Pedro Ayala Martínez........................................... Pag

25 aniversario del paso del Encuentro camino del Calvario.

na de las históricas representacio-

Unes iconográficas, tanto en Semana Santa, como en templos cristianos, es la imagen de la Santa Mujer Verónica (también llamada Serafia). Según la tradición cristiana, fue la mujer que durante el Vía Crucis secó el sudor y la sangre de Cristo, con un paño o velo, quedando milagrosamente impreso el Santo Rostro. Dicho momento histórico no aparece reflejado en ninguno de los cuatro evangelios. Su única mención se puede encontrar en el evangelio apócrifo de Nicodemo, o actas de Pilatos. El personaje de Verónica se identifica, como el de la hemorroísa curada por Jesús, la que a gritos testificaba a su favor contra Pilatos en el pretorio. Al no poder dar testimonio como mujer en el juicio.

Ella misma, en el evangelio de la muerte de Pilatos (1, 9-10), declara al enviado de Tiberio Cesar, que deseando tener un retrato de Jesús y buscando un pintor que se lo hiciese, Jesús, le salió al paso en la Vía Dolorosa y pidiéndole el lienzo que llevaba para el artista se lo devolvió con su rostro.

El paño de la Verónica, es unas de las reliquias cristinas consideradas como veras icon, o sea verdaderos imágenes de Cristo, como el pañolón o Santo Sudario de Ovie-

do, La Sábana Santa de Turín y el Mandylion de Edesa.

En el siglo VIII, ya existía una tradición que narraba que cuando el Papa Juan VII había consagrado en Roma una capilla denominada de Santa Mari in Verónica, el emperador Tiberio, contemporáneo de Jesús, había sido curado de una grave enfermedad por esta reliquia. No se conserva documentación del milagro hasta el siglo XI.

El establecimiento oficial de las estaciones del Vía Crucis, en los siglos XIV y XV, reservó el sexto lugar al encuentro con la mujer Verónica, convirtiéndose desde ese momento en una devoción muy popular por toda la cristiandad. El Martirologio Romano (Pietro Galesini, Milán 1578), establecía su festividad el 3 de febrero.

Uno de los episodios mas trágicos, fue el robo del Velo Santo, transcurrido con la reforma de la Iglesia de San Pedro en 1608. El hecho real es que la ubicación del verdadero paño se desconoce en la actualidad; se copió varias veces durante la Edad Media (algunos de los que se conservan actualmente en algunos lugares, pretendiendo ser parte del original, serían unas de esas copias). La paradoja de la multiplicación de los paños de la Verónica se resolvía con la teoría de la posibilidad, es decir, que se doblara el original dos veces antes de que la sangre de Cristo se secara, creándose de esta manera cuatro imágenes del rostro. En España son tres los lugares que se disputan la posesión de uno de los verdaderos sudarios. La Catedral de San Salvador de Oviedo, el monasterio de la Santa Faz de Alicante y la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Jaén.