto respondan En un país como Colombia, caracterizado por la desviación del papel del Estado y por la profunda concepción neoliberal de su modelo económico, así como por el “secuestro” de amplios gobiernos locales por mafias políticas y corporativas, genera amplias expectativas y no pocas dudas el horizonte del proceso de paz con la insurgencia de las Farc y, por supuesto, si las buenas intenciones respecto de la reparación de las víctimas del conflicto, llegarán a buen puerto. La expectativa por parte de organizaciones sociales y defenso-

ras de derechos humanos radica en la posibilidad cierta o remota que se abre con este proceso en el sentido de si los terceros responsables en la comisión de delitos de lesa humanidad van a responder a las víctimas. Las negociaciones en La Habana mediante dos acuerdos abren tal posibilidad. En efecto, el Acuerdo sobre las Víctimas del Conflicto (3) y el que crea una Jurisdicción Especial para la Paz (4) apuntan en esa dirección por cuanto su objetivo es “contribuir a luchar contra la impunidad”, dándoles garantías jurídicas a “quienes participaron de manera directa o indirecta en el conflicto armado” para que asuman sus responsabilidades penales. Además, la Jurisdicción Especial para la Paz tendrá competencia sobre agentes del Estado y otros responsables directos o indirectos del conflicto, como financiadores o colaboradores de los grupos armados ilegales. En este sentido, la competencia de dicha Jurisdicción alcanza a quienes no han combatido, pero que, por ejemplo, han financiado grupos paramilitares, como es el caso concreto de varias transnacionales que operan en territorio colombiano, teniendo en cuenta también “las vulneraciones que en razón del conflicto hubieran tenido los derechos económicos”. Se establecen, igualmente, “medidas de reparación integral para la construcción de la paz” que “buscan asegurar la reparación integral de las víctimas, incluyendo los derechos a la restitución, la indemnización, la rehabilitación, la satisfacción y la no repetición; y la reparación colectiva de los territorios, las poblaciones y los colectivos más afectados por el conflicto y más vulnerables, en el marco de la implementación de los demás acuerdos”. Queda por verse si se llama a responder jurídicamente a los terceros responsables en el conflicto colombiano, de lo contrario las víctimas y las organizaciones activistas de derechos humanos no tendrán otra vía que la de acudir a la justicia penal internacional. Lo complejo de este tema es que en la sociedad colombiana hay víctimas directas e indirectas de este prolongado conflicto armado. En el imaginario colectivo del país no se relaciona “el conflicto armado con la falta de garantías en materia de derechos económicos, sociales y culturales, civiles y políticos que afectan al grueso de la población colombiana”. (5) Y es que como lo señala el antropólogo Arturo Escobar, “el posconflicto en Colombia no se puede construir con las categorías tradicionales de desarrollo y representación políticas que fueron precisamente las que generaron el conflicto” (http://bit. ly/1YCCsyl). Al fin y al cabo, como lo sostuvo recientemente en Bogotá, en la Universidad Nacional, el politólogo y sociólogo argentino Atilio Boron, “paz y neoliberalismo en Colombia son incompatibles”. Notas

1.- De Sousa Santos, Boaventura. Refundación del Estado en América Latina. Perspectivas desde una epistemología del Sur, Siglo del Hombre Editores, Bogotá, 2011. 2.- Santos, Milton. Por otra globalización. Del pensamiento único a la conciencia universal, Convenio Andrés Bello, Bogotá, diciembre 2004. 3. Acuerdo sobre las Víctimas del Conflicto: http://bit.ly/1TNx20n 4.- Acuerdo de creación de Una Jurisdicción Especial para la Paz: http://bit. ly/1V9UKsD


