Revolución Rusa (1917)

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la revoluci贸n rusa de 1917. el paso del zarismo a la uni贸n sovi茅tica (urss).

ra煤l toledo madrigal.


1. EL ZARISMO Y LA OPOSICIÓN - La autocracia En la segunda mitad del siglo XIX Rusia era un enorme imperio gobernado de forma autocrática por los zares (emperadores) de la dinastía de los Romanov, estos gobernaban desde el año 1613. Mientras en buena parte de Europa Occidental había triunfado el liberalismo y se desarrollaba la industria capitalista, el Imperio ruso mostraba un gran atraso político y económico. El Imperio ruso era el último bastión del absolutismo del Antiguo Régimen a comienzos del siglo XX. El zar ejercía un poder absoluto con el apoyo de la Iglesia ortodoxa (de la que era el jefe), del ejército, de una burocracia centralizada y de una omnipresente policía política (ocrana), encargada de reprimir cualquier oposición al régimen oficial. Se encarcelaba a las personas por delitos políticos y se les obligaba a emigrar a las nuevas tierras asiáticas, sobre todo a Siberia. No existían partidos políticos legales, ni había elecciones, en un régimen político en el que la mayor parte del proletariado y el campesinado seguían pasando hambre y eran analfabetos. - El intento modernizador de Alejandro II La sociedad rusa era predominantemente rural (85 % a finales del siglo XIX). Hasta la abolición de la servidumbre en el año 1861, el sistema feudal seguía muy arraigado y la industria era casi inexistente. Ante este enorme atraso económico, el zar Alejandro II (1855-1881), aconsejado por sus ministros más ilustrados, decidió impulsar una serie de reformas que lograsen apuntalar un régimen que padecía una lenta agonía. - En 1864 se crearon los zemstvos, consejos locales donde conjuntamente nobles, ciudadanos y campesinos adoptaban comunitariamente las medidas por las que se habían de regir las actividades municipales. Los zemstvos desarrollaron importantes iniciativas en la construcción de carreteras, en la sanidad y en la enseñanza (hacia 1881 se habían fundado unas 10.000 escuelas primarias). - Muchos miembros de la oposición al zarismo ejercieron de médicos o como profesores en estas instituciones. Durante estos años mejoraron también las Universidades que empezaban a acoger, además de hijos de la nobleza, a


nuevos grupos sociales, aunque minoritarios, provenientes de la escasa clase media. La Justicia mejoró fomentando las leyes y jurados independientes. - La reforma más importante fue la agraria con la abolición de la servidumbre en 1861, fruto de un compromiso entre los funcionarios del zar y la intransigente nobleza, que no logró, sin embargo, los resultados esperados. Ni introdujo en Rusia una agricultura capitalista, ni atenuó la tensión social en el campo derivada de la miseria rural. ¿ Cuáles fueron las razones del fracaso de la reforma agraria ? a. La tierra se distribuyó entre la nobleza propietaria y los antiguos siervos, que recibieron una extensión inferior a la que antes cultivaban. b. Los campesinos tuvieron que comprar la tierra de peor calidad a sus antiguos señores. El Estado adelantó a la nobleza el pago del valor de esas tierras a un precio caro y los campesinos deberían amortizarlo durante 49 años. c. En teoría, el campesinado obtenía la libertad personal pero en la práctica quedó vinculado al mir (comunidades rurales en Rusia que sustituyen a los feudos anteriores tras la abolición de la servidumbre por Alejandro II en 1861), responsable del pago de la redención y de los impuestos al Estado. d. El rápido crecimiento de la población aumentó el problema de la subsistencia y el descontento del campesinado, pues la reforma agraria no incrementó la productividad ni el poder de compra de los campesinos. Sin embargo, esta labor reformista no pudo acabar con la lenta agonía del sistema y el propio zar Alejandro II moría, víctima de un atentado terrorista, en 1881. - Los primeros pasos del capitalismo En 1905, Stolypin, primer ministro del zar Nicolás II (1894-1917) emprendió una nueva reforma que pretendía crear una numerosa clase de campesinos prósperos y políticamente leales al régimen. Pero dos hechos limitaron su alcance: - No afectó a las propiedades de la nobleza y de la Iglesia, por lo que el campesinado más pobre no se benefició de ella. - Se suprimió definitivamente el mir y el pago de las redenciones, lo cual favoreció la aparición de unos 2,5 millones de prósperos campesinos propietarios kulaks, y cobró un cierto auge la agricultura comercial. El desarrollo industrial, que fue lento hasta 1890, se aceleró en el cambio de siglo (1890-1913) debido a las inversiones extranjeras y a la construcción del ferrocarril. En 1900 la participación del capital extranjero en empresas privadas


