Question Julio 2016

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AÑO 15-JULO 2016

DESAZÓN

UN UN DIÁLOGO DIÁLOGO (DE SORDOS)

A GRITO PELADO

nBandas

paramilitares en plena Caracas

Polar: monopolios, guerra económica El agotamiento del modelo rentista

Clap: la solución está en el pueblo/Una nueva Venezuela ¿Hay hambre y saqueos? n¿Cuántos chavistas saltaron la talanquera?

CELSO AMORIM: UN ALCA HOY SERÍA UN GRAN DESASTRE

Reinventar el discurso y reimaginar la izquierda

CORRUPCIÓN Y DEMOCRACIA


UN DIÁLOGO (DE SORDOS) Aram Aharonian A GRITO PELADO

T

odos hablan del diálogo necesario en Venezuela como única vía para una pacificación permanente, indispensable en un momento en que se temen estallidos en muchos países de la región –ante la ofensiva neoliberal, los golpes blandos, el retroceso en los procesos de inclusión social- que, además, vuelvan imposible efectivizar la casi firmada paz en Colombia, para lo cual es indispensable una conciliación en un país que comparte más de 2.200 kilómetros de frontera terrestre común. Instancias sudamericanas y panamericanas, vociferantes actores internacionales y factores de poder como el Vaticano y la Unión Europea, están abocados al tema, pero varios escollos hacen difícil el diálogo entre el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro y la oposición: el referendo revocatorio del mandato presidencial, los llamados presos políticos, la convivencia entre los poderes públicos, la grave crisis economía y la presencia y pertinencia misma de los facilitadores. Hoy el gobierno bolivariano expone un triunfo y la “normalidad” con que ha asumido las presidencias pro-témpore tanto de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) como del Mercado Común del Sur (Mercosur), pese a la revanchista opinión del gobierno paraguayo emanado del golpe blando a Fernando Lugo. Sorprende el cambio de actores protagonistas en la oposición: desaparecieron de las primeras planas el preso Leopoldo López y su viajante esposa Lilian Tintori, para dar paso al “renacer” del dos veces frustrado candidato presidencial Henrique Capriles Radonsky al frente de la campaña por el revocatorio y el verborrágico Henry Ramos Allup, preferido por los medios por su discurso provocador y permanentemente contradictorio. Mientras ambos bandos –gobierno y oposición desunida- esgrimen permanentemente sus respectivos “puntos de honor”, en una insoportable guerra de micrófonos que los medios hegemónicos insuflan, pareciera que para la facilitación del diálogo es necesaria la involucración de la sociedad venezolana, de forma de alcanzar una negociación política con compromisos concretos que beneficen a la población. El representante de Washington Thomas Shannon –experto en crear expectativas y no llegar a soluciones- señala que “es un país muy polarizado y la narrativa que ofrecen el gobierno y la oposición son muy diferentes. Uno se pregunta si está en el mismo país”, tras aclarar que el diálogo no reemplaza otros canales políticos. Y en un tono marcadamente injerencista insiste en que la facilitación internacional “no solo se se debe usar para dirimir diferencias políticas, sino para crear una plataforma desde la que el gobierno y la oposición puedan pedir ayuda a la comunidad internacional para afrontar la crisis significativa que enfrenta Venezuela”

El Foro de Sao Paulo dio un espaldarazo unánime al diálogo en Venezuela y rechazó cualquier injerencia extranjera. Ernesto Samper, el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas invitó a ambas partes a poner en práctica un cese bilateral del fuego mediático. En un tono poco democrático, Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional y uno de los líderes actuales de la oposición declara que no asistirá más a los encuentros mediadores que se realizan en República Dominicana –aupado por Unasur- porque “las agendas para el diálogo con el gobierno las pondrá la oposición”, intentando llevar el diálogo a su terreno, la sede de la OEA. Nadie puede saber si su mediático globo de ensayo se lanza para cerrar un diálogo o forzar la injerencia foránea. ¿Las mismas estrategias? Lo cierto es que las estrategias comunicativas consagran la desconfianza, el miedo colectivo, la criminalización y la confrontación –partte de la desestabilización permanente- en una retórica bélica y discursos legitimadores de la inminente e inevitable confrontación, el tan temido “choque de trenes”. Para la socióloga Maryclén Stelling, se demuestra que en el discurso dominante en las elites políticas, sociales y mediáticas del país domina el tono guerrero confrontacional y descalificador del “otro”. Impera la injusta generalización del adversario, el enemigo, el culpable; “predominan el recelo y la desconfianza, el ataque en desmedro de la ponderación y la prevención, recursos que propenden a la incomunicación política”. ¿Por qué la OEA no votó para activar la Carta Democrática a Venezuela? Cada cual tiene su propia interpretación. Para el gobierno, la OEA engavetó informe injerencista de Luis Almagro y, tanto éste como Ramos Allup (que no pudo imponer su presencia en la reunión), “se quedaron…con los crespos hechos”. Sectores de la oposición señalan que se trata de un proceso” y afirman que la Carta Democrática Interamericana ya está activada para Venezuela. El analista opositor Luis Vicente León, señala que la historia demuestra que las crisis económicas severas suelen ser desastrosas para los gobiernos en las elecciones, pero no son los disparadores clásicos de las rebeliones populares que tumban gobiernos, y dice que la tesis de que el gobierno está totalmente debilitado y la oposición fortalecida es una afirmación atrevida. “Una situación en la cual el gobierno defenestra diputados adversarios, se vuela la supermayoría calificada en su contra, bloquea todas las decisiones de la Asamblea Nacional y los pone a hacer maromas inventadas para bloquear el ejercicio de un evidente


derecho constitucional como el Referendo Revocatorio, mientras la oposición no puede hacer absolutamente nada más allá que jugarle el juego, no proporciona argumentos muy sólidos para demostrar la hipótesis de reversión en las fuerzas del país”, añade el habitual guionista de la oposición. León reconoce que la relación entre el gobierno y el sector militar, “que participa activamente en una especie de cogobierno” es, por ahora, fuerte y señala que las organizaciones internacionales regionales, que intentan presionar cambios o negociaciones, tienen algunas limitaciones vinculadas al hecho de que los poderes ejecutivos que monopolizan la representación en ellos no pueden hacerle a otro lo que no les gustaría que les hagan a ellos… PSUV y la MUD en crisis Y lo cierto es que la oposición sigue dividida frente a la forma de lucha contra el gobierno: algunos creen en el referendo revocatorio, otros preferirían socavarlo con una elección de gobernadores previstas para fin de este año, y otros sueñan en salidas violentas con o sin participación extranjera. Y esto pareciera ser parte de una desesperación ante la manifiesta incapacidad de salir de este gobierno. Esta consuetudinaria tendencia al fracaso desmoraliza permanentemente a su base social. Desde el gobierno se trabaja en la remoralización de las fuerzas propias, con marchas permanentes y presencia multitudinaria en las calles, con disposición combativa. Par el analista Néstor Francia, el oficialismo comienza a distanciarse hacia adelante en la batalla simbólica. El ambiente político es cada vez más crispado, y ambas partes apuestan a exterminarse. Pese a ello la aparición de nuevo actor sociopolítico que crece al calor del descontento no ha culminado con la conformación de una tercera fuerza, en la que insisten el actual gobernador del estado Lara, integrante de la oposición, y el mayor general Miguel Rodríguez Torres, exministro de Interior. En el chavismo, el general retirado Clíver Alcalá aboga por la renuncia de Nicolás Maduro a la Presidencia (lo que significaría su sustitución por el vicepresidente Aristóbulo Istúriz, experimentado político a quien se le atribuyen mayores posibilidades para manejar la crisis económica, política y social), y que no entorpezca el referendo revocatorio: “El pueblo perdió la confianza en Maduro, hay descontento; la gente pasa hambre. La única salida es que salga del poder”, alegó Alcalá. Alcalá afirmó que el fallecido ex presidente Hugo Chávez “se equivocó” al elegir a Maduro como su sucesor y se declaró a favor del revocatorio: “Hay muchos venezolanos que no están de acuer-

do con lo que está pasando y las Fuerzas Armadas son parte del pueblo venezolano. Nosotros estamos ahora rozando una crisis humanitaria”, cuestionó. Pero ante una eventual renuncia de Maduro, se generaría una grave crisis que pondría al borde de la división tanto a la MUD como al PSUV, ninguno de los cuales ha escogido quien sería su candidato en una inminente elección presidencial. En la MUD, Leopoldo López, Manuel Rosales y Antonio Ledezma, si fueran indultados o amnistiados, saldrían de la cárcel a disputar la candidatura a Henrique Capriles, María Corina Machado, Henry Falcón y Henry Ramos Allup, entre otros muchos. Otros, dentro del llamado chavismo crítico exigen rectificación al gobierno y se preguntan qué acuerdo sellaron Maduro y Shannon en su apretón de manos. Dentro del arco bolivariano se concretan deslindes del gobierno a través de una Plataforma del Pueblo en Lucha y del Chavismo Crítico, donde convergen sindicatos, colectivos, Marea Socialista y el Partido Socialismo y Libertad. En su plataforma exponen nueve puntos: plan de emergencia alimentaria y de salud; aumento general de salarios; cese de despidos en empresas públicas y privadas; derogación de leyes y reglas que restringen el derecho a huelga y manifestar, auditoría pública a empresas importadoras, reforma agraria democrática; anulación del Decreto del Arco Minero; rescisión de los contratos en el sector petrolero; y moratoria al pago de la deuda externa. El director del diario Últimas Noticias se sorprendió al saber que en el seno del Psuv están de verdad estudiando la posibilidad de disolver la Asamblea Nacional, que es una materia de absoluta facultad del Presidente de la República. “¿Habrán pensado en los efectos que tendría en el exterior? Ya no es la época para que un fujimorazo sea aplaudido”, señaló Se hace evidente en la población venezolana un complejo mapa-rompecabezas retórico en torno a la complejidad de la crisis y también sobre el aspecto ético de la misma. La ciudadanía suma ansiedad, inseguridad y miedo ante los saqueos y muerte; desamparo y desesperanza ante el desabastecimiento y el costo de la vida. La cotidianidad ha devenido en una suerte de debate global de temas polémicos que convocan diferentes grados de racionalidad y una gama inmensa de emociones tanto positivas como negativas, señala Stelling. Mientras el gobierno no logra dar con soluciones, la oposición sigue sin aportar ni una sola idea, un proyecto de futuro que permita salir del laberinto. La guerra de micrófonos, la verborragia descalificadora ha impedido, por ahora, el diálogo que conduzca al diálogo. Cada vez se hace más difícil construir.


¡Dios mío! ¡Auxilio…! Maryclén Stelling

Dólar ¿yesterday? 15yúltimo Joseph Schumpeter, el famoso economista austríaco, al principio de un texto extraordinario de 1942 titulado ¿Puede sobrevivir el capitalismo? , detalló tres reglas básicas bajo las cuales debe regirse la práctica de la predicción en economía. Estas son: 1) lo que importa en toda predicción social no es el sí o el no que compendia los hechos y argumentos conducentes a tal o cual conclusión, sino los hechos y argumentos en sí, siendo esto lo que concede al análisis carácter científico y lo demás pura profecía. 2) el análisis nunca debe dar lugar a más que una exposición acerca de las tendencias existentes y dominantes en el proceso de observación en un momento dado. Lo cual quiere decir que dichas tendencias nunca nos dicen lo que sucederá a la economía objeto de estudio, sino lo que le sucedería si continuasen actuando éstas lo mismo que lo han venido haciéndolo al momento del diagnóstico. Y 3), pero no menos importante, la predicción no implica nada acerca de la deseabilidad del curso de los acontecimientos que se predicen, en el sentido que al igual que un médico que predice que su paciente morirá en breve, eso no quiere decir que lo desee. Habría que agregarle a estas reglas que poco sirve para predecir el curso de las cosas la valoración que le demos a los objetivos manifiestos de una política económica. Y es que los objetivos manifiestos poco o nada nos puede decir de los resultados alcanzados, tan solo de los deseados, lo que no necesariamente y de hecho casi nunca es lo mismo. La valoración y predicción más rigurosa que se puede hacer del resultado de una política parte de las herramientas de dicha política, consideradas sobre el marco de los factores exógenos al control de dicha política y que por tanto ésta no puede controlar.

De tal suerte, valga la alerta, si la intención es “equilibrar” la economía y estabilizar los precios dejando que el DICOM reemplace al Today pero con los valores fijados fraudulentamente por este último, luce bastante poco probable que tal efecto se consiga, entre otras cosas, porque la mal llamada “irracionalidad” del paralelo, en realidad, es una racionalidad dura basada en la especulación más elemental por motivos político-crematísticos. Es decir: el paralelo no fue concebido para equilibrar ninguna economía ni como resultado de su desequilibrio previo. Es justo al revés. El desequilibrio actual de nuestra economía es resultado en muy buena medida del paralelo, que fue concebido precisamente para eso: para desequilibrarla. En manos de unos sujetos corporativos-políticos que lo manejan como arma de guerra y que, en consecuencia, nada indica que una vez que el DICOM absorba los valores del Today y lo hagan “desaparecer”, no harán lo mismo con éste en la medida en que se rige por las leyes (de los amos) del mercado.dolares fumando En uno de esos chistes de redes sociales, alguien decía que debíamos empezar a hablar de dólar yesterday y ya no detoday. Es lo que todas las personas sensatas queremos sin duda y lo que el gobierno pretende. Pero para eliminar altoday y convertirlo en yesterday, al primer dólar que tenemos que derrotar es al tomorrow, que es el que mueve las expectativas a futuro y los especuladores usan para especular. Y el tomorrow por los momentos sigue siendo el today, en la medida en que lo evidente no es tanto que éste esté bajando como que el DICOM está subiendo como atraído por aquel. Eso es algo más complejo que este juego de palabras lo sabemos. Pero bueno, la complejidad suele ser una característica asociada por naturaleza a lo correcto.

La complejidad de la crisis del país, y fundamentalmente el aspecto ético de la misma, se refleja claramente en el rompecabezas de los diferentes discursos que participan en el debate social. Compleja actividad retórica en torno a temas críticos que despiertan pasión, fogosidad, exaltación de las diversas voces que hacemos vida en el país y que, de una u otra forma, nos sentimos afectados, desoídos, relegados o calificados para participar en el debate. La cotidianidad ha devenido en una suerte de debate global de temas polémicos que convocan diferentes grados de racionalidad y una gama inmensa de emociones tanto positivas como negativas. Sentimientos y emociones que están directamente implicados en nuestras experiencias y son, además, fundamentales en las relaciones sociales y en la toma de decisiones. Nos sabemos afectados por sentimientos y emociones y somos capaces de hacer una lectura descriptivo-explicativa del estado emocional en que nos encontramos. Y esto es lo que me ha sucedido con una “asidua lectora”, quien recientemente me dirigió una misiva en la que con sinceridad, autenticidad y veracidad decidió compartir vivencias, experiencias y, sobre todo, el carácter íntimo de su experiencia emocional. Desde la resignación que supone hablar de los sentimientos, nuestra amiga lectora nos comunicó lo que siente y con gran valentía convirtió el momento íntimo de su proceso emocional en momento público. Hay sentimientos que no hubieran aparecido, y menos aún compartido, si las condiciones de incertidumbre no se dieran en la realidad y a la vez generaran la necesidad de confiar. En un estilo hiperexpresivo, nuestra amiga lectora se presenta como docente periodista, militante del Psuv y, además, destaca que ha “contribuido a construir esta revolución”. Con resignación y desánimo describe sus vivencias laborales y la desidia oficial. Con ansiedad, inseguridad y miedo reseña hechos delincuenciales, saqueos y muerte en su comunidad. En lo que respecta al desabastecimiento y costo de la vida, aflora el desamparo, la desesperanza, tristeza, nuevamente el miedo y el horror ante algo que sobrepasa la posibilidad de control y se acompaña de incapacidad de reaccionar. “¡Dios mío, quién va parar esto… no puedo más… Ya ni me provoca… Esto está en el abismo!


El foro de la inseguridad

Eleazar Díaz Rangel En el exitoso foro de Últimas Noticias sobre la inseguridad, como ya es tradición, se expusieron posiciones contradictorias, con divergencias y coincidencias. Entre estas, el papel de los medios de comunicación, sin señalamientos concretos. Y a pesar de que hablaron académicos, policías, investigadores, teóricos y prácticos con vivencias en los barrios, ninguno abordó el problema en profundidad. Pero es la ocasión para, antes que nada, transcribirles este párrafo de mi comentario del 16 de octubre de 2010 sobre una encuesta de Latinobarómetro, empresa chilena: “Esta investigación de 2010 compara el porcentaje de personas que han sido víctimas de algún delito con la percepción que tiene la gente consultada sobre la inseguridad como problema de ese país”. Comencemos por orden alfabético: en Argentina, 36% de los encuestados dijo haber sido víctima de algún hecho delictivo y 37% respondió que la inseguridad es el problema Nº 1 del país. Como se observa, existe una absoluta armonía entre uno y otro porcentaje. Algo parecido ocurría en Guatemala (33% y 35%, respectivamente) y en Costa Rica (34% y 38%). Esos tres casos revelan correspondencia entre los hechos y la percepción de la gente, lo que hace suponer que no hubo factores que distorsionaran esa percepción. Veamos otro extremo, donde se presenta una diferencia significativa: Nicaragua, 29% y 1%; El Salvador, 71% y 43%; Bolivia, 30% y 5%, y Panamá, 19% y 46%. Observarán cómo se distancian las opiniones de quienes han sido víctimas de algún delito y lo que piensan de la delincuencia como problema. Es evidente que hubo “algo” extraño que marcó esa distancia. Y detengámonos en el caso Venezuela, recordando que se trata de estudios de hace 6 años. Según la encuesta de la chilena Latinobarómetro, 27% de los consultados había sido víctima de algún delito, pero 64% opinó que la inseguridad era el principal problema del país. ¿Qué pasó? ¿Cómo fue posible que si un pelín más de la cuarta parte (27%) de los consultados había sido víctima de un

delito, el porcentaje de quienes dijeron que la inseguridad era el principal problema, subió a 64%, las dos terceras partes, el más alto de los 18 países objeto del estudio? Pienso que aquí entra aven barrios jugar la política. Como para entonces ya existía la polarización en Venezuela, resulta bastante lógico suponer que la tendencia mayoritaria entre quienes siendo opositores fueron preguntados, debieron responder que la inseguridad era el principal problema, otros pudieron ser influenciados por aquellos medios que magnifican el hecho criminal. No es nada raro esa incongruencia, pues yo comenté varias veces que mientras el desempleo descendía y llegaba a porcentajes bastante bajos, de un dígito, la mayoría de la gente seguía creyendo que era uno de los primeros problemas, evidente una percepción alejada de la realidad. En todo caso, es tema útil para el examen de quienes estudian permanentemente las encuestas, estadísticas y proyecciones correspondientes. La retirada inglesa De la separación de Inglaterra de la Unión Europea leí un artículo de Alfredo Toro Hardy, diplomático e internacionalista, que muestra el más completo y sombrío panorama de lo que puede ocurrir en el antiguo imperio británico y en Europa. Comienza diciendo que el brexit “evidenció la fractura entre sus élites y sus sectores laborales de menores recursos… (Que son palabras mayores), entre Londres y la provincia…, etc.”, y por ahí continúa la relación de rupturas, de todo lo cual no han informado las agencias de noticias. Y, en cuanto a sus consecuencias, cree que habrá “una fractura profunda dentro de la Unión Europea”, y la posible separación por vía refrendaria de Francia, Holanda o Italia; por su dependencia de Londres, de Suecia y Dinamarca, y para romper su soledad, de Grecia. Añade que entran en crisis el llamado atlantismo y la globalización. La salida de Inglaterra deja a EEUU sin “su canal de influencia” sobre Europa, lo que hace previsible el choque Washington-Berlín, y con tan incierto futuro, los “grandes beneficiarios serán Moscú y Beijing, sobre los cuales se abrirá un nivel de libertad de acción

del cual habían carecido”. Como ven, más complejo no podía ser el panorama posbrexit. Metidas de pata Uno se pregunta cuál puede ser la divergencia entre los dirigentes de la oposición, los cuadros medios de sus partidos y hasta en su militancia, en especial de AD, con las acusaciones de Henry Ramos Allup contra la Fuerza Armada. ¿Habrán visto cómo, además de la institución, cada uno de sus componentes, creo que con excepción de la Fuerza Aérea, que no se ha pronunciado, las han rechazado pública y enérgicamente? Hace poco comentaba que tales calificativos no los habían utilizado ni los adecos en la clandestinidad, derrocados por las FAN. Léanse los documentos del CEN, de Ruiz Pineda o las publicaciones de José Agustín Catalá y no encontrarán ofensas de esa naturaleza. ¿Por qué Ramos Allup lo hizo? ¿Habrá reflexionado? ¿Tiene una idea de cómo ha reaccionado toda la Fuerza Armada? ¿Y no hay nadie en el seno de la oposición que le haga ver lo que ha sido uno de sus más graves errores como dirigente y los efectos que está teniendo y el precio que alguna vez pagarán? Reajustes en los Clap Uno de los objetivos de Freddy Bernal al frente de los Clap es lograr, primero, que tengan una estructura política y social en armonía con las necesidades del momento, y que en cada estado exista un centro único de distribución; en Yaracuy, Anzoátegui y Vargas han avanzado, y cree que en un mes habrán hecho los ajustes correspondientes en la mayoría de los estados, y “así se irán acabando las colas”. Que hoy parecen convertidas en el principal problema a resolver, particularmente por su eventual expresión política. Insisto en que la acción represiva contra el bachaqueo de todo tipo, incluido el corporativo y su financiamiento, está muy por debajo de la necesidad. Siguen operando centros de bachaqueros en Chacao, Petare, Quinta Crespo, etc., y apenas se anuncia una docena de detenidos.


Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario Maryclen Stelling La Patria Grande celebra el histórico acuerdo de paz alcanzado en Colombia luego de arduas negociaciones por un lapso de cuatro años. De aquí en adelante el camino del postconflicto planteará nuevos desafíos. Venezuela, acorde con las características de su situación interna, “lucha” por afrontar y resolver su propio conflicto. Atrapada, sin embargo, en los supuestos que manejan factores políticos enfrentados, convencidos en torno a las condiciones del proceso de negociación y sus resultados o consecuencias. Ambos bandos están persuadidos de que la confrontación debe culminar en una definitiva y clara victoria política para uno de los dos lados y de donde, como resultado, emergerá un solo ganador y un derrotado. Impera una cultura del conflicto que se centra en el fortalecimiento del pacto social de “no convivencia”, en la legitimación-deslegitimación del otro por diversas vías y, fundamentalmente, se limita a una visión simplista y reducida de la posible salida: revocatorio y/o Carta Democrática con pocas opciones para el “batuqueado” diálogo. A partir de procesos de pacificación en la región surgen una serie de recomendaciones. La reconciliación en tanto acuerdo político “para ayudar a que los actores entiendan la justicia como un concepto que… tendrá más relación con el futuro que con el pasado”. La moderación debe predominar sobre el extremismo. Debe cambiar la percepción que cada parte tiene de la otra. La paz y la democracia significan aceptar el derecho del adversario a existir y a tener un espacio de poder. Un conflicto no se puede resolver sin la ayuda de terceros y, una vez escogidos, se debe confiar en ellos. Consciente de que cada conflicto es un fenómeno único caracterizado por distintos grados de complejidad, Venezuela debe afrontar con urgencia la pacificación del conflicto en todas sus manifestaciones: discursiva, psicológica, social, política, institucional, económica, estatal y además expresiones de violencia espontáneas y organizadas que, peligrosamente, se consolidan más allá de la simple protesta ciudadana. Atrapados ambos bandos en el forcejeo confrontacional, relegan al olvido la posibilidad de erigir sobre el disenso una cultura para la transformación constructiva del conflicto, sin vencedores ni vencidos.

Triunfos de las fuerzas de la paz

Eleazar Díaz Rangel| Dos hechos relevantes retuvieron el jueves la atención del periodismo. En Washington se reunía la OEA ante la incertidumbre de cuál podría ser el resultado de las eventuales votaciones, porque no se conocía la posición que asumiría cada uno de los países representados. Estaba en juego la situación de Venezuela, podrían aprobar el informe del Secretario General y la aplicación de la Carta Democrática de la OEA, que era lo peor que podría ocurrir. Como es bien sabido y aplaudido, no hubo ni una ni otra decisión. Terminado el debate, el presidente de la Asamblea ordenó que se tomara nota del informe y se archivara, y en cuanto al otro tema, como todos o la mayoría de los embajadores se pronunciaron por propiciar el diálogo, lo dio como materia vista, y fue así como la OEA, en la práctica, ratificó su decisión del 1º de junio que, además, recomendaba las gestiones por el diálogo de los tres ex presidentes estimulados por Unasur. Algo más trascendente ocurría en La Habana. Después de más de dos años de negociaciones, a las que habría que sumar varios meses de reuniones secretas previas, el Gobierno y las Farc-EP firmaron el último de los acuerdos, el de suspensión de la guerra y otras importantes cuestiones, que permitirán la desmovilización de las guerrillas y su incorporación a la vida política civil, hasta que, en semanas, firmen el acuerdo final, allá en Cuba o en Colombia, pues no hay consenso sobre ese punto. Casi todo el país vecino celebró en las calles tan trascendente e histórico acontecimiento después de tantos años de guerra, de tantos millones de afectados y de desplazados -aquí en Venezuela tenemos el mayor número de colombianos fuera de su país- y de decenas de miles de muertos, se acercan a la paz como nunca antes, cuando ambas fuerzas se persuadieron de que ninguna podía vencer a la otra, y pusieron toda su voluntad para iniciar unas negociaciones inciertas, complejas, difíciles como ninguna otra en la historia. col paz xa col Todos, o casi todos en América Latina, estamos contentos con ese triunfo de la política y de las fuerzas de la paz sobre la guerra.

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La incomunicación político-discursiva; ¿Una estrategia política? Maryclen Stelling Instancias, actores internacionales y nacionales están abocados al tema del diálogo en Venezuela, como vía principalísima para la reconciliación y pacificación. Estudiosos coinciden en los cinco nudos que afectan fuertemente el diálogo y, en consecuencia, habría que desatar: el referendo revocatorio, los presos políticos, la convivencia entre los poderes públicos, la economía y la presencia misma de los facilitadores. Cada uno de ellos, se ha constituido, en mayor o menor medida, para oposición y Gobierno en polémicos puntos de honor en los que ninguno parecería estar dispuesto a ceder. Voces expertas recomiendan que las gestiones de intermediación para el diálogo no debieran limitarse a oposición y Gobierno, sino involucrar a la sociedad en general. Mientras Unasur ratifica que la vía en Venezuela es el diálogo, hay quien considera que no es lo que se necesita, por cuanto el país requiere una negociación política con compromisos concretos. ¿Los nudos a desatar? El Foro de Sao Paulo da espaldarazo unánime al diálogo en Venezuela y rechaza injerencia extranjera. En aras de la gobernabilidad, el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas invita a Gobierno y oposición a poner en práctica un cese bilateral “del fuego mediático”. Thomas Shannon llega a Caracas y afirma que el diálogo en tanto esfuerzo válido no reemplaza otros canales políticos, Carta Democrática y revocatorio. Espera que la facilitación internacional “no solo se use para dirimir diferencias políticas, sino para crear una plataforma desde la que el gobierno y la oposición puedan pedir ayuda a la comunidad internacional para afrontar la crisis significativa que enfrenta Venezuela” A su juicio, “Es un país muy polarizado y la narrativa que ofrecen el gobierno y la oposición son muy diferentes. Uno se pregunta si está en el mismo país”. Mientras tanto, y en medio de tanto esfuerzo, Henry Ramos Allup, declara en rueda de prensa que no asistirá más a los encuentros concertados en República Dominicana con los expresidentes porque “las agendas para el diálogo con el gobierno las pondrá la oposición”. Sugiere a la OEA como sede de las conversaciones o el territorio venezolano. Desde el sector oficial se interpreta como que “La derecha venezolana cierra las puertas al diálogo”, mientras el Gobierno impulsa este mecanismo como herramienta para la defensa de la soberanía y la paz, con apoyo de los países de la región y de Unasur. Los resultados de la reciente reunión extraordinaria de la OEA en Washington, plantean la siguiente interrogante ¿Por qué la OEA no votó para activar la Carta Democrática a Venezuela? De manera automática las élites políticas y los medios de información interpretan a su propio beneficio lo sucedido. Para el sector oficial la OEA engavetó informe injerencista de Almagro y, tanto éste como Ramos Allup, “se quedaron…con los crespos hechos”. Desde la oposición, “No es un evento, sino un proceso” y se afirma que la Carta Democrática Interamericana ya está activada para Venezuela. Este simple recorrido por la reseña mediática de recientes sucesos relacionados con la “necesidad de diálogo”, pone de manifiesto la incomunicación reinante en el país y el papel que juegan los distintos discursos que participan en el tratamiento de asuntos tan relevantes para el presente y futuro de Venezuela. Se demuestra que en el discurso dominante en las elites políticas, sociales y mediáticas del país domina el tono guerrero confrontacional y descalificador del “otro”. Impera la injusta generalización del adversario, el enemigo, el culpable…Predominan el recelo y la desconfianza, el ataque en desmedro de la ponderación y la prevención, recursos que propenden a la incomunicación política. Estrategias comunicativas que lejos de legitimar el diálogo, la aproximación, la convivencia y la legitimación política del “otro”, por el contrario, consagran la desconfianza, el miedo colectivo, la criminalización y la confrontación. En desmedro del diálogo, se impone una retórica bélica y discursos legitimadores de la inminente e inevitable confrontación, el tan temido “choque de trenes”. ¿Habrá disposición en las élites políticas para el cese bilateral del fuego mediático?

Derrocamiento ya Julio Escalona

La promesa de aumentar la producción si suben los precios es una trampa para que se desacredite el gobierno: asumir la responsabilidad de elevar los precios en nombre de empresarios que no incrementarán la oferta. Pueden producir más, pero esa producción por los caminos verdes irá a mercados internacionales pues las transnacionales dependen de la demanda mundial. Polar coloca sus productos en Colombia, Brasil, Ecuador, El Caribe... y especula en Venezuela. Reducir la capacidad de consumo elevando los precios disminuyendo el salario real, agudizar las tendencias recesivas, frenar impulsos al mercado interno que eleven el PIB, son ejes esenciales del plan para derrocar al presidente Maduro. Los empresarios ya elevaron los precios y los bienes, lejos de aparecer, se hacen más escasos. Los 12 productos regulados por el gobierno “si tomamos en cuenta los precios promedios a los cuales se consiguen en los establecimientos privados, el monto del ajuste asciende a 18.178%” con respecto a 2012 (L. Salas). Lo que puede frenar la intervención imperial es que los derrotemos políticamente en la OEA, en la Asociación de Estados del Caribe, Unasur, Celac... que incrementemos progresivamente la producción, eliminar la dádiva y establecer compromisos mediante la retribución solidaria, decirle la verdad al pueblo sobre la situación del abastecimiento, que la burocracia comparta los sufrimientos del pueblo, combatir la corrupción, que se sustituya la transferencia de dólares por créditos... Para derrotar a Rusia y China, hegemonizar África, el Medio Oriente, la región Asia-Pacífico, las fuerzas imperiales necesitan recuperar a Venezuela y a nuestra región como patio trasero. Por ciertas ganancias no facilitarán que se estabilicen los precios, que se supere la escasez, etc. cuando por primera vez se acercan al control de nuestro petróleo. Por eso se niegan a negociar. China importa petróleo de Rusia y Venezuela. En 2025 importará 70% de su petróleo de Oriente Medio. Salvo los suministros de Rusia, los otros son susceptibles de bloqueo. Por eso el conflicto con EEUU por la soberanía del Mar del Sur de China. Rusia está bloqueada y la Otan está lanzando el mayor ejercicio militar desde la Guerra Fría a las puertas de Rusia. Para esos desafíos el imperio no quiere el liderazgo de Venezuela en la retaguardia.


Estructura de las bandas paramilitares Las Bandas Criminales Paramilitarizadas (BCP) se han convertido en un recurso asimétrico de la guerra irregular impuesta en Venezuela. Y si el imaginario colectivo cree que son formaciones que solo operan en la zona fronteriza con Colombia, está mal informado: operan prioritariamente en la capital venezolana. Estas bandas cuentan con un organigrama de poder de incidencia que va desde los sindicatos, pasa por el corretaje contrabando-bachaqueo-dólar negro, mientras cobra “vacuna”, maneja redes de extorsión, mueve la droga, trafica las armas, administra el sicariato y el secuestro exprés y comienza a ‘“encargarse” de la seguridad en vastos sectores populares. Un trabajo territorial integral. Son, de acuierdo a informes de inteligencia, grupos paramilitares que también cuentan con cable a tierra en lo político. Dentro de este cuadro, y apelando a la razón estratégica, el pretendido intento por consolidar “los corredores de la muerte” en Caracas, haciendo que la línea de zonas populares que conectan a El Valle con El Cementerio y la Cota 905 comience a fungir como una suerte de “zona liberada” controlada bajo la metódica de las Maras centroamericanas, tenía un fin superior, estrictamente militar, al abrir un boquete en el mismísimo centro y suroeste de la capital.

La toma violenta de una gran extensión de territorio por parte de una organización paramilitar, ya supone el establecimiento de un gobierno de facto, que incide en el control de la vida cotidiana de todos lo que se encuentran en su área de influencia: desde toques de queda, hasta desalojo de viviendas y control de la distribución de alimentos y bebidas.

Tras meses de operativos y enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad del Estado y grupos paramilitares del suroeste de Caracas, los organismos de seguridad venezolanos han podido develar la estruc-

tora social, política y organizativa de estas células param ilitares. Gracias al testimonio de varias víctimas y de la confesión de delincuentes capturados, se ha podido develar también el modus operandi, que los asemeja mucho con las células “Convivir” que se instauraron en la colombiana Medellín en los años 1990. Así, desde el reclutamiento de jóvenes carretilleros del mercado de El Cementerio, hasta el establecimiento de una autoridad político-territorial de facto, son hechos procupantes que viven las familias del suroeste de Caracas. Aunque se trate de información clasificada por los cuerpos de seguridad del Estado para proteger la identidad de las víctimas y la comunidad, es oportuno exponer un esbozo de las formas y estructuras de estas organizaciones. Estructura”empresarial “ del paramilitarismo venezolano Así como las organizaciones privadas del comercio y la industria, las células paramilitares tienen una estructura jerárquica basada en funciones y posiciones de poder: vigilantes, cobradores, secretarias… Veamos cómo se divide estra estructura: Gariteros: Son jóvenes recién reclutados, quienes acceden a esta labor bajo la promesa del lucro fácil y el reconocimiento social de la valentía. Es el eslabón más débil de estas organizaciones. Su trabajo es custodiar con armas de fuego los accesos del sector donde reside la banda paramilitar. Por lo general se trata de varones jóvenes entre 17 y 22 años, que residen en los barrios donde la banda tiene influencia. Su incentivo económico son honorarios que van entre 20 mil y 40 mil bolívares mensuales, más comisiones por la venta de droga y de sicariato dentro del sector.

Los avances: Son jóvenes más experimentados que los gariteros, que por lo general operan en motos y vehículos, y su oficio es la “chamba” (robos menores y de vehículos) en las adyacencias de la zona donde opera la célula paramilitar. También están encargados de ejecutar los sicariatos de los funcionarios policiales o de los enemigos de la banda, labor que es recompensada en dólares: dependiendo del personaje asesinado, reciben una comisión de entre 30 y 500 dólares. Los más especializados o expertos en el uso de armas y explosivos, llega a ser parte del “carro” que lleva el jefe o “principal”. Cobradores: Encargados de cobrar la “vacuna” para la banda. Por lo general lo hacen por teléfono, contactando a los dueños de los negocios que están en la zona de El Cementerio, El Paraiso y El Valle, para extorsionarlos. También están encargados de los trabajos de inteligencia y de planificación de secuestros. Forman parte del “carro” del jefe o “principal”. Su incentivo económico es por comisiones del cobro de las extorsiones y los secuestros. Las mamis o perras: Son mujeres que se dedican al trabajo de inteligencia y distracción. Son las encargadas de hacer seguimiento, para luego “marcar” o “pichar” a los objetivos de secuestro y sicariato de las bandas, y de traficar y vender los alimentos dentro del barrio. Alguna de ellas han participado incluso en enfrentamientos y sicariatos contra funcionarios del Estado. En diciembre de 2015 una de ellas apodada “Piel Canela” murió luego de accionar una granada en El Cementerio, contra una comisión de la policía técnica judicial. La recompensa económica de estas mujeres varía entre honorarios mensuales que oscilan entre 30 y 50 mil bolívares, hasta las comisiones por venta de droga, alimentos, vacunas, sicariatos, secuestros. También depende en cómo se relacionen sentimen-


talmente con los miembros de la banda. El Carro: Es un grupo de sujetos que forman parte del “alto mando” de las bandas. Exhiben su opulencia dentro del barrio, puesto a que comparten el lugar más alto de la organización criminal. Controlan y asignan las armas y las drogas que se distribuyen en los barrio y mantienen a los secuestrados en las denominadas “neveras”. Debido a su rango, muy pocas veces salen del barrio o del área de influencia, sólo para “chambas” de gran magnitud o para celebrar fiestas y reuniones con miembros de otras células paramilitares. Funcionan también como emisarios del jefe ante otras bandas. Hace dos meses en una de las guaridas del “carro “de la cota 905 se incautaron 200 mil dólares en efectivo. Los principales: Son los más altos jerarcas de las bandas. Estos sujetos son los que gestionan la droga, las armas, los alimentos y hasta el comando de facto de la población que vive en su área de influencia. Su designación no se hace a la fuerza o a plomo limpio (ese es un mito urbano), sino a través de la recomendación de un organizador externo, que funciona como emisario de factores paramilitares colombianos. En el caso de la organización del suroeste de Caracas, alias “El Coqui” fue designado y financiado directamente por la organización de Julito Vélez, ex concejal de Cúcuta y relacionado con Álvaro Uribe Vélez. Desde 2014 alias “El Coqui” fue instalando esta estructura paramilitar que aún se mantiene en pie. El “tal”: El “tal” o “tal que pin”, son sujetos externos a la banda paramilitar, que mantienen contacto con los principales. Son los que giran las órdenes de los asesinatos selectivos o ataques a las comisiones policiales. También son los proveedores al mayor de la droga y de las armas que usan las bandas, así como del financiamiento en dólares de toda la estructura criminal: Ofrecen la droga y las armas a un precio muy bajo o a veces a crédito a 60 días. Ellos realizan también el trabajo del lavado de dinero y apertura de cuentas bancarias en el exterior a los “principales” bajo la figura de testaferros. Los sapos o brujas: Son sujetos externos a las bandas que prestan cierto tipo de colaboración a cambio de “favores” o de dinero. Entre ellos hay policías, funcionarios públicos y periodistas, que operan como voceros de estas organizaciones paramilitares. El proceso de reclutamiento El reclutamiento de estas células paramilitares tal vez sea lo más dramático y preocupante para las madres de jóvenes: Muchachos de entre 17 y 22 años que bajo promeza de lucro y en ocasiones bajo amenazas, se ven forzados o animados a formar parte de la organización criminal. “O agarras esta bomba -sueldo-, o a lo mejor quedas pa’ los paleros”, es la amenaza que reciben algunos jóvenes que ya están inmersos en el mundo de las bandas y que aún no participan en la organización. Por otro lado, existe también el reclutamiento de estudiantes o trabajadores, a los que abordan ofreciéndoles aparte del sueldo, un celular de última generación o un Play Station. El objetivo preferido han sido los liceístas de los últimos años y los carretilleros de los mercados de El Cemen-

terio y de Coche. El primer trabajo de estos adolescentes, es el de garitero -vigilante- que funciona como un primer anillo de seguridad para la banda en el sector. Sirven de carne de cañon, pues son los primeros en dispararle a los cuerpos de seguridad y los primeros en caer en los enfrentamientos. La “bomba” o sueldo que perciben apenas entran a la organización es de hasta 40 mil bolívares, los que exclusivamente son gariteros y de 20 mil bolívares más comisiones a los que cumplen la doble función de garitero-vendedor de drogas, que pueden llegar a percibir hasta unos 200 mil bolívares en un “mes bueno”. La escala de premios e incentivos económicos Es la promesa del lucro fácil lo que sostiene la cohesión (o coerción) social en estas organizaciones Obviamente se necesita de mucho dinero para sostener esta estructura. No es casualidad que los cuerpos de seguridad hallaran 200 mil dólares en efectivo en una de sus tantas casasguarida. Los premios para quienes incursionan en las bandas paramilitares va desde un celular de última generación, motos, vehículos, hasta miles de dólares en efectivo, dependiendo del crimen, quién lo comete y a quién se le comete. Un inspector de la policía técnica-judicial o un capitán de la Guardia Nacional Bolivariana, puede “valer” 500 dólares. Para acceder a este “premio”, tiene que ser confirmado por un testigo de la banda y haber salido en los medios… Sin repercusión mediática no cobra. Y para eso sirven los periodistas que ya manejan de antemano que se va a cometer el homicidio. Otros premios son motos, armas o vehículos, a medida que el integrante de la organización vaya sumando víctimas. Por ejemplo, si el miembro ya lleva 5 víctimas

en su haber, bien sea por robo, sicariato o eliminando a un rival, se le da otra arma con más poder letal, como una pistola Glock 19 con fuego automático y 2 “cocosettes” (cargadores de 50 cartuchos), un fusil AR-15 automático con dos cargadores, dos granadas de mano o una escopeta calibre 12 con cartuchos “pepa rasa”. También como incentivo se maneja las

comisiones por venta de droga, que van entre 10 y el 15%, así como los secuestros: el 60% va para el “principal” y el “carro”, y el resto se lo reparten quienes perpetran el rapto. Las vacunas también funcionan en comisiones por porcentaje, aunque no se ha precisado aún la proporción. Tal como en una organización empresarial, los honorarios y las ganancias van aumentando a medida que se obtiene un rango mayor en la organización: desde 40 mil bolívares que gana un “nuevo”, pasando por 10 mil dólares que obtiene regularmente un miembro del “carro”, hasta unos 100 mil dólares al mes que puede ganar un “principal”. Las bandas paramilitares llevan un control exhaustivo y cibernético de todos sus activos y su flujo de caja, nómina, un inventario, cuentas por cobrar, cuentas por pagar y manejo de comisiones, todo discriminado en moneda nacional y en moneda extranjera. También cuentan con contactos externos que se encargan de manejar las cuentas en Panamá. Apropiación territorial, establecimiento de una jerarquía política La toma violenta de una gran extensión de territorio supone per se el establecimiento de un gobierno de facto, que incide en el control de la vida cotidiana en su área de influencia: desde toques de queda, hasta desalojo de viviendas y control de la distribución de alimentos y bebidas. Otra cosa que controla la organización es el permiso y circulación de camiones de comida y cerveza que abastecen estos sectores, así como del transporte suburbano que deben pagar una vacuna (coima) para su operación. Ya al crear un Estado de facto por la fuerza de las armas, lo que sigue es buscar los mecanismos para gobernarlo. Quizá comparándolo con el caso de la ciudad de Medellín, que primero hubo una promesa política que luego se con-


virtió en violencia, en el suroeste de Caracas se plantea al revés: primero la violencia y luego la promesa política. La intención de legitimarse ante la población existe: Se ha prometido seguridad por un lado, aunque por otro se incrementa la violencia: los ajusticiamientos y los muertos por balas perdidas y detonaciones accidentales de explosivo han incrementado más. El miedo es sin duda lo que impide a la organización erigirse como protectorado, o como figura patriarcal. Otra política de los paramilitares es la limpieza social de cualquier funcionario del Estado o de cualquier militante chavista. Los oficiales de policía que no han sido asesinados y viven en el sector, son forzados a abandonar la zona o la carrera. En esas zonas los militantes chavistas no se atreven a sacar un afiche del expresidente “porque vienen las mujercitas o esos muchachitos gafos y te lo obligan a quitarla”, señalan las víctimas… Esta política es un reflejo dee lo ocurrido en Colombia con los miembros del partido Unión Patriótica, que sufrió uno de los más graves politicidios de la historia, con el asesinato de cinco mil de sus cuadros y dirigentes más significativos, en manos del paramilitarismo alentado por la familia del epresidente Álvaro Uribe. Control económico: la vacuna, el comercio y las relaciones clientelares Asimismo, establcen controles económicos a la población como el impuesto a través del cobro de vacuna (coima) o del manejo de las mercancías que se consumen en el territorio de influencia. Transportistas, pequeños y medianos negocios que están dentro y fuera del barrio son las víctimas, así como de “peajes” que se montan en escaleras y callejones, donde el impuesto queda a consideración del maleante (dinero, el celular o lo que se traiga en la bolsa de mercado). Otra medida impopular es la apropiación de la distribución de las mercancías que se expenden dentro de los barrios: los camiones de comida y sobre todo, los de cerveza, no ingresan al sector sin el debido permiso de la organización. Ellos deciden qué tomar para sus bodegas propias y saben cuál es el inventario de las otras bodegas, eso les da una idea del impuesto que van a cobrar sobre esas mercancías. La historia ha comprobado que todo Estado de facto o para-Estado, se forma a partir de un interés económico y el caso de la organización paramilitar del suroeste de Caracas no es la excepción: la zona representa un mercado de intercambio -más allá de las drogas y los secuestros, el sicariato y el tráfico de armas- que puede ge-

nerar beneficios entre 10 y 15 millones de dólares anuales. Estas ganancias han creado un emporio capaz de mantener una estructura clientelar de periodistas, abogados, contadores y “gestores” que les permiten tener acceso a ‘reconocidos’ bufetes de abogados, a la legitimación de capitales y hasta información de seguridad privilegiada El uso de la tecnología como arma militar El para-Estado instaurado en el suoeste de Caracas cuenta con el acceso a las últimas tecnologías civiles y militares en telecomunicaciones, como drones para sobrevolar y vigilar las zonas de El Valle y los accesos de El Cementerio, así como de servicio satelital de teléfono y dispositivos celulares de la empresa Movistar, la única telefónica que no colabora con las fuerzas de seguridad del Estado. También usan dispositivos de internet de enlace dedicado de la misma empresa española Movistar, que es un servicio de banda ancha tipo Frame Relay que tiene un enlace directo con el nodo de las Américas, sin pasar por el nodo venezolano que lo lleva la estatal Cantv. Sorprendente también es la presunta utilización de radios de comunicación con tecnología Tetra Relase 2.0, utilizada por agencias gubernamentales y militares para codificar y encriptar sus comunicaciones. Las redes sociales también suponen un área importante, no sólo para difundir sus comunicados, sino también paraseleccionar sus víctimas. A través de redes como Facebook, Instagram y Tinder donde los usuarios pueden exponer su

imagen, su ubicación y hasta sus hábitos, se puede acceder con facilidad a esta información, para luego elaborar perfiles de “secuestrable” u objetivo de asesinato selectivo. Una cabeza de playa Aunque las organizaciones paramilitares comenzaron su operación en territorio venezolano entre 2004 y 2005, la creación de un Estado de facto con las características del instaurado suroeste de Caracas, supone un ensayo previo para replicarlo en varias poblaciones y comprobar el alcance y la incidencia que puede tener en todo el país. Su fundación, auspiciada desde Colombia obedece -según los organismos de seguridad- a una política internacional de paramilitarización de los territorios, para ejercer el control políticoterritorial-económico de los países latinoamericanos y para diezmar a través de la fuerza a los movimientos progresistas de la región. El paramilitarismo no es un fenómeno nuevo de la década de 1990, es más bien la continuación de un modelo de guerra irregular financiada por grandes capitales, como los contras en Nicaragua, la disidencia cubana, los grupos paramilitares en México, las milicias en Congo, el Estado Islámico y Al-Qaeda en Medio Oriente, los grupos separatistas de Europa del Este (Chechenia, Kosovo, Siberia) . Según los organismos de inteligencia y seguridad venezolanos, las Bandas Criminales Paramilitarizadas (BCP) han recibido golpes a sus principales cabecillas, otras han sido desmanteladas o están en proceso de disolución. Pero en la propia Caracas aún no se respira seguridad.


Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario Maryclen Stelling|

Diálogo o violencia José Vicente Rangel

1 No se necesita mucha agudeza política para darse cuenta de que los venezolanos estamos transitando por un campo minado. Hay cargas explosivas provenientes de la situación económica, concretamente de todo cuanto tiene que ver con el angustioso tema del desabastecimiento y el costo de vida, que tensa la situación social y, por otro lado, los movimientos de sectores de la oposición donde crece la angustia porque sus cálculos para salir de Nicolás Maduro y del chavismo no se dan. Para el Gobierno nacional el reto es ineludible. Incluso simple: o abastece los anaqueles con comida y artículos de primera necesidad, así como con los medicamentos que necesita con urgencia la población, o se verá precisado a extremar las medidas de emergencia para garantizar el orden público. Camino este no recomendable por las complicaciones que genera. Con la dirección opositora pasa otro tanto: o controla los nervios y coge mínimo, o termina repitiendo los errores de siempre. Que no son otros que los que desata la desesperación que conduce a incurrir en episodios de violencia como el 11-A, el paro petrolero y las guarimbas. 2 No es fácil sortear la actual situación. Extremadamente complicada por los numerosos factores que confluyen en ella. El más inquietante quizá sea la injerencia extranjera y, más concretamente, del Gobierno de EEUU a través de sus organismos de seguridad e inteligencia. Los cuales, en el viraje que Obama le ha dado a su política exterior adquieren influencia determinante. Hay algo que cabe destacar: la oposición, por ejemplo, no tuvo capacidad democrática para digerir la victoria electoral del 6 de diciembre del año pasado. La sobrevaloró y llegó a considerar que estaba a las puertas del poder. Esa evaluación equivocada fue lo que llevó a un político veterano como Henry Ramos Allup a pronosticar, en la sesión de instalación de la Asamblea Nacional, que en seis meses Maduro saldría de la presidencia, y a que la oposición en general considerara que el nuevo Legislativo era una especie de superpoder que le permitía competir de quien a quien con otros poderes del Estado. 3 Para el gobierno constitucional el desafío era inaceptable. No reaccionar significaba sucumbir. Por tanto, no tuvo otra alternativa que aceptar el reto y responder reivindicando sus atribuciones constitucionales. Hay que entender lo que ocurrió, que explica los desarrollos posteriores de la política: La radicalización de las posiciones y la polarización. En el marco de impedir la caotización, ¿qué correspondía hacer? Aprovechar la mediación de Unasur y la participación de personalidades confiables -Zapatero, Fernández y Torrijos- para rescatar el diálogo del rincón en que estaba confinado. Esto lo planteó Maduro desde que accedió a la Presidencia. Pero sin éxito. Ahora lo actualiza con el propósito de sacar el debate de la charca de la polarización y abrir una vía hacia la racionalidad. De nuevo la oposición rechazó el llamado condicionando el diálogo con iniciativas inaceptables, actitud que es producto del temor que tiene su liderazgo a los radicales que chantajean y consideran que cualquier contacto con el chavismo es una traición. Por eso la negativa de Ramos Allup a dialogar, insólita en un dirigente político, y, además, presidente de un Poder del Estado como la AN. 4 En estos momentos las perspectivas del país no cambian por culpa de una oposición que cada día se aparta más del camino institucional y democrático. La posible frustración del revocatorio por culpa propia por recurrir a insólitos extravíos que no se sabe si son deliberados o consecuencia directa de las pugnas y desorganización imperantes en su seno, impide acceder al diálogo que los venezolanos reclaman. Igual pasa con la insensata propuesta de aplicar en la OEA a Venezuela la Carta Democrática, que no es otra cosa que el aval que necesita una intervención foránea que, ineluctablemente, conduce a la violencia. Razón por la cual el dilema es claro: o se dialoga o la violencia se apodera del país. Pero el diálogo se impondrá. Como se impuso en la OEA, dejando con los crespos hechos a la oposición aventurera.

La Patria Grande celebra el histórico acuerdo de paz alcanzado en Colombia luego de arduas negociaciones por un lapso de cuatro años. De aquí en adelante el camino del postconflicto planteará nuevos desafíos. Venezuela, acorde con las características de su situación interna, “lucha” por afrontar y resolver su propio conflicto. Atrapada, sin embargo, en los supuestos que manejan factores políticos enfrentados, convencidos en torno a las condiciones del proceso de negociación y sus resultados o consecuencias. Ambos bandos están persuadidos de que la confrontación debe culminar en una definitiva y clara victoria política para uno de los dos lados y de donde, como resultado, emergerá un solo ganador y un derrotado. Impera una cultura del conflicto que se centra en el fortalecimiento del pacto social de “no convivencia”, en la legitimación-deslegitimación del otro por diversas vías y, fundamentalmente, se limita a una visión simplista y reducida de la posible salida: revocatorio y/o Carta Democrática con pocas opciones para el “batuqueado” diálogo. A partir de procesos de pacificación en la región surgen una serie de recomendaciones. La reconciliación en tanto acuerdo político “para ayudar a que los actores entiendan la justicia como un concepto que… tendrá más relación con el futuro que con el pasado”. La moderación debe predominar sobre el extremismo. Debe cambiar la percepción que cada parte tiene de la otra. La paz y la democracia significan aceptar el derecho del adversario a existir y a tener un espacio de poder. Un conflicto no se puede resolver sin la ayuda de terceros y, una vez escogidos, se debe confiar en ellos. Consciente de que cada conflicto es un fenómeno único caracterizado por distintos grados de complejidad, Venezuela debe afrontar con urgencia la pacificación del conflicto en todas sus manifestaciones: discursiva, psicológica, social, política, institucional, económica, estatal y además expresiones de violencia espontáneas y organizadas que, peligrosamente, se consolidan más allá de la simple protesta ciudadana. Atrapados ambos bandos en el forcejeo confrontacional, relegan al olvido la posibilidad de erigir sobre el disenso una cultura para la transformación constructiva del conflicto, sin vencedores ni vencidos


¿Quién saquea a quién?

Editorial 15yultimo.com| Es bastante obvio que los saqueos de los que hemos sido testigos estos días tienen poco de espontáneos. Y no porque no hayan condiciones para que ocurran. Y tampoco porque a los saqueadores más que comida y medicinas les dé por llevarse interiores, lentes, licor o una rebanadora de jamón, en vez del jamón. Con respecto a esto último, nunca, en ninguna situación de saqueo y tumulto popular, ni el 27 de febrero de 1989 ni cuando las revueltas por el pan en la Edad Media europea, el pueblo se llevaba exclusivamente comida por más hambre que estuvieran pasando. Aprovechaban también para llevarse todas aquellas cosas a las cuales no podían acceder, bien que las necesitaran o no. Pues por definición, en todo saqueo hay un espíritu de transgresión del orden socioeconómico que no repara mucho en convenciones utilitarias. Pero la mejor demostración de la no espontaneidad de los saqueos –además de la evidencia ya pública sobre la participación de activistas de Voluntad Popular y Primero Justicia en todos los casos registrados– es lo ocurrido el día después de la reunión de la OEA, pues, en comparación con este día, el flujo de casos bajó a cero y desapareció de todas las tendencias de redes sociales. Y es que de manera demasiado evidente, demasiado vulgar incluso, el accionar del oposicionismo sigue el libreto de crear la ocasión perfecta en que los demonios sociales se desaten y pueda justificarse a partir de allí cualquier cosa. Y cuando decimos “cualquier cosa” es porque lo que puede pasar es cualquier cosa, a cada cual peor, al menos si tomamos como referencia lo que ha pasado en contextos similares en otros lugares. La actual guerra interna de la República Árabe de Siria comenzó con el falso positivo de una masacre atribuida al ejército, y ahora no solo la mayoritaria población leal al gobierno de Al-Asad enfrenta y padece el accionar de las bandas de mercenarios paramilitares sádicos (Al Qaeda, ISIS, etc.), sino que también y en

muchos casos, sobre todo, la propia base social que les dio cobijo debe sufrirlas. Lo de Libia comenzó con un falso positivo del bombardeo a una plaza que nunca ocurrió y ya vemos cómo están las cosas. Hasta el propio Obama se ha visto forzado a reconocer que fue un error intervenir en Libia y derrocar al gobierno de un país que ahora no existe más y en su lugar quedó una tierra de nadie de bandas asesinas. Ucrania luego de los acontecimiento en la plaza Maidán está más o menos igual. Y en Colombia, luegven bachaqueroso de 50 años de violenta guerra civil, el terror paramilitar sigue imponiéndose sobre la ciudadanía, por más que se haya avanzado en diálogos de paz. Ahora bien, el que esto sea así no implica que se deban obviar las condiciones objetivas que hacen que hechos como los que estamos viendo puedan llegar a ser espontáneos, o que en todo caso no siéndolo no puedan ser considerados por nadie extraordinarios ni inesperados. Y es que las tensiones sociales derivadas de la hiperespeculación de los comerciantes, del hecho de aumentar los precios y acaparar los productos con total impunidad y a plena luz del día, se ha generalizado a tal nivel, la humillación y el robo contra la mayoría asalariada se ha extendido y generalizado tanto, que lo que extraña a muchos no es por qué se están dando saqueos, sino por

qué no se han extendido ni se producen con mayor intensidad. Entre una y otra cosa hay una delgada línea roja que a menudo solo se divisa una vez que se le ha cruzado irremediablemente. En este caso, mal que bien, la estamos viendo antes de cruzarla. Pero la pregunta es hasta cuándo y qué cosas tenemos que hacer para no cruzarla. Cosas que tal vez no estamos haciendo o no hacemos con la intensidad necesaria. Todo falso positivo, por más falso que sea, se monta sobre ciertas condiciones objetivas y subjetivas existentes, que llevan a darle visos de veracidad. Es decir, por más importante que sea, no alcanza nunca con la pura manipulación mediática ni el mero accionar de una vanguardia de locos o infiltrados. Claro que como ocurrió semanas atrás en la Baralt, el que le quiten el negocio a los bachaqueros puede provocar de parte de estos reacciones violentas. Pero en el caso que nos ocupa, y aunque suene redundante decirlo, lo que indigna a la mayoría de las personas no es necesariamente que no encuentren las cosas básicas que necesitan para vivir. Lo que indigna es el abuso y la impunidad con que siguen actuando los revendedores formales e informales, grandes y chiquitos, quienes llevan mucho tiempo, pero de manera especialmente intensa los tres últimos años, ejecutado un saqueo al bolsillo de las


personas, pero también, y sobre todo, a sus expectativas de vida, su bienestar logrado en años de revolución, su autoestima, su amor propio, creando un caldo de cultivo muy propicio a la violencia sin esperanza, sin motivo ni razón aparente, una vez que los ideólogos de la guerra económica nos han traído a un estado de cosas donde cada quien se ve forzado a sacar lo más primitivo de sus instintos para salvarse de alguna manera. Los CLAP tienen la enorme ventaja y potencial de ser una respuesta colectiva, basada en la movilización y solidaridad social, que se pierde de vista y que recuerda mucho las primeras iniciativas organizativas del chavismo, tipo los comités de salud, de agua o tierras urbanas. Sin embargo, enfrentan un problema de escala que es muy difícil que resuelvan en ámbitos urbanos como los de Caracas, dada la densidad de población, así como las formas de convivir de la gente, que es muy distinta o va más allá a las del barrio o los pueblos donde todo el mundo se conoce. A este respecto, debería complementarse con una reactivación de la red pública de distribución de alimentos, una de las más grandes del continente –si no la más grande– y un activo que no puede perderse por más problemas que tenga. Pues ha sido precisamente esa red, con todo y lo que se pueda decir de ella, la que ha garantizado en estos últimos años, a una parte mayoritaria de la población, el acceso a los bienes. Pero, más allá de todo esto, los trabajadores asalariados, que a su vez somos los mismos consumidores, debemos alcanzar cada vez más conciencia del poder económico que tenemos y pelear por nuestros derechos “en la esfera del mercado”, de la misma manera que lo hacemos por nuestros derechos laborales. Y es que en este país, gracias a la luchaven cola con carritos popular y lo avanzado en los últimos quince años en derechos laborales, sociales y de todo tipo, la clase trabajadora goza de un nivel de protección y estabilidad prácticamente inexistente en otras latitudes que, entre otras cosas, le ha reportado un nivel de ingreso y poder adquisitivo casi único en el continente. Es contra esta realidad que se ha lanzado justamente la guerra económica y contra lo que se abalanzan los especuladores, mermando nuestro poder. Sin embargo, por esa misma razón, tan urgente como es que el alto gobierno pase a la ofensiva definitiva en materia económica, es que los trabajadores y consumidores hagamos lo mismo, organizándonos no solo para la denuncia y la fiscalización, sino para, en terrenos como, por ejemplo, los alimentos, bypasiemos a los especuladores y podamos encontrarnos con los productores, que bastante explotados y especulados son ellos mismos por parte de las roscas que hacen que un kilo de tomate que le compran al productor en 50 bolívares, lo terminemos pagando nosotros en 1000. La respuesta popular y ciudadana al saqueo de los malandros, con cuellos de todos los colores, no debe ser el saqueo tumultuoso. Debe ser la organización consciente y solidaria, que piensa no solo en cómo conseguir lo que necesitamos en lo inmediato, sino además y sobre todo en cómo, haciéndolo, construimos las bases de un mejor estar social para que nuestros hijos y nietos vivan en un mundo diferente a la pelea de perros a la que nos están induciendo

Llueve soberanía Luis Britto García Malos tiempos corren para el panamericanismo, la estrategia de Estados Unidos para dominar América Latina y el Caribe mediante organizaciones subsidiadas como la Unión Panamericana desde 1899 y la OEA desde 1948. -Una cosa son estas trampas diplomáticas, financiadas por Washington con burócratas asalariados, y otra los países miembros convocados a ellas. – Saquemos la cuenta. Se convoca una cumbre en Panamá el 6 de abril de 2015 para condenar a Venezuela, y la casi totalidad de los países miembros más bien apoyan a nuestro país. – El 24 de mayo de este año, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos hace público que la falta de presupuesto –que en un 80% financia Estados Unidos- la obliga a suspender audiencias y prescindir de la mitad de su personal. -El secretario de la OEA Luis Almagro convoca el 31 de mayo una reunión del Consejo Permanente para invocar la Carta Democrática contra Venezuela y expulsarla de la OEA; nuestro embajador Bernardo Álvarez logra una reunión previa con su agenda propia, y los 34 países miembros, menos dos, aprueban un simple llamado al diálogo. – El 2 de junio Larry Byrns, director del Council on Hemispheric Affairs, dirige carta abierta a Luis Almagro donde afirma que “está actuando unilateralmente y su conducta es indigna del director de una organización que comprende muchos países. Su liderazgo de la OEA se compara desfavorablemente con el anti intervencionismo y respeto por el multilateralismo de su predecesor, José Miguel Insulza, de Chile”. -El 14 de junio en otra Cumbre convocada en República Dominicana, el secretario de Estado estadounidense John Kerry se reúne con la canciller Delcy Rodríguez, y desautoriza a Almagro afirmando que “en este momento, es más constructivo dialogar que aislar”.ven soberania -El mismo día, el presidente de República Dominicana Leonel Medina solicita que se “apruebe una resolución de desagravio a la República Dominicana por el desempeño de la OEA en la intervención estadounidense de 1965”. Y añade que “Esta es una herida abierta que solo podrá sanar con el reconocimiento de lo sucedido por parte de la OEA y la remisión de perdón que merece nuestra ciudadanía”, discurso recibido con una ovación de pie por casi todas las delegaciones. – Todavía el mismo día, Venezuela es electa Miembro Especial del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas. – El 17 de junio, Pepe Mujica declara su desacuerdo con las posiciones de Almagro, permitiendo la publicación de la carta que había dirigido a éste el pasado 17 de noviembre, y que por su importancia vale citar in extenso: Entiendo que sin decírmelo, me dijiste ‘adiós’. Cuando te pedí que no concurrieras a la frontera convulsionada de Venezuela y Colombia, no era capricho ni menos no querer ver la realidad. La preocupación mía no es como nos ven o entienden los medios de prensa o los políticos. No, la línea de preocupación es cómo incidir algo a favor de la gran mayoría de los venezolanos. Es la misma actitud asumida en el conflicto Estados Unidos-Cuba, o con la paz de Colombia. Lo central no es cómo nos ven sino ser útil o no a la mayoría de la gente corriente. Creo que en algún momento habrá que servir de puente para que Venezuela toda pueda manejar con solvencia su autodeterminación y no deberíamos divorciarnos de ese rumbo. Todos sabemos que Venezuela es reserva petrolera para los próximos 300 años. Allí radica su riqueza y su desgracia, porque Estados Unidos es adicto al petróleo y sus intereses presionan y cómo. También esto hizo posible la deformación sociológica de acostumbrarse a vivir de la renta petrolera y terminar importando hasta lo elemental, el grueso de la comida. La revolución bolivariana no pudo escapar con voluntarismo de esa realidad aunque derramó recursos y reservas a favor de los eternos postergados. En mucho fueron años a favor de la equidad social. No se logró revertir la dependencia del petróleo y de las importaciones de alimentos, y con la caída de precios, padece hoy un cúmulo de tensiones que hasta enturbian la democracia. Venezuela necesita paz interior, es decir convivencia en primer término, y deberíamos trabajar para ello. Necesita no reducir la idea de socialismo a estatización y precisa coyuntura de NEP para su economía y sus desequilibrios monetarios. Esto parece imprescindible para viabilizar reparto, estabilidad y democracia. Venezuela nos necesita como albañiles y no como jueces, la presión exterior solo crea paranoia y esto no colabora hacia condiciones internas en esa sociedad. Repito: la verdadera solidaridad es contribuir a que los venezolanos se puedan autodeterminar respetando sus diferencias pero esto implica clima que lo posibilite. Es muy difícil hoy, pero toda otra alternativa puede tener fines trágicos para la democracia real. Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo sé irreversible, por eso ahora formalmente te digo adiós y me despido./ “Pepe” – Si así llueven soberanía e independencia, que no escampen.


Grupo Polar:

monopolios, guerra económica y subversión

Hector Luis Garzón Ardila|15yultimo.com Es evidente, público y notorio el significativo papel que juega el Grupo Polar en la “fase final” –como la califican sus autores intelectuales– de la guerra económica, al actuar prevalido de su condición monopólica alimentaria, como su “ariete” visible. Su acción desestabilizadora se combina con la participación del hampa común y de mercenarios, y está sincronizada con las grandes corporaciones transnacionales, responsables de abastecer el mercado a nivel nacional. Además, cuenta con el apoyo mediático globalizado. Estas acciones desestabilizadoras son abiertamente dirigidas por el presidente Obama, tal como lo demuestran la ratificación del decreto intervencionista que declara a Venezuela “como una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”, y sus declaraciones pidiendo, sin disimulo alguno, cambio inmediato del presidente legítimamente electo hasta el año 2019, Nicolás Maduro. Todo esto corrobora la puesta en práctica de la “fase final” del plan. Pero la prueba más contundente de sus intenciones intervencionistas es el reciente informe del Comando Sur, titulado “Operación Venezuela Freedom 2” (firmado por el almirante Kurt Tidd, su actual jefe, fechado el 25 de febrero de 2016) en el cual se explican de manera detallada todos los pasos a seguir, las tácticas y la estrategias para apoderarse de las riquezas de nuestra patria. En cuanto al papel de este emporio industrial, y de otros grupos empresariales de corte oligopólico y monopólico que responden a intereses del capitalismo mundial, se puede decir que estos siempre han actuado en contra de la instauración y construcción del modelo que el comandante Chávez denominó socialismo del siglo xxi. Su accionar opositor ha usado distintas formas coyunturales de lucha, a veces abiertas, como el golpe de abril de 2002 y el paro petrolero, y en otras oportunidades se han combinado las guarimbas con la manipulación de la oferta. Esta forma combinada fue utilizada, primero, de manera encubierta y a partir del año 2013 de forma muy bien orquestada y en perfecta armonía con el Grupo Polar. Este último fungió de ariete dentro del sector alimentos y actuó en coordinación con las empresas transnacionales, dedicadas a la producción, importación, distribución y comercialización de bienes de consumo masivo: medicamentos, productos de higiene, repuestos de vehículos y accesorios fundamentales como las baterías y cauchos. Todo ello basado en el paraguas de las políticas sociales y económicas de protección del poder adquisitivo, de regulación y control de precios, creación de misiones (como Mercal, PDVAL etc.), implementadas para favorecer la inclusión y el acceso a

productos y servicios de millones de compatriotas sumidos por años en la marginalidad y el hambre. Jugando con la miseria humana y sus debilidades, comenzaron a perfeccionar un plan que venían aplicando pero sin organización expresa ni cartelizada. Este plan ha sido identificado por el Gobierno como “guerra económica”. Para llevarlo a cabo utilizan a fondo la plataforma del capitalismo monopolista y oligopólico presente en el país: reducen la oferta o manipulan los factores de producción como una práctica de abuso de la posición de dominio, la cual es resultado de un “acuerdo consciente entre competidores” y es apalancada con el uso de factores endógenos y exógenos en algunos casos inducidos, combinados con complicidades, errores, omisiones y toma de decisiones demoradas, insuficientes, mal diseñadas y peor aplicadas por parte del Gobierno Nacional. No es mi intención, por ahora, entrar en el plano crítico. En las actuales circunstancias debemos concentrarnos en apoyar nuestro proceso revolucionario a pesar de los errores que tenga. Criticarlo es contraproducente y además nos desviaría del objeto del presente escrito. Por tanto solo nos referiremos a algunos elementos que nos permitan aproximarnos a la identificación del modus operandi que vienen aplicando los monopolios para atizar la guerra económica. Aclaramos que estas formas de proceder no son de uso exclusivo del Grupo Polar. La idea es sugerir correctivos, aclarar algunos conceptos y proponer soluciones viables de corto y mediano plazo, todo dentro de un plano constructivo. *** 1. En la coyuntura actual de guerra económica el Grupo Polar, como empresa monopólica, es el ariete empresarial visible de la contrarrevolución, mas no el objetivo único a atacar o vencer. Sin embargo no se deben tomar medidas de expropiación o de toma de empresas, a no ser que las abandonen. Esta opinión, que puede ser polémica, y puede prestarse a interpretaciones erróneas, tiene su base de apoyo en las siguientes consideraciones: 1.1 Mutación del concepto de monopolio y oligopolio clásico para eludir sus prácticas violatorias de leyes antimonopólicas. Los conceptos de monopolio y oligopolio, en su visión clásica y según su realidad actual, han cambiado mucho en su interpretación y aplicación y han pasado por algunas mutaciones de adaptabilidad para eludir las leyes que sancionan y combaten sus prácticas. Incluso la ley antimonopolios Sherman Antitrust act de 1890, la primera ley federal estadounidense en contra de prác-


ticas empresariales que perjudicaran a los consumidores (monopolios y pactos colusorios en contra de la competencia), y la Clayton Antitrust act, que fue una ley federal aprobada en Estados Unidos en 1914 para remediar las deficiencias en la ley antimonopolios de 1890, han encontrado en los últimos años algunas dificultades en su aplicación sancionatoria por cuanto los litigantes en materia societaria, especialistas en impuestos, legislación e ingeniería empresarial y financiera han creado mecanismos legales para eludirla, basados en algunos baches y subterfugios legales que dificultan su aplicación. Estas limitaciones son extensibles a la Ley Antimonopolios venezolana promulgada en el año 2014. Así, por ejemplo, en uno de los casos más sonados recientemente en Estados Unidos, la empresa Microsoft, después de múltiples apelaciones, salió prácticamente ilesa (decisión del Tribunal de Apelaciones de Washington DC, en su dictamen del 28 de junio del año 2001)[1], si se comparan las pruebas fehacientes de sus prácticas monopólicas con la aspiración de los demandantes. En Venezuela el lobby de los monopolios cuenta con organizaciones gremiales y Ongs muy especializadas, con gran poder de penetración mediática, y un apoyo transnacional de considerable peso. En el punto 1.2 haremos mención de una de las más importantes organizaciones controlada por el Grupo Polar. Igualmente ocurre en materia societaria, los porcentajes de participación accionaria en la práctica no son determinantes, pues se puede ser solamente poseedor del 5% de acciones (ver artículos 13 y 14 de la Ley Antimonopolio vigente en Venezuela. Decreto 1415 de noviembre 2014), y tener el control operativo de la comercialización y el mercadeo de productos a través de la división del conglomerado en múltiples empresas y áreas de influencia en apariencia de distinto dueño, con productores y “empresarios independientes” off shore vinculados a la distribución, sobre todo en materia de servicios de transporte. Por otra parte la diversidad de propiedades de sus patentes (con fines tributarios, facilitación de remesas en divisas, captación de divisas preferenciales, ilícitos en facturación de importaciones y creación de créditos externos fantasmas o groseramente abultados no necesariamente coincidentes con la cabeza del grupo, etc., etc.) hace ilusoria y contraproducente, en la actual coyuntura, la adopción de medidas extremas. Esto no quiere decir que los dejemos actuar impunemente en la aplicación de políticas violatorias de leyes como la LOTTT, o en prácticas ilícitas como la manipulación de la oferta mediante el uso de depósitos escondidos para el acaparamiento de productos y la extracción de productos incluso con figuras de apariencia legal (reexportación etc.) y el apoyo al bachaquerismo. Esto es válido para todas las empresas del país, concertadas en

lo que ellos denominan “acuerdo consciente entre competidores” para disfrazar sus prácticas monopólicas y oligopólicas usadas en la guerra económica como valioso arsenal para sus fines subversivos. 1.2 La estructura económica venezolana, productiva y distributiva, está controlada en un 75% de manera directa e indirecta por grandes corporaciones transnacionales. Con base en esta premisa, enfocarnos solamente en el Grupo Polar, que evidentemente es un conglomerado monopólico de cuidado pero no el único ni el más peligroso, es desviar la atención de aspectos fundamentales de la economía. Con la connotación de ser una “industria de ensamblaje”, dependiente de insumos y materias primas, estas grandes corporaciones de capital extranjero son las responsables de abastecer la totalidad de los mercados. Sus decisiones tienen efecto inmediato y poderoso sobre la oferta, la cual manipulan a placer. Son grandes monopolios y oligopolios que concentran los capitales, la tecnología, la producción y la distribución mundial de estos bienes. Estas corporaciones no solamente concentran los capitales, la tecnología, la producción y la distribución, sino que también poseen importantes organizaciones gremiales de influyente lobby ante las autoridades nacionales con el apoyo masivo de redes y la mediática global para presionar. Solamente en la industria alimentaria, a la cual nos referiremos puntualmente en el presente escrito por razones de espacio, fue creada hace 57 años, Cavidea (Cámara venezolana de la industria de alimentos), afiliada a Fedecámaras. Esta organización de fachada “industrial” es controlada por el Grupo Polar (no es coincidencia que la mayoría de sus presidentes y asesores han trabajado o han estado estrechamente vinculados a ese grupo). En la actualidad la organización posee afiliados clasificados en 112 empresas procesadoras de alimentos, 16 cámaras y asociaciones y 13 compañías proveedoras de insumos, maquinarias y servicios para la industria de alimentos, las cuales se agrupan en 37 sectores del área de alimentos. La mayoría de las empresas denominadas “procesadoras” y las compañías proveedoras de insumos, maquinarias y servicios para la industria de alimentos, son importadoras y envasadoras de productos traídos a granel. Lamentablemente por razones de espacio no podemos citar ejemplos concretos de ello, pero incluso muchos productos bandera del Grupo Polar, como muestra representativa, solo pasan por pequeños procesos de mezcla y preparación. El grupo no desarrolla ningún proyecto de siembra, salvo algunos experimentos en materia de semillas desarrollados puntualmente. Su principal actividad gira en tor-


no a la importación de materias primas e insumos donde predominan la captación de divisas preferenciales y su doble juego cambiario en combinación con sus socios internacionales, que en la mayoría de los casos son empresas filiales manejadas por sus mismos ejecutivos o socios transnacionales. Así crean deudas fantasmas en divisas y subfacturan o sobrefacturan a conveniencia. Para Cavidea su principal papel, el cual realiza con la participación de múltiples asesores (que en la mayoría de los casos fungen como representantes industriales en las reuniones de diálogo promovida por el Ejecutivo Nacional), es hacer el lobby extractor de divisas preferenciales, esto les ha traído fabulosos resultados hasta fechas muy recientes. Además impulsan acciones por la vía de la presión política y pública sobre el Ejecutivo y sobre los distintos organismos con competencias concretas; tratan de influir de manera determinante en la Sundde para imponer su viciada estructura de costos y obligar en concertadas tácticas a ajustar los precios (es tema de otro artículo que los aumentos de precios se siguen haciendo sin existir una base de cálculo cierta sobre la veracidad de la estructura de costos); intentan obligar a las inspectorías del trabajo a aprobar calificaciones de despido, además, en la actualidad ha participado en la elaboración y promoción del proyecto de Ley de Producción Nacional, que forma parte de la oferta legislativa presentada por la MUD, y por último exigen el reconocimiento de la deuda comercial con los proveedores externos. Para ello incluso proponen un refinanciamiento con base en títulos de la deuda soberana, deuda de Pdvsa o emisiones de nueva deuda. Y adicionalmente exigen mecanismos de pagos a la vista para reactivar el suministro de materia prima, empaques, entre otros. Esta exigencia ha sido reiterativa de Polar y explica los planteamientos de la conversación Haussmann-Mendoza en la que planteaban la necesidad de recurrir a financiamiento del FMI. Esta organización juega un papel estelar junto con la ANSA (Asociación Nacional de Supermercados y Afines) en la guerra económica, incidiendo de manera directa en materia de distribución de alimentos procesados, regulados, productos de higiene y afines, despachando a los sitios de distribución lo que ellos quieren, y en un desorden muy bien orquestado fomentan las colas y el bachaqueo con distintos modus operandi. Por ejemplo, envían distintos productos regulados a cada uno de los supermercados y abastos, en cantidades limitadas dentro de una misma zona para mantener en jaque a los consumidores; los gerentes y personal de cajeros informan a los bachaqueros con antelación sobre los productos a distribuir, aparentan rigurosidad en el tema de las cédulas, pero por los depósitos salen y llegan productos sin control; como quiera que controlan el transporte utilizan diversos mecanismos para trasladar productos con destinos distintos y precios superiores a los regulados a otros usuarios que a su vez los inyectan a los canales bachaqueros (bachaqueo corporativo). Para finalizar este punto vamos a citar parte de una entrevista realizada al camarada Erick Rodríguez, en fecha 10/02/2016 en el programa “El Desayuno por Venezolana de Televisión (VTV)”, porque da datos relevantes: • “La Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea) y la Asociación Nacional de Supermercados y Afines (Ansa), controlan el 86% de la producción manufacturada y remanufacturada en Venezuela… este porcentaje representa unos 171 mil puntos de venta en el país…”. • “Venezuela está sometida a una situación de guerra económica desde 2013 y para comprender la situación es necesario

ubicar las empresas y empresarios que tienen el control de la estructura de producción, tanto alimentaria como de productos de higiene personal y limpieza”. • “El Estado venezolano se ubica en 14% en la escala distributiva en comparación a los 171 mil puntos de venta correspondientes a alimentos, artículos de limpieza y aseo personal (papel sanitario) que dominan las referidas asociaciones. Los productos que están “desaparecidos” son precisamente los prioritarios y esenciales, encontrándose con facilidad los complementarios. Así, el yogurt y el queso se consiguen, pero no la leche”. * “El argumento que utilizan (Ansa y Cavidea) para aumentar los precios no tiene soporte técnico, es por ello que hacen uso del agiotaje o abuso de posición de dominio. Esto es posible porque muchas empresas son “estructuras montadas bajo la presión internacional para imponer hábitos de consumo importados, en el marco de la explotación petrolera de la época”. Es el caso de la leche marca Mamá Carabobo, fundada por Nelson Rockefeller en 1949, y comercializada por Ilapeca, Cadipro y otras, con el dominio de Nestlé y Fonterra –tercera productora láctea del mundo, radicada en Nueva Zelanda”. 1.3 Fortalecimiento de las empresas del Estado, como condición sine qua non para ampliar la base productiva. Como medidas preventivas que den mayor libertad de acción al Gobierno Bolivariano para la aplicación de correctivos y medidas sancionatorias a los abusos de los monopolios ut supra señalados, se debe adoptar (sin demagogia) una política de Estado inteligente y audaz, realizada con la mayor severidad, seriedad y racionalidad económica, que permita en “corto plazo” detectar y corregir las trabas legales, técnico/operativas y de administración de todas las empresas productoras de harina de maíz y similares, así como todas las empresas en manos del Estado y extender sus capacidades al procesamiento de derivados aguas abajo. Cuando hacemos hincapié en el corto plazo es porque los diagnósticos y detección de fallas, y los posibles correctivos ya existen, pero falta voluntad política para desalojar de posiciones de poder a algunos factores enquistados en las empresas, donde existe la quinta columna, incapacidad, ineficacia y la nociva burocracia alimentada con el nepotismo y otros ingredientes que conforman un coktail de corruptelas. Se debe ir a fondo en esta materia. Por ello no estamos de acuerdo, en la actual coyuntura, con anuncios mediáticos, con poses tremendistas que amenazan con la toma por parte de los trabajadores de plantas en funcionamiento o de grupos empresariales determinados como en el caso del Grupo Polar, si primero no se acomete el reordenamiento que ya apuntamos de las empresas del Estado. Debe imponerse realmente el control obrero y su participación paulatina en la administración y gerencia de las mismas, cerrándole el paso a los sindicatos viciados de la CTV con sus prácticas cuartorrepublicanas que aún campean en algunos sindicatos de apariencia socialista. Este es un tema difícil pero hay que afrontarlo. El objetivo final radica en intentar, de manera sistemática, con mucha honestidad política, romper esa matriz de opinión que constituye una bandera para la derecha, sus empresarios y conversos: “las empresas en manos del Estado no sirven y las expropiaciones son un fracaso”. A pesar de que existen honrosas excepciones que contradicen estas matrices, siendo autocríticos debemos reconocer que no es mucho lo que se hace para desmentir la matriz mencionada.


LA NUEVA VENEZUELA

Raúl Zibechi Las crisis sistémicas suelen provocar mutaciones de larga duración que no dejan nada en su lugar. La crisis de la dominación española sobre nuestro continente se trasmutó en una realidad completamente nueva. Las sociedades que se estabilizaron hacia la segunda mitad del siglo XIX poco tenían que ver con las existentes hacia 1810. Esos periodos críticos habilitan, también, el nacimiento de relaciones sociales diferentes a las hegemónicas que son, en última instancia, una de las claves de bóveda del cambio social. No es durante la grisura de la estabilidad cuando nace lo nuevo, sino en medio de las bravas tormentas, siempre que seamos capaces de innovar, de trabajar creando. En Venezuela está sucediendo algo similar. Detrás o debajo de la crisis política, de la ofensiva de la oposición y de Washington, de la parálisis del gobierno, de la corrupción que atraviesa todo el país, de arriba abajo, de la escasez y de las interminables colas para comprar alimentos, late otro país. Un país productivo, solidario, donde las personas no pelean entre sí por apropiarse de harina, azúcar y arroz, un país en el que pueden compartir lo que hay.tomates Un extenso e intenso recorrido por comunidades de los estados de Lara y Trujillo, desde la ciudad de Barquisimeto hacia la región andina, permite comprobar esta realidad. Se trata de una amplia red de 280 familias campesinas integradas en 15 organizaciones cooperativas, junto a 100 productores en proceso de organización, que integran la Central Cooperativa de Servicios Sociales de Lara (Cecosesola), que abastecen las tres ferias urbanas con 700 toneladas de frutas y verduras cada semana, a precios 30 por ciento por debajo del mercado, ya que eluden coyotes e intermediarios. La visita directa a cinco cooperativas rurales, algunas con más de 20 años y otras en proceso de formación, permite comprender que la cooperación campesina tiene una fuerza extraordinaria. Una sencilla cooperativa de 14 productores en Trujillo, a 2 mil 500 metros de altura, consiguió comprar tres camiones, construir una bodega, la casa campesina y un galpón, produciendo básicamente papas y zanahorias de forma manual, sin tractores porque sus tierras están en pendientes. Un pequeño milagro que se llama trabajo familiar y comunitario, porque todas las cooperativas tienen tierras comunes que cultivan entre todos y todas. Trabajo y debate para corregir errores. Eso que antes llamábamos autocrítica y quedó olvidada en algún agujero negro del ego masculino/militante. Las 3 mil reuniones anuales que realizan los mil 300 trabajadores asociados de Cecosesola, abiertas a la comunidad, son extensas, ásperas y frontales, en las que no se ocultan las desviaciones personales que perjudican al colectivo. Como decimos en el sur, no se andan con chiquitas. Van de frente, sin anestesia ni diplomacia, lo que no resquebraja sino consolida el ambiente de hermanamiento.

La red de 50 organizaciones comunitarias (15 rurales y 35 urbanas) abastece a más de 80 mil personas por semana en las tres ferias de consumo familiar, que cuentan con 300 cajas simultáneas. En estos momentos de escasez, abastecen la mitad de los alimentos frescos de una ciudad de un millón de habitantes, por lo que se forman colas hasta de 8 mil personas en la feria central, la más concurrida de todas, ya que el gobierno cerró algunos de sus mercados por carecer de productos. Las cooperativas rurales producen verduras y frutas; las unidades de producción comunitaria urbanas elaboran pastas, miel, salsas, dulces y artículos de higiene y del hogar. En total, son 20 mil socios de los sectores populares de Barquisimeto los que están directamente involucrados en la red. Los ahorros en la producción, las ferias y las colectas les permitieron construir el Centro Integral Comunitario de Salud, que tuvo un costo de 3 millones de dólares, cuenta con 20 camas y dos quirófanos donde realizan mil 700 cirugías anuales a mitad de precio que en las clínicas privadas, gestionado por casi 200 personas de forma horizontal y asamblearia. Además, tienen un fondo cooperativo (una suerte de banco popular) para financiar cosechas, comprar vehículos, insumos médicos y otras necesidades de las familias. Todo, absolutamente todo, lo consiguieron con el trabajo propio y el apoyo de la comunidad. No recibieron un solo bolívar del Estado a lo largo de más de 40 años. ¿Cómo lo hicieron? Algunos documentos elaborados por la red lo explican en dos conceptos: ética y cooperación comunitaria. No es que no haya problemas. Los hay, y muchos, con casos de aprovechamiento individualista, como en todas partes. El documento Ética y revolución, difundido en marzo pasado, dice: En nuestro país aceleradamente se va imponiendo una nueva modalidad de propiedad privada, al intentar adueñarse cada quien del espacio que se le antoje según su conveniencia. Ante eso son intransigentes. Es el mismo espíritu que los lleva a fijar los precios sin atender los del mercado, sino por acuerdos entre productores, tomar los acuerdos por consenso, eliminar las votaciones, percibir todos los mismos ingresos y trabajar para desmontar las jerarquías de poder internas. La guía no es el programa, ni la relación táctica/estrategia, sino la ética. ¿Sin ética hay revolución?, finaliza el citado documento. La historia nos dice que los sectores populares pueden derrotar a las clases dominantes, como sucedió en medio mundo desde 1917. Lo que no está demostrado es que podamos establecer modos de vida diferentes del capitalismo. Los trabajadores de Cecosesola pueden llevar de sus ferias la misma cantidad de productos que el resto de la comunidad. Si hay un kilo de harina por persona, es para todos igual, formen o no parte de la red. Esto es ética. La escasez es para todos. Sin privilegios. Esa es la nueva Venezuela. Donde la ética es guía y norte. Aunque estén rodeados de mezquindades, siguen su camino. ¿No era ese el espíritu revolucionario?


La deuda de la OEA Eleazar Díaz Rangel-Últimas Noticias| Única, sin antecedentes en su oscura historia de 68 años de sumisión a la política y a los intereses de Estados Unidos y de las grandes transnacionales, es el desagravio de la OEA a la República Dominicana, por su cómplice silencio ante la invasión de la infantería de marina estadounidense para contener la reacción del pueblo en apoyo al movimiento que en abril de 1965 impulsó el coronel Francisco Caamaño para restituir en el poder al derrocado presidente Juan Bosch, conocido y querido en Venezuela donde vivió parte de su largo exilio. Un hecho de esta naturaleza nunca se había planteado en ese organismo; habría sido una ingenuidad hacerlo en esa OEA bien llamada “ministerio de colonias de EEUU”. No obstante, se trata de un hecho de justicia, de desagravio a los dominicanos y al país, que debió completarse con la solicitud de una investigación que permita establecer la magnitud de daños causados para exigir la correspondiente reparación por esa invasión. Sin embargo, esa resolución de la OEA abre caminos para otras denuncias, e incluso para algunas reclamaciones, si hubiesen gobiernos como el de República Dominicana. Por ejemplo, Panamá invadido por marines, bombardeado, destruido un barrio, ¿no debería igualmente plantearse el problema en la OEA? Pues, ese organismo tampoco hizo nada durante esa invasión. Años atrás escribí aquí “¿Dónde está la OEA?” que también calló cuando “en Bolivia hubo 70 muertos y centenares de heridos, víctimas de la represión para contener las masivas protestas… demandando la renuncia del presidente Losada, que finalmente debió huir a Estados Unidos”.

Una ligera historia de la OEA, desde 1948, cuando se fundó en Bogotá, durante el Bogotazo -efecto del asesinato de Gaitán-, nos demostrará cómo ese organismo estuvo siempre al servicio de los intereses estadounidenses y no se interesaba por cuanto sucedía en nuestros países, asimismo cómo tantos golpes de Estado, incluido el que derrocó a Rómulo, las agresiones desde Washington, etc. No sé, pero parece que el desagravio a los dominicanos por su cómplice silencio ante la invasión de los marines en 1965 podría estar abriendo caminos para que otros países, igualmente ofendidos, formulen sus respectivas reclamaciones. Esa inmoral conducta de la OEA durante tantos años no debe quedar impune. La guerra económica en la ONU Dos días demoró en el Consejo de Seguridad de la ONU el debate sobre la denuncia de “agresión económica” que introdujo el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, el doctor Raúl Roa. Todo ocurrió el 18 y 19 de julio de 1960, apenas comenzando la revolución. Acusó a EEUU de desplegar una “guerra económica” y de intervención en los asuntos internos cubanos; entre las medidas tomadas por EEUU estaba la reducción de 840 mil toneladas de compra de azúcar a Cuba y la reducción del envío de derivados del petróleo, etc. Hasta donde conozco, es la primera experiencia de la guerra económica declarada por EEUU a un país latinoamericano. Trece años después, en 1973, se aplicó de forma descarada al gobierno del presidente Salvador Allende en Chile, tal como quedó demostrado irrefutablemente en los miles de documentos secretos y confidenciales que desclasificó le Casa Blanca como parcial compensación por el mal hecho a ese país, según explicó Collin Powell, Secretario de Estado. En Nicaragua no se habla de esa guerra porque había otra, militar, de los contras apoyados por EEUU. Con esos antecedentes, y las evidencias en Venezuela, no tienen razón alguna quienes en la oposición siguen repitiendo que son cuentos del gobierno, que la situación económica del país, el desabastecimiento, son efectos de políticas erradas del gobierno, cuyos errores y omisiones -que no pueden ser negados-, como tampoco la acción ejercida desde el exterior y desde dentro por algunos empresarios y sectores oposicionistas. ¿La abrupta baja de los precios del petróleo fue una decisión inocente? ¿De dónde salió Dólar Today? ¿Y el déficit de producción de algunos renglones? Como es fácil deducir, no fue la falta de democracia, de libertades y de desconocimiento de los derechos humanos, como ha sucedido con todas las dictaduras auspiciadas y sostenidas desde Washington, como las de Baptista en Cuba, Pinochet en Chile y Pérez Jiménez en Venezuela. No, cuanto mueve esa política es que se trata de países que desafiaron el omnímodo poder de EEUU, que rescataron su independencia y afectaron poderosos intereses económicos en tanto desarrollaban acciones en beneficio del pueblo.


Bachacos matavotos Luis Britto García

El síndrome de la derrota José Vicente Rangel

n1 Nunca hubo en Venezuela un liderazgo opositor más errático que el que se conformó a partir del acceso al poder de Hugo Chávez en 1999. Basta un rápido recorrido del período para confirmarlo. Ha sido un liderazgo sin cohesión, sin proyecto de país y sin respeto por el orden constitucional. Cuando pareciera tomar un camino correcto, el de la lucha cívica y el respeto a las instituciones, revira de pronto y repite los errores que lo descalifican como adversario confiable. Por eso la constante en quienes dirigen a la oposición es la contradicción. Al extremo de que cuando estos no aciertan le achacan la responsabilidad de sus errores al contrario. Ocurre, concretamente, con la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) con su enfrentamiento con el chavismo y el gobierno de Nicolás Maduro. n2 El origen de este comentario está en lo que sucede con la oposición a partir del 6 de diciembre de 2015, cuando en las elecciones parlamentarias obtuvo una importante victoria. Esa victoria, juzgada a la luz del comportamiento posterior de la MUD, tiene todas las características de un chocolate envenenado: la oposición no la ha sabido administrar. La arrogancia la desbordó, y sus dirigentes consideraron que habían conquistado algo más que la mayoría en la Asamblea Nacional. n3 A partir de esa interpretación voluntarista, los líderes de la oposición consideraron que todo les estaba permitido, ejemplo, rivalizar abiertamente con otros poderes públicos, arremeter contra instituciones del Estado como el Consejo Nacional Electoral, el Ministerio Público, el Tribunal Supremo y la Fanb. Aparte de esto incurrieron en otros errores que actualmente afectan el desarrollo de su estrategia de insertarse en la actividad cívica con el puñal de la desestabilización en la manga. Uno de esos errores fue el anuncio del presidente de la nueva Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, de un plazo de seis meses para revocar el mandato de Maduro. Anuncio cuya ejecución era prácticamente imposible como lo confirma el hecho de que el lapso está a punto de vencerse (próximo 6 de julio), y el presidente sigue vivito y coleando en Miraflores. ¿Qué sentido tenía la amenaza? Únicamente el impacto mediático. Solo sirvió para enrarecer más las relaciones entre oposición y chavismo y sacrificar a la Asamblea Nacional como escenario de diálogo. Desde luego, ante el error el recurso fue atribuir la responsabilidad al adversario. n4 No anunciar en enero de este año la activación del revocatorio y proceder de inmediato a su implementación es otro error costoso de la MUD. El retraso de varios meses, consecuencia del debate interno sobre el camino a seguir, determinó la inconfortable situación que hoy encara la oposición. La cual, sin embargo, opta por responsabilizar al chavismo del error en el cual incurrió. Otro caso, si se quiere más patético, es la posición que adoptó la MUD de presionar en la OEA -a través de su inefable secretario general, Luis Almagro- la aplicación a Venezuela de la Carta Democrática Interamericana. Error táctico inexplicable dado que tal iniciativa estaba condenada al fracaso por carecer del apoyo indispensable en el organismo regional. Y también un error por la deplorable imagen de desprecio hacia el país que proyectó la oposición. Algo sin precedente en el plano político y en el manejo de las relaciones internacionales. Por último cabe destacar la increíble posición adoptada por la MUD de rechazo al diálogo, iniciativa que cuenta con amplísimo apoyo nacional e internacional. Sobre este tema volveré en próxima columna. n5 Sintetizando: luego de una victoria importante pero desperdiciada, la situación de la oposición se complica. En vez de consolidar una posición seria, confiable, repite la tendencia que la caracteriza de buscar derrotas, con lo cual estimula las agudas divergencias internas y desata el malestar entre sus partidarios.

Le habla uno a los políticos de salvar soberanía, socialismo o integración latinoamericana, y es como si oyeran llover. Hay que hablarles de votos, el único lenguaje que entienden, pero que quizá no terminan de comprender. ¿Cuántos votos cuesta cada producto subsidiado que el gobierno con gran sacrificio pone en el mercado a precio solidario y el bachaco caníbal revende o exporta a diez o veinte veces su valor? Supongamos que un voto, aunque un envase de leche regulado a 70 bolívares y revendido a 2.000 bien pudiera costar todos los de una familia extensa. ¿Cuántos productos acapara diariamente un bachaquero, impidiendo que puedan llegar al pueblo, al cual están destinados? Digamos conservadoramente que diez, aunque hay bachacos artesanales que salen de cada cola con paquetes más grandes que ellos. ¿Cuántos son los bachacos? Ninguna cifra oficial los cuantifica: sabemos que hay megabachacos que desaparecen 60.000 millones de dólares preferenciales, bachacos medios con gandolas que exportan gasolina y galpones donde se pudren millones de huevos, y bachaquera de hormiguero que expulsa a golpes a cuanto ciudadano intenta entrar en las colas que ellos fabrican. Una encuesta informal nos lleva a redondear una cifra de 300.000. ¿Cuál es su calendario laboral? Con márgenes de beneficio que superan de lejos los del narcotráfico, bachaco no descansa: destruye al país 365 días al año. ¿Y qué? -Si cada producto bachaqueado cuesta un voto, 3.000.000 de productos bachaqueados por día durante 365 días matan 1.095.000.000 votos al año. Pero, ¿no vale la pena conservar el voto bachaco? -Perdón, ni un solo bachaco votará jamás a favor del socialismo que le permite destruirlo. Digamos que son 1.098.000.000 votos difuntos. ¿Qué se hace contra los bachacos? Nada. Hasta ahora sólo tres gremios ejercían solidaridad automática, se consideraban por encima de toda ley y podían contar con la impunidad: millonarios, comunicadores y motorizados. Ahora a los bachacos no sólo no se los castiga: se los premia. ¿Pero no satisfacen una necesidad? Desde luego. La cadena que va desde el megabachaco que devora dólares preferenciales al galponero y al montacolas no debe ser interrumpida: es la soga que debe ponerse al cuello todo aquél que desee perder el poder. Bueno, pero eso será por un ratico. Pescuezo no retoña, y país devorado por bachacos menos.


