Anacronismos y estructuras de poder subyacentes 2

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Anacronismos discursivos y estructuras de poder

RaĂşl Prada Alcoreza

1


Índice:

Prólogo

3

Anacronismos El abominable discurso descalificador

6

Anacronismos en el discurso político Disquisiciones sobre la “clase media”

15

El uso simbólico de lo “indio” en la ideología política

44

Mundo paralelo Las organizaciones paralelas apócrifas

60

La destrucción de las organizaciones sociales

75

Golpe crápula contra la COB

93

La labor de los llunk’us

104

Estructuras de poder La República del Chapare

130

Las estructuras de poder subyacentes

163

Lado oscuro de la economía y del poder

177

Genealogía sindical del trópico de Cochabamba

189

2


Prólogo

Michel Foucault decía que visibilidades y decibilidades, cuadros y discursos, se entrecruzan. También decía que poder, saber y sujeto o subjetividad conformar el triángulo de las dominaciones. Nosotros tendríamos que añadir que discursos y poder,

formaciones

discursivas

y

estructuras de poder, se enmarañan y se inciden propios

mutuamente

afectando

desenvolvimientos.

sus En

Anacronismos discursivos y estructuras de poder nos ocupamos precisamente de estos entre

enmarañamientos discursos

y

e

incidencias

poder,

entre

anacronismos ateridos a los discursos y estructuras de poder barrocas.

3


El

libro

consta

Anacronismos,

de

tres

Mundo

partes,

paralelo

y

Estructuras de poder. En la primera parte se trata de los anacronismos ateridos al discurso político; en la segunda parte se trata de la ideología delirante del poder, que

conforma

un

mundo

paralelo

imaginario, como para defenderse de los desbordes de la realidad efectiva. En la tercera parte se trata con estructuras de poder

subyacentes,

opacamente,

que

también

funcionan

ocultamente,

aunque una parte aparezca visible, como en los icebergs. Sobresale en esta parte República del Chapare, tomando un caso singular de las genealogías de poder que combinan distintas estructuras de poder, de una forma barroca, que transforman las funciones

institucionales,

así

como

sindicales, cambiando sus roles, en la metamorfosis ambivalente del poder. 4


Anacronismos

5


El abominable discurso descalificador

6


Ya

lo

hemos

dicho,

el

discurso

descalificador, que convierte al enemigo en detestable o en horrendo monstruo, en endemoniado, por lo tanto, aniquilable, corresponde,

en

su

arqueología

enunciativa al esquematismo religioso del fiel e infiel. Los fieles declaran guerra santa a los infieles. Es el discurso de la inquisición que desató la guerra contra las mujeres durante tres siglos, en pleno nacimiento

del

convirtiéndolas

en

capitalismo, endemoniadas,

en

“brujas”, desatando la caza de brujas, por el

hecho

de

encarnar

el

entramado

comunitario y liderar el levantamiento comunitario sistema

contra de

la

el

nacimiento

del

desposesión

y

despojamiento, de la privatización de tierras y la explotación del trabajo. La arqueología enunciativa del esquematismo dualista es belicosa, cuya matriz es el 7


discurso religioso que endemonia al infiel, muta al esquematismo dualista político del amigo y enemigo. En el discurso moderno político, el enemigo también es execrable, un

monstruo

de

lo

peor,

casi

endemoniado, susceptible de aniquilación.

Este es, por así decirlo, el esqueleto del discurso descalificador, el substrato es religioso, el estrato moderno es político; se inviste ideológicamente, es decir, para darle cuerpo al discurso, se le inviste de referencias ideológicas.

Si antes, en el

discurso religioso inquisidor, el enemigo era el endemoniado o la endemoniada, el poseído por el demonio, en los discursos políticos puede convertirse en el enemigo de la nación o en el enemigo de la sociedad, pero aún si es enemigo interno, el enemigo de clase, incluso se puede 8


investirlo de heredero de la colonia, por lo tanto,

en

proliferación

enemigo de

los

colonial. discursos

de

La la

inquisición política son la manifestación apabullante del discurso de descalificación política e ideológica, que se ha dado desbordante en la modernidad.

Hablar, por ejemplo, del “renacimiento del viejo rencor colonial y clasista” para descalificar las recientes movilizaciones sociales por la abrogación del Código penal y exigir el respeto a la soberanía popular, que voto por mayoría No a la reforma constitucional, que pretendía habilitar a nuevas

reelecciones

al

presidente,

desconociendo de pleno la expansión y la intensidad

de

estas

movilizaciones,

desentendiéndose del problema, la ley inquisidora y la abolición de la democracia, 9


no es otra cosa que recurrir y reiterar el esquematismo

dualista

del

amigo

y

enemigo, en versiones cercanas a su matriz, el esquematismo dualista de fiel e infiel.

Decir

movilizaciones

de

entrada

que

las

a

la

corresponden

“asonada” “clase mediera”, que se siente desplazada por los nuevos contingentes de “clase media popular”, es desplazar el conflicto, el tema del conflicto, a otro lugar, que no está vertido palpablemente en las movilizaciones en defensa de la democracia y de los derechos que conculca el

Código

penal.

Como

se

dice

popularmente, es irse por las ramas o irse por la tangente, también se dice patear oxígeno.

El discurso político descalificador viene acompañado por divagaciones políticas 10


exaltadas,

que

pretenden

pasar

por

análisis. El vicepresidente en un artículo que titula Asonada de la clase media decadente,

parte

de

una

premisa

descriptiva, de que hay conflicto y este es antigubernamental. Pero, inmediatamente pasa

a

descalificar

antigubernamentales,

las

califica

movimientos

ciudadanos

políticos”,

además

“desgastados

movilizaciones de de

discursos

a

los

“satélites reciclar

racistas

y

clasistas”. Sigue el “análisis”, que no se parece a una construcción silogística, sino, más bien, a una acumulación de agravios, dice que “esta asonada de específicos segmentos de clase media urbana", son observados sectores

con

indiferencia

populares,

por

los

tradicionalmente

movilizados, refiriéndose al movimiento campesino-indígena, la clase obrera y vecinos. Concibe que se trata de una 11


"movilización reactiva a un movimiento tectónico

de

la

sociedad

y

que

ha

empezado a desplazar a la clase media tradicional del espacio de sus antiguos privilegios y oportunidades por una nueva clase media de origen popular".

Las divagaciones políticas se convierten en franco delirio político, el discurso se coloca en una situación como si se estuviera en los enfrentamientos políticos de 2005 o en las convulsiones de 2008-09. Lo que habría cambiado son las prendas, las pañoletas, las banderas, pero no tanto los discursos, que seguirían con la tonalidad racista; lo que habría cambiado es la organización y la convocatoria que habla desde

la

voz

de

los

movimientos

ciudadanos, sin embargo, la “oposición de derecha” seguiría hostigando de manera 12


camuflada.

El delirio tiene que ver no

tanto con lo que se dice como con lo que se oculta y se encubre; se esfuma el sentido del conflicto, sus causales, sus problemáticas y sus temáticas. Se elude de sopetón el problema y se lo trata como si fuese el mismo repetido y con los mismos

detractores,

la

oligarquía

conservadora recalcitrante y racista.

El análisis político requiere que se tenga delante

de

los ojos el

problema

en

cuestión, no que se lo evapore y sustituya por la trama imaginaria de la ideología del poder. El análisis efectúa la disección del objeto y del sujeto de estudio, no que se lo remplace por fantasmas que agobian la consciencia

culpable

del

poder.

La

descalificación corresponde al sacerdocio político moderno, sobre todo, se hace 13


abominable cuando viene del sacerdocio en el poder. La descalificación política busca

desesperadamente

menospreciando

al

legitimarse interlocutor,

desvalorizando al interpelador, denigrando a la crítica y a la movilización que cuestionan al poder. La descalificación es un viejo recurso del despotismo, del autoritarismo, de la tiranía descarnada o velada y encubierta, de manera solapada; es

el

recurso

respuesta

que

que sabe,

anticipa la

la

única

violencia,

la

represión, el Estado de excepción.

14


Anacronismos en el discurso político Disquisiciones sobre la “clase media”

15


Es

de

esperar

que

el

discurso,

manifestación enunciativa del lenguaje, guarde

sedimentos

heredados

en

su

arqueología discursiva. Sin embargo, hay discursos

que

lo

hacen

de

manera

desmesurada, cargando mucho peso de los anacronismos, herencias vernaculares, al

emitir

sus

pronunciamientos

discursivos. Uno de esos discursos es el discurso político. El discurso político tiende a

hacer

emerger

los

atavismos

metafóricos vernaculares en el debate ideológico,

la

beligerancia

del

debate

ideológico arrastra al discurso político a recurrir a las descalificaciones; para tal efecto son útiles los fantasmas del pasado. El discurso político puede hacer emerger esquematismos

dualistas

religiosos

ateridos, donde el infiel aparece como endemoniado execrable, susceptible de aniquilación.

El

discurso

político

es 16


moderno, en tanto tal ha producido otro esquematismo dualista, que sustituye al esquematismo dualista religioso del fiel e infiel, es el esquematismo dualista del amigo y enemigo. El enemigo también aparece

como

extremo,

en

caso

también

susceptible

En

capas

aniquilación. profundas,

abominable,

menos

sus

de

menos

vernaculares,

el

discurso político imita al análisis de las ciencias sociales; de las más usadas son referentes

la

ciencia

política

y

la

sociología, con menos asiduidad se usa el referente de la antropología. Con estas recurrencias el discurso político pretende objetividad, incluso puede recurrir, en su exposición, a los datos, para así mostrar la alusión a la incuestionable claridad de los números. Sin embargo, a diferencia de las ciencias

sociales,

que

se

basan

en

investigaciones, así como se mueven en 17


paradigmas, manejados en su integridad, no fragmentariamente, el discurso político no se basa en investigaciones, sino en presuposiciones, en prejuicios; tampoco tiene exactamente un paradigma en el que se mueve, que maneja íntegramente, sino se inclina por el uso eclético de distintos paradigmas de las ciencias sociales, que los emplea fragmentariamente y hace como un collage interpretativo para abatir a los enemigos. Tomemos un ejemplo, el discurso del vicepresidente, quien en un artículo titulado La asonada de la clase media (1) hace gala de todas estas herramientas

y

recursos

del

discurso

político. El artículo comienza con una exposición sobre el concepto de clase; le otorga al concepto sustancialidad, como si el concepto de clase no correspondiera a una

taxonomía

social,

ciertamente

institucionalizada. El concepto de clase es 18


más antiguo que su elaboración marxista, deriva de la elaboración hecha por los fisiócratas. Extraña que alguien que se asume como marxista, defina la clase como “un conjunto grande de personas que

estadísticamente

condiciones

de

parecidas,

por

económicos,

vida

tiene

acceso

más

o

ejemplo,

propiedades,

a

menos ingresos

titulaciones,

prestigios o vínculos sociales”, y no por su relación con el modo de producción. La definición dada por el expositor del artículo mencionado puede aproximarse a alguna de las definiciones de clase dadas por Pierre Bourdieu; sin embargo, Bourdieu lo hace teniendo en cuenta la diferencia de los campos sociales, que hacen a la composición

del

campo

social,

que

supone la articulación y combinación de distintos

campos.

Bourdieu

distingue

campo político, campo económico, campo 19


cultural, así como define otros campos más detallados, como el campo escolar o el campo relativo a las reglas del arte. El campo social puede ser mapeado por ubicaciones

y

por

clasificación

social

referencias

de

institucionalizados,

abordándolos como símbolos de prestigio social. De esta manera, el campo social puede ofrecernos mapas de residencia y de movilidad social (2). Lo que no se puede hacer, si se recurre a Bourdieu, es confundir los campos, mezclarlos, y hablar de clase indistintamente, como si se tratara de lo mismo, hablar de clase en el campo social, en sentido sociológico, y hablar de clase en el campo económico, así como hablar de clase en el campo político; lo mismo podríamos decir respecto al campo cultural. No es lo mismo; las clasificaciones, es decir, la taxonomía social, adquieren distintas connotaciones, 20


dependiendo de los campos. Si bien, como dijimos,

los

campos

se

entrelazan e

inciden, esto no implica que la diversidad de campos se aplane, se reduzca a un solo campo. Lo que exige esta complejidad es comprender el juego de composiciones y combinaciones

de

las

distintas

clasificaciones en los diferentes campos articulados

y

su

comportamientos

incidencia sociales.

en

De

los

todas

maneras, si bien el expositor mentado, no recurre, como marxista, a definir la clase por su relaciĂłn con el modo de producciĂłn, sin embargo, asume el presupuesto simple del determinismo; escribe: “Cuando las estrategias econĂłmicas que se despliegan, las

oportunidades

presentan,

las

laborales

maneras

se

generales

les de

enfrentar el porvenir y la forma de apreciar y valorar las cosas del mundo son relativamente convergentes a un espacio 21


común, significa que pertenecen a una misma clase social”. No solamente el determinismo se hace elocuente, sino que la clase se ha vuelto una sustancia, como materia de la realidad; ha dejado de ser una clasificación taxonómica, útil para el análisis, ha dejado de ser un instrumento en el método de estudio de las sociedades; es como un organismo social existente y que se reproduce por sí solo. Un marxista crítico, historiador británico, como Edward Palmer Thompson, ya decía que las clases sociales no existen como tales, sino que se conforman y constituyen en la lucha de clases. Por más paradójico que parezca, Thompson da en el clavo; las clases sociales no son sustancias, sino que resultan de la lucha de clases, cuando los involucrados

se

asumen,

en

su

autorreferencias y su heterorreferencias, se identifican y distinguen en la lucha en 22


la que se encuentran embarcados. Se asumen, por ejemplo, como proletarios y se diferencian de los burgueses, que los explotan.

Para

autorreferencias median

que y

se

den

estas

heterorreferencias

ideologías,

también

organizaciones, basadas en la experiencia y memoria social. El problema para las ciencias sociales ha sido definir la “clase media”. Antes de seguir hay que aclarar que lo de la “clase media” supone una jerarquía simple, que define una “clase alta”, en contraposición, una “clase baja”. No responde a una clasificación marxista. En

los

apuros,

ciertos

marxistas

la

llamaron pequeñoburguesa, aludiendo a escalas menores de la formación de la clase burguesa; pero, como la “clase media”

es

muy

variada,

cuando

los

estratos de clase se aproximan a los perfiles de la clase proletaria e incluso más 23


abajo,

se

la

suele

nombrarla

como

lumpen; es decir, una pobreza indefinida, tendiente al vandalismo. El expositor del artículo

mencionado

reconoce

la

complejidad de la “clase media”, empero, la sigue encajonando en esa pirámide simple de la sencilla jerarquía social; la sitúa entre los de “arriba” y los de “abajo”. ¿No sería mejor replantearse y deconstruir el término tan ambiguo como “clase media”?

No

se

trata

clasificaciones

del

mismo

de estilo,

hacer más

puntillosas, ampliar el cuadro de las clases sociales, definir una amplia gama de estratos de “clase media”; mucho menos distinguir “clase media nueva” de la “clase media tradicional”, diferenciándolas por el contenido popular de la “clase media nueva”. Por ahí también va esa distinción entre “clase media de abolengo” y la “clase media con rasgos indígenas”. Esto último 24


es menos serio que lo anterior. Se trata de repensar el sentido de las clasificaciones taxonĂłmicas

sociales; sobre todo,

de

repensar quĂŠ es la sociedad. La sociedad, el gran socius territorial, se conforma por mĂşltiples y plurales asociaciones, que se constituyen sobre la base de filiaciones y alianzas. Es el imperio el que irrumpe con las

clasificaciones

atravesando

el

estratificaciones

institucionalizadas, mapa

social

burocrĂĄticas

con y

sacerdotales. Los llamados reinos, de alguna manera repiten, a su modo, esta transversal funcionaria al mapa social; es decir,

las

estatales;

clasificaciones fijan

sociales

prestigios,

son

mandos,

jefaturas y dominaciones. La modernidad pone en suspenso valores tradicionales, demuele instituciones antiguas, desata en las sociedades procesos fluidos en la vertiginosidad apabullante con la que lo 25


envuelve

todo;

se

da

lugar

un

desclasamiento generalizado, así como un re-enclasamiento;

se

conforman

otras

clases sociales. Las antiguas castas, como la nobleza y los clérigos, experimentan reubicaciones

en

la

nueva

estructura

social. La burguesía emerge de lo popular y de parte de la nobleza, la parte que convierte sus posesiones y propiedades en capital, la parte que se vuelve empresaria. La

“clase”

que

se

conforma

por

desclasamientos generalizados, la “clase” que no es clase, el proletariado, es la que se forma en la pluralidad de desarraigos. El denominativo de proletariado es, en principio, un nombre atribuido por el Estado, señalando esta proliferación de los que dejaron sus tierras y vinieron a trabajar a las ciudades industriales. El proletariado, entonces, corresponde a una clasificación estatal, se trata de una 26


calificación que señala el caos social ocasionado por los que venden su fuerza de trabajo, por no decir, su cuerpo, las capacidades

de

su

cuerpo.

Que

el

denominativo adquiera, con el tiempo, una connotación positiva, de afirmación, de identificación de la prole que trabaja, tiene que ver con la inversión de sentido, si se quiere, la transvaloración de los valores; pasa

de

la

descalificación

a

ser

de

autoafirmación y de autodeterminación. Aquí

concurren

varios

procesos

constitutivos; uno de ellos es ideológico; la formación discursiva histórico-política interpela al Estado y a las instituciones como

instituidas

por

la

guerra

de

conquista; por lo tanto, son ilegitimas. Esta formación discursiva histórico-política genera discursos anarquistas, socialistas, comunistas, que señalan al Estado como instrumento de la dominación y dispositivo 27


que coadyuva a la explotación de clase. En esta formación discursiva y en estos discursos histórico-políticos modernos el proletariado se convierte en protagonista histórico, es la vanguardia de la liberación de la clase explotada y de las clases subordinadas hegemonía

por

la

capitalista.

dominación Las

y

narrativas

proletarias son de convocatoria y de lucha. El marxismo, uno de los discursos de la formación

discursiva

histórico-política,

elabora una teoría, la de la lucha de clases, donde el proletariado, además de ser el protagonista

de

la

historia

es

la

consciencia histórica, el sujeto social de conocimiento de la historia. La corriente militante

del

marxismo

va

a

institucionalizar esta consciencia de clase en la organización proletaria, el partido. Es cuando la clase explotada, el proletariado, es

representada

y

expresada

por

el 28


partido. Es aquí donde queríamos llegar; precisamente el partido del proletariado es una

organización

hegemonizada

por

intelectuales, militantes profesionales de la revolución, intelectuales que proceden de la “clase media”. Aunque el partido tenga sus bases en los sindicatos obreros, incluso

dirigentes

obreros,

que

son

militantes del partido y ocupan cargos en el partido, lo cierto es que el partido lo conforman, sobre todo, en la cúpula, en el llamado comité central, intelectuales de “clase

media”.

Esta

es

una

notable

paradoja de las revoluciones socialistas. Entonces, ¿de qué hablamos?, ¿basta la representación de la clase para sostener que es la clase proletaria la que actúa como clase en sí y clase para sí? Estos temas de la representación y de vanguardia

los

discutimos

en

la

otros

ensayos (2); lo que ahora interesa es 29


cuestionar este denominativo y manejo arbitrario de la clasificación de “clase media”.

Las

sociedades

modernas

institucionalizadas, ante la vertiginosidad donde todo lo solido se desvanece en el aire, optan por contener las avalanchas y transformaciones

fluidas.

Lo

hacen

restaurando el Estado. El Estado detiene los flujos incontrolables, los flujos incodificados, restablece las codificaciones y las clasificaciones. Renacen las clases, en el ejercicio ideológico, político y estatal. Se establece

una

estructura

de

clases

moderna. Entonces, la burguesía adquiere símbolos otorgados por la legitimación estatal; es la clase que habla a nombre del pueblo y lo emancipa de las cadenas feudales o monárquicas. Es la clase del “progreso”,

del

“desarrollo”,

conductora

de

la

industrialización.