rusas era del 25 % y en 1913 superaba el 33 %. Ello planteó un grave problema, el endeudamiento y la dependencia del exterior, que llevó a los gobiernos zaristas a aumentar la presión fiscal para saldar la deuda externa. El desarrollo del ferrocarril impulsó las industrias siderúrgicas y la minería del carbón. Creó importantes islotes industriales en las regiones de San Petersburgo y Moscú, en Ucrania, en la Polonia rusa y en el bajo Don. El Imperio Ruso conservaba muchos aspectos de una economía atrasada pero no estancada. El país estaba transformándose, pero el progreso era muy desigual: provocaba tensiones sociales y políticas en las ciudades pero también en un mundo rural dominado por la miseria y el hambre. - Ideas revolucionarias a finales del siglo XIX El contraste entre una Europa liberal y un Imperio Ruso absolutista y feudal suscitaba, a mediados del siglo XIX, una oposición al zarismo en el seno de una minoritaria clase intelectual que los rusos denominaban intelligentsia. Dos grandes corrientes se perfilan desde los primeros momentos: la occidentalista, es decir, la de los partidarios de imitar los logros del liberalismo occidental, y la eslavófila, que pretendía implantar un socialismo agrario. De esta segunda, parten los dos movimientos socializantes más típicamente rusos: el nihilismo y el populismo. El nihilismo de la Joven Rusia defendía la acción terrorista para destruir el orden social y político existente; en esto se parece al anarquismo de Bakunin. El movimiento populista (narodnik) reconocía al campesinado ruso como el futuro protagonista de la revolución. Pero el fracaso del populismo en su acercamiento al campesinado ruso provocó su escisión en un grupo mayoritario, Voluntad del Pueblo, anclado en la acción terrorista (asesinato del zar Alejandro II en 1881) y otro menos numeroso, que derivaría en 1890, hacia la formación del Partido Socialista Revolucionario o social-revolucionarios (1901). La recomendación de Alejandro III (1881-1894) a su hijo Nicolás II (1894-1918) fue que mantuviera el absolutismo. - Los partidos de oposición al zarismo (1898-1917) A comienzos del siglo XX frente a los decimonónicos defensores de una vía revolucionaria distinta a la del resto de la Europa Occidental, aparecieron nuevas corrientes ideológicas y partidos de clara inspiración occidentalista: - De un lado, la corriente liberal se plasmó en la formación, en 1905, del Partido Constitucional-Demócrata o Partido Kadet cuyo objetivo era transformar el régimen zarista en uno constitucional, basado en el respeto a las libertades individuales. Eran partidarios tanto de una reforma agraria liberal como de una


amplia autonomía para Polonia, Finlandia y Ucrania. Sus líderes fueron Miliukov y el príncipe Lvov. - De otro lado las corrientes socialistas revolucionarias: a. Partido Socialista Revolucionario (PSR o eseritas) constituido en 1901. Mantenía las tesis populistas del socialismo agrario. La futura revolución en Rusia sería política (fin de la autocracia zarista) pero no burguesa sino campesina. Los socialrevolucionarios eran, además, partidarios de un Estado federal que conciliase los intereses de las diversas nacionalidades del Imperio Ruso. Líderes importantes fueron Tchernov y Kerenski. b. Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR). Giorgi Plejánov fue el introductor del marxismo en Rusia en 1883, al que se unió el joven Vladimir Ilich Uliánov (Lenin) en 1888. Ambos dieron por sentado que la sociedad rusa a finales de siglo era capitalista. En el Congreso clandestino celebrado en Minsk en 1898 fundaron el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso de clara inspiración marxista. Pero en 1903, durante el Segundo Congreso del partido (BruselasLondres) aparecieron dos tendencias enfrentadas: •

