Anacronismos discursivos y estructuras de poder
RaĂşl Prada Alcoreza
1
Índice:
Prólogo
3
Anacronismos El abominable discurso descalificador
6
Anacronismos en el discurso político Disquisiciones sobre la “clase media”
15
El uso simbólico de lo “indio” en la ideología política
44
Mundo paralelo Las organizaciones paralelas apócrifas
60
La destrucción de las organizaciones sociales
75
Golpe crápula contra la COB
93
La labor de los llunk’us
104
Estructuras de poder La República del Chapare
130
Las estructuras de poder subyacentes
163
Lado oscuro de la economía y del poder
177
Genealogía sindical del trópico de Cochabamba
189
2
Prólogo
Michel Foucault decía que visibilidades y decibilidades, cuadros y discursos, se entrecruzan. También decía que poder, saber y sujeto o subjetividad conformar el triángulo de las dominaciones. Nosotros tendríamos que añadir que discursos y poder,
formaciones
discursivas
y
estructuras de poder, se enmarañan y se inciden propios
mutuamente
afectando
desenvolvimientos.
sus En
Anacronismos discursivos y estructuras de poder nos ocupamos precisamente de estos entre
enmarañamientos discursos
y
e
incidencias
poder,
entre
anacronismos ateridos a los discursos y estructuras de poder barrocas.
3
El
libro
consta
Anacronismos,
de
tres
Mundo
partes,
paralelo
y
Estructuras de poder. En la primera parte se trata de los anacronismos ateridos al discurso político; en la segunda parte se trata de la ideología delirante del poder, que
conforma
un
mundo
paralelo
imaginario, como para defenderse de los desbordes de la realidad efectiva. En la tercera parte se trata con estructuras de poder
subyacentes,
opacamente,
que
también
funcionan
ocultamente,
aunque una parte aparezca visible, como en los icebergs. Sobresale en esta parte República del Chapare, tomando un caso singular de las genealogías de poder que combinan distintas estructuras de poder, de una forma barroca, que transforman las funciones
institucionales,
así
como
sindicales, cambiando sus roles, en la metamorfosis ambivalente del poder. 4
Anacronismos
5
El abominable discurso descalificador
6
Ya
lo
hemos
dicho,
el
discurso
descalificador, que convierte al enemigo en detestable o en horrendo monstruo, en endemoniado, por lo tanto, aniquilable, corresponde,
en
su
arqueología
enunciativa al esquematismo religioso del fiel e infiel. Los fieles declaran guerra santa a los infieles. Es el discurso de la inquisición que desató la guerra contra las mujeres durante tres siglos, en pleno nacimiento
del
convirtiéndolas
en
capitalismo, endemoniadas,
en
“brujas”, desatando la caza de brujas, por el
hecho
de
encarnar
el
entramado
comunitario y liderar el levantamiento comunitario sistema
contra de
la
el
nacimiento
del
desposesión
y
despojamiento, de la privatización de tierras y la explotación del trabajo. La arqueología enunciativa del esquematismo dualista es belicosa, cuya matriz es el 7
discurso religioso que endemonia al infiel, muta al esquematismo dualista político del amigo y enemigo. En el discurso moderno político, el enemigo también es execrable, un
monstruo
de
lo
peor,
casi
endemoniado, susceptible de aniquilación.
Este es, por así decirlo, el esqueleto del discurso descalificador, el substrato es religioso, el estrato moderno es político; se inviste ideológicamente, es decir, para darle cuerpo al discurso, se le inviste de referencias ideológicas.
Si antes, en el
discurso religioso inquisidor, el enemigo era el endemoniado o la endemoniada, el poseído por el demonio, en los discursos políticos puede convertirse en el enemigo de la nación o en el enemigo de la sociedad, pero aún si es enemigo interno, el enemigo de clase, incluso se puede 8
investirlo de heredero de la colonia, por lo tanto,
en
proliferación
enemigo de
los
colonial. discursos
de
La la
inquisición política son la manifestación apabullante del discurso de descalificación política e ideológica, que se ha dado desbordante en la modernidad.
Hablar, por ejemplo, del “renacimiento del viejo rencor colonial y clasista” para descalificar las recientes movilizaciones sociales por la abrogación del Código penal y exigir el respeto a la soberanía popular, que voto por mayoría No a la reforma constitucional, que pretendía habilitar a nuevas
reelecciones
al
presidente,
desconociendo de pleno la expansión y la intensidad
de
estas
movilizaciones,
desentendiéndose del problema, la ley inquisidora y la abolición de la democracia, 9
no es otra cosa que recurrir y reiterar el esquematismo
dualista
del
amigo
y
enemigo, en versiones cercanas a su matriz, el esquematismo dualista de fiel e infiel.
Decir
movilizaciones
de
entrada
que
las
a
la
corresponden
“asonada” “clase mediera”, que se siente desplazada por los nuevos contingentes de “clase media popular”, es desplazar el conflicto, el tema del conflicto, a otro lugar, que no está vertido palpablemente en las movilizaciones en defensa de la democracia y de los derechos que conculca el
Código
penal.
Como
se
dice
popularmente, es irse por las ramas o irse por la tangente, también se dice patear oxígeno.
El discurso político descalificador viene acompañado por divagaciones políticas 10
exaltadas,
que
pretenden
pasar
por
análisis. El vicepresidente en un artículo que titula Asonada de la clase media decadente,
parte
de
una
premisa
descriptiva, de que hay conflicto y este es antigubernamental. Pero, inmediatamente pasa
a
descalificar
antigubernamentales,
las
califica
movimientos
ciudadanos
políticos”,
además
“desgastados
movilizaciones de de
discursos
a
los
“satélites reciclar
racistas
y
clasistas”. Sigue el “análisis”, que no se parece a una construcción silogística, sino, más bien, a una acumulación de agravios, dice que “esta asonada de específicos segmentos de clase media urbana", son observados sectores
con
indiferencia
populares,
por
los
tradicionalmente
movilizados, refiriéndose al movimiento campesino-indígena, la clase obrera y vecinos. Concibe que se trata de una 11
"movilización reactiva a un movimiento tectónico
de
la
sociedad
y
que
ha
empezado a desplazar a la clase media tradicional del espacio de sus antiguos privilegios y oportunidades por una nueva clase media de origen popular".
Las divagaciones políticas se convierten en franco delirio político, el discurso se coloca en una situación como si se estuviera en los enfrentamientos políticos de 2005 o en las convulsiones de 2008-09. Lo que habría cambiado son las prendas, las pañoletas, las banderas, pero no tanto los discursos, que seguirían con la tonalidad racista; lo que habría cambiado es la organización y la convocatoria que habla desde
la
voz
de
los
movimientos
ciudadanos, sin embargo, la “oposición de derecha” seguiría hostigando de manera 12
camuflada.
El delirio tiene que ver no
tanto con lo que se dice como con lo que se oculta y se encubre; se esfuma el sentido del conflicto, sus causales, sus problemáticas y sus temáticas. Se elude de sopetón el problema y se lo trata como si fuese el mismo repetido y con los mismos
detractores,
la
oligarquía
conservadora recalcitrante y racista.
El análisis político requiere que se tenga delante
de
los ojos el
problema
en
cuestión, no que se lo evapore y sustituya por la trama imaginaria de la ideología del poder. El análisis efectúa la disección del objeto y del sujeto de estudio, no que se lo remplace por fantasmas que agobian la consciencia
culpable
del
poder.
La
descalificación corresponde al sacerdocio político moderno, sobre todo, se hace 13
abominable cuando viene del sacerdocio en el poder. La descalificación política busca
desesperadamente
menospreciando
al
legitimarse interlocutor,
desvalorizando al interpelador, denigrando a la crítica y a la movilización que cuestionan al poder. La descalificación es un viejo recurso del despotismo, del autoritarismo, de la tiranía descarnada o velada y encubierta, de manera solapada; es
el
recurso
respuesta
que
que sabe,
anticipa la
la
única
violencia,
la
represión, el Estado de excepción.
14
Anacronismos en el discurso político Disquisiciones sobre la “clase media”
15
Es
de
esperar
que
el
discurso,
manifestación enunciativa del lenguaje, guarde
sedimentos
heredados
en
su
arqueología discursiva. Sin embargo, hay discursos
que
lo
hacen
de
manera
desmesurada, cargando mucho peso de los anacronismos, herencias vernaculares, al
emitir
sus
pronunciamientos
discursivos. Uno de esos discursos es el discurso político. El discurso político tiende a
hacer
emerger
los
atavismos
metafóricos vernaculares en el debate ideológico,
la
beligerancia
del
debate
ideológico arrastra al discurso político a recurrir a las descalificaciones; para tal efecto son útiles los fantasmas del pasado. El discurso político puede hacer emerger esquematismos
dualistas
religiosos
ateridos, donde el infiel aparece como endemoniado execrable, susceptible de aniquilación.
El
discurso
político
es 16
moderno, en tanto tal ha producido otro esquematismo dualista, que sustituye al esquematismo dualista religioso del fiel e infiel, es el esquematismo dualista del amigo y enemigo. El enemigo también aparece
como
extremo,
en
caso
también
susceptible
En
capas
aniquilación. profundas,
abominable,
menos
sus
de
menos
vernaculares,
el
discurso político imita al análisis de las ciencias sociales; de las más usadas son referentes
la
ciencia
política
y
la
sociología, con menos asiduidad se usa el referente de la antropología. Con estas recurrencias el discurso político pretende objetividad, incluso puede recurrir, en su exposición, a los datos, para así mostrar la alusión a la incuestionable claridad de los números. Sin embargo, a diferencia de las ciencias
sociales,
que
se
basan
en
investigaciones, así como se mueven en 17
paradigmas, manejados en su integridad, no fragmentariamente, el discurso político no se basa en investigaciones, sino en presuposiciones, en prejuicios; tampoco tiene exactamente un paradigma en el que se mueve, que maneja íntegramente, sino se inclina por el uso eclético de distintos paradigmas de las ciencias sociales, que los emplea fragmentariamente y hace como un collage interpretativo para abatir a los enemigos. Tomemos un ejemplo, el discurso del vicepresidente, quien en un artículo titulado La asonada de la clase media (1) hace gala de todas estas herramientas
y
recursos
del
discurso
político. El artículo comienza con una exposición sobre el concepto de clase; le otorga al concepto sustancialidad, como si el concepto de clase no correspondiera a una
taxonomía
social,
ciertamente
institucionalizada. El concepto de clase es 18
más antiguo que su elaboración marxista, deriva de la elaboración hecha por los fisiócratas. Extraña que alguien que se asume como marxista, defina la clase como “un conjunto grande de personas que
estadísticamente
condiciones
de
parecidas,
por
económicos,
vida
tiene
acceso
más
o
ejemplo,
propiedades,
a
menos ingresos
titulaciones,
prestigios o vínculos sociales”, y no por su relación con el modo de producción. La definición dada por el expositor del artículo mencionado puede aproximarse a alguna de las definiciones de clase dadas por Pierre Bourdieu; sin embargo, Bourdieu lo hace teniendo en cuenta la diferencia de los campos sociales, que hacen a la composición
del
campo
social,
que
supone la articulación y combinación de distintos
campos.
Bourdieu
distingue
campo político, campo económico, campo 19
cultural, así como define otros campos más detallados, como el campo escolar o el campo relativo a las reglas del arte. El campo social puede ser mapeado por ubicaciones
y
por
clasificación
social
referencias
de
institucionalizados,
abordándolos como símbolos de prestigio social. De esta manera, el campo social puede ofrecernos mapas de residencia y de movilidad social (2). Lo que no se puede hacer, si se recurre a Bourdieu, es confundir los campos, mezclarlos, y hablar de clase indistintamente, como si se tratara de lo mismo, hablar de clase en el campo social, en sentido sociológico, y hablar de clase en el campo económico, así como hablar de clase en el campo político; lo mismo podríamos decir respecto al campo cultural. No es lo mismo; las clasificaciones, es decir, la taxonomía social, adquieren distintas connotaciones, 20
dependiendo de los campos. Si bien, como dijimos,
los
campos
se
entrelazan e
inciden, esto no implica que la diversidad de campos se aplane, se reduzca a un solo campo. Lo que exige esta complejidad es comprender el juego de composiciones y combinaciones
de
las
distintas
clasificaciones en los diferentes campos articulados
y
su
comportamientos
incidencia sociales.
en
De
los
todas
maneras, si bien el expositor mentado, no recurre, como marxista, a definir la clase por su relaciĂłn con el modo de producciĂłn, sin embargo, asume el presupuesto simple del determinismo; escribe: “Cuando las estrategias econĂłmicas que se despliegan, las
oportunidades
presentan,
las
laborales
maneras
se
generales
les de
enfrentar el porvenir y la forma de apreciar y valorar las cosas del mundo son relativamente convergentes a un espacio 21
común, significa que pertenecen a una misma clase social”. No solamente el determinismo se hace elocuente, sino que la clase se ha vuelto una sustancia, como materia de la realidad; ha dejado de ser una clasificación taxonómica, útil para el análisis, ha dejado de ser un instrumento en el método de estudio de las sociedades; es como un organismo social existente y que se reproduce por sí solo. Un marxista crítico, historiador británico, como Edward Palmer Thompson, ya decía que las clases sociales no existen como tales, sino que se conforman y constituyen en la lucha de clases. Por más paradójico que parezca, Thompson da en el clavo; las clases sociales no son sustancias, sino que resultan de la lucha de clases, cuando los involucrados
se
asumen,
en
su
autorreferencias y su heterorreferencias, se identifican y distinguen en la lucha en 22
la que se encuentran embarcados. Se asumen, por ejemplo, como proletarios y se diferencian de los burgueses, que los explotan.
Para
autorreferencias median
que y
se
den
estas
heterorreferencias
ideologías,
también
organizaciones, basadas en la experiencia y memoria social. El problema para las ciencias sociales ha sido definir la “clase media”. Antes de seguir hay que aclarar que lo de la “clase media” supone una jerarquía simple, que define una “clase alta”, en contraposición, una “clase baja”. No responde a una clasificación marxista. En
los
apuros,
ciertos
marxistas
la
llamaron pequeñoburguesa, aludiendo a escalas menores de la formación de la clase burguesa; pero, como la “clase media”
es
muy
variada,
cuando
los
estratos de clase se aproximan a los perfiles de la clase proletaria e incluso más 23
abajo,
se
la
suele
nombrarla
como
lumpen; es decir, una pobreza indefinida, tendiente al vandalismo. El expositor del artículo
mencionado
reconoce
la
complejidad de la “clase media”, empero, la sigue encajonando en esa pirámide simple de la sencilla jerarquía social; la sitúa entre los de “arriba” y los de “abajo”. ¿No sería mejor replantearse y deconstruir el término tan ambiguo como “clase media”?
No
se
trata
clasificaciones
del
mismo
de estilo,
hacer más
puntillosas, ampliar el cuadro de las clases sociales, definir una amplia gama de estratos de “clase media”; mucho menos distinguir “clase media nueva” de la “clase media tradicional”, diferenciándolas por el contenido popular de la “clase media nueva”. Por ahí también va esa distinción entre “clase media de abolengo” y la “clase media con rasgos indígenas”. Esto último 24
es menos serio que lo anterior. Se trata de repensar el sentido de las clasificaciones taxonĂłmicas
sociales; sobre todo,
de
repensar quĂŠ es la sociedad. La sociedad, el gran socius territorial, se conforma por mĂşltiples y plurales asociaciones, que se constituyen sobre la base de filiaciones y alianzas. Es el imperio el que irrumpe con las
clasificaciones
atravesando
el
estratificaciones
institucionalizadas, mapa
social
burocrĂĄticas
con y
sacerdotales. Los llamados reinos, de alguna manera repiten, a su modo, esta transversal funcionaria al mapa social; es decir,
las
estatales;
clasificaciones fijan
sociales
prestigios,
son
mandos,
jefaturas y dominaciones. La modernidad pone en suspenso valores tradicionales, demuele instituciones antiguas, desata en las sociedades procesos fluidos en la vertiginosidad apabullante con la que lo 25
envuelve
todo;
se
da
lugar
un
desclasamiento generalizado, así como un re-enclasamiento;
se
conforman
otras
clases sociales. Las antiguas castas, como la nobleza y los clérigos, experimentan reubicaciones
en
la
nueva
estructura
social. La burguesía emerge de lo popular y de parte de la nobleza, la parte que convierte sus posesiones y propiedades en capital, la parte que se vuelve empresaria. La
“clase”
que
se
conforma
por
desclasamientos generalizados, la “clase” que no es clase, el proletariado, es la que se forma en la pluralidad de desarraigos. El denominativo de proletariado es, en principio, un nombre atribuido por el Estado, señalando esta proliferación de los que dejaron sus tierras y vinieron a trabajar a las ciudades industriales. El proletariado, entonces, corresponde a una clasificación estatal, se trata de una 26
calificación que señala el caos social ocasionado por los que venden su fuerza de trabajo, por no decir, su cuerpo, las capacidades
de
su
cuerpo.
Que
el
denominativo adquiera, con el tiempo, una connotación positiva, de afirmación, de identificación de la prole que trabaja, tiene que ver con la inversión de sentido, si se quiere, la transvaloración de los valores; pasa
de
la
descalificación
a
ser
de
autoafirmación y de autodeterminación. Aquí
concurren
varios
procesos
constitutivos; uno de ellos es ideológico; la formación discursiva histórico-política interpela al Estado y a las instituciones como
instituidas
por
la
guerra
de
conquista; por lo tanto, son ilegitimas. Esta formación discursiva histórico-política genera discursos anarquistas, socialistas, comunistas, que señalan al Estado como instrumento de la dominación y dispositivo 27
que coadyuva a la explotación de clase. En esta formación discursiva y en estos discursos histórico-políticos modernos el proletariado se convierte en protagonista histórico, es la vanguardia de la liberación de la clase explotada y de las clases subordinadas hegemonía
por
la
capitalista.
dominación Las
y
narrativas
proletarias son de convocatoria y de lucha. El marxismo, uno de los discursos de la formación
discursiva
histórico-política,
elabora una teoría, la de la lucha de clases, donde el proletariado, además de ser el protagonista
de
la
historia
es
la
consciencia histórica, el sujeto social de conocimiento de la historia. La corriente militante
del
marxismo
va
a
institucionalizar esta consciencia de clase en la organización proletaria, el partido. Es cuando la clase explotada, el proletariado, es
representada
y
expresada
por
el 28
partido. Es aquí donde queríamos llegar; precisamente el partido del proletariado es una
organización
hegemonizada
por
intelectuales, militantes profesionales de la revolución, intelectuales que proceden de la “clase media”. Aunque el partido tenga sus bases en los sindicatos obreros, incluso
dirigentes
obreros,
que
son
militantes del partido y ocupan cargos en el partido, lo cierto es que el partido lo conforman, sobre todo, en la cúpula, en el llamado comité central, intelectuales de “clase
media”.
Esta
es
una
notable
paradoja de las revoluciones socialistas. Entonces, ¿de qué hablamos?, ¿basta la representación de la clase para sostener que es la clase proletaria la que actúa como clase en sí y clase para sí? Estos temas de la representación y de vanguardia
los
discutimos
en
la
otros
ensayos (2); lo que ahora interesa es 29
cuestionar este denominativo y manejo arbitrario de la clasificación de “clase media”.
Las
sociedades
modernas
institucionalizadas, ante la vertiginosidad donde todo lo solido se desvanece en el aire, optan por contener las avalanchas y transformaciones
fluidas.
Lo
hacen
restaurando el Estado. El Estado detiene los flujos incontrolables, los flujos incodificados, restablece las codificaciones y las clasificaciones. Renacen las clases, en el ejercicio ideológico, político y estatal. Se establece
una
estructura
de
clases
moderna. Entonces, la burguesía adquiere símbolos otorgados por la legitimación estatal; es la clase que habla a nombre del pueblo y lo emancipa de las cadenas feudales o monárquicas. Es la clase del “progreso”,
del
“desarrollo”,
conductora
de
la
industrialización.
