Diseminaciones 2

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Diseminaciones RaĂşl Prada Alcoreza

1


Índice: A modo de breve prólogo

3

Diseminaciones Diseminaciones

3

La diseminación del mundo en cuanto mundo

23

Juegos geopolíticos

44

Paradojas de la violencia El poder vulnerable

73

Encaracolamientos

97

La invención del enemigo

112

Presente y pasado

131

Perfiles del poder Un gobierno etnocida

146

A la sombra del caudillo

171

Clientelismo y corrupción

211

Rutas alterativas Consideraciones sobre la pregunta ¿cómo transformar?

223

Hacer presente la autogestión

238

Conclusiones generales

253

2


A modo de breve prólogo

En el presente ensayo comenzamos con Diseminaciones; que es, como dijimos en Antiproducción1, la destrucción política de las

dominaciones,

de

sus

estructuras

institucionales, siguiendo, en los planos y espesores de intensidad activos, lo que la deconstrucción hizo en los planos de intensidad de la hermenéutica crítica. Continuamos

con

Paradojas

de

la

violencia; que es como la descripción crítica de las prácticas de poder singulares, mostrando sus evidentes paradojas. Sigue Perfiles

del

descripción

poder; crítica

que de

las

es

como

formas

la de

gubernamentalidad singulares, en este

1

Ver de Raúl Prada Alcoreza Antiproducción. Dinámicas moleculares; La Paz 2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/antiproduccion/.

3


caso

las

Terminamos

relativas con

al

populismo.

Rutas

alterativas;

poniendo en mesa dos debates presentes en la actualidad, las transiciones y las formas autogestionarias.

4


Diseminaciones

5


Diseminaciones

6


Jacques

Derrida,

en

su

libro

La

diseminación2, se ocupa de la farmacia de Platón,

de

la

diseminación

doble misma.

sesión La

y

de

farmacia

la de

Platón es la medicina y el veneno, a la vez; pero, también, es la metáfora para aludir a la escritura, que es precisamente eso, medicina

y

veneno,

desviación,

pues

seduce, al retener en las inscripciones lo que

dice

el

gramatología

logos. hasta

Desde La

De

la

diseminación,

Derrida es minucioso en el análisis de la confrontación del logos, la dialéctica, el saber vivo, contra la inscripción de la huella, que hace a la escritura, acusada de repetición memorística y de no-saber o si se quiere, “saber muerto”. Esta es la 2

Ver de Jacques Derrida La diseminación. Editorial fundamentos, Madrid 1997. También, parte del libro, La farmacia de Platón. https://filologiaunlp.files.wordpress.com/2012/02/derridajacques-la-farmacia-de-platc3b3n-en-la-diseminacic3b3n.pdf.

7


posición de Sócrates en el Fedro de Platón, que corresponde a uno de sus Diálogos. Derrida ausculta las razones, si no son los motivos, que llevaron a Sócrates y a Platón, que nos da a conocer a Sócrates, y con ellos, después, a toda la tradición metafísica,

que

se

instituye,

con

la

Academia y, después con el Liceo, hasta los tiempos modernos, a oponerse a la escritura, a la materialidad de la escritura, a su huella hendida, impresa. Ya en De la gramatología, Derrida nos presenta los mitos religiosos que asocian la escritura a la luna y a la noche, en tanto que el habla, lo oral, viene asociado al sol y al día. La misma metafísica, incluyendo a la filosofía moderna, vincula el sentido al soplo, al aire, al sonido, no a los órganos, no al cuerpo, no a la inscripción, que puede ser incluso anterior a la escritura; lo que Derrida

llama

archiescritura,

que 8


encuentra en la danza a una de sus expresiones. La antropología, tanto la descriptiva como la estructuralista, ha afincado sus tesis en la transmisión oral, oponiéndose herramienta

a

la

de

escritura,

como

dominación.

La

antropología, en todas sus corrientes, tanto teóricas como empíricas, no han tomado en cuenta las críticas de Derrida a esta interpretación de la historia, del saber, basadas en la hegemonía del logos, en la irradiación absoluta de la fonación, y en la dominación absoluta del patriarcado. Han hecho como si no lo escucharan, no le tomaran atención, pues, como Sócrates y Platón,

consideraban

futilidades

las

interpretaciones de los sofistas. De un sopetón fueron descartadas las teorías de los

sofistas,

también

las

críticas

deconstructivas de Derrida. La institución se volvió a imponer, a lo que considera que 9


no es formal o riguroso. En el caso de Derrida llama la atención, pues estamos ante un crítico hermenéutico minucioso, detallista, erudito, además de lúcido.

Por

lo tanto, no se le puede acusar de falta de rigor, menos de desconocimiento de los temas, que maneja en mucho más detalle y

extensión

que

estos

institucionalizados,

que

investigadores desprecian

la

crítica deconstructiva. Se han inventado una palabra, que por cierto, está mal manejada, pues como lo hacen no es apropiada;

esta

“posmodernismo”.

palabra Derrida

es sería

descalificado como “posmoderno”. Gran parte de ellos desconocen a Derrida, no lo han leído; pero basta, caracterizarlo de esa

forma

para

estigmatizarlo

y

descartarlo. Sus análisis no corresponden a lo acostumbrado en la institucionalidad académica. Aunque recientemente, hace 10


una década o dos, quizás un poco más, la academia anglosajona lo ha puesto de moda

con

esto

de

la

corriente

deconstructivista. Desde nuestro punto de vista, que por cierto puede ser político, en el sentido que lo usamos, amplio, como democracia radical, que pone en suspenso los

mecanismos

de

dominación,

consideramos que esto, esta reducción de Derrida al de-constructivismo, no es otra cosa que una domesticación del crítico de la metafísica, de la historia, del logos, del etnocentrismo,

del

patriarcalismo,

afincado en el mito del falo-centrismo; por lo

tanto,

crítico

de

lo

que

se

ha

acostumbrado en llamar “occidente” o cultura dicho,

“occidental”, cultura

también, moderna.

mejor Esta

despolitización de Derrida ha convertido a su hermenéutica crítica en una heurística de análisis de textos y análisis lingüísticos; 11


en otras palabras, han despolitizado la hermenéutica crítica de Derrida. Lo peor, es

que

otros

críticos

constructivismo,

de

han

este

de-

terminado

considerando, que eso es Derrida, la hermenéutica

crítica

de

Derrida,

calificándolo también de “posmoderno”. Lo que comparten tanto los críticos de la “posmodernidad”, término que no deja de ser un invento de estos “críticos”, que no se han detenido a informarse que la “posmodernidad” efectivamente

tiene con

que

una

ver

corriente

arquitectónica, así como el concepto de modernidad ha sido elaborado por los poetas

malditos,

como

un

concepto

estético, que expresa la experiencia de la vertiginosidad de la época de la revolución industrial, así como los partidarios de la “posmodernidad”

supuestamente

postulada

es

por

Derrida,

pues

este 12


prejuicio de que existe algo que pueda llamarse

la

“posmodernidad”,

en

el

sentido atribuido por ellos; es decir, como corriente

filosófica.

Ciertamente,

Françoise Lyotard también ha caído en la esfera de esta calificación; sin embargo, después de sus escritos conocidos, que llevan

como

título

precisamente

ese

nombre, “posmodernidad”, ha reculado, dándose cuenta de la confusión creada, no por él, sino en el ambiente académico.

Derrida como Foucault, Deleuze, Guattari, Baudrillard, el mismo Lyotard, pueden ser considerados críticos de la modernidad, siguiendo una tradición que se remonta, en la historia reciente, a Bataille, que, sin embargo, también puede remontarse a Marx. Claro que esta definición no excluye sus diferencias singulares.

Esto para 13


aclarar, el vínculo de estos autores con la crítica de la modernidad y el capitalismo, más

claro,

esto

último,

en

Deleuze,

Guattari, el mismo Foucault, también Baudrillard, así como el antecesor Bataille.

Volviendo

al

tema,

creemos

que

es

importante retornar al debate sobre la escritura, la huella, la experiencia, la memoria, la techne, es decir, la técnica y el arte, sobre todo ahora, que vamos a hablar de diseminaciones. Para Derrida la diseminación,

como

acción

crítica

desmanteladora, altera las pretensiones del logos, de la dialéctica, de la metafísica, de la historia, del fono-centrismo, del falocentrismo, del etno-centrismo. Ante la diseminación no puede enseñorear el logos, tampoco la metafísica, ni la historia, que es el relato del poder. La diseminación 14


disemina, por así decirlo, estas narrativas, estos relatos, del poder. Coloca al logos en el

contexto

de

las

condiciones

de

posibilidad material, que lo sostienen, que sostienen la pretensión se estar separado, de ser independiente, de corresponder a esa voz, a esa palabra, a esa razón, que dice la verdad. La diseminación descubre el cuerpo de donde emerge ese logos; los procesos que lo hacen posible, procesos a los

que

niega

su

existencia.

La

diseminación muestra la simulación de la dialéctica, que es una forma elaborada del logos; dialéctica que pretende superar la contradicción, la dualidad, con su juego triangular de la triada, que no es otra cosa que silogismo rebuscado, de la síntesis. Muestra que este teatro dialéctico oculta la pluralidad y la multiplicidad, oculta que no puede concluir y clausurar en la síntesis, en

el

tercer

componente,

pues

la 15


numeración siempre queda abierta. Que lo que llama la dialéctica contradicciones, no son más que conceptos, representaciones duales, extraídos de la imagen que se hace del acontecimiento, que es multiplicidad de

singularidades,

entrelazadas

y

en

constante dinámica. Que la complejidad del acontecimiento no puede reducirse a la narrativa tranquilizadora de la dialéctica. Que precisamente la escritura como huella establece una relación abierta con el acontecimiento,

comportándose

matriz

de

material

como

posibilidades,

que

repiten las plurales y múltiples huellas del acontecimiento en las huellas inscritas en la memoria, que son, a su vez, repetidas, en las huellas impresas de la escritura. Por eso.

Los

textos

deconstrucción, crítica

puede

son

pues

susceptibles la

desmantelar

de

hermenéutica sus

capas,

16


interpretando

sus

recorridos

y

posibilidades significativas.

Al respecto, Derrida no aísla al texto referente

del

contexto

de

textos

colaterales, afines, y referenciales, incluso acumulados, como todo deconstructivista sabe, sino que también no aísla a los tejidos textuales de los contextos políticos, para no ir más lejos todavía. Esto no necesariamente sabe o lo hacen saber los llamados deconstructivistas. Esta falta es lo que despolitiza a su uso de Derrida en el de- constructivismo.

Entonces, si bien la deconstrucción es un método

de

derridiana,

la la

desmantelamiento

hermenéutica diseminación político

crítica es de

el la 17


metafísica, de la historia, de la ideología, es

decir,

del

mundo

de

las

representaciones de la modernidad y del llamado “occidente”.

Con esto, queremos colocar a Derrida en el

lugar

que

le

corresponde,

en

el

activismo crítico y demoledor de las formas

narrativas

del

poder

como

dominación colonial, como dominación patriarcal, como dominación técnica – técnica reducida a instrumentalidad del poder -, como dominación metafísica.

Dicho esto, pasamos a nuestro tema, el de las diseminaciones desencadenadas por la destrucción material del sistema-mundo capitalista,

en

su

decadente,

ocultadas

etapa por

tardía

y

narrativas 18


metafísicas, logo-céntricas, falo-céntricas, fono-céntricas

y

etno-céntrica.

Estas

diseminaciones materiales, efectivas, que se dan como consecuencias perversas de lo que hemos llamado modo de desproducción

especulativo

financiero

y

extractivista3, pueden evidenciarse para el análisis

y

la

diseminación, desmanteladora poder.

como de

las

mediante acción

la

crítica

narrativas

del

Entonces, como se puede ver,

empleamos sentidos,

crítica,

diseminación,

como

crítica

en

política

los de

dos la

hermenéutica crítica y como fenómenos destructivos dados en las sociedades.

3

Ver de Raúl Prada Alcoreza Antiproducción. Dinámicas moleculares; La Paz 2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/antiproduccion/.

19


Esto nos ayuda a comprender que la diseminación efectiva, material, que se da en las sociedades, no puede ser captada por la denuncia, que, si bien, señala las consecuencias de esta destrucción, las señala como mal, desde una perspectiva moral, sin poder entender la dinámica y mecánica de las fuerzas de la diseminación material.

Incorpora

la

destrucción

al

mismo paradigma, por así decirlo, que sostiene las narrativas del poder. Si bien denuncia el poder desde una perspectiva moral, al denunciarlo como mal, se coloca del otro lado del esquematismo dual, donde el poder, se representa como el bien, contra el mal, que son los que defiende la denuncia. De esta manera, a pesar de develar las consecuencias de las dominaciones,

en

vez

de

desarmar,

desmantelar, deconstruir, no solamente las

narrativas

del

poder,

sino

sus 20


maquinarias

de

paradójicamente,

poder,

termina,

reforzándolo,

al

moverse en la misma, aunque de manera opuesta, perspectiva moral.

Hay que salir de la “ideología” de la moral, cuyo

antecedente

religión.

Esta

o

substrato

formación

es

la

enunciativa

integra parte de las narrativas del poder, aunque intente oponerse a esta fabulosa maquinaria abstracta de dominaciones, pues forma parte de la metafísica como historia y como genealogía de la moral. Cuando Friedrich Nietzsche decía más allá del bien y el mal, precisamente recalcaba esto, no la inmoralidad, que sería lo opuesto, por lo tanto, lo mismo, de una manera paradójica, como algunos necios creen, ya se crean partidarios de Nietzsche o encontrando en él al “ideólogo” del mal. 21


Ni moralidad ni inmoralidad, sino espĂ­ritu libre, como decĂ­a ĂŠl, potencia social, potencia creativa, como decimos nosotros.

22


La diseminaciรณn del mundo en cuanto mundo

23


A modo de corta introducción

Lo que viene tómeselo como hipótesis auscultadoras, que buscan sondear; se lo puede tomar también como intuiciones subversivas,

que

buscan

el

sentido

inmanente del acontecimiento de la crisis múltiple y orgánica del sistema-mundo capitalista. No pretenden ser verdad; no creemos en la verdad, en el sentido metafísico ni científico, que, al final, de esa manera,

no

deja

de

ser

tampoco

metafísico, que es el único ámbito donde podrían darse las verdades. Sino, como dijimos en otros escritos, las teorías son herramientas para orientar; en este caso proponemos

hipótesis

para

hacer

inteligible la crisis múltiple del sistemamundo capitalista en la imbricación densa de coyunturas, que convergen en el 24


momento,

haciendo

desplazar

estructuras

de

sistema-mundo,

este

las

haciĂŠndolo mutar transformĂĄndolo en otro sistema-mundo,

el

sistema-mundo

especulativo financiero.

25


Transmutación financiera

Ya no solamente ocurre que lo sólido es lo que se desvanece en el aire, como en la modernidad, sino que el mundo mismo se desvanece

en

el

aire.

No

solamente

nuestro mundo, el mundo que conocimos como experiencia social; por lo menos, en el transcurso de tres generaciones. No solamente sucesivos,

el

mundo usando

o

los

este

mundos término

metafóricamente, que son señalados en la memoria histórica, sino el mundo en cuanto mundo, condición de posibilidad de todos los mundos posibles, se evapora, se disemina, ante la emergencia del modo de des-producción especulativo. El modo de des- producción especulativo, que avanza a

conformar

el

sistema–mundo

26


especulativo financiero4. En este avance destruye a su paso todo lo que queda de la historia del hombre – no hablamos de mujer ni otras subjetividades, pues es un mundo dominado por el hombre, la figura patriarcal del hombre -. No quedara ni huella, lo único que quedará son los surcos abiertos por sus hendiduras demoledoras. Sobre

esta

destrucción,

sobre

estas

ruinas, edificará su propio trasmundo, trasmundo

de

la

especulación,

no

solamente financiera, sino sosteniendo la especulación financiera propagada por el orbe,

nacerán

otras

formas

de

especulación. Especulaciones de la vida o simulaciones de vida, producción de vida artificial. Especulaciones sociales, pues la

4

Ver de Raúl Prada Alcoreza Antiproducción. Dinámicas moleculares; La Paz 201. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/antiproduccion/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

27


sociedad misma desaparecerá, con sus históricas

relaciones

sociales,

su

tradicionales cohesiones sociales; en vez de

ello

habrá

ilusiones

de

sociedad,

acompañadas por ilusiones sociales; lo que llamamos alguna vez individuos no serán más que terminales o puntos de conexión de redes virtuales. No habrá mediaciones mediadores

institucionales, humanos;

esas

tampoco barrocas

conexiones que atraviesan las relaciones sociales; en vez de ello, habrá solo una fabulosa trans-institución que hará de única

mediación

entre

las

mónadas

aisladas, impedidas de asociación y de composición entre ellas; lo que siempre había acontecido en todas las sociedades. La única cohesión social aceptada será la de esta fabulosa trans-institución, la del sistema-mundo especulativo financiero. Toda la población, ya no podríamos hablar 28


así, pues ya no sería población, sino una especie de des-población dispersa, aunque pueda estar concentrada, pero, no en contacto, entre sus miembros, sino con la fabulosa maquinaria del modo de desproducción especulativo; sería convertida en la eterna deudora del sistema-mundo especulativo financiero.

En

este

sistema-mundo

especulativo

financiero, cuyo núcleo, si se puede hablar así,

es

el

modo

de

des-producción

especulativo, la deuda eterna no recaería sobre

las

pueblos,

naciones, sus

formaciones aunque,

en

conformación especulativo

los

economías, habrían una

etapa del

financiero,

estados, pues

los

estas

desaparecido, inicial

de

la

sistema-mundo hayan

sido

mantenidas de una fuerte manera de 29


subalternización5. Los deudores eternos sería la numerable masa gigantesca de mónadas aisladas. Deberían, es decir, serían deudores, no sólo al nacer, sino antes de nacer incluso. ¿Cómo pagarían su deuda infinita? No con trabajo, menos con especies, sino con dinero virtual, con cantidades

financieras

de

pago.

Para

lograrlo, para pagar la deuda, los deudores tendrían que hacer de todo, todo que pueda convertirse, conmensurarse, como cantidad

financiera.

Devastar

sus

territorios, destruir lo que queda de sus ecosistemas,

venderse

como

cuerpos,

desde sus órganos hasta sus propias descendencias.

Hacer

toda

clase

de

tráficos, proliferar los circuitos de las 5

Ver de Raúl Prada Alcoreza La inscripción de la deuda, su conversión infinita. Dinámicas moleculares; La Paz 2015. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/lainscripcion-de-la-deuda-su-conversion-infinita/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

30


economías políticas del chantaje. Con lo que se conformaría todo una constelación conglomerada de submundos de formas de gestión de sobrevivencias, constelación oculta

institucionalmente,

aunque

efectivamente visible, que haría de algo así como la parte material del sistemamundo especulativo financiero; ya no como diferenciado, dual, como ocurría en la economía política restringida y en la economía política generalizada, sino, mas bien, inmanente, por así decirlo,

como

órganos de un cuerpo mutante, fluido y flexible, luminoso, que corresponde a la piel, por así decirlo, del sistema-mundo especulativo financiero. Órganos que no se ven desde la exterioridad, que ignora la mirada

contable

del

sistema-mundo

especulativo financiero, que, sin embargo, son evidentes para los órganos mismos.

31


Para decirlo con palabras de Deleuze y Guattari, el sistema-mundo especulativo financiero se creería así mismo un cuerpo sin órganos; empero, como no hay un cuerpo

sin

órganos,

salvo

imaginariamente, estos órganos no serían concebibles en el imaginario especulativo6. Serían taxativamente ignorados. Como dijimos en un anterior escrito, el sistemamundo especulativo financiero ya no es un mundo

dual

como

el

sistema-mundo

capitalista, sino un mundo único, no bifurcado, donde lo concreto no es lo diferenciado de lo abstracto, sino que sería subsumido,

de

tal

modo,

hasta

desaparecer, como constatable. La parte concreta de aquél mundo dual habría sido

6

Ver de Gilles Deleuze y Félix Guattari: Mil mesetas; capitalismo y esquizofrenia II. Pre-Textos. Valencia 2000.

32


destruido,

retomando

diseminados

en

sus

fragmentos

conexiones

virtuales,

haciendo de puntos de contacto de redes. Aunque

de

verdad

sean,

de

todas

maneras, el sostén material, de este sistema-mundo especulación tomados

en

abstracto

de

la

financiera,

no

serían

cuenta,

salvo

como

cantidades de deuda distribuida en todos. La corporeidad de los deudores habría desaparecido para la mirada abstracta de la especulación financiera; no existiría, salvo

como

cantidades

numéricas

de

montos de deuda.

33


Cambiar las reglas del juego

No hablemos de los orígenes, que son mitos; los mitos iniciales se ocuparon precisamente

de

los

orígenes.

No

hablemos de los fines; las “ideologías” se ocupan de las finalidades. Hablemos de las reglas, que son las que rigen el juego – usando el término metafóricamente -, el juego de las sociedades; es decir, el juego de los estados, el juego de la economía, el juego de la política; en definitiva, el juego del poder. Las reglas son los engranajes, los

mecanismos,

las

condiciones

reglamentadas de las operaciones, de las prácticas y relaciones. Si habría que hablar de realidad, en su sentido efectivo, habría que identificar a las reglas como las que orientan el sentido de las acciones, la codificación

y

decodificación

de

las 34


prácticas y relaciones. Si se quiere, el secreto no está en los orígenes utópicos, tampoco en las finalidades utópicas, sino en estas reglas que definen el carácter de nuestras

acciones

y

orientan

las

secuencias, las series, las estructuras de prácticas y relaciones.