BRASIL

LA NARRATIVA DEL JUICIO POLÍTICO Agnese Marra | Brecha

La crisis económica y la corrupción son los argumentos con que más de la mitad de los brasileños defiende el impeachment. Se da por sentada la posibilidad de cesar a un presidente sin pruebas sólidas de “crimen de responsabilidad”. Los mismos autores ignoran las decenas de acusaciones de corrupción que pesan sobre el partido que podría formar el nuevo gobierno. Apenas un año después de ganar las elecciones, la presidenta Dilma Rousseff vio cómo el Congreso de los Diputados daba inicio a un juicio político contra su persona. Hasta el momento el Legislativo había recibido una veintena de peticiones para impugnar a su gobierno, pero tanto el líder de la Cámara de Diputados (Eduardo Cunha) como el del Senado (Renán Calheiros) las dejaron archivadas para usarlas como moneda de cambio. Si la mandataria daba un claro giro a la derecha en materia económica, ellos mantendrían alejado el fantasma del impeachment. Dilma aceptó las condiciones. El primer ministro que eligió fue un querido del poder financiero, Joaquim Levy, que para alegría de los mercados internacionales se encargaría de la cartera de Economía. Para Agricultura escogió a Kátia Abreu (Pmdb), conocida como la “reina del agronegocio”, enemiga de las comunidades indígenas y aliada de los latifundistas. Rousseff también anunció un ajuste fiscal que repercutía especialmente en las clases trabajadoras, y planteó una ley para regularizar la tercerización laboral. A pesar de seguir las recomendaciones de los barones del Congreso, el pacto tácito entre Ejecutivo y Legislativo no se cumplió. Todo saltó por los aires el día en que dos diputados del Partido de los Trabajadores (PT) aceptaron votar a favor de la moción del Comité de Ética del Congreso que acusaba a Cunha de ocultar cuentas millonarias en Suiza. A la mañana siguiente, Cunha anunciaba que aceptaba el pedido de impeachment contra Rousseff. Las acusaciones formales se basaron en seis decretos presupuestales aprobados por la presidenta a sabiendas de que no había más dinero en la “caja”, y las llamadas “bicicleteadas fiscales”, un maquillaje de las cuentas para recibir créditos de los bancos y mantener sus promesas de gasto social. Desde que en marzo la Comisión del Impeachment comenzó a analizar la solidez jurídica del pedido, el debate sobre si el juicio político sería o no un “golpe blanco” está sobre la mesa. El ex ministro de Justicia José Eduardo Cardozo, que

actuó esta semana como abogado de Rousseff, aseguró que “no existe crimen de responsabilidad ni acto doloso por parte de la presidenta”. Con relación a las “bicicleteadas fiscales”, reconoció que se dejó de pagar durante un tiempo a los bancos por no disponer de efectivo. “Es como si un padre hace un presupuesto a principios de año de lo que va a gastar en la feria, pero meses después se queda sin trabajo, sucede una serie de problemas que hacen que lo que se había previsto no se pueda cumplir”, dijo esta semana en la última sesión de defensa de la mandataria. Pero las acusaciones concretas por las que la presidenta está siendo juzgada poco importan para el 68 por ciento de los brasileños que apoyan el impeachment. El relato construido por algunos economistas, políticos de oposición y grandes medios de comunicación plantea la caída de Dilma como única salida para salvar al país de la crisis económica y de la crisis moral provocada por las centenas de casos de corrupción. Control de la economía Si la crisis económica es innegable, también lo es la situación de ingobernabilidad creada por el Congreso. En el último año y medio Cunha no permitió que la presidenta aprobara leyes fundamentales para desahogar las cuentas públicas. Con el país paralizado, la crisis se agudizó, aumentó la inflación, el desempleo, y Brasil continuó decreciendo y acumulando deuda pública. Los movimientos sociales, que hasta 2013 habían sido fieles al PT, volvían en 2015 a salir a la calle contra la presidenta. Rousseff estaba aislada en el Congreso, abandonada por sus bases y cuestionada por su propio partido. A su vez los mercados internacionales presionaban para llevar a cabo ajustes fiscales y cambios en la política monetaria, y la mandataria seguía con las manos atadas. Medios internacionales como The Economist sugerían su renuncia y economistas de la oposición cargaban en ella toda la responsabilidad de la crisis. El discurso de los medios se intensificó en el último mes con entrevistas a pesos pesados del ala neoliberal. El ex presidente del Banco Central Affonso Celso Pastore decía en el Estado de São Paulo: “El impeachment sería una de las salidas a la crisis. Cambia el gobierno, entra otro con legitimidad y podemos volver a pensar en política moneta-


