Región Alto Patía - Asopatía

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Regi贸n Alto Pat铆a Una gesti贸n comunitaria para el desarrollo y la paz en territorio en crisis ambiental

Carlos Alberto Munoz , Agustin Murcia V. , Oscar Gomez Espana , Olmedo Castillo , Hoover Melendez R.

Desarrollo Humano Integral y Sostenible

Carrera 6 No, 35 - 49 Bogota, Colombia PBX (571) 2 88 89 82/ 285 56 49 informacion@redprodepaz.org.co


ASOCIACIÓN SUPRADEPARTAMENTAL DE MUNICIPIOS DE LA 1 REGIÓN DEL ALTO PATÍA “ASOPATÍA”

Ubicación Espacio-tempral

NARIÑO

La experiencia en la región de Alto Patía se desarrolla en el marco de una gran gestión de movilidad regional de comunidades en pos de buscar la integración social para hacerle frente a una problemática propia de orden natural que demanda el concurso de las mismas comunidades y de toda la institucionalidad existente a nivel local , regional y nacional.

La población está conformada por mestizos y afrodecendientes que se concentran en zonas rurales y en centros poblados de los municipios que desarrollan economías propias en torno a productos agrícolas de pancoger, en extensiones mínimas y con sistemas tradicionales de producción, con bajo nivel de tecnificación y de infraestructuras de riego.

Biofísicamente el territorio, que cubre una extensión de 6.000 Kilómetros cuadrados, enmarca una fosa con un valle interandino que se ensancha en el municipio de Patía y delimita con los municipios de piedemonte de las Cordilleras Central y Occidental, conformando un ecosistema de diferentes pisos térmicos que van desde los 350 msnm hasta 2.500 msnm, con un fenómeno natural de desertificación incidente en todo el territorio.

Estas poblaciones, en general, conservan arraigos ancestrales que se dieron por los asentamientos de palenqueros en el Cauca y por procesos de colonización campesina de la Cordillera Central a la Occidental, así como por la migración de otras zonas de Nariño y otros departamentos.

1. http://www.asopatia.gov.co - contactenos@asopatia.gov.co

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Respecto a lo ambiental, la fosa del Patía es una zona que presenta unas características


especiales. Se trata de un ecosistema anclado entre dos cordilleras y que, por su situación biofísica, presenta un proceso de desertificación natural que avanza en el tiempo, cubriendo mayores áreas y acelerándose con las intervenciones trópicas de los bosques montanos, de ladera y de la parte plana y con la desecación y la perdida de retención del agua en suelos y doseles vegetativos. Los fenómenos climáticos históricos hacen que cada década aproximadamente se presenten sequías prolongadas que afectan notablemente la productividad y generan grandes impactos sociales y ambientales. Durante los últimos cincuenta años se dio un proceso de colonización de la Cordillera Occidental con la cultura de la siembra del maíz y el desmonte y quema que ocasionó la perdida casi total de la cobertura de bosques vegetales nativos de la zona, caracterizados en la parte baja por ser un sistema xerofítico altamente vulnerable y en la parte alta por ser un sistema de bosque tropical de montaña. Estos fueron reemplazados por pastizales y rastrojos. En los años ochenta se sintieron los impactos de las sequías prolongadas, la zona ya tenía un alto grado de intervención social, no solo con la colonización, sino también con la penetración por la carretera Panamericana y vías alternas. Adicionalmente se posicionaron los cultivos de la coca en la región por su difícil acceso. A principios de los años noventa se agudizó la crisis de la sequía con el fenómeno de El Niño. La respuesta comunitaria ya ostentaba grados de organización de las comunidades campesinas y existían articulaciones institucionales locales. Se generaron entonces movilizaciones sociales de las comunidades con sus alcaldes y alcanzaron resonancia nacional frente a las vías de hecho realizadas en la carretera Panamericana, vía de interés internacional.

