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Compensaciones verticales y horizontales
Existen tres prácticas útiles que pueden nutrir y potenciar el programa de una coalición electoral.
Rol de las fundaciones partidarias
En años recientes la aparición de fundaciones y laboratorios de ideas (think tanks) partidarios ha ido creciendo a medida que la profesionalización de la política y la tecnificación de las campañas electorales se volvió una regularidad generalizada. Este tipo de organizaciones suele oficiar como un espacio para atraer profesionales con experiencia en distintos sectores especializados, al mismo tiempo que opera como un ámbito de socialización política y generación de redes de trabajo colaborativo. De esta manera, las coaliciones electorales bien pueden apelar al trabajo coordinado de sus propias fundaciones como una base fundamental para planificar, coordinar, discutir y preparar el programa de gobierno.
Importancia de la descentralización
Si el programa importa, también es relevante contemplar la diversidad que implica construir una coalición electoral en países federales o unitarios cada vez más descentralizados. Las regiones, distritos y zonas de cada país suelen presentar un mapa bastante amplio de demandas, requisitos, potencialidades y recursos para incorporar en un plan de gobierno. Si bien estas disparidades pueden resultar contradictorias por momentos en una estrategia de gobierno futuro, resulta relevante encontrar el punto de equilibrio en la propuesta programática de gobierno. Los programas ya no son nacionales, sino que son integrados horizontal y verticalmente.
Participación abierta ciudadana
La elaboración de un programa de gobierno bien puede incluir un proceso de apertura a la ciudadanía para fortalecer la solidez de las propuestas, la cercanía de los discursos y el refuerzo de las raíces sociales de los integrantes de un acuerdo. La formación de foros de consulta abierta para incorporar ideas y proyectos a la plataforma de gobierno también se ha vuelto una práctica implementada por varias coaliciones electorales en la región, en particular las del modelo desafiante y movimientistapor sus propias características formativas. Sin embargo, algunos acuerdos tradicionales y de supervivencia también se han visto obligados a ir en esta dirección en pos de reconectarse con sus electores frente a escenarios electorales más bien negativos para sus propios objetivos políticos.