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Revista Católica Nº 49-50, Ene-Feb, 2016, Año 7
rescatandoalafamilia.blogspot.com rescatandoalafamilia@gmail.com Directora: Rosa María Valencia Z.
Editor: Santino Bruguera
Colaboradores: Oficina de Comunicaciones del Arzobispado Dr. Santos Rull Segura Ing. Edwin Heredia R.
02 Santoral: La Cuaresma 04 Conversación en La Catedral 06 Virus del Zika: ¿Es el aborto la solución? 08 Planned Parenthood promueve aborto para mujeres embarazadas infectadas 10 Zika, microcefalia, y el aborto 12 ONU: el aborto como solución 15 Aborto y Esclavitud: argumentos similares 16 2 bellas hijas con microcefalia 18 La Eugenesia Espartana 20 El año del jubileo de la misericordia 24 Ir a misa sin sentirlo 26 Eutanasia: ¿muerte digna? 37 Francia aprueba la sedación terminal y deniega la eutanasia 38 La verdad, es que la verdad no importa 40 Avisos Publicitarios
Viviendo la Cuaresma El obispo David L. Ricken de Green Bay, Wisconsin, presidente del Comité para la evangelización y la catequesis de la Conferencia de obispos católicos de los Estados Unidos (USCCB, por su sigla en inglés), sugiere “10 cosas que debemos recordar en Cuaresma”, tiempo que empieza este Miércoles de Ceniza. 1. Recordemos la fórmula: oración, ayuno, caridad. La Iglesia hace una buena labor captando ciertas verdades al utilizar listas y fórmulas que son fáciles de recordar: 10 Mandamientos, 7 sacramentos, 3 personas en la Trinidad. Para la Cuaresma, la Iglesia nos da algo como un eslogan—Oración, Ayuno y Caridad—que son las tres cosas que debemos poner en práctica durante este tiempo. 2. Es un tiempo de oración.
en nosotros un cambio por nuestro encuentro con Él. 3. Es un tiempo de ayuno. Con los ayunos del Miércoles de Ceniza y del Viernes Santo y los viernes sin comer carne, intercalados con nuestra disciplina personal, la Cuaresma es ahora el único tiempo en el que muchos católicos ayunan realmente. Y, por eso quizás, se le da tanta importancia, “¿A qué cosa renunciarás en esta Cuaresma? ¿a los hot dogs? ¿a la cerveza? ¿a los dulces?” Para algunos de nosotros esto es casi como un juego pero el ayuno es una forma de penitencia que nos ayuda a alejarnos del pecado y a acercarnos más a Cristo. En este patio de colegio católico en EEUU queman las palmas del Domingo de Ramos del año, cuyas cenizas se emplean para el Miércoles que da inicio la Cuaresma
4. Es un tiempo para disciLa Cuaresma es esencial- plinarnos mejor. mente un acto de oración extendido a lo largo de 40 Los 40 días de Cuaresma días. Mientras oramos, ini- son también una buena ciamos un caminar, uno ocasión, un tiempo fijo que esperamos nos acer- para ocuparnos de nuestra que más a Cristo y obre disciplina personal en ge-
neral. En vez de renunciar a algo, quizás pudiésemos hacer algo positivo. “Voy a hacer más ejercicios. Voy a orar más. Voy a portarme mejor con mi familia, mis amigos y mis compañeros de trabajo”. Estudiantes de un instituto católico en Rancho Santa Margarita, California, en Miércoles de Ceniza; incluso los alumnos no cristianos pueden recibir la ceniza, no es sólo para católicos 5. Es dejar morir algo de nosotros.
sia trabaja en estos misterios año tras año. Pasamos toda nuestra vida tratando de acercarnos más a Dios. No trates de concentrar todo en una sola Cuaresma. Esa es una receta para el fracaso. 7. La Cuaresma nos hace percatarnos de nuestras debilidades. Por supuesto, aunque nos fijemos metas sencillas para la Cuaresma, aun así, tenemos dificultad para cumplirlas. Cuando ayunamos nos damos cuenta de que una comida es lo único que nos separa de pasar hambre. En ambos casos, la Cuaresma nos hace percatarnos de nuestra debilidad. Esto puede ser doloroso pero al reconocer lo indefensos que somos, hace que busquemos la ayuda de Dios con sinceridad y con renovada urgencia.
El lado más serio de la disciplina durante la Cuaresma es que va más allá del auto-control—es encontrar esos aspectos en uno mismo que no están imitando a Cristo y dejarlos morir. El sufrimiento y la muerte de Cristo es lo que más ocupa nuestra mente durante la Cuaresma y nos unimos a este misterio sufriendo y muriendo con 8. Sé paciente contigo mismo. Cristo y siendo resucitados de una manera purificada. Durante la Cuaresma, cuando nos enfrentamos a 6. No hay que hacer mucho. nuestras propias debilidades, la tentación es sentirExiste la tentación de con- nos molestos y frustrados. vertir la Cuaresma en un “¡Qué mala persona soy!” período ambicioso de re- Pero esa es una lección invención personal pero lo errónea. Dios nos llama mejor es que sea un tiem- a ser pacientes y a vernos po simple y enfocado. Hay como Él nos ve, con un una razón por qué la Igle- amor incondicional.
9. Tiende la mano caritativamente. Durante la Cuaresma, cuando experimentamos debilidad y sufrimiento, ese es el momento de renovar nuestra compasión por aquellos que sufren, que tienen hambre o que pasan necesidades. La tercera parte de la fórmula para la Cuaresma es la caridad. No se trata de echar unos cuantos dólares más en la canasta de la colecta; se trata de tender la mano a los demás y, sin cuestionar, ayudarlos a manera de compartir la experiencia del Amor incondicional de Dios. Estos jóvenes emprenden el camino de Cuaresma con ánimos y entusiasmo 10. Aprende a amar como Cristo. Dando de nosotros mismos en medio de nuestro sufrimiento y abnegación, nos acerca más a amar como Cristo, quien sufrió y se entregó incondicionalmente en la cruz por todos nosotros. La Cuaresma es un caminar por el desierto para llegar al pie de la cruz en el Viernes Santo, cuando lo buscamos, imploramos su ayuda, nos unimos a Él en sufrimiento y aprendemos a amar como Él. n
Conversaci贸n en La Catedral
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omo prestado el nombre de esta conocida novela, pero no para comentar el extenso diálogo entre el joven Zavalita y el viejo Ambrosio en el bar “La Catedral”, sino para referirme a la conversación que se viene repitiendo todos los días, a lo largo de varias horas cada día, en nuestra Catedral de Arequipa. Son dos conversaciones muy distintas, porque mientras la finalidad de la primera es descubrir al culpable de un crimen, la finalidad de la segunda es encontrarse con aquel que perdona el crimen. Esta segunda conversación la vienen teniendo numerosas personas cada día con los sacerdotes que los esperan en los confesionarios que hemos puesto en el atrio de nuestra Catedral. Hasta ahí, casi sin intervalo, van llegando jóvenes y adultos para conversar con Dios a través del sacerdote. En la intimidad del sacramento de la confesión, cada uno dice sus pecados y Dios se los perdona gratuitamente, configurándose así un bello diálogo de amor que hace posible que los dos que conversan, el confesor y el penitente, experimenten la misericordia de Dios y el
gozo de la salvación. Algunos de estos confesores, la mayoría de los cuales son jóvenes, me han dicho que muchas personas se están confesando después de largos años y salen renovadas por las palabras de aliento que el sacerdote les da y, sobre todo, porque en breves minutos quedan liberados de una tremenda carga, el pecado, que durante muchos años los tenía agobiados y les impedía desarrollarse como personas. Esto nos confirma la importancia de que en este Año Santo, al que nos ha convocado el Papa Francisco, redescubramos la belleza del sacramento de la Confesión y la grandeza de la misericordia de Dios. El hombre contemporáneo, muy seguro de sí mismo por los adelantos de la técnica y de la ciencia, y adormecido por la cultura del bienestar, tal vez incluso sin darse cuenta ha endurecido su corazón y, como dijo el santo Papa Juan Pablo II “tiende además a marginar de la vida y arrancar del corazón humano la idea misma de la misericordia” (Dives in misericordia, 2). De esta manera, las relaciones interpersonales, sea en la familia
como en el trabajo o en otros ámbitos de la sociedad, se vuelven cada vez más frías y distantes y, por tanto, menos humanas. Se pierde la ternura, se extingue la capacidad de perdón, cunde el cálculo egoísta y el mundo se convierte en un inmenso desierto poblado por millones de personas que comparten un espacio geográfico pero se sienten cada vez menos amadas y más abandonadas a su propia suerte. En estas circunstancias, el sacramento de la Confesión configura una excelente oportunidad para experimentar aquello que no encontramos en el mundo: acogida en nuestra diversidad, comprensión de nuestra debilidad, compasión ante nuestros sufrimientos, esperanza pese a nuestras frustraciones y perdón de nuestros pecados; en una palabra, amor gratuito de Dios que no se cansa de esperarnos para introducirnos en la fiesta de la casa paterna para la cual nos ha creado. “Vengan a mí los que están cansados y agobiados y yo les daré descanso”, dice Jesús en el Evangelio. No dejes pasar esta oportunidad, Jesús desea tener contigo una conversación sanadora y, para eso, te espera en los confesionarios que hemos puesto en el atrio de la Catedral. n
El virus del zika y las
embarazadas
驴Es el aborto la soluci贸n?
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a Organización Mundial de la Salud ha declarado la emergencia sanitaria global por el virus del zika que se ha incrementado de modo alarmante en países como Brasil y Colombia. Algunas instituciones han aprovechado esta coyuntura para promover el aborto, una práctica que “no solucionaría nada” según indican los expertos. Una de las principales promotoras del aborto en Colombia y vocera de la ONG Women’s Link Worldwide, Mónica Roa, declaró al diario español El Mundo hace unos días que “no digo que tenga que recomendar a todas las mujeres con zika que aborten, pero sí que pueda informarlas de cuáles son sus opciones”. Al respecto y tras la propuesta de algunas autoridades colombianas de que las mujeres en riesgo de contraer el virus no se embaracen durante los próximos dos años, ACI Prensa conversó con dos expertos.
so que existe mucho miedo y que saldrán este tipo de recomendaciones como abortar, sin embargo y como ya dije, eso es demasiado temerario”. Genny Rengifo, antropóloga colombiana y especialista en epidemiología, afirma al respecto que “el aborto no solucionaría nada, ya que el virus seguiría circulando. En cambio si evitamos la cría del zancudo y, cuando estamos enfermos, tomamos las medidas para no seguir propagándolo, entonces tendríamos una solución”. “El objetivo de la existencia del hombre es defender la vida y preservarla, por eso debemos darle solución a un problema desde la base para que no siga persistiendo”, añade.
Rengifo, que tiene varios años de experiencia en trabajo con comunidades indígenas en la región colombiana de Antioquia, señala luego que “la solución a enfermedades como el zika, que no cuentan con una El doctor César Henríquez, es- vacuna, es el cambio de hábitos pecialista en infectología del y una responsabilidad social; la Hospital de Alcorcón en Madrid prevención sería la solución”. (España), afirmó que “lo más importante es tener cuidado duran- El zika y la microcefalia te el embarazo puesto que el virus (transmitido por el mosquito Uno de los peligros del virus del Aedes aegypti) provoca daños”. zika al que están expuestos los bebés en gestación es la microceSobre la idea de proponer el falia, una condición que es conaborto como solución, el ex- secuencia de la falta de desarroperto afirmó que “es bastante llo en el cerebro de la persona. temerario hacer una recomendación de este tipo. Creo que lo Sobre el tema, el Dr. Henríquez más importante aquí es la tras- afirma que una mujer embaramisión y lograr evitarla. Pien- zada que contrae el virus debe
“controlar el embarazo de una forma más cuidadosa. Si ocurre una infección en el primer trimestre debe ir al ginecólogo para que le realicen controles más exhaustivos”. Hasta el momento, recuerda, “no existe un tratamiento para el zika que no es, además, una enfermedad mortal. No obstante, portar el virus no significa que se vaya a tener alguna complicación pero es una llamada de atención para tener más cuidado”. El especialista en infectología dijo además que ya se está trabajando para lograr una vacuna contra la enfermedad y explicó que, por ejemplo, “la recomendación en España es evitar viajar a las zonas endémicas. En Europa no se espera tener casos autóctonos, sino que lleguen casos de viajeros. Se estima que cerca de 200 de estos portarán el virus del zika durante este año”. Genny Rengifo también explicó que “no todas las embarazadas que contraen el zika tienen bebés con malformaciones, aún se están realizando diferentes estudios al respecto”. Para la antropóloga “lo mejor es la prevención. Si estás en embarazo y vives en una zona endémica se debe tomar todas las medidas de cuidado como usar ropa que te cubra manos y piernas, aplicarle repelente a la ropa, evitar criaderos en casa”. “Lo más importante es respetar la vida”, concluyó. n
Zika: Planned Parenthood promueve aborto para mujeres embarazadas infectadas L
a International Planned Parenthood Federation (IPPF), matriz de Planned Parenthood Federation of America –acusada de traficar con órganos y tejidos de bebés abortados en sus instalaciones– se ha abocado directamente a promover el aborto en los casos de mujeres embarazadas que resulten infectadas con el virus zika.
cia sanitaria global el 1 de febrero, es contagiado por la picadura del mosquito Aedes aegypti, el mismo que transmite las enfermedades del dengue y la chikungunya.
