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Victoria Bayona, 2022. Quipu, 2022. Juan Chavetta, 2022. Quipu, 2022.
1º edición: 2023
Murcia 1558, Buenos Aires Tel.: +54 (11) 5365-8325 consultas@quipu.com.ar www.quipu.com.ar @quipulibros /QuipuLibros
Dirección Editorial: Macaita
Edición: Andrea Morales
Hecho el depósito que marca la ley 11.723 Libro de edición argentina
Printed in Argentina
Impreso en Argentina con Papel de Fuentes Mixtas y manejo responsable.
Bayona, Victoria
Puro Pelo y el perro zombie / Victoria Bayona ; ilustrado por Juan Chavetta. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Quipu, 2023. 36 p. : il. ; 22 x 24 cm. - (Lechucitas)
ISBN 978-987-504-498-2
1. Cuentos de Terror. 2. Protección de los Animales. 3. Prevención de Conflictos. I. Chavetta, Juan, ilus. II. Título. CDD A863.9282
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Impreso en Latingráfica
Rocamora 4161, CABA, Argentina
En el mes de marzo de 2023
¿Por qué Puro Pelo había aceptado pasar el fin de semana con la tía Flavia?
Porque la tía Flavia era encantadora. Su casa, en cambio, no.
Su casa era monstruosa.
La primera noche, cuando estaba a punto de dormirse, un ruido la sobresaltó. ¿Qué era? Parecían rasguños al otro lado de la puerta. ¿Quién los hacía?
Temblando de miedo, se cubrió con las sábanas y deseó con todas sus fuerzas que desapareciera.
Un aullido le puso los pelos de punta. No iba a poder dormir mientras estuviera allí. Tomó coraje y se dirigió a la puerta. Con mucho cuidado, la abrió.
Sintió que un escalofrío le corría por la espalda cuando encontró a un perro zombie al otro lado. Por más que el aspecto de la criatura era terrorífico, sus ojos se veían bondadosos.
Puro Pelo entendió que necesitaba su ayuda cuando le hizo un gesto que parecía pedirle que lo siguiera y se alejó dejando huellitas rojas en el piso. Intrigada por saber qué le pasaba, lo acompañó.
Se aventuraron por los jardines oscuros. La noche estaba negra y los sonidos del campo parecían cortar el silencio. Con espanto, Puro Pelo vio al "perrombie" —así lo bautizó— adentrarse en un bosque.
Por un segundo dudó, se mantuvo quieta, a la espera, pero él asomó su carita suplicante y, conmovida, se decidió a ayudarlo.