La

la

producción burguesía

clase y

la es 30


hegemónica en la sociedad de clases moderna, hegemoniza ideológicamente. Este discurso liberal, correspondiente a la narrativa burguesa, es transferido a las colonias, donde las burguesías portuarias entran

en

funcionarios

competencia coloniales.

Sin

con

los

embargo,

como sabemos, se trata de contextos diferentes, el europeo y el del continente llamado América. La principal diferencia consiste en que se trata de colonias europeas. La mayor parte de la población es de origen nativo, incluyendo a los mestizos. Las clasificaciones estatales, en este caso, de la Corona y los Virreinatos, también de las Capitanías y las Audiencias, adquieren una semántica racial. “Indio”, “negro”,

“mulato”,

denominativos localismos clasificaciones

y

y

otros

detallados,

según

regionalismos,

son

más

“pardo”

administrativas

de

las 31


visitas

y

revisitas,

es

decir,

de

las

enumeraciones poblacionales virreinales. Así como las clasificaciones de “originario” y

“forastero”,

son

clasificaciones

administrativas, cuyo objetivo es el tributo indigenal. Estas clasificaciones las hereda la

república,

con

alguna

que

otra

modificación. Es decir, la clasificación de la primera república, por así decirlo, es racial;

entonces,

clasificación

la

social

taxonomía

republicana

de sigue

siendo colonial. La dominación es una dominación de clase y una dominación racial, de los que se reclaman “blancos”, herederos de los conquistadores. Esta clasificación trastrocamiento

colonial con

sufre la

un

revolución

nacional-popular; esta revolución vincula rebeliones obreras, sobre todo, mineras, y de

sectores

urbano

populares,

con

intelectuales de izquierda; otra vez la 32


“clase media”. ¿Qué es entonces la “clase media”? ¿Se puede seguir hablando de “clase media”? Volvamos a lo del socius territorial. Las asociaciones múltiples y plurales se conforman sobre prácticas, actividades, oficios, por su relación con la tierra,

sobre

cultivable

y

todo,

cultivada.

concentraciones intersecciones intercambio. llegar

de Las

de

filiaciones,

tanto Se

los

sus

pueden

tierra

conforman

poblacionales

en

las

circuitos

de

asociaciones

a conformar

controles

en

pueden

interpretaciones descendencias también

y

por

conformar

controles territoriales regionales a través de alianzas. Pueden entonces constituir Confederaciones. Hasta ahí asociaciones que se nombran por filiaciones, clanes, o por

alianzas,

Confederaciones.

Asociaciones diferenciadas por tipo de actividad,

oficio,

localidad,

región; 33


también, obviamente, por lenguas. En cuanto

a

lo

que

podemos

llamar

representaciones, de manera provisional, que

son,

jefaturas

mas y

configuran

los

bien,

simbólicas,

señoríos

controles

definen

territoriales.

las y La

discusión sobre la estratificación ancestral y antigua, se da cuando esta constelación de

asociaciones

clasificaciones

es

cruzada

por

estructuradas

las por

funcionarios y sacerdotes; clasificaciones burocráticas que toman como centralidad a la dinastía, que vendría a ser algo así como el clan supremo. Una hipótesis interpretativa, entre otras, es la que conjetura

la

territoriales,

ruptura la

de

las

usurpación

alianzas de

la

Confederación, por un clan supremo, que logra imponerse sobre las alianzas. Sin discutir

aquí

las

otras

hipótesis

interpretativas – lo hicimos en otros 34


ensayos (3) -, nos interesa señalar esta transversal de clasificaciones burocráticas y funcionarias al mapa complejo de las asociaciones. Desde nuestro punto de vista, llamamos a este acontecimiento instauración de un poder estructurado, institucionalizado, legitimado por mitos, ritos, ceremonias y alegorías. Es decir, legitimado por el imaginario simbólico. Una

consecuencia

interpretativa

es

de que

esta la

hipótesis

clasificación

taxonómica social es conformada por el aparato burocrático y por el aparato sacerdotal. Ahora bien, ¿qué es esta casta burocrática y qué es esta casta sacerdotal? ¿”Clase media”, abusando del término con fines comparativos? Si bien podemos aproximarlos al clan supremo; aproximar a los funcionarios de mayor rango y a los sacerdotes de mayor prestigio y control, la mayoría de los funcionarios y sacerdotes 35


están,

mas

bien,

distantes

del

clan

supremo. Volvemos al problema de definir estratos sociales que cumplen funciones mediadoras, que no es lo mismo que decir que se sitúan en medio de una pirámide social abstracta. En la teoría del modo de producción capitalista, vale decir, en lo que se expone en el primer tomo de El capital, no hay “clase media” ni “clases medias”;

hay

solo

dos

clases,

el

proletariado la burguesía. Lo demás es como

reminiscencias

sociales

de

estructuras sociales del pasado o se encuentran en camino de formar parte del proletariado o de formar parte de la burguesía. Las otras clases aparecen en el tercer tomo de El capital, dedicando atención

al

campesinado

y

a

los

terratenientes, así como a otros estratos que aparecen de manera más difusa. No tocaremos los denominativos que usa Karl 36


Marx en sus escritos histórico-políticos, pues

las

clasificaciones

usadas

son

recogidas de los discursos colindantes o de las narrativas políticas de su tiempo. No interesa tanto definir las

clases sino

interesa comprender la lucha de clases en sus especificidades y singularidades. El análisis

crítico

efectuado

es

a

la

hermenéutica y heurística política de su tiempo. Sin embargo, vuelve a aparecer, en estos escritos, esa difusa composición social, que otros identifican como “clase media”. Una primera impresión; el término de “clase media” más parece ser una clasificación auxiliar para nombrar lo que no

se

conoce,

pretendiendo

este

conocimiento con tan solo nombrar. Esta aseveración

que

se

expresa

como

conjetura nos lleva a algo más grave: ¿Se conoce a la sociedad, al funcionamiento social, a sus dinámicas moleculares y 37


molares?

Los

devaneos

del

expositor

mentado, en el discurso político emitido, sobre

la

“clase

adjuntando,

las

media”,

incluso,

interpretaciones

esquemáticas de las ciencias sociales, nos muestra los grandes vacíos de los saberes modernos sobre la sociedad. Después de lo dicho, podemos sugerir otra hipótesis interpretativa: No hay clases sociales sino a través de las clasificaciones taxonómicas sociales,

hechas

clasificaciones

por

el

poder;

institucionalizadas,

que

fijan las diferencias, que institucionalizan las diferencias. Hay lucha de clases, que corresponde a la rebelión y a la subversión contra la dominación imperante y la explotación vigente. Hay conflicto entre sociedad, como matriz y substrato de las dinámicas sociales, que tiende a la fluidez y a la movilidad, a la transformación y al devenir, y Estado. Es el Estado el que 38


contiene la fluidez y la movilidad, las congela, estratificando clases sociales en tanto

diferencias

permanentes,

jerarquizadas

capturando

fuerzas

sociales, coadyuvando a la repetición de esquemas

de

prácticas,

comportamientos que

y

reproducen

institucionalmente a las clases sociales.

Volviendo al conflicto social en cuestión, que no solamente es médico, sino de la sociedad movilizada contra el Código Penal y la abolición de la democracia por parte del gobierno clientelar, no es sostenible la hipótesis ideológica de la “asonada de la clase media”. Su utilidad no es analítica, sino

como

enunciación

política,

que

procede a la descalificación ideológica de la

movilización

social

desatada,

que

aglutina a varias regiones y a distintos 39


sectores sociales, incluyendo a la clase trabajadora, a los obreros. Esta amplitud social no es abarcable con un concepto tan ambiguo y difuso como el de “clase media”. Volviendo al discurso del expositor del artículo mencionado, el incremento de la “clase media”, corroborado por datos, por los porcentajes estadísticos, señalados en el artículo, se ha producido en distintos países, tanto de “gobiernos progresistas” como de gobiernos neoliberales. Si es cierto que estadísticamente impacta la magnitud

del

incremento

porcentual,

referido al crecimiento de la “clase media” en los países de “gobiernos progresistas”, hay,

de

todas

maneras,

variables

compartidas con el incremento de la “clase media”

en

países

de

gobiernos

neoliberales. En contra lo esperado por Marx,

no

se

ha

incrementado

el

proletariado, sino, mas bien, las “clases 40


medias”, en lo que viene del desarrollo capitalista. No es pues este fenómeno de explosión de la “clase media”, con la incorporación de la “clase media popular”, algo de lo que hay que vanagloriarse; ocurre en todas partes. Ofrecer como ejemplo de “revolución” lo mismo, como si se tratara, tal como dice la canción, de que cambie todo para que no cambie nada, no es algo destacable como cambio, menos como

transformación.

“revolucionario”

la

Ofrecer

misma

como

estructura

social, jerárquica y diferenciada, solo con cambios

de

composición

élites de

la

y

cambios

“clase

en

la

media”,

es

confesar la decadencia inherente a la forma de gubernamentalidad clientelar. Ofrecer como “izquierda” esta mimesis de lo mismo con otros discursos, es devaluar la referencia de izquierda y banalizar su trayectoria heroica y consecuente del 41


pasado

inmediato.

Ofrecer

como

“socialismo” esta banalidad política, a diferencia

de

lo

que

postulaba

el

socialismo clásico, una sociedad sin clases, es confesar la propia inutilidad histórica.

42


Notas

1.- Ver de Álvaro García Linera La sonada de la clase media. Animal político; la Razón; La Paz 14 de enero. 2.- Ver Paradojas de la revolución. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs /paradojas_de_la_revoluci__n. 9. 3.- Ver Cuadernos activistas. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/stac ks/715dbb6b8faf4b70bef012832f796319.

43


El uso simbólico de lo “indio” en la ideología política

44


Cuando se representa a alguien, a un pueblo, a un colectivo social, a uno o varios pueblos indígenas, se los reduce a la representación, ya no como delegación, sino como figura del imaginario. Se los reduce a la imagen que se tiene de lo representado menciona.

en

el

discurso

que

Llama

la

atención

el

lo uso

simbólico de lo “indio” en la ideología política. El discurso del representante reduce al representado a la imagen que tiene

de

lo

que

representa,

que

generalmente no coincide con lo que efectivamente es lo representado, pues se trata de la complejidad múltiple y plural de dinámicas cultural.

constitutivas Empero,

el

de

lo

social-

representante

encuentra en lo que representa su razón de

ser,

su

sentido

de

ser.

La

representación, en este caso, la imagen, el imaginario, la ideología, la idea, funciona 45


como sentido de ser, pero, también como finalidad suprema; como realización plena de la razón de ser y del sentido existencial, en

este

caso,

histórico-político.

Efectivamente el que se realiza no es el o la representada, o ambos, tampoco lo representado, sino el representante. Lo que ocurre es que el representante se proyecta en la imagen de lo representado, se proyecta no solo asumiendo el papel de representante, sino como protagonista de un proyecto salvador, liberador, de la víctima

absoluta,

convertido

el

a

la

que

representado

ha y

sido lo

representado. Es el héroe de la trama que el propio representante se imagina y narra. Cuando concurre esta suplantación de la representación de lo representado, lo que pasa es que se proyecta no el conflicto efectivo de lo representado respecto de la dominación imperante, sino el conflicto 46


efectivo

inherente

en

la

constitución

subjetiva del representante; el conflicto interno. El conflicto es, efectivamente, un conflicto interno, no un conflicto en el mundo efectivo. Al proyectar este conflicto interno como si fuese un conflicto en el mundo

efectivo,

el

representante

convierte a sus propios conflictos como si fuesen conflictos efectivamente dados en la

sociedad.

Esta

es

una

doble

suplantación; a la suplantación anterior del representado por el representante, se suma la suplantación del conflicto efectivo social, político y cultural, por el conflicto personal,

que

perturba

la

estructura

subjetiva constituida en el representante. Por ejemplo, lo “indio”, el “indio”, los pueblos

indígenas,

cuando

son

representados por voceros que hablan por ellos, que, incluso, se presentan como los más

“radicales

indianistas”,

los

más 47


“radicales” de la causa “india”, en vez de dejar que sean los propios indígenas los que

se

auto-representen

y

se

auto-

interpreten, en su pertenencia al mundo efectivo social convulsionado, proyectan en la imagen de “indio” que tienen sus propios

fantasmas.

Una

parte

de

mismos es proyectada en la imagen de la víctima absoluta; Las frustraciones propias son

convertidas

como

si

fuesen

frustraciones de los “indios”. Es la voz del vocero la que sustituye a la voz del “indio”, de la “india”, de los pueblos indígenas. Se convierte en el gran mediador entre dos mundos, el mundo “indio”, o lo que se imagina que es, y el mundo q’ara, donde pertenece o procede. Esta mediación lo convierte en indispensable, en la trama tejida

por

su

propia

narrativa;

esta

mediación también le otorga poder, poder de

mediador,

además

poder

del 48


representante, de la representación, de la “vanguardia”, de la clarividencia en la lucha de liberación “india”. Estas dobles suplantaciones

y

proyecciones

en

la

pantalla política tienen efectos perversos. Si bien, al principio, en el proceso de representación,

tanto

imaginaria

e

ideológica, así como delegativa, se asume como un compromiso con la causa de los y

las

dominadas,

de

los

y

las

subalternizadas, de los y las colonizadas, en la medida que se llega a dar la representación

en

forma

discursiva

y

política, la representación se convierte en una relación de poder, por lo tanto, de dominación. El representar a los sin voz es como presentar la propia voz como si fuera la voz de los sin voz. La relación de poder es

perversa

pues

se

presenta

como

relación de compromiso, relación de lucha, relación solidaria; sin embargo, no deja de 49


ser

relación

de

poder.

El

intelectual

“radical” enseña a los y las dominadas sobre su liberación, orienta acerca de sus luchas, más aun, define sus finalidades, objetivos y programa político. Hay que anotar que esto ha pasado en las historias políticas de la modernidad, sobre todo, en las historias políticas revolucionarias. Esta demás decirlo que no es un fenómeno particular boliviano. La singularidad radica en que el problema de las dominaciones corresponde a un compuesto articulado de dominación civilizatoria

capitalista, y

dominación

dominación colonial.

Si

revisamos los discursos de convocatoria, la víctima absoluta ha dejado de ser el proletariado, ahora es el “indio”, como figura de la dominación colonial. Como anotó Antonio Gramsci en sus Cuadernos de la cárcel, el discurso del partido no hablaba del proletariado efectivo, múltiple, 50


local,

nacional,

homogéneo, protagonista

sino

del

único, de

la

proletariado

como historia.

figura Por

eso,

propuso un concepto que corrige esta falencia

abstracta,

la

del

concepto

geográfico de clase. Lo mismo pasa con el discurso político que señala al “indio” como

víctima

absoluta

y

como

protagonista de la descolonización. Se habla de un “indio” abstracto, homogéneo, absoluto,

casi

puro

e

inmaculado;

obviando la complejidad indígena en la historia moderna del continente y en la historia reciente.

Lo

más

grave

suplantaciones,

de

este

juego

de

representaciones

y

proyecciones se ha dado en los “gobiernos progresistas”. La representación en el poder,

en

el

ejercicio

de

gobierno, 51


despliega

políticas

francamente

anti-

indígenas, basadas en el modelo colonial extractivista del capitalismo dependiente; ocupando

los

territorios

indígenas,

avasallándolos con la ampliación de la frontera

agrícola

y

de

la

frontera

extractivista, suspendiendo sus derechos colectivos. Todo esto, en el caso de Bolivia,

a

nombre

de

un

“gobierno

indígena”. Es cuando el representante, el vocero “radical indianista”, no solo se atribuye la representación y la vocería indígena, sino que decide por los pueblos indígenas y a nombre de ellos políticas etnocidas.

Esto

ya

es

patético

y

desmesuradamente grotesco. La víctima absoluta no tiene derecho a la expresión, no tiene derecho a opinar, no tiene derecho a deliberar, menos a cuestionar e interpelar, pues es acusada de “terrorista” o estar aliado al “imperialismo” o en 52


connivencia con la “derecha” que conspira. La guerra anticolonial, guerra antigua no resuelta,

que

actualiza,

en

constantemente distintos

se

contextos

cambiantes, es suplantada por la guerra del

“gobierno

progresista”,

que

se

autonombra como “gobierno indígena”, contra los propios pueblos indígenas y la Madre

Tierra.

Lo

perverso

de

este

supuesto “radicalismo indianista” es que es usado para continuar la colonialidad por otros

caminos,

“progresismo”

y

los los

caminos

del

caminos

del

extractivismo. La guerra de razas es un enunciado que recoge Michel Foucault de los primeros discursos histórico-políticos, que interpelaban la dominación de los conquistadores, que imponen sus leyes, sus instituciones y el Estado, sobre lechos de

sangres

despojadas

derramadas, y

de

de

tierras

desposesiones 53


institucionalizadas. nación,

en

el

Raza

sentido

significaba

de

nacer,

de

compartir consanguíneamente. El racismo no reivindica la raza, en este sentido, sino que señala a la “raza maldita”, la “raza” que contamina a la sociedad, la “raza” que debe ser separada, en el peor de los casos, aniquilada. El discurso gubernamental no reivindica la guerra de razas, en el sentido que devela Foucault, sino que utiliza el racismo conservador y nazista de manera invertida, señala a una “raza maldita”, la “raza”

de

reducida, aniquilada.

los en

q’aras, el

Esto

peor ya

que de no

debe los

es

ser

casos, discurso

histórico-político, el que interpela a las dominaciones, sino es un discurso racial, un discurso de limpieza étnica, un discurso profiláctico. Es un discurso estatal y gubernamental que no habla desde los pueblos indígenas, desde su complejidad 54


en la modernidad, sino habla desde las ateridas frustraciones de los gobernantes, habla desde el espíritu de venganza. La descolonización es una tarea de todos los pueblos del mundo; en el continente de todos los pueblos de Abya Yala, sean indígenas o mestizos, porque el diagrama de poder colonial atraviesa a todos, inviste a todos, incluso inviste a dominantes y dominados. Porque la colonización ha afectado a todos los pueblos, pues el sistema-mundo colonial es el substrato del sistema-mundo capitalista. Esta inmensa tarea de desandar el laberinto de las dominaciones ateridas y en curso, esta inmensa tarea de desanudar los amarres de la colonialidad, compete a los pueblos del

mundo.

colectividades.

Es

una

Pretender

tarea que

de

las

alguien

tiene la verdad sobre las genealogías coloniales

es

un

despropósito

y

una 55


pretensión delirante. Estas pretensiones están vinculadas a juegos de poder de los representantes, de los voceros “radicales”, de

los

intelectuales

intelectuales cumplen

son

tareas

decoloniales. peligrosos

de

Los

cuando

“vanguardia”,

de

representación, de voceros de los y las dominadas; confunden la realidad efectiva con sus paradigmas. Cuando no coinciden, reducen,

forcejeando,

a

la

realidad

efectiva al tamaño de los esquematismos paradigmáticos.

Esta

violencia

epistemológica los aleja de la comprensión y entendimiento de los problemas que emergen en los acontecimientos dados en el mundo efectivo. Con esto no decimos que hay que descartar a los intelectuales, tampoco a la labor intelectual; decimos que los intelectuales deben hacer lo suyo, interpretar, no enseñar, no orientar, no conducir,

menos

gobernar.

Deben 56


aprender de la praxis social, de sus dinámicas complejas, de los pueblos, de los

acontecimientos

y

los

conflictos;

construir interpretaciones para deliberar con todos y corregirlas. Además, nunca olvidar que forman parte del intelecto general, de los saberes generales de la sociedad; su contribución está ahí, en coadyuvar al enriquecimiento de este intelecto

general

y

de

los

saberes

generales sociales.

A propósito, recordar las enseñanzas de Franz Fanon; una de ellas, cuando dice que no se trata solo de expulsar al colonizador, sino de destruir la estructura de poder colonial. Un negro que ocupa el lugar del blanco es un blanco, un indio que ocupa el lugar del blanco es un blanco. Pues se ha preservado la misma estructura 57


de poder. Lo negro, lo indio, lo blanco, no son

sustancias,

sino

calificaciones

ideolรณgicas coloniales en pleno uso de las dominaciones; no es pues un problema de color, sino del uso ideolรณgico colonial de la piel.