Algunos reportes han apuntado a que mujeres embarazadas infectadas con el virus zika podrían transmitir la enfermedad a sus bebés, causando microcefalia, una condición en la que la cabeEl virus zika, por el que la za del bebé es más pequeña Organización Mundial de la de lo que debería ser. Sin Salud decretó una emergen- embargo, no hay trabajos
científicos concluyentes y los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han precisado que “se necesitan estudios adicionales para distinguir mejor esta relación”. En declaraciones para la cadena alemana Deutsche Welle (DW), el director general de la IPPF, Tewodros Melesse, aseguró que “el virus del zika debe ser combatido con mejor acceso a la contraconcepción y al aborto seguro así como con medidas contra
los mosquitos”. El virus zika ha afectado hasta la fecha a Brasil y gran número de países de América Latina, como México, El Salvador, Honduras, Colombia y Paraguay. En estos mismos países, la IPPF ha invertido grandes cantidades de dinero para promover la legalización del aborto. Según el reporte financiero de la International Planned Parenthood Federation, en 2014 destinó más de 10 millones de dólares para promover el aborto en América Latina. De estos, más de 731 mil dólares fueron destinados a México. A Colombia, IPPF destinó más de 1 millón 187 mil dólares, mientras que a Honduras remitió más de 497 mil dólares. En el caso de Paraguay, la International Planned Parenthood Federation aportó más de 302 mil dólares para intentar legalizar el aborto. ta equilibrada y ponderada: faciliten fumigadores a los gobiernos, distribuyan repelentes entre las poblaciones potencialmente afectadas y hagan una campaña de comunicación para combatir el virus”, han exigido las decenas de miles de firmantes a la “Ante una epidemia de un vidirectora de la Organización rus de impacto moderado lo Mundial de la Salud (OMS), que corresponde es respuesMargaret Chan. La plataforma pro-vida CitizenGO ha recogido más de 30 mil firmas exigiendo que no se instrumentalice el virus zika para promover la legalización del aborto en América Latina.
La carta dirigida a la directora de la OMS demandó que “nadie quiera aprovechar el virus del zika para su campaña ideológica en contra del derecho a la vida antes de nacer”. Para firmar esa petición puede ingresar a: http://www. citizengo.org/es/32651-noinstrumentalice-zika-parapromover-aborto n
Fuente: Religi贸nenLibertad
Zika,
microcefalia, y el aborto
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a agenda abortista ha cobrado fuerza en estos días en América Latina y de manera particular en Colombia. Las campañas para que las mujeres se practiquen un “aborto seguro” han aumentado con la lamentable propagación del virus de zika, el cual ha sido tristemente contraído por 2 mil mujeres embarazadas en este país, cuyos hijos corren el riesgo (aunque no garantizado) de nacer con microcefalia. La despenalización del aborto en Colombia en caso de violación o incesto, malformación congénita o peligro de salud para la madre ha contribuido a generar en la mentalidad selectiva, en la que le dicen a la mujer que tiene derecho de decidir acabar (no interrumpir) con su embarazo para evitar la dura crianza de un niño con cierto tipo de patologías. Niños que entran a ser parte de esa “cultura del descarte” y que por la incapacidad que presentan, para muchos ya no son bienvenidos a este mundo. El pasado 3 de febrero una mujer de 25 años logró que un hospital y una EPS, apoyados por el Ministerio de Salud, le practicaran un aborto, dado que su bebé de 32 semanas (¡siete meses y medio!) había sido diagnosticado días antes con malformaciones congénitas, atribuidas a su contagio de zika. Su bebito, que ya estaba todo formado y podría sobrevivir por sus propios medios, fue asesinado por el simple hecho de que las condiciones médicas no respondían a las expecta-
tivas de su madre. ¿Qué diferencia hay entre abortar a un niño de esta edad o matarlo tan pronto nazca? Aquí más que feticidio se puede hablar de infanticidio.
No digo que no sea doloroso y exigente tener un bebé con alguna anomalía. Que a la angustia de la mujer que padece zika se le suma la incertidumbre por la salud de su hijo. Pero ¿por ello debemos matarlo?
Me pregunto si esta nueva campaña no será una cortina de humo frente al actual problema de salud pública que representa el virus de zika en Latinoamérica. Si no será un intento de expandir la mentalidad abortista, de querer legitimar un acto tan equivocado como acabar con la vida del propio hijo. Tengamos en cuenta que de los cerca de 4 mil casos de bebés con microcefalia reportados en Brasil hasta ahora solo hay 6 vinculados estrechamente con el virus, de acuerdo con Claudio Maierovitch, del Ministerio de Salud de ese país citado por la OMS, según informó el diario El Colombiano el pasado 31 de enero. Ante esta cifra tan baja, ¿no será esta una actitud exagerada el invitar a las mujeres a hacer uso del “derecho legítimo a abortar”?
Algunas personas que padecen de microcefalia o tienen familiares con esta patología han salido a hablar ante los medios de comunicación sobre la propaganda abortista que se está haciendo ante quienes padecen esta enfermedad. “Llamaron [a la microcefalia] un ‘terrible’ defecto congénito”, dijo Gwen Hartley, al diario The Washington Post, madre de dos niñas con microcefalia y de un niño con autismo. “Yo no veo [a mis hijas] como si tuvieran terribles defectos de nacimiento. Yo las veo preciosas. Para mí no es un abominable y horrible defecto congénito. A mis ojos, no son menos hermosas”, expresó Hartley en declaraciones citadas también por el portal Aleteia.
Pero la microcefalia no es el único causal por el cual una mujer con zika puede terminar con la vida de su hijo en Colombia. Aquella que “se siente afectada en su salud mental o económica puede acudir a un psicólogo que lo certifique y, con ese documento, también puede acudir a su EPS para practicarse el aborto”, dijo a la revista Semana Silvia Plana coordinadora de la Mesa por la Vida y la Salud de las Mujer.
Mientras tanto, la periodista brasilera Ana Carolina Cáceres 24 años, quien sufre de microicefalia, afirmó sentirse “ofendida y atacada” por esta campaña abortista. Su madre, cuando estaba embarazada le dijeron: “No va a caminar, no va a hablar y, con el tiempo, entrará en un estado vegetativo, hasta morir”, según indicó en una entrevista concedida a la cadena BBC y citada por Aciprensa. Hoy esta joven, tras una gran lucha, desafió las predicciones de la medicina y
El aborto como solución ante el zika y liberar a Asange: dos nuevos ejemplos de la ideología de la ONU El alto comisionado para los DD.HH. insta a los países afectados por el virus a garantizar el acceso a métodos abortivos; mientras Suecia y Reino Unido tachan de “ridícula” la petición de que el australiano acusado de violación quede libre. ¿Representan realmente los funcionarios al Consejo de Seguridad y la Asamblea?
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o es la primera vez que desde ForumLibertas informamos sobre la ineficacia de Naciones Unidas en aquellas cuestiones que le atañen de forma prioritaria, sus misiones de paz en todo el mundo, mientras suma escándalos y su legitimidad se cuestiona por un problema de organización y representación interna.
nes que toman sus funcionarios vienen marcadas en gran medida por la ideología de género, que acaba por impregnarlo todo y que atañe a cuestiones tan importantes como el aborto, la eutanasia, o el ‘matrimonio’ y la adopción gay.
Cabe recordar que, por ejemplo, en junio del año pasado, más de 30 organizaciones Al mismo tiempo, muchas provida pedían a la ONU que de las iniciativas o decisio- no admita el aborto como de-
recho. Ahora, dos informaciones publicadas el pasado sábado, 6 de febrero, vuelven a poner de manifiesto cómo esa ideología está presente en muchas de sus decisiones. Por una parte, el alto comisionado para los Derechos Humanos de la ONU insta a los países afectados por el virus zika a garantizar el acceso al aborto de las mujeres
Fuente: ForumLibertas
mó quien, en cualquier caso, no deja de ser un funcionario de Naciones Unidas. Cabe recordar que su propuesta no es bien recibida por la mayoría de países latinoamericanos, muchos de ellos afectados por el virus, por las posiciones provida de muchos de sus políticos y de la sociedad en su conjunto; países con leyes restrictivas en lo referente al aborto. A pesar de ello, Ra’ad Al Hussein urge a esos gobiernos a tomar medidas concretas para que las mujeres afectadas por el zika puedan decidir sobre su maternidad. Y no es la primera vez que la ONU, al más puro estilo de Planned Parenthood, hace una llamada de atención a los países latinoamericanos que restringen el aborto.
afectadas. Por otra, un grupo de trabajo de Naciones Unidas ha pedido que Julian Assange sea “liberado” puesto que ha sido arbitrariamente detenido, algo que Suecia y Reino Unido ya se han apresurado calificar como “una decisión francamente ridícula”.
tión, Zeid Ra’ad Al Hussein, el alto comisionado para los Derechos Humanos, instó el pasado 5 de febrero a los países afectados por el virus del zika a garantizar el acceso a métodos anticonceptivos y al aborto.
“Las leyes y políticas que restringen el acceso a los serviAnte el zika, el aborto cios de salud sexual y reprocomo solución ductiva vulneran las leyes internacionales y deben reviEn relación a la primera cues- sarse urgentemente”, recla-
“En situaciones donde los servicios de salud sexual y reproductiva están penalizados, o simplemente no están disponibles, los esfuerzos para detener esta crisis no darán resultado si se coloca el foco en pedir a las mujeres y niñas que eviten quedarse embarazadas”, insistió Al Hussein en un comunicado. Sin embargo, no deja de sorprender que haya sido la ONU y no la Organización Mundial de la Salud (OMS)
quien plantee el aborto como solución para las mujeres afectadas por el virus del zika. De hecho, la OMS no ha dado para nada instrucciones en ese sentido.
bajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU ha elaborado un dictamen en el que reclama que el australiano sea liberado. Pero, tanto Reino Unido como Suecia han rechazado de plano esta petición por considerar, como subrayaba el titular de Exteriores británico, Philip Hammond, que la decisión del grupo de funcionarios de la ONU resulta “francamente ridícula”.
Incluso Estados Unidos, con un presidente al que no se puede acusar precisamente de no ser progresista, pide ante esta situación de emergencia por el zika usar el preservativo o la abstinencia como única fórmula útil para garantizar la no transmisión El Gobierno del país escandidel virus, algo que para nada navo aseguró que “rechaza la sugiere la ONU. opinión del grupo de trabajo” y anunció que ya está prepaLa ONU pide liberar a As- rando una respuesta formal sange, una petición califi- ante este panel de expertos cada por Reino Unido como en Derechos Humanos de la “francamente ridícula”. ONU.
