SABÍAS QUE… "La comunidad de Seglares Claretianos ofrece a la comunidad parroquial la posibilidad de participar en nuestras oración semanal según este calendario. Tendrá lugar los miércoles: 25 Enero, 8 Febrero, 14 y 28 de Marzo. Todas ellas son a las 20,30 en la capilla de la parroquia. Son oraciones sencillas, cuidadas, abiertas a todos los que os queráis sumar".
MIEMBROS DE LA PARROQUIA FALLECIDOS EN 2011 (enero-febrero y marzo) -
CEFERINO JOSÉ MURIAS RODRÍGUEZ ADRIANO MUÑIZ RODRÍGUEZ JUAN MIGUEL GONZÁLEZ GONZÁLEZ MARGARITA SÁNCHEZ AMBÁS MARGARTIA MENÉNDEZ FERNÁNDEZ ISIDORO MARTÍNEZ IBAÑEZ JOSE ANTONIO GONZÁLEZ ÁLVAREZ JOSEFA MEANA RIERA MARGARITA DEL PILAR MOLINA BAÑOS LUIS BERNARDO FERNÁNDEZ GARCÍA ANTONIO PROVECHO LOZANO CONCEPCIÓN DÍAZ FERNÁNDEZ MARÍA DE LA LUZ MEDIO PÉREZ MANUEL DESIDERIO CUÑADO VILLABONA PAULINA DÍAZ GARCÍA ANTONIO RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ JESÚS GASPAR GARCÍA ÁLVAREZ EVARISTA ENRIQUEZ DÍAZ ENRIQUE CARBALLIDO MARTÍNEZ MARÍA DOLORES BARROS PALACIO ANITA BLANCO VARELA LUIS RUÍZ PÉREZ FAUSTINO LUIS JOAQUÍN MENÉNDEZ URÍA ROSARIO FERNÁNDEZ DEL BUSTO JOSE ANTONIO MÉNDEZ BUENO
ORACIÓN Oh Dios, que eres perdón y compasión. Recibe junto a Ti a los miembros de nuestra comunidad parroquial que partieron ya de este mundo. Acógelos en tu hogar del cielo donde, junto con María, gocen de la hermosura de tu rostro y de la alegría de una vida feliz para siempre. Amén.
“EL MOMENTO ES APREMIANTE” (1Cor 7,29)
Hay muchos inconscientes que rescatar. Hay muchos corruptos que regenerar. Hay muchas desuniones que restañar. Hay muchas pobrezas que erradicar. Hay muchas heridas que curar. Hay muchos esclavos que liberar. Hay muchas mentiras que desterrar. Hay muchas lágrimas que enjugar. Hay mucha paz que construir. Hay muchas ruinas que levantar. Hay muchas esperanzas que hacer brotar.
Lectura de la profecía de Jonás (3,1-5.10): …Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, proclamando: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!» Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de saco, grandes y pequeños. Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó. Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (7,29-31): Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante. Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,14-20): Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.» Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.» Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.
La hora de Dios nos apremia Vivimos momentos de tensión a nivel mundial. Por una parte, observamos cómo la espesa niebla de la incredulidad va cubriendo la geografía del planeta tierra ocultando el rostro de Dios. Nuestra sociedad urbana, como Nínive, está llegando al tope de su resistencia. Por otro lado, la crisis económica, la contaminación, la violencia, la inseguridad ciudadana, las drogas y el SIDA, y sobre todo, la corrupción y falta de valores éticos están degradando la vida y poniendo al ser humano contra las cuerdas. Lo que nos amenaza no es el fin del mundo, sino una destrucción progresiva y lenta que nace del deterioro de las fuentes de la vida y de los valores morales. Ante todo esto, tenemos motivos para pensar que también hoy el momento es apremiante. Como a Jonás, Dios nos apremias a emprender el anuncio del mensaje de salvación. Marcos nos relata en su evangelio que después cómo después que apresaron a Juan el Bautista, Jesús vuelve a Cafarnaún donde fija su residencia y donde viven los pescadores que forman el primer núcleo de sus discípulos. Marcos señala que “Jesús vivía como allegado en la casa de Simón y Andrés, con Santiago y Juan” (Marcos 1:29). La primera predicación de Jesús es clara y contundente, decía: “El plazo está vencido, el reino de Dios se ha acercado. Tomad otro camino y creed en la Buena Nueva” (Marcos 1:14-15). De esta manera llama Jesús a la reflexión y a un cambio de vida. Se acaba la larga espera del pueblo judío porque ya está a la puerta el reinado de Dios. Dios se ha acercado hasta nosotros en su Hijo para unirnos y reconciliarnos. No nos impone más mandamientos, sólo nos pide que le creamos a Él y a sus palabras. Este es el núcleo fundamental del mensaje de Jesús: la Buena Noticia del reino de Dios. Y nos abrimos a esta BUENA NOTICIA cuando CREEMOS que Dios, no solamente existe, sino que nos dejamos impregnar en la experiencia de lo que Él es: ¡¡¡AMOR!!! Este mensaje se hace presencia y encarnación en la persona de Jesús, el anunciador del reino.