Diseminaciones RaĂşl Prada Alcoreza
1
Índice: A modo de breve prólogo
3
Diseminaciones Diseminaciones
3
La diseminación del mundo en cuanto mundo
23
Juegos geopolíticos
44
Paradojas de la violencia El poder vulnerable
73
Encaracolamientos
97
La invención del enemigo
112
Presente y pasado
131
Perfiles del poder Un gobierno etnocida
146
A la sombra del caudillo
171
Clientelismo y corrupción
211
Rutas alterativas Consideraciones sobre la pregunta ¿cómo transformar?
223
Hacer presente la autogestión
238
Conclusiones generales
253
2
A modo de breve prólogo
En el presente ensayo comenzamos con Diseminaciones; que es, como dijimos en Antiproducción1, la destrucción política de las
dominaciones,
de
sus
estructuras
institucionales, siguiendo, en los planos y espesores de intensidad activos, lo que la deconstrucción hizo en los planos de intensidad de la hermenéutica crítica. Continuamos
con
Paradojas
de
la
violencia; que es como la descripción crítica de las prácticas de poder singulares, mostrando sus evidentes paradojas. Sigue Perfiles
del
descripción
poder; crítica
que de
las
es
como
formas
la de
gubernamentalidad singulares, en este
1
Ver de Raúl Prada Alcoreza Antiproducción. Dinámicas moleculares; La Paz 2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/antiproduccion/.
3
caso
las
Terminamos
relativas con
al
populismo.
Rutas
alterativas;
poniendo en mesa dos debates presentes en la actualidad, las transiciones y las formas autogestionarias.
4
Diseminaciones
5
Diseminaciones
6
Jacques
Derrida,
en
su
libro
La
diseminación2, se ocupa de la farmacia de Platón,
de
la
diseminación
doble misma.
sesión La
y
de
farmacia
la de
Platón es la medicina y el veneno, a la vez; pero, también, es la metáfora para aludir a la escritura, que es precisamente eso, medicina
y
veneno,
desviación,
pues
seduce, al retener en las inscripciones lo que
dice
el
gramatología
logos. hasta
Desde La
De
la
diseminación,
Derrida es minucioso en el análisis de la confrontación del logos, la dialéctica, el saber vivo, contra la inscripción de la huella, que hace a la escritura, acusada de repetición memorística y de no-saber o si se quiere, “saber muerto”. Esta es la 2
Ver de Jacques Derrida La diseminación. Editorial fundamentos, Madrid 1997. También, parte del libro, La farmacia de Platón. https://filologiaunlp.files.wordpress.com/2012/02/derridajacques-la-farmacia-de-platc3b3n-en-la-diseminacic3b3n.pdf.
7
posición de Sócrates en el Fedro de Platón, que corresponde a uno de sus Diálogos. Derrida ausculta las razones, si no son los motivos, que llevaron a Sócrates y a Platón, que nos da a conocer a Sócrates, y con ellos, después, a toda la tradición metafísica,
que
se
instituye,
con
la
Academia y, después con el Liceo, hasta los tiempos modernos, a oponerse a la escritura, a la materialidad de la escritura, a su huella hendida, impresa. Ya en De la gramatología, Derrida nos presenta los mitos religiosos que asocian la escritura a la luna y a la noche, en tanto que el habla, lo oral, viene asociado al sol y al día. La misma metafísica, incluyendo a la filosofía moderna, vincula el sentido al soplo, al aire, al sonido, no a los órganos, no al cuerpo, no a la inscripción, que puede ser incluso anterior a la escritura; lo que Derrida
llama
archiescritura,
que 8
encuentra en la danza a una de sus expresiones. La antropología, tanto la descriptiva como la estructuralista, ha afincado sus tesis en la transmisión oral, oponiéndose herramienta
a
la
de
escritura,
como
dominación.
La
antropología, en todas sus corrientes, tanto teóricas como empíricas, no han tomado en cuenta las críticas de Derrida a esta interpretación de la historia, del saber, basadas en la hegemonía del logos, en la irradiación absoluta de la fonación, y en la dominación absoluta del patriarcado. Han hecho como si no lo escucharan, no le tomaran atención, pues, como Sócrates y Platón,
consideraban
futilidades
las
interpretaciones de los sofistas. De un sopetón fueron descartadas las teorías de los
sofistas,
también
las
críticas
deconstructivas de Derrida. La institución se volvió a imponer, a lo que considera que 9
no es formal o riguroso. En el caso de Derrida llama la atención, pues estamos ante un crítico hermenéutico minucioso, detallista, erudito, además de lúcido.
Por
lo tanto, no se le puede acusar de falta de rigor, menos de desconocimiento de los temas, que maneja en mucho más detalle y
extensión
que
estos
institucionalizados,
que
investigadores desprecian
la
crítica deconstructiva. Se han inventado una palabra, que por cierto, está mal manejada, pues como lo hacen no es apropiada;
esta
“posmodernismo”.
palabra Derrida
es sería
descalificado como “posmoderno”. Gran parte de ellos desconocen a Derrida, no lo han leído; pero basta, caracterizarlo de esa
forma
para
estigmatizarlo
y
descartarlo. Sus análisis no corresponden a lo acostumbrado en la institucionalidad académica. Aunque recientemente, hace 10
una década o dos, quizás un poco más, la academia anglosajona lo ha puesto de moda
con
esto
de
la
corriente
deconstructivista. Desde nuestro punto de vista, que por cierto puede ser político, en el sentido que lo usamos, amplio, como democracia radical, que pone en suspenso los
mecanismos
de
dominación,
consideramos que esto, esta reducción de Derrida al de-constructivismo, no es otra cosa que una domesticación del crítico de la metafísica, de la historia, del logos, del etnocentrismo,
del
patriarcalismo,
afincado en el mito del falo-centrismo; por lo
tanto,
crítico
de
lo
que
se
ha
acostumbrado en llamar “occidente” o cultura dicho,
“occidental”, cultura
también, moderna.
mejor Esta
despolitización de Derrida ha convertido a su hermenéutica crítica en una heurística de análisis de textos y análisis lingüísticos; 11
en otras palabras, han despolitizado la hermenéutica crítica de Derrida. Lo peor, es
que
otros
críticos
constructivismo,
de
han
este
de-
terminado
considerando, que eso es Derrida, la hermenéutica
crítica
de
Derrida,
calificándolo también de “posmoderno”. Lo que comparten tanto los críticos de la “posmodernidad”, término que no deja de ser un invento de estos “críticos”, que no se han detenido a informarse que la “posmodernidad” efectivamente
tiene con
que
una
ver
corriente
arquitectónica, así como el concepto de modernidad ha sido elaborado por los poetas
malditos,
como
un
concepto
estético, que expresa la experiencia de la vertiginosidad de la época de la revolución industrial, así como los partidarios de la “posmodernidad”
supuestamente
postulada
es
por
Derrida,
pues
este 12
prejuicio de que existe algo que pueda llamarse
la
“posmodernidad”,
en
el
sentido atribuido por ellos; es decir, como corriente
filosófica.
Ciertamente,
Françoise Lyotard también ha caído en la esfera de esta calificación; sin embargo, después de sus escritos conocidos, que llevan
como
título
precisamente
ese
nombre, “posmodernidad”, ha reculado, dándose cuenta de la confusión creada, no por él, sino en el ambiente académico.
Derrida como Foucault, Deleuze, Guattari, Baudrillard, el mismo Lyotard, pueden ser considerados críticos de la modernidad, siguiendo una tradición que se remonta, en la historia reciente, a Bataille, que, sin embargo, también puede remontarse a Marx. Claro que esta definición no excluye sus diferencias singulares.
Esto para 13
aclarar, el vínculo de estos autores con la crítica de la modernidad y el capitalismo, más
claro,
esto
último,
en
Deleuze,
Guattari, el mismo Foucault, también Baudrillard, así como el antecesor Bataille.
Volviendo
al
tema,
creemos
que
es
importante retornar al debate sobre la escritura, la huella, la experiencia, la memoria, la techne, es decir, la técnica y el arte, sobre todo ahora, que vamos a hablar de diseminaciones. Para Derrida la diseminación,
como
acción
crítica
desmanteladora, altera las pretensiones del logos, de la dialéctica, de la metafísica, de la historia, del fono-centrismo, del falocentrismo, del etno-centrismo. Ante la diseminación no puede enseñorear el logos, tampoco la metafísica, ni la historia, que es el relato del poder. La diseminación 14
disemina, por así decirlo, estas narrativas, estos relatos, del poder. Coloca al logos en el
contexto
de
las
condiciones
de
posibilidad material, que lo sostienen, que sostienen la pretensión se estar separado, de ser independiente, de corresponder a esa voz, a esa palabra, a esa razón, que dice la verdad. La diseminación descubre el cuerpo de donde emerge ese logos; los procesos que lo hacen posible, procesos a los
que
niega
su
existencia.
La
diseminación muestra la simulación de la dialéctica, que es una forma elaborada del logos; dialéctica que pretende superar la contradicción, la dualidad, con su juego triangular de la triada, que no es otra cosa que silogismo rebuscado, de la síntesis. Muestra que este teatro dialéctico oculta la pluralidad y la multiplicidad, oculta que no puede concluir y clausurar en la síntesis, en
el
tercer
componente,
pues
la 15
numeración siempre queda abierta. Que lo que llama la dialéctica contradicciones, no son más que conceptos, representaciones duales, extraídos de la imagen que se hace del acontecimiento, que es multiplicidad de
singularidades,
entrelazadas
y
en
constante dinámica. Que la complejidad del acontecimiento no puede reducirse a la narrativa tranquilizadora de la dialéctica. Que precisamente la escritura como huella establece una relación abierta con el acontecimiento,
comportándose
matriz
de
material
como
posibilidades,
que
repiten las plurales y múltiples huellas del acontecimiento en las huellas inscritas en la memoria, que son, a su vez, repetidas, en las huellas impresas de la escritura. Por eso.
Los
textos
deconstrucción, crítica
puede
son
pues
susceptibles la
desmantelar
de
hermenéutica sus
capas,
16
interpretando
sus
recorridos
y
posibilidades significativas.
Al respecto, Derrida no aísla al texto referente
del
contexto
de
textos
colaterales, afines, y referenciales, incluso acumulados, como todo deconstructivista sabe, sino que también no aísla a los tejidos textuales de los contextos políticos, para no ir más lejos todavía. Esto no necesariamente sabe o lo hacen saber los llamados deconstructivistas. Esta falta es lo que despolitiza a su uso de Derrida en el de- constructivismo.
Entonces, si bien la deconstrucción es un método
de
derridiana,
la la
desmantelamiento
hermenéutica diseminación político
crítica es de
el la 17
metafísica, de la historia, de la ideología, es
decir,
del
mundo
de
las
representaciones de la modernidad y del llamado “occidente”.
Con esto, queremos colocar a Derrida en el
lugar
que
le
corresponde,
en
el
activismo crítico y demoledor de las formas
narrativas
del
poder
como
dominación colonial, como dominación patriarcal, como dominación técnica – técnica reducida a instrumentalidad del poder -, como dominación metafísica.
Dicho esto, pasamos a nuestro tema, el de las diseminaciones desencadenadas por la destrucción material del sistema-mundo capitalista,
en
su
decadente,
ocultadas
etapa por
tardía
y
narrativas 18
metafísicas, logo-céntricas, falo-céntricas, fono-céntricas
y
etno-céntrica.
Estas
diseminaciones materiales, efectivas, que se dan como consecuencias perversas de lo que hemos llamado modo de desproducción
especulativo
financiero
y
extractivista3, pueden evidenciarse para el análisis
y
la
diseminación, desmanteladora poder.
como de
las
mediante acción
la
crítica
narrativas
del
Entonces, como se puede ver,
empleamos sentidos,
crítica,
diseminación,
como
crítica
en
política
los de
dos la
hermenéutica crítica y como fenómenos destructivos dados en las sociedades.
3
Ver de Raúl Prada Alcoreza Antiproducción. Dinámicas moleculares; La Paz 2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/antiproduccion/.
19
Esto nos ayuda a comprender que la diseminación efectiva, material, que se da en las sociedades, no puede ser captada por la denuncia, que, si bien, señala las consecuencias de esta destrucción, las señala como mal, desde una perspectiva moral, sin poder entender la dinámica y mecánica de las fuerzas de la diseminación material.
Incorpora
la
destrucción
al
mismo paradigma, por así decirlo, que sostiene las narrativas del poder. Si bien denuncia el poder desde una perspectiva moral, al denunciarlo como mal, se coloca del otro lado del esquematismo dual, donde el poder, se representa como el bien, contra el mal, que son los que defiende la denuncia. De esta manera, a pesar de develar las consecuencias de las dominaciones,
en
vez
de
desarmar,
desmantelar, deconstruir, no solamente las
narrativas
del
poder,
sino
sus 20
maquinarias
de
paradójicamente,
poder,
termina,
reforzándolo,
al
moverse en la misma, aunque de manera opuesta, perspectiva moral.
Hay que salir de la “ideología” de la moral, cuyo
antecedente
religión.
Esta
o
substrato
formación
es
la
enunciativa
integra parte de las narrativas del poder, aunque intente oponerse a esta fabulosa maquinaria abstracta de dominaciones, pues forma parte de la metafísica como historia y como genealogía de la moral. Cuando Friedrich Nietzsche decía más allá del bien y el mal, precisamente recalcaba esto, no la inmoralidad, que sería lo opuesto, por lo tanto, lo mismo, de una manera paradójica, como algunos necios creen, ya se crean partidarios de Nietzsche o encontrando en él al “ideólogo” del mal. 21
Ni moralidad ni inmoralidad, sino espĂritu libre, como decĂa ĂŠl, potencia social, potencia creativa, como decimos nosotros.
22
La diseminaciรณn del mundo en cuanto mundo
23
A modo de corta introducción
Lo que viene tómeselo como hipótesis auscultadoras, que buscan sondear; se lo puede tomar también como intuiciones subversivas,
que
buscan
el
sentido
inmanente del acontecimiento de la crisis múltiple y orgánica del sistema-mundo capitalista. No pretenden ser verdad; no creemos en la verdad, en el sentido metafísico ni científico, que, al final, de esa manera,
no
deja
de
ser
tampoco
metafísico, que es el único ámbito donde podrían darse las verdades. Sino, como dijimos en otros escritos, las teorías son herramientas para orientar; en este caso proponemos
hipótesis
para
hacer
inteligible la crisis múltiple del sistemamundo capitalista en la imbricación densa de coyunturas, que convergen en el 24
momento,
haciendo
desplazar
estructuras
de
sistema-mundo,
este
las
haciĂŠndolo mutar transformĂĄndolo en otro sistema-mundo,
el
sistema-mundo
especulativo financiero.
25
Transmutación financiera
Ya no solamente ocurre que lo sólido es lo que se desvanece en el aire, como en la modernidad, sino que el mundo mismo se desvanece
en
el
aire.
No
solamente
nuestro mundo, el mundo que conocimos como experiencia social; por lo menos, en el transcurso de tres generaciones. No solamente sucesivos,
el
mundo usando
o
los
este
mundos término
metafóricamente, que son señalados en la memoria histórica, sino el mundo en cuanto mundo, condición de posibilidad de todos los mundos posibles, se evapora, se disemina, ante la emergencia del modo de des-producción especulativo. El modo de des- producción especulativo, que avanza a
conformar
el
sistema–mundo
26
especulativo financiero4. En este avance destruye a su paso todo lo que queda de la historia del hombre – no hablamos de mujer ni otras subjetividades, pues es un mundo dominado por el hombre, la figura patriarcal del hombre -. No quedara ni huella, lo único que quedará son los surcos abiertos por sus hendiduras demoledoras. Sobre
esta
destrucción,
sobre
estas
ruinas, edificará su propio trasmundo, trasmundo
de
la
especulación,
no
solamente financiera, sino sosteniendo la especulación financiera propagada por el orbe,
nacerán
otras
formas
de
especulación. Especulaciones de la vida o simulaciones de vida, producción de vida artificial. Especulaciones sociales, pues la
4
Ver de Raúl Prada Alcoreza Antiproducción. Dinámicas moleculares; La Paz 201. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/antiproduccion/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
27
sociedad misma desaparecerá, con sus históricas
relaciones
sociales,
su
tradicionales cohesiones sociales; en vez de
ello
habrá
ilusiones
de
sociedad,
acompañadas por ilusiones sociales; lo que llamamos alguna vez individuos no serán más que terminales o puntos de conexión de redes virtuales. No habrá mediaciones mediadores
institucionales, humanos;
esas
tampoco barrocas
conexiones que atraviesan las relaciones sociales; en vez de ello, habrá solo una fabulosa trans-institución que hará de única
mediación
entre
las
mónadas
aisladas, impedidas de asociación y de composición entre ellas; lo que siempre había acontecido en todas las sociedades. La única cohesión social aceptada será la de esta fabulosa trans-institución, la del sistema-mundo especulativo financiero. Toda la población, ya no podríamos hablar 28
así, pues ya no sería población, sino una especie de des-población dispersa, aunque pueda estar concentrada, pero, no en contacto, entre sus miembros, sino con la fabulosa maquinaria del modo de desproducción especulativo; sería convertida en la eterna deudora del sistema-mundo especulativo financiero.
En
este
sistema-mundo
especulativo
financiero, cuyo núcleo, si se puede hablar así,
es
el
modo
de
des-producción
especulativo, la deuda eterna no recaería sobre
las
pueblos,
naciones, sus
formaciones aunque,
en
conformación especulativo
los
economías, habrían una
etapa del
financiero,
estados, pues
los
estas
desaparecido, inicial
de
la
sistema-mundo hayan
sido
mantenidas de una fuerte manera de 29
subalternización5. Los deudores eternos sería la numerable masa gigantesca de mónadas aisladas. Deberían, es decir, serían deudores, no sólo al nacer, sino antes de nacer incluso. ¿Cómo pagarían su deuda infinita? No con trabajo, menos con especies, sino con dinero virtual, con cantidades
financieras
de
pago.
Para
lograrlo, para pagar la deuda, los deudores tendrían que hacer de todo, todo que pueda convertirse, conmensurarse, como cantidad
financiera.
Devastar
sus
territorios, destruir lo que queda de sus ecosistemas,
venderse
como
cuerpos,
desde sus órganos hasta sus propias descendencias.
Hacer
toda
clase
de
tráficos, proliferar los circuitos de las 5
Ver de Raúl Prada Alcoreza La inscripción de la deuda, su conversión infinita. Dinámicas moleculares; La Paz 2015. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/lainscripcion-de-la-deuda-su-conversion-infinita/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
30
economías políticas del chantaje. Con lo que se conformaría todo una constelación conglomerada de submundos de formas de gestión de sobrevivencias, constelación oculta
institucionalmente,
aunque
efectivamente visible, que haría de algo así como la parte material del sistemamundo especulativo financiero; ya no como diferenciado, dual, como ocurría en la economía política restringida y en la economía política generalizada, sino, mas bien, inmanente, por así decirlo,
como
órganos de un cuerpo mutante, fluido y flexible, luminoso, que corresponde a la piel, por así decirlo, del sistema-mundo especulativo financiero. Órganos que no se ven desde la exterioridad, que ignora la mirada
contable
del
sistema-mundo
especulativo financiero, que, sin embargo, son evidentes para los órganos mismos.
31
Para decirlo con palabras de Deleuze y Guattari, el sistema-mundo especulativo financiero se creería así mismo un cuerpo sin órganos; empero, como no hay un cuerpo
sin
órganos,
salvo
imaginariamente, estos órganos no serían concebibles en el imaginario especulativo6. Serían taxativamente ignorados. Como dijimos en un anterior escrito, el sistemamundo especulativo financiero ya no es un mundo
dual
como
el
sistema-mundo
capitalista, sino un mundo único, no bifurcado, donde lo concreto no es lo diferenciado de lo abstracto, sino que sería subsumido,
de
tal
modo,
hasta
desaparecer, como constatable. La parte concreta de aquél mundo dual habría sido
6
Ver de Gilles Deleuze y Félix Guattari: Mil mesetas; capitalismo y esquizofrenia II. Pre-Textos. Valencia 2000.
32
destruido,
retomando
diseminados
en
sus
fragmentos
conexiones
virtuales,
haciendo de puntos de contacto de redes. Aunque
de
verdad
sean,
de
todas
maneras, el sostén material, de este sistema-mundo especulación tomados
en
abstracto
de
la
financiera,
no
serían
cuenta,
salvo
como
cantidades de deuda distribuida en todos. La corporeidad de los deudores habría desaparecido para la mirada abstracta de la especulación financiera; no existiría, salvo
como
cantidades
numéricas
de
montos de deuda.
33
Cambiar las reglas del juego
No hablemos de los orígenes, que son mitos; los mitos iniciales se ocuparon precisamente
de
los
orígenes.
No
hablemos de los fines; las “ideologías” se ocupan de las finalidades. Hablemos de las reglas, que son las que rigen el juego – usando el término metafóricamente -, el juego de las sociedades; es decir, el juego de los estados, el juego de la economía, el juego de la política; en definitiva, el juego del poder. Las reglas son los engranajes, los
mecanismos,
las
condiciones
reglamentadas de las operaciones, de las prácticas y relaciones. Si habría que hablar de realidad, en su sentido efectivo, habría que identificar a las reglas como las que orientan el sentido de las acciones, la codificación
y
decodificación
de
las 34
prácticas y relaciones. Si se quiere, el secreto no está en los orígenes utópicos, tampoco en las finalidades utópicas, sino en estas reglas que definen el carácter de nuestras
acciones
y
orientan
las
secuencias, las series, las estructuras de prácticas y relaciones.
