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Juan Tudela García................................................ Pag

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dEnarios dE Plata

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Caminando juntos

ueridos amigos y hermanos nazarenos:

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QEsta nueva publicación de Los Azules me ofrece una vez más la oportunidad de poder hacer llegar a todos un saludo muy cordial, con el deseo de que nunca os falte la bendición de Dios a vosotros y a vuestras familias, y, con ella, la salud, la paz y toda clase de bienes.

VUELVAN LOS NAZARENOS

Quiera Dios que este año podamos volver a escuchar «¡Procesión a la calle!» Vuelvan, pues, las campanas, las túnicas azules, las marchas procesionales, los nazarenos penitentes y estantes…

Quiera Dios que, tras dos años de paréntesis causado por la pandemia que seguimos sufriendo, este próximo Viernes de Dolores el Señor del Amparo, desde su Parroquia de San Nicolás, vuelva a salir a las calles de Murcia, manifestando una vez más que nos ama hasta el extremo, que nunca nos ha abandonado, que siempre nos ampara en toda tribulación.

Quiera Dios que, aun con las medidas sanitarias que sean necesarias por la pandemia, y con la responsabilidad de todos —que no ha de faltar—, podamos celebrar nuestra magna Procesión, así como todos los actos de nuestra Cofradía, tan llenos de fe, de tanto calado en nuestras vidas, tan hermosos y brillantes.

Soy testigo de que nuestra Cofradía no ha estado en absoluto paralizada durante este tiempo. Antes bien, se ha acrecentado su actividad interna, así como nuestra obra social y de caridad, renovando esfuerzos, ilusión, ganas y motivación. Y aún más. Se ha visto más unión, si cabe, con la intención de sobrellevar juntos preocupaciones de unos y otros, de 13

apoyo mutuo en las dificultades, compartiendo también, y por otro lado, el ánimo y la esperanza que proceden de la presencia constante del Señor.

Aprovecho también la ocasión para felicitar cordialmente a los hermanos de la Hermandad y del Trono del Encuentro de Jesús camino del Calvario, en el XXV aniversario del inicio de su andadura en nuestra Cofradía. Una ocasión muy feliz para todos, sin duda. Y una oportunidad también para renovar la entrega y el compromiso propios con la identidad nazarena más profunda y esencial. ¡Enhorabuena, hermanos!

CAMINANDO JUNTOS

Precisamente, esta experiencia nazarena de nuestra Cofradía me da pie para traer a colación la importante iniciativa que el Papa Francisco ha tenido a bien impulsar en toda la Iglesia universal.

Me explico. El Papa ha convocado la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos para el mes de Octubre del año 2023 con el tema: «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión». Previamente ha querido realizar una consulta en todo el cuerpo eclesial sobre el mismo tema, con la finalidad de que todos los bautizados nos escuchemos unos a otros, y juntos escuchemos al Espíritu Santo, que es quien verdaderamente guía a la Iglesia. Consulta que se aportará a los trabajos previos del Sínodo.

Nuestro querido Obispo, como es natural, ha impulsado asimismo esta iniciativa en nuestra Diócesis, y ha publicado al respecto una Carta pastoral, que aconsejo a todos leer con detenimiento: «Pueblo de Dios en camino. Proyecto pastoral para los cursos 2021-2024».

En nuestra Parroquia de San Nicolás, de la cual forma parte importante nuestra Cofradía, hemos acogido esta iniciativa con mucho interés e ilusión, y venimos trabajando la consulta sinodal de diversas maneras durante todo este curso (charlas formativas, asambleas parroquiales, reuniones en grupos, publicaciones y consulta a través de internet y redes sociales, etc., y otras iniciativas pastorales que quedan por venir). Y verdaderamente damos gracias a Dios porque los frutos que ya está dando, y los que atisbamos en lo porvenir, son grandes y apasionantes.

El vocablo «Sínodo», que procede del griego, se ha venido entendiendo en la tradición cristiana como «caminar juntos». Y de esto se trata.

En efecto, la «sinodalidad» sobre la que el Papa quiere que tomemos conciencia es que todos los cristianos somos Iglesia, que todos (laicos, religiosos, religiosas, ministros ordenados) tenemos una común dignidad y una misión común que procede del mismo Bautismo recibido. Que todos tenemos que escuchar a los otros, y todos tenemos algo que aportar en la Iglesia. Que todos somos agentes evangelizadores y testigos gozosos, convencidos y convincentes, del Señor y del modo nuevo de vivir que es el Evangelio. El Papa quiere revitalizar señaladamente la vocación y misión de los cristianos laicos.

UN MODO DE SER IGLESIA

En realidad, más allá de una consulta sinodal, lo que quiere el Santo Padre es iniciar un proceso sinodal. En el fondo se trata de un modo de ser Iglesia. Un modo que no es nuevo. Antes bien es el modo originario de la Iglesia.

Así pues, se abre delante de nosotros todo un mundo por descubrir, un camino apasionante por el que transitar. Sin ceder a la tentación de las prisas. Ciertamente, es un camino que llevará su tiempo. Ahora bien, si nos lo tomamos en serio, el Espíritu Santo nos sorprenderá con frutos insospechados que revitalizarán nuestra fe.

La experiencia nazarena nos muestra que en nuestra Cofradía se vive esta «comunión, participación y misión» en la tarea cofrade. Esto es un hecho. Y por eso mismo, las cofradías tienen mucho que aportar a esta iniciativa a la que nos está llamando el Papa, encauzando su experiencia en la Iglesia a través de las parroquias a las que pertenecen, enriqueciéndose a su vez de la multiforme vida fraterna con el resto de hermanos y de carismas. Pues la parroquia es la concreción de la Iglesia en cada lugar, es la comunidad cristiana estable a través de la cual vivimos nuestra común pertenencia a la Iglesia del Señor.

¡Hay tanto por vivir caminando juntos…! ¡Es tan apasionante la aventura de la vida cristiana que se nos invita a descubrir…! ¡Es tan hermosa, tan espléndida, la experiencia de Iglesia que se nos propone, que merece la pena volcarnos y concentrar todo nuestro empeño en esta iniciativa del Papa!

Nuestra Procesión ya es una magnífica parábola de la sinodalidad eclesial: con una túnica común (signo de la común dignidad recibida en el Bautismo), caminamos juntos, hermano con hermano, aportando cada cual lo mejor de sí mismo, guiados por el Espíritu Santo, en un mismo empeño de conversión y de crecimiento común en la búsqueda de una mayor fidelidad al Evangelio, dando testimonio público del Señor y del modo nuevo de vivir que Él nos ha enseñado: el modo nuevo de vivir en el Reino de Dios, que es el amor. En realidad, nuestra Procesión muestra lo que la Iglesia es en sí misma: en verdad es la Iglesia misma.

El Santísimo Cristo del Amparo nos bendiga a todos, y nos ayude a vivir y a ser Iglesia como Él quiere que seamos. Al fin y al cabo, somos suyos; dicho de otro modo: la Iglesia es suya.

Con un saludo muy cordial y fraterno de quien tiene el inmenso honor de ser vuestro Consiliario.

Juan Tudela García, Vicario General de la Diócesis de Cartagena, Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Santa María, Párroco de San Nicolás de Bari y Santa Catalina.

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