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“ 80 Años de Silencio “

Ignacio Sánchez-Parra Servet

Se cumplen 80 años desde que Cristo, refugio Seguro e infinito amor, inspirara el nacimiento denuestraCofradiay, juntoaella,delaProcesióndelSilencio,santoyseñadelJuevesSanto deMurcia.

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Queridoscofrades,megustariacompartircontodosvosotroseldiscursoquepronunciecon motivo del 80 aniversario de nuestra Cofradia, así como transmitiros mi gratitud por haber estado durantetodoestetiempohaciendohistoriaconnuestraCofradia,sinvosotrosnohubierasidoposible:

¡SEÑOR Y DIOS MÍO! TU INFINITO AMOR POR LA HUMANIDAD TE CRUCIFICÓ.

Abad de la Cofradía, miembros de la Junta Directiva, Presidente del Cabildo Superior de Cofradías,PresidentesdelasdistintasCofradías,autoridadesreligiosas,civilesymilitares,Cofradesy amigos:

Buenosdías:

Uno de los padres de la Iglesia, San Agustín se preguntaba qué era el tiempo. Y respondía que el tiempo no era ni pasado ni futuro, sino solo presente. Decía que pasado y futuro sólo pueden considerarse como presente: el pasado ha de identificarse con la memoria y el futuro con la espera, siendo memoria y espera hechos presentes. Hay, dice San Agustín, tres tiempos: “un presente de cosas pasadas, un presente de cosas presentes y un presente de cosas futuras”. “El presente de las cosas pasadaseslamemoria;elpresentedelascosaspresenteseslavista,yelpresentedelascosasfuturases laespera”.

Así, siguiendo a San Agustín, nuestro presente de las cosas pasadas lo señaliza el hecho de que hoy celebremos los ochenta años trascurridos desde que un grupo de feligreses, auspiciado por el entonces párroco de San Lorenzo, Don Manuel Nadal, iniciaran todos los pasos para conseguir crear bajobendiciónlaCofradíadelSantísimoCristodelRefugio.Finalmente,comosabéis,seconsiguió,un 15deNoviembrede1942.

Muchas veces me he preguntado cómo sería ese recorrido: sin internet, sin prácticamente comunicaciones, sin “citas previas” todo a base de papeleo, entrevistas y visitas al obispado. También me pregunto y más después de representar a la Cofradía en mi condición de Hermano Mayor, cómo demonios, perdón señor Obispo…, cómo consiguieron sacar la procesión apenas seis meses después de que fuera firmado el Decreto de Erección Canónica y, por último, también me pregunto cómo despuésdetantosañosniunápicedeeseespíritu,sehaperdido.

Se me ocurren algunos términos para responder a estas cuestiones: indudablemente FE. UnafeinquebrantableenunascreenciasbasadasenunasEscriturasquerelatanpormenorizadamente la vida de Jesucristo; DEVOCIÓN, marcada por ese profundo sentimiento que les unía a nuestro

Cristo del Refugio; DILIGENCIA por supuesto, para conseguir en épocas tan difíciles el fin pretendido; DEDICACIÓN, pues no se trata de una cuestión baladí como bien sabemos mi junta directiva y yo mismo; COMPROMISO, tanto con la Iglesia, como con la ciudad de Murcia, a la que el máximo exponente de los actos de la Cofradía, la procesión del Silencio, ha contribuido, aunque sea modestamente, a engrandecer aún más y, por último, ILUSIÓN, que es, a mi parecer, un término que aglutina a todos los anteriormente citados. Todos esos adjetivos están hoy tan vigentes como en los albores de la Cofradía. Es la memoria de nuestra Cofradía, es, en palabras de San Agustín, nuestro presentepasado.

Durante ochenta años, con sus impuestas ausencias, algunas no tan lejanas, la Cofradía del SantísimoCristodelRefugioharealizadoyrealizaunaauténticalabordecompromisotantopastoral, y social, como de culto procesional. Pastoral y social colaborando con distintas instituciones con el fin de ayudar a sectores de la sociedad más desfavorecidos y vulnerables, una labor que hacemos todas las cofradíasmurcianas,porquenuestralabor,ladelascofradías,noconsistesoloensacarlasprocesiones cada año y realizar nuestros cultos, sino también ayudar y alentar a los más necesitados, y aportar así nuestro granito de arena a la sociedad murciana. Y de culto procesional, sacando nuestra querida procesión del Silencio por las calles de Murcia. Este es nuestro presente. Continuar con esa labor y culminarcadaañoconlaprocesióndelSilencio.

Como antes os he dicho la ilusión, es a mi parecer, el aglutinante de todos esos términos citados anteriormente que han hecho que hoy podamos celebrar el ochenta aniversario de nuestra Cofradía.YaenlaspalabrasqueosdirigíconmotivodemitomadeposesióncomoHermanoMayoros intenté transmitir esta ilusión. Esa ilusión que año tras año hace que trabajemos sin duda, con más ahínco,enengrandecernuestraCofradíasinperderdevistasusvalorescristianos,supresentepasado. Esa ilusión en trabajar por nuestra Cofradía como hicieron sus fundadores sin perder de vista su futuro,supresentefuturo.EsailusiónenempezaratrabajarcadaañotraslaprocesióndelSilenciocon el fin de sacarla nuevamente el año posterior y que nuestro Cristo del Refugio inunde nuevamente nuestras calles de devoción, fe y por qué no decirlo, de ilusión. Ilusión que, como ya os dije, es mi empeño y creo que obligación de nuestra cofradía, en transmitir a los más jóvenes, a nuestro futuro, a los que ocuparán nuestros lugares y que conservarán, no tengáis la menor duda, los valores y los fuertes cimientos de esta Cofradía, que siguiendo el ejemplo de nuestros fundadores y sus sucesores, haconservadodurante80añosyseconservarándurantemuchosmás.