El problema radica aquí, las crisis múltiples que acarreamos, desde la década de los setenta del siglo pasado, en las reglas. Resulta que las reglas que heredamos, que, en realidad, son impuestas, no son democráticas, no establecen las mismas condiciones de igualdad para todos los jugadores, por así, decirlo. Estas reglas ya tienen determinado el ganador; ocurre como cuando se va a la casa de juego; la casa siempre gana. No se puede jugar así, no hay chance de ganar. En el caso del 35
sistema-mundo
especulativo
internacional
del
financiero
sistema-mundo
capitalista, la casa, en este caso, el sistema, siembre habrá de ganar; las que pierden son las economías nacionales, endeudadas hasta más allá de cogote. Pierden los pueblos del mundo, que es en quienes se traspasa la deuda; pierden los ecosistemas, que son los espesores donde se transfieren los costos. Entonces no se puede jugar un juego así, tan desigual, tan disimétrico.
La solución del problema estructural de este sistema-mundo capitalista, mutando a sistema-mundo especulativo financiero, es sencilla, teóricamente; hay que dejar de jugar este juego, hay que desechar estas reglas no-democráticas. Hay que inventarse
otros
juegos,
con
reglas 36
democráticas. Esta decisión la toman los pueblos. ¿Por qué no lo hacen? Hay teorías al respecto; nosotros mismos sugerimos algunas7; de lo que se trata no es de explicar sino de transformar, como lo dijo un viejo crítico del capitalismo. Pero, ¿Cómo se puede transformar si los pueblos no lo hacen? El problema parece radicar en que
los
pueblos
están
atrapados
no
solamente en las redes de las reglas tramposas, sino en habitus. Ocurre como si las reglas se hubieran naturalizado, inscribiéndose en los cuerpos, induciendo conductas
y
comportamientos.
Sin
embargo, los seres humanos no son o no se reducen a la internalización de estos habitus y a la inscripción de las reglas; son
7
Ver de Raúl Prada Alcoreza Acontecimiento político. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/acontecimiento-politico-/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
37
mucho más, son vida, primordialmente. En el fondo sabe o intuye todo humano que estas reglas no son las que se debe seguir. ¿Cuándo este fondo, este saber profundo, esta intuición social, emergerá? Como
se
dice
en
momentos
de
emergencia, hay que hacerlo antes que sea tarde.
A
propósito
de
la
deuda
infinita,
impagable, cargada por el sistema-mundo especulativo financiero internacional a los pueblos
del
desatado
mundo,
no
deuda
solamente
financieras,
sucesivas,
que
las
ha
crisis
diferidas,
acontecidas intermitentemente, crisis que son, efectivamente, no solo efectos y manifestaciones
de
la
crisis
de
sobreproducción, sino verdaderas crisis sociales,
de
magnitudes
asombrosas, 38
empujando a la miseria a contingentes poblacionales.
Ante
esta
situación
de
congregación y convergencias de múltiples crisis,
es
pues
indispensable
tomar
consciencia - usaremos este concepto metafóricamente, para ilustrar - de que el nudo del problema estructural está en las reglas financieras, en las reglas de la economía, reglas impuestas por relaciones de poder. El tema es que los pueblos siguen jugando bajo estas reglas; por ejemplo, los estados deudores, que no pueden pagar su deuda, piden rescates, refinanciamientos de la deuda, cayendo no solamente en lo mismo, preservando la causa de su crisis singular, sino que agrava la propia situación, empeorando su dependencia, su condición deudora. La solución, teóricamente, es sencilla, dejar de jugar este juego de reglas desiguales.
39
¿Cuándo la multiplicidad de voluntades de los pueblos emergerá como decisión? Los mitos y las “ideologías” no ayudan a hacer emerger
estas
voluntades
y
hacer
convergerlas en la decisión. Se mueven en narrativas, que, de manera preformada, repiten la contradicción antagónica entre opuestos, entre enemigos, que, en la caricatura simple, unos son los buenos, otros
son
los
malos;
que,
en
las
representaciones menos simples, unos son los fieles, los otros los infieles; que, en definitiva, unos son los amigos, otros son los enemigos. Estas tramas no ayudan, ahora, en la contemporaneidad presente, a resolver el problema estructural que enfrentan los pueblos en la coyuntura de la
dominación
absoluta
y
global
del
capitalismo financiero, aunque, antes, en 40
el pasado reciente, incluso remoto, haya resuelto parte de los problemas8.
Prácticamente toda la humanidad, en clave heterogénea, está enredada en estas mallas de reglas desiguales, que pueden presentarse en sus formas singulares aquí y allá. La humanidad se encuentra en una encrucijada, que es como la convergencia, de sus historias acumuladas hasta el presente. Recorridos, por así decirlo, que muestran
que
las
instituciones
conformadas le ayudaron a sobrevivir y avanzar; pero, también, estos dispositivos se convirtieron en capturas que ponían en peligro su sobrevivencia, obstaculizando el desenvolvimiento
social.
Por
eso,
las
8
Ver de Raúl Prada Alcoreza Signo-movimiento. Dinámicas moleculares 2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/signo-movimiento/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
41
sociedades
efectivas,
en
su
efectiva
alteridad, tuvieron que cambiar sus mapas institucionales9.
Ahora, mundialmente,
con la globalización integral del sistemamundo
capitalista,
mutando
hacia
el
sistema-mundo especulativo financiero, se ha conformado una fabulosa e inmensa máquina-malla de redes, que envuelve al mundo, que lo captura. Todo este sistema asfixia la potencia social, separando a las fuerzas
sociales
de
lo
que
pueden,
capturando estas fuerzas y usándolas para los fines institucionales, que en este sistema eran los de la valorización del valor,
ahora
son
de
la
acumulación
especulativa.
9
Ver de Raúl Prada Alcoreza La explosión de la vida. Dinámicas moleculares 2013-2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/la-explosion-de-la-vida/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
42
La sobrevivencia de la humanidad, la sobrevivencia de los pueblos, depende, como
antes,
regionales,
a
de
escalas desechar
nacionales
y
instituciones
obsoletas, incluso peligrosas, y construir otras, que permitan el flujo libre de las fuerzas de la potencia social, sobre todo de sus capacidades creativas. Mรกs aun, depende, como dijimos de cambiar las reglas del juego; estableciendo reglas democrรกtica.
43
Juegos geopolĂticos
44
¿Qué
es
la
geopolítica?
Una
política
geográfica, una estrategia del dominio del espacio10. Fue como la teoría de la dominación en el siglo XIX; su proyección se alargó hasta el siglo XX. Quizás su proyección marcada con dramática y hasta trágica intensidad durante la primera y la segunda guerra mundial. La geopolítica expresa muy bien los juegos de poder de los
imperialismos
concurrentes.
Los
resultados de la primera y segunda guerra mundial mostraron lo vanos que son estos juegos
geopolíticos.
La
búsqueda
del
espacio vital, el hinterland, finalizó en un rotundo fracaso, en la derrota catastrófica de la potencia tecnológica y militar, que buscaba resarcirse de la derrota de la
10
Ver de Raúl Prada Alcoreza Miseria de la geopolítica. Dinámicas moleculares. La Paz 2013-15. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/miseria-de-la-geopolitica/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
45
primera guerra mundial con una victoria arrasadora en la segunda guerra mundial. Esta potencia jugó a la geopolítica imperial de dominio absoluto; al recurrir a la geopolítica
mostraba
su
atraso
estratégico. Se trataba de una potencia apegada
a
concepciones
territoriales,
correspondientes al anterior siglo, el XIX, cuando, en el siglo XX, los espacios del capitalismo tendían a ser lisos, incluso des-estriados. Quizás también las otras potencias seguían tomando en serio la geopolítica, pues no se había desarrollado otra
teoría,
contemporánea,
en
ese
entonces, adecuada a las características del espacio transformado durante los periodos del capitalismo ya avanzado. Cuando
la
geografía
cuantitativa,
la
geografía social, la geografía humana, cuando Milton Santos expuso su geografía emancipadora, cuando estas teorías del 46
espacio como producto social aparecieron en la escena, de manera consolidada, los fuegos estruendosos de la segunda guerra mundial habían acabado. Sin embargo, el comportamiento de las potencias aliadas, que enfrentaban al eje nazi-fascista e imperial japonés, era más bien defensiva, al principio, antes de entrar a la ofensiva. Si bien tomaban en serio todavía la geopolítica,
se
movían
para
actuar
también con otros referentes y ópticas, sobre
todo
económicas,
intuyendo
o
adivinando que el manejo espacial debería ser
distinto;
sobre
todo,
estas
apreciaciones se daban en la potencia industrial reciente, potencia emergente, en
aquel
entonces,
económica-
tecnológica-militar, que comenzaba a ser Estados Unidos de Norte América.
47
No queremos decir que la Alemania nazi ha perdido la guerra por su anacrónico apego a la geopolítica, sino que esto muestra
el
rezago
o
el
apego
a
concepciones espaciales sobrepasadas por las transformaciones espaciales efectivas, dadas en el sistema-mundo capitalista. Los analistas e historiadores de la primera y
segunda
guerra
mundial
todavía
consideran como referente de análisis la geopolítica, todavía se detienen en la impresionante maquinaria militar alemana de aquel entonces, la Wehrmacht, sin evaluar los rezagos conceptuales de la Alemania nazi. Por cierto no hablamos de los
anacronismos
nacionalsocialismo, expresa
un
gran
“ideológicos” que, rezago
por
del
cierto,
“ideológico”
respecto a las “ideologías” de convocatoria universal, humanista; sean estas liberales o, en su caso, socialistas. Apostar al 48
dominio,
desde
la
perspectiva
etno-
céntrica,
enalteciendo delirantemente la
cualidad superior de la raza, no hace otra cosa que mostrar el elevado solipsismo y autismo,
acumulado
y
fijado
geológicamente, en gran parte de las subjetividades
de
moderna,
de
desarrollo
combinado
civilizatorio
proyecto
de
aquella
dominio
y
sociedad
desigual cultural.
nacional,
y Un
auto-
centrado, absoluto, descalificando a los demás, estaba, de principio, destinado al fracaso, en un mundo que estaba ya atravesado
por
convocatorias
universalistas y humanistas, ya sean de un tipo o de otro tipo. analistas prefieren
y
los
Esto no miran los
historiadores,
demonizar
al
quienes
enemigo,
el
monstruo racista, genocida. No está en discusión los crímenes de lesa humanidad cometidos, sino, que hasta ahora, no se ha 49
dado
una
explicación
teóricamente,
si
satisfactoria se
quiere,
científicamente, de lo ocurrido. Se prefiere echar
tierra
sobre
la
necesidad
de
responder a preguntas cruciales. ¿Por qué, en
determinadas
circunstancias,
los
estados, si se quiere, ciertos estados absolutistas,
son
capaces
de
las
atrocidades más descabelladas? No se crea que sólo hacemos referencia a los nazis, a los fascistas y a los franquistas, además de al imperio nipón, o, si se quiere, a las alusiones que les gusta hacer a los “críticos del totalitarismo”, que incluyen también a los estalinistas, sino también potencias
hacemos líbrales,
“democráticas”.
referencia
a
las
autonombradas
No está en discusión
quienes han cometido más atrocidades que otros. Abunda material a propósito. Sino, que llama la atención, la forma como 50
se oculta el vacío de análisis y de la falta de respuestas. Este olvido, no hace otra cosa que mostrar un profundo trauma.
Las generaciones contemporáneas están en la obligación de efectuar el análisis crítico de esa dramática y trágica historia. Están
en
la
obligación
de
buscar
respuestas, pues en la actualidad enfrenta peligros de nuevos juegos geopolíticos. Para evitar que se repitan estas oscuras experiencias, que pueden repetirse de una u
otra
manera,
no
necesariamente
parecida a la anterior, sino que basta que el mundo se involucre en una tercera guerra
mundial,
es
menester
haber
aprendido la lección, lo que no parece ocurrir. Una cosa es haber experimentado el
dolor
desgarrador
y
masivo,
que
ocasiona la destrucción de la guerra, y otra 51
cosa
es
decirlo,
haber
racionalizado,
comprendido,
por
interpretado
así y
explicado lo que ha pasado. Esto último no se ha hecho, a no ser que se crea que una explicación es encontrar la causa del mal en el juicio de la locura del nazismo y en la locura delirante de su líder; esta “explicación”, por cierto, simplona, es la que aparece en muchos libros de historia y en muchos escritos de analistas. Hay, ciertamente,
interpretaciones
menos
simplonas; que recurren a teorías, para aludir a supuestas causas. La más común, en sus diversos tonos, es la que encuentra la causa de la guerra en la competencia y beligerancia económica, en la lucha por los mercados, que pueden extenderse a la competencia por el control de las colonias, existentes
en
gran
escala,
en
aquel
entonces. De entre estas teorías sobresale aquella que expone la lógica de un 52
determinismo competencia
histórico, burguesa
que es
dice:
La
despiadada,
eleva a unos y saca a otros del mercado, los más. Del mismo modo, la competencia imperialista deriva en guerra imperialista. Se dice esto, como si un mecanismo inherente,
en
condujera
el
suceder
histórico,
deterministamente
los
acaecimientos, como si alguna “lógica” tutelar
condujera
secuencialmente
los
eventos.
Las últimas teorías mencionadas pueden tener ciertos aciertos, sobre todo porque la descripción de los sucesos parece darles la razón; sin embargo, esto está lejos de demostrar determinismo
la
existencia histórico11.
de De
un todas
11
Ver de Raúl Prada Alcoreza Acontecimiento político. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/acontecimiento-politico-/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
53
maneras, tampoco este es el problema al que queremos
analizar,
sino,
lo
que
dijimos: ¿cómo es que llegaron a ser lo que son los hombres para cometer esas atrocidades? Este es el tema.
En este tema, no son respuestas, menos teorías, esas apreciaciones, pues no las consideramos ni hipótesis. Unos, dicen porque
son
los
otros
capitalistas,
particularmente capitalistas nacionalistas exaltados,
que
actuaron
contra
la
amenaza comunista; este fanatismo los llevó a la barbarie del holocausto. Los otros,
dicen
porque
son
los
otros
comunistas, el otro mal, después del nazismo; porque no son liberales, porque no
son
“democráticos”,
porque
son
totalitaristas; este fundamentalismo los llevo a la dictadura y a la represión contra 54
los campesinos. Ambos, dicen lo mismo, descalifican
moralmente
al
otro,
el
enemigo común, amenazante, pues el enemigo compartido, en el lapso de la guerra, eran los nazis; quienes los habían declarado
a
comunistas,
ambos,
enemigos,
liberales
y
estigmatizados
como decadentes. Los nazis consideraban enemigos a liberales y comunistas; unos expresando la decadencia del capitalismo; los
otros,
comunista. mucho
expresando
la
decadencia
Estas no son respuestas,
menos
explicaciones,
son
prejuicios. Todos cometieron atrocidades, salvando obviamente las diferencias; es difícil disputar frente a lo que han hecho los
nazis.
Para
hablar
un
poco
románticamente, sobre todo para ilustrar; la humanidad, los hijos, los hijos de los hijos,
de
las
sociedades,
solicitan
respuestas, requieren aprender la lección, 55
para evitar que sucedan estas tragedias masivas nuevamente.
Volviendo a nuestra crítica a la geopolítica. Si bien hubo un tiempo cuando parecía seria la geopolítica; siglo XIX, incluso parte del siglo XX. Después de la segunda guerra mundial no se la puede tomar en serio. La complejidad del mundo, del sistema-mundo capitalista, no se reduce al simple referente del dominio del espacio, mucho
menos,
cuando
se
tiene
una
concepción del espacio tan abstracta y vacía, como la tiene la geopolítica. Si ahora,
los
famosos
servicios
de
inteligencia, los estados mayores de los ejércitos
y
potencias
fuerzas
imperiales,
armadas los
de
las
académicos
especialistas en el tema, toman en serio la geopolítica,
es
porque
todos
ellos 56
manifiestan su gran rezago y anacronismo ante los problemas geográficos sociales, geográficos
económicos,
geográficos
políticos, geográficos culturales, que se han hecho evidentes en la actualidad. En realidad, estos especialistas juegan a la geopolítica,
manteniendo
presupuestos
gigantescos, aparatos gigantescos, que no tienen mucho sentido, incluso mucha utilidad. Ante este desajuste, sobre todo respecto a la complejidad, sinónimo de realidad, estos especialistas han optado por inventarse guerras de probeta para mantener el calor, para probar, de esta manera, que existe la amenaza, en las magnitudes que dicen que se da. Son como unos escuincles – usando el término como metáfora, con perdón de los niños jugando a la guerra, dedicados a juegos geopolíticos; sin embargo, no por ser tales, escuincles, metafóricamente, no 57
dejan de ser, empero, psicológicamente vulnerables. Lo grave es que al jugar con armas
de
destrucción
masiva,
son
altamente peligrosos.
Una
vez
desaparecida
la
amenaza
comunista, se han inventado el enemigo ambiguo, mutante, camaleón, indefinido. El terrorista, que amenaza la paz mundial, que es capaz de destruir en gran escala, comenzando con las pequeñas escalas, incluso micro, puntuales. Para atender esta amenaza se requiere tanta cantidad de presupuesto como la empleada en la segunda guerra mundial. ¿No hay algo más absurdo que esto? Grupos, hasta dispersos, que llaman terroristas, son capaces de no solo amenazar, sino de destruir a la híper-potencia económicatecnológica-militar-comunicacional58
cibernética. Lo llamativo es que parte de las sociedades se lo cree; a lo que coadyuvan los medios de comunicación de masa.
La paradoja es la siguiente: Se ha llegado a tal capacidad tecnológica de guerra, de destrucción intensa y masiva, no solo nuclear, sino incluso convencional, que ya la guerra misma, la posibilidad de la guerra, ha encontrado un límite. Ir a la guerra ya no es para vencer, sino para perder ambos. La única que ganaría es la muerte.
Para
decirlo
de
un
modo
resumido, la capacidad destructiva de la guerra ha hecho imposible la guerra; aunque nunca hay que perder de vista tendencias suicidas, que pueden estar como solapas. Esta es la razón, por lo que estos estrategas de la guerra se han 59
inventado
una
novedosa
estrategia
geopolítica, la guerra de baja intensidad. Cómo no pueden destruirse, se opta, en principio, porque se destruyan terceros, transfiriendo
su
guerra,
la
guerra
imperialista, a otros, desplegando guerras en menor escala, que no dejan, sin embargo,
ser
altamente
destructivas,
localmente y regionalmente. Después, cuando desaparece la gran amenaza, los estados socialistas de la Europa oriental, sobre todo la URSS, las guerras de baja intensidad son para contener y controlar, devastando, de todas maneras, los países donde estas guerras de baja intensidad se dan.
Entre otras cosas, estas guerras, ya no solo de baja intensidad, sino guerras policiales, que también llaman guerras 60
humanitarias, de ocupación parcial de los países,
de
los
estados,
que
llaman
“canallas” los “ideólogos” de las nuevas versiones
discursivas
de
la
misma
geopolítica, se dan en ese borde, en ese límite, que no se quiere cruzar, el umbral antes de entrar en una guerra a gran escala. Un ejemplo de estos discursos pretensiosos, hasta pomposos, haciendo esfuerzos por mostrarse eruditos, sin embargo,
repiten
sentidos
comunes,
anidados de prejuicios,
es la famosa
supuesta
Choque
tesis
del
de
civilizaciones12, que estaría bien para guion de Hollywood; pero, que no se la 12
Ver el curioso libro de Samuel Phillips Huntington Choque de civilizaciones. Donde se mantiene el cuadro de la repetición recurrente de guerras entre culturas y civilizaciones, desde la época de la antigüedad. Habrían cambiado los contextos, las condiciones; empero, el formato, prácticamente seria el mismo. http://www.mercaba.org/SANLUIS/Historia/Universal/Hunting ton,%20Samuel%20%20El%20choque%20de%20civilizaciones.pdf.
61
puede considerar como teoría consistente. Todo esto, las estrategias geopolíticas y estas “teorías” geopolíticas no sirven para otra cosa que para mantener inflados presupuestos, destinados a un arsenal sofisticado, que en gran parte no se va utilizar. ¿No hay algo más irracional?
De las explicaciones teóricas recientes sobre este tema, el de las máquinas de guerra, la más sugerente es la que encuentra en la guerra el medio para absorber realizarse
la
plusvalía, en
interpretación
el es
que
no
puede
mercado.
Esta
bastante
distinta
al
determinismo linealista, que dice que la competencia conduce irremisiblemente a la guerra. No nos vamos a detener en la exposición de estas tesis sugerentes; nos remitimos a lo escrito en La inscripción de 62
la deuda, su conversión infinita13. Lo que nos interesa, ahora, es mostrar no solo el anacronismo de la geopolítica, de los juegos geopolíticos, sino que, de todas maneras,
estas
discursos
son
estrategias útiles
para
y
estos
mantener
hipertrofias burocráticas y militares, que no tienen mucho sentido, incluso utilidad, en términos de su uso, incluso de su eficacia. Salvo, si se quiere, como dijimos un
poco
más
arriba,
usarse
desencadenando guerras para absorber la plusvalía, que no se realiza en el mercado. Empero, lo que se usa en estas guerras es parte del arsenal. Lo asombroso e inocuo es que se ha producido un arsenal que posiblemente no se va utilizar nunca, salvo 13
Ver de Raúl Prada Alcoreza La inscripción de la deuda, su conversión infinita. Dinámicas moleculares; La Paz 2015. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/lainscripcion-de-la-deuda-su-conversion-infinita/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
63
en el depรณsito, a no ser que las tendencias suicidas se encaminen estrepitosamente a ello.
