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Francisco Javier García Garrido ......................... Pag
Ante tí, Señor del Amparo
nte tí, mi Señor del Amparo, rue-
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Ago para que escuches mis lamentos y oigas mis quejidos, ante ti Señor llego con las manos llenas de súplicas y peticiones, cargado de ofensas, calumnias y errores humanos me postro ante ti, yo que camino por la vida pecado sobre pecado, te busco con ansia y no te encuentro, cruzo calles, doblo esquinas y a lo lejos veo tu casa de San Nicolás, entro y te miro fijamente, sentado en los bancos cercanos a tu capilla donde anidan las promesas, pues no hay madera que sepa más de peticiones, ni de rezos, ni plegarias, ni oraciones, doblo mis rodillas indefensas implorando tu clemencia y bendiciones.
¿Quién soy yo para llegar a tu presencia, quién para pedirte a ti favores? Yo que siempre navegué en la indiferencia con el prójimo, el dolor que sufren mis hermanos, mi injusticia hacia ellos, mi avaricia, mi orgullo, mi soberbia y tu soledad en la cruz van cogidos de la mano.
¿Cómo te pido perdón de mis ofensas si no perdono primero al que me ofende? Si no soy capaz de mirar atrás y ver el daño que he hecho, si no le tiendo la mano al que un día llamé hermano imponiendo mi razón y mi derecho.
¿Cómo te ruego salud si no ayudo al enfermo?. Solo miro mi flaqueza, mi falta de fortaleza, primero yo y yo primero, sabiendo que la riqueza, comienza por la pobreza, y el más pobre y el más sincero será el primero en entrar en el Reino de los cielos.
¿Cómo te pido clemencia y te lleno de lamentos?. Si no protejo al necesitado, ni comparto lo que tengo y sin embargo Tú Señor aunque te siga ofendiendo, siempre me estás amparando con tu misericordia y tu perdón y ahora te digo: ¿Cómo ayudo a otras personas que están pasando por momentos difíciles en su vida?.
¿Cómo les puedo decir que tu amparo y amor es infinito?. Que se agarren fuerte a tu ser que es el único camino, que tú estás siempre ahí para ayudar a tus hijos, que se llenen de tu misericordia, que te recen con fervor, que aún no está todo perdido, que luchen contra el Dolor que en tí encontrarán alivio, pero que tu imagen no cura, cura el amor, cura la fuerza que da quererte, el descanso del alma con solo verte.
Sólo te mando y te pido una súplica, aunque no merezco que escuches mi lamento por la muerte que has sufrido y mis cuplas han causado, que tu infinita misericordia ampare a las almas de los fieles difuntos de esta cruel pandemia y llévalas junto a Ti y a tu Madre Dolorosa, para que todos le alaben por los siglos de los siglos.
Perdón, Señor, perdón por tanta ingratitud, toma mi corazón y llévalo a tu Cruz.
Stmo. Cristo del Amparo y Virgen Stma. de los Dolores, amparadnos ahora y en la hora de nuestra muerte.
Protégenos Dios mío, que nos amparemos en Tí.
Francisco Javier García Garrido
Cofrade-Mayordomo del Amparo