Laberinto generalizado RaĂşl Prada Alcoreza
1
Índice:
Prólogo
14
Globalización ideológica e ideología de la globalización
20
Metafísica de la economía Fundamentalismo de mercado
39
Mentalidades reaccionarias
98
La concepción deportiva de la política
115
Un balance sin evaluación
137
Una interpretación de la década
170
Un referente forzado
194
Corrupción generalizada
205
A-sistema-mundos capitalistas
221
2
Tu horizonte es valla marcando términos insostenibles Como pudorosos gestos que son insinuaciones De provisorias sapiencias, proliferantes certezas Como extravíos de aves estrellándose en ventanas Donde se refleja exuberante tarde de verano Terrible cinco de la tarde en todos los relojes
Resguardo infructuoso evitando intrépidas miradas Aves volando tan alto, ya saben no hay horizonte Sino esfera girando en eje de recuerdos moribundos Miradas nómadas inventando territorios mutantes Atravesando fortificaciones agobiadas, cansadas de defenderse Afanosos cinturones policiales cumpliendo órdenes paranoicas Impidiendo entrar en plaza de armas
3
Considerada prerrogativa de castas dominantes
Tu orgullo entorpece reconocer en otros Analogías donde te repites como mecánico modelo No puedes comprender en plebe aludida En discursos desgarbados y envejecidos por repetirse Potencia y capacidad de autogobierno del pueblo
A unos miras como leales condescendientes De tus petrificados caprichos incongruentes Hay otros a quienes consideras enemigos Como en guerras santas se juzga a infieles A las mayorías observas como ingratas masas Y desmemoriadas muchedumbres Olvidaron tus notables sacrificios políticos Ya no tienes relación humana con los humanos Sino relación del que manda a sus súbditos
4
Has reducido la revolución a un canto a ti mismo Cambio no puede ser sino tu glorificación Como si fueses el mesías esperado Por iglesias monoteístas provenientes del desierto Conservando las escrituras sagradas en baúles enmohecidos Tu epidermis simbólica ha absorbido La energía de las movilizaciones, sismos en suelos deteriorados Como agujero negro tragándose al universo fugitivo Como succionadora colosal ciénaga De cadáveres extinguidos en flácida comedia Tu cuerpo alegórico ha engullido Como el otoño devora los frutos del verano La autonomía de heroicas rebeliones Ha tragado agitadores gestos interpeladores Y transgresiones irreverentes de multitudes potentes
5
A quienes convertiste en tu sombra
Estás solo Solo en desierto de aplausos plañideros Rodeado de alargadas caravanas serviles Como procesiones arrastradas al llanto por martirio del santo Estás solo En camino a soledad más grande Como infinito vacío sin contornos Abismo insondable sin fondo Alejado como anacoreta en la cumbre Imaginada por chamanes y brujas, yatiris y ñustas Sin contacto con contrastantes asperezas De itinerantes eventos prófugos Escapando a vigilancia del régimen celoso
Solo Acompañado por tus preguntas sin respuesta Salvo sentencias complacientes de consejeros
6
Quienes se adelantan a darte las buenas nuevas Acompañado por tu angustia inmensa Creciendo como enredadera en empalizada de apatías
Solo Con tus convalecientes recuerdos ahogados Como niños migrantes muertos en naufragio Lo único innegable tenido a mano
Solo Con tu poder indiscutible como palabra de oráculo Y hedonista narciso en estanque mirándose en reflejo No sirve para salvarte de soledad inconmensurable Solo Con patrimonio furtivamente atesorado Botín del político por el oro aguijoneado Solo
7
Con tu fama barata De revolucionario fraguado Solo En tu palacio mil veces quemado
Las voces sumisas de entornos palaciegos No ayudan a vencer tus atroces miedos Te persiguen cuando despierto codicias Sosiego no tenido ni puedes alcanzar con manos propias Ni montones de manos aplaudiendo como si bailaras cueca Y cuando duermes acurrucado en alucinaciones apremiantes Sin tampoco entonces escapar a tu suerte
Solo Con tu soledad a cuestas CargĂĄndola a tus espaldas como SĂsifo en la montaĂąa Buscas una salida y no la encuentras
8
Aprisionado en laberinto enrevesado Buscas reconciliarte contigo mismo Reminiscencia de lo que alguna vez fuiste Dirigente sindical en resistencia duradera En guerra de baja intensidad inventada Por el abrumado imperio globalizado Como titánica máquina de guerra Aterradora pero inservible ante despertar emancipatorio De pueblos descubriendo su creadora potencia Pero estas tan lejos de aquélla evocación disuelta Por el viento de las instituciones en desvencijado mando De aquéllos perfiles perdidos en la bruma En niebla al amanecer cuando te reúnes Con cofradías cómplices
Buscas en tu organismo un consuelo tierno Pero encuentras tu cuerpo quebrado Por la penuria inútil que demanda la farsa
9
Despedazado por jaloneo de ávidos séquitos Como en Peñas el de Tupac Katari descuartizado Esta vez no por conquistadores sino por prosélitos Por leales y zalameros entornos cortesanos
Un vacío incontenible asciende despavorido Como gases de efecto invernadero Envenenando el aire, el agua y los suelos Asciende depósito desechable como vaho pestilente Enfermando a atmósfera y ciclos climáticos Desde las profundidades de tus huesos calados Donde se depositaron sufrimientos antiguos Memoria cristalizada de la colonización
Piélago hambriento devorando todo Lo hallado en su demoledor alcance Te traga a ti también llevándote al recóndito remolino
10
Triturador de vidas diseminadas en cascajos apagados El torbellino toma presas incautas Creyentes de encantos fabulosos De seducciones prometedoras como canto de sirenas Pero, cuando estas en el ciclón monstruoso Para escapar de la destrucción ya es demasiado tarde El embudo te arrastra con fuerza gravitante Irreversiblemente a decadencia y hundimiento Como barco con las luces encendidas ahogándose en mar turbulento Así pinta Vicente Huidobro sus cuadros imaginados
¿Cómo has llegado tan lejos? Repitiendo conductas aborrecibles, torpezas abominables Como antes se daban, profusas corrosiones Como oxidaciones de maquinaria de dominio administrada
11
Aterida en normas y prácticas anacrónicas Como condena cruel de despojadas periferias En los tiempos de gobiernos mercaderes
¿Cómo te pudiste convertir en lo mismo? En semejante hábito de arrogancia Menosprecio petulante sin asidero Al sentido común de la gente Creyendo puedes ocultar secretos de Estado Secretos a voces rumoreados Ocultando compromisos sinuosos
¿Cómo has podido convertir la esperanza del pueblo En recurrente burla espantosa? En trampa donde te atrapas a ti mismo ¿Cómo te perdiste en meandros de espectáculos descoloridos Y penosamente estridentes en teatros montados?
12
Tú poder como de todo devoto del destino Se sostiene en ilusión absoluta y monárquica antigua De maquinada inducción de voluntades Buscas convencer de bondades gobernantes Ilusión delirante extraviada en ansias Como enjambres de mosquitos alborotados Después de lluvia y sol pegado a los charcos Evaporando sus llantos consumados Creer dominar con retóricas extravagancias A propios y ajenos, a crédulos y a incrédulos También manejar secuencia de hechos Como si fuesen decretos regidos por el Estado Al antojo del otoñal patriarca parapetado
Sebastiano Monada: Laberinto y soledad
13
Prólogo
El ensayo Laberinto generalizado tiene sus antecedentes, que se remontan a Crítica
de
la
economía
política
generalizada y a Inscripción de la deuda y su
conversión
infinita1;
empero,
los
ensayos más recientes, que se vinculan con
el
presente
Diseminaciones,
El
ensayo, mundo
son como
espectáculo, Antiproducción y Clausura del horizonte moderno2. Estos ensayos 1
Ver Acontecimiento político; también Crítica de la economía política generalizada, así como Inscripción de la deuda y su conversión in finita. Dinámicas moleculares; la Paz 2013-15. Crítica de la economía política generalizada. Dinámicas-moleculares.webnode.es/critica de la economia política generalizada. La inscripción de la deuda, su conversión infinita. Dinámicas-moleculares.webnode.es/la inscripcion de la deuda su conversion infinita. 2 Ver Diseminaciones, El mundo como espectáculo, Antiproducción y Clausura del horizonte moderno. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. Dinámicas-moleculares.webnode.es/diseminaciones. Dinámicas-moleculares.webnode.es/el mundo del espectaculo. Dinámicas-moleculares.webnode.es/antiproduccion. Dinámicas-moleculares.webnode.es/clausura del horizonte moderno.
14
recientes se caracterizan por buscar, en la
perspectiva
de
desplazamientos
la
complejidad,
y
rupturas
epistemológicas, que den lugar a nuevas interpretaciones y nuevas concepciones de los problemas atingentes. Entre ambos periodos
de
ensayos,
están
los
que
retoman el debate desde la perspectiva de las paradojas y con el enfoque de la crítica de la ideología; estos son La paradoja conservadurismo-progresismo y Crítica de la ideología3.
Laberinto generalizado comienza con el capítulo
Globalización
ideológica
e
3
Ver La paradoja conservadurismo-progresismo y Crítica de la ideología. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.
Dinámicas-moleculares.webnode.es/la paradoja conservadurismo-progresismo. Dinámicas-moleculares.webnode.es/critica de la ideologia. 15
ideología de la globalización, que efectúa una crítica del concepto de globalización; crítica de la globalización privatizadora, especulativa,
banal,
extractivista
y
destructiva. Se trata de una crítica que coloca
en
el
núcleo
del
análisis
al
sistema-mundo moderno. Le sigue el capítulo Metafísica de la economía, que enfoca
críticamente
economicista mercado.
del El
la
“ideología”
Fundamentalismo tercer
capítulo
de es
Mentalidades reaccionarias, que consiste en una evaluación crítica de la coyuntura, cuando vuelven a aparecer las sombras del neoliberalismo; esta vez descoloridas, desteñidas, opacas, y sin muchas luces. Aunque el neoliberalismo no las tuvo, a diferencia del liberalismo; sin embargo, aparentó vigor, después de la caída del socialismo real. El cuarto capítulo está dedicado a La concepción deportiva de la 16
política;
mostrando,
banalización concepción
de
además
la
donde
de
política,
la
ideología
la esta se
sustituye por la camiseta, sin necesidad de esforzarse por argumentar; basta la pasión por el color de la camiseta. El siguiente
capítulo,
Un
balance
sin
evaluación, se aboca a un balance crítico de la década de gobierno populista; el objeto de análisis crítico es el libro del Ministro de Economía y Finanzas Públicas, del gobierno de Evo Morales Ayma, Luis Alberto Arce Catacora, titulado El modelo económico social comunitario boliviano. Propiamente el balance crítico se realiza en
el
siguiente
capítulo,
Una
interpretación de la década. Después viene
Un
referente
forzado;
capítulo
dedicado al análisis crítico del referéndum sobre un artículo de la Constitución, con el
objeto
de
su
modificación,
para 17
habilitar una nueva postulación continúa del
presidente
y
el
vicepresidente.
Corrupción generalizada, es el octavo capítulo; en este se analiza no solamente la corrupción como casos, hechos visibles por los escándalos, sino como fenómeno generalizado en el sistema-mundo polito, como parte del funcionamiento del poder, a escala nacional, regional y mundial. Vinculando este concepto de corrupción generalizada al concepto conocido de economía política generalizada. Lo que le da no solo cobertura, sino también la perspectiva de la complejidad, cuando se comprende el capitalismo, no solo como plano
de
intensidad
económico,
sino
como articulación integrada de planos de intensidad
y
espesores
de
intensidad
plurales. El último capítulo es A-sistemamundos capitalistas; en éste se comienza con una revisión crítica de un concepto 18
complejo,
hartamente
nosotros,
sistema-mundo
mostrando
sus
lĂmites,
usado
por
capitalista, sus
ateridos
alcances, ademĂĄs de sus contrastes y contradicciones, en discordancia con las historias efectivas de lo que se viene en llamar capitalismo.
Seguramente, a partir de este libro, siguiendo
la
Episteme
ruta,
emprendida
compleja4,
desde
intentaremos
nuevamente,
como
Diseminaciones,
sugerir
desde nuevas
interpretaciones en la perspectiva de la complejidad.
4
Ver Episteme compleja. DinĂĄmicas moleculares; La Paz 2015. TambiĂŠn pradaraul.wordpress.com:
pradaraul.wordpress.com/2015/02/13/episteme compleja 19
Globalización ideológica e ideología de la globalización
20
Desde hace un tiempo se ha venido hablando mucho de globalización. Quizás desde la década de los ochenta con mucha
asiduidad;
ciertamente,
la
a
pesar
mundialización
que, se
da
desde la conquista y colonización del quinto
continente,
desconocido
hasta
entonces, de Abya Yala, por parte de Europa.
Se
han
formado
como
dos
bandos; claro que hay más; empero, nos quedaremos contrastes,
con
estos
dejando
dos,
por
las
sus otras
interpretaciones, que son, en todo caso, menores. Lo hacemos para exponer el problema, considerando sus extremos, por así decirlo. Los unos, ven en la globalización un evento positivo; otros ven, mas bien, un evento negativo. De alguna
manera,
son
conocidas
estas
posiciones y tendencias opuestas; no creemos necesario entrar en detalles y 21
evaluarlas minuciosamente, de acuerdo a sus
variantes.
En
todo
caso,
ya
expusimos el debate en otros escritos5. Suponiendo
que
se
tiene
una
idea,
aunque vaga o, si se quiere, general, del debate,
lo
que
interesa,
ahora,
es
preguntarse sobre lo que se significa cuando se habla de globalización; se esté a favor o en contra.
Los que se inclinan por la positividad de la globalización, consideran que, este proceso de mundialización, beneficia a las sociedades, países y Estado; los que se inclinan
por
la
negatividad
de
la
globalización, consideran que destruye a las sociedades, a la cohesión, a las culturas,
a
la
autonomía
de
las
5
Ver de Raúl Prada Alcoreza Acontecimiento político. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.
22
sociedades, a la soberanía de los Estadonación. En los ensayos que difundimos, sobre todo, desde el 2010, hicimos la crítica
a
lo
que
llamábamos
la
globalización privatizadora, acercándola a la
expansión
planetaria
del
proyecto
neoliberal; optando, en contraposición, más bien, por una globalización social, colectiva,
solidaria,
complementaria
y
conformada por reciprocidades6. Bueno; empero, ahora, debemos preguntarnos: ¿Hay
globalización
efectivamente?
A
muchos esta pregunta les puede parecer ingenua o desubicada; sin embargo, es menester hacerlo, pues requerimos saber si esta globalización es “ideológica” o efectiva.
6
Ver de Raúl Prada Alcoreza Horizontes de la descolonización; también Descolonización y transición. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.
23
Aceptemos que la globalización se da institucionalmente;
la
ONU
es
una
corroboración institucional planetaria que esto sucede. El mercado mundial, cada vez más integrado, es otra prueba que el fenómeno se da no solamente a escala mundial sino que afecta a las sociedades en el plano de intensidad económico. La cultura-mundo evidencia;
parece
ahora
en
ser los
la
otra
imaginarios,
incluso en los habitus, en las conductas y comportamientos. La lista puede ser más larga,
dando
ejemplos
de
que
la
globalización concurre. Sin embarga, todo lo que se presente como verificación, no hace otra cosa que mostrarnos las formas institucionales
de
la
globalización,
incluyendo ciertas tecnologías y políticas. Cuando se habla de efectividad se está pensando, mas bien, en la articulación integrada de las sociedades. 24
Para poder hablar de una globalización, en este sentido, es menester que las sociedades del mundo, distinguidas por países,
por
lenguas,
culturas,
incluso
estados, se complementen; es decir, se cohesionen,
incluso
manteniendo
sus
diferencias. Sin embargo, esto no ocurre, pues las sociedades no se complementan; al contrario, compiten, para usar una palabra tan cara para los neoliberales. Las economías guerrean, por así decirlo, unas contra otras. Concretamente, como dice
Joseph
E.
Stiglitz7,
las
recetas
generales del FMI no han hecho otra cosa que
beneficiar
a
los
“países
desarrollados” y afectar a los “países en desarrollo”. En pleno ciclo de crisis, obligó
7
Ver de Joseph E. Stiglitz El malestar en la globalización. Debolsillo; Madrid 2015.
25
a
la
austeridad
desarrollo”, economía,
a
estos
comprimiendo además
privatizaciones;
lo
países,
“en
más
su
de
empujarlos
a
que
terminaba
de
beneficiar a los “países desarrollados” y a las
grandes
empresas
monopólicas.
Puede ser que la balanza económica se haya
equilibrado,
en
términos
estadísticos; sin embargo, esto ocurrió a un costo muy alto para la sociedad. Los pobres las
aumentaron
desigualdades
significativamente, se
incrementaron
abismalmente. Esto no es exactamente globalización o mundialización, como se quiera llamar; sino, mas bien, distinción, también diferenciación, por la magnitud de las desigualdades. La paradoja es la siguiente: cuando más institucionalmente se globaliza el mundo, es cuando las sociedades se hacen más desiguales, más
26
distintas, sobre todo, en lo que respecta a los beneficios de la globalización.
Como se puede ver, no se trata de estar a favor o en contra de la globalización, ciertamente,
reducida
a
los
acuerdos
institucionales, sino de contrastar esta tesis con lo que acaece en el mundo. Stiglitz
también
asume
que
hay
globalización; empero, a diferencia de la burocracia del FMI y del BM, considera, que si bien, se notan aspectos positivos, en el balance, se puede observar que, al final de cuentas, el balance es negativo. Empero,
¿hay
efectivamente
globalización? No hablamos de si se preservan o no la lenguas, las culturas, los
condicionamientos
histórico-
culturales, sino de la integración de las sociedades,
países,
Estados,
culturas; 27
también, por supuesto, economías. No la hay. Entonces, cómo se puede hablar de globalización efectivamente.
Este es un buen ejemplo de lo que dijimos respecto de la gran diferencia entre el mundo de las representaciones y el mundo efectivo. Los que interpelan y critican
la
globalización,
parecen
solamente constatar las consecuencias destructivas; en contraste, los que hacen apología
de
la
globalización,
parecen
solamente constatar las consecuencias constructivas. preguntarse
Empero, si
este
es
menester
fenómeno
tan
mentado se da efectivamente.
Sacando consecuencias de lo que expone Stiglitz, podemos decir que, para que se 28
dé efectivamente la globalización, las condiciones
de
vida
deben
ser
equivalentes, aunque se preserven las diferencias culturales, las lenguas, los contextos sociales. No basta mostrar que los supermercados, los moles, son los mismos,
son
las
mismas
cadenas
o
parecidas, en todos los países. No basta mostrar que las clases medias tienden a consumir
prácticamente
lo
mismo
o
parecido; no basta mostrar que ven los mismos
programas,
de
las
mismas
producciones, en la televisión. No basta mostrar
que
comportamientos,
las sobre
conductas todo,
de
y las
clases medias, tienden a parecerse cada vez más. Las sociedades no se reducen a estas características, las sociedades son complejas, son composiciones singulares; para poder hablar de globalización en sentido
positivo,
manteniendo
este 29
término,
que
no
compartimos,
lo
hacemos por motivos de exposición, las sociedades deben de complementarse, articularse
e
integrarse,
manteniendo
su
incluso,
diversidad
y
heterogeneidad. Si, se diera el caso, que esto no ocurre, sino una globalización homogeneizante,
también,
la
globalización se puede entender como modernización
única,
no
heterogénea.
Pero, no es así, no aconteció, ni ocurre esto.
Se
entiende
que
la
tesis
globalización,
ayuda
a
explicaciones
manejables
de
la
construir de
las
sociedades y sus problemáticas en el mundo.
También se entiende que esta
tesis ayuda a operar a los gobiernos, a los
estados,
a
las
organizaciones 30
internacionales. Sin embargo, sobre todo por las consecuencias de lo que acaece con este supuesto de la globalización, debemos
contrastar
historias
efectivas
la en
tesis el
con
las
mundo,
los
países, los estados y las regiones. Si los resultados son, más bien, el aumento de las desigualdades; para decirlo, usando una figura tan reiterada; los ricos se hacen cada vez más ricos, los pobres cada vez más pobres; además, los pobres cada vez más son más numerosos. Sin hablar de otras diferenciaciones.
No hay, pues, tal globalización, sino, más bien, desintegración de las sociedades; paradójicamente, cuando aparentemente se comienzan a parecer. La globalización “ideológica” se da institucionalmente; son las instituciones las que cada vez se 31
parecen
más;
mismo.
Si
son se
prácticamente
puede
hablar
lo de
globalización, habría que decir que se trata de la globalización institucional; por lo tanto, de globalización no efectiva, en el sentido de lo que acontece, no en el sentido
instrumentas.
Si
fuese
esto
último, mas bien, ocurre.
¿Qué es lo que hay? La proximidad de las sociedades,
en
el
sentido
del
acortamiento de las distancias, debido al avance
tecnológico,
aunque
unas
produzcan la tecnología y otras consuman los efectos de la tecnología, debido a la velocidad de las comunicaciones, de los transportes, no las convierte en parte de una globalización. Las hace solamente próximas, como compartir un mundo, interpretaciones
de
ese
mundo; 32
consumiendo distinguiendo
cosas clases
parecidas, sociales.
Las
sociedades no es que sean diferentes, no solo por su singularidad, sino porque no se
han
integrado,
con
todas
las
diferencias que puedan contener.
Por lo tanto, la globalización es una tesis “ideológica”, que legitima tanto a las posiciones positivas de la globalización, así como las posiciones contrastadas. Paradójicamente,
la
tesis
de
la
globalización coadyuva a multiplicar las separaciones.
