Florilegio Lérida Rosa Castaño
EDITOIAL RAYMOND Colección Poesía Risográfica
Lérida Rosa Castaño Florilegio - 1° Edición - Primavera 2014 RAYMOND Editorial - Posadas, Misiones. raymond.editorial@gmail.com Facebook: RayMond Corrección: Juan Ignacio Pérez Campos Diseño y maquetación: Gerardo Ramón Recopilación: María Victoria Loyola victorialoyola@ymail.com
Este libro es un fruto colectivo, madurado en la “Bolsa del Tiempo” Agradecemos a: María Victoria Loyola Octavio Loyola Li Aquino Rosana Ramos Arturo Ruiz Diaz Marcelo Melo Juan Carlos Gimenez Maria de Carmen Estevez Laura Rodriguez Susana Marianetti Famila Stefani Blanquita y Stella Maris Vera Nora Castelli Teresita Rodriguez La querida tia Beba Nancy Dutra Beatriz Remigio Familia Favereau Mónica Saucedo Gerardo Aranda y todo el grupo de Poesía de Miércoles Y a todos los que han venido compartir a la Bolsa del Tiempo.
Existencia Un día, por selección natural, aparece la vida. Vegetal o animal, encontrará su espacio. Ese día será la existencia de su posibilidad.
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Poder para denunciar Ingresar a la bolsa del tiempo: es ser tiempo, es trascenderse cratos. Así soy mi tiempo y mi poder, soy mi época y puedo ¿Qué puedo? Puedo ser, y siendo ser: puedo hacer ¿Qué? Todo. Todo lo posible porque el humano es su posibilidad. Ese poder del tiempo es su propia sustancia… Poder para construir. Poder para destruir. Construyo mi historia y con ella destruyo los mitos que la ahogan. Intentar destruir lo falso será mi poder, los escollos son los mitos del no poder. “No me sale, no puedo”. Si tengo poder para protestar, para exigir y hacer piquete, no sería mejor procurar crear algo ¿Qué? Las exigencias para el diario vivir, mi poder será: el poder hacer. Si pude ser acaso, ¿no podré hacer? Soy líder del 2012. La flota de camiones jamás vista es avistada, previo estruendo de motores. Las rutas se estremecen, la patria llora. La realidad pujante del ferrocarril fue aplastada por los motores y la polución sonora. La amenaza al ambiente y la degradación de gobernantes destruyeron el esfuerzo humano. Si la explotación de los obreros hubiera servido para 6
reconocer en ellos a los verdaderos mártires, ¿para qué “La Forestal” que depredó la selva? La globalización despliega su lema: “Las acciones se miden por los resultados”. La acción de la monumental obra inglesa de centenares de trabajadores muertos, sus chozas incendiadas; la virilidad argentina degradada en la más pobre de las orfandades. Desnutrición, analfabetismo, mutilados y huérfanos, errante resultado de los azotes de los capangas al servicio de jefes gringos de la empresa que taló más de 50 años los bosques de quebracho, se llevaban millones de toneladas de la sangre de estos árboles. Violaron leyes, selvas, mujeres y niños. Azotaron sin piedad el cuerpo y las almas de seres humanos y ecosistema. Violaron la Constitución. Preguntarse: ¿Bajo qué gobiernos? ¿Qué son? “Estados de derecho” ¿Qué son los derechos humanos? Mi tiempo es mi poder. La Bolsa del Tiempo es mi cratos. Líder de los camioneros venimos a decirte que ganar los derechos gremiales ¿no sería ingresar a la Bolsa del Tiempo? Quizás el tiempo de la reflexión no basta con ser el más fuerte y el de los motores más ruidosos. 7
El poderoso cratos gremial de los motores podrĂa crear fuentes financieras que alienten a la reconstrucciĂłn del transporte de cargas y de personas mediante el ferrocarril. El poder del transporte de carga convertido en poder de llevar seguridad vial para el paĂs. Camioneros transporta felicidad.
