VIDA PARROQUIAL Este domingo, día 2 de octubre, tendrá lugar en la eucaristía de las 13 h. la presentación de nuestro nuevo párroco el P. Juan Lozano.
HORARIOS DE MISAS LABORABLES: 8,30; 10,00 Y 19,30 H. FESTIVOS:10,00, 11,30; 13,00 Y 19,30 H.
ACTIVIDADES PARROQUIALES
LUNES: 12:00 h: Despacho parroquial 12:00 h: Acogida de Cáritas. 17:00 h: Punto de apoyo. 18:00 h: Vida Ascendente 20:00 h: Catequesis de Bautismo. (último lunes) MARTES: Oración vocacional sacerdotal. 17:00 h: Acogida de Cáritas. 17:00 h: Pastoral de la Salud. 17:30 h: Archicofradía (martes 1º) 19:00-21:00 h: DESPACHO PARROQUIAL JUEVES: 18:00 h: Catequesis 1ª comunión. 18:45 h: 2º JUEVES: EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO. 19:00-21:00 h: DESPACHO PARROQUIAL. 20:30 h: Grupo PALABRA-VIDA. 21:00 h: ADORACIÓN NOCTURNA (2º del mes) VIERNES: Catequesis Confirmación y posconfirmación. 20:00 h: Preparación para el Bautismo. SÁBADO: Catequesis posconfirmación. 17:00 h: Ensayo del coro parroquial. 18:00 h: Bautismos (último sábado del mes) DOMINGO: 12:30 h: Catequesis 1º comunión y poscomunión. ARPU (todos los días de 9 a 12)
PARROQUIA CORAZÓN DE MARÍA GIJÓN www.pacomargijon.org
Avda. Pablo Iglesias, 82
985 37 09 44
SALUDO DEL NUEVO PÁRROCO P. JUAN LOZANO
Domingo XXVII Tiempo Ordinario
Ciclo C
2-10-2016
Queridos amigos y amigas de la Parroquia del Corazón de María de Gijón: Es para mi una alegría, una responsabilidad y un reto serviros como párroco. Así acepté la propuesta de nuestro Superior Provincial, P. Pedro Belderráincmf, al que bien conocéis. Vengo a este “paraíso natural”, que es esta tierra asturiana, con ilusión, con fuerza y dispuesto a trabajar en equipo, esto último de vital importancia, pues una parroquia es, ante todo, una comunidad de comunidades donde cada uno ejercemos una función, ponemos nuestro don al servicio de los demás y así seguimos a Jesucristo que nos llama a trabajar en su viña. Este año nuestra parroquia está cumpliendo cincuenta años de servicio al Pueblo de Dios. Somos continuadores del trabajo iniciado y desarrollado por otros muchos laicos y religiosos que han formado parte de esta comunidad de comunidades. Agradecemos en este aniversario el trabajo de tantos hermanos y hermanas nuestras que nos han precedido y de otros muchos que siguen trabajando al pie del cañón con un amor desinteresado y gratuito. Gracias a todos. A nosotros nos toca seguir construyendo Iglesia, poniendo nuestro ladrillo con ilusión, para que este edificio siga creciendo y consolidándose al servicio de la ciudad de Gijón. Formamos parte de una plataforma pastoral privilegiada. Un colegio-parroquia es una posición que convoca a mucha gente; esto es una riqueza y a la vez un reto, pues dicha realidad nos interpela a trabajar de manera más coordinada y organizada. Sería una torpeza y una ingratitud caer en la tentación de encerrarnos en guetos o dividirnos en tribus. Todos estamos en el mismo barco y remamos en la misma dirección. Nuestras luchas están en los retos y dificultades que nos plantea la evangelización, no entre nosotros. De modo que cuando surjan malentendidos, tenemos, como creyentes, herramientas para dirimirlos: el diálogo, la corrección fraterna y el perdón. Además, somos una parroquia claretiana, esto significa que tenemos un carisma propio, un modo de ser parroquia que podríamos resumir en una palabra: misionera. Fijaos lo que dice el Plan Provincial de Parroquias de los Misioneros Claretianos (Provincia de Santiago) en su nº 168: Convocada por Jesucristo, la parroquia es una comunidad de vida, de amor, de solidaridad, de servicio, de fe y de esperanza (Cf. Hch 2 42-46; 4,3235). Escuela en la que nos formamos y maduramos en la fe por la evangelización. La parroquia debe ser generadora de vida, lugar de encuentro (hospitalidad) y vínculo de comunión, casa abierta a todos y plataforma misionera. No sólo tiene sus puertas abiertas, sino que sale al encuentro de los hombres y mujeres en los cruces de los caminos de la vida.
