Laberinto generalizado

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Laberinto generalizado RaĂşl Prada Alcoreza

1


Índice:

Prólogo

14

Globalización ideológica e ideología de la globalización

20

Metafísica de la economía Fundamentalismo de mercado

39

Mentalidades reaccionarias

98

La concepción deportiva de la política

115

Un balance sin evaluación

137

Una interpretación de la década

170

Un referente forzado

194

Corrupción generalizada

205

A-sistema-mundos capitalistas

221

2


Tu horizonte es valla marcando términos insostenibles Como pudorosos gestos que son insinuaciones De provisorias sapiencias, proliferantes certezas Como extravíos de aves estrellándose en ventanas Donde se refleja exuberante tarde de verano Terrible cinco de la tarde en todos los relojes

Resguardo infructuoso evitando intrépidas miradas Aves volando tan alto, ya saben no hay horizonte Sino esfera girando en eje de recuerdos moribundos Miradas nómadas inventando territorios mutantes Atravesando fortificaciones agobiadas, cansadas de defenderse Afanosos cinturones policiales cumpliendo órdenes paranoicas Impidiendo entrar en plaza de armas

3


Considerada prerrogativa de castas dominantes

Tu orgullo entorpece reconocer en otros Analogías donde te repites como mecánico modelo No puedes comprender en plebe aludida En discursos desgarbados y envejecidos por repetirse Potencia y capacidad de autogobierno del pueblo

A unos miras como leales condescendientes De tus petrificados caprichos incongruentes Hay otros a quienes consideras enemigos Como en guerras santas se juzga a infieles A las mayorías observas como ingratas masas Y desmemoriadas muchedumbres Olvidaron tus notables sacrificios políticos Ya no tienes relación humana con los humanos Sino relación del que manda a sus súbditos

4


Has reducido la revolución a un canto a ti mismo Cambio no puede ser sino tu glorificación Como si fueses el mesías esperado Por iglesias monoteístas provenientes del desierto Conservando las escrituras sagradas en baúles enmohecidos Tu epidermis simbólica ha absorbido La energía de las movilizaciones, sismos en suelos deteriorados Como agujero negro tragándose al universo fugitivo Como succionadora colosal ciénaga De cadáveres extinguidos en flácida comedia Tu cuerpo alegórico ha engullido Como el otoño devora los frutos del verano La autonomía de heroicas rebeliones Ha tragado agitadores gestos interpeladores Y transgresiones irreverentes de multitudes potentes

5


A quienes convertiste en tu sombra

Estás solo Solo en desierto de aplausos plañideros Rodeado de alargadas caravanas serviles Como procesiones arrastradas al llanto por martirio del santo Estás solo En camino a soledad más grande Como infinito vacío sin contornos Abismo insondable sin fondo Alejado como anacoreta en la cumbre Imaginada por chamanes y brujas, yatiris y ñustas Sin contacto con contrastantes asperezas De itinerantes eventos prófugos Escapando a vigilancia del régimen celoso

Solo Acompañado por tus preguntas sin respuesta Salvo sentencias complacientes de consejeros

6


Quienes se adelantan a darte las buenas nuevas Acompañado por tu angustia inmensa Creciendo como enredadera en empalizada de apatías

Solo Con tus convalecientes recuerdos ahogados Como niños migrantes muertos en naufragio Lo único innegable tenido a mano

Solo Con tu poder indiscutible como palabra de oráculo Y hedonista narciso en estanque mirándose en reflejo No sirve para salvarte de soledad inconmensurable Solo Con patrimonio furtivamente atesorado Botín del político por el oro aguijoneado Solo

7


Con tu fama barata De revolucionario fraguado Solo En tu palacio mil veces quemado

Las voces sumisas de entornos palaciegos No ayudan a vencer tus atroces miedos Te persiguen cuando despierto codicias Sosiego no tenido ni puedes alcanzar con manos propias Ni montones de manos aplaudiendo como si bailaras cueca Y cuando duermes acurrucado en alucinaciones apremiantes Sin tampoco entonces escapar a tu suerte

Solo Con tu soledad a cuestas CargĂĄndola a tus espaldas como SĂ­sifo en la montaĂąa Buscas una salida y no la encuentras

8


Aprisionado en laberinto enrevesado Buscas reconciliarte contigo mismo Reminiscencia de lo que alguna vez fuiste Dirigente sindical en resistencia duradera En guerra de baja intensidad inventada Por el abrumado imperio globalizado Como titánica máquina de guerra Aterradora pero inservible ante despertar emancipatorio De pueblos descubriendo su creadora potencia Pero estas tan lejos de aquélla evocación disuelta Por el viento de las instituciones en desvencijado mando De aquéllos perfiles perdidos en la bruma En niebla al amanecer cuando te reúnes Con cofradías cómplices

Buscas en tu organismo un consuelo tierno Pero encuentras tu cuerpo quebrado Por la penuria inútil que demanda la farsa

9


Despedazado por jaloneo de ávidos séquitos Como en Peñas el de Tupac Katari descuartizado Esta vez no por conquistadores sino por prosélitos Por leales y zalameros entornos cortesanos

Un vacío incontenible asciende despavorido Como gases de efecto invernadero Envenenando el aire, el agua y los suelos Asciende depósito desechable como vaho pestilente Enfermando a atmósfera y ciclos climáticos Desde las profundidades de tus huesos calados Donde se depositaron sufrimientos antiguos Memoria cristalizada de la colonización

Piélago hambriento devorando todo Lo hallado en su demoledor alcance Te traga a ti también llevándote al recóndito remolino

10


Triturador de vidas diseminadas en cascajos apagados El torbellino toma presas incautas Creyentes de encantos fabulosos De seducciones prometedoras como canto de sirenas Pero, cuando estas en el ciclón monstruoso Para escapar de la destrucción ya es demasiado tarde El embudo te arrastra con fuerza gravitante Irreversiblemente a decadencia y hundimiento Como barco con las luces encendidas ahogándose en mar turbulento Así pinta Vicente Huidobro sus cuadros imaginados

¿Cómo has llegado tan lejos? Repitiendo conductas aborrecibles, torpezas abominables Como antes se daban, profusas corrosiones Como oxidaciones de maquinaria de dominio administrada

11


Aterida en normas y prácticas anacrónicas Como condena cruel de despojadas periferias En los tiempos de gobiernos mercaderes

¿Cómo te pudiste convertir en lo mismo? En semejante hábito de arrogancia Menosprecio petulante sin asidero Al sentido común de la gente Creyendo puedes ocultar secretos de Estado Secretos a voces rumoreados Ocultando compromisos sinuosos

¿Cómo has podido convertir la esperanza del pueblo En recurrente burla espantosa? En trampa donde te atrapas a ti mismo ¿Cómo te perdiste en meandros de espectáculos descoloridos Y penosamente estridentes en teatros montados?

12


Tú poder como de todo devoto del destino Se sostiene en ilusión absoluta y monárquica antigua De maquinada inducción de voluntades Buscas convencer de bondades gobernantes Ilusión delirante extraviada en ansias Como enjambres de mosquitos alborotados Después de lluvia y sol pegado a los charcos Evaporando sus llantos consumados Creer dominar con retóricas extravagancias A propios y ajenos, a crédulos y a incrédulos También manejar secuencia de hechos Como si fuesen decretos regidos por el Estado Al antojo del otoñal patriarca parapetado

Sebastiano Monada: Laberinto y soledad

13


Prólogo

El ensayo Laberinto generalizado tiene sus antecedentes, que se remontan a Crítica

de

la

economía

política

generalizada y a Inscripción de la deuda y su

conversión

infinita1;

empero,

los

ensayos más recientes, que se vinculan con

el

presente

Diseminaciones,

El

ensayo, mundo

son como

espectáculo, Antiproducción y Clausura del horizonte moderno2. Estos ensayos 1

Ver Acontecimiento político; también Crítica de la economía política generalizada, así como Inscripción de la deuda y su conversión in finita. Dinámicas moleculares; la Paz 2013-15. Crítica de la economía política generalizada. Dinámicas-moleculares.webnode.es/critica de la economia política generalizada. La inscripción de la deuda, su conversión infinita. Dinámicas-moleculares.webnode.es/la inscripcion de la deuda su conversion infinita. 2 Ver Diseminaciones, El mundo como espectáculo, Antiproducción y Clausura del horizonte moderno. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. Dinámicas-moleculares.webnode.es/diseminaciones. Dinámicas-moleculares.webnode.es/el mundo del espectaculo. Dinámicas-moleculares.webnode.es/antiproduccion. Dinámicas-moleculares.webnode.es/clausura del horizonte moderno.

14


recientes se caracterizan por buscar, en la

perspectiva

de

desplazamientos

la

complejidad,

y

rupturas

epistemológicas, que den lugar a nuevas interpretaciones y nuevas concepciones de los problemas atingentes. Entre ambos periodos

de

ensayos,

están

los

que

retoman el debate desde la perspectiva de las paradojas y con el enfoque de la crítica de la ideología; estos son La paradoja conservadurismo-progresismo y Crítica de la ideología3.

Laberinto generalizado comienza con el capítulo

Globalización

ideológica

e

3

Ver La paradoja conservadurismo-progresismo y Crítica de la ideología. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.

Dinámicas-moleculares.webnode.es/la paradoja conservadurismo-progresismo. Dinámicas-moleculares.webnode.es/critica de la ideologia. 15


ideología de la globalización, que efectúa una crítica del concepto de globalización; crítica de la globalización privatizadora, especulativa,

banal,

extractivista

y

destructiva. Se trata de una crítica que coloca

en

el

núcleo

del

análisis

al

sistema-mundo moderno. Le sigue el capítulo Metafísica de la economía, que enfoca

críticamente

economicista mercado.

del El

la

“ideología”

Fundamentalismo tercer

capítulo

de es

Mentalidades reaccionarias, que consiste en una evaluación crítica de la coyuntura, cuando vuelven a aparecer las sombras del neoliberalismo; esta vez descoloridas, desteñidas, opacas, y sin muchas luces. Aunque el neoliberalismo no las tuvo, a diferencia del liberalismo; sin embargo, aparentó vigor, después de la caída del socialismo real. El cuarto capítulo está dedicado a La concepción deportiva de la 16


política;

mostrando,

banalización concepción

de

además

la

donde

de

política,

la

ideología

la esta se

sustituye por la camiseta, sin necesidad de esforzarse por argumentar; basta la pasión por el color de la camiseta. El siguiente

capítulo,

Un

balance

sin

evaluación, se aboca a un balance crítico de la década de gobierno populista; el objeto de análisis crítico es el libro del Ministro de Economía y Finanzas Públicas, del gobierno de Evo Morales Ayma, Luis Alberto Arce Catacora, titulado El modelo económico social comunitario boliviano. Propiamente el balance crítico se realiza en

el

siguiente

capítulo,

Una

interpretación de la década. Después viene

Un

referente

forzado;

capítulo

dedicado al análisis crítico del referéndum sobre un artículo de la Constitución, con el

objeto

de

su

modificación,

para 17


habilitar una nueva postulación continúa del

presidente

y

el

vicepresidente.

Corrupción generalizada, es el octavo capítulo; en este se analiza no solamente la corrupción como casos, hechos visibles por los escándalos, sino como fenómeno generalizado en el sistema-mundo polito, como parte del funcionamiento del poder, a escala nacional, regional y mundial. Vinculando este concepto de corrupción generalizada al concepto conocido de economía política generalizada. Lo que le da no solo cobertura, sino también la perspectiva de la complejidad, cuando se comprende el capitalismo, no solo como plano

de

intensidad

económico,

sino

como articulación integrada de planos de intensidad

y

espesores

de

intensidad

plurales. El último capítulo es A-sistemamundos capitalistas; en éste se comienza con una revisión crítica de un concepto 18


complejo,

hartamente

nosotros,

sistema-mundo

mostrando

sus

lĂ­mites,

usado

por

capitalista, sus

ateridos

alcances, ademĂĄs de sus contrastes y contradicciones, en discordancia con las historias efectivas de lo que se viene en llamar capitalismo.

Seguramente, a partir de este libro, siguiendo

la

Episteme

ruta,

emprendida

compleja4,

desde

intentaremos

nuevamente,

como

Diseminaciones,

sugerir

desde nuevas

interpretaciones en la perspectiva de la complejidad.

4

Ver Episteme compleja. DinĂĄmicas moleculares; La Paz 2015. TambiĂŠn pradaraul.wordpress.com:

pradaraul.wordpress.com/2015/02/13/episteme compleja 19


Globalización ideológica e ideología de la globalización

20


Desde hace un tiempo se ha venido hablando mucho de globalización. Quizás desde la década de los ochenta con mucha

asiduidad;

ciertamente,

la

a

pesar

mundialización

que, se

da

desde la conquista y colonización del quinto

continente,

desconocido

hasta

entonces, de Abya Yala, por parte de Europa.

Se

han

formado

como

dos

bandos; claro que hay más; empero, nos quedaremos contrastes,

con

estos

dejando

dos,

por

las

sus otras

interpretaciones, que son, en todo caso, menores. Lo hacemos para exponer el problema, considerando sus extremos, por así decirlo. Los unos, ven en la globalización un evento positivo; otros ven, mas bien, un evento negativo. De alguna

manera,

son

conocidas

estas

posiciones y tendencias opuestas; no creemos necesario entrar en detalles y 21


evaluarlas minuciosamente, de acuerdo a sus

variantes.

En

todo

caso,

ya

expusimos el debate en otros escritos5. Suponiendo

que

se

tiene

una

idea,

aunque vaga o, si se quiere, general, del debate,

lo

que

interesa,

ahora,

es

preguntarse sobre lo que se significa cuando se habla de globalización; se esté a favor o en contra.

Los que se inclinan por la positividad de la globalización, consideran que, este proceso de mundialización, beneficia a las sociedades, países y Estado; los que se inclinan

por

la

negatividad

de

la

globalización, consideran que destruye a las sociedades, a la cohesión, a las culturas,

a

la

autonomía

de

las

5

Ver de Raúl Prada Alcoreza Acontecimiento político. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.

22


sociedades, a la soberanía de los Estadonación. En los ensayos que difundimos, sobre todo, desde el 2010, hicimos la crítica

a

lo

que

llamábamos

la

globalización privatizadora, acercándola a la

expansión

planetaria

del

proyecto

neoliberal; optando, en contraposición, más bien, por una globalización social, colectiva,

solidaria,

complementaria

y

conformada por reciprocidades6. Bueno; empero, ahora, debemos preguntarnos: ¿Hay

globalización

efectivamente?

A

muchos esta pregunta les puede parecer ingenua o desubicada; sin embargo, es menester hacerlo, pues requerimos saber si esta globalización es “ideológica” o efectiva.

6

Ver de Raúl Prada Alcoreza Horizontes de la descolonización; también Descolonización y transición. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.

23


Aceptemos que la globalización se da institucionalmente;

la

ONU

es

una

corroboración institucional planetaria que esto sucede. El mercado mundial, cada vez más integrado, es otra prueba que el fenómeno se da no solamente a escala mundial sino que afecta a las sociedades en el plano de intensidad económico. La cultura-mundo evidencia;

parece

ahora

en

ser los

la

otra

imaginarios,

incluso en los habitus, en las conductas y comportamientos. La lista puede ser más larga,

dando

ejemplos

de

que

la

globalización concurre. Sin embarga, todo lo que se presente como verificación, no hace otra cosa que mostrarnos las formas institucionales

de

la

globalización,

incluyendo ciertas tecnologías y políticas. Cuando se habla de efectividad se está pensando, mas bien, en la articulación integrada de las sociedades. 24


Para poder hablar de una globalización, en este sentido, es menester que las sociedades del mundo, distinguidas por países,

por

lenguas,

culturas,

incluso

estados, se complementen; es decir, se cohesionen,

incluso

manteniendo

sus

diferencias. Sin embargo, esto no ocurre, pues las sociedades no se complementan; al contrario, compiten, para usar una palabra tan cara para los neoliberales. Las economías guerrean, por así decirlo, unas contra otras. Concretamente, como dice

Joseph

E.

Stiglitz7,

las

recetas

generales del FMI no han hecho otra cosa que

beneficiar

a

los

“países

desarrollados” y afectar a los “países en desarrollo”. En pleno ciclo de crisis, obligó

7

Ver de Joseph E. Stiglitz El malestar en la globalización. Debolsillo; Madrid 2015.

25


a

la

austeridad

desarrollo”, economía,

a

estos

comprimiendo además

privatizaciones;

lo

países,

“en

más

su

de

empujarlos

a

que

terminaba

de

beneficiar a los “países desarrollados” y a las

grandes

empresas

monopólicas.

Puede ser que la balanza económica se haya

equilibrado,

en

términos

estadísticos; sin embargo, esto ocurrió a un costo muy alto para la sociedad. Los pobres las

aumentaron

desigualdades

significativamente, se

incrementaron

abismalmente. Esto no es exactamente globalización o mundialización, como se quiera llamar; sino, mas bien, distinción, también diferenciación, por la magnitud de las desigualdades. La paradoja es la siguiente: cuando más institucionalmente se globaliza el mundo, es cuando las sociedades se hacen más desiguales, más

26


distintas, sobre todo, en lo que respecta a los beneficios de la globalización.

Como se puede ver, no se trata de estar a favor o en contra de la globalización, ciertamente,

reducida

a

los

acuerdos

institucionales, sino de contrastar esta tesis con lo que acaece en el mundo. Stiglitz

también

asume

que

hay

globalización; empero, a diferencia de la burocracia del FMI y del BM, considera, que si bien, se notan aspectos positivos, en el balance, se puede observar que, al final de cuentas, el balance es negativo. Empero,

¿hay

efectivamente

globalización? No hablamos de si se preservan o no la lenguas, las culturas, los

condicionamientos

histórico-

culturales, sino de la integración de las sociedades,

países,

Estados,

culturas; 27


también, por supuesto, economías. No la hay. Entonces, cómo se puede hablar de globalización efectivamente.

Este es un buen ejemplo de lo que dijimos respecto de la gran diferencia entre el mundo de las representaciones y el mundo efectivo. Los que interpelan y critican

la

globalización,

parecen

solamente constatar las consecuencias destructivas; en contraste, los que hacen apología

de

la

globalización,

parecen

solamente constatar las consecuencias constructivas. preguntarse

Empero, si

este

es

menester

fenómeno

tan

mentado se da efectivamente.

Sacando consecuencias de lo que expone Stiglitz, podemos decir que, para que se 28


dé efectivamente la globalización, las condiciones

de

vida

deben

ser

equivalentes, aunque se preserven las diferencias culturales, las lenguas, los contextos sociales. No basta mostrar que los supermercados, los moles, son los mismos,

son

las

mismas

cadenas

o

parecidas, en todos los países. No basta mostrar que las clases medias tienden a consumir

prácticamente

lo

mismo

o

parecido; no basta mostrar que ven los mismos

programas,

de

las

mismas

producciones, en la televisión. No basta mostrar

que

comportamientos,

las sobre

conductas todo,

de

y las

clases medias, tienden a parecerse cada vez más. Las sociedades no se reducen a estas características, las sociedades son complejas, son composiciones singulares; para poder hablar de globalización en sentido

positivo,

manteniendo

este 29


término,

que

no

compartimos,

lo

hacemos por motivos de exposición, las sociedades deben de complementarse, articularse

e

integrarse,

manteniendo

su

incluso,

diversidad

y

heterogeneidad. Si, se diera el caso, que esto no ocurre, sino una globalización homogeneizante,

también,

la

globalización se puede entender como modernización

única,

no

heterogénea.

Pero, no es así, no aconteció, ni ocurre esto.

Se

entiende

que

la

tesis

globalización,

ayuda

a

explicaciones

manejables

de

la

construir de

las

sociedades y sus problemáticas en el mundo.

También se entiende que esta

tesis ayuda a operar a los gobiernos, a los

estados,

a

las

organizaciones 30


internacionales. Sin embargo, sobre todo por las consecuencias de lo que acaece con este supuesto de la globalización, debemos

contrastar

historias

efectivas

la en

tesis el

con

las

mundo,

los

países, los estados y las regiones. Si los resultados son, más bien, el aumento de las desigualdades; para decirlo, usando una figura tan reiterada; los ricos se hacen cada vez más ricos, los pobres cada vez más pobres; además, los pobres cada vez más son más numerosos. Sin hablar de otras diferenciaciones.

No hay, pues, tal globalización, sino, más bien, desintegración de las sociedades; paradójicamente, cuando aparentemente se comienzan a parecer. La globalización “ideológica” se da institucionalmente; son las instituciones las que cada vez se 31


parecen

más;

mismo.

Si

son se

prácticamente

puede

hablar

lo de

globalización, habría que decir que se trata de la globalización institucional; por lo tanto, de globalización no efectiva, en el sentido de lo que acontece, no en el sentido

instrumentas.

Si

fuese

esto

último, mas bien, ocurre.

¿Qué es lo que hay? La proximidad de las sociedades,

en

el

sentido

del

acortamiento de las distancias, debido al avance

tecnológico,

aunque

unas

produzcan la tecnología y otras consuman los efectos de la tecnología, debido a la velocidad de las comunicaciones, de los transportes, no las convierte en parte de una globalización. Las hace solamente próximas, como compartir un mundo, interpretaciones

de

ese

mundo; 32


consumiendo distinguiendo

cosas clases

parecidas, sociales.

Las

sociedades no es que sean diferentes, no solo por su singularidad, sino porque no se

han

integrado,

con

todas

las

diferencias que puedan contener.

Por lo tanto, la globalización es una tesis “ideológica”, que legitima tanto a las posiciones positivas de la globalización, así como las posiciones contrastadas. Paradójicamente,

la

tesis

de

la

globalización coadyuva a multiplicar las separaciones.