La petición de libertad Por su parte, el titular de para Assange, “ridícula” Exteriores británico fue un poco más lejos y recordó que Por otra parte, la ONU ha de- “Julian Assange es un fugiticidido emprender una cam- vo de la Justicia, se está españa para pedir la liberación condiendo de la Justicia en la de Julian Assange, que lleva Embajada ecuatoriana”, demás de tres años y medio re- claró. “Esta es una decisión fugiado en la Embajada de francamente ridícula por Ecuador en Londres. Allí se parte del Grupo de Trabajo, recluyó voluntariamente en y la rechazamos”, insistió. junio de 2012 para evitar su Pero el Grupo de Trabajo extradición a Suecia, donde sobre Detenciones Arbitrase le quiere interrogar acerca rias dictamina que el ausde tres acusaciones por aco- traliano debe ser puesto en so sexual y una por violación libertad puesto que ha sido vertidas por dos mujeres en arbitrariamente detenido. Y aquel país. pide a Suecia y Reino Unido que evalúen la situación de Al respecto, el Grupo de Tra- Assange “para garantizar su
seguridad e integridad física” y “facilitar el ejercicio de su derecho a la libertad de movimientos”. Los funcionarios de la ONU, ideología pura y dura Ante estos dos ejemplos de cómo los funcionarios de la ONU toman partido por una ideología que, en sí misma y en el seno de la ONU, viene a significar una especie de partido político mundialista, cabe preguntarse si representan en realidad a sus dos órganos de gobierno: la Asamblea General y el Consejo de Seguridad. En realidad, en Naciones Unidas se han ido desarrollando toda una serie de organismos, compuestos por funcionarios de la ONU, que no responden a ninguna autoridad que no sean ellos mismos, sino que responden a los intereses de grande lobbies neoliberales que presionan siempre en una misma dirección, en el caso del zika a favor del aborto. Y no parece de recibo que los funcionarios de organismos internacionales como la ONU pueden tener intervenciones políticas en nombre del propio organismo al que representan, ni del cargo que detentan. n
pudo terminar su carrera. Su condición no la hace menos merecedora del don de la vida El aborto no soluciona nada. Sirve como cortina de humo en problemas de salud pública como la preparación de este virus y refuerza la mentalidad selectiva que determina el valor de una persona por su eficiencia o inteligencia. Como dijo la futura santa Teresa de Calcuta en un mensaje a la conferencia de la mujer en Pekín en 1995, “Si la ley permite que una madre mate a su hijo ¿Qué ley podrá impedir que un hombre mate a otro hombre?”
aborto es malo, nadie le obliga a hacerlo, pero no imponga su moralidad a los demás.
E
l Washington Post publicó hace unos años la similitud argumental entre ambas realidades. El paralelismo es asombroso.Vale la pena transcribirlo parcialmente,comparando los argumentos de los partidarios de la esclavitud (E) con los actuales proabortistas( A): (E): Aun cuando posea un corazón y un cerebro y biológicamente se le considere humano, el esclavo no es “una persona” ante la ley. (A): Aun cuando posea un corazón y un cerebro y biológicamente se le considere humano, el niño no nacido
no es “una persona” ante le ley. (E): Un hombre tiene el derecho a hacer lo que quiera con (E): Un hombre de raza negra su propiedad. sólo obtiene su personalida (A): Una mujer tiene el derjurídica al ser liberado; antes cho a hacer lo que quiera con no debemos preocuparnos su cuerpo. por él, pues no tiene derecho ante la ley. La abolición de la esclavitud (A): Un niño sólo adquiere fué un hito positivo en la hispersonalidad jurídica al na- toria de la humanidad y hoy cer; antes no debemos preo- produce sonrojo sólo pencuparnos por él, pues no tie- sar en su existencia. Llegará ne derechos ante la ley. también un día en que sean abolidas las leyes inicuas que (E): Si usted considera que permiten el aborto.Como la esclavitud es mala, nadie decía el Dr.Nathanson:”La le obliga a tener un esclavo, humanidad hoy se arrepienpero no imponga su morali- te de la esclavitud de ayer,y dad a los demás. pronto se avergonzará del (A):Si usted considera que el crimen del aborto...” n
Tiene dos hijas con microcefalia, las ve hermosas y lamenta que se use el virus zika para dar miedo
G
wen Hartley tiene dos hijas con microcefalia. Un defecto de nacimiento que ha causado pánico mundial por ser ligado al virus del Zika originado por mosquitos. En una carta escrita al Washington Post hace un llamamiento a los gobiernos mundiales pidiendo el entendimiento hacia los bebés afectados por esta enfermedad, en detrimento de los intentos de erradicación a
través de programas de control gos de este miedo internacional de natalidad y de aborto. a la microcefalia. Antes de abortar hay esperanza En una emotiva entrevista con el Washington Post, Gwen Hartley, con dos hijas, Claire y Lola, de 14 y 9 años, nacidas con microcefalia y además de tener un hijo autista, Cal, de 17 años, declaró para el periódico que para su familia ha sido especialmente doloroso ser testi-
Y más aún en vista de que los gobiernos de algunos países afectados han prevenido a las mujeres para que eviten completamente el embarazo y, en Brasil, el país que es epicentro de la crisis, ha empezado un debate sobre si se deberían relajar las leyes relacionadas con el aborto vigentes en el país, con el fin de permitir realizar
arriesgados abortos en estado avanzado de embarazo a madres cuyos hijos muestren signos de microcefalia y así prevenir el nacimiento de más bebés con dicha condición. Hartley explicó al Washington Post que es difícil no sentirse ofendida ante la idea de que alguien mire a sus hijas y diga “mejor que esto no vuelva a pasarle a nadie”.
esperanza de vida muy dismi- Hartley al Washington Post. nuida. “Al mismo tiempo, también coLas hijas de Hartley se encuen- nozco la alegría que estos niños tran en el extremo más severo pueden traer consigo. No quedel espectro y sufren de ena- rría que ningún otro niño fuenismo, parálisis cerebral y epi- ra deliberadamente afectado, lepsia. pero estoy contenta porque los padres ahora sabrán lo que yo Una vida de superación jun- sé. No habría elegido esto para to a sus hijas mis niñas, pero tampoco sabía lo que me estaba perdiendo”. Ninguna de las chicas puede andar ni caminar, aunque Clai- Otra forma de enfrentarse a re, con casi 15 años, ha empe- una enfermedad zado a aprender a gatear hace poco. Por su parte, su hermana Gwen escribió hace poco una pequeña Lola puede indicar sus entrada en su blog como respreferencias señalando objetos puesta al miedo generado alrecon la nariz. dedor del zika, que decía así:
“Llamaron a la microcefalia un ‘terrible’ defecto congénito”, afirmó Hartley. “Yo no veo a mis hijas como si tuvieran terribles defectos de nacimiento. Yo las veo preciosas. Para mí no es un abominable y horrible defecto congénito. A mis ojos, Hartley escribe un blog llano son menos hermosas”. mado The Hartley Hooligans, donde comparte historias perLa microcefalia, que significa sonales sobre las tribulaciones simplemente “cabeza pequeña”, y los triunfos de su familia, al es una condición por la cual la tiempo que crea conciencia socabeza de un bebé no consigue bre la microcefalia y las condicrecer hasta el tamaño normal- ciones médicas relacionadas. mente esperado antes del nacimiento. A medida que han ido incrementando los miedos causados Consecuencias de la microcefalia por el zika y la microcefalia, también ha aumentado el tráfiDependiendo de si el cerebro co de visitas a su blog. Hartley del bebé queda afectado o no, comentó al Washington Post las consecuencias pueden ser que afronta esta situación con desde mínimas hasta severas. sentimientos enfrentados. Algunos niños afectados tendrán unas funciones cognitivas perfectamente normales a pesar del reducido tamaño de sus cabezas, mientras que otros puede que sufran convulsiones, retrasos del desarrollo, enanismo integral, dificultades mentales a largo plazo y/o una
“Una parte de mí se siente agradecida por la concienciación de algo con lo que he estado lidiando durante 15 años mientras que otra parte de mí se siente apenada por las familias, porque sé por lo que han pasado, por partida doble. Ha sido muy emotivo”, contaba
“Confío en que, tal vez, de alguna pequeña forma, mi testimonio pueda ayudar a esas nuevas madres cuyos bebés han sido diagnosticados con microcefalia a sentir menos soledad y menos miedo. Por supuesto que no tengo todas las respuestas en relación a su diagnóstico, pero quiero ayudar a tranquilizarlas de cualquier forma que me sea posible”. “Me parece triste que la microcefalia esté siendo denigrada en los medios de comunicación a causa del zika, y espero que el público se dé cuenta de que este diagnóstico no es algo que yo hubiera elegido, pero que por tener a dos hijas con esta condición mi bendición no es menor que si sus nacimientos hubieran sido típicos. Estoy tan orgullosa de mis hijas como lo estoy de nuestro hijo autista, Cal”, apunta Gwen. n
la eugenesia espartana E l Monte Taigeto fue utilizado por los espartanos para la ejecución de los recién nacidos con defectos físicos y de los delincuentes.
Los espartanos arrojaban a los delincuentes y a los “no aptos” (niños débiles, enfermos, deformados o con retraso mental), desde el Taigeto en un valle conocido como Ceadas (Κεάδας), Caeadas (Καιάδας) o Apotetas. En la antigüedad, los varones recién nacidos eran abandonados allí si se consideraban no aptos para el examen después del nacimiento.
Esparta era una ciudad guerrera y la debilidad física no era tolerada. Recientes pruebas, sin embargo, financiadas por la Universidad de Atenas, descubrió restos de individuos adultos, y se demostró que las Ceadas también eran lugar de castigo para los delincuentes, traidores y cautivos. Esparta practicaba una rígida eugenesia. Nada más nacer, el niño espartano era examinado por una comisión de ancianos en el “Lesjé” (“Pórtico”), para determinar si era hermoso y bien formado. En caso contrario se le consideraba una boca
inútil y una carga para la ciudad. En consecuencia, se le conducía al “Apótetas” (lugar de abandono), al pie del monte Taigeto, donde se le arrojaba a un barranco. De ser aprobado, le asignaban uno de los 9.000 lotes de tierra disponibles para los ciudadanos y lo confiaban a su familia para que lo criara, siempre con miras a endurecerlo y prepararlo para su futura vida de soldado. Los niños ‘expósitos’ Expósito es el recién nacido “expuesto”, es decir, someti-
do a “exposición”; que ha sido abandonado o entregado por sus padres a instituciones de beneficencia denominadas casas u hospitales de expósitos o inclusas (véase también orfanato). Solía tratarse de niños procedentes de partos fuera de matrimonio, o huérfanos de padre en situación de pobreza extrema. La costumbre de abandonar a los recién nacidos es común en muchas culturas. Es célebre la costumbre espartana de exponer a los más débiles en el Apotetas (lugar de abandono), al pie del monte Taigeto. La cos-
tumbre romana era depositar a todos los niños en el suelo nada más nacer: si el padre decidía recogerlo, lo aceptaba como suyo; si no, el niño se abandonaba, y cualquiera podía recogerlo. La educación espartana La agogé o educación espartana (gr. ἀγωγή ‘conducta, movimiento’) fue junto al radical rechazo del individualismo, la militarización de toda la vida privada y colectiva, el rasgo más característico y definitorio de la sociedad lacedemonia.