La
la
producción burguesía
clase y
la es 30
hegemónica en la sociedad de clases moderna, hegemoniza ideológicamente. Este discurso liberal, correspondiente a la narrativa burguesa, es transferido a las colonias, donde las burguesías portuarias entran
en
funcionarios
competencia coloniales.
Sin
con
los
embargo,
como sabemos, se trata de contextos diferentes, el europeo y el del continente llamado América. La principal diferencia consiste en que se trata de colonias europeas. La mayor parte de la población es de origen nativo, incluyendo a los mestizos. Las clasificaciones estatales, en este caso, de la Corona y los Virreinatos, también de las Capitanías y las Audiencias, adquieren una semántica racial. “Indio”, “negro”,
“mulato”,
denominativos localismos clasificaciones
y
y
otros
detallados,
según
regionalismos,
son
más
“pardo”
administrativas
de
las 31
visitas
y
revisitas,
es
decir,
de
las
enumeraciones poblacionales virreinales. Así como las clasificaciones de “originario” y
“forastero”,
son
clasificaciones
administrativas, cuyo objetivo es el tributo indigenal. Estas clasificaciones las hereda la
república,
con
alguna
que
otra
modificación. Es decir, la clasificación de la primera república, por así decirlo, es racial;
entonces,
clasificación
la
social
taxonomía
republicana
de sigue
siendo colonial. La dominación es una dominación de clase y una dominación racial, de los que se reclaman “blancos”, herederos de los conquistadores. Esta clasificación trastrocamiento
colonial con
sufre la
un
revolución
nacional-popular; esta revolución vincula rebeliones obreras, sobre todo, mineras, y de
sectores
urbano
populares,
con
intelectuales de izquierda; otra vez la 32
“clase media”. ¿Qué es entonces la “clase media”? ¿Se puede seguir hablando de “clase media”? Volvamos a lo del socius territorial. Las asociaciones múltiples y plurales se conforman sobre prácticas, actividades, oficios, por su relación con la tierra,
sobre
cultivable
y
todo,
cultivada.
concentraciones intersecciones intercambio. llegar
de Las
de
filiaciones,
tanto Se
los
sus
pueden
tierra
conforman
poblacionales
en
las
circuitos
de
asociaciones
a conformar
controles
en
pueden
interpretaciones descendencias también
y
por
conformar
controles territoriales regionales a través de alianzas. Pueden entonces constituir Confederaciones. Hasta ahí asociaciones que se nombran por filiaciones, clanes, o por
alianzas,
Confederaciones.
Asociaciones diferenciadas por tipo de actividad,
oficio,
localidad,
región; 33
también, obviamente, por lenguas. En cuanto
a
lo
que
podemos
llamar
representaciones, de manera provisional, que
son,
jefaturas
mas y
configuran
los
bien,
simbólicas,
señoríos
controles
definen
territoriales.
las y La
discusión sobre la estratificación ancestral y antigua, se da cuando esta constelación de
asociaciones
clasificaciones
es
cruzada
por
estructuradas
las por
funcionarios y sacerdotes; clasificaciones burocráticas que toman como centralidad a la dinastía, que vendría a ser algo así como el clan supremo. Una hipótesis interpretativa, entre otras, es la que conjetura
la
territoriales,
ruptura la
de
las
usurpación
alianzas de
la
Confederación, por un clan supremo, que logra imponerse sobre las alianzas. Sin discutir
aquí
las
otras
hipótesis
interpretativas – lo hicimos en otros 34
ensayos (3) -, nos interesa señalar esta transversal de clasificaciones burocráticas y funcionarias al mapa complejo de las asociaciones. Desde nuestro punto de vista, llamamos a este acontecimiento instauración de un poder estructurado, institucionalizado, legitimado por mitos, ritos, ceremonias y alegorías. Es decir, legitimado por el imaginario simbólico. Una
consecuencia
interpretativa
es
de que
esta la
hipótesis
clasificación
taxonómica social es conformada por el aparato burocrático y por el aparato sacerdotal. Ahora bien, ¿qué es esta casta burocrática y qué es esta casta sacerdotal? ¿”Clase media”, abusando del término con fines comparativos? Si bien podemos aproximarlos al clan supremo; aproximar a los funcionarios de mayor rango y a los sacerdotes de mayor prestigio y control, la mayoría de los funcionarios y sacerdotes 35
están,
mas
bien,
distantes
del
clan
supremo. Volvemos al problema de definir estratos sociales que cumplen funciones mediadoras, que no es lo mismo que decir que se sitúan en medio de una pirámide social abstracta. En la teoría del modo de producción capitalista, vale decir, en lo que se expone en el primer tomo de El capital, no hay “clase media” ni “clases medias”;
hay
solo
dos
clases,
el
proletariado la burguesía. Lo demás es como
reminiscencias
sociales
de
estructuras sociales del pasado o se encuentran en camino de formar parte del proletariado o de formar parte de la burguesía. Las otras clases aparecen en el tercer tomo de El capital, dedicando atención
al
campesinado
y
a
los
terratenientes, así como a otros estratos que aparecen de manera más difusa. No tocaremos los denominativos que usa Karl 36
Marx en sus escritos histórico-políticos, pues
las
clasificaciones
usadas
son
recogidas de los discursos colindantes o de las narrativas políticas de su tiempo. No interesa tanto definir las
clases sino
interesa comprender la lucha de clases en sus especificidades y singularidades. El análisis
crítico
efectuado
es
a
la
hermenéutica y heurística política de su tiempo. Sin embargo, vuelve a aparecer, en estos escritos, esa difusa composición social, que otros identifican como “clase media”. Una primera impresión; el término de “clase media” más parece ser una clasificación auxiliar para nombrar lo que no
se
conoce,
pretendiendo
este
conocimiento con tan solo nombrar. Esta aseveración
que
se
expresa
como
conjetura nos lleva a algo más grave: ¿Se conoce a la sociedad, al funcionamiento social, a sus dinámicas moleculares y 37
molares?
Los
devaneos
del
expositor
mentado, en el discurso político emitido, sobre
la
“clase
adjuntando,
las
media”,
incluso,
interpretaciones
esquemáticas de las ciencias sociales, nos muestra los grandes vacíos de los saberes modernos sobre la sociedad. Después de lo dicho, podemos sugerir otra hipótesis interpretativa: No hay clases sociales sino a través de las clasificaciones taxonómicas sociales,
hechas
clasificaciones
por
el
poder;
institucionalizadas,
que
fijan las diferencias, que institucionalizan las diferencias. Hay lucha de clases, que corresponde a la rebelión y a la subversión contra la dominación imperante y la explotación vigente. Hay conflicto entre sociedad, como matriz y substrato de las dinámicas sociales, que tiende a la fluidez y a la movilidad, a la transformación y al devenir, y Estado. Es el Estado el que 38
contiene la fluidez y la movilidad, las congela, estratificando clases sociales en tanto
diferencias
permanentes,
jerarquizadas
capturando
fuerzas
sociales, coadyuvando a la repetición de esquemas
de
prácticas,
comportamientos que
y
reproducen
institucionalmente a las clases sociales.
Volviendo al conflicto social en cuestión, que no solamente es médico, sino de la sociedad movilizada contra el Código Penal y la abolición de la democracia por parte del gobierno clientelar, no es sostenible la hipótesis ideológica de la “asonada de la clase media”. Su utilidad no es analítica, sino
como
enunciación
política,
que
procede a la descalificación ideológica de la
movilización
social
desatada,
que
aglutina a varias regiones y a distintos 39
sectores sociales, incluyendo a la clase trabajadora, a los obreros. Esta amplitud social no es abarcable con un concepto tan ambiguo y difuso como el de “clase media”. Volviendo al discurso del expositor del artículo mencionado, el incremento de la “clase media”, corroborado por datos, por los porcentajes estadísticos, señalados en el artículo, se ha producido en distintos países, tanto de “gobiernos progresistas” como de gobiernos neoliberales. Si es cierto que estadísticamente impacta la magnitud
del
incremento
porcentual,
referido al crecimiento de la “clase media” en los países de “gobiernos progresistas”, hay,
de
todas
maneras,
variables
compartidas con el incremento de la “clase media”
en
países
de
gobiernos
neoliberales. En contra lo esperado por Marx,
no
se
ha
incrementado
el
proletariado, sino, mas bien, las “clases 40
medias”, en lo que viene del desarrollo capitalista. No es pues este fenómeno de explosión de la “clase media”, con la incorporación de la “clase media popular”, algo de lo que hay que vanagloriarse; ocurre en todas partes. Ofrecer como ejemplo de “revolución” lo mismo, como si se tratara, tal como dice la canción, de que cambie todo para que no cambie nada, no es algo destacable como cambio, menos como
transformación.
“revolucionario”
la
Ofrecer
misma
como
estructura
social, jerárquica y diferenciada, solo con cambios
de
composición
élites de
la
y
cambios
“clase
en
la
media”,
es
confesar la decadencia inherente a la forma de gubernamentalidad clientelar. Ofrecer como “izquierda” esta mimesis de lo mismo con otros discursos, es devaluar la referencia de izquierda y banalizar su trayectoria heroica y consecuente del 41
pasado
inmediato.
Ofrecer
como
“socialismo” esta banalidad política, a diferencia
de
lo
que
postulaba
el
socialismo clásico, una sociedad sin clases, es confesar la propia inutilidad histórica.
42
Notas
1.- Ver de Álvaro García Linera La sonada de la clase media. Animal político; la Razón; La Paz 14 de enero. 2.- Ver Paradojas de la revolución. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs /paradojas_de_la_revoluci__n. 9. 3.- Ver Cuadernos activistas. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/stac ks/715dbb6b8faf4b70bef012832f796319.
43
El uso simbólico de lo “indio” en la ideología política
44
Cuando se representa a alguien, a un pueblo, a un colectivo social, a uno o varios pueblos indígenas, se los reduce a la representación, ya no como delegación, sino como figura del imaginario. Se los reduce a la imagen que se tiene de lo representado menciona.
en
el
discurso
que
Llama
la
atención
el
lo uso
simbólico de lo “indio” en la ideología política. El discurso del representante reduce al representado a la imagen que tiene
de
lo
que
representa,
que
generalmente no coincide con lo que efectivamente es lo representado, pues se trata de la complejidad múltiple y plural de dinámicas cultural.
constitutivas Empero,
el
de
lo
social-
representante
encuentra en lo que representa su razón de
ser,
su
sentido
de
ser.
La
representación, en este caso, la imagen, el imaginario, la ideología, la idea, funciona 45
como sentido de ser, pero, también como finalidad suprema; como realización plena de la razón de ser y del sentido existencial, en
este
caso,
histórico-político.
Efectivamente el que se realiza no es el o la representada, o ambos, tampoco lo representado, sino el representante. Lo que ocurre es que el representante se proyecta en la imagen de lo representado, se proyecta no solo asumiendo el papel de representante, sino como protagonista de un proyecto salvador, liberador, de la víctima
absoluta,
convertido
el
a
la
que
representado
ha y
sido lo
representado. Es el héroe de la trama que el propio representante se imagina y narra. Cuando concurre esta suplantación de la representación de lo representado, lo que pasa es que se proyecta no el conflicto efectivo de lo representado respecto de la dominación imperante, sino el conflicto 46
efectivo
inherente
en
la
constitución
subjetiva del representante; el conflicto interno. El conflicto es, efectivamente, un conflicto interno, no un conflicto en el mundo efectivo. Al proyectar este conflicto interno como si fuese un conflicto en el mundo
efectivo,
el
representante
convierte a sus propios conflictos como si fuesen conflictos efectivamente dados en la
sociedad.
Esta
es
una
doble
suplantación; a la suplantación anterior del representado por el representante, se suma la suplantación del conflicto efectivo social, político y cultural, por el conflicto personal,
que
perturba
la
estructura
subjetiva constituida en el representante. Por ejemplo, lo “indio”, el “indio”, los pueblos
indígenas,
cuando
son
representados por voceros que hablan por ellos, que, incluso, se presentan como los más
“radicales
indianistas”,
los
más 47
“radicales” de la causa “india”, en vez de dejar que sean los propios indígenas los que
se
auto-representen
y
se
auto-
interpreten, en su pertenencia al mundo efectivo social convulsionado, proyectan en la imagen de “indio” que tienen sus propios
fantasmas.
Una
parte
de
sí
mismos es proyectada en la imagen de la víctima absoluta; Las frustraciones propias son
convertidas
como
si
fuesen
frustraciones de los “indios”. Es la voz del vocero la que sustituye a la voz del “indio”, de la “india”, de los pueblos indígenas. Se convierte en el gran mediador entre dos mundos, el mundo “indio”, o lo que se imagina que es, y el mundo q’ara, donde pertenece o procede. Esta mediación lo convierte en indispensable, en la trama tejida
por
su
propia
narrativa;
esta
mediación también le otorga poder, poder de
mediador,
además
poder
del 48
representante, de la representación, de la “vanguardia”, de la clarividencia en la lucha de liberación “india”. Estas dobles suplantaciones
y
proyecciones
en
la
pantalla política tienen efectos perversos. Si bien, al principio, en el proceso de representación,
tanto
imaginaria
e
ideológica, así como delegativa, se asume como un compromiso con la causa de los y
las
dominadas,
de
los
y
las
subalternizadas, de los y las colonizadas, en la medida que se llega a dar la representación
en
forma
discursiva
y
política, la representación se convierte en una relación de poder, por lo tanto, de dominación. El representar a los sin voz es como presentar la propia voz como si fuera la voz de los sin voz. La relación de poder es
perversa
pues
se
presenta
como
relación de compromiso, relación de lucha, relación solidaria; sin embargo, no deja de 49
ser
relación
de
poder.
El
intelectual
“radical” enseña a los y las dominadas sobre su liberación, orienta acerca de sus luchas, más aun, define sus finalidades, objetivos y programa político. Hay que anotar que esto ha pasado en las historias políticas de la modernidad, sobre todo, en las historias políticas revolucionarias. Esta demás decirlo que no es un fenómeno particular boliviano. La singularidad radica en que el problema de las dominaciones corresponde a un compuesto articulado de dominación civilizatoria
capitalista, y
dominación
dominación colonial.
Si
revisamos los discursos de convocatoria, la víctima absoluta ha dejado de ser el proletariado, ahora es el “indio”, como figura de la dominación colonial. Como anotó Antonio Gramsci en sus Cuadernos de la cárcel, el discurso del partido no hablaba del proletariado efectivo, múltiple, 50
local,
nacional,
homogéneo, protagonista
sino
del
único, de
la
proletariado
como historia.
figura Por
eso,
propuso un concepto que corrige esta falencia
abstracta,
la
del
concepto
geográfico de clase. Lo mismo pasa con el discurso político que señala al “indio” como
víctima
absoluta
y
como
protagonista de la descolonización. Se habla de un “indio” abstracto, homogéneo, absoluto,
casi
puro
e
inmaculado;
obviando la complejidad indígena en la historia moderna del continente y en la historia reciente.
Lo
más
grave
suplantaciones,
de
este
juego
de
representaciones
y
proyecciones se ha dado en los “gobiernos progresistas”. La representación en el poder,
en
el
ejercicio
de
gobierno, 51
despliega
políticas
francamente
anti-
indígenas, basadas en el modelo colonial extractivista del capitalismo dependiente; ocupando
los
territorios
indígenas,
avasallándolos con la ampliación de la frontera
agrícola
y
de
la
frontera
extractivista, suspendiendo sus derechos colectivos. Todo esto, en el caso de Bolivia,
a
nombre
de
un
“gobierno
indígena”. Es cuando el representante, el vocero “radical indianista”, no solo se atribuye la representación y la vocería indígena, sino que decide por los pueblos indígenas y a nombre de ellos políticas etnocidas.
Esto
ya
es
patético
y
desmesuradamente grotesco. La víctima absoluta no tiene derecho a la expresión, no tiene derecho a opinar, no tiene derecho a deliberar, menos a cuestionar e interpelar, pues es acusada de “terrorista” o estar aliado al “imperialismo” o en 52
connivencia con la “derecha” que conspira. La guerra anticolonial, guerra antigua no resuelta,
que
actualiza,
en
constantemente distintos
se
contextos
cambiantes, es suplantada por la guerra del
“gobierno
progresista”,
que
se
autonombra como “gobierno indígena”, contra los propios pueblos indígenas y la Madre
Tierra.
Lo
perverso
de
este
supuesto “radicalismo indianista” es que es usado para continuar la colonialidad por otros
caminos,
“progresismo”
y
los los
caminos
del
caminos
del
extractivismo. La guerra de razas es un enunciado que recoge Michel Foucault de los primeros discursos histórico-políticos, que interpelaban la dominación de los conquistadores, que imponen sus leyes, sus instituciones y el Estado, sobre lechos de
sangres
despojadas
derramadas, y
de
de
tierras
desposesiones 53
institucionalizadas. nación,
en
el
Raza
sentido
significaba
de
nacer,
de
compartir consanguíneamente. El racismo no reivindica la raza, en este sentido, sino que señala a la “raza maldita”, la “raza” que contamina a la sociedad, la “raza” que debe ser separada, en el peor de los casos, aniquilada. El discurso gubernamental no reivindica la guerra de razas, en el sentido que devela Foucault, sino que utiliza el racismo conservador y nazista de manera invertida, señala a una “raza maldita”, la “raza”
de
reducida, aniquilada.
los en
q’aras, el
Esto
peor ya
que de no
debe los
es
ser
casos, discurso
histórico-político, el que interpela a las dominaciones, sino es un discurso racial, un discurso de limpieza étnica, un discurso profiláctico. Es un discurso estatal y gubernamental que no habla desde los pueblos indígenas, desde su complejidad 54
en la modernidad, sino habla desde las ateridas frustraciones de los gobernantes, habla desde el espíritu de venganza. La descolonización es una tarea de todos los pueblos del mundo; en el continente de todos los pueblos de Abya Yala, sean indígenas o mestizos, porque el diagrama de poder colonial atraviesa a todos, inviste a todos, incluso inviste a dominantes y dominados. Porque la colonización ha afectado a todos los pueblos, pues el sistema-mundo colonial es el substrato del sistema-mundo capitalista. Esta inmensa tarea de desandar el laberinto de las dominaciones ateridas y en curso, esta inmensa tarea de desanudar los amarres de la colonialidad, compete a los pueblos del
mundo.
colectividades.
Es
una
Pretender
tarea que
de
las
alguien
tiene la verdad sobre las genealogías coloniales
es
un
despropósito
y
una 55
pretensión delirante. Estas pretensiones están vinculadas a juegos de poder de los representantes, de los voceros “radicales”, de
los
intelectuales
intelectuales cumplen
son
tareas
decoloniales. peligrosos
de
Los
cuando
“vanguardia”,
de
representación, de voceros de los y las dominadas; confunden la realidad efectiva con sus paradigmas. Cuando no coinciden, reducen,
forcejeando,
a
la
realidad
efectiva al tamaño de los esquematismos paradigmáticos.
Esta
violencia
epistemológica los aleja de la comprensión y entendimiento de los problemas que emergen en los acontecimientos dados en el mundo efectivo. Con esto no decimos que hay que descartar a los intelectuales, tampoco a la labor intelectual; decimos que los intelectuales deben hacer lo suyo, interpretar, no enseñar, no orientar, no conducir,
menos
gobernar.
Deben 56
aprender de la praxis social, de sus dinámicas complejas, de los pueblos, de los
acontecimientos
y
los
conflictos;
construir interpretaciones para deliberar con todos y corregirlas. Además, nunca olvidar que forman parte del intelecto general, de los saberes generales de la sociedad; su contribución está ahí, en coadyuvar al enriquecimiento de este intelecto
general
y
de
los
saberes
generales sociales.
A propósito, recordar las enseñanzas de Franz Fanon; una de ellas, cuando dice que no se trata solo de expulsar al colonizador, sino de destruir la estructura de poder colonial. Un negro que ocupa el lugar del blanco es un blanco, un indio que ocupa el lugar del blanco es un blanco. Pues se ha preservado la misma estructura 57
de poder. Lo negro, lo indio, lo blanco, no son
sustancias,
sino
calificaciones
ideolรณgicas coloniales en pleno uso de las dominaciones; no es pues un problema de color, sino del uso ideolรณgico colonial de la piel.
