Todo es igual, Las malas noticias no se hicieron esperar. El mundo no partiテウ su historia en una fecha, el cambio sigue siendo un reto del que responsabilizamos al mundo y que se encuentra arrumado en el hogar. Brindamos apenas por la supervivencia. Mientras exista un presente todo puede volver a comenzar. テ]imo, valiente.
PROLOGO Entrego mi obscenidad. Sin reparar en las consecuencias o los beneficios, acumulo aquí experimentos literarios y fotográficos que recogen el transito vago e insomne de los días y las vidas que me resulta posible contemplar. Voyerista y sádico, este compilado de momentos comprende todo aquello que se olvida en el devenir común. Es una invitación a la conciencia desde la observación zoológica y desde la reflexión de doble moral. Crónicas del Paranoide es el retrato de una realidad violada por la economía, la religión, el comercio, el sistema de educación, la política y sus lastimeros representantes, es mi mundo vulnerado, mi violación. Este viaje sin retorno a la soledad, es un paquete turístico a lo que ya no existe, es el listado de lo que pudo ser peor y que ahora se consuma. Al interior de estas páginas encontrará más preguntas que respuestas. Bienvenido.
MUDANZA Se achica la vida en los asuntos cotidianos que no dan espera, en la fecha de vencimiento de las salchichas, en los placeres diferidos, en los cuadros triple hoja y los ositos del papel higiénico. Es una condición miserable la tristeza vinculada a la vida útil de los objetos, amarrar la felicidad a los productos recién lanzados al mercado, justificar la vida en la cultura de consumo es la declaración de una humanidad desechable. De todo lo dicho ni siquiera el amor puede salvarse con sus detalles festivos, sus confirmaciones de empeño y sus demostraciones capitales de entrega. No obstante, entre las opciones del cómodo y el mártir: Elijo invitarte a ir felices, de la mano, hasta el fondo de la misma mierda.
EN PIE DE TREGUA Lo importante es que alguien tenga donde empeñarlo. Vengo a entregar mi corazón para salvar el mundo, para ofrecer una mano amiga o por lo menos, para dar una patada cómplice al culo de toda tiranía. Vengo con el conjunto de mis deudas, de mis falencias y de mis reiteraciones a decir que nada de esto importa y encontrar, tal vez es cierto, que el crédito no es la cuota que se paga por la vida. Cuenten conmigo para armar una revuelta, por lo menos de verduras, de hierba seca, de licores destilados a la vuelta de la esquina. Vengo a ofrecer de lo que soy, el presente que me queda; a entregar este íntimo fragmento y quizás a defender, por una vez, el lado amable.
ABSTINENCIA Es sin culpa que uno reincide. Vuelvo a escuchar por casualidad las canciones del tal Calamaro. Es sin culpa que acurruco la mirada en la sordidez del aquel bar que masacra sus canciones de lunes a domingo, parece un sitio conocido. Va uno a ver como las calles se agrisan, como las gentes se tornan en manchones transeúntes. Es sin culpa que uno se contagia de repente, aborda la melancolía. Vuelve en la garganta la gana de nicotina, de licor, de parque con guitarra y olvido. Entono los versos prestados y desafinados que alguna vez dediqué al desamor. Ahora le canto al banco, a la entidad de recaudos y sus métodos de acoso diplomático, al atún de mis almuerzos y que subió de precio la semana pasada. Pasa el tiempo y uno aprende a sobrevivir con esas huevonadas.
Y REINARÁS Tampoco es una maravilla eso de imaginarnos las cosas como no son. Como si los cerdos volaran en clase económica, Como si el mundo fuera de ciegos consumidores y la vida un tránsito de vaguedades minuciosas escarbando el cadáver de lo que un día fue dócil y sincero. No lo dicen en nuestra cara, pero puede matarnos más rápido la economía que el tabaco. Puede un hombre simple entregarse a sus labores de ebanista y morir crucificado, clavo a clavo padecer la ironía, un humor que aún no comprendemos. Es imperativo que el discurso desplome sus adornos de emergencia, que lo reaccionario se convierta en una accionar cotidiano, simple, verdadero. Como decir “Hijo de Puta” a la cara de tu banquero.
ÍCARO VOLANDO Es hora del incendio. Los cuerpos arden a cierre de domingo. El atardecer se lleva consigo la existencia de quienes no pudieron más. Para los persistentes con su propia caducidad, queda en curso la legalización del suicidio asistido o a plenitud la jornada laboral. Es imprescindible que acabemos con los símbolos, con la literatura que debimos leer, con los poemas de fe que elevan la miseria al firmamento; Ya no se puede mendigar más. Es hora de echarlo todo por perdido, una eyaculación a muerte que integre con el universo al pensamiento.
MELANCOLILLA Le entró el aire frío, culo arriba el helado remolino abrazó con la furia de un amor que no fue correspondido. Fumar era el único recurso para darle calidez a los suspiros. Caja tras caja, a bocanadas se atragantaba con recuerdos. Los momentos eran casi todos, un poco de lo mismo. Las caras, las barbas, las tetas, las sombrillas; El perifoneo con Tsunamis de precios bajos aquí, mientras, los muertos de Japón. La mala elección y la ratificación del error en la política. La vaina verraca de la economía, las fronteras tristes de los miedos que juntamos, el coito a traición cuando era solo la puntica. Y así, las ráfagas de memoria por la espalda, como si algo superior calara y estuviéramos a punto de ser solo una colilla.