Mencheviques (minoritarios). Afirmaban que la revolución burguesa era un paso necesario para llegar al pleno desarrollo del capitalismo y de un proletariado numeroso, capaz de encabezar la segunda fase de la revolución, la socialista-proletaria. Por ello, se inclinaban por una organización del partido abierta tanto a militantes como a simpatizantes. Su líder fue Martov.

Bolcheviques (mayoritarios). Liderados por Lenin, quien sostenía que la burguesía rusa era demasiado débil e incapaz de realizar su revolución y, por tanto, el proletariado debía encabezarla buscando la alianza del campesinado. En consecuencia, la militancia en el partido debía restringirse a quienes acatasen su programa, se sometiesen férreamente a su disciplina y trabajasen directamente en sus organizaciones. El objetivo primordial del partido no sería otro que la conquista revolucionaria del poder político para el inmediato establecimiento de la dictadura del proletariado.

La reacción zarista fue la persecución policial contra los partidos políticos que cuestionaban el absolutismo. Las cárceles se llenaban de intelectuales y líderes políticos. Unos se veían obligados a emigrar (Lenin) y otros eran trasladados a Siberia para controlarlos mejor (Stalin). 2. LAS REVOLUCIONES DE 1905 Y 1917 - Revolución de 1905


En los inicios del siglo XX existía en Rusia un triple malestar social y político: el descontento del campesinado, aún mayoritario, defraudado por la reforma agraria; el paro y la miseria del naciente proletariado industrial concentrado, sobre todo, en San Petersburgo y otros islotes industriales; y, por último, las aspiraciones de los minoritarios sectores liberales y estudiantiles, que deseaban un régimen político similar a las democracias occidentales. El Imperio Ruso, por tanto, aparecía a principios del siglo XX como un gigante con los pies de barro, como lo demostró su humillante derrota en el Extremo Oriente frente a Japón, en el marco de la Guerra ruso-japonesa (1904-1905). Esta desató un gran movimiento de protesta contra la guerra y contra la autocracia zarista, así como una serie de huelgas en San Petersburgo. El 9 de enero de 1905, conocido como el “domingo sangriento”, los obreros se dirigieron en manifestación pacífica al Palacio de Invierno para entregar al zar un manifiesto en el que denunciaban sus penosas condiciones de vida. Pedían ciertas libertades políticas y sindicales. La manifestación fue duramente reprimida y la masacre provocó una serie de huelgas y manifestaciones que se extendieron a otras ciudades (Moscú, Riga, Varsovia) y luego al campo y a las filas del ejército. La marinería del acorazado Potemkin en el puerto de Odesa y la marinería de la base naval de Kronstadt en el golfo de Finlandia se sublevaron. Destacó un fenómeno decisivo en la futura revolución de 1917, la constitución de los sóviets o consejos de obreros que surgieron de modo espontáneo para organizar las huelgas. El 14 de octubre se formó el sóviet de San Petersburgo, organizado por Trotski, quien no militaba aún en ningún partido político. - El Manifiesto de Octubre y el pseudoconstitucionalismo En octubre de 1905 persistían las huelgas y manifestaciones y el zar se vio forzado a realizar una serie de promesas como la legalización de los soviets y la convocatoria de una Duma o Parlamento de carácter representativo, elegida mediante sufragio universal masculino. Con ello consiguió dividir al movimiento de protesta, a los nacientes partidos políticos y aplastar el levantamiento. Se abría un periodo, 1906-1917, conocido como la era del pseudoconstitucionalismo, en que se consolidó la oposición contra el régimen autocrático y se mostraron las limitaciones de las promesas liberales del zar. Desde 1907 la Duma, nacido con importantes restricciones (el zar tenía derecho de veto y podía disolverla), dejó de ser elegida por sufragio universal, y el poder autocrático fue reforzado de nuevo.