58
Mundo paralelo
59
Las organizaciones paralelas apรณcrifas
60
Llamemos
la
pretensión
divina
o
pretensión de divinidad a aquél deseo que el mundo sea imagen y semejanza de uno mismo. Que el mundo gire alrededor de uno mismo, rindiéndole pleitesía. Esta pretensión de divinidad resalta cuando el despotismo encuentra un mundo efectivo que es distinto a la imagen en el espejo; entonces
tiende
a
crear
un
mundo
paralelo, un mundo imaginario, que sea fiel copia de su imagen en el espejo. Como dijimos en El mundo paralelo del MAS (1), este es un comportamiento delirante de negar
la
realidad
efectiva;
incluso
podríamos decir que se trata de un narcisismo llevado al extremo. Quizás, elucubrando, dedicarse
una a
comportamientos
egología,
pueda
estudiar de
estos
encaracolamiento
(2). Pero, ahora, nos interesa enfocar las creaciones
de
esta
pretensión
de 61
divinidad; las formas y organizaciones del mundo paralelo que conforma. En este caso, con todos los recursos del Estado. Ahora se trata de conformar una COB paralela,
que
pasa,
primero
por
el
desconocimiento a su secretario ejecutivo; todo esto porque la COB encabeza la defensa
de
Constitución, movilizaciones
la
democracia,
porque
apoya
ciudadanas,
de
la las de
profesionales, de oficios y de gremios contra la ley inquisidora, el Código Penal, y contra el desconocimiento de la voluntad popular, que votó por el NO en el referéndum por la reforma constitucional, que pretendía habilitar indefinidamente a Evo
Morales
Ayma
a
elecciones
consecutivas. El gobierno clientelar quiere una COB sumisa y obediente a sus mandatos y sus caprichos. Los voceros de este desconocimiento son los dirigentes de 62
la CSUTCB, dirigentes puestos a dedo por el gobierno, en bochornosos congresos campesinos, donde se impuso contra las bases
a
personas
sin
convocatoria
campesina; es decir, llunk’us.
No es el único gobierno que ha intentado desconocer
a
la
COB
y
dividirla
o
suplantarla. Desde los gobiernos del MNR de la revolución nacional (1954-1964), sobre todo, cuando la COB entra en confrontación
con
gubernamentales,
las se
gestiones
ha
buscado
controlarla. Las dictaduras militares la desconocieron y persiguieron con saña a sus
dirigentes,
clandestinidad.
que Los
entraron
en
la
gobiernos
de
la
coalición neo-liberar acertaron un golpe durísimo con la “relocalización” de los trabajadores
mineros
de
COMIBOL, 63
descalabrando a lo que se consideraba la vanguardia de la lucha por la liberación nacional y el socialismo, el proletariado minero. Ahora es, nada más ni nada menos, el “gobierno progresista”, que se autonombra “gobierno de los movimientos sociales”, el que desconoce a la COB, busca dividirla o suplantarla por una organización apócrifa, como acostumbra y lo ha hecho en otros casos; por ejemplo, las organizaciones indígenas de tierras bajas
y
de
tierras
altas,
CIDOB
y
CONAMAQ. Más que muestra de fuerza, lo que hace el gobierno clientelar, es una develación
de
su
debilidad.
Ya
no
entusiasma, ya no convoca, pierde sus clientelas; ante esta desolación busca protegerse
con
paralelo,
con
organizaciones
la la
ilusión
del
mundo
pantomima
apócrifas,
que
de no
representan a nadie, salvo a los vacíos y 64
ausencias de la representación genuina. Sin embargo, este mundo paralelo le sirve de pantalla para presentarse todavía como si tuviese apoyo social. El teatro político es lo único que le queda a un gobierno que ha perdido legitimidad. El ideólogo de la decadencia dice que es el “racismo” de la “clase
media”
la
que
no
quiere
la
reelección de un “presidente indígena”, a su vez, el presidente dice que no es contra el Código Penal que se moviliza la gente, sino contra él, porque no quiere que sea electo.
Estas
gobernantes
afirmaciones
develan
su
de
los
pronunciada
enajenación; ya no tienen sensibilidad paran percibir los fenómenos sociales, están
encaracolados
en
sus
propios
laberintos emocionales. La soledad a la que condena el poder, a los que se instalan en esta
maquinaria abstracta
de
las
dominaciones, los ha empujado al delirio 65
que generan los cantos de sirena. Solo ven fantasmas,
el
“conspiración”;
fantasma el
fantasma
de
la
de
un
“imperialismo”, que ha muerto en la guerra
del
Vietnam,
ahora
es
otro
imperialismo o imperio, contra el que no pelean, sino son más bien sus cómplices, son parte del engranaje del sistemamundo
capitalista
y
extractivista;
el
fantasma de una “oposición de derecha”, que
no
tiene
convocatoria.
Las
movilizaciones sociales que arrinconan al gobierno, a sus órganos de poder, a la masa
elocuente
prácticamente
de
llunk’us,
son
auto-convocadas
por
organizaciones sociales, de profesionales, de oficios y de gremios, además de los Comités Cívicos. Ver detrás de estas movilizaciones la mano oscura de la “conspiración” del “imperialismo” y la “derecha” no es otra cosa que mostrar 66
ceguera, ciertamente conveniente; no es otra cosa que confesar, aunque no lo quieran, de manera indirecta, sus miedos y temores. Un síntoma de la forma de poder en decadencia, de la forma de gubernamentalidad
en
crisis,
es
la
paranoia. Es vano discutir con ellos, los gobernantes, los oficialistas y menos con la masa elocuente de llunk’us, que no pueden
elaborar
una
ley
sin
la
construcción colectiva de la ley, sin la participación
y el
control social, que
establece la Constitución, desconociendo el sistema de gobierno constitucional, el sistema
político
participativa comunitaria
y y
de
la
democracia
pluralista,
representativa.
directa, Es
una
pérdida de tiempo, ante gente que no escucha,
que
enrevesadas
esta
obcecada
en
interpretaciones
fragmentarias de la Constitución, que, 67
además
creen
“revolución cuando
esta
o
se
asumen
democrática
y
revolución
brilla
como
cultural”, por
su
ausencia. Esta gente solo entiende el lenguaje de las fuerzas, de las fuerzas movilizadas – y eso, quizás ni si quiera esto entiendan -; esta gente en el poder usa el discurso para justificarse, también para imponer consignas, así como para hacer propaganda y publicidad de sus “logros”.
No
hay
deliberación,
esta
actividad indispensable en el ejercicio democrático
ha
desaparecido;
ha
desparecido del Congreso donde, por su razón de ser, se debería deliberar y parlamentar; ha desaparecido del propio MAS;
ha
desaparecido
en
las
organizaciones sociales afines al gobierno, en los sindicatos que controla, en los sindicatos
campesinos.
Solo
se
dan
órdenes y los supuestos dirigentes se 68
encargan de que se cumplan. Otro de los rasgos
elocuentes
de
la
crisis
gubernamental y de legitimidad es el uso recurrente a la violencia, a la amenaza, al amedrentamiento,
al
chantaje
y
la
coerción. En esta escalonada recurrencia a la violencia comienzan a sobresalir ciertos empleos
descarnados
de
la
violencia
callejera, los relativos al matonaje. Esto se ha observado en varios momentos y situaciones; en los congresos campesinos, donde se imponen los candidatos del corregidor;
en
contra
de
las
movilizaciones. Fue patético lo que hizo el gobierno en contra de las movilizaciones indígenas, la VIII y la IX. También en el Congreso se acalló a las voces que observaban
inconductas
o
señalaban
contradicciones; el MAS no ha estado exento de amedrentamientos, sobre todo, cuando aparecían corrientes con cierto 69
matiz
de
independencia
e
iniciativa.
Recientemente, la gobernación del Beni recurrió al matonaje para amedrentar en los puntos de bloqueo del paro cívico. De los rasgos más pronunciados son los recursos
de
oponente,
la del
descalificación
del
demandante,
del
interpelador, de la crítica, sobre todo, de la movilización y su dirigencia. Así como los procedimientos de la denigración; también
la
judicialización
y
la
criminalización de la protesta. Como se puede ver, estamos en la etapa de la forma de gubernamentalidad clientelar en crisis que se defiende da la sociedad movilizada. A pesar de que controla los medios
de
comunicación,
públicos
y
privados, el gobierno se ve obligado a desbordar estridentemente
apabullantemente su
propaganda
y y
publicidad, mostrando “logros”, que son 70
elefantes blancos o instalaciones costosas, con sobreprecios, que no terminan de articular coherentemente una logística económica adecuada. A esto se suma que nunca se aclara sobre los desfalcos, las escandalosas corrupciones, la evaporación de las inversiones, la inconstitucionalidad de
los
contratos
y
concesiones.
En
gobierno, que se dice ser “gobierno de los movimientos sociales” - mote, que, a estas alturas del partido, nadie cree, salvo la masa
elocuente
de
llunk’us
-,
al
encontrarse en apuros, no puede perdonar la posición clara y evidente de la COB. Hablamos de un gobierno, haciendo un poco de historia reciente, que ha destruido a las organizaciones sociales, pues no podía aceptar el despliegue autónomo de sus dinámicas; no puede construir su forma de gubernamentalidad clientelar con el desenvolvimiento independiente y 71
espontáneo de las organizaciones sociales. Se trata de una forma clientelar que no se construye sobre la base de las dinámicas sociales, sino que lo hace verticalmente, asumiendo como cimiento lo que está en el techo; se trata de una forma clientelar que
se
construye
teniendo
como
referencia la convocatoria del mito y el símbolo encarnado en el caudillo. Sus formas de mando no pueden ser sino autoritarias. Prohibido pensar; solo piensa el
ideólogo
solitario
en
los
balcones
solariegos, donde el crepúsculo tiñe de sangre las ventanas del palacio quemado.
Ante el ataque gubernamental a la COB, la sociedad
tiene
defenderla. trayectoria depositadas
De
la
responsabilidad
defender
histórica en
los
toda
de
substratos
de una
luchas, de
la 72
memoria social. Defender, en el presente, a una COB que se reinserta nuevamente en las movilizaciones y luchas en los espesores dinรกmicos del presente (4). Defender el papel de los trabajadores en la recuperaciรณn de la democracia y la posibilidad de una construcciรณn de la democracia radical.
73
Notas
1.- Ver El mundo paralelo del MAS. https://potenciadelavida.wordpress.com/ 2017/12/30/el-mundo-paralelo-del-mas/. 2.- Ver Encaracolamientos. https://pradaraul.wordpress.com/2015/0 8/12/encaracolamientos/. 3.- Ver Estado policial. https://issuu.com/raulprada/docs/estado _policial_2. 4.- Ver Espesores coyunturales. https://issuu.com/raulpradaalcoreza/docs /espesores_coyunturales_3.
74
La destrucciรณn de las organizaciones sociales
75
Las formas de gubernamentalidad parecen reconfigurar las composiciones de sus relacionamientos
con
las
formaciones
sociales. Los distintos tipos de formas de gubernamentalidad
parecen
definir
composiciones de sus relaciones con la sociedad que se adecuen a las exigencias de las formas de gobierno diferenciales. Por
ejemplo,
gubernamentalidad
una
forma
liberar
de
tiende
a
adecuar sus relaciones con la sociedad, sobre todo, con las formas de organización social,
que
contengan
en
los
límites
institucionales establecidos por el Estado de derecho a las organizaciones sociales. No hablamos de los partidos políticos, que son organizaciones de la representación política, sino de las organizaciones de cohesión, aglutinamiento, convocatoria y defensa de los derechos sociales; como, por ejemplo, los sindicatos. Una forma de 76
gubernamentalidad neoliberal tiende a adecuar sus relaciones con la sociedad restringiendo los mĂĄrgenes de maniobra de las organizaciones sociales a los lĂmites que impone el ajuste estructural; para ilustrar, prefiere que se conviertan en empresas competencia.
y
que
concurran
en
Una
forma
de
socialista,
nos
gubernamentalidad
referimos al socialismo realmente dado, tiende a establecer la composiciĂłn de sus relaciones con la sociedad convirtiendo a las organizaciones en el sostĂŠn del Estado socialista; en otras palabras, las incorpora como
composiciones
del
Estado.
Al
hacerlo, la sociedad pierde iniciativa, la iniciativa la tiene el Estado. Paradoja del socialismo, la sociedad se congela, para donar su vitalidad al Estado. En la forma de
gubernamentalidad
clientelar,
la
relativa a los gobiernos populistas o 77
nacional-populares, se detectan dos tipos de tendencias; una, la referida a los gobiernos populistas de mediados del siglo XX; otra, la referida a los “gobiernos progresistas”. En el caso de la primera, el gobierno nacional-popular tiende a una configuración prebendal de la composición de sus relacionamientos con la sociedad al convertir a las organizaciones sociales en dispositivos de las redes clientelares. En el segundo
caso,
esta
tendencia
no
solamente se lleva al extremo, no solo de la
clientela
institucional sociales;
de es
organizaciones plantean
sino
su
de las
más, sociales
la
corrosión
organizaciones cuando
las
resisten
independencia
de
o
clase,
entonces el gobierno clientelar de la segunda versión, la del siglo XXI, tiende a destruir las organizaciones sociales.
78
Asistimos, en los periodos del “gobierno progresista”, recomposición
a de
tres las
fases
de
relaciones
la del
gobierno con la sociedad; en el periodo inicial, se tiende, como en el caso de la forma de gubernamentalidad socialista, a convertir a las organizaciones sociales en sostén del Estado. Pero, esto concurre, con dificultades, además con fracasos, pues
el
Estado
de
la
forma
de
gubernamentalidad del socialismo del siglo XXI
no
ha
transformado
el
Estado,
estructuralmente, ni institucionalmente, como ocurre con el Estado socialista, salvo si se cree que esto se da, por arte de magia, con la nueva Constitución. Hay pues una inadecuación entre el Estadonación,
aunque
lleve
otro
nombre
constitucional, y la pretensión de convertir a las organizaciones sociales en sostén del Estado.
El
Estado-nación,
con
una 79
Constitución nueva, no ha dejado de ser Estado liberal, aunque haya modificado el uso de la malla institucional, convirtiendo estos
dispositivos
primero,
en
después
convocatoria,
en
dispositivos
clientelares, dejando de lado el Estado de derecho.
No
contradicciones
tardan entre
en el
surgir “gobierno
progresista” y las organizaciones sociales; en principio aplacadas por la convocatoria del primer periodo, después aplacadas por las
relaciones
clientelares.
Empero,
cuando las organizaciones sociales se desencantan de la convocatoria y resisten a la cooptación clientelar, el recurso gubernamental formando
es
su
organizaciones
destrucción, paralelas
apócrifas.
80
A lo largo de las tres fases mencionadas, la de la convocatoria, la clientelar y la de la destrucción, las organizaciones sociales comienzan,
al
principio
tibiamente,
imperceptiblemente, a perder su vitalidad, empezando
a
perder
capacidad
de
iniciativa. En la fase de la convocatoria hay como
un
entusiasmo
compartido,
la
atención ante los problemas esta como inhibida, en consecuencia, también la crítica. Sin embargo, en esta fase, esta situación
no
es
notoria,
ni
parece
peligrosa. Es en la segunda fase, la clientelar, cuando se hace patente la perdida de vitalidad, por lo tanto, de iniciativa, incidiendo en las dinámicas de las organizaciones sociales. Cuando, en esta fase, la forma de gubernamentalidad clientelar logra controlar, copta a las organizaciones, apéndices
del
convirtiéndolas ejecutivo.
Esto
en ya
es 81
destrucción
de
organizativas
y
las de
capacidades
cohesión
de
las
organizaciones sociales; en este caso, las organizaciones sociales cooptadas ya no representan a las bases, sino representan al gobierno ante las bases. Sin embargo, en este caso, las organizaciones sociales presentan como una máscara, porque discursivamente dicen representar a las bases.
La
fase
donde
se
hace
desbordantemente evidente la destrucción de la organización social, de su capacidad organizativa,
es
denominamos destrucción.
la
tercera,
propiamente Cuando
se
la
que
de
la
presentan
organizaciones sociales que se resisten a ser cooptadas, plantean abiertamente su independencia
y
buscan
defender
los
derechos conquistados, además de su perspectiva propia en el proceso, la opción gubernamental es su destrucción taxativa. 82
En esta tercera fase, de la forma de gubernamentalidad clientelar, el gobierno no tiene bases sino sombras, el gobierno no tiene pueblo, aunque lo nombre, sino el espejo de la propaganda gubernamental impresa en los cuerpos anulados de un pueblo callado y sometido. No solamente desaparece la iniciativa en la sociedad, transferida a la iniciativa estatal, como en el caso de la forma de gubernamentalidad socialista, sino que tampoco hay iniciativa estatal,
salvo
por
la
propaganda
y
publicidad apabullante. La máquina estatal se para, no funciona, lo que funciona, en vez de ella, es la máquina del chantaje, el lado oscuro del poder. Se ha destruido no solamente a la organización social sino a la
capacidad
sociedad,
de
es
innovadoramente
la
sociedad
decir,
de
dinámicas
de
ser
desplegar sociales.
Pero, este es el caso extremo, hipotético, 83
pues las sociedades se resisten a que esto ocurra. Es cuando se generan los conflictos destacables entre Estado y sociedad.
El “gobierno progresista” de Bolivia tiene en su haber una lista de organizaciones destruidas, otra lista de organizaciones cooptadas. Sin embargo, a pesar de las organizaciones paralelas impuestas con representaciones apócrifas, sumisas al gobierno, las bases de las organizaciones destruidas siguen resistiendo desde el entramado social y organizacional en la escala de las comunidades. Lo complicado, mas bien, pasa con las organizaciones cooptadas, pues, en este caso, las bases han perdido iniciativa, incluso capacidad de resistencia a la manipulación de la dirigencia. La cooptación ha sido tal que ya no
hay
vida
sindical,
salvo
espurios 84
congresos donde se impone a dedo las “representaciones” de la dirigencia de federaciones
y
de
la
confederación
sindical. El dramatismo de lo que ocurre es entonces mayor en las organizaciones cooptadas
que,
incluso,
en
las
organizaciones destruidas. Por ejemplo, ha
desaparecido
el
movimiento
campesino, no se moviliza en torno a la reforma
agraria,
ya
no
es
esta
su
vocación. La ha sustituido por alianzas empresariales, transformación
basadas de
en
las
la
economías
campesinas en economías empresariales, en zonas importantes del agro y del cultivo.
Esto
ocurre,
cuando
prácticamente, la economía campesina, que
es
diversificada
y
plantea
una
estrategia de resistencia jugando con el mercado,
pero,
para
relaciones
comunitarias,
reproducir aunque
las estas 85
hayan desaparecido institucionalmente – no se presenten como comunidades o ayllus y se presenten como sindicatos -; cuando se deja el multi-cultivo y se opta por el monocultivo1. La dirigencia sindical campesina representa no solo al gobierno ante las bases, sino que representa las tendencias campesinos,
empresariales asolados
ante por
los estas
tendencias de concentración de tierras y de capital agrario.
La COB, en la historia reciente, ha pasado por varios periodos distintos; primero, el periodo de lo que fue la COB legendaria, la del gasto heroico, la insurreccional, que viene desde su fundación, después de la
1
Ver de Raúl Prada Alcoreza Oikonomías campesinas. https://pradaraul.wordpress.com/2013/12/22/oikonomiascampesinas/.
86
revolución de 1952, hasta la derrota de la Asamblea Popular (1971) por el golpe militar perpetrado, corresponde el periodo heroico. Después, durante el periodo de las dictaduras militares, estamos ante el periodo de resistencia a las dictaduras militares; la COB pasa a la clandestinidad, se
reorganiza
y
juega
un
papel
fundamental en las resistencias sociales a las dictaduras, hasta la reconquista o recuperación de la democracia. Durante el periodo intermitente de recuperación de la democracia, la COB intenta recobrar el papel protagónico que tuvo en el primer periodo; sin embargo, el contexto había cambiado, los partidos políticos jugaban el rol de las representaciones y delegaciones políticas.