Se

trata

de

entender,

comprender y conocer lo que acaece efectivamente; si se logra un avance, en este sentido, se trata de transformar el mundo, vinculando a los pueblos, a partir de

la

complementariedad

de

sus

singularidades. 33


Lo problemático de todo esto, es que mientras las instituciones, conciben que se

da

efectivamente

la

globalización,

hasta pueden haber conformado mallas institucionales,

que

se

conectan

globalmente, el mundo efectivo se mueve en sus devenires, en los ciclos vitales; afectado, en sus planos de intensidad aislados, ocasionando la desintegración, la

diseminación

sociedades.

demoledora Las

en

las

organizaciones

internacionales, los Estado-nación de las potencias “desarrolladas”, no dan chance a

que

puedan

los

pueblos

sopesar,

puedan y

deliberar,

actuar

en

consecuencia, en la perspectiva de las emancipaciones y liberaciones múltiples. Las

organizaciones

internacionales

ya

saben lo que se tiene que hacer; su 34


recetario compartido por todos los países. En

el

lado

opuesto,

el

pueblo,

las

sociedades alterativas, también saben lo que se quiere hacer; lograr la asociación efectiva de las sociedades y pueblos del mundo. La integración mundial.

Sabemos que no basta compartir luchas sociales,

aliarse,

comprometerse,

ser

solidarios; es urgente, a estas altura de la

crisis

múltiple

de

las

sociedades,

vincularse, conectarse, conocerse, en sus singularidades,

es

decir,

en

sus

diferencias, complementándose. Ya no pueden

ignorarse

las

sociedades;

ignorancia que se da, a pesar de que estén informadas, a pesar de que repitan ciertos rasgos que, aparentemente, les hace parecerse. Las sociedades tienen que

compenetrarse

respecto

de

sus 35


singularidades; con estas comprensiones, integrar sus particulares en el mundo efectivo,

dinamizado

por

las

singularidades.

A pesar de su petulancia, de su seguridad engreída,

las

internacionales,

los

representaciones, intelectuales,

organizaciones Estado-nación,

la

no

“ideología”, pueden

las los

sostener

efectivamente la tesis de la globalización, pues las sociedades no logran parecerse en lo que respecta a las condiciones de vida. Un mundo de las representaciones, que

responde

a

la

tesis

de

la

globalización; un mundo del limbo, entre el mundo de las representaciones y el mundo efectivo; no son pues, un mundo globalizado, sino un mundo desarticulado, desintegrado, en crisis. Desintegración 36


que

se

oculta

y

paradójicamente

que

se

efectúa,

presentada

como

mundialización.

¿Qué efecto tiene que las instituciones internacionales y nacionales crean en la globalización,

si

efectivamente,

se

produce otra cosa, la desintegración? Las sociedades

se

desarman;

no

pueden

resolver los problemas que enfrentan. Si bien parece que las burguesías, sobre todo la híper-burguesía mundial, logran prolongarse, aparentemente fortalecerse, lo que pasa no es un augurio de su permanencia tranquila; todo lo contrario. Es una marcha implacable al apocalipsis, por así decirlo, por el camino de la competencia, de la concurrencia, basados en la estrategia de las dominaciones. La híper-burguesía no tiene una estrategia 37


de

largo

alcance;

imperialismos

que

el

imperio

y

los

lo

componen,

no

cuenta con una estrategia de largo ciclo, que le permita desenvolverse en el ciclo largo.

Sรณlo

tienen,

conocimiento comprensiรณn

en

adecuado, de

la

vez

del

de

la

complejidad,

la

pretensiรณn de saberlo todo, basada en la pretensiรณn

de

dominar

el

mundo,

sustentada en el amor propio, en la autocomplacencia, y en el desprecio a los demรกs, que no conoce. No se da cuenta, que, si no se resuelven los grandes problemas heredados de la humanidad, no hay futuro para nadie.

38


MetafĂ­sica de la economĂ­a Fundamentalismo de mercado

39


40


En 1985 escribimos y publicamos un ensayo

titulado

Crítica

del

discurso

metafísico de la economía8. Creemos que mucho de lo que se escribió en ese entonces, sigue teniendo hoy validez, en cuanto

a

la

crítica

de

la

economía

política; también en lo que respecta a la crítica de la teoría y de la filosofía, que, en aquel entonces, considerábamos que se trataba de la crítica efectuada desde la epistemología crítica. Vamos a decir por qué

pensamos

recogeremos

algunas

esto.

Primero,

interpretaciones

expuestas en el ensayo citado; después, retomaremos las críticas, de otro estilo, que hemos venido desenvolviendo desde que escribimos y publicamos Crítica de la economía política generalizada.

8

Ver de Raúl Prada Alcoreza Arqueología del discurso económico. A propósito de la metafísica de los valores: La crisis económica y las medidas políticas. Episteme; La Paz 1985.

41


Recurriendo a una cita larga, del ensayo mencionado, a propósito, se escribió:

Hablar de la crisis económica se ha vuelto cosa común; esta comunión de la crisis de una comunidad económica, además de ser un acontecimiento empírico, se abre a la problemática de su definición: ¿Se trata de una crisis conceptual? ¿Una crisis de la razón económica? ¿Quizás más bien de

una

crisis

moral?

¿Juntando

los

ámbitos, podremos hablar tanto de una crisis de los valores económicos así como de los valores subjetivos? Dejando de lado todo esto, optando por la descripción y la objetividad ¿sólo podemos hablar una crisis

del

sistema

económico?

Sin

descontar la relación posible entre los 42


tres niveles de crisis, la relativa al ciclo del capital, la vinculada a la inmanencia de

los

valores

subjetivos,

es

decir,

correspondiente a la esfera moral, y la referida al sistema económico, en otras palabras al paradigma o al modelo, es indispensable detectar en cuál de los niveles

se

manifiesta

una

desmesura

mayor. En cuál de los niveles se hace más visible y evidente la crisis, cuál de estas

crisis

se

convierte

en

la

representante de la crisis integral. La identificación de la desmesura mayor, el lugar de la mayor diferencia, ayuda a comprender

el

carácter

del

desplazamiento ideológico. No olvidemos que la ideología funciona como recurso de legitimación de las dominaciones. Desde esta perspectiva es menester evaluar el carácter del desplazamiento ideológico, encontrar

los

síntomas

de

este 43


desplazamiento en el discurso económico. Esto, sobre todo, por las características de la crisis y también por el brío de las medidas políticas emprendidas, medidas políticas privatizadoras en el contexto de la globalización. La evaluación ideológica, que no puede hacerse sino desde la crítica

de

la

ideología,

según

Paul

Ricoeur, desde el horizonte de la utopía. Este trabajo crítico nos lleva a enfrentar las formas de la conciencia social, que se dan en el acontecer o en la coyuntura. A propósito de las formas de conciencia, quizás sea conveniente comenzar por las manifestaciones

de

la

vida

cotidiana,

remontar la crisis desde sus lugares más empíricos.

Al

respecto,

una

buena

pregunta podría ser esta: ¿Cuál es la imagen ordinaria de la subida de los precios? Esta experiencia nos lleva a la noción de la desproporción constante 44


entre precio y producto, entre el valor de los productos y el monto de los productos mismos. Es a este desfase a lo que llaman los economistas inflación. Esta experiencia de la crisis es patente, su manifestación

empírica

es

dramática,

considerando sobre todo a las clases sociales

de

escasos

recursos.

Sin

embargo, el problema de la crisis no acaba aquí, más bien empieza. pregunta

subsiguiente,

La que

necesariamente acompaña a la anterior es:

¿Por

qué

se

da

lugar

el

distanciamiento entre precio y producto, dicho en otras palabras, entre precio de producción y precio comercial? Uno de los secretos de la etapa tardía del ciclo del capitalismo es la especulación financiera; como

efecto

inmediato

de

este

movimiento financiero, de esta ganancia especulativa, tenemos a la inflación. El 45


ciclo

del

capitalismo,

en

su

periodo

financiero, produce inflación. Entre las medidas económicas adoptadas por

el

primer

gobierno

del

periodo

neoliberal9 se menciona la regularización de los precios por medio del libre cambio. Se dice que, con la vigencia del libre mercado,

no

se

dará

lugar

a

subvenciones, ni se impondrán precios políticos.

Una de las fórmulas de los

llamados mercantilistas es la de que los precios se definen a través del juego de la oferta y demanda, con la intervención de la competencia entre compradores y vendedores. Esta proposición enuncia un concepto de valor, en tanto equilibrio, 9

Se hace referencia al periodo que arranca el año 1985 y llega al 2003, quizás continúe incluso el año 1985, durante el gobierno de transición. El primer gobierno neoliberal es el de Paz Estensoro (1985-1990), cuando se da comienzo a las políticas de ajuste estructural con el decreto ley 21060.

46


resultante

de

la

concurrencia.

Esta

valoración, dada en el mercado, deriva en un

indicador

móvil,

sobre

todo

escurridizo; una magnitud mensurable movediza. momento

Medida del

realizada

encuentro

de

en

el

fuerzas

contradictorias, punto localizable en el espacio de intersección de las fuerzas. Este concepto de valor no es el único desarrollado

en

la

historia

de

las

doctrinas económicas; al contrario, la historia se abre a una gama amplia de conceptos derivados de la valorización del valor.

Es en este contexto histórico

donde hay que apreciar la relatividad de las teorías monetaristas y mercantilistas, viejas

y

nuevas.

Los

fisiócratas

trabajaron un concepto de valor natural. La economía clásica ha desarrollado unos conceptos de valor en el marco de la ciencia general del orden.

Por ejemplo, 47


ha desarrollado un concepto abstracto del valor, en el cual se diferencia una parte referida al costo de producción y otra parte referida a la ganancia.

Dentro lo

que se considera costo de producción se halla el gasto en salario, además del costo del desgaste y la reposición de los medios de producción. En el horizonte de la formación discursiva clásica, David Ricardo ha deducido que el valor se reduce al trabajo. En esta perspectiva, el economista

inglés

se

entrabó

en

un

dilema: Los productos contienen valor en la media que contienen trabajo; pero, también valen las cosas escasas. Dos campos epistemológicos se mezclan en este discurso, el campo epistemológico de la producción y el campo epistemológico de los bienes necesarios. A Karl Marx le corresponde desarrollar la epistemología de la producción, del trabajo y de la 48


acción, dejando las premisas clásicas como objetos de la crítica de la economía política. Podríamos decir que la teoría del valor atraviesa dos siglos (XIX y XX), los últimos de la modernidad. Después de la nueva configuración del capitalismo, de desterritorialización y biopolítica, después de la crisis de la década de los setenta, la teoría del valor no es sostenible, cuando se informatiza la producción, se virtualiza el trabajo y la reproducción del capital se apropia de la gestión de la vida. En el interregno, en el paso de un campo teórico a otro, las teorías neoclásicas intentaran desesperadamente volver al clasicismo de la economía del equilibrio, a la racionalidad del mercado, a las figuras de los circuitos monetarios. Pero, estos esfuerzos

son

vanos,

la

historia

es

despiadada, ingresa a las nuevas formas de la experiencia social, a las nuevas 49


formas de la producción, a las nuevas formas del capitalismo, a las nuevas formas del nuevo orden mundial, dando lugar

a

nuevas

intuiciones, nuevas

a

certezas,

nuevos

formaciones

a

nuevas

paradigmas, discursivas,

a

que

desplazan y enriquecen la arqueología del saber económico. Los

funcionaros,

los

técnicos,

los

ideólogos y los epígonos del periodo neoliberal, se cuelgan de esta formación discursiva,

relativa

económico,

deduciendo

prácticas políticas.

al

neoclasicismo de

ella

sus

El tono del discurso

político de quienes son responsables de las medidas económicas es dogmático. Acordes con la pretensión racionalista de que todo lo real es racional y todo lo racional es real, creen que su discurso neoclásico expresa la realidad, así como 50


que la realidad se reduce a los estrechos marcos de su visibilidad teórica. Vivimos el cuarto ciclo del capitalismo, el ciclo del capitalismo norteamericano, después de haber

vivido

el

ciclo

del

capitalismo

genovés, el ciclo del capitalismo holandés y el ciclo del capitalismo inglés. Nos encontramos en la tercera etapa de este último ciclo; es decir, la etapa financiera, siendo la primera comercial y la segunda industrial. Algo que caracteriza a las periodizaciones de los ciclos de capital es la formación de consorcios monopólicos. Según Fernando Braudel, el capitalismo se caracteriza, mas bien, por la formación de monopolios que por el libre mercado. Por

la

estructuración

de

relaciones

cerradas en el mundo económico. Donde la libre competencia es un cuento de hadas o, en el mejor de los casos, un acontecimiento vivido por los pioneros del 51


capitalismo. Este desfase entre el tiempo histórico

del

capitalismo

e

ideología,

sobre todo la ideología de libre mercado, entre temporalidad y discurso, es la marca de la diferencia entre historia efectiva y saber eficiente del poder. Desde la perspectiva de una teoría de las ideologías, se puede proponer ciertas hipótesis interpretativas acerca de las configuraciones ideológicas:

a) Las representaciones no son en ningún

caso

productos

espontáneos,

son

construcciones

orgánicas,

son

instituciones

sociales, constituidas en el devenir del imaginario social. Hablamos de un campo complejo de relaciones

52


entre lo real, lo simbólico y lo imaginario. b) Se puede considerar una distinción entre representaciones elaboradas de

manera

conscientes

más y

o

menos

representaciones

construidas de modo inconsciente. Ambos son

contextos investidos

representativos por

procesos

subliminales10. c) Los

procedimientos

descripciones

lógicos,

objetivistas

y

las las

prácticas científicas no escapan a la 10

Cornelius Castoriadis dice que: El objeto de la sublimación, aquello en lo que se inviste la energía en cuestión no es y no vale más que en y por su institución social, casi siempre efectiva, llegado el caso virtual. Equivale a decir que la sublimación es la investidura de una representación cuyo referente ya no es un objeto privado sino un objeto público, o sea, social. Cornelius Castoriadis: Sujeto y verdad en el mundo histórico social. Seminarios 10986-1987. La creación humana I. Fondo de Cultura Económica 2004; México. Pág. 120.

53


irradiación

ideológica,

pues

no

dejan de producir y reproducir de representaciones. sentido,

no

En

el

mismo

a

repetir

escapan

ciertos rasgos de la ideología en la medida que no dejan de construir sentidos. Todo esto tiene que ver con la institución de la sociedad moderna, institución social que crea y recrea individuos, supuestamente autónomos,

los

incorporan rigidez

mismos

estructuras

de

las

y

que cierta

instituciones

modernas. La imitación de estos procedimientos muy

bien

pueden

en

función

funcionar de

la

legitimidad social. d) Es posible una teoría crítica de las ideologías salgamos

siempre del

y

ámbito

cuando de

la 54


ideología,

sino

caemos

en

la

paradoja de Mannheim: La misma teoría de las ideologías termina siendo una ideología. La práctica ideológica

no

puede

descubrirse

desde adentro, tiene que pensarse críticamente desde un afuera. Para Paul Ricoeur, este afuera es la utopía. Se puede concebir, de una manera

más

espacios

del

ideología

se

radical,

que

desborde dan

de en

los la las

desterritorializaciones de la praxis y las contradicciones de la historia efectiva.

Desde

esta

perspectiva,

desde

el

horizonte que dibuja las hipótesis, vamos 55


a

abordar

la

crítica

del

discurso

neoliberal, crítica de la ideología tardía del capitalismo. Simson, en Estados Unidos, Nogaro, en Francia; y Einaudi en Italia, son los representantes y arquitectos reconocidos del discurso neoliberal11. Para ellos la historia económica puede diferenciarse entre economías centrales dirigidas y economías mercantiles. La última forma de organización económica expresa una manera de estructuración democrática, mientras

que

la

primera

desarrolla

variantes de un sistema totalitario, que 11

Aunque actualmente se habla mucho de Milton Friedman,

sin

embargo

Simson,

Nogaro

y

organizadores del discurso neoliberal.

Einaudi

fueron

los

Ver Historia de las

doctrinas económicas de Karataev Ryndinay Stepanov. Tomo II. Ciencias Económicas y Sociales. Editorial Juan Grijalbo 1964; México. Pág. 1149.

56


descarta el mercado regulador de precios. A los ojos de estos ideólogos, el mercado representa no solo el medio fundamental de garantía de una vida democrática, sino también es el símbolo de la democracia misma. Son, en cierto sentido, antikeynesianos, intromisión económico,

pues del

no

Estado

salvo

aceptan en

dentro

la

el

mundo

de

ciertos

límites. Al interior de los cuales el Estado debe garantizar la existencia libre del mercado.

¿Contra

quién?

Entre

otras

cosas, contra la tendencia económica a la monopolización. La libertad de empresa y la libre competencia son los axiomas primordiales en el diseño de una normal política económica. Como derivación de estos axiomas, ven en los desfases del sistema

monetario

una

enfermedad

peligrosa al interior de un organismo macroeconómico.

En

este

sentido, 57


proponen regular la masa de dinero en relación directa a la masa de mercancías en circulación. En la medida que la inflación es un fenómeno consecuente de la tendencia económica al monopolio, combaten la inflación recurriendo al libre cambio. Para ellos la oferta y la demanda definen

el

espacio

de

realización

económica. Es así que podemos decir que el neoliberalismo ve en la patología de la circulación las causas esenciales de la crisis.

Para el discurso neoliberal, la

economía boliviana, bajo el modelo de la acumulación estatal, es un caso más de la enfermedad económica provocada por la tendencia económica al monopolio y por

las

perturbaciones

de

orden

circulatorio. Haciendo periodo

una

comparación

definido por los

entre

el

años de

la 58


Revolución Nacional (1952-1964) y el periodo definido por la aplicación de políticas

de

shocks

y

de

ajuste

estructural, es visible la metamorfosis sufrida

por

parte

proteccionistas, convertido

de

quienes en

librecambistas. metamorfosis

los

los

antiguos se

han

novísimos

Las condiciones de esta se

encuentran

en

la

debacle del partido populista (MNR), en su división, en su conspiración interna, en su vocación golpista, en las prácticas clientelares, expandidas por el partido en lo ancho de la sociedad civil, en la descalificación distanciamiento

ideológica,

en

su

permanente

del

nacionalismo revolucionario, abriendo un vacío moral al interior, vacío que va a ser llenado por los billetes del empresario minero Gonzalo Sánchez de Lozada. En 1985

el

partido

no

sólo

va

a

ser 59


comprado por el empresario, sino que es convertido en una agencia publicitaria de las trasnacionales. La ideología neoliberal va a ser aceptada sin mayores trámites ni discusión. Los movimientistas, que es así como se les llama a los partidarios del Movimiento

Nacionalista

Revolucionario

(MNR), se convierten en los defensores recalcitrantes

más

celosos

de

la

privatización de la economía. No es que manejen del todo la teoría neoliberal; empero,

son

sus

más

empedernidos

practicantes. Después del paso por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada no

quedará

nacional.

nada Este

desaparecido

de

la

espacio o

se

economía habría habría

trasnacionalizado. En otras palabras, el régimen económico forma parte de un afuera, del exterior a la nación, de la economía mundial. 60


Uno de los principales blancos de la nueva

política

Corporación

económica Minera

es

de

la

Bolivia

(COMIBOL), entidad estatal centralizada y monopolio productor y comercializador de minerales. El ministro de planificación, del último gobierno de Paz Estensoro y el primero del periodo neoliberal12, justificó de

la

siguiente

manera

el

desmantelamiento de COMIBOL: Dijo que se

busca

atacar

la

excesiva

burocratización de esta entidad, así como a

la

innecesaria

Acompasando cambio

con

este una

centralización.

discurso mezcla

de

libre

local,

dijo

también que se trata de asignar una mayor

autonomía

regiones.

al

poder

de

las

Aunque estas elucidaciones

12

El ministro no era nada más ni nada menos que el mismísimo Gonzalo Sánchez de Lozada.

61


tengan que ver más con la forma de decir que

con

el

contenido

expresiones contundentes

del

discurso,

parecidas al

promulgación

fueron

momento del

de

decreto

descentralización

de

la de

COMIBOL.

Ciertamente la analogía entre la insidiosa discursividad

criolla

neoliberal

y

el

discurso del libre cambio sale a luz. A pesar de tratarse de un decreto de descentralización, monopolio derrumbando

estatal con

se

acaba de

esto

la uno

con

el

minería, de

los

mayores símbolos de la Revolución de 1952. Es evidente que una descentralización no significa

necesariamente

desestatalización;

las

una entidades

descentralizadas pueden, a su vez, ser estatales. La relación no se establece en 62


este sentido. de

la

La tendencia al monopolio

economía

capitalista

marcha

paralelamente a la centralización rigurosa de

los

mecanismos

económicos:

La

dirección unitaria, la distribución orgánica del capital, el nucleamiento del poder de decisión, son procedimientos, que podría decirse, necesarios al desarrollo tardío del capitalismo. En este sentido, se puede establecer un paralelo entre una política descentralizadora antimonopolista;

y en

una

política

última

instancia,

entre el decreto de descentralización y la tendencia

neoliberal

desmonopolización.

de

Mirando

así

las

cosas, no se puede reducir esta historia a sólo

casos

de

descentralización.

pasos En

este

hacia punto

la el

problema se abre a una doble variante: 1) ¿Hasta dónde se puede se puede hablar objetivamente de entidad nacional 63


con autonomía económica?, y 2) ¿En un Estado

unitario

y

descentralización

no

no

federal

significa,

en

la los

hechos, una desnacionalización? No como paso, sino de manera inmediata. Después

de

esta

forma

de

descentralización, que en la práctica es, mas

bien,

efectiva,

una los

desmonopolización

desnacionalización efectos

de

de

empresas

las

la

estatales, en una sociedad profunda, de un

país

periférico,

son

demoledores,

desde la perspectiva de la autonomía económica. Con la destrucción de las empresas públicas el Estado ha perdido definitivamente su autonomía económica. En relación a la segunda pregunta, es indispensable revisar los alcances de la teoría de la dependencia. Esta teoría supone una estructura de la división del 64


trabajo a escala mundial, que diferencia el centro de la periferia del sistemamundo capitalista. El funcionamiento de esta estructura produce desarrollo en el centro y subdesarrollo en la periferia. ¿Cómo escapar de esta condena, cómo romper la estructura de la dependencia, cómo

salir

del

círculo

vicioso

del

desarrollo? ¿Es una ilusión el desarrollo nacional?