- La Revolución de febrero de 1917: el doble poder La Primera Guerra Mundial, iniciada en 1914, y las derrotas del ejército ruso agravaron la ya deteriorada situación económica. Aumentaba así el malestar social y político. Igual que en 1905, la guerra fue el detonante de la revolución. La ofensiva de los imperios centrales a mediados de 1915 causó un elevado número de muertos y la pérdida de Lituania y la Polonia rusa. A finales de 1916 fracasó la contraofensiva rusa y el número de bajas – entre muertos, heridos, desaparecidos y prisioneros – se aproximó a los ocho millones. La actitud de Nicolás II al ponerse al frente de las tropas desprestigió a la corona imperial, sobre la que cernía la corrupción, por la influencia en la corte del monje Rasputín, que sería asesinado en 1916. Rasputín llegó a la corte para curar al zarévich, Alexis o Alexei en ruso, ya que este padecía hemofilia. Desde entonces Rasputín se convirtió en el consejero de la zarina Alejandra y fue en gran medida el responsable de la corrupción en el gobierno desde aquel entonces. El riguroso invierno de 1917 ahondó las pésimas condiciones de vida de las masas urbanas y campesinas acuciadas por la falta de víveres. La desorganización económica del país había llegado a tal punto que los transportes y los abastecimientos estaban casi paralizados. Las huelgas y las manifestaciones se multiplicaron desde el 23 de febrero a raíz del cierre de las factorías Putilov, principal centro siderúrgico de Petrogrado (nuevo nombre dado a San Petersburgo). El 25 y el 26 de febrero las huelgas se generalizan y se extienden a Moscú y a otras grandes ciudades. Ante la sorpresa general, la policía se mostró pasiva. Los soldados de la guarnición de Petrogrado desobedecieron a sus oficiales y se unieron a la rebelión popular contra la guerra y la miseria. El 27 del mismo mes se constituyó el Comité Ejecutivo del Sóviel Supremo de Petrogrado, formado mayoritariamente por mencheviques, para encauzar la revolución. Había comenzado una revolución espontánea. Un grupo de diputados denominado Bloque Progresista de la disuelta Duma, eligió un Comité Provisional. Aunque al principio los mencheviques y los socialrevolucionarios –mayoritarios en los sóviets de obreros, soldados y campesinos- consideraron la idea de la conquista del poder, llegaron a un acuerdo con el Comité del que surgió un Gobierno Provisional, compuesto por ministros del Partido Kadet y presidido por Lvov.


Nicolás II, abandonado por todos, abdicó el 2 de marzo. Desde ese momento hubo en Rusia dos poderes paralelos: el Gobierno Provisional y el Sóviet Supremo de Petrogrado, que sostenía a ese gobierno al tiempo que exigía reformas democráticas. - De febrero a octubre de 1917: el triunfo de los bolcheviques De febrero a octubre, el Gobierno Provisional apremiado por el problema de la revolución y la Primera Guerra Mundial sufrió varias crisis que condujeron finalmente a la revolución bolchevique. El Primer Gobierno Provisional, de acuerdo con las promesas hechas en su primera declaración, decretó la jornada laboral de ocho horas, reconoció el derecho a la independencia a Finlandia y Polonia, pero pospuso la reforma principal, la agraria, hasta la elección de una Asamblea Constituyente. Mantuvo sus compromisos con los aliados en la guerra contra los imperios centrales, mientras que los sóviets, dominados por mencheviques y socialrevolucionarios, eran partidarios de conseguir la paz lo antes posible. En el apogeo de las disputas entre el Gobierno Provisional y el Sóviet Supremo de Petrogrado por la cuestión de la guerra, Lenin regresó del exilio y expuso sus Tesis de Abril. - Tesis de Abril de Vladimir Ilich Uliánov (Lenin): •

Oposición frontal al Gobierno Provisional.