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De este ejercicio de soberanía social, se logró convocar al Gobierno Nacional y a toda su institucionalidad, así como a la cooperación internacional, sobretodo cuando por medios internacionales se había conocido la problemática de pobreza y de mendicidad en la región. Este hecho se vio agravado con las noticias que mostraban que los niños eran regalados por sus padres en la vía Panamericana, al no poder darles de comer y sostenerlos. Como fruto de las negociaciones con el Gobierno Nacional, el concurso de la Agencia Alemana de Cooperación al Desarrollo (GTZ) y las corporaciones autónomas de Cauca y Nariño, se inició en el año 92 la formulación de un plan de mitigación ambiental y social para la región, estrenando nuevas metodologías de participación estratégica de las comunidades en la formulación de su desarrollo. Es así como por primera vez se habló de la región Alto Patía con una caracterización de condicionalidad específica biofísica, ambiental, social y económica. Este plan posteriormente fue elevado a documento Conpes (2982) del Gobierno Nacional, denominado Plan Patía en el año 1996.

Ya con unos niveles de participación notables y con la articulación conseguida en el ejercicio de la construcción del desarrollo y de alternativas de solución a los problemas de la región y, con el objetivo de que la gestión realizada tuviera seguimiento e involucramiento en la ejecutoria del plan concebido, se creó la Asociacion Supradepartamental de Municipios del Alto Patía (Asopatía) en el año 1995, inicialmente como una figura gubernamental conformada por los alcaldes de la región. Posteriormente, en reformas estatutarias, esa figura se convirtó en una organización de carácter público con participación mixta en los órganos de direccionamiento de la misma, participando en la toma de las decisiones de junta directiva no solo los alcaldes, sino también los concejales municipales y representantes de las organizaciones. Durante muchos años, Asopatía, con la cofinanciación del gobierno Alemán por intermedio de su agencia para la cooperación internacional GTZ, realizó proyectos de inversión en las zonas más impactadas por los procesos de sequía, logrando que se adoptaran algunos sistemas de producción sustitutivos mas sostenibles y que parte de la problemática social se disminuyera, especialmente en zonas como la de Taminango y Mercaderes, donde eran evidentes flagelos sociales como la mendicidad y el atraco en la carretera Panamericana. Por incidencia de las nuevas movilizaciones sociales de la región en el año 99; por la movilización del sur occidente generada por un nuevo fenómeno de El Niño (2000 – 2001), de gran impacto para las comunidades; y por gestiones realizadas ante la Unión Europea por Asopatía y los

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gobernadores de Cauca y Nariño de aquel entonces, se logra la vinculación de esta para el financiamiento de un Laboratorio de Paz en la zona, denominado II Laboratorio de Paz Región Macizo- Alto Patía. El laboratorio dejó potenciados procesos productivos de café, panela, frutas, así como seguridad alimentaria, organización comunitaria y procesos culturales de defensa de los derechos humanos. Cabe resaltar que el fenómeno de El Niño, que azota la región en forma periódica aproximadamente cada 10 años con características calamitosas, se vuelve a presentar en el periodo 2011-2012, haciéndonos vulnerables territorialmente, lo cual requiere de soluciones encaminadas al uso y manejo eficiente del recurso agua, que permita mejorar los procesos productivos. En la actualidad los procesos del Alto Patía se mantienen por la interacción principalmente de Asopatía, como ente articulador de institucionalidad de comunidades, por su papel en el programa de desarrollo y paz; y también por la gestión y constancia de los liderazgos de: movimientos sociales como el Comité de Integración del Macizo Colombiano (CIMA), Movimiento Social de la Cordillera Occidental de Nariño, organizaciones gremiales como Cosurca, Asphonar, Sembrapaz, Asprepatia, Asocafé, movimientos étnicos como Corpoafro y fundaciones de desarrollo social en la región.

Problemática La principal problemática de la región se centra en las crisis ambientales, sociales y económicas, que se acentúan cada vez más con los procesos de desertificación y las sequías prolongadas en la región. Hay que tener en cuenta que la mitigación o el aceleramiento de la problemática dependen de fenómenos antrópicos y trópicos, ya que el fenómeno natural se ve influenciado notoriamente por las acciones de los habitantes y su mala cultura ambiental. Aún no se han entendido las interrelaciones naturales y el papel del hombre como parte de esa relación para fijar nuevos patrones de crecimiento y desarrollo social en el territorio. Gran parte del trabajo de entender la problemática de la zona recae sobre la capacidad de sus habitantes y sus gobernantes para conocer y convivir en un entorno con unas condiciones especiales, altamente sensible a la intervención humana y que ofrece también potencialidades para un desarrollo sostenible en un territorio donde la vocación , la decisión y las acciones políticas de sus habitantes y de sus gobernantes deben estar consolidadas en patrones de la planificación para el aprovechamiento y conservación del mismo. Inicialmente se nos ofrece un territorio de gran diversidad climática y de relieves, con cordilleras, valles interandinos, mesetas y con ríos y quebradas que conforman la principal vertiente sobre el océano Pacifico a través del río Patía. Además se goza de suelos fértiles de 5


