Si crees que la sonrisa es más fuerte que las armas. Si crees en el poder de una mano tendida. Si crees que lo que nos une es más fuerte que lo que los separa. Si crees que ser diferente es una riqueza y no un peligro. Si sabes mirar a los otros con un poco de amor. Si prefieres la esperanza a la sospecha. Si estimas que debes dar el primer paso para acercarte al otro. Si puedes alegrarte de la alegría de tu vecino. Si la mirada de un niño puede, todavía, desarmar tu corazón... LA PAZ VENDRÁ. Si la injusticia que padecen los otros te duele tanto como la tuya. Si crees que la fuerza del perdón es mayor que la de la venganza. Si sabes compartir sin envidia la alegría de los demás. Si puedes escuchar la desdicha que te hace perder tu tiempo y sabes permanecer con la sonrisa en los labios. Si sabes aceptar la crítica sin defenderte. Si crees que los demás te pueden ayudar a cambiar. Si no te escandaliza el Evangelio. LA PAZ VENDRÁ. Si sabes escoger y aceptar un punto de vista distinto del tuyo. Si no descargas tus culpas sobre los demás. Si el otro es para ti, ante todo un hermano. Si la cólera es para ti debilidad, y no una prueba de fuerza. Si prefieres ser herido, antes que hacer daño a nadie. Si miras al pobre y al oprimido y defiendes sus derechos sin tenerte por un héroe. Si crees que la paz es posible, LA PAZ VENDRÁ. (J F MORATIEL)
Y yo ¿qué espero del año nuevo? Que los padres recuperen la autoridad y la paciencia perdidas. Que pueda seguir disfrutando del cariño de los míos y de mi trabajo. Que los adictos al INEM encuentren pronto trabajo para ganarse el pan. Que podamos construir entre todos una sociedad integrada y nueva, multicultural, dialogante y solidaria... Que miremos el fondo del corazón del otro y no al color de su piel. Que hagamos crecer la unión, la comprensión y el respeto entre todos. Que desaparezca la violencia de género y los esposos se amen y respeten. Que nos levantemos cada día con una única adicción: al amor. Que haya una transformación del sistema vigente de manera que se ponga a la persona en el centro como valor supremo... Que cojamos gusto por la cultura, por los libros, por renovarnos cada día. Que participemos en las cosas comunes: parroquia, asociaciones, grupos, ayuntamiento con responsabilidad y honradez. Que nuestra Iglesia sea de verdad la Iglesia de Jesús... y que los que la formamos renunciemos al poder y seamos humildes y samaritanos, Que la bondad y el perdón se impongan al odio y a la venganza. Que todos sigamos las invitaciones que Dios nos hace a vivir con alegría, con austeridad y con espíritu de servicio a los demás. Que nos tomemos en serio el ser seguidores de Jesús y hagamos que nuestras vidas sean un testimonio vivo del Maestro. (Texto anónimo)
Lectura de libro de Eclesiástico: Si,24,1-2.8-12 La sabiduría se alaba a sí misma, se gloría en medio de su pueblo, abre la boca en la asamblea del Altísimo y se gloría delante de sus Potestades. En medio de su pueblo será ensalzada, y admirada en la congregación plena de los santos; recibirá alabanzas de la muchedumbre de los escogidos y será bendita entre los benditos. El Creador del universo me ordenó, el Creador estableció mi morada: «Habita en Jacob, Israel tu heredad.» Desde el principio, de los siglos, me creó, y no cesaré jamás. En la santa morada, en su presencia, ofrecí culto y en Sión me establecí; en la ciudad escogida me hizo descansar, en Jerusalén reside mi poder. Eché raíces entre un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad, y resido en la congregación plena de los santos.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios: Ef 1,3-6.15-18 Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por eso yo, que he oído hablar de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mi oración, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.
Lectura del santo evangelio según san Juan: Jn 1,1-18 En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios, Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha su hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. [Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en él mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor camal, ni de amor humano, sino de Dios, Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. [Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: “El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo.” Pues de su plenitud todos hemos recibido gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.]