Se
trata
de
entender,
comprender y conocer lo que acaece efectivamente; si se logra un avance, en este sentido, se trata de transformar el mundo, vinculando a los pueblos, a partir de
la
complementariedad
de
sus
singularidades. 33
Lo problemático de todo esto, es que mientras las instituciones, conciben que se
da
efectivamente
la
globalización,
hasta pueden haber conformado mallas institucionales,
que
se
conectan
globalmente, el mundo efectivo se mueve en sus devenires, en los ciclos vitales; afectado, en sus planos de intensidad aislados, ocasionando la desintegración, la
diseminación
sociedades.
demoledora Las
en
las
organizaciones
internacionales, los Estado-nación de las potencias “desarrolladas”, no dan chance a
que
puedan
los
pueblos
sopesar,
puedan y
deliberar,
actuar
en
consecuencia, en la perspectiva de las emancipaciones y liberaciones múltiples. Las
organizaciones
internacionales
ya
saben lo que se tiene que hacer; su 34
recetario compartido por todos los países. En
el
lado
opuesto,
el
pueblo,
las
sociedades alterativas, también saben lo que se quiere hacer; lograr la asociación efectiva de las sociedades y pueblos del mundo. La integración mundial.
Sabemos que no basta compartir luchas sociales,
aliarse,
comprometerse,
ser
solidarios; es urgente, a estas altura de la
crisis
múltiple
de
las
sociedades,
vincularse, conectarse, conocerse, en sus singularidades,
es
decir,
en
sus
diferencias, complementándose. Ya no pueden
ignorarse
las
sociedades;
ignorancia que se da, a pesar de que estén informadas, a pesar de que repitan ciertos rasgos que, aparentemente, les hace parecerse. Las sociedades tienen que
compenetrarse
respecto
de
sus 35
singularidades; con estas comprensiones, integrar sus particulares en el mundo efectivo,
dinamizado
por
las
singularidades.
A pesar de su petulancia, de su seguridad engreída,
las
internacionales,
los
representaciones, intelectuales,
organizaciones Estado-nación,
la
no
“ideología”, pueden
las los
sostener
efectivamente la tesis de la globalización, pues las sociedades no logran parecerse en lo que respecta a las condiciones de vida. Un mundo de las representaciones, que
responde
a
la
tesis
de
la
globalización; un mundo del limbo, entre el mundo de las representaciones y el mundo efectivo; no son pues, un mundo globalizado, sino un mundo desarticulado, desintegrado, en crisis. Desintegración 36
que
se
oculta
y
paradójicamente
que
se
efectúa,
presentada
como
mundialización.
¿Qué efecto tiene que las instituciones internacionales y nacionales crean en la globalización,
si
efectivamente,
se
produce otra cosa, la desintegración? Las sociedades
se
desarman;
no
pueden
resolver los problemas que enfrentan. Si bien parece que las burguesías, sobre todo la híper-burguesía mundial, logran prolongarse, aparentemente fortalecerse, lo que pasa no es un augurio de su permanencia tranquila; todo lo contrario. Es una marcha implacable al apocalipsis, por así decirlo, por el camino de la competencia, de la concurrencia, basados en la estrategia de las dominaciones. La híper-burguesía no tiene una estrategia 37
de
largo
alcance;
imperialismos
que
el
imperio
y
los
lo
componen,
no
cuenta con una estrategia de largo ciclo, que le permita desenvolverse en el ciclo largo.
Sรณlo
tienen,
conocimiento comprensiรณn
en
adecuado, de
la
vez
del
de
la
complejidad,
la
pretensiรณn de saberlo todo, basada en la pretensiรณn
de
dominar
el
mundo,
sustentada en el amor propio, en la autocomplacencia, y en el desprecio a los demรกs, que no conoce. No se da cuenta, que, si no se resuelven los grandes problemas heredados de la humanidad, no hay futuro para nadie.
38
MetafĂsica de la economĂa Fundamentalismo de mercado
39
40
En 1985 escribimos y publicamos un ensayo
titulado
Crítica
del
discurso
metafísico de la economía8. Creemos que mucho de lo que se escribió en ese entonces, sigue teniendo hoy validez, en cuanto
a
la
crítica
de
la
economía
política; también en lo que respecta a la crítica de la teoría y de la filosofía, que, en aquel entonces, considerábamos que se trataba de la crítica efectuada desde la epistemología crítica. Vamos a decir por qué
pensamos
recogeremos
algunas
esto.
Primero,
interpretaciones
expuestas en el ensayo citado; después, retomaremos las críticas, de otro estilo, que hemos venido desenvolviendo desde que escribimos y publicamos Crítica de la economía política generalizada.
8
Ver de Raúl Prada Alcoreza Arqueología del discurso económico. A propósito de la metafísica de los valores: La crisis económica y las medidas políticas. Episteme; La Paz 1985.
41
Recurriendo a una cita larga, del ensayo mencionado, a propósito, se escribió:
Hablar de la crisis económica se ha vuelto cosa común; esta comunión de la crisis de una comunidad económica, además de ser un acontecimiento empírico, se abre a la problemática de su definición: ¿Se trata de una crisis conceptual? ¿Una crisis de la razón económica? ¿Quizás más bien de
una
crisis
moral?
¿Juntando
los
ámbitos, podremos hablar tanto de una crisis de los valores económicos así como de los valores subjetivos? Dejando de lado todo esto, optando por la descripción y la objetividad ¿sólo podemos hablar una crisis
del
sistema
económico?
Sin
descontar la relación posible entre los 42
tres niveles de crisis, la relativa al ciclo del capital, la vinculada a la inmanencia de
los
valores
subjetivos,
es
decir,
correspondiente a la esfera moral, y la referida al sistema económico, en otras palabras al paradigma o al modelo, es indispensable detectar en cuál de los niveles
se
manifiesta
una
desmesura
mayor. En cuál de los niveles se hace más visible y evidente la crisis, cuál de estas
crisis
se
convierte
en
la
representante de la crisis integral. La identificación de la desmesura mayor, el lugar de la mayor diferencia, ayuda a comprender
el
carácter
del
desplazamiento ideológico. No olvidemos que la ideología funciona como recurso de legitimación de las dominaciones. Desde esta perspectiva es menester evaluar el carácter del desplazamiento ideológico, encontrar
los
síntomas
de
este 43
desplazamiento en el discurso económico. Esto, sobre todo, por las características de la crisis y también por el brío de las medidas políticas emprendidas, medidas políticas privatizadoras en el contexto de la globalización. La evaluación ideológica, que no puede hacerse sino desde la crítica
de
la
ideología,
según
Paul
Ricoeur, desde el horizonte de la utopía. Este trabajo crítico nos lleva a enfrentar las formas de la conciencia social, que se dan en el acontecer o en la coyuntura. A propósito de las formas de conciencia, quizás sea conveniente comenzar por las manifestaciones
de
la
vida
cotidiana,
remontar la crisis desde sus lugares más empíricos.
Al
respecto,
una
buena
pregunta podría ser esta: ¿Cuál es la imagen ordinaria de la subida de los precios? Esta experiencia nos lleva a la noción de la desproporción constante 44
entre precio y producto, entre el valor de los productos y el monto de los productos mismos. Es a este desfase a lo que llaman los economistas inflación. Esta experiencia de la crisis es patente, su manifestación
empírica
es
dramática,
considerando sobre todo a las clases sociales
de
escasos
recursos.
Sin
embargo, el problema de la crisis no acaba aquí, más bien empieza. pregunta
subsiguiente,
La que
necesariamente acompaña a la anterior es:
¿Por
qué
se
da
lugar
el
distanciamiento entre precio y producto, dicho en otras palabras, entre precio de producción y precio comercial? Uno de los secretos de la etapa tardía del ciclo del capitalismo es la especulación financiera; como
efecto
inmediato
de
este
movimiento financiero, de esta ganancia especulativa, tenemos a la inflación. El 45
ciclo
del
capitalismo,
en
su
periodo
financiero, produce inflación. Entre las medidas económicas adoptadas por
el
primer
gobierno
del
periodo
neoliberal9 se menciona la regularización de los precios por medio del libre cambio. Se dice que, con la vigencia del libre mercado,
no
se
dará
lugar
a
subvenciones, ni se impondrán precios políticos.
Una de las fórmulas de los
llamados mercantilistas es la de que los precios se definen a través del juego de la oferta y demanda, con la intervención de la competencia entre compradores y vendedores. Esta proposición enuncia un concepto de valor, en tanto equilibrio, 9
Se hace referencia al periodo que arranca el año 1985 y llega al 2003, quizás continúe incluso el año 1985, durante el gobierno de transición. El primer gobierno neoliberal es el de Paz Estensoro (1985-1990), cuando se da comienzo a las políticas de ajuste estructural con el decreto ley 21060.
46
resultante
de
la
concurrencia.
Esta
valoración, dada en el mercado, deriva en un
indicador
móvil,
sobre
todo
escurridizo; una magnitud mensurable movediza. momento
Medida del
realizada
encuentro
de
en
el
fuerzas
contradictorias, punto localizable en el espacio de intersección de las fuerzas. Este concepto de valor no es el único desarrollado
en
la
historia
de
las
doctrinas económicas; al contrario, la historia se abre a una gama amplia de conceptos derivados de la valorización del valor.
Es en este contexto histórico
donde hay que apreciar la relatividad de las teorías monetaristas y mercantilistas, viejas
y
nuevas.
Los
fisiócratas
trabajaron un concepto de valor natural. La economía clásica ha desarrollado unos conceptos de valor en el marco de la ciencia general del orden.
Por ejemplo, 47
ha desarrollado un concepto abstracto del valor, en el cual se diferencia una parte referida al costo de producción y otra parte referida a la ganancia.
Dentro lo
que se considera costo de producción se halla el gasto en salario, además del costo del desgaste y la reposición de los medios de producción. En el horizonte de la formación discursiva clásica, David Ricardo ha deducido que el valor se reduce al trabajo. En esta perspectiva, el economista
inglés
se
entrabó
en
un
dilema: Los productos contienen valor en la media que contienen trabajo; pero, también valen las cosas escasas. Dos campos epistemológicos se mezclan en este discurso, el campo epistemológico de la producción y el campo epistemológico de los bienes necesarios. A Karl Marx le corresponde desarrollar la epistemología de la producción, del trabajo y de la 48
acción, dejando las premisas clásicas como objetos de la crítica de la economía política. Podríamos decir que la teoría del valor atraviesa dos siglos (XIX y XX), los últimos de la modernidad. Después de la nueva configuración del capitalismo, de desterritorialización y biopolítica, después de la crisis de la década de los setenta, la teoría del valor no es sostenible, cuando se informatiza la producción, se virtualiza el trabajo y la reproducción del capital se apropia de la gestión de la vida. En el interregno, en el paso de un campo teórico a otro, las teorías neoclásicas intentaran desesperadamente volver al clasicismo de la economía del equilibrio, a la racionalidad del mercado, a las figuras de los circuitos monetarios. Pero, estos esfuerzos
son
vanos,
la
historia
es
despiadada, ingresa a las nuevas formas de la experiencia social, a las nuevas 49
formas de la producción, a las nuevas formas del capitalismo, a las nuevas formas del nuevo orden mundial, dando lugar
a
nuevas
intuiciones, nuevas
a
certezas,
nuevos
formaciones
a
nuevas
paradigmas, discursivas,
a
que
desplazan y enriquecen la arqueología del saber económico. Los
funcionaros,
los
técnicos,
los
ideólogos y los epígonos del periodo neoliberal, se cuelgan de esta formación discursiva,
relativa
económico,
deduciendo
prácticas políticas.
al
neoclasicismo de
ella
sus
El tono del discurso
político de quienes son responsables de las medidas económicas es dogmático. Acordes con la pretensión racionalista de que todo lo real es racional y todo lo racional es real, creen que su discurso neoclásico expresa la realidad, así como 50
que la realidad se reduce a los estrechos marcos de su visibilidad teórica. Vivimos el cuarto ciclo del capitalismo, el ciclo del capitalismo norteamericano, después de haber
vivido
el
ciclo
del
capitalismo
genovés, el ciclo del capitalismo holandés y el ciclo del capitalismo inglés. Nos encontramos en la tercera etapa de este último ciclo; es decir, la etapa financiera, siendo la primera comercial y la segunda industrial. Algo que caracteriza a las periodizaciones de los ciclos de capital es la formación de consorcios monopólicos. Según Fernando Braudel, el capitalismo se caracteriza, mas bien, por la formación de monopolios que por el libre mercado. Por
la
estructuración
de
relaciones
cerradas en el mundo económico. Donde la libre competencia es un cuento de hadas o, en el mejor de los casos, un acontecimiento vivido por los pioneros del 51
capitalismo. Este desfase entre el tiempo histórico
del
capitalismo
e
ideología,
sobre todo la ideología de libre mercado, entre temporalidad y discurso, es la marca de la diferencia entre historia efectiva y saber eficiente del poder. Desde la perspectiva de una teoría de las ideologías, se puede proponer ciertas hipótesis interpretativas acerca de las configuraciones ideológicas:
a) Las representaciones no son en ningún
caso
productos
espontáneos,
son
construcciones
orgánicas,
son
instituciones
sociales, constituidas en el devenir del imaginario social. Hablamos de un campo complejo de relaciones
52
entre lo real, lo simbólico y lo imaginario. b) Se puede considerar una distinción entre representaciones elaboradas de
manera
conscientes
más y
o
menos
representaciones
construidas de modo inconsciente. Ambos son
contextos investidos
representativos por
procesos
subliminales10. c) Los
procedimientos
descripciones
lógicos,
objetivistas
y
las las
prácticas científicas no escapan a la 10
Cornelius Castoriadis dice que: El objeto de la sublimación, aquello en lo que se inviste la energía en cuestión no es y no vale más que en y por su institución social, casi siempre efectiva, llegado el caso virtual. Equivale a decir que la sublimación es la investidura de una representación cuyo referente ya no es un objeto privado sino un objeto público, o sea, social. Cornelius Castoriadis: Sujeto y verdad en el mundo histórico social. Seminarios 10986-1987. La creación humana I. Fondo de Cultura Económica 2004; México. Pág. 120.
53
irradiación
ideológica,
pues
no
dejan de producir y reproducir de representaciones. sentido,
no
En
el
mismo
a
repetir
escapan
ciertos rasgos de la ideología en la medida que no dejan de construir sentidos. Todo esto tiene que ver con la institución de la sociedad moderna, institución social que crea y recrea individuos, supuestamente autónomos,
los
incorporan rigidez
mismos
estructuras
de
las
y
que cierta
instituciones
modernas. La imitación de estos procedimientos muy
bien
pueden
en
función
funcionar de
la
legitimidad social. d) Es posible una teoría crítica de las ideologías salgamos
siempre del
y
ámbito
cuando de
la 54
ideología,
sino
caemos
en
la
paradoja de Mannheim: La misma teoría de las ideologías termina siendo una ideología. La práctica ideológica
no
puede
descubrirse
desde adentro, tiene que pensarse críticamente desde un afuera. Para Paul Ricoeur, este afuera es la utopía. Se puede concebir, de una manera
más
espacios
del
ideología
se
radical,
que
desborde dan
de en
los la las
desterritorializaciones de la praxis y las contradicciones de la historia efectiva.
Desde
esta
perspectiva,
desde
el
horizonte que dibuja las hipótesis, vamos 55
a
abordar
la
crítica
del
discurso
neoliberal, crítica de la ideología tardía del capitalismo. Simson, en Estados Unidos, Nogaro, en Francia; y Einaudi en Italia, son los representantes y arquitectos reconocidos del discurso neoliberal11. Para ellos la historia económica puede diferenciarse entre economías centrales dirigidas y economías mercantiles. La última forma de organización económica expresa una manera de estructuración democrática, mientras
que
la
primera
desarrolla
variantes de un sistema totalitario, que 11
Aunque actualmente se habla mucho de Milton Friedman,
sin
embargo
Simson,
Nogaro
y
organizadores del discurso neoliberal.
Einaudi
fueron
los
Ver Historia de las
doctrinas económicas de Karataev Ryndinay Stepanov. Tomo II. Ciencias Económicas y Sociales. Editorial Juan Grijalbo 1964; México. Pág. 1149.
56
descarta el mercado regulador de precios. A los ojos de estos ideólogos, el mercado representa no solo el medio fundamental de garantía de una vida democrática, sino también es el símbolo de la democracia misma. Son, en cierto sentido, antikeynesianos, intromisión económico,
pues del
no
Estado
salvo
aceptan en
dentro
la
el
mundo
de
ciertos
límites. Al interior de los cuales el Estado debe garantizar la existencia libre del mercado.
¿Contra
quién?
Entre
otras
cosas, contra la tendencia económica a la monopolización. La libertad de empresa y la libre competencia son los axiomas primordiales en el diseño de una normal política económica. Como derivación de estos axiomas, ven en los desfases del sistema
monetario
una
enfermedad
peligrosa al interior de un organismo macroeconómico.
En
este
sentido, 57
proponen regular la masa de dinero en relación directa a la masa de mercancías en circulación. En la medida que la inflación es un fenómeno consecuente de la tendencia económica al monopolio, combaten la inflación recurriendo al libre cambio. Para ellos la oferta y la demanda definen
el
espacio
de
realización
económica. Es así que podemos decir que el neoliberalismo ve en la patología de la circulación las causas esenciales de la crisis.
Para el discurso neoliberal, la
economía boliviana, bajo el modelo de la acumulación estatal, es un caso más de la enfermedad económica provocada por la tendencia económica al monopolio y por
las
perturbaciones
de
orden
circulatorio. Haciendo periodo
una
comparación
definido por los
entre
el
años de
la 58
Revolución Nacional (1952-1964) y el periodo definido por la aplicación de políticas
de
shocks
y
de
ajuste
estructural, es visible la metamorfosis sufrida
por
parte
proteccionistas, convertido
de
quienes en
librecambistas. metamorfosis
los
los
antiguos se
han
novísimos
Las condiciones de esta se
encuentran
en
la
debacle del partido populista (MNR), en su división, en su conspiración interna, en su vocación golpista, en las prácticas clientelares, expandidas por el partido en lo ancho de la sociedad civil, en la descalificación distanciamiento
ideológica,
en
su
permanente
del
nacionalismo revolucionario, abriendo un vacío moral al interior, vacío que va a ser llenado por los billetes del empresario minero Gonzalo Sánchez de Lozada. En 1985
el
partido
no
sólo
va
a
ser 59
comprado por el empresario, sino que es convertido en una agencia publicitaria de las trasnacionales. La ideología neoliberal va a ser aceptada sin mayores trámites ni discusión. Los movimientistas, que es así como se les llama a los partidarios del Movimiento
Nacionalista
Revolucionario
(MNR), se convierten en los defensores recalcitrantes
más
celosos
de
la
privatización de la economía. No es que manejen del todo la teoría neoliberal; empero,
son
sus
más
empedernidos
practicantes. Después del paso por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada no
quedará
nacional.
nada Este
desaparecido
de
la
espacio o
se
economía habría habría
trasnacionalizado. En otras palabras, el régimen económico forma parte de un afuera, del exterior a la nación, de la economía mundial. 60
Uno de los principales blancos de la nueva
política
Corporación
económica Minera
es
de
la
Bolivia
(COMIBOL), entidad estatal centralizada y monopolio productor y comercializador de minerales. El ministro de planificación, del último gobierno de Paz Estensoro y el primero del periodo neoliberal12, justificó de
la
siguiente
manera
el
desmantelamiento de COMIBOL: Dijo que se
busca
atacar
la
excesiva
burocratización de esta entidad, así como a
la
innecesaria
Acompasando cambio
con
este una
centralización.
discurso mezcla
de
libre
local,
dijo
también que se trata de asignar una mayor
autonomía
regiones.
al
poder
de
las
Aunque estas elucidaciones
12
El ministro no era nada más ni nada menos que el mismísimo Gonzalo Sánchez de Lozada.
61
tengan que ver más con la forma de decir que
con
el
contenido
expresiones contundentes
del
discurso,
parecidas al
promulgación
fueron
momento del
de
decreto
descentralización
de
la de
COMIBOL.
Ciertamente la analogía entre la insidiosa discursividad
criolla
neoliberal
y
el
discurso del libre cambio sale a luz. A pesar de tratarse de un decreto de descentralización, monopolio derrumbando
estatal con
se
acaba de
esto
la uno
con
el
minería, de
los
mayores símbolos de la Revolución de 1952. Es evidente que una descentralización no significa
necesariamente
desestatalización;
las
una entidades
descentralizadas pueden, a su vez, ser estatales. La relación no se establece en 62
este sentido. de
la
La tendencia al monopolio
economía
capitalista
marcha
paralelamente a la centralización rigurosa de
los
mecanismos
económicos:
La
dirección unitaria, la distribución orgánica del capital, el nucleamiento del poder de decisión, son procedimientos, que podría decirse, necesarios al desarrollo tardío del capitalismo. En este sentido, se puede establecer un paralelo entre una política descentralizadora antimonopolista;
y en
una
política
última
instancia,
entre el decreto de descentralización y la tendencia
neoliberal
desmonopolización.
de
Mirando
así
las
cosas, no se puede reducir esta historia a sólo
casos
de
descentralización.
pasos En
este
hacia punto
la el
problema se abre a una doble variante: 1) ¿Hasta dónde se puede se puede hablar objetivamente de entidad nacional 63
con autonomía económica?, y 2) ¿En un Estado
unitario
y
descentralización
no
no
federal
significa,
en
la los
hechos, una desnacionalización? No como paso, sino de manera inmediata. Después
de
esta
forma
de
descentralización, que en la práctica es, mas
bien,
efectiva,
una los
desmonopolización
desnacionalización efectos
de
de
empresas
las
la
estatales, en una sociedad profunda, de un
país
periférico,
son
demoledores,
desde la perspectiva de la autonomía económica. Con la destrucción de las empresas públicas el Estado ha perdido definitivamente su autonomía económica. En relación a la segunda pregunta, es indispensable revisar los alcances de la teoría de la dependencia. Esta teoría supone una estructura de la división del 64
trabajo a escala mundial, que diferencia el centro de la periferia del sistemamundo capitalista. El funcionamiento de esta estructura produce desarrollo en el centro y subdesarrollo en la periferia. ¿Cómo escapar de esta condena, cómo romper la estructura de la dependencia, cómo
salir
del
círculo
vicioso
del
desarrollo? ¿Es una ilusión el desarrollo nacional?