El problema radica aquí, las crisis múltiples que acarreamos, desde la década de los setenta del siglo pasado, en las reglas. Resulta que las reglas que heredamos, que, en realidad, son impuestas, no son democráticas, no establecen las mismas condiciones de igualdad para todos los jugadores, por así, decirlo. Estas reglas ya tienen determinado el ganador; ocurre como cuando se va a la casa de juego; la casa siempre gana. No se puede jugar así, no hay chance de ganar. En el caso del 35


sistema-mundo

especulativo

internacional

del

financiero

sistema-mundo

capitalista, la casa, en este caso, el sistema, siembre habrá de ganar; las que pierden son las economías nacionales, endeudadas hasta más allá de cogote. Pierden los pueblos del mundo, que es en quienes se traspasa la deuda; pierden los ecosistemas, que son los espesores donde se transfieren los costos. Entonces no se puede jugar un juego así, tan desigual, tan disimétrico.

La solución del problema estructural de este sistema-mundo capitalista, mutando a sistema-mundo especulativo financiero, es sencilla, teóricamente; hay que dejar de jugar este juego, hay que desechar estas reglas no-democráticas. Hay que inventarse

otros

juegos,

con

reglas 36


democráticas. Esta decisión la toman los pueblos. ¿Por qué no lo hacen? Hay teorías al respecto; nosotros mismos sugerimos algunas7; de lo que se trata no es de explicar sino de transformar, como lo dijo un viejo crítico del capitalismo. Pero, ¿Cómo se puede transformar si los pueblos no lo hacen? El problema parece radicar en que

los

pueblos

están

atrapados

no

solamente en las redes de las reglas tramposas, sino en habitus. Ocurre como si las reglas se hubieran naturalizado, inscribiéndose en los cuerpos, induciendo conductas

y

comportamientos.

Sin

embargo, los seres humanos no son o no se reducen a la internalización de estos habitus y a la inscripción de las reglas; son

7

Ver de Raúl Prada Alcoreza Acontecimiento político. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/acontecimiento-politico-/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

37


mucho más, son vida, primordialmente. En el fondo sabe o intuye todo humano que estas reglas no son las que se debe seguir. ¿Cuándo este fondo, este saber profundo, esta intuición social, emergerá? Como

se

dice

en

momentos

de

emergencia, hay que hacerlo antes que sea tarde.

A

propósito

de

la

deuda

infinita,

impagable, cargada por el sistema-mundo especulativo financiero internacional a los pueblos

del

desatado

mundo,

no

deuda

solamente

financieras,

sucesivas,

que

las

ha

crisis

diferidas,

acontecidas intermitentemente, crisis que son, efectivamente, no solo efectos y manifestaciones

de

la

crisis

de

sobreproducción, sino verdaderas crisis sociales,

de

magnitudes

asombrosas, 38


empujando a la miseria a contingentes poblacionales.

Ante

esta

situación

de

congregación y convergencias de múltiples crisis,

es

pues

indispensable

tomar

consciencia - usaremos este concepto metafóricamente, para ilustrar - de que el nudo del problema estructural está en las reglas financieras, en las reglas de la economía, reglas impuestas por relaciones de poder. El tema es que los pueblos siguen jugando bajo estas reglas; por ejemplo, los estados deudores, que no pueden pagar su deuda, piden rescates, refinanciamientos de la deuda, cayendo no solamente en lo mismo, preservando la causa de su crisis singular, sino que agrava la propia situación, empeorando su dependencia, su condición deudora. La solución, teóricamente, es sencilla, dejar de jugar este juego de reglas desiguales.

39


¿Cuándo la multiplicidad de voluntades de los pueblos emergerá como decisión? Los mitos y las “ideologías” no ayudan a hacer emerger

estas

voluntades

y

hacer

convergerlas en la decisión. Se mueven en narrativas, que, de manera preformada, repiten la contradicción antagónica entre opuestos, entre enemigos, que, en la caricatura simple, unos son los buenos, otros

son

los

malos;

que,

en

las

representaciones menos simples, unos son los fieles, los otros los infieles; que, en definitiva, unos son los amigos, otros son los enemigos. Estas tramas no ayudan, ahora, en la contemporaneidad presente, a resolver el problema estructural que enfrentan los pueblos en la coyuntura de la

dominación

absoluta

y

global

del

capitalismo financiero, aunque, antes, en 40


el pasado reciente, incluso remoto, haya resuelto parte de los problemas8.

Prácticamente toda la humanidad, en clave heterogénea, está enredada en estas mallas de reglas desiguales, que pueden presentarse en sus formas singulares aquí y allá. La humanidad se encuentra en una encrucijada, que es como la convergencia, de sus historias acumuladas hasta el presente. Recorridos, por así decirlo, que muestran

que

las

instituciones

conformadas le ayudaron a sobrevivir y avanzar; pero, también, estos dispositivos se convirtieron en capturas que ponían en peligro su sobrevivencia, obstaculizando el desenvolvimiento

social.

Por

eso,

las

8

Ver de Raúl Prada Alcoreza Signo-movimiento. Dinámicas moleculares 2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/signo-movimiento/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

41


sociedades

efectivas,

en

su

efectiva

alteridad, tuvieron que cambiar sus mapas institucionales9.

Ahora, mundialmente,

con la globalización integral del sistemamundo

capitalista,

mutando

hacia

el

sistema-mundo especulativo financiero, se ha conformado una fabulosa e inmensa máquina-malla de redes, que envuelve al mundo, que lo captura. Todo este sistema asfixia la potencia social, separando a las fuerzas

sociales

de

lo

que

pueden,

capturando estas fuerzas y usándolas para los fines institucionales, que en este sistema eran los de la valorización del valor,

ahora

son

de

la

acumulación

especulativa.

9

Ver de Raúl Prada Alcoreza La explosión de la vida. Dinámicas moleculares 2013-2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/la-explosion-de-la-vida/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

42


La sobrevivencia de la humanidad, la sobrevivencia de los pueblos, depende, como

antes,

regionales,

a

de

escalas desechar

nacionales

y

instituciones

obsoletas, incluso peligrosas, y construir otras, que permitan el flujo libre de las fuerzas de la potencia social, sobre todo de sus capacidades creativas. Mรกs aun, depende, como dijimos de cambiar las reglas del juego; estableciendo reglas democrรกtica.

43


Juegos geopolĂ­ticos

44


¿Qué

es

la

geopolítica?

Una

política

geográfica, una estrategia del dominio del espacio10. Fue como la teoría de la dominación en el siglo XIX; su proyección se alargó hasta el siglo XX. Quizás su proyección marcada con dramática y hasta trágica intensidad durante la primera y la segunda guerra mundial. La geopolítica expresa muy bien los juegos de poder de los

imperialismos

concurrentes.

Los

resultados de la primera y segunda guerra mundial mostraron lo vanos que son estos juegos

geopolíticos.

La

búsqueda

del

espacio vital, el hinterland, finalizó en un rotundo fracaso, en la derrota catastrófica de la potencia tecnológica y militar, que buscaba resarcirse de la derrota de la

10

Ver de Raúl Prada Alcoreza Miseria de la geopolítica. Dinámicas moleculares. La Paz 2013-15. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/miseria-de-la-geopolitica/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

45


primera guerra mundial con una victoria arrasadora en la segunda guerra mundial. Esta potencia jugó a la geopolítica imperial de dominio absoluto; al recurrir a la geopolítica

mostraba

su

atraso

estratégico. Se trataba de una potencia apegada

a

concepciones

territoriales,

correspondientes al anterior siglo, el XIX, cuando, en el siglo XX, los espacios del capitalismo tendían a ser lisos, incluso des-estriados. Quizás también las otras potencias seguían tomando en serio la geopolítica, pues no se había desarrollado otra

teoría,

contemporánea,

en

ese

entonces, adecuada a las características del espacio transformado durante los periodos del capitalismo ya avanzado. Cuando

la

geografía

cuantitativa,

la

geografía social, la geografía humana, cuando Milton Santos expuso su geografía emancipadora, cuando estas teorías del 46


espacio como producto social aparecieron en la escena, de manera consolidada, los fuegos estruendosos de la segunda guerra mundial habían acabado. Sin embargo, el comportamiento de las potencias aliadas, que enfrentaban al eje nazi-fascista e imperial japonés, era más bien defensiva, al principio, antes de entrar a la ofensiva. Si bien tomaban en serio todavía la geopolítica,

se

movían

para

actuar

también con otros referentes y ópticas, sobre

todo

económicas,

intuyendo

o

adivinando que el manejo espacial debería ser

distinto;

sobre

todo,

estas

apreciaciones se daban en la potencia industrial reciente, potencia emergente, en

aquel

entonces,

económica-

tecnológica-militar, que comenzaba a ser Estados Unidos de Norte América.

47


No queremos decir que la Alemania nazi ha perdido la guerra por su anacrónico apego a la geopolítica, sino que esto muestra

el

rezago

o

el

apego

a

concepciones espaciales sobrepasadas por las transformaciones espaciales efectivas, dadas en el sistema-mundo capitalista. Los analistas e historiadores de la primera y

segunda

guerra

mundial

todavía

consideran como referente de análisis la geopolítica, todavía se detienen en la impresionante maquinaria militar alemana de aquel entonces, la Wehrmacht, sin evaluar los rezagos conceptuales de la Alemania nazi. Por cierto no hablamos de los

anacronismos

nacionalsocialismo, expresa

un

gran

“ideológicos” que, rezago

por

del

cierto,

“ideológico”

respecto a las “ideologías” de convocatoria universal, humanista; sean estas liberales o, en su caso, socialistas. Apostar al 48


dominio,

desde

la

perspectiva

etno-

céntrica,

enalteciendo delirantemente la

cualidad superior de la raza, no hace otra cosa que mostrar el elevado solipsismo y autismo,

acumulado

y

fijado

geológicamente, en gran parte de las subjetividades

de

moderna,

de

desarrollo

combinado

civilizatorio

proyecto

de

aquella

dominio

y

sociedad

desigual cultural.

nacional,

y Un

auto-

centrado, absoluto, descalificando a los demás, estaba, de principio, destinado al fracaso, en un mundo que estaba ya atravesado

por

convocatorias

universalistas y humanistas, ya sean de un tipo o de otro tipo. analistas prefieren

y

los

Esto no miran los

historiadores,

demonizar

al

quienes

enemigo,

el

monstruo racista, genocida. No está en discusión los crímenes de lesa humanidad cometidos, sino, que hasta ahora, no se ha 49


dado

una

explicación

teóricamente,

si

satisfactoria se

quiere,

científicamente, de lo ocurrido. Se prefiere echar

tierra

sobre

la

necesidad

de

responder a preguntas cruciales. ¿Por qué, en

determinadas

circunstancias,

los

estados, si se quiere, ciertos estados absolutistas,

son

capaces

de

las

atrocidades más descabelladas? No se crea que sólo hacemos referencia a los nazis, a los fascistas y a los franquistas, además de al imperio nipón, o, si se quiere, a las alusiones que les gusta hacer a los “críticos del totalitarismo”, que incluyen también a los estalinistas, sino también potencias

hacemos líbrales,

“democráticas”.

referencia

a

las

autonombradas

No está en discusión

quienes han cometido más atrocidades que otros. Abunda material a propósito. Sino, que llama la atención, la forma como 50


se oculta el vacío de análisis y de la falta de respuestas. Este olvido, no hace otra cosa que mostrar un profundo trauma.

Las generaciones contemporáneas están en la obligación de efectuar el análisis crítico de esa dramática y trágica historia. Están

en

la

obligación

de

buscar

respuestas, pues en la actualidad enfrenta peligros de nuevos juegos geopolíticos. Para evitar que se repitan estas oscuras experiencias, que pueden repetirse de una u

otra

manera,

no

necesariamente

parecida a la anterior, sino que basta que el mundo se involucre en una tercera guerra

mundial,

es

menester

haber

aprendido la lección, lo que no parece ocurrir. Una cosa es haber experimentado el

dolor

desgarrador

y

masivo,

que

ocasiona la destrucción de la guerra, y otra 51


cosa

es

decirlo,

haber

racionalizado,

comprendido,

por

interpretado

así y

explicado lo que ha pasado. Esto último no se ha hecho, a no ser que se crea que una explicación es encontrar la causa del mal en el juicio de la locura del nazismo y en la locura delirante de su líder; esta “explicación”, por cierto, simplona, es la que aparece en muchos libros de historia y en muchos escritos de analistas. Hay, ciertamente,

interpretaciones

menos

simplonas; que recurren a teorías, para aludir a supuestas causas. La más común, en sus diversos tonos, es la que encuentra la causa de la guerra en la competencia y beligerancia económica, en la lucha por los mercados, que pueden extenderse a la competencia por el control de las colonias, existentes

en

gran

escala,

en

aquel

entonces. De entre estas teorías sobresale aquella que expone la lógica de un 52


determinismo competencia

histórico, burguesa

que es

dice:

La

despiadada,

eleva a unos y saca a otros del mercado, los más. Del mismo modo, la competencia imperialista deriva en guerra imperialista. Se dice esto, como si un mecanismo inherente,

en

condujera

el

suceder

histórico,

deterministamente

los

acaecimientos, como si alguna “lógica” tutelar

condujera

secuencialmente

los

eventos.

Las últimas teorías mencionadas pueden tener ciertos aciertos, sobre todo porque la descripción de los sucesos parece darles la razón; sin embargo, esto está lejos de demostrar determinismo

la

existencia histórico11.

de De

un todas

11

Ver de Raúl Prada Alcoreza Acontecimiento político. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/acontecimiento-politico-/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

53


maneras, tampoco este es el problema al que queremos

analizar,

sino,

lo

que

dijimos: ¿cómo es que llegaron a ser lo que son los hombres para cometer esas atrocidades? Este es el tema.

En este tema, no son respuestas, menos teorías, esas apreciaciones, pues no las consideramos ni hipótesis. Unos, dicen porque

son

los

otros

capitalistas,

particularmente capitalistas nacionalistas exaltados,

que

actuaron

contra

la

amenaza comunista; este fanatismo los llevó a la barbarie del holocausto. Los otros,

dicen

porque

son

los

otros

comunistas, el otro mal, después del nazismo; porque no son liberales, porque no

son

“democráticos”,

porque

son

totalitaristas; este fundamentalismo los llevo a la dictadura y a la represión contra 54


los campesinos. Ambos, dicen lo mismo, descalifican

moralmente

al

otro,

el

enemigo común, amenazante, pues el enemigo compartido, en el lapso de la guerra, eran los nazis; quienes los habían declarado

a

comunistas,

ambos,

enemigos,

liberales

y

estigmatizados

como decadentes. Los nazis consideraban enemigos a liberales y comunistas; unos expresando la decadencia del capitalismo; los

otros,

comunista. mucho

expresando

la

decadencia

Estas no son respuestas,

menos

explicaciones,

son

prejuicios. Todos cometieron atrocidades, salvando obviamente las diferencias; es difícil disputar frente a lo que han hecho los

nazis.

Para

hablar

un

poco

románticamente, sobre todo para ilustrar; la humanidad, los hijos, los hijos de los hijos,

de

las

sociedades,

solicitan

respuestas, requieren aprender la lección, 55


para evitar que sucedan estas tragedias masivas nuevamente.

Volviendo a nuestra crítica a la geopolítica. Si bien hubo un tiempo cuando parecía seria la geopolítica; siglo XIX, incluso parte del siglo XX. Después de la segunda guerra mundial no se la puede tomar en serio. La complejidad del mundo, del sistema-mundo capitalista, no se reduce al simple referente del dominio del espacio, mucho

menos,

cuando

se

tiene

una

concepción del espacio tan abstracta y vacía, como la tiene la geopolítica. Si ahora,

los

famosos

servicios

de

inteligencia, los estados mayores de los ejércitos

y

potencias

fuerzas

imperiales,

armadas los

de

las

académicos

especialistas en el tema, toman en serio la geopolítica,

es

porque

todos

ellos 56


manifiestan su gran rezago y anacronismo ante los problemas geográficos sociales, geográficos

económicos,

geográficos

políticos, geográficos culturales, que se han hecho evidentes en la actualidad. En realidad, estos especialistas juegan a la geopolítica,

manteniendo

presupuestos

gigantescos, aparatos gigantescos, que no tienen mucho sentido, incluso mucha utilidad. Ante este desajuste, sobre todo respecto a la complejidad, sinónimo de realidad, estos especialistas han optado por inventarse guerras de probeta para mantener el calor, para probar, de esta manera, que existe la amenaza, en las magnitudes que dicen que se da. Son como unos escuincles – usando el término como metáfora, con perdón de los niños jugando a la guerra, dedicados a juegos geopolíticos; sin embargo, no por ser tales, escuincles, metafóricamente, no 57


dejan de ser, empero, psicológicamente vulnerables. Lo grave es que al jugar con armas

de

destrucción

masiva,

son

altamente peligrosos.

Una

vez

desaparecida

la

amenaza

comunista, se han inventado el enemigo ambiguo, mutante, camaleón, indefinido. El terrorista, que amenaza la paz mundial, que es capaz de destruir en gran escala, comenzando con las pequeñas escalas, incluso micro, puntuales. Para atender esta amenaza se requiere tanta cantidad de presupuesto como la empleada en la segunda guerra mundial. ¿No hay algo más absurdo que esto? Grupos, hasta dispersos, que llaman terroristas, son capaces de no solo amenazar, sino de destruir a la híper-potencia económicatecnológica-militar-comunicacional58


cibernética. Lo llamativo es que parte de las sociedades se lo cree; a lo que coadyuvan los medios de comunicación de masa.

La paradoja es la siguiente: Se ha llegado a tal capacidad tecnológica de guerra, de destrucción intensa y masiva, no solo nuclear, sino incluso convencional, que ya la guerra misma, la posibilidad de la guerra, ha encontrado un límite. Ir a la guerra ya no es para vencer, sino para perder ambos. La única que ganaría es la muerte.

Para

decirlo

de

un

modo

resumido, la capacidad destructiva de la guerra ha hecho imposible la guerra; aunque nunca hay que perder de vista tendencias suicidas, que pueden estar como solapas. Esta es la razón, por lo que estos estrategas de la guerra se han 59


inventado

una

novedosa

estrategia

geopolítica, la guerra de baja intensidad. Cómo no pueden destruirse, se opta, en principio, porque se destruyan terceros, transfiriendo

su

guerra,

la

guerra

imperialista, a otros, desplegando guerras en menor escala, que no dejan, sin embargo,

ser

altamente

destructivas,

localmente y regionalmente. Después, cuando desaparece la gran amenaza, los estados socialistas de la Europa oriental, sobre todo la URSS, las guerras de baja intensidad son para contener y controlar, devastando, de todas maneras, los países donde estas guerras de baja intensidad se dan.

Entre otras cosas, estas guerras, ya no solo de baja intensidad, sino guerras policiales, que también llaman guerras 60


humanitarias, de ocupación parcial de los países,

de

los

estados,

que

llaman

“canallas” los “ideólogos” de las nuevas versiones

discursivas

de

la

misma

geopolítica, se dan en ese borde, en ese límite, que no se quiere cruzar, el umbral antes de entrar en una guerra a gran escala. Un ejemplo de estos discursos pretensiosos, hasta pomposos, haciendo esfuerzos por mostrarse eruditos, sin embargo,

repiten

sentidos

comunes,

anidados de prejuicios,

es la famosa

supuesta

Choque

tesis

del

de

civilizaciones12, que estaría bien para guion de Hollywood; pero, que no se la 12

Ver el curioso libro de Samuel Phillips Huntington Choque de civilizaciones. Donde se mantiene el cuadro de la repetición recurrente de guerras entre culturas y civilizaciones, desde la época de la antigüedad. Habrían cambiado los contextos, las condiciones; empero, el formato, prácticamente seria el mismo. http://www.mercaba.org/SANLUIS/Historia/Universal/Hunting ton,%20Samuel%20%20El%20choque%20de%20civilizaciones.pdf.

61


puede considerar como teoría consistente. Todo esto, las estrategias geopolíticas y estas “teorías” geopolíticas no sirven para otra cosa que para mantener inflados presupuestos, destinados a un arsenal sofisticado, que en gran parte no se va utilizar. ¿No hay algo más irracional?

De las explicaciones teóricas recientes sobre este tema, el de las máquinas de guerra, la más sugerente es la que encuentra en la guerra el medio para absorber realizarse

la

plusvalía, en

interpretación

el es

que

no

puede

mercado.

Esta

bastante

distinta

al

determinismo linealista, que dice que la competencia conduce irremisiblemente a la guerra. No nos vamos a detener en la exposición de estas tesis sugerentes; nos remitimos a lo escrito en La inscripción de 62


la deuda, su conversión infinita13. Lo que nos interesa, ahora, es mostrar no solo el anacronismo de la geopolítica, de los juegos geopolíticos, sino que, de todas maneras,

estas

discursos

son

estrategias útiles

para

y

estos

mantener

hipertrofias burocráticas y militares, que no tienen mucho sentido, incluso utilidad, en términos de su uso, incluso de su eficacia. Salvo, si se quiere, como dijimos un

poco

más

arriba,

usarse

desencadenando guerras para absorber la plusvalía, que no se realiza en el mercado. Empero, lo que se usa en estas guerras es parte del arsenal. Lo asombroso e inocuo es que se ha producido un arsenal que posiblemente no se va utilizar nunca, salvo 13

Ver de Raúl Prada Alcoreza La inscripción de la deuda, su conversión infinita. Dinámicas moleculares; La Paz 2015. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/lainscripcion-de-la-deuda-su-conversion-infinita/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

63


en el depรณsito, a no ser que las tendencias suicidas se encaminen estrepitosamente a ello.

