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contenidos

Revista Católica Nº 40, Enero de 2015, Año 6

rescatandoalafamilia.blogspot.com rescatandoalafamilia@gmail.com Directora: Rosa María Valencia Z.

Editor: Santino Bruguera

Colaboradores: Oficina de Comunicaciones del Arzobispado Mons. Javier Del Río Alba Sr. Juan Carlos Rivera Ing. Edwin Heredia Lic. Juan José Pérez-Soba Diez del Corral Sr. Carlos Valdivia

02 Editorial 03 Extracto de la Familiaris Consortio (2da Parte) 05 La grandiosa oprtunidad de hablar con los hijos 08 Amar para educar 10 La Pornografía 14 Ángel Salvador: una historia ocurrida en Perú 16 La experiencia del amor 18 Vacaciones: cómo aprovechar el tiempo libre del niño 20 Avisos Publicitarios


Editorial Queridos amigos: Nos complace sobremanera haber alcanzado el número 40 de nuestra revista y, del mismo modo, agradecemos el apoyo de todos y cada uno de los que hicieron posible este logro. Este Nuevo Año nos encuentra más dispuestos que nunca a continuar con esta publicación, la misma que poco a poco va haciéndose de un lugar en vuestros hogares con la gracia de Dios. Nuestra misión no ha cambiado: llevar luz en estos tiempos de oscuridad, ilustrando de la mejor manera posible el mensaje de Nuestro Señor. La misma que alentaba Pío XI cuando disertaba sobre el interés de la Iglesia por las misiones: orar y hacer orar.

Un abrazo fraterno


EXTRACTO DE LA FAMILIARIS CONSORTIO (2da parte)

Exhortación Apostólica de San Juan Pablo II EL DESIGNIO DE DIOS Matrimonio y comunión enSOBRE EL MATRIMONIO tre Dios y los hombres Y LA FAMILIA 12. La comunión de amor entre Dios y los hombres, 11. (…) La sexualidad, me- contenido fundamental de la diante la cual el hombre y la Revelación y de la experienmujer se dan uno a otro con cia de fe de Israel, encuentra los actos propios y exclusivos una significativa expresión de los esposos, no es algo pu- en la alianza esponsal que se ramente biológico, sino que establece entre el hombre y afecta al núcleo íntimo de la la mujer. persona humana en cuanto tal. Ella se realiza de modo Su vínculo de amor se converdaderamente humano, vierte en imagen y símbosolamente cuando es parte lo de la Alianza que une a integral del amor con el que Dios con su pueblo. El misel hombre y la mujer se com- mo pecado que puede atenprometen totalmente entre sí tar contra el pacto conyugal hasta la muerte. La donación se convierte en imagen de la física total sería un enga- infidelidad del pueblo a su ño si no fuese signo y fruto Dios: la idolatría es prostitude una donación en la que ción, la infidelidad es adulteestá presente toda la perso- rio, la desobediencia a la ley na, incluso en su dimensión es abandono del amor espontemporal; si la persona se re- sal del Señor. Pero la infideservase algo o la posibilidad lidad de Israel no destruye de decidir de otra manera en la fidelidad eterna del Señor orden al futuro, ya no se do- y por tanto el amor siempre naría totalmente. (…) El úni- fiel de Dios se pone como co «lugar» que hace posible ejemplo de las relaciones de esta donación total es el ma- amor fiel que deben existir trimonio, es decir, el pacto entre los esposos. de amor conyugal o elección Jesucristo, esposo de la Igleconsciente y libre, con la que sia, y el sacramento del mael hombre y la mujer aceptan trimonio. la comunidad íntima de vida y amor, querida por Dios 13. La comunión entre Dios mismo, que sólo bajo esta luz y los hombres halla su cummanifiesta su verdadero sig- plimiento definitivo en Crisnificado. to Jesús, el Esposo que ama

y se da como Salvador de la humanidad, uniéndola a sí como su cuerpo. Él revela la verdad original del matrimonio, la verdad del «principio» y, liberando al hombre de la dureza del corazón, lo hace capaz de realizarla plenamente. Esta revelación alcanza su plenitud definitiva en el don de amor que el Verbo de Dios hace a la humanidad asumiendo la naturaleza humana, y en el sacrificio que Jesucristo hace de sí mismo en la cruz por su Esposa, la Iglesia. En este sacrificio se desvela enteramente el designio que Dios ha impreso en la humanidad del hombre y de la mujer desde su creación; el matrimonio de los bautizados se convierte así en el símbolo real de la nueva y eterna Alianza, sancionada con la sangre de Cristo. El Espíritu que infunde el Señor renueva el corazón y hace al hombre y a la mujer capaces de amarse como Cristo nos amó. El amor conyugal alcanza de este modo la plenitud a la que está ordenado interiormente, la caridad conyugal, que es el modo propio y específico con que los esposos participan y están llamados a vivir la misma caridad de Cristo