ria”. Y en el mismo sentido, pero mostrándose un poco más espiritual, el economista Gustavo Franco decía en la revista Istoé: “Si hubiera impeachment el país habría pasado por un camino tortuoso, pero sería el camino de la virtud, un renacer para Brasil”. El ex presidente Fernando Henrique Cardoso dejó a su vez de lado el argumento económico y aseguró que la “legitimidad del impeachment no la da el Congreso, sino las calles”. Algunos medios han tomado partido abiertamente. El Estado de São Paulo decía en su editorial del pasado domingo estar a favor del impeachment; Folha de São Paulo pedía la renuncia de la presidenta, ya que el juicio político “podía significar una herida en la historia” del país, mientras que El País de Brasil, normalmente más imparcial, también abogó por la renuncia de la mandataria en la columna de Juan Arias de esta semana. Si los medios promueven este discurso, la Federación de la Industria de San Pablo (Fiesp) lo financia. En los últimos meses el edificio de la Fiesp ha sido el punto de encuentro de los manifestantes anti Dilma y el lugar del cual han salido los recursos para las campañas publicitarias pro impeachment. También ha servido para reunir al vicepresidente Michel Temer y a diversos empresarios que en estos días se encontraron para ajustar el programa económico “Puente para un Futuro”, con el que gobernaría si se produjera el cese de la presidenta. Un programa al estilo del Consenso de Washington, que reduce todavía más los derechos de los trabajadores, el gasto social y aleja al Estado del control de la economía. Según el director de Le Monde Diplomatique de Brasil, Silvio Caccia Bava, este sería el motivo fundamental del juicio político: “El problema no pasa por la corrupción, lo que está en disputa en estos momentos es el control de la economía”. Ataques selectivos Los innúmeros casos de corrupción que aparecieron con la operación Lava Jato han sido clave en la construcción del discurso anti Dilma-anti corrupción. Esta investigación ha demostrado hasta el momento que el PT, los principales partidos aliados del gobierno (el Pmdb hasta hace una semana, y el PP) e incluso la oposición (Psdb) recibieron propinas millonarias de las más importantes constructoras a través de desvío de dinero de la estatal Petrobras. A pesar de que entre los acusados hay políticos de diversas

siglas, los grandes medios, con Globo a la cabeza, han creado un discurso donde el PT aparece como el único culpable. Las detenciones de los políticos petistas (Lula incluido) también han sido las más mediáticas. El director de Le Monde Diplomatique de Brasil, como buena parte de la izquierda, destaca el carácter “selectivo” de las denuncias de corrupción que aparecen en los medios: “Ignoran las acusaciones de los otros partidos para movilizar a la población contra el gobierno”. Quizás por ello uno de los mayores descubrimientos de Lava Jato fue silenciado días después de ser publicado. Es el caso de la “lista Odebrecht”, considerada por el periodista Fernando Rodrigues como “el acervo más completo de contabilidad paralela descubierto en el país”: allí aparecen los nombres de 316 políticos de 24 partidos que habrían recibido sobornos de la constructora. Estos documentos, que confirman la simbiosis entre el Estado y los grandes oligopolios de la construcción, mencionan a muchos políticos de la oposición, como el presidente del Psdb, Aécio Neves, y reaparecen nombres habituales de las delaciones premiadas, como Eduardo Cunha (Pmdb) y Renán Calheiros (Pmdb). Sorprenden otros, como el de la diputada del Partido Comunista Brasileño (Pcb) Manuela D’Avila. Algunos petistas también están en esta lista, como es el caso del diputado Lindberg Farias. Sin embargo, ni Lula ni Dilma figuran entre los citados, pero el vicepresidente Temer (Pmdb), quien podría gobernar el país en menos de un mes, sí que lo está. Esta misma lista hizo que una ex funcionaria de Odebrecht sacara a la luz otros 400 documentos que demostraban que el esquema de sobornos entre la constructora y los partidos de turno funciona desde la redemocratización del país. En las informaciones de aquella época apenas hay nombres de petistas, ya que estaban lejos de formar gobierno, pero sí hay muchos del Psdb (actual partido de oposición) y también algunos que repiten antes y ahora, como el ex presidente José Sarney y el senador y ex presidente Fernando Collor de Mello. El juez Sérgio Moro, que se ha convertido en el ídolo de los anti Dilma, decretó “sigilo” sobre esta lista. Tampoco investigó las denuncias contra Neves, o contra los jefes del Congreso. El Legislativo tiene a casi la mitad de sus miembros acusados de corrupción, y 37 de los 65 integrantes de la Comisión de Impeachment están investigados por el Tribunal Supremo Federal también por crímenes de corrupción. Está por verse si todos estos datos conseguirán acabar con el poder de un relato muy bien construido.