Además,
los
partidos
de
“izquierda”, la gran mayoría ingresaron a la
concurrencia
contexto
se
democrática.
En
pasó
proyecto
del
este
87
insurreccional al proyecto democrático por el socialismo; el periodo corresponde a una COB en dilemas, entre la memoria insurreccional y el presente de hegemonía del proyecto democrático. El penúltimo periodo, siguiendo la mirada retrospectiva del pasado, es el que corresponde al periodo de los gobiernos neoliberales; ante el desarme, sobre todo, por la merma del
proletariado
minero,
con
la
“relocalización”, la COB se debilita como nunca antes. En estas condiciones se resiste a la avalancha neoliberal con lo que se tenía, con lo que se era; se trata de un segundo periodo de resistencia, en otro contexto, no el de las dictaduras militares sino de gobiernos neoliberales. El último periodo de la retrospección es el que asistimos
y
correspondiente gobierno
de
experimentamos, a
las la
gestiones forma
el de de 88
gubernamentalidad
clientelar.
En
este
periodo, ante una COB que heredó su debilitamiento
orgánico,
que
perdió
protagonismo, cediendo ante novedosas y renovadas formas de movilización social, en la fase de ofensiva social, ya no de resistencias,
que
corresponde
a
la
movilización prolongada (2000-2005), la COB es, en principio, cooptada por el gobierno popular. Es recientemente, en plena
crisis
de
legitimidad
gubernamentalidad clientelar,
que
recuperar
un
la
del COB
papel
y
de
gobierno comienza
orientador
en
a el
conflicto social contra un gobierno en decadencia, que opta raudamente en caer en
la
tiranía.
Pero,
es
cuando,
al
enfrentarse al gobierno clientelar y apoyar las movilizaciones sociales, defendiendo los
derechos
conquistados,
que
el
“gobierno progresista” decide destruirla y 89
conformar, como lo ha hecho con otras organizaciones sociales, una COB paralela apócrifa, sumisa al gobierno.
Un gobierno clientelar en crisis no puede sostenerse sino intentando hacerlo con el incremento de la represión, en el extremo caso, implantar o terminar de implantar un Estado policial.
Todo a costa de la
democracia,
que
queda
abolida,
la
banalización
de
los
conceptos,
la
destrucción de las organizaciones sociales, por
lo
tanto,
la
destrucción
de
las
capacidades sociales, de sus dinámicas, de sus convocatorias y sus cohesiones. La responsabilidad
social
es
evitar
que
concluya este proceso destructivo de las organizaciones sociales, resistirse a que acaezca eso, parar la marcha decadente del proceso político, que afecta a todo; 90
defender las organizaciones sociales que quedan,
recuperar
destruidas,
así
devolverles
su
las
como
organizaciones las
vitalidad,
cooptadas, para
que
accionen sus dinámicas propias. Por eso, la defensa social de la COB es una tarea imprescindible ahora, en este momento del golpe crápula de la dirigencia llunk’u2. No le va a ser fácil al gobierno terminar de perpetrar este golpe contra la COB; pues la
COB
la
conforman
sindicatos
y
organizaciones sociales en todo el país, representando a distintos segmentos de los
trabajadores,
en
sus
polifacéticas
actividades. Además, la COB forma parte del imaginario social y de la memoria social. Sin embargo, no hay que quedarse en que no le va a ser fácil, menos
2
Ver Golpe crápula contra la COB. BOLPRESS. https://www.bolpress.com/2018/01/25/golpe-crapula-contrala-cob/.
91
contentarse con esto; la responsabilidad es impedírselo. La destrucción de las organizaciones
sociales
no
puede
continuar. Por otra parte, el totalitarismo o la tiranía, abierta o velada, tiene límites; no parece posible absorber a toda la sociedad institucionalizada, mucho menos a
la
sociedad
substrato
alterativa,
dinámico
institucionalizada.
de
que la
es
el
sociedad
El totalitarismo solo
puede durar un lapso, aunque este sea largo; en cuanto asfixia a la sociedad institucionalizada, ya no tiene de donde más capturar fuerzas sociales, tampoco de donde reproducirse con la energía social; en el hipotético caso de que pueda absorber a la sociedad alterativa, que es el substrato magmático, detendría la vida social
completamente,
lo
que
implica
también la muerte del parásito, el Estado.
92
Golpe crรกpula contra la COB
93
Cuatro apéndices del ejecutivo, es decir cuatro fragmentos de la Central Obrera Boliviana (COB), afines al MAS, serviles al gobierno
clientelar
y
corrupto,
han
desconocido al secretario ejecutivo Guido Mitma
y
pretenden
perpetrar
la
destrucción de la COB. Gente que no tiene la menor idea de lo que es la COB, de su trayectoria
de
lucha,
del
significado
histórico en la memoria social, se ha atrevido a perpetrar un golpe, dirigidos desde el ejecutivo, desde el MAS y los dispositivos oscuros que se mueven entre bambalinas.
En
una
entrevista
Guido
Mitma declaró que el Comité Ejecutivo de la COB está conformado por 22 dirigentes, que los que desconocieron a su persona solamente son cuatro, afines al MAS. Sostuvo que se trata de un “golpe” desde el Gobierno a través de la CONALCAM. “Esto es un golpe por el Gobierno, un golpe 94
utilizado por la CONALCAM, por cuatro sujetos que no son reconocidos”. Guido Mitma alertó a la ciudadanía que los dirigentes que lo desconocieron están de acuerdo con el Código Penal y pretenden que la COB se mantenga callada ante los atropellos a los trabajadores que están en esa norma (1). El gobierno clientelar ha destruido a las organizaciones sociales, ha suspendido
sus
suplantándolas
dinámicas por
la
sindicales,
sumisión
y
obediencia al capricho del jefe supremo de la
masa
elocuente
de
llunk’us.
Han
desaparecido las formas de conformación de representaciones genuinas, que son las encargadas de llevar a cabo las decisiones colectivas dadas en las bases. La vida sindical se ha convertido en una comedia burlesca
donde
las
dirigencias
son
impuestas a dedo; por lo tanto, no solamente sin representatividad genuina, 95
sino
sin
convocatoria.
fraudulento,
el
Lo
bluff,
chuto,
lo
preponderan
elocuentemente en las gestiones de la forma de gubernamentalidad clientelar. El MAS se ha creado un mundo paralelo imaginario,
sostenido
por
la
institucionalidad copada por el partido oficialista (2). Un mundo paralelo que solo sirve
para
mantener,
por
un
lapso
perentorio, la fachada de “legitimidad”, mientras
en
el
mundo
efectivo
la
conflictividad social avanza derribando fachadas. Al final, haciendo un sucinto balance, el gobierno populista ha sido más destructivo que los gobiernos neoliberales, que también se enfrentaron a la asonada social.
Lo
que
coadyuva
en
esta
destrucción de lo social, de la organización social,
es
que
se
presentan
como
“progresistas”, como populares, incluso como de “izquierda”; esto desarma o 96
disminuye notoriamente las defensas de las organizaciones sociales. Se tarda un tiempo para darse cuenta de la impostura y de la destrucción provocada en las organizaciones
sociales.
Para
estas
deshonestas tareas se presta gente sin escrúpulos,
las
que
aparecen
en
los
periodos de gobierno, de cualquier forma de gobierno, sobre todo, de los gobiernos que se presentan con máscaras populares y de “izquierda”, incluso con máscara indígena.
Los
dirigentes
que
han
desconocido al secretario ejecutivo de la COB son de ese estilo. Hay pues una gran diferencia
y
distancia
entre
estos
dirigentes de última hora y los dirigentes que
se
sostuvieron
enfrentando
las
adversidades en periodos difíciles, los de las dictaduras militares y los de los gobiernos de la coalición neoliberal. Estos dirigentes de lucha pusieron el pellejo, 97
incluso de su plata, cuando no alcanzaban los recursos sindicales; en cambio, los dirigentes de última hora, impuestos a dedo, están ahí, porque forman parte de las
clientelas
del
gobierno,
están
enredados en circuitos clientelares y en redes de corrupción, por más pequeñas que sean, en unos casos, no en otros. Esta es la gente que se presta a desconocer al secretario
ejecutivo,
sin
respetar
los
estatutos orgánicos; esta es la gente que divide a la legendaria COB; esta es la gente
que
convoca
a
un
amañado
ampliado, saltando todas las instancias orgánicas. Estamos pues ante un golpe contra
la
matriz
organizativa
de
los
trabajadores de Bolivia de parte de un gobierno sin escrúpulos ni horizontes, salvo el de las banalidades del teatro burlesco político o la única finalidad de perpetrarse en el poder, incluso a costa del 98
pueblo y la sociedad boliviana. Si el pueblo y la sociedad no quieren que todo termine en una descomposición generalizada es menester ponerle coto a este proceso de decadencia. Hay que poner las cosas, como quien dice, en su sitio, es decir, en el substrato de las dinámicas sociales. En el caso de los sindicatos, recuperar la vida orgánica, la gestión de las bases, la conformación
genuina
representaciones, federaciones articuladoras
la y
e
de
las
conformación
de
confederaciones
integradoras
de
las
composiciones variadas sindicales. Como decíamos, en otro tiempo, recuperar la retórica sindical – retórica en pleno sentido de
la
palabra,
convencimiento,
de
como
arte
argumentación
de y
construcción de empatías -; recuperar la deliberación y la pedagogía colectiva, que aprende de la experiencia social. En el 99
caso de la malla institucional política y social, si bien somos críticos del Estado, aceptando, que efectivamente se dan transiciones, ejercer la democracia, en pleno sentido de la palabra, mejor si se profundiza
este
ejercicio,
yendo
efectivamente hacia el ejercicio de la democracia
participativa,
pluralista,
directa, comunitaria y representativa, que establece la Constitución. Para tal efecto es indispensable liberarse de la impostura, del fraude, de la usurpación, del teatro burlesco político. Si, en definitiva, se trata efectivamente
de
transiciones,
cuyos
decursos dependen de las correlaciones de fuerzas, parece que hay que aprender a efectuar transiciones consensuadas. No importa cuánto dure ponerse de acuerdo, lo importante es dar pasos firmes y no pasos
en
falso.
El
ideólogo
de
la
decadencia reduce sus conjeturas a la 100
unidimensionalidad, donde solo hay dos direcciones: “adelante” y “atrás”. Olvida que hay más de tres dimensiones, donde se dan lugar curvaturas; lo que unos llaman “adelante”, termina siendo una vuelta hacia “atrás”. Además, es muy pobre
quedarse
simplón
y
“derecha”,
en
el
esquematismo
osificado
de
“izquierda”
es
elemental
usar
para
un
y
parámetro
comprender
la
complejidad. Esquematismo dualista que no
corresponde
efectivo
de
ni
fuerzas
siquiera
al
políticas,
mapa dadas
históricamente en el Congreso de la revolución francesa; pues estaban los de la montaña, los de la galera, los radicales de los sans culottes, del pueblo parisino. Más
allá
de
la
izquierda
y
derecha
congresista, más allá de los jacobinos y girondinos, que tenían, mas bien, más cosas en común. Se trata de continuar con 101
las transformaciones, que se truncaron y detuvieron
al
comienzo
“proceso
de
cambio”.
términos
comunes,
ni
mismo
del
Para
usar
los
ir
“atrás”
ni
quedarse en el momento de la decadencia del gobierno clientelar, sino marchar con el empuje de la potencia social.
102
Notas
1.- Ver Sindicatos masistas quiebran COB y Mitma denuncia golpe. http://www.erbol.com.bo/noticia/politica/18012018/sindicat os_masistas_quiebran_cob_y_mitma_den uncia_golpe. 2.-
Ver
El
mundo
paralelo
del
MAS.
https://potenciadelavida.wordpress.com/2017/12/30/elmundo-paralelo-del-mas/.
103
La labor de los llunk’us
104
¿Se pueden definir roles para tipos de conductas, es decir, para perfiles de personas de acuerdo a tipos de conductas? Para que ocurra esto tendría que darse una institucionalización de roles con estas características, como ocurre para otros roles sociales. Sin embargo, esto no se ha dado; lo que ocurre es que el sentido común aprecia tipos de conductas, casi como define tipologías de personas, de acuerdo al tipo de conductas. Desde esta perspectiva, el sentido común como que clasifica según esta improvisada tipología y hace como si interpretara roles sociales; es
decir,
soterrados Entonces
hace se
como
si
dieran
estamos
estos
roles
socialmente. hablando
interpretaciones
del
sentido
interpretaciones
que
son
de
común;
reconocidas
como certezas sociales, incluso saberes populares. Estas apreciaciones sociales 105
son expresadas en el lenguaje usual, incluso
en
discursos
más
o
menos
elaborados, sobre todo, políticos, o en las retóricas
callejeras.
apreciaciones
Entre
aparece
la
estas
clasificación
popular de lo que se nombra, según los regionalismos
y
localismos,
como
adulador, zalamero u otros denominativos más figurativos como “tira-sacos”; en Bolivia, con la influencia del aymara y el quechwa, se nombra como llunk’u. Al respecto,
intentaremos
describir
los
“roles” que les atribuye el sentido común a los llamados llunk’us, aunque lo haga de una
manera
espontánea, interpretar
no
elaborada,
mientras pequemos
nosotros, de
sino al
elaboración
teórica.
106
Se ha vuelto recurrente este apelativo de llunk’u en el campo político, sobre todo, cuando se discute y se interpela en las pugnas sindicales. De todas maneras, el uso del término se ha vuelto común en la discursividad
cotidiana,
más
marcadamente en unas regiones que en otras, particularmente en la región andina. Aunque la semántica del término adquiera una polifonía, pues se alude tanto al adulador
como
al
sumiso,
tanto
al
zalamero como al oportunista, así como al servil. Recientemente, en el periodo de las gestiones del “gobierno progresista”, el término en uso señala a los serviles al gobierno, que están muy lejos de efectuar alguna
tibia
político
y,
desgañitados
crítica mas
a
cualquier
bien,
personajes
son en
los
error más
alardear
sobre su lealtad al caudillo y al “proceso de
107
cambio”. A propósito, en Psicología del llunk’u escribimos:
Crecen
a
la
sombra
del
caudillo.
Paradójicamente viven opacados por el brillo del líder; quien, en vez de calor, los alimenta de frío. No son auténticos ni veraces; solo emulan los deseos del que vanaglorian como Dios o como padre de todos. Por eso, consideran “traición a la patria”,
cuando
escuchan
críticas
u
observaciones, ya sea al caudillo o a su gobierno, que creen que es la cúspide de la política. Nunca argumentan, solo se resienten
y
hacen
escuchar
su
resentimiento bulliciosamente, para que les escuche el caudillo y los tenga en cuenta. Creen que la lealtad es idolatrar todos los actos y rasgos del caudillo; para ellos no hay errores, ni contradicciones. 108
Estos
atributos
“traidores” vengan
o
son
de
de
invento
los
donde
de
los
“conspiradores”, vengan,
de
las
“derechas” o de las “izquierdas” radicales, que para ellos se les antoja que coadyuvan a los planes de la “oligarquía” o del “imperialismo”. No se sabe por qué, pero, así es, indiscutiblemente3.
Quizás
esta
descripción
fehacientemente
un
preponderante
en
progresista”
y
en
estilo el el
destaque de
llunk’u
“gobierno
Movimiento
al
Socialismo (MAS), que además abarca a la dirigencia sindical afín al partido oficialista. Al respecto, también hicimos notar que no 3
Ver Psicología del llunk’u. https://pradaraul.wordpress.com/2015/10/04/psicologia-delllunku/.
109
se trata solo de una zalamería sumisa, sino que consiste en una estrategia de poder; la masa elocuente de llunk’us despliega
una
estrategia
de
poder
precisamente a través del servilismo. El más zalamero, no solamente ante el jefe supremo,
sino
ante
los
otros
jefes,
subordinados de la escala jerárquica de la estructura
de
poder
palaciega,
se
convierte en el feroz déspota ante sus subordinados, incluso destila una bronca frenética contra los dirigentes que se animan a observar errores, peor si son contradicciones políticas.
El texto citado continúa:
En el fondo, saben que dependen del caudillo; por eso, requieren que esté 110
siempre
presente,
Confunden
la
como
en
permanencia
el
cielo.
con
la
eternidad en el poder. Sin el patriarca otoñal no podrían ser algo, alguien, pues no tienen cualidades naturales, carecen de cualidades propias, pues han aprendido a simular bien. Incluso, cuando conviene que el líder se retire a sopesar, para evitar su desgaste, y volver más fuerte al escenario político, prefieren mantenerlo, como cuando a un enfermo terminal se lo mantiene
artificialmente.
Este
es
un
ejemplo exagerado para ilustrar. En este caso, si bien viven y sobreviven por el caudillo, al mantenerlo, de esta forma al jefe, le hacen pagar un costo alto, su desgaste continuo, después escabroso, para poder sostenerse ellos todo lo que se pueda estirar el elástico de sus dominios usurpados.
111
Paradójicamente el llunk’irio se convierte en una telaraña que atrapa y aprisiona al caudillo. El jefe supremo está rodeado por aduladores, que queriéndolo o no, más probable es que no se den cuenta, se vuelven en las sombras que lo rodean como agobiantes límites de su accionar. Este quizás sea el costo del ser servido, del ser adulado y atendido hasta en sus mínimos detalles, ocultándole aquello que pueda molestarle, incluso información de lo que acontece. Esta es una de las paradojas del poder, entre muchas otras. El supremo se halla rodeado por sus serviles y sumisos colaboradores y la masa elocuente de llunk’us, el emperador se encuentra prisionero de sus eunucos.
112
Seguimos con el texto:
Como en las guerras sagradas de las celosas
religiones,
cuando
se
atenta
contra su verdad o se la cuestiona, acudiendo al argumento de pecado con Dios,
acusando
de
deicidio,
usan
el
argumento de “traiciĂłn a la patriaâ€?, pues el caudillo es la patria; por lo tanto, ellos son la patria, que hay que respetar sin miramientos, como devotos chauvinistas. La patria se les antoja una vitrina de adulaciones
y
peregrinas
figuras
de
museo. Su imaginario llega donde llegan sus alabanzas; para ellos se ciega su visiĂłn en el espejo. El mundo es la imagen en el espejo
de
su
devota
entrega
a
las
compulsiones delirantes del caudillo y a las pulsiones de muerte del poder.
113
Sin embargo, el caudillo no es el único que cae en su propia trampa, sino también los llunk’us, pues terminan enredados en sus propias telarañas. Porque ellos forman parte de la ceremonialidad del poder, terminan creyendo que la realidad se circunscribe
en
las
esferas
de
la
ceremonialidad. Creen en el espectáculo que brindan las ceremonialidades, fuera de terminar creyendo en los espectáculos que montan. Ya no pueden distinguir entre publicidad y realidad. Como dependen del destino del caudillo, el desiderátum de los lluk’us está atado a este destino. El caudillo, en la medida que mira la realidad desde la burbuja del poder, solo logra ver las membranas de la burbuja que hacen de espejo, solo ve sus propias ilusiones como corroboradas en figuras sin carne; figuras que cantan sus “logros” como rondas de cantos apologéticos, entonces el caudillo 114
queda indefenso y vulnerable ante el clima beligerante desatado por el calentamiento social.
El
también
crepúsculo su
del
crepúsculo,
caudillo
es
caída
del
la
caudillo es también su caída.
El texto culmina así:
No se dan cuenta que ocultan a su líder la efectiva realidad, compleja, profusa y paradójica. Por eso no atinan a resolver problemas
sino
problemas
con
a su
ocasionar actitud
más
incierta,
descomedida e indigna. Al final son ellos los que entierran al caudillo, después de haber mirado con ojos claudicantes su cuerpo simbólico, que oculta el cuerpo humano.
115
El llunk’irio está también atrapado en su propio laberinto. A veces se descarga con furia, cree que la salida es violenta; agredir a los que contradicen al jefe supremo
y
al
“proceso
de
cambio”.