64
Geopolíticas regionales en el sur
En el sur, otro nombre para denominar a las
periferias
del
sistema-mundo
capitalista, quizás con una perspectiva más cultural que económica, también se han dado juegos geopolíticos. Hemos llamado a estos juegos geopolíticos, en el sur, geopolíticas regionales. En principio, nos referimos a la geopolítica regional de la burguesía trasandina en la guerra del Pacífico14; después nos ocupamos de la geopolítica industrial
regional brasilera15,
de
la
burguesía
que
adquiere
tonalidades expansivas, en su versión 14
Ver de Raúl Prada Alcoreza Guerras periféricas. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/guerras-perifericas/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf. 15
Ver de Raúl Prada Alcoreza Gramatología del acontecimiento. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/gramatologia-del-acontecimiento-/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
65
militar, que, después, se transforma en una geopolítica de integración económica, comercial y de infraestructura, en su versión neoliberal, adquiriendo con Lula, tonalidades
populistas.
retomamos
una
regional,
Por
último,
geopolítica
micro-
abanderada
por
el
gobierno
populista de Bolivia en su intervención en los
territorios
indígenas,
institucionalizados por la Constitución16. En los tres casos se juega a la geopolítica, en
menor
escala,
que
en
los
casos
anteriores, que se dan a escala mundial.
Hay analogías en estos juegos geopolíticos en el norte y en el sur, a pesar de sus diferencias de escala, de sus diferencias 16
Ver de Raúl Prada Alcoreza Miseria de la geopolítica. Dinâmicas moleculares; La Paz 2013-2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/miseria-de-la-geopolitica/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
66
geográficas. Una primera analogía es que desbordan sus pretensiones estratégicas, como si sus proyectos fuesen la clave del éxito,
cuando
no
exageraciones presentan grandes
son
más
que
burocráticas,
sentidos
que
comunes
estrategias
como
espaciales.
La
geopolítica regional trasandina no era otra cosa que un discurso subordinado, que daba
forma
burguesías
a
la
estrategia
portuarias
de
de
las
apostar
al
mercado internacional, desechando las proyecciones del país interior. En ese entonces,
se
puede
decir,
que
esta
geopolítica regional era un dispositivo intermediario
para
adecuarse
a
la
revolución industrial británica, solo que en condición de subalternidad, garantizando la transferencia de los recursos naturales de las periferias a los centros del sistemamundo capitalista. En lo que respecta a la 67
geopolítica
regional
de
la
burguesía
industrial brasilera, en sus dos versiones, geopolítica, por cierto de mayor escala regional que la anterior, se persigue la expansión
de
lo
que fue el
imperio
brasilero, y, en su versión neoliberal, incluso
populista,
la
integración
continental, bajo la hegemonía de la burguesía industrial brasilera. Dicho así, suena más serio, no parece ser un juego; sin
embargo,
como
anotamos
en
Gramatología del acontecimiento17, este plan estratégico es un proyecto, que adolece
de
la
comprensión
de
la
complejidad de las formaciones sociales del
continente,
del
subcontinente
17
Ver de Raúl Prada Alcoreza Gramatología del acontecimiento. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/gramatologia-delacontecimiento-/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
68
suramericano,
incluso
de
la
propia
formación social brasilera. Que se haya elaborado la estrategia, incluso con la sistematización abordada en el IIRSA, no quiere decir que se cumpla al pie de la letra; primero el plan militar fracasó; tropezó con las resistencias territoriales, sociales,
culturales,
de
segundo,
el
tropieza
IIRSA
los
pueblos; con
las
resistencias de las naciones y pueblos indígenas. Si se quiere, éste es un juego más serio, además de darse a una escala controlable, la regional; sin embargo, no deja de ser juego, pues se pretende desplegarlo, ejecutarlo, como ingeniería institucional,
sin
contar
con
la
participación, la consulta, la opinión de los pueblos. Al ignorar a los actores sociales, se cree que el IIRSA se puede efectuar así como se construyen las carreteras, con criterios meramente técnicos. Confunden 69
entonces a los países, con todas sus complejidades, con explanadas o terrenos accidentados
pasivos,
donde
se
construyen carreteras. Esta perspectiva los condena a un fracaso.
El tercer caso, es el de la geopolítica micro-regional,
planeada
como
intervención a los territorios indígenas, buscando ampliar la frontera agrícola en beneficio de la agro-industria, sobre todo la de la soya, de los transgénicos, además de la frontera agrícola de la hoja de coca, fuera
de
empresas
otorgar
concesiones
a
las
minera
e
geopolítica
no
extractivistas
hidrocarburífera.
Esta
solamente hereda las desventajas de todo juego
geopolítico,
la
de
reducir
la
complejidad al simplismo de un espacio abstracto, un mapa susceptible de control 70
estatal,
sino
también
desventajas
hereda
mencionadas
de
las las
geopolíticas regionales de mediana escala, como la trasandina, que sirven como instrumentos de subalternización en la adecuación
del
modelo
colonial
extractivista del capitalismo dependiente. En el caso boliviano, en menor escala, micro-regional,
de
una
manera
más
rudimentaria, incluso insólita, pues un gobierno que se reclama indígena se propone precisamente desterritorializar a los
pueblos
indígenas,
para
efectuar
concesiones a las empresas trasnacionales extractivistas.
71
Paradojas de la violencia
72
El poder vulnerable
73
En la existencia paradójica, de universos que
parecen
responder
también
a
paradojas constitutivas, en un mundo, el nuestro,
paradójico,
el
poder,
como
dijimos antes, se mueve en paradojas18: entre ellas, una digna de notar es la siguiente: el poder es vulnerable. El poder, que es el objeto oscuro del deseo del débil, quien se lo representa todopoderoso, absoluto,
descomunal,
inmune,
es,
paradójicamente, lo más vulnerable que uno se pueda imaginar.
Los poderes o las formas de poder, que se representan
como
absolutos,
como
totalitarios, todopoderosos, descomunales
18
Ver de Raúl Prada Alcoreza: Episteme compleja. Dinámicas moleculares; La Paz, 2015. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/epistemecompleja/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
74
y demoledores, son, extrañamente, los que más se preocupan por indicios y señales de desacuerdo, por más pequeños que sean; los leen como críticas ingratas al régimen tutelar de la patria, incluso como
interpelaciones
conspirativas;
elevando el tono, como disidencias, hasta escisiones o secesiones. Débiles protestas se les antoja ser parte de un plan conspirativo; las protestas menos débiles aparecen ya como la demostración del plan conspirativo en marcha. Si la protesta es más fuerte, termina calificada como secesionista.
Una
comunicadora
que
interpela y critica con elocuencia, no sin tener razón, se les atoja una bruja endemoniada, a la hay que dar caza, como en los tres siglos de la “caza de brujas”, efectuadas por la iglesia católica, las monarquías y las instituciones, al servicio
75
de la nobleza y de la burguesía naciente19. Este comportamiento paranoico de los que se presentan como los fuertes de un poder absoluto, legitimado por mayorías, es, en realidad, una regularidad en los regímenes de gobierno; ciertamente no solo de “izquierda” o populistas, sino también de “derecha”, sean liberales o, mas bien, conservadores.
No
es
pues
una
característica de gobiernos de “izquierda”, de gobiernos populistas, o, en contraste, de gobiernos de “derecha”, de gobiernos conservadores, de gobiernos liberales o neoliberales, sino que es una característica compartida
por
las
formas
de
gubernamentalidad estatal, sobre todo cuando llegan a controlar las estructuras
19
Ver de Silvia Federici: Calibán y la bruja. Tinta Limón. Buenos Aires. Bookcamping: file:///C:/Users/RAUL%20PRADA/Downloads/caliban-y-labruja-mujeres-cuerpo-y-acumulacion-originaria.pdf.
76
de poder del Estado. Mal sería entonces atribuir esta característica a unos u otros, dependiendo del lugar de donde se emite el juicio, o el lugar que es el referente de la acusación. Es pues una característica propia del poder mismo.
¿Por qué el poder se siente acosado, cuando es, mas bien, el poder el que define las reglas, las normas, las leyes, el que instituye y garantiza su cumplimiento mediante sus instituciones, el que vigila, castiga, domestica, disciplina y controla? ¿No se siente legítimo, a pesar del apoyo o de los votos logrados? ¿Cree que se asientan sus pilares sobre un terreno de conspiraciones? ¿Alguna otra razón, como las tesis conservadoras de enfrentar al mal? Nuestra hipótesis interpretativa es distinta: el poder se siente aislado, intuye 77
su
soledad
institucionalizada,
pues el
poder, en su forma institucional, el Estado, nace de la separación entre Estado y sociedad. El Estado no es la sociedad, desde la perspectiva institucionalizada; es la institución que garantiza el orden, el cumplimiento de las leyes, el bienestar de la sociedad. Aunque no pueda entenderse el Estado sin la matriz que le dio lugar, la sociedad, la representación filosófica es que el Estado es la sociedad política, la síntesis de la pluralidad social20. Esta separación, en la modernidad, se basa, en la delegación de la voluntad al Estado, por parte de la sociedad; se basa, según 20
Tesis de Hegel. Ver de Hegel Filosofía del Derecho y del Estado. file:///C:/Users/RAUL%20PRADA/Documents/Modo%20de%2 0desproduccion/Diseminaci%C3%B3n/hegel_derecho.pdf. También ver de Marx Critica de la filosofía del Estado de Hegel. file:///C:/Users/RAUL%20PRADA/Documents/Modo%20de%2 0desproduccion/Diseminaci%C3%B3n/marx-crc3adtica-de-lafilosofc3ada-del-estado-de-hegel.pdf.
78
Rousseau, en un contrato social. Este encargo, por así decirlo, separa al Estado de la sociedad, representativamente e institucionalmente.
Esta
corresponde a la
separación
ruptura del cordón
umbilical con la madre - usando esta metáfora -, que, en este caso, sería la sociedad. Esta metáfora de la ruptura del cordón umbilical, en el caso del Estado respecto de la sociedad, no alude tanto al nacimiento del hijo, en el sentido de su independencia,
de
su
autonomía,
en
desarrollo, sino al trauma, a la pérdida de la armonía con la madre, a la pérdida del mundo
íntimo
esférico
del
líquido
amniótico. Hay pues una dependencia inconsciente, por así decirlo, de este hijo, el Estado, con la madre, la sociedad. Sin embargo, el Estado reprime este recuerdo inconsciente,
opta
por
presentar
su
trauma inicial como nacimiento de la 79
sociedad de la costilla de Adán. Es decir, opta por el mito patriarcal. La sociedad habría nacido por el Estado, por iniciativa y voluntad del Estado; el Estado es el padre de la sociedad; el Estado le habría entregado las instituciones que norman sus
conductas
y
comportamientos.
Entonces, la historia efectiva se invierte en la historia oficial, una narrativa de la historia política institucional, donde el Estado aparece como principio y fin de la teleología histórica de la sociedad.
Si se quiere, esta manera de ocultar el trauma, expresa o manifiesta los síntomas de la consciencia culpable. En el fondo, el Estado, no puede con su culpa, de acuerdo al sentimiento religioso que impregna todo Estado, incluyendo a los estados laicos y los socialistas. El Estado nace de la guerra 80
inicial, de la guerra de conquista. Nace de las sangres derramadas, de los asesinatos y
de
las
usurpaciones21.
Que
en
la
genealogía del Estado se haya tratado de corregir esto, buscando redimir a las víctimas, mediante las ampliaciones de derechos afectos
democráticas, y
mediante
solidaridades
los
populistas,
mediante las transformaciones socialistas, no resuelve el fondo del problema, a pesar de las mejoras. No resuelve el problema del nacimiento del Estado, separación respecto de la sociedad, que no es otra cosa que la expropiación de las voluntades sociales, invistiéndose de representante de la sociedad, usurpando su opinión
21
Ver de Michel Foucault Defender la sociedad. Siglo XXI; Buenos Aires. https://primeraparadoja.files.wordpress.com/2011/03/1976defender-la-sociedad.pdf.
81
plural y la construcción colectiva de las decisiones.
Esta perspectiva crítica del poder, que lo analiza, desde sus paradojas, observa los límites, por un lado, y las tesis inocentes, criterios simplistas, por otro lado, que creen que se trata de poner buenos hombres en el poder, no corruptos, no angurrientos, no autoritarios; que creen que
otros
Mejorando
lo
hubieran estas
hecho
mejor.
interpretaciones
políticas; hay otras propuestas, que dicen que, en la medida que el régimen sea más “democrático”, que se cumpla con la institucionalidad, se garantiza el buen gobierno. Incluso, avanzando con las tesis políticas, las propuestas que plantean que un gobierno socialista logra el reencuentro entre el Estado y sociedad, no hace otra 82
cosa que reproducir el mito patriarcal del Estado en otra versión, más romántica, o si se quiere, de almas bellas, o, en su caso, de “rigurosa interpretación” histórica y política.
Las historias políticas de la modernidad, sobre
todo
revolucionarios”,
de nos
los
“gobiernos
han
mostrado
patentemente, el decurso que toman las revoluciones. Al no poder escapar de la historia no escapan de la reproducción del poder. Al no escapar del poder, repiten la separación entre Estado y sociedad de una manera cada vez más asombrosa y hasta perversa, sobre todo cuando se habla a nombre de la sociedad. Este decurso no beneficia la situación de los regímenes conservadores,
liberales,
nacionalistas,
neoliberales; al contrario, estos regímenes 83
asumen la separación entre Estado y sociedad como si fuese natural; como si el Estado formara parte de las cosas del mundo. En otra versión liberal, el Estado es
un
contrato
social,
acordado
voluntariamente por los hombres; entones la separación se presenta como orden que lucha contra el mal, contra la maldad inherente en los hombres. En la versión nacionalista, el Estado es la encarnación soberana de la nación; la separación es presentada como realización histórica de la nación en la soberanía institucional del Estado. En la versión neoliberal, el Estado aparece como regulador o moderador de las reglas del juego del mercado y la competencia; la separación es presentada como que el Estado es la realización de la libertad versiones,
del
mercado. legitiman
Todas entonces
estas la
separación del Estado respecto de la 84
sociedad,
separación
usurpación
de
la
que
es
democracia,
una de
la
política, en sentido pleno de la palabra, usurpación del gobierno del pueblo por el pueblo mismo.
Aunque se opongan liberales a socialistas, peor aún, si son conservadores los que se oponen
a
estos
últimos;
aunque
se
opongan neoliberales al socialismo real, experimentado en parte de las sociedades del mundo, al proyecto comunista, latente en los corazones del proletariado nómada, a los populismos, que se les antojan de descalabros públicos, en realidad, todos ellos, enemigos jurados, comparten el mismo
arquetipo
nacimiento
traumático
institucional
del
del
Estado.
Reprimen el recuerdo inconsciente del comienzo de esta separación, preservan el 85
olvido de este nacimiento, interpretado desde el paradigma religioso, aunque se encuentre
solapado,
esmerándose
en
como
presentar
culpa, el
mito
patriarcal del Estado como historia política de la libertad o del socialismo.
El problema de fondo es el poder, la genealogía múltiples
del
poder,
formas,
en
aunque
todas
sus
parezcan
contradictorias22. El problema o el desafío político puede presentarse de la siguiente manera: ¿Cómo acabar con la separación, entre
Estado
recurrente ¿Cómo
en
y
sociedad, las
devolverle
repetida
historias a
la
y
políticas?
sociedad
su
potencia creativa? La cuestión crucial es 22
Ver de Raúl Prada Alcoreza Genealogía del poder. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-2015. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/genealogiadel-poder/.
86
responder a estas preguntas; sobre todo cuando régimen
las
mayorías,
liberal
o
estén
bajo
bajo
un
un
régimen
populista, en otro tiempo, quizás más adecuado, por su evidencia, bajo un régimen
socialista,
creen
en
el
mito
patriarcal del Estado. Consideran que la realidad social es el Estado o que no hay realidad social sin el Estado. Las mayorías han internalizado las relaciones de poder, las estructuras de poder, los diagramas de fuerza, inscritos en la piel, internalizados en el cuerpo, convertidos en habitus, conductas,
comportamientos,
subjetividades. Las mayorías aceptan el poder,
como
algo,
natural.
Estas
mayorías, esta condición de dependencia y subordinación de las mayorías, es la que explica la reproducción del poder en sus distintas formas de gubernamentalidad restringida;
es
decir,
institucional
y 87
estatal. No hay dominaciones que no se den sin aceptaciones implícitas.
Sabemos que es en los momentos de crisis cuando las masas se rebelan, cuando las multitudes constituyente,
emergen cuando
como los
poder
pueblos
se
levantan y persiguen descolonizarse. Es en estos momentos cuando las estructuras de los
habitus
y
comportamientos
los entran
esquemas
de
también
en
crisis; son cuestionados por los sentires e imaginarios radicales de las masas, de las multitudes, del proletariado nómada, de los pueblos. Estos momentos críticos son pedagógicos, enseñan a las mayorías a interpretar desde la intuición subversiva, descubriendo el sentido inmanente de estas historias políticas, afincadas en
88
dominaciones polimorfas23. Sin embargo, estos
momentos
no
duran,
cuando
amainan las movilizaciones, cuando los fuegos y furores se apagan, se retorna a la rutina, se transfiere el poder a otros, a los
que
se
considera
legítimos
representantes de la movilización social. Con esto no se hace otra cosa que repetir la misma historia de la separación de Estado y sociedad en las nuevas versiones, en los nuevos contextos, con nuevos personajes. Cuanto tiempo tarde en volver la crisis, es cuestión no solo de tiempo, sino sobre todo del manejo administrativo y político del gobierno. Los gobiernos del
23
Ver de Raúl Prada Alcoreza Intuición subversiva. También Acontecimiento libertario. Dinámicas moleculares; La Paz 20132015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/acontecimiento-libertario/. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/intuicionsubversiva-/.
89
socialismo real prologaron rudamente la durabilidad del régimen de la socialización de los medios de producción; los gobiernos populistas tienden a tener lapsos más cortos de vida, salvo excepciones, como el de la revolución mexicana y el peronismo argentino, que, si bien han perdurado, incluso
intermitentemente,
en
parte
convirtiendo al partido en el Estado, han, en realidad, administrado la crisis política, de una manera clientelar y distribuida.
Los regímenes liberales, ahora convertidos en neoliberales, han administrado la crisis institucionalmente; la apariencia de la ley, del orden, de las garantías de los derechos civiles y políticos, mientras han podido, sobre todo al principio; empero, en la medida que estalla la crisis, no han dudado en recurrir a los métodos que ellos llaman 90
autoritarios, absolutistas, totalitarios, que es la acusación que les hacen a los socialistas y populistas. Pero aun, de una manera solapada, han terminado también convertidos en regímenes policiales. Bajo el chantaje de la acusación de la amenaza terrorista, su propia población es sometida al panoptismo de la vigilancia, de las medidas de excepción, por motivos de seguridad del Estado, es empujada a la deuda infinita, entregándola a manos de la usura y la especulación financiera.
Como se puede ver, como estructuras arquetípicas de poder, estos regímenes, contrastantes y contradictorios, no son distintos; comparten el mismo arquetipo de
poder.
Sin
embargo,
desde
la
perspectiva de las formas políticas, se puede encontrar diferencias que no se 91
deben despreciar, sobre todo cuando se trata de las transiciones y de la pedagogía política de las masas, de las multitudes, del
proletariado
nómada,
del
pueblo.
Aunque los gobiernos populistas sean demagógicos y clientelares, se diferencian de los regímenes liberales y neoliberales porque,
por
lo
menos,
mejoran
los
términos de intercambio, incluso mejoran las condiciones de vida de por lo menos, de
parte
de
las
mayorías
de
los
condenados de la tierra. Los regímenes socialistas se diferencian de liberales y neoliberales, también de los populistas, porque cambian las estructuras estatales y las estructuras económicas, de acuerdo a
su
programas
expropiadores;
de
sus
expropiar efectos
a
en
los las
condiciones de vida de la población son de mucho mayor alcance que los regímenes populistas. Sin embargo, al entramparse 92
en las estructuras de poder, terminan reproduciendo no solo la diferenciación política, la separación entre Estado y sociedad, sino incluso la diferenciación social y de los privilegios, la burocracia sustituye a la burguesía. Estas diferencias en las formas políticas son importantes para la acción política, para el aprendizaje de las multitudes; empero, no hay que confundir
estas
llamaremos
apreciaciones,
tácticas,
con
que
objeto
de
ilustrar, con que el régimen populista o, en su caso, el régimen socialista, es el fin de la
historia,
conservadora
así
como,
la
contemporánea
teoría enuncia
respecto del Estado liberal, como el fin de la historia24. Esta creencia compartida, en
24
Ver de Francis Fukuyama El fin de la historia y el último hombre. The End of History and the Last Man (New York: Free Press, 1992). Also published in approximately 23 foreign language editions.
93
el telos histórico, muestra una vez más, lo que
comparten,
arquetipo,
estas
en
el
fondo,
distintas
como
formas
de
gobierno estatal, el arquetipo de poder.
Volviendo a lo de la vulnerabilidad del poder, desde la perspectiva desde la cual expusimos esta interpretación del poder, evidenciado en sus paradojas, vemos que el poder nace vulnerable. El poder no puede reproducirse por sí solo; ya lo dijimos antes25; el poder es una economía política;
separa
Estado
de
sociedad,
valoriza el abstracto de la sociedad política y desvaloriza lo concreto de la sociedad
25
Ver de Raúl Prada Alcoreza La explosión de la vida. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.
94
efectiva26. El poder separa de la sociedad su potencia social, por lo menos, parte de ella, parte de su fuerza; la captura, incorporándola
al
servicio
y
la
reproducción del poder. Por lo tanto, el poder requiere que la sociedad sea dócil, obediente, disciplinada, por lo menos, crea en el mito patriarcal del Estado. Para tal efecto, para lograrlo, requiere mantener a la sociedad en condición dependiente, en condición
de
necesitada,
requiere
atemorizar a la sociedad con el fantasma de amenazas foráneas de todo tipo; cuando
esto
no
funciona,
entonces
directamente amenaza a la sociedad, recurre al terrorismo de Estado.
26
Ver de Raúl Prada Alcoreza Acontecimiento político. También Crítica de la economía política generalizada. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.
