Saltar al vacío
Qué pena un mundo tan lleno de gente que sólo busca seguridades a toda costa. Se empieza queriendo tenerlo todo atado y bien atado, y se termina sin ser capaz de dar ningún paso. Quiero estar tan seguro de Dios, que ni siquiera creo a mi corazón que me dice que merece la pena dar la vida por el sueño del Reino. Quiero estar tan seguro de mi futuro que olvido vivir mi presente. Quiero estar tan seguro de tu amor que olvido que el amor es gratuito, frágil y uno lo cuida cada día, no lo ata. Quiero estar tan seguro de acertar, que no me permito equivocarme. La Resurrección nos habla de una forma de vivir que es muy diferente. Una forma de vivir que supone incertidumbre, fe, riesgo. Tenemos que ser capaces de saltar al vacío algunas veces en la vida, como Jesús en su Pascua, sin tener controlado lo que habrá al otro lado.
VIDA PARROQUIAL La colecta por los damnificados del Nepal ha sido de… 3.465 € Una vez más, el equipo parroquial os felicita por vuestra sensibilidad de corazón para con nuestros hermanos pobres y por vuestra fidelidad en ayudarles en situaciones tan dramáticas y penosas. ¡¡ENHORABUENA A TODOS!! 1.– Los sábados 9 y 16 de mayo, y los domingos 10 y 17 a las 13 h. celebran su primera comunión los niños de nuestra parroquia del Corazón de María. Felicidades a todos ellos. 2.– Seguimos honrando a María en el mes de las flores a las 19,15 h.
BIENAVENTURANZAS DEL AMOR
Felices quienes han descubierto que su cadena original de ADN y la de la humanidad es el amor. Felices quienes hallan el amor en la estrella más alejada del universo, en el brote de hierba más pequeño, en la sonrisa, en el abrazo. Felices quienes sienten que en lo más hondo de sus corazones y en las cimas más altas habita silencioso y ardiente el amor. Felices a quienes el recuerdo les hace anhelar ardientemente el reencuentro. Felices quienes han hallado que en su interior está oculto todo un universo de amor para contemplar y compartir. Felices quienes saben que el amor ilumina todo, sazona todo, aclara todo, impulsa todo. Felices quienes, si no regalan cada día una caricia, ven que su amor se agosta como flor sin agua ni sol. Felices quienes desean que cada beso sea eterno, que cada abrazo les enardezca y que el perdón les lleve a reafirmar y fortalecer el amor.
PARROQUIA CORAZÓN DE MARÍA GIJÓN www.pacomargijon.org Avda. Pablo Iglesias, 82 985 37 09 44
Domingo
6º de Pascua Ciclo B
10-5-2015
“...y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida” (Jn 17,14)
El pensamiento de Jesús es claro. Si no hay amor, no hay vida, no hay comunicación con Jesús, no hay experiencia del Padre. Si falta el amor en nuestra vida, no queda más que vacío y ausencia de Dios. Podemos hablar de Dios, imaginarlo, definirlo o discutirlo, pero no conseguiremos experimentarlo como fuente de alegría verdadera. El resultado es el vacío. Entonces el vacío se llena de dioses falsos que toman el puesto del Padre, pero que no pueden hacer brotar en nuestra existencia la verdadera alegría de la que estamos sedientos. He aquí una de las enseñanzas claves del evangelio de hoy. Sólo es feliz quien hace un mundo más feliz. Sólo conoce la alegría quien sabe regalarla. Sólo vive quien hace vivir.
P
alabra de Dios
Hechos 10,25-26.34-35.44-48 …”¿Se puede negar el agua del Bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros? Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo”... 1Juan 4,7-10 Amémonos unos a otros ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Juan 15,9-17 “En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró diciendo: “Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió sino el hijo de la perdición, para que se cumplera la escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo , sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad”.
OTRA MANERA DE VER LA PASCUA
Pensar en la Resurrección puede convertirse en un ejercicio de complacencia. “Jesús Resucitó”, “Feliz Pascua”, “qué bonito es todo...”. Besos y sonrisas para todos...Llenamos nuestras liturgias de cantos que hablan de gozo sin límites y felicidad plena. Recitamos oraciones que dicen que el mundo está lleno de luz, que la tiniebla ha desaparecido, que la gracia desborda en torrentes, que es tiempo de cantar... Pero si uno tiene ganas de ser escéptico el mundo ayuda mucho; miras alrededor y los periódicos siguen llenos de noticias trágicas. El que ayer sufría hambre hoy sigue con el estómago vacío. Los violentos no parecen haberse transformado en dóciles corderos. Nuestra Iglesia sigue necesitando más diálogo y menos seguridades. No hay 0´7 para ayudas al desarrollo, sigue habiendo deuda externa, no se ha abolido la pena de muerte, y así podríamos seguir mostrando semillas del mal (¿Y dónde quedan entonces las semillas de la resurrección que tanto exaltábamos el Domingo de Pascua?). Tenemos que ser conscientes de que la Resurrección no es una cuestión de “todo o nada”, de un ya definitivo. Sólo es un anticipo, una promesa que ha empezado a cumplirse, un motivo para seguir luchando, una razón para correr riesgos. Tenemos que ser capaces de adentrarnos en la oscuridad, creyendo que al otro lado hay una luz, aunque no la veamos. Tenemos que soltarnos de muletas que nos impidan caer, pero que no nos dejan tampoco correr. ¿Cuáles son tus sueños más insensatos, más nobles, más esperanzadores para este mundo? ¿Y por qué no creer que todo esto es posible? ¿Por qué no?
Pocas cosas haremos más grandes y evangélicas que aliviar el sufrimiento de las personas contagiando alegría realista y esperanza.
La quinta esencia de lo humano es el amor
La alegría del cristiano no es fruto del bienestar material o del disfrute de una buena salud. No nace de un temperamento optimista. No es tampoco un estado de ánimo que hay que esforzarse por lograr. La alegría cristiana es siempre consecuencia de una fe viva en el Dios Salvador manifestado en Jesucristo.
Sin alegría es difícil amar, trabajar, crear, vivir algo grande. Sin alegría es imposible una adhesión viva a Cristo. La alegría es, de alguna manera, «el rostro de Dios en el hombre»