Esparta implantó una estricta eugenesia destinada a lograr ciudadanos sanos y fuertes. De acuerdo con Plutarco (Vida de Licurgo) nada más al nacer, el bebe era examinado por una comisión de ancianos en la Lesjé (“Pórtico”, “Soportales”), para determinar si era ‘apto’ y de constitución robusta. En caso contrario se le llevaba al Apóthetas, una zona barrancosa al pie del Taigeto, donde se le arrojaba o abandonaba en una cima. Se buscaba eliminar así toda boca improductiva. Si el niño, o niña, superaba la prueba, era devuelto a su familia. n
Cómo vivir el año del
jubileo de la misericordia
Escribe: Ramon Torra i Puigdellívol
S
eguro que habremos leído algo sobre el Año Jubilar de la Misericordia que ha convocado el Santo Padre y que nos pide a todos que nos comprometamos. Podemos pensar que el mundo está tan mal que no servirá de nada, que nuestra aportación será insignificante, que la gente no nos hará caso… Pues ¡no! Podemos hacer mucho. Más de una vez hemos hablado de la influencia que todos podemos tener sobre los demás, de qué puñado de cosas podemos transmitir, de cómo ayudar para corregir defectos… pues ahora es un momento para darnos cuenta que la vida no es sólo para nosotros, que no podemos ser egoístas, que tenemos que aprender a darnos a los demás. Este es un Jubileo temático que toma su fuerza del contenido central de la fe y quiere recordar a la Iglesia su misión prioritaria, que tiene que ser signo y testimonio de la misericordia en todos los aspectos de su vida pastoral. Pero vale la pena que nos preguntamos: ¿Qué podemos hacer para dar a conocer y vivir este año tal como el Papa nos pide? Pensamos que hay tres cosas que podemos hacer: 1. Ganar el Jubileo 2. Vivir las Obras de Misericordia 3. Celebrar el día del Bautismo
Ganar el jubileo
4. Asistir a Misa y comulgar Un tema importante de este Vivir las Obras de Miseriaño y que es necesario que cordia tengamos muy presente es el del Jubileo de la Miseri- Las obras de misericordia son codia por el que el Papa nos acciones caritativas mediante pide que nos popongamos ha- las cuales ayudamos a nuescer algo concreto cada uno tro prójimo en sus necesidades de nosotros, a nivel personal, corporales y espirituales. Nopero también a nivel fami- sotros las aprendimos de peliar, cada familia en particular. queños, y ahora las podemos El Papa quiere que este año recordar y enseñar a familiares cultivemos la revolución de la y amigos como vivir cada una ternura como fruto de este año de ellas. de la misericordia: la ternura El ejercicio de las obras de mide Dios para cada uno de no- sericordia comunica gracias a sotros. Cada uno de nosotros quien las ejerce y nos ayudan debe decir: “Yo soy un desven- a avanzar en el camino hacia el turado, pero Dios me ama; en- cielo, porque nos van hacientonces también he de amar a los do semejantes a Jesús, que nos demás de la misma manera”. enseñó cómo debe ser nuestra Y nos recuerda que su deseo se- actitud hacia los demás. ría que durante este año jubilar todos los católicos se confesa- ¿Cuáles son las obras de miseran, como mínimo, una vez. ricordia? ¿Qué hay que hacer para ga- Hay catorce obras de miserinar el Jubileo? cordia: 7 corporales y 7 espirituales. Podemos pensar dónde pode- mos ir, desde Roma hasta cual- Obras de misericordia corporaquier templo jubilar. les: Hay que ir en peregrinación a un templo jubilar y traspasar La lista la Iglesia la ha tomado la puerta santa. (Ir en peregri- del texto de Jesús cuando habla nación no significa hacer cosas del juicio final: raras, sino que todo el mundo sea consciente de lo que va a Cuando el Hijo del hombre, rohacer) deado de su gloria, acompañado de todos los ángeles, se sentará 1. Confesarse (en la Iglesia el en su trono de gloria (…) pondrá mismo día o dentro de la sema- las ovejas a su derecha y los cana anterior o posterior, no es britos a la izquierda. Entonces necesario que sea el mismo día) dirá el rey a los de derecha: ‘Ve2. Rezar un Credo nid, benditos de mi Padre; tomad 3. Rezar un Padrenuestro por posesión del Reino preparado las intenciones del Santo Padre para vosotros desde la creación
del mundo; porque estuve hambriento y me disteis de comer, sediento y me disteis de beber, era forastero y m’hospedàreu, estaba desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, preso y me vinisteis a ver. (…) Os digo, cada vez que lo hicisteis con el más pequeño de mis hermanos, conmigo lo hicisteis‘.
que no tienen lo indispensable para poder comer cada día. Hoy para muchos es un asunto de vida o muerte, como la antigüedad, por el riesgo que presentan los movimientos migratorios de gente que huye de la guerra y la miseria para encontrar quien los atienda en su dignidad.
1. Dar de comer al hambriento 5. Visitar a los enfermos Se trata de una verdadera aten2. Dar de beber al sediento ción a los enfermos, ancianos y personas solas, tanto en el as3. Dar puesta al peregrino pecto físico, como en hacerles un rato de compañía. 4. Vestir el desnudo Estas cuatro primeras hacen 6. Visitar los presos referencia a la ayuda que de- Consiste en visitar a los prebemos procurar en alimento, sos y prestarles ayuda material bebida, alojamiento y vestido a y espiritual que les sirva para los más necesitados, a aquellos mejorar como personas. No ol-
vidar los “presos” por culpa de las adicciones (droga, alcohol, sexo…). 7. Enterrar los difuntos Enterrar los difuntos es importante para dar digna sepultura al cuerpo humano ya que somos “templos del Espíritu Santo”. Obras de misericordia espirituales: La lista la ha tomado la Iglesia de entre textos que hay en la Biblia y de actitudes y enseñanzas del mismo Cristo: el perdón, la corrección fraterna, el consuelo, soportar el sufrimiento… 1. Enseñar al que no sabe Consiste en enseñar al igno-
rante en cualquier materia, también sobre temas religiosos, ya sea de palabra, con escritos o por radio o televisión. 2. Dar buen consejo al que lo necesita Para poder dar un buen consejo debemos estar preparados ya que no se trata de dar opiniones personales, sino de aconsejar bien, en sintonía con Dios. 3. Corregir al que yerra Es la práctica de la corrección fraterna que nos enseña el mismo Cristo con mansedumbre y humildad, ya sea en temas humanos o en lo referente al pecado. 4. Perdonar las injurias Recordar las palabras de Jesús en el Padrenuestro: “Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden” y las de la Cruz: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
para todos, sin distinción, también para los gobernantes y personas con responsabilidad. Y por los difuntos que están en el Purgatorio que esperan nuestras oraciones para entrar 5. Consolar al triste Dar consuelo al triste o acom- cuanto antes en el cielo. pañar a quien sufre alguna dificultad, a fin de ayudarles a Celebrar el día del bautismo superar esta situación difícil de En más de una ocasión, en las dolor o tristeza. Audiencias o en el Ángelus, el 6. Sufrir con paciencia los de- Papa pregunta a los asistentes si se acuerdan de la fecha de fectos de los demás La paciencia ante los defectos su bautismo. Como ya da por ajenos también es virtud. Sin supuesto que nadie se acuerembargo, con mucha caridad, da, anima a la gente a que la se advertirá a quien obra con busque y lo celebre, ya que así como celebramos la fecha del molestias para los demás. nacimiento, también hay que 7. Orar por los vivos y por los celebramos la del bautismo, ya que es un día muy importante, difuntos San Pablo recomienda rezar es el día en que el Señor entra
dentro de nosotros, nos hace suyos, nos hace hijos de Dios, y este es un título muy importante. No hace falta celebrarlo ni con regalos, ni con pasteles, ni con velas, sencillamente recordar este día como un día muy importante en nuestra vida, el día que el Señor nos hizo hijos de Dios. Esto puede parecer una tontería, pero pensad con la de cosas que hacemos durante el año que sí son verdaderas tonterías… y ¡las hacemos! Y hoy que se celebra todo (día del cáncer, día de la mujer, día gay, día del colesterol…), ¿por qué no celebrar el día del bautizo, el día que nos hicimos cristianos? n
¿Ir a Misa sentirlo? sin
M
P. Eduardo Ma. Volpacchio Sacerdote católico, argentino, ordenado por Juan Pablo II en 1987.
e preocupa haber encontrado no pocas personas a las que les han aconsejado –incluso algún sacerdote– no asistir a Misa el domingo si “no lo sentían”. De ser cierto estos consejos, significaría que el criterio moral para evaluar la conveniencia de la asistencia a Misa sería el siguiente: “Si lo sentís, tenéis el deber de ir a Misa; si no lo sentís no tenéis que ir (o al menos podrías no ir)”. Es un planteo que hace decisivos, desde el punto de vista moral, los sentimientos.
el criterio señalado es inaplicable. Para poder usarlo tendríamos que descubrir primero de qué sentimientos se trata: sentir ganar de ir a Misa, sentir emoción en Misa, aburrirse en Misa, sentir pereza, sentir simpatía o enojo con el sacerdote, sentir más ganas de otras cosas y un largo etcétera de posibles sentimientos. Una vez aclarado qué tipos de sentimientos aconsejarían no asistir a Misa; habría que preguntarse qué intensidad de sentimiento sería necesario para excusar de pecado o cometerlo.
Si, con una pizca de ironía, nos colocamos en un contexto de buscar excusas para no ir a Misa, el asunto sonaría de tal manera que sentirse bien en Misa sería una carga, que me obliga a ir; y sentirse mal con la Misa, una fuerza liberadora del precepto. Ya se vé que hay algo que no funciona.
De más está decir que todo este El valor de la Misa planteo carece de sentido. El consejo sería válido si la única Sabemos qué nos pide Dios en función de la Misa fuera susciprimer lugar: “Amarás al Señor tar en quienes participan buenos tu Dios, con todo tu corazón, sentimientos. Si fracasara en tal con toda tu mente, con toda tu intento –que sería su única raalma y con todas tus fuerzas”. zón de ser– efectivamente sería No nos pide buenos sentimien- inútil, y no nos serviría para tos, sino que amemos “con obras nada la asistencia a la misma. y de verdad”. Pero la Misa es una acción divina, que santifica al mundo. Hay La superficialidad del argumen- en ella mucho más de lo que veo, to usado como justificante del de lo que toco, de lo que siento. abandono de la práctica religio- De manera que la Misa me sirve sa, supone además ignorar va- mucho más de lo que puedo darrias realidades: me cuenta, es más, no sólo me sirve, la necesito para tener vida • Desconocer el valor salvífico eterna.
En efecto, si consideramos racionalmente la postura, nos daremos cuenta de que es sencillamente un disparate. Es lo que trataremos de analizar en estas líneas. De entrada hay que decir que
de la Misa más allá de los sentimientos de los asistentes. • Desconocer el valor de la obediencia a las leyes de la Iglesia. • Desconocer el sentido del deber. • Desconocer el valor del sacrificio como expresión de amor. • Desconocer la psicología humana, ya que si dejo de hacer cosas buenas -está fuera de discusión la bondad del sacrificio Eucarístico- que me cuestan, difícilmente tendré ganas de hacerlas después. Y menos de apreciarlas.
Preceptos y sentimientos En el caso de la Misa dominical hay en juego algo más que la piedad: un precepto de la Iglesia. Y el cumplimiento de las leyes va más allá de los sentimientos. En este caso, además, se trata de un precepto que obliga gravemente (es decir, que su incumplimiento, en principio, es grave). Un legislador jamás contemplaría entre las causas excusantes del cumplimiento de la ley la carencia de sentimientos: los sentimientos no tienen lugar en el ámbito jurídico porque no pueden ser medibles objetivamente. Si una persona flaquea y por debilidad falta a Misa el domingo, con humildad pedirá perdón al reconocer su falta, y Dios lo perdonará. El problema aparece cuando se intenta justificar la falta, para que deje de ser falta. Entonces, se confirma en el camino del abandono del cumplimiento de sus deberes religiosos. Y esto, lejos de acercarlo al amor de Dios, lo alejará de su presencia. La falta de sentimientos puede ser ofensiva En las relaciones humanas, la falta de sentimiento no exime del cumplimiento de deberes familiares o sociales. Por el contrario, si ése es el motivo del incumplimiento, lo hace más ofensivo. Si no asisto a la celebración del cumpleaños de un amigo, seguramente podrá entender las razones que me lo impiden. Pero si me justifico diciendo que no me dice nada su persona y su celebración, lejos de excusarme, la explicación hará más dolorosa
mi ausencia, la convertirá en un auténtico desprecio. Me parece que a Dios lejos de agradarle que un cristiano no vaya a Misa porque no lo siente, le resulta más ofensivo. Y le “duele” que no haga ningún esfuerzo por superar esa falta de sentimiento para estar con El. Sería muy egoísta la actitud de quien dejara de ir a Misa cuando deja de “sentir”: como si sólo buscara “sentirse bien” y cuando no lo consigue, la abandonara porque “ya no me sirve”. No vamos a Misa a sentirnos bien, sino a participar del mayor acto de amor de Dios por los hombres; no vamos a pasárnoslo bien, sino a dar Dios el culto que merece ofreciéndole nada menos que la entrega de Cristo y a buscar la gracia que necesitamos para ser buenos hijos de Dios. El valor de esto está mucho más allá de lo que yo pueda sentir. A Dios no le molesta que no sienta nada. El sabe bien cómo es mi estado interior. Quiere que lo ame, incluso cuando mis sentimientos no me facilitan ese amor.