Usurpan funciones, toman iniciativas de atacar a los colectivos movilizados, a los pueblos y naciones indígenas, que exigen el respeto a sus derechos consagrados en la Constitución. Ahora lo hacen con la máxima
dirigencia
de
la
COB,
la
desconocen porque les viene en gana desconocerlo, pasándose por la borda estatutos
orgánicos
y
a
las
22
organizaciones componentes. Creen que tienen derecho solo por el hecho de ser fieles y leales al caudillo y al “proceso de cambio”. Les importa un comino lo demás, el problema en cuestión, la crisis política y de legitimidad; ni se les pasa por la cabeza comprobar si hay o no vulneración de la 116
Constitución, consideran
como
alegan
detractores.
los
Para
ellos
que lo
importante es desgarrarse las vestiduras y hacer buena nota ante el jefe supremo. Los llunk’us forman una fraternidad de machos
alevosos,
seducidos
por
la
prebenda y los micro-poderes de los que disponen.
En
Condena
al
imaginario
llunk’u
escribimos:
También forman parte de máquinas de poder estas prácticas de adulación, de sumisión y subordinación de los zalameros de jefes.
Incluso
ampliando,
con
la
condición de introducir descripciones más completas, se puede incorporar a partidos, a
partidos-Estado,
a
“ideologías” 117
absolutistas.
Entonces se hablaría de
dogmatismos ciegos al partido y a la ideología del partido. Hasta ahora se ha entendido
estas
como
tuvieran
si
prácticas
aduladoras
su origen sólo
en
el comportamiento servil y sumiso, en la falta de dignidad; pero, no. No parece que sea solo así, que tenga que ver con la falta de ética, de moral y decoro individual de esta gente dedicada al culto del jefe, sino que, lo condicionante, parece ser que se trata
de roles, de estructura
de
roles,
establecidos en máquinas de poder. Si no cumplen unos esos papeles, otros lo hacen. Aunque varíen de acuerdo a sus perfiles personales y, quizás, de acuerdo a sus siluetas particulares, al mayor o menor decoro, a mayor o menor iniciativa propia o, caso contrario, indiferencia galopante, los papeles se cumplen. Pero, ¿qué clase de roles, qué clase de papeles son estos? 118
No se trata tanto, por cierto, como se ha creído,
de
convencer
a
la opinión
pública de que el jefe es el caudillo, de que el caudillo es el mesías político, de que está en curso un “proceso de cambio”. Introduciendo la ampliación de la que hablamos, diríamos, de que el partido es la vanguardia histórica,
histórica,
el horizonte
la conciencia epistemológico
del momento; el Estado revolucionario es la emancipación en curso, si no es ya la realización, por decreto, de la sociedad sin clases. Pues esta tarea, en todo caso está mal efectuada; no es convincente.
¿Se
trata de convencer acaso al jefe que ellos son
consecuentemente
indispensables? demostración nuestra
leales,
¿Requiere el jefe?
ampliación,
esta
Siguiendo ¿de
fieles, con
convencer
al partido que son los militantes puros, profesionales, dedicados? En todo caso, no 119
parece ser lo más indispensable. Lo que parece,
mas
bien,
mantener
importante,
es
las burbujas de
los climas y atmósferas cerradas
del
poder; es menester mantener el equilibrio interno de las temperaturas y los climas, en una relación adecuada con los climas, atmósferas y corrientes las burbujas;
es
externas a
menester
preservar
las burbujas, reproducirlas, aferrarlas a sus existencias. La tarea entonces de estos funcionarios de la subalternidad, la sumisión, la adulación y las zalamerías, es preservar
las burbujas frente
a
las
contingencias4.
4
Ver Condena al imaginario llunk’u. https://pradaraul.wordpress.com/2015/09/14/condena-delimaginario-llunku/.
120
Entonces, preservar
un
rol
de
los
llunk’us
las burbujas frente
a
es las
contingencias. Pero, ¿qué pasa respecto al mundo
efectivo?,
¿cuál
es
su
rol?
Revisando la historia de las revoluciones en la modernidad, observamos que el rol respecto al mundo efectivo es contener, detener y terminar con la revolución desatada. Lo hacen, a diferencia de los que se
declaran
explícitamente
contra
la
revolución, desde adentro. A no ser que se crea en las “teorías de la conspiración”, que reducen el
mundo a la secreta
actividad de “logias” o grupos poderosos, ocultos entre bambalinas, lo que es por cierto una trivialidad, si es que se llaga a considerar a esto teoría, no parecen actuar de esta manera conscientemente, sino es el resultado dramático de una vocación de condescendencia
y
de
servilismo.
Lo
hacen, a diferencia de los que se declaran 121
abiertamente contra la revolución, desde adentro.
¿Por qué ocurre esto? Porque en el mundo efectivo su papel no es el que se atribuyen ellos
mismos,
revolución”,
“salvaguardas sino
efectivamente,
que
quiéranlo
de
la
responden o
no,
a
diagramas de poder inherentes en el sistema-mundo capitalista extractivista, comprendiendo
las
regiones
de
su
geopolítica de dominaciones. En la textura de
mediaciones,
comportamientos,
que se
incide
en
sus
encuentran
las
ideologías que comparten, como climas representativos, prejuicios
se
ateridos,
encuentran inscritos
en
los sus
cuerpos institucionalmente y asumidos por singularidades localistas o de estratos particulares sociales. Por ejemplo, lo que 122
nombra, toca, unge de institucionalidad, legitima el poder, consideran que es la realidad; no hay un más allá de esta realidad producida por el poder. Ese más allá es invento de la “conspiración”, que tiene mil rostros.
La “idea” que tienen de la revolución es la imagen que llega a ellos de la misma. En unos casos puede ser la imagen que corresponde
a
la
propaganda
revolucionaria; esto ocurre en la militancia poco propensa a la crítica. En otros casos, puede la imagen corresponder a las figuras de grandeza o de gloria, que queda después
de
filtrado
el
contenido
romántico; en este sentido, la revolución es un referente histórico y algo así como una autoridad moral; esto pasa en quienes se
incorporan
a
la
revolución 123
institucionalizada desde una vocación por el orden, que llaman nuevo orden. Toda la magia y la seducción que contiene el romanticismo contenido
ha
estético
desaparecido, queda
para
este los
revolucionarios que asumen la revolución como potencia creativa de la sociedad, que,
por
cierto,
termidorianos.
están
lejos
de
los
Son los que van a ser
acusados desde “radicales” desubicados hasta
“conspiradores”,
cómplices
del
“imperialismo” y la “derecha”. Estamos en una suerte de clasificación perentoria de las
imágenes
esquemáticas
que
comparten los llunk’us, de toda clase, de todo tipo y de todo estilo.
En los imaginarios más vernaculares la revolución aparece como encarnada en el caudillo. El caudillo, su imagen, expresa la 124
revolución misma, se convierte en el símbolo de la revolución. En este estrato la revolución ha sido convertida en una religión; por eso, el caudillo se aproxima a la figura de mesías.
Este quizás es el
estrato más popular y más extendido; una buena parte del pueblo se inclina a interpretar desde el imaginario milenarista lo
que
acontece,
cuando
se
da
un
levantamiento popular y coincide con la convocatoria del mito, la del caudillo. No podríamos
denominar
vernacular
a
la
a
este
memoria
apego
religiosa,
incorporada en los habitus, como parte de las estratificaciones del llunk’irio; pues la decodificación del caudillo como mesías político se da en términos de expectativa, de entusiasmo y usando la interpretación barroca
popular
simbólico desenvuelta
en de
como
la la
propia
dispositivo voluntad
movilización.
Sin 125
embargo,
si
bien,
en
principio,
la
incorporación de contingentes populares, a través de esta interpretación barroca, impulsa la movilización social y el apoyo a procesos deconstructivos y diseminadores abiertos, a partir de un momento se convierte
en
obstáculo
político
para
continuar la lucha y las transformaciones estructurales revolución
e no
institucionales. institucionalizada,
La la
revolución como tal, como proceso de transformación incontenible, requiere de la autonomía popular, de sus iniciativas, de sus capacidades inventivas, de su potencia, de su madurez política, del uso crítico de la razón. No un pueblo creyente en la realización misionera del caudillo, que no tarda en develar sus limitaciones, su terrenalidad y sus contradicciones.
126
Como en contraste de estos imaginarios de la revolución, donde todavía anima un ánimo utópico, por más acortado que ya se encuentre, están los imaginarios que podemos
denominar
pragmáticos.
Por
ejemplo, hay quienes consideran que se trata de la oportunidad; que ahora les toca a
“ellos”,
que
fueron
marginados,
discriminados y excluidos de las bondades del “desarrollo”. Entonces, de lo que se trata es de hacer lo mismo que la élite derrotada y expulsada del poder, solo que ahora son “ellos” los que aprovechan estas bondades, los que fueron excluidos. Este imaginario ya tiene que ver muy poco con la revolución, casi nada, salvo lo de la sustitución de élites, si se considera esto un cambio. No es el anterior el imaginario más trivial, pedestre y chabacano; hay otro, que corresponde a los que entienden oportunidad
como
posibilidad
de 127
beneficiarse, hayan sido o no excluidos antes.
Este
estrato
estรก
lleno
de
trรกnsfugas.
Como se puede ver, estamos ante una gama de imaginarios conservadores de toda clase y tonalidades, que obstaculizan los procesos liberadores, innovadores y creativos, deteniendo la marcha de las transformaciones.
128
Estructuras de poder
129
La RepĂşblica del Chapare5
5
TĂtulo sugerido en conversaciones con Ernesto Rocabado.
130
La República del Chapare no es una república reconocida oficialmente, sino que se trata de una república subyacente, que se encuentra dentro de la República de
Bolivia,
que
se
denomina
constitucionalmente “Estado Plurinacional de Bolivia”. La relación entre la república subyacente
y
la
republica
oficial,
reconocida en el orden mundial, es de dominación; la República del Chapare domina a la República de Bolivia. El “gobierno progresista” del denominado constitucionalmente “Estado Plurinacional de Bolivia”, que de Estado Plurinacional solo
tiene
el
nombre,
pues
se
ha
mantenido la estructura institucional del Estado-nación, está al servicio de la República
del
significativos
Chapare. de
Un
proyectos
numero se
han
concentrado en el Chapare, incluso sin justificación técnica, como el caso de la 131
Planta de Amoniaco y Urea en Bulo-Bulo, que se encuentra lejos de la fuente de energĂa, el gas, y lejos de los mercados, sobre todo el de Brasil.
132
Infraestructura
de
la
ficción
económica
Según la propaganda del gobierno la Planta de Amoniaco y Urea es “el proyecto más grande en la historia de Bolivia”; se construyó con una inversión de $US 953 millones, recursos que fueron otorgados por el Banco Central de Bolivia (BCB), a través de un empréstito. Las obras de construcción del complejo petroquímico, a cargo de la coreana Samsung Engineering Co. Ltd., se iniciaron en noviembre de 2012. Este proyecto forma parte del Plan de Desarrollo Económico y Social 20162020. La planta de Bulo Bulo produciría 1.200 toneladas métricas día (TMD) de amoniaco y 2.100 TMD de urea granulada. El
fertilizante
tendrá
como
principal
mercado al Estado de Mato Grosso de 133
Brasil. Otros compradores de urea son Argentina, Paraguay y Perú. Entre el 85% y 90% de la producción se destinará al mercado externo y el restante 10% a 15% será comercializado en el país. Para la exportación del fertilizante, Yacimientos Petrolíferos
Fiscales
Bolivianos
(YPFB)
adquirió 500 contenedores para trasladar el producto en camiones desde Bulo Bulo hasta Montero, en Santa Cruz. Desde esta ciudad, el fertilizante será transportado en 250
vagones
de
ferrocarril
hasta
la
frontera con Argentina y Brasil6.
A un mes después de la inauguración de la Planta de Urea y Amoniaco en Bulo Bulo,
6
Leer Bolivia salta a la petroquímica con la planta de urea. https://www.la-razon.com/economia/petroquimica-plantaurea_0_2783121674.html.
134
nada se
sabe
producción avances
el inicio
comercial.
en
las
Yacimientos Bolivianos
sobre
Tampoco
negociaciones
Petrolíferos (YPFB)
de
y
la hay
entre Fiscales
la
Cámara
Agropecuaria del Oriente (CAO). Medios de comunicación intentaron visitar la planta de
urea,
sin
embargo,
el
personal
restringió el ingreso, argumentando que se debe solicitar una autorización por vía “regular”. Sin embargo, vecinos de la zona informaron que, desde su inauguración, el 14 de septiembre de 2017, no observaron la salida de camiones con containers de la planta. Observadores que frecuentan el acceso principal a la planta, sobre la carretera que conecta los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz, dicen que desde el 14 de septiembre no se vio salir camiones del lugar. Uno de ellos dice: “Desde que se ha inaugurado no he visto 135
salir ningún tráiler con containers, a no ser que sea de noche”. Mientras tanto, el secretario general del municipio de Entre Ríos, Vicente Rojas, explicó que desconoce si se estaría transportando el fertilizante a través de camiones. “No tengo idea. Es más información de ellos (Gobierno y YPFB)”. Según la información que las autoridades le proporcionaron en el acto de inauguración, la planta funcionará comercialmente recién en un mes. El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sanchéz, sostuvo, durante su intervención en el acto de puesta en marcha del complejo, que el primer lote del fertilizante se produciría en los siguientes 14 días, debido a los procesos de producción. En aquella oportunidad, Sánchez no brindó mayores detalles sobre la cantidad de la producción inicial de la planta. Del mismo modo,
el
presidente
de
YPFB
y
el 136
presidente
Evo
Morales
evitaron
dar
declaraciones a la prensa7.
Tal parece, como en otros casos, que estamos ante un nuevo elefante blanco de magnitud.
Costos
altos,
ubicación
desubicada desde la lógica y la geografía económica, con incierta producción, cuyos costos pueden ser altos, de tal manera que no justifiquen su comercialización; esto debido
a
las
improvisaciones,
a
los
negociados y corrosión institucional, fuera de la corrupción que le acompaña, además de
los
costos
del
transporte,
incrementados por establecer la planta donde no corresponde.
7
Leer La producción de urea en Bulo Bulo es incierta. http://www.lostiempos.com/actualidad/economia/20171010/ produccion-urea-bulo-bulo-es-incierta.
137
El ingeniero Saul Escalera dice que, en todo caso, se entraría a la era de la “industrialización del gas natural”, no de la “industrialización en general”. El ingeniero anota que la venta del compuesto de amoniaco y urea es más para las grandes extensiones cultivadas de soya y caña; no así para la producción agrícola campesina, que, mas bien, requiere de compuestos aglutinados en el NPK. María Lohma dice que el campesino compra a U$1 una bolsa de NPK, con la producción compraría a U$0,36, lo que, obviamente, beneficia al campesino.
Sin
embargo,
es
esta
producción la que falta y no producirá la Planta de Amoniaco y Urea. Para el consumo
campesino,
en
realidad,
se
necesita otras plantas, otros compuestos derivado del amoniaco y combinados con 138
el nitrógeno, además del potasio. El contrato para la construcción de dicha planta
se
la
adjudicó
la
Samsung
Engineering Co. Ltd. Esta empresa hace subcontratos, lo que no garantiza la buena ejecución del proyecto ni su integridad solvente. Por otra parte, teniendo como antecedente las inconclusiones de sus tareas encomendadas anteriormente, no se ve en perspectiva un buen desenlace en la trama de los tejes y manejes alrededor de la contratación de la construcción de la planta. La intervención de esta empresa trasnacional ha hecho subir el precio de costo de la planta, de U$550 millones de dólares a $us 953 millones; como se puede ver la Planta tiene un sobre precio. Aquél precio de $US550 millones ya tenía un sobreprecio de $US150 millones. Una planta hecha sin estudio del mercado ni evaluación
técnica
de
los
costos
de 139
producción finales, se mueve en caminos inciertos8.
No hay todavía mercados asegurados para la producción de la planta. El ingeniero Saúl
Escalera comenta
sobre
la
problemática de la falta de mercado asegurado de la planta de urea de Bulo Bulo. En lo que respecta al mercado interno, la producción agrícola, sobre todo, campesina, plantea construir un complejo petroquímico
de
8
plantas
complementarias, que darían mayor valor agregado original
al del
proyecto. proyecto
La era,
concepción mas
bien,
8
Escuchar Planta de urea en Bulo Bulo: Críticas a la millonaria obra. http://www.somossur.net/index.php/boliviaeconomia/2069-planta-de-urea-en-bulo-bulo-criticas-a-lamillonaria-obra.
140
producir
derivados,
6
derivados
del
amoniaco y 2 derivados de la urea. Se pueden sacar 75 derivados del amoniaco y muchos más de la urea. Por lo tanto, la propuesta
consistente
es
la
de
construcción, entonces, de 8 plantas. Una inversión de más de $US350 millones, implementando tecnologías limpias9.
El economista Teófilo Caballero dice que es positivo tener como socio comercial al Brasil, para la producción de gas, pero también de amoniaco y urea. En su evaluación, Teófilo Caballero considera que la Planta de Amoniaco y Urea debió ser construida en la frontera ya que se 9
Escuchar Falta de mercado y nuevos retos ante Planta de Urea en Bulo Bulo. http://www.somossur.net/index.php/bolivia-economia/1996falta-de-mercado-y-nuevos-retos-ante-planta-de-urea-enbulo-bulo.
141
piensa exportar al Brasil y cree que la distancia podría incidir en los precios10.
En Chapare, ubicado en el centro de Cochabamba,
con
una
superficie
de
12.445 km2, el “gobierno progresista” destinó más de $US 1.100 millones, declarando la pretensión de convertir la región en un nuevo “polo industrial”; siendo, de este modo, una alternativa a la producción de coca, incursionando, mas bien, en la industrialización de frutas. Un recorrido periodístico, en noviembre del año 2014, por el trópico cochabambino evaluó a distintas empresas del Estado, ante el desafío de darle valor agregado a la producción local, a su vez, de generar 10
Escuchar Economista critica construcción de planta de urea en Bulo Bulo. http://eju.tv/2016/01/economista-criticaconstruccion-planta-urea-bulo-bulo/.
142
puestos de trabajo para la Población en Edad de Trabajo de una demografía de 262.845 habitantes. De acuerdo con el Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (SEDEM), del 100% de los emprendimientos estatales que lleva adelante el Gobierno de Juan Evo Morales, más de la mitad se encuentran en el trópico cochabambino11.
A estas alturas, principios del año 2018, ya se
culminó
con
la
construcción
del
aeropuerto internacional de Chimoré. La inversión ya supera los $US 34,4 millones; en la gestión del ministro Ramón Quintana llegaba a los U$36 millones. De acuerdo a
11
Leer Chapare emerge como nuevo polo económico del país. http://www.economiabolivia.net/2014/11/02/chapareemerge-como-nuevo-polo-economico-del-pais/.
143
los voceros oficiales, los exportadores de banana, palmito y piña serían los más beneficiados con el aeropuerto debido que podrán reducir el tiempo y los costos de transporte hacia el mercado argentino. La Cámara
de
(CABAN),
Productores
destacó
la
obra,
Bananeros haciendo
hincapié en la opción del transporte aéreo, que, según ellos, evitaría las contingencias del bloqueo de los caminos; en general, tendrán un mayor margen para abaratar los
costos
de
transporte.
Algo
que
coadyuva a ofrecer mejores precios a los mercados donde la oferta nacional tiene buena
demanda.
Sin
embargo,
el
aeropuerto de Chimoré tiene dos años sin despegar. La mayor parte del tiempo es una obra desolada como un monumento sin público; se asemeja a una instalación surrealista
acogida
por
aeropuerto
internacional
el de
vacío.
El
Chimoré, 144
inaugurado en octubre de 2015, explota su capacidad a medias, ya que solo recibe tres frecuencias de pasajeros a la semana. La dirigencia sindical y las autoridades del lugar proyecta utilizar la terminal aérea para exportar sus productos, entre ellos, la coca industrializada. Solo los miércoles, viernes y domingo el aeródromo recibe vuelos de pasajeros, que provienen de Cochabamba. La única aerolínea que llega al lugar es Boliviana de Aviación (BoA)12.
En
la
localidad
de
Ivirgarzama,
se
encuentra la primera planta de leche de la empresa
estatal
Lácteos
Bolivia
12
Leer El aeropuerto de Chimoré tiene dos años sin despegar. https://www.eldeber.com.bo/septimodia/El-aeropuerto-deChimore-tiene-dos-anos-sin-despegar--20170728-0091.html.
