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Una procesión especial

Son la 1:52 minutos de la madrugada del día 15 de abril de 2022. Hace un rato que he llegado a casa después de haber procesionado un año más -y van tantos yaqueheperdidolacuenta-connuestroCristo del Refugio en la Procesión más solemne de toda la espléndida y maravillosa Semana Santa Murciana. La Procesión del Silencio. A pesar del cansancio acumulado, no quiero dejar de escribir lo sentido en esta Procesión ahora que lotengotanpresenteyreciénvivido.

Un año más sí, pero un año distinto, almenosparamí,quemehageneradotodauna suerte de emociones, vivencias íntimas y pensamientos que la han hecho una Procesión especial. Quizás por la angustia acumulada en los dos años de pandemia, de miedos vividos y compartidos a que los estragos del COVID no nos alcanzara de lleno a nadie de la familia y amigos; quizás porque hacía dos años que no salían nuestros Cristos y Vírgenes a la calle y la emoción era mucha, y quien es nazareno y vive la Semana Santa todo el año sabe a lo que me refiero. Dos años, que se han hecho una eternidad, sin oír un toque de burla, unas marchas pasionarias tocadas por una banda de música, el golpe seco del estante del cabo de andas en el paso, o las corales, la Tuna o los Auroros cantarle a nuestro Cristo del Refugio; quizás porque me ayuda a curar mi desazón porque la lluvia ayer me impidió procesionar conmiCristodelaSangreyvernuevamenteel Lavatorio en lo alto del Puente Viejo… o quizás por una mezcla de todo lo anterior y de midevociónpornuestroCristodelRefugio.

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Lo cierto, es que ha sido una procesión sentida y vivida con el corazón y con la mente. Vivida desde el agradecimiento, dando gracias al Cristo, porque como dice el Salmo 89, Tú has sido nuestro refugio de generación en generación, nos has acompañado y nos has protegido cada día de nuestra vida en estos largos años de dudas y miedos. Vivida desde el agradecimiento porque he podido experimentar en mi oración de penitencia Contigo esta noche que tu amor por nosotros es infinito. Ha habido, como siempre, -porque esto es la vida-, cosas buenas y malas en estos dos años, pero Tú siempre has estado ahí. Leí una vez, no recuerdo dónde, que una vida con Dios no significa la ausencia de problemas, significa paz en medio de ellos, y hoy, acompañándote por las calles de Murcia, he sentidoeso,muchapaz.

HasidounaProcesiónsentida,porla emoción de volver a vestir una túnica, de salir en la Procesión y de poder acompañar a nuestro Cristo del Refugio un año más. De rememorar tantos recuerdos vividos en mi familia en torno al Jueves Santo y a esta Procesión, que me han venido a la cabeza la imagen de mi padre y de mi hermano Antonio saliendo de casa con la túnica y el capuz puesto para venir a la Procesión; o cuando mi madre salía alumbrando detrás al Cristo, y mi hermano y yo nos acercábamos a ella al acabar la Procesión, cada uno con nuestros tres claveles rojos y nuestro cirio, y la cogíamos cadaunodeunbrazoparavolveracasajuntos.

Sentida también, porque en mi oración al Cristo le he dado gracias por todo lo bueno que me ha regalado en la vida, por mi familia, por mis amigos, por el trabajo, por la salud y en especial por mi mujer y mis hijos, por seguir juntos, unidos y viviendo una SemanaSantamásenfamilia.

Y sentida, porque cuando arrodilladoesperabaaque elpasodesfilarapor delante de mí, al llegar a mi altura y mirar hacia arriba Tu imponente figura, me ha venido a la mente esa definición tan sencilla de lo que es amar que da Sint-Exupéry en El Principito, Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía. Amar es saber que no te cambia el tiempo,nilastempestades,nimisinviernos.

Y Tú, Santísimo Cristo del Refugio, siempre has estado y estarás en silenciosa compañía y, por tu amor hacia nosotros, seguirássiendonuestroRefugiodegeneración engeneración.

Ayúdame Señor a que sepa dejarte un lugar permanente en mi corazón, y que año tras año, cada Jueves Santo, cuando al toque seco de los tambores, a las 10 de la noche se abra el portón de la Iglesia de San Lorenzo y salga acompañándote en Procesión, renueve esailusiónyesesentimientodeamorypaz.Así sea.

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