que buscar cómo resolverlo. Quizá deberían plantearse que la Misa no tiene la “culpa”. Que la solución no es dejar de asistir, sino intentar que les diga algo, entenderla mejor, vivirla con más intensidad. Dejar de ir a Misa es la peor de todas las “soluciones” posibles a su falta de sentimientos, porque no soluciona nada. Nunca “gracias” a dejar de participar en la Misa conseguirán amar más a Dios, y sentir más intensamente ese amor. Quien ama se lo pasa bien con el amado, pero no es eso lo que busca (el amor egoísta se busca a sí mismo). Quien busca dar gloria a Dios, sabe prescindir de sus sentimientos: busca agradarlo, aunque no saque nada de provecho personal. Conclusión
Si faltas a Misa los domingos, por favor, no te justifiques diciendo que no te dice nada. No te excusará delante de Dios. Resulta evidente que a quien nos pide como primer mandamiento que lo amemos, no puede resulLa solución verdadera tarle indiferente que le digamos que no sentimos nada por su Quizá sea cierto que la mayor compañía. parte de la gente que deja de ir a Misa, lo haga por motivos “afec- Si escuchas a alguien razonar de tivos”: no siente nada, se aburre, esta manera, decirle que lo pienno tiene ganas. Tienen fe, dicen se mejor, porque es un razonaamar a Dios, pero no los llena, miento que carece de lógica por no sienten nada. Y es la mayor donde lo consideres. donación de Dios a los hombres. Es una lástima, pero está muy le- Por otro lado, y para terminar, si jos de justificar la falta de prácti- ha habido tantas almas enamoca religiosa. radas de la Eucaristía, será que algo tiene, y habrá que ponerse Quienes están en esta situación en campaña para descubrirlo. Es tienen un problema, y tendrían todo un desafío. n
Carta Pastoral
Monseñor Reig Pla, sobre la eutanasia:
“Cruzar otra línea roja, ¿una muerte digna?”
1. Introducción Con ocasión del Año Jubilar de la Misericordia, el Papa Francisco nos ha invitado a practicar las obras de misericordia espirituales y corporales. Esta distinción tiene un carácter puramente pedagógico, pues, como sabemos, el ser humano constituye una unidad sustancial cuerpo-espíritu, de tal modo que el cuerpo es sacramento de la persona: somos un espíritu encarnado. En este contexto, y alrededor de unas fechas tan señaladas, como el 1 y 2 de noviembre, me ha parecido oportuno ofrecer unas orientaciones en lo referente a dos obras de misericordia: visitar y cuidar a los enfermos y enterrar a los muertos. No podemos afrontar estos temas sin analizar y estudiar lo que concierne a la llamada “muerte digna”, asunto que, ante una sociedad marcadamente emotivista, es siempre delicado. Pongo por delante mi respeto y mi amor por todos los enfermos, por las personas con alguna discapacidad y, particularmente, por cuantos padecen patologías irreversibles. Lo mismo he de decir respeto de los familiares y profesionales que los atienden con amor y verdad; a ellos también mi agradecimiento por todo el bien que hacen. Rezo y doy gracias a Dios por vuestras personas y por vuestra misión. También mi respeto y mis oraciones por los legisladores y gobernantes, pero aclarando que «la elección democrática de los legisladores y los gobernantes los legitima a ellos en cuanto tales, pero no a todas sus decisiones, que serán correctas si se adecuan a la dignidad de la persona, e ilegítimas si se oponen a ella». El Papa Francisco nos advierte continuamente sobre la «cultura del descarte» y sobre la «cultura
de la muerte», que se está imponiendo: «persisten demasiadas situaciones – nos dice – en las que los seres humanos son tratados como objetos, de los cuales se puede programar la concepción, la configuración y la utilidad, y que después pueden ser desechados cuando ya no sirven, por ser débiles, enfermos o ancianos». Enlazando con estas afirmaciones del Papa me propongo ofrecer, como Obispo, la aclaración de algunas cuestiones que considero decisivas para todo ser humano y también para la organización de la vida social. Me mueve a ello el deseo de anunciar la verdad desde la caridad, la claridad y el ejercicio de la misericordia. No se trata de juzgar a las personas ni a sus intenciones, pero sí de aprender a discernir los actos buenos de los malos, pues incluso dentro de la Iglesia parece que, en ocasiones, se tiende sólo a la declaración genérica de principios. Lo grave es que está en juego la vida y la salvación de las almas. Por ello es urgente poner en práctica las obras de misericordia espirituales y corporales como nos recuerda el Papa Francisco: enseñar al que no sabe, dar un buen consejo a quien lo necesita, corregir al que yerra…; visitar y cuidar a los enfermos, dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, enterrar a los muertos, etc. Debo aclarar que me dirijo a vosotros los fieles católicos de nuestra Diócesis Complutense, en orden a iluminar vuestras conciencias y decisiones. Muy probablemente todos tendremos que enfrentarnos, en algún momento de nuestra vida, a situaciones límite relacionadas con la muerte y que, con frecuencia, plantean problemas difíciles que hay que saber discernir y buscar la solución verdadera y adecuada. Para ello os
suplico vehementemente desde ahora que, llegada la ocasión, os encomendéis a Dios para no tomar ninguna decisión equivocada. Junto a la oración es necesario buscar la ayuda y consejo de los conocedores de la materia fieles al Magisterio de la Iglesia, así como de profesionales de la medicina con criterios católicos. 2. Algunos textos básicos del Magisterio de la Iglesia Católica sobre eutanasia, suicidio, exceso médico y cuidados paliativos Son muchos y complejos los aspectos referidos a estos temas; explicarlo todo supondría hacer un manual. Por ello he pensado recordar en esta carta sólo dos cuestiones que me parecen de especial actualidad: a) el Magisterio de la Iglesia sobre la alimentación e hidratación artificiales; y b) el Magisterio de la Iglesia sobre el sentido del sufrimiento y el uso de analgésicos, particularmente los que provocan la pérdida de conciencia del enfermo, la llamada sedación. Por lo expuesto, en la medida en que os sea posible, os exhorto, en orden a tener un conocimiento más amplio del Magisterio, a que consultéis los textos de la Iglesia sobre estas materias; os indico al pie del escrito algunos de los documentos más significativos. Podréis encontrar los enlaces para acceder a todos estos documentos en el siguiente portal: www.obispadoalcala.org/eutanasia.html. 3. La manipulación del lenguaje Uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos en la actualidad tiene que ver con la manipulación del lenguaje, tam-
bién en esta materia. El llamado “Nuevo Orden Mundial” (NOM) ha echado mano de los presupuestos del constructivismo filosófico para generar un “Nuevo Lenguaje”; en otra ocasión explicaré más ampliamente esto. Ahora es suficiente advertir que las expresiones “muerte digna”, “derecho a una muerte digna” y otras análogas, lo que en realidad esconden es la eutanasia y el suicidio asistido. Los católicos hablamos de una “buena muerte”, algo totalmente distinto como más tarde expondré. 4. Algunas definiciones Para poder comunicarse es esencial la precisión terminológica, por ello traigo aquí algunas definiciones importantes. Eutanasia: «Por eutanasia se entiende una acción o una omisión que por su naturaleza, o en la intención, causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor. La eutanasia se sitúa pues en el nivel de las intenciones o de los métodos usados. Ahora bien, es necesario reafirmar con toda firmeza que nada ni nadie puede autorizar la muerte de un ser humano inocente, sea feto o embrión, niño o adulto, anciano, enfermo incurable o agonizante. Nadie además puede pedir este gesto homicida para sí mismo o para otros confiados a su responsabilidad ni puede consentirlo explícita o implícitamente. Ninguna autoridad puede legítimamente imponerlo ni permitirlo. Se trata en efecto de una violación de la ley divina, de una ofensa a la dignidad de la persona humana, de un crimen contra la vida, de un atentado contra la humanidad. Podría también verificarse que el dolor prolongado e insoportable, razones de tipo afectivo u otros
motivos diversos, induzcan a alguien a pensar que puede legítimamente pedir la muerte o procurarla a otros. Aunque en casos de ese género la responsabilidad personal pueda estar disminuida o incluso no existir, sin embargo el error de juicio de la conciencia —aunque fuera incluso de buena fe— no modifica la naturaleza del acto homicida, que en sí sigue siendo siempre inadmisible. Las súplicas de los enfermos muy graves que alguna vez invocan la muerte no deben ser entendidas como expresión de una verdadera voluntad de eutanasia; éstas en efecto son casi siempre peticiones angustiadas de asistencia y de afecto. Además de los cuidados médicos, lo que necesita el enfermo es el amor, el calor humano y sobrenatural, con el que pueden y deben rodearlo todos aquellos que están cercanos, padres e hijos, médicos y enfermeros» (Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre la eutanasia – Iura et bona, II, 5 de mayo de 1980, en adelante DIB). Suicidio: «La muerte voluntaria o sea el suicidio es, por consiguiente, tan inaceptable como el homicidio; semejante acción constituye en efecto, por parte del hombre, el rechazo de la soberanía de Dios y de su designio de amor. Además, el suicidio es a menudo un rechazo del amor hacia sí mismo, una negación de la natural aspiración a la vida, una renuncia frente a los deberes de justicia y caridad hacia el prójimo, hacia las diversas comunidades y hacia la sociedad entera, aunque a veces intervengan, como se sabe, factores psicológicos que pueden atenuar o incluso quitar la responsabilidad. Se deberá, sin embargo, distinguir bien del suicidio aquel sacrificio con el que, por una causa supe-
rior —como la gloria de Dios, la salvación de las almas o el servicio a los hermanos— se ofrece o se pone en peligro la propia vida» (DIB, I.3). Sedación paliativa: «Es la disminución deliberada de la consciencia del enfermo, una vez obtenido el oportuno consentimiento, mediante la administración de los fármacos indicados y a las dosis proporcionadas, con el objetivo de evitar un sufrimiento insostenible causado por uno o más síntomas refractarios. Cuando el enfermo se encuentra en sus últimos días u horas de vida, hablamos de sedación en la agonía». 5. Algunos de los principios de aplicación en el cuidado de los enfermos: autonomía del paciente, justicia, beneficencia, solidaridad, totalidad y doble efecto En primer lugar debo decir que la formulación de algunos principios que el Magisterio de la Iglesia nos ha legado, también en el ámbito de la bioética, es, a mi juicio, recurso obligado por su verdad y claridad, aunque ello contraste radicalmente con viejos errores, ahora repristinados, como la moral de situación y la llamada opción fundamental. Principio de autonomía del paciente Como nos recordaba ya Pío XII, «en primer lugar debe darse por supuesto que el médico, como persona privada, no puede tomar ninguna medida ni intentar ninguna intervención sin el consentimiento del paciente. El médico no tiene sobre el paciente sino el poder y los derechos que éste le dé, sea explícita, sea implícita y tácitamente. El paciente, por su parte,
no puede conferir más derechos que los que él mismo posee. El punto decisivo en este debate es la licitud moral del derecho que el paciente tiene de disponer de sí mismo. Aquí se alza la frontera moral de la acción del médico, que obra con el consentimiento de su paciente» (Pío XII, Discurso a los participantes en el I Congreso Internacional de Histopatología del Sistema Nervioso, n. 9, 13 de septiembre de 1952) Principios de justicia y beneficencia En la actualidad se tiende a absolutizar el llamado principio de autonomía del paciente; pero este principio debe estar subordinado, entre otros, al de justicia. En efecto, hay quienes pretenden que las leyes reconozcan la libertad del enfermo como un valor absoluto desligado de toda referencia a la verdad y al bien de la persona. Sin embargo, que el Estado reconozca el derecho a la eutanasia o al suicidio sería tanto como autorizar a los ciudadanos que así lo quisieran a que “libremente” pudieran darse en esclavitud y que otros pudieran comprarlos y venderlos. Nadie está legitimado a atentar contra su propia dignidad, pues pertenece a Dios. El denominado principio de justicia, que es uno de los principios generales del Derecho, de la ética social y de la conducta común, implica que la Justicia prevalece sobre la autonomía del individuo; de forma que nadie, tampoco los médicos, puede hacer daño a otro aunque éste se lo pida. Además, también hay que recordar que el principio de beneficencia obliga moralmente a los facultativos a actuar por el mayor bien de sus pacientes. De la justicia y de las leyes que