¿Es

posible

la

autonomía

económica en los Estados subalternos? En todo caso fue una apuesta de los gobiernos

populistas

latinoamericanos

durante las décadas de los cincuenta y sesenta. No vamos a concentrarnos en los resultados empíricos, que son, mas bien, mezquinos y parecen repetir la historia de la dependencia por otras vías. Sin embargo, respecto de los cuales, se puede

aludir

políticas.

Es

a

las

inconsecuencias

preferible

evaluar

las 65


consecuencias teóricas de la teoría de la dependencia, aunque siempre teniendo como telón de fondo la experiencia de las políticas de sustitución de importaciones. Uno de los connotados teóricos de la teoría de la dependencia es André Gunder Frank13. Es conocida su tesis sobre el sistema-mundo capitalista, dividido entre centro y periferia. También es conocida su tesis derivada de la dependencia. Se trata de una relación perversa entre centro y periferia. La estructura de la dependencia

provocaría

dos

efectos

opuestos, dependiendo del lugar desde donde

se

reproduce

el

sistema

13

Ver de André Gunder Frank Latinoamérica: subdesarrollo o revolución socialista.

Filosofía.org.re/pch/1968/pdf. También, del mismo autor, ver Capitalismo y subdesarrollo en América Latina. Archivochile.cl/ideas Autores/gunderfa/gunderfa0006.pdf.

66


capitalista: Desarrollo y acumulación en el centro, subdesarrollo y desacumulación en la periferia. Esta estructura de la dependencia

es

la

que

explica

la

generación del subdesarrollo. Aunque el centro pueda extenderse y desprender otros centros derivados, atravesando la periferia, y estos centros recreen, a su vez,

sus

entornos

periféricos,

esta

extensión y distribución repetida, de la misma división entre centro y periferia, no dejan de reproducir la estructura de la dependencia opuestas; André

y

sus

empero,

Gunder

Frank

consecuencias complementarias. privilegia

una

perspectiva, que hace hincapié en la esfera circulatoria. Entonces de las tres esferas

del

modo

de

producción

capitalista, la relativa a la producción, la correspondiente a la circulación y la referida al consumo, destaca la segunda 67


para poder dibujar el diseño del sistemamundo capitalista.

Uno de los libros más

destacados, fuera del conocido sobre la teoría

de

la

Lumperburguesía:

dependencia, Lumpendesarrollo

es 14

.

Libro en el que muestra una de las estratificaciones claves de la estructura de la dependencia y del sistema-mundo capitalista,

dividido

entre

centro

y

periferia, es la burguesía intermediaria de los países periféricos. Se trata de una burguesía subalterna, que renuncia a competir con la gran burguesía del capital financiero

internacional,

acurrucarse disputarle

en al

su

capital

prefiriendo

localismo,

sin

internacional

ni

mercados ni inversiones. Hablamos de 14

Ver de André Gunder Frank Lumpenburguesía: Lumpendesarrollo. Dependencia, clase y política en Latinoamérica, 1972. Lumpenburguesía: Lumpendesarrollo. Dependencia de la clase política en Latinoamérica. Amauta.lahaine.org.

68


una

burguesía

mediatizadora

y

mendigante. Estrato dominante en su país periférico; empero la quinta rueda del carro en la maquinaria del capitalismo mundial.

La teoría de la dependencia de Gunder Frank ha sido criticada desde distintas posiciones. Desde posiciones marxistas ortodoxas,

que

no

aceptan

desplazamientos desde la teoría matriz a las nuevas categorías construidas, desde la perspectiva de la esfera circulatoria, dejando en una relatividad discutible la esfera de la producción. Quizás lo más interesante de este posicionamiento se encuentre

en

critica

visión

la

Heinz

Dieterich,

inclusiva

de

quien Gunder

Frank, al considerar éste como parte del 69


sistema capitalista a las formaciones que instaura el colonialismo, las formas de explotación basadas en la servidumbre y el esclavismo15. Para Heinz Dieterich sino hay relaciones capitalistas en el trabajo, si

no

hay

burgueses,

obreros, por

el

por

un

lado,

otro,

si

no

y

hay

relaciones salariales, no se puede hablar de relación capitalista, menos de modo de

producción

estricto.

capitalista,

en

sentido

Aparentemente la teoría de la

dependencia deja de lado la revolución teórica

de

Marx,

circunscribiendo

el

análisis en la esfera circulatoria, en el espacio delimitado por de los recorridos circulatorios. tiene

que

Otro tema de discusión ver

con

la

demarcación

planetaria del sistema-mundo capitalista, entre centro y periferia.

De acuerdo a

15

Heinz Dieterich: Relaciones de producción capitalistas en América Latina. Cultura popular 1978. México.

70


cierta ortodoxia, el modo de producción capitalista, como sistema económico es único e indivisible; se manifiesta, desde su constatación hegemónica, en todo el globo terráqueo.

Ocurre otra cosa si se

plantea el problema desde la perspectiva de las formaciones económico-sociales nacionales. Desde esta óptica no se trata de un modo sistemático, no se trabaja de manera abstracta la reproducción social de las relaciones de producción, sino que, se plantea el problema de la especificidad de la realidad histórica. En este sentido, se puede encontrar más de dos (central y periférico)

grupos

de

económico-sociales

formaciones nacionales,

dependiendo del particular proceso de articulación vivido por las conformaciones sociales. analítico

Se puede apreciar el aporte e

interpretativo

de

Gunder

71


Franck, situando dos niveles de la teoría de la dependencia:

1) Desarrollar el análisis del capitalismo en su fase imperialista a partir de las relaciones de dependencia, constituida entre un centro y periferia del sistemamundo capitalista. 2) Derivar en una tesis del desarrollo capitalista,

que

crea

subdesarrollo

y

dependencia.

En relación a la segunda variante del problema, habría que discutir antes la relación entre lo nacional y el Estado. Porque de lo que se trata de saber es: ¿Qué

es

lo

dependiente,

qué

es

lo

atrasado, el Estado o la nación o, quizás 72


ambos?

¿Es

el

país

como

campo

económico específico, compuesto por su distribución

y

sus

estructuras

determinadas? ¿Es el Estado compuesto por sus regímenes específicos, por áreas administrativas, jurídicamente

como

estructurado un

equilibrio

de

poderes, articulado al ejercicio práctico de las dominaciones polimorfas? Yendo un poco más lejos, también podríamos hacernos

la

siguiente

pregunta:

¿Se

puede hablar del atraso de la sociedad? Empero, si aceptamos esta pregunta, respecto a qué parámetros podríamos decir que una sociedad es atrasada. ¿Referentes

económicos,

sociológicos,

culturales? ¿La solución metodológica es optar por indicadores de la estadística social? Como se puede ver, es discutible la misma tesis sobre el subdesarrollo, sobre todo cuando se comprende estos 73


problemas,

vinculados

a

las

características descriptivas del sistemamundo capitalista. Al

respecto,

estrechando

nuestra

discusión a la relación entre Estado y nación, habría que escapar a la voluble comparación e inconsistente analogía que establece la equivalencia entre Estado y nación. Lo nacional no necesariamente es estatal, aunque el Estado adquiere una connotación

territorial

nacional.

Por

cierto, delimitar lo estatal y lo nacional no es una tarea de orden filosófico; es de orden histórico-político. Al tratarse de formaciones sociales, de estructuraciones sociales historiables, será la cartografía de sus espaciamientos y territorialidades, la delimitación de los campos de sus localizaciones, expansiones,

de

de

sus

la

ubicación

propias de

sus 74


conmensurabilidades, de sus volúmenes, de sus densidades y de sus movimientos específicos,

lo

que

permitirá

el

cumplimiento de esta tarea geográfica. Sin embargo, la filosofía no está ausente en ésta distinción, ella se esconde en las definiciones, cuando se piensa en cierta forma de desciframiento histórico, cuando se

ratifican

las

medidas,

cuando

se

volúmenes,

cuando

se

cuando

se

configuran

los

palpa

densidades,

las

y

ordenan los movimientos estratégicos. La

filosofía

se

manifiesta

desde

el

comienzo mismo; ¿Qué otra cosa es el criterio diferenciador de la limitación sino concepción filosófica de la separación, de la

escisión?

Después

consideraciones, preguntarnos

de

estas

deberíamos acerca

de

las

75


configuraciones

filosóficas

de

los

discursos sobre lo nacional16.

Rescatamos de este ensayo la crítica del proyecto neoliberal, que se comenzaba a implementar justo ese año, 1985. No como

denuncia

de

la

“conspiración

neoliberal”, como acostumbra a hacer la “izquierda”,

sino

como

crítica

de

la

economía política, en su versión tardía, y crítica

de

la

“ideología”

neoliberal.

Creemos que es válida su interpretación del neoliberalismo, como discurso en la 16

Ver de Raúl Prada Alcoreza Arqueología del discurso económico. A propósito de la metafísica de los valores: La crisis económica y las medidas políticas. Episteme; La Paz 1985.

76


fase financiera del ciclo del capitalismo vigente. Por otra parte, de la misma manera, estamos de

acuerdo con

la

apreciación de las contradicciones en la concepción económica neoliberal, que al configurar

un

fundamentalismo

de

mercado, no logra ver, está muy lejos de hacerlo,

que

necesariamente

el al

capitalismo, monopolio

y

lleva a

la

centralización. Que, desde esta evidencia empírica, no existe el mercado perfecto, salvo en sus cabezas metafísicas, aunque se trate de una metafísica simple e instrumental. Así también apreciamos la lectura singular de la singularidad de la mezcla del discurso neoliberal en boga y la

astucia

criolla.

Por

otra

parte,

coincidimos, ahora, con la crítica de la ortodoxia marxista y la aproximación al aporte de la teoría de la dependencia.

77


¿Qué

diferencias

nuestras

tendríamos,

interpretaciones

desde

actuales

y

aquélla interpretación crítica? Fuera de lo que

resulta

obvio,

fuera

de

nuestra

incursión en el pensamiento complejo, qué además supone nuestra crítica del marxismo como una nueva “ideología”, retomando la paradoja de Mannheim, concebimos capitalista

ahora como

el

una

sistema-mundo complejidad

de

espesores y planos de intensidad, no solo del campo económico, sino de distintos campos, por así decirlo, y espesores, no económicos. Además ponemos en duda el poder

seguir

nombrando

la

realidad

social, que se nombraba como históricaeconómica-social-política, denominamos,

ahora,

que tejido

espacio-

tiempo-territorial-social, como sistema78


mundo capitalista, pues la complejidad no es interpretable, desde las connotaciones del

concepto

reducido

o

capitalista,

que

sigue

a

sus

circunscrito

interpretaciones economicistas.

Otra diferencia que debemos anotar es respecto a nuestra posición actual sobre la

descentralización

y

la

autonomía.

Después de la Asamblea Constituyente, en el mismo proceso constituyente, sobre todo, después de la restauración del Estado-nación, por parte del gobierno neo-populista, después de la preservación del centralismo, del desmantelamiento de la

Constitución

desmantelamiento,

y, de

en la

este

anulación

efectiva del pluralismo autonómico, sobre todo,

de

las

autonomías

indígenas-

originarias, queda claro, que, en aquél 79


entonces, nos dejamos llevar por un debate no solamente “ideológico” contra los

supuestos

“autonomistas”,

las

oligarquías regionales, sino un debate falso.

Los

“autonomistas”

no

eran,

ciertamente autonomistas, desconocían el concepto y los alcances teóricos de una gran tradición de las luchas libertarias, en el país, de las luchas descolonizadoras de los pueblos indígenas. Los del MAS decían defender la soberanía nacional contra el proyecto

separatista

de

la

oligarquía

cruceña; sin embargo, se ha visto, en la historia política reciente, que el gobierno progresista es el mejor gobierno de la burguesía

boliviana,

en

burguesía

agroindustrial

ella,

de

la

cruceña.

El

gobierno está más cerca del prejuicio político de la burguesía que del concepto constitucional

de

Estado

Plurinacional

comunitario y autonómico. La autonomía 80


pluralista

y

la

descentralización

políticamente,

son,

indispensables

y

coherentes, además de necesarios, en el sistema

político

de

la

democracia

pluralista, de la democracia participativa, directa, comunitaria y representativa.

Estas anotaciones las tenemos en cuenta cuando evaluamos la crítica de Joseph E. Stiglitz a la globalización, en su versión y hegemonía neoliberal. El premio nobel de economía efectúa una crítica honesta, transparente, a partir de su experiencia como

asesor

presidencial,

como

vicepresidente del Banco Mundial y de sus debates con el FMI. Sus descripciones del comportamiento, de las conductas, de las

concepciones

dogmáticas

y

fundamentalistas del FMI son elocuentes e

ilustrativas.

Además

de

ofrecernos 81


anécdotas,

que

expresan

persuasivamente lo que ocurrió y sigue ocurriendo, en lo que respecta a la repetición abstractas

recurrente y

generales,

de

recetas

como

salidas

monetaristas a la crisis económica, a la crisis financiera, que, en realidad, de acuerdo a Robert Brenner, es crisis de sobreproducción17.

Las

anécdotas

nos

muestran figurativamente la estructura de poder del FMI.

El libro de Stiglitz El malestar de la globalización18

es

una

de

las

pocas

críticas fuertes, solventes, descriptivas,

17

Ver de Raúl Prada Alcoreza Crítica de la economía política generalizada. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. Dinámicas-moleculares.webnode.es/critica de la economía política generalizada. 18

Ver de Joseph E. Stiglitz El malestar de la globalización. Debolsillo. Barcelona 2015.

82


económicas y políticas, a las políticas neoliberales aplicadas globalmente, como si se tratase de un mundo homogéneo, equivalente a la imagen abstracta de la teoría económica neoliberal; teoría simple y circunscrita. Stiglitz no es radical, no se le

puede

atribuir

una

“ideología”

de

“izquierda”, a pesar de sus ponderaciones del Estado de bienestar, del mismo papel del Estado, que lo aproximan, mas bien, a la herencia keynesiana. No deja de considerar algunos aspectos positivos del FMI, también del dogmatismo neoliberal, ciertamente, en el contexto completo de sus

desaciertos.

Esta

posición

en

la

distribución del campo económico, del campo de la teoría económica, así mismo de la “ideología”, lo hace sugerente. Podemos decir que se trata de una crítica desde

adentro,

desde

la

barriga

del

monstruo, el sistema-mundo capitalista, 83


sobre

todo,

desde

sus

mallas

institucionales, convertidas en el orden mundial de las dominaciones polimorfas. Esto lo hace más sugerente todavía. Stiglitz es un profesional, un investigador, un economista, que cree en el desarrollo, que cree que es posible el desarrollo; que lo que ha fracasado no es el desarrollo o la posibilidad del desarrollo, sino las políticas impuestas por el FMI, por las potencias dominantes, que han inducido o,

mejor

dicho,

obligaciones

y

impuesto

como

mandatos,

ajustes

estructurales a los países “en desarrollo”. Países que pedían apoyo del FMI, para obtener financiamiento, que pueda cubrir su déficit, su carencia de capitales, en momentos agudos de crisis económicas y sociales

concretas.

Estas

políticas

neoliberales, basadas en la privatización, la

liberación

de

los

mercados

y

la 84


austeridad, mas bien, habrían, en la mayoría de los casos, empujado a la recesión; es decir, al ahondamiento de la crisis, arrastrando a las mayorías de las poblaciones a la miseria, ensanchando abismalmente la diferencia entre ricos y pobres; empujando a los “países en desarrollo” al subdesarrollo, en vez de lograrse el desarrollo.

No nos interesa, ahora, disentir con esta concepción desarrollista; esta crítica de la economía

política

del

desarrollo

la

expusimos antes19; lo que importa es sacar

las

consecuencias

analíticas,

críticas, teóricas y políticas, de la crítica de Stiglitz, de sus descripciones; pero, también,

en

conclusiones. 19

este

caso,

de

sus

Queda

claro

que

no

En Crítica de la economía política generalizada. Ob. Cit.

85


compartimos sus premisas, su paradigma teórico. Pero esta no es la discusión, sino la relativa al balance efectuado, por el autor, de la globalización, de las políticas de ajuste estructural, de sus lamentables logros, del FMI. Importa esto no solo por las connotaciones teóricas y políticas, sino también porque el FMI persiste, en la actualidad, con la misma receta, no solo en los países periféricos, sino también en países europeos, a los que empuja al abismo.

Desde nuestra lectura, ordenando por categoría sus conclusiones, diremos que la conclusión más significativa es la que califica de colonial la relación del FMI con los países usuarios “en desarrollo”. La segunda conclusión en categoría, nos parece

que

es

la

que

califica

la 86


concepción

operativa

del

FMI

como

fundamentalismo de mercado. El creer que todo lo resuelve el mercado, la mano invisible del mercado, cuando un mercado perfecto no existe, sino, mas bien, se requiere en ciertas áreas la participación del Estado. que

ver

La tercera conclusión, tiene con

la

ineptitud

de

los

profesionales, especialistas, doctores, del FMI,

de

entender

mundo

cómo

efectivamente,

funciona de

el

cómo

funcionan, en concreto, las economías de los países. De reducir al mundo y a los países a un cuadro simple y abstracto de oferta

y

demanda,

de

equilibrio

macroeconómico. La cuarta conclusión, es que la burocracia del FMI ni se inmuta ante

los

políticas persiste

sucesivos

fracasos

implementadas; tercamente,

prepotencia

altanera,

mas

segado que

de

sus bien,

por

supone

una su 87


inefabilidad. La quinta conclusión, que no por quinta no es la menos importante, sino, hasta quizás la más importante, es la que devela que al FMI no le interesan para nada sus efectos destructivos en las sociedades, en su cohesión social, y en la gente; no le interesan los estragos que causa en la gente sus políticas.

Estas cinco conclusiones son cardinales en la comprensión e interpretación del orden

mundial,

que

nombra

como

globalización, que funciona a partir de instituciones internacionales, distanciadas de las sociedades concretas y de los pueblos,

apegadas

a

su

mundo

de

representaciones, divorciadas del mundo efectivo. Interpretación, a la que no le vamos

exigir

apreciamos

radicalidad, por

su

sino

que

honestidad, 88


transparencia; sobre todo, por describir un cuadro ilustrativo e iluminador de las fuerzas dominantes en el mundo, de cómo funcionan, de cómo operan, a partir de

qué relaciones

de

dependencia y

subordinación, respecto a estados, que deberían ser soberanos; empero, el FMI no los considera, en el fondo, como tales. Sino los reduce a usuarios obedientes.

En

un ensayo

consecuencia

de

anterior la

sacamos

lectura

del

una libro

mencionado de Stiglitz20, dijimos que para él la globalización como tal no se llega a dar, debido a las desigualdades desatadas por estas políticas dogmáticas 20

Ver Arenas deleznables, suelos inconsistentes. Dinámicas moleculares; La Paz 2016. Dinámicas-moleculares.webnode.es/arenas deleznables suelos inconsistentes.

89


neoliberales, debido al truncamiento, en la práctica, del desarrollo deseado por y para los “países en desarrollo”. Que la globalización lograr el

como

tal

corresponde

a

desarrollo, en sus distintas

transiciones singulares, dependiendo de los

contextos

consecuencia

de

cada

tiene

país.

Esta

alcances

de

connotación teórica y política fuerte. Es posible la globalización, que nosotros nombramos como integración, es posible una gobernanza mundial, aunque él siga suponiendo la necesidad de los Estadonación, en tanto que nosotros hablamos de la gobernanza mundial de los pueblos. A

condición

de

que

los

organismos

internacionales operen como apoyo, no como

maestros,

ni

nuevos

colonialistas,

saberes

de

los

como

déspotas,

rescatando

países,

apoyando

los la

90


formación

de

consensos

en

las

transiciones.

Claro

que

la

gran

diferencia

con

la

interpretación crítica de Stiglitz radica en su concepción positiva del capitalismo, que considera, aunque no lo exprese abiertamente, sentido

de

como

realidad,

naturalidad,

en

y

el

nuestra

interpelación crítica y activista contra el capitalismo, el sistema-mundo capitalista, en todas sus formas y variantes, sus formas dominantes financieras, su forma especulativa adquirida y su exacerbada desmesura hemos

extractivista.

dicho

entablar

antes,

esta

no

Pero, se

discusión,

como

trata

de

bastante

conocida, sino de ponderar el alcance y la irradiación de una crítica desde la teoría económica,

de

herencia

keynesiana, 91


desde la experiencia, desde la apreciación de realidades concretas de los países, sus economías y sus dramas.

Stiglitz distingue los papeles del BM y del FMI. El primero, encargado de promover el desarrollo de los países “en desarrollo”; el

segundo,

económico

encargado mundial.

Algo

ciencia

cierta,

sabíamos,

a

distinción

era

miembros

de

mismo

del

notoria estas

Stiglitz,

a

equilibrio que

no

que esta de

los

instituciones,

del

sobre

ojos todo,

de

las

repercusiones diferenciales del ejercicio de

ambas

instituciones.