¿Es
posible
la
autonomía
económica en los Estados subalternos? En todo caso fue una apuesta de los gobiernos
populistas
latinoamericanos
durante las décadas de los cincuenta y sesenta. No vamos a concentrarnos en los resultados empíricos, que son, mas bien, mezquinos y parecen repetir la historia de la dependencia por otras vías. Sin embargo, respecto de los cuales, se puede
aludir
políticas.
Es
a
las
inconsecuencias
preferible
evaluar
las 65
consecuencias teóricas de la teoría de la dependencia, aunque siempre teniendo como telón de fondo la experiencia de las políticas de sustitución de importaciones. Uno de los connotados teóricos de la teoría de la dependencia es André Gunder Frank13. Es conocida su tesis sobre el sistema-mundo capitalista, dividido entre centro y periferia. También es conocida su tesis derivada de la dependencia. Se trata de una relación perversa entre centro y periferia. La estructura de la dependencia
provocaría
dos
efectos
opuestos, dependiendo del lugar desde donde
se
reproduce
el
sistema
13
Ver de André Gunder Frank Latinoamérica: subdesarrollo o revolución socialista.
Filosofía.org.re/pch/1968/pdf. También, del mismo autor, ver Capitalismo y subdesarrollo en América Latina. Archivochile.cl/ideas Autores/gunderfa/gunderfa0006.pdf.
66
capitalista: Desarrollo y acumulación en el centro, subdesarrollo y desacumulación en la periferia. Esta estructura de la dependencia
es
la
que
explica
la
generación del subdesarrollo. Aunque el centro pueda extenderse y desprender otros centros derivados, atravesando la periferia, y estos centros recreen, a su vez,
sus
entornos
periféricos,
esta
extensión y distribución repetida, de la misma división entre centro y periferia, no dejan de reproducir la estructura de la dependencia opuestas; André
y
sus
empero,
Gunder
Frank
consecuencias complementarias. privilegia
una
perspectiva, que hace hincapié en la esfera circulatoria. Entonces de las tres esferas
del
modo
de
producción
capitalista, la relativa a la producción, la correspondiente a la circulación y la referida al consumo, destaca la segunda 67
para poder dibujar el diseño del sistemamundo capitalista.
Uno de los libros más
destacados, fuera del conocido sobre la teoría
de
la
Lumperburguesía:
dependencia, Lumpendesarrollo
es 14
.
Libro en el que muestra una de las estratificaciones claves de la estructura de la dependencia y del sistema-mundo capitalista,
dividido
entre
centro
y
periferia, es la burguesía intermediaria de los países periféricos. Se trata de una burguesía subalterna, que renuncia a competir con la gran burguesía del capital financiero
internacional,
acurrucarse disputarle
en al
su
capital
prefiriendo
localismo,
sin
internacional
ni
mercados ni inversiones. Hablamos de 14
Ver de André Gunder Frank Lumpenburguesía: Lumpendesarrollo. Dependencia, clase y política en Latinoamérica, 1972. Lumpenburguesía: Lumpendesarrollo. Dependencia de la clase política en Latinoamérica. Amauta.lahaine.org.
68
una
burguesía
mediatizadora
y
mendigante. Estrato dominante en su país periférico; empero la quinta rueda del carro en la maquinaria del capitalismo mundial.
La teoría de la dependencia de Gunder Frank ha sido criticada desde distintas posiciones. Desde posiciones marxistas ortodoxas,
que
no
aceptan
desplazamientos desde la teoría matriz a las nuevas categorías construidas, desde la perspectiva de la esfera circulatoria, dejando en una relatividad discutible la esfera de la producción. Quizás lo más interesante de este posicionamiento se encuentre
en
critica
visión
la
Heinz
Dieterich,
inclusiva
de
quien Gunder
Frank, al considerar éste como parte del 69
sistema capitalista a las formaciones que instaura el colonialismo, las formas de explotación basadas en la servidumbre y el esclavismo15. Para Heinz Dieterich sino hay relaciones capitalistas en el trabajo, si
no
hay
burgueses,
obreros, por
el
por
un
lado,
otro,
si
no
y
hay
relaciones salariales, no se puede hablar de relación capitalista, menos de modo de
producción
estricto.
capitalista,
en
sentido
Aparentemente la teoría de la
dependencia deja de lado la revolución teórica
de
Marx,
circunscribiendo
el
análisis en la esfera circulatoria, en el espacio delimitado por de los recorridos circulatorios. tiene
que
Otro tema de discusión ver
con
la
demarcación
planetaria del sistema-mundo capitalista, entre centro y periferia.
De acuerdo a
15
Heinz Dieterich: Relaciones de producción capitalistas en América Latina. Cultura popular 1978. México.
70
cierta ortodoxia, el modo de producción capitalista, como sistema económico es único e indivisible; se manifiesta, desde su constatación hegemónica, en todo el globo terráqueo.
Ocurre otra cosa si se
plantea el problema desde la perspectiva de las formaciones económico-sociales nacionales. Desde esta óptica no se trata de un modo sistemático, no se trabaja de manera abstracta la reproducción social de las relaciones de producción, sino que, se plantea el problema de la especificidad de la realidad histórica. En este sentido, se puede encontrar más de dos (central y periférico)
grupos
de
económico-sociales
formaciones nacionales,
dependiendo del particular proceso de articulación vivido por las conformaciones sociales. analítico
Se puede apreciar el aporte e
interpretativo
de
Gunder
71
Franck, situando dos niveles de la teoría de la dependencia:
1) Desarrollar el análisis del capitalismo en su fase imperialista a partir de las relaciones de dependencia, constituida entre un centro y periferia del sistemamundo capitalista. 2) Derivar en una tesis del desarrollo capitalista,
que
crea
subdesarrollo
y
dependencia.
En relación a la segunda variante del problema, habría que discutir antes la relación entre lo nacional y el Estado. Porque de lo que se trata de saber es: ¿Qué
es
lo
dependiente,
qué
es
lo
atrasado, el Estado o la nación o, quizás 72
ambos?
¿Es
el
país
como
campo
económico específico, compuesto por su distribución
y
sus
estructuras
determinadas? ¿Es el Estado compuesto por sus regímenes específicos, por áreas administrativas, jurídicamente
como
estructurado un
equilibrio
de
poderes, articulado al ejercicio práctico de las dominaciones polimorfas? Yendo un poco más lejos, también podríamos hacernos
la
siguiente
pregunta:
¿Se
puede hablar del atraso de la sociedad? Empero, si aceptamos esta pregunta, respecto a qué parámetros podríamos decir que una sociedad es atrasada. ¿Referentes
económicos,
sociológicos,
culturales? ¿La solución metodológica es optar por indicadores de la estadística social? Como se puede ver, es discutible la misma tesis sobre el subdesarrollo, sobre todo cuando se comprende estos 73
problemas,
vinculados
a
las
características descriptivas del sistemamundo capitalista. Al
respecto,
estrechando
nuestra
discusión a la relación entre Estado y nación, habría que escapar a la voluble comparación e inconsistente analogía que establece la equivalencia entre Estado y nación. Lo nacional no necesariamente es estatal, aunque el Estado adquiere una connotación
territorial
nacional.
Por
cierto, delimitar lo estatal y lo nacional no es una tarea de orden filosófico; es de orden histórico-político. Al tratarse de formaciones sociales, de estructuraciones sociales historiables, será la cartografía de sus espaciamientos y territorialidades, la delimitación de los campos de sus localizaciones, expansiones,
de
de
sus
la
ubicación
propias de
sus 74
conmensurabilidades, de sus volúmenes, de sus densidades y de sus movimientos específicos,
lo
que
permitirá
el
cumplimiento de esta tarea geográfica. Sin embargo, la filosofía no está ausente en ésta distinción, ella se esconde en las definiciones, cuando se piensa en cierta forma de desciframiento histórico, cuando se
ratifican
las
medidas,
cuando
se
volúmenes,
cuando
se
cuando
se
configuran
los
palpa
densidades,
las
y
ordenan los movimientos estratégicos. La
filosofía
se
manifiesta
desde
el
comienzo mismo; ¿Qué otra cosa es el criterio diferenciador de la limitación sino concepción filosófica de la separación, de la
escisión?
Después
consideraciones, preguntarnos
de
estas
deberíamos acerca
de
las
75
configuraciones
filosóficas
de
los
discursos sobre lo nacional16.
Rescatamos de este ensayo la crítica del proyecto neoliberal, que se comenzaba a implementar justo ese año, 1985. No como
denuncia
de
la
“conspiración
neoliberal”, como acostumbra a hacer la “izquierda”,
sino
como
crítica
de
la
economía política, en su versión tardía, y crítica
de
la
“ideología”
neoliberal.
Creemos que es válida su interpretación del neoliberalismo, como discurso en la 16
Ver de Raúl Prada Alcoreza Arqueología del discurso económico. A propósito de la metafísica de los valores: La crisis económica y las medidas políticas. Episteme; La Paz 1985.
76
fase financiera del ciclo del capitalismo vigente. Por otra parte, de la misma manera, estamos de
acuerdo con
la
apreciación de las contradicciones en la concepción económica neoliberal, que al configurar
un
fundamentalismo
de
mercado, no logra ver, está muy lejos de hacerlo,
que
necesariamente
el al
capitalismo, monopolio
y
lleva a
la
centralización. Que, desde esta evidencia empírica, no existe el mercado perfecto, salvo en sus cabezas metafísicas, aunque se trate de una metafísica simple e instrumental. Así también apreciamos la lectura singular de la singularidad de la mezcla del discurso neoliberal en boga y la
astucia
criolla.
Por
otra
parte,
coincidimos, ahora, con la crítica de la ortodoxia marxista y la aproximación al aporte de la teoría de la dependencia.
77
¿Qué
diferencias
nuestras
tendríamos,
interpretaciones
desde
actuales
y
aquélla interpretación crítica? Fuera de lo que
resulta
obvio,
fuera
de
nuestra
incursión en el pensamiento complejo, qué además supone nuestra crítica del marxismo como una nueva “ideología”, retomando la paradoja de Mannheim, concebimos capitalista
ahora como
el
una
sistema-mundo complejidad
de
espesores y planos de intensidad, no solo del campo económico, sino de distintos campos, por así decirlo, y espesores, no económicos. Además ponemos en duda el poder
seguir
nombrando
la
realidad
social, que se nombraba como históricaeconómica-social-política, denominamos,
ahora,
que tejido
espacio-
tiempo-territorial-social, como sistema78
mundo capitalista, pues la complejidad no es interpretable, desde las connotaciones del
concepto
reducido
o
capitalista,
que
sigue
a
sus
circunscrito
interpretaciones economicistas.
Otra diferencia que debemos anotar es respecto a nuestra posición actual sobre la
descentralización
y
la
autonomía.
Después de la Asamblea Constituyente, en el mismo proceso constituyente, sobre todo, después de la restauración del Estado-nación, por parte del gobierno neo-populista, después de la preservación del centralismo, del desmantelamiento de la
Constitución
desmantelamiento,
y, de
en la
este
anulación
efectiva del pluralismo autonómico, sobre todo,
de
las
autonomías
indígenas-
originarias, queda claro, que, en aquél 79
entonces, nos dejamos llevar por un debate no solamente “ideológico” contra los
supuestos
“autonomistas”,
las
oligarquías regionales, sino un debate falso.
Los
“autonomistas”
no
eran,
ciertamente autonomistas, desconocían el concepto y los alcances teóricos de una gran tradición de las luchas libertarias, en el país, de las luchas descolonizadoras de los pueblos indígenas. Los del MAS decían defender la soberanía nacional contra el proyecto
separatista
de
la
oligarquía
cruceña; sin embargo, se ha visto, en la historia política reciente, que el gobierno progresista es el mejor gobierno de la burguesía
boliviana,
en
burguesía
agroindustrial
ella,
de
la
cruceña.
El
gobierno está más cerca del prejuicio político de la burguesía que del concepto constitucional
de
Estado
Plurinacional
comunitario y autonómico. La autonomía 80
pluralista
y
la
descentralización
políticamente,
son,
indispensables
y
coherentes, además de necesarios, en el sistema
político
de
la
democracia
pluralista, de la democracia participativa, directa, comunitaria y representativa.
Estas anotaciones las tenemos en cuenta cuando evaluamos la crítica de Joseph E. Stiglitz a la globalización, en su versión y hegemonía neoliberal. El premio nobel de economía efectúa una crítica honesta, transparente, a partir de su experiencia como
asesor
presidencial,
como
vicepresidente del Banco Mundial y de sus debates con el FMI. Sus descripciones del comportamiento, de las conductas, de las
concepciones
dogmáticas
y
fundamentalistas del FMI son elocuentes e
ilustrativas.
Además
de
ofrecernos 81
anécdotas,
que
expresan
persuasivamente lo que ocurrió y sigue ocurriendo, en lo que respecta a la repetición abstractas
recurrente y
generales,
de
recetas
como
salidas
monetaristas a la crisis económica, a la crisis financiera, que, en realidad, de acuerdo a Robert Brenner, es crisis de sobreproducción17.
Las
anécdotas
nos
muestran figurativamente la estructura de poder del FMI.
El libro de Stiglitz El malestar de la globalización18
es
una
de
las
pocas
críticas fuertes, solventes, descriptivas,
17
Ver de Raúl Prada Alcoreza Crítica de la economía política generalizada. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. Dinámicas-moleculares.webnode.es/critica de la economía política generalizada. 18
Ver de Joseph E. Stiglitz El malestar de la globalización. Debolsillo. Barcelona 2015.
82
económicas y políticas, a las políticas neoliberales aplicadas globalmente, como si se tratase de un mundo homogéneo, equivalente a la imagen abstracta de la teoría económica neoliberal; teoría simple y circunscrita. Stiglitz no es radical, no se le
puede
atribuir
una
“ideología”
de
“izquierda”, a pesar de sus ponderaciones del Estado de bienestar, del mismo papel del Estado, que lo aproximan, mas bien, a la herencia keynesiana. No deja de considerar algunos aspectos positivos del FMI, también del dogmatismo neoliberal, ciertamente, en el contexto completo de sus
desaciertos.
Esta
posición
en
la
distribución del campo económico, del campo de la teoría económica, así mismo de la “ideología”, lo hace sugerente. Podemos decir que se trata de una crítica desde
adentro,
desde
la
barriga
del
monstruo, el sistema-mundo capitalista, 83
sobre
todo,
desde
sus
mallas
institucionales, convertidas en el orden mundial de las dominaciones polimorfas. Esto lo hace más sugerente todavía. Stiglitz es un profesional, un investigador, un economista, que cree en el desarrollo, que cree que es posible el desarrollo; que lo que ha fracasado no es el desarrollo o la posibilidad del desarrollo, sino las políticas impuestas por el FMI, por las potencias dominantes, que han inducido o,
mejor
dicho,
obligaciones
y
impuesto
como
mandatos,
ajustes
estructurales a los países “en desarrollo”. Países que pedían apoyo del FMI, para obtener financiamiento, que pueda cubrir su déficit, su carencia de capitales, en momentos agudos de crisis económicas y sociales
concretas.
Estas
políticas
neoliberales, basadas en la privatización, la
liberación
de
los
mercados
y
la 84
austeridad, mas bien, habrían, en la mayoría de los casos, empujado a la recesión; es decir, al ahondamiento de la crisis, arrastrando a las mayorías de las poblaciones a la miseria, ensanchando abismalmente la diferencia entre ricos y pobres; empujando a los “países en desarrollo” al subdesarrollo, en vez de lograrse el desarrollo.
No nos interesa, ahora, disentir con esta concepción desarrollista; esta crítica de la economía
política
del
desarrollo
la
expusimos antes19; lo que importa es sacar
las
consecuencias
analíticas,
críticas, teóricas y políticas, de la crítica de Stiglitz, de sus descripciones; pero, también,
en
conclusiones. 19
este
caso,
de
sus
Queda
claro
que
no
En Crítica de la economía política generalizada. Ob. Cit.
85
compartimos sus premisas, su paradigma teórico. Pero esta no es la discusión, sino la relativa al balance efectuado, por el autor, de la globalización, de las políticas de ajuste estructural, de sus lamentables logros, del FMI. Importa esto no solo por las connotaciones teóricas y políticas, sino también porque el FMI persiste, en la actualidad, con la misma receta, no solo en los países periféricos, sino también en países europeos, a los que empuja al abismo.
Desde nuestra lectura, ordenando por categoría sus conclusiones, diremos que la conclusión más significativa es la que califica de colonial la relación del FMI con los países usuarios “en desarrollo”. La segunda conclusión en categoría, nos parece
que
es
la
que
califica
la 86
concepción
operativa
del
FMI
como
fundamentalismo de mercado. El creer que todo lo resuelve el mercado, la mano invisible del mercado, cuando un mercado perfecto no existe, sino, mas bien, se requiere en ciertas áreas la participación del Estado. que
ver
La tercera conclusión, tiene con
la
ineptitud
de
los
profesionales, especialistas, doctores, del FMI,
de
entender
mundo
cómo
efectivamente,
funciona de
el
cómo
funcionan, en concreto, las economías de los países. De reducir al mundo y a los países a un cuadro simple y abstracto de oferta
y
demanda,
de
equilibrio
macroeconómico. La cuarta conclusión, es que la burocracia del FMI ni se inmuta ante
los
políticas persiste
sucesivos
fracasos
implementadas; tercamente,
prepotencia
altanera,
mas
segado que
de
sus bien,
por
supone
una su 87
inefabilidad. La quinta conclusión, que no por quinta no es la menos importante, sino, hasta quizás la más importante, es la que devela que al FMI no le interesan para nada sus efectos destructivos en las sociedades, en su cohesión social, y en la gente; no le interesan los estragos que causa en la gente sus políticas.
Estas cinco conclusiones son cardinales en la comprensión e interpretación del orden
mundial,
que
nombra
como
globalización, que funciona a partir de instituciones internacionales, distanciadas de las sociedades concretas y de los pueblos,
apegadas
a
su
mundo
de
representaciones, divorciadas del mundo efectivo. Interpretación, a la que no le vamos
exigir
apreciamos
radicalidad, por
su
sino
que
honestidad, 88
transparencia; sobre todo, por describir un cuadro ilustrativo e iluminador de las fuerzas dominantes en el mundo, de cómo funcionan, de cómo operan, a partir de
qué relaciones
de
dependencia y
subordinación, respecto a estados, que deberían ser soberanos; empero, el FMI no los considera, en el fondo, como tales. Sino los reduce a usuarios obedientes.
En
un ensayo
consecuencia
de
anterior la
sacamos
lectura
del
una libro
mencionado de Stiglitz20, dijimos que para él la globalización como tal no se llega a dar, debido a las desigualdades desatadas por estas políticas dogmáticas 20
Ver Arenas deleznables, suelos inconsistentes. Dinámicas moleculares; La Paz 2016. Dinámicas-moleculares.webnode.es/arenas deleznables suelos inconsistentes.
89
neoliberales, debido al truncamiento, en la práctica, del desarrollo deseado por y para los “países en desarrollo”. Que la globalización lograr el
como
tal
corresponde
a
desarrollo, en sus distintas
transiciones singulares, dependiendo de los
contextos
consecuencia
de
cada
tiene
país.
Esta
alcances
de
connotación teórica y política fuerte. Es posible la globalización, que nosotros nombramos como integración, es posible una gobernanza mundial, aunque él siga suponiendo la necesidad de los Estadonación, en tanto que nosotros hablamos de la gobernanza mundial de los pueblos. A
condición
de
que
los
organismos
internacionales operen como apoyo, no como
maestros,
ni
nuevos
colonialistas,
saberes
de
los
como
déspotas,
rescatando
países,
apoyando
los la
90
formación
de
consensos
en
las
transiciones.
Claro
que
la
gran
diferencia
con
la
interpretación crítica de Stiglitz radica en su concepción positiva del capitalismo, que considera, aunque no lo exprese abiertamente, sentido
de
como
realidad,
naturalidad,
en
y
el
nuestra
interpelación crítica y activista contra el capitalismo, el sistema-mundo capitalista, en todas sus formas y variantes, sus formas dominantes financieras, su forma especulativa adquirida y su exacerbada desmesura hemos
extractivista.
dicho
entablar
antes,
esta
no
Pero, se
discusión,
como
trata
de
bastante
conocida, sino de ponderar el alcance y la irradiación de una crítica desde la teoría económica,
de
herencia
keynesiana, 91
desde la experiencia, desde la apreciación de realidades concretas de los países, sus economías y sus dramas.
Stiglitz distingue los papeles del BM y del FMI. El primero, encargado de promover el desarrollo de los países “en desarrollo”; el
segundo,
económico
encargado mundial.
Algo
ciencia
cierta,
sabíamos,
a
distinción
era
miembros
de
mismo
del
notoria estas
Stiglitz,
a
equilibrio que
no
que esta de
los
instituciones,
del
sobre
ojos todo,
de
las
repercusiones diferenciales del ejercicio de
ambas
instituciones.