La crisis del capitalismo y el agotamiento

del modelo rentista venezolano

Mario Sanoja ObedienteIraida Vargas-Arenas| Los ideólogos de la derecha, tanto la internacional como la venezolana, proclaman a los cuatro vientos el colapso de modelo socialista bolivariano y la necesidad de reimplantar en Venezuela un paquete de ajustes económicos neoliberales que serviría para desmontar todas las políticas sociales de la Revolución Bolivariana, y privatizar a favor de las transnacionales todos los medios de producción que son propiedad del pueblo venezolano. Para desmontar aquella falacia es necesario exponer las prácticas comerciales monopólicas y oligopólicas perversas que han permitido a la burguesía venezolana adueñarse de Venezuela durante aproximadamente 266 años. Es necesario igualmente delinear -así sea de manera muy general- el proceso económico que arranca en Venezuela desde mediados del siglo XVIII con la imposición del antiguo sistema mercantil comercial colonial de reformas económicas liberales dictadas por Carlos III, aplicadas tanto por la Compañía Guipuzcuana en la región centro occidental de Venezuela como por la Compañía de Barcelona en la región centro oriental del país. Aquellas reformas impuestas por Carlos III, abrieron la vía hacia la consolidación en Venezuela de la sociedad de clases y establecieron una nueva geometría del poder colonial cuyo centro se localizaba en la Provincia de Caracas. Gracias a aquellas reformas liberales el capital usurario y comercial venezolano comenzó -desde mediados del siglo XVIII- a controlar las actividades productivas y de intercambio en los centros urbanos y villas, el comercio de exportación e importación, la riqueza

social de la tierra e incluso las instituciones eclesiásticas. Las cosechas obtenidas por los dueños de plantaciones eran pagadas por los compradores europeos -al menos en parte- con mercancías que eran luego revendidas localmente por especuladores comerciales que pertenecían a la misma clase social de los agroexportadores mantuanos, conducta que no difiere de las prácticas de la actual burguesía parasitaria venezolana. El modelo económico decimonónico propulsado por el bloque oligárquico republicano a partir de 1830, conservó en la práctica el mismo modelo económico de la burguesía mantuana colonial en el cual, como ya hemos dicho repetidas veces, predominaba el capital comercial-usurero sobre el casi inexistente capital industrial. La base del proceso productivo, como ya sabemos, era la producción agropecuaria, donde destacaba la explotación del café, el cacao, el tabaco, el algodón, cueros y semillas de dividive (Caesalpinia coriaria) utilizadas entonces en Estados Unidos y Alemania para la curtiembre.de aquellos. El 73% de la renta del Estado venezolano de la época descansaba sobre los derechos de importación, aproximadamente un 9% por los derechos de exportación y un 1% por la renta interna derivada de los impuestos a la producción y el consumo de la sal, los licores y el tabaco. Gracias a sus vinculaciones con el comercio exterior, el sector de intermediación -integrado por comerciantes que adquirían sus mercancías a través de los principales puertos- aquellos convirtieron el comercio exterior, los préstamos usurarios, el control del circulante y los mecanismos del crédito en su principal fuente de acumulación de capitales. De esta manera los comerciantes se transfor-

maron rápidamente en el grupo económico dominante en el plano político y en la raíz de la burguesía comercial venezolana. La estructura social y económica que prevalecía desde el siglo XVIII no sufrió cambios significativos hasta las primeras décadas del siglo XX, cuando la explotación petrolera desplazó al sector agropecuario como factor dominante para la creación de la renta nacional. Mientras una parte importante de dicha renta que se invertía en la compra y distribución de bienes cuyo consumo beneficiaba preferentemente los gustos suntuarios de la burguesía, un mínimo segmento de ella se dedicaba a la inversión pública. Como consecuencia, la clase de los ricos se acostumbró a considerar a Venezuela como su propiedad personal, a los venezolanos de clase media como su servidumbre, mientras que consideraba a los y las pobres como sus esclavos. Esta condicióven petroleo dolarn de desprecio, de desigualdad social, se prolongó por dos siglos, hasta inicios del proceso de la Revolución Bolivariana en 1998, cuando todavía un 80% de la población venezolana se hallaba en situación de pobreza, excluida por la oligarquía liberal burguesa del disfrute de la felicidad social. A partir de las primeras décadas del siglo XX, el auge de la explotación del petróleo exacerbó los componentes culturales más negativos del modelo socioeconómico rentista liberal burgués en la sociedad venezolana, dando origen a lo que conocemos como la Cultura del Petróleo. Los estilos de vida de dicha cultura fomentaron y siguen fomentando en las y los venezolanos - -vía las campañas mediáticas y las industrias culturales- sentimientos de dependencia, autodesprecio y marginalidad, la disociación de las mentes y la transculturación que genera lealtades hacia el “American way of life”.


La cultura del petróleo crea tanto normas de ética social como una filosofía de vida cuyo objeto es adaptar la sociedad venezolana a una condición de productora y exportadora de materias primas, al consumismo exacerbado de todo tipo de mercancías, del confort que estas supuestamente producen, reforzado e institucionalizado por técnicas publicitarias que disocian a los venezolanos de su propia realidad, convirtiéndolos en sujetos dominados por las transnacionales o los monopolios venezolanos como es el caso hoy día con Empresas Polar. Otra consecuencia de la cultura petrolera es la creación de un proceso de acumulación de capitales y un crecimiento del salario real que contradice las leyes del capitalismo normal. En Venezuela la extraordinaria acumulación de capitales lograda por la burguesía en el último medio siglo vía la apropiación de la renta petrolera, fue acompañada, hasta 2015, por un aumento en la capacidad de compra de la población en general. Pero el crecimiento de la acumulación de capitales y del nivel real del salario superó sistemáticamente el de la productividad gracias al rentismo petrolero. Aquella situación afectó el equilibrio macroeconómico puesto que fortaleció una perversa dependencia de la importación de alimentos, de medicamentos, de autopartes, etc., precarizando el abastecimiento de los productos indispensables para garantizar la estabilidad de la vida cotidiana, la soberanía y la seguridad de la nación. La crisis que estamos viviendo en la actualaidad, ocasionada por la caída mundial de los precios del petroleo, nos permite definir el colapso del modelo capitalista liberal burgués que nos fue impuesto hace más de dos siglos por la oligarquía liberal burguesa venezolana. La vía socialista

adoptada por la Revolución Bolivariana, por el contrario, incidió profundamente en los procesos de inclusión de la población venezolana, saldando buena parte de la terrible deuda social que dejaron 200 años de vivir bajo el capitalismo liberal burgués, mejorando hasta niveles no conocidos anteriormente los índices de salud, educación, vivienda, tecnología y conciencia social. Esta estructura institucional creada por la Revolución, es la que ha permitido a la sociedad venezolana paliar hasta ahora el impacto de la crisis petrolera, los efectos perversos de la guerra económica, el desabastecimiento selectivo y la inflación inducida por el imperio y la burguesía venezolana. La vía socialista señalada por el Comandante Chávez, si bien ha logrado transformar las condiciones materiales y subjetivas de vida de nuestra población, debido a la baja productividad que persiste en la economía venezolana no ha logrado todavía independizarnos de los factores capitalistas de dominación económica, representados tanto por las transnacionales como por los monopolios y oligopolios venezolanos que dominan la importación de bienes y el ensamblaje de productos alimenticios, medicinas, autopartes, tecnología, conocimientos científicos y la producción de saberes. La actual guerra económica que nos imponen tanto el imperio como la burguesía venezolana, ha tenido un fuerte impacto sobre la cultura y sobre los diversos estilos de vida de la población venezolana debido, precisamente, a nuestra debilidad productiva. Sin embargo los aportes creativos que han dado siguen dando las diversas misiones sociales al progreso social de las venezolanos y las venezolanas, a las bases de misiones que apoyan al sistema de comunas y consejos populares y de los numerosos movimientos sociales organi-

zados que los acompañan y consolidan el poder popular, de los movimientos de agricultura urbana, de la movilización masiva de la población venezolana en defensa de los logros obtenidos por la Revolución Bolivariana, al desarrollo de un sistema educativo inclusivo y democrático, de un fuerte movimiento cívico militar, todos juntos han frenado las posibilidades de éxito de las brutales arremetidas del imperio contra Venezuela y constituyen al mismo tiempo el fundamento de una nueva sociedad venezolana. El fortalecimiento socioproductivo de la sociedad venezolana fundamentado principalmente en el viejo anhelo de la sustitución de importaciones, requiere de una política socioeconómica orgánica, como la expuesta en la Agenda Económica Bolivariana y los 15 motores productivos que ha propuesto a la Nación el Presidente Nicolás Maduro. Dicha política abre un proceso que requiere el concurso de todos los factores y actores de la vida económica nacional para poder lograr la meta propuesta: lograr el desarrollo integral de nuestro país bajo el signo de la democracia participativa y el poder popular. La política socioproductiva propuesta y puesta en ejecución por el Presidente Maduro, privilegiando el capital productivo sobre el comercial, combate la perversa tendencia histórica que se inició desde el siglo XVIII, la cual permitió que la burguesía parasitaria, en sus diferentes encarnaciones a lo largo de tres siglos y medio, se apoderase tanto de los recursos de Venezuela como de la vida de las y los venezolanos. La forma de capitalismo rentista venezolano es un caso digno de estudio, ya que se asemeja más a un capitalismo de Estado donde éste sería el patrón que paga el salario en dólares a los empresarios que son sus empleados, para que estos se enriquezcan y acumulen un capital que luego ni invierten ni arriesgan en el desarrollo de sus empresa en el país, desviando las ganancias no hacia la economía real venezolana sino hacia la especulativa... en los mercados offshore. Nunca utilizan sus capitales, los cuales están colocados en bancos extranjeros; cuando como en la coyuntura actual, el Estado no tiene suficientes divisas para pagar el salario en dólares a los “empresarios”, estos hablan de la “deuda” que aquel ha contraído con ellos y amenazan con guerra económica y boicot a la producción y las cadenas de distribución como un vulgar chantaje al gobierno bolivariano. Esta forma vernácula de capitalismo mafioso funcionó durante los siglos que duró su apropiación del Estado venezolano hasta el final del la IV República en 1998. Los políticos y los comerciantes o “canastilleros” como los llamaba el historiador venezolano Laureano Vallenilla Lanz, se desempeñaban alternativamente como Presidentes de la República, presidentes o gobernadores de estados, ministros, doctores y generales, etc., y se repartían la piñata del erario público. Esta situación llegó a su momento más desastrado durante las décadas de gobierno adeco-copeyano (1958-1998) cuando lograron ponerle la mano directamente a la industria petrolera, a la renta que ella produce y a los mecanismos de control financiero que regulan su administración. El inicio de la Revolución Bolivariana


en 1992 y la elección posterior de nuestro comandante Hugo Chávez Frías a la Presidencia de la República en 1998 comenzó a erosionar los mecanismos de control político y económico que tenían el imperio y la burguesía sobre el Estado la producción petrolera y la renta petrolera, así como sobre la sociedad venezolana. Para tratar de retomar su control sobre nuestra sociedad, la burguesia parasitaria venezolana y el Imperio Usamericano en complicidad los gobiernos oligárquícos de España y Colombia, entre otros, organizó planificó y ejecutó el fallido golpe de Estado de 2002 contra el gobierno del Presidente Chavez, el sabotaje de la industria petrolera de 2002-2003 y, posteriormente, intervinieron en toda la campaña de terrorismo delictivo (guarimbas), asesinatos indiscriminados y selectivos de ciudadanos y ciudadanas, destrucción de la propiedad pública, la organización de hordas de bachaqueros y paramilitares binacionales, la organización de campañas mediáticas contrarevolucionarias a nivel internacional y nacional, hasta culminar con intentos injerencistas como el luctuoso decreto de Obama y la impúdica alianza de organismos internacionales como la OEA y su secretario Mister Almagro, el gobierno español del Partido Popular Rajoy, la oligarquía colombiana (Uribe Vélez) y la derecha venezolana que controla la Asamblea Nacional, para derrocar al gobierno revolucionario constitucional del presidente Nicolas Maduro utilizando fraudulentamente la Cartas de las Americas... Es muy difícil que la burguesía empresarial parasitaria y la derecha política venezolana acepten dialogar con el gobierno bolivariano, no obstante los buenos oficios de UNASUR y del sector mayoritario de países honorables que nos apoya en la OEA. Para la derecha venezolana, dialogar significa imponer al contrario sus condiciones sin discusión. Para dialogar con ellos se debe aceptar que la Revolución Bolivariana existe, que Nicolás Maduro, nuestro presidente electo democráticamente, en realidad no existe, que en Venezuela hay una crisis humanitaria y hay que intervenirla militarmente para resolverla. Dialogar aceptando que el otro existe significa, en suma, para ellos. perder cara ante la opinión mundial que tan cuidadosamente han manipulado para crear una imagen distorsionada de Venezuela y de la Revolución Bolivariana. Es por eso que la campaña contra Venezuela constituye un argumento de peso en la presente campaña electoral de España, para tratar de ocultar la terrible crisis humanitaria que vive actualmente dicho país. Para muchos venezolanas y venezolanos que desesperan ante las penurias que nos impone la guerra económica desatada contra nosotros por el imperio y la burguesía parasitaria venezolana, les decimos que dicha crisis es sintomática del final del viejo capitalismo burgués. Así como nos causa tanto sufrimiento, esta coyuntura también afecta el futuro inmediato del 1% de ricos que controlan la economía mundial y por supuesto la economía venezolana, cuyos negocios podrían verse amenazados por una posible contracción destructiva de la demanda. oea Maduro-AlmagroEl derrocamiento del Presidente Maduro planeado -según Ramos Allup- para ser efectivo el 6 de Julio de 2016, coincidiría aproximadamente con

el supuesto inicio de las importaciones para las fiestas navideñas, etapa de mayores ventas y beneficios económicos para “empresarios-comerciantes”. Imaginemos una navidad secuestrada por el “grinch” de la guerra económica, sin jugosas ventas de juguetes, ropas, calzado, electrodomésticos, sin venta masiva de ingredientes para las hallacas, de licores, de arbolitos y ornamentos de navidad, etc. En otras circunstancias los venezolanos y venezolanas habrían dilapidado alegremente sus aguinaldos y utilidades en un consumismo desenfrenado, pero la guerra económica nos obliga a considerar que existen otras deudas y obligaciones perentorias que no se resuelven solo con el consumismo exacerbado de bienes. La guerra económica que promueve la derecha también está modificando la conducta cultural de la sociedad venezolana. Un cambio negativo está ocurriendo en las clases populares con la irrupción en el escenario sociocultural venezolano de la guerrilla bachaquera binacional, propiciando un proceso barrial de acumulación de capitales especulativos que determina la existencia de una sociedad barrial desigual, violenta, vinculada y protegida por las mafias delictivas que perturbará la vida cotidiana tanto de las comunidades como el funcionamiento de las cadenas tradicionales de distribución de bienes. ¿Podríamos imaginar cómo y hasta cuando prolongarán los “empresarios-comerciantes” esta esteril guerra económica? Luego de esta crisis, ya no podrán los burgueses y la clase media seguir viviendo como vivían bajo la IV República cuando, como dicen muchos venezolanos mental y culturalmente disociados, “eramos felices y no lo sabíamos”. Ningún político de derecha les había explicado la existencia de los ciclos de crisis del capitalismo, que vivían en una burbuja rentista que tenía fecha de expiración, la cual sobrevino con la caída mundial de los precios del petróleo. La crisis de la sociedad capitalista tiene diferentes factores causales en países

vecinos como México, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú, Brasil, Paraguay, Argentina y Chile, y en otros países como Francia, España, Bélgica, Reino Unido, Grecia, Italia. En Estados Unidos, la creciente descomposición social pone en peligro la macroeconomía, lo que se refleja en las mediocres ofertas, que a través de Hilaria Clinton y Donaldo Trump, ofrece la clase oligárquica al pueblo norteamericano que ve cada vez más lejos sus posibilidades reales de liberación nacional.crisis eco caric Todo parece indicar que en Venezuela, como en otros países, está gestándose una sociedad post-rentista. Aunque el tiempo histórico de la Revolución Bolivariana, que ha sido una guía para los movimientos de liberación en todo el mundo, se desarrolla con distintas velocidades y estilos, la meta que perseguimos, la sociedad socialista, se mantiene como la única alternativa posible, ya que las políticas de ajustes neoliberales solo provocan miseria, desempleo, violencia y desigualdad social y pérdida de la libertad y la democracia. La derecha venezolana se ha revelado, en esta coyuntura, incapaz para comprender la realidad venezolana e inepta para gobernar eventualmente el país. La aplastante derrota internacional que le infligió en la OEA la diplomacia bolivariana y la solidaridad de la mayoría de los países latinoamericanos y el presunto juicio político a su liderazgo de la Asamblea nacional por traición a la patria, la descalifican a la derecha incluso como actores de un posible diálogo sobre la normalización de nuestra situación sociopolítica. Ante esta coyuntura, solo nos queda como futuro posible, la vía comunal socialista hacia la construcción de una nueva sociedad venezolana, donde podamos continuar viviendo bajo una democracía revolucionaria justa, participativa y protagónica. *.Profesores Titulares Jubilados.UCV. Profesores Escuela Venezolana de Planificación.


¿Pico energético en Latinoamérica? Aníbal Hernández, Demián Morassi y Erasmo Calzadilla (CrashOil)| Las energías fósiles son la sangre de la civilización industrial. Latinoamérica es parte de esta compleja civilización. Nuestra sangre es bastante negra: de todas las energías, el petróleo representa el 48 % de lo bombeado por nuestro corazón industrial. Con él transportamos la harina para la arepa al supermercado y con él tu carro da vueltas por toda Caracas hasta encontrar dónde estacionar. De las otras energías, el gas (que cocina tu arepa) es la segunda con un 26 % y el carbón (que se usa para electricidad y en gran medida se exporta) ocupa el 5,5 % de nuestro consumo. Por fuera de las fósiles, las hidroeléctricas nos dan el 18 % para electricidad (así puedes iluminar la cocina por la noche), luego los biocombustbles, las centrales nucleares, la biomasa, geotérmica, eólica y solar. La producción latinoamericana de petróleo disminuye sin tregua desde su pico en 2006, algún año más deprisa y otros sube un poco, en 2014 por ejemplo subió gracias a tres años de barril a 100us$ (y a Brasil). Sin embargo desde ese 2014, con la caída del precio, las empresas y Estados que basan su economía en el petróleo fueron de a poco bajando los brazos, dejaron de explorar, de investigar, de proyectar mientras producían todo lo que podían para no perder competitividad. El resultado del sacudón del precio se ve en la caída de las plataformas de perforación pero aún no en las estadísticas de BP, o al menos no en toda su profundidad. El efecto de este desplome anunciado (al menos por nosotros) depende de la capacidad de cambiar nuestros otros productos (alimentos, hierro, cobre, etc.) por la energía que nos faltará. Pero la caída del precio de las materias primas es probable que nos dé un par de golpes en otros lados (el esternón y el estómago). La desglobalización económica [1] deberemos irla monitoreando porque la estrategia que guió el inicio del Siglo XXI puede que no sea válida en este contexto. Es probable que no necesitemos más energía porque no necesitemos producir otras materias primas porque no hay compradores. Las otras energías aún muestran una capacidad de aumento bastante considerable, hay reservas suficientes para algunos años de aumento de la producción pero se podrán ver limitadas si no hay aumento de la demanda que justifique seguir buscando gas, crear nuevas represas o construir parques eólicos, o bien, no hay capacidad de pedir créditos para realizar

estas obras, en general costosas. Acá nos cruzamos con ese otro límite, el del consumo. ¿Necesitamos seguir aumentando nuestro consumo de energía o, al contrario es hora de decrecer? Esta hora no la fija ni siquiera nuestro deseo ecologista sino el seguimiento de la lógica de los límites del crecimiento. Obsérvelo usted misma/o El 8 de junio BP dio a conocer su Statistical Review [2], un informe que desde 1965 es uno de los más completos en cuanto a reservas, producción y consumo de energía. Si bien para Latinoamérica los mismos datos se pueden encontrar en los informes estadísticos de cada País, aquí se aúnan los criterios de unidades de medidas. De todos modos no está de más comparar con los informes de la IEA (Agencia Internacional de Energía de la OCDE) y la OLADE (Organización Latinoamericana de Energía) aunque sus datos abiertos al público son mucho más acotados. El principal problema para sacar conclusiones determinantes es la oscuridad en los datos de Venezuela, los cuales no se publican mes a mes, sino anualmente cubiertos de gran sospecha. El petróleo es la gran debilidad. Debido al espectacular crecimiento económico de la región en el Siglo XXI, ha aumentado el consumo de petróleo y el dinero para invertir en este alabado Dios negro. Especialmente en Brasil que es responsable de más de la mitad del crecimiento total de la región. Sin embargo en los últimos años la desaceleración en ese país unida al descenso ya conocido del consumo en México y al hundimiento Venezolano dan cuenta del mayor descenso del consumo en, al menos, los últimos 30 años.


Sin embargo la geología manda. La producción de nuestro principal insumo energético lleva casi 20 años de estancamiento. Venezuela y México, los grandes productores tradicionales, dan cuenta de la gran mayoría del declive, que solo se ha compensado, aunque parcialmente, por el espectacular crecimiento de Brasil, seguramente el mayor productor de la región en el lustro que viene. No es menos cierto que ha habido crecimiento en algunos lugares, pero este crecimiento que, insistimos, no ha logrado compensar del todo el declive, necesita de altos niveles de inversión y lleva a complicaciones políticas y ambientales: petróleos extrapesados en Venezuela, Presal en Brasil, por medio de fracking en Argentina o en el Amazonas ecuatoriano o las llanuras Colombianas enfrentándose a las poblaciones originarias.

Las otras energías se encuentran en mejor estado y aún tienen la posibilidad de crecer si así lo requiere la demanda, la cual está en jaque. Sin embargo los costos en relación a los beneficios pueden hacer claudicar los esfuerzos por aumentar cada una de estas fuentes. La producción de gas ha caído en dos grandes productores: Argentina y México. Si bien Argentina tiene las segundas reservas más importantes del denominado shale gas (que se extrae por medio del fracking) la realidad por ahora es que las costosas inversiones no han dado los beneficios esperados y los bajos precios para comprar en el mercado global o a los socios regionales son mucho más convenientes que la puesta en marcha de un boom como se dio en EEUU (que no está demás decir que duró relativamente poco y a base de una burbuja financiera que se está pinchando). Los otros dos grandes productores Trinidad y Tobago y Venezuela, siguen en su particular meseta ondulante. Ya veremos qué pasa cuando salgan de ella.

último año cae con fuerza en Chile y más moderadamente en Brasil, Argentina, Perú, Venezuela y el resto de países y solo aumenta significativamente en Colombia y marginalmente en México. Las energías “renovables” han podido despegarse al menos un poco de la principal fuente de producción de electricidad que es la energía hidroeléctrica, el desarrollo de la energía eólica es especialmente importante en algunos países importadores netos de energía como Uruguay que se convirtió en el País con mayor porcentaje de energía eólica en su mix de producción eléctrica. México por su parte ha impulsado la geotermia mientras que en algunas regiones el aumento de la biomasa (carbón vegetal, madera y residuos del agro) fue fundamental para sostener el desarrollo. Si bien hay varios proyectos en los campos eólico, solar (ni siquiera visible en la gráfica) e incluso nuclear, todo parece depender de los referidos a nuevas represas. La mayor caída en el consumo de los últimos 20 años.

En cuanto al consumo apenas crece en el último año y en México, el mayor consumidor, cae casi 4 mil millones de metros cúbicos. En cuanto al carbón todos los ojos están puestos en Colombia. La caída del precio desde 2011 sumado al desapego global por sus fuertes emisiones de CO2 por unidad energética puede que haga difícil levantar la meseta, mientras el consumo en ese país se ha disparado multiplicándose por 5 en los últimos 10 años. Sin embargo, el detalle para analizar es cómo ha crecido su consumo regional mientras la producción se estancaba. En el

Evidentemente la recesión económica llegó a nuestro continente y eso tiene un efecto en el consumo energético. Si bien este efecto es un rebote de la economía global, donde la caída de las importaciones chinas ha sido la gran protagonista en 2015 y Brasil su actor secundario, Latinoamérica no ha tenido mucho que ofrecer para amortiguar el impacto. La imposibilidad latinoamericana de producir energía barata para sostener el crecimiento industrial es anterior a este pinchazo y por tanto la región se volvió totalmente dependien-


Exxon halla petróleo frente a costas en territorio reclamado por Venezuela

te de otras materias primas para su crecimiento. La velocidad de los acontecimientos puede dejarnos con el pie cambiado si no reaccionamos a tiempo. Recordemos que el petróleo representa casi la mitad del consumo energético y el gas un cuarto del total. Con la caída del precio del barril a mediados de 2014 las empresas (privadas y estatales) sostuvieron el bombeo pero dejaron de perforar nuevos pozos. La relación entre las perforaciones y la producción es fundamental para comprender el futuro, en los últimos diez años las perforaciones aumentaron pero sólo para sostener la producción, luego de la caída del precio las perforaciones descendieron de manera vertiginosa y lo que estamos viendo a principios de 2016 es una caída en la actividad mucho más aguda que en los últimos años.

Esta caída energética es parte de una espiral de caída de oferta y caída de demanda de todos los productos para la industria y el consumo, que para el ciudadano se verá reflejado en crisis económicas que podrán ondular dependiendo País y año pero que en su conjunto continuarán durante décadas hasta estabilizarse en algún punto muy lejano al final de la denominada era industrial. Cómo actuarán gobernantes y ciudadanos depende de lo informados que estén, para tomar decisiones, más que de volver a estrategias que en el pasado hayan funcionado. Aún no se oyen debates sobre cómo llevar el declive ni en el ala derecha ni tampoco en las izquierdas de la región. El mantra parece ser cómo “reindustrializar el País” o cómo “volver a la senda del crecimiento”, dos imposibles. El camino lleno de amenazas es el único que tenemos para recorrer. Es esperable que así sea para evitar mayores problemas climáticos y evitar también que crezca la ya avanzada contaminación de suelo, agua y extinción masiva de seres vivos. El cómo recorrerlo merece un trabajo aparte y no es nuestra intención delinearlo en este texto ya que sólo tiene sentido si previamente logramos entender el trasfondo y no echar todas las culpas a la corrupción, el narcotráfico o al FMI. El fondo de la cuestión, en este momento es la relación entre geología, tecnología y sociedad. La geología tiene límites, la tecnología encuentra límites y la sociedad deberá aprender a limitarse.

La compañía estadounidense Exxon Mobil, la mayor empresa cotizada de petróleo y gas del mundo, aseguró hoy haber descubierto una “significativa” cantidad de petróleo en un segundo yacimiento que andaba explorando frente a las costas de Guyana, en un territorio reclamado por Venezuela. En un comunicado apuntó que los resultados de la perforación realizada en el yacimiento Liza-2, el segundo pozo de exploración del bloque Stabroek frente a Guyana, “confirman un descubrimiento de primera categoría, con una reserva de recursos recuperables de entre 800 millones y 1,4 millones de barriles equivalentes de petróleo”. Según el presidente de Exxon Mobil, Steve Greenlee, las pruebas realizadas “confirman la presencia de petróleo de alta calidad procedente del mismo yacimiento arenisco de alta porosidad que vimos en el pozo Liza-1, completado en 2015”. “Nosotros, junto con nuestros socios, esperamos seguir manteniendo una estrecha colaboración con el Gobierno de Guyana para evaluar el potencial comercial de esta apasionante prospección”, añadió. Los pozos Liza están ubicados en el bloque Stabroek, a unas 120 millas (193 kilómetros) de la costa de Guyana. El pozo Liza-2 fue perforado por Esso Exploración y Producción Guyana, filial de Exxon Mobil, a unas 2 millas (3,3 kilómetros) de la Liza-1. En el Liza-2 también se encontraron más de 190 pies (58 metros) de yacimientos de areniscas petrolíferas en las formaciones cretácicas superiores. El pozo fue perforado a 17.963 pies (5.475 metros) bajo 5.551 pies (1.692 mtros) de agua. “Este éxito de la exploración demuestra la fortaleza de nuestra estrategia de inversión a largo plazo, así como nuestro liderazgo tecnológico en aguas superprofundas”, dijo Greenlee. Esso Exploration and Production Guyana tiene derechos sobre el 45 % del bloque Stabroek, de 6,6 millones de acres (26.800 kilómetros cuadrados). Otro 30 % es de Hess Guyana Exploration y el 25 % restante de CNOOC Nexen Petroleum Guyana. El bloque Stabroek, que se encuentra en la cuenca entre Guyana y Surinam, es reconocido por el Servicio Geológico de EE.UU. como la segunda mayor área del mundo con petróleo sin explorar. En mayo del año pasado, la petrolera anunció el hallazgo de un yacimiento de crudo de más de 90 metros (295 pies) de alta calidad en el pozo Liza-1. Poco después, el Gobierno de Venezuela emitió un decreto que redistribuía el territorio venezolano en áreas conocidas como Zonas Operativas de Defensa Integral e incluía ese territorio marítimo, ubicado en el Esequibo. Venezuela y Guyana mantienen una controversia por el Esequibo, una zona de unos 160.000 kilómetros cuadrados que los venezolanos reclaman y que supone dos terceras partes del territorio guyanés.


La solución está en el pueblo

Pablo Siris Seade | Desde que en 2002 Venezuela fuera víctima del primer intento de golpe de Estado contra el gobierno legítimo del comandante Hugo Chávez, el pueblo de Bolívar tiene claro que hay una sola forma de salir de los problemas: yendo hacia adelante. Hoy la solución a los problemas del desabastecimiento y la especulación van de la mano con la población organizada a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). “Pa’trás ni pa’coger impulso” Así reza el refrán venezolano que ilustra que uno jamás debe rendirse ni retroceder ante la adversidad. Ese aprendizaje popular ha sido también una lección adquirida por el Gobierno Bolivariano a lo largo de ya casi 17 años de lucha contra un enemigo que una y otra vez ha intentado desconocer y derrocar las opciones por las que el pueblo de ese país se ha pronunciado por vía pacífica y electoral. Cada vez que surgían nuevas agresiones imperialistas, nuevos intentos por desconocer un resultado electoral, nuevos conatos de golpe de Estado, el Gobierno Bolivariano dirigido por el comandante Chávez respondió con la radicalización de la Revolución. A cada golpe de la burguesía entreguista y parásita, un contragolpe revolucionario de medidas que democratizaban el sistema político, la distribución de la renta petrolera, el acceso a bienes y servicios, e incluso a derechos humanos básicos negados hasta ese momento por un sistema que otorga pingües ganancias a quienes se prenden del flujo de divisas que genera el petróleo, pero que excluye y somete a la más abyecta pobreza a decenas de millones de personas. Pero lo más importante de estas transformaciones políticas, económicas y sociales es que fueran hechas con y por el pueblo venezolano, con comunidades empoderadas, con gente asumiendo las más diversas tareas para garantizar la construcción de una nueva sociedad, sin explotados ni explotadores y con el ejercicio de todos los derechos por parte de todas y de todos. Hoy Venezuela afronta la caída de los precios internacionales del petróleo, su principal recurso de exportación, y no han sido suficientes los esfuerzos por diversificar la economía y hacer al país definitivamente soberano desde el punto de vista alimentario. Al mismo tiempo, la guerra económica expresada en el combate a la moneda venezolana, el desabastecimiento generado por

los propios empresarios, la especulación y el contrabando de extracción de los productos regulados y/o subsidiados de la cesta básica han contribuido a generar una situación muy compleja para la población. Largas colas para obtener algunos productos de la cesta básica, sobreprecios escandalosos, o la desaparición de estos insumos de los anaqueles de los comercios para luego aparecer en depósitos clandestinos donde son desviados al mercado negro. Por si fuera poco, una larga sequía ha reducido al mínimo los embalses de agua y provocado largos apagones, así como ha mermado la producción agrícola a mínimos históricos. Además, el sector más radical de la oposición de derecha promueve hechos violentos y desestabilización política como parte de su agenda a cuatro bandas para intentar derrocar a Nicolás Maduro -Presidente legítimamente electo- que anunciaron el pasado 10 de enero que incluye presión de calle para forzar la renuncia y/o reforma constitucional para restringir el mandato y/o declaración por parte de la Asamblea Nacional de que ha hecho abandono del cargo (???) y/o la activación del referéndum revocatorio del mandato. El propio hecho de que estas vías sean presentadas juntas, demuestra lo antidemocrático de la agenda opositora. Los CLAP La solución al actual panorama -siguiendo lo que decíamos más arriba de que la forma era radicalizando la Revolución Bolivariana y su democracia participativa y protagónica, no podía ser como plantean algunos eruditos de la economía liberando el tipo de cambio y los precios y dejando sumergidos los salarios. De esas recetas han habido bastantes en América Latina y solamente le han dado a nuestros pueblos miseria y exclusión, entre otros dramas sociales de los que aún no terminamos de reponernos. ¿Por qué si no continuamos siendo el continente más desigual del mundo? La solución tenía que emerger del pueblo, para ser ejecutada con él y para él, como siempre lo promovió el comandante Chávez, como son las auténticas políticas de izquierda, como se paren las nuevas sociedades. Así se han ido formando los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) en un número cada vez mayor de comunidades venezolanas, como mecanismo contra el desabastecimiento y la especulación encabezadas por la lacra social que ha asfixiado a la República durante toda su existencia: la burguesía parásita de la renta del petróleo, que ni siquiera produce, que so-


lamente compra barato afuera para vender caro dentro, que lo único que hace es intermediar en la cadena de distribución. Los CLAP constituyen la nueva forma de organización popular encargada de la distribución casa por casa de los productos regulados de primera necesidad. Para esto cuentan con el apoyo del Ministerio del Poder Popular para la Alimentación, quien utiliza su infraestructura y logística para acercar a las comunidades los bienes que -de esta manera- dejan de ser mercancías. Cada CLAP está integrado por una representación de la Unión Nacional de Mujeres (UnaMujer), las Unidades de Batalla BolívarChávez (Ubch, organización de base de articulación socio-política), Frente Francisco de Miranda (FFM, juventud organizada) y de los consejos comunales conformados por las diversas comunidades. Los CLAP son certificados por el Ministerio para las Comunas y Movimientos Sociales para evitar hechos de burocracia y corrupción, así como para tener un efectivo registro de cuántos alimentos y otros productos subsidiados son distribuidos y dónde llegan. Freddy Bernal, coordinador nacional de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), indicó que los CLAP son una política de Estado con objetivos definidos, entre estos “evitar que nos tumben” en el marco de la guerra económica, pues mediante estos se busca evitar una explosión social al “garantizar que los alimentos lleguen a la población y apoyar la producción”. Bernal explicó que los CLAP no restringen el abastecimiento en las cadenas privadas de distribución como los supermercados, sino que “50% se distribuye en la red privada y 50% en los CLAP”. Al mismo tiempo, los CLAP se han convertido en la herramienta idónea para hacer llegar directamente al pueblo la producción de pequeños y medianos productores, que de esta manera logran desprenderse del mercado especulativo que les paga sumas irrisorias por sus cosechas, pero que luego vende los alimentos a precios muy altos a la población. Adicionalmente, los CLAP -junto al Ministerio del Poder Popular para la Agricultura Urbana- están organizando a las comunidades para desarrollar huertos verticales y agropónicos, así como producciones intensivas en espacios reducidos de sectores urbanos, suburbanos y periurbanos, de forma de permitir que los cultivos lleguen rápidamente y sin intermediarios a los sectores de la población que más los necesitan. La oposición de derecha ha demostrado que su participación en la guerra económica es directa al atacar a los CLAP y al promover acciones de saboteo de los mecanismos de producción y distribución. Varios de sus dirigentes regionales y locales se han visto involucrados en el asalto y saqueo de depósitos de la red pública de distribución dependiente del ministerio de Alimentación, así como al organizar movilizaciones (reducidas en número pero plenas de un discurso sumamente violento) en contra de la existencia misma de los CLAP. El pueblo venezolano, sin embargo, parece haber encontrado nuevamente la senda para dar por el traste a la guerra que le tienen los sectores de la derecha aliados a la burguesía parásita y al imperio norteamericano, así como continuar con su Revolución Bolivariana en la construcción del socialismo. Parece también que el inicio de la temporada de lluvias logrará que se recuperen los embalses y ya se anunció por parte de las autoridades que el racionamiento eléctrico se flexibilizará. Al mismo tiempo, esas mismas lluvias contribuyen a aumentar los rendimientos de la producción agrícola. Por si fuera poco, el Gobierno Bolivariano -con el apoyo de buena parte de los gobiernos del continente- ha logrado que en la OEA primen las posiciones que impulsan el diálogo y por añadidura está aumentando el precio del petróleo. Malas noticias para los saboteadores de oficio. Buenas noticias para el pueblo bueno de Venezuela.

Hogueras virtuales y linchamientos simbólicos

Maryclén Stelling Gradualmente, Venezuela se ha ido convirtiendo en una sociedad secuestrada por la cultura del miedo. Condición que a su vez conlleva consecuencias en la estructura afectiva y en las relaciones interpersonales, especialmente con “el otro” diferente, que percibo como adversario o como un peligro para mi seguridad. En la Venezuela actual conviven (o mal-viven) la inseguridad como problema social, la agenda político-mediática sobre el tema, los discursos de la mano dura y la “justicia por mano propia”, la construcción social del sujeto “peligroso” y las políticas de seguridad del Estado. Estudiosos del tema aseguran que la empatía y sensibilidad -fundamentales para identificar al otro como sujeto de derechos humanos- ceden paso al miedo, la angustia y conducen a la ciudadanía a exigir el restablecimiento de condiciones de seguridad aunque ello conlleve, incluso, aceptar la violencia del Estado o simplemente la violencia. “Sin querer queriendo” se erige la imagen de una violencia negativa del “otro” amenazante, que salta a la condición de enemigo”. Suerte de víctima sacrificial, que, cual chivo expiatorio, devolvería la tranquilidad a la sociedad y el orden al Estado. Además del toque de queda autoimpuesto, surgen en el país nuevas sensibilidades (o insensibilidades) que dan lugar a fenómenos tales como la disociación empática, los linchamientos simbólicos de carácter mediático y por redes sociales. La empatía es la capacidad cognitiva de percibir lo que otro ser puede sentir; es “la capacidad de identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro”; es un sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a otra. En contraste, la disociación es la desconexión entre cosas generalmente asociadas entre sí y, desde la perspectiva psicológica, es una falta de conexión en los pensamientos, memoria y sentido de identidad de una persona. La disociación de la empatía explica reacciones indolentes ante determinados tipos de violencia. La disociación de la empatía explica las reacciones ante muertes interpretadas con “purgas sanadoras”. La disociación empática se relaciona con la apatía ante la escenificación de formas crueles de muerte provocadas por el crimen. Un ejemplo claro son los videos sobre linchamientos que circulan “exitosamente” por redes virtuales. Tal disociación explica, además, los linchamientos simbólicos llevados a cabo por redes sociales, ejecutados por actores aparentemente impulsados por la crisis política y de legitimidad; actores que se encubren en la clandestinidad que les permite el anonimato; actores que actúan colectivamente ondeando la bandera de una supuesta indignación moral que, curiosamente, se expresa en hogueras virtuales y en la violencia de un linchamiento simbólico a través de las redes.


Luis Salas Rodríguez En Venezuela existen pocos consensos en materia política y muchos menos en la económica. Pero si uno ha venido tomando cuerpo en los últimos años al calor de los acontecimientos, es ese según el cual lo que vivimos es el resultado inevitable del desplome de los precios petroleros, en el sentido en que el mismo habría desnudado la irresponsabilidad del manejo de la política económica del chavismo. O para decirlo en términos más convencionales: que lo que estamos padeciendo es el desinfle de la burbuja populista petrolera de Chávez. Dependiendo del caso y la orientación política del formulador ocasional de este diagnóstico, el mismo puede variar desde la denuncia furibunda oposicionista, hasta el lamento de quien dice algo así como que Chávez fue un tipo con buenas intenciones, pero que al no conocer las leyes de la economía se vio rebasado por estas cuando el mercado petrolero se desplomó. También están los que dicen que la burbuja de los 100 dólares por barril para lo único que sirvió fue para correr la arruga del colapso del capitalismo rentístico. Ahora bien, como quiera que sin duda es este un tema que merece un tratamiento más extenso y profundo que el que en este limitado espacio podemos darle, quería, sin embargo, plantear un par de cosas que, desde mi punto de vista, hacen que el consenso generado en torno a estas “verdades” sea discutible, por decir lo menos. Reparemos en la gráfica que encabeza este texto. En ella podemos ver un histórico de la evolución de los precios en dólares del barril de petróleo desde 1999 hasta 2014, medido en promedio anual. Pero también la evolución de las importaciones totales de la economía venezolana en el mismo lapso de tiempo, solo que consideradas en dos unidades de medición distintas: en kilogramos (columna azul) y en valores cuantificados en dólares (columna naranja). Así las cosas, lo primero que habría que decir es que si bien es verdad que la tendencia del precio del barril petrolero en tiempos de Hugo Chávez fue al alza (exceptuando el intervalo de 2008-2009, como consecuencia del crack financiero internacional en dichos años), no lo es, sin embargo, que durante dicho período el barril haya estado siempre –ni siquiera mayormente– por encima de los 100 dólares. De hecho, el barril por encima de los 100 dólares en promedio anual es un fenómeno más bien excepcional, que ocupa la última etapa del último gobierno del presidente Chávez, esto es, entre 2010 y 2012, siendo que el promedio del período completo (1999-2012) es la mitad: 55 dólares. Según distintas estimaciones oficiales y no oficiales, se calcula que en este lapso de tiempo deben haber ingresado al país unos 800 mil millones de dólares. Ahora, algo que hay que tener muy presente a la hora de analizar estos números, es que el aumento nominal del ingreso no necesariamente implica su aumento real, pues deben tomarse en cuenta factores como la depreciación de las monedas, la subida de los precios de los otros productos, e inclusive, el crecimiento de la población. De otra manera, aunque no lo parezca, estaremos comparando peras con

El mito de Chávez y el petróleo a 100

manzanas. En una entrevista que tuve la oportunidad de hacerle a José Gregorio Piña en 2013 y que salió publicada en el segundo número de La Gaceta Económica, revista del PFG de Economía Política de la UBV, tocamos este punto. Conversábamos, en aquel momento, que si se compara el ingreso petrolero de la última década con el período de Carlos Andrés Pérez (1974-1979, el del boom de La Gran Venezuela Saudita), tenemos que, ciertamente, en los años de Chávez hubo un ingreso, nominalmente hablando, unas ocho veces mayor que en aquella época. Pero en términos reales tenemos que un dólar de los Estados Unidos de América de la década pasada, en promedio, tenía un poder de compra equivalente a 20 centavos con respecto al de los de la década de los 70, es decir, se podía comprar con él apenas un quinto de lo que se podía comprar 30 años antes. Por otra parte, la población venezolana ha crecido desde entonces en más de un 160%. En 1974 se ubicaba en torno a los 12 millones de personas, la mitad exacta de la del año 2000 y en la actualidad son 29,9 millones, según el INE (censo-2012), 2,6 veces más. En conclusión, cuando cruzamos ambas relaciones –valor real del dólar, crecimiento de la población– tenemos que entonces el dólar de hoy equivale a más o menos 7,5 centavos del dólar de ayer, lo cual quiere decir que dichos ingresos (ocho veces más, en términos nominales) que han ingresado al país, ponderados por los factores antes mencionados, se invierten y, en realidad, tenemos que el ingreso actual es equivalente a la mitad del período CAP I. El aumento de la población, a su vez, implica una mayor erogación por concepto de inversión social, que como sabemos siempre fue la prioridad del presidente Chávez y sigue siendo la línea de acción del presidente Maduro, no así de los gobiernos de la Cuarta República (en especial los últimos) y mucho menos de los factores políticos hoy agrupados en el oposicionismo, quienes más bien plantean una reducción del gasto al que consideran

“excesivo”. Así las cosas, hoy día existen 3 veces más escuelas, universidades y unidades de atención de salud que en la década de los noventa, proporciones similares a las que puede encontrarse en otras áreas. Nada más por concepto de pensiones del IVSS, el Estado eroga anualmente cerca de cien millardos de bolívares. En resumen, no solo es bastante relativo lo de la bonanza histórica del chavismo, sino que durante este se ha tenido que atender una mayor población, necesidades y compromisos. Esta misma cuenta debe sacarse a la hora de hablar de despilfarro y corrupción de la riqueza. Y es que, sin necesidad de negar la existencia de ambos males, es importante dejar claro que si asumimos que en términos reales el ingreso actual es menor al observado en los períodos de verdadera bonanza económica, considerando el poder adquisitivo del dólar, el crecimiento poblacional y sus demandas, y a su vez cruzamos esto con la cantidad de obras e inversiones realizadas, entonces, eso implica que actualmente existe una menor corrupción y una mayor eficiencia. Es una cuestión de lógica: si en términos reales contamos con menos recursos y con ellos se ha hecho más que prácticamente todos los gobiernos anteriores juntos, y en especial, los de los últimos treinta y tantos años, entonces eso significa que el manejo administrativo ha sido más eficiente y se ha destinado a lo que debe destinarse. Con todos los problemas y debilidades aún por superar en este renglón, esa es una verdad irrefutable. Lo cual nos lleva a la segunda cuestión que quería plantear a propósito de la gráfica. Y es que además de evidenciar que no es tan cierta la “verdad” de la borrachera de los 100 dólares por barril, al mismo tiempo la misma nos permite relativizar la otra especie según la cual dicha “borrachera” se tradujo en la importación masiva y creciente de una serie de bienes destinados al consumo de la población como parte de la política populista de sobrestimulación de la demanda. A este respecto, habría ciertamente que decir que durante el chavismo, al menos


entre 2003 y 2012, la radical inclusión social de las mayorías anteriormente excluidas, por una activa redistribución progresiva del ingreso, la creación y protección de empleos estables y de calidad, así como de defensa del poder adquisitivo mediante políticas universales de regulación de precios, subsidios y estímulos varios, tuvo como resultado una democratización del consumo entendida como la expansión socialmente transversal del acceso a bienes y servicios. Y también es verdad que para sostener una buena cuota de dicha democratización hubo que apelar a la importación, en parte por la composición precaria y retrasada del aparato “productivo” privado “nacional” incapaz de dar respuesta al estímulo de la demanda, en parte por la cultura rentista del “empresariado” local y en parte también por la actitud retrógrada del mismo, en su mayoría opuesto desde “el vamos a toda iniciativa” que no redundara en la satisfacción inmediata de sus intereses (entre otras razones). Sin embargo, lo que no es cierto, es que dicha importación creciera exponencialmente de manera descontrolada, satisfaciendo una demanda cada vez más voraz de la población alimentada y animada por el populismo manipulador del presidente Chávez. Y es que, si se observa, no es difícil darse cuenta de que si bien las importaciones medidas en kilogramos (que es una unidad física que permite cuantificar su evolución material) aumentan luego de 2003 hasta 2008, para luego caer ligeramente hacia 2010 y recuperarse hasta el nivel de 2008 en 2012, es, no obstante, su aumento medido en dólares el que crece exponencialmente, dándose el caso de que el último año del presidente Chávez (2012), si bien las importaciones medidas en volumen lucen apenas mayor que en 2003, medidas en dólares son 4,5 veces más caras. Es importante destacar a este respecto que, contrario a lo que reza el conocido simplismo, el grueso de la asignación de divisas para la importación no se ha hecho al sector público, sino al sector privado. Como demostró la profesora Pasqualina Curcio en su ya célebre trilogía La mano visible del Mercado, publicada en este mismo espacio, en promedio, desde 1999 hasta 2014, se destinaron al sector privado el 94% del total de las divisas del país

para la importación, siendo que durante los años 2013 y 2014 las proporciones de divisas liquidadas para el mismo concepto, al mismo sector, fueron 89% y 87%, respectivamente. Al sector público, específicamente a las empresas no financieras (principalmente la empresa La Casa, dedicada a la comercialización de alimentos) se destinó, desde 1999 hasta 2014, el 6% del total de divisas. Lo que esto quiere decir, entre otras cosas, es que el sobreprecio observado en las importaciones no puede imputársele directamente al sector público, sino más bien al privado, que mediante prácticas fraudulentas tales como sobrefacturación y precios de transferencia (compra intraempresas, es decir, importaciones que principalmente transnacionales se compran a sí mismas de una sucursal a otra), han efectuado un saqueo de las reservas nacionales siguiendo un patrón de comportamiento que, por más peculiaridades que tenga a propósito de la existencia de una renta petrolera, no es exclusivo del mercado venezolano. A este respecto, la responsabilidad del Estado es fundamentalmente (y paradójicamente) de insuficiencia de control, allende, claro, de los casos de corrupción de funcionarios públicos descubiertos y por descubrir. Habría que concluir diciendo que desmitificar la idea de la borrachera populista del chavismo tiene una importancia capital, por varias razones. La primera es que permite dar cuenta, de manera más justa, de las virtudes de la política económica y la economía política de Chávez. La segunda, que nos cura del mal de seguir confundiendo democratización del consumo con consumismo, evitando que cometamos el error histórico de sacrificar las virtudes de lo primero ante las generalizaciones nada inocentes de lo segundo. La tercera, lleva a poner el acento del debate sobre el despilfarro, la ineficiencia y la corrupción, donde hay que ponerlo: en el sector privado; no por supuesto porque tales males no existan en el sector público, sino porque de hecho existen como condición de posibilidad de la apropiación por parte de unos sectores privados profundamente corruptos que supieron hacer del Estado venezolano, desde el nacimiento mismo de la República, la fuente de su enriquecimiento ilícito.

