MENSAJE A LA ASAMBLEA DE DELEGADOS FEDERACION DE MESTROS DE PUERTO RICO DE MAESTROS Y MAESTRAS EN LUCHA ESCUELA LUIS MUÑOZ RIVERA DE UTUADO Compañeras y compañeros: Hoy cumplimos 26 días de plena lucha. Lucha de una comunidad y de un pueblo por su escuela, por la escuela pública. En su arrogancia, y en su prepotencia el gobierno, representado en la figura del Dr. Aragunde, ha pretendido arrebatarle a la comunidad el derecho a manejar su escuela de manera colegiada, como se estuvo haciendo por años, mecanismo que ha rendido grandes frutos, y como ha reseñado la prensa, ha colocado a esta escuela entre lo mejor del país; por la calidad de servicio y su excelencia académica. Sin lugar a dudas, la Superior Luis Muñoz Rivera de Utuado corrobora que el servicio público funciona y que operado colegiadamente es mucho más eficiente y provechoso que la empresa privada. Se ha funcionado bien por décadas. ¿Por qué atacarla entonces? ¿Por qué ponerla en jaque? Es la pregunta que se hacen los estudiantes, los padres, los maestros y todo el pueblo de Utuado. Es la pregunta que se hace el país. El gobierno propone la educación como área prioritaria para ubicar a Puerto Rico en posición ventajosa en la competencia de mercado globalizado. En Utuado, eso es mentira. El gobierno pregona que para cumplir con la Ley No Child Left Behind, los padres tienen el derecho a escoger la escuela que entiendan mejor sirve a la educación de sus hijos. En Utuado, eso es mentira.
El gobierno ha propuesto, y ha vendido en grandes titulares, el énfasis en las ciencias y en la investigación científica, dotando escuelas con modernos laboratorios. En Utuado, eso es mentira. El Secretario de Educación en su Circular número 15 sostiene como política pública que la escuela debe servir a los talentos, intereses y aspiraciones de los estudiantes, que son la razón de ser de la escuela. En Utuado, eso es mentira. Nuestra escuela ha hecho más que evidente este contrasentido, y ha cobrado proporciones nacionales, colocando al Dr. Aragunde y al gobierno en posición muy embarazosa. Y estos han preferido el despido de una facultad y no reconocer una organización escolar que recoge los reclamos y aspiraciones de toda una comunidad. Es evidente que pretenden utilizar la Escuela Superior Luis Muñoz Rivera como escarmiento, se pretende dar un castigo ejemplar a los maestros, maestras, padres, madres y estudiantes intentando prevenir que la lucha se propague por todo el país. Con esta acción sin precedentes, se ha desenmascarado la política oficial de destruir las escuelas de la comunidad. Ha quedado en evidencia el intento de liquidar los últimos reductos de servicio público que operan: la educación, la energía eléctrica y el servicio de agua. Se ha desenmascarado la política oficial de atacar y limitar los derechos constitucionales del pueblo y el intento de desmantelar la reglamentación protectora del magisterio y de los trabajadores. Pero ha quedado claro también, que el magisterio y el pueblo utuadeño no vamos a entregar fácilmente las conquistas colectivas que han costado sudor, sangre y sacrificio. Por eso, la lucha de Utuado reviste una importancia colosal para todos los maestros y maestras y para el pueblo.
En Utuado, se resiste a los intentos del gobierno de arrebatar el derecho de la juventud a una educación de calidad y excelencia. Se resiste la intentona de privar a nuestros jóvenes el derecho a decidir su futuro y el derecho de la comunidad a optar por la escuela que mejor sirve a sus intereses. En Utuado, el magisterio lucha en la defensa de la educación como práctica de libertad. En Utuado, el magisterio lucha por la defensa de los derechos adquiridos. Sabemos que lo que ocurre en Utuado lo viven cientos de escuelas en todo el país. También lo viven miles de trabajadores tanto del servicio público como de la empresa privada. Vivimos un momento en el que los patronos violan impunemente las leyes y el gobierno ignora el estado de derecho. Entonces, a los trabajadores y al pueblo no nos queda otra opción que organizarnos para la contienda. Porque aunque haya quien pretenda evitarla, la ofensiva enemiga contra los trabajadores, los arrastrará en su avalancha. Los trabajadores y el pueblo no debemos eludir la lucha, porque es preferible la derrota en la batalla que una derrota sin lucha. Las derrotas sin lucha son las peores derrotas, en las que se generaliza la desmoralización. Debemos recordar la experiencia reciente de Vieques, en la que quedo demostrado que cuando la injusticia es ley, la lucha es el orden. Vieques también demostró que un enemigo es tan grande como el temor que le tengamos. Compañeras y compañeros; la Federación de Maestros de Puerto Rico la construimos al descubrir que individualmente éramos débiles. No nos quedó otra alternativa que juntar fuerzas, unir voluntades y actuar al unísono para vencer al enemigo de clase. También le imprimimos a nuestra lucha, desde sus comienzos, un gran contenido de compromiso social, defendiendo los derechos de nuestro pueblo. No es el momento de pequeñas rencillas. No es el momento de magnificar diferencias. Para el enemigo todos somos iguales y en su
arremetida no tiene misericordia. Es el momento de la batalla. Hace años que lo ha sido, y para ganarla nos necesitamos unos y otros. Necesitamos construir una férrea voluntad colectiva. Es el momento de reafirmar nuestro compromiso y volver a nuestras raíces, demostrando nuestra raigambre proletaria. En esta lucha no hay marcha atrás. El futuro es nuestro.
PODEMOS SER MILES, TENER CLARIDAD DE MIRA, DEFINIDA LA ESTRATEGIA, PERO PARA OPTAR POR LA VICTORIA DEBEMOS SUMAR UNIDAD, VOLUNTAD Y LUCHA Miguel Báez Soto Desde Utuado, Puerto Rico 13 de septiembre de 2007