64


Geopolíticas regionales en el sur

En el sur, otro nombre para denominar a las

periferias

del

sistema-mundo

capitalista, quizás con una perspectiva más cultural que económica, también se han dado juegos geopolíticos. Hemos llamado a estos juegos geopolíticos, en el sur, geopolíticas regionales. En principio, nos referimos a la geopolítica regional de la burguesía trasandina en la guerra del Pacífico14; después nos ocupamos de la geopolítica industrial

regional brasilera15,

de

la

burguesía

que

adquiere

tonalidades expansivas, en su versión 14

Ver de Raúl Prada Alcoreza Guerras periféricas. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/guerras-perifericas/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf. 15

Ver de Raúl Prada Alcoreza Gramatología del acontecimiento. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/gramatologia-del-acontecimiento-/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

65


militar, que, después, se transforma en una geopolítica de integración económica, comercial y de infraestructura, en su versión neoliberal, adquiriendo con Lula, tonalidades

populistas.

retomamos

una

regional,

Por

último,

geopolítica

micro-

abanderada

por

el

gobierno

populista de Bolivia en su intervención en los

territorios

indígenas,

institucionalizados por la Constitución16. En los tres casos se juega a la geopolítica, en

menor

escala,

que

en

los

casos

anteriores, que se dan a escala mundial.

Hay analogías en estos juegos geopolíticos en el norte y en el sur, a pesar de sus diferencias de escala, de sus diferencias 16

Ver de Raúl Prada Alcoreza Miseria de la geopolítica. Dinâmicas moleculares; La Paz 2013-2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/miseria-de-la-geopolitica/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

66


geográficas. Una primera analogía es que desbordan sus pretensiones estratégicas, como si sus proyectos fuesen la clave del éxito,

cuando

no

exageraciones presentan grandes

son

más

que

burocráticas,

sentidos

que

comunes

estrategias

como

espaciales.

La

geopolítica regional trasandina no era otra cosa que un discurso subordinado, que daba

forma

burguesías

a

la

estrategia

portuarias

de

de

las

apostar

al

mercado internacional, desechando las proyecciones del país interior. En ese entonces,

se

puede

decir,

que

esta

geopolítica regional era un dispositivo intermediario

para

adecuarse

a

la

revolución industrial británica, solo que en condición de subalternidad, garantizando la transferencia de los recursos naturales de las periferias a los centros del sistemamundo capitalista. En lo que respecta a la 67


geopolítica

regional

de

la

burguesía

industrial brasilera, en sus dos versiones, geopolítica, por cierto de mayor escala regional que la anterior, se persigue la expansión

de

lo

que fue el

imperio

brasilero, y, en su versión neoliberal, incluso

populista,

la

integración

continental, bajo la hegemonía de la burguesía industrial brasilera. Dicho así, suena más serio, no parece ser un juego; sin

embargo,

como

anotamos

en

Gramatología del acontecimiento17, este plan estratégico es un proyecto, que adolece

de

la

comprensión

de

la

complejidad de las formaciones sociales del

continente,

del

subcontinente

17

Ver de Raúl Prada Alcoreza Gramatología del acontecimiento. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-2015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/gramatologia-delacontecimiento-/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

68


suramericano,

incluso

de

la

propia

formación social brasilera. Que se haya elaborado la estrategia, incluso con la sistematización abordada en el IIRSA, no quiere decir que se cumpla al pie de la letra; primero el plan militar fracasó; tropezó con las resistencias territoriales, sociales,

culturales,

de

segundo,

el

tropieza

IIRSA

los

pueblos; con

las

resistencias de las naciones y pueblos indígenas. Si se quiere, éste es un juego más serio, además de darse a una escala controlable, la regional; sin embargo, no deja de ser juego, pues se pretende desplegarlo, ejecutarlo, como ingeniería institucional,

sin

contar

con

la

participación, la consulta, la opinión de los pueblos. Al ignorar a los actores sociales, se cree que el IIRSA se puede efectuar así como se construyen las carreteras, con criterios meramente técnicos. Confunden 69


entonces a los países, con todas sus complejidades, con explanadas o terrenos accidentados

pasivos,

donde

se

construyen carreteras. Esta perspectiva los condena a un fracaso.

El tercer caso, es el de la geopolítica micro-regional,

planeada

como

intervención a los territorios indígenas, buscando ampliar la frontera agrícola en beneficio de la agro-industria, sobre todo la de la soya, de los transgénicos, además de la frontera agrícola de la hoja de coca, fuera

de

empresas

otorgar

concesiones

a

las

minera

e

geopolítica

no

extractivistas

hidrocarburífera.

Esta

solamente hereda las desventajas de todo juego

geopolítico,

la

de

reducir

la

complejidad al simplismo de un espacio abstracto, un mapa susceptible de control 70


estatal,

sino

también

desventajas

hereda

mencionadas

de

las las

geopolíticas regionales de mediana escala, como la trasandina, que sirven como instrumentos de subalternización en la adecuación

del

modelo

colonial

extractivista del capitalismo dependiente. En el caso boliviano, en menor escala, micro-regional,

de

una

manera

más

rudimentaria, incluso insólita, pues un gobierno que se reclama indígena se propone precisamente desterritorializar a los

pueblos

indígenas,

para

efectuar

concesiones a las empresas trasnacionales extractivistas.

71


Paradojas de la violencia

72


El poder vulnerable

73


En la existencia paradójica, de universos que

parecen

responder

también

a

paradojas constitutivas, en un mundo, el nuestro,

paradójico,

el

poder,

como

dijimos antes, se mueve en paradojas18: entre ellas, una digna de notar es la siguiente: el poder es vulnerable. El poder, que es el objeto oscuro del deseo del débil, quien se lo representa todopoderoso, absoluto,

descomunal,

inmune,

es,

paradójicamente, lo más vulnerable que uno se pueda imaginar.

Los poderes o las formas de poder, que se representan

como

absolutos,

como

totalitarios, todopoderosos, descomunales

18

Ver de Raúl Prada Alcoreza: Episteme compleja. Dinámicas moleculares; La Paz, 2015. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/epistemecompleja/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

74


y demoledores, son, extrañamente, los que más se preocupan por indicios y señales de desacuerdo, por más pequeños que sean; los leen como críticas ingratas al régimen tutelar de la patria, incluso como

interpelaciones

conspirativas;

elevando el tono, como disidencias, hasta escisiones o secesiones. Débiles protestas se les antoja ser parte de un plan conspirativo; las protestas menos débiles aparecen ya como la demostración del plan conspirativo en marcha. Si la protesta es más fuerte, termina calificada como secesionista.

Una

comunicadora

que

interpela y critica con elocuencia, no sin tener razón, se les atoja una bruja endemoniada, a la hay que dar caza, como en los tres siglos de la “caza de brujas”, efectuadas por la iglesia católica, las monarquías y las instituciones, al servicio

75


de la nobleza y de la burguesía naciente19. Este comportamiento paranoico de los que se presentan como los fuertes de un poder absoluto, legitimado por mayorías, es, en realidad, una regularidad en los regímenes de gobierno; ciertamente no solo de “izquierda” o populistas, sino también de “derecha”, sean liberales o, mas bien, conservadores.

No

es

pues

una

característica de gobiernos de “izquierda”, de gobiernos populistas, o, en contraste, de gobiernos de “derecha”, de gobiernos conservadores, de gobiernos liberales o neoliberales, sino que es una característica compartida

por

las

formas

de

gubernamentalidad estatal, sobre todo cuando llegan a controlar las estructuras

19

Ver de Silvia Federici: Calibán y la bruja. Tinta Limón. Buenos Aires. Bookcamping: file:///C:/Users/RAUL%20PRADA/Downloads/caliban-y-labruja-mujeres-cuerpo-y-acumulacion-originaria.pdf.

76


de poder del Estado. Mal sería entonces atribuir esta característica a unos u otros, dependiendo del lugar de donde se emite el juicio, o el lugar que es el referente de la acusación. Es pues una característica propia del poder mismo.

¿Por qué el poder se siente acosado, cuando es, mas bien, el poder el que define las reglas, las normas, las leyes, el que instituye y garantiza su cumplimiento mediante sus instituciones, el que vigila, castiga, domestica, disciplina y controla? ¿No se siente legítimo, a pesar del apoyo o de los votos logrados? ¿Cree que se asientan sus pilares sobre un terreno de conspiraciones? ¿Alguna otra razón, como las tesis conservadoras de enfrentar al mal? Nuestra hipótesis interpretativa es distinta: el poder se siente aislado, intuye 77


su

soledad

institucionalizada,

pues el

poder, en su forma institucional, el Estado, nace de la separación entre Estado y sociedad. El Estado no es la sociedad, desde la perspectiva institucionalizada; es la institución que garantiza el orden, el cumplimiento de las leyes, el bienestar de la sociedad. Aunque no pueda entenderse el Estado sin la matriz que le dio lugar, la sociedad, la representación filosófica es que el Estado es la sociedad política, la síntesis de la pluralidad social20. Esta separación, en la modernidad, se basa, en la delegación de la voluntad al Estado, por parte de la sociedad; se basa, según 20

Tesis de Hegel. Ver de Hegel Filosofía del Derecho y del Estado. file:///C:/Users/RAUL%20PRADA/Documents/Modo%20de%2 0desproduccion/Diseminaci%C3%B3n/hegel_derecho.pdf. También ver de Marx Critica de la filosofía del Estado de Hegel. file:///C:/Users/RAUL%20PRADA/Documents/Modo%20de%2 0desproduccion/Diseminaci%C3%B3n/marx-crc3adtica-de-lafilosofc3ada-del-estado-de-hegel.pdf.

78


Rousseau, en un contrato social. Este encargo, por así decirlo, separa al Estado de la sociedad, representativamente e institucionalmente.

Esta

corresponde a la

separación

ruptura del cordón

umbilical con la madre - usando esta metáfora -, que, en este caso, sería la sociedad. Esta metáfora de la ruptura del cordón umbilical, en el caso del Estado respecto de la sociedad, no alude tanto al nacimiento del hijo, en el sentido de su independencia,

de

su

autonomía,

en

desarrollo, sino al trauma, a la pérdida de la armonía con la madre, a la pérdida del mundo

íntimo

esférico

del

líquido

amniótico. Hay pues una dependencia inconsciente, por así decirlo, de este hijo, el Estado, con la madre, la sociedad. Sin embargo, el Estado reprime este recuerdo inconsciente,

opta

por

presentar

su

trauma inicial como nacimiento de la 79


sociedad de la costilla de Adán. Es decir, opta por el mito patriarcal. La sociedad habría nacido por el Estado, por iniciativa y voluntad del Estado; el Estado es el padre de la sociedad; el Estado le habría entregado las instituciones que norman sus

conductas

y

comportamientos.

Entonces, la historia efectiva se invierte en la historia oficial, una narrativa de la historia política institucional, donde el Estado aparece como principio y fin de la teleología histórica de la sociedad.

Si se quiere, esta manera de ocultar el trauma, expresa o manifiesta los síntomas de la consciencia culpable. En el fondo, el Estado, no puede con su culpa, de acuerdo al sentimiento religioso que impregna todo Estado, incluyendo a los estados laicos y los socialistas. El Estado nace de la guerra 80


inicial, de la guerra de conquista. Nace de las sangres derramadas, de los asesinatos y

de

las

usurpaciones21.

Que

en

la

genealogía del Estado se haya tratado de corregir esto, buscando redimir a las víctimas, mediante las ampliaciones de derechos afectos

democráticas, y

mediante

solidaridades

los

populistas,

mediante las transformaciones socialistas, no resuelve el fondo del problema, a pesar de las mejoras. No resuelve el problema del nacimiento del Estado, separación respecto de la sociedad, que no es otra cosa que la expropiación de las voluntades sociales, invistiéndose de representante de la sociedad, usurpando su opinión

21

Ver de Michel Foucault Defender la sociedad. Siglo XXI; Buenos Aires. https://primeraparadoja.files.wordpress.com/2011/03/1976defender-la-sociedad.pdf.

81


plural y la construcción colectiva de las decisiones.

Esta perspectiva crítica del poder, que lo analiza, desde sus paradojas, observa los límites, por un lado, y las tesis inocentes, criterios simplistas, por otro lado, que creen que se trata de poner buenos hombres en el poder, no corruptos, no angurrientos, no autoritarios; que creen que

otros

Mejorando

lo

hubieran estas

hecho

mejor.

interpretaciones

políticas; hay otras propuestas, que dicen que, en la medida que el régimen sea más “democrático”, que se cumpla con la institucionalidad, se garantiza el buen gobierno. Incluso, avanzando con las tesis políticas, las propuestas que plantean que un gobierno socialista logra el reencuentro entre el Estado y sociedad, no hace otra 82


cosa que reproducir el mito patriarcal del Estado en otra versión, más romántica, o si se quiere, de almas bellas, o, en su caso, de “rigurosa interpretación” histórica y política.

Las historias políticas de la modernidad, sobre

todo

revolucionarios”,

de nos

los

“gobiernos

han

mostrado

patentemente, el decurso que toman las revoluciones. Al no poder escapar de la historia no escapan de la reproducción del poder. Al no escapar del poder, repiten la separación entre Estado y sociedad de una manera cada vez más asombrosa y hasta perversa, sobre todo cuando se habla a nombre de la sociedad. Este decurso no beneficia la situación de los regímenes conservadores,

liberales,

nacionalistas,

neoliberales; al contrario, estos regímenes 83


asumen la separación entre Estado y sociedad como si fuese natural; como si el Estado formara parte de las cosas del mundo. En otra versión liberal, el Estado es

un

contrato

social,

acordado

voluntariamente por los hombres; entones la separación se presenta como orden que lucha contra el mal, contra la maldad inherente en los hombres. En la versión nacionalista, el Estado es la encarnación soberana de la nación; la separación es presentada como realización histórica de la nación en la soberanía institucional del Estado. En la versión neoliberal, el Estado aparece como regulador o moderador de las reglas del juego del mercado y la competencia; la separación es presentada como que el Estado es la realización de la libertad versiones,

del

mercado. legitiman

Todas entonces

estas la

separación del Estado respecto de la 84


sociedad,

separación

usurpación

de

la

que

es

democracia,

una de

la

política, en sentido pleno de la palabra, usurpación del gobierno del pueblo por el pueblo mismo.

Aunque se opongan liberales a socialistas, peor aún, si son conservadores los que se oponen

a

estos

últimos;

aunque

se

opongan neoliberales al socialismo real, experimentado en parte de las sociedades del mundo, al proyecto comunista, latente en los corazones del proletariado nómada, a los populismos, que se les antojan de descalabros públicos, en realidad, todos ellos, enemigos jurados, comparten el mismo

arquetipo

nacimiento

traumático

institucional

del

del

Estado.

Reprimen el recuerdo inconsciente del comienzo de esta separación, preservan el 85


olvido de este nacimiento, interpretado desde el paradigma religioso, aunque se encuentre

solapado,

esmerándose

en

como

presentar

culpa, el

mito

patriarcal del Estado como historia política de la libertad o del socialismo.

El problema de fondo es el poder, la genealogía múltiples

del

poder,

formas,

en

aunque

todas

sus

parezcan

contradictorias22. El problema o el desafío político puede presentarse de la siguiente manera: ¿Cómo acabar con la separación, entre

Estado

recurrente ¿Cómo

en

y

sociedad, las

devolverle

repetida

historias a

la

y

políticas?

sociedad

su

potencia creativa? La cuestión crucial es 22

Ver de Raúl Prada Alcoreza Genealogía del poder. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-2015. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/genealogiadel-poder/.

86


responder a estas preguntas; sobre todo cuando régimen

las

mayorías,

liberal

o

estén

bajo

bajo

un

un

régimen

populista, en otro tiempo, quizás más adecuado, por su evidencia, bajo un régimen

socialista,

creen

en

el

mito

patriarcal del Estado. Consideran que la realidad social es el Estado o que no hay realidad social sin el Estado. Las mayorías han internalizado las relaciones de poder, las estructuras de poder, los diagramas de fuerza, inscritos en la piel, internalizados en el cuerpo, convertidos en habitus, conductas,

comportamientos,

subjetividades. Las mayorías aceptan el poder,

como

algo,

natural.

Estas

mayorías, esta condición de dependencia y subordinación de las mayorías, es la que explica la reproducción del poder en sus distintas formas de gubernamentalidad restringida;

es

decir,

institucional

y 87


estatal. No hay dominaciones que no se den sin aceptaciones implícitas.

Sabemos que es en los momentos de crisis cuando las masas se rebelan, cuando las multitudes constituyente,

emergen cuando

como los

poder

pueblos

se

levantan y persiguen descolonizarse. Es en estos momentos cuando las estructuras de los

habitus

y

comportamientos

los entran

esquemas

de

también

en

crisis; son cuestionados por los sentires e imaginarios radicales de las masas, de las multitudes, del proletariado nómada, de los pueblos. Estos momentos críticos son pedagógicos, enseñan a las mayorías a interpretar desde la intuición subversiva, descubriendo el sentido inmanente de estas historias políticas, afincadas en

88


dominaciones polimorfas23. Sin embargo, estos

momentos

no

duran,

cuando

amainan las movilizaciones, cuando los fuegos y furores se apagan, se retorna a la rutina, se transfiere el poder a otros, a los

que

se

considera

legítimos

representantes de la movilización social. Con esto no se hace otra cosa que repetir la misma historia de la separación de Estado y sociedad en las nuevas versiones, en los nuevos contextos, con nuevos personajes. Cuanto tiempo tarde en volver la crisis, es cuestión no solo de tiempo, sino sobre todo del manejo administrativo y político del gobierno. Los gobiernos del

23

Ver de Raúl Prada Alcoreza Intuición subversiva. También Acontecimiento libertario. Dinámicas moleculares; La Paz 20132015. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/acontecimiento-libertario/. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/intuicionsubversiva-/.

89


socialismo real prologaron rudamente la durabilidad del régimen de la socialización de los medios de producción; los gobiernos populistas tienden a tener lapsos más cortos de vida, salvo excepciones, como el de la revolución mexicana y el peronismo argentino, que, si bien han perdurado, incluso

intermitentemente,

en

parte

convirtiendo al partido en el Estado, han, en realidad, administrado la crisis política, de una manera clientelar y distribuida.

Los regímenes liberales, ahora convertidos en neoliberales, han administrado la crisis institucionalmente; la apariencia de la ley, del orden, de las garantías de los derechos civiles y políticos, mientras han podido, sobre todo al principio; empero, en la medida que estalla la crisis, no han dudado en recurrir a los métodos que ellos llaman 90


autoritarios, absolutistas, totalitarios, que es la acusación que les hacen a los socialistas y populistas. Pero aun, de una manera solapada, han terminado también convertidos en regímenes policiales. Bajo el chantaje de la acusación de la amenaza terrorista, su propia población es sometida al panoptismo de la vigilancia, de las medidas de excepción, por motivos de seguridad del Estado, es empujada a la deuda infinita, entregándola a manos de la usura y la especulación financiera.

Como se puede ver, como estructuras arquetípicas de poder, estos regímenes, contrastantes y contradictorios, no son distintos; comparten el mismo arquetipo de

poder.

Sin

embargo,

desde

la

perspectiva de las formas políticas, se puede encontrar diferencias que no se 91


deben despreciar, sobre todo cuando se trata de las transiciones y de la pedagogía política de las masas, de las multitudes, del

proletariado

nómada,

del

pueblo.

Aunque los gobiernos populistas sean demagógicos y clientelares, se diferencian de los regímenes liberales y neoliberales porque,

por

lo

menos,

mejoran

los

términos de intercambio, incluso mejoran las condiciones de vida de por lo menos, de

parte

de

las

mayorías

de

los

condenados de la tierra. Los regímenes socialistas se diferencian de liberales y neoliberales, también de los populistas, porque cambian las estructuras estatales y las estructuras económicas, de acuerdo a

su

programas

expropiadores;

de

sus

expropiar efectos

a

en

los las

condiciones de vida de la población son de mucho mayor alcance que los regímenes populistas. Sin embargo, al entramparse 92


en las estructuras de poder, terminan reproduciendo no solo la diferenciación política, la separación entre Estado y sociedad, sino incluso la diferenciación social y de los privilegios, la burocracia sustituye a la burguesía. Estas diferencias en las formas políticas son importantes para la acción política, para el aprendizaje de las multitudes; empero, no hay que confundir

estas

llamaremos

apreciaciones,

tácticas,

con

que

objeto

de

ilustrar, con que el régimen populista o, en su caso, el régimen socialista, es el fin de la

historia,

conservadora

así

como,

la

contemporánea

teoría enuncia

respecto del Estado liberal, como el fin de la historia24. Esta creencia compartida, en

24

Ver de Francis Fukuyama El fin de la historia y el último hombre. The End of History and the Last Man (New York: Free Press, 1992). Also published in approximately 23 foreign language editions.

93


el telos histórico, muestra una vez más, lo que

comparten,

arquetipo,

estas

en

el

fondo,

distintas

como

formas

de

gobierno estatal, el arquetipo de poder.

Volviendo a lo de la vulnerabilidad del poder, desde la perspectiva desde la cual expusimos esta interpretación del poder, evidenciado en sus paradojas, vemos que el poder nace vulnerable. El poder no puede reproducirse por sí solo; ya lo dijimos antes25; el poder es una economía política;

separa

Estado

de

sociedad,

valoriza el abstracto de la sociedad política y desvaloriza lo concreto de la sociedad

25

Ver de Raúl Prada Alcoreza La explosión de la vida. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.

94


efectiva26. El poder separa de la sociedad su potencia social, por lo menos, parte de ella, parte de su fuerza; la captura, incorporándola

al

servicio

y

la

reproducción del poder. Por lo tanto, el poder requiere que la sociedad sea dócil, obediente, disciplinada, por lo menos, crea en el mito patriarcal del Estado. Para tal efecto, para lograrlo, requiere mantener a la sociedad en condición dependiente, en condición

de

necesitada,

requiere

atemorizar a la sociedad con el fantasma de amenazas foráneas de todo tipo; cuando

esto

no

funciona,

entonces

directamente amenaza a la sociedad, recurre al terrorismo de Estado.

26

Ver de Raúl Prada Alcoreza Acontecimiento político. También Crítica de la economía política generalizada. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15.

