El arte del Silencio

Estimados y queridos lectores de la revistaSilencio:

Un año más me atrevo a escribir estas breves líneas, que no pretenden otra cosa que celebrar la venida de la Semana Santa y confirmar y valorar la hermandad existente entre la ONCE y la CofradíadelSilencio.

Transcurrido un tiempo de haber sufrido una pandemia que nos sumió en el silencio y la quietud, hemos vuelto a olvidar que disponemos de una cantidad de tiempo limitada al día, que todo no es controlable y hemos vuelto al bullicio, las prisas, y heredado las interminables colas para todo, hemos aprendido aún más a refugiar nuestra soledad en las tecnologías y cada vez somos más dependientes de los dispositivos tecnológicos. Cuando hace poco decíamos que de aquello íbamos a aprender a valorar las cosas buenas, ahora resulta que, como animales de costumbres, como humanos con sus sombras y sus brillos, nos volvemos a refugiar en nuestras zonas de confort y a hacer lo mismo quehemosvenidohaciendoduranteaños.

En estas circunstancias estamos llegando a la celebración de la Semana Santa. Y por eso, más que nunca, se hace imprescindible cambiar, reinventarse, volver a nuestras tradiciones, a lo que nos identifica como sociedad y como comunidad, y resaltar esta maravilla que es la Procesión del Silencio de la Semana Santa murciana. Haciéndolo además, a lo grande, de la mano de esta cofradíaquehacedelSilenciounarte.

Un arte que cuenta con sus preceptos y oraciones para recordarnos cada año la importancia de crear una bolsa de silencio, de reflexión y contribuir a combatir la soledadcontodosyentretodos.

Desde la ONCE, queremos este año aunar fuerzas y no olvidar la importancia de celebrar la vida y la salud, uniéndonos a ese arte del silencio, a dedicar un tiempo que sacamos sin duelo para cosas menores, a disfrutar del silencio y otro tiempo, que siempre podemos sacar, a paliar la soledad de personas que viven solas, avocadas a un silencio no deseado. A sumar, porque uno más uno son mucho más que dos, y estas dos aportacionessumaninfinito.

Aprovechemos los beneficios de las tecnologías, pero no dependamos de ellas, que nonosrobenesetiempoquepuedeseroropara nosotros y para muchos con quien lo compartamos. Seamos más cercanos y menos temerosos. Esa es también la labor que pedimos y promovemos con nuestros vendedores, los centinelas de la Ilusión, personas con discapacidad que reparten premios, solidaridad y su tiempo con la sociedad murciana, escuchando atentamente y conversando con personas que quizá, únicamente hablarán con ellos en todo el día y ellos, verdaderos psicólogos populares, respetarán sus palabras y sus silencios, a veces elocuentes, sintiéndose tan orgullosos de ayudar como ayudados, pues todos compartimos un vínculo en común, un vínculo sagrado, ser humanos con sus brillos y sus sombras,consusruidosysuscallares.

Volvamos a la calle, a nuestra Semana Santa, a nuestras procesiones del silencio y de alegría como la del Domingo de Resurrección,enqueCristoharesucitado.

Acojamos el silencio como el arte que es, entendiendo como la capacidad y habilidad de hacer cosas, pero también como la quietud y reflexión porque ambas son compatibles, como lo son el escuchar y el silencio, la semana Santa y la fe, el arte y la religión. Lamúsicaylasflores.

Desde el grupo social ONCE, un año más, celebramos nuestra hermandad con la cofradía y deseamos que disfrutemos juntos la Semana Santa murciana y el arte del silencio, tancalladocomoelocuente.