Comienza a caminar, amigo; tienes cuarenta días por delante para mirar cara a cara, sin tapujos; cuarenta días para crecer en talla humana, para ser mejor; cuarenta días de combate, de pelea con tus defectos; cuarenta días para prepararte a la Pascua, y acabar abriéndote a la VIDA que Él quiere darte. ¿Que no vale la pena intentarlo? ¿Que no vas a ganar la batalla? Comprendo que pienses así y te daría la razón si no fuera verdad un dato que posiblemente olvidas: si cuentas con Él la victoria está garantizada. Esta Cuaresma pon tu confianza en el Señor y verás cómo lo imposible no lo es tanto. La conversión es cuestión de confianza. Pon todo de tu parte, porque también has de confiar en ti, pero pon toda tu confianza en Dios, porque Él no falla. Comienza a caminar, amigo, pero cuenta con Él, no lo intentes solo.
Nadie escapa a la seducción. Nos atraen las cosas, nos atraen las máquinas, nos atraen las lisonjas, nos atrae el éxito, el dinero, el poder, la fama, sentirnos más que los demás, estar por encima de ellos. Es la vibración común de nuestra psicología humana. Esta capacidad de estimulación nos lleva a buscar frecuentes formas de placer. En el fondo no es más que nuestra inclinación a dar respuesta a todas esas estimulaciones que nos vienen desde dentro y desde fuera. Parece mentira, pero resulta evidente: con tanta forma de satisfacción a nuestro alcance nos encontramos con que en vez de personas CONTENTAS lo más que conseguimos es una vida medianamente “satisfecha”. Satisfacemos sentidos, satisfacemos estímulos, pero no satisfacemos lo que nos debiera llevar al gozo de vivir, al gozo de SER, al gozo de llenar nuestra vida. De esta forma, vamos engrosando el pelotón de los que viven seducidos por las cosas pero aún no han descubierto la seducción de nuestra suprema vocación: la de sentir el gozo incontenible de crecer en amor y en libertad interior. En Cristo, vendedor de toda tentación, tenemos el supremo modelo de liberación.
“NO
SÓLO
DE PAN…..”
Lectura del libro del Deuteronomio: Dt26,4-10 Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos: Rm 10,8-13 Hermanos: La Escritura dice: «La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón.» Se refiere a la palabra de la fe que os anunciamos. Porque, si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación.
Lectura del santo evangelio según san Lucas: Lc 4,1-13 En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.» Jesús le contestó: «Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre”.» Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: «Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo.’ Jesús le contestó: «Está escrito: ‘Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”.’ Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Encargará a los ángeles que cuiden de ti”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”.» Jesús le contestó: «Está mandado: “No tentarás al Señor, tu Dios”.» Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
TE PROPONGO ESTA DIETA CUARESMAL. TE HACE NUEVO. Abstenerse de chismes, murmuraciones, mentiras y pornografía. No consumir tanta televisión, Quitar condimentos de venganzas. Evitar consumir altas grasas de egoísmo. No agriar las relaciones familiares y sociales con el vinagre del mal genio. Lavar bien el corazón para que no se infecte de rabia. Evitar cualquier dosis de orgullo que produzca tensiones. Evitar el camarón, porque adormece la conciencia, y "camarón que se duerme, se lo lleva la corriente". No tomar postres helados que congelen el afecto. Tomar protector de humildad frente a las provocaciones ajenas. Evitar ingerir el pan de la envidia. Así, nadie te dirá: "que con su pan se lo coma".
Casi sin tiempo para recuperarnos de la sorpresa que ha supuesto la renuncia a su cargo de Benedicto XVI, ofrecemos algunas claves de la misma. Así escribe Lombardi: “Entre los motivos de la dimisión del Papa, como se nota en sus palabras están las circunstancias del mundo de hoy que, respecto al pasado, son particularmente difíciles, tanto por la rapidez como por el número de los acontecimientos y de los problemas que se plantean, y por tanto se necesita un vigor, quizá más fuerte que en los tiempos pasados. Un vigor que el Papa confiesa no tener ya. Finalmente, a el deterioro físico el papa en los últimos
nadie se le escapa que venía acusando meses.
Agradecemos a Benedicto XVI la gran lección de valor y de responsabilidad eclesial que nos acaba de dar. “... quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria”. Su último servicio.