que se dona sobre la cruz. En una página justamente famosa, Tertuliano ha expresado acertadamente la grandeza y belleza de esta vida conyugal en Cristo: «¿Cómo lograré exponer la felicidad de ese matrimonio que la Iglesia favorece, que la ofrenda eucarística refuerza, que la bendición sella, que los ángeles anuncian y que el Padre ratifica? ... ¡Qué yugo el de los dos fieles unidos en una sola esperanza, en un solo propósito, en una sola observancia, en una sola servidumbre! Ambos son hermanos y los dos sirven juntos; no hay división ni en la carne ni en el espíritu. Al contrario, son verdaderamente dos en una sola carne y donde la carne es única, único es el espíritu».

de Dios, ha enseñado solemnemente y enseña que el matrimonio de los bautizados es uno de los siete sacramentos de la Nueva Alianza. En efecto, mediante el bautismo, el hombre y la mujer son inseridos definitivamente (insertados) en la Nueva y Eterna Alianza, en la Alianza esponsal de Cristo con la Iglesia. Y debido a esta inserción indestructible, la comunidad íntima de vida y de amor conyugal, fundada por el Creador, es elevada y asumida en la caridad esponsal de Cristo, sostenida y enriquecida por su fuerza redentora.

En virtud de la sacramentalidad de su matrimonio, los esposos quedan vinculados uno a otro de la manera más profundamente indisoluble. Su recíproca pertenencia es represenLa Iglesia, acogiendo y me- tación real, mediante el signo ditando fielmente la Palabra sacramental, de la misma rela-

ción de Cristo con la Iglesia. Los esposos son por tanto el recuerdo permanente, para la Iglesia, de lo que acaeció en la cruz; son el uno para el otro y para los hijos, testigos de la salvación, de la que el sacramento les hace partícipes. De este acontecimiento de salvación el matrimonio, como todo sacramento, es memorial, actualización y profecía; «en cuanto memorial, el sacramento les da la gracia y el deber de recordar las obras grandes de Dios, así como de dar testimonio de ellas ante los hijos; en cuanto actualización les da la gracia y el deber de poner por obra en el presente, el uno hacia el otro y hacia los hijos, las exigencias de un amor que perdona y que redime; en cuanto profecía les da la gracia y el deber de vivir y de testimoniar la esperanza del futuro encuentro con Cristo». n


La grandiosa oportunidad de hablar con los hijos


N

ecesitamos padres ilusionados, con capacidad para esforzarse, pero que al mismo tiempo sepan disfrutar, al ver crecer a sus hijos como personas de bien. Los hijos son parte de nuestra vida y por ello están presentes en todo momento, aunque exista el peligro de que no nos demos cuenta o pretendamos ignorar tal realidad. Los hijos están cerca por necesidad, necesitan del amor y del cuidado de sus padres para poder crecer y madurar. Los padres necesitamos descubrir la grandeza de la misión que Dios nos ha encomendado, sabiendo que transita por caminos ordinarios, y estar convencidos de que nadie puede educarlos

mejor que nosotros. Es básico darnos cuenta que junto a nuestro ejemplo de vida, hay un medio magnífico con el que podemos educarlos y que debemos saber aprovechar en cada instante: La comunicación, el poder hablar con ellos, que nos escuchen y que nosotros los escuchemos. Si aprendemos a hablar con nuestros hijos de modo intencional, si descubrimos que las ideas que les transmitamos a través de la palabra, son un poderoso medio educativo, no desaprovecharemos las múltiples oportunidades que brinda cada día. Y lo haremos venciendo algunas dificultades como son el tener un exceso de ocupaciones, el cansancio de un arduo día de trabajo o algún problema que