Nos

hemos

acostumbrado a meterlas en la misma bolsa. Distinguirlas, para nosotros, no quiere decir que el BM escaparía a la crítica, sino que es indispensable, desde nuestro punto de vista, no solamente en 92


el sentido de comprender la complejidad, sino

comprender

la

composición

diferencial del orden mundial, de su malla institucional,

de

sus

económicos y financieros.

dispositivos No hacerlo

equivale a reproducir dogmatismo, por el lado

de

la

“izquierda”,

fundamentalismos

como

expresados,

por

los el

lado de la “derecha”. En pocas palabras, es no solamente apostar a abstracciones desoladoras e inútiles, sino, lo peor, a derrotas.

Del texto citado de 1985 nos interesa también la crítica de la metafísica de la economía. En aquel entonces hablaba de metafísica en el sentido de la crítica de Jacques Derrida a la metafísica, a la historia y a la semiología; metafísica que se hacía carne, por así decirlo, en las 93


formas de dominación transversales, que nombraba

como

falo-centrismo,

fono-

centrismo

y

logo-centrismo.

La

metafísica, entonces, era concebida por Derrida y por nosotros, compartiendo la tesis, como vaciamiento, como narrativa civilizatoria dominante, que excluye la escritura

como

gramatología,

danza,

como

como

diferencia,

como

espesor, como cuerpo.

Cuando

calificábamos

neoliberal

como

parte

al

discurso

del

discurso

metafísico de la economía, discurso, que nos parecía y nos sigue pareciendo como más elemental, en comparación con otras teorías

económicas,

por

así

decirlo,

burguesas, aunque ya no compartimos estas reducciones, sin necesariamente considerar al marxismo, que, en efecto, 94


tiene en común mucho con estas teorías, su

economicismo,

su

determinismo

económico, lo hacíamos, en el sentido definido más arriba.

Al leer a Stiglitz, en El malestar de la globalización, recordaba este texto de 1985, pues el autor de El malestar nos muestra

ilustrativamente

anecdóticamente

la

y

manifestación

patente de esta metafísica. En el texto mencionado, metafísico

de

consideraba, metafísica ensayo

de

Crítica

y

del

la

además, violencia, Derrida

discurso

economía,

se

la

de

relación

retomando

sobre

al

Emmanuel

Levinas, de su ontología critica de la violencia21.

Es

esta

tesis

la

que

desarrolla Derrida; la metafísica, como él 21

Jaques Derrida: Escritura y diferencia. Anthropos. Barcelona.

95


la

concibe,

solo

es

posible

por

la

efectuación demoledora de la violencia; violencia

del

violencia

sigo

del

acontecimiento, contra

la

contra

el

logos

contra

violencia

mujer.

símbolo,

del

Violencia

el

hombre

del

poder

contra el cuerpo. Aunque suene todo esto muy

teórico,

nos

parece

esta

interpretación consecuente, pues hace hincapié

en

concomitante,

la

relación

entre

profunda,

economía

y

violencia; es decir, en el ejercicio y efecto del

poder,

despliegue

de

las

dominaciones efectivas y polimorfas.

En lo que respecta a la Crítica de la economía generalizada, concebimos la complejidad, sinónimo de realidad, en este tejido, el sistema-mundo capitalista como

una

integración

articulada

y 96


dinámica

de

múltiples

economías

políticas, que valorizan lo abstracto y desvalorizan

lo

concreto,

sustentando

plurales fetichismo y lo que podemos denominar la “ideología” generalizada. En consecuencia, lo que se nombra como capitalismo, no puede explicarse desde el plano de intensidad económico, sea la teoría que sea la que interpreta, pues este plano de intensidad económico no es autónomo, ni está autonomizado, como supone la ciencia económica, también la sociología,

sino

articulado

a

que

se

múltiples

encuentra planos

de

intensidad y espesores de intensidad. Este desplazamiento hacia la perspectiva de

la

complejidad,

interpretaciones

complejas

social

en

presente

la

implica del

tejido

simultaneidad

dinámica.

97


Mentalidades reaccionarias

98


En todo este tiempo, del periodo y los ciclos de los “gobiernos progresistas”, hemos desplegado nuestra crítica de las formas

populistas,

también

socialdemócratas; en unos casos, con pretensiones de socialismo del siglo XXI; en otros casos, con pretensiones de socialismo comunitario; en otros, como herencia del “peronismo consecuente”. La crítica

se

basa

contradicciones cambio”.

y de

Dejamos

ausculta los

en

las

“procesos

de

claro,

desde

un

principio, que la mejor defensa de los llamados crítica;

procesos algo,

entienden aduladores,

que, los de

de

cambio

es

ciertamente, celosos los

la no

llunk’us, “gobiernos

progresistas”, de sus líderes y caudillos, algo que no entienden la intelectuales apologistas de estos gobiernos, a los que consideran la expresión acabada de la 99


“revolución”,

que

se

hace

carne,

al

retornar, en los símbolos saturados de estos mitos, del retorno del mesías, ahora, convertido en libertador, en el preclaro

político

de

masas.

Antes, y

acompañando a la crítica de los gobiernos progresistas, mostramos que el problema de estos gobiernos es que tienen más parecidos

y

proximidades

con

los

gobiernos derrocados neoliberales, que con

sus

propias

constituciones

y

la

imagen montada por la propaganda y la publicidad.

Con

esto

quedaba

claro,

esperemos, que la crítica de los gobiernos progresistas, de sus contradicciones, de su apego al poder y a la simulación, de ninguna

manera,

reconocimiento derrocados, menos

del

darles

a

significa los

proyecto alguna

un

gobiernos neoliberal,

razón

a

su

proyectos de retorno, de restauración. Al 100


contrario, en la medida que la crítica de los gobiernos progresistas adquiere el alcance de la crítica de las genealogías del poder, esta crítica se convierte en crítica demoledora a los que fueron los portadores históricos de las dominaciones de clase.

Si se hizo la crítica a las “izquierdas”, por así decirlo, usando un término cardinal que

no

compartimos,

como

hicimos

conocer en varios escritos, sobre todo recurriendo a un método de exposición y búsqueda

ilustrativa,

esperaba

un

consecuente,

es

porque

comportamiento menos

se más

usurpador,

una

conducta más honesta, aunque fuese reformista, menos tramposa. En todo caso,

las

trasfondo

“izquierdas” la

tienen

experiencia

como

social,

el 101


aprendizaje popular, la enseñanza de las luchas. Sus discursos, suponen un saber que emerge de la experiencia social: saber más próximo, en todo caso, a lo que se llama realidad. En cambio, las “derechas”

tienden

a

descartar

experiencia

social,

se

basan

la casi

exclusivamente en el saber institucional, saber momificado y cristalizado como verdades de mármol. Los conservadores, lo

que

se

llama

comúnmente,

la

“derecha”, se inclinan a no aprender, sino a querer enseñar las grandes verdades de las dominaciones, ancladas en el tiempo pasado.

Por

esto,

dicen

menos,

al

aprender muy poco de las experiencias políticas.

Claro

siempre

las

que

hay;

hay

excepciones,

empero,

son

tan

escasas, que influyen muy poco, en el decurso de las conductas repetitivas de esta “derecha”. 102


Para encontrarnos con las singularidades referenciales

de

lo

que

ocurre,

nos

referimos concretamente a las conductas de la “derecha”, después de sus victorias electorales en Argentina y Venezuela. Esta “derecha” cree - eso es lo que sorprende,

de

aprender,

incluso

defienden

sus

su

incapacidad

para

suponiendo

que

intereses

y

quieren

perdurar en el poder -, que se trata del retorno

a

lo

mismo,

a

su

dominio

indiscutible, derivado de sus privilegios económicos, de sus monopolios sobre la tierra, de sus monopolios financieros, de sus relaciones de subordinación a las estructuras de poder del orden mundial, a las estructuras de desposesión y despojo de las empresas trasnacionales. Creen que el enojo popular ante los dirigentes 103


populistas, por no haber cumplido con sus

constituciones,

con

el

proyecto

discursado, equivale a un reconocimiento de sus amos; estos señores de pinta y elegancia, que conocen muy poco de sus pueblos.

Están

completamente

equivocados; no conocen al pueblo, no entienden los procesos inherentes en sus países, en la región, en el continente y en el

mundo.

Se

mueven

en

la

pura

“ideología” señorial. Si han ganado las elecciones es como un castigo del pueblo a los usurpadores de la movilización social, a los que se enamoraron del poder y de su propia imagen en el espejo. La torpeza de lo que hacen en los primeros días de gobierno de “derecha” señala su profunda debilidad, también devela sus acostumbrados

miedos.

El

pretender

gobernar con directores de empresas privadas,

más

aún

con

profesionales 104


ligados a las empresas trasnacionales, el pretender hacer lo mismo, el proyecto neoliberal, proyecto que efectuaron los anteriores

gobiernos

neoliberales,

anteriores a los “gobiernos progresistas”, es no entender que precisamente eso, la privatización,

el

ajuste

estructural,

encendió la chispa, la chispa incendió la pradera; el pueblo se alzó, hizo bloqueos, como la de los piqueteros, salió a las calles con cacerolas, y termino tumbando a los representantes y gestores sumisos del proyecto neoliberal. Es como que se quisiera tercamente que la historia se repita; solo que lo hace en distintas formas. Estas actitudes gobernantes, que muestran

más

prepotencia

y

escasa

sabiduría, manifiesta claramente, que las clases dominantes, su expresión política, no ha aprendido nada.

105


En

Venezuela

la

“derecha”

victoriosa

parece ser mucho más torpe y hasta grotesca. Lo primero que se les ocurre hacer es sacar los cuadros de Hugo Chávez y Simón Bolívar, además de anunciar su intención de pedir la renuncia del presidente electo. ¿Qué es esto? ¿Venganza, odio, miedo o desprecio? En todo caso muestra no solo la falta de tacto,

sino

la

estupidez

llevada

al

extremo. ¿Acaso de esta forma lograran sus objetivos, desacreditar al caudillo, a la

república,

a

la

Constitución

bolivariana? ¿Acaso esto les ayuda a perdurar en el poder? Cuando con toda evidencia son un Congreso mayoritario, pero

débil,

sin

cohesión

política

e

“ideológica”. Si criticamos la obsesión represiva del gobierno bolivariano, siendo 106


mayoría,

teniendo

la

mayoría

del

Congreso, gozando de legitimidad, de una legitimidad

que

nunca

“derecha”,

salvo

en

tendrá las

alguna

perversas

situaciones de fanatismo colectivo, como en el caso del nacismo y el fascismo, pues esta inclinación a la violencia, no hace

otra

cosa

que

reinventar

al

enemigo, cayendo en el circulo vicioso del poder. Con más razón, la crítica demuele los

prejuicios

irreflexivos

de

esta

“derecha”, que sigue considerando que el poder

le

“natural”.

pertenece, Si

la

como

crítica

se

herencia encarga

deconstruir y diseminar las formas de poder, las formas de las dominaciones, precisamente es esta “derecha” la que ha encarnado las instituciones tradicionales y oprobiosas del poder. El problema es que las

“izquierdas”

han

asimilado

rápidamente apegos parecidos al poder, 107


en vez de sacar las consecuencias del aprendizaje de las luchas. El poder no es una herencia que hay que preservar, sino una herencia que hay que destruir.

Puede ser que los “progresistas”, los populistas, sus llunk’us, aduladores, sus apologistas, digan: ya ven, ustedes les han dado la victoria a la “derecha”, vean lo que hacen, ustedes son los culpables. Sorprende que no sepan, no puedan, no quieran,

hacerse

la

autocrítica.

Confunden la autocrítica con la repetición autocomplaciente del mismo justificativo; la conspiración explica su derrota, la guerra económica explica el descontento popular.

Están

“ideología”, mecánica abstracta

no

y y

enceguecidos pueden

dinámica de

los

de

por

la

visualizar

la

la

maquina

agenciamientos 108


concretos de poder. No pueden darse cuenta que no han tomado el poder sino que el poder los ha tomado.

Ellos,

populistas, “progresistas”, “socialistas del siglo XXI”, “socialistas comunitarios”, lo que quieran llamarse, han construido su derrota, al reproducir, aunque con otro discurso, las prepotencias del poder, los imaginarios

delirantes

de

creerse

los

“libertadores”, a quienes el pueblo les debe obediencia; este narcisismo dibuja claramente realidad.

a Al

los

nuevos

reproducir

amos, las

en

formas

jerárquicas, representativas y delegativas de

la

democracia

restringida,

formal,

liberal, institucionalizada, a pesar de lo que digan los discursos. Al expandir intensamente

el

modelo

colonial

extractivista del capitalismo dependiente. Al

expandir

relaciones

expansivamente

clientelares,

las

las

relaciones 109


corrosivas y las proliferantes formas de la corrupción.

Si usamos una hipótesis exagerada en sus connotaciones, que, sin embargo, ayuda a ilustrar, diríamos, que, en el fondo, de una manera un tanto intuitiva, sin

lograr

racionalizar,

narración,

el

pueblo,

convertirlo que

se

en ha

movilizado, otorgando el impulso político a

estas

expresiones

populistas

y

“progresistas”, se ha dado cuenta que no está ante sus compañeros de lucha, con estos gobiernos, sino con los nuevos amos,

que

se

diferencian

de

los

anteriores por sus discursos, los símbolos abusados, medidas

además sociales

de

unas

cuantas

favorables,

medidas

indispensables, estratégicas, al principio,

110


de recuperación de la soberanía, con las nacionalizaciones.

Ahora,

los

populistas,

desesperadamente popular,

para

a

defender

la

llaman

movilización la

revolución,

cuando, antes, cuando se veían a sí mismos

fuertes,

pretensiosamente

inmunes,

incluso

“vanguardia”,

se

comportaron burocráticamente frente a las comunas, que, eran, prácticamente las formas materiales de la autogestión social. Ahora, después de haber perdido las

elecciones,

lanzan

un

plan

de

emergencia, pidiendo aprobación a un Congreso dominado por la “derecha” en dos tercios.

La pregunta es clara

esperada: ¿Por qué recién? de

castigarlos,

como

sus

y

No se trata apologistas

hacen: ya ve, miren lo que ha ocasionado 111


su

voto

castigo.

No

es

este

comportamiento inmaduro el que puede ayudar a salir del atolladero. No se trata de

decir,

de

ninguna

manera:

tarde

reaccionas, tú te la buscaste. Sino de aprender las lecciones de las historias políticas, de aprender de las experiencias atiborradas

de

la

política

practicada,

aprender las grandes enseñanzas de la historia política de las luchas sociales, emancipativas y liberadoras. Se trata de comprender a cabalidad que la única energía,

la

que

se

realiza

como

acontecimientos, la que conforma las realidades, en todas sus complejidades, es el ejercicio de la potencia social. En lo que

respecta

institucionalizada,

a a

la la

sociedad institución

imaginaria de la sociedad, el Estado, a las formas concretas de dominaciones, sobre todo a esas odiadas formas de gobiernos, 112


reproducidas producto

por

de

la

las

“derecha”, fuerzas

es

sociales

capturadas por las mallas institucionales. Si se dan lugar desplazamientos, hasta rupturas políticas, como las revoluciones, se debe a la potencia social, creativa, inventiva;

se

debe

a

las

sociedades

alterativas, que son la matriz magmática de

los

decursos,

histórico-políticos,

que

denominamos

que

sostienen,

la

provisionalidad engreída de la sociedad institucionalizada. Que la única manera de salir del circulo o los círculos viciosos del poder, que hacen a la historia, es liberar la potencia social, de las capturas institucionales,

de

la

“ideología”

generalizada, que fetichiza el poder, el Estado, los mitos políticos, a los caudillos mesiánicos.

Capturas

institucionales,

“ideología”, fetichismos, mitos, símbolos patriarcales,

que

se

sostienen

en

la 113


economĂ­a polĂ­tica generalizada. Liberar a la

potencia

social

de

toda

malla

institucional, pretendidamente realizada, lograda, como verdad y orden; lo que implica, liberarla de las formas banales, miserables,

de

los

gobiernos

de

“derecha�.

114


La concepciĂłn deportiva de la polĂ­tica

115


Parece que es cierto lo que dicen los críticos de la globalización, asistimos al mundo de la banalización, del encanto estridente

de

lo

superfluo.

De

las

imitaciones desteñidas y sin gracia. De los juegos de abalorios, de la proliferación de los montajes y las simulaciones, la promiscuidad de lo artificial, convertido en lo importante, a fuerza de decretos y elocuencias demagógicas. La política, en sentido restringido, es decir, la política institucionalizada,

parece

sufrir

escandalosamente de esta decadencia. Al parecer, a partir de un determinado momento,

las

luchas

hablamos

de

las

políticas,

auténticas

y

no

luchas

políticas, por así decirlo, aquellas ligadas o correspondientes a la lucha de clases, sino tan solo de las luchas partidarias. Es otras palabras, sobre todo a las luchas electorales, en el marco de la democracia 116


liberal. Por lo menos, antes, de ese momento

de

decadencia,

las

luchas

políticas no dejaban de ser “ideológicas”. Se hacía esfuerzos por argumentar y justificar la posición. Ahora, no. No hay tal esfuerzo ni esmero por argumentar; sino

una

desesperada

y

alborotada

publicidad, adelantándose a descalificar, a

denigrar,

al

considerado

enemigo

político. Para esto, no se requiere de “ideología”, que no la tienen, por lo menos, de manera consiente o asumida, sino

de

la

presunción

deportiva

de

haberse puesto la camiseta del partido. Entonces,

como

en

todo

equipo,

los

hinchas se fanatizan por el color y el nombre del

equipo;

pueden

llegar a

peleas en las graderías, defendiendo el honor del gran equipo; pueden odiar apasionadamente contrincante

al

clásico.

otro

equipo,

Todo

al

esto, 117


obviamente,

no

se

basa

en

sólidas

convicciones, tampoco, menos, en sólidos argumentos. Lo que si hay son pasiones. Es tan solo el tomar partido por los equipos, que no se diferencian mucho, salvo

en

lo

relativo

a

las

ventajas

comparativas de la presencia de mejores jugadores, de un buen técnico, de una mejor organización y administración, que otros equipos. De la misma manera, la lucha política se ha reducido a esto, a la competencia deportiva.

En el marco de la política restringida; unos, en este caso, los oficialistas, se declaran de “izquierda”, aunque no se sabe por qué, salvo las pretensiones, sostenidas por salir de las organizaciones sociales o haberse trepado a la cresta de la ola de la movilización social, donde no 118


participaron, declaran a sus enemigos de “derechistas”, que tampoco se sabe por qué, pues en relación a su concepción de poder

y

parecen prácticas ponerse

de

gobierno,

mucho;

repiten

oprobiosas. la

mas las

Basta

camiseta

de

un

bien,

se

mismas esto, color

el y

ponerles la camiseta de otro color a sus enemigos, para considerar que lo que dicen y hacen es de “izquierda”, mientras lo que dicen y hacen los otros es de “derecha”. Puede que haya diferencias, sobre todo, a un principio de gestión gobierno, con

la

respecto soberanía,

al

comportamiento

con

los

recursos

naturales, con los temas sociales, los derechos colectivos; empero, esto solo es una fase, la primera, cuando no es fácil desentenderse

de

la

corroboración

popular. Cuando se consolidan en el gobierno, en la medida que ya se ha 119


instituido el color del equipo, el nombre del equipo, y se lo ha declarado por decreto, sino es por ley, de que es de “izquierda”, por orden institucional, no se tarda en hacer lo mismo que hicieron sus enemigos, el equipo de “derecha”. No salen del marco establecido por el orden mundial de las políticas monetaristas. Desnacionalizan lo que nacionalizaron, juegan a la bolsa, compran acciones; llaman a esto la continuación del “proceso de

cambio”.

concesiones

Mientras

mineras

trasnacionales

a

entregan

las

empresas

extractivistas,

en

condiciones onerosas para el país. Se declaran

“antiimperialistas”

a

voz

en

cuello, en tanto que le siguen entregando al imperialismo las materias primas; justo lo que quiere y necesita. Aunque lo hagan en condiciones que mejoran los términos de referencia del intercambio; pero, no 120


en todos los rubros; solo en algunos. Por ejemplo, pueden mantener una política de mejorar los términos de intercambio en los hidrocarburos; empero, mantienen una

compulsión

entreguista

y

subordinada en lo que respecta a los minerales.

Los

llamados

“antiimperialistas” siguen al pie de la letra las políticas y reglas impuestas por el sistema financiero internacional, en una etapa donde el capitalismo financiero es dominante y hegemónico en el ciclo vigente del capitalismo. Aunque se pueda aceptar ciertas diferencias, el hecho es, que ambos, los del equipo de “izquierda” y los del equipo de “derecha”, forman parte del poder, de la disputa por el poder, de la misma concepción del poder, al que hay que conquistar; sobre todo, hay una profunda analogía en lo que

121


respecta a la concepción deportiva de la política.

Uno se pregunta, si en esta proliferación de prácticas banales, de políticas de chatarra, los que gobiernan, también los que

se

oponen,

los

que

emiten

los

discursos, las diatribas, creen en lo que dicen. ¿Creen realmente que está en juego

la

política,

sus

“ideas”,

sus

“convicciones”, incluso el destino del país, el

destino

de

los

desheredados

y

condenados de la tierra? ¿No ocurre, mas bien,

que,

de

conscientes,

del

alguna

manera,

propio

son

desajuste,

entendiendo que lo importante, lo real, para ellos, es el poder; no ocurre que asistamos

a

un

teatro

político,

al

escenario dramático de una supuesta pelea, cuando esto nada más es una 122


representación para el público? Mientras ellos, los que gobiernan hacen lo que se tiene que hacer; en el mejor de los casos, optar por el pragmatismo, el realismo político;

en

el

peor

de

los

casos,

enriquecerse, convertirse, no solamente en la nueva elite, sino en la nueva burguesía, aquélla que está conformada por los nuevos ricos.

¿Cuál de las dos

hipótesis es la adecuada? ¿O son las dos al

mismo

tiempo,

de

una

manera

complementaria?