58


Mundo paralelo

59


Las organizaciones paralelas apรณcrifas

60


Llamemos

la

pretensión

divina

o

pretensión de divinidad a aquél deseo que el mundo sea imagen y semejanza de uno mismo. Que el mundo gire alrededor de uno mismo, rindiéndole pleitesía. Esta pretensión de divinidad resalta cuando el despotismo encuentra un mundo efectivo que es distinto a la imagen en el espejo; entonces

tiende

a

crear

un

mundo

paralelo, un mundo imaginario, que sea fiel copia de su imagen en el espejo. Como dijimos en El mundo paralelo del MAS (1), este es un comportamiento delirante de negar

la

realidad

efectiva;

incluso

podríamos decir que se trata de un narcisismo llevado al extremo. Quizás, elucubrando, dedicarse

una a

comportamientos

egología,

pueda

estudiar de

estos

encaracolamiento

(2). Pero, ahora, nos interesa enfocar las creaciones

de

esta

pretensión

de 61


divinidad; las formas y organizaciones del mundo paralelo que conforma. En este caso, con todos los recursos del Estado. Ahora se trata de conformar una COB paralela,

que

pasa,

primero

por

el

desconocimiento a su secretario ejecutivo; todo esto porque la COB encabeza la defensa

de

Constitución, movilizaciones

la

democracia,

porque

apoya

ciudadanas,

de

la las de

profesionales, de oficios y de gremios contra la ley inquisidora, el Código Penal, y contra el desconocimiento de la voluntad popular, que votó por el NO en el referéndum por la reforma constitucional, que pretendía habilitar indefinidamente a Evo

Morales

Ayma

a

elecciones

consecutivas. El gobierno clientelar quiere una COB sumisa y obediente a sus mandatos y sus caprichos. Los voceros de este desconocimiento son los dirigentes de 62


la CSUTCB, dirigentes puestos a dedo por el gobierno, en bochornosos congresos campesinos, donde se impuso contra las bases

a

personas

sin

convocatoria

campesina; es decir, llunk’us.

No es el único gobierno que ha intentado desconocer

a

la

COB

y

dividirla

o

suplantarla. Desde los gobiernos del MNR de la revolución nacional (1954-1964), sobre todo, cuando la COB entra en confrontación

con

gubernamentales,

las se

gestiones

ha

buscado

controlarla. Las dictaduras militares la desconocieron y persiguieron con saña a sus

dirigentes,

clandestinidad.

que Los

entraron

en

la

gobiernos

de

la

coalición neo-liberar acertaron un golpe durísimo con la “relocalización” de los trabajadores

mineros

de

COMIBOL, 63


descalabrando a lo que se consideraba la vanguardia de la lucha por la liberación nacional y el socialismo, el proletariado minero. Ahora es, nada más ni nada menos, el “gobierno progresista”, que se autonombra “gobierno de los movimientos sociales”, el que desconoce a la COB, busca dividirla o suplantarla por una organización apócrifa, como acostumbra y lo ha hecho en otros casos; por ejemplo, las organizaciones indígenas de tierras bajas

y

de

tierras

altas,

CIDOB

y

CONAMAQ. Más que muestra de fuerza, lo que hace el gobierno clientelar, es una develación

de

su

debilidad.

Ya

no

entusiasma, ya no convoca, pierde sus clientelas; ante esta desolación busca protegerse

con

paralelo,

con

organizaciones

la la

ilusión

del

mundo

pantomima

apócrifas,

que

de no

representan a nadie, salvo a los vacíos y 64


ausencias de la representación genuina. Sin embargo, este mundo paralelo le sirve de pantalla para presentarse todavía como si tuviese apoyo social. El teatro político es lo único que le queda a un gobierno que ha perdido legitimidad. El ideólogo de la decadencia dice que es el “racismo” de la “clase

media”

la

que

no

quiere

la

reelección de un “presidente indígena”, a su vez, el presidente dice que no es contra el Código Penal que se moviliza la gente, sino contra él, porque no quiere que sea electo.

Estas

gobernantes

afirmaciones

develan

su

de

los

pronunciada

enajenación; ya no tienen sensibilidad paran percibir los fenómenos sociales, están

encaracolados

en

sus

propios

laberintos emocionales. La soledad a la que condena el poder, a los que se instalan en esta

maquinaria abstracta

de

las

dominaciones, los ha empujado al delirio 65


que generan los cantos de sirena. Solo ven fantasmas,

el

“conspiración”;

fantasma el

fantasma

de

la

de

un

“imperialismo”, que ha muerto en la guerra

del

Vietnam,

ahora

es

otro

imperialismo o imperio, contra el que no pelean, sino son más bien sus cómplices, son parte del engranaje del sistemamundo

capitalista

y

extractivista;

el

fantasma de una “oposición de derecha”, que

no

tiene

convocatoria.

Las

movilizaciones sociales que arrinconan al gobierno, a sus órganos de poder, a la masa

elocuente

prácticamente

de

llunk’us,

son

auto-convocadas

por

organizaciones sociales, de profesionales, de oficios y de gremios, además de los Comités Cívicos. Ver detrás de estas movilizaciones la mano oscura de la “conspiración” del “imperialismo” y la “derecha” no es otra cosa que mostrar 66


ceguera, ciertamente conveniente; no es otra cosa que confesar, aunque no lo quieran, de manera indirecta, sus miedos y temores. Un síntoma de la forma de poder en decadencia, de la forma de gubernamentalidad

en

crisis,

es

la

paranoia. Es vano discutir con ellos, los gobernantes, los oficialistas y menos con la masa elocuente de llunk’us, que no pueden

elaborar

una

ley

sin

la

construcción colectiva de la ley, sin la participación

y el

control social, que

establece la Constitución, desconociendo el sistema de gobierno constitucional, el sistema

político

participativa comunitaria

y y

de

la

democracia

pluralista,

representativa.

directa, Es

una

pérdida de tiempo, ante gente que no escucha,

que

enrevesadas

esta

obcecada

en

interpretaciones

fragmentarias de la Constitución, que, 67


además

creen

“revolución cuando

esta

o

se

asumen

democrática

y

revolución

brilla

como

cultural”, por

su

ausencia. Esta gente solo entiende el lenguaje de las fuerzas, de las fuerzas movilizadas – y eso, quizás ni si quiera esto entiendan -; esta gente en el poder usa el discurso para justificarse, también para imponer consignas, así como para hacer propaganda y publicidad de sus “logros”.

No

hay

deliberación,

esta

actividad indispensable en el ejercicio democrático

ha

desaparecido;

ha

desparecido del Congreso donde, por su razón de ser, se debería deliberar y parlamentar; ha desaparecido del propio MAS;

ha

desaparecido

en

las

organizaciones sociales afines al gobierno, en los sindicatos que controla, en los sindicatos

campesinos.

Solo

se

dan

órdenes y los supuestos dirigentes se 68


encargan de que se cumplan. Otro de los rasgos

elocuentes

de

la

crisis

gubernamental y de legitimidad es el uso recurrente a la violencia, a la amenaza, al amedrentamiento,

al

chantaje

y

la

coerción. En esta escalonada recurrencia a la violencia comienzan a sobresalir ciertos empleos

descarnados

de

la

violencia

callejera, los relativos al matonaje. Esto se ha observado en varios momentos y situaciones; en los congresos campesinos, donde se imponen los candidatos del corregidor;

en

contra

de

las

movilizaciones. Fue patético lo que hizo el gobierno en contra de las movilizaciones indígenas, la VIII y la IX. También en el Congreso se acalló a las voces que observaban

inconductas

o

señalaban

contradicciones; el MAS no ha estado exento de amedrentamientos, sobre todo, cuando aparecían corrientes con cierto 69


matiz

de

independencia

e

iniciativa.

Recientemente, la gobernación del Beni recurrió al matonaje para amedrentar en los puntos de bloqueo del paro cívico. De los rasgos más pronunciados son los recursos

de

oponente,

la del

descalificación

del

demandante,

del

interpelador, de la crítica, sobre todo, de la movilización y su dirigencia. Así como los procedimientos de la denigración; también

la

judicialización

y

la

criminalización de la protesta. Como se puede ver, estamos en la etapa de la forma de gubernamentalidad clientelar en crisis que se defiende da la sociedad movilizada. A pesar de que controla los medios

de

comunicación,

públicos

y

privados, el gobierno se ve obligado a desbordar estridentemente

apabullantemente su

propaganda

y y

publicidad, mostrando “logros”, que son 70


elefantes blancos o instalaciones costosas, con sobreprecios, que no terminan de articular coherentemente una logística económica adecuada. A esto se suma que nunca se aclara sobre los desfalcos, las escandalosas corrupciones, la evaporación de las inversiones, la inconstitucionalidad de

los

contratos

y

concesiones.

En

gobierno, que se dice ser “gobierno de los movimientos sociales” - mote, que, a estas alturas del partido, nadie cree, salvo la masa

elocuente

de

llunk’us

-,

al

encontrarse en apuros, no puede perdonar la posición clara y evidente de la COB. Hablamos de un gobierno, haciendo un poco de historia reciente, que ha destruido a las organizaciones sociales, pues no podía aceptar el despliegue autónomo de sus dinámicas; no puede construir su forma de gubernamentalidad clientelar con el desenvolvimiento independiente y 71


espontáneo de las organizaciones sociales. Se trata de una forma clientelar que no se construye sobre la base de las dinámicas sociales, sino que lo hace verticalmente, asumiendo como cimiento lo que está en el techo; se trata de una forma clientelar que

se

construye

teniendo

como

referencia la convocatoria del mito y el símbolo encarnado en el caudillo. Sus formas de mando no pueden ser sino autoritarias. Prohibido pensar; solo piensa el

ideólogo

solitario

en

los

balcones

solariegos, donde el crepúsculo tiñe de sangre las ventanas del palacio quemado.

Ante el ataque gubernamental a la COB, la sociedad

tiene

defenderla. trayectoria depositadas

De

la

responsabilidad

defender

histórica en

los

toda

de

substratos

de una

luchas, de

la 72


memoria social. Defender, en el presente, a una COB que se reinserta nuevamente en las movilizaciones y luchas en los espesores dinรกmicos del presente (4). Defender el papel de los trabajadores en la recuperaciรณn de la democracia y la posibilidad de una construcciรณn de la democracia radical.

73


Notas

1.- Ver El mundo paralelo del MAS. https://potenciadelavida.wordpress.com/ 2017/12/30/el-mundo-paralelo-del-mas/. 2.- Ver Encaracolamientos. https://pradaraul.wordpress.com/2015/0 8/12/encaracolamientos/. 3.- Ver Estado policial. https://issuu.com/raulprada/docs/estado _policial_2. 4.- Ver Espesores coyunturales. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs /espesores_coyunturales_3.

74


La destrucciรณn de las organizaciones sociales

75


Las formas de gubernamentalidad parecen reconfigurar las composiciones de sus relacionamientos

con

las

formaciones

sociales. Los distintos tipos de formas de gubernamentalidad

parecen

definir

composiciones de sus relaciones con la sociedad que se adecuen a las exigencias de las formas de gobierno diferenciales. Por

ejemplo,

gubernamentalidad

una

forma

liberar

de

tiende

a

adecuar sus relaciones con la sociedad, sobre todo, con las formas de organización social,

que

contengan

en

los

límites

institucionales establecidos por el Estado de derecho a las organizaciones sociales. No hablamos de los partidos políticos, que son organizaciones de la representación política, sino de las organizaciones de cohesión, aglutinamiento, convocatoria y defensa de los derechos sociales; como, por ejemplo, los sindicatos. Una forma de 76


gubernamentalidad neoliberal tiende a adecuar sus relaciones con la sociedad restringiendo los mĂĄrgenes de maniobra de las organizaciones sociales a los lĂ­mites que impone el ajuste estructural; para ilustrar, prefiere que se conviertan en empresas competencia.

y

que

concurran

en

Una

forma

de

socialista,

nos

gubernamentalidad

referimos al socialismo realmente dado, tiende a establecer la composiciĂłn de sus relaciones con la sociedad convirtiendo a las organizaciones en el sostĂŠn del Estado socialista; en otras palabras, las incorpora como

composiciones

del

Estado.

Al

hacerlo, la sociedad pierde iniciativa, la iniciativa la tiene el Estado. Paradoja del socialismo, la sociedad se congela, para donar su vitalidad al Estado. En la forma de

gubernamentalidad

clientelar,

la

relativa a los gobiernos populistas o 77


nacional-populares, se detectan dos tipos de tendencias; una, la referida a los gobiernos populistas de mediados del siglo XX; otra, la referida a los “gobiernos progresistas”. En el caso de la primera, el gobierno nacional-popular tiende a una configuración prebendal de la composición de sus relacionamientos con la sociedad al convertir a las organizaciones sociales en dispositivos de las redes clientelares. En el segundo

caso,

esta

tendencia

no

solamente se lleva al extremo, no solo de la

clientela

institucional sociales;

de es

organizaciones plantean

sino

su

de las

más, sociales

la

corrosión

organizaciones cuando

las

resisten

independencia

de

o

clase,

entonces el gobierno clientelar de la segunda versión, la del siglo XXI, tiende a destruir las organizaciones sociales.

78


Asistimos, en los periodos del “gobierno progresista”, recomposición

a de

tres las

fases

de

relaciones

la del

gobierno con la sociedad; en el periodo inicial, se tiende, como en el caso de la forma de gubernamentalidad socialista, a convertir a las organizaciones sociales en sostén del Estado. Pero, esto concurre, con dificultades, además con fracasos, pues

el

Estado

de

la

forma

de

gubernamentalidad del socialismo del siglo XXI

no

ha

transformado

el

Estado,

estructuralmente, ni institucionalmente, como ocurre con el Estado socialista, salvo si se cree que esto se da, por arte de magia, con la nueva Constitución. Hay pues una inadecuación entre el Estadonación,

aunque

lleve

otro

nombre

constitucional, y la pretensión de convertir a las organizaciones sociales en sostén del Estado.

El

Estado-nación,

con

una 79


Constitución nueva, no ha dejado de ser Estado liberal, aunque haya modificado el uso de la malla institucional, convirtiendo estos

dispositivos

primero,

en

después

convocatoria,

en

dispositivos

clientelares, dejando de lado el Estado de derecho.

No

contradicciones

tardan entre

en el

surgir “gobierno

progresista” y las organizaciones sociales; en principio aplacadas por la convocatoria del primer periodo, después aplacadas por las

relaciones

clientelares.

Empero,

cuando las organizaciones sociales se desencantan de la convocatoria y resisten a la cooptación clientelar, el recurso gubernamental formando

es

su

organizaciones

destrucción, paralelas

apócrifas.

80


A lo largo de las tres fases mencionadas, la de la convocatoria, la clientelar y la de la destrucción, las organizaciones sociales comienzan,

al

principio

tibiamente,

imperceptiblemente, a perder su vitalidad, empezando

a

perder

capacidad

de

iniciativa. En la fase de la convocatoria hay como

un

entusiasmo

compartido,

la

atención ante los problemas esta como inhibida, en consecuencia, también la crítica. Sin embargo, en esta fase, esta situación

no

es

notoria,

ni

parece

peligrosa. Es en la segunda fase, la clientelar, cuando se hace patente la perdida de vitalidad, por lo tanto, de iniciativa, incidiendo en las dinámicas de las organizaciones sociales. Cuando, en esta fase, la forma de gubernamentalidad clientelar logra controlar, copta a las organizaciones, apéndices

del

convirtiéndolas ejecutivo.

Esto

en ya

es 81


destrucción

de

organizativas

y

las de

capacidades

cohesión

de

las

organizaciones sociales; en este caso, las organizaciones sociales cooptadas ya no representan a las bases, sino representan al gobierno ante las bases. Sin embargo, en este caso, las organizaciones sociales presentan como una máscara, porque discursivamente dicen representar a las bases.

La

fase

donde

se

hace

desbordantemente evidente la destrucción de la organización social, de su capacidad organizativa,

es

denominamos destrucción.

la

tercera,

propiamente Cuando

se

la

que

de

la

presentan

organizaciones sociales que se resisten a ser cooptadas, plantean abiertamente su independencia

y

buscan

defender

los

derechos conquistados, además de su perspectiva propia en el proceso, la opción gubernamental es su destrucción taxativa. 82


En esta tercera fase, de la forma de gubernamentalidad clientelar, el gobierno no tiene bases sino sombras, el gobierno no tiene pueblo, aunque lo nombre, sino el espejo de la propaganda gubernamental impresa en los cuerpos anulados de un pueblo callado y sometido. No solamente desaparece la iniciativa en la sociedad, transferida a la iniciativa estatal, como en el caso de la forma de gubernamentalidad socialista, sino que tampoco hay iniciativa estatal,

salvo

por

la

propaganda

y

publicidad apabullante. La máquina estatal se para, no funciona, lo que funciona, en vez de ella, es la máquina del chantaje, el lado oscuro del poder. Se ha destruido no solamente a la organización social sino a la

capacidad

sociedad,

de

es

innovadoramente

la

sociedad

decir,

de

dinámicas

de

ser

desplegar sociales.

Pero, este es el caso extremo, hipotético, 83


pues las sociedades se resisten a que esto ocurra. Es cuando se generan los conflictos destacables entre Estado y sociedad.

El “gobierno progresista” de Bolivia tiene en su haber una lista de organizaciones destruidas, otra lista de organizaciones cooptadas. Sin embargo, a pesar de las organizaciones paralelas impuestas con representaciones apócrifas, sumisas al gobierno, las bases de las organizaciones destruidas siguen resistiendo desde el entramado social y organizacional en la escala de las comunidades. Lo complicado, mas bien, pasa con las organizaciones cooptadas, pues, en este caso, las bases han perdido iniciativa, incluso capacidad de resistencia a la manipulación de la dirigencia. La cooptación ha sido tal que ya no

hay

vida

sindical,

salvo

espurios 84


congresos donde se impone a dedo las “representaciones” de la dirigencia de federaciones

y

de

la

confederación

sindical. El dramatismo de lo que ocurre es entonces mayor en las organizaciones cooptadas

que,

incluso,

en

las

organizaciones destruidas. Por ejemplo, ha

desaparecido

el

movimiento

campesino, no se moviliza en torno a la reforma

agraria,

ya

no

es

esta

su

vocación. La ha sustituido por alianzas empresariales, transformación

basadas de

en

las

la

economías

campesinas en economías empresariales, en zonas importantes del agro y del cultivo.

Esto

ocurre,

cuando

prácticamente, la economía campesina, que

es

diversificada

y

plantea

una

estrategia de resistencia jugando con el mercado,

pero,

para

relaciones

comunitarias,

reproducir aunque

las estas 85


hayan desaparecido institucionalmente – no se presenten como comunidades o ayllus y se presenten como sindicatos -; cuando se deja el multi-cultivo y se opta por el monocultivo1. La dirigencia sindical campesina representa no solo al gobierno ante las bases, sino que representa las tendencias campesinos,

empresariales asolados

ante por

los estas

tendencias de concentración de tierras y de capital agrario.

La COB, en la historia reciente, ha pasado por varios periodos distintos; primero, el periodo de lo que fue la COB legendaria, la del gasto heroico, la insurreccional, que viene desde su fundación, después de la

1

Ver de Raúl Prada Alcoreza Oikonomías campesinas. https://pradaraul.wordpress.com/2013/12/22/oikonomiascampesinas/.

86


revolución de 1952, hasta la derrota de la Asamblea Popular (1971) por el golpe militar perpetrado, corresponde el periodo heroico. Después, durante el periodo de las dictaduras militares, estamos ante el periodo de resistencia a las dictaduras militares; la COB pasa a la clandestinidad, se

reorganiza

y

juega

un

papel

fundamental en las resistencias sociales a las dictaduras, hasta la reconquista o recuperación de la democracia. Durante el periodo intermitente de recuperación de la democracia, la COB intenta recobrar el papel protagónico que tuvo en el primer periodo; sin embargo, el contexto había cambiado, los partidos políticos jugaban el rol de las representaciones y delegaciones políticas.