Oposición a las tesis mencheviques y socialrevolucionarias.

Oposición a la guerra.

Exigencia de paz sin anexiones y sin indemnizaciones.

Rechazo al papel de los sóviets como simple oposición obrera y esbozó el futuro programa de la república de sóviets.

Estas tesis fueron inicialmente aceptadas por un grupo minoritario encabezado por León Trotski. - La crisis del Primer Gobierno Provisional se intentó cerrar con la formación de un gobierno de coalición (kadets, mencheviques y eseritas). Este pronto se verá desbordado por las reclamaciones de independencia –Finlandia, Polonia, países bálticos, Ucrania y pueblo del Caúcaso- y por la agitación en los núcleos industriales y en el campo, ante la ausencia de reformas. El fracaso de una nueva ofensiva en la guerra europea y del intento de revolución bolchevique de julio, fueron el detonante de una nueva crisis. Lenin, acusado de agente alemán, huyó a Finlandia. Los dirigentes bolcheviques fueron detenidos y encarcelados.


- El Tercer Gobierno Provisional, segundo de coalición, presidido por Kerenski se enfrentó en agosto a un intento derechista de golpe de estado del general Kornilov. Este fracasó por la oposición de las milicias y de las unidades militares probolcheviques del Ejército Rojo del Sóviet de Petrogrado, organizadas en septiembre por Trotski.

- Revolución Bolchevique de octubre de 1917 Una vez abortado el intento de golpe de estado de Kornilov, Kerenski formó el cuarto y último Gobierno Provisional, en septiembre, en medio de una crisis definitiva: descomposición total del ejército, revueltas campesinas y desesperación de los obreros. A comienzos de octubre, Lenin estaba convencido de que la crisis estaba en su punto álgido y regresó a Petrogrado. El 10 de octubre, el Comité Central o Buró Político del partido bolchevique aprobó los preparativos para la toma del poder, y se formó un Comité Militar Revolucionario presidido por Trotski. En la madrugada del 25 de octubre, tropas bolcheviques tomaban los puntos estratégicos de Petrogrado, asaltaron el Palacio de Invierno y detuvieron a los miembros del último Gobierno Provisional. Al anochecer, en el II Congreso de los Sóviets de todas las Rusias, a pesar de las protestas de los mencheviques y de los eseritas, triunfaron las tesis leninistas. Desde la propia tribuna del Congreso, Lenin anunció los tres primeros decretos del nuevo régimen sobre: la paz, la tierra, y la formación de un gobierno de los Comisarios del Pueblo constituido exclusivamente por bolcheviques. Se había consumado el golpe de estado bolchevique. Rusia se convertía en la primera nación del mundo con un gobierno comunista. 3. LA NUEVA RUSIA EN TIEMPOS DE LENIN (1917-1924) - Los primeros decretos y la paz de Brest-Litovsk El nuevo gobierno, denominado Consejo de Comisarios del Pueblo, promulgó los primeros decretos. El decreto sobre la paz por el que se invitó a las naciones beligerantes a una paz inmediata sin anexiones y sin indemnizaciones; el decreto sobre la tierra, por el que se expropiaron los grandes latifundios (unas 150 millones de hectáreas) en favor de los sóviets campesinos; el decreto relativo a las empresas industriales, que confió en el control de las fábricas a los comités de trabajadores; y el decreto sobre las nacionalidades que afirmaba el derecho a la autodeterminación de los pueblos de Rusia. Con dichos decretos se esperaba satisfacer las reivindicaciones de soldados, campesinos, obreros y de las nacionalidades,