Comencemos con la siguiente reflexión, para responder a las preguntas. Ya se encuentran estos eventos, los relativos a la banalización generalizada, en plena época de la simulación, donde no importa si ocurre o no lo que se dice que pasa, sino que lo importante es que se crea que 123


ocurre.

Ya estamos en la era de la

banalización, cuando todo es cambalache, nada es consistente, ni tiene densidad, menos trayectoria. Todo es lo que dice el logo, todo es lo que dice la propaganda; no importa lo que sea; igual se consume, convencidos, los consumidores, por la imagen publicitaria. Ya estamos en la época de la concepción deportiva de la política; no importa lo que se haya sido en el pasado inmediato, si ahora te declaras partidario oficialista, ya eres de “izquierda”, y los otros son de “derecha”. No importa si desconoces la historia de luchas sociales, de las luchas de los pueblos,

de

las

luchas

de

la

vieja

“izquierda”, también de la “izquierda” crítica, y el debate entre ambas; lo que importa es que ya se tienes puesta una camiseta, se diga lo que se diga, aunque lo que se diga suene a ultraconservador, 124


ultra-prejuicioso, importa

si

lo

ultra-machista. que

se

dice,

es

No muy

parecido a lo que dice la “derecha”, solo con otros nombres y en otro discurso; lo que importa es que el equipo es de “izquierda”, tiene puesta la camiseta.

Todo esto, no solamente es banalidad, no solamente son los síntomas claros de la decadencia, sino, es, particularmente, la muestra de la impostura. De eso se trata, en el fondo, de usurpar imágenes, que vienen del pasado, de disfrazarse de los trajes de los héroes del pasado, disfrazar al gobierno de “revolucionario”, como si repitiera

las

acciones

heroicas

de

revolucionarios del pasado. No importa si es o no es así; lo que importa es que se crea

que

partidaria,

es

así.

fuera

La de

lucha su

política

concepción 125


deportiva, es un juego de imágenes, una concurrencia

de

importa

que

es

impongan,

imágenes. las

Lo

que

imágenes

convenzan,

que

se

es así

el

mundo, que ocurre lo que expresan las imágenes.

Lo gracioso es que cuando exponen sus discursos,

cuando

dan

lugar

a

esta

actuación en los escenarios políticos, los protagonistas del melodrama hacen como si se las creyeran, asumen poses de dramática

seriedad;

“derecha”

de

asumen

conspirar

como

conspiración. elecciones

Se las

a

la

siempre;

se

“víctimas” presentan

sucesivas

resguardan

acusan

como

conquistas

de

la

en

las

los de

que la

movilización, de la Constitución, de los pueblos

oprimidos,

cuando

fue

la 126


Constitución

la

sistemáticamente

vulnerada, fueron los pueblos, sobre todo indígenas,

los

damnificados,

por

una

política desarrollista a ultranza, como lo hacían

sus

“enemigos”

de

“derecha”.

Cuando desmantelaron sistemáticamente las conquistas sociales y desarmaron a las

organizaciones

convirtiéndolas

en

sociales,

subordinadas

y

apéndices del ejecutivo.

Llegan

a

decir,

como

queriendo

diferenciarse, que ellos, el gobierno de “izquierda”, no son como los otros, la “derecha”

que

entregó

el

país,

sus

recursos naturales, su soberanía, cuando lo

que

hacen

concesiones

efectivamente a

trasnacionales hidrocarburíferas.

las

es

empresas

mineras Cuando,

dar e

en

lo 127


fundamental, en lo que respecta a la geopolítica del sistema-mundo capitalista, conservan la condición de dependencia, al expandir

intensamente

la

economía

extractivista, que es de herencia colonial. Si

podemos

hablar

de

imperialismo,

después de imperio, del orden mundial capitalista, es por esto, por esta división del trabajo y de los mercados a escala mundial.

Cuando

en

otro

tema

fundamental, están bajo la égida de las regulaciones

del

internacional.

sistema Lo

financiero

único

de

“antiimperialismo” que tienen son sus discursos desgarbados, donde emiten un arenga

“antiimperialista”

trasnochada,

correspondiente a mitad del siglo XX. Están

lejos

de

entender

que

el

imperialismo de hoy ha cambiado de formas, de contenidos, de estructuras, de expresiones.

No

luchan

contra

el 128


imperialismo efectivo, presente, vigente, sino con un fantasma que habita sus cabezas.

Llegan a decir que no se guían en las encuestas para formular sus políticas y su estrategia de campaña, como acostumbra a hacerlo la “derecha”; dicen que tienen otra

percepción.

¿Cuál

es

ésta?

¿La

percepción popular, la percepción social, ésta que tiene que ver con la intuición subversiva

cuando

estallan

las

movilizaciones? No parece que sea ésta de la percepción que habla el discurso gubernamental; porque si fuese ésta la percepción, no estarían formando parte de un gobierno, menos de un gobierno populista, que reproduce las estructuras de

poder

del

Estado-nación.

La

percepción de la que habla el discurso 129


gubernamental no es, en primer lugar, percepción, que es la integración corporal de los sentidos, de las sensaciones, de la imaginación, de la razón. La percepción no se expresa en las formas de la razón abstracta,

la

razón

fantasma;

mucho

menos, en las formas de un discurso político,

reducido

bondades continuidad gobierno,

de

la

del por

a

demostrar

campaña gobierno

la

continuidad

mismas figuras patriarcales. otra

“percepción”,

y,

las

por

la

en

el

de

las

Eso no es

diferente

a

la

“percepción” de la “derecha”. Se trata, mas bien, de la misma concepción del poder.

Todo lo que hacen, todo lo que dicen, fuera de manifestar elocuentemente su concepción deportiva de la política, forma 130


parte de los juegos de poder. Llámense unos de “izquierda”, llámense otros de “derecha”, el participar de los juegos de poder

los

hacen

complementarios,

equivalentes,

retroalimentándose

como equipos opuestos del mismo juego de

poder.

Que

se

distingan

en

los

discursos, en la camiseta, incluso en ciertas medidas, unas más apegada a lo social,

las

otras

más

apegadas

al

mercado, no los hacen tan distintos, pues estas diferencias se encuentran en los márgenes de maniobra, permitidos por la geopolítica del sistema mundo capitalista.

El problema es que todo o, mejor dicho, casi

todo,

sociedad

en

lo

que

respecta

institucionalizada,

se

a

la

mueve

reproduciendo estos juegos de poder, esta concepción y práctica deportiva de la 131


política,

esta

proliferación

de

la

banalización generalizada. El problema es que

este

atmósfera

ambiente de

la

o,

mejor

globalización,

cultura-mundo,

dicho, de

la

regionalizada,

nacionalizada,

localizada,

termina

afectando al pueblo, a las organizaciones sociales; en parte, convenciéndolos, en parte, impresionándolos, en un principio. Después, cuando llega el desencanto, mostrándoles que la realidad es esa, no la

esperada,

prometida,

no que

la

deseada,

hay

que

no

la

optar

pragmáticamente por eso, por el mal menor, por aquello que, por lo menos, les recuerda por lo que lucharon, aunque no se cumpla.

Es un problema porque con esto, esta manera de dejarse atrapar, el pueblo, la 132


sociedad

institucionalizada,

organizaciones precisamente,

sociales, las

que

coadyuvan

las son a

reproducir la comedia, que ya no solo desilusiona, sino que arrastra al desastre a lo que un día fue un “proceso de cambio”. No se dan cuenta que fueron los movimientos sociales, la rebelión popular, el levantamiento de los pueblos, lo que desordenó el escenario del poder, que fueron estas fuerzas alterativas las que abrieron las grietas, las fisuras, después los cráteres, en la geografía del poder, que, también, fueron estas fuerzas las que levantaron, en la cresta de la ola, a estos comediantes, que al subirse a la cresta de la ola, terminan creyendo que es su propia fuerza, su propio liderato, sus propias atribuciones, los que los llevaron a la sima. Con esto, el pueblo, las organizaciones sociales, renuncian a 133


su propia potencia social, delegando sus fuerzas capturadas, a los representantes del

pueblo,

aunque

la

movilización,

cuando era efectivamente tal, no los tenía como

representantes,

conductores, movilización

ni

ni

dirigentes,

misma.

Es

como de

la

cuando

la

movilización anti-sistémica deja de ser tal, para convertirse en un conjunto de organizaciones

sociales

cooptadas,

subordinadas, sin capacidad propia, sin autonomía, sin asambleas, sin bases; organizaciones

manipuladas

por

una

dirigencia sumisa.

¿A

quiénes

malabarismos, estas

convencen estas

simulaciones,

estos

prestidigitaciones, estas

imposturas?

Quizás, a un principio, incluso la mayoría popular haya creído, llevada por sus 134


esperanzas; empero, cuando se hace evidente lo que no se puede ocultar; la regresión

del

“proceso

de

cambio”,

cuando se institucionaliza, después de la sorpresa, no se convencen, no se autoengañan,

sino

desencanto, apoyo,

que,

asumen

para

comediantes derrocados,

evitar y la

a una

pesar

del

posición

de

debilitar

fortalecer llamada

a a

los los

“derecha”.

¿Cuánto puede durar esto? En Argentina no ha durado más tiempo, sino hasta la culminación del gobierno de Cristina; no ha durado más tiempo en Venezuela, que desde nuestro punto de vista, fue de los “procesos de cambio” de Sud América, el más consecuente, el que más efectos materiales y de masa ha ocasionado. ¿Cuánto durara en Ecuador, en Brasil y en Bolivia? Por lo tanto, a los únicos que convence

este

discurso

es

a

los 135


convencidos, a la masa de aduladores y de

arribistas,

que

acompaĂąan

la

decadencia del “proceso de cambio�.

136


Un balance sin evaluaciรณn

137


El

presidente

ha

leído

un

informe

económico que pretende ser el balance de una década de gestión; la fuente, los datos, los cuadros, las comparaciones entre lo que llaman el modelo neoliberal y el modelo económico social comunitario productivo boliviano, se encuentran en el libro

Modelo

Social

Comunitario

Productivo Boliviano de Luis Alberto Arce Catacora22,

Ministro

de

Economía

y

Finanzas Publica del gobierno progresista del autodenominado Estado Plurinacional. El

libro

tiene

cuatro

capítulos:

Introducción, El Modelo Neoliberal en Bolivia 1985-2005, El Modelo Económico Social Comunitario Productivo en Bolivia 2006-2014, económicos

Principales y

sociales

resultados del

Modelo

Económico Social Comunitario Productivo. Luis Alberto Arce Catacora: Modelo Social Comunitario Productivo Boliviano. SOIPA Ltda.; La Paz 2015. 22

138


El segundo capítulo hace una descripción sucinta del llamado modelo neoliberal, descripción enfocada en la experiencia boliviana del periodo en cuestión (19852005); revista del ajuste estructural y de sus

políticas

mercado,

económicas

de

libre

competencia;

de

libre

empresa

concluyendo

y en

de los

desenlaces, que tienen que ver con la crisis y los movimientos sociales antineoliberales

que

estallan.

El

tercer

capítulo describe el Modelo Económico Social Comunitario Productivo; comienza por sus antecedentes, continua con el Plan de Desarrollo Nacional propuesto el 2006

hasta

la

promulgación

de

la

Constitución. Continúa con la exposición concisa de la parte de la Organización Económica del Estado de la Constitución, que se interpreta, sin justificación alguna, de que se trata del Modelo Económico 139


Social Comunitario Productivo. Después de

este

supuesto

Constitución

al

aval,

mentado

que

da

la

modelo,

se

acaba con una exposición econométrica del modelo económico social comunitario productivo. El capítulo cuarto, se ocupa del

balance

comparativo,

descriptivamente

exponiendo

la

evaluación

estadística; pondera los resultados de la implementación de la economía social comunitaria productiva. No vamos, ahora, entrar en discusión con el punto de vista reductivo y simple cuando se analiza el modelo neoliberal; entrar

en

interpretación

debate

tampoco vamos a respecto

economicista

a de

una la

Constitución, que contiene una inferencia reduccionista

de

la

Organización

Económica del Estado. Estos temas los

140


hemos tocado antes en otros escritos23. Dejaremos para el final la interpelación al uso demagógico de modelo económico social comunitario productivo. En este texto, nos abocaremos al análisis del cuarto

capítulo,

resultados

de

el

la

relativo

a

los

implementación

del

citado modelo.

El

balance

comienza

con

la

nacionalización de los hidrocarburos. Se expone

el

Decreto

Ley

“Héroes

del

Chaco”, mediante el cual se nacionalizan 23

Ver de Raúl Prada Alcoreza Descolonización y transición. Abya Yala; Quito. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. También revisar Acontecimiento político; Crítica de la economía política generalizada; así mismo Critica de la ideología; Encrucijadas histórico-políticas; Interpretaciones de las huellas políticas; Cartografías histórico-políticas; Gramatología del acontecimiento; La inscripción de la deuda y su conversión infinita; La paradoja conservadurismoprogresismo; Las mallas del poder; Paradojas de la revolución; Potencia y trama política; en Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.

141


estos recursos naturales. Se anotan las características establece

de

los

este

decreto,

procedimientos

de

que la

recuperación soberana; particularmente el año del privilegiado ingreso para el Estado del orden del 82%, hasta la firma del

Contrato

de

Operaciones.

Sin

embargo, se olvida de exponer y analizar el Contrato de Operaciones, cuando este 82%

deja

de

darse,

disminuyéndose

hasta el 62%. Tampoco se anotan las características

del

Contrato

de

Operaciones, donde, si bien, aparecen enunciados, al principio, parecidos a la Constitución;

esto

apenas

es

el

prolegómeno del Contrato. Técnicamente y efectivamente el Contrato entrega el control

técnico

hidrocarburífera

de a

la

producción

las

empresas

trasnacionales. YPFB no deja de ser una entidad

administrativa,

salvo

su 142


participación

asociada

trasnacionales,

su

con

empresas

contribución

en

algunos rubros y los montos de inversión destinados

a

fortalecer

la

empresa

estatal. No se puede hablar de control técnico de la producción, de los flujos que salen por concepto de exportación, salvo que se tome que este control corresponde a

los

informes

trasnacionales,

de

que

las

YPFB

empresas avala,

sin

verificación técnica. No se dice en el análisis de este capítulo del libro en cuestión, que para la firma del Contrato de

Operaciones

no

se

esperó

la

culminación de las auditorias, que se efectuaban bajo la dirección del ingeniero Mariaca, precisamente para conocer, a ciencia cierta, cuanto habían invertido las empresas

trasnacionales,

sobre

todo,

para dimensionar las indemnizaciones o, en su defecto, los daños al Estado por 143


incumplimiento. Todo esto, que hacen a un balance propiamente dicho, no se dice, ni es de interés de este libro.

Lo

que

un

brilla

por

su

elocuencia

es

optimismo desbordante; sin duda alguna, tomando

en

cuenta,

sobre

todo,

los

contrastantes resultados de la gestión económica del gobierno progresista, en comparación

con

lo

logrado

por

las

gestiones de los gobiernos neoliberales. Parece un libro más de propaganda que de análisis económico.

Después

se

pasa

al

examen

de

los

resultados de la nacionalización en la minería. Como en el caso anterior, la comparación

arroja

contrastantes.

Se

resultados

consideran

los

mecanismos legales de la minería, la ley heredada

y

la

nueva

ley

minera, 144


promulgada por el gobierno progresista. Se

hace

una

escueta

exposición

de

algunos artículos; sobre todo llama la atención

que

se

obvia

comentar

la

estructura y las características de la nueva ley minera, que mantiene los porcentajes bajos de la tributación, los impuestos y las regalías, parecidos a los del periodo neoliberal; muy lejos de lo que ocurre en el área de hidrocarburos. Mientras el Estado recibe un 62% por concepto de impuestos, tributaciones y regalías, en hidrocarburos; en el área de la minería el Estado recibe una proporción de alrededor del 8%. Fuera de ser una ley que amplía y consolida el modelo extractivista

colonial

del

capitalismo

dependiente. Una ley que hemos llamado de

“traición

perspectiva

a

la

patria”,

constitucional

desde

la

misma;

tipificando, por parte de la Constitución, 145


de esta manera, esa conducta política, cuando se atenta de ese modo contra la soberanía de los recursos naturales, de propiedad de los bolivianos; vulnerando la cláusula de la Constitución que prohíbe exportar materias primas, sino que obliga a

la

industrialización.

Además

de

conceder onerosamente concesiones a las empresas

trasnacionales

extractivistas.

Después, se sigue con el balance positivo de

la

nacionalización

de

las

telecomunicaciones y la nacionalización del sector eléctrico.

La

contrastación

cuantitativa

es

marcadamente notoria. Un ejemplo se encuentra en el desempeño productivo de los hidrocarburos. La producción bruta de gas natural creció de un ritmo de 40.2 MMm3/día, en 2006, a 61.3 MMm3/día, 146


en 2014. La producción de hidrocarburos líquidos muestra una tendencia similar; el volumen

promedio

de

petróleo

condensado y gasolina tuvo un ritmo de 63.1 miles de barriles por día (MBbl/día), en comparación con el 2005, cuando llegó al 40.2 miles de barriles por día.

Se presentan las plantas separadoras, la Planta Separadora de Líquidos Río Grande y la Planta Separadora de Líquidos Gran Chaco “Carlos Villegas Quiroga”,

como

industrialización, sin explicar por qué. La industrialización supone

transformación

de las materias primas, de los insumos; la separación es eso, disociación. Está difícil

presentar

industrialización;

la

separación

bueno,

es

como

ese

el

lenguaje usado por el gobierno populista. Se puede calificar como industrialización 147


a

la

petroquímica,

pero,

no

a

la

separación. En este sentido, se presentan la Planta de Amoniaco y Urea, las Plantas de

Etileno

y

Polietileno,

Propileno

y

Polipropileno, además de la Planta de Gas Natural Licuado (GNL). El conglomerado de YPFB, sus empresas subsidiarias y las compañías invirtieron

operadoras un

monto

privadas

de

$us

9,182

millones. Otra comparación contrastante es

la

relativa

a

las

utilidades;

Las

empresas subsidiarias y la casa matriz obtuvieron

$us

7,908

millones

de

utilidades, en el lapso de 2006 al 2014; en

contraste,

obtenidos

en

Ciertamente,

con

$us 644 millones,

el que

lapso en

ese

2001-2005. entonces,

prácticamente no había YPFB, salvo como oficina administrativa.

148


La inversión en hidrocarburos baja de $us 514 millones a $us 246 millones, del 2001 al 2005; en contraste, la misma inversión sube de $us 273 millones a $us 2,111 millones, entre el 2006 y el 2014. Durante progresista

el

periodo se

generó

del $us

gobierno 31,888

millones, por concepto de ingresos, a través del IDH, regalías, participación de YPFB, patentes e impuestos, tanto al upstream como al downstream. Otro dato contrastante es el relacionado a la renta hidrocarburífera anual; el 2005 la renta fue de $us 974 millones, en tanto que el 2014 fue de $us 6,096 millones. Estos datos son ciertamente la consecuencia de la nacionalización de los hidrocarburos. Se puede decir que ésta es la diferencia entre el periodo neoliberal y el periodo del gobierno progresista. Sin embargo, la pregunta

es:

¿por

qué

el

gobierno 149


popular

sigue

insistiendo

en

la

comparación con el periodo neoliberal? No es este contraste notorio el que está en discusión; ¿a quién quiere convencer sobre estas notables diferencias? ¿A los neoliberales? pueblo,

El resto, sobre todo el

sabe

de

sobra

sobre

esta

diferencia. La comparación no es con el pasado sino con lo que establece la Constitución.

En

relación

a

la

estructura

jurídica-

política de la Constitución, el gobierno progresista se queda lejos. Su decantada propaganda

y

publicidad,

insostenibles

sus

interpretaciones,

demagógicas y de difusión, no cambian la situación; consecuentes

no

los

convierte

políticos

con

en la

implementación de la Constitución. Son 150


solo

palabras,

propaganda,

imágenes diatriba

publicitarias,

estridente

de

apologistas, aduladores, gobernantes y parlamentarios oficialistas. Nos hemos ocupado del tema en Descolonización y transición, también en otros escritos; de la misma manera, hemos sido puntillosos con

la

crítica

a

las

políticas

inconstitucionales del gobierno en lo que respecta a la Organización Económica del Estado, que nosotros interpretamos como el horizonte de la economía social y comunitaria, en contexto ecológico, en perspectiva del sumaj qamaña y el sumak kausay. El horizonte de la economía social y comunitaria supone transiciones conectadas y articuladas de dispositivos económicos estatales, con la intervención del Estado, hacia la realización de la economía

social

transiciones

de

la

y

comunitaria;

economía

privada 151


desarticulada a una economía privada articulada a la dirección planificada del Estado, que nosotros llamamos, como corresponde,

capitalismo

de

Estado,

articulándose, en estas transiciones, al horizonte

de

comunitaria. economías

la

economía

Transiciones campesinas

mercado,

en

subordinación,

social de

las

subsumidas

condiciones

incluso

de

y al de

explotación,

hacia economías campesinas articuladas al horizonte de la economía social y comunitaria. Si bien, no se puede hablar de economía cooperativa, tal cual, sobre todo en minería, pues es, mas bien, una economía

privada

fragmentada,

incluso,

diseminada, pequeña

y

mediana, que contrata a trabajadores a destajo,

super-explotados,

de

todas

maneras diremos que, en este caso, también se trata de transiciones de la 152


economía hacia

cooperativa

una

economía

articulación economía economía como

desmembrada

con

el

social

y

social

y

substrato

oikologías

cooperativa horizonte

en

de

comunitaria. comunitaria,

lo

que

la La

tiene

llamamos

comunitarias,

para

diferenciarlas del estrecho concepto de economía.