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Encuentro Internacional de Alfareros Hombre: más que hombre, niño que sabe conservar el afán de avanzar, y en ese buscar del camino conserva intactas sus ganas de jugar. Emergiste de una noche oscura, en que la piedra era tu primer intento. Mas luego, en derredor, advertiste que del polvo saliste, que en retorno a él serás lo que fuiste. Ya estabas crecido cuando te abocaste al barro, lo prueba el más burdo de aquellos cacharros que desperdigaste, por doquier, en la tierra que te vio emerger. ¿Qué pensaste? O acaso, ¿no alcanzaste la conclusión de que, al desaparecer tu cuerpo en su primigenia materia, tu afán de trascender más importante que tu ser fuese vasija postrer? 9
Tú creciste con él, yo también. Tu era fue tiempo de niñez y este siglo veinte pronto ha de fenecer, nos llevó a valorar el gran hombre que fuiste. Si todos los poemas tienen un mismo autor, los que amasan el barro, la magia en derredor. Ese cacharro que bruñó tu mano es acaso espejo del mismo curso de agua, un mismo cauce, con la misma ley que rige el pensamiento para permanecer pese al cese de tu tiempo. Y ahora estas aquí, con aquellos que quedaron con el secreto en las manos: Serafín paleteando. ¿Su libertad buscando? Que no llegue otro inca a imperar por la fuerza. Y Clemente, este toba argentino, ahora desterrado de su predio nativo. Alfarero: alquimista del barro, te acercó tu sangre al misterio que te llevó a buscarlo. ¿Quién de niño no lo hizo? Un recuerdo al Primer Encuentro Internacional de Alfareros, efectuado en el Instituto Montoya. (Posadas. Año 1993) Serafín: enseñó la técnica del paleteado preincaico. Clemente: maestro alfarero llevando su oficio por el mundo.
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Alfarero Americano   Y el polvo vuelve al polvo, materia en habitual retorno. Mas del lento proceso plasmado en estela, lectura es precisa de cosas que fueran. AfĂĄn de la ciencia, devela el misterio oculto en el tiempo espacial de la tierra. Y allĂ tu figura, alfarero hermano, surge de la bruma de pueblos lejanos. Y acaso tu hechizo, tu magia y encanto es actual historia en vasijas nuevas de tus propias manos. Y a travĂŠs del barro sonoro escuchamos tu voz, alfarero, hombre americano. Desfilan los hombres en roles osados: Viles hechiceros y guerreros bravos, amos opresores, forzando las huestes de mudos esclavos.
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De injustos imperios que yacen en polvo, germinan en barro flores de tus manos. Lenguaje de paz hablan tus cacharros, himnos al trabajo, loas a la vida, tributo inmortal a la libertad. ÂĄEsencia del Ser que prodiga el bien!  
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Avaricia Ya armaron el campamento a la vera del camino y humeando a fuego lento se hace desear el reviro. Molino, yerba absorbes en tu insaciable avaricia, lo que al esforzado brazo del peĂłn correspondĂa. Este asunto de injusticia y de lucha desigual. Entre tus dientes, molino, se trituran con deleite las ganancias que a tu hermano tras el paso de los siglos, erigido como amo, impune hoy continĂşa, robĂĄndole su sudor, su sangre y su dolor.
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Irresponsable ¡Abre los ojos, ciego! Amanece. Ahí está la aurora, soy tu vecino, el que te cruza. Tu visión de tanteo no puede acercarte algunas formas tu cielo, tus bosques, el apacible azul y blanco, el saturado verdor, encallan. Tu impotencia no desanima a las gaviotas. Las costumbres, por reiteradas, pasean indiferentes. A tu lado, el murmullo y la estridencia callan lo que tú quieres oír. Raras veces se da con vos el compromiso. La luz te esquiva, los hombres y las leyes, también. Soy tu vecino y te doy la mano, hasta ahí. No estoy preparado para ayudarte a sortear más obstáculos que el que te oponen nuestras veredas. Ayer te vi solo, indefenso. Preví la tragedia pero el haber corrido hacia vos no fue solución. El perro se sintió agredido y reaccionó, tu bastón lo irritó, su inocente instinto arremetió tu garganta. La bestia era el otro. Nuestra lengua bien lo define: Irresponsable. 14
Tantear es explorar Cuando aparecieron los riesgos en su vida comenzó a andar a tientas. Pero eso no debería notarse. Habría que forjar templanza. La fortaleza no es hija de la magia. La fortaleza va a resultar ser tu poder, no siempre se la construye con alcance en plenitud. Si asumís que tu fortaleza es ya tu poder, nadie derribará tu voluntad. Ella cederá sólo antes tus hijos y, a veces, ante tus padres. El vigor del tronco se sostiene en la renovación de la savia. Si te asumís como padre o madre, que tu amorosa obra sea energía en acto y potencia. Guardá bajo mil llaves tus miedos, si te ven flaquear van a suspender sus propios vuelos. La inseguridad paraliza. Dales garantía de que tu andar al tanteo no es por debilidad, andar al tanteo es como salir a explorar. La riqueza en su primera fase, el explorar.