145
(LACTEOSBOL), que desde 2011 ya opera produciendo yogur y dos variedades de queso. Rocío Cacasaca, jefa de planta de Lacteosbol-Ivirgarzama,
en
una
entrevista, sustentó que la capacidad de producción es de 7.000 litros de yogur al día (de un litro y de 160 ml) y de 500 kilos/día de queso (fresco y maduro); que, por el momento, todo va destinado al desayuno
escolar.
En
cuanto
a
la
recolección de la materia prima, hay ocho puntos
de
acopio,
en
los
que
130
productores venden a Bs 3,35 el litro de leche. Uno de ellos es Lorenzo Rodríguez, un ganadero que tiene 50 vacas lecheras, expuso que desde que opera la planta, su producción aumentó en 30 litros, lo que le incentiva a realizar más inversiones ya que tiene
asegurada
la
compra
y
puede
proyectar su oferta.
146
Camino a Villa Tunari (Villa 14), se encuentra
la
construida
en
procesadora 2.000
de
m2,
cítricos,
donde
21
personas trabajan para producir jugos de manzana,
maracuyá
y
naranja.
La
potencia instalada le permite a la planta requerir entre 20.000 y 30.000 unidades de fruta para procesar entre 8.000 y 10.000
litros
de
jugo.
Julio
Puma,
encargado de la planta, indicó que desde 2010 los productores de frutas cuentan con una alternativa para mejorar sus precios. Puma precisó que en el lugar se fabrican jugos y mermeladas, que los primeros están destinados al subsidio infantil y al desayuno escolar. Cada dos semanas
se
fabrican
unas
160.000
unidades de jugo de 160 ml; en cuanto al subsidio infantil, a Santa Cruz se le hace llegar entre 3.000 y 4.000 unidades, a Cochabamba entre 1.000 y 2.000 y a 147
Oruro unas 500. En Villa Sacta, Luis Eduardo Cruz, encargado en el control de las obras de la nueva planta procesadora de cítricos, destacó que se está invirtiendo unos $US2,8 millones. La factoría tendrá una superficie cubierta de una hectárea, con una capacidad para procesar 10 toneladas de fruta por hora. En el lugar trabajan 38 personas de forma directa y se subcontratan a otras 20.
El economista Rafael Peña dice que para que una zona se constituya en un polo industrial,
debe
contar
con
energía;
teniendo en cuenta este requisito, en 2010 el
gobierno
inauguró
la
Planta
Termoeléctrica Entre Ríos, que en la actualidad inyecta 104,2 megavatios (MW) adicionales
al
Sistema
Interconectado 148
Nacional (SIN), suficientes para cubrir la demanda actual de energía del país, que oscila entre 900 y 1.100 MW. La inversión realizada es de $US86 millones. Para ENDE Andina, la planta es estratégica y de importancia
nacional;
garantiza
el
suministro de energía eléctrica en el SIN. Siguiendo con la línea de dotar de energía a los proyectos estatales, YPFB Chaco inauguró oficialmente la perforación del pozo San Miguel X-1 (SMG-X1), con el objetivo de que la reserva potencial de gas del nuevo campo de exploración garantice la demanda de la planta amoníaco y urea.
A unas tres horas de Bulo Bulo, se encuentra Villa Tunari; al ingreso del pueblo se levanta PAPELBOL, la fábrica de papeles. Lastimosamente esta empresa ha 149
sido señalada como afectada por el circuito expansivo de las redes opacas de la corrupción, sobre todo, en lo que respecta a la adquisición de maquinaria por parte de
la
empresa
brasileña
D’Andrea
Agrimport; la empresa está en proceso de ser rematada. Con una inversión de $US28,5 millones, la empresa estatal produce tres variedades de papel: de impresión y escritura, kraft y periódico, en base a celulosa virgen importada de Brasil y
Argentina.
La
factoría
genera
160
puestos de trabajo en forma directa y 5.000 de manera indirecta13.
13
Leer Chapare emerge como nuevo polo económico del país. http://www.economiabolivia.net/2014/11/02/chapareemerge-como-nuevo-polo-economico-del-pais/.
150
Realidad: La economía efectiva Como
se
puede
descalabrado evaporan,
de
ver,
este
inversiones
pues
no
mapa que
terminan
se de
consolidarse, precisamente debido a las improvisaciones
y
los
desatinos
compulsivos de los que deciden políticas económicas en beneficio de una región, circunscrita
en
la
provincia
de
la
producción de la coca excedentaria, no puede ser el sostén de la economía de lo que hemos denominado República del Chapare.
La
economía
efectiva
del
Chapare, la que mueve las dinámicas de la región es, indudablemente, la economía de la coca. Mayarí Castillo Gallardo, en La economía
de
la
coca;
la
dimensión
silenciada de la dependencia, escribe:
151
El Chapare boliviano es una zona tropical que comprende alrededor de 12 445 km², ubicada
al
norte
Cochabamba.
Su
de
la
ciudad
importancia
para
de la
economía regional y nacional deriva de que
en
esta
zona
se
produce
intensivamente hoja de coca, parte de ella destinada a la producción de cocaína. Esto ha transformado la región en una de las zonas económicamente más dinámicas, insertándola relaciones
en
un
entramado
internacionales
que
de han
modificado su estructura productiva, su organización social y política a partir de la década de los setenta. Los habitantes del Chapare,
campesinos
minifundistas
migrantes del altiplano o ex mineros provenientes de las minas de estaño, dedican una parte sustantiva de sus predios al cultivo de la hoja de coca. En el marco de una colonización realizada sin 152
sustantivo apoyo estatal, los campesinos se radicaron en la zona en precarias condiciones,
recurriendo
a
la
acción
colectiva organizada a través de sindicatos para el mejoramiento de la calidad de vida en el trópico. A pesar de ello y aun estando insertos –de manera directa o indirectaen el suntuoso negocio del narcotráfico, la situación de pobreza y exclusión de los productores no mejoró sustantivamente. Si bien la economía de la coca es un negocio de carácter ilegal y por ello, con condiciones
de
intercambio
supuestamente distintas a las establecidas en la economía formal, podemos ver en ella patrones similares a aquellos que han marcado
la
relación
económica
entre
centro–periferia en América Latina. Si analizamos
con
detención
las
cifras,
veremos que “se estima que del valor económico financiero generado por la 153
economía coca - cocaína, el 80% beneficia a los países consumidores, alrededor de 15% a los países comercializadores, y sólo del 2% al 4% permanece en los países productores” (Lanza, 1999: 69). Pero ¿por qué se produce esto? Esta pregunta nos conduce
a
reflexionar
y
discutir
los
elementos estructurales que han hecho que
las
economías
establezcan
latinoamericanas
patrones
de
intercambio
desigual con los países desarrollados, discusión que abordaremos de manera más acabada en el primer capítulo. La hipótesis
que
guía
este
trabajo
de
investigación es que la economía de la coca
establece
relaciones
complementarias con la economía de carácter legal de los países periféricos, reforzando los patrones de desarrollo desigual a través de una estructura de intercambio
difícil
de
analizar.
La 154
economía de la coca posee directa relación con el problema de la pobreza rural de las zonas productoras de la hoja de coca en tanto
establece
en
estos
enclaves
economías extravertidas, en las cuales los beneficios del circuito de la cocaína son apropiados por agentes situados fuera de este espacio14.
Algunos apuntes sobre la investigación de Mayarí Castillo Gallardo sobre La economía de la coca, investigación cuyo resumen publica CLACSO. En primer lugar, que la economía del Chapare no es lo que
14
Leer de Mayarí Castillo Gallardo La economía de la coca; la
dimensión silenciada de la dependencia. CLACSO. Págs. 329-330. http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/clacsocrop/20120308122219/10.Economia_Gallardo.pdf. 155
presentamos a partir de las descripciones informativas
de
los
comunicación,
mucho
medios menos
de
lo
que
transmite como propaganda y publicita el “gobierno
progresista”;
por
lo
tanto,
tampoco esa infraestructura y logística descuajeringada, que se le antoja “base de la industrialización”. La
economía
del
Chapare se estructura sobre la base de la economía
de
la
coca,
economía
que
participa de los circuitos de la economía política de la cocaína.
En segundo lugar, si bien la investigación describe la situación de los primeros periodos de la economía de la coca en el Chapare,
no
describe
lo
que
ocurre
después del lapso que toma en cuenta la investigación. Si bien el Chapare en los 156
periodos
que
toma
en
cuenta
la
investigación, se basa en la producción familiar y es productora de materia prima, participando, según la investigadora, en la generación
de
desigualdades
de
la
geopolítica del sistema-mundo capitalista, estructurada en la distribución jerárquica de centros y periferias, ésta ya no es la situación
actual.
La
producción
de
clorhidrato de cocaína es parte de la industrialización de la coca in situ. En consecuencia, los términos de intercambio se han modificado, quedando parte de las super-ganancias, que se transferían a los centros de consumo, en Bolivia. ¿En cuánto habría cambiado la relación, que establecía Lanza y recoge Mayarí Castillo, que era de entre 15% y 20% para la periferia y 85%-80% para el centro? Esto es difícil conmensurar, dada la falta de información adecuada. Aunque se puede 157
sugerir
como
hipótesis
prospectiva,
basada en estimaciones provisorias, de que es probable que, en el caso de Bolivia, se retenga hasta un 40%, incluso más, de uno de los negocios más rentables del mundo. ¿A qué se debe el cambio de situación, respecto términos
de
al reparto
intercambio?
de
los
Primero,
ciertamente, a la industrialización de la coca en el lugar o en las proximidades colaterales o un poco más lejanas del Chapare. Después, a la hegemonía de la Federación de Campesinos del Trópico de Cochabamba,
en
lo
que
respecta
al
conglomerado de organizaciones sociales y
sindicales
afines
al
“gobierno
progresista”. Hegemonía que le otorga incidencia preponderante en el gobierno, en sus políticas, en sus actividades y ejecuciones
cruciales,
tanto
jurídicas,
políticas y económicas. La preponderancia 158
del Chapare ha ocasionado que el gobierno abrogue la ley que resguardaba al TIPNIS y
obstaculizaba
la
ampliación
de
la
frontera agrícola del cultivo de la hoja de coca. Así también, como hemos visto, ha logrado
concentrar
la
mitad
de
los
proyectos desplegados por el gobierno en el Chapare. Por otra parte, el gobierno ha promulgado una ley que amplía el cultivo de la coca excedentaria en el Chapare, en detrimento de la zona tradicional de cultivo de coca de los Yungas. Estamos ante un gobierno, como hemos dicho, al servicio de la República subyacente del Chapare.
Se puede decir, que lo que se ha descrito como inversiones, construcción de plantas industriales, que no dan pie con bola, es, 159
mas bien, la máscara ficticia, que encubre el
funcionamiento
efectivo
de
otra
economía. Como hemos hecho notar en otros ensayos, no nos colocamos en el papel de jueces, ni pretendemos juzgar nada,
que
tampoco
es
nos
hipócrita
otro
juego
colocamos
de
de
en
los
poder; la
pose
organismos
internacionales que dicen luchar contra el narcotráfico,
cuando
efectivamente
es
lo
que
contener,
hacen
controlar,
participar en el gran negocio. El sistema financiero internacional es el dispositivo global del blanqueo. Lo que anotamos es que se trata del lado oscuro de la economía-mundo, el cual cada vez más tiene mayor incidencia en la economíamundo
en
conjunto,
atravesando, controlando
el
arrinconando,
en
algunos
lado
luminoso
casos de
la
economía-mundo. Teniendo en cuenta que 160
industrialización transformación
quiere de
la
decir
materia
prima,
producción de productos donde se da lugar la valorización del valor, entonces, la producción de cocaína, es producción industrial. Solo la doble moral del sistemamundo jurídico y policial denomina a esta producción “narcotráfico”, por lo tanto, circuito
de
cultivo-producción-
distribución-consumo de droga, cuando lo que ocurre es análogo, simétricamente, a lo que acaece en el lado luminoso de la economía.
En consecuencia, durante los periodos de gestión del “gobierno progresista”, se ha dado lugar a un cambio estructural en los términos
de
intercambio,
en
lo
que
respecta a la economía de la coca-cocaína; 161
lo que no ha ocurrido con las materias primas que concurren en el lado luminoso de la economía. Donde, la economía dirigida se ha estancado en el modelo primario-exportador. Esta es una paradoja insólita que se da en la composición integral de la economía-mundo, en la parte que corresponde al lado oscuro de la economía-mundo. “industrialización”
El
proyecto del
de
“gobierno
progresista” se ha realizado en el ámbito de expansión de la economía de la cocacocaina.
162
Las estructuras de poder subyacentes
163
El poder ha sido definido como relación de fuerzas, relación donde una fuerza afecta a la otra fuerza; la fuerza que afecta hace de fuerza activa, en tanto que la fuerza afectada
hace
de
fuerza
pasiva.
Sin
embargo, cuando se dice que la fuerza resiste, entonces la fuerza que resiste, porque es afectada, no parece pasiva, sino, mas bien, activa. Entonces, se puede decir que la condición activa de la fuerza, pasa de una fuerza a otra, dependiendo de la
acción.
Por
otra
parte,
la
fuerza
correspondiente a la voluntad de potencia es aquella que integra su fuerza a lo que puede; estamos ante la voluntad de potencia. En cambio, cuando la fuerza es separada de lo que puede, separada de su potencia,
estamos
ante
una
fuerza
capturada, vaciada de contenido; esta condición corresponde a la voluntad de nada. La primera condición de la voluntad 164
es vital, creativa, que inventa y crea; la segunda condición de la voluntad es nihilista.
Retomando
las
teorías
nómadas
y
genealógicas del poder, hemos distinguido diagramas de poder, donde las estrategias de
dominación
incidencia
en
definen los
esquemas
de
comportamientos
sociales. También hemos dicho que las máquinas de poder, que, en el caso jurídico-político, tienen que ver con el Estado, combinan diagramas de poder, de acuerdo al contexto en el que se mueven, territorial y de formación social; por lo tanto, los diagramas de poder pueden componer estructuras de poder barrocas, aunque
sus
mallas
institucionales
pretendan un perfil moderno.
165
El poder, en sí, es máquina abstracta de poder, empero se realiza a través de agenciamientos concretos de poder, que son
las
instituciones
normativas,
operativas,
reglamentarias.
Entonces,
tenemos, una composición entre máquina abstracta y agenciamientos concretos de poder;
composición
diagramas
de
institucionales, políticamente
combinada
poder que
se
y
mallas
jurídicamente presentan
de
en
y la
formalidad moderna. Los agenciamientos concretos
de
poder
no
funcionan
aisladamente, sino integrados al Estado. Por eso, es insuficiente analizar el Estado desde paradigmas teóricos, pues el Estado específico responde a su propia genealogía singular;
son
indispensable,
entonces,
166
investigaciones concretas sobre tal o cual Estado.
El Estado boliviano, por ejemplo, responde a una genealogía del poder colonial, así como lo que ocurre con todos los estados del
continente;
solo
que
cada
cual,
también supone su propia genealogía singular. Interesa hacer ahora un análisis del presente a partir de una mirada retrospectiva del pasado de este Estadonación,
que
se
nombra
constitucionalmente “Estado Plurinacional de
Bolivia”.
La
forma
de
gubernamentalidad definida es la que hemos
nombrado
como
forma
de
gubernamentalidad clientelar. Ahora bien, ¿cómo funciona esta máquina abstracta y concreta de poder? Hemos dicho que la forma de gubernamentalidad clientelar 167
tiene
sus
raíces
en
la
convocatoria
populista, en la convocatoria del mito, en el símbolo de esta convocatoria encarnada el caudillo; que una vez esfumado el entusiasmo
de
desencanto,
la
el
gente,
gobierno
iniciado opta
el por
conformar clientelas que llenen el vacío dejado por la ausencia de convocatoria. Sin embargo, falta en esta apreciación, todavía
general,
comprender
el
funcionamiento concreto de la barroca maquinaria del poder clientelar.
En
dos
veces,
dos
momentos
de
disponibilidad de fuerzas, dos momentos constitutivos,
los
sindicatos
fueron
incorporados al Estado; una es cuando se institucionalizó la revolución de 1952; otra es durante las gestiones del “gobierno progresista”
(2006-2018).
La
máxima 168
incorporación de los sindicatos, por parte del Estado de la revolución de 1952, se dio en el primer año (1952-1953), cuando se dio lugar el Co-gobierno con la COB; empero, esta experiencia solo duro ese lapso, saliendo la COB del gobierno, aunque no necesariamente de instancias de la influencia en los engranajes del Estado.
En
cambio,
los
sindicatos
campesinos se mantuvieron incorporados al Estado, incluso hasta mucho después que la revolución de 1952 se derrumba y es concluida por un golpe militar. En lo que respecta a la segunda experiencia de incorporación de los sindicatos al Estado, 2006-2018, esto ha venido sucediendo paulatinamente; no de golpe, como en el anterior caso. La COB había perdido su vitalidad; primero, con la derrota de su inmanencia
insurreccional,
en
1971;
después, con el derrumbe de la UDP, que 169
concretizaba el proyecto democrático por el socialismo; en tercer lugar, con el desmembramiento
que
sufrió
con
la
“relocalización” de trabajadores mineros, durante el golpe de shock neoliberal, 1985. Esta COB fue siendo integrada, en la
medida
que
se
cooptaban
a
sus
dirigentes; la incorporación casi completa se dio en la gestión de Pedro Montes como secretario
ejecutivo
embargo,
esta
completa,
la
COB.
Sin
cooptación,
nuca
fue
pues
de
había
posiciones
contestatarias, como la de los maestros, e intermitentemente
estallaron
conflictos
entre trabajadores mineros y gobierno, tanto en lo que respecta a los trabajadores sindicalizados como a los trabajadores cooperativistas. En cambio, la cooptación de la CSUTCB fue completa, al incorporar a
sus
camadas
de
dirigentes
a
las
envolventes redes clientelares. 170
De
los
sindicatos
campesinos,
la
Federación de Campesinos del Trópico de Cochabamba
es
de
los
sindicatos
campesinos no solo más incorporados al Estado, sino que es su brazo de choque, por así decirlo, fuera de que ha adquirido preponderancia en la incidencia de las políticas gubernamentales. En un ensayo reciente,
titulado
La
República
del
Chapare15, conjeturamos que la estructura de poder en el “Estado plurinacional de Bolivia”, se ha configurado como una dominación de la República subyacente del Chapare sobre la República de Bolivia, que constitucionalmente “Estado
se
nombra
como
Plurinacional”.
Bueno,
esta
conjetura sugiere estructuras subyacentes del
poder.
Vamos
a
lanzar
hipótesis
15
Ver La República del Chapare. https://movilizaciongeneral.blogspot.com/2018/01/larepublica-del-chapare.html.
171
interpretativas prospectivas, derivadas de esta conjetura.
172
Hipótesis sobre las estructuras de poder subyacentes
1. Las
estructuras
de
poder
pueden
presentarse visibles, aunque también pueden ser opacas, incluso, así mismo, ocultas. 2. Las estructuras de poder visibles son manifiestamente
institucionales;
las
estructuras de poder opacas son como substratos no visibles, que funcionan en
las
mismas
institucionales,
aunque
dinámicas no
estén
normadas plenamente ni formalizadas. Las estructuras de poder ocultas son aquellas
que
no
aparecen
institucionalmente, sino que funcionan efectivamente en el entramado fáctico del poder. 173
3. Un ámbito de estas estructuras ocultas del poder es el que hemos denominado el lado oscuro del poder, que está íntimamente
ligado
a
la
economía
política del chantaje. Sin embargo, hay otro ámbito, que no necesariamente está vinculado al lado oscuro del poder, de
manera
aparece
manifiesta,
incluso
como
sino
que
organización
social o, si se quiere, corporación social; entonces legalmente instituida e institucionalmente aceptada. Empero, esta
corporación
social
ya
no
desempeña solamente roles sindicales, roles de representación y defensa de derechos sociales concretos, sino que funciona como disposición y dispositivo de poder, de tal manera es como un Estado
efectivo
detrás
del
Estado
máscara. 174
4. En el periodo de dominancia de la oligarquía
minera,
a
este
tipo
de
estructura de poder subyacente se le denominó
“Super-Estado
ahora,
relación
en
a
una
Minero”; de
las
estructuras subyacentes del poder, de las que hablamos, podemos denominar Estado
Subyacente
Cocalero
Excedentario.