95
Si
bien
hemos
hablado
antes
de
la
paranoia del poder, lo que es evidente, sobre
todo
por
la
conducta
de
los
gobernantes; esto no quiere decir que sea solamente una especie de síndrome o si se quiere,
“locura”,
como
se
dice
comúnmente. Este síntoma de la paranoia, tiene un asidero histórico, por así decirlo, la intuición de algo que no es ilegitimidad, pues muchas veces o algunas, mas bien, la tienen, sino de algo más problemático; la
separación
sociedad,
la
inicial
entre
usurpación
Estado
inicial
de
y la
democracia efectiva, el gobierno efectivo del pueblo.
96
Encaracolamientos
97
Es como un encaracolmiento, si podemos manejar esta palabra, un tanto inventada, cuyo sentido, el que queremos darle; también puede decirse, algo así como encuevamiento. Aunque lo que connotan estas palabras no expresen el alcance de las significaciones que queremos darle. Se trata como de un síndrome, sufrido por los políticos, la clase política, sobre todo cuando se encuentran en el poder, en función de gobierno. Esta clase política se encueva, por así decirlo, o si se quiere, se encaracola. En otras palabras, los gobernantes se encierran en su propio imaginario; no solo ven el mundo desde las tramas tejidas por su imaginario; cosa que sucede prácticamente a todos, sólo que de distintas maneras y formas, con diferente connotación y consecuencia; lo que no sería extraño, sino que su imaginario se convierte como en la concha donde se encaracolan, donde se refugian. Entonces, no solo ven el mundo desde su imaginario, sino que su
98
imaginario, es decir, su concha, se convierte en el mundo. El mundo se reduce a su concha. Todo lo que no está en su concha no es verdad; no es del mundo, que se imaginan, sino un invento de los enemigos. Este síndrome del encaracolamiento es como una especie de autismo político, combinado con una esquizofrenia, dramatizada en el teatro político; esquizofrenia que empuja a cada político, según sus características, a actuar, de acuerdo a los escenarios donde tiene que desenvolverse. Tiene un discurso para cada uno de ellos, y sin embargo, ni se inmuta. Asume estas disonancias como si fueran lo mismo, el mismo discurso; no es un mismo discurso, obviamente, sino que es la misma actitud en distintos discursos pronunciados. La actitud de actuar para los escenarios, para los interlocutores, para el auditorio, a quienes busca satisfacer, decirles lo que quisieran escuchar.
99
El autismo político puede llegar al extremo de hacer desaparecer lo que comúnmente se llama realidad. Se pierde el contacto con los fenómenos, hechos, eventos, situaciones concurrentes, diremos, a modo de ilustrar, en la exterioridad, que la interioridad imaginaria del autismo político hace desaparecer. Para el autista político lo que hay, lo que existe, es el esqueleto
de
la
trama,
que
sostiene
su
argumentación. Todo lo que no es este esqueleto traumático de la trama, no existe, corresponde a la conspiración de los enemigos. Para decirlo en términos conocidos en el psicoanálisis, usandolos también para ilustrar, al renunciar al principio de realidad, el autista político, cree que preserva el principio del placer; es más, cree que se preserva el placer. Sin embargo, al engañar, aunque pueda ser sin querer, de esta manera enajenada, termina engañándose a sí mismo, incluso no sólo en lo que respecta a la información del entorno, sino también respecto a su propio placer. No lo alcanza, no lo
100
logra, no se satisface; el placer queda como promesa no cumplida. Este personaje entonces resulta ser un sujeto insatisfecho, un sujeto carente, no de medios, de recursos, de riqueza, sino de felicidad. Es una consciencia desdichada, es decir, en sentido hegeliano, un sujeto desgarrado.
Los gobernantes no gozan, ni tienen placer. Sólo acceden a representaciones de lo que podría, hipotéticamente, corresponder al gozo y al placer; solo acceden al simbolismo. Simbolizan el poder; sin embargo, es el poder el que manda; como máquina abstracta,
singularizada
agenciamientos
concretos
en
la
malla
de
poder,
la
de red
institucional, es el dominio que se ejerce sobre ellos, quienes ni siquiera ejercen el poder, en términos efectivos. Ordenan, aparentemente deciden; sin embargo, sus órdenes ya forman parte de los engranajes preformados del poder.
101
En ciertas sociedades ancestrales, las que se organizan en jefaturas, el jefe o el rey, aparece como el lugar del escarnio del grupo y del colectivo. Si bien, no es esto lo que ocurre, con el caso en cuestión; el del síndrome político del encaracolamiento, nos ilustra, en contraste, lo que sucede, en las sociedades modernas, en los Estado-nación, en la etapa del capitalismo tardío. Estos símbolos del poder, que son sus cuerpos, como fachada del simbolismo, incluso sus nombres, no son otra cosa que significantes vacíos, que el poder usa para otorgar los significados precisos, dependiendo de la coyuntura, el contexto, el periodo; dependiendo si hay crisis o no; de la intensidad de la crisis. Los significados del poder, si se quiere, las tramas del poder, tiene que ver con la proliferación de las dominaciones; por lo tanto, también con la preservación de las dominaciones. La domesticación, la subordinación, la sumisión, el disciplinamiento, la vigilancia, el control y la simulación.
102
Se entiende pues, que estos personajes sean en parte fantasmas imaginarios y en parte consciencias desdichadas,
que
sufren
del
síndrome
del
encaracolamiento, del autismo político; que estos personajes resulten algo parecido a ser marionetas. Marionetas no necesariamente de otros personajes, que pueden encontrarse en niveles más jerárquicos del poder, o en estructuras de poder mayores, sino de hilos, por así decirlo, de la maquinaria abstracta de poder.
Entre las paradojas del poder, ésta, la del síndrome del
encarcolamiento,
tiene
su
particularidad
anecdótica; los hombres de gobierno, símbolos del poder, son impotentes, además de ser títeres de la maquinaria abstracta del poder. Se mueven en márgenes de maniobra ya definidos, precisamente por el contexto del juego de las máquinas abstractas del poder, conformadas en el sistema-mundo capitalista. Lo llamativo es que, incluso, en estos 103
márgenes de maniobra no aprovechan el espacio de posibilidades, sino que, generalmente, tienden a responder a la media de los comportamientos gubernamentales de los Estado-nación subalternos, que es de la obsecuente subalternidad. Pueden hacer
lo
mismo
con
distintos
discursos,
aparentemente contrapuestos y hasta antagónicos, o pueden desplazarse en el margen de maniobra; en este último caso, si bien deciden, en estrecha autonomía, lo hacen sin poder atravesar los límites impuestos por la geopolítica de la economía-mundo capitalista.
El papel de estos personajes es trágico-cómico, pues, a pesar de la creencia, de sentido común, de que su situación es privilegiada, vista por unos, envidiable, vista por otros, oportuna, vista por unos terceros, en realidad,
son
representaciones,
con
nombres
distintos, de tramas preformadas del poder. Pueden hasta imaginarse que controlan el Estado, que toman 104
decisiones libremente y a su antojo; pero, esto no es más que una creencia o, si se quiere, una pretensión. Estos personajes ocupan un lugar en la arquitectura del poder ya establecida, cumplen roles ya definidos. El que ocupa el lugar, venga de donde venga, de la “derecha”, de la “izquierda”, cumplirá su rol; no por determinismo, ni causalismo, ni tampoco como condena, sino que al formar parte de la malla institucional, de la maquinaria institucional, su actuación ya está regulada. Como dijimos, puede moverse en el espacio de los márgenes de maniobra; empero, no puede quebrar los limites, salvo si se destruye la arquitectura del poder, la malla institucional establecida.
Las experiencias políticas, en la modernidad, que llegaron a cruzar los límites, fueron las revoluciones socialistas, pues destruyeron el Estado antiguo, el viejo régimen; sin embargo, inmediatamente reestructuraron el poder, la máquina abstracta de 105
las dominaciones, como nuevos despotismos, otras jerarquías, reiterados monopolios, sobre todo el relativo al monopolio de la violencia, de una manera equivalente a lo que ocurría antes, solo que ejercido el poder a nombre de la dictadura del proletariado. Esta maniobra socialista derivó en la recreación de márgenes
de
maniobra
para
los
gobiernos
socialistas, márgenes dados en el contexto del juego de las máquinas abstractas del poder en el mundo. En la medida que participan del sistema-mundo, también terminan definiendo los roles preformados, tanto de los gobiernos, así como de los hombres símbolos del poder. Se puede decir, que estas son las ironías de la historia, además de una de las expresiones de las paradojas del poder.
Los gobiernos populistas no llegan a cruzar los límites; en el mejor de los casos, se acercan a los umbrales. Lo que hacen es cuestionar el régimen de propiedad de los recursos naturales, también, dado 106
el caso, el régimen de propiedad de las empresas de explotación extractivista. El cambio de propiedad, de manos
privadas,
generalmente
de
empresas
trasnacionales, a manos públicas, mejora los términos de intercambio y, si se quiere, mejorando la situación, en algunos casos, mejora el control de los recursos en el territorio del país; sin embargo, al no salir de su condición preponderantemente de economía extractivista, no hacen más que reproducir la dependencia, aunque en condiciones mejoradas, pero, de la misma dependencia.
La condición de marionetas de máquinas abstractas del poder de estos personajes, símbolos del poder, se hace patética, cuando intentan mostrar soltura, pretendida independencia, sobre todo cuando hacen desplantes de soberbia. Cuando se asumen como jueces absolutos, cuando definen, en un mapa esquemático, que tienen en sus cabezas, quienes dicen la verdad y quienes mienten, quienes son 107
buenos y quienes son malos, quienes quieren el “desarrollo” del país y quienes no lo quieren, quienes defienden la soberanía y quienes “quieren entregar las tierras a extranjeros”, hablando de las denominadas áreas protegidas, que, en realidad, corresponden a los territorios indígenas, según la Constitución. Entonces la conclusión peregrina no se deja esperar: estamos obligados a defender al gobierno, al Estado, al proceso de cambio, y, en este sentido, es indispensable la intervención estatal; controlar, vigilar, reprimir, con dosis adecuadas, según el tamaño de la amenaza. Desde esta perspectiva, resulta que la amenaza se encuentra en la ONGs, que defienden las áreas protegidas, los territorios indígenas, la amenaza se encuentra en los medios de comunicación, que no siguen el libreto. Por lo tanto, se les ocurre a estos personajes del poder, que estos medios mienten.
108
Llama la atención el discurso de los llamados gobiernos progresistas, sobre todo en lo que corresponde a cómo se conciben a sí mismos. Se consideran víctimas de la conspiración foránea e interna. Si las cosas no marchan bien es porque la conspiración boicotea; si el “proceso de cambio” no avanza, como era de esperar, es porque la conspiración no deja que ocurra esto. Ya dijimos en otro
escrito27,
que
si
bien
puede
haber
conspiraciones y conspiradores, éstas y éstos no explican la crisis política, la crisis económica, en algunos casos, la crisis social, pues ni las conspiraciones ni los conspiradores gozarían de la potestad de controlar las condiciones y las variables de la coyuntura, de los contextos y de la historia. En todo caso, podrían aprovechar circunstancias críticas; empero, lo que queda claro es que estas 27
Ver de Raúl Prada Alcoreza Acontecimiento político. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/acontecimiento-politico-/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
109
circunstancias críticas ya se dieron, para que puedan ser aprovechadas.
La condición de víctima, en el imaginario populista, hace que el otro, el enemigo, el conspirador, la conspiración, sean los culpables. Entonces la explicación de la crisis ya está resuelta, sólo que imaginariamente.
Este
tipo
de
explicaciones
adolecen de simplismo, esquematismo, además de repetir el dualismo religioso de la culpabilidad. La problemática, efectivamente dada, en el juego y los campos de fuerza, plantea varios desafíos; uno de ellos,
quizás
como
condición
preliminar
interpretativa, es comprender la situación, la estructura de la situación, la composición históricasocial-política-económica-cultural de la coyuntura. Cuando se cree tener resuelto esto, cuando se cuenta con verdades, con explicaciones anteladas, es cuando precisamente se obstaculiza la posibilidad de la comprensión del problema. Ahí mismo se cierra el 110
camino para poder resolver la problemática, reducir la complejidad de la realidad, conformando complejidad en las formas de organización y en las formas prácticas del accionar. Al cerrarse el camino de esta forma, recurren a la costumbre cristalizada en los aparatos de Estado, repitiendo las mismas prácticas, emergidas en otra época, en otro periodo, para otros problemas. Entonces, al hacerlo, al repetir, anacrónicamente, el formato estatal, estos gobiernos terminan siendo parte del problema a resolver, quizás hasta una de las partes más agudas de la problemática.
111
La invenciรณn del enemigo
112
No sabemos cuánto de lo que llamamos pasado pesa en el presente; hablando en términos de la suposición del tiempo, que no ha dejado de ser una suposición y una concepción lineal. No sabemos cómo pesa condicionantemente religioso
inaugural
el en
las
paradigma formas
de
pensar, incluso en aquellas que no solo se consideran religión.
ateas
Estos
sino
críticas
primiciales
de
la
paradigmas
parecen inscribirse perdurablemente en la carne y los huesos, de tal manera, que su modelo es pre-formativo en todo lo que viene después.
Falta pues comprender
esta relación con las matrices civilizatorias cuando
comenzamos
nuestras
interpretaciones del mundo y nuestras narraciones. La manera cómo concebimos un mundo en un principio. La tesis moderna
de
la
evolución,
con
sus
derivados conceptuales en el “desarrollo” 113
y el “progreso”, se han desentendido no solo de esta herencia, sino, sobre todo, de los condicionamientos de los primeros pasos
de
la
hominización
y
de
la
humanidad.
No se puede negar que son las religiones las que sistematizaron las narraciones míticas del origen de la humanidad. Las que convirtieron a los mitos iniciales en una versión elaborada y abstracta de la unidad divina. Son estas religiones las que inscribieron en los cuerpos un modelo inaugural en las formas de pensar. La unidad,
lo
trascendental,
uno, lo
la
totalidad,
inmanente,
lo
incluso,
desde aquellos tiempos lejanos, lo que se llamó, después, en la modernidad, lo universal, son conceptos construido por las
grandes
religiones,
sobre
todo 114
monoteístas. A pesar de que la historia de la filosofía crea encontrar el nacimiento de la filosofía en la disociación de la filosofía respecto
a
la
mitología,
la
mirada
arqueología no puede desentenderse de este substrato religioso, que conlleva la filosofía. Las religiones antecedieron a la filosofía; esto lo reconoce hasta el mismo Platón, el primer filósofo propiamente dicho,
desde
la
perspectiva
de
esta
historia de la filosofía. Se puede decir que la
religión
cristiana
y
la
religión
musulmana, que son posteriores a la filosofía de la Grecia antigua, le deben mucho,
sobre
conceptualizaciones
todo teológicas,
sus a
las
apropiaciones singulares que hicieron de la filosofía
griega.
Sin
embargo,
la
arqueología de la filosofía nos muestra, mas bien, que la historia de las estructuras
115
de pensamiento comienzan con estas mitologías y estas religiones.
A propósito, la política, en el sentido institucional, que se constituye como tal, a partir de la definición del enemigo, no podría comprenderse sin el paradigma inicial del dualismo fiel/infiel, instaurado por
las
religiones
monoteístas.
El
substrato imaginario del esquematismo dualista amigo/enemigo se encuentra en el esquematismo dualista religioso de fiel/infiel.
A
pesar
de
los
discursos
modernos sobre la política, emitidos y difundidos en la discursividad política, que comprende sus propias teorías, que tiene como
referente,
imaginario, antecedente
que
el
enemigo,
como
es
el
como
imaginario.
infiel Se
trata
al
enemigo como se trataba al infiel; es el 116
demonio o, si se quiere, el poseído por el demonio, el endemoniado. Como dijimos en
otro
escrito28,
al
enemigo
se
lo
demoniza, es, en el fondo, el monstruo, contra-natura,
contra-moral,
contra-
racional. Se le atribuye al enemigo todo lo peor; se lo descalifica. Al combatir contra la monstruosidad, entonces, se justifica su aniquilación.
El problema radica en que todo esto es imaginario. Se lucha contra un fantasma, la
representación
del
enemigo;
se
desconoce lo que es, en realidad, el enemigo. ¿Qué se piensa, exactamente o de una manera equivalente, del que se considera, a su vez, el enemigo? Se inventa el enemigo para combatirlo, para
28
Ver de Raúl Prada Alcoreza Más allá del amigo y el enemigo. Dinámicas moleculares. La Paz 2015.
117
afirmarse,
para
ungirse
de
toda
legitimidad, de legalidad y de razón, en la lucha contra un enemigo tan despreciable.
Como dijimos, en ese escrito mencionado, el enemigo es necesario para la propia identificación como partidario del bien en guerra contra el mal. El enemigo es necesario no solamente para la guerra, sino para política. Por eso, concluimos que los
enemigos,
paradójicamente,
son
cómplices. Los enemigos se requieren mutuamente para reproducir el poder.
Sabemos que la denominada “derecha”, que es una variedad de posiciones, recurre a este estigma del enemigo para justificar la represión, para legitimar sus guerras. Sin embargo, de esta actitud o conducta 118
no escapa la llamada “izquierda”, que también es una variedad. La respuesta de la “izquierda” a la estigmatización hecha por
la
“derecha”
es,
a
su
vez,
estigmatización de esa “derecha”.
la
Es el
enemigo; por tanto, el monstruo. Se puede entender que esta reacción de defensa y, después, de ataque, ayude “ideológicamente” fortalecer
las
dominaciones;
a
cohesionar
luchas sin
y
contra
embargo,
las
termina
incorporando a la “izquierda” en el círculo vicioso del poder. Cuando la “izquierda” toma
el
poder,
estigmatización
convierte
esta
“ideológica” en una
descalificación institucional. No se da cuenta que hace lo mismo que hizo la “derecha”. formalista
No se trata de una defensa de
los
derechos
civiles
y
políticos liberales, sino de señalar una recurrencia
compartida,
la
de
la 119
reproducción del poder, del esquematismo dualista del poder.
En el fondo, se cobija el “huevo de la serpiente”, utilizando esta metáfora de la película que lleva el mismo título, de Ingmar
Bergman;
la
“izquierda”,
de
víctima, pasa a ser, el verdugo. No se trata, de ninguna manera, de pacifismo, ni de humanismo light, sino de comprender una fenomenología perversa, la del poder. Para decirlo, de alguna manera, al poder no le interesa que sea la “derecha” o la “izquierda” la que esté en el poder, sino que lo que le interesa es su reproducción; que el poder se reproduzca como tal, como poder, como maquinaria abstracta, que captura fuerzas de la potencia social.
120
Dijimos que no es suficiente la denuncia contra el poder, contra el Estado, contra el gobierno, aunque ayude a describir los efectos destructivos del poder, pues la denuncia,
a
secas,
nos
convierte
en
víctimas, que es la figura paradójica que forma parte de la reproducción de poder. El poder requiere de víctimas pues son sus cuerpos, los de las víctimas, objeto y materia del poder, donde el poder inscribe en la superficie de los cuerpos la historia política y en el espesor de los cuerpos constituye
las
subjetividades
domesticadas, disciplinadas, controladas. Las víctimas al mostrar sus heridas, reconocen al amo, al verdugo, de quién piden conmiseración, a quien le reclaman reivindicaciones. No es que sea incorrecto que se lo pidan o las consigan, mejor si obtiene estos resultados, sino que el amo también se reivindica al cumplir con sus 121
exigencias,
incluso
al
no
cumplirlas,
inventando excusa para no hacerlo.
Las
víctimas forman parte de la paradoja del poder víctima/verdugo.
Para romper con la reproducción del poder se requiere salir de este papel de víctimas; se
requiere
asumir
la
condición
de
guerreros y guerreras. Los guerreros y las guerreras, a diferencia de las víctimas, no muestran las heridas al amo para obtener su conmiseración, sino que luchan contra su condición de amo, luchan por abolir esta condición, luchan por destruir la estructura de poder. Se trata de rechazar el marco institucional en el que se mueven y
funcionan
estas
relaciones
de
dominación, amo/víctima, patrón/siervo, burgués/proletario,
patriarca/mujer,
122
blanco/indio,
blanco/negro,
dominante/subalterno.
Cosa
distinta
transiciones
es
comprender
obligadas,
los
las
pasajes
obligados, debido a las correlaciones de fuerzas,
que
condicionan
diálogos,
negociaciones, concesiones, acuerdos, en el
camino,
entre
dominadores
y
dominados; acuerdos obligados en la lucha. De ninguna manera esto implica jugar el papel de víctimas. Este papel esconde un arquetipo religioso, el de ángeles y demonios. Las víctimas son los ángeles, los amos, verdugos, patrones, en definitiva, el enemigo, son los demonios. Este arquetipo religioso no solamente encierra la descalificación del enemigo, convertido en demonio, sino que justifica su ajusticiamiento y aniquilación. No hay 123
ningún horror aquí, en lo que decimos, a la violencia revolucionaria, a la cual no se renuncia, sino que se señala un paralelo simétrico a las actuaciones políticas del enemigo. No se sale del modelo reiterativo de la política institucional, que es, no otra cosa, que la política estatal. No se sale del círculo vicioso del poder, que entrampa precisamente a los y las que son los y las explotadas, a los y las subalternas, a los y las colonizadas, en las mallas reiterativas del poder.
La reiteración de este modelo político, en su estructura profunda, aunque varían las formas, los discursos, los nombres en el discurso, aunque varíen los objetivos por los que se hace esto, la reproducción del poder,
sean
diferentes
y
opuestos,
termina reproduciendo, si no es lo mismo, 124
por lo menos, lo equivalente, de las formas de poder. Una nueva élite se hace cargo del poder a nombre de las víctimas; las víctimas no dejan de serlo, pues la élite de “revolucionarios” precisamente
las
para
requiere,
mantenerse
en
el
poder, restregando su existencia a la élite derrocada. Las historias políticas de la modernidad, sobre todo las referidas a las revoluciones, no solo socialistas, sino también populistas y nacionalistas, son una
constatación
de
estas
paradojas
históricas del poder.
