DÍA 2: martes 16 de julio Desarrollo humano integral: Desarrollo Rural
Asociación de Fundaciones Petroleras -AFP
Carrera 6 No, 35 - 49 Bogota, Colombia PBX (571) 2 88 89 82/ 285 56 49 informacion@redprodepaz.org.co
Elaborada por : Asociación de Fundaciones Petroleras -AFP1 INTRODUCCIÓN Después de escuchar las experiencias productivas, asociativas y de vida, se confirmó la tesis actual: los pequeños productores, sus fincas campesinas y su economía son una alternativa rentable y productiva que permite reafirmarse, reasentarse o sostenerse en un territorio. Las iniciativas, los programas y los proyectos que durante años han acompañado a las comunidades rurales de este país, han dejado enormes lecciones para la ruralidad colombiana, por ejemplo, los proyectos económicos se convierten en una excusa para la creación de redes colaborativas de organizaciones campesinas y la formación en valores. Esto nos deja entrever que aunque la institucionalidad rural es débil en Colombia, es posible crear alianzas para construir o, si se quiere, reconstruir. Así pues, en este país de colores, regiones y sabores, tal vez, el desarrollo rural no debería ser una política rígida y homogénea para esta tierra rica y diversa. Escuchando a los agricultores encuentro hilos que los unen, ya que los agricultores son investigadores y pueden no solamente recibir paquetes tecnológicos hechos en un laboratorio, sino generar conocimiento local y además compartirlo, expandirlo y escalarlo. Definitivamente el acceso a la información hará que las comunidades se puedan formar y organizar en búsqueda de su desarrollo.
INDIVIDUO + ORGANIZACIÓN + RED + FAMILIA es = TERRITORIO ,el orden de los factores no altera el producto.
DESARROLLO RURAL
Colombia es más rural de lo que pensamos, según el Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2011, el 32% de los colombianos son rurales y en las tres cuartas partes de los municipios cuya área ocupa la mayoría del territorio nacional, predominan relaciones propias de sociedades rurales. Hace muy poco el país volvió de nuevo la mirada hacia el mundo rural como fuente de oportunidades para el crecimiento económico en un planeta globalizado, ávido de alimentos, de materias primas y de recursos ambientales. Y más aún, como lugar privilegiado para empezar a construir la paz del lado de las víctimas. La Redprodepaz en su semana de reflexión quiso encontrar elementos clave, producto de las experiencias vividas por los territorios, para reflexionar sobre unos de sus temas estratégicos como es el de desarrollo humano integral y sostenible en perspectiva de paz. 1. Elaborada por Isabel Cristina Ampudia –Sara Gómez – Diana Isabel Díaz
Para el desarrollo del tema se plantearon tres momentos: 1) experiencias significativas en los territorios, 2) mesas de trabajo y 3) un panel de expertos. Cada uno de estos momentos dejó elementos importantes para la reflexión. En el primer momento, las experiencias presentadas dieron cuenta de los procesos de desarrollo rural impulsados por los PDP en diversas zonas de la geografía socioeconómica del país como salida a una historia de expropiación violenta del patrimonio y bienes de campesinos, indígenas y afrodescendientes que desarticularon de un proyecto de vida digna a más de cinco millones de colombianos.