La cuarta razón, es que dada las múltiples evidencias sobre la magnitud de las cifras apropiadas por los sectores privados vía la manipulación de las importaciones (sin entrar a hablar de la apropiación en bolívares vía la especulación de los precios internos), cuesta creer la especie según la cual dicho sector no produce lo suficiente para cubrir el mercado nacional porque los controles de precio y cambio no les garantizan rentabilidad. De tal manera, y en la medida en que toda la evidencia también demuestra que los desequilibrios de mercado no son provocados por un exceso de demanda, sino por una insuficiencia de oferta a medias deliberada y a medias por la ineficiencia clásica del sector privado “productivo” “nacional”, todo ajuste por el lado de la demanda no solo no tendrá ningún efecto positivo sobre la economía, sino que resulta tremendamente injusto, pues pone a la mayoría honesta y asalariada del país a pagar las cuentas del robo –porque no hay otra forma de decirlo– ejecutado por los pranes de la oferta. Y quinto y último, aunque no menos importante, ahora que los precios del petróleo se han venido recuperando y ya rondan los 40 dólares, hay que tener más que nunca presente la diferencia entre el comportamiento de las importaciones medidas por cantidades físicas y medidas por dólares o costo en divisas de las mismas. Y es que si se toman medidas orientadas a fortalecer los controles previos y posteriores en materia de precios de transferencia y facturación que tanto CENCOEX como el SENIAT están en la obligación de ejercer, todo lo cual debe hacerse en el marco del tantas veces ofrecido y nunca puesto en práctica presupuesto por divisas, con dicho nivel de precios puede recomponerse la capacidad de compra externa del país, sobre todo tomando en cuenta que la actual sobrevaluación global del dólar se acompaña de una deflación también global de precios, de modo que aunque nos estén entrando menos dólares estos tienen mayor poder adquisitivo en los mercados mundiales y, por tanto, nos brindan mayor capacidad de abastecernos. Pero para esto último hace falta regulación pública, pues si se deja el asunto en las manos visibles de los dueños de los mercados, el efecto será el contrario.


¿Hay hambre y saqueos en Venezuela?

Marco Teruggi Lo primero es reconocer el escenario en el cual nos movemos: una guerra no convencional, una dirección chavista en su mayoría desconectada de las aguas populares, un pueblo politizado y sometido a una presión brutal para conseguir algún producto de la canasta familiar, de higiene y remedios. Desde hace más de dos años. Existen infinidad de debates. En estos momentos por ejemplo el diálogo abierto entre el Gobierno venezolano y el norteamericano -director indiscutible de la estrategia golpista. Pero hay sobre todo una cantidad de preguntas sin respuestas seguras: por la forma de la guerra -que tiene su fuerza en ser invisible- y porque la comunicación ha alcanzado niveles de noinformación jamás vistos. Me refiero, salvando algunas plumas y cámaras, a ambas partes: revolución y contrarrevolución. Desde hace unas semanas se da en ese marco el intento de posicionar la matriz de que existen saqueos en el país, demostración -que piden los Estados Unidos- de que se está ante una crisis humanitaria, situación que demandaría una intervención internacional. Para darse cuenta de la dinámica basta hacer el siguiente ejercicio: cada día, a eso del mediodía, al abrir el trendig topic (tendencia) del twitter de Venezuela aparece una localidad diferente, al cliquear sobre ese sitio aparece imágenes y videos -de no más de treinta segundos- de supuestos saqueos, robos de camiones que llevan alimentos, enfrentamientos con la policía. Las imágenes suelen ser poco claras: gente corriendo, tumulto, humo. Nada seguro y viralizado. El saldo suele ser de un promedio de dos muertos y varios heridos, a veces más. La derecha y sus altoparlantes internacionales sostienen que es la respuesta de la gente ante la situación insostenible del cotidiano de la gente. Las voces oficiales del chavismo afirman que todo es un montaje de la oposición: se trata de grupos financiados para llevar adelante saqueos, robos de camiones, actos de vandalismo, articulado con el entramado paramilitar que ha permeado el territorio nacional desde hace varios años. Esta explicación tiene pruebas: personas arrestadas en las acciones revelaron el modus operandi de los llamados Comando Tácticos de Saqueo,

el precio de cada actor, y los financiadores -Voluntad Popular, partido de Leopoldo López, y Primero Justicia, dirigido por Capriles Radonski. Lo cierto es que saber qué pasa realmente en cada uno de esos episodios es imposible al menos de contar con información de alguien que haya estado, o de un compañero con datos privilegiados. Es importante decirlo: implica reconocer las limitaciones a la hora de los análisis. Es real que las condiciones materiales podrían permitir una ola de saqueos, también que las condiciones políticas todavía no parecen dadas, y que sobre ese campo -con sol, viento, pero de pasto mojado- la derecha ha arrojado chispas y chispas para desencadenar violencia, siempre sin mostrar su rostro. Tenía información hasta el momento de dos episodios, entre los cuales el del barrio La Vega: el conductor del vehículo robado muerto, un carnicero saqueado muerto, un Guardia Nacional muertos, un Policía herido de bala. Orquestado por malandros organizados en células. Datos del barrio. En ese contexto estábamos hasta que el pasado martes tuvo lugar lo que algunos llamaron el Cumanazo, en referencia al Caracazo, la revuelta popular de 1989 que puso en marcha el ciclo revolucionario. Voy a comenzar con el mensaje mandado por una compañera de un consejo comunal, cerca de las diez de la noche cuando la ciudad comenzaba a ser militarizada y se sabía de dos muertos: “Hasta ahorita hay intentos de saqueos, saquearon miles de establecimientos, panaderías, supermercados, ópticas, farmacias, saquearon todo. Mañana no hay un establecimiento donde comprar un solo enlatado, este estallido nos agarró con lo que tenemos en la nevera, no hay para comprar comida, todo se acabó, está destruido, mañana amanece y si no tienes comida no tienes nada que comer. No hay ni un solo lugar donde puedas comprar algo, y lo peor es que ni siquiera puedes ir a un cajero automático a sacar dinero, no puedes hacer nada. Por favor les pido que este audio lo reproduzcan y recorra toda Venezuela, porque de verdad que el país, no entiendo por qué tienen que mezclar el hambre con el vandalismo, y puedo pensar que quizás se robaron otras cosas para revenderlas y subsistir un poco, pero aquí aparte de los saqueos los motoriza-

dos salieron a la calle y cualquier persona que encontraban le arrebataban la cartera, la atracaban en los carros, un vandalismo total. Esto está horrible, no sé en qué va a parar”. Ese es el testimonio más real que tengo. Dudo que varios -que opinan con una certeza sospechosa- tengan otros, o siquiera alguno. Todo se transmite por redes, especulación, deseos, desde atrás de computadoras. Hacer frente a una guerra invisible sin estrategia de comunicación por parte del Gobierno -únicamente con propaganda predecible- es perder de antemano la mitad de las batallas. Es estar sometido a la guerrilla comunicacional, una herramienta ideada por el chavismo. A partir de Cumaná el debate se hizo más intenso dentro de las filas del chavismo -salvo en la dirección, que no abre discusión a pesar de estar parada sobre un barco que se llena de agua. ¿Es realmente el inicio de un saqueo que, desencadenado por la derecha, logró propagarse entre la gente? ¿Se trata de más de lo mismo, pero más grande, esta vez con 200 motorizados en vez de los clásicos pequeños grupos? ¿Es el legítimo derecho del pueblo a descargar todo su odio contra los acaparadores privados que vienen hambreando y especulando impunemente? Me inclino por una mezcla de las tres, descartando la hipótesis de la espontaneidad. Que podía pasar, eso era seguro. Tan seguro como la necesidad de buscar más información. Para eso fui el miércoles a Petare -inmenso barrio, agujero negro de la política, bastión paramilitar. Allí había tenido un episodio de violencia la semana anterior. Me senté a conversar con compañeras comuneras que llevan adelante una Empresa de Propiedad Social en el corazón de ese huracán. “Aquí no fue saqueo sino delincuencia y vandalismo, destrozaron locales, golpearon a comerciantes, se llevaron maquinas, atacaron dos casas comunales y secuestraron a una compañera de una comuna”. Por si hacía falta más: “Gritaban saqueo, saqueo, el camión venía con las puertas sin seguridad para que las pudieran abrir, había grupos de motorizados que animaban y daban vueltas”. Si tuviera que sintetizar diría tres puntos. Uno: parte de la estrategia de la guerra es y será generar violencia callejera en las zonas populares. Ya no guarimbas en sus zonas de apoyo. Dos: las condiciones de vida son cada vez más difíciles -en algunas casas se comen dos comidas al día, a veces una- y no parece que habrá una próxima mejora. Tres: la dirección, salvo a partir de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción lanzados tardíamente, no reacciona, o lo hace financiando a los sectores privados que llevan adelante la misma guerra. Está en su gran parte desconectada, la gente lo ve y lo dice. A pesar de todo esto sigo convencido que la revolución tiene la fuerza para ganar la guerra. Urge retomar la estrategia histórica, reconectar con un pueblo que resiste heroicamente, rectificar lo que el 6 de diciembre, con la derrota electoral, quedó en evidencia. ¿Cuántas reservas quedan? Difícil saberlo. Podrían darse otros Cumaná, más fuerte, más grandes, más cercanos a las puertas del poder. ¿Qué haremos entonces?


Sobre el pago de la deuda: ¿Cómo perfilar una política económica antiimperialista?

Chris Gilbert y Cira Pascual Marquina-

Escuela de Cuadros

En un panorama nacional en que se asoma la amenaza imperialista –definida no solo por la posibilidad de la intervención directa o tipo carta democrática, sino también por la amenaza de entrega por vía de la conciliación– hay que preguntarse, ¿cuáles serían las políticas económicas antiimperialistas y soberanas adecuadas para la coyuntura? ¿qué plan económico debe acompañar las tareas de carácter político y militar, de preparación y denuncia en la palestra mundial? El marxismo nos muestra que si bien es cierto que la política –el accionar político y su dirección– no deriva de forma mecánica ni unilateral de la eobeyconomía, una línea política sin base económica coherente será poco duradera. Por eso tenemos la necesidad urgente de encontrar un plan coherente para gestionar la economía que sea antiimperialista y conducente a la soberanía nacional. Ahora bien, para afinar la pregunta sobre los rasgos esenciales de una política económica antiimperialista, es necesario comenzar analizando qué clase social estaría dispuesta a aguantar y resistir un ataque imperialista. ¿Serán las clases medias, sean estas históricas o nuevas (“la clase media de origen popular” según Álvaro García Linera) con sus aspiraciones fijadas en alcanzar el patrón de consumo del Norte global? ¿Se mostraría esta clase capaz de aguantar un bloqueo imperialista, por no hablar de una ofensiva? Al hacer la pregunta se evidencia que la clase media no es ni será el sujeto histórico. En verdad, la única clase resteada con un proyecto antiimperialista –porque el imperialismo no tiene nada que ofrecerle– es el pueblo llano de Venezuela. Ese es un bloque que, lejos de preguntarse por el riesgo país y la calificación de Venezuela de Standard & Poor’s, se preocupa por conseguir la próxima comida y mantener el cuerpo y el espíritu intacto pese a la crisis… Sigue que una política económica que no favorezca el mantenimiento y apoyo de este bloque, que se preocupe más por per-

filar un país “decente” y “serio” en el plano internacional, es potencialmente, precisamente por eso, amena al imperialismo y sus simpatizantes locales. Así se vislumbra el problema y la posible incoherencia de declararse antiimperialista y, simultáneamente, volcar la economía en aras de cumplir con la agenda de pagos impuesta por el Norte Global, sacrificando así el bienestar del pueblo llano. Un debate silencioso en el chavismo La deuda soberana de Venezuela ronda los 140 mil millones de dólares y “requiere” de pagos que sobrepasan los 14 mil millones en el 2016. No todos los analistas están de acuerdo con el pago de dicha deuda o aceptar los plazos de pago. Entre los funcionarios y asesores chavistas que se perfilan a favor del impago o la renegociación se encuentran tanto el asesor andaluz Alfredo Serrano como el exministro Luis Salas. Serrano plantea que un elemento importante del pensamiento económico del Comandante fue no olvidar el corto plazo, porque el presente inmediato constituye la realidad existencial de la gente. Serrano resalta que Chávez mantuvo que “sin satisfacer las necesidades más básicas, rápida e integralmente, no se podía pensar en etapas posteriores”. Según estos criterios, sacrificar la vida actual del pueblo para mejorar el riesgo país sería profundamente antichavista. Se supone que otro partidario de renegociar la deuda es Luis Salas, cuya salida del tren ejecutivo frente al bloque de Marco Torres y Pérez Abad parecería apuntar a las líneas antiliberales de algunas de sus propuestas y la apuesta del ejecutivo por las posiciones del bloque contrario. En la coyuntura actual todo indica que este bloque liberal está comprometido con el cumplimiento en el pago de la deuda sin renegociar plazos. Sus argumentos se basan en el “realismo”: los peligros de embargo de activos de PDVSA en el exterior, la pérdida de mercados internacionales, el bloqueo financiero, etc. Para este bloque la “normalización de la economía” y la inversión del capital extranjero orientada al “nuevo mo-

delo productivo” son cuestiones de primer orden. No olvidar la mayor suma de felicidad Si el bloque liberal enarbola el “realismo”, ¿implica esto que sus contrincantes cayeron en el romanticismo? Hay argumentos que apuntan a lo contrario. En primer lugar, la expropiación de activos de PDVSA aplica solo al impago de la deuda de la petrolera[1]; pero son los vencimientos e intereses de la deuda soberana (diferenciada de los bonos de PDVSA) los que representan el grueso de los pagos programados en los próximos años. En segundo lugar, Ricardo Hausmann y Miguel Angel Santos, economistas de Harvard de pocas simpatías con el socialismo, plantearon que en el caso venezolano –dado el desabastecimiento de medicamentos y alimentos–, el default no es solo posible sino correcto… ¡y eso lo escribieron en 2014[2]! En tercer lugar, de llegar la oposición al poder, ésta entraría en default y renegociaría a favor de Estados Unidos a perjuicio de China. Siendo así las cosas, ¿por qué no hacemos lo contrario, rompiendo los acuerdos con el Norte global y favoreciendo el pago de la deuda con China, potencial inversor en la construcción de una economía productiva en Venezuela? Somos conscientes de que la situación requiere no solo de voluntad antiimperialista sino también de astucia y creatividad. Sin embargo, en nombre de la coherencia y la racionalidad (por no hablar del humanismo) opinamos que un proyecto que favorece el riesgo país y diezma a la clase obrera no es antiimperialista ni chavista, dado que el Comandante pensaba que “La justicia social y la inclusión social no pueden esperar, deben ser resueltas ahora, si se desea luego seguir transitando a una etapa superior, de largo plazo, con grandes transformaciones estructurales”[3]. Sin apostar por la autarquía –que no es camino viable al socialismo–, es perentorio cortar este nudo gordiano favoreciendo a las mayorías sociales. Al viejo dicho sin socialistas no habrá socialismo podemos añadir otro: sin antiimperialistas no habrá antiimperialismo.


The beautifull people En su célebre entrevista, la misma donde se despachó lo que piensa sobre las mujeres chavistas, que en realidad es lo que piensan las mujeres como ella sobre aquellas a las que consideran de origen popular, Diana D’Agostino despachó otras frases para la galería. Y una muy notable fue esa donde afirma que todo lo que tiene lo tiene gracias a su marido, nuestro flamante presidente de la Asamblea Nacional Henry Ramos Allup. No es difícil dar cuenta del porqué de la frase. En un medio donde a codazos y mordiscos los líderes de la derecha venezolana se disputan la posibilidad de ser las figuras principales del postchavismo, la señora D’Agostino rompe lanza por su esposo, lo cual es comprensible. Por lo demás, entendemos viene de un medio donde todas esas cosas como la emancipación de la mujer son una anatema, por lo que por más que a las feministas les reviente la afirmación, lo más seguro es que le tiene sin cuidado lo que piensen al respecto. Ella se considera, asume y piensa como la mujer de su esposo y no hay vuelta que darle. Sin embargo, desde nuestro modesto punto de vista, lo más notable de esta afirmación es que en realidad es falsa. Y es tan falsa, que cuando se revisa la biografía de la señora D’Agostino, una de las cosas que se puede concluir es que todo lo que tiene –incluyendo al marido– se lo debe en realidad a otros tres hombres: su señor padre, a Carlos Andrés Pérez y a Pedro Tinoco. Y Diana D’Agostino es la hija de Franco D’Agostino, uno de los más célebres –si no el más– contratista de la construcción en tiempos de la Cuarta República, y cuya empresa, DAYCO, todavía sigue construyendo. Franco D’Agostino pertenece a esa camada de italianos venidos a Venezuela luego de la caída del fascismo en Italia durante los años de la dictadura militar en Venezuela. Ter-

mina involucrado en el negocio de la construcción. Y junto a otros italianos migrados en el mismo lapso y que hicie-

ron fortuna gracias a los contratos con el Estado, se asocia a los primeros tiempos del Banco Latino, cuando entonces no se llamaba así sino Banco Francés e Italiano para América del Sur. El Banco Francés e Italiano para América del Sur, se crea en 1950 a partir de los enormes excedentes generados por los contratos en obras. Y desde muy temprano tuvo contactos con la banca europea para facilitar la fuga de capitales. Uno de sus promotores más entusiasta fue Pompeo D’Ambrosio, célebre filofascista fundador del Deportivo Italia. En los años 70, los socios del banco se juntan con Pedro Tinoco, el hijo del ministro todopoderoso de Juan Vicente Gómez, abogado de las principales transnacionales en el país y apoderado de los negocios de la familia Rockefeller. Pedro Tinoco hijo hereda todos los negocios del padre, incursionando también en la política. Durante el primer gobierno de Caldera fue nombrado ministro de Hacienda. Y es en esas funciones que conoce a Carlos Andrés Pérez. A Pérez, que venía de ser el ministro del Interior de Betancourt, durante el gobierno de Caldera le tocó comandar la fracción parlamentaria de Acción Democrática en el Congreso de la República. Y era un puesto clave. Pues en la medida en que COPEI era minoría en el mismo, al ministro Tinoco le tocaba negociar con él todo lo referente a cualquier proyecto de ley o iniciativa que el Ejecutivo necesitase le fuera aprobada. Por esa vía terminan siendo socios, amigos y compadres. Siendo que la contraprestación exigida por CAP para apoyar las iniciativas de Caldera, siempre invariablemente terminaba involucrando contratos en obras.

Al concluir el gobierno de Caldera, Carlos Andrés Pérez, el amigo de Tinoco, asume la Presidencia de la República. Siendo entonces que Tinoco pasa a ejercer un doble cargo público: es electo diputado al Congreso por su propio partido y es nombrado ministro de Estado por CAP. En esta última responsabilidad le es encargado redactar el plan de gobierno, encargo compartido con Gumersindo Rodríguez, ministro de Planificación, y dicho sea de paso, padre de Francisco Rodríguez, el actual jefe para América Latina del Bank of American, amigo íntimo de Felipe Pérez Martí (el gurú del grupo ¿Qué Hacer?) y uno de los principales lobistas de los tenedores de bonos de la República. De las manos de Tinoco y Rodríguez surgió ese estrepitoso fracaso conocido como “La Gran Venezuela”. Pero al tiempo de cumplir funciones públicas, Tinoco asumió otra función muy importante directamente en el sector privado. Y es que gracias a una estrategia concebida con el propio CAP, termina siendo nombrado como presidente del Banco Francés e Italiano, al cual cambian el nombre a Banco Latino. Por esta vía termina asociado con los italianos filofascistas devenidos capos de la construcción y luego en banqueros. A los cuales suma su propio clan: el de los socios y amigos de CAP, incluyendo en esta lista a Carmelo Lauría, Diego Arria y el mismísimo Gustavo Cisneros. Serán conocidos para la posteridad como la banda de Los Doce Apóstoles. En torno a Los Doce Apóstoles empiezan a pulular algunas figuras menores que luego se harán más visibles, siendo las más notorias de todas Antonio Ledezma y Henry Ramos Allup, este último descendiente de libaneses de raigambre falangista. Ambos desarrollan el innoble oficio del trepar so-


cial, gracias a lo cual terminan casados con sendas señoritas de la sociedad. El primero con una Capriles: Mitzy. Y el segundo con una de las gemelas de Franco D’Agostino: Diana. La boda de Henry y Diana se celebró en 1985. Y a la misma asistieron, entre otros, el entonces presidente Jaime Lusinchi y su famosa secretaria Blanca Ibáñez. Eran los tiempos de RECADI y el mejor refinanciamiento del mundo. Diana –cuya hermana gemela, Dora, es la esposa del exdirectivo de RCTV Eladio Lárez, el mismo de ¿Quién quiere ser millonario?– es una abogada que trabajó directamente como consultora jurídica de las empresas de su papá pero también como parte del oscuro bufete de Pedro Tinoco. De allí su especial afecto por el municipio El Hatillo (para el cual fue candidata a Alcaldesa). Pues buena parte de los negocios de las últimas dos décadas del siglo pasado de su padre, estuvieron concentrados en desarrollar inmobiliariamente lo que era un pulmón vegetal y zona protectora de la ciudad. En cuanto a sus funciones dentro del bufete de Tinoco no sabemos mayor cosa, pero valga acotar que fue en la época en que siendo Tinoco, desde las sombras, el hombre fuerte del Latino y de la banca venezolana en términos generales, terminó ocupando la presidencia del BCV en el segundo gobierno de su compadre CAP, lugar donde manipuló como nadie los títulos de deuda y las finanzas públicas, siendo el artífice de la quiebra del sistema financiero en 1994. Ya en tiempos más recientes, valga resaltar que Diana es hermana de Francisco D’Agostino, a casi nadie le dice su nombre algo, pero Francisco D’Agostino es uno de los socios de Derwick, una empresa contratista a la que se acusa de estafar al Estado con contratos en el sector eléctrico, contratos que nunca se cumplieron o se cumplieron a medias, en razón de lo cual se le considera corresponsable de la crisis que atraviesa el sector. Es notable que en las crónicas escuálidas sobre Derwick siempre se habla de sus apoderados como bolichicos. Sin embargo, suele no insistirse tanto en el hecho de que además del cuñado de Henry Ramos, entre sus apoderados también aparece un señorito de nombre Leopoldo Betancourt López, no solo descendiente de Rómulo Betancourt sino primo del otro Leopoldo, el que está preso en Ramo Verde, todo lo cual serviría para explicar algunas cosas. Francisco, a su vez, está casado con María Victoria Vargas, hija del magnate Víctor Vargas, fundador del Banco BOD, del cual es vicepresidente comercial. Lo cual de paso lo emparenta con la realeza española, ya que la otra hija de Víctor Vargas –María Margarita– está casada con Luis Alfonso de Borbón, pretendientes al trono español pero también al francés en caso que se restaure la monarquía. Luis Alfonso de Borbón es de hecho conocido entre sus seguidores como rey Luis XX de Francia y Navarra. Pero mientras espera el trono se entretiene trabajando como encargado de los negocios de su suegro, para España y el resto de Europa. Como se ve, pura beautiful people.

La vida falsa Malú Rengifo| Según muestran los anuncios comerciales de cereales, leche hidratante y toallas sanitarias, una mujer que consume tal producto se ha de despertar radiante todas las mañanas de su vida, en una habitación invadida por un sol apenas tibio que baña inmaculadas paredes color blanco desde un gran ventanal, cuyas cortinas acarician el viento y danzan en cámara lenta, el ritual que trae a la vigilia a una hermosa dama de rostro impoluto, cuya mejilla se encuentra casual y dulcemente apoyada en una mano suave de uñas bien pulidas, como dictan los manuales para ser una mujer perfecta, lo que deben ser las manos femeninas. Se estira, la blanquísima flaca, y abre los frescos ojos con una gran sonrisa de dientes ordenados en perfecta armonía. Sus pupilas, como pequeños soles resplandecen y miran hacia el cielo cuando la esbelta efigie se sale de la cama para deleitarnos con un hermoso pijama rosa claro perlado que combina a la perfección con las sábanas lisas y lechosas. El pelo está perfecto, los ojos bien abiertos. No hay bolsas, no hay ojeras, y lo más sorprendente: no tiene una lagaña. No luce así la vida cotidiana, al menos en la dimensión en la que habito, y me surgen por ello una serie de dudas: ¿Qué tipo de persona se mira en ese espejo? ¿Cuánto cuesta la vida de una mujer como esa? ¿Cuántas -ponga su nombre aquí- se despiertan con la energía de la gente en los anuncios, tan lozanas? Yo no entro en esa lista. ¿No hay contaminación en ese mundo? ¿Qué días le llega el agua a esa familia? ¿Tiene usted una pijama como esa? ¿Nadie más sino yo se despeina al dormir? ¿Quién paga esa publicidad que evocó usted leyendo el inicio de nuestra conversación? ¿Alguien que duerme en una habitación como esa, o usted, la que pagó el producto? En mi casa se amanece entre bocinas, humo y motores, y en la ventana ondea una cobija grande con pinta de cortina, porque otra cosa es un lujo que no puedo pagar. Otras mujeres se despiertan con los gallos, a ver qué se cocina para el día, o a bañarse corriendo y salir al trabajo, o a despertar al niño pa’ la escuela, o a buscar un remedio en nosedonde. A aprovechar que prendieron la bomba y ya se puede guardar agua, esa es la vida real. Y la pijama: una franela grande y unas medias. Al lanzar la moneda nos salió la cruz del vaya a saber dónde conseguimos la harina, el pan, o hasta la yuca para hacernos la arepa, y menos mal que así dijo el destino, porque si no capaz nos hubiera salido más cara la receta. Fea, sucia y desarreglada Hace unos días dos mujeres entrevistaron a una tercera y causó revuelo. Impecables las tres, vestidas como las perfectas mantenidas. Incapaces de caminar con sus bellas sandalias tres cuadras de Caracas sin coser un mojón con su tacón de aguja. La primera: “Ser rico no es malo, lo que pasa es que no le tocó a uno”, una jalamecate desclasada; la segunda: “Ser bello tampoco es malo!”, una estúpida. La tercera mujer, la entrevistada, aprovechó con su mejor sonrisa, para hacer manifiesto su desprecio por todas las mujeres insumisas, trabajadoras, independientes, creativas y sobre todo chavistas, que no somos aprobadas por sus cánones frívolos y materialistas de belleza. En sus palabras: “El gobierno está malacostumbrado a que sus mujeres estén desarregladas, estén sucias, anden, tú sabes, sin maquillaje…”. Lo que no pensó Diana D’Agostino, la esposa de Henry Ramos Allup, es que con sus palabras no estaba despreciando a la mujer chavista, sino a la mujer pobre. A la obrera, a la madre soltera, a la que no tiene tiempo para pintarrajearse. A la que trabaja con sus manos, a la que cuida niños y a la que no le alcanza la plata para recortarse el pellejo que le cuelga, ni el tiempo para perfilarse la nariz con maquillaje caro, como hace ella. “No, mira, -dijo D’Agostino-, las venezolanas no somos así (…) a la venezolana le gusta lucir lo que tiene”, y yo me imaginaba entre mis amigas del trueque del pasado domingo, todas contentas, ilusionadas por lucir nuestras ropas intercambiadas, todas alegres, altas, bajas, gordas, flacas, blancas, negras y morenas, hermosas absolutamente todas, sin maquillaje la mayoría, sencillas en la totalidad del grupo. En esa dimensión de los anuncios publicitarios, en esa paralela realidad de la gente “bonita”, nosotras seríamos el manchón vergonzoso de la escena. Jamás se ha visto un comercial que te invite a usar ropa de segunda mano, a ser una mujer solidaria, a ahorrar. Ese domingo, con alegría, fuimos una parranda de feas, sucias, y desarregladas. A veces la fatiga va conmigo a la calle colgada de mis ojos y nunca la maquillo, mi ropa tiene años y me encantan las chivas. De lucir tengo letras y muñecos de tela, no me he casado y capaz no lo haga. Pero sé que las mujeres como yo son muchísimas más que las que se parecen a la Lady Diana de Ramos Allup, y me siento por ello en todo el derecho de decirle a esa vieja er’ coño: “no, mire, las venezolanas no somos como usted”. No me venga con cuentos, soy una de la turba.


La fortuna ayuda a los audaces Roberto Hernández Montoya

Santiago Arconada:

El Arco minero, una puñalada contra la vida en el planeta Activista y facilitador de la Universidad Nacional Experimental Indígena del Tauca, Santiago Arconada, señaló la ejecución del decreto que permite la explotación del Arco Minero de Guayana, que es una “puñalada contra la vida en el planeta tierra”. “El arco minero es una puñalada contra la vida en el planeta tierra (…) Ese decreto viola todo lo relativo al ambiente, empezando por el hecho insólito de que ese decreto se hace sin el menor asomo de estudio de impacto ambiental. El Estado decreta la utilización del 12% del territorio nacional para actividades agresivas contra el ambiente y ni siquiera se toma la molestia de pensar qué le irá a pasar al agua, al aire porque las afectaciones del agua y del aire la siente toda la población completa”, dijo Arconada.ven arco minero empresas

Sostuvo que “el hecho de que haya sido involucrado en un decreto presidencial y que la Asamblea Nacional no haya hecho el menor asomo de exigencia, porque es bastante obvio, ellos están preparando muy tranquilamente que el gobierno bolivariano le haga el trabajo sucio, de entregar la soberanía del país y ellos recoger los dividendos que van a significar esas negociaciones, esa es la razón por la cual la Asamblea Nacional dirigida por Henry Ramos Allup no ha hecho el menor intento para frenar este decreto”. “La decisión política de la explotación del Arco Minero, a mi juicio, nefasta que es me voy a ser el loco con los 475 mil millones de dólares que no se explican cómo desaparecieron de los fondos de Cadivi y de Cencoex en los últimos años” El activista repudió la extracción de minerales que no solamente atenta con la destrucción del hábitat de la flora y fauna sino también con la vida de las etnias indígenas que allí conviven: “Se toma la decisión de no tocar el territorio, pero como estoy necesitado de unos dólares que el petróleo ya no me da, entonces me lanzo a la minería desbordada. Este territorio no se puede llamar Arco Minero del Orinoco porque eso sería reducirlo a los minerales que están en esa tierra, que es inmensa, y a la cantidad de vida que allí habita empezando por la de los indígenas”. Arconada resaltó que no hay manera de que la minería sea limpia y no perjudique al ambiente: “No hay minería limpia. No solamente hay una minería sucia en la que tú no le puedes hacer una tronera enorme a la tierra sin devastar todos los árboles que estén allí, le vas a echar cianuro al agua, al aire. No hay manera de lixiviar (separar compuestos) el oro sin echarle cianuro”.

Venezuela está superando las pruebas infernales a que ha sido sometida. Aún falta, pero ya vemos cómo comienzan a desmoronarse los agobios. Hemos presenciado una épica, que no buscamos. La OEA se derrumba sobre sí misma. Las debilidades se vuelven fortalezas. El Revocatorio será este año, pero el de Almagro. Imagino su despecho viendo a 19 cancilleres aprobando investigar su ensañamiento contra Venezuela. Hasta la Argentina y el Brasil… En las elecciones españolas, en que la derecha involucró a Venezuela para debilitar la coalición Unidos Podemos, las encuestas la colocan por delante del Psoe. Felipe González vetó el pacto entre su Psoe y Podemos, pero si las elecciones dan a Unidos Podemos de segundo, el Psoe no tendrá otra que pactar con esa asociación. O se desmantela. ¿Se inmolará el Psoe para acatar las órdenes de Felipillo? La política es cruel. Felipillo lo sabe. Es decir, al parecer Venezuela ganará las elecciones en España. La guerra económica quiere tornarse violenta, pero las instigaciones recias están llevando a la cárcel a mucha gente de esa. En masa. ¿Caerán como cayeron las guarimbas? Es lo que parece y aparece.

Hay en la literatura y el arte mil fábulas éticas en que el mal señala la ruta de la virtud. Venezuela ha sido sometida a mil males, cerco financiero, caída de los precios del petróleo, escasez, colas, irritaciones de todo tipo, hasta la naturaleza se ensañó con el país y ya parece ceder. No creo en flautas mágicas pero este fenómeno de El Niño parece que fracasó también. En realidad lo que fracasó fue la malevolencia estructurada de quienes celebraban la peor sequía de la historia conocida de Venezuela. Hasta eso nos está dando lecciones para superar nuestras peores inclinaciones. Porque las plagas, humanas o naturales, fortalecen la moral. No me gusta hablar cual predicador, se me dan mal las homilías, pero todo me enrumba hacia ese discurso. Es decir, vamos a rehacer nuestras mejores honradeces. Hemos desafiado el mal en su peor jaez. Estamos presenciando la debacle de las peores manifestaciones de la malignidad. Mientras hasta el Pepe Mujica tambaleó, en Venezuela nos mantuvimos en la reciedumbre que nos predicó Chávez.


¿Cuántos chavistas se han movido hacia la oposición?

Clodovaldo Hernández ¿Qué tan grande es el desplazamiento del electorado chavista hacia la oposición o, en el más benévolo de los casos, hacia una neutralidad que favorecerá a la derecha en cualquier instancia? Parece ser el tiempo apropiado para hacerse esta pregunta sin anestesia. Es más, parece ser bastante tarde para planteársela. Pero, en todo caso, auto-interrogarse ahora es mejor que seguir postergando el momento. El chavista que se mantiene en su posición quiere creer que los estrategas del gobierno y del PSUV se han paseado desde hace tiempo por esta duda fundamental. Lo lógico era suponer que comenzaron a hacerlo en 2012, luego de que el comandante Hugo Chávez hablara del necesario golpe de timón. Pero si no fue ese un momento oportuno, ha habido otros en estos duros tres años de orfandad política. Por ejemplo, en abril de 2013, lo ajustado del resultado de las presidenciales sobrevenidas fue un campanazo de alerta. Las matemáticas indican que en poco más de seis meses, las fuerzas revolucionarias perdie-

ron 600 mil sufragios, lo cual ya era para ponerse en guardia. Luego hubo una recuperación en las municipales de diciembre de 2013, pero fue más que nada en número de cargos obtenidos, no tanto en el caudal de votos. Vino el receso electoral de todo el 2014 y once meses del 2015, tras el cual se manifestó una nueva realidad, en la que destaca la pérdida de casi 2 millones de votos del lado revolucionario y un incremento superior a los 300 mil en la votación antichavista. Si las anteriores citas electorales no habían sido razón para comenzar a preocuparse, es claro que la del 6D sí lo fue, pese a que los principales voceros de la Revolución se han empeñado en decir que la victoria opositora fue circunstancial. Este es el principal temor de mucha gente que sigue fiel al proceso revolucionario: tienen la certeza de que los principales dirigentes no están pensando ni siquiera ahora en que el desplazamiento de electores es una tendencia sostenida. Así llegamos al momento actual, cuando el país se encamina al menos a dos mediciones electorales cruciales: la de gobernadores, que debe ser este mismo año; y el

aún hipotético referendo presidencial, que sería en 2017. Con esos dos retos por delante, las encuestas y –sobre todo- los sonidos y ruidos de la calle conducen a pensar que una importante porción de la masa chavista ha perdido la fe en el proyecto y está en una de dos posturas: o bien ya se pasó abiertamente al lado opositor; o bien está decidida a no votar por la opción revolucionaria y ha perdido todo entusiasmo para defenderla públicamente. Para efectos de estudio, podríamos dividir este grupo en varios segmentos: Renegados. Son los que ya fueron convencidos (guerra económica mediante) de que el socialismo es inviable, de que fracasó y es necesario sumarse lo antes posible a la comparsa mundial del capitalismo para no seguir rezagándonos. En este sector influye lo que está ocurriendo en el resto de América Latina, donde otras experiencias de gobierno populares están naufragando y el neoliberalismo luce en etapa de restauración. Chavistas no maduristas. Son los que piensan que el problema no es el socialismo, sino el presidente Nicolás Maduro y su equipo de colaboradores. Estos aseguran que la propuesta socialista funcionaba bien bajo la dirección de Chávez y dejó de hacerlo después de su muerte. Naturalmente, estas personas no incluyen en la ecuación la variable de los precios del petróleo ni del sabotaje económico sostenido, pero ese es otro tema. Esta parcialidad estima que es necesario sacar a Maduro, para luego retener el poder con otro liderazgo. Los neo-derechistas. No puede dejar de estimarse la existencia de un grupo que ha sido cautivado por los partidos de la derecha mediante diversos mecanismos de cooptación. Está formado por personas que nunca tuvieron realmente una ideología socialista, sino que se mueven en la dirección en que soplen los vientos políticos. Los chavistas a favor de comenzar de nuevo. Son los militantes revolucionarios que cuestionan profundamente al gobierno, bien sea porque estiman que no está siguiendo realmente el legado de Chávez ni es auténticamente socialista, o ya sea porque creen que la ineficiencia y la corrupción lo carcomió por completo. Sostienen que es mejor perder y reconstruirse desde las bases, aunque la lucha tarde varias décadas. Estos cuatro subgrupos, y otros que puedan ser apreciados en análisis más exhaustivos, han sido impulsados por las mismas causas coyunturales, entre las cuales destacan la insoportable situación generada por la escasez, el desabastecimiento y la inflación; la violencia criminal y la sensación generalizada de estancamiento de la sociedad. Para cualquier persona que ande por las calles sin séquitos, que viaje en el transporte público, que haga colas para comprar comida o medicinas, que oiga hablar a sus compañeros de trabajo es innegable la magnitud del movimiento de una placa tectónica desde lo rojo-rojito hacia el dominio de la MUD o hacia la abstención y la desmovilización. ¿A cuánto llega esa migración, en términos de porcentaje y de número de votos? Para comenzar a calcularlo sería conveniente, antes que nada, asumir el problema, encararlo con franqueza. Desdichadamente todo parece indicar que ese primer paso, hasta ahora, no se ha dado.


¿La clase media muerde la mano que le dio de comer? ¿O la mano no entiende? Guillermo Oglietti|15yultimo Este es un análisis del porqué los progresismos pueden morir de éxito y sobre cómo evitarlo Los gobiernos progresistas de nuestra región no terminan de entender la clase media y esto es uno de los determinantes de algunos fracasos electorales recientes. Llegaron al poder en la década pasada, apoyándose en un discurso igualitario que coló hondo en la tierra arrasada que dejaron las políticas neoliberales y las crisis que desencadenaron en toda América Latina durante los 90s. Estos nuevos gobiernos fueron consecuentes con su discurso igualitario y durante la década ganada lograron sacar de la pobreza a más de 90 millones de ciudadanos que pasaron a enrolar el ejército de esta clase media incomprendida. Así, la clase media engordó con estos nuevos ascensos y el de los jóvenes que tuvieron la fortuna de nacer en esta clase media sin haber padecido las penurias que sufrieron sus padres. Este cambio en la estructura de clases transformó las expectativas y aspiraciones materiales de millones de ciudadanos, sin embargo, el discurso de los gobiernos que lograron este asenso social ascendente no ha cambiado prácticamente un ápice a lo largo de esta década. Para decirlo claramente, el progresismo le sigue dirigiendo la palabra a un interlocutor que ya no existe, que se mudó de clase, y ahora quiere escuchar otras cosas. Una consecuencia de dormirse en los laureles del discurso inicial que permitió los triunfos en la década pasada, son los resultados electorales adversos en Argentina, Bolivia y Venezuela y la pérdida de apoyo electoral a las propuestas progresistas de grandes sectores de la clase media, en especial de la juventud, en toda la región. Algunos gobiernos, ante el desaire electoral de esta clase media ampliada, han reaccionado de la peor forma posible, en tono de reproche paternal: “te di todo lo que eres, y ahora que te necesito (electoralmente), me abandonas”. Muy mala estrategia, porque estos “hijos” (nueva clase media) reaccionan como cualquier hijo ante un reproche paternal de este tipo, ¡emancipándose (votando diferente)! Después de todo, los padres están obligados a cuidar de sus hijos al igual los gobiernos están obligados con sus ciudadanos ¡Para eso están los papás y los gobiernos, son su razón de ser! Y los buenos papás no extorsionamos a nuestros hijos con estos reproches. El reproche es una actitud inconducente y mezquina. Después de todo, qué sentido tiene luchar para lograr una mejora material y el ascenso social de la ciudadanía si luego no se tolera la consecuencia de este ascenso sobre la conducta e ideología de los que ascendieron. Este es un error grave de que quiero dejar bien sentado en esta nota. El error, común a todos los gobiernos progresistas, es no haber interpretado ese cambio en la estructura social, no haber buscado nuevos ejes del diálogo con esos nuevos segmentos de la población, sino por el contrario, haber aspirado a seguir viviendo del rédito del agradecimiento. Nuestros dirigentes no reaccionaron a tiempo al cambio que produjeron sus propios éxitos. La transformación ha sido enorme y prácticamente ha creado nuevos países. Y de la misma forma que no sería sensato hacer la misma campaña en Bolivia que

en Canadá, es insensato que el discurso y las propuestas progresistas no se hayan adaptado a estos cambios que se han producido. El progresismo necesita dirigirse hacia estos nuevos actores sociales, porque si no lo hace, entraremos en una elipse viciosa por la que mientras más éxito tengamos sacando de la pobreza a la población, menos votos conseguiremos por hacerlo. Morir de éxito. ¿Hacia donde se dirigen las preferencias políticas de la nueva sociedad? Una vez aclarado este punto, el paso siguiente es conocer cuál ha sido el cambio en las preferencias políticas: ¿cómo piensa esta nueva sociedad tras la transformación? Sería necesario hacer estudios demoscópicos que nos permitan interpretar el pensamiento de esta nueva estructura de clases, pero a falta de estos, un primer atisbo al asunto nos permite anticipar que los principios igualitarios que encumbraron las revoluciones ya no son tan valorados por la sociedad. Dos enfoques que permiten afirmar esto: El primero es el resultado de un juego[1]. Todos sabemos que las sociedades igualitarias son mejores sociedades, generan un entorno favorable para disfrutar mejor la vida. Pero esto no significa que cada uno esté dispuesto a financiar esta igualdad. A cada uno le conviene contribuir lo menos posible y que sea el resto quien pague los impuestos para lograr la igualdad. Es obvio, que si este es el juego, la conducta dominante será que nadie contribuirá, porque todos esperarán a que sea resto quien lo haga, por lo que nadie terminará aportando al esfuerzo igualitario. La única forma en la que un gobierno consigue aplicar políticas redistributivas es con apoyo electoral de quienes prefieren estas políticas, en general porque entienden que recibirán más de lo que contribuirán al esfuerzo igualitario. Pues bueno, el cambio en la estructura de clases de la década ganada, sencillamente ha hecho que la mayoría electoral ya podría estar en poder de quienes perciben que tendrán que contribuir más de lo que recibirán de las políticas redistributivas. Es por esto que las nuevas clases media y la juventud, empiezan a ser colonizadas fácilmente por las ideas de que el Estado es ineficiente, que el gobierno es corrupto y que las regulaciones son obstáculos al progreso personal. Quedan así predispuestos a pensar que sus éxitos son el fruto de su esfuerzo individual y sus fracasos culpa del Estado. En definitiva, el cambio en la estructura de clases ha generado una sociedad con un menor rechazo por la desigualdad que la sociedad que encontramos a fines de los 90s. El segundo enfoque que nos permite atisbar el nuevo pensamiento de la nueva estructura de clases se vincula al consumo. Toda la teoría económica reconoce que existe un efecto emulación del consumo de la clase inmediata superior. El gran economista Thorstein Veblen en 1899 publicó el ensayo “La Teoría de la Clase ociosa”, en el que explica, tras estudiar detenidamente los hábitos de consumo de la sociedad, que lo que él denomina la “clase ociosa”[2] influye enormemente en los hábitos de consumo de “toda” la sociedad, lo que le permite desarrollar la teoría de la “emulación”, que básicamente afirma que las clases sociales


tienden a imitar el consumo de la clase inmediata superior. En la época del Veblen, el mundo era más pequeño porque el radio de vinculación social era limitado, mientras que por el contrario, en nuestra época el mundo se ha ampliado a escala global, porque debido a los medios de comunicación audiovisual los pobres de cualquier rincón del mundo pueden aspirar a emular la conducta de los más ricos del mundo, no de los del barrio, pueblo o ciudad. Las posibilidades de emulación no tienen precedentes en la historia. Ahora bien, una vez que aceptamos que existe una emulación de los hábitos de consumo, el paso siguiente e inevitable, es aceptar que esta emulación se extienda al plano de preferencias políticas. Es natural que así suceda, de hecho, cuando no es así, cuando el hábito de consumo no está correlacionado con una preferencia ideológica, en cierto modo genera un rechazo social que estimula la conducta “correspondiente” entre status e ideología. En efecto, vestirse de Luis XVI y defender la revolución francesa es tan chocante como vestirse de pobre y defender la servidumbre. En definitiva, es coherente que la emulación del consumo y la ideología avancen por la misma vía, explicando la tendencia hacia el conservadurismo de las ideas políticas de las clases medias. Esta preferencia ideológica en formación de la nueva clase media y, en especial, de la juventud, es una mala noticia para los gobiernos progresistas que apostaron muchas fichas al camino del progreso del consumo de la población. El discurso neoliberal tiene más chances de colonizar las mentes de esta nueva estructura social, aún a pesar de que así puede comprometer el bienestar de esta nueva clase media. Sobre como continuar con el progresismo en la región La continuidad del programa progresista necesita reconocer estos cambios en la estructura social y la preferencia política de las nuevas mayorías. En este sentido, es necesario tener una buena percepción sobre las motivaciones humanas y la heterogeneidad de valores que impregna la sociedad. A grandes rasgos, es conveniente comenzar por reconocer que en los individuos coexisten dos valores contrapuestos. Por un lado, las ambiciones de progreso material, que incorpora no solo el consumo disfrutado individualmente, sino también por comparación con el resto de la sociedad, lo que en definitiva hace al estatus social. Y por el otro, una preferencia por la equidad, en el sentido de que pocos egoístas disfrutan del malestar ajeno y, por el contrario, muchos preferirán vivir en sociedades más equilibradas en términos de igualdad. Estos 2 valores nos dan las pistas sobre dónde debe encaminarse el discurso y las propuestas políticas del progresismo, para superar las limitaciones electorales que tiene el discurso igualitarista. Estas dos preferencias están presentes, en distintas medidas, en todos nosotros. Son valores en cierto grado antagónicos, porque la preferencia por la equidad decae si las ambiciones materiales son altas o si se produce a costa de una parte del bienestar individual. A mi criterio estos valores están presentes en todos nosotros, los estrictamente egoístas solo tendrán en cuenta el primero, los más individualistas priorizarán el primero a costa del segundo, mientras que los menos individualistas tendrán un balance que resulta en un menor peso del primero y los estrictamente generosos valorarán el segundo más que el primero. Un breve análisis sobre el grado de preferencia por la equidad (o rechazo por la desigualdad), nos indica que depende en gran medida de factores antropológicos.[3] Por ejemplo, los anglosajones tienen poco rechazo a la desigualdad mientras que los franceses y los rusos no. Si a un inglés le va mal, probablemente se autoflagele atribuyéndoselo a su incompetencia, mientras que si a un francés le va mal, preferirá jugar con la guillotina y la cabeza del Rey. A pesar de estos elementos rígidos, la preferencia por la

equidad también es un aspecto moral de la sociedad que puede ser moldeado, como otras instituciones sociales, a través de una buena educación con este objetivo y, sobre todo, por las fuerzas del ejemplo y la conveniencia. Así, el buen ejemplo que los países nórdicos nos dan sobre las ventajas competitivas[4] que redundan en eficiencia, y de calidad de vida que obtienen las sociedades más igualitarias, posiblemente aumenten las preferencias por la equidad (de la misma forma que el mal ejemplo de las desventajas que deben asumir las sociedades más desiguales fortalecen la misma preferencia). En este camino, los gobiernos progresistas tienen mucho para recorrer, en cuanto aún no han logrado convencer a la ciudadanía de la equidad es un bien público, que genera ventajas de eficiencia además de justicia, que permiten a todas las clases estar mejor. A mi criterio, no hemos conseguido convencer a la ciudadanía que las ventajas indirectas que recibimos por la igualdad son mayores a los costos tributarios que individualmente asumimos para financiarla.ven clase media Con estos valores, se puede defender la idea de que el discurso igualitario que llevó a los gobiernos progresistas al poder, no ganó por igualitario sino porque, dada la estructura de clases empobrecida de esa etapa, prometía mejorar las oportunidades materiales y sacar de la pobreza a la población, es decir, ganó no por apuntar al segundo valor, sino al primero. A mi criterio, un error frecuente de la izquierda es dar por sentado un amor universal por la igualdad. Esto parte de no reconocer la heterogeneidad humana y suponer, al igual que la ortodoxia, que existe un único individuo representativo. En realidad, los pobres lo que desean es superarse, al igual que la clase media, y para ellos, la igualdad es un método para lograrlo, no un fin en sí mismo. Es por esto que el discurso igualitario tiene techo. Cuando la clase media aumenta su tamaño y su ingreso, comienzan a percibir que el esfuerzo igualitario se recuesta sobre sus espaldas y sus nuevas aspiraciones materiales y entra en conflicto con sus nuevas percepciones ideológicas. De esta fuente beben los triunfos apoyados en la muletilla de la reducción de los impuestos. Los discursos igualitarios condujeron al éxito a los gobiernos progresistas en la década pasada, porque la igualdad representaba también un progreso para los pobres, que eran muchos. Con el auge de las clases medias, tras una década ganada, son muchos más quienes perciben que tienen que comenzar a pagar las costas del ascenso de los que quedaron más rezagados y la cosecha de votos del discurso igualitario se reduce. Continuidad del progresismo: El desafío Las nuevas clases medias que supimos conseguir, necesitan otros discursos y se le deben plantear nuevos objetivos y aspiraciones, que satisfagan las nuevas aspiraciones de esta nueva sociedad sin abandonar las políticas igualitaristas. Al final de cuentas, el objetivo de los proyectos progresistas es mucho más que igualitario y debe explotarse el interés de estas nuevas clases por temas comunes a los valores progresistas, como el desarrollo tecnológico endógeno, el desarrollo económico, la mejora y universalización de servicios básicos como educación, transporte y salud públicas, transparencia, infraestructuras, apoyo a la iniciativa y los emprendedores, deportes, al medio ambiente etc. Las propuestas progresistas en estas áreas superan las alternativas conservadoras y, a su vez, permitirán seguir avanzando por el camino de la igualdad. Sobre el discurso igualitario, a mi criterio debe hacerse muchas nueces y poco ruido, y el discurso debe centrarse en convencer a la ciudadanía de que la equidad no solo representa justicia, sino sociedades que merecen ser vividas y, sobre todo, convencer al individualista que es por su propio bien, porque la igualdad redunda en competitividad y eficiencia económica de las que también se beneficiaría.