95


Si

bien

hemos

hablado

antes

de

la

paranoia del poder, lo que es evidente, sobre

todo

por

la

conducta

de

los

gobernantes; esto no quiere decir que sea solamente una especie de síndrome o si se quiere,

“locura”,

como

se

dice

comúnmente. Este síntoma de la paranoia, tiene un asidero histórico, por así decirlo, la intuición de algo que no es ilegitimidad, pues muchas veces o algunas, mas bien, la tienen, sino de algo más problemático; la

separación

sociedad,

la

inicial

entre

usurpación

Estado

inicial

de

y la

democracia efectiva, el gobierno efectivo del pueblo.

96


Encaracolamientos

97


Es como un encaracolmiento, si podemos manejar esta palabra, un tanto inventada, cuyo sentido, el que queremos darle; también puede decirse, algo así como encuevamiento. Aunque lo que connotan estas palabras no expresen el alcance de las significaciones que queremos darle. Se trata como de un síndrome, sufrido por los políticos, la clase política, sobre todo cuando se encuentran en el poder, en función de gobierno. Esta clase política se encueva, por así decirlo, o si se quiere, se encaracola. En otras palabras, los gobernantes se encierran en su propio imaginario; no solo ven el mundo desde las tramas tejidas por su imaginario; cosa que sucede prácticamente a todos, sólo que de distintas maneras y formas, con diferente connotación y consecuencia; lo que no sería extraño, sino que su imaginario se convierte como en la concha donde se encaracolan, donde se refugian. Entonces, no solo ven el mundo desde su imaginario, sino que su

98


imaginario, es decir, su concha, se convierte en el mundo. El mundo se reduce a su concha. Todo lo que no está en su concha no es verdad; no es del mundo, que se imaginan, sino un invento de los enemigos. Este síndrome del encaracolamiento es como una especie de autismo político, combinado con una esquizofrenia, dramatizada en el teatro político; esquizofrenia que empuja a cada político, según sus características, a actuar, de acuerdo a los escenarios donde tiene que desenvolverse. Tiene un discurso para cada uno de ellos, y sin embargo, ni se inmuta. Asume estas disonancias como si fueran lo mismo, el mismo discurso; no es un mismo discurso, obviamente, sino que es la misma actitud en distintos discursos pronunciados. La actitud de actuar para los escenarios, para los interlocutores, para el auditorio, a quienes busca satisfacer, decirles lo que quisieran escuchar.

99


El autismo político puede llegar al extremo de hacer desaparecer lo que comúnmente se llama realidad. Se pierde el contacto con los fenómenos, hechos, eventos, situaciones concurrentes, diremos, a modo de ilustrar, en la exterioridad, que la interioridad imaginaria del autismo político hace desaparecer. Para el autista político lo que hay, lo que existe, es el esqueleto

de

la

trama,

que

sostiene

su

argumentación. Todo lo que no es este esqueleto traumático de la trama, no existe, corresponde a la conspiración de los enemigos. Para decirlo en términos conocidos en el psicoanálisis, usandolos también para ilustrar, al renunciar al principio de realidad, el autista político, cree que preserva el principio del placer; es más, cree que se preserva el placer. Sin embargo, al engañar, aunque pueda ser sin querer, de esta manera enajenada, termina engañándose a sí mismo, incluso no sólo en lo que respecta a la información del entorno, sino también respecto a su propio placer. No lo alcanza, no lo

100


logra, no se satisface; el placer queda como promesa no cumplida. Este personaje entonces resulta ser un sujeto insatisfecho, un sujeto carente, no de medios, de recursos, de riqueza, sino de felicidad. Es una consciencia desdichada, es decir, en sentido hegeliano, un sujeto desgarrado.

Los gobernantes no gozan, ni tienen placer. Sólo acceden a representaciones de lo que podría, hipotéticamente, corresponder al gozo y al placer; solo acceden al simbolismo. Simbolizan el poder; sin embargo, es el poder el que manda; como máquina abstracta,

singularizada

agenciamientos

concretos

en

la

malla

de

poder,

la

de red

institucional, es el dominio que se ejerce sobre ellos, quienes ni siquiera ejercen el poder, en términos efectivos. Ordenan, aparentemente deciden; sin embargo, sus órdenes ya forman parte de los engranajes preformados del poder.

101


En ciertas sociedades ancestrales, las que se organizan en jefaturas, el jefe o el rey, aparece como el lugar del escarnio del grupo y del colectivo. Si bien, no es esto lo que ocurre, con el caso en cuestión; el del síndrome político del encaracolamiento, nos ilustra, en contraste, lo que sucede, en las sociedades modernas, en los Estado-nación, en la etapa del capitalismo tardío. Estos símbolos del poder, que son sus cuerpos, como fachada del simbolismo, incluso sus nombres, no son otra cosa que significantes vacíos, que el poder usa para otorgar los significados precisos, dependiendo de la coyuntura, el contexto, el periodo; dependiendo si hay crisis o no; de la intensidad de la crisis. Los significados del poder, si se quiere, las tramas del poder, tiene que ver con la proliferación de las dominaciones; por lo tanto, también con la preservación de las dominaciones. La domesticación, la subordinación, la sumisión, el disciplinamiento, la vigilancia, el control y la simulación.

102


Se entiende pues, que estos personajes sean en parte fantasmas imaginarios y en parte consciencias desdichadas,

que

sufren

del

síndrome

del

encaracolamiento, del autismo político; que estos personajes resulten algo parecido a ser marionetas. Marionetas no necesariamente de otros personajes, que pueden encontrarse en niveles más jerárquicos del poder, o en estructuras de poder mayores, sino de hilos, por así decirlo, de la maquinaria abstracta de poder.

Entre las paradojas del poder, ésta, la del síndrome del

encarcolamiento,

tiene

su

particularidad

anecdótica; los hombres de gobierno, símbolos del poder, son impotentes, además de ser títeres de la maquinaria abstracta del poder. Se mueven en márgenes de maniobra ya definidos, precisamente por el contexto del juego de las máquinas abstractas del poder, conformadas en el sistema-mundo capitalista. Lo llamativo es que, incluso, en estos 103


márgenes de maniobra no aprovechan el espacio de posibilidades, sino que, generalmente, tienden a responder a la media de los comportamientos gubernamentales de los Estado-nación subalternos, que es de la obsecuente subalternidad. Pueden hacer

lo

mismo

con

distintos

discursos,

aparentemente contrapuestos y hasta antagónicos, o pueden desplazarse en el margen de maniobra; en este último caso, si bien deciden, en estrecha autonomía, lo hacen sin poder atravesar los límites impuestos por la geopolítica de la economía-mundo capitalista.

El papel de estos personajes es trágico-cómico, pues, a pesar de la creencia, de sentido común, de que su situación es privilegiada, vista por unos, envidiable, vista por otros, oportuna, vista por unos terceros, en realidad,

son

representaciones,

con

nombres

distintos, de tramas preformadas del poder. Pueden hasta imaginarse que controlan el Estado, que toman 104


decisiones libremente y a su antojo; pero, esto no es más que una creencia o, si se quiere, una pretensión. Estos personajes ocupan un lugar en la arquitectura del poder ya establecida, cumplen roles ya definidos. El que ocupa el lugar, venga de donde venga, de la “derecha”, de la “izquierda”, cumplirá su rol; no por determinismo, ni causalismo, ni tampoco como condena, sino que al formar parte de la malla institucional, de la maquinaria institucional, su actuación ya está regulada. Como dijimos, puede moverse en el espacio de los márgenes de maniobra; empero, no puede quebrar los limites, salvo si se destruye la arquitectura del poder, la malla institucional establecida.

Las experiencias políticas, en la modernidad, que llegaron a cruzar los límites, fueron las revoluciones socialistas, pues destruyeron el Estado antiguo, el viejo régimen; sin embargo, inmediatamente reestructuraron el poder, la máquina abstracta de 105


las dominaciones, como nuevos despotismos, otras jerarquías, reiterados monopolios, sobre todo el relativo al monopolio de la violencia, de una manera equivalente a lo que ocurría antes, solo que ejercido el poder a nombre de la dictadura del proletariado. Esta maniobra socialista derivó en la recreación de márgenes

de

maniobra

para

los

gobiernos

socialistas, márgenes dados en el contexto del juego de las máquinas abstractas del poder en el mundo. En la medida que participan del sistema-mundo, también terminan definiendo los roles preformados, tanto de los gobiernos, así como de los hombres símbolos del poder. Se puede decir, que estas son las ironías de la historia, además de una de las expresiones de las paradojas del poder.

Los gobiernos populistas no llegan a cruzar los límites; en el mejor de los casos, se acercan a los umbrales. Lo que hacen es cuestionar el régimen de propiedad de los recursos naturales, también, dado 106


el caso, el régimen de propiedad de las empresas de explotación extractivista. El cambio de propiedad, de manos

privadas,

generalmente

de

empresas

trasnacionales, a manos públicas, mejora los términos de intercambio y, si se quiere, mejorando la situación, en algunos casos, mejora el control de los recursos en el territorio del país; sin embargo, al no salir de su condición preponderantemente de economía extractivista, no hacen más que reproducir la dependencia, aunque en condiciones mejoradas, pero, de la misma dependencia.

La condición de marionetas de máquinas abstractas del poder de estos personajes, símbolos del poder, se hace patética, cuando intentan mostrar soltura, pretendida independencia, sobre todo cuando hacen desplantes de soberbia. Cuando se asumen como jueces absolutos, cuando definen, en un mapa esquemático, que tienen en sus cabezas, quienes dicen la verdad y quienes mienten, quienes son 107


buenos y quienes son malos, quienes quieren el “desarrollo” del país y quienes no lo quieren, quienes defienden la soberanía y quienes “quieren entregar las tierras a extranjeros”, hablando de las denominadas áreas protegidas, que, en realidad, corresponden a los territorios indígenas, según la Constitución. Entonces la conclusión peregrina no se deja esperar: estamos obligados a defender al gobierno, al Estado, al proceso de cambio, y, en este sentido, es indispensable la intervención estatal; controlar, vigilar, reprimir, con dosis adecuadas, según el tamaño de la amenaza. Desde esta perspectiva, resulta que la amenaza se encuentra en la ONGs, que defienden las áreas protegidas, los territorios indígenas, la amenaza se encuentra en los medios de comunicación, que no siguen el libreto. Por lo tanto, se les ocurre a estos personajes del poder, que estos medios mienten.

108


Llama la atención el discurso de los llamados gobiernos progresistas, sobre todo en lo que corresponde a cómo se conciben a sí mismos. Se consideran víctimas de la conspiración foránea e interna. Si las cosas no marchan bien es porque la conspiración boicotea; si el “proceso de cambio” no avanza, como era de esperar, es porque la conspiración no deja que ocurra esto. Ya dijimos en otro

escrito27,

que

si

bien

puede

haber

conspiraciones y conspiradores, éstas y éstos no explican la crisis política, la crisis económica, en algunos casos, la crisis social, pues ni las conspiraciones ni los conspiradores gozarían de la potestad de controlar las condiciones y las variables de la coyuntura, de los contextos y de la historia. En todo caso, podrían aprovechar circunstancias críticas; empero, lo que queda claro es que estas 27

Ver de Raúl Prada Alcoreza Acontecimiento político. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. http://dinamicasmoleculares.webnode.es/news/acontecimiento-politico-/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

109


circunstancias críticas ya se dieron, para que puedan ser aprovechadas.

La condición de víctima, en el imaginario populista, hace que el otro, el enemigo, el conspirador, la conspiración, sean los culpables. Entonces la explicación de la crisis ya está resuelta, sólo que imaginariamente.

Este

tipo

de

explicaciones

adolecen de simplismo, esquematismo, además de repetir el dualismo religioso de la culpabilidad. La problemática, efectivamente dada, en el juego y los campos de fuerza, plantea varios desafíos; uno de ellos,

quizás

como

condición

preliminar

interpretativa, es comprender la situación, la estructura de la situación, la composición históricasocial-política-económica-cultural de la coyuntura. Cuando se cree tener resuelto esto, cuando se cuenta con verdades, con explicaciones anteladas, es cuando precisamente se obstaculiza la posibilidad de la comprensión del problema. Ahí mismo se cierra el 110


camino para poder resolver la problemática, reducir la complejidad de la realidad, conformando complejidad en las formas de organización y en las formas prácticas del accionar. Al cerrarse el camino de esta forma, recurren a la costumbre cristalizada en los aparatos de Estado, repitiendo las mismas prácticas, emergidas en otra época, en otro periodo, para otros problemas. Entonces, al hacerlo, al repetir, anacrónicamente, el formato estatal, estos gobiernos terminan siendo parte del problema a resolver, quizás hasta una de las partes más agudas de la problemática.

111


La invenciรณn del enemigo

112


No sabemos cuánto de lo que llamamos pasado pesa en el presente; hablando en términos de la suposición del tiempo, que no ha dejado de ser una suposición y una concepción lineal. No sabemos cómo pesa condicionantemente religioso

inaugural

el en

las

paradigma formas

de

pensar, incluso en aquellas que no solo se consideran religión.

ateas

Estos

sino

críticas

primiciales

de

la

paradigmas

parecen inscribirse perdurablemente en la carne y los huesos, de tal manera, que su modelo es pre-formativo en todo lo que viene después.

Falta pues comprender

esta relación con las matrices civilizatorias cuando

comenzamos

nuestras

interpretaciones del mundo y nuestras narraciones. La manera cómo concebimos un mundo en un principio. La tesis moderna

de

la

evolución,

con

sus

derivados conceptuales en el “desarrollo” 113


y el “progreso”, se han desentendido no solo de esta herencia, sino, sobre todo, de los condicionamientos de los primeros pasos

de

la

hominización

y

de

la

humanidad.

No se puede negar que son las religiones las que sistematizaron las narraciones míticas del origen de la humanidad. Las que convirtieron a los mitos iniciales en una versión elaborada y abstracta de la unidad divina. Son estas religiones las que inscribieron en los cuerpos un modelo inaugural en las formas de pensar. La unidad,

lo

trascendental,

uno, lo

la

totalidad,

inmanente,

lo

incluso,

desde aquellos tiempos lejanos, lo que se llamó, después, en la modernidad, lo universal, son conceptos construido por las

grandes

religiones,

sobre

todo 114


monoteístas. A pesar de que la historia de la filosofía crea encontrar el nacimiento de la filosofía en la disociación de la filosofía respecto

a

la

mitología,

la

mirada

arqueología no puede desentenderse de este substrato religioso, que conlleva la filosofía. Las religiones antecedieron a la filosofía; esto lo reconoce hasta el mismo Platón, el primer filósofo propiamente dicho,

desde

la

perspectiva

de

esta

historia de la filosofía. Se puede decir que la

religión

cristiana

y

la

religión

musulmana, que son posteriores a la filosofía de la Grecia antigua, le deben mucho,

sobre

conceptualizaciones

todo teológicas,

sus a

las

apropiaciones singulares que hicieron de la filosofía

griega.

Sin

embargo,

la

arqueología de la filosofía nos muestra, mas bien, que la historia de las estructuras

115


de pensamiento comienzan con estas mitologías y estas religiones.

A propósito, la política, en el sentido institucional, que se constituye como tal, a partir de la definición del enemigo, no podría comprenderse sin el paradigma inicial del dualismo fiel/infiel, instaurado por

las

religiones

monoteístas.

El

substrato imaginario del esquematismo dualista amigo/enemigo se encuentra en el esquematismo dualista religioso de fiel/infiel.

A

pesar

de

los

discursos

modernos sobre la política, emitidos y difundidos en la discursividad política, que comprende sus propias teorías, que tiene como

referente,

imaginario, antecedente

que

el

enemigo,

como

es

el

como

imaginario.

infiel Se

trata

al

enemigo como se trataba al infiel; es el 116


demonio o, si se quiere, el poseído por el demonio, el endemoniado. Como dijimos en

otro

escrito28,

al

enemigo

se

lo

demoniza, es, en el fondo, el monstruo, contra-natura,

contra-moral,

contra-

racional. Se le atribuye al enemigo todo lo peor; se lo descalifica. Al combatir contra la monstruosidad, entonces, se justifica su aniquilación.

El problema radica en que todo esto es imaginario. Se lucha contra un fantasma, la

representación

del

enemigo;

se

desconoce lo que es, en realidad, el enemigo. ¿Qué se piensa, exactamente o de una manera equivalente, del que se considera, a su vez, el enemigo? Se inventa el enemigo para combatirlo, para

28

Ver de Raúl Prada Alcoreza Más allá del amigo y el enemigo. Dinámicas moleculares. La Paz 2015.

117


afirmarse,

para

ungirse

de

toda

legitimidad, de legalidad y de razón, en la lucha contra un enemigo tan despreciable.

Como dijimos, en ese escrito mencionado, el enemigo es necesario para la propia identificación como partidario del bien en guerra contra el mal. El enemigo es necesario no solamente para la guerra, sino para política. Por eso, concluimos que los

enemigos,

paradójicamente,

son

cómplices. Los enemigos se requieren mutuamente para reproducir el poder.

Sabemos que la denominada “derecha”, que es una variedad de posiciones, recurre a este estigma del enemigo para justificar la represión, para legitimar sus guerras. Sin embargo, de esta actitud o conducta 118


no escapa la llamada “izquierda”, que también es una variedad. La respuesta de la “izquierda” a la estigmatización hecha por

la

“derecha”

es,

a

su

vez,

estigmatización de esa “derecha”.

la

Es el

enemigo; por tanto, el monstruo. Se puede entender que esta reacción de defensa y, después, de ataque, ayude “ideológicamente” fortalecer

las

dominaciones;

a

cohesionar

luchas sin

y

contra

embargo,

las

termina

incorporando a la “izquierda” en el círculo vicioso del poder. Cuando la “izquierda” toma

el

poder,

estigmatización

convierte

esta

“ideológica” en una

descalificación institucional. No se da cuenta que hace lo mismo que hizo la “derecha”. formalista

No se trata de una defensa de

los

derechos

civiles

y

políticos liberales, sino de señalar una recurrencia

compartida,

la

de

la 119


reproducción del poder, del esquematismo dualista del poder.

En el fondo, se cobija el “huevo de la serpiente”, utilizando esta metáfora de la película que lleva el mismo título, de Ingmar

Bergman;

la

“izquierda”,

de

víctima, pasa a ser, el verdugo. No se trata, de ninguna manera, de pacifismo, ni de humanismo light, sino de comprender una fenomenología perversa, la del poder. Para decirlo, de alguna manera, al poder no le interesa que sea la “derecha” o la “izquierda” la que esté en el poder, sino que lo que le interesa es su reproducción; que el poder se reproduzca como tal, como poder, como maquinaria abstracta, que captura fuerzas de la potencia social.

120


Dijimos que no es suficiente la denuncia contra el poder, contra el Estado, contra el gobierno, aunque ayude a describir los efectos destructivos del poder, pues la denuncia,

a

secas,

nos

convierte

en

víctimas, que es la figura paradójica que forma parte de la reproducción de poder. El poder requiere de víctimas pues son sus cuerpos, los de las víctimas, objeto y materia del poder, donde el poder inscribe en la superficie de los cuerpos la historia política y en el espesor de los cuerpos constituye

las

subjetividades

domesticadas, disciplinadas, controladas. Las víctimas al mostrar sus heridas, reconocen al amo, al verdugo, de quién piden conmiseración, a quien le reclaman reivindicaciones. No es que sea incorrecto que se lo pidan o las consigan, mejor si obtiene estos resultados, sino que el amo también se reivindica al cumplir con sus 121


exigencias,

incluso

al

no

cumplirlas,

inventando excusa para no hacerlo.

Las

víctimas forman parte de la paradoja del poder víctima/verdugo.

Para romper con la reproducción del poder se requiere salir de este papel de víctimas; se

requiere

asumir

la

condición

de

guerreros y guerreras. Los guerreros y las guerreras, a diferencia de las víctimas, no muestran las heridas al amo para obtener su conmiseración, sino que luchan contra su condición de amo, luchan por abolir esta condición, luchan por destruir la estructura de poder. Se trata de rechazar el marco institucional en el que se mueven y

funcionan

estas

relaciones

de

dominación, amo/víctima, patrón/siervo, burgués/proletario,

patriarca/mujer,

122


blanco/indio,

blanco/negro,

dominante/subalterno.

Cosa

distinta

transiciones

es

comprender

obligadas,

los

las

pasajes

obligados, debido a las correlaciones de fuerzas,

que

condicionan

diálogos,

negociaciones, concesiones, acuerdos, en el

camino,

entre

dominadores

y

dominados; acuerdos obligados en la lucha. De ninguna manera esto implica jugar el papel de víctimas. Este papel esconde un arquetipo religioso, el de ángeles y demonios. Las víctimas son los ángeles, los amos, verdugos, patrones, en definitiva, el enemigo, son los demonios. Este arquetipo religioso no solamente encierra la descalificación del enemigo, convertido en demonio, sino que justifica su ajusticiamiento y aniquilación. No hay 123


ningún horror aquí, en lo que decimos, a la violencia revolucionaria, a la cual no se renuncia, sino que se señala un paralelo simétrico a las actuaciones políticas del enemigo. No se sale del modelo reiterativo de la política institucional, que es, no otra cosa, que la política estatal. No se sale del círculo vicioso del poder, que entrampa precisamente a los y las que son los y las explotadas, a los y las subalternas, a los y las colonizadas, en las mallas reiterativas del poder.

La reiteración de este modelo político, en su estructura profunda, aunque varían las formas, los discursos, los nombres en el discurso, aunque varíen los objetivos por los que se hace esto, la reproducción del poder,

sean

diferentes

y

opuestos,

termina reproduciendo, si no es lo mismo, 124


por lo menos, lo equivalente, de las formas de poder. Una nueva élite se hace cargo del poder a nombre de las víctimas; las víctimas no dejan de serlo, pues la élite de “revolucionarios” precisamente

las

para

requiere,

mantenerse

en

el

poder, restregando su existencia a la élite derrocada. Las historias políticas de la modernidad, sobre todo las referidas a las revoluciones, no solo socialistas, sino también populistas y nacionalistas, son una

constatación

de

estas

paradojas

históricas del poder.