deben custodiar lo justo, se espera hacer posible que se dé a cada uno lo que es debido. Por dignidad, por justicia, por humanidad no se puede dejar a nadie morir de hambre o de sed. Si la justicia lo permite, o lo consiente, estamos sembrando la corrupción de la justicia. ¡Qué lejos queda aquel axioma clásico «fiat ius, pereat mundus»: hágase lo justo aunque perezca el mundo! Ya sé que el axioma clásico, ante una cultura utilitarista y, en el fondo, nihilista, resulta extremo y estremecedor. Sin embargo, afirmar lo justo por encima de las circunstancias es elevar la dignidad humana, es exaltar el bien espiritual por encima de todos los bienes materiales y es, en definitiva, abrir lo humano a la Trascendencia, a la verdadera justicia del cielo que sigue al bien espiritual. Principio de solidaridad También debo citar el principio de solidaridad, que, por parte de no pocos, es la “versión” laica de la caridad. Si vivimos en sociedad es para amarnos y ayudarnos los unos a los otros, para socorrernos en nuestras necesidades. No se puede organizar la vida social y sus instituciones necesarias si no es afirmando el primado de la persona, que alcanza su plenitud en Cristo. Una sociedad que contempla sin rubor el que se deje morir a alguien de hambre o de sed es una sociedad que ha perdido su sensibilidad por lo específicamente humano, es una sociedad deshumanizada que no acude en ayuda del necesitado. Soy consciente de que a más de uno este lenguaje le puede resultar duro. También sé que en una sociedad posmoderna y emotivista como la nuestra los planteamientos objetivos producen
rechazo. Es más, soy consciente de que, más allá de las posturas farisaicas, lo que está en juego ante la pretensión de favorecer la llamada “muerte digna” (eutanasia y suicidio) y las leyes que la permitan es que no sabemos qué hacer con el sufrimiento; luego diré unas palabras sobre esto. Principio de totalidad Este principio «afirma que la parte existe para el todo y que, por consiguiente, el bien de la parte queda subordinado al bien del conjunto; que el todo es determinante para la parte y puede disponer de ella en su interés. El principio se deriva de la esencia de las nociones y de las cosas y debe, por tanto, tener un valor absoluto» (Pío XII, Discurso a los participantes en el I Congreso Internacional de Histopatología del Sistema Nervioso, n. 29, 13 de septiembre de 1952). Y añade en otro lugar: «Pero a la subordinación de los órganos particulares en relación con el organismo total y su finalidad propia se añade aún la subordinación del organismo a la finalidad espiritual de la persona misma» (Pío XII, Discurso a la primera Asamblea general del «Collegium Internationale Neuro-Psycho-Pharmacologicum», 9-9-1958). Principio del doble efecto o voluntario indirecto Como explica Santo Tomás de Aquino «nada impide que un solo acto tenga dos efectos, de los que uno solo es querido, sin embargo el otro está más allá de la intención» (Summa theologiae, 2-2, q. 64, a. 7); por tanto, «para que sea lícito realizar una acción de la que se siguen dos efectos, uno bueno y otro malo, es preciso que se re-
únan determinadas condiciones:
malo debe ser así consecuente o al causa proporcionada». menos concomitante con el bue1º Que la acción (de la que se se- no, pero nunca anterior, porque 6. Sobre la alimentación e higuirán ambos efectos) sea en sí de ser así se convertiría en medio dratación artificiales misma buena, o al menos indi- para alcanzar el efecto bueno. ferente, porque nunca es lícito El Papa San Juan Pablo II dirigió realizar acciones malas aunque 3º Que la intención del agente sea un Discurso en 2004 a los partise sigan efectos óptimos. Y que recta, es decir, que quiera sola- cipantes en un Congreso intersea la única acción posible para mente el efecto bueno y el malo nacional sobre “Tratamientos alcanzar el efecto bueno, porque únicamente lo permita (es decir, de mantenimiento vital y estado si hay otros medios aptos que no que éste sea “praeter intentio- vegetativo: avances científicos y encierran los inconvenientes que nem”). El efecto malo es permiti- dilemas éticos” (20 de marzo de produce este acto, no podría recu- do por la absoluta inseparabilidad 2004). Los principios sobre alirrirse al mismo. con el bueno en este caso concre- mentación e hidratación artificiato, pero en sí mismo no ha de ser les que San Juan Pablo II enseña 2º Que el efecto inmediato o pri- buscado o intentado. en dicho discurso son de univermero sea el bueno, porque no es sal aplicación, más allá del caso lícito hacer un mal para que so- 4º Que haya una causa proporcio- específico de los enfermos en esbrevenga un bien, según aquello nada a la gravedad del daño que tado vegetativo; por su claridad de San Pablo: “non sunt facienda el efecto malo producirá: porque cito aquí parte del documento mala ut eveniant bona” (Rm 3,8), el malo es siempre una cosa ma- (nn. 4-6): no hay que hacer el mal para que terialmente mala, y como tal no es «El enfermo en estado vegetase produzca algún bien. El efecto permisible a menos que haya una tivo [y por extensión todos los
enfermos], en espera de su recuperación o de su fin natural, tiene derecho a una asistencia sanitaria básica (alimentación, hidratación, higiene, calefacción, etc.), y a la prevención de las complicaciones vinculadas al hecho de estar en cama. Tiene derecho también a una intervención específica de rehabilitación y a la monitorización de los signos clínicos de eventual recuperación. En particular, quisiera poner de relieve que la administración de agua y alimento, aunque se lleve a cabo por vías artificiales, representa siempre un medio natural de conservación de la vida, no un acto médico. Por tanto, su uso se debe considerar, en principio, ordinario y proporcionado, y como tal moralmente obligatorio, en la medida y hasta que demuestre alcanzar su finalidad propia, que en este caso consiste en proporcionar alimento al paciente y alivio a sus sufrimientos. En efecto, la obligación de proporcionar “los cuidados normales debidos al enfermo en esos casos” (Congregación para la doctrina de la fe, Iura et bona, p. IV), incluye también el empleo de la alimentación y la hidratación (cf. Consejo pontificio “Cor unum”, Dans le cadre, 2. 4. 4; Consejo pontificio para la pastoral de la salud, Carta de los agentes sanitarios, n. 120). La valoración de las probabilidades, fundada en las escasas esperanzas de recuperación cuando el estado vegetativo se prolonga más de un año, no puede justificar éticamente el abandono o la interrupción de los cuidados mínimos al paciente, incluidas la alimentación y la hidratación. En efecto, el único resultado posible de su suspensión es la muerte por hambre y sed. En este sentido, si se efectúa consciente y deliberadamente, termina siendo una verdadera eu-
tanasia por omisión. A este propósito, recuerdo lo que escribí [dice San Juan Pablo II] en la encíclica Evangelium vitae, aclarando que “por eutanasia, en sentido verdadero y propio, se debe entender una acción o una omisión que por su naturaleza y en la intención causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor”; esta acción constituye siempre “una grave violación de la ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana” (n. 65). Por otra parte, es conocido el principio moral según el cual incluso la simple duda de estar en presencia de una persona viva implica ya la obligación de su pleno respeto y de la abstención de cualquier acción orientada a anticipar su muerte. Sobre esta referencia general no pueden prevalecer consideraciones acerca de la “calidad de vida”, a menudo dictadas en realidad por presiones de carácter psicológico, social y económico. Ante todo, ninguna evaluación de costes puede prevalecer sobre el valor del bien fundamental que se trata de proteger: la vida humana. Además, admitir que se puede decidir sobre la vida del hombre basándose en un reconocimiento exterior de su calidad equivale a reconocer que a cualquier sujeto pueden atribuírsele desde fuera niveles crecientes o decrecientes de calidad de vida, y por tanto de dignidad humana, introduciendo un principio discriminatorio y eugenésico en las relaciones sociales. Asimismo, no se puede excluir a priori que la supresión de la alimentación y la hidratación, según cuanto refieren estudios serios, sea causa de grandes sufrimientos para el sujeto enfermo, aunque sólo podamos ver las reacciones
a nivel de sistema nervioso autónomo o de mímica. En efecto, las técnicas modernas de neurofisiología clínica y de diagnóstico cerebral por imágenes parecen indicar que en estos pacientes siguen existiendo formas elementales de comunicación y de análisis de los estímulos. Sin embargo, no basta reafirmar el principio general según el cual el valor de la vida de un hombre no puede someterse a un juicio de calidad expresado por otros hombres; es necesario promover acciones positivas para contrastar las presiones orientadas a la suspensión de la hidratación y la alimentación, como medio para poner fin a la vida de estos pacientes. Ante todo, es preciso sostener a las familias que han tenido a un ser querido afectado por esta terrible condición clínica. No se las puede dejar solas con su pesada carga humana, psicológica y económica. Aunque, por lo general, la asistencia a estos pacientes no es particularmente costosa, la sociedad debe invertir recursos suficientes para la ayuda a este tipo de fragilidad, a través de la realización de oportunas iniciativas concretas como, por ejemplo, la creación de una extensa red de unidades de reanimación, con programas específicos de asistencia y rehabilitación; el apoyo económico y la asistencia a domicilio a las familias, cuando el paciente es trasladado a su casa al final de los programas de rehabilitación intensiva; la creación de centros de acogida para los casos de familias incapaces de afrontar el problema, o para ofrecer períodos de “pausa” asistencial a las que corren el riesgo de agotamiento psicológico y moral. Además, la asistencia apropiada a estos pacientes y a sus familias
debería prever la presencia y el testimonio del médico y del equipo de asistencia, a los cuales se les pide que ayuden a los familiares a comprender que son sus aliados y luchan con ellos; también la participación del voluntariado representa un apoyo fundamental para hacer que las familias salgan del aislamiento y ayudarles a sentirse parte valiosa, y no abandonada, del entramado social. En estas situaciones reviste, asimismo, particular importancia el asesoramiento espiritual y la ayuda pastoral, como apoyo para recuperar el sentido más profundo de una condición aparentemente desesperada». Por su parte, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó en 2007 un documento, expresamente aprobado por el Papa Benedicto XVI, en el que se ofrecen las «Respuestas a algunas preguntas de la Conferencia Episcopal Estadounidense sobre la alimentación e hidratación artificiales»; reproduzco literalmente el texto: «Primera pregunta: ¿Es moralmente obligatorio suministrar alimento y agua (por vías naturales o artificiales) al paciente en “estado vegetativo”, a menos que estos alimentos no puedan ser asimilados por el cuerpo del paciente o no se le puedan suministrar sin causar una notable molestia física? Respuesta: Sí. Suministrar alimento y agua, incluso por vía artificial, es, en principio, un medio ordinario y proporcionado para la conservación de la vida. Por lo tanto es obligatorio en la medida y mientras se demuestre que cumple su propia finalidad, que consiste en procurar la hidratación y la nutrición del paciente. De ese modo se evita el sufrimiento y la muerte derivados de la inanición y la deshidratación. Segunda pregunta: ¿Si la nutri-
ción y la hidratación se suministran por vías artificiales a un paciente en “estado vegetativo permanente”, pueden ser interrumpidos cuando los médicos competentes juzgan con certeza moral que el paciente jamás recuperará la consciencia? Respuesta: No. Un paciente en “estado vegetativo permanente” es una persona, con su dignidad humana fundamental, por lo cual se le deben los cuidados ordinarios y proporcionados que incluyen, en principio, la suministración de agua y alimentos, incluso por vías artificiales. El Sumo Pontífice Benedicto XVI, en la audiencia concedida al infrascrito Cardenal Prefecto, ha aprobado las presentes Respuestas, decididas en la Sesión Ordinaria de la Congregación, y ha ordenado que sean publicadas. Dado en Roma, en la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 1 de agosto de 2007. William Cardenal Levada, Prefecto. Angelo Amato, S.D.B., Arzobispo titular de Sila, Secretario» 7. Magisterio de la Iglesia sobre el sentido del sufrimiento y el uso de analgésicos, particularmente los que provocan la pérdida de conciencia del enfermo, la llamada sedación La Congregación para la Doctrina de la Fe, explica en la Declaración sobre la eutanasia – Iura et bona: «El cristiano ante el sufrimiento y el uso de los analgésicos La muerte no sobreviene siempre en condiciones dramáticas, al final de sufrimientos insoportables. No debe pensarse únicamente en los casos extremos. Numerosos testimonios concordes hacen pensar que la misma naturaleza faci-