REFLEXIONES DEL DÍA
1. Las experiencias presentadas nos sugieren tres perspectivas a tener en cuenta en el enfoque territorial del desarrollo rural: La individual, donde el elemento central es el hombre como sujeto social y político; la organizativa, como condición indispensable para la ocupación productiva del territorio y la perspectiva en red, que involucra la integración de las regiones en la búsqueda de políticas más incluyentes para el sector rural y mejores condiciones para el logro de una vida digna tan querida y esperada por los pobladores. La experiencia de Vallenpaz, Finca LA ABADIA, nos presenta la estrategia de facilitación del acceso a la tierra donde las alianzas público-privadas juegan un papel clave no solo en el logro formal de la tenencia, sino en la sostenibilidad misma del proceso, al definir una estrategia de mercado sólida para los productos agropecuarios, y de acompañamiento en el fortalecimiento organizativo. La confianza ha sido el eje de esta construcción tanto a
nivel de la organización como en las relaciones con la institucionalidad pública y el sector privado. La experiencia ratifica que “la tierra es el centro vital para la existencia de pobladores rurales: comunidades indígenas, afros y campesinas; de sus proyectos de vida, de la construcción de su identidad y de su sentido de pertenencia en la sociedad […]” tal y como lo expresó uno de los pobladores de Montes de María. De acuerdo con lo anterior, construir el llamado Sujeto Social y Político de los programas pasa por una política integral de tierras que resuelva no solo el problema del acceso o de la formalización, sino también el de dar garantías para la sostenibilidad del proceso y generar niveles de identidad y de integración social. La Finca Campesina del Magdalena Medio, la Montemariana y la Nororiental nos plantean una estrategia para salirle al paso a las expansiones de los macroproyectos como la palma industrial, la ganadería extensiva y los proyectos mineros que han venido acabando con el desarrollo rural. El enfoque es el de una Ocupación Social y Productiva del Territorio donde la tecnificación, la organización comunitaria, el desarrollo empresarial y los instrumentos financieros han sido la clave. Al considerar los PDP que el territorio es una construcción social, la finca campesina nos está dando cuenta de cómo avanzar en la construcción de autonomía no solo desde el punto de vista alimentario, sino también territorial, y en este sentido, cómo genera un gran modelo que ayuda en “la defensa de la tierra”, tal y como lo expresan los campesinos del Magdalena Medio. Bajo esta perspectiva, el ordenamiento del territorio se convierte en el eje clave para dar salidas al conflicto por uso y tenencia de la tierra.
La finca campesina como espacio de relacionamiento y de construcción de confianza, como modelo de conservación ambiental, como un sistema de difusión territorial y una oportunidad para el cambio de actitud sobre la tierra y su sentido de pertenencia, se ha convertido en una estrategia de paz. La experiencia de Asopepama del Caribe enfatizó la importancia del trabajo en red y la generación de capacidades en y para el territorio. Nos enseña como el uso de las tecnologías, la adecuación de tierras, el trabajo en empoderamiento personal y social, y las alianzas son fundamentos para el fortalecimiento productivo y la generación de mayores ingresos para las familias campesinas. Se visualizan los siguientes aprendizajes: la importancia del empoderamiento, el conocimiento y el plan de vida para generar una estrategia de sostenibilidad en lo productivo y la importancia de involucrarse colectivamente para aprender “todos por igual” y así ganar capacidad de negociación como grupo. La clave de los PDP tiene que ver con su capacidad de promover la construcción de redes, entendidas como la creación de capacidades de diálogo, de interlocución y de relacionamiento entre los sujetos sociales e institucionales.
2. En un segundo momento, en el trabajo en mesas, se planteó la discusión acerca de qué elementos de política propician un efectivo modelo de gestión agrícola y cómo juegan las relaciones de articulación entre la economía familiar y la institucionalidad para visualizar el aporte de la agricultura familiar al desarrollo territorial. Las distintas discusiones en mesas de trabajo nos hicieron dar cuenta de las grandes debilidades en la política de desarrollo rural del país, y más aún de la ausencia de un enfoque de desarrollo territorial que evidencia el valor agregado de la producción campesina, las condiciones para el arraigo, y el fortalecimiento de la autonomía y capacidades de los pueblos que habitan los sectores rurales, condiciones indispensables para el mejoramiento de la calidad de vida de las familias campesinas, indígenas y afrocolombianas. La necesidad de generar una estrategia de desarrollo rural que recoja los aprendizajes de las comunidades que vienen trabajando en medio del conflicto y de los modelos propios que privilegian la sostenibilidad como un eje fundamental del desarrollo rural es imperativa. De igual manera, la construcción de un modelo de economía social campesina, con un enfoque de Desarrollo Integral Territorial que tenga en cuenta la vocación agrícola del territorio, sin desconocer la importancia de la agroindustria en el país, y que reconozca las pequeñas producciones y valore el rol del campesino como actor social. Que propicie las condiciones para que el campo y su gente dejen de ser objeto y se conviertan en un sujeto con voz.
