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La colecta de este domingo 1º de mes es por Cáritas Parroquial. Que el próximo jueves, día 11, 50 aniversario del comienzo del Concilio Vaticano II, se inaugura en Roma el “Año de la Fe”. Que el próximo día 12, fiesta del Pilar no es fiesta de precepto. Por eso, el horario de misas es el de los días ordinarios.
ORACIÓN PARA EL AÑO DE LA FE Padre Dios, envíanos tu Espíritu. Que él sea el motor y la fuerza que dirija nuestros pasos en este año de la fe. Que no se convierta en una celebración más sin influencia en nuestra vida. Que movidos por él, demos frutos visibles en una profunda renovación de nuestra fe. Que nuestra presencia acredite donde nos encontremos, que somos sal y luz que renuevan el mundo y le dan sabor y alegría. Señor, que como la samaritana, sintamos la necesidad de estar contigo e invitar a otros a buscar el agua viva que sacie nuestra sed. Que hagamos de ti la fuente de nuestra confianza y de nuestro compromiso. Renueva en nosotros, Señor, el gusto por tu Palabra que deleita e interpela, que corrige y plenifica, que ilumina y fortalece. Que María nos ayude a descubrir que Jesús es nuestro camino de salvación, nuestra verdad y el sentido de nuestra vida. Y que al profesar nuestra fe durante este año, demostremos con nuestras actitudes y sentimientos que Tú eres el Dios del amor.
Año de la fe 11-10-2012 al 24–11-13 El Año de la fe desea contribuir a una renovada conversión al Señor Jesús y al redescubrimiento de la fe, de modo que todos los miembros de la Iglesia sean para el mundo actual testigos gozosos y convincentes del Señor resucitado, capaces de señalar la “puerta de la fe” a tantos que están en búsqueda de la verdad. Esta “puerta” abre los ojos del hombre para ver a Jesucristo presente entre nosotros «todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28, 20). Él nos enseña cómo «el arte del vivir» se aprende «en una relación intensa con él»[13]. «Con su amor, Jesucristo atrae hacia sí a los hombres de cada generación: en todo tiempo, convoca a la Iglesia y le confía el anuncio del Evangelio, con un mandato que es siempre nuevo. Por eso, también hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido en favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe».[14]
LECTURAS BÍBLICAS ABREVIADAS “No está bien que el hombre esté sólo.; voy a hacerle alguien como él que le ayude…. Por eso, abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne” (Gen 2,18.24) …”a Jesús lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos…….. Por eso no se avergüenza de llamarnos hermanos”. (Heb 2,9-11) “…Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: “Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio” (Mc 10,6-12). . DE
FIDELIDADES Y DIVORCIO
En tiempo de Jesús, había dos tendencias enfrentadas sobre el divorcio. La rigorista, que exigía una causa grave, como el adulterio, para poder divorciarse, y la más permisiva, que consideraba motivo suficiente cualquier hecho insignificante, para que el hombre pudiera divorciarse. En esta situación estaba Jesús cuando le preguntaron, para polemizar con él. Quien vencía en las discusiones adquiría prestigio y autoridad social. Los fariseos preguntan sobre el divorcio entre hombre y mujer. El Vaticano II habló del divorcio entre la vida y la fe de much@s cristian@s. El mensaje de Jesús es que tanto el hombre como la mujer son seres para Dios y completamente iguales ante Él.
IDEAS PRINCIPALES DE LA CARTA APOSTÓLICA “PORTA FIDEI” (la puerta de la fe) -“No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf. Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente” (cf. Jn 4, 14). -«El amor de Cristo nos apremia» (2 Co 5, 14): es el amor de Cristo el que llena nuestros corazones y nos impulsa a evangelizar. Hoy como ayer, él nos envía por los caminos del mundo para proclamar su Evangelio a todos los pueblos de la tierra (cf. Mt 28, 19). Con su amor, Jesucristo atrae hacia sí a los hombres de cada generación: en todo tiempo, convoca a la Iglesia y le confía el anuncio del Evangelio, con un mandato que es siempre nuevo. Por eso, también hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido en favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe”. - El cristiano no puede pensar nunca que creer es un hecho privado. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con él. Y este «estar con él» nos lleva a comprender las razones por las que se cree. La fe, precisamente porque es un acto de la libertad, exige también la responsabilidad social de lo que se cree.