VOY A TENER SUERTE Guardo los lutos según los doodles que publica google. No merece otra memoria el mundo que la caricatura breve, la parodia sintética de la vida y obra; la perecedera fuerza del virus que infecta de temas distintos cada día. Hoy por ejemplo, los baldes de agua fría inundan y ahogan las noticias de muerte, tristeza y miseria; nada está resuelto pero así se olvida. Recurrente ante la amenazadora presencia de la nada, ante el absolutismo miope que condena sin misericordia lo que desconoce; me atrevo a decir que todo en el mundo está perdido, y si no lo está ¿podemos buscarlo en google?
INVOCACIÓN Ya no puedo decirle que dios proveerá, eso me toca resolverlo. Ya no puedo enunciar en tono ingenuo que la tiroides define una condición sexual. Ya no puedo alardear de noctambulo buscando cigarrillos a las tres de la mañana. Es posible llenarse de esperanza al ver esa desbordada y dramática resignación. Pareciera que dependemos de un apocalipsis para resolver los problemas sociales que inundan el mundo, que el extermino, la guerra, la masacre y la exclusión fueran las formulas necesarias para conservar los buenos modos. Es inextirpable la corrupción en economía y política, en la malicia cotidiana con que se resuelven los asuntos. Lo dramático, lo que más asusta, es que al parecer cada una de esas cosas comprometen nuestra decisión, que podemos actuar y escoger, que somos los héroes y los villanos. Nada más va a interceder.
IN MEMORIAM Las rosas son rojas o de un Pantone 1925, queda cifrado en lo industrial el carácter improductivo de la poesía. Se acaba el amor por la historia inscrita en el objeto y vamos camino a una pasión desenfrenada de uso y desecho, sin nostalgia, sin memoria, eyaculatoria. La sostenibilidad es quizás la promesa infiel que nos queda, que los objetos producidos no serán tan nocivos pese a su inutilidad, a su ridiculez, a lo absurdo de su existencia.
DOMINGO Llueve y los fantasmas se sientan en los pórticos, su cara de tristeza trasciende a la muerte, su eternidad se vara y relentece. Caen los pájaros más débiles en un estallido de fruto podrido, como pera picha, dirá algún cercano. Los gatos se ensimisman, el celo se lava de las calles y los perros rondan a discreción en la discreción de quien teme la tormenta. Es el inicio o el final de los involucrados, la cercanía se estrecha o estruja la distancia. Los caños se atragantan y se ahogan. Descubierto por el amanecer, el cadáver violáceo de la ciudad invoca revoltosa vida. Es toda fiesta, la carroña.
DE PASAJEROS Otro asteroide ronda con la amenaza de volarnos la cabeza. En los depósitos de basura es posible que una súper cucaracha se desarrollé y habite con plenitud nuestra vida de rastreros. Se mencionan las juventudes perdidas en las drogas, el sexo y las artes; quizás son las únicas vidas ganadas a la rutina, a las ocho horas, al interés del banco. La bomba nuclear está armada y las naciones declaran en sus fronteras cotos de caza. El día termina sin esplendidos atardeceres, se va el anhelo en mirar con desespero el reloj que marca el final de la jornada, cargándose el milagro que pudo ser antes de las telenovelas. Mi jefe observa con tristeza mi falta de compromiso en sus causas, en sus vacaciones, en el tiempo libre para su familia...
CRÓNICAS Al final sigo siendo un ser de tradiciones. En soledad vuelvo al cigarro para conciliar el sueño, vuelvo a la narrativa crónica creyendo que la fórmula de estos tiempos es la enfermedad antes que el remedio. Vuelvo a una dicción homeopática, una afición por los colores que carcomen la retina, vuelvo al monocromo, al sepia, al filtro falso de tungsteno. Vuelvo a las listas de reproducción que no incluyen la procreación entre sus versos, al enunciar reiterativo y al derrotero breve rico en vaguedades. Vuelvo al atún barato que le quita lo mortal a tragarse las espinas.
DEL PARANOIDE Es un golazo. Es una serie de golazos clavados en el corazón de la revuelta, se siente y se hace patria, se respira y se asfixia en nombre de la pasión, se rompen los cráneos huecos con patadas entrenadas en la cancha de juego. Es una guerra, es la barbarie de siempre programada en temporadas televisas. A grito herido se celebra en familia mientras lo demás se calla. Los buses, los sueldos, las ocho horas de rutina se adormilan bajo el himno sentido, interpretado con instrumentos de juguete. Finalmente, la tristeza de la derrota o el orgullo prestado de la victoria dejan las mismas caras, la misma hambruna. Nos queda la vida gambeteada hasta el día que no aguante otra falta y nos saque del partido.
Toda la presencia que me queda, que dejaste, es un vacío. Lo demás, mi propia hipocresía.