La
“izquierda”
enemigo;
con
conocimiento fuerzas
en
sigue lo
de
demonizando
que,
se
impide
la
mecánica
juego.
Si
al el
de
las
bien
la
estigmatización del enemigo sirvió en las convocatorias
y
en
las
luchas 125
“ideológicas”, sobre todo para cohesionar y fortalecer las propias fuerzas, cuando se requiere de trasformaciones, sobre todo de la continuación de la lucha y de la revolución, estos procedimientos, mas bien,
estancan,
inhiben
las
fuerzas,
obstaculizan en el camino, arrastrando a las movilizaciones y movimientos sociales a preservar las estructuras de poder contra las que combatieron. Esto no quiere decir, de ninguna manera, que haya que amortiguar la lucha, que se tenga que ser menos virulentos, sino que no se debe apuntalar
las
fuerzas
sociales
desbordantes de la revolución a reiterar el arquetipo dualista de poder; se debe apuntalar las fuerzas a la destrucción del poder y a liberar la potencia social.
126
La crítica a los gobiernos progresistas, que, obviamente, no es la misma crítica e interpelación que la hecha a los gobiernos neoliberales, no debería efectuarse en el mismo
sentido
amigo/enemigo, enemigo,
con
del
dualismo
estigmatizando
al
demonización
del
la
enemigo; viendo en él un monstruo. Esto no es otra cosa que hacer lo mismo, que hace precisamente el criticado, el gobierno progresista, que estigmatiza y demoniza, a su enemigo, a los movimientos sociales que lo interpelan y a las críticas que lo cuestionan. Al hacer lo mismo se fortalece, paradójicamente,
al
que
se
quiere
interpelar y criticar, pues se usa su mismo método descalificador, usando el mismo paradigma de poder.
127
Esta “izquierda”, la que crítica al gobierno populista, por más buenas intenciones que tenga, incuba el “huevo de la serpiente”. Estando
en
el
gobierno
haría
prácticamente lo mismo, incluso en el caso que lo haga mejor. Las víctimas no solamente se convierten en verdugos, sino en jueces absolutos. Los ángeles llevan a la hoguera a los demonios. Son los nuevos artífices del nuevo poder, quiéranlo o no. Esta premonición se anticipa, en este papel de víctimas, en esta figuración de ángeles o “revolucionarios” consecuentes, frente a los demonios o “reaccionarios”, también “traidores”. En el fondo, todo esto son
juegos
de
poder.
Se
demanda
reconocimiento, sobre todo a sus papeles. Decimos la verdad, los otros mienten, de la misma manera que lo hacen lo voceros del gobierno populista, solo que desde distintas
posiciones.
Somos
los 128
“revolucionarios” consecuentes, los otros son
los
“traidores”,
“descolonizadores”
somos
los
consecuentes,
los
otros los continuadores de la colonialidad. No se trata, de ninguna manera, de quitar responsabilidades gubernamentales
a ni
a
los los
actos
personajes
patéticos que ocupan el gobierno, sino de no
limitar,
restringir,
empobrecer,
la
comprensión de lo que sucede; por lo tanto, de no limitar los alcances de las acciones y prácticas revolucionarias.
Ni hay ángeles peleando contra demonios, ni víctimas contra perversos monstruos, no
hay
“revolucionarios”
absolutos
peleando contra “traidores” absolutos; no es sostenible este esquematismo dualista. Se trata de luchas efectivas, concretas, de los pueblos, sociedades, comunidades, 129
incluso individuos, contra las formas de dominación
polimorfas,
contra
las
estructuras de poder recurrentes. Esta lucha,
para
desmantelar deconstruir
ser
efectiva,
el
Estado,
las
mallas
tiene tiene
que que
institucionales,
donde se sostienen las dominaciones, tiene que desvanecer las relaciones donde se tejen las estructuras de poder. La política más allá de la política es la que se construye en la perspectiva y práctica que está más allá del esquematismo dual amigo/enemigo.
130
Presente y pasado Valoraciones y juicios teĂłricopolĂticos
131
En el paradigma del tiempo, pasado, presente y futuro son los referentes de su linealidad continua. Lo único que se tiene a mano, por así decirlo, es el presente. El pasado ya no está y el futuro está porvenir. Sin embargo, en el presente se juzga el pasado y se estima el futuro. Este juzgar el en presente no es justo, no sólo porque
se
juzga
posterioridad,
sin
después,
en
atender
a
la las
circunstancias y condiciones completas del momento, sino porque los juicios se efectúan desde la experiencia acumulada y
contando
además
de
con
nueva
nuevas
información,
teorías.
Esto
es
importante tener en cuenta al momento no solo de juzgar sino de evaluar los eventos, sobre todo las acciones, tomadas en un momento del llamado pasado. También, tomar
en
cuenta
las
consideraciones
mencionadas, pueden servir de mucho 132
cuando evaluamos las acciones en el presente.
A pesar de los dogmáticos que abundan, hoy sabemos de las debilidades de las teorías bolcheviques; sin embargo, como dijimos, lo que sabemos ahora no estaba a
la
mano
de
los
bolcheviques
de
entonces. Ellos tomaron decisiones con lo que tenían, sus teorías heredadas, incluso formuladas, como las tesis orientales, además de la experiencia que tenían, hasta entonces. Lo valioso no está tanto en las teorías que emplearon, que son, mas bien, débiles, si las comparamos con las teorías en la actualidad, sino en las acciones que desencadenaron, que no solamente hicieron temblar al mundo sino lo transformaron. Lo valioso se encuentra en
la
voluntad
que
concentraron, 133
cohesionaron, templaron, y desplegaron, de una manera continua y constante. Es esto lo admirable. Independientemente de cómo se pondere la experiencia socialista real materializada. En contraste, se puede observar que la intelectualidad marxista crítica del presente tiene menor impacto y alcance
que
lo
que
tuvieron
los
bolcheviques de principios del siglo XX. No los bolcheviques del presente, que no son otra cosa que sacerdotes disfrazados de “revolucionarios”, bolcheviques, marxista
pretendidamente
sino
crítica,
la
que,
intelectualidad indudablemente
sabe mucho más, tiene una abundante información, cuenta con la comparación de las distintas teorías, no solo de las distintas corrientes marxistas, sino de otras teorías importantes, que, además, cuenta con la experiencia acumulada de las historias políticas hasta el momento. A 134
pesar de estas ventajas comparativas, no manifiestan la voluntad de transformación de los bolcheviques; por el contrario, han aquilatado sus acciones y prácticas a una especie de reformismo conformista, que se contenta con proponer decrecimiento en vez de crecimiento económico.
No decimos, de ninguna manera, que es más importante la acción, la voluntad, y no la teoría crítica, sino que apuntamos a la comprensión de la articulación de voluntades,
experiencias,
teorías,
organización, en las condiciones históricas de un momento dado, en un contexto concreto determinado. Podemos decir, a modo
de
interpretativa,
una
primera que
la
hipótesis voluntad
concentrada usó las teorías al alcance, independientemente que las considerasen 135
verdaderas,
incluso
científicas,
para
transformar el mundo. En cambio, parece que ahora, ocurre de otra manera; la teoría usa las voluntades para demostrar sus valideces. Amortiguando, con esto, la capacidad
y
la
transformaciones.
posibilidad
de
teorías
son
Las
indispensables para interpretar, explicar, comprender, las mecánicas y dinámicas de las fuerzas en los campos del mundo; mucho mejor si son críticas; pero, las teorías no dejan de ser lo que son, herramientas de lucha, en el caso de las necesarias
transformaciones.
No
paradigmas
autorreferentes,
finalidad
las
son
teorías
son cuya
mismas.
Lo
llamativo, y hasta grave, es ver que las teorías no solamente pretenden esto, su propia
autorreferencia,
sino
que
han
terminado, además de autocomplacientes, en conformistas con el estado de cosas del 136
mundo, salvo algunas modificaciones que habría
que
hacer,
para
salvar
la
democracia, para salvar la ecología, para mantener la justicia, para preservar los derechos. A esta teoría crítica le hace falta su crítica teórica.
El problema es que la llamada teoría crítica o, si se quiere, hablando en plural, las teorías críticas, es crítica respecto a otras teorías, crítica del mundo vigente, crítica de la modernidad, critica del marxismo ortodoxo, critica del socialismo real; sin embargo,
no
lleva
la
crítica
a
las
condiciones mismas de posibilidad de la teoría y de la crítica. No critica el tibio papel que cumple ahora, en las luchas del presente, contra el capitalismo vigente. Es menester responder a la pregunta: ¿Qué clase de crítica es ésta que no es capaz de 137
fortalecer las luchas de los pueblos y no es capaz de concentrar las voluntades, con capacidad transformadora? Tal parece que el término de crítica le queda grande.
Con
lo
que
revalorando
decimos
los
no
discursos
estamos
dogmáticos,
tampoco los discursos ortodoxos, de las nuevas iglesias marxistas, de ninguna manera.
Estos
discursos
son
más
desactivadores de la voluntad y de las capacidades de lucha que las teorías críticas. Son parte de las estructuras del poder; en el caso concreto, lo fueron del socialismo
real.
En
el
caso
de
su
persistencia anacrónica, lo son de las formas de poder vigente, al hacer el juego, como enemigo fantasma, de las formas de dominación del capitalismo vigente. Lo que decimos es que la crítica debe llevar 138
sus
consecuencias
radicalmente;
esto
ocurre cuando la teoría logra convertir su crítica en armas de lucha, logrando una comprensión lucida, que haga inteligible la composición
estructural
del
sistema-
mundo capitalista y sus maquinarias de poder. Cuando logra la concentración de las
voluntades
desencadenando
transformaciones
materiales
e
institucionales.
El otro problema es que las llamadas teorías críticas se han convertido en inventarios de las limitaciones de otras teorías, inclusive en inventarios de las formas de dominaciones múltiples, sin poder
convertir
a
las
teorías
en
herramientas potenciadoras de acciones. No lo hace porque tampoco se atreve ir más
lejos
en
las
explicaciones
e 139
interpretaciones
de
la
complejidad,
sinónimo de realidad.
El
tercer
problema
es
la
propia
intelectualidad crítica. No hablamos de la intelectualidad conservadora, cuyo apego a-crítico
a
rumiar
institucionalizadas,
como
teorías si
fueran
verdades consagradas, de un orden del mundo y de un mundo ordenado, que habría alcanzado su madurez lograda, los convierte en maestros de ceremonia y liturgias académicas. Hablamos entonces de esta intelectualidad crítica, que, en todo caso, esta desconforme con lo que ocurre,
con
consolidada
la
como
institucionalidad poder,
con
las
pretensiones de verdad de las teorías. Esta intelectualidad
es
autocomplaciente
consigo mismo; una especie de hedonismo 140
sobresale
en
sus
conductas,
comportamientos, exposiciones, escritos y escenarios donde se congratula de su radicalismo delimitado. Una competencia compulsiva
y
preocupada
entre
los
intelectuales críticos sobresale, sobre todo para mostrar mayor radicalidad teórica, mayor consecuencia, mayor apego a los y las condenadas de la tierra y a las causas nobles. No es que sea de por sí inocuo todo esto, sino que, lo que sorprende, que están más interesados en resaltar sus egos que desatar verdaderas tormentas anticapitalistas, incluso en el caso de que se
inmiscuyan
con
los
movimientos
sociales, los movimientos indígenas, los movimientos ecologistas, que si lo hacen algunos. Sin embargo, esta inserción en los movimientos sociales más sobresalta sus
egos,
consecuencia,
la
demostración que
tener
de
su
efectos 141
multiplicadores deberían
en
las
desbordar
luchas, las
que
fronteras
institucionales del poder.
Entonces, como una de las conclusiones, podemos decir que, hay que aprender de los bolcheviques, de la época heroica, no lo bolcheviques que eran, sino de cómo, obviamente
sin
copiar,
sino
comprendiendo la articulación explosiva, lograron
concentrar
desencadenar
las
las
voluntades
y
transformaciones
desplegadas, cambiando el mundo, desde entonces.
Otra de las conclusiones podría ser la siguiente: Cómo ser consecuentemente críticos,
cómo
plenamente,
realizar
la
desencadenando
crítica la 142
deconstrucción y el desmantelamiento de las relaciones de poder, desencadenando la liberación de la potencia social.
Una
tercera
conclusión,
es
dejar
nuevamente claro que las teorías son herramientas de lucha, en el caso de nuestras pretensiones de transformación del mundo, no verdades consagradas, no teorías autoreferidas.
Por lo tanto, la cuarta conclusión: las asociaciones,
composiciones,
alianzas,
organizaciones, que sustentan y usan las teorías,
no
pueden
ser
iglesias,
que
resguardan las sagradas escrituras. Esta actitud no solamente mata la crítica, por lo tanto,
anula
la
capacidad
de
transformación, sino es el claro ejemplo, 143
como
los
supuestos
“revolucionarios�
terminan castrados.
144
Perfiles del poder
145
Un gobierno etnocida
146
¿En
qué
se
gubernamental
basa para
el
imaginario
creerse
gobierno
popular, inclusive, la ironía,
gobierno
indígena? ¿En qué tiene un presidente indígena o, por lo menos, se parece? ¿En qué tiene una Constitución, donde están consagrados los derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios, a pesar que la Constitución haya sido puesta en vitrina, por un gobierno que ha optado por desmantelarla y vulnerarla, continuando el desarrollo
legislativo,
bajo
los
procedimientos y la lógica de la anterior Constitución liberal? ¿En qué cree en un imaginario montado sobre la propaganda “ideológica” de un gobierno populista, que, en la práctica, repite el método de las relaciones clientelares de dominación de todo el modelo político populista? Estas escenificaciones
solo
se
la
creen
los
llunk’us, los aduladores, los apologistas, y 147
esa “izquierda” internacional, que para lo único que sirve es para medrar detrás de las sombras de “gobiernos progresistas”, alimentando sus ilusiones anacrónicas de que
asiste
a
“revoluciones”.
“Revoluciones” que no son otra cosa que la comedia triste y gris de lo que fueron antaño, en el siglo XX, las revoluciones socialistas,
incluso
las
revoluciones
de
estos
inaugurales
nacionalistas,
populismos. Ahora, los llamados gobiernos progresistas no hacen otra cosa que investirse
con
las
aureolas
revoluciones,
creyendo
disfraz
unge
se
que
de
de
estas
con
este
su
efecto
transformador, cuando lo único que hace este disfraz es presentar a fantoches como líderes y caudillos de “revoluciones” que nacen muertas, pues la voluntad de estos caudillos,
de
los
apologistas
que
los
acompañan y los llunk’us infaltables, no es 148
de transformar nada, sino de ocupar el lugar de los derrocados, los gobiernos neoliberales.
Barnizando
gubernamentalidad extractivista
de
monetarista símbolos
llaman
“revolución
y
pluralistas,
indigenistas, semi-socialistas. farsa
esta
A esta
democrática
cultural”, en otro lugar llaman “revolución ciudadana”.
Este gobierno, el de Evo Morales Ayma y su clarividente jacobino, Alvaro García Linera, es un gobierno etnocida; es decir, anti-indígena. Lo ha sido, de manera evidente, no solo desde el conflicto del TIPNIS, cuando se ocupó un territorio indígena, reconocido por la Constitución, por las leyes, por un título otorgado, por el mismo
presidente,
de
territorio
comunitario, sino desde antes, cuando el 149
presidente
nato
del
Congreso
hizo
intervenir con el poder constituido al poder constituyente;
Congreso
declarado
constitucional, interviniendo y revisando – situación
insólita
aprobada
en
-
la
Oruro
Constitución,
por
el
poder
constituyente, la Asamblea Constituyente. El
último
jacobino
o
pretendido
bolchevique crepuscular, sacó la reforma agraria de la Constitución, salvando a sus amigos
terratenientes;
buscando,
además, aminorar los alcances de una Constitución
que
propone
el
Estado
Plurinacional Comunitario y Autonómico. Ahora
este
personaje,
digno
de
los
cuadernos de Nicolás Maquiavelo, apunta a hacer reformas de la Constitución, persiguiendo
el
desmantelamiento
completo; sacando todo aquello que es un
150
obstáculo
para
su
geopolítica
extractivista29.
Este gobierno, pretendido gobierno de los movimientos sociales, incluso gobierno indígena,
responde
o
es
la
nueva
singularidad política del mismo Estadonación,
restaurado,
ensanchado
y
pantomima,
que
consolidado,
relegitimado, es
la
por
tramoya
esta del
gobierno progresista. Su ilusión es el desarrollismo, como lo fue tanto de los nacionalistas, así como de los liberales y neoliberales, aunque tengan versiones distintas. Su materialidad estatal es la del Estado rentista, su política económica 29
Ver de Raúl Prada Alcoreza Miseria de la Geopolítica. Autodeterminación; La Paz 2014. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/miseria-dela-geopolitica/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.
151
sigue siendo monetarista, como lo fue la política económica de los neoliberales, aunque esté edulcorada por demagogia “antiimperialista”; y su modelo económico es extractivista colonial del capitalismo dependiente. Estas son las condiciones y características de posibilidad históricas de este gobierno. No se entiende en que se basan
los
que
pretenden
atribuirle
características progresistas, en el sentido de una transición, aunque sea tibia, hacia un
pos-capitalismo.
Esto
no
solo
es
engañarse, sino, además de no explicar nada, es desarmar a las capacidades de luchas de los pueblos. Esta gente, la que usa esta retórica inconsistente, son los nuevos conservadores, incluso los nuevos reaccionarios, las expresiones atiborradas de la contrarrevolución contemporánea.
152
Si
hay
gente
“marxista”,
que
se
incluso
autoproclama “bolchevique”,
sustrayendo estos nombres, usándolos para legitimar las acciones espantosas de estos “gobiernos progresistas”, no hay por qué tomarlos en serio. Son los impostores, que aparecen en toda revolución, sobre todo cuando éstas entran en decadencia. Tienen
una
concepción
deportiva
del
“marxismo” y del “bolchevismo”; creen que es cuestión de ponerse una camiseta y
defender
fanáticamente
al
equipo.
Cuando las revoluciones, que llegan al poder, y se dejan atrapar por las mallas y redes del poder, ingresando a un franco proceso contrarrevolucionario, esta gente es la que sustituye a los que lucharon, que son
desplazados,
púes
incomodan.
Cuando se escuchan sus argumentos de defensa del “gobierno progresista”, que se les antoja hasta de “revolucionario”, se 153
evidencia,
a
desconocimiento,
todas tanto
luces, del
su
marxismo
como del propio bolchevismo, salvo una noción de manual o, en el mejor de los casos, un inventario fragmentario de citas descontextuadas. Tienen, en la cabeza, como dice Federico García Lorca, de la guardia
civil
española,
una
vaga
astronomía de pistolas inconcretas, el cielo se les antoja, una vitrina de espuelas; tienen, por eso no lloran, de plomo las calaveras30.
30
Ver de Federico García Lorca Romance de la Guardia Civil Española; en Romancero gitano. Obras completas; tomo I. Bilbao 1975.
154
Itinerario
de
gubernamental
otro contra
atropello los
pueblos
indígenas
Recurrimos para tocar el tema álgido en cuestión, la represión al pueblo guaraní por parte del gobierno progresista, a lo difundido en Territorios en resistencia31.
El martes 18 de agosto, el gobierno del presidente indígena Evo Morales Ayma, dio la orden de intervenir violentamente el bloqueo
de
caminos,
efectuado
por
organizaciones indígenas guaraníes. Los pueblos indígenas exigen la consulta con consentimiento, previa, libre e informada,
31
Ver Indígenas piden ayuda para heridos y para Yateirenda, después de represión; en Territorios en Resistencia. http://www.territoriosenresistencia.org/.
155
como establece la Constitución, además de
los
convenios
Cuestionando
los
internacionales. cuatro
Decretos
Supremos, firmamos por el presidente. Decretos que habilitan la exploración y explotación petrolera e hidrocarburífera, inconsulta
e
inconstitucional,
en
sus
territorios, reconocidos como territorios de los
pueblos
y
naciones
indígenas
originarias por la Constitución. La policía no
solo
desbloqueó
la
carretera
internacional, que vincula Bolivia con Argentina, a la altura de Camiri; también asaltó, entro a saco, como quien dice, a la comunidad Yateirenda. Para tal efecto, usaron, nada más ni nada menos, media tonelada de gases químicos, en contra de mujeres, de niñas y niños, ancianos y ancianas; los persiguieron, hasta lograr golpearlos, incluso torturarlos, además de arrestarlos;
sin
cumplir
con
ningún 156
procedimiento momento,
legal.
veintisiete
Hay,
hasta
detenidos,
el dos
mujeres, además de cuatro menores de edad32.
Los
indígenas
heridos
de
gravedad,
internados en el Hospital Bajío, en zona la Cuchilla, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, de acuerdo a la lista escrita por el abogado del caso, son: Domingo Castedo, 70 años, Felipe Nicolás, 67 años, José S. Ávila, 50 años, Pablo Hurtado, 21 años. El diagnóstico es el siguiente: heridos de gravedad,
poli-contusos,
con
heridas
abiertas en la cabeza o en el cuerpo, con riesgo de perder órganos o miembros. Necesitan urgentemente medicamentos y
32
Ibídem.
157
dinero
para
pagar
intervenciones
quirúrgicas33.
El testimonio del guaraní llamado Gonzalo, pide ayuda para reconstruir Yateirenda, pide alimentos para indígenas reprimidos y para los heridos; damnificados por la represión pedimos
sañuda que
comunidad
del
lleven
gobierno: la
Yateirenda.
ayuda No
"les a
solo
la es
comunidad Yateirenda; ahí están reunidos todos los indígenas, que son parte del sur, del
este,
del
norte.
Hay
guaraníes,
guarayos, chiquitanos, weenhayek. Todos los que estamos, todos los que somos. Ahora no tenemos con qué comprar, ni con qué comer, ni dónde dormir, ni ropa. Esa es nuestra situación lamentable;”34.