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Madrugada Desvelo. ¿Qué propósitos persigue el alma? Una interrupción puede encontrar un cauce. Cuando el sueño es lluvia, algunas veces, arrastra torrentes y quiere ser algo más. Esta realidad no se resigna a ser almohada. La vida en crecimiento nos orienta la mirada. Aquello que nos compete, nos reclama. La mirada acude, inevitable. En el ko’ê pitangá, amanecer rosado, la niñez palpita. Los niños del mundo y los nuestros. ¿De qué contexto humanitario provienen las criaturas hoy? ¡Vamos, vamos, a responder!
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Copiosa lluvia Copiosa lluvia, tierra seca y pestañas mojadas. Hoy cantó la chicharra que mañana dormirá en la tierra. El oficio de esperar te anticipa flores en medio de las heladas. Los aguaceros sin chicharra. El sol iluminó el silencio. La brasa del amor es una tibieza que no acaba nunca.
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El anuncio del día trae lo suyo La aurora no es un estallido nomás. Un estallido a la reaparición. Ella se insinúa en movimientos, sonidos y colores. La brisa no transita sola, tampoco va callada. Hay que mirar el este y allí está la causa. La tonalidad rosa pone en marcha el día, el alboroto de los sonidos de impulsar nuestro propio canto. Para ser hay que nacer Así, ko’ê mbotá abandonó las sábanas y fue entregando su abrazo a un nuevo día. El prodigio del despertar tiene un matiz cambiante: Amanecer. Cada día dejamos atrás las sombras, pero hoy vamos a ver el día como lo veían los hermanos guaraníes. Se anunció la poesía y fue el día; pero, como todo nacimiento, lo precede la anunciación. Y así, al buscar la Tierra sin mal fueron descubriendo también sus ruidos. Hoy, la rústica onomatopeya canta en sonidos. De tal modo, el ava ñe’ê, la Lengua del hombre, dice: ko’ê mbota, amanecer, desprenderse de las sombras rompiendo el día. Y, en esa primera claridad, van resonando: momento imperioso de sombra y luz en que se vislumbra el amanecer. ko’ê ju: amanecer amarillo. Cuando de pálido amarillo se pasa al tono rosado. ko’ê pitanga (fruto del monte): amanecer rosado. ko’ê tî: amanecer blanco. ko’ê soro: rompiente del día. Luminoso y total. 18
Hay más… ko’ê mamba: amanecer definitivo. Y esto fue el Ser del día y sus matices. Ñe’ê quiere decir alma y palabra. Habla del hombre.
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Entre ambrosias y néctar Entre ambrosias y néctar, fuente de la eternidad de la pitanga; su savia y miel de mburucuyá, fértil entraña del monte, nutre el agua guaraní. Remanso de dulces ansias podés encontrar aquí.
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Haikus Que llueva nomás. La tibieza se anima entre sábanas.
Ven mi lucero que yo me alucino cuides mis niños.
Memoria: sos vos, un canto de luz asomada a la razón.
Fluye tu rayo provocando mi halago ¡Memorioso don!