diferentes contexturas, de condiciones agroecológicas excepcionales para la producción. Por otra parte, los paisajes son formidables para el ecoturismo y se cuenta además con una gran pluralidad de riqueza cultural de raíces ancestrales étnicas. El no entender los procesos de desertificación y las crisis generadas por las sequías prolongadas, como también el débil liderazgo político de los actores gubernamentales y sociales causan que los problemas de hoy se acentúen no solo en lo ambiental, sino también en lo social, cultural y económico productivo. En lo ambiental se registran pérdidas de fuentes hídricas como quebradas y nacimientos de aguas, disminuyen los caudales de los ríos, aumenta la contaminación por vertimientos líquidos y sólidos y se producen incendios forestales de gran envergadura que ocasionan pérdida de coberturas vegetales y especies nativas, hecho que también se ve afectado por la sobreexplotación y la tala indiscriminada. Asimismo se evidencian desequilibrios fitosanitarios en los ecosistemas de aguas y bosques que generan nuevas plagas y enfermedades y la pérdida de suelos y nutrientes del suelo generan improductividad y erosiones marcadas, extinguiéndose especies animales y vegetales en sistemas frágiles y xerofíticos. En lo productivo encontramos sistemas tradicionales de producción estacional, que se resienten fácilmente con los fenómenos climáticos, generando pérdidas y bajas producciones, hechos que se ven aunados a la falta de políticas y tecnologías adecuadas en la planificación, financiamientos, nutrición, riegos, transformaciones y mercadeos. Adicionalmente la cultura de los agroquímicos genera intoxicación de suelos y contaminación de las aguas, situación que se acrecienta con los cultivos ilícitos. Por otra parte, se utilizan aún sistemas de explotación pecuaria extensiva, que generan degradación y subaprovechamiento de las tierras y suelos. Además aún no se cuenta con adelantos representativos en los mejoramientos genéticos, nutricionales y de aprovechamiento técnico de cárnicos y lácteos. 6


En cuanto a las características más comunes de la población de la región del Alto Patía, un promedio del 60% de hombres y mujeres menores de 18 años tienen las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) y la cobertura de aseguramiento en el sistema subsidiado de salud en promedio es de 92%. Respecto a los servicios públicos, la cobertura de acueducto en el sector rural es, en promedio, del 89.42% y en el urbano, del 98.79%. El índice de analfabetismo representa el 9%. En la región, la mayor parte de la dinámica económica la generan los productos de producción primaria, la ganadería y el comercio de productos y servicios, sin que existan desarrollos empresariales significativos en la transformación y la comercialización. Gran parte del empleo lo generan las instituciones y por esta razón se fortalece el clientelismo y la corrupción en el Estado.

¿Cuál fue la Buena Práctica y/o la Lección Aprendida?

Con la convocatoria vinculante a la institucionalidad, el Gobierno y las comunidades y mediante la estrategia de la movilización social, se abren espacios de diálogo, concertación, negociación y compromisos en la búsqueda conjunta de alternativas a problemáticas que no solo dependen de las voluntades de los gobernantes y gobernados. Se encuentran en diálogos de negociación enfrentados contra una problemática común: los líderes sociales, campesinos y habitantes, que viven en carne propia los problemas de la región; los gobernantes locales, que no tienen capacidades de respuesta institucional al problema; las instituciones, que se encuentran impotentes ante la magnitud de los impactos; y el Gobierno Nacional, que desconoce y no dimensiona la gravedad de la problemática presentada. En este ejercicio aparece también la solidaridad de la cooperación internacional, que se vincula con la participación de la GTZ. La agencia alemana aporta elementos técnicos y financieros a la estrategia metodológica de la formulación participativa de procesos de entendimiento y diseño de alternativas de mitigación a la problemática ambiental. Dicha estrategia es presentada para ser apropiada por todos los actores involucrados y para plantear modelos de desarrollo alternativo sostenible que convivan con los fenómenos ambientales específicos del territorio. Con el ejercicio de la planificación estrategia territorial y con la nueva forma de entender lo ambiental en la integralidad compleja del entorno social y no solo en lo biofísico, se plantea la formulación de un plan de atención y mitigación al proceso de la sequía en la región del Alto Patía. El denominado Plan Sequía fue elevado, gracias a presupuestos financieros y acciones gubernamentales, por intermedio de las corporaciones autónomas regionales, a documento Conpes en el Departamento Nacional de Planeación (DNP) con el nombre de Plan Patía. 7