Ilusión, que junto a la fe, devoción, dedicación y compromiso son el santo y seña del alma de nuestra Cofradía: los cofrades. Vosotros sois, en definitiva, los guardianes del presente pasado y los hacederos del presente futuro. Vosotros sois los que transmitís y transmitiréis los cimientos arraigados de nuestra Cofradía a las nuevas generaciones que recogerán el testigo para que nuestra Cofradíasigahaciendohistoriaycumpliendolasfinalidadesparalasquefuecreada.

Y nos queda el presente. Y el presente es la vista, como decía San Agustín, y comprende tantoelpasadoolamemoria,comoelfuturoolaespera.Elpresenteeshoyyahora.

Y hoy celebramos el ochenta aniversario de la fundación de la ¿Ilustre? Cofradía del Cristo delRefugio.

Agradecer a mi junta directive y a la comisión encargada de la confección de este acto, la dedicacióndiarioalrefugio,sinellosesteactonopodríahabersecelebrado.

Muchísimas gracias a todos por acompañarme en este día tan señalado para la Cofradía del SantísimoCristodelRefugio. “TUS

Queridos cofrades del Stmo. Cristo del Refugio:

Unañomásmeesgratodirigirmeatodos vosotros desde las páginas de esta maravillosa publicación, “Silencio” a la que tanto esfuerzo dedicáis y que, como todas las editadas por las diferentes Cofradías y Hermandades de la ciudad de Murcia, sirve a ese fin tan loable que es la divulgación de nuestra Semana Santa para darla a conocer más allá incluso de nuestras fronteras, en refuerzo así de su merecida declaración de Interés Turístico Internacional y como firme testimonio de una celebración pasional, la de esta tierra, que aúna con orgullo fe y tradición, religiosidad y arte, espiritualidadyunaricamanifestacióncultural.

Especialmente quiero felicitar a esta Cofradía del Refugio por el 80 aniversario de su fundación, con mi deseo de que disfrutéis de la celebración de todo el programa de cultos y actos preparado con tal motivo. Y con el anhelo, como todos los murcianos, de asistir, la noche de Jueves Santo, a esa conmovedora y solemne estación de penitencia, de tan riguroso silencio y oración, desdesiempreimpecablementeorganizadaycuya singularidad de estilo, que contrasta con el barroquismo huertano típico de esta tierra, unido al recogimiento a que invita, la hace precisamente tanllamativaycautivadora,tanqueridaportodos y, desde sus inicios, tan arropada por una masiva afluencia de público que asiste, respetuosa y en silencio,alpasodesumajestuosoCrucificado.

El pasado año pudimos por fin retomar en todo su esplendor unas celebraciones de Cuaresma y Semana Santa de las que la pandemia nos había privado durante los dos anteriores. Y lo hicimos con la alegría y la ilusión de quienes se habían visto huérfanos durante un prolongado lapso de tiempo -y ahora recuperábamos- de sus principales manifestaciones externas de identidad: sus cultos, sus procesiones…, la propia actividad cofrade en definitiva. De nuevo nos poníamos en marcha. De nuevo la maquinaria cofrade, engrasada con el empuje, el entusiasmo, la fe y la esperanza de los nazarenos murcianos, recuperabaplenavitalidad.

Este año, con más motivo, debemos prepararnos para afrontar una celebración cargados de esa misma ilusión renovada. Por esta razón, quiero alentaros a que vuestra implicación y participación en las cofradías sea cada vez mayor, animaros a que asistáis a los cultos y actividades programados por éstas, a que os impregnéis de ese espíritu alegre y fraterno que da sentido religioso a nuestras vidas y podáis, así, dartestimonio,comocofradescomprometidos,de vuestra fe en Cristo Jesús y, ¿por qué no?, también de vuestro apego y respeto a las tradiciones de estaqueridaMurcia.

Os transmito igualmente mi gratitud por vuestra colaboración y participación en los actosquealolargodelañosonorganizadosdesde el Cabildo Superior de Cofradías, porque, como siempre me gusta recordar, esta institución es la casa común de todas ellas y, por tanto, de todos vosotros,sindistinciónalgunadetúnica.

Queridos nazarenos del Refugio: trabajemos todos por hacer unas cofradías donde impere la hermandad, la unidad y el respeto, donde se tienda a seguir creciendo, a sumar, a potenciar el valor de todas esas actividades que sirven para estimular el crecimiento personal de nuestra fe y el cometido evangelizador que tenemos encomendado y, por supuesto y con el máximo orgullo, a no cejar en el empeño por proclamar la grandeza de la Semana Santa de Murcia.

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