En el marco de esta discusión, los grandes retos planteados fueron: • La consolidación de procesos productivos que le brinden autonomía al campesino y lo vinculen a las líneas y a los sistemas de desarrollo económico de la región, y paulatinamente a las nacionales. • La necesidad de incorporar componentes como la investigación, la innovación, la tecnología y el fortalecimiento organizacional a las políticas de desarrollo rural. • El enfrentamiento de la problemática de ampliación de cultivos de uso ilícito pero a partir de líneas productivas con salida en el mercado y la modernización de los sistemas de producción (riegos, logística comercial, infraestructura). • Crédito con herramientas prácticas y fluidas para el pequeño campesino que eviten sobreendeudamientos y pongan en riesgo su patrimonio. • El acceso de las comunidades rurales a los distintos factores de producción (tierra, tecnología, agua, capital), a través de políticas que promuevan procesos participativos para su desarrollo. • Acceso de toda familia campesina a tierra productiva en procesos articulados a nivel local y regional. • Fortalecimiento de la institucionalidad, infraestructura y servicios públicos para el campo. • El avance hacía la soberanía y seguridad alimentaria tanto en el campo como en la ciudad a través de modelos de producción limpia agroforestales y de silvicultura.
3. Finalmente, en el panel de expertos, se reiteraron los conceptos y los enfoques planteados en los distintos momentos, ratificando la importancia de planteamientos como la necesidad de construir desde los territorios, teniendo en cuenta la complejidad y la riqueza de territorios y actores, y convertirlo en un espacio para que los actores locales construyan el desarrollo basados en su creatividad y a través de trabajo conjunto entre gobiernos y territorio. El profesor Berry inició con unas palabras clave “el desarrollo está basado en la dignidad humana”. El desarrollo del territorio es más dinámico y rápido cuando los territorios son más igualitarios, cuando hay distribución de riquezas e ingresos de activos. Por ello, la agricultura familiar es motor de un territorio. Los planteamientos fueron los siguientes: La Relación entre equidad y desarrollo socioeconómico saludable: El crecimiento económico tiende a ser más rápido entre más equitativo sea el país, se debe generar conciencia de la importancia de la pequeña agricultura familiar y el campesino en el desarrollo rural, es difícil que un país tenga el desarrollo equitativo si no hay papel representativo para la pequeña agricultura. Si la concentración de la tierra queda en pocas manos, y el ingreso laboral queda en minorías y sus procesos de tecnificación generan menos empleo, por ende habrá más pobreza a nivel rural. Un grado alto de equidad promueve el crecimiento agrícola. Los países igualitarios crecen más que los otros. Y el primer paso para esto es el fortalecimiento de la agricultura familiar. La agricultura familiar: Como he afirmado la igualdad promueve el crecimiento, y en el caso de la agricultura, la premisa se cumple igualmente, esta se da de mayor manera en pequeñas unidades familiares que en grandes unidades, las experiencias de Taiwán, Corea y Canadá lo demuestran, la hacen sostenible y desarrollo a tasas altas. “La pequeña agricultura familiar, genera una economía rural no agrícola más vibrante porque un porcentaje mayor de los ingresos se quedan en el campo, y de esta manera genera una sociedad más saludable, y deseable en donde se aumenta el nivel de confianza” Un territorio saldrá adelante cuando este sector tome el liderazgo, el sector de los campesinos y de la pequeña agricultura. La equidad económica es importante para el crecimiento económico, y es también importante para el desarrollo social saludable. El Impacto de la Minería: La minería trae costos ambientales, problemas en derechos humanos, en fin. Maldición de los recursos naturales, la dotación de muchos activos naturales no conduce a un crecimiento económico más rápido, por los costos de exportaciones, el cambio de divisas, etc. Conflicto entre la exploración minera y la agricultura pequeña.
El Profesor José Emilio Guerreo Ginel presenta la experiencia y las reflexiones sobre la gestión de territorios en el desarrollo rural en la estrategia Europa 2020. Europa se caracteriza por tener una diversidad en las zonas rurales, por ellos desde los 90 se inició el trabajo de la estrategia del desarrollo rural es de un enfoque descendente, con unas políticas claras desde la unión europea que enmarcan el desarrollo regional iniciative leader, enfoque ascendente. Territorio es el resultado de un proceso en el cual los actores llegan a acuerdos institucionales que permiten poner en valor recursos específicos (o incluso crearlos), Proceso de movilización de actores que conduce a elaborar una estrategia de desarrollo, sobre la base de una identificación colectiva a un territorio – de esta movilización surgen los GAL, que son Grupo de Desarrollo Local con una estructura en marcha, con estatutos jurídicos variados que representa los intereses de los agentes y poblaciones concernidos, establece una estrategia común y disponen de poder para tomar decisiones.