Nos
hemos
acostumbrado a meterlas en la misma bolsa. Distinguirlas, para nosotros, no quiere decir que el BM escaparía a la crítica, sino que es indispensable, desde nuestro punto de vista, no solamente en 92
el sentido de comprender la complejidad, sino
comprender
la
composición
diferencial del orden mundial, de su malla institucional,
de
sus
económicos y financieros.
dispositivos No hacerlo
equivale a reproducir dogmatismo, por el lado
de
la
“izquierda”,
fundamentalismos
como
expresados,
por
los el
lado de la “derecha”. En pocas palabras, es no solamente apostar a abstracciones desoladoras e inútiles, sino, lo peor, a derrotas.
Del texto citado de 1985 nos interesa también la crítica de la metafísica de la economía. En aquel entonces hablaba de metafísica en el sentido de la crítica de Jacques Derrida a la metafísica, a la historia y a la semiología; metafísica que se hacía carne, por así decirlo, en las 93
formas de dominación transversales, que nombraba
como
falo-centrismo,
fono-
centrismo
y
logo-centrismo.
La
metafísica, entonces, era concebida por Derrida y por nosotros, compartiendo la tesis, como vaciamiento, como narrativa civilizatoria dominante, que excluye la escritura
como
gramatología,
danza,
como
como
diferencia,
como
espesor, como cuerpo.
Cuando
calificábamos
neoliberal
como
parte
al
discurso
del
discurso
metafísico de la economía, discurso, que nos parecía y nos sigue pareciendo como más elemental, en comparación con otras teorías
económicas,
por
así
decirlo,
burguesas, aunque ya no compartimos estas reducciones, sin necesariamente considerar al marxismo, que, en efecto, 94
tiene en común mucho con estas teorías, su
economicismo,
su
determinismo
económico, lo hacíamos, en el sentido definido más arriba.
Al leer a Stiglitz, en El malestar de la globalización, recordaba este texto de 1985, pues el autor de El malestar nos muestra
ilustrativamente
anecdóticamente
la
y
manifestación
patente de esta metafísica. En el texto mencionado, metafísico
de
consideraba, metafísica ensayo
de
Crítica
y
del
la
además, violencia, Derrida
discurso
economía,
se
la
de
relación
retomando
sobre
al
Emmanuel
Levinas, de su ontología critica de la violencia21.
Es
esta
tesis
la
que
desarrolla Derrida; la metafísica, como él 21
Jaques Derrida: Escritura y diferencia. Anthropos. Barcelona.
95
la
concibe,
solo
es
posible
por
la
efectuación demoledora de la violencia; violencia
del
violencia
sigo
del
acontecimiento, contra
la
contra
el
logos
contra
violencia
mujer.
símbolo,
del
Violencia
el
hombre
del
poder
contra el cuerpo. Aunque suene todo esto muy
teórico,
nos
parece
esta
interpretación consecuente, pues hace hincapié
en
concomitante,
la
relación
entre
profunda,
economía
y
violencia; es decir, en el ejercicio y efecto del
poder,
despliegue
de
las
dominaciones efectivas y polimorfas.
En lo que respecta a la Crítica de la economía generalizada, concebimos la complejidad, sinónimo de realidad, en este tejido, el sistema-mundo capitalista como
una
integración
articulada
y 96
dinámica
de
múltiples
economías
políticas, que valorizan lo abstracto y desvalorizan
lo
concreto,
sustentando
plurales fetichismo y lo que podemos denominar la “ideología” generalizada. En consecuencia, lo que se nombra como capitalismo, no puede explicarse desde el plano de intensidad económico, sea la teoría que sea la que interpreta, pues este plano de intensidad económico no es autónomo, ni está autonomizado, como supone la ciencia económica, también la sociología,
sino
articulado
a
que
se
múltiples
encuentra planos
de
intensidad y espesores de intensidad. Este desplazamiento hacia la perspectiva de
la
complejidad,
interpretaciones
complejas
social
en
presente
la
implica del
tejido
simultaneidad
dinámica.
97
Mentalidades reaccionarias
98
En todo este tiempo, del periodo y los ciclos de los “gobiernos progresistas”, hemos desplegado nuestra crítica de las formas
populistas,
también
socialdemócratas; en unos casos, con pretensiones de socialismo del siglo XXI; en otros casos, con pretensiones de socialismo comunitario; en otros, como herencia del “peronismo consecuente”. La crítica
se
basa
contradicciones cambio”.
y de
Dejamos
ausculta los
en
las
“procesos
de
claro,
desde
un
principio, que la mejor defensa de los llamados crítica;
procesos algo,
entienden aduladores,
que, los de
de
cambio
es
ciertamente, celosos los
la no
llunk’us, “gobiernos
progresistas”, de sus líderes y caudillos, algo que no entienden la intelectuales apologistas de estos gobiernos, a los que consideran la expresión acabada de la 99
“revolución”,
que
se
hace
carne,
al
retornar, en los símbolos saturados de estos mitos, del retorno del mesías, ahora, convertido en libertador, en el preclaro
político
de
masas.
Antes, y
acompañando a la crítica de los gobiernos progresistas, mostramos que el problema de estos gobiernos es que tienen más parecidos
y
proximidades
con
los
gobiernos derrocados neoliberales, que con
sus
propias
constituciones
y
la
imagen montada por la propaganda y la publicidad.
Con
esto
quedaba
claro,
esperemos, que la crítica de los gobiernos progresistas, de sus contradicciones, de su apego al poder y a la simulación, de ninguna
manera,
reconocimiento derrocados, menos
del
darles
a
significa los
proyecto alguna
un
gobiernos neoliberal,
razón
a
su
proyectos de retorno, de restauración. Al 100
contrario, en la medida que la crítica de los gobiernos progresistas adquiere el alcance de la crítica de las genealogías del poder, esta crítica se convierte en crítica demoledora a los que fueron los portadores históricos de las dominaciones de clase.
Si se hizo la crítica a las “izquierdas”, por así decirlo, usando un término cardinal que
no
compartimos,
como
hicimos
conocer en varios escritos, sobre todo recurriendo a un método de exposición y búsqueda
ilustrativa,
esperaba
un
consecuente,
es
porque
comportamiento menos
se más
usurpador,
una
conducta más honesta, aunque fuese reformista, menos tramposa. En todo caso,
las
trasfondo
“izquierdas” la
tienen
experiencia
como
social,
el 101
aprendizaje popular, la enseñanza de las luchas. Sus discursos, suponen un saber que emerge de la experiencia social: saber más próximo, en todo caso, a lo que se llama realidad. En cambio, las “derechas”
tienden
a
descartar
experiencia
social,
se
basan
la casi
exclusivamente en el saber institucional, saber momificado y cristalizado como verdades de mármol. Los conservadores, lo
que
se
llama
comúnmente,
la
“derecha”, se inclinan a no aprender, sino a querer enseñar las grandes verdades de las dominaciones, ancladas en el tiempo pasado.
Por
esto,
dicen
menos,
al
aprender muy poco de las experiencias políticas.
Claro
siempre
las
que
hay;
hay
excepciones,
empero,
son
tan
escasas, que influyen muy poco, en el decurso de las conductas repetitivas de esta “derecha”. 102
Para encontrarnos con las singularidades referenciales
de
lo
que
ocurre,
nos
referimos concretamente a las conductas de la “derecha”, después de sus victorias electorales en Argentina y Venezuela. Esta “derecha” cree - eso es lo que sorprende,
de
aprender,
incluso
defienden
sus
su
incapacidad
para
suponiendo
que
intereses
y
quieren
perdurar en el poder -, que se trata del retorno
a
lo
mismo,
a
su
dominio
indiscutible, derivado de sus privilegios económicos, de sus monopolios sobre la tierra, de sus monopolios financieros, de sus relaciones de subordinación a las estructuras de poder del orden mundial, a las estructuras de desposesión y despojo de las empresas trasnacionales. Creen que el enojo popular ante los dirigentes 103
populistas, por no haber cumplido con sus
constituciones,
con
el
proyecto
discursado, equivale a un reconocimiento de sus amos; estos señores de pinta y elegancia, que conocen muy poco de sus pueblos.
Están
completamente
equivocados; no conocen al pueblo, no entienden los procesos inherentes en sus países, en la región, en el continente y en el
mundo.
Se
mueven
en
la
pura
“ideología” señorial. Si han ganado las elecciones es como un castigo del pueblo a los usurpadores de la movilización social, a los que se enamoraron del poder y de su propia imagen en el espejo. La torpeza de lo que hacen en los primeros días de gobierno de “derecha” señala su profunda debilidad, también devela sus acostumbrados
miedos.
El
pretender
gobernar con directores de empresas privadas,
más
aún
con
profesionales 104
ligados a las empresas trasnacionales, el pretender hacer lo mismo, el proyecto neoliberal, proyecto que efectuaron los anteriores
gobiernos
neoliberales,
anteriores a los “gobiernos progresistas”, es no entender que precisamente eso, la privatización,
el
ajuste
estructural,
encendió la chispa, la chispa incendió la pradera; el pueblo se alzó, hizo bloqueos, como la de los piqueteros, salió a las calles con cacerolas, y termino tumbando a los representantes y gestores sumisos del proyecto neoliberal. Es como que se quisiera tercamente que la historia se repita; solo que lo hace en distintas formas. Estas actitudes gobernantes, que muestran
más
prepotencia
y
escasa
sabiduría, manifiesta claramente, que las clases dominantes, su expresión política, no ha aprendido nada.
105
En
Venezuela
la
“derecha”
victoriosa
parece ser mucho más torpe y hasta grotesca. Lo primero que se les ocurre hacer es sacar los cuadros de Hugo Chávez y Simón Bolívar, además de anunciar su intención de pedir la renuncia del presidente electo. ¿Qué es esto? ¿Venganza, odio, miedo o desprecio? En todo caso muestra no solo la falta de tacto,
sino
la
estupidez
llevada
al
extremo. ¿Acaso de esta forma lograran sus objetivos, desacreditar al caudillo, a la
república,
a
la
Constitución
bolivariana? ¿Acaso esto les ayuda a perdurar en el poder? Cuando con toda evidencia son un Congreso mayoritario, pero
débil,
sin
cohesión
política
e
“ideológica”. Si criticamos la obsesión represiva del gobierno bolivariano, siendo 106
mayoría,
teniendo
la
mayoría
del
Congreso, gozando de legitimidad, de una legitimidad
que
nunca
“derecha”,
salvo
en
tendrá las
alguna
perversas
situaciones de fanatismo colectivo, como en el caso del nacismo y el fascismo, pues esta inclinación a la violencia, no hace
otra
cosa
que
reinventar
al
enemigo, cayendo en el circulo vicioso del poder. Con más razón, la crítica demuele los
prejuicios
irreflexivos
de
esta
“derecha”, que sigue considerando que el poder
le
“natural”.
pertenece, Si
la
como
crítica
se
herencia encarga
deconstruir y diseminar las formas de poder, las formas de las dominaciones, precisamente es esta “derecha” la que ha encarnado las instituciones tradicionales y oprobiosas del poder. El problema es que las
“izquierdas”
han
asimilado
rápidamente apegos parecidos al poder, 107
en vez de sacar las consecuencias del aprendizaje de las luchas. El poder no es una herencia que hay que preservar, sino una herencia que hay que destruir.
Puede ser que los “progresistas”, los populistas, sus llunk’us, aduladores, sus apologistas, digan: ya ven, ustedes les han dado la victoria a la “derecha”, vean lo que hacen, ustedes son los culpables. Sorprende que no sepan, no puedan, no quieran,
hacerse
la
autocrítica.
Confunden la autocrítica con la repetición autocomplaciente del mismo justificativo; la conspiración explica su derrota, la guerra económica explica el descontento popular.
Están
“ideología”, mecánica abstracta
no
y y
enceguecidos pueden
dinámica de
los
de
por
la
visualizar
la
la
maquina
agenciamientos 108
concretos de poder. No pueden darse cuenta que no han tomado el poder sino que el poder los ha tomado.
Ellos,
populistas, “progresistas”, “socialistas del siglo XXI”, “socialistas comunitarios”, lo que quieran llamarse, han construido su derrota, al reproducir, aunque con otro discurso, las prepotencias del poder, los imaginarios
delirantes
de
creerse
los
“libertadores”, a quienes el pueblo les debe obediencia; este narcisismo dibuja claramente realidad.
a Al
los
nuevos
reproducir
amos, las
en
formas
jerárquicas, representativas y delegativas de
la
democracia
restringida,
formal,
liberal, institucionalizada, a pesar de lo que digan los discursos. Al expandir intensamente
el
modelo
colonial
extractivista del capitalismo dependiente. Al
expandir
relaciones
expansivamente
clientelares,
las
las
relaciones 109
corrosivas y las proliferantes formas de la corrupción.
Si usamos una hipótesis exagerada en sus connotaciones, que, sin embargo, ayuda a ilustrar, diríamos, que, en el fondo, de una manera un tanto intuitiva, sin
lograr
racionalizar,
narración,
el
pueblo,
convertirlo que
se
en ha
movilizado, otorgando el impulso político a
estas
expresiones
populistas
y
“progresistas”, se ha dado cuenta que no está ante sus compañeros de lucha, con estos gobiernos, sino con los nuevos amos,
que
se
diferencian
de
los
anteriores por sus discursos, los símbolos abusados, medidas
además sociales
de
unas
cuantas
favorables,
medidas
indispensables, estratégicas, al principio,
110
de recuperación de la soberanía, con las nacionalizaciones.
Ahora,
los
populistas,
desesperadamente popular,
para
a
defender
la
llaman
movilización la
revolución,
cuando, antes, cuando se veían a sí mismos
fuertes,
pretensiosamente
inmunes,
incluso
“vanguardia”,
se
comportaron burocráticamente frente a las comunas, que, eran, prácticamente las formas materiales de la autogestión social. Ahora, después de haber perdido las
elecciones,
lanzan
un
plan
de
emergencia, pidiendo aprobación a un Congreso dominado por la “derecha” en dos tercios.
La pregunta es clara
esperada: ¿Por qué recién? de
castigarlos,
como
sus
y
No se trata apologistas
hacen: ya ve, miren lo que ha ocasionado 111
su
voto
castigo.
No
es
este
comportamiento inmaduro el que puede ayudar a salir del atolladero. No se trata de
decir,
de
ninguna
manera:
tarde
reaccionas, tú te la buscaste. Sino de aprender las lecciones de las historias políticas, de aprender de las experiencias atiborradas
de
la
política
practicada,
aprender las grandes enseñanzas de la historia política de las luchas sociales, emancipativas y liberadoras. Se trata de comprender a cabalidad que la única energía,
la
que
se
realiza
como
acontecimientos, la que conforma las realidades, en todas sus complejidades, es el ejercicio de la potencia social. En lo que
respecta
institucionalizada,
a a
la la
sociedad institución
imaginaria de la sociedad, el Estado, a las formas concretas de dominaciones, sobre todo a esas odiadas formas de gobiernos, 112
reproducidas producto
por
de
la
las
“derecha”, fuerzas
es
sociales
capturadas por las mallas institucionales. Si se dan lugar desplazamientos, hasta rupturas políticas, como las revoluciones, se debe a la potencia social, creativa, inventiva;
se
debe
a
las
sociedades
alterativas, que son la matriz magmática de
los
decursos,
histórico-políticos,
que
denominamos
que
sostienen,
la
provisionalidad engreída de la sociedad institucionalizada. Que la única manera de salir del circulo o los círculos viciosos del poder, que hacen a la historia, es liberar la potencia social, de las capturas institucionales,
de
la
“ideología”
generalizada, que fetichiza el poder, el Estado, los mitos políticos, a los caudillos mesiánicos.
Capturas
institucionales,
“ideología”, fetichismos, mitos, símbolos patriarcales,
que
se
sostienen
en
la 113
economĂa polĂtica generalizada. Liberar a la
potencia
social
de
toda
malla
institucional, pretendidamente realizada, lograda, como verdad y orden; lo que implica, liberarla de las formas banales, miserables,
de
los
gobiernos
de
“derecha�.
114
La concepciĂłn deportiva de la polĂtica
115
Parece que es cierto lo que dicen los críticos de la globalización, asistimos al mundo de la banalización, del encanto estridente
de
lo
superfluo.
De
las
imitaciones desteñidas y sin gracia. De los juegos de abalorios, de la proliferación de los montajes y las simulaciones, la promiscuidad de lo artificial, convertido en lo importante, a fuerza de decretos y elocuencias demagógicas. La política, en sentido restringido, es decir, la política institucionalizada,
parece
sufrir
escandalosamente de esta decadencia. Al parecer, a partir de un determinado momento,
las
luchas
hablamos
de
las
políticas,
auténticas
y
no
luchas
políticas, por así decirlo, aquellas ligadas o correspondientes a la lucha de clases, sino tan solo de las luchas partidarias. Es otras palabras, sobre todo a las luchas electorales, en el marco de la democracia 116
liberal. Por lo menos, antes, de ese momento
de
decadencia,
las
luchas
políticas no dejaban de ser “ideológicas”. Se hacía esfuerzos por argumentar y justificar la posición. Ahora, no. No hay tal esfuerzo ni esmero por argumentar; sino
una
desesperada
y
alborotada
publicidad, adelantándose a descalificar, a
denigrar,
al
considerado
enemigo
político. Para esto, no se requiere de “ideología”, que no la tienen, por lo menos, de manera consiente o asumida, sino
de
la
presunción
deportiva
de
haberse puesto la camiseta del partido. Entonces,
como
en
todo
equipo,
los
hinchas se fanatizan por el color y el nombre del
equipo;
pueden
llegar a
peleas en las graderías, defendiendo el honor del gran equipo; pueden odiar apasionadamente contrincante
al
clásico.
otro
equipo,
Todo
al
esto, 117
obviamente,
no
se
basa
en
sólidas
convicciones, tampoco, menos, en sólidos argumentos. Lo que si hay son pasiones. Es tan solo el tomar partido por los equipos, que no se diferencian mucho, salvo
en
lo
relativo
a
las
ventajas
comparativas de la presencia de mejores jugadores, de un buen técnico, de una mejor organización y administración, que otros equipos. De la misma manera, la lucha política se ha reducido a esto, a la competencia deportiva.
En el marco de la política restringida; unos, en este caso, los oficialistas, se declaran de “izquierda”, aunque no se sabe por qué, salvo las pretensiones, sostenidas por salir de las organizaciones sociales o haberse trepado a la cresta de la ola de la movilización social, donde no 118
participaron, declaran a sus enemigos de “derechistas”, que tampoco se sabe por qué, pues en relación a su concepción de poder
y
parecen prácticas ponerse
de
gobierno,
mucho;
repiten
oprobiosas. la
mas las
Basta
camiseta
de
un
bien,
se
mismas esto, color
el y
ponerles la camiseta de otro color a sus enemigos, para considerar que lo que dicen y hacen es de “izquierda”, mientras lo que dicen y hacen los otros es de “derecha”. Puede que haya diferencias, sobre todo, a un principio de gestión gobierno, con
la
respecto soberanía,
al
comportamiento
con
los
recursos
naturales, con los temas sociales, los derechos colectivos; empero, esto solo es una fase, la primera, cuando no es fácil desentenderse
de
la
corroboración
popular. Cuando se consolidan en el gobierno, en la medida que ya se ha 119
instituido el color del equipo, el nombre del equipo, y se lo ha declarado por decreto, sino es por ley, de que es de “izquierda”, por orden institucional, no se tarda en hacer lo mismo que hicieron sus enemigos, el equipo de “derecha”. No salen del marco establecido por el orden mundial de las políticas monetaristas. Desnacionalizan lo que nacionalizaron, juegan a la bolsa, compran acciones; llaman a esto la continuación del “proceso de
cambio”.
concesiones
Mientras
mineras
trasnacionales
a
entregan
las
empresas
extractivistas,
en
condiciones onerosas para el país. Se declaran
“antiimperialistas”
a
voz
en
cuello, en tanto que le siguen entregando al imperialismo las materias primas; justo lo que quiere y necesita. Aunque lo hagan en condiciones que mejoran los términos de referencia del intercambio; pero, no 120
en todos los rubros; solo en algunos. Por ejemplo, pueden mantener una política de mejorar los términos de intercambio en los hidrocarburos; empero, mantienen una
compulsión
entreguista
y
subordinada en lo que respecta a los minerales.
Los
llamados
“antiimperialistas” siguen al pie de la letra las políticas y reglas impuestas por el sistema financiero internacional, en una etapa donde el capitalismo financiero es dominante y hegemónico en el ciclo vigente del capitalismo. Aunque se pueda aceptar ciertas diferencias, el hecho es, que ambos, los del equipo de “izquierda” y los del equipo de “derecha”, forman parte del poder, de la disputa por el poder, de la misma concepción del poder, al que hay que conquistar; sobre todo, hay una profunda analogía en lo que
121
respecta a la concepción deportiva de la política.
Uno se pregunta, si en esta proliferación de prácticas banales, de políticas de chatarra, los que gobiernan, también los que
se
oponen,
los
que
emiten
los
discursos, las diatribas, creen en lo que dicen. ¿Creen realmente que está en juego
la
política,
sus
“ideas”,
sus
“convicciones”, incluso el destino del país, el
destino
de
los
desheredados
y
condenados de la tierra? ¿No ocurre, mas bien,
que,
de
conscientes,
del
alguna
manera,
propio
son
desajuste,
entendiendo que lo importante, lo real, para ellos, es el poder; no ocurre que asistamos
a
un
teatro
político,
al
escenario dramático de una supuesta pelea, cuando esto nada más es una 122
representación para el público? Mientras ellos, los que gobiernan hacen lo que se tiene que hacer; en el mejor de los casos, optar por el pragmatismo, el realismo político;
en
el
peor
de
los
casos,
enriquecerse, convertirse, no solamente en la nueva elite, sino en la nueva burguesía, aquélla que está conformada por los nuevos ricos.
¿Cuál de las dos
hipótesis es la adecuada? ¿O son las dos al
mismo
tiempo,
de
una
manera
complementaria?