33 34
Ibídem. Ibídem.
158
Otro testimonio dice: “En Yateirenda nos hemos organizado para hacer bloqueo esporádico. Nos entendían los chóferes, nos entendían los pasajeros; ellos nos apoyaban. Nos decían ‘es justo’, ‘les apoyamos’ (…) Por último, llegaron los policías; nos han masacrado, nos han hecho más que en la guerra. En la guerra, por lo menos, se tiene bandera blanca, se cuenta con la Cruz Roja, también con informaciones. Que se puede llevar y dar a conocer; pero, a nosotros se nos ha negado totalmente
estos
derechos.
abandonados.
Con
Estamos el
gas
disparado contra nosotros, han espantado todo; ya no hay qué comer. Ahorita, ni agua; no hay víveres, entraron a saquear las viviendas. Y por último, nuestras autoridades, orgánicamente constituidos, 159
están perseguidas; se han declarado en clandestinidad. Nosotros, los comunarios, estamos aquí en pie de lucha. Estamos cerca de los que están detenidos. La única que
nos
está
apoyando,
de
manera
voluntaria, de todo corazón, por ese patriotismo, de vivir de manera digna, es la
UAGRAM,
Universidad
Autónoma
Gabriel René Moreno”35.
“Hemos escuchado en diferentes medios, que
están
pedimos
que
Yateirenda”. quedado
recolectando lleven
víveres; a
“Realmente
sorprendidos
por
les
comunidad nos
hemos
este
acto
inhumano. De verdad este gobierno se ha disfrazado, igual que en 1952; nos decían “tierra para todos”. ¿Y cómo ha salido ese gobierno del 52? Ahora, este gobierno del 35
Ibídem.
160
2005, no sabemos cómo va a salir, pero estamos muy indignados”36.
Se nota el dramatismo de la situación, expresada
por
los
testimonios;
la
intensidad de la represión; la violencia descomunal desatada contra los pueblos indígenas.
Todo
gobierno,
por
extractivista
esto,
de
defender
colonial
parte su
del
del
modelo
capitalismo
dependiente. Como en otras épocas, se comprueba, una vez más, ahora, en las condiciones histórico-políticas del neopopulismo, subalternos,
que son
los los
Estado-nación dispositivos
administrativos de la transferencia de los
36
Ver Indígenas piden ayuda para heridos y para Yateirenda, después de represión; en Territorios en Resistencia. http://www.territoriosenresistencia.org/.
161
recursos naturales de las periferias a los centros del sistema-mundo capitalista. Forman parte del sistema-mundo, del orden mundial de dominaciones, aunque sus roles se desenvuelvan en márgenes de maniobra permitidos y delimitados. Si bien, estos márgenes de maniobra les permiten distinguirse, en su singularidad, por ejemplo, un gobierno progresista de un gobierno neoliberal, de todas maneras, ambos gobiernos, cumplen sus roles, distinguidos en sus discursos y retóricas, en
los
márgenes
permitidos
por
la
geopolítica del sistema-mundo capitalista. Estos roles son los relacionados a la división del trabajo internacional y a la jerarquía diferenciada de las economías; unas
economías
corresponden
a
los
centros móviles, que pueden desplazarse, donde ya participan las llamadas potencias industriales emergentes, otras economías 162
corresponden a la subalternidad de las economías extractivistas de las periferias.
¿Por qué se ataca con tanta vehemencia a los pueblos indígenas? ¿Qué son estos pueblos en el imaginario gubernamental? Según la idea obsecuente que tiene el vicepresidente, se trata de organizaciones manipuladas por ONGs, que están en contra del “desarrollo”, que por lo que hacen, están al servicio de intereses foráneos, utilizando a los indígenas para sus propios fines. Este discurso, en su formato, se parece, en mucho, a todo discurso “desarrollista”, que encuentra en los pueblos indígenas el obstáculo para el “desarrollo”. Por otra parte, parece el formato
de
neoliberales,
gobiernos incluso
de
liberales
y
gobiernos
de 163
facto,
que
detrás
de
encuentran
conspiradores
reivindicaciones
sociales,
colectivas, indígenas. Esta descalificación implícita de los pueblos indígenas, quienes son
considerados
como
infantes,
susceptibles de manipulación, que no piensan con cabeza propia, habla de por sí de la gente que emite esta clase de discursos. Para esta tesis peregrina el mundo se divide entre líderes buenos y conspiradores malos; en el medio están los que tienen que ser dirigidos, pues se supone, que ellos mismos no pueden dirigirse ni autogobernarse, o también, los que
son
sujetos
de
toda
clase
de
manipulación. Esta elemental concepción del mundo es la que sirve de sustento a la argumentación gubernamental. Como se puede ver, no es gran cosa este silogismo barato; no se hace esfuerzo por mejorar la argumentación; por hacerla más creíble. 164
Se confía en la confianza que tiene el pueblo a sus líderes. Esto basta; cualquier cosa que se diga por ellos va a ser aceptada por el pueblo. También, como se ve, se tiene una imagen disminuida del pueblo. Es la víctima, atendida por el caudillo, por el gobierno, por el intelectual orgánico de este populismo tardío. Se olvidaron que es este pueblo el que se ha levantado,
se
insurreccionado, movilización
ha
revelado, manteniendo
se
ha una
prologada por seis años,
llevándolos a estos engreídos personajes al poder. Que puede ser este mismo pueblo, que, si bien confió en ellos, el que se canse y vuelva a buscar otras rutas, otras
formas,
de
transiciones
emancipadoras.
165
En relación a la pregunta que hicimos, vamos
a
proponer
una
hipótesis
interpretativa, que vaya al núcleo del asunto. La movilización prolongada del 2005 al 2006 fue, en el fondo, un levantamiento indígena, inaugurando el nuevo milenio. Lo
decimos
sobre
todo
por
su
eje
descolonizador, por la participación de los pueblos
indígenas,
no
solo
en
las
condiciones de autodefinición étnica, por así decirlo, sino en su condición de migrantes urbanos y transformaciones sociales
y
subjetivas
campesinas.
La
Constitución, que establece la estructura política
del
Estado
Comunitario
y
Constitución
que
Plurinacional
Autonómico, se
sustenta
es en
una la
procedencia matricial indígena. Si bien, también se puede hablar del eje nacional166
popular, recogido de las tradiciones de luchas del pueblo boliviano, así como del eje socialista, aunque mencionado con menor intensidad, se puede decir que en la articulación de los tres ejes, el eje descolonizador,
el
eje
de
las
luchas
indígenas, hace significación crucial de la interpretación
de
la
movilización
prolongada.
Entonces el gran problema que tiene el gobierno populista es este núcleo del acontecimiento prolongada,
de
la
denominada
movilización “proceso
de
cambio”. El gobierno populista, aunque lo haga de manera demagógica, aunque sea una
impostura
y
usurpación,
una
hipostasis, tiene que presentarse como gobierno
indígena.
Cuando
las 167
contradicciones estallan, como en el caso del conflicto del TIPNIS, como ahora, enfrentándose a los pueblos guaraníes y a los pueblos indígenas de tierras bajas, el gobierno se ve en dificultades en explicar estos contrastes evidenciados. A pesar de los esfuerzos que hace por hacerlo, por darle un barniz “teórico”, como cuando presentó
su
explicación
en
el
libro
Geopolítica de la Amazonia37, queda sin saldar
la
deuda;
sus
explicaciones
terminan siendo fofas, insostenibles, y, lo peor, pobres en fuentes, en investigación, desconociendo papablemente de lo que habla.
37
Ver de Alvaro García Linera Geopolítica de la Amazonia. Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. http://www.vicepresidencia.gob.bo/IMG/pdf/geopolitica_de_l a_amazonia.pdf.
168
Es que no se puede suplir una explicación necesaria, construida por conocimientos, basados en la experiencia social, en la memoria
social,
sobre
todo
en
investigaciones hechas, analizando las condiciones y las características de las estructuras
y
relaciones
sociales
en
cuestión, por un forzado y artificial armado de argumentos montados, como en un rompecabezas. Por lo tanto, inconscientemente, usando el concepto metafóricamente, para ilustrar, el imaginario gubernamental, tiene ante sí, en la presencia, demanda y exigencia de los pueblos indígenas, la marca, la huella, ineludible de a lo que falta, de a lo que no cumple, de lo que lo señala como impostor. En consecuencia, la relación con los pueblos indígenas, que, en principio, fue
de
cita,
mencionándolos
como 169
protagonistas del “proceso de cambio”, se fue
tornando,
contradictoria,
poco hasta
a
poco,
en
convertirse
en
antagónica. Cuando esto ocurre, no puede el
gobierno
actuar
sino
de
manera
represiva y violenta, como lo hace, quiere borrar de sus recuerdos la memoria de su culpa con los pueblos indígenas; la única manera de poder hacerlo es borrándolos del mapa.
170
A la sombra del caudillo
171
Hay que buscar en el entramado de tejidos de
los
acontecimientos
los
nudos
referenciales, que pueden servirnos de lugares, en la representación o en las formas de expresión, que nos hagamos de ellos,
para
construir
interpretaciones
adecuadas de lo que ocurre. No hay que partir de explicaciones dadas o, si se quiere, de modelos elaborados, por más adecuados que parezcan, para abordar los sucesos,
los
eventos
y
los
acontecimientos. Para decirlo, de algún modo, cada complejidad singular - que obviamente no es una estructura estática, que se repite, sino una complejidad en movimiento, cuyas estructuras también se mueven,
incluso
las
estructuras
se
transforman - exige, si se quiere, una interpretación también singular.
172
Esta
perspectiva
teórica,
incluso
metodológica, la de la complejidad, está, pues, en contra de las generalizaciones, por un lado, y de la universalización, por otro lado. Lo que no quiere decir que no se tenga que aceptar analogías, repeticiones, regularidades y diferencias, en lo que respecta
a
lo
que
podemos
llamar
configuraciones de la complejidad. Si habría alguna universalidad, entendida de otra manera, ésta relativa a las analogías, tendríamos que buscarla aquí; en esta configuración de la complejidad. No en estructura subyacentes, mucho menos en esencias, en sustancias, en causas condicionantes o determinantes. Se trata de una universalidad, para seguir usando el término heredado, pero, no
de
una
sustancialista, estructuralista,
manera
esencialista,
causalista, sino
de
una
incluso manera 173
compleja, en relación a las configuraciones dinámicas de los acontecimientos.
Sin
embargo, hay que anotarlo, también aquí, se trata de configuraciones singulares, en el acto mismo de singularización de los acontecimientos.
Las
analogías
son
importantes en el análisis comparativo, si se quiere, pero, siempre contextuadas en su aparición singular.
Este enunciado, de la complejidad, es distinto al enunciado dialéctico de la universalidad
particular
y
de
la
particularidad universal, que significa la determinación de lo universal por lo particular, por un lado; y la realización, si se quiere, la objetivación, en sentido hegeliano, de lo particular, es decir, la contención de lo universal en lo particular. No
se
trata
del
movimiento
de
las 174
contradicciones y su superación en la síntesis conceptual, como lo que ocurre en el pensamiento dialectico.
Sino de la
comprensión integral de la complejidad en la configuración de sus articulaciones, composiciones,
combinaciones
e
integraciones dinámicas. El pensamiento complejo
no
conceptual
persigue de
las
la
superación
contradicciones;
primero, porque no es un problema teórico o conceptual este de la complejidad, sino una problemática de las composiciones de las fuerzas en juego, incluyendo al mismo pensamiento complejo, que forma parte de este juego de fuerzas. No es externo al mismo. No se coloca en una exterioridad, desde donde hay que conocer el objeto de estudio;
tampoco
se
coloca
en
una
inmanencia, en la interioridad de las relaciones de las contradicciones, desde donde
hay
que
develar
la
teleología 175
inherente. Sino que es una fuerza más, por así decirlo, en este juego de fuerzas, que hacen al acontecimiento.
Entonces, dicho de manera simple, el pensamiento
complejo
participa
del
acontecimiento. En la medida que esto ocurre, que participa, el acontecimiento produce el pensamiento complejo, por así decirlo, lo inventa; al mismo tiempo, el pensamiento
complejo
alumbra
el
acontecimiento, lo hace inteligible; por lo tanto, de alguna manera, lo inventa. En este sentido, el pensamiento complejo no es teórico; está más acá y más allá de la teoría; forma parte de la actividad de las fuerzas
en
juego.
El
pensamiento
complejo es acción.
176
Ciertamente, hay teorías de la complejidad que siguen reclamándose teóricas; siguen asumiendo este rol. Con esto, reducen el pensamiento complejo, otra vez, a un pensamiento
teórico;
convierten
a
la
complejidad en un problema teórico, que requiere soluciones teóricas. Como, por ejemplo, teorías complejas para abordar la complejidad. Esta posición de las teorías de la complejidad no habría abandonado el horizonte
epistemológico
de
la
modernidad, en el que se plantearon problemas teóricos, reduciendo el mundo en contante devenir al mundo de las representaciones, por más “complejas”, esmeradas y minuciosas que sean estas representaciones,
estas
teorías,
estas
explicaciones e interpretaciones.
177
Para el pensamiento complejo, integrado a la percepción, a la experiencia y a la memoria social, por lo tanto, a la memoria sensible,
la
complejidad
problema
teórico;
complejo
en
su
es
no
es
un
un
problema
misma
compleja
manifestación integral, en los distintos planos
y
espesores
de
intensidad
articulados. En su buena época, antes de institucionalizarse, políticamente,
sino
institucionaliza
no
solamente
antes,
como
cuando
teoría,
se
como
filosofía, incluso como epistemología, el marxismo decía que el problema de la verdad
es
un
problema
práctico,
no
teórico. Sin embargo, a pesar de este enunciado, que podemos considerar como un acierto, la complejidad no puede ser abarcada con este desplazamiento de la teoría, o de la filosofía, a la práctica. La complejidad
no
solamente
supone 178
prácticas, sino vivencias, formas de vida, ciclos
vitales,
en
su
integralidad.
La
complejidad es un problema de vida; no solamente, obviamente, en el sentido de sobrevivencia, que ya sería mucho, sino en el sentido de lo que hace la vida para vivir, en sus múltiples y plurales formas, ciclos, en distintas escalas.
El pensamiento complejo, entonces, solo podría reclamarse de complejo, si forma parte de estos procedimientos de la vida para vivir. Reducirlo a sistema teórico, que resuelve teóricamente los problemas de la complejidad, creando complejidad teórica, no es más que continuar en la ruta de la filosofía y de las teorías, que amplían sus complejidades, sin haber salido de la esfera de las representaciones. No es este el camino, para decirlo metafóricamente, 179
del pensamiento complejo. Sino el de su participación en la misma complejidad del acontecimiento, no solamente, desde ya, teóricamente,
sino
como
fuerza
interviniente. Esto no significa reducir las fuerzas a la concepción oscura de fuerzas de poder o fuerzas políticas; sino también, comprender las fuerzas como fenómenos y relaciones integrales. Para decirlo de un modo sencillo; solo la vida puede conocer la vida, no es la teoría la que puede hacerlo, salvo cuando cree que lo hace. La teoría es un fantasma de la vida. En otras palabras, solo viviendo se puede conocer la vida.
Esta
perspectiva,
la
del
pensamiento
complejo, no disminuye el papel de la teoría; al contrario, la potencia, la libera de sus ataduras o, si se quiere, de sus 180
imaginarios fantasmáticos. La vincula con las fuerzas que la hacen posible, las fuerzas vitales de los cuerpos. Pero, como se ve, no se trata de una teoría separada, que forma su propio campo, sino de una teoría integrada a la percepción, al cuerpo, a la experiencia y a la memoria social.
En otro escrito38 dijimos que estamos ante bricolajes,
ante
entrelazamientos
barrocos, que salen del plano del cuadro o del discurso, y se expresan usando no solamente figuras y signos sino usando materialidades. Hablamos de dispositivos complejos
de
expresión.
Ahora
bien,
también dijimos que no es que no ocurra esto con las teorías y discursos conocidos, solo que no son conscientes, usando el 38
Ver de Raúl Prada Alcoreza Episteme compleja. Dinámicas moleculares. La Paz 20014-15.
181
término metafóricamente, de que esto ocurra; o creen en la neutralidad de la ciencia o creen en la capacidad de la razón. Sin embargo, para que digan lo que dicen, para que expliquen como explican, para elaborar y difundir sus conocimientos, en las formaciones discursivas en que se expresan, requieren de materialidades institucionales, de controles de espacios y de cuerpos, de los recursos de acciones estratégicas. La diferencia radica en que estas materialidades institucionales son las del poder, son las instituciones que reducen y delimitan la acción teórica, las que le hacen considerarse como separada de esta mallas institucionales, como si hubiera
una
capacidad
teórica,
una
capacidad racional, independiente de las instituciones, de donde emergen estas teorías.
Las
separaron,
teorías
modernas
efectivamente
de
no
se las 182
instituciones, salvo imaginariamente, por lo
tanto,
no
se
separaron
de
las
cartografías de poder y los diagramas de fuerzas, que conformaron estas mallas institucionales.
Una consecuencia de lo que decimos es la siguiente: No se logra nada con los famosos formas
cambios de
de
paradigmas,
pensamiento,
epistemológicas;
solo
de
de
rupturas
cambiarían
las
formaciones discursivas. Se producirían desplazamientos, hasta rupturas, en las formaciones
discursivas.
Pero,
en
la
medida que se mantienen los perfiles de las mallas institucionales, por lo tanto, sus cartografías de poder y diagramas de fuerzas, incluso suponiendo márgenes de maniobra, modificaciones
y,
en
consecuencia,
institucionales,
lo
que 183
perduraría, continuando su ruta, es este pensamiento
abstracto
separado
del
cuerpo y de la vida.
Ingresar a una relación efectiva, como actividad pensante compleja, es salir de estas mallas institucionales, que capturan fuerzas y las aprisionan en la reproducción del poder.
Potenciar el pensamiento, la
comprensión y el conocimiento, requiere liberar la potencia social, por lo tanto, en el contexto, la potencia de la vida. Esto implica
abordar
conformaciones
institucionales, que en vez de capturar y aprisionar, liberen fuerzas; en vez de inhibir, potencien fuerzas. Un ingreso pleno al pensamiento complejo implica entonces la conformación de mundos institucionales
dinámicos,
flexibles
dúctiles,
y
liberadores, capaces
de 184
composiciones
y
recomposiciones,
combinaciones
y
de
de
recombinaciones,
variadas y en mutación, dependiendo de los
problemas
y
las
problemáticas
afrontadas.
En esta perspectiva, que ciertamente tiene más consecuencias, queremos abordar la interpretación de una singularidad política y social, la que se da en Bolivia, en la coyuntura y el periodo, con el perfil de forma carismática de convocatoria. La misma
que
sostiene
gubernamentalidad
las que
formas
de
hemos
denominado populistas.
185
Preguntas iniciales
¿Por qué la fuerza política coyuntural y del periodo radica, como en otros periodos, con
sus
propias
singularidades
características, en el símbolo del caudillo? ¿Por qué el cuerpo simbólico del caudillo hace de centro, que absorbe toda la fuerza del campo social de los movimientos sociales, incluso de su propio movimiento político o partido, además de su entorno palaciego? Entonces, si bien explica, esta pregunta,
usada
como
hipótesis
provisional, el que el campo social de las organizaciones sociales, el entorno de su partido, el entorno palaciego, existan y se reproduzcan a la sombra del caudillo, no podrían existir sin él, por lo menos, en la condición
de
poder,
en
la
que
se
encuentran, la otra pregunta pendiente 186
es: ¿Por qué se dan estas formaciones políticas
carismáticas,
con
un
centro
gravitante absoluto, y campos y entornos totalmente
dependientes
del
símbolo
irradiante del caudillo?
No
pretendemos
responder
estas
preguntas, de por sí difíciles, que solo podrían empezar a responderse, en el sentido de abordar la complejidad desde el pensamiento
complejo,
con
investigaciones en profundidad. Lo que pretendemos hacer es sugerir hipótesis interpretativas prospectivas, que ayuden a armar estas investigaciones.
187
Hipótesis prospectivas interpretativas
1. La
descripción
del
perfil
de
esta
formación política singular, con un centro simbólico absorbente, además de
absoluto,
vaciados
de
y
campos,
entornos,
contenidos,
fuerza,
vitalidad y autenticidad, vamos a usarla como
entramado
sintomático,
que
muestra las peculiaridades de una formación social institucional; no de la formación social en su amplitud, como lo que se entendía como formación social-económica, capturada
por
sino
de las
aquélla mallas
institucionales. 2. En el sentido anterior, el de una sintomatología,
podemos
conjeturar
que este perfil político muestra una 188
formación social institucionalizada, que construye su cohesión social sobre el imaginario mesiánico del patriarca. La sociedad institucionalizada se asume como dependiente del gran dador, del padre
que
da,
que
cubre,
el
misericordioso.
3. Estamos entonces en una sociedad institucionalizada, que se edifica sobre el
eje
primordial
de
la
relación
imaginaria del gran padre con los hijos. Pueden los discursos ideológicos y políticos interpretar de otra manera; pero, lo que hacen es desplegar capas discursivas
modernas
sobre
un
imaginario matricial del que no han salido,
sino
lo
repiten
con
otros
discursos y guiones.
189
4. No se crea que este perfil político carismático
solo
ocurre
con
los
populismos, los conservadurismos, los liberalismo y neoliberalismos, también lo reproducen, a su manera; cada quien tiene
sus
propios
caudillos.
La
diferencia radica en que los populismos llevan el perfil político carismático lejos, no es un caudillo más, sino el gran caudillo, el gran padre esperado, como un mesías, que viene a redimir a los pobres y desamparados. La fuerza política populista es pues mayor. Los conservadores, neoliberales,
los se
liberales desgarran
y las
vestiduras por eso, mas bien, por celos, que por lo que dicen, por la defensa de la institucionalidad.