Además,

los

partidos

de

“izquierda”, la gran mayoría ingresaron a la

concurrencia

contexto

se

democrática.

En

pasó

proyecto

del

este

87


insurreccional al proyecto democrático por el socialismo; el periodo corresponde a una COB en dilemas, entre la memoria insurreccional y el presente de hegemonía del proyecto democrático. El penúltimo periodo, siguiendo la mirada retrospectiva del pasado, es el que corresponde al periodo de los gobiernos neoliberales; ante el desarme, sobre todo, por la merma del

proletariado

minero,

con

la

“relocalización”, la COB se debilita como nunca antes. En estas condiciones se resiste a la avalancha neoliberal con lo que se tenía, con lo que se era; se trata de un segundo periodo de resistencia, en otro contexto, no el de las dictaduras militares sino de gobiernos neoliberales. El último periodo de la retrospección es el que asistimos

y

correspondiente gobierno

de

experimentamos, a

las la

gestiones forma

el de de 88


gubernamentalidad

clientelar.

En

este

periodo, ante una COB que heredó su debilitamiento

orgánico,

que

perdió

protagonismo, cediendo ante novedosas y renovadas formas de movilización social, en la fase de ofensiva social, ya no de resistencias,

que

corresponde

a

la

movilización prolongada (2000-2005), la COB es, en principio, cooptada por el gobierno popular. Es recientemente, en plena

crisis

de

legitimidad

gubernamentalidad clientelar,

que

recuperar

un

la

del COB

papel

y

de

gobierno comienza

orientador

en

a el

conflicto social contra un gobierno en decadencia, que opta raudamente en caer en

la

tiranía.

Pero,

es

cuando,

al

enfrentarse al gobierno clientelar y apoyar las movilizaciones sociales, defendiendo los

derechos

conquistados,

que

el

“gobierno progresista” decide destruirla y 89


conformar, como lo ha hecho con otras organizaciones sociales, una COB paralela apócrifa, sumisa al gobierno.

Un gobierno clientelar en crisis no puede sostenerse sino intentando hacerlo con el incremento de la represión, en el extremo caso, implantar o terminar de implantar un Estado policial.

Todo a costa de la

democracia,

que

queda

abolida,

la

banalización

de

los

conceptos,

la

destrucción de las organizaciones sociales, por

lo

tanto,

la

destrucción

de

las

capacidades sociales, de sus dinámicas, de sus convocatorias y sus cohesiones. La responsabilidad

social

es

evitar

que

concluya este proceso destructivo de las organizaciones sociales, resistirse a que acaezca eso, parar la marcha decadente del proceso político, que afecta a todo; 90


defender las organizaciones sociales que quedan,

recuperar

destruidas,

así

devolverles

su

las

como

organizaciones las

vitalidad,

cooptadas, para

que

accionen sus dinámicas propias. Por eso, la defensa social de la COB es una tarea imprescindible ahora, en este momento del golpe crápula de la dirigencia llunk’u2. No le va a ser fácil al gobierno terminar de perpetrar este golpe contra la COB; pues la

COB

la

conforman

sindicatos

y

organizaciones sociales en todo el país, representando a distintos segmentos de los

trabajadores,

en

sus

polifacéticas

actividades. Además, la COB forma parte del imaginario social y de la memoria social. Sin embargo, no hay que quedarse en que no le va a ser fácil, menos

2

Ver Golpe crápula contra la COB. BOLPRESS. https://www.bolpress.com/2018/01/25/golpe-crapula-contrala-cob/.

91


contentarse con esto; la responsabilidad es impedírselo. La destrucción de las organizaciones

sociales

no

puede

continuar. Por otra parte, el totalitarismo o la tiranía, abierta o velada, tiene límites; no parece posible absorber a toda la sociedad institucionalizada, mucho menos a

la

sociedad

substrato

alterativa,

dinámico

institucionalizada.

de

que la

es

el

sociedad

El totalitarismo solo

puede durar un lapso, aunque este sea largo; en cuanto asfixia a la sociedad institucionalizada, ya no tiene de donde más capturar fuerzas sociales, tampoco de donde reproducirse con la energía social; en el hipotético caso de que pueda absorber a la sociedad alterativa, que es el substrato magmático, detendría la vida social

completamente,

lo

que

implica

también la muerte del parásito, el Estado.

92


Golpe crรกpula contra la COB

93


Cuatro apéndices del ejecutivo, es decir cuatro fragmentos de la Central Obrera Boliviana (COB), afines al MAS, serviles al gobierno

clientelar

y

corrupto,

han

desconocido al secretario ejecutivo Guido Mitma

y

pretenden

perpetrar

la

destrucción de la COB. Gente que no tiene la menor idea de lo que es la COB, de su trayectoria

de

lucha,

del

significado

histórico en la memoria social, se ha atrevido a perpetrar un golpe, dirigidos desde el ejecutivo, desde el MAS y los dispositivos oscuros que se mueven entre bambalinas.

En

una

entrevista

Guido

Mitma declaró que el Comité Ejecutivo de la COB está conformado por 22 dirigentes, que los que desconocieron a su persona solamente son cuatro, afines al MAS. Sostuvo que se trata de un “golpe” desde el Gobierno a través de la CONALCAM. “Esto es un golpe por el Gobierno, un golpe 94


utilizado por la CONALCAM, por cuatro sujetos que no son reconocidos”. Guido Mitma alertó a la ciudadanía que los dirigentes que lo desconocieron están de acuerdo con el Código Penal y pretenden que la COB se mantenga callada ante los atropellos a los trabajadores que están en esa norma (1). El gobierno clientelar ha destruido a las organizaciones sociales, ha suspendido

sus

suplantándolas

dinámicas por

la

sindicales,

sumisión

y

obediencia al capricho del jefe supremo de la

masa

elocuente

de

llunk’us.

Han

desaparecido las formas de conformación de representaciones genuinas, que son las encargadas de llevar a cabo las decisiones colectivas dadas en las bases. La vida sindical se ha convertido en una comedia burlesca

donde

las

dirigencias

son

impuestas a dedo; por lo tanto, no solamente sin representatividad genuina, 95


sino

sin

convocatoria.

fraudulento,

el

Lo

bluff,

chuto,

lo

preponderan

elocuentemente en las gestiones de la forma de gubernamentalidad clientelar. El MAS se ha creado un mundo paralelo imaginario,

sostenido

por

la

institucionalidad copada por el partido oficialista (2). Un mundo paralelo que solo sirve

para

mantener,

por

un

lapso

perentorio, la fachada de “legitimidad”, mientras

en

el

mundo

efectivo

la

conflictividad social avanza derribando fachadas. Al final, haciendo un sucinto balance, el gobierno populista ha sido más destructivo que los gobiernos neoliberales, que también se enfrentaron a la asonada social.

Lo

que

coadyuva

en

esta

destrucción de lo social, de la organización social,

es

que

se

presentan

como

“progresistas”, como populares, incluso como de “izquierda”; esto desarma o 96


disminuye notoriamente las defensas de las organizaciones sociales. Se tarda un tiempo para darse cuenta de la impostura y de la destrucción provocada en las organizaciones

sociales.

Para

estas

deshonestas tareas se presta gente sin escrúpulos,

las

que

aparecen

en

los

periodos de gobierno, de cualquier forma de gobierno, sobre todo, de los gobiernos que se presentan con máscaras populares y de “izquierda”, incluso con máscara indígena.

Los

dirigentes

que

han

desconocido al secretario ejecutivo de la COB son de ese estilo. Hay pues una gran diferencia

y

distancia

entre

estos

dirigentes de última hora y los dirigentes que

se

sostuvieron

enfrentando

las

adversidades en periodos difíciles, los de las dictaduras militares y los de los gobiernos de la coalición neoliberal. Estos dirigentes de lucha pusieron el pellejo, 97


incluso de su plata, cuando no alcanzaban los recursos sindicales; en cambio, los dirigentes de última hora, impuestos a dedo, están ahí, porque forman parte de las

clientelas

del

gobierno,

están

enredados en circuitos clientelares y en redes de corrupción, por más pequeñas que sean, en unos casos, no en otros. Esta es la gente que se presta a desconocer al secretario

ejecutivo,

sin

respetar

los

estatutos orgánicos; esta es la gente que divide a la legendaria COB; esta es la gente

que

convoca

a

un

amañado

ampliado, saltando todas las instancias orgánicas. Estamos pues ante un golpe contra

la

matriz

organizativa

de

los

trabajadores de Bolivia de parte de un gobierno sin escrúpulos ni horizontes, salvo el de las banalidades del teatro burlesco político o la única finalidad de perpetrarse en el poder, incluso a costa del 98


pueblo y la sociedad boliviana. Si el pueblo y la sociedad no quieren que todo termine en una descomposición generalizada es menester ponerle coto a este proceso de decadencia. Hay que poner las cosas, como quien dice, en su sitio, es decir, en el substrato de las dinámicas sociales. En el caso de los sindicatos, recuperar la vida orgánica, la gestión de las bases, la conformación

genuina

representaciones, federaciones articuladoras

la y

e

de

las

conformación

de

confederaciones

integradoras

de

las

composiciones variadas sindicales. Como decíamos, en otro tiempo, recuperar la retórica sindical – retórica en pleno sentido de

la

palabra,

convencimiento,

de

como

arte

argumentación

de y

construcción de empatías -; recuperar la deliberación y la pedagogía colectiva, que aprende de la experiencia social. En el 99


caso de la malla institucional política y social, si bien somos críticos del Estado, aceptando, que efectivamente se dan transiciones, ejercer la democracia, en pleno sentido de la palabra, mejor si se profundiza

este

ejercicio,

yendo

efectivamente hacia el ejercicio de la democracia

participativa,

pluralista,

directa, comunitaria y representativa, que establece la Constitución. Para tal efecto es indispensable liberarse de la impostura, del fraude, de la usurpación, del teatro burlesco político. Si, en definitiva, se trata efectivamente

de

transiciones,

cuyos

decursos dependen de las correlaciones de fuerzas, parece que hay que aprender a efectuar transiciones consensuadas. No importa cuánto dure ponerse de acuerdo, lo importante es dar pasos firmes y no pasos

en

falso.

El

ideólogo

de

la

decadencia reduce sus conjeturas a la 100


unidimensionalidad, donde solo hay dos direcciones: “adelante” y “atrás”. Olvida que hay más de tres dimensiones, donde se dan lugar curvaturas; lo que unos llaman “adelante”, termina siendo una vuelta hacia “atrás”. Además, es muy pobre

quedarse

simplón

y

“derecha”,

en

el

esquematismo

osificado

de

“izquierda”

es

elemental

usar

para

un

y

parámetro

comprender

la

complejidad. Esquematismo dualista que no

corresponde

efectivo

de

ni

fuerzas

siquiera

al

políticas,

mapa dadas

históricamente en el Congreso de la revolución francesa; pues estaban los de la montaña, los de la galera, los radicales de los sans culottes, del pueblo parisino. Más

allá

de

la

izquierda

y

derecha

congresista, más allá de los jacobinos y girondinos, que tenían, mas bien, más cosas en común. Se trata de continuar con 101


las transformaciones, que se truncaron y detuvieron

al

comienzo

“proceso

de

cambio”.

términos

comunes,

ni

mismo

del

Para

usar

los

ir

“atrás”

ni

quedarse en el momento de la decadencia del gobierno clientelar, sino marchar con el empuje de la potencia social.

102


Notas

1.- Ver Sindicatos masistas quiebran COB y Mitma denuncia golpe. http://www.erbol.com.bo/noticia/politica/18012018/sindicat os_masistas_quiebran_cob_y_mitma_den uncia_golpe. 2.-

Ver

El

mundo

paralelo

del

MAS.

https://potenciadelavida.wordpress.com/2017/12/30/elmundo-paralelo-del-mas/.

103


La labor de los llunk’us

104


¿Se pueden definir roles para tipos de conductas, es decir, para perfiles de personas de acuerdo a tipos de conductas? Para que ocurra esto tendría que darse una institucionalización de roles con estas características, como ocurre para otros roles sociales. Sin embargo, esto no se ha dado; lo que ocurre es que el sentido común aprecia tipos de conductas, casi como define tipologías de personas, de acuerdo al tipo de conductas. Desde esta perspectiva, el sentido común como que clasifica según esta improvisada tipología y hace como si interpretara roles sociales; es

decir,

soterrados Entonces

hace se

como

si

dieran

estamos

estos

roles

socialmente. hablando

interpretaciones

del

sentido

interpretaciones

que

son

de

común;

reconocidas

como certezas sociales, incluso saberes populares. Estas apreciaciones sociales 105


son expresadas en el lenguaje usual, incluso

en

discursos

más

o

menos

elaborados, sobre todo, políticos, o en las retóricas

callejeras.

apreciaciones

Entre

aparece

la

estas

clasificación

popular de lo que se nombra, según los regionalismos

y

localismos,

como

adulador, zalamero u otros denominativos más figurativos como “tira-sacos”; en Bolivia, con la influencia del aymara y el quechwa, se nombra como llunk’u. Al respecto,

intentaremos

describir

los

“roles” que les atribuye el sentido común a los llamados llunk’us, aunque lo haga de una

manera

espontánea, interpretar

no

elaborada,

mientras pequemos

nosotros, de

sino al

elaboración

teórica.

106


Se ha vuelto recurrente este apelativo de llunk’u en el campo político, sobre todo, cuando se discute y se interpela en las pugnas sindicales. De todas maneras, el uso del término se ha vuelto común en la discursividad

cotidiana,

más

marcadamente en unas regiones que en otras, particularmente en la región andina. Aunque la semántica del término adquiera una polifonía, pues se alude tanto al adulador

como

al

sumiso,

tanto

al

zalamero como al oportunista, así como al servil. Recientemente, en el periodo de las gestiones del “gobierno progresista”, el término en uso señala a los serviles al gobierno, que están muy lejos de efectuar alguna

tibia

político

y,

desgañitados

crítica mas

a

cualquier

bien,

personajes

son en

los

error más

alardear

sobre su lealtad al caudillo y al “proceso de

107


cambio”. A propósito, en Psicología del llunk’u escribimos:

Crecen

a

la

sombra

del

caudillo.

Paradójicamente viven opacados por el brillo del líder; quien, en vez de calor, los alimenta de frío. No son auténticos ni veraces; solo emulan los deseos del que vanaglorian como Dios o como padre de todos. Por eso, consideran “traición a la patria”,

cuando

escuchan

críticas

u

observaciones, ya sea al caudillo o a su gobierno, que creen que es la cúspide de la política. Nunca argumentan, solo se resienten

y

hacen

escuchar

su

resentimiento bulliciosamente, para que les escuche el caudillo y los tenga en cuenta. Creen que la lealtad es idolatrar todos los actos y rasgos del caudillo; para ellos no hay errores, ni contradicciones. 108


Estos

atributos

“traidores” vengan

o

son

de

de

invento

los

donde

de

los

“conspiradores”, vengan,

de

las

“derechas” o de las “izquierdas” radicales, que para ellos se les antoja que coadyuvan a los planes de la “oligarquía” o del “imperialismo”. No se sabe por qué, pero, así es, indiscutiblemente3.

Quizás

esta

descripción

fehacientemente

un

preponderante

en

progresista”

y

en

estilo el el

destaque de

llunk’u

“gobierno

Movimiento

al

Socialismo (MAS), que además abarca a la dirigencia sindical afín al partido oficialista. Al respecto, también hicimos notar que no 3

Ver Psicología del llunk’u. https://pradaraul.wordpress.com/2015/10/04/psicologia-delllunku/.

109


se trata solo de una zalamería sumisa, sino que consiste en una estrategia de poder; la masa elocuente de llunk’us despliega

una

estrategia

de

poder

precisamente a través del servilismo. El más zalamero, no solamente ante el jefe supremo,

sino

ante

los

otros

jefes,

subordinados de la escala jerárquica de la estructura

de

poder

palaciega,

se

convierte en el feroz déspota ante sus subordinados, incluso destila una bronca frenética contra los dirigentes que se animan a observar errores, peor si son contradicciones políticas.

El texto citado continúa:

En el fondo, saben que dependen del caudillo; por eso, requieren que esté 110


siempre

presente,

Confunden

la

como

en

permanencia

el

cielo.

con

la

eternidad en el poder. Sin el patriarca otoñal no podrían ser algo, alguien, pues no tienen cualidades naturales, carecen de cualidades propias, pues han aprendido a simular bien. Incluso, cuando conviene que el líder se retire a sopesar, para evitar su desgaste, y volver más fuerte al escenario político, prefieren mantenerlo, como cuando a un enfermo terminal se lo mantiene

artificialmente.

Este

es

un

ejemplo exagerado para ilustrar. En este caso, si bien viven y sobreviven por el caudillo, al mantenerlo, de esta forma al jefe, le hacen pagar un costo alto, su desgaste continuo, después escabroso, para poder sostenerse ellos todo lo que se pueda estirar el elástico de sus dominios usurpados.

111


Paradójicamente el llunk’irio se convierte en una telaraña que atrapa y aprisiona al caudillo. El jefe supremo está rodeado por aduladores, que queriéndolo o no, más probable es que no se den cuenta, se vuelven en las sombras que lo rodean como agobiantes límites de su accionar. Este quizás sea el costo del ser servido, del ser adulado y atendido hasta en sus mínimos detalles, ocultándole aquello que pueda molestarle, incluso información de lo que acontece. Esta es una de las paradojas del poder, entre muchas otras. El supremo se halla rodeado por sus serviles y sumisos colaboradores y la masa elocuente de llunk’us, el emperador se encuentra prisionero de sus eunucos.

112


Seguimos con el texto:

Como en las guerras sagradas de las celosas

religiones,

cuando

se

atenta

contra su verdad o se la cuestiona, acudiendo al argumento de pecado con Dios,

acusando

de

deicidio,

usan

el

argumento de “traiciĂłn a la patriaâ€?, pues el caudillo es la patria; por lo tanto, ellos son la patria, que hay que respetar sin miramientos, como devotos chauvinistas. La patria se les antoja una vitrina de adulaciones

y

peregrinas

figuras

de

museo. Su imaginario llega donde llegan sus alabanzas; para ellos se ciega su visiĂłn en el espejo. El mundo es la imagen en el espejo

de

su

devota

entrega

a

las

compulsiones delirantes del caudillo y a las pulsiones de muerte del poder.

113


Sin embargo, el caudillo no es el único que cae en su propia trampa, sino también los llunk’us, pues terminan enredados en sus propias telarañas. Porque ellos forman parte de la ceremonialidad del poder, terminan creyendo que la realidad se circunscribe

en

las

esferas

de

la

ceremonialidad. Creen en el espectáculo que brindan las ceremonialidades, fuera de terminar creyendo en los espectáculos que montan. Ya no pueden distinguir entre publicidad y realidad. Como dependen del destino del caudillo, el desiderátum de los lluk’us está atado a este destino. El caudillo, en la medida que mira la realidad desde la burbuja del poder, solo logra ver las membranas de la burbuja que hacen de espejo, solo ve sus propias ilusiones como corroboradas en figuras sin carne; figuras que cantan sus “logros” como rondas de cantos apologéticos, entonces el caudillo 114


queda indefenso y vulnerable ante el clima beligerante desatado por el calentamiento social.

El

también

crepúsculo su

del

crepúsculo,

caudillo

es

caída

del

la

caudillo es también su caída.

El texto culmina así:

No se dan cuenta que ocultan a su líder la efectiva realidad, compleja, profusa y paradójica. Por eso no atinan a resolver problemas

sino

problemas

con

a su

ocasionar actitud

más

incierta,

descomedida e indigna. Al final son ellos los que entierran al caudillo, después de haber mirado con ojos claudicantes su cuerpo simbólico, que oculta el cuerpo humano.

115


El llunk’irio está también atrapado en su propio laberinto. A veces se descarga con furia, cree que la salida es violenta; agredir a los que contradicen al jefe supremo

y

al

“proceso

de

cambio”.