Comencemos con la siguiente reflexión, para responder a las preguntas. Ya se encuentran estos eventos, los relativos a la banalización generalizada, en plena época de la simulación, donde no importa si ocurre o no lo que se dice que pasa, sino que lo importante es que se crea que 123
ocurre.
Ya estamos en la era de la
banalización, cuando todo es cambalache, nada es consistente, ni tiene densidad, menos trayectoria. Todo es lo que dice el logo, todo es lo que dice la propaganda; no importa lo que sea; igual se consume, convencidos, los consumidores, por la imagen publicitaria. Ya estamos en la época de la concepción deportiva de la política; no importa lo que se haya sido en el pasado inmediato, si ahora te declaras partidario oficialista, ya eres de “izquierda”, y los otros son de “derecha”. No importa si desconoces la historia de luchas sociales, de las luchas de los pueblos,
de
las
luchas
de
la
vieja
“izquierda”, también de la “izquierda” crítica, y el debate entre ambas; lo que importa es que ya se tienes puesta una camiseta, se diga lo que se diga, aunque lo que se diga suene a ultraconservador, 124
ultra-prejuicioso, importa
si
lo
ultra-machista. que
se
dice,
es
No muy
parecido a lo que dice la “derecha”, solo con otros nombres y en otro discurso; lo que importa es que el equipo es de “izquierda”, tiene puesta la camiseta.
Todo esto, no solamente es banalidad, no solamente son los síntomas claros de la decadencia, sino, es, particularmente, la muestra de la impostura. De eso se trata, en el fondo, de usurpar imágenes, que vienen del pasado, de disfrazarse de los trajes de los héroes del pasado, disfrazar al gobierno de “revolucionario”, como si repitiera
las
acciones
heroicas
de
revolucionarios del pasado. No importa si es o no es así; lo que importa es que se crea
que
partidaria,
es
así.
fuera
La de
lucha su
política
concepción 125
deportiva, es un juego de imágenes, una concurrencia
de
importa
que
es
impongan,
imágenes. las
Lo
que
imágenes
convenzan,
que
se
es así
el
mundo, que ocurre lo que expresan las imágenes.
Lo gracioso es que cuando exponen sus discursos,
cuando
dan
lugar
a
esta
actuación en los escenarios políticos, los protagonistas del melodrama hacen como si se las creyeran, asumen poses de dramática
seriedad;
“derecha”
de
asumen
conspirar
como
conspiración. elecciones
Se las
a
la
siempre;
se
“víctimas” presentan
sucesivas
resguardan
acusan
como
conquistas
de
la
en
las
los de
que la
movilización, de la Constitución, de los pueblos
oprimidos,
cuando
fue
la 126
Constitución
la
sistemáticamente
vulnerada, fueron los pueblos, sobre todo indígenas,
los
damnificados,
por
una
política desarrollista a ultranza, como lo hacían
sus
“enemigos”
de
“derecha”.
Cuando desmantelaron sistemáticamente las conquistas sociales y desarmaron a las
organizaciones
convirtiéndolas
en
sociales,
subordinadas
y
apéndices del ejecutivo.
Llegan
a
decir,
como
queriendo
diferenciarse, que ellos, el gobierno de “izquierda”, no son como los otros, la “derecha”
que
entregó
el
país,
sus
recursos naturales, su soberanía, cuando lo
que
hacen
concesiones
efectivamente a
trasnacionales hidrocarburíferas.
las
es
empresas
mineras Cuando,
dar e
en
lo 127
fundamental, en lo que respecta a la geopolítica del sistema-mundo capitalista, conservan la condición de dependencia, al expandir
intensamente
la
economía
extractivista, que es de herencia colonial. Si
podemos
hablar
de
imperialismo,
después de imperio, del orden mundial capitalista, es por esto, por esta división del trabajo y de los mercados a escala mundial.
Cuando
en
otro
tema
fundamental, están bajo la égida de las regulaciones
del
internacional.
sistema Lo
financiero
único
de
“antiimperialismo” que tienen son sus discursos desgarbados, donde emiten un arenga
“antiimperialista”
trasnochada,
correspondiente a mitad del siglo XX. Están
lejos
de
entender
que
el
imperialismo de hoy ha cambiado de formas, de contenidos, de estructuras, de expresiones.
No
luchan
contra
el 128
imperialismo efectivo, presente, vigente, sino con un fantasma que habita sus cabezas.
Llegan a decir que no se guían en las encuestas para formular sus políticas y su estrategia de campaña, como acostumbra a hacerlo la “derecha”; dicen que tienen otra
percepción.
¿Cuál
es
ésta?
¿La
percepción popular, la percepción social, ésta que tiene que ver con la intuición subversiva
cuando
estallan
las
movilizaciones? No parece que sea ésta de la percepción que habla el discurso gubernamental; porque si fuese ésta la percepción, no estarían formando parte de un gobierno, menos de un gobierno populista, que reproduce las estructuras de
poder
del
Estado-nación.
La
percepción de la que habla el discurso 129
gubernamental no es, en primer lugar, percepción, que es la integración corporal de los sentidos, de las sensaciones, de la imaginación, de la razón. La percepción no se expresa en las formas de la razón abstracta,
la
razón
fantasma;
mucho
menos, en las formas de un discurso político,
reducido
bondades continuidad gobierno,
de
la
del por
a
demostrar
campaña gobierno
la
continuidad
mismas figuras patriarcales. otra
“percepción”,
y,
las
por
la
en
el
de
las
Eso no es
diferente
a
la
“percepción” de la “derecha”. Se trata, mas bien, de la misma concepción del poder.
Todo lo que hacen, todo lo que dicen, fuera de manifestar elocuentemente su concepción deportiva de la política, forma 130
parte de los juegos de poder. Llámense unos de “izquierda”, llámense otros de “derecha”, el participar de los juegos de poder
los
hacen
complementarios,
equivalentes,
retroalimentándose
como equipos opuestos del mismo juego de
poder.
Que
se
distingan
en
los
discursos, en la camiseta, incluso en ciertas medidas, unas más apegada a lo social,
las
otras
más
apegadas
al
mercado, no los hacen tan distintos, pues estas diferencias se encuentran en los márgenes de maniobra, permitidos por la geopolítica del sistema mundo capitalista.
El problema es que todo o, mejor dicho, casi
todo,
sociedad
en
lo
que
respecta
institucionalizada,
se
a
la
mueve
reproduciendo estos juegos de poder, esta concepción y práctica deportiva de la 131
política,
esta
proliferación
de
la
banalización generalizada. El problema es que
este
atmósfera
ambiente de
la
o,
mejor
globalización,
cultura-mundo,
dicho, de
la
regionalizada,
nacionalizada,
localizada,
termina
afectando al pueblo, a las organizaciones sociales; en parte, convenciéndolos, en parte, impresionándolos, en un principio. Después, cuando llega el desencanto, mostrándoles que la realidad es esa, no la
esperada,
prometida,
no que
la
deseada,
hay
que
no
la
optar
pragmáticamente por eso, por el mal menor, por aquello que, por lo menos, les recuerda por lo que lucharon, aunque no se cumpla.
Es un problema porque con esto, esta manera de dejarse atrapar, el pueblo, la 132
sociedad
institucionalizada,
organizaciones precisamente,
sociales, las
que
coadyuvan
las son a
reproducir la comedia, que ya no solo desilusiona, sino que arrastra al desastre a lo que un día fue un “proceso de cambio”. No se dan cuenta que fueron los movimientos sociales, la rebelión popular, el levantamiento de los pueblos, lo que desordenó el escenario del poder, que fueron estas fuerzas alterativas las que abrieron las grietas, las fisuras, después los cráteres, en la geografía del poder, que, también, fueron estas fuerzas las que levantaron, en la cresta de la ola, a estos comediantes, que al subirse a la cresta de la ola, terminan creyendo que es su propia fuerza, su propio liderato, sus propias atribuciones, los que los llevaron a la sima. Con esto, el pueblo, las organizaciones sociales, renuncian a 133
su propia potencia social, delegando sus fuerzas capturadas, a los representantes del
pueblo,
aunque
la
movilización,
cuando era efectivamente tal, no los tenía como
representantes,
conductores, movilización
ni
ni
dirigentes,
misma.
Es
como de
la
cuando
la
movilización anti-sistémica deja de ser tal, para convertirse en un conjunto de organizaciones
sociales
cooptadas,
subordinadas, sin capacidad propia, sin autonomía, sin asambleas, sin bases; organizaciones
manipuladas
por
una
dirigencia sumisa.
¿A
quiénes
malabarismos, estas
convencen estas
simulaciones,
estos
prestidigitaciones, estas
imposturas?
Quizás, a un principio, incluso la mayoría popular haya creído, llevada por sus 134
esperanzas; empero, cuando se hace evidente lo que no se puede ocultar; la regresión
del
“proceso
de
cambio”,
cuando se institucionaliza, después de la sorpresa, no se convencen, no se autoengañan,
sino
desencanto, apoyo,
que,
asumen
para
comediantes derrocados,
evitar y la
a una
pesar
del
posición
de
debilitar
fortalecer llamada
a a
los los
“derecha”.
¿Cuánto puede durar esto? En Argentina no ha durado más tiempo, sino hasta la culminación del gobierno de Cristina; no ha durado más tiempo en Venezuela, que desde nuestro punto de vista, fue de los “procesos de cambio” de Sud América, el más consecuente, el que más efectos materiales y de masa ha ocasionado. ¿Cuánto durara en Ecuador, en Brasil y en Bolivia? Por lo tanto, a los únicos que convence
este
discurso
es
a
los 135
convencidos, a la masa de aduladores y de
arribistas,
que
acompaĂąan
la
decadencia del “proceso de cambio�.
136
Un balance sin evaluaciรณn
137
El
presidente
ha
leído
un
informe
económico que pretende ser el balance de una década de gestión; la fuente, los datos, los cuadros, las comparaciones entre lo que llaman el modelo neoliberal y el modelo económico social comunitario productivo boliviano, se encuentran en el libro
Modelo
Social
Comunitario
Productivo Boliviano de Luis Alberto Arce Catacora22,
Ministro
de
Economía
y
Finanzas Publica del gobierno progresista del autodenominado Estado Plurinacional. El
libro
tiene
cuatro
capítulos:
Introducción, El Modelo Neoliberal en Bolivia 1985-2005, El Modelo Económico Social Comunitario Productivo en Bolivia 2006-2014, económicos
Principales y
sociales
resultados del
Modelo
Económico Social Comunitario Productivo. Luis Alberto Arce Catacora: Modelo Social Comunitario Productivo Boliviano. SOIPA Ltda.; La Paz 2015. 22
138
El segundo capítulo hace una descripción sucinta del llamado modelo neoliberal, descripción enfocada en la experiencia boliviana del periodo en cuestión (19852005); revista del ajuste estructural y de sus
políticas
mercado,
económicas
de
libre
competencia;
de
libre
empresa
concluyendo
y en
de los
desenlaces, que tienen que ver con la crisis y los movimientos sociales antineoliberales
que
estallan.
El
tercer
capítulo describe el Modelo Económico Social Comunitario Productivo; comienza por sus antecedentes, continua con el Plan de Desarrollo Nacional propuesto el 2006
hasta
la
promulgación
de
la
Constitución. Continúa con la exposición concisa de la parte de la Organización Económica del Estado de la Constitución, que se interpreta, sin justificación alguna, de que se trata del Modelo Económico 139
Social Comunitario Productivo. Después de
este
supuesto
Constitución
al
aval,
mentado
que
da
la
modelo,
se
acaba con una exposición econométrica del modelo económico social comunitario productivo. El capítulo cuarto, se ocupa del
balance
comparativo,
descriptivamente
exponiendo
la
evaluación
estadística; pondera los resultados de la implementación de la economía social comunitaria productiva. No vamos, ahora, entrar en discusión con el punto de vista reductivo y simple cuando se analiza el modelo neoliberal; entrar
en
interpretación
debate
tampoco vamos a respecto
economicista
a de
una la
Constitución, que contiene una inferencia reduccionista
de
la
Organización
Económica del Estado. Estos temas los
140
hemos tocado antes en otros escritos23. Dejaremos para el final la interpelación al uso demagógico de modelo económico social comunitario productivo. En este texto, nos abocaremos al análisis del cuarto
capítulo,
resultados
de
el
la
relativo
a
los
implementación
del
citado modelo.
El
balance
comienza
con
la
nacionalización de los hidrocarburos. Se expone
el
Decreto
Ley
“Héroes
del
Chaco”, mediante el cual se nacionalizan 23
Ver de Raúl Prada Alcoreza Descolonización y transición. Abya Yala; Quito. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. También revisar Acontecimiento político; Crítica de la economía política generalizada; así mismo Critica de la ideología; Encrucijadas histórico-políticas; Interpretaciones de las huellas políticas; Cartografías histórico-políticas; Gramatología del acontecimiento; La inscripción de la deuda y su conversión infinita; La paradoja conservadurismoprogresismo; Las mallas del poder; Paradojas de la revolución; Potencia y trama política; en Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.
141
estos recursos naturales. Se anotan las características establece
de
los
este
decreto,
procedimientos
de
que la
recuperación soberana; particularmente el año del privilegiado ingreso para el Estado del orden del 82%, hasta la firma del
Contrato
de
Operaciones.
Sin
embargo, se olvida de exponer y analizar el Contrato de Operaciones, cuando este 82%
deja
de
darse,
disminuyéndose
hasta el 62%. Tampoco se anotan las características
del
Contrato
de
Operaciones, donde, si bien, aparecen enunciados, al principio, parecidos a la Constitución;
esto
apenas
es
el
prolegómeno del Contrato. Técnicamente y efectivamente el Contrato entrega el control
técnico
hidrocarburífera
de a
la
producción
las
empresas
trasnacionales. YPFB no deja de ser una entidad
administrativa,
salvo
su 142
participación
asociada
trasnacionales,
su
con
empresas
contribución
en
algunos rubros y los montos de inversión destinados
a
fortalecer
la
empresa
estatal. No se puede hablar de control técnico de la producción, de los flujos que salen por concepto de exportación, salvo que se tome que este control corresponde a
los
informes
trasnacionales,
de
que
las
YPFB
empresas avala,
sin
verificación técnica. No se dice en el análisis de este capítulo del libro en cuestión, que para la firma del Contrato de
Operaciones
no
se
esperó
la
culminación de las auditorias, que se efectuaban bajo la dirección del ingeniero Mariaca, precisamente para conocer, a ciencia cierta, cuanto habían invertido las empresas
trasnacionales,
sobre
todo,
para dimensionar las indemnizaciones o, en su defecto, los daños al Estado por 143
incumplimiento. Todo esto, que hacen a un balance propiamente dicho, no se dice, ni es de interés de este libro.
Lo
que
un
brilla
por
su
elocuencia
es
optimismo desbordante; sin duda alguna, tomando
en
cuenta,
sobre
todo,
los
contrastantes resultados de la gestión económica del gobierno progresista, en comparación
con
lo
logrado
por
las
gestiones de los gobiernos neoliberales. Parece un libro más de propaganda que de análisis económico.
Después
se
pasa
al
examen
de
los
resultados de la nacionalización en la minería. Como en el caso anterior, la comparación
arroja
contrastantes.
Se
resultados
consideran
los
mecanismos legales de la minería, la ley heredada
y
la
nueva
ley
minera, 144
promulgada por el gobierno progresista. Se
hace
una
escueta
exposición
de
algunos artículos; sobre todo llama la atención
que
se
obvia
comentar
la
estructura y las características de la nueva ley minera, que mantiene los porcentajes bajos de la tributación, los impuestos y las regalías, parecidos a los del periodo neoliberal; muy lejos de lo que ocurre en el área de hidrocarburos. Mientras el Estado recibe un 62% por concepto de impuestos, tributaciones y regalías, en hidrocarburos; en el área de la minería el Estado recibe una proporción de alrededor del 8%. Fuera de ser una ley que amplía y consolida el modelo extractivista
colonial
del
capitalismo
dependiente. Una ley que hemos llamado de
“traición
perspectiva
a
la
patria”,
constitucional
desde
la
misma;
tipificando, por parte de la Constitución, 145
de esta manera, esa conducta política, cuando se atenta de ese modo contra la soberanía de los recursos naturales, de propiedad de los bolivianos; vulnerando la cláusula de la Constitución que prohíbe exportar materias primas, sino que obliga a
la
industrialización.
Además
de
conceder onerosamente concesiones a las empresas
trasnacionales
extractivistas.
Después, se sigue con el balance positivo de
la
nacionalización
de
las
telecomunicaciones y la nacionalización del sector eléctrico.
La
contrastación
cuantitativa
es
marcadamente notoria. Un ejemplo se encuentra en el desempeño productivo de los hidrocarburos. La producción bruta de gas natural creció de un ritmo de 40.2 MMm3/día, en 2006, a 61.3 MMm3/día, 146
en 2014. La producción de hidrocarburos líquidos muestra una tendencia similar; el volumen
promedio
de
petróleo
condensado y gasolina tuvo un ritmo de 63.1 miles de barriles por día (MBbl/día), en comparación con el 2005, cuando llegó al 40.2 miles de barriles por día.
Se presentan las plantas separadoras, la Planta Separadora de Líquidos Río Grande y la Planta Separadora de Líquidos Gran Chaco “Carlos Villegas Quiroga”,
como
industrialización, sin explicar por qué. La industrialización supone
transformación
de las materias primas, de los insumos; la separación es eso, disociación. Está difícil
presentar
industrialización;
la
separación
bueno,
es
como
ese
el
lenguaje usado por el gobierno populista. Se puede calificar como industrialización 147
a
la
petroquímica,
pero,
no
a
la
separación. En este sentido, se presentan la Planta de Amoniaco y Urea, las Plantas de
Etileno
y
Polietileno,
Propileno
y
Polipropileno, además de la Planta de Gas Natural Licuado (GNL). El conglomerado de YPFB, sus empresas subsidiarias y las compañías invirtieron
operadoras un
monto
privadas
de
$us
9,182
millones. Otra comparación contrastante es
la
relativa
a
las
utilidades;
Las
empresas subsidiarias y la casa matriz obtuvieron
$us
7,908
millones
de
utilidades, en el lapso de 2006 al 2014; en
contraste,
obtenidos
en
Ciertamente,
con
$us 644 millones,
el que
lapso en
ese
2001-2005. entonces,
prácticamente no había YPFB, salvo como oficina administrativa.
148
La inversión en hidrocarburos baja de $us 514 millones a $us 246 millones, del 2001 al 2005; en contraste, la misma inversión sube de $us 273 millones a $us 2,111 millones, entre el 2006 y el 2014. Durante progresista
el
periodo se
generó
del $us
gobierno 31,888
millones, por concepto de ingresos, a través del IDH, regalías, participación de YPFB, patentes e impuestos, tanto al upstream como al downstream. Otro dato contrastante es el relacionado a la renta hidrocarburífera anual; el 2005 la renta fue de $us 974 millones, en tanto que el 2014 fue de $us 6,096 millones. Estos datos son ciertamente la consecuencia de la nacionalización de los hidrocarburos. Se puede decir que ésta es la diferencia entre el periodo neoliberal y el periodo del gobierno progresista. Sin embargo, la pregunta
es:
¿por
qué
el
gobierno 149
popular
sigue
insistiendo
en
la
comparación con el periodo neoliberal? No es este contraste notorio el que está en discusión; ¿a quién quiere convencer sobre estas notables diferencias? ¿A los neoliberales? pueblo,
El resto, sobre todo el
sabe
de
sobra
sobre
esta
diferencia. La comparación no es con el pasado sino con lo que establece la Constitución.
En
relación
a
la
estructura
jurídica-
política de la Constitución, el gobierno progresista se queda lejos. Su decantada propaganda
y
publicidad,
insostenibles
sus
interpretaciones,
demagógicas y de difusión, no cambian la situación; consecuentes
no
los
convierte
políticos
con
en la
implementación de la Constitución. Son 150
solo
palabras,
propaganda,
imágenes diatriba
publicitarias,
estridente
de
apologistas, aduladores, gobernantes y parlamentarios oficialistas. Nos hemos ocupado del tema en Descolonización y transición, también en otros escritos; de la misma manera, hemos sido puntillosos con
la
crítica
a
las
políticas
inconstitucionales del gobierno en lo que respecta a la Organización Económica del Estado, que nosotros interpretamos como el horizonte de la economía social y comunitaria, en contexto ecológico, en perspectiva del sumaj qamaña y el sumak kausay. El horizonte de la economía social y comunitaria supone transiciones conectadas y articuladas de dispositivos económicos estatales, con la intervención del Estado, hacia la realización de la economía
social
transiciones
de
la
y
comunitaria;
economía
privada 151
desarticulada a una economía privada articulada a la dirección planificada del Estado, que nosotros llamamos, como corresponde,
capitalismo
de
Estado,
articulándose, en estas transiciones, al horizonte
de
comunitaria. economías
la
economía
Transiciones campesinas
mercado,
en
subordinación,
social de
las
subsumidas
condiciones
incluso
de
y al de
explotación,
hacia economías campesinas articuladas al horizonte de la economía social y comunitaria. Si bien, no se puede hablar de economía cooperativa, tal cual, sobre todo en minería, pues es, mas bien, una economía
privada
fragmentada,
incluso,
diseminada, pequeña
y
mediana, que contrata a trabajadores a destajo,
super-explotados,
de
todas
maneras diremos que, en este caso, también se trata de transiciones de la 152
economía hacia
cooperativa
una
economía
articulación economía economía como
desmembrada
con
el
social
y
social
y
substrato
oikologías
cooperativa horizonte
en
de
comunitaria. comunitaria,
lo
que
la La
tiene
llamamos
comunitarias,
para
diferenciarlas del estrecho concepto de economía.