copa nuestra atención; pero por encima de ello, lo haremos porque tenemos la certeza de que uno de los caminos para que ellos, a los que queremos tanto, sean buenas personas, es hablarles. Los padres deben descubrir el modo de convertir muchos de los momentos de comunicación con los hijos, en momentos privilegiados de formación, de educación, de enriquecimiento personal, para ello habrá que tener la ilusión y la atención despiertas. Al principio costará un poco, pero luego se convertirá en nuestro modo habitual de actuar y ayudar a los hijos. No nos puede ocurrir que de las 100 oportunidades que brinda cada día, no hayamos aprovechado ninguna, cuando nuestros hijos comentan algo, hacen una pregunta, realizan un afirmación, piden algo o aparece la oportunidad natural de hablarles. Este medio educativo, el hablar con los hijos, camina por cauces de gran naturalidad, no tiene nada que ver con la clase magistral, con el sermón o con la imposición y, no es negativo ni ácido. Los temas de conversación con los hijos son ilimitados, pero unos son más importantes que otros y hay que saber encontrar la oportunidad, otros en cambio podrán darse en cualquier momento e indudablemente cambian


conforme los hijos van creciendo, pasando del niño al adolescente. A continuación se presentarán algunos temas de diálogos y cómo se pueden aprovechar en circunstancias ordinarias. Por ejemplo un día al pintar una pared se acerca el pequeño y le pregunta a su papá sobre lo que está haciendo, la respuesta podría concluir en que está pintando la pared, pero será la oportunidad para hablar sobre que está mejorando la imagen de la pared, y enseñarle que las personas también pueden mejorar, si se proponen ciertas metas. Un día la niña pregunta a mamá sobre lo que está cocinando y ella le responde qué plato está preparando y le descubre cómo cuida ciertos detalles para que salga más rico y cómo hay que cuidar los detalles en muchas otras actividades para obtener algo bueno. El hijo adolescente comenta que le han dejado mucha tarea y el padre que por un lado le anima a cumplirla, y también aprovecha para plantearle que debe aprender a disfrutar de hacer lo que debe, no sólo lo que quiere. La hija adolescente, se sienta a la mesa a comer y mamá le brinda la oportunidad de que ella bendiga la mesa y le explica cómo Dios es nuestro padre y nos da todo. El niño de 9 años le

comenta a papá que ya sabe que, no es el niño Jesusito el que trae los regalos de navidad, sino él, entonces papá aprovecha para explicarle como en verdad quien manda los regalos es el niño Jesusito y que papá es sólo un instrumento que hace lo que el niño Jesusito le ha permitido, pues gracias a Él, papa está presente en casa y tiene un trabajo y sabe escuchar a los hijos y si el niño Jesús no lo quisiera, todo podría ser muy diferente. La niña de 8 años comenta a papá que ha crecido una nueva plantita en el jardín, él se acerca a observarla y aprovecha para explicarla con llegan los niños al mundo, y lo hace con la verdad, graduando lo que dice de acuerdo a la edad. El hijo mayor se queja de los deberes que debe cumplir en casa y mamá lo escucha y aprovecha para hacerle ver

lo bueno que es ayudar, no sólo para el hogar, sino que le descubre lo bueno para él mismo, que cuando uno piensa en los demás es más feliz. Un hijo cuenta sobre un programa que ha visto en televisión y papá con delicadeza y amabilidad le ayuda a descubrir cómo lo quieren influenciar negativamente, le ayuda a descubrir las intenciones del autor. Sentados en la mesa, papá pregunta a mamá por un documento, ella le responde sobre dónde se encuentra y aprovecha para enseñarles a sus hijos cómo el orden ayuda a lograr las cosas que uno quiere, en menor tiempo y con mayor tranquilidad. Así podríamos seguir descubriendo miles de oportunidades que se presentan y que debemos aprovechar para educar bien, a esas personitas a quienes tanto queremos, nuestros hijos. n


Amar para educar D

esearíamos que el devenir de diciembre -mes agitado- fuese más tranquilo. Por si fuera poco, los que andamos en tareas educativas tenemos más temas en la agenda. Uno de ellos -muy importante y significativo- es decir adiós a los alumnos que egresan. Un buen amigo -con el que compartimos la visión

educativa- me envió el mensaje que brindó en tal ocasión a los padres, directores, maestros y alumnos de un colegio que promueve. Después de dirigirse a los padres de familia -principales educadores- compartiendo su alegría y dando cuenta de la tarea encomendada, lo hace al plantel educativo y a los alumnos. Con su permiso re-