lita en el momento de la muerte una separación que sería terriblemente dolorosa para un hombre en plena salud. Por lo cual una enfermedad prolongada, una ancianidad avanzada, una situación de soledad y de abandono, pueden determinar tales condiciones psicológicas que faciliten la aceptación de la muerte. Sin embargo se debe reconocer que la muerte precedida o acompañada a menudo de sufrimientos atroces y prolongados es un acontecimiento que naturalmente angustia el corazón del hombre. El dolor físico es ciertamente un elemento inevitable de la condición humana, a nivel biológico, constituye un signo cuya utilidad es innegable; pero puesto que atañe a la vida psicológica del hombre, a menudo supera su utilidad biológica y por ello puede asumir una dimensión tal que suscite el deseo de eliminarlo a cualquier precio. Sin embargo, según la doctrina cristiana, el dolor, sobre todo el de los últimos momentos de la vida, asume un significado particular en el plan salvífico de Dios; en efecto, es una participación en la pasión de Cristo y una unión con el sacrificio redentor que Él ha ofrecido en obediencia a la voluntad del Padre. No debe pues maravillar si algunos cristianos desean moderar el uso de los analgésicos, para aceptar voluntariamente al menos una parte de sus sufrimientos y asociarse así de modo consciente a los sufrimientos de Cristo crucificado (cf. Mt 27, 34). No sería sin embargo prudente imponer como norma general un comportamiento heroico determinado. Al contrario, la prudencia humana y cristiana sugiere para la mayor parte de los enfermos el uso de las medicinas que sean adecuadas para aliviar o suprimir
el dolor, aunque de ello se deriven, como efectos secundarios, entorpecimiento o menor lucidez. En cuanto a las personas que no están en condiciones de expresarse, se podrá razonablemente presumir que desean tomar tales calmantes y suministrárseles según los consejos del médico. Pero el uso intensivo de analgésicos no está exento de dificultades, ya que el fenómeno de acostumbrarse a ellos obliga generalmente a aumentar la dosis para mantener su eficacia. Es conveniente recordar una declaración de Pío XII que conserva aún toda su validez. Un grupo de médicos le había planteado esta pregunta: “¿La supresión del dolor y de la conciencia por medio de narcóticos está permitida al médico y al paciente por la religión y la moral (incluso cuando la muerte se
aproxima o cuando se prevé que el uso de narcóticos abreviará la vida)?”. El Papa respondió: “Si no hay otros medios y si, en tales circunstancias, ello no impide el cumplimiento de otros deberes religiosos y morales: Sí”. En este caso, en efecto, está claro que la muerte no es querida o buscada de ningún modo, por más que se corra el riesgo por una causa razonable: simplemente se intenta mitigar el dolor de manera eficaz, usando a tal fin los analgésicos a disposición de la medicina. Los analgésicos que producen la pérdida de la conciencia en los enfermos, merecen en cambio una consideración particular. Es sumamente importante, en efecto, que los hombres no sólo puedan satisfacer sus deberes morales y sus obligaciones familiares, sino también y sobre todo que puedan
prepararse con plena conciencia al encuentro con Cristo. Por esto, Pío XII advierte que “no es lícito privar al moribundo de la conciencia propia sin grave motivo”. El uso proporcionado de los medios terapéuticos Es muy importante hoy día proteger, en el momento de la muerte, la dignidad de la persona humana y la concepción cristiana de la vida contra un tecnicismo que corre el riesgo de hacerse abusivo. De hecho algunos hablan de “derecho a morir” expresión que no designa el derecho de procurarse o hacerse procurar la muerte como se quiere, sino el derecho de morir con toda serenidad, con dignidad humana y cristiana. Desde este punto de vista, el uso de los medios terapéuticos puede
plantear a veces algunos problemas. En muchos casos, la complejidad de las situaciones puede ser tal que haga surgir dudas sobre el modo de aplicar los principios de la moral. Tomar decisiones corresponderá en último análisis a la conciencia del enfermo o de las personas cualificadas para hablar en su nombre, o incluso de los médicos, a la luz de las obligaciones morales y de los distintos aspectos del caso. Cada uno tiene el deber de curarse y de hacerse curar. Los que tienen a su cuidado los enfermos deben prestarles su servicio con toda diligencia y suministrarles los remedios que consideren necesarios o útiles. ¿Pero se deberá recurrir, en todas las circunstancias, a toda clase de remedios posibles? Hasta ahora los moralistas respondían que no se está obligado nunca al uso de los medios “extraordinarios”. Hoy en cambio, tal respuesta siempre válida en principio, puede parecer tal vez menos clara tanto por la imprecisión del término como por los rápidos progresos de la terapia. Debido a esto, algunos prefieren hablar de medios “proporcionados” y “desproporcionados”. En cada caso, se podrán valorar bien los medios poniendo en comparación el tipo de terapia, el grado de dificultad y de riesgo que com-
porta, los gastos necesarios y las posibilidades de aplicación con el resultado que se puede esperar de todo ello, teniendo en cuenta las condiciones del enfermo y sus fuerzas físicas y morales. Para facilitar la aplicación de estos principios generales se pueden añadir las siguientes puntualizaciones: — A falta de otros remedios, es lícito recurrir, con el consentimiento del enfermo, a los medios puestos a disposición por la medicina más avanzada, aunque estén todavía en fase experimental y no estén libres de todo riesgo. Aceptándolos, el enfermo podrá dar así ejemplo de generosidad para el bien de la humanidad. — Es también lícito interrumpir la aplicación de tales medios, cuando los resultados defraudan las esperanzas puestas en ellos. Pero, al tomar una tal decisión, deberá tenerse en cuenta el justo deseo del enfermo y de sus familiares, así como el parecer de médicos verdaderamente competentes; éstos podrán sin duda juzgar mejor que otra persona si el empleo de instrumentos y personal es desproporcionado a los resultados previsibles, y si las técnicas empleadas imponen al paciente sufrimientos y molestias mayores que los beneficios que se pueden obtener de los mismos. Es siempre lícito contentarse con
los medios normales que la medicina puede ofrecer. No se puede, por lo tanto, imponer a nadie la obligación de recurrir a un tipo de cura que, aunque ya esté en uso, todavía no está libre de peligro o es demasiado costosa. Su rechazo no equivale al suicidio: significa más bien o simple aceptación de la condición humana, o deseo de evitar la puesta en práctica de un dispositivo médico desproporcionado a los resultados que se podrían esperar, o bien una voluntad de no imponer gastos excesivamente pesados a la familia o la colectividad. — Ante la inminencia de una muerte inevitable, a pesar de los medios empleados, es lícito en conciencia tomar la decisión de renunciar a unos tratamientos que procurarían únicamente una prolongación precaria y penosa de la existencia, sin interrumpir sin embargo las curas normales debidas al enfermo en casos similares. Por esto, el médico no tiene motivo de angustia, como si no hubiera prestado asistencia a una persona en peligro» (DIB, III y IV). Una última consideración en este apartado: «Un ser humano no pierde la dignidad por sufrir; lo indigno es basar su dignidad en el hecho de que no sufra». Por desgracia con el criterio de que el ser humano pierde su dignidad si sufre, se están justificando en muchas naciones – primero llevándolo al ámbito emotivo y luego al legislativo – las que podrían llamarse las “nuevas leyes de eugenesia” (anticoncepción, esterilización, aborto, eutanasia, suicidio asistido, dictadura de género, etc.) y los llamados por el Papa Francisco ataques a la dignidad humana con los nuevos descartes: la reproducción asistida, la manipulación de embriones, los depósitos
de embriones congelados, la trata de mujeres a las que se “alquila” su útero, el imperio del capital sobre el trabajador, etc. Es claro, enfrentarse al sufrimiento sin Cristo es lo que hace tambalear todos los principios y nos coloca ante la encrucijada de la vida sin más bagaje que nuestros sentimientos y emociones. Sin embargo, si no queremos caer en el absurdo, hemos de afirmar que el sufrimiento nos coloca en el límite de lo humano para abrirnos a la Trascendencia. Los católicos no afirmamos como bueno el sufrimiento considerado en sí mismo. Un católico no es un masoquista. Nuestra fe nos impele a luchar, con medios lícitos, contra todo sufrimiento humano, particularmente el de los inocentes e indefensos. Sin embargo, nos sabemos criaturas y por tanto limitados. También sabemos que, a pesar de que nos acompañe el sufrimiento como criaturas, éste puede ser también una prueba que nos devuelva la mirada a Dios, a Jesucristo que voluntariamente subió a la cruz y estrelló definitivamente a la muerte venciéndola con su resurrección. Más todavía. Movidos por la fe, podemos como San Pablo sumar nuestros sufrimientos a los de Cristo y transformarlos en sufrimiento redentor (cf. Col,1, 24). No nos engañemos. Si prescindimos de Dios, si abandonamos a Cristo y el alma católica que ha inspirado a nuestro pueblo, las cosas no quedan igual. Así podemos explicar la decadencia del espíritu y la decadencia moral que estamos sufriendo. Sin la fe cristiana que cimienta nuestra alma católica nos quedamos sin respuesta ante los interrogantes supremos y definitivos para cualquier persona: cómo afrontar la vida y la muerte, cómo generar un
pueblo solidario, unas leyes justas que custodien la vida humana, una verdadera justicia social que socorra siempre y con dignidad al necesitado, etc. Aunque son muchas las injusticias que he podido ver a lo largo de mi vida y que me repugnan, hay dos temas que me producen un dolor interior particular que me impide callar o mirar hacia otro lado: el afirmar el aborto como un derecho y el favorecer la eutanasia, aunque sea de modo subrepticio. Con los dos temas -aunque no son los únicos- cruzamos la línea roja de la sociabilidad que debe estar presidida por el bien común y la “caridad-solidaridad”. Sin el respeto a la vida naciente y a la vida necesitada de socorro y terminal estamos socavando los fundamentos del llamado Estado de derecho. 8. La buena muerte es una muerte santa Los católicos debemos orar todos los días para que Dios nos conceda el don de una buena muerte, una muerte en gracia de Dios, es decir una muerte santa, acompañados por un sacerdote y por nuestros familiares y amigos. Debemos orar también para que la Santísima Virgen María, su esposo San José, los ángeles y los santos intercedan por nosotros en el que será nuestro tránsito definitivo. La preparación para el encuentro con Dios es una obligación que atañe no sólo al moribundo sino también a la familia y a los facultativos que le atienden, propiciando que el que está en trance de morir reciba el Sacramento de la Penitencia, la Bendición Apostólica con indulgencia plenaria, el Sacramento de la Unción de Enfermos y el Viático. Si se trata de
un niño no bautizado se le debe bautizar. A los adultos sin bautizar, que así lo soliciten, con los requisitos establecidos en el Código de Derecho Canónico, se les debe administrar el bautismo y la eucaristía. En todos los casos se debe realizar también la recomendación del alma. Sobre la información al enfermo hay que citar de nuevo a Pío XII: «El octavo mandamiento tiene igualmente su puesto en la deontología médica. La mentira, según la ley moral, no se le permite a nadie. Hay, sin embargo, casos en los que el médico, aunque se le pregunte, no puede, aun no diciendo cosa positiva falsa, manifestar claramente toda la verdad, y especialmente cuando se sabe que el enfermo no tendría fuerza para soportarla. Pero hay otros casos en los que, sin duda alguna, tiene el deber de hablar claramente, deber ante el que debe ceder toda otra consideración médica y humanitaria. No es lícito ilusionar al enfermo o a los parientes con falsa seguridad, con peligro de comprometer de este modo la salvación eterna del enfermo o el cumplimiento de obligaciones de justicia o caridad» (Discurso a la Unión Italiana Médico-Biológica “San Luca”, 12-11-1944). 9. La Iglesia recomienda mantener la tradición de inhumar los cuerpos de los difuntos Termino esta carta cuando se acerca la Solemnidad de Todos los Santos y la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos. Por ello me parece conveniente recordar la recomendación de mantener la tradición de inhumar los cuerpos de los difuntos. La Iglesia nos enseña que enterrar a los muertos es una obra de misericordia. Así lo explica en diferentes documentos:
Sin excluir, cuando se dan razones para ello, otras posibilidades previstas por el Derecho Canónico, debo insistir en la importancia de celebrar las exequias en la propia iglesia parroquial -frente a otras opciones cada vez más extendidas-, todo tal y como enseña la Iglesia: «Las exequias por un fiel difunto deben celebrarse generalmente en su propia iglesia parroquial» (C.I.C. canon 1177 § 1).