Raúl Zibechi

La nueva derecha en Brasil a hegemonía en las calles brasileñas pertenece hoy a la derecha, por primera vez en 50 años. Poco antes del golpe de Estado de marzo de 1964, la derecha protagonizaba grandes manifestaciones contra el presidente progresista João Goulart, como la Marcha de la Familia con Dios por la Libertad en São Paulo, que congregó a cerca de 300 mil personas (http:// goo.gl/J3wE1).Bajo la dictadura la izquierda ganó las calles. A contrapelo, impuso modos de protesta, símbolos y discursos que sentaron su hegemonía hasta el 20 de junio de 2013. Ese día comenzó la llamada Revuelta de los Coxinhas (término peyorativo para referirse a varones blancos de clase media alta, engreídos, pitucos en lenguaje rioplatense). Lo que sucedió aquella noche en las principales ciudades del país aún no ha sido dilucidado, pero lo cierto es que aprovechando manifestaciones masivas del Movimento Passe Livre (MPL) contra el aumento de las tarifas del transporte urbano, decenas de miles de coxinhas con la bandera de Brasil y los colores verdeamarelo desembarcaron en las marchas, agredieron y expulsaron a quienes portaban símbolos de izquierda y tomaron el control de las manifestaciones. No es la simple reproducción de la vieja derecha católica y militarista que apoyó el golpe de 1964. Es una nueva derecha: sin partido, de clase media alta (con ingresos de más de cinco salarios mínimos), apoyada por empresarios industriales mientras el agrobusiness está en el gobierno; que acepta el aborto, el matrimonio igualitario, la despenalización de la mariguana y la gratuidad de los servicios públicos (http:// goo.gl/AMSH3n). Pero se opone a las cuotas para estudiantes negros en las universidades y cree que Bolsa Familia la perjudica. Es un error pensar que actúan digitados por los medios, como si fueran autómatas. Lo que no quiere decir que los medios estén al margen de la actual coyuntura brasileña. Es una derecha militante, que tiene estrategia y organizaciones propias, laica, politizada, formada en universidades privadas y públicas. La primera acción de calle fue convocada por el Movimiento Cívico por el Derecho de los Brasileños, más conocido como Cansei (me cansé), el 17 de agosto de 2007, a la que asistieron 5 mil personas cuando aún latía el mensalão, el primer escándalo de corrupción que sacudió al gobierno del PT desde 2005. Las crónicas de prensa ironizaban sobre las marcas exclusivas de ropa que lucían los manifestantes, quienes fueron rechazados por los más importantes dirigentes del socialdemócrata PSDB, entre ellos el ex presidente Fernando Henrique Cardoso (http://goo.gl/pBvtHR). Pese a la fugacidad del movimiento, nació un patrón de acción que luego se repite: gritos de fuera Lula, participación