produzco algunos párrafos. “Agradezco al Director y a todo el personal del colegio, no sólo por el profesionalismo con que siempre han desarrollado su trabajo, sino por ese adicional que marca la diferencia fundamental en cualquier afán educativo: el amor. Sin amor verdadero -simbiosis perfecta de cariño y exigencia- no se puede educar. Amor análogo al que tienen los padres por sus hijos, aunque ahora vemos que muchos lo confunden con un sentimentalismo, que tantas


veces resulta contraproducente y nocivo. Como reza el dicho popular: “hay cariños que matan”. Este amor mal entendido, unido a la falta de autoridad, parecen ser distintivos de nuestro tiempo y causas principales del fracaso educativo. Cabe señalar que cuando utilizo el término “educar”, lo distingo claramente del verbo “instruir”. Queridísimos jóvenes que hoy egresan de su colegio (…), cuántas cosas quisiera recordarles. Sé que esto no es posible ni eficaz en estos momentos; me tranquiliza la certeza de que las llevan muy dentro de ustedes. Pero de algunas pocas sí quisiera decirles algo. Lo académico no me preocupa puesto que han tenido una excelente preparación, la mejor que hemos podido darles. Prueba de ello son los altos niveles de exigencia del Programa (…), que los han dispuesto para cualquier estudio futuro y alcanzar cotas altas, siempre que no falte el trabajo correspondiente. Sin embargo, sí me inquietan los desafíos de la cultura actual; a pesar de que nuestros mejores esfuerzos siempre han estado destinados a su formación integral como personas humanas. Estos nuevos retos son tan cruciales, que de su respuesta a ellos dependerá en gran parte el logro de la felicidad que legítimamente

ansían. Enumeraré cuatro de esos desafíos que nos presenta esta cultura en la que todos estamos inmersos: un desmedido afán de autonomía, de posesión, de disfrute y de poder. Una autonomía que tiende a ser libertad absoluta, rechazo de los compromisos o poder romperlos, si éstos se contraen. Tal libertad debería estar por encima de todo. Un desmedido afán por poseer cosas materiales, dinero, etc., que termina haciéndonos esclavos de ellos y con un horizonte tan pequeño que acaba a veinte metros de la orilla. Disfrutar al máximo y siempre, a cualquier costo y sin medida, deja a la persona presa de una insatisfacción permanente y a la búsqueda de mayores placeres, pues el corazón humano -que está hecho para amar- no se satisface con bagatelas. Además, cuando venga el sufrimiento, será incomprensible y quizá termine en desesperación. Y la ambición de poder que hace desgraciado a cualquiera, pues en su loco afán utiliza cualquier medio -incluso a personas- como peldaños para encaramarse en una cúspide; no para servir, sino para servirse de los demás, adueñarse de libertades, poseer y disfrutar más, con un orgullo y vanidad crecientes. Aquel triste sendero empieza buscando la libertad y

termina -de una u otra forma- en una esclavitud con implacables amos. Comienza buscando la felicidad, para concluir en una vida fracasada. Podría mencionar otros preocupantes desafíos, pero los descritos acaban aglutinando a muchos de ellos. El panorama anterior podría parecer desalentador. Todo lo contrario. Ustedes están llamados a transformar esta cultura, que atenta contra la misma naturaleza del ser humano, por otra que la respete y le devuelva su dignidad. Apasionante tarea para la cual ya poseen una sólida formación, que debe -no obstante- seguir desarrollándose. Pero no olviden que no serviría de nada cualquier esfuerzo que no empiece por uno mismo. No se trata de hacer teorías. Deberán encarnar en sus vidas esos planteamientos que le devuelvan a la mujer y al hombre del siglo XXI su belleza original: la de hijos de Dios, creados a imagen y semejanza suya, para conocerlo, servirlo y amarlo; también en los demás hijos de Dios. Solo así serán felices en esta tierra y -después- para siempre en el Cielo.” Mensaje rico en contenido, muy lejano de los lugares comunes que abundan en ocasiones similares. n

Arequipa, 15 de diciembre de 2014


Escribe: Carlos Valdivia

EL MAL ENDÉMICO Y MEDIÁTICO DE NUESTRA ERA RECLAMA UN ALTO DECIDIDO Y URGENTE

LA pornografía ...tiene algo de malo?