La

“izquierda”

enemigo;

con

conocimiento fuerzas

en

sigue lo

de

demonizando

que,

se

impide

la

mecánica

juego.

Si

al el

de

las

bien

la

estigmatización del enemigo sirvió en las convocatorias

y

en

las

luchas 125


“ideológicas”, sobre todo para cohesionar y fortalecer las propias fuerzas, cuando se requiere de trasformaciones, sobre todo de la continuación de la lucha y de la revolución, estos procedimientos, mas bien,

estancan,

inhiben

las

fuerzas,

obstaculizan en el camino, arrastrando a las movilizaciones y movimientos sociales a preservar las estructuras de poder contra las que combatieron. Esto no quiere decir, de ninguna manera, que haya que amortiguar la lucha, que se tenga que ser menos virulentos, sino que no se debe apuntalar

las

fuerzas

sociales

desbordantes de la revolución a reiterar el arquetipo dualista de poder; se debe apuntalar las fuerzas a la destrucción del poder y a liberar la potencia social.

126


La crítica a los gobiernos progresistas, que, obviamente, no es la misma crítica e interpelación que la hecha a los gobiernos neoliberales, no debería efectuarse en el mismo

sentido

amigo/enemigo, enemigo,

con

del

dualismo

estigmatizando

al

demonización

del

la

enemigo; viendo en él un monstruo. Esto no es otra cosa que hacer lo mismo, que hace precisamente el criticado, el gobierno progresista, que estigmatiza y demoniza, a su enemigo, a los movimientos sociales que lo interpelan y a las críticas que lo cuestionan. Al hacer lo mismo se fortalece, paradójicamente,

al

que

se

quiere

interpelar y criticar, pues se usa su mismo método descalificador, usando el mismo paradigma de poder.

127


Esta “izquierda”, la que crítica al gobierno populista, por más buenas intenciones que tenga, incuba el “huevo de la serpiente”. Estando

en

el

gobierno

haría

prácticamente lo mismo, incluso en el caso que lo haga mejor. Las víctimas no solamente se convierten en verdugos, sino en jueces absolutos. Los ángeles llevan a la hoguera a los demonios. Son los nuevos artífices del nuevo poder, quiéranlo o no. Esta premonición se anticipa, en este papel de víctimas, en esta figuración de ángeles o “revolucionarios” consecuentes, frente a los demonios o “reaccionarios”, también “traidores”. En el fondo, todo esto son

juegos

de

poder.

Se

demanda

reconocimiento, sobre todo a sus papeles. Decimos la verdad, los otros mienten, de la misma manera que lo hacen lo voceros del gobierno populista, solo que desde distintas

posiciones.

Somos

los 128


“revolucionarios” consecuentes, los otros son

los

“traidores”,

“descolonizadores”

somos

los

consecuentes,

los

otros los continuadores de la colonialidad. No se trata, de ninguna manera, de quitar responsabilidades gubernamentales

a ni

a

los los

actos

personajes

patéticos que ocupan el gobierno, sino de no

limitar,

restringir,

empobrecer,

la

comprensión de lo que sucede; por lo tanto, de no limitar los alcances de las acciones y prácticas revolucionarias.

Ni hay ángeles peleando contra demonios, ni víctimas contra perversos monstruos, no

hay

“revolucionarios”

absolutos

peleando contra “traidores” absolutos; no es sostenible este esquematismo dualista. Se trata de luchas efectivas, concretas, de los pueblos, sociedades, comunidades, 129


incluso individuos, contra las formas de dominación

polimorfas,

contra

las

estructuras de poder recurrentes. Esta lucha,

para

desmantelar deconstruir

ser

efectiva,

el

Estado,

las

mallas

tiene tiene

que que

institucionales,

donde se sostienen las dominaciones, tiene que desvanecer las relaciones donde se tejen las estructuras de poder. La política más allá de la política es la que se construye en la perspectiva y práctica que está más allá del esquematismo dual amigo/enemigo.

130


Presente y pasado Valoraciones y juicios teĂłricopolĂ­ticos

131


En el paradigma del tiempo, pasado, presente y futuro son los referentes de su linealidad continua. Lo único que se tiene a mano, por así decirlo, es el presente. El pasado ya no está y el futuro está porvenir. Sin embargo, en el presente se juzga el pasado y se estima el futuro. Este juzgar el en presente no es justo, no sólo porque

se

juzga

posterioridad,

sin

después,

en

atender

a

la las

circunstancias y condiciones completas del momento, sino porque los juicios se efectúan desde la experiencia acumulada y

contando

además

de

con

nueva

nuevas

información,

teorías.

Esto

es

importante tener en cuenta al momento no solo de juzgar sino de evaluar los eventos, sobre todo las acciones, tomadas en un momento del llamado pasado. También, tomar

en

cuenta

las

consideraciones

mencionadas, pueden servir de mucho 132


cuando evaluamos las acciones en el presente.

A pesar de los dogmáticos que abundan, hoy sabemos de las debilidades de las teorías bolcheviques; sin embargo, como dijimos, lo que sabemos ahora no estaba a

la

mano

de

los

bolcheviques

de

entonces. Ellos tomaron decisiones con lo que tenían, sus teorías heredadas, incluso formuladas, como las tesis orientales, además de la experiencia que tenían, hasta entonces. Lo valioso no está tanto en las teorías que emplearon, que son, mas bien, débiles, si las comparamos con las teorías en la actualidad, sino en las acciones que desencadenaron, que no solamente hicieron temblar al mundo sino lo transformaron. Lo valioso se encuentra en

la

voluntad

que

concentraron, 133


cohesionaron, templaron, y desplegaron, de una manera continua y constante. Es esto lo admirable. Independientemente de cómo se pondere la experiencia socialista real materializada. En contraste, se puede observar que la intelectualidad marxista crítica del presente tiene menor impacto y alcance

que

lo

que

tuvieron

los

bolcheviques de principios del siglo XX. No los bolcheviques del presente, que no son otra cosa que sacerdotes disfrazados de “revolucionarios”, bolcheviques, marxista

pretendidamente

sino

crítica,

la

que,

intelectualidad indudablemente

sabe mucho más, tiene una abundante información, cuenta con la comparación de las distintas teorías, no solo de las distintas corrientes marxistas, sino de otras teorías importantes, que, además, cuenta con la experiencia acumulada de las historias políticas hasta el momento. A 134


pesar de estas ventajas comparativas, no manifiestan la voluntad de transformación de los bolcheviques; por el contrario, han aquilatado sus acciones y prácticas a una especie de reformismo conformista, que se contenta con proponer decrecimiento en vez de crecimiento económico.

No decimos, de ninguna manera, que es más importante la acción, la voluntad, y no la teoría crítica, sino que apuntamos a la comprensión de la articulación de voluntades,

experiencias,

teorías,

organización, en las condiciones históricas de un momento dado, en un contexto concreto determinado. Podemos decir, a modo

de

interpretativa,

una

primera que

la

hipótesis voluntad

concentrada usó las teorías al alcance, independientemente que las considerasen 135


verdaderas,

incluso

científicas,

para

transformar el mundo. En cambio, parece que ahora, ocurre de otra manera; la teoría usa las voluntades para demostrar sus valideces. Amortiguando, con esto, la capacidad

y

la

transformaciones.

posibilidad

de

teorías

son

Las

indispensables para interpretar, explicar, comprender, las mecánicas y dinámicas de las fuerzas en los campos del mundo; mucho mejor si son críticas; pero, las teorías no dejan de ser lo que son, herramientas de lucha, en el caso de las necesarias

transformaciones.

No

paradigmas

autorreferentes,

finalidad

las

son

teorías

son cuya

mismas.

Lo

llamativo, y hasta grave, es ver que las teorías no solamente pretenden esto, su propia

autorreferencia,

sino

que

han

terminado, además de autocomplacientes, en conformistas con el estado de cosas del 136


mundo, salvo algunas modificaciones que habría

que

hacer,

para

salvar

la

democracia, para salvar la ecología, para mantener la justicia, para preservar los derechos. A esta teoría crítica le hace falta su crítica teórica.

El problema es que la llamada teoría crítica o, si se quiere, hablando en plural, las teorías críticas, es crítica respecto a otras teorías, crítica del mundo vigente, crítica de la modernidad, critica del marxismo ortodoxo, critica del socialismo real; sin embargo,

no

lleva

la

crítica

a

las

condiciones mismas de posibilidad de la teoría y de la crítica. No critica el tibio papel que cumple ahora, en las luchas del presente, contra el capitalismo vigente. Es menester responder a la pregunta: ¿Qué clase de crítica es ésta que no es capaz de 137


fortalecer las luchas de los pueblos y no es capaz de concentrar las voluntades, con capacidad transformadora? Tal parece que el término de crítica le queda grande.

Con

lo

que

revalorando

decimos

los

no

discursos

estamos

dogmáticos,

tampoco los discursos ortodoxos, de las nuevas iglesias marxistas, de ninguna manera.

Estos

discursos

son

más

desactivadores de la voluntad y de las capacidades de lucha que las teorías críticas. Son parte de las estructuras del poder; en el caso concreto, lo fueron del socialismo

real.

En

el

caso

de

su

persistencia anacrónica, lo son de las formas de poder vigente, al hacer el juego, como enemigo fantasma, de las formas de dominación del capitalismo vigente. Lo que decimos es que la crítica debe llevar 138


sus

consecuencias

radicalmente;

esto

ocurre cuando la teoría logra convertir su crítica en armas de lucha, logrando una comprensión lucida, que haga inteligible la composición

estructural

del

sistema-

mundo capitalista y sus maquinarias de poder. Cuando logra la concentración de las

voluntades

desencadenando

transformaciones

materiales

e

institucionales.

El otro problema es que las llamadas teorías críticas se han convertido en inventarios de las limitaciones de otras teorías, inclusive en inventarios de las formas de dominaciones múltiples, sin poder

convertir

a

las

teorías

en

herramientas potenciadoras de acciones. No lo hace porque tampoco se atreve ir más

lejos

en

las

explicaciones

e 139


interpretaciones

de

la

complejidad,

sinónimo de realidad.

El

tercer

problema

es

la

propia

intelectualidad crítica. No hablamos de la intelectualidad conservadora, cuyo apego a-crítico

a

rumiar

institucionalizadas,

como

teorías si

fueran

verdades consagradas, de un orden del mundo y de un mundo ordenado, que habría alcanzado su madurez lograda, los convierte en maestros de ceremonia y liturgias académicas. Hablamos entonces de esta intelectualidad crítica, que, en todo caso, esta desconforme con lo que ocurre,

con

consolidada

la

como

institucionalidad poder,

con

las

pretensiones de verdad de las teorías. Esta intelectualidad

es

autocomplaciente

consigo mismo; una especie de hedonismo 140


sobresale

en

sus

conductas,

comportamientos, exposiciones, escritos y escenarios donde se congratula de su radicalismo delimitado. Una competencia compulsiva

y

preocupada

entre

los

intelectuales críticos sobresale, sobre todo para mostrar mayor radicalidad teórica, mayor consecuencia, mayor apego a los y las condenadas de la tierra y a las causas nobles. No es que sea de por sí inocuo todo esto, sino que, lo que sorprende, que están más interesados en resaltar sus egos que desatar verdaderas tormentas anticapitalistas, incluso en el caso de que se

inmiscuyan

con

los

movimientos

sociales, los movimientos indígenas, los movimientos ecologistas, que si lo hacen algunos. Sin embargo, esta inserción en los movimientos sociales más sobresalta sus

egos,

consecuencia,

la

demostración que

tener

de

su

efectos 141


multiplicadores deberían

en

las

desbordar

luchas, las

que

fronteras

institucionales del poder.

Entonces, como una de las conclusiones, podemos decir que, hay que aprender de los bolcheviques, de la época heroica, no lo bolcheviques que eran, sino de cómo, obviamente

sin

copiar,

sino

comprendiendo la articulación explosiva, lograron

concentrar

desencadenar

las

las

voluntades

y

transformaciones

desplegadas, cambiando el mundo, desde entonces.

Otra de las conclusiones podría ser la siguiente: Cómo ser consecuentemente críticos,

cómo

plenamente,

realizar

la

desencadenando

crítica la 142


deconstrucción y el desmantelamiento de las relaciones de poder, desencadenando la liberación de la potencia social.

Una

tercera

conclusión,

es

dejar

nuevamente claro que las teorías son herramientas de lucha, en el caso de nuestras pretensiones de transformación del mundo, no verdades consagradas, no teorías autoreferidas.

Por lo tanto, la cuarta conclusión: las asociaciones,

composiciones,

alianzas,

organizaciones, que sustentan y usan las teorías,

no

pueden

ser

iglesias,

que

resguardan las sagradas escrituras. Esta actitud no solamente mata la crítica, por lo tanto,

anula

la

capacidad

de

transformación, sino es el claro ejemplo, 143


como

los

supuestos

“revolucionarios�

terminan castrados.

144


Perfiles del poder

145


Un gobierno etnocida

146


¿En

qué

se

gubernamental

basa para

el

imaginario

creerse

gobierno

popular, inclusive, la ironía,

gobierno

indígena? ¿En qué tiene un presidente indígena o, por lo menos, se parece? ¿En qué tiene una Constitución, donde están consagrados los derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios, a pesar que la Constitución haya sido puesta en vitrina, por un gobierno que ha optado por desmantelarla y vulnerarla, continuando el desarrollo

legislativo,

bajo

los

procedimientos y la lógica de la anterior Constitución liberal? ¿En qué cree en un imaginario montado sobre la propaganda “ideológica” de un gobierno populista, que, en la práctica, repite el método de las relaciones clientelares de dominación de todo el modelo político populista? Estas escenificaciones

solo

se

la

creen

los

llunk’us, los aduladores, los apologistas, y 147


esa “izquierda” internacional, que para lo único que sirve es para medrar detrás de las sombras de “gobiernos progresistas”, alimentando sus ilusiones anacrónicas de que

asiste

a

“revoluciones”.

“Revoluciones” que no son otra cosa que la comedia triste y gris de lo que fueron antaño, en el siglo XX, las revoluciones socialistas,

incluso

las

revoluciones

de

estos

inaugurales

nacionalistas,

populismos. Ahora, los llamados gobiernos progresistas no hacen otra cosa que investirse

con

las

aureolas

revoluciones,

creyendo

disfraz

unge

se

que

de

de

estas

con

este

su

efecto

transformador, cuando lo único que hace este disfraz es presentar a fantoches como líderes y caudillos de “revoluciones” que nacen muertas, pues la voluntad de estos caudillos,

de

los

apologistas

que

los

acompañan y los llunk’us infaltables, no es 148


de transformar nada, sino de ocupar el lugar de los derrocados, los gobiernos neoliberales.

Barnizando

gubernamentalidad extractivista

de

monetarista símbolos

llaman

“revolución

y

pluralistas,

indigenistas, semi-socialistas. farsa

esta

A esta

democrática

cultural”, en otro lugar llaman “revolución ciudadana”.

Este gobierno, el de Evo Morales Ayma y su clarividente jacobino, Alvaro García Linera, es un gobierno etnocida; es decir, anti-indígena. Lo ha sido, de manera evidente, no solo desde el conflicto del TIPNIS, cuando se ocupó un territorio indígena, reconocido por la Constitución, por las leyes, por un título otorgado, por el mismo

presidente,

de

territorio

comunitario, sino desde antes, cuando el 149


presidente

nato

del

Congreso

hizo

intervenir con el poder constituido al poder constituyente;

Congreso

declarado

constitucional, interviniendo y revisando – situación

insólita

aprobada

en

-

la

Oruro

Constitución,

por

el

poder

constituyente, la Asamblea Constituyente. El

último

jacobino

o

pretendido

bolchevique crepuscular, sacó la reforma agraria de la Constitución, salvando a sus amigos

terratenientes;

buscando,

además, aminorar los alcances de una Constitución

que

propone

el

Estado

Plurinacional Comunitario y Autonómico. Ahora

este

personaje,

digno

de

los

cuadernos de Nicolás Maquiavelo, apunta a hacer reformas de la Constitución, persiguiendo

el

desmantelamiento

completo; sacando todo aquello que es un

150


obstáculo

para

su

geopolítica

extractivista29.

Este gobierno, pretendido gobierno de los movimientos sociales, incluso gobierno indígena,

responde

o

es

la

nueva

singularidad política del mismo Estadonación,

restaurado,

ensanchado

y

pantomima,

que

consolidado,

relegitimado, es

la

por

tramoya

esta del

gobierno progresista. Su ilusión es el desarrollismo, como lo fue tanto de los nacionalistas, así como de los liberales y neoliberales, aunque tengan versiones distintas. Su materialidad estatal es la del Estado rentista, su política económica 29

Ver de Raúl Prada Alcoreza Miseria de la Geopolítica. Autodeterminación; La Paz 2014. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/miseria-dela-geopolitica/. Amazon: https://kdp.amazon.com/bookshelf.

151


sigue siendo monetarista, como lo fue la política económica de los neoliberales, aunque esté edulcorada por demagogia “antiimperialista”; y su modelo económico es extractivista colonial del capitalismo dependiente. Estas son las condiciones y características de posibilidad históricas de este gobierno. No se entiende en que se basan

los

que

pretenden

atribuirle

características progresistas, en el sentido de una transición, aunque sea tibia, hacia un

pos-capitalismo.

Esto

no

solo

es

engañarse, sino, además de no explicar nada, es desarmar a las capacidades de luchas de los pueblos. Esta gente, la que usa esta retórica inconsistente, son los nuevos conservadores, incluso los nuevos reaccionarios, las expresiones atiborradas de la contrarrevolución contemporánea.

152


Si

hay

gente

“marxista”,

que

se

incluso

autoproclama “bolchevique”,

sustrayendo estos nombres, usándolos para legitimar las acciones espantosas de estos “gobiernos progresistas”, no hay por qué tomarlos en serio. Son los impostores, que aparecen en toda revolución, sobre todo cuando éstas entran en decadencia. Tienen

una

concepción

deportiva

del

“marxismo” y del “bolchevismo”; creen que es cuestión de ponerse una camiseta y

defender

fanáticamente

al

equipo.

Cuando las revoluciones, que llegan al poder, y se dejan atrapar por las mallas y redes del poder, ingresando a un franco proceso contrarrevolucionario, esta gente es la que sustituye a los que lucharon, que son

desplazados,

púes

incomodan.

Cuando se escuchan sus argumentos de defensa del “gobierno progresista”, que se les antoja hasta de “revolucionario”, se 153


evidencia,

a

desconocimiento,

todas tanto

luces, del

su

marxismo

como del propio bolchevismo, salvo una noción de manual o, en el mejor de los casos, un inventario fragmentario de citas descontextuadas. Tienen, en la cabeza, como dice Federico García Lorca, de la guardia

civil

española,

una

vaga

astronomía de pistolas inconcretas, el cielo se les antoja, una vitrina de espuelas; tienen, por eso no lloran, de plomo las calaveras30.

30

Ver de Federico García Lorca Romance de la Guardia Civil Española; en Romancero gitano. Obras completas; tomo I. Bilbao 1975.

154


Itinerario

de

gubernamental

otro contra

atropello los

pueblos

indígenas

Recurrimos para tocar el tema álgido en cuestión, la represión al pueblo guaraní por parte del gobierno progresista, a lo difundido en Territorios en resistencia31.

El martes 18 de agosto, el gobierno del presidente indígena Evo Morales Ayma, dio la orden de intervenir violentamente el bloqueo

de

caminos,

efectuado

por

organizaciones indígenas guaraníes. Los pueblos indígenas exigen la consulta con consentimiento, previa, libre e informada,

31

Ver Indígenas piden ayuda para heridos y para Yateirenda, después de represión; en Territorios en Resistencia. http://www.territoriosenresistencia.org/.

155


como establece la Constitución, además de

los

convenios

Cuestionando

los

internacionales. cuatro

Decretos

Supremos, firmamos por el presidente. Decretos que habilitan la exploración y explotación petrolera e hidrocarburífera, inconsulta

e

inconstitucional,

en

sus

territorios, reconocidos como territorios de los

pueblos

y

naciones

indígenas

originarias por la Constitución. La policía no

solo

desbloqueó

la

carretera

internacional, que vincula Bolivia con Argentina, a la altura de Camiri; también asaltó, entro a saco, como quien dice, a la comunidad Yateirenda. Para tal efecto, usaron, nada más ni nada menos, media tonelada de gases químicos, en contra de mujeres, de niñas y niños, ancianos y ancianas; los persiguieron, hasta lograr golpearlos, incluso torturarlos, además de arrestarlos;

sin

cumplir

con

ningún 156


procedimiento momento,

legal.

veintisiete

Hay,

hasta

detenidos,

el dos

mujeres, además de cuatro menores de edad32.

Los

indígenas

heridos

de

gravedad,

internados en el Hospital Bajío, en zona la Cuchilla, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, de acuerdo a la lista escrita por el abogado del caso, son: Domingo Castedo, 70 años, Felipe Nicolás, 67 años, José S. Ávila, 50 años, Pablo Hurtado, 21 años. El diagnóstico es el siguiente: heridos de gravedad,

poli-contusos,

con

heridas

abiertas en la cabeza o en el cuerpo, con riesgo de perder órganos o miembros. Necesitan urgentemente medicamentos y

32

Ibídem.

157


dinero

para

pagar

intervenciones

quirúrgicas33.

El testimonio del guaraní llamado Gonzalo, pide ayuda para reconstruir Yateirenda, pide alimentos para indígenas reprimidos y para los heridos; damnificados por la represión pedimos

sañuda que

comunidad

del

lleven

gobierno: la

Yateirenda.

ayuda No

"les a

solo

la es

comunidad Yateirenda; ahí están reunidos todos los indígenas, que son parte del sur, del

este,

del

norte.

Hay

guaraníes,

guarayos, chiquitanos, weenhayek. Todos los que estamos, todos los que somos. Ahora no tenemos con qué comprar, ni con qué comer, ni dónde dormir, ni ropa. Esa es nuestra situación lamentable;”34.