aunque en principio se renunciase a objetivos esenciales del programa bolchevique. En los dos meses siguientes, para consolidarse en el poder, Lenin creó una policía represiva (la Cheka) y el ejército rojo, ideado y organizado por Trotski. Una de sus prioridades fue firmar la paz. En diciembre de 1917 se concluyó un armisticio por separado con los imperios centrales. El 3 de marzo de 1918 se firmó la paz de Brest-Litovsk, que imponía durísimas condiciones a Rusia, ya que esta renunció a los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), reconocía la independencia de Polonia, Finlandia, Ucrania y los países caucásicos, y cedía Besarabia a Rumanía y Armenia a Turquía. - La creación del estado socialista soviético Cumpliendo otra de las promesas largamente aplazadas por la revolución, el gobierno bolchevique convocó, el 25 de noviembre de 1917, elecciones para la Asamblea Constituyente con sufragio universal masculino y por primera vez femenino. Los resultados fueron desfavorables para los bolcheviques que solo obtuvieron un 25 % de los votos, mientras que los ganadores, los eseritas o socialrevolucionarios, obtuvieron un 45 % de los votos. La apertura de la Asamblea, el 5 de enero de 1918, fue meramente simbólica. Al día siguiente era disuelta y todo el poder quedaba en manos del Congreso de los Sóviets, presidido por Lenin. Desde entonces socialrevolucionarios y mencheviques se opusieron a Lenin. Los siguiente Congresos de los Sóviets iniciaron una campaña de alfabetización, trasladaron la capital de Petrogrado a Moscú y aprobaron la primera constitución de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, que otorgaba el poder al Congreso de los Sóviets y al Consejo de Comisarios del Pueblo. Este último era el encargado de implantar la dictadura del proletariado, en la que el Partido Comunista Bolchevique pasó a ejercer el control centralizado del gobierno; es decir, el partido comunista, integrado entre otros por Trotski, Zinoviev y Kamenev, presidido por Lenin y con Stalin como Secretario General, ejercerá el control del poder en la nueva Rusia. - Guerra Civil Rusa (1918-1920) Desde el verano de 1918 el régimen bolchevique tuvo que afrontar una guerra civil, que duraría dos años, y una desastrosa situación económica. Mientras, la paz de Brest-Litovsk produjo la desbandada del ejército ruso, al desmovilizarse unos siete millones de soldados sin tomar ninguna medida en su favor. Los oficiales (con fuertes convicciones antibolcheviques) entre los que destacaron Denikin, Koltchak y Wrangel, reorganizaron los ejércitos


blancos (llamados así por el color de su uniforme militar de tiempos de los zares), apoyados por las potencias extranjeras (británicos, franceses, japoneses y norteamericanos). Los motivos de la intervención fueron diversos: el temor al contagio revolucionario y la negativa bolchevique a reconocer la deuda exterior e indemnizar a los propietarios de los capitales de las industrias nacionalizadas y a los bancos extranjeros. Hasta 1919 la mayor parte del país estuvo bajo el control de los ejércitos blancos y de sus aliados extranjeros. Para hacer frente a sus ofensivas, Trotski organizó el Ejército Rojo (denominado así por el color del uniforme militar) y restablecía una rigurosa disciplina, mientras que Lenin acentuó la dictadura política y los bolcheviques asesinaron a Nicolás II y a su familia. La presencia de tropas extranjeras hizo que la mayor parte del pueblo ruso se decantase en favor de los bolcheviques. Por otra parte, el fracaso de las ofensivas de los “blancos” y los problemas internos de las potencias extranjeras influyeron decisivamente en la retirada de sus tropas. Ello favorecía el triunfo del Ejército Rojo liderado por Trotski en 1920. •

Asesinato de la familia Romanov (El zar Nicolás II, la zarina Alejandra, las cuatro grandes duquesas Olga, Tatiana, María y Anastasia, y el zarévich Alexei). El zar Nicolás II al comienzo de la revolución bolchevique fue deportado con toda su familia a Siberia y allí en Ekaterimburgo fue ejecutada toda la familia en el verano de 1918. El ejecutor fue Yákov Yurovski un dirigente bolchevique que mandó ejecutar a toda la familia real en un sótano de la casa Ipatiev, por temor a que fueran liberados por una ofensiva del Ejército Blanco.