Celso Amorim, excanciller brasileño

Un ALCA hoy sería un desastre Martín Granovsky -Página12 Antes de un acto en San Pablo organizado por el Instituto Lula y Clacso, Amorim explicó por qué sigue queriendo una política exterior “altiva y activa”, cuál es el peligro que significa el gobierno de Temer, qué límites tiene la Alianza del Pacífico y cómo relacionarse con los Estados Unidos. Pregona una política exterior “activa y altiva” y cumple el lema para sí mismo. A los 74 años Celso Amorim, canciller de Lula durante sus ocho años de gobierno y ministro de Defensa de Dilma Rousseff en su primer mandato, forma parte de un grupo que asesora al secretario general de las Naciones Unidas en cuestiones de salud y crisis sanitarias. Pero se deja tiempo para la política y la investigación: mañana presentará su nuevo libro en lo que se promete ser un verdadero y accedió a un diálogo telefónico con este diario. En medio del proceso anticonstitucional en marcha en Brasil, a las 19 en San Pablo Amorim dará una conferencia y firmará autógrafos en la primera página de su último libro, “Teherán, Ramallah y Doha, Memorias de una política exterior activa y altiva”. El acto será transmitido en streaming vía Internet por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, uno de los organizadores junto con el Instituto Lula, la Fundación Perseu Abramo del PT, el antigolpista Frente Brasil Popular, la Fundación Friedrich Ebert y el Grupo de Reflexión sobre Relaciones Internacionales. –¿Michel Temer encabeza un gobierno golpista o interino? –Prefiero evitar un problema semántico. Lo que pasó en Brasil es como si el cambio de Cristina a Mauricio Macri se hubiera dado sin una elección de por medio. Sin entrar en los aspectos técnicos, en mi opinión en la acusación contra Dilma Rousseff no es firme la sospecha de que cometió un delito de responsabilidad fiscal. Además, el mecanismo del impeachment no está hecho para cambiar un gobierno por otro de tendencia opositora. En un sistema presidencialista esa tarea le corresponde al pueblo cuando vota. Si no se pone en riesgo la legitimidad política en el sentido weberiano de la expresión. Cuando fue el impeachment al presidente Fernando Collor de Mello se generó un gran sentimiento de unión nacional. Hoy sucede lo contrario. No sé si el gobierno de Temer se va a sostener o no. Si se sostiene vamos a tener un período largo de dificultades. Justo estuve en los Estados Unidos cuando se produjo el proceso de juicio político a Richard Nixon, que renunció antes de que la Cámara de Representantes tratara su caso en el plenario, y el juicio a Bill Clinton, que no resultó culpable para el Senado. Nadie pensaba que un juicio político a Nixon tendría como resultado inmediato su reemplazo, sin elecciones, por George McGovern, un demócrata que se había opuesto a la guerra de Vietnam. Tampoco un juicio a Clinton sería para sustituirlo por el ultraconservador Jesse Helms. El cambio total

de orientación político-ideológica no es el objetivo del impeachment. –Los peritos del Senado dictaminaron en los últimos días que Dilma no cometió delito. –Sí, fueron muy claros. En una de esas acusaciones ya se estableció que la Presidenta no tuvo ninguna participación. O sea que ni siquiera hubo una acción, ni buena ni mala. Las decisiones pasaron por debajo de ella y a través de funcionarios que se manejaron utilizando lo que creían eran las reglas. –¿Qué cambió en la política exterior con la dupla Serra-Temer? –Para desplegar una buena política exterior es bueno tener un gobierno con legitimidad y apoyo interno. Lula disfrutaba de ambas cosas, además de lo que significaba él mismo como símbolo: un tornero que llegó a Presidente. Era un gran aporte histórico. La visión de Lula sobre el mundo reconocía el rol que Brasil podía tener en la región y en el planeta no solo para defender sus propios intereses. También para ayudar a procesos de evolución en las relaciones internacionales. La gente dice a veces que el Mercosur fue un fracaso. Pero el Mercosur evolucionó. La integración se desarrolló. Se creó Unasur. Se creó la Celac. Cosas que no se habían visto en 200 años de vida independiente. Y Lula no lo hizo solo. Pese a dificultades, nunca fueron tan buenas las relaciones con los países sudamericanos. Manteniendo, siempre, la pluralidad ideológica. Con la Argentina obviamente las relaciones fueron buenas, pero también con Hugo Chávez y con Álvaro Uribe. Lo que muchos hoy no perciben es que la integración, y eso se ve ahora en Europa, no es solo un aumento de comercio. –¿Qué otras cosas miden el nivel de integración, además del comercio? –El esfuerzo para profundizar la paz y la cooperación, que es lo que siempre deseamos en América del Sur. Y más allá de la región esa visión del mundo nos permitió la aproximación con África y con los países árabes. Creamos el IBAS, el grupo de la India, Brasil y África del Sur. Los BRICS surgieron del deseo de Rusia y China de par-

ticipar en el IBAS. Junto con la Argentina jugamos un rol importante en la negociación del G-20 comercial. Juntos resistimos al ALCA como un acuerdo que no nos servía y no porque fuera solo una cuestión de doctrina. No nos favorecería en agricultura y nos crearía dificultades por ejemplo en propiedad intelectual. Lo hicimos sin perder las buenas relaciones con Europa (creamos una asociación estratégica con ellos) y con los Estados Unidos. Lula y George Bush intercambiaron opiniones en Camp David. Participamos, en parte por pedido de Barack Obama, en las negociaciones con Irán, que demostraron que sí era posible lograr un acuerdo, como quedó demostrado dos años después. Teníamos una visión en el sentido de buscar un mundo cada vez más multipolar. –Serra propuso, sin dar detalles, “flexibilizar el Mercosur”. –En un mundo de grandes bloques lo peor que podemos hacer es debilitarnos. Puede ser que Serra cambie y que gire, pero si insiste en las declaraciones iniciales sobre la flexibilización del Mercosur debería saber que a largo plazo significa terminar con el Mercosur como lo que es, o sea un proyecto de unión y vocación. No puede ser solo un área de libre comercio sin significado político. A fines de los años ‘50 en Europa había dos proyectos. Uno, el mercado común europeo. Otro, el área europea de libre comercio. Ganó el primer proyecto. ¿Quién se acordaría de un área de libre comercio? Nadie. Las áreas de libre comercio van y vienen. La Unasur creó el Consejo de Defensa Sudamericano. Esas cosas valen mucho. Quedan. –En sus diez directrices para los diplomáticos de Itamaraty, Serra dijo que no hará una diplomacia ideológica y menos una diplomacia al servicio de un solo partido. ¿Usted se sintió aludido como canciller de Lula durante ocho años?


Es un dato. Hay una oposición fuerte que tiene la mayoría en el Legislativo. Es otro dato. Es bueno que Maduro y la oposición dialoguen. La voz de Brasil está debilitada por la situación interna, pero lo menos no debe hacer sugerencias que empeoren el clima en Venezuela. Por suerte en esto veo una cierta prudencia, que se demostró en la actitud cauta durante la discusión de la Carta Democrática en la OEA.

–Es muy curioso. Cuando la derecha está en el poder dice que su diplomacia es de Estado. Cuando el centroizquierda gobierna, la derecha critica que la diplomacia es “ideológica”. Ideológico es siempre el otro, ¿no? El problema es que la derecha en el poder mantiene los intereses de siempre, los de la elite política y social, y los confunde con intereses del Estado. Pero lo que corresponde al Estado está en la Constitución brasileña. Allí figuran los principios de autodeterminación, de no intervención, de solución pacífica de las controversias y de integración latinoamericana. ¿Buscar la prosperidad por acuerdos bilaterales de libre comercio es de Estado y buscarla por negociaciones multilaterales en la OMC es ideológico? Poner el centro en la OMC no tiene nada de izquierda ni es partidista. Y criticar estas políticas supone pensar, equivocadamente, que firmar acuerdos es fácil. No. Es difícil. Es más fácil hablar que hacer. –¿Qué opina del programa de Temer, “Un puente para el futuro”? –Que es partidista. Representa los objetivos de las clases dominantes. Lo que hicimos nosotros, en cambio, tiene que ver con los intereses de la población brasileña: diseñar una visión más nacional, distribuir mejor el ingreso, buscar una política industrial propia... –-En 2005 los países del Mercosur más Venezuela, que entonces no era miembro pleno, le pusieron una bolilla negra a la formación de un ALCA. ¿Deberían formarlo hoy? ¿La cumbre de Mar del Plata quedó vieja? –Un ALCA hoy sería un desastre. Seguiría el criterio de los acuerdos de última generación como el TPP, el Trans-Pacific Partnership, con cláusulas inaceptables al menos para Brasil. Ya eran inaceptables incluso antes de Lula. Por ejemplo la forma de solucionar diferendos entre inversores extranjeros y el Estado. –Fuera de Brasil. –O las cláusulas sobre propiedad intelectual. Incluso en los Estados Unidos este tipo de acuerdo genera gran resistencia popular. El cuestionamiento es que están hechos para las multinacionales y no para los pueblos. Si eso es verdad en los Estados Unidos, imagínese lo que sería para noso-

tros. Volviendo a la cuestión del ALCA, en 2005 las negociaciones ya estaban paralizadas y la Cumbre de Mar del Plata puso la piedra final. –¿Un acuerdo entre el Mercosur y los Estados Unidos sería posible? –No tengo por qué excluir esa posibilidad. Pero en otras condiciones y con otras concesiones. Pensar en la resurrección del ALCA es un absurdo. Y para que se dé una negociación pragmática con los Estados Unidos antes debemos seguir trabajando en la diversificación de relaciones. Si no, se pagará un precio muy caro. Pero la capacidad de negociación será muy reducida si liquidamos la unión aduanera del Mercosur. Tabaré Vázquez dijo una vez: “Podemos tener alguna negociación comercial siempre que no vulnere el corazón del Mercosur”. –Veo que sigue siendo muy mercosurista. –Para una charla busqué números. En los últimos años el comercio intra-Mercosur se multiplicó por doce mientras el comercio mundial se multiplicaba por cuatro. Además, nos beneficiamos por el intercambio recíproco de productos de alto valor agregado. Pero los problemas deben ser resueltos en el diálogo y no con la subordinación de cada país a una potencia de fuera de la región. –¿Qué habría que hacer hoy con la crisis venezolana? –En el pasado países como la Argentina, Brasil y Chile jugaron un papel importante. Hoy hay pocos gobiernos que pueden ayudar a un diálogo, que es indispensable, entre el gobierno y las fuerzas políticas de oposición. Eso hicimos con el Grupo de Amigos de Venezuela en 2003. Lo formamos Brasil, Chile, España, los Estados Unidos, México y Portugal después del golpe de 2002. Y Chávez por supuesto estuvo de acuerdo. Hoy tenemos que hacer que se potencie la presencia de Unasur con la colaboración de ex presidentes y ex primeros ministros, como ya ocurre con Leonel Fernández de República Dominicana y José Luis Rodríguez Zapatero de España. El diálogo involucra concesiones de los dos lados. Chávez lo comprendió en su momento. Aceptó un referéndum revocatorio y admitió la presencia de observadores internacionales. Maduro es un presidente electo.

–¿Brasil y la Argentina deberían integrarse a la Alianza del Pacífico? ¿Deberían ser observadores? –Siempre se puede observar. Si el Mercosur en conjunto fuera observador sería muy bueno. Pero hay una cierta visión mistificada de la AP. Ellos comercian más con el Mercosur que con países de la propia alianza. Los cuatro tienen una actitud similar ante el comercio internacional. No incluyen normas sociales o de ventajas mutuas de residencia o seguridad social. Por otra parte es bueno recordar que ya tenemos acuerdos de libre comercio con todos salvo con México. Se lo propusimos en su momento a México y no quiso. Para decir la verdad, lo que menos me gusta de la AP es el nombre. –¿Por qué? –Alianza suena que uno está contra otros países. Como la OTAN. Tampoco me parece bien separar Atlántico de Pacífico. Con Lula, Néstor Kirchner y otros presidentes en su momento reforzamos la integración sudamericana con todos los gobiernos, con independencia de las afinidades políticas como el Perú de Alejandro Toledo. Buscamos unir al Atlántico y el Pacífico antes que separarlos. Estuve presente en Asunción cuando se creó el Mercosur en 1991. Luego, ya más cerca de la cumbre de Ouro Preto del 94 surgió una tendencia a buscar un acuerdo separado con el NAFTA. Pero le quiero terminar de responder su pregunta: ¿por qué integraríamos la AP si no estamos en el Pacífico? ¿Por qué buscar una vuelta si a nivel sudamericano tenemos un acuerdo, la Unasur? ¿Por qué aceptar reglas de comercio y servicios que no nos convienen? –Usted hoy integra un organismo de la ONU sobre salud. ¿Qué efecto negativo tendrían las reglas comerciales usadas en el TPP en este sector? –Ya participe de varias comisiones creadas por el secretario general de la ONU sobre el Ebola y sobre acceso a medicamentos. Esas reglas crean más restricciones a la posibilidad de acción autónoma de los países en desarrollo. Aumentarían las condicionalidades para fabricar genéricos y subirían los precios. La Argentina tiene una industria importante. Se perjudicaría. –El libro que presentará habla de una política “activa y altiva”. –No solo tener una visión reactiva ante la agenda internacional sino ayudar a crearla. No aceptar cosas que nos son impuestas y no corresponden con nuestros intereses. La visión contraria es la que pide un Brasil modesto, que en realidad significa un Brasil que se desentienda de la solución de grandes problemas internacionales. Brasil es más fuerte con la integración –de eso no hay duda– pero a la vez no desconozcamos que somos el quinto país en población


¡Libertad para Julian Assange!

y en territorio y el séptimo en economía. No podemos estar ausentes en los grandes problemas internacionales. Sería una posición subalterna. De la globalización uno no puede ocultarse. El problema es cómo estar en ella. Una variante es la pasiva. La otro es ser un país activo en la OMC, en la FAO, en la OMS, en América Latina, en los Brics, en la integración con los países árabes o en el G-20 financiero, donde con la ayuda de la Argentina y de Turquía logramos cambiar las cuotas dentro del FMI y el Banco Mundial. La creación del banco y del fondo de contingencia por parte de los Brics demostró que las alternativas son posibles. –¿Tiene ya una prospectiva del mundo después del Brexit? –Por lo pronto habrá una negociación más difícil entre Europa y el Mecosur, porque el Reino Unido era una fuerza que facilitaba en nuestro favor la liberalización comercial. Al revés de Francia. En general, ya estamos viendo una gran turbulencia en los mercados internacionales y existe la posibilidad de que eso profundice tendencias recesivas o a la no recuperación de las economías europeas. Mala señal, porque la demanda de los países de la UE es importante para nosotros. Me preocupa también la tendencia a un nacionalismo que no es el nuestro, es decir un instrumento de desarrollo, sino una vuelta al pasado en el sentido de extremar diferencias e intereses locales. –¿El acuerdo entre el Mercosur y la UE no es un ALCA con Europa? –No. El ALCA tenía una visión ideológica de cómo debía ser el mundo. Por eso es difícil, aunque no imposible, una negociación con los Estados Unidos. Con la UE no discutimos sede de solución de controversias ni propiedad intelectual. Solo formas de acceso a mercados. –Embajador, si se hilvanan fenómenos diversos como la crisis en Venezuela, el apartamiento de Dilma en Brasil y el triunfo de Macri, ¿qué pasó en Sudamérica? –Hablemos también de algo positivo como el acuerdo de paz en Colombia. Al final quedó demostrado que el diálogo era

necesario. No podíamos intervenir pero sin duda podíamos facilitar las condiciones para un diálogo que condujera a la paz. Y entonces me pregunto: si fue posible un diálogo entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC después de tanta violencia, ¿cómo no van a ser posibles otros diálogos en otros países? –¿Usted es de los que piensan que la nueva situación en Sudamérica es un producto de la influencia de los Estados Unidos? –Trato de no quedarme con teorías conspirativas, aunque puedo decir, imitando a un humorista brasileño, que el hecho de que no sea paranoico no quiere decir que no me persigan. Cometimos muchos errores. En el caso de Brasil el sistema político privilegia al que tiene mucha plata e induce a la corrupción. Está bien que se investigue pero debe haber neutralidad. Demasiado dinero, demasiados partidos: mala combinación. Hay que cambiar el sistema político hacia uno más racional y compatible con los intereses del pueblo. De manera general diría que hubo varios factores que ya no están. Todos nuestros países aprovecharon el boom del crecimiento de China y ahora, en cambio, vivimos una situación contraria. Volvemos a Raúl Prebisch y su teoría del deterioro de los términos del intercambio. Y eso lleva a turbulencias. Una cosa es desarrollar una política social de distribución en ese contexto y otra es cuando las clases ricas sienten que van a perder mucho dinero. En el caso de Brasil también suceden algunas cosas raras: espionaje en la Petrobrás, en el sector de energía nuclear, en el sistema de promoción de exportaciones y en el Banco Nacional de Desarrollo. Muchos problemas son endógenos, nacionales, pero también hay una correlación entre el espionaje y algunas investigaciones. Hablo de la utilización de la pesquisa judicial, porque un Poder Judicial independiente es importante sobre todo si actúa de manera neutral. Me preocupa un Brasil con su empresa petrolera debilitada, con su energía nuclear en jaque y con fragilidades mayores en las empresas de construcción de obras públicas o en los instrumentos de promoción de exportaciones.

Ignacio Ramonet Se acaban de cumplir cuatro años desde que, el 19 de junio de 2012, el ciberactivista australiano Julian Assange, paladín de la lucha por una información libre, se viera obligado a refugiarse, en Londres, en las oficinas de la Embajada de Ecuador. Este pequeño país latinoamericano tuvo el coraje de brindarle asilo diplomático cuando el fundador de WikiLeaks se hallaba perseguido y acosado por el Gobierno de Estados Unidos y de varios de sus aliados (el Reino Unido, Suecia). La Justicia sueca exige que Assange acuda a Estocolmo a presentar directamente su testimonio sobre las acusaciones de agresión sexual hechas por dos mujeres a las que él habría mentido sobre el uso de un preservativo. Julian Assange rechaza estas acusaciones y sostiene que las relaciones con estas dos demandantes fueron consentidas, y afirma ser víctima de un complot organizado por Washington. El fundador de WikiLeaks se niega a ir a Suecia, a menos que la Justicia de ese país le garantice que no será extraditado a Estados Unidos, donde podría ser detenido, conducido ante un tribunal y, quizás, según sus abogados, condenado a pena de muerte por “delito de espionaje”. En varias ocasiones, Assange también ha propuesto responder por videoconferencia a las preguntas de los encargados suecos de la investigación. Pero éstos han rechazado esa posibilidad, argumentando que él huyó de Suecia aunque sabía que había una investigación abierta contra él. El Tribunal Supremo sueco rechazó de nuevo, el 11 de mayo de 2015, su demanda de que fuera anulada la orden de detención que pesaba sobre él. En realidad, el único crimen de Julian Assange es haber fundado WikiLeaks. En todas partes ha habido acalorados debates sobre si WikiLeaks hizo prosperar o no la causa de la libertad de prensa, si resulta bueno o malo para la democracia, si se debe o no censurar esta plataforma. Lo que es seguro es que el papel de WikiLeaks en la difusión de medio millón de informes secretos relativos a los abusos cometidos por militares en Afganistán y en Irak, y de unos


250.000 comunicados enviados por las Embajadas de Estados Unidos al Departamento de Estado, constituye “un hito en la historia del periodismo” que ha marcado un antes y un después. WikiLeaks fue creada en 2006 por un grupo de internautas anónimos, con Julian Assange como portavoz, y asumió la misión de recibir y hacer públicas filtraciones de información (leaks) garantizando la protección de las fuentes (1). Recordemos las tres razones que, según Julian Assange, motivaron su creación. “La primera, la muerte a escala mundial de la sociedad civil. Rápidos flujos financieros por transferencias electrónicas de fondos que se mueven más rápido que la sanción política o moral, destrozando la sociedad civil a lo ancho del mundo. […] En este sentido, la sociedad civil está muerta, ya no existe, y hay una amplia clase de gente que lo sabe y está aprovechando que saben que está muerta para acumular riqueza y poder. La segunda […] es que hay un enorme y creciente Estado de seguridad oculto que se está extendiendo por el mundo, principalmente basado en Estados Unidos […] La tercera es que los medios de comunicación internacionales son un desastre, […] el entorno de los medios internacionales es tan malo y tan distorsionador que nos iría mejor si no hubiera ningún medio, ninguno”. Assange aporta una visión radicalmente crítica del periodismo. En una entrevista llega incluso a afirmar que “dado el estado de impotencia del periodismo, me parecería ofensivo que me llamaran periodista. […] El mayor abuso fue la guerra [de Irak y de Afganistán] contada por los periodistas. Periodistas que participan en la creación de guerras a través de su falta de cuestionamiento, su falta de integridad y su cobarde peloteo a las fuentes gubernamentales”. La filosofía de WikiLeaks se basa en un principio fundamental: los secretos existen para ser desvelados. Toda información oculta nace con vocación de ser revelada y puesta a disposición de los ciudadanos. Las democracias no deben ocultar nada; los dirigentes políticos, tampoco. Si las acciones públicas de estos últimos no son incompatibles con sus actuaciones públicas o privadas, las democracias no deberían temer la difusión de “información filtrada”. En este caso –y solo en este caso–, ello significaría que son moralmente ejemplares y que el modelo político que encarnan –juzgado como “el menos imperfecto de todos”– podría de verdad extenderse, sin obstáculo ético alguno, al conjunto del planeta. ¿Por qué tendrían que callarse los periodistas en una democracia cuando un responsable político afirma una cosa en público y la contraria en privado? WikiLeaks ofrece a los internautas la posibilidad de hacer públicos, a través de su plataforma, grabaciones, vídeos o textos confidenciales sin indagar en cómo han sido obtenidos pero cuya autenticidad verifica. WikiLeaks vive de las donaciones de los internautas y de fundaciones y no acepta ayudas públicas ni publicidad. Un buen número de instancias públicas ha reconocido la utilidad de su trabajo. En 2008 recibió el Index on Censorship Award que otorga el semanal británico The Economist, y en 2009, Amnistía Internacional le concedió el premio al mejor “medio de comunicación nuevo” por haber sacado a la luz, en noviembre de 2008, un documento censurado relativo a un caso de malversación de fondos efectuado por el entorno del antiguo presidente de Kenia, Daniel

Arap Moi. Desde su creación, WikiLeaks ha sido un festín permanente de secretos, una auténtica fábrica de primicias. Ha difundido bastantes más revelaciones que muchos prestigiosos medios de comunicación en décadas… Entre los mayores escándalos que sacó a la luz destacan: los documentos que denunciaban las técnicas utilizadas por el banco privado suizo Julius Baer Group para facilitar la evasión fiscal; el manual de procedimiento penal del Ejército norteamericano en la base de Guantánamo; la lista de nombres, direcciones, números de teléfono y profesiones de los miembros del Partido Nacional Británico (BNP, de extrema derecha) en la que figuraban policías; la lista pormenorizada de correos electrónicos intercambiados con el exterior por las víctimas de los atentados del World Trade Center, el 11 de septiembre de 2001; los documentos que probaban el carácter fraudulento de la quiebra del banco islandés The New Kaupthing; los protocolos secretos de la Iglesia de la Cienciología; el historial de los correos personales enviados durante la campaña electoral por Sarah Palin, candidata republicana a la vicepresidencia de Estados Unidos, a John McCain desde su ordenador profesional (lo que la legislación estadounidense prohíbe); los expedientes del juicio del asesino Marc Dutroux, incluido el listado con los números de teléfono, cuentas bancarias y direcciones de todas las personas investigadas en este célebre caso de pedofilia; sin olvidar los recientes “Papeles de Panamá”, difundidos el pasado mes de abril. Por todo eso, al igual que Edward Snowden y Chelsea Manning, Julian Assange forma parte de un nuevo grupo de disidentes políticos que luchan por un modo distinto de emancipación y son actualmente rastreados, perseguidos y hostigados no por regímenes autoritarios, sino por Estados que pretenden ser “democracias ejemplares”... El pasado mes de febrero, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que depende del Comité de Derechos Humanos de la ONU, determinó que Julian Assange se encuentra “detenido arbitra-

riamente” tanto por el Reino Unido como por Suecia. Los expertos independientes internacionales también señalaron que tanto las autoridades suecas como las británicas deberían “poner fin a su detención” y “respetar su derecho a recibir una justa compensación”. Según ese jurado internacional, Julian Assange ha sido sometido a diferentes formas de privación de libertad: “detención inicial en la prisión de Wandsworth en Londres” en régimen de aislamiento, “seguida del arresto domiciliario y, después, del confinamiento en la Embajada de Ecuador”. Aunque el pronunciamiento del Grupo de Expertos Internacionales de la ONU no es vinculante, supone una gran victoria moral en el campo de las relaciones públicas para Julian Assange al darle la razón en su larga lucha contra las arbitrariedades de las autoridades suecas y británicas. A este respecto, el presidente ecuatoriano Rafael Correa informó que su Gobierno brinda asilo y protección al fundador de WikiLeaks porque “Assange carece de garantías de respeto a sus derechos humanos y a sus derechos en materia de Justicia”. Por su parte, el canciller ecuatoriano, Guillaume Long, declaró que Ecuador “mantiene preocupaciones legítimas sobre los derechos humanos de Assange” y que Quito considera que hay, contra Assange, algún tipo de “persecución política”, motivos por los cuales Ecuador le sigue otorgando asilo. Para reclamar la libertad de Julian Assange, sus amigos de todo el mundo organizaron, entre el 19 y el 24 del pasado mes de junio, en varias capitales del planeta (2) (Atenas, Belgrado, Berlín, Bruselas, Buenos Aires, Madrid, Milán, Montevideo, Nápoles, Nueva York, Quito, París, Sarajevo), una serie de actos y conferencias con la participación de importantes personalidades y grandes intelectuales (Noam Chomsky, Edgar Morin, Slavoj Zizek, Arundhati Roy, Ken Loach, Yanis Varoufakis, Baltasar Garzón, Amy Goodman, Ignacio Escolar, Emir Sader, Eva Golinger, Evgeny Morozov). En Quito (Ecuador), el simposio fue organizado por el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL) y contó con una intervención del propio Julian Assange a través de videoconferencia. Durante cinco días se debatieron temas como: El caso Assange a la luz del Derecho Internacional y los Derechos Humanos, Geopolítica y Luchas desde el Sur, Tecnopolítica y Ciberguerra y De los Pentagon Papers a los Panama Papers. El académico español Francisco Sierra, director de CIESPAL, declaró: “Creemos que, en realidad, el problema de Julian Assange es ese: el de la libertad de información. Cuando no hay libertad de información, de movimiento ni de reunión, no hay derechos humanos. Y por tanto, el primer derecho, es el derecho a la comunicación, y hay que poner en evidencia que el caso Assange es un problema grave de derecho a la comunicación” (3). Todos estos acontecimientos solidarios a lo largo y ancho de la geografía mundial se fijaron dos objetivos. En primer lugar: reivindicar los derechos que le han sido negados a Julian Assange, como la presunción de inocencia o la libertad de movimiento. Y en segundo lugar: recordar lo que representa WikiLeaks, es decir, el reto tan actual sobre la libertad de información y de comunicación en un mundo permanentemente vigilado.


Chau el TLC Mercosur-UE, con la pequeña ayudita del Brexit

Rubén Armendariz Esta semana, para la mayoría de los miembros de Mercosur su atracción con la Unión Europea (UE) paso de grato escarceo a saborear el trago amargo de un cóctel compuesto de decepción, desprecio e incertidumbre. lAntes que los británicos votaron por salirse de la Unión Europea, los delegados de este bloque habían pateado el hígado de los representantes más entusiastas para que el Mercosur firme un Tratado de Libre Comercio (TLC) con los europeos, que no logran fructificar desde 1994. Más allá de hablar de los listados de productos presentados por los países del Mercosur, los delegados europeos propusieron revisar todo desde el principio. Tiraron la pelota, el balón, bien fuerte y para afuera. Y plantearon algo que hasta sorprendió a varios delegados de países mercosureños –uruguayos, brasileños, argentinos, paraguayos- en la sede montevideana, al asomar –sin pudor alguno- la apetencia de apropiarse de las empresas estatales de nuestros países. Y después llegó al Brexit que, quizá afecte a América latina pero anticipa ningún tipo de desastre económico para la región, como sí sería la suscripción de un TLC con la UE. Sobre todo pone de manifiesto la necesidad de replantear la relación con la UE. El Reino Unido no es un importante socio comercial para los países de Latinoamérica, y hasta ahora, por pertenecer a la Unión Europea, sostenía un TLC con Centroamérica, Colombia, Perú y México. Según algunos analistas, para la región no se avecina ningún tipo de desastre económico o comercial, sí que sufrirá algunos coletazos (la revalorización del dólar, sobre todo) y en especial hay necesidad de replantear la relación con los socios del otro lado del Atlántico. El golpe parece que va a ser más coyuntural (revalorización del dólar, caída de las bolsas, inestabilidad en los mercados),por la incertidumbre con relación al futuro político y económico de la UE y Reino Unido. Un dólar apreciado es un problema para El Salvador o Ecuador –con economías dolarizadas- porque vuelve más caras las exportaciones. Otro factor que puede afectar en el Ecuador es una caída en el precio internacional del petróleo. Para el gobierno argentino, el Brexit es pésimo para el mundo globalizado y una mala señal para la Argentina. “Cuando nosotros nos estamos abriendo, ellos se cierran. Además, se vienen para atrás todos los acuerdos firmados con la UE”, señaló un alto funcionario de la cancillería. El diagnóstico oficial es claro: “El mundo crece con las integraciones y esto es una desintegración”. Aunque este mensaje no deja de ser contradic-

torio con el mensaje que viene proclamando las ventajas del libre comercio y la flexibilización el Mercosur Más allá de las manipulaciones de las últimas semanas en el marco de los organismos regionales y panamericanos, el escenario planteado desde el referendo en Gran Bretaña, quiérase o no, golpeará insospechadamente al Mercosur. Hoy, los presidentes del Mercosur tendrán que pensar en un marco de enorme incertidumbre internacional que golpeará fuertemente a los países periféricos, la necesidad de dar muestras de tranquilidad, comprensión y dominio de la situación. De cara a una programada Cumbre del Mercosur y los sabotajes sistemáticos de la delegación paraguaya para impedir que la presidencia pro-témpore pase –como corresponde- a Venezuela, les costará dar muestras de normalidad , unidad y continuidad. Lo peor que pueda pasar es que la máxima instancia del bloque regional quede sin iniciativa. Si todo marchara dentro de lo “normal” Venezuela tendría la obligación de tomar a cargo la coordinación regional en un marco lleno de interrogantes concretos no solucionables con meras palabras, con el fin de sostener la unidad de la región para defenderse ante la crisis internacional. Si se trata de comprender y se sabe adonde se va, hay que mantener ahora firme el timón. Que otros solo atinen a correr a los salvavidas no es extraño. El divorcio y su repercusión en la región El divorcio, basado en un presunto excesivo control centralizado, mostró algunos efectos en la región: Las monedas de los países grandes de la región se depreciaron, y también las bolsas de valores, desde México a Brasil y Chile. El quiebre de la tendencia globalizadora ha tenido un impacto profundo, tanto por lo inesperado de la acción, como por lo esperado de sus efectos. Sin duda, sin Gran Bretaña, el resto de Europa se volverá más proteccionista, y especialmente respecto de los productos que América Latina vende y quiere vender. La tendencia a cerrar los mercados agrícolas y de otras materias primas se agravará. Algunos analistas alertan sobre la repetición de la desglobalización de los años 1930s, cuando todos los países “avanzados” se encerraron y crearon caos y pobreza en América latina. Habrá menos flujos de capital y a costos más altos debido a mayores riesgos percibidos en la economía internacional. Londres perderá importancia como centro financiero, y otros lugares, sea en Europa o fuera de ella, demorarán para tomar


Poesía y revolución

su lugar. Más aun, legalmente, la mayor parte de los flujos de inversión extranjera a la región vienen desde Europa. Ello no cesará pero se complicará. Se supone que las fuerzas aislacionistas de Europa tomarán un lamentable impulso, que tendrá un impacto directo sobre la presencia de latinoamericanos y de remesas a la región. En materia comercial, el Reino Unido fue en 2015 el decimoquinto comprador de productos centroamericanos (US$385,2 millones, frutas tropicales en un alto porcentaje), si bien viene en bajada desde 2011 (cuando exportó US$437,5 millones), lo que supone el 1,37 % de las exportaciones centroamericanas, que el pasado año estuvieron valoradas en US$28.043 millones. Brasil exporta Gran Bretaña bienes y servicios por unos 4.000 millones de dólares anuales e importa por valor de 4.200 millones. Las exportaciones totales de Brasil antes de la crisis sumaban unos 225.000 millones de dólares (2014) y las importaciones, 240.000 (2014). La participación de Gran Bretaña en las importaciones brasileñas se sitúa por lo tanto en solo el 1,66 por ciento. Como destino de las exportaciones brasileñas, Gran Bretaña tiene una participación solo levemente mayor: 1,86 por ciento. Algo similar pasa con México, Por su parte, el ministro de Hacienda chileno Rodrigo Valdés salió a explicar que su país deberá llegar a un nuevo acuerdo con Reino Unido. Las exportaciones de Chile al Reino Unido sólo corresponden el 1% del total. Las ventas colombianos hacia el Reino Unido tan solo representan el 2% del total de envíos, pero, la Unión Europea es el segundo socio comercial de Colombia, con cerca del 17% de las ventas externas (US$1.538 millones). Argentina está preocupada por la desconexión de Gran Bretaña puede retrasar el repunte de la economía argentina por la bajada en el precio de las materias primas y el encarecimiento del costo de financiamiento para el Gobierno y las empresas. El presidente boliviano Evo Morales también se mostró preocupado por las consecuencias sobre el precio de las materias primas. En este escenario, lo peor que puede hacer la elite dirigente del Mercosur es desintegrarse lanzándose a un mundo donde se cierran las murallas y las potencias te tratan de manera subordinada. Es un reto y una oportunidad para la integración, se necesita un liderazgo a la altura de esta exigencia, pero parece que con la propensión al vasallaje de Macri en Argentina, el rol de procónsul de Cartes en Paraguay, la ambigüedad del canciller Nin Novoa en Uruguay y la miopía de un ilegítimo binomio Temer/ Serra, Mercosur no tiene Norte…y menos Sur

Roberto Hernández Montoya Hugo Chávez zanjó el concepto de cultura: “Cultura es lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser”. O sea, somos libres. ¿Cómo definimos poesía? ¿Traducción del silencio? “Para traducir el silencio hay que vivir más allá del silencio propio, oír y retener todas las voces que callan en nosotros”, dijo Joë Bousquet. Aprovechemos nuestros privilegios, entre ellos este derecho revolucionario al lujo de albergar este XIII Festival Mundial de Poesía que culmina hoy. Es tema complejo y más si se vincula poesía con revolución, con paz y con derechos humanos. Es nuestra opción poética, no un acto de fariseísmo. No me entusiasmaría un poema racista, por ejemplo. También los hay machistas, como aquel tan entrañable de Voy jugando a Rosalinda: Y el dado en la tarde linda Me devolvió mis corotos. Entre los corotos estaba Rosalinda. Toda una innovación pasar de la mujer-objeto a la mujer-coroto… Porque entre nuestros derechos humanos está definir nuestra sensibilidad poética como nos cuadre. No podemos ni debemos decretar qué poesía escribir, pero tenemos el derecho humanísimo de advertir qué nos gusta y, sobre todo, qué verso no aplaudimos. Eso no nos ensordece para la voz épica, que canta la guerra en todas las lenguas en todo el planeta y en todas las épocas. Es así la épica de toda época. Estremecedora. La última vez que terminé de leer La Ilíada me sentí ensordecido por el estruendo de las armas. Poema macho en que la mujer es botín de guerra: Helena, Briseida. Eso no le resta maestría a Homero, por supuesto. Pero lo tomas o lo dejas, eres responsable de lo que lees, celebras y excusas. A Marx le llamaba la atención que Homero siguiera vigente cuando ya sus condiciones de producción habían caducado. Cosas de la estética. Y la estética se respeta aunque a veces no respeta, porque no hay nada más malcriado que el juicio estético, más potente que nuestra voluntad y nuestra conciencia. Las revoluciones abren el espacio verbal general, rompiendo las barreras del lenguaje ajado y resobado de las sociedades atascadas. Es decir, las revoluciones son poéticas. Y hay cosas exoneradas de derechos estéticos, como el neoliberalismo, porque es una religión sin poesía.


El papel desestabilizador de España en América Latina Marcos Roitman Rosenmann| La marca España, así se conoce el eslogan publicitario que los diferentes gobiernos han utilizado en el patrocinio de inversiones y ventas de productos made in Spain. Pero no se trata sólo de inversiones, responde a una propuesta ideológico-política. Tras la neutralidad del intercambio y el comercio internacional se encubre una acción agresiva, entre otras cosas, para engrosar las ganancias de las empresas españolas, descapitalizando las economías latinoamericanas, evadiendo capitales, creando catástrofes medioambientales, impulsando la corrupción, financiando golpes de Estado y desestabilizando gobiernos populares. Hoy le toca a la República Bolivariana de Venezuela, pero han sido constantes los apoyos a la oposición argentina, hasta el triunfo del neoliberal Mauricio Macri. En Brasil han mantenido una actitud beligerante con la presidenta Dilma Rousseff, aupando al nuevo presidente en funciones, Michel Temer, transformando el golpe blando en una acción democrática impoluta. Ni qué decir de sus compromisos con los partidos tradicionales en Paraguay y Honduras, que culminaron con la destitución de Fernando Lugo y Manuel Zelaya. No menos han sido sus continuas presiones sobre Bolivia y Ecuador. Sin olvidarnos del boicot a la Alba, Unasur, Celac y cuantos organismos puedan contrarrestar la influencia de Estados Unidos en la región. En Panamá paralizaron las obras de la nueva esclusa, solicitando un sobrepago que contó con el apoyo del gobierno de Rajoy y las presiones de Felipe González. Asimismo, los megaproyectos en el sur de Chile, en Colombia y en México, solventados por el BBVA, Santander o Caixa Bank, hablan de esta política imperial.es felipe sale de ven Todos los gobiernos, hayan sido del PSOE o del Partido Popular, coinciden en dicho objetivo, cuyo factor político se resuelve en la consigna: exportar democracia occidental, para reforzar el liderazgo de Estados Unidos en la región. En las últimas décadas el enemigo ha mutado según la coyuntura. Durante la guerra fría fue el comunismo, tras su crisis, el enemigo fue remplazado por los movimientos populares, étnicos, de pueblos originarios, contra el neoliberalismo. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, el enemigo se amplía, criminalizando cualquier tipo de protesta social, reivindicación democrática y proyecto anticapitalista. Hoy, se trata de luchar contra los populismos demagógicos, autoritarios, antisistema. Lo penoso de lo dicho, más allá de constituir una injerencia en asuntos internos de otros estados, es la falta de iniciativa, o mejor dicho, la subordinación de España a los planes diseñados por Estados Unidos. Y no se trata de una afirmación o un recurso fácil destinado a encubrir errores de gobiernos populares en la región. Los do-

cumentos desclasificados, informes y declaraciones de los presidentes de gobierno, ministros, dirigentes del PSOE y del Partido Popular lo demuestran. Desde la grandilocuente frase de Felipe González, en medio de la crisis centroamericana: no tomaremos ninguna decisión sobre América Latina sin antes consultar a nuestro aliado del norte, pasando por la agenda de la libertad para América Latina, redactada por el gobierno de Jose María Aznar, donde se explicita que España debe colaborar con Estados Unidos, pilar de la libertad mundial, en su tarea de reforzar su poder en América Latina. Bajo el titular: América Latina en la encrucijada de Ooccidente se han desarrollado todas las políticas para evitar la consolidación de proyectos alternativos al neoliberalismo. Así, coincidiendo con la estrategia desestabilizadora hacia Venezuela, John Saxe-Fernández desvelaba la Operación Venezuela Freedom-2 en La Jornada. Documento elaborado por el Comando Sur y firmado por el almirante Kurt W. Tidd, busca sumar esfuerzos internacionales para la salida y poner fin al gobierno del presidente Nicolás Maduro. España se presta al juego, convocando inmediatamente un Consejo de Seguridad Nacional para abordar el problema de la inestabilidad democrática en Venezuela. Rajoy no tuvo empacho, como tampoco, posteriormente, Albert Rivera, secretario general de Ciudadanos, en repetir los argumentos del documento del Pentágono. Entre los puntos figuran crear una opinión pública internacional tendente a visualizar una crisis humanitaria (…) y plan-

tear que se aproxima un colapso, donde la comunidad internacional debe demandar la intervención “para mantener la paz y salvar vidas. Asimismo, –proponen– la aplicación de la Carta Democrática (…) convenido con Luis Almagro Lemes, secretario general de la OEA, y los ex presidentes, encabezados por el ex secretario de la OEA César Gaviria (…). Igualmente, no se puede dejar a un lado el esfuerzo –subrayan– que desarrollan para vincular al gobierno de Maduro en la corrupción y lavado de dinero. Haciendo hincapié en mantener la campaña ofensiva en el terreno propagandístico, fomentando un clima de desconfianza, incitando temores y haciendo ingobernable la situación”. En conclusión, reconocen que la agenda desestabilizadora ha sido acordada con el MUD, incluyendo un escenario abrupto que puede combinar acciones callejeras y el empleo sofisticado de la violencia armada, sin olvidar, por supuesto, que hay que seguir impulsando el referendo (…) para organizar (…) la confrontación. No es una acusación sin fundamentos, España juega un papel desestabilizador. Sus actos lo demuestran. Los insultos y la descalificación de los ex presidentes González, Aznar y ahora Rajoy en funciones, hacia Venezuela, dejan al descubierto el rol subordinado de España en su política exterior hacia América Latina, al asumir punto por punto la agenda de Estados Unidos. A cambio reciben migajas: Obama vendrá a España a visitar a sus cipayos, verificar el estado del escudo antimisiles, comprobar la buena salud de las bases estadunidenses y la sumisión de sus subordinados.