33 34

Ibídem. Ibídem.

158


Otro testimonio dice: “En Yateirenda nos hemos organizado para hacer bloqueo esporádico. Nos entendían los chóferes, nos entendían los pasajeros; ellos nos apoyaban. Nos decían ‘es justo’, ‘les apoyamos’ (…) Por último, llegaron los policías; nos han masacrado, nos han hecho más que en la guerra. En la guerra, por lo menos, se tiene bandera blanca, se cuenta con la Cruz Roja, también con informaciones. Que se puede llevar y dar a conocer; pero, a nosotros se nos ha negado totalmente

estos

derechos.

abandonados.

Con

Estamos el

gas

disparado contra nosotros, han espantado todo; ya no hay qué comer. Ahorita, ni agua; no hay víveres, entraron a saquear las viviendas. Y por último, nuestras autoridades, orgánicamente constituidos, 159


están perseguidas; se han declarado en clandestinidad. Nosotros, los comunarios, estamos aquí en pie de lucha. Estamos cerca de los que están detenidos. La única que

nos

está

apoyando,

de

manera

voluntaria, de todo corazón, por ese patriotismo, de vivir de manera digna, es la

UAGRAM,

Universidad

Autónoma

Gabriel René Moreno”35.

“Hemos escuchado en diferentes medios, que

están

pedimos

que

Yateirenda”. quedado

recolectando lleven

víveres; a

“Realmente

sorprendidos

por

les

comunidad nos

hemos

este

acto

inhumano. De verdad este gobierno se ha disfrazado, igual que en 1952; nos decían “tierra para todos”. ¿Y cómo ha salido ese gobierno del 52? Ahora, este gobierno del 35

Ibídem.

160


2005, no sabemos cómo va a salir, pero estamos muy indignados”36.

Se nota el dramatismo de la situación, expresada

por

los

testimonios;

la

intensidad de la represión; la violencia descomunal desatada contra los pueblos indígenas.

Todo

gobierno,

por

extractivista

esto,

de

defender

colonial

parte su

del

del

modelo

capitalismo

dependiente. Como en otras épocas, se comprueba, una vez más, ahora, en las condiciones histórico-políticas del neopopulismo, subalternos,

que son

los los

Estado-nación dispositivos

administrativos de la transferencia de los

36

Ver Indígenas piden ayuda para heridos y para Yateirenda, después de represión; en Territorios en Resistencia. http://www.territoriosenresistencia.org/.

161


recursos naturales de las periferias a los centros del sistema-mundo capitalista. Forman parte del sistema-mundo, del orden mundial de dominaciones, aunque sus roles se desenvuelvan en márgenes de maniobra permitidos y delimitados. Si bien, estos márgenes de maniobra les permiten distinguirse, en su singularidad, por ejemplo, un gobierno progresista de un gobierno neoliberal, de todas maneras, ambos gobiernos, cumplen sus roles, distinguidos en sus discursos y retóricas, en

los

márgenes

permitidos

por

la

geopolítica del sistema-mundo capitalista. Estos roles son los relacionados a la división del trabajo internacional y a la jerarquía diferenciada de las economías; unas

economías

corresponden

a

los

centros móviles, que pueden desplazarse, donde ya participan las llamadas potencias industriales emergentes, otras economías 162


corresponden a la subalternidad de las economías extractivistas de las periferias.

¿Por qué se ataca con tanta vehemencia a los pueblos indígenas? ¿Qué son estos pueblos en el imaginario gubernamental? Según la idea obsecuente que tiene el vicepresidente, se trata de organizaciones manipuladas por ONGs, que están en contra del “desarrollo”, que por lo que hacen, están al servicio de intereses foráneos, utilizando a los indígenas para sus propios fines. Este discurso, en su formato, se parece, en mucho, a todo discurso “desarrollista”, que encuentra en los pueblos indígenas el obstáculo para el “desarrollo”. Por otra parte, parece el formato

de

neoliberales,

gobiernos incluso

de

liberales

y

gobiernos

de 163


facto,

que

detrás

de

encuentran

conspiradores

reivindicaciones

sociales,

colectivas, indígenas. Esta descalificación implícita de los pueblos indígenas, quienes son

considerados

como

infantes,

susceptibles de manipulación, que no piensan con cabeza propia, habla de por sí de la gente que emite esta clase de discursos. Para esta tesis peregrina el mundo se divide entre líderes buenos y conspiradores malos; en el medio están los que tienen que ser dirigidos, pues se supone, que ellos mismos no pueden dirigirse ni autogobernarse, o también, los que

son

sujetos

de

toda

clase

de

manipulación. Esta elemental concepción del mundo es la que sirve de sustento a la argumentación gubernamental. Como se puede ver, no es gran cosa este silogismo barato; no se hace esfuerzo por mejorar la argumentación; por hacerla más creíble. 164


Se confía en la confianza que tiene el pueblo a sus líderes. Esto basta; cualquier cosa que se diga por ellos va a ser aceptada por el pueblo. También, como se ve, se tiene una imagen disminuida del pueblo. Es la víctima, atendida por el caudillo, por el gobierno, por el intelectual orgánico de este populismo tardío. Se olvidaron que es este pueblo el que se ha levantado,

se

insurreccionado, movilización

ha

revelado, manteniendo

se

ha una

prologada por seis años,

llevándolos a estos engreídos personajes al poder. Que puede ser este mismo pueblo, que, si bien confió en ellos, el que se canse y vuelva a buscar otras rutas, otras

formas,

de

transiciones

emancipadoras.

165


En relación a la pregunta que hicimos, vamos

a

proponer

una

hipótesis

interpretativa, que vaya al núcleo del asunto. La movilización prolongada del 2005 al 2006 fue, en el fondo, un levantamiento indígena, inaugurando el nuevo milenio. Lo

decimos

sobre

todo

por

su

eje

descolonizador, por la participación de los pueblos

indígenas,

no

solo

en

las

condiciones de autodefinición étnica, por así decirlo, sino en su condición de migrantes urbanos y transformaciones sociales

y

subjetivas

campesinas.

La

Constitución, que establece la estructura política

del

Estado

Comunitario

y

Constitución

que

Plurinacional

Autonómico, se

sustenta

es en

una la

procedencia matricial indígena. Si bien, también se puede hablar del eje nacional166


popular, recogido de las tradiciones de luchas del pueblo boliviano, así como del eje socialista, aunque mencionado con menor intensidad, se puede decir que en la articulación de los tres ejes, el eje descolonizador,

el

eje

de

las

luchas

indígenas, hace significación crucial de la interpretación

de

la

movilización

prolongada.

Entonces el gran problema que tiene el gobierno populista es este núcleo del acontecimiento prolongada,

de

la

denominada

movilización “proceso

de

cambio”. El gobierno populista, aunque lo haga de manera demagógica, aunque sea una

impostura

y

usurpación,

una

hipostasis, tiene que presentarse como gobierno

indígena.

Cuando

las 167


contradicciones estallan, como en el caso del conflicto del TIPNIS, como ahora, enfrentándose a los pueblos guaraníes y a los pueblos indígenas de tierras bajas, el gobierno se ve en dificultades en explicar estos contrastes evidenciados. A pesar de los esfuerzos que hace por hacerlo, por darle un barniz “teórico”, como cuando presentó

su

explicación

en

el

libro

Geopolítica de la Amazonia37, queda sin saldar

la

deuda;

sus

explicaciones

terminan siendo fofas, insostenibles, y, lo peor, pobres en fuentes, en investigación, desconociendo papablemente de lo que habla.

37

Ver de Alvaro García Linera Geopolítica de la Amazonia. Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. http://www.vicepresidencia.gob.bo/IMG/pdf/geopolitica_de_l a_amazonia.pdf.

168


Es que no se puede suplir una explicación necesaria, construida por conocimientos, basados en la experiencia social, en la memoria

social,

sobre

todo

en

investigaciones hechas, analizando las condiciones y las características de las estructuras

y

relaciones

sociales

en

cuestión, por un forzado y artificial armado de argumentos montados, como en un rompecabezas. Por lo tanto, inconscientemente, usando el concepto metafóricamente, para ilustrar, el imaginario gubernamental, tiene ante sí, en la presencia, demanda y exigencia de los pueblos indígenas, la marca, la huella, ineludible de a lo que falta, de a lo que no cumple, de lo que lo señala como impostor. En consecuencia, la relación con los pueblos indígenas, que, en principio, fue

de

cita,

mencionándolos

como 169


protagonistas del “proceso de cambio”, se fue

tornando,

contradictoria,

poco hasta

a

poco,

en

convertirse

en

antagónica. Cuando esto ocurre, no puede el

gobierno

actuar

sino

de

manera

represiva y violenta, como lo hace, quiere borrar de sus recuerdos la memoria de su culpa con los pueblos indígenas; la única manera de poder hacerlo es borrándolos del mapa.

170


A la sombra del caudillo

171


Hay que buscar en el entramado de tejidos de

los

acontecimientos

los

nudos

referenciales, que pueden servirnos de lugares, en la representación o en las formas de expresión, que nos hagamos de ellos,

para

construir

interpretaciones

adecuadas de lo que ocurre. No hay que partir de explicaciones dadas o, si se quiere, de modelos elaborados, por más adecuados que parezcan, para abordar los sucesos,

los

eventos

y

los

acontecimientos. Para decirlo, de algún modo, cada complejidad singular - que obviamente no es una estructura estática, que se repite, sino una complejidad en movimiento, cuyas estructuras también se mueven,

incluso

las

estructuras

se

transforman - exige, si se quiere, una interpretación también singular.

172


Esta

perspectiva

teórica,

incluso

metodológica, la de la complejidad, está, pues, en contra de las generalizaciones, por un lado, y de la universalización, por otro lado. Lo que no quiere decir que no se tenga que aceptar analogías, repeticiones, regularidades y diferencias, en lo que respecta

a

lo

que

podemos

llamar

configuraciones de la complejidad. Si habría alguna universalidad, entendida de otra manera, ésta relativa a las analogías, tendríamos que buscarla aquí; en esta configuración de la complejidad. No en estructura subyacentes, mucho menos en esencias, en sustancias, en causas condicionantes o determinantes. Se trata de una universalidad, para seguir usando el término heredado, pero, no

de

una

sustancialista, estructuralista,

manera

esencialista,

causalista, sino

de

una

incluso manera 173


compleja, en relación a las configuraciones dinámicas de los acontecimientos.

Sin

embargo, hay que anotarlo, también aquí, se trata de configuraciones singulares, en el acto mismo de singularización de los acontecimientos.

Las

analogías

son

importantes en el análisis comparativo, si se quiere, pero, siempre contextuadas en su aparición singular.

Este enunciado, de la complejidad, es distinto al enunciado dialéctico de la universalidad

particular

y

de

la

particularidad universal, que significa la determinación de lo universal por lo particular, por un lado; y la realización, si se quiere, la objetivación, en sentido hegeliano, de lo particular, es decir, la contención de lo universal en lo particular. No

se

trata

del

movimiento

de

las 174


contradicciones y su superación en la síntesis conceptual, como lo que ocurre en el pensamiento dialectico.

Sino de la

comprensión integral de la complejidad en la configuración de sus articulaciones, composiciones,

combinaciones

e

integraciones dinámicas. El pensamiento complejo

no

conceptual

persigue de

las

la

superación

contradicciones;

primero, porque no es un problema teórico o conceptual este de la complejidad, sino una problemática de las composiciones de las fuerzas en juego, incluyendo al mismo pensamiento complejo, que forma parte de este juego de fuerzas. No es externo al mismo. No se coloca en una exterioridad, desde donde hay que conocer el objeto de estudio;

tampoco

se

coloca

en

una

inmanencia, en la interioridad de las relaciones de las contradicciones, desde donde

hay

que

develar

la

teleología 175


inherente. Sino que es una fuerza más, por así decirlo, en este juego de fuerzas, que hacen al acontecimiento.

Entonces, dicho de manera simple, el pensamiento

complejo

participa

del

acontecimiento. En la medida que esto ocurre, que participa, el acontecimiento produce el pensamiento complejo, por así decirlo, lo inventa; al mismo tiempo, el pensamiento

complejo

alumbra

el

acontecimiento, lo hace inteligible; por lo tanto, de alguna manera, lo inventa. En este sentido, el pensamiento complejo no es teórico; está más acá y más allá de la teoría; forma parte de la actividad de las fuerzas

en

juego.

El

pensamiento

complejo es acción.

176


Ciertamente, hay teorías de la complejidad que siguen reclamándose teóricas; siguen asumiendo este rol. Con esto, reducen el pensamiento complejo, otra vez, a un pensamiento

teórico;

convierten

a

la

complejidad en un problema teórico, que requiere soluciones teóricas. Como, por ejemplo, teorías complejas para abordar la complejidad. Esta posición de las teorías de la complejidad no habría abandonado el horizonte

epistemológico

de

la

modernidad, en el que se plantearon problemas teóricos, reduciendo el mundo en contante devenir al mundo de las representaciones, por más “complejas”, esmeradas y minuciosas que sean estas representaciones,

estas

teorías,

estas

explicaciones e interpretaciones.

177


Para el pensamiento complejo, integrado a la percepción, a la experiencia y a la memoria social, por lo tanto, a la memoria sensible,

la

complejidad

problema

teórico;

complejo

en

su

es

no

es

un

un

problema

misma

compleja

manifestación integral, en los distintos planos

y

espesores

de

intensidad

articulados. En su buena época, antes de institucionalizarse, políticamente,

sino

institucionaliza

no

solamente

antes,

como

cuando

teoría,

se

como

filosofía, incluso como epistemología, el marxismo decía que el problema de la verdad

es

un

problema

práctico,

no

teórico. Sin embargo, a pesar de este enunciado, que podemos considerar como un acierto, la complejidad no puede ser abarcada con este desplazamiento de la teoría, o de la filosofía, a la práctica. La complejidad

no

solamente

supone 178


prácticas, sino vivencias, formas de vida, ciclos

vitales,

en

su

integralidad.

La

complejidad es un problema de vida; no solamente, obviamente, en el sentido de sobrevivencia, que ya sería mucho, sino en el sentido de lo que hace la vida para vivir, en sus múltiples y plurales formas, ciclos, en distintas escalas.

El pensamiento complejo, entonces, solo podría reclamarse de complejo, si forma parte de estos procedimientos de la vida para vivir. Reducirlo a sistema teórico, que resuelve teóricamente los problemas de la complejidad, creando complejidad teórica, no es más que continuar en la ruta de la filosofía y de las teorías, que amplían sus complejidades, sin haber salido de la esfera de las representaciones. No es este el camino, para decirlo metafóricamente, 179


del pensamiento complejo. Sino el de su participación en la misma complejidad del acontecimiento, no solamente, desde ya, teóricamente,

sino

como

fuerza

interviniente. Esto no significa reducir las fuerzas a la concepción oscura de fuerzas de poder o fuerzas políticas; sino también, comprender las fuerzas como fenómenos y relaciones integrales. Para decirlo de un modo sencillo; solo la vida puede conocer la vida, no es la teoría la que puede hacerlo, salvo cuando cree que lo hace. La teoría es un fantasma de la vida. En otras palabras, solo viviendo se puede conocer la vida.

Esta

perspectiva,

la

del

pensamiento

complejo, no disminuye el papel de la teoría; al contrario, la potencia, la libera de sus ataduras o, si se quiere, de sus 180


imaginarios fantasmáticos. La vincula con las fuerzas que la hacen posible, las fuerzas vitales de los cuerpos. Pero, como se ve, no se trata de una teoría separada, que forma su propio campo, sino de una teoría integrada a la percepción, al cuerpo, a la experiencia y a la memoria social.

En otro escrito38 dijimos que estamos ante bricolajes,

ante

entrelazamientos

barrocos, que salen del plano del cuadro o del discurso, y se expresan usando no solamente figuras y signos sino usando materialidades. Hablamos de dispositivos complejos

de

expresión.

Ahora

bien,

también dijimos que no es que no ocurra esto con las teorías y discursos conocidos, solo que no son conscientes, usando el 38

Ver de Raúl Prada Alcoreza Episteme compleja. Dinámicas moleculares. La Paz 20014-15.

181


término metafóricamente, de que esto ocurra; o creen en la neutralidad de la ciencia o creen en la capacidad de la razón. Sin embargo, para que digan lo que dicen, para que expliquen como explican, para elaborar y difundir sus conocimientos, en las formaciones discursivas en que se expresan, requieren de materialidades institucionales, de controles de espacios y de cuerpos, de los recursos de acciones estratégicas. La diferencia radica en que estas materialidades institucionales son las del poder, son las instituciones que reducen y delimitan la acción teórica, las que le hacen considerarse como separada de esta mallas institucionales, como si hubiera

una

capacidad

teórica,

una

capacidad racional, independiente de las instituciones, de donde emergen estas teorías.

Las

separaron,

teorías

modernas

efectivamente

de

no

se las 182


instituciones, salvo imaginariamente, por lo

tanto,

no

se

separaron

de

las

cartografías de poder y los diagramas de fuerzas, que conformaron estas mallas institucionales.

Una consecuencia de lo que decimos es la siguiente: No se logra nada con los famosos formas

cambios de

de

paradigmas,

pensamiento,

epistemológicas;

solo

de

de

rupturas

cambiarían

las

formaciones discursivas. Se producirían desplazamientos, hasta rupturas, en las formaciones

discursivas.

Pero,

en

la

medida que se mantienen los perfiles de las mallas institucionales, por lo tanto, sus cartografías de poder y diagramas de fuerzas, incluso suponiendo márgenes de maniobra, modificaciones

y,

en

consecuencia,

institucionales,

lo

que 183


perduraría, continuando su ruta, es este pensamiento

abstracto

separado

del

cuerpo y de la vida.

Ingresar a una relación efectiva, como actividad pensante compleja, es salir de estas mallas institucionales, que capturan fuerzas y las aprisionan en la reproducción del poder.

Potenciar el pensamiento, la

comprensión y el conocimiento, requiere liberar la potencia social, por lo tanto, en el contexto, la potencia de la vida. Esto implica

abordar

conformaciones

institucionales, que en vez de capturar y aprisionar, liberen fuerzas; en vez de inhibir, potencien fuerzas. Un ingreso pleno al pensamiento complejo implica entonces la conformación de mundos institucionales

dinámicos,

flexibles

dúctiles,

y

liberadores, capaces

de 184


composiciones

y

recomposiciones,

combinaciones

y

de

de

recombinaciones,

variadas y en mutación, dependiendo de los

problemas

y

las

problemáticas

afrontadas.

En esta perspectiva, que ciertamente tiene más consecuencias, queremos abordar la interpretación de una singularidad política y social, la que se da en Bolivia, en la coyuntura y el periodo, con el perfil de forma carismática de convocatoria. La misma

que

sostiene

gubernamentalidad

las que

formas

de

hemos

denominado populistas.

185


Preguntas iniciales

¿Por qué la fuerza política coyuntural y del periodo radica, como en otros periodos, con

sus

propias

singularidades

características, en el símbolo del caudillo? ¿Por qué el cuerpo simbólico del caudillo hace de centro, que absorbe toda la fuerza del campo social de los movimientos sociales, incluso de su propio movimiento político o partido, además de su entorno palaciego? Entonces, si bien explica, esta pregunta,

usada

como

hipótesis

provisional, el que el campo social de las organizaciones sociales, el entorno de su partido, el entorno palaciego, existan y se reproduzcan a la sombra del caudillo, no podrían existir sin él, por lo menos, en la condición

de

poder,

en

la

que

se

encuentran, la otra pregunta pendiente 186


es: ¿Por qué se dan estas formaciones políticas

carismáticas,

con

un

centro

gravitante absoluto, y campos y entornos totalmente

dependientes

del

símbolo

irradiante del caudillo?

No

pretendemos

responder

estas

preguntas, de por sí difíciles, que solo podrían empezar a responderse, en el sentido de abordar la complejidad desde el pensamiento

complejo,

con

investigaciones en profundidad. Lo que pretendemos hacer es sugerir hipótesis interpretativas prospectivas, que ayuden a armar estas investigaciones.

187


Hipótesis prospectivas interpretativas

1. La

descripción

del

perfil

de

esta

formación política singular, con un centro simbólico absorbente, además de

absoluto,

vaciados

de

y

campos,

entornos,

contenidos,

fuerza,

vitalidad y autenticidad, vamos a usarla como

entramado

sintomático,

que

muestra las peculiaridades de una formación social institucional; no de la formación social en su amplitud, como lo que se entendía como formación social-económica, capturada

por

sino

de las

aquélla mallas

institucionales. 2. En el sentido anterior, el de una sintomatología,

podemos

conjeturar

que este perfil político muestra una 188


formación social institucionalizada, que construye su cohesión social sobre el imaginario mesiánico del patriarca. La sociedad institucionalizada se asume como dependiente del gran dador, del padre

que

da,

que

cubre,

el

misericordioso.

3. Estamos entonces en una sociedad institucionalizada, que se edifica sobre el

eje

primordial

de

la

relación

imaginaria del gran padre con los hijos. Pueden los discursos ideológicos y políticos interpretar de otra manera; pero, lo que hacen es desplegar capas discursivas

modernas

sobre

un

imaginario matricial del que no han salido,

sino

lo

repiten

con

otros

discursos y guiones.

189


4. No se crea que este perfil político carismático

solo

ocurre

con

los

populismos, los conservadurismos, los liberalismo y neoliberalismos, también lo reproducen, a su manera; cada quien tiene

sus

propios

caudillos.

La

diferencia radica en que los populismos llevan el perfil político carismático lejos, no es un caudillo más, sino el gran caudillo, el gran padre esperado, como un mesías, que viene a redimir a los pobres y desamparados. La fuerza política populista es pues mayor. Los conservadores, neoliberales,

los se

liberales desgarran

y las

vestiduras por eso, mas bien, por celos, que por lo que dicen, por la defensa de la institucionalidad.