de actrices y actores populares de telenovelas, apoyo de la Federación de Industrias de São Paulo (FIESP) y de la Orden de Abogados de Brasil (OAB), y expulsión de personas que portaban banderas del PSDB porque se definen como antipartidos. Pero lo decisivo fue lo sucedido entre 2007 y 2013, aunque es poco atendido por los medios y los analistas. La nueva derecha creció en los centros de estudiantes de universidades públicas que eran bastiones de la izquierda. El caso más significativo sucedió en la Universidad Nacional de Brasilia (UNB). En 2009 se creó el grupo Alianza por la Libertad, autodefinido como liberal, que ganó la dirección del centro de estudiantes en 2011 con 22 por ciento de los votos, ante la fragmentación de las izquierdas. Fue relegida por cuarta vez en 2015, con 60 por ciento de los votos, desplazando a las agrupaciones del movimiento estudiantil. La UNB había protagonizado luchas muy importantes como la ocupación de la rectoría en 2008, exigiendo la renuncia del rector denunciado por corrupción. Alianza por la Libertad, vinculada al grupo Estudiantes por la Libertad (financiado por fundaciones neoliberales y anticomunistas de Estados Unidos) y al Instituto Liberal, se concentró en temas cotidianos de los estudiantes, como la limpieza de los baños y la seguridad en el campus. Mientras el movimiento estudiantil planteaba sus demandas en términos generales, la derecha buscaba soluciones concretas muy elementales. Sus principales apoyos estaban en las facultades de ingeniería, derecho y economía.En esos años la derecha ganó otras universidades estatales como Minas Gerais y Rio Grande do Sul, y creció en otras, siempre rechazando la política partidaria, acusando a los militantes de izquierda de buscar cargos de confianza. Sus cuadros se formaban en institutos y organizaban agrupaciones de nuevo tipo. En paralelo, se expandieron las marchas contra la corrupción. En 2011 hubo marchas en 25 ciudades, siendo la de Brasilia la más numerosa con 20 mil personas con el apoyo de la OAB. Los manifestantes llevaban banderas brasileñas y cantaron el himno nacional, lo que indica que un movimiento legítimo fue cooptado por la derecha más militante (http://goo. gl/CtLMyI). La hipótesis es que antes de la explosión de junio de 2013 la nueva derecha ya era una fuerza social y tenía experiencia en la conducción de masas, justo cuando la militancia de izquierda abandonaba la calle y se volcaba hacia el Estado. La nueva derecha creó una cultura de protesta en la calle, lo que le permitió reconducir las marchas hacia sus objetivos. Sobre la base de esas experiencias, en 2014 nacen los grupos que hoy convocan millones: Movimento Brasil Livre, Vem Pra Rua y Revoltados On Line. ¿Por qué las izquierdas no han sido capaces de entender este avance de una nueva derecha y todo lo atribuyen a los medios? Una respuesta, provisoria, es que no se comprende la realidad desde las instituciones sino desde la calle. La página passapalavra.info fue la primera en advertir lo que se venía, la misma noche del 20 de junio, al igual que ex miembros del MPL, como el antropólogo Paíque Duques Santarém y el filósofo Pablo Ortellado. Esta nueva derecha no puede combatirse con argumentos ideológicos, sino en la disputa viva de la vida cotidiana.


10 cosas que todo Brasil (y el mundo) necesita saber Igor Fuser 1. El pedido de destitución de la presidenta Dilma Rousseff no tiene nada que ver con la operación Lava Jato, ni con ninguna otra iniciativa de combate a la corrupción. Dilma no es acusada de robar centavo alguno. El pretexto utilizado por los políticos de oposición para tratar de desplazarla del gobierno, es el llamado “maquillaje fiscal”, es un procedimiento de gestión del presupuesto público de rutina en todos los niveles de gobierno, federal, estatal y municipal, y fue adoptado en los mandatos de Fernando Henrique Cardoso y Lula sin ningún problema. Ella, simplemente, puso dinero de la Caixa Econômica Federal en programas sociales, para poder cerrar las cuentas y, al año siguiente, devolvió el dinero a la Caixa. No obtuvo ningún beneficio personal y ni sus peores enemigos logran acusarla de algún acto de corrupción. 2. Justamente por eso el pedido de destitución es un golpe, ya que la presidenta sólo puede ser separada si se demuestra que ha cometido un crimen -y ese crimen no ocurrió, tanto que, hasta ahora, el nombre de Dilma ha quedado fuera de todas las investigaciones de corrupción, pues no existe, contra ella, ni la misma la más mínima sospecha. 3. Al contrario de la presidente Dilma, los políticos que piden la destitución están más sucios que un palo de gallinero. Eduardo Cunha (PMDB-RJ), quien como presidente de la Cámara es responsable del proceso de destitución, recibió más de R $ 52 millones tan solo de la corrupción en la Petrobras y es propietario de depósitos millonarios en cuentas secretas en Suiza y en otros paraísos fiscales. En la comisión de diputados que analizará el pedido de destitución, con 65 integrantes, 37 (¡más de la mitad!) están en la mira de la Justicia, investigados por corrupción. Si ellos logran deponer a la presidenta, esperan recibir, a cambio, la impunidad por las estafas cometidas. 4. Quien lidera la campaña por la destitución es el PSDB, partido opositor derrotado en las elecciones presidenciales de 2014. Su candidato, Aecio Neves, pretende alcanzar en el escritorio el resultado político que no fue capaz de obtener en las urnas, irrespetando el voto de 54.499.901 brasileños y brasileñas que votaron por Dilma (3,4% más que los votantes de Aecio en la segunda ronda). 5. Si se consuma el golpe, la oposición aplicará todas las propuestas elitistas y autoritarias que Aecio planeaba implementar si hubiese ganado la elección. El presidente golpista, con toda seguridad, cambiará la legislación laboral, en detrimento de los asalariados; revocará la política de valoración del salario mínimo; implementará la terciarización de la mano de obra sin restricciones; entregará las reservas de petróleo del pré-sal a las corporaciones transnacionales (como defiende el senador José Serra); privatizará el Banco do Brasil y la Caixa Econômica Federal; introducirá la educación pagada en las universidades federales, como un primer paso hacia su privatización; reprimirá los movimientos sociales y a la libertad de expresión en Internet; expulsará a los cubanos que trabajan en el Programa Más Médicos; dará luz verde al agronegocio para apropiarse de las tierras indígenas; eliminará la política exterior independiente, degradando el Brasil al papel de sirviente de Estados Unidos. Es eso, mucho más que el mandato de la presidenta Dilma o el futuro político de Lula, lo que está en juego en la batalla del juicio político.