Los principales aprendizajes son: • La conveniencia de modelos ascendentes, participativos y flexibles. • La demostración de que dejar espacio para el compromiso y la acción es una base importante para la construcción y gestión de territorios cohesionados y con buena gobernanza. • La dimensión de construcción institucional y la mejora del capital social. • El proceso de adquisición de capacidades y la formación permanente: un incremento constante de las capacidades locales y un aumento de la capacidad de respuesta ante nuevas situaciones y en particular para emprender nuevos retos. • El carácter supra municipal y la perspectiva integral del territorio. • La motivación y profesionalidad de los equipos técnicos. • La autonomía y pronta respuesta de las instituciones a nivel local. • La cultura de cooperación y complicidad privada y pública, y de convivencia. • La complementariedad de las relaciones organizacionales formales y de las no formales. • La combinación de elementos teóricos con un proceso real, particularmente en lo relativo a la identidad, autoestima y la dimensión local del bienestar. • La búsqueda participativa de valor endógeno y la consideración de los valores inmateriales. • La búsqueda constante de la diversificación. • La perspectiva de género como elemento transversal y estratégico. • La incorporación de la planificación estratégica con focalización territorial. • Para este desarrollo se debe tener en cuenta o anticiparse a posibles dificultades como: • Una insuficiente cultura del desarrollo rural. • La participación más formal que real de determinados actores y la escasa consideración de los agricultores. • La insuficiencia del marco teórico, y del apoyo científico y técnico. • Un seguimiento y evaluación de la iniciativa profusa y compleja, burocratizada, no apoyada suficientemente en indicadores que permitieran representar la esencia de los programas y sus avances. • Los intentos de control político partidista. • La dificultad de “gestionar territorios” en espacios de baja densidad poblacional. • Los mecanismos de cooperación entre los grupos de desarrollo rural limitados a un intercambio de información y de conocimientos prácticos, sin una repercusión intensa en la población y el territorio. • La insuficiente valoración de las externalidades y es casi inexistente el plan de comunicación • Las dificultades para la integración de las diferentes escalas territoriales y sectoriales, y de las diferentes políticas con impacto territorial. • La escasa selectividad y focalización de las actuaciones públicas, poco relacionadas con compromisos.
Cambios de tendencia, no arreglarlo todo pero sí cambio de tendencia. Algunas claves: • Desarrollar la ruralidad en un escenario de equidad, servicios sociales, económicos, medioambientales, culturales e institucionales y de hacer territorios gobernables • Definir el umbral de servicios en los diferentes territorios y establecer funciones de transferencia • Sistema de interconexión que permita profundizar en las sinergias entre lo rural y urbano. • Corregir las asimetrías y tener perspectiva de género y juventud • Establecer metas medibles, alcanzables, dirigidas hacia el valor añadido, con presencia permanente de autocrítica • Buscar equilibrio entre la lógica de la conservación y la de la utilización • La responsabilidad social • Necesidad de ser más selectivo con las actuaciones públicas y relacionarlas con compromisos • Definir plazos y ritmos para la nueva configuración territorial. • Establecer un sistema de indicadores de capacidad sustentadora en un contexto de uso múltiple y un sistema de monitorización y de apoyo a la decisión. • Tener en cuenta la lógica de los mercados en los procesos de planificación y establecer planes de contingencia. • Procesos y prioridades en la provisión de bienes públicos territoriales. • Avanzar en la etapa de participación y adentrarse en la de compromisos. • Desarrollar procesos interconectados de gobernanza. • Necesidad de reinterpretar los límites entre lo rural y lo urbano y el nuevo escenario de oportunidades. Mientras, Juan José Perfetti sostiene que el modelo de desarrollo rural en Colombia debe cambiar, el modelo de desarrollo ha discriminado lo rural y lo agropecuario, no se le ha dado la importancia que tiene lo rural y no se ha dedicado los recursos que requiere el país para resolver los problemas. Los grandes gremios son los que tienen el poder y el control y los pobladores rurales no tienen acceso ni a subsidios ni a la tierra, se debe empezar a cambiar esa dinámica. Hay que empezar a exigir que esto se materialice en los partidos políticos y en los representantes de las decisiones políticas. Hoy es necesaria la reorientación de las políticas públicas para el desarrollo de la agricultura. La dinamización de la agricultura colombiana requiere el establecimiento de un marco de políticas públicas acorde con los retos que implica superar los problemas estructurales que de tiempo atrás aquejan al sector, Para ello se tratan cuatro temas fundamentales para alcanzar dicho desarrollo: • Una visión general del papel de la agricultura en el desarrollo de los países y los territorios rurales, las “buenas” políticas (generales, agrícolas y sociales) son determinantes