De las dinámicas participativas se fortalecen los liderazgos y se consolidan las articulaciones para generar una identidad de la región denominada Alto Patía, como territorio de relaciones sociales, económicas, culturales y étnicas en medio de una situación ambiental en crisis por los procesos continuados de desertificación. Como respuesta organizativa aparece Asopatía , como ente dinamizador y de seguimiento y articulación de procesos de gestión a las alternativas planteadas de mitigación y atención socioeconómica.

¿Cómo lo hicimos? La magnitud de la problemática sensibilizó por fuerza mayor a la mayoría de la población. La existencia de liderazgos campesinos y sociales de base, permitió que se generasen articulaciones que fueron apoyadas por mandatarios locales para realizar una gran convocatoria de movilización social. La fuerza de la movilización social, el hecho de que la opinión nacional e internacional connotara una situación de crisis humanitaria de una gran región y el contar con elementos de presión adquiridos por las vías de hecho sobre la carretera Panamericana, que contaba con intereses trasnacionales, facilitó la atención y el concurso de la institucionalidad y del Gobierno Nacional. La participación oportuna de la cooperación internacional, con apoyos técnicos y financieros a los procesos de negociación, permitió un ejercicio que va más allá de compromisos de acuerdos negociados. Se iniciaron entonces procesos participativos de construcción colectiva que involucraron a todos los actores para hacer un frente común. Los métodos y las técnicas de trabajo utilizadas permitieron el crecimiento formativo de liderazgos y la consolidación de conceptualizaciones integrales del territorio en un marco de lo social, lo científico, lo productivo y lo cultural. La convocatoria al trabajo común proyecta las bases de la organización en lo referente a la representación, la planificación, la gestión y la ejecución de los procesos emprendidos y los resultados logrados. 8


Nuestros logros Aunque se logró que el Gobierno Nacional priorizara las necesidades de la región en un documento Conpes, este no tuvo la voluntad y la fuerza política necesarias para que, desde él, los gobiernos de turno se presupuestaran los recursos suficientes y se materializaran muchas de las acciones en él contempladas. Sin embargo, la fuerza de la dinámica social lograda en los ejercicios de construcciones colectivas y participativas se disparó en organización social y gremialidad productiva que, con un referente claro de región, iniciaron sus procesos autónomos de gestión comunitaria y de direccionamiento a la implementación de modelos sostenibles del desarrollo que incidieron en las actuales políticas locales. Como resultado de la experiencia se consolidaron fuerzas sociales de la región, como el Movimiento Social de la Cordillera, el CIMA Nariño y los movimientos de comunidades afrodecendientes del sur del Cauca y norte de Nariño. De igual manera, se fortalecieron organizaciones del sector productivo con orientaciones claras en la producción limpia, orgánica y amigable con el medio ambiente y que asumieron los principios de los conceptos de la agroecológica y la sostenibilidad ambiental a través de esquemas de asociatividad solidaria. Con ello afrontaron los retos de la seguridad alimentaria de la región y la potencializacion de las ventajas comparativas en la inserción de los mercados globalizados de forma que, en la actualidad, se tienen exportaciones de cafés y frutas a otros países. Hoy en día se adopta un cambio cultural en la agricultura tradicional del machete y la candela y se tiene poblaciones rurales concientizadas de la fragilidad y de los problemas ambientales del territorio.

