Con relación a la interpretación quizás no haya algo mejor que recurrir a lo que piensa un autor de sí mismo y de su obra. En Ecce homo Nietzsche se coloca bajo su propia lupa y reflexiona sobre sus libros. Vamos a seleccionar pasajes y tramos de Ecce homo, volviendo a abordar el problema de la interpretación, que mencionamos en Zaratustra, el profeta de la vida. En este caso, se trata de la interpretación de la obra de Nietzsche. Habíamos dicho que la interpretación inventa al autor que interpreta, por más proximidad y apego a la letra que pretenda la hermenéutica en cuestión; esta actualización, la de la interpretación, hace presente al autor, robándolo de su pasado, del contexto de su pasado y de su horizonte histórico-cultural; al sacarlo de su hábitat, lo vuelve vulnerable y manipulable ante los recursos de la hermenéutica, por más fidedigna que pretenda ser. Pretender decir lo mismo que dice el autor, pensar lo mismo que el autor, es una pretensión equivalente al proyecto teórico del viaje al pasado.