Estas

concepto

de

comunidades, la

en

Constitución,

el al

expresarse como social y comunitarias, se refiere a las comunidades ancestrales, brillan por su ausencia en las políticas y prácticas

económicas

del

gobierno

progresista, que, mas bien, se caracteriza por ahondar en la economía extractivista y

en

la

forma

ciertamente,

en

de

Estado las

rentista;

condiciones

mejoradas por la nacionalización y por la modificación

transformada

de

los

términos de intercambio. 153


No se trata pues de un Modelo Económico Social Comunitario Productivo, a no ser en la forma especulativa como se la presenta,

siendo

no

otra

economía

extractivista

del

cosa

que

capitalismo

dependiente. ¿Por qué se nombra esta continuidad de la dependencia, bajo un gobierno

popular,

Modelo

Económico

Social Comunitario Productivo? ¿Es una manera de decir que se cumple con la Constitución aunque no lo hagan, sino todo lo contrario? ¿Creen realmente que practican y aplican este modelo mentado? ¿Es

una

confusión

pasmosa

tanto

económica, política, ideológica y, sobre todo,

conceptual?

propaganda?

Para

¿Es

un

tema

comprender

de esta

entreverada contradicción es menester observar

el

panorama

político

del 154


gobierno progresista; es el estilo de nombrar, de usar el lenguaje político, de la

forma

de

sus

discursos,

de

la

propensión a la simulación y al montaje, en

todo

su

desenvolvimiento

gubernamental, congresista, partidario y político. Este es el estilo; la inflación de las palabras, el desajuste de los sentidos y significados, respecto a los referentes concretos. Se trata de una forma de hacer política, una manera de efectuar los “procesos

de

cambio”,

imaginariamente,

transformando

mientras poder,

las

las

estructuras

de

estructuras

estatales,

siguen iguales; puede que

haya habido efecto social al impactar en sectores

sociales,

mejorando

sus

condiciones y situación de accesibilidad. Por ejemplo, estratos pudientes de los colonizadores, de los productores de hoja de coca, han ingresado al contingente de 155


las clases medias. También se puede tomar en cuenta, aunque su impacto sea solo coyuntural, los y las beneficiarias de los bonos. Puede, incluso, haber bajado estadísticamente

la

pobreza;

sin

embargo, todo esto, no implica haber resuelto la problemática social y de las desigualdades.

Hacer

ocurre

confundir

es

desigualdad, figura

creer

que

explotación,

discriminación,

asistencial

esto

con

inventada

por

esa la

cooperación, pobreza. En esto, en esta interpretación

institucional,

los

del

gobierno progresista no se diferencian de las ONGs que critican, tampoco de la cooperación

internacional,

ni

de

las

religiones que atienden a las víctimas. Todas estas expresiones juegan al poder con

estas

representaciones

y

manipulaciones de la pobreza.

156


Las políticas en minería consistieron en el Fortalecimiento Metalúrgica

de

de

la

Vinto

Empresa (EMV),

la

Rehabilitación del Complejo Metalúrgico de Karachipampa, el Complejo Hidrometalúrgico Corocoro, la Fábrica de Ácido Sulfúrico, la Industrialización del Litio, Fase I, Planta Semi-industrial de Cloruro de Potasio y Planta Piloto de Carbonato de Litio, Construcción del Horno Ausmelt; además de contar con los proyectos

de

la Empresa Pública Nacional Estratégica de

Cemento

de

Bolivia

(ECEBOL),

Industrialización del Litio: Fase II, Plantas Industriales

de

Carbonato

de

Litio

y

Cloruro de Potasio, Industrialización de Litio, Fase III, Implementación Planta Piloto de Baterías de Litio.

157


El PIB minero aumentó de un promedio anual de Bs 1,032 millones, en el lapso de 1990 al 2005, a Bs 1,846 millones, en el lapso de 2006 al 2014. La tasa anual promedio fue de 1.0%, en el primer periodo, en tanto que fue del orden de 9.6%, en el segundo periodo. El PIB minero pasó de Bs 918 millones, en 1990, a Bs 1,043 millones, en 2005, y de Bs 1,112 millones, en 2006, a 2,158 millones,

en

2014.

Paralelamente,

el

índice de volumen físico de la minería se incrementó 2006;

la

sostenidamente tasa

anual

desde

promedio

el de

producción fue del orden del 2.2%, en el intervalo 1990 al 2005, y del orden del 10.7%, en el intervalo 2006 al 2014. El contraste notorio sigue en lo que respecta a las exportaciones; las exportaciones minerales dan un salto a partir de 2006. En el lapso de 1995 al 2005, el promedio 158


anual de exportaciรณn es de $us 251 millones; en contraste, alcanzรณ a la suma de $us 1,694 millones, en el lapso de 2006 al 2014. Abarcando la totalidad de los periodos comparados, tenemos que, en el primer periodo, se exportรณ $us 2.758

millones;

en

contraste,

en

el

segundo periodo, se exportรณ $us 15,250 millones. En 1995 se exportรณ minerales por

un

valor

de

$us

244

millones,

llegando a un valor de $us 351 millones, en 2005; en contraste, en 2006, el valor exportado

fue

de

$us

794

millones,

llegando a $us 2,035 millones, en 2014, teniendo como cumbre el 2011, con un valor de $us 2.427 millones. El volumen promedio anual fue de 0.4 millones de toneladas brutas, de 1999 al 2005, en tanto

que

toneladas

fue brutas,

de de

1.1

millones

2006

al

de

2014.

Sumando lo acumulado en cada periodo, 159


se tiene que, en el primer periodo, se alcanzó

a

exportar

2.9

millones

de

toneladas brutas; en contraste, en el segundo periodo, se alcanzó a exportar 9.9 millones de toneladas brutas. Estos datos también pueden interpretarse como consecuencias

efectivas

de

la

nacionalización y las políticas estatales en el área minera.

Las consecuencias efectivas, además de considerar, la subida de los precios de las materias primas, se observan también en el aporte fiscal de la minería. Las regalías mineras y las recaudaciones tributarias, tuvieron un aporte promedio anual de Bs 107 millones, en el periodo 2000-2005; en contraste, el mismo promedio fue de Bs 1,532 millones, en el periodo 20062014.

El

aporte

fiscal

minero

se 160


contabilizó en Bs 62 millones, en 2000, llegando a Bs 253 millones, en 2005; en contraste, fue de Bs 560 millones, en 2006, llegando a Bs 1,649 millones, en 2014, teniendo como pico el 2012, con un aporte fiscal de Bs. 2,691 millones.

Como dijimos, estos son los efectos de la nacionalización, en un contexto de subida de los precios de las materias primas. Sin bien,

el

contraste

indiscutible,

es

respecto

notorio al

e

pasado

neoliberal; como hemos hecho notar, no se trata solo de resaltar este contraste, sino de evaluar la gestión del gobierno progresista

en

conexión

con

lo

que

establece la Constitución. Al respecto, dijimos que, mas bien, el gobierno, las gestiones, las políticas económicas, entre ellas las políticas mineras, discrepan con 161


lo determinado por la Constitución. Lo primero que correspondía hacer es, fuera de nacionalizar, romper las privilegiadas concesiones

a

las

empresas

trasnacionales extractivistas, además de levantar

el

empresas

paraíso

fiscal

mineras

para

privadas,

las sean

trasnacionales o bolivianas, medianas y pequeñas; por otra parte, era menester suspender

la

política

minera

que

promociona a un falso cooperativismo minero, que no es otra cosa que empresa privada encubierta, además de realizar un

capitalismo

salvaje

y

depredador.

Nada de esto ha pasado, el gobierno ha mantenido concesiones onerosas como las

de

San

Cristóbal.

El

3%

de

la

explotación minera la controla COMIBOL, el

27%

de

la

extracción

minera

la

controla la cooperativa, en tanto que el 70%

la

controla

la

minería

privada, 162


primordialmente trasnacionales

las

empresas

extractivistas.

En

este

panorama, nada halagüeño, que habla, mas bien, de no solo altos niveles de dependencia, sino de subordinación a los grandes puede

monopolios tener

mineros, un

no

se

diagnóstico

pretendidamente positivo, a pesar de las mejoras en la producción minera y en las exportaciones,

incrementándose

el

volumen y el valor de la producción; pues estamos ante una dinámica económica donde se benefician de la mejor parte de la torta, en tamaño y en cualidad, donde se

aprovechan

multiplicadores

del

de

los

monopolio

efectos de

los

mercados, además del control de los procesos de industrialización, las mismas cadenas

oligopólicas,

empresas

trasnacionales

las

famosas

extractivistas.

Hablar en el leguaje del libro, exponiendo 163


como elocución optimista y positiva, con tono

halagador

escondiendo contradicciones,

y las las

apologético, profundas estructuras

persistentes de la dependencia y del modelo

extractivista

colonial,

es

legitimar, precisamente, la dependencia, la subordinación; coadyuvando al saqueo de los recursos naturales por parte de las empresas trasnacionales extractivistas, a pesar de las mejoras en los términos de intercambio, esta vez, mucho menores que lo que ocurre en hidrocarburos.

164


Conclusiones

1. Estamos ante un discurso apologético, encargado

de

presentar

lo

supuestamente acaecido como si fuese una epopeya. Es la narrativa de los héroes, como se hacía antes de la novela, que, mas bien, es la narrativa de

los

antihéroes;

tendiendo,

de

manera diferente, a la crítica, la ironía, a la anécdota y a la paradoja, en la prosa de las experiencias modernas narradas.

En

los

descriptivos, objetivos, restringida, discurso

pretendidamente como

económicos,

discursos

los

de como

análisis

manera los

apologético

más

balances, adquiere

el una

prosa árida, llana, sin ritmos, prolija en estadísticas, cuadros e indicadores. 165


El

problema

no

es

el

análisis

estadístico, sino que se lo reduce a descripciones cuantitativas, a cuadros, a series de indicadores, que quedan descritos; empero, quedan faltos de análisis. 2. Estamos ante un balance de la década de gestiones económicas del gobierno progresista,

periodo

contrastado

con

el

de

gestiones

periodo

de

gestiones económicas neoliberales. Sin embargo, a pesar de la importancia de la tarea, no se alcanza a realizar un balance, propiamente dicho, sino el texto termina esmerándose en hacer hincapié en la maravillosa incursión del

gobierno,

hidrocarburos económica

que e

inicia

desligada

recupera una del

los

política proyecto

neoliberal. El libro deriva en un texto 166


de

propaganda,

abundantemente

aunque

apoyado

por

estadísticas, cuadros e indicadores, acompañadas

por

descripciones

similares, que repiten lo que se ve en los datos, sin avanzar en el análisis.

3. El libro parte de las premisas que dibujan los contrastes entre ambos periodos, el neoliberal y el progresista. Empero, se queda en las premisas, sin desplazarse a las mediaciones, que serían,

en

lógica,

los

análisis

del

“proceso de cambio”, con todas sus ambigüedades,

dificultades

y

contradicciones. Un análisis que ayude a comprender las problemáticas que se enfrentan como desafíos. Por eso, tampoco

llega

a

las

conclusiones,

como toda proposición lógica. Lo que 167


se llama “conclusiones” en el libro ya estaban anticipadas, son las verdades cinceladas por la “ideología”. 4. No se entiende muy bien por qué introduce un

modelo econométrico,

que expresa en ecuaciones algebraicas el

modelo

comunitario

económico productivo.

econométrico extremo,

es

por

El

modelo

esquemático

lo

considerando

social

tanto,

al

simple,

linealidades,

sin

espesores, que no llegan a conformar planos;

está

complejidad,

lejos no

de

expresar

solamente

de

la los

planos de intensidad de la realidad social,

sino

del

mismo

plano

de

intensidad económico, que en el caso de

las

transiciones,

requiere

simulaciones matemáticas complejas; por

lo

menos

relativas

al

análisis 168


multivariable. darse

aires

pretendida

Puede ser que para de

formalidad

cientificidad.

y

de

Estas

exageraciones o poses acompañan a todos

los

políticos;

ciertamente

lo

hacen de distintas maneras; en este caso,

se

pretende

propaganda presentando modelo demasiado

en

convertir

análisis

como

económico,

aditamento

econométrico esquemático

una un

reductivo, como

para

poder expresar una complejidad, por lo menos, enunciada en subtítulos, como la del modelo económico social comunitario productivo.

169


Una interpretaciĂłn de la dĂŠcada

170


La pregunta es: ¿Qué es lo que pasó? Hay que buscar la respuesta en los funcionamientos de la complejidad de la formación social, usando un concepto conocido,

para

no

complicar

la

exposición. No como explica la teoría lo ocurrido, cualquiera sea ésta; mucho menos forzar una supuesta explicación desde las compulsiones dogmáticas de la “ideología”, cualquiera sea ésta. Entonces se

trata

de

responder

a

cómo

han

funcionado los aparatos, los dispositivos, las

instituciones,

“ideologías”,

en

los

imaginarios,

combinación

con

las las

prácticas, los habitus, las relaciones, las estructuras; además, en los contextos donde

se

dan

procesos

locales,

nacionales, regionales y mundiales. No parece

adecuado

seguir

pretendiendo

explicar procesos políticos y sociales en la circunscripción nacional, como si hubiera 171


solo una historia nacional, que hace de trasfondo

a

los

hechos,

sucesos

y

eventos. Hay historias, usando también un concepto moderno discutible, asociado a la idea de tiempo y de secuencia lineal; historias, en distintas escalas, que hacen a

la

constelación

de

historias

de

la

mundanalidad. Hay que interpretar los procesos políticos y sociales, entonces, en las distintas escalas, teniendo en cuenta la perspectiva mundial.

Los procesos de cambio, desatados en Sud América, tienen que ver no solo con las crisis estructurales, a escala nacional, sino con la crisis generalizada a nivel mundial. La pregunta entonces es: ¿Por qué,

a

pesar

de

que

la

crisis

es

generalizada mundialmente, los procesos de cambio se dan solo en algunos países? 172


La respuesta posible tiene que ver con las singularidades de estos países, donde se dan

los

movimientos

sociales

anti-

sistémicos, que se prolongan y triunfan. Debemos buscar en estas singularidades la excepción de la regla, que en este caso, tiene que ver, hipotéticamente, con el mayor peso del conformismo que del inconformismo; con la mayor inclinación al desasosiego que a la actitud crítica e interpelativa. No es que unos pueblos tienen

estas

características

y

estos

atributos y otros no lo tienen. Todos los pueblos

contienen

las

condiciones

de

posibilidad de la predisposición a luchar, no solamente por sus derechos, sino por la vida. Lo que parece pasar es que, en determinadas nudos

de

experiencias

condiciones,

historias sociales

contextos,

encontradas, y

de

memorias

actualizadas, emerge con mayor fuerza la 173


predisposición a luchar, a activar, a la voluntad

de

transformación.

En

Venezuela, en Brasil, en Ecuador, en Bolivia,

con

menos

intensidad,

en

Argentina y en Uruguay, ha pasado esto, en el periodo de movilizaciones, primero, después,

en

la

etapa

de

gobiernos

progresistas, de fines del siglo XX y principios del siglo XXI. Al respecto, nos remitimos a los ensayos que se han ocupado de analizar e interpretar las coyunturas de los llamados “procesos de cambio” singulares y diferenciales de los países citados24.

Resumiendo, con el peligro de simplificar, podemos

decir,

retomando

panorámicamente lo expuesto en esos 24

Ver de Raúl Prada Alcoreza Acontecimiento político, también Cartografías histórico-políticas, así como Encrucijadas histórico-políticas. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.

174


ensayos, que los procesos de cambio como

que

son

catalizados

por

acontecimientos de movilización general o de largas resistencias y luchas sociales acumuladas.

En

el

caso

venezolano,

podemos señalar que el Caracaso es un hito en la emergencia del proceso de cambio, que va adquirir el perfil político de la revolución bolivariana. En el caso de Brasil,

si

económica,

bien, que

la

crisis

desata

el

social

y

proyecto

neoliberal implementado, empujando a movilizaciones

sociales,

es

como

el

antecedente; lo que parece gravitante es, mas bien, la acumulación histórica de una larga experiencia y memoria social, que se nuclea en el PT, además de otras organizaciones

sociales

y

colectivos

activistas. En el caso ecuatoriano, parece que

el

catalizador

movilizaciones

de

son los

las

luchas

pueblos

y

y las 175


naciones indígenas, además de colectivos activistas, que impulsan la defensa de los derechos indígenas y los derechos de la naturaleza, los derechos sociales y la soberanía sobre los recursos naturales; es, entonces, esta forma del proceso, lo que hace de catalizador de otro proceso de cambio singular. En el caso de Bolivia, el

catalizador

prolongada popular,

es

la

movilización

anti-neoliberal,

descolonizadora,

nacional-

del

sexenio

2000-2005; teniendo como substrato las luchas y las movilizaciones de los pueblos y las naciones indígenas-originarias. En el caso

de

Argentina,

parece

ser

el

detonante, esta vez, diferido, el costo social y económico del proyecto neoliberal implementado, catalizador

a

convirtiendo movilizaciones

en sociales,

como la de los piqueteros y cacerolazos, además de las movilizaciones de los 176


damnificados

por

movilizaciones

sociales

el

“corralito”; acompañadas,

después, por una dilatada resistencia, mas bien, fragmentada y dispersa. En el caso argentino, el descontento social y político

fue

canalizado

por

la

nueva

versión nacional-popular del peronismo, el kirchnerismo, a diferencia de lo que ocurrió en Brasil, donde fue el PT, de tradición marxista. En el caso uruguayo, que se parece en la forma, con el caso argentino, teniendo en cuenta algunas analogías, acompañadas por diferencias; es

donde

el

catalizador

parecen

ser

movilizaciones también fragmentarias y un tanto dispersas; empero, canalizadas por el Frente Amplio.

Los procesos de cambio singulares, si bien,

contienen

estos

detonantes

y 177


catalizadores diferenciales y propios, son seguidos por lo que se va venir en llamar, entre varios nombres que adquieren, gobiernos progresistas. En esta etapa gubernamental, es cuando adquieren más analogías y parecidos, estos gobiernos, a pesar de las diferencias mantenidas. Los gobiernos

progresistas

tropiezan

con

ciertos límites impuestos por la herencia de

las

mallas

institucionales

y

por

encontrarse dentro del sistema-mundo capitalista. Uno de esos límites, para resumir,

es

el

de

la

dependencia

económica, además de su ubicación en la geopolítica

del

sistema-mundo

capitalista; en condición de periferias, en unos casos, en condición de potencia emergente, en el caso de Brasil, en tanto más allá de la periferia, pero más acá del centro, como es el caso de Argentina. Otro de esos límites es impuesto por las 178


estructuras de poder del orden mundial y por las estructuras de poder heredadas del

Estado-nación

subalterno

o

de

Estado-nación de potencia emergente. Los procesos de cambio se traban en estos límites, sin cruzar el umbral. Al hacerlo,

optan

por

administrar

la

condición dependiente en la geopolítica del sistema-mundo capitalista o, en su caso,

en

la

emergente,

condición

por

lo

de

potencia

tanto,

en

las

circunstancias del centro de la economíamundo capitalista. Así mismo, optan por gobernar desde la misma maquinaria estatal,

con

fachada

y

algunas menos

reformas cambios

en en

la la

estructura estatal. Hay que reconocer que las tareas que se proponen son difíciles, por esta situación ambivalente, y llevan a contradicciones.

179


Como

dijimos

en

otros

ensayos,

no

compartimos las tesis de la teoría de la conspiración, tampoco, en consecuencia, el

simplismo

de

contradicciones cambio

de

debido

explicar los

a

procesos

“traiciones”.

las de Las

historias políticas de los procesos de cambio son más complejas que la simple narrativa de tramas personificadas en figuras de líderes, caudillos, por un lado, y conspiradores opositores, por otro lado, con

el

trasfondo

de

la

conspiración

imperialista. Como dijimos también, no es

que

no

haya

conspiradores

ni

conspiraciones, sino que los procesos políticos no se explican por estos factores dramáticos, que convierten las historias políticas

en

dramas

de

protagonistas

individualizados. Los procesos políticos 180


son

acontecimientos

posible

políticos,

comprenderlos,

acontecimiento, dinámica

de

en

y

analizando la

es el

complejidad

multiplicidad

de

singularidades, articuladas e integradas. No se tiene que descartar el papel que cumplen los personajes de la política; sin embargo, es inapropiado convertirlos en los ejes de los procesos de cambio, salvo, se entiende, si se trata de “ideología” o propaganda.

En lo que respecta al proceso de cambio boliviano, que es lo que nos ocupa ahora, para

resumir,

con

el

peligro

de

esquematizar, el acontecimiento político, puede

ser

bosquejado,

como

aproximación, a partir de un conjunto de singularidades, si no son múltiples, lo que se hace difícil exponer en este ensayo; 181


sin embargo, lo hicimos en otros ensayos. Hablamos,

en

primer

lugar,

de

movimientos sociales anti-sistĂŠmicos y movilizaciones singulares diferentes, que se articulan en el decurso de las luchas, sin

necesidad

de

conformar

una

coordinadora de movimientos sociales, que ha sido propuesta varias veces. En segundo

lugar,

otras

singularidades

tienen que ver con la radicalizaciĂłn de las movilizaciones

dadas;

caracterĂ­sticas

que

adquieren

autogestionarias,

de

autogobierno, de protagonismo de las bases,

por

momentos

lo de

menos,

durante

intensidad

de

los las

movilizaciones, como cuando los relativos a los bloqueos. En tercer lugar, los desenlaces de la ofensiva popular y de las victorias

sociales

y

polĂ­ticas

de

los

movimientos. A pesar de la contundencia de las victorias populares, como cuando 182


se dio la guerra del agua y la guerra del gas, los desenlaces se dieron en la forma constitucional

y

por

la

vía

electoral.