A 40 años del secuestro de Elena Quinteros, Venezuela también reclama justicia Elena Quinteros nació en Montevideo el 9 de setiembre de 1945. Hija de María del Carmen Lidia Almeida Buela (“Tota”) y Roberto Luis Quinteros Pujadas. Cursó estudios en el colegio de las hermanas Dominicas. Estudió magisterio y se graduó como maestra a la edad de 21 años. Posteriormente cursó estudios de pedagogía de la educación en la Facultad de Humanidades. En su biografía (http://elenaquinterospresente.blogspot.com.uy/2008/08/biografia.html) podemos leer que siendo muy joven se integra a la Federación Anarquista Uruguaya (FAU), realiza una activa militancia en la Resistencia Obrero Estudiantil (ROE) y fue una de las fundadoras del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP). En abril de 1967, con 22 años, participa en las Misiones Sociopedagógicas en Capilla de Farruco en el departamento de Durazno, y luego comenzó a trabajar como maestra en la escuela 195 de la ciudad de Pando, en el departamento de Canelones. Fue detenida por su militancia política y social en dos oportunidades, hasta que en octubre de 1970 fue liberada y vuelve a desempeñar sus tareas como maestra en la misma escuela en la que anteriormente había trabajado. En 1972 es nuevamente detenida en averiguaciones. A partir del golpe de Estado del 27 de junio de 1973, Elena participa de la resistencia clandestina contra la dictadura. Luego participará en un largo proceso de conformación del PVP, lo que la obliga a desplazarse asiduamente entre Uruguay y Argentina. El 5 de mayo de 1975, Elena es requerida por la dictadura y se traslada a Buenos Aires. El 24 de junio de 1975 es destituida por la dictadura de su cargo como maestra. En los primeros meses del 76 regresa en forma clandestina a Montevideo. Elena fue secuestrada por la dictadura uruguaya el 26 de junio de 1976, cuando aún no había cumplido 31 años. El 28 de junio con la excusa de conducir a sus captores a la detención de un compañero suyo, se hace llevar a las inmediaciones de la embajada de Venezuela, ubicada por aquel entonces en la esquina de Bulevar Artigas y Guaná, donde solicita asilo; sin embargo, es sacada a la fuerza por sus captores. Es conducida al Batallón de Infantería Nº 13, donde es torturada y posteriormente ejecutada. Por este grave incidente, Venezuela rompe relaciones diplomáticas con Uruguay hasta el 1º de marzo de 1985. Elena presente ahora y siempre Como forma de rendirle homenaje a la maestra Elena Quinteros, la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en la República Oriental del Uruguay, designó con su nombre a la biblioteca de su Centro

Cultural Simón Bolívar. Como parte de los esfuerzos por recuperar y mantener la memoria de la lucha de los pueblos, la misión diplomática venezolana -ubicada en Rincón 745, Montevideotiene también espacios de recordación para Alí Primera, Armando Reverón, Zelmar Michelini, Fabricio Ojeda, el cacique Guaicaipuro, Manuela Sáenz y Simón Rodríguez, entre otros. Venezuela, además, mantiene la exigencia de continuar las investigaciones que permitan arrojar luz sobre los hechos acaecidos y hacer justicia con los autores y responsables de ese crimen cometido en territorio soberano de Venezuela. Este homenaje en los muros del Palacio Correa (como se llama el edificio patrimonial que es sede de nuestra embajada) es también una forma de mantener vivos y presentes en la cotidianeidad los ideales de quienes entregaron su vida en la lucha por construir una sociedad de iguales. Es también una forma de mantener vivas a estas personas la colocación de la placa en la antigua sede del Batallón de Infantería Nº 13, que señala a ese lugar como “centro de detención, desaparición, tortura, muerte y enterramiento clandestino entre 1972 y 1985”, acto que se realizó el pasado 27 de junio como parte de las actividades de la Comisión Especial Ley 18.596 a 43 años del golpe de Estado de 1973. “Hoy, en el 2016, a 40 años de la desaparición de Elena (Quinteros) y a 40 años de un período histórico, no es fácil entender para las nuevas generaciones como una mujer (…) que tenía 22, 23 años y una vida por delante, ofrecía lo más grande que puede ofrecer un ser humano, su vida, por una utopía que no estaba muy bien dibujada, pero que sin embargo ordenaba los pasos de esas generaciones”, reflexionó Raúl Olivera en el evento de homenaje realizado frente a la biblioteca con su nombre. La situación en Venezuela Venezuela tiene el triste privilegio de ser el país donde se iniciaron las acciones que hoy se conocen en el Sur del continente como de “guerra sucia”. A partir de los pactos de Nueva York y Punto Fijo, los partidos Acción Democrática y Copei iniciaron ya en 1958 una feroz persecusión de las fuerzas progresistas y de izquierda en el país, con prácticas desconocidas hasta el momento en el país, incorporando las enseñanzas de la CIA y de la Escuela de las Américas y que fueron implementadas por esbirros de esos mismos gobiernos ubicados en el Servicio de Información de las Fuerzas Armadas (SIFA) y en la Dirección General de Policía (Digepol). Personajes como Henry López Sisco, así como los gusanos cubanos Luis Posada Ca-

rriles y Orlando Bosch, entre otros, tenían carta blanca para ejecutar operaciones del más abyecto terrorismo de Estado. Estos nombres que aún hacen temblar a sus víctimas en Venezuela, están también implicados de diversos actos de terrorismo contra Cuba, incluyendo el atentado del 9 de octubre de 1976 contra el vuelo 455 de Cubana de Aviación que terminó con la muerte de 73 personas inocentes. Todos estos terroristas gozan de la protección del gobierno de los Estados Unidos y viven cómoda e impunemente en ese país. Durante el gobierno de Raúl Leoni, miles de familias campesinas fueron sometidas a la violencia indiscriminada de los cuerpos policiales y militares en su lucha contra la insurgencia armada, que dejó un saldo de miles de personas desaparecidas, víctimas de asesinato político o tortura, que suman más de 6 mil casos con evidencias para procesos judiciales, según la data recopilada por la Subcomisión de Documentación de la Comisión por la Justicia y la Verdad y el Consejo Nacional de Derechos Humanos. A efectos de obtener la necesaria memoria de estos hechos, así como verdad, justicia y reparación, el presidente Nicolás Maduro creó el Consejo Nacional de Derechos Humanos, a los fines de fortalecer la política pública del Estado venezolano. En un acto realizado recientemente, la fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, informó que más de 3.000 víctimas, todos luchadores sociales, que fueron torturados y desaparecidos en el período de 1958 a 1998, durante los años de la Cuarta República, fueron identificados luego de las investigaciones realizadas por la Comisión por la Justicia y la Verdad. “No solo ellos dieron su vida por una idea, por un sueño, sino que sus cuerpos los escondieron para que no encontraran las evidencias, había que desaparecerlos”, dijo. Los integrantes de esos mismos partidos que propiciaron las violaciones de derechos humanos, incluso algunos actores directos en esos sucesos, hoy gritan urbi et orbi que en Venezuela se violan los derechos humanos. No defienden a las víctimas de violaciones a los derechos humanos; pero en un coro muy bien orquestado con los medios de comunicación hegemónicos y organizaciones de derecha del mundo entero, pretenden hacer pasar a los victimarios de estos actos como presos de conciencia. La lucha en este sentido, sigue. Tanto en Uruguay como en Venezuela y el resto de los países víctimas del terrorismo de Estado, no se puede permitir que se falsee la historia, que se olvide a quienes estuvieron dispuestos a ofrendar la vida por un futuro mejor, y no se puede permitir que los lobos se vistan con piel de cordero.


Germán Gorraiz Lopez| La importancia de la Alianza del Pacífico fue destacada por el analista y economista Jorge González Izquierdo, quien dijo a la AFP que este bloque en lo político “es un contrapeso al grupo que quiso formar el presidente Hugo Chávez de Venezuela”,en alusión a la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA),integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y Las Granadinas y Antigua y Barbuda. Así, tras una fachada neoliberal, se escondería un refinado proyecto de ingeniería geopolítca cuya finalidad última sería dinamitar el proyecto político-integracionista representado por la Unasur e intensificar la política de aislamiento de los Gobiernos progresista-populista de la región,en especial de Venezuela tras quedar huérfana del alma mater de la Revolución Bolivariana (Chávez) así como finiquitar el proyecto integrador económico del Mercosur, proceso de de integración económico creado en en 1991 tras la firma del Tratado de Asunción entre Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay al que posteriormente se habría incorporado Venezuela como Estado parte, quedando Bolivia, Colombia, Perú, Ecuador,Chile, Surinam y Guyana como “Estados asociados”. Dicha estrategia fagocitadora tendría como objetivos a medio plazo aglutinar el Arco del Pacífico para integrar además a Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá e incorporar por último al Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) , siguiendo la teoría kentiana del “palo y la zanahoria “ expuesta por Sherman Kent en su libro “Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Norteamericana” (1949). En dicho libro, Kent afirma que “ la guerra no siempre es convencional: en efecto, una gran parte de la guerra, de las remotas y las más próximas, ha sido siempre realizada con armas no convencionales: […] armas […] políticas y económicas. La clase de guerra en que se emplean […] (son la) guerra política y la guerra económica.” Los fines de estos tipos de guerra fueron descritos por este autor de la siguiente manera: “en estas guerras no convencionales se trata de hacer dos cosas:debilitar la voluntad y la capacidad de resistencia del enemigo y fortalecer la propia voluntad y capacidad para vencer” y más adelante añade que los instrumentos de la guerra económica “consisten en la zanahoria y el garrote”: “el bloqueo, la congelación de fondos,el ‘boicot’, el embargo y la lista negra por un lado; los subsidios, los empréstitos, los tratados bilaterales, el trueque y los convenios comerciales por otro”. Brzezinski, México y Cuba EEUU Zbigniew BrzezinskiEn el discurso de Obama ante el pleno de la VI Cumbre de las Américas celebrado en Cartagena (Colombia) en el 2012, recordó que la Carta Democrática Interamericana declara “que los pueblos de América Latina tienen derecho a la democracia y sus gobiernos tienen la obligación de promoverla y defenderla, por lo que intervendremos cuando sean negados los derechos universales o cuando la independencia de la justicia o la prensa esté amenazada”, advertencia ex-

La Alianza del Pacífico, caballo de Troya de la Doctrina Monroe trapolable a Ecuador y Venezuela. Por otra parte,la revista Foreign Policy, ( edición de enero-febrero, 2012), publicó un análisis de Brzezinski titulado “After America” (”Después de América”), donde analiza la tesis de la decadencia de los EEUU debido a la irrupción en la escena global de nuevos actores geopolíticos (China y Rusia) y de sus posibles efectos colaterales en las relaciones internacionales. Respecto a México, Brzezinski afirma que “el empeoramiento de las relaciones entre una América (EEUU) en declinación y un México con problemas internos podría alcanzar niveles de escenarios amenazantes”. Así, debido al “caos constructivo” exportado por EEUU y plasmado en la guerra contra los cárteles del narco iniciada en el 2.006, México sería un Estado fallido del que sería paradigma la ciudad de Juárez, (la ciudad más insegura del mundo con una cifra de muertes violentas superior al total

de Afganistán en el 2009), por lo que para evitar el previsible auge de movimientos revolucionarios antiestadounidenses se procederá a la intensificación de la inestabilidad interna de México hasta completar su total balcanización y sumisión a los dictados de EEUU. En cuanto a Cuba, las medidas cosméticas tomadas por la Administración Obama (relajación de las comunicaciones y el aumento del envío de remesas a la isla así como el inicio de una ronda de conversaciones sobre temas de inmigración), dejan intacto al bloqueo y no cambian sustancialmente la política de Washington aunque reflejan el consenso de amplios sectores del pueblo norteamericano a favor de un cambio de política hacia la Isla auspiciado por la decisión del régimen cubano de terminar con el paternalismo estatal y permitir la libre iniciativa y el trabajo por cuenta propia. Sin embargo, la renovación automática por parte de EEUU por un año más del embargo comercial a la isla podría suponer para Cuba pérdidas estimadas en cerca de 50.000 millones de $ , no siendo descartable la firma de un nuevo tratado de colaboración militar con Rusia que incluiría la instalación de una base de Radares en la abandonada base militar de Lourdes para escuchar cómodamente los susurros de Washington y la instalación de bases dotadas con misiles Iskander, pudiendo reeditarse la Crisis de los Misiles (octubre 1962). ¿Hacia el final de Petrocaribe? Petrocaribe fue creado en 2005 por iniciativa de Venezuela con el objetivo de suministrar combustibles a los países miembros en condiciones ventajosas de pago, como créditos blandos y bajas tasas de interés y estaría integrado por 18 países (incluidos Honduras, Guatemala, Cuba, Nicaragua, República Dominicana, Haití,


Belice y una decena de islas del Caribe) y según las autoridades venezolanas, el país exporta 100.000 barriles diarios a los países del bloque que generaban una factura de 4.000 millones de dólares, de la cual una parte se paga en “efectivo” y el resto estaría subsidiado. La nueva estrategia de EEUU sería estrechar lazos comerciales y militares con los países de Petrocaribe ante el peligro de contagio mimético de los ideales revolucionarios chavistas al depender en exclusiva de la venezolana Petrocaribe para su abastecimiento energético, empezando por el presidente dominicano Danilo Medina. Así, según la agencia EFE, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en una conferencia sobre energía y cambio climático en el centro de estudios Atlantic Council de Washington afirmó que “si Petrocaribe llegara a caer debido a los acontecimientos en Venezuela, podríamos acabar con una grave crisis humanitaria en nuestra región”. Asimismo, el pasado enero, el Gobierno estadounidense celebró una Cumbre de Seguridad Energética en el Caribe en la que instó a los países de la región a diversificar sus fuentes de energía, confiar más en las inversiones privadas y reducir así su dependencia de Petrocaribe. Por otra parte, China habría asumido el reto de construir el Gran Canal Interoceánico en Nicaragua para sortear el paso del estrecho de Malaca, (dicho estrecho es vital para China al ser la ruta principal para abastecerse de petróleo pero se habría convertido “de facto” en una vía marítima saturada y afectada por ataques de piratas), por lo EEUU procederá a desestabilizar el gobierno de Daniel Ortega dentro de su estrategia geopolítica global de secar las fuentes energéticas chinas. Venezuela como víctima colateral de la Guerra Fría EEUU-

En Venezuela, asistimos a una imposible cohabitación política y a una división casi simétrica de la sociedad venezolana que será aprovechado por EEUU para implantar “el caos constructivo de Brzezinski” mediante una sistemática e intensa campaña desestabilizadora que incluirá el desabastecimiento selectivos de artículos de primera necesidad, la amplificación en los medios de la creciente inseguridad ciudadana y la posterior petición al Ejército para que se erija en “salvador de la Patria”, plan diseñado por la CIA y que contando con la inestimable ayuda logística de Colombia (convertida en el portaaviones continental de EEUU), podría llegar a finiquitar el régimen post-chavista. Así, el acuerdo chino-venezolano por el que la empresa petro-química estatal china Sinopec invertirá 14.000 millones de dólares para lograr una producción diaria de petróleo en 200.000 barriles diarios de crudo en la Faja Petrolífera del Orinoco, (considerado el yacimiento petrolero más abundante del mundo), sería un misil en la línea de flotación de la geopolítica global de EEUU (cuyo objetivo inequívoco sería secar las fuentes energéticas de China), por lo que no sería descartable un intento de golpe de mano inmediato de la CIA contra Maduro. Brasil y Argentina, los nuevos gendarmes neoliberales de Sudamérica Brasil forma parte de los llamados países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y aunque se descarta que dichos países forman una alianza política como la UE o la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), dichos países tienen el potencial de formar un bloque económico con un estatus mayor que del actual G-8 (se estima que en el horizonte del 2050 tendrán más del 40% de la población mundial y un PIB combinado de 34.951 Billones de $) y el objetivo inequívoco de Putin sería neutralizar la expansión de EEUU en el cono sur americano y evitar la posible asunción por Brasil del papel de “gendarme de los neoliberales” en Sudamérica, pues Brasil juega un rol fundamental en el nuevo tablero geopolítico diseñado por EEUU para América Latina ya que le considera como un potencial aliado en la escena global al que podría apoyar para su ingreso en el Consejo de Seguridad de la

ONU como miembro permanente, con el consiguiente aumento del peso específico de Brasil en la Geopolítica Mundial. Recordar que la decisión de la presidenta brasileña Dilma Rousseff de posponer su visita de Estado a Washington (decisión avalada por los principales asesores de Rousseff, entre ellos su antecesor y mentor Lula da Silva), entrañó el riesgo de una peligrosa confrontación entre las dos grandes potencias del continente americano, pues según Lula “los americanos no soportan el hecho de que Brasil se haya convertido en un actor global y en el fondo, lo máximo que ellos aceptan es que Brasilia sea subalterno, como ya lo fue”. Así, Rousseff tras afirmar que “el espionaje ilegal representa una violación de soberanía incompatible con la convivencia democrática entre países amigos”, exigió a Estados Unidos explicaciones convincentes de las razones de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) para presuntamente violar las redes de computadoras de la petrolera estatal Petrobras y tras su enérgico discurso en la apertura de la 68 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), se habría granjeado la enemistad de la Administración Obama que procederá a la implementación del “caos constructivo” en Brasil para desestabilizar su mandato presidencial (impeachement). Respecto a Argentina, el Gobierno norteamericano felicitó efusivamente a CFK por su victoria electoral a través del portavoz para los asuntos de América Latina de EEUU, William Ostick quien transmitió la voluntad de la administración de Obama de “trabajar productivamente” con el gobierno argentino tras los últimos desencuentros entre ambas administraciones. No obstante, en el encuentro privado que mantuvieron en Cannes CFK y Obama en el marco del G-20, la mandataria argentina no habría sido sensible a las tesis de Obama y no habría aceptado la reanudación de ejercicios militares conjuntos con EE.UU en territorio argentino coordinados por EEUU,( pues de facto habría significado la ruptura de la nueva doctrina militar diseñada para la región por los gobiernos que suscribieron la UNASUR, cuyo primer Secretario General fue precisamente Néstor Kirchner) por lo que CFK se habría convertido en un elemento incómodo para la estrategia fagocitadora de EEUU.ar obama macri Así, tras la victoria de Macri, asistiremos al ingreso de Argentina en la Alianza del Pacífico, quedando tan sólo Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Brasil como países díscolos a las tesis de una EEUU que procederá a implementar la política del Big Stick o “Gran Garrote”, (cuya autoría cabe atribuir al presidente de Estados Unidos Theodoro Roosevelt), sistema que desde principios del siglo XX ha regido la política hegemónica de Estados Unidos sobre América Latina, siguiendo la Doctrina Monroe ,“América para los Americanos”. Estaríamos pues en vísperas de la irrupción en el escenario geopolítico de América Latina de una nueva ola desestabilizadora cuyos primeros bocetos ya están perfilados y que terminará de dibujarse en esta década) y que tendrán a Honduras y Paraguay como paradigmas de los llamados “golpes virtuales o postmodernos “que protagonizará EEUU en esta década en el nuevo escenario panamericano, con lo que el concepto de Patria Grande expuesto por Manuel Ugarte en su libro homónimo de 1922 quedará como utopía inalcanzable.


¿Mercenarios al servicio de la OEA?

Sergio Rodríguez Gelfenstein Para los que duden de los aprestos del Pentágono contra Venezuela, esbozados en los Planes Venezuela Freedom I y II, y supongan como fantasiosas las posibilidades de una intervención militar en el país, deben saber que ésta no se hará con soldados estadounidenses, una modalidad del pasado. Para ello, desde hace muchos años, Estados Unidos viene preparando un ejército mercenario de miles de hombres de varios países de América Latina, de manera primordial Colombia. El 8 de junio de 1977 fue aprobado por la Conferencia Diplomática sobre la Reafirmación y el Desarrollo Internacional Humanitario aplicable a los Conflictos Armados, el protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales. En dicho documento se establece que un mercenario es aquel soldado que participa de un conflicto bélico para su propio beneficio económico, al margen de toda consideración ideológica, nacional o de tipo político respecto de la parcialidad o grupo para el que lucha. Esta variedad de “combatiente” ha adquirido especial notoriedad en el presente, sobre todo por las características que ha asumido la guerra moderna y la forma como las grandes potencias se han asimilado a la misma, para disminuir bajas y atenuar los contratiempos de diferente tipo que causan estas muertes en la opinión pública de países que a simple vista no tienen justificación válida para inmiscuirse en tales conflictos. Ello ha llevado al surgimiento de empresas privadas que al no ser actores políticos ni militares estatales, no asumen las responsabilidades que estos últimos tienen en el marco del derecho internacional. Tales empresas contratan fuerza de trabajo “especializada”, generalmente entre miembros en retiro de ejércitos y cuerpos de seguridad, a fin de lograr los objetivos propuestos, lo cual permitido profesionalizar y generalizar la práctica de la actividad mercenaria. Sin embargo, valdría hacer notar que el desprestigio del término y el rechazo a esta actividad en la mayor parte de las sociedades civilizadas han puesto en entredicho la práctica de tan deleznable actividad e incluso el uso de tal vocabl . Sin embargo, para burlar este creciente repudio, las fuerzas intervencionistas, en particular Estados Unidos ha girado hacia una doctrina militar que tiende a maquillar sus intenciones y disimular la brutalidad y la sinrazón de sus objetivos, lo cual, -entre otras cosas- ha significado la utilización de nuevas expresiones, generalizando el uso de eufemismos que intentan ocultar la profundidad de sus acciones y hechos. Así, como apunta Telma Luzzani, periodista y escritora argentina especializada en temas de política internacional en su extraordinario libro “Territorios vigilados. Cómo opera la red de

bases militares norteamericanas en Sudamérica”, los insurgentes colombianos pasaron a ser “narcoterroristas” y la guerra que el gobierno de ese país libraba contra las fuerzas guerrilleras “una lucha antiterrorista”. Así mismo, la periodista argentina recuerda que: “En la jerga militar la palabra ´colaboración` fue reemplazada por ´seguridad cooperativa` las bases militares por ´sitios de operaciones de avanzada (FOL)`; los mercenarios por ´contratistas privados` y los militares estadounidenses en el extranjero ya no son ´asesores`, sino ´instructores`, ´personal de apoyo ‘o ´personal logístico`”. Una de las notorias empresas de este tipo, que a pesar de violar las normas más elementales del derecho internacional, actúa con total impunidad, resguardada por el gobierno de su país de procedencia, es Military Profesional Resources Incorporated, de origen estadounidense, la que después de trabajar para el gobierno de Croacia, fue contratada por el Pentágono para asesorar al Ejército colombiano. Así mismo, Executives Outcomes que arrancó dirigida por militares del ejército racista del apartheid sudafricano pero que trasladó su sede a Londres, ha sido muy activa al conseguir contratos en Europa, África y América Latina para “proteger” las actividades de transnacionales mineras y petrolíferas. Por su parte, Dynacorp, creada como empresa aérea de carga en 1946 por pilotos norteamericanos, pero que hoy es propiedad de funcionarios de inteligencia del Pentágono y la CIA, ha prestados servicios en el Sudeste de Asia, Irak, El Salvador, Bosnia, Ecuador y Colombia, siempre en tareas de contrainsurgencia. Pero, la que podría considerarse “la madre” de todas estas contratistas” para alimentar las guerras con “carne fresca” es Blackwater, rebautizada como Xe Service y más recientemente denominada Academi, aunque también opera en Medio Oriente bajo el nombre de R2. Su sede está en Moyock, Carolina del Norte, al sureste de Estados Unidos y está dirigida por Erik Prince, un ex miembro del ejército de Estados Unidos. Ha tenido una relevante participación en Irak, Nigeria, Somalia y desde hace solo unos pocos meses en Yemen después que Prince (quien reside en en los Emiratos Árabes Unidos [EAU]) firmara un acuerdo con el príncipe heredero sustituto y ministro de defensa de Arabia Saudita Mohamed Bin Salman bajo el auspicio del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de los EAU, Mohammed bin Zayed Al Nahyan El acuerdo por 539 millones de dólares, garantiza la presencia de 1.400 hombres de la compañía Academi, que participarán en acciones de combate junto a las Fuerzas Armadas de Arabia Saudita en Yemen. Algunos reportes que se han dado a conocer en la región, aseguran que el régimen saudí afirmó que garantizará la seguridad del personal de Academi, para lo que utilizará su influencia entre los militantes activos de al-Qaeda en ese país a fin de prevenir cualquier posible ataque del ejército y las fuerzas


Chile: Un tenso escenario Paul Walder-Punto Final huthies yemenitas del movimiento Ansarolah, que resisten la invasión saudí, la que más de un año después de su inicio no ha logrado cumplir los objetivos mínimos trazados. Sin embargo, el New York Times ha informado que fueron 1.800 los soldados latinoamericanos que se concentraron en una base militar de Emiratos Árabes Unidos (Ciudad Militar de Zayed), y que de ellos 450 eran colombianos, aunque también había panameños, chilenos y salvadoreños. Según el periódico estadounidense: “Las autoridades de los Emiratos han mostrado predilección a la hora de contratar a colombianos porque su profesionalidad se considera probada en la guerra contra las FARC en Colombia”. Como se peude observar, si algo tienen en común todas estas empresas, es su relación con el conflicto bélico interno de Colombia. La privatización de la guerra en este país no es nada nuevo, ya desde la década de los 90 del siglo pasado, el Pentágono encargó algunas misiones a estas empresas globales de la industria de la guerra, a fin de violar el reglamento del Congreso de Estados Unidos que limitaba a 500 el número de soldados que podían tener presencia en Colombia, aunque posteriormente lo elevó a 800, los cuales no podían participar directamente en acciones bélicas, lo cual era subsanado con la presencia de mercenarios que actuaban al margen de la ley. Estas acciones escalaron a niveles muy superiores durante el gobierno de George W. Bush. En particular, a partir de 1997 hubo una intensificación de las firmas militares privadas en Colombia. Según relata Luiz Alberto Moniz Bandeira en su libro “La formación del imperio americano. De la guerra contra España a la guerra en Irak”, en Colombia, los “contratistas y proveedores del Pentágono, asumieron el manejo de sistemas de comunicación y radares, fumigación de plantaciones de coca, investigación del movimiento de personas y armamentos, e inclusive otras tareas de inteligencia”. Para los que duden de los aprestos del Pentágono contra Venezuela, esbozados en los Planes Venezuela Freedom I y II, y supongan como fantasiosas las posibilidades de una intervención militar en el país, deben saber que ésta no se hará con soldados estadounidenses, una modalidad del pasado. Para ello, desde hace muchos años, Estados Unidos viene preparando un ejército mercenario de miles de hombres de varios países de América Latina, de manera primordial Colombia, que hoy hacen su práctica en Yemen y que estarán prestos a cumplir las órdenes de sus jefes militares del Comando Sur y del jefe político designado para la misma, el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, quien a pesar de derramar “lágrimas de cocodrilo” por el apoyo de su Organización a la invasión estadounidense contra la democracia en República Dominicana en 1965, hoy reclama protagonismo para repetir la “hazaña” en otras latitudes de Nuestra América.

El proceso de reformas estructurales levantado como programa electoral y puesto en práctica hace un par de años, ha expresado su corto alcance y superficialidad. Expresa tardanza, liviandad, torpeza y artificialidad. Tras un par de años de discusión, de instalaciones y desmontajes, de reemplazos y restauraciones, no sólo el gobierno termina con sus propuestas y programa, sino también con su proyecto. Aunque el gobierno y la misma presidenta Bachelet defiende sus acciones como parte de un proyecto más amplio de inclusión social a través de la gratuidad en la educación, la presencia ubicua del mercado con todas sus consecuencias sobre el tejido social y económico deja tales acciones como actos insuficientes ante el mar de demandas insatisfechas. El gobierno de la Nueva Mayoría ha llegado tarde para los cambios. Cualquier reforma en este momento, después de décadas de penetración y consolidación de una economía y sociedad de mercado, será estéril, tal como ha quedado demostrado con la reforma tributaria, con la misma reforma educacional o con los cambios al sistema de financiamiento de la política. El peso de los hábitos, pero principalmente de estructuras pesadas que han permitido una concentración del poder sólo comparable con el siglo XIX e inicios del pasado, convierte los intentos de reformas en un ejercicio inútil y gatopardista. La nueva ofensiva de los estudiantes, movilizados desde hace más de diez años, es una demostración palmaria de la incapacidad de estas reformas consensuadas con los diferentes ejes del poder para satisfacer las demandas de las grandes mayorías. El escenario político muta con creciente rapidez. Lo que se instaló hace dos años hoy no tiene relevancia ni presencia. En estos momentos se levanta un espacio político de tensión y contradicción, en el cual los actores más activos han comenzado a tomar posiciones. La postura de la sociedad civil organizada no es la misma que en 2014 y tampoco es la de las elites en el poder, atrincheradas en la defensa de sus privilegios. Este escenario, junto a un gobierno que gira en torno a la “obra gruesa” de unas reformas sin continuidad ni posibilidad de profundización, mantiene un creciente enfrentamiento. Por un lado las organizaciones adquieren una mayor presencia en las calles y en sus lugares naturales; en el otro frente, las elites conspiran y enrarecen el clima político. Podemos ver un gobierno sin proyección sobre su programa, hoy estancado por las numerosas concesiones hacia los sectores más duros de posiciones aventajadas. No podía ser de otra manera: finalmente es desde allí, desde el poder económico, desde donde fluyen el financiamiento y las autorizaciones sobre los alcances de la política. En este espacio de inmovilidad, y hay demasiados antecedentes en la historia reciente, vendrá el cierre de las reformas y nuevos pactos de gobernabilidad. Tal como en las décadas anteriores, será la clase controladora la que determinará lo que es o no posible en política. Estamos ad portas de esta clausura, de esta regresión a los años más inefables de la transición. Con controladores y medidas de alienación y de fuerza para mantener el poder sobre sus subordinados. Autoritarismo en sus diferentes vertientes, desde el fundamentalismo y la histeria de la UDI y sus adláteres, al pragmatismo y el cinismo de sectores tipo PPD. Son distintos mecanismos para mantener el poder político que, a su vez, deje actuar a sus anchas al mercado y el lucro en todas sus manifestaciones. Es este el núcleo del debate, el eje de las contradicciones. Pero una regresión, o incluso un congelamiento del modelo de mercado en sus actuales niveles de concentración y discriminación, es imposible. La historia hace lo suyo, por tanto el avance de las organizaciones y la expresión pública de sus demandas es un hecho que no admite ni un retroceso ni su paralización. Es en este punto en el cual se estrellan las elites controladoras y la mantención del mercado y el lucro contra las reivindicaciones ciudadanas por mayor inclusión, no solo contra el mercado abusivo, sino a través de plasmar derechos ciudadanos como una educación de calidad, una salud pública o unas pensiones decentes y dignas.


Luis Almagro en cuatro tiempos Pablo Siris El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha demostrado una suerte de obsesión en contra del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela presidido por Nicolás Maduro. Sin embargo, últimamente no las ha tenido todas consigo y el organismo hemisférico le ha dado la espalda una y otra vez a lo largo de todo el mes de junio. Pero cuando el lobo está herido es cuando más agresivo se pone. Y aunque el lobo tenga piel de cordero, se le ven las garras y las fauces. Consejo Permanente extraordinario del 1° de junio de 2016 Decíamos en la nota publicada el pasado 3 de julio que “la OEA no solamente ratificó una declaración de respaldo a los esfuerzos de diálogo en Venezuela, sino que ratificó la soberanía del país, desechó los intentos injerencistas contra el mismo y reafirmó el papel protagónico de los Estados frente a las burocracias de los organismos internacionales”. El documento aprobado señaló que “la Carta de la Organización de los Estados Americanos reconoce que la democracia representativa es condición indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región, que uno de los propósitos de la OEA es promover y consolidar la democracia dentro del respeto del principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados y que todo Estado tiene derecho a elegir, sin injerencias externas, su sistema político, económico y social, y a organizarse en la forma que más le convenga”. La declaración de cuatro puntos otorgó el respaldo de la OEA “a las diferentes iniciativas de diálogo nacional que conduzcan, con apego a la Constitución y el pleno respeto de los derechos humanos, de manera oportuna, pronta y efectiva a la solución de las diferencias y la consolidación de la democracia representativa”. Esta declaración fue acompañada del rechazo de la Presidencia del Consejo Permanente de la OEA a autorizar el uso de la palabra al Secretario General Adjunto, quien pretendía leer una carta de Almagro -que no se había hecho presente en la sesión- impulsando la aplicación de la Carta Democrática Interamericana en contra de la voluntad del legítimo Gobierno de Venezuela.

46a Asamblea General de la OEA en República Dominicana Nada en el orden del día del 46° período de sesiones de la OEA que se realizó en Santo Domingo entre el 13 y el 15 de junio pasados aludía a Venezuela; sin embargo, el secretario general Almagro y su “portavoz” (cargo que no existe en el organigrama de la alicaída OEA) Sergio Jellinek dedicaron todas y cada una de sus intervenciones para atacar al Gobierno venezolano y promover la aplicación de la Carta Democrática Interamericana contra este país. El punto al que se llegó por parte de estos dos personajes fue tan álgido, que la Asamblea General -a la que asisten los cancilleres de todos los países americanos- resolvió poner bajo “observación profunda” la actuación del Secretario General. Consejo Permanente extraordinario del 21 de junio de 2016 La canciller venezolana Delcy Rodríguez, quien asistió especialmente al Consejo Permanente extraordinario convocado a efectos de recibir al ex Presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quien dio a conocer “por primera vez en público”, los detalles y los avances para el diálogo entre el Gobierno Bolivariano y la oposición venezolana. Al respecto, indicó que su mediación y la de los ex presidentes Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana) se hacía subrayando el respeto a la soberanía venezolana “supone el renunciar de antemano y como principio de actuación a cualquier intención de injerencia, así entiendo las relaciones internacionales: cooperación, diálogo, ayuda, acercamiento”, según publicó el periódico venezolano Correo del Orinoco. El ex presidente español además confirmo el apoyo que ha recibido en esta tarea de parte del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, de la Unión Europea (UE) y de la mayoría de los países de la región. Rodríguez Zapatero señaló que el Gobierno venezolano y la oposición debe en primer lugar “abordar los conflictos y controversias entre poderes e instituciones existentes”, incidiendo en que “la institucionalidad democrática es la clave del orden, de la convivencia, de la seguri-

dad jurídica y de la previsibilidad”. “Llevamos en torno a 20 reuniones con representantes del Gobierno y de la oposición, en Caracas y en República Dominicana”, indicó el ex mandatario. “Estamos en la fase de exploración, para construir pilares de un dialogo sólido y consistente, no hemos perdido el tiempo y hemos hecho un esfuerzo constante que espero pueda tener, en fechas razonables, una confirmación, una revalida en el inicio activo del diálogo, aunque un camino ya se ha recorrido”, indicó. Por su parte, la canciller Delcy Rodríguez reafirmó que Venezuela no está sujeta al monitoreo ni a la intervención de ningún país miembro de la OEA y advirtió la intencionalidad de algunos intereses en convertir ese organismo multilateral en un tribunal para juzgar al Gobierno Bolivariano. En este sentido reiteró que “el pueblo de Venezuela no obedece órdenes de EEUU. Imagino que usted habla por sí mismo y cuando pretende darme órdenes ¡Por favor! Liberen ustedes a los presos de conciencia que tienen en este país que da vergüenza. Eliminen la pena de muerte. ¿Cómo se les ocurre hablar de derechos humanos cuando ni siquiera han suscrito los convenios fundamentales en materia en derechos humanos?”. “No puede venir ni pretender ningún gobierno extranjero a exigirle a Venezuela que vulnere su Estado de derecho. Es inadmisible. Y con esta misma fuerza defendemos el Estado de derecho multilateral porque es lo único que tenemos los países que no nos alineamos al país hegemónico de esta región”, insistió. Consejo Permanente extraordinario del 23 de junio de 2016 Este miércoles, a pesar de la oposición de un importante número de países a que se tratara el tema, Almagro presentó ante el Consejo Permanente de la OEA un informe de 132 páginas, que mereció además una “actualización” por parte del Secretario General. Almagro dibujó un panorama desolador de Venezuela, tomando como fuente tuits de dirigentes de la oposición, informes de desconocidas ONG, o de organizaciones cuasi-partidarias directamente vinculadas al sector más radical de la derecha política y social del país. En este paisaje, Almagro configuró


algo muy parecido a lo que se planteaba previamente en el filtrado informe del Comando Sur de los Estados Unidos titulado “Operation Venezuela Freedom – 2” que en el punto 8 de la fase 2 propone: “Al mismo tiempo, en el plano internacional hay que insistir en la aplicación de la Carta Democrática, tal como lo hemos convenido con Luis Almagro Lemes, Secretario General de la OEA y los ex-presidentes, encabezado por el exsecretario de la OEA, César Gaviria Trujillo, pudiendo contar con algunos nexos con la Alianza Parlamentaria Democrática de América a quienes hemos sumado a la compaña en desarrollo. Conjugar estas iniciativas con la citada figura de las “emergencias humanitarias” que permita construir alianzas con otros países que están en el área de influencia del Comando Sur”. La canciller Delcy Rodríguez, en su intervención inicial en la sesión extraordinaria del Consejo Permanente, planteó que “están utilizando a la OEA para acosar y deslegitimar al gobierno de Venezuela”.

“Se está desconociendo el gobierno legítimo y constitucional de Venezuela, así como la Constitución, basada en un sistema de democracia participativa y protagónica en la que los ciudadanos son partícipes de su devenir histórico”, puntualizó. El diputado Elías Jaua, a su paso por Montevideo para asistir a la sesión ordinaria del Parlamento del Mercosur, declaró: “Lamentamos mucho que (Almagro) se preste a un juego irresponsable; ojalá no tenga que llevar sobre su conciencia una intervención norteamericana sobre Venezuela”. “Si vemos el intento de aplicación de la Carta Democrática Interamericana en el contexto de la llamada Ley de Protección a los Ciudadanos Venezolanos, aprobada por el Congreso de los Estados Unidos, y el decreto ejecutivo de Obama, esto constituye una cobertura para una agresión de parte del gobierno de los Estados Unidos a Venezuela”, recalcó. “La historia no absolverá a Luis Almagro de esa responsabilidad”, concluyó Jaua.

Daniel Ortega advierte de peligro de injerencia de EEUU en Centroamérica

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, advirtió de las políticas injerencistas e imperiales que se están profundizando en América Central. En un mensaje enviado este viernes a sus pares participantes en la cumbre presidencial del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), Ortega ha alertado sobre la situación crítica que enfrenta el desarrollo de la integración y la unidad en la región. ”En Centroamérica, nuestro SICA vive tiempos difíciles, similares a los que estamos transitando en todo el continente. Tiempos en los que el entendimiento resulta difícil. Tiempos en los que otras voces que no son las propias, pretenden prevalecer en detrimento del interés supremo de nuestros pueblos”, subraya en su misiva, leída en la cumbre celebrada en Honduras. En Centroamérica, nuestro SICA vive tiempos difíciles, similares a los que estamos transitando en todo el continente. Tiempos en los que el entendimiento resulta difícil. Tiempos en los que otras voces que no son las propias, pretenden prevalecer en detrimento del interés supremo de nuestros pueblos”, subraya Daniel Ortega, presidente de Nicaragua. Ortega, como el presidente pro-témpore del organismo, ha considerado las injerencias de EEUU en los asuntos internos de los países progresistas de la zona como un peligro para la paz y la estabilidad de dichos territorios y, en este contexto, se ha referido a los desafíos que viven hoy en día Brasil, Paraguay y Venezuela. “Queremos destacar la firme solidaridad del pueblo nicaragüense, de nuestro Gobierno, con el pueblo hermano de Venezuela, con su Gobierno constitucional, con nuestro querido compañero, el presidente Nicolás Maduro, y con los procesos soberanos de diálogo, reflexión y encuentro que vienen propiciándose, para tranquilidad de ese pueblo querido, pueblo hermano, pueblo bolivariano”, ha declarado. Ante esta situación, el titular nicaragüense ha llamado a trabajar juntos para garantizar el desarrollo y la seguridad de los países latinoamericanos en un momento que desde diferentes partes intentan imponer otras voluntades y dividir la unión de la región. “Busquemos juntos mejores y nuevos tiempos, con trabajo, paz, seguridad, y rutas abiertas a un desarrollo que todos queremos justo, solidario, y abierto al entendimiento y a las búsquedas de avance, y derechos cumpliéndose”, concluye. Ortega, que tiene una alta aceptación de cara a las elecciones generales en su país, mantiene un discurso antiimperialista y es un estrecho aliado de Venezuela y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

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La comunicación popular es el camino resultado de una construcción ciudadana, en otros como secuela de una correlación de fuerzas. Sin embargo, por la lentitud y limitaciones en la implementación de tales disposiciones legales los cambios que se operan quedan muy fragilizados y expuestos a una permanente arremetida del poder mediático, que se mueve de manera muy sincronizada, nacional e internacionalmente, en torno a ejes estratégicos definidos, con ofensivas comunicacionales integrales y sobre la base de un tejido de diversos sectores muy articulado (partidos políticos, Ongs, think tanks, sectores académicos, gremios, etc.). Enfoques

Osvaldo León Golpear a todo lo que mínimamente huela a democratización de la comunicación –eje estratégico para superar las asimetrías existentes y desmonopolizar la palabra en beneficio de un mayor pluralismo y diversidad–, parece ser una de las prioridades de los gobiernos de derecha, legítimos e ilegítimos, en la región. De un plumazo y de entrada de juego, Mauricio Macri, al asumir su mandato en Argentina, vía decreto ejecutivo prácticamente desarma la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, para proteger al puñado de monopolios mediáticos que gravitaron en su elección. Esta ley, una de las leyes más discutidas de la historia de ese país, fue aprobada en 2009 tras una laboriosa construcción ciudadana con la participación de una multiplicidad de sectores sociales y políticos. En Brasil, donde está en curso un golpe palaciego impulsado por poderes fácticos (empresariales, mediáticos, sectores judiciales, policiales y de la derecha parlamentaria), el presidente interino Michel Temer no solo que intenta cerrar el Ministerio de Cultura, sino también intervenir ilegalmente la Empresa Brasileña de Comunicación, organismo creado en 2007 para gestionar las emisoras públicas federales de radio y televisión. De hecho, una de las poquísimas medidas adoptadas en este campo por el expresidente Lula. El mensaje es claro: no les basta con tener un poderoso blindaje mediático, también quieren poner coto a las conquistas (mayores o menores) que se inscriben en la óptica de democratizar el campo comunicacional. Es más, por el carácter antipopular de las políticas que contemplan sus programas neoliberales, incluso buscan aniquilar cualquier espacio de manifestación pública. Durante la campaña electoral de 2010 en Brasil, la presidenta de la Asociación Nacional de la Prensa, María Judith Brito, sin mayor tapujo señaló: “los medios de comunicación han asumido de hecho una posición opositora en este país ya que la opo-

sición está profundamente fragilizada”. Y, precisamente, por ese rol de articulador político que asumen esos medios es que nació el calificativo de Partido de la Prensa Golpista (PIG, por sus siglas en portugués). Y que hoy está jugando un rol clave en el golpe que apunta a imponer el poder económico sobre la decisión democrática. Por lo mismo, el pasado 5 de mayo, con diversas manifestaciones públicas, ese país fue escenario de la “Jornada Nacional de Lucha contra el Golpismo Mediático”, para denunciar “cómo el monopolio privado en las comunicaciones, representado principalmente por las Organizaciones Globo, hiere a nuestra democracia, la libertad de expresión y el derecho a la comunicación”. Convocada por el Foro Nacional por la Democratización de la Comunicación (FNDC) y el Frente Brasil Popular (FBP), esta jornada es un testimonio vibrante de la disputa que se confronta en el campo comunicacional en nuestra región: la aspiración de fuerzas populares por hacer valer el derecho a la comunicación frente a una estructura mediática concentrada en manos de unas cuantas familias o corporaciones, que pretende definir la suerte de nuestros países. Uno de los cambios que se registra en la región, justamente, es que se ha instalado en el debate público el tema de regulaciones al sistema mediático, que anteriormente era considerado como un asunto intocable. Y esto, sobre todo por la revitalización de movimientos por la democratización de la comunicación, ya que esta causa ahora es asumida por una pluralidad de sectores sociales y políticos, siendo que anteriormente estaba circunscrita a ciertos actores involucrados directamente en este ámbito. En el campo de los gobiernos progresistas, donde inicialmente prima un sentido “pragmático” de buscar “entendimientos” con los pesos pesados del poder mediático hegemónico, con el tiempo y al calor de la disputa política en algunos países se da paso al reconocimiento del Derecho a la Comunicación en marcos constitucionales y en leyes específicas. En unos casos como

En este escenario, como trasfondo se puede apreciar las dificultades para articular políticas y estrategias comunicacionales, tanto en las esferas oficiales como en los movimientos políticos y sociales que propician tales cambios. De ahí, la persistencia de actitudes reactivas, ancladas a las matrices de los oponentes, y de respuestas dispersas y fragmentadas que priman en su accionar, por lo general en tono panfletario, cuando en el plano de las ideas lo que importa es confrontar las ideas fuerza del oponente, con el eje centrado en la contundencia argumentativa propia. A nuestro entender, en gran medida esto se debe a que prevalece una visión instrumental de la comunicación que se limita a la herramienta unidireccional centrada en la información y la diversión, con los mismos patrones y formatos definidos por el poder del sistema dominante. Consecuentemente, la comunicación queda reducida a los medios masivos y el marketing (por extensión a las redes digitales), contemplando marginalmente a otras expresiones comunicativas y artísticas. Con esta visión, además, se deja de lado el componente relacional y dialógico propio de esta actividad humana, lo que redunda en el divorcio entre comunicación y cultura. Ante la necesidad de analizar con aplomo el curso de los acontecimientos, conviene recordar que durante décadas, desde un posicionamiento crítico a tal enfoque, la comunicación popular ha asumido que más allá de transmitir, importa compartir, en términos dialógicos y participativos. Por lo mismo, rescata las condiciones de producción y reproducción social del sentido, dando particular importancia a las dinámicas organizativas y de movilización que son nodales para realmente emprender procesos de cambio. Como en la lucha por los cambios la disputa ideológica-cultural es la de mayor trascendencia, porque encara la cuestión de la hegemonía, es esta perspectiva que precisa ser potenciada en todos los niveles como soporte clave para hacer efectivo el protagonismo popular en tiempos complejos. *Comunicólogo ecuatoriano, director de la revista América Latina en Movimiento.


Cuba: cuestiones de mentalidad Graziella Pogolotti / Cubadebate Desde lo local, es necesario conjugar la defensa de lo propio con la irrenunciable perspectiva integradora del país. Solo la articulación de voluntades en un proyecto común, renovador de las expectativas de vida, contribuirá a la solución de muchas dificultades que afectan a todos. Veloces pasan los días y van sumando años. Ha transcurrido un cuarto de siglo desde el derrumbe de la Unión Soviética y su consiguiente repercusión en lo psicológico y en lo económico. Bajo esas señales de desconcierto y precariedad crecieron los menores de 30. Por la subestimación del otro que implica, nunca he simpatizado con las actitudes paternalistas. Prefiero acogerme al «empínate» de Mariana Grajales: un modo de estimular las capacidades latentes de cada cual hacia el logro de la plena realización personal y colectiva, nunca como vía para exacerbar la insaciable competitividad, fuente de angustia y frustración. Sin embargo, el modelo de justicia propuesto por el socialismo aspira a erradicar el tormento existencial de quienes viven bajo amenaza del desempleo, tanto como por la incertidumbre ante la enfermedad, la invalidez o el desamparo en la ancianidad. Acontecimientos recientes evocan la cadena de suicidios producida por la crisis de las inversiones inmobiliarias y por las políticas de ajuste. Con el triunfo de la Revolución, quedaron atrás situaciones que se abatían sobre las víctimas de desahucios y desalojos, sobre la orfandad de muchos. Los padres pudieron soñar con un futuro mejor para sus hijos. Muchos sintieron el orgullo de asistir a la graduación universitaria de quien estrenaba por primera vez un título, al cabo de una larga genealogía de excluidos. Sufrimos las limitaciones del racionamiento. Aprendimos a adaptar ropas usadas, a veces torpemente, para ade-

cuarnos a la moda. En los 80 del pasado siglo, aparecieron los mercaditos. Ya entonces, la nueva mentalidad que privilegiaba el reconocimiento al mérito, empezaba a mostrar fisuras inquietantes. Los juegos de azar no desaparecieron del todo y el mercado negro asomaba en la sombra. Algunos empezaban a «resolver». La agudización de la escasez, compensada por el crecimiento de un mercado negro de dudoso origen, la pérdida del poder adquisitivo del salario, la presencia de una remuneración diferenciada en las empresas mixtas y en el turismo, tuvieron consecuencias de distinta naturaleza. Una creciente permisividad diluyó los límites entre lo legal y lo ilegal, inhibió los juicios de valor hasta entonces dominantes y removió las aspiraciones y perspectivas de vida. En el espacio familiar, niños y adolescentes observaron la duplicidad entre lo declarado de manera pública y la conducta. La voluntad de superación para acceder a un ejercicio profesional calificado cedió el paso a la preferencia a labores que ofrecieran ingreso inmediato más satisfactorio. Junto al trapicheo de mercancías, hubo ganancias jugosas derivadas del acaparamiento, el «desvío» de recursos y otras fuentes subterráneas. De una antigua memoria, surgió el conocido perfil del «bicho» cubano. La estructura secular de la economía cubana, paliada por la Revolución al conceder atención prioritaria a los territorios situados más allá de la capital, sufrió un retroceso. Las ventajas históricas de La Habana con sus atractivos turísticos atrajeron un flujo de emigrantes dispuestos a cubrir plazas menospreciadas por los capitalinos y a cubrir oficios de baja calificación. Los reclamos del presente sustituyeron la proyección hacia el futuro. Esta mentalidad permeó la vida cotidiana, sin afectar valores esenciales construidos a través de un largo proceso histórico y afianzados por la política nacional e internacio-

nal alentada por la Revolución. La noción de prosperidad se asocia a la tenencia de dinero. La actualización del modelo económico requiere el acompañamiento de políticas concertadas a partir de estudios que definan en términos concretos las situaciones urbana y rural de la heterogeneidad que nos caracteriza. Atajar los problemas de corrupción y su reflejo económico y moral, fortalecer el respeto a la legalidad, pueden conducir paulatinamente al rescate de un control social efectivo y consciente. Conocer la realidad y sus contradicciones en la base comunitaria contribuye a hacer más efectivo el trabajo en cada una de ellas. La capacitación de los cuadros favorece un cambio de mentalidad conducente a adecuar lineamientos generales a lo específico de cada zona, tanto en la protección de los más vulnerables, como en el auspicio de fuentes locales de empleo. Herencia de antiguas rutinas, la autosatisfacción ante el cumplimiento mecánico de tareas sin tener en cuenta los objetivos propuestos debe ser desterrada. El amplio conglomerado institucional tiene que esforzarse por alcanzar lo más recóndito y llegar, como proclamaba la propaganda de una pasta dental, «hasta donde el cepillo no toca». Desde lo local, es necesario conjugar la defensa de lo propio con la irrenunciable perspectiva integradora del país. Solo la articulación de voluntades en un proyecto común, renovador de las expectativas de vida, contribuirá a la solución de muchas dificultades que afectan a todos. En este sentido, cada minúscula batalla ganada acrecienta la confianza. «El patio de mi casa es particular; cuando llueve se moja como los demás», decía una ronda de otrora. Somos solidarios en momentos críticos. Integremos ese sentimiento al día a día. Limpiemos el patio de todos para encontrar el granito de felicidad en una filosofía del buen vivir.