Diócesis Complutense, guiados por el sucesor de Pedro que nos invita a volver la mirada hacia Jesucristo, el verdadero rostro de la misericordia. A San José, esposo de la Virgen María y patrono de la buena muerte, encomendamos nuestro propio tránsito al Padre. Con mi bendición, + Juan Antonio Reig Pla Obispo Complutense
«La Iglesia aconseja vivamente que se conserve la piadosa cos- 10. Conclusión tumbre de sepultar el cadáver de los difuntos» (canon 1176 §3). No quiero terminar esta reflexión sin mostrar de nuevo mi respeto Congregación para el Culto Divino y amor en Cristo a todas las pery la Disciplina de los Sacramentos, sonas enfermas y a quienes les Directorio sobre la piedad popular cuidan. Sigo estos temas relacioy la liturgia. Principios y orienta- nados con la muerte orando ferciones, nº 254, 2002: vientemente, consciente de que el amor y la misericordia de Dios «Separándose del sentido de la no les faltarán a nadie ya que su momificación, del embalsama- Amor es más grande que todos miento o de la cremación, en las nuestros límites. Además, es neque se esconde, quizá, la idea de cesario recordar de nuevo, como que la muerte significa la destruc- explica el Catecismo de la Iglesia ción total del hombre, la piedad Católica, que «la imputabilidad cristiana ha asumido, como forma y la responsabilidad de una acde sepultura de los fieles, la inhu- ción pueden quedar disminuidas mación. Por una parte, recuerda e incluso suprimidas a causa de la tierra de la cual ha sido saca- la ignorancia, la inadvertencia, do el hombre (cfr. Gn 2,6) y a la la violencia, el temor, los hábitos, que ahora vuelve (cfr. Gn 3,19; Sir los afectos desordenados y otros 17,1); por otra parte, evoca la se- factores psíquicos o sociales” (n. pultura de Cristo, grano de trigo 1735). que, caído en tierra, ha producido Mis reflexiones desde la fe y con mucho fruto (cfr. Jn 12,24)». un planteamiento objetivo no En todo caso, cuando, con las con- persiguen más que colaborar a diciones precisas, se procede a la «despertar del sueño» (Rom 13, incineración, también a las ceni- 11) que provoca la cultura nihizas hay que darles la sepultura lista que nos envuelve y nos guía acostumbrada en lugar sagrado hacia la nada, sin ningún puerto -cementerio o columbario- (Cf. donde poder descansar. En el fonRitual de Exequias. Libro VI-Ca- do mis consideraciones también pítulo VII; Congregación para el quieren ser un canto de agradeciCulto Divino y la Disciplina de miento a todos los padres, sacerlos Sacramentos, Directorio so- dotes y catequistas que enseñan a bre la piedad popular y la liturgia. los niños la sabiduría de las obras Principios y orientaciones, nº 254, de misericordia. Este es el camino 2002). que queremos seguir en nuestra
Alcalá de Henares, 2 de noviembre de 2015 Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos ________________________
Ritual de Exequias: «La Iglesia prefiere que se conserve la costumbre tradicional de la inhumación de los cuerpos de los cristianos, porque con este gesto se imita mejor la sepultura del Señor» (pág. 1106). Código de Derecho Canónico:
a) Catecismo de la Iglesia Católica nn. 2276-2283, 15 de agosto de 1997; b) San Juan Pablo II, Encíclica Evangelium vitae, nn. 64-74 y 94, 25 de marzo de 1995; c) San Juan Pablo II, Carta Apostólica Salvifici Doloris sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano, 11 de febrero de 1984; d) Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre la eutanasia – Iura et bona, 5 de mayo de 1980; e) Pío XII, Discurso sobre las implicaciones morales y religiosas de la analgesia, 24 de febrero de 1957; f) Conferencia Episcopal Española, Comité Episcopal para la Defensa de la Vida, La eutanasia, Cien cuestiones y respuestas sobre la defensa de la vida humana y la actitud de los católicos, octubre de 1992; g) CCXX Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, Declaración con motivo de “Proyecto de Ley Reguladora de los Derechos de la Persona ante el Proceso Final de la Vida”, 22 de junio de 2011.
Francia aprueba la sedación terminal y cierra la puerta a la eutanasia
F
rancia aprobó una nueva “ley de final de la vida” que permite la sedación profunda para evitar el sufrimiento en enfermos terminales, pero que prohíbe la ayuda activa para morir a través de la eutanasia o del suicidio asistido. El texto, acordado por el gobernante Partido Socialista (PS) y por la oposición conservadora de Los Republicanos (LR), fue adoptado a mano alzada por los diputados de la Asamblea Nacional.
Acto seguido pasó al Senado, donde se espera que también sea acogido con un apoyo contundente, el mismo que la proposición de ley recibió en primera lectura en ambas cámaras y que respaldan el 96 % de los franceses, según un sondeo de BVA Orange publicado el pasado marzo por la cadena “iTélé”. La ley obligará a los médicos a aplicar la “sedación profunda y continua” a un paciente en fase terminal que lo solicite, definido como aquel con una “afección grave e incurable” con “pronóstico vital comprometido a corto plazo” y con un cuadro médico de “sufrimiento que resiste a los tratamientos”. Los facultativos le retirarán así los medicamentos que le mantienen vivo artificialmente así como la nutrición y la hidratación, mientras que le seguirán administrando analgésicos para evitar que sienta dolor hasta la muerte.
centros médicos franceses, pero a partir de ahora se aplicará de manera “general y homogénea” y se le otorgará al paciente la última palabra.
bros del Ejecutivo socialista el texto consensuado se trata solo de “una etapa” más en un camino hacia el derecho del enfermo a decidir sobre su propia muerte.
El doctor deberá respetar su voluntad, redactada previamente, o la de una persona de confianza designada también de forma previa y por escrito por el enfermo. La función de ese delegado no tendrá fecha de caducidad y su decisión prevalecerá sobre cualquier otra opinión, mientras que hasta ahora el médico disponía de la última palabra a la hora de decretar la sedación profunda.
Es el caso del primer ministro de Francia, Manuel Valls, y de la titular de Sanidad, Marisol Touraine, que en 2009 firmaron una petición a favor del derecho a una “ayuda activa” a la defunción. A pesar de ambicionar un marco legislativo más progresista, Touraine no dudó en calificar el texto como un “gran avance histórico, que consagra la libertad y la dignidad de la persona”.
Sucesor de leyes aprobadas en 1999, 2002 y 2005, el nuevo texto es fruto de la reflexión del diputado socialista Alain Claeys y del conservador Jean Leonetti, que resumió la nueva ley como la posibilidad de “dormir antes de morir para no sufrir”.
La ley aprobada se queda a medio camino entre la postura de quienes exigen el “derecho a morir” y quienes se declaran provida. La Asociación por el Derecho a Morir con Dignidad (ADMD) en Francia ha sido muy crítica con el texto, denunciando la “falta de ambición de los parlamentarios”, pues a su juicio “no representa ningún avance real para los pacientes en fin de vida ni para sus familias”.
Debatida en diferentes foros desde otoño de 2012 antes de llegar este enero al Parlamento, la ley es una promesa electoral del presidente de Francia, François Hollande, que se comprometió a legalizar “una asistencia medicalizada para terminar la vida desde la dignidad”. Se trata de una de las grandes reformas sociales del mandato de cinco años de Hollande, que expira en 2017, junto con la aprobación del derecho al matrimonio de los homosexuales.
Ese derecho existe ya existe en los Sin embargo, para algunos miem-
En el polo opuesto, el colectivo Aliviar Pero No Matar juzga el texto demasiado ambiguo al no especificarse que el propósito de la sedación no es “provocar la muerte” o facilitar la eutanasia, una práctica solo tolerada en Europa en Holanda, Bélgica y Luxemburgo y que respaldarían el 88 % de los ciudadanos franceses, según el sondeo citado. n ______________ Fuente: Agencia EFE
La verdad, es que la verdad NO importa
A
dos meses del 10 de abril, el horizonte político-electoral presenta densos nubarrones. El candidato Acuña -aquel que declara ingresos por 56 millones de soles anuales y que hizo su emporio principalmente con la educaciónafronta denuncias de hechos cuya evidencia es tal, que es imposible negar el dolo. El plagio de capítulos de su tesis doctoral y las irregularidades en la obtención del título profesional, parecen poca cosa al lado del robo -esa es la palabra- de la autoría de un libro. Lo peor de todo es su pertinaz negación de lo evidente junto al vergonzoso apoyo de sus más cercanos colaboradores: Iberico, Presidente del Congreso; Lay, congresista y presidente de la Comisión de Ética durante varios periodos; la “impecable” e implacable anti corrupción Anel Townsend; el siempre acomodaticio Fernando Andrade; etc. Hemos visto pasmados, cómo evadían respuestas ante los hechos concretos, para concluir siempre con la “campaña sucia” ante su rutilante ascenso en las encuestas. Nos creen tontos. Mientras tanto, Acuña, haciendo gala de su desfachatez y de su incapacidad de hablar siquiera con una cierta propiedad. Todo
un doctor, peleado con discursos mínimos y elementales, de 3 ó 4 frases que repite hasta el cansancio (del oyente, claro está). Poco después, el “joven” (45 años) candidato Guzmán, salido casi de la nada, empezaba a tener problemas por lo que ahora llama un asunto meramente formal y administrativo. Sin partido (prestado por la tercera fortuna del Perú, empresario del aroma), sin trayectoria, sin doctrina, pragmático, de esos que creen que el mundo comenzó con él y no se salvará sin él, creyó que para ser presidente bastaba con no ser un “dinosaurio” político y tener un discurso desenvuelto, encubridor de sus pocas y poco reales ideas. Y como estamos en un país informal, qué importa que yo lo sea. Su candidatura nació de un proceso que contravenía los propios estatutos del partido. La autoridad electoral se lo
advirtió y le dio tiempo para que subsanara, y no lo hizo. Cuando el Jurado Especial aplicó la norma que lo dejaba fuera de la contienda, empezó a hablar de una “mano negra” que aparecía justo cuando una encuesta lo ponía en segundo lugar. ¿No es la típica reacción de los dinosaurios políticos? El incumplimiento de la ley es muy claro. ¿Por qué no subsanó a tiempo? ¿Habría algún motivo que se lo impedía? Podría pensarse que reunió a unos cuantos incondicionales y se eligió candidato. Luego, Guzmán es otro dinosaurio. Fuera los dos de la carrera electoral. Acuña no se cansa de mentir y con una frescura que indigna. Guzmán se victimiza y llama a las calles. Robo y mentira; burla e informalidad: Incapacidad moral para gobernar. ¿Es eso democracia? ¿Lección para la juventud? Necesitamos urgentemente aprobar la asignatura del respeto a la verdad. Si no, la verdad, es que la verdad no importa. Construyamos el país sobre la mentira. n