A este plan y al plan diocesano nos toca darle vida. Junto a la Palabra de Dios, constituyen nuestra guía de trabajo que luego concretamos en la realidad de cada día. Sentiros todos invitados. Todos sois bienvenidos a participar y a formar parte de esta familia. No sobra nadie, todos somos necesarios. Te necesitamos. Por último, el Código de Derecho Canónico, en el c. 529, &1, que después recoge el nº 22 en la Instrucción de la Congregación para el Clero, dice respecto al párroco: Como hombre de Dios, ejerce de manera integral su propio ministerio, buscando a los fieles, visitando a las familias, participando en sus necesidades y alegrías; corrige con prudencia; cuida de los ancianos, de los débiles, de los abandonados, de los enfermos y se prodiga con los moribundos; dedica particular atención a los pobres y a los afligidos; se compromete en la conversión de los pecadores, de cuantos están en el error, y ayuda a cumplir a cada uno su deber, fomentando el crecimiento de la vida cristiana en las familias. Parte de ese ministerio es animar, estar al servicio de todos y ayudaros en el camino de la fe. Rezad por mi, para que esté a la altura de esta misión que el Señor me ha confiado en este momento de mi vida. Muchas gracias de antemano por vuestra acogida y cariño. Dios os bendiga. Atentamente y a vuestra disposición:
P. Juan Lozano B, cmf
NOS REANIMAS CON TU PALABRA 1ª lectura: Habacuc 1,2-3; 2,2-4 ¿Hasta cuándo clamaré, Señor, sin que me escuches?¿Te gritaré «Violencia», sin que me salves?¿Por qué me haces ver desgracias, me muestras trabajos, violencias y catástrofes, surgen luchas, se alzan contiendas? 2ª lectura: 2 Timoteo 1,6-8.13-14
Evangelio de San Lucas 17,5-10
... Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: «Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.»
AUMÉNTANOS LA FE El hombre actual ha aprendido muy bien la lección de hacerlo todo rentable. Por imperativo social, por moda, por necesidad psicológica, el hecho es ese: que se busca lo rentable, lo que no lo es se desecha. Esta actitud no es privativa de lo económico; se da en todos los órdenes de la vida: lo social, lo político y ¡¡¡LO RELIGIOSO!!! y sin pudor alguno. Quien tiene un amigo tiene un tesoro, afirma la Biblia; los amigos son para las ocasiones, decimos nosotros, es decir, para cuando los necesitamos, o nos pueden reportar un beneficio. Haz el bien y no mires a quién, afirma el refrán; pero con frecuencia, cuando hacemos un favor sentimos la satisfacción de pensar que alguien nos quedará agradecido y quizá podamos echar mano un día de esa persona; si la ocasión llega y no nos responden como esperábamos nos deshacemos en amargos comentarios sobre la ingratitud de las personas y lo poco que merece la pena hacer favores a nadie... Es verdad que, en cierta medida, el hombre necesita algunos beneficios: el dinero para vivir, los amigos para tener compañía y ayuda en determinados momentos y situaciones, la vivienda en la que sentirse seguro y a gusto..., pero en todo esto hay un límite más allá del cual no estamos satisfaciendo necesidades elementales sino dando rienda suelta al egoísmo. También es una de esas “necesidades” del hombre vivir y disfrutar de lo gratuito: un abrazo, un ramo de flores, una sonrisa. ¿Y qué pasa cuando el criterio de lo rentable lo aplicamos a la fe? Pues, muy sencillo: que entonces llegamos al fracaso.porque la fe no es rentable en absoluto, y si es rentable no en el tipo de rentabilidad que buscamos. Jesús hablaba de persecuciones e incomprensiones en esta vida, y la vida eterna en la otra (cf. Mc 10. 30). Pero no nos convencemos de ello.Y, por cabezonería, para ver si hay suerte o por lo que sea, el hombre se dirige a Dios a ver qué puede sacar de Él. Y si Él está muy alto, tenemos sus intermediarios: novenas, velas, flores, todo ello a cambio de la colocación, la intervención quirúrgica con éxito, el examen aprobado, el apuro resuelto. A Dios no podemos acercarnos por el camino de “lo que podemos obtener de Él”, sino por el camino del sentido que puede dar a nuestra existencia; por eso es tan difícil la experiencia de Dios, la fe, a quienes viven embotados por el materialismo, el consumismo o el utilitarismo; quienes se encuentran en esta situación, lo primero que necesitan es desintoxicarse de todo eso para captar en su interior la necesidad vital de disfrutar de un amor desinteresado y experimentar la fiesta del darse.