5. No solo se trata de la incidencia de esta estructura de poder subyacente en las políticas económicas, en las políticas jurídicas, las políticas sociales, tampoco solo en la concentración de proyectos y de inversiones en el área de inmediato control de esta estructura de poder subyacente,
sino
de
dominación,
ejercida a través del gobierno y de los órganos de poder del Estado. El Estado 175
máscara, “Estado Plurinacional”, está al servicio de la estructura de poder subyacente,
coadyuva
en
la
acumulación originaria, por medio de avasallamientos a territorios indígenas, y a la acumulación ampliada, por medio de la industrialización de la coca, del excedente generado por el ciclo cultivoindustrialización
de
la
coca
excedentaria.
176
Lado oscuro de la economĂa y del poder
177
Siguiendo la exposición de República del Chapare
y
de
subyacentes16, reflexiones
Estructuras
del
poder
continuamos
críticas,
con
auscultado
las
genealogías del poder y las metamorfosis que
experimentan
las
formas
de
dominación en el mundo y en los Estadonación.
Respecto a las estructuras subyacentes del poder, hay preguntas que saltan. ¿Cómo funciona
la
máquina
de
poder,
que
contiene a estas estructuras subyacentes? ¿Cómo
es
subyacente,
que,
¿una
aunque
se
República la
nombre
metafóricamente, domina a una República
16
Ver República del Chapare y Estructuras del poder subyacentes. La primera publicada en el blog Movilización; la segunda se publicará en el suplemento Ideas de Página siete. https://movilizaciongeneral.blogspot.com/2018/01/larepublica-del-chapare.html.
178
institucionalizada y constitucionalizada? La fácil respuesta sería que la estructura subyacente ha tomado el poder; empero, con esto deja de ser una estructura subyacente. Con lo que, a pesar de todo, estaría
solucionado
el
problema
y
respondida supuestamente la pregunta. Sin embargo, no es tan fácil; la estructura subyacente no aparece como si hubiera tomado el poder, no se hace evidente este suceso. La estructura de poder subyacente es
inherente
al
institucionalizado
ejercicio en
el
del
poder
Estado;
sin
embargo, es la estructura que incide preponderantemente en el ejercicio de gobierno. Los hilos que vinculan a la estructura subyacente de poder con el gobierno y con los órganos del Estado son varios; el presidente de la República es el Secretario Ejecutivo de la Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de 179
Cochabamba;
representantes
parlamentarios, diputados y senadores, responden directamente a la Federación sindical; hay ministerios que se preocupan por otorgarle proyectos e inversiones a la región
de
la
Federación
sindical;
la
economía de la coca es política de Estado; el peso de la economía política de la cocaína es gravitante. Entonces, como se puede ver, la textura del poder entrelaza al Estado con la estructura subyacente de poder, de tal manera que la pregunta de quién gobierna es sugerente.
¿Cómo se compatibiliza la función de presidente del “Estado Plurinacional de Bolivia”
y
la
función
de
Secretario
Ejecutivo de la Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba? ¿A quién representa, a las bases del 180
Chapare o al pueblo boliviano? ¿A ambos? ¿Es
esto
posible?
¿Acaso
estas
dos
funciones y estas dos representaciones no llevan a ambivalencias y a conflictos o, por lo
menos,
dilemas?
Supongamos,
hipotéticamente, que se pueda, más o menos, compatibilizar en ciertos temas, en otros, no; sin embargo, la proximidad efectiva concreta radica en el Chapare, menos en lo que respecta a la geografía política de Bolivia. La base sindical a la que se representa, ejerce presión directa y concentrada sobre su Secretario Ejecutivo, a diferencia de una presión más mediada y dispersa que puede ejercer la sociedad boliviana.
Si especulamos con estimaciones, pues otra cosa no se puede hacer, en lo que respecta a la magnitud de la economía 181
política de la cocaína, podemos, por lo menos, tener parámetros, que hacen de referencia, en lo que respecta a las cifras de esta economía del lado oculto de la economía-mundo.
De
acuerdo
a
estimaciones, el monto de la producción de cocaína en Bolivia asciende a 295 toneladas, llegando a ser el segundo mayor productor de cocaína, debajo del Perú, encima de Colombia. El gramo en Colombia costaba U$1.8, en tanto que, en estados Unidos de Norte América, costaba U$169,
el
año
2015.
Si
solo
consideráramos el precio en Colombia, la economía de la cocaína, producida en Bolivia, movería un monto de U$531 millones; lo que ciertamente es muy bajo, puesto que el mercado no se circunscribe a algunos países de Sud América, sino es mundial. Ahora, pasando a la estimación alta, considerando el precio en Estados 182
Unidos,
la
economía
de
la
cocaína,
producida en Bolivia, movería un monto U$49855 millones. Una cifra escalofriante, por cierto. Sin embargo, sabemos que las cantidades dinerarias no convergen en sus topes,
sino
distribución
que
se
mueven
geográfica
en
extensa
la del
continente y del mundo; en consecuencia, las cifras varían, teniendo en cuenta zonas más alejadas y más cercanas a los centros de producción. El promedio entre ambos topes, el mínimo y el máximo, arroja la cifra de U$25193 millones, lo que no deja de ser un monto asombroso. Incluso si tomamos en cuenta la tercera parte, tampoco
deja
de
ser
sorprendente,
hablamos de U$16795 millones; incluso la cuarta parte, U$12595 millones, no deja de asombrarnos. Si tomamos en cuenta que el PIB nominal de Bolivia fue de U$ 37776
millones,
el
año
2017, 183
considerando
la
cuarta,
tercera
y
el
promedio, respectivamente obtendríamos una participación - en tanto comparación, correspondencia, no como participación en tanto tal, pues se trata de la economía oculta no cifrada - de la economía política de la cocaína del orden del 33% del PIB, en el primer caso; de 44%, en el segundo caso, y de 67% en el tercer caso. Aunque los montos estimados sean topes en un mapa incierto, que no se conoce o no está conmensurado,
las
aproximaciones
a
estos topes nos develan el peso de la economía
de
la
coca-cocaína
en
el
conjunto de la economía boliviana; tanto la
cifrada
institucionalmente,
corresponde
al
lado
economía;
como
luminoso la
no
que de
la
cifrada
institucionalmente, que corresponde al lado oscuro de la economía. Cualquiera sea el tope más aproximado a lo que 184
ocurre, de todas maneras, nos muestran patentemente el peso de la economía política de la cocaína y su gravitación en la economía y en la política.
En consecuencia, no se pueden hacer análisis tampoco
políticos, sociales,
menos
económicos,
soslayando
esta
efectiva dinámica del lado oscuro de la economía. Es como cerrar los ojos ante la realidad efectiva. Que, por cierto, no solamente pasa en Bolivia, sino en el mundo.
Por
eso,
dijimos,
en
otros
ensayos, que el lado oscuro del poder ya atraviesa y controla el lado luminoso del poder, así como el lado oscuro de la economía es gravitante en el conjunto de la
economía,
incidiendo
en
el
lado
luminoso de la economía.
185
No se trata de acusar a un gobierno de “narco-gobierno”, ni a un Estado
de
“narco-Estado”, como se acostumbra en la diatriba,
sino
de
comprender
cómo
funciona el sistema-mundo capitalista, en su
etapa
de
decadencia,
la
de
la
dominancia del capitalismo financiero y especulativo. De lo que ocurre en Bolivia o en Colombia o en el Perú, respecto a la economía política de la cocaína, son cómplices los organismos internacionales, principalmente
el
Sistema
Financiero
Internacional, el dispositivo global de blanqueo,
y
son
organismos
policiales
operadores
los
y
de
servicios
inteligencia del mundo, que accionan en el ámbito
de
los
tráficos,
controlando y participando. nada
asumir
una
pose
conteniendo, No sirve de “moral”
y 186
escandalizarse, juzgar y señalar el mal; esto o es inocente, o desatinado, en el peor de los casos, hipócrita. Todos los gobiernos y Estados, con excepciones que confirman la regla, están involucrados en el gran negocio, de los más rentables de la economía-mundo, ya sea de una manera o
de
otra,
como
blanqueadores
o
cómplices. Nadie escapa a los circuitos de estas economías políticas de los tráficos ilícitos. De lo que se trata es entender el funcionamiento
de
las
dinámicas
económicas de la economía-mundo, su interrelación capitalista
con
en el
el
sistema-mundo
orden
mundial,
el
imperio. Esto no solo para denunciar, tampoco solo para interpelar, sino para desmantelar el sistema-mundo capitalista, que, en su etapa decadente, amenaza a arrastrar a las sociedades al abismo y al planeta a la muerte. 187
Es pues atinado conjeturar sobre las transformaciones en la genealogía del poder del Estado-nación y del orden mundial, pues se requiere interpretar el funcionamiento de las máquinas del poder en el presente, en los espesores de la coyuntura. No se puede explicar este funcionamiento
y
sus
dinámicas
inherentes usando los paradigmas teóricos ya desgastados, que solo alumbran sobre lo alumbrado, el lado luminoso del poder y el lado luminoso de la economía; no dicen nada del lado oscuro del poder y del lado oscuro de la economía; por lo tanto, dicen poco sobre el funcionamiento integral del sistema-mundo de poder, de la economíamundo y del sistema-mundo cultural de la banalidad.
188
GenealogĂa sindical del trĂłpico de Cochabamba
189
Los sindicatos campesinos tienen otra historia, incluso, en plural, otras historias, diferentes a la historia o historias del sindicato obrero. No solo por lo que respecta a su vinculación con la tierra, la tenencia, posesión y propiedad de la tierra, que los hace diferentes a los obreros, por así decirlo, cuya condición es de desterritorialización, sino también por las formas de organizarse, que tienen que ver con la geografía, el lugar, la zona, la región; además de la producción, lo que se cultiva. Fuera de estas dos características, la
diferencia
radica
en
sus
historias
singulares, la de sus luchas, también la de sus
conquistas,
así
como
sus
proyecciones. Al respecto, el caso de la Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba es sugerente, por las peculiaridades del perfil campesino del trópico, por las zonas que comprende 190
la región del trópico, así como por el tipo de cultivos; sobre todo, en este caso, por el eje articulador del cultivo de la hoja de coca.
Como
dijimos,
por
la
historia
singular del sindicalismo del trópico de Cochabamba.
En el Diagnostico a las organizaciones sociales de productores de hoja de coca de los departamentos de Cochabamba y La Paz, se describe el nacimiento de la Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba:
Inicialmente los Sindicatos del Trópico de Cochabamba estaban representados por una Sub Central y una Central Especial, bajo
la
dependencia
de
la
Central
Campesina de El Morro en Sacaba; a partir 191
de 1968 los sindicatos se independizan del Morro y conforman su propia estructura Sindical, la Federación Especial Agraria del Chapare Tropical (FEACHT); su nivel de organización el Sindicato, la Central y la Federación,
excluyéndose
a
la
Sub
Central. A consecuencia de discrepancias políticas y el número de nuevos Sindicatos la Federación Especial Agraria del Chapare Tropical en 1971, se divide en Federación Especial de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba (FETCTC) y la Federación Especial de Colonizadores de Chimoré (FECCH); en 1983, la Federación Especial de Colonizadores de Chimoré (FECCH) se divide y nace a la vida orgánica la
Federación
de
Colonizadores
de
Carrasco Tropical (FCCT)17. En el año 1986 existe una nueva división de la Federación
17
Fuente: Atlas del Trópico de Cochabamba – Pág. 41.
192
Especial de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba (FETCTC), surge la Federación Única de Centrales Unidas (FUCU), asimismo nace la Federación Especial Yungas del Chapare (FEYCH). La Federación
Sindical
Mamoré–Bulo
Agropecuaria
Bulo
nace
de
como
consecuencia de la Municipalización del país a partir de la aplicación de la Ley de Participación Popular (1994). Entre el 23 al 24 de febrero de 1991 aparece el Comité de la Coordinadora de las 5 Federaciones del Trópico de Cochabamba. La gran mayoría
de
las
actuales
establecieron
de
forma
Normalmente,
un
grupo
colonias
se
espontánea. de
personas
entraba a la zona, ubicaba un lugar no ocupado y se establecía allí. Al principio se mantenían con víveres que traían del valle, hasta establecer sus primeros cultivos de autoconsumo (arroz, maíz, bananos y 193
otros). Al ir de visita a sus lugares de origen, reclutaban más gente dispuesta a mejorar;
con
ellos
organizaban
un
sindicato y distribuían la tierra en parcelas, lotes o “chacos”, como se los conoce localmente. Para afiliarse al sindicato sólo debían pagar la cuota sindical de cinco bolivianos al mes, comprometerse a residir permanentemente en el lugar y participar en los trabajos comunales para abrir sendas y otras actividades comunales. Mucho después iniciaban el trámite de titulación de sus terrenos ante el Servicio Nacional de Reforma Agraria (cerca de los años 70), mientras tanto empezaban a producir coca; en la actualidad los afiliados al Sindicato tienen una obligación mensual de aportar entre cinco a siete bolivianos, que
son
utilizados
para
movilización
en
beneficio
comunidades,
asimismo
gastos
de
de
sus
tienen
cuotas 194
extraordinarias
que
pueden
darse
en
especie. El sindicalismo campesino en el trópico de Cochabamba se inicia entre 1952
adelante,
como
organizaciones
agrarias que ejercían roles en la tenencia de la tierra, el reparto de la tierra, la construcción de sendas, la construcción de postas
sanitarias,
etc.
Estos
roles
y
funciones disminuían en importancia a medida
que
iban
cumpliéndose
sus
objetivos. En el año 1984 emergieron estas organizaciones con el tema de la coca,
apareciendo
como
“sindicatos
cocaleros”18.
18
Leer DIAGNOSTICO A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES DE PRODUCTORES DE HOJA DE COCA DE LOS DEPARTAMENTOS DE COCHABAMBA Y LA PAZ. Consultora SISTEMÁTICA S.R.L. http://www.controlsocial.bo/respaldos_2/Estudios/004_DIAG NOSTICO_OS_CBBA.pdf.
195
Se puede observar que, en principio, el nacimiento del sindicato del trópico de Cochabamba, va desmembrarse de otros sindicatos,
buscando
su
propia
especificidad, que tiene que ver tanto con el lugar como con el cultivo. Obviamente, por esto mismo, con la problemática particular. Es después de un tiempo, en la medida que se consolida el sindicato, que adquiere su propio perfil, que va a volver a
aglutinar
sindicatos,
conglomerados federación.
La
afines,
conformando en
forma
especificidad
de
sindical
comprende la diferenciación de género; se conforma el sindicato contemplando la necesidad de organización de las mujeres.
Volviendo
al
Diagnóstico,
el
mismo
describe esta situación:
196
Las mujeres de las organizaciones sociales del Trópico de Cochabamba tuvieron una participación muy importante en la vida de estas organizaciones19. Cuando aún no estaban organizadas, las mujeres asistían a los ampliados, congresos y otros eventos en reemplazo de sus esposos, padres o hermanos, pero sin derecho a voz. Sus derechos de igualdad los van adquiriendo cuando ellas intervienen en los conflictos (durante las marchas y enfrentamientos con las fuerzas policiales defendiendo la producción de la hoja de coca). Los varones se dan cuenta de que los policías son menos duros cuando las marchas la encabezan las mujeres y adoptan estas estrategias de lucha. Las mujeres al ver 19
En base al texto “La Organización de mujeres del Chapare: El camino recorrido, sus luchas y liderazgos”. Carmen Zabalaga Estrada, Cochabamba, 2004.
197
que
su
participación
empiezan
a
conquistar
paulatinamente importancia sociales
es
van
cuando
políticos
el
voto
y
adquiriendo
los
intervienen
espacios
importante
movimientos conquistando
y
públicos.
Para
participar en política son requisitos de que las candidaturas debieran ser 50% de varones y 50% de mujeres, y es el instrumento
político
de
organizaciones
quienes
estas
cumplen
con
mejor acierto estas medidas electorales. En
los
municipios
Cochabamba,
los
del
Trópico
primeros
de
espacios
públicos son ocupados por las mujeres como
concejalas,
por
ejemplo.
El
surgimiento de estas organizaciones se debe al empuje de las primeras dirigentes y
al
apoyo
de
los
varones.
Logran
conformarse en Federaciones propias con la finalidad de que las mujeres en general 198
participen plenamente. Las mujeres de los afiliados
a
las
Federaciones
de
los
hombres deben asistir a sus propias Federaciones de mujeres, donde tienen voz y voto y puedan ejercer mayor participación en la planificación de su propio desarrollo. Este es el motivo de que no
exista
una
única
Federación
de
hombres y mujeres en cada municipio del Trópico de Cochabamba20.
Lo sugerente de esta historia es que las mujeres se organizan al calor de la lucha y de
una
participación
enfrentamientos
con
activa la
en
policía.
los Son
reconocidas como imprescindibles en las 20
DIAGNOSTICO A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES DE PRODUCTORES DE HOJA DE COCA DE LOS DEPARTAMENTOS DE COCHABAMBA Y LA PAZ. Ob. Cit.
199
acciones
de
resistencia.
Se
comienza
eligiendo en el sindicato al 50% de hombres y al 50% de mujeres. La lista de las federaciones sindicales de mujeres es la siguiente:
Federación Sindical de Mujeres de Carrasco Tropical Esta
Federación
conformó
su
primer
Comité Ad-hoc en el año 1994. A los noventa días, el 30 de septiembre de 1994, se llamó a un Ampliado y allí se decide hacer el Primer Congreso. Ese Congreso se realizó el 12 de enero de 1995 con 28 Centrales. La primera Directiva se formó con Felipa Sánchez como Ejecutiva, Enriqueta Mendieta Secretaria General, en la cartera de Relaciones Luisa Mayta y en Hacienda Eugenia Montaño.
200
La Federación Única de Mujeres de Centrales Unidas El primer Comité Ad – hoc se conformó en el mes de abril del año 1995 a la cabeza de Eufrosina Rodríguez y Elena Poma de Vicepresidenta. Al cabo de noventa días, el 18 de julio se realizó el Primer Congreso y fue nombrada como Ejecutiva Elena Poma, con amplia mayoría, Eustaquia Toco como Secretaria
General
y
Felipa
Mamani
Secretaria de Hacienda.
Federación Campesina de Mujeres del Trópico (FECAMTROP) El
primer
conformado
Comité por
Ad
–
Margarita
hoc
estuvo
Peredo
y
Eulogia Matías. Posteriormente y después de esfuerzos en su consolidación, su 201
Primer
Congreso
se
realizó
el
5
de
septiembre de 1995 en la ciudad de Cochabamba. El Congreso eligió como dirigentes de la Federación de Mujeres del Trópico a Eulogia Matías como Secretaria Ejecutiva, a Silvia Lazarte como Secretaria General
y
a
Alejandrina
Díaz
como
Secretaria de Actas. En ese evento, como se puede recoger en la memoria del mismo, se conformaron 6 comisiones de trabajo: comisión política, orgánica, de la coca, de salud, social y la comisión de derechos
de
conclusiones
la de
mujer. la
Entre
comisión
las
política
destacan: Rechazar toda propuesta de ley de mercantilización de la tierra y territorio. Rechazar la intromisión norteamericana porque atenta a la soberanía de la nación. Exigir mayor participación en el quehacer político, en el sindicalismo sin ninguna discriminación. Comprometerse a llevar 202
adelante el Instrumento Político, desde la familia y junto a hijos y esposos. La comisión de derechos de la mujer resolvió: Exigir respeto a la vida. Igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Comprensión
y
respeto
en
nuestros
hogares. Derecho a ser dirigentes, porque nos
sentimos
capaces
de
dirigir
las
actividades sindicales y políticas. No sólo queremos
ser
autoridad
en
nuestras
casas, sino también en nuestra sociedad. Derechos a tener tierras como mujeres.