6. Es un engaño suponer que la economía mejorará después de un eventual cambio en la presidencia de la República. Todos los factores que llevaron al país a la crisis actual continuarán presentes, con varios agravantes. La inestabilidad política será la regla. Los líderes de la actual campaña golpista pasarán a luchar cuerpo a cuerpo por el poder como pirañas alrededor de un trozo de carne. Y Dilma será reemplazada por un sujeto débil, Michel Temer, más interesados en asegurar su futuro (sin duda una silla en el Tribunal Supremo Federal) y protegerse de las acusaciones de corrupción antes que gobernar efectivamente. La inflación seguirá aumentando, y el desempleo también. 7. En el plano político, Brasil se sumergió en un período caótico, de fuerte nestabilidad. El derrocamiento de una presidenta electa, sacramentada por el voto, llevará al país a que, por primera vez desde el fin del régimen militar, al frente del Ejecutivo estará un mandatario ilegítimo, rechazado por una gran parte de la sociedad. 8. El conflicto dará la tónica de la vida social. Las tendencias fascistas, ensañadas con el golpe, se van a sentir liberadas para poner en práctica sus impulsos violentos, expresados simbólicamente, en las imágenes de muñecoscolgados mostrando la gorra del MST o la estrella del PT y, de una forma más concreta, en las invasiones y ataques contra sindicatos y partidos políticos, en los ataques salvajes a personas cuyo único delito es vestir una camisa de color rojo. El líder de esta corriente de extrema derecha, el diputado Jair Bolsonaro, ya defendió abiertamente, en una de las manifestaciones a favor del juicio político, que cada hacendado cargue consigo un rifle para matar militantes del MST. 9. Los sindicatos y los movimientos sociales no se quedarán con los brazos cruzados ante la truculencia de la derecha y la ofensiva gobiernista y patronal contra los derechos sociales conquistados durante las últimas dos décadas. Va a resistir por todos los medios – huelgas, ocupaciones de tierras, bloqueos de carreteras, toma de edificios, y mucho más. Brasil se tornará un país desgarrado, por culpa de irresponsabilidad y de la ambición esmedida de media docena de políticos incapaces de llegar al poder por el voto popular. Eso es lo que nos espera si el golpe contra el presidente Dilma se consuma. 10. Pero eso no suceder . La movilización de la ciudadanía en defensa de la legalidad y de la democracia está creciendo, con la adhesión de más y más personas y movimientos, independientemente de su afiliación política, creencias religiosas y de si apoyan o no la política oficial. La opinión de cada uno de nosotros sobre el PT o el gobierno Dilma ya no es lo que importa. Están en juego la democracia, el respeto al resultado de las urnas y la norma constitucional que prohíbe la aplicación de un juicio político sin la existencia de un delito que justifique esta medida extrema. Más y más brasileños están percibiendo esto y saliendo a las calles contra los golpistas. Este 31 de marzo, la resistencia democrática trabará una batalla decisiva. Es esencial la participación de todos, en cada rincón de Brasil. Todos precisamos salir a las calles, en defensa de la legalidad, de la Constitución y de los derechos sociales. ¡Todos juntos! ¡El fascismo no pasará! ¡No va haber golpe!