Usurpan funciones, toman iniciativas de atacar a los colectivos movilizados, a los pueblos y naciones indígenas, que exigen el respeto a sus derechos consagrados en la Constitución. Ahora lo hacen con la máxima

dirigencia

de

la

COB,

la

desconocen porque les viene en gana desconocerlo, pasándose por la borda estatutos

orgánicos

y

a

las

22

organizaciones componentes. Creen que tienen derecho solo por el hecho de ser fieles y leales al caudillo y al “proceso de cambio”. Les importa un comino lo demás, el problema en cuestión, la crisis política y de legitimidad; ni se les pasa por la cabeza comprobar si hay o no vulneración de la 116


Constitución, consideran

como

alegan

detractores.

los

Para

ellos

que lo

importante es desgarrarse las vestiduras y hacer buena nota ante el jefe supremo. Los llunk’us forman una fraternidad de machos

alevosos,

seducidos

por

la

prebenda y los micro-poderes de los que disponen.

En

Condena

al

imaginario

llunk’u

escribimos:

También forman parte de máquinas de poder estas prácticas de adulación, de sumisión y subordinación de los zalameros de jefes.

Incluso

ampliando,

con

la

condición de introducir descripciones más completas, se puede incorporar a partidos, a

partidos-Estado,

a

“ideologías” 117


absolutistas.

Entonces se hablaría de

dogmatismos ciegos al partido y a la ideología del partido. Hasta ahora se ha entendido

estas

como

tuvieran

si

prácticas

aduladoras

su origen sólo

en

el comportamiento servil y sumiso, en la falta de dignidad; pero, no. No parece que sea solo así, que tenga que ver con la falta de ética, de moral y decoro individual de esta gente dedicada al culto del jefe, sino que, lo condicionante, parece ser que se trata

de roles, de estructura

de

roles,

establecidos en máquinas de poder. Si no cumplen unos esos papeles, otros lo hacen. Aunque varíen de acuerdo a sus perfiles personales y, quizás, de acuerdo a sus siluetas particulares, al mayor o menor decoro, a mayor o menor iniciativa propia o, caso contrario, indiferencia galopante, los papeles se cumplen. Pero, ¿qué clase de roles, qué clase de papeles son estos? 118


No se trata tanto, por cierto, como se ha creído,

de

convencer

a

la opinión

pública de que el jefe es el caudillo, de que el caudillo es el mesías político, de que está en curso un “proceso de cambio”. Introduciendo la ampliación de la que hablamos, diríamos, de que el partido es la vanguardia histórica,

histórica,

el horizonte

la conciencia epistemológico

del momento; el Estado revolucionario es la emancipación en curso, si no es ya la realización, por decreto, de la sociedad sin clases. Pues esta tarea, en todo caso está mal efectuada; no es convincente.

¿Se

trata de convencer acaso al jefe que ellos son

consecuentemente

indispensables? demostración nuestra

leales,

¿Requiere el jefe?

ampliación,

esta

Siguiendo ¿de

fieles, con

convencer

al partido que son los militantes puros, profesionales, dedicados? En todo caso, no 119


parece ser lo más indispensable. Lo que parece,

mas

bien,

mantener

importante,

es

las burbujas de

los climas y atmósferas cerradas

del

poder; es menester mantener el equilibrio interno de las temperaturas y los climas, en una relación adecuada con los climas, atmósferas y corrientes las burbujas;

es

externas a

menester

preservar

las burbujas, reproducirlas, aferrarlas a sus existencias. La tarea entonces de estos funcionarios de la subalternidad, la sumisión, la adulación y las zalamerías, es preservar

las burbujas frente

a

las

contingencias4.

4

Ver Condena al imaginario llunk’u. https://pradaraul.wordpress.com/2015/09/14/condena-delimaginario-llunku/.

120


Entonces, preservar

un

rol

de

los

llunk’us

las burbujas frente

a

es las

contingencias. Pero, ¿qué pasa respecto al mundo

efectivo?,

¿cuál

es

su

rol?

Revisando la historia de las revoluciones en la modernidad, observamos que el rol respecto al mundo efectivo es contener, detener y terminar con la revolución desatada. Lo hacen, a diferencia de los que se

declaran

explícitamente

contra

la

revolución, desde adentro. A no ser que se crea en las “teorías de la conspiración”, que reducen el

mundo a la secreta

actividad de “logias” o grupos poderosos, ocultos entre bambalinas, lo que es por cierto una trivialidad, si es que se llaga a considerar a esto teoría, no parecen actuar de esta manera conscientemente, sino es el resultado dramático de una vocación de condescendencia

y

de

servilismo.

Lo

hacen, a diferencia de los que se declaran 121


abiertamente contra la revolución, desde adentro.

¿Por qué ocurre esto? Porque en el mundo efectivo su papel no es el que se atribuyen ellos

mismos,

revolución”,

“salvaguardas sino

efectivamente,

que

quiéranlo

de

la

responden o

no,

a

diagramas de poder inherentes en el sistema-mundo capitalista extractivista, comprendiendo

las

regiones

de

su

geopolítica de dominaciones. En la textura de

mediaciones,

comportamientos,

que se

incide

en

sus

encuentran

las

ideologías que comparten, como climas representativos, prejuicios

se

ateridos,

encuentran inscritos

en

los sus

cuerpos institucionalmente y asumidos por singularidades localistas o de estratos particulares sociales. Por ejemplo, lo que 122


nombra, toca, unge de institucionalidad, legitima el poder, consideran que es la realidad; no hay un más allá de esta realidad producida por el poder. Ese más allá es invento de la “conspiración”, que tiene mil rostros.

La “idea” que tienen de la revolución es la imagen que llega a ellos de la misma. En unos casos puede ser la imagen que corresponde

a

la

propaganda

revolucionaria; esto ocurre en la militancia poco propensa a la crítica. En otros casos, puede la imagen corresponder a las figuras de grandeza o de gloria, que queda después

de

filtrado

el

contenido

romántico; en este sentido, la revolución es un referente histórico y algo así como una autoridad moral; esto pasa en quienes se

incorporan

a

la

revolución 123


institucionalizada desde una vocación por el orden, que llaman nuevo orden. Toda la magia y la seducción que contiene el romanticismo contenido

ha

estético

desaparecido, queda

para

este los

revolucionarios que asumen la revolución como potencia creativa de la sociedad, que,

por

cierto,

termidorianos.

están

lejos

de

los

Son los que van a ser

acusados desde “radicales” desubicados hasta

“conspiradores”,

cómplices

del

“imperialismo” y la “derecha”. Estamos en una suerte de clasificación perentoria de las

imágenes

esquemáticas

que

comparten los llunk’us, de toda clase, de todo tipo y de todo estilo.

En los imaginarios más vernaculares la revolución aparece como encarnada en el caudillo. El caudillo, su imagen, expresa la 124


revolución misma, se convierte en el símbolo de la revolución. En este estrato la revolución ha sido convertida en una religión; por eso, el caudillo se aproxima a la figura de mesías.

Este quizás es el

estrato más popular y más extendido; una buena parte del pueblo se inclina a interpretar desde el imaginario milenarista lo

que

acontece,

cuando

se

da

un

levantamiento popular y coincide con la convocatoria del mito, la del caudillo. No podríamos

denominar

vernacular

a

la

a

este

memoria

apego

religiosa,

incorporada en los habitus, como parte de las estratificaciones del llunk’irio; pues la decodificación del caudillo como mesías político se da en términos de expectativa, de entusiasmo y usando la interpretación barroca

popular

simbólico desenvuelta

en de

como

la la

propia

dispositivo voluntad

movilización.

Sin 125


embargo,

si

bien,

en

principio,

la

incorporación de contingentes populares, a través de esta interpretación barroca, impulsa la movilización social y el apoyo a procesos deconstructivos y diseminadores abiertos, a partir de un momento se convierte

en

obstáculo

político

para

continuar la lucha y las transformaciones estructurales revolución

e no

institucionales. institucionalizada,

La la

revolución como tal, como proceso de transformación incontenible, requiere de la autonomía popular, de sus iniciativas, de sus capacidades inventivas, de su potencia, de su madurez política, del uso crítico de la razón. No un pueblo creyente en la realización misionera del caudillo, que no tarda en develar sus limitaciones, su terrenalidad y sus contradicciones.

126


Como en contraste de estos imaginarios de la revolución, donde todavía anima un ánimo utópico, por más acortado que ya se encuentre, están los imaginarios que podemos

denominar

pragmáticos.

Por

ejemplo, hay quienes consideran que se trata de la oportunidad; que ahora les toca a

“ellos”,

que

fueron

marginados,

discriminados y excluidos de las bondades del “desarrollo”. Entonces, de lo que se trata es de hacer lo mismo que la élite derrotada y expulsada del poder, solo que ahora son “ellos” los que aprovechan estas bondades, los que fueron excluidos. Este imaginario ya tiene que ver muy poco con la revolución, casi nada, salvo lo de la sustitución de élites, si se considera esto un cambio. No es el anterior el imaginario más trivial, pedestre y chabacano; hay otro, que corresponde a los que entienden oportunidad

como

posibilidad

de 127


beneficiarse, hayan sido o no excluidos antes.

Este

estrato

estรก

lleno

de

trรกnsfugas.

Como se puede ver, estamos ante una gama de imaginarios conservadores de toda clase y tonalidades, que obstaculizan los procesos liberadores, innovadores y creativos, deteniendo la marcha de las transformaciones.

128


Estructuras de poder

129


La RepĂşblica del Chapare5

5

TĂ­tulo sugerido en conversaciones con Ernesto Rocabado.

130


La República del Chapare no es una república reconocida oficialmente, sino que se trata de una república subyacente, que se encuentra dentro de la República de

Bolivia,

que

se

denomina

constitucionalmente “Estado Plurinacional de Bolivia”. La relación entre la república subyacente

y

la

republica

oficial,

reconocida en el orden mundial, es de dominación; la República del Chapare domina a la República de Bolivia. El “gobierno progresista” del denominado constitucionalmente “Estado Plurinacional de Bolivia”, que de Estado Plurinacional solo

tiene

el

nombre,

pues

se

ha

mantenido la estructura institucional del Estado-nación, está al servicio de la República

del

significativos

Chapare. de

Un

proyectos

numero se

han

concentrado en el Chapare, incluso sin justificación técnica, como el caso de la 131


Planta de Amoniaco y Urea en Bulo-Bulo, que se encuentra lejos de la fuente de energĂ­a, el gas, y lejos de los mercados, sobre todo el de Brasil.

132


Infraestructura

de

la

ficción

económica

Según la propaganda del gobierno la Planta de Amoniaco y Urea es “el proyecto más grande en la historia de Bolivia”; se construyó con una inversión de $US 953 millones, recursos que fueron otorgados por el Banco Central de Bolivia (BCB), a través de un empréstito. Las obras de construcción del complejo petroquímico, a cargo de la coreana Samsung Engineering Co. Ltd., se iniciaron en noviembre de 2012. Este proyecto forma parte del Plan de Desarrollo Económico y Social 20162020. La planta de Bulo Bulo produciría 1.200 toneladas métricas día (TMD) de amoniaco y 2.100 TMD de urea granulada. El

fertilizante

tendrá

como

principal

mercado al Estado de Mato Grosso de 133


Brasil. Otros compradores de urea son Argentina, Paraguay y Perú. Entre el 85% y 90% de la producción se destinará al mercado externo y el restante 10% a 15% será comercializado en el país. Para la exportación del fertilizante, Yacimientos Petrolíferos

Fiscales

Bolivianos

(YPFB)

adquirió 500 contenedores para trasladar el producto en camiones desde Bulo Bulo hasta Montero, en Santa Cruz. Desde esta ciudad, el fertilizante será transportado en 250

vagones

de

ferrocarril

hasta

la

frontera con Argentina y Brasil6.

A un mes después de la inauguración de la Planta de Urea y Amoniaco en Bulo Bulo,

6

Leer Bolivia salta a la petroquímica con la planta de urea. https://www.la-razon.com/economia/petroquimica-plantaurea_0_2783121674.html.

134


nada se

sabe

producción avances

el inicio

comercial.

en

las

Yacimientos Bolivianos

sobre

Tampoco

negociaciones

Petrolíferos (YPFB)

de

y

la hay

entre Fiscales

la

Cámara

Agropecuaria del Oriente (CAO). Medios de comunicación intentaron visitar la planta de

urea,

sin

embargo,

el

personal

restringió el ingreso, argumentando que se debe solicitar una autorización por vía “regular”. Sin embargo, vecinos de la zona informaron que, desde su inauguración, el 14 de septiembre de 2017, no observaron la salida de camiones con containers de la planta. Observadores que frecuentan el acceso principal a la planta, sobre la carretera que conecta los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz, dicen que desde el 14 de septiembre no se vio salir camiones del lugar. Uno de ellos dice: “Desde que se ha inaugurado no he visto 135


salir ningún tráiler con containers, a no ser que sea de noche”. Mientras tanto, el secretario general del municipio de Entre Ríos, Vicente Rojas, explicó que desconoce si se estaría transportando el fertilizante a través de camiones. “No tengo idea. Es más información de ellos (Gobierno y YPFB)”. Según la información que las autoridades le proporcionaron en el acto de inauguración, la planta funcionará comercialmente recién en un mes. El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sanchéz, sostuvo, durante su intervención en el acto de puesta en marcha del complejo, que el primer lote del fertilizante se produciría en los siguientes 14 días, debido a los procesos de producción. En aquella oportunidad, Sánchez no brindó mayores detalles sobre la cantidad de la producción inicial de la planta. Del mismo modo,

el

presidente

de

YPFB

y

el 136


presidente

Evo

Morales

evitaron

dar

declaraciones a la prensa7.

Tal parece, como en otros casos, que estamos ante un nuevo elefante blanco de magnitud.

Costos

altos,

ubicación

desubicada desde la lógica y la geografía económica, con incierta producción, cuyos costos pueden ser altos, de tal manera que no justifiquen su comercialización; esto debido

a

las

improvisaciones,

a

los

negociados y corrosión institucional, fuera de la corrupción que le acompaña, además de

los

costos

del

transporte,

incrementados por establecer la planta donde no corresponde.

7

Leer La producción de urea en Bulo Bulo es incierta. http://www.lostiempos.com/actualidad/economia/20171010/ produccion-urea-bulo-bulo-es-incierta.

137


El ingeniero Saul Escalera dice que, en todo caso, se entraría a la era de la “industrialización del gas natural”, no de la “industrialización en general”. El ingeniero anota que la venta del compuesto de amoniaco y urea es más para las grandes extensiones cultivadas de soya y caña; no así para la producción agrícola campesina, que, mas bien, requiere de compuestos aglutinados en el NPK. María Lohma dice que el campesino compra a U$1 una bolsa de NPK, con la producción compraría a U$0,36, lo que, obviamente, beneficia al campesino.

Sin

embargo,

es

esta

producción la que falta y no producirá la Planta de Amoniaco y Urea. Para el consumo

campesino,

en

realidad,

se

necesita otras plantas, otros compuestos derivado del amoniaco y combinados con 138


el nitrógeno, además del potasio. El contrato para la construcción de dicha planta

se

la

adjudicó

la

Samsung

Engineering Co. Ltd. Esta empresa hace subcontratos, lo que no garantiza la buena ejecución del proyecto ni su integridad solvente. Por otra parte, teniendo como antecedente las inconclusiones de sus tareas encomendadas anteriormente, no se ve en perspectiva un buen desenlace en la trama de los tejes y manejes alrededor de la contratación de la construcción de la planta. La intervención de esta empresa trasnacional ha hecho subir el precio de costo de la planta, de U$550 millones de dólares a $us 953 millones; como se puede ver la Planta tiene un sobre precio. Aquél precio de $US550 millones ya tenía un sobreprecio de $US150 millones. Una planta hecha sin estudio del mercado ni evaluación

técnica

de

los

costos

de 139


producción finales, se mueve en caminos inciertos8.

No hay todavía mercados asegurados para la producción de la planta. El ingeniero Saúl

Escalera comenta

sobre

la

problemática de la falta de mercado asegurado de la planta de urea de Bulo Bulo. En lo que respecta al mercado interno, la producción agrícola, sobre todo, campesina, plantea construir un complejo petroquímico

de

8

plantas

complementarias, que darían mayor valor agregado original

al del

proyecto. proyecto

La era,

concepción mas

bien,

8

Escuchar Planta de urea en Bulo Bulo: Críticas a la millonaria obra. http://www.somossur.net/index.php/boliviaeconomia/2069-planta-de-urea-en-bulo-bulo-criticas-a-lamillonaria-obra.

140


producir

derivados,

6

derivados

del

amoniaco y 2 derivados de la urea. Se pueden sacar 75 derivados del amoniaco y muchos más de la urea. Por lo tanto, la propuesta

consistente

es

la

de

construcción, entonces, de 8 plantas. Una inversión de más de $US350 millones, implementando tecnologías limpias9.

El economista Teófilo Caballero dice que es positivo tener como socio comercial al Brasil, para la producción de gas, pero también de amoniaco y urea. En su evaluación, Teófilo Caballero considera que la Planta de Amoniaco y Urea debió ser construida en la frontera ya que se 9

Escuchar Falta de mercado y nuevos retos ante Planta de Urea en Bulo Bulo. http://www.somossur.net/index.php/bolivia-economia/1996falta-de-mercado-y-nuevos-retos-ante-planta-de-urea-enbulo-bulo.

141


piensa exportar al Brasil y cree que la distancia podría incidir en los precios10.

En Chapare, ubicado en el centro de Cochabamba,

con

una

superficie

de

12.445 km2, el “gobierno progresista” destinó más de $US 1.100 millones, declarando la pretensión de convertir la región en un nuevo “polo industrial”; siendo, de este modo, una alternativa a la producción de coca, incursionando, mas bien, en la industrialización de frutas. Un recorrido periodístico, en noviembre del año 2014, por el trópico cochabambino evaluó a distintas empresas del Estado, ante el desafío de darle valor agregado a la producción local, a su vez, de generar 10

Escuchar Economista critica construcción de planta de urea en Bulo Bulo. http://eju.tv/2016/01/economista-criticaconstruccion-planta-urea-bulo-bulo/.

142


puestos de trabajo para la Población en Edad de Trabajo de una demografía de 262.845 habitantes. De acuerdo con el Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (SEDEM), del 100% de los emprendimientos estatales que lleva adelante el Gobierno de Juan Evo Morales, más de la mitad se encuentran en el trópico cochabambino11.

A estas alturas, principios del año 2018, ya se

culminó

con

la

construcción

del

aeropuerto internacional de Chimoré. La inversión ya supera los $US 34,4 millones; en la gestión del ministro Ramón Quintana llegaba a los U$36 millones. De acuerdo a

11

Leer Chapare emerge como nuevo polo económico del país. http://www.economiabolivia.net/2014/11/02/chapareemerge-como-nuevo-polo-economico-del-pais/.

143


los voceros oficiales, los exportadores de banana, palmito y piña serían los más beneficiados con el aeropuerto debido que podrán reducir el tiempo y los costos de transporte hacia el mercado argentino. La Cámara

de

(CABAN),

Productores

destacó

la

obra,

Bananeros haciendo

hincapié en la opción del transporte aéreo, que, según ellos, evitaría las contingencias del bloqueo de los caminos; en general, tendrán un mayor margen para abaratar los

costos

de

transporte.

Algo

que

coadyuva a ofrecer mejores precios a los mercados donde la oferta nacional tiene buena

demanda.

Sin

embargo,

el

aeropuerto de Chimoré tiene dos años sin despegar. La mayor parte del tiempo es una obra desolada como un monumento sin público; se asemeja a una instalación surrealista

acogida

por

aeropuerto

internacional

el de

vacío.

El

Chimoré, 144


inaugurado en octubre de 2015, explota su capacidad a medias, ya que solo recibe tres frecuencias de pasajeros a la semana. La dirigencia sindical y las autoridades del lugar proyecta utilizar la terminal aérea para exportar sus productos, entre ellos, la coca industrializada. Solo los miércoles, viernes y domingo el aeródromo recibe vuelos de pasajeros, que provienen de Cochabamba. La única aerolínea que llega al lugar es Boliviana de Aviación (BoA)12.