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a pornografía consiste en dar a conocer actos sexuales, reales o simulados, fuera de la intimidad de los protagonistas, exhibiéndolos ante terceras personas de manera deliberada. Ofende la castidad porque desnaturaliza la finalidad del acto sexual y atenta gravemente contra la dignidad de los que se dedican a ella. (CIC 2354) La incursión en la pornografía es sutil, por lo general se descubren imágenes de contenido sexual de manera accidental, revisando información en internet, buscando algún programa de televisión, leyendo los titulares en un puesto de revistas, a través de miembros de la familia o por amigos. Esto se convierte en curiosidad que poco a poco se convertirá en un hábito y este hábito posiblemente se convertirá más adelante en una adicción. Pero… ¿Qué es lo que pasa en nuestro cerebro? Nuestro cerebro es el órgano más complejo existente en nuestro cuerpo, en sus distintas partes se regulan nuestras emociones, sentimientos y comportamiento. La química cerebral de la pornografía tiene como protagonista a un neurotransmisor llamado Dopamina, que le envía al cerebro la orden de ponerse en acción, En el centro del cerebro está el Núcleo Accumbens, que se activa mediante la dopamina

y otros neurotransmisores, provocando el deseo de ser recompensados placenteramente. El núcleo Accumbens y sus capacidades están fuertemente asociados a las conductas de adicción por el efecto placentero que en un inicio producen. Para hacer circular dopamina, el cerebro de un adicto a la pornografía necesita estímulos sexuales de orden visual cada vez más fuertes. Las imágenes que al principio eran excitantes, con el pasar del tiempo se tornan insípidas y producen cada vez menor placer, de tal manera que quien consume pornografía necesita imágenes cada vez más fuertes y de contenidos diversos para excitarse. Existen también centros de aprendizaje cerebrales que a su vez se reconocen como participantes activos de algunas de nuestras emociones, entre estas se da el placer asociado a una actividad destructiva, tenemos también las conocidas Neuronas Espejo que nos llevan a interpretar que estamos protagonizando y no solamente viendo imágenes a través de cualquier medio visual. Es así que la pornografía funciona convenciéndonos de que no solamente estamos viendo imágenes sino que pensamos que estamos dentro de la escena, teniendo sexo.

No todos los que ven pornografía se harán adictos. El problema radica en la concepción de nociones distorsionadas sobre el ser humano que esta práctica imprime en lo más profundo de nuestro ser, haciendo que nuestra relación intrapersonal e interpersonal se deteriore, nuestra concepción a cerca de las relaciones interpersonales, el sexo, el matrimonio y los hijos, se trastorna fatalmente. Lo más lamentable de este daño es que provoca en nosotros la distorsión de la concepción del hombre como creatura de Dios, hecho a su imagen y semejanza reduciéndolo a un simple objeto de placer. La cultura implantada por la pornografía nos convence de que el sexo, el amor y la intimidad son la misma cosa. Todo lo que importa es conseguir placer. No importa el cuerpo al que se esté usando, siempre y cuando se posea. Esta cultura nos hace pensar que el sexo es algo que podemos tener en cualquier momento, en cualquier lugar, con cualquiera y sin consecuencias.

Es así que perdemos nuestra centralidad, se alteran nuestras esferas psicológica, biológica y social, se da en nosotros una desestructura que pone en evidencia nuestro apartarnos del plan de Dios que nos lleva a la infelicidad, a la búsqueda ansiosa y Efectos de la pornografía descontrolada de placer, nos en la estructura del ser convertimos en esclavos del placer. humano


Por este pecado entre otras consecuencias, es que perdemos la posibilidad de ver en el otro a Dios, de presenciar la perfección con la que hemos sido y para la que hemos sido creados. Recordemos que Dios nos ha creado desde la libertad para la libertad y gracias al pecado nos convertimos en esclavos. ¿Cómo retornar al Plan de Dios? La virtud lleva al hombre a ser hombre de verdad. quizá por los modelos mediáticos que tenemos podríamos pensar que “ser hombre” es tener un cuerpo musculoso capaz de “impresionar” a los demás , o ser lo suficientemente atractivo o atractiva para poder despertar el deseo

en el sexo opuesto. Eso no es ser hombre, ser hombre conlleva la responsabilidad de dominarse uno a sí mismo, es decir, aprender a dominar los propios impulsos, pues éstos, si no se los restringe y se les da rienda suelta, si no se los orienta debidamente, causarán un terrible daño a los demás y a uno mismo. Ser hombre es pues ser ¡LIBRE!.