Estas
concepto
de
comunidades, la
en
Constitución,
el al
expresarse como social y comunitarias, se refiere a las comunidades ancestrales, brillan por su ausencia en las políticas y prácticas
económicas
del
gobierno
progresista, que, mas bien, se caracteriza por ahondar en la economía extractivista y
en
la
forma
ciertamente,
en
de
Estado las
rentista;
condiciones
mejoradas por la nacionalización y por la modificación
transformada
de
los
términos de intercambio. 153
No se trata pues de un Modelo Económico Social Comunitario Productivo, a no ser en la forma especulativa como se la presenta,
siendo
no
otra
economía
extractivista
del
cosa
que
capitalismo
dependiente. ¿Por qué se nombra esta continuidad de la dependencia, bajo un gobierno
popular,
Modelo
Económico
Social Comunitario Productivo? ¿Es una manera de decir que se cumple con la Constitución aunque no lo hagan, sino todo lo contrario? ¿Creen realmente que practican y aplican este modelo mentado? ¿Es
una
confusión
pasmosa
tanto
económica, política, ideológica y, sobre todo,
conceptual?
propaganda?
Para
¿Es
un
tema
comprender
de esta
entreverada contradicción es menester observar
el
panorama
político
del 154
gobierno progresista; es el estilo de nombrar, de usar el lenguaje político, de la
forma
de
sus
discursos,
de
la
propensión a la simulación y al montaje, en
todo
su
desenvolvimiento
gubernamental, congresista, partidario y político. Este es el estilo; la inflación de las palabras, el desajuste de los sentidos y significados, respecto a los referentes concretos. Se trata de una forma de hacer política, una manera de efectuar los “procesos
de
cambio”,
imaginariamente,
transformando
mientras poder,
las
las
estructuras
de
estructuras
estatales,
siguen iguales; puede que
haya habido efecto social al impactar en sectores
sociales,
mejorando
sus
condiciones y situación de accesibilidad. Por ejemplo, estratos pudientes de los colonizadores, de los productores de hoja de coca, han ingresado al contingente de 155
las clases medias. También se puede tomar en cuenta, aunque su impacto sea solo coyuntural, los y las beneficiarias de los bonos. Puede, incluso, haber bajado estadísticamente
la
pobreza;
sin
embargo, todo esto, no implica haber resuelto la problemática social y de las desigualdades.
Hacer
ocurre
confundir
es
desigualdad, figura
creer
que
explotación,
discriminación,
asistencial
esto
con
inventada
por
esa la
cooperación, pobreza. En esto, en esta interpretación
institucional,
los
del
gobierno progresista no se diferencian de las ONGs que critican, tampoco de la cooperación
internacional,
ni
de
las
religiones que atienden a las víctimas. Todas estas expresiones juegan al poder con
estas
representaciones
y
manipulaciones de la pobreza.
156
Las políticas en minería consistieron en el Fortalecimiento Metalúrgica
de
de
la
Vinto
Empresa (EMV),
la
Rehabilitación del Complejo Metalúrgico de Karachipampa, el Complejo Hidrometalúrgico Corocoro, la Fábrica de Ácido Sulfúrico, la Industrialización del Litio, Fase I, Planta Semi-industrial de Cloruro de Potasio y Planta Piloto de Carbonato de Litio, Construcción del Horno Ausmelt; además de contar con los proyectos
de
la Empresa Pública Nacional Estratégica de
Cemento
de
Bolivia
(ECEBOL),
Industrialización del Litio: Fase II, Plantas Industriales
de
Carbonato
de
Litio
y
Cloruro de Potasio, Industrialización de Litio, Fase III, Implementación Planta Piloto de Baterías de Litio.
157
El PIB minero aumentó de un promedio anual de Bs 1,032 millones, en el lapso de 1990 al 2005, a Bs 1,846 millones, en el lapso de 2006 al 2014. La tasa anual promedio fue de 1.0%, en el primer periodo, en tanto que fue del orden de 9.6%, en el segundo periodo. El PIB minero pasó de Bs 918 millones, en 1990, a Bs 1,043 millones, en 2005, y de Bs 1,112 millones, en 2006, a 2,158 millones,
en
2014.
Paralelamente,
el
índice de volumen físico de la minería se incrementó 2006;
la
sostenidamente tasa
anual
desde
promedio
el de
producción fue del orden del 2.2%, en el intervalo 1990 al 2005, y del orden del 10.7%, en el intervalo 2006 al 2014. El contraste notorio sigue en lo que respecta a las exportaciones; las exportaciones minerales dan un salto a partir de 2006. En el lapso de 1995 al 2005, el promedio 158
anual de exportaciรณn es de $us 251 millones; en contraste, alcanzรณ a la suma de $us 1,694 millones, en el lapso de 2006 al 2014. Abarcando la totalidad de los periodos comparados, tenemos que, en el primer periodo, se exportรณ $us 2.758
millones;
en
contraste,
en
el
segundo periodo, se exportรณ $us 15,250 millones. En 1995 se exportรณ minerales por
un
valor
de
$us
244
millones,
llegando a un valor de $us 351 millones, en 2005; en contraste, en 2006, el valor exportado
fue
de
$us
794
millones,
llegando a $us 2,035 millones, en 2014, teniendo como cumbre el 2011, con un valor de $us 2.427 millones. El volumen promedio anual fue de 0.4 millones de toneladas brutas, de 1999 al 2005, en tanto
que
toneladas
fue brutas,
de de
1.1
millones
2006
al
de
2014.
Sumando lo acumulado en cada periodo, 159
se tiene que, en el primer periodo, se alcanzó
a
exportar
2.9
millones
de
toneladas brutas; en contraste, en el segundo periodo, se alcanzó a exportar 9.9 millones de toneladas brutas. Estos datos también pueden interpretarse como consecuencias
efectivas
de
la
nacionalización y las políticas estatales en el área minera.
Las consecuencias efectivas, además de considerar, la subida de los precios de las materias primas, se observan también en el aporte fiscal de la minería. Las regalías mineras y las recaudaciones tributarias, tuvieron un aporte promedio anual de Bs 107 millones, en el periodo 2000-2005; en contraste, el mismo promedio fue de Bs 1,532 millones, en el periodo 20062014.
El
aporte
fiscal
minero
se 160
contabilizó en Bs 62 millones, en 2000, llegando a Bs 253 millones, en 2005; en contraste, fue de Bs 560 millones, en 2006, llegando a Bs 1,649 millones, en 2014, teniendo como pico el 2012, con un aporte fiscal de Bs. 2,691 millones.
Como dijimos, estos son los efectos de la nacionalización, en un contexto de subida de los precios de las materias primas. Sin bien,
el
contraste
indiscutible,
es
respecto
notorio al
e
pasado
neoliberal; como hemos hecho notar, no se trata solo de resaltar este contraste, sino de evaluar la gestión del gobierno progresista
en
conexión
con
lo
que
establece la Constitución. Al respecto, dijimos que, mas bien, el gobierno, las gestiones, las políticas económicas, entre ellas las políticas mineras, discrepan con 161
lo determinado por la Constitución. Lo primero que correspondía hacer es, fuera de nacionalizar, romper las privilegiadas concesiones
a
las
empresas
trasnacionales extractivistas, además de levantar
el
empresas
paraíso
fiscal
mineras
para
privadas,
las sean
trasnacionales o bolivianas, medianas y pequeñas; por otra parte, era menester suspender
la
política
minera
que
promociona a un falso cooperativismo minero, que no es otra cosa que empresa privada encubierta, además de realizar un
capitalismo
salvaje
y
depredador.
Nada de esto ha pasado, el gobierno ha mantenido concesiones onerosas como las
de
San
Cristóbal.
El
3%
de
la
explotación minera la controla COMIBOL, el
27%
de
la
extracción
minera
la
controla la cooperativa, en tanto que el 70%
la
controla
la
minería
privada, 162
primordialmente trasnacionales
las
empresas
extractivistas.
En
este
panorama, nada halagüeño, que habla, mas bien, de no solo altos niveles de dependencia, sino de subordinación a los grandes puede
monopolios tener
mineros, un
no
se
diagnóstico
pretendidamente positivo, a pesar de las mejoras en la producción minera y en las exportaciones,
incrementándose
el
volumen y el valor de la producción; pues estamos ante una dinámica económica donde se benefician de la mejor parte de la torta, en tamaño y en cualidad, donde se
aprovechan
multiplicadores
del
de
los
monopolio
efectos de
los
mercados, además del control de los procesos de industrialización, las mismas cadenas
oligopólicas,
empresas
trasnacionales
las
famosas
extractivistas.
Hablar en el leguaje del libro, exponiendo 163
como elocución optimista y positiva, con tono
halagador
escondiendo contradicciones,
y las las
apologético, profundas estructuras
persistentes de la dependencia y del modelo
extractivista
colonial,
es
legitimar, precisamente, la dependencia, la subordinación; coadyuvando al saqueo de los recursos naturales por parte de las empresas trasnacionales extractivistas, a pesar de las mejoras en los términos de intercambio, esta vez, mucho menores que lo que ocurre en hidrocarburos.
164
Conclusiones
1. Estamos ante un discurso apologético, encargado
de
presentar
lo
supuestamente acaecido como si fuese una epopeya. Es la narrativa de los héroes, como se hacía antes de la novela, que, mas bien, es la narrativa de
los
antihéroes;
tendiendo,
de
manera diferente, a la crítica, la ironía, a la anécdota y a la paradoja, en la prosa de las experiencias modernas narradas.
En
los
descriptivos, objetivos, restringida, discurso
pretendidamente como
económicos,
discursos
los
de como
análisis
manera los
apologético
más
balances, adquiere
el una
prosa árida, llana, sin ritmos, prolija en estadísticas, cuadros e indicadores. 165
El
problema
no
es
el
análisis
estadístico, sino que se lo reduce a descripciones cuantitativas, a cuadros, a series de indicadores, que quedan descritos; empero, quedan faltos de análisis. 2. Estamos ante un balance de la década de gestiones económicas del gobierno progresista,
periodo
contrastado
con
el
de
gestiones
periodo
de
gestiones económicas neoliberales. Sin embargo, a pesar de la importancia de la tarea, no se alcanza a realizar un balance, propiamente dicho, sino el texto termina esmerándose en hacer hincapié en la maravillosa incursión del
gobierno,
hidrocarburos económica
que e
inicia
desligada
recupera una del
los
política proyecto
neoliberal. El libro deriva en un texto 166
de
propaganda,
abundantemente
aunque
apoyado
por
estadísticas, cuadros e indicadores, acompañadas
por
descripciones
similares, que repiten lo que se ve en los datos, sin avanzar en el análisis.
3. El libro parte de las premisas que dibujan los contrastes entre ambos periodos, el neoliberal y el progresista. Empero, se queda en las premisas, sin desplazarse a las mediaciones, que serían,
en
lógica,
los
análisis
del
“proceso de cambio”, con todas sus ambigüedades,
dificultades
y
contradicciones. Un análisis que ayude a comprender las problemáticas que se enfrentan como desafíos. Por eso, tampoco
llega
a
las
conclusiones,
como toda proposición lógica. Lo que 167
se llama “conclusiones” en el libro ya estaban anticipadas, son las verdades cinceladas por la “ideología”. 4. No se entiende muy bien por qué introduce un
modelo econométrico,
que expresa en ecuaciones algebraicas el
modelo
comunitario
económico productivo.
econométrico extremo,
es
por
El
modelo
esquemático
lo
considerando
social
tanto,
al
simple,
linealidades,
sin
espesores, que no llegan a conformar planos;
está
complejidad,
lejos no
de
expresar
solamente
de
la los
planos de intensidad de la realidad social,
sino
del
mismo
plano
de
intensidad económico, que en el caso de
las
transiciones,
requiere
simulaciones matemáticas complejas; por
lo
menos
relativas
al
análisis 168
multivariable. darse
aires
pretendida
Puede ser que para de
formalidad
cientificidad.
y
de
Estas
exageraciones o poses acompañan a todos
los
políticos;
ciertamente
lo
hacen de distintas maneras; en este caso,
se
pretende
propaganda presentando modelo demasiado
en
convertir
análisis
como
económico,
aditamento
econométrico esquemático
una un
reductivo, como
para
poder expresar una complejidad, por lo menos, enunciada en subtítulos, como la del modelo económico social comunitario productivo.
169
Una interpretaciĂłn de la dĂŠcada
170
La pregunta es: ¿Qué es lo que pasó? Hay que buscar la respuesta en los funcionamientos de la complejidad de la formación social, usando un concepto conocido,
para
no
complicar
la
exposición. No como explica la teoría lo ocurrido, cualquiera sea ésta; mucho menos forzar una supuesta explicación desde las compulsiones dogmáticas de la “ideología”, cualquiera sea ésta. Entonces se
trata
de
responder
a
cómo
han
funcionado los aparatos, los dispositivos, las
instituciones,
“ideologías”,
en
los
imaginarios,
combinación
con
las las
prácticas, los habitus, las relaciones, las estructuras; además, en los contextos donde
se
dan
procesos
locales,
nacionales, regionales y mundiales. No parece
adecuado
seguir
pretendiendo
explicar procesos políticos y sociales en la circunscripción nacional, como si hubiera 171
solo una historia nacional, que hace de trasfondo
a
los
hechos,
sucesos
y
eventos. Hay historias, usando también un concepto moderno discutible, asociado a la idea de tiempo y de secuencia lineal; historias, en distintas escalas, que hacen a
la
constelación
de
historias
de
la
mundanalidad. Hay que interpretar los procesos políticos y sociales, entonces, en las distintas escalas, teniendo en cuenta la perspectiva mundial.
Los procesos de cambio, desatados en Sud América, tienen que ver no solo con las crisis estructurales, a escala nacional, sino con la crisis generalizada a nivel mundial. La pregunta entonces es: ¿Por qué,
a
pesar
de
que
la
crisis
es
generalizada mundialmente, los procesos de cambio se dan solo en algunos países? 172
La respuesta posible tiene que ver con las singularidades de estos países, donde se dan
los
movimientos
sociales
anti-
sistémicos, que se prolongan y triunfan. Debemos buscar en estas singularidades la excepción de la regla, que en este caso, tiene que ver, hipotéticamente, con el mayor peso del conformismo que del inconformismo; con la mayor inclinación al desasosiego que a la actitud crítica e interpelativa. No es que unos pueblos tienen
estas
características
y
estos
atributos y otros no lo tienen. Todos los pueblos
contienen
las
condiciones
de
posibilidad de la predisposición a luchar, no solamente por sus derechos, sino por la vida. Lo que parece pasar es que, en determinadas nudos
de
experiencias
condiciones,
historias sociales
contextos,
encontradas, y
de
memorias
actualizadas, emerge con mayor fuerza la 173
predisposición a luchar, a activar, a la voluntad
de
transformación.
En
Venezuela, en Brasil, en Ecuador, en Bolivia,
con
menos
intensidad,
en
Argentina y en Uruguay, ha pasado esto, en el periodo de movilizaciones, primero, después,
en
la
etapa
de
gobiernos
progresistas, de fines del siglo XX y principios del siglo XXI. Al respecto, nos remitimos a los ensayos que se han ocupado de analizar e interpretar las coyunturas de los llamados “procesos de cambio” singulares y diferenciales de los países citados24.
Resumiendo, con el peligro de simplificar, podemos
decir,
retomando
panorámicamente lo expuesto en esos 24
Ver de Raúl Prada Alcoreza Acontecimiento político, también Cartografías histórico-políticas, así como Encrucijadas histórico-políticas. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.
174
ensayos, que los procesos de cambio como
que
son
catalizados
por
acontecimientos de movilización general o de largas resistencias y luchas sociales acumuladas.
En
el
caso
venezolano,
podemos señalar que el Caracaso es un hito en la emergencia del proceso de cambio, que va adquirir el perfil político de la revolución bolivariana. En el caso de Brasil,
si
económica,
bien, que
la
crisis
desata
el
social
y
proyecto
neoliberal implementado, empujando a movilizaciones
sociales,
es
como
el
antecedente; lo que parece gravitante es, mas bien, la acumulación histórica de una larga experiencia y memoria social, que se nuclea en el PT, además de otras organizaciones
sociales
y
colectivos
activistas. En el caso ecuatoriano, parece que
el
catalizador
movilizaciones
de
son los
las
luchas
pueblos
y
y las 175
naciones indígenas, además de colectivos activistas, que impulsan la defensa de los derechos indígenas y los derechos de la naturaleza, los derechos sociales y la soberanía sobre los recursos naturales; es, entonces, esta forma del proceso, lo que hace de catalizador de otro proceso de cambio singular. En el caso de Bolivia, el
catalizador
prolongada popular,
es
la
movilización
anti-neoliberal,
descolonizadora,
nacional-
del
sexenio
2000-2005; teniendo como substrato las luchas y las movilizaciones de los pueblos y las naciones indígenas-originarias. En el caso
de
Argentina,
parece
ser
el
detonante, esta vez, diferido, el costo social y económico del proyecto neoliberal implementado, catalizador
a
convirtiendo movilizaciones
en sociales,
como la de los piqueteros y cacerolazos, además de las movilizaciones de los 176
damnificados
por
movilizaciones
sociales
el
“corralito”; acompañadas,
después, por una dilatada resistencia, mas bien, fragmentada y dispersa. En el caso argentino, el descontento social y político
fue
canalizado
por
la
nueva
versión nacional-popular del peronismo, el kirchnerismo, a diferencia de lo que ocurrió en Brasil, donde fue el PT, de tradición marxista. En el caso uruguayo, que se parece en la forma, con el caso argentino, teniendo en cuenta algunas analogías, acompañadas por diferencias; es
donde
el
catalizador
parecen
ser
movilizaciones también fragmentarias y un tanto dispersas; empero, canalizadas por el Frente Amplio.
Los procesos de cambio singulares, si bien,
contienen
estos
detonantes
y 177
catalizadores diferenciales y propios, son seguidos por lo que se va venir en llamar, entre varios nombres que adquieren, gobiernos progresistas. En esta etapa gubernamental, es cuando adquieren más analogías y parecidos, estos gobiernos, a pesar de las diferencias mantenidas. Los gobiernos
progresistas
tropiezan
con
ciertos límites impuestos por la herencia de
las
mallas
institucionales
y
por
encontrarse dentro del sistema-mundo capitalista. Uno de esos límites, para resumir,
es
el
de
la
dependencia
económica, además de su ubicación en la geopolítica
del
sistema-mundo
capitalista; en condición de periferias, en unos casos, en condición de potencia emergente, en el caso de Brasil, en tanto más allá de la periferia, pero más acá del centro, como es el caso de Argentina. Otro de esos límites es impuesto por las 178
estructuras de poder del orden mundial y por las estructuras de poder heredadas del
Estado-nación
subalterno
o
de
Estado-nación de potencia emergente. Los procesos de cambio se traban en estos límites, sin cruzar el umbral. Al hacerlo,
optan
por
administrar
la
condición dependiente en la geopolítica del sistema-mundo capitalista o, en su caso,
en
la
emergente,
condición
por
lo
de
potencia
tanto,
en
las
circunstancias del centro de la economíamundo capitalista. Así mismo, optan por gobernar desde la misma maquinaria estatal,
con
fachada
y
algunas menos
reformas cambios
en en
la la
estructura estatal. Hay que reconocer que las tareas que se proponen son difíciles, por esta situación ambivalente, y llevan a contradicciones.
179
Como
dijimos
en
otros
ensayos,
no
compartimos las tesis de la teoría de la conspiración, tampoco, en consecuencia, el
simplismo
de
contradicciones cambio
de
debido
explicar los
a
procesos
“traiciones”.
las de Las
historias políticas de los procesos de cambio son más complejas que la simple narrativa de tramas personificadas en figuras de líderes, caudillos, por un lado, y conspiradores opositores, por otro lado, con
el
trasfondo
de
la
conspiración
imperialista. Como dijimos también, no es
que
no
haya
conspiradores
ni
conspiraciones, sino que los procesos políticos no se explican por estos factores dramáticos, que convierten las historias políticas
en
dramas
de
protagonistas
individualizados. Los procesos políticos 180
son
acontecimientos
posible
políticos,
comprenderlos,
acontecimiento, dinámica
de
en
y
analizando la
es el
complejidad
multiplicidad
de
singularidades, articuladas e integradas. No se tiene que descartar el papel que cumplen los personajes de la política; sin embargo, es inapropiado convertirlos en los ejes de los procesos de cambio, salvo, se entiende, si se trata de “ideología” o propaganda.
En lo que respecta al proceso de cambio boliviano, que es lo que nos ocupa ahora, para
resumir,
con
el
peligro
de
esquematizar, el acontecimiento político, puede
ser
bosquejado,
como
aproximación, a partir de un conjunto de singularidades, si no son múltiples, lo que se hace difícil exponer en este ensayo; 181
sin embargo, lo hicimos en otros ensayos. Hablamos,
en
primer
lugar,
de
movimientos sociales anti-sistĂŠmicos y movilizaciones singulares diferentes, que se articulan en el decurso de las luchas, sin
necesidad
de
conformar
una
coordinadora de movimientos sociales, que ha sido propuesta varias veces. En segundo
lugar,
otras
singularidades
tienen que ver con la radicalizaciĂłn de las movilizaciones
dadas;
caracterĂsticas
que
adquieren
autogestionarias,
de
autogobierno, de protagonismo de las bases,
por
momentos
lo de
menos,
durante
intensidad
de
los las
movilizaciones, como cuando los relativos a los bloqueos. En tercer lugar, los desenlaces de la ofensiva popular y de las victorias
sociales
y
polĂticas
de
los
movimientos. A pesar de la contundencia de las victorias populares, como cuando 182
se dio la guerra del agua y la guerra del gas, los desenlaces se dieron en la forma constitucional
y
por
la
vía
electoral.