190


5. Sin embargo, el problema no es, aquí, en este caso, quién es más y quien es menos, en la conformación de este perfil carismático, sino explicarse por qué se da, cómo funciona, cuál es la mecánica de las fuerzas. La ventaja del caso populista es que se da en la intensidad y en el alcance que arrastra a casi la totalidad de un pueblo. Por eso,

vale

la

pena

estudiar

este

fenómeno, de esta formación política carismática, en los acontecimientos populistas. 6. Siguiendo

con

la

secuencia

de

hipótesis, podemos decir que, a pesar de la apariencia de modernidad - que parece que no solamente se da en las modernidades periféricas, sino también en las modernidades centrales, por lo tanto, también en las modernidades 191


centrales

emergentes,

convirtiendo

entonces la modernidad más en una cascara o en una máscara de las dominaciones

polimorfas

efectivas,

dadas en el orden mundial -, lo que parece perdurar, cambiando de formas, es la matriz de relaciones de poder fundantes de toda una genealogía de poder.

Vale

decir,

esta

encuentra

en

las

monoteístas,

que

narrativas

matriz

se

religiones

son

las

simbólicas

grandes

de

este

imaginario patriarcal.

7. La modernidad, en clave heterogénea, no

ha

salido

religioso,

nunca

donde

se

del ha

horizonte fundado

y

constituido; sino que lo ha consolidado, reproducido,

continuado,

dándole

múltiples formas, incluso en las formas 192


más

pretendidamente

implícitamente

laicas,

ateas,

incluso

explícitamente ateas. La modernidad ha convertido al mesías en el Estadonación, dándole un cariz institucional en los regímenes liberales, dándole un cariz más barroco en los regímenes populistas, otorgándole un cariz más religioso

en

los

regímenes

conservadores. 8. No se trata de ninguna enfermedad, como concebía, en toda su simpleza peregrina, Alcides Arguedas39, y los pensadores contemporáneos,

neoliberales que

piensan,

prácticamente lo mismo, desde sus proposiciones

moralistas

y

racionalistas, que no dejan, tampoco de

39

Ver de Alcides Arguedas Pueblo enfermo.

193


ser religiosas, por más laicos que se crean. Tampoco se trata de los males del subdesarrollo, del atraso o de alguna

condena

que

impide

el

progreso, como creen los teóricos e intérpretes economicistas. No es pues la trama de un drama preformado. Estamos ante singularidades, en toda su variedad plural, que se manifiestan de distintas formas en el mundo, en todas

las

formaciones

sociales

institucionalizadas. Solo que este perfil configurativo adquiere

como

político un

carismático

perfil

propio

y

desbordante en formaciones sociales institucionalizadas; cuya modernidad heterogénea,

modernidad

barroca,

hace se substrato civilizatorio y cultural universalizado. Perfil de la formación política

carismática

manifestado

y

realizado en la multiplicad de formas 194


singulares;

de

institucional,

en

manera unos

mĂĄs

casos,

de

manera, mĂĄs bien, barroca, en otros casos, de una manera mĂĄs religiosa, en un tercer grupo de casos.

9. En este sentido y en esta perspectiva, podemos

decir

que

aparece

esa

universalidad, de la que hablamos, universalidad de las configuraciones singulares.

Esta

universalidad

singular es la de la matriz fundacional del poder patriarcal, dado en distintas formas, maneras, combinando variadas formaciones discursivas con diferentes mallas

institucionales,

en

distintos

contextos, periodos y ĂŠpocas. 10.

Lo que hemos dicho no es algo

distinto a lo que ya adelantaron las 195


teóricas del feminismo radical, del feminismo decolonial, sobre todo las teorías queer, que no se consideran feministas, sino en transiciones. La diferencia

radica

en

que

esta

interpretación, rica histórica, política, culturalmente,

la

desplazamos

a

contextos de constelaciones de los planos de intensidad y espesores de intensidad de la complejidad, que es sinónimo de realidad.

196


Boceto de interpretación

La descripción es de por sí sugerente. Estamos ante un partido o movimiento o lo que se llame - eso no importa, por el momento definir -, que no tiene vida propia, depende de los hálitos, por así decirlo, del caudillo. Las organizaciones sociales, que dejaron de ser movimientos sociales, responden al caudillo y no las bases, incluso si se considera que las bases tiene simpatía por el caudillo. El gabinete, más que hacer su tarea, salvo el Ministerio

de

Economía

y

Finanzas

Públicas, que cumple al detalle con la política

monetarista,

que

paradójicamente, se articula y se lleva a cabo como ningún gobierno neoliberal lo pudo hacer. El vicepresidente, que se reclama de intelectual, dedica su “talento” 197


a justificar al caudillo en todo lo que hace, incluso cuando no parece que lo que hace sea justificable. La mayoría del Congreso, que está en manos del partido gobernante, sirve de encubridor de todo, manipulador de leyes, interpretador oficioso, sin mucho criterio, de la Constitución, sobre todo cuando no hay que cumplirla. El Órgano judicial se ha convertido en un dispositivo de uso recurrente por parte del ejecutivo; lo mismo pasa con el Órgano electoral, que no solamente encubre las decisiones nodemocráticas del gobierno, además de inconstitucionales, sino que prepara el terreno para hacerlo. Los medios de comunicación de masa, tanto oficiales como privados, que, en su mayoría, son controlados

por

el

gobierno,

salvo

contadas y honradas excepciones, o se dedican a la propaganda y publicidad descomunal de lo que hace el gobierno, 198


publicitando incluso obras fantasmas o inconclusas, como las relativas a las flamantes empresas públicas, sin hablar de las empresas públicas heredadas desde la revolución de 1952, que son las únicas que funcionan. Parte de la opinión popular, aunque se encuentre sorprendida por el decurso del “proceso de cambio”, aunque se encuentre hasta desencantada, persiste en justificar al “jefe” o en construir interpretaciones matizadas. Incluyendo a la llamada “oposición” en este baile, se puede observar que esta “oposición” se restringe a la denuncia de la corrupción, que de todas maneras, tiene una larga historia,

incluyendo

a

los

gobiernos

neoliberales, liberales, conservadores y nacionalistas.

Aunque,

si

se

puede

constatar la extensión alarmante que se ha dado en este gobierno, extensiones constatadas y parecidas, aunque de menor 199


alcance,

en

anteriores

gobiernos

populistas, incluso en un partido que se reclamaba de “izquierda” y pactó con el asesino de militantes de “izquierda”. Esta “oposición” también es una órbita más alrededor del caudillo.

El

cuadro

es

asombroso;

empero,

elocuente. La composición de la militancia oficialista no puede ser sino descrita como patética. No solo por el ingreso masivo de contingentes oportunistas, después de las elecciones del 2002, mucho más en el caso de las elecciones del 2005 en adelante, sino por la incorporación de fragmentos de estratos de militantes considerados de “derecha”. Exagerando un poco, pero, de una manera ilustrativa, se puede decir, que el único que tiene formación en ese partido es el vicepresidente, quien se 200


considera

bolchevique.

Dejemos

la

pregunta necesaria de ¿cómo puede haber un

bolchevique

sin

un

partido

bolchevique? Esto estaría en contra de la propia teoría del partido bolchevique. Lo que interesa, ahora, es hacer notar esta solitaria presencia “ideológica”. En otras palabras, el centro gravitante del poder, que en términos efectivos, es el cuerpo simbólico del caudillo, se lo traga todo, absorbe toda la energía, quedando sus entornos, desde los próximos, hasta los más lejanos, sin energía, sin fuerza, como opacas

murmuraciones

moviéndose

apenas en las sombras.

Se entiende pues que si desapareciera el caudillo,

incluso

momentáneamente,

si

se

estos

retirara entornos

desaparecerían, sobre todo el partido y el 201


entorno palaciego. Esta es pues la razón de la desesperación por mantener al caudillo como candidato. No vamos a entrar

en

la

discusión,

de

por

restringida, de si es o no legítimo, incluso legal, de que lo haga, de que se vuelva a postular. La Constitución, modificada por el Congreso, es clara al respecto; no hay más que dos mandatos seguidos en la presidencia o para la postulación a la candidatura presidencial; para modificar esta cláusula constitucional se debe llamar a un referéndum. Sin embargo, haciendo caso omiso a esta cláusula, el Congreso habilitó al presidente para la anteriores elecciones, con una interpretación que no convenció a nadie, salvo a la masa de llunk’us en crecimiento. Ahora, si bien no se interpreta de la misma manera, se habla de “re-postulación” y de preguntar al soberano, es decir, al pueblo, sobre esta 202


alternativa,

que

implica

reforma

constitucional. La llamada “oposición” se opone a que esto se haga; empero, el procedimiento está contemplado en la misma Constitución, que obviamente no acta el gobierno, salvo cuando le conviene. La pregunta es: ¿Qué gana la “oposición” en elecciones donde no se encontrará, hipotéticamente, el caudillo, incluso en el caso, hipotético, de que ganará esas elecciones? ¿Habría vencido al caudillo? No. Habría vencido a un partido que no es partido, peor aún, que no es nada sin el caudillo. No ha llegado a vencer al caudillo, sino a un espacio de entornos sin el caudillo, por lo tanto, a un espacio de entornos que no tiene vitalidad, que no es el poder que teme la llamada “oposición”. No se entiende, porque una “oposición”, que

dice

denuncias

tener y

en

tanta sus

razón

en

sus

reclamos

de 203


institucionalidad, no se atreve a vencer al caudillo, con todos sus entornos, en su propio terreno. Hipotéticamente, si esto ocurriese, sería efectiva la derrota del caudillo; la muerte política del caudillo. Ganar, hipotéticamente, en elecciones sin el caudillo, no es vencerlo, sino mantener el

mito

incólume.

Nuevamente

comprobamos que la “oposición” no es más que una órbita alrededor del caudillo.

El tema es, entonces, comprender, en qué se basa esta fuerza, que parece absoluta, del

caudillo.

hablamos,

En en

primer este

lugar,

como

caso,

de

representaciones políticas, del mundo de las

representaciones

en

el

discurso

político, incluso en el discurso “ideológico”, la

fuerza

absoluta

del

caudillo

es

imaginaria, tanto para unos como para 204


otros. La fuerza descomunal del caudillo es imaginaria. Esto no quiere decir que el perfil de la formación política carismática sea

ficticia.

De

ninguna

manera.

La

estructura de esta formación es real, se edifica en la física de las fuerzas en juego. Esta

física

de

condicionada campos

fuerzas

por

sociales,

políticas

está

campos

políticos

que

encuentran

se

y

dibujados, por así decirlo, por habitus, prácticas

y

relaciones,

que

vienen

conformadas por estrategias de poder y dominación cuyo eje principal o, si se quiere, matricial, es el de la dependencia acrítica, subordinada, a la jerarquía, sobre todo a la jerarquía del gran padre.

Aunque en la modernidad, con clave heterogénea,

hayan

aparecido

otras

estrategias de poder, como las estrategias 205


disciplinarias, las estrategias del control y las estrategias de la simulación, además de las estrategias de guerra en la filigrana de la paz, esta estrategia patriarcal hace de operador de fondo del conjunto de las otras estrategias de poder. El alcance o, mejor

dicho,

la

singularidad

de

la

formación política carismática, incluso de los otros perfiles de formaciones políticas, va a depender del peso de la irradiación patriarcal, de la abertura que se le dé explícitamente a esta estrategia de poder antigua

heredada.

En

formaciones

políticas barrocas, como en el caso de las gubernamentalidades populistas, se suele dejar abierto el camino para la circulación más franca de esta estrategia de poder antigua.

Dando

combinaciones

lugar

con

esto

a

y

composiciones

asombrosas, desde la perspectiva del bricolaje. 206


En el caso boliviano, parece darse esta abertura a la circulación de la estrategia patriarcal, no solamente en los regímenes populistas, sino también en los otros regímenes, neoliberales;

conservadores, aunque

sus

liberales, impactos

políticos, en estos últimos casos, sean menores.

Estamos,

entonces,

no

solamente ante una estructura patriarcal de poder, como en todo Estado-nación, como en todas las mallas institucionales de los estados modernos, con todas las variedades de los casos, diferencias y particularidades, sino ante el desborde del mito del caudillo, de la narrativa patriarcal, significada por el imaginario mesiánico, en la configuración de la singularidad de la formación política. Se puede decir que el populismo no es otra cosa que el retorno 207


barroco

a

esta

forma

primordial

de

dominación. Forma que es usada tanto para modificar correlaciones de fuerza, otorgando

cambios

sociales

nacionales,

y

a

las

demandas

sobre

todo

al

principio de un “proceso de cambio”; forma

que

es

también

usada

para

fortalecer el poder en cuanto poder, el Estado en cuanto Estado, reproduciendo las jerarquías odiadas, aunque sean otras élites

la

que

ocupen

los

lugares

privilegiados.

La

problemática

que

plantea

esta

formación política carismática, desde la perspectiva

de

las

liberaciones

múltiples

emancipaciones sociales,

no

y se

resuelve con cambiar al “jefe” o a sus entornos; tampoco se resuelve, en el caso hipotético, de que se formará una opción 208


alternativa de “izquierda”, que sustituya al caudillo y su partido. Lo que pasaría, en este caso hipotético, es que se habrían dado modificaciones en los escenarios del poder, desplazamientos en la gente; en el mejor de los casos, en el perfil de los dirigentes y representantes. Si se pudiera considerar

mejoras,

expresiones

políticas,

tanto como

en

las

en

las

ejecuciones políticas, es decir, en la administración pública, no habría ocurrido otra cosa que reformas en la misma formación política carismática. Para salir de esta formación política es menester, en principio, alcanzando lo más leve de las consecuencias, cambiar la composición, combinación y relación del eje estratégico patriarcal con el conjunto de estrategias de

poder

política

desplegadas

de

la

en

la

modernidad

historia barroca.

Segundo, buscando transiciones políticas y 209


sociales

hacia

formas

de

democracia

participativa, se debería perseguir abolir esta matriz genealógica patriarcal de las dominaciones. Lo que conlleva, como consecuencia, si no es la diseminación o suspensión del imaginario populista, del imaginario mesiánico del mito del caudillo, por lo menos, su debilitamiento notable. Tercero, si se persiguen emancipaciones y liberaciones sustituir

múltiples,

las

heredadas

mallas

por

es

menester

institucionales

conformaciones

de

configuraciones institucionales plásticas, dúctiles,

flexibles,

herramientas

limitadas de

a

ser

sociedades

autogestionarias.

210


Clientelismo y corrupciรณn

211


El Estado-nación no deja de ser lo que es, sea

el

gobierno

que

sea;

liberal,

nacionalista, neoliberal o, en su caso, progresista. El Estado-nación subalterno, concesione neoliberal

sin o

soberanía nacionalice

al

modo

al

modo

progresista los recursos naturales, no deja de transferir las materias primas de las periferias al centro del sistema-mundo capitalista. El Estado es el dispositivo de poder y de gobernabilidad del orden mundial, en el país o la región para administrar recursos

esta

naturales

transferencia en

el

de

los

proceso

de

acumulación originaria y ampliada de capital. Digan lo que digan los discursos, pretendan lo que pretendan los gobiernos, incluso, en el caso difícil de darse, de las buenas

intenciones,

no

es

posible

modificar esta estructura de dominación impuesta por la geopolítica del sistema212


mundo capitalista: Las periferias no han dejado de ser las colonias donde se extraen

los

recursos

naturales

para

alimentar la vorágine del proceso de la renovada y móvil revolución industrial del capitalismo,

en

constante

traslación.

Incluso en el caso de las nacionalizaciones, que es el acto soberano de recuperación del control de las materias primas y los recursos,

además

de

las

empresas,

reparaciones que modifican los términos de intercambio. Esta especie de condena se debe a la división del trabajo y del mercado mundial. En el mejor de los casos, en las condiciones dadas por la denominada sustitución de importaciones; es decir, de la revolución industrial local, lo que ocurre es, en la mejor perspectiva, poco probable por cierto, de la emergencia de una nueva potencia industrial, es de ingresar a la zona privilegiada del centro 213


móvil del sistema-mundo capitalista, sin cambiarlo, indiscutiblemente. En casos de menor alcance, puede ocurrir que se mejore solamente las relaciones de los términos de intercambio; empero, lo que es difícil es salir de la condición de dependencia.

En estas condiciones económicas, que parecen repetir una regularidad de las genealogías del poder, se reproducen también formas de dominación perversas, que hemos llamado economía política del chantaje; formas en las que entra como clasificación la corrosión institucional y la corrupción, en sus variadas formas. Este procedimiento de poder es compartido por las

distintas

formas

gubernamentales

modernas; las liberales, nacionalistas y populistas. El poder no se disocia de su 214


continuidad

perversa,

la

corrosión

institucional y la corrupción. Los gobiernos populistas realizan

este procedimiento

implícito del poder en su forma clientelar. Procedimiento al cual los gobiernos no populistas están restringidos, pues no tiene la convocatoria de estos gobiernos mesiánicos. Si los gobiernos populistas emergen de una “revolución” o de una movilización

prolongada,

una

vez

concluida la “revolución” o, en su caso, la movilización,

una

vez

agotada

la

legitimidad otorgada por la “revolución” o la movilización, continúan la preservación del poder por la expansión cuantitativa y masiva relación

del

clientelismo,

proliferante

del

que

es

diagrama

una de

poder del modelo patriarcal proliferante; el mito del caudillo.

215


Las relaciones clientelares destruyen a las organizaciones sociales, destruyen sus autonomías organizativas, desmantelan las

relaciones

de

las

bases

con

las

dirigencias, cooptando a las dirigencias. Vinculan

subordinadamente

a

las

dirigencias con el caudillo, en una relación de seducción y sumisión. El caudillo, sobre todo su entorno cómplice, logra mantener la

“seducción”

dirigencia relaciones

comprometiendo

sindical

en

clientelares.

las

a

redes Se

la de

incita

compromisos con distribución de fondos que amarran a las dirigencias con usos no lícitos de recursos dinerarios, con pleno conocimiento de los gobernantes. Cuando estalla el escándalo, los que pagan son las dirigencias y no los gobernantes y su gabinete, que tuvo, en su momento, pleno conocimiento de lo que ocurría. Este es un desenlace calculado por los gobernantes, 216


quienes

desplegaron

clientelares,

estos

métodos

comprometiendo

a

las

dirigencias para cooptarlas.

El

escándalo

del

Fondo

Indígena

en

Bolivia, de la manera como es manejado por

los

medios

de

comunicación,

es

presentado como si la corrupción se restringiera a la dirigencia sindical, incluso la dirigencia indígena, sea oficialista o no. Esta manera de presentar los hechos es no solamente

circunscrita,

además

de

desinformada y segada, sino que, además de la aparente ingenuidad, es oficiosa, pues oculta y encubre, intencionadamente o no; es cómplice de lo que llamamos el diagrama de poder de la corrupción. El chivo

expiatorio

son

las

dirigencias

visibles, pero no serán tocadas las cabezas del gobierno, que impulsaron estas cazas 217


y cooptaciones de dirigencias vulnerables por procedimientos clientelares.

Lo que

los medios de comunicación no pusieron en evidencia, es el papel que cumplen los gobernantes en esta estructura de poder de la economía política del chantaje.

No se trata de quitar responsabilidades a las dirigencias comprometidas, sino de comprender el alcance de la estrategia de las estructuras del poder clientelares, su funcionamiento

en

las

formas

de

preservación del poder y de mantención de la figura del caudillo, recurriendo a las concomitancias del entorno palaciego y a toda clase de encubrimientos burocráticos y comunicacionales.

218


El Fondo Indígena, que fue diseñado, en principio, para apoyar las formas de gestión

comunitarias,

las

formas

de

economía comunitarias, sostenidas por normas y procedimientos propios, por instituciones originarias,

propias terminó

y

autoridades

adulterada

por

intervención gubernamental, incorporando al Ministerio de Economía y Finanzas públicas, a las organizaciones campesinas, quienes

se

llevan

la

mayor

parte

sustantiva de los fondos, en proyectos no comunitarios.

Estas

adulteraciones

se

deformaron al punto de encontrar en el Fondo

Indígena

indispensable

de

el

mecanismo

cooptación

de

la

dirigencia por medio del enriquecimiento privado

y

personal.

Formando

esta

cooptación parte de el diagrama de poder de la corrupción, que sostiene al gobierno

219


populista en la función de dominio político en la que se encuentra, a pesar de todo.

Para

lograr

el

cumplimiento

de

los

objetivos de las relaciones clientelares, se mueve todo el aparato estatal, incluyendo también al órgano judicial, así como a la Contraloría, de tal manera, que si el escándalo

alcanza

magnitudes

incontrolables, pueda juzgarse a los peces chicos, pero no a los peces grandes. Entonces

ocurre

como

la

instalación

velada de un régimen de complicidades no dichas, empero efectivas y pragmáticas, no

solo

del

aparato

estatal,

de

la

burocracia gubernamental, además de los medios de comunicación, sino también, y esto es lo más grave, de contingentes de la sociedad misma. Este conformismo, si

220


podemos hablar así, es pues cómplice de la corrupción descollante.

Por cierto, no es el Fondo Indígena el único dispositivo de este diagrama de poder de la corrupción; en verdad, es un mapa de dispositivos económicos que funcionan como redes clientelares en los circuitos de una economía extractivista y un Estado rentista.

221


Rutas alterativas

222


Consideraciones sobre la pregunta ÂżcĂłmo transformar?

223


¿La

transformación

intelectual?

es

Depende

una

tarea

de

que

transformación estemos hablado; si se trata de transformaciones teóricas, se puede decir, que sí; si se trata de transformaciones políticas y sociales, se puede decir que no es tarea solamente intelectual,

sino

de

la

participación

transformadora de la sociedad.