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Amanece Amanece, y mi ensueño luz quiere ser. Mi tiempo me habilita ¿A qué? A negar esas formas extrañas de penumbra. En el rompiente de las últimas sombras, en el mismo ko’ê mbota pitanga, el ser es un amanecer rosado. La aurora de los griegos amanece en rosados dedos. Por acá, el color también puede regalar dulzura. Si J. Locke habló de pacto tácito social entre el monarca, y tiempo después, Rousseau señaló la necesidad del contrato social, el alcance universal de los Derechos Humanos permanece en la impenetrable noche: ¿amanece ko’ê mbota en los mercados? Pidamos luces y algo de penumbra en las factorías de la ambición. Hacer la Patria. Esa tarea está en manos de todos. De hecho, somos la Patria. Argentina sos todo para mí; y yo, qué seré para vos. ¿Qué es ser todo y a la vez parte? Sinécdoque. Aprendo eso hoy. Ser la Patria es hacer la Patria, pretendiendo ser acto, estalla en mí la concentrada forma de esencia. Conmoción de acontecimientos. Dilemas. Resoluciones. ¿Y cómo saber si se está tomando la medida acertada? ¿Y los intereses creados? Opositores que presionan… ¡ay Patria, cuánto te costó ser! Patria: mezcla de ayeres y mañanas. Defendida con la espada, soñada con la pluma y ofendida en los mercados. 22
Tu portentoso territorio es tangible suelo de mi casa, y en nuestras calles quisiera salir a saludar a mis vecinos, los de la 154. Hoy, ruidos de por acá no son otra cosa más que música. De encontrarme en mi sano juicio, saldría a sumarme a mis vecinos. Atención: escuchen lo que escribió Roberto Arlt: “…el porvenir es triunfalmente nuestro por prepotencia de trabajo…” Pero los prejuicios son huesos duros de roer. Tener la sabiduría de mañana… eso se llama ESPERANZA. Bajo esa contención avanzamos. Bueno estaría incluir movimiento. Lo mejor del mañana va a resultar de tus buenas y sabias acciones de hoy. La espera ¿no interrumpe la acción? Te paraste a esperar el autobús. La simple espera no resuelve nada. Los resultados provienen del esfuerzo, no de la espera. ¿Sos activo o pasivo? “…el futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo…” El porvenir será triunfalmente nuestro.
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Del amor Nueva vertiente viene a sustentarte, vida. Dulce espera anhelante, el c谩liz materno anida, y en la luz calma y serena en brillante primavera, refulgi贸 Zahira Lorena.
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Desde la vana búsqueda Vengo a saber que no estás. En el tiempo escurridizo se derramaron las aguas. La razón febril no acepta que no haya quedado nada. Sin embargo, la persistencia de la vida demuestra lo contrario. Nacemos y morimos aprendiendo. Acercarse al paraíso que la primavera exalta, efectuar la dulce siembra que las madres apuntalan en el alma de sus hijos, en provecho del mañana.
Te saludo, no en la despedida. No te digo adiós, Mamá. Siempre estarás llegando en la bienvenida.
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De una remota página del tiempo puedo leer esta fracción de la memoria Autor: Omar Jayán. Para mis hijos: Con la primer arcilla de la vida se iñó (o formó) la carne del postrer mortal, y luego de la primer cosecha, se arrojó la semilla. El libro primero de la aurora, la última noche de inspiración, leerá. Un remoto fulgor, al desparramar claridad, se hace ayer y mañana. Y querer saber más es preguntarle a tu recuerdo, Mamá. La memoria, iluminando tu recuerdo, me dice que mi abuela venía cumpliendo el ritual de la vida. Y así, llegaste a ser pobladora de nuestro lugar de origen guaraní. En ese mismo lugar te encontró Papá, y el ciclo vital continuó su ronda de mezcla de genes. Llegaste anunciando la estación de las flores. Rescatar del tiempo la esencia que me inunda, sentir la niña atravesar con ella tramos venturosos, aclamo así, Mamá, tu risa, tu ingenio, tu gracia. Pero, más allá de todo, el inmenso manto de tu protección. Tu entrega total no tiene comparación. Tu vida no fue tuya. La pulsión de tu sangre palpitó en nosotros, Mamá. Con cuidado total asumiste compartir las obligaciones de tus hijas, yernos y nietos. 26
La persistencia de tu Ser continúa en nosotros. Naciste flor en aquel cerro y hoy sos canto en las aguas vibrantes del Río Paraná; el mismo Río que les transportó a tus abuelas y a tu tío, te llevó consigo a navegar. Pero Dios no te dejó ir sola. Tu hija y tu yerno comparten la preciosa travesía.
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Yasy-retá
(Territorio de la luna) Giraba la ronda de la luna llena, cuando allí la fronda descubrió perpleja que bajó la luna a jugar con ella. Pleno de luz el oeste, iluminará el ocaso de las rencillas jocosas que prodiga el vecindario, donde hay gente hay alboroto, nunca ponerse nervioso. Si la luna se cayó en el Rio Paraná, ¿Que nos quedó de la bella Yasy-retá?
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