Hecho que menguó el contenido radical de las movilizaciones; hecho que dio pie a que
una
radicales,
de
las
mas
expresiones bien,
menos
heredera
del
nacionalismo y de reminiscencias de la vieja izquierda, cobrara vigencia política y se convirtiera en la salida electoral a la crisis múltiple del Estado; hablamos del MAS.
En cuarto lugar, la forma del
proceso de nacionalización, sobre todo, de los hidrocarburos, que comienza con algo
parecido
a
una
expropiación
a
medias o, en su caso, de la mayoría de las “nacionalizaciones”, en compra de acciones,
deriva
Operaciones.
en
Contrato
Contrato que
de
termina
desnacionalizando, sin retirar, empero, lo ganado en los términos de referencia, es 183
decir, en el incremento significativo de los ingresos del Estado. Esta característica de las
nacionalizaciones
muestra
claramente
del
siglo
los
límites
XXI, del
proceso de cambio y sus contradicciones. En
quinto
lugar,
no
por
esto
jerárquicamente el menos importante, sino
al
contrario,
quizás
el
más
importante, el proceso constituyente, que lleva
a
una
Asamblea
Constituyente
contradictoria, dual, siendo originaria, por emerger de las entrañas de las luchas sociales, pero, también, derivada, por ser convocada Asamblea
por
el
Congreso.
Constituyente
que
Una logra
aprobar una Constitución plurinacional, comunitaria y autonómica, a pesar de las difíciles
contingencia
y
el
contexto
adverso de boicot y dilatación, efectuado por
la
aunque
llamada también
oposición por
los
“derecha”, errores 184
sistemáticos
de
la
conducción
e
interferencia del MAS. Sin embargo, la Constitución termina convertida en un texto de vitrina, un texto de propaganda para presumir, pero no para cumplirlo.
Estas
cinco
singularidades,
sus
correspondencias, sus entrelazamientos, terminan
otorgando
composición
singular
un al
perfil
y
proceso
de
cambio boliviano. Se puede decir que se trata de un proceso de cambio en los límites del Estado-nación subalterno, a pesar de su autonombramiento de Estado plurinacional. Un proceso de cambio en los límites del modelo extractivista y del Estado
rentista,
a
pesar
de
la
nacionalización de los hidrocarburos y las reformas implementadas por el gobierno; reformas que no alcanzan a trastocar las 185
estructuras de poder, ni las estructuras del Estado. De ninguna manera se dice que no hay diferencias con los gobiernos neoliberales anteriores; al contrario, se parten de estas diferencias, constatables; sin
embargo,
se
anota
que
estas
diferencias no son tan grandes como para separar
definitivamente
a
ambas
expresiones políticas, la neoliberal y la populista, de una concepción compartida del poder y del Estado, a pesar de las diferencias “ideologías” y discursivas. A pesar de los impactos positivos sociales de políticas del gobierno progresista y los impactos negativos sociales del proyecto neoliberal. El problema es, como dijimos antes, que, a pesar de las diferencias, hay
más
proximidad
entre
estas
expresiones opuestas, que la proximidad esperada con la Constitución por parte
186
del gobierno progresista, respecto a la cual parece, mas bien, alejado.
En
el
anterior
evaluación25,
ensayo,
tratamos
Balance del
sin
balance
económico de la década en cuestión (2006-2014);
otra
conclusión
de
la
lectura de este ensayo podría ser: el perfil económico boliviano se encuentra en
el
límite
del
modelo
colonial
extractivista del capitalismo dependiente, a pesar del impacto de la nacionalización y los esfuerzos, un tanto desarticulados, en
la
inversión
autodenominada
productiva. Un perfil económico, que se mueve en los límites de la dependencia, sin
poder
salir
de
este
umbral,
precisamente por haber expandido el modelo extractivista de la economía. Si 25
Dinámicas moleculares; La Paz 2016.
187
bien, esta conclusión ya fue enunciada en los ensayos Bolivia: perfil económico y Plano de intensidad económico boliviano, decirlo ahora, después del ensayo del balance económico de la década, apunta más a una conclusión de evaluación que a una caracterización, como hicimos antes. Por otra parte, ayuda a retomar apuntes que
hicimos
anteriormente,
cuando
decíamos que la industrialización no se da automáticamente, como consecuencia de la nacionalización, sino que se requiere de
otras
condiciones
de
posibilidad
históricas, como la masa crítica científica, como
la
transferencia
como
la
revolución,
de
en
tecnología,
serio,
de
la
formación educativa, no la demagógica, que
ahora
se
adecuación
y
tecnologías
de
ecológicas,
implementa, actualización punta,
apuntando
como
la
a
las
limpias a
una
y eco188
industrialización y a una eco-economía o, mejor dicho, a una oikologia integral26. Que la independencia económica, es decir la salida de la dependencia, se da en el contexto de la integración de la Patria Grande.
Todo esto nos lleva a comprender que se trata
de
un
proceso
de
cambio
encajonado en los límites acotados, que, empero, no deja de ser reformista, en el buen sentido de la palabra; proceso de cambio
también,
contradictorio,
restaurador, clientelar, como ocurre con “procesos de cambio” cercados en los márgenes de maniobra, que permite la geopolítica del sistema-mundo capitalista. No
se
trata
de
debatir,
en
la
26
Ver Crítica de la ideología. Dinámicas moleculares; La Paz 2015.
189
interpretación
lineal
del
proceso
de
cambio, ¿qué hay que hacer?, ¿apoyar, apoyar críticamente u oponerse?, sino, en la
perspectiva
preguntarse:
de
la
¿Cómo
complejidad,
salir
del
círculo
vicioso del poder recurrente, en toda la modernidad?
¿Cómo
impulsar
la
emergencia de otros horizontes históricopolíticos-culturales? No se trata de creer que el activismo autogestionario excluye la comprensión de las diferencias de la gubernamentalidad
populista
de
la
gubernamentalidad
neoliberal,
sin
la
necesidad de obligarse a ningún apoyo o apoyo crítico, que puede darse o no, en el contexto auténticos
de
la
decisión
movimientos
colectiva sociales
de
anti-
sistémicos, como los de la movilización prolongada, no la farsa usurpadora de organizaciones sociales cooptadas afines al oficialismo. 190
Algo
que
no
dijimos
en
el
ensayo
anterior, es que no se trata de inversión productiva y de inversión social, en sus formas cuantitativas, apreciadas en sus formas estadísticas, sino de la estructura cualitativa de la inversión productiva y social,
de
la
forma
sistemática
de
ejecutar estas inversiones materiales, no solo cuantitativas; se trata de administrar y controlar estas inversiones efectivas, que no pueden ser sino cualitativas; lo cuantitativo sirve para medir lo que se da como inversión cualitativa; la inversión efectiva no es resultado de la inversión cuantitativa. El problema del gobierno populista, que percibe estas inversiones desde la perspectiva de la metafísica estadística,
creyendo
que
la
forma
numérica de la inversión resuelve de por 191
sí el problema del cambio de la nombrada matriz productiva, creyendo que se trata de un modelo econométrico, como si la realidad se redujera a esta ecuación abstracta. No se da cuenta que no se trata
de
resolución
expectante
estadística, no se trata del discurso, sino de
transformaciones
estructurales
e
institucionales efectivas. El apego a la demagogia, a la especulación, al montaje y a la simulación, es lo que extravía las políticas
económicas
del
gobierno
progresista; cuando podía haberlo hecho mejor,
administrando
seriamente,
eficientemente, con responsabilidad, sus reformas.
A
tal
punto
llega
la
especulación, que llama “revolución” a una reforma, que nombra como Modelo Económico Social Comunitario Productivo a lo que es capitalismo de Estado. Podía aceptar
lo
que
es,
en
realidad, 192
esforzándose
a
que
funcionen
estas
reformas; esto ya era suficiente, para los alcances de este “proceso de cambio”. Sin embargo, el gobierno popular se extravió en pretensiones sin sustento, embarcándose en gestiones agobiadas por
proliferantes
irresponsabilidades,
demagogias, falsedades y corrupciones. Esta conducta no ayuda a prolongarse en el poder, pues la gente, incluso la gente que apoya al “proceso de cambio”, se cansa de la simulación y la comedia, terminando optando por el voto castigo.
193
Un referente forzado
194
Parece que cuando los sucesos políticos se presentan en forma extravagante, hasta
cierto
punto
incomprensibles
o
absurdos, no es conveniente buscar su desciframiento
en
la
claridad
de
la
secuencia o en la lógica, que pueda armarse
reuniendo
los
hechos,
los
fragmentos del suceso; sino, mas bien, es
menester
buscar
su
explicación
precisamente en la oscuridad enrevesada, que oculta la comprensión de lo que sucede.
El
referéndum
de
febrero
es
estrambótico. Convocar a un referéndum para
modificar
un
artículo
de
la
Constitución, artículo que tiene que ver con la apertura a una nueva elección del presidente, es una muestra evidente de la poca consideración que se tiene por la 195
Constitución. No les interesa cumplir con la
estructura
jurídico-política
Constitución; modificar
pero,
un
composición
si
artículo, de
la
les que
de
la
interesa en
la
Constitución,
es
marginal. Esto muestra también, que no les preocupa no entender la Constitución plurinacional, comunitaria y autonómica, sino que lo que les interesas es conservar el
poder,
con
la
ampliación
de
los
intervalos de presentación continua a la presidencia. Esta es la pobreza política e “ideológica” del partido oficialista. Ellos no entienden otra cosa de política que la dependencia respecto del líder; sin él no se imaginan una política; esta es una muestra de la miseria de esta gente, que ha reducido la “ideología” al símbolo mítico tampoco
del
caudillo.
esto
habla
Mucho bien
de
menos, alguna
estrategia que tengan en manos, que 196
parece que brilla por su ausencia, a no ser que se entienda por estrategia la compulsión por el poder. Para atiborrar el panorama
incierto,
lo
que
llama
la
atención es que el referéndum se lo efectúa a poco tiempo de iniciar el nuevo ciclo
de
gestión
gubernamental.
¿Por
qué?
¿Inseguridad?
¿Premonición?
¿Anticipación? ¿Respuesta antelada a la crisis económica? ¿O un comportamiento inexplicable hasta por ellos mismos? Este parece ser el punto de la oscuridad. Si partimos por lo que dijimos, que hay que buscar
en
el
embrollo
la
explicación
posible; no buscar armar una lógica causal, sino, mas bien, la falta de lógica, algo así como la lógica de la no-lógica o, si se quiere, forzando los términos, la 197
lógica intrincada del embrollo. Sea lo que sea, no nos vamos a detener a encontrar las palabras apropiadas para definir este nudo; hay que buscar en este entramado los
lazos
que
expliquen
semejante
conducta.
Pero, antes, debemos decir algo sobre la llamada “oposición”. Podemos decir lo mismo de esta “oposición”, aunque de manera simétrica. Están en el mismo embrollo; creen que todo el problema radica también en el caudillo, en su ansia de poder, en su deseo de mantenerse en el poder. Se lo convierte en el símbolo del mal, en la causa del problema político, que una vez resuelto, se resuelven toda la
crisis
institucional.
metafóricamente,
tienen
Para
decirlo
la
misma
concepción mágica de la política. Ambos, 198
“oficialistas” y “opositores”, comparten el callejón sin salidas de esta concepción y práctica de la política. Para ellos, la política se reduce a la encarnación del poder en personas, que pueden sonarles como mesiánicas o, al contrario, como endemoniadas. Este imaginario religioso, dominante en estas “ideologías” ateridas, interpreta sus actos como estuvieran en una lucha contra los infieles. Ambos, fieles
e
infieles,
dependiendo
desde
donde se los identifica, son incorregibles fundamentalistas. Por eso, ambos, están destinados
al
fracaso,
pues
no
comprenden la complejidad del mundo, las paradojas que lo constituyen. Ambos están
enamorados
del
poder;
ambos
creen en el poder, como clave para resolver los problemas, sean los que sean éstos, los interpreten de cualquier modo. Creen en la sustancialidad del poder. No 199
se dan cuenta que el poder no es sustancial ni esencial, sino, para decirlo fácilmente, una relación. En este caso una relación de la economía política del poder, que separa potencia de poder, que separa a la potencia social de lo que puede,
de
su
fuerza,
usando
esta
bifurcación como economía política, es decir valorizando lo abstracto, lo que no existe
puramente,
desvalorizando
lo
concreto, lo que existe y además hace existir, en sus apariencias, al poder. Lo mismo podemos decir respecto al Estado, que
aparece
en
la
dualidad
de
la
economía política del Estado, que separa sociedad
de
Estado,
que
separa
la
sociedad de lo que puede, apropiándose de sus fuerzas, con las que se instaura como
institución
imaginaria
de
la
sociedad.
200
Volviendo al tema, un nudo del embrollo tiene que ver con este comportamiento compulsivo;
se
presentan
como
defensores de los derechos del caudillo, que tiene el derecho a presentarse como candidato las veces que quiere. Esta compulsión también se presenta como defensa de los derechos del pueblo, que tiene el derecho a volver a elegir a su líder.
Así
como
se
presenta,
en
el
discurso de la “oposición”, como defensa de la democracia, de la institucionalidad, de la Constitución, el evitar que se postule el caudillo nuevamente como candidato. No parece que les interese la Constitución,
así
como
tampoco
les
interesa a los “oficialistas”, pues no es de su preocupación que se cumpla con la estructura
jurídico-política
del
Estado 201
Plurinacional Comunitario y Autonómico, sino
el
de
democracia
la
institucionalidad
formal,
de
la
de la
democracia
liberal; es decir, del Estado de derecho del Estado-nación. Lo mismo que a los “oficialistas” les ocurre, pues, a pesar que denominan al Estado-nación preservado Estado plurinacional, la estructura de poder, la composición institucional del Estado-nación no ha cambiado.
Entonces, la hipótesis de interpretación es la siguiente: el imaginario dualista, de ancestralidad y dominación imaginaria religiosa, infieles,
de que
guerra en
de
fieles
lenguaje
contra
político
se
expresa como guerra enconada entre amigos contra enemigos, es como el drama representativo que encascara el resentimiento, el rencor, la consciencia 202
culpable, la consciencia desdichada, que los empuja a estos actos, conductas y prácticas políticas, que aparecen como incomprensibles, incongruentes,
a
la
absurdas
e
mirada
y
lógica
racional de la ciencia política. La guerra en la que están entrampados “oficialistas” y “opositores” es imaginaria, es la guerra religiosa, la guerra santa, emprendida por las religiones monoteístas en los siglos XI, XII y XIII.
Es un referéndum forzado, inocuo como impacto político; empero, perturbador en los corazones angustiados de “oficialistas” y “opositores”. Un referente más, menos importante que los anteriores referentes, casi intrascendente; pero, valioso en el imaginario religioso de “oficialistas” y “opositores”. Un referente que muestra 203
paradójicamente dos semblantes; el del desenvolvimiento
del
absurdo;
el
del
despliegue trágico de la guerra santa de esta política reducida a los símbolos corporales del mito del caudillo.
204
Corrupciรณn generalizada
205
Así
como
hay
una
economía-mundo
capitalista, un sistema-mundo capitalista, hay también, complementariamente, un sistema-mundo,
político,
como
ya
lo
dijimos27. Así como en la economíamundo el mercado es el océano de circulaciones de mercancías donde nace, se reproduce y muere, el sistema-mundo capitalista, economías nacionales,
la
economía-mundo,
regionales, así
las
también
las
economías la
red
de
gobiernos del mundo conforma un océano de circulación de efectos de poder, como vigilancias, disciplinamientos, controles, logrados, que intercambian, para obtener beneficios jerárquicos. Parece que ningún gobierno escapa a esta participación en el 27
Ver Clausura del horizonte moderno. Dinámicas moleculares. La paz 2016. Dinámicas-moleculares.webnode.es/clausura del horizonte moderno.
206
escenario político mundial. Unos logran márgenes de maniobra más anchos que otros; pero, todos participan en esta circulación de los productos del poder.
El sistema-mundo político funciona, como el sistema-mundo capitalista, en el que se encuentra, corroyéndose, oxidándose, chirriando. La corrosión puede aparecer como síntomas dispersos en formas de puntuales
hechos,
o
encubierto
con
formas heredadas, haciendo creer que se trata de las mismas y no de un proceso de deterioro nuevo, vinculado al Estado moderno. La corrosión institucional del Estado
moderno
es
distinta
a
las
corrosiones institucionales de las formas de Estado de las sociedades antiguas. Una de las características de la diferencia es que se trata ya de una corrosión 207
generalizada, que adquiere el perfil y el formato de una corrosión globalizada. Otra de las características es que el ponderador del alcance de la corrosión es la medida de la economía mundo, el equivalente general, el dinero.
Claro que la corrosión no deja de ser un fenómeno cualitativo, institucional, éticomoral; empero, en el sistema-mundo político
y
en
la
economía-mundo
capitalista se comparte el fetichismos mercantil, el fetichismo del dinero, que es el fetichismo del capital, así como el fetichismo del Estado. Los códigos de estos fetichismos hacen que el fetichismo del dinero aparezca como el detonador del fenómeno más característico de la corrosión; hablamos de la corrupción. El fetichismo dinerario es la representación 208
del fenómeno imaginario, que reduce las relaciones
sociales
relaciones
de
cosas;
también
ayuda
manera,
el
cualitativo,
como
a
fuesen
fetichismo
representar,
fenómeno la
este
si
del
decadencia
a
su
deterioro de
la
maquinaria misma de poder, que puede comenzar
temprano.
La
decadencia
desajusta los engranajes institucionales, afloja los funcionamientos, dando lugar a aprovechar
los
desajustes,
usando
la
misma maquinaria de dominación para las prácticas paralelas de la corrupción.
Como dijimos antes, la historia del poder, está íntimamente ligada a la historia de la corrupción28. Casi se podría decir, sin 28
Ver Diagrama de poder de la corrupción. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. Dinámicas-moleculares.webnode.es/diagrama de poder de la corrupcion.
209
arriesgar mucho, salvo excepciones a la regla, que no hay poder sin corrupción. No debería sorprendernos, aunque lo haga,
que
gobiernos
de
“izquierda”,
gobiernos populistas, caigan en estas prácticas paralelas, en plena decadencia de las maquinarias del poder. Se entienda que
asombre,
pues
se
espera
otras
conductas de estos gobiernos. Se cree en sus discursos, se espera el cumplimiento de sus promesas, del programa máximo, en
transición,
también
el
del
programa
cumplimiento
mínimo; de
la
Constitución; se cree en la distinción que establecen, por cierto “ideológica”, entre ellos, los progresistas, y los anteriores, los conservadores y neoliberales. Este es el error de apreciación. Que se caiga en la
corrupción
no
depende
de
los
210
discursos, ni de la “ideología”; éstos sirven
para
legitimar.
funcionamiento poder,
de
depende
la del
Depende
del
maquinaria
del
alcance
de
la
decadencia de la maquinaria abstracta del poder. Si la maquinaria de poder no ha sido desmantelada, es de esperar que se repitan fenómenos desencadenados por esta fabulosa maquinaria chirriante y por el avance de su decadencia.
Esta hipótesis de interpretación, remarca la corrosión y la corrupción generalizada en el sistema-mundo político; sistemamundo del que forman parte los Estadonación. las este
Esta interpretación no excluye
responsabilidades caso,
de
los
individuales,
en
gobernantes;
de
ninguna manera. La gran diferencia con la
interpretación
dramática
moral 211
acostumbrada, es que ésta interpretación reduce el problema al esquematismo dual del bien y el mal, a la lucha contra el mal. Esta interpretación fuera de ser ingenua es inútil para explicar la complejidad de un fenómeno aterido a las estructuras de poder.
Los perfiles individuales juegan su rol en este
contexto
histórico-político.
Para
hacerlo ilustrativo, sus comportamientos pueden variar en un intervalo políticomoral, que se define entre conductas cautelosas,
más
solapadas,
más
asociadas a las normas institucionales, incluso a su cumplimiento y a prácticas correspondientes,
hasta
conductas
descarnadas, cínicas, inmunes, audaces, menos
asociadas
institucionales,
por
a
normas lo
tanto, 212
incumpliéndolas. En el transcurso del intervalo puede encontrarse toda clase de formas compuestas y combinadas de este deterioro
ético-moral,
como
expresión
subjetiva del deterioro material de la maquinaria del poder.
Volviendo al asombro y a las sorpresas, se
entiende
que
cuando
se
llega
a
proximidades de uno de los extremos del intervalo,
relativo
a
las
conductas
impúdicas, el asombro viene por la forma despejada con la que se efectúa la corrupción, a pesar del enmarañamiento discursivo, que trata de justificar estos comportamientos o como herencias del pasado, transfiriendo la culpa a anteriores gobiernos;
o,
lo
peor,
lo
más
estrambótico de sus argumentos, cuando se explica como parte de los logros del 213
“proceso
de
cambio”.
Fuera
de
otro
aspecto llamativo, la “democratización” de
la
corrupción,
su
generalización
inaudita, la participación de todos, no solo de una casta, en el contexto de la extensión de las relaciones clientelares.
Lo
triste
de
todo
esto
es
que
los
gobernantes del “proceso de cambio” lo han reducido a este dramático escenario de tragicomedia de escándalos; que haya destruido el horizonte histórico-político abierto por la movilización prolongada y el proceso constituyente. Lo demás era de esperar, las conductas sinuosas, los gestos
descarados,
los
enmarañados
argumentos de explicación, los alcances de la corrupción, pues, un vez, que el deterioro de la maquinaria del poder ha abierto
muchos
boquetes
en
los 214
funcionamientos, deleznables29,
donde
en gente
arenas vulnerable
pisa terrenos inestable y conduce la mecĂĄnica de este deterioro y el proceso de esta decadencia, los desenlaces del derrumbe ĂŠtico-moral se dan lugar.