Hecho que menguó el contenido radical de las movilizaciones; hecho que dio pie a que

una

radicales,

de

las

mas

expresiones bien,

menos

heredera

del

nacionalismo y de reminiscencias de la vieja izquierda, cobrara vigencia política y se convirtiera en la salida electoral a la crisis múltiple del Estado; hablamos del MAS.

En cuarto lugar, la forma del

proceso de nacionalización, sobre todo, de los hidrocarburos, que comienza con algo

parecido

a

una

expropiación

a

medias o, en su caso, de la mayoría de las “nacionalizaciones”, en compra de acciones,

deriva

Operaciones.

en

Contrato

Contrato que

de

termina

desnacionalizando, sin retirar, empero, lo ganado en los términos de referencia, es 183


decir, en el incremento significativo de los ingresos del Estado. Esta característica de las

nacionalizaciones

muestra

claramente

del

siglo

los

límites

XXI, del

proceso de cambio y sus contradicciones. En

quinto

lugar,

no

por

esto

jerárquicamente el menos importante, sino

al

contrario,

quizás

el

más

importante, el proceso constituyente, que lleva

a

una

Asamblea

Constituyente

contradictoria, dual, siendo originaria, por emerger de las entrañas de las luchas sociales, pero, también, derivada, por ser convocada Asamblea

por

el

Congreso.

Constituyente

que

Una logra

aprobar una Constitución plurinacional, comunitaria y autonómica, a pesar de las difíciles

contingencia

y

el

contexto

adverso de boicot y dilatación, efectuado por

la

aunque

llamada también

oposición por

los

“derecha”, errores 184


sistemáticos

de

la

conducción

e

interferencia del MAS. Sin embargo, la Constitución termina convertida en un texto de vitrina, un texto de propaganda para presumir, pero no para cumplirlo.

Estas

cinco

singularidades,

sus

correspondencias, sus entrelazamientos, terminan

otorgando

composición

singular

un al

perfil

y

proceso

de

cambio boliviano. Se puede decir que se trata de un proceso de cambio en los límites del Estado-nación subalterno, a pesar de su autonombramiento de Estado plurinacional. Un proceso de cambio en los límites del modelo extractivista y del Estado

rentista,

a

pesar

de

la

nacionalización de los hidrocarburos y las reformas implementadas por el gobierno; reformas que no alcanzan a trastocar las 185


estructuras de poder, ni las estructuras del Estado. De ninguna manera se dice que no hay diferencias con los gobiernos neoliberales anteriores; al contrario, se parten de estas diferencias, constatables; sin

embargo,

se

anota

que

estas

diferencias no son tan grandes como para separar

definitivamente

a

ambas

expresiones políticas, la neoliberal y la populista, de una concepción compartida del poder y del Estado, a pesar de las diferencias “ideologías” y discursivas. A pesar de los impactos positivos sociales de políticas del gobierno progresista y los impactos negativos sociales del proyecto neoliberal. El problema es, como dijimos antes, que, a pesar de las diferencias, hay

más

proximidad

entre

estas

expresiones opuestas, que la proximidad esperada con la Constitución por parte

186


del gobierno progresista, respecto a la cual parece, mas bien, alejado.

En

el

anterior

evaluación25,

ensayo,

tratamos

Balance del

sin

balance

económico de la década en cuestión (2006-2014);

otra

conclusión

de

la

lectura de este ensayo podría ser: el perfil económico boliviano se encuentra en

el

límite

del

modelo

colonial

extractivista del capitalismo dependiente, a pesar del impacto de la nacionalización y los esfuerzos, un tanto desarticulados, en

la

inversión

autodenominada

productiva. Un perfil económico, que se mueve en los límites de la dependencia, sin

poder

salir

de

este

umbral,

precisamente por haber expandido el modelo extractivista de la economía. Si 25

Dinámicas moleculares; La Paz 2016.

187


bien, esta conclusión ya fue enunciada en los ensayos Bolivia: perfil económico y Plano de intensidad económico boliviano, decirlo ahora, después del ensayo del balance económico de la década, apunta más a una conclusión de evaluación que a una caracterización, como hicimos antes. Por otra parte, ayuda a retomar apuntes que

hicimos

anteriormente,

cuando

decíamos que la industrialización no se da automáticamente, como consecuencia de la nacionalización, sino que se requiere de

otras

condiciones

de

posibilidad

históricas, como la masa crítica científica, como

la

transferencia

como

la

revolución,

de

en

tecnología,

serio,

de

la

formación educativa, no la demagógica, que

ahora

se

adecuación

y

tecnologías

de

ecológicas,

implementa, actualización punta,

apuntando

como

la

a

las

limpias a

una

y eco188


industrialización y a una eco-economía o, mejor dicho, a una oikologia integral26. Que la independencia económica, es decir la salida de la dependencia, se da en el contexto de la integración de la Patria Grande.

Todo esto nos lleva a comprender que se trata

de

un

proceso

de

cambio

encajonado en los límites acotados, que, empero, no deja de ser reformista, en el buen sentido de la palabra; proceso de cambio

también,

contradictorio,

restaurador, clientelar, como ocurre con “procesos de cambio” cercados en los márgenes de maniobra, que permite la geopolítica del sistema-mundo capitalista. No

se

trata

de

debatir,

en

la

26

Ver Crítica de la ideología. Dinámicas moleculares; La Paz 2015.

189


interpretación

lineal

del

proceso

de

cambio, ¿qué hay que hacer?, ¿apoyar, apoyar críticamente u oponerse?, sino, en la

perspectiva

preguntarse:

de

la

¿Cómo

complejidad,

salir

del

círculo

vicioso del poder recurrente, en toda la modernidad?

¿Cómo

impulsar

la

emergencia de otros horizontes históricopolíticos-culturales? No se trata de creer que el activismo autogestionario excluye la comprensión de las diferencias de la gubernamentalidad

populista

de

la

gubernamentalidad

neoliberal,

sin

la

necesidad de obligarse a ningún apoyo o apoyo crítico, que puede darse o no, en el contexto auténticos

de

la

decisión

movimientos

colectiva sociales

de

anti-

sistémicos, como los de la movilización prolongada, no la farsa usurpadora de organizaciones sociales cooptadas afines al oficialismo. 190


Algo

que

no

dijimos

en

el

ensayo

anterior, es que no se trata de inversión productiva y de inversión social, en sus formas cuantitativas, apreciadas en sus formas estadísticas, sino de la estructura cualitativa de la inversión productiva y social,

de

la

forma

sistemática

de

ejecutar estas inversiones materiales, no solo cuantitativas; se trata de administrar y controlar estas inversiones efectivas, que no pueden ser sino cualitativas; lo cuantitativo sirve para medir lo que se da como inversión cualitativa; la inversión efectiva no es resultado de la inversión cuantitativa. El problema del gobierno populista, que percibe estas inversiones desde la perspectiva de la metafísica estadística,

creyendo

que

la

forma

numérica de la inversión resuelve de por 191


sí el problema del cambio de la nombrada matriz productiva, creyendo que se trata de un modelo econométrico, como si la realidad se redujera a esta ecuación abstracta. No se da cuenta que no se trata

de

resolución

expectante

estadística, no se trata del discurso, sino de

transformaciones

estructurales

e

institucionales efectivas. El apego a la demagogia, a la especulación, al montaje y a la simulación, es lo que extravía las políticas

económicas

del

gobierno

progresista; cuando podía haberlo hecho mejor,

administrando

seriamente,

eficientemente, con responsabilidad, sus reformas.

A

tal

punto

llega

la

especulación, que llama “revolución” a una reforma, que nombra como Modelo Económico Social Comunitario Productivo a lo que es capitalismo de Estado. Podía aceptar

lo

que

es,

en

realidad, 192


esforzándose

a

que

funcionen

estas

reformas; esto ya era suficiente, para los alcances de este “proceso de cambio”. Sin embargo, el gobierno popular se extravió en pretensiones sin sustento, embarcándose en gestiones agobiadas por

proliferantes

irresponsabilidades,

demagogias, falsedades y corrupciones. Esta conducta no ayuda a prolongarse en el poder, pues la gente, incluso la gente que apoya al “proceso de cambio”, se cansa de la simulación y la comedia, terminando optando por el voto castigo.

193


Un referente forzado

194


Parece que cuando los sucesos políticos se presentan en forma extravagante, hasta

cierto

punto

incomprensibles

o

absurdos, no es conveniente buscar su desciframiento

en

la

claridad

de

la

secuencia o en la lógica, que pueda armarse

reuniendo

los

hechos,

los

fragmentos del suceso; sino, mas bien, es

menester

buscar

su

explicación

precisamente en la oscuridad enrevesada, que oculta la comprensión de lo que sucede.

El

referéndum

de

febrero

es

estrambótico. Convocar a un referéndum para

modificar

un

artículo

de

la

Constitución, artículo que tiene que ver con la apertura a una nueva elección del presidente, es una muestra evidente de la poca consideración que se tiene por la 195


Constitución. No les interesa cumplir con la

estructura

jurídico-política

Constitución; modificar

pero,

un

composición

si

artículo, de

la

les que

de

la

interesa en

la

Constitución,

es

marginal. Esto muestra también, que no les preocupa no entender la Constitución plurinacional, comunitaria y autonómica, sino que lo que les interesas es conservar el

poder,

con

la

ampliación

de

los

intervalos de presentación continua a la presidencia. Esta es la pobreza política e “ideológica” del partido oficialista. Ellos no entienden otra cosa de política que la dependencia respecto del líder; sin él no se imaginan una política; esta es una muestra de la miseria de esta gente, que ha reducido la “ideología” al símbolo mítico tampoco

del

caudillo.

esto

habla

Mucho bien

de

menos, alguna

estrategia que tengan en manos, que 196


parece que brilla por su ausencia, a no ser que se entienda por estrategia la compulsión por el poder. Para atiborrar el panorama

incierto,

lo

que

llama

la

atención es que el referéndum se lo efectúa a poco tiempo de iniciar el nuevo ciclo

de

gestión

gubernamental.

¿Por

qué?

¿Inseguridad?

¿Premonición?

¿Anticipación? ¿Respuesta antelada a la crisis económica? ¿O un comportamiento inexplicable hasta por ellos mismos? Este parece ser el punto de la oscuridad. Si partimos por lo que dijimos, que hay que buscar

en

el

embrollo

la

explicación

posible; no buscar armar una lógica causal, sino, mas bien, la falta de lógica, algo así como la lógica de la no-lógica o, si se quiere, forzando los términos, la 197


lógica intrincada del embrollo. Sea lo que sea, no nos vamos a detener a encontrar las palabras apropiadas para definir este nudo; hay que buscar en este entramado los

lazos

que

expliquen

semejante

conducta.

Pero, antes, debemos decir algo sobre la llamada “oposición”. Podemos decir lo mismo de esta “oposición”, aunque de manera simétrica. Están en el mismo embrollo; creen que todo el problema radica también en el caudillo, en su ansia de poder, en su deseo de mantenerse en el poder. Se lo convierte en el símbolo del mal, en la causa del problema político, que una vez resuelto, se resuelven toda la

crisis

institucional.

metafóricamente,

tienen

Para

decirlo

la

misma

concepción mágica de la política. Ambos, 198


“oficialistas” y “opositores”, comparten el callejón sin salidas de esta concepción y práctica de la política. Para ellos, la política se reduce a la encarnación del poder en personas, que pueden sonarles como mesiánicas o, al contrario, como endemoniadas. Este imaginario religioso, dominante en estas “ideologías” ateridas, interpreta sus actos como estuvieran en una lucha contra los infieles. Ambos, fieles

e

infieles,

dependiendo

desde

donde se los identifica, son incorregibles fundamentalistas. Por eso, ambos, están destinados

al

fracaso,

pues

no

comprenden la complejidad del mundo, las paradojas que lo constituyen. Ambos están

enamorados

del

poder;

ambos

creen en el poder, como clave para resolver los problemas, sean los que sean éstos, los interpreten de cualquier modo. Creen en la sustancialidad del poder. No 199


se dan cuenta que el poder no es sustancial ni esencial, sino, para decirlo fácilmente, una relación. En este caso una relación de la economía política del poder, que separa potencia de poder, que separa a la potencia social de lo que puede,

de

su

fuerza,

usando

esta

bifurcación como economía política, es decir valorizando lo abstracto, lo que no existe

puramente,

desvalorizando

lo

concreto, lo que existe y además hace existir, en sus apariencias, al poder. Lo mismo podemos decir respecto al Estado, que

aparece

en

la

dualidad

de

la

economía política del Estado, que separa sociedad

de

Estado,

que

separa

la

sociedad de lo que puede, apropiándose de sus fuerzas, con las que se instaura como

institución

imaginaria

de

la

sociedad.

200


Volviendo al tema, un nudo del embrollo tiene que ver con este comportamiento compulsivo;

se

presentan

como

defensores de los derechos del caudillo, que tiene el derecho a presentarse como candidato las veces que quiere. Esta compulsión también se presenta como defensa de los derechos del pueblo, que tiene el derecho a volver a elegir a su líder.

Así

como

se

presenta,

en

el

discurso de la “oposición”, como defensa de la democracia, de la institucionalidad, de la Constitución, el evitar que se postule el caudillo nuevamente como candidato. No parece que les interese la Constitución,

así

como

tampoco

les

interesa a los “oficialistas”, pues no es de su preocupación que se cumpla con la estructura

jurídico-política

del

Estado 201


Plurinacional Comunitario y Autonómico, sino

el

de

democracia

la

institucionalidad

formal,

de

la

de la

democracia

liberal; es decir, del Estado de derecho del Estado-nación. Lo mismo que a los “oficialistas” les ocurre, pues, a pesar que denominan al Estado-nación preservado Estado plurinacional, la estructura de poder, la composición institucional del Estado-nación no ha cambiado.

Entonces, la hipótesis de interpretación es la siguiente: el imaginario dualista, de ancestralidad y dominación imaginaria religiosa, infieles,

de que

guerra en

de

fieles

lenguaje

contra

político

se

expresa como guerra enconada entre amigos contra enemigos, es como el drama representativo que encascara el resentimiento, el rencor, la consciencia 202


culpable, la consciencia desdichada, que los empuja a estos actos, conductas y prácticas políticas, que aparecen como incomprensibles, incongruentes,

a

la

absurdas

e

mirada

y

lógica

racional de la ciencia política. La guerra en la que están entrampados “oficialistas” y “opositores” es imaginaria, es la guerra religiosa, la guerra santa, emprendida por las religiones monoteístas en los siglos XI, XII y XIII.

Es un referéndum forzado, inocuo como impacto político; empero, perturbador en los corazones angustiados de “oficialistas” y “opositores”. Un referente más, menos importante que los anteriores referentes, casi intrascendente; pero, valioso en el imaginario religioso de “oficialistas” y “opositores”. Un referente que muestra 203


paradójicamente dos semblantes; el del desenvolvimiento

del

absurdo;

el

del

despliegue trágico de la guerra santa de esta política reducida a los símbolos corporales del mito del caudillo.

204


Corrupciรณn generalizada

205


Así

como

hay

una

economía-mundo

capitalista, un sistema-mundo capitalista, hay también, complementariamente, un sistema-mundo,

político,

como

ya

lo

dijimos27. Así como en la economíamundo el mercado es el océano de circulaciones de mercancías donde nace, se reproduce y muere, el sistema-mundo capitalista, economías nacionales,

la

economía-mundo,

regionales, así

las

también

las

economías la

red

de

gobiernos del mundo conforma un océano de circulación de efectos de poder, como vigilancias, disciplinamientos, controles, logrados, que intercambian, para obtener beneficios jerárquicos. Parece que ningún gobierno escapa a esta participación en el 27

Ver Clausura del horizonte moderno. Dinámicas moleculares. La paz 2016. Dinámicas-moleculares.webnode.es/clausura del horizonte moderno.

206


escenario político mundial. Unos logran márgenes de maniobra más anchos que otros; pero, todos participan en esta circulación de los productos del poder.

El sistema-mundo político funciona, como el sistema-mundo capitalista, en el que se encuentra, corroyéndose, oxidándose, chirriando. La corrosión puede aparecer como síntomas dispersos en formas de puntuales

hechos,

o

encubierto

con

formas heredadas, haciendo creer que se trata de las mismas y no de un proceso de deterioro nuevo, vinculado al Estado moderno. La corrosión institucional del Estado

moderno

es

distinta

a

las

corrosiones institucionales de las formas de Estado de las sociedades antiguas. Una de las características de la diferencia es que se trata ya de una corrosión 207


generalizada, que adquiere el perfil y el formato de una corrosión globalizada. Otra de las características es que el ponderador del alcance de la corrosión es la medida de la economía mundo, el equivalente general, el dinero.

Claro que la corrosión no deja de ser un fenómeno cualitativo, institucional, éticomoral; empero, en el sistema-mundo político

y

en

la

economía-mundo

capitalista se comparte el fetichismos mercantil, el fetichismo del dinero, que es el fetichismo del capital, así como el fetichismo del Estado. Los códigos de estos fetichismos hacen que el fetichismo del dinero aparezca como el detonador del fenómeno más característico de la corrosión; hablamos de la corrupción. El fetichismo dinerario es la representación 208


del fenómeno imaginario, que reduce las relaciones

sociales

relaciones

de

cosas;

también

ayuda

manera,

el

cualitativo,

como

a

fuesen

fetichismo

representar,

fenómeno la

este

si

del

decadencia

a

su

deterioro de

la

maquinaria misma de poder, que puede comenzar

temprano.

La

decadencia

desajusta los engranajes institucionales, afloja los funcionamientos, dando lugar a aprovechar

los

desajustes,

usando

la

misma maquinaria de dominación para las prácticas paralelas de la corrupción.

Como dijimos antes, la historia del poder, está íntimamente ligada a la historia de la corrupción28. Casi se podría decir, sin 28

Ver Diagrama de poder de la corrupción. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. Dinámicas-moleculares.webnode.es/diagrama de poder de la corrupcion.

209


arriesgar mucho, salvo excepciones a la regla, que no hay poder sin corrupción. No debería sorprendernos, aunque lo haga,

que

gobiernos

de

“izquierda”,

gobiernos populistas, caigan en estas prácticas paralelas, en plena decadencia de las maquinarias del poder. Se entienda que

asombre,

pues

se

espera

otras

conductas de estos gobiernos. Se cree en sus discursos, se espera el cumplimiento de sus promesas, del programa máximo, en

transición,

también

el

del

programa

cumplimiento

mínimo; de

la

Constitución; se cree en la distinción que establecen, por cierto “ideológica”, entre ellos, los progresistas, y los anteriores, los conservadores y neoliberales. Este es el error de apreciación. Que se caiga en la

corrupción

no

depende

de

los

210


discursos, ni de la “ideología”; éstos sirven

para

legitimar.

funcionamiento poder,

de

depende

la del

Depende

del

maquinaria

del

alcance

de

la

decadencia de la maquinaria abstracta del poder. Si la maquinaria de poder no ha sido desmantelada, es de esperar que se repitan fenómenos desencadenados por esta fabulosa maquinaria chirriante y por el avance de su decadencia.

Esta hipótesis de interpretación, remarca la corrosión y la corrupción generalizada en el sistema-mundo político; sistemamundo del que forman parte los Estadonación. las este

Esta interpretación no excluye

responsabilidades caso,

de

los

individuales,

en

gobernantes;

de

ninguna manera. La gran diferencia con la

interpretación

dramática

moral 211


acostumbrada, es que ésta interpretación reduce el problema al esquematismo dual del bien y el mal, a la lucha contra el mal. Esta interpretación fuera de ser ingenua es inútil para explicar la complejidad de un fenómeno aterido a las estructuras de poder.

Los perfiles individuales juegan su rol en este

contexto

histórico-político.

Para

hacerlo ilustrativo, sus comportamientos pueden variar en un intervalo políticomoral, que se define entre conductas cautelosas,

más

solapadas,

más

asociadas a las normas institucionales, incluso a su cumplimiento y a prácticas correspondientes,

hasta

conductas

descarnadas, cínicas, inmunes, audaces, menos

asociadas

institucionales,

por

a

normas lo

tanto, 212


incumpliéndolas. En el transcurso del intervalo puede encontrarse toda clase de formas compuestas y combinadas de este deterioro

ético-moral,

como

expresión

subjetiva del deterioro material de la maquinaria del poder.

Volviendo al asombro y a las sorpresas, se

entiende

que

cuando

se

llega

a

proximidades de uno de los extremos del intervalo,

relativo

a

las

conductas

impúdicas, el asombro viene por la forma despejada con la que se efectúa la corrupción, a pesar del enmarañamiento discursivo, que trata de justificar estos comportamientos o como herencias del pasado, transfiriendo la culpa a anteriores gobiernos;

o,

lo

peor,

lo

más

estrambótico de sus argumentos, cuando se explica como parte de los logros del 213


“proceso

de

cambio”.

Fuera

de

otro

aspecto llamativo, la “democratización” de

la

corrupción,

su

generalización

inaudita, la participación de todos, no solo de una casta, en el contexto de la extensión de las relaciones clientelares.

Lo

triste

de

todo

esto

es

que

los

gobernantes del “proceso de cambio” lo han reducido a este dramático escenario de tragicomedia de escándalos; que haya destruido el horizonte histórico-político abierto por la movilización prolongada y el proceso constituyente. Lo demás era de esperar, las conductas sinuosas, los gestos

descarados,

los

enmarañados

argumentos de explicación, los alcances de la corrupción, pues, un vez, que el deterioro de la maquinaria del poder ha abierto

muchos

boquetes

en

los 214


funcionamientos, deleznables29,

donde

en gente

arenas vulnerable

pisa terrenos inestable y conduce la mecĂĄnica de este deterioro y el proceso de esta decadencia, los desenlaces del derrumbe ĂŠtico-moral se dan lugar.