En

la

localidad

de

Ivirgarzama,

se

encuentra la primera planta de leche de la empresa

estatal

Lácteos

Bolivia

12

Leer El aeropuerto de Chimoré tiene dos años sin despegar. https://www.eldeber.com.bo/septimodia/El-aeropuerto-deChimore-tiene-dos-anos-sin-despegar--20170728-0091.html.

145


(LACTEOSBOL), que desde 2011 ya opera produciendo yogur y dos variedades de queso. Rocío Cacasaca, jefa de planta de Lacteosbol-Ivirgarzama,

en

una

entrevista, sustentó que la capacidad de producción es de 7.000 litros de yogur al día (de un litro y de 160 ml) y de 500 kilos/día de queso (fresco y maduro); que, por el momento, todo va destinado al desayuno

escolar.

En

cuanto

a

la

recolección de la materia prima, hay ocho puntos

de

acopio,

en

los

que

130

productores venden a Bs 3,35 el litro de leche. Uno de ellos es Lorenzo Rodríguez, un ganadero que tiene 50 vacas lecheras, expuso que desde que opera la planta, su producción aumentó en 30 litros, lo que le incentiva a realizar más inversiones ya que tiene

asegurada

la

compra

y

puede

proyectar su oferta.

146


Camino a Villa Tunari (Villa 14), se encuentra

la

construida

en

procesadora 2.000

de

m2,

cítricos,

donde

21

personas trabajan para producir jugos de manzana,

maracuyá

y

naranja.

La

potencia instalada le permite a la planta requerir entre 20.000 y 30.000 unidades de fruta para procesar entre 8.000 y 10.000

litros

de

jugo.

Julio

Puma,

encargado de la planta, indicó que desde 2010 los productores de frutas cuentan con una alternativa para mejorar sus precios. Puma precisó que en el lugar se fabrican jugos y mermeladas, que los primeros están destinados al subsidio infantil y al desayuno escolar. Cada dos semanas

se

fabrican

unas

160.000

unidades de jugo de 160 ml; en cuanto al subsidio infantil, a Santa Cruz se le hace llegar entre 3.000 y 4.000 unidades, a Cochabamba entre 1.000 y 2.000 y a 147


Oruro unas 500. En Villa Sacta, Luis Eduardo Cruz, encargado en el control de las obras de la nueva planta procesadora de cítricos, destacó que se está invirtiendo unos $US2,8 millones. La factoría tendrá una superficie cubierta de una hectárea, con una capacidad para procesar 10 toneladas de fruta por hora. En el lugar trabajan 38 personas de forma directa y se subcontratan a otras 20.

El economista Rafael Peña dice que para que una zona se constituya en un polo industrial,

debe

contar

con

energía;

teniendo en cuenta este requisito, en 2010 el

gobierno

inauguró

la

Planta

Termoeléctrica Entre Ríos, que en la actualidad inyecta 104,2 megavatios (MW) adicionales

al

Sistema

Interconectado 148


Nacional (SIN), suficientes para cubrir la demanda actual de energía del país, que oscila entre 900 y 1.100 MW. La inversión realizada es de $US86 millones. Para ENDE Andina, la planta es estratégica y de importancia

nacional;

garantiza

el

suministro de energía eléctrica en el SIN. Siguiendo con la línea de dotar de energía a los proyectos estatales, YPFB Chaco inauguró oficialmente la perforación del pozo San Miguel X-1 (SMG-X1), con el objetivo de que la reserva potencial de gas del nuevo campo de exploración garantice la demanda de la planta amoníaco y urea.

A unas tres horas de Bulo Bulo, se encuentra Villa Tunari; al ingreso del pueblo se levanta PAPELBOL, la fábrica de papeles. Lastimosamente esta empresa ha 149


sido señalada como afectada por el circuito expansivo de las redes opacas de la corrupción, sobre todo, en lo que respecta a la adquisición de maquinaria por parte de

la

empresa

brasileña

D’Andrea

Agrimport; la empresa está en proceso de ser rematada. Con una inversión de $US28,5 millones, la empresa estatal produce tres variedades de papel: de impresión y escritura, kraft y periódico, en base a celulosa virgen importada de Brasil y

Argentina.

La

factoría

genera

160

puestos de trabajo en forma directa y 5.000 de manera indirecta13.

13

Leer Chapare emerge como nuevo polo económico del país. http://www.economiabolivia.net/2014/11/02/chapareemerge-como-nuevo-polo-economico-del-pais/.

150


Realidad: La economía efectiva Como

se

puede

descalabrado evaporan,

de

ver,

este

inversiones

pues

no

mapa que

terminan

se de

consolidarse, precisamente debido a las improvisaciones

y

los

desatinos

compulsivos de los que deciden políticas económicas en beneficio de una región, circunscrita

en

la

provincia

de

la

producción de la coca excedentaria, no puede ser el sostén de la economía de lo que hemos denominado República del Chapare.

La

economía

efectiva

del

Chapare, la que mueve las dinámicas de la región es, indudablemente, la economía de la coca. Mayarí Castillo Gallardo, en La economía

de

la

coca;

la

dimensión

silenciada de la dependencia, escribe:

151


El Chapare boliviano es una zona tropical que comprende alrededor de 12 445 km², ubicada

al

norte

Cochabamba.

Su

de

la

ciudad

importancia

para

de la

economía regional y nacional deriva de que

en

esta

zona

se

produce

intensivamente hoja de coca, parte de ella destinada a la producción de cocaína. Esto ha transformado la región en una de las zonas económicamente más dinámicas, insertándola relaciones

en

un

entramado

internacionales

que

de han

modificado su estructura productiva, su organización social y política a partir de la década de los setenta. Los habitantes del Chapare,

campesinos

minifundistas

migrantes del altiplano o ex mineros provenientes de las minas de estaño, dedican una parte sustantiva de sus predios al cultivo de la hoja de coca. En el marco de una colonización realizada sin 152


sustantivo apoyo estatal, los campesinos se radicaron en la zona en precarias condiciones,

recurriendo

a

la

acción

colectiva organizada a través de sindicatos para el mejoramiento de la calidad de vida en el trópico. A pesar de ello y aun estando insertos –de manera directa o indirectaen el suntuoso negocio del narcotráfico, la situación de pobreza y exclusión de los productores no mejoró sustantivamente. Si bien la economía de la coca es un negocio de carácter ilegal y por ello, con condiciones

de

intercambio

supuestamente distintas a las establecidas en la economía formal, podemos ver en ella patrones similares a aquellos que han marcado

la

relación

económica

entre

centro–periferia en América Latina. Si analizamos

con

detención

las

cifras,

veremos que “se estima que del valor económico financiero generado por la 153


economía coca - cocaína, el 80% beneficia a los países consumidores, alrededor de 15% a los países comercializadores, y sólo del 2% al 4% permanece en los países productores” (Lanza, 1999: 69). Pero ¿por qué se produce esto? Esta pregunta nos conduce

a

reflexionar

y

discutir

los

elementos estructurales que han hecho que

las

economías

establezcan

latinoamericanas

patrones

de

intercambio

desigual con los países desarrollados, discusión que abordaremos de manera más acabada en el primer capítulo. La hipótesis

que

guía

este

trabajo

de

investigación es que la economía de la coca

establece

relaciones

complementarias con la economía de carácter legal de los países periféricos, reforzando los patrones de desarrollo desigual a través de una estructura de intercambio

difícil

de

analizar.

La 154


economía de la coca posee directa relación con el problema de la pobreza rural de las zonas productoras de la hoja de coca en tanto

establece

en

estos

enclaves

economías extravertidas, en las cuales los beneficios del circuito de la cocaína son apropiados por agentes situados fuera de este espacio14.

Algunos apuntes sobre la investigación de Mayarí Castillo Gallardo sobre La economía de la coca, investigación cuyo resumen publica CLACSO. En primer lugar, que la economía del Chapare no es lo que

14

Leer de Mayarí Castillo Gallardo La economía de la coca; la

dimensión silenciada de la dependencia. CLACSO. Págs. 329-330. http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/clacsocrop/20120308122219/10.Economia_Gallardo.pdf. 155


presentamos a partir de las descripciones informativas

de

los

comunicación,

mucho

medios menos

de

lo

que

transmite como propaganda y publicita el “gobierno

progresista”;

por

lo

tanto,

tampoco esa infraestructura y logística descuajeringada, que se le antoja “base de la industrialización”. La

economía

del

Chapare se estructura sobre la base de la economía

de

la

coca,

economía

que

participa de los circuitos de la economía política de la cocaína.

En segundo lugar, si bien la investigación describe la situación de los primeros periodos de la economía de la coca en el Chapare,

no

describe

lo

que

ocurre

después del lapso que toma en cuenta la investigación. Si bien el Chapare en los 156


periodos

que

toma

en

cuenta

la

investigación, se basa en la producción familiar y es productora de materia prima, participando, según la investigadora, en la generación

de

desigualdades

de

la

geopolítica del sistema-mundo capitalista, estructurada en la distribución jerárquica de centros y periferias, ésta ya no es la situación

actual.

La

producción

de

clorhidrato de cocaína es parte de la industrialización de la coca in situ. En consecuencia, los términos de intercambio se han modificado, quedando parte de las super-ganancias, que se transferían a los centros de consumo, en Bolivia. ¿En cuánto habría cambiado la relación, que establecía Lanza y recoge Mayarí Castillo, que era de entre 15% y 20% para la periferia y 85%-80% para el centro? Esto es difícil conmensurar, dada la falta de información adecuada. Aunque se puede 157


sugerir

como

hipótesis

prospectiva,

basada en estimaciones provisorias, de que es probable que, en el caso de Bolivia, se retenga hasta un 40%, incluso más, de uno de los negocios más rentables del mundo. ¿A qué se debe el cambio de situación, respecto términos

de

al reparto

intercambio?

de

los

Primero,

ciertamente, a la industrialización de la coca en el lugar o en las proximidades colaterales o un poco más lejanas del Chapare. Después, a la hegemonía de la Federación de Campesinos del Trópico de Cochabamba,

en

lo

que

respecta

al

conglomerado de organizaciones sociales y

sindicales

afines

al

“gobierno

progresista”. Hegemonía que le otorga incidencia preponderante en el gobierno, en sus políticas, en sus actividades y ejecuciones

cruciales,

tanto

jurídicas,

políticas y económicas. La preponderancia 158


del Chapare ha ocasionado que el gobierno abrogue la ley que resguardaba al TIPNIS y

obstaculizaba

la

ampliación

de

la

frontera agrícola del cultivo de la hoja de coca. Así también, como hemos visto, ha logrado

concentrar

la

mitad

de

los

proyectos desplegados por el gobierno en el Chapare. Por otra parte, el gobierno ha promulgado una ley que amplía el cultivo de la coca excedentaria en el Chapare, en detrimento de la zona tradicional de cultivo de coca de los Yungas. Estamos ante un gobierno, como hemos dicho, al servicio de la República subyacente del Chapare.

Se puede decir, que lo que se ha descrito como inversiones, construcción de plantas industriales, que no dan pie con bola, es, 159


mas bien, la máscara ficticia, que encubre el

funcionamiento

efectivo

de

otra

economía. Como hemos hecho notar en otros ensayos, no nos colocamos en el papel de jueces, ni pretendemos juzgar nada,

que

tampoco

es

nos

hipócrita

otro

juego

colocamos

de

de

en

los

poder; la

pose

organismos

internacionales que dicen luchar contra el narcotráfico,

cuando

efectivamente

es

lo

que

contener,

hacen

controlar,

participar en el gran negocio. El sistema financiero internacional es el dispositivo global del blanqueo. Lo que anotamos es que se trata del lado oscuro de la economía-mundo, el cual cada vez más tiene mayor incidencia en la economíamundo

en

conjunto,

atravesando, controlando

el

arrinconando,

en

algunos

lado

luminoso

casos de

la

economía-mundo. Teniendo en cuenta que 160


industrialización transformación

quiere de

la

decir

materia

prima,

producción de productos donde se da lugar la valorización del valor, entonces, la producción de cocaína, es producción industrial. Solo la doble moral del sistemamundo jurídico y policial denomina a esta producción “narcotráfico”, por lo tanto, circuito

de

cultivo-producción-

distribución-consumo de droga, cuando lo que ocurre es análogo, simétricamente, a lo que acaece en el lado luminoso de la economía.

En consecuencia, durante los periodos de gestión del “gobierno progresista”, se ha dado lugar a un cambio estructural en los términos

de

intercambio,

en

lo

que

respecta a la economía de la coca-cocaína; 161


lo que no ha ocurrido con las materias primas que concurren en el lado luminoso de la economía. Donde, la economía dirigida se ha estancado en el modelo primario-exportador. Esta es una paradoja insólita que se da en la composición integral de la economía-mundo, en la parte que corresponde al lado oscuro de la economía-mundo. “industrialización”

El

proyecto del

de

“gobierno

progresista” se ha realizado en el ámbito de expansión de la economía de la cocacocaina.

162


Las estructuras de poder subyacentes

163


El poder ha sido definido como relación de fuerzas, relación donde una fuerza afecta a la otra fuerza; la fuerza que afecta hace de fuerza activa, en tanto que la fuerza afectada

hace

de

fuerza

pasiva.

Sin

embargo, cuando se dice que la fuerza resiste, entonces la fuerza que resiste, porque es afectada, no parece pasiva, sino, mas bien, activa. Entonces, se puede decir que la condición activa de la fuerza, pasa de una fuerza a otra, dependiendo de la

acción.

Por

otra

parte,

la

fuerza

correspondiente a la voluntad de potencia es aquella que integra su fuerza a lo que puede; estamos ante la voluntad de potencia. En cambio, cuando la fuerza es separada de lo que puede, separada de su potencia,

estamos

ante

una

fuerza

capturada, vaciada de contenido; esta condición corresponde a la voluntad de nada. La primera condición de la voluntad 164


es vital, creativa, que inventa y crea; la segunda condición de la voluntad es nihilista.

Retomando

las

teorías

nómadas

y

genealógicas del poder, hemos distinguido diagramas de poder, donde las estrategias de

dominación

incidencia

en

definen los

esquemas

de

comportamientos

sociales. También hemos dicho que las máquinas de poder, que, en el caso jurídico-político, tienen que ver con el Estado, combinan diagramas de poder, de acuerdo al contexto en el que se mueven, territorial y de formación social; por lo tanto, los diagramas de poder pueden componer estructuras de poder barrocas, aunque

sus

mallas

institucionales

pretendan un perfil moderno.

165


El poder, en sí, es máquina abstracta de poder, empero se realiza a través de agenciamientos concretos de poder, que son

las

instituciones

normativas,

operativas,

reglamentarias.

Entonces,

tenemos, una composición entre máquina abstracta y agenciamientos concretos de poder;

composición

diagramas

de

institucionales, políticamente

combinada

poder que

se

y

mallas

jurídicamente presentan

de

en

y la

formalidad moderna. Los agenciamientos concretos

de

poder

no

funcionan

aisladamente, sino integrados al Estado. Por eso, es insuficiente analizar el Estado desde paradigmas teóricos, pues el Estado específico responde a su propia genealogía singular;

son

indispensable,

entonces,

166


investigaciones concretas sobre tal o cual Estado.

El Estado boliviano, por ejemplo, responde a una genealogía del poder colonial, así como lo que ocurre con todos los estados del

continente;

solo

que

cada

cual,

también supone su propia genealogía singular. Interesa hacer ahora un análisis del presente a partir de una mirada retrospectiva del pasado de este Estadonación,

que

se

nombra

constitucionalmente “Estado Plurinacional de

Bolivia”.

La

forma

de

gubernamentalidad definida es la que hemos

nombrado

como

forma

de

gubernamentalidad clientelar. Ahora bien, ¿cómo funciona esta máquina abstracta y concreta de poder? Hemos dicho que la forma de gubernamentalidad clientelar 167


tiene

sus

raíces

en

la

convocatoria

populista, en la convocatoria del mito, en el símbolo de esta convocatoria encarnada el caudillo; que una vez esfumado el entusiasmo

de

desencanto,

la

el

gente,

gobierno

iniciado opta

el por

conformar clientelas que llenen el vacío dejado por la ausencia de convocatoria. Sin embargo, falta en esta apreciación, todavía

general,

comprender

el

funcionamiento concreto de la barroca maquinaria del poder clientelar.

En

dos

veces,

dos

momentos

de

disponibilidad de fuerzas, dos momentos constitutivos,

los

sindicatos

fueron

incorporados al Estado; una es cuando se institucionalizó la revolución de 1952; otra es durante las gestiones del “gobierno progresista”

(2006-2018).

La

máxima 168


incorporación de los sindicatos, por parte del Estado de la revolución de 1952, se dio en el primer año (1952-1953), cuando se dio lugar el Co-gobierno con la COB; empero, esta experiencia solo duro ese lapso, saliendo la COB del gobierno, aunque no necesariamente de instancias de la influencia en los engranajes del Estado.

En

cambio,

los

sindicatos

campesinos se mantuvieron incorporados al Estado, incluso hasta mucho después que la revolución de 1952 se derrumba y es concluida por un golpe militar. En lo que respecta a la segunda experiencia de incorporación de los sindicatos al Estado, 2006-2018, esto ha venido sucediendo paulatinamente; no de golpe, como en el anterior caso. La COB había perdido su vitalidad; primero, con la derrota de su inmanencia

insurreccional,

en

1971;

después, con el derrumbe de la UDP, que 169


concretizaba el proyecto democrático por el socialismo; en tercer lugar, con el desmembramiento

que

sufrió

con

la

“relocalización” de trabajadores mineros, durante el golpe de shock neoliberal, 1985. Esta COB fue siendo integrada, en la

medida

que

se

cooptaban

a

sus

dirigentes; la incorporación casi completa se dio en la gestión de Pedro Montes como secretario

ejecutivo

embargo,

esta

completa,

la

COB.

Sin

cooptación,

nuca

fue

pues

de

había

posiciones

contestatarias, como la de los maestros, e intermitentemente

estallaron

conflictos

entre trabajadores mineros y gobierno, tanto en lo que respecta a los trabajadores sindicalizados como a los trabajadores cooperativistas. En cambio, la cooptación de la CSUTCB fue completa, al incorporar a

sus

camadas

de

dirigentes

a

las

envolventes redes clientelares. 170


De

los

sindicatos

campesinos,

la

Federación de Campesinos del Trópico de Cochabamba

es

de

los

sindicatos

campesinos no solo más incorporados al Estado, sino que es su brazo de choque, por así decirlo, fuera de que ha adquirido preponderancia en la incidencia de las políticas gubernamentales. En un ensayo reciente,

titulado

La

República

del

Chapare15, conjeturamos que la estructura de poder en el “Estado plurinacional de Bolivia”, se ha configurado como una dominación de la República subyacente del Chapare sobre la República de Bolivia, que constitucionalmente “Estado

se

nombra

como

Plurinacional”.

Bueno,

esta

conjetura sugiere estructuras subyacentes del

poder.

Vamos

a

lanzar

hipótesis

15

Ver La República del Chapare. https://movilizaciongeneral.blogspot.com/2018/01/larepublica-del-chapare.html.

171


interpretativas prospectivas, derivadas de esta conjetura.

172


Hipótesis sobre las estructuras de poder subyacentes

1. Las

estructuras

de

poder

pueden

presentarse visibles, aunque también pueden ser opacas, incluso, así mismo, ocultas. 2. Las estructuras de poder visibles son manifiestamente

institucionales;

las

estructuras de poder opacas son como substratos no visibles, que funcionan en

las

mismas

institucionales,

aunque

dinámicas no

estén

normadas plenamente ni formalizadas. Las estructuras de poder ocultas son aquellas

que

no

aparecen

institucionalmente, sino que funcionan efectivamente en el entramado fáctico del poder. 173


3. Un ámbito de estas estructuras ocultas del poder es el que hemos denominado el lado oscuro del poder, que está íntimamente

ligado

a

la

economía

política del chantaje. Sin embargo, hay otro ámbito, que no necesariamente está vinculado al lado oscuro del poder, de

manera

aparece

manifiesta,

incluso

como

sino

que

organización

social o, si se quiere, corporación social; entonces legalmente instituida e institucionalmente aceptada. Empero, esta

corporación

social

ya

no

desempeña solamente roles sindicales, roles de representación y defensa de derechos sociales concretos, sino que funciona como disposición y dispositivo de poder, de tal manera es como un Estado

efectivo

detrás

del

Estado

máscara. 174


4. En el periodo de dominancia de la oligarquía

minera,

a

este

tipo

de

estructura de poder subyacente se le denominó

“Super-Estado

ahora,

relación

en

a

una

Minero”; de

las

estructuras subyacentes del poder, de las que hablamos, podemos denominar Estado

Subyacente

Cocalero

Excedentario.