Los

marxistas militantes de inicios del siglo XX decían que es tarea de los explotados su liberación, es tarea del proletariado su liberación de las dominaciones del capital. Aunque

después

entendieron

que

la

conciencia del proletariado era el partido; convirtiendo a los intelectuales en la consciencia y conocimiento histórico del proletariado, de todas maneras, en la premisa, no en la conclusión, se encuentra el

enunciado

que

concibe

la

transformación como acción social. Acción, 224


por

cierto,

estalla

desbordante,

cuando

antagonismos

las

radical,

que

contradicciones

políticos,

económicos

y y

sociales, llegan a un máximo. Ciertamente se requiere escudriñar las condiciones, las circunstancias, las mecánicas y dinámicas de las fuerzas intervinientes en los campos sociales. Esto requiere análisis crítico; es, se podría decir, tarea intelectual. Sin embargo,

no

se

puede

confundir

la

actividad intelectual, por más critica que sea,

con

la

actividad

práctica

transformadora, que corresponde a las fuerzas

que

escapan

a

las

capturas

institucionales del poder.

Ahora bien, los intelectuales creyeron jugar

un

papel

preponderante

en

el

despertar de la consciencia de clase. Esta es la tesis de la vanguardia, que después 225


se restringe a la tesis del partido. El problema de esta tesis de transferencia de representación y de consciencia histórica es que considera el papel activo en los intelectuales y el papel pasivo en el proletariado, salvo en las movilizaciones, las huelgas, la propia revolución. ¿No es esta una diferenciación inherente, que separa

teoría

y

praxis,

a

pesar

del

postulado de la articulación entre teoría y práctica militante, tan pregonada?

Por otra parte, hay un problema con la concepción de la teoría como verdad, como iluminación, como claridad, cuando es tan solo un instrumento de orientación para

las

acciones

y

prácticas,

comportamientos y conductas. Cuando la teoría se convierte en iluminismo, peor aún, cuando se convierte en verdad, la 226


teoría misma pierde su capacidad crítica, incluso su capacidad de iluminar, por así decirlo

Si las revoluciones del socialismo real se han

hundido

en

sus

contradicciones,

quiere decir, por lo menos, que la teoría estaba equivocada, tanto en relación a las complejidades del

poder

como

a

las

complejidades del capitalismo. Si no se revisa críticamente la teoría, el conjunto de la teoría, el sistema teórico, armado, acumulado,

desplegado,

si

solo

se

promueven hipótesis auxiliares para salvar a la teoría o, de una manera más matizada,

para

corregirla

en

zonas

consideradas vulneradas, sin comprender que una teoría es un corpus, entonces un sistema -si se revisa una parte hay que revidar todo -, entonces no se está en 227


disposiciones de recuperar la condición instrumental de la teoría, no iluminista, no metafísica, sino de herramienta de lucha.

Por lo tanto, resulta difícil hacer un diagnóstico del presente recorriendo la historia con una mirada retrospectiva. Lo que se suele hacer, sin haber rendido cuentas incorporar

la

teoría la

en

descripción

cuestión, de

es

hechos

seleccionados, en el momento, que de alguna manera, pueden significar la crisis del capitalismo, del ciclo del capitalismo, en su hegemonía y fase vigente. No se trata, de ninguna manera, de eso, de acomodar

la

información

seleccionada

para explicar el presente, de acuerdo al paradigma teórico

heredado.

Sino

de

comprender las dinámicas y mecánicas de las fuerzas desplegadas en el presente, las 228


configuraciones, diagramas

de

las las

cartografías fuerzas,

de

y las

estructuras de poder; cuestionarse sobre la

composición

capitalista,

que

del

sistema-mundo

evidentemente

no

se

reduce al plano de intensidad económico, tampoco al plano de intensidad político. Sino que integra y articula distintos planos de intensidad, diferentes espesores de intensidad

social,

manifestando

una

complejidad histórica, política, económica, social, cultural y territorial, que exige del análisis crítico intelectual; empero, de un análisis herencias

crítico

desprendido

teóricas,

de

las

convertidas

en

obstáculos epistemológicos.

Si

hacemos

una

evaluación

del

comportamiento de la izquierda, sobre todo de la izquierda que se considera 229


crítica, que es la que nos interesa, vemos que prefiere circunscribir su crítica a las formas autoritarias del partido, a las formas deterministas de la teoría, incluso a los alcances universales de la teoría; sin embargo, se resiste a cuestionar el corpus teórico

heredado.

Con

lo

que

prácticamente se niega a comprender y conocer

la

complejidad

del

presente.

Encontrándose en condiciones vulnerables para

emprender

cartografías

y

la

lucha

diagramas

contra de

las

poder

concretos, contra las formas desenvueltas, desplegadas

y

desarrolladas

del

capitalismo hoy.

Esta deficiencia limitante y condenatoria, clausura

posibilidades

de

activar

la

potencia social, entrampándose en un círculo vicioso repetitivo y reiterativo de lo 230


mismo. Esto se ve claramente cuando los intelectuales críticos se devanan los sesos buscando alternativas al desarrollo y al capitalismo, cuando la alternativa no es un proyecto racionalmente construido, un programa

alternativo,

racionalmente

armado, sino la alternativa es la sociedad misma;

las

practicas

alterativas

se

encuentran en la sociedad misma. Lo que pasa es que estas alteridades no son visualizadas por los intelectuales, pues observan a la sociedad desde corpus teóricos que tienen como centro al Estado. En

otras

palabras,

los

llamados

intelectuales críticos observan la sociedad desde una perspectiva estatalista.

Otro ejemplo de la deficiencia teórica se observa cuando los intelectuales críticos llaman a los gobiernos populares como 231


progresistas, como experiencias populares asumidas nuevos

gubernamentalmente, recorridos

de

como

socialismos

singulares, olvidando completamente que el

tema

pendiente

por

resolverse

teóricamente es la cuestión estatal, que no es otra cuestión que la del poder. ¿El Estado

es

un

instrumento

de

transformación? Se deja pendiente esta pregunta o se la alude; pero, no se la ausculta ni se responde, tomando en cuenta las experiencias sociales de las historias políticas de la modernidad. El camino más fácil, para no responder, es optar por las tesis de las transiciones, como por el hecho de ser transiciones resolvieran el problema pendiente, cuando lo que hacen es diferir el tratamiento del problema,

postergarlo.

La

pregunta

anterior nos lleva a preguntarnos - no es una hipótesis, sino una pregunta - ¿si los 232


gobiernos progresistas no son, mas bien, un detente, un termidor, una manera popular de terminar con la revolución? Vale la pena, por lo menos hacerse la pregunta, antes de usar, abusivamente el calificativo de progresista, que de por sí, encierra

prejuicios

desarrollistas

y

evolucionistas.

La experiencia social y la memoria social, en las historias políticas de la modernidad, son inmensas; la experiencia de la caída de los regímenes del socialismo real es dramática;

las

contradicciones

de

los

gobiernos progresistas son, además de profundas,

espeluznantes.

Sorprende

entonces el seguir escuchando versiones de una crítica culpable, que se golpea el pecho; pero, no es capaz de salir de la esfera de la culpabilidad, que, por cierto, 233


es una herencia cristiana; que no es capaz de efectuar una crítica de su propia crítica, limitada, débil y vulnerable.

No

son

las

teorías

las

que deben

preservarse, salvo en la bibliotecas o en los museos; son las luchas sociales las que debe continuar. Si para que esto ocurra hay que desechar teorías y construir otras, hay que hacerlo. Si no se hace, se cae no solo en el fetichismo teórico, sino en la creencia ideacional,

de

que

donde

existe habitan

independientemente de

un las

campo ideas,

los cuerpos, de

las percepciones y afectos corporales. Con esto hemos terminado reproduciendo las nuevas

versiones,

modernas

y

posmodernas, de la religión.

234


Otro ejemplo de la deficiencia teórica se encuentra

en

las

instituciones.

Se

tesis trata

sobre de

las tesis

extremadamente generales, que forman parte del sentido común, aunque sean dichas en lenguaje más elaborado. Ni siquiera se parte del gran aporte y paso dado por Cornelius Castoriadis, quien ya avanzó

al

concepto

de

institución

imaginaria de la sociedad, articulando, integrando e imbricando la materialidad social de las instituciones y lo imaginario de las mismas. Decir que hay instituciones e instituciones, unas que sirven más a la dominación y otras que pueden servir a las emancipaciones, es decir muy poco, es caer

en

una

institucional.

especie No

se

de

utilitarismo

auscultan

la

imbricación y el entrelazamiento de las instituciones con las estructuras de poder; menos

que

si

las

instituciones

son 235


criaturas de la sociedad, ¿por qué se convierten estas criaturas en amos de la sociedad,

en

vez

de

ser

meros

instrumentos? Por lo tanto desechables, cambiables, modificables.

El tema de fondo de las instituciones es el poder;

es

decir,

dominación

las

polimorfas.

instituciones,

en

relaciones

de

¿Por

las

un

qué

momento

determinado, dejan de ser instrumentos y herramientas

de

sobrevivencia

para

convertirse en estructuras permanentes de poder? No se trata, obviamente, de renunciar

a

instituciones,

la

construcción

sino

de

de

construir

instituciones de sobrevivencia, útiles a los ciclos

vitales,

fetichismo convertirlas en

evitando institucional,

caer

en

el

evitando

principios y fines de la 236


sociedad, en sĂ­mbolos perenes de la sociedad. Este imaginario institucional es el imaginario que requiere el poder para preservarse. Llama la atenciĂłn que los intelectuales crĂ­ticos se mantengan en este imaginario institucional.

237


Hacer presente la autogestiรณn

238


Como

dijimos,

de

alguna

manera,

implícita, semi-explícita, incluso, a veces, explícitamente, la autogestión es la salida del sistema-mundo capitalista y del círculo vicioso del poder. Esta salida o alternativa no tiene que esperar, no se da en el futuro, cuando

se

cumplen

determinadas

“condiciones objetivas y subjetivas”, sino en el ahora, cuando se toman decisiones autónomas, libres, igualitarias; decisiones consensuadas,

sin

atender

condicionamientos institucionales poder.

La

salida

autónomamente,

se cuando

la

a y

de

construye se

ejerce

plenamente la libertad y la igualdad, sin mediación de fetichismo institucionales y de fetichismos de representación, así como de fetichismos de delegación. La autogestión supone la asociación libre, la composición libre, entre iguales, no solo jurídicamente, no solo políticamente, si no 239


efectivamente iguales en los distintos planos donde se despliega la actividad, manifestación,

práctica,

expresión,

humanas. La autogestión es entonces la realización creativa y múltiple del ejercicio de la autonomía, en sus distintos planos y espesores;

individuales,

grupales,

colectivos, comunitarios, sociales. Por eso mismo, las formas de autogestión son plurales,

diferenciales,

cambiantes,

de

singulares

acuerdo

no

solo

y a

momentos, coyunturas y contextos, sino a problemáticas y complejidades que se afrontan.

Haremos generales,

un

repaso

después

a

conceptos

retomaremos

los

aportes de Cuadernos Lanki, a propósito de la autogestión. Para luego, abordar

240


algunas conclusiones aperturantes para sugerencias activistas posteriores.

241


Concepto

de

socialismo

autogestionario

Se

puede

decir

que

el

“socialismo

autogestionario” se orienta en la idea de una

composición

social

y

política

establecida en la participación de las diferentes

comunidades

constituidas

en

colectivizada; localidad,

la

próximas,

vida

empresa,

cotidiana sindicato,

tendencia.

También

comprendiendo la gestión de comunidades mayores,

a

federaciones,

mayor

escala;

confederaciones.

economía,

política,

territorialidades,

con

país, Articula cultura,

capacidades,

potencialidades, competencias, destrezas, técnicas, tecnologías, ciencias y saberes. La

autogestión

colectiva,

obrera,

incluso

comunitaria,

grupal,

en

la 242


coordinación consensuada y participativa, configurando constelaciones de alianzas, de federaciones y confederaciones, abre horizontes nómadas para la invención y realización de formas variadas y dinámicas de organizaciones sociales40.

40

Referencias: [1] La autogestión yugoslava: Una visión dentro de su cuadro ideológico-político marxista [2] Por una comunicación autogestionaria [3] Lloyd G. Reynolds, Los tres mundos de la economía: capitalismo, socialismo y países menos desarrollados, Alianza Editorial: 1975, ISBN 8420615692 y 9788420615691 (capitulo III: Economías Socialistas, pág. 81). [4] Autogestión de trabajadores en Yugoslavia, por O. Ressler [5] La práctica del socialismo autogestionario en Yugoslavia y su influencia en el carlismo contemporáneo, por Javier Onrubia [6] ¿Socialdemocracia o socialismo autogestionario?, por Carlos Hugo de Borbón Parma. El País, 1975. [7] Tres países del mundo socialista] de Alberto Baltra [8] Tres países del mundo socialista, de Alberto Baltra.

https://es.wikipedia.org/wiki/Socialismo_autogestionario.

243


Autogestión integral

En Cuadernos de Lanki41 se escribe: “Nos aproximaremos al significado del concepto autogestión partiendo de esta sencilla definición

de

autonomía”.

El

término

sugiere una concepción dilatada de la autogestión; se trata de la constituciónorganización autónoma, producida desde la

autonomía

autonomía.

y

reproductora

Designaremos

de como

autogestión a la conformación y actividad de

formaciones

escalas,

de

sociales,

en

comunidades,

agrupaciones,

distintas

incluso

establecidas

en

de la

autonomía, en la capacidad de decisión autónoma

de

individuos,

grupos,

41

LANKI - Instituto de Estudios Cooperativos de la Universidad de Mondragon. http://es.slideshare.net/audaondo/lanki-aurkezpenapresentacin.

244


colectivos, comunicados, asociaciones y sociedades

Desde entender

esta

perspectiva,

la

autogestión

integralidad

dinámica,

se

puede

como

una

transversal

y

variable; la misma que se organiza tanto a pequeña escala como en escalas mayores, que

puede

complementarse

y

contenerse42. El campo económico no es otra cosa que una forma de nombrar un campo de actividades, que, obviamente, no

se

reducen

comúnmente

a

lo

economía.

que

se

Desde

llama una

perspectiva restringida, la de la economía política restringida, la economía social es una forma de organización interna de la actividad económica (restringida), que

42

Ibídem.

245


supone una manera de situarse en el mercado,

así

como

en

la

sociedad

institucionalizada 43. Esta ubicuidad, mejor dicho esta singularidad, del colocarse en el mundo,

singularidad

que

combinación

y

perspectivas

múltiples,

supone

composición

la de

integrando

múltiples alternativas, en los distintos planos de intensidad. Es aquí, en este nudo de la complejidad, donde se sitúa la aportación

de

la

autogestión

social-

económica-política-cultural44.

Las experiencias en la autogestión socialeconómica-política-cultural, permiten un conocimiento social y colectivo de las complejidades

mundanas,

económicas,

sociales, políticas y culturales, en su 43 44

Ibídem. Ibídem.

246


pluralidad, multiplicidad y singularidades propias.

Por

eso

horizontes

mismo,

para

abren

estrategias

los de

complementariedad y reciprocidad entre las distintas sociedades y en sus diferentes escalas45. El punto de partida y referencia primordial puede ser la experiencia y memoria social de la propia comunidad; atendiendo

a

los

requerimientos

demandas

comunitarias,

locales

y e

individuales; que configuran los procesos inherentes singulares. Descartando pues modelos estrategias

deductivos, externas

que

introducen

inadecuadas

e

inadaptables al lugar y a la comunidad46.

La autogestión social-económica-políticacultural se hace posible en el ejercicio 45 46

Ibídem. Ibídem.

247


pleno de la democracia, entendida como autogobierno del pueblo47. El conjunto de herramientas y dispositivos, así como de regulaciones, de la autogestión, como la participación en la gestión, la participación en los bienes, pueden formar parte de transiciones de integración de los planos y espesores desintegrados capitalista48.

de

intensidad

por No

el

social,

sistema-mundo

olvidemos

que

“El

management moderno o la nueva cultura empresarial,

utiliza

mensajes

y

procedimientos de la autogestión como instrumentos para implicar al empleado y mejorar la productividad, involucrando el alma del trabajador en la racionalidad económica que emana del capitalismo”49. Entonces, se puede decir que “ciertos

47

Ibídem. Ibídem. 49 Ibídem. 48

248


procedimientos fortalecen

la

de

la

autogestión

racionalidad

económica

capitalista, pero al mismo tiempo tienen el potencial

de

introducir

transformaciones cambiando

el

en

ella

fundamentales, metabolismo

de

las

empresas y preparando las expectativas participativas

de

las

nuevas

generaciones”50. En este sentido, uno de los sentidos, se puede hablar de transición en el presente. No se puede perder de vista que el alcance, el efecto multiplicador y la capacidad trasformadora es mucho más efectiva si la articulación se da en los múltiples planos de intensidad social, efectuando la integración en todos estos terrenos51. La autogestión integra los planos

de

dispersados 50 51

intensidad, y

desintegrados,

fragmentados

por

el

Ibídem. Ibídem.

249


sistema-mundo capitalista. Su perspectiva utópica

y

trasformadora

se

asienta,

paradójicamente, en este pragmatismo autogestionario

fundamental52.

“El

proyecto autogestionario es un proceso de experiencias, proceso

de

educativo

concretas”53. experiencias

No

maduraciones, ligado olvidar

a que

autogestionarias

un

praxis las son

experiencias de armonización de intereses individuales y colectivos54. Esto permite potenciar todos los niveles sociales, desde las singularidades individuales hasta las singularidades colectivas y sociales de mayor escala.

52

Ibídem. Ibídem. 54 Ibídem. 53

250


Una de las conclusiones prioritarias, en las perspectivas de las transiciones locales, nacionales, regionales y mundiales, puede ser:

“La

autogestión

potencial

de

económica

impulsar

endógeno,

tiene

un

desarrollo

enraizado

multidimensional”55.

“La

el y

autogestión

económica puede caminar a un paradigma de participación integral y coherente, complementando

la

participación

institucional con la participación en la gestión”56. “La autogestión económica de los países tecnologizados tiene potencial para

activar

solidaridad

55 56

mecanismos

global,

para

participando

en

la la

Ibídem. Ibídem.

251


cooperaciĂłn

al

desarrollo

de

las

comunidades empobrecidas�57.

57

IbĂ­dem.

252


Conclusiones generales

1. Es posible y es necesario ejercer la libertad y la igualdad plenamente; es decir,

la

democracia

plena,

participativa. Para hacerlo se requiere de decisión y voluntad; para contar con estas

condiciones

subjetivas

se

requiere liberarse de los fetichismos institucionales, que son también los fetichismos del poder. 2. Las experiencias socialistas estatalistas han demostrado que no se sale del sistema-mundo

capitalista

manteniendo el Estado; al contrario, se lo reproduce y continúa, por otros caminos, otras formas, otros discursos y

legitimidades;

reproduciendo

la

pero,

siempre

economía

política 253


generalizada, la de las separaciones duales entre lo concreto y lo abstracto, en los distintos planos de intensidad social,

valorizando

lo

abstracto

y

desvalorizando lo concreto.

3. Por eso, aprendiendo las lecciones de las

revoluciones

sociales

en

la

modernidad, es indispensable salir del círculo vicioso de la economía política generalizada y del círculo vicioso del poder. Para tal efecto hay que iniciar ya las

prácticas

y

relaciones,

las

asociaciones y composiciones, más allá

de

la

generalizada, esquematismo amigo/enemigo,

economía más

política

allá

del

dualista que

del

sostiene

la

reproducción de la política restringida; es

decir,

de

aquella

que

es

la 254


reproducción de las dominaciones. Más allá

del

esquematismo

dualista,

pretendidamente epistemológico, que, sin embargo, sigue siendo religioso, de verdad/mentira o verdad/falsedad. 4. También es indispensable salir del paradigma moderno del tiempo y de la historia. Asumir los tejidos espaciotemporales culturales

territoriales-socialesen

su

simultaneidad

dinámica. Dicho de manera sencilla, crear,

en

alternativos,

el desde

ahora, las

mundos autonomías

múltiples y desde las autogestiones complementarias.

255


256


Conclusiones generales

1. Asistimos

a

la

diseminación

del

sistema-mundo capitalista. Tanto por lo que llamamos, en Antiproducción, una suerte de autodestrucción, así como por

el

activismo

emancipatorio

y

libertario, que interpela y demuele las certezas y las columnas del sistemamundo,

además

de

efectuar

su

deconstrucción y crítica. 2. En esta diseminación, que, por cierto, connota

conjuntos de

procesos

de

diseminación particulares y concretos, se dan lugar a contrastes inherentes a las relaciones, a las estructuras y la los

257


perfiles de poder.

Estas paradojas

develan las vulnerabilidades del poder.

3. Las formas gubernamentales son las formas efectivas de la reproducciĂłn del Estado.

De

las

gubernamentales,

variadas la

gubernamentalidad

formas

forma

de

populista,

estructurada en la convocatoria del mito del caudillo y en las redes y circuitos clientelares, aparece como una

forma

de

gubernamentalidad

barroca, que combina el diagrama de poder

patriarcal,

el

retorno

al

imaginario religioso, por los caminos polvorientos formas

del

milenarismo,

liberales

con

institucionales,

recurriendo a la democracia formal, asĂ­ como a la convocatoria popular. Esta composiciĂłn

polĂ­tica

adquiere

una 258


concreción

ornamentada

mantiene

en

los

cuando se

umbrales

del

capitalismo dependiente. 4. Las salidas a lo que llamamos el circulo vicioso

del

poder,

recurrente

y

reiterativo, a pesar de cambiar de formas, y del circulo vicioso de la dependencia, que se halla en la esfera del sistema-mundo capitalista, parecen encontrarse en transiciones alterativas, que inventan alternativas, más allá del bien y el mal, más allá de la economía política

generalizada,

dualismo

allá

esquemático

amigo/enemigo, reducida

más

la

al

que

política.

del del

ha

sido

Salir

del

capitalismo es también salir del Estado. En este sentido, el horizonte abierto por la autogestión parece mostrarnos los

259


horizontes de los mundos alternativos que inventa la potencia social.

260


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