29
Ver Arenas deleznables, suelos inconsistentes. DinĂĄmicas moleculares 2016. Ob. Cit.
215
Formas de corrupción
Si bien se puede hablar de una corrupción generalizada
en
el
sistema-mundo
político, se dan formas diferenciadas de las prácticas y composiciones singulares de
este
fenómeno
de
corrosión
institucional y ético-moral. No solamente hablamos de la distinción en lo que ocurre en los centros y en las periferias del sistema-mundo capitalista, que, en la actualidad, mas bien, se parecen cada vez más, sino de formas singulares, que tienen que ver con historias particulares. Los
cuadros
de
la
corrupción
más
determinantes, por así decirlo, son los enganchados a los procedimientos de las empresas
trasnacionales,
las
cuales
contemplan en su presupuesto este tipo de acciones. Uno de los objetos de 216
ataque, para efectuar estas estrategias de incorporación a los intereses de las trasnacionales, son los gobiernos, entre ellos, particularmente los gobiernos de los
Estado-nación
subalternos.
Los
gobiernos terminan incorporados a las zonas de influencia y control de las empresas terminan
trasnacionales; incorporados
los
incluso gobiernos
progresistas, aunque no lo crean, aunque presenten
una
ostentación
contraria,
incluso “antiimperialista”. Se puede decir que estos gobiernos lo hacen incluso mejor, pues desarman al pueblo de la capacidad de resistencia, incorporando sus fuerzas a la reproducción de la comedia política, que se lleva a cabo.
Sin embargo, a pesar de las diferencias singulares de las formas de corrupción, 217
los síntomas tienden a parecerse. Por ejemplo, cuando se nota la irregularidad en las licitaciones, en las adjudicaciones, en las concesiones, en los contratos, en los proyectos. Cuando la licitación se da en condiciones provisionales, apuradas, flexibles, aunque se la haya publicado. Cuando se adjudica a la empresa que ha participado, que puede ser una sola o varias; empero, no queda claro cuáles han sido las razones y los atributos de la empresa. Cuando es la misma empresa la que gana un número significativo de licitaciones o de invitaciones directas, sobre todo cuando se trata de megaproyectos. Se hace más evidente lo que ocurre cuando el perfil de la empresa no parece apropiado para cumplir con el proyecto que exige otro perfil.
218
Por más esfuerzo que se haga para explicar estas incongruencias, por más propaganda y publicidad que se ventile, por más chantajes emocionales a los que se
recurra,
corrupción
el
hecho
continúa,
efectivo
de
afectando
la al
cumplimiento de los proyectos, pues en un contexto tramposo la ingeniería de los proyectos no funciona. Esto no cambia con
informes
especulativos
de
las
propagandas, pues la realidad no se cambia con informes.
Como dijimos antes, en los ámbitos de la economía política del chantaje30, cuyo objetivo no es la producción, sino la especulación;
los
aprueban
para
proyectos
no
se
materializarse
30
Ver Diagrama de poder de la corrupción. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. Ob. Cit.
219
eficazmente, coordinadamente, en una planificación,
keynesiana
o
socialista,
como se quiera, sino son la excusa para hacer marchar la economía política del chantaje, que adquiere las formas de la corrosión y la corrupción.
220
A-sistema-mundos capitalistas
221
Se ha teorizado sobre el sistema-mundo capitalista
desde
dependencia pasando
hasta
por
la
Teoría Giovanni
Fernand
de
la
Arrighi
Braudel
y
Emmanuel Wallerstein31. Se ha usado la teoría del sistema-mundo para estudiar los fenómenos y crisis contemporáneas del capitalismo. Sin embargo, quizás sea el momento de pararse a reflexionar sobre los alcances y límites del concepto; a pesar de los grandes aportes y servicios prestados para la comprensión de las sociedades
capitalistas
en
un
mundo
globalizado. ¿Es realmente sistémico el 31
Ver Acontecimiento político. Pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento politico, I y II. También Crítica de la economía política generalizada, así como Inscripción de la deuda y su conversión in finita. Dinámicas moleculares; la Paz 2013-15. Crítica de la economía política generalizada. Obras citadas.
222
funcionamiento ¿Podemos
del
hablar
mundo-capitalista? efectivamente
de
sistema cuando nos enfrentamos, mas bien,
prácticamente,
irracionalismos, ajustes
del
orientaciones
a
evidentes
desordenes,
pésimos
mercado,
espantosas
de
organismos
los
internacionales,
que
creen
dogmáticamente en la mano invisible del mercado? Incluso, ¿podemos hablar de mundo, cuando parece que se trata, mas bien, de mundos? Además de mundos, que en vez de ser mundos integrados, se muestran,
mas
desarticulados.
bien,
como
mundos
Un ejemplo, al alcance
de la vista, es lo que pasa con la desarticulación
del
mundo
financiero
respecto del mundo de la producción, o si se quiere, el mercado financiero o el mercado
especulador
respecto
al
mercado del trabajo, el mercado de la 223
industria; sobre todo en lo que respecta con las condiciones de posibilidad de la masa crítica de científicos, técnicos y profesionales,
que
requiere
la
industrialización, o lo que se viene en llamar comúnmente desarrollo. Podemos extendernos mucho más, la lista es más larga;
por
ejemplo,
comparar
estos
mundos del llamado capitalismo con otros mundos, mas bien, abigarrados, donde las
sociedades
mezclan
estrategias
sociales de distinta índole, incluso de diferentes códigos culturales. Pero, no vamos
a
seguir
con
la
lista;
nos
remitimos a otros ensayos, que tratan de manera pormenorizada el tema. El tema de este ensayo es teórico, si se quiere epistemológico; se busca cuestionar el concepto de sistema-mundo capitalista, mostrando sus limitaciones, incluso sus contrastes y contradicciones. 224
Mundos desarticulados
Lo que no se ha visto claramente, incluso, más allá, lo que no se ha estudiado, es que las crisis orgánicas y cíclicas del capitalismo no solamente responden a contradicciones inherentes al modo de producción
capitalistas,
formaciones
económico-sociales,
sistema-mundo,
de
sino
las
que
del son
ocasionadas por el choque entre mundos desarticulados mercados
o,
si
se
desarticulados
quiere, del
de
mismo
capitalismo, que se lo presenta como sistema,
cuando
es,
más
bien,
un
laberinto.
Joseph E. Stiglitz atribuye como parte de la causa de la crisis asiática de la década 225
de los noventa, expandida mundialmente, con repercusiones hasta nuestros días, a las políticas, orientaciones e imposiciones del FMI y del Tesoro estadounidense32. A pesar de no contar con un conocimiento adecuado de las economías asiáticas, se dejaron llevar por la ortodoxia neoliberal, relativa a supuesta saludable liberación de los mercados, de la desregulación, del presupuesto del achicamiento del Estado, de las bondades de la mano invisible del mercado, de la regulación automática de la
libertad
de
competencia.
empresa
Sin
haber
y
de
estudiado
la el
llamado “milagro asiático”, donde, más bien, la intervención estatal y la inversión social, la inversión productiva planificada, además de la solidaridad, jugó un papel primordial
en
el
salto
dado
a
la
32
Ver de Joseph E. Stiglitz El malestar de la globalización. Penguin Random House Grupo Editorial. Barcelona 2015.
226
industrialización, comúnmente económico.
a
lo
que
desarrollo Los
y
se
llama
crecimiento organismos
internacionales promovieron, mas bien, la apertura de los mercados, sobre todo la apertura del mercado de capitales, de las inversiones de capital, la modificación de las políticas monetarias, favoreciendo la subida de los intereses, ocasionando lo contrario de lo que se esperaba. Cuando bastaba el ahorro interno, invertido en la producción, el flujo de capitales perturba el
funcionamiento
economía
autónomo
nacional,
desviación
hacia
de
la
ocasionando
la
economías
especulativas. Después, cuando estalla la crisis, cuando se requiere capitales de apoyo, el mercado de capitales, provoca, por
el
contrario,
la
estampida;
las
inversiones se detienen, pues no quieren arriesgar, para invertir en otros lugares 227
más rentables, menos riesgosos. Esta orientación neoliberal destrozó economías asiáticas, que fueron un ejemplo del llamado “milagro asiático”.
Lo que la economía monetarista parece no comprender es que las estrategias, si se quiere, las lógicas, de los mercados diferenciales palabras,
son
son
dicotómicos.
distintas;
mundos
La
lógica
en
otras
diferentes del
y
mercado
financiero no es la misma que la lógica de la
producción;
la
lógica
especulativa
monetaria no es la misma que la lógica de
la
industrialización.
Es
más,
extendiéndonos a otros mundos, la lógica mercantil no es la misma que la lógica, por así decirlo, de las necesidades. Este dogmatismo neoliberal ha llevado lejos las
conclusiones,
obtenidas
de
este 228
esquematismo teórico, que apenas se sostienen
en
premisas
muy
simples,
como si el mercado fuese un espacio liso, homogéneo,
perteneciente
a
un
solo
mundo.
Ciertamente esto no solo pasa con la teoría económica monetarista, sino con otras teorías más complejas, incluso la teoría keynesiana; es más, también con la teoría económica marxista. Incluso, y este es nuestro tema, con la teoría del sistema-mundo capitalista. Solo que, en el
caso
del
monetarismo,
sus
conclusiones y orientaciones son más evidentemente pedestres e ingenuas.
La primera hipótesis de interpretación, es que no hay exactamente un sistema229
mundo capitalistas, sino una ausencia de tal
sistema;
estamos
comportamiento mundo.
La
ante
un
de
este
a-sistémico
segunda
hipótesis
de
interpretación, es que no estamos ante un
mundo,
sino
desarticulados
entre
ante sí;
mundos
de
manera mundos integrados.
ninguna
La tercera
hipótesis de interpretación, es que nos movemos
en
distintos
mundos,
en
distintos planos de intensidad, como en un laberinto de distintas dimensiones.
Estas
hipótesis
de
interpretación
nos
llevan a la siguiente conclusión: En vez de ser un sistema-mundo capitalista, se trata
de
un
a-sistema
mundos-
capitalistas desarticulados, conformando un laberinto, atiborrado de desajustes, donde
estallan
innumerables
crisis, 230
cobrando sus costos en las economías destruidas,
aunque
sea
en
periodos,
cortos o largos, cobrando sus grandes costos en la gente, en los pueblos, en las sociedades.
Si estas orientaciones se dieron y se aplicaron, fue porque el mundo, como referente global, está sometido al poder de las instituciones internacionales, que son
las
que
rigen
las
economías
nacionales y regionales del mundo. Si estas políticas persisten, a pesar de los errores cometidos y conocidos, es porque el dominio de los monopolios financieros, los monopolios de los mercados, los monopolios tecnológicos, los monopolios comunicacionales, los monopolios de la violencia legítima, ahora mundializada, se han consolidado por la fuerza de un orden 231
mundial
anacrĂłnico
y
aterido
a
paradigmas que no funcionan. Esto va seguir asĂ si los pueblos del mundo no ponen fin a este desbarajuste global y generalizado,
controlado
institucionalmente internacionales. dogmatismo
por Los
organismos
costos
econĂłmico
van
de a
este seguir
pagando las economĂas nacionales, los pueblos y las sociedades.
232
De las paradojas del libre mercado
Los partidarios del libre mercado, que han convertido una conjetura del siglo XIX,
que
avanzar
sirvió en
como
la
premisa
comprensión
para
de
la
economía moderna, en un dogma, que en cambio,
viene
apresurada
y
a
ser
poco
una
conclusión
sostenible,
que,
además, ya no ayuda a comprender nada, salvo el encierro mental de los teóricos monetaristas y neoliberales, se enfrentan obviamente
a no
una
paradoja,
ven.
Postulan
que la
no
intervención estatal, la no regulación de los mercados, dejar que la mano invisible lo regule todo, a pesar de que ya lo hacen al proponer políticas monetaristas, en unos casos de altos intereses, en otros casos,
de
bajos
intereses,
terminan 233
interviniendo
como
super-
Estado
mundial al orientar, postular, aplicar y obligar
a
políticas
monetaristas,
neoliberales, a los Estado-nación, que sufren
las
consecuencias
de
sus
aberrantes lineamientos. Esto no es más que intervencionismo, a escala mundial, de
estos
super-Estado
del
sistema
financiero mundial.
Volviendo a la crisis asiática de la década de los noventa, el FMI obligó a Corea del Sur y a Tailandia a subir los intereses bancarios,
con
el
objeto
de
atraer
capitales, cuando lo que no faltaba era esto, sino aumentar la demanda; que las empresas altamente endeudadas, pero eficientes, que funcionaron con el apoyo del ahorro interno, la planificación del Estado, en la orientación de la inversión 234
productiva
y
requerían,
más
bajos,
la
para
consecuencias
inversión
social,
bien,
pagar
no
colapsar.
fueron
intereses Las
desastrosas,
impactaron en el cierre de empresas, incluso
de
aquellas
que
podían
mantenerse, pero, fueron empujadas a la quiebra por la subida de los intereses. De la recesión se pasó a la depresión, con efectos
multiplicadores
a
los
países
vecinos; puesto que, por el consejo del FMI, debían buscar el equilibrio macroeconómico,
restringiendo
las
importaciones. La salida teórica era el incremento
de
las
empero,
como
los
posibles
compradores
exportaciones;
vecinos
y
también
otros fueron
impactados por la crisis, sobre todo por la recesión, entonces las exportaciones no podían
realizarse.
Tampoco
se
podía
obtener crédito para ampliar el marco de 235
las exportaciones. El resultado fue la expansión mundial de la crisis asiática.
Los partidarios del libre mercado, al final, intervienen globalmente en el mercado mundial como super-Estado, además con paradigmas simplones, que reducen la complejidad a una inocente caricatura donde solo hay dos curvas concurrentes, la oferta y la demanda; por otra parte, abstractas,
y
respondiendo
competencia,
también
concursantes
homogéneos,
a
una
abstracta,
de
como
si
respondiera a un sola lógica de un solo mercado homogéneo. A pesar de este simplismo
teórico,
este
dogmatismo
evidente, además de comprobarse las consecuencias
funestas
de
su
paso
destructivo por las economías del mundo, se persiste en el autoritarismo de los 236
organismos internacionales, que rigen la economía
global,
se
insiste
en
su
insostenible paradigma económico.
Otro aspecto digno de anotar, en el listado de contradicciones del FMI, es el no
distinguir
contextos Después
y de
periodos regiones haber
históricos, económicas.
orientado
las
economías latinoamericanas - las que supuestamente conocía, aunque sea de una
manera
general,
haciéndolas
semejantes a todas -, en el sentido del equilibrio macroeconómico, obligando a los estados a cerrar las brechas de sus déficit, empujándolos a la privatización de sus recursos naturales y de las empresas públicas, además de los ahorros de los trabajadores, coadyuvando, entonces, en el
mediano
plazo,
a
vaciarlas
de 237
dispositivos soberanos para afrontar los desafíos económicos, empujando a los países y sociedades a destructivas crisis sociales; el FMI internacional se creyó con el derecho y la autoridad de exigir lo mismo en Asía, en otro contexto, otra composición y estructura económica y otros problemas. Como comentamos, los resultados fueron lamentables.
238
El retorno neoliberal
A fines del siglo XX, la crisis social y la crisis política estalló en América latina. Los
pueblos
de
Sud
América
se
levantaron contra el modelo neoliberal implantado por gobiernos sumisos al FMI; estas rebeliones ocasionaron el llamado “giro a la izquierda”, llevando al poder, mediante
elecciones,
progresistas.
a
gobiernos
En principio, los gobiernos
progresistas recuperaron las economías nacionales
con
medidas
nacionalización, soberanamente
de
recuperando recursos
naturales
y
empresas públicas, aunque no todas, aunque recuperando
tampoco el
necesariamente ahorro
de
los
trabajadores, que siguió en manos de las neoliberales AFPS y sus orientaciones 239
políticas
especulativas,
ahorro
como
especulativas embargo,
como
usar
recursos
de
en
mercado.
los
el
el
inversiones
gobiernos
Sin
progresistas
nunca salieron de la férula y el control del FMI; al final, el temido super-Estado global
siguió
nacionales,
rigiendo
sobre
las
todo,
economías
en
lo
que
respecta a los mecanismos financieros, que ya es mucho decir. Los gobiernos progresistas
se
entramparon
en
sus
propias contradicciones; las heredadas, que arrastraban de los populismos del siglo XX, de sus límites; y las nuevas, las que tenían que ver con su demagógico “antimperialismo”,
en
los
marcos
permitidos por la camisa de fuerzas del FMI.
Las
crisis
económicas
de
los
gobiernos progresistas no tienen que ver con la interpretación de las crisis, que atribuye
el
dogmatismo
económico 240
neoliberal y monetarista, sino con la crisis orgánicas
del
mismo
sistema-mundo
capitalista, que ha llevado a fondo el despojamiento
de
transfiriendo
los
recursos
naturales,
grandes
costos
cualitativos a la naturaleza, costos que obviamente su contabilidad no cuenta. Crisis
que
tienen
que
ver
con
los
privilegios monopólicos de la geopolítica del
sistema-mundo
capitalista,
impidiendo incluso un libre juego de las competencias
económicas
nacionales.
Crisis que tiene que ver con una división del trabajo internacional y del mercado mundial, que data del siglo XIX, división vetusta,
apenas
modificada
por
las
potencias emergentes. Crisis, además y, sobre todo, desatada por un modelo de desarrollo anacrónico y obsoleto, en las condiciones
actuales
del
desarrollo
tecnológico y de la crisis ecológica. Fuera, 241
claro
está,
de
que
los
gobiernos
progresistas sustituyen el dogmatismo neoliberal
del
dogmatismo
mercado
libre
populista
paternal,
que
por
del
esconde
el
Estado
las
des-
cohesionadoras y destructivas relaciones clientelares, que sostienen la legitimidad de estos regímenes.
Las consecuencias políticas de las crisis económicas, provocadas por las políticas clientelares, de los gobiernos populistas, no
se
han
hecho
esperar.
Vino,
en
algunos países, puede ser que ocurra en otros más, el voto castigo, perdiendo las elecciones
los
partidos
populistas.
El
resultado no es nada halagador, pues, donde ocurrió, vuelve la sombra de los gobiernos gobiernos
neoliberales. neoliberales,
Estos del
nuevos pos242
populismo, tampoco aprendieron nada; como antes, creen que pueden repetir la receta neoliberal, que llevó a la crisis social y económica, en sus países, a pesar de la fugaz y aparente estabilidad de principio, al impactar positivamente por la reducción de los déficit. Creen como sus antecesores, que la mano invisible del mercado lo resuelve todo, que
la
competencia
regulador;
creen,
es
además,
el
mejor
como
las
lumpen-burguesías latinoamericanas, que los capitales extranjeros traen, a colación el desarrollo. La diferencia es que sus antecesores contaron con el colapso de los
Estados
irradiación
socialistas, de
los
fuera
límites
de de
la los
populismos del siglo XX; en cambio, esta nueva
reminiscencia
neoliberal,
por
cierto, con menos impulso y vigor, menos argumentos, menos discurso, a pesar de 243
contar con la experiencia desastrosa de las políticas neoliberales anteriores, no toma en cuenta esta experiencia, como si no hubiera existido este periodo aciago. No
tardaran
en
entrar
en
crisis
las
economías de sus países, mucho más antes
de
lo
que
ocurrió
con
sus
antecesores.
Para
resumir
la
figura
interpretativa
propuesta, por motivos de ilustración. Estamos
ante
dos dogmatismos;
uno
económico; el otro político. El primero, reduce todo a una mano invisible del mercado y a una competencia libre, que no existen; el segundo, reduce todo a la omnipotencia del Estado y al prestigio de las o los caudillos ante el pueblo; cosa, que en lo que respecta a la institución nacional, no la tiene, pues el país, como 244
formación
social-económica-cultural
es
mucho más que el Estado, en tanto complejidad.
Cosa, que, en lo que
respecta al mito del caudillo, si lo tiene; empero, en la medida, que el mito se contrasta
con
la
cruda
realidad
experimentada, su legitimidad imaginaria se merma y desgasta, hasta quedar reducida a la glorificación ridícula de la propaganda.
Las
salidas
a
la
crisis
estructural
y
orgánica del sistema-mundo capitalista no
parecen
manera,
en
encontrarse, ninguno
de de
ninguna estos
dogmatismos, que parecen más ser las dos caras contrapuestas de un sistemamundo capitalista, que contiene, en su composición compleja, al sistema-mundo político.
Por
lo
tanto,
dos
caras 245
contrapuestas de la crisis política; por tanto,
de
económica;
legitimidad.
De
la
por
de
crisis
sobreproducción
tanto,
convertida
en
crisis de
crisis
financiera. De la crisis civilizatoria de la modernidad tardía33. No hablaremos del retorno al socialismo real, que ya ha mostrado
sus
propios
límites
y
contradicciones, a pesar de haber sido un serio
desafío
al
sistema-mundo
capitalista. Su principal límite es no haber podido salir de la estructura estructurante del modo de producción capitalista; al final, el
socialismo real, fue la otra
versión del mismo modo de producción capitalista, solo que, en este caso, la burocracia sustituyó a la burguesía.
33
Ver Antiproducción. Dinámicas moleculares; La Paz 2015. Ob. Cit.
246
Parece, mas bien, que los pueblos del mundo
tienen
que
encontrar,
en
su
propia potencia, la capacidad de crear otros mundos, como dicen los activistas, alternativos y alterativos. Mundos que respondan a las experiencias sociales acumuladas, a las memorias sociales y culturales,
a
los
conocimientos
y
tecnologías logrados, sobre todo a la comprensión de las complejidades, no solo de las sociedades humanas, sino de los contextos de las sociedades orgánicas donde aquéllas sociedades están insertas.
247
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