RECUERDA ESTAS FECHAS: * DÍA 16, VIERNES: CELEBRACIÓN PENITENCIAL COMUNITARIA preparatoria para la Navidad. A las 19,30 h. * Día 18: COLECTA POR CÁRITAS PARROQUIAL a favor de la Navidad
del Pobre. Está enmarcada dentro de la “OPERACIÓN KILO” que se está llevando a cabo en la demarcación de la parroquia. Son muchos los pobres que esperan nuestra ayuda. Una buena ocasión para HACER REAL LA NAVIDAD.
* Día 24, sábado: ¡¡ATENCIÓN!! A las 5 de la tarde celebraremos la MISA DE LA VIGILIA DE NAVIDAD. ¡¡¡Se suprime la misa de las 19,30 h.!!! Y a las 24,00 h. tendrá lugar la MISA DE LA MEDIANOCHE (NOCHEBUENA).
Se nos llena la vida de esperanzas cuando nos ponemos a soñar, y se nos llena el alma de amargura cuando nos toca despertar. Una y otra vez, nuestros deseos y fantasías se estrellan contra el acantilado de la dura realidad. ¿No te parece alarmante nuestro analfabetismo a la hora de descifrar los deseos del corazón? Sorprende la pertinaz ceguera de los humanos a la hora de interpretar los signos del corazón humano. Se aproxima la interesales despertar nuestros más estamos a las esa liturgia límites que nos económica que, de pasado a convertirse
¿ERES TÚ EL QUE ESPERAMOS?
¡¡ABRE TUS PUERTAS A LOS COLABORADORES DE LA “OPERACIÓN KILO”
Navidad, y otra vez los comerciales compiten por ciegos deseos. Otro año puertas de participar en consumista hasta los permita esa crisis fantasma amenazante, ha en una cruel pesadilla.
Y mientas, pobres de nosotros, olvidamos los caminos del corazón por los que llega hasta nosotros Dios y su felicidad: los caminos del silencio, de la solidaridad, de la paz del corazón, del perdón ofrecido, de la mano tendida……. ¿Te animas a impedir que el corazón se convierta esta Navidad en el “punto limpio” donde arrojemos los sueños que no funcionan y las frustrantes aspiraciones que nos roban la auténtica alegría de la primera Nochebuena?
Lectura del libro de Isaías: Is 61,1-2a.10-11 …Me ha enviado para dar buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. …
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses: 1Ts 5,16-24 Hermanos: Estad siempre alegres. Sed constantes en orar Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.
Lectura del santo evangelio según san Juan: Jn 1,68.19-28 Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz….
«Entre vosotros hay uno que no conocéis». Si el Bautista recorriera hoy nuestra sociedad gijonesa contemporánea, podría repetir las mismas palabras que pronunció en su tiempo: "En medio de vosotros hay uno a quien no conocéis". Es triste encontrarse con «hombres adultos y razonablemente instruidos» sin apenas conocimiento de Jesús. Y más triste aún si se profesan sus seguidores. Pero, haberlos “haylos”. Si no, veamos: ¿En qué quedan nuestras eucaristías si no ayudan a comulgar de manera más viva con Jesús, con su proyecto y con su entrega crucificada a todos? En la Iglesia nadie es «la Luz», pero todos podemos irradiarla con nuestra vida. Nadie es «la Palabra de Dios», pero todos podemos ser una voz que invita y alienta a centrar el cristianismo en Jesucristo. “Juan venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe”. El testigo es como Juan. No se da importancia. Sencillamente vive su vida de manera convencida. El testigo de la luz no habla mucho… Vive algo inconfundible. Comunica lo que a él le hace vivir, y le hace vivir ¡distinto! De los otros. La vida del testigo atrae y despierta interés. No culpabiliza a nadie. No condena. Contagia confianza en Dios, libera de miedos. Abre siempre caminos. Es como el Bautista, «allana el camino al Señor». Hoy se precisan testigos cuya vida arrastre a la gente, les convenza, les empuje, les saque de sus sendas trilladas, aburridas y tantas veces estériles. Necesitamos hombres de fuego como Claret que proclamen la justicia de Dios entre los hombres. De lo contrario tendremos comunidades que sí, se reúnen y cantan en las iglesias, pero sin ese envidiable privilegio de “conocer al que está en medio de ellos”.