Marcos Salgado

La telenovela telenovela Macri Macri La cautiva y y confunde confunde cautiva

E

l nuevo presidente de la Argentina mostró, en poco tiempo, los dos condimentos centrales de lo que será su gestión de cuatro (¿ocho?) años: una salvaje restauración neoliberal y una feria de nimiedades, banalidades, pequeñas y calculadas provocaciones… una telenovela por entregas. Cada condimento operará en ámbitos distintos. En la vida real, en la base económica de la sociedad argentina se gozará y se sufrirá la restauración neoliberal. La gozarán unos pocos y la sufrirán millones. De eso se trata. El pan

De arranque, los tarifazos en los servicios públicos y el transporte generaron una formidable -por lo millonaria- transferencia de recursos de los trabajadores y asalariados a la burguesía nacional y transnacional y al capital financiero de afuera y de adentro, si es que de alguna manera se los puede separar. La devaluación del peso y consecuente inflación suman en el mismo sentido. En paralelo -inasible para el trabajador que esta semana comenzó a pagar el doble en colectivos y trenes y todavía no sabe bien cuánto le costará el aumento de tarifas- el acuerdo con los fondos buitres y el nuevo ciclo de endeudamiento externo son apenas la punta del iceberg del drama estructural que se viene en la Argentina. Aquí hay que sumar el drama de los al menos 100.000 puestos de trabajo que cayeron en dos meses. La mayoría en el Estado, pero también en el sector privado. Aunque la desocupación nunca fue baja durante los doce años K en Argentina, los nuevos desocupados son una formidable presión sobre los “suertudos” que conservan empleo. Un “ejército de reserva” que amenaza el pan de los que sí tienen sueldo. No protestes, no hables, no digas. Afuera hay cien haciendo cola para ocupar tu puesto. Esta restauración neoliberal no encuentra -al menos por ahora- un freno que esté a la altura de las circunstancias. El regreso a la arena pública de Cristina Fernández estuvo marcado por la masividad. Frente a los tribunales de Comodoro Py, la ex presidenta no evitó definiciones de fondo. Pidió a los argentinos permanecer en unidad para defender la nación de las “graves calamidades” que se han hecho en tan solo 120 días del Gobierno de Mauricio Macri, e invitó al pueblo a “no esperar a salvadores, ni mesías. Tomen la bandera y marchen hacía adelante”. En rigor, la masividad del apoyo a CFK no es un dato nuevo.

Basta recordar la Plaza de Mayo el 9 de diciembre en su despedida y la misma plaza, raleada, al día siguente, en la toma de posesión de Macri. Sin embargo, esto no le impide al presidente Macri avanzar en la restauración a rajatabla. El circo El otro condimento está en el plano del discurso. La restauración necesita de medios de comunicación aliados. Y vaya que los tiene. Los mismos medios concentrados con los que los Kirchner se enfrentaron (¿y perdieron?), son los que ahora continúan el trabajo tapando el sol con un dedo. La estrategia es tan sencilla como efectiva: por un lado minimizan la información sobre las consecuencias sociales del despliegue restaurador mientras maximizan el circo de las polémicas estériles entre voceros oficiosos y oficiales de los dos bandos. El entramado de medios cercanos al kirchnerismo mostró sus pies de barro y su dependencia absoluta de la pauta oficial. Sus dueños abandonaron el barco antes de perder ni un solo peso en evitar el naufragio. Ahora es cuando se siente la ausencia de medios regionales y locales en manos de organizaciones civiles, que según la Ley de Medios debían ocupar un tercio del espectro radioeléctrico en todo el país, pero no se hizo. Así, con los medios hegemónicos revitalizados y la ausencia de voces críticas de peso. El “trabajo sucio” de las nuevas autoridades se limita a acallar a Telesur. Un medio que no depende de la pauta oficial, y al que no controlan. A la anunciada salida del Estado argentino de la multiestatal y la simultánea censura de Telesur en las cableras más grandes del país le seguirá pronto la censura directa del Estado, que retirará al canal de la Televisión Digital Abierta. Con Telesur casi sin pantalla en Argentina ya casi no quedarán voces con alcance para acallar. Mientras el nuevo “relato” macrista extiende su influencia -también a costa del vapuleado kirchnerismo- es necesaria y urgente una reacción que le ponga freno a Macri. Ésta no provendrá del Congreso de la Nación, donde ya quedó claro que el nuevo gobierno ya consiguió los avales necesarios. El desafío es más grande aún. Según la ex presidenta CFK se trata de formar un “frente ciudadano” contra las “graves calamidades” de los primeros 120 días de gobierno de Mauricio Macri. Es un buen punto de partida. Un frente que debería vacunarse no contra la gripe en el invierno austral que viene, sino contra las mezquindades propias.


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