29

Ver Arenas deleznables, suelos inconsistentes. DinĂĄmicas moleculares 2016. Ob. Cit.

215


Formas de corrupción

Si bien se puede hablar de una corrupción generalizada

en

el

sistema-mundo

político, se dan formas diferenciadas de las prácticas y composiciones singulares de

este

fenómeno

de

corrosión

institucional y ético-moral. No solamente hablamos de la distinción en lo que ocurre en los centros y en las periferias del sistema-mundo capitalista, que, en la actualidad, mas bien, se parecen cada vez más, sino de formas singulares, que tienen que ver con historias particulares. Los

cuadros

de

la

corrupción

más

determinantes, por así decirlo, son los enganchados a los procedimientos de las empresas

trasnacionales,

las

cuales

contemplan en su presupuesto este tipo de acciones. Uno de los objetos de 216


ataque, para efectuar estas estrategias de incorporación a los intereses de las trasnacionales, son los gobiernos, entre ellos, particularmente los gobiernos de los

Estado-nación

subalternos.

Los

gobiernos terminan incorporados a las zonas de influencia y control de las empresas terminan

trasnacionales; incorporados

los

incluso gobiernos

progresistas, aunque no lo crean, aunque presenten

una

ostentación

contraria,

incluso “antiimperialista”. Se puede decir que estos gobiernos lo hacen incluso mejor, pues desarman al pueblo de la capacidad de resistencia, incorporando sus fuerzas a la reproducción de la comedia política, que se lleva a cabo.

Sin embargo, a pesar de las diferencias singulares de las formas de corrupción, 217


los síntomas tienden a parecerse. Por ejemplo, cuando se nota la irregularidad en las licitaciones, en las adjudicaciones, en las concesiones, en los contratos, en los proyectos. Cuando la licitación se da en condiciones provisionales, apuradas, flexibles, aunque se la haya publicado. Cuando se adjudica a la empresa que ha participado, que puede ser una sola o varias; empero, no queda claro cuáles han sido las razones y los atributos de la empresa. Cuando es la misma empresa la que gana un número significativo de licitaciones o de invitaciones directas, sobre todo cuando se trata de megaproyectos. Se hace más evidente lo que ocurre cuando el perfil de la empresa no parece apropiado para cumplir con el proyecto que exige otro perfil.

218


Por más esfuerzo que se haga para explicar estas incongruencias, por más propaganda y publicidad que se ventile, por más chantajes emocionales a los que se

recurra,

corrupción

el

hecho

continúa,

efectivo

de

afectando

la al

cumplimiento de los proyectos, pues en un contexto tramposo la ingeniería de los proyectos no funciona. Esto no cambia con

informes

especulativos

de

las

propagandas, pues la realidad no se cambia con informes.

Como dijimos antes, en los ámbitos de la economía política del chantaje30, cuyo objetivo no es la producción, sino la especulación;

los

aprueban

para

proyectos

no

se

materializarse

30

Ver Diagrama de poder de la corrupción. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. Ob. Cit.

219


eficazmente, coordinadamente, en una planificación,

keynesiana

o

socialista,

como se quiera, sino son la excusa para hacer marchar la economía política del chantaje, que adquiere las formas de la corrosión y la corrupción.

220


A-sistema-mundos capitalistas

221


Se ha teorizado sobre el sistema-mundo capitalista

desde

dependencia pasando

hasta

por

la

Teoría Giovanni

Fernand

de

la

Arrighi

Braudel

y

Emmanuel Wallerstein31. Se ha usado la teoría del sistema-mundo para estudiar los fenómenos y crisis contemporáneas del capitalismo. Sin embargo, quizás sea el momento de pararse a reflexionar sobre los alcances y límites del concepto; a pesar de los grandes aportes y servicios prestados para la comprensión de las sociedades

capitalistas

en

un

mundo

globalizado. ¿Es realmente sistémico el 31

Ver Acontecimiento político. Pradaraul.wordpress.com/2015/06/23/acontecimento politico, I y II. También Crítica de la economía política generalizada, así como Inscripción de la deuda y su conversión in finita. Dinámicas moleculares; la Paz 2013-15. Crítica de la economía política generalizada. Obras citadas.

222


funcionamiento ¿Podemos

del

hablar

mundo-capitalista? efectivamente

de

sistema cuando nos enfrentamos, mas bien,

prácticamente,

irracionalismos, ajustes

del

orientaciones

a

evidentes

desordenes,

pésimos

mercado,

espantosas

de

organismos

los

internacionales,

que

creen

dogmáticamente en la mano invisible del mercado? Incluso, ¿podemos hablar de mundo, cuando parece que se trata, mas bien, de mundos? Además de mundos, que en vez de ser mundos integrados, se muestran,

mas

desarticulados.

bien,

como

mundos

Un ejemplo, al alcance

de la vista, es lo que pasa con la desarticulación

del

mundo

financiero

respecto del mundo de la producción, o si se quiere, el mercado financiero o el mercado

especulador

respecto

al

mercado del trabajo, el mercado de la 223


industria; sobre todo en lo que respecta con las condiciones de posibilidad de la masa crítica de científicos, técnicos y profesionales,

que

requiere

la

industrialización, o lo que se viene en llamar comúnmente desarrollo. Podemos extendernos mucho más, la lista es más larga;

por

ejemplo,

comparar

estos

mundos del llamado capitalismo con otros mundos, mas bien, abigarrados, donde las

sociedades

mezclan

estrategias

sociales de distinta índole, incluso de diferentes códigos culturales. Pero, no vamos

a

seguir

con

la

lista;

nos

remitimos a otros ensayos, que tratan de manera pormenorizada el tema. El tema de este ensayo es teórico, si se quiere epistemológico; se busca cuestionar el concepto de sistema-mundo capitalista, mostrando sus limitaciones, incluso sus contrastes y contradicciones. 224


Mundos desarticulados

Lo que no se ha visto claramente, incluso, más allá, lo que no se ha estudiado, es que las crisis orgánicas y cíclicas del capitalismo no solamente responden a contradicciones inherentes al modo de producción

capitalistas,

formaciones

económico-sociales,

sistema-mundo,

de

sino

las

que

del son

ocasionadas por el choque entre mundos desarticulados mercados

o,

si

se

desarticulados

quiere, del

de

mismo

capitalismo, que se lo presenta como sistema,

cuando

es,

más

bien,

un

laberinto.

Joseph E. Stiglitz atribuye como parte de la causa de la crisis asiática de la década 225


de los noventa, expandida mundialmente, con repercusiones hasta nuestros días, a las políticas, orientaciones e imposiciones del FMI y del Tesoro estadounidense32. A pesar de no contar con un conocimiento adecuado de las economías asiáticas, se dejaron llevar por la ortodoxia neoliberal, relativa a supuesta saludable liberación de los mercados, de la desregulación, del presupuesto del achicamiento del Estado, de las bondades de la mano invisible del mercado, de la regulación automática de la

libertad

de

competencia.

empresa

Sin

haber

y

de

estudiado

la el

llamado “milagro asiático”, donde, más bien, la intervención estatal y la inversión social, la inversión productiva planificada, además de la solidaridad, jugó un papel primordial

en

el

salto

dado

a

la

32

Ver de Joseph E. Stiglitz El malestar de la globalización. Penguin Random House Grupo Editorial. Barcelona 2015.

226


industrialización, comúnmente económico.

a

lo

que

desarrollo Los

y

se

llama

crecimiento organismos

internacionales promovieron, mas bien, la apertura de los mercados, sobre todo la apertura del mercado de capitales, de las inversiones de capital, la modificación de las políticas monetarias, favoreciendo la subida de los intereses, ocasionando lo contrario de lo que se esperaba. Cuando bastaba el ahorro interno, invertido en la producción, el flujo de capitales perturba el

funcionamiento

economía

autónomo

nacional,

desviación

hacia

de

la

ocasionando

la

economías

especulativas. Después, cuando estalla la crisis, cuando se requiere capitales de apoyo, el mercado de capitales, provoca, por

el

contrario,

la

estampida;

las

inversiones se detienen, pues no quieren arriesgar, para invertir en otros lugares 227


más rentables, menos riesgosos. Esta orientación neoliberal destrozó economías asiáticas, que fueron un ejemplo del llamado “milagro asiático”.

Lo que la economía monetarista parece no comprender es que las estrategias, si se quiere, las lógicas, de los mercados diferenciales palabras,

son

son

dicotómicos.

distintas;

mundos

La

lógica

en

otras

diferentes del

y

mercado

financiero no es la misma que la lógica de la

producción;

la

lógica

especulativa

monetaria no es la misma que la lógica de

la

industrialización.

Es

más,

extendiéndonos a otros mundos, la lógica mercantil no es la misma que la lógica, por así decirlo, de las necesidades. Este dogmatismo neoliberal ha llevado lejos las

conclusiones,

obtenidas

de

este 228


esquematismo teórico, que apenas se sostienen

en

premisas

muy

simples,

como si el mercado fuese un espacio liso, homogéneo,

perteneciente

a

un

solo

mundo.

Ciertamente esto no solo pasa con la teoría económica monetarista, sino con otras teorías más complejas, incluso la teoría keynesiana; es más, también con la teoría económica marxista. Incluso, y este es nuestro tema, con la teoría del sistema-mundo capitalista. Solo que, en el

caso

del

monetarismo,

sus

conclusiones y orientaciones son más evidentemente pedestres e ingenuas.

La primera hipótesis de interpretación, es que no hay exactamente un sistema229


mundo capitalistas, sino una ausencia de tal

sistema;

estamos

comportamiento mundo.

La

ante

un

de

este

a-sistémico

segunda

hipótesis

de

interpretación, es que no estamos ante un

mundo,

sino

desarticulados

entre

ante sí;

mundos

de

manera mundos integrados.

ninguna

La tercera

hipótesis de interpretación, es que nos movemos

en

distintos

mundos,

en

distintos planos de intensidad, como en un laberinto de distintas dimensiones.

Estas

hipótesis

de

interpretación

nos

llevan a la siguiente conclusión: En vez de ser un sistema-mundo capitalista, se trata

de

un

a-sistema

mundos-

capitalistas desarticulados, conformando un laberinto, atiborrado de desajustes, donde

estallan

innumerables

crisis, 230


cobrando sus costos en las economías destruidas,

aunque

sea

en

periodos,

cortos o largos, cobrando sus grandes costos en la gente, en los pueblos, en las sociedades.

Si estas orientaciones se dieron y se aplicaron, fue porque el mundo, como referente global, está sometido al poder de las instituciones internacionales, que son

las

que

rigen

las

economías

nacionales y regionales del mundo. Si estas políticas persisten, a pesar de los errores cometidos y conocidos, es porque el dominio de los monopolios financieros, los monopolios de los mercados, los monopolios tecnológicos, los monopolios comunicacionales, los monopolios de la violencia legítima, ahora mundializada, se han consolidado por la fuerza de un orden 231


mundial

anacrĂłnico

y

aterido

a

paradigmas que no funcionan. Esto va seguir asĂ­ si los pueblos del mundo no ponen fin a este desbarajuste global y generalizado,

controlado

institucionalmente internacionales. dogmatismo

por Los

organismos

costos

econĂłmico

van

de a

este seguir

pagando las economĂ­as nacionales, los pueblos y las sociedades.

232


De las paradojas del libre mercado

Los partidarios del libre mercado, que han convertido una conjetura del siglo XIX,

que

avanzar

sirvió en

como

la

premisa

comprensión

para

de

la

economía moderna, en un dogma, que en cambio,

viene

apresurada

y

a

ser

poco

una

conclusión

sostenible,

que,

además, ya no ayuda a comprender nada, salvo el encierro mental de los teóricos monetaristas y neoliberales, se enfrentan obviamente

a no

una

paradoja,

ven.

Postulan

que la

no

intervención estatal, la no regulación de los mercados, dejar que la mano invisible lo regule todo, a pesar de que ya lo hacen al proponer políticas monetaristas, en unos casos de altos intereses, en otros casos,

de

bajos

intereses,

terminan 233


interviniendo

como

super-

Estado

mundial al orientar, postular, aplicar y obligar

a

políticas

monetaristas,

neoliberales, a los Estado-nación, que sufren

las

consecuencias

de

sus

aberrantes lineamientos. Esto no es más que intervencionismo, a escala mundial, de

estos

super-Estado

del

sistema

financiero mundial.

Volviendo a la crisis asiática de la década de los noventa, el FMI obligó a Corea del Sur y a Tailandia a subir los intereses bancarios,

con

el

objeto

de

atraer

capitales, cuando lo que no faltaba era esto, sino aumentar la demanda; que las empresas altamente endeudadas, pero eficientes, que funcionaron con el apoyo del ahorro interno, la planificación del Estado, en la orientación de la inversión 234


productiva

y

requerían,

más

bajos,

la

para

consecuencias

inversión

social,

bien,

pagar

no

colapsar.

fueron

intereses Las

desastrosas,

impactaron en el cierre de empresas, incluso

de

aquellas

que

podían

mantenerse, pero, fueron empujadas a la quiebra por la subida de los intereses. De la recesión se pasó a la depresión, con efectos

multiplicadores

a

los

países

vecinos; puesto que, por el consejo del FMI, debían buscar el equilibrio macroeconómico,

restringiendo

las

importaciones. La salida teórica era el incremento

de

las

empero,

como

los

posibles

compradores

exportaciones;

vecinos

y

también

otros fueron

impactados por la crisis, sobre todo por la recesión, entonces las exportaciones no podían

realizarse.

Tampoco

se

podía

obtener crédito para ampliar el marco de 235


las exportaciones. El resultado fue la expansión mundial de la crisis asiática.

Los partidarios del libre mercado, al final, intervienen globalmente en el mercado mundial como super-Estado, además con paradigmas simplones, que reducen la complejidad a una inocente caricatura donde solo hay dos curvas concurrentes, la oferta y la demanda; por otra parte, abstractas,

y

respondiendo

competencia,

también

concursantes

homogéneos,

a

una

abstracta,

de

como

si

respondiera a un sola lógica de un solo mercado homogéneo. A pesar de este simplismo

teórico,

este

dogmatismo

evidente, además de comprobarse las consecuencias

funestas

de

su

paso

destructivo por las economías del mundo, se persiste en el autoritarismo de los 236


organismos internacionales, que rigen la economía

global,

se

insiste

en

su

insostenible paradigma económico.

Otro aspecto digno de anotar, en el listado de contradicciones del FMI, es el no

distinguir

contextos Después

y de

periodos regiones haber

históricos, económicas.

orientado

las

economías latinoamericanas - las que supuestamente conocía, aunque sea de una

manera

general,

haciéndolas

semejantes a todas -, en el sentido del equilibrio macroeconómico, obligando a los estados a cerrar las brechas de sus déficit, empujándolos a la privatización de sus recursos naturales y de las empresas públicas, además de los ahorros de los trabajadores, coadyuvando, entonces, en el

mediano

plazo,

a

vaciarlas

de 237


dispositivos soberanos para afrontar los desafíos económicos, empujando a los países y sociedades a destructivas crisis sociales; el FMI internacional se creyó con el derecho y la autoridad de exigir lo mismo en Asía, en otro contexto, otra composición y estructura económica y otros problemas. Como comentamos, los resultados fueron lamentables.

238


El retorno neoliberal

A fines del siglo XX, la crisis social y la crisis política estalló en América latina. Los

pueblos

de

Sud

América

se

levantaron contra el modelo neoliberal implantado por gobiernos sumisos al FMI; estas rebeliones ocasionaron el llamado “giro a la izquierda”, llevando al poder, mediante

elecciones,

progresistas.

a

gobiernos

En principio, los gobiernos

progresistas recuperaron las economías nacionales

con

medidas

nacionalización, soberanamente

de

recuperando recursos

naturales

y

empresas públicas, aunque no todas, aunque recuperando

tampoco el

necesariamente ahorro

de

los

trabajadores, que siguió en manos de las neoliberales AFPS y sus orientaciones 239


políticas

especulativas,

ahorro

como

especulativas embargo,

como

usar

recursos

de

en

mercado.

los

el

el

inversiones

gobiernos

Sin

progresistas

nunca salieron de la férula y el control del FMI; al final, el temido super-Estado global

siguió

nacionales,

rigiendo

sobre

las

todo,

economías

en

lo

que

respecta a los mecanismos financieros, que ya es mucho decir. Los gobiernos progresistas

se

entramparon

en

sus

propias contradicciones; las heredadas, que arrastraban de los populismos del siglo XX, de sus límites; y las nuevas, las que tenían que ver con su demagógico “antimperialismo”,

en

los

marcos

permitidos por la camisa de fuerzas del FMI.

Las

crisis

económicas

de

los

gobiernos progresistas no tienen que ver con la interpretación de las crisis, que atribuye

el

dogmatismo

económico 240


neoliberal y monetarista, sino con la crisis orgánicas

del

mismo

sistema-mundo

capitalista, que ha llevado a fondo el despojamiento

de

transfiriendo

los

recursos

naturales,

grandes

costos

cualitativos a la naturaleza, costos que obviamente su contabilidad no cuenta. Crisis

que

tienen

que

ver

con

los

privilegios monopólicos de la geopolítica del

sistema-mundo

capitalista,

impidiendo incluso un libre juego de las competencias

económicas

nacionales.

Crisis que tiene que ver con una división del trabajo internacional y del mercado mundial, que data del siglo XIX, división vetusta,

apenas

modificada

por

las

potencias emergentes. Crisis, además y, sobre todo, desatada por un modelo de desarrollo anacrónico y obsoleto, en las condiciones

actuales

del

desarrollo

tecnológico y de la crisis ecológica. Fuera, 241


claro

está,

de

que

los

gobiernos

progresistas sustituyen el dogmatismo neoliberal

del

dogmatismo

mercado

libre

populista

paternal,

que

por

del

esconde

el

Estado

las

des-

cohesionadoras y destructivas relaciones clientelares, que sostienen la legitimidad de estos regímenes.

Las consecuencias políticas de las crisis económicas, provocadas por las políticas clientelares, de los gobiernos populistas, no

se

han

hecho

esperar.

Vino,

en

algunos países, puede ser que ocurra en otros más, el voto castigo, perdiendo las elecciones

los

partidos

populistas.

El

resultado no es nada halagador, pues, donde ocurrió, vuelve la sombra de los gobiernos gobiernos

neoliberales. neoliberales,

Estos del

nuevos pos242


populismo, tampoco aprendieron nada; como antes, creen que pueden repetir la receta neoliberal, que llevó a la crisis social y económica, en sus países, a pesar de la fugaz y aparente estabilidad de principio, al impactar positivamente por la reducción de los déficit. Creen como sus antecesores, que la mano invisible del mercado lo resuelve todo, que

la

competencia

regulador;

creen,

es

además,

el

mejor

como

las

lumpen-burguesías latinoamericanas, que los capitales extranjeros traen, a colación el desarrollo. La diferencia es que sus antecesores contaron con el colapso de los

Estados

irradiación

socialistas, de

los

fuera

límites

de de

la los

populismos del siglo XX; en cambio, esta nueva

reminiscencia

neoliberal,

por

cierto, con menos impulso y vigor, menos argumentos, menos discurso, a pesar de 243


contar con la experiencia desastrosa de las políticas neoliberales anteriores, no toma en cuenta esta experiencia, como si no hubiera existido este periodo aciago. No

tardaran

en

entrar

en

crisis

las

economías de sus países, mucho más antes

de

lo

que

ocurrió

con

sus

antecesores.

Para

resumir

la

figura

interpretativa

propuesta, por motivos de ilustración. Estamos

ante

dos dogmatismos;

uno

económico; el otro político. El primero, reduce todo a una mano invisible del mercado y a una competencia libre, que no existen; el segundo, reduce todo a la omnipotencia del Estado y al prestigio de las o los caudillos ante el pueblo; cosa, que en lo que respecta a la institución nacional, no la tiene, pues el país, como 244


formación

social-económica-cultural

es

mucho más que el Estado, en tanto complejidad.

Cosa, que, en lo que

respecta al mito del caudillo, si lo tiene; empero, en la medida, que el mito se contrasta

con

la

cruda

realidad

experimentada, su legitimidad imaginaria se merma y desgasta, hasta quedar reducida a la glorificación ridícula de la propaganda.

Las

salidas

a

la

crisis

estructural

y

orgánica del sistema-mundo capitalista no

parecen

manera,

en

encontrarse, ninguno

de de

ninguna estos

dogmatismos, que parecen más ser las dos caras contrapuestas de un sistemamundo capitalista, que contiene, en su composición compleja, al sistema-mundo político.

Por

lo

tanto,

dos

caras 245


contrapuestas de la crisis política; por tanto,

de

económica;

legitimidad.

De

la

por

de

crisis

sobreproducción

tanto,

convertida

en

crisis de

crisis

financiera. De la crisis civilizatoria de la modernidad tardía33. No hablaremos del retorno al socialismo real, que ya ha mostrado

sus

propios

límites

y

contradicciones, a pesar de haber sido un serio

desafío

al

sistema-mundo

capitalista. Su principal límite es no haber podido salir de la estructura estructurante del modo de producción capitalista; al final, el

socialismo real, fue la otra

versión del mismo modo de producción capitalista, solo que, en este caso, la burocracia sustituyó a la burguesía.

33

Ver Antiproducción. Dinámicas moleculares; La Paz 2015. Ob. Cit.

246


Parece, mas bien, que los pueblos del mundo

tienen

que

encontrar,

en

su

propia potencia, la capacidad de crear otros mundos, como dicen los activistas, alternativos y alterativos. Mundos que respondan a las experiencias sociales acumuladas, a las memorias sociales y culturales,

a

los

conocimientos

y

tecnologías logrados, sobre todo a la comprensión de las complejidades, no solo de las sociedades humanas, sino de los contextos de las sociedades orgánicas donde aquéllas sociedades están insertas.

247


248


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