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2. El enfoque de género en los gobiernos y parlamentos
La legitimidad de las instituciones democráticas deriva su fuerza de la validación dada por los ciudadanos; por ello, se requieren instituciones abiertas y participativas, que faciliten herramientas serias y eficaces para hacer transparentes sus actuaciones y aumentar el control ciudadano. En ese contexto, los países del mundo han reconocido la necesidad de trabajar por la transparencia, la apertura, la rendición de cuentas y el uso de tecnologías de la información y la comunicación para incrementar la gobernabilidad y la confianza en las instituciones públicas.
Cada vez se realizan ejercicios más serios de apertura que implican compromisos desde todas las ramas del poder público, impulsados por organizaciones como la Alianza para el Gobierno Abierto (OGP, por sus siglas en inglés), que es una asociación que promueve la gobernanza incluyente, que rinde cuentas y responde a las necesidades de los ciudadanos.
Los gobiernos del mundo diseñan planes de acción para traer a la realidad sus intenciones de apertura; sin embargo, los compromisos de estos planes suelen olvidar el enfoque de género. Según la OGP, para finales del 2018, solamente 54 compromisos de gobierno abierto incluían componentes sobre mujeres o género; esto quiere decir que solo el 2 % de los 3000 compromisos establecidos por gobiernos nacionales y locales lo hacían. Sumado a ello, la OGP reporta que los compromisos de género actuales tienen tasas de cumplimiento y niveles de ambición menores al promedio.
Igualmente, se realizan ejercicios desde ramas específicas del poder público. Este es el caso de la iniciativa de Parlamento Abierto, una forma de interacción entre la ciudadanía y los poderes legislativos en pro de la apertura parlamentaria, la transparencia y el acceso a la información pública, la rendición de cuentas, la participación ciudadana, y la ética y la probidad parlamentarias (ParlAméricas).
Así las cosas, el Parlamento Abierto, y los compromisos y planes de acción construidos en su desarrollo, no pueden ser ajenos a la aplicación del enfoque de género, pues la apertura legislativa es una oportunidad para propiciar la equidad de género en el ámbito legislativo y cerrar las brechas de información, acceso y participación.
“Si las mujeres utilizan servicios públicos, solicitan préstamos para crear empresas, pagan impuestos y utilizan los caminos urbanos, ¿no deberían tener una voz equitativa sobre la forma en la que los gobiernos ofrecen dichos servicios? Cuando las niñas y las mujeres no participan en el gobierno abierto, perdemos información, conocimiento y habilidades que podrían potenciar reformas
ambiciosas con impactos en la vida de las personas” (OGP).
Con este panorama, es necesario tomar acciones concretas para impulsar la participación de las mujeres y la creación de compromisos de género, pues no basta con que las mujeres, funcionarias, parlamentarias y ciudadanas participen en la elaboración y ejecución de los planes de Parlamento Abierto; se requiere además una adopción de compromisos ambiciosos cuyos resultados sean medibles, y que contribuyan de manera real a la equidad de género.
La OGP propone tener en cuenta las siguientes acciones:
● Garantizar que los esfuerzos de cocreación y consulta sean más incluyentes, incorporar a los grupos de la sociedad civil que trabajan en impulsar la equidad de género, e invitar a ministros de género a participar en las fuerzas de la OGP.
● Comprometerse a analizar el plan de acción desde la perspectiva de género para ayudar a identificar los sitios y momentos en las políticas, prácticas o acciones que pueden impactar de forma diferencial a los hombres, mujeres, niños, niñas y otros grupos de género.
● Los gobiernos y organizaciones pueden identificar oportunidades para recopilar datos de género sobre los compromisos de la OGP y analizar dichos datos para impulsar un mejor diseño de políticas y prácticas. ● Diseñar compromisos que impulsen las obligaciones de género.
Por su parte, la Red Parlamentaria para la Igualdad de Género (RPIG) promueve el liderazgo político de las mujeres y la transversalización de género en las agendas y procesos de las legislaturas nacionales de los países de América y el Caribe. Esta red aborda temas como el empoderamiento económico de las mujeres, la erradicación de la violencia política basada en género, las reformas electorales para promover las candidaturas de mujeres, los medios y la comunicación sensible al género, las bancadas parlamentarias para la igualdad de género, entre otros. Igualmente, ha impulsado los espacios de trabajo diversos e inclusivos, alentando la participación de aliados masculinos y la colaboración con organizaciones de mujeres y movimientos sociales hacia objetivos compartidos (ParlAméricas).
Otro esfuerzo en este sentido ha sido el de la Unión Interparlamentaria (UIP), que en el año 2008 dio inicio a un proyecto de colaboración para estudiar en qué medida los parlamentos de todo el mundo incorporaban la perspectiva de género.
Así nació el proyecto “Parlamentos Sensibles al Género”, entendido como aquel que “responde a las necesidades e intereses tanto de hombres como de mujeres en lo que se refiere a sus estructuras, funcionamiento, métodos y tareas” (UIP, 2011).
Para convertirse en instituciones sensibles al género, los parlamentos deben evaluar y tener en cuenta las repercusiones sobre hombres y mujeres de cualquier medida prevista, en particular la legislación, políticas o programas, en todas las esferas y a todos los niveles, y que guían las decisiones políticas, las estructuras institucionales y la asignación de recursos. Además, la aplicación de la perspectiva de género en el Parlamento se entiende como un aporte al control efectivo de la legislación y de las políticas para comprobar que satisfagan las necesidades e intereses tanto de hombres como de mujeres (UIP, 2011).
Teniendo en cuenta lo anterior, para que un parlamento sea sensible al género, la Unión Interparlamentaria (2011) recomienda:
1. Aumentar el número y la presencia de mujeres en el
Parlamento.
2. Desarrollar un marco jurídico adecuado en materia de igualdad de género. 3. Desarrollar un marco de políticas sensibles al género para el Parlamento.
4. Incorporar la perspectiva de género en las tareas parlamentarias.
5. Mejorar la cultura y la infraestructura parlamentarias.
6. Mejorar la sensibilidad de género de las diferentes secciones del Parlamento.
7. Compartir la responsabilidad de la igualdad de género.
Como se ve, se han realizado esfuerzos y reconocimientos en la conceptualización de la incorporación del enfoque de género en los procesos de apertura tanto de gobiernos como de parlamentos. Resulta pertinente ahora revisar casos concretos en la siguiente sección.
Tablero de ideas #2: Género en apertura de instituciones públicas
TABLERO DE IDEAS
Para hacer completa la tarea de transparencia, apertura, rendición de cuentas y uso de tecnologías para incrementar la gobernabilidad y la confianza en las instituciones públicas, es necesario incluir la perspectiva de género por medio de acciones como cocreaciones incluyentes con grupos que trabajen por la equidad, identificar políticas o prácticas que impacten de forma diferencial a las mujeres y otros grupos de género, y diseñar compromisos que impulsen obligaciones de género.