Federación
Especial
de
Mujeres
Colonizadoras de Chimoré Esta federación contó con un Comité Ad – hoc conformado por Antonia Muñoz, Juana Quispe, Eusebia Moya, Lourdes Gaspar y Dora García. Para que se conforme este 203
comité fueron los dirigentes hombres los que convocaron a las mujeres, ellos las ayudaron a organizarse. Después de tres meses se convocó al Primer Congreso que se realizó el 26 de febrero de 1996, en el cuál se eligió como Secretaria Ejecutiva a Juana
Quispe,
Nora
Tórrez
como
Secretaria de Actas, Fortunata Camacho como Relaciones, Florentina Cardoso de Hacienda,
Florencia
Choque
de
Organización y Martina Camacho de Vocal. Cuenta Juana Quispe Arí; que a partir de su nombramiento se dedicaron a organizar las 9 Centrales de 13 existentes en Chimoré. Además, su trabajo principal fue asistir a los talleres y realizar Asambleas en
las
que
se
informaba
sobre
las
movilizaciones y los temas de coyuntura.
204
Federación
Sindical
de
Mujeres
Agropecuarias de Mamoré–Bulo Bulo
Es posible decir que esta Federación tuvo dos fundaciones. Una con la conformación de un comité Ad-hoc en 1997, que organizó el Primer Congreso en enero de 1998, en el que se eligió una Directiva con: Eugenia Cavero como Ejecutiva, con sus seguidoras Silvia López, Victoria Roque, Flora Saijama y dos compañeras Clara y Gregoria,
pero
esta
Directiva
tuvo
problemas de consolidación por motivos personales. Por esta razón, se conformó un segundo Comité Ad- hoc en septiembre del 2001 a la cabeza de Paulina Zapata, Esther Mamani, Casta Romero y Angelina Vela.
205
Federación de Mujeres de las Zonas Tradicionales Yungas del Chapare Esta
federación
fue
la
última
en
conformarse. A pesar de que se pudo constituir un primer comité Ad- hoc, éste no logró convocar a un congreso de mujeres. Su ejecutiva Emiliana Salcedo, cuenta que también para ella fue muy difícil lograr que las mujeres de las 6 Centrales asistieran a un encuentro o Congreso a pesar de que se las convocaba en varias ocasiones a través de sus dirigentes. Por eso, el 24 de abril de 1999, se realizó un Ampliado ordinario en Tres Arroyos,
en
el
que
los
compañeros
autorizaron la elección de la Directiva de la
Federación
de
mujeres.
Esta
se
conformó con Emiliana Salcedo como Secretaria Ejecutiva, Sabina Claros como Secretaria General, Adelaida Claros como 206
Secretaria de Actas, Estefanía Gonzáles como
Secretaria
de
Organización
y
Eufrosina Solíz Secretaria de Autodefensa. Posteriormente en el 2001, se realizó también
en
Tres
Arroyos
el
Primer
Congreso de la Federación de Mujeres de Yungas Chapare, y allí se eligen como Secretaria Ejecutiva a Emiliana Salcedo, como
Secretaria
General
a
Justina
Camacho, de Hacienda Simona Trujillo, Secretaria de Actas a Sandra Mamani, Secretaria
de
Instrumento
Político
Prudencia y Secretaria de Organización Clara (sin apellidos)21.
Las organizaciones sindicales de mujeres son locales y zonales, como son también
21
Ibídem.
207
la
de
los
hombres;
se
organizaciones
trata
de
sindicales
complementarias, que conforman una sola organización, apoyándose en la distinción de género, que comprende problemáticas específicas y demandas peculiares, fuera de las demandas compartidas. Se puede ver, que el sindicato se va construyendo y conformando desde lo local, asociando lugares de la zona, para pasar a la conformación
regional;
distinguiendo complementarias
además,
organizaciones por
género.
El
tratamiento de las problemáticas se hace asumiendo demandas en la manifestación de los detalles.
El sindicato campesino se diferencia del sindicato obrero, como dijimos, porque es territorial, además tiene como substrato a 208
la comunidad; por otra parte, se trata de una asociación organizada, que forma parte del tejido de la cohesión social. Por eso mismo, llega a asumir tareas de gobierno local. El sindicato campesino en el
trópico
corresponde
a
nuevos
asentamientos en tierras de colonización. El sindicato campesino en el trópico como que funda a la sociedad misma campesina en la región.
El
sindicato
campesino22
es
una
organización con fines múltiples. Cumple funciones de gobierno a nivel comunal. Un sindicato suele estar compuesto entre 9 a 252 afiliados. En primer lugar, cuando se establece una colonia o asentamiento nuevo, se forma un sindicato que asigna 22
Alison Spedding, Kawsachun coca.
209
los chacos, parcelas, (lotes) a cambio de participar en trabajos comunales y de una cuota mensual. Los dirigentes del sindicato se ocupan luego de tramitar los títulos ante el Instituto Nacional de Colonización o el Instituto de la Reforma Agraria, sirviéndose de la cuota sindical para pagar los
gastos.
Entre
las
funciones
del
sindicato están las de mediar en las disputas sobre linderos, dar su aval en casos de compra-venta de los lotes e interviene en casos de herederos y/o problemas
conyugales,
asimismo,
conforme al convenio suscrito en fecha 18 de febrero de 2008 entre la Coordinadora de las 6 Federaciones y el Gobierno, participa en el Control Social de la Coca, en el cual se permite la tenencia de un cato de hoja de coca por afiliado. Cada afiliado tiene derecho de vender su lote si quiere,
pero
siempre
y
cuando
el 210
comprador
esté
dispuesto
a
afiliarse
también y que se comprometa a asumir los deberes sindicales. En las colonias recién establecidas, si un afiliado abandona su parcela, lote y lo deja sin trabajar, el sindicato puede asignarlo a otra persona que lo va a trabajar, previo pago de una cuota de ingreso. En sus inicios, los afiliados al sindicato tenían que participar en trabajos comunales. Si la comunidad cuenta con esos servicios, en la actualidad estas atribuciones son realizadas por los municipios,
con
una
contraparte
comunitaria. Los representantes de cada chaco tienen que asistir a la reunión del sindicato que se realiza cada mes, en una fecha
fija,
y
a
las
reuniones
extraordinarias que se convocan para atender cuestiones puntuales. Aunque el afiliado resida parte del tiempo en otro lugar, tiene la obligación de presentarse 211
en cada reunión de su sindicato, caso contrario
deberá
pagar
una
multa.
También tiene la obligación de participar en manifestaciones, marchas, huelgas de hambre
o
bloqueos.
Para
estas
eventualidades el sindicato se divide en tres o cuatro grupos. Los campesinos del trópico de Cochabamba, a requerimiento consensuado con la Coordinadora de las 6 Federaciones, participa de acuerdo al requerimiento (Marchas, Bloqueos, Huelga de Hambre, Manifestaciones o apoyo a las acciones del proceso actual).
Los niveles superiores Cada sindicato está afiliado a una Central que debe tener un mínimo de cinco sindicatos. En la práctica, una Central suele agrupar entre 10 a 15 sindicatos;
212
otras suelen agrupar a más. En un año una Central debe convocar a tres ampliados ordinarios y un congreso, donde se elige la directiva para el año siguiente. Todos los afiliados de base, no sólo las directivas, deben asistir a estos ampliados. En el caso del Trópico de Cochabamba, los ampliados sindicales no se limitan a cuestiones que son directamente de competencia sindical, se debaten cuestiones políticas a nivel nacional,
departamental
y
municipal,
como por ejemplo la Ley de Aguas o la venta del gas a otros países. En la actualidad el Campesino del Trópico de Cochabamba se empoderó de la Política del Gobierno. Esto se debe a la integración del sindicalismo chapareño con el llamado “instrumento
político”,
actualmente
expresado en el MAS. El éxito electoral del IPSP-MAS ha posibilitado la elección de su máximo dirigente como Presidente de la 213
República en las elecciones del año 2005. Los asuntos propiamente sindicales que se desarrollan en los ampliados giran en torno al “tema orgánico”; los productores evalúan las actividades de Centrales y Federaciones a las que pertenecen y discuten
cuestiones
de
afiliación
y
jurisdicción. Los campesinos del Trópico de Cochabamba se estructuran como tradicionalmente se han constituido estas instancias.
Primero,
los
sindicatos
(comunidades) son la presencia territorial, en la que los afiliados tienen su parcela y están agrupados en un promedio entre 10 y 300 personas. Los afiliados en sus sindicatos realizan un aporte promedio de 2.00 Bs., destinado a la movilización de sus dirigentes en trámites de la comunidad y un porcentaje va destinado a la Central,
214
que en sus reuniones mensuales hacen conocer, que gastos se están realizando23.
Segundo, las Centrales funcionan con los aportes de los afiliados que hacen llegar un porcentaje por sindicato, para sus gastos
de
movilización,
en
apoyo
al
requerimiento y reivindicaciones de cada uno de los sindicatos, con los municipios, policía, juzgados, Prefectura, etc., que agrupan entre 5 y 18 sindicatos. Tercero, las Federaciones, para su funcionamiento reciben un porcentaje de recursos de las Centrales. En el Trópico de Cochabamba existen 6 Federaciones distribuidas en los municipios: Municipio de Villa Tunari, dos Federaciones
-
Federación
de
Zonas
23
DIAGNOSTICO A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES DE PRODUCTORES DE HOJA DE COCA DE LOS DEPARTAMENTOS DE COCHABAMBA Y LA PAZ. Ob. Cit.
215
Tradicionales (FZTYCH),
de
Yungas
Federación
del
de
Chapare
Mujeres
de
Zonas Tradicionales de Yungas del Trópico (FMZTYCH) Distritos encuentra
-
9, la
se 10
encuentran y
11.
en
los
Asimismo
se
Especial
de
Federación
Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba (FETCTC) y la Federación Especial Campesina de Trabajadoras del Trópico de Cochabamba (FECAMTROP), distribuidos en los Distritos 2 al 8. En el Municipio de Shinahota se encuentra la Federación Única de Centrales Unidas (FUCU) y la Federación Única de Mujeres de
Centrales
Unidas (FUNCU).
En
el
Municipio de Chimoré, está la Federación Especial de Colonizadores de Chimoré (FECCH) y la Federación Especial de Mujeres
Colonizadoras
de
Chimoré
(FEMCCH). En el Municipio de Puerto Villarroel
se
encuentra
la
Federación 216
Especial de Comunidades de Carrasco Tropical (FECCT) y Federación Especial de Mujeres
Comunidades
de
Carrasco
Tropical. Y en el Municipio de Entre Ríos está la Federación Sindical Agropecuaria Mamoré–Bulo Federación Agropecuarias
Bulo
(FSAMBB)
Sindical
de
y
la
Mujeres
Mamoré–Bulo
Bulo
(FSMAMBB). Cuarto, Inicialmente en el año 1990 se conforma como máxima representación
del
Trópico
de
Cochabamba el Comité de Coordinación de las Cinco Federaciones del Trópico de Cochabamba,
posteriormente
como
consecuencia de la municipalización del país (1994) se crea la Coordinadora de las 6 Federaciones, debido a la necesidad de unificar
y
coordinar
las
demandas,
reivindicaciones, que en la actualidad se realiza en forma coordinada, mediante el diálogo y el consenso. Las Organizaciones 217
Sociales
del
Trópico
de
Cochabamba
asimismo se encuentran representadas a nivel departamental y nacional en dos Federaciones
Departamentales
y
Confederaciones
Nacionales.
Departamental,
en
la
Federación
Única
de
Trabajadores
Departamental
A
dos Nivel
Campesinos de Cochabamba y en la Confederación
Sindical
Trabajadores
Campesinos
Única de
de
Bolivia
(CSUTCB), se encuentran la Federación Especial de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba (FETCTC) y la Federación Única de Centrales Unidas (FUCU); por otra parte, se encuentran representados a nivel departamental en la Federación Sindical de Colonizadores de Cochabamba y a nivel nacional en la Confederación Sindical de Colonizadores de
Bolivia,
Tradicionales
la de
Federación Yungas
de
del
Zonas Chapare 218
(FZTYCH),
Federación
Colonizadores
de
Especial
Chimoré
de
(FECCH),
Federación Especial de Comunidades de Carrasco Tropical (FECCT) y Federación Sindical Agropecuaria Mamoré–Bulo Bulo (FSAMBB).
Quinto,
existe
también
la
Coordinadora de las 6 Federaciones de Mujeres
Campesinas
del
Trópico
de
Cochabamba (COCAMTROP), que tiene la misma estructura que los hombres en el trópico, pero a nivel departamental se encuentran afiliadas en la Federación Departamental de Mujeres Campesinas Originarias de Cochabamba–Bartolina Sisa FDMCOC–B.S. y a nivel nacional están en la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas
y
Originarias
de
Bolivia–
Bartolina Sisa – CNMCIOB – B.S. La Coordinadora de las 6 Federaciones del Trópico de Cochabamba agrupa a las Federaciones de los cinco Municipios del 219
Trópico. Las organizaciones sociales desde su
conformación
supieron
organizarse
colectivamente para resistir todo tipo de confrontación, luchar por sus intereses y reivindicaciones, fruto de esta fortaleza de las Organizaciones Sociales es que se logra
que
su
máximo
dirigente
sea
nombrado Presidente Constitucional de la República
mediante
elecciones
generales24.
La eficiente organización del sindicato campesino del trópico ha sostenido nueve marchas en defensa de la hoja de coca, durante los gobiernos de la coalición neoliberal. De la resistencia tanto al proyecto de erradicación de la coca, que
24
Ibídem.
220
es de interdicción, como al proyecto de sustitución,
a
través
del
“desarrollo
alternativo”, fue efectuada a través de la sólida textura de una organización social altamente cohesionada. La Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba
fue
fundamentales, fundamental,
uno
si
es
de
la
de que
cimientos no
es
formación
el del
Instrumento Político por la Soberanía de los
Pueblos
ISPS,
que
después
se
denominó ISPS-MAS. Se entiende pues que sea el principal sostén orgánico del presidente
del
llamado
“Estado
Plurinacional de Bolivia”.
De
las
Federaciones
Sindicales
Campesinas que conforman la CSUTCB, la Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de Cochabamba es la más 221
organizadas y cohesionada, además la de mayor influencia, no solo por su relación sindical con el presidente, sino por sus dinámicas sindicales. Algo que ya no ocurre con otras federaciones sindicales, las cuales han sido absorbidas por la cooptación
gubernamental
y
clientelismo,
perdiendo
relación
su
el
dinámica con sus bases. En ensayos anteriores hablamos de la destrucción de las organizaciones sociales por parte del gobierno clientelar; esto es válido, excepto para
la
Federación
de
Trabajadores
Campesinos del Trópico de Cochabamba. Esta federación no ha sido cooptada, sino, al contrario, es el eje de la estructura de poder del “gobierno progresista”.
Ahora bien, la genealogía del sindicato campesino del trópico de Cochabamba 222
muestra las transformaciones del sindicato de
fundamento
social
de
los
asentamientos de “colonizadores”, ahora llamados “interculturales”, en formas de defensas
coaligadas
persistente;
y
después,
de
resistencia
siguiendo
una
característica inherente, en gobierno local, zonal y regional. Para luego convertirse en estructura
de
poder
del
“Estado
Plurinacional de Bolivia”. Esta estructura de poder no es decodificable a la usanza de como lo hace la ciencia política; no es una estructura de poder política, política institucionalizada;
tampoco
es
una
estructura de poder de clase, como cierta corriente sociológica tiende a clasificar; es una estructura de poder orgánica, basada en la fuerza organizativa y cohesionadora del
sindicato.
Cierto
análisis
político
denomina “corporativo”. Sin embargo, este
término
no
logra
abarcar
la 223
complejidad
organizativa
y
social
del
sindicato de campesinos del trópico. La corporación
asocia
organismos
instituciones
conformadas,
constituidas,
incluso
dados,
empresas
grupos;
esta
asociación corporativa se da cuando los componentes están instituidos o, por lo menos, organizados.
Se trata de una
vinculación acordada de organismos ya dados. En cambio, de lo que hablamos, de la estructura de poder orgánica, supone la cohesión desde lo local, incluso desde las comunidades;
esta
argamasa
edificando
irradiaciones
regionales.
Es
la
misma
va
zonales
y
lógica
de
funcionamiento la que se desenvuelve y se desplaza, es el mismo estilo de dinámica el que se expande. La misma organicidad atraviesa el sindicato, la central y la federación. Entonces, hablamos de una
224
estructura de poder altamente sólido y eficaz.
Entonces, se puede entender que el sindicato
y
la
federación
sindical
campesina del trópico sean eficientes en la fundación social, en la cohesión social, en la organización social; también en el cultivo, en la defensa del cultivo y en las resistencias a lo que se opone al cultivo. Así mismo, como es en lo relativo a la industrialización de la coca. Cuando este tipo de organizaciones pasan a otros agenciamientos,
por
ejemplo,
la
producción de cocaína, son mejores que los cárteles conocidos, cuya forma de organización es, mas bien, endeble y vulnerable, en comparación. El fenómeno social-económico-político es otro, distinto al del Cártel. Reducir estos fenómenos a 225
los
tipos
conocidos
policialmente
es
inadecuadas,
que
y
tipificados
hacer
analogías
solo
sirven
para
mantener a los que las enuncian en la incomprensión de lo que ocurre.
Asistimos, en la etapa de la decadencia del sistema-mundo capitalista, no solamente al
atravesamiento
de
las
mallas
institucionales por las formas paralelas del poder, las opacas y las ocultas, sino a la transformación organizaciones
de
los
sociales,
roles
de
como,
por
ejemplo, los sindicatos, que resultan más eficaces que las formas de organización conocidas en estos ámbitos y en estos circuitos de los tráficos. Demás está decirlo que el enfoque moral, que señala a estos fenómenos como mal, no entiende nada de lo que ocurre, salvo el de develar 226
sus
miedos
y
fantasmas.
La
transformación se produce no porque hay una inclinación inherente al mal, tampoco a la riqueza fácil, aunque en este caso se observen estas compulsiones e ilusiones; sino que las transformaciones mismas se dan
en
el
mismo
sistema-mundo
capitalista, al pasar a la dominancia del capitalismo financiero y especulativo. Por lo tanto, no se crea, como ya lo ha demostrado
la
experiencia,
que
esta
problemática se soluciona con represión, peor aún, con la famosa “guerra al narcotráfico”. Los resultados de estas políticas han sido contundentes fracasos. Obviamente, mucho menos se resuelve con ocultar lo que todo el mundo conoce, haciéndose a los desentendidos. Tampoco se resuelve con la defensa estrambótica del cultivo de la hoja de coca excedentaria y sus mutaciones industriales, peor aún, si 227
se piensa en una defensa armada; esto no es más que entramparse en una espiral de violencia sin retorno. No se puede dejar a los hijos y a los hijos de los hijos una tierra devastada; esto no es destino, ni tiene horizontes. Lo mejor es entablar diálogos de paz, como en Colombia, antes de la guerra, no después, como en Colombia. La problemática tiene que ser atendida globalmente, es decir, mundialmente; el tema es que la convivencia estable, por así decirlo,
entre
el
lado
luminoso
o
institucionalizado del poder y el lado oscuro o paralelo del poder se ha roto; ha roto el equilibrio por el avasallamiento por parte del lado oscuro del poder. Lo mismo pasa con la economía-mundo; se ha roto la
convivencia
estable
entre
el
lado
luminoso de la economía y el lado oscuro de la economía. Ambos lados han como coexistido a lo largo, por así decirlo, del 228
desarrollo del capitalismo. En plena crisis estructural del capitalismo, que no es solamente la hilera intermitente de crisis financieras, sino, de fondo, se trata de la crisis de sobreproducciĂłn, que busca ser solucionada, manejos
equivocadamente,
financieros,
despuĂŠs,
con con
burbujas especulativas. La crisis, que se ahonda, ha provocado la ruptura del inestable equilibrio entre ambas formas de poder y ambas formas de economĂa.
229
230