190
5. Sin embargo, el problema no es, aquí, en este caso, quién es más y quien es menos, en la conformación de este perfil carismático, sino explicarse por qué se da, cómo funciona, cuál es la mecánica de las fuerzas. La ventaja del caso populista es que se da en la intensidad y en el alcance que arrastra a casi la totalidad de un pueblo. Por eso,
vale
la
pena
estudiar
este
fenómeno, de esta formación política carismática, en los acontecimientos populistas. 6. Siguiendo
con
la
secuencia
de
hipótesis, podemos decir que, a pesar de la apariencia de modernidad - que parece que no solamente se da en las modernidades periféricas, sino también en las modernidades centrales, por lo tanto, también en las modernidades 191
centrales
emergentes,
convirtiendo
entonces la modernidad más en una cascara o en una máscara de las dominaciones
polimorfas
efectivas,
dadas en el orden mundial -, lo que parece perdurar, cambiando de formas, es la matriz de relaciones de poder fundantes de toda una genealogía de poder.
Vale
decir,
esta
encuentra
en
las
monoteístas,
que
narrativas
matriz
se
religiones
son
las
simbólicas
grandes
de
este
imaginario patriarcal.
7. La modernidad, en clave heterogénea, no
ha
salido
religioso,
nunca
donde
se
del ha
horizonte fundado
y
constituido; sino que lo ha consolidado, reproducido,
continuado,
dándole
múltiples formas, incluso en las formas 192
más
pretendidamente
implícitamente
laicas,
ateas,
incluso
explícitamente ateas. La modernidad ha convertido al mesías en el Estadonación, dándole un cariz institucional en los regímenes liberales, dándole un cariz más barroco en los regímenes populistas, otorgándole un cariz más religioso
en
los
regímenes
conservadores. 8. No se trata de ninguna enfermedad, como concebía, en toda su simpleza peregrina, Alcides Arguedas39, y los pensadores contemporáneos,
neoliberales que
piensan,
prácticamente lo mismo, desde sus proposiciones
moralistas
y
racionalistas, que no dejan, tampoco de
39
Ver de Alcides Arguedas Pueblo enfermo.
193
ser religiosas, por más laicos que se crean. Tampoco se trata de los males del subdesarrollo, del atraso o de alguna
condena
que
impide
el
progreso, como creen los teóricos e intérpretes economicistas. No es pues la trama de un drama preformado. Estamos ante singularidades, en toda su variedad plural, que se manifiestan de distintas formas en el mundo, en todas
las
formaciones
sociales
institucionalizadas. Solo que este perfil configurativo adquiere
como
político un
carismático
perfil
propio
y
desbordante en formaciones sociales institucionalizadas; cuya modernidad heterogénea,
modernidad
barroca,
hace se substrato civilizatorio y cultural universalizado. Perfil de la formación política
carismática
manifestado
y
realizado en la multiplicad de formas 194
singulares;
de
institucional,
en
manera unos
mĂĄs
casos,
de
manera, mĂĄs bien, barroca, en otros casos, de una manera mĂĄs religiosa, en un tercer grupo de casos.
9. En este sentido y en esta perspectiva, podemos
decir
que
aparece
esa
universalidad, de la que hablamos, universalidad de las configuraciones singulares.
Esta
universalidad
singular es la de la matriz fundacional del poder patriarcal, dado en distintas formas, maneras, combinando variadas formaciones discursivas con diferentes mallas
institucionales,
en
distintos
contextos, periodos y ĂŠpocas. 10.
Lo que hemos dicho no es algo
distinto a lo que ya adelantaron las 195
teóricas del feminismo radical, del feminismo decolonial, sobre todo las teorías queer, que no se consideran feministas, sino en transiciones. La diferencia
radica
en
que
esta
interpretación, rica histórica, política, culturalmente,
la
desplazamos
a
contextos de constelaciones de los planos de intensidad y espesores de intensidad de la complejidad, que es sinónimo de realidad.
196
Boceto de interpretación
La descripción es de por sí sugerente. Estamos ante un partido o movimiento o lo que se llame - eso no importa, por el momento definir -, que no tiene vida propia, depende de los hálitos, por así decirlo, del caudillo. Las organizaciones sociales, que dejaron de ser movimientos sociales, responden al caudillo y no las bases, incluso si se considera que las bases tiene simpatía por el caudillo. El gabinete, más que hacer su tarea, salvo el Ministerio
de
Economía
y
Finanzas
Públicas, que cumple al detalle con la política
monetarista,
que
paradójicamente, se articula y se lleva a cabo como ningún gobierno neoliberal lo pudo hacer. El vicepresidente, que se reclama de intelectual, dedica su “talento” 197
a justificar al caudillo en todo lo que hace, incluso cuando no parece que lo que hace sea justificable. La mayoría del Congreso, que está en manos del partido gobernante, sirve de encubridor de todo, manipulador de leyes, interpretador oficioso, sin mucho criterio, de la Constitución, sobre todo cuando no hay que cumplirla. El Órgano judicial se ha convertido en un dispositivo de uso recurrente por parte del ejecutivo; lo mismo pasa con el Órgano electoral, que no solamente encubre las decisiones nodemocráticas del gobierno, además de inconstitucionales, sino que prepara el terreno para hacerlo. Los medios de comunicación de masa, tanto oficiales como privados, que, en su mayoría, son controlados
por
el
gobierno,
salvo
contadas y honradas excepciones, o se dedican a la propaganda y publicidad descomunal de lo que hace el gobierno, 198
publicitando incluso obras fantasmas o inconclusas, como las relativas a las flamantes empresas públicas, sin hablar de las empresas públicas heredadas desde la revolución de 1952, que son las únicas que funcionan. Parte de la opinión popular, aunque se encuentre sorprendida por el decurso del “proceso de cambio”, aunque se encuentre hasta desencantada, persiste en justificar al “jefe” o en construir interpretaciones matizadas. Incluyendo a la llamada “oposición” en este baile, se puede observar que esta “oposición” se restringe a la denuncia de la corrupción, que de todas maneras, tiene una larga historia,
incluyendo
a
los
gobiernos
neoliberales, liberales, conservadores y nacionalistas.
Aunque,
si
se
puede
constatar la extensión alarmante que se ha dado en este gobierno, extensiones constatadas y parecidas, aunque de menor 199
alcance,
en
anteriores
gobiernos
populistas, incluso en un partido que se reclamaba de “izquierda” y pactó con el asesino de militantes de “izquierda”. Esta “oposición” también es una órbita más alrededor del caudillo.
El
cuadro
es
asombroso;
empero,
elocuente. La composición de la militancia oficialista no puede ser sino descrita como patética. No solo por el ingreso masivo de contingentes oportunistas, después de las elecciones del 2002, mucho más en el caso de las elecciones del 2005 en adelante, sino por la incorporación de fragmentos de estratos de militantes considerados de “derecha”. Exagerando un poco, pero, de una manera ilustrativa, se puede decir, que el único que tiene formación en ese partido es el vicepresidente, quien se 200
considera
bolchevique.
Dejemos
la
pregunta necesaria de ¿cómo puede haber un
bolchevique
sin
un
partido
bolchevique? Esto estaría en contra de la propia teoría del partido bolchevique. Lo que interesa, ahora, es hacer notar esta solitaria presencia “ideológica”. En otras palabras, el centro gravitante del poder, que en términos efectivos, es el cuerpo simbólico del caudillo, se lo traga todo, absorbe toda la energía, quedando sus entornos, desde los próximos, hasta los más lejanos, sin energía, sin fuerza, como opacas
murmuraciones
moviéndose
apenas en las sombras.
Se entiende pues que si desapareciera el caudillo,
incluso
momentáneamente,
si
se
estos
retirara entornos
desaparecerían, sobre todo el partido y el 201
entorno palaciego. Esta es pues la razón de la desesperación por mantener al caudillo como candidato. No vamos a entrar
en
la
discusión,
de
por
sí
restringida, de si es o no legítimo, incluso legal, de que lo haga, de que se vuelva a postular. La Constitución, modificada por el Congreso, es clara al respecto; no hay más que dos mandatos seguidos en la presidencia o para la postulación a la candidatura presidencial; para modificar esta cláusula constitucional se debe llamar a un referéndum. Sin embargo, haciendo caso omiso a esta cláusula, el Congreso habilitó al presidente para la anteriores elecciones, con una interpretación que no convenció a nadie, salvo a la masa de llunk’us en crecimiento. Ahora, si bien no se interpreta de la misma manera, se habla de “re-postulación” y de preguntar al soberano, es decir, al pueblo, sobre esta 202
alternativa,
que
implica
reforma
constitucional. La llamada “oposición” se opone a que esto se haga; empero, el procedimiento está contemplado en la misma Constitución, que obviamente no acta el gobierno, salvo cuando le conviene. La pregunta es: ¿Qué gana la “oposición” en elecciones donde no se encontrará, hipotéticamente, el caudillo, incluso en el caso, hipotético, de que ganará esas elecciones? ¿Habría vencido al caudillo? No. Habría vencido a un partido que no es partido, peor aún, que no es nada sin el caudillo. No ha llegado a vencer al caudillo, sino a un espacio de entornos sin el caudillo, por lo tanto, a un espacio de entornos que no tiene vitalidad, que no es el poder que teme la llamada “oposición”. No se entiende, porque una “oposición”, que
dice
denuncias
tener y
en
tanta sus
razón
en
sus
reclamos
de 203
institucionalidad, no se atreve a vencer al caudillo, con todos sus entornos, en su propio terreno. Hipotéticamente, si esto ocurriese, sería efectiva la derrota del caudillo; la muerte política del caudillo. Ganar, hipotéticamente, en elecciones sin el caudillo, no es vencerlo, sino mantener el
mito
incólume.
Nuevamente
comprobamos que la “oposición” no es más que una órbita alrededor del caudillo.
El tema es, entonces, comprender, en qué se basa esta fuerza, que parece absoluta, del
caudillo.
hablamos,
En en
primer este
lugar,
como
caso,
de
representaciones políticas, del mundo de las
representaciones
en
el
discurso
político, incluso en el discurso “ideológico”, la
fuerza
absoluta
del
caudillo
es
imaginaria, tanto para unos como para 204
otros. La fuerza descomunal del caudillo es imaginaria. Esto no quiere decir que el perfil de la formación política carismática sea
ficticia.
De
ninguna
manera.
La
estructura de esta formación es real, se edifica en la física de las fuerzas en juego. Esta
física
de
condicionada campos
fuerzas
por
sociales,
políticas
está
campos
políticos
que
encuentran
se
y
dibujados, por así decirlo, por habitus, prácticas
y
relaciones,
que
vienen
conformadas por estrategias de poder y dominación cuyo eje principal o, si se quiere, matricial, es el de la dependencia acrítica, subordinada, a la jerarquía, sobre todo a la jerarquía del gran padre.
Aunque en la modernidad, con clave heterogénea,
hayan
aparecido
otras
estrategias de poder, como las estrategias 205
disciplinarias, las estrategias del control y las estrategias de la simulación, además de las estrategias de guerra en la filigrana de la paz, esta estrategia patriarcal hace de operador de fondo del conjunto de las otras estrategias de poder. El alcance o, mejor
dicho,
la
singularidad
de
la
formación política carismática, incluso de los otros perfiles de formaciones políticas, va a depender del peso de la irradiación patriarcal, de la abertura que se le dé explícitamente a esta estrategia de poder antigua
heredada.
En
formaciones
políticas barrocas, como en el caso de las gubernamentalidades populistas, se suele dejar abierto el camino para la circulación más franca de esta estrategia de poder antigua.
Dando
combinaciones
lugar
con
esto
a
y
composiciones
asombrosas, desde la perspectiva del bricolaje. 206
En el caso boliviano, parece darse esta abertura a la circulación de la estrategia patriarcal, no solamente en los regímenes populistas, sino también en los otros regímenes, neoliberales;
conservadores, aunque
sus
liberales, impactos
políticos, en estos últimos casos, sean menores.
Estamos,
entonces,
no
solamente ante una estructura patriarcal de poder, como en todo Estado-nación, como en todas las mallas institucionales de los estados modernos, con todas las variedades de los casos, diferencias y particularidades, sino ante el desborde del mito del caudillo, de la narrativa patriarcal, significada por el imaginario mesiánico, en la configuración de la singularidad de la formación política. Se puede decir que el populismo no es otra cosa que el retorno 207
barroco
a
esta
forma
primordial
de
dominación. Forma que es usada tanto para modificar correlaciones de fuerza, otorgando
cambios
sociales
nacionales,
y
a
las
demandas
sobre
todo
al
principio de un “proceso de cambio”; forma
que
es
también
usada
para
fortalecer el poder en cuanto poder, el Estado en cuanto Estado, reproduciendo las jerarquías odiadas, aunque sean otras élites
la
que
ocupen
los
lugares
privilegiados.
La
problemática
que
plantea
esta
formación política carismática, desde la perspectiva
de
las
liberaciones
múltiples
emancipaciones sociales,
no
y se
resuelve con cambiar al “jefe” o a sus entornos; tampoco se resuelve, en el caso hipotético, de que se formará una opción 208
alternativa de “izquierda”, que sustituya al caudillo y su partido. Lo que pasaría, en este caso hipotético, es que se habrían dado modificaciones en los escenarios del poder, desplazamientos en la gente; en el mejor de los casos, en el perfil de los dirigentes y representantes. Si se pudiera considerar
mejoras,
expresiones
políticas,
tanto como
en
las
en
las
ejecuciones políticas, es decir, en la administración pública, no habría ocurrido otra cosa que reformas en la misma formación política carismática. Para salir de esta formación política es menester, en principio, alcanzando lo más leve de las consecuencias, cambiar la composición, combinación y relación del eje estratégico patriarcal con el conjunto de estrategias de
poder
política
desplegadas
de
la
en
la
modernidad
historia barroca.
Segundo, buscando transiciones políticas y 209
sociales
hacia
formas
de
democracia
participativa, se debería perseguir abolir esta matriz genealógica patriarcal de las dominaciones. Lo que conlleva, como consecuencia, si no es la diseminación o suspensión del imaginario populista, del imaginario mesiánico del mito del caudillo, por lo menos, su debilitamiento notable. Tercero, si se persiguen emancipaciones y liberaciones sustituir
múltiples,
las
heredadas
mallas
por
es
menester
institucionales
conformaciones
de
configuraciones institucionales plásticas, dúctiles,
flexibles,
herramientas
limitadas de
a
ser
sociedades
autogestionarias.
210
Clientelismo y corrupciรณn
211
El Estado-nación no deja de ser lo que es, sea
el
gobierno
que
sea;
liberal,
nacionalista, neoliberal o, en su caso, progresista. El Estado-nación subalterno, concesione neoliberal
sin o
soberanía nacionalice
al
modo
al
modo
progresista los recursos naturales, no deja de transferir las materias primas de las periferias al centro del sistema-mundo capitalista. El Estado es el dispositivo de poder y de gobernabilidad del orden mundial, en el país o la región para administrar recursos
esta
naturales
transferencia en
el
de
los
proceso
de
acumulación originaria y ampliada de capital. Digan lo que digan los discursos, pretendan lo que pretendan los gobiernos, incluso, en el caso difícil de darse, de las buenas
intenciones,
no
es
posible
modificar esta estructura de dominación impuesta por la geopolítica del sistema212
mundo capitalista: Las periferias no han dejado de ser las colonias donde se extraen
los
recursos
naturales
para
alimentar la vorágine del proceso de la renovada y móvil revolución industrial del capitalismo,
en
constante
traslación.
Incluso en el caso de las nacionalizaciones, que es el acto soberano de recuperación del control de las materias primas y los recursos,
además
de
las
empresas,
reparaciones que modifican los términos de intercambio. Esta especie de condena se debe a la división del trabajo y del mercado mundial. En el mejor de los casos, en las condiciones dadas por la denominada sustitución de importaciones; es decir, de la revolución industrial local, lo que ocurre es, en la mejor perspectiva, poco probable por cierto, de la emergencia de una nueva potencia industrial, es de ingresar a la zona privilegiada del centro 213
móvil del sistema-mundo capitalista, sin cambiarlo, indiscutiblemente. En casos de menor alcance, puede ocurrir que se mejore solamente las relaciones de los términos de intercambio; empero, lo que es difícil es salir de la condición de dependencia.
En estas condiciones económicas, que parecen repetir una regularidad de las genealogías del poder, se reproducen también formas de dominación perversas, que hemos llamado economía política del chantaje; formas en las que entra como clasificación la corrosión institucional y la corrupción, en sus variadas formas. Este procedimiento de poder es compartido por las
distintas
formas
gubernamentales
modernas; las liberales, nacionalistas y populistas. El poder no se disocia de su 214
continuidad
perversa,
la
corrosión
institucional y la corrupción. Los gobiernos populistas realizan
este procedimiento
implícito del poder en su forma clientelar. Procedimiento al cual los gobiernos no populistas están restringidos, pues no tiene la convocatoria de estos gobiernos mesiánicos. Si los gobiernos populistas emergen de una “revolución” o de una movilización
prolongada,
una
vez
concluida la “revolución” o, en su caso, la movilización,
una
vez
agotada
la
legitimidad otorgada por la “revolución” o la movilización, continúan la preservación del poder por la expansión cuantitativa y masiva relación
del
clientelismo,
proliferante
del
que
es
diagrama
una de
poder del modelo patriarcal proliferante; el mito del caudillo.
215
Las relaciones clientelares destruyen a las organizaciones sociales, destruyen sus autonomías organizativas, desmantelan las
relaciones
de
las
bases
con
las
dirigencias, cooptando a las dirigencias. Vinculan
subordinadamente
a
las
dirigencias con el caudillo, en una relación de seducción y sumisión. El caudillo, sobre todo su entorno cómplice, logra mantener la
“seducción”
dirigencia relaciones
comprometiendo
sindical
en
clientelares.
las
a
redes Se
la de
incita
compromisos con distribución de fondos que amarran a las dirigencias con usos no lícitos de recursos dinerarios, con pleno conocimiento de los gobernantes. Cuando estalla el escándalo, los que pagan son las dirigencias y no los gobernantes y su gabinete, que tuvo, en su momento, pleno conocimiento de lo que ocurría. Este es un desenlace calculado por los gobernantes, 216
quienes
desplegaron
clientelares,
estos
métodos
comprometiendo
a
las
dirigencias para cooptarlas.
El
escándalo
del
Fondo
Indígena
en
Bolivia, de la manera como es manejado por
los
medios
de
comunicación,
es
presentado como si la corrupción se restringiera a la dirigencia sindical, incluso la dirigencia indígena, sea oficialista o no. Esta manera de presentar los hechos es no solamente
circunscrita,
además
de
desinformada y segada, sino que, además de la aparente ingenuidad, es oficiosa, pues oculta y encubre, intencionadamente o no; es cómplice de lo que llamamos el diagrama de poder de la corrupción. El chivo
expiatorio
son
las
dirigencias
visibles, pero no serán tocadas las cabezas del gobierno, que impulsaron estas cazas 217
y cooptaciones de dirigencias vulnerables por procedimientos clientelares.
Lo que
los medios de comunicación no pusieron en evidencia, es el papel que cumplen los gobernantes en esta estructura de poder de la economía política del chantaje.
No se trata de quitar responsabilidades a las dirigencias comprometidas, sino de comprender el alcance de la estrategia de las estructuras del poder clientelares, su funcionamiento
en
las
formas
de
preservación del poder y de mantención de la figura del caudillo, recurriendo a las concomitancias del entorno palaciego y a toda clase de encubrimientos burocráticos y comunicacionales.
218
El Fondo Indígena, que fue diseñado, en principio, para apoyar las formas de gestión
comunitarias,
las
formas
de
economía comunitarias, sostenidas por normas y procedimientos propios, por instituciones originarias,
propias terminó
y
autoridades
adulterada
por
intervención gubernamental, incorporando al Ministerio de Economía y Finanzas públicas, a las organizaciones campesinas, quienes
se
llevan
la
mayor
parte
sustantiva de los fondos, en proyectos no comunitarios.
Estas
adulteraciones
se
deformaron al punto de encontrar en el Fondo
Indígena
indispensable
de
el
mecanismo
cooptación
de
la
dirigencia por medio del enriquecimiento privado
y
personal.
Formando
esta
cooptación parte de el diagrama de poder de la corrupción, que sostiene al gobierno
219
populista en la función de dominio político en la que se encuentra, a pesar de todo.
Para
lograr
el
cumplimiento
de
los
objetivos de las relaciones clientelares, se mueve todo el aparato estatal, incluyendo también al órgano judicial, así como a la Contraloría, de tal manera, que si el escándalo
alcanza
magnitudes
incontrolables, pueda juzgarse a los peces chicos, pero no a los peces grandes. Entonces
ocurre
como
la
instalación
velada de un régimen de complicidades no dichas, empero efectivas y pragmáticas, no
solo
del
aparato
estatal,
de
la
burocracia gubernamental, además de los medios de comunicación, sino también, y esto es lo más grave, de contingentes de la sociedad misma. Este conformismo, si
220
podemos hablar así, es pues cómplice de la corrupción descollante.
Por cierto, no es el Fondo Indígena el único dispositivo de este diagrama de poder de la corrupción; en verdad, es un mapa de dispositivos económicos que funcionan como redes clientelares en los circuitos de una economía extractivista y un Estado rentista.
221
Rutas alterativas
222
Consideraciones sobre la pregunta ÂżcĂłmo transformar?
223
¿La
transformación
intelectual?
es
Depende
una
tarea
de
que
transformación estemos hablado; si se trata de transformaciones teóricas, se puede decir, que sí; si se trata de transformaciones políticas y sociales, se puede decir que no es tarea solamente intelectual,
sino
de
la
participación
transformadora de la sociedad.