Era la primera Navidad. No había petróleo, ni funcionaban los coches, ni los aviones, ni el tren entre Nazaret y Jerusalén. Total que hubo que hacerlo en burro. Y encima estaban de huelga los herradores La construcción no pasaba días buenos y no había suficientes casas, n albergues…. Y tuvieron que refugiarse en una cueva. Los periódicos no hicieron tirada y el decreto del emperador lo tuvieron que anunciar con la trompeta por las esquinas del pueblo. Los magos eran magos- aficionados a la magia-pero como no había tele, nadie los conocía. Nada de reyes. Y los grandes no les recibieron porque no habían avisado previamente a la embajada. Total: una fuerte crisis. Pero fue la gran oportunidad para vivir la alegría, la sencillez, el encuentro entre los pobres, la visita. Como no funcionaba la calefacción, usaron el calor de la mula y el buey. Como no había música, echaron mano de los cánticos de los ángeles… El nacimiento de Jesús se realizó en esta austeridad. Sería fantástico que la crisis económica que estamos pasando ahora se convirtiera en una gran oportunidad para vivir lo auténtico de la Navidad. ¿Quién nos impide querernos, ser sencillos, acoger, cantar, tendernos la mano? Y si no podemos llamarnos por móvil, nos escribimos una carta. Si no podemos encender la tele, cantamos villancicos. Y si no nos llega para champán nos tomamos una sidra de nuestra tierra. En Belén vivían en crisis y Jesús nació en medio de ella. Y lo que buscó fue hacer una sociedad de hermanos, de sencillos. Que en esta navidad de la crisis aprendemos a compartir y a construir una familia mucho más humana. Mira, y todo en una crisis,
Feliz año nuevo a los que despiertan en el 2011 sin la resaca de la culpa, llenos de vida en que la pasión sobrepasa a la omisión y el gozo teje luces donde la amargura acostumbra a bordar telas de araña. Feliz año a quien no oculta sus afectos y no mira como extraños a los pasajeros que van por los caminos de la vida.
Feliz año nuevo a los huérfanos de Dios y de esperanzas y a los mendigos que tienen necesidad de pedir, y esperan de sus hermanos las monedas de la subsistencia. Sean felices también las mujeres que se matan de amor y de dolor por quien no lo merece y que en el espejo se descubren tan bellas por fuera cuanto se saben por dentro. Feliz año nuevo para quien colecciona utopías, hace de sus manos arado y riega con su propia sangre y esfuerzo las semillas que cultiva.
Felices los que abandonan en el pasado sus excesos de equipaje y con corazón ligero derraman en la tierra el montón de orgullo y de tedio; y, generosos, buscan la humildad.
Un año feliz para quienes no se exhiben en el escaparate de la propia vanidad, y saltan con el niño que los habita.
Feliz año nuevo para todos los que despiertan hoy al son de oraciones y agradecen todo lo recibido maravillados por el don y el Dios de la vida.
Un año nuevo muy feliz para todos los que juramos secuestrar los vicios que cargamos y no pagar el rescate de la dependencia; el futuro nos encontrará delgados por comer menos, sanos por fumar oxígeno, solidarios por compartir dones y bienes.
Que sea nuevo el año para quienes nunca maldicen y contienen la propia lengua, economizan palabras y siembran fragancias en las veredas de los sentimientos. Feliz nuevo año a quien se niega a ser tan viejo y ambiciona estrenar cada día como una maravillosa aventura. Vivir es gracia para quien acaricia sus arrugas y trata sus límites como cercado florido de cabaña montañera. Tengan un feliz año todos los que saben ser gordos y felices, endeudados y alegres, privados de caricias pero llenos en sus ansias de fortunas venideras.
Feliz 2011 para nuestro país, tan necesitado de paz y cordura, de comprensión y civismo, de entendimiento y diálogo, de respeto y acogida para los diferentes. Feliz año para todos vosotros, que mantenéis el pulso de vuestra fe, que dejáis cantar al corazón, como María, por la bondad de nuestro Dios y que, lejos de claudicar, enarboláis con pasión la bandera de vuestro amor y de vuestra esperanza. El año 2.011 será la oportunidad aprovechada para llenar vuestra existencia.