Yurovski narra cómo tras varios intentos fallidos de enterrar los cadáveres de los miembros de la familia del zar, los integrantes del pelotón de fusilamiento decidieron rociar con ácido sulfúrico los cuerpos de nueve de ellos. Esos cuerpos fueron sepultados en una mina cerca de la localidad de Koptiakí, mientras los cadáveres de Alexei y María fueron trasladados a un bosque cercano. Al enterrarlos por separado, los bolcheviques pretendían que, en caso de ser hallados, nadie vinculara esos restos con los de la familia imperial.

La leyenda de la Gran Duquesa, Anastasia Romanov.


El zar Nicolás II y toda su familia fueron ejecutados por las fuerzas bolcheviques que habían triunfado en la revolución comunista en 1918. Se cerraba así la etapa de la Rusia zarista, pero se iniciaba una serie de especulaciones sobre la muerte de la familia real.

La más famosa fue la de una mujer que en 1922 apareció en un siquiátrico en Alemania asegurando ser la Gran Duquesa Anastasia Nikolayevna, la menor de las hijas del zar.

Pese a que integrantes de la familia real rusa y cercanos a los Romanov descartaron la historia desde un principio, pero varios personajes y medios de comunicación a lo largo del mundo ayudaron a posicionar a esta desconocida como la única hija viva de la monarquía rusa.

Fueron varias investigaciones y denuncias que aseguraron que la mujer que ahora llevaba el nombre de Anna Anderson no tenía relación con los Romanov, sin embargo, su carisma y la constancia ayudaron a mantener la historia hasta su muerte en 1984, en Estados Unidos.

Pero la idea de que una pequeña niña, heredera del zar, escapara de una ejecución llegó a su fin en la década de los 90, cuando fueron encontrados y exhumados los cuerpos de la familia real rusa. A través de análisis de ADN, se comprobó que Anderson no tenía parentesco alguno con los Romanov, más allá de que aún existe un debate sobre la suerte de los cuerpos del zarévich Alexei y Anastasia.

La verdadera identidad de Anna Anderson sería Franziska Schanzkowska, una obrera polaca con un historial de enfermedades mentales.

La familia de Nicolás II fue canonizada por la Iglesia ortodoxa rusa.


- El impacto de la revolución bolchevique: la III Internacional y los partidos comunistas En la Europa de la posguerra estallaron entre 1918 y 1919 una serie de revoluciones socialistas en Alemania, Hungría…inspiradas en el modelo de los sóviets. Ello indujo a los bolcheviques a creer que la revolución socialista se estaba extendiendo. Pero todas las revueltas fracasaron por la escasa cooperación de los sectores mayoritarios y moderados de los partidos socialdemócratas. La actitud de los socialistas europeos, tanto en la Gran Guerra como en los movimientos revolucionarios de soldados y obreros en la inmediata posguerra, rompió la frágil unidad de la II Internacional. En 1919, los bolcheviques promovieron la fundación en Moscú de una III Internacional o Internacional Comunista. En 1920 se celebró su primer congreso, al que asistieron representantes de 37 países, y en el que Lenin dio a conocer el programa de 21 puntos que obligatoriamente tenían que acatar quienes quisieran adherirse a ella. La creación de la Internacional Comunista dividió definitivamente el movimiento obrero socialista en partidos socialistas, por lo general de tendencia socialdemócrata o reformista, y en partidos comunistas europeos, que se fundaron entre 1920 y 1921.