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Asopatía, como promotor del desarrollo de la región, se sostiene políticamente no solo por las acciones de los alcaldes, sino también por el empoderamiento de los líderes, que asumen los compromisos con constancia y permanencia fiable, más allá de la representación de un cargo. Con el apoyo de la GTZ y otras instituciones lograron la ejecución de recursos de cooperación que atendieron puntos críticos de los impactos sociales y disminuyeron indicadores de mendicidad e inseguridad social en la vía Panamericana. Igualmente la fuerza de las movilizaciones y la capacidad de socializar la problemática social en la región, aunado a las gestiones de Asopatía y otros actores, han logrado la vinculación de la Unión Europea en el apalancamiento financiero de un Laboratorio de Paz para la región. Este laboratorio potencia aún más la gremialidad y la organización social para mejorar tanto los procesos productivos como la exigibilidad y participación en políticas públicas, que hacen que perdure esa movilización de las comunidades por la lucha para lograr el reconocimiento y el desarrollo de su territorio: la región Alto Patía.

Nuestros Aprendizajes • Avances en el aprendizaje de mecanismos de convocatoria, en la articulación comunitaria y en la ejercitación del dialogo de comunidad. • Mejora de la capacidad de negociación de las organizaciones. Las comunidades han formulado sus planes de vida como instrumento de negociación, en donde la entidad facilitadora pretende desarrollar el Plan Patía como instrumento de negociación y gestión del desarrollo. • Integración y articulación de entidades público privadas con el propósito de desplegar un emporio de desarrollo agroindustrial potenciando su oferta ambiental y riqueza paisajística, comprometiendo y vinculando la acción de las organizaciones y actores sociales del territorio. • Empoderamiento de las organizaciones con una visión colectiva en los procesos sociales que van encaminados a la construcción de región. • Conocimiento de la función y gestión estatal mediante el ejercicio y apropiación de las metodologías para la planificación participativa en la construcción de propuestas que contribuyen al desarrollo sostenible de la región. • Fortalecimiento de líderes locales y regionales con sentido de pertenencia de su territorio, de procesos productivos y socio-culturales, y de derechos humanos, que son considerados estratégicos por su impacto en la región. • Legalización y legitimización de Asopatía como un ente dinamizador y ejecutor representativo de la institucionalidad y la comunidad del territorio. 10


• La asociación nace de un proceso social del cual ha adquirido la identidad, el reconocimiento y el sentido de pertenencia territorial de los pobladores. • La asociación ha identificado que, como ente territorial público, tiene problemas de sostenibilidad financiera y compromisos institucionales territoriales, porque está sujeta al cambio de los procesos políticos y periodos de los alcaldes. • Los procesos territoriales que se han desarrollado en la región del Alto Patía han permitido fortalecer la asociatividad de municipios de acuerdo a los parámetros de la ley de ordenamiento territorial, pero los alcaldes municipales no han valorado la importancia que representa esta figura dentro del marco de la política nacional.

¿Por qué es una Buena Práctica?

• Despierta la movilidad social y genera actitudes de cambio para adoptar una mejor conciencia ambiental. • Facilita el reconocimiento e integración de las comunidades. • Obliga a los actores políticos y sociales a involucrarse en las dinámicas de construcción colectivas. • Potencia el ejercicio de implementación de metodologías de planificación y participación y además genera conocimientos y entendimientos de las relaciones biofísicas, culturales y sociales de la zona. 11


• Crea empoderamiento organizativo en torno a la gestión comunitaria y a la exigencia al Estado. • Adopta nuevos patrones que rompen el paradigma de algunas de las malas prácticas agrícolas y ganaderas. • Induce al relevo generacional de liderazgos políticos y comunitarios con sentido de pertenencia y visión del desarrollo sostenible. • Permite seguir construyendo referentes para el desarrollo social, económico y cultural de nuestras comunidades en un territorio con condiciones especiales de medio ambiente.

Replicabilidad Pretender replicar en su integridad la buena práctica de la región Alto Patía es algo que no obedece solo a conductas del individuo, pues esta está supeditada a fenómenos antrópicos y condiciones especiales sociológicas de los habitantes de la región, que la caracterizan como un territorio con unas especificidades en lo ambiental, social , cultural y económico. Es posible replicar y adoptar aprendizajes y experiencias del proceso en términos de las estrategias y los caminos metodológicos, como también de los conocimientos generados y aplicados. Igualmente el ejercicio permite la apropiación de otros aprendizajes y la valoración de nuevos conocimientos. La práctica no solo ofrece experiencias exitosas sino que también hay que aprender de los errores cometidos, especialmente cuando se asumen compromisos y se sustentan acciones por fuera de las dinámicas intrínsecas y autogestionarias del desarrollo propio.

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