El mundo va a ser negro

Margarita Labarca Goddard No es que vaya a ser negro porque lo cubra la contaminación y el sol nunca aparezca. Ni tampoco porque lo gobiernen hombres o mujeres de alma oscura, que tienen su plata en paraísos fiscales. Es de otra negritud de la que quiero hablar ahora. La idea de que la población mundial está creciendo en forma descontrolada y loca es un error. No es que haya menos población, pero al parecer la curva del crecimiento mundial ya se está estabilizando. Las predicciones de la ONU de 27 mil millones de personas en poco tiempo más, han quedado descartadas por los estudios de demógrafos más serios. Pero en la campaña por detener el crecimiento poblacional, se han cometido errores garrafales. En China, la política del hijo único ha producido resultados catastróficos. Pues este hijo casi siempre resultó ser varón, porque a las niñas las eliminaban de una u otra forma. La “otra forma” la dejo entregada a su imaginación porque es demasiado espantosa para escribirla en esta revista. De lo anterior se deriva que en esta generación de chinos que llegará a la edad de procrear en pocos años más, hay un número muy superior -se podría decir que el doble- de hombres que de mujeres. Aunque ya cambiaron esa política, las consecuencias de esto en materia demográfica son difícilmente previsibles y ya no se pueden corregir. En todo caso, el crecimiento poblacional es cada vez menor en los países desarrollados, particularmente en Europa y se advierte en algunos países latinoamericanos, como en Cuba. ¿Por qué?, se pregunta una. Yo he observado que las mujeres ahora estudian una licenciatura, después una maestría y después un doctorado o dos, porque sin estos títulos no se llega ni a la esquina. Y cuando quieren tener hijos, ya las dejó el tren. A mí todo esto me parece una estupidez: antes nadie estudiaba maestrías ni doctorados y lo más bien que funcionaba el mundo y Chile, especialmente, funcionaba mucho mejor. Ahora hay naciones cuya población está disminuyendo de manera alarmante. Entre los países que sufrirán un se-

vero descenso demográfico se encuentra Japón, Ucrania, Bulgaria, y muchos otros. Japón tiene 130 millones de habitantes y en 2050 tendrá solo 95 millones. En Ucrania hay 45 milones y en 2050 habrá 35 millones. En Bulgaria hay 7.2 millones de habitantes y tendrá menos de 6. Son cambios drásticos y rápidos. En algunos porque la natalidad es baja y en otros por las migraciones. Le gente prefiere irse a otros países, y a menudo donde va a parar es al fondo del mar. Pero volviendo a Europa, vemos que la población en España también disminuye, pero es porque la gente se va a Alemania, a Estados Unidos o Argentina. Nacen unos pocos niños más que los que llegan a viejos, pero pocos. Y los que emigran por las pésimas condiciones económicas y la falta de oportunidades para los jóvenes, son muchos. Una catástrofe. En Alemania decidieron recibir inmigrantes de otros países: Siria y demás. También van llegando a Europa oleadas de migrantes africanos, muchos negros y algunos “moros”, como llaman los españoles a los que no son muy blanquitos. Es que la falta de mano de obra barata hay que suplirla con algo. Pero el drama de estos migrantes de que tanto se habla en Europa, no es nada comparado con el de los mexicanos y centroamericanos, alrededor de 400.000 que atraviesan todo México anualmente desde la frontera con Guatemala, para llegar a Estados Unidos en busca del famoso “sueño americano”, ahora convertido en “pesadilla americana”. No todos logran alcanzar la frontera norte, lo hacen unos 200.000 al año. La mayoría viaja en el techo de un tren de carga llamado “La Bestia”, y en el camino son víctimas de asaltos, abusos, extorsiones, robos, todo tipo de violaciones a sus derechos humanos. Muchos caen del techo del tren, que les corta piernas, brazos o los mata. Pero el pueblo mexicano es solidario y compasivo: mujeres humildes, llamadas “Las Patronas” -propuestas para el premio Nobel de la Paz-, los esperan junto a los rieles y les tiran bolsas con agua y comida. Y cuando logran llegar a la frontera, el problema es cruzar la reja, escapar a la “migra” o a los cowboys voluntarios que practican tiro al blanco sobre los migrantes, y salir vivos del hirviente desierto de

Arizona. A pesar de todo esto, en Estados Unidos hay alrededor de 13 millones de mexicanos, sin contar a los hijos de éstos nacidos en Gringolandia. El español ya es el segundo idioma que se habla allá. Todo esto nos dice que en el futuro se van a ir acabando los rubiecitos, pero no creo que eso deba preocuparnos. La población mundial tendrá que ser morena o negra, y punto. En Chile no disminuye la población, pero aumenta muy poco, sólo por los inmigrantes. Eso pasa en los países más civilizados. Así que deberíamos estar felices de que las chilenas tengan pocos hijos. Pero en el futuro próximo no vamos a ser todos “altos, rubios y de ojos azules”, como somos ahora. Se va a acabar la “gente como uno”, como dicen los oligarcas. Pero no será una gran pérdida. La imaginación humana no tiene límites. No digo que los pongan al lado de hombres muy altos, como el rey de España o el propio director de esta revista, porque sería jugarles chueco, sino al lado de un inglés o un alemán cualquiera, y verán que la gente como nosotros es retaca. Los chilenos no son feos, pero sí mal agestados. Porque si usted ve a Eduardo Frei hijo, coincidirá conmigo en que no sólo perdió las elecciones por feo, sino por tener siempre cara de estar oliendo mierda. Pero no importa, los peruanos probablemente van a ser gobernados por japoneses y entonces nos conviene ser morenos y de ojos oscuros, de otro modo no vamos a ser competitivos en el mundo del futuro. Porque en Europa también la población va a ir oscureciendo. Ellos dicen que no, pero la negritud se filtrará por todas las vaginas blancas, como ha pasado siempre entre conquistadores y conquistados, entre los bárbaros invasores y la población autóctona. Y esto será muy justo porque el ser humano nació en Africa, como es bien sabido. Nació en Africa y por lo tanto nació negro. Adán y Eva eran negros, al igual que el dios que los creó a su imagen y semejanza. El mundo entero volverá a ser negro. Pero desgraciadamente ni usted ni yo alcanzaremos a ver semejante milagro. *Publicado en “Punto Final”, edición Nº 853, 10 de junio 2016.


Argentina: Estado de derecho, pobreza y desigualdad Cristina Fernandez de Kirchner En los últimos días, el Partido Judicial, con inusitada virulencia, instado por el Gobierno y con el explícito incentivo que le brindan los medios hegemónicos de comunicación han intensificado su campaña de persecución y difamación contra el Gobierno que presidí, con un evidente doble objetivo: 1) Instalar en la opinión pública que el anterior gobierno durante los doce años y medio de gestión tuvo como único propósito cometer delitos de manera indiscriminada. Se intenta crear un nuevo tipo penal: el delito de haber pertenecido al gobierno durante el período 2003/2015. 2) Distraer a la población mientras el ajuste y la debacle económica aumentan la pobreza, la desigualdad y la inseguridad de manera ya inocultable y exponencial. Hechos y medios I.- El viernes 24 de junio, casi todos los medios de prensa concentrados destacaron la medida requerida por el fiscal Gerardo Pollicita, pidiendo el levantamiento del secreto fiscal respecto de mi familia. Pretendían instalar que de ello derivaría un agravamiento de mi situación procesal. Vale aclarar que la información requerida por el fiscal –cuando pide el levantamiento del secreto fiscal- ya se encuentra incorporada en la causa “Hotesur” desde diciembre del año 2014. Si, desde el 2014 está incorporada la información y consta en 40 cajas de documentación que se encuentran a disposición del juzgado. Es más, respecto de tal documentación -entre otras obrantes en la causa- el juez Ercolini ordenó hace casi 60 días, el inicio de una pericia contable que el fiscal de manera inexplicable viene dilatando. II.- El 27 de junio del corriente año, también se dio extraordinaria difusión a la denuncia por asociación ilícita presentada por la diputada oficialista Margarita Stolbizer en las causas judiciales existentes.

Tal presentación carecía de toda originalidad que justificara semejante difusión, máxime cuando ese supuesto delito –de contornos dudosamente constitucionales y que se presenta cuando no se tiene prueba concreta de alguna infracción penal- viene siendo denunciado e investigado desde ya hace varios años y sin que ninguna prueba concreta permita avalarlo. III.- En la misma fecha, Bonadío, cuando no, me impuso de manera arbitraria e ilegítima la obligación de tener que concurrir nuevamente a su juzgado para cumplir un trámite procesal totalmente insustancial, esto es, notificarme de una resolución que ya conozco y que apelé a través de mi defensa hace más de un mes. Puede advertirse, una vez más, cómo el poder jurisdiccional conferido a este personaje viene siendo ejercido con fines de venganza. Simplemente, me permito recordar que el mismo “juez” hace apenas unas semanas, para recibir declaración testimonial en la misma causa, utilizó una vía elemental que da la tecnología, esto es, la videoconferencia, utilizable sobre todo cuando las personas tienen domicilio real a más de 2000 kilómetros de distancia del juzgado. IV.- En el día de la fecha, nuevamente este oscuro personaje, que cuenta naturalmente con la protección del Consejo de la Magistratura, comandado por el oficialismo y el Partido Judicial, volvió a ordenar nuevos allanamientos en la provincia de Santa Cruz, incluso en domicilios que ya fueron allanados en más de una oportunidad en este último año. Todo ello, con el inequívoco propósito de que la prensa militante en el oficialismo pudiera difundirlos con títulos catástrofe. V.- Sin embargo, faltaba la frutilla del postre. La pusieron, otra vez, los jueces de la Sala II de la Cámara Federal, los “prestigiosos”, según la prensa hegemónica y oficialista, Eduardo Guillermo Farah y Martín Irurzun. Debo recordar que estos mismos jueces se encuentran

actualmente denunciados por el delito de prevaricato cometido en mi contra en la causa del “Dólar futuro”. Esa causa tan particular donde Bonadío dice que la Presidenta, el Ministro de Economía y el directorio del Banco Central del gobierno anterior cometieron un delito para que ganaran plata los miembros del gobierno actual que fue el que devaluó nuestra moneda. También se les ha requerido, a ambos, su juicio político ante el Consejo de la Magistratura, el cual, no lo dudo, obedientemente habrá de rechazarlo con fundamentos que repugnan el más elemental criterio de justicia. Estas mismas personas, abusando de su posición como jueces de cámara, se ponen al descubierto ahora con mayor claridad aún, como mis concretos y directos acusadores, pretendiendo imponerle a Casanello –a quien, repito una vez más, no conozco- la obligación de investigarme por hechos que ya se encuentran a conocimiento de otros juzgados. En síntesis, persiguen multiplicar las causas judiciales en mi contra por los mismos hechos, vulnerando así prohibiciones expresas que establece la Constitución Nacional y tratando de impedir toda posibilidad de defensa como la que debe otorgarse y a la que tiene derecho cualquier persona. ¿Qué garantía de imparcialidad puede esperar cualquier ciudadano cuando los mismos jueces que deben evaluar de manera imparcial un caso, son los que acusan, valiéndose además de las falsas evidencias que vienen inventando los conocidos y conocidas denunciadores/as de siempre? En suma, se viven tiempos difíciles para el Estado de Derecho. Lo que realmente nos debe preocupar no es ninguna situación personal, sino que todo esto resulte ser, como lo es en realidad, una tapadera para hacer retroceder a nuestro país a una situación de desigualdad social y subordinación al poder económico concentrado que creíamos definitivamente desterrados.


El Papa dice que Europa ya está en guerra

Juan Guahán Dos manifestaciones provenientes de lugares muy diversos nos adelantan los difíciles tiempos que se vienen. Los “dueños del mundo” recientemente reunidos, como “Grupo Bilderberg”, trasmitieron su visión de un planeta que debería marchar hacia un “nuevo orden mundial”, una de cuyas características es la existencia de “un gobierno mundial” que ellos vienen construyendo. El otro hecho viene del cataclismo que se produjo luego que los habitantes del Reino Unido votaron su separación de la Unión Europea. El Papa Francisco leyó esas realidades desde su óptica y ratificó lo que hace tiempo viene sosteniendo en el sentido que “Europa ya está en guerra”. Ese enfrentamiento no es solo entre los “globalistas”, que procuran la unidad del capitalismo mundial en sus manos y los “nacionalistas” de Europa y los Estados Unidos, que quieren afrontar la crisis según sus propios intereses nacionales sin preocuparse que para ello deban aplastar a otros pueblos. Una consideración más fina de lo que está ocurriendo nos revela que la crisis va mucho más allá de Europa y el propio Papa lo ha señalado, con motivo del abandono a los inmigrantes, al denunciar que el Mediterráneo se está convirtiendo en un cementerio. Esto quiere decir que estamos antes dos problemas parecidos, como reflejo de la profundidad de una crisis general, pero cuyas causas y soluciones son bien distintas. Por una parte, los diferentes modos que tienen los dueños del mundo actual para analizar el futuro del capitalismo actual. Para unos, los “globalistas” se resuelve con un gobierno mundial, manejado por ellos, que conduzca el proceso global hacia esa unidad y dominio del planeta y sus recursos. Otros, no menos capitalistas que los anteriores, colocan el eje en las reivindicaciones de cada una de sus naciones, sin aceptar por enci-

ma de las mismas otros poderes. Eso es lo que está recorriendo a Europa, se votó en el Reino Unido y está en lo que Donald Trump, representa en los Estados Unidos. Pero hay otro problema, son los pueblos, sobre ellos recaen los mayores dolores actuales (los miles de inmigrantes muertos y desaparecidos procurando llegar a Europa, son una pequeña muestra y los sufrimientos de los pueblos de regiones como la nuestra complementan ese panorama). Los grandes poderes pelean por el botín y hay muchas experiencias históricas que nos dicen que en momentos como estos la guerra es uno de los camino más fáciles de tomar, pero más difíciles de abandonar. Bilderberg 2016 – la reunión de los dueños del mundo En su reunión anual n° 62 se reunieron, en un hotel de Dresde (Alemania), las figuras más poderosas del mundo en un nuevo encuentro del Grupo Bilderberg, tal como lo vienen haciendo desde 1954. El Grupo Bilderberg es considerado, por muchos sectores, como “el gobierno del mundo en las sombras”. Nació para consolidar los vínculos de quienes tenían el poder y gobernaban en Europa y los Estados Unidos. Allí se debaten los temas que encabezan la agenda del capitalismo occidental. Sus fundadores fueron Bernardo de Holanda, el abuelo del actual Rey Guillermo (el marido de la argentina Máxima) y los Rockefeller. Desde hace años estos encuentros vienen promoviendo avances hacia un gobierno mundial. En ese sentido David Rockefeller sostuvo que “estamos al borde de una transformación global, todo lo que necesitamos es una gran crisis y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial” Este año participaron alrededor de 150 invitados, entre ellos había reyes, aristócratas, políticos, jefes y funcionarios de diversos Estados, banqueros, propietarios y representantes de las principales empresas del mundo. El temario público y formal incluía, entre otras cuestiones, los siguiente temas: China; el problema de la migración en Europa; la situación del Oriente Medio; el futuro de Rusia; el panorama político de EE.UU y su economía; la seguridad cibernética; la geopolítica de precios de la energía y las materias primas; la actual precariedad de la clase media; el futuro de las innovaciones tecnológicas. De esta reunión no salen conclusiones públicas, se trata de conversaciones y acuerdos no públicos. Durante 4 días estuvieron trabajando en reuniones cerradas, sin público ni prensa. Siempre hay debates sobre otras variadas cuestiones que no figuran en la agenda pública. Los bien informados sostienen que hubo dos temas, que no figuraban en la agenda pública. Uno de ellos, giraba en torno a las elecciones de la Gran Bretaña y su decisión de permanecer o no en la Unión Europea. En este sentido la idea compartida en la reunión fue trabajar para consolidar la Unión Europea y la continuidad del Reino Unido dentro de esa comunidad. La realidad les dio un fuerte sopapo


pocos días después. 3La otra cuestión, de mucha relevancia futura, fueron las elecciones de Estados Unidos. Respecto a este último tema prevaleció la idea de evitar el acceso al gobierno de Donald Trump. Sus usinas mediáticas sostienen que la candidatura de Trump viene “barranca abajo”, habrá que ver si ésa es la realidad o el deseo de esta gente transformado en política comunicacional. Otro tema del debate fueron los “Papeles de Panamá”. Ahí el consenso fue importante en el sentido de ir cerrando todas las ventanas y que solo Estados Unidos conserve la posibilidad de ser un “paraíso fiscal”. De ese modo se fortalecería su rol de policía mundial. Teniendo el control sobre el dinero en negro actual y futuro. Dos temas previstos sobre los que hubo muchas consideraciones fueron: El pasaporte cibernético y avanzar hacia un sistema fiscal mundial. Sobre el tema cibernético se plantea avanzar hacia la necesidad de registrarse (algo así como sacar un pasaporte virtual) para participar de las redes sociales u otras actividades informáticas. Sobre el tema fiscal se irían preparando las condiciones para establecer un sistema común de tributo controlado por la ONU para el petróleo, las transacciones financieras y los transportes aéreo y marítimo. Este año, Latinoamérica no fue motivo de consideración especial, como si lo fue el año pasado donde se debatió acerca de las formas ponerle diques de contención al avance de los procesos de tipo bolivariano. En esa misma reunión se planteó la necesidad de acelerar el fin del dinero físico, situación que favorecería a un mayor control de toda la economía por parte de los bancos y de un sistema informático universal.

Elecciones y globalización Empiezan a verse los efectos de los resultados de las elecciones en el Reino Unido. Además de las consecuencias políticas que siguen en ebullición hay cuestiones institucionales que no son menores: En Escocia ganó la voluntad de seguir siendo parte de la Unión Europea, pero ahora están ante un dilema. Para hacerlo debe irse del Reino Unido, cualquier solución es de un alto costo, desde todo punto de vista. La confusión, dudas o miedos llegan al nivel que muchos dirigentes europeos sostienen que “la democracia no funciona si todo el poder es para el pueblo” En España volvió a ganar el Partido Popular, actualmente en el gobierno. Una especie de macrismo con un fuerte arraigo electoral. El segundo lugar lo mantuvieron los socialistas y terceros, desilusionados, terminaron los jóvenes progresistas de Podemos que perdieron un millón de votos. Ellos imaginaban, a partir de su alianza con los comunistas, disputar el segundo puesto y gobernar junto a los socialistas. La cuarta fuerza es ciudadanos, jóvenes conservadores que podrá acordar con el actual gobierno. No es fácil pero es probable que, esta vez, el Partido Popular logre armar gobierno. Ya quedó consolidado que la España bipartidista (Popu-

Argentina: Los obispos y la corrupción Página 12

La conducción de la Iglesia Católica salió al paso de las noticias que dan cuenta del vínculo del fallecido arzobispo Di Monte con José López. “Los seguidores de Jesucristo debemos ser honestos”, afirmó. La Comisión Ejecutiva de los obispos católicos argentinos, organismo presidido por el arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, dio a conocer ayer un comunicado frente a “hechos que vinculan a personas de la Iglesia en la Argentina con posibles casos de corrupción”, señalando que “los seguidores de Jesucristo debemos ser honestos y respetuosos de las leyes y como todo ciudadano debemos colaborar con la justicia en su tarea de esclarecer la verdad de los hechos y someternos a sus dictámenes”. Sin mencionar a nadie, la declaración sale al paso de las noticias que afectan al fallecido arzobispo Rubén Di Monte con las maniobras de corrupción y eventual lavado de dinero en torno a las investigaciones que se hacen a partir del hallazgo de grandes cantidades de dinero en poder del ex funcionario José López. Los obispos de la Comisión Ejecutiva manifiestan su “rechazo ante cualquier acto de corrupción, público o privado, pero de manera particular a los que involucren a miembros de la Iglesia, que por su misión y servicio, debieran ser testigos íntegros del Evangelio que predicamos”. Y adelantan su “colaboración sincera para el esclarecimiento de las denuncias” subrayando que “en este campo es fundamental que el Poder Judicial se mantenga independiente de las presiones de cualquier poder y se sujete sólo al imperio de la verdad y la justicia”. Dicen los obispos católicos a través de su Comisión Ejecutiva que “lo que ha tomado estado público nos lleva a hacer un sincero examen de conciencia a la luz del Año de la Misericordia que estamos celebrando en la Iglesia católica”, y agregan que “a nosotros nos interpela de una manera directa y también lo deseamos, para bien del pueblo de la Nación, que este mensaje llegue a todas las personas promotoras o cómplices de los delitos de corrupción”. Recuerdan también que con ocasión del bicentenario de la independencia “los obispos expresamos que la corrupción desgasta en el pueblo la confianza en las instituciones de la democracia”. Citan, además, palabras del papa Francisco, quien calificó a la corrupción como una “llaga putrefacta de la sociedad, un grave pecado que grita hacia el cielo pues mina desde sus fundamentos la vida personal y social”. Y agregan que “la corrupción impide mirar el futuro con esperanza porque con su prepotencia y avidez destruye los proyectos de los débiles y oprime a los más pobres” porque “es un mal que se anida en gestos cotidianos para expandirse luego en escándalos públicos”. En tono autocrítico los obispos católicos afirman que “los miembros que tenemos responsabilidades en la Iglesia no podemos dejar de aplicarnos a nosotros en primer lugar estas palabras del Papa Francisco” porque esa “debe ser la luz que nos guíe con valentía por un camino de purificación y conversión profunda del corazón, para renovar a la Iglesia en la caridad pastoral” (cfr. El Bicentenario 48). Por otra parte, los directores de la fundación Scholas Occurrentes, Enrique Palmeyro y José María del Corral, concedieron una entrevista al diario La Nación, en la que sostienen que ni el Papa ni el Presidente, pretendían una confrontación respecto de la donación de fondos oficiales que finalmente fue rechazada por orden de Francisco. “Los que perdíamos éramos nosotros y el Gobierno. A nosotros nos hicieron pomada y al Gobierno quisieron hacerlo pomada”, afirmaron los directores de la fundación auspiciada por el Papa. Y agregaron que “Francisco, en la reunión con la canciller (Susana) Malcorra, aclaró que no era una decisión contra Macri”. Insistieron también en que “Francisco nos pide devolver la donación por la crisis que vive la Argentina” porque “en esas condiciones le parece injusto que pidamos un subsidio” y revelaron que “en 2015 no aceptamos un aporte del Ministerio de Planificación por 23 millones para un plan de producción audiovisual porque la metodología que proponían para la entrega de fondos no era clara”. En la misma entrevista publicada ayer Del Corral y Palmeyro confirmaron la suspensión del partido de fútbol a beneficio de Scholas programado para realizarse en La Plata, postergado para después de un evento similar que se hará en Roma el próximo 12 de octubre.


¿Por qué Podemos no ganó en elecciones generales de España? Juan Carlos Monedero Una vez más Podemos ha sido rehén del infantilismo y se ha creído las encuestas. Sólo porque las encuestas decían lo que quería oír. Cosas de juventud. Como se ha medido con las expectativas, un resultado que es objetivamente espectacular -71 diputados en la primera/segunda vez que acude a las elecciones- siembra la idea de fracaso. Sin hacer valer que tiene un grupo electoral potente para demostrar su capacidad de ser una fuerza política alternativa. El único que en un par de meses va a demostrar que iba en serio en su lucha contra las políticas de ajuste. Tras mucho repetir que cogían las encuestas con prudencia, al final las han tomado como la palabra de Dios. Y la palabra de Dios, teñida de miedo y de Brexit, ha rugido que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Estremecen el cielo y el infierno las palabras de Fernández Maíllo, vicesecretario de Organización y Electoral del PP, cuando dice que el resultado electoral exonera de culpa a Fernández Díaz de haber intentado sembrar pruebas contra sus adversarios políticos. De manera que el buen resultado del PP en el Senado zanja las responsabilidades penales de, por ejemplo, Rita Barberá. Y ya puestos, de Granados, que para eso el PP ha arrasado en Valdemoro. Ya no hay Papeles de Panamá, Rato, Fabra, Camps ni la sede del PP ni unas cuantas elecciones han sido financiadas con dinero negro. Los “volquetes de putas” se convierten en bendiciones de la Virgen. Spain is different. Y la democracia se nos va por el desagüe. No es que Unidos Podemos se haya equivocado. Es que hay un país real que sigue rehén del pasado y deprime. Si algo permanece de la idea de las dos Españas es que hay una que vive en el miedo y el egoísmo. Pero como tienen hijos y nietos que sufren las políticas de ajuste, irán dándose cuenta. Falta que vean la alternativa. De momento, el PP ha perdido la mayoría absoluta. No anda lejos de la caspa el PSOE, que

mide su resultado en virtud de las supervivencias internas. Como ha evitado el sorpasso, anda feliz como un niño con zapatos nuevos. Todos mirando a ver cómo quedan en la pelea de dentro. Susana Díaz midiendo cuánto ha sacado a Podemos (aunque la haya derrotado el PP en Andalucía), y Sánchez ahuecándose el cuello de la camisa aliviado aunque haya llevado al PSOE al peor resultado de su historia. Esto de la vieja política de partidos es cada vez más patético. Una España que emigra y otra España que bosteza.esp unidos podemos Vengo insistiendo en que no basta adaptarse a lo que la gente quiere para ganar unas elecciones. Eso te hace parecer en exceso táctico, limando constantemente las aristas, negándote a ti mismo a cada instante, y, al tiempo, generando confusión sobre lo que realmente piensas. En el enfado de la ciudadanía hay mucho de rabia contra los excesos del

sistema, no contra el sistema. Eso hace ser muy vocinglero y bramar contra los gobernantes. Pero a la hora de la verdad, te das cuenta de que no tienes demasiados argumentos contra los que pensabas que desprecias y que tampoco tienes claro cuál es el modelo alternativo. No te los han dado o no has llegado a entenderlos. Terminas diciendo: son unos hijos de puta pero son nuestros hijos de puta. Te emociona ver al zorro hacer la zeta en la mejilla del Virrey rijoso, pero eso no basta que quieras ver al zorro sentado en la silla del Virrey. Hasta que el zorro te diga realmente quién es y qué quiere hacer con el país. Y desmontar las mentiras que han dicho sobre él requiere tiempo. Cambiar un país no se hace en dos años. No basta hacer un discurso hueco, adornado con una labia simpar y embellecido con el oropel de las televisiones si no planteas una alternativa clara y, al tiempo, insistes en el problema que tienen los partidos con los que confrontas. Como vengo insistiendo, si no das herramientas para movilizar a tus votantes, tus votantes no se van a movilizar. Los dos partidos que no han criticado a las fuerzas contra las que peleaban no han sacado el resultado esperado. Ciudadanos criticaba solo a Rajoy porque si criticaba a al PP pensaba que no le iban a votar. Y ahí está el resultado. Podemos hacía lo mismo con el PSOE, evitando criticar al partido para ganar a sus votantes, limitándose a criticar a la dirigencia. Dando a veces la sensación de que lo que realmente querría es ocupar el lugar del PSOE, sin entender que el PSOE forma parte de un mundo que pertenece ya al pasado. El rizo lo ha completado la campaña electoral, que buscaba ser una suerte de PSOE punto dos. La transversalidad no es regresar a la conciencia de ser muleta del PSOE ni ponerse ropas que recuerden al 82, sino poner con palabras nuevas el discurso de la emancipación que afecta a las mayorías en este tiempo


de hegemonía neoliberal. De nada sirve la idea brillante de hacer un catálogo de IKEA si eso no sirve para dejar claro cuál es tu modelo de país. Les entusiasma la idea del catálogo, pero quieren ver cómo queda el mueble montado. O verte con las herramientas en la mano –aunque sea llave alen- apretando turcas. De nada sirve una campaña de sonrisas si no estás con las víctimas. Y si no le muestras los dientes a los culpables concretos de los dolores concretos. Al miedo no lo vences presentándote como un león enjaulado, sino ganando a la gente para tu ejército. El mito de las dos Españas solo ha servido para justificar el autoritarismo de una minoría contra las mayorías. Pero hoy es cierto que hay una España mayor, socializada en el franquismo, rehén del miedo, con una idea muy débil de lo que debe ser la ciudadanía (me da igual que los políticos roben si a mí me va bien) y que se moviliza contra cualquier cambio; y otra España emergente que espera -me temo que no siempre de manera activa- una política que se parezca a ellos. Esta España más fresca se ha cansado del espectáculo estrictamente parlamentario de los últimos meses -hasta las actividades de calle de Podemos han sido parlamentarias-, de los debates desdentados, de la falta del coraje que te cuenta que debes formar parte de una pelea dura porque te estás jugando un país. Y han desertado del voto mientras que las personas mayores, con el miedo acrecentado con la salida del Reino Unido de la Unión Europea, han vuelto a colgar en su salón el bordado que dice “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. Los medios siguen queriendo domesticar a Podemos. Y van a intentar convertirlo en una muleta del PSOE. Lo de siempre. Por eso quieren decir que Pablo Iglesias es responsable único de un resultado espectacular que solamente es malo si se le mide con las expectativas de las encuestas-trampa. Olvidan que toda la Ejecutiva apoyó la confluencia con Izquierda Unida. Y que las bases apoyaron de manera contundente, con el 98%, esa confluencia. Y que nadie –tampoco Íñigo Errejón, como quieren presentar algunos medios- se puso del lado del 2% que estaba en contra de esa confluencia. Y que de no haberse presentado juntos el resultado hubiera sido aún peor. El problema no está en la confluencia, que va en el camino correcto, sino en entender qué ha fallado para que votantes que apoyaron a estos partidos hayan decidido no hacerlo

en estas elecciones. Los partidos políticos son instituciones cada vez más caducas, y en el siglo XXI vamos a caminar hacia formaciones más “líquidas”. El futuro del espacio antaño llamado izquierda va a ocuparlo una suerte de Frente Amplio donde Podemos va a ser la nave nodriza pero solamente eso. De manera que la confluencia con IU va caminando en la dirección correcta. Ahora bien, esa nostalgia de IU por lo pretérito es excesiva. Dice Ortega que los españoles somos un pueblo extraño que proyecta las esperanzas hacia el pasado y no hacia el futuro. De manera que IU, muy española, insista en demasía con lo que fue, sus símbolos, palabras, análisis, referencias, lemas, banderas, historia. Un mundo del trabajo que ya no existe. Y una gloria que fue derrotada. No está mal que exista ese espacio, porque hay gente que se ve reflejada en ese ámbito. Pero choca con la construcción de un discurso que es transversal cuando apuesta por lo nuevo frente a lo viejo y lo de abajo frente a lo de arriba y no cuando regresa al espacio confuso de “izquierda y derecha”. A Podemos le falta calle. Le falta movilización popular, identificarse en los problemas sociales, estar con las protestas laborales, discutir más con los sindicatos, con los estudiantes, con los dependientes, con las mareas, con los autónomos, con los damnificados de las multinacionales. A Podemos le hace falta menos ser brillante en la televisión –ya lo es de sobra- y

más ser útil para la gente en la calle. Por eso mucha gente no ha entendido la firmeza a la hora de no ceder a un gobierno de Rivera presidido por Sánchez. Aunque Sánchez mienta y diga que iba a poner en marcha un gobierno de izquierdas. Porque hoy ya estaría justificando los recortes con la excusa de los 8.000 millones que esta misma mañana estaría reclamando Bruselas. Si Podemos se mimetiza con los demás partidos, va a ser medido como los demás partidos. Y Podemos se ha mimetizado. En la tediosa discusión parlamentaria para formar gobierno, en el tedioso debate a cuatro, en la estricta presencia parlamentaria, en la falta de originalidad en la organización interna. No se trata de ser izquierdistas sino de ser originales. Los que quieren que Podemos sea muleta del PSOE dicen que el resultado es un fracaso de Pablo Iglesias. Insisto en que toda la Ejecutiva es responsables del resultado, especialmente los responsables de campaña. Y ni Pablo Iglesias ni Íñigo Errejón tienen que dimitir. Eso es lo que quisieran los que saben que Podemos es muy probable que gobierne en las próximas elecciones si es capaz de corregir sus errores. Felipe González perdió en 1977 y en 1979. Aznar perdió en 1993. Rajoy en 2004 y en 2008. Volvieron a presentarse y ganaron. Los paniaguados del bipartidismo piden dimisiones porque saben que Podemos es la única fuerza que va a hacer valer los intereses de la mayoría. Y que saben que Pablo Iglesias es uno de los políticos con mayor fuerza y preparación de la historia reciente de España. El PSOE va a demostrar a partir de ahora que una cosa es predicar y otra dar trigo. La socialdemocracia europea piensa que el trabajo estable es una reliquia del pasado, negocia el TTIP con los Estados Unidos y está de acuerdo con las políticas de austeridad. Son los mismos que quieren ejecutar a Jeremy Corbyn en Gran Bretaña porque les parece un radical y que presenciaron alegres cómo azotaban a Grecia por ser rebelde. En cuanto el PSOE demuestra quien en verdad es – algo que siempre oculta en las eleccionesaparecerá Unidos Podemos como la única fuerza que puede representar los intereses de la mayoría. Sólo falta que haga un ejercicio de madurez y, pasadas las elecciones, pase a hacer política en serio. A partir de ahora, lo que le toca es crecer.


Francia: ¡bienvenida la lucha de clases! Maciek Wisniewski En Las luchas de clases en Francia (1850) –una serie de artículos publicados luego como panfleto separado (1895)–, Carlos Marx, analizando las grandes transformaciones políticas por las que a mitad del siglo XIX pasa este país, describe la lucha de clases como “política ejercida en ‘terreno ideológico’ y en ‘disfraces ideológicos’”. Hoy, desde luego, seguimos en el “terreno ideológico” e incluso –por la contraofensiva del neoliberalismo– quizás más que nunca. Seguimos, también, en el teatro de los disfraces. En la escena política francesa destacan las patéticas figuras de François Hollande y Manuel Valls, que sólo andan de “socialistas” para representar mejor los intereses clasistas de la patronal y del gran capital. Pero después de varios años de”aburrimiento” y tras oscuros meses de desmovilización por las “amenazas del terror” y miedo inducido desde el Estado, finalmente se caen las máscaras.fr protestas16c Las intensas movilizaciones sindicales –huelgas, piquetes, bloqueos, hasta luchas en las barricadas– y el surgimiento del movimiento Nuit debout en respuesta a la neoliberal “reforma” laboral que aumenta horas de trabajo, facilita despidos, anula la negociación colectiva y contratos por rama gremial, arrastrando a los trabajadores de vuelta al siglo XIX y tiempos de Marx, constituyen un nuevo capítulo en las luchas de clases en Francia. Tras dos meses y medio del estallido de Nuit debout son otra vez los sindicatos los que tienen la iniciativa. Hace unas semanas, Stathis Kouvelakis hizo una observación crucial: “hay que ver qué sector será la locomotora de las movilizaciones actuales”, el papel que en otros ciclos de protesta cumplían trabajadores de refinerías y ferrocarrileros ( The Jacobin, 16/5/16). ¿La locomotora? Curioso: es justamente en Las luchas… donde Marx incluye la famosa aseveración “las revoluciones son las locomotoras de la historia”, que casi 100 años más tarde Walter Benjamin encuentra tan problemática. Tal vez la frase –acorde con eldictum

benjaminiano– debería ser entonces: “hay que ver qué sector será capaz de ‘jalar el freno de emergencia’”; sea como sea, en la cabeza están otra vez los refineros y los ferrocarrileros. Los primeros paralizando el suministro de combustible en todo el país y los segundos –en la huelga abierta desde hace dos semanas– deteniendo la mitad de conexiones locales y 80 por ciento de trenes rápidos (TGV). Detienen incluso el tren especial en que viaja el trofeo de la Eurocopa 2016, una pasajera “bocanada de aire”que el gobierno aprovecha para desviar la atención interna e internacional de las protestas. Tiene razón David Fernbach, aunque en varios aspectos se queda corto: Las luchas… es un documento formidable. Allí Marx por primera vez trata de explicar el presente usando su”método materialista” y empieza a desarrollar de manera sistemática conceptos para analizar el fenómeno de la lucha de clases: “una lucha de grupos cuya existencia e intereses son determinados por las relaciones de producción” (en: Karl Marx, Surveys from exile, 2010, p. 9). Afina su argumento. Hasta ahora –incluso recién enManifiesto comunista (1848)– habla sólo de dos clases (la burguesía y el proletariado), pero estudiando a Francia descubre una rica variedad de ellas y de sus “fracciones”, sobre todo las que conforman el “bloque de poder”. Al final resultará que la lucha de clases es posible precisamente porque no hay solo dos clases, sino más elementos que “no encajan”, y que el conflicto se da porque luchan por “encajar” o porque otros luchan por “apropiarse” de ellos.Hablando de la “democracia representativa” –y tratando de responder a una pregunta: “¿cómo es posible que una minoría de clase propietaria logra gobernar a los demás?”– enfatiza que “ésta nace como un producto de la lucha de clases y que en ella tendrá su fin”. Negar esto o tener ilusiones de lo contrario es para él un ‘“cretinismo parlamentario’: una epidemia que se propagó ampliamente por Europa a partir de 1848”. Si bien Marx no desecha la democracia parlamentaria (sic), tampoco defiende mucho el sufragio universal (sic) –un fenómeno marginal en su tiempo (p. 13-14)–, prefiriendo criticar el “poder mágico”que

le atribuyen los sectores dominantes que acostumbran contraponer “reglas abstractas de justicia a los resultados inmediatos de la lucha de clases”. Cuando en 1848 el gobierno de Lamartine niega al pueblo de las barricadas parisinas el derecho de”declarar una (nueva) república”, diciendo que sólo la mayoría de los franceses tiene esta facultad, que hay que esperar su voto y que todo esto es una “usurpación”, Marx responde con una amarga ironía: “La burguesía permite al proletariado sólo un tipo de usurpación: la de la lucha” (The class struggles…, en: Surveys from exile, p. 42). He aquí un déjà vu: el otro día a los manifestantes que en las calles de París demandan el retiro de la ley laboral, el primer ministro Valls les dice: “¡La democracia no es la calle! ¡La democracia es el voto!”(Libération, 9/6/16). ¡Vaya ironía! Lo dice el mismo político que –frente a la resistencia en las filas de su propio Partido Socialista (cuyo nombre sin embargo ya no engaña a nadie…)– no se anima a poner dicha propuesta a un debate parlamentario y sujetarla a la votación, “como debería ser”, sino opta por pasarla por decreto (¡sic!), un mecanismo antidemocrático por excelencia. Y él mismo, cuya (im)popularidad –73 por ciento de desaprobación vs 18 por ciento de aprobación– contrasta con la opinión de 72 por ciento de los franceses que rechazan la nueva ley (Le Figaro, 2/6/16). Pero por supuesto,”hay que esperar el voto” y “todo lo contrario sería una usurpación”, dirán los defensores de la democracia procedural contagiados del virus del”cretinismo parlamentario” que aún no se extinguió en “las Europas” (y hasta se propagó por el mundo). Esperar, esperar, esperar… mientras las clases dominantes pasan por debajo de la mesa “reformas” antipopulares sin posibilidad de ser aprobadas ni siquiera en los parlamentos controlados por su propio “bloque de poder”. Se mire como se mire en 2016, igualito que en los tiempos de Marx, el único tipo de usurpación que la burguesía permite a la clase trabajadora es la de la lucha. En efecto: ¡bienvenidos de vuelta al siglo XIX!


Bernie Sanders: Los Demócratas deben despertar Sorpresa, sorpresa. Los trabajadores británicos, muchos de los cuales vieron declinar su nivel de vida mientras los ricachones de su país se enriquecían aún más, le dieron la espalda a la Unión Europea y a una economía globalizada que los maltrata a ellos y a sus hijos. No son sólo los británicos los que están sufriendo. La economía crecientemente globalizada, establecida y mantenida por la elite económica mundial, maltrata a los pueblos en todas partes. Increíblemente, las 62 personas más ricas del mundo poseen tanta riqueza como la mitad más modesta de la población del planeta, unas 3 mil 600 millones de personas. Los muy, muy ricos, disfrutan de un lujo inimaginable mientras miles de millones de personas sufren de una pobreza abyecta, del desempleo y servicios de salud, educación, vivienda y agua potable inadecuados. ¿Este rechazo de la actual forma de la economía global podría darse en los Estados Unidos? Puedes apostar que sí. Durante mi campaña por la nominación presidencial Demócrata visité 46 Estados. Lo que vi y escuché en demasiadas ocasiones fueron dolorosas realidades que el establishment político y mediático ni siquiera reconoce. En los últimos 15 años, cerraron casi 60 mil fábricas en el mundo, y desaparecieron más de 4,8 millones de empleos manufactureros bien pagados. Buena parte de esto está relacionado con los desastrosos tratados comerciales que estimulan a las empresas a instalarse en países de bajos salarios. A pesar de significativos incrementos de la productividad, el asalariado medio de los EEUU gana 726 dólares menos de lo que ganaba en el año 1973, mientras que la asalariada media gana 1.154 dólares menos de lo que ganaba en el año 2007, con datos que toman en cuenta la inflación. Casi 47 millones de estadounidenses viven en la pobreza. Un estimado de 28 millones no tiene seguro médico, mientras muchos otros disponen de seguros insuficientes. Millones de personas se debaten contra intolerables niveles de deuda estudiantil. Tal vez por la primera vez en la historia moderna, nuestras generaciones jóvenes tendrán muy probablemente un nivel de vida inferior al de sus padres. Puede ser alarmante, pero millones de estadounidenses de baja formación profesional tendrán una esperanza de vida más corta que la generación precedente y sucumben a la desesperanza, las drogas y el alcohol. Mientras tanto, en nuestro país la décima parte más rica del 1% más rico, posee tanta riqueza como el 90% más modesto. El 58% de todos los nuevos ingresos va al 1% más rico. Wall Street y los mil millonarios, a través de sus “super PACs”, pueden comprar las elecciones. En mi propia campaña, hablé con trabajadores que no logran vivir con salarios de 8 o 9 dólares la hora; con jubilados que luchan para comprar las medicinas que necesitan con pensiones

de la Seguridad Social de 9 mil dólares al año; con jóvenes que no pueden acceder a la universidad. También visité a los ciudadanos estadounidenses de Puerto Rico, dónde 58% de los niños viven en la pobreza y sólo poco más del 40% de la población adulta tienen un trabajo o está buscando empleo. Seamos claros. La economía global no está funcionando para la mayoría del pueblo ni en nuestro país ni en el mundo. Este es un modelo económico diseñado por la elite económica en beneficio de la elite económica. Necesitamos un cambio real. No un cambio basado en la demagogia, ni en el fanatismo religioso y la propaganda anti-inmigrantes que caracterizó la retórica de la campaña por el Brexit, y es el meollo del mensaje de Donald Trump. Necesitamos un presidente que apoye vigorosamente la cooperación internacional que reúne a los pueblos del mundo, reduce el hiper-nacionalismo y disminuye la posibilidad de la guerra. También necesitamos un presidente que respete los derechos democráticos del pueblo, y que luche por una economía que proteja los intereses de los trabajadores, no sólo los de Wall Street, los laboratorios y otros poderosos intereses privados. Fundamentalmente necesitamos rechazar nuestras políticas de “libre comercio” y movernos hacia el comercio justo. Los estadounidenses no debiesen competir con los trabajadores de los países de bajos salarios que ganan centavos por una hora de labor. Tenemos que derrotar el Tratado Transpacífico. Tenemos que ayudar a los países pobres a desarrollar modelos económicamente sustentables. Tenemos que terminar con el escándalo internacional que permite que grandes grupos corporativos y los ricos eludan pagar billones de dólares en impuestos a sus gobiernos nacionales. Tenemos que crear decenas de millones de empleos a través del mundo combatiendo el cambio climático y transformando el sistema energético alejándolo de los combustibles fósiles. Necesitamos esfuerzos internacionales para reducir el gasto militar en todo el planeta y ocuparnos de las causas de la guerra: la pobreza, el odio, la desesperanza y la ignorancia. La noción que Donald Trump pudiese beneficiar de las mismas fuerzas que le dieron la mayoría a los defensores del Brexit en Gran Bretaña debiese lanzar la alarma en el Partido Demócrata y en los Estados Unidos. Millones de electores estadounidenses, como los defensores del Brexit, están comprensiblemente cabreados y frustrados por las fuerzas económicas que están destruyendo la clase media. En este momento crucial, el Partido Demócrata y un nuevo presidente Demócrata tienen que aclarar que estamos con aquellos que luchan y que han sido abandonados. Tenemos que crear economías nacionales y globales que funcionen para todos y no sólo para un puñado de mil millonarios.


Brexit, o qué pasa cuando el voto es visceral

Roberto Savio Los especialistas en encuestas dicen que cuando las personas consultadas no se sienten cómodas diciendo qué van a votar es porque a nivel racional no están a gusto con la papeleta que colocarán en la urna. En otras palabras, los electores actúan más por una cuestión visceral que cerebral. Eso fue lo que pasó en Gran Bretaña el 23 de este mes, cuando se realizó el referendo para decidir si se iba o se quedaba en la Unión Europea (UE), y las encuestas a boca de urna le dieron una ligera ventaja a la opción de quedarse, que resultó no ser la elegida por la población. El referendo por el brexit fue realmente una cuestión visceral. La campaña para irse se basó en el miedo a una invasión masiva de turcos, derivada de la posible incorporación de su país a la UE, una falsedad total, y en que Gran Bretaña le pagaba al bloque unos 50 millones de libres al día, otra mentira. Pero el asunto central, planteado especialmente por el ex alcalde de Londres, Boris Johnson, fue: “Nosotros (los británicos) ya no somos libres. Consigamos nuestra independencia”. Incluso llegó a comparar a la UE con la Alemania nazi que quería apoderarse de Europa. Claro, sus intenciones eran simples: que el primer ministro británico David Cameron renunciara y entonces ocupar su lugar. ¡Un brillante ejemplo de idealismo! El grito de independencia agitó el sesgo nacionalista de los nostálgicos de la época imperial, quienes creyeron que su país recibiría un enorme flujo de extranjeros si se quedaba en la UE y que no controlarían sus fronteras. El hecho de que las estuvieran controlando, en función de su acuerdo con el bloque, pasó milagrosamente a un segundo plano. Pero más allá de ese elemento específico de la identidad británica, las razones del brexit fueron las de la ola xenófoba, nacionalista y populista que se propaga por Europa. Su campaña contó con esos tres elementos, más un cuarto: la revuelta de la población contra sus élites.gb cameron soledad Lo que los analistas ahora terminan de comprender es que los argumentos racionales ya no son importantes, lo que cuenta es el miedo. Y todo lo que abofetee a la élite y al sistema crea una reacción iconoclasta,

que lleva a descartar a sus íconos, lo que es ahora una variable política en toda Europa. Un buen ejemplo de ello, es la ciudad italiana de Turín, donde días antes del referendo británico, el honesto, eficiente y respetado alcalde saliente Piero Fassino, quien realizó un buen trabajo, perdió las elecciones frente a una joven del Movimiento 5 Estrellas, sin ninguna experiencia previa. La gente siente la urgencia de deshacerse de todo lo viejo porque claramente no logró atender sus necesidades. Es muy pronto para pronosticar la desintegración del Reino Unido, con Escocia otra vez reclamando su independencia. Inglaterra decidió el brexit, donde un número considerable de sus ciudadanos sintieron el repentino nuevo despertar de su identidad. En Francia (otro imperio perdido), fue el llamado de Marine Le Pen el que reabrió el debate sobre la identidad, la necesidad de evitar diluirse en el multiculturalismo y la inmigración, en especial si son musulmanes, y recuperar el control de las fronteras francesas de la dominación de la UE. El año que viene, hay elecciones en Alemania y en Francia. En esta última, Le Pen encabeza el que actualmente es el mayor partido de su país, el Frente Nacional, y será difícil mantenerla alejada del poder. En el primer caso, se verá el crecimiento de la derechista y populista Alternativa para Alemania (AfD), que basa su intención de irse de Europa en la reapropiación de la identidad alemana y de su soberanía.

