DÍA 2 DE MARZO: COLECTA POR CÁRITAS DÍA 5 DE MARZO: MIÉRCOLES DE CENIZA Se impondrá la ceniza en todas las misas: la de 8,30; la de 10,00 y la de 19,30 H. DÍA 7 DE MARZO: VIACRUCIS A las 7 de la tarde, antes de la Eucaristía. Grupo Cáritas. DÍA 12 DE MARZO: CHARLA CUARESMAL
PARA RECORDAR DURANTE LA CUARESMA: Todos los MARTES, a las 7 de la tarde, reflexión sobre algunos puntos de la exhortación del papa Francisco “La alegría del Evangelio” Todos los VIERNES, a las 7 de la tarde, tendremos el VIACRUCIS animado por alguno de los grupos de la parroquia
“Nunca he visto un camión de mudanza detrás de un cortejo fúnebre, nunca. Pero existe un tesoro que podemos llevar con nosotros, un tesoro que nadie puede robar: No es “lo que hemos ahorrado” sino “lo que hemos dado a los demás”. Papa Francisco
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“No podéis servir a Dios y al Dinero” (Mt 6, 24)
Domingo 8º Tiempo Ordinario CICLO A
28-02-2014
No podéis servir a dos señores, no podéis tener dos lealtades contradictorias. A los que lo tenemos todo nos preocupa el colesterol, la contaminación del aire, las notas de los hijos, el fin de semana… pequeñeces de personas satisfechas. ¿Quién de vosotros a fuerza de agobiarse puede añadir una hora de tiempo a su vida? Es cuestión de vida o muerte, solemos decir agobiados. El mensaje de Jesús es también cuestión de vida o muerte. El presente, -este hoy maravilloso-, es el tiempo de la Presencia de mi Padre celestial, del Espíritu del Amor, y por ello le doy las gracias. ¿Y el mañana? El mañana es mi agobio, mi preocupación, mi interrogante y el de todos los hombres, el de los que tienen y el de los que carecen de todo. Tengo confianza en que, en el mañana, la Presencia de Dios, mi Padre, no me faltará porque si Él viste las flores del campo, ¿qué no hará conmigo, su hijo/a? A lo largo de este caminar, con y sin agobios, nuestra misión es buscar que reine Dios, su amor y su justicia. Todo lo demás está subordinado.
A
l Calor de tu Palabra
Amós 8,4-7. “Escuchad los que oprimís al pobre y despojáis a los miserables” Salmo 2,1-8. “Escuchad al Señor que ensalza al pobre” 1Timoteo 2,1-8. “Pedid por todos los hombres. Dios quiere que todos los hombres se salven” Mateo 6,24-34. “Nadie puede estar al servicio de dos amos… No podéis servir a Dios y al dinero”
¿QUÉ PIENSAS DE ESTOS PRINCIPIOS?:
La ciencia no tiene conciencia. La economía no tiene compasión. Los dogmas del capitalismo neoliberal son inhumanos. Acoger el Reino de Dios exige dar pasos en otra dirección que nos lleve hacia una convivencia más humana. Tenemos que creer en el poder transformador de los seres humanos que están atraídos y llamados por Dios a una vida más digna. Hacen falta profetas del Reino. Podemos empezar a escribir el relato de una nueva historia, aunque sólo nos quedemos en los primeros capítulos. Una asignatura pendiente para nosotros los cristianos: Aprender a vivir desde el movimiento profético de Jesús. La lógica de Jesús es aplastante: Dios no puede ser Padre de todos sus hijos e hijas sin reclamar justicia. Tenemos el enemigo en casa: nuestro afán de acumular. El dinero se ha convertido en el ídolo de mayor poder. Los calificativos de Jesús a los ricos son tajantes. Les llama “Insensatos”. La riqueza de unos pocos genera pobreza y hambre en muchos. Hoy los políticos están sometidos a los poderes financieros. Pero la Palabra de Jesús sigue resonando desafiante: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” Llama la atención cómo Jesús no dio al César de Roma más que los impuestos. Pero se dio a sí mismo a los empobrecidos por el poder del César, los empobrecidos del imperio romano. Jesús no estaba pensando en Dios y en el César como un descomunal duelo de dos “egos” exigiendo sus propios derechos. ¿Qué es del César? El dinero injusto. ¿Qué es de Dios? “Los pobres”. Lo repite una y mil veces. Estos son la riqueza y las propiedades de Dios.
De Fábula Érase, una vez, un hombre muy rico y avaricioso que contrató a un matemático para que descubriera la fórmula que le permitiera incrementar más y más sus ganancias. El hombre rico estaba construyendo una enorme caja fuerte donde almacenar mucho oro y muchas joyas. El matemático se encerró durante seis meses en su estudio y al final encontró la fórmula. Una noche se presentó en la casa del hombre rico con una gran sonrisa en la cara y le dijo: Ya lo tengo. Mi fórmula es perfecta. El hombre rico no tenía tiempo para explicaciones ya que a la mañana siguiente emprendía un largo viaje, pero le prometió doblarle el sueldo si, en su ausencia, se encargaba de sus negocios y así ponía en práctica su nueva fórmula. Éste aceptó encantado. Cuando el rico regresó descubrió que todas sus riquezas se habían esfumado. Furioso, le pidió explicaciones. El matemático con mucha calma le dijo que había distribuido todo entre la gente. El rico no se lo podía creer. Durante meses, explicó el matemático, analicé cómo se podía obtener el máximo beneficio, pero siempre era algo muy limitado. Comprendí que la clave consistía en que, no uno, sino muchos, podían ayudarnos a conseguir el objetivo. La conclusión era que ayudando a los demás era la mejor manera de que muchas gentes nos beneficiaran a nosotros. Furioso y abatido se puso a caminar, pero los vecinos salían a su encuentro y le ofrecían todo lo que necesitaba, comida, casa… y pudo comprobar los resultados previstos por el matemático. Recibía honores y ayuda de todos. Cayó en la cuenta de que no tener nada le había dado mucho más. Pronto emprendió nuevos negocios, pero siguiendo el consejo del matemático ya no guardaba nada en la caja fuerte sino que lo compartía con los demás cuyos corazones eran las más seguras y más agradecidas cajas fuertes.