para un desarrollo vigoroso del sector, que beneficie a los habitantes rurales (y a los productores agropecuarios) e impacte el desarrollo general de los países. • El problema de la tierra y cómo abordarlo para apalancar el desarrollo de la agricultura y de los territorios rurales: regularizar y formalizar los derechos de propiedad de la tierra; dinamizar los mercados de tierras y democratizar el acceso; y promover la intensificación sostenible del uso del suelo. • El uso de los recursos públicos sectoriales para crear y fortalecer el capital básico (algunos lo llaman bienes públicos). Como capital básico se consideran los gastos en: capital humano, asistencia técnica, capacitación, adecuación de tierras, riego, Sistema MFS, información, servicios financieros e infraestructura vial. El gasto público en capital básico, por crear beneficios que transcienden los de cada uno de los productores y permanecen en el tiempo, es más deseable que el que se incurre cuando se otorgan subsidios directos a las productores • El desarrollo de la agricultura colombiana debe reconocer y fortalecer la participación de los pequeños productores agrícolas. Partiendo del reconocimiento de la importancia de la pequeña producción en el desarrollo de la agricultura colombiana, se establecen las “fallas de mercado” que los mantienen alejados del progreso. Dado que las políticas sectoriales proveen apoyos dispersos, limitados y descoordinados, se propone una estrategia que resuelva las fallas de mercado de los pequeños productores y los lleve por una senda de progreso y bienestar
GRANDES DESAFÍOS Una política integral de desarrollo humano sostenible, debe contar con las aspiraciones campesinas, indígenas y afros, así como con los aprendizajes experimentados en varios ámbitos y líneas de intervención social desde los PDP. En el marco de esta discusión se plantearon algunos retos: Acceso, ordenamiento ambiental y territorial. • Acceso a la tierra como acceso a la justicia, al desarrollo y la paz. La titulación y formalización de la tenencia, como parte de un pacto campesinos-estado para el desarrollo de economías legales, el desarrollo rural, el fortalecimiento de la democracia local y la superación del conflicto. • Acceso a la tierra y fortalecimiento de las administraciones locales. Formación y actualización catastral, como producto de una articulación y convergencia institucionales, deben fortalecer las administraciones municipales y permitir un censo de predios rurales y formas de propiedad.
Apoyo a acceso y formalización • Subsidio como el Incentivo a la capitalización rural (ICR) para tierras con garantía Fondo Agropecuario de Garantías (FAG) desde FINAGRO amarrado al proyecto productivo y al crédito. • Creación de bancos de tierras que a través de mesas campesinas con institucionalidad pública y privada puedan buscar alternativas para campesinos sin tierra. • Recursos de regalías para acceso a tierras • Colocar un límite que frene la expansión de la frontera agrícola, reconociendo qué áreas pueden ser objeto de titulación (inventario de baldíos de la nación) y las que para el país es importante conservar por temas ambientales y/o por la calidad de sus suelos que no permiten que la actividad de economía campesina sea rentable. • El ordenamiento ambiental es un imperativo histórico para el país. • Darle vigencia a figuras de ordenamiento como la normatividad de las zonas de reserva campesina (ZRC). Como estrategia: Restitución como Medida de Reparación Entender la restitución como Proceso Integral y medida de reparación. • Es determinante el apoyo del Estado, a partir de reconocer las experiencias, y más allá del programa de gobierno, resulta afortunado el encuentro entre la oferta institucional y la iniciativa comunitaria. • Gestionar la protección de líderes y comunidades en los procesos de restitución de tierras y restablecimiento de derechos, y resultan ineludibles las garantías de no repetición. • Los procesos de retorno han permitido entender alcances del acompañamiento, e identificar la magnitud del problema en los procesos de restitución. Arraigo • Políticas más flexibles y adecuadas a pequeños productores campesinos. • Crear desde el Estado mecanismos eficientes para garantizar derechos a grupos más vulnerables. • Cualificar y fortalecer mecanismos participativos para la formulación de políticas (agropecuarios, forestales y ambientales) • Procesos – ofertas formativas orientadas al empoderamiento, sean pertinentes y contextualizadas. • Formación con perspectiva de procesos más que de proyectos. • Institucionalizar espacios de consenso. El derecho minero está prevaleciendo sobre lo ambiental y el uso de la tierra. Tensiones: minería – ecosistemas estratégicos - producción agrícola. • Garantizar que los estudios de impacto ambiental tengan implicaciones jurídicas y se apliquen. • Consulta con comunidades legítima el proceso, distensión relaciones y fortalece la gobernanza.