Uno de los pocos elementos positivos de la aprobación del brexit es que crece el coro de voces que señalan que la globalización no cumplió su promesa: riqueza para todos y que en cambio, creó una terrible desigualdad social, que hace que unas pocas personas concentren gran parte de la riqueza nacional y muchas más queden al margen. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la clase media europea perdió 18 millones de personas en los últimos 10 años. Durante la campaña para el referendo británico, el hecho de que los banqueros apoyaran a quienes querían quedarse en la UE tuvo el efecto contrario sobre 27 por ciento de los ciudadanos que no llegan a fin de mes y que ven cómo 1.000 banqueros y 1.500 gerentes de empresas ganan un millón de libras al año. Ahora hasta el Fondo Monetario Internacional publica estudios sobre cómo la desigualdad social es un obstáculo para el crecimiento y sobre la importancia de invertir en políticas de bienestar que apunten a la inclusión y a la igualdad. Eso ocurre, podrían decir algunos, porque la reacción a la globalización no crea solo olas de derecha. Con el sentimiento de que quienes están en el sistema ignoran sus problemas, los nuevos movimientos de masas vienen de la izquierda, como Podemos en España. En Italia, tras ganar las elecciones provinciales hace unos días, el Movimiento 5 Estrellas aparece con probabilidad de asumir el gobierno nacional, actualmente en manos del socialdemócrata Partido Democrático. Tras dos años en el poder, su líder, el “joven” Matteo Renzi, ya parece una vieja figura del sistema. Quizá también se vuelva claro que la UE sufre el mismo problema. Todo el mundo habla de su papel marginal en el mundo, del hecho de que los burócratas no elegidos de Bruselas viven desconectados de la realidad y se dedican a discutir normas sobre cómo empaquetar tomates e indiferentes a los problemas de la ciudadanía europea. Debemos hacer una pausa para reflexionar que esas son las mismas críticas que se le hacen a la Organización de las Naciones Unidas. Pero las organizaciones internacionales solo pueden hacer lo que sus


miembros les permiten hacer. La UE es una organización supranacional, la única que existe, pero todo su poder político está en manos del Consejo de Ministros, donde los gobiernos se sientan a tomar decisiones. La Comisión Europea queda a cargo de implementarlas, y los burócratas tienen autonomía para decidir el tamaño del paquete de tomates. Pero luego, esos mismos gobiernos nacionales que tomaron las decisiones concluyen que es conveniente denunciar la ineficiencia de la UE. Ese juego irresponsable tiene al brexit como resultado concreto, y ahora los gobiernos deben pensar dos veces si continúan por el camino del doble discurso. De todos modos, el emperador quedó finalmente al desnudo. Europa está desintegrada y la mayor parte de la responsabilidad recae sobre Alemania, que ha impedido todo intento de crear medidas económicas y de bienestar europeas porque no quiere pagar por los errores de países deudores, como Grecia e Italia. El ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, llegó a responsabilizar al presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, del 50 por ciento de los sufragios obtenidos por la xenófoba AfD en las elecciones alemanas. Independientemente de lo que se diga, Draghi actúa en función de los intereses de Europa, no de los votantes alemanes. Alemania es de lejos el país más poderoso de la UE. Resulta irónico que todos los cargos importantes en la burocracia del bloque estén ocupados por británicos y alemanes. De hecho, quienes controlan el sistema y el debate sobre el empaquetado de tomates proceden de esos dos países. Pero es la canciller (jefa de gobierno) alemana Angela Merkel, a quien se atribuye la conducción de la UE. Alemania ahora debe decidir si continúa su intento de germanizar a Europa o vuelve a europeizar a Alemania, como cuando la capital era Bonn. Ese país ha ignorado de forma sistemática todos los llamamientos europeos e internacionales para fomentar una política diferente en la UE. Se negó a aumentar el gasto, a compartir la financiación de toda iniciativa sobre bonos europeos o cualquier medida de socialización de la crisis. Pero es un error pensar que eso se debe a la peculiar personalidad de Schäuble. La gran mayoría de ciudadanos alemanes comparten la creencia de que no deben pagar por los errores de otros. Para ser justos, el gobierno alemán nunca trató de educarlos sobre las necesidades europeas. Y ahora, quizá sea demasiado tarde. Las próximas elecciones serán difíciles para el actual gobierno alemán. Los pronósticos indican que la AfD obtendrá una gran cantidad de votos y los dos partidos tradicionales, el Partido Socialdemócrata (SPD) y la Unión Demócrata Cristiana (CDU), están muy preocupados. ¿Qué hará Merkel tras el triunfo del brexit?ale merkel2014 ¿Tratará de iniciar una Europa a dos velocidades con los países del Báltico, Polonia, Hungría y otros euroescépticos? ¿Estará lista para cambiar su política egocéntrica y desempeñar un verdadero papel europeo, a pesar del crecimiento de la AfD? Europa depende claramente de Alemania y es ahora cuando veremos si Merkel es una verdadera estadista o solo una exitosa dirigente nacional.

Murieron 116 civiles en 473 ataques de EEUU con drones entre 2009 y 2015

La oficina del director nacional de Inteligencia de Estados Unidos (DNI), James Clapper, confirmó ayer informes revelados la víspera, según los cuales hasta 116 civiles murieron en 473 ataques de drones que fueron ejecutados entre 2009 y 2015 fuera de las zonas de guerra de Siria, Irak y Afganistán, en un informe con el que busca dar transparencia a las actividades del ejército y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para esas acciones antiterroristas. Los ataques, realizados con drones, aviones y misiles, mataron entre 64 y 116 civiles, así como a 2 mil 581 combatientes en naciones como Pakistán, Libia, Yemen y Somalia, señaló la DNI. Además, Obama firmó un decreto que ordena a las agencias implicadas en las ofensivas contra grupos extremistas adoptar precauciones máximas para reducir la probabilidad de víctimas civiles. El texto explica que las autoridades deberán reconocer la responsabilidad de Estados Unidos en casos de víctimas civiles y dialogar con el Comité Internacional de la Cruz Roja, así como con las demás organizaciones no gubernamentales que operan en zonas de conflictos. El informe fue divulgado el viernes, luego de cuestionamientos de diversas organizaciones y medios de prensa sobre la legalidad y el secretismo de esas operaciones castrenses. Los críticos sostienen que los ataques aéreos estadunidenses –especialmente con drones– dejan más víctimas de los que dicen las autoridades. La Unión de Libertades Civiles de Estadunidenses expresó que el informe no elimina las dudas sobre la legalidad del uso de la fuerza militar. Es difícil reconocer el mérito del balance de muertos del gobierno, que es más bajo que todas las evaluaciones independientes, comentó Hina Shamsi, directora del proyecto de seguridad nacional de la organización. El gobierno mantiene en secreto las identidades de las personas que mató, las definiciones que aplica para decidir quién es un blanco legítimo y sus investigaciones sobre casos verosímiles de supuestas matanzas arbitrarias, sentenció. Las cifras publicadas deben ser consideradas a la luz de las inherentes limitaciones en cuanto a poder diferenciar el número preciso de muertes de combatientes y no combatientes dados los entornos no permisivos en los que dichos ataques suelen suceder, señala en un texto. Muchas veces, añadió, ni las fuerzas armadas ni los servicios de inteligencia pueden enviar una misión al lugar del ataque de un dron, lo cual hace casi imposible determinar de manera definitiva cuantas personas fallecieron. Según Laura Pitter, asesora de Human Rights Watch en asuntos de seguridad estadunidense, será imposible verificar el balance de muertos mientras Obama siga sin explicar cuáles son las personas que Estados Unidos busca combatir y por qué, y en tanto las autoridades no ofrezcan detalles sobre las víctimas.


18 periodistas fueron asesinados en América Latina y el Caribe en el primer semestre

Ernesto Carmona / Ciap-Felap 18 periodistas de 5 países de América Latina y el Caribe fueron asesinados por ejercer su profesión durante el primer semestre de 2016, según los registros de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Ciap-Felap). Nueve asesinatos ocurrieron en México, 5 en Guatemala, 1 en Brasil, 1 en El Salvador y 1 en Venezuela, más un periodista mexicano asesinado en Estados Unidos. La vida de los 18 informadores fue segada por la amalgama criminal de poderes fácticos con el poder del Estado, léase policías locales hiper-corruptas, políticos de municipios, estados y nivel federal, asociados con capos de todas las variantes del delito –desde narco tráfico a terrofagia y tráfico de humanos– , en una alianza reforzada por las jefaturas de las mafias empresariales rurales y urbanas. Esto ocurre en un continente donde no existe ninguna guerra formal o irregular, no hay presencia de grupos tipo Estado Islámico (EI), creados por Estados Unidos y y la OTAN para desestabilizar al Oriente Medio y controlar su petróleo. Ocurre en un continente en apariencia gobernado tranquilamente por sus elites empresariales en colaboración con una clase política corrupta de características propias en casa país. En América Latina pareciera que la vida transcurre plácida y normal, pero no es así: hay lucha de clases, tremendas injusticias y asesinatos a la luz del día del liderazgo que busca una vida mayor. Los periodistas no escapan a la lógica criminal de esta situación. ​ éxico (10): M • 26 de junio: Salvador Olmos García, de 3 1 años, locutor de la radio comunitaria Tu Un Ñuu Savi y reconocido activista en defensa de las comunidades mixtecas que l uchan contra emprendimientos mineros y la preservación de los recursos naturales, fue asesinado por la policía municipal de Huajuapan de León, Oaxaca. • 20 de junio: Zamira Esther Bautista, de 44 años, maestra que colaboraba como per iodista independiente en medios locales como El Mercurio y La Verdad, fue asesinada por sicarios que le dispararon cuando se dirigía a su trabajo en Ciudad Victoria (Tamaulipas). • 13 de junio: Jacinto Hernández Torres,

de 57 años, colaborador por décadas de La E strella, la edición en español del diario T he Fort Worth Star-Telegram, apareció muerto a balazos en Garland, Texas, mient ras escribía una serie de historias sobre migración ilegal y trata de personas, según su hija Aline Torres. • 19 de junio: Elidio Ramos Zárate, de 44 a ños, reportero del periódico ‘El Sur’ Diario independiente del Istmo, fue asesinado mientras cubría enfrentamientos sociales acaecidos en Nochixtlán, Oaxaca. • 14 de mayo: Manuel Torres González, de 45 años, animador de la página web informativa Noticias MT, ex colaborador del diario local Noreste y ex corresponsal de la TV Azteca, fue asesinado cerca de su domicilio en Poza Rica, Veracruz. • 25 de abril: Francisco Pacheco Beltrán, d e 55 años, fue asesinado a tiros cuando llegaba a su hogar en el turístico Taxco, estado Guerrero, informaron las organizaciones gremiales Fapermex, Club de la Prensa y Felap México. • 20 de febrero: Moisés Dagdug Lutzow, de 65 años, dueño de la radiodifusora XHVX-FM, “La Grande de Tabasco”, 89.7 FM, y del canal cibernético www.canalTVX. com, fue asesinado en su domicilio en Villa Hermosa, estado de Tabasco. • 8 de febrero: Anabel Flores Salazar, de 27 años, reportera de El Sol de Orizaba y El Buen Tono, secuestrada de madrugada en su hogar de Orizaba, Veracruz, apareció asesinada al día siguiente en el estado Puebla. • 22 de enero: Reinel Martínez Cerqueda, de 43 años, periodista y locutor de diversos programas de la radio comunitaria El Manantial, fue asesinado en Santiago Laollaga, Oaxaca, un día después que su colega Marcos Hernández Bautista. • 21 de enero: Marcos Hernández Baut ista, de 38 años, corresponsal del diario Noticias Voz e Imagen de Oaxaca, colaborador de varias emisoras de radio y regidor de Cultura en el ayuntamiento de Santiag o Jamiltepec, municipio de San Andrés Huaxpaltepec, región Costa de Oaxaca. – La Unesco declaró que México es el p aís con más periodistas asesinados en América Latina en 2016. Guatemala (5): • 25 de junio: Álvaro Alfredo Aceituno L ópez, de 64 años, director de la emisora local Radio Ilusión, fue asesinado en la misma calle de la radio de Coatepeque, una

pequeña ciudad del sureste de Guatemala, según sus colegas e información de prensa. • 07 de junio: Víctor Hugo Valdés Cardona, médico y conductor de televisión de 65 años, director de Chiquimula de Visión ( programa cultural que conducía por 30 años) fue asesinado por sicarios mientras realizaba sus ejercicios matutinos cerca de su vivienda. • 30 de abril: Diego Salomón Esteban Gaspar, de 22, años, trabajador de la radio S embrador, de Playa Grande, Ixcán, fue asesinado a balazos cuando transitaba en motocicleta. El joven maya Q’anjob’al dedicó su corta vida a la comunicación comunitaria, la radio y la locución. • 08 de abril: Winston Leonardo Cano Túnchez, locutor de Radio La Jefa, fue asesinado a tiros en una tienda de abarrotes del departamento de Escuintla. • 17 de marzo: Mario Roberto Salazar Barahona, de 32 años, periodista y director de la radio Estéreo Azúcar, fue asesinado por s icarios en Asunción Mita, departamento de Jutiapa, en la frontera con El Salvador. – La Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) condenó el 3 de julio amenazas de muerte a dos mujeres periodistas, Lucía Escobar e Idulvina Hernández. Asimismo, e xigió impulsar un programa de protección a periodistas. ​ Brasil: • 10 de marzo: João Valdecir de Borba, de 51 años, periodista y locutor de Radio Difusora 1490 AM, de São Jorge do Oeste, estado Paraná, Brasil, fue asesinado por dos sicarios que ingresaron a la estación mientras su programa salía al aire. El Salvador: • 10 de marzo: Nicolás Humberto García C eleste, de 23 años, periodista de la radio Expressa “Voces al aire”, de la comunidad de El Carrizal, fue asesinado por pandilleros de la Mara Salvatrucha tras negarse a hacerles propaganda radiofónica, en El Jíc aro, Tacuba, departamento de Ahuachapán, 114 km al oeste de la capital San Salvador. La Asociación de Periodistas de El Salvador exigió investigar y “no dejar impune” el a sesinato. El periodista conducía un prog rama de prevención de la violencia que d aba recomendaciones a la juventud. En 2014-2015 asesinaron a 4 periodistas en El Salvador.


Venezuela: • 20 de enero: Ricardo Durán Trujillo, de 45 años, periodista de reconocida trayectoria profesional y política en Venezuela, jefe de prensa del gobierno del Distrito Capital, fue salvajemente asesinado frente a su domicilio en Caricuao, Caracas. El robo no fue e l móvil del asesinato: “Fue un asesinato p or encargo”, denunció Jorge Rodríguez, alcalde del distrito Libertador de Caracas y ex vicepresidente de la República. Comentario: En algunos de estos 5 países ni siquiera se percibe un “estado de derecho” real para los periodistas –y otros sectores de la sociedad–, sino más bien imperan la impunidad y la represión, también para los movimientos socialescomo el de los maestros de Oaxaca, según observadores políticos locales e internacionales. Los periodistas luchan por garantías reales para conservar la vida mientras ejercen su profesión. Por ejemplo, la Fiscalía de Delitos contra Periodistas de M éxico señaló en mayo que en 2015 más enero-abril de 2016 se registraron 256 casos de amenazas, agresiones y coacciones contra comunicadores. Lo peor es que los asesinatos de periodist as están siendo considerados normales, como si fueran “parte del paisaje”. Entre las escasas personalidades que protesta cada vez que hay un asesinato se encuentra la directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) Irina Bokova, quien c ondena sistemáticamente estos asesinatos y une su voz a quienes reclaman invest igación y justicia, voces que responden casi exclusivamente a los periodistas y sus organizaciones. En Veracruz, México, el periodismo res-

p onsabiliza abiertamente al aparato del p oder del Estado, incluso por omitir su protección a las 18 víctimas de asesinatos –comunicadores y trabajadores de prensa– ultimados en los seis años de administración del actual gobernador, Javier Duarte, d el Partido Revolucionario Institucional ( PRI), actualmente en el poder nacional. Veracruz es hoy lejos el lugar más peligroso de todo México para el periodismo, según l a ONG Artículo 19, la Unesco, Comisión Interamericana de DDHH y otros organismos internacionales. Oaxaca lo sigue muy de cerca. La Comisión de Derechos Humanos del D istrito Federal (CDHDF), a través de un c omunicado, sentenció: “México vive una de sus peores crisis en derechos humanos, de libertad de expresión y libertad de prens a.” Hay oídos sordos para las exigencias de investigar, identificar y sancionar a los a utores intelectuales responsables de los asesinatos. La CDHDF llamó a retomar todas las Recomendaciones de la Relatoría de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y recordó que el asesinato de periodistas constituye la forma más extrema de censura. En 2015 hubo 11 asesinatos en Brasil, según la Federación Nacional de Periodistas ( FENAJ, por su sigla en portugués). En la ú ltima década hubo 42 asesinatos, según l os archivos Ciap-Felap. La Relatoría Esp ecial para la Libertad de Expresión de l a Comisión Interamericana de Derechos H umanos (CIDH) condenó el asesinato y exigió que Brasil cumpla un “Programa de P rotección para Defensores de Derechos Humanos” de 2004 que en 2012 se extendió a periodistas y trabajadores de los medios de comunicación.

Otras noticias aberrantes “Ser periodista no te libra de ser asesinado si eres un hijo de puta” dijo el 5 de junio R odrigo Duterte, Presidente de Filipinas desde el 10 de mayo, conocido por sus vínc ulos con escuadrones de la muerte que operan en algunas regiones del país. Filipinas es el segundo país más letal del mundo para el periodismo, con 75 informadores muertos desde principios de los años 90. Desde hace más de una década muchos periodistas han optado por armarse, entren arse en tiro y desde 2014 los reporteros tienen derecho legal a llevar armas, al igual que los contables, enfermeros, sacerdotes o ingenieros, profesiones consideradas “de riesgo” en Filipinas. “ Muchos de los asesinados, para ser f rancos, habían hecho algo”, afirmó Duterte, insinuando que habían cobrado sob ornos o criticado a la gente equivocada. “No te matarían si no hubieses hecho nada m alo”, aseguró el Presidente, añadiendo que la Constitución “ya no puede proteger” a aquellos periodistas que difaman a otros. “Eso no puede ser simplemente libertad de prensa”, sentenció. Duterte aseguró que su gobierno pagará recompensas a las fuerzas de seguridad por narcotraficantes sacados de las calles, de la forma que sea: “No digo que les maten, pero las órdenes son ‘vivos o muertos’”. Una idea en línea con lo que vendió durante su campaña electoral. Cuando fue alcalde de Davao, en la conflictiva isla de Mindanao, se le vinculó a un escuadrón de la muerte r esponsable de un millar de ejecuciones e xtrajudiciales, el año pasado prometió que, de llegar a la Presidencia, esa cifra subiría “hasta las 50.000 personas”. “Mataré a todos los que hacen miserables las vidas de los filipinos”, garantizó.


Francisco de Miranda, el hombre universal Luis Britto García| Héroe de tres revoluciones El 9 de noviembre de 1786 un americano entra en Rusia desde Constantinopla, por Jerson, con el propósito de convencer a las más altas autoridades del país de que apoyen un proyecto que puede cambiar la configuración del mundo. No es un americano ordinario: combatirá en tres continentes, África, América y Europa, y participará con brillantez en tres revoluciones: la Estadounidense, la Francesa y la Latinoamericana. El venezolano Francisco de Miranda, en efecto, tras pelear en la defensa de la fortaleza de Meilla en 1775, ha acompañado en el regimiento Aragón en 1781 al general Juan Manuel Cajigal en la dirección de las tropas españolas que estrechan el sitio sobre Pensacola. Para el momento Francia y España, monarquías absolutistas, ayudan la causa de los rebeldes norteamericanos en contra de la monarquía inglesa (Robertson:18-31). Miranda está de corazón con los insurrectos de Nueva Inglaterra. Algún día, piensa, la América ibérica seguirá igual camino. Sólo que en vez de recorrerlo sobre un estrecho cinturón de colonias atlánticas, dispondrá para ello de todo el territorio del imperio ibérico en el Nuevo Mundo. La unidad republicana y democrática de América Latina ven miranda tallaEl criollo Francisco de Miranda planifica una potencia latinoamericana independiente de talla continental: “en la parte norte, la línea que pase por el medio río Mississippi desde la desembocadura hasta la cabecera del mismo y partiendo de ella siguiendo la misma línea recta en dirección del oeste por el 45° de latitud septentrional hasta unirse con el mar Pacífico. Al oeste, el Océano Pacífico desde el punto arriba señalado hasta el Cabo de Hornos incluyendo las islas que se encuentran a diez grados de distancia de dicha costa. Al este, el Océano Atlántico desde el Cabo de Hornos hasta el golfo de México y desde allí hasta la desembocadura del río Mississippi. No están comprendidas en estas demarcaciones Brasil y Guayana”. Excluye a Brasil por soslayar posibles conflictos con la monarquía portuguesa y sus protectores ingleses; a Guayana, por no ampliar el conflicto con los franceses. La capital del nuevo cuerpo político estará el centro geográfico y estratégico de Panamá. Colombia, como bautiza a su ciclópeo proyecto, no sólo implicará un vuelco geopolítico: también supone un giro político de magnitud equiparable. Enarbola la ecumenicidad de la Razón. No se limita a desligar un mundo de las cadenas que lo atan a las antiguas coronas: osa aniquilar el concepto mismo de monarquía; cambia al súbdito en ciudadano y transmuta a éste en soberano. En el segundo proyecto de la Colombia mirandina, tanto el poder Ejecutivo, integrado por dos Incas, como su cuerpo legislativo com-

puesto de representantes nombrados por Asambleas Provinciales o Amautas, serán alternativos y electivos. Para perfeccionar su plan redacta apuntes sobre la América Española, en los cuales asienta el “total del número de almas”, que estima en once millones, la población de las principales ciudades, los productos, el valor de las mercancías que importa de Europa, la Fuerza militar y marítima (Miranda: 47-125). Según comenta Christian Ghymers “este filósofo epicúreo, al origen de la emancipación hispanoamericana, este mártir de la independencia de Venezuela fue el primero en proponer una constitución democrática para el conjunto integrado de los pueblos latinoamericanos y en concebir instituciones locales compatibles con un gobierno supranacional” (Ghymers: 35). El hombre universal Para avanzar su designio titánico, Francisco de Miranda emprende la tarea no menos desmesurada de forjar al ser capaz de cumplirlo. Proyectos planetarios requieren hombres universales. Así, apunta que “La experiencia y conocimiento que el hombre adquiere, visitando y examinando personalmente, con inteligencia prolija el gran libro del universo, las sociedades más sabias y virtuosas que lo componen, sus leyes, gobierno, agricultura, policía, comercio, arte militar, navegación, ciencias, artes, etc., es lo que únicamente puede sazonar el fruto y completar en algún modo la obra magna de formar un hombre sólido” (Miranda: 92). El aguerrido oficial llega a dominar todas y cada una de estas disciplinas; fulgura en las cortes, los campos de batalla y los escenarios políticos de tres continentes (Grisanti:11). Conspira en las logias donde se refugia el pensamiento ilustrado; deslumbra al fisiognomista Lavater por la nobleza y la expresión de su rostro (Picón-Salas: 56-57). Rusia y el Imperio españolrusia moscu1 Al entrar en Rusia, el príncipe Viazemski lo pone en contacto con el ministro Potiomkin, quien a su vez lo invita a Kiev y lo presenta a la emperatriz Catalina II de Rusia. Los mandatarios escuchan con atención los proyectos de Miranda. En 1784, el mercader Shelejov fundó un pueblo en Kodiak, cerca de Alaska, con la idea de avanzar hacia California. En 1779, los españoles avanzaron hasta el paralelo 59° y declararon suyas todas las tierras al sur. En 1786 Golikov, un socio de Shelejov, había convencido a Catalina de la importancia de afirmar los intereses rusos en la región, y ésta fletó para ello una flotilla con cuatro fragatas y un transporte. Por otra parte, para la época España estaba aliada con Francia y ésta se oponía a los planes rusos de ejercer hegemonía sobre Turquía. Un plan que pudiera expulsar el poderío español de América y del Pacífico resultaba del mayor interés para Rusia.

Coronel del ejército ruso y peligro para el Imperio español Así, en San Petersburgo en 1787 Francisco de Miranda sostiene coloquios con la zarina Catalina la Grande en los que “Hablóse de América, su posición geográfica, historia natural, animales, de sus antiguedades, etc”. Cuando la zarina le comenta que según el Encargado de Negocios de España el americano es “persona peligrosísima al Imperio”, Miranda responde “que, si el Imperio Español estaba en peligro por mí, en ninguna parte podría yo estar mejor que en Rusia, pues era estar a la mayor distancia”(Miranda:44-47). Para proteger al americano del diplomático español, Catalina II le confiere el grado de coronel del ejército ruso y le ofrece la posibilidad permanecer a su servicio, pero Miranda es el infatigable canciller de una república que todavía no existe, y debe partir para continuar asistiendo a su gestación. El gobierno ruso apoya a Miranda con 2.000 guldens e inapreciables cartas de recomendación para sus agentes diplomáticos en París, Viena, Londres y La Haya. Y allá va, para construir un mundo.


Naka Mandinga, líder afrodescendiente colombiano

No nos dejan cocinar la sopa de la paz Sergio Ferrari La voz de los pueblos afrocolombianos debería ser escuchada en La Habana, donde representantes del Gobierno de Colombia y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) avanzan en la negociación de un acuerdo de paz. Esta es la principal reivindicación que presentaron la segunda semana de junio en Berna, Suiza, Sara Quiñones y Naka Mandinga, dirigentes del Proceso de Comunidades Negras en Colombia (PCN) que reúne a numerosos pueblos afro descendientes. Los mismos representan el 90 % de la población de la región pacífica de ese país sudamericano. “Sentimos una gran frustración porque nuestras propuestas para nuestros territorios, nuestra visión de desarrollo, en armonía plena con la naturaleza, no han sido escuchadas ni por el Gobierno ni por la guerrilla”, subraya Naka Mandinga, después de reunirse con parlamentarios suizos y funcionarios de la cancillería helvética. Mandinga reconoce la voluntad que tienen las instituciones helvéticas para “recibirnos y sensibilizarse sobre la situación, pero nos han expresado que no tienen ninguna posibilidad de injerencia en la política interna de Colombia”. Y valora positivamente la actitud de escucha e intercambio de los diputados nacionales que integran el Grupo Interparlamentario Suiza-ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América). El sacrificio de los afros e indígenas Naka Mandinga, 60 años, representa en carne propia ese sufrimiento. Una decena de miembros de su familia fueron asesinados o desaparecidos por grupos paramilitares como castigo a su compromiso como líder del Consejo Comunitario del Río Yurumanguí en el municipio de Buenaventura, en el Departamento occidental del Valle del Cauca. Su militancia a favor de las comunidades afro e indígenas comenzó ya desde muy joven. En 1993 integró la comisión especial que creó la Ley 70, que aseguró territorios colectivos para esas minorías. Lo que les permitió recibir en el 2000, el título colectivo de 54 mil hectáreas. Sin embargo, la presencia de multinacionales que promueven monocultivos como la palma y el intento de producción de coca en esos territorios, así como la presión de los grupos paramilitares les llevaron a asumir la resistencia –y el desplazamiento interno- con la correspondiente violencia represiva como única respuesta. Lo que obligó a Mandinga a recurrir a medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para proteger su vida y poder seguir defendiendo los intereses de los pueblos afro e indígenas. “Hicimos grandes esfuerzos para participar y hacer escuchar nuestras reivindicaciones. Por eso nuestra frustración de no ser tenidos realmente en cuenta por las dos partes en conflicto que negocian en La Habana”, retoma el dirigente negro. Y aunque “seguimos apostando a la paz y a la salida negociada, es como que nos dejaron afuera de la cocina en esa nego-

ciación. Nos veremos obligados a tomar la sopa pero sin sentir que pudimos aportar nuestros ingredientes”, ejemplifica. Ante la perspectiva de un referendo para ratificar los futuros acuerdos de paz, “sin ninguna duda que vamos a apoyarlo y convocaremos a la población colombiana a sostenerlo”. En cuanto al otro espacio de negociación que se abre, entre el Gobierno y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, las poblaciones afro tienen mayores expectativas de participación, señala el dirigente del PCN. “En el transcurso de su vida armada hemos notado que el ELN ha sido una guerrilla un poco más social que las FARC. Y esperamos que se involucre más a la sociedad civil”, señala. Que hable la sociedad civil… “Tuvimos un muy buen encuentro, muy informativo e interesante, con los representantes de los pueblos afrocolombianos”, afirma por su parte el diputado nacional Mathias Reynard (Partido Socialista/ Valais), co-presidente del Grupo Interparlamentario Suiza-ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América). Este tipo de intercambio no solo es importante por el reconocimiento que tiene Suiza dada su neutralidad y competencias diplomáticas, sino también por la presencia activa de los países del ALBA que desde el inicio se implicaron en el proceso de paz de Colombia, enfatiza. En ese sentido, subraya Reynard, es necesario que el mundo político no se limite solo a escuchar al Gobierno y a la guerrilla colombiana, sino también que se muestre receptivo a la sociedad civil. “Tenemos en nuestras manos distintas maneras de actuar a favor de la paz en Colombia y soy optimista”, subraya el diputado nacional. Incluso pensando en la distribución de los recursos que la comunidad internacional va a destinar a ese país para la etapa post-conflicto. Y subraya, como factores facilitadores, la sensibilidad de la población helvética, la cultura diplomática suiza, y la apertura de la cooperación oficial para tener en cuenta las necesidades de la sociedad civil colombiana, “que es la

que más ha sufrido las consecuencias de esa guerra que ya tiene más de 50 años”, subraya. La solidaridad internacional “Es fundamental que en las negociaciones entre el Gobierno y las guerrillas se incluyan las reivindicaciones de la sociedad civil, se escuche nuestra voz, que no se siente representada por ninguna de las partes”, reitera Mandinga. Y que la comunidad internacional, los parlamentos, los gobiernos europeos, la solidaridad en general, insistan para que “se tengan en cuenta nuestras reivindicaciones”. Hay países como Noruega – que integra la agenda en la gira europea de los dos dirigentes del PCN- que son garantes del diálogo y tienen una voz respetada. Por otra parte, es fundamental que cuando se discuta sobre los recursos para el post-conflicto las comunidades, los movimientos sociales, la sociedad civil, sean tenidos en cuenta y que no todo el apoyo internacional vaya exclusivamente a planes gubernamentales. “Es fundamental que por cada euro para Colombia, una parte sea destinada a la sociedad civil, que ha pagado el sacrificio mayor en este largo y crudo conflicto”, concluye. Paro agrario, victoria social El PCN junto con decenas de otras organizaciones sociales promovieron entre el 30 de mayo y el 12 junio una gran protesta ciudadana denominada “paro agrario”. Según diversas fuentes, más de 100 mil personas participaron en esta movilización. En algunas regiones, fue duramente reprimida. El acuerdo – firmado en la ciudad de Santander de Quilichao- entre los participantes de la Minga Nacional Agraria, Campesina, Étnica y el Gobierno colombiano, incluye diez actas específicas y una general. Establece la instalación de una mesa de negociaciones entre las partes. Define que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos así como la Defensoría del Pueblo asegurarán el seguimiento y verificación del mismo.


La guerra mediática y la necesidad de reinventar el discurso y reimaginar la izquierda

Aram Aharonian Hoy, todas las luces de alarma permanecen encendidas en el norte y en el sur del sur ante la ofensiva restauradores del viejo orden neoliberal. Las fuerzas más reaccionarias del mundo han intensificado sus campañas para desestabilizar nuevamente a varios gobiernos latinoamericanos, en una experiencia que bien puede ser aplicada en cualquier país latinoamericano cuyos recursos naturales sean apetecidos por las potencias centrales. La creciente y orgánica participación de los medios de comunicación cartelizados –nacionales y extranjeros– en la preparación y el desarrollo de las guerras y planes desestabilizadores del poder fáctico jurídico-policial-parlamentariopromovidos por y desde Estados Unidos, pero también desde Europa, demuestra que estos se han convertido en verdaderas unidades militares. Si hace 40 años necesitaban de fuerzas armadas para imponer su proyecto, hoy el escenario de guerra es simbólico y hoy no hacen faltas bayonetas ni tanques: les basta con el control de los medios hegemónicos para imponer modelos políticos, económicos y sociales. La guerra se traslada al espacio simbólico, a la batalla ideológica, a la guerra cultural y, por ende, las armas para esa nueva confrontación son diferentes. Ya no son metralletas, sino micrófonos, computadoras, teléfonos, cámaras de video… La guerra por imponer imaginarios colectivos se da a través de medios cibernéticos, audiovisuales y gráficos. Y para esas batallas hay que saber cómo usar esas armas, apropiarse de las nuevas tecnologías, saber cuál es la masa crítica a la que queremos dirigirnos, aprender a diseñar y producir contenidos de calidad para poder pelear en ella: no copiar formatos, agendas, discursos ni estéticas de los medios hegemónicos. Los medios comerciales de comunicación han incautado la libertad de expresión y, precisamente, la han aprisionado para usarla como rehén. Ante ese poder los individuos no valen, no valemos nada.comunicacion popular1 Hoy somos víctimas de lo que se da en llamar la guerra de cuarta generación y que los sufrimos en nuestros países como terrorismo mediático, donde la cartelización de los medios imponen imaginarios colectivos, verdades virtuales muy distantes de la verdades reales, pero que influyen en la conducta de los pueblos. Los ejemplos son muchos: Venezuela desde 2002 hasta hoy, Ecuador, Bolivia, los golpes “blandos” en Paraguay y Honduras, la desestabilización financiera en Argentina en 2015 y el golpe judicial-parlamentario.mediático de hoy en Brasil En medio de esta pelea por masificar nuestros mensaje, para romper el bloqueo informativo y comunicacional, nos damos cuenta que la caja de herramientas con que contábamos ya no nos sirve. No logramos masificar nuestro mensaje, porque carecemos de medios masivos o porque no hemos sabido crear redes que masifiquen mensajes. Seguimos perdiendo por goleada, porque tarde nos dimos

cuenta que una ley de medios no es más que un marco jurídico que sirve para no respetarlo, porque seguimos siendo reactivos y no proactivos, porque no sabemos informar sino denunciar, porque seguimos copiando modelos exógenos, seguimos comprando espejitos sin lograr sacudirnos el coloniaje cultural. ¿Para qué queremos nuevos medios, nuevas frecuencias si no contamos y sumamos nuevos contenidos que tengan que ver con nuestras idiosincrasias, nuestras luchas, nuestros anhelos, nuestra memoria? ¿Cuándo vamos a construir nuestra propia agenda y dejar de de ser reactivos a la agenda del enemigo? ¿Cuándo vamos a salir del eventismo, cómko vamos a romper esta ilógica lógica comunicativa desde organizaciones verticales? La horizontalidad ayuda a construir unidad, en procesos de organización, con movilización. Tenemos doctorados en lloriqueo y denunciología, y creemos que eso es resistencia. Llevamos más de 500 años de resistencia que hay un cambio de y no hemos comprendido que vivimos un cambio de época, en el que debemos comenzar a construir: una nueva comunicación, base elemental en la lucha por una sociedad más democrática, participativa. Pero, claro, es más fácil denunciar y llorar. La construcción se hace desde abajo, ladrillo a ladrillo, hom,bro con hombro, colectivamente. Lo único que se construye desde arriba… es un pozo… Reimaginar la izquierdamovimientos-sociales1 La tarea de reimaginar la izquierda no se puede desarrollar desde los esquemas tradicionales (sean o no oficialistas), desde añejadas ortodoxias. Debemos asumir no solo las derrotas electorales sino –lo que es más grave y difícil de digerir- la derrota cultural. Hace rato que la izquierda tradicional está agotada, sin capacidad para abandonar sus viejos nichos, para pensar una alternativa para amplias franjas –incluidas aquellas que no se definen de izquierda– y pasar a la disputa de conciencias con una derecha que, pese a su crisis, sigue avanzando en la reconquista de diversos escenarios sociales y en la restauración conservadora. Y cuando hablamos de izquierda, no nos estamos refiriendo a partidos marxistas, leninistas o trotskistas, sino a todos los movimientos que impulsaban (e impulsan) -desde sindicatos, partidos, organizaciones sociales, estudiantiles, campesinas, indígenas-, los cambios estructurales que desembocaran en sociedades inclusivas, equitativas, justas. Lo cierto es que la izquierda todavía no generó valores alternativos, por ejemplo, al mundo de valores neoliberales centrado en el consumismo, el individualismo y la falta de solidaridad. No caben dudas: hay que reconstruir el pensamiento de izquierda. Y en esta reconstrucción hace falta la academia, hacen falta los intelectuales para sumar capacidades de reflexión y formulación de propuestas alternativas al pensamiento he-


gemónico. Durante más de tres décadas se denostó el modelo neoliberal, pero no se avanzó en la elaboración de una propuesta alternativa. El discurso de la izquierda tradicional quedó anclado en la etapa de la resistencia, por incapacidad propia, por no entender que se transita una nueva etapa de construcción, sobre todo de estas propuestas y teorías alternativas al liberalismo, vinculadas a los desafíos del siglo XXI. La intelectualidad “progre”, olvidada o ignorante del pensamiento crítico latinoamericano, no participa activamente en los nuevos procesos políticos, muchas veces anclada en el “marxicismo” (narcisismo marxista), en la denunciología permanente (y su paralelo lloriqueo) o en la repetición de consignas y firma de solicitadas (que engruesan los listados de organismos de seguridad de los países centrales), lo que algunos confunden con militancia. Se necesitan nuevas teorías para poder ponerle freno a este proceso de vaciamiento democrático que caracterizó por décadas a los gobiernos neoliberales, dictatoriales o no. Y en eso nueva academia está en deuda: en América latina la praxis está 30 años por delante de la teoría. Se enfrenta una arremetida contra la unidad latinoamericana y especialmente contra los avances y logros que generaron los gobiernos y los pueblos en la integración. movimientos-socialesUno de los objetivos de ese uno por ciento de los “dueños del mundo” es neutralizar, aniquilar todo movimiento de resistencia en su contra, desde los partidos progresistas hasta los movimientos populares. No hay lugar para aquellos que no siguen a rajatabla el libreto neoliberal, extractivista, depredador. Para ello trabajaron en la domesticación, el adocenamiento, incluyendo la inserción o cooptación de líderes de movimientos y partidos de izquierda en la estructura del poder fáctico. Pero como esto no alcanzó, trabajan en la desestabilización y los golpes de estado, cruentos o blandos, para lo cual cuentan con una estructura de poder donde confluyen las grandes corporaciones nacionales y trasnacionales, las elites que dominan los aparatos judiciales y financieros, junto al terrorismo mediático desarrollado por las usinas de imposición de imaginarios colectivos de la prensa hegemónica. Sin duda no es lo mismo el acceso al mercado de consumo, muchas veces sacando de la pobreza a importantes sectores sociales, que jugarse por cambios estructurales que garanticen la inclusión, la equidad, la igualdad de oportunidades en educación, salud, nutrición y la gestación de democracias participativas y no meramente declamativas. Es hora de pensar a largo plazo, con sentido estratégico y no ahogarse en esa confusión de que resistencia significa denunciología y lloriqueos permanentes. Es la única forma de construir nuevas sociedades, nuevas democracias, y no continuar ayudando a gestionar las dificultades de este sistema antipopular. Y, lamentablemente, seguimos comprando los espejitos de colores que nos ofrecen desde las usinas del colonialismo, en Estados Unidos o Europa. Ese colonialismo cultural, que aún no hemos logrado sacudirnos, hace que no creamos en nuestras fuerzas, en nuestras soluciones colectivas, y nos dejemos llevar por cantos de sirenas de quienes jamás entendieron quienes somos, como somos y que queremos ser.

Xi Jinping llama a aplicar innovadoramente el marxismo

El Partido Comunista de China (PCCh) debe adaptar los principios marxistas a la realidad actual en China y ser innovador tanto en la teoría como en la práctica, subrayó hoy viernes el secretario general del Comité Central del PCCh, Xi Jinping. "El cambio de los tiempos y el alcance y la profundidad del desarrollo de China están mucho más allá de la imaginación de los escritores marxistas clásicos", dijo Xi en un evento celebrado en conmemoración del 95º aniversario de la fundación del PCCh. El socialismo se lleva practicando en China únicamente unas pocas décadas y se encuentra aún en su etapa primaria, afirmó Xi, añadiendo que con el desarrollo de la causa socialista surgirán nuevas condiciones y problemas. Bajo estas circunstancias, "debemos explorar con valor y lograr avances teóricos de manera continua", dijo. "El marxismo nunca es el fin de la verdad. Abre un camino hacia la verdad", indicó Xi. Xi subrayó la devoción continua del Partido al marxismo. "Nuestro Partido perdería su alma y dirección si se desviara o abandonara el marxismo, que es la teoría rectora fundamental tanto para el Partido como para el país", señaló. Xi pidió además a todos los miembros del Partido que refuercen su creencia en los ideales del comunismo y el socialismo con características chinas. Este último debe ser evaluado no por "personas con opiniones preconcebidas", sino por los chinos, en base a los hechos. "Los miembros del PCCh y el pueblo chino tienen plena confianza en poder ofrecer una solución china a la exploración de la humanidad de un sistema social mejor", destacó Xi. El Partido al completo tiene que aumentar la confianza en la senda, la teoría, el sistema y la cultura del socialismo con características chinas, señaló. "En el mundo actual, si existe un partido político, país o nacionalidad que puede sentirse confiado, el PCCh, la República Popular China y la nación china tienen las razones más poderosas para reclamar esa confianza", afirmó Xi. En su calidad de sistema avanzado con obvios rasgos chinos, ventajas institucionales y fuerte capacidad para la automejora, el sistema socialista con características chinas es la garantía institucional básica para el desarrollo y el progreso en la China moderna, aseguró el líder chino. Xi hizo hincapié en la adherencia a la línea básica del Partido, que preconiza que el desarrollo económico es la tarea central, al tiempo que se mantienen los Cuatro Principios Cardinales y la política de reforma y apertura, y dijo que es "la línea hacia el sustento del país y la línea hacia la felicidad del pueblo". Poner el desarrollo económico como la tarea central es vital para revitalizar la nación, mientras que los Cuatro Principios Cardinales constituyen los cimientos sobre los que se construye el país, y la reforma y la apertura son el camino hacia una China más fuerte, dijo Xi, agregando que no se permitirá ni la más pequeña desviación de esta línea. Los Cuatro Principios Cardinales hacen referencia a mantener la senda socialista y ratificar la dictadura democrática del pueblo, el liderazgo del PCCh y el marxismoleninismo y el Pensamiento de Mao Zedong.


Aram Aharonian

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V

CORRUPCIÓN Y DEMOCRACIA

arios casos de corrupción que ocuparon primeras planas de los medios hegemónicos en los últimos meses, viralizados a través de las redes sociales, dejaron dos razonamientos: 1) si son gobiernos de izquierda es imposible que hayan cometido ninguna irregularidad y cualquier denuncia es parte de una estrategia de intervención imperialista, y 2) quienes dicen que si estos gobiernos de izquierda han cometido actos de corrupción, entonces, toda la izquierda es corrupta. Aclaremos: ambos razonamientos son por demás falaces y engañosos. Lo cierto es que la izquierda abanderó durante décadas la lucha contra la corrupción y la promesa de que su llegada al poder cambiaría esa realidad, hace que su escrutinio hoy sea aún más estricto. Que la derecha hoy aprovecha los escándalos, los exacerba y utiliza políticamente… no es obviamente garantía de la honestidad de los denunciantes (queda muy en claro en Brasil). Lo más peligroso en este momento es que los ciudadanos lleguen a la conclusión de que la política es igual a corrupción. Se suponía que la izquierda no caería en la corrupción, por principios y porque el costo sería mucho más caro que para las derechas. Sin embargo, lo que no podía pasar sucedió y no como algún hecho aislado o secundario. Quizá la izquierda más dura y pura supuso que el cambio político y económico generaría un hombre nuevo casi de forma automática cosa que, obviamente, no sucedió, pues para ello es necesaria una revolución cultural. Para muchos estar en el sistema implicó jugar con las reglas anteriores, donde sin comprar voluntades o sin conseguir financiamientos espurios no se puede hacer política. Tampoco faltó el nepotismo donde parientes, esposas, hijos, barraganas y amantes se beneficiaron de las cercanías al poder Parece demasiado naif creer que se puede cambiar el sistema desde una opción ética, pero utilizando las mismas reglas del sistema a transformar. Así, la corrupción se abre paso en los gobiernos de izquierda, dañando presentes y, sobre todo, hipotecando futuros. La falta de transparencia así como el hipercontrol burocrático facilitaron prácticas corruptas desarrolladas ampliamente, tanto de forma horizontal como vertical, permitiendo el desarrollo de favores y de clientelismo. Muchos hablan de la corrupción como un “valor” cultural en nuestros países, de la herencia histórica. Jugar dentro del sistema capitalista significa operar con sus reglas, pero es un craso error suponer que el uso de las reglas preexistentes es algo inevitable: éstas pueden ser cambiadas, y reguladas por controles políticos, democráticos y éticos. Debemos reconocer la existencia de sectores, grupos o individuos que ante la victoria de las izquierdas se ”travisten” asumiendo discursos, estilos, formas y maneras pero que buscan obtener

ventajas, privilegios o ganancias (ya Antonio Gramsci alertaba sobre este travestismo político). Operan dentro de las estructuras de los Estados y los gobiernos de izquierda medrando con sus posiciones para satisfacer su interés personal. Estamos lejos de alcanzar la utopía guevarista del “hombre nuevo”. Cambiando las relaciones sociales no se elimina siglos de avaricia, egoísmo e individualismo, que nos deja expuestos al facilismo o a ‘caer en tentación’. Hay quienes prefieren pensar que un fin superior y loable habilita conductas inmorales. Otros, menos filosóficos, apenas otean oportunidades y se corrompen en beneficio personal. Más democracia Se denuncia que la corrupción se abre paso en los gobiernos de izquierda y surge como única opción la necesidad de mayor democracia: más controles democráticos, fundados en la legalidad, la justicia y la transparencia’ para revertir el problema. La Coordinación Socialista Latinoamericana (www.cslatinoamericana.org) habla de mayores controles y represión acompañados, además, por medidas políticas previas de selección de cuadros en toda la estructura, que además de cumplir sus funciones, reciban el reconocimiento moral y material por la tarea bien realizada. La satisfacción personal por el trabajo bien hecho debe acompañarse de incentivos que, además de la realización espiritual, permita el acceso a los bienes, lo que a su vez garantiza la solidez moral, añade. La gestión del poder y los recursos son grandes tentaciones; es por eso que deben estar limitadas por el tiempo, por las instituciones democráticas-republicanas, y una vigorosa sociedad civil que cumpla también con un rol de vigilancia, límite y contrapeso en un concepto de democracia participativa. El costo de la política y las millonarias campañas electorales, grandes márgenes de discrecionalidad para los funcionarios, y la falta de sanción social de la corrupción, son condicionantes mucho más poderosos que la ideología. Lo que ha quedado en evidencia es que la corrupción es hoy el principal cáncer de la política y que puede dar al traste con el proyecto más altruista, más progresista, más comprometido con la sociedad y con el cambio. El principal reto de las organizaciones partidarias, de los movimientos sociales y de los organismos de control del Estado es imaginar, crear, construir nuevas formas de disuasión de la corrupción y nuevos medios de vigilancia. Quizás, lo más importante sea recuperar la ética como presupuesto esencial de la política, y de eso no hablan los medios hegemónicos, claro.


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