acceso a las demás virtudes, entre ellas la castidad, que “concierne particularmente a la afectividad, a la capacidad de amar” (CIC 2332). La castidad se ordena al amor; y sin ella no se puede vivir la caridad. Es una exigencia de la ley moral natural, es una exigencia de la dignidad del cuerpo humano, con el que debemos amar a Dios en esta La primera virtud cristiana tierra. es la caridad: “Y Él le dijo: AMARAS AL SEÑOR TU Para finalizar, es necesario DIOS CON TODO TU CO- tener presente que no es poRAZON, Y CON TODA TU sible amar a Dios sin amar ALMA, Y CON TODA TU al prójimo y menos aún poMENTE. Este es el grande y demos decir amar a Dios y el primer mandamiento. Y el al prójimo sino nos amamos segundo es semejante a éste: antes a nosotros mismos al AMARAS A TU PROJIMO punto de romper con nuesCOMO A TI MISMO.… (Mt tras esclavitudes producto 22,38). Esta es la puerta de del engaño del demonio. n


Todo lo que en los medios modernos de comunicación social conduce a la excitación de los sentidos, al desenfreno de las costumbres, como cualquier forma de pornografía y de espectáculos licenciosos, debe suscitar la franca y unánime reacción de todas las personas, solícitas del progreso de la civilización y de la defensa de los supremos bienes del espíritu humano.

CARTA ENCÍCLICA. HUMANAE VITAE

Pablo VI


ÁNGEL SALVADOR: Una historia ocurrida en Perú

y cinco juntas médicas.

E

l 29 de diciembre, en el hospital Alberto Sabogal, del Callao, nació un niño de 3.66 kilos de peso. Su nacimiento podría haber pasado desapercibido sino fuera por las circunstancias en las que se dio. Pocos meses antes, su madre Luz Cullanco, una joven de 26 años de edad, fue acompañada por su esposo a un policlínico privado en el Callao para hacerse un chequeo de rutina. Al parecer debido a una negligencia de los médicos, la señora Luz quedó en estado vegetativo e inconscien-

te, estando ya embarazada. Pasó así cuatro meses en el hospital Luis Negreiros, de la red de Essalud, después de los cuales fue trasladada al hospital Alberto Sabogal que tiene mejores equipos. Durante todo ese tiempo los médicos atendieron sus daños cerebrales y monitorearon su embarazo. Diversos especialistas velaron por ella y por el niño que llevaba en su seno. Realizaron cien visitas de control obstétrico, diez pruebas de bienestar fetal, siete ecografías, veinte visitas de otros especialistas

Inicialmente la señora Luz ni siquiera podía respirar por sí sola, pero fue reaccionando positivamente y, poco a poco, comenzó a respirar sin necesidad de ventilación mecánica. Del mismo modo, el niño fue creciendo en el seno de su madre y siendo alimentado por ella, pese a que seguía en estado de inconsciencia. De esa manera se llegó al final del embarazo y, a través de una cesárea, el niño nació con buena salud y, mientras su madre sigue siendo tratada en el hospital, él está en casa con su padre, Ernesto Huamán, de 25 años de edad, y su hermanito Brandon, de cuatro años. Fue


justamente su padre quien decidió ponerle el nombre de Ángel Salvador porque, como él mismo ha explicado, el niño lo ha salvado del desánimo en que se vio inmerso ante la injusta situación por la que viene atravesando su esposa y, con ella, toda la familia. Ernesto ve en su hijo a un angelito que Dios le ha mandado para consolarlo en medio de su sufrimiento y para sostenerlo en el acompañamiento a su esposa, a quien visita todos los días, y en la necesidad de educar, él solo, a sus dos hijos.

las dos vidas aun en situaciones tan difíciles como la de la señora Luz y su pequeño hijo. Finalmente, las mismas declaraciones del padre de Ángel Salvador ponen de manifiesto que el amor de los esposos hace que el fruto de su amor conyugal, es decir el hijo nacido de ese amor, sea siempre deseado y acogido, encontrando en él una fuente de alegría y hasta de consuelo en los momentos difíciles.