Sociales, productivas para reducir niveles de pobreza • Tenencia y uso de la tierra que facilite el desarrollo humano integral y efectividad de programas. • Establecer controles a compras masivas de tierras y evitar la concentración de tierras. Conservar armonía uso del suelo – ordenamiento territorial. • Necesidad de conocimiento desde la cadena de valor con proyectos que generen arraigo. • Fortalecer la articulación y alianzas inter-institucionales con procesos de economía campesina.
Protección • Acceso a la Tierra. • Creación de zonas de reserva Campesina. • Reubicar sin desplazamiento adicional. • Normalizar selección de desplazados. • Garantizar subsidio de vivienda campesina. • Articular los subsidios de vivienda Nacional, departamental, Municipal y social
Identidad • Se requiere una política concertada para el tema territorio - identidad – cultura. • Es importante valorar apropiadamente las cosmogonías de los pueblos étnicos. • ¿La restitución colectiva sólo se remite a predios? • Es importante desarrollar procesos de recuperación y protección del territorio ancestral. • Existe una estigmatización de las comunidades que se organizan en torno al territorio. • Se necesitan espacios de interlocución permanentes entre comunidades e instituciones. • Las organizaciones sociales de colectivos étnicos y campesinos son señaladas como coautores de movimientos o acciones violentas. • Derechos diferenciados de acuerdo a la condición de origen y pensamiento. Sentencia 025/2004. • A pesar de que la legislación para comunidades afro descendientes e indígenas reconoce la diversidad de culturas en el país, el diseño, implementación, evaluación y control sobre las políticas públicas dirigidas a potenciar y garantizar los derechos de esas comunidades; no se sustentan en la cosmovisión de estos pueblos. Por el contrario, parten de premisas y supuestos “occidentales” que desconocen la construcción identitaria propia de los pueblos indígenas y afro descendientes. • Existe una profunda distancia entre las normas, las acciones y la realidad. • Existe una debilidad en la coordinación interinstitucional de entidades del Estado para la implementación de acciones con la población étnica.
De manera similar a lo anterior, no existen mecanismos que permitan fijar con claridad en la práctica las competencias y roles de las distintas autoridades territoriales, autoridades indígenas, gobiernos municipales, gobiernos departamentales y gobierno nacional. Actualmente se presentan conflictos entre las autoridades indígenas y afros debido a esta causa. • Existe una debilidad de la normativa frente a la generación y reconstrucción de las identidades de la población campesina. • No es suficiente el marco normativo, sino que es necesario promover mecanismos culturales que les permitan a las comunidades afro descendientes e indígenas reafirmar su identidad y cosmovisión. • Es importante, antes de crear nuevas normatividades y políticas, revisar si las existentes pueden mejorar su funcionamiento y asegurar su aplicación. • Tensión política minera versus autonomía de los pueblos y comunidades étnicas. • Es importante avanzar en el conocimiento de las acciones que adelantan tanto el Estado como la Sociedad Civil. • En el marco de las discusiones sobre política pública que promueve la identidad de los pueblos indígenas y afro colombianos, existe un marcado énfasis en la comunidad negra rural, dejando de lado la importancia de generar desarrollos normativos y políticos para la comunidad negra urbana. • ¿Hasta dónde los arreglos institucionales permiten recrear identidades culturales en las poblaciones indígenas y afro? • ¿Qué nos indica las experiencias para corregir la distancia entre la ley y el ejercicio de la vida cotidiana? Ordenamiento territorial, tierras. • Apoyos de políticas de crédito, asistencia técnica, investigación, emprendimientos sostenibles, comercialización. • Se visualizan cuatro niveles de aportes a una política integral de tierras y ordenamiento territorial desde los programas de desarrollo y paz. • Despojo territorial y protección territorial. • Modelo de ocupación del territorio. • Procesos productivos incluyentes. • Acceso y tenencia de la tierra, zonas de reserva campesina, Unidad Agraria Familiar (UAF). • Modelo de gestión institucional, catastro, tributación, apoyos diversos, (Disminución de los costos de transacción).