5. No solo se trata de la incidencia de esta estructura de poder subyacente en las políticas económicas, en las políticas jurídicas, las políticas sociales, tampoco solo en la concentración de proyectos y de inversiones en el área de inmediato control de esta estructura de poder subyacente,

sino

de

dominación,

ejercida a través del gobierno y de los órganos de poder del Estado. El Estado 175


máscara, “Estado Plurinacional”, está al servicio de la estructura de poder subyacente,

coadyuva

en

la

acumulación originaria, por medio de avasallamientos a territorios indígenas, y a la acumulación ampliada, por medio de la industrialización de la coca, del excedente generado por el ciclo cultivoindustrialización

de

la

coca

excedentaria.

176


Lado oscuro de la economĂ­a y del poder

177


Siguiendo la exposición de República del Chapare

y

de

subyacentes16, reflexiones

Estructuras

del

poder

continuamos

críticas,

con

auscultado

las

genealogías del poder y las metamorfosis que

experimentan

las

formas

de

dominación en el mundo y en los Estadonación.

Respecto a las estructuras subyacentes del poder, hay preguntas que saltan. ¿Cómo funciona

la

máquina

de

poder,

que

contiene a estas estructuras subyacentes? ¿Cómo

es

subyacente,

que,

¿una

aunque

se

República la

nombre

metafóricamente, domina a una República

16

Ver República del Chapare y Estructuras del poder subyacentes. La primera publicada en el blog Movilización; la segunda se publicará en el suplemento Ideas de Página siete. https://movilizaciongeneral.blogspot.com/2018/01/larepublica-del-chapare.html.

178


institucionalizada y constitucionalizada? La fácil respuesta sería que la estructura subyacente ha tomado el poder; empero, con esto deja de ser una estructura subyacente. Con lo que, a pesar de todo, estaría

solucionado

el

problema

y

respondida supuestamente la pregunta. Sin embargo, no es tan fácil; la estructura subyacente no aparece como si hubiera tomado el poder, no se hace evidente este suceso. La estructura de poder subyacente es

inherente

al

institucionalizado

ejercicio en

el

del

poder

Estado;

sin

embargo, es la estructura que incide preponderantemente en el ejercicio de gobierno. Los hilos que vinculan a la estructura subyacente de poder con el gobierno y con los órganos del Estado son varios; el presidente de la República es el Secretario Ejecutivo de la Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de 179


Cochabamba;

representantes

parlamentarios, diputados y senadores, responden directamente a la Federación sindical; hay ministerios que se preocupan por otorgarle proyectos e inversiones a la región

de

la

Federación

sindical;

la

economía de la coca es política de Estado; el peso de la economía política de la cocaína es gravitante. Entonces, como se puede ver, la textura del poder entrelaza al Estado con la estructura subyacente de poder, de tal manera que la pregunta de quién gobierna es sugerente.

¿Cómo se compatibiliza la función de presidente del “Estado Plurinacional de Bolivia”

y

la

función

de

Secretario

Ejecutivo de la Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba? ¿A quién representa, a las bases del 180


Chapare o al pueblo boliviano? ¿A ambos? ¿Es

esto

posible?

¿Acaso

estas

dos

funciones y estas dos representaciones no llevan a ambivalencias y a conflictos o, por lo

menos,

dilemas?

Supongamos,

hipotéticamente, que se pueda, más o menos, compatibilizar en ciertos temas, en otros, no; sin embargo, la proximidad efectiva concreta radica en el Chapare, menos en lo que respecta a la geografía política de Bolivia. La base sindical a la que se representa, ejerce presión directa y concentrada sobre su Secretario Ejecutivo, a diferencia de una presión más mediada y dispersa que puede ejercer la sociedad boliviana.

Si especulamos con estimaciones, pues otra cosa no se puede hacer, en lo que respecta a la magnitud de la economía 181


política de la cocaína, podemos, por lo menos, tener parámetros, que hacen de referencia, en lo que respecta a las cifras de esta economía del lado oculto de la economía-mundo.

De

acuerdo

a

estimaciones, el monto de la producción de cocaína en Bolivia asciende a 295 toneladas, llegando a ser el segundo mayor productor de cocaína, debajo del Perú, encima de Colombia. El gramo en Colombia costaba U$1.8, en tanto que, en estados Unidos de Norte América, costaba U$169,

el

año

2015.

Si

solo

consideráramos el precio en Colombia, la economía de la cocaína, producida en Bolivia, movería un monto de U$531 millones; lo que ciertamente es muy bajo, puesto que el mercado no se circunscribe a algunos países de Sud América, sino es mundial. Ahora, pasando a la estimación alta, considerando el precio en Estados 182


Unidos,

la

economía

de

la

cocaína,

producida en Bolivia, movería un monto U$49855 millones. Una cifra escalofriante, por cierto. Sin embargo, sabemos que las cantidades dinerarias no convergen en sus topes,

sino

distribución

que

se

mueven

geográfica

en

extensa

la del

continente y del mundo; en consecuencia, las cifras varían, teniendo en cuenta zonas más alejadas y más cercanas a los centros de producción. El promedio entre ambos topes, el mínimo y el máximo, arroja la cifra de U$25193 millones, lo que no deja de ser un monto asombroso. Incluso si tomamos en cuenta la tercera parte, tampoco

deja

de

ser

sorprendente,

hablamos de U$16795 millones; incluso la cuarta parte, U$12595 millones, no deja de asombrarnos. Si tomamos en cuenta que el PIB nominal de Bolivia fue de U$ 37776

millones,

el

año

2017, 183


considerando

la

cuarta,

tercera

y

el

promedio, respectivamente obtendríamos una participación - en tanto comparación, correspondencia, no como participación en tanto tal, pues se trata de la economía oculta no cifrada - de la economía política de la cocaína del orden del 33% del PIB, en el primer caso; de 44%, en el segundo caso, y de 67% en el tercer caso. Aunque los montos estimados sean topes en un mapa incierto, que no se conoce o no está conmensurado,

las

aproximaciones

a

estos topes nos develan el peso de la economía

de

la

coca-cocaína

en

el

conjunto de la economía boliviana; tanto la

cifrada

institucionalmente,

corresponde

al

lado

economía;

como

luminoso la

no

que de

la

cifrada

institucionalmente, que corresponde al lado oscuro de la economía. Cualquiera sea el tope más aproximado a lo que 184


ocurre, de todas maneras, nos muestran patentemente el peso de la economía política de la cocaína y su gravitación en la economía y en la política.

En consecuencia, no se pueden hacer análisis tampoco

políticos, sociales,

menos

económicos,

soslayando

esta

efectiva dinámica del lado oscuro de la economía. Es como cerrar los ojos ante la realidad efectiva. Que, por cierto, no solamente pasa en Bolivia, sino en el mundo.

Por

eso,

dijimos,

en

otros

ensayos, que el lado oscuro del poder ya atraviesa y controla el lado luminoso del poder, así como el lado oscuro de la economía es gravitante en el conjunto de la

economía,

incidiendo

en

el

lado

luminoso de la economía.

185


No se trata de acusar a un gobierno de “narco-gobierno”, ni a un Estado

de

“narco-Estado”, como se acostumbra en la diatriba,

sino

de

comprender

cómo

funciona el sistema-mundo capitalista, en su

etapa

de

decadencia,

la

de

la

dominancia del capitalismo financiero y especulativo. De lo que ocurre en Bolivia o en Colombia o en el Perú, respecto a la economía política de la cocaína, son cómplices los organismos internacionales, principalmente

el

Sistema

Financiero

Internacional, el dispositivo global de blanqueo,

y

son

organismos

policiales

operadores

los

y

de

servicios

inteligencia del mundo, que accionan en el ámbito

de

los

tráficos,

controlando y participando. nada

asumir

una

pose

conteniendo, No sirve de “moral”

y 186


escandalizarse, juzgar y señalar el mal; esto o es inocente, o desatinado, en el peor de los casos, hipócrita. Todos los gobiernos y Estados, con excepciones que confirman la regla, están involucrados en el gran negocio, de los más rentables de la economía-mundo, ya sea de una manera o

de

otra,

como

blanqueadores

o

cómplices. Nadie escapa a los circuitos de estas economías políticas de los tráficos ilícitos. De lo que se trata es entender el funcionamiento

de

las

dinámicas

económicas de la economía-mundo, su interrelación capitalista

con

en el

el

sistema-mundo

orden

mundial,

el

imperio. Esto no solo para denunciar, tampoco solo para interpelar, sino para desmantelar el sistema-mundo capitalista, que, en su etapa decadente, amenaza a arrastrar a las sociedades al abismo y al planeta a la muerte. 187


Es pues atinado conjeturar sobre las transformaciones en la genealogía del poder del Estado-nación y del orden mundial, pues se requiere interpretar el funcionamiento de las máquinas del poder en el presente, en los espesores de la coyuntura. No se puede explicar este funcionamiento

y

sus

dinámicas

inherentes usando los paradigmas teóricos ya desgastados, que solo alumbran sobre lo alumbrado, el lado luminoso del poder y el lado luminoso de la economía; no dicen nada del lado oscuro del poder y del lado oscuro de la economía; por lo tanto, dicen poco sobre el funcionamiento integral del sistema-mundo de poder, de la economíamundo y del sistema-mundo cultural de la banalidad.

188


GenealogĂ­a sindical del trĂłpico de Cochabamba

189


Los sindicatos campesinos tienen otra historia, incluso, en plural, otras historias, diferentes a la historia o historias del sindicato obrero. No solo por lo que respecta a su vinculación con la tierra, la tenencia, posesión y propiedad de la tierra, que los hace diferentes a los obreros, por así decirlo, cuya condición es de desterritorialización, sino también por las formas de organizarse, que tienen que ver con la geografía, el lugar, la zona, la región; además de la producción, lo que se cultiva. Fuera de estas dos características, la

diferencia

radica

en

sus

historias

singulares, la de sus luchas, también la de sus

conquistas,

así

como

sus

proyecciones. Al respecto, el caso de la Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba es sugerente, por las peculiaridades del perfil campesino del trópico, por las zonas que comprende 190


la región del trópico, así como por el tipo de cultivos; sobre todo, en este caso, por el eje articulador del cultivo de la hoja de coca.

Como

dijimos,

por

la

historia

singular del sindicalismo del trópico de Cochabamba.

En el Diagnostico a las organizaciones sociales de productores de hoja de coca de los departamentos de Cochabamba y La Paz, se describe el nacimiento de la Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba:

Inicialmente los Sindicatos del Trópico de Cochabamba estaban representados por una Sub Central y una Central Especial, bajo

la

dependencia

de

la

Central

Campesina de El Morro en Sacaba; a partir 191


de 1968 los sindicatos se independizan del Morro y conforman su propia estructura Sindical, la Federación Especial Agraria del Chapare Tropical (FEACHT); su nivel de organización el Sindicato, la Central y la Federación,

excluyéndose

a

la

Sub

Central. A consecuencia de discrepancias políticas y el número de nuevos Sindicatos la Federación Especial Agraria del Chapare Tropical en 1971, se divide en Federación Especial de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba (FETCTC) y la Federación Especial de Colonizadores de Chimoré (FECCH); en 1983, la Federación Especial de Colonizadores de Chimoré (FECCH) se divide y nace a la vida orgánica la

Federación

de

Colonizadores

de

Carrasco Tropical (FCCT)17. En el año 1986 existe una nueva división de la Federación

17

Fuente: Atlas del Trópico de Cochabamba – Pág. 41.

192


Especial de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba (FETCTC), surge la Federación Única de Centrales Unidas (FUCU), asimismo nace la Federación Especial Yungas del Chapare (FEYCH). La Federación

Sindical

Mamoré–Bulo

Agropecuaria

Bulo

nace

de

como

consecuencia de la Municipalización del país a partir de la aplicación de la Ley de Participación Popular (1994). Entre el 23 al 24 de febrero de 1991 aparece el Comité de la Coordinadora de las 5 Federaciones del Trópico de Cochabamba. La gran mayoría

de

las

actuales

establecieron

de

forma

Normalmente,

un

grupo

colonias

se

espontánea. de

personas

entraba a la zona, ubicaba un lugar no ocupado y se establecía allí. Al principio se mantenían con víveres que traían del valle, hasta establecer sus primeros cultivos de autoconsumo (arroz, maíz, bananos y 193


otros). Al ir de visita a sus lugares de origen, reclutaban más gente dispuesta a mejorar;

con

ellos

organizaban

un

sindicato y distribuían la tierra en parcelas, lotes o “chacos”, como se los conoce localmente. Para afiliarse al sindicato sólo debían pagar la cuota sindical de cinco bolivianos al mes, comprometerse a residir permanentemente en el lugar y participar en los trabajos comunales para abrir sendas y otras actividades comunales. Mucho después iniciaban el trámite de titulación de sus terrenos ante el Servicio Nacional de Reforma Agraria (cerca de los años 70), mientras tanto empezaban a producir coca; en la actualidad los afiliados al Sindicato tienen una obligación mensual de aportar entre cinco a siete bolivianos, que

son

utilizados

para

movilización

en

beneficio

comunidades,

asimismo

gastos

de

de

sus

tienen

cuotas 194


extraordinarias

que

pueden

darse

en

especie. El sindicalismo campesino en el trópico de Cochabamba se inicia entre 1952

adelante,

como

organizaciones

agrarias que ejercían roles en la tenencia de la tierra, el reparto de la tierra, la construcción de sendas, la construcción de postas

sanitarias,

etc.

Estos

roles

y

funciones disminuían en importancia a medida

que

iban

cumpliéndose

sus

objetivos. En el año 1984 emergieron estas organizaciones con el tema de la coca,

apareciendo

como

“sindicatos

cocaleros”18.

18

Leer DIAGNOSTICO A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES DE PRODUCTORES DE HOJA DE COCA DE LOS DEPARTAMENTOS DE COCHABAMBA Y LA PAZ. Consultora SISTEMÁTICA S.R.L. http://www.controlsocial.bo/respaldos_2/Estudios/004_DIAG NOSTICO_OS_CBBA.pdf.

195


Se puede observar que, en principio, el nacimiento del sindicato del trópico de Cochabamba, va desmembrarse de otros sindicatos,

buscando

su

propia

especificidad, que tiene que ver tanto con el lugar como con el cultivo. Obviamente, por esto mismo, con la problemática particular. Es después de un tiempo, en la medida que se consolida el sindicato, que adquiere su propio perfil, que va a volver a

aglutinar

sindicatos,

conglomerados federación.

La

afines,

conformando en

forma

especificidad

de

sindical

comprende la diferenciación de género; se conforma el sindicato contemplando la necesidad de organización de las mujeres.

Volviendo

al

Diagnóstico,

el

mismo

describe esta situación:

196


Las mujeres de las organizaciones sociales del Trópico de Cochabamba tuvieron una participación muy importante en la vida de estas organizaciones19. Cuando aún no estaban organizadas, las mujeres asistían a los ampliados, congresos y otros eventos en reemplazo de sus esposos, padres o hermanos, pero sin derecho a voz. Sus derechos de igualdad los van adquiriendo cuando ellas intervienen en los conflictos (durante las marchas y enfrentamientos con las fuerzas policiales defendiendo la producción de la hoja de coca). Los varones se dan cuenta de que los policías son menos duros cuando las marchas la encabezan las mujeres y adoptan estas estrategias de lucha. Las mujeres al ver 19

En base al texto “La Organización de mujeres del Chapare: El camino recorrido, sus luchas y liderazgos”. Carmen Zabalaga Estrada, Cochabamba, 2004.

197


que

su

participación

empiezan

a

conquistar

paulatinamente importancia sociales

es

van

cuando

políticos

el

voto

y

adquiriendo

los

intervienen

espacios

importante

movimientos conquistando

y

públicos.

Para

participar en política son requisitos de que las candidaturas debieran ser 50% de varones y 50% de mujeres, y es el instrumento

político

de

organizaciones

quienes

estas

cumplen

con

mejor acierto estas medidas electorales. En

los

municipios

Cochabamba,

los

del

Trópico

primeros

de

espacios

públicos son ocupados por las mujeres como

concejalas,

por

ejemplo.

El

surgimiento de estas organizaciones se debe al empuje de las primeras dirigentes y

al

apoyo

de

los

varones.

Logran

conformarse en Federaciones propias con la finalidad de que las mujeres en general 198


participen plenamente. Las mujeres de los afiliados

a

las

Federaciones

de

los

hombres deben asistir a sus propias Federaciones de mujeres, donde tienen voz y voto y puedan ejercer mayor participación en la planificación de su propio desarrollo. Este es el motivo de que no

exista

una

única

Federación

de

hombres y mujeres en cada municipio del Trópico de Cochabamba20.

Lo sugerente de esta historia es que las mujeres se organizan al calor de la lucha y de

una

participación

enfrentamientos

con

activa la

en

policía.

los Son

reconocidas como imprescindibles en las 20

DIAGNOSTICO A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES DE PRODUCTORES DE HOJA DE COCA DE LOS DEPARTAMENTOS DE COCHABAMBA Y LA PAZ. Ob. Cit.

199


acciones

de

resistencia.

Se

comienza

eligiendo en el sindicato al 50% de hombres y al 50% de mujeres. La lista de las federaciones sindicales de mujeres es la siguiente:

Federación Sindical de Mujeres de Carrasco Tropical Esta

Federación

conformó

su

primer

Comité Ad-hoc en el año 1994. A los noventa días, el 30 de septiembre de 1994, se llamó a un Ampliado y allí se decide hacer el Primer Congreso. Ese Congreso se realizó el 12 de enero de 1995 con 28 Centrales. La primera Directiva se formó con Felipa Sánchez como Ejecutiva, Enriqueta Mendieta Secretaria General, en la cartera de Relaciones Luisa Mayta y en Hacienda Eugenia Montaño.

200


La Federación Única de Mujeres de Centrales Unidas El primer Comité Ad – hoc se conformó en el mes de abril del año 1995 a la cabeza de Eufrosina Rodríguez y Elena Poma de Vicepresidenta. Al cabo de noventa días, el 18 de julio se realizó el Primer Congreso y fue nombrada como Ejecutiva Elena Poma, con amplia mayoría, Eustaquia Toco como Secretaria

General

y

Felipa

Mamani

Secretaria de Hacienda.

Federación Campesina de Mujeres del Trópico (FECAMTROP) El

primer

conformado

Comité por

Ad

Margarita

hoc

estuvo

Peredo

y

Eulogia Matías. Posteriormente y después de esfuerzos en su consolidación, su 201


Primer

Congreso

se

realizó

el

5

de

septiembre de 1995 en la ciudad de Cochabamba. El Congreso eligió como dirigentes de la Federación de Mujeres del Trópico a Eulogia Matías como Secretaria Ejecutiva, a Silvia Lazarte como Secretaria General

y

a

Alejandrina

Díaz

como

Secretaria de Actas. En ese evento, como se puede recoger en la memoria del mismo, se conformaron 6 comisiones de trabajo: comisión política, orgánica, de la coca, de salud, social y la comisión de derechos

de

conclusiones

la de

mujer. la

Entre

comisión

las

política

destacan: Rechazar toda propuesta de ley de mercantilización de la tierra y territorio. Rechazar la intromisión norteamericana porque atenta a la soberanía de la nación. Exigir mayor participación en el quehacer político, en el sindicalismo sin ninguna discriminación. Comprometerse a llevar 202


adelante el Instrumento Político, desde la familia y junto a hijos y esposos. La comisión de derechos de la mujer resolvió: Exigir respeto a la vida. Igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Comprensión

y

respeto

en

nuestros

hogares. Derecho a ser dirigentes, porque nos

sentimos

capaces

de

dirigir

las

actividades sindicales y políticas. No sólo queremos

ser

autoridad

en

nuestras

casas, sino también en nuestra sociedad. Derechos a tener tierras como mujeres.