Ojalá que la historia de Ángel Salvador y su familia sirva de ejemplo para que todos nos demos cuenta del valor Esta historia de la vida real de la vida, del matrimonio y la familia. n pone de manifiesto varias cosas. En primer lugar, la alta calidad profesional y ética de los médicos de Essalud, quienes están atendiendo muy bien a la señora Luz y no sólo no optaron por la vía fácil de hacerla abortar sino que supieron proteger la vida del niño hasta su nacimiento. En pocas palabras, hicieron honor de su juramento hipocrático y optaron por salvar las dos vidas. El éxito así alcanzado pone también de manifiesto que el llamado Protocolo de Aborto Terapéutico, emitido por la exministra de Salud señora Midori de Habich, de haberse aplicado el cual se habría asesinado al niño, carece de fundamento técnico ya que los adelantos de la ciencia permiten salvar

“Es un angelito que se aferra a la vida. Hasta el momento estoy tranquilo, y voy a estar pendiente de mi hijo y de mi esposa” Ernesto Huamán (padre)


LA EXPERIENCIA DEL AMOR: ENTRE LA SUBJETIVIDAD Y LAS NORMAS SOCIALES

E

“Te amo” ¿Qué dice una persona cuando se dirige a otra y le dice “te amo”? No sólo le está revelando una interioridad, sino se está diciendo algo a sí mismo. La posibilidad de decirlo no es una mera proposición, sino un modo de afirmarse a sí mismo. Esto nos indica dos realidades inherentes a la experiencia del amor que son las direcciones fundamentales del camino a recorrer. Ante esta perspectiva pode- La primera, el amor debe ser mos armarnos de valor para interpretado, la afirmación introducirnos en esa expe- “te amo” no es el primer moriencia en su valor personal. mento de la experiencia sino

ntre decir “te amo” –“te quiero”- en el primer momento del despertar amoroso y decir “Sí quiero” públicamente en la ceremonia del sacramento del matrimonio hay un gran recorrido lleno de implicaciones personales y abierto a una aventura tan fascinante que es difícil encontrar algún aspecto de la vida humana que mueva de esta forma a los hombres.

una forma de corroborar algo anterior. Todo amor está ligado entonces a un primer momento no directamente consciente y, desde luego, no electivo, que es el sustrato y el contenido fundamental de la afirmación, es un modo de presencia que podemos denominar con exactitud “unión afectiva” y podemos explicar como “la presencia del amado en el amante”. Se trata de un momento inicial con un potencial afectivo impresionante, pero que todavía debe ser fortalecida mediante un empeño personal. El hombre debe reconocer en un momento reflexivo que esa realidad afectiva que se le presenta tiene una realidad en la cual empeñarse (…) En esta misma posición inicial se ve la importancia decisiva de la segunda dimensión. La segunda, el amor cuenta como una de sus dimensiones esenciales el ser una relación comunicativa entre dos personas. No basta decir un enamorado sé que la amo, esta posición es todavía insuficiente, el amor que experimenta no es únicamente una afirmación propia, debe buscar una afirmación de otra persona para poder alcanzar el puesto que le corresponde. (…) La entrada de la confirmación de otra persona, el hecho que al amado se le solicita al mismo tiempo ser amado es un auténtico de-


safío: por una parte para la afirmación del amor: decirle “te amo” es un riesgo, de recibir un no, “¡No! Yo no acepto que tu me ames” (…) Lo cual es negar en parte la posibilidad de ese amor sea real o, como mínimo, el poner a prueba su verdad. Es decir, el amor en este momento requiere una verificación en la que no basta ni la propia voluntad, ni la intensidad del afecto. En el afecto se contiene una verdad en la que al decir “te amo” se propone como para ser aceptada por la otra persona. Esta corroboración por parte de otra persona descubre lo inadecuado de cualquier explicación del amor que lo presente como un mero impulso al modo de la libido freudiana o como una mera tendencia instintiva ya sea bajo la forma de una reacción hormonal-biológica, o neuronal-afectiva. La afirmación anterior contiene por sí misma no sólo un hecho observable, sino una verdad personal que implica la persona en cuanto tal. Es falso, por consiguiente, hablar de “química” en el amor, si por tal nos referimos a este primer momento consciente, al despertar de un amor en una persona. Al situarnos en este momento inicial, hemos descubierto ya una multitud de implicaciones a distintos niveles

