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IV. Acercarse a Jah

A pesar de llevar tan poco tiempo en cultura ajena, ya he aprendido mucho sobre ella. Tengo muchas ganas de saber más pero, aún me quedan muchos días aquí y ahora ya es momento de descansar.

CAPÍTULO IV. ACERCARSE A JAH

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ras un par de días de descanso y convivencia vuelvo a retomar mis memorias.

Ayer por la tarde, mientras Javier y yo nos poníamos al día sobre la sociedad que él había dejado atrás hacía ya muchos meses, llegó a mis manos un libro completamente revelador. Pero después de explicarle a mi amigo mis rutinas perfectamente europeas y occidentales, llegó su turno.

Aunque llevábamos unos días conviviendo, aún no había tenido la oportunidad de interrogarlo como llevaba deseando desde el primer segundo en que pisé Jamaica, así que en ese momento de intimidad decidí abordarlo.

La primera pregunta que le hice tenía que ver con la religiosidad. Sabía que esta noche había un ritual. Cada sábado acostumbran a reunirse, pero hoy era un día un poco más especial. Se celebraba, como cada 21 de abril, el aniversario de la visita a Jamaica de un emperador. Yo no sabía cómo se

suponía que me debía comportar ni qué hacía falta saber, así que pensé que lo mejor era empezar por el principio: ¿Quién era este alabado emperador?

Javier empezó su disertación con gusto.

- Una pregunta muy importante, sin duda. Por tu papel el día de mañana no tienes de qué preocuparte. Será difícil que te permitan participar en el ritual, pero puedes elevarte de la misma forma si tú quieres aunque físicamente no estés con nosotros. Es largo de explicar, pero aquí no hace falta que contemos los minutos y reservemos el tiempo como lo hacéis en Barcelona, así que intentaré darte la mejor explicación posible para que mañana celebres con nosotros. Como sabes, en los años 30 empezó este movimiento ag ad

Javier estuvo más de una hora explicándome con detalle la historia rastafari, peronofuea retomarsustareassinantesdarmeellibrosagradodesureligión para quemeinformara yalimentara micuriosidad pormimisma. Estuvetoda la noche con la nariz pegada en sus páginas amarillentas, recorriendo cada esquina con mis dedos.

Por la mañana ya me sentía toda una experta sobre la religión rastafari. Y aunque la verdadera versión bíblica es sin duda interesantísima, hoy mismo después de comer he decidido completarla con la visión más europea de su historia, la que yo había traído conmigo.

Ahora es de noche y ya sé que como para ellos Etiopía es su tierra sagrada, de donde todos vienen y dónde están destinados a regresar, deben esperar su puesta en libertad y el retorno a Zion (África), el hogar último y sagrado. La repatriación es la principal meta de todo fiel.

Sé que fue en Etiopía que durante los años 30 se coronó al Ras Tafari Makonnen, el rey negro que un profeta había visualizado tres años atrás, y que era el descendiente directo de la unión divina de Salomón y la reina de Saba (quienes empezaron la estirpe judía en África). También llaman al emperador Haile Selassie, que significa poder de la santísima trinidad.

Este, además de ser la representación física de todos los negros Jamaicanos, supuso la tercera encarnación de dios, después de: Jesús en primer lugar y, a posteriori, del rey bíblico Melquisedec.

Esta tarde he entendido que la coronación fue un momento revelador y crucialpara los jamaicanos dela época, pues hasta el momento, la monarquía había sido de piel clara. La coronación de un rey negro en un contexto de esclavitud y represión era una bocanada de aire fresco.

El principal predicador de estos nuevos ideales Marcus Garvey, trasladó a sus fieles seguidores que la esclavitud y la existencia de injusticias de carácter económico y racial no eran más que pruebas de su Jah (de Jehová) hacia ellos. Veían a su recién coronado rey como el salvador de un pueblo negro que estaba exiliado en este mundo de opresión y supremacía blanca, y lo veneraban como a un auténtico Dios en el planeta Tierra. He notado que la religión Rasta cruza constantemente elementos judíos y cristianos, qué interesante...

Ahora, mientras ellos celebran, yo tengo un momento de paz y de intimidad conmigo misma para reflexionar todo lo que me están permitiendo aprender, aunque sea fuera de sus lugares de religiosidad. Los oigo cantar, corear pasajes de la biblia y otras oraciones, y también tocar los tambores al ritmo de los latidos del corazón. Supongo que ellos lo consideran su música de culto. Es bonito en cierto modo, y desde aquí fuera con la hoguera

iluminándome las páginas y las ideas, la escena es indiscutiblemente romántica y especial.

Ahí viene Javier con una sonrisa y unos ojos que me dicen que está bastante elevado espiritualmente hablando.

Y ya se vuelve a ir.

He continuado con mi pequeño interrogatorio, aunque sin abusar de su conocimiento, esta vez. O de la cercanía de su alma al Jah en este momento preciso.

Los lugares ylos rituales de religiosidad aquí no tienen nada que ver con los cristianos. Tabernáculos llaman ellos a los lugares donde se reúnen para leer las escrituras sagradas y alabar a los creadores. He visto antes que entraban por las cuatro puertas de la estructura (en cada una de ellas hay un hermano sujetando una bandera para simbolizar el saludo a los cuatro puntos cardinales de la tierra), todos descalzos y vestidos de blanc

Volviendoa la particularidad desus em l , estos suelen estar construidos con maderas y pintados con los colores de la bandera etíope. Y aunque ya sabía que esta subcultura llevaba una dieta vegetariana, hoy he notado que sus comidas también eran muy sencillas. Lo justo y necesario, incluso en noches remarcables para ellos como lo está siendo la de hoy.

- Mati.-Comenzóél. -Nohacefalta una granconstrucción nidejarse llevar por la gula cuando lo que persigues es el templo que se construye en el interior de cada uno. ¿No te has fijado? Aquí todos llevamos una vida de entrega espiritual absoluta. No necesitamos consumir constantemente para vivir, como sí sucede en el mundo occidental. Creo que hoy aquí estás entendiendo esto. Tú siempre has sido un poco rebelde y te ha rechinado esto del capitalismo, la

presión constante y las expectativas alejadas del crecimiento de la mente y centradas en lo visual. Pero aquí aceptamos a todos por como Jah nos ha hecho, perfectos. Es por eso también que nos dejamos las rastas, porque modificar de cualquier forma lo que es regalo de la naturaleza, fuera de aquí es normalidad. Sí, el estilo de vida rastafari está basado en la religión, pero es en sí mismo todo un orden de vida con principios ynormas de convivencia.

Javier ha terminado de hablar ynos hemos mirado con unos ojos conectados por la paz que en ese momento los dos sentíamos. Yo no comparto cada palabra que me ha dirigido, pero sin duda alguna las he entendido todas a la perfección.

Ha respirado para volver a hablar.

- Di es la unión de toda la vibra positiva, cuando toda la humanidad se una, Dios se va a hacer físico, hasta para el ateo, porque Dios es la naturaleza en toda su extensión, en toda su belle a .

Así ha cerrado el discurso y se ha marchado a paso tranquilo.

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