Federación

Especial

de

Mujeres

Colonizadoras de Chimoré Esta federación contó con un Comité Ad – hoc conformado por Antonia Muñoz, Juana Quispe, Eusebia Moya, Lourdes Gaspar y Dora García. Para que se conforme este 203


comité fueron los dirigentes hombres los que convocaron a las mujeres, ellos las ayudaron a organizarse. Después de tres meses se convocó al Primer Congreso que se realizó el 26 de febrero de 1996, en el cuál se eligió como Secretaria Ejecutiva a Juana

Quispe,

Nora

Tórrez

como

Secretaria de Actas, Fortunata Camacho como Relaciones, Florentina Cardoso de Hacienda,

Florencia

Choque

de

Organización y Martina Camacho de Vocal. Cuenta Juana Quispe Arí; que a partir de su nombramiento se dedicaron a organizar las 9 Centrales de 13 existentes en Chimoré. Además, su trabajo principal fue asistir a los talleres y realizar Asambleas en

las

que

se

informaba

sobre

las

movilizaciones y los temas de coyuntura.

204


Federación

Sindical

de

Mujeres

Agropecuarias de Mamoré–Bulo Bulo

Es posible decir que esta Federación tuvo dos fundaciones. Una con la conformación de un comité Ad-hoc en 1997, que organizó el Primer Congreso en enero de 1998, en el que se eligió una Directiva con: Eugenia Cavero como Ejecutiva, con sus seguidoras Silvia López, Victoria Roque, Flora Saijama y dos compañeras Clara y Gregoria,

pero

esta

Directiva

tuvo

problemas de consolidación por motivos personales. Por esta razón, se conformó un segundo Comité Ad- hoc en septiembre del 2001 a la cabeza de Paulina Zapata, Esther Mamani, Casta Romero y Angelina Vela.

205


Federación de Mujeres de las Zonas Tradicionales Yungas del Chapare Esta

federación

fue

la

última

en

conformarse. A pesar de que se pudo constituir un primer comité Ad- hoc, éste no logró convocar a un congreso de mujeres. Su ejecutiva Emiliana Salcedo, cuenta que también para ella fue muy difícil lograr que las mujeres de las 6 Centrales asistieran a un encuentro o Congreso a pesar de que se las convocaba en varias ocasiones a través de sus dirigentes. Por eso, el 24 de abril de 1999, se realizó un Ampliado ordinario en Tres Arroyos,

en

el

que

los

compañeros

autorizaron la elección de la Directiva de la

Federación

de

mujeres.

Esta

se

conformó con Emiliana Salcedo como Secretaria Ejecutiva, Sabina Claros como Secretaria General, Adelaida Claros como 206


Secretaria de Actas, Estefanía Gonzáles como

Secretaria

de

Organización

y

Eufrosina Solíz Secretaria de Autodefensa. Posteriormente en el 2001, se realizó también

en

Tres

Arroyos

el

Primer

Congreso de la Federación de Mujeres de Yungas Chapare, y allí se eligen como Secretaria Ejecutiva a Emiliana Salcedo, como

Secretaria

General

a

Justina

Camacho, de Hacienda Simona Trujillo, Secretaria de Actas a Sandra Mamani, Secretaria

de

Instrumento

Político

Prudencia y Secretaria de Organización Clara (sin apellidos)21.

Las organizaciones sindicales de mujeres son locales y zonales, como son también

21

Ibídem.

207


la

de

los

hombres;

se

organizaciones

trata

de

sindicales

complementarias, que conforman una sola organización, apoyándose en la distinción de género, que comprende problemáticas específicas y demandas peculiares, fuera de las demandas compartidas. Se puede ver, que el sindicato se va construyendo y conformando desde lo local, asociando lugares de la zona, para pasar a la conformación

regional;

distinguiendo complementarias

además,

organizaciones por

género.

El

tratamiento de las problemáticas se hace asumiendo demandas en la manifestación de los detalles.

El sindicato campesino se diferencia del sindicato obrero, como dijimos, porque es territorial, además tiene como substrato a 208


la comunidad; por otra parte, se trata de una asociación organizada, que forma parte del tejido de la cohesión social. Por eso mismo, llega a asumir tareas de gobierno local. El sindicato campesino en el

trópico

corresponde

a

nuevos

asentamientos en tierras de colonización. El sindicato campesino en el trópico como que funda a la sociedad misma campesina en la región.

El

sindicato

campesino22

es

una

organización con fines múltiples. Cumple funciones de gobierno a nivel comunal. Un sindicato suele estar compuesto entre 9 a 252 afiliados. En primer lugar, cuando se establece una colonia o asentamiento nuevo, se forma un sindicato que asigna 22

Alison Spedding, Kawsachun coca.

209


los chacos, parcelas, (lotes) a cambio de participar en trabajos comunales y de una cuota mensual. Los dirigentes del sindicato se ocupan luego de tramitar los títulos ante el Instituto Nacional de Colonización o el Instituto de la Reforma Agraria, sirviéndose de la cuota sindical para pagar los

gastos.

Entre

las

funciones

del

sindicato están las de mediar en las disputas sobre linderos, dar su aval en casos de compra-venta de los lotes e interviene en casos de herederos y/o problemas

conyugales,

asimismo,

conforme al convenio suscrito en fecha 18 de febrero de 2008 entre la Coordinadora de las 6 Federaciones y el Gobierno, participa en el Control Social de la Coca, en el cual se permite la tenencia de un cato de hoja de coca por afiliado. Cada afiliado tiene derecho de vender su lote si quiere,

pero

siempre

y

cuando

el 210


comprador

esté

dispuesto

a

afiliarse

también y que se comprometa a asumir los deberes sindicales. En las colonias recién establecidas, si un afiliado abandona su parcela, lote y lo deja sin trabajar, el sindicato puede asignarlo a otra persona que lo va a trabajar, previo pago de una cuota de ingreso. En sus inicios, los afiliados al sindicato tenían que participar en trabajos comunales. Si la comunidad cuenta con esos servicios, en la actualidad estas atribuciones son realizadas por los municipios,

con

una

contraparte

comunitaria. Los representantes de cada chaco tienen que asistir a la reunión del sindicato que se realiza cada mes, en una fecha

fija,

y

a

las

reuniones

extraordinarias que se convocan para atender cuestiones puntuales. Aunque el afiliado resida parte del tiempo en otro lugar, tiene la obligación de presentarse 211


en cada reunión de su sindicato, caso contrario

deberá

pagar

una

multa.

También tiene la obligación de participar en manifestaciones, marchas, huelgas de hambre

o

bloqueos.

Para

estas

eventualidades el sindicato se divide en tres o cuatro grupos. Los campesinos del trópico de Cochabamba, a requerimiento consensuado con la Coordinadora de las 6 Federaciones, participa de acuerdo al requerimiento (Marchas, Bloqueos, Huelga de Hambre, Manifestaciones o apoyo a las acciones del proceso actual).

Los niveles superiores Cada sindicato está afiliado a una Central que debe tener un mínimo de cinco sindicatos. En la práctica, una Central suele agrupar entre 10 a 15 sindicatos;

212


otras suelen agrupar a más. En un año una Central debe convocar a tres ampliados ordinarios y un congreso, donde se elige la directiva para el año siguiente. Todos los afiliados de base, no sólo las directivas, deben asistir a estos ampliados. En el caso del Trópico de Cochabamba, los ampliados sindicales no se limitan a cuestiones que son directamente de competencia sindical, se debaten cuestiones políticas a nivel nacional,

departamental

y

municipal,

como por ejemplo la Ley de Aguas o la venta del gas a otros países. En la actualidad el Campesino del Trópico de Cochabamba se empoderó de la Política del Gobierno. Esto se debe a la integración del sindicalismo chapareño con el llamado “instrumento

político”,

actualmente

expresado en el MAS. El éxito electoral del IPSP-MAS ha posibilitado la elección de su máximo dirigente como Presidente de la 213


República en las elecciones del año 2005. Los asuntos propiamente sindicales que se desarrollan en los ampliados giran en torno al “tema orgánico”; los productores evalúan las actividades de Centrales y Federaciones a las que pertenecen y discuten

cuestiones

de

afiliación

y

jurisdicción. Los campesinos del Trópico de Cochabamba se estructuran como tradicionalmente se han constituido estas instancias.

Primero,

los

sindicatos

(comunidades) son la presencia territorial, en la que los afiliados tienen su parcela y están agrupados en un promedio entre 10 y 300 personas. Los afiliados en sus sindicatos realizan un aporte promedio de 2.00 Bs., destinado a la movilización de sus dirigentes en trámites de la comunidad y un porcentaje va destinado a la Central,

214


que en sus reuniones mensuales hacen conocer, que gastos se están realizando23.

Segundo, las Centrales funcionan con los aportes de los afiliados que hacen llegar un porcentaje por sindicato, para sus gastos

de

movilización,

en

apoyo

al

requerimiento y reivindicaciones de cada uno de los sindicatos, con los municipios, policía, juzgados, Prefectura, etc., que agrupan entre 5 y 18 sindicatos. Tercero, las Federaciones, para su funcionamiento reciben un porcentaje de recursos de las Centrales. En el Trópico de Cochabamba existen 6 Federaciones distribuidas en los municipios: Municipio de Villa Tunari, dos Federaciones

-

Federación

de

Zonas

23

DIAGNOSTICO A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES DE PRODUCTORES DE HOJA DE COCA DE LOS DEPARTAMENTOS DE COCHABAMBA Y LA PAZ. Ob. Cit.

215


Tradicionales (FZTYCH),

de

Yungas

Federación

del

de

Chapare

Mujeres

de

Zonas Tradicionales de Yungas del Trópico (FMZTYCH) Distritos encuentra

-

9, la

se 10

encuentran y

11.

en

los

Asimismo

se

Especial

de

Federación

Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba (FETCTC) y la Federación Especial Campesina de Trabajadoras del Trópico de Cochabamba (FECAMTROP), distribuidos en los Distritos 2 al 8. En el Municipio de Shinahota se encuentra la Federación Única de Centrales Unidas (FUCU) y la Federación Única de Mujeres de

Centrales

Unidas (FUNCU).

En

el

Municipio de Chimoré, está la Federación Especial de Colonizadores de Chimoré (FECCH) y la Federación Especial de Mujeres

Colonizadoras

de

Chimoré

(FEMCCH). En el Municipio de Puerto Villarroel

se

encuentra

la

Federación 216


Especial de Comunidades de Carrasco Tropical (FECCT) y Federación Especial de Mujeres

Comunidades

de

Carrasco

Tropical. Y en el Municipio de Entre Ríos está la Federación Sindical Agropecuaria Mamoré–Bulo Federación Agropecuarias

Bulo

(FSAMBB)

Sindical

de

y

la

Mujeres

Mamoré–Bulo

Bulo

(FSMAMBB). Cuarto, Inicialmente en el año 1990 se conforma como máxima representación

del

Trópico

de

Cochabamba el Comité de Coordinación de las Cinco Federaciones del Trópico de Cochabamba,

posteriormente

como

consecuencia de la municipalización del país (1994) se crea la Coordinadora de las 6 Federaciones, debido a la necesidad de unificar

y

coordinar

las

demandas,

reivindicaciones, que en la actualidad se realiza en forma coordinada, mediante el diálogo y el consenso. Las Organizaciones 217


Sociales

del

Trópico

de

Cochabamba

asimismo se encuentran representadas a nivel departamental y nacional en dos Federaciones

Departamentales

y

Confederaciones

Nacionales.

Departamental,

en

la

Federación

Única

de

Trabajadores

Departamental

A

dos Nivel

Campesinos de Cochabamba y en la Confederación

Sindical

Trabajadores

Campesinos

Única de

de

Bolivia

(CSUTCB), se encuentran la Federación Especial de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba (FETCTC) y la Federación Única de Centrales Unidas (FUCU); por otra parte, se encuentran representados a nivel departamental en la Federación Sindical de Colonizadores de Cochabamba y a nivel nacional en la Confederación Sindical de Colonizadores de

Bolivia,

Tradicionales

la de

Federación Yungas

de

del

Zonas Chapare 218


(FZTYCH),

Federación

Colonizadores

de

Especial

Chimoré

de

(FECCH),

Federación Especial de Comunidades de Carrasco Tropical (FECCT) y Federación Sindical Agropecuaria Mamoré–Bulo Bulo (FSAMBB).

Quinto,

existe

también

la

Coordinadora de las 6 Federaciones de Mujeres

Campesinas

del

Trópico

de

Cochabamba (COCAMTROP), que tiene la misma estructura que los hombres en el trópico, pero a nivel departamental se encuentran afiliadas en la Federación Departamental de Mujeres Campesinas Originarias de Cochabamba–Bartolina Sisa FDMCOC–B.S. y a nivel nacional están en la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas

y

Originarias

de

Bolivia–

Bartolina Sisa – CNMCIOB – B.S. La Coordinadora de las 6 Federaciones del Trópico de Cochabamba agrupa a las Federaciones de los cinco Municipios del 219


Trópico. Las organizaciones sociales desde su

conformación

supieron

organizarse

colectivamente para resistir todo tipo de confrontación, luchar por sus intereses y reivindicaciones, fruto de esta fortaleza de las Organizaciones Sociales es que se logra

que

su

máximo

dirigente

sea

nombrado Presidente Constitucional de la República

mediante

elecciones

generales24.

La eficiente organización del sindicato campesino del trópico ha sostenido nueve marchas en defensa de la hoja de coca, durante los gobiernos de la coalición neoliberal. De la resistencia tanto al proyecto de erradicación de la coca, que

24

Ibídem.

220


es de interdicción, como al proyecto de sustitución,

a

través

del

“desarrollo

alternativo”, fue efectuada a través de la sólida textura de una organización social altamente cohesionada. La Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba

fue

fundamentales, fundamental,

uno

si

es

de

la

de que

cimientos no

es

formación

el del

Instrumento Político por la Soberanía de los

Pueblos

ISPS,

que

después

se

denominó ISPS-MAS. Se entiende pues que sea el principal sostén orgánico del presidente

del

llamado

“Estado

Plurinacional de Bolivia”.

De

las

Federaciones

Sindicales

Campesinas que conforman la CSUTCB, la Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba es la más 221


organizadas y cohesionada, además la de mayor influencia, no solo por su relación sindical con el presidente, sino por sus dinámicas sindicales. Algo que ya no ocurre con otras federaciones sindicales, las cuales han sido absorbidas por la cooptación

gubernamental

y

clientelismo,

perdiendo

relación

su

el

dinámica con sus bases. En ensayos anteriores hablamos de la destrucción de las organizaciones sociales por parte del gobierno clientelar; esto es válido, excepto para

la

Federación

de

Trabajadores

Campesinos del Trópico de Cochabamba. Esta federación no ha sido cooptada, sino, al contrario, es el eje de la estructura de poder del “gobierno progresista”.

Ahora bien, la genealogía del sindicato campesino del trópico de Cochabamba 222


muestra las transformaciones del sindicato de

fundamento

social

de

los

asentamientos de “colonizadores”, ahora llamados “interculturales”, en formas de defensas

coaligadas

persistente;

y

después,

de

resistencia

siguiendo

una

característica inherente, en gobierno local, zonal y regional. Para luego convertirse en estructura

de

poder

del

“Estado

Plurinacional de Bolivia”. Esta estructura de poder no es decodificable a la usanza de como lo hace la ciencia política; no es una estructura de poder política, política institucionalizada;

tampoco

es

una

estructura de poder de clase, como cierta corriente sociológica tiende a clasificar; es una estructura de poder orgánica, basada en la fuerza organizativa y cohesionadora del

sindicato.

Cierto

análisis

político

denomina “corporativo”. Sin embargo, este

término

no

logra

abarcar

la 223


complejidad

organizativa

y

social

del

sindicato de campesinos del trópico. La corporación

asocia

organismos

instituciones

conformadas,

constituidas,

incluso

dados,

empresas

grupos;

esta

asociación corporativa se da cuando los componentes están instituidos o, por lo menos, organizados.

Se trata de una

vinculación acordada de organismos ya dados. En cambio, de lo que hablamos, de la estructura de poder orgánica, supone la cohesión desde lo local, incluso desde las comunidades;

esta

argamasa

edificando

irradiaciones

regionales.

Es

la

misma

va

zonales

y

lógica

de

funcionamiento la que se desenvuelve y se desplaza, es el mismo estilo de dinámica el que se expande. La misma organicidad atraviesa el sindicato, la central y la federación. Entonces, hablamos de una

224


estructura de poder altamente sólido y eficaz.

Entonces, se puede entender que el sindicato

y

la

federación

sindical

campesina del trópico sean eficientes en la fundación social, en la cohesión social, en la organización social; también en el cultivo, en la defensa del cultivo y en las resistencias a lo que se opone al cultivo. Así mismo, como es en lo relativo a la industrialización de la coca. Cuando este tipo de organizaciones pasan a otros agenciamientos,

por

ejemplo,

la

producción de cocaína, son mejores que los cárteles conocidos, cuya forma de organización es, mas bien, endeble y vulnerable, en comparación. El fenómeno social-económico-político es otro, distinto al del Cártel. Reducir estos fenómenos a 225


los

tipos

conocidos

policialmente

es

inadecuadas,

que

y

tipificados

hacer

analogías

solo

sirven

para

mantener a los que las enuncian en la incomprensión de lo que ocurre.

Asistimos, en la etapa de la decadencia del sistema-mundo capitalista, no solamente al

atravesamiento

de

las

mallas

institucionales por las formas paralelas del poder, las opacas y las ocultas, sino a la transformación organizaciones

de

los

sociales,

roles

de

como,

por

ejemplo, los sindicatos, que resultan más eficaces que las formas de organización conocidas en estos ámbitos y en estos circuitos de los tráficos. Demás está decirlo que el enfoque moral, que señala a estos fenómenos como mal, no entiende nada de lo que ocurre, salvo el de develar 226


sus

miedos

y

fantasmas.

La

transformación se produce no porque hay una inclinación inherente al mal, tampoco a la riqueza fácil, aunque en este caso se observen estas compulsiones e ilusiones; sino que las transformaciones mismas se dan

en

el

mismo

sistema-mundo

capitalista, al pasar a la dominancia del capitalismo financiero y especulativo. Por lo tanto, no se crea, como ya lo ha demostrado

la

experiencia,

que

esta

problemática se soluciona con represión, peor aún, con la famosa “guerra al narcotráfico”. Los resultados de estas políticas han sido contundentes fracasos. Obviamente, mucho menos se resuelve con ocultar lo que todo el mundo conoce, haciéndose a los desentendidos. Tampoco se resuelve con la defensa estrambótica del cultivo de la hoja de coca excedentaria y sus mutaciones industriales, peor aún, si 227


se piensa en una defensa armada; esto no es más que entramparse en una espiral de violencia sin retorno. No se puede dejar a los hijos y a los hijos de los hijos una tierra devastada; esto no es destino, ni tiene horizontes. Lo mejor es entablar diálogos de paz, como en Colombia, antes de la guerra, no después, como en Colombia. La problemática tiene que ser atendida globalmente, es decir, mundialmente; el tema es que la convivencia estable, por así decirlo,

entre

el

lado

luminoso

o

institucionalizado del poder y el lado oscuro o paralelo del poder se ha roto; ha roto el equilibrio por el avasallamiento por parte del lado oscuro del poder. Lo mismo pasa con la economía-mundo; se ha roto la

convivencia

estable

entre

el

lado

luminoso de la economía y el lado oscuro de la economía. Ambos lados han como coexistido a lo largo, por así decirlo, del 228


desarrollo del capitalismo. En plena crisis estructural del capitalismo, que no es solamente la hilera intermitente de crisis financieras, sino, de fondo, se trata de la crisis de sobreproducciĂłn, que busca ser solucionada, manejos

equivocadamente,

financieros,

despuĂŠs,

con con

burbujas especulativas. La crisis, que se ahonda, ha provocado la ruptura del inestable equilibrio entre ambas formas de poder y ambas formas de economĂ­a.

229


230


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