que es necesario ordenar internamente para poder ver su articulación dinámica a modo de una luz inicial que nos permita iluminar los pasos siguientes. La verdad de un plan El hombre ha de pasar entonces a una clarificación del amor para denominarlo esponsal, ya no puede decir simplemente “te amo” como equivalente a tener una experiencia sexual, ha de llegar a decir “te quiero como esposo/a” que es un modo de calificar a la persona, un modo que quiere llegar la identidad de la misma. Es aquí donde el bien comunicado en la universalidad de una verdad de la carne requiere el apoyo de una institución: el matrimonio (…) El valor de tradición que se expresa como fuente de significados tiene aquí un valor decisivo en el momento de determinar el contenido del “te quiero como esposo/a”. No puede responder al mero deseo individual, ni al acuerdo común, sino a una realidad de la carne que debe ser reconocida para poder ser amparada, que debe ser un significado aceptado socialmente para que la comunión formada tenga el valor que le corresponde en el conjunto de la sociedad. Las normas morales que

acompañan el matrimonio no son sino un modo de ayudar a las personas a realizar la historia de amor previniéndoles de determinadas falsedades que en apariencia de amor son incapaces de construir una historia. Se trata del reconocimiento de un bien común singular que en la experiencia de las sociedades se ha visto como fuente incomparable de una riqueza enorme para las personas. La misma sociedad se ve empeñada en la transmisión de este bien a través de las generaciones. Cualquier pretendida neutralidad en este campo no es sino una debilidad de una sociedad con perniciosos efectos en el momento de determinar la verdad de la experiencia primera. En la legalización de los pretendidos matrimonios homosexuales simplemente se quiere definir el matrimonio fuera de toda mención de la sexualidad, es decir, es la primera vez que la sexualidad deja de formar parte de la definición del matrimonio para convertirla en un simple deseo mutuo. Lo inconcebible es convertir algo que no supera el nivel de un deseo subjetivo en un derecho social. n Autor: Juan José Pérez-Soba Diez del Corral. Profesor en el Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el Matrimonio y la Familia


Fuente: LaFamilia.info

Vacaciones:

cómo aprovechar el tiempo libre del niño E

s muy probable que durante las vacaciones, los hijos se dejen llevar por la comodidad o la pereza, y descansen de un modo que les exija poco

esfuerzo (por ejemplo, con la televisión o los videojuegos). Esto les terminará generando aburrimiento y las vacaciones pasarán inadvertidas. Cuando en realidad

este tiempo vacacional debe ser recordado como una de las épocas más felices de la infancia, donde se realizan actividades fuera de lo cotidiano.


Por eso se dice que el tiempo libre de nuestros hijos (como el nuestro) ha de cumplir una triple misión: ha de ser un tiempo de descanso, diversión y desarrollo. Y si no, estaremos perdiendo el tiempo en vez de aprovecharlo. Evidentemente, esto requiere imaginación por parte de los padres, y espíritu de sacrificio. “Por ejemplo, conviene moderar las actividades que consumen un tiempo desproporcionado o llevan al chico a aislarse (como sucede cuando se pasan horas frente al televisor o en internet). Es mejor privilegiar aquellas que permiten cultivar relaciones de amistad, y que le atraen espontáneamente (como suele ser el deporte, las excursiones, los juegos con otros niños, etc.).” Explican los autores J.M. Martín y J. Verdiá. Asimismo es importante conocer muy bien a los hijos: sus gustos, aficiones, habilidades, hobbies; pues con base en esto se les deberá proponer formas de ocio que les diviertan y les descansen. Ideas para disfrutar el tiempo libre Se puede pasar muy bien las vacaciones sin necesidad de salir de casa, eso sí, hay que ser creativos para hacer de este tiempo una experiencia

muy divertida y de compar- - Los juegos de mesa son una tir en familia. Damos algu- excelente opción, escoja uno indicado para grandes y chinas ideas: cos. - Armar un rompecabezas. - Sacar los álbumes familiares y recordar anécdotas pa- Leer un buen libro. - Diseñar en plastilina un sadas. tema como por ejemplo: la - Probar juegos diferentes granja, el sistema solar, el que involucren a todos los miembros de la familia. colegio etc. - Ver una película apta para - Armar una carpa en la sala de la casa con sábanas, cotoda la familia. jines etc. para simular un - Jugar a las adivinanzas. - Cocinar algo divertido y sa- “camping”. - A las niñas les encanta habroso para los chicos. - Salir a caminar o a dar un cer planes de “mujeres” con la mamá, así que pueden sipaseo en bicicleta. - Realizar proyectos que de- mular un spa en casa. sarrollen la habilidad manual - Jugar al “karaoke”, es una y creativa, por ejemplo: pin- actividad que divierte a grantura, trabajos en arcilla, ela- des y chicos. borar objetos con materiales - Hacer un concurso a través de trivias de interés general. n reciclables, etc.





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