- Economía de Lenin - Guerra Civil y comunismo de guerra La guerra civil (1918-1920) y la consiguiente desorganización económica impulsaron a los bolcheviques a tomar una serie de medidas de reorganización de la economía conocidas como el comunismo de guerra. El comunismo de guerra fue un intento de controlar rígidamente todos los recursos humanos y económicos para ganar la guerra civil. A tal efecto, se nacionalizaron las grandes industrias, se socializó la tierra, se militarizó el trabajo y se suprimió la libertad de comerciar y el dinero, pagando a los obreros en especie. Se impusieron las requisas obligatorias de cereales a los campesinos y se estableció un estrecho control sobre los precios y los mercados. A las desastrosas consecuencias de la guerra se añadió el colapso del comunismo de guerra por la crisis de 1921. - La crisis de 1921 y la NEP En 1921 la escasez de granos llegó a tal extremo que el gobierno soviético tuvo que aceptar la ayuda del trigo procedente de EE.UU. A pesar de ello dos millones de rusos murieron de hambre. Hubo un fuerte malestar social tanto por


la dictadura del proletariado como por el excesivo control político del Partido Comunista Bolchevique (creación de la Cheka, todopoderosa policía política). Acabaron estallando revueltas sociales en Petrogrado y en marzo de 1921 se sublevó la guarnición de Krondstadt. Incluso aparecieron distensiones en el seno del Partido Comunista Bolchevique. En el X Congreso del Partido Comunista de Rusia, celebrado en marzo de 1921, en medio de una profunda crisis, Lenin hizo una enérgica llamada a la unidad y cohesión en las filas del partido dentro de la ideología comunista y denunció los peligros del fraccionamiento y la amenaza de la contrarrevolución. Pero en el campo de la economía anunciaba una Nueva Política Económica (NEP), basada en una cierta liberalización con la adopción parcial de formas económicas capitalistas que él mismo denominó capitalismo de estado. La medida esencial consistió en suprimir las requisas de productos agrarios y reemplazarlas por un impuesto en especie. En adelante, los campesinos entregarían un 10 % de la cosecha al Estado y el resto podrían venderlo a los particulares o al Estado. Además, desde 1922 se les permitió cultivar la tierra, bien formando cooperativas o bien como particulares (un 98 % de la tierra sembrada en 1927 estaba cultivada de forma individual). En el terreno industrial se desnacionalizaron los establecimientos industriales de menos de 21 obreros y se permitió la entrada de capital y empresas extranjeras. Los obreros recuperaron el derecho a cambiar libremente de empresa y se restablecía la jerarquía de los salarios. En 1922 retornó el uso de la moneda y se liberalizó el comercio al por menor. La NEP suponía, con la vuelta parcial a la economía de mercado capitalista, sobre todo en la agricultura, la aparición de un campesinado individual próspero (kulaks) y de comerciantes (nepmen). Aun así, el Estado soviético controlaba la gran industria, los transportes, las finanzas, el comercio al por mayor y el comercio exterior. Tras la muerte de Lenin en 1924 se produjo una disputa por su sucesión entre Trotski y Stalin. Este último había sido nombrado Secretario General del Partido en 1922 para depurar a aquellos que no fueran fieles a las directrices del politburó. En 1924, Stalin formó una troika con Zinoviez y Kamenev con el único propósito de eliminar toda oposición y convertirse en dueño absoluto de la Unión Soviética. Para ello, Stalin tuvo que realizar una serie de purgas en el partido que en primer lugar excluyen a Trotski y sus seguidores (exilio) y, posteriormente, a otros dirigentes como los propios Zinoviez y Kamenev. En 1928, tras eliminar a sus rivales y consolidarse en el poder, Stalin implanta una dictadura personal…


- BIBLIOGRAFÍA Y AYUDAS Libro Historia del Mundo Contemporáneo, Grupo Edetania – Tabarca Llibres Wikipedia.org Apuntes de historia contemporánea del Perseo Sabuco – Tema 7. Revolución Rusa Libro –Reinas Malditas de Cristina Morató –Alejandra Romanov y su familia.

- IMÁGENES DE LA REVOLUCIÓN RUSA




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