Los
marxistas militantes de inicios del siglo XX decían que es tarea de los explotados su liberación, es tarea del proletariado su liberación de las dominaciones del capital. Aunque
después
entendieron
que
la
conciencia del proletariado era el partido; convirtiendo a los intelectuales en la consciencia y conocimiento histórico del proletariado, de todas maneras, en la premisa, no en la conclusión, se encuentra el
enunciado
que
concibe
la
transformación como acción social. Acción, 224
por
cierto,
estalla
desbordante,
cuando
antagonismos
las
radical,
que
contradicciones
políticos,
económicos
y y
sociales, llegan a un máximo. Ciertamente se requiere escudriñar las condiciones, las circunstancias, las mecánicas y dinámicas de las fuerzas intervinientes en los campos sociales. Esto requiere análisis crítico; es, se podría decir, tarea intelectual. Sin embargo,
no
se
puede
confundir
la
actividad intelectual, por más critica que sea,
con
la
actividad
práctica
transformadora, que corresponde a las fuerzas
que
escapan
a
las
capturas
institucionales del poder.
Ahora bien, los intelectuales creyeron jugar
un
papel
preponderante
en
el
despertar de la consciencia de clase. Esta es la tesis de la vanguardia, que después 225
se restringe a la tesis del partido. El problema de esta tesis de transferencia de representación y de consciencia histórica es que considera el papel activo en los intelectuales y el papel pasivo en el proletariado, salvo en las movilizaciones, las huelgas, la propia revolución. ¿No es esta una diferenciación inherente, que separa
teoría
y
praxis,
a
pesar
del
postulado de la articulación entre teoría y práctica militante, tan pregonada?
Por otra parte, hay un problema con la concepción de la teoría como verdad, como iluminación, como claridad, cuando es tan solo un instrumento de orientación para
las
acciones
y
prácticas,
comportamientos y conductas. Cuando la teoría se convierte en iluminismo, peor aún, cuando se convierte en verdad, la 226
teoría misma pierde su capacidad crítica, incluso su capacidad de iluminar, por así decirlo
Si las revoluciones del socialismo real se han
hundido
en
sus
contradicciones,
quiere decir, por lo menos, que la teoría estaba equivocada, tanto en relación a las complejidades del
poder
como
a
las
complejidades del capitalismo. Si no se revisa críticamente la teoría, el conjunto de la teoría, el sistema teórico, armado, acumulado,
desplegado,
si
solo
se
promueven hipótesis auxiliares para salvar a la teoría o, de una manera más matizada,
para
corregirla
en
zonas
consideradas vulneradas, sin comprender que una teoría es un corpus, entonces un sistema -si se revisa una parte hay que revidar todo -, entonces no se está en 227
disposiciones de recuperar la condición instrumental de la teoría, no iluminista, no metafísica, sino de herramienta de lucha.
Por lo tanto, resulta difícil hacer un diagnóstico del presente recorriendo la historia con una mirada retrospectiva. Lo que se suele hacer, sin haber rendido cuentas incorporar
la
teoría la
en
descripción
cuestión, de
es
hechos
seleccionados, en el momento, que de alguna manera, pueden significar la crisis del capitalismo, del ciclo del capitalismo, en su hegemonía y fase vigente. No se trata, de ninguna manera, de eso, de acomodar
la
información
seleccionada
para explicar el presente, de acuerdo al paradigma teórico
heredado.
Sino
de
comprender las dinámicas y mecánicas de las fuerzas desplegadas en el presente, las 228
configuraciones, diagramas
de
las las
cartografías fuerzas,
de
y las
estructuras de poder; cuestionarse sobre la
composición
capitalista,
que
del
sistema-mundo
evidentemente
no
se
reduce al plano de intensidad económico, tampoco al plano de intensidad político. Sino que integra y articula distintos planos de intensidad, diferentes espesores de intensidad
social,
manifestando
una
complejidad histórica, política, económica, social, cultural y territorial, que exige del análisis crítico intelectual; empero, de un análisis herencias
crítico
desprendido
teóricas,
de
las
convertidas
en
obstáculos epistemológicos.
Si
hacemos
una
evaluación
del
comportamiento de la izquierda, sobre todo de la izquierda que se considera 229
crítica, que es la que nos interesa, vemos que prefiere circunscribir su crítica a las formas autoritarias del partido, a las formas deterministas de la teoría, incluso a los alcances universales de la teoría; sin embargo, se resiste a cuestionar el corpus teórico
heredado.
Con
lo
que
prácticamente se niega a comprender y conocer
la
complejidad
del
presente.
Encontrándose en condiciones vulnerables para
emprender
cartografías
y
la
lucha
diagramas
contra de
las
poder
concretos, contra las formas desenvueltas, desplegadas
y
desarrolladas
del
capitalismo hoy.
Esta deficiencia limitante y condenatoria, clausura
posibilidades
de
activar
la
potencia social, entrampándose en un círculo vicioso repetitivo y reiterativo de lo 230
mismo. Esto se ve claramente cuando los intelectuales críticos se devanan los sesos buscando alternativas al desarrollo y al capitalismo, cuando la alternativa no es un proyecto racionalmente construido, un programa
alternativo,
racionalmente
armado, sino la alternativa es la sociedad misma;
las
practicas
alterativas
se
encuentran en la sociedad misma. Lo que pasa es que estas alteridades no son visualizadas por los intelectuales, pues observan a la sociedad desde corpus teóricos que tienen como centro al Estado. En
otras
palabras,
los
llamados
intelectuales críticos observan la sociedad desde una perspectiva estatalista.
Otro ejemplo de la deficiencia teórica se observa cuando los intelectuales críticos llaman a los gobiernos populares como 231
progresistas, como experiencias populares asumidas nuevos
gubernamentalmente, recorridos
de
como
socialismos
singulares, olvidando completamente que el
tema
pendiente
por
resolverse
teóricamente es la cuestión estatal, que no es otra cuestión que la del poder. ¿El Estado
es
un
instrumento
de
transformación? Se deja pendiente esta pregunta o se la alude; pero, no se la ausculta ni se responde, tomando en cuenta las experiencias sociales de las historias políticas de la modernidad. El camino más fácil, para no responder, es optar por las tesis de las transiciones, como por el hecho de ser transiciones resolvieran el problema pendiente, cuando lo que hacen es diferir el tratamiento del problema,
postergarlo.
La
pregunta
anterior nos lleva a preguntarnos - no es una hipótesis, sino una pregunta - ¿si los 232
gobiernos progresistas no son, mas bien, un detente, un termidor, una manera popular de terminar con la revolución? Vale la pena, por lo menos hacerse la pregunta, antes de usar, abusivamente el calificativo de progresista, que de por sí, encierra
prejuicios
desarrollistas
y
evolucionistas.
La experiencia social y la memoria social, en las historias políticas de la modernidad, son inmensas; la experiencia de la caída de los regímenes del socialismo real es dramática;
las
contradicciones
de
los
gobiernos progresistas son, además de profundas,
espeluznantes.
Sorprende
entonces el seguir escuchando versiones de una crítica culpable, que se golpea el pecho; pero, no es capaz de salir de la esfera de la culpabilidad, que, por cierto, 233
es una herencia cristiana; que no es capaz de efectuar una crítica de su propia crítica, limitada, débil y vulnerable.
No
son
las
teorías
las
que deben
preservarse, salvo en la bibliotecas o en los museos; son las luchas sociales las que debe continuar. Si para que esto ocurra hay que desechar teorías y construir otras, hay que hacerlo. Si no se hace, se cae no solo en el fetichismo teórico, sino en la creencia ideacional,
de
que
donde
existe habitan
independientemente de
un las
campo ideas,
los cuerpos, de
las percepciones y afectos corporales. Con esto hemos terminado reproduciendo las nuevas
versiones,
modernas
y
posmodernas, de la religión.
234
Otro ejemplo de la deficiencia teórica se encuentra
en
las
instituciones.
Se
tesis trata
sobre de
las tesis
extremadamente generales, que forman parte del sentido común, aunque sean dichas en lenguaje más elaborado. Ni siquiera se parte del gran aporte y paso dado por Cornelius Castoriadis, quien ya avanzó
al
concepto
de
institución
imaginaria de la sociedad, articulando, integrando e imbricando la materialidad social de las instituciones y lo imaginario de las mismas. Decir que hay instituciones e instituciones, unas que sirven más a la dominación y otras que pueden servir a las emancipaciones, es decir muy poco, es caer
en
una
institucional.
especie No
se
de
utilitarismo
auscultan
la
imbricación y el entrelazamiento de las instituciones con las estructuras de poder; menos
que
si
las
instituciones
son 235
criaturas de la sociedad, ¿por qué se convierten estas criaturas en amos de la sociedad,
en
vez
de
ser
meros
instrumentos? Por lo tanto desechables, cambiables, modificables.
El tema de fondo de las instituciones es el poder;
es
decir,
dominación
las
polimorfas.
instituciones,
en
relaciones
de
¿Por
las
un
qué
momento
determinado, dejan de ser instrumentos y herramientas
de
sobrevivencia
para
convertirse en estructuras permanentes de poder? No se trata, obviamente, de renunciar
a
instituciones,
la
construcción
sino
de
de
construir
instituciones de sobrevivencia, útiles a los ciclos
vitales,
fetichismo convertirlas en
evitando institucional,
caer
en
el
evitando
principios y fines de la 236
sociedad, en sĂmbolos perenes de la sociedad. Este imaginario institucional es el imaginario que requiere el poder para preservarse. Llama la atenciĂłn que los intelectuales crĂticos se mantengan en este imaginario institucional.
237
Hacer presente la autogestiรณn
238
Como
dijimos,
de
alguna
manera,
implícita, semi-explícita, incluso, a veces, explícitamente, la autogestión es la salida del sistema-mundo capitalista y del círculo vicioso del poder. Esta salida o alternativa no tiene que esperar, no se da en el futuro, cuando
se
cumplen
determinadas
“condiciones objetivas y subjetivas”, sino en el ahora, cuando se toman decisiones autónomas, libres, igualitarias; decisiones consensuadas,
sin
atender
condicionamientos institucionales poder.
La
salida
autónomamente,
se cuando
la
a y
de
construye se
ejerce
plenamente la libertad y la igualdad, sin mediación de fetichismo institucionales y de fetichismos de representación, así como de fetichismos de delegación. La autogestión supone la asociación libre, la composición libre, entre iguales, no solo jurídicamente, no solo políticamente, si no 239
efectivamente iguales en los distintos planos donde se despliega la actividad, manifestación,
práctica,
expresión,
humanas. La autogestión es entonces la realización creativa y múltiple del ejercicio de la autonomía, en sus distintos planos y espesores;
individuales,
grupales,
colectivos, comunitarios, sociales. Por eso mismo, las formas de autogestión son plurales,
diferenciales,
cambiantes,
de
singulares
acuerdo
no
solo
y a
momentos, coyunturas y contextos, sino a problemáticas y complejidades que se afrontan.
Haremos generales,
un
repaso
después
a
conceptos
retomaremos
los
aportes de Cuadernos Lanki, a propósito de la autogestión. Para luego, abordar
240
algunas conclusiones aperturantes para sugerencias activistas posteriores.
241
Concepto
de
socialismo
autogestionario
Se
puede
decir
que
el
“socialismo
autogestionario” se orienta en la idea de una
composición
social
y
política
establecida en la participación de las diferentes
comunidades
constituidas
en
colectivizada; localidad,
la
próximas,
vida
empresa,
cotidiana sindicato,
tendencia.
También
comprendiendo la gestión de comunidades mayores,
a
federaciones,
mayor
escala;
confederaciones.
economía,
política,
territorialidades,
con
país, Articula cultura,
capacidades,
potencialidades, competencias, destrezas, técnicas, tecnologías, ciencias y saberes. La
autogestión
colectiva,
obrera,
incluso
comunitaria,
grupal,
en
la 242
coordinación consensuada y participativa, configurando constelaciones de alianzas, de federaciones y confederaciones, abre horizontes nómadas para la invención y realización de formas variadas y dinámicas de organizaciones sociales40.
40
Referencias: [1] La autogestión yugoslava: Una visión dentro de su cuadro ideológico-político marxista [2] Por una comunicación autogestionaria [3] Lloyd G. Reynolds, Los tres mundos de la economía: capitalismo, socialismo y países menos desarrollados, Alianza Editorial: 1975, ISBN 8420615692 y 9788420615691 (capitulo III: Economías Socialistas, pág. 81). [4] Autogestión de trabajadores en Yugoslavia, por O. Ressler [5] La práctica del socialismo autogestionario en Yugoslavia y su influencia en el carlismo contemporáneo, por Javier Onrubia [6] ¿Socialdemocracia o socialismo autogestionario?, por Carlos Hugo de Borbón Parma. El País, 1975. [7] Tres países del mundo socialista] de Alberto Baltra [8] Tres países del mundo socialista, de Alberto Baltra.
https://es.wikipedia.org/wiki/Socialismo_autogestionario.
243
Autogestión integral
En Cuadernos de Lanki41 se escribe: “Nos aproximaremos al significado del concepto autogestión partiendo de esta sencilla definición
de
autonomía”.
El
término
sugiere una concepción dilatada de la autogestión; se trata de la constituciónorganización autónoma, producida desde la
autonomía
autonomía.
y
reproductora
Designaremos
de como
autogestión a la conformación y actividad de
formaciones
escalas,
de
sociales,
en
comunidades,
agrupaciones,
distintas
incluso
establecidas
en
de la
autonomía, en la capacidad de decisión autónoma
de
individuos,
grupos,
41
LANKI - Instituto de Estudios Cooperativos de la Universidad de Mondragon. http://es.slideshare.net/audaondo/lanki-aurkezpenapresentacin.
244
colectivos, comunicados, asociaciones y sociedades
Desde entender
esta
perspectiva,
la
autogestión
integralidad
dinámica,
se
puede
como
una
transversal
y
variable; la misma que se organiza tanto a pequeña escala como en escalas mayores, que
puede
complementarse
y
contenerse42. El campo económico no es otra cosa que una forma de nombrar un campo de actividades, que, obviamente, no
se
reducen
comúnmente
a
lo
economía.
que
se
Desde
llama una
perspectiva restringida, la de la economía política restringida, la economía social es una forma de organización interna de la actividad económica (restringida), que
42
Ibídem.
245
supone una manera de situarse en el mercado,
así
como
en
la
sociedad
institucionalizada 43. Esta ubicuidad, mejor dicho esta singularidad, del colocarse en el mundo,
singularidad
que
combinación
y
perspectivas
múltiples,
supone
composición
la de
integrando
múltiples alternativas, en los distintos planos de intensidad. Es aquí, en este nudo de la complejidad, donde se sitúa la aportación
de
la
autogestión
social-
económica-política-cultural44.
Las experiencias en la autogestión socialeconómica-política-cultural, permiten un conocimiento social y colectivo de las complejidades
mundanas,
económicas,
sociales, políticas y culturales, en su 43 44
Ibídem. Ibídem.
246
pluralidad, multiplicidad y singularidades propias.
Por
eso
horizontes
mismo,
para
abren
estrategias
los de
complementariedad y reciprocidad entre las distintas sociedades y en sus diferentes escalas45. El punto de partida y referencia primordial puede ser la experiencia y memoria social de la propia comunidad; atendiendo
a
los
requerimientos
demandas
comunitarias,
locales
y e
individuales; que configuran los procesos inherentes singulares. Descartando pues modelos estrategias
deductivos, externas
que
introducen
inadecuadas
e
inadaptables al lugar y a la comunidad46.
La autogestión social-económica-políticacultural se hace posible en el ejercicio 45 46
Ibídem. Ibídem.
247
pleno de la democracia, entendida como autogobierno del pueblo47. El conjunto de herramientas y dispositivos, así como de regulaciones, de la autogestión, como la participación en la gestión, la participación en los bienes, pueden formar parte de transiciones de integración de los planos y espesores desintegrados capitalista48.
de
intensidad
por No
el
social,
sistema-mundo
olvidemos
que
“El
management moderno o la nueva cultura empresarial,
utiliza
mensajes
y
procedimientos de la autogestión como instrumentos para implicar al empleado y mejorar la productividad, involucrando el alma del trabajador en la racionalidad económica que emana del capitalismo”49. Entonces, se puede decir que “ciertos
47
Ibídem. Ibídem. 49 Ibídem. 48
248
procedimientos fortalecen
la
de
la
autogestión
racionalidad
económica
capitalista, pero al mismo tiempo tienen el potencial
de
introducir
transformaciones cambiando
el
en
ella
fundamentales, metabolismo
de
las
empresas y preparando las expectativas participativas
de
las
nuevas
generaciones”50. En este sentido, uno de los sentidos, se puede hablar de transición en el presente. No se puede perder de vista que el alcance, el efecto multiplicador y la capacidad trasformadora es mucho más efectiva si la articulación se da en los múltiples planos de intensidad social, efectuando la integración en todos estos terrenos51. La autogestión integra los planos
de
dispersados 50 51
intensidad, y
desintegrados,
fragmentados
por
el
Ibídem. Ibídem.
249
sistema-mundo capitalista. Su perspectiva utópica
y
trasformadora
se
asienta,
paradójicamente, en este pragmatismo autogestionario
fundamental52.
“El
proyecto autogestionario es un proceso de experiencias, proceso
de
educativo
concretas”53. experiencias
No
maduraciones, ligado olvidar
a que
autogestionarias
un
praxis las son
experiencias de armonización de intereses individuales y colectivos54. Esto permite potenciar todos los niveles sociales, desde las singularidades individuales hasta las singularidades colectivas y sociales de mayor escala.
52
Ibídem. Ibídem. 54 Ibídem. 53
250
Una de las conclusiones prioritarias, en las perspectivas de las transiciones locales, nacionales, regionales y mundiales, puede ser:
“La
autogestión
potencial
de
económica
impulsar
endógeno,
tiene
un
desarrollo
enraizado
multidimensional”55.
“La
el y
autogestión
económica puede caminar a un paradigma de participación integral y coherente, complementando
la
participación
institucional con la participación en la gestión”56. “La autogestión económica de los países tecnologizados tiene potencial para
activar
solidaridad
55 56
mecanismos
global,
para
participando
en
la la
Ibídem. Ibídem.
251
cooperaciĂłn
al
desarrollo
de
las
comunidades empobrecidas�57.
57
IbĂdem.
252
Conclusiones generales
1. Es posible y es necesario ejercer la libertad y la igualdad plenamente; es decir,
la
democracia
plena,
participativa. Para hacerlo se requiere de decisión y voluntad; para contar con estas
condiciones
subjetivas
se
requiere liberarse de los fetichismos institucionales, que son también los fetichismos del poder. 2. Las experiencias socialistas estatalistas han demostrado que no se sale del sistema-mundo
capitalista
manteniendo el Estado; al contrario, se lo reproduce y continúa, por otros caminos, otras formas, otros discursos y
legitimidades;
reproduciendo
la
pero,
siempre
economía
política 253
generalizada, la de las separaciones duales entre lo concreto y lo abstracto, en los distintos planos de intensidad social,
valorizando
lo
abstracto
y
desvalorizando lo concreto.
3. Por eso, aprendiendo las lecciones de las
revoluciones
sociales
en
la
modernidad, es indispensable salir del círculo vicioso de la economía política generalizada y del círculo vicioso del poder. Para tal efecto hay que iniciar ya las
prácticas
y
relaciones,
las
asociaciones y composiciones, más allá
de
la
generalizada, esquematismo amigo/enemigo,
economía más
política
allá
del
dualista que
del
sostiene
la
reproducción de la política restringida; es
decir,
de
aquella
que
es
la 254
reproducción de las dominaciones. Más allá
del
esquematismo
dualista,
pretendidamente epistemológico, que, sin embargo, sigue siendo religioso, de verdad/mentira o verdad/falsedad. 4. También es indispensable salir del paradigma moderno del tiempo y de la historia. Asumir los tejidos espaciotemporales culturales
territoriales-socialesen
su
simultaneidad
dinámica. Dicho de manera sencilla, crear,
en
alternativos,
el desde
ahora, las
mundos autonomías
múltiples y desde las autogestiones complementarias.
255
256
Conclusiones generales
1. Asistimos
a
la
diseminación
del
sistema-mundo capitalista. Tanto por lo que llamamos, en Antiproducción, una suerte de autodestrucción, así como por
el
activismo
emancipatorio
y
libertario, que interpela y demuele las certezas y las columnas del sistemamundo,
además
de
efectuar
su
deconstrucción y crítica. 2. En esta diseminación, que, por cierto, connota
conjuntos de
procesos
de
diseminación particulares y concretos, se dan lugar a contrastes inherentes a las relaciones, a las estructuras y la los
257
perfiles de poder.
Estas paradojas
develan las vulnerabilidades del poder.
3. Las formas gubernamentales son las formas efectivas de la reproducciĂłn del Estado.
De
las
gubernamentales,
variadas la
gubernamentalidad
formas
forma
de
populista,
estructurada en la convocatoria del mito del caudillo y en las redes y circuitos clientelares, aparece como una
forma
de
gubernamentalidad
barroca, que combina el diagrama de poder
patriarcal,
el
retorno
al
imaginario religioso, por los caminos polvorientos formas
del
milenarismo,
liberales
con
institucionales,
recurriendo a la democracia formal, asĂ como a la convocatoria popular. Esta composiciĂłn
polĂtica
adquiere
una 258
concreción
ornamentada
mantiene
en
los
cuando se
umbrales
del
capitalismo dependiente. 4. Las salidas a lo que llamamos el circulo vicioso
del
poder,
recurrente
y
reiterativo, a pesar de cambiar de formas, y del circulo vicioso de la dependencia, que se halla en la esfera del sistema-mundo capitalista, parecen encontrarse en transiciones alterativas, que inventan alternativas, más allá del bien y el mal, más allá de la economía política
generalizada,
dualismo
allá
esquemático
amigo/enemigo, reducida
más
la
al
que
política.
del del
ha
sido
Salir
del
capitalismo es también salir del Estado. En este sentido, el horizonte abierto por la autogestión parece mostrarnos los
259
horizontes de los mundos alternativos que inventa la potencia social.
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